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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA COMUNICACIÓN GRADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA Y VISUAL SEMINARIO 03: TRABAJO DE INVESTIGACIÓN ACERCAMIENTO A OBRA “LA DOLOROSA” DE FRANCISCO SALZILLO Autora: Cristina María Mora Gómez DNI 34812013-H Profesora: Dña. M. Luisa Martínez León Murcia, enero de 2015

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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA COMUNICACIÓN

GRADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA

ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA Y VISUAL

SEMINARIO 03: TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

ACERCAMIENTO A OBRA “LA DOLOROSA” DE FRANCISCO SALZ ILLO

Autora: Cristina María Mora Gómez DNI 34812013-H

Profesora: Dña. M. Luisa Martínez León

Murcia, enero de 2015

Introducción

Resulta prácticamente imposible hablar del arte barroco español sin hacer

alusión a la genuina obra de Francisco Salzillo y Alcaraz, más aún cuando en la

actualidad sus vivísimas y divinas obras continúan dándole vida al panorama

cultural de una región que debe una buena parte de su esplendor a los

legendarios artistas que con sus creaciones en las diferentes manifestaciones del

arte, le han dado un toque magistral desde hace ya algunos siglos. Este es el caso

de Salzillo, cuyas esculturas, que datan del siglo XVIII, conservan en estos

momentos la actualidad, la vigencia y el significado con las que fueron diseñadas

y constituyen un patrimonio de incalculable valor.

Sobre algunos aspectos de su vida y obra se tratará en esta investigación.

1.1 Francisco Salzillo: Una vida dedicada al arte .

El escultor Francisco Salzillo y Alcaraz nació en la ciudad de Murcia, el 12

de mayo de 1707. Su padre, Nicolás Salzillo, era un escultor italiano, que se

estableció en la ciudad de Murcia y allí su hijo inició sus primeros pasos en el arte

(Gómez, 2007).

Cuando Salzillo contaba con la edad de 20 años, muere su padre y por esa

razón debe hacerse cargo del taller escultórico que este poseía. Para ese

entonces el joven ya había iniciado estudios de Letras con los jesuitas.

Fue un gran representante del arte barroco, teniendo una dedicación

exclusiva a la temática religiosa y supo plasmar en su estilo los cambios que se

fueron produciendo durante el siglo XVIII, dando paso al período de transición que

se produjo en el desarrollo de la escultura hacia el rococó y el neoclasicismo.

Retrato de Francisco Salzillo.

En 1746 Sazillo contrae matrimonio con Juana Vallejo y Taibilla, de esta unión

nacieron dos hijos, uno de ellos murió a muy temprana edad.

Toda la vida de Francisco Salzillo trascurrió en la ciudad de Murcia, en esta

alcanzó un nombre y un merecido reconocimiento que trascendieron lo meramente

artístico. Se plantea que solo salió una vez de la ciudad y esa salida aparece

documentada y fue una visita que hizo a Cartagena para la entrega de las

imágenes de los Cuatro Santos en 1755. Rechazó la invitación del Conde de

Floridablanca para trasladarse a Madrid, lo que le habría servido para darse a

conocer en la Corte.

Con el paso de los años, su obra fue adquiriendo fama y recibió multitud de

encargos de iglesias y conventos de Murcia y de las provincias limítrofes: Alicante,

Albacete y Almería. En 1755 se le nombró Escultor Oficial del Consejo de Murcia e

inspector de pintura y escultura.

Tras la muerte de su esposa en 1763, las reuniones de Salzillo con otros artistas e

intelectuales murcianos se hicieron más frecuentes. En 1777 fundaron la Real

Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia, que sirvió para que en 1779

se creara la Escuela Patriótica de Dibujo, que tuvo como primer director a Salzillo.

Falleció en Murcia el 2 de marzo de 1783. Fue enterrado en el desaparecido

Convento de Capuchinas de Murcia, donde había profesado su hermana

Francisca de Paula (Gómez, 2007).

