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Ser el entrenador perfecto

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Prólogo

Tú quieres saber que vas a encontrar en este libro y te lo resumo en este párrafo. No se

puede ser perfecto, es un gancho que he utilizado para atraerte, pero sin duda que se

puede llegar a ser un entrenador muy pero que muy bueno. Este libro intenta darte

claves para comenzar a entrenar, y si ya llevas entrenando algunos años, te ayudará a

reflexionar sobre tus prácticas con la idea de llegues a ser mejor entrenador con algunos

detalles que te harán pensar. Escrito por una persona que ha jugado y posteriormente

sido entrenador de una de las canteras españolas de más nivel y más prolíficas de los

últimos años.

En este libro podréis encontrar capítulos cortos con la información lo más concentrada y

concreta posible para que, si tenéis que echar mano de él, podáis iros a la página que

buscáis y encontrarla rápidamente.

No tengo una gran experiencia como técnico, pero considero que tengo una de las

mejores experiencias en el mundo del fútbol. Parece una contradicción, pero no lo es.

He actuado como jugador de una cantera de primer nivel desde los 11 a los 18 años y

como técnico desde los 18 hasta hace poco, cuando tuve que aprovechar una

oportunidad profesional en otro ámbito que no es el futbolístico. Además jugaba de

portero, lo que te deja mucho tiempo de observación en el juego, y no os miento si os

digo que me ha servido en mis experiencias como técnico.

No soy ni seré el mejor entrenador del mundo, pero creo que las ideas que propongo

sobre un campo de juego y con mis futbolistas durante el tiempo que los entreno/educo,

sí son atrayentes y adecuadas para todas las personas que implican el entorno de un

entrenador (padres, jugadores, compañeros técnicos, clubes…)

Espero explicar de la manera más clara posible cómo poder ser un el mejor entrenador y

seguramente os daréis cuenta de que utilizo un lenguaje muy de andar por casa, pues la

idea es que este pdf (quizás haberlo considerado libro anteriormente ha sido una palabra

muy grande) no es otra que ayudar a las personas que quieren convertirse, o que ya lo

son, algún día en un buen entrenador. Evitaré al máximo las palabras técnicas, y las que

utilice, las explicaré.

No estaréis de acuerdo en muchas de las ideas que plantee. Me parece perfecto, de

hecho, esa es una de las primeras lecciones que tienes que aprender. El fútbol es

subjetivo, cada uno lo ve de una manera y con sus ideas. Simplemente un consejo,

quédate con lo que te interese y grábatelo a fuego. El resto, deséchalo. Así irás

formando tus propias ideas futbolísticas, tu forma de actuar y de entrenar.

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Para acceder directamente al capítulo que más te interese haz click sobre el propio

capítulo, o (Ctrl + click).

Capítulos

COMENCEMOS

TUS IDEAS DE JUEGO

TU PRIMER DÍA DE ENTRENAMIENTO

CALENTAMIENTOS (PARTE 1ª DE UN ENTRENAMIENTO)

LA PARTE PRINCIPAL (PARTE 2ª DE UN ENTRENAMIENTO)

LA VUELTA A LA CALMA (PARTE 3ª DE UN ENTRENAMIENTO)

LAS INDICACIONES A LOS JUGADORES

LA RELACIÓN CON LOS JUGADORES Y PADRES

DAR UNA CHARLA (A PADRES Y JUGADORES)

¿CUÁNTO TIEMPO ENTRENO Y CÓMO REPARTO LA SESIÓN?

EL PARTIDO Y EL COMPORTAMIENTO EN EL CAMPO

VALORES Y EDUCACIÓN A LOS JUGADORES

LA PREPARACIÓN FÍSICA

TU CUERPO TÉCNICO

QUÉ ACTITUD TENGO QUE TENER PARA SER UN BUEN ENTRENADOR

QUIÉN DEBE DE JUGAR CADA PARTIDO

HABILIDADES TÉCNICAS Y TÁCTICAS PARA TRABAJAR EN LOS ENTRENAMIENTOS

¿CÓMO HAGO QUE MIS JUGADORES JUEGUEN Y ENTRENEN BIEN?

GESTIONAR LOS EGOS ENFRENTADOS DE JUGADORES

SACA EL MÁXIMO PROVECHO DE TU EQUIPO

EL ESFUERZO ES INNEGOCIABLE

CREA MÁQUINAS…PERO PENSANTES

¿ERES COMPETITIVO O COMPETIDOR?

EJERCICIOS DE CALENTAMIENTO

EJERCICIOS DE PARTE PRINCIPAL

VÍDEOS QUE NO TE PUEDES PERDER SI ERES O QUIERES SER ENTRENADOR

EPÍLOGO

Ser el entrenador perfecto

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Comencemos

Nos tenemos que centrar en el fútbol base (considero fútbol base a los más chicos pero

también se tratarán aspectos que afectan a todas las edades), pues la mayoría de los

lectores que tendrá este documento será gente dedicada de una manera o de otra, ahora o

en el futuro, al fútbol amateur, dónde todos hemos empezado a jugar o a entrenar. La

primera pregunta que todo el mundo que quiere comenzar a ser entrenador se hace es…

¿Cómo puedo empezar?

Muchos piensan que la respuesta es comenzar por sacarse un curso oficial que me

permita entrenar, y no es una mala respuesta pues antes o después tendrás que hacerlo

para llevar un equipo pero, ¿por qué no pruebas antes de hacer un curso a entrenar a ver

si te gusta o tú te ves desenvuelto como entrenador antes de gastarte el dinero?

La cosa es simple. Si te gusta el mundo del entrenador probablemente hayas sido

jugador con anterioridad. Pues busca algún ex compañero que ahora entrene a algún

equipo, a algún antiguo entrenador que no le importe tener un ayudante. ¿Y si no has

jugado nunca? Pues lo mismo, seguro que a alguien conoces en el mundillo que te

permite entrenar con él, ayudarle y echarle una mano para tú empezar, ver si te gusta y

sobre todo aprender de esa persona, acércate al club de tu barrio y diles que sólo quieres

ayudar y aprender, no creo que el entrenador niegue tu ayuda.

Como he dicho antes, no te dejes influenciar demasiado por la persona con la que

entrenes, tú debes tener tus ideas de juego que irás perfeccionando, y tendrás personas

como referencia que puede ser incluso el entrenador al que ayudas, pero remarco, coge

lo que te gusta de esas personas de referencia y desecha lo demás.

Si preferís seguir la línea de sacar primero el título y después ponerte a entrenar ya sea

como primer entrenador, segundo o como lo que quieras, nadie mejor que la federación

de fútbol de vuestra comunidad autónoma o de vuestra provincia para daros información

sobre los cursos. También en internet podéis encontrar información ya que los cursos de

entrenador nacional (niveles 1,2 y 3) también se pueden hacer por entidades privadas.

Yo os recomiendo que para empezar por esta parte, cómo además entrenaréis

normalmente niños y en categorías provinciales, preguntéis en la federación por el curso

de monitor deportivo que tiene 70 horas de formación y cuesta unos 150€ frente a los

niveles para ser entrenador nacional que cada uno cuesta aproximadamente 1.000€.

Bien, ahora que ya tenemos un equipo con el que trabajar, ya sea porque hemos

obtenido el título y nos han dado una oportunidad para entrenar, ya sea porque con

título o no, voy a ayudar a algún entrenador con su equipo y con su preparación, vamos

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a empezar a pensar como un entrenador y a plantearnos preguntas para comenzar a

labrar lo que va a ser nuestro “librillo”. ¿Cada maestrillo tiene su librillo no? Pues tenéis

que escribir cada uno el vuestro.

Primera pregunta, ¿qué edad tienen los chicos que vamos a entrenar?

Esta pregunta es importante, suelo exagerar en los ejemplos que pongo para que la

compresión del mismo sea lo más evidente posible. Supongo que todos entendemos que

no entrenaremos ni trataremos de la misma forma a jugadores senior de 25 a 30 años

que a jugadores prebenjamines de 7 y 8 años. Intenta decirle a un niño de 7 años que

quieres que cambie la orientación del juego para aprovechar los espacios dejados en el

lado contrario por el rival, ¿lo entendería?, seguramente tampoco lo entendiesen los de

25 años, aunque ellos sí que deberían de hacerlo.

La segunda pregunta puede ser, ¿qué quiere el club de mí?

Si eres el entrenador tienes que saber cuál es el objetivo que tiene el club con el equipo

que te han dado. Hay clubes que lo que quieren sólo es competir y ganar y que el

nombre del club se encuentre siempre entre los primeros de la clasificación con

independencia de lo demás, aunque claro, si es jugando bien pues mejor. Otros clubes

tienen la labor social de que los niños que pertenezcan a ese equipo simplemente lo

pasen bien, jueguen y se eduquen en un equipo, es decir, que no te exigen un resultado

en la clasificación.

En definitiva y por no darle muchas más vueltas, tienes que hablar con tu superior, ya

sea el director del club o el coordinador en el caso de que seas el entrenador o el propio

entrenador en el caso de que seas su ayudante. Saber qué se espera y se quiere de ti es

importante para que puedas trabajar y conseguir esos resultados.

De acuerdo, pues después de esta segunda pregunta, probablemente un tanto aburrida,

empecemos con un poco de acción.

Una vez que tengo equipo con el que poder entrenar, ¿cómo empezamos?

Tus ideas de juego

Todos tenemos a personas y entrenadores de primer nivel como referencia, está bien,

todos tenemos que tenerlos para poder comenzar. Escuché una frase no hace mucho que

decía, tenemos que empezar pareciéndonos a alguien para que más tarde se parezcan a

nosotros. Toma las ideas que más te gustan de los equipos a los que admiras e intenta

implantarlas en tus equipos. Siempre, claro, teniendo en cuenta la edad que entrenas.

Pues puedes pedirle a tus equipos tengan la posesión, pero no puedes pedir a niños de 8

años que jueguen como el Barça de Guardiola.

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Bien, creo que el primer planteamiento que tienes que hacerte es cómo querrías que

jugara tu equipo. Divídelo en las dos partes esenciales del fútbol. Por un lado como

quiero que ataquen y por el otro como quiero defender cuando no tenga la pelota. Os

pongo el ejemplo de lo que quiero decir para mi caso y mi idea de juego. Después la

resumiremos en palabras clave.

Ataque

Quiero que mi equipo tenga la pelota, la pueda sacar desde atrás aunque no dudemos en

jugar en largo cuando sea necesario. Aunque quiera tener el balón me gusta que mis

jugadores arriesguen cuando estén cerca del área contraria. Quiero que mi equipo sea

una metralleta, es decir, que creen muchas ocasiones en vez de tener la pelota esperando

el mejor momento para marcar, así que prefiero 35 ocasiones con quizás 8 goles que 5

ocasiones y 5 goles. Sin miedo al contraataque, si se da la oportunidad saldremos rápido

para coger descolocados a los contrarios. Tener algunas jugadas ensayadas.

Ahora la resumiremos en las palabras clave. En mi caso yo pondría (técnica, posesión,

velocidad, ocasiones, creatividad, estrategia)

Defensa

Quiero que mi equipo presione arriba, jugaremos con los centrales y el portero

adelantado. Si superan mi primera línea de presión nos iremos replegando para que

nuestros jugadores que se han visto superados puedan volver a defender. No quiero que

nadie remate o tire nunca cómodo.

Resumimos la idea defensiva en (presión, repliegue, marcaje)

Estas son mis dos ideas principales de juego, ya veis, dos párrafos. En esto se basa todo

el fútbol que hacen mis equipos, con algunos matices más pero lo que leéis es lo que se

ve en mis jugadores cuando juegan, no tiene más. Los que sean ayudantes, tendrán que

saber con que ideas trabaja su entrenador, aunque claro, os recomiendo que le planteéis

vuestra idea de juego por si puede ser de ayuda o simplemente para que el entrenador os

explique porque no juega él de esa forma.

¿Cómo más puedo ayudaros? Me gusta esta imagen que he podido obtener de la web

www.futbolentrenador.com que me han ayudado también a difundir este documento,

por eso los nombro. En definir idea de juego entra todo lo que anteriormente hemos

nombrado, esto es sólo un complemento.

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Tu primer día de entrenamiento

Ha llegado la hora de que prepares tu primer día de entrenamiento, pensarás, ¿y qué

quiero yo que hagan hoy los chicos?

Me considero una persona muy organizada por eso siempre llevo preparado al milímetro

lo que quiero realizar en el entrenamiento y eso no sólo incluye lo que pasa en el campo,

si no también fuera de él. Te ayuda a aprovechar más el tiempo, me encanta la eficiencia

y el que se pueda estar haciendo dos cosas a la vez.

Ahora tienes que tener en cuenta dos cosas. La primera es la edad de los chicos como

comenté anteriormente. Lo normal es que hablemos de niños (entre los 7 y los 12 años),

a partir de ahí hablaremos de adolescentes (12 a los 15 años), juveniles (16 a los 18

años) y senior (de los 18 años en adelante).

La segunda cosa a tener en cuenta son tus ideas futbolísticas que describimos con

anterioridad en el primer capítulo. Trataré de dar una guía rápida de cómo preparar y

actuar en cada rango de edad.

Los jugadores buscan divertirse, algunos lo hacen compitiendo, otros simplemente

jugando y otros ganando. Divertirse tiene que ser uno de los principales objetivos. Sí,

se que esta frase es típica de curso, de libro o un tópico. Soy consciente de que lo es,

pero os daréis cuenta de que para que un equipo juegue bien los chicos se tienen que

divertir, hacer de tu idea de juego y tu forma de entrenar la suya propia, la que ellos

seguirían si de mayores fueran entrenadores. Piensa en ese entrenador que has tenido

como jugador al que te gustaría parecerte, esa es la idea que buscaremos para que

nuestros jugadores nos elijan en un futuro como referencia para ellos ser entrenadores,

por tanto…

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Vamos a planificar nuestra sesión, esto es lo que tienes que hacer antes de ir a cada

entrenamiento. El título del capítulo es tu primer día pero esto hay que hacerlo todos los

demás también.

