N.° 46 t . ;

SEMANAR^O

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^DE A^^RICULTURA Y ARTES

Del Jueves 3 r de Octubre de i 8 o s.

Del cultivo y utilidades de la palma del coco.=

( Por D. Francísco Antonio Zea ).^̂^..1..^I o faltaron hombres superiores á, su siglo que reRe-x?onando sobre la excelencia y preciosidad de tantos fru-tos ^ como la naturaleza produce por sí sola en el her-moso mundo de Colon, promovieran ardientemente el pro-yecto de conquistarlos para la Agricultura , miéntras lanacion entera abandonaba por las nuevas minas su anti-guo mayorazgo. Querian aquellos sabios calculadores de1bien y del mal , que en lugar de oro brillante y de co -ral y perlas se inostrara en toda Atnérica el fierro del ara-do á los desertores de nuestras fábricas y de los camposque enriqueció V'arron. No me detendré á manifestar las ven-tajas que habria producido tan grande pensamiento como sonla consolidacion del poder iumenso que acababa de adquirirel Estado , la prosperidad constante , la posesion eternade las artes y de las luces ; ni menos á lamentar la per-dida de muchas producciones utilísímas , que entónces des-preciamos , y cuyo conocimiento a ĉaso jamas volveremosá reeobxar. No es rni objeto, acrimin.ar aquel error capi-tal que tanto ha inHuido en el engrandecimiento y pros-peridad de- otras naciones ; sino excitar los` cultivadoresamericanos á crear por sí mismos uría Agricultura, pro-

.. .: coc^s n^^^fer$. r^lA^• , .TOMO XVIII. ^ s

274pia de aquellos climas queridos del cielo , y correspon-diente á la magestad que en ellos ostenta la naturaleza.D^xando sin embargo para otro lugar mas de mi gustola exposicion re8exiva de este pensamiento , que tantos ytan desgraciados saerificios me ha costado , me conten-taré con ir presentando algunas ideas sobre el cultivo yutilídades de varias producciones silvestres, comenzandop^r la palma del coco por ser una de las mas conocidasy menos apreciadas. z Y que vegetal . puede ser mas pro-pio á señaiar la época memorable en que los favoritos delsol emprendan someter al imperio de la Agricultura tan•tas y tan preciosas producciones , de que no sacan losinmensos bienes que pudieran, no solo para sí mistnos,sino tambien para el género humano ?

Siendo la familia de las palmas no menos útiI qtte Iade tas gramineas , y tenienda ]os americanqs-das mas pre-eiosas , es bien notable que no hay^u á' lo menos pen-sado en reunir aquellas de que aun en el estado silves-tre sacau algun producto , como la de la cera t, la de

i Ceroxyion andicola Xumb. et Bomp. pdant. aequin. t. r. De estapalma se tenia conocimi2nto en Santafé de Rogotá hace largos años, yse sacaba la cera que produce; pero los célebres viageros Humboldt yBompland han sido ]os primeros que han publieada su descripcion botá-fiiea. Creen estos aabios que solo se encuentra en un corto recinto, por-que recorríendo ínmensas cordil(eras no la encontraron en otra algunaparte. Es con todo eso abundantísima en la provincia de Antioquia cer-ca de ]a villa de Medellin. Encuentrase á dos b tres leguas en un mon-te , á cuya falda está la poblaciou , y se halla tambien en ]as cercaníñsde la inmedíata ciudad de Rio-negro , y ea otras varias partes. No sehace allí muctto uso de la cera , sino para el servicio de los templos,quando falta la de abejas , prefiriendo para el uso doméstico la que ex-traen del árbol que alli Ilaman olivo , en Popayan y otras provínciasdel mismo reyno de Santafé laurel , y eu Botánica Myrica ce+=fera.No depende esra pre>'erencia de ]a mejor calidad de 1a cera , ni de pro-ducirla el árbol en mayor abundancia, sino de encontrarse éste & cadapaso , y ser necesario penetrar en lós montes para ^errcontrá'r aquella;pero tratándose de cultivar una ú otra.planta , s+tr hay'qktt^ dudar, entreel olivo ó laurel y la palma. Se necesita racoger de aquel'gran canti-dad de fruto para extraer al fuego alguna .cera; pero en la palma flu-ye espontáneamente, cubre gran parte del tronco, se halla preparadapor la naturaleza , y es veinte veces mas abundante y de mejor cali-dad. Corno se produce en a^ontañas elevada^. y en clitpas çasi ^ frios ó

