siete escritores recrean el patrimonio mundial

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  • 8/16/2019 Siete escritores recrean el patrimonio mundial

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    SIETE ESCRITORES RECEL PATRIMONIO MUNSIETE ESCRITORES RECEL PATRIMONIO MUNJerusalén,foco de todaslas pasiones

    Corea del Sur yTailandia: guerraa la corrupción

    Ian Tattersall:el laberinto de laevolución humana

    Diciembre 2000

    Afrique CFA:100o F.CFA,Antilles:18 FF,Bel gique:160 FB,Canada:3,95$Can,España:550 Ptas, USA:4,25 $US,Luxembourg:154 F.Lux, Portugal:700 Esc , Suisse:6,20 FS,United Kingdom:2,5£,Maroc:20 DH.

    550 PTAS.

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    7, place d e Fonteno y, 75352 Paris 07 SP, FranciaFax: + 33 1 45 68 57 37Internet: www.unesco.org/publishingE-mail: [email protected]

    Ediciones UNESCO

    UNESCO 2001Agendadel PatrimonioMundialCon bellas fotografías ycomentarios sobre diversosbienes culturales onaturales del patrimoniomundial.

    Trilingüe español, inglés y francés

    Mapa de husos horariosIndicativos telefónicos internacionales

    58 fotografías en color

    140 pp., 19 x 26 cm120 FF/18,29

    Agendade bolsilloUNESCO2001Tapa de cuero,azul marino o rojo burdeos

    16 páginas de informaciónsobre la UNESCO

    Formato: 8 x 16 cmPrecio: 58 FF/8,84

    S u b s c r i p c i ó n :Ediciones San Marcos, Maldona do 65, 28006, Mad rid, Españatel.: + 34 91 309 20 80 fax: + 34 91 444 80 51 e-mail: [email protected]

    Revista delPatrimonio Mundial

    Los tesoros queencierra el patrimoniomundial y los esfuer-zos realizados paraconservarlos

    Subscripción6 números:190 FF ($40, 4,750 ptas, 28.97)número suelto:35 FF ($6.95, 900 ptas, 5.34)

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    S U M A R I O

    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO3

    DICIEMBRE2000Año LIII

    Revista mensual publicada en 27 idiomas y en braillepor la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,la Ciencia

    y la Cultura.31 rue François Bonvin,75732 París Cedex 15, Francia

    Fax:01.45.68.57.45/01.45.68.57.47Correo electrónico:[email protected]

    Internet:http://www.unesco.org/courier

    Director:René LefortSecretaría de dirección/ediciones en braille:

    Annie Brachet (01.45.68.47.15)

    Redacción en la sedeJefe de Redacción:James Burnet

    Español:Octavi MartiInglés:Cynthia GuttmanFrancés:Sophie Boukhari

    Ethirajan AnbarasanMichel Bessières

    Ivan BriscoeLucía Iglesias Kuntz

    Asbel LópezAmy Otchet

    TraducciónMiguel Labarca

    Unidad artística/fabricación:El Mouveur,Fotograbado:Annick Coueffé

    Ilustración:Ariane Bailey (01.45.68.46.90)Documentación:José Banaag (01.45.68.46.85)Relaciones con las ediciones fuera de la sede y prensa:

    Solange Belin (01.45.68.46.87)

    Comité editorialRené Lefort (moderador), Jérôme Bindé,Milagros del Corral, Alcino Da

    Costa,Babacar Fall, Sue Williams

    Ediciones fuera de la sedeRuso:Irina Outkina (Moscú)Alemán:Urs Aregger (Berna)

    Arabe:Fawzi Abdel Zaher (El Cairo)Italiano:Giovanni Puglisi,Gianluca Formichi (Florencia)

    Hindi:Shri Samay Singh (Delhi)Tamul:M.Mohammed Mustapha (Madrás)

    Persa: Jalil Shahi (Teherán)Portugués:Alzira Alves de Abreu (Río de Janeiro)

    Urdú:Mirza Muhammad Mushir (Islamabad)Catalán:Jordi Folch (Barcelona)

    Malayo:Sidin Ahmad Ishak (Kuala Lumpur)Swahili:Leonard J. Shuma (Dar es-Salaam)Esloveno:Aleksandra Kornhauser (Liubliana)

    Chino: Feng Mingxia (Beijing)Búlgaro:Luba Ranjeva (Sofía)

    Griego:Nicolas Papageorgiou (Atenas)Cingalés:Lal Perera (Colombo)

    Vascuence:Juxto Egaña (Donostia)Tai:Suchitra Chitranukroh (Bangkok)

    Vietnamita:Ho Tien Nghi (Hanoi)Bengali:Kal Uddin Ahmad (Dacca)Ucraniano: Volodymyr Vasiliuk (Kiev)

    Gallego:Xavier Senín Fernández(Santiago de Compostela)

    Serbio:Boris Iljenko (Belgrado)

    Difusión y promoción:Fax:01.45.68.57.45

    Suscripciones e informaciones:

    Michel Ravassard (01.45.68.45.91)Relaciones con agentes de venta y suscriptores:Mohamed Salah El Din (01.45.68.49.19)

    Envíos y números atrasados:Pham Van Dung (01.45.68.45.94)

    Los artículos y fotografías que no llevan el signo © (copyright) puedenreproducirse siempre que se haga constar “De El Correo de la UNESCO”,

    el número del que han sido tomados y el nombre del autor. Deberánenviarse aEl Correo tres ejemplares de la revista o periódico que los

    publique.Las fotografías reproducibles serán facilitadas por la Redacción aquien las solicite por escrito.

    IMPRIMÉ EN FRANCE (Printed in France)DÉPOT LÉGAL: C1 - DICIEMBRE2000COMMISSION PARITAIRE N° 71843 -

    Diffusé par les N.M.P.P.The UNESCOCourier (USPS 016686) is published monthly in Paris by

    UNESCO. Printed in France.Periodicals postage paid at Champlain NY andadditional mailing ofces.

    Fotocomposición y fotograbado:

    El Correo de la UNESCO.Impresión:Maulde & RenouISSN 0304-310X N° 12-2000-OPI 00-592 S

    Los artículos rmados no expresan forzosamente la opinión dela UNESCOni de la Redacción de la revista. Los límites que guran

    en los mapas que se publican ocasionalmente no entrañanreconocimiento ocial alguno par parte de las Naciones Unidas

    ni de la UNESCO, como tampoco los países y territoriosmencionados.

    DE TODAS LAS LATITUDES4 La travesía fantásticadel Transiberiano

    Fotos de Frédéric Hermann,texto de Michel Jan

    NUESTRO PLANETA10 Trasvase del Ebro:una solución incompleta

    Octavi Marti12 Bolivia: agua dulce, victoria amarga

    Jorge Cuba

    AULA ABIERTA14 Museos de ciencia:prohibido no tocar

    Jorge WagensbergLIBERTADES37 Guerra a la corrupción: el modelo surcoreano

    Glenn Manarin38 Tailandia: se destapa la olla

    Laurence W. SreshthaputraCULTURAS40 Jerusalén, foco de todas las pasiones

    René Lefort

    COMUNICACIÓN44 Cerebros electrónicos contra

    cerebros humanosIvan Briscoe

    HABLANDO CON…46 Ian Tattersall: el laberinto de

    la evolución humana

    Sumario detallado en la página 16.© Bertrand Gardel /Hemisphères París

    Temadel mes Siete escritores re creanel patrimonio mundialEn vísperas del tercer milenio, el patrimoniomundial continúa enriqueciéndose.A las clásicas obras maestras monumentales deconcepción occidental y a los llamados “sitiosnaturales” se suman desde hacealgunos años paisajes culturales, sitiosmixtos (culturales y naturales a la vez) ylugares que destacan por la vitalidadexcepcional de sus tradiciones. Siete escritoresnos ofrecen su visión personal de algunas deestas maravillas del mundo.Esculturas maoríes,Nueva Zelandia

    http://www.unesco.org/courierhttp://www.unesco.org/courier

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    ca del Transiberiano

    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO5

    Más de cinco días para ir de Beijing a Moscú,pasando por Mongolia,es algoque asusta a los impacientes. Sin embargo,siempre me han gustado esas tra-vesías.Hubo una época en que la partida era solemne:vagones casi vacíosse ponían en movimiento frente a una hilera de guardias rojos que agi-taban su librito cantandoEl Oriente es Rojo .Hoy la partida es febril:de lospasillos atestados debordan las más variadas mercancías.Al salir de la estación, ante la torre angular, excepcional vestigio de lasmurallas que se alza en el sudeste de la ciudad tártara, se advierte en las osci-laciones del tren una última vacilación.Los viajeros pasean su mirada por losúltimos barrios de la capital china.Otros toman posesión de su nuevo universo,célula que emprende una lenta progresión.Las primeras horas transcurren enlos relieves de la China del Norte, donde la Gran Muralla, inicialmente res-taurada y luego reducida a la condición de ruina lamentable,marcaba antañoel límite del mundo civilizado.Tras penetrar en un paisaje de loes,con barrancosde tonos ocre,jalonado de sauces enjutos,el convoy asciende lentamente haciala meseta mongola.Según las estaciones,desla un paisaje erosionado por laslluvias estivales o yerto como una piedra en el frío invernal.El ritmo mesuradodel tren y el espectáculo de esas tierras de epopeyas,fascinantes como una riberaque se aleja,incitan a la contemplación.Hasta que un entumecimiento se apo-dera de los pasajeros. No es aburrimiento ni cansancio, sino una mezcla deensueños,lecturas,conversaciones,condencias,momentos privilegiados conce-didos por el tiempo,que parece olvidado o haberse vuelto menos apremiante.Una vez pasado Dantong,más al norte en tierra mongol,la estepa se extiendemonótona hasta el horizonte.Un jinete,el cuidador de un rebaño de camellos,una cabaña, son puntos de humanidad en la extensión sin n, escasamentecubierta de hierba en pleno verano,lunar a partir de noviembre.

    La caída de la tarde alarga la sombra del tren.En los vagones, las luceshan borrado el mundo exterior.En el corazón de un desierto que se olvida,unaextraña intimidad invade los compartimentos.La decoración anticuada man-tiene la ilusión de un pasado esplendor: terciopelo gastado color frambuesa,pantalla rosa encintada de la lámpara sobre la mesilla junto a la ventana,espe josbiselados,falsos enchapados de caoba, cortinas verdes descoloridas. Un uni-verso hermético, arrastrado a la cadencia de la fractura de los rieles,que avanzaen la noche.En los demás vagones las literas están dispuestas en tres niveles.

    Una luz tenue alumbra cuerpos reclinados entre sombras.El equipaje,cuida-dosamente amarrado y amontonado, termina de saturar el espacio.Ulan Bator,el valle del Selenga y las orillas del Baikal,Irkutsk,Tomsk,

    Novosibirsk,Sverdlovsk,que ha vuelto a ser Ekaterinburgo,el Ural.Los díastranscurren al son de una letanía de nombres que giran como las ruedas deltren.Las transiciones son lentas y ya se han creado hábitos entre los pasa-

    De Moscú a Beijing, el pasajero tiene cinco díaspara evocar con nostalgia un viaje míticoy mezclarse con una multitud de aventurerosy personas dedicadas a todo tipo de trácos.

