selección de lecturas - hist guit ii

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92- Historia de la Guitarra II INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE HISTORIA DE LA GUITARRA II (SELECCIÓN DE LECTURAS) PROF. MARTÍN PEDREIRA REPERTORIO Y PAPEL SOCIAL DE LA GUITARRA, SIGLOS XIX Y XX 67 Harvey Turnbull, en su libro sobre la historia de la guitarra, ignora totalmente a los guitarristas de la segunda mitad del siglo XIX. Sólo menciona a Julián Arcas (1832-1882) como el músico que mantuvo vivas en España las tradiciones anteriores del instrumento. Frederic Grunfeld es mucho más categórico, él señala que: A mediados del siglo [XIX, la guitarra] es una vez más alejada de la compañía de músicos serios, y relegada a los saltimbanquis y comedores de ajo. Una revista francesa aún llega a publicar su obituario. “La raza de los patagonios, de la que algunos gigantescos restos aún pueden ser encontrados a veces en Tierra del Fuego, ha desaparecido de la superficie de la Tierra”, escribe Henri Blanchard en la Gazette Musicale. “Lo mismo es verdad para los guitarristas. ¿Qué es un guitarristas entre la ingente población de instrumentistas? Un átomo, una nadería...La quinta rueda de un vagón”. ...Aunque se construyeron grandes instrumentos y se crearon excelentes pinturas sobre la guitarra, estos fueron años pobres para la guitarra de concierto, que no había podido recuperar el terreno que había perdido ante el piano... Aún en España se superna que sólo los estudiantes, los campesinos y los gitanos tocaban la guitarra, porque, como le dijeron despectivamente a Segovia cuando era niño. “La gente conoce a Sarasate y a un gran pianista alemán que estuvo hace poco en Granada. Pero ¿qué guitarrista se ha vuelto famoso fuera de la taberna?” Estos autores coinciden en señalar (junto con Tom y Mary Evans), que la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del XX constituyen una de las épocas más “oscuras” de la historia del instrumento, un periodo en el que la guitarra había sido “olvidada”, abandonada como instrumento culto y que sólo se utilizaba en la música popular. Esta parece ser una tendencia común entre los estudiosos que se han dedicado a la historia de la guitarra: todo mundo parece estar de acuerdo en que, desde c. 1850, la guitarra había sido considerada un instrumento vulgar y de segunda clase, y que sólo la aparición en la salas de concierto de Francisco Tárrega y Andrés Segovia la había “redimido”. Una de las razones principales por las que esta visión ha logrado una aceptación casi universal es la labor de propaganda realizada por Andrés Segovia. A principios del siglo XX, Segovia se empeñó en una campaña en pro del mejoramiento de la “reputación” del instrumento, pues él consideraba que la guitarra en esa época estaba asociada casi fatalmente con los malos lugares y las bebidas alcohólicas; decía (refiriéndose a lo que sucedía más o menos en 1915): Era una gran carga para mis jóvenes hombros: abrir un nuevo camino para la guitarra, empezando por tratar de cambiar la baja opinión que la vasta mayoría de mis coterráneos tenían de la guitarra [... a pesar de las actividades de músicos como Tárrega y Llobet]. El hecho permanece que, en la España de aquel tiempo, se creía generalmente que la guitarra era buena sólo para acompañar canciones populares y tonadas folclóricas, o [...] para hacer música en fiestas de vino, mujeres y canto. El intento de Segovia era convertir a la guitarra en un instrumento “respetable” alejado de las tabernas, en un vehículo serio de la expresión musical culta. Segovia atacó este problema desde muchos frentes distintos, como veremos más adelante, pero aquí conviene señalar uno en particular; el razonamiento de Segovia podría expresarse así: dado que la guitarra antes de él sólo había producido en el pasado cercano a una o dos figuras importantes, prácticamente todos los demás guitarristas eran “populacheros”, carentes de verdadera calidad artística, y se desarrollaban en bares y casas de mala nota. Sólo hasta 67 Eloy Cruz, Op. Cit.

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  • 92- Historia de la Guitarra II

    INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE

    HISTORIA DE LA GUITARRA II (SELECCIN DE LECTURAS)

    PROF. MARTN PEDREIRA

    REPERTORIO Y PAPEL SOCIAL DE LA GUITARRA, SIGLOS XIX Y XX67

    Harvey Turnbull, en su libro sobre la historia de la guitarra, ignora totalmente a los guitarristas de la segunda mitad del siglo XIX. Slo menciona a Julin Arcas (1832-1882) como el msico que mantuvo vivas en Espaa las tradiciones anteriores del instrumento.

    Frederic Grunfeld es mucho ms categrico, l seala que: A mediados del siglo [XIX, la guitarra] es una vez ms alejada de la compaa de msicos serios, y relegada a los saltimbanquis y comedores de ajo. Una revista francesa an llega a publicar su obituario. La raza de los patagonios, de la que algunos gigantescos restos an pueden ser encontrados a veces en Tierra del Fuego, ha desaparecido de la superficie de la Tierra, escribe Henri Blanchard en la Gazette Musicale. Lo mismo es verdad para los guitarristas. Qu es un guitarristas entre la ingente poblacin de instrumentistas? Un tomo, una nadera...La quinta rueda de un vagn. ...Aunque se construyeron grandes instrumentos y se crearon excelentes pinturas sobre la guitarra, estos fueron aos pobres para la guitarra de concierto, que no haba podido recuperar el terreno que haba perdido ante el piano... An en Espaa se superna que slo los estudiantes, los campesinos y los gitanos tocaban la guitarra, porque, como le dijeron despectivamente a Segovia cuando era nio. La gente conoce a Sarasate y a un gran pianista alemn que estuvo hace poco en Granada. Pero qu guitarrista se ha vuelto famoso fuera de la taberna?

    Estos autores coinciden en sealar (junto con Tom y Mary Evans), que la segunda mitad del siglo XIX y

    los primeros aos del XX constituyen una de las pocas ms oscuras de la historia del instrumento, un periodo en el que la guitarra haba sido olvidada, abandonada como instrumento culto y que slo se utilizaba en la msica popular. Esta parece ser una tendencia comn entre los estudiosos que se han dedicado a la historia de la guitarra: todo mundo parece estar de acuerdo en que, desde c. 1850, la guitarra haba sido considerada un instrumento vulgar y de segunda clase, y que slo la aparicin en la salas de concierto de Francisco Trrega y Andrs Segovia la haba redimido.

    Una de las razones principales por las que esta visin ha logrado una aceptacin casi universal es la labor de propaganda realizada por Andrs Segovia. A principios del siglo XX, Segovia se empe en una campaa en pro del mejoramiento de la reputacin del instrumento, pues l consideraba que la guitarra en esa poca estaba asociada casi fatalmente con los malos lugares y las bebidas alcohlicas; deca (refirindose a lo que suceda ms o menos en 1915):

    Era una gran carga para mis jvenes hombros: abrir un nuevo camino para la guitarra, empezando por tratar de cambiar la baja opinin que la vasta mayora de mis coterrneos tenan de la guitarra [... a pesar de las actividades de msicos como Trrega y Llobet]. El hecho permanece que, en la Espaa de aquel tiempo, se crea generalmente que la guitarra era buena slo para acompaar canciones populares y tonadas folclricas, o [...] para hacer msica en fiestas de vino, mujeres y canto.

    El intento de Segovia era convertir a la guitarra en un instrumento respetable alejado de las tabernas,

    en un vehculo serio de la expresin musical culta. Segovia atac este problema desde muchos frentes distintos, como veremos ms adelante, pero aqu conviene sealar uno en particular; el razonamiento de Segovia podra expresarse as: dado que la guitarra antes de l slo haba producido en el pasado cercano a una o dos figuras importantes, prcticamente todos los dems guitarristas eran populacheros, carentes de verdadera calidad artstica, y se desarrollaban en bares y casas de mala nota. Slo hasta

    67 Eloy Cruz, Op. Cit.

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    que el propio Segovia haba arribado al mundo de la guitarra se haba producido un cambio radical, y despus de l la guitarra posea un repertorio y una reputacin tan estimables como los del piano o el violn.

    Segovia logr esto a costa de la reputacin de muchos de sus colegas guitarristas. Se sabe que en cualquier lugar al que llegaba, se empeaba en negar la calidad de los guitarristas locales. As, es bien conocida la baja opinin que tena de Barrios, de Oyanguren, del propio Llobet. Segovia repiti tanto y durante tanto tiempo que l y slo l era el primer guitarrista de calidad del siglo XX, que mucha gente en diversos pases lo ha credo y ahora, con asombro, se descubre que antes de que Segovia iniciara su carrera, haba guitarristas tan buenos como l y que estos msicos no haban surgido de la nada; la supuestamente inexistente tradicin guitarrstica de finales del siglo XIX apenas empieza a ser apreciada.68

    Al contrario de la opinin sostenida y difundida por Segovia, la segunda mitad del siglo XIX fue una poca de efervescente actividad guitarrstica, tanto en Europa como en Amrica. La cantidad de compositores e intrpretes activos es impresionante, probablemente sin paralelo en la historia anterior del instrumento. Miguel Limn seala que durante este periodo (por ejemplo), se public en Mxico ms msica de guitarra que en lo que va del siglo XX.

    De hecho es posible afirmar que durante esta poca, la guitarra vio un crecimiento realmente internacional; se conocen msicos profesionales de alto nivel procedentes de casi todos los pases de Europa, Amrica Latina y los Estados nidos. Es imposible citar a lodos los guitarristas, compositores y constructores Olivos durante este periodo, por lo que slo sern sealados algunos ejemplos.

    En Europa son dignos de mencin los compositores-guitarristas Marco Aurelio Zani de Ferranti (1801-1878), Napolen Coste (1806-1883) y Johann Kaspar Mertz (1806-1856), como representantes de la ms pura tradicin musical romntica. Un virtuoso sobresale por sus actividades, el espaol A. F. Huerta y Caturla, (1804-1875), quien realiz giras de conciertos por muchos pases de la cuenca del Mediterrneo, Inglaterra y los Estados Unidos. Se considera que es el primer msico que toc conciertos de guitarra en este pas (en 1825-26). Realiz conciertos en conjuncin con el pianista Moscheles, el violinista De Briot y el arpista Labarre. Era amigo de Lamartine, Vctor Hugo, Ftis y Rossini. Fue guitarrista de la reina Isabel II y fue armado caballero de la Orden de Gregorio el Grande y de la Orden de Carlos II. Berlioz seala, en su Tratado de orquestacin a Huerta, Sor y Zani de Ferranti, como los tres mayores guitarristas de su tiempo. En Inglaterra, se distingue Josepha Catherine Pelzer, ms conocida por su nombre de casada, Mme. Sidney Pratten, quien realiz conciertos desde muy joven, tanto en Inglaterra como en el Continente y se distingui como pedagoga. Uno de sus alumnos, Ernest Shand (1868-1924) es autor de ms de doscientas obras, muchas de ellas para guitarra. El compositor-guitarrista Julio Regondi (1822-1872), un italiano considerado nio prodigio, se distingue por la dificultad tcnica de sus obras; se estableci en Londres desde 1831 y all ejerci la mayor parte de su vida profesional.

    Se conocen al menos dos constructores de guitarras activos en Grecia: Georgios K. Evangelides (1860-?), que trabajaba en Chipre y Jorge Makropoulos, quien realiz su trabajo en Atenas entre 1865 y 1890.

    De Alemania, se puede mencionar a Adam Darr (1811-1866), compositor e intrprete, una de las figuras romnticas ms trgicas que ha producido la guitarra.

    En Rusia, la tradicin de guitarra incluye los nombres de Andreas O. Sichra (1772-1861), Simen N. Aksenow (1773-1853) y Marcus D. Sokolowski (1818-1883), entre muchos otros. Se sabe que Sor toc varios conciertos en Mosc y estren all algunas de sus peras y ballets.