, ^

27íla manteca ^, la det mar61 ', la de la harina s, y otra,que les suministran hermosos tintes y gratos alimentos.4No porque habiten muchas de ellas en lo interior de lasselvas ó en las montañas , en que dom:ina el tigre, pre-

menos que templados , se puede asegurar que fácilmente se propagarzen España , y así lo manifiestan los célebres viageros que acabo decitar. i Que riquezas no daria un plantío de estas palmas ! Pero se créeque las pfantas silvestres han de serlo siempre , sin reflealonar quequaatas producciones enriquecen la agricultura han sido conquistadasen los montes y las florestas.

s Cocos butyracea Lin. No solo esta palma sino otras varias danuna especie d^ manteca, de que se puede sacar mucho partido.

a Phythelephas macrocarpa. Sp. plant. Flar. Peruv. El fruto deesta palma, llamado cabeza de negro etr el reyno de Santafé, es blan-co, duro y bastante parecido a! marfil. Los indios de Quito hacen deél cabazas para mufiecas y varios jvguetes que tieaen mucho despa-cho en todo el reyno. Las artes europeas pueden sacar de él muchopartido , y seria conveniente darlo á conocer en el comercio; pero se-ria mejor pensar primero en cultivarlo, porque el tráfico que sa ha-ce con producciones silvestres, á no ser muy prec;osas como ls quina,no puede subsistir. t Es posible que no hagamos lo que se hizo en laprimera edad del mundo , que fue recoger el hombre , y asociarse to-das las producciones útiles que alcanzaba á conocer?

3 SAn muchas !as palmas del reyno de ^4antafé que dan harina; pe-ro por desgracia solo en afios de mucha carestía se hace uso de ella.Siendo yo muy niño hubo en mí pais natlvo una ]arga calamid2d queobli^ó á recurrir á las palmas , las quales suministraban pan , aceyte,vino , verza , y en suma toda la subsistencia del pueblo ; pero pa-sada ]a urgencia no se volvió á pensar en disfrutar de tantas utilida-des. Algunas espeeies de Cycas , de Coco y de Mauricia , bastaron ásubstituir todas las plantas que se cultivan en ayuella fertilísima pro-vincia. Siendo fácil la propagacion de ciertas palmas en F,spaña, seriade desear que á lo menos para tener un recurso seguro en los años deescasez , se pensara por fin en connaturalizarias. Hay en la parte deAmérica que yo conozco, otras muchas producciones seguramente des-tinadas por la Providencia á mantener ai hombre , quando parece quetodo le falta. Las estaciones mas contrarias a ciertas planras son lasmas favorables para otras : todo as relacion , equilibrio y prop,,rcionen la naturaleza, y solo quando son ignorantes pueden ser inf^lices lasnaciones que ella ha favorecido.

4 Tengo noticia de varias palmas que dan tintes ; pero no las co-nozco botánicamente. Aun no hace tres años se remitiéron de Américaal Sefior Generalísimo fragmentos de una palma que aaalizada por llonAntonio Arnaud, dió quatro ó cinco tintes muy hermosos, que seriade desear se introduaesen en el comercio, como S. E. mismo queriaque se hiciese. Las palcnas que suministran alimentos y bebidas deli-ciosas son tantas , que cansaria al lectoc solo con nombrarlas.

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z^6senta su conquista grandes dificuitadcs; y quando así fuese g por qué no se cultivan las que se eucuentran cer-ca de las poblaciones , ó dentro de ellas tnismas comola del coco? He nácido en una de las provincias de Amé-rica en que mas abunda esta preciosa palma , y ni alléni en otras muchas que he recorrido la he visto cultivar,=ni sé que se saque de ella mucha utilidad , quando en lascostas de Malabar y Coromandel , en Ceylan , en Achem,en Nicobar, se mira como eI don mas precíoso de latierra , y especialmente en el industrioso y magnífico In-dostan , en que es una especie de homicidio cortarla. Tanpersuadido estaba de su importancia el legislador , y se-gun la tradicion et Padre de aquel antiguo pueblo , queentre las diez y nueve tribus que salieron de sus manos,por servirme de la frase oriental , destinó una de lar dela die.rtra , es decir de la que compon^en la grandeza, pa-ra que cuidase exclusivamente dtl rultivo del coco , y dela preparacion de sus productos. Los Chanaf , á quienesse confió desde la fundacion del Imperío este mayorazgosagrado , emplean para aumentarlo varios métodos de quesolo teniacnos noticias vagas é inexácras y poco interesan-tes, hasta que ^íltimamente nos ha dado le Goux-de-Flaianociones extensas y muy propias , no solo para facilitarsu introduccion en la Agricultura Americana, síno paraegcitarnos á vista de tantas utilidades. Nombra este iius-trado y curioso viagero siete especies de coco , que no di.firiendo mas que en la figura del fruto, deben mirarse co-mo variedades , y son probablemente las mismas que seven en América. Tres de ellas se cultivan en el Indostan,en donde él recogió muchas noticias importantes , que conlas que nos habian dado Rumphio, Rheede 3 Thumberg,y las ideas que conservo de mi pais suministrarár^ mate-rcia á este discurso.

