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Sinopsis de los libros de la Biblia

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Sinopsis de los libros de la BibliaJohn Nelson Darby1800-1882

PREFACIO

El resumen a continuacin fue escrito y publicado en francs, en el deseo y la ms inmediata para el uso de los cristianos que hablan ese idioma. Ya se ha traducido al Ingls, y present, libro por libro, en una publicacin religiosa que aparecen de vez en cuando. Se ha credo conveniente dar como un todo.

La sinopsis del libro del Gnesis, que se consider demasiado breve, se ha ampliado considerablemente, y el conjunto revisado y corregido, pero sin ningn cambio material.

En la publicacin original de la revisin de la parte de Levtico que trata de los sacrificios que prefigura la de Cristo, se ha omitido, ya que tal examen se haba publicado ya hace mucho tiempo en "Notas sobre las ofrendas, y ms plenamente en francs en "Les Tipos du Levitique", desde entonces, traducida al Ingls tambin. Para completar la Sinopsis ahora publicado, este ltimo tramo ha sido, despus de revisal, introducido en el presente trabajo, de los cuales, naturalmente, formaba parte.

Pocas palabras se necesitan para introducir al lector en la presente publicacin. No es de esperar un comentario, ni, por otra parte, suponer que tiene un libro que puede leer sin referirse continuamente a la palabra misma en la parte tratada de. El objetivo del libro es ayudar a un cristiano, deseoso de leer la Palabra de Dios con fines de lucro, en aprovechar el alcance y la conexin de lo que contiene. Dios ha dado a entender el comentarista en la intencin principal de la del Espritu de Dios, o el equipamiento de los principios filolgicos y de informacin, que facilitan el descubrimiento de la otra de su intencin, sin embargo si se pretende dar el contenido de la escritura, o si el que usa busca estos en sus observaciones, los comentarios slo pueden inducir a error y empobrecer el alma. Un comentario, aunque siempre tiene la razn, a lo sumo puede dar lo que el comentarista se ha aprendido de s mismo el pasaje. La mayor y ms sabio debe ser muy lejos de la plenitud de vida de la palabra divina. La Sinopsis presenta ahora no tiene ninguna pretensin de la clase. Profundamente convencido de la inspiracin divina de las Escrituras, que nos da de Dios, y se confirma en esta conviccin a diario y cada vez ms descubrimientos de su plenitud, la profundidad y la perfeccin, cada vez ms sensible, por la gracia, de la perfeccin admirable de las partes, y la maravillosa conexin de la totalidad, el nico escritor espera ayudar al lector en el estudio de ellos.

Las escrituras tienen una fuente de vida, y el poder de vida ha impregnado su composicin: de ah su infinitud de rodamiento, y la imposibilidad de separar cualquier parte de su conexin con el todo, porque solo Dios es el centro de la vida de la que todos los flujos, un Cristo , la ronda de centro de vida que todos los crculos de la verdad, y al que se refiere, aunque en diferentes gloria, y un solo Espritu, la savia divina que lleva su energa de su fuente en Dios hasta el ms mnimo todas las ramas de la verdad-Reino, dando testimonio de la gloria, la gracia y la verdad de Aquel a quien Dios establece que el objeto y el centro y la cabeza de todo lo que est en relacin con el mismo, de Aquel que es, con todo, Dios sobre todos, bendito por los siglos de los siglos.

Para dar a todo esto en su conjunto y perfectamente requerira el Dador mismo. Incluso en el aprendizaje, sabemos en parte, y en parte profetizamos. Cuanto ms que comenzara a partir de hojas y ramas de la mxima de esta revelacin de la mente de Dios, por la que se alcanzar cuando lejos de l, hemos trazado para arriba hacia el centro, y desde all mir de nuevo hacia su extensin y diversidad, Cuanto ms aprendemos de su infinitud y nuestra propia debilidad de la aprehensin. Aprendemos, bendito sea Dios, esto, que el amor que es su fuente se encuentra en la perfeccin y sin mezcla ms completa exhibicin en las manifestaciones de lo que nos han llegado incluso en nuestro estado ruinoso. El perfecto Dios mismo del amor est en todo. Pero todo el desarrollo de la sabidura divina en los consejos en los que Dios ha desaparecido interpretaba a s mismo siendo siempre para nosotros un tema de estudio en el que cada nuevo descubrimiento, al aumentar nuestra inteligencia espiritual, hace que la infinitud del conjunto, y la manera en que supera a todos nuestros pensamientos, slo que ms y ms claro para nosotros. Pero hay grandes principios fundamentales y las verdades, el sealamiento de que en los distintos libros que componen las Escrituras, puede ayudar en la inteligencia de las diversas partes de la Escritura. Se trat de hacerlo aqu. Lo que el lector es de esperar, en consecuencia, en este resumen, no es ms que un intento de ayudarle en el estudio de las Escrituras por s mismo. Todo lo que a su vez, a un lado de esto sera perjudicial para l, lo que le ayuda en ello puede ser til. Ni siquiera pueden beneficiarse mucho de las siguientes pginas, excepto en su uso como acompaamiento para el estudio del texto en s.

De lo que se ha dicho que fcilmente se entender que el autor puede sentir fcilmente la imperfeccin de lo que ha escrito. A menudo le hubiera gustado haber introducido los cambios que ha disfrutado, al despliegue, pasajes particulares en detalle y su aplicacin a los corazones y las conciencias de los dems, pero habra vuelto a un lado del objeto de la obra. l confa, sin embargo, que la direccin se da a la Escritura investigaciones del lector: la gracia slo puede hacer las investigaciones eficaces.

No podemos cerrar esta breve introduccin al libro sin que expresa el efecto que el descubrimiento de la perfeccin divina, y orden la conexin de las Escrituras produce en su mente como respeta lo que se denomina racionalismo. Nada lo demuestra el sistema de modo denominado pero la ausencia total de toda la inteligencia divina, la pobreza asociada con pretensiones intelectuales, la ausencia de juicio moral, la mezquindad de observacin sobre lo que es externo, con una ceguera a la divina y la plenitud infinita en el fondo , lo que sera despreciable a travs de sus pretensiones falsas, si no fuera un tema de lstima, porque de aquellos en los que estas pretensiones son encontrados. Ninguno, pero Dios puede ofrecer desde el orgullo de la pretensin humana. Pero la soberbia que excluye a Dios, porque es incompetente para descubrirlo, y luego habla de su trabajo, y se mete con sus armas, de acuerdo con la medida de su propia fuerza, puede probar nada despreciable, pero su propia locura. La ignorancia es generalmente seguro, porque es ignorante, y tal es la mente del hombre en el trato con las cosas de Dios. El escritor debe ser perdonado por hablar claro en estos das sobre este punto. Las pretensiones de infectar a razn infiel, incluso los cristianos.

Le gustara aadir que no ha sido su objeto a desarrollarse el fruto bendito de la palabra produce en la mente y la manera de que lo recibe, ni los sentimientos producidos en su propia mente en la lectura, sino para ayudar al lector en el descubrimiento de lo que las ha producido. Que el Seor slo tienen la palabra como divina para l como lo ha sido para el escritor, a ambos cada vez ms an!Introduccin

Me propongo dar en este trabajo, de los que el Gnesis es el comienzo, una breve sinopsis de los principales temas de cada libro de la Biblia, para ayudar en el estudio de este precioso volumen que nuestro Dios nos ha dado. No en todos los pretende dar todo el contenido de cada libro, pero slo (como Dios, conceder a m) una especie de ndice de los temas, las divisiones de los libros por temas, y (por lo que me he permitido ) el objeto de que el Espritu de Dios en cada parte, con la esperanza de que pueda ayudar a otros en la lectura del libro de Dios. La Biblia, en su objeto, es un todo, que nos presenta a Dios que sale de su plenitud esencial para manifestar todo lo que es, y volver a poner en el disfrute de esta plenitud de s mismo aquellos que, habiendo sido partcipes de su la naturaleza, han sido capaces de comprender y amar a sus abogados y l mismo.

Pero antes de ello se revela plenamente el hombre es llevado a la escena como un ser responsable, y su historia, como tal, se nos da en las diversas fases a travs de los que ha pasado, hasta la cruz, donde su enemistad contra Dios manifestada, y los cimientos para la plena revelacin de ese propsito, y la realizacin de buena voluntad de Dios en el hombre, y puso por aquel en el que el carcter divino todo en el amor y la justicia fue revelada y glorificado, y glorificaron a Dios perfectamente en todos los aspectos para llevar, el hombre en la gloria. La creacin ha servido como un espacio a esta manifestacin de Dios, sino como una manifestacin habra sido imperfecta en s misma por completo, aunque en una medida que declaraba su gloria.

Sin haber entrado por otra parte, el estado de la creacin y los efectos de la providencia, que regula el orden y la informacin aqu abajo, tendido, en el estado en el que el hombre, para dar una idea falsa de Dios. Porque si lo que se refiere esta creacin y este gobierno a Dios, vio a un poder que le perteneca a l solo, mientras que exista en el mal mismo tiempo que derroc a todas las ideas que podran servir de la bondad de gran alcance. La mente del hombre se perdi en el esfuerzo por explicar, y supersticiones y de la filosofa vino a completar la confusin en que se encontraba. Por un lado, las supersticiones se hace todava ms falsa de las ideas falsas que el hombre se haba formado por s mismo de Dios, y por otro lado, la filosofa, por los esfuerzos que la inteligencia natural del hombre hecho para librarse de la dificultad, le sumi en la oscuridad y tal tal incertidumbre que termin rechazando toda idea de Dios, cualquiera que sea, salvo la necesidad de que le haba hecho buscar uno.

Estas supersticiones eran nada ms que la verdad de que Satans se haba apoderado de la idea de Dios en el corazn, con el fin de alimentar, bajo este nombre, sus deseos, y se degradan en la consagracin por el nombre de un dios, que estaba en la verdad un demonio, y la filosofa no era ms que el esfuerzo intil de la mente del hombre a la altura de la idea de Dios-una altura que era incapaz de alcanzar, y que, en consecuencia, abandon, por lo que es un tema de orgullo para prescindir de ella . Incluso la ley de Dios, mientras que se declara la responsabilidad del hombre a Dios, y por lo tanto afirmar su autoridad, slo lo revel en el ejercicio del juicio, que exige del hombre lo que debe ser, sin revelar lo que Dios estaba, salvo en la justicia, y de ninguna manera en relacin con la escena de la miseria y la ignorancia que el pecado haba trado a la raza humana. No mostrar lo que Dios estaba en medio de esa miseria, ni podra hacerlo, porque su oficina estaba a exigir a la coherencia hombre con una cierta lnea de conducta, de los que el Legislador se constituy juez, al final de la carrera de aquel que fue sometido a ella. El Hijo de Dios es Dios mismo en medio de la escena de todo esto, el Testigo fiel de todo lo que est en su relacin con ella. En una palabra, es el Hijo de Dios que se revela el mismo Dios, y que necesariamente se convierte as en el centro de todos sus consejos, y de todas las manifestacin de su gloria, as como el objeto de todos sus caminos.

