se esta gestando un nuevo orden enric juliana

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24 LA VANGUARDIA POLÍTICA DOMINGO, 31 OCTUBRE 2010 C uaderno de situa- ción. Ha pasado un mes de la huel- ga del 29 de sep- tiembre y apenas queda rastro de ella. La huella es tenue y toda concesión del Gobierno a los sindicatos –olvi- darse temporalmente de la jubi- lación a los 67 años, por ejem- plo– tendrá como único propó- sito parchear el actual desastre socialista en las encuestas. Al pueblo de izquierdas, por decir- lo a la francesa manera, el alma se le ha caído a los pies. Igual que al replicante Roy Batty en la película Blade Runner, el ins- tinto le dice que su tiempo se acaba. La izquierda, tal como la hemos entendido hasta aho- ra, ha entrado en fase de liqui- dación. Se muere. La fantasía revolucionaria hace años que dejó de tener sentido en un mundo basado en la acelera- ción constante y la socialdemo- cracia ya no dispone de recur- sos para seguir ofertando más seguridad desde la cuna hasta la tumba. (“He visto cosas que vosotros no creeríais: he visto a millo- nes de obreros chinos trabajando doce horas al día cerca de Shanghai por me- nos de una décima parte de vuestro sala- rio; he visto a miles de brasileños ascen- der desde la pobreza al primer escalón de la clase media; he conocido a los me- jores ingenieros en las puertas de Bom- bay; he visto lo que decía el viejo him- no: ‘El mundo va a cambiar de base...’; es hora de retroceder”, podría exclamar Batty en su último estallido de lucidez.) La izquierda conseguidora se muere y las futuras luchas políticas serán pro- tagonizadas por un difuso reformismo que intentará preservar aspectos bási- cos del Estado social a cambio de más años de trabajo, menos salario, menos visitas al ambulatorio, más tasas univer- sitarias, menos funcionarios y mucho más riesgo personal, frente a un autori- tarismo de nuevo tipo (llamarle extre- ma derecha no sería del todo exacto), que tendrá a su alcance la condensación sentimental de todos los malestares ha- bidos y por haber. Vienen años muy con- fusos. ¿Alguien tiene noticia de algún país en crisis que haya logrado retroce- der tranquilamente? Un nuevo orden se irá gestando en el interior del caos. Ya está sucediendo. Por ello se refuerza el Directorio Europeo (esta semana Ale- mania y Francia han esbozado en Bruse- las nuevas exigencias a los endeudados países del sur). Y por ello, todo el arco mediterráneo se halla en depresión. Por- tugal, recreando en el presupuesto del 2011 las penurias del último salazaris- mo. Italia, buscando cómo garantizar la impunidad judicial al condottiero Ber- lusconi –sexualmente desatado–, para que abandone pronto el poder sin cau- sar mayores estragos. Grecia, en las ti- nieblas del orfanato. Y España, perple- ja, desorientada y temerosa ante el súbi- to salto atrás, pero con el vigor acumula- do durante veinte años de prosperidad. España, que sólo se halla en la fase uno de la melancolía, dará el poder a quien le oferte seguridad con credibilidad y cierta simpatía. (Y tenga la habilidad de maquillar toda sensación de abrupto re- greso al pasado.) Con la encuesta que hoy publica La Vanguardia es posible imaginar un resultado algo más ajusta- do en las lejanas elecciones generales. Cuaderno de situación. En una sola semana, Alfredo Pérez Rubalcaba ha di- fuminado todavía más la pálida figura de Zapatero. Agrandado por la derecha dura –que le teme–, el vicepresidente ocupa hoy el centro de la escena. Y en sus manos está la baza más codiciada: el final de ETA en la mente de los españo- les. No estamos en vísperas de un nuevo y melifluo proceso de paz. El PSOE ama- ga con ello y el macizo de la raza, como siempre, entra al trapo, revalorizando con su angustia la tremenda efi- cacia de las acciones policiales. Así es cómo ETA acelera su muerte en el imaginario social y el ministro del Interior se aproxima a la codiciada figura de El Pacificador. Así es como el tramo final de la legislatura se va trenzando como un juego de acuerdos y compromisos en- tre socialistas madrileños y na- cionalistas vascos. Vuelven los rasgos masculinos de la políti- ca, sí, y también el PSOE mejor relacionado con el establish- ment capitalino; ecos del clan de Chamartín con acceso al pal- co del Bernabeu. El abrazo de Vergara no será con ETA. Está siendo con las élites vascas. Ese es el verdadero cometido de Ramón Jáuregui. Ex conse- jero de Industria en Vitoria, Jáuregui es en realidad el mi- nistro para el País Vasco (y pa- ra la Iglesia católica, a la que co- noce bien). La facción más inte- ligente del Partido Popular se ha dado cuenta y así se explica la cautela con la que se están moviendo Mariano Rajoy y el joven Antonio Basagoiti. Preste aten- ción el lector: el PP no lleva al Tribunal Constitucional ni una sola de las conce- siones del PSOE al PNV. La derecha es- pañola sólo impugna asuntos catalanes. Se está gestando un nuevo orden y, como siempre que tal cosa ocurre, ideas valores y signos que parecían haber que- dado atrás regresan con nuevos signifi- cados. En la España perpleja y confusa, los viejos dirigentes comunistas mue- ren enviando señales de grandísima dig- nidad. Y el Papa de Roma está a punto de entrar por la puerta grande en Barce- lona: “En nom del Pare, del Fill i de l'Esperit Sant...”. CUADERNO DE MADRID Monumento al general Espartero en Madrid, recordando el fin de la primera guerra carlista Se está gestando un nuevo orden RICART El PP, alerta, no lleva al Constitucional ningún acuerdo PSOE-PNV; sólo impugna asuntos catalanes Ramón Jáuregui será el ministro para el País Vasco, tutor del pacto de fondo con las élites vascas Enric Juliana

