se describe a zaqueo co mo un mal ricachón que amontonó · “padre, en tus manos entrego mi...

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Lectura del libro de la Sabiduría 11, 22-12, 2 Señor, el mundo entero es ante ti como grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra. Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado. Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido? ¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado? Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida. Todos llevan tu soplo incorruptible. Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor. Palabra de Dios. Salmo responsorial. Sal 144 R/. BENDECIRÉ TU NOMBRE POR SIEMPRE, DIOS MÍO, MI REY. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. R/. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R/. El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R/. Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 11-2, 2 Hermanos: Pedimos continuamente a Dios que os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Palabra de Dios. Aleluya Jn 3,16 Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único. Todo el que cree en él tiene vida eterna. + Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 1-10 En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: -Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa. Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: - Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: - Mira, Seños, la mitad de mis bienes, se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más. Jesús le dijo: -Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Palabra del Señor. El mensaje de este domingo podría ser: después de proclamar a un Dios, fuente de vida y que ama las cosas que ha creado por amor (primera lectura), se nos presenta a un Jesús que ofrece la salvación a un perdido, a uno considerado desgraciado y vendido a los enemigos de su propio pueblo. Zaqueo es todo un símbolo de los marginados. Lucas narra este episodio para que sus lectores descubran mejor lo que pueden esperar de Jesús: el Señor al que invocan y siguen en las comunidades cristianas «ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido». No lo hemos de olvidar. Hoy también, Jesús nos demuestra, una vez más, su predilección por los pecadores, los enfermos, por los más débiles… y en esta ocasión, impresiona su “estilo” porque, a pesar de estar rodeado de un gentío que le acosa, es capaz de descubrir “algo” en el gesto de Zaqueo. Se describe a Zaqueo como un mal ricachón que amontonó riquezas a costa de los demás. Él mismo lo reconoce cuando habla de compensar a quienes ha defraudado. Jesús no le importa que sea rico, sólo ve un hombre al que puede salvar, un ser humano que aún no está perdido. El reconocimiento de su condición de pecador, esa necesidad que sentía del perdón divino, era precisamente su pobreza, la actitud de humildad profunda que Jesús admira y bendice. Por eso, Jesús, se compadeció de él, por eso se hospedó en su casa ante el escándalo de quienes consideran un baldón entrar en la casa de un pecador semejante; no entra en acusaciones, ni le recrimina su pecado sino que demuestra, una vez más, la acogida incondicional para con sus hijos. Ante la cercanía del Señor, Zaqueo comprende su lastimosa situación y se arrepiente de sus pecados de una forma sincera y valiente. Promete ante todos devolver con creces lo que había robado, pues comprende que sin restitución no hay perdón para quien ha robado. Además promete entregar la mitad de sus bienes a los pobres. Este deseo va a cambiar su manera de mirar la vida: ya no piensa sólo en su dinero sino en el sufrimiento de los demás, hará justicia a los que ha explotado y compartirá sus bienes con los pobres. Tendrá que superar diferentes obstáculos y prejuicios sociales que le hacen difícil el encuentro personal y responsable con Jesús. Su conversión no se limitó a creer en Él, sino que se dispone a aceptar y a asumir las consecuencias de su nueva fe. Esa es la doctrina que la Iglesia ha venido pregonando a lo largo de su historia, es la misma preocupación por las necesidades de los demás que ha vivido en el corazón de tantos cristianos que han sabido practicar la justicia y la caridad con aquellos que tenían necesidad de ser remediados. En ese sentido se puede hablar de la Iglesia de los pobres, ya que ellos siempre han ocupado un lugar importante en la vida de la Iglesia, manifestada sobre todo en esas instituciones y ordenes religiosas que se han volcado, y se vuelcan, en los pobres. Pero ello no nos puede inducir a despreciar a nadie, y menos a los que carecen de los bienes más importantes, los de la comprensión y del perdón divino. Tarde o temprano, todos corremos el riesgo de "instalarnos" en la vida renunciando a cualquier aspiración de vivir con más calidad humana. Los creyentes hemos de saber que un encuentro más auténtico con Jesús puede hacer nuestra vida más humana y, sobre todo, más solidaria. Hay momentos decisivos en los que Jesús pasa por nuestra vida porque quiere salvar lo que nosotros estamos echando a perder. No los hemos de dejar escapar. Dios “amigo de la vida” nos ofrece siempre su amor y su perdón. Nuestra tarea como cristianos pasa por acercar a Dios y su Evangelio a personas que están alejadas. Jesús lo hizo sin prejuicios, acogiendo de manera incondicional a todas las personas, sacando lo mejor que llevaban dentro, depositando en ellos toda su confianza, invitándolos a compartir la mesa de la vida, de la fiesta, de la alegría, de la esperanza, del amor y de la fe. ¿Estaremos dispuestos a dejar entrar a Jesús en nuestra vida, para que se dé una verdadera conversión? En otras palabras, ello nos exige un cambio radical de vida, de costumbres y mentalidad. ¡Dichosos quienes “buscan” algo en sus vidas, porque se encontrarán con la mirada de Cristo Jesús!