Veremos entonces tres grandes temas en la Biblia - la creacin (en la actualidad bajo el efecto de la cada); la ley, que dio al hombre, como lo es ahora, una norma para el ser humano en medio de la presente

Me limito ms especialmente a la creacin inferior donde se coloca el hombre. Hay ngeles cados, y cre los cielos se han corrompido por el pecado. Pero los ngeles son una creacin distinta, y el presente para celebrar con alegra la creacin como lo vemos, y como se ve en Gnesis 1, despus de la primera estrofa, en una escena con la que el hombre tiene que hacer. Sin embargo, como responsables y las criaturas, donde no se conserva de Dios. eran susceptibles de caer y de hecho se cay. Pero fueron una creacin distinta. Por lo tanto no tenemos en la creacin narrada en el Gnesis.

la creacin para ver si poda vivir all de acuerdo a Dios, y ser bendecidos y no el Hijo de Dios.

Las dos primeras, a saber, la creacin y la ley, estn ligados a la responsabilidad de la criatura. Vamos a encontrar todo lo que est relacionado con estos dos ya sea culpable o daado. El Hijo, por el contrario, la manifestacin de la gracia y el amor del Padre, y del amor de Dios al mundo, cuando este sentimiento de culpa ya estaba en pecado, sin ley y quebrantamiento de la ley, la imagen misma de la subsistencia de Dios, en quien la padre era visto, vamos a ver el sufrimiento en el amor en medio de esta creacin cada y las contradicciones de un pueblo rebelde, y cuando Dios haba sido perfectamente glorificado en relacin con el pecado, el cumplimiento de todos los consejos de Dios en la unin de todas las cosas en la bendicin de Su poder y bajo su autoridad, los que incluso con el odio que le haba rechazado ser forzado a propios l Seor para gloria de Dios Padre, y al pasado, cuando se han sometido todas las cosas, dando a Dios el Padre en el reino de Su gloria como Hijo del hombre, que Dios sea todo en todos.

Adems de todo esto, hay en los consejos de Dios aquellos con los que el Dios que conocemos en Jess se rodea, que del arco para ser llevados a la imagen de Aquel a quien se asocian, como hijos, el primognito entre muchos hermanos que estn para disfrutar de la eternidad con Dios, su favor y la bendicin, ya que se apoya en l con quien y por quien la disfruta. Tambin hay un pueblo terrenal, en el que Dios se manifiesta los principios de su gobierno de aqu abajo y su fidelidad inquebrantable, es a este ltimo, por lo tanto, que fue dada la ley. Por ltimo, en el propsito de Dios ante el mundo (pero oculto hasta el momento en forma cuando, est logrando su redencin, el Espritu Santo puede, al concentrarse en ella, como consecuencia de la realizacin de la obra de la redencin y la glorificacin de Cristo, revelar a todo la eficacia de su redencin y toda la extensin de su bendicin), haba una iglesia, elegido en Cristo, Su novia, que se presentar a s mismo sin mancha ni arruga, su cuerpo tambin, la plenitud de Aquel que hinche en conjunto, unidos a l por el Espritu con que se bautiz a todos los miembros, y que pronto se manifestar en la gloria cuando l toma esa autoridad.

La cruz es el centro de todo esto en todos los aspectos. Existe la historia del hombre en la responsabilidad, como el hijo de Adn se acaba y ya comienza de nuevo en la gracia que reina por la justicia. Hay bien y el mal se tomen plenamente en una cuestin, el odio en el hombre y el amor en Dios, el pecado y la justicia de Dios contra l. No hay Dios es perfectamente glorificado moralmente, y el hombre

Esta es la moral de la mayor profundidad y plenitud. Tenemos al hombre en el mal absoluto, el odio en contra de Dios se manifiesta en la bondad, Satans en todo su poder sobre todos los hijos de Adn, en la perfeccin del hombre, Cristo, en el amor a su Padre y la obediencia perfecta, en la justicia de Dios contra el pecado, y en el amor a la pecador, y todo esto en el mismo lugar del pecado que el hombre era. Por tanto, todas basadas en que es inmutable estable. Un Cristo resucitado es, en cuanto a la condicin humana en s misma, el resultado de esto, el hombre en un estado eterno nuevo, ms all del pecado, la muerte, el poder de Satans y el juicio. juzgados en el pecado y redimido en la justicia, el dominio del mal destruidos, y la del hombre fundada en la justicia como Dios manda debe ser, la muerte y el que tena el poder de que se anule, y esto por un amor actof que establece el Hijo de Dios como hombre en la cabeza de todas las cosas en la justicia. Todos, a travs de la cruz, descansa seguro e inmutable en el resultado sobre el terreno de la redencin: cul ser el final de la aborrecedores de ser?

Por lo tanto vamos a encontrar, no slo la creacin, la ley y el Hijo de Dios, pero el trato por el cual Dios ha preparado el camino para el hombre y condujo a esperar, su manifestacin, el desarrollo de todos los principios en que entr en relacin con los hombres; las consecuencias de la violacin de la ley y, por ltimo, en su lugar, la manifestacin de la Iglesia sobre la tierra, y las instrucciones que ha dado a la misma, junto con el curso de los acontecimientos que estn relacionados con su existencia y de su infidelidad en la tierra, con la del pueblo terrenal de Dios, y con el hombre mismo, responsable ante Dios y revestido de autoridad por l sobre la tierra: el cierre de toda la gloria de Jess, el Hijo del hombre, el mantenimiento de la bendicin y la unin de todas las cosas bajo el reinado de Dios, y, en fin, Dios todo en todos. La historia de Jess, la posicin concedida a la Iglesia en la gloria de acuerdo a los consejos de Dios, el misterio escondido desde los siglos, su participacin en los sufrimientos de Jess, y su unin con l, y, en general, el testimonio del Espritu Santo dado de lo alto, son claramente revelado en el Nuevo Testamento. Que de que hemos hablado anteriormente formas el curso de los siglos, la Iglesia no forma parte de ellos.

Esto separa a la Biblia en dos partes: - la que habla de los dos primeros temas, la creacin y el hombre en su relacin con Dios, sin ley, y de su pueblo bajo la ley, y lo que habla del Hijo venido sobre la tierra, y todo lo que se refiere a la Iglesia y su gloria, es decir, en general, el Antiguo y Nuevo Testamento. Veremos, sin embargo, que, en el Antiguo, la promesa y la profeca se refiere siempre al Hijo eterno objeto de los consejos de Dios: que, en el Nuevo, haba profecas de las futuras relaciones de Dios con la tierra, y as lo relacionado con la Vieja, y, adems, el rechazo del Hijo dio lugar a la presencia del Espritu Santo en la tierra, un hecho que modific el estado de todo el pueblo de Dios, y present temas especficos que dependen de esta presencia. Porque no hay este peculiar en la parte histrica de la Nueva, que el Hijo se present primero en el mundo, y al pueblo bajo la ley, para ponerlas de nuevo a la prueba. El rodamiento de su venida al principio no fue el logro de los consejos de Dios, sino para presentar al hombre, todava bajo el antiguo orden de cosas, el testimonio fiel de lo que era Dios, si el corazn del hombre tuviera la capacidad para recibir , o para distinguir al que volvi en la gracia en medio de una creacin cada, y lo hizo en la forma y la naturaleza de l en lugar de la cada que haba tomado, y al Judios, si hubieran estado dispuestos a recibirlo , el Seor de la gloria, el objeto de todas las profecas y de todas las promesas, y, en fin (no como el mundo ha conocido a l ya los suyos no haber recibido l), para llevar a cabo el sacrificio, lo que podra sentar las bases de un nuevo mundo ante Dios, y el lugar de los redimidos en la alegra ante el rostro de su Padre, los herederos de todo lo que se estableci en l el segundo Adn para que la Iglesia, su Cuerpo y su novia.

De todo lo que he dicho, resulta tambin que el Antiguo Testamento contiene dos partes muy distintas, a menudo unidos, es cierto, en el mismo libro, e incluso en un solo pasaje, siendo distinta en su naturaleza, la historia del hombre como era, y el camino de Dios con l, o la parte histrica, ya sea ante la ley o en virtud de la ley y la revelacin de los pensamientos y las intenciones de Dios en cuanto al futuro, que siempre estn conectados con Cristo. Esta revelacin a veces toma el carcter de una profeca positiva, a veces la forma de un caso tpico que prefigura lo que Dios despus llevara a cabo. Puedo citar, como ejemplo de esta ltima forma de expresar los pensamientos de Dios, el sacrificio de Isaac. Evidentemente, hay una enseanza de la historia de la mxima importancia en el ejemplo conmovedor de la obediencia de Abraham, pero cada uno reconoce fcilmente en ella el tipo de sacrificio, para las cuales Dios prepar para s un cordero, de las que Isaac, el amado de su padre, no era ms que una figura dbil, y en la resurreccin, no en la figura, pero en el poder, es la fuente de vida y esperanza a todo creyente. Pero tal vez anticipar demasiado los detalles. Pasemos al carcter general de los libros de las Escrituras.MateoIntroduccin

Veamos ahora el Evangelio de Mateo. Este Evangelio de Cristo que nos pone en el carcter del Hijo de David y de Abraham, es decir, en relacin con las promesas hechas a Israel, pero lo presenta como Emmanuel Con todo, Jehov el Salvador, pues tal era el Cristo. l es quien, al ser recibido, debera haber cumplido las promesas (y en lo sucesivo lo har) a favor de este pueblo amado. Este Evangelio es en realidad la historia de su rechazo por el pueblo, y por consiguiente el de la condena de las personas mismas, por lo que su responsabilidad se trate (por los consejos de Dios no puede fallar), y la sustitucin de lo que Dios estaba va a incorporar de acuerdo a su propsito.

A medida que el carcter del rey y del reino se desarrolla, y despierta la atencin de los lderes del pueblo, se oponen a ella, y privan a s mismos, as como las personas que les siguen, de todos los bienes relacionados con la la presencia del Mesas. El Seor declara a ellos las consecuencias de esto, y nos demuestra a sus discpulos la posicin del reino que debe establecerse en la tierra despus de su rechazo, y tambin las glorias que debera resultar de ella para l y para su gente con l. Y en su persona, y en cuanto a su obra, la fundacin de la Asamblea tambin se revela-como la iglesia construida por s mismo. En una palabra, como consecuencia de su rechazo por parte de Israel, primero el reino, tal como existe ahora es revelado (cap. 13), entonces la iglesia (cap. 16), y luego el reino de la gloria (cap. 17).

Por fin, despus de Su resurreccin, una nueva comisin, dirigida a todas las naciones, se da a los apstoles enviados por Jess resucitado. [1]

Captulo 1

El objeto del Espritu de Dios, en este Evangelio, que se presente a Jehov como el cumplimiento de las promesas hechas a Israel, y las profecas que se relacionan con el Mesas (y nadie puede dejar de chocar con el nmero de referencias a su cumplimiento) , comienza con la genealoga del Seor, a partir de David y Abraham, las dos poblaciones de las que surgi la genealoga mesinica, y que las promesas se han hecho. La genealoga se divide en tres perodos, conforme a tres grandes divisiones de la historia del pueblo: desde Abraham hasta el establecimiento de la realeza, en la persona de David, desde el establecimiento de regalas para el cautiverio, y de la cautividad a Jess.