    Un compositor interesante es Juan Parga (1843-1899), cuyas obras apenas empiezan a ser conocidas. Otro espaol, Antonio Gimnez Manjn (1866-1919) es considerado uno de los ms grandes guitarristas de su tiempo; tambin realiz giras de concierto por Europa y Amrica.

    68 Es probable que Segovia sintiera la necesidad de ejercer un liderazgo que le diera el peso moral necesario para complementar su imagen de Padre fundador" de la guitarra en el siglo XX y que por esta razn se haya empeado en negar la habilidad de sus contemporneos. Patrick O'Brien seala (comunicacin personal) que Segovia tena muy mala opinin de Barrios, deca que este era una especie de payaso, con su ridculo disfraz de indio"; que su msica era vulgar, que era un psimo guitarrista, y que esto era muy malo para la reputacin de la guitarra. El propio Segovia, aunque alaba la musicalidad de Llobet, dice que su tcnica esta lejos de ser la proeza que tanto impresionaba a los msicos tanto como a los aficionados en aquel tiempo [...] su tono era spero y metlico, carente de redondez y volumen. Los seguidores del Delfn (Trrega) se lanzaban miradas maliciosas cuando l arrancaba esos irritantes sonidos de las cuerdas con sus uas". (Segovia, p. 101).

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    El corzo Jacques Tessarech (1862-1929) se dedic no slo al concertismo, sino tambin a la pedagoga y a la historia, fue maestro del Conservatorio de Niza y public Tratado sobre la guitarra y su msica. Pars. 1904, y La evolucin de la guitarra. Pars, 1924.

    El florecimiento de la guitarra en Amrica Latina an no ha sido bien estudiado. Para demostrar este florecimiento se echar mano de un solo ejemplo: el caso de Uruguay.

    En Uruguay se puede trazar una cronologa interrumpida de actividad guitarrstica de calidad que va desde principios del siglo XIX hasta nuestros das. Se sabe que en 1822 se realizaban conciertos en Montevideo en los que se tocaban obras de Carulli y Haydn, aunque se ignora el nombre de los guitarristas. En ese mismo lleg a Montevideo el italiano Esteban Massini, quien interpret all un gran rond para guitarra y orquesta y varias obras para guitarra sola. Otros guitarristas activos en esta poca son: Virgilio Rabaglio, Juan Bautista Alberdi (autor de un mtodo para guitarra), Antonio Senz (1829), Nicanor Albarellos (c.1840), Jos Porto (1855) y Antonio Gandolfo (1855). Estos msicos, algunos provenientes de Europa y otros nacidos en el Uruguay, tocaban obras clsicas: Sor, Carulli, Haydn, etctera, y realizaban actividades de composicin, edicin y pedagoga de su instrumento.

    De la segunda mitad del siglo, se puede mencionar a Fernando Cruz (1822-1863), Juan Alais (1844-1914), Gaspar Sagreras (1838-1901), espaol, padre del autor del famoso mtodo en siete libros comnmente conocido por su apellido, y Carlos Garca Tols (1858-1905). Estos msicos tocaban obras romnticas: desde piezas de Beethoven transcritas para guitarra, hasta las obras de saln comunes en este periodo: valses, polkas, habaneras, etctera.

    Ya en el siglo XX nos encontramos (entre muchsimos otros) con Emilio Bo (c. 1910) y Rmulo Troncoso, quien alcanz fama por tocar en tres recitales, dados en 1919, ms de treinta obras distintas de Sor, Regondi, Manjn, Trrega, Aguado, etctera. Un compositor poco conocido es Carlos Pedrell (1878-1841), autor de peras, obras para orquesta, para piano y para guitarra.

    Conrado P. Koch es un intrprete y escritor sobre temas guitarrsticos, es autor de La Guitarra, 1923, un libro de historia donde menciona por un lado a Amat, Fuenllana y Miln, y por otro a Arcas, Parga, Trrega, Llobet y Pujol.

    Es interesante mencionar un concierto que dieron el violinista Eduardo Fabini y el guitarrista Agustn Barrios (1885-1944), el 22 de noviembre de 1923, en Minas, Uruguay, en el que tocaron obras de Bach, Barrios, Saint Sans, Paderewsky, Schumann, Kreisler, Paganini, Beethoven, Granados y Sarasate, entre otros.

    Julio Martnez Oyanguren fue un guitarrista uruguayo que desarroll la mayor parte de su actividad profesional en la ciudad de Nueva York; ejerci gran influencia en el ambiente guitarrstico de esa ciudad hasta el advenimiento de Andrs Segovia.

    Se pueden mencionar muchos otros nombres (Pedro Iparraguirre, Jorge Gmez Cespo, Andrs Chazarreta, Gernimo Bianqui Pieiro, etc.), hasta llegar al ms importante guitarrista que ha dado Uruguay: Abel Carlevaro, un distinguido concertista, compositor, pedagogo y editor de msica, cuya influencia se ha hecho sentir en todos los lugares donde se toca la guitarra.

    An en Estados Unidos, un pas donde supuestamente no existe una tradicin guitarrstica culta, la historia de la guitarra se puede trazar desde el siglo XVIII. Se sabe, por ejemplo, que el propio Franklin tocaba la guitarra. Para mediados del siglo XIX, un guitarrista negro. Justin Holland (1819-1877), aparte de componer y arreglar obras para el instrumento, produjo un mtodo de guitarra (1874) en el que menciona y compara los mtodos de Sor, Carulli y Aguado. Este mtodo es considerado una aportacin importante a la tcnica instrumental por la claridad y precisin con que maneja los conceptos. Muchos otros compositores-guitarristas pueden ser mencionados: William O. Bateman (1825-1883), Frederick Buckley (1833-1864). George C. Lindsey (1855-1943), Walter Vreeland (1868-1926) y Vahdah Olcott Bickford (1885-1980), concertista que desarroll intensa actividad en la poca anterior a Andrs Segovia.

    El repertorio de estos guitarristas incluye obras de autores muy conocidos: Haydn, Mozart, Beethoven,

    Schubert, Schuman, Chopin, Sor, Carulli. Aguado, etc., pero est constituido bsicamente (al igual que durante la primera mitad del siglo XIX) por obras ligeras de saln: bagatellas, valses, polkas, habaneras y, en general, la msica de sociedad ms rentable en el periodo. Este repertorio ha contribuido al menosprecio de esta poca de la historia de la guitarra, pero en la actualidad creo que estamos preparados para acercamos al repertorio romntico de nuestro instrumento con la misma actitud seria e inquisitiva que utilizamos para analizar las obras barrocas o renacentistas, que en su momento tambin resultaron de difcil comprensin para los guitarristas de nuestro tiempo. Uno de los prejuicios ms

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    arraigados entre muchos guitarristas de hoy es que el repertorio romntico de la guitarra, especialmente el latinoamericano, es algo as como un repertorio semiclsico, sin verdadero valor artstico. Creo que la msica de Barrios es tan comprometidamente romntica (dentro de su propio lenguaje), como pueda serlo la de Mertz o an la del propio Brahms. Creo que es hora de revalorar buena parte de nuestro legado instrumental.

    Como se puede ver, no existe el supuesto periodo oscuro del siglo XIX. Los msicos de guitarra activos en esta poca no son borrachines que medran en antros de mala muerte. Se trata, ciertamente, de un grupo de msicos serios y profesionales que mantuvieron viva la tradicin anterior de la guitarra. No era necesario que Segovia elevara el prestigio de la guitarra: eso lo haban hecho muchos otros antes de l.

    Por otro lado, una de las influencias ms importantes en el ambiente de la guitarra en el siglo XX gira en torno al grupo de msicos cuyo maestro e inspirador fue Francisco de Ass Trrega Eixea (1852-1909). Su trabajo como compositor, transcriptor, tcnico, recitalista y profesor de guitarra es reconocido en la actualidad como un punto de partida. Algunos de sus discpulos crearon la ms importante escuela moderna de guitarra: Miguel Llobet (1878-1938) inici la prctica de asociarse con grandes compositores no guitarristas (se considera habitualmente que quienes no conocen la guitarra a fondo y la tocan, no pueden componer para ella); de su colaboracin con Manuel de Falla, naci la que muchos consideran la primera obra verdaderamente importante de la guitarra moderna, el Hommage pour le Tombeau de Claude Debussy (1920). La tcnica de Trrega fue reunida y sistematizada por Emilio Pujol (1886-1980), cuya Escuela razonada de la guitarra (1934), se mantiene hasta hoy como uno de los acercamientos ms completos y detallados a la tcnica del instrumento, anacronismos aparte.

    Por otro lado, Trrega y sus discpulos iniciaron la tradicin de transcribir para guitarra moderna obras originales para otros instrumentos (la prctica de la transcripcin, por otro lado, ha sido comn durante toda la historia de la guitarra, desde el siglo XVI). Inicialmente trabajaron con obras para piano u orquesta de sus contemporneos Albniz, Granados y Falla, y de maestros antiguos no guitarristas, como Bach, Handel y Scarlatti. Despus, principalmente por los esfuerzos de Emilio Pujol, hicieron exploraciones en el repertorio de la vihuela y la guitarra espaola, y transcribieron muchas de sus obras.

    Andrs Segovia (1893-1987) tambin se vio muy influido por Trrega, aunque siempre se declar autodidacta. Como ya hemos visto no fue ni el primero ni el mejor de los guitarristas del siglo XX. Sin embargo, la actividad de Segovia es significativa en muchos terrenos. Sus giras de conciertos pusieron a la guitarra en contacto con pblicos cada vez ms vastos (segn l, lleg a tocar ante audiencias de cinco mil personas, sin amplificacin). A travs de transcripciones y encargos a compositores clebres (Turina, Torroba, Ponce, Villalobos, Castelnuovo-Tedesco, Tansman y Rodrigo, entre otros) increment el acervo musical de la guitarra. Como maestro produjo guitarristas de la talla de Alirio Daz, Julian Bream y Oscar Gighlia, entre muchos otros. En la segunda mitad del siglo XX, por el trabajo de muchos guitarristas en nacin con compositores de primera lnea, se han producido obras cada vez ms complejas para el instrumento (en la actualidad, aunque existen guitarristas-compositores, cada una de estas funciones est claramente delimitada y ningn guitarrista ha escrito obras verdaderamente significativas a nivel musical general, excepto tal vez el cubano Leo Brouwer). La guitarra ha invadido campos de los que antes haban permanecido al margen (la msica dodecafnica, la serial-integral, la aleatoria, la electroacstica, la cancin culta, el concierto con orquesta, etc.). Compositores muy conocidos han producido obras en las que las posibilidades de la guitarra son explotadas al mximo. Entre estos autores se puede mencionar a Andr Jolivet, Hans Werner Henze, Fierre Boulez, Benjamin Britten, Maurice Ohana, Mauricio Kagel y Luciano Berio.

    FRANCISCO TARRGA, PRECURSOR DEL GUITARRISMO CONTEMPORNEO Francisco (Francesc) de Asis Trrega y Eixea (1852-1909) Francisco de Asis Trrega y Eixea naci en Villareal (Castelln de la Plana, Valencia) el 21 de

    Noviembre de 1852. Hijo de una familia numerosa y humilde, vivi la dcada de los sesenta en Castelln, donde tom contacto con la guitarra de Manuel Gonzlez, llamado el ciego de la Marina, y se form musicalmente con Eugenio Ruiz, un pianista y organista tambin ciego. Tras or en concierto a Julin Arcas (1832-1882) en 1862, y por consejo al parecer del reputado guitarrista, es enviado a estudiar a Barcelona, aunque por dificultades econmicas regresa pronto.

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    Conocemos poco de la juventud de Trrega, quien debi ser bsicamente autodidacta. Pianista en el Casino de Burriana, logra la proteccin del industrial Antonio Canesa Mendayas y entra

    en contacto con el famoso guitarrero Antonio Torres de Jurado (Almera, 1817-1892), entonces radicado en Sevilla. Estimulado por Arcas, Torres introduce importantes cambios que configuran la guitarra moderna: fija una nueva longitud para las cuerdas (65 cm.), agranda el diseo del cuerpo y extiende en abanico el sistema de barras armnicas de la tapa.