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24 LAVANGUARDIA P O L Í T I C A DOMINGO, 31 OCTUBRE 2010

C uaderno de situa-ción. Ha pasadounmes de la huel-ga del 29 de sep-tiembre y apenas

queda rastro de ella. La huellaes tenue y toda concesión delGobierno a los sindicatos –olvi-darse temporalmente de la jubi-lación a los 67 años, por ejem-plo– tendrá comoúnico propó-sito parchear el actual desastresocialista en las encuestas. Alpueblo de izquierdas, por decir-lo a la francesamanera, el almase le ha caído a los pies. Igualque al replicante Roy Batty enla películaBlade Runner, el ins-tinto le dice que su tiempo seacaba. La izquierda, tal comola hemos entendido hasta aho-ra, ha entrado en fase de liqui-dación. Se muere. La fantasíarevolucionaria hace años quedejó de tener sentido en unmundo basado en la acelera-ción constante y la socialdemo-cracia ya no dispone de recur-sos para seguir ofertando másseguridad desde la cuna hastala tumba. (“He visto cosas quevosotros no creeríais: he visto a millo-nes de obreros chinos trabajando docehoras al día cerca de Shanghai por me-nos de unadécima parte de vuestro sala-rio; he visto amiles de brasileños ascen-der desde la pobreza al primer escalónde la clasemedia; he conocido a los me-jores ingenieros en las puertas de Bom-bay; he visto lo que decía el viejo him-no: ‘El mundo va a cambiar de base...’;es hora de retroceder”, podría exclamarBatty en su último estallido de lucidez.)La izquierda conseguidora se muere

y las futuras luchas políticas serán pro-tagonizadas por un difuso reformismoque intentará preservar aspectos bási-cos del Estado social a cambio de másaños de trabajo, menos salario, menosvisitas al ambulatorio,más tasas univer-sitarias, menos funcionarios y muchomás riesgo personal, frente a un autori-tarismo de nuevo tipo (llamarle extre-ma derecha no sería del todo exacto),que tendrá a su alcance la condensaciónsentimental de todos los malestares ha-bidos y por haber. Vienen añosmuy con-

