segunda parte tras las huellas de las seis antiguas y...
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SEGUNDA PARTE
Tras las huellas de las seis antiguas y grandes civilizaciones
Imágenes de la antigua Persia, hoy Irán
2ª parte SECCION TERCERA
Civilizaciones antiguas: Mesopotamia: IRÁN
(Mesopotamia: territorios de las antiguas civilizaciones de
Asiria, Sumeria, Babilonia, (medos, persas, asirios, etc.))
Contenido de esta sección
Introducción: ¿Qué fue Mesopotamia?
Capítulo primero. CUADERNO DE VIAJE. Irán
Capítulo segundo. IRÁN, la antigua Persia (la dinastía Seléucida, el imperio o
dinastía sasánida)
Capitulo tercero. Sumeria (Uruk, la lista sumeria…)
Capítulo cuarto. El imperio asirio (Nínive, Babilonia, la sexualidad en
Babilonia, la diosa Ishtar, Arbela, la ciudad de Mari, Elam y los elamitas)
Capítulo quinto. La biblioteca de Ashurbanipal (la epopeya de Gilgamesh)
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“Estos lugares están hechos para dar una idea de cómo es el paraíso”. Esta
frase fue la respuesta de un viejo y sabio vigilante con el que tuve una larga charla en la
sala de los espejos del palacio de Golestán, a mi pregunta de por qué o para qué tanta
fastuosidad. Es decir, es la oferta de ese supuesto dios supremo (o el de los que lo
intermedian por él) para después de la muerte. Antes no, antes has de pasar penurias y
ellos vivir en el lujo. Así que, ¡sacrifíquense aquí!, que luego ya tal…
Introducción
¿Qué fue Mesopotamia?
Mesopotamia, desde un punto de vista geológico y entendiendo su territorio
más o menos como el de Irak de nuestros días y entorno, es una región que emergió
después de la última glaciación hace unos 12.000 años. Al reducirse los niveles de
humedad y las precipitaciones, floreció en el Oriente Próximo (entre la barrera del
Cáucaso y la explanada de la meseta irania) el enorme depósito de limo que se había
formado hasta entonces en los cauces de los ríos Tigris y Éufrates. Podría decirse que
todo comenzó allí, en Mesopotamia, y que quizá este sea el lugar del jardín del Edén al
que se refiere la biblia cristiana.
Los datos históricos oficiales dicen que hacia el VI milenio a. C. aparecen las
primeras etnias procedentes del norte y este, así como los semitas venidos del desierto
sirio. Los sumerios llegarían en el IV milenio a. C. La escritura, al parecer, la inventan
hacia el año 3200 a. C. y las ciudades-estado comienzan con la dinastía de Ur hacia el
2900 a. C. y se prolongaría hasta el 2000 a. C. más o menos. El primer imperio semítico
en el territorio es el que fundara Sargón el Grande en torno al 2330 a. C.
Y a partir del 2.000 a. C. entraría Babilonia en el juego con una hegemonía por
parte de Hammurabi hacia el 1750 a. C. Obviamente, seguirían los continuos altibajos
en la historia política y de poder de la región hasta nuestros días.
Es decir que, al parecer, en la Baja Mesopotamia existían asentamientos
humanos desde el Neolítico como la cultura de Jarmo (6700 al 6500 a. C.) Y ya, en el
Calcolítico, encontramos a las culturas Hassuna-Samarra, El Obeid, Uruk y Yemdet
Nasr (entre el 5500 y el 3000 a. C.) Y es durante el período del Obeid cuando se
producen avances importantes que cristalizan en Uruk, considerándose como el inicio
de la civilización sumeria que se difundiría por el resto de Mesopotamia.
Y desde el punto de vista de dicha civilización, quiero llamar la atención de que,
además de los dioses que se dice intervinieron en ello, fueron los individuos o dioses de
una legendaria leyenda, “los siete sabios”, según la cual estos “seres extraños venidos
del mar” instruyeron a los antiguos y salvajes pobladores y los habrían humanizado.
Dejando a un lado la historia de la creación, tenemos también el número siete
tantas y tantas veces en la historia antigua y que nos dicen que significa el número de
ciclos de vida en la Tierra (según estas leyendas estamos al final del 5º ciclo), así como
seres venidos del mar, del espacio… Esto se repite una y otra vez en leyendas y
civilizaciones antiguas ¿hablamos ya claramente y sin rodeos de que otras
civilizaciones han convivido paralelamente con la humana actual?
En cualquier caso, se puede decir que Mesopotamia fue un lugar-región de
encuentro o asentamiento de diversas culturas o civilizaciones de la antigüedad muy
avanzadas para su tiempo, como si fueran culturas diferenciadas a la humana. Los
avances técnicos que desarrollaron los pueblos de Mesopotamia (como la rueda, las
primeras ciudades, el aprovechamiento de los recursos naturales, las matemáticas o la
escritura etc., así como la cultura) han trascendido e influenciado la actual cultura
occidental europea.
Y es que, además de los inventos citados anteriormente, quizá lo más importante
sea, de acuerdo con muchos académicos, el que fueron los primeros en tratar tanto las
plantas como los animales. En el caso de las plantas, con simientes de mijo y trigo, y en
relación con los animales, domesticaron a carneros ancestrales (similares a la cabra
montesa y al ganado salvaje (búfalos). Fue la primera vez que esas especies fueron
domesticadas y criadas a gran escala.
Otros inventos que les debemos a las civilizaciones mesopotámicas son
la moneda, las primeras nociones de astrología y astronomía, el desarrollo del sistema
sexagesimal y el primer código de leyes, escrito por el rey Hammurabi. Idearon,
además, un sistema postal o de correo, la irrigación artificial, el arado, el bote y la vela,
los arreos para los animales, etc., así como desarrollaron la metalurgia del cobre y del
bronce. Nos dieron también un calendario de 12 meses y 360 días. Y por inventar que
no quede, pues hasta inventaron la cerveza.
Y en cuanto a la religión, hay que remontarse a los tiempos de los medos y
persas que fue cuando, al parecer, nació el mazdeísmo que sería reformado por
Zoroastro o Zaratustra, es decir, llegaríamos al zoroastrismo (aunque también se
denomina mazdeísmo), la primera religión que se conoce organizada como tal y de la
cual todas las demás toman referencias. Y es que las religiones cristiana, judía,
musulmana e incluso la budista toman muchos preceptos del zoroastrismo, como el
pecado original, el alma inmortal, la resurrección de los muertos, la confesión…
El Zend Avesta que significa “el libro de la vida”, es el libro sagrado de la
religión mazdeísta o zoroastrista, un libro con instrucciones llanas y sencillas para
alcanzar una vida feliz y la dicha eterna. O sea que es más filosófico que religioso.
Por otra parte, el maniqueísmo, fundado por Maní que nació en el 216, fue otra
de las grandes religiones iraníes. Sus padres eran, posiblemente, de origen
judeocristiano y descendencia real arsánida y vivían en Babilonia. Dice la leyenda que a
los doce años recibió al Espíritu Santo, quién le invitó a retirarse y revelar la guerra
entre la luz y las tinieblas.
Y Mitra era el dios persa del sol, adorado más tarde también en la India y en el
imperio romano. El mitraísmo, original de Persia, pudo comenzar hacia el segundo
milenio a. C. pues se menciona por primera vez en un tratado sobre los hititas y los
mitani escrito hacia el 1.400 a. C. Según el Avesta, significa “contrato o alianza” y es
responsable de proteger a los fieles y castigar a los infieles, y se suele representar en un
carro tirado por caballos blancos.
Por esto, decir que Persia (o Mesopotamia para más concreción) ha dado lugar o
ha sido el origen de tres grandes religiones: el zoroastrismo, el maniqueísmo y el
islamismo, y que también ejerce una gran influencia en el cristianismo es una realidad.
Los reyes magos, sin ir más lejos, se dice que vinieron de oriente a adorar a Jesús, es
decir, de Mesopotamia.
Y me refiero al islamismo también, pues aquí tomo impulso después de que los
musulmanes conquistaran la región e impusieran su religión, el islam. Es verdad que es
una religión obligada por los conquistadores y que no todos aceptan con fervor, pero la
acatan de forma general o, mejor dicho, no existe una oposición frontal hacia ella y se
dejan convivir con ella, pese a no ser la suya.
Yo, al final de esta red de coincidencias entre las religiones, sigo diciendo que
todas están cortadas por el mismo patrón, que se han copiado unas a otras y que parten
de las mismas leyendas o hechos de la antigüedad. Hay un capítulo en este libro-estudio
dedicado a las religiones en el que doy toda la información de que dispongo.
Capítulo primero
CUADERNO DE VIAJE. Irán
Imágenes de gran belleza del Irán de hoy
En el mes de marzo de 2018 me voy casi tres semanas a Irán en viaje organizado
por Aularte. El recorrido nos lleva a conocer Teherán, Qom, Yazd, Kermán, Makhan,
Shiraz, Persépolis, Pasagarda, Kashan e Isfahán, así como Abyane, un pueblo antiguo y
diferente, el pueblo de mis nietas iraníes gemelas.
Irán es muy montañoso y desértico, es decir, son montañas peladas, sin
vegetación, sin vida más allá de sus rocas, sus nieves, sus escabrosas figuras, unas
montañas de gran belleza y con un contraste que las enriquece al poner unas con sus
blanquecinas nieves, al lado de otras con su marrón tierra y rocas por color. Y al ser un
país muy desértico y con la mayor parte de su territorio árido y sin vegetación ni ríos
que lo crucen, hace el agua provenga en su mayoría de pozos y de los glaciares, pues es
una nación muy montañosa.
Aterrizamos en la capital, Teherán, dónde, como en casi todo Irán, abundan los
mausoleos y las mezquitas. También los museos, ya que Farah Diva, la esposa del sha
Reza Pavlevi, era una mujer muy culta y adinerada, amante de los museos y la historia,
así que creó (o mandó hacer por el poder que tenía para hacerlo) numerosos museos,
promoviendo una cultura museística y de conocimiento del que no había mucho en la
Persia de entonces, llevando un poco de la historia de los pueblos a través de los objetos
que adquiría y preservando los legados de nuestros ancestros. Visitamos uno de estos
museos de Farah Diva y también el museo nacional de arqueología. Visitamos también
el palacio de Golestán, el museo Reza Abbasi, un bazar, etc. En cuanto a los mausoleos,
lo de siempre: inmensas moles para albergar los cuerpos de destacados difuntos, según
la historia oficial, esos poderosos jeques que las han protagonizado como líderes, para
que les honren y reverencien más allá de su vida. Y, en fin, ¿qué se puede decir de esto,
pues todas las religiones tienen sus santos o mártires? Y de las mezquitas, tal cual,
inmensas sumas de dinero que se detrae del bienestar de la población para mantener una
idea y un concepto de vida que no se sostiene por la lógica científica, sino por la
comedura de coco permanente al que se somete a la población. Es lo que hay.
Los mausoleos de los descendientes de Mahoma suelen ser espectaculares. El
del imán Jomeini, uno de ellos, es pasarse tres pueblos. Y los peregrinos están obligados
a visitar estos sitios y a pedir y a agasajar a estos personajes (o los que en su nombre
actúan). A mí me sigue pareciendo una tremenda estupidez gastar ese dinero en
templos, mausoleos, etc., sobre todo teniendo en cuenta las dificultades económicas por
las que suelen atravesar estas culturas y es que, cuánto más pobres, más se les explota,
física y mentalmente. La esclavitud continúa… ¡Estupidez humana al 100%!
Me ha llamado la atención la limpieza y orden que hay en Teherán, y en general
en todo Irán. Pero, claro, ¿quién se atreve aquí a no tener una conducta ordenada y
obediente? Otro aspecto que destacar es que las ciudades, en general, tienen casas de no
más de dos alturas, excepto en las más grandes que pueden llegar hasta las siete, como
en Teherán o Shiraz. Es decir, casas bajas, amplias avenidas y calles y, por tanto, más
habitables y menos contaminadas. En fin, una línea urbanística más acorde con una
mejor forma de vida que lo que se suele dar en las grandes de occidente, China o India.
En cualquiera de los casos, lo que ocurre aquí es que, como en todas las tiranías,
subyace un permanente conflicto entre lo que la gente quiere y puede hacer. Un
ejemplo: en el atrio de un mausoleo, aquí, en Teherán, una jovencita me saluda y yo,
educado, le respondo y le digo qué tal y eso. Al principio ella se sorprende que hable tan
francamente así con ella, pero, enseguida empieza a hablar y preguntar, no sin mirar en
todas direcciones por si acaso, y no tardó en ir al grano, que ella se iría conmigo si
pudiera, con cualquiera que la saque de allí, que quería dejar el tipo de vida que ellas,
las mujeres, llevan y tener otra libertad. Pensaba ella que este podía ser su día de suerte,
haber conocido a un occidental y encima soltero y sin pareja ¡su sueño para salir del
país! El caso es que, lo que más me llamó la atención es que quería ya, no le satisfacía
el que yo le dijera que se lo pensara, que existían muchos inconvenientes. Pero ella me
imploraba, ¡por favor, ayúdame, te lo ruego! Y es que desgraciadamente esto es lo que
subyace de esta aparente normalidad: la desesperación de la población por dejar una
vida que no es vida. Me recordó a otra chica iraní que conocí en Dublín y que me contó
que se escapó de su casa pues, más o menos estaba en las mismas condiciones que esta.
Teherán, como es sabido, es la capital de la república islámica de Irán, el antiguo
imperio persa. Tiene una población de unos 8,5 millones de habitantes. Es el centro
político, administrativo y económico de la nación. Se ubica en las estribaciones de los
montes Alborz en el centro del país. Al igual que en el imperio persa, la ciudad ha
sufrido todos los acontecimientos en el devenir de su historia pues, por su ubicación y
riquezas, la hacían apetecible para los conquistadores de todos los tiempos, si bien y ya
en el siglo XX, sus guerras con Iraq y los USA han sido más que noticiables.
Hoy día tiene un alto grado de contaminación, como casi todas las grandes
ciudades, pero sobre todo problemas con la calidad y cantidad de agua potable. Está
expuesta, también, a terremotos debido a que se sitúa en las inmediaciones de una falla
tectónica. Se divide en 22 distritos y 112 barrios. Tiene casi 50 universidades, por lo
que se la considera uno de los centros educativos más importante de oriente.
Y, como no puede ser de otra forma, tiene una gran cantidad de mezquitas y
mausoleos. En ella habitan numerosos grupos humanos (kurdos, turcos, armenios,
asirios, judíos, …) y, por tanto, conviven diversas religiones, si bien la mayoría son
chiíes, ya que existen las creencias sunnís, zoroastrista, judía, bahaísta, o cristiana con
numerosas iglesias diferentes, así como sijs, budistas, hinduistas, ateos, etc.
Entre sus numerosos monumentos, es destacable el palacio de Golestán, que fue
usado como residencia en la dinastía de reyes Kayar. Ya en el siglo XX, época pahlaví,
se utilizaba para recepciones oficiales y allí se coronó al Reza Shah y a Mohammad
Reza Pahlaví. Y después de la revolución islámica del año 1979 se convirtió en museo
histórico por lo que la Unesco, en el 2013, lo consideró patrimonio de la humanidad.
