semana 4
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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES
CAMPUS REGIONAL SAN LUIS GONZAGA, S.J., ZACAPA
“SEMANA 4”
PROGRAMA
ACTIVIDADES GUIA DE ESTUDIO
IDEAS PRINCIPALES Y DUDAS QUE SURGEN
Existen Diferentes culturas no solo a nivel nacional, pero es cierto también para el nivel mundial.
Por qué ponen en este libro vínculos que a los que no se puede acceder.
La Globalización
La Antiglobalización
Qué es mejor para mí y mi comunidad inmediata vivir en un mundo globalizado o viceversa.
Cuáles son las ventajas y las desventajas de la globalización
Guatemala es un país al que se le refiere con multicultural, pero fue hasta hace pocos años, después de la firma de los tratados de paz, que esta información está siendo enseñada en las escuelas.
ROL DE LAS ORGANIZACIONES INDÍGENAS EN LAS DEMANDAS HACIA EL
ESTADO
El Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas de 1995 puso
especial énfasis sobre los derechos culturales como base para que el Estado
guatemalteco sea más incluyente en términos políticos, sociales y económicos.
Esta elevación de “la cultura” como forma de reconocer e incluir a los pueblos
indígenas ha sido utilizada para combatir el profundo legado de discriminación al
interior de la sociedad guatemalteca y también refleja el deseo de crear una
democracia genuinamente multiétnica.
Sin embargo, tales estrategias, influenciadas por los discursos internacionales de
multiculturalismo, también han hecho que con frecuencia activistas indígenas
presenten una visión especializada sobre una cultura maya armoniosa y milenaria
como forma de asegurar una mayor autonomía y representación dentro del
Estado-nación. Hemos argumentado que el discurso político de la cultura maya en
Guatemala se entiende mejor como “una construcción e imaginación social y
discursiva” (Roseberry 1996:83) utilizada por los grupos subalternos como
mecanismo contra-hegemónico para disputar la dominación.
En vez de derivarse de una cultura primordial o a priori, las identidades son
creadas y recreadas históricamente a través de interacciones mutuamente
constituidas entre distintos actores, contextos e ideas (en este caso entre el
movimiento indígena guatemalteco, los actores internacionales, el proceso de paz,
y los discursos de derechos humanos y multiculturalismo).
Un examen del caso guatemalteco tiene relevancia más amplia en las discusiones
acerca del multiculturalismo y la reforma legal tanto en América Latina como en
otros lugares. Primero, esto ilustra las formas en que las demandas y los procesos
locales son configurados y limitados al interior de los marcos internacionales
utilizados para reclamar derechos.
El caso guatemalteco muestra las dificultades inherentes en el reconocimiento de
derechos basados en “cultura” en un momento cuando los discursos sobre
derechos humanos y género se vernaculizan cada vez más en los contextos
locales. Los marcos legales multiculturalistas propuestos por instituciones
internacionales como la ONU o la OIT han alentado a los movimientos indígenas
en Latinoamérica a avanzar proyecciones esencialistas de su identidad. Sin
embargo, las mujeres indígenas del continente se han apropiado de discursos de
derechos humanos y de la mujer, y a su vez han cuestionado cada vez más los
discursos esencialistas de complementariedad o armonía entre los sexos (Sierra
1999; Hernández y Garza 1997).
En la práctica, la supuesta división entre “derechos culturales” y “derechos
humanos” está muchas veces sobreenfatizada. Sin embargo, cuando emergen
conflictos como en el caso mencionado de género el desafío sería cómo garantizar
que las comunidades indígenas se autogobiernen de una manera que sea
tolerante a las diferencias sin que esto legitime la imposición externa por parte de
autoridades estatales o un “nuevo colonialismo” en nombre de la igualdad o de los
“derechos humanos”.
