sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los...

7
Sembradoras a chorrillo de siembra directa La técnica de siembra directa afortunadamente esta tomando, cada vez más, una mayor cantidad de adeptos en nuestro país fruto de las ventajas económicas que proporciona junto a una mejor conservación del suelo. • JOSE LUIS HERNANZ. Departamento de Ingeniería Rural. E. T. S. Ingenieros Agrónomos de Madrid a superficie de cultivo de siem- bra directa en España ha aumentado considerablemente, hoy se estima que hay más de 250.000 ha cultivadas con este sistema. Esta cifra resulta muy pequeña si tenemos en cuenta la superficie potencial de nuestros principa- les cultivos de secano. La expectación que suscita esta técnica hace que debamos ser cuidadosos en nuestras valoraciones a ñn de no crear fal- Fig.1. Picadora de paja (arriba). Fig. 2. Picado de paja en la cosechadora ( izda.). sas expectativas en- tre los usuarios a quienes van dirigi- das principalmente estas líneas. La siembra directa ahorra unos gastos comprendidos entre el 10 y 20% res- pecto de los siste- mas tradicionales, pero con la condi- ción de realizar un manejo adecuado, y este manejo no resul- ta tan fácil de aplicar, ya que al reducirse drásticamente el número de intervencio- nes en el campo los errores propios del desconocimiento pueden inducir a resulta- dos no deseados, que en modo alguno son achacables a la propia técnica. Todo aquel que se inicia en la siembra directa debe tener presente que ha de dedicar un tiempo al aprendizaje del ma- nejo y que este aprendizaje coincide con la transición de la respuesta del medio a las nuevas formas de producción. En este sentido, el punto más delicado es e) con- trol de las malas hierbas, ya que no dehe permitirse un aumento de las poblaciones que hagan impracticable la técnica. Esto afecta tanto a las especies quc compiten con el cultivo como a aquellas que apare- cen en períodos entre cultivos. En s<.gundo lugar, hay que conocer de antemano cl tra- tamiento que ha de darse a los residuos, ya que, como más adelante veremos, pue- den convertirse en un factor limitíinte para el trabajo de las sembradoras, si no se han distribuido adecuadamente sobre el suelo. En tercer lugar, hay que aprenderse las posibilidades de trabajo dc las máquinas ya que una mala siembra, en esta o en cualquier otra forma de manejo, condi- ciona las producciones y aumenta los cos- tes de control de las malas hierbas. Por último hay que saber si cl suelo, debido a sus características generales, pue- de o no ser limitlnte. En la siembra direc- ta una de las exigencias es que tenga un buen drenaje natural para lo cual nunca está de más, previa a la implantación de la técnica, eliminar las barrcras quc impi- dan o limiten la infiltración del agua, así como el desarrollo radicular, y cllo puedc realizarse acabo mediante una labor dc subsolado, o equivalente. L.OS reslduos. La siembra directa cs cl sistema más drástico en cuanto a que los residuos del cultivo precedente cubren buena parte de la supeficie del suelo, cllo con la fmalidad de interponer una pantalla de protección contra lr^s agentes erosivos así como reducir la evaporación de la hu- medad retenida en el terreno. Ahora bien, para lograr estas ventajas medioambienta- les, junto a las económicas, hemos de sol- ventar los inconvenientes que presentan los residuos para las máquinas si no son manejados adecuadamente. Hay que haur constar que residuo es toda aquclla mate- ria vegetal que se encuentra presentc so- bre el terreno que ha concluido su ciclo, bien de forma natural, como es el caso de los cultivos herbáceos y algunas especies de malas hierbas, o de forma artificial, co- mo sucede con otras especies de malas hierbas que son eliminad^is químicamente. Los residuos procedentes de la mayor parte de las leguminosas, por regla general, se descomponen rápidamente, o en el peor de los casos, no interfieren grandemente en el correcto funcionamiento de los órga- nos de apertura y cierre de los surcos dc siembra. Se trata de un material que se corta fácilmente, pero que ha de quedar uniformemente repartido sobre la superh- cie del teireno. En la recolección ccmviene apurar los cordones lo más posiblc, 38/VIDA RURAL/N.° 49/15 DEJULIO 1997

Upload: others

Post on 13-May-2020

9 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los usuarios a quienes van dirigi-das principalmente estas líneas. La siembra directa

Sembradoras a chorrillode siembra directaLa técnica de siembra directa afortunadamente esta tomando,cada vez más, una mayor cantidad de adeptos en nuestro país frutode las ventajas económicas que proporciona junto a una mejorconservación del suelo.