Describir sus bellas salas ricamente decoradas sería imposible, pues describir las
sensaciones que se perciben cuando se visita es difícil. Solo voy a referirme a su
impresionante sala de los espejos, en la que te sientes infinito.
Seguimos camino a Qom, donde visitamos el mausoleo de Fátima, una
descendiente de Mahoma, aunque no su hija. Qom es una de las cunas del Chiismo.
Ubicada a 132 km de Teherán, tiene una población de más de 1,2 millones de personas.
En 1963, el ayatolá Jomeini la convirtió en el centro de la revolución islámica.
Alberga, como he citado, el Mausoleo de la Tumba de Fátima, la hermana del
imán Reza, el Octavo Imán, por lo que es un importante destino de peregrinación para
los chiíes. Los turistas tienen que acceder en pequeños grupos y de la mano de un guía
que ellos mismos proporcionan (suelen ser estudiantes voluntarios), si bien tienen
prohibida la entrada al interior de la tumba, solo los musulmanes pueden visitarla. Las
mujeres son obligadas a usar el chador, que le proporcionan. A los hombres no se les
exige ningún requisito en la vestimenta.
Qom es tenida por una ciudad santa, con más de 85 mezquitas y considerada
como “el vaticano chiita”. Y no es para menos, pues alberga el mayor centro de
estudios islámicos chiitas en el mundo, el lugar con más madrazas de adoctrinamiento
en el islam de todo el país, algo así como la universidad de enseñanza (adoctrinamiento)
islámica. Un aprendiz de imán quiso saber cosas (más que saber, quería ayudar,
supongo), y me dijo que, si yo tenía preguntas, él gustoso me las contestaría, así que
empezamos a hablar. Le contesté, a modo de pregunta y respecto de las reglas
religiosas, que me parecían poco importantes, que la idea religiosa debe estar en la
mente, no en la vestimenta o reglas que se sigan. Lo dejé planchado, así que me dijo que
iba a preguntar al imán (el que nos hacía de guía) qué contestarme. Y el imán le dijo que
ya me contestaría él. Y así lo hizo, quiso hacerme ver de la importancia de las reglas.
Pero…, ninguna de sus explicaciones tenía base alguna así que, a todo lo que él decía,
yo le largaba un zasca tras otro hasta que el pobre hombre me dejó por imposible, no sin
antes darme a entender que no sabía cómo salir de aquella encerrona en la que él mismo
se había metido. En fin, cosas de la sinrazón.
Algunos datos más sobre el significado de Madrasa. En la cultura árabe es el
nombre que se da a cualquier tipo de escuela, ya sea religiosa o secular, aunque en
español se usa por lo general para denominar a una escuela islámica. En general la
enseñanza y memorización del Corán es su labor fundamental, si bien también enseñan
lógica e historia islámica y lengua, incluyendo lenguas extranjeras, ciencias e historia
mundial. No hay edad para estudiar en una madrasa, y el diploma de ulema, por
ejemplo, requiere de unos doce años de estudio. Pueden tener alumnos internos y
externos, pues una de sus principales funciones es admitir a niños pobres o huérfanos.
Hay madrasas solo para mujeres, y en aquellas en las que se admite a mujeres, estas
deben estudiar separadas de los hombres.
En el viaje hablamos mucho de estos temas, ya que el guía era abierto a este tipo
de conversaciones y se consideraba no religioso, pero sí respetuoso con la religión pues
era la de sus padres y él, por supuesto, a ellos no les había dicho (ni le diría nunca) que
él no profesaba su religión. Tuve más encuentros con personas, sobre todo jóvenes,
chicos especialmente ya que con las chicas era difícil hablar, aunque sí lo hice con
bastantes, y algunos incluso llegaban a decir que odiaban el islam, que no querían vivir
bajo ese martirio. Hay mucha gente, más de la que se piensa o que se manifiesta, que
desean un cambio. Y tiene lógica pues el islam es una religión impuesta en Irán, no la
suya de origen. Creer o no creer o tener una u otra religión, debería ser una opción que
tomara libremente cada individuo, teniendo como base una educación libre y respetuosa
al respecto y respecto de todas las religiones. La educación religiosa en este aspecto
debe ser la que contemple el estudio de las religiones, todas, sin adoctrinamiento hacia
ninguna de ellas, sin obligaciones ni reglas.
La cuestión es ¿hasta qué punto ha llegado la sociedad para no permitir que la
gente decida libremente cómo quiere vivir? ¿Por qué se ha permitido llegar a esto? ¿Por
qué, incluidos los occidentales, acatamos unas reglas que consideramos absolutamente
insanas desde el punto de vista de la condición humana? ¿No deberíamos rebelarnos
contra estas normas y no ponernos velos, descalzarnos, etc.? ¿Quiénes perderían más?
¿Ellos, si no reciben turismo si le imponen estas reglas, o nosotros por no poder visitar
sus países? Y, en cualquier caso, el turismo, y por tanto la economía que mueve ¿no les
obligaría a aceptar y respetar, también, nuestras reglas de vivir en libertad y nuestros
usos y costumbres? ¿O, sí o sí somos nosotros los que debemos aceptar sus reglas? Y
con esto me refiero que, nosotros occidentales, también estamos obligados a respetar las
suyas, siempre y cuando se hagan desde la libertad del individuo, que es la que cuenta.
Cierto es que los tiempos cambian y que algo se está moviendo. Pero a veces
tengo la sensación de que este movimiento es involucionista, que no progresa en un
sentido de más apertura y libertad, sino todo lo contrario. Y no caigamos en lo fácil: ¡la
culpa es de los gobernantes o las religiones! No. La culpa es de todos y cada uno de los
ciudadanos, que aceptamos en uno u otro sentido estas imposiciones, quizá con aquello
de…, mientras no me toque a mí… En fin.
En Yazd, “la novia del desierto”, visitamos las torres del silencio, casco
histórico, jardines árabes con su torre del viento, mezquitas y espectáculo de música y
deporte de fuerza. Es una ciudad histórica de la minoría zoroástrica. Visitamos la
mezquita Jame, el templo del fuego de Zoroastros, etc. Comemos en una alta torre con
una plataforma giratoria con lo que ibas teniendo una vista de todos las partes de la
ciudad durante la comida. Me quedé encerrado en el baño, ya que el cierre no
funcionaba bien. Me sacaron, obviamente.
He de hablar de la cultura de la muerte en este contexto. La verdad es que se dan
todo tipo de prácticas. Cada cultura y en su tiempo han tenido unas u otras. Por ejemplo,
estas torres del silencio de los zoroastros en Yazd son una montaña dónde dejaban a sus
muertos para que se los comieran los buitres, pues consideraban que el cuerpo físico
estaba contaminado, tenía el mal en sí mismo, y por lo tanto ni enterrarlo, ni quemarlo,
ni tirarlo al mar, pues todo ello contaminaría el medio ambiente. Mejor que fuera
comido por los buitres. Los masáis mara hacen algo parecido, dejan a sus casi muertos
(cuando ya no se valen por sí mismos) en la selva para que sirvan de alimento a las
fieras; los esquimales también abandonan a sus mayores que no pueden valerse para que
mueran en la nieve y sean devorados por los osos; en Japón, también existía la
costumbre de dejar a sus ancianos en una montaña y que allí murieran y fueran comidos
por los buitres; los indígenas americanos hacían lo mismo, etc.
Luego están los crematorios indios (Gahts), los enterramientos cristianos y todo
lo que conlleva de mausoleos, cementerios, cenizas, flores, fiestas de santos y difuntos,
lutos, herencias, sucesiones patriarcales, la incineración, etc. Hay más: las momias en
diferentes culturas, los diferentes enterramientos que se daban en las culturas indígenas
en América Latina (maya, inca y otras), que se enterraban en cuclillas y en el suelo; o
colgados de un acantilado; o quemados en la hoguera al aire libre, etc.)
Qué duda cabe que los enterramientos más espectaculares se dan en las
pirámides egipcias y en los mausoleos excavados en las rocas de los valles de los reyes
y las reinas en Egipto. Pero hay otros como esos fabulosos mausoleos dedicados a
miembros de la familia de Mahoma, por no hablar del que más, el Taj Majal en la India.
En fin, que en la cultura de la muerte en las diferentes civilizaciones hay todo un
abanico de opciones y formas, muchas de ellas de lo más absurdo.
Yazd, para terminar, es una de las ciudades históricas más antiguas e
importantes de Irán. Con una población cercana a los 500.000 habitantes, su historia se
remonta al menos a hace unos 3.000 años, en el imperio medo. Fue refugio para los que
huían de las guerras de los mongoles, debido a su ubicación estratégica y centro
zoroastriano, y en 1272 fue visitada por Marco Polo en su viaje por la ruta de la seda.
Seguimos ruta hacia Kermán, y en el camino visitamos un caravanserai
totalmente restaurado y que hoy hace de hotel. Estos lugares eran los que antiguamente
albergaban a los caravaneros que recorrían el desierto con sus mercancías. Muy bonito.
Estamos en la ruta de los pistachos, esta zona es la de mayor producción.
Kermán, llamada la joya del desierto y que en la actualidad tiene más de
700.000 habitantes, es una ciudad que se distingue por sus alfombras y sedas. Se dice
que surgió en el siglo III de las manos del gobernador sasánida Ardashir I y en el siglo
XVIII alcanzó su mayor esplendor. Era un punto importante en la ruta comercial que
unía el golfo pérsico con el Asia central ya en los tiempos en que Marco Polo la visitó
(año 1271). Sufrió, como otras, los avatares de la historia. Está rodeada por montañas
que la hacen gozar de distintos climas a lo largo del año e, incluso y dado su proximidad
con el desierto de Lut, suele sufrir violentas tormentas de arena en primavera.
Pero en 1794 fue destruida por un terremoto a lo que se sumaron las tropas del
Aga Muhamed Shah que completaron una terrible matanza de los pobladores que habían
sobrevivido al terremoto, algo que todavía horroriza a los historiadores. Aun así, ha sido
reconstruida y hoy es una de las zonas más ricas de Irán.
En nuestra visita, comemos en los jardines del príncipe de una gran belleza, con
unos manantiales que bajan, supongo de las montañas cercanas que también son
preciosas. Y visitamos el mausoleo en el distrito de Mahan del Gran sufí Nematula
Valí Shakh, fallecido en 1431, un derviche que tiene ¡cómo no!, su magnífico
mausoleo. Fue un maestro sufí y gran poeta. Místico y espiritual como todo sufí, viajó
por diferentes países, especialmente India divulgando su filosofía y poemas. En aquellos
tiempos, ser sufí podía tener consecuencias pues, por ejemplo, el sufí Hasef, un artista y
poeta, fue condenado por irreverente.
Un derviche, para aportar un poco más de conocimiento, es una palabra que en
persa puede significar mendigo, aunque, en realidad y en el sentido más habitual, es una
persona considerada como un ascético o místico miembro de una cofradía religiosa.
Pero, en Irán y Turquía se le suele asociar a mendigo religioso. Suele ser indiferente
hacia los bienes materiales y suelen hacer votos de pobreza y si piden dinero, no es para
ellos, lo tienen prohibido, sino para dárselo a los más pobres.
Seguimos a Shiraz, ubicada a más de 900 km al sur de Irán, al pie de los montes
Zagros, y que fue capital de Persia durante la dinastía Zand. Es conocida como la ciudad
de la poesía, el vino, las rosas y las luciérnagas. Su existencia se remonta a más de
2.500 años y fue una importante ciudad a finales del periodo sasánida. Pero, como otras,
sufriría las diferentes contiendas acaecidas en Persia. La vitivinicultura ha estado
presente en la historia de la región desde tiempos inmemoriales, uno de sus activos
económicos, así como el petróleo y la industria electrónica de Irán.
Shiraz es una de las ciudades históricas de Irán y en su cercanía encontramos la
más importante desde el punto de visto histórico, Persépolis, que se podría decir que es
o era un suburbio de Shiraz, pero con la importancia de haber sido capital del reino
aqueménida ostentando el ganado título de “el rey de reyes”. Claro que después llegaría
Alejandro Magno y acabaría con todo. Y es que esta tierra, en la antigüedad fue un
enclave importante en la ruta de la seda, pero, sobre todo, cuna de grandes artistas,
poetas y un famoso enclave vinícola, hasta que la revolución islámica acabó con el
“vicio” del vino. ¡Qué cosas!, uno de los lugares donde la cultura de la diversión y el
sexo eran casi obligados, ha pasado a ser todo lo contrario, todo prohibido por orden de
los custodios de la moral religiosa. En fin.
Y visitamos algunos bellos jardines, como el de Narenjestan, la mezquita Nasi-
lo-Mook, la escuela de teología y el conjunto vakil (mezquita, baños, ciudadela, zoco),
etc. También visitamos el palacio de Sarvestán, importante y antigua construcción de la
cultura sasánida, una de las tres más importantes que se conservan. Y contemplamos los
Lagos de sal y la cordillera de Zagros que, en verdad, todas las zonas montañosas y
desérticas, pues lo son, de Irán son espectaculares.
Aquí, en Shiraz, en una sala de la mezquita Vakil conocí a Ladan, la segunda
joven con la que pude hablar, una iraní con muchos, muchos deseos de hablar con algún
hombre con el que poder debatir de tú a tú y, se entiende, a ella y a las mujeres en
general, no se les permite hablar en el más claro significado de esa palabra con
hombres, ni siquiera con los de su familia. Pude hablar y sigo teniendo largas sesiones
de wasap. Ese día se mostró tímida, cautelosa y sorprendida de que un hombre hablara
con ella con toda franqueza de cualquier cosa. Siempre me decía “puedo preguntarte
esto…, lo otro”, porque no sabe cómo dirigirse a un hombre. Y siempre acaba con un
“gracias, gracias, muchas gracias…” porque para ella es un tesoro el poder hablar y
conocer cómo piensan los hombres. En fin, que…, me dejó tocado, pero bien tocado, un
par de días. No puedo entender este mundo ¿Cómo un padre, pues es el padre el que le
impide todo, no deja a una chica adulta de 21 años irse a estudiar al extranjero que es lo
que ella quiere? Y no es por dinero, no, que viven bien. En fin. Pero…, las charlas de
wasap y que la vida sigue me hacen eso, seguir adelante.
La mezquita Vakil de Shiraz fue construida entre el año 1751 y el 1773, en el
periodo denominado Zand, si bien fue restaurada en el siglo XIX durante el periodo de
Qajar. Hoy día, el conjunto arquitectónico está ubicado al lado de la entrada principal
del Bazar del mismo nombre, un bazar como casi todos, repleto de tiendas, mercancías
y gente, plazas y demás urbanismo propio de estos lugares.
Persépolis me impresionó, ¡cómo no! Está ubicada a unos 70 km de Shiraz y fue
la capital del imperio persa en la época aqueménida. Su espectacular arquitectura se
inspira en los trabajos de los artistas de los demás territorios del imperio, por lo que la
influencia mesopotámica está presente en casi todo. La grandiosidad del conjunto no
tiene igual, es indescriptible, con numerosas inscripciones cuneiformes grabadas en sus
muros o fachadas. También se han hallado miles de tablillas con escritura cuneiforme y
otros idiomas. Están presentes o representados todos los pueblos dominados por el
imperio y consta de numerosos patios y estancias, un conjunto realmente impresionante
y hecho para eso, para impresionar.
