¿sigue hoy la iglesia perseguida?

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Beatriz Mocchi Ariadna Medina MªEugenia Urgellés IV de ESO B

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Beatriz Mocchi

Ariadna Medina

MªEugenia Urgellés

IV de ESO B

¿Siguen los cristianos perseguidos en

el siglo XXI?

Hipótesis: ¡Evidentemente! Pensar que la Iglesia no está perseguida es una idea irreal y

estúpida: basta encender la televisión y buscar un canal de noticias para darse cuenta de

los actos brutales que se dan día tras día y la facilidad con la que la gente se convierte

en mártir en los países de Oriente Medio. Opinamos que también hay un cierto tipo de

“persecución”, si se puede definir así, en occidente, pero de manera más verbal.

Caldeos de Siria: la batalla no se detendrá

Hay muchos asesinatos y cada vez son más crueles. Las familias sufren cada vez más,

reciben amenazas y alertas y saben de atentados. Han muerto amigos y familiares. En

algunas zonas es tan inhumana la persecución que los que la sufren la describen como

algo peor que el infierno. Decapitaciones, tiroteos, bombas, torturas… es algo muy

normal en las vidas de los cristianos que sufren las persecuciones.

Según Mons. Antoine Audo, es el agotamiento psicológico lo que obliga a muchas

familias a emigrar a otros países. Dice también que las palabras del Papa en el Líbano

fueron muy alentadoras: «Permitidme rendir homenaje al testimonio de fe que la Iglesia

Siríaca de Antioquía ha ofrecido a lo largo de su gloriosa historia, testimonio de un

amor ardiente a Cristo, que le ha permitido escribir, hasta el día de hoy, páginas

heroicas a causa de su fidelidad de fe hasta el martirio (…) Confío a la Virgen María

cada uno de vosotros, así como los miembros de vuestras iglesias y comunidades. Que

ella suplique por nosotros ante su Divino Hijo, para que nos veamos libres de todo mal

y violencia y para que esta región de Oriente Medio conozca al fin el tiempo de

reconciliación y la paz»1.

Los párrafos siguientes son casos verídicos de cristianos perseguidos para que se hagan

una idea de las terribles condiciones.

El día 1 de junio de 2011, el cristiano caldeo Ragheed Aziz Ganni y otros tres diáconos

eran cruelmente asesinados en un tiroteo y colocaron bombas alrededor por si alguien se

acercaba a los cadáveres.

El 31 de mayo de 2011, fue decapitado un sacerdote cristiano que había sido amenazado

varias veces. Este asesinato y el anterior están relacionedos porque esta muerte fue una

de las amenazas hacía Ragheed Aziz Ganni.

El 25 de septiembre de 2012, la agencia Fides informó de que 280 cristianos fueron

secuestrados en dos días. Según el padre de una de las víctimas, se oyeron disparos.

Este hecho ocurrió en la aldea de Rableh, Siria.

La conclusión que he sacado de esto es que a veces no valoramos la suerte que tenemos,

puede que aquí no insulten por ser seguidores de Cristo pero no nos harán

daño físico y es algo que a menudo despreciamos.

El cristianismo y el Islam: dos religiones compartiendo territorios

Ya desde hace siglos, estas dos religiones –nacida una antes que otra, pero con una

diferencia de tiempo relativamente corta- han convivido juntas pero separadas a la vez.

A pesar de que comparten una estructura y una similitud, siempre se han mantenido

firmes las diferencias entre los que creen en el Corán y los que creen en el Evangelio. El

1 Palabras de Benedicto XVI en un encuentro ecuménico en Charfet, artículo extraído de la revista

Ecclesia

Islam siempre ha sido la religión mayoritaria incluso en lugares tan emblemáticos para

los cristianos como Belén o Jerusalén, dónde nació y vivió Jesucristo.

Y, más de mil años después, los descendientes de los primeros cristianos en tierras

islámicas, aún se enfrentan a los continuos ataques por parte de los seguidores de la otra

religión. Aunque algunos países han tenido un mínimo de tolerancia frente a este

problema, en general todos tienen algo en común: que se detenga la expansión cristiana

en Oriente Medio.

