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Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales ISSN: 0186-0348 [email protected] Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora México Hesles Bernal, José Carlos "¿Le gusta este jardín?": el conflicto por el Casino de la Selva Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 71, mayo-agosto, 2008, pp. 81-101 Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=319127427005 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Secuencia. Revista de historia y ciencias

sociales

ISSN: 0186-0348

[email protected]

Instituto de Investigaciones Dr. José María

Luis Mora

México

Hesles Bernal, José Carlos

"¿Le gusta este jardín?": el conflicto por el Casino de la Selva

Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 71, mayo-agosto, 2008, pp. 81-101

Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora

Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=319127427005

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Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

José Carlos Hesles Bernal

Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid; investigador de tiempo completo,asociado C, en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Tiene como áreas de interésacadémico y líneas de investigación la sociología histórica de lo político y lo jurídico y la sociolo­gía de la cultura.

Resumen

La disputa por el Casino de la Selva publicitó lacrisis urbana de Cuemavaca, Morelos; fue unconflicto viol ento y negociado entre actoresprivados con regímenes de valor (económicos,morales y culturales) en tensión polémica,actuando con, para y contra las institucionespúblicas (del municipio, el estado y la federa-

ción), tanto en el campo artístico como en elambiental. Este ensayo interpreta esta confron­tación -en el contexto de las fricciones locales,regionales y globales en su trayectoria histórica-,como parte de los procesos de urbanización deCuernavaca,

Palabras clave:Historia cultural de Cuernavaca; conflictos culturales y ambientales;economía moral y juridificación del patrimonio cultural en México.

Fecha de recepción:febrero de 2007

Fecha de aceptación:abril de 2007

"Do you Like This Garclen?"The Conflict Over Casino de la Selva

JoséCarlos Hesles Bernal

Ph. D . in History (Universidad Complutense de Madrid), Full Time Associate Researcher, LevelC ar the UNAM Instirure for Social Research; areas of academic interest and lines of research:Historical sociology of political and legal issues, sociology of culture.

Abstract

The conflicr over Casino de la Selva highl ightedthe urban crisis in Cuernavaca, Morelos; it wasa violent conflicr negotiated between privareactors wirh opposing economic, moral andcultural value systerns, acring with, for andagainsr public insrirurions (belonging ro (he

mun icipality, state and federation) in botharr isric and environrnental fields . This essayinterprets this conflicr, wi thin the context oflocal, regional and global fricrions fram a his­rorical perspective, wirhin Cuernavaca's urban­ization process.

Key words:Cultural history of Cuernavaca, cultural and environrnental conflicrs,

moral econorny and legalization of Mexico 's cultural heritage.

Final subrnission:February 2007

Acceptance:Apr i12007

"¿Le gusta este jardín?":el conflicto por el Casino de la Selva

JoséCarlos Hesles Bernal

Malcolm Lowry vio en algún jar­dín de Cuernavaca el letrero:"¿Le gusta este jardín que es

suyo? ¡Evite que sus hijos lo destruyan!"Imaginó otros significados para el libroque escribía. El jardín como símbolo de lanaturaleza y de la cultura; jugó con unatraducción: "¿Le gusta este jardín? [Ex­pulsaremos a quienes lo destruyan!" Re­lacionó la imagen con el mito de la caída,como símbolo del paraíso perdido, irre­cuperable; símbolo de la naturaleza caídadel hombre: pecador, culpable y castigado,doliente. Fue para él una metáfora delmundo y así quedó en su novela. En unacarta escribió: "aparece inscrito en unletrero el tema más importante del libro:'¿Le gusta este jardín?' [. . .] El jardín es elJardín del Edén [...] Es también el mun­do."! Para los lectores mexicanos de Lowrytiene esto un significado emotivo porqueMéxico es en Bajo elvolcán una metonimiade todo, del cielo y del infierno:

Podemos considerar a México como e! mun­do, o e!Jardín de! Edén, O como ambas cosasa la vez. O como una especie de símbolo

1 "[Carta] aJonathan Cape, 2 de enero de 1946",en Lowry, Viaje, 2000, p. 129 .

inremporal del mundo en el que es posiblesituar el Jardín del Edén [o] la Torre deBabel l...] Es un lugar paradisiaco, e indu­dablemente infernal."

y todo esto fue significativo para losque protestaron en 2001 contra la destruc­ción del ex hotel Casino de la Selva, en la"ciudad de la eterna primavera'T' hicie­ron suya la metáfora del "jardín" -símbolode naturaleza y cultura- y la metonimia deMéxico, paradisiaco e infernal, para repre­sentar su malestar por la globalizaeión. Elconflicto por el Casino de la Selva drama­tizó el mito de la caída, del pecado original,del origen pecaminoso de la globalización.

II

Pero los actores del conflicto por el Casinode la Selva no estaban en el Jardín delEdén, sino en Cuernavaca. En 2001, laTesorería de la Federación recibió el in­mueble del grupo hotelero Sidek-Situr,que, en 1994, lo había comprado a losherederos del empresario Manuel Suárez ySuárez; la Secretaría de Hacienda y Crédito

2 lbid ., p. 123.1 Véase el do cumental de Óscat Menéndez ,

Batalla, 2004.

Secuencia [83] núm. 71, mayo-agosto 2008

Público lo enajenó, lo valuó y lo entregó aFIDEUQ para su venta; en ese mismo año,el grupo Costeo-Comercial Mexicana,S. A. de C. V. lo compró. Iniciaron la des­trucción de la nave principal del hotel,construida por el arquitecto Jesús Martí,y las estructuras del comedor, el teatro, lacapilla y los búngalos, edificadas por elingeniero Félix Candela; sus espacios inte­riores, cientos de metros cuadrados demurales pintados por el Dr. Arl, GabrielFlores, José Renau, José Reyes, BenitoMesseguer,Jorge González, Mario Orozcoy otros; los espacios exreriores, un parquearbolado con amates, palmeras, laureles,guamúchiles, jacarandas y tulipanes afri­canos, miles de metros cuadrados con suflora y su muna,agua, fuentes y esculturas;y una zonaarqueológicala de LaGualupita.

Iniciaron también las protestas. Dosaños después, en un informe de la ONUse lee:

el caso de la destrucción del Casino de laSelva cuestiona la calidad de la democratiza­ción mexicana, en términos de justicia yrespeto de los derechos humanos [...] laslibertades fundamentales han sido atrope­lladas en el caso de las personas que handefendido el Casino de la Selva y [también]sus derechos ambientales, culturales, civilesy políticos."

Las protestas se tornaron violentas en2002: los policías estatales y municipalesentraron a las calles a golpes. Los mani­festantes cruzaron entonces el río defuego. 5

4 Oficina de! Alto Comisionado de las NacionesUn idas para los Derechos Humanos, Diagnóstico,2003, p. 121.

5 Me refiero a la historia de Will iam Morris , unconservacionista romántico que, ante la moderniza-

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Fue un conflicto urbano. Puhliciró lacrisis de los procesos de urbanización dela "ciudad de la eterna primavera" -de la"ciudad de la eterna pestilencia", se lee enuna nota de La Crónica deHoy de 2006-,6con sus demandas de servicios urbanos-de recolección de basura, y de suminis­tro de agua, luz, gas, de servicios comer­ciales, de salud y de educación-, en condi­ciones de crítica contra las institucionesmunicipales y estatales, intensificadas porlos escándalos de la clase política more­lense7 y los conflictos partidistas entre elPAN y el PRD: los defensores del grupoCosteo-Comercial Mexicana fueron iden­tificados con losgobiernos panistas, estataly federal; los defensores del casino fueronidentificados con la oposición, fortalecidapor el gobierno perredista de la ciudad deMéxico. Pero además, en unas condicionesconflictivas de urbanización no sólo lo­cal -de la ciudad de Cuernavaca-, sinoregional.

