santa rosa de osos doscientos años después

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Autor: Luis Octavio Yepes Roldán Tomo 1 (1790-1850)

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“Doscientos Años Después”Tomo I

Santa Rosa Osos (1790-1850)

Luis Octavio Yepes Roldán

M U N I C I P I O B I C E N T E N A R I O 2 0 1 4 - 2 0 1 5

Imprenta Departamental de AntioquiaMedellín - 2014

Luis Octavio Yepes RoldánDoscientos Años DespuésPrimera Edición 2014Colección Vida, Cultura y Territorio de Santa Rosa de OsosMunicipio de Santa Rosa de Osos

© Doscientos Años Después© Luis Octavio Yepes Roldán© Municipio de Santa Rosa de OsosISBN Libro Impreso: 978-958-99805-5-2ISBN Libro Digital: 978-958-99805-4-5Sello Editorial: Municipio de Santa Rosa de Osos 958-99805

Francisco Jair Palacio Lopera Alcalde de Santa Rosa de Osos

Alveiro Muñoz Patiño Coordinación Proyecto: Vida, Cultura y Territorio de Santa Rosa de Osos

Colaboración Proyecto: Vida, Cultura y Territorio de Santa Rosa de OsosDora María Cárdenas Montoya Gloria Susana Roldán Betancur Adriana María Mesa Uribe Clara Lía Ortíz Bustamante Nelson Rodolfo Orlas Pérez Ruth Jannedt Avendaño RúaCarlos Julio Roldán ZapataRodolfo Restrepo Montoya

Diseño y DiagramaciónIntempo

Editado en Medellín, ColombiaImprenta Departamental de Antioquia

Los textos contenidos en esta publicación son responsabilidad del Autor.

Publicación apoyada por el Ministerio de Cultura a través del Plan Nacional de Concertación Cultural 2013 y por el Municipio de Santa Rosa de Osos.

“¡Oh, el viaje a Santa Rosa,sobre oro edificada!

se ven las torres…Bordando los senderos

granan mortiños,crecen romeros…”

Porfirio Barba Jacob

La obra de Luis Octavio Yepes Roldán, representa la eterna sensibilidad por esta su tierra, sus andanzas intelectuales y su gran afecto por el conocimiento lo convidan cada vez más a degustar las reliquias jocosas del pasado que le ofrece el “Valle de los Osos”.

El Doctor Yepes, como afectivamente lo conocemos, entrega un tesoro literario que se establece como un esfuerzo más por reconocer y salvaguardar nuestra historia, si bien es un registro vivo que se suma a muchos otros que con empeño se han forjado en nuestra localidad, también se enmarca como uno de los escalafones que nuestra nación y humanidad necesita para evitar la pérdida de su memoria y lograr que las futuras generaciones, reconozcan y aprecien las tradiciones que sobreviven a las catástrofes del tiempo.

Así, adentrándonos en esta obra literaria, podemos devenir un sinnúmero de impactantes ideas que nos muestran un lado amable e interesante de esta “Santa del Norte”, muchos -en nuestros recorridos por Antioquia-, evidenciamos fuertemente la premisa con la cual nos invita el autor para aventurarnos en su obra, cuando en algún rincón iniciamos interesantes tertulias sobre la que bien se sostiene como la “Atenas Cultural de Antioquia”, contagiando desde el Ser esa “Santarrositis-de-ositis Aguda”.

Ahora bien, se hace meritorio lograr un recorrido amplio y degustar de forma elocuente este trabajo Antropológico, Histórico y Personal que nos entrega un hijo y amigo de esta meseta, que con su obra demuestra su incansable esfuerzo por preservar el pasado, para dar la importancia que bien se merece la memoria y el patrimonio.

En consecuencia no hay pueblo más “retratado”, tanto por letras como por oleos y artistas, como lo es “nuestra Santa del Norte” y nosotros el pueblo de amigos y hermanos estamos complacidos que los hijos de Antioquia también se dejen apasionar por la “Santarrositis-de-ositis Aguda” y nos perpetúen para el bien del futuro.

FRANCISCO JAIR PALACIO LOPERA Alcalde

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Luis Octavio Yepes Roldán.

P R E S E N T A C I Ó N D E L A I N V E S T I G A C I Ó N

TÍTULO. SANTA ROSA OSOS “DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS”

AUTOR. LUIS OCTAVIO YEPES ROLDÁN

INVESTIGACIÓN: 2012 a 2015

HIPÓTESIS DE TRABAJO

Don Juan del Corral, durante el tiempo de su DICTADURA, transformó varios Sitios y Partidos en DISTRITOS, término equivalente a MUNICIPIO, entre ellos el Partido de Santa Rosa de Osos antes “San Jacinto de los Osos”.

OBJETIVO

Brindar a los lectores del siglo XXI algún material para análisis posteriores orientados al mejor conocimiento de la CIUDAD DE SANTA ROSA DE OSOS.

ARGUMENTO

“DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS” pretende comparar la CIUDAD ACTUAL (2014-2015) con la anterior (1814-1815), conocer sus ANTECEDENTES (1491-1790) y soñar con la Santa Rosa del siglo XXII (2015-2115).

Para lograrlo he definido el siguiente derrotero.

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Doscientos Años Después

TOMO PRIMERO: 1790-1850: Santa Rosa alrededor de la Independencia.

TOMO SEGUNDO: 1850-2015. Desarrollo progresivo del Municipio a lo largo de tres PERÍODOS: 1850 a 1899, 1900 a 1999, 2000 a 2015.

TOMO TERCERO: PRIMERA PARTE 1491-1790. Hechos históricos desde el descubrimiento de América hasta la colonización del Valle de los Osos y su nucleación como Doctrina de San Jacinto de los Osos.

SEGUNDA PARTE 2015-2115. Visión utópica, futurista e imaginativa de La Ciudad del siglo XXII.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

CRÉDITOS

Nuestro alcalde actual, Doctor Francisco Jair Palacio Lopera, teniendo en cuenta la HIPÓTESIS DE TRABAJO expresada, junto con el Honorable Concejo Municipal y un grupo de inquietos, liderado por el Licenciado Alveiro Muñoz Patiño, definió celebrar el BICENTENARIO de la VIDA MUNICIPAL en 2014 y 2015. La RUTA establecida culminará en las FIESTAS DEL ATARDECER de 2015.

BIBLIOGRAFÍA. Fuentes primarias: Archivo Histórico de Antioquia. Archivo del Municipio de Santa Rosa de Osos. Archivo de la Curia Diocesana. Fuentes secundarias: libros, revistas, periódicos, entrevistas.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

TOMO PRIMERO (1790-1850)

CONTENIDO

I. JOSEPH SINFOROSO DE UPEGUI. Genealogía. Cañasgordas. Visita episcopal. Oposición. Posesión. Rasgos. Día domingo. Penitente. Exorcista. Límites.Testamento. (pp. 23 a 48).

II. ESTRUCTURA SOCIAL. Denominaciones del Partido de Santa Rosa (ranchería, doctrina, gente libre, distrito, villa, departamento, sitio con teniente, cabecera de cantón, distrito parroquial, circuito, municipio, departamento del norte, provincia del norte, municipio del departamento de Medellín). Aproximaciones antropológicas. Elección de Pedro Rodríguez de Zea. Nuevas Colonias. Clase alta (Palacio y Navarro. José María Zulaybar. Mateo Zapata. Campuzano. Chandía. Sanín. Choren. Barrientos. Lorenzo Berrío. Pedro de Euse. Plácido Misas). Clase media. Mestizos (testamento de Tomasa Macías). Indígenas. Esclavos. Artesanos. ¿Villa?. Comerciantes. Vagos. Estadísticas. Censos. Padrones. Familia Berrío. Vida pueblerina. Retrato de sangre. Enfermos. Ladrones. Traviesos. Líos matrimoniales. Casa por cárcel. Tejar. Ocio. Juegos. Alianzas. Expatriados. Secuestro de bienes. Remates. Delitos. Narcotráfico. Juegos prohibidos. Religiosas. (pp. 49 a 114).

III. ERECCIÓN DE LA DOCTRINA DE LOS OSOS. Vasco Jacinto. Reales de mina. Desmembraciones. Angostura. Matablanco. Carolina. Donmatías. Belmira. Baltazar Delgado. Juan Bautista Dávila y Caballero. Nicolás Francisco de Agudelo. Curas mineros. (pp. 115 a 132).

IV. TERREMOTO. Capillas. La Patrona. Mayordomo de fábrica. Terremoto. Tristes comunicados. Reedificación. Nuevas reformas. Constructor demandado. Culto. Cuadro de Chiquinquirá. Renuncia del Mayordomo. El piadoso José Sinforoso. Inventario. Sagrario. Púlpito. Comisión corográfica. (pp. 133 a 166)

V. EL PATIO DE LAS BRUJAS. Antro de pedición. La Divina Comedia. La Santa Inquisición. Nace la leyenda. El lupanar. El martillo de las brujas. Casa de ejercicios. (pp. 167 a 178).

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VI. EL TEMPLO DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD. Devoción a la Humildad. Solicitud de permiso. Respuesta. Inicia la construcción. Chirimía. Himno. Se convierte en iglesia parroquial. El Ave Fénix: abandonada y reconstruida. (pp. 179 a 184).

VII. LOS ESCLAVOS. Aceptada la esclavitud. San Pedro Claver. Denominaciones (Bozal. Criollo. Ladino. Cimarrón). Costumbres. Protocolo de venta (Gota coral. Lazarino. Enfermedad del corazón. Alma en boca. Costal de huesos). Libertad de úteros. Ley de manumisión. Redención automática. Protección. Venta de esclavos de 1784 a 1833. Manumisión espontánea. (pp. 185 a 204).

VIII. PROTOCOLOS DE TESTAMENTOS. Secuestro de bienes. Mortuorias. Procesos de Capellanías. Testamento de Sacerdotes (Josef de Roxa, Xavier González). Estándar de vida. Dotes. (pp. 205 a 228).

IX. AIRES DE INDEPENDENCIA. Comuneros. Barlovento. Alcabala. Estancos. Francisco Gutiérrez de Piñeres. Aranceles. Rionegro y Medellín fortalecidos. Comuneros en Santander. Chasquis. Recaudación insuficiente. Donativos voluntarios. Instructivos. Santa Rosa en 1810 (nucleación, templo, capillas, curas doctrineros, minas tecnificadas, Tyrell Moore, mazamorreros, las Colonias, artesanos, ricos mineros, Barrientos, Vásquez, Anselma Restrepo, Patrón Marín, Extranjeros, alianzas). Revolución Francesa (enciclopedistas, racionalismo filosófico y teológico, guillotina, los tres períodos). Napoleón. Carlos IV. Fernando VII. Junta de Aranjuez. Pío VII. Veinte de julio de 1810. La Provincia en 1810. (diputados, Narváez, Junta provisional, asamblea constituyente, escudo, Juan del Corral, Acta de independencia, libertad de partos, José Miguel de la Calle, Dionisio Tejada, Reforma de la Constitución). Influjo de la Iglesia. Reacción en Santa Rosa. Reconquista. Contraofensiva. Independencia absoluta. (pp. 229 a 272).

X. LA PARROQUIA DE LOS OSOS DURANTE LOS OBISPOS. Ángel Velarde y Bustamante (visitas, libros, bautizantes, Misas Macías, Palacio Euse, Zapata Rodríguez, Zulaybar Santamaría, Tamayo Bustamante, Chandía Euse, Campuzano Bernal, Sanín Misas, Choren Uribe, Barrientos Zulaybar, bautismo de bozal, terremoto, ermita, rutina, mayordomo, la Trinidad, cura constructor, reconstrucción, dispensas, creación de la diócesis de Santa Fe, interinos, expósitos, muerte de Francisco Nicolás en 1810). Pedro Álvarez y Morales (posesión de Sinforoso, Sede vacante, Medellín ciudad, libertad de úteros). Salvador Jiménez de Enciso Cobos y Padilla (Sinforoso destituido, Carta de Bolívar, Sinforoso restituido, Curas interinos). Título de Villa a Santa Rosa. (Distrito, Capital de Cantón, Departamento, nace Pedro Justo Berrío 28 mayo 1827). Obispos de Santa Fe de Antioquia. Fray Mariano Garnica y Dorjuela. Inauguración diócesis julio 1828. Juan de la Cruz Gómez Plata (el seminario, visita, renuncia de Sinforoso

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Luis Octavio Yepes Roldán.

octubre 1847, idea de la Humildad, Raimundo Rodríguez, Bernabé Hernández, Joaquín Guillermo González, Hermenegildo Duque, Juan Esteban García, muere Sinforoso octubre 1853). Obispo Domingo Antonio Riaño. (templo de Joaquín Guillermo, Manuel Salvador Valenzuela. Victoriano Muñoz). Diócesis suspendida (febrero 1868) y restituida (febrero 1873) (pp. 273 a 298).

XI. INSTITUCIONES ESPAÑOLAS. Patronato regio. Supremo Consejo de Indias. Vicariato regio. Real Audiencia. Encomenderos. Real de Minas. Diezmos. Cabildos y funcionarios. Teniente de Gobernador. Gobernadores. Capitanía General. Virrreinato. Casa de contratación. (pp. 299 a 310).

XII. INSTITUCIONES ECLESIÁSTICAS. Capellanías. Nuestro Amo Sacramentado. Diezmos. Mesa capitular. Memorias. Mandas. El Siervo de Dios Padre Palafox. Las ánimas. La muerte. El juicio. Infierno. Gloria. Purgatorio. Virgen del Carmen. El limbo. (pp. 311 a 332).

XIII. EL ENTORNO DE SANTA ROSA DE OSOS. Caminos. Construcciones. Necesidades. Agua. Vías. Pleitos. Fiestas. Progreso. Artesanos. Salud pública. Rabia. Ospicio (sic). Convites. Notables. Genealogía de Pedro Rodríguez de Zea. Plácido Misas. Expósitos. Mercado público. Dar poderes. (pp. 333 a 354).

XIV. ASPECTOS POLÍTICOS. Ojeada histórica (1499 a 1810). Juan del Corral (milicias, cuadernos). Presidentes (José Antonio Gómez, Constitución del Estado, Escudo, José Miguel Restrepo). Independencia del Estado. Historia de Medellín. Muerte de don Juan del Corral. Ley de manumisión. Liberación de esclavos. Amigos de la humanidad. José Miguel de la Calle. Reconquista. Contraofensiva (Decreto de Córdoba, Amnistía de Santander, Documento de Simón Bolívar). Razones destitución de Sinforoso. (documento la Humildad, lista de revolucionarios, regreso de Sinforoso). Situación nacional (Ley fundamental de la Unión, gobernadores de Antioquia, Medellín capital, Convención, dictadura de Bolívar, atentado). El Congreso Admirable, disolución de la Gran Colombia. República de la Nueva Granada. Presidente. Vicepresidente. Provincias se convierten en Departamentos. Golpe de estado de Urdaneta. Fin de la dictadura. Juntas de Apulo. José María Obando. Francisco de Paula Santandar. José Ignacio Márquez. Primera guerra civil. Aranzazu. Alcántara. Tomás Cipriano de Mosquera. José Hilario López. Nacen los partidos. Obando, golpe de Melo, guerra civil. Obaldía, Mallarino, Provincia de Antioquia. Confederación Granadina. Mariano Ospina Rodríguez. Tomás Cipriano. Tercera guerra. Estados Unidos de Colombia. Constitución de Rionegro. El olimpo radical y presidentes. Pedro Justo Berrío. Presidentes de la Regeneración. Batalla de Orobajo. Rafael Núñez. Constitución del 86. República de Colombia. General Pedro José Berrío. Sanclemente. Guerra de los mil días. Antioquia (pp. 355 a 398).

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XV. ASPECTOS ECONÓMICOS. Truco y billares. Comercio en los Reales. Los chasqui. Arrieros. Impuestos. Estancos. La economía en Santa Rosa. Ramo de quintos. Ramo de alcabala. Cargo general. Quintos de mineros. Cajones de tienda. Comerciantes. Ganaderos. Vendedores ambulantes. El indio Molina. Artesanos. Agricultores. Caminos. Moore. Tierras. Hipotecas. Casas. Solares. Calle Real. Marco de la Plaza. Sotachiro. Guanteros. La Ronda. El Palo. El Hoyo. Caldas. Salinas. Casas de clérigos. (pp. 399 a 474).

XVI. SANTA ROSA Y LA PROVINCIA DURANTE LOS REINADOS DE CARLOS IV Y FERNANDO VII. Carlos IV. Funcionarios públicos en la Colonia (Baraya, Mon y Velarde, Pedro Rodríguez de Zea, Rublas, Lora, Inciarte, Salcedo, Viana, Ayala). Carolina del Príncipe. El Camino a Juntas de Nare. El Proyeto de Villa para Santa Rosa. El regreso de Fernando VII. Funcionarios en el Grito de Independencia (López, Montoya, Gómez, Sello, Constitución, Escudo, Restrepo, Juan del Corral, Independencia absoluta, Muerte, Miguel de la Calle, Manumisión, Tejada). Funcionarios en la reconquista (Warleta, Revolucionarios de Santa Rosa, Liborio Mejía, Vicente Sánchez, Jueces, Carlos González, Pantaléon Arango, Valbuena, Padrones, Normas, Carlos Tolrá, Faustino Martínez). Funcionarios en la Independencia absoluta (Córdoba, Restrepo, Ricaurte, Acevedo, Uruburo, Urdaneta, Urreta, Atentado contra Bolívar, Jaramillo, Montoya, Prefectos en 1830, Dictadura de Urdaneta, Vélez, Santana, Muerte de Bolívar, Montoya, Habitantes de Santa Rosa, Campuzano, Aranzazu, Colonización antioqueña, De la Torre, Santamaría, Obregón, Moore, Ospina, Arango, Salvador Córdoba, Obispo Gómez Plata desterrado, Pontón, Uribe, Córdoba es fusilado, Echeverri, Posada, Gómez, Julián Vásquez, Hoyos, Mariano Ospina, Sinforiano Hernández, Santamaría, Martínez Pardo, Urreta, Concha, Gutiérrez, abolición de la esclavitud). Hombres públicos en Santa Rosa (Zea, Zulaybar, Fonnegra, Sanín, Estrada, Pedáneos, Estanqueros, Alcaldes, Tenientes, Mayordomos de fábrica, Caja, Escribanos, Rematador de diezmos, Renta, Tesorero, Jueces). Personajes en Santa Rosa (Zea, Euse, Leonín de Estrada, Mateo Zapata, Barrientos, González, Misas, Díaz) Seminaristas (Francisco Antonio, José Manuel). Indulto a presos (pp. 475 a 508)

XVII. LA VILLA DE SANTA ROSA DE OSOS. Planos Descripción de Manuel Uribe Ángel. Descripción siglo XXI. Acuarela de Prince. Documentos sobre la Villa (uno: 16 III 1812, dos: 6 VI 1812, tres VIII 1812, cuatro VIII 1812, cinco VII 1814, seis VII 1815). Desmembraciones (San Antonio del Infante. Las Claras). Problemas de infraestructura (Calles, aseo, basuras). Santa Rosa en 1810 y siguientes (plaza, iglesia, cementerio El Carmen, casas en anfiteatros, minas, pozos, Guanteros, el Talego, los Villas, los caminos, Caruquia) (pp. 509 a 528).

XVIII. LA MUERTE DEL PADRE JOSÉ SINFOROSO DE UPEGUI. Descripción del Templo de la Humildad. Ubicación. Culto parroquial. Papel en Semana Santa. Reconstrucción. Aspecto externo. Aspecto interno. Retablos. Sepultura. Perfil final del Padre Joseph Sinforoso (pp. 529 a 538)

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Luis Octavio Yepes Roldán.

PARTE CERO

“Santarrositis-de-ositis Aguda”

“Grave epidemia en Santa Rosa de Osos. Antioquia. Colombia”

Santa Rosa de Osos no es el Valle de los Osos descubierto por el Mariscal don Jorge Robledo y por don Francisco Vallejo (1541).

Santa Rosa no es el REAL DE MINAS establecido por Gaspar de Rodas mediante sus ORDENANZAS DE MINAS (1585).

Santa Rosa no es la Ranchería de Arenales de Antonio Serrano del Espejo y de Fernando Toro Zapata (1602, 1636, 1640).

Santa Rosa no es la Doctrina de los Osos creada por Vasco Jacinto de Contreras y Valverde en 1659 y catequizada por Baltazar Delgado y Urnieta (o Jurado).

Santa Rosa no es la Capilla del Arcángel San Miguel sita en el Mineral de señor don Xavier de Landeta en 1720 y regida por Juan Bautista Dávila y Caballero.

Santa Rosa no es la Capilla de San Jerónimo del Monte (más tarde de San Isidro) de la Tierradentro, el bucólico Aragón actual (1723).

Santa Rosa no es la Villa de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos nominada así aparentemente, en 1792, por Decreto de Don Francisco Baraya y la Campa (lo que nunca se pudo comprobar y que sólo fue un proyecto).

Santa Rosa no es Santa Rosa de Osos ni Municipio de Santa Rosa de Osos, (1811 y 1814), en tiempos del Dictador don Juan del Corral (como tampoco se pudo comprobar).

Santa Rosa no es el Templo del Señor de la Humildad ni su chirimía, patrocinados por los Liberales alrededor de 1850 aupados por el celo de Joseph Sinforoso de Upegui.

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Santa Rosa no es la Custodia robada del Templo en 1857 y recuperada años más tarde, dando origen al mito del LEÓN FURIOSO que aparece los Viernes Santos en la “MANGA DE LA CUSTODIA”. Este león fue copiado en mármoles por Marco A. Tobón Mejía y ruge, aún, en su parque, pese a los vándalos.

Santa Rosa no es la inmensa iglesia de Joaquín Guillermo González y Gutiérrez de 1866 conocida hoy como LA CATEDRAL.

Santa Rosa no es el sitio de Quebraditas Sabatucci, de 1894, hoy el apacible San Pablo.

Santa Rosa no es la Mitra trasplantada de Santa Fe de Antioquia en 1917 por Maximiliano Crespo Rivera.

Santa Rosa no es la Ciudad de Santa Rosa de Osos según Acuerdo del Honorable Concejo Municipal en la Administración del 2004.

Santa Rosa no es el conjunto de Hermanas Clarisas, Salesianas, Capuchinas, Teresitas e Hijas de la Misericordia, de Padres Eudistas, de Hermanos Cristianos, de Instituciones Educativas (escuelas, colegios, universidades, alumnos, padres de familia), de centros de historia, de Consejo de Cultura, de TVosos, de emisoras culturales, de folletos, de separatas, de publicaciones, de imprentas, de cooperativas, de supermercados, de almacenes, de negocios de toda índole, de hospital, de EPS particulares, de centros de salud y de consultorios desde 1917 hasta hoy.

ENTONCES ¿qué es Santa Rosa de Osos?

Santa Rosa de Osos es una enfermedad, llamada “Santarrositis-de-ositis Aguda” producida por un virus de cuarta generación.

Es una enfermedad gravemente mortal. Quien la adquiere nunca SALDRÁ VIVO de esta vida.

No se transmite por GENES, ni por mosquitos como el paludismo, la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas ni por juegos eróticos, sean de vanguardia o de retaguardia como el SIDA y las enfermedades venéreas.

Es un VIRUS de TRANSMISIÓN ORAL, similar a la mononucleosis infecciosa: de la boca al oído, de los labios al tímpano, de la lengua a la cóclea y de esta al órgano de Corti. Allí cabalga sobre el nervio acústico, llega a los

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Luis Octavio Yepes Roldán.

hemisferios cerebrales, incluida el área de Broca, se embarca en el acueducto de Silvio, desciende, a través del foramen magnum, por el canal medular y va colonizando los nervios hasta convertir a su víctima en un ZOMBI, en un “SOROMBÁTICO”, en un ENAMORADO DE SOFÍA (sabiduría), en un FILÓSOFO DE LA HISTORIA Y FILÓSOFO DE LA CULTURA locamente enamorados de Santa Rosa de Osos.

Esta VIROSIS ha sido conocida desde hace mucho tiempo.

Porfirio Barba Jacob (1883) no murió de tisis, murió de “Santarrositis-de-ositis aguda”.

En la necropsia de Guillermo Mc.Ewen se descubrió que la causa definitiva de su muerte, aunque ayudada por las balas asesinas, había sido la virosis santarrosana.

Ilustres contaminados ya muertos o próximos a morir son conocidos por ustedes: Benjamín Molina Callejas, Aníbal Muñoz Duque, Gerardo Martínez Madrigal, Ángel María Ocampo, Santiago Calle Roldán, José Manuel Acevedo, Marco Antonio Tobón Mejía, Pedro Justo Berrío, Salvador Arango, Darío Preciado, Ubita Melguizo, Alberto Pineda, Jesús María Jaramillo, Libardo Bedoya, Carlos Julio Roldán Zapata, Marina Rojas Preciado, Alveiro Muñoz Patiño, Jáder Villa y Edgar Villa, Gabriel Mejía, Jorge Cárdenas, Delfín Acevedo, Rogelio Echavarría, Darío Jaramillo, Bernardo Hoyos, Rafael Eusse Gómez, Juan Gonzalo Hincapié, Hernando Hincapié Roldán, Alberto Jaramillo, Emilio Montoya, Ricardo Jiménez, el Mono Gómez, los Calle, los Vélez, los Mejía, los Pineda, los Henao, los Rodríguez Moya, los Rodríguez Mira, los Tamayo, los Mesa, los Mira, los Medina, los doctores Gómez, Navarro, Roldán, Tabares, Palacio, Yepes, Vélez, Ramírez y tantos otros que no caben en estas cuartillas pero que están o estarán inscritos en el LIBRO DE LA VIDA. Quienes intenten degustar esta obra también terminarán INFECTADOS.

¿POR QUÉ NO TODOS LOS SANTARROSANOS ADQUIEREN ESTE VIRUS?

Porque desde hace mucho tiempo fueron INMUNIZADOS con las VACUNAS “ANTI-CULTURINA” y “ANTI-PATRIMONIONINA” inventadas, probadas, refinadas, filtradas, liofilizadas y reproducidas en EL VIEJO CAMPAMENTO MINERO, en antros de mala muerte, en ollas podridas expendedoras de droga, en lupanares y en casas de lenocinio. Existe en gotas, inyecciones, apósitos, enemas,

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lavativas, grageas, cápsulas y tabletas. Los VACUNADOS son muy conocidos: son aquellos que odian a Santa Rosa, que manchan sus muros y paredes, que le pintan bozo a las esculturas de Marco A. Mejía y que les importa un “comino” todo lo que huele a cultura porque se las dan de ICONOCLASTAS, de bárbaros, de cafres. Sencillamente son UNOS INCULTOS.

Cada uno de los INOCULADOS por el virus sabe CÓMO SE CONTAMINÓ.

Yo fui inoculado por mi abuelo Ricardo cuando me aseguró que él había sido secuestrado por las arpías narizonas de Patiobrujas y transportado a un burdel de París.

Fui contaminado por los Velásquez cuando me contaron las angustias de Gabrielito, embolatado por las brujas en el camino de Malambo. Desde entonces vistió el hábito de la Venerable Orden Tercera hasta que recibió la TONSURA.

Fui enfermado por Manuelito Castrillón en dos ocasiones: cuando, con su dedo sarmentoso por la artritis, me mostraba las lápidas del viejo cementerio de El Carmen (actual Sena: en donde, dicho sea de paso, espantan día y noche) y me decía: “a ese lo curé yo, a esa la alivié yo”, y los muertos seguían “muertos de risa” y cuando, recordando los postreros momentos de una de sus feligresas le decía: “¿de qué te arrepientes en esta hora suprema?” y la agónica exclamaba: “sólo me arrepiento de no haber sabido PARA QUÉ CREÓ DIOS AL HOMBRE” y murió virgen y mártir, virgen a la fuerza y mártir del deseo. Manuelito era un “homeo-alópata-hidrópata-nosomántico-cuatri-doctor”1

Me infectaron los descendientes de los Calle y los Jaramillo cuando me describieron el terremoto de principios del siglo XX. Un santo varón huyó despavorido de su lecho. Recogió el cuadro del SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, se lo puso entre las rodillas y el pecho, salió a la calle Real y gritó a todos los asustados paisanos: “PÉGUENSE DE ESTE QUE ES EL ÚNICO QUE LOS PUEDE SALVAR”. Había olvidado tres detalles: el resorte de su piyama se había roto, el vidrio del cuadro estaba en añicos y la lámina se había caído.

Me enfermaron cuando narraron el incendio de la Humildad. Cafruco, desafiando las llamas, sacó el COPÓN CON LAS SAGRADAS FORMAS y gritó a la multitud que lo aplaudía: “TE HEMOS SALVADO JESÚS MÍO”. Y cuando al abuelo le contaron que su nieta se había desposado con un SEÑOR TETAY, exclamó: “¿Ole, mija, por qué no te casates con la UBRE entera?”

1 Rafael Pombo. Doña Pánfaga, en José A. Nuñez Segura. S.I. Literatura Colombiana. 1969. p.243

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Me enfermé en la tienda de JANDITO POSADA cuando el Padre Félix Salazar, terminada a la carrera la Misa de cinco, decía a Jandito: “fiame un aguardientico”. Y el pequeño tendero respondía: “yo no fío licor”. Y el padre replicaba: “fiámelo, Jandito, y apuntá arepas en la libreta de la Casa Cural”.

Me inoculó JULITO JULIO cuando le gritaba a su digna y corpulenta esposa: “bajáme ya del mostrador”.

Me infectó el viejo ELÍAS LOPERA que le gritaba a su consorte, al ver los VASOS DE LECHE copados hasta EL BORDE : “mija, mérmele al vaso de leche”.

Fui víctima de ALBERTO PINEDA MEJÍA cuando en la escuela de niños, explicando la geografía exclamaba: “EL RÍO GUADALUPE NACE EN MANGA DE CASA” (la manga de casa y la misma casa hoy son un parqueadero).

El Godo Fernández me pegó el virus cuando paraba las velas de sebo, cuando pesaba las arepas, cuando ordenaba a su ayudante contar las casas de un almud de maíz (la casa eran cinco granos: cuatro en el mostrador y uno encima) y cuando le quitaba a Lazarito Díaz su tienda “dizque porque las tiendas también necesitaban vacaciones”.

Los descendientes de los Ochoa me contaminaron. Se escuchaban ruidos extraños en el granero situado en el marco de la plaza. El dueño se armó con su ESCOPETA DE FISTO. Se ocultó detrás del mostrador. A la una de la mañana sintió al intruso. Prendió la vela. Encontró al “ratero” y apuntó. Ya iba a disparar cuando una voz melosa, como la del TOPO YIYO, exclamó: “no me mate don Telmo, que yo aquí sólo vengo a dormir, yo como en la tienda del Godo Fernández”. Era un ratoncillo arrodillado y suplicante con las manos arriba.

Fui infectado por un antiguo oficial de justicia: cuando el secretario le preguntó: “¿qué escribo como causa de esta muerte violenta?”, respondió: “escriba: muerte natural”. Pero, “¿muerte natural con 24 puñaladas?”. Replicó: “¿y quién, después de tantas heridas no se muere NATURALMENTE?”.

Fui contaminado por los GALLEROS del pueblo. El Padre Baena rugía en el púlpito contra las galleras por sus escándalos. Echó la maldición de “garabato”: un día de estos les caerá el techo encima. Desde entonces LAS GALLERAS DE SANTA ROSA FUERON CONSTRUIDAS SIN TECHO.

Me infestó un viejo minero cuando un “intelectual” le preguntó: “¿con cuántos zurrones se llena el hueco de la Virgen?” Y contestó: “depende, mi Don, del tamaño del zurrón. Si es igual al hueco, con uno alcanza”.

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Me enfermó Carlos Jeta, con sus babas espesas y sus “velas de mocos” cuando, muy a la madrugada, se plantaba al pie de la Virgen de las Misericordias para iniciar la consabida perorata: “Oh, Virgen Santísima, tú que ERES LA INOCENCIA IMPURA”.

Me contaminó una muchacha de servicio del ricachón del pueblo. Era graciosa, tierna, enamoradiza, turgente de labios y abundante en carnes. Todas las tardes, cuando el sol de venados iluminaba al viejo Petacas (Belmira actual) se postraba a los pies de la VIRGEN y, elevando sus manos, le decía con mucha fe: “Oh Santísima Virgen de las Misericordias: tú que concebiste sin PECAR, déjame PECAR SIN CONCEBIR”.

Como esta enfermedad ESTABA MATANDO A MUCHOS CRISTIANOS, el CONSEJO DE CULTURA y varios santarrosanos inventaron un OCTAVO SACRAMENTO (variación de los SANTOS ÓLEOS) llamado “NUTABE DE ORO” para que los contaminados de “Santarrositis-de-ositis aguda” murieran en paz. Por eso mis DOS ÚLTIMAS VOLUNTADES son: que la secretaría de Salud erradique desde ya la “VACUNA ANTICULTURINA y ANTIPATRIMONIONINA” y que los odontólogos Roldán, mis amigos de Santa Apolonia, continúen ampliando la cadena de oraciones que han formado con motivo del CÁNCER PÉLVICO DE CHÁVEZ, para que la plegaria, en boca de todos ustedes, impida la DESAPARICIÓN DE ESTA ENFERMEDAD VIRAL.

Si alguno de ustedes todavía no está CONTAMINADO disfrute este libro y le aseguro que NO SALDRÁ NI ILESO NI DEFRAUDADO.

Colofón 2 ¿Por qué Santa Rosa? Isabel Flórez de Oliva nació en la Ciudad de los Reyes, Lima, el 30 de abril de 1586 y murió del 28 de agosto de 1617, de 31 años. Fue confirmada por Santo Tomás de Mogrovejo. Ayudada por su hermano construyó una ermita en el huerto de su casa. Allí hizo sus votos de virginidad. Vistió el hábito franciscano pero luego lo cambió por el de terciarias dominicas. Se dedicó, ayudada por Martín de Porres, a socorrer a indígenas, negros y enfermos. En 1634 se inició la causa de canonización con el nombre de Rosa de Santa María. Fue canonizada por el papa Clemente IX el 12 de abril de 1671, como la primera santa de América, ante el milagro de “una lluvia de rosas”.Fue llamada “la más bella rosa que ha producido nuestro Continente”.Ha sido venerada por católicos y anglicanos.Fue declarada Patrona del Nuevo Mundo en 1670.

2 Brevísima biografía de Santa Rosa de Lima.

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0

“En veintinueve de octubre de mil ochocientos cincuenta y tres se sepultó en el cimenterio (sic) de esta parroquia de Santa Rosa el cadáver del Presbítero José Sinforoso de Upegui; se le administraron los santos sacramentos de la

penitencia y extremaunción. Doy fe. Juan Esteban García”3

3 Libro de Defunciones de Santa Rosa de Osos. Tomo 3, foxa 41 a

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Luis Octavio Yepes Roldán.

I

JOSEPH SINFOROSO DE UPEGUI

“Usando de las facultades y regalías del Vice-Patronato Real que en mi reside por reales disposiciones y declaratoria de la Muy Ilustre Junta Superior

Provisional (M.Y.J.S.P.) ELIJO, NOMBRO y PRESENTO por tal al CURA del Valle de Santa Rosa de Ossos, al que lo es en la actualidad de la Doctrina

o Pueblo de San Carlos de CAÑASGORDAS, Presbítero Dr. Don José Sinforoso de Upegui, que ocupó el primer lugar de la terna…” Firman Juan

Elías López, Gobernador, y Miguel de Palacios, Escribano de Cabildo y Gobernación”4

4 Archivo de Historia de Antioquia. ECLESIÁSTICOS COLONIA, Tomo 83, Documento No. 2331 de 59 foxas

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Doscientos Años Después

GENEALOGÍAEl Padre José Sinforoso de Upegui descendía de un rancio tronco español.5

En 1645 don PEDRO MARTÍNEZ DE UPEGUI fungía como Alcalde de una de las Hermandades de Santa Fe de Antioquia y como Tesorero del Real Erario. En 1654 se radicó en el Valle de Aburrá. Había contraído matrimonio con ANTONIA MEJÍA en Santa Fe de Antioquia.

Fueron cuatro sus hijos: 1. MARÍA ANA que tuvo una hija llamada ANA MARÍA CASTRILLÓN UPEGUI; 2. MARÍA ISABEL cuyo hijo fue Miguel de la Cerda Upegui; 3. PEDRO MARTÍN, sin más filiaciones y 4. JUAN DE UPEGUI MEJÍA (Sargento Mayor), casado con FRANCISCA MEJÍA en primer matrimonio y en segundo con DOMINGA GÓMEZ de Castro Álvarez, en 1660.

Don JOSÉ SALVADOR UPEGUI GÓMEZ, de Medellín, fue hijo del segundo matrimonio de don Juan de Upegui y Dominga Gómez. Se desposó con doña Catalina ZAMORA Urrego. De este matrimonio nació SALVADOR JOSÉ UPEGUI ZAMORA (mestizo), casado en 1729 con María Manuela BUSTAMANTE REQUENA en Medellín el 22 de octubre de 1733. Tres fueron sus hijos a saber: 1. Salvador Upegui Bustamante, presbítero, Cura del Pueblo de Indios de la Estrella, tío del Padre Joseph Sinforoso de Upegui, 2. Miguel Toribio Upegui Bustamente (TRONCO de SANTA LAURA MONTOYA UPEGUI) y 3. JUAN JOSÉ UPEGUI BUSTAMANTE, quien contrajo matrimonio con ANA MARÍA DUQUE Arteaga.

Estos fueron los padres de Joseph Sinforoso quien había nacido en Medellín en 1771 y era sobrino del cura del Pueblo de Indios de La Estrella. Fue ordenado alrededor de 1800 (28 años de edad). Fue nombrado cura doctrinero del Pueblo de Indios de Cañasgordas a los 28-29 años. Se inscribió para la oposición a la parroquia de Santa Rosa a los 39 años (marzo de 1811) y murió en Santa Rosa en 1853, a los 83 años. En 1818 fue sancionado por su Obispo Salvador Jiménez de Enciso Cobos y Padilla, por “SER UN CURA INSURGENTE”. Fue restituido a su Curato en 1821 por el mismo Prelado.

Don MIGUEL TORIBIO UPEGUI BUSTAMANTE fue el padre de don JUAN LORENZO UPEGUI MELGUIZO. Este fue el padre Don Lucio Upegui Arango. Don Lucio fue el padre de MARÍA DOLORES UPEGUI quien contrajo matrimonio con el médico JUAN DE LA CRUZ MONTOYA. Estos fueron los padres de Santa MARÍA LAURA DE JESÚS MONTOYA UPEGUI, canonizada el 12 de mayo de 2013, PRIMA CUARTA del Padre José Sinforoso. Había nacido en Jericó el 26 de mayo de 1874. Era sobrina de María de Jesús Upegui, fundadora de las Siervas del Santísimo y de la Caridad.

5 Genealogía de UPEGUI, www. Genealogías

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Luis Octavio Yepes Roldán.

CAÑASGORDAS, UN PUEBLO DE INDIOSEl sitio de CAÑASGORDAS desde mediados del siglo XVIII había sido declarado como “pueblos de Indios” para dar amplitud al pueblo de Buriticá.

Los españoles que habían visitado este territorio a orillas del proceloso RÍO SUCIO le dieron el nombre de CAÑAS-GORDAS por la cantidad de GUADUAS alrededor del río con las cuales los nativos (emberá-catíos) construían sus altas habitaciones, separadas del suelo, para huir de la plaga y de las fieras. El sitio cambiaría de nombre en el siglo XX: San Carlos de Milán en 1914, Miramar en 1932, Balboa en 1916 y finalmente San Carlos de Cañasgordas.

El primero de diciembre de 1776 el Gobernador Don Francisco Silvestre y Sánchez firmó en Santa Fe de Antioquia el ACTA mediante la cual el Sitio se convirtió en POBLADO de Indios, gestión concluida posteriormente por don CAYETANO BUELTA LORENZANA en 1782. En 1823 sería Municipio.

En 1781 fue creada la Parroquia de San Carlos Borromeo. El sitio había sido habitado por los emberá-catíos siendo uno de sus principales caciques IMANTAGÓ. Fue descubierto un CEMENTERIO DE INDIOS hoy conocido como el HIPOGEO con grandes construcciones hasta de 8 toneladas de peso.6

Fueron grandes productores de TABACO, al que estaban aficionados en forma exagerada.

En 1764 los Maestros Mateo Oquendo y Javier Combas fueron encargados de “recoger” a los indígenas muy dispersos en todos estos territorios (que limitaban con Buriticá y con Dabeiba); lograron focalizar VEINTINUEVE FAMILIAS. Pero sólo hasta 1776 en el alto Riosucio se fundó el PUEBLO DE INDIOS para los emberá-catíos, compuesto por grupos familiares aún reconocidos: “Domicó, Jumí, Bailarín” constituyéndose así en un RESGUARDO de unas 240.000 hectáreas. Se encomendó al Cura Doctrinero de Buriticá su atención espiritual pero, al organizarse el Partido, les fue nombrado un COADJUTOR. Las 29 familias estaban conformadas por unos 147 indígenas entre catíos y chocoes. Además fueron llegando los LIBRES a quienes se les concedió derecho de tierras para iniciar el proceso de MESTIZAJE, objetivo final -según los historiadores- de estos Pueblos de Indios: aprender la doctrina, el idioma, las costumbres y lograr “apaciguar los ánimos” mediante el mestizaje de estas tribus que siempre habían sido tenidas por “muy bravas” y que habían dado mucha guerra a los españoles, en la llamada “CULATA DE URABÁ”. El 19 de septiembre de 1781 el Doctor Don Juan Salvador de Villa y Castañeda publicó el edicto para la oposición a esta

6 Monografías de Antioquia, Cervecería Unión, 1941

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Doscientos Años Después

nueva doctrina después de aumentar de 50.000 a 200.000 maravedises para la congrua sustentación del Doctrinero y para los gastos del culto. El 25 de junio de 1782 se inscribió el Presbítero Agustín Salazar quien, en el primer intento obtuvo calificaciones TRIPLE R.R.R. (reprobado, reprobado, reprobado: en latín, moral y gramática) y en el segundo la calificación de TRIPLE A.A.A. (aprobado, aprobado, aprobado). Buelta Lorenza el 17 de agosto de 1783 lo nombró, de acuerdo con los protocolos del PATRONATO REAL. Administró la parroquia durante 17 años, hasta 1799, cuando renunció.7

El 2 de octubre de 1799 tomó posesión de la Parroquia el Presbítero don Josef Sinforoso de Upegui, nombrado por el Gobernador de la Provincia de Antioquia, de acuerdo con el PATRONATO REGIO, don Víctor de Salcedo.8 Había sido ordenado en Popayán por el OBISPO ÁNGEL VELARDE Y BUSTAMANTE alrededor de 1800 “para el TÍTULO de la Doctrina de Cañasgordas”,9 dato que parece reñir con la fecha de posesión. Téngase en cuenta que para la oposición se presentaban algunos LAICOS, candidatos al estado sacerdotal y estudiantes de gramática, latín y moral, a veces sin tonsurarse (como aparecería en los opositores de Cañasgordas). Esto permitiría pensar que Joseph Sinforoso tomó posesión antes de ordenarse; además como había sido designado para PUEBLO DE INDIOS posiblemente los requisitos fuesen distintos.

Administrar un PUEBLO DE INDIOS tenía enormes connotaciones teniendo en cuenta que la Corona había afinado los instrumentos correspondientes de suerte que el “indio” fuese tratado en toda su dignidad, no fuese maltratado, ni esclavizado, ni vendido, ni llevado a los trabajos de mina, las mismas reglas que eran de obligatorio cumplimiento para los ENCOMENDEROS, quienes solían abusar y no se contentaban con los “impuestos” o cuotas obligatorias de los nativos.

VISITA EPISCOPALEra OBISPO de Popayán en este momento ÁNGEL VELARDE Y BUSTAMANTE (1788-1809) había visitado la Provincia en 1791 y “había amenazado de renunciar a su Sede” si se hacía efectiva la desmembración de su Diócesis, ya que se rumoraba, desde 1796 y se había pedido la erección de la DIÓCESIS DE SANTA FE DE ANTIOQUIA, necesidad sentida si se tenía en cuenta un informe de la época en el siguiente tenor:

7 Juan de la Cruz Congote. Biblioteca virtual U.de A. edu.co8 Biblioteca virtual de Antioquia. U.deA. edu.co autor JUAN DE LA CRUZ CONGOT9 www.Banrepcultura.org. curas foráneos de Santa Fe, Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango

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Luis Octavio Yepes Roldán.

“Que el viaje de Antioquia a Popayán no podía hacerse en menos de CUARENTA DÍAS y había que atravesar SESENTA RÍOS, que el CORREO tenía que ir a BOGOTÁ y de allí a POPAYÁN, pues no lo había directo. Que la Provincia tenía CINCO parroquias que pertenecían a Bogotá y la de Cáceres a Cartagena, que la Provincia tenía rentas suficientes para sostener obispado, pues tenía de 50 a 60 mil almas con 36 o 37 parroquias”.

Además desde 1796 existieron VICARIOS SUPERINTENDENTES que hacían las veces del Obispo de Popayán, en esta lejana Provincia, contándose, entre ellos, a Esteban Antonio de Posada, Juan Salvador de Villa y Castañeda, José Antonio de Posada, José Jerónimo de la Calle y Alberto María de la Calle. Por otra parte las poblaciones de esta Provincia pertenecían a varias circunscripciones. Del Obispado de Cartagena dependían Cáceres y Zaragoza. De la Arquidiócesis de Santa Fe, Remedios y la Villa de San José de la Marinilla, y de Popayán, Santa Fe de Antioquia y las ciudades, villas, sitios, partidos, doctrinas de indios y viceparroquias que orbitaban alrededor de la Jurisdicción de Antioquia. Finalmente en 1803 Carlos IV aprobó la erección del Obispado y envió los documentos a Roma para el visto bueno final del Papa.

A mediados del mismo año 1803 fue nombrado el Doctor José Manuel Aranzibía, Canónigo de la Iglesia Catedral de Puebla de los Ángeles como primer Obispo de Antioquia, lo que no se dio. Mientras tanto los CABILDOS de la Villa de Medellín y de Antioquia se disputaban la SEDE. En este año había curas en los siguientes sitios: Amagá, Santa Fe, Anzá, San José de Arma Viejo, San Antonio de Barbosa, El Rosario de Hato Viejo, el Pueblo de Indios de Nuestra Señora de la Estrella (Salvador Upegui Bustamante de Medellín, hijo de Salvador José Upegui Zamora, mestizo y de Manuela Bustamante Requena, ordenado en Popayán en 1778, tío del Padre Joseph Sinforoso), en el Pueblo de Indios de Sabanalarga, en el Pueblo de Indios de Buriticá, en Cancán, en el Pueblo de Indios de Cañasgordas (Josph Sinforoso Upegui), en la Carolina del Príncipe (Don José María Euse, nacido en Medellín en 1774, hijo del francés Pedro Euse y Tomasa Macías –muy importante para NUESTRA HISTORIA- ordenado en 1801 quien había sido cura del Pueblo de Indios de Buriticá), en Claras (Carolina del Príncipe) desde 1802, en la Concha, en Copacabana, en don Matías (San Antonio del Infante), en el Pueblo de Indios del Peñol, en Envigado, en la Villa de san José de la Marinilla, en la Villa de Medellín, en san Bartolomé, en Santa Bárbara, en Santo Domingo, en Santa Rosa de Osos (el mestizo don Nicolás Francisco Agudelo de 1789 a 1810 cuando falleció y fue reemplazado por el interino Maestro Bachiller Don Juan Francisco Vélez Posada, hijo de José Ignacio y de Jerónima, cura MUY ACAUDALADO).10

10 Curas foráneos de Santa Fe. www. Banrepcultura.org Bibl. Luis Ángel Arango

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Doscientos Años Después

El Gobernador de la Provincia era don FRANCISCO DE BARAYA Y CAMPA que sería reemplazado en 1794 por Don Juan Pablo Pérez de Rubla (Arrubla).

OPOSICIÓN A LA DOCTRINA DE LOS OSOS

En 1811 fue convocada “oposición” para el curato de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos, en Santa Rosa, situado en el Valle de los Osos, cuando el Padre NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO murió en Medelín, en 1810, después de una penosa enfermedad.

En un amplio e interesantísimo documento del Archivo de Historia de Antioquia se describiría todo el proceso.11

Por ser un MODELO sobre las OPOSICIONES reguladas por LA CORONA de acuerdo con el PATRONATO REGIO, es interesante ofrecerlo a los lectores.

El proceso se inició con la PARTIDA DE DEFUNCIÓN del Maestro Doctor Don NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO, CURA de Santa Rosa en los Valles de los Ossos.

“El dos de diciembre de mil ochocientos y diez años Yo el cura Don Francisco Joseph Bohórquez di sepultura eclesiástica al cadáver de Dn. Nicolás Francisco de Agudelo Presbítero, cura propio del sitio de Santa Rosa de Ossos, el cual falleció el día de ayer, en la Villa de Medellín, y recibió los santos sacramentos repetidas veces durante su dilatada enfermedad” (sic)12

El diez de diciembre del mismo año el Sr. Dr. Dn. Alberto María de la Calle, Vicario Particular de la Villa de Medellín, legítimamente autorizado para proveer vacantes para no demorar los nombramientos mandó EDICTOS emplazatorios para fijar en la puerta de la Iglesia parroquial de Medellín para que se presentaran a la oposición los candidatos, en un término de treinta días, contados a partir del dieciséis de diciembre de mil ochocientos diez. Igualmente se fijaría en la puerta de la Iglesia del Sitio de Santa Rosa, en el Valle de los Osos, con un oficio remitido al Cura Interino de dicha Iglesia y con copia al Juzgado, con las indicaciones pertinentes, a saber: presentar la Licencia para dicha Oposición firmada por el Ordinario, la fe de bautismo y de confirmación del Candidato y un oficio en el cual cada una hacía su propia presentación.

El Vicario recibió oficios y documentos de los siguientes candidatos.11 ECLESIÁSTICOS COLONIA, Tomo 83, Documento No. 2331 de 59 foxas12 Partida de Defunción del Padre Nicolás Francisco de Agudelo. Medellín

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Don Joseph Antonio Cecilio Salazar Artiaga, nacido el 25 de noviembre de 1785. Informaba que era estudiante de Gramática y Moral porque deseaba recibir el sacramento de la ordenación. Como no estaba TONSURADO y todavía era LAICO, suplicó al Ilmo. Sr. Obispo la licencia respectiva y la aplicación de la TONSURA, quien lo aceptó.

Don Joseph María de Luna Velásquez, de 25 años. Había sido bautizado el 11 de diciembre de 1783 en la ciudad de Antioquia. Anexó el permiso del Obispo junto con la concesión de la Tonsura y con los informes de varios testigos en los cuales se afirmaba que era muy conocido, que la familia era muy importante, que estudiaba Gramática y que era virtuoso.

Don Pedro Ramón de Hoyos Ramírez, natural de Nuestro Señor San José de la Marinilla, quien –decía- era aspirante al estado sacerdotal, había nacido en 1785, carecía de CONGRUA y como era LAICO solicitaba la Tonsura al Señor Obispo quien se la concedió el 5 de enero de 1811.

Don Juan José de la Cruz García Ocampo, de San José de la Marinilla, bautizado el 14 de marzo de 1781. Anexaba la autorización del Obispo.

Don Félix Antonio Jaramillo Estrada, bautizado en Santa Rosa de Ossos el 28 de noviembre de 1789, habiendo sido apadrinado por unos de los fundadores de San Luis de Góngora (de las Montañas de los Yarumales), Don Francisco Leonín de Estrada, además Delegado de Caminos y Juez. Anexaba los permisos del Prelado.

Presbítero Doctor Don Joseph Sinforoso de Upegui, quien era cura doctrinero del pueblo de indios de CAÑASGORDAS, desde el 2 de octubre de 1799, además candidato, por oposición, al curato de SOPETRÁN. En su oficio indicaba que llevaba más de DIEZ AÑOS de cura en el servicio del Pueblo de Indios, y como estos eran tan ignorantes, había mostrado “solicitud y vigilancia eficaz” para evitar su extravío. No aportó los registros de bautismo y confirmación porque ya habían sido enviados para la oposición anterior. Entre los documentos importantes anexados por el Padre Sinforoso fueron consignados dos.

El primero era un certificado firmado por el propio Alcalde de Cañasgordas, Don Lorenzo Góez, quien afirmaba que el Padre había sido fiel a su ministerio durante más de DIEZ años, que era asiduo en la atención de sus feligreses, sobre todo con los enfermos y moribundos a quienes visitaba en las Montañas, que era confesor de Indios, que se recorría a pie los territorios, que enseñaba la doctrina y el evangelio y demostraba gran amor y caridad (documento del 24 de diciembre de 1810).

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Doscientos Años Después

El segundo era una petición de los vecinos de Santa Rosa de Ossos. Los firmantes le rogaban que hiciera “oposición” para este curato de los Osos porque todos queremos “que sea nuestro párroco” (pág. 29 del documento 2331) y aducían las razones. Dicho documento había sido firmado el 11 de diciembre de 1810, entre otros, por Francisco Xavier Barrientos, Joseph María Arango, Joseph María de Zulaybar, Silvestre Vélez, Miguel Sacramento Tamayo, Evaristo Martínez de Pinillo, Juan Modesto Tamayo, Joaquín Muñoz, Joseph Jaramillo, Joseph Miguel Botero, Juan García Campuzano, Francisco Mantilla, Plácido Missas, Joaquín Yepes y Juan Ignacio Tamayo, todos habitantes del Valle de los Ossos.

Don Joseph Palacio Vélez, bautizado el 20 de enero de 1785. El 3 de enero de 1819 el Ilmo. Señor Obispo le concedió el permiso y la tonsura.

Don Gabriel García, bautizado el 17 de abril de 1781. Presentó las licencias.

Don Félix Días Moreno, bautizado el 11 de abril de 1789. Obtuvo las licencias.

Don Francisco Balbín Zamarra.

Don Joseph María de Upegui y Melguizo, bautizado el 15 de diciembre de 1781.

El 21 de enero de 1811 fueron nombrados los examinadores sinodales, a saber: Doctor Don Francisco de Saldarriaga, Doctor Don Carlos de Restrepo, Doctor Don Casimiro Tamayo quienes el 11 de febrero, a las 9 a.m. iniciarían los exámenes de LATINIDAD y MORAL.

Es de anotar que el cura interino de Santa Rosa, que a la sazón era el Maestro Doctor Don JUAN FRANCISCO VÉLEZ no “hizo oposición” a su curato pero había recomendado a los vecinos pedir al Padre Upegui la postulación (como consta en otro oficio similar al anterior y firmado el 12 de enero de 1811)

El día 11 de febrero, a las 9 de la mañana, y acompañados por el Presbitero Doctor Don Francisco Xavier Bohórquez, EXAMINADOR REGIO, se dio comienzo a los exámenes sinodales y se solicitó a cada uno dar su VOTO EN SECRETO.

El primer día fueron examinados y calificados en este orden, TODOS CON TRIPLE A (A.A.A. Aprobado, Aprobado, Aprobado) a saber: José Sinforoso de Upegui, Félix Antonio Jaramillo, Cecilio Salazar y Joseph María Luna.

El 12 de febrero fueron examinados y calificados también con triple A (A.A.A.) Pedro Ramón de Hoyos, Gabriel García, Félix Díaz y Francisco Balbín.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

El 13 de febrero fueron calificados Juan José de la Cruz y José Antonio Palacio con TRIPLE A, y don José María Upegui con TRIPLE R (R.R.R.) (Reprobado. Reprobado. Reprobado)

El 14 de febrero de 1811 el Doctor Don Alberto María de la Calle, Vicario Particular de esta Villa y Superior Eclesiástico de la Provincia de Antioquia indicó la NÓMINA establecida por los Señores Escrutadores e indicó que el ORDEN ERA GRADUAL “con arreglo al mérito e idoneidad” y envió el correspondiente Oficio al Señor Gobernador y Comandante General quien hacía las veces de REAL VICEPATRONATO.

El 17 de febrero fue remitido el oficio al Señor Gobernador Don Francisco de Ayala, Gobernador de la Provincia de Antioquia, y Comandante General Presidente de la M.Y.J.S.P. (Muy Ilustre Junta Superior Provisional) de la Ciudad de Antioquia y Vice Patrono Real.

Este extenso documento terminaba con OTRO OFICIO firmado por 17 vecinos de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en estos Valles de los Ossos, dirigido al señor Gobernador Doctor Francisco de Ayala en la cual insistían en el nombramiento del Padre José Sinforoso de Upegui.

Finalmente el 8 de marzo de 1811 JUAN ELÍAS LÓPEZ TAGLE, a la sazón Presidente de la Junta Provisional (el anterior se había retirado porque ya estaba en marcha el MOVIMIENTO DE RECONQUISTA ESPAÑOLA DE MORILLO Y WARLETA) procedió con el siguiente documento:

“Usando de las facultades y regalías del Vice-Patronato Real que en mi reside por reales disposiciones y declaratoria de la Muy Ilustre Junta Superior Provisional (M.Y.J.S.P.) ELIJO, NOMBRO y PRESENTO por tal al CURA del Valle de Santa Rosa de Ossos, al que lo es en la actualidad de la Doctrina o Pueblo de San Carlos de CAÑASGORDAS, Presbítero Dr. Don José Sinforoso de Upegui, que ocupó el primer lugar de la terna…” Firman Juan Elías López, Gobernador, y Miguel de Palacios, Escribano de Cabildo y Gobernación”13

JOSÉ SINFOROSO DE UPEGUI TOMA POSESIÓN

En marzo de 1811 Joseph Sinforoso de Upeguí tomó posesión de la parroquia año en el cual vacaba la DIÓCESIS DE POPAYÁN ya que el Obispo Ángel Velarde y Bustamante había concluido en 1809 y su sucesor MONSEÑOR PEDRO ÁLVAREZ Y MORALES comenzaría en 1813.

13 ECLESIÁSTICOS COLONIA, Tomo 83, Documento No. 2331 de 59 foxas

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Doscientos Años Después

La ÉPOCA DE INDEPENDENCIA apenas comenzaba y si en las grandes ciudades como Santa Fe, Cartagena, Mompox, y Antioquia ya existían JUNTAS PROVISIONALES, en el sitio de Santa Rosa la vida continuaba igual y era posible pensar que para todos FERNANDO VII seguía siendo el Rey y la METROPOLI era España.

Al Padre José Sinforoso, como líder espiritual, teniendo en cuenta sus enormes dotes intelectuales, correspondería dar las informaciones pertinentes para que sus feligreses conocieran la situación socio-política del momento. En efecto, en ese mismo año, ANTIOQUIA se había declarado INDEPENDIENTE de la Corona Española y había acuñado su propio sello (FE PÚBLICA DEL ESTADO LIBRE E INDEPENDIENTE DE ANTIOQUIA) y al año siguiente aprobaría su ESCUDO.

José Sinforoso dirigiría los destinos espirituales y aún los materiales del Sitio de los Ossos de 1811 a 1818, año en el cual FUE SANCIONADO Y RETIRADO de la Parroquia por el Obispo de Popayán Salvador Jiménez de Enciso Cobos y Padilla, al ser catalogado como CURA INSURGENTE.

Regresó, temporalmente, a su antiguo curato de CAÑASGORDAS, pueblo de Indios hasta que el mismo Prelado levantó su sanción y lo reubicó en el curato de Santa Rosa de Osos en 1821, cargo que ocupó hasta 1847. Al retirarse de la parroquia contaba casi con 78 años para morir en 1853, de 84 años aproximadamente.

El litigio mencionado se refería a la tendencia muy manifiesta de José Sinforoso de Upegui hacia la independencia. Fue acusado en repetidas ocasiones y el Obispo que era REALISTA, optó por destituirlo.

Cuando la Independencia se afirmó y el Obispo Salvador Jiménez de Enciso Cobos y Padilla cambió su posición de REALISTA a INDEPENDENTISTA, gracias a la carta que el mismo Simón Bolívar le había enviado, en la que le indicaba “que la libertad y la independencia de la Metrópoli” no eran tan malas, lo retornó a su puesto.

Dice el Padre Martín Múnera T.14 que sus restos estuvieron en el JARDINCILLO PRÓXIMO a la Sacristía de la Iglesia del Señor de la Humildad, y que no se supo a dónde fueron a parar cuando fue reparada a raíz de un incendio ocurrido en la noche del 16 de enero de 1914.

14 José Martín Múnera Tobón. La Parcela. Tomo II, Editorial Bedout, 1961.pág. 282

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Visitando el actual templo del Señor de la Humildad, incrustada en la pared del lado derecho, entrando, se encuentra, si no el polvo de sus huesos, al menos la LÁPIDA que recuerda su muerte. Uno de los obreros de la reconstrucción del Templo aseguraba que las tumbas no fueron abiertas y que, por lo tanto, ahí deberían estar los restos de los presbíteros sepultados en las mismas.

Para Santa Rosa el Padre Joseph de Upegui fue una bendición. Las enseñanzas desde el púlpito sagrado se verían reflejadas directamente en los documentos de su tiempo contenidos en los PROTOCOLOS del ESCRIBANO PÚBLICO DEL NÚMERO, tema que abordaremos posteriormente con muchos detalles que nos revelarán la IDIOSINCRASIA del santarrosano en los primeros cuarenta años del siglo XIX.

RASGOS DE JOSÉ SINFOROSO

Las enseñanzas cívicas, sociales y hasta políticas del Padre Sinforoso aparecerían en las reuniones que solía tener, en el pequeño kiosco de la plaza principal, al frente del templo, (a la sazón muy deteriorado) dedicado a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, tema que también ampliaremos a su tiempo.

Era un hombre de CANDOROSA BONDAD. Todo su aspecto manifestaba paz y tranquilidad.

Era calvo, de estatura mediana, magro de carnes, de dedos sarmentosos, de nariz aguileña como sus ancestros, de ojos claros y profundos, verdaderos espejos de su alma de niño.

Tenía esclavos como era lo usual en su época y algunos derechos de MINA, algunas casas pajizas, con solar y cocina de bahareque y algunas tierras de pan y caballería.

“El 26 de agosto de 1818 el Presbítero José Sinforoso de Upegui vende a Rafael Berrío una porción de tierra de pan y caballería situado en el sitio de Mocorongo, jurisdicción de San Antonio de Infante, por veintinco castellanos, ante el escribano interino don José María Ramírez”15.

José Sinforoso de Upegui, cura de esta santa Iglesia y Vicente Pinillos, Mayordomo de Fábrica y de Nuestro Amo e Ignacio Silva, “donan a la Renta del Santísimo una casa de tapias, pajiza, con su solar, con su armario de tienda y mostrador, que está detrás de la IGLESIA cuyos linderos eran por un lado con Ramón Uribe, por abajo con la asequia que va a la mina de Juan José Yarsa, al frente con la calle y al otro lado con Esteban Silva”16

15 Archivo de Santa Rosa. Protocolos. Legajo de 1828 de la Villa de Santa Rosa. Foxa 61 r.16 Legajo 1823 Archivo S.R.O. foxa 27

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Doscientos Años Después

José Sinforoso de Upegui “vendió a José María Tamayo, escribano de esta Villa de Santa Rosa, una casa de teja, zaguán, cocina y solar, en el marco de esta Villa. Al frente lindaba con la calle Real que subía a la Iglesia. Abajo con la casa de Teresa Villa. Arriba con Juan José Mora y Berrío. A la espalda con José María Ramírez y por el mismo sector con José Antonio Mejía y Lorenzo Pérez, alrededor de las tapias. Todo por ochocientos pesos fuertes. Firmado el 3 de noviembre de 1826”17

El escribano interino d. José María Ramírez “declaró una deuda de 150 castellanos a favor del Padre José Sinforoso por una casa que le había vendido”. El dicho escribano pagaría con el REMATE DE DIEZMOS los cuales quedarían para el Padre Upegui quien los percibiría el lunes siguiente al domingo de QUASIMODO (“casimodo” sic) cada año “en que son los remates de diezmos hasta acabar de pagar” (firmado el 4 de marzo de 1829).18

“Nicolás Gómez a nombre de José María Tamayo vendió al Padre Sinforoso una casa de teja con cocina ubicada al frente de la calle Real con los siguientes linderos: por abajo con casa de Teresa Villa, por arriba con solar de Juan José Mora Berrío y con Lorenzo Pérez. La casa sale a la Ronda hasta la casa de Teresa Villa. La compra por 600 castellanos. Firmado el 9 de junio de 1831”19

El 4 de septiembre de 1831 don Nicolás Gómez vendió al coadjutor Presbítero JUAN MARÍA ROJAS “una casa con solar, cocina, de tejas, de tapias, al frente de la Calle Real y con linderos con Miguel Uribe, Manuel Gabino y Rafael Jaramillo por 1400 pesos, de los cuales, 400 serían para el Padre Sinforoso por una vieja deuda”20

El Padre José Sinforoso vendió a Evaristo Zea “una casa de teja, cocina, solar ubicada en la calle real y lindando con Juan José Berrío, Lorenzo Pérez, Teresa Villa y José María Ramírez por 500 pesos fuertes, firmado el 12 de septiembre de 1834”21

El Padre Jose Sinforoso vendió a Bernabé Hidrón “una casa de paja, tapias y cajón de tienda, con cancel, puertas y ventanas de madera, con cerraduras, corredor de teja, cocina y solar al frente de la calle (no identificada) y lindando con el señor Silva, José María Rodríguez y Manuel Díaz, por 150 pesos fuertes con 5 pesos de intereses al año, con un plazo de un año, firmado el 13 de septiembre”22.

17 Legajo 1826, Archivo de S. R.O., foxa 2618 Legajo 1829, Archivo de S.R.O. foxa 3119 Legajo 1829, Archivo de S.R.O. foxa 3120 Foxa 124 del mismo legajo, tomo II21 Protocolos de 1834, Legajo correspondiente, foxa 9122 Foxa 98 del mismo Legajo de 1834

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Trataba de tal modo a los ESCLAVOS que les permitía holgazanear los fines de semana, asistir a los saraos del pueblo, beber algunas copas de anís, eso si, con tal de no ofender a NUESTRO AMO SACRAMENTADO y regresar al trabajo el lunes muy temprano, PALO ABAJO (con la seguridad de que no los AZOTARÍA porque no lo merecerían como pasaba con otros esclavos, lo que originó el NOMBRE DE LA CALLE DE EL PALO) camino hacia Carolina, Yarumal y Angostura, que fue uno de los primeros anfiteatros convertido en solares y en casas de bahareque, o tierra pisada y paja, de acuerdo con los protocolos ya mencionados, alrededor de 1700.

En las costumbres de estos años los dueños de esclavos solían darles el sábado para que “mazamorreasen” o “trabajasen” de cuenta de ellos y así pudieran, el día domingo, acercarse a los tiendas y almacenes para comprar sus vestimentas, porque los DUEÑOS DE MINA y de CUADRILLA “no daban la ropa”, con algunas excepciones.

EL DÍA DOMINGO

El siguiente documento confirmaba la situación de los Esclavos antes descrita y la angustia de los curas doctrineros al notar que el DÍA DOMINGO, dedicado al descanso y a la misa y a la oración, el pueblo se entregaba a sus MERCADOS, poniendo en peligro el deber religioso.

En el documento del A.H.A. tomo 83, número 2320 el CURA INTERINO DE SANTA ROSA, el Maestro Juan Francisco Vélez en oficio del 6 de enero de 1811 pidió al Señor Teniente de Gobernador don Francisco Xavier Barrientos “que los mercaderes cesen sus negocios el día domingo”23

Diría, entre otras cosas: “hagamos santificar los Domingos y días de fiesta de guarda a los mercaderes y compradores”. Siguen abriendo las tiendas. Desde antes cuando reemplazaba al padre Agudelo las tiendas permanecían abiertas, se vendían ropas, se hacían ajustes, “se cambea el oro”, “hay contadas de plata”. (sic) Como me opuse a esta práctica los mercaderes me acusaron al Obispo, quien, a la postre, me defendió porque mis exhortaciones estaban fundamentadas en la Biblia.

El 23 de enero del mismo año el señor Teniente de Gobernador respondió y firmó con su secretario, don Lorenzo de Berrío, e informó a los mercaderes del sitio de los Osos. Dos de ellos, don Sacramento y don Juan Ignacio Tamayo, afirmaron “que no nos tengan por parte en este asunto”.

23 A.H.A. tomo 83, número 2320.

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Doscientos Años Después

Informados los mercaderes escribieron al Teniente y le pidieron que escuchara algunos testigos y los interrogara en el tenor siguiente: si la costumbre de mercado en domingo era antigua o nueva, si existía o no en otros sitios, partidos, villas y ciudades, si desde la fundación de este sitio se hacía mercado el domingo, si los mineros y agricultores para llegar a esta cabecera recorrían de una a cuatro y más leguas y se demoraban hasta seis horas, si los esclavos trabajaban o no, en las minas o haciendas o casas de sus amos o si estos les daban libre el sábado para que se contrataran con otros y ganaran unos “granos” extras, si los mismos sólo tenían el domingo para comprar sus ropas, si era cierto o no que los amos jamás dotaban a los esclavos de ropas, que la mayoría de vecinos eran pobres y compraban no al por mayor sino al menudeo, que si el párroco anterior, desde el púlpito, había aceptado “esta corta negociación de los domingos”, si los mercaderes hacían o no sus compras en Antioquia, Medellín, Rionegro y Marinilla por lo general los días viernes para poder llegar a tiempo y vender los domingos.

Esta solicitud fue firmada por los siguientes mercaderes: Evaristo Martínez de Pinillo, Joaquín Muñoz, José Pablo Lenes, Juan de Dios Uribe, Juan Miguel Botero y José Toribio Duque.

En las páginas siguientes del documento aparecieron las DECLARACIONES de los mineros citados quienes, haciendo la SEÑAL DE LA CRUZ, juraron decir toda la verdad sobre las cuestiones indicadas, entre ellos, Don Francisco Palacio, don Francisco Xavier Ramírez, Don Joaquín Moya y Don Francisco Álvarez. Todos coincidieron en las respuestas y juraron que esa era la costumbre, que la gente vivía muy lejos, que el cura anterior había aceptado negocios hasta de VEINTICINCO tomines, que la gente era pobre, que no se podían darse el lujo de venir el domingo a misa y otro día a mercar porque perdían un día de jornales, que los esclavos quedaban libres los sábados para que se recontrataran y pudieran comprar ropa el domingo, que los amos no daban vestuario a los esclavos.

Los comerciantes, en este litigio, habían sido representados por don Joaquín Muñoz quien informó al Señor Teniente el 25 de enero que no enviaría más testigos.

El 28 de enero la Junta Provisional recibió el oficio y las pruebas, según firman el recibido los integrantes de la Junta: Ayala, López, Martínez, Villa, Montoya y Gómez.

Los comerciantes, además, contrataron los servicios de un REPRESENTANTE LEGAL Y CAPAZ, don Gabriel García de Hoyos quien envió libelo a la MUY

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ILUSTRE JUNTA SUPERIOR PROVISIONAL (M.Y.J.S.P.) sobre las “razones que tienen para mantener abiertas sus tiendas de ropas y vender el domingo”. Fueron las siguientes. 1. El mercado siempre fue en día domingo. 2. En otro tiempo fue pasado para otro día pero los resultados fueron desastrosos. 3. El maíz, el dulce y los víveres vienen de Medellín y Antioquia. 4. Los mineros y campesinos deben recorrer entre 6 y 8 leguas. 5. Si no aprovechan su salida a la Santa Misa los Domingos para mercar, perderían otro día en semana y son muy pobres para dejar de recibir un jornal. 6. Se ha encontrado aquí que la gente primero oye la Misa y después hace el mercado. 7. En Medellín el mercado de maíz, dulce y víveres es el viernes, regresan los comerciantes el sábado y venden el domingo. 8. En este sitio de los Osos no hay pastos suficientes ni posadas, la comida es cara, por lo tanto quedarse de un día para otro o venir un día antes es muy costoso y difícil. 9. Si es lícito comprar en domingo lo que se necesita también lo debe ser el mercado de ropa, cacao, fierros. 10. Es un vano escrúpulo religioso cerrar el mercado el domingo. 11. Las compras de ropa son apenas de 3 o 4 tomines. 12. El amo no viste al esclavo pero le da el sábado para que rebusque. Y si no compran el domingo, aprovechando la Santa Misa, se quedarían desnudos. 13. Si se niega este permiso de mercado del domingo muchos mercaderes abandonarán este sitio porque no se hace rentable y esto incrementará los costos porque aparecerán los acaparadores. 14. En muchos pueblos y en la misma España hay mercado los domingos. 15. El domingo se venden en el Estanco aguardiente y tabaco. Si esto está permitido también se ha de comerciar la comida y la ropa.

Escuchadas las razones y sopesados los argumentos se tomó la siguiente decisión el 12 de julio de 1811:

“que no se merque al POR MAYOR y en gran volumen sino al detal y lo estrictamente necesario”24

SINFOROSO, PENITENTE y EXORCISTA

José Sinforoso era un PENITENTE nato. El Padre Martín Múnera T.25 afirmaba que el Padre solía dormir en su pequeño establo, no entre tibias pajas, sino en la CANOA pelada. Y cuando era increpado por los suyos respondía, con un brillo infantil en sus ojos, que si el Niño Dios había nacido en un pesebre, nada pasaba si Sinforosito dormía de vez en cuando en el mismo sitio, aunque el frío agarrotara sus huesos.

24 A.H.A. ECLESIÁSTICOS COLONIA. Tomo 83 –tomo VII 1811- número 2320, de 16 foxas. (NOTA. Cuando Monseñor Maximiliano Crespo Rivera llegó a Santa Rosa como Obispo, en 1917, intentó hacer suspender el mercado del domingo. La respuesta del Gobernante fue similar y el mercado continuó)25 José Martín Múnera Tobón. La Parcela.

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Doscientos Años Después

Para los niños este pequeño escuálido y calvo, era, sencillamente “Sinforosito”. No ha de extrañarse que alguno de los hijos de sus esclavas, naturales por supuesto –o hijos de la Iglesia según la terminología de las partidas de bautismo de Juan Bautista Dávila y Caballero de 1720 y años siguientes- hubiese sido bautizado con su mismo nombre: “Sinforosito-Sinforosita”.

Para los hombres más importantes del Santa Rosa de esos años, era un Docto, ya que dominaba historias sin cuento, las mismas que les repetía y que les permitía conocer lo que pasaba en los Reynos de España, en los Reynos de Francia, en Santa Fe de Bogotá donde vivía el Visorrey, en Santa Fe de Antioquia, en Cartagena, en Mompox y Rionegro.

En un legajo de papeles del Archivo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, no empastado, denominado “Documentos de Santa Rosa” se encontró el documento que el Padre Martín Múnera T, en La Parcela, p. 274 y ss. citaba en el tema “El Agua en Nuestra Vida Religiosa”.26 Estaba escrito a mano, con excelente caligrafía y con la ortografía propia de ese tiempo, en el cual el relator informaba a la Curia Diocesana (recuérdese que muchos documentos estuvieron largo tiempo en los ARCHIVOS DE LA DIÓCESIS DE POPAYÁN, posteriormente en los de Santa Fe de Antioquia y ahora en Santa Rosa de Osos) un acontecimiento sucedido en CAROLINA DEL PRÍNCIPE, parroquia de La Inmaculada Concepción (antiguo sitio llamado Las Claras) y que frecuentemente era servido por los curas de Santa Rosa de Osos, cuando no era parroquia y la capilla se denominaba cuasi-parroquia (ver los registros de bautismos de 1720 a 1850, en muchos de los cuales se narra el desplazamiento del cura de los Ossos, hacia las capillas periféricas, una de las cuales correspondía a LA CLARA).

La narración escueta era la siguiente. Una muchacha, muy grosera y altanera con su señora madre, a regañadientes y después de “echar cantaleta” y para “asentar la comunión”, se había tomado un chocolate en el cual había tres moscos. La muchacha quedó POSEIDA por el demonio y se dedicó a rabiar, a ofender a las personas y hasta a “caminar por el techo como murciélago” sin que se le bajara la ropa. El sacerdote de la Inmaculada quiso exorcistarla pero el demonio se opuso y por boca de la posesa exclamó que “sólo ese asqueroso cabecipelado, ese hipócrita zonzo, el maldito Upegui sería capaz de expulsarlo”.

26 Archivo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, no empastado, denominado “Documentos de Santa Rosa” citado por José Martín Múnera T, La Parcela, p. 274 y ss. “El Agua en Nuestra Vida Religiosa”.

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Emparejan la mula, toman el camino de Guanacas y van por el padre. Este empaca el agua bendita, el ritual apropiado y acompaña al cristiano. La posesa, conforme pasa el tiempo, como si estuviese viendo el camino, narra los sitios que han recorrido: salió de Santa Rosa, entra a la Boca del Monte, pasó la quebrada de Guanacas, está en El Alto y ya llegó.

La posesa fue conducida al Templo en donde el Padre Sinforoso comenzó su humilde oración.

Y aquí viene el “folklore” también narrado en el documento mencionado. El demonio respondió que sí se salía pero que se le metería al sacristán LLAMADO PARRAO “rabo arriba”. El Sacristán que lo oye y como una exhalación se sentó en la PILA BAUTISMAL llena de agua bendita.

Sinforosito, entonces, le dijo al demonio: “te vas para el Salto de Guadalupe y saldrás sólo cuando lo achiques con un colador”. Y con su dedo enhiesto le señaló la puerta. La joven dio un grito estridente, quedó como muerta pero volvió en sí, mansa como una paloma.

LÍMITES PARROQUIALES

El Padre José Sinforoso defendía con gran celo sus propios límites parroquiales ya que los partidos vecinos, con mucha frecuencia, suplicaban parroquia independiente.

En la foxa 469 del Legajo de 1831, Tomo II, de la Villa de Santa Rosa de Osos, un buen número de vecinos del PARTIDO DE RIOGRANDE, jurisdicción de esta Villa, se dirigieron a las autoridades eclesiásticas y al Estado de la Nueva Granada argumentando “que como tenemos capilla, alajas (sic) y nos comprometemos al vino, a la cera, a los ornamentos, a reparar la capilla, a realizar sus fiestas, a levantar cimenterio y cárcel y escuela y pagar al cura” para que su sitio fuese desgajado del Curato de los Osos. El documento fue firmado por cuarenta vecinos el 15 de diciembre de 1832.27

En la foxa 470 del mismo Legajo el Padre José Sinforoso dio todo su PODER a don José Nicolás Gómez, del Cantón de Medellín sobre todo para “la defensa de reclamo que actualmente están haciendo los vecinos del Partido de Riogrande en el que piden desgaje del Curato por nueva erección de Parroquia en que no convengo para lo que mi dicho apoderado lo contestará y defenderá”, firmado el 29 de diciembre de 1832 ante el escribano d. José María Ramírez.28

27 Foxa 469 del Legajo de 1831, Tomo II.28 Foxa 470 del mismo Legajo

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En el Legajo de 1834, foxa 7 , de los Protocolos de la Villa de Santa Rosa de Osos (sello que dice: Nueva Granada de Colombia) el Padre José Sinforoso dio su PODER al Presbítero José María Herrera del Cantón de Antioquia para que defendiera todos los intereses de CAPELLANÍAS que habían sido fundadas en su parroquia. Firmado el 4 de febrero de l83429.

TESTAMENTO Y FUNERALES del Padre Josef Sinforoso de Upegui.

Los primeros bautizados por el Padre Sinforoso en 1811 ya tenían más de cuarenta años en el momento de su muerte. Santa Rosa, como la mayoría de ciudades de la Nueva Granada, contaba con cuatro grupos bien determinados: españoles auténticos, criollos (sus hijos), esclavos y mestizos. No había indígenas.

En 1837, sintiéndose enfermo, pero no de muerte, se dirigió a la Casa de Gobierno y ante el escribano público y del número Don Jesús María Tamayo, dictó el siguiente testamento.

“Foxa 247. En el nombre de Dios todopoderoso, de su purísima y vendita Madre i de todos los Santos de la corte celestial, Digo yo, el presbítero Jose Sinforoso Upegui cura proprio de esta villa de Santa Rosa, e hijo lejitimo de los finados Juan Jose Upegui y Ana Maria Duque vecinos que fueron de la villa de Medellin, hayandome medio malo pero temeroso de la muerte, que es natural a todo viviente y por la divina clemensia con mi libre juicio, entendimiento conforme, constante la voluntad, recordante la memoria y disposición tal de mis potensias y sentidos que indudablemente puedo disponer de mis bienes i ordenar mi ultima voluntad, creyendo como firmemente creo en el sacrosanto misterio de la Santisima Trinidad, Padre, hijo i Espiritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, que la segunda persona que es el hijo encarnó i se hiso hombre en las purisimas entrañas de María Santisima Señora nuestra, no por obra de varon sino por virtud del espíritu santo quedando ella virgen antes del parto, en el parto i después del parto, y en todos los demás misterios de fe que enseña, cree i confiesa Nuestra Santa Madre Iglesia Catolica, apostolica, romana de la que me confieso humilde aunque indigno hijo, en cuya fe y crehensia he vivido, protesto vivir y morir para la cual dejo para mis patronos y abogados a la Santisima Virgen Maria en todas sus adbocasiones, al gloriosísimo Señor San Jose, al Santo Angel de mi guarda, santo de mi nombre y demás santos y santas de la corte celestial, bajo cuyo patrosinio espero mi salbasión i dispongo mi dicho testamento en la forma siguiente: primero Mando y encomiendo mi alma a Dios nuestro Señor que la crio y redimió con el inestimable presio de su sangre suplicando a su divina majestad la yebe consigo a su gloria para donde fue criada i el cuerpo a la tierra 29 Legajo de 1834, foxa 7 , de los Protocolos de la Villa de Santa Rosa de Osos

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de que fue formado. Segundo Mando que cuando la voluntad de Dios nuestro Señor fuere servido llevarme de esta vida a la otra se me amortaje mi cadáver con ornamento, se me haga entierro mayor con misa de cuerpo presente i mi cuerpo sea sepultado en el sementerio de esta villa dejadas las demás exequias a disposición de mis albaceas. Tersero Mando que se paguen de mis bienes lo que corresponda a la manumisión según las disposiciones vijentes. Cuarto declaro por vienes mios la casa de mi abitasion la cual es de balcón y esta ubicada en una esquina de la calle real junto a la iglesia advirtiendo que su tienda que esta en la esquina pertenece al Señor Felis Restrepo y también otra media casa que reconoce la Señora Simona Villa a senso la cual se haya al frente de la del Señor Presbitero Bernabe Gonsales y de otra media casa que esta lindando con el Señor Antonio Echiberri. Item los muebles que tengo en mi casa de los cuales dara razon la mulata Josefa. Item la librería contiene las Sagradas Escrituras en dies tomos, las Dominicas en seis tomos, el Evangelio en triunfo, en cuatro.

Ytem Catecismo Romano un tomo, Mortuagono en tres tomos, el padre Parra viejo un tomo, ocho breviarios, un semanario santo, Gnosis un tomo, Director del Padre Echarri dos tomos, Concilio comentado un tomo, San Ygnacio Loyola dos tomos, un San Jerónimo, un ritualito chico, un bulario Manojito de Florez. Item una montañita en Santa Ana con una mina. Quinto que los que me deben todo costa por asentamientos y documentos que tengo en mi libro de caja. Sesto, tengo en mi poder dose pesos que corresponden a la catedral de Antioquia lo cual se pagara de mis bienes. Setimo quiero i es mi voluntad que la montañita que tengo en Santa Ana se le de a los libertos Anselmo y Jucina y lo sobrante de mi caudal después de pagado mi entierro y demás gastos, se haga tres partes i se reparta la una parte para todos mis sobrinos, la otra para una libertica que he criado llamada Josefa y la otra en beneficio de la Iglesia de esta villa sacando de esta ultima tercera parte con que pagar si debiese algunas misas lo cual se bera si las debo o no en mis apuntamientos que tengo sobre estos, y cumplido i pagado este mi testamento con el remanente de mis bienes, derechos y acciones que me pertenezcan instituyo por mis herederos a la mulatica Josefa, a mis sobrinos y a la iglesia de esta villa para que los hayen y ereden en la vendicion de Dios y la mia. Y para cumplir y pagar este mi testamento nombro por mis albaceas testamentarios fideicomisarios, tenedores i disponedores a los Señores Francisco Jaramillo, Felis Restrepo y Lorenso Berrio, para que luego que yo fallesca entren en mis bienes y con ellos den cumplimiento a todo lo que dejo ordenado, facultándolos en debida forma para practicar cuantas diligencias sean necesarias al desempeño de este encargo con calidad de que lo que comensare pueda el otro concluirlo a todas de manera corriente i consediendoles a mas del fatal todo el tiempo que nesesiten

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Doscientos Años Después

con tal objeto. Y para el presente reboco todos por de ningún valor sin efecto los testamentos que haiga formado antes pues este quiero que balga i no otro valga judicial y estra judicialmente como mi ultima y prostrimera voluntad. En cuyo testimonio otorgo el presente ante el escribano y tres testigos que al efecto fueron rogados en esta villa de Santa Rosa a dies de noviembre de mil ochoscientos treinta y siete. Josef Sinforoso de Upegui. Testigos Miguel Uribe, Ezequiel Zapata, Carlos Gómez, Ante mi Jose Maria Tamayo escribano.”(sic)30

Foxa 249. “En la Villa de Santarrosa a quince de nobiembre de mil ochocientos treinta y siete, el Presvitero Jose Sinforoso de Upegui cura de esta Villa a quien conozco Dijo: Que el dies del corriente otorgó su testamento ante mi el Escribano único numerario de esta Villa y en el tiene que añadir y poniéndolo en efecto, por via de codicilio y como mas haya lugar en derecho, ordena y manda lo siguiente: que el dicho testamento ordenó que su caudal se repartiese en tres partes la una en veneficio de la Iglesia de esta Villa, otra para sus sobrinos y la otra para la liberta María Josefa y por el mucho amor que le profesa a la dicha liberta por haverla criado declaro que se dé a la referida María Josefa la casa de balcon con su cosina y solar exceptuando la tienda de la esquina perteneciente al Señor Feliz Restrepo en la cual reconoce dicho señor asenso la cantidad de doscientos veinte y sinco castellanos y consta por escritura otorgada a su favor y se advierte que esta mejora es sin perjuicio de la tercera parte que en su testamento tiene declarada. Todo lo cual manda se guarde, cumpla y ejectute: y en todo lo que no fuere contrario a esto, el dicho testamento se deja en su fuerza y vigor y lo firmo con testigos por ante mi el Escribano de que doy fee. Josef Sinforoso de Upegui. Testigos Jose Maria Ramirez, Miguel Uribe, Ezequiel Zapata. Jose Maria Tamayo escribano” (sic)31.

El cinco de noviembre de mil ochocientos cuarenta y nueve José Sinforoso de Upegui, ante el escribano público y del numero d. José López de Mesa dijo “que el pasado diez de noviembre de mil ochocientos treinta y siete, ante el escribano d. José María Tamayo, había suscrito su testamento junto con otras consideraciones firmadas el quince del mismo mes. Y ahora quiero cambiar las decisiones de la siguiente manera: que de mi caudal restante, pagados todos los gastos, se hagan tres partes: una para misas por mi alma, si las necesito, o por las almas del purgatorio sobre todo de mi familia y para ello ha de nombrarse patrón o capellán quien se encargará de las respectivas celebraciones; otra para mis sobrinos y otra “para la Iglesia que se está construyendo para colocar al Señor de la Humildad”. Que el sobrante de mi casa de balcón, en la calle real, al frente de la Santa Iglesia, que yo había destinado para mi

30 Protocolos de S.R.O. Archivo Municipal. Legajo de 183731 Legajo 1837, foxa 249.

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liberta MARÍA JOSEFA, como ya había muerto, lo dispongo y he dispuesto de las PIEZAS BAJAS, así: cambio la pieza de Félix de Restrepo por “la pieza de la esquina”, vendo una pieza al Señor Francisco Tamayo con su cuartico y terreno correspondiente y vendo al señor Lorenzo Berrío otra pieza con cuartico. Y del interior de mi solar vendo otro pedacito al Señor Nicomedes Calle y si yo no puedo hacer la escritura, la hagan alguno de mis albaceas. Que en cuanto había dispuesto que la casa que se encuentra frente a la que era del Presbítero Bernabé González era de su pertenencia, en el día ya no lo es por haber dispuesto de ella. Que en cuanto a bienes y que había indicado en el testamento no está lo que allí se dice, sino que el Señor Lorenzo Berrío que es uno de mis albaceas, dé la noticia y tome razón del encargo de la casa. Y ratifico mi testamento y codicilio, y nombro, si los otros no pueden, otro albacea en don Nicomedes Calle, y con mi cabal juicio firmo, y la otra parte para mis sobrinos y la otra a la Iglesia que se está construyendo para colocar al Señor de la Humildad. Testigos Camilo María Macías, Nicanor Toro, Juan María Yarza, ante el escribano José María Tamayo, cinco de noviembre de mil ochocientos cuarenta y nueve”32

Este documento permite deducir que en 1849 se estaba construyendo el templo del Señor de la Humildad, al cual, el padre Sinforoso dejaba algunos dineros para su conclusión. La fecha de 1845, como año de la construcción, no era cierta, teniendo en cuenta, por otro documento que se citará en el CAPÍTULO DE LA HUMILDAD, que el permiso para dicha construcción había sido solicitado el 31 de agosto de 1849, y que su autorización había sido firmada el 6 de abril de 1850. Teniendo en cuenta la disciplina férrea de la época y la obediencia de los doctrineros, habría que deducir que el Templo de la Humildad se comenzó a construir físicamente después de abril de 1850, pero teniendo en cuenta la fecha del testamento (1849) se puede deducir que las gestiones previas a la construcción tales como compra del lote y su adecuación se habían producido en dicho año. En los protocolos del AHSRO no pude encontrar la escritura de compra del solar a don Modesto Tamayo, pero todos los historiadores concuerdan en dicha compra.

En la foxa 226 del mismo legajo apareció un documento en el cual el Padre José Sinforoso vendía a don Lorenzo Berrío, por 325 pesos (el impuesto cancelado había sido de 6 reales y 50 céntimos) dos piezas bajas de la casa de habitación. “La piesa baja que sirve de sala a su casa de havitasion, e igualmente un cuarto que está contiguo a ella; relasionado por su correspondiente puerta, todo lo cual consta bajo los linderos siguientes: al frente, calle por medio, con casa del comprador (es decir Lorenzo Berrío), a un costado con pieza del señor 32 Archivo S.R.O. Legajo 1849. Protocolos, foxa 218 r y ss.

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Francisco Tamayo, al otro costado con la tienda de José María Jaramillo y al centro con patio y corredor de la casa del vendedor. Dicha sala y cuarto se las tiene vendida en trescientos veinticinco pesos fuertes y como las piezas referidas están bajo el balcón que havito…”33 da las garantías suficientes para que nadie entre a reclamar algún derecho, etc… Firmado por José Sinforoso ante los testigos Félix Rojas, José María Yarza y el escribano José López de Mesa el quince de noviembre de mil ochocientos cuarenta y nueve.

En la foxa 227 del mismo legajo y en la misma fecha de acuerdo con la Boleta de impuestos por 6 reales y 25 céntimos, el Padre Sinforoso vendió a don Francisco Tamayo dos cuartos bajos de su casa de habitación por 308 pesos fuertes: “Dos cuartos bajos hubicados en su casa de Havitación cuyo linderos son los siguientes: por el frente, calle por medio, con casa de Lorenzo Berrío. Por un lado con piezas vendidas a Lorenzo Berrío. Por el otro con casa de Nicomedes Calle. Por el centro con el patio de la casa del vendedor Sinforoso. Y como está bajo el balcón de mi habitación, aseguro que nadie tendrá derecho a reclamos, etc.”34 Y firmó. Es de notar que esta firma, comparada con las anteriores, mostraba trazos muy desiguales, como “si su mano estuviese temblorosa”, lo que hace pensar que para este año la salud del Padre estaba quebrantada.

Al momento de la muerte del Padre José Sinforoso era párroco el Pbro. D. Joaquín Guillermo González quien gozaba de un permiso motivo por el cual le correspondió oficiar el ritual de difuntos al Pbro. Juan Esteban García, interino.

Todos los testamentos comenzaban con la piadosísima frase: “IN NOMINE DOMINI AMEN” (EN EL NOMBRE DEL SEÑOR, ASÍ SEA”. Y luego se hablaba del alma que el “otorgante” remitía al Cielo y del cuerpo que enviaba a la tierra, para que fuese SEPULTADO EN ESTA SANTA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRA. Se describía el entierro como MAYOR o MENOR según el número de POSAS (paradas en las cuales el celebrante entonaba un responso, se rociaba con agua bendita al féretro y lo perfumaba con incienso).

Cuando el Padre Sinforoso de Upegui murió ya estaba levantado el Templo dedicado al Señor de la Humildad, en el mismo sitio actual, en un solar que había sido propiedad de DON MODESTO TAMAYO (personaje de mucha trascendencia en los documentos que he estudiado juiciosamente).

33 Legajo 1849, foxa 226 34 Legajo 1849, foxa 227

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Claro que la Santa Iglesia Parroquial estaba situada “casi” en el mismo sitio de la CATEDRAL ACTUAL (año 2014). Se trataba de un templo pequeño, de tres puertas, cuya descripción aparecerá más tarde. De paso ha de recordarse que este templo posiblemente –no tengo el dato preciso, no lo he encontrado- databa de 1700 tiempo en el cual los Ranchos dejaron su viejo sitio de ARENALES y comenzaron a trepar por los ANFITEATROS dejados por la mina, tema que ampliaré sistemáticamente de acuerdo con las ESCRITURAS o PROTOCOLOS DE VENTAS DE LOTES y CASAS desde 1780 a 1850.

Encontré, en los libros parroquiales de 1793,35 una nota en la cual el párroco narró con vivísimos colores y dolor, el terremoto de abril de ese año, que prácticamente derribó el templo. Sólo quedaron en pie las paredes de la sacristía que limitaban con la ya conocida LA RONDA, a cuyos pies se abrían enormes minas cuyo único vestigio hoy se puede apreciar en el COLUMPIO de la Calle Caldas, en la hondonada donde está la Escuela Porfirio Barba Jacob, en la empinada falda de la calle de las Gamusinas, vulgarmente conocida como DE LA QUESERA, y en todas las huertas actuales y sitio de los nuevos barrios detrás de la Catedral.

La pared de la sacristía fue adecuada para el Santo Sacrificio mediante una mediagua con techo y se convirtió, según palabras textuales de los registros de bautismo, en una ERMITA… “En esta Santa Ermita del sitio de Santa Rosa de Ossos… bauticé y puse óleo…”

Ampliaré este desastre y su reconstrucción con documentos ORIGINALES, completamente DESCONOCIDOS, en los cuales el MAYORDOMO DE FÁBRICA que era don José María Zulaybar, ayudado por don Pedro Rodríguez de Zea, a la sazón Teniente de Gobernador en el Sitio de Santa Rosa de Osos, buscó ayuda y la consiguió en San Antonio del Infante y en san Luis de Góngora, amén de las propias contribuciones de los mineros del Sitio, con la cantidad de castellanos, tomines o granos indispensables para la reconstrucción e inauguración en 1797, es decir cuatro años después.

Esta fue la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la que fue servida tan sabia y santamente por el Padre Joseph Sinforoso de Upequí y la misma que alrededor de 1850 fue vista y pintada por Henry Prince, de la Comisión Corográfica36, con una barranca de mina que hoy corresponde a la TERMINAL DE TRANSPORTE.

35 Terremoto del 13 de abril de 1793, descrito en los Libros Parroquiales de Santa Rosa de Osos.36 Henry Prince, de la Comisión Corográfica de 1852: Óleo del pueblo de Santa Rosa de Osos.

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A su muerte el templo cumpliría cincuenta años de reconstrucción. Unos pocos años después el templo estaba tan deteriorado que el Alcalde y los vecinos, en una inspección ocular, determinaron DEMOLERLO, tema que luego profundizaré.

Como ya existía el TEMPLO DE LA HUMILDAD, demolida la Iglesia, el CULTO PASÓ A DICHO TEMPLO. En este momento de la HISTORIA ha de recordarse al CURA JOAQUÍN GUILLERMO GONZÁLEZ Y GUTIÉRREZ quien, teniendo en cuenta que el Templo de la Humildad no era suficiente para la creciente feligresía, pidió permiso a las autoridades tanto eclesiásticas como civiles para iniciar LA ENORME CONSTRUCCIÓN CONOCIDA HOY POR TODO EL MUNDO COMO “LA CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ DE LOS OSOS”37

El cadáver del Padre Joseph Sinforoso de Upegui estuvo en CÁMARA ARDIENTE en su templo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. De allí, en hombros de sus feligreses que tanto lo amaron y apreciaron, los mismos que lo HABÍAN SOLICITADO COMO PÁRROCO en 1811 (leer antes y ver la Bibliografía del A.H.A.) fue trasladado al cementerio de El Carmen, bajando por Caldas, y posteriormente al Templo del Señor de la Humildad.

El Sacerdote y su corista entonaron el triste MISERERE, el Salmo L, del Libro de los Salmos: “TEN PIEDAD DE MÍ, SEÑOR, SEGÚN TU GRAN MISERICORDIA. Miserere mei Domine secundum magnam misericordiam tuam”

El Templo del Señor de la Humildad, a su lado izquierdo, mirando las tres puertas, tenía un JARDINCILLO en el cual posteriormente sería enterrado, como homenaje póstumo a quien lo había levantado, en el solar de don Modesto Tamayo, y con la ayuda de sus amados feligreses.38

Cuando el Padre HERNANDO RESTREPO CORREA, tío del actual ARZOBISPO DE MEDELLÍN, EXCELENTÍSIMO SEÑOR DOCTOR DON RICARDO TOBÓN RESTREPO, reformó el templo, al lado derecho, en el muro, no permitó que la tumba fuese abierta. Quedaba la duda si LOS HUESOS DEL BENEMÉRITO SACERDOTE quien durante más de cuarenta años fue el BUEN PASTOR, el que dio su vida por la Ovejas, el que no fue salteador, sino amante de su rebaño, al cual ilustró no sólo en materias estrictamente religiosas y morales, sino en la historia del Reino de Granada, de la Provincia de Antioquia, reposan en esta santa Iglesia del Señor de la Humildad. Uno de los albañiles de

37 HISTORIA DE LA CATEDRAL DE SANTA ROSA. Luis Octavio Yepes R. página www.municipiosantarosa38 José Martín Múnera Tobón. La Parcela. Segundo tomo 1961.

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estas reformas el SEÑOR DON LAUREANO CASTRILLÓN me afirmó que la sepultura nunca fue abierta y que, en consecuencia, ahí DEBERÍAN REPOSAR LOS SAGRADOS RESTOS DEL PADRE SINFOROSO.

Iremos desgranando poco a poco a través de SUS HOMILÍAS DEL PÚLPITO, SUS RETIROS ESPIRITUALES A LOS DIVERSOS SEGMENTOS DE LA FELIGRESÍA, su catequesis en los hogares, sus tertulias en el kiosco de la plaza durante la retreta y en sus conversaciones particulares, todas las viscisitudes de la Independencia y el estado de la que posteriormente sería VILLA DE SANTA ROSA DE OSOS.

Ya, para esta época el el CEMENTERIO DE “EL CARMEN”, era centenario. Se llegaba a él por el camino de las minas (hoy es la calle CALDAS) y posiblemente había sido organizado al principios del siglo XVIII, ya que el cementerio de Indios había desaparecido hacía mucho tiempo y había servido, posiblemente, para la santa sepultura de los habitantes de las Rancherías de Arenales y de las minas de sus alrededores y, en algunos casos, del Valle de los Osos y de acuerdo con documentos conocidos una parte del antiguo cementerio de indios, donde estaría posteriormente la CATEDRAL, había sido empleado como MULADAR. La Calle Caldas, en los protocolos, aparecería como “el camino al cimenterio” (sic) o calle de El Columpio.

Don PEDRO RODRÍGUEZ DE ZEA, a la sazón Teniente de Gobernador en el Valle de los Osos ayudó a reformar el cementerio de El Carmen, en 1792. Sería el padre del PRÓCER Francisco Antonio Zea.

Corría el año 1775. Era Obispo de Popayán Jerónimo Antonio de Obregón y Mena el mismo que había definido que la patrona de los Osos era “Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá”39.

Pedro Rodríguez era el REGIDOR de los Osos. Estaba altamente preocupado porque la población había crecido rápidamente desde 1700.

Con razón un tiempo después el ilustra médico, geógrafo e historiador de Envigado, DON MANUEL URIBE ÁNGEL, diría en su Historia y Geografía de Antioquia que “para la mitad del siglo XVIII -1750- ya Santa Rosa era una población nucleada, alrededor de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá”40, por lo cual el viejo cementerio de Indios había sido abandonado

39 En vista de tantas Capillas del Partido de los Osos, los vecinos dudaban sobre su patrona hasta que el Obispo, interrogado, dio la respuesta: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá40 Manuel Uribe Ángel, Geografía general del Estdo de Antioquia en Colombia. Autores antioqueños, Vol. 11, Medellín 1985, p. 212 ss.

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Doscientos Años Después

desde principios del siglo y había sido emplazado en las afueras de la pequeña población, en la salida de los caminos de Sopetrán y Santa Fe de Antioquia, justamente donde hoy, en 2014, se encuentran las instalaciones de EL SENA.

La antigua ranchería había rebasado los límites naturales de la GRANJA y ARENALES y se había trepado en las sinuosidades de los anfiteatros de minas, se asomaba pujante por la que fuera el camino a la Trinidad y minas de Hoyorrico (conocidas más tarde como calle del seminario, calle el Palo, la Ronda, la Real y el Marco de la Plaza) y se había aglutinado, finalmente alrededor de la Santa Iglesia la misma que se vería en el espectacular óleo de la Comisión Corográfia de 1852.

El templo parroquial había abandonada el sitio de ARENALES, en donde, quizás, habría correspondido a la Capilla de San Miguel Arcángel donde habían fungido los curas doctrineros predecesores de JUAN BAUTISTA DÁVILA Y CABALLERO, siendo este (aunque no hay documentos que lo confirmen) el impulsor y constructor de la Santa Iglesia Parroquial conocida, posiblemente, con la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, justamente en el sitio de la nave oriental de la actual Catedral, posteriormente dedicada a Nuestra Señora el Rosario de Chiquinquirá.

Desde 1718 el Padre Juan Bautista cumplía la orden estricta de los Obispos de Popayán respecto al registro de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas como se puede comprobar en el Archivo Diocesano.41

Entre las herencias recibidas por sus antecesores el Padre José Sinforoso contaba con los Libros Parroquiales en los cuales registraba no sólo los bautismos, matrimonios y defunciones de Santa Rosa de Osos (nombre ya muy establecido desde 1785) sino de las viceparroquias y capillas vecinas conocidas así: de la Inmaculada Concepción en Las Claras (que daría origen a Carolina del Príncipe), de San Jerónimo del Monte de la Tierradentro, de Nuestra Señora de los Dolores en el sitio de Don Diego (futuro Entrerríos), de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Petacas (Belmira) y otras (el Glorioso san Juan, la señora Santa Rosa) cuyos sitios no fueron identificados en documentos específicos.

41 Primer libro de partidas de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas. Curia de Santa Rosa de Osos.

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II

ESTRUCTURA SOCIAL DE SANTA ROSA

Eran vecinos de los Reynos de España o de los Reynos de Francia. Y había crioyos (sic), mulatos, mestizos, piezas de ébano, unos bozales, otros ladinos

y, dispersos, cimarrones, a veces reunidos en Palenques

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Doscientos Años Después

DENOMINACIONES DE SANTA ROSA DE OSOS

Uno de los directores del Archivo de Historia del Departamento de Antioquia en un legajo empastado se dio a la tarea de caracterizar a cada uno de los Municipios de acuerdo con los Documentos que él, indudablemente, había analizado durante su trabajo.

Como prólogo de este capítulo presento las fechas más importantes consignadas por el autor mencionado respecto a Santa Rosa de Osos y sus denominaciones de acuerdo con las Leyes a partir de la Independencia.

1624 En este año principió la organización de LOS REALES DE MINA ya que las ORDENANZAS DE MINA de don Gaspar de Rodas eran de estricto cumplimiento y habían sido aprobadas las capitulaciones de Antonio Serrano de Espejo y de don Fernando del Toro. Por otra parte los mineros habían iniciado su labores y habían levantado Rancherías.

1659 Se creó la Doctrina de los Ríos de los Osos, con el nombre de SAN JACINTO DE LOS OSOS, de acuerdo con la decisión tomada por el obispo de Popayán, don Vasco Jacinto de Contreras y Valverde, siendo su primer doctrinero Baltazar Delgado y Urnieta.

1788 El Sitio ya nucleado fue considerado de “gente libre”, bajo la jurisdicción de Antioquia, proceso iniciado posiblemente en 1700, de acuerdo con los datos de Manuel Uribe Ángel.

1812 Santa Rosa fue tenida como Distrito Independiente de acuerdo con documentos en los cuales se reestructuraban los Sitios para eliminar gastos ya que la guerra se acercaba y era preciso el ahorro. En el mismo año, el cura y los feligreses, pidieron a la Junta Suprema Provincial convertir en Villas a Envigado, Sonsón y Santa Rosa, petición que fue considerada inconveniente, en 17 de febrero42. El 6 de junio del mismo año los vecinos pidieron al Senado el título de Villa. Este resolvió que se investigara primero sobre Propios43. El 1° de agosto fueron enviados los informes pedidos pero la Junta dispuso que pasasen al Cabildo

42 AHA V. 824 Doc 13003, pg. 4443 AHA V. 824. Doc. 13019, F. 16v

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de Antioquia y al Ejecutivo, para su estudio44. El 8 de agosto D. Nicolás José Jaramillo impugnó la solicitud de Villa45. En este último documento se le llama “Sitio”.46 al cual, Caballero y Góngora,había establecido los primeros linderos.

1813 Se hablaba del Departamento de Santa Rosa, en AHA Vol. 881, Doc. 13740 de la Soberana Representación Nacional (folio 29)47

1819 En junio se sigue llamando Sitio, con Teniente de Gobernador.48

1820-1825 y 1827Se le llama Villa, Cabecera del Cantón de su nombre de la Provincia de Antioquia

1824La petición de Villa para Santa Rosa, al final, sería APROBADA POR SANTANDER.

El Gobernador don Francisco Urdaneta confirmó su título de Distrito y lo elevó a Capital del Cantón de su nombre que comprendía San Pedro, Belmira, Carolina, Yarumal, Entrerríos, Campamento y Donmatías. (Ley de 25 de junio).

El mismo gobernante dividió a Antioquia en seis departamentos: Medellín, Antioquia, Marinilla, Rionegro, Nordeste y Santa Rosa (San Pedro, Entrerríos, Belmira, Campamento, Carolina, Donmatías, Yarumal, Anorí y Zea)

1825 Santa Rosa aparece como Capital del Cantón de su nombre (Vol. 874, Doc, 13702) y es declarada Villa (Dcto. de 1825 en AHA V. 2490)

1835Cabecera del Cantón de su nombre.

44 AHA Vol. 824, Doc. 13019, F. 83 V45 AHA Vol. 824, Doc. 13019, F. 83 V46 Tomo 191, Doc. 4739 -oct. 178547 AHA Vol. 881, Doc. 1374048 AHA Vol 874, Doc 13702

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1851 Es llamada Villa de Santa Rosa y es la cabecera del Cantón de su nombre de la Provincia de Antioquia. La Ley del 15 de mayo dividió a Antioquia en tres Departamentos: el de Antioquia (capital Santa Fe de Antioquia), el de Córdoba (capital Rionegro) y el de Medellín, (capital Medellín). Santa Rosa pertenecía a éste.

1854 Santa Rosa aparece como Distrito Parroquial según Ordenanza del 20 de mayo.

1855Santa Rosa se convierte en Distrito Capital del Circuito Municipal de su nombre según Ordenanza primera de 14 de septiembre y Distrito parroquial según Ordenanza 27 de 31 de octubre.

1856 Santa Rosa es la ciudad, cabecera del Departamento de su nombre según Ley del 8 de noviembre.

1857Santa Rosa es Ciudad, capital del Departamento de su nombre según Ley del 3 de diciembre.

1859 Santa Rosa es la Cabecera del nuevo Departamento de su nombre conforme a Ley de 17 de diciembre.

1862 Santa Rosa es Ciudad Capital del Municipio de su nombre por Decreto de Mosquera de 13 de noviembre.

1863 Distrito capital del Municipio de su nombre. Ley de 13 de mayo.

1864Distrito capital del Departamento del Norte. Ley 13 del 23 de agosto.

1871 Distrito capital del Departamento del Norte. Ley 188 del 20 de octubre.

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1877Distrito capital del Departamento del Norte. Ley 50 de 5 de diciembre.

1885Distrito capital del Departamento del Norte. Decreto 397 del 28 de octubre.

1886Capital de la Provincia del Norte. Decreto 490 del primero de septiembre.

1896Capital de la Provincia del Norte. Ordenanza 21 del 11 de julio.

1908Municipio del Departamento de Medellín. Decreto 916 del 31 de agosto.

1909 Capital de la Provincia de su nombre, Departamento de Medellín, en 15 de enero (GD)

APROXIMACIONES ANTROPOLÓGICAS

El Padre José Sinforoso de Upegui no tenía por qué conocer la palabra ANTROPOLOGÍA y todas las consecuencias que su estudio y análisis ofrecería. Se contentaba con conocer la grey que le había sido confiada y que se había ganado por méritos y virtudes.

Podía identificar, sin más, las clases de feligreses que acudían a su confesionario, para reconciliarse y prepararse para la Sagrada Comunión, que lo acompañaban cada domingo a la Santa Iglesia Parroquial para el Sacrificio de la Misa y participar en los dos banquetes que él, juiciosamente, les preparaba: el pan de la palabra y el pan de Cristo, nuevo maná y que acudían al santo desposorio cuando los corazones ya no aguantaban tanta soledad.

Aún era capaz de enumerarlos de acuerdo con las clases que habían sido definidas por las Cédulas Reales y por las costumbres y hasta de identificar si había mezclas de sangre o pureza absoluta que les permitiera ocupar puestos oficiales y contraer nupcias.

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Doscientos Años Después

De memoria se conocía los documentos escritos por don Pedro Rodríguez de Zea en 1785 cuando, cumpliendo las órdenes del Gobernador Don Francisco Silvestre (1782-1785) tomó posesión de su cargo de Teniente de Gobernador en el Sitio de los Osos.

Esta fue su descripción: “encontró una abundante población de libres de todas las clases (y algunos negros de cuadrilla), unos dispersos y otros en pequeñas rancherías casi todas inmediatas a los reales de minas, también observó que la mayoría de la población estaba dedicada al laboreo de las minas, siendo notable el número de mazamorreros que alternaban su actividad minera y agrícola por temporadas; los demás, sin otra iniciativa, fueron calificados como vagos dedicados al juego de chumbimba, maíz negro, boliche o naipes”.49

ELECCIÓN DE DON PEDRO RODRÍGUEZ DE ZEA

La llegada de don Pedro Rodríguez de Zea a Santa Rosa de Osos había sido el fruto de una exquisita selección. Gracias a sus méritos fue nombrado por el Arzobispo Virrey don Antonio Caballero y Góngora como aparece en en el documento siguiente.

Antonio Caballero y Góngora, Arzobispo de Santa Fe de Bogotá, Virrey, Capitán del Nuevo Reino de Granada, Presidente de la Real Audiencia, Canciller: “por quanto haviendo el actual Gobernador de la Provincia de Antioquia don Francisco Silbestre en representación documentada de seis de septiembre de mil setesientos ochenta y tres años manifestándome la urgente necesidad que avia para la creasion de nuevo Theniente de Governador, Justisia Maior y Administrador de la Real Hacienda en el sitio y parrochia de Santa Rosa de Osos (sic) como sentro de varios partidos en cuios distritos como en el de dicha parrochia y sus alrededores en que se hallaba la maior parte de las quadrillas y minas de oro corrido que se trabajaban actualmente, solo abia creados alcaldes pedáneos que por careser de la jurisdicción necesaria y distar dos o tres días de la Capital de la Provincia eran notables los perjuisios y quebranttos que padesian y sufrían sus abitantes asiendo presentes otras varias razones y fundamentos para apoio de lo que viene expuesto, concluiendo con que en esta inteligensia y según el merito que prestaba la información que acompaño, abia creido deberme representar esta nesesidad aviendo exhaminado por si mismo dichos terrenos y minerales y proponerme que consideraba de la maior ymportansia y combeniensia al servicio del Rey y de el Publico el que me sirbieses exegir 49 Pedro Rodríguez de Zea en 1785 así informó al señor Gobernador Don Francisco Silvestre (1782-1785)

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y crear para aquellos sitios un nuevo Capitan Aguerra Justisia Maior o que fuese Teniente de Governador y Administrador de la Real Hacienda a exemplo de los de Zaragoza, Remedios y otros lugares, pues las ventajas que se seguían de ello solo el tiempo debía acreditarlas no obstante de que para el sitado Governador eran ya conosidas en su vista y sobre lo que ello expuso el Señor Fiscal en respuesta la que me serbi darle con dictamen del Señor Don Juan Moreno de Abendaño del Consejo de S.M. oydor honorario de la Audiencia y Chanciller Real de Santa Fee y Asesor General del Virreinato, de probeher este Decreto = Santa Fee veinte y quatro de octubre de mil setesientos ochenta y tres años = Auttos y visttos en considerasion a la urgente necesidad que representa el Govierno de Antioquia para la creacion de un nuebo Teniente de Governador Justisia Maior y Administrador de la Real Hacienda en el sitio y parrochia de Santa Rossa de los Osos (sic) como centro de barios partidos en cuios distritos como en el que de dicha parrochia y sus alrrededor en que se halla la maior y principal parte de las quadrillas y minas de oro corrido que se trabajan actualmente solo hai creados alcaldes pedáneos que por carrera de la jurisdicción necesaria y disttan dos o tres días de la Capital de la Provincia, son notables los perjuisios y quebrantos que padecen y sufren sus abittanttes se condesiende en ella y en su consequensia se le concede la facultad competente para administrar justicia a los interesados y castigar los delitos que se comettan en la jurisdicción que se le asigne sobre la que ynformara dicho Governador con propuesta de las tres personas que conseptue mas abiles y capases para su desempeño a fin de expedirle el titulo correspondiente a la que paresca mas de satisfacción de la que también ynformara en particular librándosele al efecto la conveniente orden = Librada que fue la orden en treinta y uno del proprio mes =”(sic)50

Según nota de escribano del seis de marzo de 1784 fueron propuestos para el empleo de Teniente para Santa Rosa de Osos don Pedro Rodríguez de Zea, don Josef Ygnacio Restrepo y don Thomas Carrasquilla. El mismo indicó el mérito, calidad y circunstancias que concurrían en el primero, y lo firmó en Santa Fe el 24 de abril de 1784. Por lo tanto fue elegido don Pedro quien nombró a don Josef Antonio Maldonado como su apoderado para reclamar los nombramientos.

“El fiscal dice que en consequencia de lo proveido en veinte y quatro de octubre de mil setesientos ochenta y tres y veinte y quatro de octubre de mil setesientos ochenta y quatro, se le expide el titulo en Santa Fee el veinte y seis

50 Colonia, Tomo 191, NO. 4739, Tierras, 1786. Autos sobre las diligencias relativas de los linderos de Santa Rosa de Osos, foxa 1 a 13 –nueva paginación: 204 a 216

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de junio de mil setesientos ochenta y cuatro = Turbaco quince de octubre de mil setesientos ochenta y cinco expídanse prontamente el titulo de Teniente para el sitio y parrochia de Santta Rossa de los Osos (sic) a don Pedro Rodriguez de Zea. Confiando esta superioridad de su buena conducta, aptitud, inteligencia, lo elijo, deputto y nombro a don Pedro Rodriguez de Zea con la misma jurisdiccion y facultades conferidas a los demás Jueces de su clase para mantener en pas, quietud, tranquilidad la Republica de su cargo procurando su adelantamiento”. (sic)51

En el mismo nombramiento se le daban indicaciones concretas respecto a los tercios de Yndios para su instrucción en los rudimentos de la fe, las buenas costumbres, la asistencia a la Misa dominical, la enseñanza de la doctrina, el cultivo de sementeras, el evitar disturbios y pecados públicos, castigando a los delincuentes y administrando justicia. Igualmente le sugerían buscara asesores en los casos precisos, recaudara y cobrara los derechos reales, diera cuenta de estas gestiones, informara a las Cajas Reales, entregara documentos correspondientes y comprobantes y, en contraprestación, recibiría sus emolumentos según los aranceles, cobrándolos, con excepción de los pobres de solemnidad y algunas iglesias, y que, en conclusión jurase y recibiese su cargo, y si no cumplía sería multado con doscientos pesos. Don Pedro Rodríguez de Zea, enterado, firmó, aceptó el cargo y el documento fue firmado y sellado en Turbaco el veintidós de octubre de mil setescientos ochenta y cinco, Antonio, Obispo y Virrey de Santa Fee.

Estas gestiones fueron radicadas en Antioquia el 7 de enero de 1786 en donde se expidieron los certificados correspondientes que fueron firmados por Juan Antonio Mon y Velarde.

Ya posesionado, el 23 de enero del mismo año, don Pedro Rodríguez de Zea escribió al Virrey solicitándole aclaración de los LÍMITES de su jurisdicción, ya que en el documento no habían sido mencionados, y, de este modo, evitaría competencias con otros Alcaldes Jueces Pedáneos.

Casi un año después, en septiembre veintiséis, don Pedro Rodríguez de Zea recibió la siguiente respuesta por parte de la Gobernación de la Provincia.

“Que no hai embarazo para que se le asigne y señale al referido Teniente por termino de la jurisdicción, lo comprehendido en las Pedanías del Partido de Santa Rosa, San Pedro y Pretel como lo solicito este ante el Excmo. Sr. Virrey pues hasi lo consideramos útil tanto para la recaudación de impuestos reales

51 Colonia, tomo 192, No. 4739

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como para el mexor estar de los habitantes de aquella compreension lo que assi podrá V.S. determinar y mandar si fuere de su superior agrado. Real Sala Capitular de Antioquia. Septiembre veintiséis de mil setecientos ochenta y seis. Juan Pablo de Rubla – Josef Antonio Gómez – Manuel Padrón de Guevera – Miguel de Palacios, escribano público del número.” (sic)52

Mon y Velarde, a su vez, el cinco de octubre de 1786 se refirió a la consulta en los siguientes términos.

“Teniendo presente los asperos y fragosos caminos hasta ahora poco frecuentados… que impiden justicia y recaudos reales… deben sujetar a dicho Capitan Aguerra las pedanías y partidos de San Pedro, Pretel, Riochico, Riogrande, Santa Rosa y Ojas Anchas, debiendo los Alcaldes de dichos partidos obedecer y cumplir las ordenes que por dicho Capitán se les comunicare como assi mismo los minerales y sitios que se hallan establecidos fuera de las Pedanias nombradas y las de muchas poblaciones que de mi orden se fundasen en las Montañas de Tenche y alistados de los mas de sus Colonos en cuio establecimiento deberá interesarse por las conocidas ventajas que de esto resultan al Estado y maior comodidad de estos habitantes y haviendo reconocido por mi mismo la distancia y los perjuicios que se siguen en demorar esta providencia desde luego se comunicara a dicho Capitan Aguerra sin perjuicio de dar quenta al Excmo. Sr. Virrey para su aprobación y se pasara noticia al Ylustrisimo Cavildo de esta Ciudad para su inteligencia y a las Reales Caxas para lo tocante a la Real Hacienda = Mon = informados el trece =” (sic)53

COLONIZADORES

El 10 de enero de 1787 desde Cartagena y firmado por el escribano don Domingo Caizedo se envió la fiel copia de las gestiones anteriores y se informó al señor Visitador de Antioquia don Juan Antonio Mon y Velarde que la demarcación de Santa Rosa de Osos señalada al Capitán Aguerra don Pedro Rodríguez de Zea y a todos los futuros Capitanes era la indicada en los autos anteriores del cinco de octubre de 1786.

Para nadie era un secreto que el Valle de los Osos había sido colonizado en dos etapas muy claras. Primero por un grupo de mineros procedentes de Santa

52 Colonia, tomo 192, No. 473953 Colonia, tomo 192, No. 4739

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Fe de Antioquia y después por otro de Aburrá. Entre éstos había adquirido notable poder y riqueza el español don Antonio de la Quintana quien vendía “solares” y permitía el cultivo de las rozas. Ni don Antonio ni sus descendientes los Fonnegra habían permitido la desmembración de sus enormes territorios para fundar nuevas Colonias. Por otra parte otros terratenientes, los Barrientos y los Misas incoaron un pleito contra los Quintana porque no habían llegado a un acuerdo sobre los límites de cada uno en las montañas de los Yarumales.

Alrededor de 1630 había llegado al Partido de San Jacinto de los Osos Antonio Serrano y Espejo con el objeto de catear los Ríos de los Osos y establecer Rancherías de acuerdo con las CAPITULACIONES recibidas del mismo Monarca español, siendo sus principales establecimientos San José y Santa Ana, con los correspondientes ranchos. En este momento las minas de Zaragoza estaban en crisis y los descubrimientos del Valle de los Osos reactivaron, en el concierto colonial, los quintos reales y las utilidades para los propios mineros.

En 1645 fueron colonizadores de estos Valles de los Osos, entre otros, Pedro Gutiérrez Colmeneros que era Alcalde de la Villa de Medellín en 1675, Antonio de Mesa y Juan Nuno de Sotomayor, descubridor de las minas de San Juan, la Trinidad, Orobajo, San Antonio, Santa Ana, San Lorenzo, Rio Guadalupe, Los Mártires y San José.

Para este tiempo y posiblemente desde 1620 ya se conocieron en las minas los llamados RESCATANTES DE MINAS conocidos como “tratantes y aviadores” porque comerciaban con tratos y avíos de carne, tasajos, harina, queso, tabaco, textiles de España en cambio de oro en polvo, personajes muy importantes que en el valle de los Osos anduvieron los Reales de Minas y fueron los precursores de nuestros comerciantes y dueños de cajones de tienda en donde establecieron las pulperías.

Simultáneamente Fernando del Toro Zapata repartía sus trece minas, casi todas alrededor del Guadalupe y Caruquia, con más de 300 esclavos, entre sus yernos y cuñados Antonio Zapata, Lorenzo Cortés, Juan García de Ordaz y Figueroa (minas del Río Porce), Lorenzo Pretel, Diego Beltrán del Castillo, Facundo Ramírez de Herrera, presbítero, Pedro Gutiérrez Colmenero, Isabel Pérez, Cristóbal de Toro y Felipe García, con unos 300 negros esclavos.

Todos se habían comprometido a “entrar a poblar, abrir caminos e instalar balsas o barquetas o puentes”

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La hija de Fernando, María del Toro Zapata entregó a su yerno Juan de Londoño una parte de la mina de oro corrido en san Juan de los Osos.

En 1650 llegaron al Partido de san Jacinto de los Osos alrededor de 500 españoles con 700 negros para las minas de La Bramadora, San Juan y San Antonio.

En 1672 hizo presencia don Antonio Zapata y Múnera con 26 esclavos y con real de Mina y ranchería. En este mismo año Felipe de Herrera, con 83 esclavos, suscribió una sociedad con Isabel de Piedahita para catear y explotar las minas de Petacas.

En 1675 se presentó una crisis en las viejas minas de Zaragoza y Remedios y se dijo que muchos esclavos habían muerto de hambre. Lo cierto es que en este año el cura y los vecinos abandonaran los Reales conocidos como San Francisco de Guamocó.

A partir de 1700 fueron conocidos muchos mineros, entre ellos, Antonio Chaverri (mina La Candelaria), Alejandro Casafuz, Ignacio Vélez de Rivero, Francisco Ángel de la Calle, Pedro José del Roxo, Pedro José de la Granda, Francisco Piedrahita, Juan de Torres, Enrique de Villa y Joaquín Yepes.

En 1720 el Maestro de Campo don Juan Gómez de Salazar era dueño de una ranchería y capilla llamada de Nuestra Señora de Guadalupe en la que administraba sacramentos el cura de san Jacinto de los Osos, Juan Bautista Dávila y Caballero54. El Padre José Martín Múnera Tobón55 sugiere que esta mina dio el nombre a nuestro Río Guadalupe. Se dice que en un momento dado este minero tenía 167 esclavos y un capital de 50.000 pesos.

Un poco antes, en 1745, el Padre Gumilla llegó a decir que “el Nuevo Reino de Granada tan lleno de fecundas minas de oro, de plata y de esmeraldas cuantas se conocen en las jurisdicciones de Pamplona, Mariquita, Muzo, Neiva, los Remedios, Antiochia, Anserma, Chocó, Barbacoas y otras muchas y muchas más que aunque ocultas en las arenas de oro que por los ríos y arroyos desperdician, indican los deseos de que lo desentrañen y salgan a la luz sus caudales”56

Descripciones de esta índole fueron el acicate para que el Valle de los Osos se llenara de mineros españoles, esclavos negros bozales o ladinos y de mazamorreros de todas las clases sociales.

54 Libro I de Bautismos AHSRO55 José Martín Múnera Tobón. La Parcela Vol 1, p.30356 Citado por Vicente Restrepo. Minas de oro y plata de Colombia

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Vicente Restrepo, en su obra de Minas de oro y plata, citaba a Fray Pedro Simón quien hacía referencia a las riquezas de Nuestra Señora de los Remedios, sitio que sería proveedor de mineros y artesanos para el Valle de los Osos cuando allá el oro escaseó y aquí pululó.

“Este es uno de los más ricos suelos que han descubierto los hombres, donde los indios en las madres de los arroyos y quebradas sacaban en la arena el oro a puñados como granos de trigo y garbanzos y mucho mayores que avellana. El sitio estaba tan cerca a la grosedad de las minas que con facilidad todos se empleaban en sacar oro con que fue tanta la suma que en pocos días fueron descubriendo y habiendo a las manos, que no se las daban a cogerlo. Fueron luego comprando negros esclavos que enviaban en cuadrillas los mercaderes de Cartagena y ocupando los indios sólo en labranzas y cosechas de maíz”57

En 1755 el 16% del oro neogranadino procedía de Antioquia y en 1800 el 38%, siendo su principal fuente los mazamorreros, negros, libertos, mulatos, mestizos o blancos, ya que desde 1790 los esclavos fueron disminuyendo por su alto costo y porque los mineros iniciaron el proceso de diversificación mediante el establecimiento de hatos ganaderos y tierras de “pan y caballería”.

Alrededor de 1760 eran tan pingües las utilidades de la mina que comenzó el contrabando para burlar los quintos reales y las alcabalas.

En 1775 el Presbítero Sancho Londoño sumaba 230 esclavos y rentas de 12.000 pesos.

En 1777 Cayetano Buelta Lorenzana expidió título de las minas de veta, La Trinidad y Guacamaya a Enrique de Villa, para Josefa Muñoz de Rojas.

En 1782 el Presbítero Juan Salvador Villa reconocía 49 esclavos y rentas de 12.000 pesos.

En 1784 Joaquín Barrientos poseía 31 esclavos y rentas de 11.000 pesos en las minas de Riogrande.

En 1786 habían llegado a Santa Rosa José María Zulaybar, Juan José Callejas, Manuel Santamaría y Manuel José Jaramillo y Molina.

En 1789 Gabriel Muñoz declaraba 35 esclavos y rentas de 13.000 pesos.

En 1790 se afirmaba que “los mineros del Valle de los Osos sostenían a la Provincia de Antioquia”58 57 Citado por Vicente Restrepo. Minas de oro y plata de Colonbia58 Robert. C. West. La minería de aluvión en Colombia durante el período colonial. Bogotá, 1972, p. 34

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Luis Octavio Yepes Roldán.

En 1791 los principales Mineros eran don Antonio Palacio dueño de 17 esclavos y con rentas que pasaban de 45.000 pesos, Francisco Miguel Restrepo con 34 esclavos y rentas superiores a 13.000 pesos y José María Jaramillo con 26 esclavos y rentas de 12.000 pesos.

En 1793 Felipe Barrientos poseía 63 esclavos y 12.000 pesos de renta.

Otros mineros que habían llegado al Partido de los Osos habían sido Jacinto de Toro, Pedro Gutiérrez Colmeneros, Pedro Álvarez, Pedro de la Serna, Juan García Ordaz, Diego Beltrán, Cristóbal Toro, Alonso Pretel, Felipe de Herrera (minas de la Trinidad), Pedro Martín de Mora (cabeceras del Río Guadalupe con 74 esclavos), Antonio del Pino, Esteban Jaramillo (minas de San Francisco), Ana María Zapata y Jacinto de Castillo (minas de San Antonio en 1694). Se afirmaba que había cerca de dos mil esclavos

A partir de 1800 fueron mineros en el Valle de los Osos los Barrientos, Restrepo, Gómez, Ospina, Zulaybar, Echavarría, Muñoz, Vásquez cuando fueron trabajadas las vetas de Cruces, las Ánimas, El Cerro de los Mártires, y fueron instalados los primeros bocartes y molinos por Tyrell Moore en San Francisco y Luis Brand. Santa Rosa, en ese momento, tenía cinco mil habitantes.

Otros mineros habían sido los curas hijos de Martín de Mora, Juan Martín y Pedro (minas de Guadalupe), Nicolás Guzmán (Santa Ana), Ana María Zapata (San Antonio), Manuel Ladrón de Guevara (Santa Bárbara), Joaquín Pérez (Quebradona), Juan Antonio Díaz (Riogrande), Ignacio Palacio (La Chorrera), Miguel de Restrepo (Quebrada del medio), Jerónimo Palacio (Riogrande) y José Manuel Zapata (Cimitarra).

NUEVAS COLONIAS

En este entorno llegó don Pedro Rodríguez de Zea quien zanjó el pleito de los Quintana por las buenas, porque tierra era lo que sobraba, y propuso a don Francisco Silvestre iniciar la creación de nuevas Colonias mediante la repartición de tierras y solares, abrir un camino hacia Cáceres y traer mulatos del Valle de Aburrá para los cultivos. Silvestre aprobó las propuestas y las confirmó al ordenar a los nuevos pobladores cultivar, por lo menos, cuatro almudes e iniciar la fundación de cuatro poblaciones en “las desiertas montañas de los Osos”59

59 Historia de Antioquia, Director General Jorge Orlando Melo, reimpresión, junio 1991, p. 204

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Doscientos Años Después

Don Francisco Silvestre había solicitado al Arzobispo Virrey un Visitador. Fue enviado don Antonio Mon y Velarde Pardo y Cienfuegos quien actúo como gobernador desde el 27 de julio de 1785 hasta el 10 de agosto de 1788. Los historiadores estaban de acuerdo en afirmar que Mon y Velarde había aceptado las propuestas de don Pedro Rodríguez de Zea. Pero no hay unanimidad sobre la fundación de las nuevas Colonias de San Luis de Góngora, San Antonio del Infante, Carolina del Príncipe, San Carlos y Amagá adjudicada por muchos historiadores a Mon y Velarde.

CLASE ALTA

La clase alta estaba compuesta por los españoles (de los Reynos de España como aparecía en sus correspondientes partidas), funcionarios públicos, dueños de minas, ricos, terratenientes, muy respetados por todos, fiadores de muchos, testigos, dueños de esclavos y comerciantes. Unos tiranos, otros amables, cualidades o defectos que se reflejaban en los documentos del Juzgado, aún con demandas concretas contra un español acusado de maltratar y aún de haber dado muerte a uno de sus esclavos. (ver Bibl. Proceso contra un español acusado de asesinar a un esclavo y maltratar a otros).

Entre los residentes en Santa Rosa llegados de los “reynos de España” fueron de importancia, entre otros, don Francisco Palacio y Navarro por haberse desposado con María de Jesús Euse una de las hijas de don Pedro Euse y Tomasa Macías. Trece fueron sus hijos a partir de 1784, como se podía constatar en los siguientes registros tomados del Libro de Bautismos (Archivo Curia de Santa Rosa de Osos).

El 30 de mayo de mil setecientos ochenta y cuatro fue bautizada MARÍA IGNACIA EULOGIA, hija legítima de Francisco Palacios y Navarro y María de Jesús Eusse. (quien tenía 16 años).

El 3 de mayo de mil setecientos ochenta y seis JOSÉ ANTONIO.

El 5 de mayo de mil setecientos ochenta y ocho MARÍA LUCÍA.

El 21 de marzo de mil setecientos noventa y uno JOSÉ LEANDRO.

El 10 de agosto de mil setecientos noventa y tres MARÍA DE LAS NIEVES.

El 20 de septiembre de mil setecientos noventa y cinco MIGUEL MARÍA.

El 1 de septiembre de mil setecientos noventa y seis MARÍA JOSEFA.

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El 12 de diciembre de 1798 MARÍA DE LA CONCEPCIÓN.

El 9 de octubre de 1801 MARÍA ANTONIA FRANCISCA.

El 10 de septiembre de 1803 MARÍA DEL AMPARO.

El 18 de diciembre de 1804 MARÍA ANTONIA EULALIA.

El 29 de noviembre de 1806 GREGORIO JOSÉ RUFO.

El 21 de mayo de 1808 JOSÉ MARÍA VENANCIO FELIPE. Igualmente fue muy notable el Vizcaíno don JOSÉ MARÍA ZULAIBAR ALAPE, hijo de don Francisco y doña Josefa Antonia. Tuvo un hermano DOMINICO el Maestro Fray Juan Antonio Zulaibar Alape, consagrado como Arzobispo de Manila en 1804.

Según César García Valencia, en Historia de la Educación Pública en Antioquia, “era probablemente el español más ilustrado que vino a establecerse en la Provincia de Antioquia”. Fue el padre de Mercedes Zulaibar, esposa de d. Manuel Barrientos, siendo su hija Juliana, esposa de don Manuel Fonnegra. Otras dos hijas suyas fueron esposas del Doctor Mariano Ospina Rodríguez. (Historia de la Educación Pública en Antioquia, segunda edición, 29 de agosto de 1962, Editorial U. de A., p. 87).

José María Zulaibar se había desposado en Medellín con Inés Santa María y eran sus hijos: JOSÉ MARÍA GENARO (5 de octubre de 1790), MARÍA JOSEFA (14 de diciembre de 1794), Diego Joaquín (13 noviembre de 1798), Francisco Wenceslao (4 octubre de 1800) (pasado por las armas en 1828 por el atentado contra Simón Bolívar), José María Ciríaco Antonio Joaquín (7 abril de 1802), María Mercedes y Gregorio Urbano Joaquín María (25 de mayo de 1804)60

Por su parte José Mateo Zapata se desposó con Francisca Rodríguez de Zea y fueron padres de Juana María Francisca (14 mayo de 1793), José María (11 mayo de 1797), Miguel María Felipe (14 septiembre de 1804) y Joaquín Alejandro Vital (12 de julio de 1806).

Ramon Chandía, de los Reynos de España se casó con Ana María Euse y fue su hija Maria Rafaela (26 septiembre de 1796).

60 El nombre ZULAIBAR perduró hasta nuestros días como una de las fincas y estancias más importantes de Santa Rosa cuando apenas comenzaba la ganadería. Estuvieron vinculados con esta casa las familias Ospina, Barrientos, Correas, Yepes. Entre sus miembros más destacados ha de mencionarse al OBISPO BELARMINO CORREA YEPES.

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Doscientos Años Después

José Marcos Campuzano, de los Reynos de España, se casó con María del Pilar Bernal y fueron sus hijos María Josefa Joaquina Dominga (29 septiembre de 1799), María Josefa Librada (20 julio de 1801), Andrés Antonio José María Joaquín (20 marzo de 1803), Juan Nepomuceno Pablo José María (25 enero de 1804) y Manuel José Joaquín Mariano (7 agosto de 1805).

Andrés Antonio Sanín y López se casó con Rosalía Misas y fueron padres de Jacobo Antonio (25 de julio de 1801)

Ángel Choren de los Reynos de España se casó con Isabel de Uribe y fueron padres de Manuela María de los Dolores Juana Nepomucena (8 junio de 1804), José Joaquín Juan Nepomuceno Servando Evaristo (27 de octubre de 1806) y María Joaquina Rumualda Juana Nepomucena de la Candelaria (9 febrero de 1809).

Manuel Barrientos Celada, de los Reynos de España, se casó con María de las Mercedes Zulaibar Santamaría y fueron padres de Manuela del Sacramento Marcelina (3 de junio de 1807).

La PAREJA (Barrientos-Zulaybar) tuvo los siguientes hijos de mucha importancia para la historia de EL SITIO DE SANTA ROSA DE OSOS en los Valles de los Osos: Marcelina Barrientos Zulaibar primera esposa de Mariano Ospina Rodríguez, presidente, María del Rosario, segunda esposa del viudo don Mariano Ospina Rodríguez, María Antonia, casada con Julián Vásquez Calle el 7 de enero de 1809, Juliana casada con Manuel Fonnegra, Carlota casada con Joaquín Emilio Gómez, Matilde segunda esposa del viudo Manuel Fonnegra, Natalia, Jenaro, Ulpiana, Genoveva y otro Wenceslao.

Por su parte FRANCISCO ANTONIO ZEA, de 1806 a 1819 fue mencionado en los Protocolos de Santa Rosa como dueño de los esclavos Juan José, María Magdalena, María de las Mercedes y Manuel María.

Lorenzo Berrío se casó con Juliana Rojas y fueron padres de María de las Mercedes (12 de marzo de 1820), María del Rosario (9 octubre de 1821), Pedro Justo Germán (29 de mayo de 1827).

Es de anotar que todas las partidas de bautismo indicadas se encontraron en los libros de Santa Rosa de Osos (Bibl. AHSR. Curia Diocesana)

Estos blancos, aunque no todos, poseían algún grado de instrucción. Habían optado por radicarse en el Nuevo Reino de Granada para mejorar su situación económica mediante las minas oro y el comercio, sobre todo la IMPORTACIÓN,

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gracias a sus contactos con los puertos españoles y a sus agentes en Mompox y Cartagena. Algunos no fueron ilustrados, pero sus nombres y apellidos RESONANTES les abrieron las puertas del negocio y, en muchas ocasiones, de los puestos públicos en los cuales brillaron como Tenientes de Gobernador, Directores de caminos, Promotores de las nuevas Colonias, Administradores de rentas Estancadas y de la Real Hacienda, Alcaldes y Jueces Pedáneos, Escribanos Públicos del Número y, en general, “justicias”. Algunos “apenas si sabían firmar” como constaba en los Protocolos de los archivos de Santa Rosa (1792-1850) cuando lo hacían a RUEGO.

Aunque algunos se asentaron con sus esposas, la mayoría contrajo matrimonio con CRIOLLAS, unos pocos con ESPAÑOLAS, y así comenzaron a entrelazarse las familias más pudientes a la sombra de las Minas, de las tierras de “pan y cavallería” (sic), y no fueron escasos los BLANCOS que implementaron la ganadería, dato que se confirma en los TESTAMENTOS. (Bibl. Protocolos respectivos tomados del Archivo de Municipal de Santa Rosa de Osos, de 1790 a 1850).

Entre los españoles y extranjeros más célebres al finalizar el siglo XVIII (1760 a 1799) y primeros veinte años del siglo XIX (1800 a 1820) (reseñados en los documentos ya mencionados- partidas de bautismo, de matrimonio y defunciones del Archivo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, Libros de 1720 a 1850, y protocolos del Archivo Municipal-) han de mencionarse a Don Pedro de Euse, médico enviado por el Rey Carlos III para las minas de San Luis de Góngora, por su incidencia en la historia de Santa Rosa y a Plácido Misas Trigo.

PEDRO DE EUSE HENRY, de los REYNOS DE FRANCIA, nació el 5 de noviembre de 1713 en San Jorge de Otot, Normandía (Francia). Hizo la travesía en el navío La Victoria y estableció residencia en Lorica. Luego pasó como médico a las minas de Marmato y en 1751 se radicó en Antioquia siendo reconocido por el Cabildo de la Villa de la Candelaria como médico y cirujano. Este organismo, analizada la situación de los leprosos de la Provincia, comisionó al Doctor Euse para la ubicación de estos pacientes y su tratamiento.

Ocasionalmente pasaba por Santa Rosa donde contrajo matarimonio con Tomasa Macías Rojo hija de Matías y Antonia Manuela. Fueron sus hijos: Manuel María casado el 12 de enero de 1792 con Bárbara Arango Toro (hija de Nicolás y María Antonia), Pedro Antonio casado el 8 de septiembre de 1789 en Medellín con María Antonio Yepes Arango (hija de Francisco Ángel y María Trinidad).

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Doscientos Años Después

Esta pareja engendró a Pedro José Euse Yepes casado con Sebastiana Correa y en segundas nupcias con Adriana Bustamante. Del segundo matrimonio nació PEDRO JOSÉ EUSE BUSTAMANTE que se desposó con ROSALÍA HOYOS y fueron los padres, entre otros, de Luis María Euse Hoyos y del SIERVO DE DIOS MARIANITO EUSE HOYOS.

Don Pedro fue uno de los impulsores del camino a Cuivá, hacia Yarumal y Cáceres, ruta para la comunicación con Mompox, Cartagena y Santa Marta.

Murió en Medellín, en el sitio de Otraparte (hoy el barrio Belén) el 28 de octubre de 1774.

PLÁCIDO MISAS TRIGO había nacido el 5 de marzo de 1745 en Galicia, de los REYNOS DE ESPAÑA y era hijo de Jacinto y María. Se estableció en Santa Rosa de Osos donde fue dueño de minas, solares, casas y montañas y fue considerado en su tiempo el HOMBRE MÁS RICO DE ANTIOQUIA y tuvo concesiones de tierras extensísimas en los territorios actuales de YARUMAL y VALDIVIA, después de un pleito por dichas tierras con la familia Quintana y Fonnegra. Fue zanjada la discusión en forma amigable. Desde los LLANOS DE CUIVÁ hacia el norte, incluidas las tierras de Yarumal, fueron entregadas a Misas y a Joaquín Barrientos y a los Quintana las enormes extensiones que iban hasta Valdivia.

Plácido Misas se desposó con TOMASA MACÍAS, VIUDA del médico Pedro Euse, enviado por el Rey Carlos IV a estas “montañas de los Yarumales y sus minas” y fueron sus hijos: Francisco, María del Pilar, Rosalía, Jacinto, Joaquín, Eusebia y María del Carmen. Ocupó puestos muy importantes en la Administración.

Otros ilustres: Francisco Xavier Barrientos, Joseph María Arango, Silvestre Vélez, Miguel Sacramento Tamayo, Evaristo Martínez de Pinillo, Juan Modesto Tamayo, Joaquín Muñoz, Joseph Jaramillo, Joseph Miguel Botero, Juan García Campuzano, Francisco Mantilla, Joaquín Yepes, Juan Ignacio Tamayo, los Leonín de Estrada de San Luis de Góngora, los Navarro y Palacios y otros.

CLASE MEDIA (LOS CRIOLLOS)

La clase media estaba conformada por otros españoles pobres, sin minas ni tierras, dedicados al negocio, medianos comerciantes, tenderos, es decir, dueños

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de las pulperías y almacenes. Las minas, si en un principio fueron boyantes, con las reformas Borbónicas entraron en una relativa decadencia y se inició el auge de la ganadería, la agricultura y el comercio.

Una de las reformas de los Borbones consistió en cambiar el concepto de “NUEVOS REINOS”, imitación burda de los reinos de España, por el de COLONIAS, territorios con capacidad de producción minera, agrícola, ganadera y comercial.

Otra fue la revitalización de los impuestos denominados “ALCABALAS” y de las contribuciones para la ARMADA DE BARLOVENTO.

Por este motivo, de acuerdo con las Cédulas Reales anteriores, PIÑERES y otros gobernantes (ver el tema de los COMUNEROS), eliminaron de las PULPERÍAS la venta de tabaco, aguardiente y barajas (cartas para juegos de naipes). Había nacido la idea de MERCANCÍAS ESTANCADAS que serían distribuidas exclusivamente por los Administradores de Estancos con el objeto de incrementar la Real Hacienda.

Los criollos aunque gozaban, en parte, de los privilegios de sus padres, no ocuparon puestos altos, en general, pero sí intermedios, sobre todo aquellos relacionados con la Administración de los Estancos, la Real Hacienda y las Escribanías. Este fue otro de los motivos de la REVUELTA DE LOS COMUNEROS. Los criollos fueron, además mineros, y heredaron de sus padres buenas fortunas, alguna de ellas inmensa como se pudo constatar en la testamentaria de Plácido Misas.

En Santa Rosa de Osos los comerciantes establecieron sus negocios en la CALLE REAL, que desde entonces fue conocida como LA CALLE DEL COMERCIO, según los protocolos referidos. Inclusive administraron negocios de JUEGOS, a los cuales nos referiremos posteriormente (JUEGOS DEL TRUCO parecidos al billar). En general se desposaron con hijas de otros españoles (criollas) y tuvieron prole muy numerosa como indicaré en las estadísticas de este tiempo y en los registros de bautismos.

MESTIZOS Y MESTIZAJE

En las relaciones de este tiempo aparecieron denominaciones (todavía hoy en uso) respecto a las mezclas raciales: español con española generaba criollos, criollo con criolla, otro criollo, español con india mestizo, español con negra,

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Doscientos Años Después

mulato, negro con india, zambo, mestizo con india, cholo, mestizo con española, castizo, mulato con española, morisco, español con morisca, albino y negro con zamba, zambo prieto.

La estructura social intentaba ser muy rígida para conservar “la sangre azul española”.

En un documento del 16 de agosto de 180661 un hombre noble, de sangre más que azul, llamado don JOAQUÍN RESTREPO se dirigió al Juzgado del Circuito para incoar una querella, porque su hijo don BARTOLOMÉ pretendía desposarse con la NEGRA JOSEFA SILVA. Don Joaquín conocía algo de Cédulas Reales, por lo cual solicitó al Juez copia de la CÉDULA en la cual se rechazaba cierto “tipo” de matrimonios. En efecto existía una prohibición para matrimonios entre españoles y negras, contenida en la Real Cédula del primero de junio de 1803.

A pesar de estas prohibiciones el mestizaje se estableció rápidamente como apareció en los registros de bautismos y de matrimonios.62

Los mestizos constituyeron un grupo de crecimiento vertiginoso. El mestizaje tuvo connotaciones muy interesantes en estos sesenta años que estamos analizando. En general no encontramos españoles casados con esclavas, pero sí con criollas. Es el caso de Don Pedro de Euse casado con la criolla Thomasa Macías de Santa Rosa de Osos, la cual, al enviudar y dejar 10 hijos, se desposó con el español Don Plácido Misas y firmó, ante el Escribano, el siguiente testamento.