Hoy día esta ciudad rinde un tributo especial a tan ilustre hijo y cuenta con un

museo dedicado a su obra, el Museo Salzillo, que alberga algunas de sus

creaciones tales como: el belén o los ocho pasos que procesionan el Viernes

Santo en la llamada procesión de los Salzillos.

La creación de este gran hombre de las artes es muy amplia por lo que se

detendrá en el estudio en una de sus obras legendarias conocida como la

Dolorosa, con la intención de indagar en sus orígenes y antecedentes.

1.2 La Dolorosa: Una mirada a su creación.

Según se recoge en las memorias del museo Salzillo La Dolorosa fue esculpida

por Salzillo para sustituir a una antigua Soledad. Los blancos y negros hábitos de

las Soledades aludían al luto producido por la muerte de Cristo y la desolada

imagen materna recogía sus manos y rostro en franca actitud de recogimiento y

meditación en torno a un corazón, con siete puñales que declaraba los signos

proféticos del aquel drama. Salzillo, que consideraba unos modos expresivos

propios del siglo anterior como anticuados, intentaba buscar una solución más

declamatoria y teatral, que se adecuara a la secuencia pasionaria y a la intensidad

emocional de un cortejo que, según sus contemporáneos, producía “ternura y

lágrimas”.

Francisco Salzillo, fue pionero en la introducción de vestiduras de color en las

imágenes del cortejo procesional. Es por eso que tanto en sus esculturas de talla

completa, como las de vestir, una de sus principales características sea la

utilización de brillantes colores en las policromías y en sedas y tejidos. Este rasgo

fundamental de su obra se recogía también en la obra original de la Virgen de la

Amargura de Lorca, aunque de una manera menos arriesgada, hasta la

elaboración del manto actual que estrenó la imagen salida de la gubia de

Francisco Salzillo.

Según Tudela (1991) en esta imagen de vestir, Francisco Salzillo debía centrarse

en el rostro. Debía expresar un profundo dolor, amargura y sumisión ante el

destino, como se muestra también en los brazos abiertos, en la mirada

desconsolada dirigida hacia el cielo y en el pálido rostro de textura sonrosada con

lágrimas de cristal.

El interés de Salzillo por expresar una solución teatral o más bien declamatoria, lo

llevaron a crear esculturas que rompían con la estética imperante en otras

corrientes escultóricas del momento, de ahí su gran aporte. Así la imagen de la

Dolorosa es una escultura de líneas abiertas, gracias a la posición de los brazos,

que además favorecía una mayor comunicación con el fiel, transmitiendo la

esencia de su creador. La colocación de las palmas de las manos mirando hacia

arriba, refuerzan el sentido de sumisión y resignación que Salzillo aumentó todavía

más con la mirada amarga dirigida hacia el cielo. Casi como si la propia Virgen

María estuviera implorando piedad.

Esa imagen de vestir de 165 cm, es una verdadera obra de arte. Posiblemente sea

la mejor expresión de amor materno de toda la producción de Salzillo, su cabeza y

sus manos son joyas de modelado y delicadeza que son dignas de admirar.

Con la Dolorosa, el escultor muestra a María esplendorosa, bella, con la mirada

perdida en el infinito celeste, los brazos abiertos, implorante, la Dolorosa se

entrega a Dios. Asimismo, con la renovación iconográfica, también los colores de

las ropas cambian. En sus creaciones hace aportes con la mezcla de los colores,

precisamente por el legado y la formación que le dejó su padre, Salzillo empleará

tonos rojos y rosados, por la sangre derramada por Cristo en la túnica y azules

para el manto, por la pureza de María, como se venía haciendo en otras

disciplinas artísticas como la pintura. Él aplicó estas técnicas con novedosa

maestría logrando matices que acercaban a todo el visitante a la realidad de su

creación. En todas sus esculturas utiliza los colores de manera excepcional. Lo

realmente novedoso es la combinación de colores y la disposición de los tejidos

empleados en ellas y en todas aquellas réplicas que realizó después. El propio

Salzillo entregaría a la Cofradía de Jesús, junto a la Imagen, unos patrones para

indicar la correcta colocación de los ropajes que vestirían a la Dolorosa.