• JOSE LUIS HERNANZ. Departamento de Ingeniería Rural. E. T. S. IngenierosAgrónomos de Madrid

a superficie de cultivo de siem-bra directa en España haaumentado considerablemente,hoy se estima que hay más de250.000 ha cultivadas con estesistema. Esta cifra resulta muypequeña si tenemos en cuenta la

superficie potencial de nuestros principa-les cultivos de secano.

La expectación que suscita esta técnicahace que debamos ser cuidadosos ennuestras valoraciones a ñn de no crear fal-

Fig.1. Picadora de paja(arriba).

Fig. 2. Picado de paja enla cosechadora ( izda.).

sas expectativas en-tre los usuarios aquienes van dirigi-das principalmenteestas líneas. Lasiembra directaahorra unos gastoscomprendidos entreel 10 y 20% res-pecto de los siste-mas tradicionales,pero con la condi-ción de realizar un

manejo adecuado, y este manejo no resul-ta tan fácil de aplicar, ya que al reducirsedrásticamente el número de intervencio-nes en el campo los errores propios deldesconocimiento pueden inducir a resulta-dos no deseados, que en modo alguno sonachacables a la propia técnica.

Todo aquel que se inicia en la siembradirecta debe tener presente que ha dededicar un tiempo al aprendizaje del ma-nejo y que este aprendizaje coincide conla transición de la respuesta del medio a

las nuevas formas de producción. En estesentido, el punto más delicado es e) con-trol de las malas hierbas, ya que no dehepermitirse un aumento de las poblacionesque hagan impracticable la técnica. Estoafecta tanto a las especies quc compitencon el cultivo como a aquellas que apare-cen en períodos entre cultivos. En s<.gundolugar, hay que conocer de antemano cl tra-tamiento que ha de darse a los residuos,ya que, como más adelante veremos, pue-den convertirse en un factor limitíinte parael trabajo de las sembradoras, si no se handistribuido adecuadamente sobre el suelo.En tercer lugar, hay que aprenderse lasposibilidades de trabajo dc las máquinasya que una mala siembra, en esta o encualquier otra forma de manejo, condi-ciona las producciones y aumenta los cos-tes de control de las malas hierbas.

Por último hay que saber si cl suelo,debido a sus características generales, pue-de o no ser limitlnte. En la siembra direc-ta una de las exigencias es que tenga unbuen drenaje natural para lo cual nuncaestá de más, previa a la implantación dela técnica, eliminar las barrcras quc impi-dan o limiten la infiltración del agua, asícomo el desarrollo radicular, y cllo puedcrealizarse acabo mediante una labor dcsubsolado, o equivalente.

L.OS reslduos. La siembra directa cs clsistema más drástico en cuanto a que losresiduos del cultivo precedente cubrenbuena parte de la supeficie del suelo, cllocon la fmalidad de interponer una pantallade protección contra lr^s agentes erosivosasí como reducir la evaporación de la hu-medad retenida en el terreno. Ahora bien,para lograr estas ventajas medioambienta-les, junto a las económicas, hemos de sol-ventar los inconvenientes que presentanlos residuos para las máquinas si no sonmanejados adecuadamente. Hay que haurconstar que residuo es toda aquclla mate-ria vegetal que se encuentra presentc so-bre el terreno que ha concluido su ciclo,bien de forma natural, como es el caso delos cultivos herbáceos y algunas especiesde malas hierbas, o de forma artificial, co-mo sucede con otras especies de malashierbas que son eliminad^is químicamente.