El problema principal es que en general, los países musulmanes no se rigen como los

occidentales, sino que lo hacen teniendo como base su religión y esto a la larga provoca

problemas importantes. Por ejemplo, hay países donde se supera el millón de

ciudadanos y dónde una mínima parte de estos son católicos. Es el caso de Arabia Saudí

(20 millones de personas) o Egipto (66 millones) en los que la constitución favorece a

los musulmanes concediéndoles representación política, dónde los católicos pueden

practicar pero no propagar su fe y las mujeres no pueden contraer matrimonio con un

hombre no musulmán. En Egipto, como en otros lugares, la persecución a los cristianos

y la conversión forzada al Islam son el pan de cada día. Pero hay casos de todo tipo: en

los Emiratos Árabes Unidos, según Monseñor Bernardo Gremoli, Vicario Apostólico en

Arabia, muchos de los hijos de potentados árabes van a escuelas dirigidas por monjas.

Esto significa un avance, por muy pequeño que sea, hacia la anhelada libertad religiosa.

Pero lo que de verdad causa pavor e impotencia, es ver en las noticias que ha habido un

nuevo ataque a una iglesia o a un grupo de cristianos por parte de radicales musulmanes.

Es el miedo más grande que padecen las personas que practican una religión casi

“prohibida” en estos territorios, tanto si son meros cristianos practicantes como

misioneros enviados desde otros lugares del mundo. Aunque estos solo tengan una

misión enteramente pacífica, el odio y la ira de los musulmanes va más allá de las

amenazas y llega, incluso, a los atentados suicidas. Un caso llamativo fue el producido

el día 24 de abril de este mismo año en el norte de Nigeria, dónde cerca de 20 personas

perdieron la vida en un ataque con explosivos y armas de fuego, cuando iban a la misa

dominical. Esto se produjo cuando media docena de hombres armados irrumpieron en la

sala donde se celebraba el acto y acribillaron sin piedad alguna a dos profesores y a sus

alumnos correspondientes. Por desgracia, la Fuerza Militar Conjunta de Nigeria no pudo

llegar a tiempo para impedirlo. Pero la pregunta es, ¿Quién o quienes pudieron cometer

tal masacre? La respuesta alude a la milicia de los Boko Haram, que ya antes en Semana

Santa mataron a 38 personas y el día de Navidad a unas 40. Tanto es su fanatismo, que

el mismo nombre de Boko Haram significa: “la educación no musulmana es pecado”.

En total, han segado la vida de 1200 personas en el norte de Nigeria.

Y así hacen miles de grupos terroristas que piensan que están viviendo una jihad o

guerra santa, con el fin de imponer su fe, aunque para ello haya que matar a personas

inocentes.

Cuanto tiempo tendremos que esperar para que esto termine es una ciencia incierta, pues

la armonía entre estas dos grandes religiones solo se podría conseguir con una

convivencia y respeto mutuo y ejemplar, aunque aún queda mucho por hacer para que

este sueño llegue a ser una realidad.

La intransigencia del gigante asiático

China a lo largo de los años ha sabido superarse y llegar a ser lo que hoy en día se la

conoce como una de las potencias más importantes de nuestro tiempo. Siendo el líder

económico mundial-pues la mayoría de empresas invierten y se crean allí- y con un

índice de población que la ha convertido en la más poblada del mundo con

1.300.000.000 de habitantes, sigue siendo un ejemplo de persecución cristiana.

Esta vez la causante de tal daño no es una religión, sino el Partido Comunista que hace

años gobierna en la República Popular de China. Éste controla todos los ámbitos de vida

china, desde los diferentes niveles de gobierno hasta pasando por los lugares de trabajo

y la enseñanza. Ya cuando se fundó hacia el año 1921, el comunismo se fijó mucho en

los campesinos y los mantuvo a raya, cosa que siguen haciendo, pues son un potente

motor revolucionario. Estos mismos campesinos, gente rural y que vive en la completa

pobreza ha sufrido a lo largo del tiempo los ataques del comunismo china. Mientras en

las grandes ciudades como Pekín o Hong Kong disfrutan de todo tipo de lujos, en el

campo no disponen de calefacción ni instalaciones sanitarias y menos aún de agua

potable.

Pero no entenderemos bien el sufrimiento de los cristianos perseguidos por el

comunismo a no ser que nos metamos en su piel. Para ello, daré a conocer el caso del

Padre Pedro que ha sido sacerdote desde hace doce años. Esta misma historia fue

emitida en un documental por la televisión francesa. Después de ello, muchos

sacerdotes, obispos y religiosos fueron detenidos o simplemente desaparecieron.