¿Qué ejercicios haré teniendo en cuenta mi idea de juego en los entrenamientos al

principio de la temporada?

Lo que yo te recomiendo tu primer día es que lo primero que hagas es coger a los chicos

y presentarte, si son más chicos no te pares mucho, di tu nombre y el de tu ayudante y

poco más. Empieza a entrenar. Cuando acabe el entrenamiento es cuando tienes que

acercarte a los padres y dar tu primera charla. Lo veremos en algún capítulo posterior,

cómo dar una charla.

En cuanto al contenido de la sesión en sí, a los ejercicios, te recomiendo que sigas las

indicaciones que se dan en los libros, esto es, estructuramos la sesión en tres partes,

calentamiento, parte principal y vuelta a la calma. La explicaremos a continuación para

los que esto les suene a chino.

El nivel de dificultad evidentemente tiene que ser fácil pues al ser tu primer día estarás

en pretemporada. Hemos dicho que también divertido (¿con qué parte os quedaríais,

ataque o defensa? creo que es pregunta retórica) y tener en cuenta que el entrenamiento

tiene que ir de menos a más en intensidad para volver después a bajar de intensidad

antes justo de acabar la sesión, lo que se llama la vuelta a la calma. Por tanto quédate

con tus ideas de juego resumidas en ataque teniendo en cuenta lo dicho.

Calentamientos (Parte 1ª de un entrenamiento)

Para comenzar, incluso mientras haces algo de tiempo para que lleguen algunos

rezagados al entrenamiento, para mí no hay mejor juego que el rondo. Es fácil de

comprender y trabajas muchos de los objetivos que quieres conseguir como la técnica,

la posesión y la velocidad. Incluso poniéndonos extremos el que está en el medio trabaja

en defensa interceptando líneas de pase. Los chicos se divierten pues puedes incentivar

que se si se hacen caños se gana una vida y de esta manera puede cometer ese jugador

un fallo sin quedarla.

Para los más nuevos o los que lo llamen de otra forma el rondo, es lo mismo que el

ratón y el gato. Unos jugadores por fuera formando un círculo y otro u otros por dentro

intentando robar la pelota. Lo bueno es que hay mil variantes y podréis ir utilizándolas

conforme vaya pasando la temporada. Por ejemplo que el rondo sea por parejas y todos

tienen que ir cogidos de la mano con un compañero en todo momento, no pueden

soltarse de la mano. Los puedes obligar a tener que darle una serie de toques, etc.

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Para subir un poco la intensidad puedes continuar después de los minutos iniciales con

algún juego que les sirva a los chicos como calentamiento también. Por ejemplo el

zorro, poniéndose un peto agarrado en las calzonas a modo de cola y los que no tienen

cola tienen que intentar robarla. Si les metes un balón por medio, pues mejor. Este

mismo juego que comento, el zorro, puedes hacerlo de la misma forma pero que cada

uno tenga que tener su balón controlado en todo momento. El pañuelito, el pillar,

gavilán…Pocos son los juegos en los que no puedas meter el balón y jugar de la misma

forma.

¿Puedo hacer el calentamiento de toda la vida?

No soy muy amigo de los calentamientos analíticos, es decir, los chicos por parejas

realizan una serie de ejercicios como skipping, movimientos de brazos, etc. Por lo

menos para los entrenamientos, aunque bien es cierto que es lo mejor para los partidos

bajo mi punto de vista, como explico a continuación. Por tanto en algunos

entrenamientos es bueno que lo hagas para que cuando llegues el partido y salgas a

calentar ellos sepan qué tienen que hacer y tu casi que no tengas que hablar en el

calentamiento, ni siquiera indicar los ejercicios a realizar.

En este caso, mantener una rutina en los calentamientos de los partidos tiene beneficios

pues los jugadores empiezan a entrar en juego, saben lo que tienen que hacer, y como

solemos utilizar ejercicios que buscan nuestros objetivos de ataque o defensa pues es el

comienzo de lo que luego tienen que hacer en el partido. La rutina de calentamiento en

los partidos da seguridad y tranquilidad a los jugadores.

Imagina que en cada partido cambias el calentamiento. Los jugadores harán algunos

ejercicios mal pues no los habían hecho antes, te preguntarán, porque no se han

enterado. Probablemente al cambiar los ejercicios todos los partidos haya algunos que

no persigan un objetivo en concreto o por lo menos alguno que no te sirva para lo que

los chicos tienen que reflejar en el césped (tu idea de juego).

Así que lo más probable es que al final haya pasado el tiempo de calentar y no hayamos

calentado, algunos jugadores estén nerviosos y dispersos no concentrados pues están

pensando todavía en que no entienden los ejercicios o lo que es peor y más habitual, al

no comprender los ejercicios se ponen a pensar en sus cosas y mirar para otro lado, esto

claro en el caso de los más chicos.

Por favor, trata de evitar en el calentamiento el típico ejercicio de tiro a portería, donde

todos en una cola pasan la pelota, se la coloca un compañero y lanzan a portería.

El calentamiento también es imagen. Un calentamiento con los chicos haciéndolo todo

sin que tú tengas que dirigir, que lo haga el capitán del equipo por ejemplo, dónde todos

lleven una coordinación y un orden, eso deja una impresión en los contrarios, en los

padres, en los otros técnicos…inmejorable.

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Al final podréis encontrar algunos de los ejercicios nombrados y más utilizados para

calentar en Ejercicios de calentamiento.

La parte principal (Parte 2ª de un entrenamiento)

Esta es la parte en la que comenzamos a realizar ejercicios que enfocan mucho más

nuestros objetivos de juego. Una premisa, mejor cortos pero intensos que largos,

pesados y a medio gas.

Sigue realizando los ejercicios que vayan enfocados a conseguir tus objetivos de juego

en ataque y en defensa. Veremos ejemplos en el capítulo ejercicios de parte principal.

Estos ejercicios van más allá de los juegos que anteriormente hemos utilizado en el

calentamiento, sin son muy chicos utilizaremos ejercicios más analíticos, entiéndase por

ejercicios analíticos aquellos que se dedican exclusivamente a una parte concreta de los

elementos del fútbol, más claro con los ejemplos, trabajar el pase con un ejercicio

analítico es poner a un jugador enfrente de otro a que hagan pases. Estos ejercicios hay

que ir evitándolos a base que vayamos subiendo en la edad de los chicos que

entrenamos. Pero cuando son más chicos son necesarios, aunque sea en pequeñas

cantidades como un ejercicio por sesión que no nos ocupe más de 5 o 10 minutos como

máximo, ya que como niños chicos necesitan movimiento y para ellos, como para todos,

los ejercicios analíticos son aburridos. Como digo, un ejercicio por entrenamiento de no

más de 5 o 10 minutos.

Por lo general haremos ejercicios algo más complejos. Volviendo a ejercicios de pases,

podemos matar dos pájaros de un tiro haciendo un ejercicio de posesión que es uno de

mis objetivos de ataque. En estos ejercicios, al tener que mantener la posesión, también

se trabaja el pase.

Hay mil objetivos que se pueden plantear y ejercicios para cada uno de ellos. Sólo

tienes que saber qué quieres conseguir y buscar la manera de conseguirlo, para ello hay

buenas bases de datos de ejercicios, pero puedes adaptar o crear uno personalizado para

tus jugadores pues tú los conocerás mejor que nadie y sabrás si serán capaces de hacerlo

y el nivel de dificultad que para ellos entrañan.

Al principio, cuando empieces con tu equipo, tendrás que explicar muy bien los

ejercicios y sobre todo tener paciencia, las primeras veces que hagas un ejercicio quizás

no salga. Analiza si es por la extrema dificultad o ves que son capaces pero que

necesitan un poco más de práctica con el ejercicio.

No pierdas todo un entreno con la misma tarea. Si pasados 6 o 7 minutos del inicio ves

que imposible que salga bien, pasa a otro alternativo. Ya lo volverás a probar otro día si

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cuando analices lo que ha pasado ves que es por falta de conocimiento del ejercicio. Si

la conclusión es que es demasiado difícil para la edad que entrenas, pues descártalo.

Pongo un ejemplo. Solemos utilizar cuando entreno una tarea de posesión y de presión

que consiste en, por un lado, dividimos el campo el dos. Se forman tres equipos, un

equipo en cada parte de las que hemos dividido el campo y el equipo que falta en el

medio. Bien, el ejercicio no es más que el equipo del medio tiene que robar la pelota

mediante la presión y el equipo que tiene la posesión tiene que dar una serie de toques y

luego hacer un cambio de orientación al otro equipo en la otra parte, si la pierden la

quedan en el medio (realmente tres presionan en el campo de posesión y dos quedan en

el medio para cortar el cambio de orientación si sale mal), si no pues la sigue quedando

el equipo que no ha podido recuperar la pelota.

De acuerdo, esto es como un rondo en grande, pero la primera vez que lo explicamos,

algunos no se enteran de que tienen que quedarse en el medio, o de que hay que hacer

un cambio de orientación, o de cuantos toques llevan para hacer ese cambio de

orientación, además no consiguen dar más de tres pases y no mantienen la posesión, en

definitiva, un desastre.

Nosotros tuvimos que dejar ese ejercicio ese día, hasta un poco enfadados pues nos

parece un ejercicio muy completo, pero no desistimos porque analizándolo vimos que

los niños estaban un poco perdidos, simplemente eso, no era difícil de entender pero no

estaban acostumbrados a hacerlo. Ahora el ejercicio sale perfecto.

La vuelta a la calma (Parte 3ª de un entrenamiento)

Es la fase del entrenamiento que posiblemente esté más infravalorada, la que menos se

utiliza o a la que menos cuenta se tiene. En esta fase trataremos de que los jugadores

pasen del estado de tensión y máximo esfuerzo que se tiene en los ejercicios de la parte

principal a un estado de vuelta a la rutina y de recuperación del esfuerzo. Lo que

pretendemos en un entrenamiento es que todo sea progresivo, es decir, que no vayamos

del 0 al 100 y de nuevo al 0, si no de 0 al 20 luego al 40 luego al 70, al 100 para bajar al

50 luego al 20 y finalmente al 0.

Aprovecha para practicar las jugadas de estrategia, los penaltis, para realizar algún

ejercicio de baja intensidad antes de ponerte a estirar (importante sea la edad que sea, y

ahora me explico). Si son niños lo normal es que termines jugando partidito y después

te vayas. No es lo correcto pero ya sabemos que los niños están hechos de otra pasta.

En cuanto a estirar, siempre es importante sea la edad que sea. Sí, incluso en niños

aunque tengan mucha flexibilidad. La idea para los niños a la hora de estirar no es por

sus músculos, sino por el hábito, por la responsabilidad de que alguien dirija el

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estiramiento y porque se sienten y descansen aunque sea 5 minutos y puedan escuchar

lo que diga el entrenador. Es el momento de hacer alguna broma o recordar algún

momento divertido del entrenamiento. De interesarte por ellos, por cómo les van los

estudios, por cómo está su familia, en general por cualquier cosa que quieras saber de

ellos.

Las indicaciones a los jugadores

Es una de las cosas que parecen fáciles para un entrenador pero que luego no siempre es

así, sobre todo a medida que avanzan en edad los jugadores a los que entrenamos.

A los niños hay que darles indicaciones claras y no muy extensas. Una idea, pero clara.

En realidad esto es bueno en todas las edades puesto que no es lo mismo la compresión

del fútbol de un juvenil que la de un niño. A los más pequeños hay que empezar a

enseñarles esos planteamientos, pero con cosas simples. Nosotros siempre solemos

empezar con las líneas de pase. La línea de pase es a modo simple, una línea que no está

interceptada por ningún contrario entre el compañero que tiene la pelota y yo, o el

compañero y yo, que tengo la pelota.

El trato. Serán muchos los chicos que hayan pasado por mis manos cogiéndolos por los

hombros, dejando a uno de mis jugadores con la pelota e indicándoles dónde tienen que

colocarse para que haya línea de pase, y dónde no están bien colocados porque hay un

contrario por medio y no hay línea de pase. Esto explicárselo a un juvenil es una

tontería. Puede ser necesario en algunos casos, pero seguro que no es necesario que lo

cojas por los hombros y lo muevas como un pelele como en el caso de los chicos que

incluso se ríen cuando lo mueves de esa manera pues les estás explicando algo pero

también introduces un momento de diversión si lo coges como un muñeco y lo

zarandeas.

El entendimiento. Hay jugadores que tienen menos entendimiento del futbol y puede

haber juveniles que no sepan que es una línea de pase pero, nunca dejes en ridículo a un

jugador delante de los demás por no saber algo. ¿Puedo hacer bromas? Evidentemente,

pues son necesarias para el buen ambiente del grupo, pero no que sepas que les van a

sentar mal o que lo van a dejar en evidencia ante los demás.

El tiempo. Otra cosa es el tiempo que nos llevamos dando indicaciones. No podemos

tener entrenamientos parados 20 minutos dando indicaciones a los jugadores. Explica lo

que quieres rápido y conciso y a jugar. Deja jugar a los chicos, interrumpe lo justo para

corregir aspectos, no tardes más de 30 segundos en explicar una idea y seguimos.