Podemos observar que el Espritu Santo se menciona, en esta genealoga, los pecados graves cometidos por las personas cuyos nombres se dan, lo que acrecienta la gracia soberana de Dios, que poda otorgar un Salvador, en relacin con los pecados como los de Jud, con una moabita pobres trajo en medio de su pueblo, y con crmenes como los de David.

Es la genealoga legal que se da aqu, es decir, la genealoga de Jos, de los cuales Cristo era el heredero legtimo segn la ley juda. El evangelista ha omitido tres reyes de la paternidad de Acab, a fin de que los catorce generaciones en cada perodo. Joacaz y Joacim tambin se omite. El objeto de la genealoga no es en absoluto afectados por esta circunstancia. El objetivo era darle reconocidos por los Judios, y todos los reyes eran bien conocidas por todos.

El evangelista relata brevemente los hechos relacionados con el nacimiento de Jess, hechos que son de importancia infinita y eterna, no slo a los Judios, que de inmediato se interesaron en ellos, sino a nosotros mismos, hechos en los que Dios se ha dignado a enlazar con su propia gloria nuestros intereses, con el hombre.

Mara estaba prometida a Jos. Su posteridad fue consecuencia legal de Jos, en cuanto a los derechos de herencia, pero el nio que llevaba en su vientre era de origen divino, concebido por el poder del Espritu Santo. El ngel de Jehov se enva, como el instrumento de la providencia, para satisfacer la conciencia de licitacin y rectitud de corazn de Jos, en comunicacin con l que lo que Mara haba concebido era del Espritu Santo.

Podemos sealar aqu, que el ngel en esta ocasin aborda Jos como "hijo de David". El Espritu Santo lo que nos llama la atencin a la relacin de Jos (el padre fama de Jess) a David, Mara, que se llam a su esposa. El ngel le da al mismo tiempo, el nombre de Jess (es decir, Jehov el Salvador) al nio que debe nacer. Se aplica este nombre a la liberacin de Israel de la condicin en la que el pecado haba hundido. Emmanuel [2] Todas estas circunstancias ocurri, con el fin de cumplir lo que Jehov haba dicho por boca de su profeta: "He aqu a [la] virgen estar con los nios, y dar a luz un hijo, y llamars su nombre , se interpreta que es, Dios con nosotros ".

He aqu, pues es la que el Espritu de Dios nos presenta en estos pocos versos: Jess, el Hijo de David, concebido por el poder del Espritu Santo, Jehov, el Salvador, que ofrece a Israel de sus pecados, Dios con ellos; Se que realizaron las profecas maravillosas que, ms o menos claramente, seal el esquema que el Seor Jess por s sola podra llenar.

Jos, un hombre justo, sencillo de corazn y obediente, discierne sin dificultad la revelacin del Seor, y la obedece.

Estos ttulos sello del carcter de este Evangelio, es decir, de la manera en que Cristo es presentado en l. Y lo maravilloso de esta revelacin de aquel por quien las palabras y las promesas de Jehov iban a cumplirse! Qu bases de la verdad para la comprensin de la persona lo que este glorioso y misterioso, de los cuales el Antiguo Testamento haba dicho lo suficiente para despertar los deseos y para confundir las mentes de las personas a las que se le dio!

Nacido de una mujer, nacido bajo la ley, heredero de todos los derechos de David segn la carne, tambin el Hijo de Dios, Jehov, el Salvador, Dios con su pueblo: quin podra comprender o entender el misterio de su naturaleza en los que todas estas cosas se combinan? Su vida, de hecho, como veremos, muestra la obediencia del hombre perfecto, la perfeccin y el poder de Dios.

Los ttulos que acabamos de nombre, y que leemos en el captulo 1: 20-23, estn relacionados con su gloria en medio de Israel-es decir, el heredero de David, Jess, el Salvador de su pueblo, y Emmanuel . Su nacimiento del Espritu Santo realiza el Salmo 2: 7 con respecto a l como un hombre nacido en la tierra. El nombre de Jess, y su concepcin por el poder del Espritu Santo, sin duda van ms all de esta relacin, sino que estn ligados tambin de una manera especial con su posicin en Israel. [3]

Captulo 2

As naci, por lo tanto caracterizado por el ngel y el cumplimiento de las profecas que anunciaban la presencia de Emmanuel, formalmente se le reconoci el Rey de los Judios por los gentiles, que son guiados por la voluntad de Dios que acta en los corazones de sus sabios. [4] Es decir, nos encontramos con el Seor, el Emmanuel, el hijo de David, Jehov el Salvador, el Hijo de Dios, nacido Rey de los Judios, reconocido por los jefes de los gentiles. Este es el testimonio de Dios en el Evangelio de Mateo, y el carcter en el que Jess est all presentados. Despus, en la presencia de Jess revelaba as, vemos que los lderes de los Judios en el marco de un rey extranjero, sabiendo sin embargo, como un sistema de las revelaciones de Dios en su palabra, pero totalmente indiferente para l que era su objeto, y este rey , el enemigo feroz del Seor, el verdadero Rey y Mesas, tratando de entregarle a la muerte.

La providencia de Dios cuida al nio hijo de Israel, empleando medios que dejan la responsabilidad de la nacin, su debido lugar, y que cumplen al mismo tiempo todas las intenciones de Dios con respecto a este nico y verdadero remanente de Israel, esto slo es cierto fuente de esperanza para el pueblo. Porque, fuera de l, todos se caen y sufren las consecuencias de estar conectado con la gente.

Baj a Egipto para evitar el diseo cruel de Herodes a quitarle la vida, se convierte en el verdadero Poder; Vuelve a empezar (es decir, moral) la historia de Israel en su propia persona, as como (en un sentido ms amplio) el la historia del hombre como el segundo Adn, en relacin con Dios: slo que para esta Su muerte debe venir en para todos, sin duda, para la bendicin. Pero l era el Hijo de Dios y Mesas, Hijo de David, entonces. Sin embargo, para tomar su propio lugar como Hijo del hombre debe morir (Cf. Juan 12). No es slo la profeca de Oseas: "De Egipto llam a mi Hijo", que por lo tanto se aplica a este verdadero comienzo de Israel en la gracia (como el amado de Dios), y de acuerdo a sus consejos (la gente no tiene del todo , de modo que sin esto, Dios debe tener cortarlas). Hemos visto, en Isaas, Israel, el funcionario dando lugar a Cristo Siervo, que rene a un remanente fiel (los hijos que Dios le ha dado, mientras que esconde su rostro de la casa de Jacob), que se convierten en el ncleo de la nueva nacin de Israel por Dios. Captulo 49 de ese profeta da este paso de Israel a Cristo de una manera sorprendente. Adems, esta es la base de toda la historia de Israel, considerado como habiendo fracasado en virtud de la ley, y de su restablecimiento en la gracia. Cristo es moralmente las nuevas acciones de las que la primavera (Comprese con Isaas 49: 3, 5). [5]

Herodes haba muerto, Dios lo da a conocer a Jos, en sueos, ordenndole a devolver, con el nio y su madre, a la tierra de Israel. Debemos observar que la tierra est aqu mencionados por el nombre que recuerda los privilegios otorgados por Dios. No es ni Judea ni Galilea, que es "la tierra de Israel". Pero, puede el Hijo de David, en entrar en l, acercarse al trono de su padre? No: Se debe tomar el lugar de un desconocido entre los despreciados de su pueblo. Dirigida por Dios en un sueo, Jos lo lleva a Galilea, cuyos habitantes fueron objeto de desprecio soberano de los Judios, ya que no estn en relacin habitual con Jerusaln y Judea, la tierra de David, de los reyes reconocido por Dios, y de la templo, y donde incluso el dialecto de la lengua comn a ambos traicionaron a sus prcticas de separacin de esa parte de la nacin que, con el favor de Dios, haba vuelto de Judea a Babilonia.

Incluso en Galilea, Jos que se establezca en un lugar, el nombre mismo de que era un reproche a alguien que viva all, y una mancha en su reputacin.

Esa era la posicin del Hijo de Dios cuando vino a este mundo, y como la relacin del Hijo de David con su pueblo, cuando, por la gracia y de acuerdo con los consejos de Dios, l estaba entre ellos. Por una parte, Emmanuel, Jehov su Salvador, por el otro, el Hijo de David, pero, al tomar su lugar entre su pueblo, asociado a los ms pobres y despreciados de la manada, protegido en la Galilea de la maldad de un falso rey, que, con la ayuda de las gentes de la monarqua en cuarto lugar, reinaba en Judea, y con el que los sacerdotes y gobernantes de la gente estaba en la conexin, la segunda, infiel a Dios y satisfecho con los hombres, con orgullo detestar un yugo que su pecados haban atrado sobre ellos, y que no se atrevieron a sacudirse, aunque no fueron lo suficientemente sensata de sus pecados que le presentara, como la imposicin slo de Dios. As es que el Mesas es que nos presenta este evangelista, o ms bien por el Espritu Santo, en relacin con Israel.Captulo 3

Ahora comenzamos con su historia real. John the Baptist trata de preparar el camino de Jehov delante de l, de acuerdo con la profeca de Isaas, proclamando que el reino de los cielos estaba a mano, y pidiendo a la gente a arrepentirse. Es por estas tres cosas que el ministerio de Juan de Israel se caracteriza en este Evangelio. En primer lugar el Seor Jehov mismo que se avecinaba. El Espritu Santo deja de lado las palabras "para nuestro Dios," al final del verso, porque Jess se presenta como hombre en la humillacin, aunque reconoci al mismo tiempo a Jehov, e Israel no podra ser as la posesin como derecho a decir " nuestro ". En segundo lugar, el reino de los cielos [6] estaba a la mano-que la economa de nuevo que iba a tomar el lugar de la que, propiamente hablando, perteneca al Sina, donde el Seor haba hablado sobre la tierra. En esta nueva empresa "el cielo debe reinar". Deben ser la fuente de, y caracterizar, la autoridad de Dios en Su Cristo. En tercer lugar, la gente, en lugar de ser bendecidos en su estado actual, fueron llamados al arrepentimiento en vista del enfoque de este reino. John por lo tanto, ocupa su lugar en el desierto, partiendo de la Judios, con quien no poda asociarse porque vena en el camino de la justicia (cap. 21: 32). Su comida es la que se encuentra en el desierto (incluso sus ropas proftico testimonio de la posicin que haba tomado por parte de Dios), se llena del Espritu Santo.

As fue un profeta, porque l vino de Dios, y se dirigi al pueblo de Dios para llamar al arrepentimiento, y proclam la bendicin de Dios de acuerdo a las promesas de Jehov su Dios, pero era ms que un profeta, pues declar como una cosa inmediata de la introduccin de una nueva dispensacin, largamente esperado, y la llegada del Seor en persona. Al mismo tiempo, a pesar de venir a Israel, no del propio pueblo, porque iban a ser juzgados, la eira de Jehov haba de ser limpia, los rboles que no da buen fruto, para ser cortado. Sera un nico resto que Jehov se celebrar en la nueva posicin en el reino que anunci, sin que an se revela en qu forma se iba a establecer. Se proclam a la sentencia de la gente.

Lo que un hecho de la inmensa grandeza fue la presencia de Dios el Seor en medio de su pueblo, en la persona de aquel que, aunque era sin duda a ser el cumplimiento de todas las promesas, era necesariamente, aunque rechazado, el Juez de todos el mal que existe entre su pueblo!