TESTAMENTO DE TOMASA MARÍA MACÍAS

Era hija legítima de Matías y María Antonia Roxo. Al suscribir su testamento comenzó por el acto de fe, propio de estos protocolos. Ordenó que su cuerpo fuese sepultado en esta Santa Iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Declaró que había sido casada por la Iglesia con don Pedro de Euse, de los Reynos de Francia. Que sus hijos legítimos habían sido Juan Antonio, Manuel, Vicente, María de Jesús, Margarita, Josefa, Ana María, Juana y José María, Presbítero. Que ya viuda se desposó con don Plácidos Misas siendo sus hijos legítimos Francisco, Joaquín, Jacinta, María del Carmen, Rosalía y María del Pilar. Que nombraba como albacea de todos sus bienes a su nieto don Pedro Euse y a don Mario Mexia. Aunque firmó su testamento el 2 de enero de 1824 sólo fue legalizado el 16 de enero de 182963

61 Caja General nro. 7. Juzgado del Circuito de S.R.O. l805-180962 Caja General nro. 7. Juzgado del Circuito de S.R.O. l805-180963 Protocolos. Legajo 1829, S. Rosa de O. foxa 13:

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Los criollos, en cambio, con alguna frecuencia se mezclaron con los mismos esclavos y hubo casos tan interesantes como el de aquel (ver protocolos) que “habiendo tenido acceso carnal con sus esclava bajo palabra de manumisión” cuando dio a luz su hijo, cumplió la promesa y por ESCRITURA PÚBLICA los declaró libres de la esclavitud.

INDÍGENAS

Los nativos (indios) que existieron en el Valle de los Osos se llamaban NUTABES.

Gobernantes como don Andrés Valdivia (quien moriría en una emboscada en un sitio cercano a la actual Toledo –Toldas-, conocido como LA MATANZA, más abajo de San Andrés de Cuerquia,) y como don Gaspar de Rodas atacaron a los indígenas en forma inclemente para someterlos pues eran muy rebeldes y agresivos, de suerte que en estos territorios, cuando fueron instalados los Reales de Minas, ya no existían. Las etnias (nutabes, catíos, tahamíes y subgrupos de Aburráes, Bitagüíes, Anaconas y otros) apenas si dejaron huellas en este territorio. Se fueron alejando hacia el OCCIDENTE (Cañasgordas, Buriticá, Urabá, Chocó) por lo cual no hubo presencia ni incidencia en este Valle de los Osos ya que fueron “recogidos” en los llamados PUEBLOS DE INDIOS.

En las Crónicas del Perú escritas por don Pedro Cieza de León y en las memorias de don Jorge Robledo, serían mencionados, tema que ampliaremos en el TOMO TERCERO de esta historia.

Los “indios” más cercanos a estas tierras habían sido “recogidos” en el Pueblo de Indios del Valle de Aburrá, situado en el POBLADO actual y en La Estrella. La palabra “pueblo”, en esta estructura antropológica, significaba “indios” de donde decir “Pueblo de Indios” era un pleonasmo.

El Poblado, según algunos antropólogos, no fue el origen de la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín, sino el sitio donde fueron “recogidos” los indios mediante una figura conocida como ENCOMIENDA dirigida por el ENCOMENDERO, quien si era favorecido con algunas ventajas, estaba obligado a proteger, respetar y cuidarlos 64.

Lo mismo sucedería en La Estrella, Sopetrán, San Jerónimo, Sabanalarga, Buriticá y Cañasgordas, entre otros sitios.

64 Albeto Bernal Nicholls. Miscelánea sobre la historia, los usos y las costumbres de Medellín, Editorial U. de A. 1980

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El Padre Sinforoso que venía de cristianizar y velar el pueblo de Indios de Cañasgordas constató que en el Valle de los Osos no tuvo, para esta época, ni un solo INDÍGENA ya que ni en los protocolos ni en los registros bautismales se había hecho mención a este grupo. Sin embargo los conocía muy bien. Todavía lamentaba las tendenciosas apreciaciones de muchos Frailes como Fray Jerónimo de Escobar, quien había afirmado que los indígenas eran “gente en quien el demonio, enemigo del género humano, tuvo gran señorío, en tanto grado, que les enseñó cosas las más horrendas que hallan en escritura”

Era cierto que los indígenas habían sido idólatras y fetichistas; que su dios sumamente bueno era ABIRÁ, y el sumamente malo era CUNICUBÁ; que eran politeístas, estoicos, antropófagos; que incluían en sus ritos los sacrificios humanos; que rendían culto a los astros. Pero conservaban recuerdos supremamente tiernos de sus dioses y antepasados. Los catíos afirmaban que DABAIBE les había enseñado a cultivar y a conservar la natualeza; que terminada su misión había partido hacia el Cielo desde el Cerro León, que era la dispensadora de la lluvia, el rayo, el terremoto, los huracanes y la tempestad; que desde entonces le rendían un culto especial consistente en un sacrificio humano de una hermosa joven embadurnada de oro y lanzada a una laguna; que usaban flechas impregnadas con la yerba maldita, cerbatanas, bodoqueras, lanzas de macana, picas y hondas para lanzar piedras; que sus casas eran circulares con techo cónico y las llamaban “depurradé”; que se alimentaban de yuca, pesca, caza, cacao y que desconocían el ganado caballar y vacuno.

En un documento posterior del Archivo del Municipio de Santa Rosa (protocolos) se encontraría una única alusión a un INDÍGENA. Se trataba de un “vendedor ambulante” que había dejado su bohío y su familia y pasaba por Santa Rosa hacia las minas de Anorí, que solía visitar periódicamente para vender sus mercancías. Su aventura concluyó muy mal pues terminó en la cárcel, tema que aparecerá posteriormente.

ESCLAVOS

Los esclavos abundaban en el Valle de los Osos, y en concreto en el Sitio de Santa Rosa de Osos, en número considerable. Aunque no existe un cálculo preciso, teniendo en cuente el NÚMERO de santarrosanos que en los documentos aparecen como “dueños de esclavos” y leyendo los testamentos de algunos notables y el número de negros que dejaban y las liberaciones masivas y voluntarias de algunos

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dueños de cuadrilla, y el número de matrimonios entre ellos y el número de hijos naturales o legítimos de los mismos, se puede concluir que los residentes en el “marco” de Santa Rosa de Osos y en las minas del Valle de los Osos, servidas por los CURAS DOCTRINEROS del Partido de San Jacinto de los Osos, de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos, de las cuasi-parroquias ubicadas en la Tierradentro, en los minerales de Petacas (Belmira), en el Sitio de Don Diego (Entrerríos y su territorio incluida el “Peñón”) (sic), y las nuevas Colonias de San Luis de Góngora (en las “Montañas de los Yarumales” –sic) y de San Antonio del Infante (que en parte pertenecía a la doctrina de COPACABANA) y de la cuasi-parroquia de LAS CLARAS (Carolina del Príncipe), y otras que luego se reseñarán (iglesia de san Miguel Arcángel, iglesia de Santa Rosa, iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe, Iglesia de Ntra. Sra. de los Dolores, Iglesia de San Jerónimo del Monte) eran NUMEROSOS.

En los PROTOCOLOS, en capítulo aparte, analizaremos las ESCRITURAS de venta de esclavos, las condiciones de dichas ventas, las enfermedades que se reconocían o no, la casta del negro, su condición, su valor y sus edades. Algún documento afirmó que en un momento dado había CINCO MIL. Obviamente el autor se refería a todos los esclavos ubicados en el extensísimo VALLE DE LOS OSOS y no en la actual Santa Rosa de Osos.65

LOS ARTESANOS

Los mestizos (y también los criollos) se ocuparon de labores de mina, a veces del comercio, casi siempre de las ARTES LIBERALES, como veremos en los protocolos, cuando los zapateros, plateros, carpinteros, sastres, tapieros, tapiceros fueron obligados por Reales Cédulas y para “el buen gobierno” a presentar FIADORES, condición indispensable para ejercer sus oficios.66

Foxa 68: Matías Vásquez, sastre de seda y paño, fue fiado por Pedro Vásquez, siendo alcalde Nicolás Navarro (16 abril 1828). Foxa 69: Antonio Velásquez, maestro zapatero, fue fiado por Francisco Restrepo y Palacio, en la misma fecha. Foxa 70: Thomas Carrasquilla, talabartero de galápagos fue fiado por don Manuel Barrientos, el 17 de abril de 1828. Foxa 71. Basilio Zea, zapatero, fue fiado por Mateo Hernández en la misma fecha. Sandro Suárez y Nicolás, su

65 Datos que he tomado leyendo una a una las partidas de bautismo desde 1720 a 1850 y los protocolos desde 1770 hasta 1850 del Archivo de la Curia y de Archivo Municipal de Santa Rosa de Osos.66 Archivo S.R.O. PROTOCOLOS. Legajo 1828

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hijo, tapiceros, fueron fiados por Germán Silva en junio de 1828. Pedro Neira y su hijo Liono, zapatero y sastre respectivamente, fueron fiados por don José María Yarza en el mismo mes.

Aunque las Cédulas Reales existían desde antes los Alcaldes las recordaban para exigir FIADORES, so pena de multas y de impedir los trabajos artesanales.67

El 6 de febrero de 1829 don Waldo Rodríguez, Alcalde Primero Parroquial recordó a los vecinos la Cédula antigua y los conminó: que si en tres días los artesanos de la Villa de Santa Rosa de Osos no presentaban fianza serían sancionados. Nótese cómo el NUEVO GOBIERNO DE LA INDEPENDENCIA obligaba a las viejas Cédulas Reales hasta que sus propias LEYES tomasen cuerpo.

Por eso el carpintero don Antonio López fue fiado por José María Lopera y el sastre Pastor Vargas fue apoyado por Lorenzo y Pío Berrío y el zapatero José María Acevedo, por Jacinto Vélez y el herrero Antonio Casas por Antonio Velásquez y Miguel Pérez.

Los tapieros habían adquirido un status muy interesante porque las construcciones avanzaban rápidamente. Las casas de bahareque y paja poco a poco fueron reemplazadas por materiales más finos, a saber, tapias de “tierra pisada” y tejas.

El tapiero aprendió a manejar la tierra amasada y apisonada: comenzaba por establecer unos pequeños cimientos consistentes en un muro de piedra, de 30 o 40 centímetros; sobre ellos colocaban el tapial de un metro de altura que serviría de guía para la tapia de 45 centímetros; la tierra era traída en zurrones por el ayudante del tapiero quien manejaba el pisón de madera y el tapiero empleaba la plomada para lograr líneas verticales perfectas.

Terminadas las vueltas contratadas y lograda la altura al menos 7 metros, al retirar los maderos quedaban las “agujadas”, en la mayoría de los casos descubiertas, donde siriríes, aguiluchos, búhos y lechuzas harían sus nidos.

Terminada la tapia se colocaba una barda encima para evitar la erosión. Para tapiar se usaba una tierra llamada “grasa” por su grado de humedad, condición indispensable para que la obra no se rajara. Si las tapias eran para limitar solares se quedaban sólo con la barda. Si eran para soportar techos, el trabajo se encomendaba al experto quien manejaba los soportes o para la paja, al principio, o para la teja, más tarde. Cuando se trataba de obras más complejas (como las de Santa Fe de Antioquia) se contrataban constructores de Cartagena, expertos en el manejo de la cal y canto o mezcla real a base de sangre de toro, técnica que sería empleada en nuestra Santa Iglesia Catedral, desde 1866.

67 Protocolo 1829. Archivo de S.R.O. foxa 10

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¿SANTA ROSA SÍ ERA UNA VILLA?

Lo que preocupaba al Padre José Sinforoso de Upegui, angustia compartida por los más importantes de los vecinos del Valle de los Ossos (Lorenzo María Berrío, Joaquín Muñoz, Juan Modesto Tamayo, José Jaramillo. Francisco de Palacios y Navarro, Pablo Lenes, Miguel Sacramento Tamayo, Santiago Posada, Evaristo Martínez de Pinillos, Plácido Misas y tantos otros), era definir la categoría actual ya que no era ni CIUDAD, ni VILLA, sino, solamente SITIO POBLADO.

En efecto, y los documentos lo confirmaban a profusión, había Ciudades, Villas, Partidos, Sitios, Reales de Mina y Pueblos (de indios) en lo civil y parroquias y viceparroquias en lo religioso sin hablar de las Capellanías con su incidencia tanto espiritual como material, por sus jugosos réditos y por los “escandalosos” pleitos que suscitaron.

En 1810, cuando las gestas de independencia se extendían por las poblaciones, la Provincia de Antioquia contaba con CINCO CIUDADES, a saber, Santa Fe de Antioquia, Nuestra Señora de Arma de Rionegro, Nuestra Señora de los Remedios, Zaragoza de las Palmas y Cáceres. Sus VILLAS eran dos: Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín y Villa de San José de la Marinilla. Los otros núcleos eran conocidos como SITIOS POBLADOS a saber: Guarne, Santa Rosa de Osos, Carolina del Príncipe, San Fernando de Amagá, San Luis de Góngora, San Jerónimo, Titiribí, Anzá, Buriticá, Cañasgordas. Petacas, San Pedro, San Antonio del Infante, Sabanalarga, San Andrés de Cuerquia, Arma Viejo, Sabaletas, Concepción, Santo Domingo, San Vicente, Sonsón, Barbosa, Hatogrande, Hatoviejo, Copacabana, Envigado, La Estrella, El Peñol, San Carlos, Santuario, Vahos, Nechí, Cancán y Yolombó.

Aunque algunos historiadores habían afirmado que desde 1792 Francisco Baraya y la Campa había “hecho de Santa Rosa una Villa”, el dato nunca había sido comprobado y parecía no ser cierto si tenemos en cuenta los esfuerzos de los vecinos de Santa Rosa encaminados a pedir la NOMINACIÓN DE VILLA, como se probará en los siguientes documentos.

José Sinforoso, buen literato y estudioso, junto con sus feligreses se dirigió al Juzgado el diez y seis de marzo de mil ochocientos doce para solicitar, con buenos argumentos, la necesidad de obtener para Santa Rosa el título de Villa.

No era el primer intento. En días anteriores los mismos vecinos se habían dirigido al NUEVO GOBIERNO para solicitar tal denominación.

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Ni en la primera ni en la segunda vez fue aceptada la solicitud.

En la segunda fue denegada porque no había recursos para la “construcción de la cárcel”

En 1812 había sido solicitado a la JUNTA SUPERIORA PROVINCIAL que tanto Envigado como Sonsón y Santa Rosa, fuesen elevadas a la categoría de VILLA. La petición había sido considerada como inconveniente.68 (el tema será ampliado en el capítulo XVII)

En REALES ÓRDENES y Providencias de la Soberana Junta Provincial y demás tribunales se encontrarían documentos de la Independencia, oficios y decretos tanto de don Juan del Corral como de otros Presidentes, además de tasas, pagos y alcabalas, mas no todos por haber sido originados en el tiempo de la “insurgencia”69

En algunas de los documentos referenciados Santa Rosa aparecería como CABECERA DE DEPARTAMENTO de acuerdo con el documento de la foxa 14, del 29 de julio de 1813, según oficio dirigido al Señor Teniente y Ministro del Tesoro Público de Santa Rosa en los siguientes términos relacionados con RECORTES PRESUPUESTALES:

“La soberana representación nacional ha decretado lo siguiente: sobre recortes: de quince representantes se bajó a cinco y se han disminuido sus gratificaciones. Ha decretado la simplificación de los demás ramos de funcionarios públicos en los términos siguientes: Departamento de Santa Rosa: el Teniente Ministro del Tesoro seguirá con el sueldo anual de cuatrocientos pesos fuertes. En el Palacio de la representación provisional del Estado de Antioquia, julio veinte y quatro de mil ochocientos trece. Cinco rúbricas. Benítez Secretario”.70

En la foxa 29 don Juan Modesto Tamayo, Jefe de Aduana Pública de Santa Rosa de Osos, el 3 de septiembre de 1814, ofició al Teniente de Gobierno Ciudadano don Joaquín Muñoz, del Departamento de Santa Rosa, recordándole el decreto sobre comercio para que los impuestos fuesen cancelados oportunamente “para el sostenimiento de la libertad y del orden público”. La lista era la siguiente: impuestos por la mercancía introducida por los Puertos y en la Bodegas. Los dueños presentarán las guías correspondientes, indicarán la carga (si son género de Castilla, Fierro, Arena), no los podrá abrir hasta denunciarlos en la aduana,

68 A.H.A. Volumen 824, nro. 13003, foxa 44, Do. 13019 foxa 1669 REALES ÓRDENES, tomo 881 (período 1812.1815) del A.H.A., doc. 13740, foxa 29, Providencias de la Soberana Junta Provincial y demás tribunales 1812, 12 y 1470 Foxa 14 (29 julio de 1813)

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hacer cumplir el reglamento de alcabala expedido en 1780 porque ya no lo cumplían a raíz de los cambios políticos, que la multa para infractores era de cien pesos y decomiso de la mercancía, que se deberían contratar guardas para los resguardos. Esta norma regiría para todos los Departamentos del Estado de Antioquia. El documento para el Departamento de Santa Rosa fue firmado el 19 de agosto de 1814.

Como la disciplina estaba relajada la Aduana Pública de Santa Rosa de Osos, el 12 de mayo de 1815, en cabeza de don Juan Modesto Tamayo envió oficios al Teniente de esta Cabecera para que hiciese cumplir estrictamente el cobro de la Alcabala como estaba dispuesto en las normas de 1780, ya que “no habían sido eliminadas por el nuevo Gobierno” y así lo había dispuesto el Estado de Antioquia el 6 de abril de 1815. Este oficio fue recibido por don Lorenzo Pérez, Teniente de Gobernador y firmado por Miguel de Sierra y san Miguel y don Francisco Antonio Posada.

De este modo el Padre José Sinforoso, a quien se le había dicho que desde finales del siglo XVIII (1792) don Francisco de Baraya y la Campa había definido el nombre de Villa para el Partido de san Jacinto de los Osos, confirmó que Santa Rosa de Osos, jamás había sido VILLA, en la forma técnica de la usanza española en este Nuevo Reino de Granada.

Era posible pensar que don Francisco de Baraya SÍ TENÍA UN PROYECTO respecto al Valle de los Osos pero, en la práctica, no lo cumplió, por lo cual jamás fue denominada Santa Rosa como Villa, aunque en los PROTOCOLOS a partir de 1826, foxa 26 y ss. se comenzó a mencionar a Santa Rosa como “VILLA DE SANTA ROSA DE OSOS”, pero no con la connotación de “villa tipo colonial” sino con otra acepción propia de la Independencia de Colombia. En efecto la denominación de “Villa” había sido aplicada por Santander.

COMERCIANTES

Las relaciones comerciales, en cambio, no tenían cortapisas. Cada uno podía negociar con el que quisiera. Si en un principio los ARTESANOS eran mirados como de “rango inferior”, los mismo Reyes, sobre todo a partir de las REFORMAS BORBÓNICAS, impulsaron las “artes y oficios” y aún, mediante Cédulas Reales, llegaron a afirmar, en contra de las teorías anteriores, que los ARTESANOS constituían una casta de gran importancia en el desarrollo socioeconómico de estas nuevas tierras e islas. No es de extrañar, en consecuencia, que algunos españoles intentaron ejercer actividades artesanales y lo lograron.

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Muy revelador, al respecto, es el documento en el cual el muy conocido y rico don PLÁCIDO MISAS, “de los Reynos de España”, segundo esposo de la muy digna santarrosana TOMASA MACÍAS, con quien tuvo una numerosa familia, fue demandado por un ARTESANO, por cincuenta castellanos y tres tomines, porque se estaba haciendo el “disimulado” para cancelarle la siguiente factura:

Arreglo de un horno 2 castellanos

Forro de cuatro sillas 1 castellano

Hechura de una chaqueta de lienzo 3 tomines

Traída de 4 cerdos gordos de la Villa 2 castellanos y 4 tomines

Traída de dos tercios desde Cáceres 12 castellanos

Alquiler de Mulas para el viaje Yarumal la Villa 3 castellanos

Un sombrero cubano y dos esteras 2 castellanos

Compostura de un sillón y badana 2 castellanos y 2 tomines

Forro de un peyón y de un sombrero 4 tomines 71

DESCONOCIDOS, FORASTEROS, VAGOS. INDESEADOS. INDISCIPLINADOS.

La situación de vagos, de indeseados y de indisciplinados pudo haber mejorado gracias a los castigos que se habían establecido.

Sin embargo la situación de orden público poco a poco se fue deteriorando de suerte que en un documento de 22 de julio de 1805 (o sea 12 años después) se inciaron gestiones tendientes a establecer CÁRCEL en el Sitio de Santa Rosa, en el Valle de los Osos. Por este motivo se solicitó al Cabildo de la Provincia que contribuyera con algunos dineros para esta obra. La respuesta fue negada en principio pero se estableció que si Santa Rosa aportaba cada año hasta CINCUENTA castellanos el Cabildo también colaboraría.

Los argumentos del Alcalde Don Joseph Pantaleón Gómez eran claros: construida la cárcel habría gran economía en las finanzas del Partido porque no habría que realizar erogaciones en el traslado de presos hacia la capital donde estaba la cárcel.72

71 Caja General Nro. 7, Juzgado del Circuito 1 de S.R.O, años 1805-180972 Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos. Caja General Nro. 7. Juzgado del Circuito Uno. Santa Rosa. Legajo 1805-1809

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Además de los grupos indicados ocasionalmente se presentaban en estos territorios “gentes desconocidas” que generaban inquietud, por lo cual los gobernantes tuvieron que tomar decisiones.

En el Archivo Histórico de Santa Rosa se encontró un documento suscrito por Don PEDRO RODRÍGUEZ DE ZEA, Teniente de Gobernador, Juez poblador y Director de Caminos de estos Valles de Ossos en el cual alertaba a la población sobre la llegada de “gentes extrañas”.

El extenso documento de 4 foxas (folias) estaba en papel sellado de 1793 con el Sello del Rey Carlos IV. (Carolus IV Hispaniar Rex):

“Por quanto por repetidas providencias superiores expedidas en virtud de una Real Zedula y autos de buen gobierno esta prevenido que todos los que huvieren de entrar en los lugares sean del estado, calidad o condición que fueren, precisamente se hallan de presenciar y dar razón de sus Personas, y fin con que se introducen, antes de tomar posada, sin que nadie pueda hospedarlos para que instruido el Juez del Territorio de sus circunstancias, con que motivo se introducen si es transeúnte o a establecerse para que de este modo se puedan observar sus procedimientos y considerando no ser conveniente su permanencia se pueda intimarles su salida o resolverse lo que corresponda debiendo dar razón de que población viene y por que causa, acreditándolo con papel del Juez del Partido: Por tanto, sin embargo de las providencias expedidas y publicadas mando que todos los que se hayan de introducir en este citio sean del estado, calidad o condición que fueren, bien sea de transeúntes para los lugares interiores o para recidir en este precisamente, se hallan de presenciar en este Juzgado a dar razón de sus personas y del fin con que introducen lo que cumplirán antes de tomar posada las personas inferiores pena de tres pesos de oro, aplicados la mitad para la Real Camara de S.M. y la otra mitad para obras publicas y los sujetos de distinción pena de seis pesos con la misma aplicación, y ninguna persona, vaxo las mismas penas, podrá dar hospedaxe sin que primero les conste haverse presentado en este Juzgado y si fueren sujetos no conocidos, y de distinta Provincia serán obligados a manifestar sus pasaportes o licencias conforme a lo prevenido por Real Cedula expedida en el año de mil setecientos sesenta y ocho y de no executarlo serán arrestadas sus personas hasta tanto que comprueben no ser Desertores del Real Cervicio ho profugos de la Justicia, todo lo que se executara en el distrito de mi Jurisdiccion por los Juezes Partidarios donde no me halle presente = En consideración a hallarse prohibido por Leyes, autos Gobernativos y otras dispociciones el trato y contrato

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con esclavos, hijos de Familia y familiares no obstante la publicación de estos mandatos llebados de la codicia persisten algunos vecinos y rescatantes en tratar con ellos de suerte que de buenos los hacen malos, dando lugar que para mantener sus tratos roben a los amos y vecinos de suerte que en lugar de no consentirlos en sus cassas antes los atrahen por modos extraordinarios y algunos los inquietan para que roben a sus amos como se ha experimentado, mando que ninguna persona trate ni contrate con esclavos, hijo de familia, ni familiares ni los concientan en sus casas con ningún motivo ni pretexto pena de seis pesos de oro aplicados en la forma dicha, y que se les prohivira todo trato y contrato en estos Valles y de que serán desterrados de la Jurisdiccion de esta Thenencia y si fueren de orden de sus amos a comprar alguna cosa que estos neseciten se les bendera llevando voleta por donde conste y no de otro modo y dichos esclavos para comprar lo que neseciten lo harán por medio de sus amos o con boletas de estos y de no llevarla expresiva y clara no se les bendera cosa alguna y el amo que le permitiere trato y contrato a sus esclavos será obligado a responder por ello en los fiados que hicieren los quales esclavos en tales casos y haviendose manifestado primero la licencia de boleta en este Juzgado podrán ser demandados y presos como otra persona libre; Y mando que ninguna persona por razón de escazes de fruto pueda soltar la quadrilla ni ponerla a jornal por los daños que de esto se irrogan al publico pues para mantenerse y pagar jornal dan en ladrones y roban a los vecinos = Teniendose presente que algunas quadrillas se han pervertido por la introducion de libres, unos con pretexto de rescate y otros con la de jornaleros, mando que ninguna persona, de la publicacion de este en adelante, sea osada a entrar a los minerales de Tierra Adentro y Montes de San Pedro, Dolores, Paxarito, Santa Rosa y demás… sin licencia por escrito de sus lexitimos dueños que deveran manifestar en este Juzgado y que se les de el passe y si lo contrario hicieren, incurran en la pena de seis pesos de oro aplicados en la forma dicha y de destierro de toda la jurisdicción = Aviendose reconocido se introducen barias gentes ociosas y se experimenta haver muchos bagamundos, pestes de las republicas por los vicios dimanantes de su ociosidad, mando que todos los que estuvieren ociosos, y que no hicieren constar en este Juzgado el exercicio en que se emplean dentro de termino de días salgan de toda la Jurisdiccion de esta Tenencia baxo la pena de que serán puestos a trabaxar con la cadena por quatro años en obras publicas para que de este modo se hagan diligentes y beneficiosos al publico, aprehendiendo a trabaxar a lo que deben aplicarse y no

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a la estafa = Teniendose experiencia el que se suelen formar algunos fandangos con lizencia de la Justicia en que se introducen muchos esclavos que al dia siguiente por Dormir se fingen enfermos y dexan de trabajaxar a sus amos, mando que quando se de licencia para un fandango el dueño de la casa no permita a ningún esclavo baxo la pena de tres castellanos de oro por la primera vez y por la segunda de seis castellanos con la aplicación arriba dicha = Ayandose prohivido por Leyes, Cedulas y proviciones Reales que no porten armas y sean cargadas por personas no privilegiadas y que se hallan prohibidas como son cuchillos de faltiquera, puñales, sables, …. dagas, machetes, toletes y toda arma de fuego y solo es permitido a las personas nobles no previlegiadas, la espada de cinco quartas, mando que ninguna persona, de la publicacion de este en adelante, pueda cargar las referidas armas a ecepcion que baian de camino y esto no a la gente común y de ningún modo el cuchillo de faltiquera y puñales = Y por quanto esta prohibido por Leyes y ordenanzas de minas el Juego de Naipez en terrenos de minerales y por ultima pragmática generalmente toda rifa, mando que ninguna persona sea del estado, calidad o condición que fuere, juege a los naipez, dados, cantarilla u otro genero de juego que indique suerte pena de dose pesos de oro por la primera vez, por la segunda que sea doblada y por la trecera vez que sea desterrado de esta Jurisdiccion y el dueño de la casa donde huviere de tal juego incurra en la misma pena y lo mismo los mirones o auxiliadores y la gente común incurran en la pena de tres castellanos de oro y quatro meses de trabaxo en obras publicas aplicadas unas y otras pecuniarias la mitad para la Camara de S.M. y la otra mitad para caminos y priciones. Y por que se experimenta que no solo hay muchachos sino también los hombres ancianos que debían dar exemplo y los esclavos se han dado al vicio del juego de la chumbiba ni el boliche ni concientan en los juegos pena de tres castellanos de oro y quatro meses de trabaxo en obras publicas con la aplicación dicha y si fuere esclavo incurra en la pena de veinte y cinco azotes de dolor y si fuere mio o familiar incurra en doblada pena y que se arreglen unos y otros aun modo de vida honesta y laboriosa y mejor se introduzca la economía política empleando lo que en esto impender en beneficio de su casa y familia que por este motivo abandonan y los esclavos en sus personas que muchas vezes se manifiestan al publico indecentes por mantener el vicio y solo se permite el juego de TRUCO conforme a lo prevenido por la licencia concedida y auto proveydo por S.S. el Señor Oydor, Vicitador que fue esta Provincia don Juan Antonio Mon y Velarde = Hayandose mandado por repetidos autos que se han publicado el que se quiten los perros del marco de este citio y su circunferencia que son de ninguna utilidad por no haver fieras ni que cuidar

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con ellos y solo cirven de aser daños y perturban el sosiego publico, con sus ahullidos y latidos con que incomodan a todo el vecindario y además de eso impiden la Ronda Secreta, mando que todos los que tuvieren perros dentro del marco de este citio y sus circunferencias los saquen y quiten dentro de veinte y quatro horas pena de tres castellanos de oro aplicados en la forma dicha, sin que les pueda valer el efugio de que las mas vezes pretenden prevaalarse de decir no son suios, y que se han agregado a sus casa y asi mismo ninguna persona que los tenga en los montes o labranzas los podrá traer a este citio con ningún motivo, ni pretexto baxo la misma pena en las que declaro por incurso a los transgresores, sin mas citación que su contravención y publicación deeste auto con reserva de aumentarlas o disminuirlas conforme a las circunstancias de acontecimientos y calidades de los sujetos = Por que se halla prevenido por repetidas Providencias Superiores el que todos los que hubiesen de introducir Ganados para el abasto del lugar harán de hacer constar del sujeto que lo compraron con voleta, manifestando el fierro y señal y esto no se cumple con menosprecio de los preceptos de los Superiores, mando que todos los que huvieren de conducir ganados para matar haigan de manifestar presisamente voleta del sujeto de quien lo compraron antes de matar la rez, con el fierro y señal pena de perdimiento de la rez que se aplica a obras publicas y de seis pesos de oro para la Cámara de S.M. y por que con el motivo de venderse frutos, carnes y otros efectos en los citios de Trinidad, Playa Larga, Guadalupe, Riogrande y otros parajes es defraudado el Real haver de S.M,. mando que ninguna persona sea del estado, calidad o condición que fuere, pueda vender fuera del marco de este citio, efectos algunos, ni frutos, a excepción de los concerniente a las rentas reales y estancadas, pena de perdimiento de los efectos y frutos, aplicados para obras publicas y de seis castellanos de oro para la Cámara de su Magestad = Y por esto que se publicara en la forma acostumbrada remitiéndolo después a los Juezes de mi Comando para que lo hagan publicar y cumplan con lo prevenido. Asi lo provey, mando y firmo con testigos por defecto de escrivano publico y real, en este sitio de Santa Rosa Jurisdiccion de la Ciudad de Antioquia, en treinta y uno de agosto de mil setecientos noventa y tres años. Pedro Rodriguez de Zea, rubricado. Testigos Francisco Gallo, Vicente Campillo y Erron. “En primero de septiembre del presente año se publico este auto en la plaza publica a voz de pregonero y para que conste lo anoto y firmo. Zea” (sic)73

73 Caja General Nro. 4. Legajos correspondientes al año 1793

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ESTADÍSTICAS

En el censo de 178974 la población de la Provincia de Antioquia estaba distribuída así: blancos y criollos 280.000, Mestizos 370.000, Indios 140.000, Esclavos 45.000 para unos 830.000 habitantes.

Los datos antropológicos no podían ocultar otros fenómenos propios de la época, a saber: la ignorancia de la gente, el vivir como animales sobre todos los que se habían radicado en “las Montañas de los Yarumales” (sic), la aparición de hijos ilegítimos en grandes proporciones y los expósitos dejados en las iglesias o en los zaguanes.

Igualmente había vicios de la época: celos, infidelidades, robos, abusos de confianza, falsedad de documentos, juramentos en falso aún en los juzgados, huida de esclavos (cimarrones), muchos de ellos condenados a la cárcel (presos clasificados), otros a quienes se les dio “casa por cárcel”. Además: no eran escasos los vagos, los tahúres, los agresivos, los traficantes en “polvos” y los simuladores.

El Padre José Sinforoso no tenía por qué saber el término “cohortes” utilizado muchos años después por los EPIDEMIÓLOGOS y ESTADÍSTICOS.75

Sin embargo en sus notas y análisis de los libros de Bautismos, Matrimonios, Defunciones y Fiestas pudo establecer algunas comparaciones que, vistas hoy, DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS, permiten al lector juicioso comprender algunos datos ANTROPOLÓGICOS importantes para captar la idiosincrasia del santarrosano entre 1790 a 1810.

En los 22 años comprendidos de 1789, cuando el Padre Nicolás Francisco de Agudelo abrió su Libro de Bautismos, a 1810, cuando estaba iniciado el Libro II, fueron bautizados 3.021 infantes (sin contar unos cuantos NEGROS DE ÉBANO adultos, que pedían, por medio de sus AMOS y tras una rigurosa preparación, el sacramento del bautismo).

Este dato tan preciso había sido tomado de dichos libros, mediante unas tablas inventadas por el mismo Sinforoso, en las cuales, año por año informaba el número de bautizados, cuántos niños, cuántas niñas, quiénes eran de PADRES LIBRES, quiénes de ESCLAVOS, quiénes eran hijos LEGÍTIMOS, quiénes NATURALES,

74 COLOMBIA HOY, Arrubla, M, et alii, octava edición. Siglo XXI editores de Colombia, Bogotá, primera edición 197875 Estos datos estadísticos fueron elaborados por el autor del libro. Se traen como análisis del Padre José Sinforoso como “licencia literaria” para dar al tema mayor vitalidad. José Sinforoso jamás dejó estudios estadísticos.

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cuáles aparecían como EXPÓSITOS y cuáles habían sido bautizados “sub conditione” por enfermedades, por dificultades de desplazamiento o por otras circunstancias muchas de ellas escritas en los mismos registros.

De los 3021 el 50.6% eran varones (1528) y el 49.4% eran hembras (1493). Era una proporción muy estable de acuerdo con el desarrollo de las poblaciones en la Época Colonial.

De los 1528 varones 1071 eran hijos de LIBRES y 457 de ESCLAVOS. Este dato permitía concluir que en la población santarrosana en estos 22 años, por un nacido “esclavo” habían nacido un poco más de DOS libres, o sea, aproximadamente el 66% de la población se generaba de padres libres y un 33% de esclavos.

De los 1071 infantes nacidos de padres LIBRES, 864 (es decir el 80.7%) eran hijos LEGÍTIMOS y 207 (19.3%) eran NATURALES. Esta estructura familiar era importante y para el Padre José Sinforoso el dato era interesante porque le permitía, con pleno conocimiento, hablar en sus sermones sobre el fenómeno de los hijos naturales tanto de parejas de libres como de parejas de esclavos. Por cuatro hijos legítimos aparecía un natural, cifra nada despreciable y que indicaba, entre otras cosas, la forma como hombres y mujeres se relacionaban, teniendo en cuenta, sobre todo, que los mineros eran trashumantes y que recorrían grandes extensiones en busca de sabanas, contrasabanas, aventaderos, ríos, quebradas y playas, sin despreciar aquella población que se desplazaba desde otros centros mineros, sobre todo de Antioquia, del Valle de Aburrá, del Cañón del Porce, de Zaragoza de las Palmas, de Remedios y hasta de Mompox, éstos últimos más que mineros comerciantes.

De los 457 hijos de esclavos, 386 eran legítimos (84.5%) y 71 eran naturales (15.5%), porcentajes muy similares a legítimos y naturales de padres libres, de donde se podía colegir que el fenómeno era similar en ambos grupos analizados y que, en consecuencia, la prédica podía orientarse a ambos segmentos de la población.

En cuantos a las infantas los porcentajes y números eran los siguientes.

Habían sido bautizadas 1493 niñas de las cuales 1086 (72,7%) eran hijas de PADRES LIBRES casados, y 407 (27.3%) eran de esclavos legítimamente desposados.

De las 1086 hijas de libres, 860 eran legítimas (79,2%) y 226 eran naturales (20.8%). Y de las 407 hijas de esclavos, 329 eran legítimas (89.8%) y 78 naturales

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(19.2). Esto permitió concluir al Padre Upegui que, aparentemente se CASABAN más los ESCLAVOS que los LIBRES.

De ser estrictamente cierta esta afirmación el Padre, que analizaba hasta el fondo, entendía la acción de los AMOS, que para mejorar las condiciones de labor y el rendimiento de los esclavos, los “catequizaban” para que contrajeran el Santo Estado, y no estuviesen por ahí, perdiendo tiempo y energía, enamorando a diestra y siniestra y trayendo hijos naturales.

Claro que para los AMOS lo importante era HACER PROCREAR a sus esclavos, pues esto incrementaba su caudal y, con el tiempo, la mano de obra específica fuera para las nuevas minas (para los varones) o el servicio de NABORÍA (servicio doméstico) que ya se aplicaba, aunque en forma impropia, al servicio de las esclavas. Además el aumento de esclavos se constituía en un mercado relativamente jugoso, como constaba en los PROTOCOLOS de venta y compra, muchos de los cuales, por su fortaleza y belleza eran mercados por los MINEROS y llevados a sus Reales de Minas, sin hablar del posible “mestizaje” que los españoles y criollos, o por accidente o por amor o por necesidad y apremio solían “hacer” con sus esclavas, aún bajo el señuelo de “darles libertad si cohabitaban conmigo” como aparecería en otros protocolos muy notables y conocidos.

Los hijos naturales eran llamados “Hijos de la Iglesia”.

En los registros se detectaba la vulnerabilidad de los niños lo que urgía al bautismo bajo condición (sub conditione), por la lejanía de sus ranchos, por lo abrupto de los caminos, por los ríos crecidos en tiempo de lluvias, por la carencia de doctrineros y por las mismas patologías de los recién nacidos.

En los 22 años transcurridos entre los años 1789 a 181076 1123 recién nacidos del total de 3021 (es decir el 37%) habían sido bautizados previamente por las situaciones antes anotadas.

Muchos de ellos fueron sacramentados por los curas mineros que vivían alrededor de sus Reales de Minas, en las cuales celebraban sacramentos, autorizados siempre por el párroco del Partido de san Jacinto de los Osos. Sin embargo, si mejoraban o si las condiciones climáticas lo permitían y los caminos se hacían transitables y los ríos y quebradas habían regresado a su cauce normal, se acercaban con sus padres y padrinos a la pila bautismal de la Iglesia Matriz a “completar” la ceremonia, fuera que se rebautizaran BAJO CONDICIÓN (sub conditione

76 Datos realmente tomados del libro I B de bautismos 1789-1894 y del Libro II, 1805-1821 y cuantificados por Luis Octavio Yepes R.

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-dirían los textos-) o, sencillamente, terminaran lo iniciado con la imposición del santo óleo y del crisma. En algunas ocasiones, por tratarse de PADRINOS de abolengo, casi siempre procedentes de los REYNOS DE ESPAÑA, se esperaba su llegada para concluir los ritos sagrados.

Muchos de ellos no sobrevivieron y en los registros de defunciones un porcentaje no despreciable, alrededor del 20% de partidas, hacían mención a “PÁRVULOS”.

El bautismo de niños expósitos no fue muy usual pero cuando se daba aparecían casos tan patéticos como los de una afligida madre, que para evitar la deshonra y la censura de una sociedad muy estricta y puritana, declaraba que habían encontrado en el zaguán de su casa a un expósito y que aceptando este “regalo” como un designio providencial de Dios, solicitaba que fuese bautizado como si fuera suyo. Era la misma madre quien así recogía a su hijo como “expósito” pero era un pedazo de su propia entraña, habido o por amores furtivos, o por accidente o por pasión. En los registros mencionados el párroco agregaba una nota muy humana: “y bajo secreto se me dijo que el expósito era hijo de la misma dama que lo traía”77

Los matrimonios de la época se ceñían no sólo a las costumbres del entorno sino a las mismas Leyes Españolas que prohibían determinadas uniones, como aparecería en los Archivos de Santa Rosa cuando un padre de familia instauró una querella contra su hijo porque su corazón había elegido una dama que no era de su propia alcurnia. (caso que ya había sido comentado)

Analizados uno a uno los registros de matrimonios desde 1718 a 1850 se encontraban las fechas de matrimonio, los nombres de los contrayentes y cruzando la información con los bautismos, se podía detectar que había matrimonios hasta con 12 hijos. La fecundidad era notable, las gestaciones casi siempre terminaban en productos vivos, pero la mortalidad infantil era exagerada.

El resumen del cuadro que ya había elaborado el Padre Sinforoso, para luego comparar con otras “cohortes” que surgirían de sus propios libros de Bautismos, pudiera ser el siguiente.

77 Esta frase es literal, no es poesía. Así la escribió el cura a quien la madre solicitó guardar el secreto. Aunque secreto QUEDÓ consignada PARA EL HISTORIADOR.

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Cohorte: de 1789 a 181078

Extensión: 22 años.

Ubicación. Libro I B de bautismos (1789-1804), y primera parte del Libro II de bautismos (1805-1821)

Bautizante principal: Presbítero Doctor Nicolás Francisco de Agudelo.

Total bautizados 3021

Total niños bautizados 1528 50.6%. Promedio: 70

Niños legítimos de libres 864 56.5%. Promedio: 39

Niños naturales de libres 207 13.5%. Promedio: 9

Niños legítimos de esclavos 386 15.3% Promedio: 18

Niños naturales de esclavos 71 4.7% Promedio: 5

Total niñas bautizadas 1493 49.4% Promedio: 68

Niñas legítimas de libres 860 57.6% Promedio: 39

Niñas naturales de libres 226 15.1% Promedio: 10

Niñas legítimas de esclavos 329 22.1% Promedio: 15

Niñas naturales de esclavos 78 5.2% Promedio: 4

Cruzando las variables aparecían otros porcentajes interesantes. Los hijos legítimos de Santa Rosa eran 2439 (80.7%) y los naturales 582 (19.3%. Por cuatro legítimos nacía un natural. Los hijos de libres eran 2157 (49.7% niños, 50.3% niñas) de los cuales el 78.9% eran hijos legítimos y el 20.1% naturales.

Los hijos de esclavos eran 864 (52.9% niños, 47.1% niñas) de los cuales el 82.7% eran hijos legítimos y el 17.3% naturales.

Estos datos escuetos, explicados por el Padre José Sinforoso en las tertulias que había organizado en el KIOSCO, situado en el marco de la plaza y diagonal a

78 Libro I B de bautismos (1789-1804) y primera parte del Libro II (1805-1821): el autor compiló uno a uno los registros para tabularlos en el cuadro adjunto.

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la puerta principal de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos, eran interesantes para los españoles dueños de cuadrilla y de minas porque entendían que nacían más ESCLAVITOS que ESCLAVITAS y que sus ESCLAVOS estaban tan bien catequizados que preferían tener hijos LEGÍTIMOS que naturales.

“El Padre utilizaría esta información que había sido encontrada en un pequeño baúl hallado en su féretro cuando sus restos fueron trasladados del pequeño jardín del Templo del Señor de la Humildad, a la bóveda organizada en la nave derecha, entrando, como rezaba la lápida que hoy, el tímido visitante, puede encontrar”79

Y para completar estas estadísticas el Padre Sinforoso desempolvó los archivos que había dejado su predecesor para comparar la población de Santa Rosa de Osos, con la de la nueva Colonia de Carolina del Príncipe. De todos modos esta última, hasta las decisiones de don Pedro Rodríguez de Zea, auspiciadas por Mon y Velarde, habían pertenecido a sus feligreses, ya que, con suma frecuencia, los curas visitaban el sitio de las Claras y celebraban en la Capilla dedicada a Nuestra Señora la Inmaculada Concepción, origen de la actual Carolina del Príncipe.

CENSOS Y PADRONES

En efecto en 1792 había sido compilado el PADRÓN del sitio de la Carolina del Príncipe, de acuerdo con la nota siguiente.

“En el sitio de Santa Rosa jurisdicción de la ciudad de Antioquia en nueve de agosto de mil setecientos noventa y dos, yo D. Pedro Rodríguez de Zea, Teniente de Gobernador, Juez Poblador, Director de nuevas poblaciones, digo que por cuanto el día de ayer ocho del corriente se me entregó por los Jueces Pobladores y Pedáneos del Sitio de la Carolina del Príncipe el padrón que debe seguir a la Ciudad de Antioquia para que se de cumplimiento a lo prevenido por S.M. mando se saque copia de dicho padrón para los efectos que puedan convenir y los originales se remitan a dicha Ciudad de Antioquia a los señores Alcaldes Ordinarios y firmo con testigos por falta de escribano público y real.

79 Se trata de una metáfora y licencia literaria. No existía el “famoso” baúl

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Pedro Rodríguez de Zea. Simón Robledo. Gabriel González”.80

El padrón había sido elaborado por los Alcaldes Pobladores de la Carolina del Príncipe don Rafael Cárdenas y don Gregorio Martínez. Estaba dividido en cinco capítulos: los blancos, los mestizos, los mulatos, los negros libres y los esclavos.

Para el Padre José Sinforoso conocer estos datos le permitía comparar con su feligresía y aún tomarlos como modelo para levantar sus propios padrones, ya que las Reales Cédulas exigían a los curas enviar los datos correspondientes.

Los blancos eran 80 hombres y 39 mujeres para un total de 119 personas. Eran menores 36 y adultos 83. Cada uno aparecía con su edad. Sólo 9 vecinos habían cumplido 50 años o más. El vecino más anciano era don Lucas Rendón de 72 años. La pareja más anciana estaba compuesta por don Vicente Roldán de 66 años y su esposa doña Rosa de Acosta de 52. Eran muy conocidos en todo el Valle de los Ossos don José Rafael de Cárdenas, por ser Alcalde y Juez Poblador junto con su esposa doña Ana María Yepes; Gregorio Martínez Alcalde y Juez Pedáneo. Josef María Zulaybar rico minero y comerciante y su esposa doña Inés de Santa María y sus dos hijos Rosalía de 7 y José Genaro de 2. Antonio Palacio de 57 un riquísimo minero con hatos en el Valle de Aburrá. Los Restrepo eran numerosos: seis cabezas de familia con sus esposas y prole. Marcos Roldán y su esposa María Antonia Rendón eran padres de cuatro pequeños hijos. Manuel Roldán y Lorenza Rendón (hermanos por lado y lado de la anterior pareja) ya habían procreado cinco hijos. Había una viuda de 55 años, doña Gertrudis Pérez. (foxas 1, 2, 3)

Los mestizos eran 71, 39 hombres, 32 mujeres, menores de 18 años 37 y adultos 34. Cuatro de ellos estaban casados con mulata (foxa 3, 4, 5)

Los mulatos era 349, de los cuales 241 hombres y 108 mujeres, menores de 18 eran 171 y adultos 178 (foxas 6, 7, 8, 9) Los negros libres eran 31, 20 hombres, 11 mujeres, menores 11, adultos 20 (foxa 10). Los esclavos habían sido empadronados de acuerdo con sus amos de manera muy precisa (foxas 14 y ss)

Juan de Orrego: 6 esclavos y 2 esclavas (7 adultos 1 párvulo)

Pablo de Arango: 4, todos hombres, 2 adultos, 2 menores.

80 Archivo de Santa Rosa. Caja general n. 3. Juzgado 1. Legajo 1787-1792

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Doscientos Años Después

Antonio Palacio: 25, 19 y 6. Menores 15, adultos 10.

Jerónimo Palacio: 6. 4 y 2, adultos 5, menor 1.

Alejandro Palacio: 4, 2 y 2, todos adultos.

Eustaquio Peláez: 6, 4 y 2, 4 adultos 2 menores

Jerónimo Palacio y Peláez: 7, 5 y 2, 3 menores, 5 adultos.

Nicolás de Restrepo 19, 16 y 3, 10 menores, 9 adultos.

Antonio Ortega 6, 5 y 1. Menores 3, adultos 3.

Crisóstomo Orrego: 6, 4 y 2, 4 adultos, 2 menores.

Rafael Botero: 4, 3 y 1. Menor 1.

Francisco Ruiz 1 esclavo de 50 años.

Francisco Martínez: 2 esclavos menores.

Francisco José Restrepo dos esclavos.

Gregorio y Carlos Martínez 4, adultos 3, menor l.

José Domingo Isaza 30, 26 hombres, 4 mujeres, 13 adultos 17 menos.

En el Sitio de Hojas Anchas había 119 blancos, 80 y 39, adultos 83, menores 36; mestizos 71, 39 y 32, 34 adultos, 37 menores; mulatos 421, hombres 241, mujeres 180, adultos 178, menores 171; esclavos 290, 213 hombres, 87 mujeres.

Niños y niñas bautizados sub conditione: total 1123 para un 37%, cifra alarmante y preocupante que se fundamentaba en las enfermedades de párvulos desastrosas, en la dificultad del desplazamiento, en la lejanía de la Iglesia Matriz y de ciertas condiciones sociales respecto a padrinos escogidos.

Y al final, con datos en rojo aparecían los NIÑOS y NIÑAS EXPÓSITOS, fenómeno muy escaso pero complejo por las incidencias morales, sociales, psicológicas y antropológicas que pudiera surgir, tema que retomaría en la predicación sobre hijos naturales y expósitos.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Otro dato no muy importante en general, pero sí para la genética, tendría que ver con el NACIMIENTO DE GEMELOS o MELLIZOS, términos usados indiscriminadamente, aunque mucho tiempo después la MEDICINA distinguiría entre ambos.

FAMILIA BERRÍO81

Hacia 1810 se radicó en Santa Rosa una familia, procedente de COPACABANA (el antiguo sitio de las Tasajeras de San Juan): los BERRÍO ROJAS.

Su impotancia superó las barreras parroquiales y varios de sus descendientes se proyectaron, como lumbreras, en el concierto nacional.

Su tronco común partía de LUIS DE BERRÍO, de Carrión de los Condes, en Castilla, España, casado con CATALINA MAGDALENA DE QUESADA, vecina de Granada, hermana de don Gonzalo Jiménez de Quesada, hija de Luis Jiménez de Quesada e Isabel de Rivera.

Primera generación: don Jerónimo de Berrío y Quesada, de Granada, fue Gobernador. Se desposó con Juana de Mendoza. Fue su hermano don Francisco de Berrío y Quesada que fuera alcalde de Cartagena y de Santa Fe de Bogotá y Gobernador de Popayán.

Segunda generación: Luis de Berrío y Mendoza, de Granada. Fue alcalde de Santa Fe, corregidor de Villa de Leiva, Tunja, Vélez y Muzo. Además fue capitán. Se casó con María de Berrío y Caicedo.

Tercera generación: Antonio Berrío y Mendoza de Berrío. Apareció en Santa Fe alrededor de 1646. Primer matrimonio con Francisca Vanegas. Segundo con Isabel de Castrillón.

Cuarta generación: Nicolás de Berrío y Mendoza, 1668. Casado con Juana María de Carmona de Medellín (1683)

Quinta generación: Luis Javier Berrío Carmona. Vivía en Copacabana alrededor de 1707. Murió en 1788. Se casó con Tomasa de Vargas Agudelo.

81 Apellido Berrío en Colombia. www.genealogiasdecolombia.com Internet: LUIS JAVIER BERRIO CARMONA

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Doscientos Años Después

Sexta generación: Venancio Antonio Berrío Vargas, de Copacabana, casado con Juana María Hernández López.

Séptima generación: Lorenzo Berrío Hernández, en Copacabana alrededor de 1790 y en Santa Rosa en 1810. Era comerciante y educador privado en su misma casa en la plaza. Cobraba 4 reales por alumno. Fue alumno suyo don Julián Vásquez Calle de Angostura. Se casó alrededor de 1795 con Juliana Rojas Molina.

Octava generación: Pedro Justo Germán Berrío Rojas Hernández Molina nacido en la Villa de Santa Rosa de Osos el 28 de mayo de 1827 y bautizado el 29 por el Padre José Sinforoso de Upegui. Fueron sus hermanos Carlos Borromeo, Venancio Antonio, Joaquín Pablo, Juan de la Cruz, Paulo Antonio, Froilana, María Josefa, Mercedes y Ana Francisca. A los 17 años Pedro Justo y Venancio Antonio se matricularon en el Colegio Seminario san Fernando de Santa Fe de Antioquia. Se graduó en Derecho en el Colegio Nacional de Bogotá en 1851. Participó como soldado raso en la revolución del General Eusebio Borrero contra José Hilario López. En 1852 fue diputado a la Legislatura de Antioquia y Senador. En 1853, como abogado, defendió a su amigo y párroco de Santa Rosa Joaquín Guillermo González.

En 1854 organizó el BATALLÓN SANTA ROSA contra la dictadura de Melo.

El 5 de mayo de 1857 contrajo matrimonio con Estefanía Díaz. Fueron sus hijos María Dolores, Enriqueta, Pedro José, Germán, María Josefa y Ana Joaquina.

Luchó contra Pascual Bravo y lo derrotó en Yarumal.

Fue gobernador del Departamento desde agosto de 1865 hasta 1869 y repetió en 1869 hasta 1873.

Sus obras más importantes: imprenta y biblioteca del Estado, colegio adscrito a la escuela de artes y oficios, sociedad de agricultura, reforma del reglamento de la policía, decreto de instrucción primaria, contrato de la carretera Medellín al Magdalena, inauguración de tramo a Barbosa en 1873, gestiones para el ferrocarril de Antioquia, creación del banco de Antioquia.

Murió el 14 de febrero de 1875 en Medellín y fue sepultado en el cementerio San Pedro.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

La Ordenanza 26 de 1890 dio al parque el nombre de Pedro Justo Berrío.

LA SENCILLA VIDA DE LOS SANTARROSANOS

La estructura social de los Sitios, los Partidos, las Villas y las Ciudades de este período (1790 a 1850) era similar.

Tres grupos étnicos se habían conjugado: grupo indígena, grupo esclavo negro y grupo español.

Las tradiciones de los INDÍGENAS, su religión, sus cultos, casi siempre satánicos, sus ídolos por “cuyas bocas hablaban los demonios”, sus ritos ancestrales condimentados por el “oro en polvo embellecedor”, sus lagunas sagradas, sus cantos, sus mohanes, sus fatutes, sus medicinas raizales, su misma antropofagia permanecerían incrustados en su vida pese al exterminio sistemático por parte de los conquistadores y pese a su concentración posterior en los llamados “pueblos de indios” uno de los cuales (Cañasgordas) sería suficientemente conocido por el Presbítero don Joseph Sinforoso de Upegui.

Los cantos espirituales de las “PIEZAS DE ÉBANO” (esclavos negros), fueran bozales, ladinos, crioyos (sic), cimarrones, sus lenguas, sus religiones ancestrales a veces mezcladas con vudú, sus hechiceros, su brujería, su antropofagia, su fuerza, su resistencia, su dolor perenne, su “complejo de inferior” (mi amo, amito, amita) pasarían de generación en generación y constituirán, aunque en menor grado en este Valle de los Osos, los vestigios de las futuras generaciones.

La lengua de los ESPAÑOLES, su cultura, su religión católica, apostólica y romana, sus encomiendas, sus privilegios concedidos por los mismos Papas (vicariato real), sus leyes desde las Siete Partidas hasta las actuales, las metodologías borbónicas de administración, su arquitectura, sus construcciones, sus diseños de “pueblo”, el cobro de impuestos, las alcabalas, las Rentas Estancadas, en fin, su proceder y actuar influirían de tal manera, que a la postre, se convertirían en una ACULTURACIÓN, entendiendo esta como la pérdida de las otras culturas frente a la impuesta, con excepciones cuando hubo episodios de INCULTURACIÓN (culturas que no desaparecían sino que se mezclaban para conformar un nuevo modus vivendi et actuandi) (LA CAPA DEL VIEJO HIDALGO SE ROMPE PARA SER RUANA: modelo musical de inculturación)

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Doscientos Años Después

Los personajes venidos de los Reynos de España o de los Reynos de Francia o de los Reynos de la Bretaña poco a poco se convirtieron en ricos mineros y comerciantes, además de ser funcionarios públicos como Tenientes de Gobernador, Escribanos del Número, Administradores de las Rentas Estancadas, Alcaldes y Jueces Pedáneos, Administradores de las Cajas Reales, Recaudadores de las alcabalas y de los impuestos de la Flota de Barlovento.

Si no venían desposados, escogían esposa entre las hijas de sus mismos paisanos o entre las criollas de cierta alcurnia.

Los criollos al perder poco a poco la fortaleza de la metrópoli, comenzaron a mirar sus tierras como propias y quisieron, sobre todo, a partir de la revuelta de los Comuneros, ocupar algunos puestos públicos, apoyados, indudablemente por sus padres y fortalecidos por las riquezas que tanto el comercio como las minas les había deparado.

Los negros esclavos, la gran mayoría destinados a los apiques de la mina (unos pocos en los servicios domésticos) se fueron “envalentonando” poco a poco, con el mazamorreo permitido el día sábado (era su día “libre”), lograron comprar su libertad, o la de la esposa o la de los hijos. Algunas de las hermosas esclavas al cautivar a sus mismos dueños españoles, no sólo permitieron una fecunda mezcla genética sino que “aprovecharon la coyuntura” para lograr su propia libertad y la de los descendientes, como se pudo comprobar en algunos de los Protocolos del A.H.SRO:

“Polonia Piedrahita, viuda de Florentín de la Rúa y sus hijos Nicasio y Pablo declararon que estos esposos tuvieron otro hijo en tiempo de su ESCLAVITUD, Eusebio. Que el Señor Teniente Oficial Real don Francisco Miguel Tamayo nos lo vendió por 200 castellanos de oro en polvo con la condición de que diésemos igual cantidad al Señor Regidor don Juan Pablo Pérez de Rublas, dinero que Tamayo le debía, quien nos pidió hipotecar al mismo esclavo quien no será su esclavo sino un depósito y con sus jornales ayudará a pagar la mencionada deuda. Y en seis meses pagaremos una cuarta y lo mismo cada 6 meses. Además Polonia entregaría un cuarto de una casa pajiza ubicada en Santa Rosa, de tapias, con todos sus anexos, que linda con casa de Joaquín Muñoz, mas seis reses de ganado vacuno herradas con el fierro C (MAYÚSCULA) y todas hembras y se agregarán sus productos. Item: Yo Nicasio de Rúa pignoro

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Luis Octavio Yepes Roldán.

un pedazo de tierra de pan y caballería en Caruquia, linda con tierras de la viuda de Francisco Martínez por el lado de arriba y por el de abajo con José Hernández y por el medio lo que abrasare el río de Guadalupe a la cordillera. María Ignacia Palacio, mujer de Nicasio de la Rúa otorga la hipoteca, jura con los dedos pulgares de la mano derecha (sic) y firma el 15 de diciembre de 1804 ante los testigos Josef Madrigal, Nicolás Rodríguez. Como no saben firmar los otorgantes, lo hacen a ruego Juan Ignacio del Rivero y Josef Ignacio Ramírez, ante mí Juan Modesto Tamayo”82

En cambio, para el período que hemos señalado (1790 a 1850) en el Valle de los Osos, con contadísimas excepciones, el elemento indígena había desaparecido apenas sin dejar huellas, y cuando alguno de los aborígenes se atrevía a cruzar esta fría meseta (camino obligado para las minas de Anorí, de Charcón, de Providencia, de Dos Bocas, de Zaragoza de las Palmas y de Remedios) (sin olvidar el camino del Porce) eran mirados como “raros” y tuvieron que someterse a algunas vejaciones y aún encarcelamientos como se pudo constatar en un pleito aparecido en el Archivo H. SRO en tiempo de un descendiente de don Sacramento Tamayo.

El pueblo, de todos modos, seguía siendo el pueblo.

Se casaban por la iglesia (porque si se amancebaban era expulsados del territorio por orden de los Tenientes de Gobernación, tema que encontraríamos en el pleito de las Peña contra su injusto agresor Pérez Tascón en los Minerales del Partido de Riochico), bautizaban a sus hijos, fuera en la Santa Iglesia Matriz o en una de las múltiples capillas diseminadas en el Valle de los Osos, se hacían confirmar cuando, muy de tarde en tarde, llegaba su Señoría Ilustrísima, se morían en el santo temor de Dios y recibían cristiana sepultura con varias “posas” (según su propia categoría que se valoraba en castellanos de oro en polvo), si eran pobres buscaban en su rancho con que “pagar la sepultura y las posas” (aún con enaguas viejas como aparecería en uno de los Protocolos del A.H.SRO83), si eran ricos hacían su testamento, encabezado con una profundísima profesión de fe, no olvidaban las mandas usuales entre ellas unos castellanos o tomines para la CANONIZACIÓN DEL REVERENDO PADRE PALAFOX84, o creaban una capellanía “per saecula saeculorum”.

82 A.H.SRO. Protocol. 180483 Protocolos del A.H.SRO. “El estipendio del entierro fue ajustado con la venta de unas enaguas”84 Canonización del Reverendo Padre Palafox: tema que se tratará oportunamente cuando sea presentada su Biografía y las mandas testamentarias para su canonización.

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Doscientos Años Después

En este pueblo pululaban los artesanos (zapateros, carpinteros, tapiceros, joyeros, doradores, decoradores, herreros, tapieros) obligados, por las Leyes de España, a oficializar un codeudor para que pudieran ejercer su oficio.

Su vida se pasaba entre lo divino y lo humano, es decir, misa y comunión, tahureo y licor, sin olvidar los escarceos amorosos fraudulentos.

La religión era de tal peso que no había acción que no estuviera orientada por la prédica, por la enseñanza del catecismo, por el culto, por la misa dominical a tal punto que “estaba prohibido viajar la víspera del domingo o festivo a no ser que el viajero pudiera llegar a un sitio donde se celebrara la misa”.

No era de extrañar que uno de los Protocolos el cura párroco se quejaba ante las autoridades contra el MERCADO DOMINICAL porque afectaba el cumplimiento de la Misa y llevaba a los fieles a “comprar y vender mercancías” acciones que se oponían al mandato de “guardar el día de fiesta”. Ese pleito, interesantísimo, terminaría con una concesión: no iniciar el mercado sino después de la Santa Misa y sólo vender y comprar lo necesario para la “comida del día”, pero nada de ropa ni de “vagamunderías”. Y no se crea que se trataba solamente de la reprimenda usual del cura en el púlpito. No. Las mismas JUSTICIAS (léase, “autoridades civiles”) tomaban cartas en el asunto y si era del caso llevaban al infractor a la cárcel o lo castigaban con multas para el Real Tesoro.

Por ser humano el elemento aparecerían, a través de los Protocolos de 1791 a 1840, algunas situaciones complejas, unas dolorosas, otras risibles, generadas por prófugos, traficantes de polvos, contrabandistas en tabaco, locos, reos presentes o ausentes, ex patriados, casas por cárcel, cimarrones, desfalcadores, pleitos matrimoniales y “retratos de sangre”.

En los Protocolos de 1791 apareció un sonado pleito contra don José María Bastidas, de san Andrés del Valle (sitio que se convertiría en San Andrés de Cuerquia) porque se había dedicado a la venta clandestina de tabaco, acción terriblemente rechazable por la Corona ya que de las pulperías usuales (tiendas) había sido eliminada la venta de aguardiente, tabaco y naipes (que se habían convertido en RENTAS ESTANCADAS).

Los hijos mayores “cuando tenían edad de merecer” eran emancipados por sus padres para que alzaran vuelo, conformaran sus propios hogares, administraran sus minas y negocios y se dedicaran a todo tipo de comercio lícito.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Don Joaquín Barrientos emancipó ante la Ley a su hijo Felipe de 28 años con la fórmula usual “por ser hábil y suficiente para mantenerse… le dono y entrego en presencia del Escribano y testigos… libre para tratar, contratar, otorgar escrituras, poderes, testamentos y domicilios… lo adquirido por el es propio… y que lo goce y posea con la bendición de Dios y la mía, amén, y firmado el 8 de julio de 1794”.85

Igual aconteció a don Juan Ignacio Tamayo el 11 de febrero de 1806, cuando su Padre don Francisco Miguel Tamayo, ante el Teniente de Gobernador interino de estos Valles, don José Silvestre Vélez, dijo: “por el mucho amor que he profesado a mi hijo mayor de 22 años y por el deseo que él tiene de sus aumentos, conociendo que es bastante apto y capaz para gobernarse y administrar sus bienes, he deliberado emanciparlo de hoy en adelante y en virtud a que por las mismas circunstancias referidas hace tiempos le tenía dado permiso, con aprobación de la Real Justicia, para que tratare y contratare en el giro de COMERCIO, con condición de que fuesen partibles los intereses que en aquel destino agenciare como que en efecto en el año 1802 le dio de dicha ganancia 219 castellanos, seis tomines y tres granos… se le da poder para que en adelante comercie, trate y contrate, comparezca en jucio y administre por sí o por apoderados los bienes que adquiera y los que en el presente tiene… y disponga a su arbitrio según las leyes… y en señal, de verdadera emancipación tomó de la mano al mencionado su hijo don Juan Ignacio, y lo soltó, apartándolo de sí, a mi presencia y de los expresados testigo de que certifico. Firman José Silvestre Vélez, Francisco Miguel Tamayo, Juan Ignacio Tamayo, Juan Modesto Tamayo, José Mateo Zapata y Josef María Montoya”86

El muy conocido don José María Zulaybar (de los Reynos de España), el 3 de enero de 1812, compareció ante Juan de Dios Uribe, Teniente de Gobernador y dijo: “que por el mucho amor que profeso a don Genaro mi hijo legítimo mayor de 21 años y deseo que tiene de sus aumentos, conociendo que es apto y capaz para gobernarse y administrar sus bienes, he deliberado emanciparlo… y le otorgo todos los poderes…. Y le doy dos derechos de mina, uno aquí y otro en Carolina, testigo Lorenzo Berrío”87

85 A.H.SRO, Protocol. 1791-179486 A.H.SRO. Protoc. 180687 A.H. SRO. Protoc. 1812

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El 8 de marzo de 1819 don Miguel Sacramento Tamayo compareció ante el Alcalde y Juez Pedáneo, don Francisco Jaramillo, para emancipar a sus hijos Juan José y Cruz quienes ya eran dueños de terneros, novillonas y marranas, y además, les regalaba un caballo con su silla de montar.88

RETRATO DE SANGRE89

Cuando doña Rosalía Díaz enviudó de don Pedro Rodríguez de Zea (padre de Francisco Antonio Zea, vicepresidente de la Nueva Granada, nacido en Medellín) se puso de acuerdo con su yerno don Josef Mateo Zapata, de estos Valles, “para vender un pedazo de tierra con casa de teja y cocina, que había pertenecido a don Pedro, y que por derecho quedaba de dicha viuda y de su hijo don Francisco Antonio Zea”.

Éste, de acuerdo con su señora madre, dio todo el PODER a doña Rosalía y a don Josef Mateo para la venta del inmueble ya que el presbítero don Juan Francisco Vélez y el Regidor de estos Valles don Juan de Carrasquilla estaban interesados en comprarlo.

Pero la hermana de don Francisco Antonio Zea, doña María de Jesús Rodríguez de Zea y Díaz, hija legítima de don Pedro y de doña Rosalía, dijo al Escribano que como “ella representaba mejor derecho a la compra del pedazo de tierra, casa y cocina, POR RETRATO DE SANGRE, y por ser poseedora de terrenos vecinos”, el Juez Ordinario aceptó su argumento ya que ella “tenía derecho como primera compradora, como constaba en el documento firmado por el Escribano Real y Notario Público de Indias, por Real Concesión de Su Majestad -que Dios guarde-, don Jacobo Fascio y Lince el 29 de enero de 1798”.

En consecuencia la primera escritura de venta a Vélez y Carrasquilla quedaba anulada ya que “el derecho justo quedaba en la dicha María de Jesús y su esposo Bartolomé de Restrepo”.

Ya todo esclarecido y por las buenas y conforme a la ley “Rosalía Díaz y Josef Mateo Zapata, en nombre de Francisco Antonio Zea, vendieron a Bartolomé de Restrepo la tierra, casa y cocina mencionados, por 770 castellanos de oro en polvo que se habían convertido por testamento en 846 castellanos, pero

88 A.H.SRO. Protoc. 181989 A.H.SRO, Protocol. 1798

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Luis Octavio Yepes Roldán.

los vendedores hicieron una rebaja hasta los 770 castellanos con tal que se pagara de contado y sobre todo para socorrer las necesidades que representan el nominado don Francisco Antonio Zea y se firmaba el 4 de febrero de 1798”.

Como doña Rosalía no sabía firma, lo hizo por ella, a ruego, don Francisco José de Piedrahita, y firmaron Josef Mateo Zapata y Bartolomé de Restrepo ante el escribano público interino del número don Juan Modesto Tamayo.

Ese era el pueblo santarrosano. Matronas de alta alcurnia, esposas del Teniente de Gobernador, del “cofundador” de San Luis de Góngora, San Antonio del Infante y Carolina del Príncipe, dueños de la mina más rica de su tiempo “Sotachiro en el centro del Alto de la mina”, que NO SABÍAN FIRMAR.

Próceres de la Independencia y de la Nueva Granada, cuya frente, en este caso, no estaba nimbada por la CORONA DE LAURELES, sino por la necesidad del día a día expresada en la frase subrayada: “para socorrer las necesidades que representan el nominado don Francisco Antonio Zea”

Pareja de esposos que en forma muy decente y familiar expusieron el argumento de “RETRATO DE SANGRE”, tomado de las viejas Siete Partidas, mediante el cual, los parientes más cercanos tenía derecho a comprar las herencias de sus padres.

No se crea que el pueblo sólo reaccionaba ante sus propias necesidades, también sufría lo público y más que todo por su Iglesia. Antes de estos protocolos la Santa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinqurá había sido destruida por un terremoto. En cuatro años los feligreses la levantaron de nuevo.

En San Luis de Góngora había pasado lo mismo90. Por eso los vecinos de esta nueva COLONIA se dirijieron al escribano interino de Santa Rosa y firmaron un documento mediante el cual se comprometían a construir una Santa Iglesia porque la propia estaba en pésimo estado. Y firmaban los vecinos, entre ellos LOS LEONÍN DE ESTRADA, miembros de una de las familias más prestantes de esos entornos. Ocurría el asunto el 28 de octubre de 1798.

Años más tarde, en 1804, Juan de la Rosa Leonín de Estrada y demás vecinos de san Luis de Góngora, iniciaron diligencias de “censos, imposiciones y fundaciones

90 A.H.SRO, Protocol. 1798

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para la colocación de Nuestro Amo y Señor Sacramentado en la santa Iglesia de Nuestra Señora de la Merced” de manera que hubiese una congrua suficiente para la lámpara de suerte que el Sagrario y la Capilla tuviesen réditos comunales para el sostenimiento de dicho alumbrado. Además de 200 cartas de vecinos que aseguraban el compromiso, el mismo Juan de la Rosa ofreció 100 castellanos con los cuales fundaba una RENTA PERPETUA para pagar el 5% cada año; y para asegurar su donación pignoraba la mitad de una propiedad. Juan Antonio Arroyave, por su parte, aportaba 50 castellanos y al menos otros cinco vecinos hicieron lo mismo. Cuando todas las promesas fueron satisfechas el cura interino Doctor Don Lucio de Villa el 31 de enero de 1804 se presentó ante don Modesto Tamayo, escribano, para certificar que había recibido 1350 castellanos de oro en polvo para RENTAS DEL ALUMBRADO DE LA LÁMPARA DEL SANTÍSIMO, y pagó 27 castellanos de oro, Real Derecho de Alcabala que era el 2% y un 15% de amortizaciones por un valor de 202 castellanos y 4 tomines. Sin embargo, como le parecía que estas fundaciones pudieran estar exentas del pago de esos derechos, dio poder de reclamación para que se intentase elevar una acción de súplica ante el Excelentísimo Señor Virrey del Reyno. Y firmaron como testigos Manuel Euse, Fermín Villegas, Joaquín Duque y Lucio de Villa.

ENFERMOS MENTALES

El pueblo del Sitio de Santa Rosa se enfermaba antes y se enfermaría después. La locura, la insania, la demencia, las neurosis, las psicosis, las depresiones pudieran ser fruto de la genética de todos los tiempos. Faltarían estudios al respecto.

El 25 de enero de 1802 se presentaron ante el Escribano público del número de Santa Rosa de Osos los esposos Salvador Jaramillo y Jacinta Monsalvo (sic), vecinos de este Sitio de los Ossos y solicitaron que no se tuviera en cuenta el negocio realizado por su YERNO PANTALÉON BALBÍN, esposo de su hija legítima Casilda Jaramillo Monsalvo, ya que el comprador, aprovechando el estado mental del dicho Pantaleón lo había engañado. En efecto BALBÍN estaba loco “comprobado y público”.91

Alberta Jaramillo se presentó el 19 de agosto de 1816 ante el Teniente de Gobernador de estos Valles, don Juan García y declaró que su esposo “ESTABA FATUO” (sic) y por lo tanto ella asumía su representación para vender a don

91 A.H.SRO, Protocol. 1802

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Miguel Fernández, vecino de Medellín, por 135 castellanos de oro, una casa pajiza y de bareque situada en el CENTRO del sitio de san Luis de Góngora.92

LADRONES

Los ladrones jamás dejaron de existir en el Valle de los Osos. Algunos pudieron escapar de la justicia, otros fueron “capturados in fraganti”.

El 12 de enero de 1804 se presentó ante el escribano público y del número don Juan Herrera, vecino de Santa Rosa y dijo: “que por cuanto se está procediendo criminalmente, de oficio de la Real Justicia, contra don Pablo González, por el delito de ROBO que ejecutó a don Juan Ignacio, y que habiéndosele encontrado algunas joyas que había extraviado y recaudado algunos pesos de los sujetos a quienes confesó les había dado en pago, siendo esta moneda de la misma que había robado, y a más algunos otros pesos que por débitos que tenía a su favor el dicho González, se han recaudado y percibido y además un volante, un poncho listado y un sombrero blanco de pelo, usado, que se le halló en Medellín sobre lo que puede corresponder a su dueño, por razón del robo inferido, SUPLICO al Señor Teniente de Gobernador y Juez de esta causa, se sirviera ENTREGARLE BAJO DE FIANZA para todo resulto (sic), sobre lo que se le ascedió (sic) , como cualidad de que se otorgase la correspondiente escritura para hacerle las dichas entregas….Testigos Lorenzo Jaramillo, Josef Mira”93

No sólo los criollos robaban cosas. Los españoles también intentaban robar títulos.

Doscientos años después aparecerían procesos similares, aunque con otros nombres, a saber, REVOCATORIA DEL MANDATO.

Francisco Miguel Tamayo, José Silvestre Vélez, Plácido Missas, José A. Tamayo, Eugenio Roldán, Josef Eusebio Palacio, Lorenzo Pérez, Ángel Choren, Jerónimo Palacio, Juan Martínez, José Cosme de Hoyos, José Toribio Duque, todos vecinos del sitio de los Osos, de estos Valles, el 20 de febrero de 1805 dieron PODER ABSOLUTO Y BASTANTE a don Juan Ignacio Tamayo y a don Joaquín Muñoz y PODER ESPECIAL “para que se presenten ante el Superior Gobierno de Su Excelencia en oposición y contradicción formal que hacen y representan en aquella Superioridad sobre la POSESIÓN de la Tenencia de Gobierno de

92 A.H.SRO, Protocol. 180293 A.H.SRO, Protocol. 1804

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estos Valles que ha pretendido VICENTE HERRERA o VERGARA (como él se intitula) y que en el caso de haberse introducido a la POSESIÓN a fuerza del Superior Decreto de Su Excelencia, se solicite su RELEVO o DESPOJO por no ser compatible a la clase inferior de éste, el goce y uso de un empleo TAN AUTORIZADO… y firman94

Antaño como hogaño manejar dineros públicos era una tragedia. O se perdían, o se elaboraban mal los recibos, “o yo mismo los malgastaba con la esperanza de restituirlos posteriormente (autopréstamos) o, sencillamente, la deshonestidad había roto mis almenas y se había saltado, impertérrita, mis propios fosos aunque estuviesen preñados por hambrientos cocodrilos”.95

A Don Francisco Ángel Tamayo le fue muy mal con los dineros públicos. En efecto “le había resultado un alcance a favor de la Real Hacienda que ha administrado como Teniente Oficial Real de estos Valles, en una cantidad de 260 castellanos, 4 tomines y 3 granos de oro”96

La Junta de Real Hacienda, quizás por su buenos manejos anteriores, evitó “hacerle juicio de residencia” pero le ordenó que asegurase la deuda con escritura pública y con fiadores a su plena satisfacción, y le daba un plazo de 40 días, no fuera que se le embargasen todos sus bienes y cayeran sobre él todos los perjuicios de su ejecución.

Entonces, aparecieron los ángeles guardianes. Fue así como don Jerónimo Palacio se comprometió con 25 castellanos, don Joaquín Yepes con 30, don Antonio Álvarez con 25, don Miguel Monsalvo con 25 y don Mateo Zapata con 50, para un tortal de 205, y el resto lo aportaría don Josef Tamayo. Y todos firmaron y aceptaron el plazo de 40 días. Y colorín colorado.

ESCLAVOS TRAVIESOS

Los chiquillos de este sitio de los Osos, eran tan traviesos como los actuales y futuros de la Ciudad de Santa Rosa de Osos. Pero cuando la travesura o diablura era cometida por un CHIQUILÍN ESCLAVO y adolescente se le llamaba CIMARRÓN.

94 A.H.SRO, Protocol. 180595 Reflesión del autor que no corresponde a ninguna cita sino a la realidad de la Miseria Humana descrita por André Malraux96 A.H.SRO, Protocol. 1806

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Era el 29 de noviembre de 1805 cuando el escribano público y del número don Juan Modesto Tamayo, al recibir el testimonio y firmarlo, no supo si reir o llorar.97

En efecto don José María Ramírez, vecino de la Villa del Señor San José de la Marinilla y residente en Santa Rosa de Ossos (sic), MERCADER, por más señas, había vendido a don Josef de Paz, vecino de Popayán, una “pieza de esclavo casta crioyo (sic) de 12 a 13 años, RAMÓN, color negro, que había comprado al Señor Teniente Oficial Real de estos Valles, don Francisco Miguel Tamayo”.

Hasta aquí era una transferencia normal.

Pero antes de hacer la entrega formal –siguió explicando don José María Ramírez- el dicho Ramón huyó y fue a parar a la “casa de su amo que había sido don Eugenio Roldán y también que antes de que fuera de dicho Señor Teniente Tamayo, había hecho lo mismo el expresado esclavo” sin otro defecto conocido.

El valor del negrito era de 30 castellanos de oro en polvo, “valor que me ha dado y entregado de su mano a la mía, en efectos de ropas de su tienda…”

Esa noche, seguramente, don Juan Modesto Tamayo, antes de abrigarse para “matar el hielo de estos Valles y la neblina que se estaba levantando” se hizo varias preguntas. ¿Dónde estaba Ramón? ¿Estaría de nuevo en la casa de su primer amo, don Eugenio Roldán? ¿Por qué había huído en repetidas ocasiones? ¿Don Eugenio había sido tan excelente amo que el pobre Ramón lo lloraba de continuo? ¿O Ramón, habría tomado el camino de Sopetrán y Santa Fe para tratar de buscar una selva donde pudiese hallar a sus hermanos cimarrones?

Cuando se durmió quizás soñó con el drama de los esclavos que eran vendidos como cosas o animales sin tenerse en cuenta sus sentimientos, sus amores y sus odios.

LIOS MATRIMONIALES

No se crea que la religiosidad de los santarrosanos de entonces era un blindaje tan fuerte que las infidelidades y los problemas matrimoniales no se verían.

El matrimonio Tamayo-Tamayo estaba a punto de naufragar por malos procederes tanto internos como externos.

97 A.H.SRO, Protocol. 1806

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En efecto los pleitos surgidos entre don Juan Ignacio Tamayo (mercader de ropas de Castilla residente en Santa Rosa) y su esposa doña María Josefa Tamayo habían llegado a tal punto que don Sacramento Tamayo, padre de la afligida y maltratada esposa se presentó ante el Juez Pedáneo de este sitio para incoar un proceso contra el yerno. Además varios sujetos de carácter habían intervenido para buscar la paz en este hogar. Don Ignacio Tamayo fue citado por el Juez y después de las recriminaciones propias del caso, y ante testigos, se comprometió solemnemente a cambiar de conducta y firmó el siguiente documento propuesto por el Juez y los amables componedores. “1. Como las causas son los indirectos celos, sospechas y juicios temerarios se ha de obligar a desdecirse y dar satisfacción, A TODOS los que lo han agraviado. 2. Que se ha de obligar a dejar a su esposa en casa de su padre hasta que consiga la devolución de su casa que tiene, calle de por medio, en frente a la de su suegro y mientras estuviere con su padre dándole lo necesario o poniéndole mercado para mantenerse. 3. Que no se le debe permitir llevar a su mujer a hora ninguna a la casa donde la ha tenido maltratándola en los dos años pasados. 4. Que en lo sucesivo no la ha de improperar con palabras injuriosas y denuestos ni de algún modo imputarle comunicación infame con individuo alguno ni tampoco ponerle manos violentas con ultraje y golpes. 5. Que de modo alguno no se ha de impedir el cumplimiento de sus obligaciones cristianas como son el confesarse con quien gustare mensualmente para cumplir con la obligación de la penitencia impuesta por el Señor Obispo cuando le dispensó el parentesco; el oir misa y asistir en la Iglesia a los oficios divinos y devociones particulares. 6. Que no la ha de privar de la comunicación civil y cumplimientos de urbanidad visitando a todas aquellas personas de su clase y honestidad que a ellas la visitaren. 7. Que se obligue a darle toda la ropa necesaria y honesta así para vestir en casa como para salir fuera de ella a la Iglesia y casas y la necesaria para el abrigo y defensivo del riguroso frío de la noche y toda la necesaria para su hija. 8. Que si estando ya en casa propia volviere a insultarla, vituperarla, celarla con alguno, aporrearla, acosarla, abofetearla, desnudarla o arrastrarla, aunque no sea más que por una vez, le sea facultativo a Don Sacramento Tamayo quitarle su hija y llevarla a su casa y si no le tiene cuenta el vivir en este sitio pueda llevarla a vivir con ella a Medellín en donde podrá el otorgante comunicarse con su mujer sin que se ponga embarazo. 9. Que si delinquiere en alguno de los puntos en la cláusula octava le quede a Don Sacramento Tamayo su derecho a salvo, para repetir contra su yerno, se abra la causa de nuevo, aunque por ahora el Señor Gobernador mande se trunque pues por derecho, toda causa

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Luis Octavio Yepes Roldán.

matrimonial debe quedar abierta a instar se le aplique la pena impuesta por el Señor Espeleta y las más que el Derecho previene. 10. Que para cuando llegue el caso de que por haber delinquido de nuevo en los rigores pasados que sea preciso quitarle la mujer o que quiera irse a otra Provincia dejándola sin provisiones para la manutención y vestuario para ésta y la hija de ambos, se obligue a dar la mesada correspondiente tasada por los sujetos imparciales y prudentes. Y para seguro de ésta y que haya de dónde sacar en caso de negarse a pagarla, pignore sus bienes libres que tiene y los que tuviere y por especial hipoteque la casa de teja que tiene en este sitio, los dos esclavos Eulogio y Silverio, lo que tiene libre en la tierra de Riogrande con lo más que fuere, libertando de dichas tierras treinta reses que tiene en el referido terreno con más el derecho de Salado que tiene en Riogrande con los dos fondos que en él tiene. 11. Que se obligue pagar lo que don Sacramento ha costeado desde que el Juez le entregó a doña María Josefa hasta el día en que no se la entrega así en mantenerla como en los otros costos que ha tenido en el seguimiento de su causa para lo que él ha dado motivo. En cuya virtud, en la mejor vía y forma que haya lugar en Derecho me obligo al cumplimiento de lo relacionado con mis bienes y rentas que tengo y tuviere, poniendo por especiales hipotecas los bienes arriba relacionados que son míos propios, libres de todo gravamen y que no podré enajenar sin que será con sabiduría y expreso consentimiento de mis citados suegro y esposa y si lo hiciere sea nulo de ningún valor ni efecto, sin que se entienda transferirse el dominio de las cosas aunque pasen a terceros y más poseedores con sumisión a la Justicia de Su Majestad para que a ellos me apremien como por instrumento ejecutivo y sentencia basada en autoridad de cosa juzgada, consentida y no apelada, con todas las renuncias en derecho, necesarias para ser obligado su cumplimiento. En cuyo testimonio otorgo la presente ante el Señor Don José María de Zulaybar, Teniente Gobernador de estos Valles de Osos, de cuyo conocimiento yo, dicho Teniente, certifico y que don Sacramento Tamayo acepta esta escritura de la que me requirió, se le dan dos copias, la una para presentar al Juzgado del Señor Gobernador y la otra para que se anote en el Libro de Hipotecas, habiéndose advertido por mí, dicho Teniente, que con esto lo debe hacer dentro de un mes y vuelva a su poder por resguardo de los derechos y acciones de la nominada su hija y lo firman conmigo y testigos a doce de mayo de 1810. José María Zulaybar, Sacramento Tamayo, Juan Ignacio Tamayo. Testigos José Jaramillo y José María Ramírez”98

98 A.H.SRO, Protocol. 1806

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Las futuras Comisarías de Familia que se implementarían a partir de siglo XX encontrarían aquí un excelente modelo orientado a resolver problemas matrimoniales.

El extenso texto constituía un completo tratado de Psicología Familiar, de maltrato, de celos y desconfianzas, de intervención de terceros incluyendo la misma familia, con malas intenciones, de violencia intrafamiliar, de descuido en el cumplimiento de las obligaciones materiales para con los hijos. Y, curiosamente, en este caso ambos esposos eran parientes y tuvieron que ser dispensados por el Señor Obispo de acuerdo con las normas del Derecho Canónico.

CASA POR CÁRCEL

A principios del año 1805 las autoridades de los Ossos (sic) estaban altamente preocupadas porque no había sitio de reclusión para confinar a las personas díscolas que causaban alteracione al orden público, que generaban riñas de continuo derivadas en hechos de sangre, porque los ladrones no faltaban tanto en el pueblo como en el campo, porque los amancebados andaban muy orondos por las calles, en fin, porque eran muchos los delincuentes que se mofaban de la Ley.

Por eso la autoridad ofició al Secretario de Gobierno de la Capital, Antioquia, quien acusó recibo y procedió a dar la siguiente respuesta el 14 de mayo de 1805.

“Este cabildo, con audiencia del Procurador General, se opone a contribuir con alguna cantidad para la construcción de la cárcel en Ossos; pero dando aquel Partido lo menos 50 castellanos de propios cada año, me parece justo que se destine para obra tan importante lo que rinda el ramo el presente año. De verificarse la construcción que se pide, resultan ventajas a los caudales públicos porque se evitan los frecuentes costos de traer los reos desde el sitio de Sana Rosa a esta cárcel, sobre todo V.E. resolverá lo que estime más de justicia”99

El 22 de julio del mismo año, analizada la respuesta anterior y cruzadas las comunicaciones necesarias para lograr un acuerdo de gastos compartidos, Santa Fe de Antioquia envió un documento que rezaba así: “Para su cumplimiento remítase testimonio por la escribanía al Teniente de Ossos para que, con arreglo a lo prevenido, proceda a la construcción de la CÁRCEL, percibiendo del colector del ramo de propios el producto del presente año” (Firmado. Ayala)

99 A.H.SRO, Protocol. 1806

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De los documentos anteriores se podía colegir que alrededor de 1807 Santa Rosa ya contaba con una cárcel, aunque no he encontrado escritos que lo indiquen ni que especifiquen el sitio y las condiciones. Sin embargo en un documento del año 1813 (ver un poco más abajo la Bibliografía) ya había cárcel.

Pudiera pensarse que cuando el Distrito, muy avanzado el siglo XIX, logró construir la Casa Consistorial, dentro de ella misma había instalado una cárcel distinta a la anterior de 1813.

En el siglo XX, a una cuadra escasa del parque principal, se levantaba un edificio de paredes blancas, muy alto, de dos pisos, en el cual funcionaban las dependencias: alcaldía, secretarías, juzgados, archivo y, en el primero, la cárcel del circuito.

Este edificio, en el siglo XXI subsistía, y había sido recuperado con sus puertas y cerraduras primitivas, y había sido destinado a salones y oficinas para la Normal Superior Pedro Justo Berrío, gracias al proyecto presentado por sor Rocío, hermana Salesiana, Rectora de dicha institución, ayudada por la Fundación “Ferrocarril de Antioquia”, por el Departamento y por el Municipio.

Sin embargo, en algún momento dado de la historia de Santa Rosa, surgió la figura de “casa por cárcel” de acuerdo con el siguiente documento.

Manuel Cardona estaba en la cárcel Real del Sitio de Santa Rosa de Osos por varios robos y sobre todo –casi crimen de lesa majestad- porque le había robado LA RUANA al Administrador de Reales Rentas, don Nicolás Gómez100

Don Ignacio Silva se presentó al despacho del señor Juez para impetrar por el reo porque su mismo padre, antes de morir, le había rogado que no lo abandonara.

“Ante la suma desdicha y miseria del ladrón” Silva firmó un acuerdo mediante el cual “se obligaba, por hacerle bien y buena obra a este miserable, a recogerlo en su casa (casa por cárcel) y a cancelar sus deudas y evitar el seguimiento de la causa”.

Lo que nunca sospechó don Ignacio era la amplia factura que le sería presentada y que hubo de cancelar porque había firmado el 11 de mayo de 1813 ante el escribano, y era hombre de palabra.

100 A.H.SRO, Protocol. 1806

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Los gastos causados por los robos de Manuel Cardona, eran los siguientes: 6 tomines por la ruana, 12 tomines por un marrano robado a don Luis González, 9 tomines por un machete quitado al maestro Alejandro Cardona, 15 tomines a Aniceto Chico quien había perdido cinco días de su trabajo porque el raterito lo había acusado del robo del marrano, 10 tomines al carcelero Bernardo Molina por evitar que se fugara, 4 tomines por el derecho al carcelaje, 6 tomines al carcelero que había sido enviado a Caruquia a buscar el marrano y 4 tomines por el valor del documento elaborado por el escribano público y del número.

EL PRIMER TEJAR DE SANTA ROSA

No era escasa la iniciativa de los habitantes de Santa Rosa. Los elementos de construcción poco a poco evalucionaban. Si es cierto que los tapieros se habían perfeccionado y ya eran capaces de mantener en pie paredes para edificios de dos pisos, habían descubierto que la paja podía ser reemplazada por la teja. Habían aprendido estas artes y oficios de los maestros cartageneros que ocasionalmente eran contratados para determinadas obras.

Fermín Álvarez y Bárbara Urrego habían instalado un TEJAR en las inmediaciones del sitio de Santa Rosa de Osos. Se pusieron de acuerdo y ofrecieron una tercera parte a don José María Lopera por 20 patacones. En agosto de 1814 firmaron ante el Escribano la escritura correspondiente en la cual la compañía quedaba constituida por tres. Entre todos pagarían peones y gastos pero doña Bárbara se comprometía a organizar la RAMADA y el HORNO correspondiente.101

HORAS DE OCIO Y JUEGOS PERMITIDOS

Tampoco faltaron los empresarios de Juegos permitidos, no sólo para matar el ocio y divertir sino para lograr algunas buenas utilidades.

El muy renombrado don Francisco Calderón de la Barca (quizás emparentado con el poeta don Pedro Calderón de la Barca), vecino de San Antonio del Infante, vendió a don Josef Ignacio Mira una casa fabricada de embarrados, cubierta de paja, con solar y cocina, en este sitio. Su fachada era de 13 varas y contenía UNA MESA DE JUEGO DE TRUCO con sus tacos y una “gran garambola de marfil” (sic), con 5 puertas de madera, tienda, mostrador, solar de 40 varas

101 A.H.SRO, Protocol. 1814

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en cuadro, cercada de empedrado por 160 castellanos de oro. El JUEGO DE TRUCO será explicado posteriormente cuando se hablará de los fenómenos socio-económicos de Santa Rosa de Osos. (A.H.SRO. Protocol. 1804)

ALIANZAS COMERCIALES

Tampoco eran inusuales las alianzas estratégicas y las compañías orientadas, indudablemente, a reducir costos, a apalancar el entable y a incrementar las utilidades.

El 7 de mayo de 1813 Juan Ignacio Tamayo y don Mateo Molina (de Medellín) comparecieron ante el Teniente de Gobernador y declararon que se habían comprometido a “poner una negociación de comercio de por entre ambos a partir utilidades”. “Don Mateo compraría de fiado géneros comerciales en la Villa de Mompox o en la Plaza de Cartagena hasta la cantidad de tres mil patacones de por ambos y que igualmente se les proporcionaría el conseguir mil patacones en dinero a premio de su cuenta, poniendo por su parte el dicho Mateo igual cantidad… y por hipoteca ofrecían la casa nueva que tiene cubierta de teja y que tiene en este sitio, con sus puertas y ventanas de madera, cajón de tienda, y solar propio, y un derecho de salina que tiene en Riogrande y que costó 200 castellanos, mas 4 fondos de metal para su laboreo, mas 30 reses de ganado vacuno herradas con el fierro F. Y firmaban Juan Ignacio Tamayo, Juan García, Francisco Antonio Posada, José Antonio Tamayo, ante José Apolinar Ardila, escribano público del número.”102

Años más tarde se conformaría una sociedad minera en los siguientes términos.

Tyrell Moore, Pedro Vásquez, Julián Vásquez, Ezequiel Zapata y Eugenio Cardeño habían comprado a los ingleses Tomás Yones y Juan Keneda los derechos de agua. Cardeño, por su parte, era dueño de la mina LA MATA que carecía de agua. La alianza consistía en llevar el agua al estanque de la mina que sería entregada a la compañía, pero Cárdenas la trabajaría a su costa y las utilidades se repartirían el 50% para Cardeño y el 50% para los demás. El protocolo había sido firmado el 10 de septiembre de 1836.103

102 A.H.SRO. Protoc. 1813103 A.H.SRO. Protocol. 1836

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Doscientos Años Después

EXPATRIADOS

Aunque los vientos de guerra poco afectaron a los santarrosanos en los Protocolos fueron descritos algunos casos de expatriación cuyas causas no fueron determinadas en el proceso.

Doña Rosa de Hoyos era la legítima esposa de don Juan Herrera. Para el 3 de septiembre de 1814, por razones no determinadas, el dicho Herrera se hallaba EXPATRIADO, aunque era fácil colegir que había tenido algunos problemas con el nuevo gobierno si tenemos en cuenta que el Escribano don José Apolinar hizo constar que “por sentencia del NUEVO GOBIERNO el usufruto del terreno había recaido en la esposa”. Esta nombró como apoderado a don José Baltazar Ramírez, de la Villa de Marinilla y residente en estos Valles, quien, en nombre de doña Rosa, vendió el lote al ciudadano Roque Jacinto de Artiaga por cincuenta patacones. Se trataba de un terreno de cincuenta y dos varas, en el marco de este sitio, cuya medida se entendía de frente, y que lindaba haciendo frente a la calle que gira para el Chagualo, por el costado de arriba lindaba con solar de Josefa García, por el respaldo con el ciudadano y por el costado de abajo con don Nicolás Jaramillo. La calle que giraba para el Chagualo posiblemente era la actual Caldas, conocida en ese tiempo como “camino del cimenterio” o “columpio”(sic)104

SECUESTRO DE BIENES

Cuando se incumplían los compromisos financieros el juez ordenaba el secuestro de los bienes.

Se trataba de una casa de teja, cocina y solar que había pertenecido a los señores Zulaybar en este sitio de Santa Rosa de Osos. Por incumplimiento de obligaciones el Estado intervino y mediante avaluadores fue trazado un lindero que indicaba qué quedaba secuestrado, a saber, un lote tasado en 746 pesos fuertes. Teniendo en cuenta el valor total del inmueble la parte secuestrada equivalía “a las dos terceras partes del avalúo judicial que de ella se había hecho” Las cláusulas eran claras: de contado cancelar 200 pesos y el resto en tres años. El ciudadano don Pedro Vásquez hizo postura a la dicha casa y como nadie mejoró la propuesta la Junta de Secuestro hizo pregonar y rematar el inmueble a favor del señor Vásquez quien entregó los 200 pesos iniciales y presentó los respectivos fiadores el 2 de septiembre de 1820.105

104 A.H.SRO, Protocol. 1814105 A.H.SRO, Protocol. 1820

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REMATES DE RECAUDOS

Mientras se afinaba la República de la Nueva Granada, los santarrosanos no se apartaban de sus viejas costumbres entre ellas los remates, tema analizado en el ítem de DIEZMOS.

Felipe Gómez de Restrepo remató, a partir del 4 de octubre de 1832, las Rentas de Alcabala de todo el Cantón por 1600 pesos. De acuerdo con el Decreto del Poder Executivo don Felipe reconocía ante la Junta de Hacienda el valor total, lo iría pagando por trimestre a razón de 400 pesos, pagaría intereses a partir del primero de noviembre de 1832 y si se atrasaba sería multado con el 1%. Los fiadores presentados habían sido Joaquín María y don Pedro Vásquez, y se firmaba ante el Escribano don José María Ramírez.106

Dos años más tarde, Urbano Botero remató la Alcabala del Cantón de Santa Rosa por 1833 pesos fuertes y de acuerdo con el Decreto Oficial de remates del 30 de marzo de 1832 pagaría un cuarto cada trimestre con multa del 1% si se atrasaba (2 de mayo de 1834)107

DELITOS COMUNES

Los delitos, aunque escasos, solían aparecer en los protocolos, por los problemas que generaban para su inocente familia.

Doña Sacramento González era la legítima esposa de don Juan Ángel Marcos, “prófugo por delito criminal”. Se presentó ante el escribano público y declaró que “como se hallaba en crecida indigencia, pedía al señor Alcalde Segundo licencia para vender medio solar y casa. Era una casa de paja, con bahareque y algunas tapias, con puertas y cerraduras, con cocina y solar que limitaba con la llamada La Ronda y que estaba al frente de la casa de don Antonio Rúa”. Don José Antonio Gómez quería comprarla por 120 pesos fuertes. El negocio fue aceptado y se firmó el 21 de mayo de 1832. (A.H.SRO, Protocol. 1832).

NARCOTRAFICANTES

Indudablemente el término moderno y angustioso de “narcotraficante” no se conocía en 1835. El lector juzgará el siguiente caso.

106 A.H.SRO. Protoc. 1833107 A.H.SRO. Protocol. 1834

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En los informes que los Distritos (o Municipios) enviaba periódicamente al Gobernador se hallaba uno que hacía referencia al número de presos, el tiempo de reclusión y las razones por las cuales habían perdido su libertad.

En el informe del 9 de febrero de 1835 apareció esta nota. “En la cárcel de Santa Rosa está Francisco Gómez por el DELITO DE POLVOS DELETÉREOS de acuerdo con los respectivos autos del pasado 27 de octubre de 1834”.

El señor Don José Ignacio Ramírez se presentó ante el Juez y dio la fianza respectiva mediante la cual “él mismo se constituía en carcelero de cárcel segura” con la condición de regresar al reo a su sitio cuando el Juez lo ordenara. (A.H.SRO, Protocol. 1835)

Igual aconteció a Casiano María Botero, quien “por la poca comodidad en esta casa municipal o casa de satisfacción” fue fiado por don Manuel Barrientos quien lo cuidaría y lo alojaría en su casa hasta que el juez lo decidiera (Bibl. A.H.SRO. Protocol, 1827).

En ambos casos se repetía la vieja figura de “casa por cárcel”.

JUEGOS PROHIBIDOS

CÉLEBRE JUICIO INCOADO POR DON ANDRÉS ANTONIO SANIN Y LÓPEZ, TENIENTE DE GOBERNADOR DE Santa Rosa, contra los tahúres, y en especial contra el CURA, MAESTRO DON NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO en abril de 1800.

En abril de 1800 fungía como Teniente de Gobernador el español don Andrés Antonio Sanín y López. Era el cargo de máxima importancia y, de acuerdo con su nombre, ejercía las funciones del mismo Gobernador, en el poblado de Santa Rosa de Osos.

Una de sus funciones era mantener el orden y hacer cumplir las leyes del Rey de España.

Desde febrero de 1800 una “bola” al principio del tamaño de una canica había corrido de tal manera tanto en el pueblo como en las minas y tierras de pan y caballería que ya se había convertido en una bola de nieve. Si el Teniente, al

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principio, había cerrados los oídos a los rumores, en un momento dado, cuando todo el pueblo ya lo miraba como “pidiéndole cuentas e intervención” porque se trataba de un “plato muy suculento con carne de cura a la parrilla”, quizás no muy a gusto porque “el que tenía rabo de paja no podía acercarse a la candela y su rabo no era propiamente muy santo” se vio presionado para llevar a cabo un proceso, de acuerdo con los protocolos de la Colonia, a saber, juramento y preguntas a los testigos, juramentos y preguntas a los confesos, juzgamiento definitivo, sentencia y aplicación de los castigos correspondientes.

Fue así como el primer acto, teniendo en cuenta las normas del Patronato Real, fue trasladado al Vicario Superintendente y Juez Eclesiástico, Doctor Don Gerónimo de la Calle, para que supiese que uno de sus doctrineros, el de Santa Rosa, había sido salpicado de un delito y que aunque no seria interrogado por este Teniente, por carecer de fuero, la autoridad competente tendría que tomar “cartas en el asunto”.

Los actos siguientes fueron ejecutados en la Tenencia de este Gobernador ya que el rumor indicaba que desde febrero de 1800 un grupo de personas, por lo demás muy ilustres, algunas procedentes de los Reynos de España, otros casados con nobles damas, y el mismo cura, se rotaban ciertas casas o moradas para unas jugarretas completamente prohibidas por las Leyes, lo que constituía un delito que si no se atacaba a tiempo podría corromper a los mismos esclavos de las minas.

Aún se hablaba del tipo de juego, de los sitios preferidos, de las personalidades involucrados, motivo por el cual el teniente, como su Escribano Público y del Número estaba comprometido, inició el proceso inhabilitando a dicho funcionario mientras la situación se esclarecía.

El primer citado había sido Bernardino Posada. Bajo juramento, y “haciendo una cruz con los dos dedos índices de la mano derecha” (sic: esa era la fórmula del protocolo) declaró que sí se jugaban prendas con un juego de naipes conocido como “de primera”, se hacía el juego de vija y de suertes ya que la idea era “rifar” entre un reducido grupo de “amigos de confianza” ciertas alhajas, enseres, bestias y otros animales, que eran tasados convenientemente, que todos “casaban” el dinero correspondiente, que dicho dinero se entregaba al dueño de la prenda y el ganancioso tomaba su premio. Bernardino no tuvo empacho en afirmar que,

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efectivamente, se venían haciendo muchas rifas, entre ellas un broche de oro propiedad del párroco (o botonadura de chapín), un caballo propiedad de uno de los Tamayo, medio marrano de un tal Artiaga, un marrano entero de una de las damas de apellido Euse Macías y otras bagatelas. Que entre los jugadores los más adictos eran el Maestro Nicolas Francisco de Agudelo, cura, Juan Martínez de los Reynos de España, el escribano don Juan Modesto Tamayo, su pariente don Juan Ignacio Tamayo, don Juan Sánchez Tamayo, don Miguel Echavarría y don Jacinto Artiaga, que todo se hacía de noche, a puerta cerrada, que cuando la ronda se acercaba reinaba un sepulcral silencio y se evitaba la luz, y que los naipes surgían para el juego “de primera”. Que cada rifa tenía un valor y que el que se la ganaba solía volverla a rifar dos o tres veces, para recuperar sus inversiones. La suerte, con frecuencia, acompañaba al cura y a don Jacinto.

El segundo interrogado había sido don Pablo Gaviria quien no solo ratificó la versión anterior sino que añadió que se suscitaban riñas, entre ellos, y aún se iban a las manos, siendo el cura uno de los más energúmenos.

El tercer testigo don Joaquín Sepúlveda era de Rionegro pero vivía aquí.

La cuarta testigo había sido Josefa de Restrepo quien intentó suavizar el asunto declarando que en muchas partes se jugaba por pura diversión, sobre todo el Tuty (posiblemente el tute actual) y a la brisca.

Si es cierto que los testigos quinto y sexto (Antonio Muñoz y Antonio Escobar) habían coincidido con los anteriores, el séptimo, don Gabriel Miguel de Roxas habló de la gran proliferación de rifas en muchas casas, de las alhajas rifadas, las ruanas, las cadenas con óvalos, las cucharas y dinero.

El Teniente de Gobernador se había convencido de estas irregularidades y antes de llamar a los acusados remitió las FOXAS anteriores a don Gerónimo de la Calle, Vicario Superintendente, para que fuese preparando la filípica y los castigos correspondientes al cura ya que había descuidado sus obligaciones y en vez de predicar y bautizar se la pasaba haciendo rifas a diestra y siniestra.

El primer implicado llamado a descargos había sido don Juan Martínez, Español, de 45 años. Y no lo negó. Aceptó que se jugaba en la casa del Cura y en otras casas, que el había jugado dos pares de medias, que el Señor Choren

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su paisano y otros ilustres como don Mateo Zapata, la señora Euse esposa del español Palacio, el escribano y sus parientes y el mismo doctor José Silvestre Vélez, solían reunirse a jugar.

El segundo implicado había sido don Jacinto Artieaga, labrador de oficio, mestizo, de 40 años, quien aceptó su responsabilidad pero negó el asunto de riñas y pendencias.

El Teniente, después de asesorarse, citó al cura Nicolás Francisco de Agudelo, quien estuvo acompañado en el interrogatorio por un Fiscal Eclesiástico ad hoc, el Maestro Juan Francisco Vélez. El cura aceptó que se jugaba en su casa y en otras, pero negó que las jugarretas iban en detrimento de sus deberes, ya que se hacían en su tiempo libre, y que, aún en medio del juego, jamás se había negado a acudir a administrar enfermos.

El Teniente dictó sentencia de la siguiente manera: don Juan Martínez sería asegurado con barras de grillos que serian remachados en su propia casa, es decir, “se le daba casa por cárcel”. A don Jacinto de Artiaga se le confinaría en la cárcel pública y con un cepo en uno de sus pies.

Y al cura, de acuerdo con su Fiscal, se pondría en manos de la autoridad eclesiástica ya que el fuero de la civil nada podía hacer.

Después de correrse tinta a lo largo y ancho de 28 foxas, la tranquilidad pueblerina regresó a las casas de paja o de bahareque o a las minas o a las tierras de pan y caballería.

Nunca se especificó la suerte del cura doctrinero don Nicolás. La historia diría que al final, supremamente enfermo, moriría en la Villa de Medellín, en 1811 y que sería reemplazado por Josepf Sinforoso de Upegui.108

Se comprobaba una vez más que ser tahúr era innato en la idiosincrasia de hombres y mujeres santarrosanos.

108 A.Curia Santa Rosa. Legajo sin empastar, 1800

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Doscientos Años Después

RELIGIOSAS

Junto al delito aparecía la virtud.

Casi cuarenta años antes, cuando don Plácido Misas vivía y procreaba su enorme familia con la viuda Tomasa Macías, había establecido una dote para su hija religiosa la Madre María del Carmen de San Elías, por valor de 300 pesos.

Este dinero, como era costumbre, había sido entregado a un particular para que generara réditos mensuales con la condición de entregar el capital cuando fuera requerido. El 3 de mayo de 1836 don Miguel Sacramento Tamayo declaró ante el escribano, su pariente, don Juan Modesto Tamayo, que efectivamente el respondía por el dinero de la dote y que lo entregaría inmediatamente la Madre lo solicitara.109

109 A.H.SRO, Protocol. 1836

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III

ERECCIÓN DE LA PARROQUIA EN LOS RÍOS DE LOS OSOS

“Tengo resuelto por acto de Visita y reformación de costumbres que se hagan de los dichos Beneficios cuatro” (diecisiete de noviembre de mil seiscientos cincuenta y nueve años) (Vasco Jacinto de Contreras y Valverde. Obispo de Popayán)110

110 Auto de visita del Obispo de Popayán, VASCO JACINTO DE CONTRERAS Y VALVERDE, en 1659

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Doscientos Años Después

VASCO JACINTO DE CONTRERAS Y VALVERDE

La “cera” de Nuestro Amo Jesús Sacramentado chisporroteaba con el gélido viento de las noches de verano del Sitio de Santa Rosa de Osos.

La Iglesia parroquial había sido consagrada, posiblemente, a Nuestra Señora de Guadalupe desde finales del siglo XVII pese a la multitud de Capillas erigidas en estos amplios territorios. Y como la duda persistía fue necesario elevar la consulta el obispo de Popayán Doctor Don JERÓNIMO ANTONIO OBREGÓN Y MENA (1759-1785) quien estableció que la augusta Patrona de los Osos era Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

El frío calaba los huesos de Sinforoso, el cura asceta de los Osos, quien, con su brillante calva entre sus manos, oraba en silencio.

Eran las 8 de la noche del 25 de agosto de 1811, cinco meses después de su posesión ya que había sido firmado su nombramiento el 8 de marzo del mismo año por el segundo Presidente de la Junta Provisional de Gobierno de Antioquia, López Tagle.

Era la hora que anhelaba todos los días para abrir su corazón al Maestro, después de las múltiples ocupaciones de su jornada.

Los esclavos ya reposaban en sus chozas pajizas de bahareque, la gran mayoría desposados “in facie ecclesiae”, con el beneplácito de sus Amos no sólo para mejorar las buenas costumbres sino para perpetuar en sus abundantes hijos la mano de obra requerida tanto para los apiques de mina , socavones y aventaderos, como para el servicio doméstico.

Los españoles ricos y sus hijos los criollos, herederos de la riqueza, se habían recogido en sus habitaciones, muchas de ellas ya entejadas y situadas a lado y lado de la llamada calle de El Palo, de la Calle Real o del Comercio, y en el marco de la plaza. Los menos pudientes las habían ubicado en la Calle La Ronda, unos pocos en el camino hacia SOTACHIRO (Boquerón ) y otros en el camino hacia las Montañas de los Yarumales. (Guanteros), amén de aquellos que habían preferido permanecer muy cerca de la viejas minas en Arenales y Patiobrujas.

Pocos ranchos subsistían en los caminos hacia la Villa de Medellín (Arenales) y hacia las minas de Hoyorrico y la Trinidad (Patiobrujas), ya que desde 1700 se había iniciado su desplazamiento hacia el antiquísimo CEMENTERIO DE NUTABES, ubicado en la actual PLAZA DE SANTA ROSA DE OSOS.

Joseph Sinforoso de Upegui abría su alma al Señor.

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Esta noche sentía necesidad enorme de orar por sus predecesores, por aquellos que desde 1659, en medio de vicisitudes sin cuento, habían escrito la EPOPEYA de la cristianización y evangelización de las almas dispersas en los inmensos territorios del Valle de los Osos cuando de capilla en capilla realizaban sus visitas de DOCTRINEROS para predicar, catequizar y administrar los Santos Sacramentos. Muchos años después esta obra colosal sería llamada EVANGELIZACIÓN PRIMERA.

Tan procelosos eran los caminos, tan enfangados en tiempo de invierno, tan crecidos los ríos y quebradas, que los mismos Señores Obispos, en más de una ocasión, apenas habían logrado aproximarse a la viceparroquia de San Pedro, desde donde despachaban correos para que buscaran y regresaran con el cura del Partido de san Jacinto de los Osos, junto con sus libros parroquiales, para su visado y para escribir en ellos las ACTAS correspondientes.

JOSÉ SINFOROSO ORABA POR EL FUNDADOR DE LA PARROQUIA DE LOS OSOS

Elevó una plegaria, entonces, por el viejo Obispo, Vasco Jacinto de Contreras y Valverde (3 de marzo de 1659 a 1666), el mismo que, con motivo de su visita a la Provincia de Antioquia, había informado al Gobernador y Capitán General don Juan Gómez de Salazar las vicisitudes de sus viajes, en el documento que Sinforoso guardaba en sus archivos personales.

“En visita general que estoy haciendo por mi misma persona he recorrido cincuenta leguas, bastante despoblado, demás algunos curatos se han extendido tanto que es imposible puedan los curas que los sirven dar a sus obejas (sic) el pasto espiritual especialmente el de Aburrá y el de Guarne los cuales en su antiguo ser o eran más de lo que deberían y al presente se han dilatado a los lugares y sitios que Vos os consta donde moralmente hablando parece imposible puedan administrar cómoda ni incómodamente los santos sacramentos los dichos curas en cuya consideración y a una cédula de S.A. que tengo de trece de enero de mil seiscientos cincuenta nueve años en que me manda haga la demarcación de todo este Obispado le de cuenta de ella, tengo resuelto por acto de Visita y reformación de costumbres que se hagan de los dichos Beneficios cuatro en la forma siguiente: Aburrá, el pueblo en que está Aná y el de san Lorenzo, desde Güitagüí hasta la casa del capitán don Diego Veltrán de una banda y otra del río inclusive… el beneficio de Santo Domingo con los negros del Señor Gobernador, ha de tener por jurisdicción el hato del señor gobernador, el hato del capitán Mateo de Castrillón, el sitio de la Tasajera, los negros de esta banda de los ríos de los Ossos, los negros del capitán Juan Jaramillo, lo cual todo pertenece al dicho beneficio de Santo

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Domingo… Los Ossos, todo lo que toca a los Ossos, desde el primer río por la otra banda hasta la última mina de este descubrimiento… Guarne, el sitio principal de las minas de Guarne, todas las obejas, Valle de Rionegro hasta la Ceja” (sic). Firmado el diecisiete de noviembre de mil seiscientos cincuenta y nueve años”111

Los Obispos eran unos Quijotes. Desde Popayán, unas veces al lado derecho del Río Cauca, otras al izquierdo, enrutaban hacia el norte acompañados de su secretario y esclavos cargueros, amén de algún soldado para asegurar tranquilidad, en busca de la lejanísima y escondidísima provincia de ANTIOCHIA (sic), cuya capital, con el mismo nombre estaba situada en la margen izquierda del mismo Río y al pie del Tonusco.

Cumplida la primera etapa repasaban el Cauca por el conocido “paso real”, trepaban la enorme cordillera, en invierno coronada de “nieve” (es decir de neblina), para caer al Valle de los Aburraes, antes bautizado con el nombre de VALLE DE SAN BARTOLOMÉ, cruzaban el Río caudaloso en barqueta (si la había) y buscando el oriente trepaban por el Sitio de Santa Elena para buscar el hermosísimo Valle consagrado al glorioso SAN NICOLÁS.

El corazón del prelado estaba apretado. Tantas almas dispersas en los REALES DE MINA se consumían privadas del pan celestial y de la bendición nupcial, viviendo como animales, exponiendo a sus hijos al castigo inmerecido del LIMBO palabra que significaba “LÍMITE” en cuanto que era “un lugar” ubicado entre el cielo y el infierno destinado a los niños que morían sin bautismo.

Don Gaspar de Rodas en sus Ordenanzas había reglamentado el Real: toda Mina tendría capilla, ranchería cobijada por una enorme cruz de madera, almacén de herramientas y pulpería para los víveres, de suerte que el ESCLAVO, y también el español y su hijo el criollo, tuviese, además de la asistencia espiritual, la forma más adecuada para adquirir mercancías. Pero “muy de tarde en tarde” se aparecían allí los DOCTRINEROS.

Sólo dos DOCTRINAS, la de Aburrá que cristianizaba a los habitantes del sitio de la Valeria, de Bitagüí, de san Lorenzo, de Aná, de la Otra-banda, del Hato Viejo, del Hato Grande, de las Tasajeras de San Juan, del Hatillo y de los Solares de Barbosa y cuya jurisdicción se extendía hasta las goteras del actual san Pedro de los Milagros y de las nuevas poblaciones de San Antonio del Infante, y la de Guarne, en el oriente, para administrar sacramentos y brindar catequesis a todo la región incluidas las actuales poblaciones de Guarne, Marinilla, Santuario, El 111 Este documento siempre ha sido citado en el tema de la “fundación de la doctrina de los Osos” y a él se refiere la nota nro. 93 del historiador Roberto Luis Jaramillo, en la obra de Manuel Uribe Ángel Geografía General del Estado de Antioquia en Colombia.

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Peñol, San Carlos y terrenos que limitaban con el Río Grande de la Magdalena y los territorios del sur oriente del actual Departamento de Antioquia.

Y para “reformación” (sic) de las costumbres determinó, después de obtener el “placet” del Gobierno Español de acuerdo con el PATRONATO REGIO, la erección del CURATO DE SANTO DOMINGO, que abarcaría el nor-oriente de la Provincia hasta las márgenes del Río Grande de la Magdalena, y una porción enorme del Valle de Aburrá, a partir de las TASAJERAS (actual Copacabana) con los Hatos correspondientes, con los negros de las minas del Señor Gobernador y con los habitantes que medraban en las minas del RÍO PORCE, hasta los límites con la Diócesis de Cartagena, a quien pertenecían Cáceres, Remedios y Zaragoza de las Palmas, esta última en todo el corazón del RIQUÍSIMO RÍO NECHÍ.

El CURATO DE LOS OSSOS pobremente descrito en el documento episcopal (“Los Ossos, todo lo que toca a los Ossos, desde el primer río por la otra banda hasta la última mina de este descubrimiento…”), era suficientemente conocido desde 1541 cuando el Capitán don Jorge Robledo, con sus cien hombre de a pie y veinte de a caballo, entre ellos don Francisco Vallejo, lo descubrió a partir del actual LLANO DE OVEJAS.

Se trataba de una enorme extensión de terrenos, de minas, de ríos, de riachuelos, de pantanos, de humedales, de aventaderos, de sabanas, de contrasabanas y de bosques de robles, habitados desde tiempo inmemorial por los FEROCES OSOS DE ANTEOJOS, y que comprendía desde el Llano de Ovejas hasta la cascada o catarata del Río San Andrés, cerca al actual SAN JOSÉ DE LA MONTAÑA, incluyendo las montañas que separaban este Valle del Río Cauca (el yerbal de Petacas), las riquísimas minas de PETACAS en el Ríochico (con el tiempo se convertirían en la actual BELMIRA), todo el caudal del Ríochico hasta encontrar al Río Grande, en un sitio conocido siempre como de DON DIEGO (actualmente ENTRERRÍOS), mismo Riogrande que buscaba el oriente en una pequeña cascada (hoy completamente desaparecido a no ser en los meses de grandes lluvias) que correspondía al sitio de las MINAS de don Matías Jaramillo, sus afluentes tanto del lado derecho y del izquierdo, el alto y las Minas de San Isidro (antiguamente conocidas como “El Coco”), las minas de Hoyorrico y de la Trinidad, todas las cejas de montaña y aventaderos donde, desde 1700, se establecería a SANTA ROSA DE OSOS (jamás se fundaría técnicamente), incluyendo las cabeceras del Río Guadalupe, nacido en la intercesión de los caminos de El Palo, el Boquerón y Real, siguiendo luego por el Guadalupe hasta su salto, tierras que desde muchos años antes, habían sido pleiteadas por Martín de Mora y sus hijos los sacerdotes Mora Antolínez, luego buscaba los minerales de Las Claras (donde existiría una viceparroquia dedicada a la Inmaculada Concepción y que sería el embrión de la futura CAROLINA DEL PRÍNCIPE), para terminar en “esas montañas de los

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Yarumales”, inhóspitas “a morir” como rezaba alguna de las partidas de Bautismo en tiempo del Padre Dávila y Caballero, donde el Río Nechí ya mostraba su riqueza extraida por su propio aluvión del llamado BATOLITO ANTIOQUEÑO y que haría emporio en Zaragoza de las Palmas, en el Bagre, en Colorado, en Margento y en Pato (antes del sitio Dos Bocas), finalmente, en el mismo Río Cauca a partir del actual Puerto Valdivia hasta Cañafístulo (hoy Caucasia).

SINFOROSO DE UPEGUI RECORDABA LA DESMEMBRACIÓN DE LOS OSOS

Joseph Sinforoso sabía que su parroquia había perdido enormes territorios, cosa que no amalayaba, ya que, en efecto, a partir de las REFORMAS DE LOS BORBONES y de las nuevas distribuciones de dignidades y de la determinación de reestructuración política (ciudades, villas, partidos, sitios, viceparroquias) habían surgido Carolina del Príncipe, San Luis de Góngora, San Antonio del Infante y otras, alrededor de 1792, sin contar lo que se iría segregando posteriormente para los curatos de San Pedro, Entrerríos, San Andrés, San José y Belmira.

Precisamente en este momento recordaba un documento de su archivo personal112 que indicaba alguna de las desmembraciones de los años anteriores, cuando todavía era cura doctrinero el presbítero Nicolás Francisco de Agudelo.

“Vecinos del partido de Angostura de Dolores, hallándonos con deseos de tener un cura propio que nos consuele en nuestras necesidades espirituales, celebrarnos el Santo Sacrificio de la Misa y administrándonos los Santos Sacramentos a cuyo efecto se están practicando las diligencias necesarias para su consecución y siendo una de las principales la escritura de obligación de dar culto a la Patrona o Patronos que por el Ilustrísimo Señor Obispo de la diócesis se señalaren, nos constituimos todos y cada uno de por sí a prestar y mantener la obligación necesaria de pan, vino y cera y a celebrar la Fiesta de dichos Patronos en cada año con Misa Solemne, Vísperas y demás necesario, colocando en su altar durante la celebración del Santo Sacrificio doce velas de cera de Castilla a fin de que cualesquiera vecino aunque pobre, pueda sufrir el costo de dicha limosna sin ser obligado a más que a aquello que corresponda a las obenciones del cura… y entre los vecinos nombrar el Alférez de esta Patrona y Tutelares para costear las festividades” (firmaban 42 vecinos de Angostura y Matablanco).

112 Protocolo del Archivo de Santa Rosa, 1805 a 1811, foxas l3 y l4

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ERECCIÓN DEL CURATO DE LA ANGOSTURA Y MATABLANCO113

Don Francisco Javier Barrientos dio todo su poder al Doctor Félix de Restrepo para la erección de esta parroquia. El Doctor ofició al Obispo de Popayán en agosto de 1807 solicitándole que el sitio llamado Santa Ana y Matablanco fuese convertido en Parroquia.

Eran dos las razones: la primera el beneficio espiritual de los habitantes y segundo el aumento de agricultura y población. Suplicaba que fuese delegado un Vicario Suplente de Medellín para iniciar el proceso y se firmaba en la fecha indicada, dispuestos todos a cumplir los demás requisitos para dicha erección.

Teniendo en cuenta que la solicitud cumplía la Real Cédula del 18 de octubre de 1764, el Obispo de Popayán comisionaba al Sr. Dr. Alberto María de la Calle, Vicario Suplente de la Provincia de Antioquia, para que continuara las gestiones.

El 3 de abril de 1812, el delegado Doctor de la Calle, al aceptar el Decreto de Comisión del 14 de febrero de 1812, confirmaba los linderos establecidos por el Doctor Don Lucio de Villa y convenidos con el Cura de Yarumal, para el NUEVO CURATO DE MATABLANCO, de la siguiente manera: “Desde el pie de la cuchilla que cae a las Juntas de Nechí, o al río de Dolores, y éste arriba, hasta un plan de donde nace la quebrada nombrada Santa Isabel, y de éste por línea recta a otro que está en el medio de los dos ríos Pajarito y Dolores, y de éste por toda la cordillera hasta los nacimientos de la quebrada llamada Santa Rita, ésta abajo hasta el río San Pedro, éste abjo hasta Tenche, éste abajo hasta su boca en Nechí, y arriba hasta el primer lindero…”

Quedaría pendiente la ubicación de la iglesia que se iba a edificar “por manera que no se debe llamar propiamente traslación, sino nueva Erección en lugar cómodo, para lo cual hallándose facultados por el vice-Párroco en su general providencia de Erección, no se requiere otra nueva”

Igualmente se destinaban al nuevo cura emolumentos por valor de cincuenta mil maravedíes, cifra congrua para su subsistencia.

Desde Popayán, el día 21 de octubre de 1822, el Obispo Salvador, con la firma del Notario Público don José Joaquín Pacheco y Cea, confirmó la recepción de los documentos pertinentes y declaró “la división o erección del nuevo curato de la Angostura y Matablanco, desmembrado del de Yarumal, o San Luis de Góngora”, y en su consecuencia líbrase despacho 113 RENOV. N. 94, abril de 1979). “Renovación” es el nombre de una Revista de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Antes de ella existieron el Católico, el Adalid, el Derecho y la Revista del Clero.

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cometido al Vicario Superintendente de dicha Provincia Don Lucio de Villa para que haga publicar los Edictos, para que convoque a Sínodo, y para que proponga al sujeto con mayor mérito e idoneidad para que se libre el título y la colación.114

CAROLINA115

En 1650 Pedro Martín de Mora, Felipe de Herrera, Pedro Gutiérrez Colmenero y Juan Jaramillo recorrieron los territorios que tomarían el nombre de Las Claras y encontraron minas. Cuando estas cumplieron su ciclo se inició el proceso de la arriería.

Finalizando el siglo XVIII (1787) le fue cambiado el nombre por Carolina del Príncipe, en honor del hijo de Carlos III, siendo uno de sus impulsores don Pedro Rodríguez de Zea.

En 1814 fue erigido como Municipio.

DONMATÍAS116

Los dueños primitivos de los terrenos actuales de Donmatías habían sido Matías Jaramillo y Andrés Echeverri quienes habían adquirido tierras el 4 de julio de 1750. Fueron vendidas al Presbítero Cristóbal de Restrepo y éste a don Francisco Miguel Tamayo.

Su organización fue alrededor de 1787 cuando Pedro Rodríguez de Zea, Teniente de Gobernador del Valle de los Osos definió sus límties.

Las tierras inicialmente estaban bajo la jurisdicción de las parroquias de Copacabana y de Santa Rosa. Los párrocos cedieron estos terrenos. San Pedro, en cambio, no cedió ni un centímetro.

El 17 de febrero de 1791 fueron dadas facultades al Presbítero Juan Gervasio Villegas para que convirtiera la Capilla del sitio en parroquia, la cual fue erigida en 1801.

Fue municipio en 1814.

114 Archivo eclesiástico de Santa Fe de Antioquia, Vol. 316, pag. 302 y ss.115 RENOV. N. 94, abril de 1979116 RENOV. N. 94, abril de 1979

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ERECCIÓN DE LA PARROQUIA DE BELMIRA117

Los orígenes del sitio de Petacas han de buscarse alrededor de 1659 cuando fueron encontrados los placeres de minas de las cabeceras del Riochico.

La organización definitiva del sitio podría ubicarse alrededor de 1757 cuando llegaron, entre otros, los mineros Posada, Gutiérrez, Londoño, Francisco de Villa quienes se instalaron con sus esclavos.

El Municipio fue erigido en 1814.

En el Palacio del Supremo Gobierno de la República, en Rionegro y a 18 de julio de 1814 fue suscrito por el Presidente y su secretario el siguiente documento: “Resultando plenamente justificada la necesidad y utilidad, tanto espiritual como temporal, que resultará a los vecinos del partido de Petacas el que se erija una nueva parroquia, cuyos límites sean los que se expresan en la última justificación que está agregada al expediente, se aprueba, por lo que toca al Gobierno, dicha asignación, y se informa a la Potestad Eclesiástica, según el Concordato, juzgar el Gobierno como útil y conveniente a la felicidad pública el que se erija el nuevo Curato que se solicita. Mas, siendo desagradable el nombre de Petacas, que obtiene, se denominará la parroquia de Belmira, de cuyo nombre se usará precisamente en todos los registros públicos, participándose al Cabildo del Departamento”

Desde Medellín y con fecha 20 de agosto de 1814, don Lucio de Villa, Vicario Superintendente, mediante Decreto dio la aprobación final a la Parroquia, separando territorio de San Pedro de manera que quedara en firme la erección canónica del nuevo curato ya que se habían cumplido todos los requisitos y se habían seguido las cláusulas del Concordato. Y en consecuencia se fijan los siguientes límites: “Desde la boca de la quebrada titulada Safra, que desemboca a Riochico, éste arriba, de uno y otro lado, a dar a la Concha internando al Páramo Santa Inés, quebrada abajo, las Quebraditas y de éstas al río de San Andrés, último lindero de la demarcación. Y erigimos en parroquial por ahora la capilla dedicada a Nuestra Señora del Rosario, que será la Patrona titular”.

De este modo la parroquia se instalaba en el antiguo Real de Minas de Nuestra Señora del Rosario de Petacas.

Igualmente ordenaba se fijaran los correspondientes Edictos y mientras tantos los curas de San Pedro proveerían el “pasto espiritual”. E infórmese a los curas de san Pedro y Sacaojal.117 RENOV. N. 96, junio de 1979

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Debido a la reconquista española el proceso no se pudo concluir.

Sin embargo el 24 de octubre de 1823, cuando todo regresó a la normalidad republicana, don Gregorio de Villa informó que como en el tiempo de la pasada República había sido erigida la Parroquia de Belmira (antes Petacas) por auto del Señor Doctor Don Lucio de Villa, en calidad de Provisor y Vicario de esta Provincia, ahora se promovía de nuevo el Curato y se pedía la documentación correspondiente.

Finalmente el Obispo de Popayán, Salvador Jiménez de Enciso Cobos y Padilla, el mismo que había castigado a José Sinforoso de Upegui por ser “insurgente” y luego lo había restablecido, y firmado por el secretario Félix Liñán y Llano, teniendo a la vista las peticiones de Petacas en las cuales se solicitaba “cura propio que administre el pasto espiritual a sus almas”, y teniendo en cuenta la crecida población y que muchos habían muerto sin confesión y auxilio espiritual, a causa de la distancia, mal camino y pasos del Río que en muchas ocasiones no dan vado, y que la autoridad civil concedió el permiso, por lo tanto “creamos y erigimos en Parroquia independiente de la de San Pedro el partido y término de Petacas, señalándole por linderos los mismos que quedan marcados y aprobados por el Gobierno secular y, en adelante, en conformidad de lo prevenido por el mismo Gobierno, se llamará Parroquia de Belmira, y así será nominada en nuestra Curia Eclesiástica… Y esta parroquia gozará de cura propio y los vecinos estarán obligados a satisfacer los derechos de Primicias para su congrua sustentación y a costear las fiestas de la Patrona”.

El mismo Obispo solicitaba a los vecinos que definieran el pareja donde el cura fijaría su residencia y cuál de las dos iglesias había de ser la parroquial o matriz teniendo en cuenta su solidez y capacidad, si tenían sacristía, bautisterio, paramentos para el santo Sacrificio, capas pluviales, todas con la decencia debida según las rúbricas, igual si hay vasos sagrados, al menos dos cálices, dos copones, cajita para el viático a los enfermos, ampolletas para los santos óleos, pila bautismal, jarra o concha de plata para el agua de bautismo y un ritual. Y cuando todo esté listo se pondrá en uso la Parroquia de Belmira, y los vecinos definirán por sufragio el eclesiástico que ha de servir al curato, y ya elegido, comparecerá ante el Vicario quien lo examinará en Sínodo y si sale aprobado, nos notificará para enviar el título de cura propio y la colación canónica, y se dará aviso al señor Gobernador de la Provincia de Antioquia. Firmado Ilustrísimo Señor Doctor Salvador Ximénez de Enciso y Cobos Padilla, Obispo de esta Diócesis de Popayán118.

118 Archivo eclesiático de Santa Fe de Antioquia, Vol. 314, folios 403 y 415

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SINFOROSO DE UPEGUI SE MARAVILLABA DE LA OBRA DE BALTAZAR DELGADO Y URNIETA

Joseph Sinforoso recordaba, con gran amor sacerdotal, a su antecesor primero, el Padre Baltazar Delgado y Urnieta primer DOCTRINERO (1659) de SAN JACINTO DE LOS OSSOS. Venía de una ilustre cuna, como aparecía en un documento que guardaba celosamente en donde se registraba su genealogía incluyendo a sus cuatro hijos.

Eran tiempos complejos. No todos los aspirantes al Sacerdocio eran dechados ni en ciencia ni en virtudes. Desde el siglo XVI cuando las naos y carabelas eran obligadas a traer, además de las propias esposas de los descubridores y colonizadores, frailes y doctrineros, las CÉDULAS REALES insistían demasiado en las virtudes de dichos ministros del Señor, pero una cosa era la teoría y otra la práctica, sobre todo si se tenía en cuenta que los mismos “moralistas teóricos” vivían desordenadamente.

En efecto, todos sabían que LOS MISMOS REYES DE ESPAÑA (a quienes Dios guardaba) además de sus dos o tres matrimonios, habían procreado hijos a veces en forma desmesurada, muchos de ellos públicamente reconocidos, otros no. En definitiva en todos los tiempos “EL ESPÍRITU ESTABA PRONTO PERO LA CARNE ERA FLACA”.

San Pablo lo había repetido en muchas ocasiones. El que se siente muy firme mire no caiga, porque “el ángel de las tinieblas está siempre listo a vapulear aún a las almas santas”119

En la finca de MAGALLO –rezaba el documento que dormitaba en los archivos personales de Upegui120- el subdiácono o diácono BALTAZAR DELGADO Y URNIETA cumplía sus deberes de PADRE DE FAMILIA en forma asidua y sin escándalo a sus feligreses.

El Padre Joseph no juzgaba la conciencia del padre Baltazar. Esa no era su misión. La suya era “amar” “predicar” “evangelizar” y no sólo con la palabra sino con el ejemplo.

¿Acaso no solía dormir en una pesebrera para compenetrarse del mismo frío del Recién Nacido en Belén?

119 Epístolas de San Pablo120 Nota nro. 93 del historiador Roberto Luis Jaramillo, en la obra de Manuel Uribe Ángel Geografía General del Estado de Antioquia en Colombia. “Se proveyó en don Baltazar Degado y Urnieta (aún sin ordenarse), hijo de un importante personaje de Santa Fe de Antioquia. Este primer cura no residía habitualmente en su curato, pues pasaba temporadas largas en su finca de Magallo en donde tenía hijos”

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Doscientos Años Después

El Padre Baltazar había sido parte importantísima en la EPOPEYA de la cristianización de estas inhóspitas regiones cuando se desplazaba de Doctrina en Doctrina, de Real de Mina en Real de Mina, cumpliendo sus sagrados deberes de bautizar, predicar y catequizar.

Carecía de un centro fijo de culto y de adoración. Repetía de alguna manera la palabra del Nuevo Testamento: a Dios ha de adorarse “en cualquier monte” y no sólo en el Templo Sagrado de Jerusalén.

El padre Baltazar Delgado y Urniete121 había nacido en enero de 1635.

Creada la Doctrina de los Ossos, Baltazar apenas era subdiácono y a poco fue ordenado posiblemente en 1659 y murió el 25 de enero de 1700. Su compañera se llamaba SABINA DE SALAS y fueron cuatro sus hijos. Baltazar era el cuarto hijo del Corregidor don Juan Delgado Laínez Lobato y de Francisca de Urnieta Lezcano Taborda.

EL SEGUNDO DOCTRINERO, JUAN BAUTISTA DÁVILA Y CABALLERO

Sólo a partir de 1719 su sucesor DÁVILA Y CABALLERO estaría relativamente ASENTADO porque ya, en los documentos que todavía se CONSERVABAN en el Archivo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, nombraba las diversas capillas, viceparroquias casi todas, en las cuales cristianizaba a los pequeñuelos fuesen legítimos o naturales (llamados entonces HIJOS DE LA IGLESIA), hijos de españoles, de criollos, de mulatos, de libres o de esclavos, lo mismo que los matrimonios y las defunciones y el registro de las fiestas religiosas principales.

Y aunque en muchas ocasiones hablaba de la IGLESIA MATRIZ, los documentos no permitían concluir cuál era de todas: si la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe (quizás la más segura candidata), si la del glorioso san Juan, si la de la Virgen del Perpetuo Socorro, si la de san Jerónimo del Monte en la “Tierradentro”, si la del Arcángel san Miguel, si la de Santa Bárbara, si la de la Inmaculada Concepción, si la de la gloriosa Santa Rosa, o si alguna de las muchas que existían en los Reales de Mina fundadas por eminentes españoles y criollos.

121 Algunas sotanas inquietas en Antioquia. Vicente F. Arango E.

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SÚPLICAS PARA ERECCIÓN DE NUEVA DIÓCESIS

Mientras tanto, las viejas voces que imploraban una diócesis se escuchaban de nuevo.

En efecto los mismos Obispos de Popayán, en sus informes, sin quererlo, lo habían insinuado porque “el viaje de Antioquia a Popayán no podía hacerse en menos de CUARENTA DÍAS y había que atravesar SESENTA RÍOS, que el CORREO tenía que ir a BOGOTÁ y de allí a POPAYÁN, pues no lo había directo. Que la Provincia tenía CINCO parroquias que pertenecían a Bogotá y la de Cáceres a Cartagena, que la Provincia tenía rentas suficientes para sostener obispado, pues tenía de 50 a 60 mil almas con 36 o 37 parroquias”

Posteriormente la Erección de Santa Fe de Antioquia como Diócesis sería una realidad.

Al Padre Dávila y Caballero le correspondió levantar, posiblemente, la primera iglesia dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, alrededor de 1700 (en el sitio donde ahora está la nave izquierda, entrando y parte de la central) ya que había sucedido a don Baltazar. Esta advocación daría paso a la actual: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

EL TERCER CURA DOCTRINERO NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO

A su vez sería reemplazado por el mestizo PRESBITERO NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO, quien en 1793 vio caer su Templo y luego, en 4 años, reconstruirlo. Además le correspondió enfrentar los primeros vacilantes pasos de la Independencia.

El Padre NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO había abierto su propio libro de registros sacramentales que rezaba: “LIBRO PRIMERO de bautismos, que yo don Nicolás de Agudelo, propio cura, vicario, Juez eclesiástico de esta Parroquia del Valle de los Ossos, voy dando a los recién nacidos hijos de toda clase de parroquianos, libres de ella, en el que se asentarán cronológicamente cada una de las partidas que fueren ocurriendo desde hoy DIECIOCHO DE ABRIL de este presente año de mil setecientos ochenta y nueve para que conste lo firmo, Nicolás Francisco de Agudelo”122 .

122 Archivo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Bautismos. I B. 1789-1804

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Doscientos Años Después

Este libro registraba los bautizos de HIJOS DE LIBRES. En efecto, entre las normas episcopales de entonces, los párrocos estaban obligados a llevar dos libros: EL DE HIJOS DE LIBRES y EL DE HIJOS DE ESCLAVOS. La corona así lo pedía porque este dato estadístico se orientaba a los tributos, ya que, en general, había sectores de los poblados que estaban exentos.

En el libro correspondiente a esclavos identificado como “Bautimos I C. 1789-1804” el padre Nicolás Francisco había escrito el mismo encabezado: “LIBRO PRIMERO de bautismos, que yo don Nicolás de Agudelo, propio cura, vicario, Juez eclesiástico de esta Parroquia del Valle de los Ossos, voy dando a los recién nacidos hijos de toda clase de parroquianos, esclavos de ella, en el que se asentarán cronológicamente cada una de las partidas que fueren ocurriendo desde hoy DIECIOCHO DE ABRIL de este presente año de mil setecientos ochenta y nueve para que conste lo firmo, Nicolás Francisco de Agudelo”123

Terminados los libros anteriores el Presbítero Doctor Don Nicolás Francisco de Agudelo procedió a abrir el Segundo Toma de Bautismos para el período 1805-1821.

“Libro segundo de bautismos o continuación del Primero que yo el infrascrito cura propio de esta parroquia de NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ DE LOS OSOS formo (por estar el anterior muy aglomerado de peso y de foxas por lo que no se puede escribir en el) para ir asentando en él sucesiva y cronológicamente todos los bautismos que se fueren haciendo a los niños que nacieran de mis feligreses, distinguidos blancos, mestizos, mulatos y negros libres, de cuya clase de géneros se compone este mi feligresado. Y para que conste lo firmo en primero de enero de mil ochocientos cinco. Nicolás Francisco de Agudelo”124

Había sido párroco durante 21 años. Había elaborado las estadísticas de todos sus años respecto a los bautizados y sabía, año por año, cuántos eran los varones nacidos, cuántas las mujeres, cuántos eran hijos legítimos, cuántos naturales, cuántos eran hijos de libres y cuántos de esclavos. De igual modo había logrado, en forma sencilla y clara, definir la conformación de su parroquia: estaba habitada por “blancos, mestizos, mulatos, negros libres”. Y no mencionaba ESCLAVOS o porque estos carecían “teóricamente” de personalidad o porque sus registros aparecerían en otro libro. Su última partida fue firmada en febrero de 1810 ya que moriría en ese año, en la Villa de Medellín, después de una penosa enfermedad, 123 Archivo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Bautismos. I B. 1789-1804124 Archivo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Bautismos. I B. 1789-1804

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Joseph Sinforoso de Upegui, sumido en profunda meditación, haciendo caso omiso del viento que ululaba entre las destartaladas tejas de su Iglesia Parroquial –la misma que sería demolida en 1860 por decisión del alcalde, para evitar una tragedia- lloró profusamente al recordar las pruebas que Dios había impuesto al Padre Nicolás Francisco de Agudelo quien a pesar de su fecundo ministerio fue atacado alevemente por algunos desconocidos feligreses, como le constaba en varios documentos y aún había sido acusado de frecuentar, en las casas de algunos vecinos, los juegos que estaban prohibidos por la Corona.

En efecto el 16 de mayo de 1797 (escasos tres meses después de haber reconstruido su nueva Iglesia Parroquial herida de muerte por el sismo de abril de 1793), su amigo, el Doctor Don José Gerónimo de la Calle, le recomendó que se presentara al tribunal para que respondiera a una querella que se había incoada en su contra. Se presentó y ante el señor Alcalde y Juez Poblador de la nueva Colonia de Carolina del Príncipe (donde se habían originado las críticas), le solicitó citara unos testigos para que respondieran al siguiente interrogatorio: si yo soy el párroco, si cumplo con mis deberes, si visito los hatos y las minas, aún las más alejadas, a pie o a caballo, si amonesto oportunamente a mis feligreses, si soy comedido, humano y dadivoso con los pobres vergonzantes, si me han visto embriagado o en bailes licenciosos o lujuriosos, si he tenido buena armonía con las autoridades civiles, si los feligreses me quieren. Los testigos acudieron presurosos, entre ellos don José Rafael Cárdenas, quienes respondieron después del juramento de rigor, dieron fe del trabajo y virtudes del sacerdote, y del cual nada tenían en contra pues su vida se ajustaba a las leyes tanto canónicas como civiles.125. Sin embargo fue acusado de nuevo porque en la propia casa cural y acompañado de algunos principales de Santa Rosa, solía “esconderse” para jugar ciertas rifas y cartas, lo que estaba prohibido por las Leyes españolas. Diría, al final, que sí jugaba, pero que era en sus tiempos libres y que en ningún momento había descuidado sus funciones eclesiásticas y la atención a sus feligreses.

Pero la tormenta no cesaba aunque encontró aliados. Siete meses después de las primeras declaraciones dieron testimonio favorable de su conducta, entre otros, el Señor Alcalde y Juez Partidario de Riogrande, don Miguel de Restrepo, quien afirmó categóricamente que el Cura Nicolás Francisco “fungía como cura propio de esta parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Ossos” y el Señor Administrador de Reales Rentas Estancadas, en el sitio de Santa Rosa de Osos, afirmaba que la conducta del doctrinero se ajustaba a las Leyes de Dios y a las del Rey Nuestro Señor.126

125 A.H.A. ECLESIÁSTICOS. Vol. 81. Nro. 2263 de 1797126 TOMO 81, 16 de diciembre de 1797

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Doscientos Años Después

Algunos años después de las investigaciones previas el mismo párroco, ya muy enfermo como lo manifestaría en dichos documentos, y viendo que se acercaba su fin, y que algunos negocios, incluyendo los de su primera parroquia de San Vicente, de la jurisdicción de Rionegro, exigían ciertas indemnizaciones, comenzó a pedir a la CORONA el reconocimiento de los llamados SINODALES, nombre con el cual se conocían los derechos, estipendios y pagos que de acuerdo con el Patronato Regio, eran pagados por la Real Hacienda a los curas doctrineros.127

Se dirigió luego, en 1805, al Teniente Gobernador de Santa Rosa de Osos para que le expidiera sendos certificados en los cuales indicara que era una persona conocida, que había ejercido a conciencia su ministerio, que administraba los Santos Sacramentos a veces con muchas fatigas, que acudía oportunamente a atender a los moribundos, que se desplazaba a pie o a caballo a los sitios más lejanos, que era fiel al confesionario a veces hasta la una de la mañana, sobre todo en las fiestas patronales o de los santos, que atendía sin considerar personas, a todos por igual, que no abandonaba a nadie en su necesidad, que en los dos últimos años había sufrido dos gravísimas enfermedades durante las cuales había sido reemplazado por curas interinos, que indicara si éstos se habían quejado en algo en su contra o por no haber recibido los emolumentos correspondientes, si había socorrido a su costa a algunos necesitados, si acostumbraba dar limosnas, si a pesar de haber sido desmembrada su parroquia por los territorios de las nuevas Colonias de la Carolina del Príncipe y San Antonio del Infante habían disminuido, en mucho, las rentas de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos, si eran ciertas las escaseces y necesidades sufridas pues “ni siquiera tenía un cocinero” y pedía que este documento se anexara al primero.

El 13 de septiembre de 1805 fueron absueltas las preguntas; las respuestas fueron firmadas por don Juan Modesto Tamayo que era el Escribano Público y del Número. Para confirmar la pérdida de territorio el 14 de mayo de 1806 solicitaba al señor Superintendente un certificado en el cual se ampliara el tema de “territorios desmembrados”.

Reunidos todos los testimonios, incluyendo el de don José María Zulaybar, que había sido Mayordomo de Fábrica en tiempos del terremoto, de la adecuación de la ermita y de la reconstrucción, y hechos los análisis de Diezmos y las pignoraciones respectivas y los garantes de esos dineros (los Diezmos entraban en remate al mejor postor) el 19 de septiembre de 1810, por fin, “envió los documentos sobre Sínodos de este curato”, repitió su solicitud

127 ECLESIÁSTICOS. COLONIA. Tomo 82. A.H.A. nros 2316, 2318, 2311

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formal de los pagos anteriores no satisfechos por la Real Hacienda, envió copias del procesos (que al momento llevaba 23 foxas) a don Francisco Ayala y recordó lo que le adeudaban de la parroquia de San Vicente.128

El Padre Nicolás Francisco de Agudelo murió sin haber recibido respuestas positivas de sus justas reclamaciones: había vivido pobre y había muerto en la indigencia.

LOS CURAS INTERINOS

Con frecuencia aparecían CURAS INTERINOS cuando los titulares estaban enfermos o en licencia. Tal fue el MAESTRO DON JUAN FRANCISCO VÉLEZ quien firmó registros desde marzo de 1810 hasta julio de 1811 cuando llegaría el Padre Josef Sinforoso de Upegui quien, en el Libro de Bautismos escribiría: “Dentré de Cura Proprio el día primero de agosto de 1811” (sic) y firmó hasta el 26 de febrero de 1818 y el 15 de marzo bautizaba el interino José Antonio Palacio quien apareció en varias oportunidades.