Tampoco pares 30 veces un ejercicio, es síntoma de que el ejercicio no van bien, para 4

veces el ejercicio y si seguimos fallando páralo, explica un poco mejor que es lo que

falla en el ejercicio y cómo se corrige y pasa a otro. Cuando retomes el ejercicio otro

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día, antes de empezarlo vuelves a explicar lo que quieres, cómo no cometer los fallos

anteriores y a jugar.

La relación con jugadores y padres

La relación que tenemos con los jugadores tiene que ser buena, eso es una evidencia,

pero no me refiero sólo a eso. Voy a intentar describir como deberíamos tratar a los

jugadores.

La relación tiene que ser cercana y de confianza, sobre todo en edades tempranas y

quizás, algo más distante cuando vayamos entrenando gente de más edad. Tus jugadores

deben de poder contarte si tienen algún problema ya sea en casa o sobre todo con algún

compañero.

Lo más importante es ser divertido y tener momentos de bromas con ellos, surgen solos

en un entrenamiento. Permítelos, no los cortes, pero los jugadores tienen que saber de ti

cuando podemos parar y reírnos (de una caída, de un comentario…) y cuando estamos

trabajando serios y lo importante es la concentración y el esfuerzo que estemos

poniendo en el ejercicio o el partido.

El respeto que tú tengas a tus jugadores se verá reflejado posteriormente en el que ellos

te tendrán a ti. No es necesario tratarlos de usted, ni ser una persona seria que nunca se

ríe. Tienes que ser directo en lo que quieres, claro en tus palabras, pero educado en el

tono y en la forma. Subir un poco el tono puede ser necesario, pero no realizar

aspavientos ni convertir mi subida de tono en un grito.

¿Gritaremos a los jugadores?

A veces es necesario alterar nuestro tono de voz para que los jugadores reaccionen. No

sabéis lo importante que es nuestra expresión corporal para el comportamiento de los

jugadores, y aquí incluyo la voz. No hay que gritar como un energúmeno, simplemente

subir el tono y nuestra actitud hasta ponernos serios e indicar a un jugador que tiene que

reaccionar de tal manera o tal otra.

No digo que haya que hacerlo siempre, sino que hay momentos que es necesario

hacerlo. ¿A todos los jugadores? Creo que no hay problema en hablarle claro a ningún

jugador, porque ellos nunca tienen que sentir que les estás riñendo, sino corrigiendo.

También sabrás a quién puedes apretarle más y a quién puedes hacerlo menos.

En cuanto a los padres, tratar con ellos siempre ha sido más complicado, ¿O no? Los

padres por lo general deben de ser personas más razonables que los niños pues tienen

mayor comprensión pero no siempre es así. Ahora bien, si tú crees que los valores que

transmites y que lo que haces es correcto tendrás a todos los padres de tu parte, y al que

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no lo tengas porque no sea tan amplio de miras, acabará cediendo pues verá que no tiene

el apoyo del resto de padres.

Os cuento un caso,

Cuando actuaba como entrenador de una escuela, pasé una de las temporadas más

complicadas de mi vida. Se contaba en dicha escuela con un par de equipos por cada

edad y la ideología era no competir fuera, por tanto, habría partidos pero entre los

equipos de la propia escuela.

Cómo sólo hay un par de equipos por edad, pues o haces una liga de dos equipos para

enfrentarte con gente de tu misma edad o haces una liga con muchos equipos de la

escuela pero de diferentes edades. Este último fue el caso que me pasó. Si fuera el

equipo grande de esta competición pues los resultados hubieran sido distintos pero,

¿Adivináis de que edad era mi equipo? Pues sí, los más chicos de la competición.

Aunque el nivel no era muy elevado en cuanto a calidad en la escuela, mis niños tenían

8 y 9 años y podían llegar a enfrentarse con equipos que tenían entre 12 y 13 años, y

algunos también que estaban entre esas dos franjas de edad.

¿Problemas? los resultados no iban a ser buenos pues mi equipo era inferior, en fuerza,

velocidad, experiencia, técnica, táctica... Por lo general los equipos más chicos pierden

contra los fuertes. Eso no me preocupaba, pero sí la moral de los niños perdiendo un

partido tras otro.

Teniendo en cuenta que son niños de 8 y 9 años y no muy sobrados de calidad, mi

objetivo de tener la pelota, presionar y en definitiva que los contrarios corran detrás

nuestra estaba muy complicado, por los equipos a los que nos enfrentábamos. ¿Cambié

mi forma de entrenar? No. Seguí pensando en tener la pelota, no fui a presionar tanto

como quería, pues suficiente esfuerzo iban a realizar los chicos en correr contra gente

mayor, pero trabajé la colocación en el campo para suplir a esa presión. Una de mis

creencias es que la buena colocación de un equipo en el campo puede suplir muchas

deficiencias físicas y técnicas.

Los resultados no llegaban, como era de esperar, y los niños es cierto que

evolucionaban, pero también es cierto que muy poco a poco. Los primeros cuatro meses

tenía una sensación muy mala pues a pesar de estar contento con mi trabajo sé que los

padres se dejan llevar mucho por los resultados y que no son tan conscientes de las

capacidades de sus hijos, pues ellos suelen creer en muchos casos que su hijo es el

mejor, cuando evidentemente no lo es.

Llegados a este punto, después de cuatro meses, con sólo un conjunto por debajo en la

clasificación de la escuela, y con un equipo que a pesar de cada día colocarse mejor y

mover la pelota con más sentido que al principio de temporada, no era capaz de jugar

como quería, superado por equipos más grandes.

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Un día vinieron dos padres a hablar conmigo. Con respeto pero hostilidad encubierta o

resentimiento, llamadlo como queráis, hablaron conmigo sobre lo mal que iba el equipo,

que no ganábamos a nadie, que tampoco se veía un juego para que diera igual

perder…etc, etc.

No puedes hacer nada más que exponerles los hechos, que ellos sean conscientes de lo

que hay, que les vuelvas a explicar tu idea de juego si es que saben de fútbol, y que si

no están contentos los invites a que sus hijos cambien de equipo. Se puede razonar con

las personas, como digo, estos padres vinieron a hacerme saber su descontento con el

equipo, cosa que entiendo y que respeto pues cada uno tiene su opinión y son sus hijos,

y por tanto buscan lo mejor para ellos.

Tras conversar con ellos sobre la competición y que fueran conscientes de la diferencia

a la que nos enfrentábamos, como las ventajas y desventajas que eso tenía, también les

hice ver y les pregunté que si querían que sus hijos jugaran al pelotazo o a tener la

pelota, que si querían que los chicos fueran mejores técnicamente o que los pusiera a

hacer pesas para que fueran toros y pudieran competir en fuerza con los más

grandes…También podéis imaginar la respuesta.

Para terminar, después del entrenamiento siguiente a esta charla con los dos padres, los

reuní a todos. Expuse la situación a los demás sobre si todos estaban descontentos con

el equipo y con mi labor, siempre he pedido y en este caso pedí sugerencias y fallos que

pensaban que teníamos para cambiarlos, opiniones…Tenía un ayudante que venía a

entrenar por interés propio, los dos padres de la charla del día anterior también dijeron

que no lo veían preparado. Yo dije, ya delante de todos los padres, que lo que hubiera

que criticar se me criticara a mí, pues mi ayudante como digo, venía por interés propio

para aprender y ayudar, y eso lo hacía sin duda muy bien.

¿Cuál fue la respuesta del resto de padres que eran bastantes?

Pensé yo que qué iban a decirme las cosas claras y lo que pensaban realmente, y es justo

lo que hicieron. En primer lugar me hicieron ver no sólo su apoyo sino también lo

contentos que estaban con la educación que transmitía a los chavales. Les daba igual

que los niños perdieran porque eran conscientes de que jugaban con gente más grande y

para ellos, los niños salían de los entrenamientos habiéndose divertido y además eran

conscientes de la mejora desde el principio de temporada hasta ese punto. Incluso

llegaron a molestarse porque los había metido en el mismo saco con la opinión de los

padres que vinieron a hablar conmigo, cuando ellos pensaban totalmente diferente (los

dos padres de la charla estaban también delante). De hecho también estaban muy

contentos con mi ayudante, ya que eran conscientes del sacrificio e interés que mostraba

viniendo a entrenar y ayudando en lo que podía a los niños pues a él le costaba encima

el dinero del transporte.

Ser el entrenador perfecto

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Puede que me haya extendido mucho pero sé que es un tema que preocupa a muchos

entrenadores porque si bien en el fútbol profesional son los aficionados los que suelen

dictar sentencia en un entrenador, en el fútbol base, los aficionados y los que suelen

poner o quitar son los padres. Como conclusión, ten una buena ética (haz que jueguen

todos casi los mismos minutos) y practica para que los niños terminen mejor la

temporada de lo que la empezaron, siempre haciendo que se diviertan. Habla claro esas

mismas cosas que quieres plantear para la temporada con los padres al principio, en la

primera charla, y no tendrás problemas. Y si los tienes, siempre podrás tirar que tú

dejaste claro lo que ibas a hacer al principio de la temporada.

Dar una charla a padres y jugadores

Distingamos entre las dos partes principales a las que daremos una charla, a padres por

un lado, a los chicos a los que entrenemos por otro.

Por un lado, siempre me gusta hablar con claridad. Creo que es la palabra que define

mis charlas, claridad y también podría decir los detalles, como he comentado antes no

me gusta que se me escape nada, toda la información que pueda dar… la daré.

Comencemos con los padres.

Imagina que es la primera charla de la temporada, la del primer día de entrenamiento.

Realmente pocas más vas a tener o deberías de dar aparte de esa. En primer lugar,

preséntate, a ti y a tu cuerpo técnico. Diles quién eres, si estudias o trabajas y en qué,

por supuesto que edad tienes, resumidamente como eres, si abierto, si quieres poco

contacto con los padres...Y por supuesto debes de dar la línea a seguir durante la

temporada. Por ejemplo, se van a repartir minutos equitativamente aunque haya

momentos en los que los que consideres mejores jugarán más, si hay quejas con esto ya

pueden llevárselos, creo que verán que soy justo y reparto minutos (un ejemplo siempre

que luego lo cumplas y no jueguen siempre los mismos), también como quieres que

jueguen, que les puede costar un tiempo conseguirlo, los valores que quieres inculcar

como la puntualidad, el respeto por los compañeros, o cosas que les ayude en la vida

diaria como, traer fruta después de los entrenamientos, traer las notas en cada trimestre,

que cada uno haga y deshaga su macuto para ir a entrenar y a los partidos, aunque si son

chicos luego se lo revisemos nosotros…mil y una cosas que debes pensar y poner tú

para luego decirlas.

Las charlas no deben de ser interminables, pero debes dejar claros todos los puntos que

vas a tratar y saber si alguien tiene algún problema con alguno de ellos. Los padres

también te pueden ayudar, pues si alguno de tus puntos les parece mal a la mayoría,

igual es que te estás equivocando tú. Pregúntales y que aporten una solución distinta al

tema en cuestión.

Ser el entrenador perfecto

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Yo siempre me hago una chuleta con todo lo que quiero decir, así no se me olvida

nunca todo lo que quiero mostrar. También me considero una persona que se desarrolla

bien en público, por lo menos en una charla con 20 padres así que puedes trabajar en

ello si no te ves desenvuelto.

Ahora iremos con los jugadores. Nos centraremos más en charlas motivadoras para los

partidos.

Yo lo primero que os diría es como siempre que tengáis en cuenta la edad de los chicos

a los que os dirigís. Si son muy chicos no hay que darles charlas. Si ya tienen cierto

entendimiento como en prebenjamines (6-8 años) tienes que tranquilizarlos y que se

concentren en lo que tienen que hacer en la mayoría de los casos. De benjamines a

alevines puedes hablarles de tácticas y lo que quieres que hagan pero sin pasarte y

motivarlos porque los niños creerán en ti como si fueras Guardiola o Mourinho, pues tú

eres su referente.

Para los chicos infantiles hasta juveniles hay que hablarles como a personas mayores.

Claro, directo y explicando lo que quieres que hagan en el campo. Evidentemente a

categoría sénior ídem de ídem. Digamos que nuestra curva de charlas en tiempo debe de

ir desde nada, a los 10 minutos benjamines-alevines, a los 10 minutos en infantiles-

juveniles máximo, a los 5 minutos en sénior. Los más mayores deben de saber durante

la semana lo que tienen que hacer en el partido, por eso con 5 minutos les basta para

recordarles los puntos clave.

Creo que he dejado claro que el primer punto es la claridad en las ideas, dale a un

jugador máximo dos ideas que son las que quieres de él. Dale al equipo máximo 3 ideas

que son las quieres de ellos. Más ideas, perderán la atención, se liarán con lo que

quieres, no se centrarán pues estarán pendientes de todas las cosas que has dicho sin

focalizarse en ninguna. Lo bueno si breve…

Si están nerviosos, tranquilízalos (aunque siempre es bueno un poco de nervios), si

tienen miedo dales confianza (es un partido de fútbol), si están desconcentrados mételos

en el partido, si están confiados que desconfíen, dales lo que necesitan. Jamás he

hablado de un rival como si fuera a ser un partido fácil. Incluso con rivales a los que

hemos goleado y sabiendo que íbamos a golear, siempre encontrabas algún partido de

ese rival a priori débil dónde habían dado un susto a algún equipo, yo lo sacaba en la

charla para ponerle las orejas de punta a los míos.

¿Cuánto tiempo entreno y cómo reparto la sesión?

Pondremos los dos casos posibles, es decir, sesiones de una hora y sesiones de una hora

y media. Entrenar más, o menos de ese tiempo es una absurdez. Menos apenas nos dará

Ser el entrenador perfecto

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tiempo a explicar lo que queremos y entrenar, más, hablaremos en muchos casos de

sobre- entrenamiento.