Y, cuanto ms nos dan estos pasajes de su aplicacin real, es decir, cuanto ms se aplican a Israel, ms que detener a su fuerza real. [7]

No cabe duda de arrepentimiento es una necesidad eterna para cada alma que se acerca a Dios, pero lo que arroja luz sobre esta verdad, cuando vemos la intervencin del mismo Seor que llama a su pueblo a este arrepentimiento, dejando de lado-en su negativa-la totalidad sistema de sus relaciones con l, y el establecimiento de una nueva dispensacin, un reino que slo pertenece a aquellos que lo escuchan y causando finalmente su juicio a estallar contra su pueblo y la ciudad que durante tanto tiempo haba querido! "Si hubieras conocido, incluso t, al menos en este tu da, las cosas que pertenecen a tu paz! Pero ahora est oculto a tus ojos."

Esta verdad le da espacio para la exposicin de otro y la mayor parte muy importante una, anunci aqu en relacin con los derechos soberanos de Dios y no en sus consecuencias, pero que ya contiene en s todas las consecuencias. La gente de todas partes, y al aprender en otro lugar, especialmente a los impos y despreciado, sali a ser bautizado, confesando sus pecados. Pero aquellos que, en sus propios ojos, que se celebr el lugar principal entre las personas, se encontraban en los ojos del profeta, que amaba al pueblo segn Dios, los objetos de la sentencia, anunci. La ira era inminente. Que haba advertido a estos hombres desprecio a huir de ella? Que se humillen, como el resto, vamos a tomar su verdadero lugar, y demostrar su cambio de corazn. Potenciando los privilegios de su nacin, o de sus padres, servido de nada ante Dios. Se requiere que su propia naturaleza, su verdad, exigi. Adems, l era soberano, era capaz de esas piedras dar hijos a Abraham. Esto es lo que Su gracia soberana ha hecho, a travs de Cristo, con respecto a los gentiles. No era la realidad necesaria. El hacha estaba en la raz de los rboles, y los que no trajeron buenos frutos deben ser cortados. Este es el principio moral que la sentencia se va a poner en vigor. El golpe no estaba golpeado, pero el hacha ya estaba en la base de los rboles. Juan haba venido a llevar a los que recibieron su testimonio en una nueva posicin, o al menos en un nuevo estado en el que fueron preparados para ello. En su arrepentimiento que se distinguen del resto por el bautismo. Pero el que iba a venir despus de que John-John Le cuyo calzado no era digno de llevar a fondo-que purgar su piso, se separaran los que fueron verdaderamente suyo, su moral, de su pueblo Israel (que fue su piso), y ejecutar sentencia sobre el resto. John por su parte, abri la puerta al arrepentimiento de antemano, despus debe venir de la sentencia.

El juicio no fue el nico trabajo que perteneca a Jess. Dos cosas son, sin embargo le atribuy en el testimonio de Juan le bautiza con el fuego-se trata de la sentencia se proclama en el versculo 12, que consume todo lo que est mal. Pero l tambin bautiza con el Espritu Santo, ese espritu que, habida cuenta de que, y actuando en la energa divina en el hombre, se aceler, redimido, limpiado en la sangre de Cristo, lo lleva a cabo la influencia fromthe de todos los que acta sobre la carne, y establece l en relacin y en comunin con todo lo que es revelada por Dios, con la gloria en la que l trae a sus criaturas en la vida que imparte, destruyendo la moral en nosotros el poder de todo lo que es contrario al disfrute de esos privilegios.

Observe aqu, que el nico fruto bueno reconocido por Juan, como la manera de escapar, es la confesin sincera, a travs de la gracia, del pecado. Slo los que hacer esta confesin escapar del hacha. No hubo realmente buenos rboles a excepcin de los que confesaron que estaban mal.

Pero lo que es un momento solemne fue ste para el querido pueblo de Dios! Lo que un evento fue la presencia de Jehov en medio de la nacin con la que l estaba en la relacin!

Observe que John the Baptist no, aqu presentes como el Mesas, el Salvador vienen en gracia, pero como la cabeza del reino, como Jehov, que se ejecutar la sentencia si la gente no se arrepintieron. Veremos despus de la posicin que tom en la gracia.

En el versculo 13 Jess mismo, que hasta ahora se ha presentado como el Mesas e incluso como Jehov, llega a Juan para ser bautizados con el bautismo de arrepentimiento. Debemos recordar que para llegar a este bautismo era el nico fruto bueno que un Judio, a continuacin, en su condicin, podra producir. El acto demostr ser el fruto de un trabajo de Dios-de la obra eficaz del Espritu Santo. El que se arrepiente, confiesa que ya ha caminado muy lejos de Dios, de modo que es un movimiento nuevo, el fruto de la palabra de Dios y trabajar en l, el signo de una nueva vida, de la vida del Espritu en su alma. Por el hecho mismo de la misin de Juan, no hay otra fruta, no hay pruebas admisibles otros, de la vida de Dios, en un Judio. No debemos deducir de esto, que no haba ninguna en que el Espritu ya actu vital, pero, en esta condicin de las personas y de acuerdo a la llamada de Dios por medio de su siervo, que era la prueba de esta vida, de la vuelta del corazn a Dios. Estos eran los restos autnticos del pueblo, a los que Dios reconocido como tal, y as fue que se separaron de la masa que estaban madurando para el juicio. Estos eran los verdaderos santos-la excelente de la tierra, aunque el anonadamiento de arrepentimiento podra ser su verdadero lugar solamente. Fue all donde deben comenzar. Cuando Dios trae en la misericordia y la justicia, hagan uso de la antigua afortunadamente, confesando que es su nico recurso, y se inclinan su corazn antes de que ste, como una consecuencia ms de la condicin del pueblo de Dios, sino que se aplica a s mismos .

Ahora Jess se presenta a s mismo en medio de los que hacen esto. Aunque en verdad el Seor Jehov, el Juez justo de su pueblo, el que iba a purgar su suelo, sin embargo, tiene su lugar entre el remanente fiel que se humillan ante esta sentencia. l ocupa el lugar de los ms bajos de su pueblo ante Dios, como en el Salmo 16 l llama a Jehov su Dios, dicindole: "Mi bondad no se extienden a ti", y dice a los santos, y el excelente en la tierra " todo mi gozo en ellos ". Testimonio perfecto de la gracia del Salvador que se identifique, de acuerdo con esta gracia, con el primer movimiento del Espritu en el corazn de su propio pueblo, humillndose, no slo en la condescendencia de gracia hacia ellos, pero en ocupar su lugar como uno de en su verdadera posicin ante Dios, no slo para comodidad de sus corazones por tanta amabilidad, pero para simpatizar con todos sus dolores y sus dificultades, con el fin de ser el patrn, la fuente, y la perfecta expresin de todo sentimiento adecuado para su posicin.

Con malos impenitente de Israel no poda asociarse, pero con el efecto de vida inicial de la palabra y el Espritu de Dios en los pobres del rebao que poda, y no en la gracia. l lo hace ahora. Con el paso de primera a la derecha, una realidad de Dios, se encuentra Cristo.

Pero haba an ms. l viene a poner a los que le recibieron en relacin con Dios, de acuerdo con el favor que se basaba en la perfeccin como la suya, y en el amor que, retomando causa de su pueblo, al cumplirse el corazn del Seor, y, despus de haber glorificado a Dios perfectamente en todo lo que sea, hicieron posible que l para satisfacer a s mismo con la bondad. Bien sabemos que para hacer esto, el Salvador tuvo que entregar su vida, porque la condicin del Judio, como la de cada hombre, exige el sacrificio antes de la una o la otra podra estar en relacin con el Dios de la verdad. Pero incluso para esto el amor de Jess no fall. Aqu sin embargo l est detrs de ellos en el disfrute de la bendicin expresada en su persona, que debe estar firmemente basada en la bendicin que el sacrificio-que se debe llegar por el camino de arrepentimiento, en las que entraron por el bautismo de Juan, que Jess recibi con ellos, que podran ir juntos hacia la posesin de todas las cosas buenas que Dios ha preparado para los que lo amaban.

John, el sentimiento de la dignidad y la excelencia de la persona de Aquel que vino a l, se opone a la intencin del Seor. El Espritu Santo por el presente pone de manifiesto el verdadero carcter de la accin del Seor. En cuanto a s mismo, es justicia que lo llev all, y no el pecado, la justicia que l realiz en el amor. l, as como John the Baptist, cumpli lo que perteneca al lugar asignado por Dios. Con qu condescendencia l enlaces mismo al mismo tiempo con John-"Es nos conviene". l es el siervo humilde y obediente. As pues, l siempre se port bien en la tierra. Por otra parte, en cuanto a su posicin, la gracia le llevaron a Jess all, donde el pecado nos trajo, que entr por la puerta que el Seor haba abierto por sus ovejas. Al confesar el pecado como es, en los prximos delante de Dios en la confesin de (el opuesto del pecado moral) nuestro pecado, nos encontramos en compaa de Jess. [8] De hecho, es en nosotros el fruto de su Espritu. Este fue el caso de los pobres pecadores que salieron a Juan. As fue que Jess tom su lugar en la justicia y la obediencia a los hombres, y ms exactamente entre los Judios arrepentido. Es en esta posicin de un hombre justo, obediente, y el cumplimiento de la tierra, en la perfecta humildad, el trabajo por el que se haba ofrecido en la gracia, de acuerdo con el Salmo 40, entregndose a la realizacin de toda la voluntad de Dios en la renuncia completa de que Dios Padre le reconoci plenamente, y sellado lo declara en la tierra para ser su amado Hijo.

Ser bautizado-el smbolo ms llamativo del lugar que haba tenido con su pueblo-que los cielos se abrieron a l, y l considera que el Espritu Santo desciende sobre l como paloma, y he aqu! una voz del cielo, diciendo, "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia".

Pero estas circunstancias la atencin de la demanda.

Nunca se abrieron los cielos a la tierra, ni a un hombre en la tierra, antes de que el Hijo amado estaba all. [9] Dios haba sin duda, en su paciencia y en la forma de providencia, benditas todas sus criaturas; Tambin haba bendecido su propio pueblo, de acuerdo con las normas de su gobierno en la tierra. Adems de esto, no eran los elegidos, a quien haba conservado en la fidelidad. Sin embargo, hasta ahora, el cielo no haba sido abierta. Un testimonio haba sido enviado por Dios en conexin con su gobierno de la tierra, pero no haba ningn objeto en la tierra sobre la que el ojo de Dios poda descansar con complacencia, hasta que Jess, sin pecado y obediente, su Hijo amado, estaba all. Pero lo que es tan valioso para nosotros es que es tan pronto como en la gracia que tiene este lugar pblico de la humillacin de Israel, es decir, con el remanente fiel, presentndose as ante Dios, el cumplimiento de su voluntad, los cielos se abren sobre un objeto digno de su atencin. l fue, sin duda, siempre digno de su adoracin, incluso antes de que el mundo fuese. Pero ahora acaba de tomar ese lugar en los tratos de Dios como un hombre, y los cielos se abrieron en Jess, el objeto del afecto de toda de Dios en la tierra. El Espritu Santo desciende sobre l en lugar visible. Y l, un hombre en la tierra, un hombre que toma su lugar con los mansos de la gente que se arrepinti, es reconocido como el Hijo de Dios. No slo est ungido de Dios, pero, como hombre, es consciente del descenso del Espritu Santo sobre l-el sello de la serie Padre sobre l. Aqu es, evidentemente, no su naturaleza divina, en el carcter del Hijo Eterno del Padre. El sello ni siquiera estara en consonancia con ese carcter, y en cuanto a su persona a la que se manifiesta, y su conciencia de ella, a los doce aos en el Evangelio de Lucas. Pero mientras l es tal, l es tambin un hombre, el Hijo de Dios en la tierra, y se cierra como un hombre. Como hombre, tiene la conciencia de la presencia inmediata del Espritu Santo con l. Esta presencia es en relacin con el carcter de humildad, mansedumbre y obediencia, en la que el Seor se apareci por aqu. Es "como una paloma" que el Espritu Santo desciende sobre l, como lo fue en forma de lenguas de fuego, que l vino abajo sobre las cabezas de los discpulos, por su testimonio en el poder en este mundo, de acuerdo con la la gracia que se abordaron todos y cada uno en su propio idioma.