Tercero, el caso guatemalteco indica tensiones más generales no resueltas entre
las demandas indígenas por autonomía política y sus reclamos para una mayor
inclusión y la construcción de una democracia multicultural. De hecho, estas
tensiones se encuentran claramente reflejadas en los distintos instrumentos y
convenios internacionales que intentan codificar los derechos indígenas. Los
movimientos indígenas en América Latina reclaman la integración en el Estado-
nación bajo sus propios términos, pero el tema de la autonomía sigue siendo
problemático para las élites dominantes.
Sin duda, el reconocimiento del multiculturalismo por parte de los gobiernos
latinoamericanos en los últimos años constituye un significativo avance si esto se
compara con las ideologías etnocentristas y racistas del pasado sobre la
construcción nacional (Díaz Polanco 1997; Stavenhagen 1996).
Sin embargo, esto también se puede entender como una nueva forma de
asimilación o integración dentro de lo que son todavía relaciones de poder
altamente desiguales. El reconocimiento legal del “derecho consuetudinario”
puede en última instancia representar una extensión de la jurisdicción estatal para
acomodar y moldear los órdenes normativos que anteriormente existieron en sus
márgenes. Como lo señalan Speed y Collier (1999) en su análisis sobre los
derechos indígenas en Chiapas, en la práctica los Estados siguen manteniendo el
derecho a determinar cuáles “costumbres” indígenas pueden ser reconocidas y
cuáles no.[19] El reto central sería cómo garantizar la participación efectiva de los
pueblos indígenas en la toma de decisiones y en las políticas estatales que les
afectan.
En todo caso, cualquier nuevo ordenamiento legal que surja de los actuales
esfuerzos para hacer a los Estados Latinoamericanos “multiétnicos” y
“pluriculturales” tendrá que dirigirse a las crecientes demandas por resolver la
profunda marginación social y económica de los pueblos indígenas que ha existido
desde la conquista. Los derechos culturales no pueden ser separados de los
procesos económicos y sociales, y cualquier paso real hacia una democracia
multicultural tiene que centrarse en estos temas.
COMUNIDAD CHORTI
El 13 de febrero de 2013 se realizó el lanzamiento del proyecto Gestión
Mancomunada para el Desarrollo Económico Local en 4 microcuencas de los
municipios de la región Ch’orti`, departamento de Chiquimula. Dicho proyecto tiene
como objetivo Contribuir a fortalecer los sectores agro-productivos y de formación
de capital humano de las 4 microcuencas de la región Ch’orti, por medio de
mejoras en el manejo y gestión de los recursos naturales y humanos, con énfasis
en el manejo de suelo y agua.
A este evento asintieron miembros de Junta directiva de la Mancomunidad
Copanch’orti’, entre ellos el Prof. Ramón Díaz Gutiérrez Presidente actual de Junta
Directiva y Alcalde del Municipio de Jocotán quien dio la Bienvenida a los
participantes y medios de Comunicación. También se contó con la participación de
Dr. Ezequiel García, Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario
Centroamericano, Costa Rica; Carles Puigmarti, Responsable Programa
Desarrollo Local Sostenible de la AECID; Dr. Keith Andrews Representante de
IICA para Guatemala; y representantes del ministerio de agricultura.
El monto donado a la Mancomunidad Copanch’orti’ para la ejecución de este
importante proyecto es de $125,000.00 el cual fue entregado simbólicamente en
manos del actual presidente de la mancomunidad.
NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Se incluyen en la categoría de nuevos movimientos sociales aquellos que surgen
a partir de la segunda mitad del siglo XX, aproximadamente (ya que siempre hay
excepciones) y se diferencian claramente de los viejos movimientos sociales tanto
por sus reivindicaciones como por su modo de lucha.
Cuando pensamos en nuevos movimientos sociales pensamos en aquellos que
parten de valores y reivindicaciones postmaterialistas (Ronald Ingleheart), como
es el caso del ecologismo o el feminismo. A pesar de esta definición, debemos
tener en cuenta que se centra en una perspectiva totalmente occidentalista, ya
que existen movimientos sociales en países tercermundistas que mezclan tanto
valores materialistas como postmaterialistas y no son considerados como nuevos
movimientos sociales.
