sevilla y sus riquezas - Álvaro m. núñez bono
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· Siglo X: El origen del Alcázar, lo podemos situar en la
época del primer Califa andaluz Abd al-Rahman III,
quien sobre un antiguo asentamiento romano y más
tarde visigodo, extramuros de la ciudad, donde al
parecer estuvo la basílica de San Vicente Mártir y
fuera enterrado San Isidoro, decide edificar su
Alcázar en el año 913 de nuestra era, después de la
revuelta contra el gobierno de Córdoba.
· Siglo XV: Este siglo proporcionó al Alcázar el mayor
enriquecimiento conocido hasta entonces. Debido
a los grandes bienes llegados desde ‘’las Indias’’
aumentando considerablemente los ingresos y por
lo tanto las construcciones y mejoras.
· Siglo XX-XXI: En el 1988 fue proclamado Patrimonio
Nacional y tambien declarado como residencia
de uso exclusivo para SS.MM. los Reyes de España
y miembros de la Familia Real, lo que hace que
sea considerado el palacio real más antiguo de
Europa en activo.
Durante el periodo de dominación almohade, la ciudad de Sevilla se convirtió en su capital en la Península Ibérica, lo que trajo a la ciudad una actualización de sus infraestructuras y procediendo a la construcción de varias grandes edificaciones. En este ámbito se procedió al levantamiento de una nueva mezquita mayor, en el solar que actualmente ocupa la catedral, de la que dependía el alminar. La construcción de esta nueva mezquita mayor que reemplazaba a la existente en la Plaza del Salvador, se inició el año 1172 y en 1182 se pronunció la primera jutba o sermón en la mezquita. Tenía orientación de norte a sur y su puerta principal, corresponde a la actual puerta del perdón que da entrada al Patio de los Naranjos, que formaba parte del recinto de la misma. El alzado exterior de la mezquita tenía influencias de la de Mezquita de Córdoba, mientras que en la estructura de su planta procedía del modelo de las mezquitas marroquíes de Marrakech y de Tinmal.
Las obras de construcción del alminar de la mezquita se iniciaron en el año 1184 bajo la dirección del arquitecto Ahmad Ben Baso. Hasta el 1195 las obras tuvieron un carácter intermitente, recibiendo ese año el impulso definitivo, con motivo de la victoria árabe sobre las fuerzas castellanas, en la batalla de Alarcos, celebrada el día 19 de julio del año 1195, siendo califa Abu Yaqub Yusuf. El alminar tenía una altura de 82 m, siendo el edificio más alto de Europa en su tiempo. Según cuenta el cronista Ibn Sahib al-Salá, las obras se concluyeron el 10 de marzo de 1198, con la colocación de cuatro bolas de bronce dorado en el remate superior de la torre.1
A raíz de un terremoto ocurrido en 1365 se perdió la
antigua esfera original de cobre que coronaba la torre,
que fue sustituida por un sencillo alminar.
Posteriormente, en el siglo XVI, se añadió el cuerpo de
campanas a cargo del arquitecto Hernán Ruiz, que
además fue encargado por el cabildo catedralicio
para que el nuevo cuerpo tuviera un remate en forma
de estatua que representa la Fe. La estatua fue
instalada en 1568. La palabra giralda proviene
de girar y significa "veleta de torre que tiene figura
humana o de animal".2 Con el paso del tiempo, ese
nombre pasó a denominar a la torre en su conjunto,
comenzándose a conocer a la figura que la corona
como el Giraldillo.
La Plaza de España constituyó el proyecto más emblemático de
la Exposición Iberoamericana del año 1929, fue proyectada por el
arquitecto sevillanoAníbal González, que también era arquitecto
director del evento expositivo, fue ayudado por un buen conjunto de
colaboradores, entre los que se encontraban el ingeniero José Luis
de Casso y el arquitecto Aurelio Gómez Millán.1 Las obras de
construcción comenzaron en el año 1914, resultando el proyecto
más ambicioso y costoso de la Exposición, llegando a trabajar en su
construcción mil hombres al mismo tiempo, puede resultar
asombroso, cómo una ciudad en situación económica difícil en esos
años, se embarcó en un proyecto de semejante magnitud. Algunos
aspectos del proyecto suscitaron algunos rechazos, la Academia de
Bellas Artes se opuso a la altura prevista de las dos torres que podían
rivalizar con la Giralda y Forestier, diseñador del Parque de María
Luisa rechazaba la construcción de la ría que rodea la plaza, para
una ciudad con gran escasez de agua como Sevilla.2 En 1926, tras la
dimisión de Aníbal González de su cargo de director de la
Exposición, asume la finalización del proyecto el arquitecto Vicente
Traver, que terminó los cerramientos del recinto y añadió la fuente
del centro de la Plaza.
Fue construida entre 1220 y 1221 por orden del gobernador almohade de Sevilla, Abù l-Ulà, con una base dodecagonal. Cerraba el paso al Arenal mediante un tramo de muralla que la unía con la Torre de la Plata, que formaba parte de las murallas de Sevilla que defendían el Alcázar. Existe una tradición de que para impedir la entrada al puerto fluvial, se extendió desde su basamento una gruesa cadena sobre el río hasta la Torre de la Fortaleza (destruida en la actualidad), situada al otro lado del río, en el actual barrio de Triana; dicha leyenda es falsa ya que la La Calle Fortaleza en la orilla de Triana recibe ese nombre en el s.XIX, anteriormente denominada Calle Limones, por otro lado y con más acierto, en las Cronicas realizadas por Alfonso X el Sabio, donde describe al detalle la toma de la ciudad de Sevilla, sólo se menciona una cadena, la que sujetaba el conjunto de barcas del puente que unía la ciudad con el Castillo conocido posteriormente de San Jorge, en la orilla de Triana. Río arriba, impedía el paso el llamado puente de barcas.
La flota castellana mandada por el almirante Ramón de Bonifaz rompió el puente en 1248 remontando el río por el otro brazo, antes de que las tropas de Fernando III de Castilla asaltaran la ciudad.11 Este pasaje histórico protagonizado por marinos cántabros al servicio de la marina castellana quedó inmortalizado en los escudos de lasCuatro Villas de la Costa de Cantabria (Laredo, Castro Urdiales, Santander y San Vicente de la Barquera) y fue posteriormente incorporado al Escudo de Cantabria. En ellos se representa la Torre del Oro y una nave rompiendo las cadenas que cerraban el paso por el río Guadalquivir.
La Revolución de 1868 fue otro momento crítico para la torre, pues los revolucionarios demolieron los lienzos de las murallas y los pusieron en venta, pero la oposición de los hispalenses logró que la torre no se destruyera.
Fue restaurada en 1900 por el ingeniero Carlos Halcón.13
El 21 de marzo de 1936 se dispuso la instalación en la torre el Museo Marítimo por orden del Ministerio de Marina. En septiembre de 1942 comenzaron las obras de restauración, durante las cuales se mejoraron el aspecto de la fachada y se habilitaron dos plantas para la exhibición del museo y la tercera para alojar investigadores. El museo se inauguró el 24 de julio de 1944, para lo cual se llevaron 400 piezas del Museo Naval de Madrid. El museo muestra en la actualidad (2008) diversos instrumentos antiguos de navegación y maquetas, además de documentos históricos, grabados y cartas náuticas; y relaciona de Sevilla con el río Guadalquivir y el mar.4
En 2005 fue nuevamente restaurada.