En febrero de 1820 fungió como interino el Padre Gregorio Builes.

El primero de abril de 1821, en el folio 569 del Libro de Bautismos aparece esta nota “fui restituido a mi curato el dia primero de abril de 1821”. Estaría otros 26 años en su curato, hasta 1847 cuando renunció por enfermedad pero siguió viviendo en Santa Rosa hasta la hora de su muerte en el año 1853, tiempo en el cual había iniciado gestiones para la construcción del Santo Templo dedicado al Señor de la Humildad.

En los libros aparecerían datos muy interesantes sobre el ministerio pastoral sobre todo relacionado con los BAUTISMOS BAJO CONDICIÓN.

No era de extrañar que el Padre Sinforoso, para evitar que muchos recién nacidos muriesen sin el santo sacramento y fuesen habitantes, si no eternos al menos por largos siglos del llamado LIMBO, enseñara a los Amos, a los dueños de Minas y a otras personas a “bautizar” BAJO CONDICIÓN, en caso de necesidad, ya que las distancias eran enormes y los pequeños SANTARROSANOS, como dato común en toda la Nueva Granada, solían morir de temprana edad y eran atacados por diferentes patologías y no existían los recursos médicos suficientes, a no ser el manejo empírico de yerbas de las cuales eran duchas las “más ancianas” de cada región, quizás obtenidas, por tradición, o de sus antepasados NUTABES o de los negros esclavos del Senegal.

128 Documentos 2316 y 1218 del mismo Tomo 82

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Doscientos Años Después

El análisis de los registros permitió al Padre José Sinforoso deducir varios fenómenos de carácter religioso de gran impacto para la misión pastoral.

CURAS MINEROS

El primero era el número relativamente amplio de SACERDOTES que vivían en las minas y que se convertían en ayudantes inapreciables para las labores del párroco, ya que ellos, sobre todo en CASO DE NECESIDAD, echaban el agua a los recién nacidos. Eran, en efecto, grandes mineros, ricos en general, dueños de Minas y de hatos, además de “tierras de pan y caballería” como fueron descritas por los ESCRIBANOS PÚBLICOS DEL NÚMERO en los protocolos analizados.

El segundo era la facilidad de ausentarse de la iglesia matriz para atender feligreses en las apartadas regiones ya que los CURAS MINEROS estaban dispuestos, sin interés, a velar por los parroquianos de la cabecera.

Entre los muchos ayudantes serían de muy grata memoria (y luego aparecerían sus nombres en varios pleitos, en testamentos y en mortuorias) los siguientes: Dr. Dn. Ignacio Javier González, Dr. Dn. José Ignacio Pérez, Dr. Dn. José Antonio de Posada. Dr. Dn. Cristóbal Pérez, Dr. Dn. Manuel Londoño (propietario de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario en Riochico), Dr. Dn. José Salvador Tirado, Dr. Dn. Vicente Jaramillo, Dr. Dn. Mateo Cardona, Dr. Dn. Alejandro Rodríguez de Zea, hijo de don Pedro Rodríguez de Zea y hermano del prócer y vicepresidente don Francisco Antonio Zea, Dr. Dn. Antonio Orrego, Dr. Dn. Salvador Lorenzo de Isasi, Dr. Dn. Pedro Pérez, Fray Manuel de Otero, de los Agustinos de la orden de ermitaños de Cartagena, quien, al finalizar el año 1794, se le autorizó colectar algunas limosnas en este Valle129 y todavía a mediados de 1795 se le encontraría BAUTIZANDO y reemplazando al párroco, Dr. Dn. Casimiro Tamayo, Dr. Dn. José María de Euse, hijo de don Pedro Euse, de los Reynos de Francia, y doña Tomasa Macías Rojo de Santa Rosa y el Dr. Dn. Alejandro Barrientos de la Parroquia de San Pedro.

El otro fenómeno, ya mencionado, se relacionaba con la gran cantidad de capillas, muchas eran propias de los mineros, y de viceparroquias a las cuales, con periodicidad, se desplazaba el párroco para cumplir sus santas obligaciones.

La “cera” osciló por última vez y tanto el templo como el alma del santo Sinforoso de Upegui quedaron sumidos en las tinieblas. Joseph Sinforoso era un místico.

129 Libros parroquiales de 1794

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IV

TERREMOTO130

(13 de abril de 1793)

“Y fue necesario extraer de la Iglesia todas las reliquias, paramentos, ornamentos y alhajas y consumir las Hostias Consagradas…”

130 Libro de bautismos firmado por el doctrinero don Nicolás Francisco de Agudelo, 13 de abril de 1793

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LAS CAPILLAS

El primer nombre de CAPILLA aparecido en los LIBROS PARROQUIALES del Archivo actual de la Diócesis de Santa Rosa de Osos correspondió al ARCÁNGEL SAN MIGUEL131.

La ubicación de esta Capilla como algunas de las otras no era conocida al menos en los documentos analizados por el Padre Josepf Sinforoso de Upegui.

Las ORDENANZAS DE MINAS de RODAS exigían que en los REALES DE MINAS debería existir una CAPILLA que sería administrada por el alcalde del sitio y por el DOCTRINERO a cuya circunscripción pertenecía.

Algunas habían sido plenamente identificadas, entre ellas, la Capilla a Nuestro Señor San Jerónimo del Monte, ubicada en los Reales de Minas de la Tierradentro, la viceparroquia de Nuestra Señora la Inmaculada Concepción en el sitio de las Claras (origen de Carolina del Príncipe y de Guadalupe), la capilla del Real de Minas de Petacas- Riochico, consagrada a Nuestra Señora del Rosario cuyo dueño era el Presbítero Doctor Don Manuel Londoño (origen de Belmira) y la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores en el Sitio de Don Diego (origen Entrerríos).

La capilla dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, teniendo en cuenta que el río de su nombre nacía en uno de los apiques dejados por las minas, al nororiente de la actual Santa Rosa de Osos, quizás estuviese ubicada a lo largo de este río y no faltaría la opinión de estar al pie del SALTO DE GUADALUPE, río, tierras, minerales, aventaderos, sabanas y sobresabanas que ya habían sido litigadas varios siglos antes en tiempo del Gobernador interino de la Provincia, don PEDRO MARTÍN DE MORA. Sin embargo, lo más probable, era que su sitio coincidía con parte de la actual Catedral de Santa Rosa y cuyo nombre terminaría por transformarse en Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

La Capilla del sublime SAN JUAN pudo haber estado al occidente de Santa Rosa, teniendo en cuenta el afluente del Riogrande con dicho nombre, o, más precisamente en alguna de las minas alrededor del mismo río en las inmediaciones del Entrerríos actual.

En cambio las capillas llamadas en los registros bautismales de este tiempo (1720-1800) de la sublime Santa Rosa y la del Perpetuo Socorro carecían de sitio definitivo. Sin embargo, pese a la tesis del cambio de nombre del Partido de los Osos por Villa de Nuestra Señora de Chiquinquirá y esta por el de Santa

131 Libro de bautismos I A. 1720-1789

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Rosa de Osos, cuyas fechas habían sido establecidas la primera en 1792 por orden del Gobernador don Francisco de Baraya y la Campa (dato definitivamente no comprobado y que, en consecuencia, Santa Rosa no fue Villa en este año ni en los posteriores), y la segunda por una “tradición” que databa de finales del siglo XVIII según la cual el nombre de SANTA ROSA había surgido en 1811, un poco antes de la discutida ERECCIÓN DE DISTRITO (o Municipio) atribuida al Dictador Don Juan del Corral en 1814, se hablaba de SANTA ROSA como sitio ubicado en el Valle de los Osos, desde mucho tiempo antes, como aparecía en infinidad de documentos tanto del Archivo Histórico de Antioquia como del Archivo Histórico del Municipio de Santa Rosa.

En definitiva el nombre de SANTA ROSA no era nuevo y había sido conocido a la saciedad no sólo por los feligreses del Padre José Sinforoso de Upegui sino por los habitantes de estos Valles al menos desde 1720.132

LA PATRONA DEFINITIVA

Quedaba claro, de acuerdo con los Documentos recopilados en parte por el Padre José Sinforoso que la IGLESIA MATRIZ, la iglesia parroquial principal del Partido de San Jacinto de los Osos, había sido consagrada a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá desde finales del siglo XVII pese a la multitud de Capillas erigidas en estos amplios territorios. Y como la duda persistía, por la denominación de “Guadalupe” fue necesario elevar la consulta al obispo de Popayán Doctor Don JERÓNIMO ANTONIO OBREGÓN Y MENA (1759-1785) quien la confirmó, en definitiva, como su Augusta Patrona.

José Sinforoso se conocía de memoria los caminos (ahora se llaman calles) que rodeaban al caserío que nunca había obtenido la CATEGORÍA de Villa, como lo demostraría el mismo levita con documentos que reposaban en sus archivos.

Si el ilustre escritor DOCTOR MANUEL URIBE ÁNGEL133 había afirmado que a mediados del siglo XVIII (1750) las viejas rancherías ubicadas al sur del actual Santa Rosa, en el camino que conducía a la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria, de Medellín, ya conformaban un conglomerado situado en los anfiteatros de mina, el Padre José Sinforoso dedujo que el proceso se había iniciado, por los menos CINCUENTA AÑOS ATRÁS, es decir alrededor del año MIL SETESCIENTOS.132 Protocolos y documentos del Archivo Municipal de Santa Rosa133 Manuel Uribe Ángel. Geografía general del Estado de Antioquia en Colombia

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Si los dispersos habitantes de las RANCHERÍAS de los Reales de Mina habían decidido sepultar a sus muertos en el antiguo CEMENTERIO DE LOS NUTABES, situado al norte de los RANCHOS DE ARENALES, para comienzos del siglo XVIII (1700) cuando los mineros construían para sí y para sus esclavos sus casas pajizas de bahareque, con cocina y solar, rodeadas de tapias de tierra pisada (Ver protocolos: compra y venta de casas), fue necesario eliminar ese viejo cementerio y en las afueras de la ciudad, justamente en el inicio del camino que llevaba a Sopetrán, al Río Cauca y a la capital, Antioquia, los vecinos junto con los curas y los alcaldes y jueces pedáneos, de Santa Rosa, instalaron el cementerio de NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, en concordancia con la devoción muy difundida de las BENDITAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO (ver Protocolos y Mortuorias en los cuales se destinaban algunos castellanos de oro en polvo para las misas por dichas almas), junto con una capilla de una sola nave, de tierra pisada, pajiza al principio, posteriormente entejada, ubicada al frente del camino (Caldas actual o camino del cementerio o el columpio) que se prolongaba hasta las minas de las TUBERÍAS y que empataba con el de las “Montañas de los Yarumales” (Guanteros actual) (sitio que en el 2014 correspondía, en parte, a las instalaciones del Sena y al parqueadero del Cuerpo de Bomberos)

El pueblo construido en los anfiteatros de El Palo, de la Real, del Marco de la Plaza, de la Ronda y del camino de Sotachiro (Boquerón) estaba a casi un kilómetro de distancia lo que equivalía, de acuerdo con las Cédulas Reales, a ubicarlos en despoblado y lejos de las habitaciones.

Aunque el Padre Dávila y Caballero bautizaba en muchos sitios y “mantenía en sus alforjas” el libro de bautismos, de matrimonios y defunciones, el Padre Sinforoso estaba convencido que en 1718, fecha del primer registro de MATRIMONIO, ya existía la Iglesia Matriz en el sitio actual de la CATEDRAL de Santa Rosa de Osos, de dimensiones pequeñas, porque la población era pequeña, junto con una casa, posiblemente pajiza, de bahareque o de tierra, que era la misma “casa cural”, anexa a la fábrica del templo, a continuación de la misma sacristía como se infería de los PROTOCOLOS de ventas y compras de casa.

Cuando la COMISIÓN COROGRÁFICA (1852), conocida por el Padre Sinforoso (su muerte fue en MIL OCHOCIENTOS CINCUENTA Y TRES), captó en un lienzo precioso el pequeño pueblo de Santa Rosa, a partir de un “imaginario caballete” situado en alguna de las cejas del Alto de la Mina, la

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Iglesia, aunque no era la misma de Caballero y Dávila, sí estaba ubicada en el mismo sitio y coincidía con la reconstruida en 1797 por don Nicolás Francisco de Agudelo.

Así la vio la comisión y así la percibía José Sinforoso de Upegui.

JOSÉ MARÍA ZULAYBAR, MAYORDOMO DE FÁBRICA

El Mayordomo de fábrica era, según documento adjunto, Josef María Zulaybar.

En el Documento del 21 de enero de 1793 fue consignado su nombramiento. “NOS Don Ángel Velande y Bustamente, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de Popayán, del Consejo de Su Majestad Serenísima. Hallándonos en la urgente necesidad de nombrar sujeto que con actitud y cristiano celo promueva desde luego las obras precissas y proiectadas en esta Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá y las fomente hasta su conclusión con arreglo a nuestras providencias particulares y generales de la Santa Visita, cobre anualmente las rentas, emolumentos y derechos tocantes a la Fábrica y cuide de su legítima inversión como también de todos los ornamentos y alajas de ella, igualmente que de todo lo perteneciente a Nuestro Señor Sacramentado, a Nuestra Señora de Chiquinquirá y a las Ánimas poniendo el mayor esmero y aplicación en el adorno y decencia de la Iglesia, culto del Santísimo y de Nuestra Señora y sufragio de las Ánimas del Purgatorio y estando en la firme persuasión de que Don Josef María Zulaibar, vecino de este sitio, desempeñará con toda exactitud estos encargos por su piedad, juicio y otras recomendables qualidades le conferimos gustosamente las quatro Mayordomías siguientes: una de la Fábrica de esta Iglesia Parroquial, otra del Santísimo Sacramento, otra de Nuestra Señora de Chiquinquirá y la otra de las Ánimas y le nombramos Mayordomo de todas ellas por el poder de nuestra Voluntad y mandamos a dicho Don Josef María Zulaibar que enterado de Nuestras Providencias de Visita y de los Decretos puestos a continuación de las Cuentas respectivas a estas Mayordomías procure su entero cumplimiento. Finalmente mandamos sea tenido por tal Mayordomo y que se le guarden todas las honras y prerrogativas que le sean debidas y que antes de exercer esta Mayordomía haga el juramento acostumbrado “de fideliter exercendo” ante el infrascrito nuestro Secretario de cámara quien pondrá a continuación diligencia de haberse practicado y para que desde luego llegue a noticia de todos, ordenamos al Cura lea este nuestro título en voz clara y perceptible en el

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Doscientos Años Después

primer día festivo durante la Missa mayor. Dado en la Santa Visita de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos a veinte y uno de enero de mil setecientos noventa y dos. Ángel Obispo de Popayán. Por mandato de S.S. I. el obispo mi secretario Mathias Antonio Gómez Pbro. Título de Mayordomo de Fábrica de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquuirá de los Osos, del Santísmo, de Nuestra Señora de Chiquinquirá y de las Ánimas, a favor de Josph María de Zulaybar. En la Santa Visita de los Osos a veinte y tres de enero de mil setecientos noventa y dos en cumplimiento de lo previsto en el título anterior hizo ante mi, Jospeh María Zulaibar el juramento acostumbrado de exercer fiel y legalmente las quatro Mayordomías que espresé y para que conste lo firma conmigo de que doy fe. José Maria de Zulaybar. Mathías Antonio Gómez rubricados”.134

TERREMOTO

En abril de 1793, en el Libro I A de bautismos, matrimonios y defunciones, copiado por el cura doctrinero Nicolás Francisco o por alguno de sus amanuenses, apareció una nota que, aunque lacónica, expresaba la angustia, el dolor, la tristeza de una comunidad que había sido asolada por las fuerzas telúricas antaño como hogaño inmanejables.

José Sinforoso, alguna noche de su mal dormir, no siempre en la pesebrera pero sí en duro y antiguo colchón, apenas cubierto con su misma ruana o con alguna cobija rala, de seguro pensaba en los sucesos lamentables del TRECE DE ABRIL DE MIL SETECIENTOS NOVENTA Y TRES.

El Padre NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO solía iniciar sus registros bautismales de la siguiente manera. “En esta santa iglesia parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá” a cinco de enero de mil setecientos noventa y tres puse óleo y crisma a MANUEL MARÍA, hijo legítimo de Francisco Cañola y de Bárbara de Orrego.135

A partir del 15 de abril del mismo luctuoso año no lo pudo hacer.

En efecto, la noche del 13, cuando el silencio se había apoderado de los apiques de las minas, la tierra rugió, y “por la noche se experimentaron violentísimos terremotos con lo que casi se arruinó la extructura material de esta Iglesia

134 Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos. Legajos de 1790-1792 135 Primera partida de 1793, Libro I A de Bautismos (1789-1804), archivo de la Diócesis de Santa Rosa, foxa 46, reverso, nueva numeración p, 92

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y fue necesario a pocos días extraer de ella todas las reliquias, paramentos, ornamentos y alhajas, y consumir las hostias consagradas, desbaratar el techo y algunas tapias”(Firma. Nicolás Francisco de Agudelo) (sic).

El pueblo lloraba la pérdida de su Santa Iglesia Matriz.

TRISTES COMUNICADOS

Era necesario tomar decisiones. Entonces aparecieron algunos DOCUMENTOS EN TIEMPO DE CARLOS IV con su SELLO y su valor (un quartillo) y sus fechas ( l792-l793), firmados por D. JOSÉ MARIA DE ZULAYBAR, mayordomo de Fábrica.

El PRIMER DOCUMENTO databa del 20 de abril 1793, apenas siete días después del terremoto y estaba dirigido al Teniente de Gobernador don Pedro Rodríguez de Zea. “Señor Teniente Gobernador. Don José María de Zulaybar como mayordomo de esta Santa Iglesia suplica a V.M. se sirva mandar se reconozca en presencia mía el estado actual del edificio de la Iglesia que a impulsos de los violentos movimientos de la tierra con el temblor que sucedió en días pasados se puede recelar una pronta ruina y si igualmente se debe temer algún funesto caso con la concurrencia de los fieles a la celebración de los Divinos Oficios como también se oyó decir al Maestro Pablo Granda que se vio precisado en esta mañana de salir precipitadamente de la Iglesia por haber visto que empezaban a desmoronarse varios fragmentos del techo y dicho todo pido se me devuelve original para ocurrir a los Señores Superiores, con todo lo demás que V.M. reconociere en la construcción material de dicha Iglesia que en ello recibiere S.M. José Ma. De Zulaybar”136

La respuesta fue inmediata.

Santa Rosa, y abril 20 de 1793. “Por presentada. Y en atención a la expresión que hizo el bachiller don Pablo Xavier Granda exagerativa mediante ella pasé a la Santa Iglesia Parroquial de este sitio y reconocí que sin embargo de que el día lunes hice apuntalar las paredes, por haberse hecho manifiestas varias aberturas dimanadas de los rigurosos temblores, reconocí se habían hecho otras de nuevo y para que se proceda con acierto se pasará al reconocimiento con otras que aplomando sus paredes y techo reconocido todo con las formalidades que se requieren bajo del juramento en forma expongan su sentir y con lo

136 Procesos Judiciales. Legajo del año 1793, no empastado. Archivo Histórico de Santa Rosa.

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que expusieran reservo proveer, así lo proveí, mando y firmo yo DON PEDRO RODRÍGUEZ DE ZEA, teniente de Gobernador Juez Poblador y Director de Caminos con testigos por carencia de escribano público. Testigos Nicolás Durango, Luis María de Ibarra. Firma Zea”137.

El SEGUNDO DOCUMENTO fue firmado el 21 de abril de 1793 era un acta de visita a las ruinas, firmada, entre otros, por don Pedro Rodríguez de Zea.

“En el sitio de Santa Rosa jurisdicción de la ciudad de Antioquia en veinte y un día del mes de abril de mil setecientos noventa y tres años, nos don Pedro Rodríguez de Zea Teniente de Gobernador, Juez Poblador y Director de Caminos y don Josef Antonio Sierra Alcalde Juez Pedáneo de este Partido habiendo sido requeridos por don Josef María Zulaybar, Mayordomo de la Fábrica de esta santa Iglesia para que sin embargo del reconocimiento que se hizo el día quince del corriente en que se conoció estar desplomada la pared de esta Santa Iglesia del lado del Evangelio y la del respaldo del altar que se habían apuntalado con vigas, hiciéremos nuevo reconocimiento el que se efectuó con Josef María Beltrán, Oficial de tapia, Miguel Gabriel de Roxas y Felipe Gómez oficiales de carpintería quienes habiendo executado su reconocimiento dijeron se había desplomado mucho más de la Iglesia y que amenazaba ruina próxima tanto por el desplomo de las paredes como por hallarse las cabezas de las vigas rotas y safas mucha parte de su lugar y las alfardas y latas la mayor parte “corrutas” de forma que si prontamente no se sacan las Sagradas Imágenes y se consumen las Especies Sacramentales quedarán sepultadas con las paredes y techo de dicha Iglesia, en cuya atención inmediatamente convocamos los sujetos distinguidos que fueron hallados en este sitio a quienes presente lo expuesto quienes unánimes conforme dijeron que mediante a estar tan de manifiesto el riesgo son de sentir se saquen las Sagradas Imágenes, Vasos Sagrados, librando oficio al Señor Cura para que pase inmediatamente a consumir las Especies Sacramentales desbaratándose la Iglesia y que con la madera que resulte quedar útil se fabrique prontamente una Capilla con la licencia necesaria para que en ella se pongan las Sagradas Imágenes con la decencia correspondiente a que están prontos a concurrir en cuanto al conceder sus facultades suplicándome y al expresado Mayordomo que ponga en ejecución cuanto antes para tener el regocijo de ver en ella nuestro Amo Sacramentado y a las Sagradas Imágenes dándoles el debido culto y todos lo firman con nosotros en cuyo estado el Mayordomo pidió se le diese copia de este auto y junta celebrada. Pedro Rodríguez de Zea. Josef Antonio Sierra. 137 Procesos Judiciales. Legajo del año 1793, no empastado. Archivo Histórico de Santa Rosa.

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Francisco Miguel Tamayo. Alonso Jaramillo. Miguel Pérez. Juan Antonio Díaz del Mazo, Francisco de Palacios y Navarro, Jose Ríos, Francisco Josef de Montoya, Josef Nicolás de Piedrahita, Francisco Josef García, Josef Luna, Joaquín Yepes, Francisco Javier Orrego, Domingo Lopera, Ignacio Piedrahita, Josef María Zulaybar, Manuel Salazar, Josef María Mejía”138

El TERCER DOCUMENTO había sido escrito por Don Pedro Rodríguez de Zea y dirigido al mayordomo de fábrica el 22 de abril de 1793.

Don Pedro Rodríguez de Zea ofició al Señor Administrador (Mayordomo de fábrica) Don José María Zulaibar: “Muy señor mío y amigo. Mediante a que se le han entregado a Vuestra Merced las copias del acta celebrada por los vecinos de este vecindario sobre el ruinoso estado en que los temblores han dejado el edificio de esta Santa Iglesia para con ellas ocurrir al Ilmo. Señor Obispo, no puedo menos de noticiarle que en esta mañana se me han presentado los mismos vecinos representando el más vivo sentimiento de verse privados por tanto tiempo del sagrado depósito de Nuestro Amo y Señor Sacramentado único refugio de nuestros angustiados corazones, haciéndome presente que mediante a que el lienzo de pared que está arrimado a la sacristía no ha padecido el más mínimo desplome se dedique dicha sacristía como una especie de capilla para depositar a Nuestro Amo y Señor Sacramentado suplicando se le impetre esta licencia de su Señoría Ilustrísima de cuya paternal caridad esperan este consuelo y que conceda las debidas facultades al cura para las bendiciones así de la sacristía como de un tinglado o corredor que se puede formar arrimado a la misma pared para la celebración del Santo Sacrificio de la Misa los días festivos ampliando la facultad en un altar portátil, de haberme hecho presente al referido Ilmo. Señor esta súplica me comunicará y todo ínterin se erige la capilla de que se va a dar principio con los mismos materiales de la Iglesia para cuya ejecución solicitará igual licencia. Dios guarde a V.M. más años de estadía de Santa Rosa y abril 22 de 1793. Pedro Rodríguez de Zea”.139

Pese a las ruinas, decía don Pedro, era posible adecuar una de las paredes de la sacristía para convertirla en PEQUEÑA CAPILLA donde pudiese ser depositado, con mucha reverencia, el Santísimo Sacramento.

Por eso, y a partir de pocos días, en los libros de Bautismos se comenzó a hablar de UNA SANTA ERMITA, referencia a un pequeño templo adaptado en medio de la destrucción. Así se funcionó durante cuatro años.138 Archivo Curia Santa Rosa de Osos.139 Archivo Curia Santa Rosa.

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Doscientos Años Después

Don Pedro Rodríguez de Zea junto con el Mayordomo de Fábrica don José María Zulaybar (de los Reynos de España) se encargó de buscar donaciones en los Reales de Minas y en las Rancherías para iniciar la reconstrucción de la Santa Iglesia.

Don Pedro comenzó a enviar las listas de los contribuyentes junto con sus valores.

Razón de las mandas hechas en el partido del Sitio de San Luis de Góngora para reparo y reedificación de esta Santa Iglesia por los sujetos siguientes: Don Mateo Zapata veinte y cinco castellanos. Don Cosme Zapata un castellano. Don Juan Ignacio Duque tres castellanos. Vicente López cuatro tomines, Don Vicente Roldán un castellano, José Arroyave dos castellanos, Don José Euse dos pesos y cuatro tomines. Santa Rosa y marzo 23 de 1793.Firmado Zea.140

Razón de las mandas hechas en este partido de Santa Rosa para reparo y reedificación de esta Santa Iglesia por los sujetos siguientes:

Don Antonio Euse veinticinco castellanos. José de Luna veinticinco castellanos. Don Nicolás Jaramillo diez castellanos. Martín Rodríguez dos castellanos. Francisco del Pino cuatro tomines. Nicolás Pérez esclavo, cuatro tomines. José Pérez, cuatro tomines. Juan Germán de Salazar cuatro tomines. Don José Antonio Sierra cuatro castellanos. Don Francisco Palacio cinco castellanos. Salvador Cañola tres castellanos. Gabriel de Roxas dos castellanos. Don Sacramento Tamayo cinco castellanos. Domingo Ramírez un castellano. Don José Manuel González dos tomines. Marcelo Salazar cinco castellanos. Mateo Molina cinco castellanos. Francisco Lopera dos castellanos. Domingo Lopera diez castellanos. Jerónimo Lopera dos castellanos. El Doctor Don Silvestre Vélez cinco castellanos. Don Matías Villa dos castellanos. Ramón de Arango un castellano. Juan Pablo Delgado cuatro castellanos y cuatro tomines. José María Posadas, diez castellanos. Agustín Madrigal cinco castellanos. José de Meza dos castellanos. Florentín de la Rua cinco castellanos. Pioquinto García un castellano. Juan José Barrera dos castellanos. Antonio Álvarez un castellano. Lorenza Mira dos castellanos. Anselmo Muñetones cuatro tomines. Don Francisco Pizano se dio en Joaquín Velásquez cinco castellanos y cuatro tomines. Manuel Bermúdez una carga de cal. Pantaleón Balbín una carga de yeso y veinte tomines de oro. Manuel Salazar ochenta pesos para fabricar la portada. Andrés Zapata seis castellanos. Ignacio Zapata dos castellanos. Juan Gregorio Sanabria cuatro tomines. Calistro de Maso dos castellanos. Juan Ignacio Correa dos castellanos. Juan José Bran un castellano. Juan Francisco Tavera cuatro tomines. Juan Arango cuatro tomines. Santa Rosa y marzo 23 de 1793. Firmado Zea.141

140 Archivo Curia Santa Rosa141 Archivo Curia de Santa Rosa

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Razón de las mandas hechas en el Partido de Tierra Adentro para reparo y reedificación de esta Santa Iglesia por los sujetos siguientes:

José María Vergara diez castellanos. Don José Antonio Echiverría cinco castellanos. Rafael Correa un castellano. Don Pedro Echiverría tres castellanos. Don Casiano Echiverría dos castellanos. Don Joaquín Echiverría, dos castellanos. Plácido Jaramillo un castellano. Francisco Zapata un castellano. Santa Rosa y marzo 23 de 1793, firmado Zea.142

Razón de las mandas hechas en el Partido de la Carolina del Príncipe para reparo y reedificación de esta Santa Iglesia por los sujetos siguientes:

Don Salvador de Isasa dos castellanos. Don Miguel González dos castellanos. Xavier González dos castellanos. Xavier Ignacio Quintero dos castellanos. Francisco Aguirre dos castellanos. Don Cornelio Isasa cuatro castellanos. Don Estanislao Castro tres castellanos. Don José Valles cinco castellanos. Don José Sánchez dos castellanos. José Muñoz un castellano. Don Bernardo de Castro cinco castellanos. José María Gómez cuatro tomines. Santa Rosa y marzo 23 de 1793.143

El CUARTO DOCUMENTO de abril 23 de 1793 había sido dirigido a la autoridad eclesiástica de Rionegro donde estaba el Vicario que fungía en la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín, en nombre del Obispo de Popayán.

“Ilustrísimo Señor. El Mayordomo de fábrica de esta Santa Iglesia Parroquial informa a S. Ilma. de esta triste situación en que han puesto a su vecindario los efectos de los continuos temblores que ha habido en estos días, de cuyos resultos se ha arruinado enteramente todo el edificio de la Iglesia, en tal conformidad que el cura se ha visto en la precisión de consumir las formas consagradas y repartir las sagradas imágenes por casas particulares; mucha parte del vecindario por pronto remedio, congregados en junta, determinaron suplicar a V.S.Ilma. con copia del documento adjunto y carta al Teniente Gobernador, para suplicar su paternal piedad, nos conceda la gracia de que se celebre la Misa a lo menos los días festivos con un altar portátil que se ponga arrimado a la Sacristía. Incluyo en iguales términos las adjuntas copias de listas en que se anotan los individuos que tienen consignadas limosnas para erección de su Iglesia, y así como por ellas se aparece, así mismo está la contribución, sin que en mi poder haya entrado cosa

142 Archivo Curia de Santa Rosa143 Archivo Curia de Santa Rosa. Legajo marcado “Santa Rosa de Osos”

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Doscientos Años Después

alguna, y desengañado, que si cada superior de este vecindario no se ciña a sus facultades y al contrario fomenta la división, no se podrá conseguir el fin que V.S.I. se había propuesta. El cura se conduele y se acongoja pero lo considero sin facultades para poner remedio a estos males: en este año espero que V.Ilma se dignará providenciar lo medios que costen estos daños, como el de eximirme del cargo en que hallo constituido. Dios Ntro. Sr. que la importante vida de V.S.I Santa Rosa y abril 23 de 1793, José María de Zulaybar.”144

Al margen de este oficio apareció la siguiente nota:

“Rionegro, respondí en 26 de abril de 1793, que Zulaybar de acuerdo con el Cura dispusiere un altar decente para decir Misa y demás funciones y que fomentase la reparación o reedificación de la Iglesia Parroquial a cuyo fin aplique los caudales que haya de las mayordomías de Ánimas, del Santísimo y de Nuestra Señora de Chiquinquirá y de Fábrica.”145

El QUINTO DOCUMENTO del 23 de abril de 1793 había sido firmado por el Párroco Nicolás Francisco de Agudelo y dirigido al Obispo de Popayán Don Ángel Velarde y Bustamante.

“Ilustrísimo Señor. El daño de esta Iglesia ha proseguido en tanto grado que sin duda demuestra ruina total, pues dicen los artífices que el un lado del todo se halla desplomado, el techo rompido, los pilares desarreglados y algunas vigas descabezadas, últimamente todo el edificio se ha movido y carece de fijeza, no registrándose otra cosa que lástimas inconsolables, por lo que se consumió Nuestro Amo Sacramentado y de acuerdo con el Mayordomo hemos extraído del templo todas las imágenes y paramentos que hoy se han entregado con inventario para su custodia a los vecinos que hemos juzgado a propósito. Por dictamen de los artífices se va a desarmar el techo y tapias muy vencidas, las buenas para que del todo no perezca el material y que vaya levantando sin arcos apuntalando la Capilla mayor y reformando en igual altura una parte de la presente como hasta la puerta de la sacristía, mas en el ínterin se verifica esto que dilatara algún tiempo, nos consolaremos con llorar. Mi parecer ha sido se levante dicha parte de Iglesia porque aunque el domingo 21 del corriente que no estuve yo aquí se unieron y convinieron algunos vecinos en que erigiese una Capilla pequeña, pensamiento que yo no desapruevo dedicándose al Señor San Francisco de Borja y a Santa Bárbara y que se perpetuare para sepultar los párvulos (con calidad de que la fábrica nos contribuyese a ella, con las tejas

144 Archivo de la Curia de Santa. Legajo marcado “Santa Rosa de Osos”145 Legajo marcado “Santa Rosa de Osos”

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Luis Octavio Yepes Roldán.

viejas y maderas que no alcancen al nuevo techo que pudiera concluirse en dos meses) desde luego no se verificará mediante se hallan discordes en cuanto al lugar donde deba levantarse, naciendo en esto en mi sentir de las etiquetas de este lugar que poco calman sin embargo que no ceso de rogarles, clamarles y persuadirles que nos hallamos en tiempo de olvidar injurias y perdonar agravios. Pero, Señor, o eríjase esta Capilla o la mayor como queda dicho, siempre necesitamos para la pronta administración de Sacramentos de que la piedad y benignidad de V.S.Ilma. nos dispense algún socorro extraordinario. El sábado que me fui a La Carolina de pasada llegué donde el Teniente Zea que hablándole sobre la necesidad que ya reconocía, se ofreció muy gustoso a concurrir a todo con sus esclavos y dar los auxilios que de parte fuere, sin meterse en cobrar ni percibir mandas y hoy ha enviado muy diligente haciendo traer puntales y recogiendo las gentes para cuanto era necesario. De esto he estado muy gozoso al considerarle con un espíritu de caridad en beneficio de esta iglesia a no ser que se haya entibiado esta tarde que se recordaron en él y don José algunos sentimientos de la vida pasada, cuya memoria me causó gran dolor. Quedo rogando a Dios Nuestro que la importante vida de V.S.Ilma, dilatados y felices años. Ossos y abril 23 de 1783. BLP (beso los pies) de V.S.Ilma. su más humilde súbdito Nicolás de Agudelo.146

Al margen fue escrita por quien recibió el documento la siguiente frase:

“Rionegro. Respondí en 26 de abril del 93 al cura que de acuerdo con Zulaybar dispusiese un altar decente en la sacristía o cerca de ella para decir Misa y demás y demás funciones y que propendiese a la reparación o reedificación de la parroquial a cuyo objeto aplique las cuartas correspondientes al presente año”147

En el SEXTO DOCUMENTO del 26 de abril de 1793 fue la respuesta oficial de parte del Obispo (que estaba de Santa Visita en Rionegro) a don Josef María de Zulayvar, Mayordomo de Fábrica.

“Muy Señor mío. Por la carta de V.M (vuestra merced) de 23 de este mes y papeles que acompañaban, quedo enterado de la lastimosa ruina de esa Iglesia Parroquial que han causado los continuos y violentos temblores experimentados en ese sitio cuyo terrible suceso me deja lleno de tristeza subiendo a veces de punto al considerar la natural consternación en que se hallan todos esos vecinos. Atendiendo como es justo a su consuelo, escribo con esta fecha al

146 Legajo marcado “Santa Rosa de Osos”147 Archivo Curia. Legajo marcado “Santa Rosa de Osos”

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Doscientos Años Después

cura Don Nicolás de Agudelo que de acuerdo con V.M. disponga con la posible decencia un altar en la sacristía o muy cerca de ella, respecto de ser la parte preservada del terremoto, para celebrar el Santo Sacrificio de la Misa y ejercer provisionalmente las demás funciones de su ministerio, sin pensar en colocar Nuestro Amo hasta nueva orden mía. Como esta providencia es por ahora y en atención a las urgentes circunstancias del día, parece muy puesto en razón que ese vecindario no prescinda de reparar o reedificar la parroquia desde luego y del modo conveniente y para que se anime cada uno a contribuir según su posibilidad y piedad, aplico a este objeto los caudales que haya pertenecientes a la mayordomía de ánimas, Nuestra Señora de Chiquinquirá, el Santísimo y de Fábrica y ruego a V.M. fomente por su parte este pensamiento que también auxiliaré yo con las cuartas de ese curato correspondientes al presente año, procurando reunir los ánimos y que entre todos reine la mejor armonía. Dios guarde a V.M. Santa Visita de Rionegro, 26 de abril de 1793 (dirigida al señor don. Josef María de Zulaybar)148

Santa Rosa estaba consternada. Su templo parroquial casi derruido. Sólo, de acuerdo con los informes posteriores se había salvado la sacristía.149

Los vecinos, con el Teniente de Gobernador a la cabeza se dieron a la tarea de adaptar el muro en pie y las paredes de la sacristía para improvisar una ERMITA. Y con este nombre, durante los cuatro años siguientes, a partir del 16 de junio, se reabrió para la administración de los Santos Sacramentos.

En el Libro I A de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas, en el año 1793 se lee la siguiente partida. “En esta SANTA ERMITA a dieciséis de junio de mil setecientos noventa y tres puse óleo y crisma a ANA MARÍA, hija legítima de Luis Areiza y Rosalía Chavarría. El 4 de febrero de mil setecientos noventa y siete el párroco Doctor Don Nicolás Francisco de Agudelo bautizó por última vez en su SANTA ERMITA. “Puse óleo y crisma a MARÍA JULIANA hija natural de Juana Josefa Peña”150

148 Archivo Curia. Legajo marcado “Santa Rosa de Osos”149 Historia de los terremotos en Colombia, Ramírez, Jesús Emilio 1975. p. 95. 1792, abril 13. Una serie de temblores empezaron en esta fecha y continuaron hasta el 10 de junio. No cesó de atemorizar a los habitantes de Medellín. Acerca de ello dice Luis La Torre Mendoza “a causa de estos temblores se vencieron muchas casas de la ciudad de Antioquia y también la Iglesia de Santa Rosa. 1792 fue llamado el año de los temblores”) (es patente el error ya que el terremoto fue un año después) 150 Libro I A de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas, en el año 1793

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Luis Octavio Yepes Roldán.

REEDIFICACIÓN

En la foxa 118 (numeración nueva p. 236 del Libro I A de Bautismos, Matrimonios, Defunciones y Fiestas), el padre Agudelo escribió, de su puño y letra la siguiente nota:

“HABIÉNDOSE REEDIFICADO ESTA PARROQUIA CON VEINTICINCO VARAS DE MÁS DE LONGITUD Y DOS DE LATITUD, CAPILLA DE ÁNIMAS, Y TAMBIÉN SACRISTÍA, MUY CAPAZ CON SU CORREDOR Y SITIO PARA JARDÍN, CERCADO DE TAPIAS ALTAS Y ESTANDO CONCLUIDOS LOS ALTARES Y LOS TECHOS MÁS DE LA MITAD DE ELLA, CON ATENCIÓN A LA URGENTE NECESIDAD, LA BENDIJE CON LA BENDICIÓN QUE TRAE EL RITUAL ROMANO HOY DÍA DIECINUEVE DE FEBRERO DE MIL SETECIENTOS NOVENTA Y SIETE, Y PARA QUE CONSTE LO FIRMO YO EL CURA DE ESTA FELIGRESÍA. NICOLÁS FRANCISCO DE AGUDELO”.151

En escasos cuatro años la unión de amos, esclavos, mestizos, mulatos, españoles, criollos, gobernantes, autoridades de Antioquia, la capital, vecinos de los nuevos poblados de San Luis de Góngora y San Antonio del Infante, aportando maderas, columnas, tejas, tierra amarilla apta para las tapias, y con la orientación de maestros constructores, indudablemente dirigidos por alguno de los muy conocidos de la ciudad de Cartagena, el pequeño templo quedaba rejuvenecido y agrandado para el bien espiritual de los feligreses.

La COMISIÓN COROGRÁFICA de 1852 se dio el lujo de ser la primera entidad oficial que lo llevaría al lienzo.

Los paramentos, los ornamentos, las alhajas, las imágenes, los cuadros (entre ellos el MÁS FAMOSO ERA EL DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ Y EL DE SANTA ANA DE ARCE Y CEBALLOS), las alhajas y otros bienes que habían sido asegurados en las casas vecinas del marco de la plaza, regresaron a su sitio.

Muchos años después, en una descripción espectacular, un documento guardado por el Padre Josef Sinforoso de Upegui mostraba el verdadero inventario de este templo al comienzo del siglo XIX.

El Padre Francisco Agudelo había sido el alma y el motor de la reconstrucción. Los robles de los montes vecinos, los eucaliptos que abundaban en la región, los

151 Foxa 118. Numeración nueva p. 236 . Libro I A de Bautismos, Matrimonios, Defunciones y Fiestas

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Doscientos Años Después

pinos ya muy conocidos proporcionaron la madera para las columnas y para las vigas del techo. Hábiles “piseros” organizaron vuelta por vuelta las paredes del templo hasta la altura indicada.

Desde el púlpito, al lado derecho entrando el Padre hablaba con sus feligreses y los motivaba para que las obras prosiguieran y culminaran pronto. Las autoridades civiles reforzaron las ayudas e instaron a los Partidos para que hicieran aportes sustanciales como consta en el siguiente documento.

Si el MAYORDOMO DE FÁBRICA había afinado los instrumentos que tenía a mano para lograr la reconstrucción del templo, en 1797 Don José Marcos Campuzano a la vez Mayordomo y Alcalde se dirigió a los habitanes del Sitio de Riogrande para que colaboraran. “Señor Teniente de Gobernador Don Josef Marcos Campuzano, Alcalde Juez Partidario de este sitio y Tesorero de los intereses de la FÁBRICA de esta Santa Iglesia ante V.M. parezco con la mejor forma que haya lugar en derecho y DIGO: que del partido de Riogrande no se ha contribuido por ahora con cosa alguna para ayuda del presente pago y siendo así que la necesidad se halla de manifiesto y a riesgo de que pare la obra, se ha de servir V.M. se compelen al Juez de aquel partido y a sus vecinos a que concurran inmediatamente con las cantidades que tienen ofrecidas para que, en el caso de que estas no sean suficientes, se proceda al repartimiento que se halle por conveniente contra los que no hayan concurrido o sea muy corto lo que hayan ofrecido, según lo provenido por toda ley y Concilio que así lo dispone que todo tiene lugar en justicia que pido y juro don Josef Marcos Campuzano”152

NUEVAS REFORMAS. CONSTRUCTOR DEMANDADO

En ninguna de las anotaciones posteriores apareció el informe de culminación de la obra pero sí se indicó que el contrato inicial había sido firmado entre el Mayordomo y el Presbítero Doctor Don Manuel Londoño, en 1796, según el documento siguiente. El asunto del contrato de construcción o reconstrucción o reparación de la Santa Iglesia, firmado entre el Mayordomo y el Presbítero Señor Doctor Don MANUEL LONDOÑO, venía del año anterior, 1796.

En efecto se encontró el siguiente documento. “En el sitio de Santa Rosa de Osos de la jurisdicción de Antioquia, en 4 de septiembre de 1796, habiéndose juntado este vecindario a tratar y conferir sobre el ajuste hecho con el Señor

152 Caja General n. 5. Juzgado del Circuito 1. S.R.O. Legajo 1796-1804

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Doctor Don Manuel de Londoño en la cantidad de 1950 castellanos por la obra material de la fábrica de esta Santa Iglesia hasta su conclusión en los términos que constan por el adjunto compromiso firmado del nominado Señor Doctor, ya que al principio de este ajuste sólo importaba lo pedido por el indicado Doctor, la cantidad de 1200 castellanos, quedaba al vecindario la pensión de conducir todo el material de teja desde Riogrande, todo el material de piedra para la portada, toda clase de madera y clavazón para el techo y las tres puertas principales de la entrada a dicha Iglesia con las dos de la sacristía y capillas, como la embalaustrada y entrada al baptisterio, reflexionando el vecindario que les era menos gravoso el pagar alguna parte y porción de pesos por librarse así de la compra como de conducción de todos estos materiales, propusieron darían a dicho Señor Doctor la cantidad de 750 castellanos más de exceso sobre el primer ajuste de los 1200 castellanos, que unidos ambos, hacen el total de los ya dichos 1950, una cantidad, dijeron, satisfacatoria a proporción de sus caudales, en tres tercios, en fin de este próximo pasado agosto, fin de diciembre de este año y el último resto al remate a condición perfecta de la obra, y por cuanto sería gravoso a dicho Señor Doctor Londoño el tener que recaudar de cada vecino de por sí la parte y porción que a cada uno correspondía para hacerse pago de los dichos 1950 castellanos, se trató en la misma Junta que alguno de los vecinos de mayor proporción y de más facultades, definiera escrituras a nombre de todos, obligándose a dar y pagar en la conclusión de la obra la cantidad y porción que la tiene de entregar y regulando que aquel restante de entregarse la mayor parte de dicho total, se obligaren para cualesquiera de dicho a sanción a favor del indicado Doctor, la cantidad de 750 castellanos porque los 1200 debían estar satisfechos en fin de diciembre del mismo año, a cuyo efecto los Señores Tenientes de Gobernador y Alcalde de este sitio y el Teniente de la Recaudación de este dinero debían expedir sus providencias para la recaudación de los intereses que cada uno de los vecinos habría consignado para este efecto para no grabar a ningún particular. En esta virtud los abajo firmantes por nos y a nombre de todo el vecindario confesando como confesamos la común conformidad en el ajuste de la MAGNA OBRA por la cantidad nombrada de 1950 castellanos, nos constituimos que es el caso de que por algún evento no se pudiera aportar el todo de ella a la conclusión de la obra de dar y pagar al nominado Doctor aquel resto que faltare hasta en la cantidad de 750 castellanos que es la porción que en dicha Junta del vecindario se reguló, pudiera demorarse algún tiempo su cobro satisfaciendo cada uno de los firmados la parte y porción que le correspondía de esta cantidad, ínterin

150

Doscientos Años Después

se verificase el total cobro del vecindario cuyo nombre otorgan este (ilegible) en cuya virtud nos constituimos y obligamos a dar y pagar la enunciada cantidad en los términos referidos al fin de la obra sin más plazo, demora ni dilación que no la habrá a cuyo cumplimento obligamos las personas y bienes del vecindario; y los bienes y rentas nuestras propias que tengamos, tengan o tuvieren con sumisión a las Justicias de S.M. a cuya jurisdicción nos sometemos y renunciando nuestros propios fueros y otros (ilegible) de nuevo ganaremos domicilio y vecindad con todas las demás Leyes, fueros y derechos que hagan o hacer puedan a nuestra favor con la general que lo prohibe para ser obligados a cumplimiento como por instrumento ejecutivo. En testimonio de lo cual ante dichos Señores Tenientes de Gobernador y yo, dicho Teniente, certifico conozco a los otorgantes que la otorgan según y como queda expresado, y la firman junto conmigo y testigos por defecto de Escribano Público y del Número. José María Zulaibar, Joaquín Barrientos, Agustín Madrigal, Josef Marcos Campuzano, Francisco Javier Orrego, Miguel Madrigal, Joseph Ruiz, Francisco Miguel Monsalve, Francisco Miguel Tamayo, Joaquín de Restrepo, Salvador Jaramillo, Plácido Missas, José María Zapata, Nicolás Francisco de Agudelo presbítero”153

El 3 de enero de 1797 se anotó:

“En atención a que es constante el riguroso apremio con que justamente solicita el Doctor Don Manuel Londoño por la parte que de plazo cumplió se le debe por las obras materiales de esta Nuestra Iglesia Parroquial a cuyo procedimiento no debía de haber dado lugar dicho Alcalde mediante a que ninguna diligencia compete más a su obligación que la de esta recaudación encargada por las leyes así canónicas como civiles, se le notificará que en el día de mañana presente al Señor Alcalde, Tesorero de los intereses de esta Santa Iglesia el dinero colectado con la lista de los que hubieren contribuido y los que faltaren a la contribución según sus mandas para proceder al apremio de los motivos sin perjuicio de proceder al repartimento conforme a nuestras Leyes 3 y 4 y las disposiciones canónicas establecidas por el Santo Concilio de Trento. Ante el escribano público y real José María Zulaybar”154

El anterior documento permitía concluir que el templo sí había sido reparado y puesto al servicio de la comunidad. El Doctor Don Manuel Londoño continuó al frente de otras labores posiblemente de embellecimiento y refuerzo de columnas, paredes y techos.

153 Archivo de protocolos de Santa Rosa, año 1796, foxas 48 y 49.154 Archivo de protocolos de Santa Rosa, año 1796.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Pero se presentaría un nuevo contratiempo, y muy grave, que, aparentemente, incluyó una demanda contra los constructores, como se puede colegir de los siguientes documentos de 1801, o sea a los cuatro años de la primera reconstrucción.

Con fecha 15 de enero de 1801, Don José María Zulaybar, mayordomo de fábrica de la parroquia se presentó ante las autoridades para indicar que el mismo había contratado con el Señor Presbítero Doctor Don Manuel de Londoño la culminación de las obras del templo, que ya estaba funcionando desde 1797, de acuerdo con los vecinos.

En efecto le había sido entregada una buena cantidad de las limosnas para la obra y por escritura pública se le indicaron las condiciones, pero ANTES DE ENTREGAR LA OBRA A ENTERO CUMPLIMIENTO, se arruinó el edificio (construido a su dirección y cuidado). El Mayordomo preguntó si el Presbítero constructor debería hacerla de nuevo como estaba antes de la ruina. Mencionaba la angustia del pueblo que se quedaba sin Iglesia para concurrir a las festividades de nuestra religión. Entonces propuso al Señor Teniente de Gobernador de Santa Rosa, en el Valle de los Osos, conformar una JUNTA DE INDIVIDUOS para tratar con ella la reparación del templo. Los vecinos estaban dispuestos a aportar nuevas limosnas sin “perjuicio y con reserva de reclamar el saneamiento de los costos de la nueva obra contra el citado Pbro. Londoño”. Para dar inicio a esta NUEVA REPARACIÓN era preciso contactar oficiales peritos de albañilería y carpintería que reconocieran el verdadero estado de la Fábrica y que dictaminaran si esta RUINA que estaban presenciando era consecuencia de la destrucción de 1793 del PAREDÓN DE LA PORTADA o era consecuencia de las obras que había promovido el Presbítero Londoño y sus esclavos ayudantes. Y que conceptuaran de manera muy clara, según las reglas del arte incluyendo la obra de carpintería para la armazón del techo, cuál era la mejor madera, cuál sería el entejado e indicar “el valor actual de la obra hecha por el referido Dn. Manuel. Igualmente solicitaba se informara al Superintendente Eclesiástico para conocimiento de “la triste noticia”155.

En la misma fecha respondió el Teniente.

“Santa Rosa y enero veinticinco de mil ochocientos un año. Por presentada. Hágase el reconocimiento que esta parte pide con el aprecio de lo útil actual que existe fabricado, en la Iglesia Parroquial de este sitio, por el Presbítero Doctor Don Manuel de Londoño; traerán peritos artesanos de suficiente inteligencia para

155 Archivo Histórico del Municipio de Santa Rosa de Osos, legajo del Juzgado del Circuito Uno de Santa Rosa de Osos, Tomo único (1800-1804)

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que con las formalidades de Derecho evacúen lo que cada uno diga según su arte y para que tenga efecto el presente, el escribano despachará inmediatamente oficio con relación compendiosa de esta presentación y con inserción de este preveído al Señor Vicario Superintendente y Juez Eclesiástico Doctor Don Jerónimo de la Calle para que se sirva hacerle notificar el contenido de este auto al dicho Presbítero Doctor Don Manuel de Londoño, a quien, en caso de desentender de su cumplimiento o retardarlo, le pagará el perjuicio que haya lugar en Derecho, sirviendo este auto de requerimiento. Se reserva proveer lo más que convenga al pronto reparo de la dicha Iglesia, que por su presente estado amenaza ruinas funestas e irreparables y hágase saber. Así lo proveyó, mandó y firma el Señor Don Andrés Antonio Sanín y López, Teniente de Gobernador de estos Valles de Ossos y sus nuevas poblaciones, por ante mí, que doy fee. Firmado y rubricado ante Juan Modesto Tamayo escribano público del número”156

Se ha de suponer que el reconstructor, ayudado por expertos, al fin culminó su obra. No existe un texto que lo confirme. De todos modos las fallas se fueron agrandando, de tal manera, que más de cincuenta años después otro Alcalde, con ayuda de peritos, ordenaría la demolición definitiva. El culto pasaría al Templo del Señor de la Humildad.

CULTO A LA PATRONA

Organizada convenientemente la Santa Iglesia Parroquial fue preciso, mediante documento público, definir algunas disposiciones sobre las celebraciones y el culto.

Por eso fue firmado el siguiente documento. “En este sitio de Santa Rosa de Osos, habiéndose juntado el vecindario en la CASA o morada del Señor Teniente de Gobernador de estos valles, don Josef María de Zulaybar, cuyos nombres aparecerán firmados a fin de esta escritura, prestando como prestan voz y caución de los ausente… dijeron que por cuanto era indispensable la obligación que tenía una comunidad arreglada a un vecindario de parroquia a dar CULTO A LA PATRONA bajo cuyo título estuviere erigida su Parroquial y teniendo como tienen jurada por patrona suya a NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ, con la advocación del ROSARIO, se constituían y se obligaban todos y cada uno de por sí a celebrar el día de su festividad que es el segundo de la Pascua de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, debiéndose celebrarse este día misa solemne, con vísperas de igual solemnidad, colocando

156 Archivo Histórico de Santa Rosa de Osos. Tomo único: Juzgado del Circuito. Caja General cinco. 1801

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en su altar durante la celebración DOCE VELAS de cera de Castilla para que cualesquiera vecino pobre pueda sufrir el costo de esta corta limosna sin que pueda ser obligado a mayor costo que el que corresponde al Señor Cura (que es o fuere) de este sitio, por sus ovenciones y limosnas y el costo hasta de las doce velas de cera. En iguales términos dijeron que su devoción tenía elegidos y de nuevo elegían por TUTELARES ABOGADOS ESPECIALES a Nuestro Señor Jesucristo Sacramentado y a su Madre Santísima con la denominación de la PURA Y LIMPIA CONCEPCIÓN constituyéndose a celebrar estas festividades en el primero y tercer día de dicha Pascua, transfiriéndose el de este último día al de la PURA Y LIMPIA CONCEPCIÓN, por beneficio del mismo vecindario por ser más fácil su reunión en los días de Pascua, y acordaron que en el caso o casos en que no se presentasen algunos vecinos devotos que se constituyesen como ALFÉREZ DE LA PATRONA Y TUTELARES a costear las solemnidades de estas festividades en los términos ya referidos o como su devoción les indicase debería, en este caso el vecindario, para que asociados con el Señor Cura que es o que fuere, de este sitio, pasasen a votación y elección de personas que como Alférez de la Patrona o Tutelares, costeasen las festividades sujetándose a esta elección como si en pleno vecindario y por todos fuese hecha a cuyo efecto en el mismo día de la Festividad de la Patrona deberá presentarse el devoto que destinase sus limosnas para el venidero año a su Festividad, lo mismo que a los Tutelares jurados como ha sucedido en el presente año, que en esta misma Junta del vecindario pidió don Gerónimo Palacios que le tuviese por Alférez de la Patrona de esta Parroquial y que como tal se obligaba a costear el culto que se debía dar en este día, en el año próximo venidero de mil setecientos noventa y ocho. En iguales términos se presentaron en la misma Junta don Bartolomé de Restrepo como Alférez de Nuestro Amo y Señor Sacramentado cuya festividad y culto se debía celebrar el primer día de Pascua de la Natividad como está dicho y Eugenio Rodríguez como devoto y Alférez de la Imaculada Concepción de María, ofreciendo sus limosnas en su culto divino en el tercer día de Pascua como está dicho. En cuya virtud por sí y a nombre de los ausentes renunciando como expresamente renuncia las leyes de la mancomunidad, división, ejecución y expensas como en ellas se contiene y declara, otorgan y juran por tales Patrona de este vecindario a Nuestra Señora de Chiquinquirá del Rosario y tutelares a Nuestro Señor Sacramentado y firmaron ante mí Juan Modesto Tamayo escribano público interino del número a 31 de diciembre de 1797. En estado se presentó el Señor Teniente de Gobernador exponiendo que el Ilustrísimo Señor Obispo en su Santa Visita celebrada en el año 1792 en

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este sitio mandó que las festividades de Patrono o Titular en ningún modo se transfiriesen a otro día a efecto de celebrar el culto debido en su día… por lo tanto la celebración será el OCHO DE DICIEMBRE… y será la regla para los sucesores y firman José María Zulaybar, José María Zapata, Miguel de Restrepo, Joaquín de Restrepo, Jerónimo Palacio, José Mateo Zapata, Miguel Pérez, Francisco Josef de Restrepo, Bartolomé de Restrepo, Eugenio Ortega, Martín Rodríguez, Joaquín Taborda”157

De este modo quedaban establecidas las normas para el culto de la Patrona y de los Titulares de suerte que el cura, presbítero Nicolás Francisco de Agudelo, apoyado por la misma autoridad civil, ya contaba con instrumentos adecuados para los Alféreces y devotos.

Cuando el Padre José Sinforoso tomó posesión de la parroquia el templo estaba completamente terminado aún con problemas estructurales que aparecerían posteriormente con graves consecuencias. El púlpito había recibido un tratamiento especial y mostraba los cuatro evangelistas con sus símbolos correspondientes: el león de san Marcos, el águila de san Juan, el Ángel de san Lucas, y el buey de san Mateo.

El altar, cuyo retablo había sido dorado con panecillos de oro poseía los nichos necesarios para la devoción de los santarrosanos. Al fondo y campeando el CRISTO agónico. A su lado derecho Santa Rosa de Lima, coronada de rosas, de manto negro y de túnica dorada. San José, al lado izquierdo, con su barba hirsuta, su bastón florecido y con la tristeza que lo había acompañado siempre. En la nave izquierda, entrando, el sagrario, dorado, con ángeles esculpidos en sus dos pequeñas puertas y con llave dorada, precedido del conopeo que cambiaba de color de acuerdo con el tiempo litúrgico. En la nave derecha el cuadro enmarcado de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Sus medidas habían sido imitadas del verdadero y auténtico cuadro que se conservaba en la Ciudad de Chiquinquirá.

CUADRO DE N. SRA. DE CHIQUINQUIRÁ158

El cuadro original de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá había sido pintado en 1560 por el español don Alonso de Narváez. Se ordenó una copia en Tunja a Fray Andrés Jadraque para adornar la capilla construida por el español Don Antonio de Santana quien, como buen encomendero, había organizado en SUTA casa para administrar colonos, indios y esclavos.

El artista cumplió el encargo en una pieza de algodón tejido por indios, cuyas dimensiones eran de 125 de largo por 111 de alto. 157 Archivo del Municipio de Santa Rosa, Protocolos de 1797158 Fray José Medrano Prieto, O.P. Santuario Mariano de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, 2004

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En el centro aparecía la Virgen María y a su lado derecho San Andrés (que era el patrono del Fraile Andrés) y a la izquierda san Antonio (patrono de Antonio Santana).

Fue ubicado el cuadro en la capilla de SUTA, pero como era pajiza el cuadro se mojó y tanto se deterioró que en 1577, considerándose borrado, fue llevado a Chiquinquirá y abandonado y –dice la tradición- y aún usado para “secar trigo”.

Una Sevillana, María Ramos, encontró el cuadro, y lo ubicó en su propio oratorio. Según la crónica el 26 de diciembre de 1586, gracias a las plegarias de la devota dama, se restauró milagrosamente, recuperó sus colores y su fulgor, fenómeno que fue captado por el hijo de una esclava. Desde entonces nació la DEVOCIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ.

La descripción del cuadro real es la siguiente: la Virgen mide un metro. Mira a la izquierda al niño cuyo pecho está desnudo. La sonrisa de María es angelical y cargada de dulzura. El Niño porta en su mano un pajarillo policromo, sujetado con un cordel en el dedo pulgar. De su manita izquierda pende un rosario. Ambos rostros son pálidos. María está apoyada en una media luna, parece levitar. Su toca es blanca recogida sobre el pecho. Su manto azul celeste y su vestido rosado. De su meñique cuelga un rosario y lleva, en la mano derecha, el cetro. Superpuestos al cuadro aparecen dos coronas, un cetro, dos rosarios, 27 escudos de oro. El marco es semicircunferencial de plata con hojas de acanto, talladas en plata. Presenta las insignias de la Cruz de Boyacá, condecoración presidencial en tiempo del General Gustavo Rojas Pinilla, en 1955.

En 1897 fue recubierto por un grueso cristal para su protección. En 1829 Pío VII la declaró Patrona de Colombia. Su coronación canónica fue en 1919. En 1927 se inauguró su Basílica. Es conocida, entre el pueblo como “La Chinita”

Al lado derecho aparece San Antonio de Padua con un libro en su mano izquierda sobre el cual está de pie un Niño Jesús. En su mano izquierda porta una pluma. Su hábito es negro con capucha y cíngulo. Está descalzo.

A su izquierda está el Apóstol san Andrés de túnica violeta, capa amarillenta, con un libro abierto en la mano derecha. Está leyendo. A la izquierda se ve una de las ramas de la X (cruz en aspa) apoyada en el suelo. Detrás aparece la segunda parte del aspa.

En una estampilla de CORREO EXTRA-RÁPIDO de cinco centavos aparece COMPLETA LA CRUZ abrazada por el Santo.

María está rodeada de un halo amarillo. Y al fondo aparece un cielo azul con arreboles y escasas nubes. El piso es de color terroso claro.

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RENUNCIA DEL MAYORDOMO DE FÁBRICA

Una copia de este hermosísimo cuadro hacía parte del inventario de la Santa Iglesia cuya reconstrucción había sido obra de los vecinos y en especial del Mayordomo de Fábrica José María Zulaybar, quien al finalizar 1810 (todavía era cura el Padre Nicolás Francisco de Agudelo) presentó su renuncia después de 18 años de intensa labor.

En diciembre de 1810 compareció ante el Teniente de Gobernador José Silvestre Vélez, el Mayordomo de Fábrica, don José María Zulaybar, Administrador en esta jurisdicción, dueño de minas en el sitio de Tierradentro, con cuadrilla de esclavos y dijo: “que hallándose con el empleo de mayordomía de la fábrica de esta Parroquial por nombramiento del Ilustrísimo Señor Diocesano desde el año pasado de mil setecientos noventa y dos, conociendo no poder dar cumplimiento a las funciones y asistencia que demanda este empleo porque precisado en su estado de viudo, cargado de pequeña familia e hijos, dar cumplimiento a estas tan precisas obligaciones en su educación y sustento y por verse en la necesidad de dar continua asistencia a las labores de la mina fuera de dicha jurisdicción, con otras obligaciones y empeños, porque es indispensable concurrir en varias circuntancias, se ha comprometido encargarse inicialmente la dicha mayordomía a Juan García, mercader, en este dicho sitio, previa la anuencia del cura párroco don Nicolás Francisco de Agudelo, pero en ausencia del primero lo reemplazaría otro mercader, don José Miguel Botero. Y firman testigos Juan García y Campuzano, Matías Velásquez, Miguel Jaramillo y José Miguel Botero”159

JOSÉ SINFOROSO, HOMBRE DE PIEDAD

Le fue aceptada la renuncia. Indudablemente el nuevo párroco José Sinforoso lo extrañó, porque se requería un Mayordomo muy especial para continuar manejando la Santa Iglesia, cuyas estructuras estaban en lamentable estado.

Este santo templo fue el centro de catequesis del Padre José Sinforoso de Upegui. Lo amó profundamente y en él, a los pies del Amo Sacramentado, lloró y suspiró por sus feligreses.

Desde este templo contempló el desplome lento pero continuo de la Monarquía. Desde él pudo informar a sus feligreses la aprobación de la libertad de úteros, tema que les explicó, con gran gozo de los padres esclavos quienes, al engendrar a sus hijos, los traían completamente LIBRES, de acuerdo con lo aprobado en la JUNTA PROVISIONAL reunida a veces en Antioquia, a veces en Rionegro.

159 Protocolos Arch. Santa Rosa, 1805 a 1811

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El Santo Sagrario lo vio partir hacia Cañasgordas cuando el Obispo lo castigó por su “condición de insurgente” y el mismo lo vio llegar, con la humildad de siempre, cuando fue reintegrado.

En este mismo templo fue velado en el día bendito de su PASCUA cuando fue llamado a la derecha del Padre como un buen SIERVO. Se cumplía la promesa: había sido el ESCLAVO DEL SEÑOR y ahora entraba a gozar del premio que se le había prometido: “VENID BENDITOS DE PADRE porque tuve hambre y me diste de comer”.

José Sinforoso de Upegui, que nunca aspiró a la gloria de los santos, vivió y murió como tal y para sus feligreses fue el modelo del sacerdote. Murió el 29 de octubre de 1853.

Quizás desde ultratumba, cuando el año mil ochocientos sesenta tocara a las puertas del Distrito y, por ende, del templo, conocería las últimas decisiones del Alcalde y de los feligreses. El las había intuido en vida, cuando, en sus largas meditaciones, sentía el ruido cansino de las columnas y parales, y el raer continuo del comején sobre las cerchas y envigados. En efecto el TEMPLO hubo de ser demolido alrededor de 1860 de acuerdo con los documentos de los Archivos de Santa Rosa de Osos.

Su visión profética lo había llevado, a partir de mil ochocientos cuarenta y cinco, a realizar una buena negociación con don MODESTO TAMAYO, a quien compró un solar, que se empinaba en el anfiteatro de la MINA de las cabeceras del Río Guadalupe, las mismas que habían sido objeto de litigio por el viejo MINERO DON MARTÍN DE MORA y de sus hijos sacerdotes, entre las ya llamadas calles Real (o del comercio), El Palo y Colombia (el antiguo camino de Sotachiro) para apoyar la idea de unos santos feligreses que desde veinte años antes habían sentido la necesidad de establecer un CULTO especial al más Humilde de los Siervos, el SEÑOR DE LA HUMILDAD.

Sinforoso no tuvo tiempo de construirlo porque había sido llamado al Templo Eterno. Lo hizo su sucesor. A partir de 1860 este Templo se convirtió en la Santa Iglesia parroquial de Santa Rosa, función que culminaría cuando Santa Rosa recibiera la Mitra, tiempo en el cual el culto fue centrado, al principio en forma ocasional, y luego permanente, en la Santa Iglesia Catedral, hasta el día de hoy, año 2014.

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INVENTARIO DE LA PARROQUIA DE SANTA ROSA DE OSOS160

En 1837, de acuerdo con las normas de los Santos Sínodos, el cura Upegui procedió a inventariar los bienes de su Iglesia Parroquial.

“INVENTARIO GENERAL QUE YO el Presbítero Cura de Santa Rosa José Sinforoso de Upegui formo de todas las halajas de la Santa Iglecia y Capilla del Sementerio que están a cargo de los mayordomos de fábrica y el Santícimo, en cumplimiento de las órdenes y cédulas vijentes de 19 de julio de 1797 en el capítulo 46 apreciadas las alajas de oro y plata con su peso y valor por los señores José María Cantallos y Benito Ortiz nombrados como oficiales de platería por mi y dichos mayordomos, y es como sigue” (sic)

“La Santa Iglesia es de tapias y de tejas y tiene tres puertas y tres naves y una torre con dos campanas, tres ventanas de reja, la del medio, con alas, y las dos laterales sin ellas; un altar mayor de madera todo sobredorado, su tabernáculo con frontal. Dos altares colaterales de madera sobredorada con sus frontales. Dos altares, uno en cada nave. El uno pintado al óleo de Nuestra Señora de las Mercedes y el otro de San Antonio con sus frontales. Una sacristía con dos puertas, una ventana y una baranda de madera. Una capilla con una puerta y dos ventanas. Un coro con puerta y escalera. Un bautisterio con un enrejado y puerta de madera pintada al temple. Un esquilón. Seis campanillas chicas, dos sagrarios sobredorados.

UTENSILIOS DE LA IGLESIA: Un púlpito de madera enyesado. Dos confesionarios pintados al temple. Nueve escaños. Dos pilares. Un púlpito viejo, tres sillas de sentar, cinco atriles, siete mesas, cuatro con cajones, cuatro cruces con una grande del descendimiento, 40 candeleros de palo enyesados, 16 grandes pintados de colorado, 16 de loza verde, 2 de vidrio, 19 de lata, seis de metal, 8 de palo dorados de plata, 12 alcayatas de lata y palo, 18 alcayatas de lata, 4 tarimas, 2 mesas redondas, una mesa grande con dos cajones para echar velas, 8 “acheros” de palo enyesados, 3 “arcinas” de palo, dos arañas de lata, un tenebrario de palo, dos ciriales de palo, una cruz alta con 4 forros, dos blancos y dos negros, dos ciriales y dos credenciales pintados al óleo, 6 andas de santos aderezadas, un ataúd de madera de cargar “defuntos”, una caja grande de madera, una matraca de madera, una escalera de goznes de palo, una escalera grande de palo, 2 escaleras chicas de palo, una banqueta de escalar de palo, una armazón de tablas para hacer el monumento, una armazón

160 Archivo Diocesano. Curia de Santa Rosa de Osos. Legajo de Santa Rosa, no empastado, no numerado

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de palo para el Monte Calvario, 14 cruces de palo del Vía Crucis, una caja de guardar ostias, dos vinajeras de cristal, 3 faroles de vidrio, un farol de lata, un farol forrado en trapo, tres piedras de ara, una frasquera con 11 frascos verdes, un púlpito de palo viejo, un velero, 2 cedazos, una pila bautismal que está en el bautisterio, una tumba para el funeral de ánimas, una corona de San José de palo dorado, un tablerito en que se cuelgan paños (sic).

IMÁGENES. Tres Cristos con cruces, Nuestra Señora de Chiquinquirá con marco dorado y estrellas de plata, Jesús de Nazareno de bulto, la Resurrección de bulto con estandarte, la Virgen de las Mercedes con dos vestidos, y silla y es de bulto, la Soledad con vestido de luto, Jesús Crucificado, la Virgen de los Dolores vestida, de bulto, San Juan Evangelista vestido de bulto, Santa María Magdalena vestida de bulto, San José de bulto grande vestidos dos, Jesús de Nazareno chico con silla y dos vestidos, la Concepción pequeña de bulto, san Isidro pequeño de bulto, el nacimiento de bulto, dos cuadros de Dolorosas de retablo con marco dorado, uno de Santa Rosa de retablo con marco dorado, dos de la Santísima Trinidad de retablo, uno de san Juan de Dios de retablo con marco dorado, otro de Nuestra Señora de la Salud de retablo, otro de san Juan Nepomuceno de retablo, otra del Carmen chica de retablo, san Pedro con dos albas y capa por ser de bulto, san Antonio grande de bulto, tres evangelios, un credo (sic)

ORNAMENTOS. 2 casullas blancas de “brocato” con dalmáticas, una con sus dalmáticas blancas con fondo colorado forro amarillo, 2 de damasco coloradas y una con dos servicios, una de verde y blanco con dos servicios, una de “brocato” con fajas de oro, otra de seda medio color amarillo y rosado, dos moradas de damasco tornasol, dos negras de terciopelo, otra de raso negro, otra de raso de la china forro verde, otra de “brocato” colorado todas aderezadas, 14 albas y 14 amitos, una de lino, 4 sobrepellices de lino, una nueva y 3 no tan nuevas, 3 no tan nuevas de algodón, 12 manteles del altar mayor y San José, 3 sin corre- altares, 23 palias las 13 algo viejas, 14 “manutergios”, 37 purificadores, 2 manteles uno colorado y otro amarillo, 3 capas de coro, 3 blancas, una morada y una negra, 3 “almairales”, un solio de “cubica” colorada que sirve para el buen Pastor, 6 bonetes de paño negro, 7 frontales, dos colorados, 2 negros, 2 verdes y uno rosado de gasas, un roquete de cargar el Amo, 7 cíngulos, 2 estandartes, uno blanco y otro negro, una colcha y un trapo de lana del sepulcro, una alfombra, 4 tapetes, 4 esterillas, un cojín, 2 termos de roquetes, uno colorado y otro negro con camisolas, un quitasol de plaza, un velo negro y otro blanco que sirve para la

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Semana Santa, 20 vestidos de sayones y judíos, un pañuelo de seda viejo, un velo de saraza verde, un paño de “corozal”, 2 pañitos blancos de la Virgen, 4 mantas de la Virgen, 6 carpetas de “ananipola”, 4 paños dos negros y dos “amavesados”, una toalla, una camisita del niño, 4 paños 2 buenos y 2 no tan buenos, un vestido de la Verónica, 8 paños de tapar las cruces, 2 velos del Sagrario, 2 alfombras (sic)

LIBROS. 2 misales buenos, otro nuevo, otro no tan bueno que sirve para el uso, 2 rituales, un librito cotidiano (sic)

ALHAJAS DE ORO. Una corona con peso de diez y nueve castellanos con unos brillantes. Su valor 28 castellanos y cuatro tomines. Otra corona esmaltada del Niño con peso de cuatro castellanos dos tomines, su valor seis castellanos dos tomines. Una media luna con peso de diez y ocho castellanos, Su valor veinte y siete castellanos. Unas estrellas con peso de dos castellanos, las cinco tienen cinco “marenajas”. Su valor tres castellanos. Un prendedor de esmeralda de corazón con peso de un castellano y dos reales. Su valor un castellano cuatro tomines. Una palma y cordón de San Antonio con peso de cinco castellanos, su valor siete castellanos cuatro tomines. Una cadenita de eslabones del Amo con peso de dos castellanos cuatro tomines, su valor tres castellanos seis tomines. (total: setenta y siete castellanos y cuatro tomines)(sic)

ALHAJAS DE PLATA. Dos faroles del Amo con peso de seis libras una onza, su valor ochenta y cuatro pesos siete reales. Una cajita de la urna con peso de dos y medio libras, su valor sesenta pesos y tres más que vale la caja. Dos candeleros con peso de tres libras doce onzas, su valor setenta y cuatro pesos cuatro reales, un incensario con peso de una libra catorce onzas, su valor cuarenta y un pesos. Una caldereta con peso de libra y media, su valor treinta pesos. Un par de vinajeras con su salvilla con peso de una libra, su valor veinte pesos. Otro par con salvilla con peso de media libra, su valor diez pesos. Otra con salvilla con peso de seis onzas cuatro castellanos, su valor ocho pesos tres reales. Un jarro con peso de media libra, su valor diez pesos. Dos candeleros con peso de libra y media, su valor treinta pesos. Un incensario con su gaveta con peso dos libras dos onzas, su valor cuarenta y cinco pesos, seis reales. Una corona de la Virgen con una liga de una piedra amarilla con peso de tres onzas, su valor veintiún pesos, tres reales. Otra corona de san José con su escudo y vara con peso de catorce onzas, su valor diez y ocho pesos dos reales. Una cruz de la Cruz alta con peso de dos libras, su valor cuarenta y dos pesos. Una cadena del Sagrario con dos llaves con peso de dos y media onzas, su valor tres pesos cuatro reales. Dos llaves sin cadena del Sagrario del depósito con peso de

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una onza un castellano, su valor dos pesos. Unas potencias de Jesús Nazareno chico con peso de tres onzas, su valor tres pesos, seis reales. Unos grillos con su cadena de la Virgen de las Mercedes con peso de tres onzas, su valor cuatro pesos un real. Unas potencias de la Resurrección con peso de dos y media onzas, su valor tres pesos un real. Un manto azul de la Virgen de los Dolores con una gasa y cíngulo con peso poco más o menos de libra y media de plata, su valor veinticuatro pesos según cálculo. Unos marcos de la patrona con peso de ocho onzas, su valor diez pesos cuatro reales. Una tachuela purificadora con peso de tres onzas, su valor tres pesos seis reales. Dos cajuelas de cargar el óleo con peso de cinco onzas, su valor seis pesos siete reales. Una custodia con peso de cuatro libras escasas con las lunas, dorada de oro y no más, su valor doscientos seis pesos. Una cruz de “portapas” con peso de una onza y cuatro castellanos, su valor dos pesos, cuatro reales. Tres crismeras con peso de una y media libra, su valor treinta y dos pesos. Un palio con “guives”, campanillas y cordero con peso de veintidós libras su valor cuatrocientos cuarenta pesos. Una cajuela de cargar el óleo con tres servicios con peso de tres onzas, su valor cuatro pesos cinco reales. Un copón sobredorado por dentro con peso de una libra, su valor treinta pesos. Otro sobredorado con peso de una libra dos onzas, su valor treinta y dos pesos. Un cáliz con cuchara y patena dorado por dentro y por fuera hasta el sobre puerto realzado la peana con peso de una libra, su valor treinta y cuatro pesos. Otro con peso de una libra dorado por dentro y la boquilla y la patena con la cuchara dorada por dentro, su valor veintiocho pesos. Otro aviado con peso de trece onzas dorado por dentro, su valor veintitrés pesos tres reales. GRAN TOTAL 1.393 castellanos con 2 tomines (sic)

ALHAJAS DE FIERRO. Dos planchas, un azadón, un ostiario, un formero, 9 llaves, una barra, un fondo de cobre con 38 libras (sic)

DONAS. Dos candeleros de plata que dio la Señora Josefa Peña con peso de libra y media que ya apreciados en la lista de la plata. Un vestido de seda de San José que dio la dicha. Un frontal de madera pintado que dio la dicha para el altar de San José. Un velo de seda que dio la dicha para el mismo altar. Una faja de hilo de plata que dio la Señora Juana Castrellón a la Virgen de los Dolores. Dos candeleros de bronce y una palia que dio la Señora Mercedes Zulaibar. Un baúl con cerraduras y dos candeleros de cobre que dio el señor Cura Sinforoso Upegui. Una imagen de Jesús nazareno de retablo que dio el dicho. Un frontal sobredorado con paños y una palia que dio la Señora Victoria Carrasquilla. Seis paños de altar con corre-altares y “manuterios” que dio la

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dicha a la Virgen de los Dolores. Seis túnicas, tres tocas y dos paños para dicha Virgen que dio la dicha. Un resplandor y un corazón con espada de palo dorado que dio la dicha. Una corona de espinas con tres clavos que dio la dicha. Tres cabelleras que dio la dicha. Cinco palias bordadas que dio la dicha. Dos velos uno de raso y otro de gasa que dio la dicha. Seis candeleros, 4 de lata y 2 de bronce que dio la dicha. Dos alfombras que dio la dicha. Un vestido negro para el viernes santo que dio la dicha a la Virgen de los Dolores. Dos esteras que dio la dicha. Dos toallas del Señor que dio la dicha. Cinco macetas que dio la dicha. Una caja de guardar la ropa que dio la dicha Señora Carrasquilla. Una imagen de San Pablo que dio Gregorio Ponce. Una palia que dio la Señora Juliana Pardo. Un frontal de seda azul con una oveja de perlas que dio la dicha. Una imagen que dio la Señora Pastora Mira. Otra imagen de San Vicente Ferrer que dio el señor José María Guerra. Un frontal colorado de “cubica” que dio el dicho. Dos candeleros de bronce que dio el dicho. Una tarima que dio el dicho. Un manuterio que dio el dicho, todo para el altar de San Antonio. Tres paños y cuatro palias que dio la Señora Dolores González. Dos paños y corre-altares que dio la Señora Teodora Jaramillo. Una palia que dio el Señor Juan Nepomuceno Zapata. (sic)

ALTAR DE LA CAPILLA DEL CEMENTERIO.

El cementerio cercado de dos tapias y media bardado de tejas y su puerta con cerradura. Una capilla de 19 varas de tapias y tejas. Dos campanas. Tres puertas con sus cerraduras. Una sacristía. Un coro. Un tabernáculo de madera pintado al temple. Un altar. Un frontal de dos colores. Un atril. Un evangelio. Una piedra de ara. Seis candeleros de lata. Treinta y tres “”soryetas” de plata. Diecisiete candeleros de palo enyesados. Una mesa redonda con dos cajones. Una tarima en el altar.(sic)

IMÁGENES. Una Virgen del Carmen patrona. Un san José con dos vestidos y un velo. La Virgen del Rosario de bulto. Dos cristos uno grande y otro chico. Un san Francisco de Asís. Un san Estanislao. Una virgen de la Candelaria. Un Cristo en la sacristía. (sic)

ORNAMENTOS. Una casulla de tres colores, negro, blanco y colorado. Dos albas con amitos y cíngulos. Cuatro paños de altar aviados. Tres palias. Dos avíos de paños corre-altares. Dos manuterios. Una bolsa de corporales. Dos pañitos aviados con corre-altares de la Virgen. Una sobrepelliz. Un pañito de manos. Un misal bueno. Un bonete.(sic)

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ALHAJAS DE PLATA. Un cáliz con cucharita y patena con peso de catorce onzas, su valor veinticuatro pesos, dos reales. Un par de vinajeras con salvilla con peso de ocho onzas, su valor once pesos. TOTAL 35 castellanos con dos tomines. (sic)

Y siendo concluida esta diligencia de inventarios firmo yo el cura con los apreciadores y mayordomos, en esta Villa de Santa Rosa a tres de octubre de mil ochocientos treinta y siete. Josef Sinforoso de Upegui. Rumaldo Múnera. José María Cantallos. A ruego por Benito Ortiz. Carlos González. Se anexa, en LA NOTA la primera página del documento, para que conste, y la firma final) (sic)

El inventario, de acuerdo con las normas eclesiásticas y sinodales del momento fue enviado al Obispado.

EL SAGRARIO Y EL PÚLPITO DE LA SANTA IGLESIA MATRIZ

Fue entonces cuando Josef Sinforoso se acordó de un documento suscrito en 1811 relacionado con el Tabernáculo y con el Púlpito de esta, su Iglesia, y que aparecía en el inventario.

Era una historia muy humana que demostraba las pequeñas angustias de los habitantes de Santa Rosa.

Don Miguel Valencia era un excelente “tallador” de madera. Tanto que había sido encargado para tallar un TABERNÁCULO en la iglesia parroquial de San Luis de Góngora (“en las montañas de los Yarumales”) con tanto éxito que el cura párroco de Santa Rosa de Osos, Presbítero Doctor Don Francisco Nicolás de Agudelo y su mayordomo de Fábrica, Don José María Zulaybar lo habían contratado en 1808 para una obra similar en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá del Partido de Santa Rosa de Osos.

Aunque no hablaron del precio el párroco insistió mucho en que se le asignara un lote para que construyera casa y cocina, tasado en 50 castellanos, como cuota inicial de su “OBRA MAGNA”, como el mismo lo decía, es decir, un “verdadero monumento maestro de la talla”. El lote “pertenecía a la Virgen”, era propiedad de una “obra pía”, y antes había sido de uno de los vecinos quien –de seguro- lo había regalado para dicha obra. Valencia recibió el lote y construyó en parte casa y cocina que no “pudo concluir”. El párroco murió y la obra no se hizo y el lote “seguía vivo” y los “cincuentas castellanos” eran una deuda ineludible a favor de la Parroquia y de la Mayordomía.

En 1811 –recordaba el Padre Sinforoso- el Mayordomo de Fábrica y dos Diputados del vecindario, al ver que Miguel Valencia no cumplía el trato, retomaron el

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asunto y preguntaron a don Miguel por cuánto realizaba su llamada “OBRA MAGNA” del tabernáculo (es decir Sagrario) teniendo en cuenta el adelanto que se le había hecho. Fuera del Mayordomo, título que era concedido por el Obispo, los vecinos solían nombrar algunos DIPUTADOS o delegados frente a las obras del Templo que hiciesen de intermediarios y veedores de los trabajos.

Valencia respondió que el trabajo valía SEISCIENTOS PESOS ORO. Los diputados pusieron el grito en el cielo. Sabían por fuentes fidedignas que el Tabernáculo de Yarumal había costado mucho menos. Por eso tomaron la decisión de contactar a otro maestro TALLADOR que existía en Santa Rosa quien, considerando que la madera ya estaba cortada en el monte (comino) se contrató por la mitad.

En este momento fue cuando don Miguel Valencia se dirigió al Teniente de Gobernador para incoar una querella pues se sentía “ofendido” por los tales diputados.

Narró su versión. Que los diputados no aceptaron su precio, que se querían quedar con el lote que antes le habían entregado como cuota inicial y que, en definitiva, por tratarse de la obra de la Iglesia pedía al Teniente “mande se me cumpla el trato puesto que estoy pronto a hacer la tal obra en la misma cantidad de trescientos castellanos en que la tienen ajustada con otro oficial”161

El 19 de junio de 1811 fueron citados los DIPUTADOS y el Mayordomo de Fábrica para que narraran su versión. Don José María Zulaybar (quien había renunciado a la Mayordomía de fábrica en diciembre de 1808) echando memoria, contó cómo el Padre Agudelo efectivamente le había asignado el solar de la Virgen al mencionado Valencia quien había construido, sin terminar su contrato, casa y cocina. Que el precio de cincuenta pesos los cancelaría Valencia con obras en el mismo templo incluyendo el Tabernáculo.

Que después supo cómo los Diputados no habían aceptado el precio tan elevado de 600 pesos por lo cual habían escogido a otro tallador que sólo cobraba 300 (esto había ocurrido el 27 de junio de 1811). Los Diputados, por su parte, informaron al Teniente que la madera de cedro ya estaba cortada en el monte, que habían tratado de contactar a Valencia, quien era muy esquivo, y que un día se lo habían encontrado en la Calle Real y le habían propuesto el negocio y le habían pedido que indicara “trazos y medidas del Tabernáculo”, pero que el hombre, muy sismático, había dicho que no rebajaba ni un tomín de los 600 castellanos, y “además nos trató muy mal y nos insultó” porque ese señor es muy “creido”. Fue entonces cuando hablamos con Don Francisco Velásquez, tallador, quien dijo

161 Caja General Nro. 8. Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos. Año 1811

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que estaba dispuesto a hacer un Tabernáculo semejante al de Yarumal por 300 castellanos, y lo haría en cuatro meses, comenzando el primero de julio. Cuando más tarde Valencia rebajó el trabajo a los mismos 300 castellanos nosotros no aceptamos porque “había desaprovechado la ocasión cuando le pedimos rebaja y no la dio”. Eran Diputados don Joaquín Muñoz y don Juan García.

El 5 de julio Valencia presentó un libelo al Teniente indicándole que “nada le han respondido de su querella inicial” y “se siente perjudica por la mora”. El Teniente le hizo entregar las foxas (folias) del pírrico proceso y fue entonces cuando, en otra misiva, Valencia dijo que estaba dispuesto a prestar sus servicios a la Iglesia para así poder cancelar los 50 castellanos que le habían entregado previamente en un lote.

Los documentos habían sido firmados por don Francisco Javier Barrientos con dos testigos: Silvestre Vélez y don Lorenzo María Berrío. Valencia aprovechó para “desmentir” el testimonio de los Diputados. Finalmente, como en las bellas novelas rosa, los Diputados y Valencia acordaron que como don Francisco Velásquez ya había iniciado las obras del Tabernáculo, las continuaría hasta el final, y que Valencia, para responder por los 50 castellanos, iniciaría de inmediato la TALLA del púlpito con su escalinata fija, de acuerdo con un modelo que traería de la Iglesia DE LA CRUZ, de Medellín. (la VERACRUZ), que tanto la escalera como el púlpito serían obras “talladas”, que las entregaría para la “nochebuena” de este mismo año 1811, que terminada la obra se pediría a “dos personas inteligentes” el avalúo de las obras, que si valían más de cincuenta castellanos, se le pagaría el excedente y que se valía menos Valencia devolvería el dinero. Mientras tanto, para su mantenimiento, se le asignarían tres castellanos mensuales, dineros que luego cruzarían al final. Todos muy felices, firmaron. Por eso en el inventario del Padre Sinforoso aparecían, tallados, tanto el tabernáculo como el púlpito y su escalera fija.162 .

LA COMISIÓN COROGRÁFICA.

En 1852 el Padre Josef Sinforoso de Upegui recibió, con mucho alborozo, una IMPORTANTÍSIMA COMISIÓN (que se estaba recorriendo todo el país por orden del Gobierno) con la misión de levantar mapas y pintar óleos de sitios o personajes importantes para el conocimiento de esta naciente República.

Fue conocida como COMISIÓN COROGRÁFICA. (del griego: khoros, “región” y grafos “descripción” de un país, región o provincia)

162 Protocolos 1805-1811, Arch. S. Rosa

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Doscientos Años Después

Fue organizada en 1850 y dirigida del 50 a 59 por don Agustín Codazzi y del 60 al 62 por don Manuel Ponce de León. Entre sus integrantes descollaban Agustin Codazzi, Manuel Ancísar, Henry Price (inglés), Felipe Pérez y otros. Fue considerada como “la continuación de la Expedición Botánica”. Su objetivo era implantar el NACIONALISMO mediante el conocimiento del hombre, su economía, sus mapas, sus culturas y su colectividad.

Codazzi había nacido en Lugo, Italia, en 1793. Moriría en 1859. Fue contactado por Don Tomás Cipriano de Mosquera y contratado para presentar mapas, gentes, recursos, infraestructuras y aspectos económicos. El contrato fue firmado por José Hilario López.

Codazzi se encargaría de los mapas, don Manuel Ancízar de la vida social y cultural, Don José Jerónimo Triana de la flora y fauna, Carmelo Fernández, Henry Price y Manuel María Paz serían los dibujantes y cartógrafos.

Codazzi levantó MAPAS de 26 Provincias de las 32 en que estaba dividida la Nueva Granada en 1851. Fueron descritas las costumbres, las razas, los monumentos y las curiosidades naturales. El total de acuarelas fue de 177, 151 de las cuales están en la Biblioteca Nacional de Colombia. En 2004 la Unesco inscribió las 151 en el “Registro regional de la memoria del mundo”

En 1857 Mariano Ospina Rodríguez contrató a don Manuel Ponce de León y a Don Manuel María Paz para reunir los trabajos de Codazzi, que acababa de morir.

Todo su trabajo fue dividido en EXPEDICIONES, la tercera de las cuales correspondió al noroeste incluyendo las Provincias de Medellín, Córdova, Antioquia y Cauca.

De esta TERCERA EXPEDICIÓN Henry Price dejó 26 acuarelas que comprendían las Provincias de Mariquita, Córdova, Medellín y Antioquia. Entre ellas: Lavado de oro, Parumas, Sombreros de Paja, El niño a la Espalda, La Batea, Hombre en pantaloncillo a la rodilla en el río, típicos como el carriel, cargueros de bordón, cotizas, pantalón a la rodilla, un bulto sostenido por la cincha a la cabeza con el “sufridor” en la frente. Henry Price pintó a Santa Rosa en 1852. Casas de tapia tipo chozas. Aguadores con tina en la cabeza, manto, camisa, falda a los tobillos.

Pintaron en esta zona el Riogrande y el Riochico, la Cascada de Guadalupe, la Piedra del Peñón (peñol) de Entrerríos, y una panorámica espectacular, vista desde algún sitio aledaño al Alto de la Mina, a Santa Rosa de Osos.

167

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V

EL PATIO DE LAS BRUJAS (Patiobrujas)

Las damiselas que se recreaban en el sitio y que deambulaban de ranchería en ranchería eran, en definitiva, VERDADERAS BRUJAS en pacto con

el demonio, quien las aprovechaba para sus juergas lascivas mediante dos figuras terriblemente escandalosas: succubus e incubus, es decir, la posesión diabólica en forma de mujer (succubus: la que “está debajo”) y en forma de

hombre (incubus: la que está encima).

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Doscientos Años Después

EL ANTRO DE PERDICIÓN

El muy cristiano y piadoso don GASPAR DE RODAS en sus ORDENANZAS DE MINAS (1587) había definido la estructura tanto civil como eclesiástica del Real de Minas. Tendría capilla, ranchos para esclavos y blancos cobijados con una cruz de madera y almacenes necesarios para la venta de insumos y de bastimentos (pulperías)

Los Reales de Mina del extenso Valle de los Ossos, desde Petacas en Riochico hasta san Jerónimo del Monte en la “tierradentro” pasando por Riogrande, Guadalupe y todos sus afluentes cumplieron a cabalidad las ORDENANZAS.

Sin embargo, y aquí nace una de las LEYENDAS más típicas de Santa Rosa de Osos, cuando las Rancherías del sur del sitio fueron levantadas para estructurarse un Partido alrededor de las oquedas de las minas de barranca, en la unión del camino hacia la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria y el de ricas minas de La Trinidad y Hoyorrico, a partir, posiblemente de MIL SETECIENTOS, se organizó un CAMPAMENTO MINERO, que si en principio cumplía la misión de “hospedaje, de comercio y de pulpería”, por razones no muy claras, se fue convirtiendo en “antro de perdición” en el cual los mineros, concluidas sus labores o antes de buscar sus ranchos por los dos mencionados caminos, solían malgastar sus dineros mediante la triple concupiscencia de la carne, del dios Baco y de los juegos, unos prohibidos y otros permitidos.

El minero, por muy español que fuera, creía en las brujas, en los espantos, en los aparecidos y en todas las manifestaciones preternaturales, incluyendo el mismo DEMONIO, como lo pintaban los doctrineros de esos tiempos, con su castigo eterno del INFIERNO, lleno de tormentos, dolores y fuego.

LA DIVINA COMEDIA

Dante Alighiere163, nacido en el corazón del cristianismo (Florencia 1265, Ravenna 1321) después de inventar un nuevo estilo de poesía romántica, alrededor de 1315 escribió su obra cumbre “La Divina Comedia”. En más de 14.000 endecasílabos estructurados en “tercetos”, Dante delineó su obra en tres partes: “Inferno, Purgatorio, Paradiso”.

Dante viaja (imaginariamente) a sus 35 años a los tres reinos de ultratumba guiado por Virgilio, el gran poeta latino (infierno y purgatorio) y luego por Beatriz (paraíso). 163 Enciclopedia Salvat Diccionario. Tomo 4. Salvat Editores, S.A. España 1971, p. 1089

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Recorre los nueve círculos del INFIERNO (en donde aparecen los condenados que personifican los vicios de siempre, de acuerdo con lo descrito por Aristóteles en la Ética, y aún ubica en sus descripciones a personajes míticos o conocidos), trepa a la montaña del PURGATORIO rodeada por el “mar del hemisferio austral”, asciende al monte del “paraíso terrestre” y al encontrar a Beatriz alcanza, al final, los nueve cielos del PARAÍSO en donde logra comprender los grandes misterios de la Fe cristiana, la Unidad y Trinidad de Dios y la Encarnación de Jesucristo.

LA SANTA INQUISICIÓN

La EDAD MEDIA, iniciada en el año 476 con la caída del Imperio de Occidente se remontaría hasta el año 1453 con la toma de Constantinopla por los Turcos, enriquecería la mente del hombre y prepararía a la humanidad para la aparición de fenómenos tan impactantes como la SANTA INQUISICIÓN, el tribunal eclesiástico establecido para castigar los delitos contra la fe, surgidos de las HEREJÍAS del siglo XII (1100-1199), los cátaros, albigenses, valdenses y bogomilos, entre otros.164

La palabra “cátaro”, derivada del griego, significaba “puro”. Su origen era escandinavo entre los siglos XI a XII. Aceptaban dos principios fundamentales: el Bien y el Mal. Negaban la resurrección de la carne y el purgatorio y desaconsejaban el matrimonio.

Los Concilios ecuménicos del siglo XIII procuraron involucrar a los señores temporales en este asunto, no como jueces, sino como ejecutores de la sentencia, cuando el culpable era “entregado al brazo secular”.

El Papa Gregorio IX (1227-1241), elegido Papa a los 80 años cumplidos, en repetidas instrucciones entre 1231 a 1235 estructuró el Santo Tribunal con los Dominicos quienes, de pueblo en pueblo, predicaban contra las herejías y recomendaban a los cristianos denunciar a los culpables, quienes, si abjuraban, quedaban libres, si no, eran sometidos al juicio y a la sentencia, en medio de métodos “de persuasión” consistentes en las ordalías, los juicios de Dios, la prueba del fuego o del agua, el potro y multitud de tormentos, en medio de los cuales muchos confesaban lo que no habían dicho o hecho.

164 El Nombre de la Rosa de Umberto Eco, España, Julio de 1933

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Doscientos Años Después

Los castigos primitivos (destierro, encarcelamiento, peregrinación) fueron reemplazados por la hoguera (Decreto de Federico II en 1224 y otros) hasta que apareció la tenebrosa decisión conocida “De herético comburendo” de 1401 en Inglaterra.

En España el Tribunal del Santo Oficio se estructuró en Sevilla en 1480 sobre todo para defender el cristianismo del influjo de los judaizantes y moriscos.

Las persecuciones por hechicería y brujería fueron famosas en Navarra a principios del siglo XVI (1500) y fueron implantadas en las Indias, sobre todo en Cartagena165

NACE PATIOBRUJAS

El Padre Josef Sinforoso de Upegui también “había oído hablar de las brujas”. Y cuando llegó a Santa Rosa en 1811 ya el viejo camino hacia La Trinidad y Hoyorrico en el lenguaje popular se denominaba “PATIOBRUJAS”.

Más de un viejo minero contó la historia.

Todo se había originado en el CAMPAMENTO MINERO, cuya ubicación todavía era señalada por la gente con cierto temor, en una explanada, detrás de la cual se hallaban importantes minas, rodeadas las de la derecha por el camino hacia la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria y las de la izquierda por el camino hacia la Trinidad.

Desde la implantación en Cartagena de Indias del Tribunal de la Santa Inquisición la persecución de brujas se fortaleció sobre todo en las laderas de los ríos Magdalena, Cauca y Nechí a partir de su unión con el Porce en el sitio “DOS BOCAS” y en las ciudades que fueron surgiendo: Cáceres, Zaragoza de las Palmas, Guamocó, Pato, Yolombó, Zea, Anorí, Amalfi y, sobre todo, Remedios y los sitios en los cuales había surgido la minería.

Muchos de sus habitante ante la riqueza de las minas de los Osos, cuyo mineral fue conocido desde entonces como ORO DE BARRANCA, emigraron hacia estas latitudes sobre todo de Zaragoza de las Palmas, de Nuestra Señora de los Remedios (población que daría origen a SEGOVIA), de Zea, de Cancán, de Guamocó y de Yolombó, población que tenía entre sus personajes a la MARQUESA, (descrita genialmente por don Tomás Carrasquila en la Marquesa de Yolombó), para radicarse en este sector y de paso, como fenómeno interesantísimo de aculturación o inculturación, traer sus propias costumbres y leyendas y anexar las de estos territorios.

165 Enciclopedia Salvat Diccionario. Tomo 7. Salvat Editores, S.A. España 1971, p. l830

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La LEYENDA se había originado en el llamado CAMPAMENTO MINERO verdadero fortín del demonio, con sus brujas, sus odaliscas, sus mujeres de la “mala vida” venidas de todos los socavones de las minas, sobre todo de las tierras bajas y calientes de ZARAGOZA y REMEDIOS y de otros pueblos que a su alrededor como Cañafístula (Caucasia actual), Candebá, Purí, Margento, Cacerí, Puerto Ospina (Puerto Antioquia), Tacamocho, Dosbocas, Pato, Margento, El Jobo (que era un campamento minero), Amacerí, Guamocó, Cuturú, todos ellos ricos en tradiciones, leyendas, conjuros y supersticiones.

Manuel Uribe Ángel al hablar de Zaragoza había escrito: “Su territorio, aún más que el de Remedios, fue durante muchos años para los antioqueños, un objeto rodeado de elementos aterradores. No iban a él sino los valientes, quienes volvían de tiempo en tiempo a las poblaciones centrales de la Provincia, refiriendo maravillas sobre encantos, hechicerías, brujerías, agüeros, magia y toda esa gran lista de absurdas supersticiones…”.166

Y en la p. 177 de la misma obra se refería a REMEDIOS con términos similares cuando hacía mención de nueve mil indios de encomienda de los tahamíes que trabajaban en la ciudad fundada por el capitán Francisco Martínez de Ospina el 15 de diciembre de 1560.

En efecto en aquellos parajes la superstición originada en las leyendas de las razas aceptaba que entre ellas se encontraban los mayores YERBATEROS del Estado del Norte dueños de pócimas increíbles para rendir aún a las mujeres más “duras” y para “ligar” a aquellos que se creían supervarones.

Don Tomás Carrasquilla aseveraba que en Zaragoza de las Palmas era usual el FILTRO DE AMOR conocido como “amor seguro” o “de los siete pelos”.167

Se trataba de una pócima infalible en las lides amorosas cuya fórmula magistral era la siguiente: siete pelos mezclados con siete yerbas ocultas y destiladas en siete trapos. Hombre o mujer caían rendidos a los pies del amante con sólo tomar o untar siete gotas.

La parte complicada del ensalmo era la adquisición de los SIETE PELOS: de mozo blanco enamorado, de mozo negro violento, de chivo cachicerrado, de verraco rucio, de caballo cabrón, de perro entero y de cura en pecado mortal cuyo pelo se sacaría del borde de la tonsura.

166 Manuel Uribe Ángel.Geografía General del Estado de Antioquia en Colombia, Ediciones Autores Antioqueños, Volumen 11, Medellín 1885. Primera edición París, 1885, p. 187167 Tomás Carrasquilla. Hace Tiempos. P. 103

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Doscientos Años Después

Esta pócima había sido dada por una reina maga a Salomón. Y una esclava de dicha reina se vino para ZARAGOZA y la enseñó a los esclavos cimarrones que habían formado, abajo en el Río Nechí, un palenque.

En un precioso opúsculo elaborado por el Presbítero Doctor Don Jesús María Urrea, Vicario General de Santa Rosa durante largos y complicados años, llamado “SUPERSTICIONES Y MALEFECIOS, estudio y colección de algunos que se practican en Antioquia y Aspecto Moral”168, se citaba a Manuel Uribe Ángel quien hacía alusión a los negros esclavos de Remedios en los siguientes términos:

“Sería difícil describir todo lo que se refiere a evocaciones diabólicas hechas por los negros mineros para trastornar el juicio de los viajeros y los cuentos de aparecidos, de duendes, de sortilegios, de brujerías, de aojamientos, de yerbas y de todo lo que se refiere a los hábitos importados del Congo, del Senegal y de Angola por los infelices obreros de raza negra traídos violentamente para satisfacer la codicia de los europeos primero y de los colonos americanos después”169

Con razón el pueblo había dado al lugar el tenebroso nombre de EL PATIO DE LAS BRUJAS. Y ¡ay del que se atreviera a recorrer el camino después de las ocho de la noche!

O las brujas lo embolataban o se lo alzaban hasta los burdeles de París, de Roma, de Madrid o de Constantinopla.

Tanto pavor infundían las brujas que muchos niños de ese tiempo fueron vestidos permanentemente con el hábito de san Francisco, único amuleto capaz de superar los maleficios de las narigudas. El Padre Jenaro Roldán y el Padre Gabriel Velásquez habían sido revestidos con dicho hábito.

QUE LAS HAY, LAS HAY, PERO NO HAY QUÉ CREER EN ELLAS, repetía a menudo el Padre Josef Sinforoso de Upegui en los sermones, en las tandas de ejercicios, en las tertulias que sostenía con los mineros y en las conversaciones con sus mismos esclavos y con aquellos que solían frecuentarlo en parte para oír sus sabios consejos de Padre y sus agradables historias de los “Reynos de Europa” y en parte para tomar, a la “oracioncita” un poco de chocolate con bizcochuelo.

168 Separata de la Revista del Clero, Tip. San Antonio, Medellin, 1945169 Manuel Uribe Ángel. Geografía General del Estado de Antioquia.

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Sabía que la tradición y el folklore de brujas, espantos, duendes y aparecidos eran “moneda corriente” entre aquellos crédulos y muy ignorantes mineros, con honrosas excepciones.

EL LUPANAR

Pero el CAMPAMENTO MINERO se había convertido, gracias al poder del metal precioso (amasado por el REY MIDAS), en un burdel con sus consecuencias conocidas: alcohol, vicio, juego de dados (las muelas de Santa Apolonia), saraos, entremeses, comedias, lujuria y enfermedades venéreas conocidas en ese entonces como “vergonzantes”

Ante tal ignominia debida al prostíbulo o lupanar –de “lupus”, “loba”– en las mismas narices de un asentamiento NOBLE Y CRISTIANO, los predicadores de turno tronaban desde el púlpito y prevenían a las adoloridas esposas del peligro que corrían sus maridos, no sólo porque eran “desplumados” de sus castellanos, tomines, patacones y granos de oro, sino por las enfermedades que -se decía- traían las mujeres CALENTANAS, las mismas que pasaban a sus “cándidas consortes” y que contaminaban en el vientre materno a las criaturas (otra de las causas de la gran morbilidad y mortalidad de párvulos) sino también porque las mismas damas eran portadoras de fábulas, de mitos, de leyendas y hasta de herejías contra la Santa Doctrina Cristiana y contra los mandamientos de Dios y de la Santa Madre Iglesia, comentarios heréticos, que susurraban al oído de sus mineros-clientes en medio de los escarceos y juegos de catre.

Claro que el Padre Josepf Sinforoso no usaba, literalmente esas palabras, ante sus fieles, porque sería escandalizarlos. Pero cuando se reunía con los HOMBRES en las tandas de ejercicios el viernes de Dolores, es decir, dos días antes del inicio de la Semana Santa, les hablaba con mucha franqueza para prevenirlos.

En estas pláticas, y para añadir un poco de gracejo a la vida, les leías, con mucha ironía, las oraciones que entonces se estilaban.

ORACIÓN A SANTA ELENA: “Eres Santa Elena de la luz, eres la reina eres jesús. Con Cristo te encontraste, a Dios te arrodillaste, pies y manos le besaste, tres clavos le quitaste. El uno lo tiraste al mar sagrado. El otro se lo diste a tu primo hermano petro el emperador de roma. El que te dejó señora el otro que te queda, no te lo exijo ni vendido, ni dado, sino prestado para enterrárselo a NN. en el lado izquierdo en el corazón para que no tenga gusto ni placer hasta que no venga a mis plantas, amén”

174

Doscientos Años Después

Y para que sea efectiva la oración entre a la iglesia, “róbese un pedazo de cirio, entre a cualquier casa, róbese tres alfiles y realice el siguiente rito: rezando la oración, prenda la vela y clave los tres alfileres en ella, imitando una cruz, o clávelos en la fotografía, al lado izquierdo en el corazón; la fotografía ha de colocarse con la cabeza para abajo y se alumbra mientras se reza”170

De la predicción didáctica y preventiva a la formación del mito, sólo había un paso.

El Padre Sinforoso había oído decir que en Francia, había aparecido una enfermedad llamada “morbus gallicus” conocida como LUES (SÍFILIS). Y que era tan terrible y vergonzosa que los oradores de ese tiempo, para reformar las costumbres, decían a sus feligreses: “Si no teméis a Dios, temedle a la Sífilis”.

El vocablo “sífilis” había derivado del poema “SYPHILIS SIVE MORBUS GALLICUS” (la sífilis o sea la enfermedad francesa) pubicado en 1530 y escrito por Girolamo Fracastorius. En el poema el protagonista, el pastor Syphilus, del reino de Alcitoo, describía la enfermedad y la forma de transmisión. Luego se le dio el nombre latino de LUES que significa “enfermedad contagiosa, peste, epidemia”171

Lo mismo -pensabe Upegui- pasó con los doctrineros anteriores. Para que el minero se retirara del burdel había que infundirle miedo: miedo por las enfermedades que mataban a sus infantes y miedo porque esas mujeres –y estaba comprobado- que eran BRUJAS DE CARNE Y HUESO, expertas en los vuelos nocturnos en escobas, escondidas en las cocas de los huevos, convertidas en bolas de fuego que saltaban de los techos fuera de paja o de teja (y sin quemarlos), en fin, que eran el símbolo del mismo demonio y que sólo faltaba que los santarrosanos sintieran esa “jedentina” del azufre, propio del “patas”.

Si el Padre Sinforoso hubiese vivido DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS habría hablado con términos más profesionales a sus feligreses adultos. Habría explicado que los juegos lascivos de las BRUJAS de “patio-de-brujas” unas veces eran “tipo succubus” y otras “tipo incubus”.

O la bruja se dejaba “penetrar” como mujer en la posición de “succubus” (que significa “la que está debajo”) o en la posición de “incubus”, la que estaba encima como si fuese un hombre (si el Padre Sinforoso hubiese pensado en eso no solo su carita pálida se habría enrojecido sino su misma y prolongada calva).

170 Jesús María Urrea. Supersticiones y Maleficios, p. 24. Separata de la Revista del Clero, Tip. San Antonio, Medellin, 1945171 Luis Octavio Yepes Roldán. Sana que Sana, N. 7, julio-agosto 1986. Medellín

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EL MARTILLO DE LAS BRUJAS

Claro que el Padre sí había leído la BULA “MALLEUS MALEFICARUM” (el martillo de las brujas) del Papa Inocencia VIII del 5 de diciembre de 1484 (cuando ni siquiera se tenía noticia de las Indias) y que en ella se mencionaba el “asunto” de los SUCCUBUS (palabra que significaba “quedar debajo”, del verbo SUCCUBARE, “reposar debajo”), y que se refería a las brujas que –además- eran verdaderos demonios en forma de mujer y que cuando el hombre seducido las penetraba, ellas almacenaban el semen que luego introducían a una “demonia” para gestar “nuevos hijos diabólicos”.

Dos años después de la Bula (1486) dos monjes dominicos habían escrito un manual con el mismo nombre “Malleus Malleficarum” que daba “recomendaciones” para atrapar brujas en pleno vuelo.

El método fue utilizado tanto por católicos como por protestantes. Su objeto era cumplir con la orden del Libro de El Éxodo, cap 22, vers. 17: “a la hechicera no la dejarás con vida”

La obra estaba dividida en tres partes. La existencia de la brujería, las clases de maleficios, y las acciones legales contra ellas. Afirmaba que la hechicera era insaciable y que no tenía reparos en yacer con el mismo diablo. El manual afirmaba que los hechiceros masculinos eran pocos “porque Dios libró al sexo masculino de de tan grande crimen”

Parte 1. Hay que creer en las brujas. Es alta traición contra Dios. Por eso pueden declarar los delincuentes, los excomulgados, los criminales, los perjuros.

Parte 2. Las tres clases de maleficios y cómo se contrarrestan (pacto con el diablo, sexo con él, destrucción del ganado, metamorfosis, vuelo, ligadura).

Parte 3. Acciones legales para condenar a la bruja. Invitación a todos los tribunales, aún los civiles, a cazar brujas. Manejo de testigos, interrogatorios, proceso, encarcelamiento, torturas, métodos para lograr la confesión, si no hay confesión no se condena, evitar el suicidio, etapas de la tortura, la tortura preparatoria, la estrapada (de strappare, tirar). Manos atrás, cuerda fijada en una polea, alzar, colocar pesos en los pies para descoyuntar los hombros. Empulgueras: aparato que aprisionaba el dedo gordo hasta aplastarlo. Garrucha: dejar caer sin que tocara el suelo. Descoyuntamiento: pesos en los pies hasta 80 kilos con la victima colgada. Y la cuestion definitiva: o tortura final para que la bruja denunciara a sus cómplices. El NOTARIO tomaba nota de todo172 172 BULA “MALLEUS MALEFICARUM” (el martillo de las brujas) del Papa Inocencia VIII del 5 de diciembre de 1484

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Lo que no decía la Bula pero sí una estudiosa del siglo XXI era la existencia del mito de “la vagina encuchillada” (propia de las mujeres endiabladas o brujas) o de la “vagina dentada”.

El primero hablaba de una vagina llena de cuchillas con las cuales rebanaba el pene de sus copuladores. El segundo se refería a una “diva” con dientes en la vagina que infundía terror a los hombres. Un valiente logró arrancarlos, alcanzó la cópula y deshizo, para siempre, el terrible embrujo.173

Mucho tiempo después S. Freud utilizaría la imagen de la VAGINA DENTADA para explicar la teoría sobre el “miedo a la castración”.

El siglo XX tomaría esta imagen para elaborar una leyenda urbana según la cual las prostitutas asiáticas escondían cuchillas y vidrios rotos entre sus piernas para cortar el pene a los soldados norteamericanos.174

En la leyenda medieval los demonios tomaban forma de mujer guapa, encantadora, dotada de exuberantes carnes quienes EN EL SUEÑO DE LOS VARONES los seducían mediante fantasías sexuales. Absorbían su energía y hasta les ocasionaban la muerte.

Entre estas mujeres endemoniadas sobresalía LILITH, mujer de opulentas formas, dedicada a embaucar artistas para servirles de modelo.

En algunas literaturas esta LILITH fue la primera mujer de ADÁN: “Lilith sólo desea tener intimidad con Adán a su propio antojo y en la posición que a ella le resulte placentera”.175

Había nacido la LEYENDA DE PATRIOBRUJAS.

El pueblo estaba seguro que las BRUJAS, en forma de BOLAS DE FUEGO, volaban por encima de los tejados de paja o de teja del pequeño pueblo, que se escondían en el ojo de una aguja o en una “coca de huevo”, que usaban escobas para sus vuelos nocturnos, que se reunían en luna llena para sus aquelarres en los cuales el demonio, en forma de macho cabrío, danzaba en forma lúbrica e invitaba a la cópula en mil formas y posiciones, y que, para disimular su identidad, aparecían a la puerta de las casas como bondadosas ancianas, pidiendo un puñado de sal.

La predicación y la amenaza del fuego eterno habían cumplido sus objetivos.

173 Susana Castellanos de Zubiría. Diosas, Brujas y Vampiresas. Bogotá, 2009174 Susana Castellanos. pp. 45-46175 Susana Castellanos de Zubiría

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CASA DE EJERCICIOS SAN IGNACIO DE LOYOLA

Algún tiempo después el sitio se convertiría en la CASA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA, lugar apropiado para EJERCICIOS ESPIRITUALES, antes de la Semana Santa o de las fiestas patronales, para niños, solteros, solteras, casados y casadas.

Todavía el Padre José Sinforoso de Upegui estaba vivo cuando fue llamado para imponer a un chiquillo de tres años el HÁBITO DE SAN FRANCISCO, incluído el cíngulo de castidad y un pequeño cilicio en forma de cordel con nudos que apretaba sus riñones, talismán tan poderoso que ninguna malvada bruja pudiera EMBOLATARLO. En los años SESENTAS del mismo siglo este chiquillo se convertiría en un eminente Sacerdote y gran Predicador. Había nacido el 6 de marzo de 1838 y su nombre era JENARO ROLDÁN YEPES.

Al norte de este CAMPAMENTO, a partir de 1700, se fue asentado el Partido de San Jacinto de los Osos conocido un poco más tarde (como constaba en los documentos oficiales) como Santa Rosa en los Valles de los Osos, jurisdicción de la ciudad de Antioquia.

El Padre Sinforoso había oído decir, desde que era cura DOCTRINERO de los Indios de Cañasgordas, que el Gobernador Don Francisco de Baraya y la Campa había decidido cambiar el nombre del PARTIDO, en 1792, por el de VILLA DE NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ DE LOS OSOS, dato que no aparecía en ningún documento.

Muchos años después oyó decir a un estudioso de documentos que muchos municipios del Departamento de Antioquia, por razones no muy conocidas, habían “decidido” celebrar en determina fecha el aniversario de su erección como Distrito sin constatar el hecho con documentos específicos. Y aún se atrevió a decir que dichos municipios, entre ellos Santa Rosa de Osos, habían creado “mitos de erección” sobre todo en los meses de administración tanto civil como militar del DICTADOR DON JUAN DEL CORRAL, y que la posible explicación era la siguiente: los documentos originados alrededor de 1810 a 1815 fueron recogidos y enviados a Morillo a Santa Fe de Bogotá con el título no muy halagüeño de “documentos generados por los insurgentes”. A lo mejor ahí estaban las pruebas de la erección pero se habían perdido porque todo el papel “había sido convertido en tacos para la pólvora”. 176

176 Tesis del Historidor César Augusto Lenis

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Tampoco el Padre Sinforoso se creía “el cuento” del nombre de Santa Rosa (1811) y el de Municipio de Santa Rosa (1814) porque el nunca había conocido el documento y siendo el párroco de ese tiempo le hubiese sido informado, y además, en los viejos libros parroquiales que el guardaba como “oro en polvo” el nombre de Santa Rosa era tan antiguo que lo había encontrado en un registro de bautismo alrededor de 1720.

Además el mismo, con unos cuarenta vecinos, había suplicado al Presidente de la República de Antioquia que concediera a Santa Rosa el título de Villa, petición que había sido denegada. “Uno no pedía lo que ya tenía”, terminaba el queridísimo y calvo don José Sinforoso su perorata.

En pleno siglo XX, cuando Santa Rosa se ufanaba de ser la cabecera de la Diócesis, el camino de PATIOBRUJAS fue cambiando por el de AVENIDA CRESPO, en recuerdo del Primer Obispo.

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VI

EL TEMPLO DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD

“A poco tiempo consiguieron la grande estatua que representa al MÁS HERMOSO DE LOS NACIDOS, cubierto de heridas, con los huesos

descarnados, sentado en una piedra, con la mano en la mejilla, esperando la pena del Calvario”

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Doscientos Años Después

DEVOCIÓN A LA HUMILDAD

A José Sinforoso de Upegui, conocida la estructura social de su curato, se le había metido entre ceja y ceja la construcción de un nuevo templo. Y no era para menos.

La Santa Iglesia Parroquial actual se había convertido en una ESPADA DE DÁMOCLES para sus fieles quienes ingresaban confiadamente sin tener en cuenta el peligro que corrían: ser sepultados por el vetusto techo.

Por eso, periódicamente, los peritos de ese tiempo, conceptuaban sobre la estructura y llegó un momento en que aconsejaron la demolición total, propuesta aceptada al final por el alcalde de 1860, cuando José Sinforoso había muerto.

Apoyado por los mineros y demás vecinos Sinforoso comenzó a buscar el sitio adecuado para su santo templo: el tenía ideas muy claras: no se trataba de la Santa Iglesia Parroquial (que aunque deteriorada todavía servía) sino de un templo dedicado al “más hermoso de los Hijos de los Hombres”, bajo la advocación del “Señor de la Humildad”.

Precisamente donde terminaba la Calle Real y a su izquierda se abría el camino de Sotachiro (Boquerón) y a su derecha el camino de la Villa (El Palo) había un solar con casa de bahareque y techo de paja, en una pequeña explanada salvada, milagrosamente, de los mineros, justo al pie del barranco de las viejas minas de las cabeceras del Río Guadalupe.177

PEDIR EL PERMISO

Corría el año 1845. La Junta Provisional encargó a don Jacinto de Toro para que negociase con don Modesto Tamayo el solar. Recogidos los dineros de los feligreses, los promotores, fieles y obedientes a las normas de los Sínodos y a las Actas de Visita de los Obispos, iniciaron el proceso “burocrático” de la época, es decir, PEDIR PERMISO.

Muchos fueron los benefactores para esta obra: José Toro, Olayo Chavarría, Emigdio Arango, Silvestre Aguirre, Antonio Espinosa, Domingo Zapata, Buenaventura Pérez, Juan Calle, Salvador Pérez, Manuel Álvarez, Juan Escobar, Juan Hernández, Rudesindo Muñoz, José María Vera, Pablo Lenes, Remigio Rúa, Julián Quirós, Jacinto Salazar, Juan Chavarría, Nicolás Botero, Félix Yarza, Pedro Jaramillo y Carlos Castrillón.177 Este sector fue conocido como LOS CHORROS por la existencia de pozos utilizados por los santarrosanos durante mucho tiempo cuando no existía el acueducto. En ese sitio brotaban las fuentes primigenias del Río Guadalupe.

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El tiempo pasaba. El cura Sinforoso estaba muy enfermo. Teniendo en cuenta el bien de las almas y no el suyo, renunció en 1847 a la parroquia y fue nombrado el Padre Bernabé Hernández quien envió el siguiente documento.

Agosto 31 de 1849. “Los que suscriben del vecindario de Santa Rosa ante Vuestra Señoría Ilustrísima con el mayor respeto exponen, que observándose que cada día va en aumento la población de esta parroquia, creciendo en extensión el lugar, por cuyos motivos se nota que hay falta de templo o iglesias con la capacidad suficiente para que los fieles se congregaren para el cumplimiento de sus deberes religiosos y persuadidos de la religiosidad de V.S.I., y del interés que tiene por la propagación y adoctrinamiento del culto católico, nos atrevemos a suplicar a V.S.I. se digne CONCEDERNOS LICENCIA PARA EDIFICAR UNA CAPILLA DEDICADA AL SEÑOR DE LA HUMILDAD. Por nuestra parte ofrecemos cooperar y hacer todos los esfuerzos posibles para proveerla de todos los ornamentos y enseres necesarios para que una vez construida puedan celebrar en ella los Oficios Divinos con la decencia correspondiente. De la benignidad de V.S.I. esperamos no se rehusara concedernos la gracia que la presente solicitan. Bernabé Hernández, cura. Pedro A. Jaramillo. Bernabé Hidrón. Bárbara Arboleda. Francisco Calle. Pedro C. Jaramillo. Lorenzo Berrío. Felipe Gómez, Manuel Robledo. Camilo María Macías. Ignacio Hernández. Nicomedes Calle. Juan N. Zapata. Joaquín Álvarez. Juan Timoteo Jaramillo. Juan N. Henao. Joaquín Lopera. Rafael Sánchez. José Toro. Manuel Mejía Cano. Rafael Hernández. Vicente Jaramillo. Alejo M. Tamayo. Luis María Zapata. Manuel Díaz. Aparicio Arango. Román Uruburu. Manuel A. Múnera.”178

El documento estaba en papel sellado de la República de la Nueva Granada. Sello 5. Vale real i medio. Año económico de primero de setiembre de mil ochocientos cuarenta y ocho a treinta y uno de agosto de mil ochocientos cuarenta i nueve. El sello trae el escudo de Colombia actual. Pero el águila vuela hacia abajo, con la cola hacia arriba, en su pico, hacia abajo, porta el lema “libertad y orden”

EL OBISPO RESPONDE

Abril 16 de 1850. “Teniendo en consideración las razones en que se apoyan algunos vecinos de Santa Rosa para pedir licencia para edificar una Iglesia en aquella población, la cual creemos necesaria, por ser ella numerosa tenemos a

178 Archivo Eclesiástico. Curia de Santa Rosa de Osos. Legajo de Santa Rosa, no empastado.

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Doscientos Años Después

bien conceder por nuestra parte el permiso correspondiente para que aquella se levante dedicada al SEÑOR DE LA HUMILDAD en la plazuela de la calle denominada “del Palo”. En esta virtud líbrese el despacho correspondiente comisionando al Presbítero Bernabé Hernández para que bendiga la primera piedra con las solemnidades del ritual romano. Los interesados quedan obligados a su construcción y a paramentar esta Iglesia luego que esté construida”. Firmado. Obispo y Secretario (rúbricas).179

De acuerdo con estos documentos la construcción del Templo dedicado al Señor de la Humildad no fue en 1845 ya que la solicitud de permiso, firmada por el sucesor del Padre José Sinforoso de Upegui, había sido enviada en agosto de 1849 y la autorización había llegado en abril de 1850.

INICIA LA CONSTRUCCIÓN

El Presbítero Bernabé Hernández la inició, posiblemente, a mediados del año 50, o sea cinco años después de la fecha que “había sido tenido siempre por cierta”.

La obra fue encomendada a los oficiales Manuel Antonio Parra y Segundo Valencia y a los ayudantes Martín Ramírez y León Gómez.

Manuel Torres talló la imagen de Señor Caído. Manuel María Lopera y Juan Antonio Hidrón construyeron el altar. Se cree que Ramón Valencia pintó, en el púlpito, los cuatro evangelistas.

La COFRATERNIDAD DE LA HUMILDAD había sido ideada por José Toro y Emigdio Arango quienes al saber que en la Villa, tanto los artesanos, como las señoras y las monjas “respondían por su Santo”en las procesiones, aquí también era factible tomar al Señor de la Humildad “bajo la protección” de la cofradía. Su uniforme era: pantalón oscuro, camisa blanca, pechera almidonada y alpargates.

El alférez principal había sido don Francisco Sanabria y los cargueros eran Francisco Sanabria, Félix Guzmán (cafruco), Juan Ríos, Emilio Vásquez (mincho), Adolfo y Pedro Amaya (los chácaras).

El PASO, para la procesión, se encomendaba a Chucho Meque, Joaquín Calle, Merceditas Vélez y María de la Paz Rodríguez.

“Sentado Jesús sobre humilde banco de piedra, lleva entre sus manos la caña, cetro de burla, sobre su cabeza, punzante corona de espinas, y sobre sus hombros el manto de púrpura con que le vistieron, cuando fue expuesto como Rey de los judíos, al escarnio de las multitudes”180.

179 Archivo Eclesiástico. Curia de Santa Rosa de Osos. Legajo de Santa Rosa, no empastado180 Pedro Rodríguez Mira. Oro y Verbena. 1946. Imprenta departamental. Medellín, p.108

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La BANDA fue organizada. Y dirigida por Salvadorcito y estaba compuesta por guitarristas, trompetas y vihuela.

LA CHIRIMÍA DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD181

Tanta fue la devoción al Señor de la Humildad que sus promotores, desde el principio, estructuraron Cofradía, Procesión, Himno, imagen propia, fiesta del 6 de agosto, Banda, Chirimía y cargueros uniformados.

La chirimía, como grupo popular, estaba conformada por Marcelino Amaya, sus dos hijos y Silvestre Amaya.

Asi fue descrita en Oro y Verbena: “son tres pequeños instrumentos a manera de clarinete de notas demasiado agudas y un tambor. Nadie conoce el origen de esta música primitiva y triste”182

Años más tarde (siglo XX) el Padre Andrés Elías Mejía compuso la música del himno y Rodríguez Moya la letra.

Del astro de la tarde la claridad murienteBañó con tenues rayos de sonrosada luz,

Del Gólgota en la cumbre, su rostro macilento,Su cuerpo agonizante pendiente de la Cruz

Los hombres desde entonces guardaron su agoníaEn mármol la esculpieron, grabáronla a cincel

Y el blanco crucifijo llevóse a los altares

Y el mundo reverente prostérnase ante El.

LA HUMILDAD SE CONVIERTE EN TEMPLO PARROQUIAL

Cuando fue ordenada la demolición de la santa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en 1860, ya estaba LISTO el TEMPLO DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD, al cual fue trasladado todo el culto.

El párroco Joaquín Guillermo González, en 1866, emprendió la obra de la Santa Iglesia para reemplazar la demolida. Pero el culto permaneció en el Templo de

181 Libardo Bedoya Céspedes. La Humildad 182 Pedro Rodríguez Mira. Oro y Verbena, p.57

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la Humildad, aún mucho tiempo después de la bendición del nuevo templo que sería Catedral en 1917.

Cuando fue creada la DIOCESIS en 1917 el Obispo dictó disposiciones especiales respecto al culto en ambos templos y en un momento dado la HUMILDAD se convirtió en VICEPARROQUIA.

LA HUMILDAD, EL AVE FÉNIX DE SANTA ROSA

Poco a poco se fue resfriando el culto en el Templo de la Humildad ya que todas las ceremonias fueron trasladadas a la Catedral.

Fue destinado para reunión de las Asociaciones Piadosas y como “depósito de santos y andas” para la Semana Santa. Una de las figuras más importantes de este ciclo fue Jesús Castrillón, conocido como CHUCHO MEQUE.

Mientras subsistió la Capilla de El Carmen, en su cementerio, allí se organizaban los pasos para las procesiones.

Cuando el cementerio, y más tarde la capilla fueron vendidos al Municipio para construir Plaza de Feria y de Exposiciones toda la parafernalia de Semana Santa fue ubicada en la Humildad.

Al faltar “dolientes” el tiempo hizo mella en las estructuras.

El templo había sido reformado después del incendio del 16 de enero de 1914 gracias a las actividades del párroco ayudado, de una manera muy especial, por Francisco Tobón Mejía. En las dos pequeñas espadañas de su cúpula, en hierro forjado, quedaron las dos letras de este artista: T.M.

En 1936 el Padre Andrés Elías Mejía dirigió otra reforma cuando el frontis fue modificado bajo la dirección de don Gabriel González, quien había liderado la construcción del Templete de Nuestra Señora de las Misericordias.

A finales del siglo XX otro de los Párrocos, Padre Hernando Restrepo Correa reparó completamente el Templo. Cambió sus techos, reforzó sus paredes, forró los pilares y les dio gran consistencia, reconstruyó el ábside con su altar original lo mismo que el púlpito, restableció el culto y logró que la Venerable Curia nombrara un capellán del Templo. En la actualidad (2014) se celebra la eucaristía diariamente sobre todo para sufragios por los fieles difuntos.

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VII

LOS ESCLAVOS DEL VALLE DE LOS OSOS

“En cada barco negrero eran acomodados hasta 300 esclavos, barcos denominados TUMBEIROS (es decir ataúdes). Llegados al puerto los

esclavos eran marcados con hierros candentes en la espalda o en el seno izquierdo y eran comprados por los tratantes que los revendían para el Nuevo

Reino, para Venezuela y para las Antillas”

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ACEPTADA LA ESCLAVITUD

La esclavitud había sido reconocida en el nuevo mundo alrededor de 1501 cuando el Gobernador de La Español, Nicolás de Ovando, recibió autorización para importar esclavos indios.

La importación de africanos se inició en 1510. Los primeros llegaron con Balboa a Santa María la Antigua del Darién. Pedro de Heredia los usaba para hacer caminos, como cargueros, para abrir tumbas y para la construcción de Cartagena a partir de 1536. Robledo y Badillo también los utilizaron como cargueros y criados.

De 1590 en adelante los esclavos pasaron de Cartagena a las bodegas de Honda, y luego a Cartago y a las minas de Anserma a las cuales fueron enviados más de mil.

La esclavitud se reactivó cuando fueron denunciadas las minas del Chocó. Entraron por Portobelo y Cartagena. Se dice que entre 1724 a 1728 Chocó y Popayán encargaron a Cartagena hasta mil doscientos esclavos.

En Cartagena el esclavo fue de gran importancia entre 1600 a 1640. Llegaban de Angola y Cabo Verde, traídos por las compañías portuguesas, más tarde por franceses, ingleses y españoles.

“En cada barco negrero eran acomodados hasta 300 esclavos, barcos denominados TUMBEIROS (es decir ataúdes). Llegados al puerto los esclavos eran marcados con hierros candentes en la espalda o en el seno izquierdo y eran comprados por los tratantes que los revendían para el Nuevo Reino, para Venezuela y para las Antillas”

Los primeros esclavos negros eran séquito de españoles y aún guerreros. Eran cristianizados y llamados “ladinos” porque hablaban castellano y algunos habían nacido en España. Los que llegaron de África eran bozales. Eran cazados por portugueses en Senegal y Angola. Salían de Sevilla, Lisboa o Canarias, llegaban a Vera Cruz o Cartagena. Intercambiaban negros esclavos por algodón, hierro, alcohol. Negociaban con un jefe africano (los obtenían por guerras o invasiones entre tribus) que los vendía o cambiaba. En 1444 Lanzarote de Fritas llevó a Portugal 235 esclavos. En 1473 se estableció que todo esclavo comprado en África debería pasar por Portugal. En 1486 se fundó la “casa de esclavos” para dar

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licencia y recaudar impuestos. Entre 1493-95 fueron registrados 3.700 esclavos. En 1749 España autorizó su venta de acuerdo con el Tratado de Alcacovas. En 1494 en el Tratado de Tordecillas se estableció la línea España-Portugal y se prohibió el comercio directo desde las costas africanas. En 1501 llegaron los primeros esclavos a La Española. En 1510 Fernando el Católico autorizó traer CINCUENTA esclavos para las minas de esta Isla. En 1518 fueron establecidas las cuadrillas compuestas por cinco o más esclavos, con un capitán también esclavo. La cuadrilla recibía cada semana una porción de maíz pilado, sal, carne algunas veces al año, piezas de algodón o de lana (camisa y pantalón). Descansaban los domingos y días festivos. Posteriormente se aceptó la costumbre de descansar los sábados para que se contrataran en forma independiente y así pudieran comprar lo que el amo no les brindaba. Solían vivir con su propia familia o con el amo en una choza construida en su solar, de bahareque, paja o en barracas. En las Ordenanzas de Minas Gaspar de Rodas exigía que los ranchos de esclavos fuesen separados de los de Amos. En 1522 hubo varias sublevaciones de esclavos.

SAN PEDRO CLAVER

Este jesuita español, se constituyó en el consolador de los esclavos en Cartagena. Había nacido en Verdú –Lérida- el 24 de junio de 1580. Era hijo de Pedro Claver y Mingüela y de Ana Corberó y Claver, sencillos labradores.

En agosto de 1601 ingresó a la Compañía de Jesús y en 1604 hizo sus votos.

En 1609 fue escogido como misionero para la Provincia del Nuevo Reino de Granada y llegó el 3 de junio cuando aún no era sacerdote.

“Llegó con prosperidad a Cartagena, saltó a tierra, besando las orillas, no tanto por pisar tierra, cuanto por hallarse en la suya de promisión. Entró en lo que se llamaba Colegio y halló una fábrica que ni tenía sombra de Colegio ni de casa: la iglesia medía de largo 100 pies y el suelo tan húmedo que hacía lodo. Los pocos jesuitas que allí había le dieron la bienvenida”183

Pasó luego a Bogotá para terminar la Teología y a Tunja para el tercer año de probación. Fue ordenado en Cartagena el 19 de marzo de 1616.

183 Forjadores de Colombia contemporánea. Planeta colombiana editora. 1986, p. 34 ss

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La idea de traer esclavos para las minas de América había nacido de Fray Bartolomé de las Casas con el argumento de “liberar a los indios de dicho trabajo”.

A propósito AMADOR RÍOS comentó así este hecho: “He aquí el lamentable fruto de la exageración de un sentimiento altamente noble y generoso. Las Casas, para quien la servidumbre de los indios era un crimen, no reparaba en que los negros del África eran tan hombres como los americanos y pedía para ellos la esclavitud como único medio de salvar a sus protegidos. Tan familiar llegó a ser en él esta idea que la hizo triunfar al cabo, no contentándose con admitir la esclavitud de los negros sino reconociendo también la de los sarracenos, aprisionados en guerras…. Por manera que el Obispo de Chiapas (de las Casas), que se apoyaba en el Evangelio para impetrar y defender la libertad de los indios daba por bien empleada la esclavitud en otros hombres, como si el Salvador del mundo no hubiese expirado en la Cruz para todas sus criaturas”184

En 1570 había en América 40.000 esclavos negros, en 1657 eran 857.000 y al finalizar la Colonia pasaban de 3.300.000. La trata de negros esclavos había comenzado alrededor de 1450.

“Los negros eran vendidos como bestias en la plaza pública ofrecidos encima de plataformas. Iban previamente preparados para que lucieran físicamente bien. Los aceitaban para que brillaran y se vieran frescos”185

Por el Magdalena y el Cauca ingresaban a Antioquia, al Valle del Cauca y a Popayán.

San Pedro Claver desplegó tal celo evangelizador en Cartagena de Indias, entonces mercado mundial de esclavos, que se le llamó el Apóstol de los Esclavos. Se dice que bautizó más de 300.000. Con sus labios limpiaba las llagas de los infectados y leprosos. Los abrazaba tiernamente. Los recibía cuando llegaban en LOS ATAÚDES (nombre que se daba a los barcos negreros) infectados, macilentos, flacos y llenos de enfermedades.

El Santo murió el 8 de septiembre de 1654.

184 Amador Ríos. Citado en Forjadores de Colombia, p. 36185 Padre Valtierra. Citado en Forjadores de Colombia, p 36

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Fue Beatificado por Benedicto XIV en 1747 y canonizado por León XIII el 15 de enero de 1888 junto con su Director Espiritual el portero del Colegio Montesión, Alonso Rodíguez.

Su fiesta se celebra el día de su muerte.

DENOMINACIONES

La concepción genética y antropológica de los NEGROS ESCLAVOS, en estos tiempos, estuvo viciada por ideas preconcebidas ajustadas, de algún modo, a concepciones religiosas de la época, a partir de los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, de la aparición de las tres razas, blancos, amarillos, negros y de la burla de Cam cuando vio a su padre desnudo.

No han de extrañarse las concepciones del Jesuita Alonso de Sandoval, en Historia de Antioquia, p. 67, cuando afirmaba que “la tez negra en los etíopes no provino tan solamente de la maldición que Noé echó a su hijo Cam, sino también de una calidad innata e intrínseca con que les crió Dios, que fue su calor para que los hijos que engendrasen saliesen con este tizne, y como marca de que descendían de un hombre que se había burlado de su padre, en pena de su atrevimiento… como tiznando Dios a los hijos, por serlo de malos padres” 186

Esclavo Bozal: nombre dado a aquellas PIEZAS que habían sido CAZADAS por los negreros o por los jefes de tribus y vendidos a portugueses, franceses o ingleses para la reventa en el Puerto de Cartagena. Su origen era variado: baloles, balantas, mandignas, branes, conos, biáfaras, biohos, angolas, zapes, araraes, carabalíes, folupos, melembas, nalus, caboverdes. Algunos venían con sus mujeres. El promedio de reproducción fue establecido entre 2-5 hijos. En el inventario de Juan Gómez de Salazar aparecieron 22 angolas, 5 araraes branes, 4 congos, 4 de Guinea, dos biohos, 2 carabalíes y uno de varias tribus.

El esclavo BOZAL era aquel que, después de haber sido cazado como fiera en el Senegal o en el Congo, era comprado por los negreros holandeses, francés o ingleses y embarcado como animal en las galeras que atracaban en Cartagena, para luego ser vendido para el interior sobre todo para los mercados de Mompox, Popayán, Cali y en menor proporción para la capital de la Provincia de Antioquia.

Esclavo crioyos (sic): esclavos nacidos en las colonias.

186 Historia de Antioquia. Director General Jorge Orlando Melo, p. 67

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Esclavo ladino: (ladino o latino: porque hablaba español, es decir, idioma derivado del LATÍN). Nombre dado a los sirvientes de españoles que llegaban a las Indias pero que ya poseían fundamentos tanto del idioma como de las costumbres y de la religión cristiana. El esclavo ladino era aquel que no había sido cazado, sino que, por otras circunstancias comerciales, había llegado a España y servía a los nobles, quienes, en muchas ocasiones, los traían en las naos, carabelas o galeones para su propio servicio: estos, en definitiva, no iban a la mina ni al corte de caña sino a las cocinas o al cuidado de la hacienda de los ricos incluyendo el manejo de animales tanto vacunos, como equinos y porcinos.

Cimarrón: se refería a los esclavos que HUÍAN de sus AMOS para refugiarse en las selvas (sobre todo el CHOCÓ) en donde vivían precariamente, a veces como sirvientes de los INDÍGENAS (quienes antes de recibirlos –como decía una crónica- los lavaban en el río para saber si eran negros de verdad o se habían pintado-) o encontraban otros COMPAÑEROS y formaban los PALENQUES, refugios en forma de población con sus chozas.

El fenómeno se presentó desde 1576. Entre 1592-1598 los cimarrones se fortificaron en Remedios y Zaragoza y en 1610 formaron cuadrillas de asaltantes.

COSTUMBRES DE LOS ESCLAVOS

Parece que entre los esclavos llegados a Colombia no aparecieron los GELOFES, término que hacía relación a NEGROS CONTAMINADOS CON EL ISLAMISMO ya que los REYES DE ESPAÑA habían prohibido severamente que a las INDIAS llegasen personas o PIEZAS con dicha connotación.

La venta de un esclavo generaba un impuesto llamado MOJARIFAZGO. Los negreros principales eran portugueses, holandeses, franceses e ingleses. Los ESPAÑOLES no fueron negreros pero los compraban a los revendedores. Las ventas se realizaban sobre todo en POPAYÁN (entre 1680 a 1800 pasaron por estos mercados mas de 9.400 negros, casi todos para el CHOCÓ). Los negros que llegaban a Cartagena desde 1743 eran destinados a las minas de Antioquia o para el transporte de carga o para el servicio doméstico.

La dieta era muy pobre, consistente en maíz, harinas y frutas y casi nunca carne. Se dice que los DUEÑOS DE ESCLAVOS les concedían un día libre a

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la semana para que “rebuscasen más comida”. Sus orígenes más comunes eran GUINEA y ANGOLA.

No era raro el CONTRABANDO de esclavos y, en varias ocasiones, existieron sobornos a los TENIENTES DE GOBERNADOR o funcionarios de ALCABALA y de REAL HACIENDA.

De acuerdo con la edad, el sexo y otras características se tasaba el valor que equivalía a unos 350 pesos de plata. Las transacciones se hacían, en estos protocolos de Santa Rosa, en oro en polvo. El valor pudiera oscilar entre 80 a 120 castellanos de oro. Sus enfermedades principales eran las VENÉREAS y por su trabajo duro se quejaban de HERNIAS, fracturas y mutilaciones.

PROTOCOLO DE VENTA DE ESCLAVOS

Cuando el Padre José Sinforoso leyó, por primera vez los protocolos de venta de esclavos escritos por el Escribano Público y del Número, tuvo que pedir explicación ya que los términos empleados eran complejos para un analfabeta en leyes.

“GOTA CORAL” –le explicaron- era un término relacionado con el CORAZÓN (Coral) denominado en latín COR-CORDIS. Cuando se afirmaba que el esclavo carecía de GOTA CORAL significaba que estaba excento de epilepsia y en especial de CRISIS EPILÉPTICAS.

“LAZARINO” era una palabra relacionada con “la enfermedad o mal de SAN LÁZARO”, es decir la LEPRA. “Lepra”, término griego: “lapein”: “pelar”, porque al leproso “la piel se la caía en tiras”.

Un apócrifo del Nuevo Testamento afirmaba que Lázaro, el hermano de Marta y María, padecía ESTA ENFERMEDAD. De su nombre surgió la palabra “LAZARETO o LEPROSERÍA” sitio de reclusión de los LEPROSOS, que como ya estaban con el CUERPO MUERTO, se aislaban para QUE TRATARAN DE SALVAR EL ALMA.

La primera LEPROSERÍA fue creada por san Gregorio de Tours en el S. VI.

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“ENFERMEDAD DEL CORAZÓN” significaba alguna dolencia CARDÍACA mal identificada en la época.

Al ser vendido el esclavo quien lo compraba lo recibía con todas sus enfermedades, visibles o invisibles, con excepción de las tres YA ANOTADAS ya que, si antes de 60 DÍAS aparecía una de ellas, el comprador tenía derecho a la devolución de los CASTELLANOS y TOMINES invertidos en este negocio, que –como rezaba la escritura- se igualaba a la compra de ANIMALES DE FERIA, a quienes se miraba el diente, la piel, el estado general, la edad y el peso.

Había otras dos expresiones en el PROTOCOLO DE VENTA:

“ALMA EN BOCA”: significaba que LA PIEZA DE ÉBANO (es decir el esclavo) era vendido en “pleno uso de sus facultades de salud”, se garantizaba su estado físico y se declaraba que era apto para los trabajos encomendados, fuesen en la MINA, en el servicio doméstico o en el CULTIVO DE LA TIERRA.

“COSTAL DE HUESOS” (HUESOS EN COSTAL”) significaba que el ESCLAVO sí podía PADECER ENFERMEDADES OCULTAS de las cuales el VENDEDOR no se hacía responsable, ni reconocía castellanos o tomines, a menos que fuesen las TRES YA MENCIONADAS: enfermedad del corazón, epilepsia y lepra, siempre y cuando fuesen DETECTADAS a más tardar en los dos meses siguientes. Pasados los 60 días nada se reconocía. Jamás, en esta negociación, se hablaba de una PERSONA sino de una “PIEZA”, sobreentendido “DE ÉBANO” por su color. Luego se indicaba su EDAD APROXIMADA (es interesante hacer notar que nunca se hablaba de AÑOS EXACTOS).

Además, para evitar reclamos inútiles se establecía esta cláusula: “se vende con todas sus tachas y pasiones” queriéndose decir que si al transcurrir el tiempo el ESCLAVO resultaba FACINEROSO o CIMARRÓN, esto no era culpa del vendedor.

Los hijos de los esclavos automáticamente nacían esclavos y se convertían en propiedad privada de los Amos, con la potestad de “hacer con ellos lo que a bien tuvieran”, como venderlos, hipotecarlos, enviarlos a una mina o a otros servicios.

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LIBERTAD DE ÚTEROS

José Sinforoso de Upegui, como parte integrante de la “JUNTA DE AMIGOS DE LA HUMANIDAD” estaba muy aleccionado al respecto.

Por eso en los registros de bautismos existió el LIBRO INDEPENDIENTE DE HIJOS DE ESCLAVOS hasta el 2 de abril de 1814 y a partir del primero de mayo de 1814 los hijos de esclavos fueron bautizados como LIBRES porque acababa de ser aprobada la Ley de manumisión de sus hijos conocida como LIBERTAD DE ÚTEROS.187

En efecto José Sinforoso, con gran gozo por su amor a los esclavos, escribió la siguiente nota: “que los hijos de los esclavos de abril del presente año de 1814 en adelante son libertos, según la Providencia librada por el Excmo. Señor Presidente de la República de Antioquia y publicada en este sitio en dicho mes. Por tanto se irán asentando las partidas de los que nacieron libres de la servidumbre en que se hallaban advirtiendo que antes de esta nota se hallan algunas partidas de libres, por no haberse puesto en su lugar esta. Firma José Sinforoso de Upegui”.188

Pero la dicha no le duró mucho. Hasta el 9 de marzo todos los recién nacidos de esclavos fueron “libertos” pero con la RECONQUISTA en ciernes se cambiaron las reglas de juego.

En la foxa 152 del Libro I A de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas del Archivo de la Curia de Santa Rosa, p. 298 nueva numeración, correspondiente a marzo de 1816, el Padre Sinforoso anotó:

“Que no habiendo tenido efecto el Gobierno Patriótico que espiró y haber mandado publicar una orden de 1814 en que todos los esclavos que nacieren de dicho año para adelante fueren libertos, desde luego se suspenden y se irán asentando las partidas de los que fuesen naciendo como estaban antes de este procedimiento. Firma Upegui”189

187 Archivo de la Curia de Santa Rosa, Libro I A de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas188 FOXA 149 (página 290 nueva numeración)189 Foxa 152 del Libro I A de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas del Archivo de la Curia de Santa Rosa, p. 298 nueva numeración

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En la p. 321 nueva numeración, el Padre Sinforoso escribió, de acuerdo con lo anterior: “Que este libro estaba destinado para asentar las partidas bautismales de esclavos; y se había dejado desde el Decreto de Libertad de los que nacieron dede el año de 1814 para adelante y se continuarán asentando en el, los hijos de esclavos. Firma Upegui” fechado el 10 de febrero de 1824.190

LEY SOBRE MANUMISIÓN

Esta era la copia textual de la LEY: “Ley sobre la manumisión de las posteridad de los esclavos y sobre los medios de redimir sucesivamente a sus padres”.