Los residuos procedentes de la mayorparte de las leguminosas, por regla general,se descomponen rápidamente, o en el peorde los casos, no interfieren grandementeen el correcto funcionamiento de los órga-nos de apertura y cierre de los surcos dcsiembra. Se trata de un material que secorta fácilmente, pero que ha de quedaruniformemente repartido sobre la superh-cie del teireno. En la recolección ccmvieneapurar los cordones lo más posiblc,

38/VIDA RURAL/N.° 49/15 DEJULIO 1997

Page 2: Sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los usuarios a quienes van dirigi-das principalmente estas líneas. La siembra directa

M E c A Z A C WN

Fig. 3. Discos cortadores de borde ondulado (Great Pains).a ► 12 ondas. b) 24 ondas. c) 50 ondas.

mediante la correcta regulación del reco-gedor de la empacadora, de manera queno queden carriladas que dificulten elcorte del suelo y la apertura del surco desiembra. Otra cuestión importante es nodejar proliferar las especies de malas hier-bas que aparecen en los períodos entrecultivos, ya que además de los problemasde infestación pueden impedir el funciona-miento de las sembradoras, al enredarseentre los órganos de trabajo, propiciandosu embozamiento. Por otro lado, estasespecies a las que se ha permitido cumplirsu ciclo natural, al ser arrastradas por lamáquina dw^ante la siembra, pueden sercausa de posterior propagación. Esta vigi-lancia ha de ser tanto más exhaustivacuanto mayor sea el periodo de tiempo enque el campo se mantiene sin cultivo.

Los residuos de cereales son más pro-blemáticos que los de las leguminosas encuanto a su manejo, principalmente enáreas de producciones altas, generalmenteasociadas a su pluviometría. En nuestropaís, por regla general, se aprovecha lapaja para diferentes usos, lo cual eliminaparte del problema. En este caso, el em-pacado hay que realizarlo inmediatamentedetrás de la recolección, antes de que loscordones se asienten entre los tallos derastrojo. De esta manera, el aprovecha-miento es eficaz y)os restos que se en-cuentran sobre los cordones recogidos nopresentas apenas dificultades a las sem-bradoras.

Si no se aprovecha la paja existen dosposibilidades. La primera, es utilizar unapicadora de mayales para residuos de tallofino trabajando sobre los cordones a unavelocidad de 5 ó 6 km/h, con el rotor gi-rando a alta velocidad, de manera que lapaja y parte del rastrojo queden uniforme-mente esparcidos sobre una franja igual oligeramente mayor a la del ancho de tra-bajo de la cosechadora. Los trozos resul-tantes del picado bastaría con que nosobrepasen los 10 cm de longitud (fig. 1).Esta solución es relativamente cara, dada

Fig. 4. Discos cortadores montados en bastidor independiente delantero ( Kuhn).

la elevada cantidad de energía requeridapor la picadora. Otra manera, quizá la másidónea, es incorporar un picador esparci-dor en la boca de descarga de la cosecha-dora que haga las mismas funciones que elanterior sistema (fig. 2). Ello permite redu-cir tanto el tiempo de trabajo como elcoste de la operación. Asimismo resultaimportante efectuar la recolección en elmomento adecuado antes de que empie-cen las espigas a desgranarse, de lo contra-rio nos encontraremos en el momento dela siembra más rebrotes de los deseados.

El aprovechamiento de la rastrojeraconstituye una solución interesante, peroa condición de que la compactación pro-ducida por el pisoteo del ganado no aña-da un nuevo inconveniente al trabajo dela sembradora. Hay que tener en cuentaque en la siembra directa se reduce el nú-mero de pasadas sobre el suelo, pero lashuellas y sus consecuencias permanecen.Precisamente la compactación ocasionadapor el ganado afecta al lecho de siembracuando en el suelo hay humedad, lo quese traduce en una reducción de la infiltra-ción, disminución de la porosidad y porlo tanto del oxígeno disponible para eldesarrollo radicular. Por último, los abre-surcos de las sembradoras generan untamaño de terrones superior al deseado,de modo que las semillas no quedan losuficientemente cubiertas o rodeadas deagregados finos que transfieran la hume-dad del suelo para iniciar la germinación.