Existen controversias sobre las funciones que tenía el complejo pues, como
siempre ocurre, no logramos comprender semejantes mega construcciones. Por eso yo
siempre mantengo el “no tenemos ni idea de muchas cosas del pasado”. Jean Chardin lo
expresó de esta manera: “No sé si mi descripción y las figuras que la acompañan darán
una gran idea; pero puedo asegurar que aquella que se concibe por la vista va más allá
de todas las expresiones, pues no tengo jamás nada por visto, ni concebido, ni tan
grande ni tan magnífico. ¿Cuántos millares de hombres deben haber trabajado, y
durante cuántos años? No es sólo aquí una obra maestra, donde hay sólo trabajo y
pena, como en las pirámides de Egipto, que Horacio tiene mucha razón en llamar una
maravilla bárbara, pues no son después de todo más que un montón de piedras: aquí
hay un arte infinito, orden e industria; y puede decirse que es una obra digna de los
más grandes maestros y de las sabias manos que lo han formado”.
En fin, que, hacia el final del siglo VII a. C., los medas emergieron como una
gran nación que se haría con el poder asirio creando un reino al oeste de Irán. En el 550
a. C. Cyrus el Grande accedió al poder creando un gran imperio, el persa. Construyó la
capital del imperio en Pasargada, a unos 135 km de Shiraz. Murió en el 530 a. C. por lo
que hubo varias disputas para hacerse con el trono. No sería hasta la llegada de Darío,
primo de Cyrus, en el año 522 a. C. cuando se creara definitivamente el gran imperio
aqueménida, con acuñación de moneda, el establecimiento de un gran ejército e
infinidad de construcciones, como Persépolis, a la que trasladó la capital del imperio y
en las que sus descendientes Xerxes y Artaxerxes I continuarían su labor constructiva.
Una ciudad construida entre el siglo VI y V a. C. que, en su tiempo, debió ser
maravillosa. Las artes, la arquitectura, la organización estatal, etc., todo recibió un gran
impulso y adelanto para su tiempo. El nombre de Persépolis significa “los jardines de
Fars”. El egocentrismo de los reyes aqueménidas (de todos los reyes y reinos
absolutistas, sin duda) se hace patente en las enormes construcciones, rituales, pinturas,
grabados, esculturas, etc., dónde demuestran su poder y buscan el amedrentamiento de
los otros. En Persépolis esto se refleja nítidamente.
Pero Alejandro el Magno la destruiría hacia el año 330 a. C. después de
conquistarla (primero la derruyó y después le prendió fuego para que no quedara nada
en pie). El sentido de este crimen, al parecer, no era otro que el de demostrar a los
persas que aquí se acabada su imperio pues Persépolis era, sin duda, el centro del reino,
el lugar sagrado tal y como lo concibieron sus creadores.
Pasargada fue la primera capital del imperio persa aqueménida con Ciro el
grande. Su construcción se remonta a los siglos IV y V a. C. Allá se encuentra la tumba
de Ciro y así lo dice una placa tallada en una columna en los idiomas persa antiguo,
elamita y acadio: “Yo soy Ciro el rey, un aqueménida”. La tumba está diseñada en el
estilo de zigurat que se daba en Mesopotamia, si bien todo el conjunto parece ser que
estaba construido incorporando las distintas variantes que se daban en el imperio. Hoy
es un emplazamiento arqueológico situado en las cercanías de Shiraz y Persépolis, la
que sería la posterior capital aqueménida, patrimonio de la humanidad desde 2004.
En Pasargada, se dice que hay una tumba-mausoleo donde reposan los restos de
la madre de Salomón. Sea como fuere existe un mausoleo y además hay muchas
referencias en el entorno al profeta Salomón (no rey, como se considera en la Biblia).
También visitamos unas tumbas excavadas en la roca y a cierta altura, en la necrópolis
de Nakshe Rustam, que se dice que son de Ciro y los primeros reyes aqueménidas.
Tienen solo una pequeña cámara y varios relieves tallados en su entorno.
Allí se encuentra también el cubo de Zoroastro. La impresión que me da es que
pudo ser un templo del fuego, pero en el sentido de energía, similar a lo que fue el arca
de la alianza de los judíos, una especie de lugar dónde concentraban su poder
energético, quién sabe si mediante energía nuclear u de otro tipo desconocido.
Seguimos y llegamos a Isfahán, situada a orillas del río Zayandeh. Ciudad con
bellos jardines, plazas, bulevares, palacios y mezquitas, es la tercera más poblada y una
deslumbrante capital cultural iraní, (la segunda capital cultural islámica después de la
Meca), dos veces capital del imperio persa y uno de los principales destinos turísticos
del país hoy día, a la que se considera “el centro del mundo”.
Mezquitas, madrazas, palacios, hermosos puentes en un río sin agua, jardines,
etc., la rodean. Sus 33 puentes con una arquitectura preciosista que se elevan sobre el
lecho seco del río son de admirar, destacando el Si y el Kajú donde los jóvenes se
reúnen para cantar a capela todos los viernes al mediodía por la resonancia de estos (las
mujeres no pueden hacerlo, lo tienen prohibido como tantas cosas).
Su plaza central, patrimonio de la humanidad, es maravillosa. Ahora la llaman
del imán Jomeini, pero tuvo otros nombres en el pasado. Rodeada de un inmenso zoco,
se dice que es la segunda más grande del mundo después de la de Tiananmen en China.
Diseñada con una perfecta simetría y orden donde los iraníes disfrutan de sus paseos o
estancias, con bellos jardines incluido el maravilloso de las 40 columnas.
La magnífica mezquita del Shah o mezquita del viernes que preside la plaza, fue
construida a partir del siglo VIII en el periodo safávida y reconstruida varias veces. Es
uno de los grandes templos islámicos que nos legó el imperio persa, y la más grande,
lujosa y elegante de esta ciudad monumental y de la que los isfahanitas se dice que están
orgullosos. Destaca por su color azul y sus mosaicos, así como también por uno de los
elementos claves de su arquitectura, el iwan, un espacio cubierto por una cúpula que en
cada uno de sus cuatro lados está abierta.
También visitamos el barrio armenio Nueva Yulfa y su catedral de Vank,
dónde se dice que reposan parte de los restos de José de Arimatea, y el museo en el que
se encuentra el primer libro tipográfico iraní y otros documentos importantes y otros
700 libros medievales manuscritos. Y ¿por qué un barrio armenio? Pues…
Armenia (hoy república de Armenia), es una de las más antiguas civilizaciones
del mundo, un país entre Asia y Europa, en el Cáucaso, pero sin salida al mar, fronterizo
con Turquía, Georgia, Azerbaiyán e Irán. Se considera parte de Europa, aunque tenga
raíces asiáticas. Antigua república soviética, hoy está inmersa en proceso de
democratización. De terreno esencialmente montañoso con su punto más alto en el
monte Aragáts de 4095 m, tiene solo dos grandes poblaciones urbanas habitadas, la
capital, Ereván, y Gyumri, donde se concentran casi la totalidad de los más de
3.200.000 habitantes del país.
Tiene alfabeto propio compuesto de 38 letras, así como su propio idioma. La
granada es una fruta que simboliza muchas tradiciones armenias y a la propia nación,
como homenaje a la diáspora que sufrió tras la primera guerra mundial.
De los textos cuneiformes donde se menciona Armenia, así como de las
herramientas y utensilios encontrados, se deduce que tiene una antigüedad como nación
de más de 5.000 años. Su origen es incierto, pero aparentemente indoeuropeo, y se sitúa
en los tiempos de los hititas y hurritas allá por la edad del bronce, si bien no sabemos
qué influencia o relación tuvieron con estos.
El reino de armenia, que se estableció como tal hacia el año 600 a. C., alcanzaría
su máximo esplendor entre el 95 y el 66 a. C., si bien sufriría en el tiempo los diversos
avatares por los que han pasado todos los pueblos de la antigüedad, aunque gozando de
periodos de independencia como tal. Hacia el 428, los sasánidas persas la incorporaron
a su imperio hasta que estos fueron destruidos por el califato árabe hacia el 640,
incorporándose a este califato. Y seguirían otros imperios ejerciendo su control, como el
bizantino, los turcos seléucidas, los mongoles, otomanos, etc.
La primera guerra mundial llevaría a los armenios a un auténtico genocidio, que
se calcula entre 650.000 y 1.500.000 personas, además de los cientos de miles que
huyeron de su país. Después de esto y de diversas luchas por su independencia, esta no
se conseguiría, en cierto modo, hasta el año 1922 con un tratado firmado entre Armenia
y la Unión Soviética por la que esta se incorporaba a esta última. Y no sería hasta el año
1991 cuando se alcanzaría su independencia final como nación y comenzaría su
incursión para dotarse de una constitución y normas democráticas. Y en esas estamos,
un estado con 11 provincias y buena relación con las demás naciones, si bien mantiene
sus fricciones con Turquía y Azerbaiyán, sus vecinos más incómodos.
El lugar se ha identificado como el jardín del edén bíblico, así como que el
monte Ararat era el hoy monte Aragáts armenio donde se posó el arca de Noé después
del diluvio. Fue la primera nación en adoptar el cristianismo como religión oficial en el
año 301 d. C. y hoy día sigue siendo un referente importante en su identidad nacional.
La iglesia apostólica armenia echa raíces en el siglo I, y difiere de otras iglesias
ortodoxas, no confundirla con las ortodoxas de origen griego. Esta es una de las iglesias
ortodoxas orientales, al igual que la copta y la siriaca. El 93% de los cristianos armenios
pertenecen a la misma, llamada también iglesia gregoriana. Se dice que fue fundada por
dos de los apóstoles de Jesús, Judas Tadeo y Bartolomé. En Armenia también hay
católicos, protestantes y evangélicos, así como creyentes de otras religiones.
En fin, la gente, como en todo Irán, es amable y amistosa. Me agrada Isfahán
donde terminamos con una cena de grupo (hemos comido muchas veces juntos, pero
esta es como la despedida) y al día siguiente salimos con dirección Teherán, si bien en
el camino visitaremos otros lugares.
Por ejemplo, Kashan, una de las cunas de la civilización humana pues se asienta
cerca de las colinas prehistóricas de Sialk de las que hay evidencias de actividad desde
el 60 al 80 milenio a. C., una ciudad antigua de la época de los kayares, especialista en
el agua de rosas. Vemos sus jardines, el centro de la ciudad y una mezquita-madraza
muy acogedora y tranquila, diferente a la mayoría de las vistas hasta ahora y así nos lo
cuentan, y que es, quizá, única en este estilo.
Kashan es la segunda ciudad más importante en la provincia de Isfahán, con una
población cercana a los 300.000 habitantes. Es una especie de oasis entre las
inmensidades desérticas del terreno que hay entre Qom y Kermán.
En las colinas de Sialk que se encuentran a unos 4 km se han hallado restos
arqueológicos, entre ellos un zigurat que aún se mantiene de pie con una edad de más de
7.000 años, lo que nos muestra que esta región acogió a una civilización prehistórica
que se remonta, al menos, al periodo elamita de Irán. Pero…, como siempre, los objetos
hallados se encuentran en los museos del Louvre, París; en el Metropolitano de arte de
Nueva York y en el museo Nacional de Irán.
Una leyenda dice que este es el lugar de origen de los tres reyes magos que,
siguiendo a una estrella, llegaron hasta Belén para obsequiar a Jesús en su nacimiento.
Sea como fuere, es un lugar idílico, propio de reyes, con el más afamado jardín de Irán
datado en más de 7.000 años, el jardín Fin, con piscinas, huertos, etc., como si fuera una
visión propia del paraíso, lugar de recreo de los reyes safávidas. En este jardín, se dice,
murió asesinado de Amir Kabir, canciller del rey de Irán en 1852.
Otro atractivo de la ciudad es la tumba de un soldado persa que fue esclavizado
y asesinado por el califa islámico Umar ibn al-Jattab en el 644, así como una fortaleza
del siglo XI de la dinastía selyúcida.
Kashán es el mejor lugar para ver el sistema de riego denominado ganat, uno de
los sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial, y que consiste en una serie de
túneles en una galería subterránea horizontal que se alimenta de una fuente constante de
agua, como si fuera un manantial, y que se conecta al exterior mediante una serie de
pozos. Este sistema ha permitido durante más de 3.000 años que exista una agricultura y
ganadería, pues hoy día aún se cultivan unas 7.000 has por este sistema y que representa
el 75% del agua que se obtiene en Kashán. Así que, ahí tenemos los cultivos de peras,
granadas, albaricoques, melocotones, membrillos, manzanas, etc., así como almendras,
ciruelas, nueces, pistachos, cerezas, higos, caquis, olivos….
Y Adyanet es una población con casas de adobe o ladrillo de color rojizo,
debido al óxido de hierro de la tierra, y calles estrechas e inclinadas, una de las más
antiguas de Irán que cuenta con alrededor de 300 habitantes. Se sitúa en el distrito de
Natanz, provincia de Isfahán. Está ubicado en lo que fue un fuerte sasánida en el
pasado, con excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo, e incluso aún se
habla la lengua de este imperio, el idioma pahlavi.
Cuando los árabes invadieron Persia en el siglo VII, seguidores de la religión de
Zoroastro fundaron una serie de aldeas huyendo de esto. Adyanet es una de ellas y hoy
día es eminentemente turística.
En esta pequeña población me encuentro, como en tantos otros sitios, con dos
pequeñas de no más de cuatro o cinco años, gemelas y acompañadas por su padre, que,
en una breve charla, las invito a ver el vídeo de los lobos marinos que a tantos niños
gusta, sobre todo los que no tienen acceso a este tipo de documentales. Se quedan tan
extasiadas viendo el vídeo con el abuelito blanco y tan felices, al igual que el padre, que
la escena, era fotografiada por los demás componentes del grupo y otros turistas. Estos
pequeños placeres son los que me hacen sentir felicidad, el poder compartir con otros,
sobre todo los más pequeños, unos momentos de enseñanza-aprendizaje-conocimiento
y, al tiempo, diversión. Son la suma de estos cortos momentos (y de otros, claro) lo que
hacen que una vida sea merecedora de vivirla.
En fin, en esencia ese ha sido el recorrido y lugares visitados. Centrémonos
ahora en mis impresiones. En primer lugar, en esta ocasión poco voy a hablar del grupo
de turistas. Sí, las mismas exigencias y algún que otro discordante como en todos los
grupos, pero, en general, un grupo más educado en las formas y fondo. Y es que
algunos, la mayoría, ya son viajeros con Aularte interesados en la cultura y con el
conocimiento de saber a lo que van. Aunque no dejen de ser turistas, que no es mi caso.