    En 1874, Trrega se matricula en la Escuela Nacional de Msica y Declamacin, nombre que desde la revolucin de 186869 adquiri el madrileo Real Conservatorio, donde estudia solfeo con Jos Ganza, piano con Miguel Galiana y armona con Rafael Hernando. En este conservatorio gana el primer premio en un Concurso de Armona y Composicin.

    Paradjicamente, all se da a conocer como guitarrista, y al parecer, animado por el claustro de profesores, que diriga Emilio Arrieta, a consagrarse a un instrumento como la guitarra, que durante todo el siglo y hasta 1935 no tuvo ctedra en aquel centro.

    Un recital de Trrega en el Teatro Alhambra, por aquellas fechas, le lanza definitivamente a la fama y comienza su carrera de concertista por toda Espaa y desde 1880, por el extranjero: Pars y Londres, donde se le recibe como un divo comparable al violinista Sarasate, al pianista Antn Rubinstein o a la arpista Esmeralda Cervantes. Tras regresar a Valencia decidi establecerse en Pars, desde donde organizaba sus giras de conciertos por Europa. Conquist la admiracin del pblico parisino y entabl buenas amistades con artistas, poetas, polticos y msicos de la talla de Isaac Albniz, Felipe Pedrell70 o Toms Bretn71.

    En 1881 se casa con Mara Josefa Rizo y en 1882 se instala en Madrid, pero desde 1885 vivir en Barcelona, dedicado a la enseanza, a la composicin y, sobre todo, a los recitales de guitarra, para los cuales comienza a transcribir numerosas piezas72 y a componer obras originales.

    Durante casi un cuarto de siglo, hasta su muerte en Barcelona el 15 de Diciembre de 1909, la labor de Trrega supuso la consolidacin del instrumento en las salas de conciertos y la creacin de una escuela guitarrstica que ha llegado hasta nuestros das. Un crtico del Diario de Avisos de Zaragoza en 1886, resume as el trabajo del eminente guitarrista, celebridad europea:

    Trrega, por milagro de un alto talento y una constancia maravillosa, ha elevado el instrumento a un nivel desconocido, transformndolo, ennoblecindolo, sacando efectos nuevos y armonas no adivinables siquiera de aquellas seis cuerdas pegadas al mstil [...] En la educacin musical est el secreto de los xitos de Trrega. Su habilidad la han alcanzado algunos; su sentimiento artstico, ninguno.

    69 Revolucin de septiembre. La Gloriosa, Isabel II, depuesta por un pronunciamiento militar. 70 Pedrell, Felipe (1841-1922), compositor y musiclogo espaol pionero del resurgimiento de la msica espaola durante la segunda mitad del siglo XIX. Hombre polifactico de excelente formacin y de gran cultura, fracas en lo que ms deseaba: la composicin. Aunque sus ideas y planteamientos eran buenos, no lograba encontrar los medios tcnicos adecuados para desarrollarlos. En su msica aparecen principalmente tres elementos: la tradicin culta espaola, el folclore y el espritu wagneriano. Todo su trabajo en revistas, libros, artculos y, sobre todo, su elocuente manifiesto Por nuestra msica, publicado en 1891, sirvi para que discpulos suyos, como Albniz, Granados y Falla, encontraran el camino correcto en la nueva concepcin nacionalista de la msica espaola. De su obra cabe destacar la triloga de estilo wagneriano que comprende las partituras Los Pirineos, La Celestina y el Compte LArnav, la pera Quasimodo, varios poemas sinfnicos, valses, nocturnos y composiciones religiosas. En su vertiente musicolgica, Pedrell realiz una enorme y meritoria labor. Junto con Barbieri y Eslava estableci las bases para un estudio de la historia de la msica espaola. Edit el Diccionario tcnico de la msica (1894), la Escuela espaola de msica sacra (1895), la Antologa de organistas clsicos espaoles (1908) y, sobre todo, la obra completa de Toms Luis de Victoria y El cancionero musical popular espaol (1919 y 1920). 71 Bretn, Toms (1850 -1923), violinista, director y compositor espaol. Influy decisivamente en la modernizacin de la vida musical de su pas. Naci en Salamanca. Su clara disposicin hacia la msica aparece desde muy joven e inicia sus estudios en su ciudad natal. A los 16 aos se traslada a Madrid donde, para subsistir, tiene que ganarse la vida tocando en cafs y teatros al tiempo que continua su formacin en el conservatorio. Trabaj con Emilio Arrieta, y obtuvo el premio de composicin de 1874. Unos aos ms tarde consigui una beca para estudiar en Roma. Ya de vuelta a Madrid lo nombraron director de orquesta del Teatro Real y de la Unin Artstico Musical y, en 1901, profesor de composicin del conservatorio del que sera dos aos ms tarde director. Tuvo como alumno a Pau Casals y a Manuel de Falla. 72 Entre obras originales, transcripciones para el instrumento, versiones sobre de zarzuelas y peras y trabajos para dos guitarras se cuenta con 217 obras hasta el momento.

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    Ejecutando admira con esa admiracin que causa lo desconocido, porque desconocido es el mecanismo de la guitarra. Se oyen, sin poder apreciarse cmo, aquellas escalas cromticas ejecutadas con perfecta limpieza; y aquellos trmolos sostenidos durante todo un nmero sin fatiga; y aquellas notas ligadas, y aquellas apoyaturas y mordentes; y aquellos armnicos tan delicados y dulces...

    No haba sido esta la opinin general que sobre la guitarra tena la sociedad espaola medio siglo antes, a pesar del auge que tuvo el instrumento en las primeras dcadas.

    En un artculo annimo publicado en El Espaol el 18 de Julio de 1836, se dice: La guitarra es conocida por inteligentes y no inteligentes como uno de los instrumentos ms ingratos y

    que menos se prestan al lucimiento de un artista. Y en Espaa, donde su popularidad la ha hecho vulgar y donde no hay soldado ni barbero que no recorra sus cuerdas con mortal fastidio de quien le escucha, es ms difcil llamar con sus pocos recursos la atencin. Nombres se han hecho clebres por otra parte con la guitarra, y otro inconveniente ms es este para que cualquier advenedizo logre un buen xito.

    El mismo autor, se refiere luego al arte de Trinidad Huerta, uno de esos nombres clebres, y tras compararle con los famosos Sor y Aguado, afirma que, sin ser tan inteligentemente msico como ellos, les sobrepasaba en el sentido y la meloda que sabe sacar de las estriles cuerdas del instrumento; la expresin y la viveza distinguen a Huerta.

    Veinte aos ms tarde, y tambin comentando un concierto de Huerta en el Conservatorio de Madrid, otro annimo colaborador, esta vez de la Gaceta Musical de Madrid que diriga Don Hilarin Eslava, publicaba el 30 de Marzo de 1856 el siguiente comentario:

    La mana de hacer de la guitarra un instrumento de concierto, y de obligarla a interpretar ideas para las cuales no cuenta con medios suficientes y adecuados de expresin es precisamente la causa del olvido y abandono en que hoy se encuentra, y que durar por largo tiempo si no se procura salvarla y mantenerla en la lnea que le corresponde entre la gran familia instrumental, escribindole con arreglo a su verdadera naturaleza y a sus medios naturales de expresin.

    Una carta de respuesta del guitarrista Antonio Cano, insertada en el nmero del 6 de Abril siguiente, daba adecuada respuesta a las ideas expresadas por aquel colaborador, que deban ser bastante comunes: la insuficiencia del instrumento en comparacin con los ms generalizados, como el piano. Antonio Cano defenda, como es lgico, la importancia de la guitarra y daba como prueba los xitos que l y sus colegas alcanzaban en el extranjero, pero no atacaba el fondo del problema. Porque hay en la citada crnica una afirmacin que no debe pasar inadvertida y en la que probablemente hay que basar la importancia de Trrega: la inadecuacin tcnica de las obras que se interpretaban con en el instrumento.

    La labor de Francisco Trrega se centr en dos direcciones: Desarrollar una nueva tcnica para el nuevo instrumento construido por Torres y otros guitarreros, y

    adaptar (transcribir) obras, o crearlas de nuevo en absoluto paralelismo con esa nueva tcnica. Consciente de ello, Trrega tuvo el proyecto de escribir un Mtodo de Guitarra, Mtodo al que alude

    Don Toms Bretn en carta fechada en 1901 donde agradece al maestro la dedicatoria de su Capricho rabe.

    Desgraciadamente el Mtodo de Trrega no lleg a cristalizar, pero a l sin dudas estaban destinados

    los numerosos Estudios que escribi a lo largo de su vida y, probablemente tambin, los Preludios, que no son las ms de las veces sino Estudios de expresin. En ellos, aunque sin el orden que un verdadero Mtodo hubiera establecido, codifica Trrega la mayora de los recursos que le hicieron clebre y que, a travs de sus discpulos (Emilio Pujol, Miguel Llobet, Mara Rita Brondi, Josefina Robledo, etc.), se impusieron con el subsiguiente desarrollo guitarrstico.

    El resto de la obra para guitarra de Trrega _cuyo catlogo definitivo an no se ha hecho, y cuya edicin crtica es una de las lagunas ms lamentables de nuestra erudicin musicolgica_, debe ser situada tambin, para su correcta valoracin, en estas coordenadas. Son obras formalmente poco ambiciosas, insertadas las ms en la esttica un poco trivial de la msica de saln, pero escritas siempre con gracia, oficio y plena adecuacin al instrumento, del que obtiene recursos inditos y sonoramente sorprendentes.

    Es lgico que sus clebres obras unieran, precisamente las sorpresas tcnicas y la temtica alhambrista, un subproducto de la msica de saln al que tan fieles se mostraron por otra parte todos los compositores espaoles de la poca. No hay que olvidar que su pieza ms famosa, Recuerdos del Alhambra, es en realidad un estudio de trmolo, al igual que su celebrada pieza Sueo.

  • 98- Historia de la Guitarra II

    Junto a danzas antiguas como la gavota, la pavana o el minueto, aparecen en la obra de Trrega aires nuevos: valses, polcas, mazurcas..., y las castizas espaolas, como el tango (nombre con el que se conoce en la Espaa del siglo XIX a lo que despus se llamar habanera), y la jota.

    La importancia de Trrega, tanto la del intrprete como la del compositor, es incuestionable, pero est ntimamente aliada al resurgir de la guitarra como instrumento moderno de concierto. Cuando tom la guitarra en sus manos era slo un instrumento menospreciado y populachero que, solo en manos de algunos divos, consegua la atencin que se presta al mero virtuosismo. Cuando la dejo, haba desarrollado una amplia tcnica que haca posible las mayores audacias, tanto virtuossticas como expresivas.

    Realiz excelentes transcripciones de la msica de Bach, Beethoven, Mozart, Schubert, Haydn, Haendel, Chopin, Albniz y Granados, entre muchos otros compositores. Con la ejecucin pblica de stas obras y la de sus piezas originales por toda Espaa y en escenarios de Inglaterra, Francia e Italia, Trrega convenci una vez ms a los msicos de todo el mundo sobre enorme potencial expresivo de la guitarra

    La historia del instrumento tiene en Francisco Trrega un punto de referencia obligado, que marca el inicio de una era dorada para la guitarra.

    Su tcnica He odo tocar la guitarra hasta el punto de hacer del instrumento de las rondeas y la jcara, la marcha de

    Thalberg. La o a Trrega. Pasea con tal delicadeza sus manos sobre el delgado puente, por encima de las cuerdas, suaves a su pasmoso tacto, que ms que de hombre parecen manos de hada que en el misterio del crepsculo van tejiendo por sobre las cuerdas invisibles hilos de oro.

    Jos Mart Dos circunstancias que indudablemente propiciaron el singular aporte de Trrega a la tcnica del

    instrumento son: Sus estudios de piano. El previo conocimiento de otra tcnica (con todos los requerimientos,

    enfoques y disciplina de trabajo que ellos implica) y de otros mbitos del repertorio Su capacidad de intuir las particularidades instrumentales de la guitarra. Sus composiciones lo

    sealan como un pionero en abordar musicalmente la gama tmbrica propia de la guitarra, caracterstica que lo diferencia de compositores anteriores como Fernando Sor, quien aplica en general conceptos orquestales a sus obras o Aguado, comnmente ms inclinado a ilustrar problemas didcticos en sus excelentes estudios.