Sesiones de una hora.

Ni que decir tiene que la medición del tiempo y el tenerlo todo programado es

importantísimo para sacar rendimiento de las sesiones de una hora. Comienza con 5

minutos de rondo y posteriormente entre 5 y 10 minutos de un juego, recuerda, a ser

posible con balón (hasta aquí será nuestro calentamiento). Más tarde, ya entramos en la

parte principal, diseña dos ejercicios que te ocuparán uno 10 minutos y el otro 15

minutos. Ya suman 40 minutos del total de la sesión. Los últimos 20 minutos restantes

son para que los repartas como mejor creas. Yo suelo utilizar juegos de competición, es

decir, distintos tipos de partidos y sus variantes. Con más o menos espacio de terreno de

juego, con variantes técnicas como jugar sólo con la pierna mala, con variantes tácticas

como atacar con un número de jugadores y defender en inferioridad. Piensa en tus

propias ideas para implantarlas, verás cómo irás creando un dossier de ejercicios

pensados por ti. Dentro de ese último tiempo, deja 5 minutos para la vuelta a la calma,

como mínimo eso, para ensayar estrategias o tirar penaltis por poner un ejemplo.

Sesiones de una hora y media.

Ahora podemos hacer un calentamiento más dinámico, podemos realizar los rondos con

las variantes, y realizar algún juego que no siempre implique pelota pues tenemos más

tiempo luego para entrenar con ella. Dedica al calentamiento unos 20 minutos donde

incluyes el juego. A la parte principal puedes dedicar unos 45 minutos donde

introduzcas entre dos y tres ejercicios según los objetivos a trabajar y los conceptos que

quieras fijar, pues igual necesitas parar más para explicar y corregir. Deja los últimos 25

minutos para los partidillos, las estrategias y la vuelta a la calma. Puedes repartirlo

mejor porque son tiempos orientativos, pero más o menos no son tiempos muy

desencaminados a lo que se debería hacer. Habrá días con más juegos y días con más

parte principal o partidos.

El partido y el comportamiento en el campo

Cuando tenemos un partido tendemos a estar a veces más nerviosos incluso que los

propios niños, puedo presumir que no es mi caso. Igual que reconozco que hubo ciertas

fases de mi etapa como jugador de cantera dónde me comían los nervios e incluso me

daba “miedo” jugar por miedo a fallar, también puedo decir que tengo tranquilidad ante

un partido ahora que soy entrenador, y es lo mismo que debéis reflejar vosotros, a pesar

de que no estéis en ese estado de calma.

Ser el entrenador perfecto

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No cites a los chicos más tiempo de una hora antes del partido, yo lo hago 45 minutos

antes del inicio del partido, pero puntuales. Si veo que mis jugadores no son puntuales

impongo la citación a una hora antes.

Que empiecen a cambiarse tranquilamente, yo hasta los dejo un rato solos para que ellos

tengan contacto sin la presencia del míster. Pasado un tiempo y con la mayoría vestidos,

si son chicos tendrás que ayudarlos a ponerse las botas y abrocharlas, sino puedes darle

más tiempo para que acaben de vestirse. Si hablamos de niños, con 20 minutos de

calentamiento antes del partido tiene que bastarte, a medida que son personas más

mayores y pasamos al fútbol 11 podemos utilizar hasta 30 minutos para calentar y por

tanto también tendremos que alargar a la hora antes del inicio la citación.

Ya hablamos antes de la rutina del calentamiento en el capítulo dedicado a ello, así que

no volveré a pararme. Un detalle que instauramos en el último año en el equipo y que

me parece que todos deberían de hacer es que los chicos, tras saludarse en el campo y

hacerlo con el árbitro antes justo del inicio del partido, es que tengan que ir a saludar a

los entrenadores del equipo contrario. Todos mis jugadores por este orden, saludaban al

contrario, al árbitro y posteriormente a los entrenadores contrarios. He visto a más de un

entrenador rival con un estado de nervios importante e intentando meter mucha presión

a sus jugadores para que salgan a machacarnos, como se aplacaban ante el saludo de mis

chicos. Ni que decir tiene que además es un gesto de deportividad y educación.

Ahora llega el momento de dar la alineación. Yo soy de los que siempre le gusta

empezar fuerte, pero eso no quiere decir que pongas siempre a tus titulares, porque

todos tienen que salir de inicio a lo largo de la temporada.

Antes de salir me gusta poner a los chicos en corro y dar mis últimas palabras, las dos

consignas a seguir y una frase motivadora normalmente. Algo así como, “con balón

tengan la pelota y muévanla rápido y cuando tengamos tiro, tiro. En defensa

presionamos, no quiero a ningún contrario que tenga 2 segundos para pensar y si pasan

la presión nos replegamos. Y chavales quiero intensidad desde el principio (con tono

autoritario y más alto que anteriormente) vamos al máximo y a ganar (la frase

motivadora sale mejor en directo y sin haberla pensado mucho previamente).

Bien, durante el partido cada uno saca un poco de su ser. Me refiero a que los que son

nerviosos pegan saltos y gritan, los de más carácter gritan mucho más, más alto y con

más rabia que los nerviosos, los tranquilos no se mueven mucho y tampoco gritan. Los

hay muy tranquilos y esto tampoco es bueno. La virtud, como siempre, está en el

término medio.

Hay que ser tranquilos, pero moverse en el banquillo y dar indicaciones. No mil

indicaciones, sino la que haya que dar pero clara y concisa, y en el tono adecuado, que

esto no siempre es fácil. Cuando un jugador comete un fallo se le dice, pero tranquilo, si

ese fallo lo tienes muy ensayado en los entrenamientos y él sabía lo que tenía que hacer,

Ser el entrenador perfecto

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le preguntas que si sabe dónde ha fallado y lo haces transmitiendo tu descontento, no

con tus palabras, sino con tu gesto de seriedad. Si el jugador tras cometer el fallo vuelve

a hacerlo ya está en ti el saber si lo haces acercarse y corregirle de nuevo (si son más

mayores puedes echarle un rapapolvo) o puedes optar por cambiarlo si son cambios

volantes, es decir, cambios ilimitados como en fútbol 7.

Llega el descanso y vamos ganando relativamente cómodos. Vuelvo a repetir mi

mensaje de desconfianza, nunca quiero caer en la relajación. Recuerdo jugadas que han

sido peligrosas contra mi portería y como estaría la situación si esas jugadas hubieran

entrado. En cambio, situaciones en la que los chicos van perdiendo necesitan de

correcciones, pocas pero las claves para darle la vuelta a la situación, también

tranquilidad pues algunos estarán nerviosos por estar perdiendo y vuelta a motivarles. Si

vas perdiendo en la primera parte, los primeros minutos del inicio de la segunda serán

claves. Un gol temprano de tu equipo puede cambiar el partido totalmente por eso

necesitan salir sin miedos y al máximo de su rendimiento.

Una vez acabado el partido, cada uno a su casa, a que se olviden de fútbol hasta el

próximo entrenamiento. Si se ha hecho un buen trabajo, díselo a los chicos sin

extenderte mucho. Si no ha sido así y el trabajo no ha sido el adecuado, también díselo

pero tranquilo, no muy largo en la charla, diciendo las tres claves donde se falló y

diciéndoles que disfruten ahora del fin de semana y dejen apartado el fútbol hasta el

siguiente entrenamiento.

Allí, en el siguiente entreno, podemos repasar el partido anterior, pero en una charlita

de apenas 3 minutos pensando en las cosas que hicimos mal e hicimos bien y la línea

que vamos a seguir en la semana de entrenamientos que comienza y pensando en el

siguiente partido. Si tienes una hora de entrenamiento, deja esta charlita para cuando

hayas acabado el entreno.

Valores y educación a los jugadores

Esta es una de las partes que más me gustan del fútbol, y no es por otra cosa que porque

te das cuenta de que el fútbol te ha educado, pero lo haces cuando eres más mayor.

Cuando eres jugador te das menos cuenta.

Ya he comentado algo anteriormente en otro capítulo pero os daré ideas y repetiré

algunas nombradas, para que sobre todo en caso de niños podáis implantarlas y os

ayude a educar a los chicos tanto dentro como fuera del campo.

Yo prefiero en vez de obligar a los jugadores a hacer algo poner un premio goloso al

final de temporada, y el que cumpla mejor con todas estas normas será el premiado. No

el que mejor juegue, si no el que mejor haya cumplido con estos valores y educación. Ni

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que decir tiene el apoyo que sueles recibir de los padres que ves como inculcas valores

positivos en sus hijos.

1. Respeto a los compañeros, al entrenador y al árbitro. El que no cumpla con esto,

no entrenará (si estaba entrenando cuando comete el error) o no jugará (si está en

partido cuando se equivoca). Ni gritos, ni recriminaciones, ni insultos

evidentemente a ninguna de estas partes. Trata como entrenador de cumplir lo

mismo pues no hay nada peor que la incoherencia. No vale que le chilles al

árbitro en su cara como un poseso. Pídele que se acerque y habla en un tono

tranquilo aunque le estés recriminando algo.

2. Puntualidad, a no ser que sea fuerza mayor o esté avisado con anterioridad, el

que llegue tarde tiene que tener algún castigo (el ejemplo más débil es que el

chico se pierde el rondo, por eso aprieta a sus padres para llegar puntual).

3. Notas en cada trimestre. Premiar con aplausos o cualquier otra modalidad si

algún jugador trae un 10. Preocúpate por sus notas trimestrales, habla con él y

hazle ver la importancia de los estudios.

4. Comer fruta después de cada entrenamiento, esto ayuda a su alimentación.

5. Macuto o maleta hecha por los propios jugadores, y deshecho también previa

revisión de los padres antes de salir de casa para evitar olvidos graves como

botas o espinilleras.

6. Obligación de llevar espinilleras en los entrenamientos, evitan lesiones, serán

más incómodas pero total, si son obligatorias para los partidos, ¿por qué no

acostumbrarlos en los propios entrenos? Sobre todo el objetivo es evitar

lesiones.

7. Si tienes la suerte de salir de torneo. Nombra responsable de las habitaciones y

conociendo a tus jugadores pon a los más conflictivos con los más tranquilos.

Enséñalos a comer, a mantener el orden en el comedor. A estar listos, vestidos,

duchados y en la cama cuando tú lo dices.

Lo más importante es que mantengas la coherencia entre lo que dices y lo que haces.

Las reglas son para todos y por supuesto tú eres el primero que tiene que dar ejemplo.

De nada sirve que pidas a tus chicos puntualidad si eres tú el que llega siempre tarde.

Evidentemente no tienes que ponerte las espinilleras, ni llevar fruta (aunque no estaría

mal que lo hicieras) o traer las notas. Pero también debes respetar a tus jugadores y

reñirles cuando sea necesario pero para corregirles o porque eres el encargado de

llamarles la atención cuando no han hecho algo bien con su comportamiento, nunca con

su juego. Reñirles por un mal pase es un error, la palabra es corregir. Reñirle sólo vale

para los fallos de actitud y comportamiento.

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La diferencia entre reñir y corregir creo que se da en el tono. Con reñir me refiero a

mostrar tu enfado ante una actitud incorrecta del jugador (insultos, dejadez o desinterés

en lo que se hace…). En cambio, corregir no es más que mostrar la equivocación ya sea

de una actitud o de un aspecto del juego en un tono tranquilo y sereno, haciendo ver

dónde se ha confundido el jugador y sobre todo y más importante, como no volver a

cometer el error. Se puede reñir a un chico por una actitud y a la vez corregirlo diciendo

cómo no volver a hacerlo mal.

Recuerdo una conversación al final de la temporada pasada. Una temporada que no fue

nada fácil al principio pero que acabó dando sus frutos al final. Una vez más la

diferencia de edad fue lo que marcó los malos resultados (en el juego, no en números,

aunque también) al principio, pero esta vez la calidad y el trabajo acabaron por dar

resultados, como todos esperábamos, pero no sabíamos que teníamos que sufrir tanto

tiempo antes de que empezáramos a jugar bien.

Nunca nos había costado tanto antes que los niños impusieran nuestro juego (casi 5

meses desde el comienzo, más de media temporada) pero eso sí, una vez lo impusieron,

eran un auténtico rodillo.

Bien pues la conversación fue con 4 padres del equipo después de haber ganado un

partido importante a un equipo importante (al FC Barcelona nada menos). Ellos

vinieron a agradecernos lo que habíamos hecho con los niños, yo empecé a hablar de

que habíamos conseguido jugar muy bien tras mucho tiempo de entrenamientos y

muchos partidos de frustración jugando mal, pero los padres aparte de darme la razón en

esto, llevaron la conversación fuera de lo que es el juego. Ellos me hablaron del

agradecimiento que tenían por la educación que les habíamos dado, de cómo podían

acercarse los jugadores (de 8 y 9 años) a hablar con nosotros, de que notaban el cambio

de comportamiento en su casa a niños que ahora eran más responsables, que habían

cambiado su manera de estudiar y habían mejorado los resultados porque si el chico

llevaba un 10 sus compañeros le darían un aplauso, etc.

Eso es lo que más vale de entrenar chavales, de verdad que posiblemente de todas las

veces que he charlado con padres, esta es fue la vez que más me ha marcado y que

nunca olvidaré. Después de ese partido de grupo ganado al Barcelona, el mismo equipo

nos eliminó en semifinales del torneo. ¿Sabéis lo que siempre permanece? El

agradecimiento de esos padres por encima del resultado puro y duro del equipo en el

torneo.