    FOTOS DE FRÉDÉRIC HERMANN,TEXTO DE MICHEL JANFRÉDÉRICHERMANN ESFOTÓGRAFO FRANCÉS. MICHELJAN, ESCRITORFRANCÉS

    ESPECIALISTA ENCHINA, HAPUBLICADO RECIENTEMENTELE RÉVEIL DESTARTARES,ENMONGOLIE SUR LESTRACES DEGUILLAUME DERUBROUK(PAYOT, 1998)

    YLAGRANDEMURAILLEDECHINE(IMPRIMERIE NATIONALEEDITIONS, 2000).

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    D E T O D A S L A S L A T I T U D E S

    La travesía fantástica del Transiberiano

    El vag n restaurante cambia seg n el territorio.Chino para empezar, mongol a continuaci n,

    ruso para terminar, ofrece una trayectoria gastron mica poco refinada y experiencias desiguales.

    6 El Correo de la UNESCO-Diciembre 2000

    El ritmo acompasado del tren invita a la contemplación:aquí,una mujer rusa de Siberia.

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    jeros.Vuelven del samovar instalado en el extremo del pasillo conpaso vacilante, se sumen en sus sueños acodados en la ventanao, cansados de un trayecto que les parece innito, juegan a lascartas o al ajedrez.

    El vagón restaurante cambia según el territorio. Chino

    para empezar,mongol a continuación, ruso para terminar,ofreceuna trayectoria gastronómica poco renada y experiencias desi-guales.Pero,cantina o gón, forma parte del viaje,suscita migra-ciones regulares, brinda a su manera un suplemento de exo-tismo.Los fuertes olores a ajo, los euvios de carnero hervido olas emanaciones agrias de la solianka (sopa de repollo) acom-

    En cadacompartimento del

    Transiberiano hay treslas de literas.

    Los vagones“nacionales” son

    sustituidospor otros en cada

    frontera.Los coches rusos

    sólo circulan en Rusia,los mongoles en

    Mongolia y los chinosen China.

    Militares,comerciantes,

    tracantes,bandidos y otrosaventureros

    se codean en losvagones del

    transiberiano.

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    8 El Correo de la UNESCO-Diciembre 2000

    D E T O D A S L A S L A T I T U D E S

    La travesía fantástica del Transiberianopañan el chirrido y elbalanceo de los ejes.A

    las horas de aperturaes el sitio más animadodel tren. La clientelaes variopinta. H a yunos pocos occiden-tales, curiosos del másmínimo detalle, q u etratan de charlar conlos autóctonos enalguna lengua cono-c i da , chinos que des-cubren prudentementea sus vecinos y, m á sle jos, rusos inclinadossobre su b o r s ch ,confundidos por seme- jante auencia deextran jeros.

    Hubo una épocaen que sólo contadosdiplomáticos de lospaíses del Este tomabanel transiberiano parallegar a la URSS. Perode unos años a estaparte,suben a este trensemanal que une Bei-

    jing a Moscú,por Mongolia o por Manchuria, pasajeros con moti-vaciones sumamente diversas.La más frecuente es el comercio.Revela las penurias más allá de una frontera, el ingenio de quehacen gala los comerciantes,el frenesí de poblaciones privadas deintercambios durante muchos años y que han redescubierto eltrueque.También hay “especialistas”, atraídos por los expresosinternacionales,al acecho para cometer algún latrocinio o inclusoun crimen.Rondan aún aventureras con mirada perdida y can-didatos a la emigración que sueñan con los paraísos de Europa ytratan de pasar inadvertidos.

    Cuanto más nos adentramos en Siberia,más se animan lospasillos. Empleados del ferrocarril y pasajeros, todos chinos,sacan a relucir cargamentos de sacos de arroz,fardos de ropa,utensilios de plástico.Las paradas no son frecuentes.Pero,en esosaltos, el andén se transforma de pronto en bazar. Hileras demujeres rusas,venidas expresamente, ofrecen los objetos másinesperados:bayas de los bosques vecinos,papas calientes,lám-paras recargadas,zapatos evidentemente incómodos.Hombresy mujeres cruzan las vías y se deslizan bajo los vagones, arras-trando sacos abarrotados de quién sabe qué mercancía. U nadolescente huye tras haber arrebatado un pantalón que unchino ofrecía por una ventanilla del tren.Bruscamente,el silbidode la locomotora pone n a las transacciones, y los últimos

    pasajeros se apresuran a subir pensando en la próxima etapa.Luego se llega a las cercanías de Moscú, a aldeas con

    campanarios blancos o dorados,como los abedules que cubrenla campiña rusa en otoño.Este viaje, fuente de aventuras,es propicio a la imaginación

    ¿No esLa Prosa del Tr an siberiano del escritor francés BlaiseCendrars una de las obras más hermosas de la poesía moderna?La travesía ferroviaria de Asia a Europa sigue ejerciendo lamisma fascinación.Como si los personajes errantes de un contnente a otro, jados en nuestros recuerdos al capricho de loscompartimentos y las cursivas,encarnaran por sí solos la permanencia del destino de la humanidad.

    Las paradas no son frecuentes.

    Pero, en esos altos,el andé n se transforma de pronto en bazar.

    A menudo los equipajes viajan en el pasillo.

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    Mongolia: una mujer acaba de reconocer a su familia en la estepa.

    R U S I A

    M O N G O L I A

    K A Z A J S T Á NC H I N A

    MOSCÚ

    VLADIVOSTO

    BEIJING

    Perm

    Omsk

    Novosibirsk

    Krasnoiarsk

    Irkutsk

    ULAN BATOR

    Ulán Udé

    ChitáLagoBaikal

    Harbin

    DIEZ MIL KILÓMETROS DE VÍASEl “verdadero” Transiberiano esel tren que va de Moscú aVladivostok y recorre 9.198kilómetros.Sólo circula enterritorio ruso, gracias a unalínea que se terminó de construiren 1916.Esta se sumaba a otralínea,concluida en 1904,peroque los rusos no considerabansucientemente segura tras laguerra ruso-japonesa de 1904-1905,porque atravesabaManchuria. Por otra parte, dosvías férreas unen Moscú y Beijingsiguiendo enuna primera etapa el trazadodel Transiberiano, y luegobifurcándose hacia el Sur, unaa través de Manchuria,la otracruzando Mongolia.

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    “El llamado problema del agua se trans-formará en guerra del agua ” pro n o s t i-caba, en 1997, el profesor José ManuelNaredo al analizar la situación españoladesde su perspectiva de experto en temasecológicos. El 8 de octubre de 2000,casi400.000 personas deslaron por las callesde Zaragoza –una ciudad que cuenta con650.000 habitantes– para protestar contrael Plan Hidrológico Nacional (PHN),pre-sentado por el gobierno español el 5 de

    septiembre anterior.La principal medidaprevista por el Plan consiste en trasvasarparte del caudal del Ebro –1.000 hectó-metros cúbicos (hm3) anuales– haciazonas con problemas de sequía coyun-tural o estructural, todas ellas situadasen la costa mediterránea. Para los ara-goneses, los 700.000 millones de pesetas(más de 3.500 millones de dólares) que elgobierno quiere gastarse en una obra que

    comporta 529 km de nuevas canaliza-ciones y varios embalses son 700.000 gotasde más en un vaso que ya rebosa.

    La comunidad de Aragón, cada díamás despoblada –más de la mitad de sushabitantes vive en Zaragoza– estima que

    el PHN olvida de nuevo la región y queahora se trata de un caso de agravio com-parativo.En una simplicación un tantod ema g óg i c a, los 400.000 manifestantesgritaron que el agua del Ebro,de su Ebro,servirá para regar campos de golf,llenarlas piscinas de los turistas y alimentar losparques temáticos, mientras ellos semueren de sed y abandono.

    “Lo que ha entrado en crisis es el cri-

    terio que preside la política hidráulicaespañola desde hace un siglo,que puederesumirse así: hay que tomar el agua dedonde sobra para llevarla a donde falta”,dice Naredo.Para quienes critican el PHN,no se trata tan sólo de que el suministro de

    10El Correo de la UNESCO-Diciembre 2000

    OCTAVI MARTIPERIODISTA DELCORREO DELAUNESCO

    Trasvase del Ebro:una solución incompletaEspaña es un país con poca agua que consume mucha. Para paliar la escasez, el gobierno propsolución técnica: el trasvase del Ebro. Otras voces reclamansoluciones que penalicen el despilfarro e incentiven el ahorro y la reutilización.

    Riego en el delta del Ebro.

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    agua no puede seguirse gestionando hoydesde criterios meramente técnicos;ni deque el trasvase en sí sea criticable porquelos hidrólogos arman que en el trans-curso de los últimos 25 años la cuenca delEbro ha dejado de ser excedentaria. Nitampoco de que la medida no tenga encuenta la dinámica de creación de nuevosregadíos que genera el anuncio de unaoperación de este tipo, sino de que el tras-vase es lisa y llanamente innecesario.Parael profesor Enric Te l lo, especialista enHistoria Económica,la solución pasa por“organizar la oferta de otro modo”.Tellocree que España “padece de hidroesqui-z of r e nia ” y que “tarde o temprano loscontribuyentes terminarán por pregun-tarse qué sentido tiene seguir subvencio-nando el suministro de agua para unoscultivos que también están subvencio-

    nados y que, a menudo, son excedenta-rios”.La diferencia abismal entre los pre-cios del agua destinada a riego,la que vaa ser utilizada en la ciudad o por la indus-tria y la que acabará embotellada es elmotor mismo de esa “hidroesquizofrenia”.

    ¿Por qué no intentar acercar esos pre-cios? La respuesta puede que esté en undetalle que tanto Tello como Naredo nodudan en subrayar: el ministro españolde Medio Ambiente, Jaume Matas, pre-sentó el PHN en la sede de la patronal de

    constructoras de obras públicas.Cada kilo de maíz manchegoexige una tonelada de agua

    En el ministerio el análisis es diferente.Creen que la demanda de agua seguirácreciendo, lo cual requiere proyectar cos-tosos acueductos.Se admite que convienecongelar la supercie destinada a regadío–3.437.038 ha.– pero se impulsa el trasvasey se habla de más de 70 nuevos pantanos enun plan de inversiones de más de 15.000millones de dólares en ocho años. Todoello entra en contradicción con la DirectivaMarco de la Unión Europea, pues en ellase toma cada cuenca hidrográca comouna unidad de gestión,lo cual impide lostrasvases entre diferentes cuencas.

    El ministro cree que “el PHN es uncamino que no tiene vuelta atrás”y quecon él “resolveremos denitivamente elproblema del agua”. Lo cierto es queEspaña, donde existen 1.070 embalses degrandes dimensiones,es el país del mundocon mayor supercie ocupada por el aguade los embalses en proporción a su terri-torio total.Muchos de esos pantanos son

    inútiles,como lo prueba el que, durantemeses, sólo acojan entre el 5% y el 10%de su capacidad teórica. Mediados losaños 60 se emprendió un primer grantrasvase,el del Tajo hacia el Segura.Sobreel papel se trataba de enviar 600 hm3 deuna cuenca a otra,pero en 1999 las comu-nidades regionales tuvieron que nego-ciar para que Castilla aceptase ceder sólo40 hm3.¿Qué ha pasado para que menosdel 10% de lo proyectado ya sea dema-siado? En La Mancha, en la Meseta,haproliferado el cultivo del maíz, g r a nconsumidor de agua.150.000 ha.de mai-zales sobreexplotan el agua subterráneay reclaman más agua del Ta jo.Antes, en lazona murciana,desde el momento mismoen que empezó a hablarse del trasvase,lazona de regadío creció en 53.000 ha. Elbiólogo José Luis Benito constata que“por increíble que parezca, el trasvaseconvirtió una sequía eventual y episó-dica en estructural y permanente”.