El crecimiento urbano de Cuernavacadurante el siglo pasado se realizó por ex-

ción, transita de la lucha por los valores estéricos dela arquitectura a la lucha política. Véase esta historiaen Thompson, "Río", 2002 , pp. 240-267.

6 Daniel Blancas, "En la ciudad de la ererna pes­tilencia apuestan a ver quién soporta m ás el fétidoolor", La Crónicade Hay, 19 de octubre de 2006.

7 Desde el final de la década de los noventa entróla clasepolítica morelense en un proceso de crimina­lización: el gobernador Jorge Carrillo Olea fue desa­forado por el Tribunal Superior de Justicia, por lasrelaciones de su gobierno con bandas de secuestrado­res; lo susrituyeron en la gubernatura Jorge MoralesBarud y Jorge García Rubio, hasta la elección en e!2000 de Sergio Estrada Cagigal. La Cámara Jacalinició contra él, en el tribunal estatal, un proceso dedesafuero, por corrupción y por sus relaciones con e!narcotráfico -no probadas en la Suprema Corte deJusticia, que lo amparó, en 2004 .

JOSÉ CARLOS HESLES BERNAL

propiaciones y fraccionamiento, pero lospueblos urbanizados de la periferia desdela última década defienden con fuerza susderechos comunitarios, sus patrimoniosnaturales y culturales, regímenes de pro­piedad colectiva -ejidales y comunales­y de administración de recursos comuna­les, contra las expropiaciones estatales ylos fraccionadores: la comunidad de Tepoz­tlán contra un club de golf (1996) o lacomunidad de Ocotepec contra una mega­supertienda (2000), por ejemplo. Los re­pertorios ideológicos de estos conflictosestaban en los discursos de los defensoresdel casino.

En una de las manifestaciones, la actrizOfelia Medina

levantó un puño,en el que blandía un ma­chere que le prestó un arenquense [deSanSalvador Ateneo], y gritó: "[La gente aquíha formado un gran río que lavará toda lamierda de este gobierno asesino!" [.. .]después agradeció a los de la OrganizaciónCampesina de la Sierra del Sur, llegados delos rumbos de Aguas Blancas, Guerrero; alos indígenas de Chiapas [... ] ya los deAteneo, por habermostrado, comoloszapa­risras, "el caminodel municipio libre, so­berano y autónomo"."

Pero los recursos jurídico-políticos co­munitaristas -de los ejidos y de las comu­nidades, incluso de los pueblos indíge­nas-, fueron injustificables en el centrode Cuernavaca, en la defensa de una pro­piedad privada.

Fue un conflicto local pero tuvo otrasproyecciones; todavía en 2003 unos 20

" Arturo jimérrez, "Exigen plebiscito sobre eldestino del Casino de la Selva", LaJornada, 28 deagosto de 2002.

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

jóvenes protestaron en el Congreso de laUnión, en San Lázaro: "Ante el asombrode rodas, los jóvenes se despojaron de susropas al tiempo que gritaban: '[Parque sí,Costeo no!"'9

III

En las últimas décadas, cada vez con mayorfrecuencia, se registran procesos de priva­tización de bienes inmuebles públicos -es­tarales y paraestatales- y también procesosen que inmuebles privados pasan a manospúblicas -por ejemplo, por deudas al fiscoo mediando instituciones financieras, res­catadas por el Estado- y, de estas, a manosprivadas, por venta. Ninguno de estosintercambios fue tan espectacular comoel del casino; fue un conflicto violento ynegociado, entre valoraciones económicas,políticas, morales y jurídicas relacionadascon los derechos humanos, ambientalesy culturales, entre actores privados acman­do con, para y contra la legislación y lasinstituciones del Estado. Me interesan esasvaloraciones, la economía moral del CO/l­

flicro, y sus rituales, por las que el Casinode la Selva, propiedad privada con unvalor económico en el mercado del suelo,fue un símbolo significativo de valorescolectivos y públicos en la crisis de laciudad. lO

9 Ciro Pérezy Roberto Garduño, "Sedesnudan enla Cámara activistas pro defensa del Casino de laSelva", LaJornada, 5 de febrero de 2003.

10 La idea de "economía moral" es yaun tópicode la historia, la sociología y la antropología cultural,referido a las tensiones entre la lógica del mercado yotras racionalidades de valoración económica, [alcumu lo intruduce el historiador E. P. Thompson,especialmente en "Moral", 1993; n, para la sociolo-

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Actoprimero. En mayo del 2001 FIDEUQ

publicó en el Diario Oficial de la Federaciónel concurso para comprar el hotel Casinode la Selva. lo compró el grupo Costeo­Comercial Mexicana. En junio tomó po­sesión y, en julio, comenzó su destrucciónpara construir una megasupertienda. Enestos intercambios se construyeron otrasvaloraciones, diferentes a su valor comobien inmueble - una cosa inmóvil, perono estática, sino que circula con la diná­mica de los mercados del suelo en Cuer­navaca- por su valor de uso, su utilidadmás o menos rentable en el mercado delos servicios turísticos, y por su valorde cambio, como predio o lote, valoradopor su localización en el centro de laciudad. Pero se construyeron otras valo­raciones. El valor del casino fue el de unamercancía y el de un fetiche, con secretosque sus defensores publicitaron en susprotestas.11 Estos valores están mediados

gía y la antropología, Scotr, Moral, 1976. El conceptode "economía moral" se refiere a "relaciones de inter­cambio reguladas por [... ] éticas relacionadas convisiones de una buena vida" (Ong , Neoliberalism;2006, p . 199) que no necesariamente se reducen alas hipó tesis economicistas tant o de jerarquizacióny distribución en las relaciones de intercambio comode utilidad, rentabilidad , etc., de la lógica del mer ­cado , la maximizacián de ganancias y minimiza­ción de costos en las relaciones de oferta y demanda;es por eso un recurso út il en el estudio de lastensiones políticas ante la expansión del mercado,en este sentido, Roirrnan, "Économie" , 2000, pp.48-56. Para las formas rituales de las tensiones enlos procesos críticos de la modernización económicay polít ica, vé ase Comaroff, "Introducrion", 1993,pp. Xl-XXXVII.

II "El ingreso de un objeto en la esfera del fetichees el signo de una transgresión de la regla que asignaa cada cosa un uso apropiado" , Agamben, Estancias,2001, p . 108.

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por procesos sociales, I 2 no sólo econó­micos, sino jurídicos - el régimen depropiedad de la tierra o los límites ins­titucionales de la urbanización, porejemplo- y morales, en un conflictopolítico. Unos y otros con la Ley OrgánicaMunicipal en una mano y, en la arra, elReglamento de Construcción para el Mu­nicipio de Cuernavaca; unos con la leyFederal de Equilibrio Ecológico y MedioAmbiente y otros con la Ley Federal deProtección de Zonas y MonumentosArqueológicos, Artísticos e Históricos.Pero cuando el municipio dio licenciasde destrucción y construcción, los cam­pos arnbientalista y cultural se identi­ficaron en uno, con sus valoracionesrománticas y científicas de la naruralezay el arte.

La acción de las instituciones federalesno neutralizó del todo el conflicto. losdefensores del casino recurrieron al len­guaje universalista de los derechos culru­rales y ambientales de la humanidad; perotambién, entrevistado tras la presentacióndel proyecto de megasupertienda a fun­cionarios federales -del Consejo Nacionalpara la Culrura y las Artes, del InstitutoNacional de Antropología e Historia y delInstituto Nacional de Bellas Arres-, eldirector de finanzas del grupo Costeomanifestó sus ideas cosmopolitas:

se mostró dispuesto a acatar las disposicio­nes de estas autoridades, así como las de los

gobiernos estatal y municipal 1.. .1 "Somos

respetuosos de lasleyes -declaróal periódicoReforma-; observamos las recomendacionesde las autoridades y, lo más importante,

12 En esto sigo la idea de Appadurai, "Inrro­du ction", 2005, 1'1'.3 -63 .

JOSÉ CARLOS HESLES BERNAL

tomamos en cuenca la opinión de los clien­tes, que es la sociedad, como nuestra éticalo manda."!"