    Trrega se adentra en la naturaleza de la guitarra, en su singularidad sonora. Ello es el resultado de su intensa y cotidiana relacin con el instrumento en la bsqueda de alternativas de desarrollo tcnico.

    A la luz de un anlisis eclctico de las diversas tcnicas de toque y de ataque de las cuerdas en su poca, puede decirse que Trrega se apoy en su formacin didctica de pianista como punto de partida para gestar una nueva tcnica guitarrstica. Pero sus aportes tenan siempre como fundamento primario la realizacin de la idea musical. Una conocida definicin de Emilio Pujol sobre los fundamentos de sus enseanzas lo sintetiza brevemente:

    El sentido didctico de su Escuela consiste en resolver de antemano cuantos problemas puedan surgir de los elementos que contribuyen a la ejecucin de una obra: instrumento, manos y espritu.

    En el momento de los primeros xitos de Trrega, al finalizar sus estudios de piano, su tcnica de joven

    virtuoso, llamado con frecuencia el Sarasate de la guitarra, no se diferenciaba notablemente de la de los guitarristas del momento: Arcas, Broca, Cano, Vias, Damas o Ferrer.

    Las fotos de este perodo dan testimonio de que empleaba la tcnica propuesta por Aguado: la mano derecha diagonal con relacin a las cuerdas y el dedo meique extendido.

    Acerca de sus habilidades, un asombrado cronista comentaba: Puede retirar su mano derecha y continuar tocando con la izquierda solamente. Tambin puede tocar y fumar a la vez... (De esta afirmacin se deduce la existencia de algunas marcas de cigarro en el aro superior de su querida Torres, instrumento que lo acompa toda su vida).

  • 99- Historia de la Guitarra II

    Trrega abandona rpidamente la posicin diagonal de la mano derecha por una perpendicular a las cuerdas pero sin introducir rigidez en dicha postura ni cambiar la naturaleza de los movimientos de los dedos o la funcin de las falanges distales en el ataque.

    Aguado afirmaba que la mano izquierda deba estar preparada para todas las exigencias tcnicas y Trrega desarrolla una serie de importantes recursos en este sentido. l evita los indeseables silencios entre los desplazamientos de la mano izquierda empleando la fuerza pasiva o activa de la misma en constante alternancia.

    Todas sus exploraciones en el campo de lo tcnico, pautadas invariablemente por las exigencias de la msica, tienen su etapa ms relevante en los ltimos seis aos de su vida. Desde 1902 se consagra a la bsqueda de un sonido ideal, ms cercano a las cuerdas frotadas que al sonido metlico de las uas. Trrega comienza a rebajar de manera progresiva sus uas hasta que stas no intervienen prcticamente en la produccin del sonido.

    De la tortuosa experiencia de este trnsito, el violinista Joan Mann da el siguiente testimonio al describir su ltimo encuentro con el Maestro:

    La tercera vez que vi a Trrega fue en Barcelona, en su casa, teniendo yo unos 22 aos. Una empresa de ediciones musicales me haba encargado el proyecto de una obra pedaggica para guitarra, y me propona conseguir su colaboracin. Pero hablamos de todo menos del proyecto que all me llevaba. Sus palabras rebosaban desilusin, cansancio, amargura, desconsuelo invencible. Me dej or un arreglo suyo de Schumann, y me explic una nueva manera de pulsar que requera ms estudio, otros sacrificios, ms esfuerzos... Ilusiones en medio de tanta desilusin... Idealismo en medio de tan crueles realidades...

    Cul fue el resultado de esa difcil bsqueda? Citemos un fragmento del libro El dilema del sonido en la Guitarra, de Emilio Pujol, uno de sus ms

    destacados discpulos: Este purismo (de Trrega) tena que reflejarse forzosamente en el sonido. Las cuerdas pulsadas sin

    uas le ofrecieron la sonoridad soada; un timbre puro, inmaterial y austero. Con el trabajo obtuvo una unidad perfecta entre las notas pulsadas con cualquier dedo y en cualquier cuerda. Dominada as la materia, fue descubriendo nuevos timbres y sutilezas de ejecucin que daban a sus interpretaciones mayor relieve y persuasivo encanto.

    En su biografa de Trrega, Pujol escribe:

    Todos los que tuvimos el privilegio de relacionarnos con Trrega en los ltimos aos de su vida no olvidaremos jams la total sensacin de pureza artstica que lograba en la guitarra.

    Si se evala superficialmente la trascendencia de estos resultados, es decir, si solo nos enfocamos en

    discurrir sobre la validez prctica de tocar o no con yema, dejaramos de entender la enseanza permanente que debemos derivar de aquella experiencia.

    Es conveniente recordar las limitaciones que, pese a las importantsima innovaciones de Antonio Torres, an tena el instrumento. Las guitarras actuales, fruto de una continua evolucin, son ms sonoras. Ya se dispone de cuerdas sintticas (desde finales de la dcada del 40) y la variedad de modelos existentes se ajusta a todos los gustos y necesidades de cada instrumento. Todo ello facilita indudablemente el logro de una interpretacin ms lograda, sobre todo a partir del legado tcnico que generaciones posteriores a Trrega nos han hecho llegar con mayor o menor perfeccin.

    En una poca en que la mayora de los guitarristas basaban su ejecucin en exigencias virtuossticas antes que en las dictadas por la propia msica, la profundidad y el verdadero compromiso con el arte en Trrega lo estimulaban a trabajar incansablemente por el logro de ese sonido espiritual, como lo era su propia proyeccin humana.

    Negndose al efectismo, concentr sus esfuerzos en lograr una mstica del sonido fundada en la conviccin de que deba existir una unidad expresiva en toda la obra. Escogi el toque con yema, que afianz la posicin de su mano, porque serva a ese fin esttico.

    Sus aportes fueron determinantes y dieron paso a una nueva etapa en la vida del instrumento, a cuyo crecimiento contribuimos en la medida que adoptamos las metas cardinales que ejemplarmente deline durante su vida: dedicacin, humildad y sabidura en la bsqueda de la verdad artstica.

  • 100- Historia de la Guitarra II

    Sus obras Las obras de Trrega son en general piezas cortas y poco desarrolladas. La composicin no fue lo

    esencial en su vida, solamente una parte importante de su proyeccin artstica junto a la interpretacin y la pedagoga.

    Cuando Trrega escriba _y se sabe que era un magnfico improvisador_ lo haca para liberar un mensaje de amor a la guitarra y definir su pensamiento artstico ms que para hacer la obra de un compositor73. Su espiritualidad y alma romntica se complementan a travs de obras originales como los Preludios, el Capricho rabe y la Danza Mora. En sus Preludios estn claramente definidos los dirigidos a desarrollar el mecanismo y otros donde la idea musical es primordial, siempre respaldada por un enfoque tcnico-pedaggico. Es decir, la tcnica est en su lugar: siempre al servicio de la msica.

    En algunos preludios Trrega se acerca a los lmites de la msica pura, en particular en los dedicados a discpulo Miguel Llobet (No.2) o a su amigo el Dr. Walter Leckie74 (No.5).

    En su Capricho rabe se palpa una intensa vida interior, con un tratamiento de efectos romnticos que le aporta los colores propios de finales del siglo XIX. (Esta serenata fue escrita en 1888).

    En la Danza Mora, compuesta a raz de un viaje a Argelia, los elementos armnicos y meldicos (tonales y modales) son de una realizacin artstica total, que ejemplifica las sucesivas influencias de la msica rabe-occidental. En esta obra no solo se constata una estructura de equilibrio perfecto, propio de la maestra creadora de Trrega, sino la armoniosa exposicin de sonoridades a manera de ecos de la historia espaola a travs de los siglos.

    Cronologa de la vida de Trrega75

    1852.- Nacimiento de Francisco Trrega en Villarreal (Castelln)

    1858/59.- La familia Trrega, con sus 5 hijos, se va de Villarreal y se instala en Castelln. El padre encuentra un trabajo de conserje que ejercer toda su vida.

    1860.- Trrega empieza a estudiar la guitarra en Castelln con Manuel Gonzlez, msico callejero y ciego, conocido bajo el apodo de El Cego de la Marina.

    1862.- Entre febrero y marzo, Trrega asiste a un concierto de guitarra de Julin Arcas en Castelln. El joven Trrega toca para este intrprete y Arcas se compromete a darle clases en Barcelona; Trrega no encuentra Arcas en dicha ciudad y se va por los cafs tocando la guitarra; ms tarde vendr su padre para llevrselo a casa. En Castelln estudia el piano con Eugenio Ruiz, pianista de bar y ciego.

    1865.- A los 13 aos Trrega se fuga de casa; se marcha a Valencia y se une con una pandilla de msicos jvenes, los cuales, bajo un pretexto musical, invaden los cafs y explotan los hombres de negocios.

    1866.- Antes de encontrarlo su padre, Trrega es operado de los ojos para evitar que se vuelva ciego.

    1867.- Nacimiento de Vicente, el ltimo de los 8 hijos de Trrega.

    1867.- Trrega se fuga de nuevo y se va a Valencia donde encuentra un mecenas, el Conde Percent, quien le permite continuar sus estudios de piano. Como Trrega no consigue separarse de sus relaciones equvocas, el Conde cesa de ayudarle.

    1868.- Este ao ser cuando Trrega obtendr sus primeros puestos en calidad de msico; con el acuerdo paterno, toca el piano en un Club y un caf de Burriana, hasta 1871, aproximadamente.

    73 BELLEVILLE, Patrick de, revista Les Cahiers de la Guitare, No.31, p 10. 74 Excntrico ingls que acompa a Trrega en numerosas giras de concierto. 75 Tomado de la Enciclopedia de la guitarra (Francisco Herrera).

  • 101- Historia de la Guitarra II

    1869.- Junto con el mecenas Antonio Cnesa, comerciante en frutas, Trrega se va a Sevilla y compran en casa de Antonio Torres una guitarra con fecha de construccin de 1864.

    1870.- La madre de Trrega muere sbitamente, dejando su marido con 7 hijos y casi ciego.

    1871-74.- Trrega hace su servicio militar en Valencia y traba amistad con un estudiante en medicina, Severino Garca Fortea.

    1874.- En el Conservatorio Real de Madrid, Trrega se inscribe a un curso de solfeo dado por Jos Gainza, piano con Miguel Galiana y armona con Rafael Hernando, hasta 1878.

    1877.- Trrega vive en Madrid en subarriendo en una planta baja de la Calle Jess y Mara, en el nmero27. Es probablemente en esta poca que entra en escena con xito en el Teatro de la Alhambra y que se consagra definitivamente a la guitarra.

    1878.- Trrega conoce a J. F. Paz en Madrid, eminente ejecutante de guitarra y gran admirador de Trrega.

    1878.- Despus de haber dado varios conciertos en Barcelona, el mes de noviembre, un peridico cataln dijo: M. Trrega es el primer guitarrista de Espaa.

    Trrega en Barcelona tocando ante amigos. 1880.- A continuacin da un concierto en Madrid, el peridico La Correspondencia de Espaa escribe:

    La parte musical habiendo sido asumida por M. Trrega, quien es el Sarasate de la guitarra, nunca hemos odo nada mejor y es imposible mejorar la interpretacin con este instrumento...

    Trrega y Lus de Soria pasan el invierno en Alicante; con ocasin de un concierto que da en el lugar de su amigo enfermo, Trrega conoce a Mara Josefa Rizo.

    1881.- Noviazgo a Novelda de Trrega y Mara J. Rizo. En mayo Trrega se va a Francia; da varios

    conciertos en Lyon, trasladndose ms tarde a Pars donde encuentra su colega y compatriota Jaime Bosch, quien lo suele atacar muy a menudo. Trrega es presentado a la ex reina de Espaa Isabel II, con el fin de tocarle en varias ocasiones la guitarra.