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Page 1: Se describe a Zaqueo co mo un mal ricachón que amontonó · “Padre, en tus manos entrego mi espíritu” (Lucas 23,46). Y Dios lo resucitó para mostrar que el dolor, aun siendo

Lectura del libro de la Sabiduría 11, 22-12, 2 Señor, el mundo entero es ante ti como grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra. Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado. Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido? ¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado? Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida. Todos llevan tu soplo incorruptible. Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor. Palabra de Dios. Salmo responsorial. Sal 144 R/. BENDECIRÉ TU NOMBRE POR SIEMPRE, DIOS MÍO, MI REY. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. R/. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R/. El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R/. Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 11-2, 2 Hermanos: Pedimos continuamente a Dios que os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Palabra de Dios.

Aleluya Jn 3,16 Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único.

Todo el que cree en él tiene vida eterna.

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 1-10 En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: -Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa. Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: - Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: - Mira, Seños, la mitad de mis bienes, se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más. Jesús le dijo: -Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Palabra del Señor.

El mensaje de este domingo podría ser: después de proclamar a un Dios, fuente de vida y que ama las cosas que ha creado por amor (primera lectura), se nos presenta a un Jesús que ofrece la salvación a un perdido, a uno considerado desgraciado y vendido a los enemigos de su propio pueblo. Zaqueo es todo un símbolo de los marginados. Lucas narra este episodio para que sus lectores descubran mejor lo que pueden esperar de Jesús: el Señor al que invocan y siguen en las comunidades cristianas «ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido». No lo hemos de olvidar. Hoy también, Jesús nos demuestra, una vez más, su predilección por los pecadores, los enfermos, por los más débiles… y en esta ocasión, impresiona su “estilo” porque, a pesar de estar rodeado de un gentío que le acosa, es capaz de descubrir “algo” en el gesto de Zaqueo.

