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Seguridad y salud en el trabajo: una prioridad sindical Educación Obrera 2002/1 Número 126

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Seguridad y saluden el trabajo:una prioridad sindical

Educación Obrera 2002/1Número 126

Editorial V

Entrevista con Jukka TakalaLa vida y la salud, derechos fundamentales de los trabajadores 1

Perspectivas globalesA producción peligrosa, producción insostenible,por Winston Gereluk y Lucien Royer 7El sindicalismo, un medio de prevención, por Rory O’Neill 14

En los sectoresGranjas salubres para productos sanos, por Peter Hurst 21Prevención de lesiones y enfermedades en el sector de la construcción,por Fiona Murie 26Encontrando la fórmula para la seguridad química, por Ian Graham 35

En las regionesSeguridad y salud en las economías en transición, por Annie Rice 41La prevención en el Africa francófona: papel de las institucionesde la seguridad social, por Tharcisse Nkanagu 48Seguridad en el trabajo en la región del Caribe: tendencias y retos,por Evelyn Greaves 53El combate de Europa por la salud y la seguridad profesionales,por Anne Renaut 60Hacia el tripartismo en materia de salud y seguridad en Malasia,por A. Navamukundan 65Mejorando en seguridad y salud: una nueva ley para Nueva Zelandia,por Ross Wilson 70Diez desafíos para la seguridad y la salud en el trabajo en el siglo XXI,por Juan Carlos Hiba 75

Cuestiones especialesCuando la negociación colectiva se ocupa del estrés laboral,por Anne-Marie Mureau 85El lado oscuro del trabajo nocturno, por Samuel Grumiau 91Riesgos al embarcar en los aeropuertos, por Ellen Rosskam 96Mapas de conducción sana y segura en los lugares de trabajo,por Peter Kirby 102

III

Indice

Desde sus mismos comienzos, los sindicatos apostaron por la mejorade las condiciones de trabajo entre sus máximas prioridades. Los ade-

lantos realizados en ese ámbito durante el último siglo, incluida una claradisminución de los accidentes laborales en el mundo industrializado, lamejora de los métodos de trabajo y la inclusión de la dimensión humanaen las industrias, son en gran medida resultado de los esfuerzos del sin-dicalismo.

Sin embargo, se está lejos de que ya no sea necesario que el sindica-lismo promueva mejores condiciones de trabajo. Las cifras que se ofrecenen este número de Educación Obrera son espeluznantes: diariamente mue-ren 5.000 personas en accidentes laborales, es decir, una cada 15 segun-dos. Las enfermedades profesionales continúan cobrándose muchas víc-timas, que suman más de 160 millones de personas tanto en países en de-sarrollo como industrializados. Esto es algo que perjudica a toda lasociedad, dado que esas víctimas se agregan a las demandas que ya seejercen sobre los sistemas públicos de salud en todo el mundo, con losconsecuentes costes y repercusiones sociales en las comunidades.

Las estadísticas muestran también que la carga social y económica esun azote distribuido de manera muy desigual. En algunos países euro-peos las víctimas mortales suman el doble que en otros, y en algunos lu-gares de Oriente Medio y Asia los índices de víctimas mortales asciendenal cuádruple de los países industrializados: algunos trabajos peligrosospueden ser de 10 a 100 veces más peligrosos. Como nos dice JukkaTakala, Director del Programa de la OIT sobre Seguridad y Salud en elTrabajo y Medio Ambiente, los trabajadores de la agricultura están espe-cialmente expuestos a riesgos. De un total de 350.000 accidentes de tra-bajo mortales que se producen anualmente en el mundo, alrededor de170.000 afectan a trabajadores agrícolas. La minería continúa siendo unaactividad de alto riesgo en muchos lugares, y la industria de la construc-ción sigue cobrándose 55.000 víctimas mortales cada año.

También la cobertura de seguros referida a la seguridad y salud en eltrabajo varía mucho de un lugar a otro del mundo: los trabajadores de lospaíses nórdicos disfrutan de una cobertura casi universal, mientras queen muchos países en desarrollo solamente el 10 por ciento o menos de lafuerza laboral goza de algún tipo de cobertura. Incluso en muchos paísesdesarrollados, la cobertura por accidentes y enfermedades profesionalesa veces sólo abarca a la mitad de la fuerza laboral.

No cabe duda de que la pobreza es uno de los factores que motiva laescasa protección y cobertura. Sin embargo, como señala la mayoría de loscolaboradores del presente número de Educación Obrera, gran parte de lossufrimientos que generan las débiles normas de seguridad y salud pocotienen que ver con el nivel de desarrollo o con la situación económica, ypueden ser evitados. En realidad, de esta manera se podría ayudar a los

V

Editorial

países a aliviar la pobreza ya que los accidentes y enfermedades profe-sionales cuestan en promedio un 4 por ciento del producto nacional bruto(PIB) de los países.

¿Puede tener la pobreza la culpa de que se permita a las empresas delNorte trasladar sus procesos de producción peligrosos a los países en de-sarrollo? ¿Cómo se puede explicar, por ejemplo, que – recientemente y enel espacio de algunas semanas – una serie de empresas de países en de-sarrollo hayan sido capaces de mejorar rápidamente sus niveles de segu-ridad y salud tan sólo porque debían responder a las exigencias de ma-yores normas por parte de sus clientes de países industrializados?

Así como existen las peores formas de trabajo infantil, que se han deeliminar inmediatamente y para las cuales la pobreza no es una excusaválida, también están las peores formas de explotación de trabajadores,que ponen en peligro sus vidas y que pueden erradicarse.

Este hecho es ineludible. Tal es el mensaje de los colaboradores deEducación Obrera. Muchas de las catástrofes y de las prácticas laborales cues-tionables de la actualidad se podrían evitar. La prevención debe convertirseen una prioridad. Las normas de la Organización Internacional del Trabajo(OIT) pueden contribuir a ello. Casi la mitad de los 184 convenios adopta-dos por la OIT están relacionados con cuestiones de salud y seguridad.Algunos de ellos, como el Convenio sobre la inspección del trabajo, 1947(núm. 81), el Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981(núm. 155), y el Convenio sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985(núm. 161), se han convertido en instrumentos fundamentales de la políticade la OIT para promover la salud y la seguridad. Este panel de instrumen-tos se ha visto reforzado con la adopción el año pasado del Convenio sobrela seguridad y la salud en la agricultura, 2001 (núm. 184). Otros instru-mentos, que se ocupan del asbesto, del entorno laboral, de la prevención deaccidentes, de la utilización de productos químicos y de la prevención deaccidentes laborales mayores, también constituyen campos de acción simi-lares para actuar en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo.

La ratificación de estas normas es desigual. Alguna de ellas (como elConvenio sobre la inspección del trabajo, con 128 ratificaciones) registraelevados índices de ratificación, pero otras, como el Convenio sobre se-guridad y salud de los trabajadores (27 ratificaciones), obtienen índicesbajos. Es especialmente abrumador el bajísimo nivel de ratificación delConvenio sobre el asbesto (solamente 26 ratificaciones), cuando se sabeque su fibra mata a 100.000 personas al año.

Ha llegado el momento de emprender una verdadera acción en favordel cambio. El año pasado, la OIT adoptó nuevas «Directrices sobre sis-temas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo». Las Partes con-vinieron en concentrarse en ello como un extenso programa de acción yun medio para que los gobiernos, empleadores y sindicatos promuevannuevas formas de sistemas de gestión basados en la colaboración, siste-mas con capacidad para corregir el déficit de adhesión a los actuales ins-trumentos y programas de la OIT. Dichas directrices pueden acompañara los principios englobados en la Declaración de la OIT relativa a los prin-cipios y derechos fundamentales en el trabajo. No obstante, es el deber detodos nosotros familiarizarnos con ellas y hacer hincapié en discutirlasentre todos y cada uno de los países.

Es innegable que hay mucho por hacer para alentar y promover las ra-tificaciones de los instrumentos de la OIT relativos a la seguridad y salud

VI

en el trabajo. En este número se hace una propuesta interesante que me-rece la debida atención: ¿por qué no incorporar uno de los instrumentossobre seguridad y salud a las normas fundamentales del trabajo com-prendidas en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechosfundamentales en el trabajo?

Hay otro mensaje más que se transmite en la mayoría de los artículos.Cuando lo que se busca conseguir es que se apliquen las normas de laOIT, prevenir accidentes y enfermedades profesionales y mejorar en ge-neral la seguridad y la salud en el trabajo, no hay nada más eficaz queuna fuerte presencia sindical. El respeto de las normas fundamentales deltrabajo, es decir, la libertad sindical y el derecho de sindicación, repercu-ten directamente en la situación de seguridad y salud del entorno laboralpor cuanto dan a los trabajadores el derecho de formar sindicatos o de afi-liarse a los mismos, y a dichos sindicatos la posibilidad de negociar con-diciones con los empleadores. La segunda implicación es que los sindica-tos deben procurar que la seguridad y la salud permanezcan en los pri-meros puestos de sus prioridades. La información que figura en elpresente número de Educación Obrera sugiere que la acción en el ámbitode la seguridad y la salud es una de las pruebas determinantes para queun trabajador se afilie a un sindicato o continúe afiliado al mismo. Bien escierto que poco se dice de los trenes que llegan o parten a la hora pero elmovimiento sindical ha sido demasiado discreto en cuanto a sus logros,que mejoraron las condiciones de salud y seguridad de millones de tra-bajadores, y también lo ha sido con respecto a su labor preventiva, queprobablemente salvó otras tantas vidas. Varios de nuestros colaboradoressostienen que la acción en favor de la seguridad y salud en el trabajo ocu-pará el centro de los renovados esfuerzos del movimiento sindical porhacer nuevos miembros.

Para finalizar, las cuestiones relativas a la seguridad y salud no se li-mitan sólo al trabajo. Los procesos de producción, la utilización, el alma-cenamiento y la eliminación de productos químicos, el tipo y el consumode energía, etcétera, son todos factores que repercuten en el medio am-biente general. Gran parte de las preocupaciones por un desarrollo soste-nible encontrarán respuesta en el lugar de trabajo. Por eso los sindicatoshan incluido el desarrollo sostenible en sus agendas, pudiendo hacer unacontribución única a los esfuerzos mundiales. La Cumbre Mundial sobreel Desarrollo Sostenible, que se llevará a cabo este año en Johannesburgo(Sudáfrica), ha colocado la salud pública a la cabeza de sus prioridades,constituyendo una excelente ocasión para consolidar un vínculo con lasalud y la seguridad. En efecto, la seguridad y la salud de los trabajado-res es un barómetro que marca la manera en que la sociedad trata al pú-blico en general. La Cumbre deberá reconocer que la delimitación del de-sarrollo sostenible se inicia en el lugar de trabajo, y que los sindicatosdeben participar junto con sus empleadores en el fomento de solucionesefectivas para el cambio. Reviste asimismo de un interés importante lagarantía de una «transición justa del empleo» a los trabajadores cuyo fu-turo dependa de la manera en que los gobiernos y las empresas se ocu-pen de mejorar el medio ambiente. Al igual que los sindicatos, la OIT re-clama que la Cumbre de Johannesburgo integre la dimensión social en elproceso destinado a alcanzar el desarrollo sostenible.

El 28 de abril es el Día Internacional de Conmemoración de los Traba-jadores Muertos y Heridos en el Trabajo. El movimiento sindical interna-

VII

cional lleva varios años rindiéndoles homenaje en esta fecha, y ahora laOIT se ha adherido a fin de atraer la atención en una tragedia mundialque muchísimas veces pasa desapercibida.

El mejor tributo que se puede rendir a quienes murieron o sufrieronheridas en su trabajo consiste, obviamente, en procurar corregir y reme-diar la situación. Tanto la OIT como los sindicatos fueron fundados parahacer que la gente trabaje en condiciones de dignidad y seguridad. Nopermitamos que nadie lo ponga en duda.

Manuel Simón VelascoDirector

Oficina de Actividades para los Trabajadores, OIT

VIII

Educación Obrera: La OIT dedica conside-rables recursos a la seguridad y la salud enel trabajo. Ha decidido adherirse al Día In-ternacional de Conmemoración de los Tra-bajadores Muertos y Heridos en el Trabajoque el movimiento sindical celebra todoslos años el 28 de abril. ¿Qué puede decirde la situación actual en lo que se refiere ala seguridad y salud en el trabajo?

Jukka Takala: Es una catástrofe cotidianaque rara vez ocupa los titulares. Estima-mos que anualmente mueren 2 millones depersonas en accidentes laborales. Eso es elequivalente del World Trade Centre, unatragedia cotidiana similar al 11 de sep-tiembre. Más de 5.000 personas mueren enel trabajo todos los días. Y no hay que ol-vidar que la mayoría de las personas quemurieron en el ataque terrorista de NuevaYork eran trabajadores. La cantidad de ac-cidentes está aumentando. Nuestras esti-maciones sitúan la cifra en 250 millones deaccidentes anuales. Las enfermedadesvinculadas al trabajo afectan a alrededor

de 160 millones de personas. Y éstas sonestimaciones conservadoras.

EO: ¿Qué quiere decir con eso?

JT: Nuestras cifras se basan en informaciónrecopilada hace diez años. Desde enton-ces, la población que trabaja ha aumen-tado. El trabajo no protegido en la econo-mía no estructurada ha venido aumen-tando, y aunque no contamos con cifrasoficiales, ya que esa economía es en ciertaforma invisible, sabemos que en ella haymuchos problemas. Esos problemas no fi-guran en las estadísticas. Las cifras más se-guras proceden de algunos países que tie-nen un buen sistema de notificación de ac-cidentes y enfermedades y que tambiénson los países donde hay mejor preven-ción. Eso significa que nuestras estimacio-nes son bastante conservadoras. Por ejem-plo, Dinamarca tiene el índice de enfer-medades profesionales más elevadoregistrado por habitante. Eso no significaque Dinamarca sea el país más peligroso.

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Entrevista

La vida y la salud, derechos fundamentalesde los trabajadores

Desde 1998, Trabajo sin Riesgo, Programa de la OIT de Seguridad ySalud en el Trabajo y Medio Ambiente, está organizando los esfuer-zos de la Organización por promover la salud en el trabajo. Se tratade una tarea gigantesca cuando se tiene en cuenta la cantidad depersonas que mueren o sufren heridas en el trabajo. Jukka Takala,Director de Trabajo sin Riesgo, hace un balance de la situación. Enesta entrevista, destaca los planes futuros de la OIT, incluido el deseode un nuevo convenio sobre seguridad y salud, con miras a incluirloen las normas fundamentales del trabajo de la OIT, que se discutiráen la Conferencia Internacional del Trabajo de 2003.

Jukka TakalaDirector

Programa de Seguridad y Salud en el Trabajoy Medio Ambiente, OIT

Muy al contrario: Dinamarca se cuentaentre los más seguros, pero notifica las en-fermedades y paga las prestaciones co-rrespondientes. Para darle otro ejemplo, siextrapoláramos los casos de muerte de lascifras que se reciben de Finlandia y asu-miéramos entonces que todos los paísestienen las mismas normas de seguridad yprevención severas, nuestra estimaciónsería de 1,8 millones de muertes anuales.Sabiendo que pocos países gozan de talesnormas estrictas, la cantidad real de per-sonas que mueren en el trabajo podríaequivaler al doble de las cifras actuales, esdecir, bastante más de 2 millones anuales.

EO: ¿Cuáles son las ocupaciones más peligro-sas para los trabajadores?

JT: Hoy en día, la agricultura es uno de lostres sectores más peligrosos, junto con laminería y la construcción, tanto en paísesen desarrollo como en países industrializa-dos. Estimamos que de un total de 350.000accidentes de trabajo mortales cada año, al-rededor de 170.000 casos se producen entrelos trabajadores del sector agrícola. Granparte de los 1.300 millones de trabajadoresdel sector agrícola sufren graves lesionesen accidentes de trabajo utilizando maqui-naria o se intoxican con pesticidas y otrassustancias agroquímicas. Esa situación in-dujo a la OIT a adoptar el año pasado unnuevo convenio sobre la seguridad y lasalud en la agricultura. La minería, que eneste momento representa un problemamenor en los países industrializados, siguesiendo altamente peligrosa en el mundo endesarrollo. En las minas de Asia y de Africase sigue utilizando alta intensidad de manode obra. Allí no se emplean maquinarias oequipos modernos, y muchas personas si-guen muriendo en la minería tanto de en-fermedades como debido a accidentes.

EO: ¿Quiere decir que, en general, la situaciónes mucho peor en los países del Sur?

JT: En efecto, una de las tendencias indicaque en cierta forma los países industriali-zados están exportando sus riesgos a lospaíses en desarrollo. Las tareas insalubres

y difíciles se relegan al Sur, eso incluye porsupuesto la minería. Muchos de los pro-blemas de carácter económico provenien-tes del Norte se han trasladado al Sur,donde la mano de obra no solamente esmás barata sino que también está muchomenos protegida. El índice de accidentesmortales en el Asia en desarrollo es cuatroveces superior al de los países industriali-zados. Mientras los trabajadores de lospaíses escandinavos disfrutan de cober-tura universal y prestaciones, solamente el10 por ciento de los países en desarrollocuenta con protección social y las presta-ciones en caso de enfermedades o acci-dentes laborales, cuando las hay, son muylimitadas.

EO: ¿Existe entonces un vínculo directo entrepobreza y mala salud y riesgos en el trabajo?

JT: Existe un vínculo claro con la pobreza.Lo mismo que hay un vínculo entre trabajoinfantil y pobreza. Cuanto más pobre es unpaís, más probable es que caiga en latrampa de la inseguridad en el trabajo. Noobstante, hay un nivel por debajo del cualya no se puede culpar a la pobreza. Porpobre que sea, un país no debería aceptarque se vendan chicos y chicas para desti-narlos a la prostitución. En ese mismoorden de cosas, no se puede aceptar quepara extraer carbón de una mina muerauno de cada diez trabajadores. Hay mu-chas mejoras que hacer y algunas se debenllevar a cabo de inmediato. Por ejemplo,sabemos que cuando Walmart, la cadenagigante de venta minorista estadouni-dense, comunicó a sus proveedores delAsia en desarrollo que tendrían que con-formarse a normas más estrictas en lo con-cerniente a salud, seguridad y condicionesde trabajo, la respuesta fue inmediata. In-cluso el más pequeño de los proveedoresde Tailandia estuvo en condiciones deadaptar su producción a las nuevas nor-mas. Como se ve, la pobreza no siempre esuna excusa válida.

EO: ¿No es el coste de mejorar la seguridad yla salud en el trabajo un obstáculo para los paí-ses pobres?

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JT: En realidad, el coste de no hacer nadaes muy superior. Calculamos que el gastovinculado a los accidentes y enfermedadeslaborales representa el equivalente del 4por ciento de la suma del producto nacio-nal bruto (PNB) de todos los países de esteplaneta, o el equivalente del total del PNBde Africa, Oriente Medio (incluidos lospaíses productores de petróleo) y el sur deAsia. Por consiguiente, haciendo frente alas cuestiones de seguridad y salud en eltrabajo se podrían economizar muchos re-cursos, lo que conviene tanto a los gobier-nos y empresas como a los trabajadores. Esconveniente para la sociedad en general.Ningún país del mundo ha demostradoque puede aumentar su nivel de producti-vidad con un bajo nivel de seguridad. Nin-guna empresa con beneficios puede mos-trar a largo plazo un alto nivel de produc-tividad con un bajo nivel de seguridad.

EO: El Día Internacional de Conmemoracióndel año pasado se dedicó a las víctimas del as-besto. ¿Cuál es la situación actual al respecto?

JT: Podemos hablar, por cierto, de una epi-demia de asbesto. El año pasado, supimosque 100.000 personas murieron por estacausa. Lamentablemente, eso continuarápese a que actualmente se está eliminandoel asbesto en los principales países. No hayque olvidar que una vez que un trabajadorha estado expuesto pueden transcurrirhasta veinte años antes de que aparezca laenfermedad, por lo que se está lejos dehaber reducido la epidemia. Unos 35 paí-ses ya han prohibido la fibra, lo que im-plica que todavía se utiliza en otros 150.En algunos lugares incluso se recicla, porejemplo, la de los cascos de barcos ya in-servibles.

EO: ¿El Convenio núm. 162 de la OIT prohíbeel asbesto?

JT: Nuestro Convenio núm. 162 sobre elasbesto fue adoptado en 1986. En ese mo-mento no era posible prohibir el asbestoen todas sus aplicaciones. El Convenioprohíbe ciertos tipos de asbesto y ciertosprocesos como la pulverización. Por lo

tanto no se trata de una prohibición com-pleta, pero el texto del Convenio estipulala eliminación progresiva del asbesto.Ahora bien, este Convenio solamente lohan ratificado 26 países. Por consiguiente,nuestros esfuerzos se concentran en pro-curar conseguir tantas ratificaciones comosea posible. Mientras tanto, se tendrán queprever nuevas medidas que prohíban todotipo de asbesto. Estamos desarrollando«Programas nacionales sobre Trabajo sinRiesgo», que forman parte del esfuerzo dela OIT para promover el «Trabajo De-cente». Una campaña que prohíba total-mente el asbesto podría formar parte dedichos programas. Ultimamente, noshemos puesto en contacto con las autori-dades chinas para proponer que se cele-bren Juegos Olímpicos exentos de asbesto.También estamos procurando llevar a cabouna acción conjunta entre la OIT y la Or-ganización Mundial de la Salud (OMS).

EO: Recientemente, se ha prestado más aten-ción, o por lo menos eso parece, a la salud en eltrabajo. ¿Ha notado la OIT alguna mejora?

JT: Las tendencias tanto de los accidentescomo de las enfermedades están mezcla-das. En los países industrializados hubouna clara disminución de las lesiones gra-ves. Esto es debido tanto a cambios es-tructurales, que permiten el empleo demenos trabajadores en actividades peli-grosas del sector agrícola, industrial, de laconstrucción y de la minería, como a unaverdadera mejora en hacer que el trabajosea más salubre y tenga menos riesgos.Otro factor que contribuyó a este progresoes la mayor capacidad de suministros deatención a primeros auxilios y casos deemergencia, lo que salva vidas, si bien noreduce la cantidad de accidentes. Unanueva tendencia que se observa en los paí-ses industrializados es el aumento de lostrastornos esqueleticomusculares y losproblemas mentales, reacciones asmáticasy alérgicas y problemas causados por ma-terial peligroso, incluso cancerígeno. Laspreocupaciones acerca del estrés se estánhaciendo rápidamente notorias con la pre-sión que ejerce la mundialización y el au-

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mento de la competencia mundial. A estosproblemas se añade el tener que hacerfrente a las nuevas tecnologías, la pérdidade calificaciones, la redimensión de lasempresas y la pérdida de puestos de tra-bajo, el aumento del carácter precario delempleo y las malas condiciones de trabajo.Otra evolución preocupante es la violen-cia en el trabajo, tanto física como psicoló-gica, que a medida que aumenta en elmundo también lo hace en el mundo deltrabajo. Por ejemplo, puede consistir en ac-titudes reiteradas que, aisladas, podríantener relativamente poca importancia peroque al acumularse pueden originar gravesperjuicios. La violencia va desde el homi-cidio y las agresiones físicas hasta la inti-midación, el hostigamiento y el acoso se-xual y racial. El estrés y la violencia resul-tan costosos para la comunidad, entre el 1y el 3,5 por ciento del producto interiorbruto (PIB).

Si a esto se suma el daño que causan lasdrogas, el alcohol y el tabaco, que afectana casi todos los países, el panorama es bas-tante sombrío. Acabamos de lanzar unnuevo paquete de capacitación denomi-nado SOLVE y cuyo objetivo es hacerfrente a estos nuevos problemas de saluda través de soluciones basadas en la acción.

EO: ¿Qué ocurre con los países en desarrollo?

JT: En los países en desarrollo, las tenden-cias son todavía menos favorables: la genteemigra a las ciudades; se crean más in-dustrias, a menudo no estructuradas y pe-ligrosas; la mundialización contribuye aque intervengan trabajadores sin expe-riencia previa en tareas industriales; se ne-cesitan viviendas y locales, provocando unaumento en las tareas de construcción, in-fraestructuras, tales como caminos, di-ques, instalaciones para telecomunicacio-nes y para generación de energía, y se pro-ducen nuevos artículos y materialessintéticos utilizando productos químicos,fibras y minerales. Todos esos factores in-fluyen en los índices y en las cifras de ac-cidentes y enfermedades profesionales,dado lo cual en muchos países en desa-rrollo se observan tendencias en alza. Uni-

camente en el Africa subsahariana estima-mos que se producen 125.000 muertes vin-culadas al trabajo. No hay que olvidar queen la mayoría de los países en desarrollono hay ninguna cobertura en caso de acci-dente o enfermedades profesionales orelacionadas con el trabajo. Solamente23 países han ratificado el Convenio de laOIT sobre las prestaciones en caso de acci-dentes del trabajo y enfermedades profe-sionales (núm. 121) [Cuadro I modificadoen 1980], adoptado en 1964, donde se enu-meran las enfermedades profesionales quedeberían dar derecho a prestaciones.

EO: ¿La inspección laboral no podría contri-buir a mejorar la situación?

JT: Con respecto a la inspección del tra-bajo, la tendencia no ha sido muy favora-ble en el pasado, especialmente en los paí-ses en desarrollo. Ni siquiera los gobier-nos suelen percibir la inspección deltrabajo como lo que realmente es: un ser-vicio a disposición de la población.En muchísimos países hay muy pocos ins-pectores y a menudo éstos carecen de unacapacitación adecuada. No se destinan su-ficientes recursos a la inspección laboral.Cuando hay dificultades económicas, lospresupuestos destinados a la inspeccióndel trabajo a menudo serán los primerosen sufrir recortes. La OIT recomienda quese inspeccione todo lugar de trabajo unavez al año pero muy pocos son los paísesque alcanzan ese nivel. Si las condicionesson buenas y si la patronal está bien orga-nizada, la inspección laboral no exigiríamucho tiempo. Por otra parte, no se puedeesperar que se respeten las leyes y regla-mentaciones sin que se controle su cum-plimiento. Debe haber algún sistema querespalde esas disposiciones. Si se consienteque las empresas que descuidan la salud yla seguridad continúen haciéndolo, daránun mal ejemplo y otras empresas tenderána reducir sus propios esfuerzos en materiade seguridad.

EO: Una serie de convenios de la OIT se refie-ren a la seguridad y la salud, pero el índice deratificación no es muy elevado.

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JT: Más de la mitad de los 184 conveniosque hasta ahora ha adoptado la OIT estánvinculados a cuestiones de seguridad osalud. Algunos, como el Convenio sobre lainspección del trabajo, 1947 (núm. 81), o elConvenio sobre seguridad y salud de lostrabajadores, 1981 (núm. 155), y el Conve-nio sobre los servicios de salud en el tra-bajo, 1985 (núm. 161), son instrumentosfundamentales de nuestra política. Nues-tra prioridad consiste en aumentar la can-tidad de ratificaciones de esas normas, loque puede contribuir a mejorar la situa-ción de países individuales. Pero aquí nosencontramos con una situación paradó-jica. Cuando la OIT adoptó su Declaraciónrelativa a los principios y derechos funda-mentales en el trabajo en 1998, se confir-maron ocho convenios como normas fun-damentales del trabajo, y éstos pasaron aser objeto de una gran campaña. Debido aello, algunos de nuestros mandantes rele-garon otras normas a la categoría de con-venios secundarios. Por ejemplo, sé que ungran país industrializado estuvo a puntode ratificar el Convenio núm. 155 pero pos-tergó su decisión porque se estaba ejer-ciendo presión para que ratificara el Con-venio sobre las peores formas de trabajoinfantil, 1999 (núm. 182). Ese país sola-mente podía ratificar un convenio por año.Optó por uno de los convenios funda-mentales. Sin embargo, mientras que enese país el trabajo infantil es prácticamenteinexistente, la seguridad y la salud plan-tean serios problemas.

EO: ¿Qué se piensa hacer al respecto?

JT: Aquí nos tropezamos con un problemafundamental, la seguridad y la salud pro-fesionales no son cuestiones que gocen demucho crédito en las agendas nacionales einternacionales. Entre los convenios fun-damentales de la OIT no existen conveniosque traten la seguridad y la salud profe-sionales y que consigan desarrollar, antelos problemas, sólidos programas dotadosde recursos técnicos y financieros sufi-cientes. En la próxima Conferencia Inter-nacional del Trabajo de 2003 se debatiráuna dimensión integrada de las acciones

definidas en relación con la seguridad ysalud en el trabajo, con miras a establecerlas etapas que culminen los progresos enel lugar del trabajo y, así, dar respuesta aeste grave problema. La Conferencia ana-lizará las consecuencias que entrañan lasnormas actuales, así como otros trabajosasociados, que ha emprendido la OIT y susEstados Miembros. Esperamos que, a esterespecto, se propongan conjuntamente,con otros medios de acción, procedimien-tos para incluir un convenio sobre seguri-dad y salud en el trabajo en los conveniosfundamentales o medidas similares, paraconseguir un mayor efecto. Si la gente estádispuesta a morir o a quedarse inválida enel trabajo, ¿para qué sirven las normas fun-damentales del trabajo? El derecho a la se-guridad y la salud es fundamental. Yahemos iniciado consultas sobre este plan-teamiento y esperamos apoyar a todos losgrupos, incluido, por supuesto, el Grupode los Trabajadores.

EO: Evidentemente, los trabajadores demues-tran un interés especial al respecto. ¿Pero in-fluye de alguna manera la sindicación de lamano de obra en la situación de seguridad ysalud en el trabajo?

JT: Por supuesto. Por ejemplo, en un re-ciente estudio llevado a cabo sobre la ins-pección de trabajo en Suecia se demuestraque una de las principales razones de losaltos logros alcanzados en ese país, en loque respecta a seguridad y salud, es la tra-dición de colaboración entre trabajadoresy empleadores y la participación de los tra-bajadores desde principios de los añosveinte. Ya entonces, los trabajadores y losempleadores concluyeron un acuerdo quecondujo a un proceso para lograr consensoy que sigue vigente hasta hoy. La expe-riencia demuestra que la participación delos trabajadores es un factor importantí-simo de las mejoras. Estoy hablando detrabajadores sindicados, porque, de no serasí, no consiguen hacerse escuchar. Tam-bién existe un claro vínculo entre los índi-ces de sindicación y la ratificación de losconvenios de la OIT sobre seguridad ysalud. Los países con elevados índices de

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sindicación son también los que han rati-ficado la mayor cantidad de convenios.Esos países también son los que mejorestán en cuanto a prevención y seguridady salud en general.

EO: Suecia y Finlandia, que tienen elevadosíndices de sindicación, han ratificado la mayo-ría de los convenios sobre seguridad y salud.Sin embargo, ¿cree que los sindicatos podríanhacer más?

JT: Los sindicatos siempre deberían estaralerta y poner mayor énfasis en la seguri-dad y la salud como parte de su labor coti-diana, además de otras cuestiones como elsalario, el tiempo de trabajo y la negocia-ción colectiva. Los empleadores y los tra-bajadores pueden comenzar a pensar quealgo «a ellos no les sucederá nunca», por loque los sindicatos deben recordarles que es

necesario prestar atención a la seguridad yprotegerlos contra un falso sentimiento deseguridad. No olvidemos que por cada ac-cidente mortal, hay 1.200 accidentes me-nores que ocasionan tres o más días de ab-sentismo, 5.000 heridas que requieren pri-meros auxilios y 70.000 accidentes queestuvieron a punto de ocurrir. Eso significaque para evitar un accidente mortal se debeejercer influencia en todos los demás ele-mentos que pueden llevar a una muerte enel trabajo. Es un reto de grandes dimensio-nes. Es un reto continuo. Es como la edu-cación: todos los años nuevos chicos y chi-cas ingresan en las escuelas y hay que en-señarles a leer. Lo mismo ocurre con lamano de obra: hay una necesidad cons-tante de capacitación y recapacitación. Lascatástrofes ocurren cuando disminuye lavigilancia y la atención. Los sindicatos nodeben dejar nada librado al azar.

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Amedida que el mundo se prepara parala Cumbre Mundial sobre el Desarro-

llo Sostenible, que se va a celebrar en Jo-hannesburgo (Sudáfrica), del 26 de agostoal 4 de septiembre de 2002, los trabajadores,los sindicatos y sus asociados del ámbito so-cial están redoblando sus esfuerzos para di-rigir la atención hacia los miles de personasque cada año mueren, sufren heridas o en-ferman debido a condiciones de trabajo in-seguras, insalubres y no sostenibles.

El tema de 2002 del Día Internacionalde Conmemoración de los TrabajadoresMuertos y Heridos en el Trabajo, el 28 deabril, «Mejorando la salud pública con dis-posiciones más enérgicas de salud y segu-ridad», encaja perfectamente en el mensajeque los sindicatos llevarán a Johannes-burgo: nunca se podrán considerar soste-nibles los sistemas de producción que pro-vocan tanta miseria y tantas pérdidas devidas humanas.

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Perspectivas globales

A producción peligrosa, producción insostenibleLa Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebraráeste año en Johannesburgo, brinda una excelente oportunidad parapromover la seguridad y salud en el trabajo en este mundo en rápidamutación. En dicha Cumbre se deberá reconocer que el desarrollosostenible comienza en el trabajo, y que los sindicatos pueden apor-tar una contribución única para encarar esta cuestión.

Winston Gereluk*

Coordinador de Relaciones Laborales y Recursos HumanosUniversidad de Athabasca (Canadá)

Lucien RoyerDirector de Salud y Seguridad en el Trabajo y Medio Ambiente

Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL)y Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (CSC).

La seguridad y la salud en el trabajocomo factor inseparable del desarrollosostenible

Si bien el Día de Conmemoración y las ac-tividades relacionadas con esa jornada hanconseguido que se preste atención a la se-guridad y la salud en el trabajo, aún haymuchos a quienes se debe convencer deque esa cuestión debe incluirse en laagenda de Sudáfrica. Sin embargo, es in-negable la importancia de la seguridad yla salud en el trabajo como herramientapara el desarrollo sostenible. La argumen-tación a favor se basa en la función claveque los lugares de trabajo desempeñan enlos sistemas de producción y consumo.

Los lugares de trabajo están en el cen-tro de la producción pero son tambiéngrandes consumidores por propio dere-cho. Son determinantes clave de otrasáreas de desarrollo, como la utilización dela energía y la tierra, y son, por lo tanto,un punto lógico de atención de la accióncon respecto al desarrollo sostenible, es-pecialmente en lo que concierne a la di-mensión social.

* Winston Gereluk reparte su tiempo entre laUniversidad de Athabasca (Canadá) y la Internacio-nal de Servicios Públicos, sita en Ferney-Voltaire(Francia), a la que representa en cuestiones de desa-rrollo sostenible.

Concentrándose en el lugar de trabajo

Los sindicatos sostienen que actuando enlos lugares de trabajo se beneficia la siner-gia natural entre la producción y el con-sumo, y tiene un gran potencial de «des-bordamiento» de los lugares de trabajohacia la comunidad. Progresivamente seva aceptando que las crisis sanitarias pú-blicas, como el virus de inmunodeficienciahumana y síndrome de inmunodeficienciaadquirida (VIH/SIDA), están vinculadasal trabajo y que la prevención y el trata-miento se pueden abordar mejor a travésde programas que emanen de los lugaresde trabajo. Además, al prestarse especialatención a los lugares de trabajo se amplíauna tradición en la que la salud y la segu-ridad siempre estuvieron vinculadas aproblemas del entorno socioeconómicomás amplio. En realidad, el origen del mo-vimiento sindical mismo se basa en unarespuesta colectiva de los trabajadores a laspérdidas humanas resultantes de sistemasde producción y entornos sociales no sos-tenibles. Los trabajadores y sus comunida-des siempre han estado entre las primerasvíctimas del desarrollo no sostenible, car-gando con el peso de la desarticulación delas fuentes de trabajo, los altibajos de lascomunidades, los problemas de las indus-trias o incluso siendo víctimas mortales1.Los primeros y modestos pasos proporcio-naron cierta protección y un derecho limi-tado a participar en la toma de decisiones.Sin embargo, con el correr de los años estose ha convertido en un ámbito altamentedesarrollado, y actualmente la seguridady la salud en el trabajo están reconocidascomo uno de los mejores ejemplos de rela-ciones laborales basadas en una gestiónconjunta. Además, es un ámbito que se ex-pande con toda naturalidad para incorpo-rar cuestiones más amplias, inherentes aldesarrollo sostenible.

Concentrándose en la dimensión social

Los esfuerzos por conseguir que se aceptela seguridad y la salud profesional en laCumbre Mundial requerirán que se preste

mucha mayor atención a la dimensión so-cial, el ámbito menos fomentado del desa-rrollo sostenible, a pesar de que es uno delos tres pilares esenciales de la Declaraciónde Río. Hasta hace poco, los sindicatos so-lían ser el único grupo que hacía hincapiéen ello; transcurridos nueve años desdeRío, aún hay poco consenso con respecto alos «indicadores» y muy poca investiga-ción con respecto a los «efectos humanos»que representa. Los sindicatos procuraránque se integre plenamente la dimensiónsocial en las propuestas económicas y am-bientales, prestándose especial atención ala lucha contra la pobreza, el trabajo de-cente, las cuestiones inherentes al géneroy a la juventud y a una «transición justa».

Concentrándose en enfoquesparticipativos

En el ámbito de la seguridad y salud en eltrabajo es donde mejor se ha demostradola eficacia de los programas basados en loslugares de trabajo. Los sindicatos conti-núan promoviéndolos como un modelopara los esfuerzos locales, nacionales e in-ternacionales por alcanzar el desarrollosostenible. Este modelo pone énfasis en losenfoques participativos y democráticos, loque lo hace naturalmente adecuado al cre-ciente consenso de que el desarrollo soste-nible requiere una amplia participación enla toma de decisiones y un control por partede las poblaciones y de las comunidadesmás directamente afectadas por el proceso.En decenas de miles de lugares de trabajodel mundo, los programas de seguridad ysalud en el trabajo han demostrado clara-mente la manera en que se puede reforzarla gestión de los lugares de trabajo a travésde procesos conjuntos de evaluación, fija-ción de metas, aplicación y control. Se hadesarrollado un modelo de trabajo para la«democracia laboral» a través de los comi-tés de seguridad y salud, de los represen-tantes sindicales, de los comités de em-presa y de otras estructuras conjuntas, que,además, se dedican a la formación, la ca-pacitación y las consultas necesarias paracrear la conciencia, los conocimientos y la

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competencia clave requeridos para quehaya una buena participación 2.

La mezcla de mecanismos participati-vos incluye acuerdos voluntarios, que vandesde códigos de conducta hasta conve-nios colectivos marco, basados en la ideageneralizada de que éstos son parte de unacomposición que debe incluir reglamenta-ción y la fijación de normas 3. Todos estosmecanismos incluyen el reconocimiento deque la participación de los trabajadores esfundamental para que haya un cambio sig-nificativo en los lugares de trabajo. No obs-tante, se los ha de combinar con una am-plia participación ciudadana en el desarro-llo comunitario basado en «indicadores»como: a) inclusión de todos los grupos afec-tados, b) transparencia en la toma de deci-siones y c) acceso a la información en loslugares de trabajo y en la comunidad.

Los sindicatos tienen una gran capaci-dad para contribuir a la investigación parael desarrollo sostenible, con amplitud porla cantidad – más de 2 millones de conve-nios colectivos y 2,5 millones de lugares detrabajo – y con profundidad por sus es-tructuras, programas y disciplina. Ya handemostrado que las estructuras de seguri-dad y salud se pueden adaptar con éxitopara responder al desafío del desarrollosostenible. He aquí unos ejemplos:

� Los comités de seguridad y salud en eltrabajo se han ampliado incorporandocuestiones relativas al desarrollo soste-nible en los lugares de trabajo y en lacomunidad.

� Los representantes o «delegados desalud y seguridad» se han convertidoen representantes de seguridad y saludocupacional con altas cualificaciones yrelaciones comunitarias de respaldo.

� La negociación colectiva ha ido inclu-yendo disposiciones «verdes», que re-flejan la preocupación de los trabaja-dores por lugares de trabajo y entornossociales salubres y sostenibles.

� Las disposiciones tomadas entre sindi-catos y empleadores se han ampliadoincorporando «alianzas» en materia dedesarrollo sostenible con respecto a la

situación general del trabajo y la co-munidad.

� La valoración, fijación de metas, apli-cación, evaluación, control y presenta-ción de informes de los sistemas con-juntos se han ido extendiendo parapasar a abarcar objetivos de desarrollosostenible 4.

� Se reestructuró el material relativo a laseguridad y salud en el trabajo a fin deincorporar cuestiones relativas al desa-rrollo sostenible.

� Se han ampliado los acuerdos volunta-rios, incluso los convenios colectivos,códigos de conducta y otros acuerdospara abordar cuestiones relativas al de-sarrollo sostenible.

� Está creciendo una cultura del lugar detrabajo que va más allá de la salud y se-guridad, e incorpora metas de desarro-llo sostenible.

� Se ha revitalizado una tradición de de-fensa pública, con la participación detrabajadores y sindicatos en el ámbitode la formación y orientación al públicoen general, en cuestiones relativas aldesarrollo sostenible.

Finalmente, el sindicalismo es un mo-vimiento internacional y, como tal, estáequipado para emprender la lucha por eldesarrollo sostenible en un sistema mun-dializado de producción y consumo. Tienela capacidad de transmitir su mensaje y demovilizar a los trabajadores de todo elmundo, así como de trabajar con gobier-nos nacionales y organismos internacio-nales para derribar barreras muy antiguas.

Lugares de trabajo no sostenibles

Los sindicatos han enfocado la seguridady salud en el trabajo (y ahora el desarrollosostenible) como parte de un esfuerzo porcambiar las relaciones de trabajo. Sus ob-jetivos siempre han incluido todos los as-pectos de la vida del trabajador, en con-cordancia con la definición de salud pro-fesional proporcionada en 1963 por un

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comité conjunto de la Organización Inter-nacional del Trabajo (OIT) y de la Organi-zación Mundial de la Salud (OMS):

La promoción y el mantenimiento delmayor nivel posible de bienestar físico,mental y social de los trabajadores entodas las ocupaciones, la prevenciónentre los trabajadores de problemas desalud causados por sus condiciones detrabajo, la protección de los trabajado-res en su empleo de riesgos resultan-tes de factores adversos a la salud, laubicación y el mantenimiento del tra-bajador en un entorno ocupacionaladaptado a su condición fisiológica ypsicológica 5.Esta amplia definición corresponde al

concepto de desarrollo sostenible, queabarca todos los sectores de la vida eco-nómica y social. Como tal, es contraria ala política sobre seguridad y salud profe-sionales basada en una estrecha posicióncontractual según la cual los riesgos inhe-rentes al trabajo son contraídos librementepor los trabajadores y, de una u otra ma-nera, quedan bajo su control 6. También escontraria a un enfoque basado en los costes-beneficios, que hace caso omiso de la desi-gualdad de poder en la relación de em-pleo. Los sindicatos se han opuesto espe-cialmente a la asignación de recursos paraseguridad y salud basada en la voluntadde los empleadores de pagar para que sereconozcan menos riesgos. Señalan que enla mayoría de las sociedades, la mayorparte de los «costes por perjuicios» vincu-lados con enfermedades y accidentes hansido socializados o impuestos directa-mente a los trabajadores, sus familias y co-munidades. Muy pocas veces los emplea-dores individuales tienen que respondery solventar los verdaderos costes de laspérdidas que han ocasionado.

Las doctrinas basadas en la «libre con-tratación» son responsables de niveles deexposición a riesgos en el trabajo más altosde los autorizados para el público en ge-neral. Se basan en la presunción de quecuando los trabajadores reclamen primasde riesgo o alguna otra forma de compen-sación a cambio de la exposición, automá-ticamente se tomarán medidas de control 7.

No obstante, gran parte de la resisten-cia a las cuestiones principales se basa enuna simple razón: la conversión a una pro-ducción salubre, segura y favorable almedio ambiente indudablemente es cos-tosa porque la mayoría de los lugares detrabajo han sido concebidos sin tener encuenta la salud del trabajador ni la soste-nibilidad del medio ambiente.

Los sindicatos, las organizaciones nogubernamentales (ONG) y otros interlo-cutores sociales no están de acuerdo conquienes sostienen que la existencia de ries-gos y amenazas se debe establecer «másallá de toda duda razonable»; es decir, quela falta de pruebas graves, concluyentes ypositivas justifica la inacción. Los sindica-tos han respondido con el principio precau-torio, que se debe aceptar como funda-mental para el desarrollo sostenible. Enesencia, ese principio establece que lacarga de la prueba de la seguridad de unproducto o proceso recae en quienes de-sean introducirlo en el lugar de trabajo oen la sociedad.

El lugar de trabajo en procesode cambio

Desde Río, en los lugares de trabajo delmundo, se ha llevado a cabo una reorga-nización y reestructuración masiva, a me-dida que la mundialización de la produccióny el consumo aumentaron las presiones delmercado con bienes y servicios, a más bajoprecio, dentro de espacios de tiempo máscortos, además de medidas de reducciónde costes. Las formas emergentes de tra-bajo tienden a implicar una intensificacióny fragmentación de las tareas, la reducciónde personal, la polivalencia y subcontrata-ción, la aceleración de los ritmos, los ho-rarios y los turnos irregulares, los márge-nes más reducidos para las opciones loca-les o personales, etcétera. Los efectos sobrela salud física y psicológica de los trabaja-dores son enormes.

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Nueva tecnología

Sólo la nueva tecnología impone ya un retoinmenso. Los sindicatos siempre han alen-tado la transferencia de tecnología parapromover empleo y fortalecer las capaci-dades, pero también han hecho hincapiéen sus efectos negativos, especialmentecuando se tiene poco en cuenta las reper-cusiones sociales y ambientales. El elevadoaumento de los problemas esqueletico-musculares son testimonio de un enfoqueno sostenible de la tecnología, al igual quelo hacen las amenazas que se ciernen sobrelos agricultores y las comunidades debidoa los organismos genéticamente modifica-dos (OGM) y la biotecnología, especial-mente en países en desarrollo donde haymayores probabilidades de que se obser-ven los efectos más desastrosos.