    Trrega entra en el Teatro parisino Oden a la ocasin de las festividades del Segundo Centenario de la muerte de Caldern bajo la presidencia de Vctor Hugo. Ms tarde se va a Londres y le presentan a la guitarrista Sydney Pratten (Catherine Josepha Pelzer).

    El 29 de diciembre se casa Trrega con M. J. Rizo; el matrimonio pasa los dos meses siguientes en Burriana.

    1882.- El matrimonio Trrega se va de Castelln para vivir un ao en Madrid, donde el 31 de octubre nace su primera nia bautizada con el nombre de su madre, que morir a los 3 meses.

    1883.- El peridico madrileo Ilustracin Espaola y Americana relata la entrada en escena de Trrega en el Crculo de Bellas Artes: la guitarra llora y re en sus manos. A veces quita la mano derecha para tocar con la izquierda sola, es decir que puede tocar y fumar a la vez.

    1884.- El 15 de mayo nace en Novelda otro hijo en la familia Trrega-Rizo. Salida de la familia hacia Barcelona; primeramente se instala en la calle Gignas y, hasta 1887, en la calle San Lus. Trrega da un concierto con Isaac Albniz en la sala Bernareggi de la ciudad condal.

    1887.- Nacimiento de Concepcin, nueva hija de Trrega. Trrega y su hermano Vicente, violinista de profesin, buscan en Barcelona un piso comn. Viven muy cerca unos de otros, en la calle de Roselln, en el nmero185.

    1888.- El 10 de mayo, concierto de Trrega en Cdiz. La familia Trrega y su hermana encuentran su domicilio definitivo en el 1er piso de la calle de Valencia, nmero234, en Barcelona. Trrega y su hermano encuentran varios msicos entre ellos el joven Pablo Casals de 12 aos y se reunen para

  • 102- Historia de la Guitarra II

    tocar msica de cmara; en los tros Trrega toca el piano, y en los cuartetos la parte de viola con la guitarra.

    1888.- En otoo, Trrega da un concierto en Gerona y poco despus se marcha con su familia a Valencia y viven all durante 3 aos. En esta ciudad y sus alrededores da conciertos y lecciones de guitarra.

    1889.- El 28 de julio es la fecha de un manuscrito original del Capricho rabe, sobre el cual la obra lleva el ttulo de Capricho Morisco.

    1890.- El 23 de febrero, Trrega y el Dr. Walter Leckie, mdico, residen en Alicante. Leckie toma lecciones con Trrega.

    Joaqun Mann, virtuoso violinista cataln, oye tocar la guitarra a Trrega en la casa de este ltimo en Valencia y queda maravillado.

    1891.- En otoo Trrega vuelve con su familia a su domicilio barcelons. Severino Garca Fortea vive en el piso superior. El 22 de diciembre, muere Concepcin, hija de Trrega: ste estaba dando conciertos en Mallorca, y solamente conoci la triste noticia 3 das despus de su regreso a Palma.

    1892.- Trrega y Joaqun Mann (nio prodigio del violn) tocan los dos un concierto en Sabadell; W. Leckie tambin toc una pieza. En octubre, Trrega conoce a Miguel Llobet al que le ofrece sus consejos musicales.

    1893.- El 30 de mayo se publica el nmero 129 de la revista Ilustracin Musical Hispano Americana con una foto de Trrega y un artculo en la primera pgina.

    Trrega y el Dr. Leckie permanecen un mes en Londres (22. 6 25. 7.) 1894.- A principios de este ao, Trrega se va junto con el Dr. Leckie a Francia; pasando 6 semanas en

    casa del ltimo (15 enero a ltimos de febrero) en la Villa Veran, 34 bis rue Meyerber a Niza; ms tarde retorna a Pars. Hacia el 15 de mayo, Trrega permanece en Villena.

    1895.- El 9 de marzo da fecha de un manuscrito del Preludio No. 4; la obra lleva el ttulo A mi padre - Preludio Pattico.

    1896.- A principios del mes de febrero Trrega vuelve a Niza y se queda 2 semanas con el Dr. Leckie. 16 de marzo: fecha del manuscrito original de un Preludio (ms tarde NMERO2) que Trrega

    compone en Barcelona y dedica a Miguel Llobet. En Valencia, Trrega traba amistad con Concepcin Jacoby, quien ser en el futuro su nueva bienhechora. En otoo, la Sra. Jacoby y su sobrina acompaan a Trrega en una tourne de conciertos por Andaluca. A raz de una velada en Granada nace A la Alhambra-Invocacin ttulo que ser modificado por Recuerdos de la Alhambra al publicarse.

    1897.- Trrega y su familia viven en la Torre de San Gervasio, posesin de la Sra. Jacoby (Barcelona). A finales del otoo, Trrega se marcha a Pars con su bienhechora y tiene la ocasin de conocer a los hermanos Cottin. El 28 de noviembre, dar un concierto en la Salle Pleyel de Pars.

    1898.- A principios de este ao, Trrega cae enfermo; sufre dolores reumticos en las rodillas y no da ms conciertos hasta el 17 abril de 1899.

    1899.- A continuacin de una ruptura con la Sra. Jacoby, Trrega y su familia se va a vivir de nuevo a la Calle Valencia (Barcelona). El 17 de abril, Trrega da un concierto en Granada. Es su primera entrada en escena, despus de su concierto en Pars.

    El 8 de diciembre, Trrega se marcha a Argelia, termina en Mlaga una copia de su composicin A la Alhambra..., que enva a la Sra. Jacoby para su aniversario bajo el ttulo: Improvisacin a Granada, Cantiga rabe.

    El 25 de diciembre, Trrega transcribe en Mlaga para el Dr. Leckie el Preludio nmero7 de Chopin. 1900.- Desde el 15 de enero al 15 de abril, Trrega permanece en Argelia con el Dr. Leckie y el

    guitarrista italiano Vyvyano di Zanoni. Creacin de la Danza Mora y Preludios siendo uno de ellos dedicado al Dr. Leckie, publicado ms tarde con el nmero5. Trrega conoce a Camille Saint-Sans.

  • 103- Historia de la Guitarra II

    La vuelta se efecta por Marsella donde el grupo se hospeda del 26.4 al 5.5. El 22 de junio, Trrega dedica una foto en Barcelona al constructor de guitarras Enrique Garca. A la instigacin de Baldomero Cateura, Trrega empieza a preparar la publicacin de algunas de sus composiciones.

    1901.- El mes de julio, Trrega conoce a Daniel Fortea en Castelln donde ste ltimo haca su servicio

    militar. El 31 de agosto transcribe Trrega un Minuetto de Haydn en Barcelona para una eventual publicacin.

    Tal vez a partir de entonces no aparezca en escena puesto que modifica su pulsacin: en lugar de tocar con las uas, utiliza slo la yema. Entre otras cosas compone los Preludios 6 y 7.

    1902.- En abril, Emilio Pujol comienza a tomar lecciones con Trrega. A partir del mes de junio Trrega

    reaparece en pblico tocando con la nueva tcnica, sin uas; da conciertos en el Quatre Gats de Barcelona y, durante el verano toca en Valencia, Alicante y Murcia.

    El primer cuaderno con 6 obras originales (entre ellas el Capricho rabe) y una transcripcin de Trrega se publica en Valencia en las ediciones Antich y Tena.

    A fines de otoo, Trrega da una tourne de conciertos en el norte de Espaa, notablemente en Bilbao donde se queda para dar conciertos y clases.

    1902.- En un intercambio de cartas, al final del ao, J. Ramrez de Galarreta trata de buscar la manera

    para encontrarse con Trrega en Madrid. 1903.- Entre el 15 de enero y 15 mayo, viaje de Trrega a Italia en compaa del Dr. Leckie, de Manuel

    Gil (Piferrer, T. F.) y de Francisco Corell visitan Gnova, Miln, Florencia, Roma y Npoles. El sbado 7. 2 a las 16 h, concierto de Trrega en el Palacio Corea de Roma.

    17. 2 16.5: Trrega est en Npoles y visita Roma, Pompeya, Sorrento y Capri. En Julio, Daniel Fortea sigue los preceptos de la escuela de Trrega en Castelln y ensea.

    En agosto, Trrega visita a Emilio Pujol y sus padres en Granadella: all sufre de insomnio. En Valencia aparece la segunda publicacin de Trrega: una serie de 5 composiciones y 6 transcripciones.

    1904.- En marzo, Trrega da conciertos en Alicante y sus alrededores. El 15 de junio, concierto de Trrega en el Conservatorio de Msica de Valencia. Josefina Robledo, con

    sus 12 aos, est entre los auditores. Trrega rechaza una invitacin de Manuel Ramrez relacionada con un concierto en la Corte de Madrid.

    J. Robledo empieza a estudiar con Trrega en Valencia; despus, ella ir regularmente a Barcelona para continuar las clases.

    En agosto, Trrega se queja de su mala salud en varias de sus cartas. 20.10: Concierto de Trrega en la sala de fiestas del Ayuntamiento de Castelln. Trrega hace que se

    coloquen las sillas en forma de crculo con el fin de tocar en el centro de los oyentes.

    22.10: Reunin especial en honor de Trrega en el Instituto Popular de Castelln con una breve aparicin de sus alumnos Fortea y Sanchis.

    27.10: Trrega da conciertos en Almazora en el Teatro al Centro Democrtico; despus contina tocando para varios aficionados hasta que amanece el da en la sala de la Sociedad del Teatro.

    13.11: Concierto de Trrega en el Casino del Centro del Teatro de Vall de Ux, tocando al final un do con Daniel Fortea. En un breve discurso, Trrega dijo que fue en ese Casino donde dio su primer recital en pblico.

    Al da siguiente tiene lugar una cena en honor a Trrega en la que participan 25 invitados; el men una paella valenciana. Por la tarde, Trrega dio un concierto privado en la casa de un rico propietario, donde toc su repertorio clsico.

  • 104- Historia de la Guitarra II

    15.11: Villarreal honra a Trrega con una comida en la Ermita de la Virgen de Gracia; se lee un poema consagrado a Trrega, luego lo firman todos los participantes y a continuacin se lo dan. Dicho poema se public el 17 mejorado el 18.11 en el Heraldo de Castelln.

    24.11: Concierto de adis de Trrega en Castelln en la sala del Crculo Mercantil. Acompaado de sus alumnos Fortea y Mateu en la tercera parte del concierto tocando dos y tros de guitarra. Al final una rondalla toca con Fortea.

    La entrada cuesta una peseta. 1905.- En enero Trrega cae enfermo; su estado de salud se agrava e inquieta mucho a la familia

    durante unos das. A principios de febrero, Trrega da conciertos en Valencia; durante las 3 primeras semanas de abril,

    toca varias veces en Alicante y sus alrededores. Joaqun Mann visita a Trrega en Barcelona. 4.8: Fecha de un manuscrito de Trrega: transcripcin de la Serenata Espaola (Cdiz) de Albniz. En

    agosto, Trrega escribe desde Barcelona una carta a D. Fortea dicindole que trabaja sobre una Fuga de la Sonata para violn (BWV 1001) de J. S. Bach.

    1906.- A finales de enero, Trrega retorna a Valencia. En verano, un grupo de amigos funda en Barcelona la asociacin Audiciones Trrega con el objetivo

    de organizar cada 2 meses un concierto con el fin de ayudar a Trrega. El tercer concierto que dar en pblico en Barcelona ser el ltimo en esta ciudad.

    23.12: En el marco de esta asociacin, Trrega toca en la sala de demostracin de la fbrica de pianos Cateura de Barcelona.

    1907.- El mes de enero, Ma. Rita Brondi toma clases con Trrega en Barcelona. A ltimos de enero un ataque le paraliza el lado derecho y cesa de tocar la guitarra hasta el mes de

    octubre. Para compensar la falta de conciertos, Trrega concluye un acuerdo con el editor barcelons Vidal,

    Llimon y Boceta quien a cambio de 500 ptas. por mes se compromete a preparar la publicacin de 5 composiciones (originales o transcripciones). Entre el fin de junio y el de julio, Trrega pasa 5 semanas en Valencia con la familia Josefina Robledo.