La preparación física

No me voy a extender mucho en la preparación física pues soy entrenador pero no soy

preparador físico y tampoco he cursado los estudios para serlo. La idea principal que

Ser el entrenador perfecto

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quiero que os metáis en la cabeza es que los niños (hasta los 12 años) no necesitan

ningún tipo de preparación física específica. Sólo tenéis que centraros en jugar y

entrenar. Los niños en esas edades están preparados para jugar casi indefinidamente y

conoceréis a muchos que después de entrenar se van a jugar al parque. Por decir algo,

para los chicos menores de 12 años, es importante que el aspecto que se trabaje sea la

coordinación y los movimientos motrices. Hay que tener en cuenta el imparable

crecimiento de los niños en esta edad, por tanto podemos introducir este aspecto. Cosas

como volteretas, giros, sentarse y levantarse sin utilizar las manos…son importantes

para su destreza posteriormente con el balón en los pies.

En cuanto a la preparación física a partir de infantiles, tiene que ser progresiva, a más

edad, más necesaria será y menos tendremos que dejar a la parte técnica. La parte

técnica es esencial en edades tempranas y pierde fuerza a medida que crecemos pues la

tenemos impregnada. Para infantiles y cadetes vuelve a ser importante de nuevo la

coordinación pues es el periodo de mayor cambio físico y de los “estirones” de los

chicos con la consiguiente descoordinación que ellos conlleva. Lo veréis cuando

jugadores normales, de repente parezcan patos con dificultades en la conducción que

antes no tenían.

Lo que os recomiendo es que entre vuestros colaboradores os hagáis con un buen

preparador físico o que os informéis en internet sobre cómo preparar a la edad a la que

entrenáis. Me centraré en mi experiencia como jugador para poder ayudaros.

Como digo, separado por edades contra mayores jugadores más preparación física.

Separado por fases de la temporada, se suele dar más importancia a esta parte en

pretemporada y a la vuelta de navidades que es cuando los jugadores han dejado de

entrenar durante un periodo de tiempo. Yo recomiendo que no dediquemos a esta parte,

de preparación exclusivamente física más de media hora.

Centrar vuestra preparación en estos tres conceptos físicos (resistencia, velocidad y

fuerza). Especialmente importante en edades infantiles y cadetes (12 a los 15 años) es la

coordinación ya que es un periodo de crecimiento de los chavales dónde esto se pierde y

necesitan recuperarla.

Importante también la preparación física con balón. Hay momentos en los que sólo hay

que correr para trabajar la resistencia, pero se pueden trabajar también con ejercicios

con balón de por medio dónde también se introduzcan centros y tiros por ejemplo. Es

como la zanahoria delante del burro. Los jugadores trabajaran sin pensar tanto en lo que

están sufriendo físicamente porque están pensando en el control de la pelota y en cómo

dirigirla hacia el siguiente lugar. Atentos a los que se escaquean que siempre los hay.

Ser el entrenador perfecto

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Tu cuerpo técnico

No siempre es posible tener un cuerpo técnico, pero en muchos casos sí que los hay,

pues todos tenemos a un ayudante o a nuestro delegado.

¿La persona debe ser un titulado que tenga unos conocimientos extraordinarios sobre

fútbol? Pues hombre si tenemos a una persona así, mejor, pero es difícil que esto ocurra.

Tu ayudante debe ser una persona que te complemente. Si tú eres nervioso, que él sea

tranquilo, si tú gritas que él de las órdenes más cerca y relajado, pero no viceversa, ya

que si el grita pero tú no, que eres el entrenador, no estáis siguiendo la misma línea

incluso se puede malinterpretar por los jugadores e incluso los padres que crean que el

segundo entrenador es el que manda y no al revés. Hay que seguir siempre la jerarquía

primer entrenador y segundo, por lo menos en fútbol base, si no lo mejor es que os

cambiéis el puesto. Resumiendo, que el entrenador sea el que marca la línea y el

ayudante el que la continúe.

Lo principal que tiene que tener esa persona es ilusión por entrenar y aprender, un buen

trato social pues debe interactuar con personas, no sólo contigo, y por supuesto por lo

menos una base futbolística o que trate de aprenderla echándole tú una mano. Otra

característica importante es ser proactivo. Me gustan los ayudantes que participan en los

entrenamientos, que corrigen, que hablan con los chicos…De poco sirve un monigote

que se limita a hacer lo que tú le dices.

Para un cuerpo técnico algo más profesional, por lo menos que trabaje en categoría

senior o cercana necesitarás a las siguientes personas. Un segundo técnico con

conocimientos de preparación física para que pueda realizar las dos funciones o un

preparador físico que pueda hacer de segundo entrenador. Después, no estaría mal

dedicar una parte de la semana al entrenamiento específico de los porteros, como una

hora semanal. Aquí puedes aprovechar tú mientras dejar a cargo a tu segundo con el

equipo o al revés. También puedes buscar alguna persona que te eche una mano o si no,

en el equipo senior de tu club seguro que alguno de los porteros del senior puede

ayudarte durante una hora semanal.

El delegado de tu equipo, aunque propiamente no forma parte del cuerpo técnico, debe

ser una persona responsable, de buen trato y calmado y que tenga claras sus funciones.

No será el primer delegado que da indicaciones a los chicos convirtiéndose en el tercer

entrenador y volviendo aún más locos a los jugadores que deben echar cuenta a tres

indicaciones de tres personas distintas.

El delegado debe ser encargado de todo lo que es trámite administrativo como puede ser

la presentación y cuidado de las fichas, atención al árbitro, información de la hora y

lugar del partido al entrenador, luchar por los intereses del equipo en situaciones

adversas (léase un partido en campo embarrado que el contrario quiere jugar y el árbitro

Ser el entrenador perfecto

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duda si disputarlo a pesar de las malas condiciones del campo y de la opinión contraria a

jugar de nuestro entrenador). Para todas estas cosas está el delegado y para algunas más.

Qué actitud tengo que tener para ser un buen entrenador

Cada uno es como es, y eso es difícil de cambiar. Pero es cierto que cuando uno tiene

ilusión por algo y además es su pasatiempo favorito, todo es más fácil. Si quieres ser un

buen entrenador tienes que estar en constante renovación de conceptos, no te acomodes,

ve a charlas, coloquios con otros entrenadores, entrenamientos de equipos profesionales

de tu ciudad, haz cursos formativos y acreditativos. Hay una gran variedad de cursos

que servirán para formarte y algunos de ellos no son nada caros.

Otra característica que tenemos que tener es dejar los problemas a un lado siempre que

vayamos a entrenar. Tendremos días mejores y peores, problemas en el trabajo o

discusiones con nuestra pareja pero todo eso debe de quedar a un lado e ir con una

actitud positiva ya que nuestros jugadores y entorno de los mismos no tienen la culpa de

lo que pase en nuestra vida personal. De hecho normalmente entrenar nos sirve como

terapia para evadirnos durante un rato de los problemas que podemos tener diariamente.

Ser una persona feliz. Si entrenar nos causa amargor o no lo pasamos bien es que no

estamos hechos para esto. Ojo, no estoy diciendo que no nos frustremos en ningún

momento o que no lo pasemos mal porque vemos que no salen los resultados esperados.

Lo que digo es que si entrenando no disfrutas y te hace feliz, a pesar de las

complicaciones porque ves aunque sea una pequeña evolución en los jugadores o por lo

menos que muestran actitud y respeto en lo que hacen, si esto no te hace feliz y volver

con ganas cada día nuevo que entrenas, es mejor que te dediques a otra cosa.

Unido a esto último viene la paciencia. Contra más chicos son los jugadores, más

paciencia hay que tener. Pero en general sean de la edad que sean hay que persistir y

esperar. Si sabes que tu trabajo ha dado resultado, si crees que la forma de entrenar es la

correcta, hay que ser pacientes. Acabarás por conseguir lo que te has propuesto.

El único problema es que solemos trabajar con el equipo un año y puede que

transcurrida la temporada no hayamos conseguido lo que pretendíamos. También os

digo que es raro. Debéis de ver los progresos a lo largo de la temporada y al final de la

misma los chicos tienen que jugar a lo que tú quieres, aunque no sea el juego perfecto

que pretendías, nunca lo será. También hay que pedir paciencia a padres y superiores

que a veces no la tienen y pierdes el apoyo de los mismos no pudiendo realizar tu

trabajo adecuadamente. Yo, por suerte, siempre he tenido el apoyo de ambas partes, y si

he notado dudas, he hablado con ellos para explicar mi método de nuevo y ver si seguía

teniendo o no su apoyo.

Ser el entrenador perfecto

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Dialogador, que no pesado. Una persona siempre dispuesta a tratar con los jugadores,

aunque siempre manteniendo las distancias y cada uno en su lugar. Lo que tienes que

evitar es hablar con los padres más de la cuenta, pues pueden tener esto como habitual y

charlar sobre sus hijos todos los días sobre cosas intrascendentes. Con los jugadores

habla lo que haga falta, pero no sobre fútbol siempre. Sobre fútbol sólo dale las dos o

tres indicaciones que les hacen falta. Gasta bromas, habla de sus vidas, hazles pasar un

buen rato.

Y por último pero creo que es una de las características más importante, un entrenador

tiene que ser coherente entre lo que dice y cómo actúa. Lo he repetido o repetiré en

otros epígrafes. Tienes que ser claro con todos y cumplir con lo que dices. No pidas

puntualidad si tú no lo eres, no digas que castigarás si luego hay incumplimientos y no

castigas, o lo que es peor, castigas según conveniencia o favoritismos. Ser una persona

coherente te dará algún problema pero te evitará miles, en cambio, no serlo te creará

miles de problemas para solucionar solo alguno.

Quién debe de jugar cada partido

Al principio de temporada te puedes hacer una idea de a lo que más o menos tiene que

aspirar tu equipo. En base a eso, a los jugadores que tienes y a las exigencias podrás

decirles a los jugadores la idea que tienes.

Pongo un ejemplo

Al trabajar para una cantera de un equipo profesional, con un equipo de fútbol 7,

cuentas con lo mejor de la provincia en los 14 jugadores que tienes a tu disposición.

Sabiendo esto, puedes alternarlos porque el nivel, aunque no igual debe de ser más o

menos similar. Sabiendo que debes de ser campeón de liga, cuando tengas un partido

complicado tirarás más de los titulares que de los suplentes.

Por tanto y hablo en mi caso, al principio de temporada comentamos que se iban a

repartir minutos equitativamente entre los jugadores, pero cuando hubiera que sacar un

partido adelante jugarían los que se considerasen mejores aunque evidentemente sea un

poco más de tiempo y no todo el tiempo del partido. Un jugador que por muchos

minutos que le correspondan no esté dando una a derechas será cambiado y

posteriormente seguro que vuelve a salir pero no dejaremos niños que no estén dando el

nivel pues como digo se trata de un club de cantera en las que hay que cumplir ciertas

exigencias.

En cambio, en la escuela en la que también entrené la cosa era distinta. Jugaban todos

equitativamente en cuanto a minutos (más o menos) pero es porque los padres pagan lo

mismo sean sus hijos mejores o peores. El objetivo de la escuela es que se diviertan y la

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competición es interna, sin ninguna validez pues incluso se intentaron evitar las

clasificaciones. De esta manera yo dejaba a los jugadores los mismos minutos en el

campo, aunque evidentemente si tomáramos exactamente el tiempo jugado por cada

uno, acababan jugando algo más los buenos. Cuando digo algo más es que de un total

de 60 minutos de partido un jugador bueno podía jugar 35 minutos y uno malo 30

minutos. Ya me las ingeniaba yo para no dejar al equipo muy cojo o que variara el nivel

mucho cuando hacía los cambios.

Cuando tratas ya con gente más grande (cadetes, juveniles y senior) dónde las plantillas

son más grandes y los cambios limitados seguimos la misma línea. Cada uno debe tener

su sitio pero yo soy amigo de que jueguen todos. No tiene que ser que todos jueguen lo

mismo en estos casos pues tendrás jugadores peores, pero háblalo con ellos y déjales

claro su sitio. Siempre y cuando den la cara en los entrenamientos, claro. Siempre bajo

esta última premisa reparto minutos.

Recuerdo un jugador muy pasado de peso que estaba en el equipo de un conocido, y el

chaval sabía que iba a tener sus 10 minutos de partido o algo más. Normalmente el

equipo ya tenía prácticamente ganado o perdido el partido, pero aunque no fuera así

¿qué más da? Si no te juegas el ascenso o descenso de tu equipo, ¿por qué no haces que

todos participen si se lo ganan con su actitud en los entrenos y en el campo? Este chico

pasado de peso no faltaba a un solo entrenamiento y siendo conscientes de sus

posibilidades se esforzaba todo lo que podía y más. Se ganó el derecho a jugar aunque

tuviera un nivel futbolístico bajo y actuase 15 minutos por partido y eso los que iba

convocado.

Una tesitura en la que se ven muchos entrenadores es que jueguen las “estrellas” del

equipo pase lo que pase. Hay casos en los que esas estrellas se saben superiores y con

poder de hacer lo que quieran porque van a jugar. Esto es un tipo de maleducar a una

persona igual que se hace en casa cuando se permite todo a un niño. Si quieres tener el

respeto del grupo, los límites son para todos. Si insulta, llega tarde o incumple una

norma, que cumpla el castigo correspondiente aunque sea el mejor del equipo.

Habilidades técnicas y tácticas para trabajar en los

entrenamientos

Aunque el título del capítulo no parezca estar muy claro, me explico un poco mejor. A

continuación os dejo un listado de aspectos que se pueden trabajar separados por

aspectos técnicos y tácticos ya que los físicos los he nombrado en la parte de

preparación física, por lo menos lo más importantes y los que debes trabajar en fútbol.