Los valores, las normas de esta "ética",con sus mandamientos de servicio a "losclientes, que es la sociedad", se refieren aun orden de consumo universal : el mer­cado mundial como factor de desarrollo,de crecimiento económico -creación deempleo- y de competencia comercial. Pero"lo más importante" sería el municipio.Contra el orden económico y jurídico­político de Cuemavaca, en la crisis urbana,se construyeron valores simbólicos entorno a los paisajes del casino, sus jardinesy arquitectura, sus murales. Y estas valo­raciones se proyectarían en la escala na­cional, imaginando una intervención delEstado -deus ex machina- para proteger yconservar el casino como espacio público,monumento artístico, como zona arqueo­lógica y ecológica, fuera de la oferta y lademanda, extracomercium.

Acto segundo. Estas proyecciones fueronrealizadas en actos rituales. En agostode 2001, el Periódico Oficial del estadopublicó un punto de acuerdo de diputadosmorelenses

por el que se exhorta a las autoridadesfederales por conducto del Instituto Na­cional de Antropología e Historia y elInstituto Nacional de Bellas Artes a la con­servación del patrimonio cultural, históricoy arqueológico existente dentro del perí­metro del "hotel Casino de la Selva".'?

13 Alvarez, "Costeo contesta", Reforma, 26 defebrero de 2002 .

14 Periódico Oficial, sexta época , 4 núm. ] 34, 22de agosto de 2001.

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

Semanas después, la Cámara de Dipu­tados de la Federación turnó a la Comisiónde Educación y Cultura un

punto de acuerdo para que se exhorte al pre­sidente de la república a fin de que se expro­pie el terreno en el que se ubica el ex hotelCasino de la Selva y sea declarado monu­mento artístico, histórico y arqueológico,para formar parte de nuestro patrimonionacional. 15

Pero las condiciones reales del conflictoestaban en la destrucción del casino y laconstrucción, todo de iure, de la megasu­pertienda, todo justificado además en susprocedimientos, legitimado por la descen­tralización y desconcentración de funciones- la transferencia de competencias federalesa los estados y municipios- y la privatiza­ción, la descarga en actores privados de lasdecisiones locales; siendo el grupo Costeo­Comercial Mexicana el actor dominante.

En octubre de 2001 la presidenta delConsejo Nacional para la Culrura y las Ar­tes declaró ante la Comisión de Educacióny Cultura del Senado de la República:

No se oos hizo caso. Se derrumbó [el ex hotelCasino de la Selva], tenemos las cartas dondesolicitamos que no se hiciera. No vemos quefue de muy buena fe esto y, bueno, una vezque sucedió esto por supuesto, como ustedessaben, nos presentamos en el estado deMorelos; estuvimos en pláticas con ellos [elgrupo Costeo] sobre lo que había sucedido yfinalmente llegamos a acuerdos con respectoa la obra que se encuentra ahí. 16

l' GacetaParlamentaria, año IV, núm. 842, 21 deseptiembre de 2001.

ló "Versión esten ográfica de la comparecencia {le

la señora Sar i' Berrn údcz Ochoa ante la Comisión

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El proceso de compraventa del Casinode la Selva tuvo una racionalidad económi­ca, la oferta, la demanda y la intervencióndel Estado mediando el municipio, susregulaciones, desregulaciones e irregulari­dades, maximizadas por el grupo Costeo­Comercial Mexicana.'? potenciando susganancias; pero la lógica económica, laeconomía moral de los actores que pro­testaron fue otra. Una lógica según la cualel Casino de la Selva era un bien inmue­ble, una configuración arquitectónica va­liosa tanto en sus espacios interiores, mu­ralísticos, como exteriores, paisajísticosy arqueológicos; un bien que potencial­mente podía producir utilidades, otrosbienes y servicios -turísticos, culturales-,pero tan precioso por sus significacionessimbólicas -ambientales y artísticas- queera irreducible al símbolo del precio rno-

de Educación y Cultura de la H. Cámara de Senado­res" , 31 de octubre de 2001 en <hrrp:llwww.senado.gob .rnxJcomisiones/directorio/educacion /content/reu­niones/estenograficas/docs/actall.pdf> .

17 Mediando las instituciones federales también,desde el proceso de compraventa. El grupo Costeo­Comercia! Mexicana compró el inmueble a un COStoinferior a los precios del mercado, progresivamenteinferior en el cambio de manos , de Sidek-Situr a laTesorería y FmEUQ: la Comisión N acional de Avalúosde Bienes Inmuebles tazó el inmueble cn una terceraparte del valor comercial promedio en el Centro deCuemavaca; FlDEuQlo remató en una sexta parte delvalor por el que fue recibido , de Sidek-Sirur, por laTesorería (véaseel informe del The lnternational Orn­budsman Centre for thc Environrncnr and Devclop­ment , Caso, 2003, pp . 6-7). Rafael Segovia ha identi­ficado , además, una circulación del inmueble máscompleja: de los activos del grupo BANAMEX-AcavALal Fondo Bancario de Protección a! Ahorro y a! Ins­tituto de Protección al Ahorro Bancario, "El Congresocon bases para indagar anomalías en el Casino de laSelva", La]ornadaMore/os, 9 de agosto de 2001.

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netario. Inapreciable, protestaron para pro­tegerlo y conservarlo contra el mercadodel suelo de Cuernavaca. El Casino de laSelva era una propiedad' privada, no eracolectiva ni tampoco pública, pero fue,para sus defensores, sagrado; su inclusiónen la lógica mercantil -su comerciali­zación, su intercambio en procesos decompraventa- fue, si no ilegal, inmoral,injusta, ilegítima. Para febrero de 2002el Frente Cívico Pro Defensa del Casinode la Selva lo formaban miles de perso­nas y decenas de organizaciones no gu­bernamentales que protestaron por ladestrucción ambiental y cultural: 18 unsacrilegio.

18 Guardianes de los Arboles, Grupo de los Cien,Unión de Grupos Arnbicnralistas México D. E,Consejo Ciudadano para la Cultura y las Artes deMorelos, GAlA, A. e, Creadores de Arte Público deMéxico A. e, Taller Espacio Verde, MovimientoBiciclererode Cuemavaca, Rescatadores de la Biosfera,Desarrollo Integral Autogesrionario, A. e, GrupoEcologista del Mayab , A. C. (Q uin rana Roo),Movimiento Ciudadano en Defensa del MedioAmbiente (MOCEDMA), Equipo Pue blo, Espacio deSalud, A. e, Convergencia 8 de Marzo (que agrupaa 20 organizacio nes de mujeres ),Juventudes Demo­cráticasde MOTeJos, Ayod, A. e, Sindicato Nacionalde Traba jadores de la Educación, OrganizaciónNacional, Técnicos y Manuales, Escuda de Arqui­tectos de la UAEM, Convergencia Sindical y Social,Grupo de Esrudio y Reflexión, Centto de DerechosHumanos Don Sergio, Comisión Independiente deDerechos Humanos, Cultura Joven, A. C., Colectivo"Pensar en Voz Alta", Comité pro Defensa del Patri­monio Cultural de BANAMEX, Centro de Encuentrosy Diálogos (CED), Amigos del Patri monio Culturaldel Estado de Baja California, Centro de Investigaciónen Alimentación y Desarrollo, A. e (Sonora), Loca­tarios del Mercado Adolfo López Mareos, Pintores delJardín del Arte Cuernavaca y L 680 firmas de ciuda­danos de Cuernavacaen dmp:l/www.frentecivico.otg/espa% FloUnfo.htin l>.