Enfrentados a esta realidad, los sindi-catos han planteado la seguridad socioe-conómica como una condición indispensa-ble de la participación de los trabajadoresen el desarrollo sostenible, especialmentecuando la misma presagia trastornos engran escala para ellos y sus comunidades.Los sindicatos deben defender los progra-mas de «transición justa» por razones deequidad, además de hacerlo por desempe-ñar un papel fundamental en la creación deconsenso por el cambio. Con esta finalidad,los trabajadores han trabajado en estrechacolaboración con el Programa InFocussobre Seguridad Social y Económica de laOIT (SES), programa que dirige la atencióna las distintas dimensiones de la seguridadde los trabajadores.

La Cumbre Mundial de Johannesburgobrinda una excelente oportunidad parapromover la seguridad y la salud en el tra-bajo en un mundo en rápido proceso decambio. Puede construir un creciente con-senso en el sentido de que los beneficiosdel desarrollo deben ser claramente visi-bles en las distintas formas de empleo,salud y seguridad profesionales y comu-nidades estables, especialmente en lo queatañe a los países en desarrollo. Las inves-tigaciones, la capacitación y los textos quese generen en la Cumbre contribuirán engran medida a dirigir la atención a los cos-

tes sociales y ocupacionales de los actua-les sistemas de desarrollo, de toma de de-cisiones y de comercio mundial. No obs-tante, el foco de la atención se ha de ponersiempre en alternativas positivas.

Gobierno, reglamentación y normasfundamentales del trabajo

Los sindicatos estiman que un mundo queestá cambiando y se está «mundializando»rápidamente reclama una mayor inter-vención de los gobiernos y de las autori-dades públicas. En particular, estiman quelas autoridades locales pueden desempe-ñar un papel de liderazgo en la promociónde una democracia funcional, aumen-tando el fortalecimiento de las capacida-des, la participación ciudadana y la res-ponsabilidad. También están comprome-tidos a lograr el control público de áreasvitales como el suministro de agua, deelectricidad y de otros servicios como eltransporte público y la atención médica.

El enfoque reafirma la necesidad deuna efectiva reglamentación de los luga-res de trabajo, es decir, de una mayor y nomenor intervención del Estado, ya que so-lamente con una presencia pública enér-gica se impedirá que el trabajo humano seconvierta en fuente de competencia entreempresas. No obstante, las elevadas nor-mas y otros instrumentos de regulación re-quieren un servicio de inspección con su-ficiente personal y recursos, así como unmandato para que dicho personal tomeuna posición enérgica en su trabajo.

Se requiere asimismo un fuerte régi-men reglamentario que garantice un mí-nimo de derechos a los trabajadores en suslugares de trabajo, incluyendo los dere-chos implícitos en la toma de decisionesparticipativas. Con respecto a esta cues-tión, el Día de Conmemoración del 28 deabril, una vez más, dirigirá la atención alos centenares de sindicalistas asesinados,heridos, golpeados, torturados u hostiga-dos anualmente debido a sus esfuerzospor sindicar a trabajadores, facilitarles for-mación y defender sus intereses conformea las normas fundamentales del trabajo de

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la OIT, que incluyen la libertad sindical.Quienes procuran alcanzar el desarrollosostenible deben reconocer que este tipode represalias y represión son totalmenteinaceptables. La Cumbre Mundial debe,por consiguiente, reclamar el reconoci-miento de las normas fundamentales deltrabajo 8, que son los instrumentos inter-nacionales que definen los derechos eco-nómicos y sociales en el trabajo como con-dición básica para la búsqueda de un de-sarrollo sostenible. Debe contrarrestar lassugerencias que implican que se trata deuna cuestión que atañe únicamente a lospaíses industrializados; son aplicablesuniversalmente, sea cual fuere el nivel o laíndole de desarrollo nacional. Las normasmás amplias y generalmente aceptadasson los convenios y recomendaciones dela OIT, en particular los ocho convenios alos que se hace referencia en la Declaraciónde la OIT relativa a los principios y dere-chos fundamentales en el trabajo.

En diciembre de 2001, la ConfederaciónInternacional de Organizaciones Sindica-les Libres (CIOSL) declaró que las normasfundamentales del trabajo son una granprioridad sindical para la Cumbre Mun-dial sobre el Desarrollo Sostenible. Los sin-dicatos quieren que se los incorpore a todaplanificación local, nacional e internacio-nal, prestándose especial atención: a) al co-mercio, a las inversiones y el desarrolloeconómico, b) a las cuestiones de seguri-dad socioeconómicas tales como la transi-ción social y del empleo, y c) a la evalua-ción de la responsabilidad empresarial enlos lugares de trabajo. Además de su pro-pia importancia, esas normas sirven como«derechos habilitantes», suministrandoacceso a otros importantes derechos, comoel derecho a tomas de decisión participati-vas sobre las cuales se basan los progra-mas y la negociación colectiva en materiade seguridad y salud en el trabajo.

Con esta finalidad, los sindicatos res-paldan y procuran reforzar el papel de laOIT, por ser el organismo adecuado parapromover la seguridad y salud en el tra-bajo y cuestiones más amplias relativas aldesarrollo sostenible, tanto por su cuentacomo a través de alianzas. Siendo uno de

los socios tripartitos de la OIT, tienen mo-tivos para alegrarse por las declaracionesde Jukka Takala, Director del ProgramaTrabajo sin Riesgos de la OIT, y del De-partamento sobre Seguridad y Salud en elTrabajo, Condiciones de Trabajo y MedioAmbiente, refiriéndose a un nuevo com-promiso en este ámbito. (Véase la entre-vista a Takala en este mismo número.) Almismo tiempo, no se debería desposeer aotros organismos internacionales, como laOrganización Mundial del Comercio(OMC), de sus responsabilidades, ya queel desarrollo sostenible reclama que se in-tegren en todos los ámbitos los tres «pila-res» al proceso de decisiones.

Notas

1 Para un estudio de las formas no sostenibles deproducción durante la Primera Revolución Indus-trial, véase Redford, Arthur: The Economic History ofEngland (1760-1860). Londres, Longman, Green andCo., 1931.

2 Para un estudio autorizado sobre el enfoquesindical de seguridad y salud a través de comités la-borales conjuntos, véase Beaumont, Phil B: Safety atWork and the Unions. Londres, Croom Helm, 1983.

3 Una consulta de diversos tipos de intervinien-tes llevada a cabo en Toronto (Canadá), en 1999 al-canzó un consenso luego de la sesión de diálogo de1998 de la Comisión de Desarrollo Sostenible sobre«negocios e industria».

4 Las evaluaciones que se efectúan en los lugaresde trabajo son fundamentales para que haya una uni-dad en la fijación de objetivos, control, registro y apli-cación, junto con los sistemas de gestión de las em-presas en lo que respecta al medio ambiente (por ejem-plo, producción más limpia o sumisión a las normasde la Organización Internacional de Normalización(ISO), seguridad y salud (por ejemplo, directrices dela OIT o reglamentación nacional), auditorías empre-sariales internas o efectuadas por terceras partes, yprogramas gubernamentales (por ejemplo, el Sistemade Gestión y Auditoría Ecológica de Europa (EMAS).

5 Parmeggiani, Luiggi: Encyclopedia of Occupatio-nal Health and Safety. OIT, Ginebra, 1983.

6 Véase Tucker, Eric: Administering Danger in theWorkplace: The Law and Politics of Occupational Healthand Safety Regulation in Ontario, 1850-1924. Toronto,Ontario, Universidad de Toronto Press, 1990.

7 Véase el libro clásico de Richard Kazis y RichardGrossman: Fear at Work: Job Blackmail, Labor and theEnvironment. Nueva York, Pilgrim Press, 1982.

8 Las denominadas normas fundamentales deltrabajo figuran en ocho convenios:

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� Convenio sobre trabajo forzoso, 1930 (núm. 29)� Convenio sobre la libertad sindical y la protec-

ción del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87)� Convenio sobre el derecho de sindicación y de

negociación colectiva, 1949 (núm. 98)� Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951

(núm. 100)� Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso,

1957 (núm. 105)� Convenio sobre la discriminación (empleo y ocu-

pación), 1958 (núm. 111)

� Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138)� Convenio sobre las peores formas de trabajo in-

fantil, 1999 (núm. 182).En la actualidad, esos convenios están agrupa-

dos en cuatro categorías de principios y derechos fun-damentales: libertad sindical (Convenios núms. 87 y98), trabajo forzoso (Convenios núms. 29 y 105), dis-criminación (Convenios núms. 100 y 111) y trabajoinfantil (Convenios núms. 138 y 182).

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La defensa de la salud y de la seguridadde los afiliados ya no es una misión na-

tural de los sindicatos. Existe una razónpopular para afiliarse a los sindicatos yotra para permanecer en ellos. Eso siem-pre ha ocurrido así.

En la «A short history of occupationalhealth» que Herbert Abrams publicó el añopasado en el Journal of Public Health Policyse señala que «hay que reconocer que através de las frecuentes historias trágicasde salud y enfermedades de los trabajado-res, éstos desempeñan un papel funda-mental de piedra angular de cada impor-tante mejora que se conquista en la legis-lación». Abrams termina asegurando que«las convulsiones laborales, las protestas,las huelgas, los conflictos y los accidenteshan actuado de motor esencial para con-seguir la acción. […] Desde los tiempos dela revolución industrial hasta nuestrosdías, el sector laboral organizado ha cons-tituido el factor central para la mayoría delas mejoras obtenidas en materia de segu-ridad y salud en el lugar de trabajo».

Cuando se trata de desafiar los perjui-cios que conlleva el lugar de trabajo, losexpertos en salud deben adoptar medidasy los médicos deben dar diagnósticos, peroúnicamente los trabajadores facultadoscon un mandato colectivo tienen más pro-babilidades para actuar a este respecto.Así, no hace falta la última prueba que ilus-tre este «efecto de seguridad sindical».

El Congreso del Trabajo del Canadá(CTC) cita un estudio de 1993, encargadopor los Ministerios de Trabajo del Canadá,del que se desprende que el apoyo de lossindicatos a los comités de salud y seguri-dad propicia un «importante efecto paraque disminuya la tasa de lesiones».

Los últimos estudios laborales realiza-dos para la Agencia de Salud y Seguridaden el Lugar de Trabajo de Ontario revela-ron que entre el 78 y el 79 por ciento de loslugares de trabajo sindicados existía unalto índice de cumplimiento de la legisla-ción en materia de salud y seguridad,mientras que sólo entre el 54 y el 61 porciento de los lugares de trabajo no sindi-cados reflejaba tal cumplimiento.

Este fenómeno no existe sólo en el Ca-nadá. El profesor estadounidense AdamSeth Litwin, actualmente miembro de laejecutiva de la Reserva Federal de los Es-tados Unidos, y de la London School ofEconomics (LSE), declaró el año pasado,en una entrevista acerca de la seguridad ysalud en los lugares de trabajo en el ReinoUnido, que los sindicatos mejoran de ma-nera significativa la seguridad incluso enlos lugares de trabajo más peligrosos.

Según los cálculos del profesor Litwin,es más probable que un trabajador de ofi-cina no sindicado sufra 13 veces más dañosque un trabajador sindicado en una ca-dena de montaje industrial. Litwin consi-dera que «las huelgas y los paros laborales

Perspectivas globales

El sindicalismo, un medio de prevenciónMuchos creen que el movimiento sindical tiene por meta luchar pormejorar la calidad de vida. A menudo, se ha pensado que la batallaes más importante, y que los sindicatos luchan por sus afiliados.

Rory O’NeillEncargado de Salud, Seguridad y Medio Ambiente

Federación Internacional de PeriodistasHazards (Londres)

sirven de instrumentos sindicales eficacespara disminuir los accidentes en el lugarde trabajo», junto con el modelo de orga-nización sindical más eficaz de la «afilia-ción previa». El profesor termina manifes-tando:

Se puede reducir la tasa de lesiones te-niendo en cuenta la toma de decisionesconjunta en materia de salud y seguri-dad, incluso en aquellas situaciones enlas que las relaciones laborales se pue-den caracterizar, por otra parte, comoadversas. Aun cuando los sindicatos yla dirección se enzarcen en discusionespor otras cuestiones, los sindicatos dis-ponen de conocimientos necesarios decarácter laboral en relación con la saludy la seguridad, que representa una ne-cesidad para reducir la tasa de acci-dentes laborales.El verdadero alcance del efecto protec-

tor de los sindicatos se valoró en un estu-dio de 1995, elaborado por los sindicatosdel Reino Unido. Se demostró que en loslugares de trabajo, donde se reconoce to-talmente a los sindicatos y existe un comitéparitario de seguridad, compuesto por re-presentantes de la dirección de la empresay de los sindicatos, la tasa de accidentesgraves representó menos de la mitad de lade los lugares de trabajo que no reconocena los sindicatos y no disponen de comitésparitarios.

Igualmente, Owen Tudor, responsablede Salud y Seguridad en el Congreso deSindicatos Británicos (TUC), ha decla-rado:«Afíliate a un sindicato o tu emplea-dor te romperá las piernas.»

La historia se repite también en Aus-tralia. La Encuesta sobre las Relaciones enel Lugar de Trabajo, encargada por el Go-bierno de Australia para el período 1990-1995, reveló que en los lugares de trabajosindicados era tres veces más probable quese contara con un comité de salud y de se-guridad, y dos veces más probable haberpadecido una inspección laboral de saludy seguridad por la dirección en los docemeses anteriores.

Incluso en los Estados Unidos, con unnivel relativamente bajo de sindicación del13 por ciento, se pueden notar las conse-

cuencias. Un estudio de 1991, que utilizólos datos de los Estados Unidos, llegó a laconclusión de que los sindicatos exigieronrápidamente, en el sector de la fabricación,el cumplimiento de las leyes sobre salud yseguridad laborales. Las empresas sindi-cadas gozaron de una elevada probabili-dad para contar con una inspección desalud y seguridad, al tiempo que sus ins-pecciones tendían a ser más eficaces, dadoque los empleados ejercen sus «derechosde ida y vuelta»: el derecho a acompañara un inspector del Gobierno durante unavisita al lugar de trabajo. En los lugares detrabajo sindicados de los Estados Unidos,donde era cinco veces más probable quefueran inspeccionados, la inspección des-cubrió que la calidad de las inspeccionesmejoraban de forma drástica si el inspec-tor era acompañado por un trabajador co-nocedor de los peligros en dicho lugar detrabajo.

Un documento de 1998 de MichelleOchsner y Michael Greenberg facilitó máspruebas de las consecuencias que la acciónsindical conlleva en la seguridad laboral.Los investigadores que encuestaron acerca de 400 profesionales de la salud la-boral e ingenieros en seguridad en NuevaJersey concluyeron que «están surgiendonuevas estrategias para involucrar a lostrabajadores influyendo en un número defactores, entre los que destacan las movili-zaciones en acciones contundentes de lostrabajadores y el uso eficaz de las negocia-ciones formales.»

Los investigadores añaden que «lasconclusiones son coherentes con los estu-dios generales de los Estados Unidos queponen de relieve el papel de los sindicatosen el desarrollo de oportunidades para laparticipación eficaz de los trabajadores».Asimismo, los autores reconocen que laeducación y la formación sindical son «unfactor eficaz» para alcanzar acuerdos efi-caces con vistas a la participación de lostrabajadores:

En los Estados Unidos como en otrospaíses, los sindicatos ayudan a los tra-bajadores a evaluar y comprender la in-formación sobre salud y seguridad,mientras que los acuerdos de negocia-

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ción colectiva protegen a los trabajado-res que rechazan las tareas peligrosas,o que se enfrentan a la dirección de laempresa por cuestiones de salud y se-guridad.Incluso el Banco Mundial está de

acuerdo en que los sindicatos desempañanuna misión de prevención en el trabajo. Uninforme de 1995 del Banco Mundial seña-laba lo siguiente:

Los sindicatos pueden jugar un papelimportante para fortalecer las normas enmateria de salud y seguridad. Resultamás caro que los trabajadores actúen deforma individualizada para conseguirinformación sobre los riesgos que afec-tan a la salud y la seguridad, antes que,lógicamente, verse enfrentados a susempleadores, de forma insistente, paraque las normas sean respetadas.[…]Un sindicato puede correr con el costeque exige la obtención de informaciónen cuestiones de salud y seguridad entretodos los trabajadores. Pueden negociarcon los empleadores sobre el nivel de lasnormas que se deben cumplir, y contro-lar su aplicación sin exponer a ningúntrabajador, de forma individual, alriesgo de perder su puesto de trabajo.[…]En los países industrializados, los estu-dios realizados indican que el papel delos sindicatos para asegurar el cumpli-miento de las normas sobre salud y se-guridad es muy importante.

Las prioridades de cada uno

Estas naciones tienen algo en común: sonrelativamente ricas, y sus economías in-dustrializadas relativamente desarrolla-das.

Sin embargo, aunque dichas nacionespuedan contener la mayor parte de la ri-queza, no abarcan a la mayoría de los tra-bajadores. Los trabajadores extranjeros delas naciones ricas industrializadas formanparte del mismo mundo laboral, y lo queles ocurra afecta a las condiciones de tra-bajo de cada trabajador, en todas partes.

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En la escena mundial: los sindicatosdefienden normas decentes

A instancias de la Organización Internacionalde Normalización (ISO) para establecer un sis-tema de gestión de salud y seguridad sin laparticipación de los sindicatos, se reprimió en2000 la primera Campaña de Salud y Seguri-dad difundida a través de Internet y promo-vida por el movimiento sindical internacional.

Los sindicatos sintieron que la influenciasindical en salud y seguridad se perdiera. Es-timaron que la OIT era el organismo ade-cuado para introducir una norma, porque, adiferencia de la ISO, la OIT permite expresarsetanto a trabajadores como a empleadores.

Tras la presión llevada a cabo en 80 paí-ses, a través de la red sindical internacionalde la Confederación Internacional de Orga-nizaciones Sindicales Libres (CIOSL), se logrópor amplia mayoría bloquear la propuesta dela ISO.

El Instituto Laboral de Nueva York se-ñala que el aumento del estrés y una dis-minución de la presión sobre cobros y con-diciones de trabajo pueden copiarse de los«cuatro motores que impulsan el lugar detrabajo»: redimensión, mundialización,automatización y aumento del uso de tra-bajadores temporales.

Actualmente, la proliferación de las fu-siones, las tomas de poder, las reestructu-raciones económicas, la mundialización ylos escasos y malos métodos de produc-ción del nuevo siglo enfrentan, a pesar dela diversidad económica, a los trabajado-res con los empleadores, cambiando en lasnegociaciones laborales el enfoque «co-gerlo o dejarlo», por «cogerlo o te deja-mos» y si no conviene, se trasladan a otropaís más complaciente.

La revista Hazards señalaba en 2000:Las consecuencias de la mundializa-ción perjudican en todas partes, a losgobiernos nacionales en materia denormas laborales y de seguridad, comoa las innumerables empresas. Multina-cionales como Rio Tinto, Cape, Thor yUnion Carbide generan beneficios enun país, y dejan una estela de abusos yenfermedades en los lugares de trabajode otros países.

Las compañías Cape y Union Carbideson un ejemplo. La multinacional británicacon participación pública Cape continuóextrayendo asbesto en la ciudad sudafri-cana de Priesca, tras lo cual se decidió launión de los sindicatos británicos dadoque los costes compensatorios por enfer-medades del asbesto eran demasiadocaros para correr con su coste. Una batallalegal de cinco años ha terminado en 2002con una declaración compensatoria de 21millones de libras esterlinas convenidospara 7.500 enfermos, fallecidos y deman-das de sus familias. Para la multinacionalCape, el precio máximo de una vida suda-fricana se estima en 5.250 libras.

A Union Carbide la vida le sale más ba-rata todavía. Desde su planta de pestici-das en Bhopal, en India, en sus 18 años sehan señalado solamente 14.824 muertes,compensadas con un precio medio de 900libras por persona, y se han rechazadocerca de 400.000 quejas.

Las consecuencias sindicales, sin em-bargo, son evidentes en todos los sitiosdonde hay que hacer frente a lugares detrabajo peligrosos. En cuanto a Sudáfrica,el Sindicato Nacional de Mineros (NUM)fue una fuerza motriz de la campaña decompensación de Cape.

Finalmente, una queja formal por com-portamiento peligroso de la empresa suizaVantech, en Mpumalanga, también tuvocomo consecuencia la organización de unacampaña por el sindicato NUM. El sindi-cato reveló que la actividad de la empresasuiza Vantech intoxicó a los trabajadorescon vanadio; la compañía no suministróregistro médico sindical de los trabajado-res que fallecieron supuestamente por in-toxicación de vanadio.

¿Buenos negocios?

Dondequiera que la gente viva y trabaje,es evidente que lo que es bueno para losnegocios no resulta necesariamente favo-rable para los trabajadores.

Los sindicatos han luchado y han con-seguido leyes en materia de seguridad yprotección del empleo, pero las conse-

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cuencias sindicales en seguridad, eviden-tes a escala mundial, muestran que estoocurre gracias a la presencia de sindicatosinformados y activos que influyen en el es-píritu de las leyes. No existe una única víajusta para conseguirlo. Para obtener lo-gros seguros, los sindicatos han utilizadomecanismos que van desde la celebraciónde huelgas hasta el diálogo social y las ini-ciativas comerciales éticas para alianzas

Africa: los sindicatos yla Gestión Integrada de Plagas

Los trabajadores del sector agrícola saben muybien que los pesticidas químicos son perjudi-ciales para la salud y la seguridad, y para susfamilias y comunidad. Qué alternativas exis-ten y cómo se puede frenar el empleo de estosproductos nocivos son interrogantes que confrecuencia se abordan en las reuniones de tra-bajo sobre salud y seguridad del sector.

Una respuesta se destina a motivar a lostrabajadores, a través de sus sindicatos, a co-nocer esta cuestión y a fomentar el uso de lastécnicas y programas no químicos sobre hier-bas, insectos nocivos así como el control deenfermedades en las granjas y plantacionesdonde desarrollan su trabajo.

La UITA está trabajando con la principalagencia internacional para promover la GIP,en el programa Facilidades de la GIP Mundial(programa conjunto del Banco Mundial, la Or-ganización de las Naciones Unidas para laAgricultura y la Alimentación (FAO), el Pro-grama de las Naciones Unidas para el Desa-rrollo (PNUD) y el Programa de las NacionesUnidas para el Medio Ambiente (PNUMA)),para garantizar que los trabajadores agríco-las y sus sindicatos reciban formación en GIP.

A finales de mayo de 2001 se celebrarondos amplios cursos piloto semanales sobre laGIP – el primero dirigido a los sindicatos – paralos afiliados a la UITA en Tanzanía, el Sindi-cato de Trabajadores de Plantaciones y deAgricultura (TPAWU), y en Uganda para el Sin-dicato Nacional del Movimiento de Coopera-tivas y de Trabajadores Afines (NUCMAW) yel Sindicato Nacional de Trabajadores de Plan-taciones y de la Agricultura (NUPAW). En re-sumen, se formaron a cerca de 40 trabajado-res que ahora están aplicando sus nuevos co-nocimientos y competencias en los lugares detrabajo con el fin de reducir el uso de los pes-ticidas y mejorar las normas en materia de se-guridad y salud.

con grupos de ecologistas y de derechoshumanos.

Sin embargo, existen métodos de di-rección actuales que conducen, sin dudaalguna, a un camino peligrosamente equi-vocado. «La manera de hacer Enron», lasprácticas perspicaces que permitieron algigante de la energía estadounidenseEnron abonar millones de dólares a sus di-rectivos mientras saqueaban las pensionesde sus trabajadores y destruían la compa-ñía, constituye un caso extremo de una en-fermedad común en el lugar de trabajo.

Enron fue asesorada por la empresaconsultora Arthur Andersen, la compañíaque debía haber anunciado los millonesque se perderían. Cuando se sabe que estasmismas empresas están controlando losfondos de millones de trabajadores, las

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preguntas sobre la confianza se conviertenen un asunto muy importante.

En realidad, los cinco grandes consul-tores contables – Arthur Andersen, KPMG,Pricewaterhouse Coopers, Ernst &Youngy Deloitte & Touche – tienen una influen-cia creciente sobre las condiciones de tra-bajo, lo mismo que los auditores «inde-pendientes» del «comercio justo» corpora-tivo.

Un informe publicado este año en larevista Ethical Consumer demuestra quela seguridad, los abusos de los derechosmedioambientales y laborales pueden serignorados fácilmente como delitos finan-cieros.

Pero esta vía no es necesaria. El artículode la edición Focus on the Corporation, del26 de enero de 2002, expone el caso del finde la «contabilidad incontable». Esto per-mite argumentar que se cree una nuevaComisión Corporativa Contable que res-petaría el lema de los contables «Si no locuentas, no cuenta» y serían considerados«intangibles y externos» como costes rea-les de los accidentes laborales.

Según Focus on the corporation, se diceque «por ejemplo, cuando los trabajadoresse lesionan, no se les suele informar míni-mamente del coste del personal de enfer-mería y seguros, pero se les informa delcoste por la pérdida de las piernas, com-pensado por algunas prestaciones que sedebería suministrar a los trabajadores».

En un mundo moderno y globalizado,empresas internacionales como Enron, conamigos bien pagados en altos puestos,pueden formular sus propias reglas.

La mundialización y los cambios en elpoder, desde el trabajo hasta el capital quelo acompaña, podrían socavar las normas,la legislación y las protecciones del empleoque los sindicatos han conquistado. Perose debería poner atención en los lemas la-borales como «un daño para uno es undaño para todos».

Ahora más que nunca, la lucha por lasmejores condiciones de trabajo traspasalas fronteras y ello puede perderse si seestá condicionado por la mentalidad ce-rrada y por los egoísmos de miras cortas.Con más de la mitad de las economías

Brasil: los sindicatos luchancontra el cáncer de benceno

Las negociaciones entre las industrias quími-cas de los países y los sindicatos han conse-guido un acuerdo sin precedentes que aportaguías y procedimientos detallados para elcontrol medioambiental del benceno, involu-crando en todas las intervenciones a los tra-bajadores y sindicatos.

El Acuerdo sobre el Benceno, alcanzadoen 1995, define el benceno como una sustan-cia cancerígena, y establece normas severaspara su aplicación en el lugar de trabajo. Lostrabajadores disponen de una representaciónde igualdad en la Comisión Nacional Perma-nente sobre el Benceno para hacer el segui-miento de los progresos, controlar su cumpli-miento, fomentar estudios, adoptar leyes y re-glamentos, suministrar medidas de controlalternativas y expedir certificados para el usocontrolado del benceno.

El Acuerdo se aplica en el ámbito de lafactoría por un Grupo de Representantes deTrabajadores que trabajan con el Benceno(GTP), que posee todas la facultades paraformular programas, incluida la formación delos trabajadores. Se requiere la colaboraciónde todos los empleadores en el GTP, incluidoel acceso a información, registros y a disposi-ciones de oficina y equipo, y a imponer fuer-tes sanciones por la comisión de violaciones.

Fuente: Nilton Freitas, oficial encargado de las cues-tiones de salud, seguridad y medio ambiente de laCentral Unitaria de Trabajadores (CUT) del Brasil.

mundiales, y no países, en manos de lasempresas, la solidaridad internacional seconvierte en un asunto de supervivenciapara los sindicatos.

Nuevos enfoques

Los sindicatos están adaptándose a las nue-vas realidades mundiales, encontrandonuevas maneras de organización que tras-pasan las fronteras nacionales. Actual-mente, están vigentes abundantes acuerdosinternacionales en el ámbito de la empresaque defienden los derechos sindicales, in-cluida la seguridad, y que cubren a millo-nes de trabajadores de todo el planeta.

En 1999, los sindicatos de neumáticosy ruedas de las plantas de Goodyear, en 16países de los cinco continentes, y todos losafiliados de la Federación Internacional deSindicatos de Trabajadores de la Química,Energía, Minas e Industrias Diversas(ICEM) crearon una red sindical mundialcon los centros de trabajo en materia desalud y seguridad como máxima priori-dad de dicho grupo empresarial. Los sin-dicatos convinieron en crear una base dedatos internacional sobre las actividadesde Goodyear y las condiciones de trabajo.

Asimismo, un «acuerdo mundial» de laICEM alcanzado con la multinacional no-ruega Staoil incluye: «un compromisopara fomentar un entorno de trabajo desalud y seguridad, formulando normas co-munes de ‘buenas prácticas’.»

Otro acuerdo similar de la ICEM con-cluido con la multinacional alemana Fren-denberg exige que la empresa «se adhieray continúe desarrollando normas exigen-tes y necesarias relativas a la protección enmateria de seguridad, salud y medio am-biente» dondequiera que opere. Por úl-timo, en enero de 2002, un acuerdo con lapoderosa multinacional española Endesaincluye un compromiso para respetar losderechos sindicales y normas estrictassobre salud y seguridad.

La Federación de Sindicatos de Traba-jadores de la Construcción ha establecidoacuerdos similares con el gigante sueco delmueble IKEA, el fabricante de lapiceros

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Faber-Castell y la constructora Hochtief; yel sindicato que cubre a los trabajadores dela alimentación, la Unión Internacional deTrabajadores de la Alimentación, Agríco-las, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines(UITA) ha obtenido un acuerdo con la mul-tinacional francesa Danone.

El año pasado, la UITA, la Coordina-dora Latinoamericana de Sindicatos Bana-neros (COLSIBA) y la multinacional Chi-quita – durante mucho tiempo adversaria

India: los trabajadores delos astilleros combaten

las importaciones ilegalesde sustancias peligrosas

La formación y la organización de los traba-jadores operadores de buques mercantes su-pone un primer frente de protección contralos productos peligrosos que penetran en elpaís. Cuando un informe de Greenpeace se-ñaló que la India se había convertido en un«enclave neurálgico» para los residuos peli-grosos ilegales importados con el pretexto deser «reciclados», un sindicato de los trabaja-dores del puerto y de los astilleros (afiliado ala Federación Internacional de los Trabajado-res del Transporte (ITF)) decidió ocuparse deeste asunto elaborando, con el apoyo de laOficina de Actividades para los Trabajadores(ACTRAV) de la OIT, el proyecto Educación yMedio Ambiente para los Trabajadores.

Los comités sindicales de seguridad seunieron a los grupos indios, Toxic Links India,Shristi y Greenpeace para establecer contac-tos con los organismos responsables de la dis-minución de la seguridad en dicho lugar detrabajo. La intensa investigación se centró enlas importaciones, en particular en los puer-tos más pequeños en los que no se aplica laprotección legislativa, y se preparó materialpara los comités de seguridad y miembros sin-dicales. Se preparó material de formación y,en 1999, se celebró una reunión de trabajopara crear una red de instructores sindicalessobre cuestiones de residuos tóxicos y su ma-nipulación.

La central sindical nacional, Hind MazurSabha (HMS), elaboró un breve documentocuya amplia publicidad y extenso respaldo yahan tenido consecuencias en el fortaleci-miento muy estricto de las normas vigentessobre los buques peligrosos.

Fuente: Documento de información de la CIOSL parala Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desa-rrollo Sostenible, abril, 2001.

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de los sindicatos independientes y cono-cida por sus escasas normas de seguridad –alcanzaron un acuerdo por el que se ga-rantiza los derechos fundamentales de lossindicatos y del trabajo para los trabajado-res bananeros. La seguridad y la salud seprotegen también cuando el acuerdo esta-blece que: «Chiquita reconoce su respon-sabilidad para facilitar condiciones desalud y seguridad en el lugar de trabajo, yChiquita y UITA/COLSIBA convienen enaunar sus esfuerzos para mejorar más lasalud y la seguridad de las actividades dela empresa relacionadas con la banana.»

Cada vez más, los sindicatos tambiénhacen causa común con las organizacionesvinculadas al medio ambiente y a los dere-chos humanos. Elizabeth Drake, de la Fe-deración Estadounidense del Trabajo yCongreso de Organizaciones Industriales(AFL-CIO), declaró que la Campaña Inter-nacional de los Estados Unidos basada enConocer los Derechos, que lanzó el año pa-sado una coalición medioambiental, labo-ral y de derechos humanos, se dirigía «notanto a que los Estados Unidos estuvieran

informados, cuanto a asegurarse que a lostrabajadores en los países extranjeros lesllegase información básica sobre sus con-diciones de trabajo y sus derechos».

Igualmente, líderes sindicales interna-cionales, religiosos y de derechos civileshan constituido la coalición Behindthela-bel.org anti-fábrica.

Los sindicatos deben ser más creativose incidir en sus métodos de organización,sondeando los mejores cauces para de-sempeñar sus misiones tradicionales deorganización, completados por cursos im-partidos por los movimientos medioam-bientales, anti mundialización y otros quepuedan surgir.

En un mundo sindical moderno, los ego-ísmos de miras estrechas equivalen a unlento suicidio laboral. La acción llevada acabo en el lugar de trabajo, sea de alcancenacional o internacional, constituye el únicofactor que beneficia a los trabajadores.

Existe un nuevo plan sindical de sub-sistencia. Olvidarse de pensar a escalamundial. ¡Actuar ahora, actuar en todaspartes!

El 21 de junio de 2001 fue un día histó-rico para los trabajadores de la agri-

cultura de todo el mundo, con la firma deun nuevo convenio y recomendación de laOrganización Internacional del Trabajo(OIT) sobre la seguridad y la salud en laagricultura.

Es la primera vez que se garantiza a lostrabajadores asalariados del sector agrí-cola – ya sean permanentes, temporales ode temporada – los mismos derechos y ni-veles de protección de los que gozan otrascategorías de trabajadores, pese a que laindustria agrícola es una de las más peli-grosas del mundo y que cuenta con lamayor fuerza laboral de todas.

Se estima que en el mundo hay 450 mi-llones de trabajadores asalariados en elsector agrícola, y su cantidad está aumen-tando en todas las regiones del mundo. Re-presentan el 40 por ciento de toda la fuerzalaboral agrícola del planeta, que es de másde 1.100 millones de personas. Entre el 20y el 30 por ciento de los asalariados sonmujeres, pero también hay niños trabaja-dores integrando la fuerza laboral.

Los gobiernos y las organizaciones deempleadores y de trabajadores participan-tes en la 89.ª reunión de la Conferencia In-ternacional del Trabajo de Ginebra adop-

taron esos nuevos instrumentos pese a laferoz oposición que presentó el Grupo delos Empleadores en la Conferencia del añoanterior (88.ª reunión). Hubo únicamentedos votos en contra (los pertenecientes alas delegaciones de empleadores de Indo-nesia y Malasia) y 41 abstenciones (28 deempleadores y 13 de gobiernos).

«Un convenio de la OIT es en realidadun tratado entre gobiernos pero se dife-rencia de otros tratados por el hecho de quelo elabora y aprueba la Conferencia Inter-nacional del Trabajo en la que, represen-tantes de las organizaciones de trabajado-res y de empleadores, participan como de-legados con plenos derechos de voto». Unavez ratificado, un convenio de la OIT ad-quiere fuerza de ley internacional.

Resulta de fundamental importanciamejorar las normas de seguridad y saluden la agricultura porque, junto con la cons-trucción y la minería, es uno de los tres sec-tores más peligrosos. Los trabajadores delsector agrícola se emplean en una indus-tria no sostenible si se la valora en térmi-nos de pérdidas de vidas humanas, de le-siones y de salud. Según estimaciones dela OIT, en 1997 habían muerto en el mundo170.000 trabajadores del sector agrícola ygranjeros que producen los alimentos y

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En los sectores

Granjas salubres para productos sanos¿Se trata de una ilusión? En absoluto. La agricultura es uno de lostres sectores más peligrosos en el mundo. Por primera vez, se ha for-talecido la protección laboral de los trabajadores agrícolas con nue-vas normas de la OIT que tanto estaban necesitando. Todos se bene-fician con estas buenas noticias pues trabajadores seguros equivalena alimentos seguros.

Peter HurstCoordinador de Salud, Seguridad y Medio Ambiente

Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación,Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines

(UITA)

bienes para el mundo, año en el que huboun total de 330.000 accidentes mortales entodo el mundo y en todas las ocupaciones.Entre los trabajadores del sector agrícolatambién hay anualmente una proporcióndesproporcionada de los más de 250 mi-llones de trabajadores lesionados, asícomo de los más de160 millones que con-traen enfermedades debido a riesgos la-borales y exposición a distintos elementos.

Una de las características que destacaen el trabajo agrícola es que se lleva a caboen un medio ambiente rural donde no sehace una distinción clara entre condicio-nes de vida y de trabajo, a diferencia de loque ocurre en el trabajo en fábricas u ofi-cinas. Como resultado de ello, los trabaja-dores del sector agrícola y sus familias seenfrentan a riesgos añadidos como la ex-posición a los pesticidas. No obstante, lostrabajadores del sector agrícola – que con-tinúan teniendo los niveles mundialesmás elevados de pobreza – generalmenteestán excluidos de los sistemas eficaces deprotección social, de la salud y de la segu-ridad.

Duras negociaciones

En la primera ronda de discusiones que sellevó a cabo en la Comisión de la Seguri-dad y Salud en la Agricultura, durante la88.ª reunión de la Conferencia Internacio-nal del Trabajo de 2000, el Grupo de losEmpleadores se opuso expresamente acualquier forma de convenio o recomen-dación, planteando toda una serie de ar-gumentos para respaldar su posición. Sos-tuvo que adoptar un convenio sería algodemasiado rígido y que, financieramente,paralizaría a los agricultores al colocarsobre ellos un peso económico y burocrá-tico demasiado grande, especialmente enel caso de las explotaciones agrícolas fa-miliares pequeñas. En su opinión, la agri-cultura también es «diferente» de lasdemás industrias: no se puede regular dela misma manera que a los demás sectoresindustriales. Finalmente, dicho grupo sos-tenía que un convenio sectorial sobre agri-cultura era una concepción demasiado es-

trecha, y que se debían revisar las normassobre seguridad y salud en el sector comoparte de la revisión de normas laboralesque emprenderá la OIT en 2003.

En el primer día de discusión, el Grupode los Empleadores propuso una en-mienda para que se desistiera de seguirdiscutiendo un convenio o una recomen-dación sobre la seguridad y la salud en laagricultura. En la votación que siguió, losgobiernos y los trabajadores decidida-mente rechazaron la enmienda propuestapor los empleadores. Este rechazo se basóen parte en el reconocimiento generali-zado en la reunión de que en lugar de seruna carga, contando con buenas normasde seguridad y salud no solamente se sal-varían vidas y se protegería la salud de lostrabajadores, sino que las mismas tendríanun efecto positivo en los costes al minimi-zar las ausencias debidas a accidentes o en-fermedades. En las tres semanas siguien-tes de negociaciones, los empleadores con-tinuaron oponiéndose a la idea de unconvenio. No obstante, las negociacionesde 2000 finalizaron con enérgicos textosprovisionales para un convenio y una re-comendación.

En 2001, y luego de una serie de discu-siones informales entre empleadores, tra-bajadores y la OIT, la táctica de los em-pleadores cambió para pasar a consistir enrespaldar un convenio, siempre y cuandoel mismo fuera flexible y que muchas desus disposiciones se pasaran a la reco-mendación, no obligatoria. No obstante,aparte de las referencias a los agricultoresque trabajan por cuenta propia, no tuvie-ron éxito en su empeño.

El Grupo de los Trabajadores, com-puesto por unas 60 personas, contaba conrepresentantes de sindicatos y confedera-ciones del sector agrícola y alimentario detodas las regiones del mundo. La UniónInternacional de Trabajadores de la Ali-mentación, Agrícolas, Hoteles, Restauran-tes, Tabaco y Afines (UITA) proporcionólos servicios de secretaría y asistenciatécnica.

Más de 100 gobiernos participaron di-rectamente en las negociaciones de la Co-misión.

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El Convenio núm. 184

Entre sus principales disposiciones figu-ran:

� Una definición amplia de la agricul-tura. «A los efectos del presente Con-venio, el término agricultura abarca lasactividades agrícolas y forestales reali-zadas en explotaciones agrícolas, in-cluidas la producción agrícola, los tra-bajos forestales, la cría de animales y lacría de insectos, la transformación pri-maria de los productos agrícolas y ani-males por el encargado de la explota-ción o por cuenta del mismo, así comola utilización y el mantenimiento demaquinaria, equipo, herramientas einstalaciones agrícolas y cualquier pro-ceso, almacenamiento, operación otransporte que se efectúe en una ex-plotación agrícola, que estén relaciona-dos directamente con la producciónagrícola.» (artículo 1).

� Los gobiernos deberán formular unapolítica nacional sobre seguridad ysalud en la agricultura «previa consultacon las organizaciones representativasde empleadores y de trabajadores inte-resadas» (artículo 4).

� Los empleadores – es decir, los propie-tarios de explotaciones/agricultores –deberán realizar «evaluaciones apro-piadas de los riesgos para la seguridady la salud de los trabajadores» en las ex-plotaciones agrícolas, plantaciones ydistintas empresas agrícolas antes deexponer a los trabajadores a los riesgosenunciados en el Convenio, inclu-yendo la exposición a productos quí-micos (artículo 7, a)).

� Los trabajadores del sector agrícola de-berán tener derecho «a apartarse decualquier peligro derivado de su acti-vidad laboral cuando tengan motivosrazonables para creer que existe unriesgo inminente y grave para su segu-ridad y su salud, y señalarlo de inme-diato a su supervisor. Los trabajadoresno deberán verse perjudicados porestas acciones» (artículo 8, b)).

� Los artículos 12 y 13 tratan de la ges-tión sin riesgos de los productos quí-micos. Si bien el Convenio se ocupafundamentalmente de la seguridad y lasalud profesionales, es decir, en el lugarde trabajo, el artículo 12, c),tambiénhace referencia a la necesidad de pro-teger el medio ambiente general en loque atañe a la eliminación en condicio-nes seguras de los desechos químicos,los productos químicos obsoletos y losrecipientes vacíos de productos quími-cos. Véase también la Recomendación,párrafo 7.

� El artículo 18, sobre las trabajadoras, es-tipula que «deberán adoptarse medi-das para que se tengan en cuenta las ne-cesidades propias de las trabajadorasagrícolas, en particular, por lo que serefiere al embarazo, la lactancia y lasalud reproductiva».

� Con respecto a los trabajadores jóve-nes y el trabajo peligroso, el artículo 16fija en 18 años la edad mínima para taltarea. No obstante, las autoridades na-cionales podrán autorizar el desem-peño de un trabajo peligroso a partirde los 16 años de edad, «a condición deque se imparta una formación ade-cuada y de que se protejan plenamentela salud y la seguridad de los trabaja-dores jóvenes» (artículo 16, 3). En la ac-tualidad, algunos países autorizan eltrabajo de menores inclusive de 11 a13 años en muchos tipos de tareas agrí-colas.

� El artículo 20, sobre las horas de tra-bajo, establece la conexión entre lashoras de trabajo, los períodos de des-canso, el trabajo nocturno y la seguri-dad y salud en el trabajo – por primeravez en un convenio de la OIT –, cues-tiones que se descuidan demasiado amenudo.

� El artículo 21 estipula que «De confor-midad con la legislación y la prácticanacionales, los trabajadores del sectoragrícola deberán estar cubiertos por unrégimen de seguro o de seguridad so-cial contra los accidentes de trabajo y

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las enfermedades profesionales, tantomortales como no mortales, así comocontra la invalidez y otros riesgos parala salud relacionados con el trabajo, queles brinde una cobertura por lo menosequivalente a la ofrecida a los trabaja-dores de otros sectores». Actualmente,muchos trabajadores no cuentan conningún tipo de protección social.

El Convenio abarca solamente a los tra-bajadores asalariados que trabajan para unempleador. Por insistencia de los emplea-dores y de muchos gobiernos, se traslada-ron a los párrafos 12-15 de la Recomenda-ción, no obligatoria, todas las referencias alas distintas categorías de agricultores ytrabajadores por cuenta propia. Esto im-plica que las categorías de agricultores ytrabajadores por cuenta propia como lospequeños arrendatarios y aparceros, laspersonas que participan en empresas agrí-colas colectivas y las personas que vivende la agricultura de subsistencia no estánincluidos en el Convenio. No obstante, elartículo 3, 2) del Convenio estipula que:«Todo Estado Miembro deberá mencionaren la primera memoria sobre la aplicacióndel presente Convenio [...] las categoríasque hubiesen sido excluidas [...] indicandolos motivos de tal exclusión. En las me-morias ulteriores, deberá exponer las me-didas adoptadas para extender progresi-vamente las disposiciones del Convenio alos trabajadores interesados.»

La Recomendación núm. 192

Esta Recomendación suministra orienta-ción adicional en cuanto a las disposicio-nes del Convenio. El párrafo 7 se ocupa dela gestión de productos químicos en con-diciones de seguridad, completando losartículos 12 y 13 del Convenio. En este pá-rrafo se hace clara referencia al Conveniosobre la utilización de productos quími-cos, 1990 (núm. 170), el principal instru-mento de la OIT que se ocupa de esacuestión.

Las etapas siguientes

La ratificación de un convenio es un actovoluntario de un Estado, pero una vez queha expresado su compromiso, el Convenioadquiere fuerza de ley y es independientede la mera voluntad de los Estados y sedebe aplicar.

Los gobiernos miembros de la OITdeben someter el convenio a las autorida-des competentes, generalmente el Parla-mento nacional, dentro de los 12 meses si-guientes a la adopción (18 meses en el casode los estados federales), para que éstas es-tudien las medidas a tomar. Para que unconvenio entre en vigor es necesario quelo ratifiquen dos países.

Será necesario que los sindicatos, en co-laboración con las ONG y otras organiza-ciones de la sociedad civil, como la red deacción sobre los pesticidas (PAN), realicenuna intensa presión y campañas para lo-grar una rápida y abarcadora ratificación,incluyendo actividades para hacer cono-cer la nueva norma en todas las comuni-dades agrícolas. Una rápida ratificación yuna aplicación extensa son los idealesclave, pero incluso cuando un país se tomesu tiempo para ratificar la norma, o no laratifique, se pueden utilizar el Convenio yla Recomendación como referencias sobrelas cuales basar un programa/política na-cional progresista de seguridad y salud enla agricultura.