Así, el genio del Barroco dictaría que la túnica rosada se ceñiría al cuerpo con un

fajín en forma de lazo, mientras que el manto, corto, colocado desde la cabeza,

se dejaría caer por detrás a su caída natural, con las puntas recogidas encima de

los brazos, creando una novedosa y dinámica figura ovalada. Se aplicaría en torno

a la cabeza un tocado blanco y la Virgen iría coronada con una aureola de

estrellas. Esta forma de vestir a las dolorosas ha gozado siempre de gran

popularidad en Murcia y en todo el sureste español. La Dolorosa suele ir

aderezada con trajes confeccionados mediante la técnica del brocado y el

espolinado, si bien no sería justo no hacer mención al excelente manto bordado en

plata sobre terciopelo de seda realizado en 1927, atribuido al gran bordador

sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda (Gómez, 2007).

Puede llamar la atención que Salzillo tallara diecisiete dolorosas, al menos en la

mayoría de los escritos que han realizado diversos investigadores de su obra se

declara que aún se le atribuyen muchas más, pues se habla de un total de 17, que

no son pocas. Sin embargo, este hecho a priori tan llamativo está más que

justificado. Tal y como se narra en la página oficial de iCofrade, se dice que en

1706, en el partido de Monteagudo, se alza un busto de una dolorosa que llora en

el hogar de un campesino, lo que se conoce como el “Milagro de las Lágrimas”.

Por aquél entonces, era obispo de la Diócesis de Cartagena el que luego fuera

cardenal Belluga, ferviente devoto de los Dolores de Nuestra Señora. Desde aquel

momento, consagraría su labor al frente de la diócesis de Cartagena a la difusión

de la devoción a la Dolorosa. Así, se crearía la murciana pedanía de Dolores, el

municipio de Dolores, hoy en la provincia de Alicante, así como numerosas

cofradías con la Virgen de los Dolores o la Dolorosa como titular. Este hecho

allanaría mucho el camino a Francisco Salzillo, quien desde el principio con la

citada Dolorosa de Santa Catalina, o la Virgen del Primer Dolor de Cartagena, se

beneficia del clima de fervor hacia tan señera advocación en todo el Reino de

Murcia, al menos es así como reconoce la historia este acontecimiento. Es curioso

como en estas, así como en el busto conservado en la actualidad en la Excma.

Diputación de Albacete, contemporáneo a ellas, Salzillo parte del rostro de una

mujer no tan joven, más bien se trata de una mujer madura, para ir dulcificando

luego sus rasgos a medida que avanza su producción, como se puede apreciar

en los simulacros de Ojós, Huéscar, Hellín o Lorquí.

1.3 La Virgen de la amargura .

No cabe la menor duda: la Virgen de la Amargura, por su cara, por su mirada, por

sus brazos, por toda su expresión, constituye una de las grandes imágenes

salidas de las gubias del inmortal Francisco Salzillo. Era una talla decorada de

1,50 m de alto, con pies.

De aquella, nuestra Virgen de la Amargura, se venía diciendo desde tiempos

remotos que don Francisco Salzillo se había inspirado para ejecutarla en el rostro

de su mujer. En las páginas de Reportajes abuelos de la región de Murcia se

relata que: Una de aquellas leyendas era esta: “un día don Francisco Salzillo llegó

como de costumbre a su domicilio, y cuando fue recibido por su mujer, sin que

mediara motivo ni conversación alguna, se enfrentó abiertamente con ella,

insultándola con palabras que no respondían a la honradez de ella ni a la

admiración que sentía por el maestro. Aturdida, sorprendida de aquel trato tan

injusto e inesperado, su rostro cambió, mostrando una gran amargura, un gran

dolor. Sus ojos se bañaron de lágrimas, que, como perlas, rodaron por sus

mejillas. Su mirada a lo alto, con los brazos abiertos, como implorando la

intervención divina, al buen juicio de su esposo, fue la inspiración de este insigne

imaginero, que le llevó a la ejecución de la Virgen de la Amargura”.