Se describe a Zaqueo como un mal ricachón que amontonó riquezas a costa de los demás. Él mismo lo reconoce cuando habla de compensar a quienes ha defraudado. Jesús no le importa que sea rico, sólo ve un hombre al que puede salvar, un ser humano que aún no está perdido. El reconocimiento de su condición de pecador, esa necesidad que sentía del perdón divino, era precisamente su pobreza, la actitud de humildad profunda que Jesús admira y bendice. Por eso, Jesús, se compadeció de él, por eso se hospedó en su casa ante el escándalo de quienes consideran un baldón entrar en la casa de un pecador semejante; no entra en acusaciones, ni le recrimina su pecado sino que demuestra, una vez más, la acogida incondicional para con sus hijos. Ante la cercanía del Señor, Zaqueo comprende su lastimosa situación y se arrepiente de sus pecados de una forma sincera y valiente. Promete ante todos devolver con creces lo que había robado, pues comprende que sin restitución no hay perdón para quien ha robado. Además promete entregar la mitad de sus bienes a los pobres. Este deseo va a cambiar su manera de mirar la vida: ya no piensa sólo en su dinero sino en el sufrimiento de los demás, hará justicia a los que ha explotado y compartirá sus bienes con los pobres. Tendrá que superar diferentes obstáculos y prejuicios sociales que le hacen difícil el encuentro personal y responsable con Jesús. Su conversión no se limitó a creer en Él, sino que se dispone a aceptar y a asumir las consecuencias de su nueva fe. Esa es la doctrina que la Iglesia ha venido pregonando a lo largo de su historia, es la misma preocupación por las necesidades de los demás que ha vivido en el corazón de tantos cristianos que han sabido practicar la justicia y la caridad con aquellos que tenían necesidad de ser remediados. En ese sentido se puede hablar de la Iglesia de los pobres, ya que ellos siempre han ocupado un lugar importante en la vida de la Iglesia, manifestada sobre todo en esas instituciones y ordenes religiosas que se han volcado, y se vuelcan, en los pobres. Pero ello no nos puede inducir a despreciar a nadie, y menos a los que carecen de los bienes más importantes, los de la comprensión y del perdón divino. Tarde o temprano, todos corremos el riesgo de "instalarnos" en la vida renunciando a cualquier aspiración de vivir con más calidad humana. Los creyentes hemos de saber que un encuentro más auténtico con Jesús puede hacer nuestra vida más humana y, sobre todo, más solidaria. Hay momentos decisivos en los que Jesús pasa por nuestra vida porque quiere salvar lo que nosotros estamos echando a perder. No los hemos de dejar escapar. Dios “amigo de la vida” nos ofrece siempre su amor y su perdón. Nuestra tarea como cristianos pasa por acercar a Dios y su Evangelio a personas que están alejadas. Jesús lo hizo sin prejuicios, acogiendo de manera incondicional a todas las personas, sacando lo mejor que llevaban dentro, depositando en ellos toda su confianza, invitándolos a compartir la mesa de la vida, de la fiesta, de la alegría, de la esperanza, del amor y de la fe. ¿Estaremos dispuestos a dejar entrar a Jesús en nuestra vida, para que se dé una verdadera conversión? En otras palabras, ello nos exige un cambio radical de vida, de costumbres y mentalidad.

¡Dichosos quienes “buscan” algo en sus vidas, porque se encontrarán con la mirada de Cristo Jesús!

Page 2: Se describe a Zaqueo co mo un mal ricachón que amontonó · “Padre, en tus manos entrego mi espíritu” (Lucas 23,46). Y Dios lo resucitó para mostrar que el dolor, aun siendo

Cuando vemos en las primeras páginas de los periódicos la devastación

que ha producido ahora en octubre el huracán Matthew en Haití y en Estados Unidos destruyendo ciudades, derribando árboles, arrastrando automóviles y matando a cientos de personas, los que creemos, nos preguntamos angustiados: «Dios, ¿dónde estabas en el momento en que la furia asesina del huracán

Matthew se abatió sobre Haití y los Estados Unidos? ¿Por qué no usaspoder para amainar la virulencia destructora de aquellos vientos y de aquellas aguas enemigas de la vida? ¿Por qué no interviniste, si podías hacerlo?». «Al menos permitiste a los haitianos el tiempo suficiente para recuperarse

de la devastación que supuso el terremoto de 2010 donde miles y miles de personas murieron sepultadas y vieron sus ciudades y casas destruidas. ¿Por qué ahora enviaste otro látigo para azotar y matar?» «Tu bien sabes, Señor, que el pueblo haitiano es uno de los más pobres del

mundo. Los negros, conocieron todo tipo de discriminación. Fueron oprimidos por dictadores feroces que hacían de las matanzas políticaEstado. Todo lo sufrieron, todo lo soportaron. No desistieron. Caídos, en medio del polvo y las ruinas se estaban leazotados de nuevo por la naturaleza rebelada. ¿Dónde está tu piedad? ¿No son tus hijos e hijas especialmente queridos porque representan al Cristo crucificado?». Nuestros lamentos no son blasfemias, sino un grito humilde e insi