En conclusión, la UITA estima que laadopción, ratificación y aplicación delConvenio núm. 184 y la Recomendaciónnúm. 192 es uno de los elementos y medi-das clave de una agricultura sostenible. Laagricultura no puede ser una actividadsostenible si continúa matando, mutilandoy provocando enfermedades a tantos delos trabajadores y agricultores que produ-cen los alimentos y bienes del mundo, nitampoco si continúa perjudicando almedio ambiente. Una mano de obra agrí-cola segura y saludable, organizada ensindicatos fuertes, también es un elementoclave para contribuir a la seguridad ali-mentaria del mundo y promover la segu-ridad de los alimentos. Por ejemplo, al dara los trabajadores tanto el derecho de pro-

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tegerse las manos como los medios parahacerlo, no sólo se los protege a ellos sinoque también se protege la calidad de losalimentos producidos. Se han de etiquetarlos alimentos no sólo desde el punto de

vista de su calidad biológica, sino tambiéncontemplando los aspectos sociales de suproducción aclarando que se hicieron encondiciones de trabajo seguras y salubres.

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Cada año, al menos 55.000 personas pa-decen lesiones mortales en las obras

de construcción, de acuerdo con un cálculoefectuado a la baja de la OIT. Ello significaque cada diez minutos muere una personaen un accidente a pie de obra. Muchoscientos de miles de personas más padecenlesiones y enfermedades graves a causa delas malas, y a menudo ilegales, condicio-nes de trabajo.

No obstante, las cifras publicadas su-bestiman enormemente el número de ac-cidentes. En muchos países se registramenos del 20 por ciento de las lesiones, ylas estadísticas raramente reflejan las re-percusiones a largo plazo de las enferme-dades ocupacionales.

La disminución del tamaño de las em-presas, el abastecimiento en el exterior, eluso de la subcontratación del trabajo y lospretendidos trabajadores autónomos ejer-cen un impacto negativo en la gestión dela salud y la seguridad en el sector de laconstrucción. Las responsabilidades rela-tivas a la planificación y coordinación dela salud y la seguridad a menudo son con-fusas, y el cumplimiento de la legislaciónen materia de salud y seguridad por lo ge-neral es insuficiente. Las condiciones con-tractuales informales que existen en el sec-tor hacen difícil que los trabajadores ejer-zan sus derechos.

Aún peor, en la industria de la cons-trucción cada vez se propaga más la auto-rregulación, y las administraciones mani-fiestan frecuentemente una actitud permi-siva y pasiva hacia los empleadores queignoran la legislación en materia de segu-ridad y salud, incluso cuando causan lamuerte de un trabajador.

Muertes a pie de obra: predeciblespero no evitadas

La verdadera tragedia que se esconde de-trás de las estadísticas es que las muertespueden evitarse. La mayoría de las perso-nas mueren realizando un trabajo perfec-tamente rutinario, cuyos riesgos son bienconocidos. Algunas de las principales cau-sas de las lesiones mortales en la cons-trucción son:� Caídas. El asesino número uno en

todos los países es la caída de las altu-ras, lo que se debe principalmente a lafalta de una protección adecuada de losbordes en diversas tareas de la cons-trucción. La causa más frecuente es unandamiaje inapropiado, sin acceso ade-cuado o sin barandillas para evitar lascaídas. El andamiaje a menudo es mon-tado por operarios no cualificados, y aveces es improvisado, utilizando mate-

En los sectores

La prevención de lesiones y enfermedadesen el sector de la construcción

Es posible que se piense que la vida activa y al aire libre del sectorde la construcción mantiene en forma y es saludable. Nada más lejosde la realidad. El trabajo de la construcción merece su reputación desucio, difícil y peligroso.

Fiona MurieDirectora de Salud, Seguridad y Medio Ambiente

Federación Internacional de Trabajadoresde la Construcción y la Madera (FITCM)

riales no apropiados. Además de losproblemas de andamiaje, otras causasde caídas son las aberturas no protegi-das en los edificios, la falta de protec-ción de los bordes al trabajar en eltecho, la falta de escalas formadas porun tablón de listones sobre los techosfrágiles, las obras de demolición y almal uso de escaleras y montacargas.

� Lesiones mortales al ser aplastados ogolpeados por la caída de objetos. Lasexcavaciones que no están apuntaladas(o, por lo menos, en declive) puedenderrumbarse, especialmente despuésde la lluvia. Los vehículos que trabajandemasiado cerca del borde, donde nohay bloques de contención, tambiénpueden provocar un derrumbe. Losmuros pueden derrumbarse cuando lasexcavaciones los debilitan. Los edifi-cios pueden derrumbarse cuando lasestructuras que los sostienen son alte-radas imprudentemente. La caída deobjetos, materiales o herramientas pue-den golpear y matar a los trabajadores,especialmente si no utilizan cascos pro-tectores. La caída de objetos se debe ala falta de tablas de pie en los andamios,la falta de cinturones portaherramien-tas para los trabajadores, un almacena-miento y apilado incorrectos y una pre-paración deficiente. El uso incorrectode montacargas y grúas puede provo-car lesiones mortales, y los trabajado-res pueden resultar golpeados, aplas-tados o atrapados por vehículos, vol-quetes y maquinaria.

� Electrocuciones. Se deben a golpes concables, así como al contacto o la forma-ción de un arco eléctrico con cables aé-reos.

Las enfermedades en la construcción:no reconocidas e ignoradas

En los oficios de la construcción, los tra-bajadores están expuestos a una ampliavariedad de sustancias peligrosas y ries-gos físicos. En muchos países, los proble-mas de salud resultantes no son reconoci-

dos como relacionados con el trabajo y portanto no son objeto de informes, no se re-gistran ni se indemnizan. Esta falta de re-conocimiento social, esta censura del ver-dadero perjuicio a la salud de los trabaja-dores, permite que se carezca de unapolítica nacional destinada a prevenir lasenfermedades profesionales en el sector.Se trata de un círculo vicioso.

Sin embargo, al igual que con los acci-dentes, las causas de enfermedad son bienconocidas y pueden evitarse o controlarse.Algunos de los problemas de salud más co-munes en el sector de la construcción son:� Sordera. La exposición a niveles de

ruido peligrosos está tan extendida queforma parte de la rutina, y la sorderaocupacional es muy común entre lostrabajadores de la construcción. En estecaso, pueden utilizarse métodos parareducir los ruidos, por ejemplo, en loscompresores, pero el equipo de protec-ción personal y la formación son ele-mentos esenciales para prevenir la pér-dida del oído.

� Síndromes de la vibración. La vibra-ción en la mano y en el brazo puedecausar daños en los vasos capilares asícomo en los nervios, lo que provocauna falta de sensibilidad en los dedos.Denominado síndrome de Raynauds,esta condición se debe especialmente aluso de herramientas de aire compri-mido. El manejo de vehículos y maqui-naria pesados provoca la vibración detodo el cuerpo y puede dañar la co-lumna vertebral.

� Lesiones en la espalda. Estas se debena que se cargan manualmente objetospesados, a veces durante largas distan-cias, por ejemplo, ladrillos, bloques decemento y sacos de cemento que pesan50 kilos. Los espacios reducidos, lasposturas forzadas, las tareas pesadas ylas exigencias de productividad, asícomo largos horarios de trabajo pue-den agravar el problema. Las lesionesde la parte inferior de la espalda, la ciá-tica, hernias y hernias discales puedenimplicar el retiro definitivo del mer-cado de trabajo.

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� Otras lesiones esqueleticomuscula-res. Se trata de lesiones en los múscu-los, nervios, tendones y articulacionesprovocados por un trabajo físicamenteagotador. Entre los factores de riesgose incluyen: posturas incómodas, mo-vimientos enérgicos y repetitivos, he-rramientas incómodas y un esfuerzoconstante. En muchos países en desa-rrollo, el trabajo de la construcción esverdaderamente intensivo. Existe pocamecanización y las herramientas sonrudimentarias, recuperadas e improvi-sadas. Entre las lesiones característicasse encuentran: la bursitis, provocadapor estar arrodillado, por ejemplo,para pavimentar; la tenosinovitis, infla-mación del revestimiento del tendóndebido al uso excesivo y a los movi-mientos repetitivos y enérgicos; la ten-dinitis, inflamación de los tendones, es-pecialmente en el hombro, a menudodebido a trabajar con los brazos levan-tados por encima del nivel del hombro;problemas de cuello, por la misma razón;la epicondilitis («codo de tenista»), cau-sada por el impacto absorbido al dargolpes repetidos.

� Exposición a sustancias peligrosas. Seutilizan solventes de muchos tipos dife-rentes en las pinturas, barnices, lacas yadhesivos. Pueden afectar al sistemanervioso central y dañar la piel, el hí-gado, los riñones y el sistema cardio-vascular. Algunos solventes aumentanlas probabilidades de padecer cáncer.Asimismo, los solventes pueden redu-cir la fertilidad y provocar defectos denacimiento y abortos espontáneos. Losisocianatos, utilizados en algunas pintu-ras y barnices, agentes adherentes y re-sinas, pueden provocar asma y derma-titis. A largo plazo, también están rela-cionados con el cáncer y con los riesgosde la reproducción. Los pesticidas, utili-zados en los tratamientos de la madera,son venenosos, también pueden causargraves riesgos para la reproducción.Los tratamientos químicos para las capashidrófugas y los ignirretardantes tambiénpueden resultar peligrosos. Los gases

del soldeo, que pueden incluir unamezcla de todo tipo de gases metálicos,pueden provocar graves problemas desalud a largo plazo. Afectan al sistemarespiratorio y, en la medida en que seabsorben los productos químicos, pue-den afectar lentamente al cerebro y alos órganos internos.

� Polvo. El polvo de todo tipo resulta per-judicial para la salud. En los oficios pul-verulentos, la tasa de mortalidad es máselevada a causa de enfermedades res-piratorias y cánceres de pulmón y estó-mago. El polvo de cemento, la sílice, elpolvo de la madera y los cartones duros demedia densidad representan riesgos es-peciales. Y, naturalmente, el asbesto, quees sumamente peligroso y deberíaprohibirse totalmente (véase el recua-dro). Las soluciones poco onerosas parareducir el polvo consisten en cortar pre-viamente los materiales fuera de la obray donde pueda utilizarse una ventila-ción por aspiración, así como humede-cer el lugar de trabajo y aislar toda acti-vidad que produzca polvo. Los traba-jos peligrosos requieren instalacioneshigiénicas adecuadas para lavarse ycambiarse de ropa, así como ropa deprotección, lo que casi nunca ocurre enlos países en desarrollo. Idealmente, de-berían utilizarse herramientas con ven-tilación por aspiración y herramientasque posean un suministro de agua parasuprimir el polvo. Es preciso seleccio-nar cuidadosamente la protección res-piratoria ya que los diferentes tiposexistentes procuran normas de protec-ción sumamente variadas. Lamentable-mente, lo que normalmente se propor-ciona como equipo personal de protec-ción es una «máscara contra el polvo»de papel o tela, en lugar de máscarasrespiratorias filtrantes.

� Peligros biológicos y relativos al bie-nestar. Las condiciones de vida y de tra-bajo de los trabajadores de la construc-ción en los países en desarrollo sonmalas. El agua contaminada puedeproducir tuberculosis, cólera y enfermeda-des parasitarias. El dengue y la malaria,

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provocados por las picaduras de unmosquito, también pueden representarriesgos para la salud. Los lugares dondese dejan empantanar charcas de aguarepresentan un criadero ideal para losmosquitos, al igual que las comunida-des situadas alrededor de las obras deconstrucción que también pueden verseafectadas. Buscar trabajo en los grandesproyectos de construcción significaestar lejos del hogar y la familia durantelargos períodos de tiempo, lo que su-pone que los trabajadores de la cons-trucción corran el riesgo de contraer elvirus de inmunodeficiencia humana ysíndrome de inmunodeficiencia adqui-rida (VIH/SIDA).

� Estrés. El ruido, la suciedad, el polvo,los productos químicos, trabajar en al-turas, los espacios reducidos, el trabajopesado y la falta de información y deformación contribuyen al estrés. Eltemor a los accidentes es especialmenteagudo, particularmente el miedo a ca-erse. El acoso y la presión son comunes.Por lo general, los trabajadores, espe-cialmente los peones de albañil, tienenmuy poco o ningún control sobre la ma-nera en que se realiza el trabajo.

No competir reduciendo la seguridad

La gran mayoría de los accidentes en laconstrucción son previsibles y pueden evi-tarse. No obstante, rara vez se establece unsistema coherente de prevención. Los cos-tes micro y macroeconómicos son conside-rables. En Europa, se estima que el coste delos accidentes de la construcción repre-senta alrededor del 3 por ciento del volu-men de un proyecto. El coste que implicacumplir estrictamente la legislación euro-pea en materia de salud y seguridad ocu-pacionales representa aproximadamente el1,5 por ciento del volumen de un proyecto.

No obstante, la prevención implica uncoste. Por tanto, los costes relativos a lasalud, la seguridad y el bienestar ocupa-cionales no deberían entrar en competen-cia, y han de considerarse como costes de

producción. La política de adjudicación,los contratos y los concursos competitivosdeberían incluir como obligatorios los re-quisitos en materia de seguridad y salud.El no cumplimiento de estos requisitos de-bería representar la exclusión de los que sepresentan a tales concursos.

Equipo de protección personal:la pretendida prevención

En la industria de la construcción se haceexcesivamente hincapié en el uso delequipo de protección personal. Natural-mente, un buen equipo de protección per-sonal es de esencial importancia. Sin em-bargo, es una medida complementaria queha de utilizarse conjuntamente con una pro-tección colectiva, no una alternativa a ésta.El equipo de protección personal ha de uti-lizarse cuando no es posible controlar apro-piadamente el riesgo por otros medios. Elequipo de protección personal resulta pococostoso y algunos empleadores creen que silos trabajadores utilizan los cascos de pro-tección, con eso están cumpliendo con laresponsabilidad que les incumbe. Este es,en materia de seguridad y salud, un estiloque consiste en «lavarse las manos».

Estrategias de prevención:un enfoque tripartito

El papel de los gobiernos

Alos gobiernos les incumbe un importantepapel por desempeñar como legisladoresy reguladores, pero también como clien-tes, pudiendo introducir un cambio a tra-vés del proceso de adjudicación. Delmismo modo, el Banco Mundial y los or-ganismos de desarrollo pueden influir enlas normas y condiciones de trabajo en lasobras de construcción, en muchos lugaresdel mundo. Sus políticas de adjudicacióny las condiciones de licitación deberíanfijar normas severas.

Los gobiernos necesitan un marco le-gislativo y político coherente sobre lasalud y la seguridad ocupacionales en el

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sector, debiéndolo desarrollar con losagentes sociales a través de comités tri-partitos sobre salud y seguridad ocupa-cionales, comisiones de desarrollo de laindustria de la construcción y comisionesde formación. La política nacional debe in-cluir un sistema para promover y obligarel cumplimiento de las regulaciones.

La falta de medios de las autoridadescompetentes, unida a una política dema-siado liberal de autorregulación en la in-dustria, pueden contribuir a una actitudpasiva y permisiva de los gobiernos queconduzca a violaciones aún más graves dela legislación. Los empleadores responsa-bles necesitan ayuda en la forma de infor-mación, formación y orientación sobre losriesgos y su prevención. Debe indicarse alos empleadores negligentes que tendránque hacer frente a severas multas, costo-sas demandas de indemnización, al re-chazo social y a la pérdida de la licencia ode la libertad.

El papel de los empleadores

Los empleadores deben comprometersefundamentalmente a cumplir con las nor-mas de trabajo, y a insistir en que seancumplidas por todos los subcontratistas yproveedores. Estas normas del trabajo sebasan en los convenios de la OIT, inclui-dos derechos humanos fundamentalestales como la libertad sindical, el derechode sindicación y la negociación colectiva.

Los empleadores deberían contribuireconómicamente a la formación con vistasa mejorar la capacidad de la mano de obra,así como sus competencias, la salud y la se-guridad. Varias juntas de formación de laindustria de la construcción han introdu-cido la formación obligatoria en salud y se-guridad. Existen muchos ejemplos positi-vos de certificación de las competencias yreconocimiento del aprendizaje previo queestimulan la calidad y la productividad almismo tiempo que reducen las lesiones ylas enfermedades profesionales. Asimismo,debería ser obligatorio que el empleadorposea un seguro contra terceros que cubraa todos los trabajadores de la obra.

Las políticas de salud y seguridad asícomo los sistemas de gestión de los ries-gos de la empresa deben incluir la partici-pación de los trabajadores. La disminucióndel tamaño de las empresas y el abasteci-miento en el exterior han dado lugar a unaindustria de la construcción dominada porcondiciones contractuales precarias e in-formales, a través de la subcontratación yel trabajo supuestamente autónomo. Estosaspectos ejercen repercusiones directas ynegativas en la salud y la seguridad. Unmedio eficaz para la aplicación práctica dela política de seguridad es la creación deuna comisión paritaria, dirección o sindi-cato, de seguridad y salud.

Las asociaciones de clientes y contra-tistas han de garantizar que:� La inclusión como componentes obli-

gatorios de disposiciones en materia desalud, seguridad y bienestar en los do-cumentos presentados a concurso, demodo que estas disposiciones no for-men parte de la competencia. Todos loscontratistas deberían tener en cuentalas partidas relativas a la salud, la se-guridad y el bienestar en el cálculo desus costes.

� Todo el personal directivo y de inspec-ción en sus obras tiene competenciasdemostrables en materia de salud y se-guridad y competencias en materia dedirección e inspección.

� Todos los trabajadores tienen un nivelde competencias que puede demos-trarse, que incorpore la seguridad ysalud ocupacionales.

� Todos los contratistas cumplen con lasnormas del trabajo.

� Se cuenta con las estructuras y recursosnecesarios para aplicar las políticas ycumplir la ley.

� Existe una comunicación y coordina-ción apropiadas entre los contratistas yla participación de los trabajadores, in-cluida la formación introductoria.

Los objetivos en materia de seguridad ysalud en el trabajo deberían ser controladosa pie de obra para cada contratista. Las pres-

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taciones anteriores en el ámbito de la saludy la seguridad deberían incluirse en los cri-terios de selección para los que se presen-tan a concurso. Asimismo, todas las ofertasdeberían presentar un plan de seguridad ysalud antes de empezar el trabajo.

El papel de los sindicatos

La baja densidad sindical representa unfactor clave para explicar la deficiencia delas normas de seguridad en la industria dela construcción.

Por esta razón el Programa Mundialsobre Salud, Seguridad y Medio Ambientedirigido por la Federación Internacionalde Trabajadores de la Construcción y laMadera (FITCM) lleva por título «Sindica-tos fuertes para un trabajo seguro». Dichoprograma, financiado por el Consejo deCooperación Sindical Internacional (LO-TCO) y promovido por el sindicato suecode trabajadores de la construcción Bygg-nads, está aplicándose a los sindicatos afi-liados en Asia, Africa y América Latina. Elobjetivo consiste en dar a conocer la saludy la seguridad como un argumento de afi-liación y sindicación, así como ayudar a lossindicatos a mejorar su estructura, su po-lítica y su estrategia organizativa en estaimportante área de la actividad sindical.Muchos sindicatos afiliados a la FITCMestán consiguiendo resultados alentadoresen las siguientes áreas:

� Mejores estructuras sindicales para in-corporar la salud, la seguridad y elmedio ambiente en la línea central delas actividades sindicales.

� La participación institucional, especial-mente el trabajo tripartito.

� Desarrollar y seguir un orden del díalegislativo y en materia de política, lanegociación de mejores normas y laparticipación en la formación sobresalud y seguridad.

� La inclusión de la salud y la seguridaden los convenios colectivos.

� Una estrategia de afiliación y sindica-ción, incluido un mayor número de

miembros, la promoción de represen-tantes de seguridad y el estableci-miento de comités de seguridad.

� Información y formación sobre riesgos ysu prevención: llevar a cabo inspeccio-nes del lugar de trabajo y estudios sobrela salud, decidir el orden de prioridad delos riesgos y negociar las mejoras.

Campañas mundiales

Las campañas mundiales son una impor-tante herramienta para el programa de laFITCM. Las campañas ayudan a los sindi-catos a desarrollar redes de solidaridadcon otros sindicatos, centros de enseñanza,profesionales de la salud, juristas, familiasy víctimas de accidentes y enfermedadesy con las comunidades. Las actividades deuna campaña resultan positivas para laimagen del sindicato y le confieren unpapel de liderazgo, permitiéndole ejerceruna fuerte presión social para mejorar lascondiciones de trabajo.

En este contexto, uno de los principa-les objetivos es asegurar la ratificación yaplicación de los convenios correspon-dientes de la OIT, incluido el Conveniosobre el asbesto, 1986 (núm. 162) (véase elrecuadro).

Mientras tanto, el Convenio de la OITsobre la seguridad y salud en la construc-ción, 1988 (núm. 167) ha sido ratificado tansólo por 14 países, aunque muchos paísestienen una legislación similar o mejor en suConstitución. Los principales puntos delConvenio para organizar la prevención son:� Debe existir una colaboración entre los

empleadores y los trabajadores paratomar las medidas apropiadas a fin deasegurar que los lugares de trabajosean seguros y no presenten riesgospara la salud.

� En un contrato de construcción todaslas partes tienen responsabilidades, in-cluidos los que diseñan y planifican losproyectos.

� El contratista principal es responsablede coordinar las medidas de preven-ción.

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Los sindicatos de todo el mundo desean la prohibición del asbesto

Con una escandalosa cifra mundial de 100.000 personas cada año, las muertes provocadaspor las enfermedades relacionadas con el asbesto ya han sobrepasado en algunos países elnúmero de muertes provocadas por los accidentes laborales.

Muchas de las personas afectadas actualmentetrabajaron en oficios de la construcción. La Fe-deración Internacional de Trabajadores de laConstrucción y la Madera (FITCM) coordina unacampaña mundial para conseguir la prohibicióndel asbesto, y evitar la exposición de los traba-jadores a este material.

Respirar un aire que contenga polvo de as-besto provoca enfermedades pulmonares mor-tales. Por lo general, suele pasar un largo perí-odo de tiempo entre la exposición al polvo delasbesto y la aparición de la enfermedad. Este pe-ríodo puede variar de 10 a 50 años. Cuanto másexpuesto se haya estado al asbesto, mayores pro-babilidades se tienen de enfermarse más tarde.

Cuando se inhalan, las fibras de asbesto queno pueden ser eliminadas al toser o al espirarpueden alojarse profundamente en los pulmo-nes. Una vez ahí, provocan cicatrices irreparablesque continúan creciendo, a pesar de que no sesiga expuesto al asbesto. Este cuadro puede darlugar a varias enfermedades dolorosas, debili-tantes y a menudo mortales, incluido el cáncer.

Muchas de las víctimas actuales trabajaronen los oficios de la construcción. No obstante, elasbesto sigue siendo muy utilizado en los nue-vos materiales de construcción, especialmenteen los techos de cemento de asbesto y las tube-rías. Romper, cortar, aserrar, perforar y pulir elcemento de asbesto libera fibras de asbesto ypresenta un peligro muy grave para la salud. Lostrabajadores de la construcción también siguenestando expuestos al asbesto en los edificios du-rante los trabajos de mantenimiento, renova-ción y demolición.

Ha de determinarse todo material de as-besto en los edificios antes de iniciar las obras,pero a menudo no se comprueba si hay asbesto.Si se encuentra un material sospechoso, es pre-ciso controlarlo. Todo material sospechoso de-bería tratarse como si contuviera asbesto.

Las condiciones contractuales precarias y lasprácticas de empleo flexible en la industria dela construcción socavan las medidas de preven-ción y los sistemas de seguridad laboral que de-berían establecerse. La información, la forma-ción y la organización sindical sobre la salud yla seguridad salvan vidas.

El Convenio sobre el asbesto, 1986 (núm.162) y la Recomendación sobre el asbesto, 1986(núm. 172) de la OIT establecen los requisitos de-tallados para los empleadores con el fin de evi-tar la exposición de los trabajadores al asbesto,proporcionen ropa e instalaciones de protección,vigilen la salud de los trabajadores y proporcio-

nen a los trabajadores toda la información y for-mación necesarias.La FITCM está organizando una campaña parapromover la ratificación y la aplicación prácticade estas normas de la OIT en todo el mundo, yen favor de una legislación completa que re-duzca al mínimo la exposición al asbesto y ase-gure prácticas de trabajo seguras.De hecho, la FITCM y el movimiento sindical in-ternacional en su conjunto reivindican unaprohibición mundial de la extracción minera, lafabricación, la comercialización y el uso de todaslas formas de asbesto y productos afines. Los sin-dicatos del mundo entero han acordado las si-guientes medidas:

● La prohibición del asbesto. Los sindicatos hande ejercer presión sobre sus gobiernos nacio-nales para introducir una prohibición del as-besto como parte de una iniciativa internacio-nal para prohibir el asbesto en todo el mundo.

● La protección de los trabajadores. Los sindi-catos deberían ejercer presión sobre sus go-biernos para que ratifiquen, apliquen efecti-vamente y hagan cumplir el Convenio núm.162 de la OIT como norma mínima para pro-teger a los trabajadores que pueden estar ex-puestos al asbesto debido a su trabajo. Lossindicatos deberían asegurar que los trabaja-dores que retiren el asbesto cuenten con losmejores métodos de protección para evitar laexposición a las fibras de asbesto.

● La sensibilización. Los sindicatos deberían de-sarrollar y mantener una amplia campaña in-ternacional para concienciar a los trabajado-res, al movimiento sindical y al público en ge-neral acerca de los riesgos que implica laexposición a las fibras de asbesto, adoptandolas medidas para prevenir las enfermedades yasegurar una prohibición mundial del asbesto.

● Las alternativas. Los sindicatos deberían tra-tar de reemplazar el asbesto con sustanciasalternativas que resultan menos perjudicialespara la salud humana y el medio ambiente.Se ha de fomentar la investigación sobre tec-nología con miras a desarrollar sustancias al-ternativas en los lugares en los que no existaactualmente esta tecnología.

● El intercambio de información. Los sindicatosde los países que fabrican y utilizan sustitutosde asbesto deberían distribuir informacióntécnica sobre estos sustitutos a los sindicatoshomólogos de los países en donde no se fa-brican ni usan actualmente esos sustitutos.

(continúa)La negociación colectiva

Los convenios colectivos deberían incluirsiempre entre sus puntos la salud, la se-guridad y el medio ambiente, y deberíangarantizar normas que superen los míni-mos impuestos por la ley, especialmenteen lo que se refiere al establecimiento decomisiones paritarias, dirección o sindi-cato, de salud y seguridad, la participaciónde los trabajadores en la prevención de le-siones y enfermedades, por ejemplo:� La participación del trabajador en la

prevención en la obra de construcción.� El derecho de los representantes de

salud y seguridad de participar en laprevención.

� Licencia para seguir una formación,además de la formación introductoriay las reuniones sobre los portaherra-mientas durante las horas de trabajo.

� Políticas en materia de salud y seguri-dad establecidas por escrito.

� Sistemas de gestión de la salud y la se-guridad que incluyan la participacióndel trabajador a todos los niveles.

� Sistemas para informar sobre los ries-gos y resolverlos, incluido el derechode los trabajadores a negarse a realizartareas que presenten un riesgo gravepara su salud o seguridad, sin miedo alas represalias o al despido.

Representantes sindicalesde seguridad

Los representantes sindicales de seguridadcon formación contribuyen positivamentea la prevención de lesiones y enfermeda-des. Un estudio reciente realizado por elCongreso de Sindicatos Británicos (TUC)señala que los lugares de trabajo que cuen-tan con estos representantes registran lamitad de la tasa de accidentes que se pro-ducen en lugares de trabajo comparablesque no cuentan con estos representantes.

Los representantes sindicales de seguri-dad conocen los riesgos que existen en ellugar de trabajo y pueden colaborar estre-

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● Una transición justa. En los lugares dondelos trabajadores puedan perder su empleodebido a la introducción de una prohibi-ción del asbesto, los sindicatos deberíanejercer presión en favor de una «transiciónjusta» para proteger los ingresos, el empleoy el bienestar de los trabajadores afectadosy de sus comunidades.

● La acción legal. Los sindicatos deberían tra-tar, a través de los sistemas jurídicos de suspaíses, de demandar penalmente a los em-pleadores cuya negligencia haya sido lacausa de enfermedades relacionadas con elasbesto, así como los daños medioambien-tales a la comunidad. Los contaminadoresdeben pagar los costes de reparación detodos los daños medioambientales provo-cados por las actividades de su empresa.

● La indemnización. Los sindicatos deberíantratar de conseguir una indemnización ade-cuada y rápida para los trabajadores quepadecen enfermedades relacionadas con elasbesto.

● El tratamiento. Los sindicatos deberíanhacer campaña para garantizar que las víc-timas de las enfermedades relacionadascon el asbesto cuenten con tratamiento mé-dico apropiado, servicios de apoyo e infor-mación.

� Deberá contarse con un servicio de ins-pección y medidas punitivas.

� Los trabajadores tienen derecho a reti-rarse cuando existe un peligro inmi-nente y grave.

El derecho a negarse a realizar unatarea peligrosa, sin temor a ser objeto derepresalias, está muy lejos de ser una rea-lidad para la mayoría de los trabajadores.Mientras exista una baja densidad sindi-cal y el empleo informal, los trabajadoresno sindicados se enfrentarán constante-mente a la elección entre realizar un tra-bajo sucio y peligroso o no tener trabajo.El derecho humano fundamental a la se-guridad es una prueba de democracia ydignidad en el lugar de trabajo.

chamente con los trabajadores y la direc-ción para ayudarles a promover un entornode trabajo en el que se determinen, supri-man o controlen apropiadamente los ries-gos antes de que se produzca el problema.

No obstante, los trabajadores del sectorno estructurado empleados en la cons-trucción están muy dispersos en pequeñasempresas, lo que plantea problemas parti-culares para asegurar que cuentan con lainspección de los representantes sindica-les de seguridad.

Una solución imaginativa son los re-presentantes de seguridad regionales(RSR) que han estado trabajando en el sec-tor de la construcción en Suecia desde1949. El sistema logró tal éxito que se pro-pagó a todos los sectores suecos en 1974.Actualmente existen aproximadamente1.450 representantes especiales en Suecia,con actividades en 152.000 lugares de tra-bajo. El Servicio de Representantes de Se-guridad Regionales se ocupa de los luga-res de trabajo que no tienen comité de se-guridad y salud ocupacionales (menos de50 trabajadores). Tienen ciertos derechosde acceso a los lugares de trabajo, y fun-ciones definidas semejantes a las que tieneun representante de seguridad normal enun lugar de trabajo. La FITCM está pro-moviendo activamente la figura del repre-sentante de seguridad regional.

Reunión tripartita de la OIT en laindustria de la construcción

En la Reunión tripartita de la OIT sobre laindustria de la construcción, en diciembrede 2001, el Grupo de los Trabajadores pre-sentó propuestas sobre los representantesde seguridad regionales en la reunión yuna resolución. Lamentablemente, elGrupo de los Empleadores se opuso enér-gicamente a la idea y no pudo lograrse unconsenso en dicha reunión.

Sin embargo, las conclusiones sobre se-guridad y salud en el trabajo fueron muypositivas; en la reunión los empleadoresmanifestaron claramente su deseo de me-jorar las normas de prevención en la in-

dustria. Algunos puntos interesantes acor-dados son:� Crear registros nacionales y sistemas

de licencia para la subcontratación.� Promover una formación introductoria

básica obligatoria sobre seguridad ysalud para todos los que trabajen a piede obra.

� Prestar especial atención a la formaciónde los representantes de salud y segu-ridad de los trabajadores.

� Sancionar con severidad si se viola lalegislación relativa a la salud y la segu-ridad.

� Los procedimientos de adjudicaciónpública deberían garantizar que lossubcontratistas cumplen la legislaciónen materia de salud y seguridad; encaso contrario, deberían ser excluidosde las listas de licitación.

Conclusiones

Existen muchos ejemplos de estructurastripartitas encaminadas a promover el diá-logo social en el sector de la construcción.Estas incluyen juntas de desarrollo indus-trial y juntas de formación industrial, asícomo comités nacionales sobre seguridady salud en la construcción. Ha de hacersehincapié en los siguientes aspectos:

� Legislación enérgica sobre seguridad ysalud, que se haga cumplir debida-mente, incluido el derecho de los tra-bajadores a negarse a realizar tareas pe-ligrosas sin temer las represalias.

� Reconocimiento de los sindicatos para lanegociación colectiva y la participaciónde los trabajadores en la prevención.

� Información y formación sobre los ries-gos y la prevención para todos a pie deobra.

� Promoción de la gestión de la seguri-dad y la salud en la obra para asegurarla aplicación diaria de las medidas deprevención.

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En la actualidad todos podemos tener ennuestros cuerpos alrededor de 250 pro-

ductos químicos que no existían en 1945.Se han obtenido enormes beneficios de

los nuevos productos de la industria quí-mica mundial: se han curado o prevenidoenfermedades, se han protegido los sumi-nistros alimentarios y nuevos materialeshan propiciado nuevas tecnologías y nue-vas forma de vida.

No obstante, hay un inconveniente. Laexposición del medio ambiente a produc-tos químicos perjudiciales ha experimen-tado un marcado aumento. Si el públicoen general se ve afectado, ¿cuánto más seven perjudicados los trabajadores cuyastareas los ponen diariamente en contactocon sustancias poderosas y a menudo pe-ligrosas?

Los mismos trabajadores de la indus-tria química se enfrentan a un doble reto:proteger su salud y sus puestos de trabajo.Amenudo se habla mal de la industria quí-mica – a veces justificadamente, otras no –y en ocasiones se cuestiona su futuro.

Cuando comienza a perfilarse la ame-naza de reducciones de puestos de trabajo,la respuesta instintiva es mantener funcio-nando todas las líneas de producción elmayor tiempo posible desde el punto de

vista comercial, político y ambiental. Noobstante, este enfoque puede no ser el másprovechoso para los mismos trabajadoresde la industria, ¿Qué sucede si la amenazasanitaria de un producto se agiganta y losgobiernos repentinamente aprietan elpedal del freno? Los puestos de trabajo de-saparecen de la noche a la mañana, sin nin-guna planificación ni medidas adecuadasa largo plazo para reemplazarlos. Inevita-blemente surgen tensiones sociales.

La alternativa es una «transición justa»,como la que defiende la federación sindi-cal mundial que representa a los trabaja-dores de la industria química. En la indus-tria química, al igual que en otros sectores,el cambio es forzoso, sostiene la FederaciónInternacional de Sindicatos de Trabajado-res de la Industria Química, Energía, Mi-nería e Industrias Afines (ICEM).

Todo señala en esa dirección

Es probable que para 2003 la Unión Euro-pea (UE) tenga 32 productos químicos im-portantes en la lista que exige controlesnuevos estrictos y, en algunos casos, di-rectamente su prohibición. A escala mun-dial, se está concluyendo un tratado que

En los sectores

Encontrando la fórmulapara la seguridad química

Los trabajadores de la industria química tienen que proteger, al mismotiempo, su salud y su trabajo. Los esfuerzos para sanear la industria li-berándola de productos perjudiciales originarán cambios que puedenafectar a muchos puestos de trabajo. Una «transición justa» es la mejoropción. La misma facilitará la producción no perjudicial para el medioambiente al tiempo que mitigará los efectos adversos de la conversión.

Ian GrahamEncargado de Información

Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de laQuímica, Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM)

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ordenará la progresiva eliminación de 12sustancias contaminantes orgánicas per-sistentes. Más adelante podrían incorpo-rarse al tratado otros contaminantes deeste tipo.

En febrero de 2002, los productos quí-micos ocuparon el primer puesto delorden del día del foro ministerial del Pro-grama de las Naciones Unidas para elMedio Ambiente (PNUMA), llevado acabo en Cartagena, Colombia. El informede referencia que el PNUMA preparó parala conferencia sugiere una serie de áreasclave de acción, incluyendo medidas paradesarrollar la capacidad de los países detratar con productos químicos y las cues-tiones que giran en torno a ese problema,la promoción de una producción químicamás limpia y un cambio de «productosquímicos altamente tóxicos a otros conmenor toxicidad o alternativas no quími-cas». Las propuestas del foro de Cartagenaformarán parte de la aportación delPNUMA a la Cumbre de la Tierra de lasNaciones Unidas, a celebrarse en Johan-nesburgo este año.

Por consiguiente, la ICEM sostiene quela mejor manera de avanzar consiste enplanificar con bastante antelación y pro-porcionar una red completa de seguridadpara los trabajadores que probablementese vean afectados por el cambio. Esa «tran-sición justa» facilitará una producción fa-vorable al medio ambiente al tiempo queamortiguará las adversas repercusionessociales del cambio.

Vistos de esta manera, los intereses delos defensores del medio ambiente y los delos sindicalistas industriales se hacenmucho más compatibles. En efecto, ya hayalgunas indicaciones de que ahora tienenmuchas más cosas en común que haceveinte años. Siguen produciéndose ma-lentendidos, principalmente cuando seataca a productos químicos determinados.También existen algunas barreras cultura-les. Por lo general, el movimiento verde nose originó en la clase trabajadora indus-trial. En consecuencia, su comprensión delas realidades industriales no siempre essólida. No obstante, el diálogo es posibley se lleva a cabo.

Cuidado responsable

Los trabajadores de la industria químicaestán preocupados por el futuro de la in-dustria pero las empresas químicas no sequedan atrás. Las grandes empresas quí-micas saben que sus futuros «permisospara operar» dependerán de que persua-dan a los gobiernos y al público en gene-ral de que la producción química es razo-nablemente segura. Además de eso, tam-bién deben demostrar que nada en elproceso de elaboración de cada productoquímico – desde su producción, pasandopor el transporte, hasta su destino final ysu eliminación – ocasiona riesgos inacep-tables.

«Cuidado responsable» es la divisa conla que las empresas químicas de todo elmundo comenzaron a mejorar su actua-ción en materia de seguridad, salud ymedio ambiente, tanto dentro del entornolaboral como más allá del mismo.

Este programa no tiene probabilidadesde éxito sin la plena participación de lostrabajadores de la química. De ahí la im-portancia de las conversaciones mundia-les entre sindicatos y empleadores que seiniciaron en febrero de 1999, originalmentebajo los auspicios de la Organización In-ternacional del Trabajo (OIT).

En una reunión de gobiernos, emplea-dores de la química y sindicatos de la quí-mica de ámbito mundial se decidió esta-blecer un diálogo oficial sobre «cuidadoresponsable» entre la ICEM y el ConsejoInternacional de Asociaciones de Fabri-cantes de Productos Químicos (ICCA).

Algunas de las conclusionesde la reunión de la OIT

� Se han de elaborar y mantener sistemasinternacionales comparables de indica-dores de rendimiento para seguir el ren-dimiento de las empresas químicas enlo concerniente a protección de salud yseguridad profesionales y medio am-biente. Los trabajadores y sus represen-tantes deberían participar en la elabo-ración y utilización de dichos sistemas.

� Los trabajadores y sus representantesdeberían participar activamente esta-bleciendo cuáles son las necesidades enmaterial de capacitación y formación,así como en la concepción y puesta enpráctica de los programas de capacita-ción.

Los principios detallados acordados enla reunión con respecto a la participaciónde los trabajadores parecieron ofrecer nue-vas esperanzas de cuidado responsable yde otras «iniciativas voluntarias» de la em-presa. La idea consistía en que un controlcuidadoso por parte de los trabajadores dela industria química y sus sindicatos,desde los lugares de trabajo hasta el nivelmundial, podría proporcionar un verda-dero contenido a esos programas y con ellofomentar su credibilidad.

Este fue el punto de partida. En unaserie de negociaciones realizadas entre laICEM y el ICCA se elaboró un proyecto deacuerdo que estuvo listo para la firma en2001.

Entonces sufrió un duro revés. En el úl-timo momento, la asociación de fabrican-tes de productos químicos (ACC), de losEstados Unidos, se negó a refrendar elacuerdo. Esta sorpresiva decisión se habríatomado a instancias de dos corporacionesestadounidenses antisindicales.

En consecuencia, sigue sin haber toda-vía ningún acuerdo mundial entre sindi-catos y empleadores con respecto al «cui-dado responsable». No obstante, la ICEMno ceja en su empeño. Se rebeló ante la po-sición de la ACC, pero lo mismo hicieronla mayoría de los fabricantes de productosquímicos del mundo. Aún hay probabili-dades de que la ICEM firme acuerdossobre «cuidado responsable» con asocia-ciones químicas, en un primer momento aescala nacional en la mayoría de los paísesque producen sustancias químicas, ex-cepto los Estados Unidos. En Europa, unacuerdo podría abarcar a la mayor partedel continente. Se espera que esos acuer-dos sean de alcance mundial en un futurocercano, cuando las empresas químicas delos Estados Unidos lleguen a comprenderel tema como lo hace el resto del mundo.

Acuerdos mundiales

Entretanto, la ICEM también está incorpo-rando enérgicas disposiciones sobre salud,seguridad y medio ambiente en sus acuer-dos mundiales con empresas multinacio-nales individuales.

El tema de la seguridad y salud profe-sionales es especialmente adecuado paraesos acuerdos. Los índices salariales nor-malizados a escala mundial no son viablesa corto y medio plazo, y probablementetampoco sean convenientes. Sin embargo,con respecto a la salud y la seguridad nohay ninguna razón práctica ni moral porla cual una empresa no pueda aplicar in-mediatamente las mismas y severas nor-mas en todos sus efectivos del mundo.

En los acuerdos se garantiza el derechode la ICEM y de sus sindicatos afiliados decontrolar el rendimiento mundial de lasempresas en las cuestiones que abarcan losmismos, así como de notificar toda su-puesta infracción de los acuerdos ante ladirección central de la empresa. Esta esuna diferencia crucial entre los acuerdosmundiales y los propios códigos de con-ducta de las empresas. Además, como losacuerdos se refieren específicamente a losconvenios pertinentes de la OIT, hay con-siderables medios complementarios deasegurar el acatamiento de esas normas.

En lo relativo a la seguridad química,los puntos esenciales de los acuerdos fu-turos de la ICEM serán el Convenio de laOIT sobre los productos químicos, 1990(núm. 170 ), que trata sobre la seguridaden la utilización de los productos quími-cos en el trabajo, y el Convenio sobre laprevención de accidentes industriales ma-yores, 1993 (núm. 174).

A este respecto, es preocupante el de-cepcionante índice de ratificación de ambasnormas. Afinales de 2001 el Convenio núm.170 había sido ratificado solamente pornueve países: Brasil, Burkina Faso, China,Colombia, México, Noruega, Suecia, Repú-blica Unida de Tanzanía y Zimbabwe. Enlo concerniente al Convenio núm. 174, so-lamente siete países lo han refrendado: Ar-menia, Brasil, Colombia, Estonia, PaísesBajos, Arabia Saudita y Suecia.

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Como puede observarse, la mayoría delos países productores de sustancias quí-micas aún no los han ratificado. Los sindi-catos afiliados de la ICEM de todo el mundoejercerán presión para que sus respectivosgobiernos los firmen a la mayor brevedad.

El derecho a saber

Por supuesto, con el fin de combatir losriesgos químicos se necesita informacióncompleta con respecto a los productosquímicos existentes y a los nuevos que vanapareciendo en el mercado. Para mejorarla seguridad química, los países realmentetienen que adoptar sistemas amplios declasificación y etiquetado de los productosquímicos. La OIT ya reconoció este hechoen 1952, cuando comenzó un estudio sobrela clasificación y etiquetado de sustanciaspeligrosas.

Sin embargo, hasta hace poco resultabasorprendentemente difícil obtener infor-mación sobre toda la gama de sustanciasquímicas. Una serie de programas estánactualmente ocupándose de solucionaresa carencia.

En 1992, la Conferencia de las Nacio-nes Unidas sobre Medio Ambiente y De-sarrollo (la Cumbre de la Tierra) estable-ció entre sus prioridades la armonizaciónde la clasificación y el etiquetado de losproductos químicos. Declaró que «de serposible, para el año 2000 se debería dispo-ner de una clasificación de los productospeligrosos armonizada a escala mundial yde un sistema de etiquetado compatible(SEC) que incluya fichas de datos sobre laseguridad del material, y símbolos fácil-mente comprensibles».

Se creó un grupo de coordinación paraorganizar el SEC. El trabajo fue supervi-sado por un comité de gestión de múlti-ples organizaciones, entre cuyos miem-bros se cuentan todos los organismos es-pecializados de las Naciones Unidasinteresados (tales como la OIT) y la Orga-nización para la Cooperación y el Desa-rrollo Económico (OCDE). La ICEM parti-cipó plenamente en esta tarea de armoni-zación, cuyos principios primordiales son:

� que el nivel general de protección quese ofrezca a los trabajadores, consumi-dores, público en general y medio am-biente no se reduzca como resultado dearmonizar la clasificación y los siste-mas de etiquetado;

� que el proceso de clasificación de losproductos peligrosos se refiera única-mente a los derivados de las propieda-des intrínsecas de los elementos quími-cos y sus componentes, y mezclas de losmismos, ya sean naturales o sintéticos;

� que la armonización signifique estable-cer una base común y coherente para laclasificación e información sobre losproductos químicos peligrosos a partirde la cual se puedan seleccionar los ele-mentos apropiados en lo relativo a me-dios de transporte y protección de losconsumidores, trabajadores y medioambiente;

� que el alcance de la armonización in-cluya tanto criterios de clasificación delos productos químicos peligrososcomo instrumentos para transmitir lainformación, es decir, etiquetado y fi-chas de seguridad química (véase másadelante);

� que se necesitarán cambios en todos lossistemas existentes para llegar a unúnico sistema armonizado mundial-mente; se han de incluir medidas detransición en el proceso hacia el nuevosistema;

� que se consiga la participación de lasorganizaciones internacionales de em-pleadores, trabajadores, consumidoresy otras organizaciones interesadas enel proceso de armonización;

� que se haga frente a la necesidad de quelos instrumentos para informar sobrela peligrosidad de los productos quí-micos sean comprensibles para la au-diencia correspondiente, es decir, lostrabajadores, los consumidores y el pú-blico en general;

� que al reclasificar esos productos quí-micos dentro del marco del sistema ar-monizado se acepten los datos de las

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pruebas ya generadas para la clasifica-ción de dichos productos dentro de lossistemas existentes;

� que un nuevo sistema armonizado declasificación puede requerir adapta-ción de los métodos de prueba existen-tes para los productos químicos y susmezclas;

� en lo relativo a la información sobre lapeligrosidad de los productos quími-cos, se ha de garantizar la salud y se-guridad de los trabajadores, consumi-dores y público en general al tiempoque se protege la información empre-sarial confidencial, según lo establecenlas autoridades competentes.