La LEGISLATURAL de la Repúblia de Antioquia DECRETA:

Artículo primero: los hijos de los esclavos serán libres al nacer y serán registrados como tales.

Artículo segundo. Serán mantenidos y educados por sus amos, hasta los 16 años.

Artículo tercero. Si cumplida la edad no sirven o son viciosos, no gozarán de los derechos de ciudadanos y quedarán en manos de la LA JUNTA que luego se estructurará para que esta los reforme

Artículo cuarto. Se prohíbe separar padres esclavos de estos hijos ya libres. Por eso no se pueden vender.

Artículo quinto. Si el emancipado no cumple será entregado a la Junta.

Artículo sexto. Se prohíbe comprar esclavos de otros Estados para este o vender los de este para otros Estados.

Artículo séptimo. Todo testador liberará un esclavo de cada diez, si tiene herederos forzosos. Si no los tiene liberará un cuarto de sus esclavos.

Artículo octavo. El que libere dieciséis esclavos (no incluidos ancianos y enfermos) recibirá un ESCUDO que dice “CIUDADANO BENEMÉRITO DE LA REPÚBLICA Y AMIGO DE LA HUMANIDAD”

Artículo noveno. Para continuar el proceso de manumisión se formará “UN MONTEPÍO” conformado por las donaciones voluntarias, por mandas destinadas a “redención de cautivos” y por impuesto anual que cada propietario

190 Foxa 166 del Libro I A de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas.

195

Luis Octavio Yepes Roldán.

pagará de DOS PESOS por cada esclavo varón entre los 15 y los 55 años, y de UN PESO por cada esclava mujer entre los 12 y 45 años.

Artículo décimo. Cada año el dueño de esclavos hará un censo por edades y sexos, firmado por el Párroco del lugar. Si no lo hace el castigo será la “manumisión” de los esclavos que “fueron ocultados en el informe”.

Artículo once. En cada Departamento se establecerá una JUNTA “DE AMIGOS DE LA HUMANIDAD” compuesta por el Subpresidente del Cantón, cuatro vecinos nombrados por el Gobierno y un tesorero con fianza, cuya finalidad es, cada año, proceder a LIBERAR ALGUNOS ESCLAVOS.

Artículo doce. El acto solemne de manumisión anual se hará “el primer día de pascua de resurrección”.

Artículo trece. El impuesto que han de pagar los propietarios de esclavos será recaudado cada año en el mes de enero.

Artículo catorce. Cada mes se reunirá LA JUNTA DE AMIGOS DE LA HUMANIDAD para evaluar y mejorar sus actividades.

Artículo quince. La JUNTA evaluará los candidatos a ser liberados cada año.

Artículo dieciséis. Esta Ley será publicada el primero de agosto pero la libertad de VIENTRES comienza de inmediato.

Dado en el Palacio del Supremo Poder Legislativo de la República de Antioquia el veinte de abril de mil ochocientos catorce. José Miguel de la Calle, Prefecto, Antonio Arboleda, viceprefecto, José Pardo, José Antonio Benítez, Pedro Arrubla.191

En Rionegro, a 29 de septiembre de 1814, fue reglamentada la Ley anterior de la siguiente manera: esta LEY será enviada a todos los jueces y escribanos, se conformarán las JUNTAS de acuerdo con la norma, se hacen los nombramientos para las Juntas de Antioquia, Medellín, Rionegro y Marinila.

“Habrá también una junta en Santa Rosa para todo el Distrito del Valle de Osos compuesta por el Teniente de Gobierno y los siguientes ciudadanos: Sinforoso Upegui, Modesto Tamayo, Evaristo Pinillos y Juan Nicolás Gómez. Tesorero será José María Arango y Ortega” 191 Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos, Caja General Nro. 9, Juzgado del Circuito 1 (S.R.O.) legajo 1813-1814

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Doscientos Años Después

El 15 de octubre de 1814 el Teniente de Santa Rosa tomó juramento a todos los miembros, incluyendo al Señor Cura. Fue nombrado Secretario don Evaristo Pinillos y se publicó por bando en la plaza principal. Firmado: Joaquín Muñoz, Upegui, Tamayo, Gómez Arango, Pinillos, secretario.

Esta JUNTA DE SANTA ROSA inició labores de inmediato. Su primera inquietud era el manejo del Distrito. Decidió elevar consulta a la Presidencia al respecto, y esta fue la respuesta.

“Se faculta a la Junta de Amigos de la Humanidad del Valle de los Osos para que en las Parroquias de su Distrito nombre personas de su satisfacción que colecten los ramos destinados para la manumisión de esclavos, declarándose que los gastos que impenda dicha Junta deben sacarse de los mismos ramos que colecte, cuidando mucho de la mayor economía”

La Junta produjo el 14 de noviembre de 1814 el siguiente documento.

“Santa Rosa, noviembre 14 de 1814. En la mañana de este día reunidos los SOCIOS que componen la JUNTA DE AMIGOS DE LA HUMANIDAD de este sitio de Santa Rosa de Osos, tuvieron seción según se previene en el art. 14 de la Ley de la manumisión y en ella procedieron al nombramiento de las Juntas Subalternas de Amigos de la Humanidad en las Parroquias distantes de este sitio, según se le facultó a esta por el Presidente de la República de Antioquia…”.

La Junta, teniendo en cuenta las calidades de los vecinos, nombró las respectivas Juntas para el Sitio de San Pedro, San Luis de Góngora, San José de Amieta, Carolina del Príncipe, San Antonio del Infante y Anorí.

El 4 de marzo de 1815 la Junta lamentaba la apatía de los mineros dueños de cuadrillas porque no pagaban el impuesto ya fijado y porque no entregaban oportunamente los censos.

En un documento final la misma Junta, el 25 de marzo de 1815, informaría a la Presidencia que el acto de manumisión hubo de ser pospuesto para EL PRIMER DÍA DE PASCUA DE PENTECOSTÉS.

Los Documentos relacionados con la manumisión de esclavos constaban de CINCO FOXAS, en papel común. Las tres primeras páginas contenían la Ley con sus 16 Artículos. Como era copia, firmaban Joaquín Muñoz como secretario y Modesto de Restrepo como Alcalde ordinario.

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En las cuatro páginas siguientes Evaristo Pinillos, secretario de la Junta de Amigos de la Humanidad de Santa Rosa, copiaba del original el 28 de diciembre de 1814, un documento elaborado por el Señor Presidente de la República de Antioquia en el cual DECRETABA algunas normas relacionadas con el cumplimiento de la Ley del 20 de abril de 1814 sobre la manumisión de esclavos.

Insistía en los siguientes temas: 1. Que los Jueces y Escribanos no autoricen testamentos si el testador no ha cumplido la Ley respecto a la liberación de sus esclavos según el Art. 7 de dicha Ley. 2. Que se organicen las Juntas respectivas en Antioquia, Medellín, Rionegro, Marinilla, Departamento del Nordeste, de Santa Rosa para el Distrito del Valle de Osos. 3. Que cada Junta nombre un secretario. 4. Que de inmediato comiencen a organizar las colectas según el Art. 9. 5. Que en un mes procedan a estructurar las matrículas de los esclavos de su territorio según el Art. 10. 6. Que celen el cumplimiento de toda la dicha Ley. Firmado por el Presidente y Secretario el 29 de septiembre de 1814 en Rionegro.192

REDENCIÓN AUTOMÁTICA

Antes de estas leyes existió la costumbre de liberar esclavos mediante autocompras tasadas en castellanos de oro en polvo de acuerdo con el sexo y la edad del negro. Se conformó, entonces, un grupo llamado de LIBERTOS, y así fueron registrados en los asientos posteriores de bautismos, matrimonios o defunciones.

Cuando las esclavas se convertían en compañeras de españoles o criollos y engendraban hijos era usual concederles la libertad. Otra forma de liberar esclavos era el agradecimiento de su AMO. Y otra porque habían colaborado como soldados en las guerras. Estos negros fueron conocidos, además, con el nombre de NEGROS HORROS, quienes se dedicaban a la minería o en forma independiente (mazamorreros) o contratados por los mineros.

En 1779 fueron registrados 662 esclavos ubicados en Pontezuela, Hojas Anchas, San Jacinto de Osos, Páramo, Petacas, San Andrés, Pretel, Riochico y Riogrande

En 1650 el gobernador de la provincia de Antioquia y encargado de Cartagena ordenó la construcción de los 114 kilómetros del Canal del Dique (de Barbacoas, Cartagena a Calamar del río Magdalena) a 1200 esclavos quienes, a pico y pala, tardaron 135 días (del 7 de marzo al 22 de julio).

192 Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos, Caja General Nro. 9, Juzgado del Circuito 1 -S.R.O.- legajo 1813-1814

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Doscientos Años Después

PROTECCIÓN A LOS ESCLAVOS

El 21 de mayo de 1851 el Presidente don JOSÉ HILARIO LÓPEZ, abolió la esclavitud.

También los esclavos tuvieron protectores. En un documento de 1795, con el sello de Carlos IV, Rey de España, y papel sellado para los años 94-95 LORENZO DE LORA Y GARZÓN se dirige al Señor Gobernador y Comandante General en los siguientes términos.

“El Defensor General de Menores de esta ciudad, ante V.S. según derecho, parese y dice que Thomas esclavo de Ramon Muñetones vecino del Sitio de San Pedro, ha ocurrido a este mi Ministerio expresandome que la ha sido forzoso el venir desta Ciudad en solicitud de amparo al Superior Juzgado de V.S. porque el dicho su Amo lo aflige y castiga con demaciada aspereza y lo mismo a su muger María de la Ascención. Con este motivo habiendo pedido papel para solicitar que lo comprasse, encontró en la Villa de Medellin a Don Luiz Giraldot que ofreció mercarlos juntos dando el dinero al contado por ellos a que no quiso condescender el referido su Amo porque pidio excesiva cantidad. En este concepto suplico a V.S. que tomandolo bajo su protección se sirva mandar que por el Theniente de la Villa de Medellin por medio de aquel Defensor de Menores le administre Justicia sin permitir que por el dicho su Amo …(ilegible)… sean maltratados, haciendo que la venta se haga por su legitimo valor y precio: sobre todo lo qual V.S. se servirá de proveer y mandar lo que estimase por de Justicia y que al mismo tiempo al sitado Negro no se le ponga embarazo por ninguna de las Justicias hasta llegar a Medellin con la providencia que se tuviese a bien librar en el asumpto. Antioquia, septiembre 9 de 1795”. Firma Lorenzo de Lora y Garzia, rubricado. “Otrosi: hace el Defensor presentacion del papel que se le dio para buscar Amo al citado Negro en el que a su vuelta consta la razón que expuso Don Luis Giraldot vecino de Medellin para la compra de este y su muger para que sirva como de comprobante para la providencia que se diesse ut supra. Lorenzo de Lora y Garzia. “Antioquia, 9 de septiembre de 1795. Hallandose comprendido el sitio de San Pedro en la Jurisdicion de mi lugartheniente de Sta. Rosa de Osos y concibiéndose ser vecino de aquel Ramon Muñetones acudirá a aquella Tenencia Tomas su esclavo para que tomando bajo su protección le oyga en Justicia averiguando si es cierta la sevicia o maltrato de que que queja en cuio caso hara que se les ponga precio a dicho Tomas y a su muger para que estos busquen y enquentren quien los compre haciendo lo mas que exija la materia con arreglo a derecho, debolviendosele al intento este expediente al defensor de menores. Firma Inciarte. Asi lo proveio, mando

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y firmo SS. El Señor don Jose Felipe de Iriarte Capitán de Infanteria de los Reales Exercitos, Gobernador y Comandante General de esta Provincia… ante mi Miguel de Palacio, escribano publico del numero” “Santa Rosa, septiembre 18 de 1795. Por recibido el decreto con fuerza de derecho probeydo por el señor gobernador de esta provincia el que devia de obedecer y obedesco según derecho y para que tenga su puntual cumplimiento se pasara oficio político al Juez del Partido de san Pedro para que persiviendo sin excusa alguna la esclava Maria de Ramon Muñetones, la remita a este juzgado con persona de su satisfacción y le preseptue al citado Muñetones comparezca asi mismo en el, a fin de averiguar si es cierto o no la propuesta de Don Luis Giraldot y en su consequencia se proviera lo que combenga depositando ambos esclavos en el lugar que se indique… firma Joseph Antonio Velasques con testigos.” “Nota: que haviendose entregado por via de depósito este esclavo al theniente Real de este sitio Don Francisco Miguel Tamayo desde el dia en que se presento en este juzgado dicho Negro y estando aguardando a que compareciera la esclava su muger para asentar la diligencia como correspondía, en el dia de haier que fue festivo despues de la Misa maior se fue a bañar este Negro asociado de algunos niños a un estanque inmediato en donde se haogo; Y para sacarlo fue necesario, y se regulo por mas combeniente en aquel, pronto luego que se tubo la noticia, el romper dicho estanque que pertenecía a Manuel y Bautista Zalazar y para que conste lo anoto y firmo hoy 28 de septiembre del corriente año. Joseph Antonio Velasquez” (rubricado) (sic)193

En marzo de 1806 el Juzgado recibió varias quejas de esclavos porque el amo no les suministraba la ración justa de maíz. La norma usual era dar a cada esclavo un almud cada semana. El almud estaba compuesto por cuatro cuartillos y el cuartillo por cuatro puchas. El almud contenía 16 puchas. Este amo apenas les daba tres cuartillos.

La situación de los esclavos comenzó a variar drásticamente a partir de la MANUMISIÓN aprobada por el PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE ANTIOQUIA y por la JUNTA PROVISIONAL DE GOBIERNO. Don Juan del Corral, uno de sus promotores, ya había muerto en abril de 1814, en Rionegro posiblemente por un tabardillo –fiebre tifoidea- o por neumonía, cuando fue aprobada a Ley.

193 Caja General N. 4. SRO. Archivo Municipal. Legajo de 1795

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Doscientos Años Después

VENTA DE ESCLAVOS EN EL VALLE DE LOS OSOS DE 1784 A 1833

El análisis de SETENTA Y UN Protocolos del Archivo de Santa Rosa de Osos derrama luces interesantes sobre el mercado de esclavos, sus valores, sus clases, sus edades y otras condiciones.

En julio de 1784 un esclavo de 21 años estaba tasado en 200 patacones.

Un negro bozal con su pareja, negra criolla y un hijo costaban 500 pesos oro en polvo.

Una mulatica recién nacida costaba 30 pesos.

Cuatro esclavos criollos valían 500 patacones. Quien los compró pignoró la deuda en 10 mulas, 20 reses y cuatro caballos.

Algunas deudas se aseguraban pignorando mulatas como le aconteció a Miguel Duque que debía 76 patacones a José María Posada.

No era extraño comprar “lotes” como lo hizo Juan de Carrasquilla que compró a Francisco Leonín de Estrada dos esclavos, dos barras y otros objetos por 450 patacones.

Una mulata de 18 años fue vendida por 220 patacones. Y un negrito de 12 por 110 pesos.

En cambio un negrito de año y medio costaba 45 pesos. Uno de 30 años 250 patacones. Una esclava de 50, 60 castellanos. Uno de 25 años, 210 pesos.

El cura de Santa Rosa de Osos tasó en 180 castellanos una mulata para el español don Andrés Antonio Sanín.

Una pareja de 40 y 30 años junto con su hijo fue vendida en mayo de 1791 por 415 castellanos a treinta meses de plazo.

Don Pedro Rodríguez de Zea, en 1791 compró a su paisano Andrés Antonio Sanín una mulata de 20 años por 200 pesos, que había sido del cura Nicolás Francisco de Agudelo.

El negocio de ropas era tan amplio y ágil que don Juan de Castro hipotecó en enero de 1792 un grupo de esclavos para asegurar las mercancías.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Finalizando el siglo XVIII los criterios de venta no eran homologables ya que un esclavo de 14 años valía 100 castellanos, otro de 17 casi el doble, una mulatica por 35 castellanos, una de 18 por 214 y un matrimonio con un hijo por 200 castellanos oro en polvo.

Cuando el esclavo hacía parte de un “lote” el precio era incierto. Así aconteció al minero que compró una pareja con su hijo mas 6 reses por 450 castellanos.

En 1802 el alcalde del sitio de La Trinidad, don Rafael Navarro vendió una esclava de 21 años por 95 castellanos.

Como en todos los negocios, la amistad influía en el precio. El español don Francisco Palacio y Navarro vendió a Frutoso Roldán un esclavo criollo de 33 años por 100 castellanos.

Y cuando la venta era al por mayor, rebajaban los precios: los 3 esclavos que don Jerónimo de Yarce vendió a don Andrés Antonio Sanín apenas costaron 220 castellanos. Este mismo compró 14 esclavos, dos parejas cada una con 5 hijos, por sólo 900 castellanos.

Un criollito de 7 años estaba tasado en 40 castellanos.

Vender una familia completa era un mal negocio. Los esposos Ángel Choren (de los Reynos de España) e Isabel de Uribe cedieron a don Manuel de Puerta una abuela, su hija y su nieta por la irrisoria suma de 25 castellanos mientras Ubaldo Rodríguez entregaba una pareja a don José Domino Rendón por 80 castellanos.

En los quince primeros años del siglo XIX los precios eran los siguientes: esclavo de 20, cien castellanos; negra de 16, ochenta; de 14 años 30; esclavo de 20, sesenta; de 28, setenta; un matrimonio por 150; joven y vieja por 92; matrimonio joven con cuatro hijos 180; negrita de 12 por 60; otra de 14 por 40.

En 1830 los precios mejoraron un poco por los oros de barranca: esclavo de 25 años por doscientos pesos fuertes y criolla próxima a parir por 184.

Interesante la letra de los Protocolos de estas ventas.“Don Andrés Pérez vecino de Medellín y residente en el partido de Riochico de Santa Rosa de Ossos, dijo que vendo a don Josef Antonio Echavarría vecino de dicha Villa y residente, dueño de mina y cuadrilla en el partido de Tierradentro de esta jurisdicción, cuatro esclavos casta crioyos, nombrados Lorenzo y María de la Cruz, marido y mujer, y dos hijos de estos Anselmo y María, los primeros como de 28 a 30 años y el uno de cuatro años y el otro de dos y medio, míos, libres de censo, empeño,

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Doscientos Años Después

pensión y gravamen por lo que se los vendo con todos sus defectos, tachas, lesiones, enfermedades manifiestas o encubiertas por de alma en boca, huesos en costal, a estilo de feria y mercado franco, excepto los males de corazón, lazarino, gota coral… el veinte de enero de 1801, por 440 castellanos de oro en polvo que me ha de dar al fiado dentro de tres años y medio que deben correr desde el día de dicha entrega.. si acaso valieren mas hago gracia y donación del excedente… se otorga ante don Juan Modesto Tamayo, escribano público y del número, firmado el 6 de julio de 1801”194

No era raro comprar o vender esclavos al fiado siempre que se hiciese una hipoteca.

La hija de Pedro Eusse y su marido compraron a don Rafael Arango un matrimonio con cuatro hijos menores de cinco años, por 500 castellanos, para pagar en cinco años, una quinta cada año, y pignoraron con hipoteca los mismos esclavos “y además casa, cocina y solar en este sitio, casa y cocina fabricadas de tapias pisadas y cubiertas de paja con sus puertas y ventanas de madera; el solar linda por una parte con casa y solar de María Zapata y sus hijas, por otra con las barrancas de mina de Eugenio Cardeño, por otra por la CALLE REAL… ítem 160 castellanos que nos adeuda Marcela López de san Luis de Góngora, ítem 24 reses de ganado vacuno herradas con el fierro que se escribe en la margen, mas un pedazo de tierra de pan y caballería que tengo en la quebrada del Pescado vertiente a la Chorrera… y jura por Dios que las propiedades son nuestras con una señal de la cruz que hago con los dos dedos pulgares de mi mano derecha (sic), firmado el 26 de julio de 1805, ante mi Juan Modesto Tamayo…”195

No faltaron hechos inusuales en estos negocios de esclavos. “Josef María Ramírez, vecino de la Villa de san Josef de la Marinilla y residente en Santa Rosa de Ossos, mercader, vendió a Josef de Paz, vecino de Popayán, una pieza de esclavo crioyo, de 12 a 13 años, Ramón, color negro, que compré al Señor Teniente Oficial Real de estos Valles, don Francisco Miguel Tamayo… con la claridad de que de mi poder se ha huído y ha ido a parar a casa de su amo que fue don Eugenio Roldán y también de que antes de que era de dicho Señor Teniente Tamayo hacía lo mismo al expresado esclavo, sin otro defecto conocido… por treinta castellanos de oro en polvo que me ha dado y entregado de su mano a la mía en efectos de ropas de su tienda… firmado el 29 de noviembre…”196

194 A.H.SRO. Protocolos 1801-1804195 A.H.SRO, Protocolos 1805-1811196 AHSRO, Protocolos 1805-1811

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MANUMISIONES ESPONTÁNEAS

Ademas de la “compra–venta” de esclavos existía el rescate de los mismos, sea que alguien les hiciera el favor, que alguien, para serenar su conciencia lo hiciera, o que la “misma pieza de ébano” se autocomprara.

En agosto de 1787 un tal Pedro Robledo cobró 130 pesos a un fulano para liberar a la negra María Victoria.

En enero de 1790 José Ignacio Chavarría “por descanso de mi conciencia” liberó espontáneamente a su esclavo.

El caso más patético le ocurrió a don Lorenzo Pérez Tascón, personaje famoso en esta historia por un proceso de paternidad responsable y de engaño a mujer adulta con promesa de matrimonio, quien en sus minas de Riochico (Petacas, posteriormente Belmira) en enero de 1789 liberó, por escritura pública, a TREINTA Y CINCO ESCLAVOS.197

Para liberar a una chiquilla de 12 años el amo exigió 85 castellanos que le fueron cancelados en abril de 1797.

El cura de estos Valles de los Osos, Francisco Xavier González, en noviembre de 1797, liberó diez esclavos porque eran muy religiosos y muy leales. Igual hizo José Antonio Botero con sus cinco esclavos criollos.

El mulato Luis Loaiza, casado con una esclava, la compró por 116 castellanos.

Una esclava criolla mulata, embarazada, recogió 105 castellanos para liberarse mas 12 castellanos y 4 tomines para que su hijito naciera libre y fuese bautizado como tal.

El amor tocaba a todas las puertas. Marcelo Salazar, enamorado de su propia esclava, la embarazó dos veces. Tal fue su amor que liberó a la negra y a sus dos hijas Mariana y María Ignacia.

Javier Sierra estaba casado legítimamente con esclava. Al nacer su hijo lo liberó por 35 castellanos.

El esclavo Felipe, de 55 años, entregó a su amo el oro suficiente para su liberación.

197 A.H.SRO. Protocolo 1789

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Francisco Ángel Yepes había criado a María Gregoria hija legítima de sus esclavos Dionisio y Feliciana. Desde su nacimiento le había prometido la libertad pero no estaba protocolizada. Por eso ahora, para evitar que sus herederos tomasen otra decisión, oficializó el asunto frente el Notario. Igualmente aprovechó para dar libertad a MIGUEL, “esclavo negro crioyo que hube de doña Josefa Luján por 180 pesos de oro, de 30 años, color mulato, y la referida MARÍA GORGONIA también de color mulato, su edad de 17 a 18 años y valdría 25 castellanos de oro… lo hice por el mucho amor que les tengo y haberme servido bien y fielmente”198

En 1801 don Miguel Monsalvo, siguiendo las instrucciones de su difunto hermano don Ignacio de quien había recibido un esclavo llamado SANTIAGO para que “me sirviera en vida”, ante el Notario don Juan Modesto Tamayo, procedió a liberarlo “porque me ha servido muy bien y tengo entendido que tiene muy buenas costumbres y es buen cristiano” Era color mulato claro, de 32 años, casta criollo.199

Don Francisco, vecino de Yolombó, como no sabía firmar se hizo representar por don Josef Franco y Josef Madrid para que fuese aceptado este Protocolo del 17 de agosto de 1803. Uno, o algunos de sus hermanos, habían tenido compañeras esclavas y de ellas habían nacido varios hijos. Estos esclavitos “son de muy buenas costumbres y cristianos, y porque son mis SOBRINOS CARNALES a saber José María de 12 años, Leocadia de 9, José Cornelio de 10, María Josefa de 3 y María Basilia de 2”. Por todos estos motivos los declaraba libres al momento de “mi muerte”200

Si es cierto que hubo AMOS que engañaron a sus esclavas y tuvieron con ellas hijos que jamás reconocieron, otros obraron en conciencia.

Domingo Lopera se presentó ante el Teniente Gobernador de estos Valles don Silvestre Vélez y declaró que había tenido acceso carnal con su esclava María, bajo la promesa de concederle libertad a ella y a la prole que resultase. “Por tanto en los mejores modos, vía y forma que por derecho haya lugar, confieso y declaro por mi hijo natural a Miguel, hijo de la nominada María, y en consecuencia cumpliendo con lo que soy obligado, otorgo que se les conceda a ambos la libertad”201

198 A.H.SRO. Protocolos 1801-1804199 A.H.SRO. Protocolos200 Archivo Histórico S.R.O.201 A.H. SRO. Protocolos 1805-1811

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VIII

PROTOCOLO DE TESTAMENTOS

“en la hora de la muerte, amparadnos Madre nuestra”

“In nomine Dei amen, que por cuanto me hallo enfermo del cuerpo pero sano de la memoria, entendimiento y voluntad…”

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Doscientos Años Después

SECUESTROS DE BIENES

A la muerte de don Marcos Bustamante, con muchas deudas y con buenas haciendas, su viuda doña Juana Isabel González, vecina de este sitio de Santa Rosa, se presentó ante el Alcalde Partidario don Juan de Dios Pérez de Restrepo el 2 de septiembre de 1782 para pedir protección y para el inventario correspondiente siendo su avaluador don José Ignacio de Restrepo. Por su parte, don Francisco Miguel González y don Francisco Tamayo, acreedores, nombraron a don Manuel de Puerta y Molina.

El Juzgado ordenó el inventario correspondiente y su avalúo. “Una casa pajiza sin puertas ni ventanas con cocina de paja, 170 pesos. Un esclavo 215. Un esclavito de 12 años, 120 pesos. Una negra de 31 años 150 pesos. Otra 230. En la casa: un escaño, dos mesas con cajones y cerraduras, otra mesa, una papelera, un altar, cajas, 2 almudes, 1 cuartillo, dos estuches con tres navajas, un frasco, una balanza para pesar oro, un marco, un machete, cuatro platillos de peltre, espejuelos, tres onzas y media de plata labrada, un platillo de peltre, un poncho, una capa de paño, una ruana, una chupa de Borton, tres camisas, calzones, sábanas de Ruan, tres birretes, sobrecama, almohada, toldillo de Ruan, hebillitas de charretera, una silla de montar con sus aperos, 30 pesos, sartén, sombrero con funda, oro en polvo por 200 pesos, anillos, cepo, esposas, juego de colores, derrotero de letras de mano, una casa en tierras ajenas en el sitio de don Diego, 35 pesos de un derecho de agua en Yolombó comprado a don Joaquín Barrientos, 6 marranos, una laceta, una silla, dos taburetes, dos libros una suela, hacha, colchón de lana, un pabellón, un pedazo de tierra en Santa Isabel, un negro de 180 pesos, 30 reses, 5 cargas de cacao cada una a 45 pesos, 68 pesos de oro labrado, un óvalo, sortija de esmeralda, manillas de corales, 443 cuentas de corales, 3 marcos y 5 onzas de plata labrada, una paila de 30 libras, una pailita de 120 libras, 1 almirez, una olleta de 5 pesos, una olla de metal martillado, una olleta rota, un sombrero blanco, dos sayas de chamelón, tres de granilla, dos mantillas, dos camisas, 1 sillón, una barra de 11 libras, 1 azadón, 1 bastón de plata, 1 sombrero viejo y un fierro de herrar”202

Secuestrados todos los bienes para el proceso correspondiente la viuda se quejó ante el Juez porque apenas le estaban entregando OCHO pesos para su sustento con los cuales no podía vivir porque “me quiere dejar en la calle con mis tres hijas y como bien sabe el Señor Alcalde son muy caros en este sitio los alimentos y las ropas”.203 El Gobernador, don Francisco Silvestre, enterado del asunto, delegó en el alcalde don Juan de Dios Pérez la jurisdicción correspondiente para que se convirtiera en defensor de las menores afectadas.

202 Caja General n. 2. Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos. Juzgado. 1782203 Foxas 1 a 7. Juzgado. 1782

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Entre las pruebas aportadas fue señalado el oficio del primero de marzo de 1774 mediante el cual don Marcos Bustamante, en el sitio del Señor san Juan de estos Ossos, ante don Lorenzo Pérez Tasón (sic), Alcalde Juez Pedáneo en este Valle de Ossos, declaró que al casarse con su mujer Juana Isabel González había recibido del Dr. Don Luis de Echeverrie, presbítero, por haberlo cuidado, una negra de 12 años de 150 pesos, 6 vacas, cada una a 12 pesos, dos caballos, cada uno a 15 pesos, 1 sillón, una cama y ropa de vestir por 50 pesos, una pailita de 10 kilos de 10 pesos, oro fundido en joyas por 66 pesos, 1 sombrero por 8, cuchara de plata por uno, y por parte de su madre difunta había recibido 104 pesos. Estos bienes, por lo tanto, no podían hacer parte del inventario primero porque eran propiedad de la viuda.204

Los acreedores se dirigieron al Juzgado aportando sus vales uno por 410 pesos de Vicente Restrepo, otro por once, otro por siete para cobrar a la testamentaria. De las foxas 19 a la 33 siguieron apareciendo acreedores: 17 pesos de Juan Basilio, 422 de Miguel de Carrasquilla, 34 de Pablo de Mesa, 51 de Jerónimo Palacio, 85 de Nicolás Jaramillo, 14 de Próspero Josef Guzmán, 233 de Juan José Callejas, 212 de don Ignacio Uribe, abogado, de José Ignacio de Restrepo 9, de Pedro Robledo 57, de Francisco Miguel González 28.

Ante tal avalancha de acreedores terció en el asunto don Francisco Miguel Tamayo a defender a la viuda. En efecto don Francisco era el esposo de Cecilia Bustamante hija del difunto don Marcos. Pero el proceso no avanzaba y la viuda padecía penurias. Entonces el abogado de Ignacio de Uribe, a nombre de la “pobre viuda y miserable” se presentó al Alcalde y más tarde al Gobernador don Francisco Silvestre Sánchez, Capitán de las Milicias de Santa Fe, Juez Subdelegado de la Real Renta del Tabaco, Conservador de las de Aguardiente y Correos, Superintendente de Minas, Director de caminos, Gobernador y Comandante General de la Provincia de Antioquia, quien ordenó al alcalde partidario de Riogrande, so pena de multa, acelerar el proceso, gestión que se oficializó el 14 de marzo de 1783. El alcalde de Riochico don Joaquín Leonín de Estrada obedeció al Gobernador y en abril visitó al alcalde de los Osos, don Joaquín Barrientos para que conociera el documento del Gobernador. Este, por auto del 12 de junio, ordenó al anterior la conclusión del proceso, después de ordenar se le entregara a la viuda copia del inventario avaluado.

Intervino don Juan José de Lora y Nuno, ante la muerte de la viuda, como síndico general de Menores quien ofició al Oidor y Visitador General de la Provincia de Antioquia “que por fallecimiento de don Marcos Bustamante y 204 Foxas 11 y 12 Juzgado. 1782

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Doscientos Años Después

de su esposa doña Isabel González, han quedado en un total desamparo sus hijas menores las cuales han aclamado desde los minerales de Santa Rosa donde residen, por medio de don Pedro Rodríguez de Zea, para que se les aseguren sus tutelas que están en peligro de perderse y lo mismo los libros de cuentas de sus difuntos padres”.

El 18 de noviembre de 1789 insistió de nuevo el defensor de menores al Oidor Visitador diciéndole que la causa debería terminarse prontamente ya que “con el reciente fallecimiento de la madre de estas menores han quedado en un estado miserable pasando muchas necesidades porque los bienes se hallan depositados en don Vicente de Restrepo, y a las menores no les suminstra lo necesario para su conservación”205

Intervino, entonces, el Oidor Mon y Velarde. Pero en 1785 todavía nada se había podido hacer porque la viuda “ha dos años que es muerta” y en el Juzgado no había documentos.

Llegó al Juzgado la lista de acreedores que en este momento ascendía a 82 (foxas 76 y 77).

Y para completar apareció una lista de compras (como si fuese una factura) en contra del testamento del difunto Bustamante, firmada por don Próspero Joseph de Guzmán, de la siguiente manera: telas de Bretaña, de punto, de Ruan, corlon, chamelote, azul, tripe azul, granilla, sarga, funda de sarasa por doce pesos, una arroba de cera, dos libras de canela, camisetas, saya de balleta, libra y media de seda surtida, pañuelos azules, navajas machetorras, gorro de seda, hilo, hiladilla, todo por 380 pesos que habían sido despachadas a el señor Bustamante.

El asunto se fue enredando por la aparición de acreedores en la Villa de Medellín, hasta tal punto que el Teniente de Gobernador, Justicia Mayor y Administrador de Real Hacienda de estos Valles de Ossos, don Pedro Rodríguez de Zea se vio precisado a enviar todo el expediente a don Manuel Santa María, Alcalde Ordinario de la Villa de Medellín, para que citara a Juan Callejas, Miguel Carrasquilla, Capitán Vicente de Restrepo, al Capitán Manuel Jaramillo, al Teniente de Capitán Félix Jaramillo, al Capitán Nicolás Jaramillo, todos acreedores de Bustamante.

Reunidos en el Juzgado todos estuvieron de acuerdo en aceptar la sentencia como llegase. (foxa 80).

Finalmente los avalúos fueron aceptados por todos los interesados (foxa 89 y 90) el 17 de junio de 1786. 205 Foxa 73. Juzgado. 1782

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Pero fueron apareciendo nuevas listas: dos sombrillas, dos taburetes, dos almudes, una cuartilla, estuche con tres navajas, frascos, espejuelos, capa de paño de Castilla, calzones, tres gorros, una sobrecama, una almohada, un juego de colores, un briaco con tres hebillas (20 de junio de 1786) (foxa 92).

En la foxa 93 don Pedro Rodríguez de Zea tuvo que pedir auxilio al Alcalde de Envigado para que indagara sobre un “cacao” que había aparecido en el inventario. Mientras tanto el defensor de Menores don Manuel de Puerta y Molina había solicitado un reavalúo porque muchos de los artículos hoy valían mucho más, y para eso fue solicitada la colaboración al Alcalde de Hato Viejo.

Este se desplazó a la casa de don Francisco Miguel Tamayo para que respondiera al cuestionario elaborado, a propósito, por el Defensor de Menores. Y el dicho señor Tamayo dijo y juró: “que hallándose enfermo de la cabeza protestaba no le causare perjuicio por aquello que había declarado tal vez ajeno a la verdad por dicha enfermedad y falta de memoria” y se refería a una declaración previa en la cual se le preguntaba por los esclavos, el ganado, las prendas y el cacao del testamento del señor Bustamante. (foxa 100).

El 5 de mayo de 1784 don Francisco Miguel Tamayo entregó la lista de los bienes que había recibido del Alcalde de Medellín, a saber: cinco esclavos, una casa, un escaño, una silla, dos mesas, cuatro taburetes, un escaparate, dos marranas, doce reses, diez herramientas, dos cargas de cacao, una silla aviada, una barra, dos azadones, cinco cucharas, un tenedor, tres pozuelos, un jarrón de plata, seis platos de peltre, dos balanzas para oro, una sortija, varias manillas de coral con 180 cuentas de oro, una paila, un olletón, un sartén, dos olletas, tres sayas de lana, tres de granilla, dos mantellinas, bayeta de castilla, dos camisas de olán, un poncho. (foxa 102).

Finalmente el doce de agosto de 1786, entre las foxas 104 a 107 se dictó la sentencia después de reconocerse las irregularidades: falta de pruebas en los vales que los acreedores cobraban, demoras de tramitología, trabas que fueron apareciendo por los diversos actores.

Las costas fueron rebajadas a la mitad por las “demoras” de la misma Justicia y serían pagados sólo los créditos convenientemente soportados; el señor Miguel Carrasquilla sería sancionado con la pérdida de una esclava, y el resto se entregaría a las verdaderas herederas del señor Bustamante. Y fue firmada dicha sentencia por don JUAN ANTONIO MON Y VELARDE después de cuatro años del proceso.

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MORTUORIAS

La vida bucólica de Santa Rosa no era tan color de rosa como se creía. Mientras los negros se quebraban el espinazo en las minas, y los dueños de hatos mercadeaban con sus animales, y los comerciantes se recorrían la región ofreciendo sus mercancías, el Juzgado del Circuito no cesaba de recibir demandas por diversas circunstancias.

El Padre José Sinforoso de Upegui era testigo de las angustias de sus feligreses o porque se sentían atropellados en sus derechos, o porque eran calumniados o porque las herencias de sus parientes se difuminaban y no llegaban a los verdaderos dueños.

Muchas CAUSA MORTIS, aparentemente sencillas quedaban inconclusas por los intríngulis de la Ley y por las celadas y zancadillas que iban apareciendo. Así sucedió a don Pío Hernández quien ante don Pedro Rodríguez de Zea, Teniente de Gobernador y Administrador de la Real Hacienda, solicitó la conclusión de la mortuoria que nunca se dio después de la tinta derramada en 12 foxas, es decir 24 páginas.

Igual suerte le aconteció a los legítimos herederos del difunto Presbítero Doctor Don Luis de Echiverrie, quienes en un proceso de 95 foxas (190 páginas) no pudieron disfrutar de las ingentes riquezas de su pariente eclesiástico, registradas de la siguiente manera: mina de 4000 pesos, otra de 450, un negro de 100 pesos y su mujer de 80, un esclavo de 30 años por 190 pesos, otro de 26 por 200, otro de 13 de 125, otro de 11 de 100, otro de 9, de 90, otro de 6, de 70. Otra esclava de 35. Uno de 55 de 250, otro de 55 de 125. Uno de 26 de 200, un niño de 75 pesos, otro de 65, otra de 75 para un total de seis mil castellanos de oro en polvo, una verdadera fortuna para su tiempo. Y si se sumaban los bienes (foxas 10-11) de los esclavos de las Minas de San Andrés (con el tiempo correspondería a un sector de San Antonio del Infante –Donmatías) habría que añadir otros 1.032 castellanos. Pero sumando otros esclavos diseminados en varias minas se ajustarían otros 2.048. En resumen los 56 esclavos, entre hombres, mujeres y sus hijos, y los solteros, pasaban de 9000 castellanos. Los bienes habidos en la Tierra de Adentro (actual Aragón) pasaban de 10.591 castellanos, de El Sitio de don Diego, 5024. Y para completar, en la foxa 34 y ss. se anotaban los bienes personales del dicho Presbítero consistentes en ropas de bayeta, linternas, cacao, tabaco, camisetas, frazadas, ruanas, lienzos, ceras para el Santísimo, canela, vino, café, papel, paño y seda.206

206 CAJA Nro. 2, del Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos, Juzgado del Circuito 1 (SRO) legajos de 1784 a 1786

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Como una muestra de los procesos de salud de esa época en la foxa 36 se recordaba una pequeña factura contra el testamento por medicinas, curaciones realizadas a un esclavo, píldoras, ruibarbo, jalapa, mechoacán, tártaro, azúcar, canela, todo por 85 pesos, amén de la carne, el pollo, el cacao y las velas por 15 pesos.

En 9 foxas se recopiló el proceso civil entre don Juan Carrasquilla contra don Nicolás Valencia en 1784.

En 1785, ante el Alcalde y Juez Pedáneo don Francisco Leonín de Estrada, a la muerte de don Salvador Piedrahita, y en 54 foxas se hizo la mortuoria del mencionado, que había muerto intextato.

PROCESOS DE CAPELLANÍAS

En 1786 el Juzgado se vio sobrecargado por los procesos de Vicente Vélez, Joaquín de Betancur relacionados con una Capellanía, del cura Francisco Xavier González contra don Ignacio Echiverría por una deuda de estipendios y derechos parroquiales, de Juan Salvador de Escalante, la hipoteca a favor de Vicente Jaramillo por compra de una pareja de esposos esclavos, contra don Francisco Morato que decide pagar los 98 pesos con 60 cuartillos de aguardiente, contra don Juan Félix González por el valor de un mulato (188 pesos), contra Julián Sepúlveda por venta de tabaco y de barajas compradas a Juan de Carrasquilla.

TESTAMENTO DEL RIQUÍSIMO PRESBÍTERO PEDRO JOSEF DE ROXA

Famosa en su tiempo fue la mortuoria correspondiente al Presbítero Dr. Dn. Pedro Josef de Roxa, en papel sellado, con el sello de Carolus III, Hispanarium Rex, 1786-1787.

De la foxa 23 a la 31 fueron descritos los bienes dejados por el Padre, reclamados mediante procesos judiciales por sus legítimos herederos, con los comentarios usuales de quienes se sentían “defraudados” en sus intereses.

La mina, que quedaba por las Ánimas al desembocar al Ríochico, había sido avaluada en 500 pesos oro en polvo. Siguiendo el cauce de dicha quebrada hacia arriba había otras minas por 2000 pesos, Un derecho de tierras en el Alto de Abejorral hasta el desemboque en Riogrande, de este a Riochico y de este filo arriba 800 pesos. Un machito negro bociblanco 15. Otro colorado 15. Mula retinta bociblanca 20. Macho ballo 14. Mula tuerta 14. Macho pardo rayado 14.

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Mula bociblanca 16. Macho madrilero 6. Mulita mora 14. Mula rucia 6. Macho mono 18. Machito franco 10. Macho retinto 15. Macho cenizo 16. Caballo pardo 5. Caballo colorado andón 16. Caballo Torres 5. Caballo colorado 8. Caballo rucio 5. Potrico cenizo 3. Macho Peláez 20. Potrico colorado 3. Potrico mantequillo 3. Mula Barrientos 8. Cuarenta y dos reses entre chicas y grandes a seis pesos (252). Cuatro reses más 24. Silla con coraza, mantelete y estribena, 40. Pretal, xáquima de plata, 8. Freno 1.5. Silla Gerónima 12. Sillón viejo 1. Par de espuelas de plata de 10 onzas, 5.5. Caballo amarillo 25. Mesita con cajón, 2. Mesa grande con cerradura 6. Escaparate, 11. Caja con cerradura 7. Otra caja 3. Siete marcos 35. Dos barretones 14. Dos barritas l2. Una barrita 5. Otra barrita 3.4. Seis arrobas de fierro 21. Veintisiete piezas de fierro 27. Veintidós piezas viajes 11. Cuatro machetes y nueve recatones 9. Un pie amigo 1. Un cofrecito de madera 1. Herramientas: 4 escoplos, una baqueta, cuatro sillas, 3. Dos manijas de cajones, 6. Una ruana clara forrada en balleta de Castilla 8. Dos marcos y tres cuartos de laca 9. Una fragua que se compone de yunque, dos machos, cinco martillos, dos tenazas, un tornillo, un alguiribio, dos limas, con sus fuelles 45. Tintero de plomo y candelero de estaño, 4. Freno nuevo 1, Tijeras 6. Tres frasquitos de losa 2. Pailita 2. Tres puchas de aceite de linaza 12. Un tarro con aceite de almendras 1. Un tornillo de platería 6. Una cuja 4. Un toldillo 3. Una bota 2. Veintisiete y tres cuartas de manta del Reino 5. Veintisiete varas de lienzo de Quito 5. Una cortina 2. Media arroba de lino de castilla 9. Una sombrerera de madera 2. Tres sillas 7. Tres taburetes 4. Cinco encerados 3. Dos docenas de cinchas de cabulla, 4. Una carga de costales 3. Un Cristo y nueve cuadritos de Cristo, la Pastora, ocho cuadritos restantes, 5. Dos fuelles 2. Dos gorros 6. Tres chalecos 1. Tres chupas blancas 3. Tres sábanas blancas 4. Una camisa blanca 6. Una colchita 1. Una capa de paño 12. Un par de calzones 4. Un volante de péndulo 1. Una camisa blanca 1. Una mantilla de balleta de Castilla, 6. Una funda de fula 2. Cuatro varas de cintas de terciopelo 2. Dos frazadas 3. Tres almudes 1. Un poncho pintado 1. Un sombrero blanco 5. Otro negro 2. Una fundita de sombrero 6. Dos forros de colchón 1,4. Un pabellón listado 2.4. Una bacenilla 1. Seis varas y tres cuarto de valleta de Castilla 10. Dos varas y tres cuartas valleta de Castilla rosada 4. Tres cuartas de balleta de Castilla 1. Veinte y dos varas de sarga azul 11. Veintinueve varas de crea 11. Dos varas de granilla 2. Cinco varas de anganipola de Barcelona, 2.5. Veinte varas listado fino 7.4. Once varas listado francés, 4.2. Nueve pañuelos listados ordinarios 3. Nueve varas lila azul 7. Nueve pañuelos azules 4.4. Siete y media varas de Bretaña, 2.6. Ocho varas saraza corriente, 6. Nueve varas de estopilla listada 6.6. Dos varas de estopilla labrada 1.4. Dos varas de velillo 1.

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Dos piezas de Bretaña ancha 8. Treinta y cuatro varas de platilla 1.5. Dos varas de tafetán amarillo 1.2. Seis varas sarga azul 3.1. Dos ponchitos de lino 4. Dos varas de Valenciana, 6. Un mantel de alimanisco, tres servilletas y una de lino 4. Dos varas de Valenciana, 6. Un sombrero de segunda 3. Un paño alimanisco 6. Cuatro servilleticas 1. Cuatro pares de calcetas, dos gorros de lino, 6. Ventiseis navajas de golpe 3.2. Un pañuelo blanco con su guardita azul 4. Cinco pares de tijeras y dos navajitas 7. Cuatro peines de hueso, 1. Veinte pares de botoncitos, 6.8. Cinco piezas de melindre 5. Doscientas cincuenta y dos melindres, 156. Una libra de seda floja 8. Dos libras seda torcida 10. Una libra de hilo de número 3. Treinta y dos cintas de sella unión 1.9. Cincuenta y dos varas de listón verde 5.1. Diez y siete varas de cintas laquelillo 2.1. Veintisiete varas cintas 1.5. Treinta y dos varas de laquelillo 4. Ochenta y cuatro varas cintas angostas 3.4. Cuatro varas de cintas de pareados 1.1. Diez y seis varas de cintas de velillo, 2. Siete onzas gasa falsa 3.4. Cinco onzas galón falso 2.4. Un pedazo de espejo con su marquito 2. Sesenta y tres varas de cintas laquelilla 7.7. Un tomo de Torrecilla, 2. Vida de Santa Teresa 6. Un breviario 10. Un Terno de Breviarios viejísimos 2.

“Con lo cual, y por ser ya tarde se cerró esta diligencia, acordando adelantarla el día viernes dos de noviembre del próximo mes, lo que firmo con los avaluadores tercero nombrado, interesados y testigos por falta de escribano. Pedro Rodríguez de Zea. Nicolás Jaramillo Molina. Joseph Vélez. Cristóbal Arango. Vicente Jaramillo. Joseph Nicolás Macías. Juan Enrique de la Barrera. María Josefa de Roxo. Joachin Barrientos. Francisco Miguel Tamayo. Juan Nepomuceno Jaramillo. Josef Mateo Zapata. Francisco Miguel Tamayo. María Josefa de Roxo. Riochico y noviembre 21 de 1787. Visto por mí el Juez, el que están inventariados y avaluados los bienes que fincaron en este sitio por la final del Dr. Dn. Pedro José de Roxo, pásese a tomar razón de la Capilla y fecho se reserva. Asi lo preví, mando y firmo yo Don Pedro Rodríguez de Sea, Teniente de Gobernador y Administrador de Real Hacienda con testigos por defecto de escribano público y real. Pedro Rodríguez de Zea. Josef Mateo Zapata. Juan Nepomuceno Jaramillo” (sic)207

Foxa 7 y 8. Testamento de María Josefa Peña, esposa de Domingo Lopera. 8 abril 1786.

Foxa 10-11. Antonia Álvarez, viuda, con hijos menores. 2 agosto 1786.208

207 Caja General n. 3. Juzgado Municipial l SRO. Legajo 1787-1787208 Protocolos de 1783. Legajo Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos

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TESTAMENTO DEL PRESBÍTERO XAVIER GONZÁLEZ

Testamento del Presbítero Francisco Xavier González, clérigo y vecino de la Ciudad de Antioquia, residente en este sitio de Santa Rosa de Osos, hijo legítimo de Francisco Solano González y María Josefa Padierna (ya defuntos –sic-) “In nomine Dei Amen. Que por cuanto me hallo enfermo del cuerpo pero sano de la memoria, entendimiento y voluntad tales cuales Dios Nuestro Señor ha sido servido darme, creyendo como firmemente creo en el Misterio altísimo de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Tres Personas distintas y un solo Dios verdadero, que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad que es el Hijo encarnó y se hizo hombre en las entrañas purísimas de María Santísima, quedando siempre Virgen y verdaderamente Madre de Dios, quien no por obra humana sino por obra del Espíritu Santo concibió al Verbo Eterno por el cual fuimos redimidos por medio de su soberana vida, pasión y muerte y Dios Nuestro Señor es justísimo remunerador que premia los buenos y castiga los malos y creyendo así mismo todos los misterios de Nuestra Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, cree y confiesa bajo de cuya fe y creencia yo he vivido y pretendo vivir y morir, temeroso de la muerte por ser natural a todo viviente y su hora incierta, poniendo por intercesores a María Santísima, Nuestra Señora, al Santo Ángel de mi Guarda y Santo de mi nombre y devoción, a los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo y a los demás de la corte celestial procurando disponer mis cosas para que Dios Nuestro Señor me de su gloria y con cuya protección y auxilio paso a ordenar mi TESTAMENTO DE MI POSTRIMERA Y ÚLTIMA VOLUNTAD en la manera y formas siguientes: 1. Mando mi alma a Dios quien me ha creado y mi cuerpo a la tierra. 2. Mando las mandas forzosas, cada una a dos tomines y además un CASTELLANO para la CANONIZACIÓN DEL SEÑOR PADRE PALAFOX. 3. Que sea sepultado en esta Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá del sitio de Santa Rosa de Osos, en el lugar que me corresponde con entierro mayor, vigilia, misa de cuerpo presente, si fuere hora de celebrar o al otro día, con dos posas y un novenario de misas rezadas, dejando las demás exequias de funeral y entierro al arbitrio y disposición de mis albaceas. 4. Soy sacerdote de Órdenes Mayores a título de un patrimonio vitalicio que me pusieron mis padres de cantidad de 1.666 castellanos de oro de a 20 quilates con la obligación de que dijera algunas misas anuales, a 4 castellanos cada una, dinero que he tenido en mi poder, cuyos papeles se HAYAN EN MI ESCRITORIO. 5. Declaro que no debo misas. 6. Declaro casa de paja, puertas y ventanas de madera, cerraduras, cocina, solar, cercado de tapias, puerta que sale a la calle en la ciudad de Antioquia. 7. Allí tengo un escaño, un escaparate con su chapa y una

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caja grande con cerradura. 8. Allí tengo una paila de metal de 22-23 libras, una mesa con cajón de madera, armazón de cama de cujas. 9. Un pedacillo de tierra en el Río de Aburrá. 10. Dos esclavos en Antioquia, Crisóstomo y Leonarda. 11. Un esclavo de 12 años que queda libre si el o sus padres pagan 50 castellanos. 13. Mío es el negro bozal Javier que queda libre si paga 25 castellanos, y otro, Juan de Mata. 14. Que recogí a mi prima María Manuela Escalante y no trajo nada ni le doy nada. 15. A María Manuela Escalante le di un esclavo y ropa con intención de que las devolviera. 16. Declaro una casa de paja y solar en Sana Rosa cuyo solar está haciendo plaza por las tapias de una casa que estaba edificada cogiendo por la calle que sigue a la barranca hasta seguir cuatro varas de tierra más, de la esquina de debajo de la casa dicha, que me entregó don Manuel Jaramillo, otras cuatro varas en travesía mirando derecho a lindar con el solar de una casita que está en un altico de Domingo Lopera y de aquí enderezará al callejón y por este hasta salir a la plaza buscando el lindero de las otras casas edificadas. 16. En esta casa tengo una caja grande con cerradura, un escritorio grande, uno pequeño con cerraduras, dos cajas de vara cada una, con cerradura. 17. Un cajón donde guardaba mis ornamentos, y otros están en Donmatías en mi casa y se han de traer. 18. Dos mesas con cajones, una tarima, tres taburetes forrados, dos en baqueta, uno en cuero, un armazón de silla de sentar, tres pailas de metal, amarillo, coloradas, olletón de cobre, dos jarros de plata, dos platillos de plata de libra cada uno, cuatro cubiletes de plata, tres cucharas, dos tenedores todos de plata. 19. Unas tabletas de madera labrada, tres armazones de faroles grandes, dos bastones. 20. Libros, la obra del Padre Lagos, de Moral, en dos tomos, la Obra del cristiano instruido en seis tomos, obra del Padre Vieira en 21 tomos, pequeños y otros en el estante, chicos y otros grandes. 21. Tres vacas paridas, una horra, tres novillonas y las regalo todas a María Ignacia, Dominga, Juana María, Secundina; cuatro bestias (un caballo y un macho de silla y dos mulas viejas). 22. Un pedacito de tierra con escrituras, otro pedazo de pan y caballería en San Andrés, que compré por 160 pesos de oro, ya pagados. 23. Casa de paja en Donmatías, de San Antonio del Infante con taburetes, tarima, cujas. 24. Míos una silla de montar realzada en plata, son dos, dos barras grandes, azuelas de carpintería, cepillo, garlopa, dos limas, sierrita, una sierra grandecita, otra pequeña, frasquera con doce frascos de cristal, hacha. 25. Me deben varios entre ellos don Manuel Euse, seis castellanos por el entierro de una parvulita, reclamarlos y entregarlos a mis esclavos. 26. Debo el patrimonio antes dicho dado por mis padres, se sacará todo de mis bienes. Debo a los Martínez de Antioquia por fiar a mi hermano, debo ese papel sellado a don Francisco Miguel Tamayo, escribano. 27. Ya di escritura de libertad a mis esclavas, total once (ya había hecho esa escritura).

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28. Cama de cufa, dos pabellones, almohadas, colchones, todo lo dono a las esclavas. Nombro como universal heredero a mi sobrino el Presbítero Don Francisco Javier González Hidalgo quien también será mi albacea junto con Don Francisco Miguel Tamayo de este sitio. Firmo ante don Juan Modesto Tamayo, escribano interino y ante testigos, firmado en la casa del Padre el 28 de noviembre de mil setecientos noventa y siete. El 23 de diciembre de 1797 falleció el Padre. Y como en su casa sólo hay esclavos, aviso a los albaceas para que cuiden dicha casa y no haya pérdidas”.209

Testamento de doña María Josefa Valencia, de san Luis de Góngora, hija legítima de Don Juan Alejandro Valencia y Doña Manuela Delgado. Eran de Rionegro. Pide que la entierren en la Iglesia de San Luis de Góngora, con entierro mayor, vigilia, misa de cuerpo presente, tres posas. A cada hijo deja dos CABUYAS de tierra. Declara casa, solar, cocina, horno, tarima, mesas, camas, paragua de barba de ballena, olleta, cucharas, tenedor de bronce, ropa, novillona, paramentos, colcha, frazada, indica lo que le deben que el Señor Cura don Antonio Orrego le tiene una cadena de oro de 27 castellanos y medio, y declara lo que debe.210

Testamento de don Francisco Miguel Tamayo hijo legítimo de don Juan Ignacio Tamayo y doña Antonia de Mesa y casado con María Ceciclia Bustamante, con 10 hijos.

TESTAMENTO DE TOMASA MACÍAS

Testamento de TOMASA MACÍAS, hija legítima de Matías Macías y Antonia de Roxo Alvarez y Campillo, viuda de don Pedro Euse y casada con Plácido Misas. Del primero tuvo 7 hijos: Josef, Josef María, María de Jesús, Josefa, Margarita, Ana María y Juana. Del segundo Francisco, Joaquín, Jacinto, María del Carmen, María Eusebia, Rosalía, María del Pilar (7), casados asi. Juan Antonio con Maria Antonia Yepes, Manuel con Bárbara Arango, Vicente con Feliciana Roldán, Josef con Rosa Roldán, María de Jesús con Francisco Palacio, Ana María con Ramón Echandía, Josefa con Juan de la Rosa Estrada, Margarita con Josef Antonio Calle, Juan con Frutosa Roldan, Josef Maria el sacerdote de órdenes mayores. Los del segundo: Francisco con Rosalía Calle, Maria del Carmen es religiosa carmelita, en la Villa de Medellin, le di de dote 1600 castellanos de oro en polvo, María Eusebia con Andres Antonio Sanin. Al padre le regalé un mulatito llamado Eusebio. Fundo una capellanía por 2 mil castellanos para mi hijo el padre. Firmado en los LLANOS DE CUIVA a 20 de junio de 1803.

209 Protocolos de 1783. Legajo Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos210 PROTOCOLOS 1801-1804. Archivo Municipal de Santa Rosa (tres testamentos)

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Testamento de Patricio Yarza, hijo legítimo de José Manuel de Yarza y Micaela de Nao. 22 junio de 1805.

Términos usuales y comunes en la mayoría de testamentos: “primeramente mando mi alma a Dios Nuestro Señor que la crio y la redimió con el infinito precio de su santísima sangre, vida, pasión y muerte…” Mandas forzosas a dos tomines. Algo para la canonización del Reverendo Padre Palafox. Entierro mayor, vigilia y misa de cuerpo presente si fuere hora o si no al otro dia. Tres o más posas. Declara su matrimonio, sus hijos y si se casaron y que les dieron en ese matrimonio.

TESTAMENTO de doña María Cecilia Bustamante hija legítima de Marcos y de Rosalía Piedrahita, casada con Don Francisco Miguel Tamayo, hijos: Josef, Juan, Ignacio, Maria, Dionisio, Josef Antonio, Rosalía, Modesto, Francisco Luis, Juan Manuel, Maria del Carmen (11 hijos) “funda una capellanía laical y memoria perpetua de misas cantadas dichos los días nueve, a dos castellanos cada misa y gastos para cera e incienso, y nombra por CAPELLAN propietario al señor cura que es o fuere de esta iglesia. Firmado el 8 de junio de 1805”

TESTAMENTO otorgado por Rosalía Flórez hija de Francisco y Teresa Mejía. Declara su matrimonio, sus hijos y su estado actual encinta. Deja algo para los santos lugares de Jerusalén. Dejó algo para el convento de nuestro padre san Francisco en la Villa de Medellín.211

Testamento de don Miguel Vásquez tiene casa en la plaza con solar grande.

Testamento de don José Ignacio Vásquez casado primero con Josefa de Toro con un hijo y luego con Eugenia Roldán con Miguel, Vicente, Fernando, María Ana, Chiquinquirá, Ramona todos son menores. Declara dos mulas, 2 caballos, 2 mulas viejas, 20 reses, 20 cerdos, 9 almudes de maíz en rosa, cubiertos de plata, barra, almocafres, recatones, calabozito, hacha, varios esclavos.

Testamento de PLACIDO MISAS, hijo legítimo de Jacinto Misas y María Trigo, nacido en Bayona, Galicia. Dejó un castellano para la canonización del R.P. Palafox; al padre Josef Sinforoso 100 castellanos y 100 para el Pbro. Jose Antonio Palacio de la Luz, para los pobres. Firma el 19 de junio de 1813. Dice que sus bienes aparecen en un libro de cien hojas

Testamento de don José Ignacio Piedrahita Duque y de su esposa María de la Luz Salazar Acevedo. Sin hijos. Que los entierren con el hábito de san Francisco o san Antonio. La rica era ella, el no tenía nada. Deja minas, esclavos, aventaderos,

211 PROTOCOLOS 1805-1811. Legajos Archivo Historico SRO (tres testamentos)

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magamientos, barras de hierro, recatones, mesas, camas, saya de seda, baules, cajas, cuja de brocado, olletas, gargantillas de oro, sortijas, aritos botones, dos marranas, dos lechonas. Deben al tendero Rumaldo Múnera. Dejan vacas, ternera, novillona, caballos, sillas, ruana pastusa, chaqueta de pana, sombrero de castor, pañuelos de murcelina, machete, broches de oro, mantillas de paño, bayetas, sayas de fula, casa de tapias y de paja en Santa Ana, solar en el marco de la plaza al frente de don Josef Lujan. Pesas para pesar el oro. Luneta de vidrio. Nombran de albacea al Padre José Sinforoso de Upegui y a don Modesto Tamayo.212

En el legado de 1815 don Antonio Ruiz, esposo de LUCÍA PALACIO Y EUSE (nieta del médico don Pedro de Euse), levantó una causa en la cual cedía sus bienes ante el Comandante de Milicias de este Valle de los Osos acto que fue demandado por don Juan de Dios Uribe. En el inventario aparecieron un escaparate, pailitas, dos yeguas, cubiertos, baúl forrado, una imagen de San Antonio, una vaca con su cría, un frasco, hacha, cama de tablas con armazón, dos cajones, una mesita, una caja, un frasco de cristal y una casa de paja. Eran los bienes de doña Lucía Palacio y Euse.

El 8 de mayo de 1815 en la CAUSA MORTIS de don Ángel Choren, de los Reynos de España, vecino de Santa Rosa, y dueño de algunas propiedad en el marco de la plaza, aparecieron los siguientes bienes: tres vacas por 18 castellanos, 4 terneras por 12, un ternerito por 2, un almud por 6, machete por 6, frasquera por 3.2, papelera por 2, dos cajones por 2.6, cama de cuja por 2. Caja pajiza, de tapias, con puertas y ventanas de madera, cerraduras, solar limitado por tapias y en el interior de la casa tarimas, mesas, cama de cuja, barandillas, sillas, taburetes, baules, cajitas, cuadro de Nuestra Señora del Rosario, un Crucifijo, un santo Domingo, hacha, sierra, pesas de oro con sus pesitas, aparador, marco, tintero, plancha, cepillo de ropa, tijeras, un yesquero “de colmillo de caimán engastado en plata”, eslabón de acero, pailas, jarro de coco, 3 coquitos para tomar cacao, frascos de cristal, chocolatera de cobre, platería de tenedores y cuchillos, charreteras, reloj con sobrecaja vendido en 8 castellanos, capote azul de paño de doble faz, ruana azul rayada, poncho blanco, otro azul y blanco, volante de paño morado, chupeta de Casemira, volante de sarasa, chupeta de namqui, calzón de seda, chaleco de seda, una de berdegaz, chupas blancas, chaleco de raso, calzones de Marsella, pantalones de borlon y namqui, camisa bordada, chaleco de Marsella, medias de algodón, de seda blancas, saya de paño, mantón de seda, cachirula de paño negro, otras sayas, muselina de bejuco, una de pinta azul, una sarasa, sobrepuesto de tafetán, camisón sarasa, camisas blancas, fundas de

212 Protocolo año 1812. Archivo de Santa Rosa (cuatro testamentos)

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Luis Octavio Yepes Roldán.

cargadera, babuchas de seda, abanico, cabestrillo de oro con perlitas y chaquiras, rosario, cadena, cruz de oro, perlitas engastadas en oro, aritos con piedras, perlitas en oro, aritos con perlas, granates, sortijas con 13 esmeraldas y amatista en oro, mazos con hilos de perlas, gasa, puño de barton, pozuelos de losa, tazas, platón de peltre, sombrero de palma, alfombras, colchones, paraguas, cabestrillo con un pescadito de oro, gargantilla. Y una mina en la Bramadora, otra en el Chagualo, tierras en la Bramadora, Riogrande, La Paja, Morro Azul y Tierra Adentro, 22 reses, caja pajiza con todo, 13 marranos, recatones, barras, hachas, calabozos, azadón, almocafre, machete, fierro de errar, mesa, tarima, cama con colgadura, cuchillo de monte, sierra, azuelas, martillo, compás, formón, gurbia, lima, pie de cabra, escoplos, serrucho, alicates, vaciador, frenito para amansar potros, cepillo de madera, leznas, estribos de palo, pesita para oro y sus pesas, sillón con espalda de plata, paño azul bordado, manteles, jáquima, freno de fierro, hebilla, sillas en baqueta, cordobanes, cama de cuja chica, taburete, fondo de cobre, pailitas, mula baya vieja, una parda, una nueva, un macho, un caballo, mula chúcara, chapas, un esclavo soltero, una esclava viuda, otra soltera, un joven, otro, una soltera, una viuda, y un estuche con navajas de barba. Su biblioteca: 12 tomos de Espectáculo de la Naturaleza, Salmos de David, Diccionario Geográfico, Guía de Pecadores, Ejercicios de Rodríguez, Instituciones Políticas en 3 tomos, Bossuet, Manojito de flores, Piratas de la América, Educación popular, Conversaciones familiares, Cartas familiares, la Corte santa, el Pecador convertido, Apéndice a la educación popular, Curiosidades de la naturaleza, Excelencias de María, País, Coloquios de Jesucristo, La devoción arreglada, Diccionario de la fábula, Imitación de Cristo de Thomas de Kempis, Finezas de Jesús Sacramentado, Ordinario de la Misa, Memorial de los Siete Dolores de la Virgen. Todo fue avaluado en 1.737 castellanos, 5 tomines y 4.5 granos y firman Jose Miguel Botero, Isabel de Uribe (su viuda y albacea) Francisco Jaramillo, Joaquín Muñoz. En sus cuatro cuadernos de CUENTAS y enredos aparecieron otros CUATRO MIL CIENTO TREINTA TRES CASTELLANOS DE ORO EN POLVO, para un gran total de casi SEIS MIL CASTELLANOS, enorme fortuna, si tenemos en cuenta que un marrano valía seis pesos, una res seis pesos, una mina 50 castellanos, un pedazo de tierra 50 castellanos, una mula siete pesos, un esclavo vigoroso 60 castellanos, una esclava viuda y vieja 30, un esclavo joven 30, una cama de cuja 2 pesos, un ternerito dos pesos, una ternera 3 pesos, una casa con toda su dotación 250 castellanos. Los españoles radicados en Santa Rosa desde 1700 se dedicaron a la minería y al comercio. De ahí su riqueza.213

213 Caja General no. 10. Archivo Santa Rosa. Juzgado de Circuito 1. Legajo 1815-1819 (dos testamentos)

220

Doscientos Años Después

ESTÁNDER DE VIDA SEGÚN MORTUORIAS Y VALOR DE UN ENTIERRO

Estos testamentos e inventarios detallados permitirían conocer el estándar de vida de muchas personas. Igualmente, como dato muy importante para la parte cultural del santarrosano desde 1700 hasta la época, las bibliotecas sobraban en muchas casas, lo que permitiría afirmar, mucho tiempo después que “algunos mineros de Santa Rosa se daban el lujo de leer en dos y tres idiomas”. (¿Se estaría estructurando la LLAMADA ATENAS DEL NORTE?)

El 13 de mayo de 1816 fue conocido el inventario del Padre José Raimundo Orozco de san Luis de Góngora, interesante en nuestra historia, por los gastos que generaron su sepelio.

Contenido de su biblioteca: Breviario, Diurno de Semana Santa, Epístolas de san Pablo, Fruto de Mi lectura, Ortografia, Rúbricas de Galindo.

Sus haberes materiales: tenedores, cuchillos, candeleros, paraguas de barba de ballena, cama, platería, broches, prendedor, estuche, esterilla de chingalé, frazada española, almohadas, escarpines, sombrero, calzones de casimir, camisas blancas, calzoncillos, sábanas, gorros, cargaderas, pañuelos, chalecos, guantes, casaca de paño, abanico, sombrero con borlas, sobrecama, charretera, sortija de esmeralda, sotana de paño, manteo, balandrán y mangas, baúles, botas, sortija de diamantes para un total de 605 castellanos de oro.

El entierro tuvo el siguiente costo: valor del servicio 30 castellanos, dos posas en el trayecto 12 pesos, misa cantada 5, ornamento para enterrarlo 16, para un total de 63. Además el sepulturero cobró por abrir la fosa 4 pesos. La orquesta, por su parte, pasó la siguiente factura. Por el violín de Santos Peláez, tres pesos. Por otros violines 8.3 pesos. Por el arpa 3 pesos. Y por las tachuelas del ataúd, para mejorarlo, cuatro pesos, y el forro 9.3, para un total de 23 castellanos, una verdadera fortuna para “irse en paz”.

Pero ahí no pararon los acreedores. El Presbítero, en su enfermedad prolongada se gastó 64 castellanos de oro en polvo por las curaciones que se le hicieron, por la manutención tanto de él como de su “enfermero”, por el peón que lo acompañó durante 16 días.

Como el Padre había muerto en Cáceres el traslado del cadáver hasta la ciudad de Antioquia costó, de acuerdo con el arriero Félix Villa, 18 castellanos. Los derechos y papelería propios de un entierro tan especial fueron tasados en 27 castellanos. Finalmente el 14 de mayo de 1816 el depositario del Presbítero, don Juan Crisóstomo Cabarca recibó 356 castellanos, lo que equivalió al cincuenta por ciento del valor de su inventario.214 214 Archivo Judicial S. Rosa. Proceso en 135 foxas

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Luis Octavio Yepes Roldán.

El padre Joseph Sinforoso de Upegui se sorprendió y se prometió que para su entierro (que esperaba fuese a muy largo plazo) evitaría todos los gastos superfluos para que a sus esclavos, únicos depositarios de sus bienes, les quedara algo y disfrutaran de su libertad, ya que así lo había decidido en vida.

Santa Rosa nacía, vivía y se moría y cada uno de estos “pasajes” gozaba de un rito especial.

Estos documentos, indudablemente, permitieron al Padre Jose Sinforoso y a quienes los conocieran posteriormente, descubrir la idiosincrasia de un pueblo que, si es cierto, había nacido a la sombra de la mina, en medio de españoles, criollos, mestizos, mulatos, y otros grupos, se había diversificado en tierras de pan y caballería, en hatos, en piaras, en comercio de pulpería y almacenes y en diversas artes y oficios. Y todo acompañado del deseo de estudiar y de leer como se iría comprobando a través de los documentos analizados.

Testamento de María de Jesús Euse viuda de Francisco Palacio, hija legítima de Pedro y Tomasa. Declararon como hijos legítimos a Maria Ignacia Rita, Jose Antonio, Lucía, Leandro, María de las Nieves, Josefa María, María Concepción y José Rufo. Firmó el 15 junio 1818.215

Testamento de doña Francisca Zea, hija de Pedro Rodríguez de Zea y de Rosalía Díaz, viuda de Mateo Zapata. El encabezamiento, según protocolos, era idéntico. Se comenzaba con la profesión de fe y con las últimas voluntades respecto al entierro, a las mandas forzosas, a la canonización de Padre Palafox. Reconocía como hijos legítimos a Francisco Antonio, Josefa, Juana, José Antonio, Ezequiel, Manuela, Nepomuceno, Felipe y Joaquín. Dejaba una mina de barranca en Sotachiro con excepción de una parte que era de Francisco Antonio, su hijo mayor; dos solares en san Luis de Góngora; casa de teja con solar y huerta en el sitio de Santa Rosa; otra casa en Antioquia; treinta reses; 14 esclavos que ya los había cedido a la familia. Y firmaba el 4 de marzo de 1821.

Testamento de Joaquín Muñoz, hijo legítimo de Joaquín y de Ana María Rodríguez. Después de la profesión de fe, enviaba su alma a Dios y el cuerpo a la tierra para que fuese sepultado en el cementerio. Se obligaba a las mandas forzosas y dejaba un dinero para la canonización del Padre Palafox. Declaraba que estaba casada con Josefa Mejía y de su legítimo matrimonio había cinco hijos. Que en su escritorio dejaba un libro de cuentas forrado en badana colorada con 80 foxas en donde se encontraban todas sus voluntades. Se declaraba como comerciante ya que había sido impulsado y ayudado a esta profesión por el español don Pedro Rodríguez de Zea. Y firmaba el 6 de julio de 1822.216

215 Protocolo 1817. Archivo de Santa Rosa216 A.H.SRO. Protocolo 1821

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Doscientos Años Después

Interesante anotar que a partir de los testamentos de 1824 la devoción y el deseo de la canonización del Padre Palafox habían desaparecido. Nunca más serían tenidos en cuenta.

El 6 de febrero de 1829 el Padre José María Euse, hijo legítimo de don Pedro Euse y Tomasa Macías entregó al escribano interino, don José María Ramírez su última voluntad. En ese mismo mes el Padre moriría. Indicaba que la señora JOSEFA PEÑA daría razón de todos sus bienes y la nombraba heredera universal ya que no tenía herederos forzosos. Y nombraba como albacea al cura de Santa Rosa, Joseph Sinforoso de Upegui.

Su señora madre, doña Tomasa Macías, aunque había firmado un testamento en junio de 1803, quiso reformarlo y legalizarlo ante el escribano. Era hija legítima de Matías Macías y de María Antonia Roxo. Suplicaba que fuese enterrada en la Santa Iglesia matriz de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Mencionaba su numerosa prole habida de dos matrimonios, el primero con don Pedro Euse, médico de los Reynos de Francia y el segundo con don Plácidos Misas, de los Reynos de España. Finalmente nombraba a su nieto don Pedro Euse como albacea junto con don Mario Mexía y firmaba el 2 de enero de 1824.

A partir de esta fecha, y como la Independencia estaba sellada y la manumisión de hijos de esclavas era una realidad, en la mayoría de testamentos apareció un nuevo rubro: pesos fuertes que se dejaban voluntariamente para que se “acelerase” el proceso de manumisión de los padres, mediante una “autocompra”.

DOTES

El término “dote” significaba “patrimonio que se entrega al marido, destinado a levantar las cargas económicas del matrimonio.”.

Antes de la estructuración del Derecho Romano el marido compraba a la mujer mediante la entrega de bienes a los padres de ésta. Ya establecido del Derecho se legisló sobre la dote y se determinó que era inalienable. Esta era constituida, en general, por los padres de la esposa. Con el tiempo su obligatoriedad se fue resfriando y en la práctica se dejaba a cada padre el tasar el valor que habría de entregar a la hija casadera.

En el Derecho Español se prohibía la investigación de la fortuna de los padres y se establecía como dote obligatoria “la mitad de la legítima rigurosa presunta que correspondería a las hijas en la herencia del padre o madre”.

Estableció, además, los términos de “dote estimada o inestimada”.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

La estimada cuando el dominio de los bienes pasaba al marido, los hacía suyos y respondía por su valor. La inestimada cuando los bienes se entregaban al marido pero la mujer conservaba el dominio de los mismos de suerte que el marido se obligaba a devolverlos.

El concepto de Dote, respecto a TESTAMENTOS, era muy importante porque este dinero no se consideraba dentro de los bienes que alguien testaba y eran de libre distribución a no ser que se estipulases otras condiciones dentro de los Protocolos.

A pesar de la guerra que estaba en todo su furor, el santarrosano –como lo confirmaba el Padre Joseph Sinforoso de Upegui- continuaba un poco indiferente a la situación social.

Los matrimonios, los bautismos, los testamentos, las mandas, las capellanías todo funcionaba de acuerdo con las normas españolas y si había algún desplazamiento de la población era a costa de las personas que se habían alistado en las tropas.

En 1815 era escribano público y de número don José Apolinar Ardila reemplazado un poco después por don Gregorio de Restrepo. Ellos sí percibían los cambios. El papel sellado de su época presentaba el SELLO DEL ESTADO LIBRE E INDEPENDIENTE DE ANTIOQUIA, y valía dos reales. Ya no aparecían los viejos sellos reales, pese a que la reconquista había entrado en todo su furor. El Teniente de Gobernador era don Lorenzo Pérez.

No sólo había dotes para esposas sino para religiosas, como se pudo constatar en los legajos correspondientes en el Archivo Histórico de Santa Rosa de Osos.

En mayo de 1797 don Rafael Botero entregó a su mujer Isabel Murillo 100 castellanos como dote pero con la condición que si moría sin hijos regresaban a su dueño y no a otros herederos.

En septiembre de 1800 don Juan Modesto Tamayo declaraba ante el escribano que era poseedor de 131 castellanos correspondientes a la dote y a otros regalos que su esposa Ramona Jaramillo y Montoya había recibido en su matrimonio.

En agosto de 1803 el muy conocido don Josef Mateo Zapata, Teniente de Gobernador, casado con FRANCISCA RODRÍGUEZ DE ZEA declaraba que su suegro don Pedro Rodríguez de Zea había entregado a la dama, como dote 797 castellanos y como herencia 1403, para un total de 2200, los mismos que aseguraba en escrituras entregadas ante el escribano.

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Doscientos Años Después

Como el marido recibía la dote don José Nicolás Gómez declaró, en junio de 1804, que la dote de su esposa Bárbara Restrepo había sido de 311 castellanos, los mismos que había invertido en EFECTOS DE COMERCIO y que ese dineral estaba en manos de Joaquín Muñoz.

Ante el escribano interino don Juan Modesto Tamayo, el conocido don Plácido Misas, segundo esposo de Tomasa Macías declaraba que “había destinado para su hija Doña María del Carmen, monja en el convento de la Villa de Medellín 175 castellanos de dote”. Y como estaba a punto de profesar, el Teniente Oficial de Rentas, don Francisco Miguel Tamayo, los había recibido “y los había asegurado en finca raíz a favor del dicho convento, con intereses del 5% cada año y con hipoteca de dos casas de paja, la una reducida, y la otra de un tamaño regular, con sus puertas de madera y dos cajones de tienda, cercadas de tapias, con dos huertas y siguientes linderos: en frente a la Calle Real, por otro lado linda con el solar de María Zapata hasta dar a unas barrancas que dividen algunos solares de este sitio atravesado por el borde a dar a una calle de servidumbre, y firmado el 15 de noviembre de 1797”217

En septiembre de 1800 ante el escribano fueron explicados los enseres que constituyeron la dote de doña Ramona Jaramillo: un esclavito de 3 o 4 años por 55 castellanos; una vaca y toretico por 13; una yegua potrancona por 21; camita, pabellón, colchón y almohada por 10; mantilla por un castellano y 5 tomines; camisa con mangas de estopilla por 3; fundas por 4; saya azul estameña por 5; sombrero por 4; zapatos por 6 ; 12 patacones y medio de oro labrado; una sortija por 5; una cajita por 2 para un total de unos 116 castellanos. Además había recibido en su matrimonio muchos regalos (donas): una gargantilla por 6 castellanos; 3 aretes de oro bajo por 2; dos pañuelos de seda por 1; dos camisas de Bretaña y naguas por 6; un corpiñito por l, o sea unos 16 castellanos. Y el documento estaba firmado por AVALUADORES SERIOS.

“En este sitio de Santa Rosa de Osos a 27 de agosto de 1805 ante mi Doctor Don José Silvestre Vélez, Teniente de Gobernador de estos Valles de Osos y testigos… compareció don Francisco Miguel Tamayo Teniente de Oficios Reales de este dicho sitio y vecino a quien conozco y dijo que para servir a Dios Nuestro Señor ha días tiene contraído matrimonio con doña Cecilia Bustamante, hija legítima de don Marcos Bustamante y de doña Rosalía Piedrahita … cuya dote de 520 castellanos fue justipreciada en dos negros nombrados Eusebio y Micaela, unas reses y algunas otras cosas, incluyendo un derecho de tierras en San Antonio…”218

217 A.H. SRO, Protocolo 1797218 A.H.SRO. Protocolo 1805

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Tan sagradas eran las dotes de matrimonio que los interesados solían acudir ante los escribanos para inventariar, con lujo de detalles, todo lo que a ellas correspondía.

Francisco José Restrepo y su esposa Matea Chavarría, de Santa Rosa explicaron los bienes de su dote matrimonial tasados en 276 castellanos y 7 tomines de la siguiente manera. Un mulato Francisco por 125 castellanos, dos vacas paridas por 24, un caballo por 14, una gargantilla por 4, un cautivo de oro por 12 tomines, un sillón por 6 castellanos, fundas de zaraza por 3, funda de fula por 3 castellanos y 4 tomines, mantelina usada por 1, dos camisas de muselina usadas por 2, dos camisas de Bretaña por 3, resto de ropa por 14, perlas por 10, colchón de lana por 7, una mulatica Margarita por 50, para un total de 276 castellanos. En cuanto a regalos recibidos: seis reses, plata contante y sonante, un novillo, sortijas de esmeralda, amatista, escopetilla de oro, zarcillos, gargantilla, saya de paño, de seda, mantelina de velillo, bayeta, dos cortes, funda de zaraza, saco de muselina, 4 varas de olán, estopilla, sombrero fino, por 441 castellanos.

En Santa Rosa de Ossos, marzo 8 de 1814 don Juan de Dios Uribe apoderado de doña Rosalía de Mesa, presentó ante testigos su dote. Comparada con otras era una cifra mínima que no llegaba a trescientos castellanos de oro en polvo. La dote comprendía, además de algunas “donas” (donaciones, regalos por el matrimonio) cama, mesa, taburetes, puerta con cerradura, parador, platillos, dos yeguas coloradas, una silla vieja, un cardeño por una cantidad de doscientos sesenta y nueve castellanos.219

Don Miguel de Arenas entregó a su hija María Antonia, con motivo de su matrimonio con Don Sacramento Tamayo, como dote, los siguientes elementos avaluados por Bernardino Álvarez y José Ignacio Álvarez: un pedazo de tierra por 500 pesos castellanos, la esclava Micaela de 12 años por 25, un vestido de tafetán por 12, saya de paté por 15, dos mantillas de seda por 9, una funda de tafetán carmesí por 6, una cama aviada por 10 castellanos y 8 tomines; una saya de camelón por 10, una mantilla de balleta de Castilla por 1 peso y 4 tomines; un sombrero nuevo por 10, dos pañuelos de seda por 1 peso y 4 tomines; 3 camisas de estopilla por 10, prendas de oro por 18, zarcillos de esmeraldas por 7, tenedor, cuchara y pozuelo de plata por 5 castellanos y 5 tomines; platillo de peltre por 4 tomines, olleta por un peso y 4 tomines; caballo y silla por 30, para un total de 587 castellanos y 7 tomines. Además recibió las siguientes donaciones: mazo de perlas y cruz donados por don Sacramento Tamayo por 20 castellanos, 18 pesos de oro labrado donado por el mismo, por 20 pesos, gargantilla de tejas y perlas por 20, donados por Gertrudis

219 Caja General no. 9. Archivo Santa Rosa. Juzgado de Circuito 1. Legajo de 1814

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Doscientos Años Después

Gaviria; una potranca por 3 pesos, una vaca parida por 11, una vaca horra por 9, un ternero por 4, una ternera por 5, y un gran total de 675 pesos. Fue firmado en Alta Vista, casa de campo, el 7 de agosto de 1792 y se asentó de nuevo el 10 de junio de 1816, siendo escribano don Gregorio de Restrepo.220

La dote se había constituído en una rica tradición familiar como se podía constatar en el documento siguiente que involucraba a don Sacramento Tamayo y su esposa María Antonia de Arenas.

Miguel Sacramento Tamayo y su esposa María Antonia de Arenas, de Santa Rosa de Ossos declararon “que pusieron en estado del santo matrimonio a su hija legítima doña María Concepción con don Josef María Zierra y Vélez y para ayudar a las cargas del matrimonio le entregaron a dicho Zierra, apreciados por don Modesto Tamayo y por don José Miguel Botero lo siguiente”: perlas finas por 9 castellanos, cabestrillo de oro y óbolo engarzado por 19; 3 sortijas de piedra y un laberinto de oro por 5, cadena de oro por 1, dos pares de zarcillos por 8, cubiertos de plata por 5, saya de paño por 20, saya de casimir rosado por 5, camisones de morcelina por 5, camisones de zaraza por 15, cachirula de paño por 5, mantilla de paño por 3, mantilla de bayeta por 3, dos pares de medias finas por 3, un sombrero de pelo por 3, otro sombrero de segunda viejo por 3, un sombrero cubano por 2 castellanos y 4 tomines, un par de zapatos y dos pocillos de loza por 1, un baúl con chapa sin forro por 2, armazón de paragua chica por 1, cama de cuja con cortinas de zaraza, colchón, 4 almohadas, sábanas, colcha y frazada por 33 castellanos para un total de 176 castellanos y 7 tomines. Y añadieron ante el escribano la siguiente cláusula: “En caso necesario deberán volver a colación y particiones con los demás herederos y en este estado se le hace igual entrega de los bienes e intereses que por donas gratuitas corresponden a nuestra expresada hija, y se agregan del modo siguiente: cincuenta castellanos que los donó su tía Manuela así: vaca parida por 16, vaca horra gorda mas una pailita por 16. Y el resto en plata. Otras donas: de Mercedes Zulaybar dos castellanos. Un rosario de oro donado por su abuela madrina Úrsula de Puerta por 7 castellanos. Una novillona dada por su abuela por 5. Medio fondo de metal donando por su tío don José Miguel Arenas por 20. El mismo le donó una vaca, una yegua, una marrana todo por 25 castellanos. En total las donas fueron por 102 castellanos y el gran total de 285 pesos de castilla con 7 tomines, y firmado el 15 de enero de 1818 ante Juan Modesto Tamayo, escribano”.221

220 A.H. SRO. Protocolos. 1816221 A.H.SRO. Protoc. 1819

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Los más fieles cumplidores de las leyes de dotes y donas fueron los mismos españoles como se pudo confirmar en el siguiente documento. Nótese la fecha. A pesar del tiempo de revolución y de Independencia (acababa de ser superada la Reconquista y los aires de libertad se expandían por todos los sitios habitados) los funcionarios continuaban fungiendo con las mismas normas de los Reinos de España.

Doña Isabel de Uribe había enviudado de don Ángel Choren (de los Reynos de España) y se había vuelto a casar con el hermano del Teniente Gobernador Interino de estos Valles don Evaristo Martínez de Pinillos, don Vicente hijo legítimo de José Martínez de Pinillos y doña Manuela de Zolórsano y Vergara naturales de los Reynos de España. El protocolo se firmó el 18 de junio de 1819 cuando don Vicente declaró la dote de su esposa y los enumeraba para hacerse responsable de ellos.

“Una casa pajiza de tapias y cocina con armazón de tienda, puertas y ventanas con cerraduras y solar cercado de tapias en el marco de este sitio, lindando por un costado con don Juan Ignacio Tamayo, por el otro con don Nicolás Gómez y los Piedrahitas y por la espalda con Germán Silva, valor 230 castellanos. Una tierra en la Manga del Morro en Medellín valor 78 castellanos. Un cabestrillo de oro por 12 castellanos, un cabestrillo de oro con perlas y chaquiras por 22, dos peinetas por 11, tres libras de plata, cucharas, edredones por 24, jarro de oro por 4, tres piezas de paño, manteleta, piezas de plata, todo por 35, para un total de 512. Además un esclavo en 130 castellanos, reses en 126, mulas en 15, marranos en 8, una imagen de Nuestro Señor y un Crucifijo, para un gran total de 901 castellanos…”222

Los objetos usuales que constituían una BUENA DOTE fueron recopilados en este Protocolo que hacía referencia a un documento de Hato Viejo fechado el 29 de febrero de 1796 y firmado por Gabriel de Restrepo, Salvador Jaramillo y Sánchez, Juan Francisco Jaramillo y don Jerónimo Jaramillo. “Yo, don Gabriel de Restrepo, para querer servir a Dios, contraje matrimonio con Juana María Jaramillo quien había recibido de su padre don Salvador Jaramillo y de doña Manuela, algunos derechos de tierra, esclavos, yegua, macho, cubilete, cama, freno, sillón, caballo, saya y mantilla negras, corpiño, saya de sarasa, camisas de olán, naguas de Bretaña, pañuelos, bandas, pares de medias, hebilla,, tenedor, cuchara de plata, zapatos, un látigo, una cajita con cerradura, un escritorio y unas estampas de altar. Además había recibido un caballo, una manguita, varias yeguas, una yegua vieja, un potro mozo, un potrico, un macho, varias reses, un espadín, ruana, olleta, escaño, taburete, lienzo, platillo, un muleto y un quitasol”.223

222 A.H.SRO. Protoc.1819223 A.H.SRO. Protoc.1820

228

Doscientos Años Después

Desde 1825 en los Protocolos, el sitio de Santa Rosa comenzó a aparecer como VILLA de Santa Rosa de Osos o como Villa de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Santa Rosa de Ossos.

Los protocolos de 1828 y siguientes apenas si cambiaron en su redacción y contenido. Todavía se entregaban dotes y se enumeraban las donas. Antonio María Euse, al desposarse con Juana Manuela Roldán, hija legítima de Esmeregildo y Josefa Chaverra, indicó la dote compuesta, entre otras cosas, por caballos, vacas, gargantillas de oro, cucharas, platos, novillonas, casa, enseres, utensilios, alhajas, etc. (16 de enero de 1828)

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Luis Octavio Yepes Roldán.

IX

AIRES DE LIBERTAD

“Para que sin trastornar los PRINCIPIOS DE LA MONARQUÍA, tampoco pierda de vista y reclame la conservación de los SAGRADOS e

IMPRESCRIPTIBLES DERECHOS DEL HOMBRES: libertad, seguridad y propiedad…”224

224 Doce de enero de mil ochocientos diez: poderes dados por la Provincia de Antioquia al Excelentísimo Señor Doctor Don Antonio de Narváez, único DIPUTADO del Nuevo Reino a las Cortes Españolas.

230

Doscientos Años Después

LOS COMUNEROS

La situación económica de España al finalizar el siglo XVIII era desastrosa no sólo por las guerras y por el boato de las cortes sino por los inmensos costos de las Colonias.

A partir de 1780 el Rey ordenó a los Virreyes el incremento de la economía en las Colonias mediante la reactivación del impuesto de la Armada de Barlovento, la recuperación de las antiguas Alcabalas y el establecimiento de las RENTAS ESTANCADAS (tabaco, licor, barajas).

Poca era la exportación de oro pero todavía equivalía al 90% de los ingresos de la Corona mientras los productos naturales apenas si equivalían a un 10%. El Reino estaba postrado económicamente.

El 6 de diciembre de 1780 el Visitador don JUAN FRANCISCO GUTIÉRREZ DE PIÑERES mediante bando (con redoble de tambores en las calles más concurridas de las ciudades) y EDICTOS fijados en las plazas informó a las COLONIAS el restablecimiento de los impuestos de la ARMADA DE BARLOVENTO y ALCABALAS y el establecimiento, a partir de la fecha, de las RENTAS ESTANCADAS de aguardiente, tabaco y barajas, insumos que antes se vendían en “forma libre” en las PULPERÍAS o cajones de tienda.

La Armada de Barlovento había sido organizada informalmente en el siglo XVI. Se trataba de algunas NAOS españolas, mal equipadas, que patrullaban alrededor de las islas e islote de BARLOVENTO, en el Mar de las Antillas, para tratar de detener las incursiones de los FILIBUSTEROS franceses, ingleses y holandeses que asolaban la región y se apoderaban de los GALEONES que conducían el oro de América a España. Su mantenimiento era costoso. En el siglo XVII fue formalizada la ARMADA y se comenzó a cobrar un impuesto sobre muchos productos que llegaban a la Nueva Granada. Al relajarse la norma la REAL HACIENDA sufrió mengua, por lo que Piñeres, restableció la orden que había sido exigida casi doscientos años antes mediante las cédulas de mayo de 1635 y septiembre de 1637 conocidas como “impuestos de avería y situado”.

La situación de la Provincia de “Antiochia” frente a los CORSARIOS era insostenible ya que estos venían asolando las costas de Urabá desde 1665 cuando apareció el inglés Manswel. En 1668 atacó Enrique Morgan con 9 buques, 460 piratas y saqueó la costa atlántica hasta llegar a Urabá y apoderarse de Portobello

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en Panamá. En 1670 intentaron llegar a Buriticá pero fueron envolatados por los indígenas. En 1675 el pirata francés La Sonde incursionó en el mar de las Antillas. En 1679 lo hizo otro pirata francés Coxen, en el golfo de Urabá. En 1680 atacaron el Darién y Chocó Bartolomé Charps, Juan Ewarlen, Eduardo Bommne, Lioner Wafer y Guillermo Dampier.

El nuevo DECRETO sobre “impuestos de avería y situado” había sido firmado entre diciembre de 1780 y enero de 1781. En su parte RESOLUTIVA indicaba los nuevos aranceles de suerte que el IMPUESTO DE BARLOVENTO no fuera confundido con las normas relacionadas con la ALCABALA.

Don Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, del Consejo de su Majestad, Intendente de Ejército, Regente de la Audiencia y Cancillería real que residía en esta ciudad de Santa Fe, Visitador General del Nuevo Reyno de Granada y Provincias Agregadas a cuyo cargo se hallaba la Superintendencia de Real Hacienda por ausencia del Excmo. Señor Virrey se dirigió a la ciudad y plaza de Cartagena de Indias y a todas las Provincias con un documento cuyo resumen es el siguiente:

“En cuanto siendo uno de los graves e importantes objetos a que se dirige la actual visita general de mi cargo, el examen y averiguación del origen de cada uno de los ramos de la Real Hacienda en la cual se han introducidos abusos dignos de corregirse” en su virtud, habiéndose formalizado el correspondiente proceso, por lo respectivo al derecho impuesto en virtud de lo mandado por Reales Cédulas de cuatro del mes de mayo de 1635 y 4 de septiembre de 1637 con el fin de mantener la ARMADA para defensa de las costas del Norte e Islas de Barlovento, traído que fue a la vista, con atención a lo que de él resulta, provee el auto cuyo tenor y el del arancel últimamente dispuesto por mí como tal Visitador General, que se ha de observar en los sucesivo para la exación de derecho en esta capital y su jurisdicción es el siguiente:

“En la ciudad de Santa Fe de Bogotá a 6 de diciembre de 1780 años el Señor Don Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres del Consejo de su Majestad y Visitador General de todos los Tribunales de Justicia y Real Hacienda, sus Cajas y Ramos de ella de este Nuevo Reino de Granada y Provincias de tierra firme exceptuando la de Quito habiendo visto este expediente formado para averiguar el verdadero origen y progreso de la contribución impuesta para el sustento y conservación de la Armada de Barlovento, dijo: Que por

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los documentos que se han compulsado en este expediente se justifica que en cumplimiento de lo mandado por Reales Cédulas el 4 del mes de mayo de 1635 y el 4 de septiembre de 1657 se impusieron en esta Capital, en las Ciudades de Thocayma, Ibagué y Mariquita, en las de los Remedios, Antioquia, Zaragoza, Cáceres, San Francisco de la Antigua Guamocó, y demás que comprendían entonces la Gobernación de Antioquia, en las de Anserma, Cartago, Toro y Arma, en el Gobierno de Neiva y Villa de Timaná, en las de San Juan de los Llanos y del Espíritu Santo del Caguán, en la de Tunja y Villa de Leiva, en las de La Palma, Muzo y Vélez y en las de Pamplona, Salazar de las Palmas y Territorios que en el dicho están sujetos del Gobierno de Girón y Alcaldía Mayor de Minas de las Vetas de Pamplona y Bucaramanga, varios derechos para ayuda de mantener la Armada de Barlovento, gravando en cada jurisdicción los géneros y frutos que se tuvieron por más adecuados con la cuota fija que se señala”. “Resulta también que a consecuencia de lo prevenido por esta Real Cédula de diez de junio de 1741, hoy Ley 33, Título VIII, Libro VIII de la recopilación de Indias, se recaudaron íntegramente dichas contribuciones por los Inspectores Oficiales Reales o sus Tenientes, reteniendo unas veces el nombre Armada de Barlovento y otras con el Alcabala nueva a las mismas personas en quienes se remataba la Alcabala antigua, aunque con la debida separación. Pero que desde el año de 1720 del presente siglo se fue olvidando este método y como se arrendaba el derecho de Armada de Barlovento, unido y confundido en el de Alcabala, de donde se sigue que por el abandono de los recaudos y por haberse ido poco a poco olvidando el verdadero origen del citado Derecho de Armada, se haya confundido del todo con el de la Alcabala, recaudándose en algunos pocos de él todo en los restantes de forma que en las cuentas modernas no se encontraba el Ramo de Armada de Barlovento. Y según aparece del expediente que se sigue en la Superintendencia General, habiéndose prevenido por Decreto de S.S. del 28 de septiembre de dicho año, entre otras cosas, que los administradores y contratistas de los territorios en que se estableció el derecho de Armada de Barlovento manifestasen si se cobraba o no, todos han respondido que no lo conocen, ni tienen noticia de él. Y siendo conforme a las piadosas Reales intenciones de Su Majestad, explicadas en la instrucción reservada, firmada de su Real mano, y a quien debe S.S. arreglar sin procedimientos en la Visita General, que se le ha confiado, que si algún ramo o ramos de su Real Hacienda no se recauda conforme a su imposición, se restablezca desde luego la cobranza sin dispensar gracia voluntaria ni permitir abusos para que no llegue el caso de que estos sus amados vasallos se

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angustien por otros nuevos impuestos. Y no hallando ser otro motivo o causa para no exigir el citado derecho de Armada de Barlovento que el descuido de los nacidos sin duda de haberse olvidado y confundido su legítimo y verdadero origen, para que no continúe este perjuicio a la Real Hacienda y en consecuencia de lo prevenido por el Parágrafo II de la Instrucción General que con fecha de 12 de octubre último ha formado Su Señoría para el más exacto manejo de las Rentas de Alcabala y Armada de Barlovento, que en adelante se deberán administrar unidas; y para que en cada distrito conste debidamente los géneros que se gravaron y cantidad que se impuso en cada uno con aquel destino debía mandar y mando se expidan los despachos necesarios con los insertos convenientes dirigidos a los Gobernadores y Justicias previniéndoles que desde el día de su recibo y publicación que ha de ser por Edicto y no en otra forma, se deberá cobrar precisamente por entero el referido Derecho de Armada con puntual arreglo a su imposición aunque por descuido, tolerancia u olvido del verdadero y legítimo origen de esta contribución, no se halle actualmente en práctica en algunas partes. Que consiguientemente hagan saber dichos Gobernadores y Justicias a las personas que en su respectivo distrito administren por cuenta de la Real Hacienda o tengan arrendado el Real Derecho de Alcabala, procedan a recaudar también el de la Armada de Barlovento con arreglo a los aranceles que se insertaren en los despachos con las prevenciones oportunas y conducentes a las circunstancias territoriales y al actual estado de las cosas. Que de los productos del derecho de Armada de Barlovento deberán llevar cuentas y razón separadas y distintas para que no se vuelva a confundir este ramo con el de Alcabala y que conste lo que por cada uno de estos distintos impuestos se cobrara y exigiere. Que como en los más de los partidos arrendados no se halla en uso la contribución de la Armada de Barlovento que ahora se manda establecer por los Gobernadores y Justicias según entendido que lo que recauden por la referida causa deberá ser para la Real Hacienda y enterarse por ellos en la respectiva administración o casa Real, reportándose en cuanto a esto como administradores obligados a dar cuenta anualmente en la que este abonaría el 6% de lo que entren por su trabajo y responsabilidad. Pero quien quisiere celebrar nuevo contrato ofreciendo aquel aumento que sobre el precio de su remate sea proporcionado y puesto a lo demás que debe exigir por el Derecho de Armada se le oirá y admitirá. Que el mismo método se observe proporcionalmente con los partidos arrendados, en donde aunque en la actualidad se cobre en parte el derecho de Armada comprendido el de Alcabala, no en del todo de la imposición, pues de lo que nuevamente se

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expresa, deberán los rentistas darse cuenta con pago o ajustarse con la Real Hacienda como queda prevenido. Que los aranceles que se formen para la cobranza de dicho derecho de Armada se pongan a continuación de este auto, y en seguida se vayan anotando los despachos que se expidan, previniéndose en ellos, que luego que se practiquen las diligencias a que se dirigen se archiven originales en los respectivos cabildos, entregándose antes copia auténtica a los oficiales Reales, Administradores o Asentistas y remitirán certificación que lo acreditare y que por que toca a esta capital y su término, se haga la publicación por la Superintendencia General a cuyo fin se pasará a ella copia auténtica de los documentos conducentes y también a la administración principal de Alcabalas y Armada de Barlovento que últimamente se ha establecido y se pasarán así mismo al Tribunal de Cuentas copias testimoniadas de todas estas disposiciones a fin de que se tengan prevenidas para su debida observancia, dándole cuenta de todo a S.M. Y por este su Auto así lo proveyó, mandó y firma de que doy fe. Juan Gutiérrez de Piñeres, ante mí Joaquín de Urrutia”.225

ARANCELES

Después de este extenso documento, en el cual muchas veces se repetía la obligación de los impuestos (recuérdese que estamos en el régimen administrativo de los Borbones en el cual las Colonias deberían ser rentables de suerte que fortalecieran las magras finanzas de la Metrópoli) fueron elaborados los ARANCELES respectivos acordados en la Ciudad de Santa Fe de Bogotá entre los días 6 a 10 de diciembre de 1638 y luego el 4 de junio de 1640 conforme a lo resuelto por Reales Cédulas de 4 de mayo de 1635 y 4 de septiembre de 1637.

“De todas las mercancías que llegaren al Puerto de Honda se ha de cobrar para cada FARDO de ROPAS DE CASTILLA 2 reales. De cada quintal de fierro, acero, cera y otros géneros de Castilla 1 real. De cada botija de vino 1.5 reales. De cada costal de harina 1 real. De cada negro que llegare, un PATACÓN. De cada tercio de azúcar de a 4 arrobas, 2 reales. De cada arroba de velas de sebo 2 reales. De cada arroba de sal UN CUARTO. Pero en las salinas donde se hiciere 1 real que ha de pagar el que compra y no el fabricante o vendedor. De cada tercio de paño de QUITO, “gergueta” y bayetas, 4 reales. De cada arroba de conserva 1 real. De cada botija de miel medio real. De cada arroba de 225 La Armada de Barlovento. Su Decreto del 26 de enero de 1781, en Biblioteca Nacional, par. 434 a la 445)

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pescado medio real. Pero se paga sólo en Honda y no se cobra en esta ciudad. De cada mula o macho que se vendiere 2 reales. De cada arroba de jabón UN CUARTILLO. De cada fardo de ROPA DE LA TIERRA 1 real. De cada tercio de alpargates medio real. De cada arroba de huevos 1 real, De cada baraja de naipes 1 real. De cada cordobán medio real. De cada baqueta medio real. SE EXIGIRÁN estos derechos por entero y con puntual arreglo a su imposición no sólo en esta ciudad sino también en todo el Distrito de su Jurisdicción en que para el asunto de que se trata se comprenden los CORREGIMIENTOS de Zipaquirá, Ubaté, Guaduas, Quezada, Negras, Villeta y de más que en el día dependen de dicha población de Guaduas De todo lo que pasare por el Puerto de Honda se ha de cobrar allá como recibo de ARMADA, según su imposición sin que sea necesario que preceda venta. Pero con certificación del PAGO no se volvería a exigir en las partes en donde fueren a parar las mercaderías, géneros y efectos. El DERECHO que se impuso sobre las harinas que llegaren a dicho Puerto de Honda no se exigirá por ahora de las que procedan de este REINO mediante a la libertad de contribuciones que en el día gozan con el importante fin de fomentarse la agricultura nacional. Tampoco se cobrará el REAL por BARAJAS DE NAIPES por exención ya que estas se hallan ESTANCADAS y se expenden sólo de cuenta de Su Majestad. El cuartillo por arroba de sal se cobraría, conforme a su imposición, en las salinas de Zipaquirá, Tausa y Nemocón, de los compradores. Y para asegurar la extracción y evitar fraudes será obligado el vendedor o fabricante a dar aviso al Recaudador de este Derecho antes de entregar el género, pena de que si no lo hiciere lo pagaría al CUÁDRUPLO. Las mieles que se introduzcan en esta capital procedentes de la jurisdicción de TOCAIMA por los esclavos y de su cuenta y riesgo no pagarán el derecho de Armada de Barlovento, siempre que acrediten debidamente haberlos satisfecho al recaudador de dicha Tocaima. Pero si no trajesen certificación que justifique el pago, estarán obligados a verificarlo al tiempo de la entrada y a respecto de 1 real por cada botija de miel que es la contribución que se impuso a la que usa en aquel territorio”. “Si los cacaos que se conduzcan a esta capital procedentes de las jurisdicciones de Pamplona, Salazar de las Palmeras y Girón hubieren pagado al tiempo de la extracción de aquellos territorios el derecho de la Armada según su imposición que fue al respecto de 4 reales por cada carga de veinticuatro millares…(ilegible)… pero no acreditando debidamente el pago se les obligaría a verificarlo al tiempo de la entrada. Las reglas para el cobro de esta contribución serán las mismas que se establecen para el de la ALCABALA. Si por no llegar la porción vendida a

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carga, tercio, arroba, botija o que fuere inverificable la cobranza deberá exigirse al respecto que proporcionalmente le corresponda. En todo lo demás se procederá conforme a lo prevenido en el parágrafo segundo de la Instrucción General del doce de diciembre de este año. Santa Fe de Bogotá, siete de diciembre de 1709. Juan Gutiérrez de Piñeres”… “Y habiéndose pasado el testimonio prevenido a esta superioridad general de la Real Hacienda a su consecuencia tuve a bien de proveer el Decreto siguiente: Santa Fe, 9 enero de 1781. Agréguese este testimonio al expediente formado sobre el establecimiento y arreglo de la administración principalamente de las Reales Rentas de Alcabala y Armada de Barlovento en esta capital.” “Publíquese por bando en la forma acostumbrada el restablecimiento de la cobranza de dicho derecho de ARMADA conforme a su imposición y al ARANCEL últimamente dispuesto por mí, Visitador General y correspondiente, dirigido a los Corregidores de los Partidos de Bogotá, Bosa, Guasca, Ubaqué, Cáqueza, Chocontá, Zipaquirá y al Teniente de Ubaté para que cada uno, en su Distrito, practique lo prevenido en mi AUTO del 6 de diciembre del año próximo pasado: Gutiérrez de Piñeres, Prieto Dávila” “Por tanto para que por lo perteneciente a esta Capital tenga su más puntual ejecución y observancia lo por esta superioridad determinado, consiguiente a lo proveído en los Decreto del 6 de diciembre y 9 del corriente acorde librar el presente, y por él ordeno y mando a todos los vecinos, moradores y personas y habitantes de cualquier clase, estado o condición que sean que impuestos de todo lo que viene expresado en la parte que a cada uno le toque o tocar pueda, a consecuencia del restablecimiento que se publica de la cobranza del derecho impuesto por reales cédulas del 4 de mayo de 1635 y 4 de septiembre de 1637 para mantener la ARMADA establecida para DEFENDER LAS COSTAS DEL NORTE E ISLAS DE BARLOVENTO, que se ha de ejecutar irremisiblemente conforme a su imposición y al ARANCEL que viene inserto últimamente dispuesto por esta SUPERIORIDAD como Visitador General. Se publicará la presente en esta Capital a son de CAJAS y aviso de guerra por las calles públicas y acostumbradas en la forma que corresponde. Que es HECHO en la Capital de Santa Fe de Bogotá a 26 de enero de 1781 año. Juan Gutiérrez de Piñeres”.226

La decisión de los impuestos obedecía, por otra parte, al incremento del comercio.

En las Provincias aumentaban en forma notabla las demandas de lienzo, textiles, mantas, alpargatas, sombreros, cacao, tabaco, miel, azúcar, hierro, acero.

226 La Armada de Barlovento. Su Decreto del 26 de enero de 1781, en Biblioteca Nacional, par. 434 a la 445)

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De Europa llegaban ruán, tafetán, saraza, crea, encajes, terciopelo, fula, loza, cristalería, aceite de oliva y vino. La mercancía de España se conocía como “efectos de Castilla”. Se mercaban en Cartagena o Mompox por parte de los comerciantes. En cambios los “efectos del reino” se referían a la mercancía nacional que pasaba de Bogotá a Honda, luego al Socorro donde eran mercados. Los textiles de Quito y Pasto llegaban a Popayán. Los comerciantes solían nombrar apoderados en las dichas ciudades para comprar pagando con barras de oro y doblones. El cacao venía de Cúcuta, de Honda o de Mompax y parte se producía en algunas Provincias interiores.

RIONEGRO Y MEDELLÍN FORTALECIDOS

Todo este nuevo comercio hizo que Santa Fe de Antioquia perdiera poder económico frente a Medellín y Rionegro por varias causas: por el incremento de Minerales en los Osos y Rionegro, por la utilización del camino del Nare y no el del Espíritu Santo para el ingreso de mercancías del Magdalena y por el fortalecimiento, en el Valle de Aburrá, de agricultura y ganadería. Fue así como alrededor de 1810 mientras Antioquia importaba mercanía por 752.792 pesos Medellín lo hacía por 2.43l.420 y Rionegro por 2.434.233.

COMUNEROS DE SANTANDER

Restablecidos estos impuestos, los COMUNEROS, en Santander, dieron el primer grito de alerta por tres razones específicas: por oposición a su cobro y al nuevo manejo de los estancos de aguardiente, naipes y tabaco; por considerar que a los criollos se les daba poca participación en los puestos de gobierno y por la expoliación de territorios a los indígenas.

La asonada comenzó en El Socorro cuando Manuela Beltrán rasgó el edicto relacionado con los nuevos impuestos y soliviantó al pueblo para que gritara: “no pagaremos el impuesto de la Armada de Barlovento”. “Abajo el mal gobierno”. “Viva el Rey”.

Era el 16 de marzo de 1781, ocho años antes de la Revolución Francesa. El movimiento se regó por la Nueva Granada y estuvieron involucradas hasta sesenta poblaciones. El Cabildo del Socorro, ante la crisis, suspendió el cobro de estos impuestos.

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El 16 de abril los revoltosos crearon la “Junta Común” (de ahí el nombre de COMUNEROS). Se habían unido criollos, mestizos e indígenas, cada uno pidiendo la solución de sus propios problemas.

En El Socorro la sublevación comenzó cuando fueron prohibidos los cultivos de tabaco y cuando los guardas “talaban los plantíos arrancando de raíz las matas y quemando la semilla en Simácota, La Robada, Charalá, El Valle, San Gil y Barichara. Por solo uno o dos manojos de tabaco que les encontrasen… los ponían en prisión por uno o varios meses…”. Se reunieron más de cuatro mil vecinos dirigidos y liderados por Juan Francisco Berbeo, Salvador Plata, Antonio Monsalve, Diego de Ardila y Francisco Rosillo.

Agrupados y orientados por sus respectivos líderes marcharon hacia Santa Fe para que el Arzobispo Virrey Caballero y Góngora los escuchara y optara por derogar el Edicto. En Puente Real (actual Puente Nacional cerca a Vélez) hubo un enfrentamiento entre el pequeño ejército realista y los veinte mil comuneros quienes llegaron a Zipaquirá en donde el Virrey, el 8 de junio de 1781, firmó las CAPITULACIONES con las cuales se comprometía a resolver la situación: se abolían los impuestos de Barlovento y de los estancos, se devolvían las tierras a los indios y se prometía a los criollos determinados empleos públicos.

A la postre el Virrey Manuel Antonio Flórez, su sucesor, se negó a cumplir las promesas porque habían sido firmadas “bajo presión” y reafirmó los impuestos. Engañados los comuneros se exasperaron de nuevo. El Gobierno español, empleando la fuerza, terminó con los cabecillas rebeldes. José Antonio Galán sería ahorcado en enero de 1782 y parte de sus restos sería enviada a las capitales para escarmiento. Galán había nacido en septiembre de 1741 y era hijo de Martín Galán, español (de baja extracción) y de Paula Francisca Zorro.

LOS CHASQUIS DIFUNDEN LA NOTICIA EN ANTIOQUIA

Gracias al correo indígena conocido como CHASQUIS227 la insurrección de los Comuneros fue conocida en la Provincia de Antioquia.

La primera manifestación sucedió en Guarne, La Mosca y Palenque cuando Bruno Vidal, el 17 de junio de 1781, y 400 personas, criollos, mestizos e indígenas, acaudillados por los mineros Manuel y Alonso Jaramillo gritaron “viva

227 Chasqui: nombre de “los mensajeros del Inca” utilizados en Perú y en otros sitios. Se caracterizaban por su atuendo y por la forma como llevaban mensajes cifrados.

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el rey de España, muera el mal Gobierno” y solicitaron el “mazamorreo libre”. El domingo 17 de junio de 1781 doscientos vecinos de Guarne se opusieron a la orden de Piñeres de matricular los mazamorreros y de cerrar las pulperías. Entonces 300 habitantes entraron a Rionegro “armados con escopetas, lanzas, espadas, sables, machetes y piedra”.

Luego en San Jerónimo, Sopetrán y Sacaojal (actual municipio de Olaya) sus habitantes pidieron libertad para el cultivo del tabaco. El 10 de septiembre de 1781 el Virrey Manuel Antonio Flórez “determinó que el establecimiento de pulperías, de acuerdo con las reales cédulas, no se debía hacer en los Reales de Minas, por lo que se debía suspender su instalación en Guarne”228

LOS ESTANCOS

El otro cambio operado se refirió a las ventas de las pulperías. En el comercio de la Nueva Granada existían almacenes y pulperías. Aquellos ofrecían los productos importados y los propios y estos se dedicaban a la venta usual de la tienda, granero o cantina. Entre sus productos estaban el aguardiente, el tabaco y las barajas (naipes españoles para el juego)

Con las reformas administrativas y con los nuevos impuestos el gobierno de la Metrópoli decidió “estancar” el aguardiente, el tabaco y los naipes, es decir, eliminar estos tres productos de los negocios usuales y convertirlos en rentas para la Real Hacienda. Esta decisión fue otro de los motivos por los cuales estalló la insurrección de los COMUNEROS. En 1781 fue establecido el estanco de tabaco y prohibido en Sopetrán, San Jerónimo, Sacaojal y Santa Fe. Desde entonces el tabaco comenzó a llegar de Honda.

RECAUDACIÓN INSUFICIENTE

El 19 de junio de 1790 fue difundido un auto del Señor Gobernador sobre las Alcabalas. “Francisco de Baraya y la Campa sobre el real derecho de alcabala según instrucciones del Señor Regente Visitador de este Reyno don Juan Gutiérrez de Piñeres, aprobadas por S.M. el cuatro de agosto de mil setecientos ochenta y uno, reformadas después por don Juan Antonio Mon y Velarde se recuerda a todos los habitantes la obligación de esta disposición y el pago por todos los contratos de venta, los trueques, lo que se cambia, las ventas extrajudiciales y judiciales y no sólo pagan los comerciantes y tratantes de los efectos que vendieren sino

228 Archivo de Santa Rosa de Osos. Caja General n. 3. Legajo 1787-1792

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los arriendos, la cría de ganados, labradores, zapateros, carpinteros, plateros, sastres, carniceros, jaboneros, los que hacen velas, y todos los demás oficiales, los que trajesen barquetas cargadas de bastimentos para su expendio, venta de caballo ensillado y enfrenado, lo mismo quienes hagan memoriales; todo lo que se vendiera por cuenta de la Real Hacienda será libre de alcabala. Las iglesias, conventos, monasterios, prelados no pagarán alcabala, pero sí los clérigos de corona y de órdenes menores, casados o no casados”229

La Corona esperaba que con la reactivación de los impuesos de Barlovento y de Alcabala y con el estanco de los tres productos mencionados, las finanzas mejorarían ostensiblemente. Pero no fue así. Por eso el mismo Rey, apelando a la buena voluntad de sus súbditos envió oficios a las Colonias mediante los cuales solicitaba DONATIVOS.

Si se analizara este oficio a la luz de la FILOSOFÍA DE LA HISTORIA, habría que escribir un tratado.

En el Archivo del Municipio de Santa Rosa de Osos con el sello de CARLOS IV Rey de España, papel sellado por valor de UN CUARTILLO para los años l780 y 1781 encontré un documento, que a la luz del fenómeno ya descrito de los COMUNEROS, se convierte, por lo cínico e inoportuno, en un ACICATE más para el descontento de las colonias, situación que de alguna manera influiría en el SANTARROSANO común y corriente de los últimos años del siglo XVIII y en los primeros del siglo XIX (1780-1820).

Este documento constaba de seis FOXAS, o sea 12 páginas en la terminología actual.

El dos de mayo de 1781 FRANCISICO AGUSTÍN DE RIVERA envió a todas las Ciudades, Villas, Sitios, Partidos, Reales de Mina, Pueblos de Indios y personas foráneas (es decir habitantes de remotas regiones que no constituían conglomerado humano) el siguiente documento firmado el 9 de marzo por don Nicolás Puerto Dávila como “fiel copia de la instrucción que se expresa a que me remito Cartaxena y mayo dos de mil setecientos ochenta y uno, Francisco Agustín de Rivera” (sic), a su vez copiado del INSTRUCTIVO enviado por JUAN FRANCISCO GUTIÉRREZ DE PIÑERES (20 de marzo de 1781), de acuerdo con el modelo enviado por el mismísimo EXCELENTÍSIMO SEÑOR VIRREY, en su oficio del 24 de febrero del mismo año.230

229 Archivo de Santa Rosa de Osos. Caja General n. 3. Legajo 1787-1792230 Archivo del Municipio de Santa Rosa de Osos, “volumen no empastado” de 1781, con el título “SOBRE DONATIVOS CON INSTRUCCIONES”

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Entre las muchas reformas de los BORBONES sucesores en el trono de España y las Indias de los Habsburgos (que fueron Carlos Primero, Felipe Segundo, Felipe Tercero, Felipe Cuarto, Carlos Segundo desde 1516 hasta 1704) una de las más importantes se relacionaba con la necesidad de “recuperar el poder marítimo y económico”. La multitud de guerras y pactos realizados con Francia, Inglaterra, Países Bajos y Austria habían llevado a España al colapso financiero, por lo que se precisaban serias reformas financieras. La guerra valía mucho, el boato de la corte demasiado sin contar los costos de las Colonias.

Y como los nuevos impuestos habían suscitado manifestaciones muy agresivas, como aquellas de los Comuneros, el Rey, tratando de bajarle tono al problema, de manera aparentemente humilde y “tratando de lavar el cerebro de los vecinos” con palabras melosas pretendía hacer creer que NO ORDENABA sino que sugería “unos donativos”.231

Es cierto que las reformas administrativas habían sido enfocadas, entre otras cosas, a dos muy importantes: la primera al control absoluto mediante la reorganización de Ciudades, Villas, Partidos, Sitios, Real de Minas, Pueblo de Indios y la segunda a nombrar fieles servidores de la Corona, tales como Gobernadores, Tenientes de Gobernador, Teniente de Reales Rentas y de Estancos, Escribanos Públicos del Número y de los Cabildos, Alcaldes Ordinarios, Alcaldes Pedáneos, Jueces, Visitadores y Oidores, para ejercer una vigilancia muy estricta de suerte que los impuestos, que habían sido ajustado en muchas ocasiones, tales como la “alcabala” o impuesto de aduana, la “cruzada” o impuesto eclesiástico, el “subsidio”, o impuesto sobre renta y tierras, las “tercias reales” o impuesto a las órdenes militares, y el “EXCUSADO” que se recababa de las PARROQUIAS se recogiesen religiosamente para financiar las “guerras”.

En este documento se reflejaba la situación real de España y la explotación que se hacía a las colonias, so capa de “donación voluntaria”.

En la foxa número uno se decía: “Instrucción que se forma para el más puntual y exacto cumplimiento de la Real Cédula de diez y siete de agosto de mil setecientos ochenta en que S.M. se digna mandar que TODOS SUS VASALLOS LIBRES DE AMÉRICA contribuyan POR UNA VEZ Y EN CALIDAD DE donativo, CON LA CANTIDAD QUE SE EXPRESA, PARA SOSTENER LOS gastos de la presente guerra”.

231 Estas reflexiones personales hacen parte del análisis de la FILOSOFÍA DE LA HISTORIA

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Eran VEINTIRÉS instrucciones.

Primera. Recibidos el documento y cédula, serán difundidos “para que llegue a noticia de todos su contexto”. Lo harán los Gobernadores, Corregidores, sus Tenientes, Ayuntamientos y Justicias.

Segunda. Los vecinos entenderán que esta donación es POR UNA SÓLA VEZ. Al solicitarla, el Rey está manifestando su “begninidad y predilección” (sic) ya que a los españoles se les está pidiendo UN TERCIO y a los vecinos de las Indias será algo muy “tenue”. En respuesta a la BENIGNIDAD REAL los vecinos la pagarán “gustosa y promptamente” (sic) de modo que la publicidad de la Cédula debe “desvanecer los falsos rumores que la malicia o la ignorancia suele esparcir en semejantes ocaciones” (sic) Tercera. Para que todos “queden impresionados” (es decir “informados”) las Justicias se harán ayudar de las “personas más condecoradas” tales como el clero secular y regular, curas, párrocos y doctrineros quienes persuadirán a todos y “darán exemplos” (sic) ante la “begnina disposición” (sic)

Cuarta. Hechas las diligencias anotadas se procederá al cobro del donativo “baxo las siguientes reglas” (sic.)

Quinta. Los Cabildos y los Ayuntamientos de todas las Ciudades y Villas han de recaudar el donativo ayudados por los DIPUTADOS que nombre.

Sexta. Las Ciudades y Villas de crecida población se dividirán por “parroquias o barrios” (sic) y serán los Diputados quienes cobran.

Séptima. “En los partidos foráneos” (población diseminada y no nucleada) recaudará el Alcalde Ordinario o el Pedáneo, u otro vecino honrado en el cual confía el Cabildo de su Cabecera. Pero no sólo se recogerá el donativo entre los vecinos UNIDOS EN PARROQUIA y en sitios de gente libre, SINO ENTRE TODOS LOS DISPERSOS.

Octava. “Esta regla general se limitará para los corregimientos de Zipaquirá y Sogamoso cuyos Corregidores nombrados por Su Majestad deberán recaudar entre todos los vecinos de las parroquias, sitios y pueblos” (sic)

Novena. Si hay vecinos que no pertenecen a una Ciudad (como es el caso de las Provincias del Chocó) los Gobernadores, sus Tenientes y los Corregidores de Indios se encargarán del recaudo.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Décima. En cuanto a “pueblos de indios” cobraré el Corregidor si lo hay o el Alcalde Ordinario o el Arrendador.

Undécima. A los “pueblos de indios” ha de explicarse la Real Cédula y todas las disposiciones por parte de los Cabildos y Villas en cuya jurisdicción se encuentren.

Décima segunda. Se prohíbe a los cobradores “causar extorciones ni incomodidades a los vasallos y todo se hará con dulzura y persuasión y exemplo” (sic)

Décima tercera. Deben contribuir “todos los hombres libres”, incluidos los indios y otras castas “SOLO CON UN PESO POR UNA VEZ”. Españoles y Nobles de las Indias con DOS PESOS.

Décima cuarta. No se deberá cobrar a las mujeres, esclavos, a los “conocidamente pobres e inválidos”, a los mayores de sesenta años que sean jornaleros, a los menores de dieciocho años aunque estén fuera de la patria potestad, ni a los hijos de familia que viven a expensas de sus padres, pero sí pagarán si tienen alguna industria, también pagarán los criados y sirvientes que ganan jornal o salario, pero los AMOS podrán pagar por ellos.

Décima quinta. Si los indios estaban exentos en cuanto a empleos u oficios, en este caso no, y deberá pagar… y que sean los primeros para que den “exemplo de amor y lealtad a nuestro begnino Monarca” (sic) y para “que la cobranza se haga de un modo fácil y casi insensible se admitirán en pago de su donativo las mismas especies en que se verifica el tributo” (sic)

Décima sexta. Los Recaudadores harán lista exacta de todos los vecinos “valiéndose de los Padrones de los Curas” (sic) pero sólo los contribuyentes y no se incluirá mujeres, esclavos y demás exceptuados.

Décima séptima. Se anotaré en la lista quién pagó y la causa por la cual alguno no lo hizo.

Décima octava. Se enviará informe, valor de cada lista, número de contribuyentes de a peso y de a dos, y firmarán los Recaudadores, con juramento, y si alguno comete fraude se le tratará con el rigor de las leyes.

Décima nona. Lo recogido en “partidos foráneos”, parroquia, sitio, vecindad dispersa, pueblo de indios, se llevará a su Cabecera, Ciudad o Villa con las listas originales y los Ayuntamientos o la Justicia expedirán el recibo correspondiente. Y otro recibo igual se anexará a la respectiva lista. Igual con todos los que recogen.

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Doscientos Años Después

Duodécima. Ya recogido será llevado a las CAJAS REALES con las listas originales y los Oficiales Reales o sus Tenientes, quienes también darán recibo. Y será asentado en el Libro Común en un rubro distinto a todos los demás de la Real Hacienda.

Duodécima primera. Los Ayuntamientos y Justicias quedarán con recibo auténtico (una copia) y el original será enviado a la Superintendencia General quien remitirá al Tribunal de Cuentas.

Duodécimo segundo. Las cuentas del donativo se llevarán aparte en los Libros Propios y se informará oportunamente las cantidades, especificando los territorios y las individualidades.

Duodécimo tercero. Se espera que todos los Recaudadores manifiesten “su fidelidad, amor y celo por el servicio de Su Majestad” (sic) esforzándose cada uno a “distinguirse en la promptitud, eficacia y esmero” (sic). Santa Fee de Bogota veynte de marzo de mil setecientos ochenta y uno, JUAN GUTIÉRREZ DE PIÑERES. (sic). Concuerda con la instrucción original, formada por el Señor Regente Visitador General de este Reyno en virtud de lo mandado por el Excmo. Sr. Virrey en su oficina de veinticuatro de febrero último, de donde se sacó, corrigió y concertó (sic) esta, cierto y verdadera a que me remito y para remitir al Excmo. Señor Virrey en conformidad de lo mandado por dicho Señor Regente en Decreto de veintiuno del corriente mes, yo el Dr. Dn. Nicolás Prieto Dávila, Secretario Mayor de la Gobernación de este Reyno, hice sacar el presente y lo firmo en Santa Fee a veintinueve de marzo de mil setecientos ochenta y un años. Nicolás Prieto Dávila. Es fiel copia de la instrucción que se expresa a que me remito Cartaxena y mayo dos de 1781. Francisco Agustín de Rivera (sic). Concuerda este traslado con sus originales a que me remito, en cuya virtud lo certifico, signo y firmo en Antioquia a veintidós de junio de mil setecientos ochenta y uno. En testimonio de verdad firma Simón Robledo escribano público de Cabildo (rubricado y otra rúbrica con una cruz superior).232

En los documentos del archivo de Santa Rosa (desde 1780 a 1800) no se encontraron listas que indicaran estos DONATIVOS. Pero en el Archivo Histórico de Antioquia sí se encontraron donaciones voluntarias y periódicas como lo veremos.

En este marco histórico se produjo el grito de Independencia.

232 Archivo del Municipio de Santa Rosa de Osos, “volumen no empastado” de 1781, con el título “SOBRE DONATIVOS CON INSTRUCCIONES”

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Luis Octavio Yepes Roldán.

SANTA ROSA ALREDEDOR DE MIL OCHOCIENTOS DIEZ

¿Qué pasaba en el sitio de Santa Rosa de Osos y en sus Valles?

Ya era un caserío suficientemente estructurado, surcado por los caminos que iban hacia las Montañas de Yarumal, las Claras, Carolina, San Luis de Góngora y Cáceres (Calle Boquerón o Colombia, Calle Real, Calle Guanteros), hacia las Minas de Sotachiro (calle Colombia), hacia la Villa (Arenales), hacia Antioquia (camellón González, Banqueros, Cucurucho), hacia Hoyorrico y la Trinidad (Patiobrujas) y los que iban para el Porce (los Chorros).

Existía un templo relativamente grande, de tres cúpulas, en el sitio actual de la nave izquierda y parte de la central de la Catedral actual (la misma que en 1852 sería llevada al óleo por Henry Prince, de la Comisión Corográfica); una plaza enorme rodeada de algunas casas de dos pisos y protegida por algunos eucaliptus, varias calles que limitaban fincas (o solares), muchas de las cuales todavía estaban separadas por chambas y tapias con sus correspondientes portones; minas activas detrás de lo Ronda, camino de Sotachiro, El Palo, el Puente de Tierra, Arenales, Patiobrujas, Banqueos, Guanteros, Jimaní y las Tuberías; fuentes naturales en Los Chorros donde nacía el Río Guadalupe, en Tinajitas, en el camino del cementerio o columpio (actual calle Caldas en el sitio de la Institución Educativa Marco Tobón), en la manga del Hoyo del Hospital, en los solares que limitaban con la Real y Boquerón y en las primeras estribaciones de cerro gus (actual Terminal de transportes); un cementerio instalado desde 1700 y conocido con el nombre de El Carmen; un campamento minero en la intersección de los caminos de la Villa y la Trinidad y un grupo de Capillas diseminadas a lo ancho y largo de “estos valle de los Osos”, servidas periódicamente por los doctrinero, entre ellas, la de San Jerónimo del Monte de la Tierradentro233 en el Real de Minas del Capitán Martín de Hidalgo (posteriormente sería de don Luis de Cheverríe), con título del 24 de julio de 1723, concedido por el Obispo Juan Gómez de Frías, según Libro I A bautismos (partidas del 17 de junio de 1721, 1723, 1737, 1749, 1751, 1752), la de san Miguel Arcángel234 en el mineral del Señor de Landeta (Bautismos de 1720, 1721 y 1722), la de la Inmaculada de las Claras, la de Nuestra Señora de los Dolores235 del Sitio y Cerro de don Diego en el mineral de San Francisco (partidas de 1752 y 1753), la del Glorioso San Juan236 en los minerales de San Juan del Real de Minas de Don Cristóbal Pérez de Rivero con título del 26 de noviembre de 1750 concedido 233 Libro I A de bautismos (partidas de 1721, 1723, 1737, 1749, 1751, 1752)234 Bautismos de 1720, 1721 y 1722235 Partidas de 1752 y 1753236 Partidas de 1752 y 1753

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Doscientos Años Después

por el Visitador don Esteban Antonio de Posadas a favor de don Lorenzo Pérez (partidas de 1752 y 1753), la de los minerales de Riogrande con título del 11 de agosto de 1762 concedido por don Jerónimo Antonio de Obregón y Mena, la de la Gloriosa Santa Rosa237 (partidas de 1751, 1752), la de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro238 de los Minerales de Petacas (partidas de 1752), la de san Antonio de Padua en La Trinidad, la del mineral de San Pedro con título del 22 de enero de 1757 concedido por el Obispo de Popayán don Fray Diego Fermín de Vergara239 y situado en el mineral de don Nicolás Jaramillo (visita del 2 de febrero de 1737, según el Libro IA de bautismos), la de Nuestra Señora de Guadalupe240, esta última, MUY POSIBLEMENTE, de acuerdo con el Libro I A de Bautismos (partidas del 4 de agosto de 1720, 4 de agosto de 1731, 8 de octubre de 1737, marzo de 1749) estaba situada en los minerales del Maestro de Campo don Juan de Salazar o en el sitio actual de la Catedral, tan importante -se dice- que dio el nombre al Río Guadalupe.Era párroco el Presbítero Nicolás Francisco de Agudelo (1789 a 1810) y había sido reemplazado por Joseph Sinforoso de Upegui (1811 a 1819), por José Antonio Palacio del 18 al 20, por Gregorio Builes del 20 al 21, de nuevo por José Sinforoso de 1821 a 1847 y, finalmente, por Bernabé Hernández de 1847 a 1851.

Los reales de mina continuaban en su rutina con algunas excepciones como la llegada de Tyrell Moore para instalar bocartes “Cornish Mill” en la mina de San Francisco, como el primer molino en la Mina de Luis Bran, como la introducción de molinos de amalgamación, como el uso de nuevas técnicas para las galerías y como la instalación de algunas máquinas hidráulicas.

Al terminar el siglo XVIII y durante las primeras décadas del siglo XIX se habían presentado algunos hechos interesantes en el Valle de los Osos y en el Partido de Santa Rosa.

El 3 de noviembre de 1777 el gobernador Cayetano Buelta Lorenzana expidió el título de Minas de Veta de la Trinidad y Guacamaya a Enrique Villa solicitado por Josefa Muñoz.

En 1780 los mazamorreros inscritos en el Sitio de los Osos hasta 1819, de acuerdo con el censo ordenado por el Visitador don Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, pasaban de 550. 237 Partidas de 1751, 1752238 Partidas de 1752239 Visita del 2 de febrero de 1737, según el Libro IA de bautismos240 Libro I A de Bautismos (partidas del 4 de agosto de 1720, 4 de agosto de 1731, 8 de octubre de 1737, marzo de 1749

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En 1786 llegaron José María Zulaybar, Juan José Callejas, Manuel Santamaría, Manuel José Jaramillo y Molina

En 1788 Mon y Velarde ordenó la organización de las nuevas poblaciones San Luis de Góngora, san Antonio del Infante y Carolina del Príncipe (Las Claras). En esta labor fue ayudado por don Pedro Rodríguez de Zea Casafuz (1736-1793). La principal mina de don Pedro era Sotachiro en la cual se enriqueció, ubicada en el cerro de los Jaramillo, hoy Alto de la Mina. Había sido Administrador de la Real hacienda de Santa Rosa y moriría en 1793. Se había casado con Rosalía Díaz del Mazo, santarrosana. Había invertido gran cantidad de dinero en la reforma del cementerio de El Carmen, posiblemente erigido en 1700. Todavía en 1821 sus hijos explotaban la mina, entre ellos JUAN FRANCISCO ANTONIO DE ZEA, nacido en Medellín en 1766, vicepresidente de la Gran Colombia y Francisca Antonia Zea esposa del rico minero Mateo Zapata Ossa.

Como pagar en oro en polvo era complicado, la Real Audiencia de Bogotá, a solicitud de Mon y Velarde, resolvió el uso de monedas de plata. Además ordenó establecer pulperías en los pueblos y definir, en cada uno, el día de mercado.

En 1789 fue muy conocido don Gabriel Muñoz con 43 esclavos y producción de 13.016 pesos sobre todo en las minas de Ovejas.

En 1790 hubo un aumento notable de artesanos en Santa Rosa de Osos: herreros, constructores, empañetadores, albañiles, piseros, pintores, carpinteros, plateros, doradores, fundidores, talabarteros, zapateros, sastres y costureros. De acuerdo con la Leyes cada uno debería presentar un fiador para poder ejercer su arte. Un maestro tenía derecho a dos aprendices.

Para el año 1807 en Antioquia había 33 sastres, 29 zapateros, 23 plateros, 17 herreros, 16 carpinteros. Aunque eran mestizos y mulatos sus ganancias les permitieron subir de categoría en la escala social y algunos llegaron a ser grandes ricos con haciendas, con negros a su servicio y con reses.

En 1791 el Presbítero Sancho Londoño explotó sus minas con 230 esclavos y obtuvo 11.201 pesos oro en san Jacinto y los Osos.

El mismo año don Francisco Miguel Restrepo tenía 34 esclavos y producción de 13.330 pesos oro en las minas de San Pedro y los Osos.

En el mismo tiempo don Antonio Palacio tenía 17 esclavos y 45.767 pesos oro en las minas de Hojas Anchas.

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Doscientos Años Después

En 1793 don Felipe Barrientos explotaba sus minas con 63 esclavos y su producción era de 12.570 pesos de oro: Carolina y Los Osos.

En la Caja de Santa Rosa, en en ese año, los quintos reales pasaron de 282 pesos y los derechos de mazamorreo de 565.

En 1794 el censo de Santa Rosa indicaba que habían sido inscritos 52 mineros cada uno con más de cinco esclavos o jornaleros libres.

En 1795 Juan Salvador Villa, presbítero, tenía 49 esclavos y 12.074 pesos.

En 1797 don Joaquín Barrientos241 contaba con 31 esclavos y 11.201 pesos. Había nacido en Hatoviejo donde se casó en 1726. Allí tenía maizales, tierras en Itagüí, Rionegro y el Valle de los Osos. Se estableció en Santa Rosa en 1793 y tuvo minas en Los Osos, Cuivá, Angostura de los Dolores. Era hijo del español don Francisco Antonio Barrientos, de Cádiz, 1704. Fueron sus hijos Manuela, Felipe, Manuel Salvador, Micaela y Francisco. Felipe sería el padre de don Estanislao Barrientos.

El influjo de esta familia Barrientos fue notable en el desarrollo de Santa Rosa de Osos y, en general, del Norte de la Provincia. Manuel Salvador Barrientos Ruiz fue el fundador de Angostura y murió en 1838. Casado con Mercedes Zulaybar Santamaría, fue el padre de Carlota, María Antonia, Marcelina y María del Rosario, esposas de Mariano Ospina Rodríguez. Fue un rico minero con minas en Cucurucho, Vallecitos, san Lorenzo. Costeó “una larga y costosa estructura que conducía el agua necesaria para las operaciones auríferas de aluviones” conocida por mucho tiempo como “la acequia de doña Merecedes Zulaibar”242

María Antonia Barrientos (hija de Manuel y Mercedes Zulaibar) se casó con Julián Vásquez, hijo de Miguel y María Antonia de la Calle y fueron sus hijos Miguel y Pedro.

Julián y su hermano Pedro, (eran huérfanos) se instalaron en Santa Rosa donde recibieron educación en la escuelita particular de don Lorenzo Berrío. Se dedicaron a comprar oro y a la agricultura. Pedro abrió tienda en Santa Rosa en 1820 e importaba mecancía de Jamaica. Fue Alcalde Segundo en Santa Rosa y en 1828 fue Juez interino para colectar diezmos en este Cantón. En 1829 fue el minero más rico de la región. Fue el padre de Eduardo y Enriqueta Vásquez (la tercera esposa de Mariano Ospina y padres de Pedro Nel Ospina). Ambos 241 Los datos de mineros se encuentran en HISTORIA DE ANTIOQUIA, director general Jorge Orlando Melo, La Provincia en el siglo XVIII, Beatriz A. Patiño Millán, p. 69 y ss.242 Fidel Rodríguez M. Monografía de Santa Rosa, p. 241

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hermanos iniciaron gestiones para llevar molinos de pisón a las minas de Anorí y fueron los organizadores de la “Nueva Compañía de Anorí”, base de la futura mina de la Constancia que en 1920 pasó a Colombian Corporation Limited.

Manuela se casaría con José Joaquín Gómez y fueron padres de cuatro hijos: Estanislao, Vicente, Bárbara y Domitila. Un hermano de José Joaquín, José Antonio Gómez, emparentaría con la familia de Juan del Corral.

En 1800 José María Jaramillo explotaba las minas de Las Cruces y Los Osos con 26 esclavos y producción de 12.083 pesos. En el mismo años serían mineros conocidos Francisco Díaz de Mazo, Antonio Chaverri, Alejandro Casafuz, Ignacio Vélez de Rivero, Francisco Ángel de la Calle, Pedro José del Roxo, Pedro José de la Granda, Francisco Piedrahita, Juan de Torres, Enrique de Villa, Joaquín Yepes quienes explotaban las minas de San Francisco, Santa Bárbara, San José, Quebradona, Candelaria, Riogrande, Zancudo, Puente de Piedra, Cauces, Quebrada del Medio, Chagualo, Cimitarra, La Sopetrana.

Las minas en Playalarga eran de Anselma Restrepo quien, en algún daguerrotipo, aparecía con cananas como si fuese “una guerrillera”.

El dueño de la riquísima mina de la Veta era el Patrón Marín (Don Anacleto), personaje folklórico, amigo de la buena mesa, del licor y de las mujeres, quien al llegar a Santa Rosa era seguido por una turba de muchachos a quienes tiraba “juras” de morrocotas de oro. Era tan excéntrico que prefería dar “oro” a los ricos y no a los pobres.

Los filones más ricos estaban en la Sopetrana, la Trinidad, San Ramón, la Veta, Cerro las Cruces, San José, Sotachiro y Alto de la Mina o cerro de los Jaramillo.

En Hoyorrico eran muy conocidas las minas de los Pérez y los Muñoz. En Malambo, Zapatas y Loaizas. En Caruquia, Amayas y Tabordas. En Santa Gertrudis y el Hato, los Miras. En Santa Ana y Riogrande, los Granda y Herrera. En Cimitarra, los Viana. En Santa Bárbara, los Vanegas y Mesa. En Vallecitos, los Arroyave. En Mina Vieja y Quitasol, los Gutiérrez. En Cucurucho y el Botón, los Medina.

No sobra indicar, para mejor conocimiento de la idiosioncrasia del santarrosano durante esta época, la presencia de extranjeros, a partir de 1800 y hasta 1840: Hauswolff, Gosselman, Nisser, Carlos Segismundo de Gregiff, Boussingault, James Tyrell Moore, Keneedy Kent, Holes, Pemberhy y Cock. De Greiff instaló molinos de pisones.243

243 Fidel Rodríguez M. Monografía de Santa Rosa. p. 27.

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Doscientos Años Después

En 1809 don José Manuel Restrepo denunció los aluviones en Porce, Cauca y Nechí.

El 9 de septiembre de 1836 Moore, Cárdenas, Zapata y Vásquez firmaron acuerdos para la explotación de minas en San José y La Mata.

James Holes (rebautizado como Hoyos) se instaló en Santa Rosa donde fue bautizado y contrajo matrimonio. Compró cocina entre la Calle Real y la Ronda. Contrajo matrimonio con Isabel Henao.

Raimundo Kent llegó el 18 de junio de 1830, se asoció con Mateo Hernández y explotó oro de barranca de Tenche.

En 1832 Ricardo Cock (al traducir su apellido se convirtió en Gallo), casó con Ana Rita Rojas de Santa Rosa y se instaló al final en Donmatías junto con Isaac Pemberty, tronco común de muchas familias actuales en el mismo sitio.

Francisco María Voichet en 1830 se casó en Santa Rosa con Pastora Cárdenas y murió en 1856. Fueron los padres de Celsa Julia y Clarisa.

Jean Baptiste Boussingault vistió a Santa Rosa en 1825 y su presencia fue referenciada en la Capilla y Minerales de La Trinidad. Hizo mención a la costumbre de los mineros: sacar en procesión a San Antonio de Padua para que lloviera.

Alrededor de 1820 muchos mineros se aliaron para impulsar las explotaciones de Santa Rosa y de Anorí considerados ambos como “eje geográfico de explotación minera” y principales productores hasta mediados del siglo XIX. En este tiempo el oro de Santa Rosa fue descrito como “grano pequeñísimo y estructura cristalina” fue considerado “el de mayor pureza en toda la Provincia”

A partir de 1850 la producción minera comenzó a declinar mientras la ganadería y la agricultura se fortalecían. En 1840 se introdujeron las yerbas PARÁ y GUINEA y en 1874 la POA.

Por esta misma época (1830) fue habilitado el camino de Santa Rosa al Cauca, el mismo que fue utilizado para la introducción de reses y cerdos al centro de la Provincia. En este mismo año el rico minero Don JOSÉ MANUEL RESTREPO adquirió un gran paquete de acciones en Santa Rosa y en Anorí.

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En 1850 fue instalado el primero correo semanal entre Santa Rosa, Zea, Gómez Plata, Carolina, Angostura, Yarumal, Campamento, Anorí y Cáceres.244

LA REVOLUCIÓN FRANCESA.

El Padre Josef Sinforoso de Upegui además de ser gran lector y conocedor de la historia, poseía una memoria formidable.

En sus tertulias organizadas en el kiosco de la plaza de Santa Rosa, cuando sus ocupaciones pastorales no lo tenían en las capillas y minerales vecinos, se engolosinaba contando a su variado auditorio historias de la Madre España y de sus vecinos.

La REVOLUCIÓN FRANCESA que tanta tinta había hecho derramar desde 1789 era un tema suculento ya que, salvadas las proporciones, de alguna manera había sido “preavisado” por la revuelta de los Comuneros criollos.

Los antecedentes de estas ideas liberales se apoyaban en el siglo de las luces, en el iluminismo, en los enciclopedistas (Diderot, D·Alambert, J.J. Rousseau, Voltaire), en el poder de la Iglesia (el Alto Clero), en el desprestigio de la Monarquía (boato, inmoralidad, violación de los derechos humanos en la prisión La Bastilla) y en las secuelas del Feudalismo.

La revolución francesa atacó sistemática tanto a la Monarquía como a la Iglesia: juicio y muerte de los Reyes, supresión de órdenes religiosas, asesinato de obispos, sacerdotes, estudiantes y religiosas, destierros, supresión del cristianismo, aceptación del divorcio, abolición de la religión católica y entronización de la DIOSA RAZÓN, destrucción de Iglesias, universidades, colegios y cementerios convertidos en letrinas, cabarets y burdeles.

Sus ideas fundamentales se apoyaban en el RACIONALISMO FILOSÓFICO cuya tesis decía “la razón es el último criterio de validez de la verdad” y en el RACIONALISMO TEOLÓGICO que sustituía la “autoridad de la revelación y la autoridad eclesiástica” por la razón, de suerte que el conocimiento de la razón excluía el conocimiento de la fe, ya que esta era supersticiosa y plagada de prejuicio. La religión, bajo el punto de vista de la MORAL, sería sustituída por una ÉTICA NATURAL.

José Sinforoso, lleno de fruición, seguía hablando así a sus feligreses.

244 Fidel Rodríguez M. Monografía, p. 97

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Doscientos Años Después

“En la Católica Francia, defensora del Papado, sede del Rey Sol”… concluidas las gestas del Cardenal Richelieu, el pueblo se había sublevado contra el ALTO CLERO y la ARISTOCRACIA MONÁRQUICA para dar inicio a la REVOLUCIÓN FRANCESA (1789) con la toma de La Bastilla y posterior encarcelamiento de los Reyes.

Mientras Messieur Guillotin preparaba el cadalso (irónicamente aplicado a él mismo), el pueblo arrasaba a París, apresaba a los Nobles e incendiaba la ciudad al grito de la triple consigna: LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD.

El Padre Sinforoso se horrorizaba por la impudicicia de los parisinos quienes habían paseado en triunfo a una mujer desnuda que representaba LA DIOSA RAZÓN, única divinidad del momento, mientras filosofías y teologías desaparecían pisoteadas por la turba enfurecida y un obispo (de acuerdo con la versión de un historiador anónimo) lanzaba al aire su PROPIA MITRA. Todo había comenzado el 14 de julio de 1789.245

Joseph Sinforoso, como buen pedagogo, calificado con TRIPLE AAA cuando concursó por el curato de Santa Rosa, en forma además brillante resumió así a sus fieles de 1811 los tres períodos de la revolución.

El primero: toma de la Bastilla el 14 de julio 1789 al grito de fraternidad, libertad, igualdad; los presos fueron liberados, el caos cundió por todas partes, las turbas enfurecidas y excitadas destruyeron, atacaron y sembraron el pánico.