Jess se crea en su propia posicin como hombre el lugar en que l nos introduce en la redencin (Juan 20: 17). Pero la gloria de su persona es siempre celosamente guardada. No existe el objeto presentado a Jess, como a Sal por ejemplo, y, en un caso an ms anloga, a Stephen, quien, lleno del Espritu, tambin ve los cielos abiertos, y busca en ellos, y ve a Jess, el Hijo del hombre, y se transforma en su imagen. Jess ha venido; l mismo es el objeto sobre el cual el cielo abierto; No tiene objeto la transformacin, como Esteban, o como nosotros en el Espritu, el cielo mira a l, el objeto perfecto de alegra. Es su relacin con su padre, ya existente, que est sellada. [10] Tampoco el Espritu Santo crear su personaje (salvo en la medida en que, con respecto a su naturaleza humana, que fue concebido en el vientre de la Virgen Mara por el poder del Espritu Santo), haba conectado con los pobres, en la perfeccin de ese personaje, antes de que se sell l, y luego acta de acuerdo a la energa y la potencia de la que percibi sin medida en su vida humana aqu abajo (cf. Hechos 10: 38, Mateo 12: 28, Juan 3: 34 ).

Nos encontramos en la palabra cuatro ocasiones memorables en que el cielo abierto. Cristo es el objeto de cada una de estas revelaciones, cada uno tiene su carcter especial. Aqu el Espritu Santo desciende sobre l, y l se reconoce el Hijo de Dios (cf. Juan 1: 33, 34). Al final del mismo captulo de Juan, se declara que el Hijo del hombre. No es que los ngeles de Dios que ascienden y descienden sobre l. l es, como Hijo del hombre, el objeto de su ministerio. [11] Al final de Hechos 7 totalmente nuevo escenario se abre. Los Judios rechazan el ltimo testimonio que Dios les enva. Stephen, por los que este testimonio se diera, se llena con el Espritu Santo, y los cielos se abren para l. El sistema de la tierra fue definitivamente cerrado por el rechazo del testimonio del Espritu Santo para gloria de Cristo ascendido. Pero esto no es slo un testimonio. El cristiano est lleno del Espritu, se abre el cielo para l, la gloria de Dios se manifiesta a l, y el Hijo del hombre se le aparece, de pie a la diestra de Dios. Esto es una cosa diferente de los cielos se abren sobre Jess, el objeto de deleite de Dios en la tierra. Es el cielo abierto a los cristianos a s mismo, su objetivo era que al ser rechazado en la tierra. Ve all por el Espritu Santo, la gloria celestial de Dios, y Jess, el Hijo del hombre, el objeto especial de el testimonio que hace que, en la gloria de Dios. La diferencia es tan notable como es interesante para nosotros, y presenta, de manera ms notable, la verdadera posicin del cristiano en la tierra y el cambio que el rechazo de Jess por su pueblo terrenal ha producido. Slo, la iglesia, no la unin de los creyentes en un solo cuerpo con el Seor en el cielo, fue revelado an. Despus (Ap. 19) el cielo se abre, y el Seor mismo sale, el Rey de reyes y Seor de seores.

As vemos a Jess, el Hijo de Dios en la tierra, el objeto de deleite de Dios, sellados con el Espritu Santo, Jess, el Hijo del hombre, el objeto del Ministerio del cielo, los ngeles ser sus siervos; Jess, en lo alto de la mano derecha de Dios, y el creyente, lleno del Espritu, y el sufrimiento aqu por amor a l, al ver la gloria en las alturas, y el Hijo del hombre en la gloria, y Jess, el Rey de reyes y Seor de seores, saliendo a juzgar y hacer la guerra contra los hombres desprecio que disputan su autoridad y oprimir a la tierra.

Para volver: el mismo Padre reconoce a Jess, el hombre obediente en la tierra, que entra como el verdadero Pastor de la puerta, como su Hijo amado, en quien es su deleite. El cielo se abre para l, que ve el Espritu Santo bajar para sellar l, la fuerza infalible y el apoyo de la perfeccin de su vida humana, y ha propio testimonio del Padre a la relacin entre ellos. No hay ningn objeto en el que su fe era descansar se presenta para l como lo es para nosotros. Es su propia relacin con el cielo y a su Padre que est sellado. Su alma se disfruta a travs del descenso del Espritu Santo y la voz de su Padre.

Pero este pasaje en Mateo requiere algn aviso. El Seor bendijo, o ms bien lo que ocurri como a l le da el lugar o el modelo en el que expone los creyentes, sean Judio o Gentil: slo, por supuesto, son llevados all por la redencin. "Voy a mi Padre ya vuestro Padre, mi Dios y vuestro Dios", es su palabra bendita, despus de Su resurreccin. Pero para nosotros el cielo se abre, somos sellados con el Espritu Santo, el Padre nos tiene como hijos. Slo la dignidad de la persona divina de Cristo es siempre celosamente guardada aqu en la humillacin, como en la transfiguracin en la gloria. Moiss y Elas estn en la misma gloria, pero desaparecen cuando prisa Pedro, permitir que se expresa, los pondra en un nivel. Cuanto ms cerca estemos a una persona divina, ms que adoramos y reconocer lo que es.

Pero otro hecho muy notable se encuentra aqu. Por primera vez, cuando Cristo toma este lugar entre los hombres en la humildad, la Trinidad se revela plenamente. Sin duda, el Hijo y el Espritu se mencionan en el Antiguo Testamento. Pero existe la unidad de la Trinidad es el punto de revelado grandes. Aqu, el Hijo es de propiedad en el hombre, el Espritu Santo desciende sobre l, y el padre es el dueo como su hijo. Qu maravillosa conexin con el hombre! lo que es un lugar para el hombre estar en! A travs de la conexin de Cristo, con l la Trinidad se revela en su plenitud propia. Por ser un hombre dibuja en su pantalla. Pero fue realmente un hombre, pero el hombre en quien los consejos de Dios sobre el hombre se cumplieran.

Por lo tanto, como lo ha realizado y se muestra el lugar en que el hombre se encuentra con Dios en su propia persona, y en los consejos de la gracia como a nosotros nuestra relacin con Dios, as que, como estamos en conflicto con el enemigo, entra en ese lado de nuestra posicin tambin. Tenemos nuestra relacin con Dios y Padre nuestro, y ahora tenemos que decir tambin a Satans. Vence por nosotros, y nos muestra cmo superar. Nota tambin, la relacin con Dios es la primera plenamente establecido y llevado a cabo, y, a continuacin, como en ese lugar, el conflicto con Satans comienza, y as con nosotros. Pero la primera pregunta fue: El soporte segundo Adn, donde el primero haba fallado? slo, en el desierto de este mundo y el poder de Satans-en lugar de las bendiciones de Dios, porque no habamos llegado.

Otro punto que hay que notar aqu, para llevar a cabo plenamente el lugar que el Seor toma. La ley y los profetas fueron hasta Juan. Entonces se anuncia lo nuevo, el reino de los cielos. Pero el juicio se cierra con el pueblo de Dios. El hacha est en la raz de los rboles, el ventilador est en manos de Aquel que viene, el trigo se recoge en Dios Garner, la paja quemada. Es decir, existe una estrecha de la historia del pueblo de Dios en el juicio. Venimos en en el terreno de perderse, anticipando la sentencia, pero la historia del hombre como responsable fue cerrado. Por eso se dice, "ahora una vez en el fin del mundo en el que ha aparecido para quitar el pecado por el sacrificio de s mismo." Ha sucedido en el exterior y, literalmente, a Israel, pero es moralmente vlido para nosotros: slo nos hemos reunido para el cielo, como en el resultado del remanente a continuacin, y ser en el cielo. Sin embargo, Cristo rechazado, la historia de la responsabilidad es mayor, y nos encontramos en la gracia como ya se ha perdido. Como consecuencia de el anuncio de esta inminente, Cristo viene y, identificndose con el remanente que se escapan en el arrepentimiento, hace que este nuevo lugar para el hombre en la tierra: slo que no poda estar en ella hasta que la redencin se ha cumplido. Sin embargo le revel el nombre del Padre a los que le haba dado de ella.Captulo 4

Habiendo, pues en la gracia de tomar posesin de su posicin como el hombre en la tierra, comienza su carrera terrenal, siendo guiados por el Espritu al desierto para ser tentado por el diablo. El hombre justo y santo, el Hijo de Dios, gozando de los privilegios propios de una persona as, l debe someterse al juicio de los dispositivos a travs de la cual el primer Adn cay. Es su condicin espiritual que es la prueba. No es ahora un hombre inocente en el disfrute de las bendiciones de todos los naturales de Dios, que se pone a prueba en medio de esas bendiciones que debera haberlo hecho recordar a Dios. Cristo, cerca a Dios como su Hijo amado, pero en medio del juicio, teniendo el conocimiento del bien y del mal, y en cuanto a las circunstancias exteriores de bajar en medio del estado del hombre cado, debe tener su fidelidad a esta posicin totalmente probado con respecto a su obediencia perfecta. Para mantener esta posicin, no debe tener otra voluntad que la de su Padre, y cumplir con ella o lo padecen, lo que podran ser las consecuencias para s mismo. Se deben cumplir en medio de todas las dificultades, las privaciones, el aislamiento, el desierto, donde el poder de Satans fue, que podran tentarlo a seguir un camino ms fcil de lo que debera ser slo para la gloria de su Padre. Se debe renunciar a todos los derechos que pertenecan a su propia persona, salvo que se le debe recibir de Dios, la obtencin de ellos a l con una confianza perfecta.

El enemigo hizo todo lo posible para inducirle a hacer uso de sus privilegios, "si eres Hijo de Dios," por su propio alivio, adems de la orden de Dios, y, en evitacin de los sufrimientos que pueden acompaar el desempeo de sus voluntad. Pero fue a llevarle a hacer su propia voluntad, no de Dios.