Aunque…, sí, voy a hablar de la conciencia y que tiene relación con el tema
pues, ¿qué nos queda de ella, de la conciencia? Resulta triste, al menos para mí, ver a
los turistas manifestar sus pesares cuando están en un país pobre y tercermundista, sobre
su gente, sus costumbres, su atraso (en opinión del turista occidental) en su forma de
vivir, etc. y al mismo tiempo, comportarse como ese ser orgulloso y engreído que es,
exigiendo comodidades en hoteles y restaurantes, regateando en las compras y buscando
solo la foto con el extraño, en vez de tratar de conocerle y comprenderle, de transmitirle
ánimo y, sobre todo de ayudarle, pues muchas veces el solo hecho de que hables con
ellos ya es de una gran ayuda emocional y moral para sus vidas. Pero…
… No tenemos conciencia, nos importa un pito su vida, el turista solo quiere la
foto del pobrecito y ya está. Su vida le importa un carajo, y si tiene para comer hoy o
no, ése es su problema, el turista va a regatearle hasta el último céntimo el insignificante
objeto artesanal que venda el pobrecito para sobrevivir, y que el turista después se
enorgullecerá de haberlo comprado por una ridícula cifra. Tuvimos uno de esos
momentos y fue con un chico que se acercó con cierta timidez a las señoras intentando
venderles unos aparatitos para enhebrar el hilo en la aguja. Y ellas empiezan su
curioseo…, ¿a ver? ¿cuánto cuesta? No, yo es que no lo necesito…, etc., o sea, a
enredar que es lo que suelen hacer. Y yo, viendo el panorama, me acerco y digo ¡dame
uno, por favor!, que, aunque no lo necesite, tú tienes que ganarte la vida así. Fue,
obviamente, un zasca directo a la racanería del turista y de las señoras. Y, bueno, se
dieron por aludidas y al final el chaval pudo vender 5 o 6. Su coste: 1 euro cada uno.
¿Cómo es posible que se gasten una apreciable cifra de dinero en un viaje como éste y
no sean capaces de gastarse un mísero euro en una baratija que le va a resolver la vida,
al menos por un día, a este pobre chico? ¿Dónde ha quedado, o cuándo perdieron, la
conciencia de los puñeteros colonialistas y saqueadores occidentales que se sigue
transmitiendo a la gente, aparentemente, normal? No, creo que no la hemos perdido, es
que nunca hemos tenido conciencia de que en realidad todos somos hermanos o, si
sabemos esto, nuestra conciencia nos dicta que “este hermano pobre que se las apañe
como pueda, no voy a ser yo el que cargue con sus miserias, que lo haga otro”. En fin,
es lo que hay.
Por cierto, aquí podría utilizar dos términos parecidos, conciencia y consciencia,
pues creo que los dos son aplicables. Quiero decir, ¿somos conscientes de que hemos
perdido la conciencia, o conscientes de que, aun teniéndola, la dejamos de lado? En fin,
ya saben, no puedo evitar el filosofar…
Otra cosa que me ha llamado la atención es la forma en que miran las mujeres
iraníes a las mujeres occidentales: su forma de vestir, aun cuando fueran tapadas, sus
andares y risas, etc. Supongo que con envidia y pensando ¿cómo es posible que las
dejen salir así? O, ¿qué coño pasa en este puto mundo?
Una anécdota. Un soldado sube al bus a revisar si todo el mundo lleva su
pañuelo y si llevamos el cinturón de seguridad puesto, en fin, chorradas, un simple
control. Obviamente, había muchos y muchas que no cumplían con la norma, a pesar de
nuestra rapidez en corregir nuestras endemoniadas costumbres, pero…, bueno en este
caso hizo la vista gorda. La cuestión es, absurdo, ¿no? ¿Estamos en el 2018 o no?
Sobre los sentimientos y la frustración. Mis conversaciones con jóvenes en Irán
y, especialmente, con Ladan, me han dejado tocado. Un grupo de chicas en Persépolis,
por ejemplo, me asalta queriendo hablar, saber, conocer, mostrándose cariñosas,
amorosas, interesadas, curiosas… (tirándome besos, haciendo el corazón con las manos,
dándome las gracias por visitarlas y sobre todo por hablar con ellas, en fin …) Y es que
la gente joven, por lo que veo, están que explotan. Ellos tienen cierta información, pero
no toda, pero lo que sí saben es que les engañan, que las cosas no son cómo les dicen,
que hay otro mundo ahí fuera que quieren conocer, pero…, no les dejan. Y no son los
políticos o religiosos, no, son especialmente los padres, los hombres, los que no
permiten a las chicas ser iguales a ellos y, por tanto, dificultan también la tarea de los
chicos. Ellos y ellas sienten frustración y yo lo he podido comprobar con muchos con
los que he hablado. Pero, claro, Ladan, para mí, es especial. Tengo que escribir sobre
mis conversaciones con ella, aunque me duela.
La televisión, o mejor, supongo, los medios de comunicación no permiten que
las noticias occidentales lleguen fácilmente. Es decir, si bien he podido ver CNN en
Isfahán, en otras ciudades no es posible ver una televisión internacional que cuente lo
que ocurre en el extranjero. Solo TV nacionales, con su religión, sus historias, muchos
documentales de guerra o ejercicios militares y noticias sobre lo malos que son los
israelíes o los EE. UU. Tienen una TV que emite en inglés con noticias continuas del
extranjero, si bien suficientemente bien seleccionadas y censuradas, y dando una y otra
vez aquellas que muestran la maldad de algunas cosas o hechos occidentales.
Vengo diciendo desde hace tiempo que hay que reescribir la historia. También
tenemos que cambiar el lenguaje sobre la a historia, o cuando nos referimos a hechos
históricos. Al hablar de los hechos supuestamente históricos, no se deberían utilizar
términos cómo el de qué … “fue un rey muy valiente (o caballero, o general) porque
hizo grandes conquistas”. Es erróneo. Sería más lógico decir que “fue un cruel
conquistador sin escrúpulos, que no dejó títere con cabeza”. Así, sin más. No que fue
un valiente guerrero. Y es que el lenguaje es importante a la hora de definir a los
personajes. Decir que Colón fue el descubridor de América, por ejemplo, es faltar a la
verdad, pues no fue el descubridor, sino un conquistador sanguinario y saqueador de
aquellos territorios. Así que, mejor cambiar el lenguaje. Nos quedaría más clara la
historia definida en los términos correctos.
Luis Santamaría, profesor y guía de este viaje por el arte islámico, nos cuenta las
razones que le llevaron a viajar con sus alumnos, pues Aularte es una sociedad dedicada
a la enseñanza, son profesores, no una agencia de viajes. Y es que por mucho que sepas
de la teoría de cualquier materia, si no ves el objeto, el lugar, sus dimensiones, sus
características, etc., si no lo sientes, no completas el aprendizaje. Esa sería una primera
razón. La otra, es que cuando empiezas a indagar en la historia, te das cuenta de que esta
no se puede contar como compartimentos estancos y separados unos de otros, que es lo
que nos han dado como instrucción o educación, que hay una extensa red que los une
entre diferentes culturas, civilizaciones, orígenes… De ahí que ellos decidieran
incorporar y extender las visitas de estudio por aquellos lugares adónde sus enseñanzas
iban encaminadas, lo que les llevó a la conclusión de que había muchos más lugares
conectados de los que uno puede suponer.
Esto que nos cuenta Luis, es exactamente lo que yo vengo haciendo desde hace
tiempo, obviamente sin saber que ese era el enfoque de Aularte. Yo llegué a la misma
conclusión hace ya tiempo, y de ahí que empezara a viajar e indagar, pues las
conexiones entre diferentes civilizaciones y culturas las encuentro por todas partes. Por
eso mis primeras palabras en relación con el estudio que estoy siguiendo son las de
decir que tenemos que reescribir la historia, y tenemos que contarla y explicarla desde
lo que ya sabemos, y no desde lo que nos han contado sobre ella.
En cuanto a los matrimonios, permanece la tradición de que son los padres los
que conciertan los matrimonios, si bien esto está cambiando y cada vez más se casan
con quien quieren. Eso sí, se lo ponen difícil para buscar marido o mujer, ya que no es
fácil ligar. En el contrato de matrimonio se suele fijar una especie de fianza (lo llaman
regalo) que el futuro esposo deberá pagar a la esposa en caso de divorcio o muerte (si la
deja viuda). Puede ser una cifra dada, o una casa, finca o lo que sea, depende de la
capacidad económica del novio. Y lo de casarse con un extranjero, ya tal. Hay que
renunciar a su religión, adoptar la islámica, etc. Y vivir en pareja sin casarse, pues ídem.
No es fácil, aunque siempre hay quién se salta las normas. Como la homosexualidad
que está penada incluso con la muerte, pero…, hay quién se lo monta como puede. En
fin, lo de siempre, cuántas más leyes restrictivas, más imaginación.
Un aspecto curioso en Irán son los matrimonios temporales. Estos pueden ser
por unas horas, días o semanas, es solo un acuerdo temporal y pactado. Obviamente, es
prostitución claramente, pero, con la idea contrato de matrimonio, la mujer no es vista
como tal, sino que ha estado casada temporalmente. Cuestión de hipocresía, claro.
En fin, dejo el cuaderno de viaje con un poema titulado: Al pueblo iraní
Vine a ti con el interés del viajero curioso que soy, expectante y deseoso de
conocer y saber más de tu esplendoroso pasado, de tu presente, de tus sueños …
Te he conocido un poco más y me conmueve tu calidez humana, tu capacidad
para sobreponerte una y otra vez a las calamidades y desdichas que a todos nos tocan de
vez en cuando, más las tuyas han sido muchas.
Sin embargo, tu grandeza todo lo puede.
Y sí, me voy, te dejo por el momento, pero te llevo en mi corazón y ahí estarás
para siempre, o al menos hasta que vuelva, que volveré.
Y…, lo siento. No hablo de Persia, no hablo de Irán. Me refiero a su gente, a esa
calidez humana y cercana con la que me habéis recibido. Gracias de corazón. ¡Volveré!
FIN DEL CUADERNO DE VIAJE
Capítulo segundo
IRÁN, la antigua Persia
(la dinastía Seléucida, el imperio o dinastía sasánida)
Imágenes de Persépolis en la actualidad
El Irán actual es, en un sentido más amplio y de referencia histórica, parte de lo
que fue el continente cultural iranio o gran Irán, un territorio que abarcaba una
amplia zona que iba desde el río Éufrates hasta el río Indo, y desde el Cáucaso, mar
Caspio y mar de Caral por el norte hasta el golfo pérsico y golfo de Omán por el sur, es
decir, que abarcaría lo que son hoy Irán, Azerbaiyán, Afganistán, Turkmenistán,
Tayikistán, Uzbekistán y partes de Turquía e Irak así como de Pakistán. Este territorio
fue habitado por algunas de las más antiguas civilizaciones del mundo, como la
civilización manaeana en la meseta iraní y la civilización jiroft, ambas hace unos 7.000
años, o las del reino de Elam que abarcaría varias dinastías (medas, aqueménidas,
partas, sasánidas y otras) hace más de 5.000 años. Después, se la conocería como
Persia hasta 1935, fecha en la que se la reconocería como la moderna y actual
República islámica de Irán.
Existen vestigios de ocupación humana que proceden de la edad de piedra, pues
se han encontrado objetos muy antiguos tallados en Baluchistán. Y también existen
zonas consideradas como campamentos de cazadores en Tabriz. Ciertamente, no hay
muchos vestigios del pasado debido, en parte, a las pocas excavaciones arqueológicas
en la zona por motivos, especialmente, político-culturales. Sí se han hallado cuevas que
fueron ocupadas en el paleolítico medio y restos de culturales musterienses.
Se observa un proceso de sedentarización en el Neolítico, comenzando el
desarrollo agrícola y la ganadería y estableciendo rutas de intercambio entre
comunidades, concretamente se aprecian entre Anatolia, Mesopotamia y la cultura del
valle del Indo (complejo arqueológico de Bactria-Margiana). En la región del Gorga se
aprecian asentamientos datados en el VI milenio a. C. y aparecen elementos de cobre y
cerámica (IV milenio a. C.). La economía de producción comenzó hacia el Mesolítico
(X milenio a. C.) y en la región del mar Caspio se evidencia, en Ghar-i Karmanband.
Con datación hacia el III milenio a. C. aparecen en Susa tablillas con la escritura
elamita, quizá derivada del sumerio, que entraba en competencia con el desarrollo en los
imperios vecinos de Babilonia y Asiria.
Los medos y los persas, pueblos arios e indoeuropeos, empezaron a desplazarse
hacia las llanuras del sur de Rusia y Asia central en torno al II milenio a. C. invadiendo
la meseta de Irán, el mar Caspio y el golfo Pérsico. Hablaban una lengua irania. Y hacia
el siglo VII a. C., tribus iranias de los medos afirman su poder en la región, acabando
con el poder asirio, tomando Nínive en el 612 a. C., según fuentes que ya citan a Ciro I,
como rey de Anshan.
Este rey, Ciro I, se apoderó ilegítimamente del trono de Persia e inició el
esplendor de lo que sería el imperio persa ligado a la familia aqueménida. Lo organizó
en satrapías o provincias dirigidas por un sátrapa y creó un poderoso ejército que es el
que controlaba y obligaba con los impuestos. Y se metería en las llamadas guerras
médicas por el control de las ciudades de su entorno, lo que sería el comienzo del fin del
imperio. Así, el dominio medo no duraría mucho, pues no tardaría en llegar Ciro II el
Grande, rey de Anshan entre el 555 y el 529 a. C., de la familia de los aqueménidas,
quién hacia el año 550 a. C. unificó a los persas, sometió a los medos y conquistó
Babilonia. Este rey fue benevolente con los pueblos sometidos, labor que continuaría su
sucesor e hijo, Cambises II, que se anexionaría también Egipto llegando a la máxima
del imperio aqueménida, conocido como Oriente Próximo.
Y, en fin, en el 334 a. C. Alejandro Magno invadiría el imperio destruyendo
Persépolis y estableciéndose en Babilonia. Y, luego de consolidar su imperio, se
extendería hasta Egipto y el río Indo. Y le seguiría el imperio Parto, que derrotó al
imperio seléucida, que durante cinco siglos controlaron Mesopotamia y la península
arábiga, para dar paso al imperio romano, al imperio sasánida, etc., para finalmente
sufrir la invasión árabe del siglo VII por la expansión del islamismo.
La dinastía Seléucida fue fundada por Seleuco I Nicator, oficial de Filipo de
Macedonia, un imperio helenístico que reinó a partir del año 306 a.C. en la mayor parte
de Oriente Próximo (Anatolia central, Mesopotamia, Persia, Pamir, zonas de India y
Pakistán, etc.), en los tiempos del imperio asiático de Alejandro Magno. En esos
tiempos había dos grandes potencias, ambas de origen macedónico, la de Antígono y la
de Seleuco. Obviamente esto conllevaría que hubiera diversas fluctuaciones de poder
entre ambos bandos, con enfrentamientos frecuentes. El último rey de este imperio
fue Antíoco XII que fue despojado del reino por Pompeyo, quién tomó a Siria como una
provincia romana en el año 64 a.C.
El interés de la historia seléucida radica en el intento de colonizar la mayor parte
del Asia Occidental con ciudades y establecimientos griegos. El imperio Seléucida tenía
tres grandes centros: Jonia, cuya capital era Sardes; Siria septentrional y Babilonia, a la
que hicieron renacer equiparándose culturalmente al Egipto de aquellos tiempos. Y
también intentaban igualar a los ptolomeos de Alejandro en otros factores imperiales,
como el culto al rey y la divinización de héroes y ciudades. Y reyes (así como las reinas
y las favoritas) también recibieron honores divinos, como Afrodita y más tarde Isis.