El segundo: régimen del terror. En septiembre de 1789 se había dado por terminada la primera fase de esta loca revolución cuyos frutos principales habían sido la abolición del feudalismo y la proclamación de los DERECHOS DEL HOMBRE mientras la Iglesia perdía sus riquezas y quedaba bajo el control del Estado. Prusia acababa de declarar la guerra a Francia y el pueblo sospechaba que el Rey Luis XVI había hecho un pacto secreto con el enemigo. Habían sido organizados tres partidos: los Jacobinos, revolucionarios extremos, los Girondinos, revolucionarios moderados y los Fuldenses o reaccioanarios. En 1792 Francia declaraba la guerra a Austria quien se había aliado con PRUSIA para evitar que aquella invadiera los PAÍSES BAJOS. En agosto había sido suspendida la Monarquía mientras los Jacobinos, con Danton a la cabeza, bañaban de sangre a Francia y se apoderaban del gobierno y fue convocada la Convención que duraría hasta 1795. Se agudizaron las luchas contra los girondinos y los fuldenses y aparecieron los extremistas Danton, Marat y Robespierre quienes caerían en 1794 porque habían intentado convertirse en NUEVOS DICTADORES. Marat

245 Alguno anónimo afirmó que un Prelado, arrastrado por la turba, tiraba al aire su Mitra.

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fue asesinado por su amante. Fue implantada la guillotina. Si internamente Francia era un caos, la política exterior había hecho crisis. En efecto en 1799 fue declarada la guerra a Austria quien se apoyó en Prusia. Los revoltosos hicieron creer al pueblo que el Rey los había traicionado al firmar alianzas con Austria. Fue suspendida la monarquía por supuesta traición y los Reyes pasaron al cadalso en enero 1793 y fue instalada la República. Mientras tanto “la diosa RAZÓN”, personificada en una dama desnuda era paseada por las calles de París, se había convertido en la máxima fuerza revolucionaria.

El tercero: se propuso un GOBIERNO CONSTITUCIONAL en el cual cinco miembros ejercerían el poder EJECUTIVO con Barrás, a su cabeza. Se aceptó un Consejo de Senadores y el llamado Consejo de los Quinientos. El pueblo de nuevo se levantó contra esta CONSTITUCIÓN, momento en cual apareció Napoleón quien lideró un “golpe de Estado” el 9 de noviembre de 1799, con Sieyes, para apoderarse del Directorio y para propiciar la nueva CONSTITUCIÓN y la aparición de tres cónsules como máxima autoridad del gobierno. Napoleón eliminó a dos de los Cónsules y se convirtió en el único, por demás, VITALICIO.

Las ideas de la REVOLUCIÓN FRANCESA (1789) relacionadas con los tres conceptos básicos: libertad, fraternidad, igualdad habían viajado sobre las olas y comenzaban a ventilarse en el Virreinato de la Nueva Granada.

NAPOLEÓN

Pero, ¿quién era Napoleón Bonaparte?

En una síntesis formidable Joseph Sinforoso narró su via.

Napoleón I (1769-1821) había nacido en Ajaccio (Córcega). Presenció la insurrección de París de junio de 1792 (tres años después del estallido de la Revolución Francesa) y la caída de la Monarquía cincuenta días después. Se casó en 1796 con Josefina. En ese año asumió el mando de los ejércitos. Venció a los Sardos y a los austríacos en el mismo año. En 1797 firmó la Paz de Campo Formio con lo cual se inició la “redistribución territorial”. Obligó al Papa a firmar la Paz de Tolentino. Derrotó a los turcos en Egipto en 1799. Con la Revolución de Brumario (9 de noviembre de 1799) Francia se convirtió en un CONSULADO, siendo Napoleón el PRIMER CÓNSUL. En 1801 concertó el CONCORDATO con Pío VII. Habiendo ganado batallas a Inglaterra y Austria el primero de agosto de 1802 fue nombrado CÓNSUL VITALICIO. Quiso apoderarse del Nuevo Mundo y de India para conformar UN IMPERIO COLONIAL pero en Haití fue vencido por las FIEBRES y hubo de vender el territorio de LUISANIA a los Estados Unidos

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Doscientos Años Después

por QUINCE MILLONES DE DÓLARES. En junio de 1802 fue proclamado PRESIDENTE de las REPÚBLICAS ITALIANAS y se anexó el Piamonte. En 1803 reorganizó Suiza. Ese mismo año estalló la guerra con Inglaterra. En 1804, superada una conspiración, se autonombró EMPERADOR DE LOS FRANCESES. El Papa lo coronó el 2 de diciembre de 1804 en Notre Dame de Paris. Se propuso invadir LONDRES pero perdió importantes batallas. En cambio en septiembre de 1804 invadió a Alemania. El 21 de octubre de 1804 Nelson apabulló las armadas de Francia y España en la mencionada BATALLA DE TRAFALGAR. Sin embargo el 2 de diciembre derrotó a los ejércitos austríacos y rusos en la batalla de Austerlitz. Austria perdió gran parte de su territorio y su rey Francisco II firmó el Tratado de Presburgo. Por eso aprovechó y creó en julio de 1806 la CONFEDERACIÓN DEL RIN. De este modo dejó de existir el SACRO IMPERIO ROMANO y en agosto el Emperador de Alemania, Francisco José renunció. En 1806 Napoleón derrotó a Prusia y posteriormente se apoderó de BERLÍN. En 1807 firmó un tratado con el Zar Alejandro de RUSIA. Toda Europa era de Napoleón. Unido a España se apoderó de Portugal en el mismo año. Entregó el trono de España a su hermano José Bonaparte en 1808 pero se inició la GUERRA DE INDEPENDENCIA, una de las causas de la CAÍDA DE NAPOLEÓN. En 1810 hizo anular su matrimonio con Josefina y se desposó con MARÍA LUISA, hija del emperador de Austria, Francisco, quien se había visto obligado a firmar el Tratado de Viena un año antes. Ilusionado Napoleón con “acabar con Inglaterra” procedió a invadir a Rusia ya que el Zar se había desligado de las políticas del Emperador. Fracasó en 1812 cuando quiso apoderarse de Moscú y en 1813 comenzó el proceso de liberación de Europa en contra de Napoléon. En 1813 sufrió la terrible derrota de LEIPZIG. El 11 de abril de 1814 abdicó a favor de Luis XVIII. Napoleón se evadió de la isla ELBA y desembarcó en Francia en 1815 logrando el llamado REINADO DE LOS CIEN DÍAS pero el desastre de WATERLOO a manos de ingleses y prusianos lo llevó a la Isla Santa Elena donde murió en 1821. En 1840 sus restos fueron sepultados en LES INVALIDES de París.

Italia quedó en manos del General Berthier y la embajada fue conferida a José Bonaparte. Roma se revolucionó. Napoleón envió un ejército de doce mil soldados quienes se apoderaron de la ciudad. Había nacido la REPÚBLICA ROMANA siendo su Rey el mismo Napoleón a partir del 18 de marzo de 1805.

Para tratar de someter a Inglaterra Napoleón definió un bloqueo total a sus puertos y a sus productos. Como Portugal no aceptó el bloqueo, Napoleón “convenció” al Rey Carlos IV de España que le permitiera pasar las tropas francesas por su territorio para castigar a Portugal, en 1808, mediante una alianza conocida como el Tratado de Fontainebleau.

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Logrado su propósito, la familia Real de Portugal, en 1808, abandonó la Península e instaló su reino en Brasil que era su gran Colonia. Estos hechos, las gestas, las vicisitudes, la situación de Brasil hasta su “libertad” quedarían consignados en un extraordinario libro llamado EL IMPERIO ERES TÚ246, libro que jamás llegaría a las manos del ilustre levita Sinforoso porque todavía no había sido escrito. En efecto, Juan VI y su esposa Carlota Joaquina de Borbón, junto con su hijo el futuro Pedro I, se exiliaron en Brasil. Pedro I (1798-1834) quedaría allí a partir de 1821, cuando su padre regresó a Lisboa, como príncipe regente.247 Pedro I se enredó en Brasil con muchas mujeres pero logró conservar la unidad nacional con excepción del futuro Uruguay. Posteriormente, dejando un regente en Brasil, regresó a Europa, se instaló en Francia y desde allí inició la reconquista de Portugal que a la sazón estaba en manos de su hermano quien había dado un verdadero golpe de estado a su padre apoyado por Carlota, su madre, quien siempre había añorado con apoderarse de Portugal y entregarla a su hijo. Este fue el comienzo de la Independencia final del Brasil.

Carlos IV, tras el motín de Aranjuez y la caída del Ministro Godoy, y las “abdicaciones de Bayona” (5 de mayo de 1808) había abdicado en favor de su hijo Fernando VII (rey desde el 19 de marzo de 1808) quien, en mayo, en vista de los acontecimientos, había optado por devolver a su padre el Reino. Indudablemente había comenzado la decadencia de los Borbones, otra de las causas de la Independencia.

España, en definitiva, no sólo había sido el camino “pasajero” para llegar a Portugal sino que se había convertido en botín y rapiña de Napoleón quien se apoderó de ella y mediante intrigas políticas convenció a Fernando VII para que devolviera el gobierno a su padre Carlos IV, quien, a su vez, al recuperarlo, tendría que entregarlo a Napoléon quien lo delegaba en JOSÉ BONAPARTE, conocido como Pepe Botellas248 quien fue el rey JOSÉ PRIMERO, desde el 6 de junio de 1808 hasta el 11 de diciembre de 1813.

LA JUNTA SUPREMA DE ARANJUEZ

Pero los españoles, teniendo en cuenta las ideas liberales e irreligiosas de la Revolución Francesa de las cuales comulgaba Napoleón y sus secuaces, uniendo las fuerzas “nacionalistas” y “católicas” se opusieron a este gobierno mediante una guerra de guerrillas hasta que lograron formar LA JUNTA SUPREMA 246 El Imperio eres tú. Javier Moro.La epopeya de la corte portuguese instalada en Brasil.247 El Imperio eres tu. Javier Moro.248 Algún tiempo después, aunque sin mucha razón, se dijo que el fastidioso apodo se debía a su aficción al licor

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Doscientos Años Después

DE ARANJUEZ, en septiembre de 1808 mientras la Constitución de Bayona reconocía la autonomía de las Provincias Españolas. La JUNTA, producto de la Alianza mencionada, intentó recuperar el gobierno de España. Mientras tanto algo similar ocurría en las Colonias cuando en varias ciudades, entre ellas Cartagena y Mompox, se organizaron JUNTAS PROVISIONALES que se apartaban de Napoléon y solicitaban al Rey Fernando VII que, si era posible, “se viniese a gobernar en estas colonias”.

Las Colonias tampoco aceptaron esta invasión. La guerra española terminó en 1813 cuando Fernando VII “EL DESEADO”, regresó a España y reinó de nuevo a partir del 22 de marzo de 1814 hasta 1833.

En efecto, José Bonaparte cayó el 11 de diciembre de 1813 y Fernando VII regresó para comenzar su reinado, período en el cual se había iniciado la RECONQUISTA de la Nueva Granada con Sámano y Morillo, se había producido su derrota definitiva en la BATALLA DE BOYACÁ, se daba comienzo a la Independencia absoluta y surgía la Nueva Granada.

El Padre Sinforoso hablaba mientras sus ojitos puros se llenaban de lágrimas al recordar los ataques de Napoleón contra la Santa Madre Iglesia.

PAPA PIO VII

En efecto, la revolución francesa había intentado acabar con la IGLESIA CATÓLICA. El Papa Pío VII creyó que Napoleón pudiera ser una solución y acudió a él. Benévolo, al principio, cambió de actitud y obligó al Papa a firmar el armisticio de BOLONIA mediante el cual el Papa entregaba los ESTADOS PONTIFICIOS (Bolonia, Ferrara y Ancona) y pagaba una indemnización de 21 millones de escudos y obras de arte.

El papado acababa de perder SU PODER TEMPORAL. “Fueron suprimidos los guardias pontificios, arrancados los escudos papales de todos los edificios públicos y el territorio de la Iglesia quedó divido en ocho estados”.

“El 2 de abril de 1804, el Papa Pío VII –oíganlo bien, amados feligreses- Nuestro Santo Padre, Nuestro Pontífice, el Representante de Cristo en la tierra”…fue llevado a Francia y llegó el 28 de noviembre a París. Esa noche el cardenal Fesch celebró el matrimonio católico de Napoleón y Josefina (porque se acababa de saber que sólo estaban unidos por lo civil). El 2 de diciembre de 1804 se realizó en Nuestra Señora de París la coronación.

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Napoleón arrebató la corona al Pontífice, se la colocó en su cabeza y luego coronó a Josefina. Poco después del Papa pudo regresar a Roma.

En 1807 Napoleón invadió Venecia y bloqueó todas las entradas a Roma.

El 2 de febrero de 1808 Napolén se apoderó del Castillo Sant Angelo y rodeó el Quirinal, residencia del Papa con caballería e infantería francesas. El 17 de mayo de 1809 un Decreto Imperial anexó los Estados Pontificios al Imperio Francés. Roma sería la capital de su Imperio y arriada la bandera pontificia fue izada la francesa. El Papa excomulgó a Napoléon quien, en la noche del 5 al 6 de julio de 1809, se apoderó del Pontífice y lo desterró a Savona. Tres años estuvo en el destierro mientras los Cardenales eran enviados a París. En marzo de 1812 el Papa fue conducido a Francia. El 19 de julio llegó a Fontainebleau y fue hecho prisionero. A la fuerza le hizo firmar algunos decretos pero después el Papa se retractó y los declaró nulos. Cuando Napoleón fue vencido en Leipzig, el Papa pudo regresar a Roma y se le devolvieron los Estados. En mayo de 1814 mientras el Papa entraba a Roma Napoleón era desterrado a la Isla de Elba.

El Papa moriría el 20 de agosto de 1823 a los 81 años. Había sido Papa 23 años y medio249

VEINTE DE JULIO DE MIL OCHOCIENTOS DIEZ

Don Jorge Tadeo Lozano en la apertura del Colegio Electoral de Cundinamarca en 1813, al referirse al Grito de Independenia, lo describió como “una revolución clerical”.

Desde el descubrimiento el clero se había dedicado a adoctrinar. Por eso su influjo era de gran importancia. Desde antes de 1810 varios sacerdotes habían dedicado sus homilías a hablar de la libertad y de los derechos del hombre. Algunos de ellos fueron encarcelados: el Canónigo Rosillo y los sacerdotes Gómez, Azuero y Estévez. Igualmente habían promovido la conformación de las JUNTAS. En la de Cali aparecería Fray José Joaquín Escobar.

Un poco antes del 20 de julio de 1810 don Juan del Corral había propuesto al Ayuntamiento “que se organizase una Junta Suprema de Gobierno como la única salvación posible de estas comarcas para la Corona de España, a punto de ser arrebatadas por el gran usurpador de los tronos, Napoléon Bonaparte”250

249 Daniel Trujillo, presbítero. De San Pedro a Juan Pablo II. USA, 1987250 Ramón Correa. Don Juan del Corral e Historia del Departamento de Antioquia, Francisco Duque Betancur, agosto 1967, Imprenta Departamental, pp. 413 y ss

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Igualmente el Gobernador de Antioquia Francisco de Ayala, el 4 de agosto de 1810, envió una proclama al pueblo antioqueño. Les indicaba la necesidad de vivir en paz y quietud bajo el reinado de Fernando VII ya que el pérfido emperador de los franceses, Napoleón, atentaba contra el pueblo invitando a la desobediencia, a la pelea entre hermanos, a la destrucción de la religión, a abusar de las mujeres e hijas y a arrebatar la libertad. Para evitar semejantes males el Gobernador había organizado un batallón disciplinado, con oficiales escogidos, del cual pudieran participar todos los que se quisiesen alistar.

Terminaba diciendo que contaba “con cabildos ilustrados, con un clero virtuoso, con una nobleza llena de pundonor y patriotismo y con un pueblo dócil, laborioso y honrado”251.

En al Acta de la Independencia del 20 de julio, de cincuenta y tres firmas CATORCE eran del clero, entre ellos: el Arcediano Juan Bautista Pey, el canónigo Andrés Rosillo, los párroco de la Catedral de Santa Fe de Bogotá, el cura de San Victorino, los priores de los Agustinos (Chaves) y de los Dominicos (Fray Mariano Garnica, que sería el primer obispo de Santa Fe de Antioquia), de san Juan de Dios (Leandro Torres) y de los franciscanos (Antonio González)

Entre los VOCALES de la Junta Suprema aparecieron cuatro sacerdotes.

En la COMISIÓN DE NEGOCIOS ECLESIÁSTICOS: estaban Rosillo y Azuero. Y para preparar el primer Congreso de la Repúblico de un total de cuarenta y tres delegados, diez eran miembros activos del clero.

El vicepresidente del COLEGIO CONSTITUYENTE era el canónico CAYCEDO Y FLÓREZ, quien sería el primer Arzobispo de Santa Fe de Bogotá.

Durante la RECONQUISTA en 1816, varios clérigos fueron procesados.

Finalizando el siglo XVIII (1784) el VIRREY ARZOBISPO era Caballero y Góngora.

El 20 de julio de 1810 era día de mercado. Conocidos los acontecimientos de España algunos patriotas tramaron la conspiración aprovechando la llegada a Bogotá del criollo don Antonio Villavicencio a quien se le preparaba un recibimiento con un banquete de gala.

251 Francisco Duque B. Historia del Departamento de Antioquia.1967. Imprenta Departamental, pp. 413 y ss

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La trama consistía en solicitar a LLORENTE, en forma muy respetuosa, un florero o adorno para dicho banquete. Este respondería de alguna manera, daría un sí o un no, y esa sería la oportunidad esperada. Si negaba la solicitud, un grupo previamente aleccionado iniciaría la revuelta. Si la aceptaba alguien entraría a “atropellar” a Llorente y a formar la alaraca.

Muchos historiadores afirmaron que Llorente había respondido en forma amable aunque negaba el préstamo del florero porque “este estaba demasiado deteriorado para semejante ocasión”.

Los revoltosos ingresaron al negocio, golpearon a su dueño y difundieron falsos rumores: que Llorente había hablado pestes contra Villavicencio. El mercado reaccionó, solicitó un CABILDO ABIERTO, apareció el TRIBUNO DEL PUEBLO y fueron enviadas comisiones al Virrey pidiéndole que se abstuviera de armar soldados y que aceptara LA PRESIDENCIA DE UNA JUNTA PROVISIONAL, similar a las que habían sido organizadas en España y en otras ciudades. Posiblemente fueron pronunciadas las frases que la historia ha repetido: “Si no aprovechais estos momentos de efervescencia y calor… mirad los grillos y cadenas que os esperan”

La JUNTA sesionó esa tarde y toda la noche hasta las primeras horas del 21 de julio de 1810 y decidió la liberación inmediata del CANÓNIGO ROSILLO que había sido detenido antes por revoltoso y redactó el ACTA DE INDEPENDENCIA en la cual se aceptaba a Fernando VII como Rey, se confería al pueblo la máxima autoridad, se defendían los Derechos del Hombre y se conformaba un gobierno provisional. El Acta de Independencia sería firmada por muchos clérigos eminentes.

LA PROVINCIA DE ANTIOQUIA EN 1810

El 9 de agosto de 1810 fueron conocidos en Rionegro los sucesos de Santa Fe de Bogotá.

Era Gobernador de la Provincia de Antioquia don Francisco de Ayala quien, presionado por el pueblo, instaló un CONGRESO PROVISIONAL DE DELEGADOS conformado por los cuatro cabildos de Antioquia, Medellín, Santiago de Armas y San José de la Marinilla.

Entre el 30 de agosto y el 7 de septiembre de 1810 los delegados se reunieron en Antioquia y decidieron entregar el poder a una JUNTA SUPERIOR que estaría

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presidida por el mismo Gobernador don Francisco de Ayala. Fueron sus figuras Manuel Martínez, José María Ortiz, Lucio de Villa presbítero, Juan Elías López Tagle, José Miguel de la Calle, presbítero, José María Montoya, Nicolás de Hoyos y José María Restrepo. Se trataba de personas de gran influencia por su educación o por su riqueza, muchos de los cuales habían sido educados en San Bartolomé, o en Popayán como médicos, abogados o sacerdotes.

El documento siguiente de 1810, en 4 foxas (siete páginas) y con el Sello de Fernando VII para el período 1810-11 revelaba la angustia de España en 1810 relacionada con los acontecimientos anteriores de Napoleón y las Cortes de Aranjuez.

“Excmo. Señor: remito a V.E. de orden de S.M. con el Decreto que acompaña acerca del NOMBRAMIENTO DE DIPUTADOS DE AMÉRICA PARA LAS PRÓXIMAS CORTES EXTRAORDINARIAS; el manifiesto que sobre el propio asunto me dirige el Consejo de Regencia de los Reynos de España e Yndias, a los AMERICANOS ESPAÑOLES, a fin de que se publiquen y circulen a todos los pueblos del distrito de su mando para su noticia y cumplimiento. Yo lo traslado a Ud. para los expresados fines incluyendole el adjunto ejemplar comprehensivo del Decreto y manifiestos citados. Dios guarde a Ud. muchos años. Santa Fe, 21 de mayo de 1810. Antonio Amar” “Apenas el Consejo de Regencia recibió del Gobierno que ha llevado la autoridad que estaba depositada en sus manos, volvió su pensamiento a esta porción inmensa y preciosa de la Monarquía. Enterarla de esta gran novedad explican los motivos que la han acelerado anunciar las esperanzas que promete y manifestar los principios que animan a la Regencia por la prosperidad y gloria de esos Paises… objeto de su primer cuidado en esta memorable crisis, y va a desempeñarlos con la franqueza y serenidad que nunca mas que ahora debe caracterizar en los dos mundos a las almas españolas”. “Una serie no interrumpida de infortunios había descompensado todas nuestras operaciones; desde la Batalla de Talavera desvanecieronse en uno las grandes esperanzas que debieron prometerse en esta celebre jornada: muy poco después de ella el florido ejercito de la Mancha fue batido en Almonavid. Defendiase Gerona pero cada dia se imposibilitaba mas mi socorro que con tanta necesidad y justicia se debía a aquel heroico tercio que dara a mis defensores un lugar asegurado en los factos sangrientos de la guerra a pesar de prodigios de valor, el ejercito de Castilla había sido batido en la Batalla de Alba de Tormes y Tamames y con este revés se había completado el desastre anterior de la acción de Ocaña la mas funesta y mortifera de cuantas hemos perdido, sin fortuna no hay credito ni favor, dudabase ya en la nación si el cuerpo encargado de sus destinos era suficiente a salvarla, todos los resortes de gobierno habian perdido en elasticidad y fuerza…”252 (sic)

252 Caja General Nro. 8. Juzgado del Circuito 1 (SRO). Años 1810-1812

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Frente a tales desastres la Regencia pedía a las Colonias la elección de DIPUTADOS para las próximas Cortes el 14 de febrero de 1810. El documento fue enviado a los Cabildos de la Provincia. El 14 de julio de 1810 fue anotada la gestión en el Juzgado de Santa Rosa y el 15 fueron publicados y rubricados los documentos por don José María Arango.

De acuerdo con el Documento anterior la JUNTA Provisional de la Provincia de Antioquia, compuesta por nueve miembros y presidida por don Francisco de Ayala, el 12 de enero de 1810, dio poderes omnímodos al Excmo. Sr. Dr. Dn. Antonio de Narváez, el único diputado por el Nuevo Reino a las Cortes Españolas.

El texto del poder era el siguiente: “Para que sin trastornar los principios de la monarquía, tampoco pierda de vista y reclame la conservación de los sagrados e imprescriptibles derechos del hombre: libertad, seguridad y propiedad, que son las bases de la sociedad, así como deben ser los principios de todo gobierno sabio e ilustrado, y últimamente para que conserva ilesa y permanente la representación de este Reino por medio de su verdadero representante que es ahora y los que en adelante fueren, del mismo modo y en los mismos términos que lo hicieron los demás de la Península, gestionado cuanto conviniere para la más perfecta igualdad en esta parte, a efecto de que por ninguna circunstancia dexe de quedar el reino legal y verdaderamente representado”.253

A nivel de los Sitios, de los Reales de Mina y de los poblados la situación era distinta ya que las noticias apenas si se analizaban de suerte que los españoles dueños de mina, sus hijos los criollos, los esclavos negros, los mulatos y aún los indígenas sólo sabían de un Rey, a quien se debía obediencia y tributos, a saber, los quintos reales.

Además, de acuerdo con las normas del Patronato, los mismos clérigos hacían parte del gobierno por lo cual muchos permanecieron fieles al Rey y poco se interesaron por las Juntas de Gobierno. No fue escaso el fenómeno de encontrar en una misma familia seguidores de la independencia y enemigos de ella, por ser estrictamente “realistas”.

Algunos de los historiadores habían afirmado que en el año 1810 y siguientes eran muy escasos los indígenas en Antioquia (quizás unos cuatro mil dispersos en los llamados Pueblos de Indios – El Poblado, Sopetrán, Sabanalarga,

253 Francisco Duque B. Historia del Departamento de Antioquia. Imprenta Departamental 1 de agosto de 1967, p. 412 (cita de Ramón Correa. Documento original de los Archivos de Antioquia y Rionegro, citados en su obra Don Juan del Corral

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Cañasgordas, La Estrella, Buriticá-) mientras que los negros esclavos eran diez mil diseminados en los Reales de Mina y en los sitios mineros tales como Santa Rosa de Osos, Guarne, Rionegro, el Río Porce, El Valle del Aburrá, Remedios, Cancán, Guamocó y Zaragoza de las Palmas.

La primera Junta de Gobierno se instaló en septiembre de 1810 siendo su secretario el ilustre Abogado don José Manuel Restrepo.

Mientras tanto Bogotá solicitaba a las Provincias el envío de Delegados para conformar Las Cortes del Reino. Por parte de Antioquia fueron enviados don José Manuel Restrepo y don Juan del Corral quienes se pudieron reunir el 22 de diciembre.

Cuando llegaron a Bogotá la Junta se había disuelto porque no había logrado acuerdos. Los Delegados permanecieron allí hasta que el 27 de noviembre de 1811 firmaron el Acta de Federación mediante la cual constituían “Las Provincias Unidas de la Nueva Granada”.

Entre el 30 de agosto al 7 de septiembre se reunió el Congreso Provisional de Delegados los cuales entregaron el poder a la Junta Superior Provincial presidida por Ayala. Los Delegados eran por Antioquia Manuel Antonio Martínez y José María Ortiz. Por Medellín el Presbítero Lucio de Villa y el Dr. Juan Elías López. Por Rionegro el Presbítero Doctor José Miguel de la Calle, cura de la misma ciudad, dueño de varias capellanías creadas por sus parientes y don José María Montoya, abogado, hombre riquísimo que se dedicaría a la exportación del Tabaco y a la navegación de vapor en el río Magdalena. Por Marinilla el Doctor José Manuel Restrepo y don Juan Nicolás de Hoyos. Además hubo otros representantes: el médico Isidro Peláez, don Pantaleón Arango y don José Antonio Gómez.

Terminado el gobierno de Francisco de Ayala (renunció el 17 de febrero de 1811) fue reemplazado por el cartagenero Juan Elías López Tagle (del 29 de marzo al 29 de julio de 1811).

El 27 de junio de 1811 la Junta aprobó “La Constitución Provisional” en la cual Antioquia se declaraba soberana “desde el instante en que el señor don Fernando VII, sin el consentimiento de la nación, abdicó la corona en una extranjera dinastía, y fue cautivado por el emperador de los franceses, los pueblos, entre ellos el de Antioquia, reasumieron la soberanía y los sagrados e imprescriptibles derechos concedidos al hombre por el Autor Supremo de la naturaleza, en cuyo goce y ejercicio entraron desde el 20 de julio, que fueron depuestas en Santa Fe las autoridades que indebidamente lo impedían”.

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El 29 de julio de 1811 asumió el gobierno don José María Montoya Duque, abogado de Rionegro y riquísimo. Hizo notar que la Provincia estaba dividida en muchos partidos. Impulsó la apertura del camino a Nare. Renunció en octubre de 1811.

Lo sucedió d. José Antonio Gómez L. quien murió de repente el 10 de octubre de 1811 y fue sucedido por José Miguel Restrepo quien invitó al pueblo a empuñar las armas porque había rumores de guerra y reconoció el vínculo de Antioquia con la Nueva Granada y le correspondió enfrentar los primeros pasos de la reconquista cuando don Juan Sámano en junio se apoderó de Popayán. Varios payaneses buscaron refugio en estas tierras. Se tomó la decisión, ante los graves problemas del sur del país, de entregar el mando total, en forma de Dictadura, a don Juan del Corral.

En enero de 1812, bajo la dirección de don Juan Carrasquilla se instaló la Primera Asamblea Constituyente conformada por Delegados de los siguientes departamentos: de Antioquia ocho, de Medellín diez, de Marinilla dos, del Nordeste uno. Fue elegido Presidente don Manuel Carrasquilla y secretarios José María Ortiz y Pedro Francisco Carvajal. Todos juraron por Dios y la patria dar una Constitución que garantizara los derechos, sostuviera los dogmas católicos y guardara la religión hasta derramar la sangre. “Si así lo hiciereis Dios y la Patria os lo premien y si no os lo demanden”. Fueron 298 artículos que garantizaban la libertad, la igualdad, la seguridad y la propiedad. El pueblo reasumia la soberanía y recobraba sus derechos. Fueron establecidos tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Habria senado y cámara. El ejecutivo tendría un Presidente, dos consejeros y un secretario. El Judicial tendría un Supremo Tribunal de Justicia con cinco ministros, un fiscal y juzgados inferiores. También habría un tesorero general y un contador. Fue aprobado el sufragio indirecto. Sólo votaban los varones libres si eran cabeza de familia mas no los vagos, esclavos, desocupados, sirvientes, agregados y jornaleros. Para ser senador se requería un capital de cuatro mil pesos y para ser representante de dos mil pesos. Diecinueve delegados firmaban en la ciudad de Santiago de Arma de Rionegro el 21 de marzo de 1812.

La Constituyente envió al pueblo una proclama en la cual afirmaba que “una igualdad geométrica reinará en todos. Cesen los temores de preponderancia. Todos trabajarán para la común felicidad. Rechazamos la anarquía y la guerra civil que nos llevan a la esclavitud. Que los traidores no restablezcan el despotismo que hubo durante trescientos años, que defendamos con la sangre la igualdad, la seguridad y la propiedad”254

254 Historia de Antioquia. Independencia. Jaime Sierra García, p. 91 y ss.

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El 7 de febrero de 1813 en Rionegro se reconocía la soberanía del Congreso de la Nueva Granada como autoridad suprema de las Provincias Unidas.

En mayo de 1813, desde Tunja, Frutos J. Gutiérrez agradeció a Antioquia la armas y ejércitos enviados a Popayán en contra de Sámano. En este momento fue entregado el poder a don Juan del Corral (30 de junio de 1813) quien afirmó que “no omitiría sacrificio alguno por doloroso y terrible que fuera”

El 2 de septiembre de 1813 fue aprobado el escudo de Antioquia con el cuervo, las torres, el león, las manos entrelazadas, seis espigas, las letras de Remedios, Zaragoza, Cáceres, San Bartolomé, Yolombó y Cancán (RZCBYC) y con la leyenda FE PUBLYCA DEL ESTADO LYBRE YNDEPENDYENTE DE ANTYOQUIA.

Por propia iniciativa el Presidente del Estado de Antioquia, don José Miguel Restrepo, llamó a don JUAN DEL CORRAL para que asumiera todas las funciones del gobierno como DICTADOR y se enfrentase a los ejércitos españoles que pretendían la reconquista. Inició su administración el 31 de julio de 1813.255. Fue su secretario don José Manuel Restrepo.

Tenía 35 años, era de Mompox, residía en Santa Fe de Antioquia como comerciante y hacendado y se había desposado con Josefa Arrubla hija de un rico comerciante español.

Su primera decisión consistió en desterrar a veinticinco REALISTAS y expropiarles sesenta mil pesos. Posteriormente exigiría empréstitos forzosos hasta por 37.800 pesos.

El 11 de agosto de 1813 declaró la INDEPENDENCIA ABSOLUTA DE ANTIOQUIA.

“El Estado de Antioquia desconoce por su rey a Fernando VII y a toda otra autoridad que no dimane directamente del Pueblo…”256

El 24 sería jurada el Acta y quien se negara sería desterrado y si alguien promovía desórdenes sería condenado a la pena de muerte. Ese día fue proclamada la Independencia en las capitales de los cinco Departamento de Antioquia. Al día siguiente lo harían los demás sitios, partidos y villas del Estado.

255 El término “Dictador” no ha de tomarse como déspota que se ha tomado el poder a la fuerza. Significa que el gobierno legítimo entregaba los poderes a una persona, dada la gravedad de la situación, la RECONQUISTA256 Historia de Antioquia. Independencia. Jaime Sierra García, p. 91 y ss.

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El juramento rezaba: “Jurais delante de Dios y en su Santo Nombre obediencia al actual Gobierno y fidelidad a la República de Antioquia en el nuevo, augusto y feliz estado de Independencia Absoluta a que ha venido por el Supremo Decreto del 11 del corriente, desconociendo la monarquía de España y el gobierno de aquella Península, cualquiera que haya sido y fuese en los sucesivo, a la familia reinante y que reinar pueda después y especial y señaladamente al que se dice príncipe heredero “Fernando VII”.

Ordenaba que en cada sitio se celebrara la Independencia con misa solemne y tedeum por la paz. Se decretaban luminarias públicas en tres noches seguidas y habría diversiones y regocijo en el pueblo. Medellín realizó la celebración el 20 de agosto de 1813.

Juan del Corral organizó una fundición de artillería en 1814, pidió al Sabio José de Caldas, que se había refugiado en el Estado, organizar la nitrería para la fabricación de pólvora y para formar ingenieros militares estableció la Academia en Medellín de 1814 a 1816, organizó los estancos de aguardiente y de tabaco, mejoró el camino hacia Nare (única vía de importaciones), prohibió la exportación del oro de Antioquia, ordenó la venta de ejidos, envió doscientos soldados a la guerra, buscó la preparación mediante el francés don Manuel Serviez como instructor, pasó la capital del Estado a Rionegro en forma transitoria, el 21 de agosto de 1813 dio título de CIUDAD a las Villas de Medellín y Marinilla y – se dice - creó varios municipios (o distritos) entre ellos el de Santa Rosa de Osos (1814), dato SIN CONFIRMAR, ya que no se encuentran documentos pertinentes en el Archivo Histórico de Antioquia, a no ser una nota de uno de los Directores del Archivo quien afirma que muchos Municipios actuales celebran su erección en determinadas fechas sin soportes históricos confiables porque “No se hallan documentos probatorios de los DISTRITOS creados por don Juan del Corral. Se debe a que el Gobernador Español Coronel don Vicente Sánchez de Lima envió a Bogotá al General Morillo todos los papeles oficiales del que ellos denominaban GOBIERNO INSURGENTE. No hay documentos de los siguientes treinta y ocho municipios, entre ellos Santa Rosa que se dice fue Distrito en 1812” y que –indica- si existieron pudieron ser eliminados por el gobierno de la reconquista.257

Las razones por las cuales creó las CIUDADES fueron entre otras, las siguientes: para la prosperidad de la República de Antioquia, como premio a las virtudes sociales de las nuevas Ciudades, por su heroísmo cuando se armaron contra los

257 José Rodríguez Henao. Archivo Histórico de Antioquia (libro no titualado: pasta negra, lomo rojo)

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españoles, por su amor y adhesión a los valores de la libertad y la independencia, para igualarlas a Antioquia y Rionegro y para evitar celos y rivalidades. Por estas mismas razones –se puede argumentar- al año siguiente don Juan de Corral CREÓ VARIOS DISTRITOS o MUNICIPIOS, entre ellos POSIBLEMENTE el de Santa Rosa y promovió la libertad para los hijos de esclavos.

El 30 de octubre de 1813 terminó su Dictadura y presentó el informe correspondiente en el cual indicaba la necesidad de crear nuevos curatos para las nuevas colonias y la apertura de caminos.

El 5 de noviembre de 1813 fue reelegido de nuevo por 4 meses y recibió el título de Coronel Ejecutivo del Ejército. Se resitió al principio por su salud pero al fin aceptó y se le permitió instalarse en Rionegro.

El 5 de marzo de 1814 terminó su segundo período y presentó el informe. Uno de los puntos esenciales se refería a la manumisión de Vientres, idea plasmada por el ilustre don José Félix de Restrepo. Sería aprobada esta Ley el 20 de abril de 1814.

Esta Legislatura nombró a don Juan del Corral como Presidente Constitucional pero la muerte lo estaba acechando y se produjo el 7 de abril de 1814 en Rionegro por una neumonía o por un tabardillo.

El primero de marzo de 1814 regresó el régimen constitucional cuya primera actividad fue aprobar LA LIBERACIÓN DE PARTOS (manumisión de los recién nacidos de esclavas según redacción de don José Félix de Restrepo imitada de Chile en 1811). Esta Ley prohibía importar y exportar esclavos o vender por separado padres e hijos. De 10 esclavos que se recibían como herencia, uno quedaba libre.

Asumió la Presidencia, en forma interina, el Presbítero don José Miguel de la Calle durante un mes a partir del 15 de abril hasta el 16 de mayo. Era hijo de Francisco Miguel de la Calle y Sebastiana Vélez y había nacido en el territorio que posteriormente sería Envigado. Más tarde fue nombrado Vicario Superintendente de Antioquia por el Obispo Salvador Jiménez de Enciso. Además fue Provisor y Vicario General de Antioquia a la muerte del Obispo Garnica en 1832. Murió en 1839 de 84 años.

El 16 de mayo de 1814 fue nombrado el Brigadier don Dionisio Tejada hasta abril de 1816 cuando cayó Antioquia. Pretendió trasladar la capital a Rionegro pero Antioquia se opuso.

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En 1815 se reformó la Constitución de Antioquia y ésta hizo “parte integrante de la República libre, soberana e independiente de la Nueva Granada”. Estableció una sola Cámara y su jefe sería Teniente Gobernador. Apareció el primer periódico, GACETA MINISTERIAL DE ANTIOQUIA, en septiembre de 1814.

INFLUJO DE LA IGLESIA EN LA INDEPENDENCIA

Las relaciones entre la Santa Sede y la Corona incidirían en los movimientos de independencia o apoyándolos o rechazándolos. La Santa Sede estaba aliada con la Corona. España había sido considerada como el ESTADO MISIONERO por excelencia ya que enviaba Misioneros y Doctrineros al nuevo mundo a partir de los primeros años del siglo XVI. Existía el PATRONATO REGIO mediante el cual el Rey “nombraba Obispos y Doctrineros”, creaba Diócesis y Doctrina y definía sus límites. El Rey, por cortesía, sometería estas decisiones al visto bueno del Papa. Por este motivo los Prelados de rango mayor se opusieron a la INDEPENDENCIA.

En cambio los sacerdotes REGULARES Y SECULARES, muchos de ellos aborígenes, defenderían la Independencia.

Interesante para el lector conocer algunos de los sacerdotes involucrados en la Independencia.

FRAY DIEGO FRANCISCO PADILLA (1754-1829), agustino calzado. Fundó el periódico AVISO AL PÚBLICO y escribió varios libros contra la filosofía de Voltaire y Juan Jacobo Rousseau.

FERNANDO CAYCEDO Y FLÓREZ. (1756-1832). Rector del Colegio El Rosario. Fue el primer Arzobispo de La República (27 de mayo de 1827). Defendió la inmunidad del clero en un Manifiesto del 8 de enero de 1811 dirigido a la Junta Suprema. En la reconquista fue aprisionado por Morillo quien lo envió a España. Regresó a Bogotá en 1821.

JUAN FERNANDO DE SOTOMAYOR Y PICÓN (1777-1849), Obispo de Cartagena. Sus discursos y sus obras catequísticas fueron considerados por los gobernantes como UNA TRAICIÓN A LA CORONA.

RAFAEL LASSO DE LA VEGA, Obispo de Quito. Al principio apoyó a la Corona y excomulgó a los clérigos revolucionarios. Más tarde se reconcilió con Bolívar y asistió al Congreso de Cúcuta. Fue Senador en 1823 y 1824. Medió ante el Papa para que este bendijera y reconociera las nuevas naciones.

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Doscientos Años Después

SALVADOR JIMÉNEZ PADILLA DE ENCISO, Obispo de Popayán en 1815. Defensor acérrimo de la Corona optó por los independentistas. Tuvo grandes dificultades en su sede episcopal por el cual quiso renunciar. Pero Bolívar le envió una carta tan estimulante que continuó en la Sede. Regresó a Santa Rosa al párroco José Sinforoso de Upegui.

ANDRÉS MARÍA ROSILLO Y MARUELO. Nació en Villa del Socorro –Santander- en 1758. Murió en 1853. Hijo de españoles. Abogado de Nuestra Señora del Rosario. Ordenado en Tunja por el Arzobispo Caballero y Góngora en 1782. Ejerció la abogacía en la Real Audiencia. Párroco de Simacota en 1789 y luego en Fómeque. Canónigo en 1799. En 1802 fue nombrado Rector del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Al ser delatado por su Vicerrector el Padre Pedro Salgar fue encarcelado en 1810. El 21 de julio fue liberado y recibido como un héroe. En la reconquista fue enviado a Valladolid. Regresó a Santa Fe de Bogotá en 1820. La Villa del Socorro quiso, aplicando el Real Patronato, convertirse en sede episcopal con Rosillo a su cabeza, situación que originó el llamado CISMA DEL SOCORRO que no progresó.

FRAY MARIANO GARNICA Y DORJUELA. Firmó el ACTA DE INDEPENDENCIA el 21 de julio de 1810. Sería el PRIMER OBISPO DE SANTA FE DE ANTIOQUIA. Murió en Medellín.

Pero la idea de INDEPENDENCIA no era muy clara en la Provincia de Antioquia de suerte que en una misma familia había seguidores de ambas corrientes. En efecto Manuel Martínez hacía parte de la Junta mientras su sobrino Faustino Martínez, furibundo realista, llegada la Reconquista, fue nombrado auditor y –se dice- fue promotor de muchos fusilamientos. Un hijo de Juan del Corral, don Manuel Dimas del Corral se había casado con una hermana de Faustino.

REACCIONES EN SANTA ROSA

En 1810, cuando las gestas de independencia se extendían por las poblaciones, la Provincia de Antioquia contaba con CINCO CIUDADES, a saber, Santa Fe de Antioquia, Nuestra Señora de Arma de Rionegro, Nuestra Señora de los Remedios, Zaragoza de las Palmas y Cáceres. Sus VILLAS eran dos: Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín y Villa de San José de la Marinilla. Los otros núcleos eran conocidos como SITIOS POBLADOS a saber: Guarne, Santa Rosa de Osos, Carolina del Príncipe, San Fernando de Amagá, San Luis de Góngora, San Jerónimo, Titiribí, Anzá, Buriticá, Cañasgordas, Petacas, San Pedro, San Antonio del Infante, Sabanalarga, San Andrés de Cuerquia, Arma Viejo, Sabaletas, Concepción, Santo Domingo, San Vicente, Sonsón, Barbosa,

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Hatogrande, Hatoviejo, Copacabana, Envigado, La Estrella, El Peñol, San Carlos, Santuario, Vahos, Nechí, Cancán y Yolombó.

Santa Fe de Antioquia era la capital de la Provincia con serias aspiraciones de una Mitra desde 1597. En efecto el REY FELIPE II en 1597 había enviado una CÉDULA al Doctor Francisco de Sande, Presidente del Nuevo Reino de Granada, en la cual solicitaba informes sobre la posibilidad de un nuevo Obispado en la Provincia de Antioquia, rica en minas de oro. Sande envió un informe detallado el 27 de mayo de 1599 en el cual indicaba que era necesaria la creación, que la cabecera sería la ciudad de Antioquia, por su buen TEMPLO, y tendría como doctrinas las ciudades de Arma, Zaragoza, Los Remedios, Cáceres y San Juan de Rodas, que habría diezmos suficientes ya que sólo los negros aportarían hasta cinco mil pesos de veinte kilates, que ningún prelado ha ido a esas tierras y tampoco irán y que eso mejoraría el trato a dichos negros. Teniendo en cuenta el PATRONATO REGIO y el derecho del Rey a nombrar Obispos y definir linderos y confirmada la riqueza de la Provincia, el Rey estaría suficientemente motivado para proceder a la erección de la Diócesis. Bastaba que el Papa la confirmara. De acuerdo con una CÉDULA REAL del 18 de diciembre de 1616 el Rey FELIPE III prometió la erección. Tampoco se dio en este momento. Ciento setenta años después el Oidor don Juan Antonio Mon y Velarde informó al Arzobispo Virrey don Antonio Caballero y Góngora que era pertinente crear la Diócesis porque de Popayán a la Provincia había que cruzar SESENTA RÍOS. En diciembre de 1790 el Virrey Ezpeleta confirmó los informes anteriores. Pero informado el Obispo Ángel Velarde y Bustamante se opuso y aún amenazó con renunciar a Popayán. Finalmente el Rey CARLOS IV por CÉDULA del 4 de agosto de 1803 erigió la Diócesis, acto que fue confirmado por Pío VII (el mismo que había sido humillado y espoliado por Napoleón Bonaparte) el 31 de agosto de 1804 y que se haría efectivo cuando muriera el Obispo Velarde, lo que ocurrió en 1809 creada finalmente por la Santa Sede. El 10 de julio de 1810, diez días antes del Grito de Independencia, fue confirmado José de Arancibia para la Sede pero por motivos de salud no la ocupó. Le fue asignada a Francisco Cano que tampoco pudo llegar. Finalmente el 20 de julio de 1828 FRAY MARIANO GARNICA Y DORJUELA, el mismo que había firmado el ACTA DE INDEPENDENCIA, ocho años antes, inauguró la nueva Diócesis que contaba con 140.000 habitantes.

Al momento de la Independencia la parroquia de NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ DE LOS OSOS contaba con su Iglesia Principal (situado en el sitio actual de la Catedral, con el nombre de Iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, la misma que dibujó la Comisión Corográfica en 1852) y con varias Capillas diseminadas en el vasto territorio a las cuales se desplazaba

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Doscientos Años Después

periódicamente el párroco para administrar los sacramentos. Entre ellas: san Miguel Arcángel, San Jerónimo del Monte de la tierra adentro, Nuestra Señora de los Dolores en el sitio de Don Diego (Entrerríos), Vice parroquias en San Antonio del Infante (Donmatías), en Carolina del Príncipe (Capilla de la Inmaculada Concepción), Capillas de Nuestra Señora del Rosario en Riochico, de Santa Rosa, de N. Sra. de Guadalupe, del Perpetuo Socorro, del Glorioso San Juan. Era cura doctrinero José Sinforoso de Upegui, tan comprometido con la causa de la Independencia que fue tenido por “insurgente”, destituido por el Obispo y nombrado de nuevo por el mismo Prelado.

Los mineros (algunos eran buenos lectores) estaban perplejos de los hechos ocurridos en Santa Fe de Bogotá el 20 de julio de 1810, mientras los esclavos dormitaban al tibio sol mañanero que se asomba ya por la Cordillera de San José e iluminaba la plaza de Santa Rosa de Osos y daba esplendor el templo consagrado a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

LA RECONQUISTA

El 5 de abril de 1816 Francisco Warleta se apoderó del Estado de Antioquia. La reconquista había entrado en su recta final. En efecto “el Patriciado criollo y sus autoridades se prepararon muy tímidamente para la guerra”258

Antioquia fue una de las provincias más tímidas durante la guerra de reconquista.

Cuando los españoles invadieron a Antioquia encontraron una provincia completamente desprotegida.

Cayeron sucesivamente Cartagena (a finales de 1815), Mompox (28 de diciembre de 1815), Nechí, puerta de entrada a Antioquia (en manos de Vicente Sánchez de Lima en 1815, mueren 200 patriotas), Zaragoza (diciembre) por obra de Francisco Warleta quien con 500 hombres arrasó con todo. Los habitantes de Remedios quemaron la ciudad para entorpecer el avance de las tropas las cuales llegaron el 7 de marzo de 1816. El 22 cayó La Ceja de Cancán y hubo 100 muerto. El 27 Warleta se apoderó de Yolombó. El 28 Dionisio Tejada y los suyos huyeron hacia Popayán. El 4 de abril entraron a Barbosa y el 7 de abril se apoderaron de Medellín. El 8 el clero, el ayuntamiento y los padres de familia juraron obediencia al Fernando VII “lo que se hubo de extender a las principales ciudades y villas”, comenzando con los Cabildos de las cuatro ciudades.

258 Historia de Antioquia. Director General Jorge Orlando Melo. Nov. 1988. Editorial Presencia. Art. INDEPENDENCIA, de Jaime Sierra García, p. 91 ss.

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Los fugitivos llegaron hasta Anserma, rumbo a Popayán pero se regresaron cuando se enteraron de la “mano suave” de los reconquistadores.

De los 76 sacerdotes de la Provincia solo ocho eran realistas.

El 21 de julio de 1816 fue entregado el gobierno de Antioquia a Sánchez Lima quien logró apaciguar los ánimos durante los tres años siguientes. Por eso la reconquista en Antioquia no fue sangrienta como en otras Provincias. Algunos comerciantes se refugiaron en Jamaica. Era Virrey don Francisco de Montalvo quien confirmó en el puesto a Sánchez. Posteriormente sería nombrado Gobernador de Antioquia y Chocó.

Sánchez Lima describió así a los antioqueños: “los habitantes de esta Provincia son en lo común, dóciles, laboriosos y sencillos”

El Jefe del Estado Mayor de las Tropas era don Pascual Enrile quien el 29 de junio ordenó a los santarrosanos construir el camino hacia Cáceres con 100 hombres, con las siguientes especificaciones: “camino de 25 varas de ancho y tan firme como los de España”

Santa Rosa experimentó una decandencia enorme en su industria minera hasta el punto que los datos hablaron de reducción a un tercio. Por este motivo el Gobernador rebajó el número de santarrosanos destinados al camino y definió que su anchura fuera sólo de 10 varas.

Se le atribuyó esta frase: “mi corazón no puede soportar la idea de la desolación y miseria de estos pueblos ni mis oídos taparse a los ayes y lamentos de unos vasallos que pertenencen al más piadoso y benigno de los Monarcas”.

Después de Sánchez asumió el gobierno don Pantaleón Arango el 4 de mayo de 1818 con el título de Gobernador Civil y gobernador militar don José Guerrero y Cabrero. Ambos fueron reemplazados por el coronel don Miguel Valbuena. El 3 de noviembre de 1818 asumió el poder Carlos Tolrá, casado con una antioqueña, tenido por “verdugo de las damas” por el número de personas que mandó fusilar.259

CONTRAOFENSIVA PATRIOTA

En 1819 Simón Bolívar encargó a José María Córdova la liberación de Antioquia. Era soldado desde 1815. El 15 de agosto se supo que Bolívar se había apoderado de Bogotá.259 Historia de Antioquia. Jorge Orlando Melo, p. 95 y ss.

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Doscientos Años Después

El 19 de agosto de 1819 Tolrá huyó a Zaragoza pero se regresó de Hatoviejo porque le informaron que ya llegaban 600 realistas. El 24 reinició la fuga definitiva.

El 25 de agosto Córdoba se apoderó de Nare con 190 soldados, el 28 llegó a Rionegro y el 30 a Medellín y proclamó amnistía general.

En enero de 1820 los españoles recuperaron a Zaragoza, Warleta ocupó Yarumal con 300 hombres. El 5 de febrero Córdoba entró a Santa Rosa. Y el 12 derrotó a Warleta en Chorros Blancos, cerca a Yarumal, acompañado por dos mil antioqueños “mozos gallardos y se les trasluce el noble y justo orgullo de vencedores”. Habían sido sus oficiales Barrientos, Santamaría; Montoya, Alzate, González, Gómez, Viana, Henao y Carrasquilla.

LA INDEPENCIA ABSOLUTA.

Se restableció el gobierno libre en Antioquia con José Manuel Restrepo, en lo civil (quien estaba muy pesimista con los soldados antioqueños a quienes tildó de cobardes y egoístas) y en lo militar con José María Córdova quien ordenó fusilamientos a españoles.

El pueblo poco creía en esta INDEPENDENCIA y prefirió huir al monte. Pero los curas influyeron, el pueblo regresó, comenzó a alistarse y con la batalla de Chorros Blancos terminó la invasión de españoles a Antioquia. Posteriormente Santander decretaría una amnistía

En Antioquia gobernaron Francisco Urdante y Gregorio María Urreta (1825). Medellín fue la capital y se comenzó a organizar la Diócesis de Santa Fe de Antioquia en 1828. En 1828 se produjo el atentado contra Bolívar. Dos antioqueños participaron: Antonio Santamaría y Wenceslao Zulaibar, nacido éste en Santa Rosa hijo del español José María Zulaybar y Aldape. Fue fusilado.260

260 Historia de Antioquia. Jorge Orlando Melo, p. 96

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X

OBISPOS DE POPAYÁN Y DE SANTA FE DE ANTIOQUIA

“San Pablo tembló y quedó aterrado cuando consideró el Sacerdocio. La razón es que un sacerdote necesita ser excepcionalmente virtuoso y santo.

Sobre todo debería quedar desterrada de su alma la ambición. Debería ser muy sabio y prudente, cauto y clarividente, paciente y tolerante,

aun cuando se le censure e insulte. Si esto vale para un simple sacerdote CUÁNTO MÁS PARA UN OBISPO”261

261 San Juan Crisóstomo. Tratado “de sacerdotio” Johannes Quasten. Patrología II. B.A.C. Madrid, 1962, p.482

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Doscientos Años Después

EL VALLE DE LOS OSOS DURANTE EL GOBIERNO DE LOS OBISPOS DE POPAYÁN262

Nro. 21 Ángel Velarde y Bustamante. 1789-1809

En 1791 Monseñor Ángel Velarde y Bustamante realizó visita a las siguientes doctrinas de la Provincia de Antioquia: Buriticá, Cañasgordas, Anzá, Sabanalarga y el Valle de san Andrés.

A partir del 4 de enero de 1792 estuvo en los Osos, san Luis de Góngora, san Pedro y Medellin. En sus informes de visita escribió:

“Hace cuarenta y ocho años que esta miserabla Provincia no ha tenido el consuelo de ser visitada hasta el presente por su Obispo, careciendo sus habitantes en la edad más adulta del Santo Sacramento de la Confirmación y de otros auxilios espirituales por la larga distancia que hay desde Antioquia a Popayán pues en un viaje regular se necesitan de 30 a 40 días, los caminos son ásperos y fragosos pero se hacen más intransitables por haber más de sesenta ríos que pasar unos a nado y otros en balsas o barquetas”

En el mismo año de la posesión del Obispo (1789), el presbítero Don Nicolás Francisco de Agudelo, nombrado por este Prelado para la doctrina de los Osos, abrió el Libro de Bautismos I B, de LIBRES (1789-1804) “Libro I de Bautimos que yo, don Nicolás Francisco de Agudelo, propio cura, Vicario Juez Eclesiástico de esta Parroquia del Valle de Ossos, voy dando a los recién nacidos hijos de toda clase de parroquianos, LIBRES, de ella, en el que se asentarán cronológicamente cada una de las partidas que fueren ocurriendo desde hoy dieciocho de abril de este presente año de mil setecientos ochenta y nueve y para que conste lo firmo. Nicolás Francisco de Agudelo”263.

A partir de la foxa 62 el mismo Presbítero inició el registro de bautismos de ESCLAVOS (1789-1837) en el Libro I C. Las normas episcopales de este tiempo exigían a la Parroquia abrir dos libros: el de libres y el de esclavos. Esta obligación tenía, por lo menos, dos explicaciones. La primera: registros separados que permitieran, en un momento dado, exigir impuestos como aparecía en cédulas reales en las cuales se obligaba a los LIBRES a una contribución. Por eso existían los PADRONES (libros de empadronamiento o de censo obligatorio

262 El número que precede a cada Obispo corresponde al orden desde la creación de la Diócesis.263 Archivo Curia Santa Rosa, Libro I B de libres Bautismos, 1789-1804) (foxa 1)

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para los Tenientes de Gobernador, Juez y Alcaldes Pedáneos y para los Curas). Y la segunda, conservar la separación de clases entre chapetones, criollos, esclavos, mulatos, negros libres y negros esclavos.

A partir de este año aparecieron como bautizantes varios curas mineros que recidían en sectores aledaños. En la foxa 1, los curas José Ignacio Pérez, Francisco Xavier González y José Antonio Posada (1789)

En la foxa 14: Manuel Londoño en la viceparroquia de Riochico, Francisco Xavier González en su capilla de Don Diego, Cristóbal Pérez, José Ignacio Pérez, José Antonio Posada y José Salvador Tirado (1790). En este mismo año fueron batizados los hijos de dos personajes de nuestra historia: Plácido Misas y Jose María Zulaybar.

“El veintiuno de mayo de mil setecientos noventa bauticé, puse óleo y crisma a la niña JACINTA MARÍA DEL PILAR, hija legítima de don Plácido Misas natural de los Reynos de España y doña Tomasa Macías”264

“El cinco de octubre de mil setecientos novena bauticé, puse óleo y crisma a JOSÉ MARÍA GENARO hijo legítimo de José María Zulaybar natural de los Reynos de España y de Doña Inés Santamaría de la Villa de Medellín”265.

En 1791, bautizaron Manuel Londoño en su capilla de Riochico, José Ignacio Pérez, Doctor Alejandro Rodríguez de Zea, Antonio Orrego, Salvador Lorenzo de Isasi, Vicente Jaramillo y Mateo Cardona.

Para este tiempo ya el español Francisco Palacios y Navarro había contraído matrimonio con la hija de Pedro Euse y Tomasa Macías, doña María de Jesús Euse. Así mismo su hermano se había desposado con Feliciana Roldán.

En efecto “El veintiuno de marzo de mil setecientos noventa y uno el Presbítero Vicente Jaramillo con licencia expresa del párroco propio Doctor Nicolás Francisco de Agudelo bautizó, puso óleo y crisma a JOSÉ LEANDRO hijo legítimo de Don Francisco Palacios y Navarro, de los Reynos de España y de Doña María de Jesús Euxse, de la Villa de Medellín)”266

264 Foxa 18, Libro IB265 Foxa 22, Libro IB266 Foxa 30, Libro IB

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“El veinticinco de abril de mil setecientos noventa y uno el Presbítero Mateo Cardona, con licencia del párroco propietario, bautizó, puso óleo y crisma a MARÍA FABIANA SEBASTIANA hija legítima de Vicente Euxse y Feliciana Roldán”267

Interesante anotar que el Presbítero Doctor Don Alejandro Rodríguez de Zea, hermano del muy conocido don Pedro Rodríguez de Zea colaboró en estos Valles administrando los Santos Sacramentos.268

El 21 de enero de 1792 la Doctrina de los Osos fue visitada. “Visitado. Guárdense las Providencias relativas a las partidas de bautismo, comprendidas en el auto general de la Santa Visita de la Iglesia parroquial de este sitio, proveidos por Nos hoy día de la fecha, 21 de enero de 1792, ante el Obispo de Popayán. Firma Matías Antonio Gómez, Notario de visita, secretario”.

En las foxas 48 y 12 del libro de esclavos se repitió la nota de la vista. “Santa Visita de los Osos, veintiuno de enero de mil setencientos noventa y dos. Visitado. Para que en lo sucesivo se asienten las partidas de baptismo con la claridad que corresponde sin enmiendas ni abreviaturas, guárdense a la letra las provisiones del auto general de la Santa Visita de la Iglesia Parroquial de este sitio proveido por Nos hoy dia de la fecha, así lo determinó y firmó su Ilma. el Obispo. Mi secretario de que doy fe. Ángel Obispo de Popayán. Ante mí, Matías Antonio Gómez, notario de visita”269

Es interesante anotar que inmediatamente después de esta Santa Visita el Párroco Doctor Don Nicolás Francisco de Agudelo comenzó a encabezar las partidas de esta manera: “ En esta Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos” entendiéndose este TEMPLO como la SANTA IGLESIA MATRIZ (23 de septiembre, foxa 75) En efecto, durante este año y los siguientes hubo bautizos en otras capillas: capilla viceparroquial de Nuestra Señora del Rosario a las orillas del Río Chico (12 de julio), Capilla viceparroquia de la Purísima Concepción de la Carolina (25 de noviembre), Capilla de San Antonio del Infante (5 de junio).

El 9 de septiembre de 1792 ocurrió algo fuera de lo usual, el bautismo de un esclavo adulto, de raza bozal quien había sido catequizado en forma adecuada. “En esta Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos, yo el cura propio de esta iglesia Doctor Nicolás Francisco de Agudelo 267 Foxa 30, Libro IB268 Junio 21 de 1791, foxa 36. Libro IB269 Foxas 48 y 12, libro de libres y de esclavos. IB

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bauticé, puse óleo y crisma a MIGUEL, adulto, esclavo de Salvador Cañola, traído de la gentilidad de negros bozales, el cual estaba ya suficientemente instruido en los Misterios de Nuestra Santa Fe”270

En 1793 colaboraron en la administración de sacramentos los doctrineros Pablo Granda, Francisco Xavier González y José Antonio Posada en la capilla de Carolina del Príncipe, en la viceparroquia de san Antonio del Infante (a veces administrada por los curas de Nuestra Señora de Copacabana) y en la capilla de Nuestra Señora del Rosario de Riochico.

Este año fue supremamente doloroso para la doctrina de los Osos de acuerdo con la nota aparecida en la foxa 46, nueva numeración 92 en la cual se narraba el TERREMOTO:

“El 13 de abril de 1793 por la noche se experimentaron violentísimos terremotos con lo que casi se arruinó la extructura material de esta Iglesia y fue necesario a pocos días extraer de ella todas las reliquias, paramentos, ornamentos y alhajas y consumir las Hostias Consagradas desbaratar el techo y algunas tapias. Agudelo”271

Dos meses después la partida correspondiente comenzaba así: “En esta nueva hermita de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos, el trece de junio…”, nombre que aparecería así durante varios años: “NUEVA HERMITA, o ERMITA”272

Sin embargo la vida de los santarrosanos, al terminar el siglo XVIII, seguía igual: se casaban, se separaban, procreaban hijos y los hacían bautizar.

“En el lugar de esta Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos, el 14 de mayo de 1793, bauticé, puse óleo y crisma a JUANA MARÍA FRANCISCA hija legítima de Mateo Zapata vecino de la ciudad de Antioquia y de Doña Francisca Rodríguez de Zea de la Villa de Medellín. Fueron sus padrinos Don Pedro Rodríguez de Zea y Doña Rosalía Díaz, de la villa de Medellín que eran los abuelos maternos”.

270 Esto probaba que los doctrineros instruían adecuadaemente a los esclavos bozales ya que estos, en términos generales, no habían sido cristianizados.271 Foxa 46, nueva numeración 92, Libro IB272 Aprovechando una tapia firme de la sacristía el cura mandó construir una mediagua con techo que fue adaptada como HERMITA (sic)

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Doscientos Años Después

“El 10 de agosto de 1793 bauticé, puse óleo y crisma a MARÍA DE LAS NIEVES, hija legítima de Francisco Palacios, de los Reynos de España y María de Jesús Euxse”

“El dos de diciembre de 1793 bauticé, puse óleo y crisma a MARÍA FRANCISCA hija legtíma de Vicente Euxse y Feliciana Roldán”

“En la vice parroquia denominada de San Antonio del Infante, el 15 de septiembre de 1793, con licencia del cura propio, el Pbro. Francisco Xavier González, coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de Copacaban, bautizó, puso óleo y crisma a RAFAELA hija legítima de Antonio Euxse y Antonia Yepes”273

En 1794 colaboraron intensamente los curas don José Antonio Posada, el presbítero Tirado, Alejandro Barrientos de la parroquia de san Pedro, el agustino Fray Manuel de Otero274, Francisco Xavier González, en la nueva Ermita, en Carolina del Príncipe, en la capilla de san Antonio jurisdicción de Nuestra Señora de Copacabana, en Barbosa, en la capilla de san Antonio del infante, en la Parroquia de San Pedro, en la Viceparroquia dedicada a Nuestra Señora de Chiquinquira de esta jurisdicción y en la capilla de Nuestra Señora del Rosario de Riochico.

El Mayordomo de Fábrica era don José María Zulaybar desposado con la noble dama doña Inés de Santamaría: “El 14 de diciembre de 1794 yo el cura párroco propio de Nuestra Señora de Chiquinquirá bauticé, puse óleo y crisma a MARÍA JOSEFA, hija legítima de José María Zulaybar natural del Señorío de Viscaya y doña Inés de Santamaría, natural de la Villa de Medellín”275

En 1795 todavía rondaba por estos Valles Fray Manuel de Otero recogiendo castellanos y granos de oro.

Importantísima en nuestra historia era la familia TAMAYO, por los altos puestos ocupados y por algunos pleitos matrimoniales suscitados en este tiempo. “El 20 de junio de 1795, yo el cura propio Dr. Dn. Nicolás Francisco de Agudelo bauticé, puse óleo y crisma a JUAN BAPTISTA MODESTO, hijo legítimo del Teniente Oficial Real don Francisco Miguel Tamayo y Doña Cecilia Bustamante”

273 Registros tomados del Libro IB de bautismos de Libres.274 Para evitar sorpresas en las visitas los curas anotaban los datos que identificaran a los Ministros. Este agustino se hallaba en este lugar con licencia del convento de la Orden de Ermitaños, en Cartagena. Estaba colectando algunas limosnas en este Valle, y andaba con M.R.P. Fray Diego García, Prior del Convento de San Juan de Dios de la Villa de Honda. Un episodio similar se presentó en la segunda mitad del siglo XIX (1870) cuando el monje MACIANTONIO lograba jugosas limosnas para sus obras misioneras.275 Registro de bautimos del año 1795, Libro IB

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“El 20 de septiembre de 1795, yo el cura propio Dr. Dn. Nicolás Francisco de Agudelo bauticé, puse óleo y crisma a MIGUEL MARÍA hijo legítimo de Francisco Palacio y Navarro de los Reynos de España, y de María de Jesús Euxse, vecina de Medellín”276

En 1796 ya era de mucha importancia la viceparroquia de san Antonio en el mineral de la Trinidad por la riqueza de sus minas y por el templo que todavía se conservaba, si no el mismo, al menos el mismo San Antonio.

Digno de mención en este momento el presbítero don Manuel Londoño por sus dotes de constructor y experto.277 “En la Ermita de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, el primero de septiembre de mil setecientos noventa y seis, yo, el Pbro. Manuel Londoño, con licencia del cura párroco propio, bauticé, puse óleo y crisma a MARIA JOSEFA hija legítima de D. Francisco Palacios y Navarro y Doña María de Jesús Euxse”

“En esta santa Ermita el veintiséis de noviembre de mil setecientos noventa y seis, Yo, el cura propio de esta parroquia, bauticé a MARÍA RAFAELA, hija legítima de Ramón Chandía, natural de los Reinos de la España y de Ana María Euxse, varios días después, cuando llegó el padrino Doctor José María Euxse, le aplicaron los santos óleos”278

En 1797, después de ingentes esfuerzos del mayordomo de Fábrica, don José María Zulaybar y don Pedro Rodríguez de Zea, el párroco escribió la noticia por todos esperada, aún por el Prelado de Popayán: Foxa 118. “Habiéndose reedificado esta parroquia con veinticinco varas más de longitud y dos de latitud, capilla de ánimas y también sacristía, muy capaz con su corredor y sitio para jardín, cercado de tapias altas y estando concluidos los altares y techada más de la mitad de ella, con atención a la urgente necesidad, la bendije con la bendición que trae el Ritual Romano hoy día diecinueve de febrero de mil setecientos noventa y siete, y para que conste lo firmo yo el cura de esta feligresía Nicolás Francisco de Agudelo”279

276 Registro de bautimos del año 1795, Libro IB277 El cura Manuel Londoño firmó unos contrato relacionados con la culminación del templo que había sido arrasado por el terremoto. No le fue muy bien y en algún momento de nuestra historia aparecería enredado en litigios porque su obra se había averiado.278 Había aparecido en Santa Rosa el señor Choren, español, quien se había desposado con una de las hijas de don Pedro Euse y Tomasa Macías, siendo su padrino su tío sacerdote.279 Aunque no terminada, la nueva Iglesia fue abierta al servicio espiritual. Varios pleitos se suscitarán por incumplimiento de obreros y artesanos. Este templo perduraría hasta 1860 cuando sería demolida y en su sitio el párroco Joaquín Guillermo González y Gutiérrez iniciaría la que sería CATEDRAL.

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Doscientos Años Después

“En la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, el once de abril de mil setecientos noventa y siete, yo el cura propio, bauticé, puso óleo y crisma a JOSE MARÍA, hijo legítimo de Mateo Zapata y Francisca Rodríguez de Zea”

En 1798 continuaba la ayuda ministerial por parte del Dr. Alejandro Barrientos y de don Casimiro Tamayo de Carolina. Mientras tanto las familas ilustres no cesaban de procrear y hacer bautizar a sus hijos con padrinos muy bien calificados para la época.

“En la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, el trece de noviembre de mil setecientos noventa y ocho, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a DIEGO JOAQUÍN, hijo legítimo de José María de Zulaybar, natural del señorío de Viscaya y de Doña Inés de Santa María, vecina de la villa de Medellín. Padrino Don José Marcos Campuzano, de los Reynos de España”

“En esta santa Iglesia parroquial, el doce de diciembre de mil setecientos noventa y ocho, yo, el cura propio, bauticé y puse óleo a MARÍA DE LA CONCEPCIÓN hija legítima de d. Francisco Palacio y Navarro, de los Reynos de España y de doña María de Jesús Eusse, vecina de la Villa de Medellín. Padrino d. José Marcos Campuzano de los Reynos de España”280

El siglo llegaba a su fin. Continuaba de párroco el padre Nicolás Francisco de Agudelo quien recibía permanente ayuda de los sacerdotes mineros de Carolina, de la Viceparroquia de Nuestra Señora del Rosario, en las márgenes del Ríochico, del cura Casimiro Tamayo.

En los registros de este año llamaban la atención las notas aclaratorias en determinados bautismo: en efecto, el 8 de enero fue bautizada Paula, hija natural de María de Jesús Orrego pero se indicaba que su padre Don Cristóbal Velásquez le había prometido esponsales a la madre.

El 4 de junio, bajo condición, fue bautizada Josefa, hija natural de Paula María González. La nota siguiente indicaba que la educación no era el fuerte en algunos sitios, en concreto en Las Juntas y Donmatías, territorios hoy, en 2014, suficientemente conocidos. “Hacía más de un año Clemente de Mora le había echado el agua porque la rusticidad de esta madre y deudos, la habían mantenido internados por los parajes de las Juntas y Don Matías”

280 Libro IB de bautimos, registros de 1798.

281

Luis Octavio Yepes Roldán.

“El veintinueve de septiembre de mil setecientos noventa y nueve, en esta Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá, yo, el cura propio, bauticé y puse óleo a MARÍA JOSEFA JOAQUINA DAMIANA hija legítima de d. José Marcos Campuzano, de los Reynos de España y doña María del Pilar Bernal, vecina de Arma de Rionegro, con casa poblada en el y con más de un año de residencia formal en el”281

En los registros siguientes el cura especificaba la situación espiritual de los padres: unos habían ofrecido palabra de matrimonio, otros se encargaban de cuidar a los recién bautizados ya que sus madres vivian en el monte incluyendo las lomas agrestes de los Yarumales.

El 30 de septiembre fue bautizado Lino, hijo natural de José María Romero y Ana María Duque, viuda, con palabra de casamiento. Padrino D. Francisco Palacios y Navarro de los Reynos de España.

El 27 de octubre fue bautizada CATALINA, hija natural de Vicente Ospina y Marciana Marín, solteros. “La niña ha ido recogida por su abuela paterna Bonifacia Zuluaga porque la mamá habita por esos montes, olvidada en algún modo de las obligaciones cristianas y es de la parroquia de San Vicente en Rionegro pero hace cuatro años residen en este Distrito”

El 8 de diciembre fue bautizado Ambrosio hijo legítimo de José María y Francisca, esclavos de don José de la Luna y antes el José María era esclavo de Juan Ignacio Duque “residente en las Montañas de los Yarumales”

El siglo XIX (1800) fue recibido sin pompa, sin pólvora, sin escándalo. Para los mineros, agricultores, ganaderos y artesanos la vida seguía igual: era preciso trabajar.

Nicolás Francisco de Agudelo continuaba al frente del templo de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Las capillas vecinas de Carolina, de San Antonio de Padua en el Real de Minas de la Trinidad, de la capilla de N.S. del Rosario del Real de Minas de Riochico y los curas administraban los santos sacramentos, entre ellos, el Pbro. Don José Ignacio de Restrepo, Casimiro Tamayo y Pedro José Pérez, algunos de los cuales, por ausencia de cura propio, fungían como INTERINOS.

281 Libro IB de bautimos, registros de 1799. En general los hijos de españoles eran bautizados con cuatro o cinco nombres relacionados con sus antepasados o con nombres de santos.

282

Doscientos Años Después

Algunas promesas matrimoniales requerían dispensa del obispo por el parentesco como aconteció a Don Joaquín Macías y a Leonor Piedrahita quienes querían legitimar a su hijo José Antonio cuando fuera solucionado el “ parentesco de tercero mixtos”.

Otras se apalancaban en el mismo Gobernador de la Provincia, como garantía de buena fe: el 26 de octubre fue bautizada María Fernanda hija natural de doña Gertrudis de Orrego, habido bajo contrato esponsalicio con D. Agustín González, vecino de Antioquia, “causa seguridad ante el Señor Gobernador”.

El recién bautizado siguiente daría mucho de qué hablar cuando, 30 años después, comprobada su participación en el atentado contra el Libertador Simón Bolívar, fue llevado al cadalso. “En la Santa Iglesia parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá, el cuatro de octubre de mil ochocientos, yo, el cura propio, bauticé y puse óleo y crisma a FRANCISCO WENCESLAO hijo legítimo de d. José María Zulaybar, de los Reynos de España, y de Inés de Santa María”.282

El siglo fue avanzando lentamente en los apiques de mina. En este tiempo fue común la nota siguiente que indicaba cómo la situación de los esclavos poco a poco iba cambiando.

En efecto su rescate era tasado en castellanos de oro en polvo y era definido ante los Escribanos Públicos y del Número. La palabra valía tanto que el mismo cura, basándose en ella, asentaba partidas aún en los libros no adecuados: “En la Santa Iglesia Parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Ossos, yo, el cura propio, el cinco de abril de mil ochocientos uno bauticé, puse óleo y crisma a JUANA ISIDORA, hija natural de María esclava de don Juan Martínez quien me dijo que asentase esta partida en este libro de libres porque tenía recibido el precio del rescate de dicha niña”

“En esta Santa Iglesia, el veinte de julio de mil ochocientos uno bauticé, puse óleo y crisma a MARÍA JOSEFA LIBRADA hija legítima de d. José Marcos Campuzano, de los Reynos de España, y de María del Pilar Bernal, vecina de Rionegro, su esposa. Padrinos de la corte de Santa Fe”

“En esta santa Iglesia Parroquial, yo, el cura propio, el veinticinco de julio de mil ochocientos uno bauticé, puse óleo y crisma a JACOBO ANTONIO, hijo legítimo de don Andrés Antonio Sanín y López, de los Reynos de Galicia y de Rosalía Misas. Fueron sus padrinos José María de Zulaybar, de los Reynos de España e Inés de Santa María su esposa”

282 Bautismos IB de 1899, Archivo de la Curia de Santa Rosa.

283

Luis Octavio Yepes Roldán.

“En esta santa Iglesia Parroquial de N. Señora de Chiquinquirá de los Ossos, yo, el cura propio bauticé y puse óleo y crisma a MARÍA ANTONIA FRANCISCA hija legítima de don Francisco Palacio y Navarro de los Reynos de España y de María de Jesús Euxse Macías, su esposa”283

En 1802 el Presbítero José María de Euxse (hijo de Pedro y Tomasa Macías) prestó excelentes servicios en la docrina de Ntra. Señora de Chiquinquirá de los Ossos, ya que sus paisanos y parientes no cesaban de procrear: “En esta santa Iglesia Parroquial, yo, el cura propio, el siete de abril de mil ochocientos dos, bauticé, puso óleo y crisma a JOSÉ MARÍA CIRÍACO ANTONIO JOAQUÍN, hijo legítimo de don José María de Zulaybar, de los Reynos de España, y de Inés de Santa María, vecina de la Villa de Medellín. Padrinos don Mateo Zapata y doña María Francisca Rodríguez de Zea”.

“En esta Santa Iglesia, yo, el cura propio el veinte de abril de mil ochocientos dos, bauticé, puse óleo y crisma a JOSÉ ANICETO MARIANO, hijo natural de Cornelia Mesa, por coito habido con Miguel Leandro Lopera bajo contrato esponsalicio”

El once de julio fue bautizado un niño en similares condiciones “por coito” habido con José Antonio Ruiz González, bajo contrato esponsalicio.

En julio de 1803 bautizó el Presbítero Dr. Don Nicolás Benítez, cura interino, por enfermedad del propietario. En efecto la salud del padre Nicolás Francisco de Agudelo se había resentido notablemente. De esta fecha en adelante varios interinos estarían al frente de la parroquia hasta el momento de su muerte, en Medellín, en 1810.

Los ricos españoles, por su parte, cada año traían un nuevo niño a la vida y un nuevo cristiano al reino de Dios. “El veinte de marzo de mil ochocientos tres, en esta Santa Iglesia Parroquial, yo, el cura proprio, bauticé, puse óleo y crisma a ANDRÉS ANTONIO JOSÉ MARÍA JOAQUÍN, hijo legítimo de don José Marcos Campuzano de los Reynos de España, y doña María del Pilar Bernal vecina de Rionegro”

“En esta santa Iglesia Parroquial, el diez de septiembre de mil ochocientos tres, yo, el cura propio bauticé, puse óleo y crisma a MARÍA DEL AMPARO ROSALÍA ANTONINA hija legítima de don Francisco Palacio y Navarro, de los Reynos de España y de María de Jesús Euxse”.283 Bautismos IB, Registros de 1801

284

Doscientos Años Después

“En esta Santa Iglesia parroquia, el veinticinco de marzo de mil ochocientos tres, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a BENEDICTO, hijo natural de Dominga, esclava de don Ángel Choren, de los Reynos de España, casada con Francisco que padece demencia y dicen que han años que no cohabitan juntos”284

En 1804 una gran noticia conmovió la apatía de estos buenos mineros y trabajadores. Quizás no significaba mucho para ellos la creación de una Diócesis, muy cerquita de sus Partidos y Villa. Si Popayan quedaba muy lejos, Antioquia tampoco estaba cerca. Su único contacto era el doctrinero. Sin embargo se ha de suponer que el Padre Nicolás Francisco de Agudelo se encargó de explicar todo lo relacionado con la nueva diócesis.

En efecto el 31 de agosto de 1804 Pío VII accediendo a las solicitudes del Rey Carlos IV creó la Diócesis de Santa Fe de Antioquia “pendiente de la muerte o traslado del Obispo Velarde”.

Ya fallecido de repente en 1809 (acababa de crear la parroquia de san José de Sonsón) fue nombrado como primer obispo José Ignacio de Arancibia, muerto durante el viaje. El 17 de junio de 1819 sería preconizado Fray Fernando Cano, tan poco afecto al movimiento independista que no se posesionó. En 1827 sería designado el Obispo Fray Mariano Garnica y Dorjuela consagrado el 23 de mayo de 1828. La erección de la Diócesis sería el 19 de enero de 1829.

La parroquia de los Osos dirigida aún por el cura Nicolás Francisco de Agudelo, ya muy enfermo, continuaba su rutina: “En esta Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Ossos, el veinticinco de enero de mil ochocientos cuatro, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a JUAN NEPOMUCENO PABLO JOSÉ MARÍA hijo legítimo de José Marcos Campuzano de los Reynos de España, y de María del Pilar Bernal vecina de Rionegro”

“En esta Santa Iglesia Parroquial, el veinticinco de mayo de mil ochocientos cuatro, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a GREGORIO URBANO JOAQUÍN MARÍA hijo legítimo de José María Zulaybar de los Reynos de España en el servicio de Viscaya, y de Iné de Santa María, vecina de la villa de Medellín”284 Caso muy interesante en el concierto espiritual y religioso del entorno. El hecho de la locura de un esposo y su alejamiento sexual de su consorte no era óbice para el santo bautismo

285

Luis Octavio Yepes Roldán.

“En esta santa Iglesia parroquial, el ocho de junio de mil ochocientos cuatro, yo el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a MANUELA MARÍA DE LOS DOLORES JUANA NEPOMUCENA hija legítima de don Ángel Choren de los Reynos de España y de doña Isabel de Uribe vecina de la Villa de Medellín.

“En esta Santa Iglesia parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá, el catorce de septiembre de mil ochocientos cuatro, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a MIGUEL MARÍA FELIPE hijo legítimo de José Mateo Zapata y María Francisca de Zea. Padrino don Juan Francisco Rodríguez de Zea.

“En esta Santa Iglesia Parroquial, el dieciocho de diciembre de mil ochocientos cuatro, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a MARÍA ANTONIA EULALIA, hija legítima de Francisco Palacios y Navarro, de los Reynos de España y de María de Jesús Euxse, vecina de la Villa de Medellín. Padrino el Presbítero Alejandro Barrientos, cura ecónomo de la Parrroquia de San Pedro, quien no pudo estar presente”285

En 1805 la situación del padre Nicolás Francisco de Agudelo, cura de N. Sra. de Chiquinquirá de los Ossos, se había complicado. Por eso apareció, a partir del 17 de mayo de mil ochocientos cinco, don JOSÉ IGNACIO PÉREZ DE RESTREPO como cura interino hasta junio de 1806.

En este año se inició el Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821.

“Bautismos, tomo segundo, 1805-1821. Libro segundo de Bautismos o continuación del primero que yo el infrascrito Presbítero cura propio de esta parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos formo (por estar el anterior muy aglomerado de peso y de foxas por lo que no se puede escribir en él) para ir asentando en él sucesiva y cronológicamente todos los bautismos que se fueren haciendo a los niños que nacieren de mis feligreses, distinguidos, blancos, mestizos, mulatos y negros libres, de cuya clase de géneros se compone esta mi feligresía. Y para que conste lo firmo en primero de enero de mil ochocientos cinco. Nicolás Francisco de Agudelo”286

“En esta santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá el siete de agosto de mil ochocientos cinco yo el Presbítero don José Ignacio Pérez de Restrepo, cura interino, bauticé, puse óleo y crisma a MANUEL JOSÉ JOAQUÍN MARIANO hijo legítimo de don José Marcos Campuzano de los Reynos de España y de doña María Bernal” 285 Bautismos IB, archivo Curia de Santa Rosa, año 1804.286 Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821.

286

Doscientos Años Después

En 1806 continuó como interino José Ignacio Pérez de Restrepo desde finales de enero hasta junio, con breves reapariciones del Padre Nicolás. En este tiempo ya era cura de la Colonia de la Carolina del Príncipe el Pbro. D. José María Eusse, el hijo de don Pedro Euse y Tomasa Macías.

Algunas parejas, al nacer su hijo, decidían casarse. Así sucedió el veinticuatro de junio de mil ochocientos seis cuando nació Bernabé José hijo natural pero sus padres Luis González y Juana María de Lenis estaban a punto de desposarse.

Doña Francisca Rodríguez de Zea, hija de don Pedro y hermana de Francisco Antonio Zea, se había casado con un rico minero don Mateo Zapata. Su prole era numerosa: “En esta santa Iglesia Parroquial el doce de julio de mil ochocientos seis, yo, el cura propio Nicolás Francisco de Agudelo, bauticé, puse óleo y crisma a JOAQUÍN ALEJANDRO VITAL hijo legítimo de Mateo Zapata y Francisca Rodríguez de Zea”287

Casos humanos, altamente conmovedores, que demuestran, por una parte el sentimiento materno y por otro el temor a las críticas y conservación del buen nombre ocurrió en agosto de 1806 con motivo del bautismo de un EXPÓSITO.

Este fenómeno, no muy común en el Valle de los Osos, tuvo sus representantes. Algunos, indudablemente, sí fueron EXPÓSITOS abandonados o en el Santo Templo o en un zaguán de familia “pudiente”. Otros, como el siguiente, era una simulación, marcada con tintes de humanidad y de amor materno, pero encubierto por el qué dirán y por la crítica mordaz contra la dama que había sido embarazada en condiciones inadmisibles para la época:

“En esta santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos, yo el cura propio Doctor Nicolás Francisco de Agudelo bauticé, puse óleo y crisma a JUANA MARÍA EXPÓSITA, al cuidado de doña Ana María de Orrego. Se me dijo bajo secreto que esta niña era hija natural de la citada doña Ana María”288

Los hijos de españoles, como lo habíamos explicado, solían dar a sus hijos muchos nombres: el ejemplo siguiente era uno de los casos de mayor nominación: seis nombres todos relacionados con la hagiografía (vida de los santos): “El veintisiete de octubre de mil ochocientos seis en esta Santa Iglesia parroquial, yo, el cura

287 Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821.288 Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821

287

Luis Octavio Yepes Roldán.

propio, bauticé, puse óleo y crisma a JOSÉ JOAQUÍN JUAN NEPOMUCENO, SERVANDO EVARISTO hijo legítimo de don Ángel Choren, de los Reynos de España, e Isabel de Uribe, vecina de la Villa de Medellín”289

“En esta santa Iglesia parroquial, a veintinuevo de noviembre de mil ochocientos seis, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a GREGORIO JOSÉ RUFO hijo legítimo de don Francisco Palacios y Navarro de los Reynos de España y María de Jesús Eusse Macías, vacina de la Villa de Medellín”

Eran frecuentes los hijos nacidos bajo palabra de matrimonio. Eso aconteció en octubre cuando fue bautizada NARCISA, hija natural de María del Berrío, bajo palabra de casamiento que le dio don José Antonio Yarza.

En 1807, estando aún de párroco don Nicolás Francisco de Agudelo, apareció uno de los personajes más interesantes no sólo de Santa Rosa sino del norte de la Provincia, por su estirpe, por sus riquezas y por la incidencia política de sus descendientes: don MANUEL BARRIENTOS CELADA, desposado con María de las Mercedes, una hija de otra figura cimera, don José María Zulaybar.

“En esta Santa Iglesia parroquial, a tres de junio de mil ochocientos siete, yo el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a MANUELA DEL SACRAMENTO MARCELINA hija legítima de don Manuel Barrientos Celada y María de la Mercedes Zulaybar Santa María de la Calle. Padrino don José María de Zulaibar de Aldape, de los Reynos de España, que es su abuelo materno”.290

En 1808 fue bautizado otro de los hijos del español don Francisco Palacio y Navarro.

Estos dos apellidos permanecerían en la historia de Santa Rosa de Osos hasta el siglo XXI en forma separada, con troncos fecundos y respetables, los Palacio y los Navarro. De esta última estirpe aparecería uno de los galenos de mayor fama en el norte de la Provincia.

“En esta Santa Iglesia Parroquial, a veintiuno de mayo de mil ochocientos ocho, yo, el cura propio, bauticé, puse óleo y crisma a JOSÉ MARÍA VENANCIO FELIPE hijo legítimo de don Francisco Palacio y Navarro de los Reynos de España, y de María de Jesús de Eusse Macías, vecina de la Villa de Medellín, padrinos don Andrés Antonio Sanín de López de los Reynos de España y Rosalía Misas”291

289 Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821290 Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821291 Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821

288

Doscientos Años Después

En 1809 el Párroco don Nicolás Francisco de Agudelo, ya muy enfermo, autorizó a varios sacerdotes para que celebraran los sacramentos, entre ellos al Pbro. D. José Salvador Tirado que era el cura ecónomo de Nuestra Señora de la Candelaria de la Villa de Medellín.

A pesar del control de vagos, ociosos y perniciosos a veces aparecían sujetos desconocidos.

En efecto, el 19 de enero de mil ochocientos nueve, fue bautizada CANUTA, hija natural de María Antonia Salazar y Gil. “mujer mendiga y sin domicilio y dijo ser nacida en Antioquia”292

“En esta Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá, a nueve de febrero de mil ochocientos nueve, yo el, cura propio bauticé, puse óleo y crisma a MARÍA JOAQUINA RUMUALDA JUANA NEPOMUCENA DE LA CANDELARIA hija legítima de don Ángel Choren, de los Reynos de España, y de Isabel de Uribe vecina de la Villa de Medellín”

En este tiempo, por enfermedades de los recién nacidos, por caminos fragosos, por ríos crecidos y por enormes lejanías muchos niños fueron bautizados bajo condición, dato que aparecía en los registros correspondientes: el 3 de septiembre José Manuel de la Cruz, hijo legítimo de Antonio Hernández y Micaela de la Torre hubo de ser bautizado “por vivir en esos montes de la Caruquia”293

En 1810 se produjo el deceso del ilustre párroco don Nicolás Francisco de Agudelo cuyas últimas firmas aparecieron en febrero aunque conservó el título hasta junio. En los meses siguientes fueron interinos, entre otros, el Maestro Don Juan Francisco Vélez hasta diciembre de dicho año. Ocasionalmente colaborarían el padre Eusse, Francisco José Bohórquez. Nicolás fue párroco hasta junio de 1810.

292 Libro de libres de Bautismo. Las minas eran un imán para individuos de dudosa ortografía. El mito de las brujas se multiplicaba con la aparición de “mujeres rebuscadoras” quien no sólo se dedicaban al mazamorreo sino a la prostitución, con sus consecuencia conocidas: hijos naturales y enfermedades.293 Libro de libres de Bautismo, Tomo Segundo de 1805 a 1821. Interesante anotar que los nombres actuales (2014) ya existían en los viejos archivos, pero con connotaciones muy especiales: “esos montes, esas montañas, esos fragosos caminos”

289

Luis Octavio Yepes Roldán.

Nro. 22 OBISPO PEDRO ÁLVAREZ Y MORALES

Obispo de 1813-1816. Por razones no identificadas renunció a la sede de Popayán y regresó a España

Para nuestra historia el año 1811 fue de gran trascendencia en el curato de Santa Rosa de Osos. En efecto el Maestro Juan Francisco Vélez continuó como interino hasta principios de julio. El 22 de julio de 1811 tomó posesión como cura propio el presbítero don Josef Sinforoso de Upegui, cargo que ocupó hasta marzo de 1818 cuando el nuevo Obispo de Popayán tomó la decisión de retirarlo del curato por “ser un cura insurgente”. Por otra parte los primeros escarceos de la independencia se fueron insinuando entre los españoles, los criollos, los mestizos, los mulatos y los esclavos de las minas residentes en Santa Rosa de Osos.

En el reverso de la foxa 138, del libro de bautismos de esclavos, apareció esta nota:

“Dentré de cura propio de este sitio el día primero de agosto de mil ochocientos once. Firma. Presbítero José Sinforoso de Upegui”294

Y en la foxa 199, reverso, del Libro de bautismos de Libres, dice:

“Julio veintidós de mil ochocientos once: en este día dio principio el Ilustre Don Sinforoso de Upegui”295

Los Presbíteros Maestro D. José Ignacio Cardona, cura de Donmatías y Cuncio Botero colaboraron en los bautismos.

DE MIL OCHOCIENTOS ONCE A MIL OCHOCIENTOS DIECIOCHO ESTABA VACANTE LA SEDE DE POPAYÁN.

De acuerdo con los santos Cánones durante la Vacancia había Vicarios en las diversas provincias que ejercían determinadas funciones orientadas al adecuado manejo de las doctrinas, que realizaban visitas, que examinaban los libros parroquiales, que controlaban el pago a la Diócesis y que realizaban cambios si era del caso.

294 Reverso de la foxa 138, del libro de bautismos de esclavos.295 Foxa 199, reverso, del Libro de bautismos de Libres.

290

Doscientos Años Después

En 1812 las decisiones de las Juntas Provicionales de gobierno, sus Presidentes, sus secretarios y las diversas diputaciones organizaban la naciente Provincia de Antioquia.

En este año, en el libro de bautismos, José Sinforoso de Upegui fue llamado cura de la Iglesia de Santa Rosa de Osos de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos, la misma que había sido reconstruida en 1797: “En la parroquia de Santa Rosa de los Osos” (foxa 141, libro de bautismos de esclavos), denominación que se repetiría en el libro común de bautismos para LIBRES y ESCLAVOS.296

En 1813, en varios registros de bautismos, apareció un bautizante, de la familia Zulaybar, don Genaro. En este mismo año Don Juan del Corral dio a la Villa de Medellín el título de CIUDAD, lo mismo que a Marinilla. En 1826 Medellín se convierte en la Capital del Departamento de Antioquia.

Me llamó la atención que en la foxa 224 del libro de Bautismos, quizás aprovechando un “espacio vacío” fue incertada la siguiente nota que no coincidía con la cronología del libro ya que se refería a diez años después:

“En 16 de agosto de 1832 murió el Ilmo. Sr. Obispo Fray Mariano Garnica, primer Obispo de Antioquia. El día 27 de agosto de 1832 se hicieron las exequias funerales por el Ilustrísimo señor Fray Mariano Garnica, dignísimo Obispo de Antioquia y para que conste. Pbro. Upegui”297

En 1814, de acuerdo con las disposiciones del Presidente de la República de Antioquia hasta el 2 de abril LOS HIJOS DE ESCLAVOS ERAN ESCLAVOS, pero a partir del primero de mayo, fue asentado COMO LIBRE el primer hijo de esclava porque ya había sido aprobada la LEY DE LIBERTAD DE ÚTEROS.

En la foxa 149 del Libro de Esclavos apareció la nota que explicaba el cambio anterior “Nota: que los hijos de los esclavos de abril del presente año de mil ochocientos catorce en adelante son libertos, según la Providencia librada por el Excmo. Sr. Presidente de la República (de Antioquia) y publicada en este sitio en dicho mes. Por tanto se irán asentando las partidas de los que nacieron libres de la servidumbre en que se hallaban, advirtiendo que antes de esta nota se hallan algunas partidas de libres, por no haberse puesto en su lugar esta. Firma José Sinforoso de Upegui”.298

296 Foxa 141, libro común de bautismos para LIBRES y ESCLAVOS. Téngase en cuenta que establecida la “libertad de Úteros” todo hijo de esclava nacía libre. Por esos fueron unificados los libros de bautismos, porque ya no habría niños esclavos. En la reconquista esta norma cambió.297 Foxa 224 del libro de Bautismos298 Foxa 149 del Libro de Esclavos

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Luis Octavio Yepes Roldán.

En efecto don Juan del Corral había entregado la Dictadura el 5 de marzo de 1814, después de haber estructurado esta Ley junto con el DOCTOR JOSÉ FÉLIX DE RESTREPO. Juan del Corral no la quiso hacer aprobar hasta no dejar su puesto. EL Cuerpo Legislativo de esta República de Antioquia estaba compusto por el Presbítero Don José Miguel de la Calle, Presidente, Antonio Arboleda, Vicepresidente, Pedro Arrubla, José Pardo y José Antonio Benítez. La LEY fue aprobada el veinte de abril de mil ochocientos catorce.299

La situación de los hijos de esclava no varió en 1815. Pero en el mes de marzo de 1816 el Padre Sinforoso escribió: “Nota. Que no habiendo tenido efecto el Gobierno Patriótico que espiró y haber mandado publicar una orden de 1814 en que todos los esclavos que nacieren de dicho año para adelante fueren libertos, desde luego se suspenden y se irán asentando las partidas de los que fuesen naciendo como estaban antes de este procedimiento . Firma Upegui”300

En efecto a partir del 3 de junio de 1816 Felipe, hijo legítimo de Eusebio y Josefa, esclavos de d. Enrique Jaramillo, fue bautizado como esclavo del mismo don Enrique. Igual sucedió en los registros bautismales de esclavos de los años siguientes.

Nro. 23 SALVADOR JIMÉNEZ DE ENCISO COBOS Y PADILLA

Este Obispo (1818-1841) era realista a morir.

En 1818, al quedar comprobada la “insurgencia” de Sinforoso de Upegui, lo retiró de los Osos ya que en un informe enviado al Rey Fernando VII y a Sámano, el Prelado anotó que “hubo sacerdotes que desde el púlpito denigraron de la Independencia y aún se armaron contra Simón Bolívar”, y otros apoyaron, al Libertador, entre ellos el cura de los Osos, Josef Sinforoso de Upegui.

Cuando la independencia quedó sellada con la derrota de los ejército españoles el Obispo huyó a Pasto en 1819. Su pensar era renunciar a la Diócesis para refugiarse en España. Por eso en 1820 la Sede fue declarada vacante.

Pero en 1822 fue llamado de nuevo a su sede de acuerdo con la Junta de Gobierno. En efecto el mismo Simón Bolívar envió el 10 de junio de 1822 una carta al Obispo en la cual explicaba la situación del momento y le anexaba una copia de

299 La ley correspondiente fue comentada en el CAPÍTULO DE “ESCLAVOS”300 Foxa 255 del Libro de Bautismos

292

Doscientos Años Después

las Constituciones de la República. Entre las razones aducía las siguientes: las ovejas de la nueva Granada necesitaban el pasto espiritual; el Prelado era muy importante para el bienestar de las doctrinas; la libertad y la independencia de la Metrópolo no eran tan malas.

Motivado por esta comunicación “el Obispo se hizo afecto a la República y se quedó en su sede a la que había pensado abandonar para regresar a España. A su muerte Simón Bolívar pronunció su oración fúnebre”301

El Obispo restituyó al Padre José Sinforoso de Upegui gracias a las declaraciones del Vicario Víctor Manuel Urrutia y, muy probablemente, por su cambio de actitud ante las cartas del Libertador302

Este fue el último obispo español nombrado bajo el Patronato Real. Había sido consagrado en 1816 y había tomado posesión de Popayán el 6 de agosto de 1818. Ordenó a dos sacerdotes que serían Obispos Juan de la Cruz Gómez Plata y Domingo Antonio Riaño.

En 1819 varios sacerdotes ejercieron como interinos, como apareció en el Libro de esclavos y de libres. Entre ellos Gabriel García, José Antonio Palacio y José María Eusse.

En 1820 bautizaron en la Iglesia Parroquial de Santa Rosa de Osos José Antonio Palacio, Gregorio Builes quien comenzó a aparecer como Teniente de Cura o coadjutor y Carlos José Cadavid.

En 1821, por la destitución del José Sinforoso, recibió la parroquia el Padre Gregorio Builes.

Pero el 20 de abril regresó el Padre Upegui quien apareció como “cura propietario de esta Santa Iglesia de Santa Rosa de Osos”.

En el reverso de la foxa 163, en agosto, pudo escribir: “nota que los que siguen son libres para que conste. Upegui”, ya que sellada la independencia la Ley de Manumisión entraba en plena vigencia.

En la foxa 350: “Fui restituido a mi curato el día primero de abril del año 1821 por el Señor Provisor don Manuel María de Urrutia.”

301 Revista Eclesiástica de la Diócesis de Antioquia, p. 813, alocución de Monseñor Luis Andrade Valderrama sobre Bolívar y sus relaciones con la Iglesia y actitudes del Clero302 Nota: la reseña del artículo de Monseñor Andrade apareció en LA REVISTA DEL CLERO, año XIV, febrero a noviembre de 1944, Nros. 1 a 10, Santa Rosa de Osos

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Luis Octavio Yepes Roldán.

El 11 de mayo de 1821 el Padre José Sinforoso abrió el LIBRO TERCERO DE BAUTISMOS (1821-1830): “Libro en que únicamente se asientan las partidas de baptismos de esta Santa Iglesia Parroquial hecho por mí el Presbítero don José Sinforoso de Upegui, año 1821”303

En el mismo libro, en 1824, foxa 166, el Padre Upegui firmó la siguiente nota: “Que este libro estaba destinado para asentar las partidas bautismales de esclavos y se había dejado desde el Decreto de Libertad de los que nacieron desde el año de 1814 para adelante y se continuarán asentando en él, los hijos de esclavos. Upegui”

TÍTULO DE VILLA PARA SANTA ROSA

Digna de mención, en 1824, la decisión de Santander de dar a Santa Rosa el título de Villa después de doce años de súplicas, lo que confirmaba la tesis antes expuesta, a saber: que el sueño de Francisco Baraya y la Campa de hacer de Santa Rosa una Villa, había sido eso: UN SUEÑO. Un año después, por Decreto, Santa Rosa adquiría la categoría de Villa.

En el mismo año el Gobernador don Francisco Urdaneta confirmó para Santa Rosa el título de Distrito y lo elevó a Capital del Cantón de su nombre que comprendía San Pedro, Belmira, Carolina, Yarumal, Entrerríos, Campamento y Donmatías. (Ley de 25 de junio).

El mismo gobernante dividió a Antioquia en seis departamentos: Medellín, Antioquia, Marinilla, Rionegro, Nordeste y Santa Rosa (San Pedro, Entrerríos, Belmira, Campamento, Carolina, Donmatías, Yarumal, Anorí y Zea)

Aunque el año 1827 transcurrió sin novedades en la Parroquia de Santa Rosa de Osos, uno de los registros bautismales sería buscado afanosamente por los historiadores cuando comenzó a brillar en el concierto Departamental PEDRO JUSTO BERRÍO ROJAS:

“El veintinueve de mayo de mil ochocientos veintisiete fue bautizado solemnemente PEDRO JUSTO GERMÁN, nacido anoche a las 11, hijo legítimo de Lorenzo Berrío y de Juliana Rojas. Padrinos José y Teodora Jaramillo”304

303 Libro Tercero de Bautismos (1821 1830)304 Libro de Bautismos. Archivo Curia Santa Rosa. Año 1827.

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Doscientos Años Después

OBISPOS DE SANTA FE DE ANTIOQUIA

FRAY MARIANO GARNICA Y DORJUELA (1827-1832)

Después de muchas gestiones orientadas a la fundación de la Diócesis de Santa Fe de Antioquia, sólo el 31 de agosto de 1804 Pío VII la creó. Sin embargo no sería proveida hasta que muriera el Obispo Velarde quien se había opuesto a la desmembración y aún había amenazado con la renuncia.

Muerto en 1809, la Santa Sede procedió y nombró como primer obispo a José Ignacio de Arancibia, a quien la muerte impidió posesionarse. El 17 de junio de 1819 fue nombrado Fray Fernando Cano, tan poco afecto al movimiento independentista que no aceptó.

Finalmente, el 21 de febrero de 1827 fue designado el dominico Fray Mariano Garnica y Orjuela consagrado el 23 de mayo de 1828. Había nacido en Chiquinquirá en 1770. Su papel preponderante en el movimiento de Independencia quedó constatado cuando estampó su firma en el Acta de Independencia. Era admirador de Simón Bolívar, quien, posiblemente, incidió en su nombramiento. Había sido preconizado por León XII el 21 de mayo de 1827.

Estando en Rionegro el 19 de enero de 1829 expidió el Decreto de ejecución de la Bula que había creado la Diócesis inaugurada el 20 de julio de 1828. Convirtió la Iglesia de Santa Bárbara en su Catedral, mientras se construía la nueva. En 1830 instaló el Colegio Seminario San Fernando. Murió en Medellín el 14 de agosto de 1832. “Puso en juego todos sus recursos para trasladar la capital de la Diócesis a otro lugar, sin conseguirlo”

En 1829 el Padre José Sinforoso de Upegui continuaba de párroco de Santa Rosa con dependencia de la nueva Diócesis de Santa Fe de Antioquia.

Muerto Fray Mariano la Santa Sede envió para Antioquia al obispo de Santa Marta, José María Estévez quien murió antes de posesionarse.

El 31 enero de 1830 el Padre José Sinforoso de Upegui abrió el Libro CUARTO de bautismos de la santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Chiquinquirá y lo cerró en enero de 1837.

De 1830 a 1836 la situación en Santa Rosa de Osos poco cambió.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Es cierto que había obtenido el título de Villa, luego de Distrito y capital del Cantón de Norte integrado por San Pedro, Belmira, Carolina, Yarumal, Entrerríos, Campamento y Donmatías.

En 1835 fue reconfirmado su título de Cabecera del cantón de Santa Rosa.

JUAN DE LA CRUZ GÓMEZ PLATA (1836 a 1850)

Había nacido en San Gil. Ordenado en 1818 Fue capellán del ejército en Boyacá el 7 de agosto de 1819. Fue consagrado en 1836. Tomó posesión el 12 de julio. Consagró la nueva catedral de Santa Fe el 8 de diciembre de 1837.

Impulsó el Seminario que se convirtió en el mejor de la Provincia por la teología, la medicina y el derecho.

Fueron alumnos notables: Manuel Canuto Restrepo, Joaquín Guillermo González, José Ignacio Montoya, José María Gómez Ángel, Gregorio Gutiérrez González, Pedro Justo Berrío. Se dijo del obispo “fue varón que con Berrío derramó más luces y formó más corazones en esta tierra”. Murió en 1850.

En 1837 Upegui abrió el LIBRO QUINTO de bautismos (1837 a 1843).305

En este tiempo el párroco recibió la visita del Obispo quien encontró los libros en buen estado y orden. En la foxa 66 se asentó una nota del 17 de septiembre de 1837: “Visitado, se da por concluido este libro de cual se repasarán las foxas desde la 182 en adelante y se rallarán los huecos que hay en blanco. En lo demás estese a lo dispuesto en nuestro auto general . El Obispo. El secretario Vargas”306.

El Libro Sexto de bautismos comenzó en 1843 y terminó el 31 de octubre de 1847.

El Padre José Sinforoso presentó renuncia a la parroquia por enfermo y cansado y el 5 de octubre de 1847 inició su curato el Presbítero Bernabé Hernández, quien en el mismo año inició el Libro VII de bautismos (1847-1851) y luego el VIII (1851-1855) apareciendo su última firma el 23 de agosto de 1851.

305 Archivo diócesis de Santa Rosa de Osos: libro quinto (1837 a 1843)306 Libro quinto de bautismos, foxa 66: nota de visita.

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Doscientos Años Después

Desde la década del 40 el Padre Sinforoso venía reflexionando sobre la utilidad de construir un templo, no parroquial, sino dedicado a una devoción especial: EL SEÑOR DE LA HUMILDAD. Correspondió a su sucesor iniciar las gestiones para la obra, a saber, solicitud al Señor Obispo.

A partir del 29 de agosto firmó el presbítero Raimundo Rodríguez hasta el 19 de octubre de 1851.

El 24 de octubre de 1851 inició sus firmas el padre Joaquín Guillermo González hasta el 26 de mayo de 1853.

El 18 de mayo de 1853 firmó Hermenegildo Duque y Gutiérrez hasta el 3l de julio de 1853.

El primero de agosto de 1853 firmaba Joaquín Guillermo hasta el 17 de octubre.

Del 17 de octubre de 1853 al 31 de mayo de 1854 firmaba Juan Esteban García a quien correspondió dar cristiana sepultura a su insigne antecesosr: “En veintinueve de octubre de mil ochocientos cincuenta y tres se sepultó en el cimenterio (sic) de esta parroquia de Santa Rosa el cadáver del Presbítero José Sinforoso de Upegui; se le administraron los santos sacramentos de la penitencia y extremaunción. Doy fe. Juan Esteban García”307

Sinforoso había sido párroco desde 1811, con unos años de interrupción, para un total de 36 años.

En junio de 1854 de nuevo firmaba Joaquín Guillermo González.

DOMINGO ANTONIO RIAÑO308 (1855-1866)

Preconizado en 1854 tomo posesión en 1855. Fue desterrado y murió en Quito en 1866.

Durante su gobierno se presentaron en Santa Rosa algunos sucesos muy importantes entre ellos, el gran número de párrocos que ejercieron durante poco tiempo; el nombramiento en dos oportunidades de Joaquín Guillermo 307 Libro de Defunciones de Santa Rosa de Osos. Tomo 3, foxa 41 a308 Su historia, sus persecuciones, sus obras y su santidad aparecerán en la Tercera Parte, ASPECTOS SOCIOPOLÍTICOS.

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González y Gutiérrez; el inicio de la construcción del nuevo templo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá por parte del párroco González y el inicio de persecuciones contra obispos, curas y religiosos. Al Obispo Riaño sucedería el cura de Santa Rosa, Joaquín Guillermo.

El Tomo IX de 1855 a 1859 fue firmado por el párroco Joaquín Guillermo González abrió el Libro IX de bautismos (1855-1859) y firmó hasta el 24 de octubre de 1858.

Del 27 de octubre de 1858 hasta el 20 de febrero de 1859 firmaba Manuel Salvador Valenzuela.

Este abrió el Libro X (1859 a 1866) y lo firmó hasta el 6 de enero de 1862.

Victoriano Muñoz firmó entre el 12 de enero de 1862 hasta el 22 de noviembre de 1863.

En la página 212, el 5 de octubre de 1863 apareció una nota supremamente interesante en la cual Joaquín Guillermo González era nombrado, por segunda vez, para la parroquia. La nota rezaba así:

“Fue nombrado por el Señor Provisor Presbítero Valerio Antonio Jiménez con fecha 27 de septiembre de 1863 para CURA ESCUSADOR DE SANTA ROSA por haberse sometido el cura y coadjutor a Leyes y Decretos condenados por la Iglesia” (sic).309 Su firma apareció desde el 5 octubre de 1863 hasta el 14 de febrero de 1867.

Esto quería decir que el párroco de Santa Rosa Victoriano Muñoz se había sometido a las leyes inicuas del gobierno de ese tiempo y había sido reemplazado por Joaquín Guillermo González. Lo mismo había acontecido al Provisor Garro quien sería reemplazado por Valerio Antonio Jiménez primer Obispo de la Diócesis Medellín-Antioquia.310

El Libro XI de bautismos (1867-1870) fue firmado por Joaquín Guillermo desde el 5 de febrero de 1867 hasta el 1 de noviembre de 1870.

309 Libro X de bautismo (1859 a 1866) página 212, 5 de octubre de 1863. Archivo Curia Santa Rosa310 En la tercera parte de esta historia, Periodo Primero, aparecerán las viscisitudes de Joaquín Guillermo González, el asunto de la Cañada de la Piedra, su nombramiento como Obispo, el destierro, la persecución y la muerte en el sitio Montañita de Yarumal.

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Doscientos Años Después

En este período comenzó la construcción del templo que reemplazaría al demolido en 1860 y que, a partir de 1917, sería LA CATEDRAL DE SANTA ROSA DE OSOS.

El CATORCE DE FEBRERO DE 1868 Pío IX suspendería la Diócesis de Santa Fe y crearía la de “MEDELLÍN-ANTIOQUIA” con Valerio Antonio Jiménez como primer Obispo.

El CUATRO DE FEBRERO DE 1873 Pío IX restituyó la Diócesis de Santa Fe de Antioquia siendo su primer obispo el párroco de Santa Rosa Joaquín Guillermo González y Gutiérrez, quien murió en 1888, y fue reemplazado por Jesús María Rodríguez (quien había sido el Provisor de la Diócesis de Antioquia durante el destierro de González). Fue obispo desde 1883 hasta 1891 y fue reemplazado por Monseñor Juan Nepomuceno Rueda (1891 a 1903) quien bendijo el puente de Occidente.

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XI

LAS INSTITUCIONES ESPAÑOLAS

“Os hizo merced de daros en encomienda el repartimiento de indios que vacaron por muerte de don Alonso Martín Cobo, que son cercanos a Los

Llanos, llamados Chita y Caquecios y Moscas… los cuales Vos encomiendo con obligación de que por ninguna vía ni modo les podáis hacer la guerra, ni traer al domino de Su Majestad con gente armada, sino sólo por bien, con dádivas y halagos y religiosos doctrineros que les den a entender el

bien espiritual y material que les vendrá por venir al conocimiento de la Ley Evangélica y con la obligación de que no les podáis llevar ni llevéis ningunos

tributos ni demoras, ni les podáis echar a minas de oro, plata ni de ningún otro metal, ni los cargueis con ningunas cargas, ni los alquiléis ni los deis a

otra persona alguna que los cargue ni alquile, ni os sirvais de ellos en ningún género de servicio personal”311

311 Forjadores de Colombia contemporánea. Perozzo et alii. Colombiana Editorial SA. 1986, edición julio de 1988

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Doscientos Años Después

EL PATRONATO REGIO

Uno de los beneficios concedidos a los REYES ESPAÑOLES fue el REAL PATRONATO. Se trataba de un poder conferido por el Papa al Rey mediante el cual estaba autorizado a organizar la Iglesia en los territorios descubiertos, a recibir los diezmos, a establecer los límites de las jurisdicciones, a inspeccionar las decisiones de los Concilios Provinciales, a autorizar la erección de conventos y a convertirse, en segunda instancia, frente a los procesos religiosos en contra de Obispos, Sacerdotes y Ministros.

A su vez el Rey se obligaba a mantener el clero, a construir y dotar los templos, a presentar candidatos a los puestos y a difundir el CRISTIANISMO.

Alejandro VI ordenaba a los Reyes Católicos que “enviaran varones probos y temerosos de Dios, doctos, peritos y experimentados para instruir en la fe”312.

El PATRONATO había aparecido en el Canon 1448 y se refería al DERECHO DE PRESENTAR BENEFICIARIOS PARA LOS CARGOS ECLESIÁSTICOS. Los Reyes lo entendieron como el conjunto de privilegios y prerrogativas concedidas por los Papas a los Reyes de España y Portugal desde el descubrimiento del NUEVO MUNDO para FUNDAR, DOTAR Y ADMINISTRAR las iglesias y los obispados en América.

El Papa delegaba en los Reyes la mayor parte de la JURISDICCIÓN ESPIRITUAL si estos dedicaban todo su esfuerzo a la MISIÓN o sea salvar almas de indígenas mediante la predicación y el bautismo.

Consistía, en términos POLÍTICOS, a una TEOCRACIA tipo militar.

Los DERECHOS del PATRONATO REGIO eran los siguientes: presentar candidatos para el episcopado, establecer los límites de los obispados, enviar religiosos a la misión, manejar los diezmos a partir de 1501.

Los deberes: edificar iglesias, dotarlas, conservarlas, alimentar a los doctrineros y organizar la jurisdicción.

El PATRONATO REGIO tenía antecedentes históricos.

312 Bulas Alejandrinas. Bula de Alejandro VI en 1493

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Desde el siglo V el Papa concedía ciertos privilegios a los FIELES que fundaban templos y obras pías. Posteriormente apareció en tiempo de las INVESTIDURAS y fue considerado, en España, como vestigio de esa antigua costumbre, mediante la cual era el Papa quien consagraba e imponía las INSIGNIAS a los Emperadores y quien, por otra parte, podía DESLIGAR A LOS CRISTIANOS SÚBDITOS de la obediencia al Emperador que “se manejaba mal con el Papa” como había acontecido en CANOSSA.313

Era, en definitiva, la extensión de la TEOCRACIA PAPAL. Si el Papa mandaba urbi et orbi, tenía derecho a delegar algunas de sus funciones. Desde 1344 los Papas habían concedido PATRONATO REGIO a los Reyes de España con motivo de la cristianización de las ISLAS CANARIAS.

Este PATRONATO también fue conocido, entonces, como PATRONATO INDIANO a partir de las BULAS alejandrinas (1492 a 1508).

En 1508 Julio II concedió a los Reyes este PATRONATO, en términos generales. En 1574 Felipe II reglamentó los asuntos relacionados con erección de Diócesis y provisión de dignatarios.

El PATRONATO, según los historiadores, pasó por TRES PERÍODOS. 1) PATRONATO TOTAL en el siglo XVI. 2) PATRONATO VICARIAL en el Siglo XVII cuando el Papa nombraba un VICARIO con amplias facultades. En este momento histórico la CORONA señaló al fraile BERNARDO BOYL como EL VICARIO para las tierras descubiertas. Pero su misión fracasó aunque fue el PRIMER SACERDOTE QUE CELEBRÓ MISA EN AMÉRICA.

313 Emilio Mitre Fernández. Introducción a la historia de la edad media europea. Ediciones Akal, 2004, p. 183 (en Wikipedia: querella de las investiduras). Querella de investiduras: enfrentamiento de Papas y Reyes entre 1073 a 1122. Existían dos tipos de feudos: los propios de LAICOS y los exclusivos para RELIGIOSOS. Los soberanos escogían señores feudales de entre sus familiares y vasallos leales. Si se escogía un laico para un feudo religiosos (Obispo, Abad, Prelado) el soberano le daba INVESTIDURA o sea le entregaba el derecho feudal y lo consagraba como religioso. El Papa Gregorio VII (elegido en 1073) se opuso, estableció el CELIBATO y tronó contra la simonía y las investiduras. Enrique III (1039-1056) instaló el CESAROPAPISMO ya que entregó infinidad de cargos eclesiásticos. Su sucesor Enrique IV no se sometió e invistió OBISPOS. Convocó el SÍNODO DE WORMS. El papa excomulgó al Rey y a los sinodales y dispensó a los súbditos de la obediencia al Rey hasta que este pidiese perdón. El 25 de enero de 1077 Enrique IV se presentó en Canossa y el Papa le perdonó. El problema se prolongó hasta el 22 de septiembre de 1122 cuando en el Concordato de Worms terminó la querella. El Concilio Ecuménico de Letrán confirmó esta decisión.

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Doscientos Años Después

No se entendió con el VIRREY (que era Cristóbal Colón). 3) REGALISMO en el siglo XVIII nombre que fue asimilado al GALICANISMO francés.314

En el ejercicio del PATRONATO se presentaron situaciones muy complejas:

El Rey Fernando el Católico pidió a Julio II la creación de tres Sedes Episcopales en La Española (actual Santo Domingo y Haití). El Papa lo aprobó en 1508, pero expresamente le negó el ejercicio del PATRONATO.

En 1510 Julio II concedió el recaudo de diezmos al Rey para que dotara y construyera templos.

Adriano VI en 1522 concedió nuevos beneficios entre ellos la facultad de enviar misioneros.

Estos ejemplos demostraban que los Reyes de España controlaban la ADMINISTRACIÓN ECLESIÁSTICA.

EL SUPREMO CONSEJO DE INDIAS

Esta institución civil, creada por el Rey Carlos I de España, tomó las riendas del REGIO PATRONATO y fue tenida como el MÁXIMO ORGANISMO EJECUTIVO y la INSTANCIA SUPREMA en caso de discusiones por límites, por jurisdicciones, por diezmos y por nombramientos.

Fue considerado como el INSTRUMENTO mediante el cual era aplicado el PATRONATO en nombre del Rey. Las AUDIENCIAS dependían de él. De acuerdo con la Bula de Julio II de 1508 los Reyes presentaban candidatos mediante este CONSEJO y mediante la REAL AUDIENCIA.

314 Hervé Masson, Manual de Herejías, Madrid, 1989, Rialp, p. 151 (en Wikipedia). No se considera “herejía”. Era una posición de Francia (antigua Galia: galicanismo) mediante la cual se restringían las prerrogativas de la Sana Sede frente al poder estatal. Se fundamentó en la “Declaratio Cleri Gallicani” (París, 19 de mayo de 1682) cuyos cuatro tesis fueron: 1) En lo temporal el Rey es independiente de la autoridad eclesiástica. 2) En lo espiritual el Papa ha de subordinarse al Concilio. 3) La Santa Sede no puede modificar las costumbres de la Iglesia de Francia. 4) Lo que afirma el Papa en materia de fe es válido pero sólo se puede promulgar si la IGLESIA ENTERA lo acepta. Estas tesis fueron condenadas por Inocencia X (11 abril de 1682), por Alejando VIII (4 agosto de 1690) y por el Concilio Vaticano I (1860-1870) al aprobar la Infalibilidad del Romano Pontífice. El 12 de julio de 1790 la Revolución Francesa retomó las tesis que fueron aprobadas por la Asamblea Constitucional con el nombre de “Constitución civil del clero”

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Esto generó la dependencia casi absoluta de la Iglesia que quedaba encadenada al Rey. “Sus acuerdos constituyeron la más humanitaria legislación colonial de cuantas hayan existido, conocida como LA RECOPILACIÓN DE LAS LEYES DE LOS REINOS DE INDIAS”. El sentido de estas LEYES estaba descrito en el siguiente texto: “Y nuestra voluntad es que no padezcan vejaciones y tengan remedio y amparo convenientes por cuantas vías sean posibles”

El Consejo de Indias era el soporte del Rey para legislar sobre los nuevos territorios. Sus atribuciones consistían en promover juicios de residencia a quienes terminaban la administración; enviar visitadores para asuntos específicos; elaborar cédulas o normas reales; arbitrar en casos de conflicto y servir como tribunal de apelación.

Sus funciones duraron hasta 1717 cuando fue transfomado.

EL VICARIATO REGIO.

Esta doctrina fue haciendo carrera y consistía en que el REY, por derecho propio de su CALIDAD REAL, era el VICARIO PONTIFICIO en los territorios descubiertos, conquistados, colonizados y catequizados.

El Rey asumía la función de “convertir a los infieles”. El Papa, por lo tanto, no podía intervenir en los asuntos eclesiásticos de los Nuevos Reinos. Los nombrados juraban obediencia al REY. De este modo el Papado poco a poco quedaba excluido del gobierno de la Iglesia en América Latina. En efecto se dieron casos en los cuales los MONJES FRANCISCANOS obedecían más fácilmente al rey que a los Obispos y que a sus Priores.

En definitiva en el s. XVII el VICARIATO se convirtió en un HECHO JURÍDICO de suerte que los FRAILES, en las discusiones con los Obispos, acudían al Rey que era considerado “el delegado de la Silla Apostólica y su Vicario General”.

REAL AUDIENCIA

Era el Supremo Tribunal de justicia establecido en las ciudades principales. Estaba compuesto por cuatro OIDORES, uno de los cuales fungía como Presidente. Se encargaba de resolver pleitos, vigilar el buen manejo de los encomenderos frente a los indígenas. En Bogotá fue establecido en 1549.

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Doscientos Años Después

ENCOMENDEROS

Sus funciones habían sido determinadas por la REAL AUDIENCIA. Se les entregaba un pueblo de indios para que los ayudaran, cuidaran y velaran por su buen trato. Los indios correspondían con un impuesto para el sostenimiento del encomendero. Fueron tantos sus abusos que la Real Audiencia tuvo que enfrentarlos. Un caso interesante fue el siguiente.

En 1563 fue nombrado Presidente de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá el Doctor Andrés Díaz Venero de Leyva a quien se le recomendó poner en cintura a los encomenderos por sus abusos. Gonzalo Jiménez de Quesada que había sido nombrado ENCOMENDERO por Su Majestad solicitó le fueran renovados sus poderes. Venero de Leyva le respondió: “Os hizo merced de daros en encomienda el repartimiento de indios que vacaron por muerte de don Alonso Martín Cobo, que son cercanos a Los Llanos, llamados Chita y Caquecios y Moscas… los cuales Vos encomiendo con obligación de que por ninguna vía ni modo les podáis hacer la guerra, ni traer al domino de Su Majestad con gente armada, sino sólo por bien, con dádivas y halagos y religiososos doctrineros que les den a entender el bien espiritual y material que les vendrá por venir al conocimeinto de la Ley Evangélica y con la obigación de que no les podáis llevar ni llevéis ningunos tributos ni demoras, ni les podáis echar a minas de oro, plata ni de ningún otro metal, ni los cargueis con ningunas cargas, ni los alquiléis ni los deis a otra persona alguna que los cargue ni alquile, ni os sirvais de ellos en ningún género de servicio personal”315

Las exigencias eran claras y si se repetían se debía a las infracciones usuales que cometían los encomenderos quienes, en muchas ocasiones, llegaron a esclavizar a los indígenas. Una de las razones por las cuales fueron traídos negros esclavos fue por la prohibición de emplear indios en cualquier tipo de mina.

REAL DE MINAS.

Otras instituciones de la Metrópoli en las colonias eran los denominados REALES DE MINA.

Un Real de Minas era una estructura tanto comercial como juridiccional. Debería tener Gobernador o Juez, o Fiscal o Cabeza Militar para el cumplimiento estricto de las ORDENANZAS DE MINA.

315 Forjadores de Colombia contemporánea. Perozzo et alii. Colombiana Editoria SA. 1986, edición julio de 1988

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Estas habían sido estructuradas desde el siglo XVI por don Gaspar de Rodas (1587)316 y luego reformadas por Mon y Velarde, aunque jamás llegó a aplicarlas.

Precisamente este, en 1786, visitó el sitio de San Pedro, cuyo caserío databa de 1624 cuando aparecieron las primeras minas con sus colonos, en unas tierras que inicialmente eran de don Andrés Pérez, don Francisco de Angulo y Esteban Guerra.

Desde 1700 el sitio se había convertido en una VICEPARROQUIA dependiente de la parroquia de Copacabana. El 31 de diciembre de 1757 el sitio fue elevado a “Partido” por el Gobernador don José Barón de Chávez y fue su primer alcalde don José Luis de Rojo.

El 16 de enero de 1758 fue creada la Parroquia siendo su primer cura el Presbítero Dr. Dn. Lázaro Mariaca.

Se cuenta que la devoción al Santo CRISTO DE LOS MILAGROS se inició en 1774.

El sitio contaba con capillas en los minerales de Ovejas, Riochico, Petacas, la Miel, San Jacinto y San Juan, organizado desde 1775 por el Visitador don Antonio de la Posada.

Sin embargo el Partido de San Pedro no estaba completamente estructurado puesto que la orden de Mon y Velarde al visitar “A SAN PEDRO DE GUAMURÚ fue muy clara: levantar ranchos que estaban diseminados para que los contruyeran de tapia y teja alrededor del templo”. Seis años después de la visita de Mon y Velarde el Obispo de Popayán, Excmo. Sr. Dr. Dn. Ángel Velarde y Bustamante visitó el Partido y declaró, por solicitud de los vecinos de Santa Rosa de Osos, que la patrona era NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ. En esto coincidia con el Obispo OBREGÓN Y MENA.

En 1808 el sitio de San Pedro contaba con 75 casas, solo tres de tapia y teja y el resto pajizas y de bahareque. En 1813 fue erigido Municipio y en 1874 iniciaría el ministerio pastoral el Presbítero don Fermín de Hoyos con Mariano de Jesús Euse. En 1895 concluyeron la construcción del templo. El 17 de marzo de 198l el templo fue consagrado como Basílica Menor del Santo Cristo de los Milagros.

EN LOS REALES DE MINA el Alcalde era el administrador de la empresa minera frente al Gobierno español. Recibía las denuncias de mina, es decir, la

316 Gaspar de Rodas había nacido en 1518 y había muerto en Santa Fe de Antioquia en 1607

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solicitud (algunas acompañadas de Capitulaciones como aquellas muy conocidas de Antonio Serrano y Espejo en el siglo XVII). Quien encontraba una mina la salvaguardaba con un rito especial “dejar el almocafre o el recatón”. Cuando se concedía y pasaban cuatro meses sin su explotación, era confiscada. Todo el REAL DE MINAS era propiedad del Rey, quien, oficialmente lo ARRENDABA al denunciante, quien quedaba obligado por Derecho, a pagar el QUINTO REAL (que no siempre era la quinta parte del oro extraídos) u otro porcentaje establecido. “Quintar” en el lenguaje del Real era pagar a la caja real el impuesto determinado. El alcalde como administrador era el responsable de los vituallas (comida), del agua para el uso humano y para los equipos necesarios en la explotación (barras, recatones, cuchillos y otros, como aparecían en muchos testamentos).

El Real de Mina, por obligación, tendría CAPILLA para que los curas doctrineros sirvieran espiritualmente a los españoles, en primer lugar, y luego a los criollos, mestizos, mulatos, negros libres y “piezas de ébano” (negros esclavos).

Además habría una ranchería que debería estar protegida por una CRUZ GRANDE y en el interior de los ranchos se intronizaría el cuado o imagen de la Santísima Virgen María.

También habría locales especiales destinados a almacén y a PULPERÍA. Este fue el origen, entre otros, del comercio en las minas, cuando las necesidades de esta población exigieron la llegada de implementos, insumos muchas veces importados o al menos traídos de Cartagena, Mompox, el Valle de Aburrá, Rionegro y Popayán. De Jamaica llegaban las mercancías de Europa, muchas veces en forma de contrabando.

LOS DIEZMOS317

Los DIEZMOS hacían parte de las negociaciones entre el Papa Alejandro VI con los Reyes de España, a igual que el patronato real y las encomiendas. Se trataba del DIEZ POR CIENTO de los productos agrícolas y pecuarios cobrados por el ESTADO para sostener al cura doctrinero y su Santa Iglesia.

Algunos productos, con el tiempo, fueron exonerados, cuando se hizo necesario estimular la producción: tal sucedió con el añil y el tabaco.

317 Los Diezmos en Colombia y Ecuador, un dilema para el Estado, un sustento para la Iglesia. Mary Candelo Ramírez, Profesora U. del Valle. Universidad Andina Simón Bolívar.

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El Rey, apoyado por el Papa, solía aplicar a los diezmos ciertas normas para su distribución.

De todo lo recogido o negociado se tomaba sólo el 50% que constituía la base de distribución. De esta base el 9% se destinaba a la llamada “caja de consolidación”. El resto se dividía en las siguientes porciones: un 25% para el Obispo, un 25% para su Cabildo. Y la otra mitad se reparatía entre el FISCO, la FÁBRICA, los DOCTRINEROS.

Cuando el Gobierno recaudaba el total de los diezmos estaba obligado a sostener el Culto y sus Ministros.

Pero en la práctica la repartición era diferente aunque existía la Ley 23, Título 16, libro 1.

El total se dividía por nueve (9) para obtener nueve novenos de los cuales tres novenos era para la Real Hacienda, es decir, para los gastos del Rey; y seis novenos para el sostenimiento del Clero, las Iglesias y las obras sobre sociales, sobre todo los hospicios.

En 1541 Carlos V implementó algunos cambios. El total se dividía por cuatro (4) de suerte que dos cuartas partes pasaban al Obispo y al Cabildo Eclesiástico y las otras dos cuartas se dividían por nueve, de manera que dos pasaban al Rey, tres a la Fábrica y Hospitales y 4 para pagar al cura y para gastos parroquiales.

En tiempo de la REPÚBLICA el total de diezmos se dividió en tres partes. Una para el Estado y dos para la Iglesia.

En cuanto a su cobro, de acuerdo con los PROTOCOLOS del Archivo Municipal de Santa Rosa (de 1720 en adelante) alguna persona del pueblo, generalmente con cargo público o patrocinado por algún personaje que hacía de fiador, REMATABA el valor. Era un cálculo que se basaba en la cantidad de hatos que existían, de las minas, de los comercios, de los ganados, de la agricultura. El REMATANTE ofrecía determinados castellanos de oro en polvo. Y si la “Junta de Diezmos” existente en cada Sitio o Partido, o Villa o Curato lo consideraba justo, se cerraba el negocio.318

El rematante, pasado un plazo, casi siempre de seis meses a un año, entregaba las cuotas a la Junta de Diezmos (hacía la distribución al Mayordomo de Fábrica y a la Real Hacienda). No era de extrañar que el rematante “extorsionara a los contribuyentes”. 318 Protocolos del Archivo Municipal de Santa Rosa

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Doscientos Años Después

El mismo, con algún grupo de ayudantes, se recorría las haciendas, las minas, los negocios y recuperaba el diezmo. De seguro lo recuperado sobrepasaba lo contratado, de lo contrario sería un negocio muy malo.

Muchos se enriquecieron de esta manera. Y para asegurar el pago de los DIEZMOS REMATADOS, se buscaban uno o dos buenos fiadores, o se HIPOTECABA, por ESCRITURA, alguna mina, o tierra o casa o esclavos o reses.

Si el REMATANTE inclumplía la Junta de Diezmos apelaba a los fiadores o, en último caso, procedía a rematar el bien.

En los protocolos del Archivo de Santa Rosa aparecería con frecuencia la expresión “casa excusada”.

De acuerdo con Juan Pablo Restrepo la expresión “casa excusada” se refería a una “casa escogida por el Rey en cada sitio” cuyo dueño no estaba obligado a pagar diezmos a la Iglesia sino directamente al Rey.319

En otros textos se afirmaba que los diezmos producidos por “la casa excusada” pasaban en su totalidad a la Fábrica de la Iglesia.

En 1851 el nuevo gobierno abolió los diezmos, las primicias y los derechos de estola y “pagó” a cada cura una renta fija para él y para el culto.

CABILDO Y SUS FUNCIONARIOS

Cabildo: término derivado de “capitulum”. Esta institución sólo existía en las ciudades, no en los sitios ni partidos. El cabildo estaba conformado por los representantes de la comunidad (hoy en día equivaldrían al Concejo Municipal). Su oficio consistía en velar por las inquietudes de los ciudadanos para tratar de encontrar soluciones precisas. El número varió en el tiempo pero usualmente eran entre cuatro y ocho personas. El Presidente del Cabildo era llamdo Corregidor o Regidor. Era el administrador de Justicia. Sus colaboradores inmediatos eran dos alcaldes, un alférez real y un alguacil mayor. El Alcalde ordinario era nombrado por el Corregidor. Su ofico era judicial. Había Alcalde de primera votación, para juicios criminales y de segunda votación para asuntos menores.

319 Juan Pablo Restrepo. La Iglesia y el Estado de Colombia, Cap. IV, Diezmos, primicias y otros impuestos eclesiásticos

309

Luis Octavio Yepes Roldán.

El Alférez ejercía funciones militares. El alguacil mayor hacía cumplir los Acuerdos del Cabildo, pasaba ronda por las calles, perseguía los juegos prohibidos y conducía a la cárcel a los infractores.

Existía, además, el FIEL EJECUTOR que era un funcionario del Cabildo encargado de fijar precios, pesas y medida, controlar la moneda, el aseo, el ornato y el orden de su ciudad.

El ALCALDE PEDÁNEO (pedanía significa sindicatura) era un funcionario nombrado para pequeños núcleos, sitios, aldeas o partidos. Su papel era estrictamente ejecutivo, no judicial ni militar ni financiero.

El PROCURADOR o personero era el representante legal del municipio. Recibía las solicitudes de los vecinos y se encargaba de repartir solares cuando se ordenaba la nucleación de los dispersos en un sitio que ya tenía capilla.

El ESCRIBANO público y del número llevaba los libros del cabildo y ejercía funciones de notario para la aplicación correcta de los PROTOCOLOS, a saber, ventas, negocios, sociedades, dotes, testamentos, herencias y asuntos de carácter civil.

El JUEZ OFICIAL DE RENTA manejaba los ingresos públicos, la sisa, la alcabala y otros impuestos. La ALCABALA era uno de los impuestos más exigitivos (del árabe ALQABALA o sea el impuesto del 5 o 10% de determindos productos para el Rey) y se aplicaba en todo tipo de acto oficial. Las tasas dependían del negocio en cuestión.

Los cargos mencionados o puestos públicos eran ofrecidos al MEJOR POSTOR.

También existían TESORERO y CONTADOR cuyo oficio se relacionaba con las cuentas, con los impuestos, de los cuales daban cuenta periódica a su superior inmediato de la ciudad capital, en nuestro caso, Santa Fe de Antioquia.

TENIENTE DE GOBERNADOR

El teniente de Gobernador (la tenencia) era nombrado por el Gobernador y hacía sus veces en villas, sitios y partidos. Su funciones eran establecer poblados, aglutinar a los vecinos dispersos, ordenarles levantar iglesia y a su alrededor construir casas, velar por los indios dispersos con la misión de recogerlos en los llamados “pueblos de indios”. Su manejo era, sobre todo, lo civil, no lo militar ni lo administrativo.

310

Doscientos Años Después

GOBERNADOR Y GOBERNACIONES

Cuando un territorio había logrado la paz y la tranquilidad se le nombraba un GOBERNADOR cuya misión específica consistía en conservar la paz y el orden. Se partía de la premisa de un territorio completamente pacificado.

CAPITANÍA GENERAL

Era una subdivisión administrativa del Virreinato.

El Capitán ejercía funciones tanto civiles como militares.

En un momento dado en los Nuevos Reinos existieron cuatro: Santo Domingo, Guatemala, Venezuela y Chile.

VIRREINATO

En 1717 fue creado el Virreinato de la Nueva Granada.

El objetivo del Virrey era la paz, el orden, la justicia, el patronato real, las obras públicas, la defensa, la evangelización, la recaudación de rentas y la legislación mediante Ordenanzas.

En todo hacía las veces del Rey.

CASA DE CONTRATACIÓN

Fue instalada en Sevilla. Su objeto era comercial. Organizaba mapas y rutas, investigaba los nuevos mercados, controlaba la emigración, y vigilaba para que el Rey tuviese el monopolio comercial de las Colonias. Había sido fundado en 1503 y perduró hasta 1790.

311

Luis Octavio Yepes Roldán.

XII

INSTITUCIONES ECLESIÁSTICAS

“Que en atención a que no tiene pariente alguno que sirva esta CAPELLANÍA ni más descendientes de doña María Josefa de Roxo, su

madre, ni descendiente legítimo de don José Luis de Roxo y de doña Rosa Álvarez que siga el estado eclesiástico, que don Tomás de Estrada, hijo

legítimo de don Francisco Leonín de Estrada y de doña Ángela Piedrahita, su legítima hija, en esta virtud y de lo prevenido por Su Majestad en Real

Cédula expedida en El Prado a 18 de marzo de 1766, como Patrona de dicha Capellanía, y dicho don Francisco como fue apoderado general y a su nombre, nombra por Capellán propietario y en quien debe recaer el goce de esta Capellanía al nominado don Tomás Leonín de Estrada y para que diga las Misas por el estipendio de un castellano de oro acostumbrado y

limosna asignada al Doctor Don Manuel Londoño, como benefactor de los moradores del Partido de Riochico y que el superávit le sirva al referido don Tomás para que pueda seguir sus estudios como pobre y que sus padres no

le puedan suminstrar los alimentos y decencia necesaria para que del día de otorgamiento de este nombramiento…” (sic)

312

Doscientos Años Después

CAPELLANÍAS

Capellanía o beneficio eclesiástico era una “institución hecha con autoridad de un Juez y fundación de rentas para Misas”. En los testamentos se solía dejar algún dinero que se ponía a rentar de modo que con sus réditos se cancelaran los estipendios de las misas ofrecidas por un determinado difunto y se sostenía al Capellán, en forma vitalicia.

Cuando el CAPELLÁN moría la renta pasaba a otro quien, al recibir el CAPITAL, buscaba un FIADOR o suscribía HIPOTECA de algunos de sus bienes, para asegurar el valor y evitar que la MANDA se perdiera

Fundar una capellanía consistía en asignar una cuantía no despreciable de castellanos de oro en polvo entregados a determinadas personas para que se celebrasen misas durante cierto tiempo. En general se mencionaba el sacerdote encargado de la CAPELLANÍA, oficio que se heredaba o se entregaba a otros presbíteros de acuerdo con su parentesco.

En los Protocolos del Archivo Municipal de Santa Rosa aparecieron muchos casos de demandas cuando los mencionados dineros se embolataban o se olvidaban las voluntades de los testadores.

El primero de noviembre de 1791 don Francisco Ángel Yepes declaró ante el notario que era poseedor de 520 pesos oro en polvo “por una capellanía que había sido fundada por doña Isabel y Gertrudis Gordon. Que el beneficiario o capellán era el Presbítero Domingo Naranjo. Que el dinero había sido entregado inicialmente a don José de la Sierra, ya difunto, y luego a don Simón Vélez, también difunto Pero que este último había asegurado su valor en unas TIERRES DE LAS JUNTAS. Ahora don Francisco Ángel a su vez reaseguraba la capellanía en las mismas tierras pertenecientes al sitio de los Osos y que muchos años después serían de Donmatías y al final de Riogrande”.320

El 6 de septiembre de 1792 ante Pedro Rodríguez de Zea, Teniente de Gobernador Juez Poblador, Director de las Nuevas Poblaciones, compareció don Francisco José de Piedrahita, apoderado general de Doña María Josefa de Roxo y mostró una carta escrita por doña María Josefa, su madre, y una escritura otorgada por don José Luis de Roxo y de doña Rosa Álvarez, suscrita el 29 de enero de 1751 y dijo:

“Que en atención a que no tiene pariente alguno que sirva esta CAPELLANÍA ni más descendientes de doña María Josefa de Roxo, su madre, ni descendiente legítimo de don José Luis de Roxo y de doña Rosa Álvarez que siga el estado

320 A.H.SRO, Protocolo 1791

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Luis Octavio Yepes Roldán.

eclesiástico, que don Tomás de Estrada, hijo legítimo de don Francisco Leonín de Estrada y de doña Ángela Piedrahita, su legítima hija, en esta virtud y de lo prevenido por Su Majestad en Real Cédula expedida en El Prado a 18 de marzo de 1766, como Patrona de dicha Capellanía, y dicho don Francisco como fue apoderado general y a su nombre, nombra por Capellán propietario y en quien debe recaer el goce de esta Capellanía al nominado don Tomás Leonín de Estrada y para que diga las Misas por el estipendio de un castellano de oro acostumbrado y limosna asignada al Doctor Don Manuel Londoño, como benefactor de los moradores del Partido de Riochico y que el superávit le sirva al referido don Tomás para que pueda seguir sus estudios como pobre y que sus padres no le puedan suminstrar los alimentos y decencia necesaria para que del día de otorgamiento de este nombramiento…” (sic)321

El primero de junio de 1797 ante José María Zulaybar, Teniente y don Modesto Tamayo, escribano interino, se informó que don Carlos de Molina y Cataño había fundado una Capellanía por 150 castellanos “para que a su título se ordenare el Padre Don Miguel de Lezcano, quien al morir, éntre yo, el Presbítero Doctor Don Manuel de Londoño, residente en Santa Rosa, como PATRONO Y CAPELLÁN. Esta cantidad la debía don José García Molina, la traspasó a Salvador Jaramillo y yo, Manuel de Londoño, la acepto y Jaramillo presentó hipoteca en una mina de barranca en este sitio y su casa con sus puertas y ventanas de madera cercada de tapias”322

Los réditos de las Capellanías, según voluntad de los testadores, se destinaban para que algún candidato al sacerdocio se costeara sus estudios.

El caso más interesante apareció en los Protocolos de 1803, en los cuales estuvieron involucrados personajes muy notables de Santa Rosa, incluyendo los primitivos mineros.

“En este sitio de Santa Rosa de Ossos, Provincia de Antiochia, en el nuevo reyno de Granada a dos de agosto de mil ochocientos tres, ante mí Juan Modesto Tamayo, escribano público del número de estos Valles… pareció presente en la casa de su morada el señor don Josef Mateo Zapata, Teniente de Gobernador de estos dichos valles y sus nuevas colonias… y dijo que por cuanto don Francisco Antonio Zapata y Zea, su legítimo hijo, y de doña Francisca Zea se halla practicando estudios menores con fundadas esperanzas de seguir el estado sacerdotal y que como por derecho le corresponde a dicho 321 A.H.SRO. Protocolos 1792322 A.H.SRO. Protocolos 1797

314

Doscientos Años Después

su hijo la colación y goce de varias capellanías y entre ellas las que de sus ascendientes servía el Padre don Félix Zapata, ya defunto, fundadas por el capitán Fernando de Toro y Zapata y la señora su hija Doña Ana María de Toro Zapata, ambas de cantidad de un mil pesos de oro de a veinte, llamando a su goce y patronato a los hijos, nietos y descendientes legítimos por varonía (como el expresado don Francisco Antonio) y que sólo a falta de estos dentraran los ascendientes; en esta virtud y para que tenga efecto la colación a dichas capellanías, y como padre legítimo del expresado don Franciso Antonio y que este se halla en menoría para poder hacer las gestiones necesarias a su consecución en los mejores modos, vía y formas que más haya lugar, otorga, que da y confiere su poder cumplido, lleno y bastante, cuanto por derecho se requiere y para valer es necesario, a Don Bernardino Álvarez… haga todas las gestiones, presentaciones, juramentos y demás autos de derecho necesarios, presentándose ante el fuero real o eclesiástico o en ambos fueros, caso que convenga, tanto para solicitud de colación y goce de las dos capellanías referidas como para la oposición a estas cualesquiera otras que le correspondan al memorado don Francisco Antonio, siguiendo las instancias que conduzcan al intento, presentando escritos, escrituras, testigos y provanzas y que tache y contradiga las de en contrario, recuse jueces, abogados, escribanos y notarios, exprese las causas de las recusaciones si necesitare, las jure, pruebe o se aparte de ellas, que para todo lo referido cada cosa y porte, su anexo concerniente y dependiente le da y otorga el presente poder tan cumplido y bastante…”323

El 7 de agosto de 1805 don Miguel de Restrepo se presentó ante el escribano público para instaurar una petición similar a la anterior relacionada con Capellanías.

Su hijo don Josef Manuel de Restrepo y Vélez, hijo de doña Leonor Vélez estaba adelantando estudios mayores “con fundadas esperanzas de seguir el estado sacerdotal” y era heredero para la colación y goce, por línea recta, de una capellanía fundada por doña Úrsula de Molina por 900 castellanos de oro de a veinte quilates. Don Josef López, vecino de Antioquia recibió todo el poder para litigar ante el Ordinario de la Diócesis y ante el Fuero Real lo concerniente para que la capellanía fuera asignada a su verdadero heredero.

La capellanía podía estar asegurada en tierras como apareció en el Protocolo de 1805:

323 A.H.SRO. Protocolos de 1803

315

Luis Octavio Yepes Roldán.

“Digo yo don Ángel Choren vecino de este sitio de Santa Rosa de Ossos que por cuanto me he hecho cargo de un globo de tierras en esta jurisdicción, finca de una Capellanía correspondiente al Señor Padre Don Francisco Nicolás Saldarriaga, la misma, que en su favor, reconocía Salvador Jaramillo (defunto) por 125 castellanos de oro de a veinte quilates, otorgo deudor de la citada cantidad a favor del mismo presbítero, para dar cada año un cinco por ciento”324.

NUESTRO AMO SACRAMENTADO

En los Protocolos los Escribanos públicos y del número recibían informes de los santarrosanos relacionados con el culto a Nuestro Amo Sacramentado, a la Mesa Capitular y al sostenimiento de la lámpara del Santísimo.

Tan exigente era este compromiso que se ordenaba hipotecar tierras o minas para asegurar el cumplimiento de la obligación.

En enero de 1784 el Presbítero don Luis de Chavarría, cuyas minas principales estaban en la Tierradentro, había recibido cien pesos oro para el sostenimiento del alumbrado del Santísimo en la Santa Iglesia de Santa Rosa. Se presentó al Escribano para firmar una hipoteca de sus tierras y minas cerca del Riogrande, en Tierradentro.

El 18 de agosto de 1791 don Pedro Rodríguez de Zea declaró una deuda de 50 castellanos a favor del Santísimo. Para responder hipotecó su mina y su casa.

El 26 de mayo de 1814 Jacinta Monsalve y sus hijos Pablo y Salvador Jaramillo declararon ante el Escribano José Apolinar Ardila, que “cargan en sí la cantidad de 50 castellanos de oro en polvo a favor del ALUMBRADO DE NUESTRO AMO SACRAMENTADO de esta santa iglesia, que aceptan la deuda, que pagarán anualmente el rédito del 5% y que pignoran en hipoteca una casa y cocina pajizas que tienen en el MARCO DE ESTE SITIO, haciendo frente a la PLAZA con su correspondiente solar cuyos linderos son los siguientes: por la parte de abajo con el solar del ciudadano Pantaleón Balbín, por la parte de arriba hace frente a la callejuela que sigue para el CHAGUALO y por el centro con el solar de Venancio Jaramillo”325

324 A.H.SRO. Protocolos de 1805325 A.H.SRO. Protoc. 1814 (La callejuela para el Chagualo pudiera ser la llamada hoy Loma de la Quesera)

316

Doscientos Años Después

En la misma fecha las hermanas Antonia y María Zapata firmaron una declaración similar a la anterior y reconocieron 50 castellanos a favor de la renta de Nuestro Amo apalancados en la hipoteca de una casa de paja en el marco de este sitio, en la calle de la entrada.