Características:
Éstas son algunas de las características de los nuevos movimientos sociales que
los diferencian de los viejos movimientos sociales:
Formas de organización: A diferencia del viejo movimiento obrero, con una
estructura más o menos jerárquica, los nuevos movimientos sociales se organizan
de forma asamblearia, controlando así a sus dirigentes. Tienen, pues, una
estructura descentralizada que permite mucha autonomía en las bases del
movimiento.
Modo de actuar: En lugar de atacar los problemas como un todo relacionado con
el Estado, se centran en una sola reivindicación. Una vez se cumple esta
reivindicación, el grupo desaparece. Hay que destacar también el tipo de protestas
que realizan estos nuevos movimientos sociales, ya que se trata de protestas poco
institucionales y con un aspecto lúdico.
Valores y reivindicaciones: Las reivindicaciones hechas por estos nuevos
grupos ya no son de carácter cuantitativo (como el hecho de pedir la redistribución
de la riqueza) sino que se trata de reivindicaciones cualitativas innegociables,
como pedir el cierre de una central nuclear. Por último, también pueden tener
relación con la afirmación de una identidad o estilo de vida. Éste es el caso, por
ejemplo, de los homosexuales. Esta identidad, a diferencia de los antiguos
movimientos sociales, no tiene que ver con aspectos de clase.
Relación con la política: Los nuevos movimientos sociales valoran su autonomía,
de modo que no se politizan ni siguen a ningún partido concreto. En lugar de
desafiar o apropiarse del Estado, prefieren construir espacios de autonomía contra
él.
MOVIMIENTOS ANTIGLOBALIZACIÓN:
Movimiento antiglobalización es un amplio conjunto de movimientos sociales
formado por activistas provenientes de distintas corrientes políticas, que a finales
del siglo XX convergieron en la crítica social al denominado pensamiento único.
Acusan a este proceso de beneficiar a las grandes multinacionales y a los países
más ricos, acentuando la precarización del trabajo, y consolidando un modelo de
desarrollo económico o injusto e insostenible; también acusan a la expansión del
capitalismo de socavar la capacidad democrática de los Estados, entre otros
aspectos negativos.
Existe cierta controversia sobre el término que define a este movimiento. Muchos
de sus partidarios prefieren el término "altermundismo" o "alterglobalización", para
evitar definirse por oposición, y porque el término "antiglobalización" daría una
imagen imprecisa y negativa. El nombre altermundismo viene precisamente del
lema "Otro mundo es posible", nacido en el Foro Social Mundial, que cada año
reúne a movimientos sociales de la centro-izquierda política internacional.
Se trata de una red que se coordina y organiza de forma más o menos horizontal y
descentralizada, además de usar Internet y las nuevas tecnologías intensivamente
para coordinarse y difundir sus ideas y noticias. La falta de centralización y de
jerarquía da lugar a que no existan portavoces ni manifiestos finales, si bien los
colectivos que forman el movimiento pueden tenerlos. El movimiento está
conformado por muchos grupos e individualidades de muy diversos orígenes y
objetivos, a veces, incluso opuestos. Esto dificulta la definición del movimiento
mismo en cuanto a término y significado.
Las contra-cumbres y encuentros en el Foro Social Mundial son,
fundamentalmente, las ocasiones en donde el movimiento antiglobalización se
encuentra y obtiene impacto mediático. Sus enemigos principales son las
multinacionales y las grandes organizaciones económicas y políticas
internacionales, fundamentalmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el
Banco Mundial (BM), para ellos estos dos grupos son los responsables de la
asfixiante situación en la que se encuentran la mayor parte de los países pobres,
incapaces de afrontar la deuda que en muchos casos supera su producto interior
bruto (PIB).
MOVIMIENTOS ÉTNICOS
Los pueblos indígenas se han organizado en movimientos y asociaciones con el
objetivo de defender y promover los derechos de los indígenas en el mundo.