Jess, que goza en su propia persona y su relacin con el favor de Dios lleno de Dios como Hijo de Dios, la luz de su rostro, se dirige al desierto por cuarenta das de estar en conflicto con el enemigo. No fue lejos del hombre, y de todo trato con el hombre y las cosas del hombre, con el fin (como Moiss y Elas) para estar con Dios. Siendo ya plenamente con Dios, l est separado de los hombres por el poder del Espritu Santo para estar solo en su conflicto con el enemigo. En el caso de Moiss, que era hombre de su condicin natural para estar con Dios. En el caso de Jess, es para estar con el enemigo: para estar con Dios era su posicin natural.

El enemigo tienta a l en primer lugar, proponiendo a l para satisfacer su necesidad corporal, y, en lugar de esperar a Dios, a emplear segn su propia voluntad y en su propio nombre el poder con que estaba dotado. Pero, si Israel se aliment en el desierto con el man de Dios, el Hijo de Dios, por grande que su poder, actuar de conformidad con lo que Israel debera haber aprendido lo que significa, a saber, que "el hombre no vivir slo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios ". El hombre, el Judio obediente, el Hijo de Dios, esper a que esta palabra, y no hara nada sin l. l no haba venido a hacer su propia voluntad, sino la voluntad de Aquel que lo envi. Este es el principio que caracteriza al Espritu de Cristo en los Salmos. No se acepta la liberacin, pero la intervencin de Jehov en su propio tiempo. Es perfecta la paciencia, a fin de ser perfecto y completo en allthe voluntad de Dios. No podra haber un deseo de pecado en Cristo, pero tener hambre no era pecado, pero era una necesidad humana, y qu de malo en comer cuando tiene hambre? No hubo voluntad de Dios para hacerlo, y que por la palabra que vino a hacer. Sugerencia de Satans era: "Si eres Hijo de Dios, di", pero se haba tomado el lugar de siervo, y esto no estaba al mando: trat de llegar al Seor del lugar de servicio perfecto y la obediencia, de el lugar de un sirviente.

Y sealar el lugar de la palabra escrita, y el carcter de la obediencia de Cristo. Este personaje no es simplemente que la voluntad de Dios es una regla, sino que es el nico motivo para la accin. Tenemos una voluntad detenidos a menudo por la palabra. No as Cristo. Voluntad de su Padre era su motivo, l no se limit a actuar de acuerdo con, sino porque era la voluntad de Dios. Nos deleitamos al ver a un nio a quien le huido a algo que deleita, deje de hacer la voluntad y la alegra de sus padres cuando se llama a hacerlo. Pero nunca Cristo obedeci por lo tanto, nunca busc la voluntad de los suyos, pero fue detenido por su Padre. Y somos santificados a la obediencia de Cristo. Tenga en cuenta adems que la palabra escrita es que el que vive y por el que vence. Todo dependa aqu en la victoria de Cristo, como todos lo hicieron en la cada de Adn. Pero para Cristo, un texto, usados correctamente, por supuesto, suficiente. l busca ninguna otra: que es la obediencia. Basta con que Satans, l no tiene respuesta. Sus artimaas son as derrotados.

El primer principio de la conquista es simple y absoluta obediencia, viviendo por las palabras de la boca de Dios. La confianza siguiente es perfecto en el camino de la obediencia.

En segundo lugar, entonces, el enemigo lo pone sobre el pinculo del templo, para inducirlo a aplicar a s mismo las promesas hechas al Mesas, sin permanecer en los caminos de Dios. El hombre fiel seguramente podr contar con la ayuda de Dios mientras caminaba en sus caminos. El enemigo que tiene al Hijo de hombre puso a prueba a Dios (en lugar del ajuste de cuentas en l al caminar en sus caminos) para ver si poda confiar pulg Esto habra sido una falta de confianza en Dios, no la obediencia, o el orgullo , abusando de sus privilegios, en lugar de contar con Dios en la obediencia. [12], tomando su lugar con Israel en la condicin en que estaban cuando sin un rey en la tierra, y, citando las instrucciones que se les da en ese libro para guiarlos en el camino divino que ensea, que utiliza para su orientacin que parte de la palabra que contiene el mandato divino sobre este tema, "No tentars al Seor tu Dios", un pasaje frecuentemente citado como si se prohiba el exceso de confianza en Dios y que no significa desconfianza, y probar si l es fiel. Se tentaron a Dios, diciendo: Es Dios realmente entre nosotros? Y esto Satans ha tenido el Seor hacer.

El enemigo, no para engaar a ese corazn obediente, incluso se ocult en el uso de la palabra de Dios, se manifiesta en su verdadero carcter, tentando al Seor, en tercer lugar, para ahorrarse todos los sufrimientos que le esperaba, hacindose pasar por l el la herencia del Hijo del hombre sobre la tierra, lo que sera suya, cuando haba llegado a ella a travs de todos esos caminos, penoso pero necesario para la gloria del Padre, que el Padre le haba marcado para l. Ahora, todos deben ser de l, si l se reconoce por rendirle culto a Satans, el dios de este mundo. Esto de hecho era lo que los reyes de la tierra haba hecho por slo una parte de estas cosas, con qu frecuencia hecho por algunos vanidad insignificante! sino que debe tener el conjunto. Pero si Jess iba a heredar la gloria de la tierra (as como todos los dems) el objeto de su corazn era el mismo Dios, su Padre, para glorificarlo. Cualquiera que sea el valor de la donacin, que era como el regalo del Dador de que su corazn es apreciado. Por otra parte estaba en el hombre sometido a prueba y la postura de un israelita fiel, y cualquiera que sea la prueba de la paciencia en la que el pecado del pueblo le haba trado, que el juicio nunca tan grande que no servira sino su Dios.

Pero si el diablo lleva a la tentacin, el pecado, en lo posible, y nos demuestra a s mismo como el adversario (Satans), el creyente tiene el derecho de echarlo fuera. Si l viene como un tentador, el creyente debe responder a l por la fidelidad de la palabra, que es la gua perfecta del hombre, de acuerdo a la voluntad de Dios. No necesita ver a travs de todo. La palabra es la palabra de aquel que hace, y en el seguimiento que andamos conforme a una sabidura que lo sabe todo, y en un camino formado por la sabidura, y que por lo tanto, implica una confianza absoluta en Dios. Las dos primeras tentaciones eran las asechanzas del diablo, la tercera, la hostilidad abierta a Dios. Si l viene como el adversario abierto de Dios, el creyente tiene derecho a tener nada que ver con l. "Resistid al diablo, y huir de vosotros". l sabe que ha encontrado a Cristo, no la carne. Los creyentes pueden resistir si Satans tentar por el mundo, recordando que es el dominio de Satans en el hombre cado!

El creyente de salvaguardia, moral (es decir, en cuanto al estado de su corazn) es un solo ojo. Si me buscan slo la gloria de Dios, lo que no presenta ningn otro motivo que mi propio engrandecimiento, o mi propia satisfaccin, ya sea de cuerpo o mente, no tendr ningn poder sobre m, y os mostrar en la luz de la palabra, que gua del ojo nico, como contraria a la mente de Dios. Esta no es la soberbia que rechaza la tentacin en el terreno de ser bueno, es la obediencia, la humildad dar a Dios su lugar, y en consecuencia tambin su palabra. "Por la palabra de tus labios que me han mantenido de los senderos del destructor", que de l hizo su propia voluntad y la convirti en su gua. Si el corazn busca a Dios solo, el ms sutil engao se descubre, por el enemigo nunca nos tienta a buscar a Dios solo. Pero esto supone un corazn puro, y que no hay egosmo. Este se mostr en Jess.

Nuestro salvaguardia contra la tentacin es la palabra utilizada por el discernimiento de un corazn perfectamente puro, que vive en la presencia de Dios, y aprende la mente de Dios en su Palabra, [13] y por lo tanto conoce su aplicacin a las circunstancias presentes. Es la palabra que conserva el alma de las asechanzas del enemigo.

Observe tambin que, en consecuencia, es en el espritu de obediencia humilde y sencilla que el poder se encuentra, pues donde existe, Satans no puede hacer nada. Dios est ah, y en consecuencia es el enemigo conquistado.

Me parece que estas tres tentaciones estn dirigidas al Seor en los tres personajes, del hombre, del Mesas, y del Hijo del hombre.

l no tena deseos pecaminosos, como el hombre cado, pero era un hambre. El tentador se persuadirle para satisfacer esta necesidad sin Dios.

Las promesas de los Salmos le perteneca a l como referencias al Mesas.

Y todos los reinos del mundo eran sus como el Hijo del hombre.

l siempre responde como un fiel israelita, personalmente responsables a Dios, haciendo uso del Libro del Deuteronomio, que trata de este asunto (a saber, la obediencia de Israel, en relacin con la posesin de la tierra y los privilegios que pertenecan a la personas en relacin con esta obediencia, na, y esto, aparte de la organizacin que los constitua una persona jurdica ante Dios). [14]

Satans se aleja de l, y los ngeles vengan a ejercer su ministerio hacia el Mesas, el Hijo del hombre victorioso a travs de la obediencia. Lo que Satans se intente que le acerca a Dios, ha satisfecho totalmente. Son espritus ministradores tambin para nosotros.

Pero, cmo profundamente interesante es ver el Seor bendijo bajar, el Hijo de Dios desde el cielo, y la asimilacin de la Palabra hecha carne-su lugar entre los pobres santos en la tierra, y, como que ha tenido ese lugar, propiedad de el Padre como su Hijo, el cielo se abri y se abri a l como el hombre, y el Espritu Santo desciende y permanencia en l como hombre, pero sin medida, formando as el modelo de nuestro lugar, a pesar de que an no estaban en ella, la Trinidad entera, como he dicho, ser el primero plenamente revelado cuando as se asocia con el hombre, y entonces, hemos de ser esclavos de Satans, van en este personaje y su relacin para satisfacer tambin a Satans para nosotros, para atar al hombre fuerte, y dar el hombre por medio de l este lugar tambin: slo para nosotros el rescate era necesario para llevar a donde l es.

John de ser echado en la crcel, sale el Seor en Galilea. Este movimiento, que determina el escenario de su ministerio fuera de Jerusaln y Judea, haba una gran importancia con respecto a los Judios. La gente (en la medida centrado en Jerusaln, y la jactancia en la posesin de las promesas, los sacrificios, y el templo, y en ser la tribu real) perdi la presencia del Mesas, el Hijo de David. Se fue para la manifestacin de su persona, por el testimonio de la intervencin de Dios en Israel, a los pobres y despreciados de la manada, para el remanente y los pobres del rebao ya estn en los captulos 3, 4 distinguirse claramente de las cabezas de los gente. De este modo se convirti realmente en la poblacin de verdad, en lugar de ser una sucursal de la que haban sido plantadas en otros lugares, aunque este efecto an no estaba plenamente manifestada. El momento se corresponde con Juan 4.

Podemos sealar aqu que, en el Evangelio de Juan, los Judios siempre se distinguen de la multitud (llamado a la gente en los Evangelios). El lenguaje, o ms bien la pronunciacin, era completamente diferente. No hablaban caldeo en Galilea.

Al mismo tiempo, esta manifestacin del Hijo de David, en Galilea, fue el cumplimiento de una profeca de Isaas. La fuerza de la profeca es la siguiente:-a pesar de la cautividad romana fue mucho ms terrible que la invasin de los asirios, cuando se toparon con la tierra de Israel, hubo, sin embargo esta circunstancia la que todo alterado, es decir, la presencia del Mesas, la luz verdadera, en la tierra.