Dios: « ¡Despierta! No te olvides de la pasión de aquellos que actualizan la Pasión de tu Hijo bienamado». Podemos gritar como Job y lamentarnos como Jeremías. Más aún,

podemos, al límite de la desesperación, gritar como Jesús en la cruz, experimentando el infierno de la ausencia de Dios, al que siempre llamaba “Abba”, Papá. Y Él guardó silencio y no lo libró de la muerte en la cruz. Semejante lamentación, como la nuestra, la expresó conmovedoramente el

Papa Benedicto XVI cuando visitó el 28 de maexterminio nazi de Auschwitz-Birkenau donde más de un millón de judíos y otras personas fueron enviados a las cámaras de gas: «Cuantas preguntas surgen en este lugar. ¿Dónde estaba Dios en aquellos

días? ¿Por qué guardó silencio? ¿Cdestrucción, este triunfo del mal? Nos viene a la mente el Salmo 44 que dice: “nos has aplastado en la región de los chacales y nos has envuelto en la mortaja de las tinieblas. Por tu causa estamos en peligro de muerte cada nos tratan como ovejas destinadas al matadero. ¡Despierta. Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! (Sl 44, 20.23-27)” ». Aunque guardemos un noble silencio delante de tanto dolor, perseveramos

en la fe como Job, Jeremías y Jesús. Job llegó a decir: “Aunmates, Señor, aun así sigo confiando en ti. Antes te conocía solo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos” (42,5). La última palabra de Jesús fue: “Padre, en tus manos entrego mi espíritu” (Lucas 23,46). Y Dios lo resucitó para mostrar que el dolor, aun siendo misterioso, no escribe el último capítulo de la historia, sino la vida en su esplendor. En la esperanza, ansiamos aquel día en que “Dios enjugará las lágrimas de

nuestros ojos y ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor, porque eso ya pasó” (Ap 21,4). Y nunca más habrá tsunamis, ni Katrinas, ni Matthews, porque surgirá una

nueva Tierra, donde el ser humano aprendió a cuidar de la naturaleza y esta nunca más se rebelará contra él.

Leonardo BoffServicio Bíblico Latinoamericano 17/10/2016

Cuando vemos en las primeras páginas de los periódicos la devastación que ha producido ahora en octubre el huracán Matthew en Haití y en Estados

ndo árboles, arrastrando automóviles y matando a cientos de personas, los que creemos, nos preguntamos

«Dios, ¿dónde estabas en el momento en que la furia asesina del huracán Matthew se abatió sobre Haití y los Estados Unidos? ¿Por qué no usaste tu poder para amainar la virulencia destructora de aquellos vientos y de aquellas aguas enemigas de la vida? ¿Por qué no interviniste, si podías

«Al menos permitiste a los haitianos el tiempo suficiente para recuperarse supuso el terremoto de 2010 donde miles y miles de

personas murieron sepultadas y vieron sus ciudades y casas destruidas. ¿Por qué ahora enviaste otro látigo para azotar y matar?» «Tu bien sabes, Señor, que el pueblo haitiano es uno de los más pobres del

mundo. Los negros, conocieron todo tipo de discriminación. Fueron oprimidos por dictadores feroces que hacían de las matanzas políticas de Estado. Todo lo sufrieron, todo lo soportaron. No desistieron. Caídos, en medio del polvo y las ruinas se estaban levantando. Y ahora han sido azotados de nuevo por la naturaleza rebelada. ¿Dónde está tu piedad? ¿No son tus hijos e hijas especialmente queridos porque representan al Cristo

Nuestros lamentos no son blasfemias, sino un grito humilde e insistente a Despierta! No te olvides de la pasión de aquellos que actualizan la