JOSÉ CARLOS HESLES BERNAL

La destrucción fue sistemática, pero elfrente cívico imaginó poder salvar para suprotección y conservación trozos, fragmen­tos de las ruinas del casino; dos murales,dos o tres búngalos, los árboles centena­rios, la capilla, una fuente. La imaginacióny la memoria del frente cívico formó uninventario de fetiches coleccionables di­ferenciados de sus relaciones originales,de sus funciones como decorados del hotelarruinado, fragmentados por el destrozo;pero la imagen, la memoria sacralizada deese sistema de objetos artísticos tomó elvalot de tótem de la comunidad.

Frente a estos valores del 'Frente CívicoPro Defensa del Casino de la Selva;'? elgrupo Costeo inició una campaña me­diática a favor de su empresa, no de des­trucción, sino constructiva: de desarrolloeconómico; también con sus valoracionesreligiosas: el credo en la mano invisibleque ordena las cosas en el mercado; todoello fortalecido por el Estado de derecho,con la creencia mágica en la ley,20 neutra­lizadora de los conflictos,

Un asesor jurídico del grupo Costeoprotestó:

19 "El tótem se distingue de! fetiche en que no esnunca un objeto úni co , como este último. " No esfrecuente, es incluso raro, peto también puede ser"una clasede objetos fabricados artificialmente", "Eltótem de la tribu , que se transmite heredirariamerucde generacjón en generaci ón [_. .] es venerado po r ungrupo de hombres y mujeres que llevan su nombre,se consideran como descendientes de un antepasadocomún y se hallan estrechamente ligadosunos a otrospor deberes comunes y por la creencia en e! tótemcomún." Freud, Tótem, 1984, pp. 136-137.

20 Las genealogías teológicas del ordcnalisrnoimplícito en la metáfora de la mano invisible delmercadohan sido largamente comentadas,también lasde la ley, pero pata sus valoraciones como fetiche;véaseComaroff, "Inrrodu crion", 2006, p. 22.

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

Hay obstrucción a la propiedad privada,porque me están bloqueando los accesos .Ellos dicen que es afuera, pero no, nosotrospodemos corroborar que no dejan entrar aninguna unidad ni al personal que laboradentro. Prepararemos una denuncia por elbloqueo, por la obstrucción que le est ánhaciendo a una propiedad privada, posible­menee será hoy."

En agosto de 2002, el Ayuntamientode Cuernavaca y la Secretaría de SeguridadPública del Estado de Morelos decidieronreducir a la ley, al Estado de derecho, alfrente cívico. La policía entró a las callestomadas por los protestantes para golpear­los, arrestarlos y procesarlos por crímenesde sedición, asonada, sabotaje y otros de­litos; 33 personas fueron apresadas . Enel encabezado de la nota del periódico ElUniversal se lee: "Disuelven bloqueo vialen Morelos.":" Al tornarse violento elconflicto unos llamaron a la policía, otrosa la rebelión -"blandiendo un machete't­contra la globalización, contra el neolibe­ralismo, y otros a la humanidad toda porsus derechos ambientales y culturales. Elescándalo de la violencia introdujo reper­torios ideológicos que proyectaron elconflicto, En un editorial del periódicoLa]amada se lee:

quienes resisten en Cuernavaca defendiendoel Casino de la Selva están encontrando lasolidaridad activa de los de Oaxaca, de Te­poztlán, del Alto Balsas, de Ateneo y de losindígenas de todo el país [.,.] y de más de

'1 "Amaga Costeocon demandar al Frente Cívicopor obstrucción", La]omada de More/os,9 de febrerode 2002.

22 Jusrino Miranda, "Disuelven bloqueo vial ('11

Cuernavaca", El Universal, 22 de agosto de 2002.

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100 organizaciones sociales de roda tipo,entre ellas las que forman parte de la luchacontinentalcontra el Áreade LibreComerciode las Américas .F'

Un repertorio ideológico con repre­sentaciones sobre lo justo y lo recto queproyectaron el conflicto globalmente, valo­raciones morales de la justicia y el derechoque informaron una idea jurídica superiora toda ley civil estatal y federal, en la de­fensa de los derechos humanos universales,de! Jardín de! Edén, universalmente co­mún, localizado en Cuernavaca. El frentecívico operó con estos discursos apasio­nada y disciplinadamente: marchas, plan­tones, carteles, cartas, boicots, hasta seridentificados con e! terrorismo globaL Unarticulista de! periódico Reforma denun­ciaba por eso "e! grado de radicalismo a!que han llegado los talibanes políticos denuestro país": "los talibanes que hoy pro­testan por la 'destrucción' de los muralesde! Casino de la Selva".24

Todavía en febrero de 2004 el go­bierno estatal relacionó la violencia delmunicipio de Tlalnepantla, Morelos, conel frente cívico;25 pero meses después,cuanto explotaron bombas del ComandoJaramillista Morelense 23 de Mayo enCuernavaca, ya nadie mencionó paraentonces el conflicto por e! Casino de laSelva. Todo estaba por terminar.

Aao tercero. Irónicamente todo terminóno trágicamente, sino como comedia. Tan-

23 "El Casino de la Selva: como Ateneo o Te­poztl án", La jornada, 25 de agosto de 2002.

2. Sergio Sarmiento, "Casino de la Selva", RrfrJ>lIJa ,29 de agosto 2002 ,

25 Frente Cívico Pro Defensa del Casino de la Sel­va, "Boletín de prensa", 5 de febrero 2001 en <http://foros.fox,presideneia.gob,mx/read .php?3 ,64 562>.

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roe! frente cívico, en el entorno crítico dela urbanización, como el grupo Costeo­Comercial Mexicana, se enfrentaron en unproceso político por la demanda -esto es,la ausencia, la necesidad, el deseo- decierras servicios urbanos escasos: unos porservicios culturales y espacios con valorambienta!; otros justificaron sus accionespor la demanda de comercios -de unamegasupertienda- y de empleo -de creci­miento económico-; unos y otros deman­dando sacrificios necesarios.r" Esto fuemediado por las instituciones estatales:todos, a! final, romaron como suyas lasdemandas de los otros, incluidos los va­lores que mandan guardar con espadaflamígera la naturaleza y la cultura -co­mo el arcánge! Migue! el árbol de la vidaen e! mito de la caída. "En realidad es­tamos haciendo un rescate ecológico ycultural", dijo el director de finanzas deCosteo en una entrevista telefónica parae! periódico Reforma?' En un folleto seinforma a la sociedad civil: "hemos actua­do durante roda momento apegados a losrequisitos legales y actuando conforme anuestro código de ética";213 también ellosdefendieron la cultura y la naturaleza, selee en otro folletín de 2004: la megasu­pertienda fue construida y,con una inver­sión millonaria, un centro cultural con"algunos de los tesoros de arte más pre­ciados de México" y, con otra inversióncasi millonaria, "importantes trabajos de

26 Sobre las "políticas de demanda", véase Appa­durai , "Jntroduction", 2005 , pp . 29-41.

27 "Rarifica Costeo rescate de Casino". Riforma, 29de agosto de 2002.

2M "Una cultura de Compromiso. La historia deCosteo en Cuernavaca", 2003 , en <.http://www.eostco.eom/lmageslContent/MisclPDFIClIernavacaSpanish.pdf» .