María Orrego y su hijo Juan Nepomuceno Madrigal, por su parte, hipotecaron una casa de habitación con solar, en el MARCO DE ESTE SITIO y un pedazo de mina en las Juntas, junto a la quebrada Las Ánimas, para asegurar 100 castellanos con sus réditos correspondientes que serían pagados oportunamente al Mayordomo de Fábrica.

Cuando un fiador asentaba su firma comprendía la seriedad del compromiso y, aunque a regañadientes, era forzado a cancelar la deuda.

El caso más interesante apareció en los Protocolos de 1818. En efecto don Juan Pablo Lenes, vecino de Santa Rosa, fue EJECUTADO para que pagara una fianza de 90 castellanos, ya que el verdadero deudor, don Francisco Simón Velásquez jamás los canceló.

Lenes propuso un arreglo al Mayordomo de Fábrica, don Vicente Martínez de Pinillos quien, autorizado por el Presbítero Doctor Alberto María de la Calle, Vicario Superintendente de Medellín, lo aceptó: para la LÁMPARA DEL SANTÍSIMO 25 castellanos; cincuenta en beneficio de la fábrica de esta santa iglesia y los 15 restantes a favor del SAGRARIO de la misma iglesia. Lenes, como tampoco tenía efectivo, hipotecó UNA MONTAÑA DE TIERRAS DE PAN Y CABALLERÍA “que tengo en Carolina del Príncipe”. Era el 4 de marzo de 1818.326

Los regalos al Santísimo no eran escasos.

Juana y Jacoba Salazar decidieron regalar a Nuestro Amo y a las Ánimas una manga y su mina, denominadas de LAYNEZ, al principio del camino de la Villa de Medellín, en el paraje San Antonio y al lado de los minerales de Santo Tomás. La donación fue recibida por el Mayordomo de Fábrica, don Vicente Martínez de Pinillos. La condición era simple: sería capellán para el culto y para las misas de ánimas el Presbítero Gregorio Builes, cura de Angostura, quien recibiría 18 tomines por cada una.327

326 A.H.SRO, protoc. 1818327 A.H.SRO. Protoc. de noviembre de 1822. (Nota: todavía en 1950 se hablaba de una manga de Laínes, y hay escrituras a favor del seminario, junto a la mina Santa Tomás, sitio donde un viernes santo aterrizó de emergencia una avioneta, con tal revuelo que los fieles abandonar la ceremonia de las siete palabras para dirigirse, Arenales abajo, hasta dicho improvisado aeropuerto)

317

Luis Octavio Yepes Roldán.

El Mayordomo de las rentas del Santísimo manejaba libros de asientos en forma tan ordenada que, si era del caso, devolvía algunos dineros. Tal ocurrió el 26 de septiembre de 1829 cuando don Simón Rojas recibió de don Lorenzo Berrío “138 pesos fuertes y 6 reales sobrantes de la obra del Sagrario que se construyó”

Todavía en 1841 el escribano José María Tamayo declaró que debía al Mayordomo de Fábrica don Lorenzo Berrío cien pesos de la renta de Nuestro Amo y que hipotecaba una casa de teja, con cocina de paja y solar situada en el marco de este sitio (enero 1841).

DIEZMOS Y MESA CAPITULAR

Era costumbre en estos reinos rematar los diezmos de los curatos al mejor postor. Era un negocio, muy propio de los Borbones, mediante el cual algunos ricos y principales de los sitios y partidos (y aún Reales de Minas) echaban cuentas del posible valor anual de los diezmos de acuerdo con los habitantes, sus negocios, sus minas y sus actividades.

Cuando las cuentas estaban tasadas el postor presentaba propuestas a la Junta de Diezmos la cual, teniendo en cuenta la seriedad del cliente y las hipotecas o fiadores que presentaba, remataba por un valor determinado.

El postor, en un plazo determinado y cancelando intereses, procedía a saldar la deuda y a deshipotecar los bienes en los cuales se había afincado.

Estos diezmos eran propiedad de la MESA CAPITULAR, la cual recibía oportunamente sus valores.

En los Protocolos del A.H.SRO aparecieron los documentos correspondientes.

Rafael Gaviria declaró ante el Escribano que debía a la MESA CAPITULAR 51 castellanos y 3 granos ya que había rematado DOS CASAS EXCUSADAS que eran de los Diezmos.

Igualmente don Plácido Misas, Alcalde de Santa Rosa, informó oficialmente que debía 70 castellanos a la Mesa Capitular, valor de una casa excusada que había rematado en san Luis de Góngora en agosto de 1799.328

El 10 de julio de 1799, ante el notario público y del número don Juan Modesto Tamayo y con los fiadores don Mateo Zapata y don Joaquín Yepes, Venancio Berrío declaró que había rematado los diezmos de Santa Rosa por 610

328 Nota: don Plácido fue el esposo de la viuda de Pedro Euse, doña Thomasa Macías.

318

Doscientos Años Después

castellanos, dinero que debía a la MESA CAPITULAR y que pagaría en los plazos previamente estipulados. Y se añadía la siguiente cláusula, muy común en protocolos de esta índole, como NUEVA GARANTÍA DE PAGO: “y sobre que no me llamaré a engaño por enorme ni enormísima, ni por esterilidad, hambre, peste, ni otro caso fortuito que en manera alguna alegaré”.329

Don Rafael de Arango, vecino de los Ossos, se presentó ante el Escribano y “declaró que estaba obligado a asegurar, a favor de la MESA CAPITULAR, la cantidad de 629 castellanos y tres tomines de oro en polvo que por remate en mí hizo de dos partidos de DIEZMOS y dos casas excusadas que me correspondieron, siendo los dichos partidos y casas en esta forma: el de este cuadro de Santa Rosa en 333 castellanos y tres tomines, la casa excusada de este mismo partido en 20 castellanos, la del partido de san Pedro en 250 y una casa excusada allí mismo en 26 castellanos”.

La obligación era tan serie que el compromiso se cumplía a toda costa, aunque se presentasen tragedias económicas: “debo y pagaré por maravedices reales la enunciada cantidad y a los plazos y términos asignados y sobre que no me llamaré a engaño por enorme, ni enormísima esterilidad, hambre, peste ni por otro caso fortuito que en manera alguna alegaré, cuya seguridad doy por mi fiador y principal pagador…”

Los negocios con el dinero de la MESA CAPITULAR eran variados.

El 19 de noviembre de 1813, cuando se iniciaba la RECONQUISTA, Francisco Vásquez, vecino de Claras, y residente aquí, declaraba que debía a don Plácido Misas 767 castellanos, porque éste había asumido su deuda de la Mesa Capitular y ya la había cancelado. En efecto, según el documento firmado ante el Escribano el mencionado Vásquez “no había podido cumplir su deuda porque se había atrasado”

En los Protocolos de 1787-1799 fueron consignados diversos remates de diezmos.

Mayo de 1787: José Miguel de Restrepo remató los DIEZMOS de Yarumal por 216 pesos oro.

Mayo de 1786: El Presbítero Francisco García remató los diezmos de Riochico por 645 patacones y de Claras por 400, para un total de 1045.

En septiembre de 1789 don José María Mexía remató por 500 pesos los diezmos de los partidos de Riochico, Riogrande, Juntas, La Chorrera y Tierradentro. 329 A.H.SRO. protoc. 1799

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Luis Octavio Yepes Roldán.

En noviembre de 1791 Venancio Berrío, oriundo de Copacabana, remató los diezmos del sitio de Santa Rosa, por un bienio, por 625 pesos, y el protocolo fue firmado en Antioquia y fueron presentados dos fiadores.

En el mismo año don Pedro Rodríguez de Zea remató, por un bienio, los diezmos de San Luis de Góngora por 260 pesos.

En julio de 1793 José Silvestre Vélez remató los diezmos de Carolina del Príncipe por 150 castellanos.

Al año siguiente el mismo, que ya era Alcalde y Juez Pedáneo, los remató por 445 castellanos.

José Tamayo remató los diezmos de san Luis de Góngora por 183 castellanos, 2 tomines y 8 granos en 1796.

En 1797 el ya conocido Venancio Berrío remató los diezmos de Santa Rosa y Carolina por 525 castellanos.

Al año siguiente repitió la oferta y obtuvo los diezmos por 848 castellanos, 4 tomines y 7 granos, con compromiso de cancelarlos a la Mesa Capitular.

En 1799 volvió a rematarlos por 610 castellanos a favor de la Mesa Capitular.

En 1799 don Joseph Rafael de Arango remató los diezmos de san Pedro por 298 castellanos y 4 tomines a favor de la Mesa Capitular330

MEMORIAS O MANDAS DE MISAS

En la gran mayoría de testamentos se ordenaba al albacea disponer de determinada cantidad de dinero para memorias de misas.

Los herederos de don Juan Ramón de Mora, al abrir el testamento encontraron esta cláusula: “mandó fundar una memoria de misas del producto de 15 reses” “y como el dinero no alcanzó y los albaceas no cumplieron, nosotros, deseosos del bien de las almas de nuestros padres y abuelos, separamos 70 patacones para fundar esta memoria de misas, cada una a dos patacones y nombramos por capellán al Padre don Manuel de Maia, y firmamos ante Pedro Rodríguez de Zea el 27 de marzo de 1786”331

El mismo día fue firmado un protocolo similar. Manual de Salazar y sus hermanos decidieron fundar una memoria de misas rezadas para que el capellán, Padre Manuel de Maia se encargara de celebrarlas. Manuel –diría al final- había recibido el dinero para pagar al capellán y respondería por él mediante una hipoteca. 330 Protocolos de 1787-1799 del A.H.SRO331 A.H.SRO. protoc. 1786

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Doscientos Años Después

El 2 de marzo de 1798 los herederos y albaceas de don Pedro Rodríguez de Zea decidieron separar 500 castellanos de oro en polvo de su herencia de manera voluntaria y de pura gracia “para imponer un legado de misas rezadas a favor de su alma, la de sus padres, abuelos y demás ascendientes y descendientes, dotando dichas misas a razón de dos pesos de oro cada una, las que dirá el clérigo de nuestra voluntad por el estipendio acostumbrado quedando el superávit de esta LAICA IMPOSICIÓN a favor del pariente más inmediato de dicho defunto (sic), por descendencia legítima, para que pueda servirle de fomento en sus estudios y congrua sustentación en caso de ordenarse y de no, siempre percibir dichos réditos tan sólo con la obligación de mandar decir dichas misas, prefiriendo la varonía y el mayor a menos que no se halle…”. Y firmaron ante don Juan Modesto Tamayo escribano interino.

EL SIERVO DE DIOS, EL PADRE PALAFOX332

¿Por qué en los testamentos los fieles cristianos de Santa Rosa incluían una cláusula, mediante la cual legaban unos cuantos CASTELLANOS DE ORO EN POLVO para la CANONIZACIÓN del Siervo de Dios el Reverendo Padre Palafox?

El Padre José Sinforoso de Upegui en sus predicaciones y charlas, para promover la vida cristiana, contaba a sus feligreses historias piadosas no sólo de Santos considerados como tales en las HAGIOGRAFÍAS, sino de personas muy notables, algunas de las cuales, se creía, tarde o temprano llegarían a los ALTARES.

Una de estas eminentísimas figuras fue el Obispo y Virrey Don Juan de Palafox y Mendoza.

Algún predicador llegó a decir, refiriéndose al Siervo de Dios, es “una de las más importantes figuras que pasan por el escenario de la Nueva España es decir México”

Don Juan de Palafox fue un muchacho del común, nacido bajo malos augurios, dedicado a una vida disipada, como el mismo lo recordaría, y que impulsado por las circunstancias logró superar sus fallas para convertirse en una de las figuras más notables del siglo XVII, no sólo en España, como consejero y mano derecha de los Reyes, sino en Nueva España (México) cuando ejerció el Virreinato.

332 Vida interior del Excelentísimo e Ilustrísimo Señor Don Juan de Palafox y Mendoza, Obispo de Puebla y Virrey, y Obispo de Osma –España- Siervo de Dios, 1600-1659

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Dejó plasmada su azarosa y pecaminosa vida en la obra conocida como “Vida interna del Ilmo. y Excmo. y Venerable Señor don Juan de Palafox y Mendoza del Consejo de Su Majestad y su Consejero en los Supremos de Guerra, Indias y Aragón, Obispo de la Puebla de los Ángeles, Arzobispo Electo de México, Virrey, Presidente, Gobernador y Capitán General de la Nueva España, Visitador de todos su Tribunales, Juez de Residencia de tres Virreyes y Obispo de la Santa Iglesia de Osma”.

Toda su vida, sus obras, sus fechorías, su conversión y su gran penitencia fueron descritas por el mismo, en forma de BIOGRAFÍA, con el nombre de “CONFESIONES Y CONFUSIONES, CARGOS Y LÁGRIMAS DE UN PECADOR ENORMÍSIMO POR SUS GRANDÍSIMAS CULPAS, o voces de un pecador a su Dios”, obra dedicada al Ilustrísimo y Reverendísimo Señor D. Jaime de Palafox y Cardona, su sobrino, dignísimo Arzobispo de Sevilla y del Consejo de Su Majestad.

En veinticinco capítulos el Arzobispo Virrey narra sus peripecias y cómo encontró a Dios y se entregó a El, pese a sus múltiples obligaciones de orden material y administrativo junto a Reyes y Visorreyes.

Comenzó por dar las razones y motivos por los cuales había tomado la decisión de escribir sus confesiones. Indicaba sus fechorías y malas andanzas por las cuales Dios le haría cargos generales por ser tan grande pecador.

Narraba los enormes beneficios que había recibido de Dios, aún siendo tan pecador. Su nacimiento estuvo signado por una mala estrecha. Era hijo natural de una gran dama y de un eximio caballero quien le negó, por mucho tiempo, el apellido, de suerte que al nacer fue “regalado a cualquier zaguán” como EXPÓSITO. Pero fue recogido por una familia muy cristiana quien lo educó. Pero poco caso hizo a sus enseñanzas, y cuando se hizo adolescente, se dedicó a vicios y truhanerías, de las cuales, ahora lloraba amargamente.

Posteriormente conoció a su padre carnal. Siguiendo en sus malas sendas Dios no se cansó de brindarle misericordias y perdones, aunque él, en forma indolente, había perdido la Gracia Espiritual.

Su azarosa vida entre los 18 a los 28 años lo llevó a múltiples situaciones complejas durante las cuales Dios no cesó de socorrerlo y llamarlo al arrepentimiento mientras lo libraba de grandes peligros.

De 28 a 38 años, ya metido en la política y en la administración, continuó una vida licenciosa pese a lo cual se fue convirtiendo en el consejero más admirable

322

Doscientos Años Después

de su tiempo no sólo para Ministros, Jueces, Virreyes sino para los mismos Reyes y para las Cortes Reales.

En el capítulo quince narraba su llegada al estado Sacerdotal, su ordenación y sus ministerios, en medio de pecados sin cuento y de favores mil que Dios le seguía brindando.

Su conversión comenzó con un encuentro muy especial con la Santísima Virgen María, la Madre del Redentor. Se acogió a sus favores, se pegó de su manto y comenzó la gran transformación de su vida.

Dios, para probarlo y brindarle nuevas ocasiones de arrepentimiento, permitió que fuese llamado al EPISCOPADO (capítulo XIX) que ejerció con celo inusitado pero aún bajo el peso de sus pasiones, de suerte que en un momento dado cayó gravemente enfermo y se temió por su vida. Entonces pidió perdón de todos sus pecados y casi milagrosamente comenzó a recuperarse. El Rey, oídos sus consejos junto con sus Ministros, tuvo a bien destinarlo para misiones extranjeras complejas (capítulo XXII). Cumplió con tal acierto, y en medio de grandes penitencias en esas tierras lejanas, que la Voluntad del Rey (a quien Dios guarde y conceda largos años) lo promovió al Arzobispado y Virreinato de Nueva España (México), en donde dedicó su tiempo de penitente a instaurar grandes reformas tanto sociales, como políticas y religiosas, siendo muy notables sus dotes de predicador, sus trabajos apostólicos, y su vida de gran penitente. Completamente convertido, dedicado a la caridad hacia el prójimo, al amor hacia todos sus semejantes, a grandes obras de penitencia, incluyendo cilicios y mortificaciones, se preparó a la buena muerte, la que llegó calladamente. El pueblo lo tuvo por un Santo y lo convirtió en Siervo de Dios. Faltaba sólo un paso: llegar a los altares, para lo cual los fieles de todos los Reinos, aconsejados por su Doctrineros, destinaron muy buenas sumas de castellanos de oro para que las gestiones ante la Santa Sede se adelantaran y se lograra el propósito del pueblo: tener un Santo de carne y hueso que había sido gran pecador pero, a estilo de san Agustín, se había arrepentido para convertirse en un modelo para los cristianos del común. Nada más se supo de este personaje, a no ser las MANDAS en los testamentos.

“In nomine Dei amen. Doña María Josefe de Roxo, hija legítima de don José Luis de Roxo y de doña Rosa Álvarez… testo así: 3. Para mandas forozosas dos tomines de oro en polvo y UN PESO PARA LA CANONIZACIÓN DEL SEÑOR PALAFOX”..333

333 Archivo Municipal de Santa Rosa de Osos .Protocolo 1792. Foxa 68 y ss

323

Luis Octavio Yepes Roldán.

Testamento del Presbítero Dr. Dn. Francisco Javier González clérigo y vecino de la Ciudad de Antioquia y residente en este sitio se Santa Rosa de Osos… “que por cuanto me hallo enfermo del cuerpo pero sano de la memoria, entendimiento y voluntad… . Mandas forzosas, cada una dos tomines y un castellano para la CANONIZACIÓN DEL SEÑOR PADRE PALAFOX”334

LAS BENDITAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO

Desde el siglo II había nacido la creencia del PURGATORIO.

Recuérdese que en la Divina Comedia se hablaba de los círculos correspondiente a este “sitio” de expiación.

El Purgatorio albergaba “ánimas benditas” que requerían oraciones para su pronta purificación. De ahí nació la piadosa costumbre, en los testamentos, de MANDAS y CAPELLANÍAS a favor de dichas ALMAS DEL PURGATORIO. Nació, igualmente, la Cofradía a la Virgen del Carmen, patrona y abogada de los habitantes del Purgatorio, cuyo ícono fue muy conocido.335

No sólo el dos de noviembre, día dedicado por la Liturgia Romana a la oración por las BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO, sino en repetidas ocasiones, el Padre Sinforoso de Upegui ilustraba a sus feligreses sobre las bondades de estos ritos, en beneficio de nuestros difuntos. Lo hacía a menudo y de un modo especial en los ejercicios de SEÑORAS cuando enfocaba el tema, siempre viejo y siempre novedoso de las CUATRO POSTRIMERÍAS DEL HOMBRE.

San Ignacio de Loyola, en sus EJERCICIOS de treinta días, había explotado el tema para mover a penitencia a tanto pecador empedernido que a nada temía, pero que, a la hora de la muerte, ante el peligro de “partir en pecado mortal”, se arrepentía.

Muerte, Juicio, Infierno y Gloria en una seguidilla conocida constituían el tema terrible de las POSTRIMERÍAS del hombre.

La misma MITOLOGÍA, la que de algún modo había dado bases para las RELIGIOSIDADES posteriores y para algunos temas de RELIGIONES, lo expresaba claramente.

334 Protocolo 1797 a 1800335 Gisela Von Wobeser. La función social y económica de las Capellanías de Misas en la Nueva España del s. XVIII. www. E journal. Unam. EHNO 1608 DPF.

324

Doscientos Años Después

LA MUERTE336

El DESTINO era un dios ciego, hijo del CAOS y de la NOCHE, a cuyos pies dormitaba el universo mundo y en cuyas manos reposaba la URNA FATAL donde “han sido echadas todas las suertes de los mortales” (alea, iacta est). Sus decisiones eran IRREVOCABLES y tal era su poder que los mismos DIOSES y SEMIDIOSES temían de sus caprichos. A su disposición, siempre listas a ejecutar sus órdenes, estaban las PARCAS, hijas de TEMIS.

Eran tres horripilantes mujeres pálidas y demacradas habitantes del inframundo de Plutón (dios de los infiernos): Cloto, Laquesis y Atropos. Las tres tejían a la mortecina luz de una lámpara. Cloto, la más joven, tenía en sus manos una RUECA en la que llevaba prendidos hilos de todos los colores y de todas las calidades: de seda y oro para los hombres cuya existencia ha de ser feliz; de lana y cáñamo para todos aquellos que están destinados a ser pobres y desgraciados. Laquesis daba vueltas al HUSO al que se van enrollando los hilos que le presenta su hermana. ATROPOS, que era la de más edad, aparecía con la mirada atenta y melancólica, inspeccionado su trabajo y valiéndose de unas tijeras muy largas, cortaba, de improviso y cuando le placía, el hilo fatal.

Esta era la PRIMERA POSTRIMERÍA, LA MUERTE, la misma descrita por Jorge Manrique en sus coplas.

“Recuerde el alma dormidaAvive el seso y despierte

ContemplandoCómo se pasa la vida

Cómo se viene la muerte

Tan callando”

EL JUICIO

En la mitología este juicio se hacía en los infiernos en el reino de Plutón.

Eran unas moradas subterráneas a donde iban las almas de los muertos para ser juzgadas. A su puerta estaba el CANCERBERO, perro de tres cabezas que impedía a los vivos entrar y a las “sombras” salir.

336 J. Humbert. Mitología griega y romana. Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona 1984, p. 84 y ss.

325

Luis Octavio Yepes Roldán.

El infierno estaba rodeado por dos ríos: Aqueronte y Estigio. Para llegar a la morada de Plutón era necesario surcarlos. Carón, el barquero, viejo y feroz, exigía una moneda para pasar en su barca a los muertos (nota: en algunas culturas a los muertos se les depositaba una moneda en la boca para que pagaran el pasaje).

Ya pasadas las almas Mercurio las llevaba ante el tribunal compuesto por tres jueces insobornables: Minos rey de Creta, Eaco, rey de Egina y Radamanto hermano del primero.

Minos empuñaba un cetro de oro y llevaba la vocería. Los buenos pasaban a los CAMPOS ELÍSEOS y los malos al TÁRTARO337

“Venid Benditos de mi Padre porque tuve hambre…” sería la fórmula del Juicio presentada por Cristo en su reforma de la Ley Judía, aplicada en el Valle de Josafat

EL INFIERNO

Era el Tártaro. Para los malvados, era una prisión fortificada guardada por triple muro y rodeada de un río de fuego llamado Flegetón. Tres furias, Alecto, Meguera y Tisifone eran las gondoleras de esa corriente. Flagelaban a los condenados. Era la morada de los malos, de los que odiaban a sus hermanos, maltrataban a sus padres, servidores infieles, ciudadanos traidores a la patria, avaros, guerreros injustos. Cerca del tártaro estaban los remordimientos, las enfermedades, la miseria, la guerra, la muerte, las gorgonas cuyos cabellos eran serpientes, la quimera, las arpías y otros monstruos338

LA GLORIA

Eran los CAMPOS ELÍSEOS llenos de frondas de perenne verdor, brisas del Céfiro perfumada, praderas de flores, pájaros multicolores, sol sin nubes y refrescado por el río Leteo, de suave murmullo, rodeado de tierras fecundas. Estaban ausentes de allí el dolor, la enfermedad y la vejez.339

Fuera de las postrimerías había “otros dos lugares” intermedios: el purgatorio y el limbo.

337 J. Humbert. Mitología griega y romana, p. 32 y ss338 J. Humbert. Mitología griega y romana, p. 32 ss.339 J. Humbert. Mitología griega y romana, p. 34

326

Doscientos Años Después

EL PURGATORIO

Sitio destinado a “pagar” lo debido mediante la purificación, requisito para ingresar definitivamente al Cielo.

Cristo jamás mencionó este estado. Sólo hablaba de dos: “venid a mí”, “alejaos de mí”.

En la tradición cristiana, a partir de los Santos Padres, el purgatorio fue tomando cuerpo y la imaginería lo fue adornado con lenguas de fuego para indicar que se trataba de un “sitio o estado” en el cual se sufría, única forma de lograr la purificación, “como el orfebre hace con el oro en el crisol”.

TERTULIANO, en su escatología, jamás mencionó esta palabra, pero aceptó la existencia de un sufrimiento penitencial del alma después de la muerte.

Quinto Septimio Florencio Tertuliano, nació en Cartago –África- en el año 155 (siglo II), gran abogado y sacerdote en Roma. Se convirtió en el año 193. Murió alrededor de 220 (siglo III)

“Por esto es muy conveniente que el alma, sin esperar a la carne, sufra un castigo por lo que haya cometido sin la complicidad de la carne. E igualmente es justo que, en recompensa de los buenos y piadosos pensamientos que ha tenido sin cooperación de la carne, reciba consuelos sin la carne… comprendemos que es necesario purificarse en esos mismos lugares de las faltas más ligeras, en el espacio que media entre la resurrección…Sin embargo la intercesión de los vivos puede proporcionarles alivio y descanso”340

La religiosidad popular creó cuadros escalofriantes al respecto, en los cuales intervino la Virgen del Carmen y su santo escapulario y dieron origen a la devoción de los Primeros Sábados con la connotación de “rescate” cuando el creyente los había cumplido.

Nació, igualmente, la Cofradía a la Virgen del Carmen, patrona y abogada de los habitantes del Purgatorio, cuyo ícono fue muy conocido.

LA VIRGEN DEL CARMEN VISITA EL PURGATORIO

Existe esta pintura en cuadro grande y en estampa. Entre ambos hay algunas diferencias relacionadas con el número de personas, el sitio donde están ubicadas y la expresividad de sus rostros.

340 Quasten Johannes, BAC, Madrid, 1961, Vol. 1, p. 615

327

Luis Octavio Yepes Roldán.

DESCRIPCIÓN DE LA ESTAMPA (versión pequeña). La estampa que describo genera paz. En una nube, bien sentada y en levitación, Ella, María, de túnica café (es el color carmelitano), de manto verde (porque es esperanza), con su mano derecha sostiene el muslo del Niño Jesús y con la izquierda ciñe su cintura.

A excepción de una corona tipo bizantino, terminada en una minúscula cruz, nada porta la Virgen. Su mirada lánguida y entornada se dirige a la izquierda.

El Niño viste de rojo. En las manos, moderadamente extendidas, porta SENDOS ESCAPULARIOS.

En sus extremos aparecen pequeños rectángulos con figuras indefinibles, posiblemente tejidas o pintadas.

La actitud del Niño es de ofrenda y demostración.

Los pequeños lazos, aunque cortos, de acuerdo con la devoción popular, pretenden izar a quienes esperan, confiados, debajo de la nube.

En el plano inferior aparecen NUEVE CREATURAS rodeadas por un fuego aparentemente benigno, no chisporroteante, con mínimas lenguas, tan suaves que ni las ropas, ni las barbas, ni las cabelleras han sido comprometidas.

Dos de las criaturas son verdaderos ángeles, según la iconografía aceptada por la devoción, ya que poseen sendos pares de alas blancas por encima y ligeramente rosadas por debajo.

Aunque se dice que los ángeles son asexuados los nuestros portan rostros de adolescentes femeninas.

Cada ángel, en cumplimiento de su deber y apoyado por el ESCAPULARIO, ha rescatado un cuerpo masculino y uno femenino de las leves llamas del PURGATORIO.

El de la izquierda parece rozar con su ala derecha la túnica y el manto de la Virgen. Esta se ha embelesado frente al espectáculo sublime.

Sólo los pies de la dama rescatada permanecen envueltos en llamas. Ha juntado piadosamente las manos que son aprisionadas por la mano derecha del ángel mientras la izquierda se posa suavemente sobre su escápula derecha. Precisamente la palabra ESCAPULARIO se refiere a la vestimenta que suele caer sobre la ESCÁPULA (omoplato o paleta o espalda).

328

Doscientos Años Después

El contraste es admirable: ángel de túnica blanca y mujer rescatada de túnica azul. Cuatro ojos se clavan en la liberada: los del Ángel y los de María.

Indudablemente el episodio que se describe ocurrió en sábado, día en el cual la Virgen del Carmen cumple su promesa: descender al Purgatorio y rescatar a las almas purificadas que brillaron por su devoción al Santo Escapulario. Llevar el santo escapulario es el talismán más socorrido para la liberación del purgatorio. La Virgen, empleando esta mínima insignia como lazo, saca cuerpos y almas de las llamas.

El Ángel salvador lleva un manto rojo sobre su antebrazo izquierdo. Parece que quisiera cubrir con él las posibles desnudeces de la liberada.

El Ángel de la derecha también ha cumplido su tarea aunque se le exige un último esfuerzo. Por eso extiende su mano izquierda hacia el Niño, quien, fascinado, trata de sonreír. Esa mano suplicante impetra, indudablemente, la ayuda divina para terminar de arrancar aquel cuerpo fornido de las llamas del Purgatorio.

La mano derecha ha rodeado su escápula y se posa en la parte inferior de su axila.

El rescatado aparenta cuarenta años aunque su enorme calva hace pensar en edad más avanzada. Pero como carece de canas, se supone que la persona es joven. Viste de azul oscuro. (la liberada ya descrita se vestía de túnica azul marino).

El rescatado también ha elevado su mano derecha hacia el Niño mientras su izquierda se posa en su mismo hombro derecho.

Exactamente debajo de la nube aparece un binomio muy complejo si nos fijamos en su actitud.

De espaldas a los santos una mujer, con cara de ángel pero sin alas, parece consolar o animar o aconsejar a otra mujer de túnica azul oscuro y manto blanco. La primera inclina su cabeza, como haciendo un mohín, hacia la derecha. No entorna los ojos.

Su mano derecha, separado el pulgar de los cuatro dedos y con la palma hacia el frente, parece indicar paciencia y resignación.

Su túnica es color crema y su manto café.

La segunda parece apoyar ambas manos en el pecho liso de la primera.

Los brazos están moderadamente abiertos y, definitivamente, suplican, no a la Virgen ni al Niño, sino a su compañera.

Aunque el cabello de la primera es corto, su apariencia es de “un Sagrado Corazón de Jesús imperfecto” y sin corazón.

329

Luis Octavio Yepes Roldán.

El llamado purgatorio es un verdadero foso.

Adelante parece contactar con la nube y con un remedo de firmamento azul oscuro.

Atrás está limitado por algunas rocas en una de las cuales se reflejan las leves llamas.

Contra estas piedras se han recostado otras tres figuras, indudablemente las más impresionantes del cuadro.

La figura que posa a la derecha de la Virgen y del Niño, es un anciano.

Su calvicie es frontal, temporal y occipital. Un cerquillo en el occipucio, completamente cano, indica sus muchos años.

Su túnica es verde oscuro y su manto café.

Su barba aunque no se ha encanecido hace resaltar el mentón.

Su mano izquierda apenas se insinúa frente al pecho, mientras la derecha, completamente desnuda, parece abrazar la piedra “reflexiva”.

Mira en lontananza y pretenden sus ojos cruzarse con los de María.

Es, en definitiva, un suplicante que no clasificó en esta visita, pero que conserva la esperanza para el próximo sábado.

La otra figura está ubicada al lado izquierdo.

A excepción de un asomo de manto café, que se percibe en la escápula izquierda y en el antebrazo derecho, parece que está completamente desnuda.

La roca cubre su desnudez.

Ambas manos se han juntado a pocos centímetros de su mentón. Son unas hermosas manos suplicantes. De todas las figuras es esta la típica orante. Mira al Niño y de seguro ha encontrado su mirada ya que su expresión es de arrobamiento. Está transformada. Todo en ella es paz, incluyendo su desnudez.

Parece no percatarse de que este sábado no es el suyo. Le ha bastado lanzarse en el piélago profundo de los ojos del Niño Jesús.

Su cabello es castaño, sus ojos no parpadean, sus labios oran aunque no se mueven.

Finalmente la tercera figura es una tragedia.

330

Doscientos Años Después

Es una mujer si reparamos en su abundante cabellera.

Su cuerpo está cubierto por la roca. Es un cuerpo y un alma triste. Indudablemente se trata del ÁNIMA SOLA.

Solloza profundamente. Su mano izquierda oculta su cara y de seguro derrama un mar de lágrimas.

Nadie la mira, ni la consuela, ni la acaricia, ni la fortalece.

Para ella no existen Virgen, Niño, escapularios, compañeros de dolor y Ángeles alados.

Su pan son las lágrimas, su puñuelo es la untuosa cabellera.

Sí: ¡es el ÁNIMA SOLA!341

Si este sábado salen dos hacia el Paraíso y la otra semana una y a la siguiente dos, ella no saldrá jamás porque su purificación se prolongará por los siglos de los siglos.

VERSION SEGUNDA. EL CUADRO GRANDE.

Aunque el mensaje de las estampas del Carmen es idéntico, las expresiones y el número de ÁNIMAS varían.

Veamos la diferencia.

MARÍA: la nube en que flota es más difusa y hace un solo cuerpo con el firmamento amarillo rojizo. Su túnica está cubierta por un amplio manto más claro tachonado de estrellas y otros adornos. Un manto blanco, de tul, cubre parcialmente su cabeza y cae en volutas sobre sus espaldas. De su mano derecha pende el escapulario. No existe en la estampa pequeña.

NIÑO. Está sentado “a plomo” en el muslo derecho de la Madre. Ambas manos están más elevadas. Su túnica es roja y a nivel del pecho está cruzada por unas cargaderas

ÁNGEL DE LA DERECHA. Sólo se ve su ala izquierda, completamente vertical, color café. Cabellera corta, rojiza, peinada en dos mitades simétricas. Su túnica es roja y su manto azul oscuro. Mira atentamente al “Ánima” que, vestida de fuego hasta los pectorales, ha elevado sus manos. Izquierda con izquierda y derecha con 341 El “Ánima Sola” es una de las iconografías rechazadas por la Iglesia. La religiosidad popular le rinde culto y se encomienda a ella. Se trata del ALMA de alguien que pidió permanecer indefinidamente en el Purgatorio hasta que este termine.

331

Luis Octavio Yepes Roldán.

derecha se ha iniciado el ascenso. Aunque la cara del ánima es femenina su liso pecho indica que es un hombre.

ÁNGEL DE LA IZQUIERDA. Su cabellera es abundante. Ala similar al anterior. Túnica amarilla cruzada en el pecho por cargaderas similares a las del niño. A nivel de su pecho aparece un ánima femenina, manos juntas en plegaria fervorosa, mirada pendiente de la Virgen, túnica blanca y brazos descubiertos. Con la mano derecha el Ángel trata de izar a un ánima cuyos brazos cubiertos con mangas verdes y cuya cabeza apenas si sobresalen de las llamas del purgatorio. Su aspecto es de gran ansiedad. Parece prever que este sábado no es el de su liberación.

OTRAS DIFERENCIAS.

Las llamas son vivas pero más escasas que las descritas en la estampa primera.

Otras seis ánimas se debaten en lo más profundo del foso en llamas.

En el centro un varón, desnudo y de bozo, parece resignarse con su estado. A excepción de su cabeza y hombro izquierdo, está sumergido en el fuego.

Al lado izquierdo del observador se aprecia una trilogía de ánimas femeninas.

La del centro es una dama de mediana edad, vestida como “virgen” de Semana Santa: velo blanco que cubre su cabellera, manto verde sobre el pecho y túnica rosa. Mira y consuela a la que ha sido calificada como “ÁNIMA SOLA”. Le enjuga las lágrimas con un paño blanco y aprisiona con sus manos a la llorosa. Esta carece de ropajes pero su rojiza cabellera cubre púdicamente sus espaldas aunque permite la exposición de un rollizo brazo blanco. El resto de su cuerpo se oculta dentro del fuego y tras una roca negruzca.

La tercera persona mira al observador. Su cara ovalada, enmarcada por una cabellera negra, es inexpresiva y parece sumergirse en el más allá. Su túnica es azul oscuro, rodeada la abertura del cuello con ribete blanco. Sus manos están juntas al frente del pecho. Es, en definitiva, la más indiferente de todas.

A la derecha del observador hay dos ánimas.

La más central muestra un dorso completamente desnudo, recostada contra piedras negras. Mira al sagrado binomio. Intenta juntar las manos, sin lograrlo, ya que su mano derecha apenas si agarra el pulgar de la izquierda. El cuerpo manifiesta contorsiones. El hombro derecho está caído respecto al izquierdo, su cabeza redonda y de cabello negro sigue el movimiento del lado derecho y ha perdido la línea normal de la columna: se pudiera hablar de una lordosis.

332

Doscientos Años Después

El último varón me está mirando. Es igual a un san Antonio de Padua: alopecia total, bozo y barba blancos, ojos profundos y negros, manos entrelazadas, fervorosas, túnica azul oscura. Apenas si lo rozan las llamas y aunque está muy alejado de las manos salvadoras de los Ángeles manifiesta tanta paz que hace suponer que su sábado de redención está muy cerca. (hasta aquí la iconografía).

EL LIMBO

Figura que durante mucho tiempo fue sostenida por la creencia popular. Limbo significaba LIMITE ya que se trataba de un “estado intermedio” entre el purgatario y el cielo. El nombre pasaría con el tiempo a la NEUROANATOMÍA, en la cual el LIMBO será una parte del ENCÉFALO.

En su primera conceptualización se refería a un estado en el cual los muertos sin el BAUTISMO entraban a esperar un tiempo determinado al cabo del cual ingresaban al Cielo. Para evitar llegar a este estado la Iglesia recomendaba a todos los cristianos aprender la fórmula del bautismo, o “echar el agua”. Posteriormente, si era del caso, el recién nacido era llevado al templo para completar los ritos bautismales o para realizarlos de nuevo si había la mínima sombra de invalidez. En los protocolos del A.H.SRO muchos párvulos fueron de nuevo bautizados mediante la fórmula de “sub conditione”, es decir: “si no quedaste bautizado, yo te bautizo…”

En la segunda, el LIMBO se refiere a un lugar bajo (ínferos) en donde estaban las almas de los justos antes de la llegada de Cristo.

Cuando en el CREDO se dice que “BAJÓ A LOS INFIERNOS” (descendit ad ínferos) no se hacía alusión al INFIERNO o lugar de castigos eternos y mansión de los demonios, sino A UN LUGAR BAJO, o LIMBO al cual había descendido Cristo para salvar a las almas de los justos allí retenidas.

En la PATROLOGÍA apareció por primera vez en el PASTOR DE HERMAS cuando, al hablar del Bautismo, afirmó que era tan necesario “que los apóstoles y maestros BAJARON AL LIMBO después de la muerte (descensus ad ínferos) para bautizar a los JUSTOS que habían muerto antes de Cristo”, porque nadie entra a la Iglesia sino por medio del bautismo.

El Pastor de Hermas pertenece al grupo de los apocalipsis apócrifos. El libro trata de las revelaciones hechas a Hermas, en Roma, por dos figuras celestiales: una mujer de edad y un ángel en forma de Pastor. De ahí su nombre: “El Pastor” de Hermas. El libro fue escrito alrededor del año 100 o un poco más tarde.342

342 Quasten, Patrología.

333

Luis Octavio Yepes Roldán.

XIII

ENTORNO DEL SANTARROSANO

(1790 – 1850)

“Sepan todos los que este mi poder vieren como yo don Josef Mateo Zapata, Teniente de Gobernador de estos Valles de Santa Rosa de Ossos y nuevas poblaciones en el Nuevo Reyno de Granada… doy todo mi poder a don

Miguel de Nájera y Bezares, en segundo a don Pedro Garigay, Agentes del Real y Supremo Consejo de Indias y en su defecto a cualesquiera de los

que de este mismo empleo se presentasen… para todos mis pleytos, causas y negocios tanto civiles como criminales así ecleciásticos como seculares

movidos o que se me moviesen, comenzados o por comenzar, demandando y defendiendo contra cualesquiera comunidades y personas particulares y en ellos y en cada uno de ellos el principal y sustitutos parezca y se presente

especialmente ante sus demandantes” (sic).343

343 A.H.SRO. Legajo Protocolos 1801-1804

334

Doscientos Años Después

CAMINOS

Hacía aproximadamente 90 años (1700) que el Partido de san Jacinto de los Osos se había nucleado a lo largo de los anfiteatros de minas, únicos caminos que habían sobrevivido a la voracidad de los mineros.

Si no hubiese intervenido enérgicamente el Teniente de Gobernador, los dos profundos apiques del sur se ubiesen unidos, interrumpiéndose el camino del norte que allí confluía y que se prolongaba, a la derecha hacia la Villa y a la izquierda hacia las minas de la Trinidad.

Ese segmento, desde entonces y hasta hoy, sería conocido como PUENTE DE TIERRA, a escasos cien metros de la Plazuela de la Virgen de las Misericordias.344

Los caminos del norte confluían a una gran planicie, sitio del antiguo cementerio de los Nutabes, procedentes de las Claras, de las montañas de los Yarumales, de Matablanco, de Angostura, de Acampamento, de Anorí y de las minas cercanas conocidas como Alto de la Mina, Sotachiro y Las Cruces.

De aquí se ramificaba hacia el occidente para buscar los senderos que terminaban en Petacas, San Pedro, Sopetrán, el Cauca y Santa Fe de Antioquia.

Otro ramal cruzaba las fuentes primeras del río Guadalupe para buscar el oriente hacia las ricas minas de Playalarga, San Ramón, La Veta, La Vetilla, Santa Bárbara, El Hato, San José de la Ahumada, la Sopetrana y Caruquia, y dirigirse luego hacia el Río Porce (San Pablo-Porce) en donde se topaba con el camino real que salido de la Villa terminaba en Nuestra Señora de los Remedios y Zaragoza de las Palmas, uno de cuyos segmentos empalmaría con el camino conocido desde finales del siglo XIX y que comunicaba la Provincia con el Río Magdalena, gracias al trayecto de Puerto Nare o Islitas.

Bordeando las barrancas de minas otro camino se bifurcaba al sur de la gran planicie hacia el Sitio de Don Diego, la Villa y La Trinidad y Hoyorrico.

344 En los primeros quince años del siglo XXI algunas administraciones municipales pensaron horadar el CAMINO DE TIERRA (en forma de túnel) para unir los apiques y convertirlos en parque deportivo y ecológico

335

Luis Octavio Yepes Roldán.

CONSTRUCCIONES

Las primeras construcciones en Santa Rosa ya nucleada fueron de bahareque. Se trataba de un cuadrado o rectángulo formado por cuatro palos gruesos llamados esquineros, enterrados en el piso, sin cimientos.

De esquinero a esquinero se sembraban otros palos, tantos cuanto fuese necesario, para permitir su unión con rajas de guadua, con palma, con cañas o con varas delgadas que se aseguraban con bejucos más tarde con alambre.

A continuación se armaba el techo con varas livianas, de suerte que formaran cuatro vertientes, las cuales se cubrían de paja convenientemente asegurada.

Luego se iniciaba el embarrado con barro rojo o blanco, fino y maleable, o con una mezcla de barro y boñiga, que al secarse, recibía capas sucesivas de cal para asegurar su blanquimento.

Estas casas de bahareque y de paja fueron reemplazadas por tierra pisada (tapias) y por tejas, y tuvieron en general cocina y solar.

El piso era la misma tierra pisada y posteriormente se optó por el entablado para evitar la humedad. En el siglo XX, en Santa Rosa, se fundaría una fábrica de baldosas, historia que luego retomaremos.

En 1808 el Virrey pidió un informe a sus Tenientes de Gobernador sobre el estado de las casas de la Provincia. Aunque no apareció la descripción de Santa Rosa, primaron las casas de bahareque y paja, con excepción de las Iglesias que eran de tapia y teja, lo mismo que algunas oficinas públicas. Sólo en la descripción de Santa Fe de Antioquia se habló de casas o iglesias construidas con calicanto.

Las nuevas habitaciones fueron separadas de los caminos mediante tapias y chambas con portones suficientes para el ingreso a las propiedades, fincas o solares, de suerte que los viajeros y animales no pudiesen invadirlas.

Pasarían muchos años para que las contrucciones dieran vuelta completa, de suerte que desaparecidas las tapias y chambas, paredes, puertas, ventanas y cajones de tienda se abrieron hacia los caminos bautizados posteriormente calle Real, El Palo, La Ronda, Guanteros, el Hoyo, Boquerón, Patriobrujas y Arenales.

336

Doscientos Años Después

NECESIDADES

Aunque los Reales de Mina, con su cuádruple estructura (capilla, ranchos de esclavos y de amos, pulpería o almacén y gran cruz de madera) ya habían desaparecido para dar origen a poblaciones, los apiques de mina seguían siendo el centro del trabajo y lugar de habitación sobre todo cuando las tongas quedaban muy retiradas de los conglomerados humanos.

El elemento humano comenzó a sentir necesidades que antes eran mínimas y se solucionaban en forma individual. De acuerdo con las tradiciones españolas aparecieron Alcaldes y Jueces Pedáneos, Teniente de Gobernador, Administradores de las Reales Rentas Estancadas, Escribanos Públicos y del Número, cada uno encargado de manejar los asuntos propios.

El 22 de marzo ded 1781 los santarrosanos escucharon un bando mediante el cual el Gobernador Cayetano Buelta Lorenzana informaba los ciudadanos, después de una visita realizada en el Sitio de los Osos, que deberían quejarse y reclamar ante la autoridad de aquellas situaciones que afectaban al pueblo.345

Fue así como Joaquín de Estrada, de Riochico, presentó una queja en contra de los juegos prohibidos y embriagueces. Por su parte Josef Martín Balbín, de Santa Rosa, presentó una querella contra Marcos Bustamante quien había prohibido los juegos y el mismo los aceptaba y abría su establecimiento hasta media noche en medio de embriagueces y desórdenes.

Alguien acusó al ESTANQUERO porque traía y vendía aguardiente de mala calidad (aunque el documento no lo afirmaba se trataba, posiblemente, de un contrabandista).

Igualmente fue acusado de nuevo Marcos Bustamante que se hacía pasar por experto en judicatura, escribía y presentaba querellas, cobraba por ellas y a la postre sólo lograba que los vecinos se peleasen entre sí.

Ya no sólo fueron exigidos los antiguos quintos Reales sino que los nuevos impuestos, a partir de la Armada de Barlovento y Alcabalas, se hicieron comunes, en parte para solucionar los problemas locales y en parte para tributar a la corona los excedentes.

345 AHA, tomo 57

337

Luis Octavio Yepes Roldán.

AGUA

Las necesidades se fueron categorizando siendo la principal el agua, elemento muy escaso en Santa Rosa por la erosión que habían suscitado las minas, y por la explotación inmisericorde de sabanas, contrasabanas, playas, humedales y lechos de quebradas y ríos.

Los humedales eran escasos y apenas si habían quedado algunos sectores con pozos relativamente abundantes: los Chorros, las Tinajitas, el camino al cementerio conocido como el Columpio (actual calle Caldas, frente a la escuela Porfirio Barba Jacob), la Manga del Hoyo del Hospital y el apique conocido hoy como La Terminal de Transportes, sin hacer mención a las llamadas TUPIAS o ESTANQUES que habían quedado después del abandono de las minas ni a los BAÑOS PÚBLICOS que habían sido organizados a lo largo de algunas de las quebradas circundantes. El RÍO GRANDE, por su parte, quedaba muy retirado para pensar en aprovechar sus caudalosas aguas.

Es cierto que en el sitio donde hoy se asienta la curia, el palacio episcopal, la antigua edificación de las Teresitas Contemplativas y la actual de las Activas, había pozos y acequias que eran utilizadas en las minas de doña Bárbara Posada, a través de un desagüe natural hoy conocido como Pasaje de las Villas, de acuerdo con las descripciones encontradas en los Protocolos de venta de casas.

En la que sería conocida como Manga del Hoyo del Hospital, donde ahora están las piscinas y el campo de fútbol, todavía a principio del siglo XX, existió un pozo que se convertiría en “la salvación” para el seminario de 1915346

MAL ESTADO DE LAS VÍAS

Por la ausencia total de alcantarillados, las aguas negras, hasta muy entrado el siglo XX, se derramaban a lado y lado de las nacientes calles y posterior carretera.

El invierno causaba a los vecinos grandes daños en sus casas, por el pantano chicado por los automotores a partir de 1930, o por el barrial poducido por los animales que transitaban los caminos lo que impedía el desplazamiento “limpio” de los feligreses.

346 José Martín Múnera T. La Parcela

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Doscientos Años Después

En verano, al contrario, eran tales las nubes de polvo levantadas por automotores y animales que los vecinos se quejaban de continuo y pedían a gritos se empedrase sus caminos y calles.

Mientras las necesidades de infraestructura se multiplicaban, los santarrosanos proseguían sus actividades usuales: el comercio se iba incrementando, la compra y venta de casas y de tierras de pan y caballería se multiplicaban, las minas pasaban de mano en mano, lo mismo que los esclavos (hasta mitad del siglo XIX), los fiadores cumplían sus deberes, las hipotecas inundaban la escribanía o el despacho del Teniente de Gobernador cuando faltaban los escribanos.

PLEITOS

No faltaban los pleitos usuales o por linderos, o por engaños, o por malos productos, o por falla de los artesanos o por líos amorosos incluyendo paternidad responsable.

Había vagos, truhanes, jugadores, bebedores, mujeriegos, abusadores, matrimonios maltratados, padres mal atendidos y niños expósitos “abandonados”, a veces, en el mismo zaguán de su casa de modo que la madre, para evitar la deshonra, los presentaba como expósitos.

La población en general de Santa Rosa de Osos, durante la Colonia, llevaba una vida apacible, con las excepciones antes anotadas. Todos eran excelentes trabajadores, responsables y cumplidores de su deber. La mina, la ganadería, la agricultura y el comercio ocupaban a la gran mayoría de santarrosanos. Eran madrugadores y, si la lejanía de sus trabajos lo permitían, asistían a las misa de cinco de la mañana, fuese en la santa iglesia matriz de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá o en las capillas de algunos Reales de Minas o de las nuevas Colonias. Manuel Uribe Ángel los caracterizó como gentes sencillas, cristianas y laboriosas.347

La palabra dada era la máxima garantía de mineros y comerciantes aunque era respaldada por los Protocolos firmados ante el escribano público y del número o ante el Teniente de Gobernador (en ausencia del primero) sobre todo cuando se trataba de compra y venta de minas y de tierras, o se hiciese un testamento o una manda. Pero en los almacenes el minero sacaba ropas, trapos y otros enseres, y en

347 Manuel Uribe Ángel. Geografía.

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las pulperías o tiendas, los aborrotes necesario para el mercado semanal. Sólo se daba fe en el libro o libreta de apuntes, que era liquidado en el siguiente mercado o compra, cuando se cancelaba la cuenta anterior y se dejaba viva la nueva.

En tiempo ordinario nada pasaba a excepción de matrimonios, bautismos, primeras comuniones y defunciones, interrumpidas de tarde en tarde por las Confirmaciones cuando llegaba su Ilustrísima.

FIESTAS

En las fiestas, fuesen religiosas o civiles o con motivo de las visitas del Obispo de Popayán o de Santa Fe de Antioquia, el pueblo se engalanaba.

Se levantaban arcos adornados con flores para el “tope” del Prelado, quien ingresaba por el camino real de la Villa o de Antioquia a caballo, acompañado por un buen número de jinetes. La costumbre de las cabalgatas fue tan inveterada que en pleno siglo XXI seguía siendo uno de los espectáculos más usuales sobre todo con motivo del Corpus y del Altar de San Isidro.

En los libros parroquiales, además de registrarse bautismos, matrimonios y defunciones, se dejaba un buen espacio para describir las fiestas religiosas que habían sido instituidas, entre ellas: a Santa Bárbara, a nuestro Señor San Antonio, a San Jacinto, a Santa Rosa, a Nuestra Señora de Chiquinquirá y a los Dolores. Cada fiesta contaba con su alférez. Algunas eran patrocinados exclusivamente por los esclavos de determinada mina o sector como ocurría en la minas de Santa Bárbara, el 4 de diciembre, en una región que hoy comprende la VEREDA SANTA BÁRBARA, al oriente de Santa Rosa, en los minerales de don Mateo de Guerra.

Había chirimías, alboradas, pólvora, vísperas de la fiesta, misa, salve, confesiones, refrescos, corrida de toros, toma de chocolate, teatro al aire libre, autos sacramentales, desfile de carrozas, sainetes, serenatas, mascaradas o baile de disfraces, carreras de caballo, peleas de gallo, juegos permitidos (y aún prohibidos), varas de premio, bateas con miel, bailes en ciertas casas o sectores con instrumentos y músicos autóctonos y con las consiguientes borracheras.348

348 En varios documentos los Obispos tronaron contra los bailes impúdicos que se solían celebrar con motivo de las fiestas.

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Doscientos Años Después

La Banda solía acompañar al visitante para amenizar su ingreso o para solemnizar las Misas Pontificales.

En tiempo frío los enfermos “del cuerpo pero aliviados de mente” se apresuraban a dictar sus testamentos, a ofrecer mandas para las ánimas del purgatorio y a firmar escrituras que nunca habían sido protolizadas para que la muerte no los encontrara con enredos materiales.

PROGRESO SOSTENIDO

El desarrollo del Sitio de los Osos y en general de “estos valles de los Osos” era notable en la Provincia de Antioquia, sobre todo a partir de 1790 cuando el Visitador Mon y Velarde, ayudado por don Pedro Rodríguez de Zea, Teniento de Gobernador de los Osos, ordenó la nucleación de las nuevas Colonias: san Luis de Góngora (Yarumal), de San Antonio del Infante (Donmatías) y la Carolina del Príncipe, sin mencionar las poblaciones que surgirían de Angostura y Matablanco, de Hojas Anchas, de Pabón, del sitio de Don Diego, de Petacas, de La Trinidad (aún con Alcalde y Juez Pedáneo), de Riochico, de Riogrande y de Santa Bárbara donde estaban las minas del Maestro Mateo de Guerra.

Poco a poco Santa Rosa se fue convirtiendo en el centro neurálgico de las actividades de los pueblos vecinos hasta que ostentó los títulos de Cabecera de Cantón, Capital del Departamento del Norte y Villa.

ARTESANOS

Al aumentar las construcciones hubo necesidad de artesanos (tapieros, constructores, carpinteros, zapateros, herreros, orfebres) quienes, de acuerdo con las Leyes, para ejercer sus oficios y responder a sus clientes, tuvieron que presentar fiadores, como se podía constatar en los protocolos, a partir de a 1791.

Por disposiciones de la Corona cuando alguien quería ejercer legalmente su profesión, tenía qué presentar uno o dos fiadores, casi siempre personajes importantes de los Sitios o empleados de la misma Corona, quienes responderían con un buen número de CASTELLANOS.

La expresión siguiente fue común en dicho Protocolos: “para el buen gobierno de la Provincia y de acuerdo con las leyes del Reino”, el platero tal se afianzaba

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Luis Octavio Yepes Roldán.

en las siguientes personas de manera que si “fallaba la obra encargada” los fiadores se obligaban a responder por los daños y por los reclamos.

En el año 1794 aparecieron dos plateros, Pedro José Benalcázar y Tomás Jaramillo, un herrero Antonio de Escobar y un sastre, Santiago Rodríguez. En 1795: tres sastres, Ramón Rondón, José Puerta y Custodio Miranda y un platero Miguel Aldave. En 1796 el sastre Francisco Zapata.

En 1796 el Presbítero Doctor Don MANUEL LONDOÑO firmó un contrato para “CONSTRUIR LA SANTA IGLESIA DE SANTA ROSA” en septiembre de 1796.

De acuerdo con los LIBROS DE BAUTISMOS, MATRIMONIOS, DEFUNCIONES Y FIESTAS del Archivo de la Diócesis de Santa Rosa, y firmados los documentos por el mismo párroco, se había indicado cómo en 1793 un terremoto había averiado severamente la Santa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de estos valles de los Ossos, y cómo, ayudados por personaje muy ilustres, como don Pedro Rodríguez de Zea y el mayordomo de Fábrica Don José María Zulaybar y Alape, casi de inmediato se había procedido a su reconstrucción.

Un año antes de la reinauguración (1796) fue firmado el contrato entre el Pbro. Manuel Londoño y el Mayordomo de Fábrica para concluir las obras que ya se habían adelantado.

“En el sitio de Santa Rosa de Ossos, de la jurisdicción de Antioquia, en 4 de septiembre de 1796 habiéndose juntado este vecindario a tratar y conferir sobre el ajuste hecho con el Sr. Dr. Don Manuel Londoño, en la cantidad de 1950 castellanos por la OBRA MATERIAL DE LA FÁBRICA DE ESTA SANTA IGLESIA hasta su conclusión en los términos que constan por el adjunto compromiso firmado del nominado Sr. Doctor, ya que al principio de este ajuste sólo importaba lo pedido por el indicado Doctor, la cantidad de 1200 castellanos, que daba al vecindario la pensión de conducir todo el material de teja desde Riogrande, todo el material de piedra para la portada, toda clase de madera y clavazón para el techo y las tres puertas principales de la entrada a dicha iglesia como la embalaustrada y entrada al baptisterio; reflexionando el vecindario que les era menos gravoso el pagar alguna parte y porción de pesos por librarse así de la compra como de conducción de todos estos materiales propusieron darían a dicho Sr. Doctor la cantidad de 750 castellanos más de exceso sobre el primer ajuste de los 1200 castellanos, que unidos ambos hacen el total de los ya dichos 1950, una cantidad, dijeron, satisfactoria a proporción de sus caudales,

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Doscientos Años Después

en tres tercios, en fin de este próxmo pasado agosto, fin de diciembre de este año y el último resto al remate a condición perfecta de la obra, y por cuanto sería gravoso a dicho Sr. D. Manuel Londoño el tener que recaudar de cada vecino de por sí la parte y porción que a cada uno correspondía para hacerse pago de los dichos 1950 castellanos, se trató en la misma Junta que algunos de los vecinos de mayor proporción y de más facultades, definieran escripturas a nombre de todos obligándose a dar y pagar en la conclusión de la obra la cantidad y porción que la tiene de (ilegible)…parte de dicho total se obligaren para cualesquiera de dicho a sanción a favor del indicado Doctor la cantidad de 750 castellanos porque los 1200 debían estar satisfechos en fin de diciembre del mismo año, a cuyo efecto los Señores Tenientes de Gobernador y Alcalde de este sitio y Teniente de Recaudación de este dinero, debían expedir sus providencias para la recaudación de los intereses que cada uno de los vecinos habría consignado para ese efecto para no grabar a ningún particular, en esta virtud los abajo firmados por nos y a nombre de todo el vecindario confesando como confesamos la común conformidad en el ajuste de la MAGNA OBRA por la cantidad nombrada de 1950 castellanos, nos constituimos que es el caso de que por algún evento no se pudiera aportar el todo de ella a la conclusión de la obra, de dar y pagar al nominado Doctor aquel resto que faltare hasta en la cantidad de 750 castellanos que es la porción que en dicha Junta del vecindario se reguló, pudiera demorarse algún tiempo su cobro satisfaciendo cada uno de los firmados la parte y porción que le correspondía de esta cantidad, ínterin se verificase el total cobro del vecindario cuyo nombre otorgan este. En cuya virtud nos constituimos y obligamos a dar y pagar la enunciada cantidad en los términos referidos al fin de la obra sin más plazo, demora ni dilación que no la habrá, a cuyo cumplimiento obligamos las personas y bienes del vecindario; y los bienes y rentas nuestras propias que tengamos, tengan o tuvieren con sumisión a las Justicias de S.M. a cuya jurisdicción nos sometemos y renunciamos nuestros propios fueros y otros, de nuevo ganaremos domicilio y vecindad con todas las demás leyes, fueros y derechos que hagan o hacer puedan a nuestro favor con lo general que lo prohíbe para ser obligados a su cumplimiento como por instrumento ejecutivo. En testimonio de lo cual ante dichos Señores Tenientes de Gobernador y yo dicho Teniente certifico conozco a los otorgantes que la otorgan según y como queda expresado y la firman junto conmigo y testigos por defecto de escribano público y del número José María Zulaybar, Joaquín Barrientos. Agustín Madrigal. Josef Marcos Campuzano. Francisco Javier Orrego. Miguel Madrigal. Joseph Ruiz. Francisco Miguel Monsalve. Francisco Miguel Tamayo. Joaquín de Restrepo. Salvador Jaramillo. Plácido Missas. José Ma. Zapata. Nicolás Francisco de Agudelo, Presbítero”349

349 Protocolos 1796. Archivo histórico Santa Rosa de Osos

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Entre 1800 y 1814 fueron registrados los siguientes artesanos con sus correspondientes fiadores: Francisco Pérez, sastre, Josef Pablo Lenes, platero, Javier Henao, maestro herrero, Matías Velásquez e Isidro Macías, maestros oficales de sastrería, Pedro Gómez, tapicero, Francisco Olarte, maestro albañil y tapicero, Francisco Velásquez, maestro de zapatería, Manuel de Restrepo oficial de sastrería, Vicente Casas maestro de tapicería, Segundo Suárez tapicero, Julián Benalcázar, maestro herrero y el orfebre don Francisco Simón Velásquez. Este orfebre, pese al contrato firmado, no cumplió lo que motivó una serie de inconvenientes para su fiador, José Pérez, maestro herrero y además platero, Juan Ignacio Benalcázar, platero. 1800. Francisco Pérez, sastre.

“El oficial Francisco Velásquez, vecino de Medellín y residente en este sitio de Santa Rosa declaró que era deudor a don Joaquín Muñoz de noventa castellanos que por hacer bien y buena obra me ha dado y entregado en dinero efectivo como DIPUTADO DE LA OBRA DE ESTA IGLESIA… se me han dado en pago de la hechura de un SAGRARIO que hemos mandado le haga para esta Santa Iglesia en los mismos noventa castellanos con advertencia que para ganar los citados noventa castellanos me he obligado a HACER UN SAGRARIO FAMOSO hecho al símil o mejor del que tiene la IGLESIA DE LA CRUZ EN MEDELLÍN. A más de esto me he obligado por la dicha cantidad a DORAR EL DICHO SAGRARIO Y EL PÚLPITO poniendo yo los colores a excepción de yeso, aceite y libra de oro. Y dicho Muñoz es obligado a darme el de más material como madera para fabricar dicho SAGRARIO y todo eso a la mayor brevedad posible sin que por mi parte haya demora alguna y si la hubiere y por esta causa se ofrecieren algunos costos, daños o perjuicios, a ellos como al principal me obligo en toda forma de derecho y desde luego para el aseguro de esta cantidad doy cara mi fiador y principal pagador a Don Pablo Lenes de este vecindario… firmado a 5 de junio de 1813”350

Tiempo después, como el señor Francisco Simón Velásquez no cumpliese y se hubiese ausentado de Santa Rosa el Mayordomo de Fábrica inició un pleito contre el fiador don Pablo Lenes. José Pablo Lenes se había hecho fiador de Francisco Simón Velásquez por 90 castellanos de oro “para la obra del sagrario y el púlpito dorados de esta Santa Iglesia”.351 350 Protocolos 1813. Archivo histórico Santa Rosa de Osos 351 Protocolos 1796. Archivo histórico Santa Rosa

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El fiador Lenes narró al Teniente de Gobernador que como Velásquez no había cumplido como se había comprometido, se me siguió un expediente ejecutivo. Y como no puedo pagar de contado me he convenido con el Mayordomo de Fábrica de esta Santa Iglesia, don Vicente Martínez de Pinillo, asegurarlos “a su satisfacción y a favor del Sagrario y Púlpito de la referida Iglesia de cuyas limosnas dimana la cantidad total arriba expresada”, me constituyo a favor de dichas obras, con hipoteca en una montaña de tierra de pan y caballería en la Carolina del Príncipe, y firmo el 27 de octubre de 1818.Los protocolos tenían establecida fianza por las herramientas de los talleres. En el siguiente caso se describieron los componentes de una FRAGUA: José Pérez consigue como fiador a don Antonio Posada Campiño quien “responde por la herramienta de la fragua: yunque, fuelles con sus cañones, un macho, un martillo de mano, otro de peña, dos pares de tenazas, gurbia, llana, una claver grande y otra pequeña, una tarjadera con sus argollas, un barreno y un punzón, un cincel, dos argollas de escobaje, una barbacoa, una canoa, de todo lo cual soy responsable, firmado el 30 de enero de 1817 ante testigos”352

Entre 1817 y 1829 fueron referenciados en los Protocolos los siguientes artesanos: Manuel Restrepo, oficial de sastería, Matías Velásquez, sastre, Antonio Velásquez y Basilio Zea maestros zapateros, Pedro Neira y su hijo Lino, sastres y zapateros, Thomas Carrasquilla talabartero, Sandro Suárez y su hijo Nicolás, tapiceros, Antonio López, carpintero, Pastor Vargas sastre, José Ma. Acevedo zapatero, Antonio Casas herrero y Cupertino Jaramilloso, especializado en ropa para los Generales.

Había trabajos que exigían técnicos especiales, aún extranjeros. Tal fue el caso de don James Odgens (llamado por el pueblo Jaime Hoyos), quien se comprometió, según protocolos de Santa Rosa, a construir unos MOLINOS DE PISONES para las minas de Anorí.353

Se trataba de un contrato celebrado entre José Nicolás Gómez y el denominado Hoyos, en estos términos:

1. Hoyos construirá para Gómez una máquina de molino para Anorí, para la veta de don Antonio Radas, con seis pisones o masas por 1600 pesos fuertes.

352 Protocolos 1817. Archivo histórico Santa Rosa.353 Protocolos 1829. Foxa 64. Archivo Santa Rosa

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2. Cada uno pesaría cinco arrobas, tendría dos guijos, clavazón, láminas de cobre y madera suficiente. Además construiría una casa para el molino y una rueda de nueve varas y una pieza contigua de 6 varas, en cuadro, para depósito de piedra. Dicha pieza sería de palo parado y grueso con puertas y chapas.

3. Gómez daría a Hoyos 400 pesos ya, 200 al acabar el molino y mil pesos a los cuatro meses.

4. Hoyos respondería por los daños en los dos meses siguientes de la instalación y su obligación terminaría en septiembre. Firmado.

SALUD PÚBLICA

La situación ambiental del Partido que ya casi era centenario no era halagüeña. No sólo el barro, los charcos, el polvo, el trajinar de ganados y bestias, el correr de aguas negras por los bordes de las casas causaban problemas sino que se presentaron epidemias por el mal manejo de perros callejeros.

El 28 de marzo de 1795 el Teniente don José Antonio Velásquez denunció “que ha sido informado que en este sitio y su demarcación ha traido ya la epidemia o mal de rabia en los perros cuyo accidente se ha experimentado ya en dos de estos y no pudiendo demorar ni un punto el tomar las providencias convenientes a la defensa del público y su conveniencia en la conservación de su vida, manda que inmediatamente a esta publicación cualquiera persona o personas que mantuvieren perros sueltos en toda libertad por las calles y campo, los aten prontamente pero si deben tener perros por sus intereses, deben estar sujetos a cadena dentro de sus solares o patios pues de lo contrario se hace lo indicado…y si no la multa es de tres castellanos de oro”354

Tan angustiosa estaba la situación de SALUD PÚBLICA –lo leía entonces el Padre José Sinforoso en los documentos de su archivo- que el 9 de mayo de 1795 el mismo Teniente se vio obligado a repetir la prohibición de perros callejeros por la confirmación de “mordeduras de perros con rabia” y sobre todo, sabiendo que abundaban en el sitio de Riogrande, deberían pagar diez pesos de multa si no cumplían las normas anteriores y se les iniciaría un juicio criminal.

354 Caja General n. 5. Juzgado del Circuito 1. S.R.O. Legajo 1796 y ss.

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“En el sitio de Santa Rosa, a 30 de mayo de 1795, Yo, José Antonio Velásquez, Teniente de Gobernador, Poblador y Director de Caminos de estos Valles de Osos digo… teniendo en cuenta las normas anteriores sobre exterminio y destrucción de perros, y porque se han encontrado mordeduras de perros rabiosos en esta Jurisdicción ordena que se indique quiénes tienen perros en sus casas. Firma con testigos los cuales afirman que el Gobernador ya había publicado antes dos bandos contra el peligro de los perros rabiosos vagamundos”.

Frente a la situación de salud pública que se manejaba al finalizar el siglo XVIII, apenas comenzando el XIX, en los Protocolos de 1804, foxa 64, los vecinos propusieron el establecimiento de UNA CASSA DE OSPICIO. (sic)

En efecto, el 12 de junio de 1804 los vecinos de Santa Rosa, con voz y representación de los ausentes, dieron poder total a don Josef Marcos Campuzano, para que en todas las instancias presentara solicitudes hasta conseguir “que se haga una casa de ospicio en este sitio con su capilla conveniente, para socorro de los desvalidos enfermos y alivio de los vecinos que ya no pueden con el peso y gasto que les impide aquellos”.355

La exigencia llegaba a tal punto que se pedía se adjudicase a esta obra de salud “los NOVENOS que rindiere la colectoría decimal de este Valle de Osos y que en primer lugar se retengan los que hubiere vencidos para el mismo fin, suplicando se libre la competente orden, previniendo al Juez Colector de Diezmos que de ningún modo los entregue al síndico ospitalario de la ciudad de Antioquia a donde intentan derecho a ellos, que sobre todo lo cual, comunicaron las correspondientes instrucciones para que según ellas, y lo referido, hagan todas las gestiones necesarias al intento, sin dejar medio omiso, hasta conseguir sentencia favorable, que para todo lo referido, cada cosa y parte con su anexo correspondiente y dependiente, les dan y confieren el presente poder tan cumplido y bastante que por falta de él, cláusula u otro cualesquiera requisito que necesita se expresara, e individuamente mención que incertada vaya; no por eso han de dejar de hacer y ejecutar lo mismo que los otorgantes harían y podrían hacer presentes, siendo que el poder que para todo es necesario este mismo les dan y confieren con libre, franca general administración y sin limitación alguna en el caso y con facultad de enjuiciar, alegar, jurar, dando aquí por intensas las cláusulas necesarias que no se hallan expresas y con las de sustituir, revocar sustitutos y nombrar otros de nuevo, que a todos relevan de costos y costas en debido forma y a la firmeza de lo que en virtud del presente poder se ejecutare, se obligan en toda forma de derecho con sus bienes y rentas habidas y por

355 Protocolos de 1804, foxa 64

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haber con sumisión y poderío a las justicias de Su Majestad y renuncias en derecho necesarias para ser obligados al cumplimiento como por instrumento ejecutivo y sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, consentida y no apelada, en cuyo testimonio así lo dijeron, otorgaron y firman ante mí Juan Modesto Tamayo, escribano público del número siendo testigos los residentes de aquí. José María Zulaybar, José Silvestre Vélez, Fonzo Benalcázar, Miguel Gabriel de Roxas, Juan Herrera, Francisco Javier Ramírez, Ubaldo Rodríguez, Juan Martínez, Miguel Madrigal, José Antonio Nao, Bartolomé María de Restrepo, Eugenio Cárdenas, Alejando de Mesa, Josef Marcos Campuzano, Teodoro Ortega y Tamayo, Manuel Salazar, José Ignacio de Mesa, José Pablo Jaramillo, Venancio Jaramillo, Francisco de Palacios y Navarro, Ponciano Lopera, Domingo Lopera, Francisico Lopera, José María Montoya, Javier Silva, Josef María de Berrío y José Nicolás Gómez”.356

CONVITES PARA HACER PUENTES

Aprovechando el decreto antirrábico de Salud Pública, el mismo Teniente, hacía un llamado muy especial a los vecinos de los “puentes de Vallecitos y San José” para hacer convites dirigidos por un experto en puentes Don Francisco Palacios y Navarro (de los Reynos de España) de suerte que todos deberían acudir a las siete de la mañana con herramientas necesarias, hachas, machetes, calabozos, recatones, cachos de minas para que hicieran ranchos para protegerse en caso de lluvia.

ALGUNAS FAMILIAS NOTABLES

Entre las familias notables de este momento en Santa Rosa descollaban las siguientes.

Don José Marcos Campuzano, de los Reynos de España, se había desposado con María del Pilar Bernal. Su hija, doña María Josefa Joaquina Damiana había nacido el 20 de septiembre de 1799. María Josefa Librada, el 20 de julio de 1801. Andrés Antonio José María Joaquín el 20 de marzo de 1803. Juan Nepomuceno Pablo Jose María el 25 de enero de 1804.

356 Corría el año 1804. Parte de los diezmos de las poblaciones se destinaban al Hospital de Santa Fe de Antioquia. La situación de Santa Rosa era tal que los vecinos solicitaron un Hospital para este Partido porque los enfermos carecían de asistencia. Este documento es MUY IMPORTANTE porque demuetra que las primeras gestiones para SALUD PÚBLICA se daban al principio del siglo XIX. Al finalizar el siglo (1886) Santa Rosa abriría su primer Hospital de Caridad.

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Andrés Antonio Sanín, de los Reynos de España, personaje famoso por sus puestos públicos, casado con Rosalía Misas. Jacobo Antonio nació el 25 de julio de 1801.

Hijos de Francisco Palacio y Navarro, casado con María de Jesús Euse: María Antonia Francisca el 9 de octubre de 1801. María del Amparo Palacio Eusse el 10 de septiembre de 1803. María Antonia Eulalia Palacio Euse el 18 de julio de 1804. En total esta pareja tuvo ONCE HIJOS

Ángel Choren, de los Reynos de España, casado con Isabel Uribe. Manuela María de los Dolores nació el 8 de junio de 1804.

Del rico minero Mateo Zapata casado con la hija de del Pedro Rodríguez de Zea, doña María Francisca había nacido Miguel María Felipe.

Pedro Rodríguez de Zea, Teniente de Gobernador, desposado con Rosalía Díaz, importantísimo desde 1792, fue benefactor de la Santa Iglesia durante su reconstrucción (1793 a 1797) y del Cementerio del Carmen. En el orden político se destacó en el establecimiento de las nuevas Colonias.

Su hijo FRANCISCO ANTONIO ZEA nació en Medellín en 1766 y murió en Bath, Reino Unido, en 1822 a los 56 años. Había sido bautizado el 23 de noviembre de 1766 con el nombre de Juan Francisco Antonio Hilarión, y era hijo de Pedro Rodríguez de Zea y Rosalía Díaz. Tenía dos hermanas: María Francisca y María de Jesús. De niño era pobre y no pudo pagar la pensión de San Bartolomé para el estudio de la jurisprudencia pero fue ayudado por Gabriel Muñoz.

El Virrey Ezpeleta le encomendó la educación de sus hijos. El 11 de noviembre de 1791 fue nombrado segundo agregado de la expedición botánica. Fue un político crítico y escribió como periodista con el seudónimo de Hebéfilo en 1792. Fue desterrado a Cádiz en 1795 y estuvo tres años en la cárcel. Sus bienes y los de sus padres fueron embargados. Se casó en Cádiz con la francesa Felipa Meilhon. En 1815 regresó a América. El 8 de mayo de 1817 fue nombrado suplente de Bolívar en el Congreso de Venezuela. Luego fue presidente. Renunció el 7 de septiembre de 1819. Fue embajador en Europa.

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ÁRBOL GEALÓGICO DE DON PEDRO RODRÍGUEZ ZEA.

Primera generación: Jairo de Zea.

Segunda: Gonzalve de Zea Molina, padre de Jeanne de Zea y Córdoba que se casó con Francisco de Zea Paz de Catillejo.

Tercera: Francisco y Jeanne fueron los padres de Francisco Rodríguez de Zea de Zea

Cuarta: Francisco se desposó con María de Torres y fueron padres de Pedro Rodríguez de Zea Torres

Quinta: Pedro llegó a Antioquia en 1730, se radicó en Medellín y se casó con Catalina Casafús Restrepo (primer matrimonio) y fueron padres de Pedro Rodríguez de Zea Casafuz Sexta: Zea Casafuz se casó con Rosalía Ignacia Díaz del Mazo. Fue gobernador de S. Rosa y murió allí en 1793. Fueron padres de tres hijos: Francisco Antonio Zea, nacido en Medellín en 1766, María Francisca casada con Mateo Zapata y María Jesús casada con Bartolomé Restrepo.

Don Pedro tuvo un hermano, Don Francisco Rodríguez de Zea Casafuz.

PLÁCIDO MISAS TRIGO

Nació el 5 de marzo de 1745 el la aldea Belesr, de Galicia, hijo de Jacinto de Misas y María Trigo.

Se radicó en Santa Rosa en 1750, fue minero riquísimo y tuvo negocios con Joaquín Barrientos. En 1780 entró en pleitos con don Antonio Quintana por las tierras de san Luis de Góngora y obtuvo los territorios correspondientes a Yarumal y Valdivia. Se desposó en Santa Rosa con Tomasa Macías Rojo y fueron padres de Francisco, María del Pilar, Rosalía, Jacinto, Joaquín, Eusebia, y María del Carmen.

Doña Tomasa se había casado en primeras nupcias con el médico francés Don Pedro Euse y fueron padres de 9 hijos.

Don Pedro había nacido en San Jorge de Otoy, Normandía, el 5 de noviembre de 1713. Era hijo de Adriano Heusé y Elena Herny. Murió en Medellín (en Belén) el 28 de octubre de 1774.

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Su hija Rosalía se casó con el español don Andrés Antonio Sanín y López (viudo de Josefa Lasprilla) quien fue administrador particular de las Rentas en el Partido de Santa Rosa. En tiempos de la independencia fueron desterrados, por ser españoles, y les confiscaron sus bienes.

EXPÓSITOS

En los registros bautismales aparecieron algunos EXPÓSITOS con anotaciones muy interesantes. Entre ellos Juana María Clemencia del 25 de diciembre de 1789, María de las Mercedes del 6 de agosto de 1786, Jacobo del 17 de agosto de 1796 y Pedro Vital del 30 de abril de 1802.

En cada caso se narraba el suceso: niños abandonados en zaguanes, en las puertas de la Iglesia o en otro lugar. Llamaría la atención el caso, bajo sigilo, en el cual una VERDADERA MADRE informaba que “habían dejado en su zaguán” un EXPÓSITO, que a la postre resultaba ser su PROPIO HIJO, “abandonado por ella misma con el título de EXPÓSITO en su propio zaguán” para evitar que se conociese su desliz.

EL MERCADO PÚBLICO357

Se suscitó una enorme discusión relacionada con la realización del mercado público en día de fiesta. Estos fueron los documentos.

“Erección del mercado en el sitio de Santa Rosa de Osos los días domingos” (13 de febrero de 1801). Los mercaderes se dirigieron al Teniente Gobernador para elevar una súplica respetuosa ya que el mercado de los DOMINGOS había sido pasado para los SÁBADOS358

Solicitaban que regresara para los DOMINGOS como se había hecho en San Pedro (según Documento 1432). Los motivos eran muy valederos: la gente cuando salía a mercar el sábado, no regresaba a Santa Rosa el domingo a oir misa. O si salían a Misa pero no podían mercar comenzaban a comprar en los REALES DE MINA (donde existían especie de procuradurías o economatos con mercancías suficientes) y a costos muy elevados comparados con los del comercio formal.

357 Archivo Histórico de Antioquia, “COLONIA, REALES PROVISIONES”. TOMO 50 (1793 a 1852)358 No. 1433 (cinco foxas).

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El 11 de febrero de 1801, a petición de los perjudicados, don Andrés Antonio Sanín y López y el Escribano real y del número don Juan Modesto Tamayo, certificaron la existencia de los problemas enunciados en la petición.

El mismo don José Ignacio Pérez de Restrepo, Alcalde y Juez Pedáneo de este partido de Santa Rosa de Ossos (sic) certificó, además, que era realidad lo de la Misa los domingos y la caída de los mercados en sábado. Y decía así:

“Que su mayor estímulo y aliciente para dicha concurrencia a oir Misa el día DOMINGO era el mercado y las compras de ropas y otros menesteres que hacían en las tiendas de los mercaderes de donde venían grandes perjuicios para la verdadera religión ya que los cristianos no iban a Misa. En efecto los abastecedores, que se centraban los sábados para vender, no se quedaban hasta el domingo para oir la misa”.

Por otra parte se informaba que los revendedores aprovechaban y vendían a precios elevados lo que afectaba la economía de los mineros, esclavos y agricultores.

Frente a esta situación las autoridades elevaron una consulta al CURA VICARIO DE ANTIOQUIA (según documento suscrito por Víctor de Salcedo el 13 de febrero de 1801)

EL Vicario doctor José Félix Mexía conceptuó el 13 del mismo mes y dijo…”no habrá el menor embarazo para que se franquée y permita por V.S.S. (vuestra su señoría) los mercados públicos en los días domingo. Pero que se prohíba abrir las tiendas de ropa, que estas fuesen vendidas en otros días, ya que así se hacía en la Ciudad de Arma de Rionegro y en la Villa de san José de la Marinilla”.

El 12 de febrero de 1801 fue enviado a los peticionarios el siguiente documento: “concédese a los vecinos del sitio de Santa Rosa el que celebren sus ferias o mercados de efectos comestibles en los días domingos. Pero se niega el que se puedan venderse ropas”.

Igual situación se había presentado unos quince años antes, cuando un CURA INTERINO, se escandalizó porque los comercios estaban abiertos los domingos con detrimento - según el presbítero - de la asistencia a la misa y el no cumplimiento del reposo dominical.

En este entonces se tomaron decisiones similares y el comercio, con ciertas restricciones, fue permitido el domingo y días de fiesta.359

359 En tiempo de Monseñor Maximiliano Crespo Rivera, primer Obispo de Santa Rosa de Osos, se suscitó una discusión similar. El mercado no fue eliminado del domingo.

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Doscientos Años Después

DAR PODERES

Copiados de los regímenes y leyes españolas la población de Santa Rosa, entre 1790 a 1850 echó mano de las armas jurídicas que se acostumbraban para los diversos asuntos de la cotidianidad.

No sólo los funcionarios públicos, frecuentemente acusados, sino los ciudadanos corrientes en muchas ocasiones DIERON PODERES OMNÍMODOS a determinadas personas de los Valles de los Osos y de ciudades vecinas para que fuesen representados ante otras autoridades y para que fuesen defendidos en caso de demandas o acusaciones.

Don Pedro Rodríguez de Zea Teniente de Gobernación en estos Valles de los Osos, dio todo su poder, completo, bastante y suficiente para su representación en cualquier tipo de litis al mismo Procurador de la Real Audiencia de Santa Fe.

El Cura Nicolás Francisco de Agudelo en enero de 1790 dio todo su poder a una de las figuras más importantes de Santa Fe de Antioquia, Juan Pablo Pérez Rublas.360

Los curas Francisco Xavier García, Cristóbal Pérez, Jerónimo de la Calle y otros para defenderse de acusaciones, malversaciones o enredos con diezmos y con mayordomías, dieron poder a abogados o representantes eclesiásticos que los defendieran en determinadas circunstancias.

Los Alcaldes solían apoyarse en otros como ocurrió en febrero de 1789 cuando el alcalde de san Antonio del Infante dio su poder al alcalde de Santa Rosa para que lo defendiera en una calumnia levantada por Juan López.

Cuando don Francisco Piedrahita y Rojo dio palabra de matrimonio a María Ignacia Velásquez, y estuvo impedido a presentarse a la boda, dio poder absoluto al Alcalde de San Pedro, don Vicente López.

Don Lorenzo Pérez Tascón dio todo el poder a su sobrino el cura José Ignacio Pérez para que lo defendiera contra Antonio de Uribe por una disputa en el Real de Minas de San Juan.361 . Igual poder dio al misma presbítero cuando fue acusado por una dama y sus dos hijas, quienes reclamaban la “paternidad responsable”

360 Su apellido se convirtió en ARRUBLA. Una de sus hijas fue la esposa de don Juan del Corral. Arubla fue sepultado en Santa Fe de Antioquia, en la catedral. 361 Don Lorenzo Pérez Tascón, en una discusión de paternidad, dio el poder a su pariente sacerdote

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Luis Octavio Yepes Roldán.

El fraile agustino Manuel Otero para demandar a Domingo Álvarez entregó el poder al cura del Valle de los Osos, Nicolás Francisco de Agudelo.

En todo tipo de negocios hubo necesidad de dar poderes. Felipe Barrientos estaba en pleito con su esclavo Jacinto por asuntos criminales; Juan Ignacio Duque presentó querella contra Josef de Luna porque le había vendido un esclavo con muchos defectos de los cuales no había sido informado previamente.

Las discusiones por herencias, por testamentos, por deudas y por calumnias eran frecuentes. Cada caso requería una representación completa.

Una rica minera tuvo que dar el poder a su hijo para que se presentara ante el Visitador y Gobernador Mon y Velarde para que le diera posesión pacífica de su mina y pudiera realizar la “cortada”. (diques en el curso del río para buscar la mina en el fondo)

Personajes muy buscados para el poder fueron José María Zulaybar, de los Reynos de España, Pedro Rodríguez de Zea, Andrés Antonio Sanín y López, Mateo Zapata, Modesto Tamayo, Evaristo Pinillos, Tomasa Macías.

Una causa muy común que generaba litigios era el remate de Diezmos y las promesas o mandas al Santísimo Sacramento, los dineros con los cuales se formaban Capellanías y la celebración de Misas. Para cada caso se escogía un buen representante con poder tanto político como intelectual.

“Sepan todos los que este mi poder vieren como yo don Josef Mateo Zapata, Teniente de Gobernador de estos Valles de Santa Rosa de Ossos y nuevas poblaciones en el Nuevo Reyno de Granada… doy todo mi poder a don Miguel de Nájera y Bezares, en segundo a don Pedro Garigay, Agentes del Real y Supremo Consejo de Indias y en su defecto a cualesquiera de los que de este mismo empleo se presentasen… para todos mis pleytos, causas y negocios tanto civiles como criminales así ecleciásticos como seculares movidos o que se me moviesen, comenzados o por comenzar, demandando y defendiendo contra cualesquiera comunidades y personas particulares y en ellos y en cada uno de ellos el principal y sustitutos parezca y se presente especialmente ante sus demandantes” (sic).362

Cuando había PLEITOS se daban poderes especiales: tal aconteció ante una demanda incoada por Josef Mateo en contra de un español de alcurnia, don Andrés Antonio Sanín y López a quien se acusaba de “homicidio a su

362 A.H.SRO. Legajo Protocolos 1801-1804

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Doscientos Años Después

esclava Juana María y maltrato a sus demás siervos, cuya causa había sido remitida por testimonio al Superior Tribunal de los Señores de la Audiencia y chancillería Real de este Reyno de Santa Fee en donde en primera instancia se absolvió al referido Sanín condenando al señor otorgase en las costas y que habiendo suplicado por medio de apoderado para ante los mismos señores de la referida sentencia tuvo a bien aquel Sabio y regio Senado confirmar la anterior en todas sus partes de que sintiéndose agraviado y para sincerar su imparcial procedimiento ha interpelado recurso para el Real y Supremo Concejo de Indias por via de súplica para ante Su Majestad… el poder dado comprendía apelaciones, exenciones, secuestros, juicios, documentos, archivos, testimonios, autos, sentencias, interlocutorios, apelaciones, sentencia favorable, bulas, buletas, mandamientos, para presentarlos, seguirlos, cuidarlos y para buscar recibos o expedirlos, para cobrar peso de oro, de plata, de vellón, joyas, piedras peciosas, otros efectos según derecho…”363

En otro caso fue involucrado el mismo Andrés Antonio Sanín y López cuando fue cuestionada su decisión de separar del cargo de Escribano Público y del Número a don MODESTO TAMAYO, quien dio todo su poder a Don Lorenzo Justiniano Yepes para que ventilara el PLEITO MOVIDO por el dicho Sanín, Administrador de las Reales Rentas de este sitio del valle de los Ossos, en su contra. El poder incluía “emplazar, citar, demandar, negar, poner excepciones y defenciones, ganar provisiones y cédulas reales, bulas, buletos, requisitorios y mandamientos, hacer intimar en donde y a quien se dirigieren, contradecir, embargar, presentar escritos, escrituras, testigos y probanzas, tachar y correjir las de los contrarios, recusar jueces, abogados, escribanos y notarios”.

Este poder había sido firmado el 4 de mayo de 1804.364

363 A.H.SRO. Legajo Protocolos 1801-1804364 A.H.SRO. Legajo Protocolos 1801-1804

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Luis Octavio Yepes Roldán.

XIV

ASPECTOS POLÍTICOS A PARTIR DEL GRITO DE INDEPENDENCIA

“De orden del Ilustrísimo Señor Presidente dirixo a VMD la superior Providencia cuyo contenido es el siguiente. Ley sobre la manumisión de la

posteridad de los esclavos y sobre los medios se redimir sucesivamente a sus Padres = Quando el Ser Supremo pronuncio la libertad de los Pueblos de

America y la destrucción de sus opresores, no fue desde luego con otro objeto que con el de hacerlos mas virtuosos, mas justos y mas dignos de volver a exercitar sus derechos primitivos. Al trabajar en la grande obra de nuestra

regeneración politica a cada paso se precentan unos seres degradados, hombres a quienes el barbaro gobierno de Español ha tratado con la ultima

abyección y condenado a ser perpetuamente esclavos, equiparados a las bestias, crecen sin educación, viven sin sentimientos y mueren dexando

su posteridad sugeta a iguales visicitudes. Esta parte de la humanidad que ha trescientos años gime en la servidumbre es el objeto de la ternura y

compacion del Gobierno. Dias ha que le ocupan profundas meditaciones para mejorar su suerte, sacarla de tan funesto estado, colocarla en la clase de ciudadanos y restablecer en lo pocible el equilibrio de condiciones para que goce de la beneficiencia de un gobierno justo y equitativo que jamás lograría

baxo las leyes barbaras de España. Para llenar estos sagrados objetos la legislatura de la Republica de Antioquia Decreta: 1°. Los hijos de esclavos

que nazcan desde el día de la sanción de esta ley serán libres y como tales se inscribiran sus nombres en los registros cívicos de las municipalidades. 2°. Será una obligación precisa de los dueños de esclavos educar y mantener a sus hijos que nazcan desde este dia, pero estos en recompensa deveran

indemnizar de los gastos impendidos en su crianza prestando a aquellos sus obras y servicios hasta la edad de diez y seis años cumplidos.

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Doscientos Años Después

La misa PRO POPULO acababa de concluir aquel primer domingo del año 1812.

Las gestas, a partir del Descubrimiento, apenas si se mencionaban. El Padre José Sinforoso, de excelente memoria, las recordaba ya que con frecuencia las repasaba en sus archivos personales, y ahora, en vista de los acontecimientos, las repetía a sus feligreses.

OJEADA HISTÓRICA

En 1499 Ojeda había sido el primero en pisar las costas colombianas. En 1501 habían llegado Bastidas y Juan de la Cosa. En 1510 había sido fundada Santa María La Antigua del Darién. En 1511 Balboa había descubierto el Atrato y el Pacífico o Mar del Sur. En 1525 había sido fundada Santa Marta. En 1533 Heredia había fundado a Cartagena de Indias. En 1536 había sido fundada Santiago de Cali y en 1538 Santa Fe de Bogotá y Popayán. Quesada entre 1536 a 1540 había bautizado sus conquistas como “Nuevo Reino de Granada” con cuatro gobernaciones: Santa Fe, Santa Marta, Cartagena y Popayán. En 1558 había sido creada la Audiencia. En 1534 había sido nombrado obispo para Cartagena. En 1718 el territorio había sido llamado Virreinato de la Nueva Granada. En 1740 había sido nombrado como primer Virrey don Sebastián de Eslava. En 1780 se había inciado la revolución de los comuneros, a la postre engañados y terriblemente castigados por el Virrey Antonio Flórez y en 1810 habían aparecido las Juntas Revolucionarias (Cartagena en mayo y Bogotá el 20 de julio) precedidas dos años antes por la Junta Suprema de Aranjuez en España, en septiembre de 1808.

En Antioquia, por su parte, don Francisco de Ayala había sido nombrado Presidente de la Junta Superior a partir del Congreso Provisional de Delegados reunido entre 30 de agosto y 7 de septiembre de 1810.

El Padre José Sinforoso de Upegui estaba muy congestionado. No dejaban de ser altamente preocupantes las noticias que había atesorado durante los últimos meses respecto a la situación de la Nueva Granada, amén de todas aquellas que se relacionaban con los Reyes de España, sobre todo Carlos IV y Fernando VII y los engaños continuos del zorro NAPOLEÓN BONAPARTE, a partir de la toma de la Bastilla de 1789, hasta apoderarse de España, y entregarla, como botín de guerra, al dipsómano JOSÉ BONAPARTE.

Por eso había citado a sus amigos, algunos españoles que comulgaban con las ideas de Independencia y otros criollos, libres, mulatos y mestizos, comerciantes,

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Luis Octavio Yepes Roldán.

propietarios de mina y de tierras de “pan y caballería” (algunos educados en Santa Fe y Popayán) no siempre interesados en los acontecimientos públicos, pero, de todo modos, miembros de su rebaño, y con los mismos derechos de información.

Sinforoso sabía que un buen número de mineros, esclavos, agricultores, mazamorreros, mestizos e indios comulgaban con las ideas realistas, que se explicaba por el poco conocimiento de la situación, lo mismo que los “blancos” nacidos en España y casados con criollas, mientras que los habitantes de las ciudades, villas, pueblos y sitios se alineaban con los independentistas.

Sinforoso, aunque Pastor de todos, se inclinaba por los últimos. En Santa Rosa los habitantes podían ser tildados de “algo tímidos respecto a la independencia” no sólo por su carácter predominante, el rural, sino porque, a partir de la estructuración del Sitio los administradores públicos (Tenientes de Gobernación, Escribanos públicos y del Número, Alcaldes y Jueces Pedáneos, Adminsitradores de Rentas, Mayordomos de Fábrica) eran criollos. Mal harían – suponía el Padre Sinforoso- que se “pelearan” con aquellos que habían sido sus nominadores. No era raro encontrar, sin embargo, que en la misma familia de santarrosanos, algunos miembros buscaban la independencia y otros apoyaban a Fernando VII.

El Padre Sinforoso, como buen clérigo, conocía la situación de sus cohermanos. Los Prelados, en general, de acuerdo con las políticas todavía existentes del PATRONATO REAL, habían sido nombrados por el Rey. El era “su patrón” y a El habían jurado obediencia. Los clérigos tanto regulares como doctrineros optaban más por la independencia porque estaban “untados” de pueblo. No era desconocida la lista de clérigos que habían firmado en Bogotá el Acta de Independencia.

Por eso, cuando llegó la reconquista, los rigores de España contra los santarrosanos (y en general contra los antioqueños) habían sido mínimos y personas que en la independencia ocuparon puestos de “revoltosos”, aparecieron en cargos “realistas” y en el tiempo posterior a la Batalla de Boyacá, regresaron a sus puestos como “patriotas”.

Aunque en Santa Rosa no había INDÍGENAS, José Sinforoso los conocía muy bien y aún tenía contacto con sus antiguos feligreses en el Pueblo de Indios de Cañasgordas y sabía de los grupos ubicados en Sopetrán, San Jerónimo, Sabanalarga, Buriticá, La Estrella y El Poblado.

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Doscientos Años Después

Los esclavos, por su parte, constituían una población tan especial, que apenas tenían tiempo para desempeñar sus duros trabajos de la mina o para contratarse los sábados en otros menesteres, para “ajustar” sus míseros salarios de hambre y “echarse” un trapo en el cuerpo para cubrir sus desnudeces. Quizás en toda la Provincia de Antioquia serían unos 10.000.

Según los cronistas de su tiempo cerca de mil fueron alistados para luchar en el Perú, y en general, la minería perdió aproximadamente dos mil esclavos, como lo manifestaría en algunos de sus escritos el Obispo de Santa Fe de Antioquia Garnica y Dorjuela.

Indudablemente un buen número de mestizos y mulatos fueron requeridos para las guerras tanto en el período del 12 al 14 como en el del 19 y 20.

Todos sabían que las reuniones periódicas en el kiosco, diagonal al Santo Templo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá (el mismo que había sido reconstruido en l797), tenían por objeto informar a la feligresía. No todo se podía exponer en el púlpito, en el confesionario o en las direcciones espirituales y era necesario compartir con la comunidad los temas relacionados con la madre España y con los movimientos independentistas. El tema para esta reunión era muy claro. Sinforoso se había decidido a explicar el alcance de la indendencia y de las Juntas Provisionales.

Explicó como el 13 de agosto de 1810 el Estado de Antioquia había elegido Diputados para el futuro Congreso de Colombia y entre ellos al hijo de una de las figuras más importantes de Santa Rosa en los años anteriores (Don Pedro Rodríguez de Zea), a saber: Francisco Antonio Rodríguez de Zea.

DON JUAN DEL CORRAL

No fue fácil hacer entender al pueblo, aquel domingo después de Misa Mayor, la situación que se había presentado posterior al GRITO DE INDEPENDENCIA en Santa Fe de Bogotá y la conformación de JUNTAS PROVISIONALES en Cartagena y en Mompox y cómo el Gobierno de Antioquia, por decisión muy pensada, había optado por entregar el PODER total, tanto en lo civil como en lo militar, al gran estratega MOMPOSINO, don Juan del Corral.

Su misión especial consistiría en conformar MILICIAS que se opusieran a los afanes de RECONQUISTA que ya se insinuaba en Popayán con Morillo y sus soldados.

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Luego les habló de Juan del Corral y cómo había elaborado un REGLAMENTO GENERAL DE LAS MILICIAS PARA LA PROVINCIA DE ANTIOQUIA, en el año 1812.

Mediante una Ley constitucional y Decreto de Legislatura del 19 de junio de 1812 habían sido organizadas las fuerzas con batallones, compañías, escuadras, y asambleas trashumantes, ayudantes, gratificaciones, distribución de las fuerzas y asientos de oficiales y capitanes.

El CUADERNO PRIMERO, compuesto por ocho tratados, se refería a la INFANTERÍA.

1. Nueva creación de Milicias en 14 artículos.

2. Juntas de alistamiento en los diversos sitios, 22 art.

3. Los empleos: cabo, sargento, jefe, en 40 art.

4. Posesión de cabos, sargentos, oficiales, jefes, en 10 art.

5. La asamblea volante y las revistas, en 40 art.

6. Disciplina del ejército, responsabilidades, castigos, penas, en 27 art.

7. Cuarteles, armamentos y pertrechos en 24 art.

8. Los uniformes en 23 art.

A continuación había escrito unas notas aclaratorias al Decreto anterior (de a-m) y había ilustrado el texto con las siguientes láminas: Organización de cuerpos. Distribución de los cuerpos. Relación de los hombres útiles por ciudades, villas y parroquias. Compañías y batallones. Compañías sueltas. Itinerario militar de la Asamblea unida.365

El fuego brillaba en los ojos de Sinforoso y el verbo fluía como agua cristalina de sus labios: el 27 de enero de 1812, en Rionegro, el Colegio Constituyente presidido por don Manuel Carrasquilla, siendo sus secretarios don José María Ortiz y don Pedro Francisco Carvajal, había enviado una proclama a los antioqueños en la cual les recordaba que los representantes del pueblo habían sido elegidos por ellos, que las crisis internas que se vivían serían superadas “con el feliz acuerdo de un plan que distribuye la beneficencia entre los lugares, con generosidad y con justicia”, que mediante un Gobierno con virtud, talento

365 A.H.A. Tomo 566

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Doscientos Años Después

e igualdad geométrica, cesarían las rivalidades y los temores de preponderancia y se lucharía por la felicidad de todos, de suerte que los sagrados derechos de “igualdad, seguridad y propiedad” brillaran de continuo.366

Los feligreses, muy atentos, se animaron y comenzaron las preguntas.

Juan Modesto Tamayo preguntó por los “temores” que se percibían.

José Sinforoso respondió: el Presidente del Estado, DON JOSÉ ANTONIO GÓMEZ, el 15 de febrero de 1812, ante los insistentes rumores de la reconquista española, nos había arengado, indicándonos cómo los peligros contra la libertad se incrementaban con las rencillas internas y con la apatía de los pueblos. Por eso nos invitaba a todos y a cada uno de los santarrosanos a unirnos, a empuñar las armas, sin distinción de clases hasta derramar la última gota de nuestra sangre.

El 10 de octubre de 1812 Don José Antonio Gómez moría súbitamente. Había sido bautizado en Medellín el 5 de abril de 1754, era hijo de españoles y había ocupado importantes puestos en Santa Fe.

Los santarrosanos eran gente de mucha paz y apáticos, relativamente, a los avatares políticos. Sus minas, sus rosas, sus ganados, sus comercios, su mazamorreo les consumía todo el tiempo y poco espacio les dejaba para pensar en estas nuevas y complejas situaciones pese a los esfuerzos del Cura para hacerlos entender.

En ese momento Sinforoso no podía adivinar que sus feligreses serían exigidos al máximo hasta conformar el Batallón Santa Rosa.

Sinforoso insistió fuertemente en la CONSTITUCIÓN que había sido aprobada para el Estado. Era, de todos modos, el derrotero para estos años, y todo santarrosano debería estar empapado de su contenido.

El 21 de marzo de 1812 el Serenísimo Colegio Constituyente sancionó la CONSTITUCION DEL ESTADO DE ANTIOQUIA, documento compuesto por 208 artículos. El Estado de Antioquia haría parte del Nuevo Reino de Granada y se constituiría en gobierno sabio, liberal y doméstico capaz de mantener la paz, administrar justicia y defender al pueblo. Este Estado se apoyaría en la fe católica para implantar derechos y obligaciones, puesto que se trataba de un gobierno popular y representativo con dependencia del Congrego General de la Nueva Granada. Optaría por los tres poderes usuales: legislativo, ejecutivo y 366 Francisco Duque Betancur. Historia del Departamento de Antioquia, p. 435 y ss.

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judicial. El Legislativo tendría dos salas: senado y cámara. El poder ejecutivo estaría en cabeza de un Presidente y cinco ministros y un fiscal. Y los juzgados seguirán funcionando como antes de acuerdo con las costumbres españolas fuera para los protocolos de ventas de minas, tierras o esclavos, fuera para pleitos y querellas, mediante el Teniente de Gobernador y el Escribano Público y del Número, amén de Alcaldes Jueces Pedáneos y de Administradores de la Hacienda Pública. Habría, además, un tesorero general, un contador, un tribunal de cuentas; se reglamentarían las elecciones, se impulsaría la educación, habría escuelas gratuitas y la fuerza pública sería estructurada. Firmaban en Santiago de Arma de Rionegro el 21 de marzo de 1812 los 19 representantes y disputados de Medellín, Rionegro, Nordeste, Villa de Marinilla y Ciudad de Antioquia.

No era fácil hablar a los mineros, agricultores y ganaderos de un escudo. Pero el Estado de Antioquia –repetía José Sinforoso- había adoptado el de una Matrona sentada y rodeada de plataneras, cerca a una palmera y apoyada en un cerro de oro, al pie de un río caudaloso y con el gorro de la libertad. Lo del oro era fácilmente comprendido por estos santarrosanos de comienzos del siglo XIX ya que, de acuerdo con sus tradiciones, desde 1636 estaban acostumbrados al contacto con las “cejitas” de oro y con las “pepitas”y más de uno conocía la vieja historia de la MONTAÑA DE BURITICÁ, donde el mismo cacique había sido quemado vivo por haberse negado a revelar el ingreso al corazón de la riquísima montaña.

Igualmente más de uno conocía la Leyenda de la Princesa Dabaibe, cuando embadurnaba sus enhiestas carnes con oro en polvo para sumergirse, luego, en la laguna sagrada en honor a ABIRÁ el dios supremamente bueno y para aplacar a CUNICUBÁ, el dios supremamente malo.

El escudo, en definitiva, había sido adoptado el 23 de agosto de 1812. La montaña -diría alguno- era el cerro de Buriticá; el caudaloso río era el Cauca; las plataneras era la fertilidad de Urabá; la matrona era la RAZA fuerte formada de las mezclas y el gorro era “el ansia continua de libertad”.

La lección concluyó a mediodía, cuando sonaban las campanas para el rezo del Angelus, con una nota final: el 17 de octubre de 1812 había sido nombrado como PRESIDENTE don José Miguel de Restrepo quien arengó a sus paisanos para que empuñaran las armas y defendieran sus fronteras no fuera que la Provincia cayera en manos de “los feroces catalanes de Santa Marta”

362

Doscientos Años Después

José Sinforoso de Upegui, domingo a domingo, o cuando se presentaban circunstancias especiales, seguía ilustrando a los santarrosanos.

El 7 de febrero de 1813 fue firmada el Acta mediante la cual el Estado de Antioquia juraba apoyar al Soberano Congreso del Nuevo Reino de Granada.

Finalizando julio de 1813 la situación en el sur de la Nueva Granada era compleja. Sámano y Morillo se habían fortalecido y se habían apoderado de Popayán. Fue entonces cuando el Presidente Restrepo, por el bien del Estado, optó por entregar el poder omnímodo a don JUAN DEL CORRAL367

D. Juan del Corral era coronel de milicias. Siendo procurador municipal en Antioquia y ante los rumores que llegaban del Sur exhortó a los Legisladores para que asumieran la defensa con estas palabras. “Buscar un hombre que sin temores ni miedos salve la República…”

¿Quién mejor que él?

En su discurso de posesión del 2 de agosto de 1813 se comprometió a luchar denodamente a costa de cualquier sacrificio “por doloroso y terrible que fuera”

Uno de sus primeros actos consistió en la DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA del Estado el 11 de agosto de 1813.

El texto era muy claro. “El ciudadano dictador declara que el Estado de Antioquia desconoce por su Rey a Fernando VII y a toda otra autoridad que no emane directamente del pueblo o sus representantes”. Amenazó con penas de destierro a quienes no juraran la declaración y ordenó informar a todos los Cantones mediante bando público, según usanza tomada de los mismos españoles.

El 14 de agosto las capitales de Cantón jurarían solemnemente esta declaración y los sitios poblados lo harían en el día festivo siguiente.

Santa Rosa, sitio poblado, que unos años más tarde (según los protocolos) sería llamada Villa y capital del Cantón del Norte, celebró durante tres noches, con luminarias y festejos, misa solemne y Tedeum este acontecimiento. José Sinforoso de Upegui fue el alma de estas celebraciones. Gozaba como un chiquillo.

367 El ilustre hijo del ex presidente, don José Manuel Restrepo conservaría los documentos más importantes de este período y formaría su archivo personal

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Juan del Corral se dedicó a preparar la defensa. Embargó algunos bienes de reacios por sesenta mil pesos, desterró a otros, obligó a empréstitos forzosos por veintisiete mil pesos para los gastos de guerra, organizó las milicias ayudado por el sabio Francisco José de Caldas, fortificó los pasos de Bufu y Cana (la Pintada), organizó batallones al mando del Coronel Dionisio Tejada, inició la artillería con algunas piezas ligeras y organizó cursos de Ingeniería en Medellín. El 21 de agosto de 1813 concedió el título de CIUDAD a las Villas de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín y a San José de la Marinilla. Aunque los vecinos de la Villa de Medellín pidieron que la Ciudad fuese denominada “Ciudad Valle de Aná” prevaleció el nombre de Medellín.

Su historia de Medellín era ampliamente conocida.

Muy al comienzo del siglo XVII (1616) por orden del Visitador don Francisco de Herrera y Campuzano, posiblemente en el sitio del actual parque de El Poblado, fueron reunidos ochenta indígenas para conformar el POBLADO DE SAN LORENZO. Para muchos historiadores este fue el COMIENZO DE MEDELLÍN. Otros, sin embargo, sostenían que el verdadero sitio había sido el DE ANÁ y que aquí comenzó “el poblado de Indios, o pueblo de indios”.

En 1646, en el sitio conocido como AGUASAL, se congregaron otros vecinos y conformaron otro núcleo.

En 1649, en el actual Parque de Berrío –dicen algunos historiadores- fue establecida la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria y a su alrededor comercios para las minas de las montañas.

En 1670 estos vecinos solicitan cierta autonomía respecto a Santa Fe de Antioquia.

El 20 de marzo de 1671 se fundó la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Aná con 30 familias españolas y otras de mulatos y mestizos.

El 2 de noviembre de 1675 don Miguel de Aguinaga y Mendigoitia, de acuerdo con Real Cédula proclama la erección de la Villa.

En 1682 se inició la construcción de la Veracruz que sería consagrada en 1712.

En 1675 había, según el censo, tres mil habitantes reunidos en 280 familias, en 18 manzanas.

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Doscientos Años Después

Cien años después habría 14.500 habitantes.

En 1808 15.350 en 360 casas, en 1905, 60.000, en 1951 360.000. En 1973 1.100.000. En 1985. 1.500.000. En 2010: 2.600.000.

En 1803 inició labores el Real Colegio de los Franciscanos, con gramática, filosofía y teología. En 1821 se denominó Colegio de Antioquia. Y en 1901, Universidad de Antioquia.

En 1826 Medellín había sido nombrada Capital de la Provincia.

Aunque algunos historiadores señalaron que por este tiempo Juan del Corral había elevado a varios sitios poblados, entre ellos Santa Rosa, a la categoría de Distritos (Municipios) no habían sido encontrados los documentos respectivos. Pero en el imaginario histórico de los santarrosano don Juan del Corral erigió este a Municipios, por lo cual, para estos años se estarían celebrando los primeros DOSCIENTOS AÑOS.

El 30 de octubre de 1813 terminó el período concedido a Juan del Corral para la defensa el Estado. Presentó el informe correspondiente pero el 5 de noviembre le fue ampliada su dictadura por otros cuatro meses y se le dio “amplias facultades para obrar la salud, felicidad y salvación de la Patria”. Fue nombrado Coronel y se le asignó un sueldo de 2.400 pesos. A pesar de su estado delicado de salud, al fin aceptó y se radicó en Rionegro.

Entregaría a principios de marzo de 1814.

Aunque ya, iluminado por el Doctor Don José Félix de Restrepo, había recomendado la ley de Liberación de Úteros, sólo al entregar el poder, el Presidente Constitucional optaría por ella junto con otras reformas que se venían incoando, entre ellas la manumisión escalonada de esclavos, la conformación de un montepío financiado con aportes voluntarios para la redención de esclavos, asunto que se vería reflejado en los Protocolos de Santa Rosa, cuando los TESTADORES dejarían algunos castellanos para dicha obra y librarían el porcentaje de esclavos que la Ley había determinado.

En efecto el Cuerpo Legislativo compuesto por el Presbítero José Miguel de la Calle (Presidente), Antonio Arboleda (vicepresidente), Pedro Arrubla, José Pardo y José Antonio Benítez, el 20 de abril de 1814 aprobó la Ley: los nacidos de esclavos automáticamente quedaban libres pero serían sustentados por sus amos hasta los 16 años, el 10% de esclavos quedaban libres cuando había

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herederos, el 25% si no los había, cada año cada amo aportaría al MONTEPÍO, dos pesos por cada esclavo varón y un peso por cada esclava hembra, se prohibía la importación y exportación de nuevos esclavos y se prohibía rotundamente separar padres esclavos de sus hijos.

El Padre José Sinforoso, según nota que apareció en los LIBROS DE BAUTISMOS de Santa Rosa de Osos, rubricó este hecho memorable indicando que a partir de la fecha, todos los hijos de esclavos serían bautizados como LIBRES.

Esta nota, indudablemente, había sido leida y analizada por los visitadores eclesiásticos y pudo ser el principio de su caída y base para las acusaciones de “insurgente”. Esta nota sería cambiada, años después, cuando los sucesos dieron con el traste con la INDEPENDENCIA DE ANTIOQUIA, por otra supremamente dolorosa: “a partir de la fecha los hijos de esclavos volverán a ser esclavos” 368

En esta misma legislación don Juan del Corral fue elegido como Presidente Constitucional pero la muerte lo esperaba en Rionegro: 7 de abril de 1814.369

Había nacido en Mompos el 23 de junio de 1788, hijo de Ramón del Corral y Castro y de doña Jerónima Alonsa Carriazo. Se desposó en Antioquia con Josefa Pérez de Rubla y Martínez. Había sido cultivador de cacao. Entre sus hijos descollaría en las gestas de independencia Manuel Dimas del Corral, en la batalla de Chorros Blancos, quien llegó a ser Teniente Coronel.

La filosofía de la LIBERACIÓN DE ESCLAVOS quedaría plasmada en este espectacular documento de 1814 en donde José Sinforoso de Upegui sería uno de sus fortines y haría parte de las Juntas respectivas.

LEY MANUMISIÓN DE ESCLAVOS

“De orden del Ilustrísimo Señor Presidente dirixo a VMD la superior Providencia cuyo contenido es el siguiente. Ley sobre la manumisión de la posteridad de los esclavos y sobre los medios se redimir sucesivamente a sus Padres = Quando el Ser Supremo pronuncio la libertad de los Pueblos de America y la destrucción de sus opresores, no fue desde luego con otro objeto que con el de hacerlos mas virtuosos, mas justos y mas dignos de volver a

368 Archivo de la Curia de S.R.O. Libro primero de bautismos, matrimonios, defunciones y fiestas.369 Duque, Historia del Departamento de Antioquia, p. 468

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exercitar sus derechos primitivos. Al trabajar en la grande obra de nuestra regeneración politica a cada paso se precentan unos seres degradados, hombres a quienes el barbaro gobierno de Español ha tratado con la ultima abyección y condenado a ser perpetuamente esclavos, equiparados a las bestias, crecen sin educación, viven sin sentimientos y mueren dexando su posteridad sugeta a iguales visicitudes. Esta parte de la humanidad que ha trescientos años gime en la servidumbre es el objeto de la ternura y compacion del Gobierno. Dias ha que le ocupan profundas meditaciones para mejorar su suerte, sacarla de tan funesto estado, colocarla en la clase de ciudadanos y restablecer en lo pocible el equilibrio de condiciones para que goce de la beneficiencia de un gobierno justo y equitativo que jamás lograría baxo las leyes barbaras de España. Para llenar estos sagrados objetos la legislatura de la Republica de Antioquia Decreta: 1°. Los hijos de esclavos que nazcan desde el día de la sanción de esta ley serán libres y como tales se inscribiran sus nombres en los registros cívicos de las municipalidades. 2°. Será una obligación precisa de los dueños de esclavos educar y mantener a sus hijos que nazcan desde este dia, pero estos en recompensa deveran indemnizar de los gastos impendidos en su crianza prestando a aquellos sus obras y servicios hasta la edad de diez y seis años cumplidos. 3°. Los hijos de esclavos que llegando a la edad de que abla el artículo anterior no tuviesen oficio de que subsistir y ser utiles a la Republica, o fuesen inmorales y viciosos, no entraran al goce de los derechos de ciudadanos y quedaran a disposición de las Juntas de que adelante se tratara para que cuiden de su educación y reforma hasta que den prueba de haver rectificado su conducta. 4°. Separar a los hijos de los padres o a estos de aquellos es romper atrevidamente los lazos del amor filial y herir en lo mas vivo las leyes de la naturaleza. Por tanto se prohiven las ventas por fuera de una población de padres e hijos separadamente los unos de los otros. 5°. El esclavo que habiendo conseguido su emancipación abusase de ella, será suspendido en el exercicio de sus derechos y entregado a las Juntas hasta que se halle reformado. 6°. Se prohiven en adelante las introducciones de esclavos asi como extracción de esta republica para otros estados y se declaran nulas y de ningún valor las compras y ventas que se hagan con este objeto. 7°. Será una obligación forsosa de todo testador manumitir uno de cada diez esclavos teniendo herederos forsosos y no teniéndolos la quarta parte de ellos. 8°. El que acredite haver manumitido diez y seis esclavos que no sean de aquellos que por avanzada edad o enfermedades no puedan subsistir por si, será honrado con escudo que tenga la siguiente inscripción “ciudadano benemérito de la republica y amigo de la humanidad”. 9°. Con el objeto de ir libertando sucesivamente a los siervos se fundara un montepío compuesto primero, de las donaciones y liberalidades conque para

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tan santo fin quieran contribuir los ciudadanos sencibles; segundo de las cantidades que se recauden con el titulo de mandas para redención de cautivos . Tercero de una capitación anual impuesta a los propietarios en esta proporzion: deveran pagar dos pesos fuertes por cada esclavo varon desde la edad de quince años hasta la de cincuenta y cinco y por las mujeres desde la edad de doce hasta la de cuarenta y cinco años a peso fuerte. 10°. Los subpresidentes por si o por comisarios de su satisfacción exigirán de los propietarios una matricula jurada (con certificacioes de los Párrocos que estenderan gratuitamente, en servicio de la humanidad en que conste el número, edad y sexo de los esclavos que tengan la qual se renovara en cada año y para evitar todo fraude que puiera haver sobre el particular el dueño perderá el esclavo cuya posesión oculta quedando aquel por este mismo hecho en goce de su livertad. 11°. En cada uno de los Departamentos se erigirá una Junta de amigos de la humanidad, compuesta del subprecidente del Canton, de quatro vecinos que nombra el govierno y de un Tesorero de probidad que otogara las fianzas correspondientes, para que colectando las sumas que provengan de los ramos destinados a la manumicion de esclavos por lo que respecta al marco territorial del Departamento, se provea a la redención anual de los que devan emaniciparce en la forma y términos que se expresara por un reglamento detallado. 12° El primer dia de Pasqua de Resurreccion será el destinado en todos los años para la manumicion de esclavos pagando a sus amos el valor por una justa tasasion y escogiendo a los mas honrados y mas ancianos para soltarlos de las cadenas de la servidumbre. 13°. La contribución de los propietarios se hara precisamente por el mes de enero de cada año. 14°. Cada una de las Juntas de amigos de la humanidad tendrá una sección en cada mez para tratar sobre las mejoras de este plan y sobre el aumento de los medios y arbitrios de la manumicion de esclavos elevando al gobierno las observaciones que hayan practicado. 15° Las Juntas se ocuparan también en tomar los informes necesarios y asegurarse mucho sobre la conducta arreglada, antiguos buenos servicios de los siervos para la preferencia de su libertad atendiendo asi mismo a aquellos que se hallan formado lícitamente un peculio con que poder subsistir en el nuevo estado. 16°. Suspendase la publicacion de la presente hasta el primero de agosto sin perjuicio de la libertad de vientres que se gozara desde el dia. Comuniquese a los Estados amigos para los efectos acordados y al Supremo Poder executibo para su cumplimiento y execucion. Dado en el Palacio del Supremo Poder Lexislatibo de la Republica de Antioquia Abril veinte de mil ochocientos catorce = Jose Miguel de la Calle = Prefecto = Antonio Arboleda vice prefecto = Pedro Arrubla = Jose Pardo = Jose Antonio Benitez representante y secretario

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= Palacio del Supremo Poder executivo Antioquia mayo dos de mil ochocientos catorce = Executese = Hay una rubrica = Uruburu secretario provisional = es copia = Rionegro julio 13 de 1814 = Restrepo secretario = Lo que comunico a Ud. para que le de su mas exacto cumplimiento. Dios guarde a VMD Santa Rosa agosto 29 de 1814. Joaquin Muñoz. Al Señor Alcalde ordinario ciudadano Modesto Restrepo”. (sic)370

Evaristo Pinillos Secretario, el 28 de diciembre de 1814 en Santa Rosa indicaría que el siguiente documento era una copia de un original y que se anexaba a los Protocolos de este año. Se trataba de algunas explicaciones relacionadas con la Ley anterior.

“El Excelentisimo Señor Precidente de la República ha decretado en esta fecha lo que sigue = Deviendo el Gobierno cumplir en todas sus partes la Ley de 20 de abril último sobre la manumicion de los esclavos, decreta lo siguiente = 1°. Se circularan ordenes estrechas a todos los Jueces y Escribanos de los Departamentos para que no autorisen ni aprueben ningún testamento, sea ante escribano o testigos sin que el testador, sus herederos o albaceas hayan cumplido con manumitir el numero de esclavos que expresa el articulo 7° de dicha Ley, imponiéndoles la mas estrecha responsabilidad en el caso de qualquiera homision = 2°. Se formaran inmediatamente las Juntas Departamentales denomindas de Amigos de la humanidad. En Antioquia será compuesto del subprecidente, de los ciudadanos Jose Pardo, Miguel de Uribe, Juan Francisco Zapata y Presbítero Jose Agustin de Salazar. El tesorero será el ciudadano Manuel Sarrazola. En Medellín la comprondran el subprecidente y los ciudadanos Dr. Felix de Restrepo, Dr. Juan Maria Cespedes, Jose Maria Santa Maria, Manuel Tirado y Francisco Gonzalez que hará de tesorero. En Rionegro serán miembros el subprecidente y los ciudadanos Presbitero Jose Miguel de la Calle, Jose Maria Montoya, Manuel Bravo, Francisco Mexia e Ignacio Molina tesorero. En Marinilla se formara del subprecidente y ciudadanos Dr. Francisco Xavier Gomez, Juan Nicolas de Moya, Juan Nepomuceno Viana, Miguel de Isaza y Antonio Viana que desepeñara la tesorería. En el Departamento del nordeste la constituirán el subprecidente con los ciudadanos Antonio Quintana, Vicente Galves, Jose Maria Palacio, Hipolito Bravo y Felix Galves tesorero. Habrá también una junta en Santa Rosa para todo el distrito del Valle de Osos; la compondrá el Teniente de Gobierno y los ciudadanos Presbítero Sinforoso de Upegui, Modesto Tamayo, Evaristo Pinillos y Juan Nicolás Gómez. El ciudadano Jose Maria Arango y Ortega hara de

370 Protocolos de Santa Rosa, Archivo Histórico, Legajo de 1814

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tesorero = 3°. Uno de los miembros de las Juntas nombrado a pluralidad será el secretario. Los precidentes reciviran el Juramento y pondrán en pocecion a los individuos de quienes se componen = 4°. Las Juntas inmediatamente comenzaran sus seciones y colectaran el producto de todos los ramos que menciona el artículo 9° = 5°. Los Precidentes de dichas Juntas formaran dentro del termino perentorio de un mes las matriculas del numero de esclavos que tenga la Republica conforme al articulo 10° de la citada Ley. Y será obligación de las Juntas respectivas colectar la contribución impuesta a los propietarios; lo que verificara por si, por medio de Su Tesorero o repartiendo, en fin, entre sus individuos el distrito Departamental a fin de que cada uno perciba aquella quota que se le asigne = 6°. Se encarga a las Juntas de Amigos de la humanidad celen con el mayor cuidado el cumplimiento de todos los demás artículos que contiene la mencionada Ley y que propongan al Gobierno quantos medios juzguen oportunos para conseguir la manumisión de los esclavos y para mejorar la suerte de esta desgraciada porción de la humanidad. Circulese el presente decreto para su execucion y publíquese en la Gazeta = Hay una rubrica = Restrepo secretario = De orden del Supremo Gobierno lo comunico a S.M. para su inteligencia y cumplimiento = Dios guarde a V.M. muchos años, Rionegro setiembre 29 de 1814 = Jose Manuel Restrepo secretario de gracia y justicia = Ciudadano theniente de Gobierno de Santa Rosa de Osos y socios miembros de la Junta de Amigos de la humanidad = Santa Rosa y octubre 15 de 1814. Por recibida la Superior Providencia, la qual se obedece en la forma ordinaria y para dar principio a su cumplimiento, el Señor Theniente de Gobierno Precidene de esta Junta recibió el Juramento de estilo a los socios que la componen incluso el Señor Cura de este Sitio, según su fuero, quienes ofecieron cumplir bien y fielmente con el encargo de su comicion e inmediatamente procedieron al nombramiento de secretario de dicha Junta según y como se previene en el artículo 3 de dicha superior orden y resulto electo con pluralidad de votos el socio de ella ciudadano Evaristo Pinillos. Publiquese el dia de mañana por ser feriado y de concurso para inteligencia de todos. Asi lo proveyeron, mandaron y firmaron los señores que la componen por ante mi el secretario de ella = Joaquin Muñoz = Jose Sinforoso de Upegui = Juan Modesto Tamayo = Jose Nicolas Gomez = Jose Maria Arango = Evaristo Pinillos secretario = En vista de la consulta que VM dirixió al Supremo Gobierno en 17 del corriente sobre si podrían nombrar Juntas subalternas y de donde debían sacarse los gastos que hicieran, decretó en esta fecha el Excelentisimo Señor Precidente de la Republica lo que sigue = se faculta a la Junta de Amigos de la humanidad del Valle de Osos para que en las Parroquias de su Distrito nombren personas de su satisfacción que colecten los ramos

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destinados para la manumicion de esclavos, declarándose que los gastos que impenda dicha Junta deven sacarse de los mismos ramos que colecten cuidando mucho de la mayor economía = hay una rúbrica = Restrepo secretario = Lo comunico a VM del orden del Supremo Gobierno para su inteligencia = Dios guarde a V.M. muchos años. Rionegro, octubre 2 de 1814 = Jose Manuel Restrepo secretario de Gracia y Justicia = Señores de la Junta de amigos de la humanidad de Santa Rosa de Osos = Santa Rosa noviembre 14 de 1814 = En la mañana de este dia reunidos los socios que componen la Junta de Amigos de la humanidad de este sitio de Santa Rosa de Osos tubieron sección según se proviene en el articulo decimoquarto de la Ley de la manumicion y en ella procedieron al nombramiento de las Juntas subalternas de Amigos de la humanidad en las Parroquias distante de este sitio según se le faculta a esta Principal por el Excelentisimo Señor Precidente de la Republica en su Decreto de 2° del próximo pasado octubre que se halla agregado a estas dilgiencias y de común acuerdo nombraron en la dichas Parroquias los sujetos siguientes = En el sitio de San Pedro a los ciudadanos Alcalde Ordinario actual que le remplazará anualmente el que le sucediere, Vicente Antonio Gutierrez y Carlos Velez. En san Luis de Gongora a los ciudadanos Alcalde Ordinario actual, que le remplazará anualmente el que le sucediere, Manuel Carrasquilla y Tomás Estrada. En San Jose de Amieta a los ciudadanos Alcalde Ordinario que le remplazara anualemnte el que le sucediere, Pedro Barrientos y Juan Francico Zea. En la Carolina del Principe a los ciudadanos Alcalde Ordinario que lo remplazara anualmente el que le suceda, Joaquin Perez y Policarpo Alvarez. En San Antonio del Infante a los ciudadanos Alcalde ordinario que le remplazara anualmente el que le suceda, Presbitero Jose Ignacio Cardona y Nicolas Piedrayta y en Anory a los ciudadanos Alcalde ordinario que le remplazara anualemtne el que le suceda y Benito Uribe = Estas juntas desempeñarán sus funciones arreglándose a los artículos contenidos en la Ley de Manumicion de la posteridad de Esclavos que anteriormente le fue remitida, la que agregarán por principio a estas diligencias y a los demás contenidos en el decreto de su Excelente de 29 de septiembre que Ud. incerto en copia con las demás diligencias de su materia = Los intereses que de esta pertenencia fueren colectando anualmente los dirixiran al Tesorero de esta Principal, ciudadano José María Arango para darle el destino que se previere = Todas las dudas que ocurran en la materia a las Juntas Particulares las harán precentes a esta Principal. Todo lo qual asi lo proveyeron, mandaron y firmaron los señores que componen esta Junta la qual manda igualmente se circulen copias autorizadas por el Secretario de ella a cada una de dichas Juntas para su observancia y cumplimiento = Joaquin Muñoz = Jose Sinforoso de Upegui = Juan Modesto

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Tamayo = Jose Nicolas Gomez = Jose Maria Arango = Evaristo Pinillos secretario = Es fiel copia de su original a que me refiero. Santa Rosa y 28 de diciembre de 1814. Evaristo Pinillos secretario. Por resevida la Providencia anterior y auto de nombramiento de individuos que han de componer la Junta de Manumicion en este sitio: nombrados por la Junta principal del Sitio de Santa Rosa por el Alcalde Ordinario oficie políticamente a los ciudadanos presentes Jose Ignacio Cardona cura proprio y Nicolas Piedrahita Alcalde Pedaneo quienes impuestos del nombramiento y del ministerio que se nos confiaba aceptamos en virtud de lo qual presentaron el juramento ante mi incluso dicho cura prestándolo en manos del Alcalde Pedaneo en el que prometimos unánimes y conformes desempeñar bien y fielmente nuestro encargo todo lo que efectuamos en presencia de los ciudadanos Diego Chaverra que nombramos por nuestro secretario y Juan Baptisa Isasa de testigo quedando desde hoi prevista esta Junta para su reunión quando lo pida el caso asi lo provehemos, mandamos y firmamos los miembros de esta Junta = Modesto de Restrepo. Diego Chaverra secretario. Jose Ignacio Cardona. Nicolas de Piedrayta. Testigo Juan Baptista Isaza.” (sic)

El 15 de abril de 1813 fue elegido Presidente el Presbítero don José Miguel de la Calle quien firmó la manumisión de esclavos. Entregó el poder el 8 de mayo. El 16 fue nombrado el Brigadier don Dionisio Tejada a quien le tocó sufrir las luchas intestinas propiciadas por Rionegro, Antioquia y Medellín quienes exigían ser capital del Estado ya que en junio de 1815, en la Nueva Constitución firmada en Envigado, se eligió como residencia la ciudad de Antioquia. Tejada sería fusilado alrededor del 10 de septiembre de 1816.

RECONQUISTA

Cuando Santa Rosa supo los avances del Teniente Coronel Francisco Warleta quien se había apoderado de Mompox el 28 de diciembre de 1815 se sobresaltó. Los españoles allí residentes recobraron la confianza en la Metrópoli pero los criollos se angustiaron.

El Padre Josef Sinforoso de Upegui que había sido nombrado para la Junta de manumisión de esclavos comenzó a preocuparse. Como siempre se había manifestado partidario decidido de la Independencia, los avances de la reconquista lo ponían a la mira tanto de su Prelado de Popayán como de los jefes de la guerra quienes –indudablemente- lo tratarían de INSURGENTE y era de esperar que comunicaran al Prelado su situación y se temía que Aquel tomara

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alguna represalia. Estas inquietudes, efectivamente, se verían confirmadas en 1818, cuando fue destituido de su Curato.

Mientras tanto, a nivel nacional, la situación se complicaba, ya que Camilo Torres que había sido nombrado Presidente de las Provincias Unidas en noviembre de 1815 como reemplazo de un triunvirato, renunció.

Fue reemplazado por don José Fernández Madrid quien también renunció el 22 de junio de 1816.

El reemplazo fue el General Custodio García Rovira y vicepresidente el Teniente Coronel Liborio Mejía. Este asumió como PRESIDENTE DICTADOR hasta que cayó prisionero en la Batalla de La Plata y fue fusilado el 3 de septiembre de 1816 en Santa Fe de Bogotá.

El 20 de octubre de 1815 el Coronel Vicente Sánchez de Lima se tomó a Nechí, puerta de entrada al Estado de Antioquia y luego en noviembre se apoderó de Zaragoza.

Warleta salió de Mompos en febrero de 1816. En marzo llegó a las ruinas de Remedios (que había sido quemada por sus habitantes) y el 6 de abril ingresó a Medellín.

En plena marcha la reconquista fue nombrado gobernador el Coronel Vicente Sánchez de Lima el 21 de julio de 1816 y fue reconfirmado por el Virrey Montalvo.

Fue sucedido por Pascual Enrile hasta marzo de 1818 cuando fue reemplazado en lo civil por don Pantaleón Arango y en lo militar por el Capitán José Guerrero y Cabrero.

Posteriormente don Miguel Valbuena asumiría ambos poderes en mayo de 1818. Y el 3 de noviembre de 1818 tomaría posesión del cargo Carlos Tolrá “soldado de ignorante ferocidad” casado con la antioqueña María Juliana Sánchez de Rendón. Había concluido la reconquista y Santa Rosa lloraba la ausencia de su Padre espiritual, expulsado por el Prelado.

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CONTRAOFENSIVA Y LIBERACIÓN TOTAL

Desde julio de 1819 comenzaron a llegar noticias de la campaña de Simón Bolívar y se supo que el 13 había encargado a José María Córdova para que liberara a Antioquia. Este, como Gobernador y Comandante de Antioquia llegó a Medellín el 30. El 31 proclamó un indulto general si entregaban las armas y se presentaban al nuevo gobierno que, de paso, prohibía todo tipo de insultos para los perdedores. Todos los cantones fueron informados del Gobierno de José María Córdoba.

Santa Rosa acogió con alborozo la nueva noticia y se preparó para organizar su ejército, acto que se realizó el 5 de febrero de 1820, cuando Córdoba llegó a Santa Rosa y partió por el nordeste con 200 soldados. Se repetía, en Santa Rosa, el mismo fenómeno de la reconquista. No es de extrañar que muchos de los soldados requeridos por Diego Gómez, se alistaran ahora para completar la independencia.

Las noticias de la Batalla de Boyacá del 7 de agosto de 1819 y la caída de Bogotá fueron conocidas en Rionegro el 15 de agosto. El 19 huyó Tolrá de Medellín y el 23 lo hacieron otros españoles tanto de Medellín como de Rionegro. Tolrá dejó como sucesor a Faustino Martínez quien también huyó el 28 de agosto de 1819.

En 1819 el Congreso de Angostura, a orillas del Orinoco, comenzó a organizar la Gran Colombia. Fue nombrado Presidente Simón Bolívar y Vicepresidente Francisco Antonio Zea. Fue dividida en dos Departamentos: el de la Nueva Granada presidido por Francisco de Paula Santander y el de Venezuela por Juan Roso.

El 12 de febrero de 1820 Córdova dirigió la batalla de Chorros Blancos (Yarumal) donde murieron 40 realistas, se produjo la desbandada y fue la liberación del centro del País.

Finalmente el 28 de abril triunfaría en Zaragoza. El 19 de junio liberaría a Mompox. Había sido acompañado por doscientos antioqueños, muchos de ellos de Santa Rosa de Osos.

El 27 de agosto de 1820 fue nombrado gobernador militar interino el Coronel Pedro Acevedo, hijo de José Acevedo y Gomez, y en lo civil don José Manuel Restrepo hasta el 9 de abril de 1821. La capital provisional era Rionegro.

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Todos los acontecimientos desarrollados haste este momento serían compendiados en la llamada ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA seguida luego por la ÉPOCA DE LA GRAN COLOMBIA cuyos eventos principales habían sido la Presidencia de Bolívar, la Vicepresidencia de Francisco Antonio Zea, el paso de la capital para Medellín en 1826, la Dictadura de Bolívar en 1828, el atentado contra su vida, el alzamiento de Córdova contra la dictadura en 1829, la muerte de Bolívar en 1830 y la ruptura definitiva de la Gran Colombia con la conformación de la Nueva Granada, Venezuela y Ecuador.

El 6 de mayo de 1821 se instaló el Congreso de la Gran Colombia en la Villa del Rosario de Cúcuta por el vicepresidente Don Antonio Nariño. Fue Presidente de este Congreso el doctor José Félix de Restrepo. Habría tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y dos Cámaras (Senado, Cámara de Representantes): ambas formarían el Congreso. Fueron elegidos Bolívar como Presidente y Santander como Vicepresidente. La nueva Constitución era de corte liberal. Habría voto popular pero sólo los libres que leían y tenían algún patrimonio podían elegir. Sería un período extremadamente difícil por la carencia de caminos, escasas rentas oficiales, educación muy deficiente, enormes gastos de guerra en el sur. Por eso el naciente Gobierno hubo de recurrir a empréstitos, reconstituyó los impuestos, impulsó el comercio y comenzó a organizar escuelas públicas con textos de Bentham.

Recuperada la Provincia el Gobierno central comenzó a enviar orientaciones.

En papel no sellado pero identificado como valedero “por el sello 4º para 1820-1821” continuaron llegando orientaciones. El Padre Sinforoso, oportunamente, comunicaría a sus feligreses estos documentos.

“Yo, José María Córdova del Orden de Libertadores, condecorado con la Cruz de Boyacá, Teniente Coronel de los Ejércitos de la República, Gobernador y Comandante General de la Provincia de Antioquia = bando = para establecer un orden en la venta de tabaco durante la escasez actual y que al público se provea con la mayor igualdad posible decreto lo siguiente: 1. Ninguno podrá vender tabaco en rama más caro que lo que lo vende el Estado a no ser que la venta se haga a donde no hay estanquillo o administrador. Cualquiera que contrevenga sufrirá la pena del duplo. 2. Se prohíbe bajo la misma pena que se vendan los tabacos doblados a menos de nueve por medio real del tamaño proporcionado. 3. Ningún administrador o estanquillero podrá por sí o por

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interpuesta persona hacer vender tabaco doblado evitando de esta manera las quejas que hay en la materia. El presente Decreto se circulará y publicará por bando encargándose su ejecución al Administrador principal del ramo y a los Jueces territoriales. Rionegro, marzo veinte de mil ochocientos veinte. José María Córdova = Pedro Fascio y Lince., secretario interino. Es copia. Evaristo Toro escribano público y de cabildo.”.371

El Padre Sinforoso, conocido y analizado el documento comenzó a explicarlo de la siguiente manera: el gobierno, para la Provincia de Antioquia, estaba operando desde Rionegro. La estructura de Rentas se conservaba de acuerdo con los esquemas españoles, sobre todo los relacionados con Rentas Estancadas, es decir, aguardiente, tabaco y barajas. Se reconocía la escasez del momento, la misma que había sido indicada en los Decretos relacionados con la Agricultura. El tabaco seguía siendo una buena fuente de ingreso tanto para el Estado naciente como para los particulares. El arte de “doblar tabaco” era muy propio de todos los pueblos teniendo en cuenta que todavía no había nacido la industria tabacalera. No era raro encontrar algunos ricos que compraban grandes cantidades de tabaco en rama (hojas de tabaco) que era doblado y convertido en el tabaco (no existía la figura del cigarrillo) por señoras del poblado conocidas como las “tabaqueras”.

La situación no era buena. Los temores de los que habían sido fieles a la Monarquía eran muchos. Varias personas de gran peso en Santa Rosa estaban fugitivas no sólo en Provincias vecinas, donde eran desconocidas, sino aún en el exterior

El Padre Sinforoso leyó el ACUERDO suscrito por el doctor don Francisco de Paula Santander. Se sentía muy alegre y después de asimilarlo convenientemente comenzó a explicarlo a sus feligreses, no sólo desde la Iglesia Matriz de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos sino desde las viceparroquias que aún subsistían, muchas de las cuales habían sido el germen de las nuevas Colonias.

El Acuerdo estaba diseñado en los siguientes términos:

“Francisco de Paula Santander, del Orden de los Libertadores de Venezuela y Nueva Granada, condecorado con la Cruz de Boyacá, General de División de los Exércitos de la República y Vicepresidente de las Provincias libres de Nueva Granada, consecuente el Gobierno a los sentimientos de humanidad y beneficencia que se ha propuesto desde el restablecimiento de la República, para con los que por ignorancia o por temor se decidieron a favor del Gobierno

371 Archivo Histórico de Santa Rosa . Caja General N. 12. Juzgado del Circuito 1. Legajo 1819-1822

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Español, tratando de consiliar el alivio de estos con la seguridad del Estado y usando de las dichas facultades que me están conferidas DECRETO: 1. Una amnistía a todos los habitantes de las Provincias de Antioquia que se hallen prófugos y bien unidos a los enemigos o bien separados, sean quales fueren las faltas que hayan cometido en el época anterior hacia la nueva invasión de las Provincias por Warleta con tal que se presenten dentro de treinta días contados desde la fecha de la publicación de este Decreto. 2. Ni en sus personas ni en sus bienes serán molestados los que así lo executaren siempre que de buena fe tomen parte activa en la defensa del País y juren la obediencia al Gobierno de la República. Comuníquese al Gobernador Comandante General de Antioquia para cumplimiento y publicación. Dado en el Palacio de Gobierno de Santafé, Capital de las Provincias libres de la Nueva Granada, firmado de mi mano, refrendado por el Ministerio del Interior y Justicia y sellado con las armas de la República, a nueve de febrero de mil ochocientos veinte. Francisco de Paula Santander. El Ministro de Interior Estanislao Vergara, Rionegro febrero 22 de 1820. Publíquese por bando el indulto anterior que se cumplirá rigurosa e inviolablemente por el Gobernador = Córdoba = Restrepo. Lo comunico a V.S. para su publicación. Dios quarde a Vos muchos años, Rionegro febrero 22 de 1820. José María Córdova. Muy ilustre Cabildo de Antioquia, sala capitular, Antioquia, febrero 28 de 1820. Por recibido. Se obedece en la forma ordinaria, pase a los señores Alcaldes Ordinarios para su publicación y circulación y verificado, archívese = Uruburu Londoño Gómez Campillo Arrubla Pajón Pastor Palacios, ante mí Toro, escribano. Antioquia 28 de febrero 1820. Publíquese por bando el anterior indulto del Excmo. Sr. Vicepresidente de las Provincias libres y al efecto y para su más exacta observancia circúlese a los Alcaldes de Partido, archivándose, teniéndose presente por los autos que ocurran y comunicándose a los Señores Comandantes Militares de esta Ciudad para su inteligencia. Fernando Uruburo, Vicente Londoño, ante mí Evaristo Toro, escribano público interino de cabildo”.372

Si los decretos anteriores generaban paz y tranquilidad en aquellos mineros, comerciantes y agricultores que por diversas razones habían apoyado a Warleta, en la reconquista, el nuevo documento salido de la misma mano del PRESIDENTE SIMÓN BOLÍVAR, proclamado en el bando dominical y explicado por alguno de los funcionarios de turno, se convirtió en un lenitivo para las angustias de un pueblo que, aunque sumergido en los más abrupto de los Andes antioqueños, leía, conocía, entendía y se preocupaba.

372 Archivo Histórico de Santa Rosa. Caja General N. 12. Juzgado del Circuito 1. Legajo 1819-1822).

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“República de Colombia. Simón Bolívar, Libertador y Presidente de Colombia. Deseando corregir los abusos introducidos en Cundinamarca, en la mayor parte de los pueblos de naturales así contra sus personas como contra sus resguardos y aún contra sus libertades y considerando que esta parte de la población de la República merece las más paternales atenciones del Gobierno por haber sido la más vejada, oprimida y degradada durante el Despotismo Español con presencia de lo dispuesto por las Leyes Canónicas y Civiles, he venido en decretar y DECRETO. 1. Se le devolverán a los naturales como propietarios legítimos todas las tierras que formaron los resguardos según sus títulos qualquiera que sea el que aleguen para poseerla los actuales tenedores. 2. Las fundaciones que carguen sobre los dichos resguardos no teniendo aprobación de la autoridad a quien corresponde o ha correspondido concederla quedarán sin efecto ni valor aunque hayan subsistido por tiempo inmemorial. 3. Integrados los resguardos en lo que se les haya usurpado, los Jueces Políticos repartirán a cada familia tanta extensión de terreno quanto cómodamente pueda cultivar cada uno, teniendo presente el número de personas de que conste la familia y la extensión total de los resguardos. 4. Si repartidos los resguardos a las familias, como se ha dicho, quedaren tierras sobrantes las arrendarán por remate los mismos Jueces Políticos a los que más dieren y aplicaren mejor prefiriendo siempre, por tanto, a los actuales poseedores. 5. Las familias o los miembros de ellas no podrán arrendar la parte que les toque si no con conocimiento del juez Político para evitar los daños y fraudes que les causasen. 6. Los productos de los terrenos que no se arrienden conforme al Art. 4, se destinarán parte para el pago de tributos y parte para el pago de sueldos de Maestros de las Escuelas que se establecerán en cada Pueblo. Cada Maestro gozará anualmente de un sueldo de 120 pesos, si alcanzaren o excedieren los de esta cantidad los arrendamientos, si fueren menos será todo para el Maestro. 7. El Juez Político de acuerdo con el Cura de cada pueblo nombrará estos Maestros y participará sus nombramientos a los Gobernadores de la Provincia para que estos lo hagan al Gobierno del Departamento. 8. Los Gobernadores Políticos de las Provincias formarán el reglamento que deba observarse en las Escuelas de sus respectivas Provincias detallando el método de enseñanza y de educación. 9. Todos los jóvenes mayores de CUATRO años y menores de CATORCE, asistirán a las Escuelas donde se les enseñarán las primeras letras, la aritmética, los principios de la Religión y los Derechos y Deberes del Hombre, del Ciudadano en Colombia conforme a las Leyes. 10. Deducido el sueldo de los Maestros las rentas que sobren en los arrendamientos se aplicarán

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al ramo de tributos rebajando este total que se aplique del total general con que contribuya el Pueblo a quien se aliviará la contribución a prorrata. 11. Para que estas operaciones se executen con todo el método, orden y exactitud que exige la utilidad general de los Pueblos, estarán obligados los Jueces Políticos de llevar cuenta corriente de los arrendamientos y la presentarán con la de los tributos a los Ministros respectivos del Tesoro Público. 12. Ni los Curas ni los Jueces Políticos, ninguna otra persona empleada o no, podrán servirse de los Naturales de ninguna manera ni en caso alguno sin pagarles el salario que antes estipulen en contrato formal celebrado en presencia y con consentimiento del Juez Político. El que infringiere este Artículo pagará el doble del valor del servicio hecho y los Jueces Políticos exigirán esta multa irremisiblemente a favor del agraviado por la menor que tengan. Cuando los Jueces mismos sean los delincuentes será los Gobernadores Políticos los que exigirán la dicha multa. 13. La misma disposición del Art. 12 comprehende a las Cofradías cuyos ganados no pastarán en los resguardos si no pagan arrendamiento ni serán guardados por los Naturales si no del modo dicho en el citado artículo. 14. Cesarán absolutamente desde este momento (como escandalosas y contrarias al espíritu de la Religión, a la disciplina de la Iglesia y a todas las Leyes) las costumbres de no administrar los Sacramentos a los feligreses mientras no han pagado los dichos de Cofradía y congrua, la de obligarlos a que tengan fiesta a los Santos y la de exigirles derechos parroquiales de que están excentos los Naturales por el estipendio que da el Estado a los Curas. Los Curas que contravinieren este Artículo continuando los mismos abusos, sufrirán el rigor de las Leyes en un juicio severo y al efecto los Jueces Políticos velarán la conducta de los Curas para dar cuenta al Gobierno de la menor falta que noten en esta parte y que se proveyó y que se corresponda. 15. Los Naturales, como todos los demás hombres libres de la República, pueden ir y o venir con sus aportes, comerciar sus frutos y efectos, llevarlos al mercado o feria que quieran y exercer su industria y talentos libremente del modo que ellos elijan sin que se las impida. 16. El presente Decreto no sólo se publicará del modo acostumbrado sino que los Jueces Políticos instruirán de su contenido a los Naturales instándoles a que representen sus Derechos aunque sea contra los mismos Jueces y a que rechacen cualquier infracción que se cometa. 17. El Vicepresidente de Cundinamarca se encarga del cumplimiento y execusión de este Decreto. Publíquese y comuníquese a quienes corresponda.”373

373 Archivo Histórico de Santa Rosa. Caja General N. 12. Juzgado del Circuito 1. Legajo 1819-1822

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El impacto que este documento produjo, no sólo en los Pueblos de Indios y en los resguardos que todavía eran explotados, de algún modo, por los ENCOMENDEROS, sino en todos los sectores de la población sería de gran importancia ya que, de algún modo, establecía derroteros que incidirían en el modernización de las viejas ciudades, villas, partidos, sitios y Reales de Minas, de donde habían surgido los PUEBLOS que acababan de ser liberados del yugo español.

