santos entre nosotros

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SANTOS ENTRE NOSOTROS en la Arquidiócesis de Washington A loysius Schwartz nació en Washington, DC en 1930. Recibió los sacramentos del Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación en la Parroquia Holy Name de Washington. Desde una edad temprana, soñaba con ser un sacerdote misionero. Poco tiempo después de ser ordenado como sacerdote en Washington, viajó a Corea para servir a los más pobres durante el resto de su vida. Creía que era importante brindar no solo comida, sino también educación, vivienda y capacitación laboral a los huérfanos y niños de la calle. Para realizar este trabajo, fundó la organización Las Hermanas de María y, después, la organización Los Hermanos de Cristo. A los 59 años de edad, le diagnosticaron la enfermedad de Lou Gehrig. Siguió celebrando misas y sirviendo a los pobres hasta su muerte a la edad de 61 años. Antes de morir, le dijo a un escritor que quería ser recordado como alguien que: “dio lo mejor de sí por Jesús”. Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al proclamar solemnemente que esos fieles han demostrado virtudes heroicas y han vivido en fidelidad a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce el poder del Espíritu de santidad que está en ella y sostiene la esperanza de los fieles al proponer a los santos como modelos e intercesores. Catecismo de la Iglesia Católica, 828 M ary Virginia Merrick nació en Washington, DC el 2 de noviembre de 1866. Ya desde niña Mary era compasiva con los pobres y con quienes sufrían, y a menudo visitaba los hogares de los pobres junto con su madre. Cuando tenía 14 años de edad, sufrió una caída que la dejó paralizada para el resto de su vida. Aunque sufría dolores y no podía sentarse sin ayuda, siguió dedicando su vida a los pobres y convenció a sus amigos de que la ayudaran a realizar su trabajo. Su profundo amor por el Niño Jesús la llevó a establecer la Sociedad del Niño Jesús para servir a los niños necesitados. Sus amigos y los miles de niños a los que ayudó durante su vida la conocían simplemente como “Miss Mary”. SERVIDOR DE DIOS MARY VIRGINIA MERRICK “Ver una necesidad y satisfacerla” VENERABLE FR. ALOYSIUS SCHWARTZ “Cosecho más de lo que siembro” Para obtener más información sobre Fr. Al, visite: fatheralsainthood.org/id27.html. Para obtener más información sobre Mary Virginia Merrick,visite: christchildsocietyphoenix.org/history-of-mary- virginia-merrick.html

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Page 1: SANTOS ENTRE NOSOTROS

SANTOS ENTRE NOSOTROSen la Arquidiócesis de Washington

Aloysius Schwartz nació en Washington, DC en 1930. Recibió los sacramentos del Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación en la Parroquia Holy

Name de Washington. Desde una edad temprana, soñaba con ser un sacerdote misionero. Poco tiempo después de ser ordenado como sacerdote en Washington, viajó a Corea para servir a los más pobres durante el resto de su vida. Creía que era importante brindar no solo comida, sino también educación, vivienda y capacitación laboral a los huérfanos y niños de la calle. Para realizar este trabajo, fundó la organización Las Hermanas de María y, después, la organización Los Hermanos de Cristo.

A los 59 años de edad, le diagnosticaron la enfermedad de Lou Gehrig. Siguió celebrando misas y sirviendo a los pobres hasta su muerte a la edad de 61 años. Antes de morir, le dijo a un escritor que quería ser recordado como alguien que: “dio lo mejor de sí por Jesús”.

Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al proclamar solemnemente que esos fieles han demostrado virtudes heroicas y han vivido en fidelidad a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce el poder del Espíritu de santidad que está en ella y sostiene la esperanza de los fieles al proponer a los santos como modelos e intercesores.

Catecismo de la Iglesia Católica, 828

Mary Virginia Merrick nació en Washington, DC el 2 de noviembre de 1866. Ya desde niña Mary era compasiva con los pobres y con

quienes sufrían, y a menudo visitaba los hogares de los pobres junto con su madre. Cuando tenía 14 años de edad, sufrió una caída que la dejó paralizada para el resto de su vida.

Aunque sufría dolores y no podía sentarse sin ayuda, siguió dedicando su vida a los pobres y convenció a sus amigos de que la ayudaran a realizar su trabajo. Su profundo amor por el Niño Jesús la llevó a establecer la Sociedad del Niño Jesús para servir a los niños necesitados. Sus amigos y los miles de niños a los que ayudó durante su vida la conocían simplemente como “Miss Mary”.

SERVIDOR DE DIOSMARY VIRGINIA MERRICK

“Ver una necesidad y satisfacerla”

VENERAblE FR. AlOYSIuS SChwARTz

“Cosecho más de lo que siembro”

Para obtener más información sobre Fr. Al, visite:fatheralsainthood.org/id27.html.

Para obtener más información sobre Mary Virginia Merrick,visite: christchildsocietyphoenix.org/history-of-mary-virginia-merrick.html

Page 2: SANTOS ENTRE NOSOTROS

A menudo, nos vemos tentados a pensar que la santidad solo se otorga a aquellos que tiene la oportunidad de desligarse de las tareas cotidianas y dedicarse a la oración. ¡Pero no es así!

Algunas personas piensan que la santidad consiste en cerrar los ojos y poner cara de beato... ¡No! ¡Eso no es la santidad! La santidad es algo más grande y más profundo que Dios nos regala.

De hecho, el llamado a convertirnos en santos implica vivir con amor y ofrecer nuestro testimonio como cristianos en nuestras tareas cotidianas. Todos deben hacerlo, en la condición y estado de vida en que se encuentren. “Pero padre, yo trabajo en una fábrica... Soy contador, trabajo todo el tiempo con números, no puedo ser un santo allí...” - “¡Sí, pueden! Allí donde trabajan, pueden convertirse en santos. Dios les otorga la gracia para convertirse en santos. Dios se comunica con ustedes”.

En cualquier momento y en cualquier lugar, pueden convertirse en santos, al recibir la gracia que obra dentro de nosotros y que nos lleva hacia la santidad... Sean santos al convertirse en un signo visible del amor de Dios y de Su presencia entre nosotros. Así es: cada estado de vida lleva a la santidad, siempre.

En el hogar, en la calle, en el trabajo, en la iglesia, en el momento y en el estado de vida en que se encuentren, hay una puerta abierta hacia el camino a la santidad. No se sientan desalentados a la hora de transitar este camino. Dios les da la gracia para hacerlo.

PAPA FRANCISCO ¡TODOS RECIBIMOS EL LLAMADO A CONVERTIRNOS EN SANTOS!

Fragmento de la Audiencia Papal, 20 de noviembre de 2014