    El clima mediterráneo es el de unos 40millones de ha.del territorio español.Es unclima que no hace coincidir los periodoslluviosos con los de calor, como es el caso

    de los monzónicos,de manera que la vege-tación nunca es muy abundante.Plantarmaíz,alfalfa,patatas o judías en esas zonasno es lo más recomendable, porque soncultivos que reclaman mucha agua. Pore jemplo,se calcula que cada kilo de maíz

    manchego exige una tonelada de agua.Siese cálculo se aplicase al precio de dichaagua constataríamos, como lo ha hechoPedro Arrojo en su estudio sobre losregadíos aragoneses, que el 45% de losmismos serían decitarios sin las subven-

    ciones y el 90% no serían sucientementerentables como para ser explotados.Esa situación lleva a Enric Tello a

    reclamar, en nombre de un crecimientosostenible que,“si por razones vitales parael equilibrio territorial y de ordensocioambiental” hay que subvencionar laagricultura,“conviene que lo sean direc-tamente las explotaciones agrarias y no ela gu a, el combustible o los abonos quí-micos”. En efecto, la elección de cultivosno adecuados al clima se acabaría si elprecio del agua destinada al riego fuesemás alto y no hasta 100 veces más barataque la de uso industrial.Lo que Tello pro-pone ya ha sido experimentado conbuenos resultados en Estados Unidos através del llamado “Banco de Agua deCalifornia”.Ese “mercado”permite a loscampesinos vender temporalmente partede sus concesiones de riego.Los compra-dores urbanos abonan un precio más alto,de manera que la venta les permite com-pensar lo que pierden al pasar su explo-tación de regadío a secano.En resumen,la ciudad obtiene el agua que necesita, elagricultor no pierde dinero y el medio

    ambiente no sufre sobreexplotación.Penalizar el despilfarroe incentivar el ahorro

    La Comunidad autónoma catalana,que recibiría,según el PHN,180 hm3–paraValencia serían 300,430 para Murcia y 90para la provincia andaluza de Almería– notiene en estos momentos problemas desuministro ni su demografía permitepensar que vaya a tenerlos en lospróximos 25 años. El profesor Naredoindica además que, a raíz de la transfor-mación que vivió Barcelona antes de losJuegos Olímpicos de 1992,que supuso elcierre de viejas industrias muy golosas enagua, “la ciudad ha visto cómo aumen-

    N U E S T R O P L A N E T A

    Océano Atlántico

    MarMediterráneo

    F R A N C I A

    E S P A Ñ A

    MARRUECOS A R G E L I A

    MADRIDBarcelona

    Zaragoza

    Valencia

    Murcia

    Almería

    C A S T I L L A

    L A M A N C H A

    A N D A L U C Í A

    E b r o

    J ú c a r

    S e g u r a

  • 8/16/2019 Siete escritores recrean el patrimonio mundial

    12/52

    Una ley de privatización del agua fue lachispa que encendió la “guerra delagua” en Bolivia, que desató una de laspeores crisis sociales que ha vivido estepaís andino en los últimos años.El conictoestalló en enero de 2000 cuando las tarifasdel agua potable de los habitantes de laciudad de Cochabamba, en el centro delpaís, se triplicaron. Además, los campe-sinos de la región de valle seco que rodeaa la ciudad descubrieron de golpe que elagua que habían extraído gratis durantegeneraciones ya no era suya.De la nochea la mañana, los primeros tuvieron quepagar el precio real de este bien básico,

    sin subvenciones, mientras que lossegundos –en su mayoría indígenas que-chuas– pasaron de ser propietarios ances-trales del agua a clientes de Aguas delTunari,subsidiaria de International WaterLimited de Londres.

    Estas medidas eran la traducción enhechos de la Ley 2029 del Servicio de AguaPotable y Alcantarillado Sanitario, apro-bada a nales de 1999,que privatizó amboss erv i cio s. “El gran error de esa ley fuehaber concesionado también las fuentesde agua,pues en general las concesiones sehacen únicamente para la administracióndel servicio”, sostiene el hidrólogo boli-viano Carlos Fernández Jauregui,expertode la UNESCO en temas hídricos.

    El agua, un tema de debatepúblico

    A d e m á s, la ley fue aprobada sin

    ningún tipo de consulta pública y bajopresión de la compañía francesa Lyon-naise des Eaux, encargada de la distri-bución del agua en La Paz bajo el nombrede Aguas de Illimani.

    En el país más pobre de Sudamérica,

    donde un tercio de la población no tieneacceso al agua potable y siete de cada 10personas viven en condiciones de pobreza,sobran razones de descontento social. Elconicto del agua fue el detonante de unarevuelta mucho más amplia cuyos resul-tados fueron diez meses de desórdenes,enormes pérdidas económicas, once díasde estado de sitio y una decena de muertos.

    La presión social fue tal que elgobierno tuvo que dar marcha atrás.Ena b r i l , Aguas del Tunari rescindió elcontrato que había rmado con las auto-ridades para realizar el proyecto Misi-cuni,que preveía la construcción de una

    presa para ampliar la red de distribuciónde agua en la región cochabambina.Pero,aunque la “guerra del agua”ter-

    minó con el triunfo ciudadano,el problemade fondo de Cochabamba no ha sidoresuelto. En la ciudad, el suministro no

    taba su nivel freático,exigiendo cada vezmás bombeos para evitar que se inundenla red de metro y los aparcamientos sub-terráneos”. Partiendo de la experienciade un 20% de los habitantes del áreametropolitana de Barcelona,que durante

    más de seis años se organizaron paranegarse a pagar la parte correspondientea los impuestos incluida en la factura delagua,Enric Tello ha estudiado los bene-cios que podrían obtenerse de “un sis-tema de tarifas que penalice el despil-farro e incentive el ahorro y lare u ti l i za c i ón ”. La industria, cuando havisto que el precio del metro cúbico deagua podía costarle diez veces más baratosi depuraba el agua antes de devolverla alrío, lo ha hecho al tiempo que racionali-zaba el consumo. En su estudio sobre lascalidad ambiental,Tello demuestra queinvertir 500 dólares en todos los hogaresde Catalunya para equiparlos con elec-trodomésticos y sanitarios que ahorren yreutilicen el agua supondría una inver-sión menor que otro trasvase proyectado,el del Ródano desde el sur de Fr a nc i ahacia Barcelona, cuyo coste previstosupera los mil millones de dólares.

    Una scalidad que obligase a dejar

    de malgastar el agua también serviríapara resolver otro gran problema: el deunas conducciones obsoletas. P e d r oArrojo ha constatado que en su ciudad deZaragoza el consumo de agua es idén-tico durante día que a lo largo de la noche

    debido a las enormes fugas que presentala red de distribución.

    La agricultura absorbe 80% dela demanda de agua

    En realidad,España recibe cada añoprecipitaciones que aportan 346.000 hm3,pero de éstos, una vez superado el fenó-meno de evotranspiración, sólo quedan109.000. Ese agua debiera ser sucientepara atender una demanda anual de35.000,el 80% de la cual corresponde a esaagricultura que la paga,en la gran mayoríade casos,a una peseta el metro cúbico.

    En las zonas en que el precio del aguapara riego es medianamente alto –30pesetas el m3, ya sea porque proviene deplantas desalinizadoras, ya sea porqueprocede de acuíferos subterráneos quehay que proteger, los cultivos se han tec-n i cado de manera extraordinaria .Almería,que veinte años atrás era la pro-vincia más pobre de España, es hoy la

    que crece más deprisa y la que absorbe,proporcionalmente, más mano de obraextran jera.Pero el gran rendimiento de loscultivos hidropónicos o en substrato hahecho que Almería,además de necesitarde pronto a esos 30.000 emigrantes sinsaber acogerlos ni integrarlos, cuente tam-

    bién con 13.000 ha.de regadío ilegales.El trasvase del Ebro es un remediotécnico inecaz para un problema cul-t ural ,s o c i a l, político y económico.Segúnsus detractores, no resuelve nada, perocrea otros muchos problemas. Y en esesentido tampoco debieran olvidarse losseñalados por las asociaciones de ecolo-gistas,que temen por la desaparición deldelta del Ebro, la segunda gran reservaecológica del país, que el título de unlibro de 1999 presenta como un “sistemaamenazado”.Entre nales del XIX y hoyel aporte de sedimentos del Ebro se hareducido en un 95%.De ahí también queel Estado tenga que invertir cada año100 millones de dólares aportando arenaa playas que se han quedado sin ella.Esosí,si la desertización sigue progresandoarena nunca les faltará.

    12El Correo de la UNESCO- Diciembre 2000

    JORGE CUBAPERIODISTA BOLIVIANO

    AGUA DULCE,VICTORIA AMARGA¿Agua pública o privada? Si algo puede aprenderse de la “guerra del agua”en Bolivia es que para resolver el conicto ha detenerse en cuenta a la población, sus tradiciones y sus costumbres.

    Conicto por el agua en Bolivia

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    supera las cinco horas diarias y en las zonasaledañas sólo cuatro de cada 10 agricultorestienen acceso al agua potable. “La únicaalternativa para solucionar la escasez de

    agua en Cochabamba es construir la presa.Las otras opciones son paliativos”, sos-tiene Fernández Jauregui.Proyectos comola perforación de ríos de aguas subterrá-neas sólo han tenido hasta el momentodesarrollos ocasionales;y otras ideas,como

    la de crear una cooperativa o una sociedadanónima con amplia participación popular,no terminan de concretarse.

    Además de la presa,el proyecto Misi-

    cuni incluye la construcción de un túnel yde plantas de puricación y tratamiento deaguas residuales por un costo total de 300millones de dólares. Las enormes facili-dades que la ley otorgaba a los concesio-narios se explican sin duda por la nece-

    sidad de atraer inversionespara costear este millonariopr o yect o, ya que los legisla-dores apuntaron al bolsillo delcontribuyente para nanciarlo.

    Pero al nal el tiro se volviócontra el gobierno de HugoBanzer,pues Aguas del Tunariexige cuantiosas indemniza-ciones por la rescisión delcontrato y las autoridadestemen perder crédito ante losinversionistas extranjeros si seniegan a pagar.

    Un problema degobernabilidad

    Además,la partida de estascompañías no es necesaria-mente la mejor solución.Gra-cias a la experiencia ganada envarios países,estas multinacio-nales ofrecen por lo general unmejor servicio que las empresaspúblicas locales, usan el aguade manera más eciente ypagan mayores salarios a losté cn icos. Pero los gobiernos,por su parte, deben proteger asus ciudadanos de los naturalesapetitos comerciales de estosgigantes del agua.

    Para Fernández Jauregui,el problema del agua enBolivia es de gobernabilidad.En su opinión, los bolivianosestán pagando la falta de expe-riencia en materia de legisla-ción del agua: “No existenleyes, ni instituciones, ni tam-poco infraestructuras apro-piadas para encarar el pro-blema del agua”, apunta. Enotros países latinoamericanosse han logrado experienciaspositivas de resolución dec o n ictos por tan espinosotema.