De esta manera y con este listado puedes ver en qué aspecto falla tu equipo o cual

Ser el entrenador perfecto

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quieres mejorar y de esa manera pensar un ejercicio, o buscarlo, para que se produzca la

mejora.

Por ejemplo, imagina que tienes que preparar el próximo entrenamiento, pero no sabes

qué es lo que quieres trabajar. Bien, pues puedes venirte a este listado y ver que aspecto

te interesa que tu equipo mejore y pensar así en algún ejercicio relacionado con lo que

vas a hacer.

Técnicos

- Regate

- Control

- Pase

- Desplazamiento en largo

- Cabeceo

- Centros

- Conducción

- Tiro

- Entradas (robo del balón)

Tácticos

- Marcaje

- Cobertura

- Colocación

- Presión

- Repliegue

- Temporización

Seguramente faltará alguno pero creo que está bastante completo el listado. Dije que

explicaría los conceptos más técnicos, así que creo que en la parte técnica está todo

claro pero en los conceptos tácticos hay alguno que es mejor dejar claro.

Cobertura. Se trata de cuando un compañero está defendiendo al jugador que tiene la

pelota, nosotros estemos cerca y pendiente por detrás por si es rebasado nuestro

compañero “hacerle la cobertura” acudiendo en su ayuda a cortar el balón. En el caso de

Ser el entrenador perfecto

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la foto el jugador del que salen las flechas haría la cobertura a los defensas que tiene

justo por delante en el caso de que un contrario los atacara con balón.

Repliegue, no es más que colocarse por detrás de la pelota cuando la tiene el atacante.

Mejor explicado podemos decir que cuando un línea de defensa es superada es volver

para recuperar mi posición por detrás de la pelota, normalmente metiéndome en mi

propio campo y cerrando al máximo mi portería. También puedo replegarme sin

necesidad de ser superado retrocediendo mi posición y cerrando el paso a mi portería

acercándome a ella y cerrando espacios.

En la foto vemos como un jugador del Barcelona tiene la pelota. Imaginemos que el

jugador supera a los contrarios hasta plantarse en la posición que ocupa el árbitro en la

foto, en el repliegue los defensores retrocederían aún más con sus marcas y serían los

centrocampistas los que intentaría recuperar sus posiciones por detrás de la pelota.

Ser el entrenador perfecto

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Por último explicaremos la temporización. Se trata de parar a un jugador sin tocarlo

obligándolo a parar o ralentizar su avance. Imaginen a un jugador que tiene la pelota,

pero que no tiene nadie por delante hacia la portería. Este jugador correría a máxima

velocidad hasta encarar al portero.

Ahora imaginen la misma situación pero contra un defensa, el defensa no se enfrenta a

él buscando pararlo, sino que retrocede a la misma vez que el atacante avanza. De esta

manera no sólo no se ve superado, sino que da tiempo a sus compañeros a volver a sus

posiciones ya que se supone que sus compañeros sin balón, son más rápidos que el rival

con él que además no puede acelerar pues tiene a un defensa cerca (el que temporiza).

¿Cómo hago que mis jugadores jueguen y entrenen bien?

Sin duda una pregunta muy general y que es difícil de responder. Pero cómo siempre

me basaré en mi experiencia y en lo que a mí me ha dado resultado.

Los jugadores por lo normal necesitan un poco de tiempo para entrar en el

entrenamiento y dar el máximo rendimiento. No pueden estar 100% concentrados y a

tope desde que pisan el césped, por tanto subiremos poco a poco en la intensidad y la

concentración.

Utiliza palabras de ánimo y reseña cada vez que un jugador o la jugada en sí esté siendo

realizada bien. Por ejemplo, en mi caso, la jugada empieza en la defensa, y ellos van

progresando de manera adecuada (bien movida, encara al contrario, muy bien, no te

encierres en una banda…) la jugada sigue progresando y la intensidad de la misma y el

acierto también pues los contrarios se están descolocando por el buen hacer del equipo

que posee el balón a lo que yo aumento mi tono de voz y de arenga (Bieeeen, eso es,

Ser el entrenador perfecto

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dale la pared, y ahora tirooo!) la jugada acaba, en gol o no, pero ha sido realmente

buena (Perfecto, esto es lo que quiero). Me gustaría que fuerais conscientes de que he

ido aumentando mi tono de voz y de manera seria y con mis palabras (bien, perfecto,

eso es) que son de apoyo y de buen hacer he hecho ver mi acuerdo con la jugada que se

estaba realizando. Os puedo asegurar, que los chicos cogen confianza pues se sienten

reforzados cuando hacen bien las cosas. Lo que hace que aumente el nivel pues ellos

quieren seguir teniendo palabras de ánimo de reconocimiento de su entrenador. Podéis

preguntar a la gente con la que entreno como saben de este efecto (aunque en realidad

no sabéis quiénes son) pero ellos cuando lo lean sabrán de lo cierto de lo escrito.

Pongámonos en el otro lado, digamos que estamos haciendo correctamente lo de

reforzar a los jugadores cuando actúan muy bien en el campo, pero evidentemente ellos

van a cometer fallos a lo largo del partido o el entrenamiento. Es decir, tienen una buena

línea y están haciendo las cosas bien, aunque no sea el mejor nivel, simplemente bien.

¿Cuál es nuestra postura cuando cometen esos fallos normales en cualquier juego?

Podemos parar el entrenamiento, pero no es lo que recomiendo, deja que sigan jugando

y trata de explicárselo solamente al jugador en cuestión, si ves que es algo que ocurre

con la mayoría, para el entreno pero trata de ser rápido, no tardes más de 15 segundos

en corregir el fallo y rápidamente que siga el juego. La intensidad es una de las claves

del juego rápido de un equipo, cada vez jugarán más rápido, lo que les obliga a pensar

más rápido, lo que les hace mejores futbolistas. Las constantes paradas del

entrenamiento implican bajadas de ritmo y pérdida de concentración en lo que se está

haciendo.

Ni que decir tiene que el tono utilizado para corregir debe de ser totalmente calmado en

la mayoría de los casos, pues como he dicho antes, estamos partiendo de la base de que

los jugadores están haciendo bien las cosas pero como es normal cometen algún fallo

que otro, que tú tienes que corregir. ¿Los corregimos todos? Todos no es necesario,

porque algún niño falle algún pase no hay que corregirlo pues puede que haya

arriesgado un pase interior y se lo hayan cortado, es una decisión que no ha salido bien,

pero no es un fallo en sí. Corregimos los fallos que se producen repetidamente o

aquellos por falta de conocimiento que pueden repetirse o darse en el futuro. Por

ejemplo, un jugador que juega demasiado en horizontal en medio campo pero cerca de

su portería. El jugador puede pensar que no falla pues el pase llega a su destinatario en

la mayoría de ocasiones, pero no es consciente del peligro que crea en su portería si uno

de esos pases se ve cortado por un contrario. Corregimos un aspecto para evitar un fallo

futuro.

¿Y cuando tenemos que utilizar un tono más alto, un grito? Pues en situaciones en las

que se busque la reacción de un jugador o de un grupo. Hay entrenos en los que al haber

sido segundo entrenador y no estar el primer entrenador los niños han tendido a la

Ser el entrenador perfecto

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relajación, pues saben que tengo un rol más cercano a los jugadores y realmente porque

ellos creen que no soy quién los quita y los pone en el campo.

Esto lleva a que yo quiera tener una intensidad pero ellos lleven otra. Recuerdo una

semana de la que de tres entrenamientos tuve que dar por terminado dos antes de

tiempo, pues los jugadores no estaban entrenando con la actitud adecuada. De ese

momento en adelante vinieron como motos pues ya sabían que podía ser más serio

incluso que el míster principal. Me llevaba todo el entrenamiento gritando pues veía que

el equipo que entrenaba con el míster y conmigo no era el mismo que entrenaba sólo

conmigo y yo tenía que llegar a la misma intensidad de siempre. Llegué, pero a base de

enfados, aunque cada vez que se cogía una intensidad parecida a lo que quería también

me encargaba de hacerlo saber a partir de lo cual fue más fácil mantener esa intensidad.

Todos queremos que nos hagan ver que bien hacemos las cosas, pero no hay nada como

sentir que estás haciendo bien las cosas ahora, pero que tienes que seguir haciéndolas de

la misma manera para que te sigan reconociendo, porque si no las haces así, también te

van a decir que te estás equivocando. Pensad bien esta frase. Esa sensación es la que

hace que ante un momento bueno del equipo, que tú te preocupas de animarlos porque

lo están haciendo bien, ellos quieran seguir haciéndolo igual e incluso aumenten su

rendimiento pues saben que además de hacerlo bien se lo están reconociendo.

El fútbol no tiene memoria porque se vive jugada a jugada (otro tópico pero pensad lo

que viene a continuación). Si tú haces una parada increíble pero en la siguiente jugada

fallas, la gente ve el fallo y no recuerda la parada, la parada duró el tiempo entre hacerla

y el fallo. Imaginad la parada, espectacular, a mano cambiada e iba a la escuadra, se va

córner tras la misma. Se lanza el córner y en el balón aéreo no agarras la pelota, se te

cuela entre las manos y acaba en gol del contrario. ¿Cuánto duró la gloria? ¿30

segundos?

Resumiendo, soy un defensor del reconocimiento a los jugadores, pero del

reconocimiento con intensidad. Si ellos se están partiendo la cara entrenando y haciendo

bien las cosas yo me parto la voz animándolos y arengándolos, y ellos os puedo

asegurar que se irán viniendo cada vez más arriba. Los errores, se corrigen, pero

parando lo mínimo y razonando, no gritando. Busca el grito sólo para encontrar una

reacción ante el mal comportamiento o actitud de un grupo o de un jugador.

Gestionar los egos enfrentados de jugadores

Esta es una de las cosas más difíciles a la que vais que tener que enfrentaros. Disputas

dentro de vuestro equipo entre jugadores que no se llevan bien, por lo que sea.

Normalmente no hay más de dos líderes en este sentido por lo que el equipo se suele

posicionar en alguna de las dos partes, o neutralmente en algunos casos. También

Ser el entrenador perfecto

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surgen problemas entre los padres sobre todo de los dos implicados que intentan

“captar” adeptos para las causas de sus hijos. ¿Cómo actuamos?

Complicado, pero el primer tema a tratar está entre los jugadores. Lo mínimo que

tenemos que exigir es que se respeten, no tienen que llevarse bien pues eso son cosas

personales, pero el respeto es un valor y eso si podemos enseñarlo o tenerlo como

norma. Conozco un caso, con dos chicos de esta manera, cada cual más competitivo y

mejor jugador. Actuaban en dos posiciones distintas, aunque de jugar en la misma

habría que haber buscado maneras de compatibilizarlos.

Dos jugadores muy competitivos tanto para el equipo como entre sí. Entró en juego el

factor de los goles y que si este no me la pasa a mí o que si el otro no me la echa nunca.

Solución del entrenador. Jugada clara en la que tenía que haber un pase entre ambos y

uno de los dos no la echaba al otro…ese iba al banquillo, de la misma manera si se daba

la situación entre uno de los implicados y un compañero cualquiera y por meter un gol

(y así se desmarca de su “competidor-compañero”) en vez de ser generosos con el

compañero mejor colocado, que como digo no tenía que ser el otro implicado, si no otro

jugador cualquiera…Al banquillo.

Poco a poco les hizo ver que o jugaban el uno para el otro y así para el equipo, y se

olvidaban de los goles pues cada uno tenía funciones distintas, o no jugarían, que al

final es lo que quieren los dos. El entrenador se encargó de remarcar las funciones, es

decir, de decirle a cada uno la importancia que tenía dentro del equipo haciendo tal y tal

cosa, además de lo bien que lo hacían cuando se asociaban los dos jugadores en

cuestión.

Vamos, reforzaba sobremanera la relación dentro del campo de ambos remarcando con

más intensidad las jugadas que realizaban. Les hacía bromas e intentaba implicar a los

dos en ellas, por ejemplo pidiéndoles que colaboraran para gastar una broma a un

compañero. Recuerdo, un compañero de pie, uno de los dos jugadores se puso de

rodillas y encogido y el otro jugador empujó al compañero que tropezó con el agachado

y cayó de espaldas. Los dos rieron y aunque al compañero no le sentó demasiado bien,

el entrenador lo cogió y le hizo ver que el mismo lo había organizado así para el bien de

la relación entre los conflictivos, y no para reírse de él, con lo cual el que sufrió la

broma también salió con una sonrisa pues sabía de la confianza del entrenador en él (y

también porque tenía la promesa de que él sería el siguiente enganche en la próxima

broma).

¿Y fuera con los padres? Es posible que consigamos dar la vuelta a la relación entre los

jugadores o que se esté viendo una mejora en ello pero que sean los padres lo que se

encuentren empeorando la situación.

Es hora de intervenir, a los padres a veces también hay que “educarlos” pues olvidan

ciertas normas de comportamiento social. Hazles ver que si ellos no colaboran

Ser el entrenador perfecto

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respetándose entre ellos mismos como padres y por supuesto a los niños, sus hijos no

jugarán y podrán llevárselos a otro lado. Si se invita a un cumpleaños a todo el equipo,

es a todo el equipo y no a todos menos a uno. Si el entrenador escucha un solo

comentario ofensivo o de ataque hacia alguna de las dos partes se tratará el tema

seriamente de abandonar el equipo por la parte culpable.

