Saturno devorando a un hijo.Francisco Goya.Jessica Crucillo2 B

Es una pintura. Oleo sobre lienzo. Un cuadro de 146 x 83 cm. Fue donada por Goya antes de partir para Burdeos en 1823 a su nieto Mariano. Esta realizada sobre tela y trabajada principalmente con oleo, aunque se dice que es trabajada con técnicas mixtas. Su formato es de tamaño mediano. Pertenece a un conjunto de 14 obras conocidas como “Pinturas Negras”, esto gracias al uso de pigmentos oscuros y del color negro, también así, como lo sombrío de los temas. Se encontraba situada en la parte baja de la Quinta del Sordo. Actualmente se encuentra en el Museo del Prado. No cuenta con una fecha en especifico, pero aproximadamente es de 1820-1823. El tema es clásico. Es decir de tema mitológico. Pertenece al estilo pre-romántico.

Como ya lo mencione, cuenta con pigmentos oscuros y un excesivo uso del color negro. Así como también, la sangre derramada por el niño crea un contraste. La pintura es de formato vertical con una composición central con dos personajes como protagonistas. Se puede decir que cuenta con un contrapicado, esto con la intención de darle mas fuerza al personaje de Saturno. Goya ha elegido el momento en que el dios del tiempo desgarra el cuerpo de su hijo para que ninguno pudiera destronarle. Podemos notar a Saturno saliendo, emergiendo de la oscuridad ante su desesperación de la posibilidad de ser destronado. No maneja el sentido de las proporciones. La luz es una característica muy importante ya que enfoca directamente la cara de Saturno y al cuerpo de su hijo. Es una luz que deja oscurecido el fondo dando así una sensación de tenebrismo. La composición gira entorno a un único plano en el que se sitúa Saturno devorando a la víctima. La sensación de profundidad se marca por el oscuro del fondo. Apreciamos un movimiento violento tanto en la postura que adopta Saturno, como en su boca. Su rostro refleja una expresión de drama y tenebrismo, como ya mencione. No se nota que la obra sea de aspecto realista, puesto que es una situación inventada por Goya. Predomina el color sobre el dibujo y destacan las tonalidades oscuras que contrasta con la claridad del cuerpo de la víctima. Dándole todo el protagonismo a Saturno. Que lejos de dejarle el protagonismo al personaje, es el hecho el que toma el protagonismo.

Cuando realiza esta obra, Goya se encuentra ya muy anciano y con graves problemas de salud, esto, durante el reinado de José Bonaparte, Goya compró una quinta a orillas del Manzanares, con la intención de convertirla en su hogar definitivo. Hacia 1820 empezó a decorar las paredes principales de la casa, conocida después como la "Quinta del Sordo", con las pinturas murales que reciben el nombre de "pinturas negras", tanto por su gama de color, reducida casi, al negro y determinados tonos castaños o dorados verdosos, como por su negra significación de pesimismo sombrío. Por haber trabajado para José Bonaparte, el

artista cayó en desgracia tras la restauración de Fernando VII, y en 1815 se retiró de la vida pública. En 1819 experimentó una recaída en la misteriosa enfermedad que en 1792 lo había dejado completamente sordo. Ello, unido a su nueva vida en soledad en la “Quinta del Sordo”, casa que había comprado poco antes. Debió de contribuir a la exacerbación imaginativa de que el artista dio muestras en la decoración de su nueva vivienda: catorce murales de gran tamaño con predominio de los tonos marrones, grises y negros, sobre temas macabros y terroríficos como lo es esta pintura.

La interpretación en detalle presenta aún muchos puntos oscuros, pero la idea general de la maldad del mundo, la crueldad ciega y de la inútil esperanza, parecen suficientemente explícitas. Quizás de todas estas visiones atormentadoras, la más terrible sea la pintura esta.

El mito, alude al Tiempo devorador de sus propias criaturas. El Goya anciano, atormentado por su visión desolada del mundo, sintió con dolorosa intensidad el absurdo paso del tiempo que le abocaba a la muerte.

Este lienzo es, una de sus visiones más crueles y uno de los puntos de partida del expresionismo moderno. De ahí el que pueda calificarse a Goya de un expresionista “avant la lettre”. Todas las pinturas de la casa (en la que Goya apenas habitó, pues en 1823, al marchar a Francia, la regaló a su nieto) fueron adquiridas en 1873 por el barón belga Émile d'Erlanger, que las hizo pasar a lienzo y las regaló al Prado en 1881.

Con esta obra Goya transmite de manera simbólica, como las tropas Francesas, al mando de Napoleón, invadieron España y como el pueblo español es reprendido por los franceses. Por eso el discurso del miedo a ser destronado, de sentir una amenaza por alguien naciente y joven. Napoleón y su ejercito sería Saturno mientras que su hijo sería el pueblo español. Por lo tanto es una crítica hacia las tropas napoleónicas.