Este imperio mejoró, aunque mantuvo en línea general, el sistema administrativo
persa basado en las satrapías, de las que, al parecer, había unas veinte. El Sátrapa tenía
fundamentalmente funciones civiles y financieras.
El Imperio o dinastía sasánida, fundado en el año 226 por Ardacher I, tras
derrocar al último rey arsácida de Partia, terminó en el año 651 cuando el rey de reyes
sasánida, Yazdgerd III, perdió una guerra de 14 años contra el primero de los califatos
árabes, los omeyas. La población aceptó, incluso de buen grado, la nueva religión
islámica en contraposición al despotismo con el que gobernaron los reyes sasánidas y al
zoroastrismo modificado que impusieron éstos solo para satisfacer sus intereses, lo que
provocaba conflicto e intranquilidad religiosa.
El imperio persa-sasánida, uno de los periodos históricos más importantes e
influyentes en la historia de Irán, comprendía los actuales países de Irak, Irán, Armenia,
Afganistán, así como partes de Turquía, Siria, Paquistán, Arabia, el Cáucaso y Asia
central, y además se anexionaron los territorios de Egipto, Israel, Líbano, Jordania y
Palestina e, incluso, ejerció un protectorado sobre territorios de Omán y Yemen.
Este imperio, rival de la civilización romana de su tiempo por el control de
oriente próximo y Mesopotamia, alcanzó grandes logros culturales que trascendieron
sus fronteras, jugando un papel fundamental en la formación del arte medieval europeo
y asiático, si bien, generalmente, a través del mundo islámico que la adoptó y continuó
en muchos de sus aspectos.
Hacer un relato cronológico de guerras, reyes y sucesos habidos es largo de
contar y, como siempre digo, para eso están los libros específicos de cada tema y que
son muchos. No es objetivo de este estudio llegar al fondo de cada cultura o
civilización, sino señalar su existencia y, en todo caso, sus hechos más relevantes.
Pero, en fin, prosigamos. En esta época, si bien la región tuvo un gran desarrollo,
continuaron los enfrentamientos, aunque en esta ocasión más entre los grupos árabes,
estableciéndose los califatos, con el primer califa abasí que fue Abul-Abbas (entre el
750 y el 754) y trasladando el califato desde Damasco, en Siria, a Bagdad, la actual Irak.
En cualquier caso, la influencia persa tuvo importancia en estos reyes o jefes árabes,
pues dependían mucho de sus jefes militares, persas primero y turcos más tarde.
Y seguirían los cambios en los grupos reinantes durante largo tiempo, al igual
que ha ocurrido siempre en la antigüedad en los tiempos de desarrollo de los pueblos. Y
así llegaríamos a los llamados tiempos modernos en los que los chiitas se consolidarían
en el poder en el Irán moderno.
Ya en el siglo XVII, Persia perdería el control de varias provincias por la
colonización agresora de países europeos, como Gran Bretaña, Francia o el imperio
ruso, con lo que la gran Persia se dividiría en varias naciones. En 1906 se estableció la
primera constitución de Irán con un poder absoluto para el Sah. Pero, debido al
descubrimiento del petróleo en Persia, se disputaron el control países como Rusia o
Gran Bretaña que dividieron a Irán en dos grandes áreas de influencia, e Irán fue
ocupado por los otomanos y los rusos, y también por los británicos, aun siendo un país
neutral. Estos cambios de poder llevaron en 1925 a la dinastía Pahlavi, con el Reza Sah
a la cabeza a establecer una nueva forma de gobierno, si bien continuaron las disputas
de los países occidentales por el control del poder en Irán.
En 1967 se coronaría como Sah a Reza Pehlevi, que junto a su esposa Farad
Diva compondrían en la edad moderna la más celebrada y deslumbrante dinastía en Irán
y que, si bien intentó consolidar la burguesía y desarrollar la industria, fracasó debido a
la corrupción y desigualdades sociales que conllevó, lo que provocó una gran crisis que
se haría fuerte en 1977. A más crisis, más represión y apoyo por EE. UU., lo que
convirtió en una dictadura represora su reinado que daría paso a una importante
revolución.
Y es que, desde el principio, esta dinastía tenía un fuerte opositor, el religioso y
popular ayatolá Jomeini que, si bien fue encarcelado en un tiempo, en 1978 comenzaría
una revolución que liberaría a Irán de la tiranía del Sah Reza Pehlevi, pues éste tendría
que huir de Irán en 1979. El ayatolá Jomeini, que estaba exiliado en Francia, regresó a
Irán al año siguiente para completar el control del poder. Y esto no sentó muy bien a
EE. UU. que permitió un golpe de estado en el vecino Irak por parte de Saddam Husein
que le llevaría a una dictadura para, según los intereses americanos contrarrestar el
régimen del ayatolá Jomeini. Y esto llevaría en 1980 a una guerra entre Irán e Irak que
duraría ocho años.
Jomeini murió en 1989 y le sucedió Alí Jamenei como jefe de estado. Se abría
paso un modelo de elecciones cada cuatro años, en el que se enfrentaban dos formas de
entender el estado: una reformista y otra conservadora.
Los años siguientes serían convulsos, pues EE. UU. continuaría con su guerra
estratégica interfiriendo en la zona entrando en el siglo XXI con esas premisas, y
declarando a Irán como parte del llamado “eje del mal” y llevando finalmente a una
guerra ilegal contra Irak (todas lo son, normalmente) por una supuesta producción y
almacenamiento de armas nucleares que resultó ser falsa, fue solo una manipulación de
la CIA para la invasión, guerra promovida por los presidentes Bush (padre e hijo) y con
el apoyo explícito de Blair (Reino Unido) y Aznar (España). En fin, una desgracia.
En fin, que, con estas premisas históricas, he de decir que la historia de Persia es
fascinante, al menos en la parte más conocida, esto es, desde hace unos 7.000 años. Más
atrás, es difícil saber qué tipo de civilizaciones había en éste área Mesopotámica.
Porque, sí, Persia es parte fundamental de Mesopotamia, pero con carácter
propio. Se dice que fue la primera gran civilización evolutiva humana, aunque, cierto es,
nuestra civilización nació en África según todos los datos que tenemos. Pero, desde el
punto de vista evolutivo y de desarrollo, fue la primera (o bien contemporánea de la
India y China), pues hasta los griegos y los egipcios parece ser que la copiaron, de la
que aprendieron y, a partir de ahí, evolucionaron. Sociedades como la antigua Hitita
tuvieron un papel clave en el desarrollo de la humanidad.
Es más, Persia se puede considerar como el primer gran imperio que se dio en
nuestra civilización humana, mucho antes que otros que le seguirían como el egipcio,
los incas o los mayas y, más recientemente el imperio romano. Persia precedió en
organización social y territorial, cultura y otros avances humanos a las sociedades
egipcia, griega e india, por ejemplo, así como a las sociedades americanas y china. Así,
Ciro, rey de Babilonia (y rey de Sumeria y Acab y el rey del mundo y de las cuatro
religiones como se consideraba él mismo) realizó la primera declaración de los derechos
humanos que se conoce (obviamente, lejos de la actual), así como creó un gran estado y
construyó colosales obras con una arquitectura preciosista, como Persépolis.
Y, una de las curiosidades con las que nos encontramos, es la de que los tres
reyes magos de oriente que ofrendaron a Jesús en su nacimiento, se dice que eran persas
“los mensajeros del rey de Persia”. Así, por primera vez se denominó a Jesús como “un
profeta”. También avisaron a José Y María que, dado que entonces Egipto estaba
colonizado por los persas y éstos mantenían conflicto con los romanos, se llevaran a
Jesús a Egipto que era más seguro para él. Esto le salvó de la matanza de niños que se
hizo y se dice que, desde Egipto, Jesús viajó por la India e Irán durante veinte años
antes de retornar a su tierra natal. Estos, quizá, son los años de los que no hay noticias
de Jesús y en ese tiempo pudo estudiar matemáticas, filosofía, medicina, etc. Así, al
volver a su tierra, lo primero que hizo fue crear un grupo de ayuda médica contra la
crisis de epilepsia que asolaba Palestina y otros males.
Es curioso también que, parte del Corán, sean poemas de estilo persa, así como
muchos de sus versículos son una traslación de los que contienen el Avesta. Lo que yo
digo siempre, las religiones se han copiado las unas a las otras, o son parte de las
leyendas populares que circulaban por los pueblos más avanzados. Y es que, al parecer
y esto no es de extrañar, Platón, Pitágoras y otros conocían el Avesta y el zoroastrismo,
por lo que es obvio que “los creadores de nuevas religiones”, también.
Y si bien hoy en Irán impera por imposición la religión musulmana, el
islamismo, bien es verdad que, en el fondo, los iraníes siguen siendo fieles al Avesta y
al zoroastrismo como creencias propias, esas que invitan a pensar bien, hablar bien y
hacer el bien como principios básicos del ser humano.
De otra parte, se habla de la etnicidad Aria tan denostada por el fascismo de
Hitler. Pero no, no existe una raza aria, sino una cultura aria de más de 9.000 años de
antigüedad. Y la palabra “aria” significa “gente libre”. Así, Irán (Persia) deriva de la
palabra “aria” y su significado es “el país de los arios (o los hombres libres)”.
Obviamente esta cultura se extiende por muchos otros países, pues llega hasta la India,
Pakistán, etc., lugares dónde se habla la lengua persa. Además, tienen su propio
calendario que comienza el primer día de la primavera (20 o 21 de marzo), y que dio
comienzo hace 7.040 años (cuando en occidente es el 2018 según el calendario juliano)
Y, aunque parezca mentira o difícil de aceptar dado el tipo de sociedad actual
allí, machista al 100x100 y con nulos derechos para las mujeres, hubo un tiempo, hace
mucho tiempo, en la prehistoria después de la última glaciación, en el que eran las
mujeres las que tenían el poder y control de la sociedad y su funcionamiento, pues
existía un fuerte matriarcado en las sociedades tribales primitivas. ¿Qué pasó después
para que perdieran esos poderes o privilegios? … pues, no lo sabemos a ciencia cierta,
solo que el islamismo se instaló y con él el machismo actual, es decir, se ha dado una
vuelta de tuerca total a la sociedad matriarcal pasando a ser patriarcal.
Persia fue, y es, un punto estratégico entre oriente y occidente. Situada entre el
golfo Pérsico y el mar Caspio era paso obligado en la ruta de la seda que discurría desde
Asia hacia Europa y otros lugares de Oriente, por lo que ha sido un territorio muy
disputado y codiciado por unos y otros, muchas veces invadido y dominado. Por esta
razón, el comercio alcanzó desde tiempos antiguos un gran desarrollo siendo el primer
país en crear un servicio de banca (occidente tendría bancos trescientos años más tarde).
Las monedas usadas fueron el dinar bizantino y el dirham de plata persa.
Además, Persia dio grandes maestros milenarios. Los iraníes, mejor dicho, los
persas de su tiempo fueron grandes maestros en el aprovechamiento de la naturaleza con
respecto al agua y al viento. Con sofisticados, aunque mecánicos sistemas, crearon los
llamados ganats (un sistema de pozos y túneles tipo canales para el transporte del agua,
de los cuales aún hoy existen unos 37.000 con un caudal de unos 7.000 millones de m3),
así como reservorios (o presas o estanques artificiales) para contener y dosificar el agua.
También inventaron las torres de viento, un sistema de enfriamiento natural de los
edificios, también fueron pioneros en el uso de los molinos de viento, así como
inventaron un tipo de construcción que podríamos llamar “nevera o congelador” para
mantener frescos los alimentos sin necesidad de hielo, pues no lo había en su tiempo.
Capítulo tercero
Sumeria (Uruk, la lista sumeria…)
Los sumerios, antecesores de los babilonios, habitaban en Mesopotamia entre el
Tigris y el Éufrates, y fue una cultura muy superior a los bárbaros y nómades semitas.
Sus avanzados conocimientos astronómicos y matemáticos, así lo indican. Eran capaces
de realizar cálculos con hasta 15 dígitos, algo a lo que los griegos no llegaron, pues solo
sabían contar hasta 10.000. Puede decirse que fundaron la civilización actual (o la cuna
en ésa área), ya que se asentaron allá hace unos 7.000 años. Sin embargo, se han
encontrado restos humanos en la región de hace unos 45.000 años.
Sumeria, que fue una región histórica de Oriente Medio, formaba la parte sur de
la antigua Mesopotamia, situada entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y
Tigris (que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak y la
zona limítrofe del noreste de Siria), y es considerada como la primera y más antigua
civilización del mundo. No hay registros escritos sobre sus orígenes o procedencia. Los
sumerios se llamaban a sí mismos sag-giga, que significa literalmente el pueblo de
cabezas negras.
Los sumerios y acadios desarrollaron su civilización en Mesopotamia ya desde
los milenios IV y III a. C. Siglos más tarde, el imperio Asirio fue uno de los más
fascinantes de la historia antigua, pero el apogeo de Mesopotamia no se quedó tan solo
en los imperios asirio o babilónico. Durante la época árabe, Mesopotamia fue sede del
califato, aunque a partir de entonces comenzó a decaer.
La sociedad sumeria era jerárquica y estratificada. En la cúspide de la pirámide
se encontraba el rey, a quien seguía una élite de sacerdotes, jefes militares y
funcionarios de alto nivel. A estos les seguían los comerciantes, funcionarios menores,
artesanos especializados, los campesinos y artesanos. En el nivel más bajo, los esclavos.
A finales del 4º milenio a. C. Sumeria se dividió en una docena de ciudades-
estado independientes, o ciudades-templos, ya que los sumerios consideraban que los
dioses fundaban las ciudades para que fuesen centros de culto. Más tarde, conforme a la
religión, los dioses se limitaban a comunicar a los soberanos los planos de los
santuarios.
Los templos, entre los cuales se destacaban los piramidales zigurats, estaban
ligados al poder estatal y sus riquezas usufructuadas por los soberanos, considerados
como intermediarios entre los dioses y los hombres. Los zigurats o torres escalonadas,
eran una construcción de largas y amplias plataformas sobrepuestas en cuya cima
estaban los templos. Algunos académicos han teorizado que estas estructuras podrían
haber sido la base de la torre bíblica de Babel que se describe en el Génesis.
El idioma sumerio se considera una lengua aislada, ya que no está emparentada
con ninguna familia lingüística conocida. Es claramente diferente del acadio, una lengua
de origen semítico con el coexistió en la región alternándose como lenguas dominantes.
Ambas lenguas usaron la escritura cuneiforme, originalmente desarrollada por los
sumerios y cuyo uso sobrepasó al de la propia lengua sumeria por más de un milenio.
Los sumerios inventaron jeroglíficos pictóricos que más tarde dieron lugar a
la escritura cuneiforme que fue el primer sistema de escritura del que se tiene evidencia,
adelantándose a los jeroglíficos egipcios en, por lo menos, 75 años. Existen miles de
textos en sumerio, la mayoría en tablillas de arcilla, que incluyen cartas personales y de
negocios, transacciones, recibos, listas de léxico, leyes, himnos y plegarias, mágicos
encantamientos e incluso textos científicos de matemáticas, astronomía y medicina.