La OCDE acaba de publicar un «Sis-tema integrado armonizado de clasifica-ción de los productos químicos peligrososy de sus mezclas»1. Junto con otros docu-mentos, incluido uno de los instrumentospara informar sobre los riesgos preparadopor la OIT, esta publicación formará partedel sistema armonizado a escala mundialSEC. Se prevé que dicho sistema se adopteoficialmente en diciembre de 2002. Por elmomento, no tendrá carácter legal obliga-torio para los gobiernos, aunque podría lo-grarse en una fecha ulterior.

Un grupo especial de trabajo de laOCDE prosigue su labor en los sistemasmundiales de clasificación no cubiertospor los sistemas existentes (riesgos por as-piración, toxicidad activada por la hume-dad, irritación del tracto respiratorio yefectos narcóticos). Una vez aprobados, di-chos sistemas se incorporarán al SEC.

Mientras tanto, en los lugares de tra-bajo ha pasado a ser mucho más fácil el ac-ceso a la información básica con respectoa los productos químicos gracias a las fi-chas sobre seguridad química internacio-nal. Esas fichas son preparadas por el Pro-grama Internacional sobre Seguridad Quí-mica (PISC), en colaboración con la UniónEuropea. En cada una de las fichas sebrinda información esencial resumidasobre salud y seguridad de un productoquímico específico que se utiliza en los lu-

gares de trabajo. El PISC es una actividadconjunta del PNUMA, la OIT y la Organi-zación Mundial de la Salud (OMS). Gra-cias a la cooperación con distintas organi-zaciones nacionales encargadas de seguri-dad, las fichas han sido traducidas a unacreciente cantidad de idiomas 2.

El futuro de la seguridad química y, conello, el de la industria química depende dela información y del diálogo. Ambosdeben ser posibles en toda libertad, tantomás para los trabajadores de esa industriay sus sindicatos.

Al mismo tiempo, la seguridad se de-berá procurar alcanzar a lo largo de todoel ciclo de vida de un producto, incluidasu eliminación. La industria denominaeste proceso utilizando una expresión de-safortunada: «un enfoque que va desde lacuna hasta la tumba».

Los sindicatos también deben hacerhincapié en la seguridad a lo largo de todoel ciclo, siendo una buena cuestión para lasolidaridad sindical entre distintos secto-res. Por ejemplo, la ICEM está colaborandocon la Unión Internacional de Trabajado-res de la alimentación, Agrícolas, Hoteles,Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA) enlo que respecta a la utilización de pestici-das, y con la Federación Internacional delos Trabajadores del Transporte (ITF) en loconcerniente al transporte de materialespeligrosos en condiciones de seguridad.

¿Seguridad o puestos de trabajo?¿Medio ambiente o empleo? Si hacemosahora una planificación adecuada, la dis-yuntiva no se planteará.

La industria química considera que laapertura es la mejor fórmula y la reacciónmás segura.

Notas

1 El texto completo está disponible en el sitio In-ternet de la OCDE: http://www.oecd.org/ehs o enla Dirección de Medio Ambiente de la OCDE, Divi-sión de Seguridad y Salud.

2 Una lista de dichos idiomas está disponible enInternet, con enlaces que remiten a las propias fi-chas: http://www.cdc.gov/niosh/ipcs/icstart.html#language.

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Europa central y oriental: zona de 17 paí-ses1 con una historia común de econo-

mías planificadas seguida de la transiciónhacia una economía de mercado de entre10 y 12 años.

Los cambios en la industria y en la or-ganización del trabajo se llevan a cabo enotras partes del planeta, pero en las eco-nomías en transición las dimensiones hansupuesto o suponen un exponente mayor.La reestructuración industrial ha influidodirectamente en el empleo, en las peque-ñas empresas y en las relaciones laborales,afectando éstas, a su vez, a todas las for-mas de salud y seguridad profesional quese considere, y a que se encuentren las so-luciones en la región.

Dentro de esta variedad de anteceden-tes, sin embargo, existen diferencias nota-bles en los cambios políticos y económicosde los países. Así, a mediados de los añosnoventa, Hungría, República Checa y Po-lonia experimentaron un auténtico creci-miento del producto nacional bruto (PNB),llegando a igualar o sobrepasar, en 2000,sus respectivos niveles de 1989. En el su-reste de Europa, por otra parte, la mayoríade los países sigue produciendo sólo del 50al 80 por ciento de sus resultados anterio-res a la transición, y, sólo el país más pobre,Albania, superó su nivel anterior a 1989. Lareducción del empleo ha sido un fenómeno

que se ha extendido por todos los países dela región, pero las pérdidas sufridas en elsureste de Europa son por lo general máselevadas 2. Las estimaciones indican que elsector no estructurado representa ahora untercio de todas las actividades económicasen el sureste de Europa. En Serbia, se ha es-timado en el 70 por ciento 3.

Además de Europa oriental, Moldovay Ucrania se introdujeron en una décadade recesión económica, en la que la vidarepresenta una lucha constante por la se-guridad básica. Según recientes encuestasde la Organización Internacional del Tra-bajo (OIT) realizadas en Ucrania 4, la situa-ción se ha deteriorado hasta tal punto quela población se ha alertado tras un retro-ceso sustancial en la esperanza de vida.

Por consiguiente, ¿qué consecuenciasconlleva esta situación en términos de saludy seguridad laborales en la región? Durantelos primeros años del inicio de las reformas,la salud y seguridad laborales se han des-cuidado, en cierta medida, en muchos paí-ses. Parece como si se hubiera aceptado quelos trabajadores tenían que pagar un precioobligado en la carrera de la transición.

Lamentablemente, dichas posturastambién fueron compartidas por ampliosgrupos de trabajadores, quienes estabanbajo la doble presión de la elevada insegu-ridad laboral y las remuneraciones bajas e

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En las regiones

Seguridad y saluden las economías en transición

Así como Europa central y oriental se adapta a la economía de mer-cado, también tendrá que definir, con mayor amplitud, las condicio-nes de trabajo para la supervivencia y el crecimiento de los sindicatos.

Annie RiceEspecialista en seguridad y salud en el trabajoEquipo multidisciplinario para Europa central

y oriental, OIT (Budapest)

irregulares. Sin embargo, en pocos años sehan producido progresos, estableciéndose,en la mayoría de los países, nuevos marcoslegales y acuerdos internacionales en ma-teria de seguridad y salud en el trabajo.Esto se notó con mayor intensidad en lospaíses aspirantes a la Unión Europea (UE)5,para los que el proceso de integración im-plica la adopción de directivas europeas enmateria de seguridad y salud laborales.

Pero aún persisten diferencias destaca-das entre los países aspirantes y la UE. Porejemplo, aun cuando ya se considera trá-gico el índice de accidentes laborales, delas estimaciones de la OIT sobre los paísesde la antigua Europa socialista se des-prende un índice de accidentes en el tra-bajo de 11,1 por cada 100.000 trabajado-res 6. Esta cifra es muy superior al índicecalculado para los países de la UE, de 5,89por cada 100.000 trabajadores en general,e incluso de 3 por cada 100.000 trabajado-res en algunos países nórdicos.

Igualmente, en 2001 la Fundación Eu-ropea para la Mejora de las Condicionesde Vida y de Trabajo amplió su encuestacon un cuestionario sobre las condicionesde los países aspirantes (PA) 7 a la integra-ción en la UE, y mostró que existen dife-rencias estructurales importantes que pue-den tener consecuencias en materia desalud y seguridad laborales entre los paí-ses aspirantes 8 y los países de la UE:� Existe un alto porcentaje de trabajado-

res empleados en la agricultura (el18 por ciento en los PA, contra el 5 porciento en la UE), pero existen mayoresdiferencias entre países (Rumania el45 por ciento, Lituania el 18 por ciento,República Checa el 5 por ciento). Laproporción se invierte en el sector delos servicios (el 5 por ciento en los PA,contra el 66 por ciento en la UE).

� Existe un porcentaje muy bajo de tra-bajadores ocupados en categorías pro-fesionales con altos conocimientos (el29 por ciento empleados en puestos di-rectivos, profesionales y técnicos en losPA, contra el 35 por ciento en la UE).

� Las mujeres representan una tasa muyelevada de actividad (el 47 por ciento

en los PA, e incluso el 50 por ciento enlos Estados bálticos, contra el 42 porciento en la UE).

� La relación de trabajadores mayores de45 años (el 45 por ciento) y por encimade 55 años (el 16 por ciento) es más ele-vada en los PA que en la UE (el 34 porciento y el 11 por ciento, respectiva-mente).

� Muchos trabajadores consideran quesu salud y seguridad corren peligro de-bido al trabajo (el 42 por ciento de losencuestados, contra el 27 por ciento enla UE).

� Los problemas de los mismos encues-tados relacionados con el trabajo sonmás abundantes en los PA, en particu-lar la fatiga y las enfermedades mus-culares. La mayoría de los problemasde salud señalados con frecuencia eran:fatiga (el 41 por ciento), dolor de es-palda (el 34 por ciento), estrés (el 29 porciento) y dolores musculares en el cue-llo y los hombros (el 23 por ciento).

� La exposición a factores de riesgos físi-cos, en particular ruidos, posturas do-lorosas y exposiciones al calor, es muyalta en los PA. El empleo de equipos deprotección personal está, por otraparte, más desarrollado, sobre todo enEslovenia, Polonia y Rumania, dondese observan más medios colectivos deprevención que en la UE.

� La organización del trabajo es:● menos control del cliente;● menos descentralizado (los trabaja-

dores tienen menos responsabilida-des y autonomía);

● más jerarquía.� Las reivindicaciones laborales, aunque

de carácter diferente, son más abun-dantes y el control del trabajo más re-ducido en los PA.

� El horario laboral se ha prolongado(sobre un promedio de 43,61 horas se-manales, contra 38,25 horas en la UE),hay menos diferencia entre sexos (se hareducido el número de mujeres que tra-bajan a media jornada) y las horas an-

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tisociales, tales como el trabajo por tur-nos y de noche, son más frecuentes.

� Muy pocos trabajadores reciben for-mación, y el trabajo no les proporcionamuchas oportunidades de instrucción.

� La distinción por sexos es más reducidaque en la UE, y la doble sobrecarga detrabajo por sexos está más equilibrada.En los PA, las mujeres tienen más pro-babilidades de ocupar un alto puestode dirección (el 15 por ciento de loshombres tienen como jefe a una mujer,contra el 7 por ciento en la UE) que sushomólogas de la UE.

La encuesta de ACTRAV

Algunos de estos factores se analizaron de-tenidamente en una encuesta elaborada yemprendida por la Oficina de Actividadespara los Trabajadores (ACTRAV) de la OITentre 1998-2000. El objetivo de la encuesta,realizada en ocho países 9, pretendía anali-zar las experiencias, prioridades y cues-tiones de los trabajadores expuestos direc-tamente a riesgos laborales. Se consideróque, si bien la manera de abordar esta cues-tión era subjetiva, podría utilizarse paraaportar una visión importante con el fin dedesarrollar políticas sindicales, habiendosido ya tratados principalmente los aspec-tos estructurales, financieros e institucio-nales. La encuesta, asociada al segui-miento de seminarios 10, arrojó ciertos re-sultados de interés relativos a lasprioridades y tendencias en la región, in-cluidas las diferencias vinculadas a las ac-tividades industriales entre los países.

La mayoría de los peligros habitualesen materia de seguridad, que fueron con-siderados como problemas de alguna im-portancia – menor o grave –, consistieronen caídas, transporte de materiales y ele-vación de cargas, mientras que los proble-mas habituales más graves correspondie-ron a peligros relacionados con la electri-cidad, riesgos por elevación de cargas y aincendios.

Igualmente, la mayor parte de los pro-blemas habituales asociados a los peligros

de salud resultaron ser el ruido, el forza-miento de la vista, el polvo y el humo. Secomprobó que el ruido representaba unproblema de cierta importancia en el sor-prendente 67 por ciento de los trabajado-res encuestados, el forzamiento de la vistaen el 62 por ciento, y polvo y humo en el58 por ciento. A este respecto, las indus-trias del textil, de la confección y el cueroen Lituania y Bulgaria dieron la impresiónde padecer muchos problemas de salud, yespecialmente problemas graves de salud,en mayor proporción que en las encuestasde otros países.

En relación con los problemas de orga-nización, no resulta sorprendente que,dada la alta tasa de desempleo en los paí-ses encuestados, la inseguridad laboral yla sobrecarga de trabajo fueran de formaabrumadora los asuntos más habituales ygraves para los trabajadores. Se comprobóque la inseguridad laboral se diferenciabamucho entre los países. En el sector de laminería, por ejemplo, el 56 por ciento delos encuestados ucranianos consideró quela inseguridad laboral suponía un graveproblema, contra el 7 por ciento de los en-cuestados eslovacos. Además del temor aperder sus puestos de trabajo, los trabaja-dores del sector de la minería sufrían a me-nudo de sobrecarga de trabajo.

Todos estos problemas pueden supo-ner un aumento de quejas por motivos desalud, mientras que la encuesta mostrabaque la mayoría de los síntomas habituales,de los que los trabajadores dijeron haberpadecido, consistían en fatiga, dolores deespalda y de cabeza, presión arterial alta,irritabilidad y tos. Todos estos síntomas secomprobaron en más del 60 por ciento delos lugares de trabajo encuestados, y casiel 30 por ciento de los encuestados declaróque la fatiga y los dolores de espalda eranproblemas frecuentes, seguidos del estrés yla irritabilidad.

Los peligros en materia de salud y deorganización fueron claramente expues-tos, con la frecuencia de síntomas y enfer-medades. Por ejemplo:� En los lugares de trabajo en los que la

inseguridad laboral y la sobrecarga detrabajo eran problemas graves, el fre-

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cuente sufrimiento de fatiga, estrés y deirritabilidad correspondía a más deldoble que en toda la muestra. La altapresión arterial también era más habi-tual en dichos lugares de trabajo.

� En el 21 por ciento de dichos lugares detrabajo, en donde el ruido era conside-rado un problema grave, los trabajado-res sufrían con frecuencia de sordera ypitidos en los oídos, y en el 32 porciento de dolor de cabeza.

� En el 37 por ciento de dichos lugares detrabajo, en donde el forzamiento de lavista era un problema grave, los traba-jadores sufrían a menudo de dolor deojos, en el 20 por ciento de trastornosvisuales y en el 40 por ciento de dolorde cabeza.

� Lo más llamativo era el frecuente pre-dominio de síntomas y enfermedadesque a menudo sufrían los trabajadoresen los lugares de trabajo donde la mez-cla de productos irritantes, polvos yhumos y productos químicos generabagraves problemas. El frecuente padeci-miento de tales trastornos, tales comoproblemas reproductivos y taras en losnacimientos, era ocho veces más habi-tual que en toda la muestra. Además,los síntomas y las enfermedades, talescomo cáncer y asma, eran cinco vecesmás habituales, mientras que tos, aler-gias, irritación de la piel, problemas res-piratorios, dolor de ojos y dolor de gar-ganta eran tres veces más habituales.

Los problemas son, en efecto, muchosy muy profundos. Según los sindicatos dela región11, existen principalmente debidoa la expansión del sector no estructurado,al desempleo, a la introducción de los mo-delos liberales y a la carencia consiguientede una dimensión social en el mercado detrabajo, lo que ha causado un efecto directoen el descenso del nivel de vida general yconsecuencias en materia de salud y segu-ridad de los trabajadores. Se puede esgri-mir que si bien dichas condiciones no sediferencian de otras partes del mundo, sinembargo, hay que recordar que en esta re-gión los cambios han sido repentinos y

brutales. Los cambios han destruido la só-lida base, aunque fuese reducida, con laque la gente podía contar para seguir so-breviviendo. Podían estar subempleadosy mal pagados, pero nunca les faltaba tra-bajo ni dinero12.

Primas de peligrosidad

Junto a esta situación, aún perduran losvestigios del sistema heredado de los ser-vicios de control y de previsión de saludlaboral que aún siguen cambiando. Notodos los aspectos del antiguo sistemapueden ser considerados como nefastos.Por ejemplo, se ha incluido un compo-nente muy elevado de desarrollo de losservicios de salud laboral, un factor queaún impera aun cuando se hayan reducidojunto con los recursos. Pero un aspecto quetodavía es característico de los países enEuropa central y oriental, y que no favo-rece nada la prevención de los riesgos y laprotección de los trabajadores, es la clasi-ficación y la certificación institucionali-zada de las industrias peligrosas. Esto de-termina si un trabajador puede cobrarpagas extraordinarias, escoger la jubila-ción anticipada, reducir las horas de tra-bajo y/o de la comida y bebida para neu-tralizar las condiciones de trabajo peligro-sas con repercusiones en la salud.

Así, de la encuesta de ACTRAV se des-prendió que los pagos por peligrosidad es-taban aún muy extendidos en la región yeran muy habituales en los lugares de tra-bajo en Bulgaria y Lituania, donde, almenos, algunos trabajadores reciben pagospor peligrosidad en casi el 90 por ciento delos lugares de trabajo encuestados en Bul-garia, y todos los trabajadores lo reciben enel 25 por ciento de los lugares de trabajo.Este no era el caso de Hungría, donde, porotra parte, se mostró que sólo el 25 porciento de los lugares de trabajo encuesta-dos disponían de alguna forma de pagospor peligrosidad. La Ley sobre Salud y Se-guridad Laboral de Hungría, de 1993, es-tablece especialmente que «los empleado-res no pueden reemplazar el cumplimientode los requisitos de las condiciones de tra-

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bajo de salud y seguridad por dinero uotros incentivos para el empleado».

Las primas por peligrosidad y otrasprestaciones por trabajar en condicionespeligrosas están claramente muy arraiga-das en la región, pero como muestra la ex-periencia de Hungría esto puede revisarse.No se trata sólo de un asunto para exami-nar y reformar la legislación, sino tambiénpara cambiar las actitudes profundamenteimplantadas. Debido a que empleadores ytrabajadores han vuelto a confiar y depen-der en esta forma de compensación, el sis-tema está mostrando dificultades para cam-biar. Un criterio para proporcionar incenti-vos conduce a relacionar premios de segurosegún el nivel de riesgos, con lo que desdeesta estructura se contribuye a una motiva-ción financiera directa de las empresas paramejorar y garantizar un trabajo seguro. Sinembargo, mientras que existan retos técni-cos para establecer tales sistemas, ya se pro-ducen, en gran parte, pequeños progresos.

En conjunto, el período de transiciónconsiste precisamente en esto: que el anti-guo sistema está concediendo progresiva-mente la posibilidad de que muchos paísesdesarrollen nuevas leyes fundadas en lasdisposiciones de los convenios de la OIT yde las directivas de la Unión Europea. Mu-chos países están modernizando sus servi-cios de inspección laboral con miras a unsistema13 que integre responsabilidades enmateria de seguridad y salud. El desarrollode un sistema de relaciones laborales com-pletamente distinto está teniendo tambiénuna repercusión en las mejoras en curso enmateria de seguridad y salud en el trabajonegociadas. La larga tradición de prácticasindical en la región está siendo incorpo-rada por las organizaciones independien-tes de empleadores en la toma de decisio-nes de carácter tripartito y bipartito en ma-teria de seguridad y salud laborales.

En principio, cabe mencionar que la ne-cesidad de examinar el estado actual de lalegislación, y de sentar las bases legalesadecuadas, constituye un elemento esen-cial para que la transición hacia la econo-mía de mercado sea exitosa. A este res-pecto, el deseo de los miembros de la UEconsiste en crear favorablemente un nuevo

marco jurídico en materia de salud y se-guridad laborales, y políticas de los paísesen transición. Pero, en términos de desa-rrollo socioeconómico y capacidad admi-nistrativa, los países siguen conservandoimportantes diferencias14.

Promulgar legislación en materia de se-guridad y salud es una cosa; ponerla enpráctica es realmente otra muy distinta.Como sucede en todas partes del mundo,la reciente proliferación de pequeñas y me-dianas empresas significa que muchos lu-gares de trabajo quedarán fuera del alcancede aplicación legal por falta de personal yescasez de recursos. Pero a esto se añade laagitación general que ha causado, en las an-tiguas economías socialistas, la reestructu-ración de los servicios de inspección del tra-bajo desde el ámbito de los sindicatos. Ennumerosos casos, los nuevos servicios deinspección del Estado siguen aún dividi-dos, dependiendo de la responsabilidad dedos o más ministerios. Mientras se han cre-ado las inspecciones laborales generales oestatales, acompañadas por las inspeccio-nes regionales, aún existen en la mayoríade países normas en la práctica que depen-den del Ministerio de Trabajo para regularlos aspectos en materia de seguridad y em-pleo en conformidad con la ley, y del Mi-nisterio de Salud para los aspectos relacio-nados con la salud, incluido el control desustancias peligrosas. El objetivo es una ra-cionalización de los servicios de inspeccióndel trabajo a través de la integración de res-ponsabilidades de seguridad y de higienelaborales bajo una única autoridad centralpara fomentar un enfoque orgánico, unaprevención básica, lugares de acceso a ser-vicios múltiples, etcétera15.

Además de la legislación sobre seguri-dad y salud laborales, cabe mencionar el es-tado actual de la legislación laboral en cadapaís, así como el diálogo social poco desa-rrollado entre empleadores y trabajadoresen el ámbito empresarial, sectorial, regionaly local en muchos países de Europea cen-tral y oriental. Pero en este marco se ha pro-ducido un cambio fundamental en las rela-ciones laborales y en los sindicatos.

Los sindicatos, como uno de los gruposde actores interesados en materia de segu-

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ridad y salud laborales, se encuentran condificultades en la región. Con la transiciónse ha observado una reducción en el nú-mero de sus miembros, y sus funcionesestán cambiando rápidamente – incluso sedebilitan – tanto en los ámbitos de salud yseguridad como en otras esferas. Ahora,en las industrias privatizadas, desde elpunto de vista de la negociación, se estánproduciendo enfrentamientos con los em-pleadores para participar en la toma de de-cisiones y en la negociación colectiva.

Sin embargo, antes de 1989 se recono-cía oficialmente las funciones asociadas deempleador y trabajador sin que hubieraasociaciones de empleadores interesadasen dirigir las relaciones laborales. Esta si-tuación está cambiando a medida que apa-recen los empleadores como un grupo au-tónomo importante y que prometen confuerza la aparición de numerosas y mayo-res empresas privadas.

La negociación colectiva en la región esmuy diversa: puede ser central, controladay coordinada por sindicatos nacionales, osectorial, a través de un sector económicoconcreto. Pero cada vez más se tiende adescentralizar las empresas privadas. Nose trata de un cambio mundial que se li-mita sólo a las industrias privatizadas, sinoa que se produzca necesariamente mejor16.

Pocos países de la región pueden pre-sumir realmente de haber establecido unmodelo para futuros sistemas de relacioneslaborales, y aunque la negociación en el ám-bito de la empresa sea la forma más habi-tual, la negociación local es a menudo com-pletada por la del sector y, en menor grado,por la coordinación nacional17. La negocia-ción de ámbito local sobre seguridad ysalud entraña la clara ventaja de estar máscerca de la realidad de los lugares de tra-bajo, donde se deben aplicar los conveniosy tener en cuenta las condiciones de trabajoespecíficas. Sin embargo, desde el punto devista de la solidaridad y de los intereses másamplios de la economía nacional, y de laprotección y la legislación sociales, la coor-dinación nacional es fundamental para laparticipación en responsabilidades com-partidas para cada uno de los problemasfundamentales del país.

El proceso de integración europea tam-bién influirá, de alguna manera, en la ne-gociación colectiva en los países de la re-gión aspirantes a la Unión Europea. Seestán elaborando ya algunos acuerdos in-ternacionales para involucrar a los sindi-catos de la región en las trabajos de los con-sejos laborales europeos que se ocupan delas actividades que desarrolla un emplea-dor multinacional en distintos países.

Se puede pensar que una vez que sehayan mejorado las condiciones de trabajoen la región, esto será ampliamente deci-sivo para la subsistencia y crecimiento delos sindicatos, y el papel de la negociacióncolectiva.

Es muy interesante que este supuestofuera corroborado por el estudio de AC-TRAV 18, que también comprobó las medi-das y estructuras disponibles en el lugarde trabajo para mejorar las condiciones detrabajo. Se demostró que la presencia sin-dical en el lugar de trabajo tenía un efectopositivo sobre una serie de cuestiones aso-ciadas a la seguridad y salud laborales. Enprimer lugar, era más probable que hu-biera mejoras en los lugares de trabajo silos resultados del control de los niveles deexposición se proporcionaban al sindicato.En segundo lugar, si se daban los resulta-dos del examen de salud al sindicato, tam-bién tenía un efecto positivo aunque pro-dujera o no mejoras más tarde.

La importancia de que los sindicatosfueran involucrados en materia de seguri-dad y salud en el lugar de trabajo depen-día del número de afiliados a los sindica-tos de dicho lugar de trabajo. Por ejemplo,los resultados del control se daban al sin-dicato con mayor frecuencia en los luga-res de trabajo donde la cantidad de afilia-dos sindicales era mayor. Algunas estruc-turas de seguridad y salud también eranpositivas en relación con una mayor afi-liación sindical en los lugares de trabajo,en especial la presencia de un comité sin-dical en materia de seguridad y salud. Losderechos sindicales para recibir informa-ción sobre gestión, consultas con la direc-ción y participación conjuntamente en latoma de decisiones sobre seguridad ysalud laboral y cuestiones medioambien-

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tales eran también más habituales en loslugares de trabajo con mayor número deafiliados sindicales.

Se demostró también que respecto aciertas cuestiones, las desventajas de lospequeños lugares de trabajo se compensa-ron con la presencia de los sindicatos. Porejemplo, mientras que la formación im-partida por la dirección era más habitualen los lugares de trabajo más grandes, enlos lugares de trabajo más pequeños eramás habitual que la formación la diesen lossindicatos. En las pequeñas empresasdonde el empleador no impartía forma-ción para todos, los sindicatos realmentellenaban una laguna.

La solución de los problemas en Eu-ropa central y oriental exigirá un altogrado de compromiso, responsabilidad yvisión en lo que respecta a los «nuevos»interlocutores sociales en la región, en es-pecial, como lo confirma claramente la en-cuesta de ACTRAV, entre los líderes y mi-litantes sindicales.

Notas

1 Los 17 países de Europa central y oriental men-cionados en el presente artículo son Albania, Bosniay Herzegovina, Bulgaria, República Checa, Croacia,Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Ex República Yu-goslava de Macedonia, Moldova, Polonia, Rumania,Eslovaquia, Eslovenia, Ucrania y Yugoslavia.

2 Fundación Europea para la Mejora de las Con-diciones de Vida y de Trabajo, Economic Survey of Eu-rope, 2001, (Dublín) núm. 1, Apéndice, Cuadro B.5.

3 Center for Policy Studies. 2000. Transformation,Social Security and Human Resource Development: TheCase of Serbia, Friedrich Ebert Stiftung, diciembre,pág. 17.

4 Guy Standing y László Zsoldos. 2001. Copingwith Insecurity: The Ukrainian People’s Security Survey,SES documentos, OIT, junio, y Worker Insecurities inUkrainian Industry: The 2000 ULFS, SES documentos,OIT, abril.

5 Los países de la región aspirantes a la Unión Eu-ropea son Bulgaria, República Checa, Estonia, Hun-gría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania, Eslova-quia y Eslovenia.

6 Jukka Takala. 1999. «Global Estimates of FatalOccupational Accidents», suplemento especial, OIT-CIS, Boletín núm. 1, vol. 13.

7 La encuesta fue la misma que para las Encues-tas sobre Condiciones de Trabajo llevadas a cabo en

la Unión Europa en 1990, 1995 y 2000 (puede consul-tarse Pascal Paoli y Damien Merllié, Tercera EncuestaEuropea sobre las Condiciones de Trabajo en 2000, Ofi-cina de Publicaciones Oficiales de las ComunidadesEuropeas, L-2985 Luxemburgo, 2001). Esto permitióque se realizaran algunas comparaciones entre lospaíses de la UE y los países aspirantes. Evidente-mente, se deberían recordar las posibles diferenciasestructurales a la hora de comparar los países por se-parado o por grupo de países. Representa el puntode vista del autor. El informe de la encuesta sobrecondiciones de trabajo en los países aspirantes en laUnión Europea (2001) está en proceso de publicación.

8 Además de los 10 países aspirantes de Europacentral y oriental, la encuesta incluyó los otros dospaíses aspirantes: Chipre y Malta.

9 Bulgaria, República Eslovaca, Estonia, Hun-gría, Lituania, Federación de Rusia, República Checay Ucrania.

10 Annie Rice y Paula Repo. 2000. Health and sa-fety at the Workplace – Trade Union Experiences in Cen-tral and Eastern Europe, OIT-CEET, Budapest. El in-forme, los informes nacionales e informes regionalesestán también disponibles en CD-ROM.

11 Conclusiones de los cuatro seminarios de ex-pertos subregionales en seguridad y salud en el tra-bajo (OSH) para los sindicatos llevados a cabo por laOficina para las Actividades de los Trabajadores, OIT.Se pueden consultar las referencias anteriores.

12 Annie Rice. 1998. «Privatisation in the coun-tries of Central and Eastern Europe and its implica-tions for occupational health and safety and the en-vironment». New Solutions, vol. 8(4), págs. 451 a 460.

13 El control en materia de seguridad laboral y laprestación de servicios de salud laboral eran gestio-nados antes de la transición por los sindicatos.

14 Los informes periódicos sobre los progresos decada país aspirante a la integración en la UE se pue-den consultar en el sitio Internet de la Unión Euro-pea: http://europa.eu.int/comm/enlargement/re-port2001/index.htm#Regularreport.

15 Un seminario tripartito de la OIT sobre «Re-forma y Modernización de los Servicios de Inspec-ción del Trabajo», celebrado en marzo de 2001, enChipre, reconoció que la separación de responsabili-dades en la inspección de seguridad y de higiene la-borales supone uno de los mayores obstáculos parareformar y modernizar los servicios de inspección deltrabajo. Se hizo un llamamiento a la comunidad in-ternacional, a saber, la OIT y la OMS, para elaboraruna guía clara sobre esta materia. Las conclusionesdel seminario se pueden obtener en la OIT y en elEquipo consultivo multidisciplinario para Europacentral y oriental (CEET).

16 Pekka O. Aro y Paula Repo. 1997. «Trade UnionExperiences in Collective Bargaining in Central Europe»,OIT-CEET.

17 Annie Rice y Paula Repo, op. cit.18 Idíd.

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Hay que reconocer que en los paísesafricanos la seguridad laboral ha sido

el paria del conjunto de medidas empren-didas con el fin de garantizar un mínimode condiciones de trabajo decentes a lostrabajadores. En efecto, la mayor parte delos recursos asignados a los organismos dela seguridad social se han utilizado paralas indemnizaciones de recuperación,mientras que la regulación de los conflic-tos laborales estuvo a punto de suprimirtotalmente la inspección del trabajo.

Los estudios realizados sobre la pre-vención en los países en desarrollo handestacado dos tipos de problemas. Por unaparte, aquellos que se achacan a las condi-ciones de creación y explotación de las em-presas de las tecnologías expuestas a altosriesgos, y que dependen de la política ge-neral de importación de las tecnologías;por otra, los problemas asociados a la es-casez de recursos o a la falta de directivosespecializados en la prevención de acci-dentes laborales. En cualquier caso, unacosa es cierta: si se invierte en prevención,los gastos que los organismos de protec-ción social dedican a la recuperación de-berían disminuir sensiblemente.

La prevención en el ámbitode la seguridad social

Con la protección se completa el círculocontra los accidentes laborales. Estos y lasenfermedades profesionales comportantres fases: la prevención, la recuperación yla rehabilitación. Los estudios que ya sehan elaborado sobre las actuaciones de losorganismos de la seguridad social han re-velado que en sus inicios se dedicaron ex-clusivamente a la recuperación. No obs-tante, la prevención empieza a despertarmás interés. Así, los gastos destinados enel ámbito de la recuperación justifican engran medida que la institución responsa-ble procure gestionarlos, especialmente através de la prevención.

En la prevención subyacen dos impor-tantes aspectos: un aspecto humanitario,por tratarse de proteger vidas humanas yla seguridad de las familias, y un aspectoeconómico evidente, asociado a la produc-tividad de las empresas y de los países.

Las ventajas de la tarea de prevenciónno resultan fáciles de expresar en cifras.Aun cuando sea posible establecer esta-dísticas muy completas acerca de la tasa

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En las regiones

La prevención en el Africa francófona:papel de las instituciones de la seguridad social

En Africa, la mejora de las condiciones de trabajo y la reducción de latasa de accidentes laborales y de enfermedades profesionales debenser prioritarias en la lucha por el desarrollo económico y social delcontinente. El sector rural y la economía no estructurada constituyendos ámbitos expuestos a riesgos. Sin embargo, el verdadero peligroproviene de la indiferencia que las cuestiones de seguridad y saludparecen causar en numerosos países.

Tharcisse NkanaguConsejero Regional en materia de Seguridad Social

Equipo Consultivo Multidisciplinario para Africa Sahariana, OITDakar (Senegal)

de accidentes laborales así como de loscasos de enfermedades profesionales, sinembargo parece imposible conseguir esta-dísticas similares para los accidentes y en-fermedades que han podido evitarse mer-ced a la prevención. No obstante, se ha de-mostrado que con la prevención sebenefician todos los actores afectados.

Con la reducción de los accidentes la-borales, los asalariados defienden su ca-pacidad de trabajo y protegen su integri-dad física y moral. La reducción del volu-men de las prestaciones genera unadisminución de los recursos en las cajas dela seguridad social. Para el Estado, la pre-vención de los accidentes laborales consti-tuye una manera de proteger su capitalhumano, fomentar su capacidad econó-mica y aumentar su competitividad en elámbito internacional. Y, además, la em-presa también sale beneficiada, pues la re-ducción de accidentes laborales tiene cier-tas consecuencias en la productividad ge-neral de sus asalariados. Por otra parte,existen estudios que han mostrado que lasempresas tienen un interés económico di-recto en la lucha contra los accidentes la-borales: la relación entre el coste real de unaccidente y la intervención financiera delas entidades de seguros oscila de cuatro auno. Dicho de otra manera, el coste sopor-tado por una empresa en el momento deun accidente laboral es tres veces mayor alas prestaciones de seguro que pueda con-seguir 1.

Desde el punto de vista de los segurossociales, las cotizaciones del empleador enel ramo de los riesgos laborales puedenasociarse, en la legislación, a los niveles defrecuencia de los accidentes que se produ-cen en una misma empresa. Este tipo dedisposiciones alientan, del mismo modo, adesplegar esfuerzos de prevención (consti-tuyendo además un aliciente económico),dado que toda reducción en la periodici-dad de los accidentes lleva consigo una dis-minución de la tasa de cotización.

La prevención en el Africa francófona

En varios países africanos francófonos seregula la prevención de los accidentes la-borales y de las enfermedades profesiona-les. A título de ejemplo, la legislación rela-tiva a la prevención forma parte integrantede la que regula los accidentes laborales enBenin, Burundi, Camerún, República De-mocrática del Congo, Côte d’Ivoire, Gui-nea, Madagascar, Níger, Rwanda, Senegaly Togo. En dichos países, se han introdu-cido disposiciones en materia de preven-ción de riesgos laborales en el Código delTrabajo, y a este respecto, la inspección la-boral comparte la responsabilidad de laprevención con los organismos de la segu-ridad social, que gestionan el ramo del se-guro de accidentes del trabajo y enferme-dades profesionales. Si bien la legislaciónsobre la prevención de los riesgos labora-les puede variar de un país a otro, en ge-neral muestra importantes semejanzas enlo relativo a la concepción, los métodos ylos medios que aboga, así como en los ob-jetivos que se le fijan.

En el control y la aplicación de la legis-lación sobre la prevención de los riesgoslaborales intervienen tres órganos princi-pales:� los organismos de la seguridad social;� la inspección del trabajo;� la inspección médica laboral.

En varios de los países citados, tres sonlos órganos que dirigen, al mismo tiempo,la acción de prevención. Ello es así puestoque dichos órganos, pertenecientes a losservicios públicos, colaboran estrecha-mente con los órganos internos de las em-presas, por ejemplo con los comités de hi-giene y de seguridad laboral, cuando exis-ten. Los tipos de actuación que dirigen losorganismos de la seguridad social son lossiguientes: información y concienciación,asistencia técnica y asesoramiento. Ade-más, garantizan el control y el cumpli-miento de las medidas de seguridad en lasempresas. Sus inspectores de seguridadsocial pueden visitar las empresas en cual-quier momento y sin prevenir, dado que,

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en general, gozan de la calidad de inspec-tores de la policía judicial.

En circunstancias normales, los inspec-tores de la seguridad social comprueban sise cumplen todas las medidas relativas alas condiciones de trabajo en las fábricas.Aquellos inspectores que no pueden veri-ficar algunos aspectos técnicos de las ca-denas de producción pueden ser acompa-ñados por expertos. Los controles tambiénse realizan cuando ha ocurrido un acci-dente laboral con el propósito de estable-cer las circunstancias exactas del suceso. Apartir del acopio de información, los orga-nismos de la seguridad social concienciana los trabajadores y los empleadores recu-rriendo a casos reales. Las informacionesrecogidas durante los controles se em-plean para la creación de estadísticas, queconstituyen indicadores valiosos en laorientación de las actividades de preven-ción. En lo referente a la salud de los tra-bajadores, los médicos consejeros de losorganismos de la seguridad social puedenproceder al control del estado de salud delas empresas, en particular cuando consi-deran que las condiciones de higiene noson las mejores.

La intervención de los organismos dela seguridad social (o de cualquier servi-cio público o privado) sigue siendo nece-saria en los países africanos. Un accidentelaboral constituye un acontecimiento quese produce cuando los hombres, situadosen un entorno de trabajo, suministran untrabajo con la ayuda de las máquinassegún un cierto método, resultando queéste es la principal fuente causante de ac-cidentes. En efecto, en cualquier actividadlaboral, el accidente depende de cómo seha llevado a cabo la elección de los loca-les, las máquinas y su mantenimiento, asícomo de la formación de los trabajadoresen las tareas a las que han sido asignados.Esto es válido para el sector de la minería,la agricultura, la construcción, las indus-trias químicas, los textiles y otros.

Los empleadores que crean empresasdeberían contratar expertos en prevencióno, al menos, recurrir de forma permanentea sus servicios con el fin de reducir lo másposible los riesgos en el proceso de pro-

ducción. En las condiciones actuales, sediría que únicamente las grandes empre-sas pueden contratar a expertos de estascaracterísticas. Las pequeñas y medianasempresas, que emplean a la mayor partede los trabajadores de un país, no dispo-nen de medios, pero podrían beneficiarseeficazmente de una asistencia técnica es-pecializada, esto es, de un servicio de pre-vención nacional que dispensara sus con-sejos, por todas partes, allí donde los em-pleadores o los trabajadores necesitanexperiencia en los ámbitos de la seguridady de la higiene laborales.

Las instituciones de la seguridad socialocupan un lugar ideal para desempeñar elpapel de asesores. Disponen de informa-ción estadística de índole general, y enta-blan contactos casi permanentes con lasempresas. Su tarea de prevención podríacompletarse mediante la organización deservicios de prevención dentro de las em-presas. Porque, dado el hecho de que nu-merosos trabajadores son analfabetos ydesconocen tanto los peligros del entornodonde desempeñan sus tareas como losmedios con los que se pueden dotar, losservicios de prevención deberían estar di-rigidos por expertos en la empresa que ha-blen los idiomas vernáculos y gocen de laconfianza de los trabajadores.

El reto de la concienciaciónde las poblaciones rurales

En la mayoría de los países en desarrollo,el problema de la prevención se plantea,con pocas excepciones, en términos pare-cidos. El sector de la agricultura emplea ala mayor parte de la mano de obra, que re-presenta un elevado porcentaje de la po-blación activa, subempleada o en paro. Elempleo en los sectores industrial y agrícolaoscila de 1 a 5, y a veces incluso de 1 a 10.

Los riesgos a los que se exponen los tra-bajadores en la agricultura varían según eltipo de agricultura que se practique. En lamayor parte de los países de Asia, Africa yAmérica Latina, la población está com-puesta esencialmente por pequeños agri-cultores que se dedican a la agricultura

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mixta, a menudo basada para su subsis-tencia. Este tipo de agricultura – la cría deun reducido número de animales de granjaen pequeñas parcelas con cultivo mixto –prohíbe el uso de un material complejo, sinenergía eléctrica y careciendo de los recur-sos financieros. La utilización frecuente-mente inadecuada de pesticidas, insectici-das o de otros productos químicos consti-tuye un riesgo que las autoridades públicascompetentes no deberían desconocer. Estepeligro se afianza merced al analfabetismode los trabajadores. Y, por si esto no bas-tara, el etiquetado de los productos nosuele ser muy correcto, sea porque la eti-queta está elaborada en un idioma extran-jero (en el caso de un producto importado),sea porque no es muy legible por la hume-dad y las manipulaciones.

Mecanización peligrosa

Cuando la disponibilidad de la energíapermite la mecanización de los métodos,los accidentes son múltiples y, lamenta-blemente, más frecuentes. El lema «hazlotú mismo» no se trata sólo de una cuestiónpara ahorrar dinero, sino también de unacuestión de prestigio personal, y el empleoinadecuado de todo tipo de equipos, a me-nudo etiquetados de forma insuficiente, seañade aún más a los riesgos que ya se hancitado. Los accidentes asociados al manejode máquinas peligrosas (tractores, sem-bradoras, sierras, tronzadoras) o deriva-dos del empleo defectuoso de los equiposson el resultado de la mecanización agrí-cola y de la falta de mantenimiento de di-chos equipos por un personal cualificado.

El problema más importante que variospaíses en desarrollo tienen que resolverpara luchar contra los accidentes laboralesreside en el problema de contacto. Las co-municaciones con los pequeños explota-dores agrícolas resultan difíciles debido asu aislamiento – o al aislamiento de lospueblos en los que viven –, al analfabe-tismo y a la falta de personal y material deenseñanza especializados. Sin embargo, laindiferencia que muestran las autoridadescompetentes ante la necesaria mejora de la

seguridad social en las zonas rurales com-porta, ella también, un obstáculo en mu-chos países.

En la mayoría de los países en desarro-llo, la tasa de trabajadores asalariados encomparación con los pequeños explotado-res agrícolas «independientes» es relativa-mente débil. Incluso se está reduciendo enla mayor parte de países que han adoptadouna reforma agrícola, y en los que grandespropiedades de terreno se han dividido enparcelas más reducidas. Los riesgos conlos que corren los asalariados consisten, enun principio, en los mismos a los que seexponen los pequeños propietarios; sinembargo, resulta más fácil acceder a lostrabajadores a través de su empleador,para todo tipo de trámite administrativo,así como para todo lo relativo a la promo-ción de la prevención, como es el caso es-pecialmente de los trabajadores de lasplantaciones.

Otros grupos de riesgo

Sin temor a equivocarse, actualmente noexisten países que no dispongan de suscentrales eléctricas y su red de distribuciónde electricidad. Los riesgos que entrañanla existencia misma de dicho equipa-miento no se diferencia de los que se ob-servan en los países industrializados, pesea que los medios para protegerse puedancambiar mucho según el nivel de concien-ciación en la prevención de los accidentesque domine en el país de que se trate.

Otro sector económico, relativamenteindependiente del grado de industrializa-ción, es la construcción. El empleo de an-damios sencillos, la escasa formación en lamanipulación de las máquinas y la expo-sición en condiciones climáticas penosasconstituyen otros tantos factores que in-fluyen en que aumente el número de acci-dentes laborales, y cuya considerable can-tidad no se comunica, escapando así a lasestadísticas oficiales (véase el artículo deFiona Murie en la página 26).

También convendría mencionar ungrupo de población que reviste una espe-cial importancia, en varios países africa-

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nos, como son los pequeños artesanos queemplean métodos de trabajo ancestrales yherramientas muy elementales. Entretodos los que trabajan por su cuenta, estostrabajadores resultan los más proclives alos accidentes y, si bien son tan accesiblescomo sus homólogos rurales, en materiade prevención ello no quiere decir que seamás fácil conseguir que respeten las nor-mas de seguridad.

En la mayoría de países en desarrollo,una brecha considerable separa las gran-des empresas y las pequeñas sociedadesque no se benefician de ningun apoyo con-sultivo en materia de seguridad. Amenudolas filiales multinacionales, las grandes em-presas, emplean a un número de trabaja-dores relativamente alto entre los puedenpermitirse formar a especialistas en elcampo de la seguridad. En Africa, la pro-moción a favor de la prevención de los ac-cidentes laborales debe adaptarse al medioambiente y a las condiciones en las que seemplea al trabajador. La experiencia mues-tra que, por ejemplo, las películas resultanmás eficaces que las campañas publicita-rias, sin que estas últimas deban por ellodescuidarse. Se deberían organizar confe-rencias o cursos, cuando fuera posible,acompañados de demostraciones prácti-cas, conducidas por especialistas. Los cur-sos de actualización de conocimientos de-berían celebrarse de vez en cuando, altiempo que a los trabajadores recién con-tratados se les debería informar de los ries-gos que lleva consigo su nuevo empleo.