    20.8: Trrega dedica una de sus ediciones a Miguel Llobet, publicada en las ediciones Vidal, Limon y Boceta: en stas se encuentran por primera vez transcripciones de Bach hechas por Trrega.

    En noviembre, Trrega vive en Valencia y Alicante; se reconcilia con C. Jacoby y da conciertos en Alicante y Alcoy. En diciembre vuelve a Barcelona.

    1908.- En febrero, Trrega da en Barcelona su ltimo concierto en pblico (vase fin 1906). En octubre vuelve a Castelln.

    1909.- En la primavera, Trrega se desplaza a Valencia donde pasa el mes de marzo. En mayo, retorna a Barcelona y en verano se marcha a Novelda y Monvar (Alicante). A mediados de octubre vuelve a Valencia.

    28.10: Concierto de Trrega en Alcoy. Algunos das ms tarde dar su ltimo concierto en pblico en Cullera.

    El 2 de diciembre es husped de Manuel Gil en Picaa. All escribe Oremus (Preludio) que realmente fue un arreglo de un Albumblatt op. 124 de R. Schumann. Luego, regresa a Barcelona.

    El 15 de diciembre muere F. Trrega a las 5 de la maana en su casa. Al da siguiente, es enterrado en el Nuevo Cementerio de Barcelona.

    1909.- El 18 de diciembre el atad de Trrega es exhumado en presencia, entre otros, de Andrs Segovia y el luthier Enrique Garca, en el cementerio de Barcelona y trasladado a Castelln donde es de nuevo inhumado, el 20 de diciembre con grandes festividades.

  • 105- Historia de la Guitarra II

    - Eplogo - El 28 de enero de 1961 en el cementerio de Castelln, el fretro de Trrega es desenterrado y puesto

    en un suntuoso monumento.76

    Audiciones: - Francisco Trrega (Integral), David Roussell (Opera Tres, 1991)

    G

    DESARROLLO CONSTRUCTIVO DE LA GUITARRA Antonio Torres de Jurado (Almera 1817-1892) La aportacin decisiva de Torres Jurado para la evolucin musical de la guitarra de concierto fue el

    perfeccionamiento del sistema de refuerzo con varas de madera en abanico que se adosaban a la parte interior de la tapa armnica para una mejor proyeccin del sonido. Con el avance considerable de este sistema, introducido a finales del siglo XVIII, el constructor andaluz consigui incrementar en forma significativa el volumen y profundidad del sonido de la guitarra al tiempo que aumentaba el tamao de las guitarras y reduca el grosor de las tapas de la caja de resonancia, hacindolas ms ligeras y flexibles.

    Pero adems de este esencial progreso inspirado por los consejos de su amigo el guitarrista Julin Arcas, Torres Jurado introdujo otros cambios fundamentales para que la guitarra de concierto adquiriera las cualidades y el diseo del modelo clsico actual: aument la anchura del mstil, mejor las prestaciones del puente, estableci la longitud adecuada del trastero y el tiro de las cuerdas, dise las lneas sobrias y estilizadas del instrumento y utiliz en la fabricacin maderas y barnices de primera calidad. Con todo ello, la guitarra obtuvo una imagen impecable y un sonido potente, profundo y aterciopelado que hasta entonces no se haba alcanzado y que despert la admiracin de los grandes guitarristas de la poca. La perfeccin de sus instrumentos no tard adems en influir al resto de los guitarreros espaoles y europeos, que adoptaron de manera unnime las reglas bsicas de su tcnica y diseo, convirtiendo el modelo de Torres Jurado a partir de entonces en el canon de la guitarra clsica contempornea.77

    Pero Torres Jurado no slo dise las lneas maestras de la guitarra clsica, sino tambin los rasgos bsicos de la guitarra flamenca, modelo que comenzaba a tener un auge importante en la segunda mitad del siglo XIX. El despertar de la conciencia nacionalista tras la invasin napolenica de Espaa haba impulsado y favorecido el florecimiento de las formas musicales del pas frente a las "modas extranjeras", y entre aquellas, el flamenco despuntaba sobre las dems por su desbordante vitalidad. Hasta entonces, las diferencias de la guitarra popular con respecto a la guitarra clsica se deban a una simple cuestin econmica: mientras en la construccin de guitarras de concierto se utilizaban maderas nobles importadas de Amrica, Asia o frica (arce, palosanto, bano) y se incorporaba el clavijero mecnico para tensar las cuerdas, en la fabricacin de las guitarras para los aficionados con menos recursos se recurra a maderas ms asequibles como el ciprs para los aros y fondo y se mantena la tradicional cabeza del mstil plana con clavijas de madera.

    Con el auge del flamenco en el siglo XIX, sin embargo, los guitarreros empezaron a prestar atencin a

    las especiales necesidades de la virtuosa tcnica de la guitarra flamenca y al sonido que los artistas buscaban extraer de sus instrumentos para acompaar el cante y el baile, y poco a poco se fueron

    76 Francisco Trrega Werden und Wirkung Wolf MOSER (Edition Saint-Georges / 1996 Lyon). Publicado en guitarra.artelinkado en Junio de 2005. 77 Con la llegada del siglo XX, la guitarra fue depurando sus ltimos detalles en lo que se refiere a la construccin hasta alcanzar la perfeccin de formas actual y el volumen de sonido ptimo para su actuacin en grandes auditorios. Y entre los artesanos que contribuyeron a dar los ltimos retoques a la guitarra clsica destacan la familia Ramrez en Espaa y los constructores Stauffer, Hauser y Bouchet en Europa.

  • 106- Historia de la Guitarra II

    definiendo las peculiares caractersticas de la construccin de la guitarra flamenca, basada en el uso de maderas ligeras, un mstil y cuerpo ms estrechos, tapas ms delgadas, cuerdas tensadas ms cerca del diapasn y finalmente la colocacin de placas en la tapa superior para protegerla de los rtmicos golpes tpicos del toque flamenco. Con estos elementos, los tocaores flamencos podan desarrollar un mayor virtuosismo y agilidad en la ejecucin y obtener un sonido ms brillante y metlico de las guitarras Torres Jurado dise las lneas bsicas de la construccin de la guitarra flamenca en el ltimo tercio del siglo XIX, sealando el camino a guitarreros posteriores que sern los responsables de definirlas de una manera ms especfica. El constructor ms importante en este sentido fue Santos Hernndez, propietario de una guitarrera en Madrid muy frecuentada por los artistas flamencos de principios de siglo XX. Tambin tuvo prestigio e importancia en la construccin de guitarras Manuel Ramrez, patriarca de una saga de famosos artesanos. No obstante, aunque la original guitarra flamenca fue utilizada durante mucho tiempo, su enorme progreso artstico como instrumento de concierto en el siglo XX provocar muchos cambios posteriores. En esa poca, adems de la implantacin casi general del clavijero mecnico en las guitarras flamencas, muchos tocaores comenzarn a decantarse por la utilizacin de guitarras clsicas o un hbrido de ambas en sus actuaciones para no perder tono y profundidad de sonido.

    En cualquier caso, lo realmente importante es que la difusin de la guitarra flamenca desde finales del siglo XIX abra una nueva va de expresin artstica para la guitarra espaola popular, al margen de su presencia en el folclore de otras regiones espaolas y de su participacin al otro lado del Atlntico en el desarrollo del folclore de los pases latinoamericanos.

    Audicin: El cant dels Aucells, Stefano Grondona (grabaciones realizadas con guitarras Torres, Simplicio, Garca, etc.).

    LA GUITARRA DE TORRES Por Emilio Pujol78 Haba llegado el otoo de 1869 y D. Antonio Cnesa se dispona a emprender su viaje peridico a

    Andaluca. Hallbase reunido como de costumbre con el grupo de amigos de la guitarra que giraba en torno a

    Trrega; y escuchaba una audicin ntima que el artista dedicaba de vez en cuando a tales entusiastas. Al final de la velada y en un ambiente cargado de emocin y fervor, alguien explic que Arcas79 haba tocado en el concierto dado en Castelln con un instrumento de potente sonoridad y clido timbre constru do en Sevilla por D. Antonio de Torres, y a cuyas buenas cualidades haba que atribuir en gran parte, el xito obtenido por el famoso artista. Abundando en este criterio todos los componentes de aquel cenculo, llegse a la conclusin de que haba que adquirir para Trrega una buena guitarra, y, a ser posible, del mismo constructor. D. Antonio Cnesa recogi la idea y se propuso ponerla en prctica sin ms demora.

    En efecto; Trrega y su protector marcharon a Sevilla unos das ms tarde. Llegados a la capital andaluza, visitaron al famoso violero en su tienda de la calle de la Cerrajera, nmero 13. A juicio de Torres aquellos desconocidos visitantes no tenan aspecto de interesarse por una guitarra de alto precio, y, en consecuencia, les present un ejemplar de tipo corriente. Trrega empez por examinar el instrumento, y luego se puso a preludiar encadenando acordes y pasajes que permitieran poner a prueba

    78 PUJOL, Emilio: Trrega (ensayo biogrfico), Impreso en los talleres grficos de Ramos, Afonso y Moita, LDA., Lisboa 1960, pp 54-56. 79 Julin Arcas Gavino Lacal nace en Almera, Espaa, el 25 de octubre de 1832 y muere en Antequera, Mlaga, el 16 de febrero de 1882. Fue un distinguido guitarrista y compositor de danzas, aires nacionales y arreglos de msica dramtica. Su fama llega a la cumbre entre los aos 1860-1870 cuando toca para las familias reales de Espaa e Inglaterra. Entabl una estrecha relacin con el connotado fabricante de guitarras Antonio Torres, a quien sugiri hiciera cambios en la tapa armnica de la guitarra. Estas sugerencias junto a las realizadas por Trrega jugaron un rol muy importante para el desarrollo de la construccin de guitarras en el siglo XX.

  • 107- Historia de la Guitarra II

    las cualidades de la guitarra. Torres, que, adems de constructor, era un ejecutante de reconocida habilidad y buen sentido musical, se dio cuenta enseguida de tener ante s un guitarrista excepcional. Su sorpresa y admiracin fueron en aumento; hasta que, dirigindose a Trrega, le dijo:

    - Espere; esta guitarra no es para usted. Penetr en la trastienda, y a los pocos instantes volvi con un precioso instrumento que l haba

    constru do para uso personal con todo su amor de artista. Y ponindolo en manos de Trrega, le dijo: - Esta es la guitarra que Vd. merece. Era de madera de arce con tapa de pinabete, mango y pala de cedro y diapasn de bano. Su tamao

    era un poco menor que las de tipo corriente. Su tarraja y contornos estaban bordeados de finsima filetera de un tono verde plido con doble cenefa de espigas; en la pala, el dorso y los aros, un primoroso mosaico de espiral rectangular. A la espontaneidad de sus sonidos una, debido quiz al tornavoz, un timbre claro y clido a la vez como el del oro.

    La proporcin entre graves y agudos era gradualmente justa de volumen; y la duracin de sus vibraciones igualmente generosa en cualquier mbito del diapasn. Bastaba colocar los dedos en la posicin de un acorde perfecto para que, pulsando las tres notas graves solamente, se percibiesen con claridad los armnicos complementarios en las dems cuerdas. En manos de Trrega, al pasar de un acorde o de un arpegio a otro, quedaban las voces sin discontinuidad, ligadas entre s. Algo indefinible posea el sonido de aquel instrumento que, por s slo, causaba embeleso.

    Trrega toc esta guitarra hasta 1889. Las barritas de los trastes eran de plata y se haban desgastado bajo el martilleo constante de sus dedos infatigables en un trabajo de veinte aos. Las cuerdas rozaban el diapasn y deformaban las vibraciones del sonido. Haba, pues, que cambiar la entrastadura.