JOSÉ CARLOS HESLES BERNAL

paisajisrno hacen que el espacio sea unverdadero oasis en medio de la ciudad";29tal fue, tras la violencia, la negociación,el arreglo pragmático del proceso político:no será el jardín, ni siquiera el casino, sino"oasis cultural".30

Es un caso -uno de tantos otros en elmundo- de conflicto por "fricciones" glo­bales." La globalización opera mundial­mente en órdenes locales; en el caso deMéxico, en espacios legales e institucio­nales municipales, con sus burocracias ypolíticos regionales que construyen condi­ciones de operación de empresas comoCosteo, Wholesale Corp., o ComercialMexicana, A. C. de C. v.32 En sus opera­ciones crean fuentes de trabajo, en el lí­mite del salario mínimo, ofrecen calidadescerrificadas en los productos que vendeny precios competitivos, controlando porzonas la distribución comercial -destru­yendo los comercios pequeños y media­nos-, siendo un factor dominante al fijarlos precios entre proveedores y producto­res. La libre competencia comercial justifi-

29 "Costeo crea un oasis cultural en Cue rnavaca" J

2004, en <http://www.costco.com/lmages/Cnntent/MisclPDFfCulturaIOasisSpanish.pdf>.

30 Esta formulación reconoce la crisis urbana: la"ciudad de la eterna primavera" es ya un desierto conun "oasis". En palabras de Goerge Steiner, "tragediay comedía se mueven en direcciones exactamenteopuestas". "La tragedia es un constante descenso", dela felicidad al sufrimiento -exitu est borribitis-: lacomedia "asciende de la sombra a la luz de lasestrellas", del temor a la "certeza de la gracia", Srciner,M1Ierte, 2000, p. 15.

31 Para esta metáfora véase Lowenhaupt, Friaion,2005 .

.>2 Fundada en 1930, tiene ya 175 tiendas-17 enel estado de Morelos-, con diferentes nombres: Mega,Bodega, Comercial Mexicana, Sumesa, Alprecio, CiryMarker y 65 restaurantes California.

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

ca sus operaciones, también el crecimientoeconómico identificado con la creación deempleos. Pero todo esto se legitima, ade­más, por la desconcentración y descentra­lización de facultades entre las institu­ciones estatales: las burocracias locales-municipales- y los políticos regionales,que construyen las condiciones de ope­ración de tales megasupertiendas en losórdenes locales. En sus relaciones producenfricciones violentas, pero también nego­ciaciones, arreglos que fragmentan,segmentan no sólo los procesos de glo­balización, sino el espacio nacional yregional.

IV

Estas fricciones se han intensificado en lasúltimas décadas, pero en Cuernavaca hayun continuum -desde la década de los añostreinra- en las relaciones globales y locales.La configuración arquitectónica y paisa­jística del Casino de la Selva se identificacon lo que Claudio Lomnitz llamó el "ba­rroco de Cuernavaca't." En palabras deun arquitecto italiano, que atribuye la fra­se al novelista colombiano Gabriel GarcíaMárquez (otros al poeta chileno PabloNeruda), el casino fue la Capclla Si.rtinamessicana.t" Estos referentes translocalesse relacionan con la forma barroca de lacultura de Cuernavaca, entre otros factores,

" Lomnirz, Salidas, 1995 , pp. 89-202; tambiénvéase "Nationalism's Dirty Linen: 'Contacr Zones'and the Topography ofNacional Identity" y "Cerner,Periphery, and rhe Connections berween Nationalismand Local Discourses of Distinction", en Dee!', 2001.

'·1 Giovannardi, Félix, 2006, p. 23; para PabloNeruda, véase el documental de Menéndez, Batall«,2004.

91

explica Lomnitz: por la debilidad, frag­mentación y segmentación de la culturalocal en sus procesos de urbanización ypor su doble condición regional, centralen relación con los pueblos de Morelosy periférica en relación con la ciudad deMéxico; tanto las elites políticas y econó­micas domiciliadas en el Distrito Federal,como sus clases medias, se han desdobladosobre Cuernavaca, no sólo los fines desemana, los puentes y vacacionesescolares,sino de forma duradera, sin dejar susdomicilios en la ciudad de México, ejer­ciendo una hegemonía cultural sobre laregión, siendo un factor dominante en lasjerarquías locales, en su economía deservicios e industrial y en el distancia­miento de los diferentes espacios cultura­les . U na de las esferas públicas de laciudad, fragmentada, segmentada, distan­ciada, fue a lo largo del siglo pasado elCasino de la Selva, un lugar de flujos na­cionales y transnacionales, globales.

La trayectoria histórica -la "biografíacultural't-P del hotel Casino de la Selvatiene tres periodos diferenciados: el pri­mero, como Casino de la Selva, de finalesde los años veinte a mediados de los trein­ta, cuando se prohibió el juego de apuestasy se clausuraron los casinos en México; elsegundo, como hotel Casino de la Selvahasta la muerte de Manuel Suárez y Suá­rez; el tercero, como ex hotel Casino de laSelva, abandonado por sus herederos, porSidek-Sirur, por la Tesorería de la Fe­deración , por FmEuQ y vendido para sudestrucción y la construcción de unamegasupertienda. Es una trayectoria en eltiempo y en el espacio:

35 En el sen tido q ue ha dicho Igor Kopytoff,"Cultural", 200 5, pp. 64-91.

92

En las afuerasde la ciudad --escribióLowry-,cerca de la estación del ferrocarril, se yergue,en una colina ligeramente más alta, el hotelCasino de la Selva. Está situado bastantelejos de la carretera principal y lo rodeanjardines y terrazas que, en cualquier direc­ción, dominan un amplio panorama..\6

La megasupertienda está ya en el cen­tro de la ciudad. Describo esta trayectoriaen tres actos.

v

Primer acto. En 1931 elgobernador de Mo­relos daba "por terminado el reparto agra­rio", "después de un lapso de 17 años, enel que el estado estaba fuera del ordenconstitucional", y se felicitaba de que elDepartamento de Estadística, Prensa yPublicidad fomentaba el turismo."? En1928 el embajador de Estados Unidos enMéxico, como otros diplomáticos europeos-desde el siglo XIX-, mandó construir sucasa de descanso en Cuernavaca, la CasaMañana. Su esposa la decoró con artesa­nías mexicanas antiguas -arqueológicas­y modernas; amiga de Frida Kahlo, inter­cedió para que Diego Rivera pintara susmurales en el palacio de Cortés y, en 1930,medió para la realización de la MexicanArt Exhibition del Metropolitan Museumde Nueva York.38 La copia del mural Lahistoria de Cuernavaca y More/os de Rivera

36 Lowry, Volcán , 1997, p . 9.37 "Informe que rindió el C. Vicente Estrada

Cagigal, 4 de mayo de 1931", en Arias (ed.) , Selcccion ,2004,129-131.

.," Delpar, Enormes. 1992. Diego R ivera desdeantes exponía arte mexicano antig uo y moderno, suyo ,en N ueva York, en la Modern Galery, pero 110 en el

JOSÉ CARLOS HESLES BERNAL

fue la obra más publicirada.é" La políticacultural de México en Estados Unidos-()viceversa- tuvo un centro de relacionesdiplomáticas, políticas y artísticas enCuernavaca; también fue el centro de unageneración de "gringos viejos" --en el sen­tido que dice Mauricio Tenorio: radicales,populistas, fascinados con los mitos y lashistorias revolucionarias y el jolk art_,40intelectuales, académicos y artistas es­tadunidenses, como los esposos Vaillantque publicaron en 1934, en el AmericanMuseum of Natural History de NuevaYork, sus Excavations at Gualupita, la zonaarqueológica en los jardines del casino.También el jefe máximo de la revoluciónmandó construir su casa -una corte- defin de semana en Cuernavaca, LasPalmas,y con él llegaron una generación de po­líticos revolucionaros.