fusos. ¿Alguien tiene noticia de algúnpaís en crisis que haya logrado retroce-der tranquilamente? Un nuevo orden seirá gestando en el interior del caos. Yaestá sucediendo. Por ello se refuerza elDirectorio Europeo (esta semana Ale-mania y Francia han esbozado enBruse-

las nuevas exigencias a los endeudadospaíses del sur). Y por ello, todo el arcomediterráneo se halla en depresión. Por-tugal, recreando en el presupuesto del2011 las penurias del último salazaris-mo. Italia, buscando cómo garantizar laimpunidad judicial al condottiero Ber-lusconi –sexualmente desatado–, paraque abandone pronto el poder sin cau-

sar mayores estragos. Grecia, en las ti-nieblas del orfanato. Y España, perple-ja, desorientada y temerosa ante el súbi-to salto atrás, pero con el vigor acumula-do durante veinte años de prosperidad.España, que sólo se halla en la fase unode la melancolía, dará el poder a quienle oferte seguridad con credibilidad ycierta simpatía. (Y tenga la habilidad demaquillar toda sensación de abrupto re-greso al pasado.) Con la encuesta quehoy publica La Vanguardia es posibleimaginar un resultado algo más ajusta-do en las lejanas elecciones generales.Cuaderno de situación. En una sola

semana, Alfredo Pérez Rubalcaba ha di-fuminado todavía más la pálida figurade Zapatero. Agrandado por la derechadura –que le teme–, el vicepresidenteocupa hoy el centro de la escena. Y ensusmanos está la bazamás codiciada: elfinal de ETA en la mente de los españo-les. No estamos en vísperas de un nuevoymelifluo proceso de paz.El PSOE ama-ga con ello y el macizo de la raza, comosiempre, entra al trapo, revalorizando

con su angustia la tremenda efi-cacia de las acciones policiales.Así es cómo ETA acelera sumuerte en el imaginario socialy el ministro del Interior seaproxima a la codiciada figurade El Pacificador. Así es comoel tramo final de la legislaturase va trenzando como un juegode acuerdos y compromisos en-tre socialistas madrileños y na-cionalistas vascos. Vuelven losrasgos masculinos de la políti-ca, sí, y también el PSOEmejorrelacionado con el establish-ment capitalino; ecos del clandeChamartín con acceso al pal-co del Bernabeu. El abrazo deVergara no será con ETA. Estásiendo con las élites vascas.Ese es el verdadero cometidode Ramón Jáuregui. Ex conse-jero de Industria en Vitoria,Jáuregui es en realidad el mi-nistro para el País Vasco (y pa-ra la Iglesia católica, a la que co-noce bien). La facciónmás inte-ligente del Partido Popular seha dado cuenta y así se explicala cautela con la que se estánmoviendo Mariano Rajoy y el

joven Antonio Basagoiti. Preste aten-ción el lector: el PP no lleva al TribunalConstitucional ni una sola de las conce-siones del PSOE al PNV. La derecha es-pañola sólo impugna asuntos catalanes.Se está gestando un nuevo orden y,

como siempre que tal cosa ocurre, ideas

valores y signos que parecían haber que-dado atrás regresan con nuevos signifi-cados. En la España perpleja y confusa,los viejos dirigentes comunistas mue-ren enviando señales de grandísima dig-nidad. Y el Papa de Roma está a puntode entrar por la puerta grande enBarce-lona: “En nom del Pare, del Fill i del'Esperit Sant...”.

CUADERNO DE MADRID

Monumento al general Espartero en Madrid, recordando el fin de la primera guerra carlista

Seestágestandounnuevoorden

RICART

El PP, alerta, no lleva alConstitucional ningúnacuerdo PSOE-PNV; sóloimpugna asuntos catalanes

Ramón Jáuregui será elministro para el PaísVasco, tutor del pacto defondo con las élites vascas

Enric Juliana