Las prácticas y creencias religiosas adoptadas por aquellos pueblos variaron
mucho a través del tiempo y la distancia y cada ciudad poseía su propia visión
mitológica y/o teológica. Pero fueron posiblemente los primeros en escribir sobre sus
creencias, que luego fueron la inspiración para gran parte de la mitología, religión y
astrología mesopotámica, aunque ello no implica que su religión fuera la primera y que
no hubieran tomado costumbres y ritos de otros pueblos antecesores.
Los sumerios veían en los movimientos a su alrededor como la magia de
los espíritus, a los que consideraban dioses, y era la única explicación que tenían de
cómo funcionaban las cosas. Creían en varios dioses, todos con emociones humanas,
como el sol, la luna, el viento y las estrellas, al igual que los juncos que crecían a su
alrededor y la cerveza que destilaban. Cada uno de los dioses sumerios era asociado a
ciudades diferentes, y la importancia religiosa a ellos atribuida se intensificaba o
declinaba dependiendo del poder político de la ciudad asociada. Según la tradición
sumeria, los dioses crearon el ser humano a partir del barro (similar a la creación del
hombre a partir del barro en el relato del Génesis en la Biblia).
Los sumerios creían que la tierra era un gran disco flotando en el mar. Llamaron
a ese mar Nammu, la diosa-madre, y pensaban que había estado desde siempre en el
tiempo y que había creado los peces, los pájaros, cerdos salvajes y otras criaturas que
aparecieron en las tierras pantanosas y húmedas.
Según ellos, Nammu también había creado el cielo y la tierra de forma separada,
dando lugar al nacimiento del dios masculino An para el cielo, y la diosa Ki, para la
Tierra. Ki y An habrían tenido un hijo llamado Enlil, que era la atmósfera, el viento y la
tormenta. Enlil separó el día de la noche y había abierto una concha invisible dejando
caer agua desde el cielo. Creían que, junto con su madre Ki, Enlil sentó las bases de la
creación de las plantas, los humanos y otras criaturas, que hacía germinar las semillas y
que había dado forma a la humanidad a partir de la arcilla, impregnándola.
Como astrónomos tenían la primera visión heliocéntrica de la que se tenga
conocimiento (la próxima aparecería en el 1500 a. C. por parte de los Vedas en
la India). Afirmaban también que el sistema solar constaba de cinco planetas (que eran
los que se podían ver a simple vista). El universo consistía en un disco plano y cerrado
por una cúpula de latón.
Creían que los cultivos crecían porque un dios masculino se apareaba con su
esposa diosa. Ellos veían los meses húmedos y calurosos del verano, cuando los campos
y praderas se teñían de marrón, como el momento de la muerte de los dioses. Cuando
los campos florecían de nuevo en primavera, sus dioses resucitaban. Marcaron éste
momento como el comienzo del año y era celebrado en sus templos con música y
cantos.
Los templos sumerios consistían en una nave central con corredores en ambos
lados, flanqueados por aposentos para los sacerdotes. En una de las puntas del corredor
se encontraba un púlpito y una plataforma construida con ladrillos de barro, usada para
sacrificios animales y vegetales.
En resumen, fueron precursores de muchos conceptos religiosos, sagas
cosmogónicas y relatos que luego aparecieron recogidos por otros pueblos y regiones
vecinas, entre los que se encuentran la creación del mundo, la formación del hombre
con arcilla o las ideas del paraíso y el diluvio universal, que aparece en la epopeya de
Gilgamesh. La creación de Eva a partir de la costilla de Adán es considerada como un
mito sumerio así como la idea de la resurrección de los muertos, en la que creen muchas
religiones, aparece en Sumer por primera vez. La vida después de la muerte, para ellos,
implicaba un descenso al vil submundo, donde se pasaba la eternidad en una existencia
deplorable, en una especie de infierno.
En matemáticas, los sumerios desarrollaron un complejo sistema de metrología
avanzada alrededor del 4000 a.C., del que resultaría la creación de la aritmética, la
geometría y el álgebra. Desde el 2600 a. C. en adelante, los sumerios escribieron tablas
de multiplicación en tabletas de arcilla y trataron con ejercicios geométricos o la
numeración. Más tarde, hacia 2700 a. C. fue la primera aparición del ábaco.
Desarrollaron, igualmente, conceptos matemáticos usando sistemas numéricos basados
en 6 y 10, y a través de ese sistema inventaron el reloj con 60 segundos, 60 minutos y
12 horas, además del calendario de 12 meses que usamos actualmente.
Por otro lado, una tablilla encontrada en Nippur puede ser considerada el primer
manual de medicina del mundo. En esa tablilla, había fórmulas químicas y mágicas
(encantamientos), y se usaban términos tan especializados que para traducirse se precisó
de la ayuda de químicos.
En la literatura sumeria se encuentran tres temas principales, como son los
mitos, himnos y lamentaciones. También los proverbios forman parte importante de los
textos sumerios. Construyeron sistemas legales y administrativos con cortes judiciales,
prisiones y las primeras ciudades estado, así como la creación de escuelas.
Resumiendo, la civilización sumeria está considerada como la primera y más
antigua civilización del mundo. Sin embargo, la procedencia de sus habitantes es
incierta y no se ha encontrado relación étnica con ninguna de las poblaciones del
entorno. Según parece, además, aparecieron de repente y no hay rastro de dónde
vinieron ni cómo llegaron (igual ocurrió con otros pueblos, como los incas o mayas).
Hay quienes creen que pueden venir de la misma cultura que fundó Mohenjo
Daro, capital de la civilización del valle del Indo en su época. Pero no existen datos que
corroboren esto. Además, según algunos estudios, Mohenjo Daro puede tener una
antigüedad de unos 13 a 15.000 años y en restos de los esqueletos encontrados se han
encontrado elementos radiactivos. ¿Elementos radiactivos en una civilización
prehistórica de hace 15.000 años? ¿Quiénes eran estos individuos?
Los datos que tenemos nos dicen que en la zona de la baja Mesopotamia se han
datado asentamientos humanos hacia el 6700 a. C. (hace unos 9.000 años), por lo que se
puede decir que, a lo que llamamos civilización, nació con la civilización sumeria (esto
es, trabajaban la cerámica y la artesanía). Tiempo después, hacia el 3000 a. C.,
aparecerían también las civilizaciones egipcias, china o la cultura del valle del Indo.
Más tarde, hacia el 3.500 a. C., apareció la cultura de la ciudad-estado de Uruk,
aparente precedente de la civilización sumeria. Gilgamesh fue el quinto rey de Uruk,
según la lista Real Sumeria. En Uruk se han encontrado los restos de escritura más
antiguos relacionados con la organización de los almacenes de los templos. Este
lenguaje o idioma no tiene relación con ningún otro conocido. Estamos, pues, ante una
nueva forma de organización social, lo que daríamos en llamar civilización. Y es que la
difusión de los avances de dicha cultura por el resto de Mesopotamia dio lugar al
nacimiento de la cultura Sumeria.
Esta época de Uruk y de las ciudades-estado se fue imponiendo, si bien no llegó
a crear un gran reino. Cada ciudad tenía una pirámide escalonada (zigurat) para observar
a los astros (lugar al que suponían el hogar del dios de la ciudad). También un palacio
para el rey, un templo y diversas plantaciones agrícolas en su entorno para el
abastecimiento de la ciudad.
A mí, si me quitan el palacio real y los templos, que pueden ser estructuras
más corrientes, me encaja perfectamente en el tipo de modelo que yo defiendo para la
civilización humana: una pequeña población autosuficiente.
Uruk, la Erec bíblica y la árabe Warka, es el escenario de descubrimientos
fundamentales para la historia de la humanidad. Inventan la rueda hace unos 5.500 años.
Poco más tarde, el carruaje, al cual ataban onagros o burros salvajes. Y la escritura hacia
el año 3300 a. C. siendo ésta la datación más antigua en escritura cuneiforme encontrada
hasta la fecha. Estaba escrita en tablillas de arcilla, y marca la transición entre la
prehistoria y la Historia. Estos registros escritos confirman que los sumerios no eran un
pueblo indoeuropeo, ni camita, ni semita, ni elamita… Por tanto, como se ha dicho, se
muestra evidencia de que los sumerios no fueron el primer pueblo en asentarse en la
baja Mesopotamia, sino que llegaron en la edad del Cobre, allá por el año 3500 a. C.
Hacia el 2350 a. C., Sargón de Acad el Grande, un usurpador de origen acadio se
hizo con el poder en la ciudad de Kis, fundó una nueva capital, Agadé, y conquistó el
resto de las ciudades sumerias. Este fue el primer gran imperio de la historia y sería
continuado por los sucesores de Sargón que se tendrían que enfrentar a constantes
revueltas. Entre ellos destacó el nieto del conquistador, Naram-Sin, si bien significó el
inicio de la decadencia de la cultura e idioma sumerios en favor de los acadios. Hacia el
2220 a. C., el imperio llegó a su casi desaparición, aunque en torno a 2100 a. C., Utu-
hengal, rey de Uruk, derrotó y expulsó a los gobernantes gutis de las tierras sumerias lo
que equivaldría al renacimiento sumerio, según se indica en una tablilla conmemorativa.
Poco después fue el rey de Ur, Ur-Nammu, el que consiguió la hegemonía en
toda la región con la llamada III dinastía de Ur o Renacimiento sumerio. El imperio
surgido a raíz de esta hegemonía sería tan extenso o más que el de Sargón, del que
tomaría la idea de imperio unificador. Esta influencia se aprecia incluso en la
denominación de los monarcas, que a imitación de los acadios se harán llamar reyes de
Sumer y Acad. A Ur-Nammu le sucedieron otros y fue en el reinado de Ibbi-Sin, cuando
los amorreos, provenientes de Arabia, hicieron caer el último imperio sumerio en el año
2003 a. C. En adelante será la cultura acadia la que predomine y, posteriormente,
Babilonia heredará el papel de los grandes imperios sumerios.
Los arqueólogos Peters, Haynes y Hilprecht, de la universidad de Pensilvania,
hallaron en Nippur (o la ciudad de Nimrod), a 80 km de Babilonia, unas 50.000 tablillas
que se cree datan del tercer milenio a. C., una biblioteca de 20.000 tomos con
diccionarios y obras completas sobre religión, literatura, leyes y ciencias.
Existe y escrito en sumerio la llamada lista real sumeria que son unos archivos
que documentan una lista de Reyes muy longevos. Es una sucesión de reyes que va
desde los primeros tiempos hasta más o menos Hammurabi (hacia el 1800 a. C.). Lo
curioso o inexplicable, es que sus periodos de tiempo resultan imposibles para el
conocimiento que tenemos de la humanidad y sus tiempos.
Estos reyes y reinados antediluvianos medían su tiempo en sars (periodos de
3.600 años. En la lista sumeria, se dice: “Después de que la realeza descendiera del
cielo, la realeza estuvo en Eridug. En Eridug, Alulim, se hizo rey y gobernó 28.800
años.” Según esto, Alulim, hijo de Enki, gobernó Eridug durante 8 sars (28.800 años),
entre el 453.600 al 388.800 antes del diluvio.
Beroso, un sacerdote de Babilonia, versado en astronomía y astrología, tradujo al
griego ciertos archivos del templo de Marduk que, a su vez, estaban copiados de
inscripciones primitivas, allá por el siglo 260 a. C., en los que ya se daban una lista de
diez reyes longevos sumerios que gobernaron el mundo antes del diluvio entre 10.000 y
60.000 años cada uno de ellos. Josefo y Eusebio muestran en sus obras extractos de ello.
Dice Beroso “En los días de Xisuthro ocurrió el gran diluvio”. Y también dice:
“Después de que el diluvio hubiera terminado y la realeza hubiera descendido del
cielo, la realeza pasó a Kish”. “Son 11 ciudades allá donde la realeza fue ejercida. Un
total de 134 reyes que en conjunto reinaron más de 28.876 años”
Estas son las principales figuras mitológicas que, al parecer, adoraban los
sumerios: Anu, dios del cielo; Nammu, la diosa madre; Inanna, la diosa del amor y la
guerra; Enki, dios de la beneficiencia, de las aguas y de las profundidades de la Tierra;
Utu, el dios sol; Nanna, el dios luna; Enlil, el dios del viento…
Como siempre digo, la historia los denomina dioses, pero no creo que esa
fuera la idea de los sumerios pues, quizá, para ellos eran solo ciertos poderes naturales
o sobrenaturales que no entendían muy bien y a los que tenían respeto, miedo o
admiración.
Además, tenían un triplete divino compuesto por An, la estrella, y al que se le
suponía el jefe de todos, pues bajo su mando estaba Enlil, el señor del aire, y Enki, el
señor de la Tierra. Más tarde se les uniría la diosa Nin.Mah (la dama excelsa), o
Nin.hur.sag (o dama de la cabeza de la montaña).
Como se puede apreciar, parece una copia (o el original) de la santísima
trinidad cristiana (padre, hijo y espíritu santo), junto a la virgen María y, ¿quién sabe?,
si la segunda diosa es referencia a María Magdalena.
En la antigua ciudad de Ebla, localizada al norte de Siria y conocida hoy como
Tell Mardikh, que fue una importante ciudad-estado en dos periodos (en el 3000 a. C. y
entre el 1800 y el 1650 a. C.) se hallaron unos archivos con más de 20.000 tablillas
cuneiformes, datadas alrededor de 2250 a. C. en sumerio y en eblaíta, otro desconocido
idioma anterior al semita y similar al acadio. Estas tablillas contienen los nombres de 3
profetas que se mencionan en la Torá y que fue escrito 1.500 años más tarde. Pero…,
dichas tablas se han encontrado en fechas recientes ¿cómo se entiende esto?
Para los sumerios (al igual que para los acadios o babilonios), observadores del
cielo y astrónomos, sus dioses estaban en el firmamento. Pero ¿qué dioses? Reconocían
planetas, estrellas, la luna y sus ciclos, el sol, etc., y les ponían nombre y reverenciaban
o, al menos, respetaban. Los babilonios, hicieron un compendio astronómico llamado
“Mul.Apin” (o Estrella Arado) y asignaron estrellas y constelaciones a los distintos
caminos.
La identificación de la estrella-arado no está clara, si bien se dice que ascendía
en el mes de Ninsanu en el equinoccio de primavera, señalizando el inicio del arado y la
siembra. Era una estrella referente como lo fue Sirio para los egipcios. Además, también
los sumerios conocían la relación de nuestro Sol con las Pléyades y la estrella o
constelación de Orión. ¿Cómo es posible que sumerios, egipcios, mayas, aztecas, etc.
conocieran estos ciclos y órbitas en nuestra galaxia cuando el hombre moderno no lo ha
descubierto hasta el siglo XIX?
Resulta curioso que sumerios, egipcios, olmecas, mayas y otras culturas
similares, tuvieran como referentes a los dioses del Cielo, y que todos ellos eran
versados en el estudio de la astronomía con un claro un entendimiento de las
constelaciones y planetas. En este sentido, hay un término usado por los judíos y
eclesiásticos “Elohim” que se usa para designar a dios. Pero ese término es plural
(serían los dioses) y así se expresa en la biblia original “… los Elohim”. Pero, claro,
había que hacer una versión monoteísta y se apearon varios dioses para quedar en uno
solo. Así que, aquí tenemos otro de los muchos engaños de las religiones.