En Africa, la prevención de los riesgosprofesionales en el mundo rural sigue re-presentando un problema complejo. Elsector agrícola está raramente cubierto porla seguridad social y su aportación a la pre-vención contra los accidentes laborales seenfrenta, en este terreno, a importantes tra-bas. La población se halla dispersada, confrecuencia es analfabeta y se sitúa fuera delalcance de los medios de comunicación.Dado que las autoridades gubernamenta-les y públicas disponen de escasos mediosprácticos, se debería emprender una coor-dinación eficaz, asociando también a losorganismos de la seguridad social que dis-frutan de estructuras descentralizadas portodo el territorio nacional.

Si se fomentara el papel de los organis-mos de la seguridad social, se les dotarade poderes de acuerdo con la misión de laprevención de los accidentes laborales yde las enfermedades profesionales, y semostrara un verdadero interés por el papelque desempeñan, los gobiernos permiti-rían que se mejorara la situación en mate-ria de seguridad y salud en el trabajo, ade-más de contribuir al desarrollo económicoy social de sus países.

Nota

1 Diego Andreoni. 1985. «El coste de los acciden-tes laborales y de las enfermedades profesionales»,Series Seguridad Social, Higiene y Medicina del Tra-bajo (Ginebra, OIT, 1985), núm. 54, pág. 10.

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Con una sola excepción, todos los Es-tados miembros de la Organización

Internacional del Trabajo (OIT) que inte-gran el ámbito de acción del Equipo con-sultivo multidisciplinario centroameri-cano (CAMAT) fueron colonias inglesas.

En dichos países, la legislación sobre se-guridad y salud siguió el modelo de la Leyde Fábricas inglesa y, en general, entró envigor a mediados de la década de los cua-renta y comienzos de los cincuenta. Comosu nombre indica, se aplica solamente a losámbitos que la legislación definía como«fábricas», categoría en la que se incluia laminería. El ámbito de aplicación de la le-gislación de Suriname, la antigua coloniaholandesa, que entró en vigor hacia finalesde los años cuarenta, era igualmente res-tringido, situación que persiste hasta hoy.

A medida que las economías de los Es-tados caribeños dejaron de depender to-talmente de la agricultura y comenzaron adiversificarse, era evidente que la legisla-ción sobre seguridad y salud en el trabajonecesitaba mejorarse y aplicarse mejor.Junto con ello, los empleadores y los tra-bajadores necesitaban una mejor forma-ción en estas materias.

Los sindicatos fueron, sin duda, los pri-meros en movilizarse para modernizar lalegislación, como resultado de la concien-ciación que en toda la región se emprendió

a través de los seminarios nacionales y su-bregionales, celebrados periódicamente enel marco del proyecto conjunto OIT/DA-NIDA (Organismo Danés de Desarrollo In-ternacional) sobre seguridad y salud en eltrabajo.

El nuevo modelo CARICOM

Los gobiernos y algunos empleadores em-pezaron, a su vez, a reaccionar positiva-mente a esta situación. La Comunidad delCaribe (CARICOM) pidió asesoramientoa la Oficina de la OIT para el Caribe paraelaborar un modelo de proyecto de leysobre seguridad y salud.

El proyecto elaborado se ciñe al Con-venio sobre seguridad y salud de los tra-bajadores, 1981 (núm. 155), convenio quese refiere al entorno laboral, y a otros con-venios de la OIT pertinentes. Dicho pro-yecto dio a conocer a los Estados miem-bros de CARICOM para que sirviera deorientación general. Es el modelo en el quese ha inspirado la legislación recientesobre seguridad y salud en la región.

Dicho modelo se aparta de la orienta-ción de la Ley de Fábricas, que casi noabordaba el asunto de la seguridad y lasalud en el entorno laboral, y contiene unalista de definiciones de términos como:

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En las regiones

Seguridad en el trabajo en la región del Caribe:tendencias y retos

Los países del Caribe están introduciendo mejoras urgentes en susrespectivas legislaciones sobre seguridad y salud en el trabajo. El ase-soramiento de la OIT ha sido crucial.

Evelyn GreavesEspecialista en actividades para los trabajadores

Oficina de Actividades para los TrabajadoresOficina de la OIT para el Caribe en Puerto España

� ramas de la actividad económica

� comités conjuntos de seguridad y salud

� trabajadores domésticos

� trabajo a domicilio

� enfermedad profesional

� enfermedad que tiene su origen en eltrabajo

� trabajadores a tiempo completo, atiempo parcial, aprendices y personasen curso de formación

� lugar de trabajo

Su diferencia con la Ley de Fábricaspuede apreciarse a través de los ejemplossiguientes:

� la Ley de Fábricas no se aplicaba a losfuncionarios públicos; en el modelo sedefinen las «ramas de la actividad eco-nómica» como «todas las ramas de laeconomía que ocupan trabajadores, in-cluidos los funcionarios de la adminis-tración pública»;

� el modelo contiene disposiciones parael establecimiento y funcionamiento,sobre una base tripartita, de un ConsejoConsultivo Nacional de Seguridad ySalud en el Trabajo y de comités de se-guridad y salud en el lugar de trabajo;

� los trabajadores domésticos y a domi-cilio quedan cubiertos en virtud dedicho modelo;

� la Ley de Fábricas se concentraba en losaccidentes y prestaba poca atención alas enfermedades. El modelo rectificaesta omisión flagrante y propone lasdefiniciones de «enfermedad profesio-nal» y «enfermedad que tiene su origenen el trabajo»;

� en virtud del modelo, los trabajadoresa tiempo parcial y las personas que tra-bajan a domicilio quedan protegidas.Esto es importante, pues la evoluciónobservada en las relaciones de trabajoen un entorno económico muy diná-mico ha visto emerger nuevas relacio-nes de trabajo: trabajadores subcontra-tados, a tiempo parcial, temporales, a

domicilio y los que trabajan en régimende turnos;

� el modelo establece las obligaciones delos empleadores, trabajadores, inspec-tores, propietarios de los lugares de tra-bajo, ocupantes y de los proveedores;

� el modelo contiene una cláusula quecontempla que «un trabajador puedenegarse a trabajar o a efectuar una tareadeterminada si tiene motivos justifica-dos para suponer que el equipo, la ma-quinaria, el mecanismo o el objeto conque trabaja representa un peligro inmi-nente para su vida o su salud o para lavida o la salud de otro trabajador»;

� el modelo propone que se prohíba alempleador tomar medidas disciplina-rias en contra del trabajador que rehúsetrabajar en virtud del mandato y dis-posiciones contenidas en este capítulode la citada ley;

� el modelo estipula que los empleado-res deben tomar medidas seguras y efi-caces para eliminar los residuos sólidosy líquidos, resultantes del proceso pro-ductivo, y sus disposiciones deben ga-rantizar que la eliminación de residuosno perjudique a las personas, a la pro-piedad o al medio ambiente, revis-tiendo todo ello una gran importanciapara las economías del Caribe depen-dientes del turismo.

Disposiciones legislativas anterioresy actuales ilustrativas de la situaciónen los países caribeños

Guyana

De todos los países del Caribe miembrosde la OIT, Guyana fue el primero que sedotó de una nueva legislación sobre segu-ridad y salud conforme a los postuladosdel modelo CARICOM.

La Ley de Seguridad y Salud en el Tra-bajo de 1997 se aplica a todo estableci-miento industrial existente (incluidos loscomercios y las oficinas) y a toda explota-ción agrícola, obra de construcción o esta-

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blecimiento que ofrezca alojamiento. Susdisposiciones sobre accidentes y enferme-dades del trabajo se aplican también a losfuncionarios públicos, excepto a las fuer-zas armadas y de policía.

La ley define la enfermedad profesio-nal y la asociada al trabajo, y establece unConsejo Consultivo Nacional sobre Segu-ridad y Salud en el Trabajo que asesora alMinistro de Trabajo y promueve la con-cienciación en materia de seguridad ysalud del público en general.

La Autoridad de Seguridad y Salud enel Trabajo, establecida en virtud de la ci-tada ley, designa inspectores encargadosde asegurar el cumplimiento de la misma.

El Ministro de Trabajo está también fa-cultado para designar un Comisionado deSeguridad y Salud en el Trabajo «con po-deres para actuar como Arbitro y al que seaplican las disposiciones sobre reglamen-tación del trabajo (Procedimiento de Arbi-traje)». La ley de 1997 faculta a la autori-dad arbitral para imponer sanciones. Todoello refleja lo difícil que fue en el pasadohacer cumplir la Ley de Fábricas.

La ley de 1997 estipula el estableci-miento de comités paritarios de seguridady salud con las siguientes funciones:

� establecer las situaciones que puedenconstituir un peligro o un riesgo paralos trabajadores;

� proponer recomendaciones al emplea-dor y a los trabajadores para mejorar susalud y el bienestar de éstos;

� formular recomendaciones al emplea-dor y a los trabajadores para que esta-blezcan programas de mantenimientoy de inspección, tomen medidas y eli-jan procesos seguros;

� obtener información de parte del em-pleador sobre: 1) el peligro real o po-tencial de los materiales, procesos oequipos, y 2) la experiencia, buenasprácticas y normas de seguridad ysalud existentes en otros sectores queestén en conocimiento del empleador;

� obtener información de parte del em-pleador sobre la realización de pruebascon el equipo y las máquinas o sobre la

acción de agentes biológicos o físicosen el lugar de trabajo o sus cercaníasque puedan afectar a la seguridad y lasalud en el trabajo;

� conseguir ser consultados y que el re-presentante de los trabajadores, encar-gado de la seguridad y salud, esté pre-sente cuando se inicien las pruebas eno cerca del lugar de trabajo, si aquél es-timara que su presencia es necesariapara garantizar que se utilicen procedi-mientos de prueba válidos, que permi-tan obtener resultados también válidos.

Antes, los sindicatos en Guyana debíanluchar – y lo habían conseguido a travésde la negociación colectiva – para que seestablecieran comités paritarios de seguri-dad y salud en varios lugares de trabajo.Por consiguiente, la ley fortaleció y amplióel ámbito de aplicación de un sistema queya estaba funcionado.

Una nueva disposición permite a untrabajador negarse a trabajar o a realizaruna tarea determinada si tiene motivosjustificados para creer que:

� el equipo, máquina, mecanismo u ob-jeto que debe utilizar o hacer funcionarpresenta un peligro inminente y gravepara su vida o su salud o para la de otrotrabajador;

� la condición física en la que se encuen-tra el lugar de trabajo – o parte de él –en que realiza sus tareas presenta unpeligro inminente y grave para su vidao su salud.

Si éste es el caso, el trabajador debe in-formar de inmediato acerca de las razonesde su negativa. Estas deben investigarse ensu presencia o delante de algún miembrodel comité de seguridad y salud. El traba-jador debe ser remunerado por el tiempono trabajado y no podrá adoptarse en sucontra ninguna medida disciplinaria.

La ley otorga una responsabilidad con-siderable a la Autoridad de Seguridad ySalud en el Trabajo con miras a garantizarque se tomen medidas adecuadas para lautilización, la manipulación, el almacena-miento y la eliminación de las sustancias pe-

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ligrosas en condiciones de seguridad. Elempleador debe conservar un registro delos productos químicos y de todo otroagente físico presente en el lugar de trabajo.Debe también velar por que se conservenlas fichas químicas de los productos peli-grosos y por que todas las sustancias quí-micas lleven las etiquetas correspondientes.

El empleador debe notificar a la Auto-ridad de Seguridad y Salud en el Trabajotodo accidente mortal o que incapacite altrabajador para desempeñar su trabajo du-rante más de un día.

Todo médico facultado que estime quesu paciente padece una enfermedad pro-fesional contraída durante el trabajo debeenviar un informe detallado, a este res-pecto, a la citada Autoridad.

Trinidad y Tabago

Durante por lo menos veinticinco años Tri-nidad y Tabago ha desplegado esfuerzospara modernizar su legislación sobre se-guridad y salud. Este país, cuya economíaes la más diversificada de las economíasdel Caribe, tiene una legislación bastanteatrasada. Una de las principales razonesdel lentísimo progreso realizado parece ra-dicar en la baja prioridad asignada a la se-guridad y la salud en el trabajo en los asun-tos nacionales. En los dos últimos años, sinembargo, se ha percibido una acción con-certada encaminada a legislar en esta ma-teria. Cuando el reciente proyecto de leysobre seguridad y salud en el trabajo cul-mine su procedimiento en el Parlamento,entonces reemplazará a la Ordenanzasobre Fábricas, vigente desde 1948. En lofundamental, el nuevo proyecto se armo-niza con el modelo CARICOM; el país hacontado también con el asesoramiento dela Oficina de la OIT para el Caribe. Algu-nas de sus novedades se refieren a la crea-ción de una Autoridad de Seguridad ySalud en el Trabajo, encargada de asesorary de diseñar políticas, y de una Autoridadde Seguridad y Salud en el Trabajo encar-gada de hacer aplicar la ley. En el nuevoproyecto se aborda con detalle lo referenteal ruido y las vibraciones.

Pese a una inexistente legislación debase, los sindicatos han realizado unalabor muy meritoria para asegurar a lostrabajadores la mayor protección posible.Existen comités activos de salud y seguri-dad en los principales centros industria-les, y los sindicatos llevan a cabo periódi-camente programas de formación parasensibilizar a sus afiliados en esta materia,en especial a los trabajadores que integranlos comités de seguridad y salud. Los em-pleadores, por conducto de la AsociaciónConsultiva de Empleadores (ECA) tam-bién realizan programas de formación des-tinados a sus miembros.

Jamaica

También Jamaica ha modernizado en estosúltimos años su legislación sobre seguri-dad y salud y, según se ha indicado, lanueva Ley de Seguridad y Salud susti-tuirá, a más tardar este año, a la Ordenanzasobre Fábricas en vigor desde 1949.

La nueva legislación seguirá estrecha-mente los postulados del modelo CARI-COM que, entre otros aspectos, contemplalos siguientes:

� el derecho de los trabajadores a estarinformados y, entre otras cosas:● a participar en la toma de decisio-

nes sobre la utilización de produc-tos químicos en el lugar de trabajo;

● a negarse a trabajar si estiman queexiste un peligro para sus vidas o suintegridad corporal;

● a estar informados acerca de todoslos procesos y productos químicosque se utilizan en el lugar de trabajo.

� la creación de comités paritarios de se-guridad y salud en el lugar de trabajo;

� la creación de un Consejo Nacionalsobre Seguridad y Salud;

� el establecimiento de sanciones e ins-pecciones más estrictas;

� la designación de inspectores faculta-dos para imponer, en el acto, multas alas empresas;

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� la existencia de mecanismos que facul-ten al inspector para exigir de inme-diato del empleador que tome las me-didas que el inspector decida o, en sudefecto, para demandarle ante los tri-bunales, imponerle multas, encarce-larle o ambas cosas;

� el cumplimiento de sus obligaciones alos proveedores, fabricantes e importa-dores;

� la exigencia a los empleadores que pon-gan a disposición de los trabajadoreslas fichas químicas de los productosque utilizan y mantengan un inventa-rio de este material;

� la prohibición de toda medida de re-torsión de los empleadores en contradel trabajador que se niegue a trabajarsi considera que una situación presentaun peligro para su vida o su integridadfísica;

� una colaboración de los trabajadorescon su empleador para asegurar que elentorno de trabajo es seguro y no per-judica la salud;

� la elaboración de una política nacionalde seguridad y salud;

� la exigencia de un certificado de com-petencia en materia de seguridad ysalud a los representantes de los traba-jadores en los comités.

Santa Lucía

El Gobierno de Santa Lucía, en colabora-ción con los interlocutores sociales – em-pleadores y sindicatos –, está redactandoun código del trabajo que aborda, entreotros aspectos, la seguridad y la salud enel trabajo. Una vez más, el modelo CARI-COM ha servido de orientación, mientrasque a la Oficina de la OIT para el Caribe sele suministraba asistencia técnica.

San Vicente y las Granadinas,Antigua y Barbuda, Saint Kitts y Nevisy Suriname

En estos países sigue vigente la Ley de Fá-bricas de l940, pero todos han dado a co-nocer su intención de modernizar su le-gislación según el modelo CARICOM, yhan solicitado asesoramiento técnico a laOficina regional de la OIT.

Dominica

En 1983 este país promulgó su Ley de Se-guridad del Empleo, que dispone:� una reorganización del sistema que

vela por la seguridad y la salud en eltrabajo;

� el establecimiento de comités consulti-vos y de asesoramiento;

� la designación de funcionarios encar-gados de la seguridad.

Es interesante subrayar que la citada leyestipula el establecimiento de comités con-sultivos y de asesoramiento en cuya cons-titución no se prevé la participación de lasorganizaciones representativas de emplea-dores y de trabajadores, y que tampococontempla el establecimiento de comitésde seguridad y salud en el lugar de trabajo.

La ley faculta al Ministro de Trabajopara regular una amplia gama de asuntos,entre ellos, la protección de los trabajado-res frente a la exposición a productos quí-micos tóxicos, el fuego y las explosiones.

Barbados

La situación de este país difiere ligera-mente de la de otros países en la región,que ya en 1984 modernizó su legislaciónsobre seguridad y salud.

Lamentablemente, aunque en muchoscasos sigue de cerca los principios del Con-venio sobre seguridad y salud de los tra-bajadores, 1981 (núm. 155), la nueva legis-lación ha conservado el antiguo título deLey de Fábricas, su estructura y las cues-

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tiones de dicha ley que data de 1943. Laley define las ramas de la actividad eco-nómica, incluida la agricultura, a las quese aplica. También es interesante resaltarque los departamentos gubernamentales ylos empleos de oficina del sector privadoquedan fuera del ámbito de aplicación deesta ley.

Los sindicatos y los empleadores se hanquejado de las deficiencias que presenta lalegislación y han reclamado una nueva ley.Ya se han terminado las conversaciones tri-partitas a este respecto, y se confía en quepronto se contará con ella.

No obstante, la legislación en vigortrata asuntos modernos como:� el establecimiento de comités de segu-

ridad y salud en el lugar de trabajo;� el acceso a la información sobre todos

los peligros presentes en el lugar de tra-bajo, y a todos los informes relativos almedio ambiente de trabajo para los re-presentantes de los trabajadores;

� la toma de muestras y la realización decontroles para detectar la presencia desustancias peligrosas;

� la imposibilidad de despedir o detomar medidas disciplinarias en contrade un trabajador que solicite que uninspector visite un lugar de trabajo;

� la adopción de medidas apropiadaspara la eliminación de los residuos só-lidos y líquidos que emanan del procesoproductivo realizado en una fábrica.

Además, se ha establecido un comitéconsultivo denominado Comité NacionalConsultivo sobre Seguridad y Salud en elTrabajo (NACOSH).

Otros acontecimientos

En la región se percibe una tendencia a so-brepasar la preocupación sobre seguridady salud en el trabajo para abarcar otros pro-blemas de salud entre los que cabe men-cionar el VIH/SIDA, el alcoholismo, ladiabetes, el estrés y la violencia, con unavisión integral de los mismos.

Durante esta última década, muchaseconomías del Caribe han empezado a fa-cilitar la instalación de centros que ofrecenlos servicios financieros típicos de los pa-raísos fiscales, de centros de llamadas y deintroducción de datos para los sistemas in-formáticos. El trabajo implica trabajarprincipalmente con ordenadores. Se em-plea mayoritariamente a mujeres jóvenes,y las principales lesiones que las aquejanson intensos dolores de espalda, lesionesprovocadas por movimientos repetitivos ycansancio ocular.

Recientemente, la Confederación deSindicatos de Jamaica, en colaboración conel Departamento de Química de la Uni-versidad de West Indies, ha elaborado unprograma de formación sobre la utiliza-ción, manipulación y eliminación del as-besto en condiciones de seguridad. La Ofi-cina de Actividades para los Trabajadores(ACTRAV) de la OIT financió el proyectopiloto de formación que se espera dé lugara un proyecto regional.

Retos que se planteana los Estados del Caribe

De todo lo expuesto, cabe destacar variosretos que se plantean a los países caribe-ños. Entre los más urgentes se puede men-cionar:

� modernización de la legislación sobreseguridad y salud en el trabajo segúnel modelo CARICOM que urge en vistade la pronta realización del MercadoComún del Caribe;

� formación a los trabajadores, los em-pleadores y los inspectores de seguri-dad y salud en el trabajo en dicha ma-teria, en particular sobre utilización delequipo para efectuar controles;

� remuneración apropiada de los inspec-tores de seguridad y salud con vistas adisponer de un cuerpo permanente deinspectores;

� concienciación de los interlocutores so-ciales, en particular de los empleado-res, acerca de la importancia de tratar

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la salud y la seguridad en el lugar detrabajo desde una dimensión inte-grada, lo cual redunda en un aumentode la productividad y una mayor com-petitividad de la empresa. La inversiónen este ámbito es rentable;

� formación y concienciación del colec-tivo médico sobre las cuestiones de se-guridad y salud en el trabajo;

� concienciación de las empresas de se-guros acerca de su papel en la promo-ción de la seguridad y la salud en el tra-bajo;

� establecimiento de órganos encargadosde elaborar la política nacional de se-guridad y salud y la que se aplica en laempresa;

� establecimiento de vínculos estrechosentre las autoridades de seguridad y desalud y los consejos de control de pes-ticidas;

� vinculación de la seguridad y la saluden el lugar de trabajo al entorno natu-ral para asegurar la implantación desistemas que impidan eliminar resi-duos no tratados, y no dañen los eco-sistemas marinos;

� concienciación de los trabajadores, losempleadores y del público en generalsobre la utilización y la eliminación desustancias que no son biodegradablescomo el asbesto;

� manejo eficaz del equipo de protecciónque se proporciona a los trabajadores;

� mantenimiento de registros estadísti-cos apropiados sobre accidentes y en-fermedades profesionales;

� ampliación de los temas tradicionalesde seguridad y salud a otros ámbitospara incluir el VIH/SIDA, el bienestargeneral (diabetes, estrés, entre otrosproblemas de salud) y la violencia enel lugar de trabajo.

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Intensificación de los ritmos laborales,mayor flexibilidad de los empleos y de

los horarios, aumento de la exposición a losriesgos físicos… Las condiciones de trabajoen la Unión Europea (UE) se vienen dete-riorando desde 1990. En todo caso, así seríasegún una encuesta realizada por la Fun-dación Europea de Dublín1.

Es cierto que entre 1990 y 2000 ha dis-minuido la cantidad de trabajadores queconsideran estar expuestos a riesgos parala seguridad y la salud en el trabajo: el27 por ciento en 2000 contra el 30 por cientoen 1990 y el 28 por ciento en 1995. No obs-tante, una proporción creciente de trabaja-dores declara tener problemas de salud deorigen profesional. El 33 por ciento de lostrabajadores se quejaron de dolores dorsa-les en 2000 contra el 30 por ciento en 1995,y el 23 por ciento hablaron de una fatigageneral (el 20 por ciento en 1995). Sigue ha-biendo un 28 por ciento de trabajadoresque sufre de estrés, mientras que el 15 porciento sufre de dolores de cabeza (13 porciento en 1995).

Además, existe mayor cantidad de tra-bajadores europeos que declaran estar ex-puestos a riesgos como ruido, tempera-tura, contaminación, vibraciones, manipu-lación de grandes pesos o adopción deposturas dolorosas.

El estudio de la Fundación Europea deDublín señala que en 2000 el 37 por cientode los trabajadores afirmó manipular car-gas pesadas, lo que supone un aumento deseis puntos con relación a 1990. Dicho es-tudio estima también que en 2000 el 47 porciento de los trabajadores estaba sometidoa ruido intenso (4 puntos más en relacióna 1990) y que el 29 por ciento de los asala-riados efectúa el trabajo en medio de unruido intenso (2 puntos más con respectoa 1990).

Intensificación y flexibilidad

La intensificación del trabajo, caracteri-zada por elevados ritmos de trabajo y lanecesidad de cumplir plazos rigurosos,aumentó particularmente entre 1990 y1995 pero también lo hizo entre 1995 y2000. Al mismo tiempo, la naturaleza deltrabajo en la UE ha evolucionado: actual-mente el ritmo laboral está más marcadopor las obligaciones que impone el mer-cado y los pedidos externos de clientes ycompañeros que por las normas de pro-ducción o el control jerárquico.

Sigue habiendo muchas tareas repetiti-vas (el 57 por ciento de los encuestados sequejaba de ello en 2000, igual que en 1995),

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En las regiones

El combate de Europa por la seguridady la salud profesionales

Desde hace una década, en Europa se vienen degradando las condi-ciones de trabajo al tiempo que disminuye el ritmo de la política co-munitaria en materia de seguridad y salud en el trabajo. Se han pre-visto nuevas iniciativas para 2002-2006, pero ¿responderán las mis-mas a las expectativas de los trabajadores?

Anne RenautPeriodista

Especialista en cuestiones sociales europeas

y los trabajadores que ejecutan gestos re-petitivos son más proclives a sufrir lesio-nes esqueleticomusculares que otros.

Otro factor de la degradación de lascondiciones de trabajo es la flexibilidad,tanto en lo concerniente a los horarioscomo a la organización del trabajo y delempleo. Debido a la flexibilidad, los hora-rios se extienden a todos los días de la se-mana y a todas las horas del día. Esa flexi-bilidad va acompañada de horarios sema-nales irregulares en el caso del 24 porciento de los trabajadores, y de jornadaslaborales irregulares en el caso del 41 porciento de ellos. En ocasiones, esa situaciónpuede ocasionar problemas con las obli-gaciones familiares y sociales; tal es el casodel 19 por ciento de los trabajadores.

La flexibilidad afecta también a la or-ganización del trabajo en lo que respecta ala polivalencia, al trabajo en equipo y a laasunción de responsabilidades.

El empleo adquiere también carácterflexible: las formas de contrato atípicas, eltrabajo temporal o incluso la subcontrata-ción van viento en popa. Ahora bien, lostrabajadores temporales son quienes estánmás expuestos a los riesgos físicos, a unaintensidad del trabajo y a ritmos más ele-vados que los trabajadores permanentes.Más de la mitad de los trabajadores tem-porales (el 51 por ciento) declara trabajaren posiciones penosas, contra el 46 porciento de las personas que tienen contratocon duración determinada y el 45 porciento de quienes tienen contratos portiempo indeterminado. Más de la terceraparte del personal temporal (el 35 porciento) sufre por el ruido, contra el 27 porciento entre quienes trabajan con un con-trato de duración determinada y el 30 porciento por tiempo indeterminado.

Riesgos invisibles

La violencia y el hostigamiento en los lu-gares de trabajo siguen siendo grandesproblemas. En 2000, el 9 por ciento de lostrabajadores se quejaba de intimidación,contra el 8 por ciento en 1995, pero las ci-fras varían mucho de un país a otro y los

encuestadores suponen que reflejan tansólo una parte de la realidad.

«Los riesgos del trabajo han pasado aser invisibles, y lo que se plantea es si sono no pertinentes las leyes que respondentodavía a los riesgos tradicionales de losaños industriales», señala Marc Sapir, di-rector de la oficina técnica sindical euro-pea para la salud y la seguridad de la Con-federación Europea de Sindicatos (CES).

«En los años setenta, se pretendía pro-teger al obrero especializado que hacía tra-bajo en cadena. Hubo para ello toda unaserie de respuestas con enfoques participa-tivos y ergonómicos. Hoy en día, los tra-bajadores de Europa tienen muchas másresponsabilidades. Les gusta que así sea,pero eso representa también una enormepresión, por ejemplo, en términos de obje-tivos a cumplir», agrega Marc Sapir. Ese es-trés se encuentra principalmente en losnuevos empleos del sector terciario.

Además, con su tasa de población en-vejecida en alza, Europa actualmente sepregunta qué futuro tendrán los sistemasde protección social. «Ahora bien, si se pro-longa el tiempo de trabajo para financiar laseguridad social, habrá que mejorar la ca-lidad del empleo», subraya Marc Sapir.

Las mujeres no escapan a las malas con-diciones de trabajo; todo lo contrario. Haymenos mujeres que hombres en cargos deresponsabilidad, son menos remuneradasen puestos idénticos, hay más mujeres queocupan empleos precarios, caracterizadospor tareas repetitivas, disponibilidad y fle-xibilidad. Su trabajo resulta tanto más pe-noso cuanto que las mujeres son mayorita-rias en las labores de cocina (el 64 porciento) o en el cuidado de niños (el 41 porciento), labores en las que sólo se registrael 13 por ciento y el 24 por ciento de hom-bres, respectivamente. El único ámbitodonde las políticas de salud en el trabajo yde igualdad coinciden es en la reclamaciónde la CES para que se revise la Directiva de1992 sobre la Maternidad (norma europeaaplicable a todos los Estados Miembros dela UE), sobre todo para que la licencia dematernidad sea de veinte semanas.

Oficialmente, la cantidad de accidentesde trabajo no aumenta, pero hay un pro-

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blema de estadísticas ya que los únicos ac-cidentes o enfermedades que se contabili-zan son los cubiertos por algún organismode previsión. En numerosos países hay unaltísimo nivel de accidentes de trabajo queno se declaran. La misma dificultad se pre-senta al calcular el absentismo y la inca-pacidad.

Anualmente, EUROSTAT registra alre-dedor de 5 millones de accidentes de tra-bajo, de los cuales 5.500 son mortales (ci-fras de 1998) y 10.000 dejan como saldo al-guna incapacidad que impide todareincorporación al trabajo.

Los sectores de mayor riesgo son lapesca, la construcción y la agricultura, ylas personas más expuestas son los jóve-nes (de 18 a 24 años tienen un 40 por cientomás de probabilidades de sufrir un acci-dente que el promedio de los demás tra-bajadores) y las personas mayores (suriesgo de tener un accidente mortal au-menta el 62 por ciento a partir de los 65años con respecto al promedio de perso-nas de 55 a 64 años de edad).

Además, las heridas y accidentes detrabajo cuestan caro. Según la ComisiónEuropea, anualmente se pierden 500 mi-llones de días de trabajo por accidente oenfermedad. Es decir, sesenta veces másque la cantidad de días que se pierden porhuelgas o conflictos sociales.

Para la UE no es una prioridad

Desde 1992 no ha habido muchas iniciati-vas comunitarias. La CES deplora esehecho y denuncia, por una parte, las cam-pañas de los empleadores y, por otra, el de-bilitamiento de los recursos que la Comi-sión consagra a esta cuestión. La Unión deConfederaciones de la Industria y de losEmpleadores de Europa (UNICE) estimaque «el marco legislativo comunitario estátrazado» y que el mismo abarca el con-junto de los riesgos conocidos 2.

Sin embargo, en ese ámbito los tratadosfijan un objetivo más ambicioso que la meraconvergencia de las políticas nacionalesconsistente en la armonización legislativa.«La salud en el trabajo ya no es una priori-

dad», al tiempo que «la Comisión parecehaber abandonado toda idea de conduc-ción política del proceso», estima la CES 3.

Además, en los Estados miembros, latransposición de las directivas europeassolamente se tradujo en algunos ajustes,salvo en España e Italia, países que pare-cen haber emprendido una reforma global.Esto se vio corroborado por un recientefallo del Tribunal de Justicia de las Comu-nidades Europeas, que el 15 de noviembrede 2001 condenó, por primera vez, a un Es-tado miembro por «falta» y «transposiciónincompleta» del contenido de la Directivamarco de junio de 1989, que trata sobre elconjunto de la problemática de salud y se-guridad del trabajo.

Durante ese tiempo, los sindicatos semovilizaron en distintos países de laUnión Europea volviendo a incorporar ensus órdenes del día la calidad de las con-diciones de trabajo y las políticas naciona-les de prevención.

En Francia, el debate se volvió a plan-tear con el problema del asbesto. Trashaber subestimado durante décadas el pe-ligro que representa, en 1996 el Gobiernofrancés prohibió su utilización. Esta cues-tión sirvió para revelar diversas insufi-ciencias del sistema de prevención.

La coherencia del sistema de preven-ción planteó también debates en Italia,país confrontado a un aumento de la can-tidad declarada de accidentes de trabajo ya un mal funcionamiento de sus organis-mos paritarios. En septiembre de 2000, lossindicatos celebraron en Módena la pri-mera asamblea nacional de delegados delos trabajadores de salud y seguridad. El20 de octubre de 2000 se llevó a cabo unparo de actividades en favor de la salud yla seguridad.

En España, donde las estadísticas de losaccidentes laborales también son dramáti-cas, en febrero de 2000 y marzo de 2001 tu-vieron lugar dos huelgas generales en elsector de la construcción, al tiempo que seelaboró un plan nacional de acción con unaintervención especial de los sindicatos enlos sectores afectados.

En el Reino Unido, una serie de catás-trofes marítimas – Piper Alpha y el nau-

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fragio del Herald of Free Entreprise en Zee-brugge, por ejemplo –, sanitarias – la epi-demia de encefalopatía espongiforme bo-vina, más conocida con el nombre de «en-fermedad de la vaca loca» –, o inclusoferroviarias – el accidente ferroviario dePaddington – demostraron las carenciasde un enfoque que da prioridad a la auto-rregulación por parte de los empleadoresy que debilita los mecanismos de un con-trol público con los correspondientes con-trapesos sociales.

En Suecia, los sindicatos han organi-zado campañas para que en las pequeñasy medianas empresas se tome en cuenta lacuestión de salud y seguridad, ya que enesas empresas los riesgos son mayores queen los grandes grupos.

Completar la armonización

Dentro de ese contexto, la CES estima quees necesario completar la armonizaciónbasándose en los principios fundamenta-les de la Directiva marco de junio de 1989.Para ello subraya la importancia de losconvenios de la OIT, principalmente delConvenio sobre la seguridad y la salud delos trabajadores, 1981 (núm. 155), y delConvenio sobre los servicios de salud enel trabajo, 1985 (núm. 161), y propone una«cooperación más sistemática» con ese or-ganismo especializado de las NacionesUnidas. Lamentablemente, pocos paísesmiembros de la UE han ratificado esos con-venios. Solamente ocho Estados europeosfirmaron el Convenio núm. 155, y tan sólotres el Convenio núm. 161.

Con respecto a los riesgos físicos, lossindicatos deploran principalmente la im-posibilidad de adoptar una directivamarco, lo que condujo a que se adoptarauna posición común únicamente con res-pecto a las vibraciones, y desean que se re-vise la Directiva Europea de 1986 relativaal Ruido, principalmente para que se dis-minuyan los valores máximos autoriza-dos.

Con respecto a los riesgos químicos, lossindicatos denuncian el retraso en la adop-ción de la Directiva de 1998, que estiman

insuficiente, y reclaman que se acelere elestablecimiento de valores comunitarioslímite, así como una protección para todoslos trabajadores contra los agentes cance-rígenos y una revisión de la Directiva sobreel Asbesto de 1983.

En lo referente a la organización del tra-bajo, la CES reclama una reducción de laduración máxima de trabajo semanal de 48a 44 horas, y la supresión de la posibilidadde que los Estados hagan derogacionesindividuales fuera de todo convenio co-lectivo.

Frente a los nuevos riesgos, la CES rei-vindica una directiva marco sobre los pro-blemas ergonómicos, en la que se presteespecial atención a las lesiones esqueleti-comusculares y a los programas de acciónsobre problemas como el estrés y el acosomoral.

La CES desea finalmente que antes de2004 se amplíe el campo de aplicación delas directivas para que abarquen a los tra-bajadores independientes, a los trabajado-res domésticos y a los trabajadores de pe-queñas y medianas empresas, más ex-puestos a riesgos que los de los grandesgrupos empresariales.

Con respecto a los servicios de preven-ción, como la medicina del trabajo, los sin-dicatos reclaman ante todo que se ratifiqueel Convenio núm. 161 de la OIT y que se es-tablezcan en 2002 directrices comunes paramejorar la cobertura de los trabajadores.

Sólo orientaciones, no programas

Sin omitir la peculiaridad de la seguridady salud en el trabajo, la CES sugiere tam-bién que las demás políticas comunitariasintegren esta dimensión.

Los sindicatos desean que las reglas delmercado interno incorporen mejor las exi-gencias con respecto a la salud en el tra-bajo, con sistemas eficaces de control delmercado de equipamiento de trabajo y delos preparados químicos, y una participa-ción más efectiva de los sindicatos en lastareas de normalización técnica.

En lo que se refiere al empleo, la CES re-clama principalmente que se evalúen las

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medidas de prevención con respecto a laduración normal de una carrera profesio-nal completa, es decir, que se considere quelas condiciones de trabajo únicamente sonaceptables si permiten que las personaspuedan continuar trabajando hasta la edadde la jubilación. La CES se opone asimismoa la selección basada en el estado de salud,y apoya la integración de las personas condiscapacidades a los lugares de trabajo.

En lo concerniente a la protección so-cial, se deben armonizar las condicionespara el reconocimiento de las enfermeda-des profesionales. Ahora bien, con respectoa este punto «el fracaso es patente», de-plora la CES. Actualmente, las enfermeda-des profesionales conocidas y reconocidascomo tales y que, por lo tanto, dan derechoa prestaciones, difieren de un país a otro.Como resultado, hay grandes diferenciasen las prestaciones que otorgan los orga-nismos nacionales de seguridad social.

Finalmente, la UE lanzará una nuevaestrategia 2002-2006 sobre la salud y la se-guridad en el trabajo. No obstante, se tratade un documento estratégico mientras quelos sindicatos esperan «un programa y nosolamente orientaciones». La CES tambiénestá de acuerdo en que se fijen objetivos aescala comunitaria, pero advierte contralos efectos perversos de su cuantificación.Reducir la cantidad de accidentes de tra-bajo puede significar al mismo tiempo re-ducir su cobertura.

En noviembre de 2001, la comisaria eu-ropea de asuntos sociales, Anna Diaman-topoulou, explicó que esta estrategia 4, fa-vorecerá las «buenas prácticas» de las em-presas, basadas en el «voluntariado» y la«adaptación individual». La misma desa-rrollará también una «cultura de la pre-vención» a través de la formación y la edu-cación. La Comisión Europea desea velartambién por la buena aplicación de las di-rectivas por parte de los Estados miem-bros, principalmente en las pequeñas ymedianas empresas.

Por su parte, la Agencia Europea parala Seguridad y la Salud en el Trabajo 5, con

sede en Bilbao, llevará a cabo en 2002 unanueva campaña, esta vez sobre el estrés, ysensibilizará a la población con respecto alos peligros de la pesca, donde el riesgo deaccidentes es 2,4 veces superior a la mediaeuropea de todos los sectores juntos.

La UE se ampliará, en los próximosaños, a cerca de veinticinco países, y la Co-misión Europea advierte del riesgo de undumping social en materia de seguridad ysalud.

En efecto, según los primeros datos deuna encuesta de la Fundación Europea deDublín 6, en los países aspirantes a la adhe-sión hay muchos riesgos para la salud y laseguridad en el trabajo (el 42 por ciento con-tra el 27 por ciento en la UE) y existen pro-blemas de salud de origen profesional(41por ciento se queja de una fatiga generalcontra el 23 por ciento en la UE). Los sindi-catos desean también que se cree un FondoComunitario para mejorar el entorno labo-ral, y hacen hincapié en que los criterios detransposición de las directivas sean idénti-cos en los países aspirantes a la adhesión.

Notas

1 La Fundación Europea para la Mejora de lasCondiciones de Vida y de Trabajo, con sede en Du-blín, llevó a cabo en 2000 una tercera encuesta sobrelas condiciones de trabajo en la Unión Europea, des-pués de otros dos estudios realizados en 1995 y 1990.Fueron interrogadas 21.500 personas, es decir, 1.500por Estado miembro, salvo en Luxemburgo (500 per-sonas).

2 UNICE. Sécurité et santé au travail, une prioritépour les employeurs, agosto de 2000.

3 CES y BTS. Pour une relance de la politique com-munautaire en santé au travail, junio 2001.

4 CCE: Prévenir les accidents du travail: une nou-velle stratégie européenne pour la santé et la sécurité, dis-curso de la Sra. Diamantopoulou ante la ConferenciaEuropea sobre Salud y Seguridad, 23 de noviembrede 2001, Bruselas.

5 Véase su sitio Internet en: http://europe.osha.eu.int.

6 La Fundación Europea de Dublín llevó a caboen 2001 la misma encuesta sobre las condiciones detrabajo en 12 países aspirantes a la adhesión a la UEcuyos resultados se publicarán a fines de 2002.

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En Malasia, el enfoque tradicional queofrece seguridad y salud en el trabajo

se basaba en la opinión ampliamente di-fundida de que el Gobierno puede evitarlos riesgos laborales aplicando reglamen-tación específica. Sin embargo, esta pro-funda confianza depositada en el Go-bierno ha conducido a las estrategias ac-tuales consistentes en promover unenfoque tripartito para abordar las cues-tiones que preocupan en el ámbito de laseguridad y la salud de los trabajadores entodos los sectores de la economía.

La responsabilidad de la seguridad y lasalud se sitúa en el plano de la empresa,elaborándose allí un sistema interno eficazy responsable donde los empleadores,junto con los trabajadores y sus respecti-vas organizaciones, desempeñan un papelde liderazgo en los programas de seguri-dad y salud y en los procedimientos des-tinados a fomentar una autorregulación,de conformidad con las normas promul-gadas por el Gobierno a través de leyes yreglamentaciones.

Ley de 1994 sobre Salud y Seguridaden el Trabajo

La Ley sobre Salud y Seguridad en el Tra-bajo entró en vigor en febrero de 1994. Suobjetivo va encaminado a proteger la se-guridad y la salud en las actividades labo-

rales de todos los sectores económicos, in-cluidos los servicios públicos y las autori-dades públicas, excepto las sometidas a laOrdenanza sobre la Marina Mercante y lasfuerzas armadas.

La ley y las reglamentaciones que laacompañan obligan a los empleadores afacilitar y mantener adecuadamente lasinstalaciones, sistemas seguros de trabajo,y a promover un entorno laboral y unoslugares de trabajo seguros.

Los sistemas y procedimientos se con-centran en las siguientes cuestiones:

� capacitación en seguridad y salud;

� sistemas seguros de trabajo;

� control medioambiental;

� lugares de trabajo seguros;

� mantenimiento y control de la maqui-naria a cargo del personal de la empresa;

� instalaciones y equipamiento seguros;

� control de ruidos;

� control de la contaminación del aire;

� utilización de materiales tóxicos encondiciones de seguridad;

� comunicaciones internas y participación;

� utilización de comités de seguridad;

� seguridad y prevención en materia deincendios;

� recursos de atención médica y bienestar;

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En las regiones

Hacia el tripartismo en materiade seguridad y salud en Malasia

Un nuevo impulso dado al tripartismo ha permitido mejorar la saludy la seguridad en Malasia. Sin embargo, aún queda mucho caminopor recorrer.

A. NavamukundanUnión Nacional de Trabajadores de las Plantaciones

Malasia

� comunicación e investigación de los ac-cidentes;

� procedimientos de emergencia y control;

� seguridad en materia de radiaciones.

El empleador que cuente con más de 40empleados tiene la obligación de crear uncomité de seguridad y salud. La principalfunción de dicho comité es la de revisar lasmedidas tomadas para garantizar la segu-ridad y salud de las personas en su lugarde trabajo, e investigar toda cuestión quese plantee con relación a esta cuestión. Sellevarán siempre a cabo consultas entre elempleador y el comité de seguridad ysalud. Es importante señalar que aproxi-madamente el 20 por ciento de los em-pleadores del sector estructurado cuentancon menos de 40 empleados en su empresay, por consiguiente, están exentos de estaobligación.

En las industrias, registradas y publi-cadas por el Ministro de Trabajo en el Bo-letín Oficial, se debe nombrar a un oficialencargado de seguridad y salud compe-tente cuya misión consiste en garantizar elacatamiento de la ley y promover códigosde conducta seguros del trabajo que se re-aliza en las instalaciones. En industriasdonde la tarea desempeñada puede oca-sionar riesgos para la salud de los trabaja-dores también es obligatorio que haya unainspección médica.

Los empleadores están obligados a no-tificar cualquier accidente a la oficina deseguridad y salud laboral más cercana, ycualquier suceso peligroso, intoxicaciónlaboral o enfermedad que se haya produ-cido o pueda producirse en el lugar de tra-bajo. Los médicos también son requeridospara notificar casos de intoxicación o en-fermedad profesionales.

La ley también regula el estableci-miento del Consejo Nacional Tripartito deSeguridad y Salud Laborales, que puedellevar a cabo investigaciones sobre cues-tiones relativas a la seguridad y salud entoda una amplia serie de ámbitos.

Las violaciones de la legislación pue-den ser sancionadas con multas, prisión ocon ambas cosas.

Tres sectores de riesgo

Los tres grandes sectores con altos índicesde accidentes son la transformación, el co-mercio y las industrias agrícola, forestal ypesquera. En esos tres sectores se produ-cen aproximadamente el 72 por ciento delos accidentes laborales que se comunicana la Organización de la Seguridad Social.Es importante señalar que una gran canti-dad de accidentes no entran en las esta-dísticas debido a que se producen en pe-queñas empresas, o se trata de trabajado-res que se desempeñan en el sector noestructurado de la economía.

El sector de la fabricación tiene una es-tructura compleja. La mayoría de las em-presas de dicho sector son pequeñas y me-dianas industrias con niveles reducidos onulos de sindicación. Además, algunas deesas pequeñas industrias son negocios decarácter familiar, incluida su mano deobra. A esto se añaden las actividades in-dustriales que se desarrollan en domiciliosparticulares y que suministran servicios aempresas productoras más grandes, porejemplo, el ensamblado de componentes adomicilio. Es literalmente imposible espe-rar que se apliquen o se acaten las normasde seguridad y salud laborales en ese tipode establecimientos. En cuanto al sectorcomercial, la cantidad de accidentes estambién elevada, especialmente por los ac-cidentes que sufren los empleados del sec-tor en los viajes de ida y vuelta a sus luga-res de trabajo. En estos casos, la seguridaden el lugar de trabajo no se limita única-mente a las instalaciones de las empresas,sino que también se extiende a los riesgosque llevan implícitos el traslado y los pro-blemas de tráfico.