    Aunque las comunidadesestén aferradas a la gratuidaddel agua desde hace genera-ciones,con un diálogo franco yabierto son también capacesde tomar conciencia de que esun bien escaso y hay que

    comenzar a pagar por él. “Es claro quehabía otras maneras de encarar el pro-blema del agua en Bolivia”, a s e g u r aFernández Jauregui. “Las leyes del agua

    hay que consultarlas primero con lascomunidades concernidas, como se hacecon otras leyes. Si se hubieran respetadolos usos y costumbres tradicionales, la cul-tura local, todos estos problemas sehabrían evitado.”

    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO13

    Manifestación de campesinos cochabambinos contra la ley de privatización del agua en abril de 2000.

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    DJORGE WAGENSBERGFÍSICOESPAÑOL. DIRECTORDELMUSEO

    DELACIENCIADELAFUNDACIÓNLACAIXA,ENBARCELONA.

    esde hace tiempo tengo la costumbre desalir de mi ocina y pasearme por todoslos rincones del Museo de la Ciencia de laFundación La Caixa que dirijo en Bar-c e l o n a , para espiar con disimulo a losvisitantes.Algunos detalles no tienen des-perdicio y son una rica materia parareflexionar sobre lo que debe ser unmoderno museo de la ciencia.

    Sigo de cerca a un joven padre y a suhi jo,de unos siete años.Se detienen anteuna planta singular que cuando alguien latoca reacciona retirando las hojas. S etrata de laMimosa pudica .Padre - ¿Has visto lo que sucede?

    Niño- ¿Qué? ¿Qué pasa? ...¡Oh! Pero esto... ¿es de verdad o es de mentira?Padre- Es de verd ad , hombre ...¿no lo ves?

    Continúo tras ellos hasta unamaqueta de la selva amazónica en la quese simulan 24 horas de la selva en 10minutos,incluida una gran tormenta conaparato eléctrico, lluvia cerrada,arco iris,e t c. En medio del espectáculo, el niñolevanta la vista boquiabierto y pregunta:Niño- Oye . .. p e r o, ¿es de verdad o dementira?Padre- Es de mentira,niño ...¿no lo ves?

    Pocos minutos después,en una expo-sición sobre arqueología submarina y ante

    un gigantesco acuario en el que se ve elcamarote del capitán de un barco hun-dido,con enormes morenas nadando entrelos muebles, escucho un nuevo diálogo:Niño- Son de verdad ...¿verdad?Padre- ¡Claro!¡Ya sabes que sí!

    Niño- ¿Y los muebles?Padre- Mmm ... pues los muebles no lo sé...yo diría que unos sí y otros no.

    La jación metafísica del joven –reco-nocer la diferencia entre realidad ymodelo,entre experiencia y teoría,entrela representación de la cosa y “la cosa ensí”– es mucho más profunda de lo queparece sospechar su padre. Y tiene,además,la virtud de replantear en nuestromuseo un debate crucial: ¿ C u á n d orecurrir a un objeto real? ¿Cuándo a unasimulación? ¿Pueden mezclarse ambascosas?

    Está claro, en todo caso,qué es lo que

    no debe hacerse en un museo:reducir lasexposiciones a un libro cuyas páginas hansido ampliadas para que el sufrido visi-tante las lea paseando por un pasillo,salasrepletas de vídeos y ordenadores queparecen más bien tiendas de electrodo-

    14El Correo de la UNESCO- Diciembre 2000

    Museos de ciencia:prohibido no tocarJorge Wagensberg espía al público que visita el Museo de Ciencia que dirige en Barcelona.A partir de los diálogos escuchados al azar, reexiona sobre lo que debe ser el museo ideal, ese reino dlos estímulos donde todos los sentidos, en particular el tacto, tienen cabida.

    Los museos modernos de ciencia estimulan la participación activa de sus visitantes.

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    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO15

    mésticos y maquetas para poner enescena todo tipo de demostraciones.Estees uno de los vicios más ingenuos de lamuseografía actual: olvidar la prioridadirrenunciable a lo real.

    Así como las clases,las conferencias,y

    los seminarios se basan principalmenteen la palabra hablada;el cine y la televisiónen la imagen,y los libros y las revistas enla palabra escrita, los museos y las exposi-ciones deben centrarse en el objeto o elsuceso real.La promesa de realidad es loque animará al público a visitar el museo.

    En los últimos años, los museos deciencia son sin duda los que más han cam-biado sus contenidos, sus métodos y sucompromiso frente al ciudadano:nuestrolema hoy es “prohibido no tocar”. Delconcepto de vitrina se ha evolucionado alde experimento, de la etiqueta acadé-mica se ha pasado a una más literaria y,sobre todo, la vista ha dejado de ser pri-vilegiada para dar paso a una voluntad dehacer participar a los cinco sentidos.

    Hay otro aspecto que he aprendido enmis paseos: queda mucho camino porrecorrer para que los jóvenes sientan elmuseo como suyo.Hace poco sorprendí auna niña de no más de seis años lanzandoenormes pedruscos contra un quiosco demadera que se utiliza en verano paravender helados en un espacio al aire libre.Es invierno y el quiosco está cerrado. Me

    acerco a la niña justo cuando se dispone alanzar un nuevo proyectil.En cuanto des-cubre mi sombra suelta la piedra y se miralos pies,avergonzada.Ante mi presenciapertinaz y silenciosa, la niña levanta lavista,mira la caseta, luego me mira a mí ypregunta:“¿Es tuya?”.

    Generar estímulos a partirde objetos reales

    Para conseguir que nuestros jóvenesvisitantes traten con cariño los objetosque el museo les ofrece, hay que conse-guir que los consideren suyos.Y,aunqueno es tarea fácil,una forma de intentarloes generar estímulos.

    En un museo de ciencia, los buenosestímulos se basan en una sabia mezcla detres ingredientes: estímulos manuales,emocionales e intelectuales.Para ilustrarestas nociones,veamos algunos ejemplos.

    Una vez acompañé de lejos a un niñode unos diez años que entró al gran ter-rario del museo donde se encuentra unmódulo titulado “la quietud invisible”.Loprimero que el niño ve es ...nada.Pero enel interior,decorado con materiales natu-

    rales –hojarasca,tierra, raíces– viven dos otres docenas de insectos-palo (E xteto somatiaratum).Intrigado,el niño mira en tornosuyo, visiblemente contrariado. Debe depensar que se trata de una broma o deotro módulo en reparación.De repente su

    mirada tropieza con un letrero queanuncia:“Aquí hay 30 grandes insectos”.Con mirada incrédula,parece preguntarsecómo es posible no ver tantos insectos enun espacio tan pequeño. De repente,alcanza a verlos.Uno,dos,tres,“ ¡ Ah,y a ! ,

    ahí estaban…”,alcanzo a escuchar mien-tras veo cómo se ilumina su rostro. Susojos miraban los insectos,pero su cerebrono los veía. Esta es la interacción emo-cional.Este niño,como muchos otros visi-tantes,queda literalmente atrapado parala percepción de todo lo que sigue.

    Junto al terrario hay una ventana porla que se ve una nube de puntos aleato-riamente distribuidos en un plano.Impo-sible reconocer la menor lógica en su dis-p o s i c i ó n . Sin embargo, si el visitanteacciona un mando, parte de los puntos semueven y aparece el dibujo de un animal.Es un caso de interactividad manualgenuina:con la acción,el animal se hacev i s i b l e, p e r o, al cesar ésta, d e s a p a r e c eante las mismas narices del visitante.Estefenómeno estimula la imaginación y per-mite recordar que muchas presas adoptanla estrategia de la inmovilidad rigurosaaunque el aliento del depredador esté auna proximidad terroríca.Aplicada a lavida cotidiana, (¿por qué agitamos lamano cuando queremos llamar la aten-ción de uno de esos camareros especiali-zados en hacer la vista gorda?) la expe-

    riencia permite explicar en qué consistela interactividad mental, por la que elvisitante establece analogías y logra rein-terpretar vivencias anteriores.

    Más que conservar un patrimonio,i n f o rm a r, formar o incluso enseñar, l aprincipal tarea de un museo modernodebe ser la de generar este tipo de estí-mulos basados en objetos y fenómenos

    reales. Así, el ciudadano puede vivir encarne propia las emociones del cientíco,un hombre que no persigue ni el bien niel mal de la humanidad, sino que, comocualquier otro ciudadano, necesita pro-ducir conocimiento sobre el mundo parapoder compartir al máximo su soledad

    cósmica.Para ello recurre al experimento,su intento de diálogo con la naturaleza.Elpropósito del museo debe ser que el visi-tante se sumerja como un buzo en lasemociones del cientíco.

    Aprender de los que estánaprendiendo

    Con base en mi experiencia de director-espía,quisiera terminar recordándoles quedebemos escuchar y atender a los niños,nosea que todavía quede algo que aprenderde los que están aprendiendo.

    Nuestro museo se dirige,en principio,a todo el mundo,sin distinción de edad oformación. Pero la cuestión es:hay ideasde los más jóvenes que resultan ser luegoválidas universalmente.Por eso hay queestar atento a esas voces.Como ésta queescuché a la salida de la gran sala de expo-siciones temporales. Me cruzo con unamadre acompañada de dos niños,uno deunos 10 años y otro de unos cinco, quetiene que correr para mantenerse al pasode los demás.El niño de 10 años pareceexcitado e impaciente:Niño de 10 años:“Mamá,mamá,...¿Qué

    hay en la Amazonia?Madre: Ahora lo vereeeeeeemos ... t ran-quilo, a lo mejor te llevas una decepción¿ sabe s?.....Y ya de lejos tras de mí,apenas perceptible:Niño de cinco años:Mamá ...Madre:Sí,vida ...Niño de cinco años: ¿Qué es una decep-ción?”

    A U L A A B I E R T A

    El Museo de la Cienciade Barcelona

    Inaugurado en 1981, el Museo de la Ciencia dela Fundación la Caixa de Barcelona es el prime-ro en su género en España. Su principal objetivoes divulgar la ciencia y la técnica entre el públicoen general, particularmente entre los estudiantes.Al servicio de la divulgación cientíca, facilita elcontacto entre los profesionales de la ciencia, laenseñanza y las instituciones cientícas.Tiene unasupercie de 7.000 m2 y actualmente está rea-lizándose una remodelación para ampliarla a30.000 m2.Para más información:www.fundacio.lacaixa.esTeléfono 34 93 212 60 50

    Una sala del museo catalán.