    El constructor Enrique Garca, de Barcelona, fue encargado de la reparacin; pero, quiz por no disponer de buen material o por movimientos imprevistos en la tapa debido al tiro de las cuerdas, la compostura no fue totalmente lograda. Trrega, en la imposibilidad de servirse de ella para sus conciertos, la retir del uso. Slo de cuando en cuando, en los breves intervalos que permaneca en Barcelona entre sus viajes, la sacaba del estuche, pulsaba sus cuerdas como un mdico ausculta a un enfermo, y, decepcionado, la volva a guardar. Otra guitarra de Torres haba pasado a ocupar el lugar de la primera; perteneca a la segunda poca de aquel famoso guitarrero y estaba construida en Almera.

    Enrique Garca, sintiendo la tristeza de Trrega en su propio corazn y atormentado por el recuerdo de su anterior fracaso, crey un da haber dado con la solucin del problema origen de tantas preocupaciones, y suplic a Trrega que le dejase intentar de nuevo la reparacin. Accedi el Maestro; y, esta vez, el resultado fue completamente satisfactorio. Era en 1907, en plena convalecencia de la grave enfermedad sufrida por Trrega. Desde entonces y con ilusionada alegra volvi a adoptada para su estudio y sus conciertos hasta el fin de su existencia.

    PEDAGOGA DE TRREGA80 Por Emilio Pujol En 1896, el vicario de Picana, D. Francisco Corell, msico, pintor y orador sagrado de revelantes

    cualidades, fue uno de los mejores amigos y discpulos de Trrega, invit a un almuerzo a este, a Doa Concha Martnez de Jacob y sus sobrinos Clarita y Ramn Planiol, a Don Antonio Tello y a otros amigos del ilustre maestro. Despus del almuerzo el buen sacerdote rez en accin de gracias. Da. Concha no pudo reprimir un sollozo y unas lgrimas.

    -Por qu llora Conchita? -pregunt Trrega- Porque haca muchos aos que no haba rezado. -Pues yo rezo muchas veces; porque el que trabaja, reza; y el que estudia, reza, (conceptos que luego

    he visto confirmados -nos deca el amable anfitrin- en escritos de San Pedro y San Clemente de Alejandra).

    Trrega haba heredado ese espritu de trabajo que caracteriza al llauraor [labrador] valenciano. Cultivaba su arte con el mismo ardor que el campesino del levante remueve y tritura la tierra sangunea y

    80 Artculo aparecido en la revista Guitarra, (rgano oficial de la Sociedad Guitarrstica de Cuba) Ao II No. 2 (Junio 1941).

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    frtil de sus esplndidos naranjales. Otros artistas tuvieron sus horas de trabajo; el trabajaba siempre. Si gustaba encontrar dificultades era para justifica el esfuerzo en dominarlas. El trabajo era para l como una invitacin al estudio; estudiaba cuando escuchaba, cuando observaba, cuando meditaba. Raro fue el que llamase a puerta de su casa, sin que antes llegase a su odo el eco de su guitarra.

    Fue el caso excepcional de un virtuoso de frrea voluntad que por tres veces forjara sin desmayar su tcnica asombrosa. De nio, por vez primera, cuando empez a poner sus manos en la guitarra. De hombre, cuando insatisfecho con su ejecucin a pesar de la celebridad adquirida, no vacil en arrostrar privaciones e inquietudes para conseguir en un nuevo procedimiento de pulsacin, la sonoridad y espiritualidad soadas. Y luego, casi al final de su vida, cuando la cruel embolia -embajadora de la muerte- vino a paralizar el lado derecho de su cuerpo, la voluntad de Trrega pidi cada da a su mano insensible e inmvil, el tacto y la actividad que haban devolverle el dominio absoluto, aunque breve, de las reacias cuerdas.

    Aunque la tcnica de Sor y Aguado a mediados del siglo XIX marcaba una superioridad sobre la de sus predecesores y contemporneos, la misin limitada que estaba encomendada a cada dedo distaba mucho de ofrecer la independencia necesaria capaz de dar a una interpretacin los matices y la expresin debidos. Trrega tuvo que desechar las viejas normas, orientndose con su criterio para dar solucin a los nuevos problemas que una musicalidad ms expresiva y compleja le presentaba a cada paso,

    Desde el sonido, elemento bsico, hasta los ms sutiles detalles de interpretacin, todo fue estudiado, resuelto y ordenado por el gran maestro a costa de veces de mprobos sacrificios.

    El sentido pedaggico de Trrega, apoyado en su fe en el trabajo, consista en resolver de antemano cuantos problemas pudiesen surgir de los elementos que contribuyen a la ejecucin de una obra; instrumento, manos y espritu. Teniendo en cuenta la naturaleza y disposicin de las cuerdas, la naturaleza y disposicin de los dedos al servicio de la inteligencia y de la sensibilidad, analizaba, resolva y sintetizaba de manera progresiva, todos los problemas que la msica aplicada al instrumento pudiese presentar. Todas las combinaciones de escalas, arpegios, ligados, saltos de mano y efectos instrumentales, estaban previstos y tratados de manera que los dedos adquiriesen con el trabajo metdico, la mayor independencia, fuerza y seguridad posibles. Ninguna obra poda ofrecer a esta pre-paracin tcnica, la sorpresa de un procedimiento que no estuviese fundamentalmente resuelto.

    La parte interpretativa la enseaba con el ejemplo, llevando al espritu del alumno, a quien aconsejaba siempre or, lo bueno y desor lo malo, la emocin que se esculpa en su alma para nunca ms olvidarla.

    Su vida intensa y laboriosa, nunca desalterada de la ms frvida ansia de elevacin, se extingui por desgracia demasiado pronto. Aplazando siempre el deseo de ordenar en un Mtodo los principios razonados de su escuela para esa tregua de paz que el ocaso de la vida ofrece al virtuoso, le sorprendi la muerte. Solo algunos ejercicios y estudios quedaron esparcidos desordenadamente entre amigos y discpulos, como pginas sueltas de un libro inestimable, para siempre perdido.

    Han pasado 31 aos despus de la muerte del glorioso maestro. La guitarra, a travs de su larga y agitada historia ha venido a conseguir triunfalmente en nuestros das, el apogeo de su valorizacin artstica. Sus triunfos, debidos en parte a la intensificacin de la cultura general de nuestro pblico y al noble amor y talento de varios artistas de indiscutible mrito, estriban principalmente -no hay que olvidarlo- en el mejoramiento que con su hlito genial infundi Trrega a su tcnica y esttica.

    Emilio Pujol

    DISCPULOS DE TRREGA Josefina Robledo (Valencia, 1897- 1972 ) Concertista de guitarra, discpula excepcional de Trrega, con el que estudi muy provechosamente el

    instrumento desde 1904 hasta 1909, ao en que falleci el maestro. Trrega la present en su primer concierto cuando Josefina tena 15 aos, en 1907, en el saln de

    actos del Conservatorio de Msica de Valencia, sorprendiendo al auditorio por la limpieza de sus ejecuciones, y sobre todo por el hermoso sonido que consegua extraer del instrumento pulsando con yemas.

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    Sigue estudiando con el creador de la moderna escuela guitarrstica espaola y paralelamente dndose a conocer como concertista en pueblos de la regin levantina.

    Aos ms tarde, en 1912, se deja escuchar en Buenos Aires y realiza seguidamente una prolongada gira por el interior de la Argentina; vuelve a aquella capital a finales de 1915, acta en Mar del Plata, donde consigue grandes xitos y, tras una breve estancia en Buenos Aires, emprende esta vez una improvisada gira que la lleva a recorrer diversos escenarios del Uruguay, Paraguay y Brasil. Aqu se establece por una temporada en San Pablo y despus durante un tiempo mayor en Ro de Janeiro, transmitiendo en ambas ciudades la escuela de Trrega a una plyade de futuros grandes guitarristas.

    En 1923 regresa a Ciudad del Plata, anuncindose tres conciertos suyos los das 11, 14 y 20 de septiembre.

    En 1924 es nombrada profesora titular del Conservatorio "Williams", en el que imparte sus enseanzas slo unos meses. All se le escucha por ltima vez los das 13 y 16 del referido ao, regresando posteriormente al continente europeo despus de ms de diez aos de ausencia. Tiene veintisiete aos y un notabilsimo historial artstico forjado principalmente en la Amrica Latina, cuna de sus mayores y ms trascendentales triunfos.

    Todava viaja por un tiempo a diversos pases de Europa, en los que su arte depurado, noble y sobrio, recibe calorosa acogida, pero ahora su actividad se concentra con prioridad en Espaa, donde en uno de sus conciertos conoce al cronista Ricardo Garca de Vargas, que la har su esposa.

    A partir de ese momento sus contactos con el pblico comienzan a hacerse espordicos, tocando slo en raras ocasiones y para crculos cada vez ms reducidos, que acabarn apartndola por completo de la labor concertstica, si bien no de la pedaggica, que seguir cultivando en adelante.

    "Por entonces tuvieron especial relieve, - nos informa su discpulo Rafael Rico, - sus conciertos dados en Alcoy, siendo nombrada presidenta honoraria de la prestigiosa Entidad Musical Armnica Alcoyena. Como compositora se le conocen pocas cosas. Su vals en mi menor "A Cristina" fue casualmente encontrado por m entre un montn de manuscritos que un da habr de revisar".

    Dej una serie de bien elaboradas transcripciones para guitarra de obras de Chopn, Godard, Schumann, Rubinstein, Mendelssohn, Albniz, Granados, Falla y Beethoven, que fueron en su da publicadas por Romero & Fernndez en Buenos Aires.

    Josefina Robledo, artista que con su actuacin lleg a la altura de los grandes instrumentistas de su tiempo, maravillando a los auditorios, es calificada por Prat y cuantos la escucharon como la ms sobresaliente alumna de Trrega y, sin duda, la que con mayor fidelidad sigui su escuela. Su repertorio era amplio y de gran calidad, dominando en l las transcripciones.

    Audicn: Josefina Robledo: Capricho rabe / Preludio No.1 y 5, (Trrega)

    Miguel Llobet Soles (Barcelona, Octubre 16, 1878- 22 de Febrero,1938) Desde muy pequeo estudi piano, violn y pintura. Ms tarde se enamor de la guitarra y se dedic a

    ella. Empez sus estudios de guitarra con Magn Alegre a la edad de once aos, se decidi a emprender la carrera musical despus de escuchar a Antonio Jimnez Manjn. Magn Alegre lo present a Francisco Trrega antes de que Llobet hiciera una audicin para entrar en el conservatorio municipal de la msica donde termin sus estudios.

    Fue uno de los alumnos ms destacados de Francisco Trrega. A la edad de veinte aos (1901) realiz su primera serie de conciertos y en1903 es comienza una

    extensa gira en el circuito de Pars, siendo uno de los primeros guitarristas en realizarlo y tocar exhaustivamente por toda Europa, el continente americano (norte, sur y Amrica central), as como otros continentes. En 1904 se establece en Pars. All tuvo contacto con Debussy, Falla, Albniz y otros. Fue el primer guitarrista en motivar a grandes compositores a componer para guitarra. Manuel de Falla fue el primero (Homenaje a Tombeau de Debussy). Esta composicin la dedic al mismo Llobet y fue compuesta despus de la muerte de Debussy para conmemorar su muerte.

    Como compositor no fue muy fecundo. De l conocemos Romanza en Do menor, Estudio en Mi mayor, Estudio Capricho en Re mayor y Mazurca en Si bemol, obras todas que se asemejan al estilo de Trrega.

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    Son muy conocidas sus armonizaciones de las canciones populares catalanas. Public tambin cerca de 40 transcripciones. Entre las ms conocidas estn Granada, Sevilla, Torre Bermeja y La Maja de Goya (Granados).

    Llobet represent una influencia determinante en la formacin guitarrstica del joven Andrs Segovia. MIGUEL LLOBET Por Jaime Pahissa81 Despus de Trrega ha surgido una plyade de grandes guitarristas, todos ellos nacidos y formados en

    la escuela que el genio del maestro supo crear, y que han llevado la escuela de la guitarra espaola a todos los mbitos del mundo musical, siempre con gloria.