Políticos con pistola y sombrero, delnorte, para los que los pactos eran juegosde apuestas, contratos aleatorios -en quela relación entre sacrificio y ganancia esconringenre-; para los que los casinos eranlugares íntimos, para amigos de batalla,cuartel y burdel, entre la plaza y la casa,lejos de la mirada del pueblo y la familia;lugares para ganar o perder dinero y hono­rabilidad, para beber, cantar y bailar,afirmando en su etiqueta, brindis y cele­braciones, estatus y lealtades; espaciosseguros para la ostentación, con mecanis­mos de inclusión y exclusión rigurosa­mente selectivos."!

Merropolitan, véanse las reseñas en Zayas, Cémo, 2005,pp. 256-258.

. 3" Collado, Duigbt , 2005, p. 87 .4U Tenorio, "Viejos" , 1991 , pp. 95-11G..::ll No está escrita la historia de los casinos revo­

lucionarios, pero piénsese en la curiosa anécdota querelata Martín Luis Guzmán de un jefe que, en Sinaloa,

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

La idea del Casino de la Selva fue delpresidente constitucional sustituto Abe­lardo 1. Rodríguez 0932-1934). En elTerritorio Norte de Baja California habíaadministrado la edad de oro de la viceindustry (1920-1933), tras entrar en vigorla Volstead Aa -y la decimoctava enmiendade la Constitución estadunidense- queprohibía la producción y comercio de li­cores,hasta que se levantó la prohibici ón.FEn 1929 mandó construir el complejoturístico Casino de Agua Caliente con unhotel de 500 habitaciones, búngalos, res­taurantes, cafeterías, bares, saunas, duchas,piscinas, hipódromo, galgódromo, campode golf, jardines y fuentes, zoológico,

"desde la entrada de las tropas , se había posesionadodel casino de Culiacán -casino de oenufieos-: [.. .]. yla verdad es que su iniciativa mereció la fervorosaalabanza de todos los amigos [.. .J. Organizador yactivo [...J: m andó imprimir las tarjetas de entradapara los nuevos socios ; contrató servidumbre, pusoen marcha la cantina; dio animac ión a las partid as dejuego y a las reu niones y charla de las tert ulias",Guzmán, Aguila, 1964, p . 256 (cursivas en el origi­nal). Los revolucionarios triunfantes fundaron casinos

en toda la república. Tam pnco está escrita la historiacultural de las relacion es entre juego y política en elMéxico posrevolucionario, pero piénsese en la tantasveces comentada analogía agrícola de Gonzalo N.Santos: "en el juego y la política la moral es un árbolque da moras", Memorias , 1984, p.856.

42 Félix, Tiju<ma, 2004; también Taylor, "Wild",200 2. "En otras partes del mundo -respondía Abe­lardo L. Rodríguez a sus críticos---como Francia, nosolamente existen esos clubes y juegos, sino otrosmuchos de diversa índole y no los critican los franceses[.. .j . Francia vive del turismo. Al turismo debe atraér­sele con los medios más apropiados que las leyespermitan [...J. Tijuana vive del turismo, sin él noexistiría esta población, ni' obreros organizados deTijuana, ni ayuntamiento", documento anexo en cartaal general Plutarco Elías Calles , M ex ical i , 14 deoctubre de 1925, Plutarco, 1993, p. 238.

93

radio, aeropuerto; para una clientelaestelar, de Hollywood. La idea del Casinode la Selva fue esa.

Pero la idea no se realizó. El presidenteLázaro Cárdenas prohibió el juego deapuestas en México al mediar la décadade los treinta, destruyendo los proyectos .de grandes casinos que imaginaron lospolíticos del maximato. Juan AndreuAlmazán imaginó uno con vista al mar,al estilo de Niza, Biarritz, San Sebastián,Copacabana o Mar del Plata: el Papagayo,en Acapulco. Malcolm Lowry lamentaque, en el hotel Casino de la Selva, "nisiquiera se pueden apostar a una partida dedados las bebidas que se consumen en elbar": "aunque palaciego, lo invade ciertaatmósfera de desolado esplendor. Porqueya no es un casino l..) 10 rondan fantas­mas de jugadores.'?' Estos fantasmas,espíritus de un tiempo perdido, están enla memoria del casino -"casino"-, que sólosería un hotel de Cuernavaca.

Segundo acto. El presidente LázaroCárdenas proyectó la historia regional deMorelos en la mitología nacional -de losSentimientos de la nación del rayo del sur ysiervo de la nación, José María Morelos,al caudillo de! sur, Emiliano Zapata, ensu caballo blanco, como lo pinta DiegoRivera en e! palacio de Cortés de Cuer­navaca-, como un símbolo de la mitopra­xis posrevolucionaria:""una selección de lahistoria heroica de la independencia yla revolución que se actualizó en las con­tingencias históricas del fortalecimientode la soberanía nacional en las políticaseconómicas -la expropiación petrolera ola reforma agraria, por ejemplo. Estas pro­yecciones nacionalistas de la historia re-

43 Lowry, Volcán, 1997, p. 9.44 En el sentidode Sahlins, Islas, 1985, pp. 47-79.

94

gional de Morelos ordenan las jerarquíasgeográficas posrevolucionarias: un sur tra­dicional, rural, campesino, indígena, con­tra un norte moderno, urbano, industrial,criollo y mestizo; un sur víctima de lasmodernizaciones prerrevolucionarias queideológicamente legitimó, justificó tantola revolución como las instituciones pos­revolucionarias, Este nacionalismo fortale­ció las valoraciones culturales del Moreloscampesino y rural, los ejidos, las comuni­dades, los pueblos, contra la cultura urba­na de Cuernavaca, dominada por los flujosturísticos nacionales e internacionales. Estointrodujo tensiones en Quauhnáhuac, co­mo le gustaba escribir a Lowry.

Cuernavaca, como otros centros turís­ticos en el mundo, fue refugio de la se­gunda guerra mundial tanto para europeoscomo para estadunidenses; todos ellostemerosos del artículo 33 de la Constitu­ción, amigos y enemigos, temerosos delas violencias periféricas de la guerra: porejemplo, se cuenta que en el parque Ama­tlán, en 1941, un grupo de nazis alemaneslocales, de Cuernavaca, golpeó a PabloNeruda.t ? Un inglés en 1938, en tiemposde la expropiación petrolera, la describiócomo una ciudad sitiada

a dos horas de la ciudad de México enautomóvil por las colinas, es donde la co­munidad de ejecut ivos extranjeros pasa losfines de semana. Todas las casas de campotienen piscina, refrigerador y terraza. Es lacomunidad m enos competitiva y más amis­tosa tanto entre ellos como con los forasteros.TIenen esasuerte de lealrad que viene de estarsitiados juntos. Entrao y saleo de la casa de

4 5 Mario Casaús, "'Las furias y las penas', labiografíamás polémica de Neruda a manos de DavidSchidlowsky", Clarin, 2 de julio de 2006.

JOSÉ CARLOS HESLES BERNAL

los demás, juegan baraja, beben coca-cola yademás de alguna broma ocasional sobre "el

artículo 33" (la ley mediante la cual el go­bierno mexicano puede expulsar a los extran­

jeros) casi no hablan de sus inquietudes coti­dianas . En las casas de campo extranjeras

reina una arm6sfera de playa. Afuera siempreparece que se lleva a cabo una boda.?"

Pero esa "broma" está en la trama deBajoelvokán.47 Esta ciudad sitiada, centralen una región productora de mitos nacio­nalistas, pero excluida de ellos, periféricade la ciudad de México y del mundo, cen­tro turístico internacional, transnacional,file refugio de la guerra civil española, me­diando el empresario asturiano ManuelSuárez y Suárez, amigo de los políticos delrnaximato y -con la política migratoria,del exilio español- del cardenismo.