Según el profesor de la Universidad de Murcia don Cristóbal Belda Navarro, la

Virgen de la Amargura es una versión lorquina de la popular Dolorosa Murciana,

que cuenta con sus mejores representaciones en esta obra desaparecida. Su

cronología es incierta, no pudiéndose precisar con todo rigor, aunque se le debe

suponer cerca de la creación del "Paso" de Nazarenos del Rosario en 1755. De

ser cierta esta hipótesis, seguimos al Sr. Belda, se integraría dentro de la famosa

serie de vírgenes dolientes, semejante a la Dolorosa Murciana y a la del Primer

Dolor Californio.

Imagen Izda. Amargura de Salzillo, posicionada en un altar improvisado para los

actos de la Salve (Lorca); Imagen Dcha. Dolorosa de Salzillo (Murcia)

http://www.puntofelices.es/p/virgen-de-la-amargura.html

La imagen de la Virgen de la Amargura fue adquirida por la Cofradía del Rosario, y

pagado su importe de los caudales de la fundación de doña María Josefa García

de Alcaraz Castejón, dependiendo de su patronato. Se da el caso curioso que

cuando se nombra sacristán menor a Juan Antonio Ayala Pérez Chuecos, el 1 de

Mayo de 1774, entre las muchas obligaciones que por escrito se le determinan

está la "de que cuando se desnude a la Virgen del Rosario, ponerla en su lugar, y

lo mismo con la imagen de Jesús y Señora de la Amargura".

1.4 La academia de Salzillo.

Producto de las frecuentes tertulias que comenzó a tener Salzillo con sus colegas

de profesión en el año 1765, nació la llamada academia de Salzillo en un intento

de superar el modelo ya caduco del escultor solitario encargado de educar a sus

discípulos. Desde la creación de esta academia en el año 1752 fueron

apareciendo diversas academias oficiales que estaban sustituyendo el clásico

modelo empírico y personal por un método según el cual el estudio era la base

fundamental para adquirir nuevos conocimientos (Gómez, 2007).

Francisco recibió de su padre como herencia herramientas, dibujos y obras como

santos eremitas, figuras de mujer o modelos infantiles. Gracias a ellos, el autor se

fue formando como escultor y fue construyendo su propio estilo. En el taller, estas

piezas eran estudiadas con frecuencia para ver novedades iconográficas,

soluciones espaciales, formas anatómicas, giros corporales o expresiones de

rostros antes de ser llevados a la madera.

El trabajo en el taller estaba fuertemente jerarquizado. Salzillo, como

representante legal, se encontraba al frente del mismo y era muy exigente con el

trabajo que allí se desarrollaba. Detrás contaba con la colaboración de diversos

ayudantes que se encargaban de los trabajos previos a la talla de la madera y de

intervenir en diversos aspectos de su proceso de ejecución.

Los miembros del taller quedaban sometidos a la disciplina de Salzillo, cuya

personalidad y calidad como escultor iban trazando el estilo a seguir, con el

resultado de una gran uniformidad en todas las obras que salían del mismo. Su

concepto de la imagen y del color se veía reflejado en todos los pasos a seguir

hasta llegar al resultado final, elemento que fue siempre permanente en todas sus

creaciones. Aspectos como el boceto, la textura quebrada de la talla, la policromía,

los matices o las veladuras reflejaban las señas diferenciales de su estilo. Este

modelo salzillesco, caracterizado por la producción de imágenes en un lenguaje

fácil de comprender, llevó a un aumento en el número de encargos que recibía el

taller hacia la década de 1740.