Los sumerios también inventaron el zodíaco, si bien con 17 o 18 signos que
posteriormente los babilonios los reducirían a 12. En las escuelas de sus ciudades-estado
se enseñaba matemáticas, escritura, biología, zoología, geografía, teología y botánica.
Fueron los primeros en desarrollar en realizar composiciones literarias, en organizar una
biblioteca y en crear un lenguaje musical.
Tanto los dioses sumerios como algunos de los hechos de esta religión son una
copia de lo que se dice en la biblia cristiana. O al revés, ésta es una copia de las
leyendas sumerias, pues hay muchas, pero que muchas coincidencias.
He aquí solo algunas: la trinidad de dioses, el diluvio, la costilla de Adán (Ki,
creó con la costilla de Enki a una diosa, Ninti; los hombres fueron creados por Enki y
Ki para servir a los dioses; Enlil y Ki crearon a los animales y plantas; Nammu creó el
cielo y la tierra; Enlil creó la atmósfera, el viento, la tormenta y separó el día y la noche;
el paraíso (Enki creó un lugar donde convivir sin miedo con los animales pero, después
de un comportamiento inadecuado del hombre, lo expulsó del lugar); Enki, ante el
diluvio enviado por los dioses por haberlos desobedecido, se apiadó de la humanidad y
encomendó a un hombre, Ziusudra (el equivalente a Noé) construir una barca y llenarla
de animales para salvarlos de su destrucción total; etc. También, la palabra Edén que se
nos traduce por Paraíso, en acadio significa “lugar puro y natural” y al parecer existió en
un lugar cercano a oriente próximo, un lugar rodeado por cuatro ríos (podrían ser el
Tigris, el Éufrates, el Pisón y el Gihón)
En fin, para adentrarnos más en el misterio, se dice que los Anunnaki vinieron
de un planeta llamado Nibiru. Y también que, llegados aquí, fueron un grupo de
deidades sumerias y acadias, conocidos también como los Anunna, los 50 grandes
dioses, hijos de An. Según Zecharia Sitchin, experto en el tema de los sumerios y los
Annunaki y utilizando también fuentes de los astrónomos mayas, Nibiru sería el planeta
número 12 de nuestro sistema solar, y tendría una órbita elíptica alrededor de nuestro
sol de unos 3600 a 3760 años. Este planeta pudo colisionar con otro y como resultado se
formaría la Tierra, la luna y el actual cinturón de asteroides. Otros investigadores
sostienen la misma hipótesis, la de un cataclismo estelar o planetario.
Y el lingüista Kramer que pudo traducir algunas tablillas sumerias y que han
sido declaradas secretas más tarde, dice que dichas tablillas muestran una civilización
sumeria muy avanzada y afirma que “los sumerios, con la ayuda de sus dioses,
especialmente Enlil, transformaron una tierra llana, árida y azotada por los vientos en
un reino fértil y floreciente”. Y Zecharia Sitchin dice: “Tanto la biblia hebrea como el
Nuevo Testamento, afirman que los secretos del futuro están arraigados en el pasado,
que el destino de la Tierra está conectado en los cielos “.
Y es que, según la leyenda Sumeria, Enki creó a la humanidad usando a un
primate al que modificó genéticamente, quizás, para que trabajaran para los dioses, o
sea, para satisfacer sus necesidades, ser sus esclavos.
Y, si lo pensamos bien, nos pasamos la mayor parte de nuestra existencia
produciendo para otros. Pero ¿quién se beneficia realmente de todo? Seguimos siendo
esclavos trabajando y dándoles a otros la mayor parte de nuestros beneficios, de lo que
producimos. De ahí que debemos encontrar nuestras raíces, saber quiénes somos
realmente. Esta aparente e ingenua libertad que tenemos, la proporciona el dinero.
Pero, la verdad es que el dinero nos esclaviza y nos mantiene en una deuda permanente
vía hipotecas y modo de vida, un sistema de esclavitud de por vida. ¿No será que
seguimos siendo ese mono modificado que crearon los dioses?
Capítulo cuarto
El imperio Asirio (Nínive, Babilonia, la sexualidad en Babilonia, la diosa Ishtar,
Arbela, la ciudad de Mari, Elam y los elamitas)
Asiria debe su herencia cultural a Babilonia y ésta, a su vez, al apabullante
patrimonio cultural e intelectual de la civilización Sumeria. Así es la historia de la
antigua, fascinante y compleja civilización mesopotámica, o civilización de la antigua y
conocida Asia. Tras un periodo marcado por las conquistas de los hititas, la
cultura Asiria se desarrolló en la región de la Antigua Mesopotamia entre el 1800 y 600
a.C. Se les conoció por su capacidad guerrera y su gran crueldad con el enemigo
derrotado. Sus ciudades más importantes fueron Asur y Nínive y sus monarcas más
ilustres Assurnasirpal, Assurbanipal o Sargón II entre otros.
Aproximadamente en el 1.250 a. C, se comenzó a formar El Imperio
Asirio, uno de los más grandes imperios de Oriente Próximo en la antigüedad, al
asentarse diferentes pueblos nómadas semitas a orillas del río Tigris, fundando la ciudad
de Asur (en honor a su dios) y que la convirtieron en su primera capital. Después
continuarían su expansión por Mesopotamia. Su primer gran monarca fue Samsi-Adad I.
Mantuvo su hegemonía durante más de un milenio hasta que en el año 612 a. C. su
última capital, Nínive, fue arrasada.
Los asirios trataban a los pueblos conquistados con dureza, causa por la que
tanto babilonios como caldeos formasen una alianza para terminar con la opresión. Los
asirios eran grandes enamorados del arte y de la guerra, pero una de las culturas más
crueles de la antigüedad. La ferocidad de los asirios y su afán destructivo quedaron
patentes tras cada una de sus victorias, quemando y arrasando cada ciudad que
conquistaban y asesinando a todos los supervivientes, con la intención de sembrar el
terror entre sus enemigos.
Esta política de conquista y terror fue utilizada por la mayoría de los monarcas
asirios que, incluso en épocas de paz, dejaban patente su placer por la crueldad. El
rey Asurbanipal II, quien gobernó entre los años 883 y 859 a.C., una época próspera en
la que la arquitectura y la escultura tuvieron un gran desarrollo narraba como había
hecho levantar un gran pilar del que poder colgar las pieles de sus enemigos. Durante su
reinado se fundó la ciudad de Calach, y sería la capital del imperio sustituyendo
temporalmente a Asur.
Pero también supieron crear belleza pues, durante el reinado de Senaquerib (hijo
de Sargón II) en el siglo VII a.C., éste hizo de la ciudad de Nínive una de las más
hermosas urbes del mundo antiguo, y tanto sus murallas como sus maravillosos
jardines eran admirados por propios y extraños. Nínive era como un resumen de la
cultura asiria: hermosa por fuera y con una realidad muy cruel en el interior.
Senaquerib hizo de Nínive la capitalidad del imperio, y consiguió mantener las
conquistas efectuadas por su padre. Su hijo Asaradón conquistó Menfis, entonces
capital egipcia, y su descendiente Asurbanipal avanzó hasta Tebas y Susa. A este último
se le atribuye el haber construido una colosal biblioteca en su palacio de Nínive. Tras el
fallecimiento de Asurbanipal en el año 627 a.C. llegó un periodo del que apenas
sabemos nada, salvo que los medas entraron en Asur en el 614 a. C. y comenzó la caída
de su imperio. Ocurrió en el año 612 a.C. durante el reinado de Assur-Uballit II, cuando
los babilonios y los medos formaron una coalición y destruyeron Nínive.
Curiosamente, y aunque babilonios y asirios eran enemigos acérrimos, poseían
culturas muy similares, aunque las leyes asirias eran considerablemente más duras.
La ciudad de Nínive fue muy importante y capital de Asiria. Se ubicada en lo
que es hoy la actual Mosul, en Irak, y se extendía a lo largo de unos 50 km a orillas del
río Tigris. Hoy, el lugar, es una extensa zona de ruinas. En su día fue un importante
punto de paso de las rutas comerciales que cruzaban el Tigris, uniendo así oriente y
occidente y convirtiéndose en una de las grandes ciudades de la antigüedad.
Se menciona por primera vez alrededor de 1800 a. C. como “una ciudad con un
templo dedicado a la diosa Ishtar”. También se menciona en el Génesis, como “una
ciudad edificada por el rey Nimrod”, bisnieto de Noé. En el libro de Jonás se describe
como “ciudad grande sobremanera de tres días de recorrido”.
El antiguo asentamiento de la ciudad de Nínive recibió el impulso del rey
Senaquerib hacia el 700 a. C. para convertirla en una ciudad magnífica y en la capital
del imperio asirio. Se diseñaron amplias calles y plazas y construyó el famoso “palacio
sin rival”, de unos 200x210 metros y 80 habitaciones, con muchas esculturas en sus
paredes. Gran parte de las tablillas de Nínive se encontraron aquí. En ese tiempo
ocupaba 7 km² y tenía 15 grandes puertas que permitían el paso de sus murallas, algunas
de ellas flanqueadas por toros alados con cabeza humana. Tenía un elaborado sistema de
18 canales que traían el agua desde las colinas hasta Nínive, y se han encontrado partes
de un acueducto erigido por el mismo rey a unos 40 km de distancia.
No obstante, tendría que esperar hasta los neo-asirios, después de la época de
Asurbanipal II, para alcanzar un mayor desarrollo urbanístico. Sucesivos monarcas
mantuvieron y fundaron nuevos palacios y templos dedicados a Sin, Nirgal, Inanna,
Shamash, Ishtar y Nabu de Borsippa.
Sin embargo, fue efímero su esplendor, ya que hacia el 633 a. C. el imperio
asirio empezó a perder poder y en el 612 a. C. Nínive sería arrasada hasta sus cimientos
después de un asedio de tres meses llevado a cabo por la alianza de babilonios y medos
que se repartieron las provincias asirias.
Así que, Nínive, que gobernó desde el Cáucaso hasta el mar Caspio y el golfo
Pérsico durante más de seis siglos desapareció. Lo que sabemos de ella se debe más a
conjeturas que a registros reales de sus pocos restos arqueológicos, que pocos hay, o a
relatos de antiguos historiadores. Heródoto, sobre el 400 a. C., dijo que Nínive era ya
parte del pasado. Jenofonte, que pasó por el lugar, declaró en su obra Anábasis que
incluso el nombre de la ciudad había sido olvidado.
Sin embargo, las excavaciones e investigaciones continúan y, como siempre, se
espera que nos den más información de esta gran ciudad. Así fue como se encontró en el
palacio la famosa biblioteca de Asurbanipal (669-626 a. C.) con 22.000 tablillas en
escritura cuneiforme en las que se describía la historia, leyes y religión de Asiria.
También había escritos en acadio, que son los documentos más antiguos hallados, y que
probablemente son de la época de Sargón de Acad. En algunas de las tablillas se hace
mención al posible uso de un aparato para elevar agua (similar al que ideó Arquímedes)
junto a tablillas que mencionaban jardines. Algunos manejan la hipótesis de que Nínive
fue, posiblemente, el lugar emblemático de los míticos Jardines de Babilonia.
Y, en fin, también numerosos objetos, multitud de palacios, las calles de la
ciudad fueron exploradas y se han descifrado las inscripciones en ladrillos, tablillas y
figuras esculpidas. Con ello, los secretos de su historia poco a poco van siendo
revelados.
Babilonia. El Imperio Paleo-babilónico comenzó con la llegada al poder en
Babilonia de Hammurabi en 1792 a.C., si bien hay menciones a la misma más antiguas,
desde los tiempos acadios de Sargón de Acad en el siglo XXIV a. C. y del que se
sospecha que fue su fundador. Otros opinar que no se refieren a este Sargón, sino a
Argón Acad II, en el siglo VIII a. C. Sea como fuere, Babilonia, “la puerta de los
dioses”, parece ser que era un lugar de culto al dios Marduk.
Y es que Babilonia, que ganó su independencia después del renacimiento del
imperio sumerio, termina derrotando a los asirios e implanta el imperio Caldeo hasta
que Persia con Ciro II el Grande, reconquista Mesopotamia en el 539 a.C. y le daría un
cierto esplendor. En el siglo IV a.C. vuelve a ser conquistada por Alejandro Magno,
quien murió en ella, aunque se mantuvo bajo el control de sus sucesores, perdiendo
lentamente su antiguo esplendor.
Babilonia, la ciudad de Nabucodonosor, ocupaba más de 800 ha, aunque no
construidas en su totalidad, pues contaba con anchos espacios para cultivos y frutales.
Era la mayor ciudad de Mesopotamia, incluso por encima de Nínive su capital. Contaba
con fortificaciones y varios sistemas defensivos y palacios y estaba dividida en barrios,
siendo recorrida por calles octogonales. Según algunos textos, había 43 santuarios o
templos en la misma, destacando el templo y puerta de Ishtar (actualmente reconstruida
en el museo de Berlín). Pero la mayor maravilla de Babilonia debieron ser los jardines
colgantes, construidos en escalones ascendentes. Y también la torre de Babel, un
inmenso zigurat de planta cuadrada del que se sabe que fue reconstruido por
Nabucodonosor sobre un perímetro de 90 m de lado de otra torre precedente. La historia nos cuenta que en la segunda mitad del siglo XXI a. C. nómadas
semitas procedentes de Arabia se hicieron con parte de los territorios del rey de Sumer y
Acad (Mesopotamia), si bien quedaron limitados a orillas del río Éufrates, en lo que
entendemos hoy que fue Babilonia. Dado que era su posesión más importante, se
dedicaron a engrandecerla y embellecerla, algo que otros más tarde continuarían.
Así, como en tantos otros sitios, estuvo bajo el mando de diferentes gobernantes
venidos de fuera, como helenos, persas, etc., hasta llegar a Nabucodonosor II que fue el
rey que la dio mayor esplendor y del que se dice que construyó los jardines colgantes.
Heródoto, que la visitó en torno al año 450 a. C. afirmó que la ciudad
“sobrepasaba en esplendor a cualquier ciudad del mundo conocido”.
Sus ruinas, parcialmente reconstruidas a finales del siglo XX, se encuentran en
la provincia iraquí de Babil, a 110 km al sur de Bagdad.
Babilonia es muy nombrada en el Nuevo Testamento bíblico, en los libros de
Isaías y en el Apocalipsis, por ejemplo, idealizándola como una ciudad fuerte y
poderosa, pero también lasciva y soberbia describiéndola como “la gran ramera”. En
otros textos también se la considera una ciudad lujuriosa y malévola, casi mitológica.
Son estos relatos, además de la belleza con la que se la consideraba, lo que hizo que
Alejandro Magno se interesara por ella y en la que murió años más tarde.
Incluso nuestro insigne Cervantes se refirió a la misma en el sentido bíblico del
caos por sus excesos. Y además es mitificada por sus jardines colgantes, por la torre de
Babel (que se dice que fue allí donde se ubicaban), por el palacio de Nabucodonosor, el
templo de Marduk, la puerta de Ishtar, religión, pintura literatura, …
La sexualidad en Babilonia, y en general en toda Mesopotamia, era muy
apreciada, pues se creía que el sexo era un medio para que el hombre llegara a la
felicidad. En “La Epopeya de Gilgamesh” se presenta el sexo como uno de los placeres
que el hombre debe disfrutar.