Asegura Ie-Goux-de-Flaix que el coco soio se reprodu-ee por el fruto ; pero como las palmas se reproducen ge-neralmente par la cogolla , es de creer que esta idea se

^ Siémbranse algunas por curiosidad en las huertas y platanales.

277ha propagado en la India con el ^bjeto de evitar se dts-trupan unas para plantar otras. Si^mbranse en plantel , es-cogiendo los cocos tnas herrnosos y mas sanos, sin quitarlesla cubíerta fibrosa que llaman kaer en el pais, y en algunaspartes de América petuca. Se cree que esta substanci: ĉ y elagua abundante facilitan la germinacíon , que se vcrifica álos diez y siete ó diez y ocho dias en aqtiellos cli ĉnas ; peroaeaso seria mejor descubrir ta parte por donde brora Ia pat-ma, coma lo hacen algunos :uriosos en América. No ha deplantarse e^! coco derecho ni horiLOnta1 , sino en una dí-reccion obliqua de mado que el ojo por donde sale el bro-te mire al cielo , porque naciendo en otra situacion , ten-drá que arquearse, ya tnas, ya ĉnenos, para incorporarse.Prepárase la ti^rra con el araçlo .ó con la azada ; pero cui-dando que qu^d^ bien de•menuzada , y dividiendo el arexen^ quadrados pequeños para facilit: ĉ r el riego por el pi^,poniendo en eada uno un solo coco y cubritndoto con cin-co ó seis pulgadas de tierra floxa. Concluida la sietnbra , sesubministra el riego haciendo correr el agua por las cana-Ies de los quadros , y se repite cada dos ó tres dias , segunel estado mas ó menos h ĉímedo de la atrnosfera , por elespacio de seis ú ocl^o sem:tnas. Aseguran los ^Agróuomasde la India, que el coco necesita tnucha agua para germi-nar y crecer , fortificarse y dar mas pronto y abundantefruto ; y en realidad se observa en América que pueblaespontáneamente las oriilas del mar y de los rios , y loshoudos y anegadizos valles. A los diez y ocho dias I;^^:omas ó menos se maniGesta el germen blanco , lustroso yen todo parecído á un colinillo de elefante, bien que muyagudo y pequeño. Conserva por quince ó veinte dias la n^is-ma figura , y es muy tierno, azucarado y de un sabor gra-to y delicado. Có ĉnese crudo , a,ado en el rescoldo, ó};ui-sado de un modo parti^ular ^lu„ llaman cari. El no ĉubre dekelingue que dan al germ^n adulto, quiere decir pritnerbrote de palma.

D^ntro de la cubiei°ta intrrior ^í nuez del coco se for-man las rai^es reuniéndo^e en ^u2 o^^illo parecido :í un huc-vo de pato ; pero muy grandc ^ acnarilloso , tieruo ^ azu-

^omo xviti. f 3

z^8carado, y de que se hace el niismo uso que de 1os brotesó kelinguet, sacri&cando al gusto de un momento las rique-zas de cien años. No cabiettdo á los treinta dias y aun an-tes dentro de la nuez , la-romgen por varias partes, y des-envolviendosé penetran en la tierra por toda la círcunfe-re:icia , agarrándose con tanta fuerza que á los tres mesesno seria iácil arrancar una palma.

A los treinta y cinco ó quarenta días comienza á apun-tar la primera hoja , cuyo color es de carue' baxo con unalista verdegay muy hermosa. Van sucesivamente apare-ciendo otras ; pero hasta pasados cinca meses no se rna-nifiestan enteramente , aunque todavia sin abrirse , perma-neciendo reunidas las pinat ú ojuelas como sí estuvieran pe-gadas. Cómense tambien , y los franceses gustan muchode ellas por su sabor y delicadeza.