Todavía existen muchos grupos indígenas en casi la totalidad del América del Sur,
siendo en Bolivia y en Perú hoy en día es alrededor del 30%,15 donde
representan un mayor porcentaje de la población y conservan mejor sus
tradiciones e idioma, y en Guatemala el 45% de población es maya siendo este
país uno de los que tiene un población indígena bastante numerosa. Los
indígenas también representan cierta parte de la población de Ecuador (aunque
tiende a disminuir año con año); en otros países como Chile alrededor del 4%,
mientras que en Colombia, Venezuela y Paraguay son poblaciones minoritarias
(rondan el 2% o menos de la población de cada país).
En México, la población indígena está distribuida por toda la nación pero se
concentra especialmente en la sierra Madre del Sur, la Península de Yucatán y en
las zonas más remotas y de difícil acceso, tales como la Sierra Madre Oriental, la
Sierra Madre Occidental y áreas vecinas a éstas, no es numerosa la población
indígena en México debido al mestizaje, pero la presencia de los nativos
mexicanos dentro de la identidad nacional está muy presente por el alto desarrollo
de las culturas mesoamericanas; al igual que sucede en el Perú, Bolivia y
Guatemala. El estado con mayor población indígena es Oaxaca y el que tiene
mayor población indígena dentro de su propio territorio es Yucatán, grupos étnicos
como los zapotecos, mayas, nahuas, purépechas, mixtecos, yaquis, kikapúes y
otomíes han logrado mejorar sus condiciones de vida y se han adaptado
fácilmente a la cultura del comercio y la globalización; a pesar de los esfuerzos
realizados por diferentes organismos gubernamentales y no-gubernamentales en
pro del reconocimiento legal de la cultura y de la calidad de vida de los pueblos
originarios de México, existe aún en otros grupos indígenas con un alto grado de
marginación, discriminación, desnutrición y pobreza extrema que los está llevando
a la extinción de su cultura.
En Brasil, la población indígena se concentra especialmente en las zonas remotas,
difícilmente accesibles y poco desarrolladas del occidente, tales como la
Amazonía, Mato Grosso y áreas vecinas a éstas, puesto que de los territorios
costeros están totalmente extintos, ya sea por mestizaje u otras razones. Los
indígenas de Perú son el 58% de la población peruana.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
En diversas partes del mundo y muy especialmente en América los
indígenas se han creado organizaciones y llevado adelante acciones con el
fin de defender y promover los derechos de los pueblos indígenas,
habitualmente marginados y afectados por la discriminación en las
sociedades modernas.
Los pueblos indígenas suelen movilizarse a partir de sus etnias originarias y
las estructuras comunitarias en las que se encuentran organizados, pero
habitualmente establecen organizaciones y redes de acción interétnicas de
alcance local, nacional, subregional, continental e incluso global.
Entre los ámbitos indígenas más importantes del movimiento indígena,
puede mencionarse el Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de las
Naciones Unidas, 13 las sucesivas Cumbres de Pueblos Indígenas de
América, 14 los congresos indígenas, etc.
Muchos países contienen en sus constituciones el reconocimiento de los
derechos específicos de los indígenas, usualmente relacionados con el
derecho a la autonomía, la propiedad de la tierra y la reforma agraria, la
discriminación y la protección de las culturas e idiomas indígenas. También
resulta habitual encontrar leyes especiales para garantizar los derechos de
los indígenas. En algunos países (Argentina, Australia, Bolivia, Canadá,
Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Guatemala, México, Nicaragua, Nueva
Zelanda, Panamá, Perú, Venezuela, etc.) existen instituciones políticas
destinadas a garantizar grados de autonomía para los pueblos indígenas.
Muchos de los derechos de los indígenas derivan de su condición del hecho
de que son culturas previas a la constitución de los estados en los que
viven. Esta cuestión de la «preexistencia» ha dado lugar a debates de
índole constitucional y política sumamente difíciles.
Muchos consideran que la actitud de discriminación de las personas
indígenas es una falta de respeto incluso hacia quienes en la actualidad
nadie consideraría indígenas, pues las raíces indígenas están en los
orígenes de la mayor parte de los habitantes de dichos estados.