Salzillo continuó como director del taller y principal encargado de la formación de

sus pupilos pero, siguiendo las corrientes de la Ilustración, pasó a preocuparse

más de la educación artística impartida a los mismos.

En la ciudad de Murcia no existía un organismo encargado de la reglamentación

de ese tipo de enseñanzas. Tampoco había óptimos modelos que indicasen lo que

debía hacerse durante las diversas etapas del saber artístico pero, imitando lo que

se hacía en otras ciudades españolas, Salzillo consiguió que empezase a

producirse una completa renovación del sistema de aprendizaje, demostración de

la capacidad del escultor para comprender los cambios que se fueron produciendo

a lo largo del siglo XVIII.

Los bocetos que se conservan en el Museo Salzillo han sido una fuente de gran

valor para comprender la organización del trabajo en el taller y el proceso previo al

trabajo de la madera. Tras recibir un encargo, Salzillo dibujaba en papel la idea

original, con sus rasgos tridimensionales sugeridos con el empleo de tintas y

sombreados. El siguiente paso era modelar el boceto, para lo cual empleaba

materiales como la arcilla, el yeso o la cera. No todos los bocetos se verían

plasmados en la obra definitiva, sino que a veces servirían sólo como

experimentación, razones por las que eran como un libro instructivo para oficiales

y obradores durante su proceso de aprendizaje. De ahí que se destacara como un

gran maestro en su estilo de aprendizaje.

1.5 Impronta de la obra de Salzillo

Muchos han sido los autores que han seguido sus obras, y gracias a esos en la

actualidad se cuenta con gran parte de la historia de su gran creación, en la

enciclopedia Wikipedia se plantea que el historiador y crítico de arte ilustrado Juan

Agustín Ceán Bermúdez, en su Diccionario de los profesores de las bellas artes en

España (1800), nombraba al escultor como Francisco Salzillo y lo hacía autor de

mil setecientas noventa y dos obras. Se trata de una cantidad exagerada, ya que

la cifra estaba basada en una publicación en la que Luis Santiago Bado, periodista

murciano contemporáneo del escultor y primer biógrafo suyo, declaraba:

Pudo llegar a contar ochocientas noventa y seis obras, salidas de sus manos: que,

aunque sólo se calculen a dos figuras cada una (pues era rara la que, aunque

fuese a una sola imagen, no llevase un grupo de ángeles, nubes, etc.) ascienden a

mil setecientas noventa y dos.

Los grupos procesionales habían sido considerados como un grupo homogéneo,

pero las demás obras se habían cuantificado sin medida. A pesar de ello, lo cierto

es que Francisco Salzillo desarrolló una intensa actividad entre 1727 y 1783,

circunstancia que el mismo Luis Santiago Bado calificaba como una labor de

singular agilidad y destreza y plantea que lo hacía de un modo irrefragable su

infatigable y no interrumpida aplicación.

Desgraciadamente, la Guerra Civil española (1936-1939), fue marco de la

destrucción de muchas de sus creaciones. La mayoría de las que lograron

conservarse se distribuyen por toda la Región de Murcia y algunas provincias

limítrofes (Gómez, 2007).

Conclusiones

Si hay un autor que identifique esta ciudad de artistas, especialmente de pintores y

escultores, ese es Francisco Salzillo, que la identifica, por supuesto, con su época

y con su obra. Este genio de la escultura es considerado uno de los exponentes

del arte más renombrado de la ciudad de Murcia, que le ha dedicado numerosos

tributos y homenajes a tan ilustre hijo. El primer reconocimiento le llegó en vida,

cuando fue nombrado escultor de la ciudad en 1755. Actualmente, su nombre

sigue siendo recordado en numerosos puntos de la misma. Una de sus arterias

principales, la Gran Vía, lleva su nombre, mientras que éste aparece también en

comercios y asociaciones de diversa índole.