A]os ocho meses puede ya trasp^s^ttarse la palma ytoda estacion es propia par^t esta ogeracion, así como loes para la siembra. No hay inconveniente en diferirlo has-ta los quince ; pero si se le dexase tomar fuerzas, se ne-cesitarian muctias precauciones para no lastimar las rai-ces , de cuyas resultas pereciera. Qualquier terreno es ápropósito para trasplantarla , porque prewalece aan ^enlos arenales , co ĉno no le falte agua. Suele darse á loshoyos veínte pulgadas de profundidad , y orras tantas dediámetro : se dexan secar, y se les echa luego una capade sal de cinco á seis pulgadas de grueso , y sobre ellase planta la palma. Echase poco á poco la tierra , pi-sándola para afirmar bien el pie y mantener la planta de-recha. Concluida la trasptaataciori , se suministra al ano-checer el primer riego , repitiéndolo con mas ó menos fre-cuencia , segun la humedad de la atmósfera. Acostumbra-se cubrir el plantío diez dias para preservarla del excesi-vo ardor del sol. Acaso no será neeesaria en América se-inejante precaucion ; pero teniendo la facilidad de hacer-lo con e( platano , como io hacen para los plantíos decacao , se lograxá la ventaja de mantener la humedad ysacar provecao del terreno , sin m;is cuidado que cortaralgunas hojls , quln^^o ya la palma no necesite sombra.

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En ocho ó diez años no ha de faltarle riego , biensea suministrado á mano, ó por medio de varios canales,á no ser que el terreno tenga abundante humedad. Yapor este tie^npo comienza la palma á redoblar sus dones,r.ecompensando largamente al labrador del cuidado quele debió ea su irafancia. No necesita de mas cultivo enadelante , y la única atencion que siempre tiene con ellael Chana es la de registrarla de tiempo en tiempo paralibrarla de un insecto desolador que se introc^uce en lacogolla.. +lromo esta es muy tierna, parricularmente^en lospecíolos de las hojas , penetra por ellos el escarabajo , yse encamina derecho al corazon de la palma en donde seestablece y procrea. La destruyera él solo , si observandoel Chana cuidadosamente las hojas mas tiernas no descu-briera sus recienres vestigios , y metiendo una sonda conganchos á modo de saeta , no matara el insecto , y 10sacara para que no infecte la planta. Solo en caso de serárida la tierra , ó de faltar por largo tiempo las lluvias,hay que ocurxix ^egunda vez al riego ; si no , la naturalezamisma conservará todo ua siglo la riça herencia que taná poca costa puede un próvido cultiyador dexar á sus hi-jos y á sus nietos. i Y quien no lo hará á vista de lasutilidades de que voy á hablar , y de que el mismo co-lono , aunque no sobreviva seis años á la empresa , pue•de participar^ Se concluirá.

Conclusion del proyecto de uu plantío de árbotesá !as inmediaciones da Madrid.

No puedo concluir mejor este asunto que copiandoaquí el párrafo con que finaliza el Núm i q S del Jueves z 5de Septiembre de i 800 , y se halla en el tomo 8^ del Se•manario de Agricultura ; obra preciosa, que con el Dic-cionario de Guerra, habria sido suficiente para regenerarel cultivo y la industria en la nacion , si la clase que de-biera hacerlo no estuviese tan .corrompida y agena deverdadero patriotismo. DiFe así :

»Pero nadie mejor que los Párrocos puede y debe

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coatribuir á poblar el Reyno de drboles : digo que pue-de el Párro^o , porque con su instruccion y buen conse=jo,tiene en su mano el hacer adoptar estas tnismas ideasá sus^ feligre^es , sin usar de autoridad alguna : puedehacrr un .plantel de árboles para, repartirlos entre los la-Esrádores mas at licados ; pueda, porq.ue es muchas veces.dueño dr p(antar las inmediaeiones de una ermita ó san-tuario formattdo uu bosque sagrado, que, no pertenecien-do sino á la itnágeq vencrada, tto está exQur.tto al atrozdelito del que riñú con su vecino , y tanó una vil ven-g;anza en sus inocentes ñrboles, puede bendecir Gon acuer-cío del pueblo algun terrcno valdio, colocando en él unacrua , y c}uedando sienipre drl comun , hacerle venerarreligiosamente , á celebi•ando en él la fiesta del Patronodel pueblo , ú disponienao que se hagan los. nombramien-tos de Justicia y uaayordo^nos del Sa,nE1^i,^4re^n aquel pa-rage sagraJo. g Y serán sola, ^ri;t^st' políticas las que leconduzcan á cutnplir con esta obligacion ? z serán sololos det^e^es d^ ^iudadano los que le ínspiren estas ideasbené6cas? no por cierto. La reli^ion, la santa religionde Jesuchristo , fundada en la caridad y en el amor delpróxicno , se lo aconseja , se lo previeAe y se lt^ manda.Tú ofreci5te , divino Maestro , que dirias á los elegidospara tu gloria :»Venid , benditos de mi Padre , porquetuve sed , y tne dititeis de beber ; y tuve lZ;;nibre, y medisteis de conier." Y si el apagar la sed y el hambre delos pobres que nos rodean , nos procura la bienaventu-ranza Z qué no podrá esperar del Padre de misericordiascl que ap.^ga la sed y el Itambre de los pobres de su tiem-po y de los pobres de las generaciones íuturas ? Porqueel que planta un bosque , conserva ó erea manantialesnuevos en que apagan su sed los hombres , los anitnalesy las aves ; da vi.da á tnuchas plantas que sin esta hu-medad no ex^5tirian ; riegan campos fructíferos que dande coiuer á lo^ hatnbrieuros, mant4enen los pueblos, ali-tatentau á las viud^s y á los huérfanos que viven en sutiempo , y quc veñdrán en los .siglos posteriores : y sien--do esto cierto z c^uc Párroco habrá que no considere co-