Pedro cuenta que en el norte de China la gente trabaja solo de la agricultura. Él, visita

estas aldeas de una en una llevando consigo nada más que una bolsa pequeña sus

pertenencias. “Todos los días celebro Misa, oigo confesiones y visito a los enfermos.

Los domingos hay como 3 o 4 misas en lugares que hemos elegido para que vaya

mucha gente”. Pedro es considerado como parte de la familia para esta gente, pero eso

no lo salva de estar cometiendo un acto ilegal. “Sufrimos persecuciones, pero tenemos

confianza en que algún día acabaran, pues Jesús nos dijo <No tengáis miedo>. La

Iglesia Romana fue perseguida durante 300 años y ella obtuvo la libertad”. Con el

corazón lleno de esperanza se enfrentan día a día no miles, millones de personas en

China. Aunque las autoridades chinas intenten interrumpir la corriente cristiana que se

está produciendo en estos momentos, saben que algún día tendrán que dejar que este

“río” fluya y siga su curso natural.

Los cristianos no se rinden cuando ven que el camino que les queda hacia la libertad de

su verdadera religión es largo, sino que tratan de dar un paso hacia adelante y

permanecer unidos ante las adversidades que presenta esta abrupta senda. Son fuertes y

lo demuestran, pues a pesar de que muchos hayan perdido sus vidas convirtiéndose en

mártires modernos, no pararán de luchar hasta ver que el mundo en el que vivimos les

dé lo que más desean: poder creer en su propio Dios sin miedo.

El cansancio moral de Europa: la “Cristofobia”

Hablando hace unos meses con Massimo Introvigne, abogado, filósofo y escritor

italiano, me planteé la posibilidad de enfocar la persecución cristiana desde una

perspectiva algo diferente, alejándome de aquello que nos pretenden hacer creer los

medios y centrándome en lo que pasa en el interior de cada persona. Me inspiré

particularmente en su libro Il dramma dell’Europa senza Cristo.

La persecución en occidente no se acostumbra a tener en cuenta porque carece de

manifestaciones públicas, masacres masivas y testimonios impactantes, pero aún así no

deja de ser extremadamente importante saber cómo controlar estas situaciones. Es algo

mucho más íntimo, más personal, y ha conseguido ganarse el nombre de persecución

religiosa psicológico-verbal por los expertos en psicología, que afirman además que no

se da en todas las ramas del cristianismo de la misma manera, sino que el catolicismo es

la más perseguida.

Según Massimo, Europa está “cansada” de la religión por dos motivos principales.

El primero sería, sin duda, la situación de impotencia en la que se encuentra debido a las

agresiones de los ultra-fundamentalistas islámicos: no tiene la capacidad de defenderse,

por lo que acaba pidiendo no ser molestada, insistiendo en que con el tiempo todo se

arregla. Me gustaría añadir una cosa que me comentó Don Xavier Sobrevia, párroco de

Castelldefels y Doctor en Teología por la Universidad de Navarra. Según él, la falta de

fe es uno de los motivos por el que los ateos, o los seguidores de Cristo -que afirman ser

firmes defensores de su religión, pero que con sus actos demuestran todo lo contrario-

utilizan para atacar al cristiano practicante. Si dicho cristiano tuviera una fe sólida y se

basara en argumentos que ha aprendido desde su niñez o su conversión para defenderse

a si mismo y a su Dios, todo sería más fácil.

El único fallo que encuentro a su teoría es que la formación, hoy en día, es muy

complicada de dar y sobre todo de recibir. La sociedad no ayuda, ya que, como afirma

Don Juan Gonzalo Callejas, sacerdote y misionero colombiano, "la sociedad está hecha

para no dejarte pensar. ¡Cómo pienses, te conviertes!"2. Las nuevas tecnologías podrían

servir para mejorar la fe, pero hoy en día, lo único que hacen es ofuscar el raciocinio y

atontar el cerebro; por lo menos en cuanto a temas de moralidad. Los sacerdotes y

laicos, seguidores y defensores de Jesucristo, escasean enormemente. Y al escasear, no

son capaces de ofrecer la formación necesaria a todos los miembros de la Iglesia. Sobre

todo los jóvenes, que hoy en día no encuentran argumentos sólidos, pruebas verídicas

para defender la fe, y ese es un hecho que afecta enormemente a la unión eclesiástica.