En 1818 José Sinforoso de Upegui se vio obligado a suspender sus enseñanzas cuando el báculo episcopal lo golpeó severamente y le fue arrebatada su parroquia. Regresaría sólo en 1821 cuando el mismo Obispo, después de haber recibido una carta de Simón Bolívar en la que le indicaba que la libertad no eran tan mala y le rogaba regresara a Popayán porque sus ovejas necesitaban el pasto espiritual, lo había restituido al beneficio que se había ganado en franco lid hacía once años. El Pueblo de Indios de Cañasgordas fue su refugio.

¿Realmente que había acontecido para que el Padre José Sinforoso fuese privado de su parroquia en 1818 por el Obispo Salvador Jiménez de Enciso Cobos y Padilla?

Los documentos esquivaban el tema.

Leyendo atentamente el artículo titulado la HUMILDAD, de Libardo Bedoya Céspedes se encontraba una metafórica alusión:

“Y empieza la parábola de la ermita de La Humildad, desde que ella se anidó en el cerebro de un buen cura de almas, el Padre Sinforoso Upegui de magra figura y alma sencilla de insurgente como la candela de los incensarios. En su sotana raída traía las dentelladas del odio peninsular. En la correspondencia del Obispo al Virrey se le arrebataba la corona y se le arrojaba a las tiniebles, pero el siguió impertérrito como un héroe”374

Las palabras y frases “insurgente”, “dentelladas del odio peninsular”, “en correspondencia del Obispo al Virrey se le arrebataba la corona” dan algunas luces de los motivos por los cuales el Padre Sinforoso fue separado del Curato que se había ganado de acuerdo con la calificación de TRIPLE A (APROBADO, APROBADO, APROBADO).

374 Libardo Bedoya Céspedes. La Humildad, Editorial Raza, 1945.

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Quizás estaba más al lado de los criollos que de los chapetones. Quizás era partidario, como tantos curas de sitios, villas y ciudades, de la independencia y de las Juntas establecidas.

Quizás aupó a los mestizos, mulatos e indios (estos eran de Cañasgordas) a que rompieran las cadenas.

Posiblemente el OBISPO hubo de contarle al rey (en la correspondencia) que Sinforoso era un “insurgente” y que no merecía el Valle de los Osos. Pero el Padre dio la pelea hasta que fue restituido tres años después, porque ya la Independencia se había consumado. Si en la reconquista (1818) había sido vapuleado en la Libertad había sido restablecido. Igual suerte correrían muchos curas y Prelados.

El Padre José Sinforoso, a mediados de 1818, recibió un documento del Obispo de Popayán, Salvador Jiménez de Enciso Cobos y Padilla, en el cual le informaba que había sido removido de su puesto. Sus temores se habían confirmado. Los oficios recibidos por el Prelado indicaban que Upegui había sido un INSURGENTE, que se había negado a jurar fidelidad al Rey (a quien Dios guardaba) Fernando VII. Sería reemplazado interinamente por los Presbíteros José Antonio Palacio (1819-1820) y por Gregorio Builes (1821).

El Padre José Sinforoso indudablemente temía esta decisión episcopal; la acataría de inmediato pero no se quedaría quieto.

Por eso en los PROTOCOLOS del Archivo Municipal de Santa Rosa de Osos, con fecha del 30 de julio, apareció el siguiente documento:

“Sepan cuantos esta mi pública carta de poder general vieren como yo el Pbro. D. José Sinforoso de Upegui, cura propio de este sitio de Santa Rosa de Osos, otorgo que doy todo mi poder cumplido, lleno y bastante cuanto por derecho se requiere y para valer es necesario a derecho, a JOSÉ ANTONIO MORA, vecino de la Villa de Medellín, para todos mis pleitos, causas y negocios, tanto civiles como criminales, así eclesiásticos como seculares, movidos o que me movieran, demandando y defendiendo en cualquiera comunidades y personas particulares… y se firma ante el Señor Teniente de Gobernador de estos Valles de Ossos, don Juan García Campuzano, a 30 de julio de 1817”375

375 Protocolos, Archivo Municipal de Santa Rosa .Legajo 1817

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Cuando los habitantes de Santa Rosa fueron reunidos en la Plaza para el juramento de fidelidad a Fernando VII ordenado por Warleta el 8 de abril de 1816 ¿cuál había sido la actitud del Padre Sinforoso? Me atrevo a pensar que no juró, que su acto fue informado y que su suerte estaba echada.

La reconquista y el nuevo gobierno (fenómeno generalizado en el Estado de Antioquia) no afectaron en demasía a Santa Rosa y a los sitios vecinos porque españoles habían sido suaves y generosos.

Interesante anotar que en la LISTA DE CUARENTA Y NUEVE REVOLUCIONARIOS DE LA PROVINCIA, aparecieron, entre otros, el Presbítero José Miguel de la Calle, ex Presidente, residenciado en Donmatías y los santarrosanos Joaquín Muñoz, Teniente de Milicias y Juez de Seguridad, Modesto Tamayo miembro de la Junta de Seguridad y chispero, Nicolás Gómez, denunciante y chispero, Joaquín Moya, denunciante y chispero. No apareció el INSURGENTE Presbítero José Sinforoso de Upegui.

Lo que si provocó angustia y malestar en Santa Rosa fue la acción del Teniente Coronel Diego Gómez quien conformó allí y sus alrededores una tropa de doscientos cincuenta ciudadanos. Estos habían sido arrebatados a la mina, al mazamorreo y a la agricultura. Para un pueblo que sólo pensaba en el trabajo, y no en la guerra, la leva traería graves consecuencias.

Arrasados los ojitos puros en lágrimas José Sinforo de Upegui se despidió de sus esclavos y de sus feligreses. Como peregrino se ciñó la túnica, empuño el bastón, se echó al hombre su mísero fardo y emprendió el fragoso camino de Cucurucho, rumbo al Ríogrande, llegó a las montañas de Sopetrán, siguió al Paso Real, a Santa Fe de Antioquia, a Giraldo y a Cañasgordas para buscar refugio entre sus amados indígenas que todavía sobrevivían en el Pueblo de Indios asentado al pie del Río Sucio. Esperaba que otras voces terminaran de contar la historia a sus feligreses de Santa Rosa.

Mas no tuvo que esperar. En efecto en 1821, cuando la Independencia ya era una realidad, Sinforoso fue restituido a su puesto por el mismo Prelado quien, al comprender la dinámica de la Historia, y conociendo los buenos manejos del Cura de los Osos, su piedad, su espíritu de penitencia, su verbo inflamado de amor a Dios, su desprendimiento de los bienes materiales, su buen trato a los esclavos, su piedad para con los afligidos, había comprendido que su primera decisión no había sido la adecuada. Cada uno, en la Independencia, trataría de subsanar los errores de la reconquista.

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El pueblo lo acogió. El viaje desde Cañasgordas había sido complejo. Pasando por Santa Fe de Antioquia atravesó en barqueta el caudaloso Cauca, trepó por las montañas de Sopetrán, llegó a las inmediaciones de San Pedro y mirando siempre hacia el oriente, llegó a Santa Rosa, en donde se le preparaba el “tope” correspondiente desde el Cementerio de El Carmen. Llegó al camino de La Trinidad (actual Calle El Palo), pasó por la calle Real o del Comercio (conocida así en los Protocolos de los Archivos de Santa Rosa) y con su “sotana raída”, con la sonrisa en los labios, con el corazón henchido de perdón, se postró a los pies de Nuestro Amo en la Santa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos. Oró profundamente por los INDIOS de Cañasgordas que lo habían recibido, por el Obispo que lo había destituido y luego reintegrado, y por la naciente República que, tímidamente, se asomaba por los vericuetos de la libertad.

Treinta años después este Santo Templo sería derruido para dar paso a la construcción de Joaquín Guillermo González. José Sinforoso no pudo llorar esta destrucción porque ya hacía parte de los VARONES JUSTOS que adoraban, permanentemente, al Cordero.

José Sinforoso reasumió su tarea de maestro de su pueblo, tanto en lo espiritual como en lo social y político.

Quizás repitió la frase del viejo profesor de España, encarcelado y restituido, quien al regresar a la Cátedra inició su discurso así: “Decíamos ayer…”

Los ecos de la Independencia habían llegado a Santa Rosa de Osos. Su párroco Don Josef Sinforoso de Upegui, que desde el año 12 había sido nombrado en la Comisión de Amigos de la Manumisión y posteriormente, todavía en plena reconquista, en la Junta de Agricultura, ahora comenzaba a recibir los documentos de una naciente nación libre que apenas balbucía las primeras palabras y tímidamente daba los primeros pasos. El mismo había sido el gran beneficiado ya que la sanción impuesta por su Obispo, incluida su destitución de la parroquia, había sido levantada y el mismo lo día en El Libro de Bautismos escribió, sin disimular las lágrimas de sus glaucos ojos “fui restitutido a mi parroquia”

Algunos españoles, adheridos a la Monarquía, sufrieron las consecuencias del destierro y se refugiaron en las Islas del Caribe, después de habérseles confiscado todos sus bienes.

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El Padre José Sinforoso de Upegui através de sus sermones espirituales y de sus conversaciones en el kiosco, diagonal y a treinta pasos del atrio de la Santa Iglesia dedicada a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, no dejaría de motivar a sus feligreses para participar en la vida nueva que se estaba implementando y que iba a concluir con la República de la Gran Colombia.

SITUACION NACIONAL

A la luz de la óptica anterior, Santa Rosa de Osos acogió con gran fervor el documento del 25 de octubre de 1821 llamado LEY FUNDAMENTAL DE LA UNIÓN DE PUEBLOS DE COLOMBIA.

“Los representante de la Nueva Granada y Venezuela, reunidos en Congreso General, habiendo examinado atentamente la Ley Fundamental de la República de Colombia, acordada por el Congreso de Venezuela en la ciudad de Santo Tomás de Angostura a diecisiete de diciembre de mil ochocientos diecinueve y considerando. 1) Que reunidos en una sola República las Provincias de Venezuela y de la Nueva Granada tienen todas las proporciones y medios de elevarse al más alto grado de poder y prosperidad. 2) Que constituídas en Repúblicas separadas por más estrechos que sean los lazos que las unen, lejos de aprovechar tantas ventajas llegarían difícilmente a consolidar y hacer respetar su sobernía. 3) Que íntimamente penetrados de estas ventajas todos los hombres de talentos superiores y de un ilustrado patriotismo habían movido a los gobiernos de las dos Repúblicas a convenir en su reunión que las vicisitudes de la guerra impidieron verificar. 4) Finalmente que las mismas consideraciones expuestas de recíproco interés y de una necesidad tan manifiesta fueron los que obligaron al Congreso de Venezuela a anticipar esta medida que en cierta manera estaba proclamada por los constantes votos de ambos pueblos, en NOMBRE y bajo los auspicios del SER SUPREMO, hemos venido a decretar y DECRETAMOS la solemne ratificación de la Ley Fundamental de la República de Colombia de que va hecha mención en los artículos siguientes. ARTÍCULO PRIMERO. Los pueblos de la Nueva Granada y Venezuela quedan reunidos en un solo cuerpo de nación bajo el pacto expreso de que su Gobierno será ahora y siempre de popular representatividad. ARTÍCULO SEGUNDO. Esta nueva Nación será reconocida y denominada con el título de República de Colombia. ARTÍCULO TERCERO. La Nación Colombiana es para siempre e irrevocablemente libre e independiente de la Monarquía Española y de cualquier otra potencia o

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dominación extranjera. Tampoco es ni será nunca el patrimonio de ninguna familia ni persona. ARTÍCULO CUARTO. El Poder Supremo Nacional estará siempre dividido para su exención en legislativo, executivo y judicial. ARTÍCULO QUINTO. El territorio de la República de Colombia será el comprendido dentro de los límites de la antigua Capitanía General de Venezuela y el Virreynato y Capitanía General del Nuevo Reyno de Granada. Pero la asignación de sus términos precisos queda reservada para tiempo más oportuno. ARTÍCULO SEXTO. Para la más ventajosa administración de la República se dividirá su territorio en seis o más DEPARTAMENTOS, teniendo cada uno su dominación particular y una administración subalterna dependiente del Gobierno Nacional. ARTÍCULO SÉPTIMO. El presente Congreso de Colombia formará la Constitución de la República conforme a las bases expresadas y a los principios liberales que ha consagrado la sabia práctica de otras Naciones. ARTÍCULO OCTAVO. Son reconocidos in solidum como deuda nacional de Colombia las deudas que los dos pueblos han contraído separadamente: y quedan responsables de su satisfacción todos los bienes de la República. ARTÍCULO NOVENO. El Congreso de la manera que tenga por conveniente destinará a su pago los bienes más productivos de las rentas públicas y creará también un fondo particular de amortización con qué redimir el principal o satisfacer los interees luego que se haya verificado su liquidación. ARTÍCULO DÉCIMO. En mejores circunstancias se levantará una nueva ciudad con el nombre del libertador BOLÍVAR que será la capital de la República de Colombia. Su plan y situación serán determinados por el Congreso bajo el principio de proporcionarlas a las necesidades de su vasto territorio y a la grandeza a que este país está llamado por la naturaleza. ARTÍCULO ONCE. Mientras el Congreso no decrete las armas y el pabellón de Colombia se continuará usando el de las armas actuales de la Nueva Granada y el pabellón de Venezuela. ARTÍCULO DOCE. La ratificación del establecimiento de la República de Colombia y la publicación de la Constitución serán celebrados en los pueblos y en los exércitos con fiestas y regocijos públicos, verificándose en todas partes esta solemnidad el día en que se promulgue la Constitución. ARTÍCULO TRECE. Habrá perpetuamente una Fiesta Nacional por tres días en que se celebre el aniversario: 1) De la emancipación e independencia absoluta de los pueblos de Colombia, 2) De su unión en una sola República y establecimiento de la Constitución, 3) De los grandes triunfos e inmortales victorias con que se han conquistado y asegurado estos bienes. ARTÍCULO CATORCE. La Fiesta Nacional se celebrará todos los años en los días veinticinco, veintiséis

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y veintisiete de diciembre consagrándose cada día al recuerdo especial de uno de los tres gloriosos motivos, y se premiarán en ella las virtudes, las luces y los servicios hechos a la Patria. La presente Ley Fundamental de la unión de los Pueblos de Colombia será promulgada solemnemente en los pueblos y en los exércitos, escrita en los registros públicos y depositada en todos los Archivos de los Cabildos y Corporaciones así eclesiásticos como seculares, a cuyo efecto se comunicará al Supremo Poder Executivo por medio de una Diputación. Fecha en el Palacio del Congreso General de Colombia en la Villa del Rosario de Cúcuta a doce de julio del año del Señor de mil ochocientos veintiuno de la Independencia. El Presidente del Congreso, José Ignacio de Márquez. El vicepresidente Antonio María Briceño. Doctor Félix Restrepo. José Cornelio Valencia. Francisco P. Lorenzo Santander. Andrés Rojas. Gabriel Briceño y otros cuarenta y ocho nombres, y cuatro diputados secretarios”376

El 9 de octubre de 1822 Santander expidió el decreto de creación, en Medellín, del Colegio de Antioquia que sería el predecesor remoto de la Universidad de Antioquia.

Mientras tanto, en la Provincia de Antioquia los gobernantes se iban sucediendo e iban afianzando las ideas de libertad.

El 29 de enero de 1822 fue nombrado Gobernador y Comandante de la Provincia de Antioquia el Coronel Francisco Urdante Rivadavia, uruguayo, nombrado por el General Santander.

El 27 de octubre de 1825 fue nombrado el Coronel Gregorio María Urreta hasta el 31 de marzo de 1829.

En su gobernación sucedió lo que se venía venir. Santa Fe de Antioquia, poco a poco, había perdido su preponderancias por diversos factores, tales como el aumento de minas en los Osos y en Rionegro, y el aumento de agricultura y ganadería tanto en el Valle de Aburra como en el de San Nicolás. Además los caminos ya se habían establecido a lo largo del Porce y a través de Islas (camino de Nare con su Puerto)

El 17 de abril de 1826 el Congreso fijó la Capital de la Provincia de Antioquia en la ciudad de Medellín.

376 Archivo de Santa Rosa. Protocolos de Escrituras Públicas. Legajo 1821, no empastado, foxas 42 a 44

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El Gobierno central se iba estabilizando o desesabilizando y por eso hacía esfuerzos enormes para conjurar los cismas y divisiones que iban apareciendo.

Santa Rosa, al tener conocimiento de la CONVENCIÓN DE OCAÑA celebrado en 1827, no fue indiferente. Tenía líderes suficientemente ilustrados con capacidad de juicio.

Estaban aflorando ya las luchas y celos políticos del nuevo Estado. En efecto el 9 de abril de 1827 se reunió el Congreso de Ocaña marcado por las diferencias entre Bolívar y Santander. El Congreso sería clausurado a los 3 meses con un rotundo fracaso.

En el Archivo de Santa Rosa existían las foxas correspondientes a este documento. Presentaban el sello de la REPÚBLICA DE COLOMBIA y el papel sellado correspondía al Departamento de Cundinamarca para el período 1828-1829.

El Padre José Sinforoso lideró este movimiento. Se trataba de un rechazo público y solemne de los santarrosanos respecto a las decisiones que se habían impuesto en la Convención de Ocaña. Esta había sido instalada en abril para solucionar las divisiones y las rivalidades de entonces. Esta Convención, en general, aunque había fracasado logró algunos acuerdos: necesidad de reformar la Constitución de Cúcuta, organización de los tres poderes, estructuración de la República en Departamentos con sus Asambleas, los Departamentos divididos en Provincias y estas en Cantones. El 6 de junio se retiraron 20 diputados y los cincuenta y cinco restantes no conformaron quórum suficiente motivo por el cual fue suspendida el 11 de junio.

Los ecos de la fallida Convención llegaron a Santa Rosa.

“Acta de la municipalidad de Santa Rosa de Osos sobre la Convención de Ocaña. En la Villa de Santa Rosa de la Provincia de Antioqia, reunidos pacíficamente en el edificio municipal, bajo la Presidencia del Señor Jefe Político Municipal del Cantón, la municipalidad, el Vicario Foráneo Eclesiástico y Padres de Familia, habiéndose sido ayer convocados (30 de junio de 1828), el jefe político don José María Tamayo, el Alcalde primero don Nicolás Navarro, el Alcalde segundo don Jacinto Vélez, el Juez Municipal primero don Juan Nepomuceno Zapata, el Juez Municipal segundo don Manuel Barrientos, el Procurador don Tomás Carasquilla, el Secretario don Eloy Hoyos, el vicario foráneo Presbítero José Sinforoso de Upegui, el coadjutor, y los ciudadanos Joaquín Restrepo, el Presbítero José María Euse, D. Juan Ignacio Tamayo, D. Miguel Sacramento

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Tamayo, D. Juan Modesto Tamayo y Bustamante, don Lorenzo Berrío y el escribano José María Ramírez, por unanimidad, decimos que protestamos no obedecer y que de ningún modo obedeceremos cualesquiera actos y reformas que emanen de la Convención reunida en Ocaña como que no son ni pueden ser la expresión de la voluntad general. Que por ello revocamos los poderes a los Diputados por la Provincia de Antioquia en la convención reunida en Ocaña que juzgamos lesitiva y cuyos diputados deben retirarse imediatamente de aquel cuerpo, que el Libertador Presidente se encargue exclusivamente del mando supremo de la República con plenitud de facultades que por nuestra parte le concedemos en todos los ramos, los que organizará del modo que juzgue más conveniente, para librar de males que interiormente aquejan a la República, conservar su unión y establecer el crédito exterior” (firmado en dicha Villa, cabecera de Cantón de Santa Rosa)377

El 28 de agosto de 1828 Bolivar asumió poderes dictatoriales con eliminación de la vicepresidencia. La dictadura de Simón Bolívar comenzó a impactar en la provincia de Antioquia.

La noche entre el 25 y 26 de septiembre de 1828 se produjo el atentado contra Simón Bolívar. Entre los autores fueron señalados Luis Vargas Tejada, Florentino González, Pedro Carujo (venezolano), Agustín Horment (francés), Doctor Arganil (aventurero portugués), Mariano Ospina Rodríguez y Wenceslao Zulaibar. Estos dos últimos estarían vinculados a la historia de Santa Rosa de Osos. El segundo por ser hijo de una de las familias más prósperas del tiempo del Padre José Sinforoso de Upegui. Moriría en el cadalso. Y el primero porque encontró refugio en el sitio del Valle de los Osos (en la hacienda de Tenche y cerca a la cascada del Río Guadalupe), porque se desposaría, sucesivamente con tres santarrosanas de la familia Barrientos y ocuparía cargos de primerísima importancia en la Provincia y posteriormente sería Presidente de los Estados Unidos de Colombia. Catorce de los conspiradores fueron fusilados. Francisco de Paula Santander, también comprometido, fue desterrado. Posteriormente brillaría con luz propia en el cielo de la Nueva Granada.

José María Córdova se declaró enemigo acérrimo de la Dictadura de Bolívar. Armó ejércitos, presentó lucha pero todo terminaría el 17 de octubre de 1829 en la batalla de El Santuario. Después de la derrota Córdoba sería vilmente asesinado por el irlandés Ruperto Hand.

377 COLONIA. FUNDACIONES. TOMO 43. N. 1373, 1828

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El 1 de abril de 1829 se posesionó como gobernador de Antioquia don Manuel Antonio Jaramillo.

El 26 de octubre de 1829 fue nombrado Gobernador de Antioquia el Coronel Francisco Urdante Rivadavia (seguna vez) hasta el 8 de febrero de 1830

El 2 de enero de 1830 se reunió el llamada Congreso “admirable”. Después de 39 días se aceptó una Constitución menos centralista que la de Cúcuta. Bolívar renunció pero no se le aceptó. Asitieron por Antioquia Juan de Dios Aranzazu, José Félix de Restrepo y Alejando Vélez.

El 8 de abril de 1830 fue nombrado Gobernador de Antioquia José Manuel Montoya hasta 18 de abril.

El 19 de abril asumió por segunda vez el Coronel Gregorio María Urreta hasta el 19 junio.

La DISOLUCIÓN DE LA GRAN COLOMBIA se produjo el 30 de abril de 1830 cuando se separaró Venezuela y en diciembre Ecuador.

El 20 de julio de 1830 fue nombrado Prefecto para Antioquia don Alejandro Vélez quien escogió como secretario general a DON MARIANO OSPINA RODRÍGUEZ, oculto después del atentado contra Bolívar, en la hacienda Tenche cerca a la Cascada de Guadalupe propiedad de la familia Barrientos Fonnegra. Debido al golpe de Bogotá, Vélez renunció a la Prefectura y el 11 de diciembre de 1830 fue reemplazado por el Prefecto Coronel Juan Nepomuceno Santa. Medellín contaba, en este momento, con 14.800 habitantes y Santa Rosa con 3000. Boussingault apareció en Antioquia y al referirse a las niñas las llamó “maiceras hermosas”.

Simón Bolívar murió el 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta. Tenía apenas 47 años.

ÉPOCA DE LA REPÚBLICA DE LA NUEVA GRANADA (1830-1857)

El 3 de mayo de 1830 fue nombrado PRESIDENTE Joaquín Mosquera y VICEPRESIDENTE el General Domingo Caycedo.

El 10 de mayo de 1830 el Congreso creó como Departamento la antigua Provincia de Antioquia (Ley 11 de mayo de 1830). El gobernante sería Prefecto.

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El primer golpe de Estado del General Rafael Urdaneta se debió a la debilidad de los gobiernos de Joaquín Mosquera y Domingo Caycedo.

Lo inició el 5 de septiembre de 1830 como Jefe Provisorio del Gobierno de Colombia hasta al 30 de abril de 1831. Comenzó un movimiento en su contra en toda la Nueva Granada. Caycedo, vicepresidente electo, asumió el gobierno. Ambos generales se reunieron en Juntas de Apulo y firmaron acuerdos. Urdante renunció y entregó el poder el 2 de mayo de 1831.

Salvador Córdoba, en Antioquia, armó ejército contra la dictadura. Fue vencido y enviado preso a Cartagena pero el Teniente Robledo que los conducía y que era simpatizante, lo liberó.

Córdoba y Mariano Ospina formaron un nuevo ejército que llegó a Rionegro el 11 de abril de 1831. El 18 entró triunfante a Medellín. Estas luchas contra la Dictadura y los convenios de la Junta de Apulo (del 20 de octubre de 1831) lograron el restablecimiento de la democracia de suerte que Caycedo asumió el gobierno legítimo.

En Juntas de Apulo se reunió la Convención Constituyente con Diputados de las Provincias. Por Antioquia hicieron presencia don José Félix de Restrepo, don Estanislao Gómez, don Juan de Dios Aranzazu, don Alejandro Vélez, don José María de la Torre, don Miguel Uribe Restrepo, don Carlos Álvarez y don Luis Lorenzana.

Establecido el nuevo nombre como REPÚBLICA DE NUEVA GRANADA, se establecieron sus límites tentativos y fue nombrado como Vicepresidente el General José María Obando (23 de noviembre) ante la renuncia del Dr. Caicedo. La República fue dividida en Provincias con sus jefes políticos, Concejos y Jueces de primera instancia, éstas en Cantones con alcaldes y jueces y estos en Parroquias.

Los Presidentes siguientes fueron:

Francisco de Paula Santander (1833-1837). Impulsó las manufacturas (loza, textiles, fundiciones, jabones y químicos), su gobierno fue conservador, reforzó los impuestos, implementó el comercio exterior (proteccionismo), fundó el Museo Nacional, impulsó la educación. Descubierta una conspiración en su contra fueron fusilados 17 implicados. En 1834 se produjo una lucha armada originada por la supresión de los conventos menores.

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José Ignacio Márquez (1837-1841). El General Obando, en Pasto, inició una revolución que fue conocida como la Guerra de los Supremos (1840). Fue la PRIMERA GUERRA CIVIL (1839 a febrero de 1842). Fue la guerra de los Supremos contra los Ministeriales. Los revoltosos fueron vencidos por el Ejército Nacional y Vezga fue hecho prisionero (abril 1841)

En varias provincias fue nombrado un Jefe Supremo, siendo el de Antioquia el Coronel Salvador Córdoba, quien se apoderó del cuartel de Medellín y fungió como Gobernador el 8 de octubre de 1840. Desterró al Obispo de Santa Fe de Antioquia Juan de la Cruz Gómez Plata.

Juan de Dios Aranzazu. En junio de 1841 fue nombrado PRESIDENTE mientras Pedro Alcántara regresaba y el Vicepresidente se recuperaba de sus dolencias.

Pedro Alcántara Herrán (1841-1845). Fue aprobada una nueva Constitución (1842) de corte centralista. Fue un gobierno conservador cuyo ministro de educación fue Manuel Ospina Rodríguez. Regresaron los jesuitas.

Tomás Cipriano de Mosquera. Fue nombrado PRESIDENTE (1845-1849). Impulsó las vías, el comercio y las exportaciones; fueron implementadas varias reformas, se mejoró la navegación por el Río Magdalena, se inició la construcción del ferrocarril en el istmo de Panamá, fueron acuñadas monedas, se optó por el sistema métrico decimal, fundó el Colegio Militar con Agustín Codazzi, impulsó el comercio con Inglaterra y Estados Unidos y apoyó las minería en Antioquia.

José Hilario López (1849 a 1853) En su gobierno fueron expulsados los jesuitas, fue establecido el sufragio universal, fue suprimida la pena de muerte y fue declarada la libertad absoluta de los esclavos el 22 de junio de 1850. Fue época de grandes cambios revolucionarios.

NACIMIENTO DE LOS PARTIDOS

Las ideas liberales fueron apoyadas por comerciantes y artesanos (máximo exponente: Ezequiel Rojas). Las conservadoras por terratenientes, clero y familias de abolengo (Máximo exponente Miguel Antonio Caro). Las ideas liberales optaron por la separación entre la iglesia y el estado, libertad de cultos, educación laica, no intromisión de la iglesia en la política, reducción de su poder económico concentrado en los Mayordomos de Fábrica mediante las figuras de capellanías, rentas del Santísimo y mandas.

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Este gobierno inició el gran cambio en Colombia ya que esta se regía aún por las estructuras coloniales: monopolio comercial, tabaco, aguardiente, barajas, bienes de manos muertas, tributos, alcabalas, cargas fiscales, patronato de la iglesia, pena de muerte, esclavitud (más de 20.000 esclavos). En 1848 fue eliminado el monopolio del tabaco, en enero de 1852 se suprimió la pena de muerte por delitos políticos, hubo prensa libre, aumento de artesanos en las ciudades cobijados con la figura de “sociedades democráticas”. Se aumentó la agricultura y la ganadería (con exportación de tabaco). Se fundaron muchos pueblos. El censo era de dos millones de habitantes. Fue un gobierno muy liberal. Se produjo un levantamiento en Cauca por Julio Arboleda. Se aprobó una nueva reforma constitucional.

José María Obando 1853 a 1854. Fue derrocado por el golpe de estado de Melo.

El 17 de abril de 1853 Melo lideró un golpe de estado apoyado por las sociedades democráticas de los artesanos lo que condujo a la guerra civil.

Los Cantones de Antioquia se opusieron a Melo, quien se había hecho fuerte en Sopetrán. Mariano Ospina Rodríguez armó tropa en Santa Rosa de Osos, Titiribí, Heliconia, Amagá y Marinilla con la cual liberó a Sopetrán y Santa Fe de Antioquia, el BATALLÓN DE SANTA ROSA, al mando del Mayor Froilán Gómez y del Coronel Gutiérrez. En 1854 este batallón marchó hacia Bogotá donde fue vencido y desterrado Melo el 21 de septiembre.

José de Obaldía y Orejuela (1854-1855). Abogado y político. Fue Presidente 7 veces. La primera del 14 de octubre de 1851 al 21 de enero de 1852 en reemplazo de José Hilario López. En la dictadura de Melo, asumió la Presidencia ya que era el vicepresidente y gobernó del 5 de agosto de 1854 al 31 de marzo de 1855. Sancionó la creación del ESTADO SOBERANO de Panamá en 1855.

Manuel María Mallarino Ibargüen (1855-1857). Conservador. Fue Representante a la Cámara y Senador. Secretario de relaciones exteriores entre 1846 a 1848. Luchó contra Melo. Fue elegido Presidente el primero de abril. Inició la FEDERALIZACIÓN de la Nueva Granada al crear los Estados de Panamá y Antioquia. En 1872 fue uno de los miembros fundadores de la Academia Colombiana de la Lengua. Fue el presidente número 10 y entregó el mando a Mariano Ospina Rodríguez (1857 a 1861).

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Doscientos Años Después

PROVINCIA DE ANTIOQUIA

El 22 de mayo de 1831 se reunió la Asamblea Departamental de Antioquia con los Diputados de los Cantones. Fue nombrado Presidente don Estanislao Gómez. De 15, asistieron 13 delegados a razón de uno por ocho mil habitantes (Antioquia contaba con 200.000 habitantes). Por el Cantón de Santa Rosa asitieron don Pablo Jaramillo y don José Nicolás Gómez. El secretario fue don Mariano Ospina Rodríguez.

En junio de 1831 el Vicepresidente don Domingo Caicedo nombró para Antioquia como Prefecto al Coronel Francisco Montoya hasta el 31 de diciembre de 1831. Fue su secretario Mariano Ospina Rodríguez.

El 6 de junio de 1832 fue nombrado Gobernador de la Provincia de Antioquia don Juan de Dios Aranzazu, sujeto de gran importancia para el desarrollo del pueblo gracias a su dinamismo respecto al orden público, al trabajo, a la educación, a las vías, al mejoramiento de las rentas y a la fundación de nuevas poblacionse (Campamento, Cocorná, Ebéjico, Entrerríos, Girardota, Liborina). Adelantó programas sociales para eliminar la vagancia e impulsó en el Colegio de Antioquia la mecánica, la minerología, la química y la minería.

El censo de su tiempo indicó que en 1832 había 54 escuelas de varones y 14 de niñas con 2.857 alumnos. Varias poblaciones, Antioquia, Marinilla, Santa Rosa, habían incrementado sus estudiantes. El 19 de octubre de 1834 dio gran impulso al Colegio Académico de Medellín. Se intentó por primera vez abrir escuela de Medicina pero Bogotá no lo aceptó.

Aranzazu fue reemplazo por el interino Luis de la Torre Uribe (3 agosto 1835) y luego por Juan Santamaría (al principio de 1836).

El 9 de febrero de 1836 tomó posesión como titular Gobernador don Francisco Antonio Obregón.

Ese mismo año el Congreso reunido en Bogotá concedió a Tyrrel Moore cien mil fanegadas de baldíos en Antioquia para organizar colonias europeas de agricultura, artesanía y minería. Moore, además, estableció los primeros arrastres, los molinos de amalgamación, máquinas hidráulicas para la saca de las minas, galerías y mampuestos. Igualmente descubrió minas de plata en el Zancudo.

En diciembre de 1836 fue nombrado interino don Mariano Ospina Rodríguez, hasta el 15 de enero cuando asumió el cargo don José María Arango, también interino, hasta el 7 de marzo.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

En 1837 fue presentado un informe sobre educación. El Colegio Provincial contaba con 120 alumnos matriculados en Jurisprudencia, Gramática y Filosofía. El Seminario de Santa Fe de Antioquia con 84 alumnos en Filosofía, Teología, Gramática y Derecho. Había 61 escuelas primarias con 2600 alumnos y 54 privadas con 1058.

De enero a marzo de 1841 Juan N. Pontón recibió de Córdoba el gobierno de Antioquia y de marzo a abril el Coronel José María Vezga.

Todavía en medio de la guerra fue nombrado para Antioquia don José María Restrepo (mayo a agosto de 1841). Le sucedió Gabriel Echeverri, interino, más tarde Manuel Posada y el General Juan María Gómez (hasta enero de 1845)

En febrero de 1844 fue nombrado como Gobernador interino don Julián Vásquez Calle hasta julio, de Angostura. Había sido estudiante en Santa Rosa de Osos con don Lorenzo Berrío, padre del Doctor Pedro Justo, en su “escuelita privada”, al pie del templo parroquial. Fue comerciante, accionista de la mina la Constancia de Anorí. Estudió en Europa. Por su influjo vinieron los siguientes extranjeros: Enrique Hausler, el ebanista Alejandro Johnson, y fue amigo de Carlos Segismundo de Greiff y de Mr. Tyrrel Moore.

En enero de 1845 fue nombrado interino don Gregorio Hoyos hasta el 31 de mayo.

José María Martínez 1847.

En 1851 la Provincia de Antioquia se dividió en tres: la de Medellín, la de Antioquia y la de Córdoba (Rionegro). La de Antioquia, a su vez, fue subdivida en tres Cantones: el de Antioquia, el de Sopetrán y el de Santa Rosa de Osos. Cada Cantón elegiría Delegados encargados de nombrar al Presidente de la Provincia. Santa Rosa de Osos nombró a los Presbíteros Mariano Sánchez y a Joaquín Guillermo González, y a los señores Ignacio Hernández, Manuel Mejía Cano, Juan Timoteo Jaramillo, Pedro Justo Barrientos y Jesús María Ruiz.

Al General Eusebio Borrero no le gustó la nominación, por el cual se apoderó de Medellín con 800 hombres y proclamó ANTIOQUIA FEDERAL pero fue vencido.

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Doscientos Años Después

La Ley del 11 de junio de 1856 creó el Estado Federal de Antioquia. Estaba dividido en nueve Departamentos regidos por los Prefectos (ley del 8 de noviembre de 1856). Departamento del Centro (Medellín), del Cauca (Titiribí), del Nordeste (Remedios) del Occidente (Antioquia), del Oriente (Rionegro), Sopetrán (Sopetrán), del Sur (Manizales), del Sudoeste (Jericó), del Norte (Santa Rosa de Osos). Sus fracciones fueron: Santa Rosa, Angostura, Anorí, Chamuscados, Azuero, Cáceres, Raudal, Candevá, Campamento, Carolina, Higuerón, Hojas Anchas, Entrerríos, San Andrés, Quebraditas, Yarumal, Zea y Cruces de Anorí.

A mitad del siglo (1852) se organizó la COMISIÓN COROGRÁFICA dirigida por Agustín Codazzi. El Padre José Sinforoso de Upegui la conoció y fue el guía de aquellos “genios” que a falta de fotografía (ni siquiera se conocía el DAGUERROTIPO) pintaron al óloe algunos edificios, personajes, paisajes, trajes, labores y costumbres de muchos sitios de Antioquia, entre ellos una pintura espectacular de SANTA ROSA de 1852, vista desde algún sitio del Alto de la Mina, con la mina enorme ocupada hoy por la TERMINAL DE TRANSPORTE y con un pequeño pueblo abigarrado alrededor del parque y de la Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

Con qué fruición José Sinforoso contó a estos COMISIONADOS las vicisitudes del templo desde 1700, el terremoto de 1793, la reconstrucción de 1797 y el estado actual. Pocos años después, el mismo José Sinforoso, de acuerdo con la decisión del alcalde y vecinos, anotó en su diario la demolición del templo, la organización del culto en el Templo dedicado al Señor de la Humildad y los primeros esfuerzos para reconstruir la Santa Iglesia.

José Sinforoso jamás pensó que el nuevo templo, el de Joaquín Guillermo González, sería una obra monumental. Desde el más allá la vería, setenta años después, convertida en la Iglesia Catedral de la Diócesis de Santa Rosa de Osos (1917)

CONFEDERACIÓN GRANADINA o FEDERALISMO MODERADO (1858-1863)

Al inicio del gobierno de Mariano Ospina Rodríguez (1857) la República de la Nueva Granada se transformó en la CONFEDERACIÓN GRANADINA

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Luis Octavio Yepes Roldán.

(FEDERALISMO MODERADO), compuesta por ocho estados soberanos, de acuerdo con Reforma Constitucional de 1857: Antioquia, Bolivar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Panamá y Santander.

Cada uno ejercería amplios poderes legislativos y su Presidente sería elegido por voto popular.

Los Estados, poco a poco, entraron en grandes contadicciones y conflictos con la capital Bogotá.

PRESIDENTES

Mariano Ospina Rodríguez (1857 a 1861). Bartolomé Calvo

Tomás Cipriano de Mosquera (1860-1863) y la tercera guerra civil

En 1860 el Estado del Cauca se separó de la CONFEDERACIÓN y su Presidente, Tomás Cipriano de Mosquera, se declaró “supremo director de la guerra”. Al triunfar dirigió la Confederación entre 1860 a 1863. Fundó el Colegio Militar de ingenieros. Fue amante de la tecnología, controvertido, ambicioso, autoritario, pintoresco a veces, cambiaba de partido con frecuencia, revolucionario por tiempos, expropió los bienes de la Iglesia, expulsó a los Jesuítas, pero murió en 1887 como buen católico. Propició la TUICIÓN DE CULTOS y la DESAMORTIZACIÓN DE MANOS MUERTAS, decisiones que trajeron grandes conflictos a la Iglesia y que culminó con el destierro de Obispos y Sacerdotes, amén de atropellos de diversa índole contra conventos y bienes eclesiásticos. Desterró al Obispo de Santa Fe de Antioquia, Domingo Antonio Riaño Martínez. En 1862 se autonombró GOBERNADOR PROVISIONAL DEL ESTADO DE ANTIOQUIA.

ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA (1863-1886)

El 4 de febrero de 1863, en Rionegro, se reunión la Asamblea Nacional Constituyente con el lema FEDERACIÓN Y LIBERTAD. Aprobó la CONSTITUCIÓN DE RIONEGRO cuya decisión principal fue la creación de LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA bajo la dirección de Tomás Cipriano de Mosquera. Se dio máxima independencia a los Estados. El nivel central

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Doscientos Años Después

sólo se ocuparía de las relaciones exteriores y fue el comienzo del OLIMPO RADICAL. Las realizaciones del Olimpo fueron: ferrocarril, telégrafo, primer banco comercial, Universidad Nacional, impulso de profesiones técnicas, dos guerras civiles en 1876 y 1885, gran desarrollo intelectual del 60 al 80 y Bogotá se constituye la Atenas de Suramérica.

PRESIDENTES DEL OLIMPO RADICAL

Tomás Cipriano de Mosquera (1863-1864).

El Estado de Antioquia fue entregado a don Pascual Bravo quien expulsó a las Monjas del Carmelo y llamó a filas aún a los inválidos.

Al finalizar 1863 Pedro Justo Berrío lideró la revolución contra Mosquera. Venció a Pascual Bravo en El Cascajo (Marinilla) y en Yarumal.

El 10 de enero de 1864 Pedro Justo Berrío fue nombrado gobernador del Estado de Antioquia dividido en SIETE DEPARTAMENTOS (Medellín, Marinilla, Sopetrán, Sonsón, La Ceja, Valdivia y Santa Rosa de Osos). Además Santa Rosa fue elevado a CIRCUITO JUDICIAL y DE NOTARÍA y REGISTRO.

Manuel Murillo Toro (1864-1866). Hizo las paces con Antioquia y confirmó en la Gobernación de Pedro Justo Berrío.

Tomás Cipriano de Mosquera (1866–67). En 1867 se declaró Dictador. Pedro Justo Berrío le declaró la guerra el 10 de mayo de 1867, con seis mil soldados. Fue derrocado y entregó el poder a Santos Acosta.

Santos Acosta (67-68)

Santos Gutiérrez (68 - 70)

Eustorgio Salgar (70 al 72)

Manuel Murillo Toro (72 - 74)

Santiago Pérez (74-76) (iniciaría el Ferrocarril del Norte) (la guerra del 76 dejó 10.000 muertos y pérdidas por más de 20.000 pesos)

José Bonifacio Aquileo Elías Parra Gómez (76 - 78)

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Luis Octavio Yepes Roldán.

El censo indicaba tres millones de habitantes.

En 1876 estalló la GUERRA CIVIL de los ultramontanos conservadores y los matacuras liberales o sea MINISTERIALES versus INDEPENDIENTES. Se había originado en Cauca y Antioquia se había unido. Ambos fueron derrotados en LOS CHANCOS.

En 1877 Antioquia capituló y fue nombrado gobernador el Doctor Manuel Uribe Ángel. La Ley del 12 de junio de 1876 desterró por diez años a los Obispos de Popayán (Carlos Bermúdez), de Pasto (Manuel Canuto Restrepo), de Medellín (Ignacio Montoya) y de Santa Fe de Antioquia (Joaquín Guillermo González y Gutiérrez).

PRESIDENTES DE LA REGENERACIÓN

Julián Trujillo (78-80). Nombró para Antioquia a TOMÁS RENGIFO. Un grupo de antioqueños, en 1879, se reveló contra el gobierno legítimo. El ejército venció a los rebeldes en Ancón Sur, el Cuchillón, Altopelado de La Ceja y en Orobajo de Santa Rosa de Osos. Era Prefecto el médico Don Guillermo Mc.Ewen, quien, al ser tomada la plaza de Santa Rosa, fue fusilado, acusado de haber ocultado armas, el 4 de marzo de 1879. Este episodio fue conocido en la historia de Santa Rosa como la BATALLA DE OROBAJO Y LA CABUYA.

Rafael Núñez (80-82), (84-86), (87-88)

Los radicales de Santander propiciaron una GUERRA CIVIL que fue aplastada por Núñez. Convocó un CONSEJO NACIONAL DE DELEGATARIOS, dos por cada Estado. Los radicales quedaron sin representación y todos eran conservadores o independeintes.

En agosto de 1886 fue aprobada la Constitución redactada por Miguel Antonio Caro. Era un gobierno rígidamente centralista. Los Estados se convirtieron en Departamentos con Gobernadores elegidos por el Presidente. La religión católica fue admitida como Oficial, se reconoció el poder de la Iglesia, se abolió la pena de muerte, el pueblo elegiría Asambleas y Concejos, cada mil habitantes elegirían Representante, el Presidente sería la máxima autoridad.

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Doscientos Años Después

REPÚBLICA DE COLOMBIA

HEGEMONÍA CONSERVADORA

Presidentes: Clímaco Calderón, Francisco Zaldúa, José Eusebio Otálora, Ezequiel Hurtado, José María Campo Serrano y Eliseo Payán.

Carlos Holguin (88-92),

Miguel Antonio Caro (92-96) y (96-98). En 1895 estalló otra GUERRA CIVIL de tres meses de duración. Los conservadores se dividieron en NACIONALISTAS (del gobierno) e HISTÓRICOS (industriales antioqueños quienes en 1896 rompieron relaciones con el Gobierno.

El 22 de enero de 1895 fue turbado el orden público. El GENERAL PEDRO JOSE BERRÍO, hijo del Doctor Pedro Justo Berrío, venció a los rebeldes.

Manuel Antonio Sanclemente (1898) cuyo vicepresidente era José Manuel Marroquín. En su gobierno estalló la GUERRA DE LOS MIL DÍAS. Se unieron los HISTÓRICOS (apoyados por el Marroquin) con los LIBERALES RADICALES liderados por Rafael Uribe Uribe y declararon la guerra a Sanclemente. Se inició el 17 de octubre de 1899. En 1900 Sanclemente fue derrotado y asumió Marroquín. En 1902 el General Benjamín Herrera invadió a Panamá, Los marinos de Estados Unidos intervinieron en contra de Herrera. Al final Uribe Uribe y Herrera firman la paz. Un año después Estados Unidos ayuda a la separación de Panamá. Terminó la guerra el primero de junio de 1903.

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XV

ASPECTOS ECONÓMICOS

“lo que le vendió a don Domingo Álvarez en los minerales de Tenche.

51/2 fanegas de maíz, cada una a 7 pesos 38 pesos con 4 tomines13 varas de lienzo de los costales a 1 tomín 3 pesos con 7 tomines11 botijas de vino a 5 cada una 55 pesos24 almudes de arroz a peso cada uno 24 pesos4 gallinas, cada una a 4 tomines 2 pesos8 palos de sal, cada uno a 5 tomines 5 pesos5 sombreros grandes, cada uno a 2 tomines 1 peso con 2 tomines18 sombreros chicos, c/u a 1 tomin y 3 granos 2 pesos,6 tom. 6 granos2 azadones, cada uno a 5 tomines 1 peso con 2 tomines2 barras, cada una a 4 pesos 18 pesos2 almocafres, 6 tomines cada uno 1 peso con 4 tomines 1 paila de cobre de 7 patacones 3 pesos co 4 tomines1 arroba de pescado 4 pesosPagados a Pastora 14 pesosPagados a Sebastián 22 pesos

Para un total de 186 pesos oro en polvo con 6 tomines

400

Doscientos Años Después

TRUCO Y BILLARES

El juego de TRUCO era parecido al BILLAR. Fue definido como “suerte del juego del Billar que consiste en echar con la propia bola la del adversario por alguna tronera o por encima de la barandilla de la mesa. El primero se conocía como TRUCO BAJO y el segundo como TRUCO ALTO” 378

Fueron dueños e impulsores, entre otros: don Juan Andevol y Pedro Manuel Rodríguez en 1795. Juan Francisco Zapata no sólo era mercader sino que había instalado DOS MESAS DE TRUCO que le había arrendado don Juan Francisco Zapata, su dueño.

En 1820 don José Jaramillo compró un billar. “José Manuel Agudelo de Santa Rosa vende a José Jaramillo de Santa Rosa la mitad de un billar que tenía de compañía con el dicho Jaramillo, forrado en paño, con tres carambolas de marfil, siete tacos, dos largas, dos bancas, una escubilla, tres tablas de apuntar, todo por 42 castellanos”379

En las ventas de estos juegos y en sus licencias se anotaría el número de bolas de billar, su calidad, sus tacos, sus mesas y la forma como se obtenía la licencia, hasta tal hora, con prohibición de asistencia de menores.

En el Archivo de Historia del Municipio de Santa Rosa de Osos, en legajos relacionados con JUICIOS CIVILES, en 1795 aparece una alusión muy interesante al JUEGO DE TRUCO. “Señor Teniente Gobernador. Don Juan Ardevol natural de los Reynos de España y residente de mercader en este sitio de Santa Rosa con la devida venia y como por bien haya lugar en Derecho ante V.M. (vuestra merced) paresco y digo: que en el dia treinta y uno de Marzo ultimo vencido en la noche hizo la compra de mi cuenta Don Josse Maria de Zulaybar Juez Partidario de este sitio a Don Matheo Zapata de la mesa de truco que está en la calle Real en la casa de techo de paxa, propia de este, en estos términos, que yo entregaría ciento y veinte y cinco castellanos de oro y recibiría dicha mesa, dándome seis meses de tiempo después de la fecha referida, libre de arquiler, para sacarla y ponerla en otra casa; que una licencia para poder levantar otro truco que quando dicho Dn. Matheo compró la referida se le hizo gracia se havia de romper y no valerse de ella; y que no ha haviamos de hacer ny mantener mas mesas de truco de las dos, que entreambos en el dia tenemos en el mismo sector, de havermelo echo saber, sin haverseme echo entrega alguna; ny dado inventario, ny menos haverla yo registrado, el Dn. Matheo Zapata me pidió el dinero (y como havia sido llamado para que diera 378 Wikipedia379 AH.S.R.O. Protocolos 1820

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mi consentimiento de palabra sin embargo que por medio de una esquela yo havia respuesto que si) no lo traía a la mano y volviendo a mi casa por los ciento y veinte y cinco castellanos los entregué al referido Dn. Matheo después de haverlos pesado Dn. Josef María Zulaybar. Que haviendome informado del valor de la referida mesa de truco no vale setenta pesos de oro, por cuyo motivo, y el de haverse echo la compra por tercera persona, haver dado yo el dinero en buena fé sin reconocimiento, e ignorar su valor, ny menos haver tenido tiempo de imponerme exactamente antes del pago que hize y ny tampoco haverme otorgado la escritura, se ha de servir V.M. Señor Teniente, compulsar al referido Dn. Matheo Zapata a la redhibitoria de la contrata; y de no, mandar sea avaluada por expertos la expresada mesa de truco, en el estado en que se halla y por el justo precio, que fuese apreciada, haga de ser el valor que devia haver satisfecho, y el quanto minoris que resultare sea compulsado Dn. Matheo Zapata a devolverme en la misma especie que le entregué otorgándome escritura baxo las condiciones que arriba expreso y fueron estipuladas. Que mediante estas la mesa de truco en casa de techo de paxa que puede padecer incendio (lo que Dios no permita) y perderse ínterin no se avalue, correrá el peligro de cuenta de Dn. Matheo Zapata y será responsable de toda la cantidad entregada haciendo como hago protesta tanto de esto como de todos los daños, perjuicios y menoscabo, costos y costas que de ello resultare que así es de justicia; ella mediante a V.M. pido y suplico se sirva proveer y mandar segun llevo referido y en lo necesario juro. Otrosi digo que Dn. Matheo Zapata suele ausentarse de este sitio y tarda a volver como es notorio, en esta virtud se ha de servir V.M. mandar no salga sin la definición de esta litis por dicho apoderado según derecho, pido Justicia ut supra. Juan Ardevol, rubricado” (sic)380

En el año 1796 un vecino elevó una súplica respetuosa al Señor Teniente de Gobernador en los siguientes términos.

“Don Juan Francisco Zapata, vecino de la ciudad de Antioquia y residente en este sitio… que para evitar dudas en el manejo de DOS MESAS DE TRUCO que tengo en este sitio con las correspondientes licencias, suplica se me amplíe el juego de estas en los mismos términos que se hallan las demás de la Provincia y como quiera que no conste en dichas licencias hasta que horas de la noche se concede esta honesta diversión y ser pública y notoria la costumbre y práctica de jugarse hasta las DIEZ DE LA NOCHE en todo lugar, SUPLICO a V.M. se sirve, en méritos de justicia, concederme igual gracia para que a excepción de los esclavos e hijos de familia, el demás resto de gente pueda divertirse hasta la hora asignada incluyéndose en las horas de la noche los oficiales que sin

380 AHSRO, 1795, Caja general nro. 4. Juzgado Circuito 1. Legajo 1793-1795 (dos foxas

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Doscientos Años Después

faltar a sus tareas y servicio al público puedan divertirse …. que así se practica en la provincia. Juan Francisco Zapata y Ossa. Otrosi digo: que atendiendo a las circunstancias territoriales de este sitio, en el cual ninguna otra clase de diversión lícita y honesta se presenta para regocijar y divertir el ánimo como se ve en los demás lugares… solicito se aumenten las horas”381.

El 26 de julio de 1796 don Juan Francisco recibió la siguiente respuesta: “Se acepta pero teniendo en cuenta que oficiales y artesanos que concurran a las horas de la noche a la CASA DE TRUCO sean de una conducta arreglada y no pase la diversión de la hora de las DIEZ de la noche, que no excedan la porción que juegan en aquella cantidad que prescriben la Real Pragmática y actos de buen gobierno, y además, tener en cuenta que a la casa de truco también acuden personas distinguidas”382

El 10 de agosto del 1796 Santiago Rodríguez, residente en Santa Rosa, informó al Teniente de Gobernador que “me he hecho cargo de dos mesas de TRUCO, en sus respectivas piezas, aperadas de paños nuevos, tres carambolas y correspondientes tacos perteneciente todo a Don Juan Francisco Zapata, mercader, residente en estos sitios, con la condición de dar y pagar cada mes 24 castellanos por ambas mesas, cada una a doce pesos, contrato por un año, del 25 de julio de 1796, y si el dueño quiere vender yo seré el preferido… y se firma ante el Escribano público y de número don José María Zulaybar”.383

Tan sanas eran las costumbres del lugar – se repetía el Padre José Sinforoso de Upegui- que la única diversión existente eran las MESAS DE TRUCO y de BILLAR.

Claro que unos cuantos vagos y sinvergüenzas daban mal ejemplo a los muchachos cuando se paraban en las esquinas a hablar babosadas y a jugar chumbiba y otros juegos prohibidos como lo lamentaría el mismo Teniente de Gobenador.

Las normas eran precisas. Sólo funcionarían hasta la DIEZ DE LA NOCHE. Se prohibía bajo severas penas permitir el ingreso a esclavos y a hijos de familia. Los primeros porque sus trabajos en las Minas eran muy pesados y los segundos porque se consideraban menores de edad. La minoría de edad duraba hasta que los padres decidían, ante el Escribano, emancipar a sus hijos mediante un rito muy particular como veremos en su sitio.381 Caja General no. 5. Juzgado del Circuito 1 SRO. Legajo 1796-1804382 Caja General no. 5. Julio 26 de 1796383 Caja General no. 5. Agosto 10 de 1796

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Respecto a los ARTESANOS y OFICIALES (que eran muchos: piseros, zapateros, sastres, plateros, carpineteros) su horario de juego debería restringirse por los compromisos sociales que habían adquirido con la comunidad (por eso SIEMPRE SE LES EXIGÍA FIANZA DE CUMPLIMIENTO con unos buenos y conocidos FIADORES) y, además, por su fama de bebedores y bochincheros, se tendría sumo cuidado en evitar en dichos sitios asuntos bochornosos, teniendo en cuenta que los TRUCOS eran también visitados hasta las diez de la noche por “personas distinguidas”.

El 5 de marzo “Francisco Javier Ramírez vendió a Lorenzo Berrío una mesa de billar con su cielo, sus bancas, dos tablas con seis calderas, la taquera con cuatro tacos y la larga, seis bolas de marifil y tres de palo. Esa mesa es de su esposa Juana Bustamante quien dio el consentimieno, y se vendió por 30 castellanos de oro en polvo y se firma el 5 de marzo antes testigos por no haber escribano”384

El juego era una diversión también que cumplía dos objetos sociales muy importantes para la época: el primero aglutinar a los vecinos alrededor de diversiones sanas y permitidas y el segundo impulsar el comercio.

COMERCIO EN LOS REALES DE MINA

El siguiente documento de 1795, escrito en papel sellado con el sello Real de Carlos IV (Hispania Rey), que era el Sello tercero y cuyo valor era de un real para los años de mil setecientos noventa y cuatro y noventa y cinco indicaba el tipo de mercancías que manejaba un Real de Minas, de acuerdo con el pleito siguiente:

En 1795 se suscitó un litigio muy interesante, respecto al COMERCIO, entre don Domingo Álvarez, de Zaragoza y don Isidoro Duque de los Ossos, quienes aceptaron una deuda de 390 castellanos de oro en polvo por una mina situada en la Quebrada de Tenche. El cobrador era el Reverendo Padre Fray Bernabé Adeodato Esteven, religioso de la Sagrada Orden de Ermitaños de Nuestro Padre San Agustín, que había sido Cura Teniente Vicario y Juez Eclesiástico de esta ciudad. Habían hipotecado, para responder por la deuda, “un negro viejo por 40 castellanos, una rosa de ocho almudes y unas minas y otros bienes”.

384 AHSRO, Protocolos. 1817

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La parte importante consistía en la relación que hacían ante el Juez del Circuito sobre “lo que le vendió a don Domingo Álvarez en los minerales de Tenche.

51/2 fanegas de maíz, cada una a 7 pesos 38 pesos con 4 tomines13 varas de lienzo de los costales a 1 tomín 3 pesos con 7 tomines11 botijas de vino a 5 cada una 55 pesos24 almudes de arroz a peso cada uno 24 pesos4 gallinas, cada una a 4 tomines 2 pesos8 palos de sal, cada uno a 5 tomines 5 pesos5 sombreros grandes, cada uno a 2 tomines 1 peso con 2 tomines18 sombreros chicos, c/u a 1 tomin y 3 granos 2 pesos,6 tom. 6 granos2 azadones, cada uno a 5 tomines 1 peso con 2 tomines2 barras, cada una a 4 pesos 18 pesos2 almocafres, 6 tomines cada uno 1 peso con 4 tomines 1 paila de cobre de 7 patacones 3 pesos co 4 tomines1 arroba de pescado 4 pesosPagados a Pastora 14 pesos

Pagados a Sebastián 22 pesos

Para un total de 186 pesos oro en polvo con 6 tomines. (factura entregada alc AHSRO, PROTOCOLOS de 1817”385

Los Reales de Mina ofrecían a los esclavos y a los amos una cantidad enorme de productos, desde los alimentos usuales, hasta el vino, pasando por ropas, telas, sombreros y terminando con los instrumentos y utensilios necesarios para el laboreo de las minas. A los esclavos se les prohibía ciertas compras como aparecerá en el documento correspondiente.

Los mercaderes de los Sitios, Partidos, Villas y Ciudades veían en estos establecimientos una enorme competencia. Por eso, como fue analizado antes, cuando el cura pretendió eliminar el mercado en el Domingo, para que el día del Señor fuese santificado plenamente, uno de los argumentos de orden económico hizo mención de la carestía de las mercancías en las pulperías o

385 AHSRO, Protocolos 1817

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negocios de las Minas y la explotación que sufrían sus usuarios, ya que dichos negocios eran de los mismos amos quienes, de alguna manera, obligaban a sus esclavos a mercar allí y aprovechaban a los extraños para venderles a precios superiores a los usuales.

El juicio en mención tuvo un “final feliz” pese a los tropiezos que se presentaron, entre ellos, la muerte del Reverendo Padre, la intervención del Procurador del Convento de san Agustín, Fray Manuel Otero, la excusa de don Domingo Álvarez de asistir al Juzgado, su alegato posterior que estaba muy pobre “por lo costosísimo de los esclavos que estaban a su cargo”, la llevada a la cárcel a dicho Álvarez, su otro alegato de “que ya había adelantado unos dineros en viáticos al Reverendo Padre”, los seis meses de plazo dado a los Frailes para que aportaran nuevas pruebas, el poder dado al cura de Santa Rosa, doctor Don Nicolás Francisco de Agudelo (12 agosto de 1795) y la relación de otros gastos así: valor de los viajes, pago al peón, pago a los jueces, dos viajes de Medellín a Santa Rosa, flete de dos mulas, una de silla, una de carga, lo que cobró el arriero con dos cabalgaduras, costas al Teniente, costas por el Poder, costas de los dos comisionados que “fueron a sacar a don Domingo”, pago de un CHASQUI386 lo que sumaba otros 8 castellanos y 6 tomines y sin sumar los fletes de arrieros y mulas porque “no los había conseguido”. Al final el 9 de octubre de 1797 se aceptó que no fuese embargado el dicho Álvarez sino que su APODERADO, don Santiago Escobar pagara 205 castellanos y 5 tomines y Cruz Cardona pagara 5 castellanos y dos tomines. La sentencia fue firmada por el Juez Teniente de Gobernador José María Zulaybar y por el escribano público y de número don Modesto Tamayo.

El documento analizado indicaba, además, las trabas que solían suceder en los negocios, costumbre heredada de España y que llevaría en el siglo XXI a los Gobiernos a tratar de eliminarlos mediante Leyes Antitrámite, con muy poco éxito, por supuesto.

386 Especie de mensajero enviado a llevar razones, documentos o encomiendas entre los Incas, vestido con plumas en la cabeza, morral en la espalda para las encomiendas, corneta de caracol para avisar su llegada a las chozas donde era esperado y unos lazos con nudos y de colores, que era el mensaje cifrado, llamado QUIPU (Descripción del Indio Garcilaso de la Vega en Crónicas de un Reino)

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Doscientos Años Después

LOS CHASQUI: MENSAJEROS Y TROCADORES.

Si es cierto que el término CHASQUI (del quechua: chakiq, chakij: el que recibe y da, o el trocador: “trocar, dar y tomar”) era aplicado a los mensajeros pesonales de Inca, su nombre apareció en uno de los Protocolos del AHSRO, relacionada en las líneas anteriores (1797)

Los incas utilizaban un sistema de postas para llevar mensajes o embajadas mediante jóvenes atletas de 18 a 20 años, quienes recorrían enormes distancias para cumplir su cometido y entregar las encomiendas o mensajes más orales que escritos “porque los indios del Perú no sabían escribir”.

Otra forma de transmitir los mensajes era medianto unos “ñudos” cada uno con un significado distinto. Dichos ñudos se llamaban QUIPU palabra que significaba “añudar o hacer ñudo”. Se trataba de un manojo de hilos de diversos colores que llevaban en la mano, y que encerraban mensajes cifrados enviados por el Inca a sus Gobernadores. (Descripción hecha por el indio Garcilaso de la Vega en “Crónicas de un Reino”)

El QUIPU era un sistema mnemotécnico conformado por cuerdas de lana o algodón y nudos de varios colores. De la cuerda principal pendían otras secundarias con nudos de diverso color, forma y tamaño.

Fueron usados en Perú, Ecuador, Bolivia, alguna parte de Colombia, Chile y Argentina. Los españoles quemaron muchos quipus porque creían que eran demoníacos por pertenecer a la religión inca.

El cronista Pedro Cieza de León señaló que en cada Capital de Provincia había un khipukamayuq, encargado de las cuentas y de la elaboración de los códigos.

Trepaban los Andes a grandes velocidades desde la costa hasta la ciudad del Inca para llevar pescado fresco.

Anunciaban su llegada con un PUTUTU, un caracol para pitar, y en la mano llevaban el khipu en donde estaba la información cifrada. Cargaban un qepi a la espalda, especie de morral con objetos y encomiendas. Llevaban un penacho de plumas blancas en la cabeza.

Eran considerados como “receptores de la tradición ancestral” recibida de parte de los hamwta o sabios ancianos.387

387 John Augustine Zham, 1992, Along the Andes and down the Amazon. (internet, Chasqui)

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De tramo en tramo encontraban la estación de relevo llamada TAMBO donde encontraban otro chasqui, refugio y alimentos. Llegados al TAMBO entregaban el mensaje. De Cusco a Quito demoraban una semana.

Durante el período colonial americano en 1535 se difundió la palabra en español “chasqui” o “chasque” para indicar a las personas que llevaban el correo a caballo.388

ARRIEROS

En el litigio comercial incoado en 1795 por el Reverendo Padre Fray Bernabé Adeodato Esteven, religioso del Sagrado Orden de Ermitaños de Nuestro Padre San Agustín, en la relación de gastos se indicaban estos: valor de los viajes, pago al peón, pago a los jueces, dos viajes de Medellín a Santa Rosa, flete de dos mulas, una de silla, una de carga, lo que cobró el arriero con dos cabalgaduras, costas al Teniente, costas por el Poder, costas de los dos comisionados que “fueron a sacar a don Domingo”, pago de un CHASQUI lo que sumaba 8 castellanos y 6 tomines y sin sumar los fletes de arrieros y mulas porque “no los había conseguido”.

ARRIERÍA

La arriería, por lo tanto, desde el siglo XVIII era otra forma de comercio que iba tomando fuerza en la medida en que los esclavos y cargadores desaparecían y las NUEVAS COLONIAS se incrementaban.

La palabra ARRIERO pudo originarse de dos modos: como un grito árabe para acosar a los camellos (HARR) o como ARRIA que significaba RECUA.

Los ricos mineros aprendieron a comprar mercancías extranjeras que se recogían en los Puertos y, teniendo en cuenta los pésimos caminos en invierno, requerían baquianos expertos, bueyes o mulas arriados en forma adecuada para que superaran los obstáculos.

388 La caricatura del chasqui fue empleada como mascota en la Copa América 2004 del Perú. Plumas en la cabeza, gorro, morral de colores, en banderola, descalzo y pateando un balón y el slogan “Perú 2004 unida por su pasión”. (Florian Yuberto. Los Correos incas, a los que llamaban chasqui. 19 enero 2011 internet).

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Doscientos Años Después

Quedaba claro que Mon y Velarde había impulsado la creación de las COLONIAS (Amagá, Carolina del Príncipe, San Antonio del Infante, San Luis de Góngora, San Carlos, San José de Nechí –hoy Caucasia- y San Vicente) fenómeno sociológico que exigía mercancías, vituallas, abarrotes y hasta lujos, los cuales serían acarreados por los arrieros, primero con bueyes y luego con mulas. El buey fue preferido inicialmente por su casco bifurcado y por su enorme resistencia y mansedumbre. Después, para mejor agarre en las terribles cuestas, se pasó a la mula y a las recuas y, según el peso de las cargas, a las turegas (una mula adelante y otra atrás unidas por largas y fuertes varas, a lado y lado de las mulas, y en el medio de las varas era acomodada la carga pesada; si era con bueyes dos iban adelante y dos atrás).

Se proyectó el camino a Islitas389 y se decidió el traslado de las bodegas del Nare a este último sitio para beneficio de comerciantes y arrieros.

Famoso en este tiempo fue el mulato don Luis Acevedo quien traficaba con MULAS desde el Valle de Aburrá hasta la desembocadura del río Espíritu Santo, ya que allí llegaba en canoa, vía río Cauca, la mercancía procedente de Cartagena, Mompox y Simití. Era la misma ruta que desde antiguo utilizaban los comerciantes y viajeros de Santa Fe de Antioquia. La navegación por el río Magdalena había sido establecida desde la Colonia. En tiempo de invierno, de Barranquilla a Honda, el viaje duraba dos meses.

No es de extrañar que en el sitio de las Tasajeras de san Juan (hoy Copacabana) existían hatos para la cría de mulas, ya utilizadas por los arrieros.390

El atuendo de los arrieros estaba hecho para sus largas jornadas en las cuales no era fácil lavar y aplanchar.

Usaban alpargatas de cabuya o algodón o cotizas, vestido de dril rayado, tapapinche o delantal, franela, pañuelo rabo-de-gallo y poncho.

La religiosidad del arriero aparecía simbolizada en el escapulario, las medallas, las estampitas y el Agnus Dei comprado a las Clarisas de Pamplona o de Jericó.

Para la defensa y otros menesteres manejaban con maestría el machete de tres rayas hospedado permanentemente en un vaina con flecos.

389 El nombre procedía de dos pequeñas islitas cerca a la desembocadura de la quebrada Soná390 El nombre “Tasajeras” hacía referencia a los TASAJOS de carne (y otros fiambres) que los mineros o muleros adquirían en el sitio para su largo viaje.

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No usaban morral sino un carriel (casi siempre de nutria) rico en bolsillos, unos muy definidos, otros secretos, con capacidad suficiente para fetiches, ojo de venado, mentol, manteca de oso, “la contra”, tabaco, tute, dados, navaja capadora, crespo de la novia, totuma de cacho, aguja de arria, monedas, billetes y mil objetos más de acuerdo con sus costumbres.

Usaban la mulera para cubrir los ojos de la mula cuando había que cargar o emparejar los “jotos” de la carga, el sombre de jipijapa y el zurriago.

A la cabeza de la recua iba el caballo MADRINO.

El sobornal era un costal con la comida, olleta, herraduras, clavos, sogas, velas de sebo y las encomiendas.

No faltaba el tiple y el perro. Los arrieros eran conversadores, troveros, cuenteros, mentirosos y exagerados.

El sangrero era el encargado de prender la candela.

Los aditamentos de la mula eran la enjalma, la retranca y la cincha.

El arriero era supersticioso, creía en entierros y en espantos, pero los enfrentaba con valentía de acuerdo con la consabida consigna: “de parte de Dios todopoderoso qué quiere”.

Fueron los primeros colonizadores ya que abrieron trochas cuando no había caminos y siguieron los senderos trazados por los indígenas.

Junto con los arrieros existieron los cargueros, al principio eran esclavos, más tarde peones, suficientemente fuertes para llevar no sólo bultos enormes, sino personas en silletas adecuadas al peso y al tamaño de los cristianos.

El arriero llegaba siempre a las mismas posadas en donde tenía comida caliente y manga suficiente para la recua. Solía dormir encima de las mismas enjalmas y cargas cuando no había camas suficientes. Estas posadas fueron los orígenes de muchos de los pueblos de Antioquia.

Enamoraba a las posaderas para “pasar el rato o la noche” pero jamás olvidaba a la novia que lo esperaba de regreso.

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Doscientos Años Después

El arriero conversaba con sus mulas. Si era del caso las insultaba con las palabras más procaces del idioma español sobre todo cuando alguna se hacía la remolona y se negaba a seguir el paso del MADRINO. En caso contrario las acariciaba y les hablaba al oído.

Era usual silbar durante el viaje. Cada silbido tenía su clave. Sobre todo el perro, su fiel compañero, conocía los significados y corría presuroso al lado del amo o se abalanzaba, furioso, contra la mula resabiada o contra cualquier injusto agresor, incluyendo los animales salvajes que a veces se interponían en sus caminos.

El arriero rezaba antes de acostarse y su último recuerdo era para la novia o la esposa y los hijos.

Al regresar al pueblo cambiaba su ropaje por el usual. Se vestía de gala para la misa del domingo o para visitar a la novia quien lo recibía en la sala principal, rodeada de sus padres, para cuidar su virtud.

El arriero, muchas veces, fue el inventor de bambucos y pasillos. Por eso cargaba tiple para amenizar las noches frías de las posadas.

El arriero no se emborrachaba durante su correría porque era responsable a morir de la carga y encomiendas que se le habían confiado. No así cuando regresaba de su trabajo: se emorrachaba en el pueblo, llevaba serenata a la novia y si era del caso se “partía el alma a machete con quien lo había ofendido”.

Era tan guapo que muchas veces dejó su vida al lado de la cantina.391

Si el arriero de la colonia y de los primeros cincuenta años del siglo XIX hubiese presenciado el bochornoso espectáculo, inaugurado el 23 de abril de 1887, de un tranvía tirado por mulas en Medellín (de la Veracruz al Bosque de la Independencia), se hubiese “descristianizado”. Jamás supo que este viaje duraba 35 minutos.

IMPUESTOS. ESTANCOS

El comercio al detal se realizaba en las llamadas PULPERÍAS.

Piñeres, por orden de la Corona, había reorganizado el impuesto de la Armada de Barlovento y de las Alcabalas, en un momento de crisis económica de España, debida a las diversas guerras, alrededor de 1780. Este fue uno de los orígenes del mitin organizados por los COMUNEROS.

391 Aquiles Echeverri M. La arriería en otras partes y Antioquia. Editorial Zuluga. Medellín. 1990

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Entre las reformas se implementó la venta de aguardiente, tabaco y naipes, que salían definitivamente de las PULPERÍAS y pasaban al manejo exclusivo de los Administradores de Rentas, mediante la figura de los ESTANCOS.

La palabra “pulpería” había sido interpretada de diversos modos. Para algunos se refería a la venta de frutas “pulpa de las frutas” o la venta de “pulpos” (producto del mar).

El Indio Garcilaso de la Vega llamó “pulperos” a los “más pobres vendedores porque en una de ellas encontraron que se vendía pulpo” o “carne pulpa de vacuno”. Estos negocios equivalían, salvadas las proporciones, a las MISCELÁNEAS actuales ya que ofrecían a sus clientes licor, aguardiente, ropas, telas, insumos de almacén, abarrotes de tienda, de taberna y aún se convertían en casas de juego de naipes, bocha, taba y sortija.

La taba era una suerte que se tiraba al aire (como jugar a cara y sello con la moneda). La taba era el hueso de talón de vaca, forrado convenientemente para que no se gastara, se lanzaba al aire y se pedía “cara o culo”. (sic)

Posteriormente fueron eliminados de las PULPERÍAS el aguardiente, el tabaco y los naipes, por el asunto de ESTANCOS REALES, luego salieron los elementos propios de almacén (ropas, sombreros, zapatos, telas, juguetería) y al final los mismos juegos para los cuales se determinó un sitio especial sobre todo para el TRUCO y el BILLAR, con sus negocios independientes y licencias exclusivas para dichos menesteres.

Los IMPUESTOS, en tiempo de la COLONIA, recibían diversos nombres de acuerdo con su origen. Existía el RAMO DE QUINTOS y el RAMO DE ALCABALA.

En el Libro Común y General de la Hacienda de Santa Rosa (nro. 419) fueron descritos los diversos impuestos recaudados en este Partido, de acuerdo con las declaraciones de Teniente Oficial de las Reales Rentas, don Josef Manuel de Oliveros quien envió los informes correspondientes, para cumplir la Real Orden del 25 de octubre de 1787. Este documento era muy valioso porque equivalía a una radiografía económica de los santarrosanos, con sus nombres propios, sus minas y los impuestos que deberían pagar, lo que permitía deducir el valor real de cada mineral.

INFORME DEL RAMO DE QUINTOS pagados por los siguientes mineros y recolectados por las autoridades respectivas.

Enero 17 de 1793. Nicolás de Piedrahita. 3 pesos, 3 tomines, 9 granos, por 116 pesos obtenidos en la mina de Riogrande.

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Doscientos Años Después

Enero 30. Pedro Rodríguez de Zea. Paga los quintos correspondientes a 300 castellanos obtenidos en la mina de San Antonio.

Enero 30. Francisco Miguel Tamayo. 1 peso, 1 tomín por 37 pesos, mas 6 tomines por el Roblar.

Marzo 21. Nicolás Muñoz de 825 pesos de la mina San Jacinto. 22 pesos, 6 tomines.

Abril 20. Andrés Antonio Sanín y López. 6 pesos. 6 tomines por 225 castellanos.

Abril 24. Salvador Jaramillo 4 pesos. 4 tomines por 150 pesos de la mina San Francisco. Además 4 pesos. 1 tomín por la misma mina San Francisco.

Junio 20. Domingo Lopera. 16 pesos por 524 pesos de la mina Santa Elena.

Julio 27. José de Luna. 12 pesos por 400 pesos de una “mina en este sitio”

Septiembre 10. Enrique Barrera. 2 pesos. 5 tomines. 6 granos, por 91 pesos de mina Riochico.

Noviembre 22. Francisco Miguel Tamayo. 18 pesos, por utilidades de “estas barrancas de Santa Rosa”

Noviembre 16. Nepomuceno Robledo. 9 tomines, por minas de San Juan.

Diciembre 7. Félix Echeverri. 5 tomines. por mina la Ciénaga.

Diciembre 8. Jerónimo Palacio. 7 pesos. 5 tomines. 6 granos, por 257 castellanos de las minas de “ojas anchas” (sic)

Diciembre 19. Antonio Londoño. 69 pesos. 3 tomines. 6 granos. por mazamorreo en Petacas.

Diciembre 26. Nicolás de Restrepo. 17 pesos, 6.5 tomines. por minas de “ojas anchas”.

Diciembre 26. Juez Francisco de Palacio. 33 pesos. 6 tomines. 9 granos. por minas de Riogrande.

Diciembre 26. Francisco Martínez. 18 pesos. 3 granos por 602 castellanos de mina de Santa Bárbara.

Diciembre 29. José Antonio González. 1 peso. 3 tomines. 3 granos. por 46 castellanos de minas del Río Guadalupe.

Diciembre 31. Juez Rafael de Cárdenas. 54 pesos. 4 tomines. 3 granos. Por minas de Carolina .

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Diciembre 31. Francisco Aguirre. 4 tomines. 9 granos. por 19 castellanos de minas San Matías.

Diciembre 31. Antonio Palacio. 1 tomín. 9 granos. No indicaba la mina.

Diciembre 31. Lorenzo Pérez. 2 pesos. 5 tomines, por minas de Quebrada de san Juan.

Diciembre 31. Enrique de la Barrera, alcalde del Partido de Riochico, 45 pesos. 3 granos. Además 4 pesos, 4 tomines, 3 granos por minas de Riochico.

Diciembre 31. Miguel de Fonnegra 10 pesos, por 132 castellanos de la mina de Tenche.

Diciembre 31. Domingo Lopera. 1 peso. 1 tomín. 9 granos, por mina del Chagualo.

Diciembre 31. Xavier Cataño. 10 tomines por minas de 43 castellanos, 2 tomines y 6 granos.

Diciembre 31. Manuel Salazar. 10 pesos. 3 tomines. 9 granos. Por 356 castellanos de mina San José.

Diciembre 31. Juez Alonso Jaramillo. 53 pesos. 4 tomines. 9 granos, por mazamorreos en el Partido de Yarumal.

Diciembre 31. Alcalde del Partido de San Pedro, 68 pesos.

Diciembre 31. José Domingo Isasi. 15 pesos. 5 tomines, por 506 castellanos de “ojas anchas”

Diciembre 31. Alcalde y juez pedáneo de Tierradentro 48 pesos a cargo de Luis Chavarría.

Diciembre 31. Antonio Euse y Plácido Misas. 4 pesos. 7 tomines por minas en Río San Lorenzo.

Diciembre 31. Recaudado de varios en el partido de Santa Rosa (sic). 77 pesos.

Diciembre 31. Recaudado por el alcalde Nicolás Macías, de las Ánimas. 4 pesos. 4 tomines.

Diciembre 31. Salvador Jaramillo. 4 pesos. 4 tomines, de minas de san Francisco.

Diciembre 31. Recaudado por el alcalde de San Pedro. Un peso, por mazamorreo de Manuel Gutiérrez.

Diciembre 31. Colectado por Francisco Ángel Yepes. 27 pesos, 2 tomines, de mazamorreros de la Trinidad.

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Doscientos Años Después

Diciembre 31. Recaudado por el alcalde Crisóstomo Ortega. 100 pesos por mazamorreros del Partido de Las Claras.

Diciembre 31. Recolectado por el Juez de Angostura Domingo de Restrepo. 34 pesos. 2 tomines. Mazamorreros.

Diciembre 31. Por el alcalde del Partido de La Cortada don Nicolás Macías. 53 pesos. 3 tomines.

Julio 28. Joaquín Barrientos y Zeledon (sic). 50 tomines. Entregados para la presente Guerra recaudado por Francisco Miguel Tamayo Teniente Oficial Real.

Agosto 23. Por el Alcalde de San Pedro. 56 tomines. 7 granos. A nombre de Manuel Gutiérrez como donación al Rey para gastos de la guerra contra Francia. El recibo estaba firmado por Pedro Rodríguez de Zea.

Agosto 27. Por el alcalde de San Luis de Góngora. 63 tomines. 7 granos. Donativo para la guerra hecho por Francisco Estrada y Alonso Jaramillo, y firmaba Zea.

Agosto 30. Donativo personal de Francisco Miguel Tamayo. 10 tomines

Agosto 30. Donativo de don Andrés Antonio Sanín y López. 8 tomines “con destino de manter un soldado en la presente guerra contra la Francia lo que tiene ofrecido continuar este entero mensualmente durante las presentes circunstancias”

Noviembre 19. Plácido Misas. 30 tomines. Donación para la guerra (foxa 223)

Septiembre 3. Recaudados por el alcalde de la Carolina don Rafael de Cárdenas. Donativo de Guerra. 24 tomines y 4 granos de plata. Firmado: Pedro Rodríguez de Zea.

Septiembre 30. Donativo mensual de don Antonio Sanín y López, para un soldado. 8 tomines de plata.

Septiembre 30. Donativo especial del cura de Santa Rosa, Nicolás Francisco de Agudelo. 20 tomines.

Octubre 31. Cuota mensual de don Antonio Sanín y López. 8 tomines.

Noviembre 19. Donativo de Plácido Misas. 20 tomines.

Noviembre 30. El donativo de Sanín y López. 8 tomines.

Diciembre 18. Donativo del alcalde de Petacas, don Antonio Londoño. 26 tomines. 3.5 granos.

Diciembre 31. Cuota mensual de Sanín y López. 8 tomines.

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INFORME DEL RAMO DE ALCABALA

Era Teniente oficial de Real Hacienda José Manuel Oliveros.

Febrero 18. Joaquín Chavarría por venta de reses de cría a Joaquín Mazo por 60 castellanos. 1 peso. 1 tomín. 6 granos.

Mayo 1. Informa el Teniente Francisco Miguel Tamayo. 5 pesos. Por el negro Josef comprado por don Juan de la Rosa Estrada a Juan Francisco Jaramillo por 250 castellanos. 5 pesos.

Junio 9. Por escritura de Ilario Mexía (sic). 32 pesos. 4 tomines. 9 granos.

Junio 22. Por venta de tierra en Ancón por 200 pesos oro en polvo. 4 pesos.

Julio 1. Por un negro comprado por Pedro León de Luxán por 200. 4 pesos.

Junio 6. Jerónimo Palacio cambió un negro por una negra por 125 castellanos. 2 pesos. 4 tomines.

Agosto 2. Estanislao Castro compró dos esclavos por 300 pesos, 4 tomines. 5 granos. Paga 7 pesos. 9 granos.

Septiembre primero. Manuel Gutiérrez paga por un registro. 27 pesos. 7 tomines.

Septiembre 18. José María Ruiz paga por cargas de mercancías. 63 pesos. 5 tomines.

Octubre 22. Don José Antonio Vélez compró un derecho de mina por 230 castellanos. Paga 4 pesos, 4 tomines, 10 granos.

Noviembre 6. Por compra de dos esclavos por 290 castellanos. Paga 5 pesos. 6 tomines. 5 granos.

Noviembre 16. Venta de minas en san Lorenzo por 35 castellanos. Pago 5 tomines, 9 granos.

Noviembre 20. Ángel Choren compra mina en San Lorenzo. Paga 1 peso. 10 granos.

Diciembre 18. Venta de esclava por 140 castellanos. Paga 2 pesos. 7 tomines.

Diciembre 18. El juez Antonio Londoño de Petacas recogió 2 pesos. 2 tomines.

Diciembre 19. El juez Francisco Palacio recogió en el Partido de Riogrande 3 pesos. 4 tomines. 9 granos.

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Doscientos Años Después

Diciembre 29. José Antonio Gómez compró mina en el Rio Guadalupe por cincuenta castellanos. Paga 1 peso.

Diciembre 29. Por venta de tres esclavos por 450 castellanos. Pago 5 pesos.

Diciembre 29 de 1793. Venta de un negro por 85 pesos. Paga 1 peso. 6 tomines.

Diciembre 29. Venta de dos negros por 180 castellanos. Paga 3 pesos. 4 tomines. 10 granos.

Diciembre 30. Manuel Gutiérrez pagó 6 pesos. 2 tomines. 5 granos.

Diciembre 30. Venta de un derecho de mina por 25 castellanos. Paga 4 tomines.

Diciembre 30. El alcabalero del Partido de Riochico don Enrique de la Barrera entrega, por alcabalas, 8 pesos. Cinco tomines. 6 granos.392

Diciembre 30. Venta de mulata por 34 castellanos. Paga 6 pesos, 9 granos.

Diciembre 30. Vendido al cura Nicolás Francisco de Agudelo un solar por 22 castellanos. Paga 3.5 pesos.

Diciembre 30. Por venta de un derecho de mina al mismo cura por 40 castellanos. Paga 6 tomines. 5 granos.

Diciembre 30. El Alcalde de San Pedro Don Manuel Gutiérrez recaudó 19 pesos. 5 tomines.

Diciembre 30. El Alcalde de Yarumal Alonso Jaramillo recaudó de alcabalas 7 pesos. 2.5 tomines.

Diciembre 30. Venta de un cuarto de casa por 120 castellanos. Paga 2 pesos. 3 tomines. 2 granos.

Diciembre 30. Impuesto por ventas de artículos de pulpería en este Partido de los Osos. 112 pesos. 2 tomines. 1 grano.

Diciembre 31. Alcabalas pagadas por pulperos según consta en sus libros de “concierta” (sic). 41 pesos. 6 tomines.

Diciembre 31. Por venta de ropas introducidas para la reventa. Paga 13 pesos. 4 tomines.

Diciembre 31. Don Luis de Chavarría, por alcabalas de Tierradentro. 5 pesos. 5 tomines.

392 Los alcabaleros recibían un porcentaje por lo recaudado

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Diciembre 31. Venta de un esclavo bozal por 60 pesos. Paga 1 peso. 4 tomines. 3 granos.

Diciembre 31. Venta de un esclavo por 130 castellanos. Paga 2 pesos. 4 tomines. 9 granos.

Diciembre 31. Don José María Zulaybar 2 pesos. 4 tomines. Por otras ventas: 2 pesos.

Diciembre 31. Derecho de mina en la Trinidad vendido en 150 pesos. 1 peso.

Diciembre 31. Alcabala del Partido de las Claras, recaudada por don Antonio Ortega. 3 pesos. 6 tomines. 9 granos.

Diciembre 31. Paga Felipe Barrientos. 2 pesos.

Diciembre 31. Venta de una negra por 150 pesos. Paga 3 pesos.

Diciembre 31. Paga Ignacio Chaverra 1 pesos. 6 tomines.

Diciembre 31 de 1793. El Alcalde de San Pedro don Manuel Gutiérez paga por el Real Derecho de Cruzada de tres bulas de difuntos en ese curato, con planillas: 6 tomines.

Diciembre 31. Alcabala por bulas vendidas. 6 pesos. 6 tomines.

Enero 25. “En el sitio de Santa Rosa de Ossos (sic) yo don Josef Manuel de Oliveroz Thente. Real de estos Vallez me hago cargo de veinte y seis pliegoz de papel sellado 2° que por existencia del año pasado de 1792 han quedado en esta oficina y su valor es el de 18 castellanos” (sic)

Enero 25. 175 pliegos de sello 3°, valor 27 pesos. 2 tomines. 9 granos.

Enero 25. 169 pliegos de sello 4°, valor 5 pesos, 2 tomines, 3 granos.

“En el sitio de Santa Rosa de Ossos yo Don Francisco Miguel Tamayo Teniente de Reales de dicho Valle me hago cargo de 100 pliegos de papel de sello 3° por 15 pesos. 5 tomines. Por 100 pliegos del sello 4°, por 20 pesos. 5 tomines. Por otros 100 pliegos de 3° (15 pesos. 5 tomines) y 100 de 4° (3 pesos. 1 tomín)”

Abril 6 de 1793. Derecho de media anata por Josef Antonio Guerra por el empleo de Juez: 3 pesos.

Abril 20. Media anata de Manuel Gutiérrez por ser Alcalde de San Pedro. 3 pesos.

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Doscientos Años Después

Diciembre 13. Media anata de Enrique de la Barrera por ser Juez Pedáneo del Partido de Riochico. 3 pesos.

Abril 21. Por media anata de Francisco Palacio por ser Juez Pedáneo del Partido de Riogrande. 3 pesos.

Mayo 21. Media anata de Crisóstomo Orrego como Juez Pedáneo del Partido de “ojas anchas” 3 pesos.

Junio 16. Media anata de Luis Echeverri, Juez Pedáneo de Tierradentro. 3 pesos.

Julio 25. Media anata de Alonso Jaramillo, juez pedáneo de san Luis de Góngora. 3 pesos.

Diciembre 18. Media anata de Antonio Londoño, juez pedáneo de Petacas, 3 pesos.

Diciembre 18. Media anata de José Ignacio, Juez Pedáneo de Angostura, 3 pesos.

Diciembre 18. Media anata de Nicolás Masías, alcalde de san Pedro y del partido de la Cortada. 3 pesos.

Marzo 23 de 1793. Derechos de SISA por una carga de granos castellanos y 5 de la tierra, de Manuel Gutiérrez. 1 peso. 6 tomines.

Junio 19. Del mismo Gutiérrez sisa de 5 cargas, 2 de cacao y 3 de ropas del Reyno, 10 tomines.

Noviembre 24. Sisa de Manuel Aristizábal de guías, 3 pesos. 6 tomines.

Noviembre 29. Sisa por 3 cargas de Pablo Jaramillo introducidas de Castilla. Un peso.

Diciembre 16. Sisa de Manuel Gutiérrez por una carga de ropa de Castilla y 17 cargas de la tierra. 4 pesos. 6 tomines.

Junio 24. “Por PENA DE CÁMARA” (sic) a don Lisandro Ospina, 1 peso. 4 tomines.

Julio 12. Multa a Antonio Casas 1 peso. 4 tomines.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Julio 26. Multa a Antonio Betancur 1 peso. 4 tomines.

Diciembre 18. A Ignacio Gutiérrez por su salina, 5 pesos.

Diciembre 31. A Francisco Ignacio Dávila por una salina, 1 peso. 6 tomines. 6 granos.

Diciembre 31. A Ramón Cuartas por lo producido en el presente año. 1 peso. 4 tomines. 6 granos.

Diciembre 31. A José María Gutiérrez por la salina. 2 pesos. 2 tomines. 9 granos.

Diciembre 31. A Francisco Miguel Tamayo Teniente por 150 arrobas de sal “que se han lavado en el oyo que mantengo en Riogrande” (sic). 3 pesos.

Diciembre 31. A Miguel Madrid por la salina. 4 pesos. 7 tomines.

Julio 9 de 1793. A Rafael Fonnegra que había sido Teniente de Rentas Reales, por GLOSAS A SUS CUENTAS DEL AÑO 1790, por errores, 90 pesos.

Diciembre 26. A Gregorio Martínez por mazamorrras en las Claras de 1792, 5 pesos.

Diciembre 30. A Alonso Jaramillo, por mazamorras del Partido de Yarumal en 1792, 21 pesos. 5 tomines.

Diciembre 30. A Isidro Miguel de Isasa por alcances de oro en 1788 y 1789: 38 pesos, 2 tomines.

Diciembre 31. A don José María Zulaybar por pagados de menos del 2 de noviembre de 1791 como consta en la glosa, 9 tomines.

Noviembre 19. De Plácido Misas como ayuda a la presente guerra, 20 patacones.

TERMINABA EL ENORME OFICIO ASÍ: “Es fiel copia del original enviado a la Real Contaduría de Antioquia. Santa Rosa de Ossos, diciembre 31 de 1793, Francisco Miguel Tamayo”393

En el Archivo de Antioquia apareció un importante documento titulado CARGO GENERAL CON ARREGLO A LAS PARTIDAS DEL LIBRO REAL: “Quentas de Ossos. Quenta general de cargo y data que yo don Francisco Miguel Tamayo, como Theniente Oficial Real de esta Caja particular de Santa 393 A.H.A. Colonia, 1793, Libro Común y General de la Hacienda de Santa Rosa (nro. 419)

420

Doscientos Años Después

Rosa de Ossos, doy al tribunal de la Real Contaduría de Antioquia, de las que han sido a mi cargo de Real Hacienda en el presente año 1793”394

Se trataba de un informe, RUBRO POR RUBRO, de los recaudos realizados en 1793.

El documento constaba de DIEZ PLIEGOS.

PLIEGO PRIMERO. QUINTOS DE MINEROS: Por 564 patacones, 4 reales, 2 quartillos. Por quintos mineros y mazamorreros en 30 partidas, sentadas en dicho libro y 1 del Real derecho de mazamorras. MAZAMORREROS: Por 1129 patacones, 7 reales, 2 quartillo. Por quintos de mazamorreros, entregados por once jueces foráneos en 11 relaciones juradas.

PLIEGO SEGUNDO: DONATIVOS: Por 310 patacones, 2 reales. Como donativo ofrecido a Su Majestad por estos habitantes para la guerra contra la Francia.

PLIEGO TERCERO: ALCABALAS: Por 739 patacones, 6 reales. Recaudados por mí en 34 partidas. PRODUCTOS FORÁNEOS: Por 118 patacones, 4 reales, 3 quartillas entregados pro 8 Jueces colectores en 8 partidas.

PLIEGO CUARTO: CRUZADA PRODUCTO FORÁNEO: Por 1 patacón, 4 reales entregados por el colector del curato de San Pedro de Bulas, con planillas. CRUZADA PRODUCTO PERSONAL: Por 13 patacones, 4 reales. Por bulas expedidas por mí en este curato de Santa Rosa, con planillas.

PLIEGO QUINTO: PAPEL SELLADO VENDIDO: Por 132 patacones, cinco reales, 2 quartillos. Por 3 pliegos de papel del sello 2°, 290 del sello 3° y 289 del sello 4° vendidos. PAPEL SELLADO EXISTENTE: Por 43 patacones, 4 reales, 2 quartillos por 12 pliegos de papel sello 2°, 85 de sello 3° y 80 de sello 4°.

SEXTO PLIEGO: MEDIA ANATA: Por 60 patacones. De medias anatas recaudadas por 10 Jueces.

PLIEGO SÉPTIMO: SIZA: Por 46 patacones. Por sizas de comerciantes que introdujeron ropas de Castilla y de la Tierra, según libros y partidas.

PLIEGO OCTAVO: PENAS DE CÁMARA: Por 9 patacones, por penas de cámara.

PLIEGO NONO: SALINAS: Por 32 patacones, 1 real, 2 quartillos por cuatro relaciones juradas.394 A.H.A. Colonia, Vol. 507, de 1793 bajo el nro. 8419, foxas 246 a 249

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PLIEGO DÉCIMO: ALCANCES: Por 140 patacones, por glosas y derechos atrasados con comprobantes.

Frente a estos INGRESOS aparecieron los egresos correspondientes a “DATA EN DESCARGO DE LAS SUMAS QUE ME CORRESPONDEN”

Del pliego primero: 33 patacones, 22 patacones. 4 reales. 3 quartillos (el 6%). Del pliego segundo: no se cobra nada. Del tercero: 44. 3 (6%); 2.3 (2%). Del cuarto. 5 reales, 2 quartilos (5%). Del quinto. 7. 4. L (6%). Del sexto. 3. 4. 3 (6%). Del séptimo. 2. 7. 0. (6%). Del octavo. 0. 4. 0 (6%). Del noveno. 1. 7. 1. (6%). Del décimo. 8. 3. 1. (6%)

ADEMÁS: 48 castellanos PARA CASA Y OFICINA DE ADUANA y 30 PARA LA ADMINISTRACIÓN Y ESCRITORIO.

Remitidos en julio de acuerdo con recibos. 600 castellanos con el siguiente cruce: Ingresos 3.341 castellanos, 4 tomines. Egresos: 1.120 castellanos, 5 tomines, 1 grano: Y A FAVOR DE SU MAJESTAD 2214 castellanos, 6 tomines, 3 granos.

“Y juro por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz como ésta (+) no haber entrado más cantidad en mi poder y en caso que se justificare o comprobare de contrario devolveré con la pena del cuatro. Santa Rosa y diciembre 31 de 1793, Francisco Miguel Tamayo”

Quedaba claro que los funcionarios de la Corona, después de haber sido aleccionados por PIÑERES, cumplían estrictamente el pago de impuestos. Las minas, las salinas, las pulperías, los comercios, la venta de ganado, de esclavos, de mercancías y de todas las gestiones financieras estaban cargadas. Cuando, en 1810 y años siguientes, el gobierno fue asumido por los criollos, fueron conservados los impuestos, de acuerdo con las políticas de los Borbones.

Con fecha 8 de mayo de 1794 fue dada la respuesta a los oficios anteriores:

“Vista la cuenta dada por el Teniente Oficial Real del Valle de Ossos, don Francisco Miguel Tamayo comprehensiva de todo el año pasado de 93 por lo que ha sido el cargo y dada de ella, y conviniendo en todo con los legítimos comprobantes que le acompaña, se aprueba por lo que toca a este tribunal. Siendo su cargo general de 3.341 patacones, 4 reales, 0 quartillas. Su data con lo que remitió adelantado por una buena cuenta y lo gastado por las pensiones que aquella caja tiene, y lo remitido por los mismos 3.341 patacones y 4 reales, cárguense y dátense a los ramos a que corresponden y remitiéndosele copia de este FENECIMIENTO para su inteligencia, únase esta a la una” (sic)395

395 A.H.A.Colonia Vol. 507, de 1793 bajo el nro. 8419, foxas 246 a 249

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Doscientos Años Después

LOS CAJONES DE TIENDA

Dato muy importante en los PROTOCOLOS de venta de casas en el Archivo de Historia de Santa Rosa de Osos, cómo en toda las casas que se vendían en la Calle Real, en el camino de Sotachiro (Boquerón actual o calle Colombia) y en el marco de la plaza, en la parte que daba a la calle o camino o plaza existían “los CAJONES DE TIENDA”, es decir, una o dos salas independientes del resto de la casa, que se dedicaban a la venta de productos de diversa índole, sobre todo MERCANCÍA Y ABARROTES.

Este fue uno de los orígenes del comercio de Santa Rosa que para el siglo XX, se convertiría en las TIENDAS en donde se fiaba al campesino y minero los alimentos de la semana, se le anotaba el valor que luego se tachaba con tinta azul o negra cuando pagaba la cuenta de la semana anterior y volvía a “mercar” para esta semana. Eran los fiados o apuntes que se soportaban con un par de libretas: la que manejaba el tendero o dueño de almacén y la que guardaba el “comprador”.

El gracejo inventado a uno de los viejos tenderos, DON ALEJANDRITO POSADA y al coadjutor de la Parroquia, Padre Salazar explicaba el manejo de las “libretas”. Salía de misa de cinco el Padre Salazar. Se acercaba a la tienda de Jandito, que quedaba a diez pasos del atrio y le decía: “Jandito, fiame un aguardiente”. Don Alejandro le decía: aquí no se fía trago. El Padre contestaba, entregándole LA LIBRETA DE LA PARROQUIA, “apuntá arepas” y fiame el traguito, y que sean dos.396

COMERCIANTES

Los comerciantes más importantes que incidieron en el desarrollo de Santa Rosa de Osos fueron los siguientes: D. Juan Pablo Pérez de Rubla, alto personaje de Antioquia y persona ilustre en el proceso de Independencia, entre 1792 a 1796. Andrés Antonio Sanín y López, de los Reynos de España entre 1791 y 1792. Don Rafael Gaviria en 1798. Don Manuel Bravo en el mismo año. Juan Romero en 1801. José Antonio de Santamaría en 1801. José Marcos Campuzano, de los Reynos de España, con almacén y tienda en 1801 y 1802. Agustín Duque en 1893 y Josef María Ramírez, en 1805 ambos del sitio de san José de la Marinilla, en 1803. José Nicolás Gómez, mercader casado con Bárbara Restrepo en 1804. Joaquín Muñoz en 1804. Manuel Campuzano en 1804. Josef de Paz, oriundo de Popayán y radicado en este Sitio de los Ossos vendedor de ropas de muy buena

396 Apunte narrado de viva voz por los viejos santarrosanos como expresión folklórica de principios del siglo XX.

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calidad en 1805. Evaristo Martínez de Jiménez en 1810. Juan Ignacio Tamayo, personaje muy importante en la historia del Templo del Señor de la Humildad, especializado en ropas de Castilla quien había firmado sociedad y compañía con don Mateo Molina en 1813. José Nicolás Gómez que no sólo fue administrador de Rentas Reales sino que combinaba su trabajo con un almacén de ropas en 1813. Gabriel de Rojas, con tienda y “efectos de medallería” en 1814. Juan de Dios Uribe, famoso ciudadano, Teniente de Milicias y dueño de una compañía de ropas con don José Antonio Mejia en 1815. Juan García Campuzano dueño de una tienda en 1817. Jerónimo Arteaga, comerciante muy concido en Santa Rosa a partir de 1819. Joaquín Muñoz Rodríguez, comerciante en 1822. José Miguel Fernández, dueño de mercancías al detal y al por mayor en 1823 y patrocinador de José María Quijano a quien entregaba mercancías en el mismo año. Juan Nepomuceno Zapata con dos almacenes de ropa, uno en Sopetrán y otro en Santa Rosa, alrededor de 1830. A pesar de sus negocios tuvo que ser embargado nada menos que por el cura del lugar Presbítero José Sinforoso de Upegui. En 1834 fue conocida la comerciante María Yarza con una tienda de ropas.

El comercio era brillante. Las mercancías, la mayoría extranjeras, eran de excelente calidad. Los negocios se movían, inclusive los domingos y días de fiesta, por lo cual surgió un pequeño problema de orden ético. Era un dilema: ¿se podía o no vender, negociar, comprar, medir, pesar, entregar, llevar y recatear mercancías en los domingos y días de fiesta? Las discusiones fueron infinitas –como ya se ha indicado- y se prolongaron hasta los primeros veinte años del siglo XX con el Obispo Maximiliano Crespo Rivera.

El comercio creció aceleradamente por la demanda de productos y abarrotes para las minas, por el aumento de esclavos que requerían alimentación, por la necesidad de vestirlos adecuadamente, por el lujo que ya se daban las principales damas de Santa Rosa y por el esnobismo (igual en todo tiempo) que llevaba a los “llamados ricos” a darse ínfulas estrenando de continuo.

Por otra parte el comercio, de acuerdo con las Leyes de la Corona, era factor determinanda para el incremento de los quintos reales y otros impuestos tales como la fundición, la escobilla, el almojarifazgo, las alcabalas, la siza, las bulas, Barlovento y estancos.

Del exterior llegaban productos que abastecían los reales de mina y las rancherías: esclavos, herramientas, ropa, miel, hierro, aceite, caballos, reses.

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Doscientos Años Después

No se crea que la ganadería era nueva: ya desde 1590 se había incrementado el comercio de ganado y grano que venía de Popayán, Buga, Santa Fe y Tunja.

Vendían la harina al doble de la compra. Los comerciantes tomaron en arriendo bodegas en los puertos. Manejaban como moneda corriente el oro en polvo. El comercio internacional llegaba por Cartagena, Mompox y luego pasaba a Puerto Nare y Honda para concentrarse en Santa Fe, Tunja, Vélez, Cartago, Buga, Popayán y Pasto, en donde ya había abundancia de ganados, granos y artesanías (sombreros). Los comerciantes principales pagaban muy bien a sus “segundos” que se solían establecer en los Puertos y en las ciudades donde eran almacenadas las mercancías.

En cuanto al menudeo el comerciante llevaba sus productos hasta las mismas minas, de acuerdo con las solicitudes. La otra forma de comercio era la apertura de pulperías y tiendas en los mismos reales de mina en donde los esclavos, mazamorreros e independientes compraban lo que necesitaban. Claro que estos establecimintos eran propiedad del amo.

En 1763 el comercio de Santa Fe de Antioquia disminuyó ostensiblemente (importó solo 752.791 pesos) mientras que en Medellín y Rionegro ascendieron a 2.4 millones en cada una. Las causas se debieron al desplazamiento de mineros hacia Santa Rosa y Rionegro, la apertura del nuevo camino a Puerto Nare y el incremento de agricultura y ganadería en los Valles de Aburrá y Rionegro.

A partir de 1788 fueron adoptadas las monedas de plata para las pulperías y para los mercados semanales.

Juan Esteban Martínez, entre 1763 a 1808 –se afirmaba– había manejado el 40% de todas las ventas de la Provincia.397

GANADERÍA. SACRIFICIO. IMPUESTOS

El control de impuestos era tan supremamente estricto que definía lo que era al por mayor y lo que era al detal. El primero pagaba impuestos, el segundo no.

En marzo de 1806 fue transcrito el siguiente OFICIO ENVIADO POR EL MINISTRO DE REAL HACIENDA DE ANTIOQUIA relacionado con las ventas.

397 Los datos del comercio fueron manejados en forma profunda por Historia de Antioquia. Director general Jorge Orlando Melo, 1988 (pp. 243 y ss.)

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“Franquicia y libertad de todos los comestibles, frutos, dulces que se vendan al por menor. Ya no se paga por cabeza de res o cerdo el derecho de Barlovento. Se entiende que sea venta al por menor (comestibles, carne, tocino) pero si traen una res o cerdo para vender al por mayor y revender, sí se paga Alcabala e Impuesto de la Armada de Barlovento”.398

La ganadería había tomado tal impulso que los comerciantes o prestamistas se sentían felices si sus acreedores respondían con cabezas de ganado399.

Véase este ejemplo: en papel sellado de Carlos II, de un real, para 1780-1781 fue entablada una ejecutoria contra Joaquín de Urrego quien siendo vecino de “este balle de los Ossos, citio de Santa Rosa” (sic) aceptó que debía a don Antonio Piedrahita 500 reales de oro limpio (foxas 1 a 3) el 8 de mayo de 1779. Antonio Piedrahita pidió, ante el Señor Gobernador y Comandante General que el dicho Urrego le pagase con CINCUENTA RESES de “ganado bacuno” (sic) ya que la hipoteca anterior de unos negros esclavos no valía puesto que habían sido vendidos para otros pagos. El mismo Gobernador, don Francisco Silvestre, conocedor del caso, conminó al Alcalde Juez Pedáneo de Santa Rosa para que interviniera en el asunto. En efecto, el 24 de octubre de 1782 fue citado para que respondiera por las CINCUENTA RESES, y dijo: que de las cincuenta se habían perdido TREINTA Y UNA y que el resto lo había ido vendiendo poco a poco; y en cuanto a otras tierras, por no haber podido pagar, hubo de devolverlas a su dueño que era don Luis de Echeverri, y terminó diciendo “no tengo más bienes que mi persona” ya que lo que tenía está ligado por escritura al Señor Regidor don Juan Pablo de Rublas (Arrubla) y una mina y una “silla chapeada en plata y un sillón viejo”, todo está hipotecado a don Joaquín Barrientos y tengo dos esclavas una vieja y una muchacha compradas a don Plácidos Misas y se las tengo hipotecadas al mismo “y no tengo más que la ruana que me cobija”. El pobre hombre tenía 56 años. Era escribano público en diciembre de 1775 don Jacobo Fascio y Lince, de la Villa de Medellín.

Entonces “el juez lo puso preso hasta que pague… pero a no aber aquí carsel alguna en que poder arrestarle la persona le mandó guardase carcelaje dentro de su casa pena de veinticinco patacones de buen oro para gastos de la Justicia y Cámara de S.M.”.(sic) Obedecí y firmé.

A instancias de Piedrahita fue interrogado de nuevo Urrego para que dijese, bajo juramento “diga cuánto ganado es el que ha vendido y a que sujetos sin admitirle más respuestas” y fue dejado libre para que acudiera a la diligencia. (31 octubre

398 Caja General nro. 7. Juzgado de Circuito 1. S.R.O. legajo 1805-1809399 Caja General Nro. L. Juzgado del Circuito 1. SRO. Legajo 1782 y ss

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de 1781). Y jurando, dijo: “que le ha vendido a Joseph de Luna cuatro o cinco reses porque no se acuerda y a Pablo de Mesa cuatro o cinco reses porque no se acuerda y a Paulino García dos, y una a Simón, esclavo de don Ángel de la Calle y cuatro a don Joaquín Londoño y no se acuerda de más. Luego vendió una vaca a don Juan Mery que era de su esposa y que a don Manuel Jaramillo le hipotecó unas reses” y firmó ese mismo día ante el Juez don Juan de Dios Pérez de Restrepo. No muy satisfecho Piedrahita pidió al Señor Alcalde y Juez, don Juan de Dios Pérez, “remita las diligencias al Señor Gobernador y Comandante General” para que determine lo que se ha de hacer. (eran 8 foxas)

Don Francisco Silvestre Sánchez, Capitán de Milicias de la Ciudad de Santa Fe, Juez y Comendador de las Reales Rentas, Subdelegado de la renta del Tabaco, Superintendente de Minas, Director de Caminos, Gobernador y Comandante General de la Provincia de Antioquia recibió el documento. Mientras tanto el mismo Piedrahita se dirigía al Gobernador para que este “hiciese devolver las reses vendidas” porque estaban hipotecadas a su nombre y la venta era nula, de acuerdo con las Leyes (que fueron citadas).

La Ley concedió diez días a Urrego para que respondiera y fue declarado libre por un mal procedimiento de la Justicia “pues pasó a aprehenderle antes de tiempo”. Urrego se defendió afirmando que de sus doscientas reses sólo había hipotecado cincuenta y que con las otras había pagado deudas a don Manuel Jaramillo. Y ese ganado hipotecado (y sólo ese) se había perdido, escapado y remontado y yo no lo pude remediar. Los apoderados de Piedrahita pidieron al Juez que preguntara si el ganado con el que pagó a Manuel Jaramillo era distinto del que tenía hipotecado, si las tierras al ser vendidas, habían sido al mismo precio, y si de esa venta no había quedado algo para su cliente.

Urrego fue informado como consta en la foxa 14 del expediente, el primero de enero de 1783, y nada más se supo de las reses “hipotecadas las mismas que se habían perdido, escapado y remontado, lo que no se pudo remediar”

Si un ciudadano común, el señor Urrego, tuvo hasta DOSCIENTAS reses, ¿cuántas no tendrían los ricos Zulaybar, Zapata, Macías, Euse, Palacio y Navarro, Choren y todos aquellos que venían de los Reynos de España?

Quedaba claro que finalizando el siglo XVIII Santa Rosa y los Valles de los Osos, no sólo vivía de la minería sino que tenía tierras de “pan y caballería”, es decir, agricultura y ganadería en cantidades no despreciables. En los informes de la Villa de Medellín, más de un rico ganadero pudo contar hasta dos mil reses en su haber.

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VENDEDORES AMBULANTES.

Aunque era una obligación que los Reales de Minas tuviesen pulpería y almacén para satisfacer las necesidades tanto de amos como de esclavos y de libres, y en los Partidos se habían establecidos almacenes y diversos comercios, incluidos los juegos permitidos, no faltaban los aventureros que de mina en mina, de viceparroquia en viceparroquia, y de sitio en sitio ofrecían productos de diversa naturaleza. Eran los VENDEDORES AMBULANTES, tan socorridos hoy como ayer.

El caso de este VENDEDOR AMBULANTE es muy interesante para conocer otra faceta del santarrosano al finalizar el siglo XVIII, casi en vísperas de la Independencia.

Apareció en el pleito entablado por JOSÉ ANTONIO MOLINA, indio del Pueblo de la Estrella, contra JOSÉ TAMAYO.

Teniendo en cuenta el pleito que se entablaba y la raza de uno de los implicados, fue llamado urgentemente el Padre José Sinforoso de Upegui para que opinara al respecto, teniendo en cuenta que el había sido cura doctrinero del pueblo de Indios de Cañasgordas.

José Antonio Molina era un indígena del Pueblo de Indios de La Estrella, al sur del Valle de Aburrá. Su pleito fue radicado en papel ordinario porque “por ser indio estaba eximido del papel sellado”.

El indígena, en su alegato y para obtener la benevolencia del Juez, comenzó por decir que reconocía que debía pagar ciertos tributos a S.M. y que, estando dispuesto a ello, había emprendido el camino hacia el norte, bajando por el Río de la Villa por Otraparte, que luego había trepado la montaña hacia el occidente para caer, por la quebrada la García al sitio de San Pedro de donde, dirigiéndose hacia el oriente, había tocado el sitio de don Diego y de aquí, a través de los riscos llamados de la Cabuya y de Orobajo, había llegado a las pocas rancherías que todavía existían en Santa Rosa del Valle de los Ossos, y que se había preparado para seguir su ruta tomando el camino de las Montañas de los Yarumales o el de las Claras y el de Acampamento para luego pasar al viejo camino que terminaba en las ricas minas de Anorí. Su objeto era vender allí algunos cacharros, lo que solía hacer varias veces y eso explicaba su presencia en Santa Rosa.

El indio Antonio Molina, en efecto, con su atuendo propio incluyendo un pequeño penacho con plumas multicolores, con su falda colorida, de algodón, descalzo,

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apoyado en un bordón de guayabo, hacía varios días había abandonado su bohío y su familia “dejándolos en la miseria”.

Cargaba a sus espaldas un tercio con “veinte tangos, una estilla de tabaco que a precios de Anorí mercaba diez pesos y tres patacones de oro, dos libras de dulce, seis quesitos que valían setenta y cuatro tomines, un talego de cacao, uno de biscocho, tres yardas de lienzo blanco, cinco de balleta azul, todo en un costal de cabuya y cosido, con cargaderas” (sic)

Indudablemente conocía la rutina de su viaje, porque no era la primera vez como lo confesaría posteriormente, y se arrimó por un instante a la casa de la conocieda “vieja Juana Pioquinta”, dejó allí su tercio y salió a “hacer una diligencia”.

Y aquí comenzaron sus angustias pues al regresar no encontró ni rastro de su carga.

Cuando el juez lo interrogó, con voz entrecortada apenas pudo balbucir “entraron, vieron mi carga, la levantaron, se la llevaron y me dejaron en la improvidez, robando todo mi caudal, dejándome en la miseria y ruina; esa noche no pude dormir”

El Padre José Sinforoso que conocía la índole de estos indios había sido llamado para que opinara si la “versión” era creible o hacía parte de la llamada, desde entonces, “malicia indígena”.

Al otro día –continuó el indio su narración- me encontré con Don José Tamayo quien conocía el asunto pues me dijo “que si ya había aparecido su tercio y las cosas robadas”.

Me extrañó su pregunta. El dicho Tamayo me contó que había encontrado a uno de sus esclavos con unos lienzos blancos y azules que nunca había tenido. Al interrogarlo había confesado que se había encontrado esas telas pero que nada sabía de un hurto y que del resto de las cosas nada se sabía.

El indio acusó directamente a don José Tamayo si no de ser el autor material del robo, al menos de encubrir a sus esclavos sobre el dicho robo y que, en consecuencia, pedía según justicia y con todo respeto que se hiciese pagar a Tamayo el valor de todo lo perdido.

Aunque el Padre José Sinforoso declaró que la versión era muy fidedigna y que podía ser corroborada por don José Tamayo y por el esclavo, el Juez –dilatando

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al máximo las investigaciones – y teniendo en cuenta la calidad del demandado, optó por “hacer prisionero al indio en el sitio de Santa Rosa”: corría el mes de enero de 1799 y firmaba como Teniente de Gobernador don Andrés Antonio Sanín y López.

Hasta el 28 de junio de 1799 el caso no había sido resuelto, el indio había sido liberado gracias a las gestiones del Padre José Sinforoso de Upegui, y el erario público derrochó, sin resolución, 39 foxas aunque el precio había sido ínfimo porque a los INDIOS no se les exigía papel sellado para sus querellas.400. Quizás acababa de nacer el viejo paradigma: “la justicia era sólo para los de ruana”

En la historia más reciente del Valle de los Ossos, este era el primer INDÍGENA que aparecía.

Los nutabes, habitantes primitivos habían desaparecido hacía mucho tiempo, a partir de las crueles persecuciones capitaneadas por don Andrés Valdivia, quien, a la postre, sería emboscado por los mismos y asesinado en el SITIO DE LA MATANZA, a los pies de TOLDAS (actual Toledo) y cerca de la antiquísima población de San Andrés del Valle, a la sazón convertida en San Andrés de Cuerquia.

ARTESANOS. FIADORES. DEMANDAS

Las relaciones entre el Padre José Sinforoso de Upegui y los artesanos eran excelentes.

¿Acaso él, durante su larga estadía en el Pueblo de Indios de “Cañasgordas” no había conocido la artesanía primitiva de sus indios “emberá-catíos” expertos en fabricar bohíos con esas “cañas gordas” que crecían, exuberantes, a lo largo del proceloso Río Sucio? También sabía su arte en fabricar ollas de barro y otros enseres necesarios para su sustento.

Las Cédulas Reales suficientemente conocidas por Sinforoso, y las normas de buen gobierno exigían que todo ARTESANO, antes de iniciar sus labores específicas, solicitara los permisos necesarios al Teniente de Gobernador o el Alcade Juez Pedáneo de acuerdo con los funcionarios propios de cada sitio.

Cada uno estaba obligado a presentar un FIADOR quien, en caso de incumplimiento del artesano, respondería con sus propios castellanos para resarcir los daños surgidos.400 Caja General Nro. 3. Juzgado del Circuito 1 –AHSRO- legajo 1790-1799. Archivo Municipal de Santa Rosa

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Nunca sospechó el Padre José Sinforoso que el se vería involucrado desde el 9 de noviembre de 1815 en un asunto relacionado con su PROPIO ARTESANO, el experto que su Mayordomo de Fábrica había contratado para la Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos.

Se trataba, por supuesto, del nuevo templo que había sido levantado en tiempo record, en 1797, después del uso por cuatro años de una PEQUEÑA ERMITA, cobijada por el piadoso muro de la vieja sacristía que había resistido al terremoto de abril de 1793.

En efecto, su Mayordomo, don Joaquín Muñoz presentó una demanda en el Juzgado contra don Francisco Velásquez quien se había comprometido a entregar un sagrario tallado similar al que había realizado ya en la Santa Iglesia de San Luis de Góngora en las llamadas “montañas de los Yarumales”401

Su fiador había sido don Jose Pablo Lenes sobre quien cayó, por descontado, la demanda del Mayordomo. Era alcalde don Lorenzo Pérez y escribano público y del número don Gregorio de Restrepo.

Para iniciar la obra don Joaquín Muñoz le había adelantado noventa y cuatro castellanos de oro en polvo como paga “de un sagrario famoso similar al de la Cruz, de la Villa de Medellín”, muy bien dorado junto con el Púlpito de suerte que Velásquez respondería por los colores, el yeso, el aceite y los “libros” de oro, (sic) mientras Muñoz aportaría la madera”, contrato que fue firmado ante Apolinar Ardila, escribano, el 5 de junio de 1813.

La paciencia se había agotado. Dos años para cumplir la obra, era un tiempo exagerado para un maestro experto en talla, pintura y dorado, sobre todo, teniendo en cuenta que ya había tenido experiencia en la Santa Iglesia de Yarumal.

Lenes fue citado al Juzgado para que respondiera por la fianza. Entonces comenzó el calvario para todos, incluyendo al Padre Sinforoso, que veía como el pleito se prolongaba y su Santa Iglesia carecía tanto de sagrario como de púlpito “famosos”, y se contentaba con el “ordinario” que tenía desde 1797.

La primera reacción de Lenes fue el negar la deuda como tal (94 castellanos) ya que afirmaba que Velásquez, si era cierto que no había entregado ninguna de las dos obras, se tenía, por justicia, que valorar “lo mucho que este tiene trabajado en la obra de esta Santa Iglesia” (alegato del 27 de octubre de 1815).

401 Caja General n. 10. Juzgado del Circuito 1. SRO. Legajo 1815-1816

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A don Joaquín no se le metían, tan fácilmente, los dedos en la boca: era un viejo zorro.

Respondió en el Juzgado que el argumento de Lenes carecía de valor porque el contrato era muy claro y hasta el momento (y habían transcurrido dos largos años durante los cuales el gobierno había pasado de un Grito de Independencia a una reconquista a sangre y fuego de Warleta y Morillo) “no ha entregado la obra”.

La pugna tomaba visos interesantes y ya muchos “habían alquilado balcón”. Lenes respondió que Velásquez no había entregado la obra porque le habían incumplido con “la madera y las libras de oro”.

Tan rápido corría el tiempo civil y tan lenta era la gestión oficial que ya estábamos a 30 de enero de 1816, tres años después de haber sido incoado el negocio.

Un buen componedor tomó parte en el asunto y aseveró que era importante encontrar a Francisco quien, al parecer, se había refugiado en la Villa de Medellín, para que respondiera por los cargos y no “perjudicara”, como de hecho lo estaba haciendo, al pobre Lenes, que de buena persona y quizás muy crédulo, había firmado como fiador.

Los cambios administrativos se sucedían en la medida que la reconquista avanzaba. En febrero de 1816 el nuevo Teniente de Gobernador era don Miguel Sacramento Tamayo, un personaje de mucho peso en las historia de Santa Rosa y, de refilón , en la del sitio de don DIEGO, con su capilla de Nuestra Señora de los Dolores, que se estaba preparando para convertirse en el actual Entrerríos. De inmediato ofició a su par en el Sitio de Carolina del Príncipe para que hiciese comparecer a Lenes.

Había llegado la navidad de 1816. Lenes, que conocía algo por sí o por su abogado, salió con un cuento político bien interesante, el mismo que sería esgrimido en estos cuatro años (hasta la Independencia absoluta), a saber: que todo lo anterior, el contrato, la fianza, el incumpliento habían sido “en el Gobierno rebelde”, vale decir en “la decisión de la Independencia Absoluta de Antioquia” y que como se esperaba el regreso del gobierno legítimo bajo la amorosa mano de don Fernando VII, y que, en consecuencia, todo lo anterior carecía de valor.

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Como estos argumentos, pese a la situación política reñían contra todo DERECHO, Lenes tomó la opción de demandar a su querido FRANCISCO SIMÓN VELÁSQUEZ, quien sería llamado por el Teniente para que diera cuenta de sus actos.

En abril, en plena Semana Santa, se habían producido nuevos cambios adminstrativos. El Teniente de Gobernador era don Juan García quien, viendo la situación, optó por pedir asesoría a don Pantaleón Arango, Gobernador quien se hallaba despachando desde Sopetrán quien, pese a los argumentos de “gobierno rebelde” decretó que todo el juicio tenía que realizarse en Santa Rosa de Osos, porque había jurisdicción suficiente. Era el 17 de abril de 1817. El año se concluyó sin solución aparente y con intervenciones periódicas en el Juzgado por parte de los apoderados y de los actores.

Un nuevo ingrediente apareció el 26 de febrero de 1818 cuando se comunicó al Teniente que el nuevo Mayordomo de Fábrica era don Vicente Martínez de Rivillo. Era de los Martínez de la ciudad de Antioquia con más experiencia administrativa que su predecesor.

Por eso, en forma muy rápida, se dirigió al Teniente de Santa Rosa de Osos para que “apresurara el fallo”. Este, teniendo en cuenta las observaciones anteriores del Gobernador de Antioquia, don Pantaleón, citó a todos los involucrados, los escuchó con paciencia, los orientó, los plasmó de acuerdo con su “espuela política” y en un tiempo record logró que Lenes transara el asunto, que sí pagaría los noventa y cuatro castellanos, que el tallista se comprometía a entregar la obra, que ya terminada se echaría mano de expertos quienes avaluarían todo el trabajo, que si pasaba de los 94, el Mayordomo pagaría el excedente, que si, al contrario, la obra, sagrario y púlpito pintados y dorados, valían menos ellos responderían por el dinero.

No todas las historias del Padre Josef Sinforoso terminaron en color de rosa. Esta sí y puesto que jamás se volvió a mencionar el tema, el Padre pudo ver su Sagrario y su Púlpito conforme al contrato inicial. El pleito había durado dos años y cinco meses, tiempo en el cual tampoco la Santa Iglesia gozó de su Sagrario.

Cuando el Padre Sinforoso inventarió su santa Iglesia describió su sagrario, su púlpito y su cuadro de Nuestra Señora de Chiquinquirá.

Alrededor de 1700 en la Provincia de Antioquia había algunos herreros, empañetadores, albañiles, pintores, carpinteros, plateros, fundidores, talabarteros, zapateros , sastres y costureras, todos obligados a presentar fiadores.

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En 1778 Juan Antonio Mon y Velarde dictó nuevas Ordenanza mediante las cuales obligaba a los artesanos a conformar gremios, tener maestros o alcaldes del gremio, a ser examinados por los veedores, a tener aprendices y a convertirse en maestros y oficiales. La mayoría, en un principio, fueron mestizos y mulatos pero posteriormente los criollos y aún algunos españoles ingresaron a estos gremios.402

Entre 1812 y 1817 fueron mencionados los siguientes artesanos: plateros: José Pérez y José Ignacio Benalcázar en 1813. Herreros Javier Henao, Julián Benalcazar y José Pérez. Sastres: María Velásquez, Isidro Macías y Manuel Restrepo. Tapiero: Francisco Olarte. Tapiceros: Vicente Casas y Secundo Suárez. Zapatero: Francisco Velasquez. Dorador: Francisco Simón Velásquez fiado por José Pablo Lenes quien respondió por la fianza.

AGRICULTURA

El 23 de marzo de 1790 don Francisco de Baraya y la Campa, Capitán General de Caballería Graduado, Gobernador y Comandante General de esta Provincia ordenó hacer circular un documento suscrito por el Excelentísimo Señor Virrey de este Reyno, en estos términos.

“Deseamos el fomento y mejor cultivo del precioso fruto del café que se coge en esta Provincia, incluyo una instrucción del modo de sembrarlo en la isla de Jamyca y Cuva (sic) para que Ud. procure con su celo y eficacia usen los cosecheros de sus prevenciones adoptándolas según las circuntancias territoriales con lo que es de esperar tenga el progreso de que es susceptile este renglón conforme a los beneficios y deseos del Rey en favor de sus vasallos y encargo a Ud. me de puntual aviso de lo que vaya ejecutando y utilidades que resulten de la práctica de dicha instrucción en el concepto de que será muy del agrado de S.M. este servicio. Dios de a Ud. muchos años. Santa Fee, a veintiocho de febrero de mil setecientos noventa”.403

Para reforzar la orden, don Francisco de Baraya expuso las razones.

“Y considerando poder haber vecinos aplicados a la agricultura y que estos puedan sembrar y beneficiar el predicho café, por lo adecuado del terreno de esta Provincia para su provecho y que arreglándose a la instrucción que se sita lograran el cosechar este precioso fruto con utilidades que después irán experimentando, mando se publique bando en esta Capital el domingo inmediato de Pascua de Resurreción en que se concurra mayor número de

402 Historia de Antioquia. p.88 ss.403 Archivo de Santa Rosa de Osos. Caja General Nro. 3. Legajo 1787-1792

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gentes sacando copias para que se haga lo mismo por los cabildos de Medellín, Remedios, Rionegro, Tenencias y Capitanías a guerra de todo el Distrito o comprensión de esta Provincia acompañándoles a cada uno la instrucción que ha de gobernar la siembra del café para que así llegue a noticia de todos y que pueda cualquier cosechero acudir a que por los dichos cabildos y demás Jueces se les de un tanto de ellas que han de entregarse sin interés alguno. Y los referidos Cabildos, Tenientes, Capitanías a guerra tendrán el cuidado de avisar a este Gobierno las utilidades y progresos que resultaren de esta orden para avisarlo oportunamente como lo previene su superior orden. Firma Baraya. Francisco de Cristóbal Toro de Zapata escribano público y de cabildo, 8 de abril de l790. El 24 de abril de 1790 don Rafael de Fonegra, Teniente Gobernador, Oficial Real y Capitán a guerra encargado del fomento de las nuevas poblaciones, obedeciendo, manda que se dediquen mis feligreses a sembrar y cultivar el precioso fruto del café con que de su agricultura y propensión a su siembra sederá en beneficio de los vasallos de S.M. -que Dios guarde muchos años- , y mañana veinticinco, por ser día festivo y haber concurrencia se publique este auto en la forma acostumbrada”

Puede afirmarse que este fue uno de los primeros documentos en los cuales se recomendaba a la Provincia de Antioquia el cultivo del CAFÉ, de acuerdo con los usos y costumbres tanto de Jamaica como de Cuba.

Y no sería el primer esfuerzo por diversificar la agricultura. En el siguiendo documento se insisiría en el cultivo de los viñedos.

En papel ordinario, sin sello real, ni valor establecido pero con la nota “valga por 1814-1815” fue escrito el documento:

“El Excelentísimo Señor Gobernador de la Provincia ha acordado lo que sigue: deseando el Gobierno promover el cultivo de las viñas en el territorio de Antioquia en donde se produce en abundancia la uva en emparrado, ha tenido a bien ofrecer los premios siguientes a los que se dedicasen al expresado cultivo de esta preciosa planta. 1. El de diez pesos por cada una de las parras de cepas que en lo sucesivo se plantaren cuya cantidad será abonada al dueño al primer fruto que cogiere y presentare de ellas. 2. El de cincuenta pesos al primero que sacare de la uva de las parras actualmente existentes una botija de vino bueno quedando a su beneficio el valor de ella con tal de que acredite ante la Junta de Agricultura haberla sacado de la uva expresada manifestándola el método de que se hubiese servido para ello. Comuníquese al Juez mayor de Antioquia para que lo circule y haga publicar por bando y a

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la Junta de Agricultura encargándosela aplique su atención hacia este objeto tan importante, principalmente en las circunstancias actuales y se dedique a formar una instrucción o memoria sobre el cultivo de las viñas y parras y el método de extraer el vino exitando a los vecinos pudientes a ser los primeros en esta especulación e informando al Gobierno de sus progresos y de los arbitrios que considere oportunos para llevar a cabo esta empresa. Dado en Medellín a dos de diciembre de mil ochocientos quince. Dionisio de Texada = José Antonio Benítez secretario. Se publica y se copia en Antioquia a doce de diciembre de 1815. Matías de Lara, escríbano público y de Gobierno.”404

Aunque el Padre Josef Sinforoso de Upegui leyó tanto para sí como para sus feligreses esta Providencia estaba seguro del poco efecto que producía teniendo en cuenta el clima tan frío del Valle de los Osos, apto para otro tipo de agricultura como el maíz (con una cosecha anual), de la papa y de otros productos incluyendo algunos frutales. Pero como conocía su parroquia por haberla recorrido “tanto a pie como a caballo” sabía que algunos sitios de los Minerales de El Coco y del Porce, por ser tierras más calientes, pudieran ensayar este nuevo cultivo, sobre todo en estos momentos en que la situación social y política era compleja ya que se pasaba de un conato de independencia a una reconquista y de ésta a una libertad absoluta.405

Lo que si manejó con mucho empeño fue la Providencia que llegó en estos mismos días relacionada con el HAMBRE que pudiera ocurrir en toda la Provincia con motivo de la guerra de reconquista.

“El Excmo. Sr. Gobernador de la Provincia ha decretado en esta fecha lo que sigue: Siendo la hambre uno de los males consiguientes a la guerra sea porque esta obliga a quitar muchos brazos de la agricultura, sea porque huyendo del servicio de las armas abandonen los campos muchos labradores, deseando el Gobierno proveer del remedio conveniente en circunstancias de que privado el Departamento del Nordeste de todos los recursos que recibía del Cauca y afligido el de Antioquia por la plaga desoladora de la langosta es más que probable una hambre próxima, he decretado lo siguiente: 1. Habrá en las Capitales de los Departamentos Juntas llamadas de Agricultura compuestas de tres individuos, a saber: del Alcalde Ordinario de Primer Voto, del Cura Párroco y de un vecino labrador que lo será en Antioquia el ciudadano José Pardo, en Medellín el ciudadano Joaquín Tirado, en Rionegro el ciudadano Francisco Mexía y en Marinilla el ciudadano Isidro Peláez. 2. Estas Juntas Principales nombrarán

404 Caja General nro. 10. Juzgado Civil 1. (SRO). Legajo 1814-15405 Interesante anotar que sólo a finales del siglo XX alguna de las tierras cálidas de Antioquia, a orillas del Cauca, se iniciaría un cultivo industrializado de cepas (región de Sucre, Olaya, Liborina)

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en los lugares de su Departamento otras subalternas compuestas también de los Jueces y Curas y de un vecino labrador honrado y activo. 3. El objeto de estas Juntas, promover y animar la agricultura con sus exhortaciones y ejemplo haciendo ver a los labradores los males que van a causar a la Patria por su indolencia y descuido. 4. Harán una matrícula o lista de los labradores de su territorio y se informarán o se hará una visita a sus heredades para informarse si están cultivadas o caso contrario los motivos por que no lo estuvieren. 5. Si fuese por culpa u omisión de los labradores les prevendrá lo ejecuten inmediatamente conminándolos con que se dará el terreno a otro vecino para que lo cultive y siembre durante una cosecha gratuitamente pero si fuese por falta de jornaleros que les ayuden se les facilitarán empleando los hombres ociosos e inútiles para otra cosa. 6. Estimularán y obligarán en último caso a las personas pudientes a que rocen y siembren según sus facultades y terrenos haciéndoles ver la obligación que tienen de ser los primeros en dar este exemplo y emplear a los pobres que no tienen otro medio de subsistir que su trabajo personal. 7. Estimularán del mismo modo a los ricos a contribuir con semillas y otros auxilios a los labradores pobres ya sea gratuitamente ya con calidad de devolución en las cosechas, cuidando que estos suplementos no sean usurarios como sucede frecuentemente. 8. El Gobierno faculta en fin a las expresadas Juntas para los objetos ya indicados y espera a su celo por el bien público que no omitirán diligencia alguna a más de las que aquí se previenen para promover la agricultura y cria de ganado de toda especie proponiendo al Gobierno cuanto les ocurra en esta materia tan interesante. Dado en Medellín a quince de noviembre de mil ochocientos quince = Dionisio Texada = José Antonio Benítez, secretario. Y lo transcribo para su publicación y circulación en los lugares de su jurisdicción. Dios guarde a V.M muchos años. Medellin, noviembre 15 de 1815. Recibido en Antioquia el 6 de diciembre de 1815.”406

De este modo y cumpliendo la letra del Documento el Padre José Sinforoso de Upegui se convirtió en miembro principal de una Junta para el impulso de la agricultura en su enorme parroquia.

Indudablemente este impulso por parte del Gobierno motivó a los campesinos santarrosanos a sembrar huertas y sementeras de pan coger, al menos para solucionar sus propias necesidades y en algunos casos para vender los excedentes y con esto adquirir otros insumos necesarios para su dieta y para su propia utilidad, en ropas y efectos para la comodidad de sus viviendas.

Pero la guerra estaba a las puertas de Santa Rosa y sus efectos se sentirían aunque no en el mismo grado de agresividad como en las capitales.406 Caja General, nro. 10. Juzgado Civil 1. (SRO). Legajo 1814-15. Medellín 15 noviembre 1815. Dionisio Texada

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APERTURA DE CAMINOS PARA MEJORAR EL COMERCIO.

El 29 de septiembre de 1790 los dueños de cuadrilla y vecinos de Santa Rosa de Osos informaron al señor Gobernador que habían abierto un camino desde Santa Rosa al Valle de San Andrés para mejorar el comercio, y solicitaban fuese mantenido.

San Andrés todavía existía en el Valle, en las goteras de Toldas (actual Toledo). Posteriormente, ante el despoblamiento del sector, fue ordenada la reubicación del Partido al sitio que actualmente ocupa san Andrés de Cuerquia.

Santa Rosa y Yarumal, casi simultáneamente, estaban abriendo caminos hacia el Cauca, los mismos que durante muchos años, aún en los primeros cincuenta del siglo XX, sería utilizado por las recuas y por los arrieros que traían desde las llanuras de Córdoba el ganado que se consumiría en la feria de Medellín.

Hasta los Llanos de Cuivá era el mismo camino. Allí se bifurcaba. El de la izquierda buscaba el sitio del Quince, San José de Cuerquia, la cascada del Río San Andrés (descrita por Manuel Uribe Ángel) y por una empinada cuesta llegaba a una vertiente mediana que comenzabe en “Piedecuesta” y seguía hasta “Alto Seco”. Entre ambos sectores estaba san Andrés.

Esos caminos fueron trasegados infinidad de veces por el Obispo fugitivo de Santa Fe de Antioquia, Joaquín Guillermo González y Gutiérrez quien hubo de ocultarse en Morrogacho para luego ubicarse en Montañita de Yarumal (sitio de un viejo hospital) donde moriría en 1888.407

MINERÍA. Ventas. Molinos. Pisones. Tyrell Moore.

Desde las primitivas narraciones de Cieza de León el Valle de los Osos se caracterizó por su riqueza en oro. El caso más simpático se produjo con aquel español que salió al campo, llegó al río (no identificado), se encontró con una piedra “de oro”, se la echó a la espalda porque se sintió “rico”, trepó de nuevo al monte. Vio un “perrillo de monte” (gustoso al paladar en medio de aquellas hambres mortales) y para apoderarse de la presa prefirió soltar “su tesoro pétreo” para apoderarse del “bucólico”.

Cincuenta años (1602-1630) después el descubrimiento y explotación de los RÍOS DE LOS OSOS con Antonio Serrano del Espejo, Fernando Toro Zapata y muchos otros españoles procedentes de Santa Fe y del Valle de Aburrá, el Valle de

407 Una triple coincidencia ocurrió en 1888: la muerte del Obispo, el acompañamiento en su agonía del Beato Mariano de Jesús Eusse y el nacimiento de Monseñor Miguel Ángel Builes en Donmatías.

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los Osos se convirtió en un sitio de gran atracción de suerte que, de acuerdo con las Reales Cédulas y las CAPITULACIONES de Rodas, fueron establecidos los Reales de Mina con toda su estructura física: ranchos de negros (separados de los ranchos de los blancos), enorme cruz de madera, capilla, pulperías o almacenes, depósitos, y su estructura administrativa: Jefes de Cuadrilla y posteriormente Alcaldes y Jueces Pedáneos.

Según don Vicente Restrepo las minas se dividían en varias clases.

Clase 1: depósitos aluviales el lecho en las actuales corrientes de los ríos y quebradas.

Clase 2: playas bajas formadas por los lechos antiguos de las aguas.

Clase 3: playas altas o minas de aventadero donde el río, al embestir, desnudaba la tierra y profundizaba los lechos, de suerte que se formaban “terrazas antiguos del río” y que se descubían cuando, al hacer un talud en una montaña, encima del cauce, aparecían franjas amplias compuestas por piedras lavadas del antiguo cauce.

Clase 4: minas de cerro en mesetas a un nivel superior de las aguas corrientes.408

En los cauces de los ríos, a partir de 1768, se “colgaban las minas”, es decir, se realizaban trabajos en sus cauces en forma de diques para moderar la fuerza de la corriente y permitir al minero encontrar la cinta de oro que se encontraba sobre la peña y que estaba cubierta de arena, arcilla y piedra. Otro forma de sacar el oro era cortar el río, o sea desviarlo, para beneficiar el lecho. Mucho tiempo después, con ayudas especiales, surgirían los BUCEADORES.

El aparato más utilizado era el ALMOCAFRE, palabra árabe que significaba ESCARBADOR, para limpiar la tierra de hierbas, de arbustos y de piedras, antes de iniciarse el cateo.

De acuerdo con las ORDENANZAS DE MINA de Rodas (1584) las vetas eran del Rey pero quien las encontraba debería enterrar el almocafre, la batea o el barretón para probar que sí las había decubierto y que tenía derecho a su concesión. Igual se hacía a quien había invertido en esclavos o había construido acequias o había desviado ríos o había organizado mampuestos y estanques.

Se entregaba la propiedad al señor de cuadrillas si tenía más de cinco esclavos. Los asalariados no tenían derecho a recibir minas en propiedad.

Otros instrumentos mineros fueron el recatón, la barra y la batea sobre todo para el barequero o mazamorrero.

408 Vicente Restrepo. Estudio sobre las minas de oro y plata en Colombia. Segunda Edición. Bogotá. 1888. Impenta de Silvestre y Compañía. p. 36 y ss.

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La Economía minera en las Colonias españolas, se fue estructurando alrededor de 1580 cuando los españoles con sus esclavos y una mínima cantidad de aborígenes iniciaron la explotación del oro. Al lado fueron surgiendo los mercados para abastecer de comida, ropa y enseres a estos mineros procedentes, casi siempre, de Cartagena y Mompox.

Entre 1580-1630 fueron explotadas minas en Santa Fe de Antioquia, Zaragoza de las Palmas, Cáceres y San Francisco la Antigua de Guamocó.

En 1600 fue el auge de la minería, sobre todo en el río Nechí (Zaragoza de las Palmas) cuando llegaron de Veragua esclavos que, a la sazón, según los investigadores, fueron aproximadamente seis mil.

Pero en 1625 el oro fácil comenzó a disminuir. Las utilidades se redujeron ya que el valor de los esclavos había aumentado y su mantenimiento era oneroso. Por eso se dieron casos de manumisión espontánea de esclavos o venta de ellos.

En 1640, gracias a los descubrimientos de Antonio Serrano del Espejo, de Martín de Mora y de Fernando del Toro, alrededor de los ríos de los Osos y en tierras de San Pedro, Ovejas, Riochico, Santa Rosa, Guarne, la Mosca, Rionegro, Piedras Blancas (de don Diego Álvarez del Pino) y otras posesiones del cura Facundo de Herrera, Ana María del Toro Zapata, Rodrigo García Hidalgo, Cristóbal Ruiz de la Parra y Felipe de Herrera, renació la ECONOMÍA MINERA.

Felipe de Herrera adquirió una buena cantidad de esclavos para explotar la mina que había comprado a María Centeno. Posteriormente se asoció con Isabel de Piedrahita para explotar las minas de Petacas. Mientras tanto Ana María del Toro Zapata entregó a su yerno Juan de Londoño “una parte de la mina de oro corrido de san Juan de los Osos”

En 1660 Juan García de Ordaz, Laureano de Piedrahita, Pedro de la Serna Palacio, todos señores de cuadrilla, descubrieron y explotaron, con enormes utilidades, las minas de los ríos Porce y Nare.

En 1669 Juan Gómez de Salazar tenía 167 esclavos, Pedro Martín de Mora 74, Felipe de Herrera 83.

Las ricas minas de aluvión en “sabanas, contrasabanas, aventaderos, lechos del río, playas vecinas, cortes del agua” rindieron opimos frutos. Pero el oro fácil comenzó a escasear de suerte que muchos Reales fueron abandonados, se inició la gran decadencia de la Provincia a tal punto que alguno de los visitadores, apenas entrado el siglo XVIII describió con tres palabras el estado lamentable: “provincia pobre, miserable y apartada”.

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Antes de finalizar el siglo XVII, la pobreza de las minas fue de tal magnitud que “los esclavos morían de hambre”. En 1675 las ricas minas de san Francisco la Antigua de Guamocó desaparecieron tan drásticamente que ni siquiera quedaron vestigios de sus establecimientos, y en 1685 en Zaragoza de las Palmas apenas si sobrevivían cuatro vecinos con una treintena de esclavos paupérrimos.

Esta disminución del oro fue una de las causas por las cuales algunos comenzaron a cultivar maíz, plátano y caña de azúcar. La crisis se agudizó entre 1690 a 1710 cuando muchos de los ricos mineros se vieron obligados a pagar deudas entregando tierras y esclavos.

Las minas habían enriquecido a unos cuantos españoles.

María de Ordaz y Figueroa, hija del capitán Juan García de Ordaz Mancilla (encomendero de Cartagena) se desposó con el capitán Fernando de Toro Zapata (hijo de Juan de Toro, gran pacificador de indios en Remedios y Zaragoza), de tanto poder e influencia que en 1636 le fueron entregadas las ENCOMIENDAS de indios “peques, ebéxicos, guaracúes, aburraes y yamesies” amén de tierras en bitagüí y ganado mayor en San Lorenzo de Aburrá para que “pudiera sustentar a su familia y a sus esclavos” y como si fuera poco, en 1639 fue nombrado Alguacil Mayor de Antioquia y le entregaron estancias en Sopetrán y San Jerónimo.

La hija de este matrimonio afortunado, doña Ana María del Toro Zapata Ordaz y Figueroa heredó la enorme fortuna de su padre y la incrementó al descubrir y explotar minas en los Osos, Riochico, La Mosca y Guarne. En su TESTAMENTO de 1697 dejó haciendas en San Antonio, casas, iglesia propia, 500 reses 34 esclavos, trapiches, tierras en Itagüí, en el Zancudo, siete minas en los Osos, dos en Guarne. Cada una de sus hijas recibió en dote cuatro mil pesos de oro y a cada uno de sus ocho hijos varones mil pesos.

Las Reformas de los Borbones se orientaron a convertir las Provincias (concepto de COLONIAS no de Reinos) en rentables de manera que la Real Hacienda fuese oxigenada ya que se mantenía exhausta por las continuas guerras y por los gastos inverosímiles de la corona: lujos, boato, joyas, protocolos.

En 1740, descubiertas las minas de VETA, sobre todo en las llamadas “barrancas” de Santa Rosa de Osos, la economía dio un respiro, impulsado por la construcción de los MOLINOS DE PISONES, que si es cierto eran de vieja data en Europa, apenas comenzaban a implementarse en estos minerales.

Surgió la figura del “administrador blanco” que manejaba esclavos. A partir de 1786 explotaron minas en los Osos José María Zulaybar, Juan José Callejas, Manuel Santamaría, Manuel José Jaramillo y Molina de suerte que se cuadruplicó la producción de oro.

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El censo indicaría 52 mineros en los Osos, cada uno con un promedio de cinco esclavos y cerca de 552 mazamorreros (entre 1792-1820). El máximo minero don Antonio Palacio comenzó a contratar peones libres porque el proceso de manumisión de esclavos se había acelerado. Estos, al quedar libres, se contrataron como peones y se dispersaron por los antiguos Reales de Mina (Ovejas, Petacas, Sitio de don Diego, La Trinidad, Tierradentro, Las Claras, Acampamento) por lo cual, y de acuerdo con la política de los Borbones, los Tenientes de Gobernador, los Alcaldes y Jueces Pedáneos ordenaron a la población dispersa construir sus casas en los poblados para asegurar su crecimiento y ejercer control fiscal, aplicar justicia y fortalecer los oficios religiosos. Estas fueron algunas de las razones por las cuales el Visitador Mon y Velarde y don Pedro Rodríguez de Zea (era el Teniente de Gobernador en Santa Rosa) impulsaron la creación de las LLAMADAS NUEVAS COLONIAS, a saber, San Luis de Góngora (Yarumal), San Antonio del Infante (Donmatías) y Carolina del Príncipe.

El auge del oro tuvo otra razón: el mazamorrero vendía el oro a los comerciantes quienes lo declaraban para los impuestos correspondientes. No ha de extrañar que en la Caja Real instalada en Santa Rosa en 1793 se recaudaran 282 pesos oro por los quintos reales y 565 por derecho al mazamorreo.

Fue entonces cuando apareció en los Osos el visitador don Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres quien ordenó la matrícula de los mazamorreros quienes pagarían dos pesos al año.

El comercio, de acuerdo con la coyuntura que se presentaba, se fue incrementando en forma acelerada. Llegaron para la venta ropas de Quito, lienzos, mantas, alpargatas, sombreros, tafetán, saraza, crea, encajes, terciopelos, fulas, loza, cristalería, aceite de oliva, vino, cacao, tabaco, miel, azcúcar, hierro, acero.

Cartagena y Mompox fueron grandes centros de acopio de mercancía extranjera y Honda de mercancía de Quito, Pasto y Popayán.

Nada raro que los comerciantes antioqueños, y entre ellos los de Santa Rosa, tuviesen representantes en Cádiz, Cartagena, Mompox, Santa Fe y Popayán.