i^tnfo' abligacion suya el ad^optar este heróico , grande, y

al mismo tiempo sencillo medio de conseguir las miseri-cordias del Señor? íSer.i comparable en !a presencía deDios !a triste compasion del que da un poco de pan óun vaso de agua á un m^ndigo, con la adrnirable caridad

del que sostíene ^ un pueblo enrero ? del que muestrauna b.:neficencía semejante á la de! sol, haciendo un biengeneral dci que todos participen ? del que imita la gran-deza del Cria:ior darado vida y subs^stencia al reyno vege^

tal y animal ? del que reune ^í los hombres en sociedad^poryue solo en dunde haya arboles se pueden fundar pue-

blos ? del que les da teci^o y hogar, les templa el rigorde las estaciones ^ y ostenta en fin una alrna digna dela i^nágen del Omnípotente ?^ Y como podrá dexar dcapoyar u u buen Cu ra en el pcílpito ,.en el confesonarioy en todas ocasiones esta saua do^trina tan conforme al^vangelio ? El que corta !os árboles sin ju:,ta necesidad,no solo hace un daño al dueño , se !o hace á sí mismo,

se Io hace á los poi,res , se lo hace á la nacion , se loliace al género hurMano , y hasta las piedras se levanta-rá;i contra ét en el tribunal de Dios; porque quita la hu-n^cdnd .í la tierra , agota las fuentes , esreriiiza los carn-pos , y los dexa inaítiles para los hombres y los anima-^les. z Con que de4ito se puede comparar esta maldad ? Si

el que mata á un h^inbre cs justarnente reo de cnuerte,2 qué castigos m^recerá el que destruye los ^írboles, y conellos 1os cnanantiales, la fertilidad y la poblacion ? M<tl-diganle todas las cri^rturas : Sea teuido por indigno aunde la compañía de las (ieras : perezca la memori<i 4e cs-

te malvado , é imprímanse en !as tieruas alrnas de losniños con los prirneros ruditnentos de la doetrina cristia-na el horror á un delito tan ex ĉcrable.

NOTAS.

(i) Toc^os los contoruos de Madrid ofrecen la propor-cion de haílar a$uas á mas ó cnenos profundidad , y asílo comprueban las faientes de ^,que hacémos uso r las que

a82hay en las cercanías , y las muchas barias que se hanestable^ido en los parages mas áridos y eievados. Pero su-pongo que en el que propoago no pueda lograrse agua depie : me bastaria una noria, y esto nadie pondrá en du-da que sea asequible. Pero ya que trato de norias , nopuedq dexar de lamentarme de la imperfecta consrruc-cion de quaatas he visto basta ahora, cuyos roces y des-proporcíones , unidos al enorme peso de la marotna deesparto empapada en agua , y de los toscos y quebra-diios ,arcaduees ó cangílones , ofrecen al animal que an-da 1a z^oria mas xesisrencia sin camparacion que el aguaque sube. Si las norias estuviesen todas como hay algunasbaxo su i,uen cobertizo. Si se construyesen con .exáctitudy segun los buenos principios de mecánica, y si en ,lu^gar delas maromas de esparto y cangi(ones de barro se pusíesenunas cadenitas de hierro y arcaduces de ,p^ja del mismometal , que ,durarxan por veinte ds aas otros , entóncesun borriquillo podris sin fatiga hacer ío que hoy apenaspuede una mula , macho ó caballo. El primer gasto se-ria mayor , no hay duda ; pero en esto como en otrascosas, lo barato es caro.

^2) El principal objeto de esta faxa de arbolado aI re-dedor de la posesíon es el de que sirva quando los árbo-les hayan tomado .crecimiento de abrigo á lo interior con-ira los .vientos impetuosos; y á fin de que estos no en-filen las ,calles que se dexan , deben evitarse ,las líneas rec-ras , las quales son ademas monotonas, y no dexan que.desear á la vista.