Por todo lo expuesto a lo largo de esta investigación considero muy valiosa la

posibilidad de haber realizado este seminario, que me ha permitido un mejor

acercamiento a la vida y la obra de Francisco Salzillo, cuya contribución a nuestra

identidad cultural ha de seguir mereciendo una especial atención en mi futura

proyección como docente y como ciudadana.

Anexo 1

Del recurso web

http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Salzillo

Anexo 2

Del recurso web

http://www.museosalzillo.es/coleccion/iglesia-de-jesus-pasos/la-dolorosa/

Anexo 3

Del recurso web

http://icofrade.com/2014/05/14/el-triunfo-de-una-iconografia-la-dolorosa-de-francisco-salzillo/

Anexo 4

Del recurso web

http://www.museosalzillo.es/coleccion/iglesia-de-jesus-pasos/la-dolorosa/

Anexo 5

Del recurso web

http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,371,m,2801&r=ReP-21753-DETALLE

Anexo 6

Del recurso web

http://historian-zehar.blogspot.mx/2014/04/el-barroco-y-los-belenes-francisco.html

Anexo 7

Del recurso web

http://www.puntofelices.es/p/virgen-de-la-amargura.html

Anexo 8.

Algunas de las obras esculpidas por Salzillo que representan su dedicación al abordar la temática religiosa en sus trabajos.

(Imágenes obtenidas de la Enciclopedia Libre Wikipedia)

Sagrada Familia.1735. Iglesia de San Miguel

(Murcia)

La Caída, de 1752, Museo Salzillo en Murcia.

La Oración en el Huerto. 1754. Museo Salzillo en Murcia.

Anexo 9

Algunas de las obras esculpidas por Salzillo que representan su dedicación al abordar la temática religiosa en sus trabajos.

(Imágenes obtenidas de la Enciclopedia Libre Wikipedia)

Sta.Florentina. 1755. Iglesia de Sta.María de Gracia en Cartagena.

S.Isidoro. 1755. Iglesia de Sta.María de Gracia en Cartagena.

Anexo 10.

Algunas de las obras esculpidas por Salzillo que representan su dedicación al abordar la temática religiosa en sus trabajos.

(Imágenes obtenidas de la Enciclopedia Libre Wikipedia)

Cristo amarrado a la columna (1756). Convento de Sta.Ana (Jumilla)

San Juan. 1756. Museo Salzillo en Murcia.

Bibliografía

Enciclopedia Wikipedia: Francisco Salzillo. Recuperado el 30 de diciembre

de 2014 en: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Salzillo

Gómez, F. (2007). Contribución al catálogo y bibliografía de Salzillo. Murcia:

Editorial Espigas.

La Dolorosa: Recuperado el 1 de enero de 2014 en:

http://www.museosalzillo.es/coleccion/iglesia-de-jesus-pasos/la-dolorosa/

El triunfo de una iconografía: La Dolorosa de Francisco Salzillo.

Recuperado el 4 de enero de 2015 en: http://icofrade.com/2014/05/14/el-triunfo-

de-una-iconografia-la-dolorosa-de-francisco-salzillo/

Museo Salzillo: La Dolorosa. Recuperado el 29 de diciembre de 2014 en:

http://www.museosalzillo.es/coleccion/iglesia-de-jesus-pasos/la-dolorosa/

Región de Murcia digital. REPORTAJESABUELO. Recuperado el 2 de

enero de 2015 en:

http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,371,m,2801&r=ReP-21753-DETALLE

Retrato de Francisco Salzillo: Blog de Historia y de Historia del Arte -

CEPA UROLA-KOSTA HHI. Recuperado el 31 de diciembre de 2014 en:

http://historian-zehar.blogspot.mx/2014/04/el-barroco-y-los-belenes-

francisco.html

Tudela, F (1991): Las damas blancas del Paso Blanco, Lorca: Paso

Blanco.

Virgen de la Amargura. Recuperado el 5 de enero de 2015 en:

http://www.puntofelices.es/p/virgen-de-la-amargura.html