    La supremaca de Trrega se contina con Miguel Llobet, que fue por un tiempo discpulo suyo. Llobet naci en Barcelona de una familia de artistas. Su padre era escultor y hasta muy avanzada edad trabaj en su arte, en el taller situado en el corazn de la vieja Barcelona, junto a la plazuela del Regomir, y de la calle de la Ciutat cuando esta empieza su declive desde el monte Taber, donde se alz la primitiva ciudad romana, hacia el lugar en que estaba antiguamente el puerto. El hermano de Llobet continu, escultor tambin, la labor de su padre, en el mismo taller en que este trabaj toda su vida. Cerca de l vivi Miguel, el guitarrista, muchos aos, en un antiguo piso de estrechas piezas, amuebladas a la antigua y de luz quebrada por las cortinas en las breves ventanas, todo con la sugestin y el recogimiento de una estampa de la poca romntica. Ms tarde se traslad, no lejos de aquellas angostas y viejas calles, llenas del encanto de la tradicin, a la Gran Va Layetana, ancha avenida que el ansia de modernidad abri entre ellas.

    Las facultades artsticas de Llobet se manifestaron no slo en el aspecto musical sino tambin en el pictrico. Recuerdo el xito que tuvo la ltima exposicin que hizo de sus pinturas en uno de los mejores salones de arte de Barcelona. Pero la msica fue su principal y ms fuerte vocacin. En la famosa Escuela Municipal de Msica de Barcelona, de la que era director, en aquel tiempo, el Maestro Rodoreda (), Llobet comenz sus estudios musicales, queriendo la casualidad que tuviera por condiscpulos a Mara Barrientos y a Pablo Casals, que en el canto y el violonchelo han sido tan grandes artistas como lo fuera Llobet en la guitarra.

    Llobet, despus de vivir una larga temporada en Pars, corri el mundo dando conciertos con xito siempre creciente. Estuvo varias veces en la Argentina que lo recuerda an con la admiracin y el profundo afecto que por doquier despertaba. Rubn Daro, el gran poeta, le dedic estos versos:

    Oh, Llobet, lleno de sol, amor de Espaa! Artista lleno de prpura y de oros!

    Guitarra que da el clavel, la flor extraa Regada por la sangre de los toros!

    Flor de gitanos, flor que amor recela! Amor de sangre y luz, pasiones locas! Flor que trasciende a clavo y a canela,

    Roja cual las heridas y las bocas!

    Llobet era amable y bueno. Me ligaba a l una antigua amistad que ya tena su origen en relaciones familiares y artsticas, pues su padre era escultor, y era pintor el mo. Muchas veces le encontraba a la vuelta de alguna de sus tournes y hablbamos de msica, sobre la que tena un slido criterio de artista profundo y consciente: desdeaba todo lo que no se basara en la emocin sincera, por mucho que pudiera parecer sorprendente y deslumbrante, la apariencia engaosa de una atrevida novedad o de una complejidad vaca.

    Con su labor de concertista de muchos aos, Llobet haba logrado hacerse una modesta posicin que le habra de permitir pasar con tranquilidad la vejez, que se iba acercando, en su dulce ciudad natal. Pero los trgicos acontecimientos que estallaron en Espaa en julio de 1936 -que como un incendio

    81 PAHISSA, Jaime, Sendas y cumbres de la msica espaola, Librera Hachette, Argentina, 1955.

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    incontenible se extendieron por todo el mundo- deshicieron completamente sus proyectos y sus esperanzas, y tuvo que pensar en una forzosa reanudacin de sus tournes de conciertos. Por esta razn no quiso aceptar la plaza de profesor de guitarra, en la Escuela Municipal de Msica de Barcelona -de la que yo era Director en aquellos das- que el Ayuntamiento de esta ciudad, considerndose honrado, le ofreci.

    Las angustias, la incertidumbre, el derrumbamiento de todo lo que haba construido con el esfuerzo de su arte y de su vida, hirieron su salud, que no era muy robusta, y hundieron su moral. Yo lo encontr varias veces durante los primeros tiempos de la guerra espaola, desolado, vencido, sin ilusin ni esperanza. Las tristes condiciones materiales de aquellos das de revolucin y guerra, ayudaron a la obra, y la complet un invierno crudo, no comn en una ciudad de tan templado y dulce clima como Barcelona, agravado por la carencia de medios de calefaccin y la escasez de alimentos. La vida de Llobet fue extinguindose suavemente como una luz que se apaga.

    Muri Llobet, pero dej unas bellsimas composiciones, unos cantos catalanes cuya dulce meloda popular est preciosamente armonizada por l. Y mostr al mundo el camino moderno de la guitarra. Y al descubrirlo muchos compositores actuales caminan por l y escriben obras para la guitarra de concierto.

    Muchos discpulos tuvo Llobet. En la Argentina la notable guitarrista Mara Luisa Anido contina la tradicin y la escuela del que fue su maestro y con el que colabor, adems, en repetidas ocasiones.

    La escuela catalana de la guitarra se ha continuado con otros notabilsimos guitarristas. Sobresalen entre ellos Emilio Pujol, hijo de Lrida, exquisito artista, concertista de muy afinada tcnica y delicada emocin, profundo terico del instrumento, como lo prueba la obra cuya primera parte se edit en Buenos Aires hace ya unos aos, y que ha de completarse con la segunda, prxima a aparecer en esta misma ciudad y ha de constituir, en conjunto, un acabado estudio tcnico e histrico de este precioso instrumento, adems de otros trabajos que ha publicado, como el muy importante de la Transcripcin y estudio de tres libros de msica en cifra, para vihuela, de Alfonso Mudarra, el msico sevillano del XVI.

    Y -como ya hemos dicho antes- de la misma manera que el resurgimiento de la msica espaola fue iniciado y llevado a floracin por los msicos catalanes Pedrell, Albniz y Granados, y fue luego continuado esplendorosamente por los andaluces Falla y Turina, tambin la brillante escuela de la guitarra culta espaola, que crearan los catalanes Sor, Trrega82 y Llobet, tiene hoy viva y famosa continuacin en el castellano Sainz de la Maza, hijo de Burgos, y en el andaluz Andrs Segovia, de Granada.

    Audicin: Miguel Llobet (grabaciones originales) Chantarelle Internacional 1987. Estanislao Marco (Castelln de la Plana, Valencia, 1872-, Ciudad de Valencia, 1954)

    Fue uno de los ms destacados discpulos de Francisco trrega, y al igual que su maestro, tocaba con yema. Form parte del cuarteto de pulso y pa El Turia con sus hermanos Manuel, Teresa, Magendia y Emilio a finales del siglo XIX. Fund y dirigi la Rondalla Valenciana del Centro Instructivo Musical de Benimamet y la Rondalla Segarra de Valls dUix. Viaj por toda Europa y frica, actuando ante los zares de Rusia y los reyes Don Alfonso XIII y Doa Victoria Eugenia, de los que recibi la Encomienda de Isabel la Catlica. Fue maestro de guitarristas como Narciso Yepes, al que inici en el estudio de la guitarra, Patricio Galindo, Josefina Cruzado y Josefina Gil, entre otros. La produccin musical de Estanislao Marco conocida hasta fecha reciente era tan solo de nueve obras: Serenata y Preludio, editadas en la Biblioteca Fortea, las pertenecientes al archivo de Juan Marco Domingo (nieto del autor) Pequeos preludios, Esperanza, Dulce recuerdo, Cario, Triste ausencia, Lamento y Paz eterna. En el 2000 el guitarrista Jorge Orozco encontr accidentalmente cerca de 50 composiciones originales para guitarra y ms de 130 arreglos y transcripciones, trabajos que abarcan desde el ao 1901 hasta 1953. Este hallazgo ha revitalizado la figura histrica de Marco y enriquecido

    82 Trrega era valenciano de nacimiento aunque vivi gran parte de su vida en Barcelona.

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    notablemente el repertorio de la guitarra. Audicin: Estanislao Marco (Jorge Orozco)

    Emilio Pujol Vilarrubi (1886-1980) Naci en Granadella, cerca de Lrida, Espaa, el 7 de abril de 1886. Muri el 15 de noviembre de 1980. Con cinco aos de edad empez sus estudios de solfeo y, en 1897 los de bandurria. A los 15 aos (1901), fue para Barcelona estudiar con Francisco Trrega. A la muerte de ste en 1909,

    viaja a Madrid para estudiar teora y composicin con Agustn Campo (alumno de Dionisio Aguado). Su primer recital fue en 1907 en Lrida y su primer concierto en Barcelona en 1909. De 1912 a 1929

    sus conciertos lo llevaron principalmente al oeste europeo. En 1918 hizo su primer viaje a Sudamrica, empezando por Buenos Aires.

    En 1923 se casa con Matilde Cuervas una cantante y guitarrista andaluza. Estudi musicologa con Felipe Pedrell y, despus, en Pars, con Lionel de la Laurencie. Escribe

    entonces La Guitarra, una de las primeras enciclopedias de la historia del instrumento. En 1926-27 realiza una investigacin histrica, principalmente sobre la poca de Oro de los vihuelistas espaoles, publicando en 1928, la Bibliothque de Musique Ancienne et Moderne

    pour la Guitare. De 1946 a 1969, dio clases de guitarra en el Conservatorio de Msica de Lisboa. En 1963 se cas por

    segunda vez, con la cantante y pianista portuguesa Mara Adelaide Robert. En 1965 organiza su Concurso Internacional de Guitarra, Lad y Vihuela, en Lrida, Espaa, que se hizo popular, recibiendo alumnos y maestros de todo el mundo, y que se repiti todos

    los veranos durante diez aos. Su Escuela razonada de la Guitarra constituye una obra monumental en 4 tomos, que compendia

    desde la historia hasta la tcnica del instrumento. Compuso 124 obras y realiz ms de 275 transcripciones y arreglos para guitarra. Algunas de sus obras

    ms conocidas son: El Abejorro; Cancin de Cuna; Barcarolle; Cubana; Impromptu; Pieza No. 2 (Guajira o Evocacin

    Cubana); Pieza n 3 (Tango Espaol); Preludios; Scottish Madrileo; Sevilla; Danzas Espaolas; Piezas Espaolas; Tango; Tema y Variaciones; Tonadilla; Veneciana; Villanesca, etc.

    Hablar de Emilio Pujol es hablar de la guitarra misma desde sus orgenes hasta nuestros das donde se fusiona pasado y presente para rendir tributo a este contorno femenino que tantos poetas como virtuosos e intrpretes la loaron a travs de centurias, y a quien el Maestro se ha entregado en cuerpo y alma... Su mtodo escuela Razonada de la Guitarra es el decano de la Pedagoga y una obra didctica ejemplar para los que quieran crear nuevos sistemas. Su vigencia seguir mientras exista el Sol, mientras exista la Tierra, mientras existan los planetas... Los que deseen ser concertistas, en el ms amplio sentido de la palabra, tendrn que libar de este nctar...83

    Escuela Razonada de la Guitarra Libro I (1934): Exposicin terica general Libro II (1940): Estudio prctico y progresivo de las dificultades tcnicas Libro III (1954): Estudio prctico y progresivo de las dificultades tcnicas Libro IV (1971): Expositivo y dinmico. Ante todo es un libro de trabajo. Amplia el contenido esencial

    de los anteriores. Libro V (proyecto no editado): Resumen de experiencias sobre interpretacin, trascripcin,

    composicin, pedagoga, esttica y tica de la guitarra en su marcha evolutiva.

    83 Palabras de Jess Bentez Reyes, concertista y profesor, fundador de la Sociedad Internacional de Guitarra A.C. de Mxico en el concierto homenaje a E. Pujol celebrado el 5 de Abril de 1973 en el Palacio de la Msica, Sala Wagner de la Cuidad de Mxico.

  • 113- Historia de la Guitarra II

    APUNTES DE LA BIOGRAFA EMILIO PUJOL, DE JUAN RIERA84 Emilio Pujol no fue un tenaz explotador de virtuosidades como o