,{3) Los Señores D. Esteban y D. Claudio Boutelou,ĉardineros ,mayores de .S. M. en los Sítios de Aranjuez,Retiro , y de.l Jardín Botánico. Su bisabuelo vino á Españaen tiempo del Señor D. Felipe V. elegido como uno delos mas sobxesa.lientes de su profesion : sus biznietos hanconservado dignamente la preciosa herencia de sus' rono-cimientos , á los que han agregado los de su padre y abuelo,y lo, suyos propios, adquírídos no soio con el estudio yla práctica desde sus primeros años , siiro tambien conlas observacioues hechas en Francia é Inglaterra. Ambos

2g3se hallan actualmente encargados de la redaccion del Se-manario de Agricultura y Artes , y lo descinpeñan co-mo es de esperar de tales conocimientos. No le tengo per-soc^al de ninguno de ellos; pero aprovecho con gusto es-ta ocasion de ofrecerles el justo tribu;o de gratitud y apre-cio á que soa tan acreedores por el bien que han hechoá toda la nacion. Con un millon y sus luces , convertiriayo en montes los descarnados esquelCtos de la naturaleza,que me ofenden los ojos y el torazon siempre que salgode Madrid á paseo.

(4) Este sabio y zeloso cuerpo lia hecho en b^ne6cíode la prosperidad nacional aun inas de lo que debia es-perarse ; y si el resultado no ha sido tal conio la Socie-dad lo deseaba, proviene de un conjunto de circunstancías yembarazos superiores á sus fuerZas. Pero no por eso esmenos digna de la veneracion de los buenos españoles , ála qual tiene un derecho con solo su precioso inf'or^ne so-bre la ley agraria; y si llegase algun dia el venturoso mo-mento de realizar este sueño ; en la Sociedad buscaría suautor los medíos convenientes para que baxo su autoridady proteccion se implorase la del Soberano.

( S) Como nada puede ser á gusto de todos , no fal-tan personas descontentadixas , de aquellas que saben sil-var cotnedias , aunque no liacerlas, que no pueden acabareonsigo mismas el confesar el verdadero mérito del Sema-nario de Agricultura , y de Ia traduccion del Diccíonariode Agricultura de Rozíer por D. Juan Alvarez Guerra. Di-cen del 5emanario , que es una indigesta compilacion deobras extrangeras ; que no hay órden ni método , y queno puede producir utilidad. Otro tanto dicen del Diccio-nari^o. Casi no merecen respuesta semejantes críticas , niyo tengo suficiente presuncion para abogar por unas obrasque ellas mismas se de6enden y hacen el elogio de sus au-tores q del Gobierno que las ha fomentado. Solo diré eaquanto al Semanario , que esta obra es tan perfec:a, útily beneficiosa como puede serlo por la naturaleza de suplan. No hay asunto de algun interes en Agricultura y.^irtes ; no hay método ó experiencia nueva que no haya

z S,^publícado , y hasta los elementos de la C(iímica tnodernasos ha dado con suficiente claridad. Aun en la parte de lamoral y educacion pública , hay mucho y bueno ; porexemplo , el núrnero del qua! he sacado el párrafo conque concluyo este papel, debia leerse tados los domingosen las igleyias , y aprenderle de memoria los ricos que nosaben que hacer de su existencia y dinero. Del Diccíona-rio de Alvarez Guerra , solo diré que sobre ser una exce-lente traducion de la obra m1s con^plera que se conocehasta el dia ', hay adiciones hechas por el tradutor en lorelativo á España ,^r ba^taba para recomendarle su dis^--curso preliminar, Con el suplemento yue of'rece y la tra-ducion de los tomos I I y I: que acaban de publícarse,habrá adquirido un derecho incontestable á la gratirud d@ios buenos españoles presentes y venideros. Nuestros ĉer^-sores quieren que no copien de !os e:xtrang¢r^s. z^i doi^deestán entre nosotros l09 amantes de la Agricultura , queía practiquen y]a estudien colno los ingleses , francesesé italiatso: t l^I^t^> publdcadt • lo poco que los nacionalES l^:rnsutninisrrado ; ha^r elogixda el zelo de un Larrea , del vir-tuoso Cura de Línares , y del ardiente constante promotoxde los prados artificiales Don Antonio Fonds, y de all;^tnotro : ique rnas han podido hacer ^