Observamos que el Espritu de Dios aqu pasa por encima de toda la historia de Jess hasta el comienzo de su ministerio despus de la muerte de John the Baptist. Se da a Jess su posicin apropiada en el medio de Israel-Emanuel, el Hijo de David, el amado de Dios, reconocido como su hijo, el fiel en Israel, aunque expuestos a todas las tentaciones de Satans, y luego a la vez, despus, su posicin proftica anunciada por Isaas, y el reino proclamado como a la mano. [15]

Los captulos 5 a 8

A continuacin, se rene alrededor de Jess a los que fueron definitivamente a seguirlo en su ministerio y sus tentaciones, y, en su llamada, para vincular su porcin y su suerte con la suya, renunciando a todo lo dems.

El hombre fuerte estaba obligado, para que Jess pudiera saquear sus bienes, y proclamar el reino con las pruebas de que el poder que fueron capaces de establecerla.

Dos cosas son luego presentadas en la narracin del Evangelio. En primer lugar, el poder que acompaa a la proclamacin del reino. En dos o tres versos, [16], sin otros detalles, se anuncia este hecho. La proclamacin del reino se asisti a los actos de poder que excitar la atencin de todo el pas, toda la extensin del antiguo territorio de Israel. Jess se aparece ante ellos investido de este poder. En segundo lugar (captulos 5-7) el carcter del reino se anunci en el Sermn de la Montaa, as como de las personas que deben tener parte en l (el Padre se revela el nombre aadidura). Es decir, que el Seor haba anunciado la venida del reino, y con el poder actual de la bondad, tras superar al adversario, y luego nos demuestra lo que eran los personajes verdaderos, segn la cual se creara, y que poda entrar y cmo. La redencin no se habla en l, pero el carcter y la naturaleza del reino, y que poda entrar. Esto nos demuestra claramente la posicin moral que tiene este sermn en la enseanza del Seor.

Es evidente que, en toda esta parte del Evangelio, es la posicin del Seor que es el tema de la enseanza del Espritu, y no los detalles de su vida. Detalles de venir despus, con el fin de exponer plenamente lo que estaba en medio de Israel, sus relaciones con eso, la gente y su trayectoria en el poder del Espritu que llev a la ruptura entre el Hijo de David y la gente que debera haber le recibieron. La atencin de todo el pas, siendo as contratados por sus hechos, el Seor pone delante de sus discpulos, pero en la audiencia de la gente, los principios de su reino.

Este discurso puede ser dividido en las siguientes partes: - [17] El carcter y la porcin de aquellos que deberan estar en el reino (v. 1-12). Su posicin en el mundo (v. 13-16). La conexin entre los principios del reino y la ley (v. 17-48). [18] El espritu con el que sus discpulos deben realizar buenas obras (cap. 6: 1-18). La separacin del espritu del mundo y de sus ansiedades (v. 19-34). El espritu de su relacin con otros (cap. 7: 1-6). La confianza en Dios que se convirti en ellos (v. 7-12). La energa que debe caracterizar a ellos, a fin de que puedan entrar en el reino, sin embargo, no slo entrar, muchos tratan de hacer eso, pero de acuerdo a los principios que hacen difcil para el hombre, segn Dios, la puerta estrecha, y entonces, los medios de discernimiento de aquellos que tratan de engaar a ellos, as como la vigilancia necesaria de que no puede ser engaado (v. 13-23).

La obediencia real y prctica a sus dichos, la verdadera sabidura de los que oyen sus palabras (v. 24-29).

Hay otro principio que caracteriza a este discurso, y que es la introduccin del nombre del Padre. Jess dice a sus discpulos en relacin con su Padre, como su Padre. l les revela el nombre del Padre, a fin de que puedan estar en relacin con l, y que pueden actuar de acuerdo con lo que l es.

Este discurso da a los principios del reino, sino que supone el rechazo del Rey, y la posicin en que esto elevara los que eran suyos, que, por ello hay que buscar una recompensa celestial. Iban a ser un sabor divino donde Dios era conocido y se trataba, y sera un espectculo para el mundo entero. Adems, este fue objeto de Dios. Su confesin fue ser tan abierto que el mundo debe someter sus obras al Padre. Iban a actuar, por una parte, segn una sentencia del mal, que llegaron al corazn y los motivos, pero tambin, por otra parte, segn el carcter del Padre en la gracia de aprobar s al Padre, que vean en secreto, donde el ojo del hombre no puede penetrar. Ellos iban a tener plena confianza en l para las necesidades de todas sus fuerzas. Su voluntad era la regla segn la cual no haba entrada en el reino.

Podemos observar que este discurso est conectado con la proclamacin del reino como de cerca, y que todos estos principios de conducta se dan como la caracterizacin del reino, y como las condiciones de entrada en l. Sin duda, se deduce que son adecuados para aquellos que han entrado in Pero el discurso se pronuncia en medio de Israel [19], antes de que el reino est establecido, y como el estado anterior pidi que para entrar y establecen los principios fundamentales del reino en relacin con que las personas, y en contraste con las ideas morales que haban formado respecto de l.

En el examen de las bienaventuranzas, nos encontraremos con que esta parte, en general, da el carcter de Cristo mismo. Suponen dos cosas: la posesin viene de la tierra de Israel por los mansos, y la persecucin del remanente fiel, muy justo en sus caminos, y afirm que los derechos del verdadero Rey (el cielo est puesto delante de ellos como su esperanza de mantener sus corazones). [20]

Esta ser la posicin del remanente en los ltimos das antes de la introduccin del reino, la ltima de ellas de carcter excepcional. Fue as, moralmente, en los das de los discpulos del Seor, en referencia a Israel, que se retras la parte terrestre. En referencia al cielo, los discpulos se miraban como testigos en Israel, pero-mientras que el nico conservante de la tierra, que eran un testimonio al mundo. As que los discpulos se consideran en relacin con Israel, pero, al mismo tiempo, en calidad de testigos por parte de Dios al mundo (el reino est a la vista, pero an no establecida). La conexin con los ltimos das es evidente, sin embargo, su testimonio, entonces haba, moralmente, este personaje. Slo el establecimiento del reino de la tierra se ha retrasado, y la iglesia, que es celestial, trajo in Captulo 5: 25, evidentemente, alude a la posicin de Israel en los das de Cristo. Y, de hecho permanecen en cautividad, en la crcel, hasta que hayan recibido su castigo completo, y luego saldrn.

El Seor nunca habla y acta como el hombre obediente, movido y guiado por el Espritu Santo, pero vemos en la manera ms sorprendente, en este Evangelio, quin es el que acta as. Y esto es lo que le da su carcter moral, fieles al reino de los cielos. John the Baptist podra anunciar como un cambio de la dispensa, pero su ministerio terrenal. Cristo tambin podra anunciar este mismo cambio (y el cambio era lo ms importante), pero en l no haba ms que esto. l era del cielo, el Seor, que vino del cielo. Al hablar del reino de los cielos, l habl de la abundancia y la profundidad divina de su corazn. Ningn hombre haba estado en el cielo, a excepcin de aquel que haba venido de all, el Hijo del hombre que estaba en el cielo. Por lo tanto, cuando se habla del cielo, habl de lo que l conoca, y testimonio de lo que haba visto Este fue el caso de dos maneras, como mostrado contenidas en el Evangelio de Mateo. Ya no era un gobierno de la tierra de acuerdo a la ley de Jehov, el Salvador, Emmanuel, estuvo presente Podra ser de otro modo que en su carcter celestial, en el tono, en la esencia, de toda su vida?

Por otra parte, cuando comenz su ministerio pblico y fue sellada por el Espritu Santo, el cielo se abri para l. Fue identificado con el cielo como un hombre sellados con el Espritu Santo en la tierra. As pues, fue la expresin continua del espritu, de la realidad, de los cielos. Todava no existe el ejercicio del poder judicial que mantener este carcter en la cara de todos los que se opusieron a ella. Era su manifestacin en la paciencia, a pesar de la oposicin de todos a su alrededor y la incapacidad de sus discpulos a comprenderlo. As, en el sermn de la montaa encontramos la descripcin de lo que era adecuado para el reino de los cielos, e incluso la garanta de una recompensa en el cielo para aquellos que deben sufrir en la tierra por su causa. Esta descripcin, como hemos visto, es esencialmente el carcter de Cristo mismo. Por lo tanto, que un espritu celestial se manifiesta en la tierra. Si el Seor ense estas cosas, es porque l los ha amado, porque eran ellos y se complaca en ellos. Siendo el Dios del cielo, como el hombre lleno del Espritu sin medida, su corazn estaba perfectamente al unsono con un cielo que l conoca perfectamente. En consecuencia por lo tanto Concluye el carcter que sus discpulos deban asumir por estas palabras: "Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto". Toda su conducta iba a ser en referencia a su Padre en el cielo. Cuanto ms comprendamos la gloria divina de Jess, ms que comprender la forma en que fue como el hombre en conexin con el cielo, mejor vamos a detener lo que el reino de los cielos era para l con respecto a lo que era adecuado para ello. Cuando se establezcan en el futuro en el poder, el mundo ser gobernado de acuerdo a estos principios, aunque no son, propiamente hablando, s.

El remanente en los ltimos das, no lo dudo, encontrando alrededor de ellos en contra de la fidelidad y la esperanza de ver a todos los judos no ante sus ojos, se vern obligados a mirar hacia arriba, y cada vez ms adquirir este carcter, que, si no celestial , es al menos muy conformes a Cristo. [21]

Hay dos cosas relacionadas con la presencia de la multitud, v. 1. En primer lugar, el tiempo necesario para que el Seor debe dar una idea verdadera de la naturaleza de su reino, puesto que ya Seal a la multitud despus de l. Su poder haciendo sentir, es importante para hacer su personaje conocido. Por otra parte, esta multitud que seguan a Jess fueron una trampa a sus discpulos, y l les hace entender lo que todo un contraste que haba entre el efecto que esta multitud podra tener sobre ellas, y el espritu de derecho que debe gobernar ellos. Por lo tanto, plenamente a s mismo de lo que era realmente bueno, inmediatamente adelanta que llenaba su corazn. Este fue el verdadero carcter de los restos, que en el Cristo se pareca principal en ella. As sucede generalmente en los Salmos.

La sal de la tierra es una cosa diferente de la luz del mundo. La tierra, me parece, expresa lo que ya profesaban han recibido la luz de Dios-la que estaba en relacin con l, en virtud de la luz-ha asumido una forma definida antes de l. Los discpulos de Cristo fueron el principio de conservacin de la tierra. Ellos fueron la luz del mundo, que no dispona de esa luz. Esta fue su posicin, si ellos o no. Era el propsito de Dios que debe ser la luz del mundo. Una vela no se enciende con el fin de estar oculto.

Todo esto supone el caso de la posibilidad de que el reino se establezca en el mundo, pero la oposicin de la mayor parte de los hombres a su establecimiento. No es una cuestin de la redencin del pecador, sino de la realizacin de los caracteres propios de un lugar en el reino de Dios, que el pecador debe buscar mientras est en el camino con su adversario, para que no fuera entregado a el juez-que de hecho ha sucedido a los Judios.