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    Sumario18 La memoria son más que piedras

    Léon Pressouyre

    19 Jardines hechos con almaLu Wenfu

    20 Los molinos de mi infanciaSerge van Duijnhoven

    23 Los tesoros enterrados delas ciudades mauritanasMussa Uld Ebnu

    24 Guana juato, una mina de historiaRafael Segovia

    26 Las escaleras del cieloAlfred A.Yuson

    28 Las mil y una nochesde Xemáa el FnaJuan Goytisolo

    SIETE Erecrean el puál es la mirada de siete escritores sobre otras tantas mvillas del mundo, testigos ejemplares de una parcela de nmemoria borrada con harta frecuencia?Durante mucho tiempo, esas maravillas sólo podían sermaestras monumentales o espacios naturales vírgenes.Halgunos años que esta concepción estrecha y demasiadodental ha desaparecido.Como explica Léon Pressouyre (p8-19),el patrimonio mundial se ha abierto a los paisajes culturales,mar-cados por la interacción del hombre y la naturaleza,y al

    monio inmaterial”, ese conjunto difuso de creencias, leytradiciones y comportamientos en el que se encarna nudiversidad.Estas nuevas maravillas es lo que evocan estos escritores y lo que el poeta seneCarrère presenta a la vez como legado y herencia,encuentro e intercambio, memor(p. 17).Nuestro recorrido empieza con los paseos del escritor chino Lu Wenfu,que nos cuende los jardines de Suzhou (p.20-22). Serge van Duijnhoven recuerda su infancia junto a los de Kinderdijk,en los Países Bajos, sin cuya acción la mitad del país no existiría (p.23-25). Mussa UldEbnu describe cuatro antiguas ciudades mauritanas, comerciales y religiosas, quepoco a poco bajo las arenas del desierto (p.26-28).Rafael Segovia cuenta la fe inquebrantable de loshabitantes de la ciudad de Guanajuato,surgidade las entrañas de las montañas del centro de

    México y alimentada por sus minas de oro yplata (p.29-30). En Filipinas,Alfred A.Yuson seextasía ante la rara complicidad de la naturalezay el hombre,entre su cultivo y sus cultos,a la quedeben su existencia los arrozales en terrazas dela isla de Luzón (p.31 a 33). Por último, de lamano de Juan Goytisolo,el patrimonio oral cobratodo su sentido con los relatos de los cuentistasde la plaza de Xemáa el Fna en Marraquech,Marruecos (p.35 a 37).

    La organización y coordinación de este Tema delmes han corrido a cargo de Jasmina Sopova,perio-dista del Correo de la UNESCO.

    ¿C

    16El Correo de la UNESCO- Diciembre 2000

    T E M AD E L M E S

    El emblema del PatrimonioMundial simboliza la

    interdependenciaentre la diversidadcultural y naturaldel mundo. El cua-dro ilustra la crea-tividad artística yla inspiración delhombre, el círculorepresenta a losdones de la natura-

    leza. El emblema esredondo como el

    mundo y simboliza laprotección del patrimo-

    nio de la humanidad.

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    Patrimonio mundial: he aquí un temapara nuestro mundo de hoy,sacudido poruna crisis de una intensidad y una vio-lencia inquietantes,que hace tambalearsetodo un sistema de valores,desvirtuandola relación entre el hombre y su entorno.Los efectos de la evolución industrial ytecnológica lo demuestran: el pactosagrado del hombre con la naturaleza y eluniverso se ha roto,el planeta está enve-nenado y la vida misma parece amena-zada en sus diversas formas.

    Esta crisis nos obliga a proceder areplantearnos no sólo los medios del desar-rollo,sino,ante todo, la noción misma dedesarrollo,demasiado tiempo consideradaúnicamente desde el punto de vista mate-rialista de la producción y el consumo.Pensadores,artistas y escritores están cadavez más convencidos de que esta concep-ción del desarrollo, que sacrica la cul-tura al crecimiento económico, lo cuali-tativo a lo cuantitativo, no puede tenermás que consecuencias catastrócas.

    Por eso armamos, hoy como ayer,

    “primero la cultura”.Las grandes citas dela historia de la humanidad han sidosiempre culturales. No se trata de crearguetos culturales, étnicos y geográcos,

    sino, por el contrario, de apreciar todasnuestras riquezas en su identidad y suespecicidad, para consolidar los logrosdel pasado e incrementar el acervo quelegaremos a los hombres de mañana.Unpatrimonio en el que todas las razas,todaslas naciones, todos los continentes, e nresumen todas las civilizaciones apor-tarían cada una sus valores irrempla-zables.

    Es este humanismo de “dar y recibir”lo que el poeta martiniqués Aimé Césairedesea a toda costa que se instaure: unanueva concepción de la relación de inter-cambio.

    Simbiosis de culturas pues, no paraconfundirse ni para fundirse unas enotras,sino,al contrario,para multiplicarseunas con otras y desarrollarse. Esta “cul-tura de lo universal”, tan cara al poetasenegalés Léopold Sédar Senghor,no esuna cultura universal,sino un encuentrode civilizaciones.

    Este encuentro es el patrimonio mun-

    dial de nuestra humanidad. El hombrese fue diferenciando del animal por sucreatividad,que trasciende los horizontesde lo visible.El fuego,dominado,se trans-

    formó en rumores en el bosque:rumor devida, rumor de colores, rumor de formas,inmensidad recomenzada,espe jismo,cla-ridad… El primer abejorro en el que seapoyó, la primera piedra que escogió paradescansar, la primera caverna en que serefugió ostentaban los colores de la luz.Pues había nacido desde el principio en labelleza:nació para lo Bello.

    Polvo de estrellas,recorre el mundo y,como Pulgarcito, lo siembra de piedras.Con el tiempo,construyó monumentos enlos que se inscriben el genio y la perma-nencia de su especie.

    Para ordenar su acción, necesita unaimagen de su pasado y una visión de sufuturo.Y aunque las ciencias no respondentodavía a la cuestión de los primeros orí-genes ni a la de los nes postreros, des-cenderá de todas las cruces para proclamarsu fe en la vida.En esta fe reside su espí-ritu de resistencia y de esperanza.Y es laque proclama, como una necesidad vital,en los frontispicios de todos sus edicios.

    De las cabañas de su infancia a lascolumnas de los templos,en cada piedra,detrás de todas las puertas, de todos lossiglos,inscribirá esta esperanza.

    EL ENCUENTRO DEL DARY EL RECIBIR

    CHARLES CARRÈREPOETA Y PINTORSENEGALÉS, VICEPRESIDENTEDELACASAINTERNACIONAL DELAPOESÍA,

    AUTORDE UNA DECENA OBRASENTRE LAS QUECABE MENCIONARHIVERNAGE(L’HARMATTAN, PARÍS, 1999).

    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO17

    L I B R E O P I N I Ó N

    CRITORESatrimonio mundial

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    Profesor de la Universidad deParís, Léon Pressouyre preside laComisión para la preservaciónde los monumentos nacionalesde Bosnia Herzegovina,nom-brada por la UNESCO. Fue coor-dinador de la lista del patrimo-nio mundial en el seno delICOMOS (Consejo Internacionalde Monumentos y Sitios) entre1980 y 1990. Entre 1990 y1997 representó a Francia en elComité del Patrimonio Mundial.Es autor de La Convención delpatrimonio mundial, 20 añosdespués, (UNESCO, París, 1993).

    LÉONPRESSOUYRE

    18

    LÉON PRESSOUYREPROFESOR UNIVERSITARIOFRANCÉS

    ¿Qué tienen en común los diferentessitios de la lista del patrimonio mun-dial que han sido fuente de inspira-ción en este número delCorreo dela U N E S C O para toda una seriede escritores y creadores,sensibles

    a su carácter único e irremplazable? Sin la mismacarga afectiva ni correspondencia estructural entreellos, estos sitios son testigos ejemplares de algunasevoluciones conceptuales recientes. Me referirésobre todo a dos:la desaparición progresiva de lasbarreras que separaban el patrimonio cultural delpatrimonio natural, y una mayor atención a losvalores del patrimonio inmaterial, maltratados yfragilizados por la mundialización.

    La Convención del Patrimonio Mundial, adop-

    tada por la Conferencia General de la UNESCO en1972,al mismo tiempo que formulaba un conceptoesencial e innovador en un instrumento jurídicointernacional, denía en términos muy conserva-dores la existencia de dos elementos integrantesdel patrimonio de la humanidad, uno cultural yotro natural.Culminaban así una larga tradición yuna búsqueda intelectual más reciente, al términode la cual las maravillas de la naturaleza debíanequilibrarse con las maravillas del arte.

    Es sabido que la admiración que el ser humanosiente por sus propias obras se plasmaba ya, dossiglos antes de nuestra era, en la famosa lista de lassiete maravillas del mundo —un mundo estricta-mente circunscrito a la cuenca oriental del Medi-terráneo.Pero las primeras listas de maravillas de lanaturaleza son también, contrariamente a lo quesuele creerse,muy anteriores a los tiempos modernosy a la aparición de una conciencia ecológica.En unmanuscrito latino del siglo XII que se conserva en laBiblioteca Nacional de Francia,el autor contraponea las siete maravillas articiales y perecederascreadas por el hombre otras tantas maravillas de lanaturaleza que son, a su juicio, obra de Dios. L alista es la siguiente:las mareas, la germinación,el avefénix (que renace milagrosamente de sus cenizas),unvolcán –el Etna, en Sicilia– una fuente termal

    próxima a Grenoble,en Francia, el sol y la luna.Setrata de maravillas sobre las que ni el tiempo ni losaccidentes tienen poder alguno y a las que sólo el ndel mundo pondrá n , mientras que las obrashumanas son perecederas por naturaleza.

    En el siglo XX, la Convención de 1972 se ins-

    cribe en esta doble tradición europea.No fue frutode las reexiones de lósofos,historiadores o soció-logos en torno a la noción de patrimonio, sino dealgo mucho más sencillo, el encuentro de dos cor-rientes de pensamiento.La primera,procedente dela Conferencia de Atenas, organizada en 1931 porla Sociedad de Naciones, se centraba en la conser-vación del patrimonio cultural y se basaba en granmedida en los conceptos clásicos de “obra maestra”o “maravilla del mundo”;la otra partía de la primeraconferencia internacional sobre la protección dela naturaleza, celebrada en Berna en 1913, qu e,revigorizada en la Conferencia de Brunnen en 1947,culminó con la creación de la Unión Mundial parala Naturaleza (UICN),en 1948.Sus representantesquerían transmitir a las generaciones futuras unoscuantos sitios naturales “vírgenes”,es decir,nuncatocados por el hombre.

    Los sitios naturales entran enla Lista del Patrimonio Mundial

    Esta oposición entre bienes culturales,que la opi-nión asimilaba al principio a los monumentos u obrashumanas,y bienes naturales,que existen de por sí,hasupuesto durante mucho tiempo una traba para laaplicación de la Convención de 1972.Casi la mitad delos bienes inscritos en 1994 en la Lista del PatrimonioMundial eran bienes culturales situados en Europa.Nada podía ser más contrario al espíritu de la Conven-ción.Al hacer suyas las recomendaciones de un grupode expertos reunido para dotar de representatividada la Lista del Patrimonio Mundial (20-22 de junio de1994), el Comité del Patrimonio Mundial avaló unaconcepción de la cultura,compartida por antropólogosy etnólogos, que permite abarcar conjuntos com-plejos que son la traducción espacial de las organi-

    La Convención sobre la protección del patrimonio munc ult ural y natural fue adoptada en 1972 por laConferencia General de la UNESCO. Raticada por 161Estados, alienta a la identicación y la conservación desitios excepcionales. En noviembre de 2000, la ListaPatrimonio Mundial contaba 630 sitios (480 culturales, 128naturales y 22 mixtos) en 118 países. PARASABERMÁS

    http://www.unesco.org/whcRevista del Patrimonio Mundial. Publicación trimestrlas Ediciones UNESCO. http://www.worldheritagereview.org

    La memoria son másque piedrasEntre los nuevos valores del patrimonio cuyo reconocimiento debefavorecer la UNESCO, revisten una importancia singularaquéllos que, más impalpables que las piedras, guardan relacióncon la memoria de los pueblos.