(6) Entre 1os ingleses hubo y hay hodnbres de la pri--mera nobleza, que han prodigado sus caudales en el i^r,-mento de la Agricultura, de Ias Artes y de la navega-cion interior. Los rtnas obran por u^otivos p;^ramente hu-tnanos : i que no deberian hacer nuestros católicos con-vencidos de las verdades eternas de que aquellos dudanpor la mayor parte ! Uno solo que en vida ó en muer-

i Nvta de lor reductores. La obra rnas cocnpleta en este ramo esla gue en dos volumenes eA ^. .^caba de publicarse en In^laterra conf' ^^tulo de Pritctzca de la ^4gricuítura. Hemus eroprendido su tr;^-duccion con a^lieaciones á la a^ricu tura de bapaña y con todas lasmodi!icaeiones indispensables para que sewe^antes obras escriras deter-n^inada^uente para un pais se aprupiru a dtro ^eanoa pern^i^i^^o tes-ti6ear aquí nuestro reconocí^^^ier.!o ai F.xmo. Señor Dcn Grnz.^to U-Farrill á cuya generosidad ilustrada deben;os un cgeinplar de tan pre-ciosa obra.

s8^te dedicase á tan digno objeto sus caudales , i que no de-biera esperar del Re^nunerador eterno !

Me habia propuesto no tocar en todo este discurso nitana sola proposicion relativa á solicitar del Gobierno au-xilio alguno pecuniario; pero como no es de esperar queparticutar ninguno se ofrezca á suplir los fondos insinua-dos , me veo precisado á decir algo sobre el asunto.

Me hago cargo de las estrecheces del dia ; pero 1atrascendencia que el objeto debe tener en el aumento delas Rentas y diezmos ,.tnerece alguna preferencia. Actual-mente son muc ĉas las sumas con que el Rey auxília lostrabajos de varíos cuerpos líterarios y crentíficos. Pero tam-poco es mí intencion oue se grave con esto el Real Erario.Hay encomiendas y dignidades vacantes : hay un fondo deexpolios : un Cabildo de Toledo , y su digno y zeloso Pre-lado. Entre estos á prorateo , solo pido en el primer año,ademas de la concesion del terreno , aoo ^^ reales en efec-tivo , y 60'^ en cada uno de los quatro siguientes ; entodo 480'^ reales : cuya cantidad , como que sale de fon-dos casi todos destinados á pobres y obras pias , debiaadelantarse con calidad de reintegro , asegurando con lahipoteca de la misma finca. A los diez años pagaria el in•teres á razon de 6 por i oo , y á los veinte podria reem-bolsar á los contribuyentes sus capitales , si ya no que-rian continuar percibiendo los inrereses.

Con, semejante auxífio era int^ilible la execucion de'proyecto. Si pasados los ci.ico años necesitaba el e^npre-sario mayores cantidades para dar mas extension á susideas , hallaria sin duda alguna quien se las facilitase, quan-do no invirtiese en ello el patrimonio de sus hijos que aun-que corto , pudiera aplicarle al fornento de una Gnca pro-pia ya de su familia , y excusar el medio siempre onero-so de nuevos empréstitos. Mi objeto es , en una palabra,establecer en la inmediacion de Madrid una Escuela deAgricultura práctica , que Ilace falta, y cuyos progresosy utilidades no es facil enumerar. Los establecimientosde esta clase se han multíplicado por toda la Europa:hay modelos que imitar , y de donde tomar la que sea

z^6adaptable á nuestro clima y suelo : hay un buen patri-cio que cree poder cumplir lo que ofrece , y q^ae por suconducta pública y privada se lisongea que no ha debi-do desmerecer la confianza de sus conciudadanos. Solo fal-ta una mano bienhechora que le facilice los n^edios deobrar.

Nota de los redactores.

En habiendo aigunos patricios que piensen y obren co-mo el ilustrado y generoso autor de este discurso , se res-tablecerán los tnontes que han desolado la ignorancia delos bienes que producen y de los males que acarrea su fal-ta. Es imposible, absolutamente imposible, haya agricultu-ra en donde no haya montes bien poblados. Lo ma.s quese puede esperar de un suelo muy liberal es Que dé unaú otra ĉosecha abundanté por una comb^r^lon ca5ual decircunstaneias ; pero no hay que espetar constancia ni re-gularidad , lluvias á su tiempp , un caudal de aguas paralos ríos, un ambiente fresco y saludable, ni otras muchasventajas que manifestaremos en un discurso acerca de lautilidad de los montes, y los males que resultan de su de^solacion.

Carta de D. Mariano Lafuente y Poyanos , ace^°cade la preparacion del azucar.