No está escrita la historia de las relacio­nes empresariales de Manuel Suárez, perolos amigos políticos de las elites naciona­les le duraron toda la vida, hasta la décadade los años ochenta, cuando murió. Entróen la industria de la construcción con elrnaximaro. En 1932 fundó la compañíaTecho Eterno Eureka, S. A. de C. V, en laciudad de México. Una cementera, comer­cializadora de asbestos?" y, para 1933,constructora, contratista del ejército rnexi­cano;"? pero sus negocios se diversifica-

4 6 \'Qaugh, Robo, 1989, pp. 68-69.47 Ma1colm Lowry imaginó en 1946 otra novela

de inspiración dantesca, kafk iana y autobiográficasobre la burocracia de migración; la titularía Lamordida. "Lowry a A. A. Ronald Burron, 15 de jun iode 1946", en Lowry, Viaje, 2000, pp. 145-168.

4" Eureka fue la primera compañía de asbestosen México. Aguilar et ai., "Globalizarion", 2003 ,pp. 272-279.

~9 En diciembre, el ejecutivo federal, por mediodc la Secretar ía de Hacienda y Crédito Público, pr e-

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

ron. En 1938 Eureka entró al negocio delagua en Culiacán, realizó obras hidráuli­cas con sus asbestos y con financiamientopúblico, siendo en pocos años dueño delservicio de agua en la ciudad; también en1942, realizó obras hidráulicas en Aca­puleo. Pero en la década de los cuarenta,en Sinaloa, Suárez fundó el ingenio Sa­nalona, fue dueño del ingenio Novalato,compró un ferrocarril, fue contratista de lapresa Sanalona y fundó varias empresasagrícolas; también construyó un hotel deplaya, el Macambo, en Boca del Río, Vera­cruz. Negocios todos con, para y contrael Estado.

El administrador del hotel Casino dela Selva recuerda en una entrevista un en­cuentro con el presidente Adolfu Ruiz Cor­tines, en el Mocambo: "jugaba dominócon don Manuel y discutía por una apues­ta de quince pesos" . 50 Estas relacionespolíticas, decisivas en sus estrategias deacumulación, son anteriores, desde el rna­ximato, y posteriores. El presidente Ma­nuel Avila Camacho apadrinó sus ingeniossinaloenscsy el presidente Miguel Alemánsu hotel veracruzano. "Sobremí -declaró enuna entrevista para lID periódico asturiano­se han dicho muchas cosas, algunas malasy otras pésimas. Vaya decirle lo que soy.Soy un gánster, los demás son rateros."? I

sentaba a la Cámara de Diputados una iniciativa, "deurgente y obvia resolución"1 para formar un contratoentre Eureka y la Secretaría de Guerra y Marina, "conobjeto de hacer la reparación de los talleres de aviaciónmilitar". Por 92 votoS contra uno fue aprobado.Crónica Parlamentaria, Legislatura XXXV, año 11,

per iodo ordinario, 22 de diciembre de 1933.50 Graciela Barabino, "Fernando Cobo y su inca­

cofónico Memorial de Otoño" , El Solde Cuernauaca ,11 de noviembre de 2006.

51 José Ignacio Gracia Noriega, "Entrevistas en lahistoria. Manuel Suárez, un indiano con garra", La

95

No fue republicano, pero como se leeen un librillo de los años cincuenta:

Con un criterio muy amplio, que mucho lohonra y beneficia, don Manuel Suárez,antiguo industrial de la colon ia española,establecido en México antes de que seiniciara la corriente migratoria de Españade 1936, abrió la puerta de sus industrias alos refugiados republicanos españoles queacudieron a él en demanda de trabajo [...]con ello conquistó valiosos elemenros y lassimpatías de los emigrantes. 52

Entre ellos, refugiado en Cuernavaca,estaba el arquitecto Jesús Martí -que des­de 1939 realizó proyectos para casas enCuemavaca- y el madrileño Félix Candela,capitán de ingenieros del ejército republi­cano. Ambos reformaron y transformaronel casino en los años cuarenta y en ladécada de los cincuenta. No está escritala historia de Eureka y sus relaciones conlos proyectos de construcción de obraspúblicas y privadas, pero son relacionesentre inversión, innovación tecnológica,invenciones arquitectónicas y la inventivade Félix Candela: sus conoides y parabo­loides hiperbólicos, conocidos y recono­cidos por su infinidad de posibilidadesestructurales y plást icas. En los muros ytechos de Marrí y Candela el valencianoJosé Renau, expresionista, futurista y car­telista políticamente comprometido -quepublicitó el Guernica de Picassoy que, conotros, en 1937, rescató de los bombardeosen Madrid las colecciones pictóricas delMuseo del Prado, llevándolas a Ginebra-

Nueva Espa ña, núm. 1085 ,7 de noviembre de 2005,en <http://www.ignaciogracianoriega.net/enh/index.hrrn».

' 2 Fresco, Emigración, 1950, pp. 165-166.

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pintó sus murales; también plasmaron susobras el tarragonés Benito Messeguer yotros. En sus jardines, el escultor AntonioBallester instaló sus fuentes. El hotelCasino de la Selvafue refugio hospiralariopara artistas agrad ecidos.

No está escrita la historia de las relacio­nes indusrriales de Manuel Suárezy la pro­ducción artística; tampoco sus estrategiasde publicidad como patrono, padrino delas artes, pero el casino fue un centrode encuentro entre políticos, empresarios,artistas y prensa. Lilia Suárez recuerdaalguna anécdota:

en la casa pequeña que yo tenía dentro delcasino-cuenra la hija del dueño- se organizóuna paella que guisaba "Canrinflas". En esemomento llegaron periodistas <le ParísMatchpara hablar con Siqueiros y retratar a MarioMoreno [.. .] Siqueiros le echó a perd er elplatillo a "Cantinflas" porque como lo es­taban fotografiando, se le ocurrió moverla paella tanto qu e la echó a perder. Para lacomida tuvimos que pedir algo de la cocinadel casino.53

Una comida para una comunidad queya no era ni mexicana ni española, sinointer, rransnacional.

Félix Candela construyó 30 búngalosy una capilla ecuménica, universal,de para­boloides hiperbólicos, imaginada para laclientela internacional del hotel, de todaslas religiones. Pero durante la década delos sesenta fue disminuyendo el turismointernacional, los "gringos viejos" enveje­cieron -como reporta la revista Time, en

53 CésarGücmes, "Lilia Suárez, hi ja del empre­sario y gerente por 25 años. Necesario rescatar lamemoria que albergó el Casino de la Selva", LaJornada, 6 de agostode 2001.

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1963: "Cuernavaca is more for the oldfolks", Acapulco y Puerto Vallarta es ellu­gar para los jóvenes.P"Algunos recuerdanque hacia el final de los años sesenta en elhotel se refugiaron perseguidos políticos;en los setenta, también algunos intelec­tuales del Distrito Federal tuvieron en sushabitaciones y jardines cierta tranquila dis­creción -"Carlos Monsiváis también vivióahí para escribir uno de sus libros"-;55 peroa lo largo de la década la clientela fue me­nos de las elites y celebridades y más declases medias, popular. Por un lado, el cre­cimiento económico de los años setentaintensificó el proceso de urbanización deCuernavaca, las clases medias de la ciudadde México construyeron ahí sus casas ybúngalos; por otro lado, las crisis econó­micas de las décadas de los ochenta y no­venta transformaron los hoteles de laciudad: ofrecían sus servicios a los que notenían casa en la ciudad, ni coche para re­gresar al Distrito Federal, ni tampoco dine­ro para vacacionar en Acapulco. Los finesde semana y días festivos, por las noches,el Casino de la Selva fue foro de conciertosy teatro; durante el día fue balneario; tam­bién se alquilaba para fiestas, primerascomuniones, quince años y bodas. Fue unespacio público local, pero los administra­dores del hotel-de sus albercas y jardines­se reservaban el derecho de admisión, aten­diendo a la oferta y demanda turística. Lacapilla ecuménica fue cafetería, bar por lastardes y discoteca por las noches.