Al mismo tiempo, los discpulos se ponen en relacin con el Padre individual el principio de la segunda gran parte del discurso, la consecuencia de que el Hijo es all-y una cosa an ms excelente es puesto delante de ellos que su posicin de testimonio para el reino. Iban a actuar en la gracia, incluso actu como su Padre, y su oracin debe ser de un orden de cosas en las que todas se corresponden con el carcter moral y la voluntad de su Padre. "Santificado sea tu nombre, venga tu reino", [22] es decir, que todos deben responder a la naturaleza del Padre, que todos deben ser el efecto de su poder. "Hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo" es la obediencia perfecta. Sometimiento universal a Dios en el cielo y en la tierra ser, hasta cierto punto, llevada a cabo por la intervencin de Cristo en el milenio, y absolutamente lo que cuando Dios sea todo en todos. Mientras tanto, la oracin expresa dependencia diaria, la necesidad de perdn, la necesidad de ser mantenido en el poder del enemigo, el deseo de no ser tamizada por l, como una economa de Dios, como Job o Pedro, y de ser preservado del mal .Esta oracin tambin se adapta a la posicin del remanente, sino que pasa por encima de la dispensacin del Espritu, y aun lo que es propio del milenio como un reino terrenal, a fin de expresar los deseos de la derecha, y hablar de la condicin y la los peligros de los restos hasta el reino del Padre debe venir. Muchos de estos principios son siempre verdaderas, ya que estamos en el reino, y en el espritu que debemos manifestar sus caractersticas, pero la aplicacin especial y literal es la que he dado. Ellos se ponen en relacin con el Padre en la realizacin de su carcter, que iba a ser representada en ellas en virtud de esta relacin, haciendo que el deseo de la creacin de su reino, para superar las dificultades de un mundo en conflicto, para mantenerse de las trampas del enemigo, y hacer la voluntad del Padre. Fue Jess el que poda impartir este a ellos. Se pasa as de la ley, [23] reconoci como proveniente de Dios, a su cumplimiento, al que ser el que fueron absorbidos en la voluntad de aquel que le dio, o realizado en sus fines por l el nico que poda hacerlo en ningn sentido.

Captulo 8

Luego, en el captulo 8, el Seor comienza en medio de Israel, su testimonio de vida del paciente, que cerr con su rechazo por el pueblo a quien Dios haba conservado durante tanto tiempo para l y para su bendicin.

Se haba proclamado el reino, muestra su poder en todo el pas, y declar su carcter, as como el espritu de aquellos que deberan entrar en el reino.

Pero los milagros, [24], as como todo el Evangelio, siempre se caracteriza por su posicin entre los Judios y los tratos de Dios con ellos, hasta que fue rechazado. Jehov, el hombre yetthe obedientes a la ley, foreshewing la entrada de los gentiles en el reino (su establecimiento en el misterio del mundo), la prediccin de la construccin de la iglesia o el montaje sobre el reconocimiento de su ser Hijo del Dios viviente, y el reino en la gloria, y, al detectar que el efecto de su presencia la perversidad de la gente, sin embargo, teniendo en su corazn, con perfecta paciencia la carga de Israel. [25], est presente en la bondad de Jehov, en apariencia uno de ellos: la verdad maravillosa!

En primer lugar, nos encontramos con la curacin de un leproso. Solamente a Jehov, en su bondad, soberano, poda curar a los leprosos, aqu Jess hace. "Si quieres", dice el leproso, "t puedes". "Yo", responde el Seor. Pero al mismo tiempo, mientras que El nos demuestra adelante en su propia persona la que rechaza toda posibilidad de contaminacin-lo que est sobre el pecado, l nos demuestra la inclinacin ms perfecta hacia el inmundo. Le toca al leproso, diciendo, "yo quiero, s limpio". Vemos la gracia, el poder, la santidad undefilable de Jehov, baja en la persona de Jess a la ms cercana a la pecadora, tocndole por as decirlo. Era realmente "el Seor tu sanador". [26] Al mismo tiempo, se oculta, y los comandos el hombre, que haba sido sanado, para ir a la cura de acuerdo a las ordenanzas de la ley y el ofrecimiento de su regalo. No salir del lugar de la Judio en sujecin a la ley, pero Jehov no estaba en la bondad.

Pero en el siguiente caso vemos a un gentil, que por la fe goza de la plena vigencia del poder que su fe atribuye a Jess el Seor da la ocasin para sacar la verdad solemne, que muchas de estas naciones pobres, que venga a sentarse en el reino de los cielos con los padres que fueron presididos por el pueblo judo como los primeros padres de los herederos de la promesa, mientras que los hijos del reino debera estar en las tinieblas de afuera. De hecho, la fe de este centurin reconoce un poder divino en Jess, que Israel, por la gloria de Aquel que posea, no (abandonar, pero) abrir la puerta a los gentiles, y del injerto en el olivo de ramas promesa del olivo silvestre en el lugar de aquellos que deben ser cortados. La forma en que se llevar a cabo en la asamblea no era ahora la cuestin.

Israel No obstante, an abandonar. l va a casa de Pedro, y cura la madre de su esposa. l hace lo mismo a todos los enfermos que acuden alrededor de la casa, incluso, cuando el sbado haba terminado. Ellos son sanados, los demonios son expulsados, de modo que la profeca de Isaas se estaba cumpliendo: "El mismo tom nuestras enfermedades, y llev nuestras dolencias". Jess se puso en el corazn bajo el peso de todas las penas que Israel oprimidos, a fin de aliviar y sanar. Todava es Emmanuel, que siente por su miseria y est afligido en toda angustia de ellos, pero que ha venido con el poder que l nos demuestra capaces de transportarlas.

Estos tres casos mostrar el carcter de su ministerio de manera clara y llamativa. Se esconde, porque, hasta el momento en que l se anunciar juicio a los gentiles, l no alzar su voz en las calles. Es la paloma que descansa sobre l. Estas manifestaciones de poder atraer a los hombres a l, pero esto no engaa: l nunca sale en el espritu del lugar que ha adoptado. l es el despreciado y el rechazado de los hombres, l no tiene donde reclinar la cabeza. La tierra haba ms espacio para los zorros y las aves que para l, a quien hemos visto aparecer un momento antes de que el Seor, reconoci, al menos por las necesidades que nunca se neg a relevar. Por lo tanto, si alguno quiere seguirle, debe renunciar a todo para ser el compaero del Seor, que no han bajado a la tierra si todo lo que no haba estado en cuestin, ni sin un derecho absoluto, a pesar de que estaba en el mismo tiempo en un amor que slo puede ser ocupado por su misin, y por la necesidad que lo llev all.

El Seor en la tierra lo era todo o nada. Esto, es cierto, fue a sentirse moralmente en sus efectos, en la gracia que, por la fe, que se adjunta al creyente a l por un lazo inefable. Sin esto, el corazn no habra sido moralmente sometida a la prueba. Pero esto no hace menos cierto. en consecuencia las pruebas de este estuvieron presentes: los vientos y las olas, que en el ojo del hombre pareca estar expuesto, obedeci a su voz a la vez, un sorprendente reproche a la incredulidad que le despertaron de su sueo, y haba credo posible por las olas a devorarlo, y con l los consejos y el poder de Aquel que haba creado los vientos y las olas. Es evidente que esta tormenta se le permiti el fin de probar su fe y manifestar la dignidad de su persona. Si el enemigo era el instrumento que se ha producido, slo consigui que el Seor muestra su gloria. Tal hecho es siempre el caso, como a Cristo, y para nosotros, donde la fe es.

Ahora la realidad de este poder, y la forma de su funcionamiento, son la fuerza demostrada por la que sigue.

El Seor desembarca en el pas de los gadarenos. All, la fuerza del enemigo, nos demuestra en s en todos sus horrores. Si el hombre, a quien el Seor haba llegado en la gracia, no le conozco, los diablos saba su Juez en la persona del Hijo de Dios. El hombre estaba posedo por ellos. El temor que tenan de Torme NT en el juicio del ltimo da se aplica en la mente del hombre a la presencia inmediata del Seor: Has venido a atormentarnos antes de tiempo?" Malos espritus actan sobre los hombres por el temor de su poder, no tienen ninguna a menos que se teman. Pero la fe slo puede tener ese temor del hombre. No estoy hablando de los deseos sobre el que actan, ni de las artimaas del enemigo, y hablo del poder del enemigo. Resistid al diablo, y huir de ti. Aqu los diablos desea manifestar la realidad de este poder. El Seor lo permite, a fin de dejar claro, que en este mundo no es slo el hombre que est en cuestin sea bueno o malo, sino que tambin que es ms fuerte que el hombre. Los demonios entran en los cerdos, que perecen en las aguas. Triste realidad claramente demostrado que no era cuestin de mera enfermedad o de deseos pecaminosos, sino de los espritus malvados! Sin embargo, gracias a Dios, se trata tambin de uno que, aunque un hombre en la tierra, era ms poderoso que ellos. Se ven obligados a reconocer este poder, y apelan a l. No hay una idea de la resistencia. En la tentacin en el desierto, Satans haba sido superado. Jess completamente entrega el hombre al que haba oprimido con su poder maligno. El poder de los demonios no era nada antes de l. Podra haber entregado al mundo de todo el poder del enemigo, en caso de que slo haba estado en cuestin, y de todos los males de la humanidad. El hombre fuerte fue atado, y el Seor ech a perder su mercanca. Pero la presencia de Dios, de Jehov, los problemas del mundo, incluso ms que el poder del enemigo degrada y tirnicamente sobre la mente y el cuerpo. El control del enemigo sobre el corazn, demasiado pacfica, y ay! muy poco percibida es ms fuerte que su fuerza. Esta sucumbe ante la palabra de Jess, pero la voluntad del hombre acepta el mundo tal como es, regido por la influencia de Satans. Toda la ciudad, que haba sido testigo de la liberacin de lo demonaco y el poder de Jess, presente entre ellos, que lo conmine a partir. La triste historia del mundo! El Seor vino abajo con el poder para librar al mundo-el hombre-de todo el poder del enemigo, pero no lo hara. Su alejamiento de Dios era moral, y no slo la esclavitud al poder del enemigo. Se someti a su yugo, que se haba acostumbrado a ella, y que no tendra la presencia de Dios.

No cabe duda de que lo que pas con el cerdo es una figura de lo que pas con los Judios impo y profano que rechazaron el Seor Jess. Nada puede ser ms sorprendente que la forma en que una Persona divina, Emmanuel, aunque un hombre en la gracia, se manifiesta en este captulo.

Captulo 9

En el captulo siguiente (9), mientras actan en el carcter y la funcin de la potencia de Jehov (como se lee en el Salmo 103), "El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias", es la gracia actual en s mismo hacia y para ellos, en la que l vino, que se presenta. Se da el carcter de su ministerio, como la anterior le da la dignidad de su persona y la asuncin de lo que era. Se presenta a Israel como su Redentor y Libertador cierto, y, para probar su ttulo (que ya se opuso a la incredulidad) que se esta bendicin a Israel, y para perdonar todos sus pecados, que levant una barrera entre ellos y su Dios,