Parece un juicio, pero desgraciadamente tiene que serlo pues hay personas que llegan a

estas situaciones, pero actúan de dos maneras. Una, dándose cuenta de que se han

equivocado enfrentándose ellos y favoreciendo el enfrentamiento de los niños, con lo

cual desde ese momento empiezan a comportarse correctamente y colaborar con el

entrenador. Dos, padres irracionales que no ven lo perjudicial de esto y a pesar de la

llamada de atención continúan con su enfrentamiento, llevándose al chico incluso a otro

equipo. Uno de los problemas de esto es que puede volver a pasar en cualquier otro

equipo. Otro es sin duda, que los chicos serán unos prepotentes, pues a quién no los

respete o a los que no les caiga bien esta persona, tenderá a hacerle la vida imposible a

los demás, con el consecuente apartamiento social que esto supone cuando una persona

es madura. Acabará quedándose sólo o en malas compañías. Si sois padres de este

estilo, ha llegado el momento de recapacitar y si tu entrenador permite esta mala

relación entre tu hijo y otro u otros, se tú el que hable con él y busque solución.

Saca el máximo provecho de tu equipo

En nuestros equipos, cuando llegamos por primera vez y no conocemos a nadie, no

sabemos dónde poner a cada jugador o si la posición que supuestamente ocupa es la más

adecuada. Este epígrafe lo vamos a centrar sobre todo en equipos de niños, es decir, en

edades tempranas en los que los chicos no tienen una trayectoria y no sabemos de qué

pueden jugar cuando comienzan a hacerlo en fútbol 7.

Lo digo, porque contra más mayores son se van acoplando a un puesto en el que por lo

menos puedes empezar a verlos jugar aunque luego tú los reubiques, pues veas

características que encajan mejor en otro lugar.

Bien, pues cuando llegas a un equipo nuevo, intenta hacer juegos en los que se

destaquen ciertos aspectos para ir situando jugadores en el campo para que se aproveche

al máximo la forma de jugar que quieres implantar. Entra en juego tu capacidad de

observación.

Iré dándote unas pautas de los jugadores que sueles encontrar y las posiciones donde

puedes ubicarlos. Siempre basados en una forma de juego que trata de tener la pelota,

con pases no siempre en largo y con el equipo bien colocado en defensa. Esto es

empezar por lo básico cuando trabajas con niños pues para ellos es difícil realizar bien

Ser el entrenador perfecto

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la presión y mantener la posesión indefinidamente hasta encontrar el momento perfecto

para crear la ocasión.

Los centrales. Siempre tenemos a jugadores más lentos o algo más pesados en nuestros

equipos. Esta es la posición para qué empiecen a jugar pues es de las que requiere mejor

colocación y menos movimiento o velocidad pues una buena colocación suple a la

rapidez. El central debe de tener un buen golpeo en largo y no ser excesivamente lento a

la hora del control y el pase.

Los laterales, jugadores rápidos y con recorrido. Les basta con saber controlar y pasar y

tener un golpeo medio para poner algún centro o algún tiro. Si tienen regate mejor, pero

lo más importante es la capacidad de recuperar su sitio cuando se pierde la pelota y

mantener su posición en la defensa si se ataca por la banda contraria, por otro lado

también que se incorporen al ataque cuando el juego se vuelque o vaya volcar a su

banda.

Los mediocentros. Tienen que ser los jugadores más técnicos del equipo. No

necesariamente rápidos, pero si con cierta habilidad para el regate, buen control y pase y

sentido de mantener la pelota hacia la zona con menos contrarios. Buena colocación de

nuevo para suplir la velocidad y no destrozarse físicamente corriendo de un lado para

otro.

Delanteros. Los hay de dos tipos. Lentos y grandes, que lo mínimo que tienen que tener

es saber estar colocados cerca de la línea de fuera de juego y por supuesto tener cierta

definición para poder “trabajar” el equipo en defensa casi con un jugador menos pero

saber que si se le lanza la pelota y está sólo, va a meter un alto porcentaje de los

lanzamientos. Por otro lado, los delanteros veloces o normales, tienen que ser rápidos y

saber moverse sin balón. Esto es que cuando un compañero avance con la pelota hacia

su posición sepa dejarle espacio y buscar desmarques para recibir el pase.

Como he dicho nos hemos basado en el fútbol 7, de ahí que se hable de línea de fuera de

juego o no se hable de interiores. Dependiendo del sistema hablaremos de laterales o

interiores en fútbol 7 pero tomar la definición de lateral como jugadores de banda ya

que independientemente de que su posición inicial sea unos metros más atrás o adelante

las características tienen que ser las mismas. También decir que este supuesto está

basado en equipos que empiezan a jugar al fútbol y no tienen un nivel de sus jugadores

medio-bajo.

El esfuerzo es innegociable

Esta frase que ha hecho tan famosa el Cholo Simeone tiene que ser, bajo mi punto de

vista, una de tus máximas siempre. Es muy cierto que se juega como se entrena. Si

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entrenas a un ritmo bajo luego no exijas velocidad a tus jugadores, si entrenas a

pelotazos sin hacer hincapié en la posesión, no quieras luego ser la España campeona

del Mundo.

Exige a tus jugadores que pase lo que pase tienen que correr. Siempre he pensado en los

profesionales y en la poca calidad que tienen algunos de ellos y pienso…No entiendo

cómo puede haber jugadores a los que no les sale nada con la pelota y además luego no

corran. La habilidad con la pelota, la calidad, es lo difícil de aprender o de poseer.

Correr sabemos todos y además con el entrenamiento que se nos presupone que

tenemos, tendremos que aguantar el tiempo suficiente.

Otra cosa es que los tengas que enseñar hacia dónde correr y cuando (cómo se hace en

la presión) pero desde luego lo que no puede pasar es que haya jugadores que por ir

andando o a menos velocidad de la que podrían, tu trabajo y el del equipo quede

desajustado.

Para eso, como he dicho antes, es importante realizar entrenamientos dinámicos con

pocas paradas para dar ritmo al entrenamiento. Pocas, pero sí las necesarias, y cortas y

concisas. Explicar el fallo claro y al grano y seguimos jugando.

Crea máquinas…pero pensantes

A muchos de nosotros nos gusta realizar ejercicios donde se ensayan movimientos que

quieres que se hagan en el partido. Jugadas de estrategias, desmarques…Me parece una

buena idea. Los jugadores después de muchas repeticiones automatizan una serie de

movimientos que puede beneficiarles en un partido.

Piensa en el delantero que no sabe moverse, que después de muchos ejercicios

automatiza (y se que pasa) un desmarque al primer palo. Eso siempre será mejor que el

quedarse esperando que le caiga al pie pues seguramente hasta será más fácil marcarlo.

¿Cuándo surge el problema bajo mi punto de vista?

Cuando esos movimientos automáticos no se realizan pensando. Imaginad a un jugador

de vuestro equipo entrando por la banda hasta la línea de fondo. En ese momento que

tiene que centrar tiene un jugador justo delante que le tapa el centro en línea recta y

ahora pensad en el mismo delantero que hemos comentado antes que se desmarca al

primer palo. ¿Para qué? Al centrador le están tapando la línea de pase al primer palo, lo

mejor probablemente sea buscar un desmarque más alejado de la portería, por ejemplo

cerca del punto de penalti para poder rematar. Lo explico mejor gráficamente:

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El jugador azul con el círculo blanco representa al centrador de nuestro equipo con

balón. El jugador rojo representa al contrario y el otro jugador azul sin balón, a nuestro

delantero que busca el desmarque.

Bien pues si el rojo tiene tapada la línea de pase hacia la portería, y nuestro delantero

realiza el movimiento automático (flecha roja) porque lo ha aprendido y no piensa, se

estará equivocando pues el centrador no puede darle el pase. Sin embargo, si a pesar de

tener automatizado este desmarque, piensa en la situación del dibujo y ve donde tiene

más opciones de recibir y lanzar a portería realizará el movimiento de la flecha azul.

Tened en cuenta que la situación es la del dibujo, ya que si hubiera más jugadores

situados en el campo habría que tenerlo en cuenta, pues puede que un desmarque al

primer palo favorezca a tu equipo arrastrando a alguna marca para dejar sólo a otro

jugador.

Esto no nos lleva más que a reflexionar sobre si es bueno que mis jugadores

automaticen movimientos. La respuesta para mí es sí, sin duda, pero siempre que

puedan pensar por sí mismos. Otra de las frases que recuerdo haber pensado alguna vez

es que los entrenadores les tenemos que dar herramientas (tácticas, técnicas, preparación

física, psicología y la más importante razonamiento futbolístico y personal) para que

ellos hagan de artesanos y creen sus propias obras de arte.

Lo automático puede provocar velocidad por parte de tu equipo para ejecutar una

acción, también provocará buenos movimientos si los contrarios no ocupan

adecuadamente los espacios. Pero también provoca previsibilidad en tu equipo, algo que

en el fútbol siempre es mortal.

Ser previsible es saber que vas a hacer en un momento determinado. Si eres previsible

siempre, van a saber que vas a hacer en cada acción y la van a anular. Deja que tus

jugadores inventen pero dales las herramientas, no les digas, ahí haz lo que quieras.

Pondré otro ejemplo. Un jugador que recibe la pelota en banda, veremos varias

situaciones:

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1. Jugador en banda que es cerrado por un defensa muy encima y otro que le hace

la cobertura. Solución que le aportamos: Si ves que no tienes espacio por donde

continuar busca a un compañero para cambiar la orientación del juego.

2. Jugador en banda que es cerrado por un defensa muy encima pero nadie en la

cobertura. Solución que le aportamos: No puedes regatear pues el jugador está

encima pero tienes un espacio a su espalda. Busca a un compañero para una

pared o para una combinación rápida y te puedan devolver el balón a ese

espacio.

3. Jugador en banda que es cerrado por un defensa pero que te espera a varios

metros. Solución que le aportamos: Encáralo, regatéalo (como quieras) y luego

busca la opción que creas más correcta. También puedes buscar una pared. Si

tiene espacio antes de enfrentarse al contrario puede avanzar hacia él y tener

tiempo de preparar el regate y también de cambiar de ritmo para el mismo.

El jugador luego cuando se enfrente con situaciones de este tipo tendrá que ser el que

decida que opción toma y no siempre será la que nosotros le hayamos indicado. Os

puedo asegurar que el jugador que toma normalmente nuestras referencias para estas

situaciones pocas veces se equivoca. Incluso si es para un regate en la situación 3, y no

se va del defensor, nosotros como entrenadores sabremos que ha tomado la opción

correcta. Sin embargo cuando nos enfadamos es cuando en la situación 1 nuestro

jugador intenta regatear.

Si realiza un regate cuando tiene al defensa cerca y a otro en la cobertura se irá 1 de

cada 100, si lo hace con espacio y en un uno contra uno (si es un buen regateador) se irá

70/100.

Una persona a la que le debo mucho en el mundo del entrenador llama a este tipo de

jugadores “futbolistos”. Si está leyendo el documento seguro que se le pone una sonrisa

en la cara. Tu formas jugadores, y como los toreros tienen una barra de medir entre la

que se mueven. Yo diría que de cuatro tipos:

1. Jugadores malos (ni calidad ni trabajo, no les interesa jugar al fútbol)

2. Jugadores artistas (poco trabajo, mucha calidad, partidos muy buenos y muy

malos).

3. Jugadores currantes (mucho trabajo, mucho carácter, menos calidad en el juego

porque se equivocan con la pelota en los pies normalmente)

4. Jugadores cumbre (volviendo a asemejar al mundo del toro, los primeros

espadas. Pueden combinar calidad, con trabajo sin tener que correr mucho pero

con sentido y tomando la mayoría de las decisiones bien)

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Evidentemente tenemos que optar a formar jugadores cumbre. Siempre dejaremos en el

camino a jugadores malos, artistas y currantes, aunque muchos de estos tipos llegan al

fútbol profesional, pero algunos se convertirán en jugadores cumbre. No hablo de que

lleguen a primera división, si no de aquellos jugadores que siempre juegan bien y

pueden aportar en ataque y en defensa desde la posición que ocupen, aunque sean

centrales.

Para terminar con este tema, justo al poco de escribir estas líneas, encontré una opinión

respecto a los automatismos de uno de los entrenadores de moda, Julen Lopetegui, que

con su Oporto ha conseguido sorprender incluso al todopoderoso Bayern de Munich.

¿Eres competitivo o competidor?

Voy a diferenciar entre dos conceptos que aunque no sean lo mismo me van a servir

para explicar dos actitudes. Una que para mí es la correcta y otra que no y he pasado por

las dos.

Ser competitivo implicar ser una persona que no le gusta perder en nada. Cierto, un

tópico que todos nos pegamos y que realmente es una tontería pues creo que a nadie le

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gusta perder en nada. El problema surge cuando, como consecuencia de no ganar o ir

ganando en algo se pierden las formas. Yo fui así hasta los 18 años. Cuando jugaba en

el colegio con los compañeros y nos marcaban un gol o íbamos perdiendo gritaba a mis

compañeros, los corregía a voces y me enfadaba con ellos. Cuando acababa, por mi

forma de ser me veía obligados a pedirles perdón pues alguno me miraba resentido y

sólo era una pachanga en el patio del colegio. A pesar del perdón, la actitud no es la

correcta de un líder, un capitán, un entrenador o en menor grado de cualquier jugador.

Ser un competidor creo que es lo que merece la pena. La actitud durante cualquier juego

o cosa que realices tiene que ser la misma en cuanto a no rendirse nunca y dar el

máximo hasta el final del juego, en cambio la actitud hacia los demás integrantes del

equipo sí es distinta. Los animamos siempre, no reprochamos ni les gritamos, si le

quieres corregir algo, hazlo de manera tranquila, acercándote a él y diciéndoselo casi

como si fuera una sugerencia para la próxima jugada. Una palmadita o chocarle la mano

nunca está de más. Y cuando acabe el partido, haya quedado como haya quedado el

partido, no hay enfados. Si cada uno ha dado todo lo que ha podido, ahí tiene que

quedar la cosa. Sea una pachanga, un trabajo o la final de la Champions. Nada se puede

hacer cuando algo ha acabado. Todo el mundo quiere ganar y hace en cada momento lo

cree que es mejor para ganar y lo que puede hacer para ello. Es una tontería enfadarse.