  • 8/16/2019 Siete escritores recrean el patrimonio mundial

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    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO19

    “El patrimoniode un paí ses en esencia suidentidad cultural, y seaaqu l grande o pequeñ o,

    majestuoso o sencillo, f sico o no f sico,debe ser conservado y tener significado para cada nueva generaci n.” I.M. Pei,arquitecto estadounidense,(1917-).

    zaciones sociales, los modos de vida, las creencias,los conocimientos y las representaciones de las dis-tintas culturas pasadas o presentes.

    La aparición en la Lista del Patrimonio Mundialde paisajes culturales,como los arrozales en terrazade las cordilleras de Filipinas o los viñedos de Saint-Emilion en Fr anc ia, es una de las consecuenciaspositivas de la revisión de las orientaciones que seprodujo en 1994.Algunos años antes, plenamentereconocido ya el interés de los jardines históricos,polémicas estériles habrían sin duda retrasado sui ns c r i pc i ó n. Estas observaciones son igualmenteaplicables al patrimonio industrial, c am uado alprincipio tras su “valor arquitectónico” (insc rip-ción de las minas de sal de Wieliczka,en Polo nia ,e n1978 o de las salinas francesas de Arc-et-Sen ansen 1988), antes de ser admitido abiertamente.Almismo tiempo, el debilitamiento progresivo de losvalores monumentales se viene reejando en elinterés por las rutas, las redes ferroviarias, los ríos ylos canales, durante tanto tiempo excluidos de laLista del Patrimonio Mundial, tal vez por las di-cultades jurídicas que su protección plantea.

    Esta nueva orientación revela una evoluciónconceptual de gran alcance,ya que,al poner por pri-mera vez en tela de juicio un concepto de obra

    maestra heredado de la Antigüedad y arraigado en latradición europea,el Comité del Patrimonio Mundialha permitido que el patrimonio de la humanidadesté representado de modo más equitativo.Un patri-monio común e indivisible, en el que se tiene plena-mente en cuenta la interacción del hombre y la natu-

    raleza,va sustituyendo poco a poco en nuestra mentea ese patrimonio fragmentado cuyo recuerdo per-petuaba,sin pretenderlo,la Convención de 1972.Yano se percibe una gran diferencia entre Tongarirog,lamontaña sagrada de los maoríes de Nueva Zelandia,y el Monte Athos,aunque el bosque y las fumarolassean los únicos monumentos con que cuenta la pri-mera, en tanto que el segundo conserva la mayorcolección de arte bizantino del mundo.

    El patrimonio inmaterial, todo ese conjuntodifuso de creencias,leyendas,tradiciones escritas uorales y comportamientos en los que se encarnanuestra diversidad, vuelve a ocupar así un lugarpreponderante en la Lista del Patrimonio Mun-dial . Después de tantos años de marginación, yaque la Convención de 1972 sólo alude a él de modoincidental, aparece hoy, precisamente a causa desu vulnerabilidad,como el aval más importante dela memoria de la humanidad.¿En qué se convertiríaM a r r a q u e c h , inmovilizada en la conservaciónmuseística de sus murallas,mezquitas y palacios,sila Plaza Xemáa el Fna dejara de ser esa encrucijadade culturas vivas,poblada de músicas y clamores,abi-garradamente coloreada y saturada de los olores devarios mundos, que tenemos la suerte de conocer?¿Qué sería la ciudad de Candy, en Sri Lanka,sin la

    peregrinación anual de los eles que acuden enmasa a venerar la preciosa reliquia del diente deBuda? O, si se preere, ¿qué sucedería con el sitiode Sukur,en Nigeria,si la comunidad sumamenteestructurada que allí vive perdiera de pronto las tra-diciones que conserva desde hace siglos?

    Peregrinación para venerar la reliquia del diente de Buda en Candy, Sri Lanka.

    S I E T E E S C R I T O R E S R E C R E A N E L P A T R I M O N I O M U N D I A L

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    Jardines hechos con almaLos jardines de Suzhou, en el sur de China, recrean la naturalezaen miniatura para celebrar la armonía entre el cielo y el hombre.Recorrido por los recovecos de este paisaje articial.

    LU WENFUNOVELISTA CHINO RESIDENTE ENSUZHOU

    En el siglo XIII,el italiano MarcoPolo fue el primero que dio aconocer Suzhou en Occidente.Para él, este paraíso terrenalera ante todo una ciudad en la

    que orecía el comercio de la seda.Mástarde otros europeos,fascinados por estaciudad surcada por canales, le dieron elsobrenombre de “la Venecia de Oriente”.En el decenio de 1980 yo aporté a sufama mi propia contribución,al presen-tarla como el paraíso de los sibaritas en minovelaVida y pasión de un gastrónomoch i n o . Y cuando en 1997 la UNESCOinscribió cuatro de sus jardines clásicos en

    la Lista del Patrimonio Mundial, Suzhou añadióuna nueva dimensión a su reputación.

    Como hijo de la naturaleza,el ser humano, por

    muy insensible que sea,no puede prescindir de lamontaña,el agua,la hierba,los árboles,el sol, el aire.Lejos de ellos se asxia,se encuentra mal,necesitaevadirse y, en cuanto puede, se va de vacaciones.Ahora bien,en vez de practicar el turismo (ejerciciofatigoso,oneroso e incluso peligroso),¿por qué no

    hacer una copia en pequeño de la naturaleza,una“naturaleza articial”para el propio uso diario?

    En Europa, por ejemplo, los parques sonenormes: bosques inmensos, recorridos por ríos, seextienden hasta donde alcanza la vista sin que ningúnobstáculo perturbe el espectáculo natural.En realidadse trata de una parcela grande de naturaleza,cercaday más o menos retocada con la construcción de edi-cios a orillas del agua o en el lindero del bosque.El jardín chino, en cambio, expresa a la perfec-ción el concepto –propio de la losofía china– dearmonía entre el cielo y el hombre. Los jardinesde Suzhou son el resultado de una verdadera “fabri-cación”.En un terreno llano, los hombres “confec-cio n a n” en miniatura todos los elementos esen-ciales de la naturaleza. Como las montañas no sepueden desplazar, se construyen rocallas;como esimposible desviar ríos y arroyos,se cavan surcos parahacer canales.Como el agua abunda en el subsuelo,tres metros de excavación bastan para hacer unestan que. Sus habitantes conesan con la mayor

    sinceridad que “ fa l sic an” montañas y ríos. Peroesta “falsicación”es una creación artística y,comotal,esencialmente verdadera.

    Las rocallas son el alma de los jardines.Las pie-dras con que se construyen –el receptáculo delalma– proceden del lago Tai,en las proximidades de

    COREADEL NORTE

    COREADEL SURJAPÓN

    BEIJING

    Suzhou Shanghai

    MarAmarillo

    Mar delJapón

    Mar de laChina Orientall

    “Jardín del maestro de las redes”.Las rocallas son el alma de los jardines;los árboles viejos, su bien más preciado.

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    Nacido en 1928 en laprovincia china de Jiangsu,Lu Wenfu vive en Suzhou desde1945. Periodista y novelista,haobtenidovarios premios literarios nacio-

    nales.Vicepresidente de la Asocia-ción deEscritores Chinos,actualmente dirige larevista mensual Magazinede Suzhou, fundadapor él mismo.En español ha publicadoEl gourmet: vida y pasiónde un gastrónomo chino (Barce-lona,Seix Barral 1994).

    LUWENFU

    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO21

    S I E T E E S C R I T O R E S R E C R E A N E L P A T R I M O N I O M U N D I A L

    Su zho u. Sus fascinantes rocas escarpadas, roíd aspor la erosión, tienen tanta fama que hasta losemperadores del lejano norte mandaban a sus arqui-tectos a buscarlas para decorar con ellas sus jardines.Las más conocidas y más hermosas son llamadas

    “cimas de rocas”.Su calidad se evalúa en función detres criterios: han de ser “acas” y no “carnosas”;deben contener galerías verticales, además de los“túnele s” que las atraviesan de parte a parte; susupercie ha de ser rugosa y no lisa.

    Pero amontonar hermosas piedras no basta paracrear una obra de arte.Los primeros maestros de laroca, artesanos de gran talento y sumamente culti-vados,surgieron en Suzhou en tiempos de la dinastíade los Tang (618-907) y los Song (907-1271),época deauge de los jardines en todo el país.Estos antepasadosdel paisajismo chino tuvieron sucesores ilustres,hastael punto de que en tiempos de la dinastía Ming (1368-1644) existían entre 200 y 300 jardines en la ciudad ysus alrededores.En la actualidad subsisten 77,vein-tisiete de ellos protegidos como monumentos nacio-nales.Algunos no son en realidad más que grandespatios, una especie de minijardines decorados conore s, pla n t as, bambú y rocallas como hay en lamayoría de las viejas mansiones de Suzhou.

    El maestro más celebrado bajo la dinastía Qing(1644-1840) fue Qing Gu Yliang,autor de la mon-taña de cal en el Jardín de la Villa de la Montaña

    Abrazada por la Belleza (H u a n x i u )1. Gu Yl i an gperdió la vista en sus últimos años, y fueron susdiscípulos los que acabaron la obra bajo su direc-ción.El secreto de la belleza de esta montaña reside

    en que fue construida con el alma y no con lasmanos del maestro.Es una reproducción en minia-tura de la verdadera montaña que vivía en suc o r a z ó n . Sus dimensiones son modestas –cubremenos de 500 metros cuadrados y sus picos nosuperan los siete metros de altura–,pero en cuantose entra en ella se tiene la impresión de penetrar enlas entrañas de una inmensa montaña salvaje, alborde de un barranco tortuoso. El especialistacontemporáneo del jardín chino,Chen Congzhou,arma con gran acierto:“Una montaña que pareceuna rocalla es una curiosidad;una rocalla que pareceuna montaña es una maravilla.”

    El agua, elemento fundamentaldel jardín chinoPero una montaña por sí sola no constituye un

    paisa je. El agua es el segundo elemento esencialdel jardín.Y para contar con él,hay que aprovecharun estanque o un arroyo ya existentes,o bien cavarla tierra. En cualquier caso, hay que saber cómoabrir los surcos, cómo hacer que el agua circule porellos, cómo ramicar primero y reunir después losbrazos del riachuelo y, en suma, cómo hacer losmeandros para conseguir lo que nosotros llamamoscorrientes sinuosas.Los maestros de Suzhou logranaquí maravillas.

    Quien dice río,dice puentes.En los jardines deSuzhou abundan toda clase de puentes,ya sean demadera o de piedra.El jardín del Maestro de las

    Rede s(Wa n g shi yuan )1, tiene,por ejemplo,un lindí-simo puentecillo en arco que se puede franquear endos o tres pasos.

    Mo n t añ a s, ri ac h ue lo s, puentes… pero, ¿y losárboles? Un paisaje sin plantas ni flores es un

    desierto. Los viejos árboles son el bien más pre-cioso de los jardines clásicos chinos.Todo,en efecto,se puede construir, incluso se puede instalar un jardín de Suzhou en medio de Estados Unidos,pero no es posible erigir un árbol.En el Jardín No se apresure (Liuyuan )1, hay un majestuoso ginkgomilenario.Su propietario decidió construir la rocallaa la sombra de su follaje en forma de abanico.