Señores Editores : La carta del Hacendado de Lima in-serta en el Semanario de i S de julio de 18oq., me ha ci-tado la idea de comunícar al públíco algunos eonocimien-tos que he adquirido sobre el particular en quatro años deprecisa intervencion en las fábricas de azúcar , con cuyornotivo haré tambien algunas reHexiones sobre el estado delas pocas^ que se conservan de esta especie en las cos-tas meridioaales de nuestra península , y lo convenienteq^ie sería su rectiCcacion y fomento por parte del Go-bierno.

Acaso los señores cosecheros de Lima podrán aprove-charse de alguna de mis observaciones , y quando no, es-

a.$7pero agradecerán el bĉen deseo , como Io habrán hechocon Vms. si los efectos no han correspondido á las opor-tur.as instrucciones que les dieron en el mismo Semana-rio por consejo . de atgunos ittC,eligeñtes,

No tiene' dud^a , que el t^^o de,. los álkalis mas ó me-nos modificados ,=es el medio ma^ ^propósito que hastaahora se ha descubierto para puri6car los caldos y cris-talizar el azucar. Los chinos , primeros fabricantes de él,lo cristalizaroa perfectamente con elaras de huevo y gra-sa de potlo, y no con cal ni lexía. Traída la cafia á^=Egip-to y otras provincias de América , se omitió traer la ins-truccion para refinar el azucar; y así el que de alií ve-nia á Europa era de un color oscuro , y ileno de impu-reza , de modo que en esta parte del mundo no se cono-ció el azucar blanco y eristalizada^ „hasta que los vene-cianos empezaron á refinar eI que venia de altá.

No consta en qual de estos paises principió el uso.de las lexías ; pero no se duda que ert donde quiera quefuese lo hubo de enseñar la casualidad , porque está ave-riguado que se usaban ya quando todavía no eran muycono^idus^ los principios de la.Ghímica. Esta ciencia, cu-yo objeto es separar y reunir los simples de que se com-ponen todas las cosas, y señaladamente la Halitecnia^ quees la parte de ella , que trata de las sales , esta cíencia,digo , fue la que empezó á hacer grandes progresos en1a purificacion del azucar.

, Asi unos usaron cenix^s solas , otros les agregaron IacaI , y aun otros prefirieron de aquellas las de ciertos ve-gstales , segun la variedad de las cañas en que se empe-zó á notar alguna diferencia con motivo de la traslacioná otros :climas. Eñ la isla de Santo Domingo usan paraseparar las meIazas eI ácido oxálico entre otras cosas. EnIa Guadalupe , la Martinica y otras partes una lexía he-cha de ceniza de tres yerbas, y aun se les añade el an-timoniv disuetto en polvos quando las cañas son verdes,y de consiguiente impuras y dificiles de purgar. Tambiense usa del alumbre en otros ingenios.

Algunas viageros refieren , que en ciertos paises de

a88la Améríca , especiaimente donde Ios terrenos están cer-ca , y al nivel del mar se crian cañas largas , gruesas ysólidas; pero la calidad del terreno les comunica ciertassales y nitros , que impiden la cristalizacion del azucarpor mas diligencias que se liagan, de rnodo que jamasp.uede llegar á ser perfecramente blanco. En otras tierrasse consigue con mucha d'r6cultad , y á costa de gran tra-bajo , coino en las Novales , y en las que están á las fal-das de los ri,cos. Por el contrario , en algunos pueblos denuestra costa de Granada se crian no tan gruesas ni e1e-vadas como las de Améríca, pero rnuy sólidas y llenasde suco sin matecias . aquosas, ni otras extrañas , de modoque con solo el fuego y un poco de greda sueltan las me-laaas, y en años d^ cosecha sana se ponen regularmen-te blancos los azúcares sin lexías ni otros álkalis.

Por otra parte ias cañas unas se producen n,^t^tralmen-te, y otras por medio del cultivo : uno yx^rb 'fruto es or-dinariamente distinto, y su elavoraoif^^zige operaciones muydi9ersas. En la América mer^dional contestan losviageros secrian natrti^lmérĉte^, pero las debe haber tambien cultiva-das en Li^na , segun la carta dei Señor Hacendado en quepide ír^srtruccioner para el "méj^r cultivo : apinan algunos,que las cañas se producirian en quaiquiera parté del mun-do donde sea el clima caliente, y los vientos templados;otros añaden , que auziliadas del arte se pueden criar enpaises donde no dexe de haber eladas. Esto no obstante ten+go observado , que es muy delícada esta planta , pues ennuestras costas sin necesidad de yelos con solo el vientode norte b poniente, algun tanto continuádo e^ el invi^-'no, se yela , y prende la cosecha , aunque no^ caigan si-quiera escarchas. Se concluirá. '

MADRID : Ir` R T,^ Ii^FREI^^TA DE VILLALPANDO.