Ser competitivo y enfadarse o gritar no es buena actitud. Piensa en la reacción que

tienes o tendrías cuando alguien se comporta así contigo…te entra el “miedo” a fallar,

acabas frustrándote pues ves como el compañero que te recrimina o el entrenador

también falla en algunas cosas y sin embargo a él nadie le recrimina nada, estás más

nervioso. Además si eres el competitivo, la relación con la persona a la que recriminas

se puede resentir, pidas o no perdón por las exigencias, habrá jugadores que no quieran

jugar para ti porque saben de tu comportamiento.

Y en cambio cuando la persona competidora te apoya, te tranquilizas después de un

fallo, escuchas mejor las indicaciones que puede darte evitando de nuevo cometer el

mismo error, te sientes reforzado y tranquilo pues sabes que aunque cometerás algún

fallo no te van a hacer sentir mal pues tú estás haciendo lo posible por no fallar. Y lo

más importante, la relación fuera no se resiente.

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Ejercicios de calentamiento

El pañuelito con tiro

Todos hemos jugado alguna vez al pañuelito pero en esta ocasión y puesto que nuestro

deporte es el fútbol utilizaremos como pañuelo el balón. Para algún despistado

explicaremos las reglas del juego. Comenzaremos haciendo dos equipos con el mismo

número de jugadores y si no son pares pues uno repetirá número.

Colocaremos un balón a medio camino entre los dos equipos y después, el entrenador,

dirá en voz alta un número y el jugador de cada equipo al que corresponda ese número

debe de intentar llegar primero, irse hacia a portería y marcar. El jugador de los dos que

llegue más tarde debe intentar recuperar la pelota y marcar él.

El punto se consigue sólo si se marca. En caso de rechace del portero sigue valiendo el

gol de cualquiera de los dos jugadores. A lo mejor parece injusto que el jugador que no

tenía la pelota marque sin hacer nada en un rechace, pero así penalizaremos la falta de

definición del jugador que consiguió tirar en primer lugar.

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Competición de tiro a distintos niveles

Intenta que en todos los ejercicios de tiro se haya hecho un calentamiento previo para no

rompernos y que la fuerza y distancia del tiro vayan aumentando progresivamente para

evitar sobreesfuerzos antes de que el músculo esté caliente.

Pases y 1 contra 1

A la voz de ya del entrenador los jugadores se enfrenta en 1 contra 1 para marcar en una

portería chica que podemos hacer con conos.

Paredes con finalización

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Los jugadores defensores sólo pueden moverse en horizontal (línea roja) los verdes,

tendrán que pasar entre los dos conos, no por fuera, y acabar lanzando a portería.

Ejercicios de parte principal

Ejercicio de los cuadrados, posesión

Este es uno de mis ejercicios favoritos. Hablaremos sobre un ejercicio de posesión de

balón que tiene el aliciente de conseguir puntos.

Comentaremos la disposición del ejercicio. En medio campo de juego formamos con

conos 5 cuadrados como podemos ver en la imagen, cuatro cada uno en una esquina y

un cuadrado central. Formaremos dos equipos con el mismo número de jugadores y si

no son pares utilizaremos al que sobre de comodín.

El objetivo principal del juego es mantener la posesión de balón, así que estableceremos

que cada equipo tiene que dar 7 pases para poder conseguir puntos. ¿Cómo conseguir

puntos? tras conseguir los 7 pases el equipo debe intentar que uno de sus jugadores

reciba dentro de alguno de los cuadrados formados por conos. Es importante que el

jugador no esté dentro cuando se dé el pase, si no que se introduzca cuando el balón ya

haya salido del pie del compañero. De esta manera complicaremos el ejercicio

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favoreciendo la movilidad de los jugadores que no se establecerán como “palomeros”

dentro de los cuadrados.

Como entrenadores debéis de hacer hincapié en que no se obsesionen con meter punto

en un cuadrado concreto, si no que cuando una zona esté muy saturada de jugadores,

jueguen a otro lado ya que la disposición de los cuadrados favorece que se metan puntos

en todas las zonas del campo. Para facilitar más el juego porque entrenamos con

jugadores de edades pequeñas, podemos quitar la regla de los 7 pases, teniendo

solamente que meter puntos en cualquiera de los cuadrados del juego.

Posesión y presión

Hoy utilizaremos un ejercicio de posesión pero con el aliciente de que tendremos una

presión encima, lo que nos obligará a pensar más rápido y además a movernos. Además

cuando realicemos el número mínimo de toques tendremos que hacer un cambio de

orientación.

En los cuadros de los extremos se sitúan 6 jugadores. El equipo que posee el balón

debe mantenerlo ante la presión de 2 jugadores de un tercer equipo. El resto del equipo

que intenta recuperar espera en la franja central e intentan cortar el pase al equipo que

espera en el otro cuadro. Se puede pasar el balón al otro cuadro cuando se hayan dado

un número mínimo de toques. Los jugadores que salen a la presión desde el centro son

los dos situados más cerca del jugador que recibe el balón. Cada cierto tiempo que

vosotros como entrenadores marcaréis, el equipo del cuadrado del medio debe cambiar

para jugar posesión y otro ocupe su lugar. Personalmente haría trabajar cada equipo

unos 4 o 5 minutos en zona de presión.

Trabajo específico con los delanteros

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Trabajo cuyo objetivo es crear un espacio libre arrastrando nuestro delantero a su

defensor, para después aprovechar el espacio creado. (A) realiza una pared con (B) y

juega con (C). (C) realiza un pase al espacio creado por (B) para que este encare la

portería.

El trabajo de desmarque es importantísimo para los delanteros y es bueno que lo

aprendan en edades tempranas. En nuestro caso además se mejora el juego de espaldas y

la combinación rápida ya que debemos exigir a nuestros jugadores que el ejercicio se

desarrolle al primer toque. En caso de ser demasiado chicos, lo haremos un poco más

lento si es necesario.

Es importante darle ritmo al ejercicio para realizar el mayor número de jugadas posibles

y mejore la concentración de todo el equipo. También debemos insistir a los defensas

que intenten robar y anticiparse.

Estos son sólo algunos de los ejercicios, pero os recomiendo de nuevo que entréis en

www.futbolentrenador.com y miréis en sus secciones de ejercicios de táctica y técnica,

incluso hay algunos más y así podáis coger los que más os gustan.

Vídeos que no te puedes perder si eres o quieres ser

entrenador

Este capítulo trata sobre vídeos que podréis encontrar en internet y que no podéis dejar

escapar pues hablan sobre ideas, sentimientos y momentos de alguno de los mejores

entrenadores del mundo. Problemas que surgen y cómo se resuelven, podréis pinchar en

el enlace que os dejo o copiar y pegar la URL para visionarlos. Os dejaré el título, URL

y una pequeña descripción del vídeo para que podáis identificar y ver rápidamente lo

que más os interese.

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1.

Titulo: Asado reservado con Diego “Cholo” Simeone

URL: https://www.youtube.com/watch?v=XGMkpMajsq0

Descripción: Una charla que nos ofrece Simeone con el periodista deportivo español

Julio Maldonado “Maldini” y el ex jugador Gustavo López, donde repasa su labor en el

Atlético de Madrid desde su llegada, pasando por los momentos claves de la liga ganada

(13/14) y cómo ha vuelto a ensamblar al equipo para la temporada siguiente (14/15)

después de todos los cambios en la plantilla. Habla sobre su filosofía de fútbol, en

resumen, sobre todo lo que es él como entrenador y de dónde ha tomado esos conceptos

así como de entrenadores que él tuvo de su época de jugador. Casi 50 minutos de

conversación maravillosa que te harán pensar.

Aquí os dejo el enlace a la carta a la que se hace referencia al final del libro que creo

que es interesante leer y así sabéis a lo que se refiere Simeone al final de la charla.

http://opinion.as.com/opinion/2014/12/04/portada/1417652230_221832.html

2.

Título: Informe Robinson “Descubriendo a Bielsa”

URL: https://www.youtube.com/watch?v=CvTl1b6Ydck

Descripción: Vídeo que nos muestra la vida de Bielsa para poder comprender por qué el

“Loco” Bielsa es lo que es en el mundo del fútbol, porque los grandes entrenadores lo

han buscado en sus inicios para aprender. Allí donde ha ido ha dejado huella aunque el

palmarés que tiene no es el más lustroso del mundo.

3.

Título: Informe Robinson Mourinho

URL (parte 1): https://www.youtube.com/watch?v=RSnL5PWdcS4

URL (parte 2): https://www.youtube.com/watch?v=w-eenuuM6YE

Descripción: Repaso a la trayectoria de Mourinho, de sus inicios como ayudante de

diferentes técnicos, así como estrategias que ha seguido dentro de los vestuarios y lo

que intentaba plasmar en el campo cuando todavía formaba parte de la disciplina del

Real Madrid.

4.

Título: Rafa Benítez nos muestra su Liverpool

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URL: https://www.youtube.com/watch?v=28S8GwTSP44

Descripción: Vídeo donde podéis encontrar cómo trabajaba Rafa Benítez en el

Liverpool, como utilizar la tecnología en beneficio del fútbol y mejorar las

instalaciones. 8 minutos muy completos sobre la gran preparación que tenía el

entrenador español que llevó a ganar la Champions al Liverpool.

5.

Título: Pep Guardiola, el coleccionista de títulos

URL: https://www.youtube.com/watch?v=4kQImDeq-Rc

Descripción: Repaso a la trayectoria técnica de Guardiola desde su inicio en el primer

equipo del Barcelona. Habla sobre su forma de ser y su filosofía. Aunque al inicio hay

distintas personas que lo describan, el documental va de menos a más en evolución e

interés. Desde el convulso principio con 1 puntos de 6 posibles en los dos primeros

partidos, Pep nos deja frases del momento y de la confianza que tenía en sus

posibilidades. Como pasar de no ser nadie en el mundo del entrenador a el mejor en una

sola temporada, basado todo en una idea novedosa del juego.

6.

Título: Caparrós nos muestra el Athletic de Bilbao

URL: http://www.canalplus.es/play/video.html?xref=20100426pluutmdep_7.Ves

Descripción: Vídeo en el que Michael Robinson nos enseña junto con Joaquín Caparrós

el trabajo diario que el realizó en el equipo vasco. En el vídeo se muestra como trabaja

cada día de la semana para preparar el siguiente partido.

7.

Título: La formación en la cantera del Ajax

URL: https://www.youtube.com/watch?v=jGdb67Q4S7Y

Descripción: Vídeo sobre como se forma en la cantera del Ajax. Vídeo muy completo

sobre las ideas y trabajo que se realiza. Se pueden ver muchos ejercicios que técnicos

que se realizan. Muy recomendable.

8.

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Título: Grande Luis

URL: https://www.youtube.com/watch?v=glYNdnlkctc

Descripción: Vídeo que nos enseña el camino de Luis Aragonés que comienza con el

relato del final de su enfermedad que casi todo el mundo desconocía. También repasa su

carrera para quedarse con la época pasada desde que es seleccionador de España. Las

críticas que recibió y el posterior éxito. Lo mejor del vídeo sin duda, las diferentes

charlas que da Luis.

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Epílogo

Yo escribo sin más objeto que expresar mis opiniones futbolísticas porque es algo que

me encanta, más en concreto cuando se trata del mundo del entrenador. Con esto creo

que puedo ayudar a algunas personas que están comenzando como en su día yo empecé

a entrenar.

He comentado al principio del libro mi experiencia, pero no he dicho quién soy ni

dónde he disfrutado de esas experiencias, ni voy a decirlo. Creo que escribir

anónimamente deja a las claras que lo que busco es ayudar a otros entrenadores o

futuros técnicos y me deja más libertad para hablar sin cortarme sobre sentimientos o

buenas y malas palabras que me han dedicado a lo largo de mi trayectoria. De esta

manera, aunque parezca que me ponga medallas o deje comentarios muy benévolos de

los padres por ejemplo, (todos ciertos, pero dejo al lector que opine si escribí

poniéndome en buen lugar) pienso que no desvelando mi identidad todo lo que se pueda

pensar sobre que pretendo quedar bien queda descartado.

Quiero darte una última recomendación, si hay algún capítulo que te haya interesado,

realiza un esquema con las palabras clave que te interesan y reflexiona sobre ellas. Algo

así como lo que hicimos con las ideas de ataque y defensa. Si por ejemplo te ha gustado

las características para ser un buen entrenador, realiza un esquema con (paciente,

coherente, conciso…)

Gracias una vez más a futbolentrenador por proporcionarme un medio para poder

difundir este documento, libro, manual o como el lector lo quiera describir. Y gracias a

esas personas que me dieron la oportunidad de entrenar, que de una forma u de otra

confiaron en mí para llevar en su día un equipo de niños y que hizo ver lo mucho que

gustaba estar en un banquillo, pero no sentado esperando para jugar, sino dirigiendo

desde la banda el juego de mi equipo.

Tampoco puedo dejar pasar el agradecimiento a mi hermano y a mi mejor amigo, saben

que me refiero a ellos, pues son las personas que me han ayudado con los detalles del

libro. Al que me refiero como mejor amigo, una persona siempre trabajando y dejando

su tiempo libre para nuestros proyectos. Mi hermano, implicándose cada día más en

algo que se que le gusta y por supuesto por ayudar a su hermano.

Gracias