Una inmensidad de jóvenes pierde la fe por culpa de la falta de formación y, por el

momento, no se ha buscado ninguna solución al problema.

El segundo punto que trata Massimo es “la introducción de leyes particularmente

aberrantes, que marcan una separación de una radicalidad sin precedentes en la

historia entre política y moral”. Con esto se refiere a la aprobación del matrimonio

homosexual, la legalización de la eutanasia y la defensa del aborto.

Me gustaría detenerme solamente en un punto, que es mucho más reciente, que es el

matrimonio homosexual. El problema de nuestro tiempo es que, mientras que en otros

tiempos esta deformación en el comportamiento del hombre (homosexualidad) era

rechazada por la sociedad, hoy en día no se ve como una deformación sino como una

opción. En 1991, Simon LeVay, famosísimo neurocientífico estadounidense publicó un

artículo con el nombre de Una diferencia en la estructura hipotalámica entre hombres

homosexuales y heterosexuales, en el que demostraba tras un extenso estudio, una

diferencia entre el volumen y el tamaño del tercer núcleo del hipotálamo entre hombres

homosexuales y heterosexuales; en el que el de los homosexuales se asemejaba más al

de la mujer. Escribió que muestra un dimorfismo -variación de la fisionomía externa-

acompañado de la orientación sexual: de esta manera corroboró la versión de nuestros

antepasados, que afirmaban que la homosexualidad es una enfermedad, y no un

derecho. Con esto, muchos han defendido a estas personas, afirmando que “si están

enfermos, tienen derecho a ser tratados de manera diferente. Dejadlos vivir.” No estoy

absolutamente en contra del amor (o “enamoramiento”) entre personas del mismo sexo,

justo por el hecho de ser consciente de que es una enfermedad cuyo tratamiento, de

momento, es complicado. Pero lo que jamás permitiría es la legalización del matrimonio

homosexual. En la sociedad de hoy en día, se ha llegado a desmoralizar el matrimonio

hasta el punto de haber olvidado la verdadera finalidad del mismo: la transmisión de la

vida. Es estrictamente necesaria la complementariedad, por lo que la relación sexual

entre dos personas del mismo género cae en depravación: “son contrarios a la ley

natural” afirma el Catecismo de la Iglesia Católica. “Cierran el acto sexual al don de la

vida. No proceden de una complementariedad afectiva y sexual verdadera, por lo que

no pueden recibir aprobación en ningún caso.”

Claros ejemplos del efecto de la “Cristofobia”, es decir, el movimiento anticristiano en

Europa, son Turquía -donde los cristianos a menudo son considerados seres humanos

inferiores-, Noruega y el Reino Unido.

2 Palabras extraídas del DVD “Te puede pasar a ti”, dirigido por Juan Manuel Cotelo.

En Noruega, durante la primavera del ’92, un hombre de nombre Varg Vikernes,

conocido como “Conde Grishnackh” por los fanáticos del metal, cantante de la banda

Burzum; sembró el terror en los corazones de los cristianos noruegos tras declarar ante

un periodista local que los fans del metal negro habían declarado la guerra al

cristianismo. Utilizando una foto de los restos calcinados de la Iglesia Fantoft -que

había sido quemada el 6 de junio y que era la portada de su nuevo álbum-, afirmó que

aquello era culpa de la sociedad Noruega. Durante el año siguiente, ocho Iglesias más

fueron quemadas, hasta el momento en el que le encerraron en la cárcel: los incendios se

detuvieron y Noruega fue capaz de reprimir a los fanáticos del black metal. Ahora, Vag

Vikernes está en libertad condicional.

En el Reino Unido, una Iglesia fue completamente destruida, y los invasores dejaron un

graffiti pintado en trozos de pared con frases de un movimiento anti-cristiano. Este

suceso ocurrió tras el discurso de Mark Pritchard, miembro del Parlamento inglés: “El

sentimiento anti-cristiano está aumentando, no disminuyendo, ¿por qué muchos

cristianos sienten que no están recibiendo un juicio justo cuando se trata de la

cristiandad en la plaza pública? Lo que mucha gente de todas las creencias está viendo

es la creciente marginación de la historia y las tradiciones cristianas de Gran Bretaña

a través de los departamentos de Whitehall, agencias gubernamentales, autoridades

locales, comisionados de caridad u otros sectores de la sociedad3.”