Pero…, tanto en el mundo babilónico como en el sumerio, queda reflejado un
machismo muy marcado, ya que expresa claramente la superioridad del hombre sobre la
mujer, a la que le asigna un papel de sumisión total al hombre y le asigna, asimismo,
solo tareas reproductivas y de atención a su casa y familia. El código de Hammurabi
describía estas normas para la mujer que son totalmente discriminatorias. No voy a
extenderme en su detalle, pues francamente es muy largo, solo remarcar que se la
limitaba la libertad sexual; que no podían tener posesiones de nada pues, incluso los
hijos e hijas se consideraban posesiones del padre; que se las concertaba el matrimonio
por parte de los padres y siempre con una dote de por medio, es decir, se vendían; y un
largo etc. sobre infertilidad, viudedad, violación, esclavitud, o adulterio con infames
normas y castigos incluyendo la muerte.
Una curiosidad es que la masturbación estaba mal vista, así como la castidad,
por lo que todo te llevaba al sexo y su disfrute. También se permitía la prostitución, que
se ligaba a la diosa Ishtar, y no estaba mal vista, si bien no regulada. Más o menos como
hoy en día. La homosexualidad era aceptada e, incluso, sagrada en determinadas
circunstancias según algunos textos, si bien en algunos sitios era castigada. Existen
infinidad de imágenes de carácter sexual en las tablillas de terracota halladas, una
práctica que al parecer se inició en la tercera dinastía de Ur y duró hasta el 1700 a. C.
Con respecto a la diosa Ishtar, existe mucha información en torno a las fiestas,
celebraciones, tributos y adoración, así como las numerosas ofrendas que recibía
(obviamente, son los sacerdotes los que se hacían con ello) desde animales a los que se
sacrificaba para su disfrute en comilona, así como fruta y comida de todo tipo, amén,
supongo, de los bienes materiales que hubiera, pues no solo de pan vive el hombre ¿no?
Vamos como en cualquier religión y tiempo, todo sigue igual.
Arbela, o Erbil, es la capital del Kurdistán iraquí y sede del gobierno regional
kurdo. Esta importante ciudad de la antigua Asiria es hoy la tercera más grande de Irak,
por detrás de Bagdad, Basora y Mosul. Ubicada a unos ochenta km. de Mosul, al norte
de Irak y cerca de las fronteras con Irán y Turquía, es considerada como una de las
ciudades más antiguas que han estado habitadas permanentemente. Se la considera
patrimonio de la humanidad desde 2014.
Se ha datado que los primeros asentamientos humanos en dicha ciudad podrían
ser del siglo XXIII a. C., aunque no existe mucha información de ese remoto pasado y
la que hay procede de textos cuneiformes del siglo XXI a. C., en los cuales aparece que
existía un templo dedicado a Ishtar, diosa de la fertilidad, quizá uno de los más
importantes de la cultura asiria dedicados a esta diosa, después del de Asur.
Por esta ciudad han pasado diferentes pueblos a lo largo de su historia, como
asirios, persas, babilonios, medas, sasánidas, árabes y otomanos. Nombres importantes
de los personajes que han tenido que ver con dicha ciudad son Ciro II el Grande, Darío I
de Persia o el mismísimo Alejandro Magno. Fue también la provincia romana de Asiria
bajo el gobierno de Trajano. Y también gobernada por diferentes califatos árabes
convirtiéndola mayoritariamente en ciudad musulmana.
Hoy día, sobrevive a la misma problemática que el resto de los kurdos en el área,
si bien cuenta con instituciones de educación en todos los niveles, universidades con
facultades de administración y economía, agricultura, arte, ciencias de la educación,
ingeniería, lenguaje, leyes y política, educación física, ciencias políticas, ciencias,
sharía y educación básica, un aceptable sistema de salud, si bien necesita mucha ayuda
externa, en fin, que, dentro de lo que es la región, es una ciudad importante.
La ciudad de Mari, en el margen del río Éufrates, en territorio de la Siria actual
cerca de la frontera con Irak, estuvo habitada hace unos 7.000 años por culturas
relacionadas con las Babilónicas de la antigüedad. Su existencia se conocía a través de
la lista real sumeria y por las inscripciones en otras estatuas que se conservan en los
museos británico y el de Estambul, pero con estos nuevos hallazgos la citan como una
ciudad próspera gracias a su control de las rutas comerciales a través del Éufrates hasta
que Hammurabi la arrasó, perdiéndose su rastro.
Si bien fue fundada a principios del III milenio, no sería hasta la primera época
dinástica cuando adquiriera categoría como una de las más importantes ciudades-estado
de la región. Como siempre, historia de luchas entre rivales poderosos y cambios en la
dirección de su política, hasta que en 1759 a. C. su magnífico palacio real de Zimri-Lim
fue arrasado por el rey babilonia Hammurabi, y a partir de ese momento la ciudad
abandonada, al menos durante el periodo asirio.
André Parrot, del museo del Louvre y en sus excavaciones, ha descubierto un
templo dedicado a su diosa Ishtar y unas 25 tablillas escritas con caracteres
cuneiformes. Ishtar, diosa de la fertilidad, estaba acompañada de otros dioses, como
Shamash, que era uno de los más importantes, hijo de Anu. El palacio contenía, además,
infinidad de frescos y estatuas con inscripciones cuneiformes, lo que hizo que se pudiera
identificar el lugar. Parrot escribió al respecto: “El palacio de Mari fue considerado
como una de las maravillas del mundo de su época. Y lo era: dos hectáreas y media,
unas trescientas cámaras y patios […] Era una ciudad dentro de la ciudad, encerrada
en un recinto que parecía impenetrable, aunque, como demostraron los
acontecimientos, no lo era”. Sin embargo, hay quienes ponen en duda que fuera un
edificio excepcional y se preguntan: ¿Fue el palacio de Mari una maravilla
arquitectónica en su tiempo o sólo una residencia real más?
Pero…, parece que sí, que también destacó por sus obras de ingeniería, obras de
dragado, así como por sus arquitecturas.
Elam, los elamitas. Esta etnia o lo que sea, no guarda relación alguna con otras
conocidas culturas desarrolladas en la meseta del Irán. Parece ser que en lo único que
coinciden los expertos es que eran de etnicidad negra. Y en cuanto a la lengua, lo
mismo, no tiene similitudes con ninguna otra. Los restos arqueológicos de esta cultura
se datan hacia el 4000 a. C. Pero, como siempre, puede que fueran muy anteriores. Ya
se habla de ellos en el poema de Enki y el orden del mundo, en el que se exhorta al dios
Enlil que traspase las posesiones de Elam a Sumer. Y se le consideraba como el país de
la abundancia, al igual que hacían los sumerios. ¿Otra vez y en la zona se habla del país
de la abundancia? ¿Se refiere al paraíso terrenal del que habla a biblia?
Las leyendas hablan, como siempre, de guerras entre rivales próximos y
alteraciones en el poder de las ciudades o territorios. No voy a entrar en ello. Solo
indagar en el ¿por qué desapareció esta cultura o, en su caso, a dónde fueron?, pues no
hay información sobre qué pasó. Algunos apuntan que, debido a esos conflictos en la
meseta irania con medos y persas, pudiera hacerlos desaparecer o integrarse en esos
otros pueblos. Puede ser, pero no parece una razón satisfactoria, dado el aparente
esplendor y poderío que llegó a tener Elam.
Otros afirman que sobre los siglos XI y X a. C. hubo una serie de cataclismos
naturales que hicieron muy complicada la vida para los humanos, así que muchos
pueblos se refugian en las montañas. Pero…
Se habla de una diosa, a la cabeza de una gran lista de dioses, como principal
divinidad llamada Pinikir. Era la diosa de la procreación y fecundidad. Y tras ella una
tríada de dioses, Napisiha (el gran dios), Kiririsha (la gran diosa) y Hutran (el poderoso
e hijo de ambos), además de otros muchos dioses y diosas.
Otra trinidad de dioses en una antigua cultura ¿cuántas religiones tienen este
trío? Muchas, sí. O se han copiado unas a otras o hay algo que no sabemos.
Capítulo quinto
La biblioteca de Asurbanipal (la epopeya de Gilgamesh)
Quizá el aporte evolutivo más importante de la cultura babilónica a la
humanidad sea la gran colección de textos de la biblioteca real de Nínive, es decir, la
Biblioteca de Asurbanipal, que hoy se encuentra en el Museo Británico, y que se estima
que en su tiempo contendría entre 1.000 y 1.200 obras diferentes.
El propio Asurbanipal, uno de los grandes reyes asirios del último período, se
ocupó de dotar la biblioteca de los mejores textos de sus tiempos. Era un amante de la
cultura y defensor a ultranza de los intereses del estado (el impresionante imperio en el
Próximo Oriente que iba desde Palestina hasta Elam (Irán)). Asurbanipal, en una carta a
un súbdito, le expresa:
“Mandato Real a Kudurranu:
¡Que te vaya bien y tu corazón esté satisfecho! Cuando recibas esta carta, toma bajo tu
autoridad a Fulano, Mengano y Zutano y a los expertos escribas de Borsippa y
consigue todas las tablillas que hay en sus casas y las tablillas depositadas en el templo
de Ezida.”
La carta especifica los textos y series que interesaban particularmente a
Asurbanipal: crónicas bélicas, quizá como memoria histórica, rituales concretos de la
serie Shu il-a (alzamiento de los brazos), inscripciones y, en sus palabras, “todo lo
bueno para la realeza”. Y añade:
“Busca y envíame cualquier extraña tablilla de la que tengas noticia y que no exista en
Asiria. ¡Nadie ha de ocultarte tablillas! Y si hay alguna tablilla o ritual que no te he
mencionado y crees que es buena para mi palacio, cógela y envíamela”.
La mayoría de sus tablillas fueron copiadas para ser depositadas en sus archivos.
Entre las etiquetas y documentos que justifican, valoran o catalogan dichas tablillas, hay
un texto del propio rey asirio que dice:
“Yo Asurbanipal, rey de la totalidad, rey de Asiria, a quien Nabu y su esposa han
otorgado aguda comprensión y clarividencia para captar la brillante esencia de la
escritura, que ninguno de los reyes que me precedieron jamás comprendió, escribí en
las tablillas la sabiduría de Nabu, la pericia de los signos cuneiformes en toda su
extensión, y los comprobé y colacioné. Los deposité para la posteridad en la biblioteca
del templo de mi señor Nabu, el gran señor, que se encuentra en Nínive para
acompañarme, para guardar mi alma y protegerme de la enfermedad, y para mantener
firme el fundamento de mi trono real. Oh Nabu, contempla con satisfacción y bendice
siempre mi realeza. Cuando acuda a ti, atiéndeme. Si paseo por tu templo, no dejes de
guardar mis pasos. Y si este trabajo es depositado en tu templo y colocado ante ti,
contémplalo y recuérdame con favor”.
Está claro, pues, que el rey muestra un enorme interés por preservar la cultura y
literatura babilónica. Es la biblioteca más numerosa y mejor clasificada en sus múltiples
variantes, así tenemos textos de la tradición mesopotámica, entre los que figuran listas
de signos cuneiformes explicativas, listas de sinónimos, vocabularios y textos bilingües
en sumerio (la lengua de la tradición culta) y acadio, etc. También series de rituales y
encantamientos enormemente interesantes, así como mitos y epopeyas de la tradición
babilónica que alcanzan aproximadamente cuarenta textos (los mitos se refieren a
historias de dioses, las epopeyas relatan hazañas humanas o de héroes legendarios)
Entre los mitos más célebres de esta colección destaca el Mito de la Creación
centrado en la fiesta de Año Nuevo de Babilonia, en el que se reconoce no sólo la
incorporación y readaptación de otros mitos más antiguos, sino también la manipulación
del texto en beneficio de los intereses políticos y la propaganda del poder real asirio.
Entre las epopeyas mesopotámicas más conocidas gracias a la Biblioteca de
Asurbanipal, ninguna es comparable a la de Gilgamesh, el legendario rey-héroe
sumerio de la ciudad de Uruk, el hijo de los dioses.
La leyenda de Gilgamesh, es la epopeya más antigua conocida, anterior al viejo
Testamento. Existen varias versiones sobre ella (la más completa, la del tercer milenio
a. C., si bien las hay más antiguas). Gilgamesh fue considerado “el hombre para el cual
las cosas eran conocidas”. Y es que la leyenda dice que “… y posterior al diluvio, la
realeza volvió a descender una vez más del cielo…” y que “cuando los dioses crearon a
Gilgamesh, le dieron un cuerpo perfecto … dos tercios lo hicieron dios, y un tercio
hombre”. Eso sí, era un gigante temido por su arrogancia y por su inagotable apetito
sexual que no respetaba “ni las niñas, las vírgenes recién casadas, las hijas del
guerrero o la esposa del noble”.
Gilgamesh, tras urdir con una prostituta una trampa a su supuesto rival, Enkidu,
un salvaje gigante de las colinas protector de la naturaleza le vence, si bien los dos
gigantes se hacen después amigos para enfrentarse a otro gigante feroz, Humbaba, que
dominaba “el país donde se derriba el cedro” (¿se refiere, quizá a Egipto o al Líbano?).
Éstos vencen al gigante Humaba y la diosa del mar, Ishtar, quiere esposarse con
Gilgamesh, pero éste la rechaza, lo que la hace enfurecer y para vengarse le lanza “el
toro del cielo” al que también vence Gilgamesh, con lo que él creyó que tenía vida
eterna. No obstante, y para prevenirse de un diluvio que atemorizaba a los propios
dioses, construyó un arca para salvarse. (el diluvio de la Biblia sería descrito tiempo
después). Después de estos hechos, el gigante Gilgamesh muere.
Gigantes y dioses extraterrestres a los que los sumerios parecen conectados.
Leyendas o realidad, ahí están. Y también la historia del diluvio que, al parecer, no es
original en la biblia, sino solo una copia de antiguas leyendas.
También, la Biblioteca de Asurbanipal, nos muestra el conocimiento de la
literatura babilónica que, en algunos ejemplos, es un precedente claro de los libros
bíblicos de Proverbios, el Libro de Job y el Eclesiastés. De esta literatura destacan
obras como El Cuento del Justo Sufriente, La Teodicea Babilónica y el Diálogo del
Pesimismo, en las que se expresa la muy humana necesidad de conservar la fe junto al
pragmatismo de una existencia plena de misterios insondables.
George Smith, uno de los principales autores de estos descubrimientos, nos dice
que esto permite una comprensión más exacta y precisa de nuestros propios orígenes
culturales y religiosos y que están, al parecer, en Oriente Próximo. El fabuloso hallazgo
de la versión asiria del Diluvio Universal en la Biblioteca de Asurbanipal nos viene a
decir que existe siempre una historia previa en el Oriente, que hay cosas que se ocultan
en el legado milenario de la tradición y que son cosas que nos importan porque, al fin y
al cabo, son cosas sobre nuestros antepasados que podrían responder a la pregunta ¿de
dónde venimos? O al menos acercarnos a la ansiada respuesta.