Los residuos procedentes de cultivos detallo grueso, tipo maíz o girasol, presen-tan mayores dificultades que los antes ci-tados dado que son más resistentes al cor-te y de mayor longitud. En el caso delmaíz para ensilado realmente no cabe ha-b)ar de problema, salvo la presencia delos raigones presentes en el suelo, ya quela siembra puede realizarse perfectamente.Cuando se trata de aprovechamiento delgrano, cahe la solución de hilerar y picarcon una picadora de mayales adaptada alas características del tallo. También hay

cabezales en los que en su parte delan-tera inferior incorporan un conjunto derotores con cuchillas que, accionadas me-diante motores hidráulicos, trituran buenaparte de los residuos. La última soluciónconsiste en realizar la siembra sobre lospropios residuos parcialmente descom-puestos, para )o cual hay que tener pre-visto aumentar ligeramente la dosis, un10% aproximadamente, puesto que habrámayor número de fallos en el estableci-miento de las plantas.

Sistemas y elemerrtos de siembra.En las sembradoras a chorrillo de siem-bra directa podemos encontrar una mayorvariedad de sistemas que en las de culti-vos en hileras, si bien ambas tienen variospuntos en común. Los procesos que todamáquina de siembra directa sigue al reali-zar esta operación, podemos resumirlos enlos siguientes:

a) Cortar los residuos e iniciar la franjade siembra. La franja de siembra es aque-lla que se lleva a cabo en anchura y pro-fundidad, siendo la única intervenciónmecánica que se realiza sobre el suelo.Con ello perseguimos colocar las semillasen condiciones aptas para la germinación,pero la presencia de la cobertura vegetaltiende a dificultarlo. Es por ello que, antesde que entren en tuncionamiento los abre-surcos de siembra, el camino deba estarlo más despejado posible. Para ello se re-curre a elementos separadores o cortado-res, o bien esta operación se realiza en losabresurcos de siembra, no siendo por lotanto necesaria su presencia. Lo que re-sulta evidente es que son tanto más nece-sarios, en principio, cuanto mayor es lacantidad de residuos. Los separadores nose utilizan en las sembradoras a chorrillopor el inconveniente que supone trasladarel problema a los elementos de siembracontiguos, ya que la separación entre lí-neas varía, según los casos, entre 15 y 20cm. Estos elementos resultan eficaces enlas siembras de cultivos en hileras.

VIDA RURAL/N.° 49/15 DE JULIO 1997/39

Page 3: Sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los usuarios a quienes van dirigi-das principalmente estas líneas. La siembra directa

_ .,1. , .. .... ^ • ..^^

Fig. 5. Sembradoras de discos:a) Dlsco simple liso inclinado con rueda lateral limitadora de profundidad. Sistema John Deere.b) Dlsco simple liso inclinado montado en sistema articulado de barras con rodillo de cierre del surco que

actúa de contrapeso para facilitar la penetración del elemento sembrador. Sistema Sulky.c) Disco simple acanalado con rueda metálica lateral limitadora de profundidad. Sistema Solá.d) Disco simple liso montado en paralelogramo articulado con ruedas metálicas de cierre. Sistema Gil.e) Doble disco independiente montado en paralelogramo articulado. Sistema Kuhn.f) Disco abridor acanalado y doble disco de siembra montado sobre brazo independiente. Sistema Great

Los elementos cortadores están consti-tuidos por discos que atacan los residuosen sentido vertical descendente, producien-do su seccionamiento a la vez que abrenun pc;queño surco, cuya anchura viene da-da por la forma del disco, y la profundi-dad será en función del tipo y humedaddel suelo, así a^mo de la carga que gravita

sobrc él, además de su diámetro.En terrenos secos la penetración se ve

dificultada por la alta resistencia que oponeel suelo a la acción de corte, en este casoes necesario aumentar la carga de los mue-lles que regulan la profundidad hasta valo-res que pueden alcanzar los 200 kg, siem-pre que la máquina disponga del suficiente

peso, de lo contra ►io sería necesario aña-dir lastre. Es importante tener en cucntaque cuanto menor es el diámelro, tanlomayor es la profundidad del surco pero laeficacia del corte de los residuos se vccomprometida. Por el contrario, cuantomayor es el disco mejor sc produce clcorte, a costa de profundizar escasamenteen el terreno. Una solución dc ccm^promix^nos conduce a que los diámetrus va ►-ícnentre 40 y 48 cm. L,a forrna del disco tam-bién es importante tenerla en cuenta, yaque influye en la efic^ ►cia de la siembra.