    Un conjunto formadopor varias unidades

    Cuando se visita Suzhou no hay que ser impa-ciente. A diferencia de Versalles, donde una solaojeada basta para captar el esplendor del palacio ydel parque, los jardines de Suzhou se esconden encallejuelas estrechas como las damas en su camarín.Al entrar en un jardín se puede incluso experi-mentar cierta decepción:ante uno se extiende unalarga galería en zigzag que puede parecer pocoi n t e r e s a n t e. Se llama “la avenida sinuosa queconduce a la belleza serena”,y es un elemento fun-damental en la arquitectura de jardines.Pero pronto,del otro lado del muro,un retazo de jardín le guiñaa uno el ojo a través de las ligranas de una ventanaesculpida.Árboles y pérgolas se dibujan en lonta-nanza… Unos pasos más y,en el primer recodo,unmagníco jardín se ofrece a la vista.

    Otra regla a respetar es “cambiar de paisaje acada paso”.Este se va modicando a medida queuno avanza para evitar la impresión de repetición ymonotonía.Con tal n se construyen paredes conventanas esculpidas que dividen el jardín en variasunidades,pero sin impedir la visión de conjunto.Losojos no tienen un momento de descanso en los jar-dines de Suzhou. En cada recodo hay una nueva

    El “Jardín de la política de los simples”.1Sitio inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial dela U NESCO .

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    sorpresa,ya sea una roca,un penacho de bambú oun banano. Cada parcela de tierra es como uncuadro admirable. Un ángulo muerto sería aquí una pincelada fallida.

    Esta manera de recortar el espacio por medio de

    puertas,ventanas,galerías,rocallas o arroyos es lo que

    produce la impresión de una naturaleza en pequeñaescala y el efecto que nosotros llamamos “un vis-lumbre de la grandeza a través de la miniatura”.

    Hoy en día los arquitectos preparan proyectos

    antes de construir un parque o un terreno de juegos.Los maestros de los jardines de Suzhou no teníanplanos.Encontraban su inspiración en la poesía y lapintura,al igual que la pintura china ha exaltado confrecuencia la belleza de los jardines.Son muchos lospintores,poetas y calígrafos que han contribuido ala creación de los jardines de Suzhou.

    Los jardines no quedaban nunca terminados; seiban agrandando,enriqueciendo y perfeccionandocon el paso del tiempo. Cada vez que se agregabauna nueva rocalla, un arroyo o un pabellón, l o smaestros tenían por costumbre invitar a sus amigosletrados a degustar buenos licores y dar riendasuelta a su inspiración lírica.Los invitados caligra-aban los dinteles de las puertas y escribían sen-tencias paralelas2en los montantes.También acon-sejaban sobre el emplazamiento de otro puente o deuna nueva pérgola.Los maestros seguían embelle-ciendo el jardín en función de esos consejos e invi-taban de nuevo a sus amigos a tomar una copa y acomponer versos...

    Si no hubiera sido así, los jardines de Suzhoucarecerían seguramente del renamiento que les havalido tanta fama.

    2Dos frases que contienen palabras que establecencorrespondencias entre sí,tanto en el sentido como

    en la fonética.

    “Se debenescoger

    los guijarrosdel tamañ o

    de un huevo de ganso con

    objeto de que el pavimento

    sea semejante al brocado del paí s de Shu.”

    Ji Cheng,paisajista chino,

    (1582-después de 1634).

    En el “Jardín de la armonía”,las ventanasdividen el espacio.

    El “paisa jismo”clásico chino,ese arte que consiste en recrearpaisajes naturales en miniatura, no tiene mejor ilustraciónque los cuatro jardines de la ciudad histórica de Suzhou.Univer-salmente reconocidos como obras maestras en su género, en1997 fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial.No sóloreejan la gran importancia metafísica de la belleza natural en lacultura china, sino también la evolución política, económica ycultural de la antigua China.Creados entre los siglos XVI y XVIII,en pleno apogeo del paisa- jismo chino, los jardines clásicos de Suzhou fueron ideados comodeleite a la vez intelectual y emocional de los habitantes de la ciu-dad. Estos microcosmos, que contienen todos los elementosesenciales de la naturaleza y de la cultura –el agua,la piedra ,l a splantas, los edicios, la poesía, la pintura– contribuyen hoy alestudio de la arquitectura, las ciencias humanas, la estética,la lo-sofía, la botánica, la hidráulica, las ciencias del medio ambientey el folkore de China.El Jardín del Humilde Administrador es el más grande de los cua-tro (52.000 m2).Tiene un lago que ocupa la quinta parte de susupercie, y alberga una gran variedad de especies vegetales:lotos,glicinias, forsythias y otros árboles y arbustos oridos. Suparte central es una reproducción en miniatura del curso inferiordel Yang-Tseu-Kiang, el tercer río del mundo detrás del Amazo-

    nas y el Nilo.El Jardín No se apresure,que cubre más de 23.000 m2,contiene,además de su famoso “Pico cubierto de nubes”(colina calde 6,5 m de altura),una hermosísima colección de estelas con incripciones grabadas.Es obra de Xu Taishi y su creación se remoa nales del siglo XVI.El Jardín del Maestro de las Redes,mucho más pequeño (m2), fue construido en el siglo XVIII,y se distingue por posfastuosa mansión, con cuatro patios sucesivos, edicada ate-niéndose estrictamente a las reglas feudales.El más pequeño de estos cuatro jardines (menos de 2.200 m2) y,probablemente,el más antiguo,es el Jardín de la Villa de la Motaña Abrazada por la Belleza.Es obra del académico real SShixing,y en él se encuentra la famosa “montaña” de Qing GuYliang (ver artículo), cuyos valles,senderos, grutas, barrancos,precipicios,crestas y acantilados articiales parecen rivalizarla naturaleza.

    REFLEJOS DE LA EVOLUCIÓN DE CH

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    De niño veía los molinos de viento comohelicópteros que sobrevolaban el pai-saje de mi imaginación.Sus formas sor-prendentes me parecían a la vez futu-ristas y arcaicas. Eran artefactosextraños,fuera del tiempo, que navegaban sobre loselementos:la tierra,el viento, el agua.

    Mi padre,que era ingeniero hidráulico en la zonaseptentrional de Brabante,me llevaba a veces a unpólder en el que un molinero jorobado me enseñaba“el lenguaje” de los molinos. Un molino, con susaspas desplegadas, avanza “en cabeza”,me decía elbuen hombre, y, cuando hay tormenta, “anda conlas piernas al aire”. Los molinos podían estar“contentos”o “de luto”y podían cumplir su funciónen la soledad de un pólder o bien en pareja, a laorilla de unboezem (estanque de un pólder,próximoal río y por encima del nivel de agua de éste).Estasvisitas eran siempre expediciones azarosas hacia unmundo irreal, un mundo de aguas oscuras y estan-cadas,recubiertas de espuma blanca,de depósitos con

    euvios de moho, de zumbidos del viento y oloresintensos.Cuando hace poco visité la red de molinos de Kin-

    derdi jk-Elshout,al noroeste de Alblasserwaard (“ter-

    renos al borde del agua”),descubrí jubiloso que desprendía elmismo olor que las estaciones de bombeo de mi infancia.Unolor a agua dulce,a piedra fresca,a gasóleo,a lubricante usadoy maquinaria.Llevado por la curiosidad,me dirigí primero a lafábrica,a orillas del río Lek.Durante un rato deambulé entrelas enormes máquinas… y llegué al taller de reparaciones.Lavista desde los ventanales me cortó la res-piración:el pólder,los diques a lo largo delos dos canales,el ancho cauce del río Lek,los juncales ondulantes en los dos estanquessuperiores,los 19 molinos en la línea mismadel horizonte,sosteniendo arrogantementeun cielo sombrío y amenazador, son comoun dibujo de Ruysbroeck, Rembrandt,Mesdag o algún otro mago del pincel.Sóloun edicio gris en la lejanía y un extrañocomplejo de viviendas en forma de trans-bordador recuerdan el presente.

    Situada en las proximidades del mary en la desembocadura de algunos ríoscaudalosos, la región de Alblasserwaard ha vivido siemprebajo la amenaza del agua y ha sufrido no menos de treintainundaciones.La última marea catastróca se cobró 1.800vidas humanas en 1953. La inundación más tristementecélebre sigue siendo la de 1421,en la que las olas arrasaron

    sesenta pueblos en la noche del 18 al 19 de noviembre.Laleyenda cuenta que un gato consiguió mantener en equilibrioa una criatura en su cuna en medio de las olas embravecidas.El dique contra el que fue a dar la cuna se llama Kinderdijk,

    S I E T E E S C R I T O R E S R E C R E A N E L P A T R I M O N I O M U N D I A L

    SERGE VAN DUIJNHOVENESCRITOR NEERLANDÉS.

    Los molinosde mi infanciaContentos o de luto, los molinos forman parte de la infancia de esteescritor. Sin ellos, la mitad de los Países Bajos no existiría.

    Patinadores en Kinderdijk.Este paisaje existe gracias a los diques y molinos.

    LAHAYARotterdam

    Amsterdam

    B E L G I C A

    Mardel Norte

    Kinderdijk

    Diciembre 2000- El Correo de la UNESCO23

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    Escritor e historiador, Serge vanDuijnhoven es un artista poliva-lente. Nacido en Oss (Países Bajos)en 1970,vive y trabaja en Bru-selas,donde creó,con el raperoDef P. y el saxofonista y poeta OlafZwetsloot,el grupo De Spookspre -kers.También es fundador de larevista MillenniuM,en colabora-ción con una tropa de teatro.Ha publicado Obiit in orbit, undisco de poemas y música (BezigeBij/Djax Records,1998),así comovarias obras poéticas y novelas.

    SERGE VANDUIJNHOVEN

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    “el dique del niño”.La historia neerlandesa debe mucho a los molinos

    de viento.La parte occidental de los Países Bajos secreó, desde luego,gracias a los diques,pero son losmolinos los que durante siglos han hecho habitables

    las tierras ganadas al mar. Si no fuera por ellos, lamitad de Holanda no existiría actualmente. Lo shombres habrían terminado por abandonar esastierras,hartos de sus vanas batallas contra el agua.

    “Dios creó el mundo, pero los holandesescrearon Holanda”, dijo René Descartes.El lósofofrancés conocía bien el país, pues residió en él poralgún tiempo, pero no tenía del todo razón. Hacemás de cinco mil años los hombres vivían ya ennumerosos lugares ganados al agua y sobrevivían enlos pantanos.Prueba de ello son los restos de unabarca y de un esqueleto femenino (bautizado con elnombre de Tr i jnt je), descubiertos con motivo delas obras de construcción de la Betuwlijn,una nuevalínea de ferrocarril que ha desatado abundantespolémicas.

    Los primeros canales de drenaje en Alblasser-waard se remontan al siglo XI.Cien años después,un dique rodeaba ya la casi totalidad de la comarca,y se acondicionaron las cuencas de las dos cor-rientes que la cruzan,el Alblas y el Giessen,que seconvi rtier on, respectiv amen te, en los distritos deNederwaard (tierra baja) y Overvaard (tierra alta).En 1277,el conde Floris V de Holanda estableció laAdministración de Aguas y Pólderes de este últimodistrito,encargada del mantenimiento de los diques.Pero todos estos esfuerzos resultaron insucientes.

    La evidencia se impuso a raíz de una gran inunda-ción que se produjo en 1726:los molinos de drenajeeran imprescindibles.