Podemos gritar como Job y lamentarnos como Jeremías. Más aún, podemos, al límite de la desesperación, gritar como Jesús en la cruz,

ntando el infierno de la ausencia de Dios, al que siempre llamaba “Abba”, Papá. Y Él guardó silencio y no lo libró de la muerte en la cruz. Semejante lamentación, como la nuestra, la expresó conmovedoramente el

Papa Benedicto XVI cuando visitó el 28 de mayo de 2006 el campo de Birkenau donde más de un millón de judíos y

otras personas fueron enviados a las cámaras de gas: «Cuantas preguntas surgen en este lugar. ¿Dónde estaba Dios en aquellos

días? ¿Por qué guardó silencio? ¿Cómo pudo tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal? Nos viene a la mente el Salmo 44 que dice: “nos has aplastado en la región de los chacales y nos has envuelto en la mortaja de las tinieblas. Por tu causa estamos en peligro de muerte cada día, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. ¡Despierta. Señor! ¿Por qué

27)” ». Aunque guardemos un noble silencio delante de tanto dolor, perseveramos

en la fe como Job, Jeremías y Jesús. Job llegó a decir: “Aunque que me mates, Señor, aun así sigo confiando en ti. Antes te conocía solo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos” (42,5). La última palabra de Jesús fue: “Padre, en tus manos entrego mi espíritu” (Lucas 23,46). Y Dios lo resucitó

dolor, aun siendo misterioso, no escribe el último capítulo de la historia, sino la vida en su esplendor.

En la esperanza, ansiamos aquel día en que “Dios enjugará las lágrimas de nuestros ojos y ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor, porque todo

Y nunca más habrá tsunamis, ni Katrinas, ni Matthews, porque surgirá una nueva Tierra, donde el ser humano aprendió a cuidar de la naturaleza y esta

más se rebelará contra él. Leonardo Boff

Servicio Bíblico Latinoamericano 17/10/2016

Día 31 – Alonso Rodríguez, Quintín, Jerónimo Hermosilla, Bta . Maria Purísima

de la Cruz. Flp 2, 1-4 – Sal 130 – Lucas 14, 12-14

Día 1 – SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

Ap 7, 2-4.9-14 – Sal 23 – 1Jun 3, 1-3 – Mateo 5, 1 Día 2 – Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.

Sab 4, 7-15 – Sal 129 – 1Tes 4, 13-14.17b-otras lecturas)

Día 3 – Martin de Porres, Malaquías, Silvia, Bto. Manuel Lozano, BtoMayer. Flp 3, 3-8a – Sal 104 – Lucas 15, 1-10

Día 4 – Carlos Borromeo , Vidal y Agrícola.

Flp 3, 17-4,1 – Sal 121 – Lucas 16, 1-8 Día 5 – Angela de la Cruz, Zacarías e Isabel, Pedro el Vene rable, Guido Mª

Conforti, Bta. María Rafols. Flp 4, 10-19 – Sal 111 – Lucas 16, 9-15

No sirve de mucho la riqueza en los bolsillos si hay pobreza en el corazón. Papa Francisco

Año jubilar de la Misericordia

“La misericordia es el camino Martes, 1: SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS Eucaristías : 11:00 y 12:30h . Miércoles, 2: CONMEMORACION DE TODOS LOS FIELES

DIFUNTOS Comunicar los nombres de los que desea recordar

20:00h. Oración R. Carismática Jueves, 3: 17:00 y 18:00h. Catequesis.

20:00h. Oración de la comunidad

Viernes, 4: 17:00 y 18:00h. Catequesis . 21:00h Adoración nocturna Domingo, 5: Eucaristías : 11:00 y 12:30h .

12:00h. Catequesis

Operación KILO, ABIERTAA la venta la LOTERÍA con fines solidarios

Nº 52565

Porque existen cosas que me ciegan cuando intento descubrirte.