Los tipos de disco más utili^,^ ►dos son deborde ondulado (fig. 3). Se trala dc un ele-mento cuyo pcrímetro liene forma ondu-lada, de manera que al rodar sohre clsuelo dibuja una franja de unos S a 7 cmde ancho, como máximo. EI número deondas por disco l^^ucde variar cntrc H y SU,dependicndo del ancho dc ti-anja requcridoy la profundidad de la misma. L.os dc ti^an-ja ancha Ilevan entrc 8 y 13 ondulacioncs,se utilizan en suelos pesados con ahun-dante cantidad de residuos, cspecialmcntede tallo grueso. Al intrcxluci ►se en el suclo,los llancos de la onda ayudan a la forma-ción de tierra tina necesa ►ia para entrar encontacto a^n la semilla y estimular su ger-minación. AI quedar el surco recuhiertopor tie ►-ra Cna, la Iw solar incidc dirccta-mente sobre él, produciendu un calenta-miento que ayuda a adelantar la germina-ción. Las velocidades de trahajo idóneasestán comprendidas entre H y 12 km/h.

Un segundo tipo dc disco cs cl for-mado por 20 a 25 ondulaciones para lusdiámetros antes citados. Estos se utilirantambién para todo tipo de residuos, sibien el ancho de la franja alterado es infe-rior a los 3 crn. Su penetración en el le-rreno es mayor que los antcriores, lo queles hace aptos para condiciones de sueloduro. También produccn licrra fina por lafricción lateral en las paredes del surco.Su velocidad óptima de traha,jo oscila en-tre 7 y 10 km/h.

Un tercer tipo, son los discos de 45 a55 ondulaciones, cuyo ancho de franja cs1,5 cm. Estos todavía penctran mrís cn clsuelo que los anteriores, siendo utilizadosen condiciones de alta resistencia y enrenovación de pastos. l^c^s disais lisos pue-den ser también utilir,^►dos como ahrido-res, pero lo normal es que se encuentrcnen los abresurcos de sicmbra, cn aqucllasmáquinas que no requieran una aperturaprevia del suelo.

Los discos abridores pucdcn montarscen la parte delantera del chasis dc lamáquina o en un bastidor independientesituado entre la sembradora y cl tractor(fig. 4). Ambas soluciones pueden ser prc^-puestas por un mismo fahricante. En elsegundo caso es importantc mantener per-

40/VIDA RURAL/N.° 49/15 DE JULIO 1997

Page 4: Sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los usuarios a quienes van dirigi-das principalmente estas líneas. La siembra directa

Rav

RAU-JEAN DE BRU S.A.Z.I. L'Estagnol - B.P. 1083F-11880 Carcassonne Cedex 9- FRANCIATel. 07 33 68 11 74 01 - Tel. movil 908 48 73 75Fax 07 33 68 11 74 02

Page 5: Sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los usuarios a quienes van dirigi-das principalmente estas líneas. La siembra directa

fectamente alineados los discos abridorescon los de siembra. El bastidor disponede un pivote que permite girar con res-pecto a la sembradora, para que ambosse desplacen sobre 1a misma línea. Laventaja princ7pal de este sistema radica enla amplia separación que hay entre ellos,

lo que permite trabajar con abundantecantidad de residuos.

b) Formación del surco y lecho desiembra. El siguiente proceso es la forma-ción del lecho de siembra, donde la semi-lla ha de localizarse uniformemente enprotundidad en condiciones óptimas parasu germinación y emergencia. Los siste-mas que mayoritariamente se utilizan cnlas sembradoras a chomllo se pueden cla-sificar en dos grandes grupos:

1. Discos (fig. 5). Los abresurcos desiembra pueden ser de simple o dobledisco. En ambos casos van montados demanera inclinada con respecto al plano delsuelo y a la dirección de avance. Las má-quinas de disco simple no suelen llevarelemento abridor cortador delantero, yaque él mismo realiza las funciones decorte y apertura del surco de siembra. Elborde a su vez puede ser liso o acanalado,