    En 1738 se construyó en el Nederwaard unaprimera hilera de ocho molinos circulares de piedra.Dos años después se construyeron otros tantos

    molinos en Overwaard, pero esta vez de formaoctogonal,de madera y con techo de paja. Con elpaso del tiempo esta red se fue completando connuevos molinos, esclusas y estaciones de bombeo.Este sistema innovador de riego hidráulico seconoce con el nombre de “drenaje por pisos”.Los

    molinos empiezan por drenar el agua en losestanques de los pólderes inferiores, de donde lallevan hacia las albercas, que se encuentran a unaaltura superior, y el agua excedente, a través demedia docena de esclusas,se vierte en el río.

    Todos los molinos se mantienen actualmenteen estado de funcionamiento,listos para ponerse enmarcha en caso de avería del material moderno.Ytodos ellos están habitados.Un columpio en un jar-dincillo,verduras plantadas en un huerto,una cha-lupa de pescador amarrada a la orilla, entre los ju ncos, son el testimonio de la vida cotidiana desus habitantes. Un solo molino está abierto, e nverano,al público. En su interior no sólo es posiblehacerse una idea del tamaño impresionante de lasruedas de paletas, que podían subir el agua delpólder o del estanque inferior hasta un máximo dedos metros, sino también de la existencia frugal delmolinero y su familia.Dentro del molino se sienteuno como en un barco en alta mar.Cuando gira,susmaderas chirrían con todas sus nervaduras. En laentrada está colgada una jaula con un ratón almiz-clero muerto.A comienzos del siglo pasado estosanimales se importaban,por su piel,de Checoslo-vaquia y de América,pero pronto se convirtieron enuna auténtica plaga para los habitantes, pues alexcavar y escarbar causaban grandes daños en los

    diques.Hoy en día son víctimas de una caza masivay, con el nombre más apetitoso de “conejos deaguas”,se cocinan en una salsa de vino.

    “Por nada del mundo quisiera vivir en estosmolinos”, declara Henk Bronkhorst,encargado dela administración de estas viviendas en nombre dela Alta Inspección de los Pólderes. “¡Demasi ada

    Inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial en 1997,lde molinos de Kinderdijk-Elshout da prueba del ingela valentía de los hombres,que, gracias a un astuto sisthidráulico, lograron estabilizar y cultivar una amplia esión de turberas en los Países Bajos.Situada en el extremo noroeste de la Alblasserwaard (ta orillas del agua),esta red permitió drenar los distritos iores de la Overwaard (tierra alta) y de la Nedervaard (baja) hasta 1950, fecha del cierre de los molinos.embargo,sus 19 molinos están todavía hoy funcionandCon sus pólderes provistos de sistemas naturales de na je, sus corrientes de agua, sus estaciones de bombeosus sumideros, el sitio está prácticamente intacto desdsiglo XVIII.Al ser un paisaje típicamente holandés,disfla protección de las autoridades en tanto que monumecultural y reserva natural.

    La madera de las aspas chirría cuando giran.

    BELLEZA Y ASTUCIA

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    humedad, demasiada falta de espacio y demasiadasmolestias!” Sin embargo, les tiene mucho cariño yle complace sobremanera su inscripción en la Listadel Patrimonio Mundial de la UNESCO.“Graciasa este reconocimiento, seguramente podremosevitar que sean desmantelados”,arma.

    La suerte de los molinos de viento holandeses hasido efectivamente terrible.Hacia 1860 sumaban casidiez mil,de los que no subsisten en la actualidad másde novecientos. Es milagroso que hayan podidoconservarse tantos en Kinderdijk.En 1950,la Admi-nistración de los Pólderes se disponía a demolertodos los que estaban “averiados”.Sustituidos porbombas hidráulicas de gasóleo capaces de evacuarmucho más deprisa el agua sobrante, se los consi-deraba trastos inútiles y demasiado costosos dema n t en er. Gracias a su reconocimiento interna-cional, su futuro parece ahora asegurado, y Bron-khorst espera recaudar con más facilidad los fondosnecesarios para restaurarlos.“Los necesitamos dev e r a s. La piedra de los molinos redondos se havuelto porosa con el paso de los años, y el quintomolino se está viniendo abajo”,explica.

    Un conjunto monumental de difíciladministración

    Administrar los molinos no es fácil. Ay un t a-mientos,agricultores,negociantes y administradoreshan venido peleándose regularmente por su mante-nimiento, por la construcción de vías de acceso yestacionamientos, por el costo de los proyectos…Tras la inscripción del sitio en la Lista del PatrimonioMundial,se ha constituido una asociación encargada

    de administrar los intereses de todos los molinos deesta hacienda. Kinderdijk se ha convertido así en elejemplo por excelencia del “modelo de los pólderes”,esta economía de concertación holandesa en la que lasdiferentes partes decidenconjuntamente la políticaque se va a aplicar.

    A la entrada de Kinder-di jk, al oeste de las esclusas,se encuentra el Gemeen-landshuis, o sea, el Ayunta-miento. En este edicio esdonde los administradores juzgaban en los momentosdifíciles la gravedad delpeligro y decidían quémedidas aplicar.Durante lasreuniones de alto nivel seregalaban con copiosos fes-tines en un salón decoradocon cuadros de maestrosmás o menos famosos delsiglo XVII. La Inspecciónde Overwaard tenía por cos-tumbre dar la bienvenida alos nuevos miembros de ladirección sirviéndoles vino

    en una copa de un litro decapacidad.Se instaba al can-didato a bebérsela de untrago y a escribir después unpoema en el libro del Ayun-tamiento.Uno de ellos dice

    así:“Me ofrecieron la copa / con estas palabras:b ébe-tela ,compañero / ya que te has atrevido a ocupar estecargo / aquí es e l agua lo que rech a z amo s, no el vino”.En su batalla contra el agua,los inspectores novacilaban en recurrir ni a las musas…

    Desde el Ayuntamiento se llega con facilidad a los

    molinos de Overwaard.Cuanto más se avanza haciael dique central,más se retrocede en el tiempo.Enlugar de automóviles aparecen vacas y ovejas quepastan apaciblemente.Sólo se oye el cotorreo de lasaves acuáticas, los alcaravanes,las garzas púrpura,lasgolondrinas marinas,el canto de un gallo,el susurrode los juncos y el viento.Flota en el aire el olor de lasmanzanas maduras caídas de los árboles. Perma-nezco silencioso al divisar cinco paraguas verdesque cobijan la paciencia de unos cuantos viejecillosdedicados a la pesca.Las aspas de los molinos giranobstinadamente y se empeñan en combatir el viento,un viento de fuerza seis en la escala de Beaufort.

    El conjunto de los molinos de Kinderdijk es elsímbolo del paisaje típicamente neerlandés,en víasde desaparición.Para los holandeses simboliza tam-bién el combate sin n para conservar la tierra.“Elterreno sigue hundiéndose”, arma Henk Bron-k h o r s t , “hemos tenido que agregar al estanquesuperior otra alberca para poder recoger aún másagua,y una pompa suplementaria en las esclusas.”

    A lomos de su jamelgoRocina n te, Don Qui- jote arremetía contra los molinos.Con los molinoscomo única arma, los holandeses hacen frente aleterno avance de las aguas. Según ciertas previ-s ione s, el país habrá dejado de existir dentro deunos cuantos siglos.El agua reconquistará lo que los

    hombres en su día le conquistaron.La historia dirási fueron tan temerarios como el hidalgo de laMancha.

    “Las granjas y casas de campo yacen quietas y abatidas en latierra yerma,donde lo ú nicovivo son los molinos, cuyas poderosas aspas atrapan la fuerzadel mismo vientoque vence a las lluvias.” Henri Polak,político y escritor neerlandés,(1868-1943).

    S I E T E E S C R I T O R E S R E C R E A N E L P A T R I M O N I O M U N D I A L

    Vivir en un molino es como vivir en un barco en alta mar.

  • 8/16/2019 Siete escritores recrean el patrimonio mundial

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    Los tesorosenterradosde las ciudadesmauritanasAntaño ricos centros comerciales eintelectuales, los ksur mauritanosluchan hoy contra los embates de laarena, el viento y el olvido.

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    MUSSA ULD EBNU

    ESCRITOR MAURITANO

    Oleadas de arena de los colores másdi v e r s o s, que van del blanco al rojopasando por el beige, procedentes delsur como del norte, vienen a estrel-larse sin cesar contra la imponentemole violácea del Adrar.Este macizo que atraviesaMauritania,entre los desiertos de Majabat El Kubray de Auker, alberga cuatro joyas: Uadán y Chin-guitti,en el norte,Tichitt y Ualata,en el sudeste.Cris-talizadas en un universo mineral,esas antiguas ciu-

    dades,fundadas en los siglos XII y XIII,que fuerontan prósperas, sobreviven hoy penosa-mente en un contexto hostil.Pero aunqueestén agonizantes, es mucho lo que nosenseñan sobre la historia de esta región,cuyo destino está estrechamente ligadoa la napa freática y al trazado de las rutascomerciales entre el Magreb,el Sahel y elmundo de la negritud. Situados en losgrandes ejes caravaneros,losk sur ,el máscélebre de los cuales fue Chinguitti, setransformaron a lo largo de los siglos enverdaderas megalópolis del comerciotransahariano,en particular del oro y dela sal. Hábiles negociantes, los chana-guita (habitantes de Chinguitti) mantuvieron inter-

    cambios regulares con el Magreb,Egipto y Arabia,pero también con Guinea, Côte d’Ivoire y Nigeria,armando al mismo tiempo su papel en la difusiónde la cultura árabe e islámica.Las caravanas comer-ciales procedentes de Chinguitti contaban a vecesmás de 30.000 camellos,que transportaban sal, lana,pólvora,dátiles,mi jo,trigo y cebada.Regresaban delsur con polvo de oro,esclavos,marl, pieles y plumasde avestruz.Esas mercancías se revendían despuésen el Cairo,en Sijilmassa,en Fez y, sobre todo, enTremcén, donde venecianos y genoveses se abas-

    tecían en dos mercados especialmente reservadospara ellos.En cuanto a Ualata,(“lugar sombrío”en lengua

    b eré b er) , cuyo origen, según algunas fuentes, s eremonta a tiempos anteriores al islam, era unemporio tan importante en los siglos XIII y XIV que

    su nombre guraba en los mapas europeos de laépoca.Una gran familia musulmana,los Maqqari,habían instalado allí un almacén para depositar lasmercancías del sur y acopiar,antes de revenderlas,las procedentes del norte. Es también en Ualatadonde se reunían los peregrinos de Africa Occi-dental antes de dirigirse a Chinguitti,desde dondepartía la caravana anual a La Meca. Esta peregri-nación dio tanta fama a la ciudad que durantemucho tiempo Mauritania fue conocida como BiladChinguil,el país de Chinguitti.

    Centros comerciales, intelectualesy religiosos

    Unida a Ualata por una importante ruta mer-cantil,Uadán era una ciudad muy próspera,sobretodo en los siglos XIV y XVIII.Pero el comercio noconstituía su única riqueza.Los mauritanos siempredieron gran importancia al saber. M u s u l m a n e ssunníes de rito malikí, transformaron losksur en

    centros intelectuales de gran renombre que atraíana numerosos estudiantes extranjeros. Sus biblio-tecas ymadrasas (escuelas coránicas) han conser-