También en las plantaciones los acci-dentes laborales son relativamente nume-rosos. La industria de las plantaciones deMalasia se concentra principalmente en lascosechas de frutos de árboles, como elaceite de palma, el caucho, el coco, el cacaoy el té, que entrañan sus riesgos particula-res. La calidad de las normas de seguridady salud profesional en la industria de lasplantaciones es deficiente comparada conotros sectores de la economía. En particu-

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lar, se deja que los cosecheros se ocupende su propia seguridad. Por ejemplo, quie-nes cosechan el aceite de palma en palme-ras altas necesitan contar con adecuadaprotección contra la fruta y la corteza quepueda desprenderse y lastimar así los ojosy la cabeza. Sin embargo, las plantacionesaún no se han ocupado seriamente delequipo de seguridad para los trabajadores,el cual debe ser práctico y adecuado a lascondiciones climáticas.

Existen situaciones similares entre lostrabajadores que manipulan pesticidas yherramientas para otras tareas agrícolas.Se admite que los trabajadores de las plan-taciones conocen los aspectos de seguri-dad y salud en su trabajo, pero la elevadatasa de accidentes en las plantaciones in-dica la debilidad del sistema. Los médicosaún no han evaluado científicamente lasdistintas ocupaciones para determinar lasconsecuencias de cada una de ellas a cortoy a largo plazo. Por supuesto, los riesgosevidentes son bien conocidos pero aún sedeben examinar en detalle sus repercusio-nes a largo plazo. Esta forma de investiga-ción es fundamental para establecer medi-das preventivas adecuadas.

El trabajo en el campo que implica elmanejo de maquinaria y de herramientastambién es fuente de muchos riesgos. Nin-guna autoridad pública inspecciona ni cer-tifica las adecuadas condiciones de uso deltransporte ni de la maquinaria o los acce-sorios que se utilizan en las tareas agríco-las. Por ejemplo, los equipos de transporteno están sujetos a la certificación del De-partamento de Transporte por Carretera amenos que los vehículos utilicen las víaspúblicas. Esta falta de evaluación y certifi-cación periódica por parte de las autori-dades competentes permite que se siganempleando equipos inseguros. Al Go-bierno le corresponde ocuparse seria-mente de esta cuestión.

Otro peligro importante que corren lostrabajadores de las plantaciones se derivadel empleo de pesticidas, herbicidas y fun-gicidas.

Existe una amplia utilización de pesti-cidas, herbicidas y fungicidas en todos lossubsectores del sector agrícola. Los riesgos

para los trabajadores que manipulan esosproductos químicos son altos. Si bien selleva a cabo un esfuerzo concertado pararecordar a los trabajadores los peligros quellevan implícitos, sigue habiendo trabaja-dores que se muestran negligentes y no secuidan como es debido.

Los empleadores que contratan traba-jadores para una duración determinada,generalmente abandonan en los subcon-tratistas de mano de obra la responsabili-dad en materia de seguridad y salud ocu-pacional. Los problemas de intoxicacióncon pesticidas en muchos casos aparecenal cabo de un tiempo. Los trabajadores notoman, pues, seriamente los síntomas dedegeneración de sus condiciones de salud.Optan en cambio por realizar otra tareadurante un tiempo hasta que se recuperany luego vuelven a trabajar con productosquímicos.

El trabajo en las fábricas de caucho, mo-linos de aceite de palma y otras instalacio-nes de procesamiento agrícola está relati-vamente mejor organizado en compara-ción con las actividades del campo. La Leyde Seguridad y Salud en el Trabajo y lasactividades del Departamento de Seguri-dad y Salud en el Trabajo han mejorado lasnormas en esos lugares de trabajo. No obs-tante, se necesitan otras mejoras, especial-mente a través de programas de formacióny capacitación de los trabajadores para quetomen conciencia de las cuestiones relati-vas a la seguridad.

La Organización de Seguridad Social

El Gobierno se ha preocupado en brindarasistencia a los trabajadores que sufren ac-cidentes laborales. Con el fin de suminis-trar una amplia red en materia de seguri-dad social para los trabajadores, el Go-bierno promulgó la Ley de SeguridadSocial de los Empleados de 1969 y la re-glamentación de 1971 sobre Seguridad So-cial (General) de los Empleados. La Orga-nización de Seguridad Social (SOCSO)está encabezada por una Junta de Directo-res con representantes del Gobierno, orga-nizaciones de empleadores y sindicatos.

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Esta representación tripartita crea una res-ponsabilidad conjunta para hacerse cargode los trabajadores que sufren accidentesy para promover la seguridad y salud enel trabajo.

La protección que brinda la SOCSOabarca atención médica, prestaciones mo-netarias, suministro de artículos para mi-nusválidos y rehabilitación, y garantiza lacobertura universal de los empleados através del principio de colaboración entreempleados y empleadores.

Los empleadores que emplean a una omás personas deben registrarlas y haceraportaciones mensuales por todos sus em-pleados. El empleador principal tambiéndebe cuidar que todos los empleados quetenga bajo un empleador inmediato,hayan sido registrados y se hayan hechosus aportes.

Se hacen aportaciones por cada emple-ado que reúna los requisitos correspon-dientes según los índices especificados enla ley. La participación de los empleadosdel 0,5 por ciento de sus salarios se destinaa la cobertura de la pensión por invalidez,mientras que el empleador aporta el 1,75por ciento para la cobertura por accidentelaboral y la pensión por invalidez. La tasade contribución se basa en los emolumen-tos mensuales del empleado conforme a 24categorías. Las aportaciones se debenhacer desde el primer mes en que se con-trata a un empleado.

En caso de que los empleados no hayansido registrados y de que no se pueda lo-calizar al empleador inmediato, el emple-ador principal será responsable de todaslas aportaciones en el marco de la Ley de1969 sobre Seguridad Social de los Em-pleados.

Todos los empleados que reúnan losrequisitos para la cobertura de la ley debenregistrarse y hacer aportaciones a laSOCSO, sea cual fuere su condición de em-pleo, permanente, temporal u ocasional.No obstante, ciertas categorías de trabaja-dores están exentas de la cobertura, asaber: los empleados gubernamentales, losempleados domésticos, los autónomos ylos trabajadores extranjeros (exentos de lacobertura desde 1993).

Todos los empleados deben estar regis-trados sea cual fuere su edad. No obstante,los empleados de más de 55 años conti-nuarán estando protegidos si siguen tra-bajando pasada esa edad. Solamente elempleador debe hacer aportaciones a laSOCSO por dichos empleados.

Se trata de un sistema obligatorio. Losempleadores deben cubrir a sus emplea-dos, aun cuando cuenten con otro seguroprivado de cobertura para ellos. En casode accidente, los empleados pueden recla-mar prestaciones e indemnización a laSOCSO aunque estén incluidos dentro decualquier otra póliza privada de seguros.

La SOCSO suministra protección a losempleados que reúnen los requisitos paraello a través de dos regímenes: el de Se-guro de Accidentes Laborales y el de Pen-sión por Invalidez.

Estos regímenes suministran a los em-pleados protección en caso de:� accidentes ocurridos mientras están

viajando o vuelven al lugar de trabajo;� accidentes ocurridos durante el de-

sempeño de las tareas en el lugar de tra-bajo que se derivan de las mismas;

� enfermedades resultantes de exposi-ciones en el trabajo a distintos factoresde riesgo.

Cuando un empleado sufre un acci-dente o alguna forma de enfermedad pro-fesional, tiene derecho a tratamiento enuna clínica de la SOCSO o en cualquierhospital o clínica del Gobierno.

Conclusión

A lo largo del tiempo, en Malasia han idomejorando las normas en materia de se-guridad y salud. La Ley y las disposicio-nes sobre Seguridad y Salud en el Trabajoestán respaldadas por otras leyes específi-cas a las áreas en cuestión, por ejemplo, laLey sobre Fábricas y Maquinaria y la Leysobre Pesticidas.

El Gobierno ha fomentado un enfoquetripartito para promover la seguridad ysalud en el trabajo. Los sindicatos y las or-

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ganizaciones de empleadores desempe-ñan un papel clave en la promoción de losprogramas de formación para empleado-res y trabajadores en el ámbito de seguri-dad y salud en el trabajo.

El Gobierno ha creado asimismo en eseámbito el Instituto Nacional de Seguridady Salud en el Trabajo, destinado a promo-ver la formación, la investigación y el de-sarrollo a fin de reforzar la labor que de-sarrolla el Departamento destinado a esatarea en el Ministerio de Recursos Huma-nos. Además de esas organizaciones, di-versas organizaciones no gubernamenta-les, como la Sociedad por la Seguridad yla Salud en el Trabajo, también desempe-ñan un papel destacado para aumentar latoma de conciencia de los trabajadores enrelación con estas cuestiones.

Si bien hay un respaldo efectivo delmercado laboral al sector estructurado,existe una grave preocupación por los tra-bajadores del sector no estructurado, quie-nes no están cubiertos por estos programasni por la SOCSO. La presencia de una grancantidad de trabajadores inmigrantes, es-

pecialmente de inmigrantes ilegales, sesuma a la magnitud de los problemas vin-culados con la seguridad y salud, ya quemuchos de los trabajadores inmigrantesson contratados por intermediarios deservicios laborales.

El Gobierno se dedica activamente a in-vestigar y desarrollar este ámbito, pero senecesita un mayor flujo de informaciónentre los organismos médicos, y los hospi-tales y las clínicas, y también los estableci-mientos de investigación, con el fin de quese pueda seguir constantemente la infor-mación relativa a las tendencias y evitar ladeterioración de las normas de seguridady salud en el trabajo.

Un ámbito que reclama especial aten-ción y del que se carece es el referente a lasnecesidades específicas de las trabajado-ras, más concretamente las de la industriade las plantaciones.

El reto futuro consiste en reforzar aúnmás el papel tripartito al plantear las nor-mas de seguridad y salud en el trabajo ba-sadas en la idea capital de que es mejorprevenir que curar.

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Nueva Zelandia se sitúa en los prime-ros lugares por el abrumador índice

de muertes, lesiones y enfermedades pro-fesionales. A pesar de contar con una re-ducida población, la investigación mues-tra que anualmente mueren más de 500personas a causa de accidentes y enferme-dades laborales. Miles de personas más su-fren accidentes no mortales y enferme-dades, así como los efectos del estrés y lafatiga.

Nueva Zelandia queda muy mal si-tuada cuando se hace una comparación in-ternacional. En toda una gama de indus-trias de alto riesgo, el índice de accidentesocupacionales mortales varía del 25 al 50por ciento, superior al de Australia y Esta-dos Unidos.

El año 2002 se inició con un trágicosaldo de muertes laborales. El organismogubernamental de Nueva Zelandia, encar-gado de salud y seguridad en el trabajo,comunicó un horrible inicio del año labo-ral. Una madre de tres hijos, de 29 años deedad, murió mientras estaba limpiandouna parte defectuosa de una maquinariarecientemente instalada en un matadero.

La maquinaria no había sido verificada yno se había capacitado a la trabajadorapara utilizarla. Un obrero de la construc-ción perdió su vida cuando un muro decontención se derrumbó en una obra, po-niendo de relieve un dramático aumentoen la cantidad de muertes ocurridas en laindustria de la construcción en Nueva Ze-landia durante los últimos doce meses. Enlos informes de los medios de comunica-ción sobre el accidente se mencionó comocausa de la muerte «el excesivo ahorro ensalud y seguridad» en la industria de laconstrucción.

Indice de accidentes tercermundista

Durante una visita a Nueva Zelandia efec-tuada en 1999, el Sr. Mendelsohn, princi-pal ejecutivo del Grupo Royal and SunAlliance de Londres, hizo un comentariosobre el índice de accidentes laborales endicho país. El Sr. Mendelsohn declaró queNueva Zelandia tenía un índice de acci-dentes laborales digno del tercer mundo yque eso podía deberse a la falta de incen-

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En las regiones

Mejorando en seguridad y salud:una nueva ley para Nueva Zelandia

Con una nueva legislación sobre seguridad y salud en los lugares detrabajo se pretende corregir la mala situación de Nueva Zelandia enla materia. El nuevo proyecto de ley estipula una adecuada repre-sentación de los empleados, cobertura universal y fuertes sancionesen caso de infracción. Estos factores dejaban sentir su ausencia desdehace tiempo. De ello se derivaba un índice de accidentes mortales enNueva Zelandia entre el 25 y el 50 por ciento superior a los de Aus-tralia y Estados Unidos.

Ross WilsonPresidenta

Consejo de Sindicatos de Nueva Zelandia (NZCTU)Nueva Zelandia

tivos para que los empleadores mejoraranla seguridad en los lugares de trabajo.También señaló que el índice de muertesen la industria de la construcción deNueva Zelandia es el peor del mundo oc-cidental.

También en el sector forestal los índi-ces son inaceptablemente elevados. Las es-tadísticas relativas a salud y seguridadocupacional revelan que los trabajadoresforestales tienen setenta veces más proba-bilidades de morir en un accidente laboralque el trabajador medio neozelandés. Enun artículo, publicado en una revista neo-zelandesa sobre salud y seguridad, asegu-raba que el índice de muertes en el trabajoen Nueva Zelandia es 3,25 veces superioral del Reino Unido.

Los sindicatos estiman que la situaciónde salud y seguridad en Nueva Zelandiapuede ser considerada crítica. Las leyes re-lativas a seguridad y salud en los lugaresde trabajo simplemente no funcionan, porlo que se está reclamando la reforma de di-chas leyes. Además de las muertes y acci-dentes, las enfermedades profesionalestambién se cobran muchas víctimas, lascuales están aumentando por los efectosretardados de exposiciones previas al as-besto.

La intensificación del trabajo en elmarco de la legislación laboral neozelan-desa anterior, la Ley de Contratos de Em-pleo – que sustituyó a los contratos indi-viduales por condiciones negociadas co-lectivamente a través de los sindicatos –,propició que se produjera un drástico au-mento en la utilización de productos tóxi-cos y que surgieran nuevas epidemiascomo el síndrome de abuso de trabajo y elestrés, resultantes precisamente de la in-tensificación del trabajo. Dicha legislaciónlaboral contraria al trabajador, promul-gada por el Gobierno conservador prece-dente, estuvo en vigor durante nueve añoshasta que fue revocada en el año 2000 porla coalición laborista/alianza que actual-mente está en el Gobierno. Es de lamentarque entre otras leyes, la de Salud y Segu-ridad en el Empleo y su contrapartida, laLey de Contratos de Empleo, no solamenteno sirvieron para prevenir accidentes, sino

que en muchas industrias crearon las con-diciones idóneas para que se produjeranmuchos accidentes.

La Ley sobre Salud y Seguridad en elEmpleo fracasó por razones que ya se pre-veían. No se podía confiar en que el Go-bierno anterior aplicara enérgicamente laley, con lo cual la perspectiva de que lostribunales impusieran fuertes multas hu-biera servido de incentivo para que losempleadores acataran las normas de se-guridad estipuladas. La legislación nocomporta disposiciones obligatorias conrespecto a la participación de los emplea-dos, ni a su representación, aunque sólofuera el derecho de negarse a realizar ta-reas peligrosas.

El anterior Gobierno conservadoragotó los fondos para salud y seguridad,debido a lo cual disminuyó mucho la can-tidad de juicios contra los empleadores.Su sucesor conservador también desviólos fondos recaudados para salud y segu-ridad ocupacionales y los destinó a otrosfines.

Las investigaciones realizadas en la in-dustria de ferrocarriles, un área de altoriesgo, demuestran que hay casos gravesque deberían haber sido juzgados. Unaasesoría jurídica examinó los expedientesde salud y seguridad relativos a cuatro ac-cidentes ferroviarios graves en los que nohabía habido juicio, dos de los cuales fue-ron mortales. La conclusión fue que exis-tían evidencias claras de infracción de laLey sobre Salud y Seguridad en el Empleoy que resultaría muy preocupante que laactitud habitual del organismo encargadode salud y seguridad fuera la de no enta-blar juicio. El resultado de esas políticasblandas se refleja en las estadísticas. La in-vestigación ha demostrado que en Suecia,Japón, Alemania y Estados Unidos du-rante las dos últimas décadas se ha conse-guido reducir entre el 60 y el 70 por cientoel índice de accidentes laborales mortales.Por el contrario, un estudio universitariollevado a cabo en Nueva Zelandia mues-tra que en este país, en el mejor de loscasos, la reducción del índice de acciden-tes mortales durante las dos últimas déca-das ha sido del 30 por ciento.

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¿Cuál es la solución?

El Consejo de Sindicatos de Nueva Zelan-dia (NZCTU) está convencido de que lossindicatos deberían tener una participa-ción considerable a escala nacional, indus-trial y empresarial en lo relativo a salud yseguridad en el trabajo. El Gobierno tienela responsabilidad no solamente de ga-rantizar que se mantengan normas míni-mas de seguridad con responsabilidadpenal, sino también de instaurar un marcolegal que fomente el avance hacia entor-nos laborales lo más seguros posible.

A escala nacional, debería haber unproceso tripartito para determinar cuálesson las normas mínimas aceptables de se-guridad. Una vez establecidas dichas nor-mas nacionales mínimas se las debería tra-ducir en legislación, reglamentación y có-digos de conducta comprensibles. Se ha dedar amplia difusión a dicha legislación, re-glamentación y códigos de conducta. Lainspección laboral debería aplicar riguro-samente esas normas mínimas e imponerseveras multas en caso de contravenciónde las mismas.

A escala industrial, la legislación debe-ría fomentar el desarrollo de prácticas yprogramas destinados a las mejores prác-ticas en materia de salud y seguridad. Esasestrategias se deberían integrar con unagestión empresarial de calidad y con laparticipación de los trabajadores, a fin deque el trabajo y la concepción de los luga-res de trabajo, y la capacitación y la pro-tección de los trabajadores en materia desalud y seguridad se puedan encarar en elplano sectorial.

En los lugares de trabajo se debería re-conocer legalmente a los trabajadores elderecho a conocer – los peligros potencia-les que deben afrontar en su tareas –, a par-ticipar – en las decisiones que afectan a susalud y seguridad en el trabajo – y a ne-garse a realizar tareas peligrosas. Si biense reconoce la importancia crítica de uncompromiso de los empleadores con lascuestiones relativas a seguridad y salud,la participación de los trabajadores consti-tuye una valiosa contribución a la soluciónde los problemas en ese ámbito, así como

una importante expresión de democracialaboral. Las mejores estrategias de pre-vención implican que los empleados, queson quienes corren los riesgos, desarrolleny mantengan sus propios sistemas de se-guridad en el trabajo.

De la misma manera, se va recono-ciendo paulatinamente en muchas indus-trias que ya no es posible desechar los agen-tes contaminantes en el medio ambientecircundante, originando un enfoque inte-grado del entorno laboral y del medio am-biente más amplio, cuyo objetivo reside enuna producción sostenible y más limpia.

Un cambio de legislación

A finales de 1999, se eligió un Gobierno decoalición laborista/alianza. Desde las elec-ciones se han sucedido una serie de cam-bios importantes en la legislación laboral,que han originado un equilibrio más justoentre empleadores y trabajadores.

En la nueva legislación sobre seguridady salud en el trabajo que se está estudiandoactualmente en el sistema parlamentarioneozelandés se propone corregir la abru-madora situación en materia de salud y se-guridad. Las propuestas incluyen:� ampliar la cobertura de la ley para in-

cluir a trabajadores como los ferrovia-rios y las tripulaciones de compañíasaéreas, que actualmente están excluidosde la protección que confiere dicha ley;

� permitir que cualquier persona puedaaplicar legítimamente la ley contra losempleadores;

� introducir un sistema que permita mul-tar en el acto;

� aclarar que el estrés y la fatiga son ries-gos laborales amparados por la ley;

� fomentar un enfoque de asociación am-plio entre empleadores y empleados,con algunos derechos limitados paraque los representantes de salud y se-guridad tengan un papel de liderazgo.

Si bien los sindicalistas y los profesio-nales de seguridad y salud han aplaudido

los cambios propuestos, diversos gruposde representantes de empleadores y algu-nos políticos conservadores han ejercidomucha presión contra los cambios. El prin-cipal portavoz de la oposición en lo con-cerniente a relaciones laborales calificó lasenmiendas propuestas de «draconianas»,y este ejemplo, si bien no es sorprendente,es motivo de preocupación.

Las propuestas de multas inmediatas ypor mayores montos han sido muy criti-cadas por esos grupos. Para dar una ideadel alcance de las multas se ha de señalarque las que dispone la Ley de Comercio yen la de Sustancias Peligrosas y NuevosOrganismos son cincuenta veces superio-res a las de la Ley de Salud y Seguridad enel Empleo.

El movimiento sindical y los profesio-nales de seguridad y salud tienen claro quepara que el efecto disuasivo tenga algúnvalor, las multas deben ser muy fuertes. Uncomentarista señaló que los 13.000 dólaresestadounidenses con los que fue multadauna importante empresa constructora, porgraves violaciones de la ley que causaronuna muerte trágica en 1999, fue «poco másque calderilla, una cantidad mísera que notransmite ningún mensaje a la patronal [...].En el Reino Unido, la acusación segura-mente hubiera sido de homicidio sin pre-meditación y la indemnización hubierasido por lo menos 10 veces superior».

El anuncio de cambios motivó protes-tas de los grupos de los empleadores y pro-pició el comienzo de una campaña de opo-sición. Esto ocurrió al haberse estudiadolo expuesto en un documento de debateque precedió al anuncio de cambios. En élse demostraba que el 72 por ciento de losprofesionales de salud y seguridad esti-maba que el aumento de las multas con-tribuiría a mejorar la salud y seguridad enel trabajo, el 88 por ciento respaldaba lasmultas inmediatas y el 67 por ciento esti-maba que toda persona debería tener el de-recho a entablar juicio.

El NZCTU espera que las multas cons-tituyan el incentivo necesario para la mi-noría de empleadores que no toman seria-mente el asunto de la protección de la se-guridad y salud en el trabajo.

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Representantesde seguridad y salud

Lo esencial de la nueva ley reside en la dispo-sición que establece la elección y capacitaciónde representantes de seguridad y salud. ElNZCTU respalda enérgicamente la propuestapara que los empleados tengan derecho a ele-gir a sus propios representantes. Los sistemasque ofrecen a los empleados los medios paraprotegerse a sí mismos funcionan bien enotros países, y allí no se han visto signos deque respalden las preocupaciones expresadasen Nueva Zelandia en el sentido de que pue-den abusar de sus poderes.

Es evidente que hay una verdadera nece-sidad que la nueva ley proteja los intereses demiles de empleados, y contribuya a que losempleadores reconozcan la urgente necesi-dad que existe de hacer frente a este peligromoderno del trabajo. Esto evitaría enfren-tarse a pleitos costosos en los tribunales pordaños y perjuicios. Los sindicatos quieren uti-lizar la nueva legislación para colaborar conlos empleadores en materia de salud y segu-ridad, pero la experiencia de los últimos diezaños ha demostrado que se necesitan fuertesmultas a fin de que los empleadores encarenel problema con seriedad.

La finalidad principal de la ley es suminis-trar un marco dentro del cual empleadores yempleados, ya sea de manera individual o co-lectivamente como sindicatos, puedan indicarlos riesgos de los lugares de trabajo y elabo-rar conjuntamente estrategias eficaces paraeliminarlos. Los sindicatos están decepciona-dos porque el proyecto de ley no faculta a losrepresentantes de los empleados, elegidos ycapacitados en seguridad y salud en el tra-bajo, para emitir notificaciones sobre mejo-ras provisionales y prohibiciones con respectoa lugares peligrosos, sistemas que en otrospaíses han dado buenos resultados. No obs-tante, la ley propuesta sigue el modelo inter-nacional ya establecido de participación delos empleados, a los que se les reconoce losderechos para asegurar su propia salud y se-guridad en el trabajo, y trabajar juntos a tra-vés de sus sindicatos.

Los grupos de empleadores tuvieronuna destacada reacción en la referenciaque se hace en el proyecto de ley al estrésy la fatiga como riesgos laborales del tra-bajo moderno.

Los empleadores han criticado mucholos denominados «costes de conformidad»que figuran en los cambios propuestos,

cuando en realidad las mayores multasson, por supuesto, «costes de conformi-dad» para quienes no suministren siste-mas de trabajo seguros.

El verdadero y enorme coste es el dolory la angustia de las familias de más de500 trabajadores muertos pero también elenorme coste de no prevenir accidentes yenfermedades profesionales, que en NuevaZelandia se estima tan elevado como el 6 y8 por ciento de su producto interior bruto(PIB).

También está en juego la propuesta deeliminar el monopolio del organismo en-cargado de seguridad y salud en lo queconcierne a entablar juicio. No hay justifi-cación para limitar los juicios particularescuando no existen tales restricciones enotra legislación penal y semipenal. Tam-poco son fundadas las objeciones a la cla-rificación de estrés o fatiga en la legisla-ción. En realidad, el estrés y la fatiga hanestado incluidos en la Ley sobre Salud ySeguridad en el empleo desde su inicio en1993. En las alegaciones presentadas antesde que se recopilaran los cambios pro-puestos, el 73 por ciento de los profesio-nales de seguridad y salud y el 66 porciento de los empleadores respaldaron quese tomen medidas complementarias parahacer frente al estrés.

En realidad, el derecho ya impone unaresponsabilidad potencial por graves per-juicios a los empleadores que no tienen encuenta los riesgos laborales que originanestrés mental y fatiga.

El movimiento sindical está librandouna dura batalla contra la campaña paraoponerse a los cambios en la legislaciónsobre seguridad y salud en el trabajo deNueva Zelandia. Los sindicatos saben que

esos cambios son necesarios para cambiarnuestra abrumadora situación.

El reto de trabajar juntos

No obstante, el verdadero reto aún se debeafrontar tras la aplicación de la nueva ley.La verdadera apuesta radica en avanzarmás allá de las normas mínimas, en el ám-bito gubernamental y con los incentivosque éste suministra, para mejorar y alcan-zar mejores prácticas en lo concerniente aprotección de la salud y seguridad de lostrabajadores.

La nueva ley propuesta estipula el tipode adecuada representación de los em-pleados, cobertura universal y multas con-tundentes que hasta ahora habían que-dado bloqueadas. La sociedad de NuevaZelandia debería ser lo suficientementemadura y honesta para reconocer que losacuerdos de empleo pueden convertirseen un marco dentro del cual los emplea-dores y los empleados desarrollen la pre-vención de accidentes y programas de pro-tección de la salud. Nueva Zelandia debe-ría seguir los modelos aplicados con éxitoen otros países, y desarrollar programas la-borales de mejores prácticas que luego sepueden aplicar a través de códigos de con-ducta en cada uno de los lugares de tra-bajo.

Las políticas de la última década hanhecho caso omiso de los trabajadores deNueva Zelandia. Muchísimas veces se sa-crificó su salud, su seguridad e incluso susvidas en provecho de las exigencias ope-rativas y de las ganancias.

Es hora de que se conceda a la salud yla seguridad la prioridad que merecen.

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Primer desafío

Integrar el concepto de condicionesy medio ambiente del trabajo ala seguridad y salud ocupacional

El primer desafío consiste en integrar laamplia perspectiva que ofrece el conceptode condiciones y medio ambiente del trabajo ala actual visión de seguridad y salud ocu-pacional.

Este es un concepto multidimensionalque la OIT se ha encargado de dar a cono-cer desde hace más de veinte años – a tra-vés del Programa Internacional para elMejoramiento de las Condiciones y elMedio Ambiente de Trabajo (PIACT), lan-zado en 1976 –, y que abarca un conjuntode elementos que determinan la situaciónreal laboral y social en la que se desem-peña y vive el trabajador o la trabajadora.Comúnmente se admite que forman partede este concepto, entre otras cuestiones, laduración de la jornada de trabajo, su organi-

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En las regiones

Diez desafíospara la seguridad y la salud en el trabajo

en el siglo XXI

¿Hacia dónde debe avanzar la seguridad y la salud en el trabajo enlas próximas décadas? La respuesta dependerá de los diez desafíosque tenga que afrontar.

Juan Carlos Hiba*

Especialista en condiciones de trabajo,seguridad y salud ocupacional

Equipo Consultivo Multidisciplinario AndinoOficina Regional para las Américas en Lima

zación y el contenido, los servicios de bienes-tar en el lugar de trabajo y los servicios socia-les. Dada su importancia y su vinculacióncon las demás condiciones de trabajo, sesuelen incluir también en este concepto lascuestiones de remuneración.

Las relaciones entre los distintos com-ponentes y factores que conforman lascondiciones y el medio ambiente de tra-bajo son muy importantes, porque no esposible mejorar tales condiciones si entodas las etapas de la concepción, planifi-cación, organización, distribución y ejecu-ción del trabajo, no se toman en conside-ración todas las condiciones en las que eltrabajador o la trabajadora desarrolla sulabor.

Por consiguiente, el primer desafío quetiene la salud y la seguridad en el trabajo(SST) consiste en ir más allá del análisis delos accidentes y de los riesgos originadospor la tecnología, para considerar todas lascondiciones reales en las que trabajan laspersonas y las consecuencias que éstasprovocan.

La OIT se propuso estudiar el tema yelaboró un libro titulado Introducción a lascondiciones y el medio ambiente de trabajo,que se transformó, inmediatamente, en unclásico de esa materia1.

* La responsabilidad de las opiniones expresadasen este artículo incumbe exclusivamente a su autor,y su publicación o reproducción, total o parcial, nosignifica que la OIT las apruebe.

Segundo desafío

Incorporar la ergonomía a la seguridady salud ocupacional

El segundo desafío se relaciona con la per-tinencia de incorporar los conocimientosde la ergonomía al dominio de la seguri-dad y salud en el trabajo.

La principal característica de la ergo-nomía es que es antropocéntrica. En el mo-mento de plantear el análisis de la activi-dad humana, la ergonomía propone cen-trar primero el análisis en el hombre. Encontraste con la mayoría de los enfoquesde la psicología y de otras ciencias o tec-nologías aplicadas, la ergonomía no con-cibe a los varones y mujeres como varia-bles de ajuste, sino que indaga las situa-ciones laborales en que se encuentran paraque las condiciones del trabajo permitanal trabajador o a la trabajadora crecer y de-sarrollarse en tanto que personas. En esalínea de pensamiento, Theureau (1992),por ejemplo, define la ergonomía comouna «tecnología política» 2.

La ergonomía es considerada – segúnNeffa (1988) – una disciplina autónoma,basada en resultados experimentales obte-nidos a partir del estudio empírico. Escapaz de suministrar informaciones espe-cíficas para modificar las instalaciones, lasmaquinarias, equipos y herramientas, asícomo la tecnología, con el propósito deadaptar mejor el trabajo al hombre. Se tratade una disciplina que surge gracias a lascontribuciones de la antropometría, la fi-siología del trabajo, la psicología laboral, laingeniería, la biomecánica, la toxicología yde otras disciplinas conexas que se ocupandel hombre en su situación de trabajo.

Una contribución importante de la er-gonomía es la distinción entre el trabajoprescrito, comúnmente llamado «tarea»,y que es asignado por la dirección de laempresa a los trabajadores, y el trabajo realo «actividad», que es lo que efectiva-mente realiza el trabajador en su puestode trabajo.

Otro aporte de la ergonomía es haberdenunciado la falacia del trabajador prome-dio. Los estudios antropométricos dan una

base sólida para mostrar la variedad detamaños corporales existentes en las per-sonas. Dicha variedad en dimensiones an-tropométricas se acompaña de otras dife-rencias individuales que representan unrango de capacidades y limitaciones enotras variables físicas y fisiológicas. Estas,a su vez, dan lugar a disímiles capacida-des de resistencia y de adaptación a losriesgos profesionales. Como resultado, esevidente que no es posible diseñar siste-mas para trabajadores promedio.

La ergonomía – señala Neffa – sirvepara fines múltiples: en primer lugar, parareducir o eliminar los riesgos laboralespromoviendo un trabajo seguro alejado delos accidentes de trabajo y enfermedadesprofesionales; en segundo lugar, sirve paramejorar las condiciones de trabajo a fin deevitar un incremento de la fatiga provo-cado por una elevada carga global de tra-bajo en sus varias dimensiones: carga fí-sica derivada del esfuerzo muscular, cargapsíquica y carga mental; finalmente, la er-gonomía sirve para lograr una mayor efi-ciencia de las actividades productivas.

La utilización racional de los conoci-mientos ergonómicos apropiados a cadarealidad – comenta el autor – abre la posi-bilidad de mejorar la productividad, re-ducir los accidentes, incrementar la cali-dad y reducir los costes laborales que semanifiestan bajo la forma de ausentismo,rotación, conflictos, falta de interés en eltrabajo. La ergonomía – concluye Neffa –brinda elementos para cuestionar la racio-nalidad y eficacia económica de la organi-zación científica del trabajo en sus moda-lidades fordistas y tayloristas, y para hu-manizar el trabajo 3.

Como vemos, hay buenas razones paraaprovechar la ergonomía. Para incremen-tar la eficacia de las políticas y de los pro-gramas de seguridad y salud en el trabajo,los ingenieros y los médicos especializa-dos en estas dos disciplinas tendrían quedesarrollar una alianza estratégica con losergonomistas. Y si no los tuvieran a mano,tendrían que buscarlos, encontrarlos yacercarlos a los programas de seguridad.Y si no los encontraran, tendrían que estu-diar ergonomía.

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Tercer desafío

Fomentar una cooperación más activaentre trabajadores y empleadores

El tercer desafío se presenta en las empre-sas. Se refiere a la necesidad de fomentaruna cooperación más activa entre trabaja-dores y empleadores a favor de la seguri-dad y salud ocupacional. Esta cooperaciónen los procesos para mejorar la seguridad,la salud laboral, las condiciones y el medioambiente de trabajo debería ser natural,pero todavía no lo es. Para lograr que losea, es necesario instaurar procesos de diá-logo social dentro de las empresas. Es ne-cesario poner en marcha mecanismos quefomenten la información, la consulta y lanegociación.

Los trabajadores y las trabajadorasdeben poder desempeñar su papel prota-gónico en estos procesos. No debemos ol-vidar que ellos y ellas, en tanto que perso-nas adultas, son capaces de tomar decisio-nes en ámbitos muy diferentes fuera de lasempresas. Son capaces de formar familias,de criar y educar a sus hijos, de cumplircon sus obligaciones cívicas a la hora detener que decidir los destinos políticos deun país. ¿Por qué no pueden, entonces, serlos protagonistas de su propia seguridady de su propia salud cuando se desempe-ñan en sus puestos de trabajo? Pueden,pero no es fácil que lo logren.

En realidad, el problema del trabajo sepuede analizar desde la perspectiva de unconflicto de poderes. El empresario pre-tende regular el trabajo – con la remune-ración, la duración de la jornada y la or-ganización del trabajo, por ejemplo –,mientras que el trabajador aspira a con-trolarlo – y trata de lograr más autonomíaaumentando su capacidad para decidir elritmo de la tarea, los momentos para laspausas, etcétera – .

Los profesionales de la seguridad y lasalud laborales deberían esforzarse paraque se puedan eliminar las barreras queimpiden una cooperación activa y debe-rían elaborar nuevas estrategias prácticasque favorezcan que esa participación seconcrete. Las técnicas de la ergonomía par-

ticipativa deberían tenerse en cuenta pararesponder a este desafío y para alcanzaresos fines. Algunos convenios de la OITfomentan también tales prácticas.

Cuarto desafío

Alentar la práctica extendida deculturas de seguridad en la educación,en la familia, en el trabajo

El cuarto desafío propone expandir elcampo de la seguridad y de la salud en eltrabajo para que alcance el ámbito de lacultura. Se trata de alentar la práctica deculturas de la seguridad en la familia, enla educación y en el trabajo. La experien-cia demuestra una y otra vez que la posi-bilidad de alcanzar mejoras significativasen materia de seguridad y salud en los lu-gares de trabajo no es una cuestión de tec-nología sino de cultura.

Se ha observado en los países desarro-llados – donde fue necesario más de unsiglo para construir una cultura de la se-guridad – que un requisito fundamentalpara lograr la disminución de los acciden-tes, lesiones y enfermedades laborales esla progresiva integración de los principiosy recomendaciones de la seguridad en lalegislación y la práctica nacional. Con esosfines, es necesario fijar políticas naciona-les y determinar las acciones necesariaspara que tales principios se transformenen normas y reglamentos.

En muchos de los países que se estánindustrializando rápidamente, los valorespositivos de un medio ambiente de trabajoseguro y sano y la cultura de la seguridadno han llegado, lamentablemente, a todaslas conciencias. Con mucha frecuencia, losrequisitos en materia de seguridad y saludson percibidos como barreras para el co-mercio. Esto ocurre de manera principalen las pequeñas y medianas empresas,para cuyos dueños y gerentes la viabilidady supervivencia económica dependen dela reducción de los costes de producción.En contraste, en otras sociedades o paísesmás prósperos, algunas corporacionestransnacionales han incluido el estableci-

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miento de una cultura de la seguridadcomo el primer principio de su cartera denegocios.

En ese sentido, el fomento sostenido debuenas prácticas de seguridad, salud ymedio ambiente, y una integración conti-nuada de una cultura de la seguridadcomo parte esencial de una cultura socialmás general, constituye, quizá, la únicamanera de reducir los costes cada vez ma-yores de la atención de la salud y de la pro-tección del medio ambiente, al mismotiempo que permite incrementar la pro-ductividad general de los sectores pro-ductivos.

Ahora bien, cabe preguntarse si es po-sible instaurar tales culturas. ¿Qué hay quehacer para lograr esa meta? Las culturasde seguridad sólo pueden instaurarse me-diante:a) un proceso de largo plazo de toma de

conciencia y de educación en materiade seguridad y salud en el trabajo;

b) la construcción de un proceso de desa-rrollo de consensos y de mecanismosde consulta entre los actores sociales, esdecir, entre los gobiernos, los empresa-rios, los trabajadores y los demás inte-resados e involucrados en las cuestio-nes de la seguridad, salud ocupacionaly de medio ambiente; y

c) la participación de las instituciones na-cionales económicas y financieras.

El desarrollo de la cultura de la seguri-dad depende, sin embargo, de manera sig-nificativa de la disponibilidad de informa-ción fidedigna que permita tomar decisio-nes pertinentes y de una utilizaciónacabada de los recursos existentes. Comoexpresó recientemente el Dr. Takala, Di-rector del Programa Trabajo sin Riesgo dela OIT, con sede en Ginebra, «Una culturade seguridad es, en parte, una cuestión derecursos y tecnología, pero para alcanzarlase necesita, sobre todo, una mejor infor-mación, gestión y normas éticas más im-portantes, que permitan enfrentar de ma-nera eficaz los peligros del trabajo, que nodejan de estar presentes y de crecer».

Quinto desafío

Lograr un mejor análisis, registroy notificación de accidentes yde enfermedades profesionales

El quinto desafío está relacionado con elestudio, registro y proceso de notificaciónde los accidentes. Estos análisis deben re-alizarse para construir estadísticas fiablesque permitan emprender acciones paracontrolar y eliminar los accidentes y en-fermedades del trabajo. Este quinto desa-fío plantea dos reflexiones:

La primera reflexión tiene que ver conel modo tradicional en que se estudian losaccidentes. Cuando se analizan sus causas,una cifra ya consagrada es la que sostieneque la gran causa son las fallas humanas.Se habla, así, de error humano, y de que el80 por ciento de los accidentes se debe aerrores del operador. Se habla incluso dela tendencia de algunas personas a sufriraccidentes. Un segundo intento de simpli-ficar el análisis propone descubrir si el ac-cidente se ha originado en un acto inse-guro o en una condición insegura. Otraaproximación para determinar las causas,de manera un poco más elaborada, es latécnica del árbol de causas con la que setrata de remontar hasta aquellas que esta-rían en el origen del hecho que ha causadoel accidente o el fallo.

Habría que preguntarse por qué sub-sisten estas modalidades notablementesimplistas de analizar los accidentes. Unarazón podría hallarse en la necesidad, casisiempre imperiosa, de encontrar rápida-mente un culpable o una causa única. Otrapodría ser la mala calidad de los sistemasde registro de accidentes y de sus procedi-mientos, que muchas veces son concebi-dos por funcionarios que están más preo-cupados por las repercusiones financierasque el accidente tendrá sobre las pólizasde seguro que por la vida, la seguridad yla salud de los trabajadores.

Sería necesario poner en entredichoesos enfoques simplificadores. Habría quetener en cuenta las raíces más profundas ydiversas que pueden causar los acciden-tes. Para esto habría que recurrir a las in-

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vestigaciones que sostienen, por ejemplo,que los accidentes se producen debido alas deficiencias que existen en las relacio-nes sociales, laborales y organizacionalesen los lugares de trabajo.

En ese sentido, Dwyer y Raftery 4, sos-tienen que tradicionalmente la sociologíay la ergonomía se han ignorado mutua-mente. Quizá también se pueda afirmar lomismo en lo que a las relaciones entre lasociología y la seguridad y salud en el tra-bajo se refiere. El desafío, entonces, con-siste en estudiar e investigar más la teoríasociológica y los aspectos organizaciona-les de los accidentes laborales.

La segunda reflexión se vincula con laimportancia de desarrollar programas querefuercen las actuaciones en materia de vi-gilancia y control de la salud ocupacionaly los riesgos profesionales.

Uno de los pilares de la prevención sonlos sistemas de registro y notificación delos accidentes, que deben ser mejoradossistemáticamente. Suele ocurrir que losmecanismos que intervienen durante elproceso de registro y notificación pertur-ban los flujos de información, introducendistorsiones y ocasionan pérdidas dedatos sustantivos que conducen a un im-portante subregistro de los accidentes y delas enfermedades profesionales.

Es necesario, entonces, que los profe-sionales de la seguridad y salud en el tra-bajo provoquen un mejoramiento de lossistemas de registro y notificación de acci-dentes y enfermedades profesionales. Eldesafío consiste en desarrollar programasde capacitación de inspectores, de funcio-narios de servicios de salud, de emplea-dores y trabajadores que fomenten: i) laobtención de más y mejores registros deaccidentes; ii) el diseño de sistemas de no-tificación que eviten o minimicen las pér-didas de datos sustantivos; iii) un proce-samiento de calidad y una comunicacióna tiempo de los datos obtenidos; iv) la dis-ponibilidad de estadísticas actualizadas yveraces; y v) el desarrollo de estrategiasque permitan controlar y reducir tales ac-cidentes.

Sexto desafío

Incrementar la calidad y el alcancede los servicios públicos de inspeccióndel trabajo

El sexto desafío que enfrenta la seguridady la salud ocupacional resulta ser conse-cuencia de los procesos de racionalizaciónde la administración pública y de la pri-vatización de muchos servicios públicosque se emprendieron en los últimos veinteaños en América Latina. En virtud delprincipio de subsidiariedad del Estado, seprodujo una transferencia de algunas res-ponsabilidades públicas hacia el sectorprivado. Los Ministerios de Trabajo su-frieron una reducción de sus presupuestosy una pérdida de algunas de sus compe-tencias para vigilar la salud y la seguridadde los trabajadores. En algunos países laspolíticas nacionales fomentaron la crea-ción de empresas aseguradoras de riesgosdel trabajo, transfiriendo parte de la tutelade la seguridad y la salud en el trabajo ainiciativas privadas.

La Declaración de Cartagena de Indias,que fue adoptada por los Ministros de Tra-bajo de los cinco países andinos en mayode 1999, reconoce de manera singular elvalor y la importancia de la calidad de lavida laboral y el papel importante quecumple el trabajo para asegurar el progresoeconómico y el desarrollo social. Uno delos componentes del Plan de Acción queacompaña a la Declaración rescata precisa-mente la importancia de disponer de efi-cientes servicios de inspección del trabajo.

Para lograr una prevención eficaz enseguridad y salud en el trabajo es necesa-rio disponer en cada país de un sistema ca-lificado de inspección del trabajo, con con-tenidos de actuación preventivos, que dis-ponga de equipos e instrumentos técnicosque permitan elaborar diagnósticos preci-sos y fiables, con servicios que tengan unacobertura nacional y que alcancen a lossectores productivos donde operan los tra-bajadores menos protegidos en materia la-boral.

El desafío para la seguridad y saludocupacional y para sus profesionales con-

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siste entonces en contribuir a la elabora-ción de programas de formación y capaci-tación de inspectores del trabajo y de otrosagentes públicos, y reforzar y modernizarlas capacidades de los Ministerios de Tra-bajo en materia de prevención de acciden-tes y enfermedades profesionales. Esosprogramas podrían centrarse en: i) la je-rarquización y el reconocimiento social delos servicios de inspección de trabajo; ii) elmejoramiento de las capacidades técnicasy las competencias de sus funcionarios; yiii) el mejoramiento de la calidad integralde sus prestaciones profesionales.

Séptimo desafío

La calidad de la seguridad, saludlaboral y condiciones de trabajoen las pequeñas y medianas empresasy en el sector no estructurado:el gran desafío

Este es el desafío mayor porque toca a másdel 90 por ciento de los trabajadores quetrabajan en América Latina y el Caribe.

Primeramente, se abordará el desafíode las pequeñas y medianas empresas(PYME). ¿Cuáles son las tareas pendientesque tiene la SST con este sector? Cuatro ac-ciones parecen ser necesarias: i) debería fo-mentarse el desarrollo de acciones prácti-cas, de carácter voluntario, en las micro ypequeñas empresas para lograr mejoras debajo coste en las condiciones de trabajo, se-guridad y salud ocupacional; ii) deberíafomentarse la cooperación de grupos deempresas que deseen asociarse en iniciati-vas comunes para mejorar las instalacio-nes y los servicios de bienestar que ofre-cen a sus trabajadores, tales como la pro-visión de servicios de transporte,comedores, guarderías; iii) debería alen-tarse la cooperación entre los dueños y ge-rentes de las empresas y sus trabajadorespara identificar problemas y buscar solu-ciones que afecten las condiciones de tra-bajo y el control de la seguridad y la saludocupacional; y iv) debería impulsarse lainstauración de procesos de mejoras con-tinuas en las condiciones y el medio am-

biente de trabajo que tengan un impactopositivo sobre la productividad y compe-titividad de las empresas.