En 1969 un artículo del escritor Normal Lewis denunciando el genocidio de
indígenas brasileños suscitó la creación de Survival International, la
principal organización internacional en defensa de los derechos de los
pueblos indígenas.
Participación política de los pueblos indígenas y de las mujeres
UN ENSAYO DEL TEMA “SOCIEDADES MULTICULTURALES”
Existe un decir pueblerino en que alude a no ver lo que es obvio: “Es como tener
un gran elefante blanco sentado en medio de la sala pero nadie lo ve o no lo
quiere ver”. Otra forma conversacional para describir el mismo fenómeno la
tenemos cuando aludimos a la expresión de “hacer como hace el avestruz, o sea,
meter la cabeza en la tierra para no ver el peligro que le asecha”. De alguna
forma, el tema del multiculturalismo y la multi-etnia me hacer pensar en estos dos
decires y en todos mis cursos de Historia de Guatemala así como con la realidad
de mi entorno social con la cual se topa uno día a día desde hace muchos,
muchos años.
Guatemala es un país habitado y colonizado por múltiples etnias y culturas desde
la historia que conocemos, que es decir desde la que podemos documentar. En el
renglón indígena, previo a la invasión y colonización española, en esta tierra,
existieron y co-existieron diversas culturas indígenas.
El contacto entre los grupos humanos establecidos en territorios alrededor del
mundo la convivencia de grupos diferentes en un mismo espacio son tan antiguos
como la propia existencia de la humanidad. Las culturas no han estado nunca
aisladas ni son entes inmutables. Muchas de las características que la gente
considera de su cultura el producto de diferentes contactos, influencias, mezclas y
adaptaciones.
La idea de una cultura global es paralela al proceso de globalización reciente. A
pesar de que el mundo está cada vez más interconectado (económica, política y
culturalmente), las diferencias culturales aumentan, el actual proceso de
globalización, conduce a un aumento de la sensibilidad ante las diferencias. El reto
de la sociedad occidental actual es cómo afrontar la diversidad cultural y el
reconocimiento de las distintas identidades en su espacio colectivo, lo que suele
denominarse como el desafío de la “multiculturalidad”. El fenómeno de la
multiculturalidad es el resultado de la combinación de dos procesos: los flujos
migratorios y el de las reivindicaciones identitarias y nacionalistas.
El multiculturalismo es la ideología igualitarista que promueve la coexistencia o
convivencia de diferentes culturas o pueblos (étnicos, raciales o religiosos) en un
mismo conjunto social, un país, un Estado.
El multiculturalismo tiene como propósito unificar a todas las culturas, razas y
religiones, bajo las consignas utópicas de que todas son iguales y que son
capaces de vivir en armonía dentro de un Estado. Esta doctrina es parte esencial
del proceso de globalización cuya consecuencia es un gobierno internacional
unificado o gobierno mundial.
En una sociedad multicultural existe incompatibilidad entre las diferentes visiones
del mundo. La sociedad es un sistema complejo con su propia identidad, valores,
cultura, tradición, etc. En ese sentido civilizaciones como europeos y musulmanes
son incompatibles mutuamente. El gobierno y el sistema legal de la sociedad no
pueden incluir y representar a todos los valores en conflicto. Por lo tanto, la
coexistencia de diferentes culturas ocasiona que no puedan ejercer sus derechos
al mismo tiempo en el mismo lugar.
El multiculturalismo ha sido defendido en base a un supuesto "enriquecimiento
cultural", que establece que en una sociedad culturalmente heterogénea habría un
mutuo enriquecimiento espiritual y el resultado sería una sociedad que adquiere
los mejores elementos de cada cultura. Sin embargo, en la práctica es difícil
encontrar un ejemplo de cómo un inmigrante del Tercer Mundo haya enriquecido
culturalmente a la cultura y a la civilización europea. Además, la sociedad
racialmente homogénea es libre de tomar los elementos positivos de otras
culturas, evitando todos los inconvenientes de la multiculturalidad.