Flg. 6. Sembradoras de rejas:a) Reja recta montada sobre brazo independiente con disco cortador delantero y rueda compactadora,

ambos opcionales. Sistema Solá.b) Reja en t invertida montada sobre brazo en paraielogramo articulado de doble resorte y rueda compacta-

dora de goma Sistema Gil.c) Reja recta sobre brazo en paralelogramo articulado de barra superior articulada con resorte y rueda com-

pactadora metálica. Sistema Amazone.

en este segundo c^1so con ohjcto dc cortarmejor la paja. Lateralmente disponen dcuna pequeña reja por donde caen las sc-millas al fondo del surco. Mediante la pre-sión de un muelle se pucde conscguiraumentar la penetración cn suclo y, enalgunos mcxlelcx, mediantc una rucda late-ral, bien de goma o mctálica, se limita laprofundidad de trabajo.

Las de doble disco ahren el suelo enforma de V por la acción comhinada dcambos. Entre ellos se sitúa el tubo dccaída que deposita las semillas cn cl fundodel surco. Este sistema sucle neccsitar dis-co cortador, de modo yue rcyuieren m<íspeso que las de disco único para alcanzarla misma profundidad. Dichas m^íyuinasson apropiadas para actuar con abundantccantidad de residuos sin que se produzcanatascos. En terrenos con piedras no scadaptan bien, ya que los discos pucd^ndañarse o los ejes de giro bloqucarse alestar constantemente somctidos a fuertcsimpactos. Esto cxigc la utiliración dc.materialcs de alta resistencia.

El pcso medio de una semhradora dcdiscos varía entre 700 y cXx) kg/m de an-chura de trahajo para las dc disco simplc,aumentando hasta los 1.(>(1O-l.3(>O k^m lasdc dohle disco. La potcncia mínima dcltractor para las primeras es del orden delos 20 kw/m, mientras yue las otras nccc-sitan 25 a 30 kw/m.

2. Rejas (fig. 6). EI segundo gran gru-po de sembradoras lo forman las yuc dis-ponen de rejas para la creación del surcode siembra. Las diferencias con respectoa las antcriores se centran en yue actúansobre el suelo ejerciendo cl corte en scn-tido vertical ascendente, lo que rcduceconsiderablemente su peso para la rnismaanchura de trabajo. Las rcjas van monta-das sobre br^uos yue se unen al hastidur,bien por medio de cuadriláteros articula-dos o directamente. En cl prin^er caso clángulo de ataque se mantienc sicmprcconstante, independientemente dc la pro-fundidad de trabajo, lo yuc pcnnitc abrirhomogéneamente el surco. Una dc las c^i-racterísticas comunes c:s que necesitan unaseparación mínima de 40 cm entre br^uosmontados en un rnismo paño y de 5O cmentre ellos. Con ello se intenta evilar laacumulación de residuos delante dc losbra•r.os, como mínimo reyuicrcn tres pañoso largueros transvcrsalcs.

La adaptación a terrenos pedregosos csmejor que las de discos, aunque tampcx-oestán exentas de inconvenientes en cstascircunstancias, pero al mcnos pcnctran cnel suclo y las reparaciones son menus cus-tOSds.

Una pregunta que am mucha frecucn-cia se hacc el agricultor es cuál dc lus dossistemas es mejor, si utilizar semhradoras

42/VIDA RURAL/N.° 49/15 DE JULIO 1997

Page 6: Sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los usuarios a quienes van dirigi-das principalmente estas líneas. La siembra directa
Page 7: Sembradoras a chorrillo de siembra directa...la cosechadora ( izda.). sas expectativas en-tre los usuarios a quienes van dirigi-das principalmente estas líneas. La siembra directa

de rejas o discos. La respuesta no es fácil,ya que ambas trabajan bien en la mayorparte de los casos. La experiencia recogidaen otros países nos dice que cuando lacantidad de residuos es baja y se requierenelevadas capacidades de trabajo, como esel caso de zona de las grandes praderasen Canadá, los agricultores optan por lassembradoras de rejas. Mientras en zonasde pluviometría media a alta, como sucedeen países del sur de América, con abun-dancia de residuos, pre6eren ]as sembra-doras de discos, aunque tengan que pagarmás al comprarla, entre otras cosas, paraevitar problemas de embozamiento. Tam-bién en la Europa húmeda, salvo contadasexcepciones, se utilizan sistemas de discos.

c) Cierre del surcoUna vez depositada la semilla es nece-

sario cubrirla con tierra fina, lo suficiente-mente apretada como para que la hume-dad del suelo impregne sus tejidos y seinicie el proceso de germinación. En algu-nos modelos se coloca inmediatamente de-trás de los abresurcos de siembra una pe-queña rueda que aprieta la semilla contrael fondo, antes de que intervengan los ór-ganos de cierre.