>4 "Everybody's", 1963.'5'5 Oc ravio Rodríguez Arauja, "EJ Casino de la

Selva", La fo rnada, 19 de julio 2001. Este artículoperiodístico fue leído en la Cámara de Diputados paraexhortar al presidente para que declare al casino comomonumento; véaseGaceta Parlamentaria, año IV, núm.842 , 21 de septiembre de 200 L

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

En 1983 hospedó al equipo de fil­mación de la película Bajo el volcán -porcierto, un fracaso de taquilla-, dirigidapot John Houston. Luis Buñuel, JulesDassin, Joseph Losey, Ken Russel, JerzySkolimowski, Paul Leduc desearon realizarantes la producción, cuando Cuernavacaestaba todavía de moda.56 No sólo Cuer­navaca entraría en un nuevo periodo desus relaciones con el mundo, sino la cul­tura regional de Morelos. Por un lado, enla crítica del nacionalismo posrevolucio­nario, que legitimó los discursos de undesarrollo económico proyectado en losmercados internacionales, mundiales, to­mando como modelo el norte; por otro,en el giro indigenista del zapatismo delEZLN, en Chiapas, identificado con lacrítica de la globalización.

Acto tercero. La dinámica de los mer­cados del suelo aumentó el valor de losterrenos ubicados entre la carretera Méxi­co-Acapuleo y el centro de Cuernavaca , altiempo que el hotel Casino de la Selva,ubicado en esa zona, disminuía su valorcomo negocio turístico. La urbanizaciónfue el negocio de fraccionadores, acapara­dores y especuladores, en relación con lasinstituciones municipales y estatales, node los hoteleros; aumentó la demanda porel suministro de agua, luz y gas, de reco­lección de basura, de servicios de saludy educación, tanto para los empleados yburócratas locales como para las migra­ciones de fin de semana -en que se duplicala población de Cuernavaca- y otras, enranto que se forralecía el mercado laboral.En 1994, cuando los herederos de ManuelSuárez vendieron el hotel, el desarrolloindustrial ClVAC intensificaba la crisis de

" , Lo cuenca Gabriel Figueroa en sus Melllw¡aJ ,

2005, pp. 265-272.

97

urbanización local y regional. El ex hotelsería rentable como predio o lote, para unamegasupertienda.

Después de la destrucción para la cons­trucción de la megasupertienda queda­ron en pie un búngalo, donde se instalóuna cafctería California, y las ruinas de lanave central del ex hotel, donde la Fun­dación Cultural Parque Morelos, del gru­po Costeo-Comercial Mexicana, construyóel museo Muros . En ella se exhibe lacolección de arte mexicano de Jacques yNatasha Gelman, con pinturas de FridaKahlo, Diego Rivera, José ClementeOrozco, David Alfaro Siqueiros, CarlosMérida, Rufino Tamayo y otros. Un "todocoherente", como dice Art in America:57

un sistema de objetos artísticos en losque se querría proyectar la memoria, lasimaginerías del espíritu del casino, de susfantasmas.

VI

Desde la década de los setenta y hasta sumuerte, Manuel Suárez y Suárez pensabaya en otra cosa, en otra construcción másgrande, otro hotel internacional: el Hotelde México, para lo cual fue necesario des­truir el parque de La Lama en la ciudad deMéxico. Nadie protestó.

Antonio Azuela ha descrito la forma­ción del campo ambiental en México y haexplicado sus procesos de juridificación:cómo se han formado los discursosambientalistas de defensa de los patrimo­nios naturales nacionales -y mundiales- ycómo se han traducido en legislaciones,que ordenan el activisrno del campo enconflictos locales, entre actores privados

57 Russ ell, "Museum", 200 5.

98

y las instituciones públicas municipales,estatales, federales." También se ha for­mado recientemente un campo cultural,de defensa de los patrimonios culturalestangibles e intanglibles de la nación ymundiales.

Esos valores fueron construidos por laeconomía moral del frente cívico: ilusionesidentitarias de una ciudad irnaginaria'?"ciudad de la eterna primavera", en lasimaginerías del campo ambiental, y re­fugio de inrelectuales y artistas nacionalese internacionales, en las imaginaciones delcampo cultural; todo materializado enel casino. Un espacio liminar, local-global,en que las formas de sociabilidad, las pre­sentaciones y representaciones de laspersonas en público (re)produjeron iden­tidades tan diversascomo variadas, imper­sonales y dinámicas . Lo único duraderofueron sus escenarios,pero tampoco fueronestáticos. Destruidos para construir lamegasupertienda, quedó sólo la memoriadel decorado - "conversaciones sobre lapuesta en escena"-,60 de los escenarios enciertos horarios, en los jardines, la alberca,el restaurante, la cafetería, el bar; memo­rias subjetivas, pero objetivadas en losmuros del casino. Paisajes imaginarioslocales, identificados con imágenes glo­bales, rnundiales.v' la Capella Sistin«messtcana; imágenes de mundos imagina­dos en Quauhnáhuac, de flujos de artistase intelectuales, tanto de la república espa-

58 Azuela, ViJiónarioJ, 2006.59 Véase Bayarr, Illssion, 2005.60 La historia oral del casino sería su hisroria po ­

sible , pero me refiero aquí a las "conversaciones sobrela puesra en escena", en el sentido de Erwin Goffman,Presentación, 1997, pp. 189 Yss.

CíL Para estas formas paisajfsricas del imaginario,Appadurai , Modernity, 2005 .

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ñola y la izquierda inrernacional comode Hollywood, en una eterna primavera deárboles centenarios y flores.

La idea de patrimonio natural y cul­tural se ha ampliado y diversificado en lasúltimas décadas, al tiempo que el Estadoha despolitizado y privatizado tanto suspolíticas económicas como las culturales,siendo sus factores dominantes los actoresprivados, con sus imaginarios sobre losvalores patrimoniales: privados , no colec­tivos ni públicos. El caso del Casino de laSelva es paradigmático, ejemplar. No esel único en México.

VII

Malcolm Lowry juega con el letrero: "¿Legusta este jardín que es suyo? ¡Evite quesus hijos lo destruyan!" Imaginó el jardíncomo símbolo de la naturaleza y de lacultura: ¡Expulsaremos a quienes lodestruyan!" Relacionó la imagen con elmito de la caída, refiriendo clletrero a unaautoridad paternal ("¡Evite que SU~ hijos lodestruyan!"), Dios, Adán o Caín, el primerfundador de ciudades; el letrero podríareferirseen otro tiempo al Estado, defensorde los patrimonios culturales y naturalesde la nación; pero hoyes a la sociedadcivil: los padres de familia; también lospatrones y padrinos de la cultura.

Sin embargo, no había niños en el jardín:sólo un hombre sentado en una banc a depiedra. Este hombre parecía ser el mismodiablo, con su enorme rostro color rojooscuro y sus cuernos, colmillos , y la lenguaque colgaba por encima de la barba, conaquella expresión en la que se unían el mal ,la lujuria y el terro r. El diablo alzó su más­cara para escupir, se levantó bamboleándose

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA

al atravesar el jardín bailando y trotando[oo .] Oíase el chasquido de los rnacheres.v'

FUENTES CONSULTADAS

Hemerografía

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