Porque cuento lo que tengo y no doy importancia a que no te poseo

Porque oigo hablar de Ti pero conozco muy poco de tu vida.

Porque, aún siendo débil y frágil, Tú, Señor, puedes moldear

el barro de mi persona y hacer, con ella, un instrumento

para pregonar tu gloria.

Y, cuando me veas trepado en algún árbol:

llámame para que yo sienta tu llamada,

llámame para que no te pierda,

llámame para que sea posible mi salvación,

llámame y, dime, en qué debo cambiar,

llámame y, si quieres, tendrás sitio en mi casa,

llámame para que, viendo el horizonte que me espera,

comprenda que es nada o muy poco lo que mis manos cuentan.

Encontrarás mi casa demasiado acomodada,

ayúdame a darle un toque de sencillez.

Verás que, muchas cosas sobran, dame tiempo para situarlas.

Comprobarás que, falta lo más esencial:

la luz, la paz y hasta

Espero, Señor, que sea, lo que falla,

el regalo que Tú, hasta mi morada, traigas.

Y, te lo digo de antemano, aún a sabiendas de que todo lo alcanzas:

soy pecador y a falta de lo esencial.

Pero si quieres, puedes cambiar mi vida.

Alonso Rodríguez, Quintín, Jerónimo Hermosilla, Bta . Maria Purísima

Mateo 5, 1-12a

Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. -18 – Juan 11, 17-27 (ú

Malaquías, Silvia, Bto. Manuel Lozano, Bto . Ruperto

Angela de la Cruz, Zacarías e Isabel, Pedro el Vene rable, Guido Mª

sirve de mucho la riqueza en los bolsillos si hay pobreza

Año jubilar de la Misericordia

“La misericordia es el camino ”

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

CONMEMORACION DE TODOS LOS FIELES

los nombres de los que desea recordar

Operación KILO, ABIERTA con fines solidarios

Las Matas. Madrid

Porque existen cosas que me ciegan cuando intento descubrirte.

Porque cuento lo que tengo y no doy importancia a que no te poseo

Porque oigo hablar de Ti pero conozco muy poco de tu vida.

Porque, aún siendo débil y frágil, Tú, Señor, puedes moldear

el barro de mi persona y hacer, con ella, un instrumento

para pregonar tu gloria.

Y, cuando me veas trepado en algún árbol:

e para que yo sienta tu llamada,

llámame para que no te pierda,

llámame para que sea posible mi salvación,

llámame y, dime, en qué debo cambiar,

llámame y, si quieres, tendrás sitio en mi casa,

llámame para que, viendo el horizonte que me espera,

da que es nada o muy poco lo que mis manos cuentan.

Encontrarás mi casa demasiado acomodada,

ayúdame a darle un toque de sencillez.

Verás que, muchas cosas sobran, dame tiempo para situarlas.

Comprobarás que, falta lo más esencial:

la luz, la paz y hasta un poco de vida.

Espero, Señor, que sea, lo que falla,

el regalo que Tú, hasta mi morada, traigas.

Y, te lo digo de antemano, aún a sabiendas de que todo lo alcanzas:

soy pecador y a falta de lo esencial.

Pero si quieres, puedes cambiar mi vida.

Las Matas. Madrid - Año XIII - nº 848 - Domingo X XXI - T.O. 30 de octubre de 2016

http://www.sanjoselasmatas.es

Porque existen cosas que me ciegan cuando intento descubrirte.

Porque cuento lo que tengo y no doy importancia a que no te poseo.

Porque oigo hablar de Ti pero conozco muy poco de tu vida.

Porque, aún siendo débil y frágil, Tú, Señor, puedes moldear

da que es nada o muy poco lo que mis manos cuentan.

Verás que, muchas cosas sobran, dame tiempo para situarlas.

Y, te lo digo de antemano, aún a sabiendas de que todo lo alcanzas:

J. Leoz

T.O. – Ciclo C

http://www.sanjoselasmatas.es