La cobertura final se lleva a cabo me-diante ruedas compactadoras ya sean sim-ples o dobles, fabricándose tanto de gomacomo de nylon endurecido o metal. Lasde goma son semiflexibles, de manera queel apoyo sobre el suelo se lleva a cabo so-bre una importante superficie de trabajo,lo que ayuda a apretar la tierra en el cie-rre. Tienen la ventaja que en condicioneshúmedas o semihúmedas y en terrenos

plásticos despegan la tierra adherida, loque evita posibles acumulaciones. Cuandotrabajan en condiciones secas y con altapresión de apriete pueden acelerar su des-gaste. Los montajes pueden a su vez sercon rueda individual de 2,5 ó 5 cm de an-cho de banda, y de doble banda, de 7,5cm de ancho. Las primeras se utilizan enla mayor parte de los casos, ya que pro-porcionan un buen contacto del suelo conla semilla, mientras que las de mayoranchura son adecuadas a terrenos húme-dos con alto contenido dc arcilla.

Existe otro tipo de montaje y es el dedoble rueda en V, que desmorona lasparedes del surco y aprieta las semillasmediante una acción de empuje inclinadacon relación al plano del suelo. Se utili-zan en condiciones secas y cuando el sur-co de siembra es profundo y estrecho.

Las metálicas son más resistentes ytambién proporcionan un buen contactode la semilla, pero en condiciones de ele-vada humedad tienden a adherir tierra ensu periferia.

Por último, algunas máquinas montanrastras con objeto de igualar la coberturade residuos sobre el terreno y dejar elsurco tapado, cubierto de agregados, conla intención de evitar encostramiento. Eldiseño ha de pennitirlas poder evitar acu-mulaciones de paja delante de las púas,para lo cual, la presión que ejercen sobreel suelo ha de ser previamente controlada.

Otras caracteristicas. Las sembradorasa chorrillo de siembra directa disponen enalgunos modelos de la aplicación de ferti-

lizante, tanto conjuntamente con la semi-lla, como localizado. En nuestro país, nohay excesivo entusiasmo por realizar am-bas operaciones conjuntamente. Sin enrbargo, en la técnica de siemhra directa,cuando el fertilizante se aplica medianteel sistema de dist^ibución sobre el suelo,puede haber una inmovilización dcl nilró-geno en los residuos, principalmcnte si es-tos son abundantes, aunque con el tiempose produce la mineralización. La cucstiónes que al tener dos tolvas los tiemposmuertos en recargarlas aumentan, ya queno coinciden los momentos y csto no sa-tisface al usuario, Los ensayos rcalizadosal comparar la misma dosis en aplicacicínsuperficial y localizada han mostrado unmejor aprovechamiento para esla última.

Es de destacar, también, que los cle-mentos de siembra se montan en un largobastidor, de modo quc la tolva ticne queadecuarse a esta circunstancia, con objctode poder abastecer de form^^i eticaz a losdosificadores. Las soluciones son diversas,cuando se monta un única tolva, esta que-da alta con respecto al bastidor, lo yucpuede dificultar su llenado si no se dispo-ne de un cargador adicional. Este conU^a-tiempo puede solventa>se instalando dustolvas montadas paralelamente. Otra posi-bilidad es mont^^ir una tolva ccntral condosificador y distribuir las scmillas median-te corriente de aire.

Para concluir diremos que en nuestropaís existe un amplio ^^^banico de marcas ymodelos de sembradoras de siemhra di-recta a chorrillo, por lo quc no suponc unfactor limitante para su aplicación. n

44/VIDA RURAL/N.° 49/15 DE JULIO 1997