En mi modesta opinión, Mark Pritchard es un genio por el simple hecho de haber sido

capaz de ser sincero ante el Parlamento: es la sociedad la que contribuye a corromper a

la gente, y no la religión; como últimamente se acostumbra a creer.

Normalización de la intolerancia religiosa: cristianos en occidente ¿estamos a

salvo?

“Creer en Dios no se debe percibir como una culpa o un signo de debilidad” afirma

András Veres, obispo de Szombathely (Hungría). “Vivir y testimoniar el propio credo

religioso en el respeto de la libertad y sensibilidad ajena no podrá menos beneficiar a

todos, creyentes y no creyentes, cristianos y no cristianos”4.

Según un informe de L’Osservatore Romano, cada vez se registran más casos de

intolerancia y discriminación con respecto a los cristianos. En el informe se incluyen

casos clamorosos como la denuncia de “crímenes contra la humanidad” de mayo de

2011 contra el Pontífice a causa de la doctrina de la Iglesia Católica en cuanto a

sexualidad, o la campaña de la Universidad de Granada para eliminar del Ateneo la

3 Fragmento del discurso de Mark Pritchard en el 2010.

4 Fragmento extraído de la página oficial de Intereconomía.

facultad de Teología con el pretexto de que es “una violación de los principios

constitucionales españoles de laicidad y neutralidad”.

Pero no hay necesidad de marcharse tan lejos para darse cuenta de lo intolerante que es

la sociedad de hoy en día con los cristianos. Hablando hace un par de días con una

prima lejana, me comentó: “Saliendo de Misa un sábado por la mañana, un niño

pequeño, que no debía tener ni cuatro años, me gritó ¡Monja!, con mucha fuerza. Me

sobresalté: sé que es una tontería, pero no me gusta que me llamen ‘monja’. No soy una

monja, soy una cristiana practicante normal y corriente.”

Casos como el de mi prima se dan diariamente desde que el cristianismo es conocido

como tal. Probablemente, el comentario del pequeño no fue lanzado con malicia, pero

desgraciadamente, hay testimonios de cientos de personas que, tras uno de estos simples

ataques verbales, han sufrido problemas psicológicos importantes.

Mi amiga Belén se cambió hace un par de años de colegio como consecuencia de la

crisis económica. Desde pequeña había ido a un concertado, similar al nuestro, a pesar

de que su familia no fuera practicante, por lo que la formación no era demasiado

importante para ella. Cuando se cambió a un colegio público, en el que la religión era

una materia optativa, decidió cogerla para seguir enriqueciéndose culturalmente. Sin

duda su amor hacia Dios era enorme, aunque prefería alejarse de la práctica religiosa,

que consideraba innecesaria. En la clase de religión se encontró sola, ¡no había nadie!

Sus compañeros empezaron a burlarse de ella, hasta el punto que ella se alejó

completamente de la Iglesia. Hasta día de hoy no ha sido capaz de dar un paso al frente

para recibir de nuevo los Sacramentos, ¿y todo por culpa de qué? Una estúpida burla de

unos chavales sin sentido de lo sobrenatural.

Ha habido varios suicidios como consecuencia de burlas y bullying escolar por tema

religioso.

Desgraciadamente, no hay gran cosa que podamos hacer nosotros, aparte de aprender a

mantener la calma en los momentos de dolor, de la misma manera que los cristianos en

Oriente o en África, que se convierten en mártires día tras día. La persecución religiosa,

sobretodo cristiana a día de hoy, es algo real, no es ninguna historia inventada.

Por ese motivo, para darnos ánimo, aconsejamos leer las palabras del Papa Juan Pablo

II: “En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con

profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios”

Conclusiones:

1. La Iglesia sigue perseguida, y así seguirá por mucho tiempo.

2. La persecución en occidente es cada vez más fuerte, así que hay que tener

cuidado y no dejarse influenciar por la gente.

3. Deberíamos darnos cuenta más a menudo de lo afortunados que somos por sufrir

una persecución tan mínima y fácil de controlar.

4. Oriente Medio necesita oraciones, ahora más que nunca, y apoyo incondicional.