El dramático caso de las condiciones detrabajo de los trabajadores del sector no es-tructurado necesita ser abordado. Paracentrar el problema, se analizará el casodel sector no estructurado urbano. ¿Cuá-les son las condiciones en que laboranestos trabajadores? No hay que mirar aesos trabajadores como parte natural delpaisaje urbano, sino como hombres, muje-res, jóvenes y niños que están tratando desobrevivir y que, para ello, trabajan en lacalle. ¿Qué características tienen sus con-diciones de trabajo y de vida?

Cuando se analiza la situación de lostrabajadores del sector informal urbano enAmérica Latina – pero también en el restode los países que se encuentran en vías dedesarrollo – se constata que esos trabaja-dores viven en viviendas precarias y enzonas alejadas de sus lugares de trabajo;carecen de buenos servicios de transporte;carecen de servicios de salud y bienestaren el trabajo; carecen de protección social;trabajan en un medio ambiente inseguro ymuchas veces insalubre; desconocen a me-nudo la naturaleza de los riesgos a los queestán expuestos; tienen bajos ingresos, bajaproductividad y no cuentan con capitalpara desarrollar mejor sus negocios, y,para muchos, el hogar y el lugar de trabajoes el mismo.

El desafío que la SST y que sus profe-sionales confrontan consiste entonces enencontrar caminos eficaces para mejorarlas condiciones en que trabajan esas per-sonas. En líneas generales, deberían in-cluirse acciones de concienciación indivi-dual y colectiva, acciones de capacitaciónpráctica y campañas de movilización y ca-bildeo ante los responsables que han ge-nerado el crecimiento de ese sector; por-que también deberíamos formular la pre-gunta: ¿debemos mejorar las condicionesde trabajo de los trabajadores informalesurbanos o crear oportunidades para queno exista el trabajo en la calle?

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Octavo desafío

Imponer la visión y el modelode un sistema nacional de seguridady salud en el trabajo

En tanto no sea posible poder observar yanalizar el funcionamiento (o el disfuncio-namiento) de todos los componentes queintervienen en el plano nacional y que per-miten asegurar la existencia de una políticanacional de seguridad y salud en el trabajo,todos los intentos de sectorización llevarána avances y retrocesos parciales, a una bu-rocratización de las funciones de inspeccióny fiscalización, a una redundancia de dis-posiciones y reglamentos parciales.

El modo de superar esas limitacioneses disponer de una buena vez de un enfo-que sistémico que permita identificartodos los componentes del sistema, apre-ciar sus carencias o limitaciones, detectarla existencia o no de articulaciones entresus componentes; demoler las barrerasque impiden esas articulaciones e interac-ciones y, sobre todo, crear las oportunida-des que se requieren para mejorar la efica-cia del sistema.

Un enfoque sistémico servirá, porejemplo, para detectar el origen de la faltade principios para establecer una políticanacional. Se podría determinar entonces lanecesidad de formular, poner en prácticay reexaminar periódicamente una políticanacional coherente en materia de seguri-dad y salud de los trabajadores y medioambiente de trabajo. El objeto de la polí-tica sería, por ejemplo, prevenir los acci-dentes y los daños para la salud que so-brevengan durante el trabajo o sean con-secuencia del trabajo, o guarden relacióncon la actividad laboral; para reducir al mí-nimo, en la medida que sea razonable yfactible, las causas de los riesgos inheren-tes al medio ambiente de trabajo.

La falta de políticas nacionales y dis-posiciones legislativas, que se produce porla carencia de un enfoque sistémico, da ori-gen a su vez al fenómeno de la sectoriza-ción de los reglamentos, a la superposiciónde normas técnicas, a la aparición de múl-tiples instituciones dedicadas a la vigilan-

cia del cumplimiento de normas y a la du-plicación de los esfuerzos de control.

Un enfoque basado en un sistema na-cional de seguridad y salud en el trabajopermitiría, además, identificar los compo-nentes del sistema que desempeñan fun-ciones en los campos de la informaciónsobre seguridad, de la educación y capaci-tación técnicas, de la investigación cientí-fica y tecnológica, y de la difusión y divul-gación de los conocimientos en la materia.

El desafío en este campo consiste en re-alizar un diagnóstico de la situación delsistema nacional de seguridad y salud enel trabajo, identificar sus elementos, de-tectar sus capacidades y limitaciones, yformular propuestas para su moderniza-ción y reforzamiento.

Noveno desafío

Incorporar los valores de la seguridady la salud en el trabajo en la educaciónnacional

El tema de la cultura de la seguridad, queconstituye el cuarto desafío, conduce aotra reflexión, relacionada con la educa-ción en materia de seguridad como partede la vida cotidiana.

El autor ilustra esta reflexión medianteuna anécdota de sus años de trabajo con laOIT, en Europa, viviendo en un pequeñopueblo de la campiña francesa, muy pró-ximo a Ginebra. Una mañana de domingoestaba conduciendo su coche, cuandoentró en una calle y quedó detrás de unchico de unos siete u ocho años que con-ducía su pequeña bicicleta a unos diez me-tros delante del coche. Lo observó mien-tras avanzaba lentamente detrás de él. Elniño llevaba en la cabeza un casco protec-tor. Continuaron así durante unos dos-cientos metros, hasta que él llegó a una bo-cacalle. El niño entonces levantó el brazoderecho y lo puso en posición horizontalpara indicar que se proponía girar hacia laderecha. Estaba claro que ese gesto era elresultado de una o varias clases que el pe-queño seguramente había recibido en laescuela para aprender a conducir su bici-

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cleta por las calles de su pueblo. Ese sim-ple gesto le marcó el valor y el resultadode una educación temprana, pero necesa-ria, para aprender a conducirse en la calle.Ese niño practicaba en su vida la culturade la seguridad.

Los profesionales de la seguridad y lasalud deben esforzarse para que los pla-nes y programas educativos, en todos losniveles, pero muy especialmente en la es-cuela primaria, incorporen los valores dela cultura de la seguridad.

Décimo desafío

Contribuir a afianzar la convergencianormativa en seguridad, salud laboraly en condiciones y medio ambientede trabajo

El décimo y último desafío para la seguri-dad y salud en el trabajo se juega en elplano internacional y se refiere a la necesi-dad de buscar una convergencia para ar-monizar las legislaciones sobre seguridady salud en el trabajo entre los países de laregión.

Por un lado, el proceso de globalizaciónha abierto nuevas posibilidades de acele-rar el crecimiento económico mundial, deincrementar la creación de empleo y de re-ducir la pobreza. Pero, por otro lado, nadaasegura que esto vaya a resultar natural-mente en una mayor justicia social. Dehecho, las esperanzas que trajeron la aper-tura económica y la globalización de laeconomía se están convirtiendo en desilu-siones para amplios sectores de la pobla-ción, y ya han comenzado a surgir nuevastentaciones de repliegue proteccionista.

En palabras del Director General de laOIT, Juan Somavia: «A menos que la ma-yoría de la gente sienta que está benefi-ciándose de la nueva economía global, éstaserá vulnerable a la conflictividad social».Entonces, si se quiere que la liberalizacióndel comercio cuente con un amplio apoyode la población, es necesario asegurar queexista un adecuado equilibrio entre creci-miento económico, por un lado, y progresosocial, por el otro.

Para López-Valcárcel (1996) 5, la seguri-dad y salud en el trabajo juegan un papeldestacado en este proceso de integracióneconómica que está ocurriendo como con-secuencia de la globalización. Así ha que-dado de manifiesto, por ejemplo, en dosimportantes esquemas regionales de inte-gración económica: el de la Unión Euro-pea, y el del Tratado de Libre Comercio deAmérica del Norte.

El objetivo de integración en materia deseguridad y salud en el trabajo es la con-vergencia en los niveles de riesgo de acci-dentes y enfermedades profesionales.Dicha convergencia se propone evitar quese produzca una suerte de dumping social,en el que algunos países ofrezcan peorescondiciones que otros en materia de segu-ridad y salud en el trabajo y, consecuente-mente, menores costes laborales.

El camino que conduce a la convergen-cia de los niveles de riesgo ocupacionalentre los distintos países pasa por la armo-nización de determinados instrumentosnormativos o reglamentaciones para la me-jora de la seguridad y salud en el trabajo.

En el caso de los países andinos merecesubrayarse la importancia que tiene la De-claración de Cartagena de Indias. A modode ejemplo singular, cabe destacar la deci-sión, manifestada en esa Declaración, dedisponer de una normativa comunitariade seguridad y salud en el trabajo, lo queconstituirá una garantía para la existenciade una base mínima de calidad para lascondiciones de trabajo, que serán simila-res entre los países andinos y que contri-buirá a evitar esa suerte de dumping socialque beneficiaría a unas naciones en des-medro de otras.

Un camino que permitiría contar conuna norma comunitaria es que estos paísestiendan hacia una convergencia sistemá-tica y sostenida de las legislaciones y lasprácticas nacionales referidas a la seguri-dad, salud y condiciones del trabajo. Dichaconvergencia se afianzaría en la medida enque los países andinos tiendan a homoge-neizar sus respectivas legislaciones.

Con ese propósito, las legislaciones na-cionales de los países andinos deberíanpropender a establecer: i) principios simi-

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lares para una política nacional en la ma-teria; ii) los diversos aspectos de las accio-nes que se podrían emprender en el ám-bito nacional, y iii) las acciones pertinen-tes que deberían llevarse a cabo en elámbito de las empresas. Las dos normasinternacionales de la OIT que responden aesas necesidades son el Convenio sobre se-guridad y salud de los trabajadores, 1981(núm. 155), y el Convenio sobre los serviciosde salud en el trabajo, 1985 (núm. 161). Entrelos países andinos, sólo Venezuela ha rati-ficado el primero de esos convenios y Co-lombia se encuentra en el proceso de rati-ficar el segundo.

En conclusión, en los albores del sigloXXI, la seguridad y la salud en el trabajotienen, en tanto que disciplinas al serviciodel progreso social, varios desafíos impor-tantes. Naturalmente, la responsabilidadque recae sobre los profesionales de la SSTpara transformar esos desafíos en logrosconstituye un reto mayúsculo. Deben bre-gar para que los trabajadores y las trabaja-doras puedan contribuir plenamente y sinriesgos a la creación de la riqueza de las

naciones. La mejoría de las condiciones detrabajo, la prevención de los riesgos profe-sionales y la promoción de la cultura de laseguridad permitirán que los países lati-noamericanos puedan alcanzar y mante-ner un crecimiento económico sostenido,junto con un progreso social equitativopara el beneficio de todos sus habitantes.

Notas

1 Clerc, J. M. 1987. Introducción a las condiciones yel medio ambiente de trabajo (OIT, Ginebra).

2 Theureau, J. 1992. Concevoir pour l’action et lacommunication, essais d’ergonomie cognitive (PeterLang, Berne, Postface L. Pinsky).

3 Neffa, J. C. 1988. «La ergonomía: o cómo ir másallá de la prevención de riesgos», en Wisner, A.: Er-gonomía y condiciones de trabajo (Editorial Humanitas,Buenos Aires).

4 Dwyer, T., y A. E. Raftery. 1991. «Industrial ac-cidents are produced by social relations of work: Asociological theory of industrial accidents». AppliedErgonomics, 22, 3, págs. 167 a 178.

5 López-Valcárcel, A. 1996. «Seguridad y salud enel trabajo en el marco de la globalización de la eco-nomía». Documento de trabajo, núm. 26 (OIT, Lima).

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Todos sabemos qué se quiere decircuando se habla de estrés. Es algo ge-

neralizado en la vida moderna. La mayo-ría de las personas están expuestas diaria-mente a presiones tanto en el trabajo comofuera de él, y están acostumbradas a hacerfrente a cantidades moderadas del mismosin sufrir graves efectos. Incluso algunaspersonas son más productivas y dinámi-cas cuando trabajan en situaciones de es-trés; en efecto, hay factores de tensión po-sitivos que pueden originar bienestar y es-timular la creatividad.

Sin embargo, si el estrés es intenso ycontinuo, si las presiones se acumulan, en-tonces puede originar enfermedades físi-cas y trastornos psicológicos. Numerososestudios confirman que el problema se haintensificado progresivamente en todaspartes, tanto en el mundo desarrolladocomo en los países en desarrollo. El estrésha pasado a ser una cuestión importanteen el ámbito de la salud y la seguridad entodas las ocupaciones y en las empresasde todo tamaño, tanto en el sector públicocomo privado. Lo comprobado por reco-nocidos organismos de investigación na-cionales e internacionales muestra que yano se puede hacer caso omiso del estrésvinculado con el trabajo ni combatirlosimplemente con tratamientos de rehabi-litación.

Muerte por exceso de trabajo

Según el tercer estudio europeo sobre lascondiciones de trabajo que llevó a cabo laFundación Europea para la Mejora de lasCondiciones de Vida y de Trabajo, cuyasede está en Dublín, el trabajo es la princi-pal causa de estrés de más de la terceraparte de los empleados de Europa. En elJapón, la tasa de trabajadores que sufre dedistintas formas de ansiedad o estrés en suvida laboral aumentó del 53 por ciento en1982 al 63 por ciento en 1997, y las muer-tes por exceso de trabajo – denominadaskaroshi – siguen constituyendo un pro-blema grave. La tendencia está destinadaa acentuarse puesto que las empresasadoptan nuevas políticas de gestión depersonal debido a la recesión o para refor-zar su competitividad. Cabe también se-ñalar que últimamente el karojisatu (suici-dio como resultado de trabajo en exceso)ha pasado a tener una nueva dimensión enel Japón y, por primera vez, ha sido objetode una decisión judicial1.

En el Reino Unido, el 54 por ciento delos representantes de seguridad de la Con-federación de Metalúrgicos, Iron & SteelTrades Confederation (ISTC), ha estable-cido que el estrés es una de las cinco pre-ocupaciones principales en el ámbito deseguridad y salud, y el 55 por ciento del

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Cuestiones especiales

Cuando la negociación colectivase ocupa del estrés laboral

El estrés aumenta por todas partes sin que puedan escapar los luga-res de trabajo. La prescripción de medicinas no es la respuesta, peroprevenir es curar y la negociación colectiva es mejor que sufrir.

Anne-Marie MureauDirectora

Departamento de Asuntos Económicos y SocialesFederación Internacional de Trabajadores

de las Industrias Metalúrgicas (FITIM)

personal de secretaría de este sector la haseñalado como prioridad máxima. En2001, la ISTC encargó la confección de uninforme sobre organización laboral y saludy seguridad profesionales en la industriametalúrgica del Reino Unido. Dicho in-forme afirma que «hay sólidas evidenciasde que el aspecto psicológico del trabajo,incluyendo las jornadas largas, una grancarga laboral, la falta de control sobre lastareas, la falta de respaldo social en el tra-bajo y la falta de oportunidades para de-sarrollar calificaciones repercuten en lasalud física y mental de los trabajadores».

El estrés es la causa de los problemasdel sistema muscular y de la circulación ar-terial, aumentando el riesgo de infarto demiocardio. También afecta al cerebro en loque se refiere a agotamiento y depresión.

Estrés y enfermedad relacionados con el trabajo

Fuente: M. Åsberg y Å. Nygren: El estrés y la fatiga: Uncreciente problema entre los trabajadores no manuales,informe de la FITIM, Ginebra, 2001.

¿Cuáles son las causas del estrés?

En general, el estrés es el resultado de com-binar una serie de factores difíciles imposi-bles de disociar entre sí. No obstante, comomostró la investigación, el entorno de altapresión existente en el trabajo moderno esel responsable de la mayoría de los proble-mas vinculados con el estrés y la fatiga. Lamundialización y la desregulación de laseconomías han causado considerables mo-dificaciones en la índole de los trabajos y ensu organización abocando a los trabajado-res a una presión cada vez mayor. El equi-librio entre trabajo y vida privada se vio al-terado por la inseguridad en el empleo y la

consecuente práctica de contratos y despi-dos, aumento del desempleo, mayores car-gas laborales, exigencias más intensas, ho-rarios de trabajo flexibles y mayor tecnolo-gía. La proliferación del trabajo ocasional ytemporal y de la subcontratación tambiénha hecho que aumentara la inseguridad enel empleo, lo que genera un clima donde laspersonas se sienten constantemente en pe-ligro. Si bien los sindicatos de una serie depaíses han tenido bastante éxito en la luchapor reducir la duración del trabajo, a me-nudo esto se vio acompañado de un au-mento de las horas extraordinarias – no ofi-ciales y no remuneradas – y una intensifi-cación del trabajo. En Francia muchasempresas han compensado la jornada labo-ral más corta reduciendo las pausas y au-mentando la flexibilidad laboral, lo que ori-ginó mayor estrés en el trabajo.

La reestructuración, la producción efi-ciente y la subcontratación reducen la can-tidad de puestos de trabajo y aumentan lasexigencias sobre cada trabajador, tanto enlo que se refiere a la calidad como a la can-tidad de producción. Los trabajadores tie-nen que adaptarse continuamente a nue-vos métodos de trabajo y técnicas de ges-tión, tienen que producir más rápido ymejorar su producción y sus servicios conuna remuneración menor. Tienen que tra-bajar a gran velocidad y cumplir con pla-zos muy estrictos, y a menudo poco rea-listas. El carácter del trabajo también estácambiando, y está siendo impulsado porla demanda del consumidor. El cliente esrey y determina el ritmo de trabajo. Consus exigencias en materia de competencia,las empresas actuales se han convertido enverdaderas fábricas productoras de estrés.Ya no son las máquinas las que sufren des-perfectos, son los mismos trabajadores.

La incursión de la tecnología de infor-mática no es ajena a esta evolución. La pre-sión para dominar la revolución informá-tica alimenta el estrés laboral. Es más, lanueva tecnología y la informatización estánimponiendo su propio ritmo en la vida co-tidiana y favorecen que la línea divisoriaentre trabajo y vida privada se diluya cadavez más. Ni siquiera la planificación de loshorarios de trabajo es lo que era.

estrés

MúsculosTensión y dolor

CirculaciónHipertensión,infarto de miocardio

CerebroAgotamiento, depresión

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En muchas empresas, para ciertas cate-gorías de empleados la hora va perdiendoimportancia. Lo que importa es llevar acabo los proyectos y alcanzar las metaspredeterminadas. La noción de tiempo detrabajo se está desvaneciendo y la actitudde los empleados va siendo dictada cadavez más por la necesidad de alcanzar esosobjetivos. Muchas personas se llevan sutrabajo a casa y se conectan como tele-tra-bajadores. Si tienen o no que hacer horasextraordinarias para alcanzar esos resulta-dos no es algo que preocupe a la dirección.

En muchas empresas la divisa es: «Há-ganlo como quieran siempre que resultenrentables.» Las exigencias de los accionis-tas que desean obtener altos dividendosprevalecen sobre los intereses de los traba-jadores y ejercen una presión excesiva sobreellos. Esa presión no proviene únicamentede la patronal sino también de otros com-pañeros. Como manifestó el jefe del comitéde empresa de IBM de Alemania: «Entrecompañeros de trabajo pueden darse me-canismos crueles. Se trata de la presión delos pares sobre quienes no logran seguir elritmo y no contribuyen a la supervivenciade la unidad empresarial.»2 Estas evolucio-nes están socavando la solidaridad y la co-operación entre los trabajadores, y sumán-dose así a la tensión en el trabajo.

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El control y la autonomía son otra im-portante dimensión para comprender si lagente está desarrollando o no una condi-ción de estrés. Como han demostrado lasinvestigaciones, una situación en la que seplantean grandes exigencias, combinadacon un bajo control del proceso de trabajopor parte del trabajador, puede originar es-trés y enfermedades vinculadas al mismo.

El estrés es una cuestión que se discutecada vez más en los medios de comunica-ción. En Suecia, por ejemplo, ha ocupadolos titulares de la prensa y es tema de nu-merosos debates. Entre 1997 y 2000 se hamultiplicado por diez la cantidad de artí-culos que han abordado esta cuestión.

El coste del estrés

El estrés conlleva un elevado coste – unalto coste humano pero también un altocoste financiero –, siendo una de las prin-cipales causas de licencia de enfermedad.En una serie de estudios se subraya elhecho de que los costes del estrés para lasociedad aumentan continuamente.

Los elevados niveles de estrés tienenefectos perjudiciales sobre la salud de lostrabajadores y pueden originar una seriede trastornos y enfermedades, incluyendohipertensión y alteraciones del sistema in-munitario. Además, la pérdida de la capa-cidad de hacer frente a distintas situacio-nes laborales y sociales puede afectar alrendimiento en el trabajo y posiblementellevar al desempleo. Puede hacer que crez-can tensiones en las relaciones familiares eincluso causar depresión o la muerte.

En lo que respecta a las empresas, elcoste del estrés contiene una diversidad defacetas. Puede reflejarse en absentismo,mayores costes médicos y mayor rotaciónde personal, con el coste vinculado a lacontratación y capacitación de nuevos em-pleados. También puede manifestarse enuna disminución de la productividad y laeficiencia. Según los cálculos hechos porVolvo Trucks, un trabajador no manualque sufre de fatiga cuesta a la empresa1 millón de coronas suecas (95.400 dólaresestadounidenses), y un ejecutivo más de

¿Por qué aumentael estrés laboral?

11. Del trabajo manual al mental12. Mundializaciôn de la economía13. Reorganización y fusiones14. Tecnologías de la información y

comunicación15. Economía permanente16. Nuevos conceptos de producción17. Expansión rápida del sector servicios18. Flexibilización del trabajo19. Difusión del trabajo en casa10. Menos horas de trabajo y horas

extraordinarias

Fuente: M. Kompier, en el informe de la FITIM sobreestrés y fatiga, op. cit.

4 millones de coronas suecas (381.500 dó-lares estadounidenses)3.

Este factor de costes debería, por símismo, ser una buena razón para que losgobiernos y los empleadores tomaran me-didas efectivas para mejorar la situación.

¿Qué se puede hacer?

Cuando se plantea esta cuestión, los em-pleadores a menudo aluden a problemaspersonales de los empleados. Sostienenque el estrés es fundamentalmente unacuestión de diferencias individuales, y queel nivel de estrés vinculado con el trabajono se puede medir correctamente. Comoresultado, no se preocupan por la maneraen que está organizado el trabajo o por elcontenido de las tareas. Además, se plan-tea que los psicólogos y médicos de medi-cina del trabajo deben curar gente y noocuparse del lugar de trabajo o de la orga-

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nización del mismo. Se les impulsa a tra-tar el estrés prescribiendo tranquilizantesy otros medicamentos. Esto no solamenteno combate la causa subyacente del pro-blema, sino que hay buenas razones paracreer que podría conducir a una depen-dencia a largo plazo y a problemas desalud añadidos.

Se debe controlar el estrés en su origen.Las técnicas para controlar el estrés y lamedicina complementaria pueden teneralgunos beneficios positivos a corto plazoy ayudar a aliviar las tensiones originadaspor el estrés, pero no pueden combatir lascausas del mismo. No son eficaces paramejorar el entorno laboral. Para que unaestrategia tenga éxito, no debería concen-trarse en la persona aislada sino examinarla relación entre el trabajador, su contextolaboral y sus condiciones de trabajo, y tam-bién incorporar cambios a todos los nive-les en el lugar de trabajo. Las estrategiaspara prevenir el estrés deberían concen-trarse en el lugar de trabajo.

El estrés en el trabajo es resultante deuna «falta de afinidad» entre el trabajadory su puesto de trabajo. Hay un claro vín-culo entre estrés y otras cuestiones del tra-bajo como, por ejemplo, reestructuraciónempresarial y empleo, tiempo de trabajo,flexibilidad, desarrollo de cualificaciones,sistemas de remuneración, control y parti-cipación. Es un asunto para la política sin-dical y, en consecuencia, debería entrar den-tro del ámbito de la negociación colectiva.

El estrés también podría ser objeto denormas mínimas internacionales. La ma-yoría de los países tienen disposiciones re-lativas a salud y seguridad en el trabajo,pero dichas normas tienden a centrarse enlos aspectos físicos y no incluyen clara-mente los aspectos de salud psicológica,implícitos en las condiciones de trabajo. Sedeberían tomar medidas dentro de la Or-ganización Internacional del Trabajo paraestablecer normas de carácter jurídico eneste ámbito, y estudiar mecanismos efecti-vos para su aplicación.

Costes del estrésvinculado al trabajo

● En el Reino Unido se ha sugerido que anual-mente se pierden más de 40 millones dedías de trabajo debido a trastornos vincu-lados al estrés. Según una de las estimacio-nes, el estrés costaría a la industria britá-nica entre el 2 y el 3 por ciento del productointerior bruto anual.

● En Australia, el Viceministro Federal de Re-laciones Laborales estimó el coste del estrésen el trabajo en alrededor de 30 millonesde dólares australianos en 1994 (30 millo-nes de dólares estadounidenses). En 1998-1999 se pagaron 55 millones de dólares aus-tralianos por causa del estrés.

● En los Estados Unidos, más de la mitad delos 550 millones de días de trabajo que sepierden anualmente por absentismo estánvinculados al estrés.

● En Suiza, los costes directos del estrés as-cendieron a alrededor de 4.200 millones defrancos suizos (2.600 millones de dólares es-tadounidenses) en 2000.

Fuente: OIT, Trabajo Seguro y la Federación Inter-nacional de Trabajadores de la Industria Metalúr-gica (FITIM). En el caso de Suiza, cifras de la Secre-taría de Asuntos Económicos.

Algunas respuestas sindicales

Como se ha indicado anteriormente, el es-trés se deriva en gran medida de la maneraen que está organizado el trabajo. Por con-siguiente, solamente se puede prevenir silos trabajadores procuran reorganizar eltrabajo, haciéndolo de manera colectiva através de sus sindicatos.

A este respecto, algunas afiliadas de laFederación Internacional de Trabajadoresde las Industrias Metalúrgicas (FITIM) hanabierto nuevas vías y han comenzado atrabajar en enfoques innovadores. En losPaíses Bajos, la Confederación Sindical deeste país (FNV) ha elaborado un instru-mento denominado «detector rápido deestrés», consistente en un cuestionario yun programa informático vinculado almismo que analiza los resultados. Eso hapermitido que los sindicatos establecierancuáles son las causas del estrés e incorpo-raran la cuestión en el orden del día de laempresa. En realidad, cuando los sindica-tos consiguen demostrar que el estrés nosólo origina problemas de salud para lostrabajadores sino también distintos tiposde problemas de calidad (servicio de bajacalidad, errores, mala imagen, etcétera),los empleadores se muestran más dis-puestos a discutir y a emprender una es-trategia de prevención.

En Alemania, el Sindicato de Trabaja-dores de Industrias Metálicas (IG Metall)lanzó en 1999 una iniciativa con la con-signa «Arbeiten ohne Ende – meine Zeitist mein Leben» (Trabajo interminable, mivida es mi tiempo), y entabló un debatesobre esta cuestión en empresas y a travésde la estructura sindical.

Esta iniciativa encontró un buen ecotanto entre las bases como entre el públicoen general, originando abundantes deba-tes a través de todo el país. IG Metall pro-seguirá con esta campaña, reforzará la co-operación con los médicos de medicina deltrabajo y los investigadores, y ampliará lasredes existentes. Será también un ele-mento clave del nuevo debate sobre el tipode trabajo que se iniciará este año. EnSuecia, la Unión Sueca de Empleados yTécnicos de la Industria (SIF) produjo un

CD-ROM con el nombre «Allt har sin tid»(Para cada cosa hay un tiempo oportuno)en el que se describe el equilibrio que sedebe alcanzar entre trabajo/tiempolibre/descanso y las repercusiones en casode que falte dicho equilibrio.

En el Canadá, el sindicato de trabajado-res de la industria del automóvil está lle-vando a cabo un estudio en colaboracióncon personal médico e investigadores uni-versitarios sobre la relación entre la orga-nización del trabajo y los niveles de presiónarterial de los trabajadores de la industriaautomovilística. En el Japón, Denki Rengo(sindicato japonés de trabajadores de laelectricidad, electrónica e informática) creóen 1999 un centro denominado «heartful»,constituyendo una medida política con-creta para suministrar atención médica psi-cológica. El centro ofrece consultas a los afi-liados sindicales y a sus familias por telé-fono (un número gratuito) sobre cuestionesrelacionadas con la salud mental. El centropresta dichos servicios de manera estricta-mente confidencial y anónima.

En el Reino Unido, la cuestión del es-trés vinculado al trabajo ha adquirido unprimer plano durante los últimos años yhay alentadoras indicaciones de que lo-grará ser regulado por ley. Se diría que elGobierno ha reconocido el problema y lossindicatos están ejerciendo presión paraque también se promulgue legislación alrespecto.

Como lo demuestra la experiencia, unenfoque participativo es un factor críticopara el éxito de cualquier estrategia de pre-vención del estrés. Cualquier estrategiaadoptada desde la dirección sin incluir laparticipación del empleado está conde-nada al fracaso. Para que tengan éxito, laspolíticas de prevención se deben planear,aplicar y evaluar con la participación ac-tiva de los trabajadores y de sus represen-tantes sindicales.

Hacer frente a las negativas conse-cuencias de los cambios en el carácter deltrabajo siempre ha sido una de las funcio-nes clave de las relaciones laborales. Elcambio constante de la organización deltrabajo y el consecuente estrés y fatiga sonretos para los trabajadores sindicalizados

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y sus respectivas organizaciones. Se nece-sitan nuevas actitudes y estrategias parahacer frente a este nuevo ámbito de pro-tección de los trabajadores.

Crear conciencia entre la afiliación sin-dical es un elemento importante al defen-der las medidas de prevención. Los sindi-catos deben hacer que se conozca el sín-drome del estrés, sus causas y losproblemas que el mismo origina, así comoexplicar la necesidad de una rápida inter-vención. Asimismo, deberían incorporar asus actividades prácticas que refuercen latoma de conciencia a fin de permitir quesus miembros reclamen a sus empleado-

res que tomen las medidas necesarias yque la prevención se anteponga a la cura.

Notas

1 En marzo de 2000, el Tribunal Supremo dicta-minó por primera vez que una empresa tenía la res-ponsabilidad jurídica del suicidio de un empleado,derivado de una depresión originada por el excesode trabajo. Extraído de: «Karojisatu – Suicide as a re-sult of overwork», Boletín sindical japonés, 1 de no-viembre de 2000.

2 Wilfried Glissmann, en el informe de la FITIMsobre estrés y fatiga, op. cit.

3 www.sif.se/arbetsmiljö/psykosocial arbetsmiljö/stress & utbrändhet.

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El trabajo nocturno implica actividad enun momento en el que el cuerpo desea

descansar. El reloj circadiano (nuestroritmo biológico de 24 horas) queda trasto-cado, causando problemas de salud a lamayoría de los trabajadores y trabajadorasnocturnos.

Durante mucho tiempo se creyó, sinprueba alguna, que el trabajador nocturnoinvertía rápidamente sus biorritmos(ritmo cardíaco, temperatura, digestión,secreciones, apetito, etcétera) para hacercoincidir la actividad biológica con el em-pleo nocturno. Ahora se sabe que no es así:un trabajo nocturno de corta duración (doso tres días) casi no influye en los biorrit-mos. Un trabajo nocturno prolongadotampoco provoca una verdadera inversiónde los biorritmos sino tan sólo una ate-nuación de la amplitud de ciertos ritmos.Eso puede explicarse por la influencia con-tradictoria que ejercen los horarios labora-les por una parte y los ritmos sociofami-liares que, por otra, presentan una tenazresistencia a esas perturbaciones.

Ciertos ritmos, como la frecuencia car-díaca, ceden al entrenamiento de los hora-rios nocturnos, mientras que otros, comola secreción de los jugos gástricos, conti-núan sincronizándose según los horariossociofamiliares. Otros ritmos, como la tem-

peratura basal, ocupan una posición inter-media y se modifican al cabo de cuatro ocinco días. La brecha que se crea entre losbiorritmos del trabajador nocturno impideque su organismo se adapte por completoal horario nocturno: ¡hagan lo que hagan,la mayoría de los seres humanos nuncaserán realmente como los búhos! La edady la situación material del trabajador tam-bién influyen en la capacidad de la adap-tación.

Una o dos horas menos de sueño

Casi todos los trabajadores nocturnos tie-nen problemas para dormir. No es sufi-ciente trabajar duramente toda la nochepara poder dormirse como un tronco aldespuntar el día. El primero de los pro-blemas surge cuando el trabajador vuelvea su casa, la luz del día envía a su orga-nismo una señal y refuerza la tendencianatural de su reloj circadiano a desper-tarse. Se agregan luego todos los proble-mas vinculados a la actividad del resto dela sociedad: el tráfico, niños que juegan, eltimbre del teléfono, etcétera. El ritmo delapetito también interfiere con el del sueño;lo hace en tal medida que a menudo elsueño se interrumpe a la hora de comer al

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Cuestiones especiales

El lado oscurodel trabajo nocturno

El trabajo nocturno es una realidad, y en ciertos sectores, una ver-dadera necesidad. Sin embargo, hagan lo que se haga, la mayoría delos seres humanos nunca serán como los búhos. El trabajo nocturnotrastorna los ritmos biológicos y perturba los horarios laborales ysociofamiliares. Todo ello repercute en la salud de los trabajadoresy trabajadoras.

Samuel GrumiauPeriodista

Colaborador del Journal du médecin (Bélgica)

mediodía aunque quizás se duerma mástarde una siesta. Hubo entonces unamenor recuperación del cansancio mental:el sueño paradojal, que es en el que sesueña, es más corto. Se presenta muchomás rápidamente al dormirse que en elcaso del sueño nocturno, pero será inte-rrumpido al final de la mañana por la re-activación de los ritmos biológicos. Comopromedio, se estima que un trabajadornocturno duerme entre una y dos horasmenos que un trabajador diurno. Por lotanto, su cansancio se ve acentuado por elhecho de que trabajar cuando el organismoestá en período de desactivación reclamamayor esfuerzo que la misma actividad enhoras diurnas.

Apesar de la incoherencia biológica deltrabajo nocturno, su frecuencia aumentaen diversos países occidentales, principal-mente porque las empresas tienen comometa fundamental elevar al máximo susganancias. «El trabajo nocturno aparece encada vez más sectores sin una verdaderajustificación técnica, explica Denis De Mey,del sindicato belga Federación General delTrabajo de Bélgica (FGTB). Se trata másbien de una tendencia de los empleadoresa sacar el máximo de rendimiento de susherramientas para aumentar la rentabili-dad. Tal es el caso, por ejemplo, del sectorde la construcción o inclusive de los tra-bajos de reparación de rutas. Se nos diceque se hace por razones de seguridad, paraefectuar trabajos cuando hay menos trá-fico, pero todos sabemos que circular denoche es más peligroso.»

Alimentación nocturna inadecuada

Inmediatamente después de los problemasde sueño, los síntomas más frecuentes quedescriben los trabajadores que hacen tur-nos1 se refieren a problemas gastrointesti-nales, problemas de apetito, constipación,ardor estomacal, diarrea, dolores abdomi-nales, borborigmos (ruidos intestinales),etcétera. Alargo plazo, muchos de esos tra-bajadores sufren enfermedades gravescomo gastritis crónicas, gastroduodenitis,colitis y úlceras gastroduodenales. Según

diferentes estimaciones, estos últimoscasos serían entre dos y ocho veces más fre-cuentes entre los trabajadores nocturnosque entre sus compañeros que trabajan enhoras diurnas 2. Para todos esos males hayuna explicación: la cena, que se ingiere enun momento de desactivación nocturna delas secreciones gástricas, a menudo secome fría, rápido y sin apetito. Esa falta deapetito hace que el trabajador agregue es-timulantes como el café o el alcohol, queson agresivos para la mucosa gástrica noprotegida. Como las cantinas de los esta-blecimientos de trabajo generalmente noestán abiertas por la noche, sería más con-veniente que el trabajador hiciera sus doscomidas principales en su casa.

El estrés vinculado al trabajo nocturnoo al trabajo por turnos también puedetener nefastas consecuencias en el sistemacardiovascular, como se demostró en di-versos estudios epidemiológicos llevadosa cabo estos últimos años. «La reacción ola falta de reacción neurovegetativa pro-voca una mayor respuesta hormonal, loque a su vez repercute en la presión san-guínea, el ritmo cardíaco, los procesos detrombosis y de metabolismo de lípidos yde glucosa.» 3 Sin embargo, resulta difícilaislar el trabajo nocturno como factor deriesgo en el caso de las enfermedades car-diovasculares porque la actividad noc-turna a menudo hace que se acumulenotros riesgos, como un mayor nivel de ta-baquismo, problemas de sueño o proble-mas psicológicos. Estos parecen ser másfrecuentes entre los trabajadores noctur-nos y pueden estar vinculados en parte ala pérdida de sueño y a la fatiga crónica.El nerviosismo, la ansiedad, la astenia, ladepresión y la agresividad también sonmás frecuentes entre los trabajadores noc-turnos permanentes que entre quienes re-alizan horarios alternados. La falta de unsueño reparador tiende además a acentuarlos efectos de la edad. «Mi gran inquietudes el envejecimiento prematuro en todossus niveles, afirma el Dr. Versailles-Ton-dreau, médico belga de trabajo especiali-zado en el trabajo nocturno. Las personasque trabajaron durante más de veinte añospor la noche acusan un envejecimiento

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Para planificar los horarios

más veloz de cinco a siete años como pro-medio. Eso se puede observar directa-mente, sobre todo en la piel.»

Dados los problemas de salud quepuede originar con mucha frecuencia eltrabajo nocturno, se podría pensar que losempleados asalariados nocturnos estaríancon mayor frecuencia con licencia de en-fermedad que sus compañeros diurnos. Noobstante, los datos estadísticos exactos al

respecto no abundan, pero en un estudiollevado a cabo en 1980, con respecto a lamano de obra de la industria química, nose observó diferencia en cuanto a la fre-cuencia de las enfermedades entre trabaja-dores nocturnos y diurnos. Eso podría de-berse a una mayor solidaridad entre el per-sonal nocturno o al hecho de que eltrabajador nocturno considera esos sínto-mas como «inherentes» a su actividad,

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Consejos para mejorar la calidad del trabajo nocturno

● Debe ser una opción personal.● Descansar en una cama por lo menos durante

6 o 7 horas diarias, incluso aunque no seduerma todo el tiempo. Agregar a ese des-canso una buena siesta al comienzo de la tarde.

● Organizarse para dormir en buenas condicio-nes: desenchufar el teléfono o conectar elcontestador, desactivar el timbre o poner uncartel en la puerta, oscurecer suficientementela habitación, ponerse tapones en los oídos,etc.

● Tomar una comida caliente entre dos y treshoras después de levantarse, antes de co-menzar el turno nocturno, por ejemplo, hacialas 18 horas. De ser posible, comer todos losdías a la misma hora. Una vez terminado elturno, no ingerir ninguna comida abundanteantes de dormir.

● Mantener relaciones sociales: intentar adap-tar el tiempo al de su familia, hacer una co-mida con los allegados, mantener contactocon otros trabajadores nocturnos durante eltiempo libre.

● Reducir al máximo la cantidad de trabajado-res nocturnos permanentes. En efecto, nin-gún estudio mostró que los ritmos biológicosse adaptaran totalmente al trabajo nocturno.

● Preferir los ciclos cortos: no trabajar duranteseis a siete noches sucesivas sino hacer de pre-ferencia tres o cuatro como máximo. El défi-cit de sueño tiende a acumularse luego de va-rios turnos nocturnos sucesivos, mientras quelas rotaciones rápidas de turno permiten va-riar los horarios de descanso y preservar loscontactos sociales. El organismo vive así mása menudo en su estado normal, con conse-cuencias menos nefastas en términos de fa-tiga y de salud.

● Preferir la rotación de turnos hacia adelante:el sueño y el bienestar en general son mejo-res cuando se rota en el sentido mañana,tarde, noche.

● Evitar el paso directo de un horario a otro.Por ejemplo: terminar a las 22 horas para re-tomar a las 6 de la mañana siguiente, lo queevidentemente no deja suficiente tiempopara descansar. Debe haber un intervalo depor lo menos 11 horas entre el final de un pe-ríodo de trabajo y el comienzo de otro.

● El equipo de la mañana no debe comenzardemasiado pronto, de ser posible no antes delas siete: se ha observado que incluso cuandotenían que levantarse muy temprano, muy ra-ramente los trabajadores se acostaban antesde las 21,30 o 22 horas debido a sus ocupa-ciones familiares y sociales. En el caso del sis-tema 3x 8, algunos preconizan un horario de8 a16 horas; de 16 a 24 horas; de 24 a 8 horas,lo que permite que dos terceras partes de lostrabajadores descanse cuando el cuerpo máslo necesita (entre 2 y 5 de la mañana).

● Como es lógico, sería necesario intentar dis-poner servicios nocturnos más cortos: el tra-bajo nocturno reclama mayor esfuerzo, lo quedebería hacer que la duración de trabajofuera más corta. No obstante, las opiniones alrespecto varían. Hay quienes estiman que eltrabajo en horarios 2x12 parece convenir mása los trabajadores que promedian o terminansu carrera que los 3x8 ya que dan derecho adías de recuperación, que agregados a losfines de semana, permiten que el trabajadorconozca anticipadamente lo que será su vidadurante la jubilación ya que dispone de mayorcantidad de tiempo. El sistema 2x12 se desa-conseja cuando la carga física o mental deltrabajo es muy grande.

cuando en los mismos casos sus compañe-ros diurnos rápidamente irían al médico.Como promedio, los trabajadores que tra-bajan haciendo turnos, cuando se enfer-man lo hacen por un período más largo quelos trabajadores diurnos 4. En lo que se re-fiere a los accidentes laborales, ninguna es-tadística tiende a probar que sean más nu-merosos por la noche. «Sin embargo, porexperiencia observamos que los accidentesde trabajo nocturno a menudo tienen con-secuencias más graves que los demás, su-braya Denis De Mey. Esto se debe princi-palmente a que el trabajador está más ais-lado en caso de algún incidente.» Eltrabajador también es más sensible a las en-fermedades crónicas en medio de la noche,cuando más cansado está. «He observadoque los trabajadores que tienen problemascrónicos de salud (asma, espasmo filia, hi-poglucemia, etcétera) tendrán con mayorfrecuencia crisis en medio de la noche,entre las 2 y las 5, explica el Dr. Versailles-Tondreau. Conocí a un asmático que murióde una crisis en esas horas. Trabajaba en lasmáquinas rotativas y sus compañeros nose dieron cuenta de la gravedad.»

¿No más cáncer de mama entrelas trabajadoras nocturnas?

Según un estudio estadístico realizado enDinamarca, otra fuente de inquietud esque el riesgo de contraer un cáncer demama sería el 50 por ciento más elevadoentre las mujeres que trabajan por lanoche 5 e incluso el 70 por ciento en el casode las mujeres que trabajaron por la nochedurante más de seis años. Ese estudio fueel primero que abordó específicamente esacuestión, por lo que es necesario mante-nerse prudente en cuanto a sus resultados,sobre todo porque el muestreo no se hizocon gran precisión. Se deberían hacer in-vestigaciones más detalladas antes depoder afirmar con certitud que el trabajonocturno es un factor de riesgo en el desa-rrollo del cáncer de mama. En efecto, elvínculo entre ambos no parece ser evi-dente a primera vista, pero Johnni Hansen,autor del estudio, plantea la siguiente hi-

pótesis: el trabajo nocturno altera el ritmode sueño y la exposición a la luz natural,lo que puede influir en el nivel de activi-dad de la melatonina, una hormona queinterviene en la regulación de los ritmosbiológicos. Sin embargo, la melatonina,que se segrega principalmente por lanoche antes de dormir, también desem-peña un papel en la dosificación de estró-genos, una hormona que en cantidades ex-cesivas se considera asociada al cáncer demama. El investigador danés explica ade-más que otros aspectos de la vida social dela trabajadora nocturna, como consumo aveces elevado de alcohol, puede contribuira aumentar el riesgo.

Cabe hacer hincapié en que el Conve-nio sobre el trabajo nocturno (mujeres) (re-visado), 1948 (núm. 89), de la OIT estipulauna prohibición del principio del trabajode las mujeres en la industria, pero por de-creto del 25 de julio de 1991, el Tribunal deJusticia de las Comunidades Europeas de-claró que dicho Convenio es incompatiblecon el principio de la igualdad de sexosproclamada en la Directiva Europea76/207 (norma europea que se aplica entodos los países de la Unión Europea). ElTribunal considera que se trata de unaforma de discriminación, un obstáculopara la igualdad de oportunidades entrehombres y mujeres en lo concerniente alacceso al mercado laboral. Araíz de ese de-creto, los siete Estados miembros de laUnión Europea que aún no habían denun-ciado el Convenio núm. 89 se apresurarona hacerlo, seguidos de otros países. LaConferencia Internacional del Trabajo, alpresentársele una demanda de revisióndel Convenio núm. 89, adoptó en 1990 unprotocolo al Convenio núm. 89 con mirasa facilitar la ratificación de dicho convenioy un nuevo Convenio sobre el trabajo noc-turno, 1990 (núm. 171), en el que ya no seprohibía a las mujeres el trabajo nocturnoen las empresas industriales sino que sereglamentaba ese trabajo tanto para hom-bres como para mujeres. Dicho Convenio,que entró en vigor en 1995, ha sido ratifi-cado únicamente por seis Estados.

