seguridad de la salvacion

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Casas Mateo – LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN 1 La seguridad de la salvación IDEA PRINCIPAL En Cristo Jesús tenemos seguridad absoluta y eterna. INTRODUCCIÓN En nuestro diario vivir nos damos cuenta de que la seguridad es algo muy importante. Si hacemos un viaje, queremos estar seguros de la dirección exacta de nuestro destino; si vamos a comprar algo, queremos asegurarnos que el producto sea de buena calidad. En asuntos de mayor importancia, como lo es la salvación de nuestras almas, no es de extrañar que todos queramos estar seguros. Gracias a Dios, los cristianos no tenemos que vivir con incertidumbre acerca del futuro. El cristianismo es una fe de certidumbres, de convicciones garantizadas y de creencias concretas. I. SEGUROS DE HABER SIDO RESCATADOS La Redención es el acto con que Cristo, lleno de amor, se ofrece y muere por nosotros, para satisfacer la deuda debida a la justicia divina. Por medio de este gesto hace merecernos de nuevo la gracia y el derecho al cielo, y liberarnos de la esclavitud del pecado y del demonio. “En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia”. Efesios 1:7 II. SEGUROS EN EL PODER DE DIOS “A quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos”. 1 Pedro 1:5 III. SEGUROS E INSEPARABLE DEL GRAN AMOR DE DIOS Debemos descansar en la Carta de Seguridad del Cristiano que se halla en Romanos 8:26- 39. Cada vez que nuestra fe desmaye, o estemos siendo tentados por el diablo a dejar nuestra fe, debemos leer este hermoso pasaje y apropiárnoslo. “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni sopor venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús Señor”. Romanos 8:38, 39 IV. SEGUROS EN LA MANO DE DIOS “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del padre nadie las puede arrebatar”. Juan 10.27-29 V. SEGUROS DE LA VIDA ETERNA Vida eterna da la idea de bienaventuranza futura, pero esa vida podemos gozarla desde ahora, porque es la vida de Dios mismo que se nos ha manifestado en Jesucristo como nuestro Salvador. El apóstol Juan, quien nos indica las numerosas maneras por las cuales podemos saber que tenemos vida eterna como una bendición presente, en esta vida y

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nos ayuda a entender la inmensa gracias de Dios para nuestras vidas por que Dios nunca nos pondra cargas que no podriamos llevar

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  • Casas Mateo LA SEGURIDAD DE LA SALVACIN 1

    La seguridad de la salvacin

    IDEA PRINCIPAL En Cristo Jess tenemos seguridad absoluta y eterna.

    INTRODUCCIN En nuestro diario vivir nos damos cuenta de que la seguridad es algo muy importante. Si

    hacemos un viaje, queremos estar seguros de la direccin exacta de nuestro destino; si

    vamos a comprar algo, queremos asegurarnos que el producto sea de buena calidad. En

    asuntos de mayor importancia, como lo es la salvacin de nuestras almas, no es de

    extraar que todos queramos estar seguros. Gracias a Dios, los cristianos no tenemos que

    vivir con incertidumbre acerca del futuro. El cristianismo es una fe de certidumbres, de

    convicciones garantizadas y de creencias concretas.

    I. SEGUROS DE HABER SIDO RESCATADOS La Redencin es el acto con que Cristo, lleno de amor, se ofrece y muere por nosotros,

    para satisfacer la deuda debida a la justicia divina. Por medio de este gesto hace

    merecernos de nuevo la gracia y el derecho al cielo, y liberarnos de la esclavitud del

    pecado y del demonio.

    En l tenemos la redencin mediante su sangre, el perdn de nuestros pecados,

    conforme a las riquezas de la gracia. Efesios 1:7

    II. SEGUROS EN EL PODER DE DIOS A quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvacin que se

    ha de revelar en los ltimos tiempos. 1 Pedro 1:5

    III. SEGUROS E INSEPARABLE DEL GRAN AMOR DE DIOS Debemos descansar en la Carta de Seguridad del Cristiano que se halla en Romanos 8:26-

    39. Cada vez que nuestra fe desmaye, o estemos siendo tentados por el diablo a dejar

    nuestra fe, debemos leer este hermoso pasaje y apropirnoslo.

    Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ngeles ni los

    demonios, ni lo presente ni sopor venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa

    alguna en toda la creacin, podr apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en

    Cristo Jess Seor. Romanos 8:38, 39

    IV. SEGUROS EN LA MANO DE DIOS Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y

    nunca perecern, ni nadie podr arrebatrmelas de la mano. Mi padre, que me las ha

    dado, es ms grande que todos; y de la mano del padre nadie las puede arrebatar.

    Juan 10.27-29

    V. SEGUROS DE LA VIDA ETERNA Vida eterna da la idea de bienaventuranza futura, pero esa vida podemos gozarla desde

    ahora, porque es la vida de Dios mismo que se nos ha manifestado en Jesucristo como

    nuestro Salvador. El apstol Juan, quien nos indica las numerosas maneras por las cuales

    podemos saber que tenemos vida eterna como una bendicin presente, en esta vida y

  • Casas Mateo LA SEGURIDAD DE LA SALVACIN 2

    ahora mismo, nos advierte tambin sobre la necesidad de continuar en la fe, si queremos

    continuar compartiendo la vida eterna de Dios mediante Cristo.

    Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para

    que sepan que tienen vida eterna. 1 Juan 5:13

    VI. SEGUROS DE LA FIDELIDAD DE DIOS Estoy convencido de esto: el que comenz tan buena obra en ustedes la ir

    perfeccionando hasta el da de Cristo Jess. Filipenses 1:6

    CONCLUSIN Gracias a Dios! La vida cristiana es una vida de certidumbres. El que ha nacido de Dios

    no comete pecado. Los cristianos le pertenecemos a Dios, aunque el mundo a nuestro

    derredor est bajo el maligno. Los cristianos sabemos que el reino de Dios es real como

    lo es nuestra propia experiencia. Los creyentes en Cristo podemos gozarnos en la

    seguridad, no de nuestros sentimientos, sino en lo que la Palabra de Dios nos afirma.

    Vivamos la vida cristiana como la Palabra de Dios lo demanda, y gocemos de la

    seguridad de la vida eterna.