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El trabajo por turnos

Uno de los problemas que plantean con másfrecuencia los trabajadores por turno (orga-nizados en equipos sucesivos, lo que im-plica periódicamente hacer horarios noc-turnos) es la diferencia con los horarios fa-miliares y sociales. Quienes trabajan por lanoche y duermen durante el día tienen di-ficultades para encontrar tiempo para de-dicarlo a su pareja, su familia y sus amigos.Una encuesta realizada en la industria si-derúrgica británica indica que el 40 porciento de los trabajadores por turno se que-jan de no disponer de suficiente tiempopara compartir con su esposa. En los Esta-dos Unidos, otro estudio demostró que eltrabajo por turnos contribuye a aumentarlos riesgos de divorcio del 7 al 11 porciento 6. Se dispone de menos horas paracompartir con la familia, y el tiempo quequeda es de menor calidad debido a lamayor irritabilidad de muchos trabajadoresnocturnos. También hay dificultades en loque concierne a la vida sexual. Uno de cadados obreros siderúrgicos británicos, que tra-bajan en equipos de 8 horas (de las 02 a las10 horas, de las 10 a las 18 horas y de las 18a las 02 horas), describen los períodos deequipo nocturno como «asexuados».

El trabajo nocturno alternado tambiéndificulta las actividades de tipo colectivo,ya sean deportes, cultura, política, sindi-calismo, etcétera. El trabajador que haceturnos no puede asumir compromisos re-gulares. Por ese motivo, se observa que lostrabajadores nocturnos tienen menos ami-gos. Algunos se sienten muy mal con esasituación, les parece estar excluidos de lasociedad y reclaman un empleo diurno,aunque ello implique perder ciertas ven-tajas financieras. En el caso de otros, detemperamento más solitario, dedican sutiempo libre a entretenimientos indivi-duales, más fáciles de organizar: jardine-ría, bricolaje, bicicleta, etcétera. En todocaso, son raros los trabajadores nocturnos

que imaginan antes de vivirlas todas lasconsecuencias sociales, familiares o desdeel punto de vista de la salud que puedetener el empleo nocturno.

Dicho esto, no siempre es fácil conven-cer a una persona de dejar el trabajo noc-turno, a pesar de los riesgos que el mismoimplica para su salud: durante la noche lasupervisión jerárquica es menos estricta, amenudo hay mayor camaradería entre loscompañeros, a veces hay días de vacacio-nes suplementarios, se dispone de mástiempo para ocuparse de los niños o paraacceder a servicios que funcionan única-mente durante el día. Además, hay todauna serie de actividades que no puedendetenerse de noche, ya sea porque son in-dispensables para la sociedad o porque elcoste financiero sería realmente dema-siado alto: servicios de urgencia, policía,altos hornos, fundiciones, etcétera. Seplantea entonces cómo organizar, de lamejor manera posible, el trabajo nocturnoen bien de la salud del trabajador. Los es-tudios realizados hasta ahora tienden a su-gerir una serie de medidas (véase recua-dro) para limitar en la mayor medida po-sible los perjuicios para la salud de lostrabajadores nocturnos.

Notas

1 El trabajo por turnos o trabajo en equipo esaquel en el que las personas trabajan regularmentefuera del habitual horario de 9 a 17 horas.

2 Fundación Europea para la Mejora de las Con-diciones de Vida y de Trabajo Travail posté et santé,Dublín, enero de 2000.

3 Idem, pág. 27.4 Idem, pág. 11.5 Artículo publicado en el sitio Internet www.

circadian.com.6 White, L. y Keith, B., 1990. «The Effect of Shift-

work on the Quality and Stability of Marital Rela-tions», en P., Westfall-Lake y G. N., Mc Bride: Shift-work Safety and Performance: A manuel for Managers andTrainers (Lewis, Florida).

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Según los resultados de una nueva in-vestigación patrocinada y dirigida por

la OIT 1, entre el personal de los mostrado-res de facturación de los aeropuertos seproducen elevados niveles de lesiones la-borales y mucho miedo a la agresividad delos clientes*.

Estas afirmaciones deberían hacersonar la alarma en los empleadores. Porejemplo, los trabajadores deben afrontarpeligros graves en los mostradores de fac-turación. La mayoría de estos trabajadoresson mujeres, pese a que las tareas y las ins-talaciones sean raramente adaptadas pen-sando en las mujeres. La redefinición ba-rata de estos puestos de trabajo puede im-pulsar a proteger a los trabajadores y laseguridad de los aeropuertos.

Es el primer estudio comparativo quese lleva a cabo con respecto a los efectos enla salud de la tarea que desarrolla el per-sonal de los mostradores de facturación delos aeropuertos, que trabaja con distintosniveles de mecanización. En el estudio sellegó a la sorprendente conclusión de queestos trabajadores pueden ser tan vulnera-bles a las lesiones laborales como los obre-

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Cuestiones especiales

Riesgos al embarcar en los aeropuertosLos hombres han recibido entre tres y diez veces más indemnizacio-nes por accidentes y heridas sufridas en el trabajo que las mujeres.Sin embargo, esto no quiere decir que los puestos de trabajo de lasmujeres sean más seguros que los de los hombres. Los riesgos inhe-rentes a muchos trabajos que realizan las mujeres se ocultan tras unaimagen de «trabajo seguro» y «salubre».

Ellen RosskamEspecialista en seguridad laboral

Programa InFocus sobre Seguridad Social y Económica, OIT

ros que ejecutan pesadas tareas manuales.No obstante, dichos trabajadores tienden ano tomar conciencia de los riesgos que im-plica su entorno laboral y las correspon-dientes prácticas hasta que no ocurren pro-blemas temporales o permanentes.

El estudio ha revelado que entre los tra-bajadores de los mostradores de factura-ción está generalizado el conocimiento y eltemor de la violencia potencial de pasaje-ros agresivos, y uno de cada veinte trabaja-dores declara que ha sufrido alguna formade abuso (verbal o físico) por parte de lospasajeros. La falta de capacitación genera-lizada y la falta de protección en los mos-tradores de facturación permite que los tra-bajadores queden en una posición relativa-mente desprotegida frente a las agresiones.

Estas observaciones cobran mayor im-portancia desde los sucesos ocurridos el 11de septiembre de 2001 en Nueva York yWashington. Ahora que la sociedad estápreocupándose especialmente por la se-guridad de los viajes aéreos, es posible darmayor poder a los trabajadores de los mos-tradores de facturación a fin de que se losincluya en la primera línea de defensa paraproteger a los trabajadores, la tripulacióny el avión, de los pasajeros potencialmentepeligrosos. Con el respaldo de la direccióny una adecuada capacitación, esos trabaja-dores constituyen un eslabón natural e im-

* Se agradece a la ITF la utilización de partes desu artículo, «Los peligros en el mostrador de factu-ración», publicado en el boletín de la Federación In-ternacional de los Trabajadores del Transporte, vol. 2,2001.

portante de la cadena destinada a garanti-zar seguridad a los pasajeros y al avión, noobstante lo cual, hasta la fecha, los emplea-dores no han instaurado tales sistemas.

Los trabajadores de los mostradores defacturación, en general, reconocen fácil-mente a los pasajeros nerviosos. Si se am-pliaran los sistemas de protección en losaeropuertos a fin de incluir a estos traba-jadores en la organización jerárquica, se es-taría tomando una medida activa en favorde la seguridad en el transporte aéreo y seincrementaría el nivel de profesionalismo,calificaciones y desarrollo de dichos tra-bajadores.

El estudio de la OIT revela una diversi-dad de riesgos laborales, algunos eviden-tes y otros no tanto. Los trabajadores de losmostradores de facturación corren el riesgode sufrir trastornos esqueleticomuscularesdebido a que levantan y manipulan equi-paje con frecuencia, y a que permanecen depie mucho tiempo frente a las computado-ras. Además de las posibles agresiones depasajeros, los riesgos achacan a instalacio-nes mal diseñadas y a una carga de trabajoque no se distribuye de manera equili-brada. Los trabajadores tienen poco o nin-gún control del ritmo de trabajo, de la or-ganización del mismo o de la concepciónde sus lugares de trabajo. En la mayoría delos mostradores de facturación no es posi-ble adaptar los elementos de trabajo, aun-que están destinados a ser utilizados portrabajadores de tallas muy diferentes.

En muchos aeropuertos, el despacho deequipaje se hace manualmente exigiendoa los trabajadores de los mostradores defacturación tener que levantar y acarrearmaletas que a menudo llegan a pesar hasta50 kilos. Los mostradores, donde los tra-bajadores permanecen sentados durantetodo el turno de trabajo, originan elevadosíndices de problemas esqueleticomuscula-res, incluso aquellos en los que el despa-cho de equipaje está totalmente mecani-zado, aunque en principio esa mecaniza-ción debería evitar que los trabajadoreslevanten y acarreen maletas.

En los sistemas completamente meca-nizados hay cintas transportadoras quellevan el equipaje desde la balanza de los

mostradores de facturación a otras cintastrasladándolo a las zonas de carga de losaviones. Los sistemas manuales o semi-mecanizados de despacho de equipaje im-plican que los trabajadores de los mostra-dores de facturación deben levantar cadauna de las maletas para retirarlas de la ba-lanza y llevarlas a la cinta transportadora,que las conduce a la zona de carga delavión. La concepción que se prefiere es lade un sistema de transporte del equipajecompletamente mecanizado, con mostra-dores adaptables que brinden a los traba-jadores la posibilidad de alternar la posi-ción sentada y de pie. Además, los mos-tradores de facturación altos ofrecen a lostrabajadores cierto grado de protecciónante pasajeros agresivos, cosa que no ocu-rre con los mostradores bajos.

Los problemas que se observaron no selimitan a los mostradores de facturación.Los trastornos esqueléticomusculares(TME) vinculados a esta actividad repre-sentan el problema más frecuente de saludprofesional de las mujeres y constituyenactualmente la mayoría de los casos de en-fermedades profesionales.

El estudio, llevado a cabo en Suiza y Ca-nadá, examina los datos recopilados en re-lación con los trabajadores de los mostra-dores de facturación y las lesiones/enfer-medades en tres aeropuertos con diseñosde mostradores frecuentes en muchas par-tes del mundo. Los aeropuertos estudiadosfueron: el aeropuerto internacional de Gi-nebra en Suiza – completamente mecani-zado y donde los trabajadores de los mos-tradores de facturación permanecen senta-dos a lo largo de todo el turno de trabajo –,y en el Canadá, London-Ontario – semi-mecanizado – y Dorval International-Mon-treal – completamente mecanizado dondelos trabajadores pueden realizar sus tareastanto sentados como de pie – . En este es-tudio no se incluyeron mostradores de fac-turación completamente manuales, si bienlos mismos continúan estando generaliza-dos en los aeropuertos pequeños y en lospaíses pobres, y generalmente implican es-fuerzos añadidos para los trabajadores.

Se diría que los sistemas de transportesemimecanizado del equipaje conllevan

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un riesgo especial de lesiones esqueletico-musculares para los trabajadores de losmostradores de facturación. Los sistemascompletamente mecanizados de trans-porte del equipaje tienden a ser más có-modos y evitan que los trabajadores ten-gan que levantar excesivas cargas. No obs-tante, pueden ocasionar problemas yconsecuentes lesiones debido a la necesi-dad de inclinarse con frecuencia y a otrosmovimientos que efectúa el personal al co-locar las etiquetas en el equipaje. Los mos-tradores adaptables en los que el trabaja-dor puede estar sentado o de pie (comoocurre en el aeropuerto internacional deDorval-Montreal) resultarían más cómo-dos y reducirían los riesgos de lesiones.

Observaciones preliminares

Algunas de las observaciones prelimina-res clave del estudio revelan lo siguiente:

� durante el año pasado apenas el 20 porciento de los trabajadores se ausentó deltrabajo por dolores de cuello, y el 44 porciento comunicó haber faltado al tra-bajo por dolor de espalda. El etiquetadodel equipaje, ya sea desde la posiciónsentada o de pie, aumenta el esfuerzofísico pero se producen mayores lesio-nes cuando no hay sistemas mecaniza-dos para el transporte del equipaje, ycuando los trabajadores permanecensentados durante todo el turno;

� los trabajadores sufren menos lesionesy trastornos en los aeropuertos de ca-botaje que en los internacionales,donde el equipaje a menudo es más vo-luminoso y pesado;

� los trabajadores a menudo levantancargas que superan el límite estable-cido de 30 kilos;

� los trabajadores corren mayor riesgo desufrir lesiones cuando se inclinan repe-tidamente hacia abajo, hacia adelante,cuando levantan el equipaje con unamano o cuando lanzan las maletashacia la cinta transportadora, pese aque a ninguno de los trabajadores inte-

rrogados en el estudio se le había im-partido capacitación con respecto al le-vantamiento manual de cargas;

� el trabajo en las computadoras, en mos-tradores no adaptables contribuye aque el trabajador tenga que adoptarposturas forzadas e incómodas estandode pie o sentado;

� debido a la falta de capacitación hay undesconocimiento de muchos de losriesgos de trastornos y lesiones;

� más del 82 por ciento de los trabajado-res han sido agredidos verbalmente enel trabajo, el 17,4 por ciento han recibidoamenazas de los pasajeros y el 4,5 porciento sufrieron agresiones físicas de pa-sajeros. Casi el 45 por ciento de los tra-bajadores son conscientes de un consi-derable riesgo de violencia en su trabajo.

El trabajo de las mujeres:riesgos ocultos

En la mayoría de los países, las mujeres seconcentran en tareas de servicio, en deter-minadas áreas de la fabricación y en laagricultura. En cada una de esas áreas detrabajo, las mujeres están concentradas enlas tareas menos remuneradas y de menorcategoría.

Hasta los años setenta no se realizó nin-guna investigación sistemática con res-pecto a los efectos del trabajo de la mujersobre su salud; aún actualmente, la mayo-ría de las investigaciones de este tipo se in-teresan en las grandes industrias de lospaíses desarrollados, la mayoría de lascuales se dedican a tareas tradicional-mente masculinas.

La investigación y la práctica nortea-mericanas en material de salud profesio-nal fueron condicionadas por el sistema decompensación de los trabajadores, en elque los comités laborales de salud y segu-ridad definen los grupos prioritarios de es-tudio basándose en el nivel de indemniza-ción de esos grupos. Las tendencias se con-centran en los accidentes y enfermedadesque acarrean que un trabajador pierdatiempo de trabajo y cuyas causas están cla-

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ramente definidas. Esta práctica indicaque continúa sin registrarse o reglamen-tarse la repercusión del trabajo asalariadosobre millones de mujeres, tanto del sec-tor estructurado como del no estructuradode la economía mundial, a pesar de quemuchos trabajos llevados a cabo exclusivao con el predominio de mujeres tienen unimportante componente físico que puedeproducir dolor e incluso incapacidad.

La investigación, el reconocimiento ylas indemnizaciones son escasos en el casodel trabajo de la mujer porque las tareasque se le asignan generalmente no revis-ten graves riesgos y son fácilmente identi-ficables, permitiendo que el trabajo que re-alizan las mujeres parezca «más seguro».Las estadísticas sobre las indemnizacionespagadas a trabajadores demuestran que,por trabajador, los hombres perciben entretres y diez veces más indemnizaciones poraccidentes y lesiones sufridos en el trabajoque las mujeres. A menudo, se interpretanestas estadísticas como si los puestos de lasmujeres fueran más seguros que los de loshombres, cuando, en realidad, los riesgosinherentes a muchas tareas que realizan lasmujeres se esconden tras una imagen ilu-soria de trabajo «seguro» y «salubre».

La biología femenina no es igual que lamasculina, y las mujeres con frecuencia re-alizan tareas diferentes en condiciones di-ferentes a las de los hombres, sumadas auna gran cantidad de tareas domésticas,factores que se han de tener en cuenta alevaluar la repercusión del trabajo asala-riado sobre la salud de la mujer.

La falta de investigación con respecto ala salud profesional de la mujer tambiénse refleja en los métodos utilizados paradeterminar cuáles son las normas apro-piadas para condiciones físicas de trabajo,como la temperatura, además de los pesosmáximos que se pueden levantar. A fin deque las normas de trabajo y la investiga-ción sobre la cual se basan esas normassean apropiadas tanto para hombres comopara mujeres, aquéllas deben tener encuenta la fisiología, anatomía y antropo-metría de las mujeres, además de las ten-siones físicas que las mujeres padecen enel trabajo y al regreso a la casa. El trabajo

asalariado de la mujer no se puede aislardel resto de su vida.

Este enfoque es fundamentalmente in-dispensable porque la mujer media tienetalla y forma diferente del hombre medioy las normas basadas en la fisiología y an-tropometría masculina no protegerán a lamayoría de las mujeres.

En el caso de la tarea en los mostrado-res de facturación, una actividad que rea-lizan predominantemente pero no exclu-sivamente mujeres, es necesario que hayainstalaciones adaptables para permitir quesean aptas tanto para hombres como paramujeres, y prever las grandes diferenciasde talla existentes entre los trabajadores delos distintos países, puesto que hay aero-puertos en todos los países del mundo.

Las condiciones en las que trabajan mu-chas mujeres – sobre todo con mala remu-neración, baja categoría con muchas exi-gencias y bajo potencial de control de latrabajadora sobre las condiciones de tra-bajo, el ritmo del mismo y las exigencias –han sido bien identificadas como causasde estrés negativo en estudios hechossobre la situación de trabajadores hom-bres. Se ha demostrado que los puestos detrabajo con muchas exigencias y poco con-trol causan estrés, lo que repercute negati-vamente en la salud de los trabajadores.

El trabajo en los mostradores de factu-ración de los aeropuertos se caracterizapor una alta demanda a trabajadores quetienen poco o ningún control sobre su tra-bajo e incluye tareas repetitivas con com-putadora.

De un estudio llevado a cabo entre va-rios miles de mujeres suecas se desprendióque las mujeres que realizan tareas monó-tonas, con un ritmo rápido y poco controlsobre sus horas de trabajo o condiciones deempleo, padecen más enfermedades vin-culadas con el alcohol o problemas gas-trointestinales. Incluso entre ellas haymayor cantidad de hospitalizaciones porcrisis cardíacas. Otro estudio sobre las mu-jeres, que se emprendió a lo largo de un pe-ríodo de diez años en los Estados Unidos,reflejó que entre las mujeres con puestos detrabajo de «alta tensión» existe cerca del tri-ple de posibilidades de que sufran proble-

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mas coronarios que los trabajadores que re-alizan tareas distintas. Una revisión de es-tudios clave, llevada a cabo por la Organi-zación de Cooperación y Desarrollo Eco-nómicos (OCDE), en 1993, sobre el trabajoy la salud de las mujeres puso de mani-fiesto que éstas se encuentran más expues-tas a tareas monótonas y repetitivas que loshombres, que el contenido de las tareas dela mujer a menudo se puede caracterizarpor alta demanda y bajo control y que enlos puestos donde típicamente predomi-nan hombres los lugares de trabajo estánconcebidos para la talla y forma del cuerpomasculino y para normas masculinas, yocurriendo lo mismo con la mayoría de lasmesas de trabajo y otros lugares donde sonmujeres las que desempeñan tareas.

Las tareas del sector de los servicios,que a menudo llevan a cabo mujeres, comoel trabajo en los mostradores de facturaciónde los aeropuertos, se caracterizan por pre-siones para responder a las necesidades delos pasajeros/clientes, un trabajo tenso quese describe como «trabajo emocional» enestudios realizados con respecto a los asis-tentes de vuelo de las compañías aéreas.Los trabajos que implican la venta del pro-pio trabajo emocional exigen que los tra-bajadores muestren sentimientos positivosque pueden no estar realmente sintiendo yque repriman sus reacciones negativas conel fin de que los pasajeros se sientan bienatendidos. Aunque la tensión emocionalimplícita en el trabajo con el público ha sidoobjeto de muy poca investigación, en estu-dios realizados con respecto a los asisten-tes de vuelo se ha demostrado que esa ten-sión es una causa importante de estrés,agotamiento y fatiga derivados de la rela-ción con el público. Además, estos estudiosmuestran que los trabajadores aluden auna «pérdida de identidad» debido a quesus sentimientos y emociones se mitigan araíz de defenderse de situaciones difícilescon pasajeros y clientes.

Los trastornos esqueleticomuscularesvinculados al trabajo han sido bien estu-diados porque constituyen la mayoría delos casos de enfermedades profesionales;también son los problemas de salud másfrecuentes de las mujeres relacionados con

el trabajo. Las conclusiones a las que llegóel estudio realizado en 1996 por la Funda-ción Europea de Dublín en esta materiamostraron que entre los trabajadores de laUnión Europea (UE) actualmente hay másmujeres que hombres desarrollando tareasque implican riesgos de trastorno esquele-ticomuscular, y ese riesgo se encuentra entodos los sectores industriales. Según laOficina de Estadísticas Laborales de los Es-tados Unidos, las mujeres constituyen el46 por ciento de la fuerza laboral y el 33por ciento de las personas que sufren le-siones, pese a que entre las mujeres se re-gistra el 66 por ciento de las lesiones pormovimientos repetitivos que ocasionanpérdida de tiempo de trabajo (47.408 le-siones de un total de 75.188). Los trastor-nos esqueleticomusculares constituyencasi la mitad de todas las lesiones y enfer-medades de las mujeres que ocasionanpérdida de tiempo de trabajo.

Aplicando la investigaciónen hechos concretos

Muchos de los problemas que se señalanen el estudio del personal de los mostra-dores de facturación se podrían resolvercon un coste relativamente bajo, especial-mente cuando se contemplan los costes delos altos niveles de lesiones. Sin embargo,la tendencia actual en los aeropuertos con-siste en reducir costes, en contratar a per-sonal más joven y con menos experiencia,y en prestar menor atención a las condi-ciones de trabajo.

Hay formas obvias para que los trabaja-dores de los mostradores de facturación de-sempeñen sus tareas con mayor comodi-dad. Los mayores factores de riesgo proce-den de las cargas de trabajo excesivasdebidas a grandes cantidades de pasajeros,posiciones forzadas y molestas, y torcedu-ras o esguinces por levantar pesos o reali-zar movimientos repetitivos con las manos.Los encargados deben prever niveles depersonal y pausas adecuados, así como pro-porcionar tableros regulables para los te-clados, sillas regulables y suficiente espaciopara las piernas. Los trabajadores deberían

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poder alternar la posición sentada y de piedurante sus turnos y, por ejemplo, poderver el indicador de la balanza de equipajesin tener que girarse. Se propone que elcoste por modificar los sistemas semimeca-nizados o manuales puede ser inferior alcoste que deben sufragar los empleadores,los trabajadores y las empresas de segurosdebido a lesiones esqueleticomusculares,pérdida de tiempo de trabajo, incapacidady rehabilitación.

El hecho de tener que tratar con pasa-jeros problemáticos y a veces peligrososplantea la necesidad de una capacitaciónadecuada, de la inclusión de los trabaja-dores de los mostradores de facturación enlas campañas destinadas a neutralizar elrechazo a los aviones y del diseño de suspuestos de trabajo de manera que los pro-tejan de pasajeros «furiosos».

Estas cuestiones se reforzarán en unacampaña internacional que la FederaciónInternacional de los Trabajadores del Trans-porte (ITF) llevará a cabo en los medios decomunicación, procurando dar mayorpoder a esos trabajadores y difundir los re-sultados del estudio entre los agentes de ne-gociación de sus afiliadas de todo el mundo.

Se ha demostrado que las investigacio-nes relativas a salud y seguridad en el tra-bajo, concebidas y llevadas a cabo juntocon los sindicatos pertinentes, conducen amedidas más sostenibles en el trabajo quelas investigaciones realizadas sin los tra-bajadores en cuestión. El equipo investi-gador espera que los resultados de este es-tudio brinden a los sindicatos una herra-mienta práctica, basada en pruebas conmiras a formular propuestas concretaspara que en la negociación colectiva se tra-ten los problemas que hemos planteado.

Notas

1 La investigación, auspiciada por la OIT, fue lle-vada a cabo junto con el Centro Canadiense de Saludy Seguridad Profesionales, la Federación Internacionalde los Trabajadores del Transporte (ITF) – con el res-paldo de la central el Congreso de los Sindicatos delCanadá (CLC) –, el sindicato Canadian Autoworkers’Union – que representa a los trabajadores de los mos-tradores de facturación del Canadá –, los sindicatos sui-zos, PUSH y SSP/VPOD – que representan a los tra-

bajadores de los mostradores de facturación del aero-puerto internacional de Ginebra – y la Oficina de Acti-vidades para los Trabajadores (ACTRAV) de la OIT yel Programa sobre Trabajo Decente. La ITF difundirápróximamente los resultados y recomendaciones deeste estudio entre los sindicatos de la aviación de todoel mundo. En mayo de 2001 se presentaron los resul-tados provisionales ante la Conferencia de la ITF sobresalud y seguridad que se celebró en Estocolmo.

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Durante 2001, la central británica TUC,con cierto respaldo financiero de la en-

tidad gubernamental encargada de saludy seguridad, comenzó un proyecto pilotode capacitación. Los objetivos del mismoconsistían en ayudar a los trabajadores y alos delegados sindicales a:

� utilizar el trazado de mapas del cuerpopara determinar cuáles son los factoresque ocasionan trastornos de salud vin-culados con el trabajo;

� hacer frente a problemas que provocantrastornos de salud vinculados con eltrabajo.

Al iniciarse el proyecto, se preparó unmanual provisional sobre el trazado demapas del cuerpo que se utilizó en dos se-minarios de capacitación de formadoresdel TUC. Las personas del TUC que se en-cargaron de concebir el curso agradecie-ron al sindicato canadiense de empleadospúblicos (CUPE) y a Hazards Publicationspor haber autorizado el uso del materialque habían preparado anteriormente. Setomó en cuenta los efectos obtenidos porlos formadores del TUC con respecto almaterial provisional, y se produjo un ma-

nual sobre trazado de mapas del cuerpopara delegados sindicales de seguridad.

Más de 200 delegados de seguridad yun total de dieciocho formadores del TUCutilizaron las actividades y los recursos quefiguran en el manual, de manera selectiva,en cursos del TUC sobre salud y seguridad.Se recopilaron luego los datos recibidos delos participantes y de los formadores a ma-nera de retroactividad y se los estructuróutilizando formatos normalizados de eva-luación. Se hicieron enmiendas al manualsobre trazado de mapas del cuerpo en fun-ción de la retroactividad.

¿Por qué utilizar el trazado de mapas?

Además de que una imagen vale más quemil palabras, hay toda otra serie de razo-nes por las que el trazado de mapas resultaútil a los trabajadores y a sus delegadossindicales del área de seguridad. El tra-zado de mapas:

� permite intervenir a los trabajadores, esun enfoque participativo y desarrollaun enfoque colectivo;

� fomenta el debate y el análisis;

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Cuestiones especiales

Mapas de conducción sana y seguraen los lugares de trabajo

Hace muchos años que en los países en desarrollo se utiliza el tra-zado de mapas de distintas formas, principalmente como una herra-mienta para formación y organización de las comunidades. Trazandosencillos mapas de sus propios cuerpos o de sus lugares de trabajo,los trabajadores pueden grabar, de forma visual, sus problemas desalud, los riesgos laborales y el entorno global de trabajo.

Peter KirbyAsesor de salud y seguridad

Congreso de Sindicatos Británicos (TUC)Investigador de la Universidad de South Bank

� utiliza la experiencia y los conocimien-tos de los trabajadores para que esbo-cen imágenes detalladas de sus condi-ciones de trabajo;

� es de más fácil comprensión que mu-chas otras formas de transmitir infor-mación;

� ayuda a superar problemas de analfa-betismo y diferencias de idioma; y

� es sencillo y entretenido.

¿Quién puede organizar el trazado demapas?

Es una tarea que puede ser llevada a cabopor un moderador capacitado, un forma-dor sindical o un delegado sindical desalud y seguridad utilizando:

� grupos pequeños para las discusiones;

� grupos más grandes para registrar ymostrar gran cantidad de información.

¿De cuántos participantesdebería constar un grupopara trazar un mapa?

Siempre es mejor contar con la interacciónde los trabajadores entre sí y con el mode-rador sindical, por lo que los grupos deseis a diez personas son lo mejor. Tambiénes conveniente organizar los grupos pordepartamentos, tareas o alguna otra ca-racterística común.

Confidencialidad y seguridad

El trazado de mapas funciona mejorcuando los trabajadores tienen la certezade que la información que revelen no sepodrá utilizar en su contra de una u otramanera. Los trabajadores se mostraránmás abiertos al discutir cuando estén engrupos formados únicamente por trabaja-dores, con un moderador en quien confíen,como un delegado o formador sindical.

Tipos de mapas

El tipo de mapas que se creará dependerádel tipo de información que se desee reco-pilar. Este artículo se concentra en dos deellas: mapas del cuerpo y mapas de losriesgos.

¿Para qué se puede utilizar el trazadode mapas del cuerpo?

Los sindicatos pueden utilizar el trazadode mapas del cuerpo para recopilar infor-mación acerca de la salud de los trabaja-dores, como por ejemplo:� enfermedades;� lesiones, heridas;� dolores;� síntomas de estrés;� problemas reproductivos;

� otros problemas de este orden.

El trazado de mapas consiste en una ma-nera de establecer patrones comunes deproblemas de salud entre los trabajadoresde un lugar de trabajo determinado, queen general realizan tareas iguales o simila-res. La identificación de quejas idénticasen materia de salud no demuestra necesa-riamente que todas las causas están vin-culadas al trabajo. El trazado de mapas esuna excelente herramienta para contribuira poner de relieve áreas de acción o de in-vestigación más detenida.

El trazado de mapas:� constituye una manera fácil y eficaz

para intentar que los trabajadores ex-presen y comuniquen los síntomas ne-gativos que sienten;

� identifica patrones comunes de proble-mas de salud entre los trabajadores deun lugar de trabajo determinado o queefectúan las mismas tareas;

� pone de relieve áreas para una investi-gación más detenida o para una acciónsindical.

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Una sesión de trazado de mapasdel cuerpo

Se colocan bien a la vista dos grandes si-luetas del cuerpo humano dibujadas encartulina o papel madera. Se las designacon los términos «de frente» y «de espal-das» y se las pega a la pared con cinta ad-hesiva. Se suministran marcadores paraque los trabajadores indiquen en el mapalos síntomas que tienen.

El moderador explica lo que se piensahacer y aclara bien a todos los presentesque la información correspondiente a lasdistintas personas es confidencial. Se pidea los trabajadores que marquen una equisen el mapa para mostrar las áreas delcuerpo que estiman afectadas por su tarea.Se podrían utilizar marcadores de coloresdiferentes para los distintos síntomas aun-que no es fundamental hacerlo.

Una vez que los trabajadores termina-ron de hacer sus marcas en ambas siluetas,se les pide que describan, por turno, los pro-blemas de salud que representan sus mar-cas respectivas. El moderador puede tomarnota de la índole de los problemas de salud,además de los lugares donde se ubicaronlas marcas. Se pide luego a los trabajadoresque comenten los puntos en común quehayan observado y que los discutan.

Acción

El moderador sindical y los trabajadorespueden elaborar juntos algunas conclusio-nes iniciales y puntos de acción basándoseen el mapa que trazaron. Se tomará notadetallada de los comentarios y conclusio-nes de los trabajadores y se los utilizarácon los trabajadores al planificar la acción.

104

Ejemplos de distintos síntomas� ➝ Dolores� ➝ Alergias� ➝ Problemas reproductivos

en hombres y mujeres� ➝ Trastornos derivados

del estrés

Trazado de mapas de riesgos

¿Para qué se puede utilizar?

El trazado de mapas de riesgos se puedeutilizar para establecer los riesgos existen-tes en los lugares de trabajo, como porejemplo:

� ruido y vibraciones;

� acoso sexual;

� andamios inadecuados;

� productos químicos;

� pinchazos de agujas;

� trabajo en aislamiento;

� maquinaria sin protección.

Se pedirá además a los trabajadoresque piensen en riesgos que puedan no sal-tar a la vista, por ejemplo:

� la repercusión de los contratos preca-rios en las condiciones de trabajo;

� la manera en que se organizan y pro-graman las tareas.

Al igual que el trazado de mapas delcuerpo, el de los riesgos suministra unaimagen gráfica y generalmente tendrá unacontinuidad posterior a la sesión. Me-diante la utilización de dibujos, el trazadode mapas de los riesgos ayuda a los traba-jadores y a sus delegados sindicales a vi-sualizar el lugar de trabajo y los riesgosque existen (o que existían años antes).Suministra además información que sepuede presentar a:� un empleador;� un inspector gubernamental;� un comité paritario trabajadores/em-

pleadores sobre seguridad y salud;� un inspector;

� un delegado de la entidad encargadade las prestaciones.

Una sesión de trazado de mapasde riesgos

Se escribe el título «MAPA DE RIESGOS»en grandes hojas de papel. Se pone cintaadhesiva y marcadores a disposición de laspersonas participantes. Puede ser útil con-tar con una hoja en blanco para cada unode los grupos de las distintas ocupacioneso departamentos. El moderador sindicalexplica lo que se piensa hacer.

Se pide a los grupos de trabajadoresque tengan un área de trabajo en común oentorno laboral similar que bosquejen enconjunto el mapa de riesgos. Es impor-tante alentar la creatividad de los trabaja-dores y evitar que se preocupen por la ca-lidad de sus dibujos. Los dibujos puedenser muy esquemáticos, pero deberían in-cluir:

� un bosquejo o enunciado de la disposi-ción física del área o las áreas de trabajoy todo equipo, maquinaria u otros ele-mentos, como puertas, plataformas decarga y ventanas;

� siluetas que representen a trabajadores(se las puede pegar);

� todo riesgo existente y las etiquetas odescripciones de cada uno de ellos,como productos químicos, contamina-ción del aire, temperaturas extremas,maquinaria sin protección, tareas repe-titivas, violencia de los clientes y cual-quier otro riesgo;

� un título del mapa que identifique el olas áreas que se están representando.

Se pide luego a los trabajadores que:� describan sus mapas;� agreguen a sus mapas otros detalles

que se les puedan ocurrir cuando vandescribiendo lo que dibujaron;

� hagan observaciones acerca de lo queven en cada uno de los mapas;

� hagan comentarios con respecto a pa-trones que se repiten o riesgos encomún;

� comenten las causas y efectos.

Acción

El moderador sindical y los trabajadorespueden elaborar juntos algunas conclusio-nes iniciales y puntos de acción basándoseen el mapa que trazaron. Se tomará notadetallada de los comentarios y conclusio-nes de los trabajadores y se los utilizará alplanificar la acción junto con ellos.

Evaluación del proyecto de formacióndel TUC

Material del curso

Se evaluó el material del curso y las técni-cas de trazado de mapas utilizando paraello:� los efectos colectivos generados por los

delegados de salud y seguridad a losinstructores;

� formularios de evaluación completa-dos por los instructores y los delegadosde seguridad;

� un seguimiento de un grupo de dele-gados de seguridad tres meses despuésdel curso.

Se pidió a los participantes que califi-caran el material del curso de trazado demapas del cuerpo. Los resultados fueronlos siguientes:� Excelente: el 46 por ciento� Muy bueno: el 24 por ciento� Bueno: el 30 por ciento

No hubo respuestas que catalogaran almaterial de «normal» o «malo».

Análisis del trazado de mapasdel cuerpo por parte de participantese instructores

Durante el proyecto piloto, el trazado demapas del cuerpo supuso un gran éxito.Uno de los instructores afirmó que «es unamanera muy fructífera de descubrir pro-blemas de salud». Otro declaró que es «un

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� se encargaron nuevas sillas a fin de pa-liar los dolores de espalda que se ha-bían comprobado;

� se solicitó un cambio en los procedi-mientos y nuevas evaluaciones de losriesgos;

� se utilizaron los mapas del cuerpo conequipo de proyección en pantalla yotras evaluaciones de riesgos y se in-cluyeron los resultados en el orden deldía del comité de seguridad;

� se ha rediseñado el área de trabajo;

� se utilizó el análisis de los mapas delcuerpo para mostrar a los empleadoreslos problemas subyacentes que ante-riormente habían pasado desapercibi-dos.

Durante los cursos: acción y selecciónde las opiniones de los instructores

� «Estimo que estas técnicas puedenconstituir una forma muy fructífera dedescubrir problemas de salud. Porejemplo, una delegada a quien conozcodesde hace seis meses y con quien man-tuve muchas conversaciones interesan-tes, mencionó algo que nunca habíasurgido antes. Dijo que en su trabajo(un asilo de ancianos) era habitual que,después de haber trabajado cerca decinco años, una mujer tuviera que ha-cerse una histerectomía debido a losgrandes esfuerzos que requería latarea. Creo que el trazado de mapas delcuerpo permite que los delegados se-ñalen temas pero, al mismo tiempo,evita que los miembros sigan conside-rando inevitables ciertas cosas.»

� Diversos delegados utilizaron la téc-nica como herramienta para lograr me-joras, ocho de cada diez aseguraron quea partir del curso continuarían utili-zando la técnica de trazado de mapas;tres delegados están tratando de apli-carlo en toda la planta/municipio.

� Alentó a los delegados a hablar con losmiembros y captar distintas cuestiones.

instrumento complementario útil para losdelegados de seguridad». Uno de los par-ticipantes sostuvo que «según el lugar, elformato se puede adaptar a los distintosniveles intelectuales que puedan existir enlos lugares de trabajo, disponiendo así laestrategia al alcance de todos los miem-bros sin temor de que resulte intimidante».

Durante los cursos: medidas tomadaspor delegados sindicales de seguridad

Todos los participantes probaron el tra-zado de mapas del cuerpo en sus propioslugares de trabajo. Al utilizarlos, muchosde los delegados sindicales de seguridaddescubrieron la existencia de problemasde salud entre sus miembros. Entre algu-nas de las medidas tomadas por delega-dos de seguridad como resultado de la ac-tividad se cuentan:

� aumentaron las observaciones al co-mité de seguridad;

� se utilizaron los resultados como he-rramienta de negociación para obtenermejoras;

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Estrés en el trabajoUna delegada hizo una práctica de trazadode mapas del cuerpo dentro del marco de unatarea para su certificado del TUC sobre segu-ridad y salud profesional. Convocó una reu-nión informal a la que asistieron todos losmiembros, excepto una persona que estabacon permiso médico. Se proporcionaron si-luetas y marcadores. La información que seobtuvo durante la sesión fue convertida luegoa gráficos y se la expuso en la pizarra de anun-cios del sindicato.

Los resultados se presentarán a la direc-ción durante la siguiente reunión del comitéde salud y seguridad. La delegada quiere quela dirección examine los elevados niveles deestrés que reveló el trazado de mapas. Piensaque el estrés es una de las causas de la granincidencia de dolores de cabeza, trastornosestomacales y tensión en el cuello y hombros.También opina que otro de los factores quese suma para provocar esos problemas es lailuminación, el equipo de pantallas de visua-lización y la ventilación.

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� El curso piloto se ha convertido ahoraen trazado de mapas del cuerpo en ellugar de trabajo con otros grupos detrabajadores.

� Todos los delegados que asistieron alcurso lo probaron y comunicaron losresultados. Algunos están pensando enutilizarlo como método permanentepara obtener las opiniones de losmiembros.

� En distintos casos, el trazado de mapasdel cuerpo motivó otras medidas de losdelegados y empleadores. Por ejemplo,se crearon programas de capacitación,se compraron nuevos equipos y se en-tabló un diálogo general.

Seguimiento de los efectosdel trazado de mapas del cuerpo

Acción – ¿Qué descubrieronlos delegados de seguridadcon esta actividad?

Se preguntó a los delegados de seguridadqué habían descubierto al utilizar las técni-cas de trazado de mapas del cuerpo. Las res-puestas fueron abrumadoramente positi-vas. Las citas que incluimos a continuacióndan una idea de algunos de los aspectos quese descubrieron en las distintas prácticas:� muchas mujeres que trabajan en la sec-

ción de empaque sufren los mismos do-lores debido a tareas repetitivas;

� los hombres tienen problemas de es-palda y cuello debido al levantamientorepetitivo de pesos;

� la mayoría tenía problemas ocasiona-dos por el mismo equipo, es decir, pro-blemas de espalda debido a sillas deoficina no regulables;

� la mayoría de los miembros sufría losmismos dolores y calambres;

� hay problemas y éste es un métodopara descubrirlos de manera fácil y sis-temática;

� los participantes se mostraron biendispuestos a comunicar en qué partes

de sus cuerpos sentían dolor o qué tras-tornos tenían, por lo que se pudieronsacar a relucir distintas dolencias;

� dolores de espalda y enfermedadesvinculadas al estrés.

Medidas tomadas por los delegadosde seguridad y la dirección

El 80 por ciento de los delegados de segu-ridad del grupo testigo habían tomadomedidas como resultado de lo que habíandescubierto con el trazado de mapas delcuerpo.

El 60 por ciento de los empleadores delgrupo testigo habían tomado medidascomo resultado de las gestiones efectua-das por los delegados de seguridad. Ade-más, algunos de los delegados de seguri-dad preveían que la dirección tomaría me-didas aunque todavía no lo hubiera hecho.

Trastornos delos miembros superiores

Un delegado de seguridad que trabaja en lafabricación y empaquetado de artículos de to-cador hizo una sesión de trazado de mapasdel cuerpo como un proyecto de su segundonivel del curso de salud y seguridad del TUC.Se eligió una línea de producción con cincotrabajadores donde se hace la misma tarea demanera prácticamente invariable. El dele-gado se reunió con los trabajadores y les diotres pegatinas de distintos colores por cadauna de las tres tareas principales que se eje-cutan en la línea, y también trazó un mapade los riesgos existentes en la línea.

Como resultado, se observaron:� dolores de cuello y de la parte superior de

la espalda debidos a hacer pilas;� dolores de la parte superior de la espalda,

brazos y muñecas resultantes de acarrearlas bandejas.

Por el momento se han tomado medidaspreventivas provisionales, por ejemplo, rota-ción de las tareas, hasta tanto se consiga quese introduzcan medidas preventivas de carác-ter más permanente. Desde que se hizo eseproyecto, muchos otros trabajadores se pu-sieron en contacto con el delegado de segu-ridad para plantearle cuestiones que necesi-tan ser tratadas.

El 80 por ciento de los delegados de se-guridad del grupo testigo declararon queen el futuro continuarían utilizando con losmiembros el trazado de mapas del cuerpo.

Ejemplos de medidas tomadasen los meses siguientesa la conclusión de los cursos

El 20 por ciento de los delegados de seguri-dad que completaron el cuestionario sobrela repercusión de la técnica fueron entrevis-tados por teléfono, por lo que se pudo reco-pilar información complementaria. A conti-nuación se dan algunos ejemplos de las me-didas tomadas en distintos lugares detrabajo desde la finalización de los cursos.

Conclusiones del proyecto pilotodel TUC sobre trazado de mapas

La utilización del trazado de mapas enestos cursos piloto del TUC ha tenido ungran éxito.

Durante y después de los cursos piloto:

� está claro que la técnica da mejores re-sultados si la utiliza el delegado de se-guridad del sindicato como una prác-tica colectiva con un grupo pequeño demiembros/trabajadores;

� hubo una reacción positiva tanto de losdelegados de seguridad como de lostrabajadores;

� la reacción de la dirección no siemprefue positiva;

� tanto los delegados de seguridad comola dirección han tomado medidas;

� se hicieron mejoras en los procesos detrabajo y en las tareas;

� se elaboraron procedimientos para in-corporar el trazado de mapas delcuerpo y de los riesgos de los lugaresde trabajo;

� en ocasiones, el trazado de mapas delcuerpo se integró a los procedimientosde evaluación de riesgos de manera

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El trazado de mapas del cuerpoestimula la introducciónde cambios en la manera

de ejecutar la tareaUn delegado de seguridad de una panaderíaintrodujo la técnica luego de haber asistido aun curso piloto del TUC. El trazado de mapasdel cuerpo reveló la existencia de lesiones deespalda y esguinces o torceduras. El delegadode seguridad estimaba que hasta que no sepusieron a esta tarea en conjunto, los traba-jadores no habían tomado conciencia de queotros trabajadores tenían dolores o proble-mas similares.

Una vez finalizado el curso, el delegadode seguridad presentó los resultados a la di-rección. Consiguió que se cambiara la manerade llevar a cabo la tarea introduciendo:● canastas nuevas, más pequeñas, con menor

cabida de productos;● rotación de puestos de trabajo y variedad

en las tareas.

El delegado de seguridad declara que conesos cambios los miembros están mucho máscontentos.

Medidas planeadas comoconsecuencia del trazado

de mapas del cuerpoUn delegado de seguridad comparó las res-puestas al trazado de mapas de dos gruposde trabajadores. Uno de ellos escribía muchoa mano y el otro utilizaba computadoras.Ambos grupos tenían dolores similares de es-palda, cabeza y manos.

El delegado de seguridad utilizó esosejemplos en la reunión del comité de salud yseguridad. La reacción de la dirección no fueparticularmente positiva pero el asesor desalud y seguridad respaldó los planteamien-tos. Como resultado, se acordó un plan de ac-ción para dar prioridad a mejorar los proce-dimientos de evaluación de riesgos. Se utili-zará el trazado de mapas del cuerpo comoparte de ese proceso más amplio.

El delegado de seguridad también llevóa cabo una sesión informativa de un díasobre la técnica para otros ocho delegadosde seguridad y estima que el trazado demapas del cuerpo realmente es una herra-mienta útil que los miembros consideran muyfácil de utilizar.

que los delegados de seguridad pue-dan establecer cuáles son los síntomasde enfermedad o trastornos que sedeben corregir.

Como resultado, ahora el manual de tra-zado de mapas del cuerpo figura en el sitioInternet del TUC – TUC learnOnline –, paraque los instructores lo utilicen selectiva-mente con delegados de seguridad en fu-turos cursos de salud y seguridad del TUC,o en cursos breves especiales del TUC. En

cursos futuros de capacitación del TUCsobre salud y seguridad, los instructores in-corporarán un elemento de estas técnicas afin de dar a los instructores el bagaje de co-nocimientos necesarios para presentar lastécnicas a los delegados de seguridad.

En la práctica, parece estar claro que latécnica de trazado de mapas del cuerpo esuna herramienta muy útil para que los de-legados sindicales presenten y defiendanlos intereses de los trabajadores en mate-ria de salud y seguridad.

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