El camino a Nare se había mejorado con detrimento de los mercados de Antioquia e incremento de los mismos en Rionegro y Medellín. Para mejorar el flujo de efectivo Mon y Velarde acababa de introducir la moneda de plata.

Los comerciantes, para mejorar sus ingresos, y en vista de la multiplicación de las Colonias, entregaron mercancía a mestizos y mulatos quienes se convirtieron en vendedores ambulantes de minas, hatos, haciendas y granjas con una utilidad del 10% en ropas y el 5% en cacao. Esto permitió que la riqueza se fuese distribuyendo.

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Las minas fueron de invierno o de verano según fuesen explotados los cauces de los ríos (minas de verano aprovechando que las aguas eran pocas y mansas) y minas de invierno cuando los “estanques-tupias” se llenaban en los barrancos para el lavado del oro, al principio a partir de las peñas y rocas trituradas a mano, posteriormente con los PISONES o MASAS. “Colgar la mina y correr las aguas” era la forma cómo los mineros lograban detener el río para la extracción del oro.

A partir de 1548 fueron establecidas las casas de fundición en Antioquia y Zaragoza de las Palmas para convertir el oro en lingotes que luego serían enviados a España.

Posteriormente se instalarían gabinetes metalúrgicos con Brugnelli, Tyrell Moore, los Vásquez, los Barrientos, los Hernández y los Ospina.

En 1826 fue organizada la Sociedad de Minas de Antioquia cuyos miembros fueron Juan de Dios Aranzazu, Juan Santamaría, Juan Antonio y Francisco Montoya, Juan Campuzano. En 1828 había montado las minas de las Cruces, San Francisco y Luis Brand. En esta última Tyrell Moore había instalado el primer molino de pisones de todo Antioquia por un valor de 10.000 pesos.

En 1850, cuando la mina de la Trinidad estaba en pleno apogeo, el ingeniero sueco don Carlos S. De Greiff introdujo mejoras en la industria minera y trazó un mapa de Antioquia.

Sin embargo ya se había aceptado la idea de la diversificación, de manera que el minero también se convirtió en ganadero y agricultor. Surgieron los hatos y las haciendas en el Valle de Aburrá y en las laderas del Cauca, incluyendo Sopetrán, Sacaojal y Santa Fe. En tierras cálidas se impuso la caña de azúcar, el cacao, el tabaco (a partir de 1750 con más de 600 trabajadores en San Jerónimo, Sopetrán, Tonusco, Obregón, Quebrada seca, Sacaojal, Tahamí, El Tablazo, Miranda y Cauca arriba), la yuca y el plátano y en tierra fría la papa, las legumbres, la arracacha y el maíz.

Los esclavos, hasta 1790 se encargaron del hato, de la hacienda y de la parcela, para ser reemplazados luego por trabajadores libres y por libertos.

En este momento histórico (1781 y siguientes) surgió la revuelta de los Comuneros desencadenada por los nuevos impuestos de la Armada de Barlovento y las Alcabalas.

Al ser estancado el tabaco y prohibido su cultivo hubo altercados contra la Monarquía y aún llegaron los cultivadores a apoderarse del paso real del Cauca

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Aunque surgieron terratenientes como don Joaquín Barrientos con cultivos en Hatoviejo, Itagüí, Rionegro y los Osos, predominaron los minifundios cultivados por toda la familia para su autoabastecimiento apalancado con “días de jornales” que contrataban con los vecinos.

Los pobladores sin tierra alquilaron su fuerza laboral como peones o agregados. A estos se les permitía un cultivo propio y algunas reses junto con la casa.

Los Cabildos (y era condición para su erección) poseían tierras comunes llamados ejidos que eran arrendados, por cuadras, a 2 o 4 tomines cada una, al año.

En los protocolos del Archivo de Santa Rosa de Osos (desde 1790 a 1850) la compra y venta de minas constituía un buen ingreso para la Hacienda Real por los impuestos de alcabala de toda venta.

En dichos archivos fueron registradas las transacciones hechas a lo largo y ancho del Valle de los Osos: todos los alrededores del Ríochico y del Ríogrande y sus afluentes – los llamados Ríos de los Osos- (en los siguientes municipios actuales: San Pedro, Belmira, Entrerríos, Santa Rosa, San José de la Montaña, cabeceras de San Andrés de Cuerquia, Yarumal, Angostura, Carolina del Príncipe y Donmatías) y en sitios que fueron conocidos, entre otros, como Petacas, La Trinidad, Sotachiro, Luis Brand, sitio de don Diego, Playalarga, Las Cruces, cabeceras del Río Guadalupe, Catuchi, las Claras, Hojas Anchas, San Luis de Góngora, San Antonio del Infante, Guamurú en San Pedro, el Peñon (sic) (la piedra del Peñol de Enterríos), Pretel (tierras de Josefa Ramírez vendidas en 1807 a Marco Marín con su quebrada), San Isidro, La Chorrera, las Ánimas, Partido de Riogrande, Sopetrana, Tierradentro (mina de Luis Echavarría con aguas, labores altas y bajas, sabanas, contrasabanas, aventaderos, abrevaderos, criaderos), Los Salados, el Chagualo (alrededor de la Quebrada La Bramadora) y La Paja (fueron de Joaquín Barrientos, de su hijo Javier, de Francisco Lopera y en 1799 pasaron a manos de don Ángel Choren, de los Reynos de España), Orobajo (con una salina) de Miguel y Salvador Madrid, Pontezuela (de Francisco José Montoya), Sará (de Jacinto Madrigal), San Francisco (de Tomás Osaba). La Trinidad (mina de barranca: era de Francisco Yepes y la vendió a Rafael Arango en agosto de 1805, en el magamiento llamado Chicharrón). “Mina de barrancas de oro corrido” (era de Jacinta Monsalve, la vendió a Domingo Lopera el 1 de noviembre de 1805: quedaba en Santa Rosa y lindaba con la mina de don Miguel de Restrepo, con minas de los Salazares, minas de Jose María Zulaybar y don Ángel Choren), Mina la Bramadora (era de Carlos Luna y la vendió a José Ospina en diciembre de 1805), El Palmichal de Carolina (era de Martín Rodríguez y la vendió a Salvador García en enero 1806), Mina de los Posada (con acequia que bajaba por

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el Pasaje de los Villas) antes de José Antonio Posada y vendida a su sobrino Juan José Posada y luego fue de Bárbara Posada en el sitio actual de las barrancas que rodean a la Humildad y nacimiento del Guadalupe y que siempre fueron conocidas como Minas de la cabecera del Guadalupe. Doña Bárbara vendió tres derechos al Pbro. Juan Francisco Vélez, con aguas y cuarenta tongas. Hizo compañía con Nicolás Jaramillo, dueño de una mina vecina a la anterior, pero sin agua. Por eso se juntaronn y “decidimos formar compañía para compartir todo, será por tiempo indefinido y necesario para el trabajo, cada uno aportará igual número de esclavos para el laboreo, que todos los gastos han de repartirse, que los oros será repartidos, que si alguno quiere vender ha de preferir al socio, firmado el 28 de mayo de 1810”; la Cabuya, en el camino real a don Diego (mina del difunto Lázaro Taborda), San José, Vallecitos de José de Mesa, minas y aguas de santa Bárbara y mina las Ánimas de Juan José Bran vendida a Cándido Pérez en marzo de 1813.409

Las alianzas fueron usuales como se vio en la mina de san Lorenzo cuando el 26 de junio de 1815 se presentaron ante el Teniente de Gobernador don Lorenzo Pérez, don Gerardo Zulaybar y don José María Rodríguez “teniendo en cuenta que la mina de San Lorenzo no tiene agua suficiente hizo compañía con Rodríguez con las siguientes cláusulas: Rodríguez invierte para el agua. Igualmente para contratar los maestros que se necesitaren. El señor Zulaibar aportará tres o cuatro peones diarios y tres o cuatro muchachos para el acopio de materiales. Rodríguez responderá por los aparejos necesarios. Hechas las obras las minas quedarán de los dos y se repartirán las utilidades y los gastos. Cada año cada dueño velará por la correcta administración y se supervisarán mutuamente. Deben obrar en todo por mitades con justicia. Ambos le comprarán a la sucesión de Ángel Choren una quebrada vecina. Deben procurar el orden social en la mina y cumplir las normas vigentes”410

Las minas de Tenche eran de Andrés Antonio Sanín y López, Administrador particular de las Reales Rentas Estancadas, quien la vendió a Tomás Estrada en 1817. Las de Cucurucho eran de Luis Vásquez quien las vendió a José María Medina en agosto de 1817.

En 1786 algunos mineros, aprovechando la visita de Mon y Velarde se dirigieron a él, mediante poderdante para “que dé de nuevo posesión de las minas y aguas de Santa Bárbara y que nadie nos moleste en la cortada que se está haciendo, firmado el 13 de julio de 1786”411

409 A.H.SRO. Protocolos 1790-1850410 Legajo Protocolos 1815.AHS.R.O.411 AHSRO. Protocolos 1786

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Las minas de Tierradentro eran de Luis Echavarría. Los minerales de Mateo Guerra en el sitio de Santa Bárbara tuvieron una famosa fiesta en diciembre. En los minerales de Xavier de Landeta existió una Capilla dedicada al Arcángel san Miguel.

Pero no sólo se compraban y vendían minas sino que eran impulsadas como aparece en los protocolos siguientes:

El 19 de mayo de 1829 fue suscrito un contrato entre don José Nicolás Gómez y un extranjero llamado JAIME HOYOS (tradución bárbara de James Odgens), ambos residentes en la Villa de Santa Rosa de Osos. JAMES se comprometía a construir una máquina de molino para las minas de Anorí, en la veta de don Antonio Rada, de seis pisones o masas por mil seiscientos pesos fuertes. Cada uno pesaría al menos cinco arrobas, tendría dos guijos con su correspondiente clavazón, con láminas de cobre, con la madera necesaria, con una casa para el propio molino y con rueda de 9 varas. Además construiría una pieza contigua de seis varas en cuadro para depósito de la piedra, con palos parados gruesos y muy juntos y puerta con su chapa. Gómez, por su parte, entregaría a James 400 pesos fuertes de contado, 200 al acabar el molino y 1000 a los cuatro meses, después de las pruebas suficientes. James, además, respondería por los daños que el molino presentase durante los dos primeros meses. Todo sería entregado a más tardar en septiembre de 1829. Y firmaban: James Odgens (¿Jaime Hoyos?)412

En 1786 apareció Tyrell Moore. “Digo yo, Tyrell Moore extranjero, residente en la Parroquia de Anorí del Cantón de la Villa de Santa Rosa de Osos que vendo a Ramón Lozano un derecho de las nueve acciones de mina de veta ubicada en Anorí por cinco mil pesos fuertes, 2.500 de contado y firma”413

A parir de 1783 la compra y venta de minas y sus derechos era lo usual y el trabajo más específico del llamado ESCRIBANO PÚBLICO Y DEL NÚMERO. Se usaba el papel sellado del rey con el sello de CARLOS III y siguientes. El siguiente modelo demuestra la forma como se realizaban estos negocios.

“En el sitio de Santa Rosa de los Ossos, jurisdicción de la ciudad de Antioquia en veintinueve de abril de mil setecientos ochenta y tres años, yo d. Joachin Barrientos, Alcalde y Juez pedáneo de dicho partido, certifico: como yo dicho Juez he vendido a Josef de Mesa un aventadero que tenía en san Lorenzo lindando con mina de Pablo de Mesa, con el dueño del agua y todas las labores que pertenecen a el dicho aventadero el que hube de Juan Sepúlveda en pago de cantidad de que me debía el mismo dicho, que yo he vendido al dicho Josef en precio de cien patacones de oro de los que me viene entregando su importe 412 AHSRO. Protocolos 1786413 AHSRO. Protocolos 1786

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con mas el real derecho de alcabala por haberse así tratado en el ajuste cuya venta he hecho libre de senso, hipoteca y otra alguna enajenación y si mas vale o valer pueda le hago gracia y donación del mas valor que tenga, pura, perfecta, irrevocable de las que el derecho llama “inter vivos” para que el y sus herederos gocen siempre. Me obligo con mi persona y bienes al saneamiento y seguridad de esta venta de modo que si le saliere pleito o embargo lo haré a mi costa o lo harán mis herederos hasta ponerlo en quieta y pacífica posesión… Joaquín Barrientos, testigos Francisco Javier de Urrego, Tomás de Carrasquilla, Salvador Jaramillo.”414

La venta de derechos de mina y tierras adyacentes fue uno de los negocios de máxima importancia en estos 70 años de la historia de Santa Rosa de Osos.

El 20 de abril de 1850, ante el escribano don José López de Mesa se presentaron los señores Pedro y Atanasio Rodríguez, vecinos de Santa Rosa de Osos, los ingleses Richard Cock (Kock) y William Mc.Ewen (aquel residente en Donmatías, este en Concepción de la jurisdicción de Rionegro) quienes después de pagar los impuestos correspondientes por cuatro reales asentaron una ESCRITURA en los términos siguientes. Los cuatro, como dueños de la mina de LA CHORRERA firmaron los siguientes acuerdos “deseando sistematizar i ordenar los trabajos de dicho mineral”. Primero: los minerales de la Chorrera serán divididos en seis partes para distribuir así: para Richard Cock, 1.75%, para Mc. Ewen 1.75%, y para cada uno de los Rodríguez 1.25% para un total de 6. Segundo: cada derecho equivale a un voto para toma de decisiones. 3. Las decisiones se tomarán por mayoría absoluta. Esta se logra si hay un voto más sobre la mitad de los socios presentes en la reunión decisoria. Si alguno no puede asistir puede mandar su delegado. Basta que todos hayan sido citados, aunque no se presenten. Los que se presentan tomarán decisiones. Cuarto: cada uno puede enajenar su derecho, pero si quiere venderlo preferirá primero a la sociedad y en segundo lugar a los socios individuales. Quinto. Todos como conjunto harán las explotaciones, pero no en forma individual. Sexto. Serán nombrados, por mayoría, los siguientes empleados: un director y un capitán. Séptimo. Las funciones del Director son las siguientes: convocar a los socios cuando haya necesidad; comunicar decisiones de trabajo al capitán; informar a todos los socios; proponer mejoras; defender los intereses de la sociedad; comprar los útiles necesarios para el laboreo de las minas; pesar el oro obtenido; anotar los gastos y los productos. Octavo. Funciones del capitán o minero: contratar trabajadores suficientes; pedir los útiles requeridos; acompañar a los trabajadores asiduamente, vigilarlos, despedir a los no calificados, aplicar la disciplina y la moralidad; nombrar “sobrestantes”; descubrir nuevas minas en

414 AHSRO. Protocolos 1783

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sus límites. Noveno: el cinco de cada mes el Director entregará a cada socio sus utilidades después de sacados los gastos. Décimo. Si el socio no cancela sus gastos no puede exigir utilidades. Once. El que no pague a tiempo será multado con un interés del 4%. Doce. Si el socio no paga los gastos durante cuatro meses pierde el derecho a la mina. Este derecho será distribuido entre los otros. Trece. Las reuniones se harán en la mina. Si alguien manda un representante lo hará por escrito para el archivo. Catorce: los socios no entrarán en pleitos. Para eso tendrán sus árbitros (uno por cada socio) quienes tomarán las decisiones en cada caso. Las decisiones son obligatorias y si algún socio no las acata pierde el derecho a la mina a favor de los otros socios y pagará una multa de doscientos pesos. Firman ante los testigos Joaquín Zapata y Nicanor Toro, ante el escribano público del número don José López de Mesa.415

El 20 de abril del mismo año don Pedro Silva vendió a la Sociedad antes indicada un sexto de un derecho de mina que tenía en el sitio de LA CHORRERA por cien pesos.416 Y el 20 de julio Cock y Mc Ewen se comprometieron a instalar en el Chagualo un molino de nueve pisones.417

Era Administrador de Rentas, en estos negocios, el señor Genaro Berrío.

Desde la década de 1780, en los Protocolos, aparecieron ventas de minas, de acuerdo con la legislación vigente.

Joaquín Barrientos, Alcalde y Juez Pedáneo, vendió un aventadero situado en San Lorenzo a Josef de Mesa por 100 patacones. (abril 1783). Marcelo Salazar vendió al mismo Josef de Mesa un derecho de mina en abril de 1783. Salvador de Piedrahita vendió un derecho de mina a Salvador Jaramillo por 52 patacones en julio de 1783. Ignacio y María Zapata vendieron a Josef de Mesa una mina por 70 patacones en julio de 1783. En octubre del mismo año Manuel Guerrero vendió a Miguel Tamayo el amagamiento conocido como San Antonio en la Quebrada Las Ánimas. En diciembre Pablo de Mesa vendió a Salvador Jaramillo la mina de San Lorenzo por cincuenta pesos. En abril de 1784 José Martín Balbín vendió su mina. En el mismo año don Antonio Álvarez vendió a Andrés de Mora una mina ubicada en LA CABUYA, en el camino real a Don Diego, por 20 pesos. José Miguel Duque vendió a Martín Balbín un aventadero de mina vecino a la quebrada Santa Ana por sesenta pesos. José M. Vergara vendió a Marcelo Salazar un pedazo de mina en la Quebrada San José por 112 patacones en enero de 1785. José Mesa era dueño de minas que necesitaban refacciones y suplementos. Don

415 Legajo 1850. Archivo de Santa Rosa de Osos416 AHS.R.O. Legajo 1850417 AH.S.R. O.Legajo 1850)

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Manuel Santamaría, Alcalde de Medellín, le hizo el préstamo por 1650 patacones, 7 tomines y 9 granos, en 1786. Posteriormente recibió otro crédito por 1348 patacones, 2 tomines y 8 granos para otra mina. El dueño hipotecó sus productos, dos esclavos y otros sobrantes de hipoteca en abril de 1786. El 30 de noviembre de 1790 José Ignacio de Echiverría vendió a Ramón de Orrego un aventadero y en Tierradentro por 845 pesos. En febrero de 1791 Mateo Zapata vendió su mina de Riogrande, en Los Salados. La mina de El Chagualo de Francisco Lopera fue comprada por Josef Ignacio Zapata por 200 pesos en julio de 1791. Su dueño anterior había sido don Joaquín Barrientos. Don Plácido Misas vendió a Salvador Jaramillo su mina en la Quebrada Las Cruces y la mitad de un aventadero (abrevadero) en octubre de 1791. Miguel Vélez vendió a los señores Miguel y Salvador Madrid una mina en Orobajo, con una salina y cuatro fondos, con 70 reses y 100 cerdos por 2.500 pesos oro en noviembre de 1793. Dato este muy importante que indicaba cómo no sólo el oro era la fuente del progreso sino que la ganadería y la porcicultura ya se cultivaba en gran escala. Santos Jaramillo vendió a Francisco José Montoya una mina en la Quebrada de Pontezuela, en febrero de 1796, por 8 castellanos. La mina de Sará era de Jacinto Madrigal y pasó a Miguel de Mesa, en mayo de 1798, por 95 castellanos.

“Sello Segundo. Seis reales. Años de mil setecientos noventa y seis y noventa y siete. Don Luis Echavarría residente en Santa Rosa de Osos hace una venta a Mateo Zapata de una porción de mina en Tierradentro a lado y lado del río, incluye aguas, labores altas y bajas, sabanas, contrasabanas, aventaderos, abrevaderos, criaderos y anexos y el plan de rancherías por cuatro mil castellanos de oro en polvo, pagados en esta forma: 892 castellanos y un tomín sacados de la misma mina en tres porciones: una por 500 pesos de oro de veinte quilates… otros procedentes de diversas capellanías… firmado el 20 de febrero de 1801”418

Domingo Lopera vendió a Ángel Choren unas minas en las barrancas de El Chagualo, quebrada La Bramadora en junio de 1802. Jacinta Monsalve escrituró a Tomás Osaba un derecho de mina en el paraje San Francisco por 600 castellanos en 1805.

“Francisco Ángel Yepes, residente en estos Valles, vendió a Rafael de Arango de Santa Rosa, la mina de barrancas en el sitio nombrado LA TRINIDAD de esta comprensión de Santa Rosa, cuyos linderos son: del emboque del magamiento nombrado Chicharrón a la quebrada de Trinidad, quebrada arriba a dar al camino de a pie que atraviesa por los asientos de la casa de la difunta Juana

418 AHS.R.O. Legajo 1850

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Pioquinto, camino arriba a dar al camino real y de ahí cogiendo filo entero por el vertiente a dicho magamiento nombrado Chicharrón con todas sus labores altas y bajas, criaderos, aventaderos, abrevaderos, sabanas y sobresabanas, todo con la casa de vivienda ubicada sobre las labores de dicha mina, por 4000 castellanos de oro en polvo… firmado el 3 de agosto de 1805”419

En noviembre de 1805 Jacinta Monsalve vendió a Domingo Lopera una mina de barranca de oro corrido por 1351 castellanos. Carlos Luna vendió a Josef Ospina una mina en La Bramadora por 48 castellanos en diciembre de 1805. Juan José Bran vendió a Cándido Pérez una mina en las Ánimas en marzo de 1813. En agosto de 1817 Luis Vásquez vendió a José María Medina una mina en Cucurucho por 128 castellanos.

Fueron tantos y tan variados los negocios de mina y pasaron en forma acelerada de mano en mano que alguien se atrevió a decir que “si las minas de oro no producían oro, sí generaban plata”, expresión que fue complementada en la filosofía popular cuando se afirmó que las MINAS producían tanto oro y tan abundante, que los mineros terminaban siempre en la inopia porque así como llenaban sus bolsillos, los vaciaban en sus francachelas, borracheras y sinvergüenzadas con las vagabundas que pululaban en las minas. La historia, mitad real, mitad mito, del conocido ANACLETO MARÍN (el Patrón), las juras de oro que tiraba a los chiquillos y los grandes gastos que le ocasionaban su corte de mujeres, quedarían en el inconsciente de los mineros santarrosanos. Y cuando las minas se fueron extinguiendo, no por agotadas sino por profundas en las simas del batolito antioqueño, apareció la leyenda de los “entierros”, de los espantos que los cuidaban, de las sombras que los indicaban y el afán de nuestros tatarabuelos por “toparse un entierro preñado de morrocotas de oro, las mismas que habían sido enterradas en cualquier parte en alguna de las nueve guerras civiles del siglo XIX”420

VENTA DE TIERRAS

Un pedazo de tierra de El Chagualo fue vendido por don Pablo de Mesa a Manuel de Puerta en julio de 1784.421. El Capitán don Vicente Restrepo vendió a Lázaro Taborda un pedazo de tierra en la Chorrera en agosto de 1786. El Presbítero Nicolás Francisco de Agudelo, cura doctrinero del Valle de los Ossos vendió a

419 A.H.SRO. Protoc. 1805420 Ricardo Yepes Roldán, mi abuelo, pasaba las noches contando a su nietos sus aventuras de minero cuando los espantos le indicaban el sitio exacto de la guaca. Murió pobre.421 A.H.SRO. Protocol. 1784 y ss

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Salvador Jaramillo por 125 pesos un pedazo de tierra situado en el paraje San Francisco en noviembre de 1790. En 1805 firmaría escritura a favor de Rafael Navarro de una tierra en Carolina vendida por 225 castellanos. De Alcabala hubo de cancelar a Rentas 4 castellanos, 5 tomines y 9 granos.

El Cura don Félix Zapata, de Popayán, vendió al cura Francisco Xavier Granda una tierra en Las Juntas, junto al Ríogrande en 160 castellanos en febrero de 1795. Una franja de tierra de Mocorongo fue vendida pro 36 castellanos en mayo de 1797 a don Francisco Miguel Tamayo. Su dueño era don Francisco Salgado. Las tierras del Chagualo y la Paja cambiaron de dueño en los últimos diez años. Su propietario inicial había sido don Joaquín Barrientos y pasó sucesivamente a Javier Barrientos, su hijo, a Francisco Lopera y a Ángel Choren. Las tierras de Riochico pasaron a don José María Arango, por 100 castellanos en junio de 1803. Eran de Joseph Mateo Zapata. En los protocolos de 1804 don Jerónimo Palacio, dueño de muchas tierras, vendió a Josef Damasio Hernández un pedazo en Rio Abajo de Caruquia. El cura interino don José Ignacio Pérez de Restrepo vendió a su pariente don Bartolomé de Restrepo unas tierras que estaban al lado de Santa Ana, San José y Riogrande por 55 castellanos en diciembre de 1805.

Joaquín de Restrepo de Santa Rosa ha vendido a don Francisco de Restrepo su legítimo hijo un pedazo de tierra en Riogrande “en donde tuvo ranchería el difunto Doctor Don Cristóbal Vélez cuyos linderos son: por la boca de un magamiento que dentra (sic) en Riogrande, este arriba hasta otro magamiento más chico y este arriba hasta su nacimiento y de ahí por derechura al filo a buscar un mojón de piedra y de este por derechura a otro mojón que está en el camino que sigue para abajo y de ahí por este hasta el otro camino que transita para el Puente Real del río y filo abajo hasta la cortada que hizo el dicho Doctor Vélez en Riogrande y Riogrande arriba hasta el magamiento del primer lindero… por 105 castellanos, firmado el 29 de febrero de 1807”422

Josefa Ramírez vendió a Marco Marín un pedazo de tierra en el sitio Pretel por 60 castellanos en agosto de 1807. Joaquín Pérez vendió al Presbítero don Pedro Pérez unas tierras en Riogrande por 40 castellanos en octubre de 1814. Don Andrés Antonio Sanín y López, de los Reynos de España, vendió a Tomás Estrada tierras y mina situados en el paraje Tenche en julio de 1817. El cura de Santa Rosa de Osos, José Sinforoso de Upegui vendió a don Rafael Berrío una tierra en Mocorongo en julio de 1828. Antonio Gómez vendió en el mismo año 28 a Santiago Galeano un pedazo de tierra en Guanaquitas por 44 pesos fuertes.

422 A.H.SRO. Protoc. 1807

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HIPOTECAS.

A partir de las Leyes de Toro, en España, el término hipoteca fue tomado, en general, como el “derecho real de garantía que grava los bienes sobre que recae para asegurar el cumplimiento de una obligación sin desplazamiento posesorio”

La hipoteca ya existía en el Derecho Romano. La prenda (pignus, pignoración) indicaba que se daba una garantía real para cumplir una obligación. El concepto fue adoptado por LAS PARTIDAS aunque no usó el término que sólo apareció en las Leyes de Toro.

En 1768 en España fueron creados los Registros u Oficios de Hipotecas. Todo el cuerpo legislativo pasó a los Virreinatos y fue así como en los Sitios, Partidos, Villas y Ciudades existió un funcionario público llamado ESCRIBANO DEL NÚMERO uno de cuyos oficios consistía en ordenar los registros de todas las transacciones.

Estos cuerpos recibieron el nombre de PROTOCOLOS, término que subsistiría en la Administración de Empresas modernas y que sería el inicio para la CERTIFICACIÓN DE CALIDAD (la palabra protocolo fue tomada del griego, de “protus” –el primer retoño de una planta-)

En los Archivos del Municipio de Santa Rosa, en cajas relativamente organizadas, reposarían los protocolos de todas las transacciones realizadas para compra y venta de esclavos, de minas, de tierras, de casas y de semovientes.

La fórmula usual admitida por las Leyes de Toro era la siguiente: “Por la presente otorgo que me constituyo inquilino, tenedor, deudor y precario de la cantidad de … e hipoteco…”

“Miguel de Carrasquilla reconocía una deuda de 900 pesos a favor de Gertrudis Granda la cual, como se hizo Religiosa Carmelita en Santa Fe, aceptaba que la deuda fuera para el Convento como su dote con un interés del 5% anual. Y para eso hipotecaba una casa de tapias y tejas, con sus puertas y ventanas de madera, su cocina, solar cercado de tapias que lindaba con Juan José Lotero, calle de por medio con la casa de la Real Administración de Aguardiente, y además hipotecaba cuatro esclavos y daba como fiadores a Don Miguel de Restrepo y Puerta y a don Plácido Misas”423.

423 A.H.SRO. Protocol. 1789

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Similar a la anterior Ignacio Mira respondió, a favor de la misma Reverenda Madre Gertrudis de la Trinidad (acababa de profesar) y para el convento de Santa Clara en Tunja por 200 pesos. Hipotecó sus tierras en el paraje Las Juntas en 1792.

En agosto de 1806 fue firmada una hipoteca similar a las dos anteriores. Las monjas del Carmen de Santa Fe eran dueñas de unas tierras situadas en el pareja de Riochico las cuales fueron vendidas por don Miguel Vélez al cura don José Ignacio Pérez. Don Francisco de Restrepo, de Santa Rosa, compró a su vez al Padre Pérez dichas tierras por 400 castellanos y le compró, además, ganado de cerda por 42 castellanos. En definitiva el señor Restrepo pignoró las tierras de Riochico para responder al cura Pérez.

Antonio Álvarez hipotecó a favor de Pedro Rodríguez de Zea tierras en la Chorrera y la Cabuya para respaldar una deuda de 260 patacones. (1786)

José Ruiz debía a don Josef Zuluaga dos cuentas, una por 57 patacones y otra por 100. Para respaldarlas hipotecó el maíz de su cosecha, seis reses marcadas con el hierro “R”, mas dos mulas, dos potros, 2 caballos, 4 vacas con hierro “X”, en mayo de 1787.

Los albaceas de menores huérfanos solían trabajar con los dineros heredados. Para evitar pérdidas futuras la Ley les obligaba hipotecar algunos de sus bienes suficientes para respaldar las deudas. Francisco Ángel de la Calle hipotecó sus bienes para responder por 740 castellanos de los huerfanitos de don Manuel Santamaría en 1790.

Los negocios entre ricos mineros y hacendados o entre funcionarios públicos y sus similares siempre estaban afincados en buenas hipotecas. Francisco Palacio y Navarro debía 800 pesos a José María Zulaybar. Hipotecó en 1791 no sólo su casa que estaba en el MARCO DE LA PLAZA DE SANTA ROSA sino sus esclavos.

Muy frecuentes eran las deudas por mercancías o bienes de consumo. Los comerciantes jamás descuidaban la hipoteca. Don José Loaiza fiaba sus mercancías en el negocio del español don Antonio Sanín y López. Cuando fue requerido entregó en garantía tres mulas con su hierro propio en 1791.

Cuando las deudas eran cortas bastaba entregar un esclavo como lo hizo Francisco González quien pignoró uno de 12 años en enero de 1792 a favor de don Francisco Miguel Tamayo. Manuel Holguín hipotecó tres esclavos por

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110 castellanos para pagar deudas del comercio a don Manuel Campuzano. El cura Francisco Xavier González como albacea de los hijos del difunto Bernardo Martínez hipotecó sus esclavos en 478 castellanos.

El Mayordomo de Fábrica, cuando alguien debía mandas, promesas o remate de diezmos fueran para el Santísimo, para la Mesa Capitular o para la Cofradía de Nuestra Señora de Chiquinquirá, exigía una buena escritura. Así lo hizo don José María Zulaybar, Mayordomo de la mencionada Cofradía, quien recibió de Javier Orrego, en enero de 1792, una hipoteca de sus fincas.

Como prueba de la diversificación de los negocios en este Valle de los Ossos, en muchas hipotecas aparecieron animales en muy buenas cantidades: Pedro Sepúlveda pignoró 12 reses, 2 caballos y 20 cerdos en 1792.

No siempre se hacía la hipoteca. Un arreglo usual era vender un bien y pagar la deuda. Así lo decidió don José Antonio Sampedro en junio de 1795 cuando vendió su casa por 130 castellanos y saldó sus viejas deudas. Obviamente se exigía un documento firmado por el Escribano del Número.

Las viudas reclamaban sus derechos. Nepomuceno Jaramillo debía a la viuda de Joaquín Barrientos 225 castellanos. Hipotecó sus tierras de san Luis de Góngora.

No todos los casos eran sencillos porque la pobreza solía tocar las puertas de los santarrosanos como sucedió en la siguiente historia patética.

“Josef Ignacio Ramírez, vecinos de este sitio de Santa Rosa de Osos –era el 21 de diciembre de 1801- dijo que para servir a Dios Nuestro Señor, hace tiempos tengo contraído matrimonio con Ana María de Roxo, hija natural de María Ignacia Vásquez… y ya casados Micaela y Rosa Ledesma le regalaron un derecho de tierras para que en ella fabricara casa de vivienda, la que en efecto se fabricó, reducida, según las proporciones, por un valor de 30 castellanos de oro”.424

Pero cuando le llegó la sal a don Josef, la necesidad lo obligó a vender a menor precio dicha casita reducida, y como no pudo salir de su pobreza, su misma señora “ha puesto demanda ante el señor Teniente de Gobernación para que le asegure su dicho terreno que de gracia le hicieron, a lo cual me ha obligado dicho Gobernador, y cumpliendo con esta orden, por la presente otorgo y confiero que le debo a la dicha María de Roxo el citado terreno por haberlo vendido y gastado su importe, y no teniendo al día más providencias ni otro medio que el de una casita de estantillos y paja que actual estoy edificando en este dicho sitio, en tierras ajenas, pero no sin permiso del dueño que me ha quedado de

424 A.H.SRO. Protocol. 1810-1814

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vender un solarcito, de dicha casa procuraré su perfección y como que le he pagado a Gervasio Guzmán hace doce meses para que la construya…. desde hoy en adelanta la pongo, finco y pignoro por especial y señalada hipoteca a este aseguro, que no podré vender, cambiar, ni en manera alguna enajenar, antes bien conservando su aumento como alhaja dotal de la dicha mujer para que siempre la reconozca y tenga donde alojarse y en caso de hacer venta, sea nula, de ningún valor, ni efecto y que no adquiera dueño… firmado”

Cuando, llegado el plazo, el deudor no había cumplido, tenía que entrar a “arreglar por las buenas” y entregar lo que tuviera.

Don Pedro José Franco solía comprar bastimentos en la tienda de don Josef Marcos Campuzano desde 1799. Cuando la deuda había ascendido a 267 castellanos y cinco tomines de oro en polvo, sin contar otros 36 castellanos y cinco tomines entregados por el tendero, de cuenta mía, al señor cura don Nicolás Francisco de Agudelo (por otro negocio que luego se describiría), el comerciante le exigió una prenda real, por lo cual hubo de pignorar una casa pajiza con su solar cercado de tapias. Como don Pedro no pudo pagar llamó a don Josef Marcos para firmar, ante el escribano, un acuerdo comercial: “que me entregue la casa pignorada”. Por eso, el 10 de febrero de 1802, se hizo la escritura correspondiente de “una casa pajiza de bareques de embarrados con sus puertas y ventanas de madera, su cocina y solar propio que linda por una parte con la CALLE REAL que baja de la plaza para abajo, por otra con casa y solar de los señores Pérez, por otra con un estanque en que se recogen aguas para laborar la mina de los señores Posadas y por otra con la calle que atraviesa a buscar la dicha calle Real, primer lindero. Dicho solar tiene su portón de madera y todo cercado de tapias… lo había comprado al dicho señor Cura y empajé de nuevo, puse algunas puertas y cerqué el solar de tapias…. Y la estoy dando en pago de 140 castellanos de oro en polvo, ante don Juan Modesto Tamayo, escribano del número”425

De acuerdo con el contexto, la casa vendida para saldar la deuda, estaba ubicada entre la Calle Real actual y Boquerón, aproximadamente al frente del llamado Callejón de los Villas, ya que dicho callejón era una acequia que salía de la finca que hoy ocupa el palacio episcopal y las viejas construcciones de las Contemplativas, en donde existía el estanque

La bancarrota de algunos mineros de Santa Rosa no fue ocasional. Fenómenos de orden económico y sociológico insidieron para que muchos mineros se quedaran en la pobreza. Esto aconteció a don Domingo Lopera.425 A.H.SRO. Protocol. 1810-1814

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Domingo Lopera declaró ante el escribano que debía al Señor Administrador de Correos de Medellín, don Josef Mariano Pontón, 366 castellanos y seis tomines de oro en polvo. Como se atrasó en el pago el Señor Pontón le pidió que le otorgara escritura de aseguro. Por eso “responderé con los sobrantes de mis minas, tierras, esclavos y ganados, deduciendo primero otros derechos que tienen los señores Barrientos y don Andrés Sanín” (firmaba el 28 de abril de 1802). Tal era la quiebra de don Domingo que en el mismo documento citado y en foxas (folios) consecutivos firmó varias escrituras mediante las cuales vendió a don Ángel Choren unas minas llamadas CERROS O BARRANCAS DEL CHAGUALO, junto a la quebrada la Bramadora, y a Agustín Duque vecino de san José de la Marinilla, mercader de Santa Rosa, una casa también situada en la Calle Real.426

Hasta por una esclava don Marcelo Salazar se vio obligado a entregar la hipoteca de su casa, de paja, bahareque y su solar, en el sitio de Santa Ana, en octubre de 1802. La esclava había sido de don Mateo Molina y valía 150 castellanos.

Las hipotecas múltiples eran usuales. Los esposos Francisco Palacio y Navarro y María de Jesús Euse (hija de don Pedro Euse y Tomasa Macías) compraron a don Rafael Arango, por 500 castellanos, un matrimonio de esclavos con cuatro hijos casta crioyo -sic- (Josef, Andrea, María Josefa, María Ignacia, Teresa, Teodora) para pagar en cinco años, un quinto cada año, a partir del 13 de abril. Hipotecaron los mismos esclavos y una casa con cocina y solar, de tapias pisadas, cubierta de paja, con puertas y ventanas de madera, lindando con las barrancas de la mina de Eugenia Cardeña y con la CALLE REAL y pignoraron 160 castellanos que les debía Marcela López de san Luis de Góngora, 24 reses de ganado vacuno herradas con el fierro “P” y un pedazo de tierra de pan y caballería en la vertiente de la Chorrera, junto a la quebrada el Pescado, por el camino de San Isidro y juran que las propiedades son de ellos “haciendo una señal de la cruz con los dos dedos pulgares de mi mano derecha” (sic) (26 de julio de 1805)427 (Nota: la fórmula hablaba de dos dedos pulgares en una misma mano; según la costumbre la cruz se hacía colocando el índice sobre el pulgar)

Cuando alguien era nombrado TUTOR de huerfanitos debería presentar una buena hipoteca. Tomás Osaba y Nicolás Galeano residentes en Santa Rosa fueron nombrados tutores de los hijos menores del difunto don Salvador Piedrahita y de Josefa Atehortúa. El principal dejado era de 106 castellanos de oro en polvo. Ante Juan Modesto Tamayo los mencionados firmaron en enero de 1806 la fianza correspondiente.428

426 A.H.SRO. Protocol. 1810-1814427 A.H.SRO. Protocol. 1810-1814428 A.H.SRO. Protocol. 1810-1814

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Doscientos Años Después

Hubo deudas muy onerosas como la de don Ángel Choren a don José Grillo de Santa Fe por 2.363 patacones. En junio de 1807 firmó una hipoteca grande. Una parte de mina de barranca en el sitio de Santa Rosa en compañía con don José María de Zulaybar, otra mina en El Chagualo, y tres parejas de esclavos con sus correspondiente hijos para un total de 12 “piezas de ébano”.

Entre los funcionarios públicos abundaban los negocios, siempre protegidos por los protocolos, ya que por una parte iba el colegaje y por otra el soporte de las deudas.

El escribano público y del número don Josef Apolinar de Ardila declaraba, el 26 de abril de 1813, que debía al Administrador de Renta don Josef Nicolás Gómez “265 castellanos de oro en polvo procedentes de varios efectos de ropas que por hacerme bien y buena obra, me ha franqueado de su tienda y tengo recibida para cubrir en seis meses la mitad y a los ocho el resto, sin más plazo, y deja como hipoteca la casa que tiene en este sitio, de tapias pisadas, cubierta de paja, de dos puertas, una ventana, cajón de tienda y puerta de mostrador, todo de madera, con su respectivo solar y lindando por una parte con la CALLE REAL que baja de la plaza, por el un costado con casa y solar de Marcos Mira, por el otro costado y por la espalda con casa y solar de don Hermenegildo Roldán”429

El 5 de julio de 1817, en plena RECONQUISTA y a pesar de los temores de guerra que llegaban a la bucólica Santa Rosa de Osos, los negocios seguían su marcha. Por eso don Juan Francisco Bernal, en dicha fecha, declaró ante el escribano que debía a don Juan García Campuzano, Teniente de Gobernador de este Valle de Ossos, 54 castellanos “que por hacerme bien y buena obra me ha dado en efectos de su tienda, que pagaré en tres meses y pignoraré dos esclavas, Ramona de 40 años y Josefa de 8, mulatas casta criolla, y cuatro reses marcadas con su fierro” (una Z invertida con un semicírculo inferior)430

VENTA DE CASAS. SOLARES. COCINAS

Leyendo detenidamente los Protococlos del A.H.SRO a partir de 1790 hasta 1850 el analista podía concluir cómo se venía estructurando el poblado, cuáles eran los “caminos” más utilizados para construir nuevas casas, cuáles eran las fincas más buscadas, y cómo, poco a poco los caminos de herradura se irían convirtiendo en las CALLES de una Villa, cuyo primer mapa oficial apenas aparecería alrededor de 1886.

429 A.H.SRO. Protocol. 1813430 A.H.SRO. Protocol. 1817

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Aunque no hay documentos específicos se pudiera concluir, sin un margen de error muy amplio, que a partir de 1700 los caminos hacia el norte, hacia el nordeste, hacia el occidente, hacia el oriente y hacia el sur se convirtieron en límites naturales de fincas, de casas, de solares y de cocinas, mediante la fabricación, conocida como bahareque, tierra pisada (tapias) y chambas, estructuras casi naturales, que, mediante la siembra de tunas, abrojos, chilcas y malezas, formaron, durante muchos años, los límites naturales.

Pero no todos los caminos gozaron de igual dinámica.

Analizando los Protocolos de compra y venta de casas, de hipotecas y de “casas excusadas” se puede deducir que los caminos más socorridos fueron, en su orden, el camino real (calle Real o del Comercio), el camino de Sotachiro (Boquerón o Calle Colombia), el camino de las Claras (Barroblanco y un ramal que corresponde a Caldas actual, entre la Real y la Calle de el Medio), el camino que siempre fue conocido como La Ronda y que empataba con el camino del “cimenterio”, (sic) que corresponde a Caldas actual – conocido como El Columpio- entre la Real y Camellón González, el camino de las montañas de los Yarumales (Guanteros, carretera vieja hasta empatar con el camino del Alto de la Mina y Sotachiro, cerca del sitio del antiguo matadero, a un kilómetro del ingreso a Santa Rosa, en la vía a Yarumal), el camino de la Trinidad y Hoyorrico (en su primer segmento corresponde a El Palo, se continúa con la Calle de El Seminario y culmina con el camino de Patiobrujas), el camino de la Villa, que arrancaba de la Real, bajaba por el Palo y concluía en Arenales.

CASAS DE LA CALLE REAL

La gran mayoría de casas vendidas estaban en la Real, Sotachiro (Boquerón o camino a Las Claras), la Ronda, Guanteros (camino a Yarumales), el palo, y EL MARCO DE ESTE SITIO, es decir la PLAZA ACTUAL, conocida desde 1700 cuando el cementerio Nutabe hacía muchos años había desaparecido.

Referente muy importante en esta estructura de Santa Rosa era el CIMENTERIO (sic) de El Carmen, donde comenzaba el camino para el Occidente (Cucurucho, La Planta, El Ríogrande, Sopetrán y Santa Fe de Antioquia). Debió de existir alrededor de 1700 si tenemos en cuenta los protocolos de ventas de casas y solares en el sitio actual de la plaza lo que permite concluir que el primitivo cementerio había sido retirado PARA MUY LEJOS, es decir a unas cuatro cuadras del parque, junto con su Capilla, que subsistió, sin culto, hasta la década del 50, del siglo pasado (1950-1952).

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Doscientos Años Después

Alrededor de l775, don Pedro Rodríguez de Zea que era Teniente de Gobernador en este sitio de Santa Rosa de Osos, ayudó de su propio bolsillo o del Gobierno que representaba para adecuar el cementerio. El mayordomo de Fábrica desde 1792 era don José María Zulaibar.

En los protocolos estudiados se encontraron treinta y siete escrituras de compra y venta de casas que limitaban con la CALLE REAL.

Sus límites tan difusos, las referencias a otras “fincas” y casas, las chambas, los mojones de piedra, los estanques, los pozos y los portones de madera en medio de las tapias y los bahareques de su alrededor, se constituyen en obstáculos para interpretar el sitio exacto de dichas propiedades.

Por deducciones lógicas es posible ubicar algunas, sobre todo aquellas que estando en el MARCO DE LA PLAZA, alrededor de la Ronda, en el “camino junto a la Santa Iglesia” correspondían a una “finca” que en este momento está ocupada por la Catedral, la Casa Cural, las oficinas que ha organizado la Parroquia, las casas al pie de la Ronda, el sitio ocupado por el Hotel Nomar, el inicio de la llamada calle del Hoyo (o de Félix Rojas), el áspero camino de minas que hoy se llama, vulgarmente, la CALLE DE LA QUESERA que en otro tiempo se conoció como la CALLE DE LAS GAMUSINAS, y que daba a unas minas enormes que ocupaban todas las vertientes actuales de la Ronda hasta topar con el viejo “cimenterio” y que se comunicaban con las minas del occidente ocupadas hoy por los nuevos barrios del Portal, incluyendo el puente de Guaduas, construido por el Doctor Luis Bernado Molina Granda y que se expandía hacia el sur, por los solares del actual barrio el Minuto de Dios, por todo Arenales abajo, hasta llegar al Balcón de Arenales y minas posteriores en donde, posiblemente (sin conocerse el lugar exacto) fueron implantadas las más antiguas y rancias RANCHERÍAS de Antonio Serrano del Espejo.

El nombre de compradores, los límites con las tapias de la Sacristía y de la Santa Iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá y su ubicación al pie de la Ronda permiten deducir que fueron las primeras escrituras de la actual Casa Cural y de la Catedral construida en tiempos del párroco Joaquín Guillermo González alrededor de 1866, quien –dicho sea de paso- dio el nombre al Camellón González.

“Don Antonio Euse ha vendido al Administrador Particular de la Real Renta de Aguardiente de estos Valles, don Andrés Antonio Sanín y López (de los Reynos de España) una casa pajiza con puertas y ventanas, cajón de tienda, de madera, sus paredes de bareque, dos cujas forradas en cuero, un escaño de madera, dos taburetes ordinarios, una mesa mediana con un cajón, una tarima, un

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aparador de madera, una puerta grande para portón, un marco que sirve de nicho, con solar, cercado de tapias, que linda por el lado del camino real, de abajo con don Mateo Zapata en 47 varas y media, por la parte de Gabriel de Roxas en 45 varas, por la CALLE REAL en 26 varas, por la parte opuesta en 26 varas, por 300 patacones, ante el Teniente don Rafael de Fonnegra”431

Las casas de la Calle Real serían ocupadas por los “principales funcionarios” del Sitio de los Ossos.

Su construcción sería similar a las otras casas: bahareque, techo de paja, tapias alrededor del solar (o chambas en otros casos), puertas y ventanas de madera y con CAJÓN DE TIENDA y MOSTRADOR, es decir, una habitación especial que se constituía en “pulpería” para la venta de bastimentos, en almacén o en billares y trucos.

No era raro, como en este caso, que se vendía la casa “con casi todo lo que estaba adentro”, sobre todo las CUJAS forradas en cuero, o sea, camas, camastros, catres, muchas de las cuales (como en la actualidad) por debajo tenían una tarima que duplicaba el servicio. Estas eran las CUJAS o camas “gemelas” de ese tiempo.

No faltaba el portón que también se incluía el negocio. Teniendo en cuenta que las casas no daban sus puertas y ventanas a los caminos, sino al interior de la propia “finca” se requería un portón, o en la tapia, o en la chamba, para permitir el ingreso tanto a los forasteros como a los conocidos y a los animales.

José María Zulaybar, Administrador Principal de Correos de esta Provincia declaró que tenía en su poder 750 castellanos, herencia de la MADRE CARMELITA JUANA DEL SACRAMENTO, de la ciudad de Santa Fe, y para responder por ellos, hipotecó TRES CASAS que tenía en este sitio: “Dos eran de tapia y una de bahareque, todas pajizas, todas con puertas y ventanas de madera. En una vivía él, la otra estaba pegada a la primera y vivía don Francisco de Palacios y Navarro, y otra pegada a esta que “sirve para el juego de truco”, situadas las tres en la CALLE REAL, con solares, con linderos unidos así: desde la esquina de las tapias hasta la casa de los Jaramillos, todo en el lado de la Calle Real, hasta la esquina en frente a la casa de Rosalía Pérez, seguía por toda la calle una medianía, al frente de la casa de Franciscio Piedrahita y por la parte de adentro lindando con Antonio Quirós y por el otro lado daba a la fax (sic) de la Plaza cuyos solares se hallan todos cercados de tapias”.432

431 A.H. SRO. Protoc. 1790432 A.H. SRO. Protoc. 1791

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Y como si fuera poco también hipotecó 80 reses de ganado mayor con el fierro de una T mayúscula, firmado ante el Teniente don Pedro Rodríguez de Zea

Francisco Martínez vendió a Felipe Osava una casa pequeña, de paja, dos puertas de cuero, cocina y solar de 12 varas en cuadro. Lindaba con la CALLE REAL que gira para Las Claras… por 58 castellanos de oro en polvo que se me pagaron en varias partidas y en efectos.433

El camino de las Claras (hacia Carolina) pudiera ser o Boquerón o el segmento de Calle Caldas actual sitio del convento de las R.R.H.H. Teresitas.

En esta escritura se encuentra que los negocios a veces eran un trueque de “efectos” o sea mercancías o bastimentos de una tienda.

El presbítero don Nicolás Francisco de Agudelo, cura propio de esta parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Santa Rosa de los Ossos (sic) el 26 de julio de 1799 vendió a Manuel Holguín una casa, solar y cocina en la misma calle Real que gira de ella para Antioquia, Villa de Medellín y Rionegro.

Indudablemente la casa estaba ubicada en el sitio donde comenzaba el camino mencionado (o sea El Palo) que luego, a casi un kilómetro, empataba con el “camino de la Villa”.

Era de bareque de estantillos y barro, de paja, con sala, aposento, cajón de tienda, 3 puertas de madera, una con su cerradura, dos ventanales de madera, de 14 varas, fachada de cinco varas y media, cocina de paja de 5 varas, solar de 40 varas frente a la Calle Real y lindaba con casa de Joseph Ignacio Ramírez y Josef Antonio Aristizábal, todo por 150 castellanos, sin contar la correspondiente alcabala.434

El 12 de septiembre de 1799 don Domingo Ramírez vendió al Señor Teniente de Gobernador de estos Valles y Administrador de Reales Rentas Estancadas, don Andrés Antonio Sanín y López, vecino de este sitio, “casa, cocina y solar, de bareques de estantillos y barro, cubierta de paja, con sala y dos cuartos de tienda fabricados del mismo bareque, el uno con sus barbacoas de palos, cinco puertas de madera y solo una con cerradura y otra con chapa sin llave y la otra sí; tiene de fachada doce varas castellanas y dos tercios y cinco varas y dos tercios de anchor, su cocina cubierta de paja, tiene fachada de seis varas y media y anchor regular, compuesta de estantillos y embarrados. Igualmente el solar que al presente se halla cercado de tapias y está con patio y huerta, linda por la mano derecha para dentrar a dicha casa haciendo esquina con la calle que divide la casas y solar de don Josef Campuzano que baja de la plaza por la esquina de la casa de

433 A.H. SRO. Protoc. 1791434 A.H. SRO. Protoc. 1799

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don Eugenio Gaviria para abajo; por la izquierda por otra calle que atraviesa dividiendo dicha casa, y la de don Pedro Franco; por las espaldas con la casa y solar que era de María Ignacia Colmenero. Dicho solar tiene por enfrente de la fachada de dicha casa veintiocho varas castellanas y media, por la parte de la calle que linda con don Josef Campuzano, veintitrés varas y media; por el respaldo que linda con la casa y solar de dicha Colmenero, veintinueva varas y media y por el lado que voltea hacia un estanque que gira las aguas a la mina de Doña Bárbara Posada que es por donde voltea a buscar la calle que hace división con el dicho Francisco; tiene otras veintitrés varas y media dicha casa, cocina y cercas de solar… por cien castellanos de oro en polvo”435

Jerónimo Yarce vendió a Francisco Javier Ramírez una casa, solar, cocina, de 30 varas castellanas de largo y 15 de ancho, al frente de la Calle Real, por un lado con Silvestre Vélez, por el otro con Gabriel de Roxas, por la espalda con solar del dicho Roxas. “Tiene 4 puertas de madera, con cerraduras, cajón de tienda de madera con puerta, mostrador y cerradura, sala, aposentos, dos camas de cujas, dos tarimas, dos taburetes de cuero, mesita mediana de madera, cocina con horno de hacer biscochuelos, dos botijas vidriadas, todo fabricado de estantillos y embarrados, cubierta de paja, por 135 castellanos de oro en polvo, y se la había comprado a Antonio Gaviria quien me pagó con cinco mulas y otros efectos que me ha dado a toda mi satisfacción. Ante Juan Modesto Tamayo el 16 de julio de 1800.”436

Esta misma casa sería vendida al señor Alcalde don Juan Herrera en los Protocolos de 1802.

En el mismo Protocolo don Juan Josef Jaramillo afirmaba que su padre difunto, don Manuel había vendido a Marcelo Salazar un solar y casa de 43 varas frente a la Calle Real “que mira para los Montes de Dolores y otros minerales” y lindaba con casa de Ángel Choren por 21 castellanos y 4 tomines.

De acuerdo con la referencia, una casa que miraba los Montes de Dolores debería estar situada en el andén del sur de la Real, es decir, al frente del actual Palacio Episcopal o en el andén del actual Club de Billares.

Josef Mateo Zapata vendió a Francisco Javier Ramírez una casa de tapias pisadas, bahareque embarrado, cubierta de paja en la Calle Real y limitaba con la calle que sigue a la Iglesia y por el otro lado con Mateo Zapata, junto con otras dos piezas pequeñas adentro, con puertas y ventanas de madera, por 400 castellanos de oro en polvo, y pagará en varios años con intereses del 1% y la hipotecará. “Tiene cocina, solar y es como una finca” firmado el 29 de abril de 1801.437

435 A.H. SRO. Protoc. 1799436 A.H. SRO. Protoc. 1800437 A.H. SRO. Protoc. 1800

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La Iglesia referida había sido reconstruída en 1797, después de su ruina casi total en un terremoto de 1793. Quedaba donde hoy está la nave izquierda (entrando) de la Catedral actual y una parte de la Central. Se tratadaba de la Santa Iglesia dedicada a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

La calle que la limitaba era un camino que venía de la Ronda y caía a la Plaza.

Se pudiera colegir que esta casa estaba donde hoy existe la casa de dos pisos que fue de Pedro Justo Berrío padre y de su hijo el General Pedro José, la misma casa que en Protocolos de la época perteneció al Pbro. José Sinforoso de Upegui y era de dos pisos.

Ha de notarse, para tratar de comprender estas ubicaciones, que los solares estaba surcados por caminos o senderos que caían a los caminos principales de la época. El lector tiene que eliminar de su cabeza la estructura actual de Santa Rosa compuesa por calles, carreras, cuadras, manzanas y casas todas con puerta y ventanas exteriores.

Don Cosme y don José Manuel Zapata y Ossa, vecinos de Antioquia, vendieron a don Juan Modesto Tamayo, escribano público y del número de este Valle de Santa Rosa de los Osos (sic) una “finca” con una casa pajiza, de bareques, con solar, que lindaba por un lado con don Plácido Misas, por otro con unas barrancas de mina de Nicolás Jaramillo, por otro con el doctor Rafael Fonnegra y por el otro con la Calle Real que mira a La Trinidad y demás minerales, firmado el 9 de marzo de 1802.438

El 14 de agosto de 1829 (Protocolos 1829) don Modesto Tamayo hipotecó esta propiedad ya que debía 200 castellanos de una Capellanía del Presbítero don Pedro José Perez. En ella, el mismo don Modesto, había construido otra casita. Se le exigió la hipoteca de ambas porque en los últimos tres años no había cancelado los intereses de la Capellanía.

Si miraba a la Trinidad debería estar en la acera norte de la Real en el local de la Curia. En verdad era una “finca” es decir un gran lote compuesto hoy por la Curia, el Palacio Episcopal, la casa de las Teresitas y el antiguo convento de las Contemplativas y efectivamente a su espalda había unas minas que comenzaban en barro blanco y se juntaban, en la distancia, con las minas de Cerro Gús. Es posible que esta finca incluía un lote que, alrededor de 1845 fue comprado por el Padre Josef Sinforoso de Upegui para la construcción del TEMPLO DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD.

438 A.H. SRO. Protoc. 1802

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En esta misma “finca” o lote, en Protocolos de 1805, don Josef Marcos Campuzano vendió a don Joaquín Muñoz una caja pajiza cuyo solar lindaba por una parte con la Calle Real que gira para la Trinidad y demás minerales, por los costados con casa y solar de don Modesto Tamayo, y por la espalda con las barrancas de la finca de don Nicolás Jaramillo. Tenía puertas y ventanas de madera, cajón de tienda, parte en bareque, parte de tapias. El solar estaba cercado de tapias. Además vendió una cama de cuja de cuero, una tarima de madera. Había sido del difunto don Francisco Fonnegra y luego de don Juan Carrasquilla, por 300 castellanos y estaba algo deteriorada.

En 1809, y dentro del mismo lote o finca, don Francisco Miguel Tamayo vendió a Don Sacramento Tamayo una casa de teja, puertas y ventanas de madera, con cerraduras, con dos cajones de tienda, el uno ya fabricado y el otro apenas iniciado pero con madera suficiente. Estaba ubicada en la calle Real y limitaba con “la callecita de servidumbre para el uso de las aguas en las barrancas” y por la espalda con las barrancas de don Nicolás Jaramillo y los Salazares o Cardeños, y se incluyó una mediagua de teja que servía de fragua, todo por 400 castellanos de oro en polvo (10 de enero de 1809)

La callecita de servidumbre era el actual pasaje los o las Villas, por donde drenaban unos pozos que estaban en la mitad de la finca, aguas que eran empleadas por los mineros y que caían hacia las enormes minas que se extendían hasta Cerro Gus y que en un tiempo fueron manejadas por doña Bárbara Posada.

En las escrituras actuales de la Curia Diocesana y del Palacio Episcopal se mencionaban unos solares con varios pozos que ya no drenaban pero que estaban en uso en aquellos tiempos cuando no existía el acueducto.

El 10 de junio de 1820 (Protocolos 1820) el ciudadano don José Antonio Ruiz, de san Cristóbal, vendió a Salvador Arango una casa de bareque cubierta de paja, cocina de lo mismo, y solar, en este sitio de Santa Rosa, con puerta principal de madera, su cajón de tienda, y otras dos puertecitas medianas. El solar lindaba por abajo con casa y solar de Miguel de Arango, por arriba con casa y solar del Señor Administrador ciudadano Nicolás Gómez y por el frente con la Calle Real, y por la espalda con el ZANJÓN por donde bajan las aguas del sitio a la mina de Santiago Posada.

Se trataba del mismo lote o finca que comprendía la actual Curia Diocesana y viejo convento de las Contemplativas. Efectivamente en esa finca había cantidad de pozos y agua corriente que tenía su flujo normal por un zanjón, actual pasaje las Villas, que vertía en las minas de los Posada (Bárbara y Santiago). Nótese que a partir de este año se daba ya de título de CIUDADANO a los negociantes.

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Mateo Molina vendió a Cristóbal Romero una casa y cocina cubiertas de paja, con seis puertas de madera, dos ventanas, solar propio lindando con la Calle Real y limitando en parte con don Ángel Choren, con Ignacio Piedrahita, Mateo Herrera y con Rosalía Pérez por 290 castellanos de oro en polvo, el 13 se septiembre de 1803.439

Los albaceas testamentarios del Presbítero don Nicolás Francisco de Agudelo (Francisco Palacio y Navarro y Manuel de Agudelo) vendieron a José María de Arango una casa y cocina de bareque con su solar, y en él, principiada una casa de tapias, ya en dos vueltas, que linda por abajo con Miguel Valencia, por arriba hace frente con la Iglesia y por los costados con las Calles Real y la que gira por frente a la casa de Cañola por 450 castellanos (14 julio de 1811)

La casa, muy problemente, había sido “casa cural” del Padre Nicolás, de acuerdo con su ubicación. Estaba frente a la Calle Real por un lado y frente a la Iglesia, por otro, es decir en la boca calle que venía de la Ronda y caía a la Plaza.440

Andrés Antonio Sanín y López vendió a don Ignacio Correa un solar cercado de tapias por 200 castellanos. Lindaba por el frente con la casa de don Julián Ignacio Tamayo, con la Calle Real por abajo en el punto donde gira para el Palo hasta encontrar la casa de Mercedes Palacio. Por otro lado lindaba con la calle que llamana La Ronda.

Su ubicación entre la Real, el Palo y la Ronda permitía deducir que el lote estaba situado donde hoy aparece el Pionero y los nuevos edificios allí construídos.441

En el papel oficio de estos protocolos aparecía el Sello de Antioquia (FE PUBLICA DEL ESTADO LIBRE E INDEPENDIENTE DE ANTIOQUIA), con sus cinco cuarteles: el árbol y el ave, la torre, el león, las dos gavillas de espigas de trigo y las letras de las ciudades de Remedios, Zaragoza, Cáceres, Bartolomé (san), Yolombó y Cancán, valedero para el bienio 16-17 y por valor de un quarto. Los contratantes aparecerían, desde entonces, con el título de CIUDADANOS.

El ciudadano don Joaquín Pérez vendió a Antonio Sanpedro un solar en el marco de este sitio por 30 pesos castellanos, ubicado en la Calle Real, “de la entrada de este sitio de la ciudad de Antioquia y Medellín”, de 40 varas en la Real, y lindando por abajo con el ciudadano Baptista Salazar, por arriba con Francisco Ruiz, solar que había sido de Nicolás Jaramillo, 8 de enero de 1816. La entrada era, indudablemente la Calle de El Palo.442

439 A.H. SRO. Protoc. 1803 440 A.H. SRO. Protoc. 1811441 A.H. SRO. Protoc. 1812442 A.H. SRO. Protoc. 1816

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José Antonio Chaverra cambió su casa, situada en la Calle Real, a la entrada de El Palo y limitada por abajo con propiedad de don Francisco Yepes, con Matías Velásquez, cuya casa de tejas lindaba con Lorenzo Pérez y con José María Tamayo hasta salir a la Ronda.443

El 12 de septiembre de 1834 el cura de Santa Rosa de Osos, Presbítero José Sinforoso de Upegui vendió a Evaristo Zea una casa de teja, con cocina y solar que limitaba por su frente con la calle Real, a un lado con casa de Juan José Berrío y Lorenzo Pérez, al otro lado con casa de Teresa Villa y por el Centro con casa de José María Ramírez. El negocio había sido cerrado en 500 pesos fuertes.444

Don Luis Vásquez vendió a don José Antonio Mejía una casa de teja, cocina y solar cercado de tapias. Lindaba, al frente, con la Calle Real, por un lado con Tomás Yores (extranjero) hasta salir a La Ronda detrás de la Calle Real, y por La Ronda limitaba con Victoria Carrasquilla hasta salir a la Real, por mil pesos fuertes, el 9 de enero de 1836. Este lote posiblemente coincidía con el actual sitio del Teatro Berrío.445

Por primera vez en estos protocolos apareció una casa de dos pisos. El Presbítero Joseph Sinforoso de Upegui, cura de la Santa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de los Osos, vendió a don Félix de Restrepo una tienda en la esquina de su casa, debajo del balcón en que vivía. La tienda estaba situada en la esquina de la Plaza al frente de don Pedro Vásquez y lindaba con su propia casa. Era de Juan José Berrío. Valor de la venta: 450 pesos fuertes. Era el 11 de julio de 1836.446

Está tan delimitada esta propiedad que no hay duda. La casa de dos pisos posteriormente sería de Pedro Justo Berrío padre y de su hijo el General Pedro José. El local externo (hoy ocupado posiblemente por la farmacia o por el almacén) fue arrendado para negocio (una tienda) y quedaba exactamente en la esquina frente a la Plaza.

CASAS DEL MARCO DE LA PLAZA.

Eugenio Gaviria, de Santa Rosa, vendió a Lorenzo Molina una casa y cocina, cubiertas de paja, situadas en el MARCO DE LA PLAZA de este sitio con su solar. La casa era de tapias pisadas, puertas y ventanas de madera, cajón de

443 A.H. SRO. Protoc. 1831444 A.H. SRO. Protoc. 1834445 A.H. SRO. Protoc. 1836446 A.H. SRO. Protoc. 1836

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mostrador de tienda con las cerraduras, corredor y fachada. La gotera caía a la plaza y alindaba por una parte con el solar que era de don Miguel Vélez y con el solar de Josef María Zulaybar, y por este lindero iba a buscar la Calle Real que dividía con la casa y solar de don Nicolás Jaramillo y don Miguel Vélez. Fue firmado el 7 de abril de 1805 por 180 castellanos.447

Esta propiedad pudiera estar ubicada en el sitio donde actualmente está el Danubio por estar frente a la plaza y muy cerca de la calle Real. En este tiempo los lotes (las cuadras actuales de la calle Real, el Palo, Boquerón y la Ronda) estaban surcados de caminos o callejones y los vecinos gozaban de la servidumbre desde mucho tiempo antes. Pasado algún tiempo las servidumbre se fueron eliminando, las casas levantaron paredes de medianía y las puertas de entrada fueron ubicadas (como están hoy) al frente de las calles.

Sólo persistieron algunos “callejones” como el pasaje de las Villas y el de Ña Rosa, en seguida del Insituto del Carmen.

José Echiverri de Santa Rosa vendió a José Ignacio Ramírez un pedacillo de solar de 12 varas de frente y 40 de cola, en medio de un solar y dos casas que tengo en el MARCO DE ESTE SITIO, en la esquina de la Plaza, mirando y haciendo calle a la Iglesia, cuyo solar y casa pajiza de la esquina las hube por compra al señor Maestro don Juan Francisco Vélez y es de advertir que aunque dicha casa y solar se hallaban obligados al citado maestro Vélez, con todo le vendo dicho pedacillo de solar por tener abundantemente mejorado el sitado solar con otra casa de tapias y teja en la otra esquina cuyas doce varas se las he vendido por 47 castellanos, a 30 de agosto de 1813.448

Este lotecito, al frente de la Iglesia, pudiera corresponder a los terrenos hoy ocupados por la Administración Municipal.

El ciudano Joaquín Muñoz, Teniente de Gobernador de este sitio de Santa Rosa de Osos, jurisdicción de la ciudad de Antioquia, MAYORDOMO DE ESTA SANTA IGLESIA nombrado por el Señor Provisor Vicario General don Lucio de Villa, dijo ante el escribano don José Apolinar Ardila que “tengo vendido a Alejandro Mesa un solar en el marco de este sitio y es de advertir que dicho solar pertenece a la renta de Nuestro Amo y Señor Sacramentado y que se lo vendo como Mayordomo de esta Santa Iglesia. Dicho solar hace frente a la PLAZA lindando con la Iglesia, dejándole a esta el callejón para la entrada a la misa, de gracia, de cuatro varas, y cerrándolo una vara arriba… su ancho

447 A.H. SRO. Protoc. 1805448 A.H. SRO. Protoc. 1813

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es de 16 y media varas, su largo va desde el frente de la casa de don Nicolás Jaramillo un poco más arriba de Bárbara Casas, y tiene 53 y media varas, y su cola, pegando a las tapias de la sacristía, es de 19 varas y media, el cual solar vale 125 castellanos de oro en polvo avaluado así por don Nicolás Jaramillo y Toribio Duque, firmado el 10 de marzo de 1814”449

El lote o finca donde hoy (2014) está la Catedral y la casa cural pasó por muchas manos.

Este primer solar estaba muy bien delimitado: quedaba al frente de la plaza, lindaba con la Iglesia pero se dejaba una pequeña servidumbre para su ingreso apenas de 4 varas, y por la parte de atrás lindaba con la sacristía y por otros lados con propiedades de Nicolás Jaramillo y Bárbara Casas. Correspondía, de acuerdo con los límites, al terreno que hoy está ocupando la nave derecha (entrando) de la Catedral e iba hasta el fondo, sin tocar, sin embargo, la Ronda.

En la foxa 43, respaldo, del Protocolo de 1834 apareció un dato muy interesante para ubicar la propiedad de la familia Berrío.

Doña Lorenza Molina era dueña de un solar que quedaba al frente de LA PLAZA, que limitaba por un lado con la propiedad de don LORENZO BERRÍO, por el centro con lotes de Pedro Vásquez y Juan Nepomuceno Zapata y por un lado con una callejuela que giraba hacia la plaza. Lo regalaba, el 9 de mayo de 1834, a su hija Aguedita Rojas.

Este lote coincidía con el almacén actual de Luz Elena Taborda, ya que limitaba con la callejuela que era la Calle de El Medio.

Su límite era la propiedad de don Lorenzo Berrío, padre del Doctor Pedro Justo Berrío, donde, posteriormente estaría su casa de dos pisos450 y que hoy corresponde al OMNICENTRO.

El 24 de septiembre de 1834 don Félix Gómez hipotecó el siguiente inmueble. “Una casa de teja, de BALCÓN, con cocina y cajones de tienda, con cerraduras y un solar con tapias y bardas de teja. Limitaba por un costado con una casa y solar del EDIFICIO MUNICIPAL al salir al callejón. Por el centro con casa de Rosalía Rojas y de don Evaristo Pinillo. Al otro lado con propiedad también de Pinillos al salir a la Plaza. Esta casa cubría una hipoteca de 1500 pesos”.451

Muy difícil ubicar esta casa de dos pisos. ¿Sería la de don Lorenzo Berrío, correspondiente hoy al omnicentro? ¿Dónde quedaba esta CASA MUNICIPAL? 449 A.H. SRO. Protoc. 1813450 A.H. SRO. Protoc. 1834451 A.H. SRO. Protoc. 1834

468

Doscientos Años Después

¿El callejón se refería al camino que entraba a la plaza y que hoy se identificaría con la calle de El Medio? ¿Sería la casa de dos pisos adyacente al Edificio Berrío, hoy Administración Municipal?

Pero queda claro que a partir de la segunda década del siglo XIX (1820 y ss.) ya existían algunas CASAS DE DOS PISOS, una de ellas esta y la otra, la ya mencionada del Padre Josef Sinforoso de Upegui correspondiente, sin lugar a duda, a la habitación de Pedro Justo Berrío y su hijo el General Pedro José, en el callejón que daba al templo y con balcón hacia la calle Real.

CASAS DEL CAMINO DE LAS CLARAS Y SOTACHIRO (Boquerón)

Venancio Berrío, vecino de Copacabana y residente aquí, vendió en su nombre y de sus hijos a Andrés Antonio Sanín y López, “una casa y solar en la calle de este referido sitio que da salida para Sotachiro y minerales de la Trinidad y de las Claras… de tapias pisadas, pajiza, con sala, aposento, corredor con dos cuartos, cajón de tienda fabricado de madera, cuatro puertas de madera, dos con chapas y llaves, la del mostrador con aldaba, dos mamparas de lienzo en la sala, dos de cuero en los cuartos del corredor, tiene once varas castellanas y una cuarta, en su fachada y su anchor correspondiente; su cocina está cubierta de paja, de un tamaño regular, que al presente se haya cercada de tapias, con patio y huerta; linda por la mano derecha para dentrar a esta casa haciendo última esquina en la salida dicha, por la izquierda con casa y solar de don Juan Antonio Franco y Lorenzo Madrigal, por la espalda con la acequia que en el día gira las aguas para el mineral de doña Bárbara Posada y socios, y por la fachada con dicha calle, había sido construida por don Venancio y costó 225 castellanos, firmado el 14 de noviembre de 1798”452

Esta propiedad quedaba en Boquerón, al frente del pasaje las Villas, sitio ocupado actualmente por Capsos y negocios vecinos.

Don José Antonio Jiménez Dávila, vecino de Santa Rosa de Ossos (sic) vendió al Señor Administrador de las Reales Rentas de tabaco de este sitio, don Josef Nicolás Gómez, “una casa pajiza con su cayniso (sic) o corredor de teja (cornisa) cocina de lo mismo, solar en este sitio, con dos puertas de dos alas de madera, una ventana, cajón de tienda con sus puertas de lo mismo, mas otras cuatro puertas de servidumbre y algunas de las principales con sus cerraduras, dos camas de cuja, dos tarimas, dos taburetes, dos tablas de poner lozas y algunos trastes de cocina; el dicho solar cercado de tapias con su división y también se halla dividido con cercas de tapias el patio y guerta (sic) y esta con

452 A.H. SRO. Protoc. 1798

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buenas hortalizas, por 425 castellanos de oro en polvo… pagaderos así, 265 que me ha sacado de don Plácido Missas por igual cantidad que le adeudaba a la compra de la misma casa y solar que le hice… el resto es por las mejoras… sus linderos por el frente con la calle que baja de la dentrada para Sotachiro, por un costado con solar y casa de don Ángel Choren, por el otro con Miguel Madrigal y por la espalda con Domingo Ramírez, Josef María Rodríguez y don Ignacio Piedrahita…”453

CASAS EN EL CAMINO DE SAN LUIS (Guanteros)

El 20 de febrero de 1816 compareció ante el escribano público y de número don Gregorio de Restrepo, el señor Ubaldo Rodríguez quien declaró que su difunta suegra doña Jacinta Monsalbo (sic) había vendido un lote en el marco de este sitio a la ciudadana Nicolasa Redondo por veinte castellanos de oro, con estos linderos: por el frente de la calle que sigue para San Luis, sesenta varas, por el centro hasta una barranca de mina y por ella hasta lindar con Ángel Jaramillo, y por allí a dicha calle…454

Pedro Jaramillo de Santa Rosa vendió a Salvador Echavarría “una casa de tapias y paja con su cocina y solar en el marco de este sitio lindando por el costado de arriba con Cosme Posada y por el de abajo con Ángel Jaramillo y haciendo frente a la calle en la salida para Yarumal, por cincuenta castellanos” y firmado el primero de mayo de 1819 ante Evaristo Martínez de Pinillos con testigos: Antonio Posada y Juan Antonio Tamayo.455

Estas dos casas limitaban entre sí. Estaban situadas a la entrada de Guanteros actual y por la espalda limitaban con minas que pudieran corresponder a explotaciones en el sitio actual de Tinajitas y Boston, ya que las Tuberías y Minas del Godo Fernánez estaban a un tiro de piedra.

CASAS EN LA RONDA

Javier Silva vendió a Juan García, ambos de Santa Rosa, “una casa pajiza de bareque cuyos linderos y dimensiones son treinta y una varas de frente, con grueso de tapias, y cuarenta y una de centro y remata en la cañada en veintinueve varas, lindando con Bárbara Urrego, haciendo esquina por el camino que va a Tierradentro, su frente a la calle de Ronda, en precio de sesenta castellanos…”456

453 A.H. SRO. Protoc. 1812454 A.H. SRO. Protoc. 1816455 A.H. SRO. Protoc. 1819456 A.H. SRO. Protoc. 1810

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Doscientos Años Después

Esta propiedad estaba ubicada en la Ronda en el sitio del camino a Tierradentro que pudiera coincidir con el actual segmento de la calle Caldas, posiblemente donde existió la vieja casa cural ya que remataba en la cañada, correspondiente a las minas del camino del “cimenterio” del Carmen, es decir, en el culumpio, o el hoyo, que quedaba en el sitio actual de la Porfirio Barba Jacob.

El 20 de febrero de 1821 don José Luna vendió a don Xavier Enao (sic) un solar en la Ronda, de veintinueve varas, por veinte castellanos de oro en polvo, y limitaba al frente con la Ronda, por un lado con la calle del “cimenterio”, por el otro con la casa del mismo Xavier Enao y por arriba con solar y casa del señor Luna. Fue firmado el protocolo ante el Teniente de Gobernador don José Joaquín Pérez.457

Este solar estaba detrás del Hércules actual ya que salía a la Ronda y limitaba con Caldas que era el viejo camino al “cimenterio” de El Carmen. Esa calle había sido llamada el Columpio, porque la mina era muy profunda. De ahí, que en la actualidad, la Calle Caldas, convertida en paso obligado de los automotores que vienen de Medellín y Entrerríos, conserva su gran inclinación.

Don Raimundo Zapata el once de enero de 1823 compró al señor Joaquín “una casa de paja, de tapias, con puertas y ventanas de madera, algo deteriorada, por 300 pesos fuertes. Su solar quedaba al frente del camino de la Trinidad, el lado limitaba con don Lorenzo Medina, el otro con Rumaldo Mesa y la espalda con barrancas de minas que habían sido del difunto Nicolás Jaramillo”.458

Se trataba de las minas que estaban detrás de la Ronda, viejo camino para la Trinidad, ya que empataba, lo mismo que hoy, con el Palo y con los Chorros, ambos eran caminos usuales para Hoyorrico y la Trinidad. Muy posiblemente quedaba detrás de la Catedral actual o detrás de la Cooperativa de ahorro y crédito si atendemos a “su espalda” que limitaba con barrancas de minas.

El 1 de septiembre de 1834 José Antonio Gaviria vendió a Carlos Gaviria y a su mamá un solar situado en la Ronda limitando con el camino de Carolina. A un lado estaba la casa de Ramón Arango. Al otro casa de la viuda de Luis Ramírez. Y al centro limitaba con las barrancas de mina.459

Esta casa estaba ubicada detrás de la sacristía del Templo y en uno de los senderos que conducían a Carolina, posiblemente el camino que hoy se convirtió en la calle de la Quesera o Gamusinas. Este camino seguía por el actual Guanteros pero atravesando la plaza y la Real encontraba el camino de Las Claras (hoy Boquerón).

457 A.H. SRO. Protoc. 1821-1825458 A.H. SRO. Protoc. 1823459 A.H. SRO. Protoc. 1823

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CASAS DE LA CALLE EL PALO

Ambrosio Restrepo, mediante su apoderado, vendió a don José Salvador Fernández “una casa de paja y bareque de este sitio, con su cocina y solar, lindando por un lado con José Arroyave y por el otro con Valentino Macías y el solar con Simón Calle y dicho Arroyave, haciendo frente a la calle que llaman del Palo y por el respaldo con la que llaman de la RONDA, con seis puertas y ventanas de madera, con cerradura, dos camas de cuja, dos tarimas y dos taburetes por 125 castellanos… firmado el 24 de julio de 18219 ante Evaristo Martínez de Pinillo”460

De acuerdo con sus linderos esta casa estaba situada en el sitio actual del Pionero ya que limitaba por detrás con la Ronda y de frente con el Palo.

En la Villa de Santa Rosa de Osos (sic) don Bernardo Múnera vendió a doña Isidora Castrellón (sic) un solar que estaba al frente de El Palo, cuyo centro quedaba al frente del callejón que baja a los Pozos, y por los lados con José María Agudelo y Eugenio Cárdenas. Fue firmado el protocolo el 5 de enero y el valor había sido de 70 castellanos.461

Quedaba el solar en toda la esquina de El Palo con los Chorros, ya que era el camino obligado para los pozos, en el sitio donde nacía el Río Guadalupe.

En el mismo año José Antonio Palacio vendió a Eugenio Cárdenas una casa de paja por 250 castellanos en frente al Palo, a los lados limitaba con Miguel Arroyave y don Antonio Casas, y a su espalda o centro con las barrancas de mina que estaban abajo en el columpio o calle del “cimenterio”, Caldas actual. El protocolo había sido firmado el 5 de junio de 1836.

El 28 de junio del mismo año fue firmado el protocolo de la venta de una casa de paja y solar que limitaba al frente con el Palo, a un lado con Miguel Arroyave, al otro con Jacinto Vélez y al centro con la barranca, por 80 castellanos.

Estaba, según esta ubicación, al lado de la anterior ya que limitaba con las barrancas de minas.

UNA CASA EN EL HOYO ACTUAL.

Rita Peña vendió a Manuel José Villegas una casa de teja, con cocina, horno, y solar en el Hoyo, frente a la calle que baja de la Plaza y limitaba con Miguel Uribe y con la asequia de Manuel Barrientos, por 250 pesos.462

460 A.H. SRO. Protoc. 1819461 A.H. SRO. Protoc. 1836462 A.H. SRO. Protoc. 1836

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Doscientos Años Después

CASA EN CALDAS actual

El 8 de enero de 1835 don Ubaldo Rodríguez vendió a don Manuel Díaz una manga rodeada de tapias y chambas en el sitio llamado EL HOYO, junto al cementerio, al frente de su capilla, por doscientes pesos fuertes.463

Se trataba del cementerio de El Carmen y su capilla. Esta tapaba completamente el camino que iba para el “cimenterio”, es decir, la calle de El Columpio o Caldas actual. La manga quedaba a lado y lado del camino, donde ahora está la Institución Educativa Marco A. Tobón Mejía, la antigua escuela Porfirio Barba Jacob. No confundir este HOYO con la calle que hoy lleva este nombre (antes calle Félix Rojas).

UNA SALINA

Juan Ignacio Tamayo, vecino de Carolina, hermano de Juan Modesto Tamayo, vendió al dicho Juan Modesto, una SALINA en Pontezuela, en el sitio del Peñón por 219 pesos fuertes. La había recibido como herencia de su padre.464

COMPRA Y VENTA DE CASAS DE CLÉRIGOS

En la foxa 66 y ss. de este protocolo fue firmado el siguiente documento de mucho valor histórico para Santa Rosa.

“Nicolás Jaramillo y Molina y en nombre de su hermano José María Jaramillo, vecinos de Medellín, vende al Señor Cura de este sitio, Presbítero don Nicolás Francisco de Agudelo, un pedazo de tierra en que se comprehenden varios solares en la demarcación de este sitio de Santa Rosa de Ossos, cuyos linderos son los siguientes: desde las paredes de esta Santa Iglesia a dar en las tapias de medianía de Francisco Javier de Orrego, en esto se cuentan setenta y seis y tres cuartas varas de terreno que pasan sobre la calle del frente de la Iglesia y siguiendo estas tapias en el callejón de atrás que llaman de La Ronda, se cruza ésta a la esquina de las tapias que actualmente ha hecho Ana María Orrego en línea recta a dar en el manantial o pantano siguiendo su centro y curso principal de agua donde le entra una cañadita un poco debajo de donde viven Rita y Josefa Peña, siguiendo esta dicha cañadita arriba hacia las barrancas y fin de las tapias de la medianía de Andrés Zapata en donde se puso un mojón de piedra, y en cuyo plano hay une estanque perteneciente a Pantaléon Balbín,

463 A.H. SRO. Protoc. 1836464 A.H. SRO. Protoc. 1836

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al pie de la expresada cerca se cruza la calle al lado derecho que va para las referidas Peñas y seguimos al frente de la calle para arriba que sale a la Plaza, hasta donde llega mi actual solar, que fue donde habitó el difunto Doctor Don Francisco Xavier González y comprehende dos de las esquinas de mi casa de tejas que tengo en la plaza de este sitio, setenta varas donde se ha puesto otro mojón; a la derecha se corta la cañadita a dar en la derechura de las tapias y límites del solar y casa que actualmente tiene Bárbara Casas y José Ignacio Silva, saliendo por aquí a la calle que la plaza cruza por el lado derecho y sacristía de la Santa Iglesia, del referido pantano; se sigue esta calle por dicho lado derecho un poquito y luego se cruza a coger el tamaño y longitud de la Santa Iglesia que es donde remata el solar que se le vendió al Presbítero d. Pablo Xavier Granda, siguiendo sus paredes al primer lindero, excepto lo que el difunto don Manuel Jaramillo vendió a la difunta Antonia Peña con cuyos herederos se avendrá el comprador sobre linderos, y en precio y cantidad de 330 castellanos de oro en polvo que tenemos recibidos… firmado ante D. José Miguel Botero, Alcalde encargado de dicha Tenencia de gobierno de estos Valles de Ossos, y yo, dicho Teniente encargado de la Tenencia certifico… 15 de diciembre de 1809. Firmas José Miguel Botero, Nicolás Francisco de Agudelo, Nicolás Jaramillo Molina. Testigos Miguel de Sierra y San Miguel, José María Sierra. Aparecen los recibos de pago de alcabala y firma Tamayo”465

Indudablemente se trataba de los lotes hoy ocupados por la Catedral y la Casa Cural. Se hacía referencia a la Ronda (que es un anfiteatro de mina) a cuyos pies y extendiéndose hasta el Sena Actual estarían unas minas del Padre José Sinforoso de Upegui, y en este momento -1809- eran pantanos, tupias, estanques para las minas de invierno del sector.

Estos lotes estaban atravesados por caminos que se pueden identificar hoy: un camino de atrás llamado la Ronda, un camino hacia la casa de las Peñas que sería la Loma de la Quesera, un camino al frente de la Iglesia que sería el callejón que hoy cae a la plaza y a la calle Real, y otro callejón que cae al hotel Nomar y a la plaza.

Estos enormes lotes eran los solares donde hoy está la Catedral, la casa cural, la casa del General Pedro José Berrío, las casas que están sobre la Ronda, detrás de la sacristía, las casas que están al lado del Nomar y que siguen por el anfiteatro de las minas del Hoyo o calle de Félix Rojas.

“Digo yo, don José María Arango, vecino de este sitio que tengo vendido y vendo en venta real y por juro de heredad y para siempre jamás a don Joaquín

465 A.H. SRO. Protoc. 1809

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Doscientos Años Después

Echiverri, es a saber un solar cercado de tapias con su casa pajiza y de bareque y con su cocina de lo mismo, situada en este sitio, cuyos linderos son por una parte con el sr. Cura d. Joseph Sinforoso de Upegui y por todos los lados así en frente de la que llaman CALLE REAL como la que sigue por frente de la Yglesia y su divisa al campo de sus minas y cuyo edificio y solares del perteneciente lo hubo por compra al Sr. Cura de la Villa de Medellín D. Francisco José Bohórquez y todo lo tengo vendido al referido D. Joaquín Echiverri por precio y cantidad de quatrocientos sesenta castellanos con calidad de reconocerlos y sensa redimible pagando por premio y tributo un cinco por ciento anual según pragmática y de asegurarme todo con fiadores a mi satisfacción, en cuya virtud, yo, el referido d. José María Arango cedo, renuncio y traspaso en el comprador y los suyos, el dominio y propiedad que tenía al referido edificio y sus solares por la ya referida cantidad como su justo precio y valor y que no vale más y si más valiere o valer pudiese de la tal demacia le hago gracia y donación pura, mera e irrevocable de las que el derecho llama intervivos para que la posea como suyo propio con justo título y propiedad, sin que por mi ni por ningún otro se le pueda disputar y en el caso que alguien le disputare de su legítima propiedad saldré a la defensa a mi costa y mención hasta ponersele en quieta y pacífica posesión y en caso de ser vencido daré y volveré otra tanta cantidad si huviere redimido el principal y en caso de no, las mejoras que tuviere en el tiempo del despojo y al cumplimiento de todo lo aquí relacionado me obligo con mis bienes y rentas havidas y por haver con renunciación de todas las Leyes, fueros y derechos que hagan a mi favor con la de la que prohive la general renunciación de Leyes, en cuya virtud así lo otorgo y firmo conmigo y el testigo otorgante a quien certifico, conozco, habiendo presentado la voleta del pago de la alcabala de esta venta en este sitio de Santa Rosa a diez de abril de mil ochocientos doce, José María Arango, rubricado”.466

Esta propiedad limitaba con la posible casa cural del Padre José Sinforoso que estaba en el callejón que salía a la Plaza, al frente de la Santa Iglesia. El Padre Sinforoso, como se indicó antes, tenía casa de dos pisos (de la cual ya había vendido un local exterior de tienda) y limitaba con este vecino cuya propiedad pudiera ser el actual Club de Billares.

En conclusión así se negociaba desde mediados del siglo XVIII (1750) hasta el siglo XIX (1850) en Santa Rosa de Osos, y esa era la estructura inicial, la misma que había sido vista por el Doctor Manuel Uribe Ángel y que fue llevada al óleo en la Comisión Corográfia por Henry Prince en 1852.

466 A.H. SRO. Protoc. 1812

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Luis Octavio Yepes Roldán.

XVI

SITUACIÓN DE LA PROVINCIA DURANTE LOS REINADOS DE

CARLOS IV “EL CAZADOR” Y DE FERNANDO VII “EL DESEADO”

A PARTIR DE 1788

“Por tanto el ciudadano Dictador…en presencia del Soberano Autor de los derechos del hombre y de la justicia de su causa DECLARA: Que el Estado de Antioquia desconoce por su Rey a Fernando VII y a toda otra autoridad

que no emane directamente del pueblo, o sus representantes, rompiendo enteramente la unión política de dependencia con la Metrópoli y quedando separado para siempre de la Corona y Gobierno de España… Dado en el

Palacio del Supremo Gobierno de Antioquia a 11 de agosto de 1813”

(citado en Francisco Duque. Historia de Antioquia. Med. Agosto 1967, pp. 448 y ss)

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Doscientos Años Después

CARLOS IV “EL CAZADOR” (1788-1808)

Con Carlos IV y Fernando VII terminó la dominación española en América Latina y fueron los dos últimos reyes BORBONES.

Carlos IV nació en Nápoles el 22 de noviembre de 1748 y murió en Roma el 20 de enero de 1819.

Gobernó del 14 de diciembre de 1788 al 19 de marzo de 1808. Era hijo de Carlos III y de María Amalia de Sajonia. Poco enérgico. Casado con María Luisa de Parma quien lo manejó junto el valido don Manuel Godoy desde el 15 de noviembre de 1792.

Aprobó la desamortización de bienes de hospitales y hospicios y de las comunidades religiosas. Esta figura se repetiría en La Nueva Granada en la segunda mitad del siglo XIX con Cipriano de Mosquera y más tarde con Aquileo Parra.

En 1796 España se alió con Francia. Godoy cayó en desgracia en mayo de 1798. En 1799 Napoleón asumió el poder y fue coronado como Emperador de Francia en 1804. Por presiones el Rey de España tuvo que sostener a Godoy en 1800. Firmó el convenio de Aranjuez en 1801 mediante el cual puso la Escuadra Española a la disposición de Napoleón. En 1805 fue derrotada la armada franco-española por Nelson, en Trafalgar. En 1807 firmó el tratado de Fontainebleau mediante el cual Portugal fue repartida entre España y Francia y permitió el paso de las tropas francesas hacia Portugal. En 1807 logró develar una conjuración en su contra incluyendo Godoy. En marzo de 1808 se produjo el MOTÍN DE ARANJUEZ ante la ocupación francesa. Godoy cayó preso y Carlos IV abdicó a favor de su hijo Fernando VII.

Napoleón reunió en Bayona la familia real y presionó a Fernando VII para que devolviera la corona a su padre Carlos IV (6 de mayo) sin saber que el día anterior este había cedido el trono a Napoléon, quien lo entregaría a su hermano José.

El rey estuvo prisionero en Marsella y allí permaneció hasta la derrota de Napoleón en 1814 año en el cual Fernado VII reasumió el trono de España.

De su matrimonio en 1765 con María Luisa, de 24 embarazos, sólo nacieron 14 hijos y 7 llegaron a la adultez. Una de sus hijas fue Carlota Joaquina esposa de Juan VI de Portugal.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

PERSONAJES Y HOMBRES PÚBLICOS DE LA COLONIA

Algunos de los gobernantes en las Colonias fueron:

1785 a 1793. Francisco de Baraya y la Campa. Era Teniente Coronel de Caballería del Ejército, Gobernador, Comandante General de esta Provincia, Juez subdelegado de las Reales Rentas estancadas y Director de Caminos. Nació en Viena el 5 de febrero de 1723, Murió en Santa Fe de Antioquia en noviembre de 1796.

El Arzobispo Virrey ANTONIO CABALLERO Y GÓNGORA, verdadero exponente, por punta y punta, del PATRONATO REAL envío a un activo español JUAN ANTONIO MON Y VELARDE en 1785 para que fungiera como VISITADOR DE LA PROVINCIA DE ANTIOQUIA. Fue tan extraordinarias sus obras (posiblemente también sus defectos) que el pueblo se quedó con ese nombre y una calle de Medellín recibió su nombre.

“Fomentó la minería, reformó las ordenanzas de minas, impulsó la agricultura, abrió escuelas oficiales, proyectó el primer acueducto de Medellín, echó puentes sobre el río, inauguró el matadero público, dio nomenclatura a las calles y amplió y abrió nuevas vías”467

Años antes el Gobernador de la Provincia don Francisco Silvestre había ordenado al ya conocido Pedro Rodríguez de Zea visitar el Norte para definir “si en esas montañas de los Osos era posible fundar nuevas poblaciones”. Las tierras serían regaladas para que se dedicaran, sobre todo, a la ganadería y a la agricultura sin descartar la minería. En 1788 Mon y Velarde cumpliría la ordenanza y “emplazaría y focalizaría” a San Luis de Góngora, San Antonio del Infante y Carolina del Príncipe. Es cierto que en los mismos sitios existían, de acuerdo con los registros de bautismos del Archivo de la Diócesis de Santa Rosa, capillas, ermitas y aún viceparroquias a las cuales se desplazaba periódicamente el cura de San Jacinto para los bautismos. El término “fundación técnica” no podía ser aplicado a estas nucleaciones porque ya existían pequeños conglomerados. Se trataba de “dar estructura administrativa” a lo que ya existía mediante el nombramiento de Alcalde Juez Pedáneo y mediante los PADRONES en los cuales constaba el número de habitantes y su condición, para iniciar el proceso de repartición de “solares” y definir el “marco de la plaza” con su Iglesia. Esta decisión coincidía con las reformas de los Borbones implementadas en estos reinos.

467 Francisco Duque. Historia de Antioquia.

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Doscientos Años Después

El documento relacionado con CAROLINA DEL PRÍNCIPE apareció en papel sellado de Carolus IV. D.G. HISPANIAR REX. (un quartillo). Sello quarto, un quartillo, años de mil setencientos noventa y dos y noventa y tres.

En el Archivo Municipal de Santa Rosa de Osos, Caja nro. 4, Juicios civiles y otros documentos del año 1793 fue radicado el siguiente documento con el sello real de Carlos IV, hispaniarum Rex, papel sellado de un quartillo, para los años 1804 y 1805).

“Exmo. Sr. = el Fiscal interino dise: que el sr. oydor visitador de la Provincia de Antioquia remite las diligensias practicadas sobre el establesimiento de la nueva Poblacion del sitio de la Herradura en la Jurisdiccion de Santa Rosa donde hai suficiente numero de colonos acomodados, fabricadas algunas cassas desentes, se esta construiendo Iglesia y Carsel y se proieta abrir un camino que esta ya trochado, de que resultan muchos beneficios a los minerales mas pingues y ricos de aquella Provincia, que la situación local es la mas proporsionada por ofrecer las maiores ventajas y que se le ha puesto el nombre de Carolina de el Principe en justa memoria de Ntro. Serenísimo Principe de Asturias y siendo uno de los objetos mas dignos del Gobierno y que conduce a la maior prosperidad del estado la unión de los vecinos dispersos, a pueblos con cuio medio se logra el aumento de la poblasion, la mejor Ynstrucción Política y cristiana y otros vienes que colman la felisidad. Podra V.E. (vuestra excelencia) aprobando quanto resultado estando en estas diligencias, manifiestase al sr. visitador, su comisionado y colonos la complasensia con que se ha visto en este superioridad el asenso y que se espera continuen con el maior exfuerzo a la conclusión de la Iglesia y con la propia pas y buena armonía que hasta aquí han conservado con lo que lograran aumentar aquel vesindario para cuio fin se les faboresera por el Gobernador de aquella provinsia con todo el fabor y auxilios que nesesiten sobre lo que V.E. provehera lo que estime por mas conforme. Turbaco y octubre dos de mil settesienttos ochenta y ocho = Berrío = Turbaco y octubre trese de mil settesienttos ochenta y ocho = Autos y vistos como parece al Sr. Fiscal interino executandose con oficio por secretaria = hai dos rubricas Caizedo = es fiel copia de su original, Carttagena y octubre veinte de mil setesienttos ochenta y ocho años = Domingo Caizedo = Antioquia y diciembre ocho de mil settesienttos ochentta y ocho = Obedesese en la forma ordinaria y tengase presente para en los casos que ocurran acusando el resibo en el correr del dia = Baraya = Lo proveio, mando y firmo Su Señoria por ante mi de que doi fee = Toro Zapata escribano = Antioquia marzo treinta y uno de mil settesienttos ochentta y nueve = saquese testimonio de la visita de el señor Fiscal y decreto a su continuación de el Exmo. Sr. Virrey en que se digna

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aprobar el establecimiento de la nueva Poblasion con el nombre la Carolina del Principe para remittirlo a el Juez de allí que se alla encargado de esta tan importante obra y correra por mano del Theniente del sitio de Santa Rosa de Ossos, para que uno y otro queden inteligensiados y propendan con todo vigor a sus maiores progresos dando de quenta con las diligensias de este asumpto para pasarlas a los señores de la Real Audiensia y Chansilleria Real a Santa Fee a fin de que se sirban mandar librar el correspondiente titulo a los nuevos colonos como le es pribattibo por real cedula de Su Majestad expedida en el año de mil settesientos ochenta y ocho = Baraya = Toro Zapata escribano = es fiel copia de su original, Antioquia y abril ocho de mil settesienttos ochentta y nueve = Francisco Cristtoval de Toro Zapata, escribano publico y del cavildo = En vista de su carta… y diligencias que acompañaban dirijo los dos adjuntos despachos para que quantto antes se provea de saserdotte a los abittanttes de los sittios de san Luis de Gongora y la Carolina de el Principe y doi a V.M. muchas gracias por el zelo religioso con que promueve estos uttiles establesimienttos = Dios guarde a V.M. muchos años. Popaian veinte y ocho de marzo de mil settesienttos nobentta = Angel Obispo de Popaian = Señor Don Pedro Rodríguez de Zea = Señor Vicario Superinttendentte = Don José Joaquín Tirado, vezino de estta y en ella Regidor Alcalde Maior y por deposito de Bara Alcalde ordinario y como confidente de don Jose Maria Zulaibar presttando vos y causion de Gratta por el dicho antte V.M. según derecho parezco y digo que para efectos que combienen al derecho de mi parte se ha de servir V.M. como rendidamente se lo suplico mandarse de testtimonio de las diligensias consernienttes a la hereccion de Viceparroquia en la nueva Carolina del Principe que en el juzgado de V.M. se encuenttra. Assi mismo de la faculttad y superior despacho con que proseda V.M. en estte asumptto, y todo lo mas que consierna a de manifestar que en estta partte se ha procedido a conceder estta lisensia con las facultades necesarias en derecho y fecho que se me debuelba que estoy promto a dar el recaudo necesario para lo que asiendo el pedimento mas útil = A V.M. pido y suplico se sirva proveer como solisitto en justtisia que pido y juro en animo de mi parte y mia no ser de malisia y lo necesario en derecho = Jose Joaquin Tirado = Medellin y enero veinte y sinco de mil settesienttos nobentta y dos = Por presentada desele al Sr. confidente de la parte a continuación de estte y su proveido el Testtimonio del despacho del Ilmo. Sr. Obispo en orden al curatto que se ha de exigir en el sitio de la Carolina del Principe, por no aber mas diligensias archibadas en este Juzgado; pues un escrito que presentto el Señor Administrador de Correos don Jose Maria de Zulaibar se le debolbio con la providensia que en el constta por la necesidad de los fieles que residen en dicho sitio a quienes se les remittieron misioneros por

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mi en virtud de la facultad que obtengo de la Santta Sede Apostolica y subdelegada por el Sr. Ordinario Eclesiastico de estta Diosesis y en todo obrara los efectos que hubiere lugar en derecho. Asi lo proveio, mando y firmo el Sr. Vicario Superintendiente por ante mi de que doy fee = Dr. Villa = Gabriel Lopes de Arellano Notario Eclesiastico = Luego incontinenti pase a la casa de la morada del Sr. Alcalde Maior Provinsial y Ordinario en depositto Don Jose Joaquin Tirado y le entregue lo proveido, quedo enterado y de ello doi fee = Lopez Notario = Nos Don Angel Velarde y Busttamanantte por la Grasia de Dios y de la Santta Sede Apostolica Obispo de Popaian del Consejo de Su Majestad = Por quanto Don Pedro Rodríguez de Zea, Theniente de Governador de los Valles de Osos en la Provincia de Antioquia nos ha representado en carta de seis del próximo pasado mes que la Yglesia que ha hecho fabricar en el sitio llamado la Carolina del Principe estta sin bendesirce que Ymportta que se hagan con la posible brevedad las diligencias correspondientes para asegurar la congrua del saserdottte que ejerza la cura de Almas; que aviendola se exija curatto formal, que se libren en estte casso edictos para la Provisión; que se verifique el exsamen sinodal de los opositores que se declaren; y que se pase la nomina al señor visePattrono para la presenttasion que le compette, y se practique lo mas condusentte según disposiciones canonicas y reales solisittando en consequensia de esto la comisión necesaria para que el Vicario Superinttendentte de Antioquia Doctor Don Juan Salbador de Villa pueda ejecutar legítimamente quantto ha expuesto, condesendemos desde luego a tan justa prettension y damos la facultad que haiga echo cargo para dar rason de los paramenttos de la Yglesia que se intenta y congrua que debe tener el cura que entrase a servir en estta attension, y hasta tanto que haiga sugetto que se Persone para verificar lo que ordena su Señoria Ilustrisima dijo: que obedesca y obedece, y que aseptta lo mandado por el Ilmo. Sr. y facultades que le concede, y manda se le de en todo y por todo el debido cumplimiento y que luego que se presente sugetto que se haga cargo de practicar las diligensias consernienttes se practtique todo lo mandado por su Sria. Ilma. Assi lo proveio, obedesco, mando y firmo Su Merced por ante mí de que doi fee = Doctor Don Juan Salvador de Villa = Gabriel Lopez de Arellano Nottario Eclesiasttico = Concuerda estte traslado con el superior despacho original que queda en estte archivo eclesiasttico de donde en virtud de lo pedido y mandado por el escritto y decretto que antteseden le hise sacar y con el le correji, consertte y enmendé, estta sierto y verdadero y casso necesario a dicho original me refiero en cuia fee lo certtifico y firmo en estta Villa de Medellín en el día de su mandatto = En testtimonio de verdad = Gabriel Lopez de Arellano Nottario Eclesiástico = Derechos del Sr. Vicario a gratis = del Nottario por el testtimonio y lo actuado

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un peso sinco tomines = Señor Vicario Superinttendente = Don José María Zulaibar Administrador de las Reales Renttas de Correos antte V.M., conforme a derecho, parezco y digo que mediante la facultad que V.M. tiene comunicada por el Ylmo. Sr. Diosesano se ha de servir de hacer la erección de la Parrochia de la nueva colonia de la Carolina de el Príncipe en la Jurisdicción de ojas anchas agregada hasta ahora al curatto de Santta Rosa pues el paramentar dicha Yglesia prometo se hara y el promoverlo corre de mi quenta, y en el ínterin para que no caresca aquel vesindario del venefisio de la Santa Misión que estta proxsimo a seguir se ha de servir V.M. Ygualmente de dar lisensia para que se bendiga la Yglesia y se selebre en ella en calidad de ViseParroquia sugetta por ahora a la dicha Yglesia Parroquial de Santta Rosa, ínterin se verifica la perfección y sufisiensia de Paramenttos necesarios a una Yglesia Parroquial cuia exsisttensia dejo promettida que assí es Justtisia que pido y jurolo necesario dicha = Jose María de Zulaibar, Medellín, y marzo veinte y seis de mil settesienttos nobentta y uno = Por presentada tráigase a la vista el despacho librado sobre estte asumptto por el Ylmo. Sr. Obispo de estta Diosesi el que abiendo vistto su Merced el Señor Vicario Superinttendentte su fecha veinte y siete de marzo del año pasado en virtud de el y de la facultad que se le concede dixo su Merced que mediante a que los vecinos del sittio de la Carolina del Prinsipe tienen fabricada Yglesia usando de la facultad que se le confiere de subdelegar conceda al Doctor Don Geronimo de la Calle el reconosimientto de dicha Yglesia y bendisión de ella para que por lo presente se pueda celebrar y Administtrar los demás Sacramentos como visseParroquia de la Parroquial de Santta Rossa de los Ossos para el socorro espiritual de aquellos fieles que se hallan remonttados en dicho Paraje y que se les pueda hacer la misión a que va remittido por su merced el referido Doctor Calle con las facultades concedidas por la Santa Silla Apostolica en tanto que hagan consttar a S.M. el Sr. Vicario allarse dicha Yglesia con los paramenttos neesesarios y congrua sufisientte para la manuttensión de saserdotte que enttrare de Parrocho para en ese entonces erijirla en propia Parroquia de dichos vecinos abitanttes en aquellos conttornos lo que no duda S.M se ejecuttara mediante la ofertta que hace en estte escritto el Sr. Administtrador de Correos don Jose María de Zulaibar a quien se entregara original con este autto decretto para que se provehan aquellos fieles del Pastto espirittual y que lo ponga presente al cura y vicario de la Parroquial de Santta Rossa para que estte Ynttelingensiado ser por lo presente visseParroquia de su Yglesia. Assí lo proveio, mando y firmo S.M. el Sr. Viccario Superintendentte por ante mí de que doi fee = Doctor Don Juan Salvador de Villa = Gabriel Lopes de Arellano Nottario Eclesiástico = Carolina del Príncipe y abril dose de mil settesienttos noventa y uno en estte día en virtud

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de la comisión a mí librada bendije la Yglesia VisseParroquia con la adbocasion de la Santtisima Inmaculada Consepsión de María Señora Nuestra y San José, y porque conste lo firmo en dicho sitio dicho día = Doctor Jose Gerónimo de la Calle = Santa Visitta de Nuestra Señora de Chinquinquira de los Osos, veinte y uno de enero de mil settesienttos nobentta y dos, vistta la anterior lisensia de capilla alluda de Parroquia titulada de la Consepsion de Nuestra Señora exigida en el sittio fojas anchas, guardese lo dispuestto en nuestras probidensias de el auto general de la santa visita relattibas a dicha capilla y entre tanto no usaran de ella los vecinos de la nueva Poblasion de la Carolina del Principe, lo decretto y firmo S.S. Ilma. el Obispo, mi Señor de que doi fee = Angel Obispo de Popaian = Antte mi Mattías Anttonio Gomes Nottario de Visitta = Concuerda estte traslado con el original de que queda fecha mension de donde lo hise sacar y con el se corrigio, consertto y enmendó va sierto y verdadero a que en lo necesario me refiero en cui fee lo certtifico Y firmo con testigos en estte sitio de Santta Rossa Jurisdicción de la ciudad de Antioquia en veinte días del mes de abril de mil settesienttos nobentta y tres años = Pedro Rodríguez de Zea = testigos Nicolás Duran, testigo Luis María de Ibarra = En el sitio de Santta Rossa Jurisdicción de la ciudad de Anttioquia en veinte y seis de marzo de mil settesienttos nobentta y tres años, Yo Don Pedro Rodríguez de Zea, Theniente de Governador Juez Poblador y Directtor de Caminos digo que para poder Ynformar con la propiedad que corresponde a Su Señoría el Señor Governador en cumplimiento de lo prebenido en ofisio de veinte y tres de el, que fina el Alcalde Poblador del sittio de la Carolina del Prínsipe asociado de el Alcalde Jues Parttidario de dicho sittio ambos mancomunadamente o por separado certificaran: si la VisseParroquia destinada para Parroquia la compuso y endereso Don Nicolás de Restrepo?. Ytem certificaran si el vesindario probeiendose aquel nuebo sittio de proprio párroco estta pronto a edificar una nueva Yglesia de maior amplitud de tapias y tal ves de teja y adornarla a su costa. Ytem certtificaran que paramentos tiene con todas las demás cosas nessarias que se nesesittan en una VisseParroquia sin incluir las Ymagenes pero sí los confesionarios, púlpitto Y cumpliendo con lo que se previene, debolberan originales a estte Jusgado = assi lo provei, mando y firmo con testigos por defecto de escrivano = Pedro Rodríguez de Zea = Testigo Juan Francisco Rodríguez de Obesso = Testigo Juan Anttonio Dias = Carolina del Prínsipe Abril dos de mil settesienttos nobentta y tres = por resivido el superior auto que antesede librado por el Señor Theniente de Governador Don Pedro Rodríguez de Zea el que se obedece en todos sus particulares y para que de su debido cumplimiento debia de mandar y mando Yo Don Jose Rafael de Cardenas Alcalde Jues Poblador y Pedaneo de dicha Carolina se libre por mi la

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certificación pedida bajo de los límites sittados respetto a que resultta en venefisio de este vesindario, y fecho, debuelbase Original al Juzgado que corresponda. Assí lo provei, mande y firme, Yo dicho Alcalde actuando con testigos a falta de escrivano publico ni real = José Rafael de Cardenas = testigos Juan Bautistta Lopes = Testigo Jose del Valle = En dicho días mes y año Yo dicho Alcalde en cumplimiento de las antecedentes Diligencias = Certifico en publica forma para ante los señores y demás Personas que la presente vieren el que es nottorio que Don Nicolas de Restrepo compuso la material esttructtura de la Santa Yglesia de este sittio que anttes abia quedado bensida, habiendo quedado Buena según el dictamen de Prudenttes intteligensias. En Yguales términos se halla oy dia paramentada de los siguiente = una casulla de tisu con todo su abio = Una Idem de flores forrada en tafettan morado = Otra Ytem solo de flores estas dichas con sus avíos = Ytem otra idem de damasina negra con su avío = Ytem una capa de coro de gala = Item una Ydem de puñuelita negra = Ytem un calis con su Pattena, una Piedra de Ara con su marco = dos misales, dos pares de binajeras de plata = una campanilla = Item tres Albas con sus Amitos, dos Paños de Altar con sus correspondientes cornualtares = Item sinco Purificadores y ocho corporales = Una Palia, dos Paños de labattorio = Un fronttal de sarasa guarnesido = Item un bonette = Ytem crus Altta y siriales. A mas de lo dicho se alla dicha Yglesia adexenttada de confesionario de maderas aittinales labrados, Pulpito, dos messas, la una con dos cajones y la otra llana, baul serrado para guardar los ornamentos, dos Pilas bautismal y de agua Bendita. En Ygual Grado Certifico que estte vesinidario proveido de cura se expresara al mejor auge de esta Santa Yglesia y no se duda que se hisiera de tapias sino de tejas pues lo acredittan las proporsiones abundanttes de minas uttiles, moradores laboriosos y obserbantes de la religión, temperamenttos calidos y fructtiferos para la manutension y buen desempeño de sus obligaciones, en cuia virtud doi y formo la presente en dicha Colonia actuando con testigos a falta de escrivano publico ni real = José Rafael de Cárdenas, testigo Juan Baupttista Lopez = Testigo Jose del Balle = incontinentti debolbi estas diligencias al Sr. Theniente de Governador en dos foxas utiles para que obre los efectos que mensiona = Cardenas = Santta Rossa y Abril quince de mil setesientos nobentta y tres = En attension a que el Padre Don Nicolas Francisco de Agudelo cura de esta parroquia cedió las primisias del sitio de la Carolina del Prinsipe a don Jose Maria Zulaybar Administtrador Subprincipal de la Real Renta de Correos de esta Provincia que le hara presente este Auto para que a su continuación certifique quanto importa lo producido de dichas Primisias sedidas, devolviendo al Juzgado Originales para agregar al expediente y con el informar como se previene, por Su Señoría el Sr. Governador y

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Comandate General de esta Provincia. Assi lo provei, mande y firmo Yo don Pedro Rodriguez de Cea, Theniente de Governador Jues Poblador y Director de Caminos con testigos por defecto de escrivano publico y real = Pedro Rodíguez de Cea = Testigo Nicolás Duran = Testigo Luis María de Ibarra = Don Josse María Zulaibar Administrador subprincipal de Correos de esta Provincia. Certifico que cumpliendo con el thenor del Decreto que presede Digo que siéndome deudor el Padre Don Nicolas Francisco de Agudelo de algunas cantidades me sedio para el pago de ellas el producto que rrindiese la colecsion de los frutos de Primisia cosechados en la Jurisdiccion de la Pedanea de la Carolina de el Prinsipe y sin embargo de la abundansia de maises que se cosecharon en el año pasado ha importado el valor de lo colectado dosientos pesos de oro con le pencion de vender los frutos arrazon de tres pesos, en calidad de fiado que es lo que puedo esponer y para que sea constante assi lo certifico y firmo en este sitio de Sta. Roza en diez y nueve días del mes de abril de mil setezientos noventa y tres años = Jose Maria de Zulaibar = Señor Gobernador y comandante general = Muy Señor mío: Haviendose visitado esta Santa Yglesia y sus pertenencias en el año inmediato pasado el Ilmo. Sr. Ordinario, obserbo su Ilustrisima que el Titulo de la ViseParroquia eregida en la Poblacion de la Carolina del Príncipe caresia del espreso consentimiento del Señor VizePatrono Real como previenen las Leyes Reales por cuyo motivo y en cumplimiento de ellas en el Auto general que de Santa Visita proveyó S.S. Ilustrisima dejo un capitulo que su thenor a la letra dice assi = La capilla denominada vizeparroquia dedicada a la Consepcción de Nuestra Señora en la nueva Poblazión de la Carolina del Prinsipe, necesita sobre los paramentos y a la par que tiene un Altar, cazulla negra con sus adherencias, capa plubial negra, frontales de todos los colores de que usa la Yglesia, un crusifixo prequeño para el altar, un confesonario con rejas estrechas, pila de Agua vendita y caxones con serradura y llave para guardar los ornamentos y hallándose dicha capilla aunque nueba desplomada ya por un lado y sin la capacidad correspondiente a las personas que concurren a ella, se reparara solidamente según ante todo la parte desplomada y se le dará mas estension para que se acomoden los fieles en la mencionada capilla y se rrasgaran mas sus ventanas para que no falten las ventilaciones presisas Y no haviendo obtenido antes de esta erección los vecinos de la Carolina ni el consentimiento del Señor Vise-Patrono Real ni nuestra Lizencia mandamos que ante todas cosas, soliciten uno y otro, y después ejecuten quanto dejamos dispuesto en esta Providencia, previniendo al cura que mientras no lo verifiquen todo, ni celebre el Santo Sacrificio de la Missa en la espresada Capilla ni la repute como Vise-Parroquia de esta Matris en cosa alguna Y estando ya paramentada dicha Capilla y

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reconosiendo Yo que tienen grave necesidad de ella aquellos fieles y faltando solamente el consentimiento del Señor VisePatrono Real, suplico rendidamente a V.S. se digne conceder esta gracia y mandarla estender y que se comunique para mi gobierno y avisarme si hay alguna Razon de reparo para abstenerme de celebrar en ella y suspender toda administracion en lo que resivire la M…. y justicia que a nombre de aquellos fieles por esta representación solicito = Quedo rogando a Dios Nuestro Señor guarde la vida de V.S. muchos años = Sitio de Nuestra Señora de Chiquinquira de los Ossos y marzo diez y nuebe de mil setesientos noventa y tres. Beso las manos de V.S., su mas atento servidor y capellán = Nicolás Francisco de Agudelo = Señor Governador y Comandante General Don Fransisco de Baraya y la Campa Yncluio a V.M. el oficio que me ha pasado el cura de este citio solicitando licencia de este visePatronato para la erección de Yglesia en la Población de la Carolina del Príncipe para que me informe lo que tenga por conveniente = Dios guarde a V.M. muchos años. Antioquia marzo veinte y tres de mil setezientos noventa y tres. Francisco de Baraya y la Campa = Señor Theniente de Gobernador de Ofsos = Concuerda este testimonio con el original… de donde lo hize sacar y con el se corrigio, conserto y enmendó, va sierto y verdadero a que en lo necesario me refiero en cuya fe lo certifico y firmo. En este sitio de Santa Rosa Jurisdiccion de la ciudad de Antioquia en quatro días del mes de mayo de mil sstecientos noventa y tres años con testigos por defecto de escribano publico y real. Pedro Rodriguez de Zea. Testigo Nicolas Durango. (12 foxas) (sic)468

CAMINO A JUNTAS DE NARE

El 10 de agosto de 1788 Baraya y la Campa ordenó la apertura del camino desde Antioquia y Medellín al Puerto de Juntas de Nare, el primero y el más antiguo sobre el Magdalena. Este Puerto incidió en el progreso de Rionegro. Permitió a los vecinos de Marinilla poblar las montañas de Sonsón, origen de dicho municipio. Los historiadores aseveraron que este gobernante erigió el Partido de san Jacinto de los Osos en Villa de Nuestra Señora del Rosario de los Osos, dato que no se pudo comprobar y que, de acuerdo con una hipótesis histórica, fue un sólo PROYECTO QUE NUNCA SE REALIZÓ, hipótesis suficientemente probada teniendo en cuenta los documentos pertinentes que se presentarán en el tema “Villa de Santa Rosa de Osos”.

468 Caja General N. 3. Legajo 1788. Marcado a mano como 1793: Superior providencia de la nueva población de la Erradura) (12 foxas, 24 páginas).

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1794. Juan Pablo Pérez de Rublas, interino, personaje muy interesante ya que una de sus hijas emparentó con don Juan del Corral. En varios protocolos de Santa Rosa de Osos apareció su nombre. Su apellido Rubla se convirtió en “Arrubla”. Su tumba actual está en los muros de la Iglesia de Santa Bárbara, en Santa Fe de Antioquia, detrás de un gran dosel de madera.

1795. Juan José de Lora y Nuno. Interino. Fue el primer Gobernador nacido en Antioquia.

1795 a 1796. José Felipe de Inciarte. Fundó a Barbosa el 25 de agosto de 1795 en solares que habían sido de don Diego Hernández de Barbosa.

1796 a 1804. Víctor Salcedo y Somodevilla quien abrió Hospital en Medellín el 4 de abril de 1797. El Hospital estaba cerca a San Benito. Más tarde fue ubicado en la Calle Colombia (en el sitio donde está el templo de San Juan de Dios). Fue, a la vez, gobernante civil y militar porque ya se temían las revoluciones. En uno de sus informes aseveró que en la ciudad de Antioquia había escasez de viviendas y las pocas existentes eran incómodas, debido a la pobreza general de sus habitantes. Impulsó puentes en Medellín. Inauguró allí mismo, en el costado sur del Parque Berrío, un colegio de segunda enseñanza, el FRAY RAFAEL DE LA SERNA, que sería el precursor de la Universidad de Antioquia

1804 a 1805. Antonio Viana, interino. Era abogado.

1804 a 1810. Francisco de Ayala. Fue el último gobernante de la Colonia y el primero de la Independencia. Fue presidente de la Junta Provisional de Gobierno hasta el 27 de febrero de 1811 cuando renunció. En uno de sus discursos indicó la relativa calma de esta Provincia en medio de la cruenta guerra que hacía estragos en otras latitudes. El 16 de febrero de 1808 creó el vicepatronato de Nuestra Señora de Abejorral.469

REGRESO DE FERNANDO VII

Fernando VII nació el 14 de octubre de 1784 y murió el 29 de septiembre de 1833, conocido como “El Deseado”. Rey el 8 de marzo de 1800 y luego de 1813 a 1833. Hombre sin escrúpulos, vengativo y traicionero. Por eso fue conocido, además, como “el felón”. Fue absolutista y pauperizó su Hacienda Real. En Bayona se produjeron las abdicaciones de Fernando VII y de su Padre Carlos IV.

469 Francisco Duque. Historia de Antioquia

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En 1812 las CORTES DE CÁDIZ lo declararon único Rey. En ese momento se fueron organizando las CORTES o JUNTAS en América.

Expulsado Bonaparte en 1813, el 11 de diciembre Napoleón reconoció a Fernando VII como Rey.

Llegó a España el 22 de marzo de 1814. El 4 de mayo de 1814 restableció en España la monarquía absoluta. Murió en 1833. Realizó cuatro matrimonios: con su prima María Antonio de Nápoles en 1802, con su sobrina Isabel de Braganza, 1816, con María Josefa Amalia de Sajonia en 1819 y con María Cristina de las Dos Sicilias, su sobrina, en 1829 de quien tuvo dos hijas: Isabel II que fue reina en 1823 a 1868 y Luisa Fernanda.

Aunque los rumores de independencia eran una realidad, los Borbones no bajaron la guardia respecto a sus impuestos.

Un documento de 1802 explicaría esta situación. Hacía parte de las REFORMAS DE LOS BORBONES. CAMBIOS EN LAS ALCABALAS.

“Con fecha de veinte de dbre. del año anterior (1802) se me comunica por el Ministerio de Hacienda la Real orden siguiente = Excmo. Sr. el Rey se ha servido renovar la libertad de derechos de internación y extracción incluso el de Alcabala de primera venta concedida en Real orden de diez de Abril de mil setencientos noventa y tres, a las Carnes Saladas o en Tasajo y al sebo de Buenos Ayres y demás parajes de America así para el comercio con la Metropli como para el interior de unas provincias a otras o de Puerto a Puerto de Yndias y quiere S.M. (su Majestad) que V.S. (vuestra Señoría) coadyube por su parte con todo esfuerzo al logro de los beneficios e importantes fines a que se dirige esta gracia, avisando V.S. a este Ministerio si se necesitan otras providencias para vencer los ostaculos que acaso se opongan a ella. La transcribo a V.S. para su inteligencia y gobierno. Dios guarde a S.S. muchos años. Sta. Fe veinte y seis de mayo de mil ochocientos tres = Pedro Mendinueta = Sr. Gobr. de Antioquia = Antioquia Junio diez y siete de mil ochocientos tres = se obedece en la forma ordinaria la antecedente Real orden, cúmplase, guardese, y executese y para el efecto publíquese por bando, pasese a cajas Reales y circulese en la Provincia = Víctor de Salcedo = Ante mi Carlos Josef de Garro, escribano publico del Número y Diezmos = con fecha de diez de abril de este año me comunica el Sr. Dn. Diego de Gardoqui la Real orden siguiente: Excmo. Sr. = el Rey se ha servido conceder libertad de derecho de introducción y extracción e incluso el de Alcabala de primera venta a las Carnes Saladas, o en tasajo y del sebo de Buenos Ayres y demás países de America así para el comercio con la

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Metropli como para el interior de otras provincias a estas o de puerto a puerto de Yndias, lo que transcribo a V.M. para su inteligencia y cumplimiento, Dios guarde a V.M. muchos años. Sta. Fe veinte y nueve de agosto de mil setencientos noventa y tres = Josef de Cepeda = Señor administrador de Real Hacienda de Antioquia = Es copia del original de que certifico, Antioquia noviembre catorce de mil ochocientos tres años = Josef Pantaleon Gonzales de Mendoza = Sres. De la Junta, al presente Asesor le parece no están exentos de pagar alcabala los ganados que se venden que es a lo que se contrahe la consulta del Alcalde de San Luis de Góngora, como se puede comunicar en contestación, con copia de esta Real orden agregadas, pero del Derecho de diez y seis del ultimo agosto, comprehendo que ha dado en aquel lugar por libre de Alcabala a las Carnes Saladas que asi mismo se benefician y venden cuyo punto me causa duda y para no causar perjuicio ni a la Real Hacienda ni al Publico juzgo por muy conveniente se consulte con el Excmo. Sr. Virrey del Reyno para que recaiga determinacion sobre este particular. La Junta sobretodo provehera lo que estime mas de Justicia. Antioquia noviembre diez y seis de mil ochocientos tres = Real Contaduria de Antioquia, veinte y ocho de enero de mil ochocientos quatro. Visto el anterior dictamen y aunque en el concepto de la Junta no ofrece duda alguna de que las Carnes Saladas o en Tasajo y el sebo quando no se internan o entran de unas Provincias a otras, o de un puerto a otro, como de las dos Reales ordenes que se ven de este expediente se convence por que no habiendo extracción o internación en el lugar que ha suscitado la presente consulta ni en ninguno de los lugares que comprehende esta Juirisdicion, y si que allí mismo se benefician y se venden y que por esta razón no deven entenderse comprehendidas en el Yndulto, con tanto deceando esta Junta asegurar su resolución y que a Su Majestad no se cause el menor perjuicio, consultese con el expediente al Excmo. Sr. Virrye a fin de que se digne Su Superioridad declarar lo que debe observarse en el particular = Salcedo = Acuña = Campillos = Josef Pantaleon Gonzalez de Mendoza = Concuerda con el expediente en que el Juez del Yarumal forma duda de si las Carnes Saladas que se venden allí deban pagar Alcabala, y original se remite al Excmo.Sr. Virrey en consulta y para resguardo del Archivo de Real Hacienda compulso el presente en Antioquia a primero de febrero de mil ochocientos quatro = El fiscal de lo civil dice que la contrata de D. Juan Jose Ignacio Rodriguz de que habla el Administrador de Alcabala de Cartago en su presentación veinte de noviembre ultimo por ninguna parte que se mira podrá estar comprehendida en la excepción que concedió la Real orden diez de abril de mil setencientos noventa y tres para la primera venta del sebo y carnes saladas pues según entiende, este Ministerio se halla reducido el negocio a que Ruiz saca de su

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hacienda los ganados y en pie los vende a Rodriguez para que este por su cuenta los beneficie conduciendo a expender en el Chocó los sebos y las carnes, de este modo resultan dos diferentes negociaciones, la primera de los ganados en pie cuyo vendedor que es D. Juan Jose Ruiz Salamando, causa allí mismo los derechos de Alcabala y los debe satisfacer en la Aduana de Cartago, como que la venta de semejantes efectos por ningún titulo se eximen de la contribución. La otra es la que va a hacer Rodriguez, de sebos y carnes saladas cuyos derechos se causaron en la Administracion del Distrito donde verificase su expendio y entonces la cobranza será regulada conforme a la Real orden y a los que en su razón esta declarado por superior providencia, veinte y nueve de octubre de mil setencientos noventa y quatro, para cuya obsecuencia podrá servirse esta Superioridad mandar que se comuniquen las ordenes correspondientes junto con la resolución que tuviera a bien dictar sobre la consulta del administrador de Cartago. Santa Fe, diciembre veinte y quatro de mil ochocientos dos…”. “Santa Rosa, octubre 24 de 1805. Por recibida la superior providencia y para su cumplimiento publiquese en la forma acostumbrada para que llege a noticia de todos, el primer dia festivo. Velez. Ante mí. Juan Modesto Thamayo”.470

GOBERNANTES DE LA INDEPENDENCIA

1811 marzo a julio Juan Elías López Tagle. Reemplazó a Francisco de Ayala. El 27 de junio de 1811 firmó la Constitución Provisional de Antioquia en la cual el pueblo asumió el gobierno y deconoció la autoridad de Fernando VII. Nombró como Diputados para la Junta de Bogotá a don Juan del Corral y a don José Manuel Restrepo. Firmó el Decreto mediante el cual nombró a José Sinforoso de Upegui doctrinero de Santa Rosa de Osos.

1811 julio a octubre. José María Montoya Duque.

1811 octubre: Don José Antonio Gómez. El 2 de septiembre fue aprobado el SELLO del Estado de Antioquia. El 29 de diciembre se realizó la Primera Asamblea Constituyente la cual declaró a la Inmaculada Concepción como Patrona de Antioquia. Dirigió una proclama a los Antioqueños el 27 de enero de 1812 desde Rionegro. El 21 de marzo de 1812 fue aprobada la Constitución del Estado. El 23 de marzo fue aprobado el Escudo. Abrió la imprenta del Estado. Murió el 10 de octubre de 1812.

470 Caja General no. 5. Juzgado del Circuito 1. SRO. Legajo 1796-1804)

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1812 octubre al 30 de julio de 1813 don José Miguel de Restrepo. En una proclama del 17 de octubre, ante los rumores del Sur, convocó al pueblo a las armas para defender la libertad. Firmó el acta mediante la cual los antioqueños reconocían el Congreso de la Nueva Granada como Autoridad Suprema de las PROVINCIAS UNIDAS, en Rionegro el 7 de febrero de 1813. Tomó la decisión, de acuerdo con las autoridades, de entregar el poder tanto civil como militar a DON JUAN DEL CORRAL para que preparara al pueblo para la guerra de reconquista.

1813 treinta de julio Don Juan del Corral. Fue nombrado por el Gobernador para TRES MESES. Dirigió una arenga al pueblo el 2 de agosto.

El 11 de agosto de 1813 proclamó la Independencia Absoluta de Antioquia: “Por tanto el ciudadano Dictador…en presencia del Soberano Autor de los derechos del hombre y de la justicia de su causa DECLARA: Que el Estado de Antioquia desconoce por su Rey a Fernando VII y a toda otra autoridad que no emane directamente del pueblo, o sus representantes, rompiendo enteramente la unión política de dependencia con la Metrópoli y quedando separado para siempre de la Corona y Gobierno de España… Dado en el Palacio del Supremo Gobierno de Antioquia a 11 de agosto de 1813”471

Posteriormente en Medellín fue proclamada la Independencia: “En la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín, a veinte del mes de agosto de mil ochocientos trece años, los señores que componen este Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento, que abajo firmarán, hallándose juntos y congregados en esta Sala de su Ayuntamiento, en Cabildo extraordinario, a fin de tratar y conferir asuntos del servicio de Dios y de la Patria … se abrió un pliego… en que se incluye… la Declaración de Independencia de Antioquia, verificada por el señor Dictador del Estado, en que se previene que el dia veinticuatro del presente se publique y se ejecute este acto solemne, desconociendo por nuestro Rey a Fernando Séptimo y toda otra autoridad que no emane inmediatamente del pueblo, mandando se celebre Misa solemne, que se pongan luminarias en las tres noches siguientes y que todo hombre mayor de diez y ocho años haga el juramento debido…”

Terminados los tres meses Juan del Corral presentó su informe. Fue reelegido. Pero murió en Rionegro en 7 de abril de 1814. Se cree que en este tiempo creó varios Municipios o Distritos, entre ellos el de Santa Rosa de Osos. En el Archivo de Historia del Departamento de Antioquia no se ha encontrado el documento

471 Francisco Duque, Francisco. Historia de Antioquia. Med. Agosto 1967, pp. 448 y ss.

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respectivo. La razón – aducida por personas expertas vinculadas a dicha Archivo- era la siguiente: los documentos producidos en esta época fueron tenidos por SUBVERSIVOS. Es posible que hayan sido enviados a Bogotá (porque eran de UN GOBIERNO INSURGENTE) y no se sabe qué destino final tuvieron.

Quedaba claro, por documentos del Archivo de Santa Rosa de Osos (Protocolos), que Santa Rosa no ostentaba el TÍTULO DE VILLA, puesto que hubo tres conatos de los santarrosanos para obtener dicho título de las autoridades competentes. El nombre de VILLA, de acuerdo con los protocolos mencionados, aparecería tardíamente, después de 1820. En 1824 oficialmente fue dado el título por Santander.

Presbítero José Miguel de la Calle, interino, al morir don Juan del Corral (15 de abril a 16 de mayo de1814). Firmó el 20 de abril la manumisión de los hijos de esclavos, propuesta que había sido elaborada por don Juan del Corral y el Doctor José Miguel de Restrepo. Esta aprobación se vería reflejada en los LIBROS DE BAUTISMOS de Santa Rosa de Osos, a partir de este año, según nota del Párroco Josef Sinforoso de Upegui, tema ya explicado.

A partir del 16 de mayo de1814 gobernó el Brigadier Dionisio Tejada. En su tiempo se comenzó la publicación de la Gaceta Ministerial de Antioquia, un semanario que sólo editó 26 números. Gobernó hasta 1816. Sería fusilado en septiembre del mismo año por los Reconquistadores. El 16 de abril de 1816 cayó Antioquia con Warleta.

GOBERNANTES DE LA RECONQUISTA

Francisco Warleta reconquistó el Estado de Antioquia el 5 de abril de 1816. El 8 de abril hizo que todas las fuerzas vivas juraran obediencia a Fernando VII. Elaboró una lista de los REVOLUCIONARIOS de Antioquia, 59 en total. De Santa Rosa de Osos fueron señalados don Joaquín Muñoz que era Teniente de Milicia y Juez de Seguridad, don Modesto Tamayo, don Nicolás Gómez y don Joaquín Moya llamados “chisperos denunciantes”. Terminada la interinidad, Warleta asumió en julio como titular. Fue un hombre pacifista y progresista, no persiguió estrictamente a los revolucionarios, inició la reconstrucción del camino Santa Rosa-Cáceres en junio de 1816. Ordenó un censo de la provincia cuyos resultados fueron los siguientes. Población total 86.267. Antioquia 5440.

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Medellín 6995. Respecto a animales: caballos 13.266, reses 28.533, mulas 2710, burros 136, lanares 2275, cabras 645, cerdos 16.765472

El 3 de septiembre de 1816 fue fusilado don LIBORIO MEJÍA el último Presidente de las llamadas “Provincias Unidas”. Dato muy interesante respecto a los revolucionarios es el siguiente: de los 66 curas doctrineros de Antioquia en 1810, alrededor de sesenta apoyaron la independencia.

Aunque la situación política se complicaba por momentos los Gobernantes continuaban ejerciendo sus funciones y nombrando funcionarios que respondieran por las situaciones usuales y por las extraordinarias que se suscitaran con motivo de las luchas de Independencia, de la Reconquista y de la batalla final para la conformación del Nuevo Reino de Granada.

Es así como el Señor Gobernador Comandante General de esta Provincia Don Vicente Sánchez de Lima, en auto de confirmación de jueces pedáneos, avisó al Teniente Gobernador del Valle de Santa Rosa de Osos que posesionase en sus respectivos cargos a las siguientes personas como constaba en una Resolución dictada el 10 de enero de 1818 y registrada en el correspondiente Legajo de la Caja General no. 11.473 .

Los jueces pedáneos nombrados fueron los siguientes: 1. Santa Rosa de Osos: Carlos González. 2. San Pedro: Vicente Macías. 3. San Luis de Góngora: Antonio Abad Palacio. 4. Sitio de Riogrande: Cristóbal Echeverri. 5. Anorí: Juan Sánchez. 6. Minerales de Petacas: Felipe Villa. 7. Sitio de la Trinidad: Cristóbal Arango. 8. San Antonio del Infante: Ramón Osorno. 9. Angostura de Dolores: Carlos de Estrada. 10. Carolina del Príncipe: Miguel de Uribe. 11. Pretel (comprendía Riochico y san Andrés de Espinal): José María Gallo. 12. Tierra Adentro: José Antonio Echavarría.

El 31 de enero de 1818 tomó posesión el Teniente de Gobernador don Carlos González quien juró defender y adherirse al Monarca. Y se le tomó el juramento de rigor, el mismo que sería conocido en todas las posesiones: “Dios os premiará… Dios os castigará”

Todos los demás, a su turno, presentaron juramento ante el Señor González. De este modo quedaba reestructurada la nómina del Valle de los Osos, todos adictos y seguidores del Monarca, Fernando VII, a quien Dios concediera muchos años.

472 Francisco Duque, Francisco. Historia de Antioquia. Med. Agosto 1967, pp. 448 y ss473 Archivo Municipal de Santa Rosa de Osos. Caja General no. 11. Juzgado del Circuito. 1 SRO. Legajo 1817-1818

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En una licencia, por enfermedad, del titular de Santa Rosa, ejerció el mando don Jerónimo Arteaga.

Sin traumas, sin persecuciones, sin molestias, sin castigos, sin llamadas de atención así fue como los santarrosanos pasaron del dominio absoluto español al gobierno libre de la República de Antioquia, regresaban ahora al “buen camino” bajo el cayado de Nuestro Señor y Rey don Fernando VII. Pocos años después llegaría el cambio definitivo y los santarrosanos iniciarían el proceloso camino de la República.

El Juzgado, entre tanto, proseguía cumpliendo sus funciones con casos tan atípicos como un ejecutivo contra José Pablo Lenes que después de derramar tinta a lo largo de 188 foxas, no pudo concluir.

1818 marzo a mayo: don Pantaleón Arango, REALISTA. Asumió el gobierno civil mientras el militar era entregado al Capitán José Guerrero y Cabero.

1818 abril. Don Miguel Valbuena asumió tanto el gobierno civil como el militar hasta noviembre. Fue un período de MUCHA PAZ.

Estos nuevos gobernantes, entre muchas actividades, tuvieron que sortear algunas dificultades como el asunto de MONEDAS FALSAS que se presentó a partir de 13 de octubre de 1818.474

Ya todos filados hacia la Monarquía los Tenientes y Jueces Pedáneos, incluyendo los de Santa Rosa de Osos, fueron conminados para que hiciesen cumplir las ANTIGUAS ÓRDENES de Mon y Velarde (del 13 de marzo de 1788) contenidas en la siguiente enumeración.

1. Realizar PADRONES periódicamente de suerte que fuesen matriculadas las cabezas de familia con excepción de “pobres, viudas miserables que no tienen nada”.

2. Cada matriculado en ellos pagaría DOS reales.

3. En cada noviembre el Juez Pedáneo rendiría cuentas de lo recolectado en el período anterior y enviaría el producto.

4. Se abriría un libro en la Cabecera para anotar lo enviado por cada Juez Partidario.

474 Archivo Municipal de Santa Rosa de Osos. Caja General no. 11. Juzgado del Circuito. 1 SRO. Legajo 1817-1818

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Doscientos Años Después

5. Hecha la revisión y control se pasarían las listas al Cabildo para su fiscalización.

6. Cada Juez Partidario recibiría el recibo correspondiente.

7. Cada año se enviaría la copia del Padrón correspondiente.

8. Los fondos así recolectados serían destinados de la siguiente manera: para manutención de los encarcelados, para obras públicas, para aseo de calles y plazas y para apertura de caminos.

9. Cada cabeza de familia llevaría a la propia casa del Alcalde o Juez los dos reales ordenados.

10. En cada mes de diciembre se haría una relación completa que se enviaría al Cabildo correspondiente.

El 10 de noviembre de 1818 don Evaristo María de Pinillos envió esta comunicación a todos los Jueces Pedáneos y Partidarios que habían sido nombrados previamente.

El PADRÓN de Santa Rosa mostró los siguientes datos: total de inscritos 121 de los cuales 30 ostentaban el título de Don. No pagaron 13 de los anotados (enero 27 de 1819).

San Luis de Góngora 156. Angostura 122. Anorí 23. Carolina del Príncipe 253. Tierra Adentro 40. La Trinidad 68. Riogrande 67. San Pedro 122. Petacas 81. Riochico y San Andrés de Espinal (Pretel) 97. San Antonio del Infante 131

En noviembre de 1818 tomó posesión Carlos Tolrá quien fue considerado como “el verdugo de las damas” por tantas heroínas que hizo fusilar. Se desposó con la antioqueña María Juliana Sánchez de Rendón. Dicen los comentaristas que este matrimonio con antioqueña suavizó su carácter y domó su espíritu fiero.475

Cuando se supo que José María Córdoba estaba en campaña optó por huir el 19 de agosto de 1819, pero el 21, escuchando rumores en contra, se regresó desde Hato Viejo (Bello). Pero el 23 definitivamente tomó el camino de Zaragoza y dejó al mando al Teniente Faustino Martínez, de muy mala recordación, quien también huyó el 28 de agosto de 1819. Así habían concluido los conatos de reconquista por parte de los españoles.

475 Esta afirmación posiblemente confirmaba la tesis del “matriarcado” antioqueño tan sutilmente tratado por los antropólogos. La madre es el centro del hogar, más que el padre. Se muere la madre y se acaba el hogar; se muere el padre y el hogar sigue en la órbita materna.

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GOBERNANTES EN LA INDEPENDENCIA

José María Córdoba se tomó a Medellin el 31 de agosto de 1819 con 63 soldados. El resto habían sido instalados en las poblaciones vecinas. Asumió el gobierno militar mientras don José Manuel Restrepo, el gran historiador, recibió el encargo de la parte civil.

El 5 de febrero de 1820 Córdoba estuvo en Santa Rosa de paso para la batalla final de Chorros Blancos que tuvo lugar el 12 de febrero de 1820 y que selló la derrota de los reconquistadores.

Al continuar con sus ejéricitos en pos del enemigo nombró como gobernante Militar a José María Ricaurte en mayo de 1820. Sería reemplazado por el Coronel don Pedro Acevedo, interino, hijo del tribuno del Pueblo don José Acevedo y Gómez, el 28 de agosto de 1820.

En 1821 asumió el gobierno tanto civil como militar don Avelino Uruburo hasta enero de 1822 pero no alcanzó a ejercer su cargo y don Pedro Acevedo lo asumió.

En enero del mismo año fue nombrado don Francisco Urdaneta Rivadavia hasta octubre de 1825. El 9 de septiembre de 1822 se creó el Colegio de Antioquia. Repetiría de octubre del 29 a febrero de 1830.

1825 a 1829. Coronel Gregorio María Urreta. Medellín, por Ley del Congreso, se convirtió en capital de la Provincia el 17 de abril de 1826. La Convención de Ocaña terminó en un fracaso en abril de 1828.

El 25 de septiembre de 1828 ocurrió el atentado contra Simón Bolívar en el cual estuvieron involucrados algunos personajes que aparecerían posteriormente en la vida de Santa Rosa de Osos (Mariano Ospina Rodríguez y Wenesalo Zulaybar).

1829. Manuel Antonio Jaramillo. El 17 de octubre de 1829 murió, en batalla, el héroe José María Córdoba

1830 febrero a abril: el Coronel José Manuel Montoya.

La Ley del 11 de mayo de 1830 convirtió la antigua Provincia de Antioquia en DEPARTAMENTO y el jefe recibió el título de PREFECTO.

Mientras tanto había sido nombrado por el Congreso (3 mayo de 1830) como PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA don Joaquín Mosquera y vicepresidente

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Doscientos Años Después

Domingo Caicedo. Se presentó el llamado golpe de estado del BATALLÓN CALLAO y fue dictador el General Urdaneta el 5 de septiembre de 1830 hasta principios de 1831. Ante la Dictadura de Urdaneta el Coronel Córdoba se opuso y el 1 de mayo de 1831 se apoderó de Medellín. Durante un mes el Coronel Córdoba ejeció la autoridad civil y militar. La dictadura terminó con los pactos de Apulo y reasumió la Presidencia el Doctor Caycedo.

En el Departamento de Antioquia fue convocada la Asamblea de Cantones para tomar posición al respecto. Por Santa Rosa fue delegado don Juan Nepomuceno Gutiérrez. La Asamblea apoyó la dictadura.

En julio de 1830 fue nombrado Prefecto don Alejandro Vélez, quien dimitó el 11 de diciembre. Nombró como Secretario de la Prefectura a don Mariano Ospina Rodríguez, vinculado a Santa Rosa.

De diciembre de 1830 a abril del 31 gobernó don Juan Nepomuceno Santana.

El 17 de diciembre murió Simón Bolívar.

El 22 de mayo de 1831 se realizó la Asamblea de Cantones. Por Santa Rosa estuvieron Pablo Jaramillo y José Nicolás Gómez. Por 8000 habitantes habría un diputado.

De junio a diciembre de 1831 gobernó el Coronel Francisco Montoya siendo su secretario don Mariano Ospina Rodríguez.

En este momento Boussingautl visitó la Provincia de Antioquia. Santa Rosa contaba con 3000 habitantes.

De enero a junio de 1832 fue interino el Doctor Francisco Luis Campuzano. Se publicó el periódico El Constitucional de Antioquia.

De junio de 1831 a enero de 1836 asumió Juan de Dios Aranzazu. Habia 54 escuelas de varones y 14 de mujeres. Los alumnos eran 3169. El 19 de octubre de 1834 se dio inicio al Colegio Académica de Medellín, precursor de la Universidad de Antioquia. El doctor Pedro Uribe Restrepo fundó la Botica de los Isaza (el mismo en 1842 fundaría el Cementerio San Pedro). En este tiempo se inició la COLONIZACIÓN antioqueña. Este gobernante fue uno de los precursores de la carretera al mar.

En 1835 Luis de la Torre Uribe, interino.

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En 1836 Juan Santamaría, interino un mes.

En 1836 Francisco Antonio Obregón. Estuvo muy vinculado con Santa Rosa, conocía sus minas y la forma como eran explotadas y su gran riqueza. En su tiempo el oro daba un millón de pesos sin contar las extracciones clandestinas. En este tiempo el Congreso concedió a Tyrell Moore hasta 100.000 fanegas de tierra baldía para que impulsara nuevas poblaciones, agricultura y minería. Fue el primero en introducir molinos de amalgamación y máquinas hidráulicas, y técnicas para construir galerías en las minas de veta.

En 1836 Mariano Ospina Rodríguez fue interino por 45 días.

En 1837 José María Arango, interino. Y regresó Obregón hasta 1840.

El Coronel Salvador Córdoba quien asumió el poder el 8 de octubre de 1840. El Obispo Gómez Plata se opuso y por eso fue desterrado.

Como Córdoba debía proseguir con sus tropas, fue nombrado Juan N. Pontón como provisional en enero de 1841. Lo reemplazó el coronel José María Vezga apenas dos semanas. Córdoba acababa de ser derrotado por el Gobierno en Riosucio. Fue reemplazado por Jesús María Uribe Restrepo durante tres meses escasos en 1841.

Córdoba, ya derrotado, fue fusilado el 8 de julio de 1841 con otros revoltosos.

En Antioquia fue nombrado en forma interina don Gabriel Echeverri el 5 de agosto de 1841.

Asumió el Gobierno de Antioquia, ya pacificada, don Manuel Posada, encargado en junio de 1842 y luego confirmado en noviembre. Terminó su labor al finalizar el año.

Fue reemplazado por el General Juan María Gómez de diciembre de 1842 a enero de 1845. En su tiempo se realizó en Medellín LA PRIMERA EXPOSICIÓN INDUSTRIAL.

El 4 de febrero de 1844 y hasta el primero de julio, recibió el mando don Julián Vásquez Calle. Había estudiado en Santa Rosa con don Lorenzo Berrío.

Fue reemplazado por don Gregorio Hoyos, interino en los primeros meses de 1845. Le siguió Mariano Ospina Rodríguez en 1845. Fue el impulsor de la

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Caja de Ahorro que se establecería el 27 de abril de 1847.

El médico Sinforiano Hernández, interino, fue su sucesor en 1846. Luego también interino Alejo Santamaría, en 1847.

Gobernó a continuación don José María Martínez Pardo de agosto de 1847 a diciembre de 1848.

Por tercera vez asumió el gobierno el conocido Coronel Gregorio María Urreta en diciembre de 1848. El 28 de enero de 1849 se produjo un voraz incendio en ZARAGOZA DE LAS PALMAS que acabó con los famosos archivos parroquiales de la localidad. Desde entonces la verdadera historia del Cristo de Zaragoza se perdió. En junio, en forma provisional, recibió el mando Cayetano Concha.

El último mandatario en esta parte de la Historia fue don Jorge Gutiérrez de Lara, del 9 de junio de 1849 al cuatro de febrero de 1851.

El 7 de abril de 1850 se abrió el primer colegio de señoritas, de enseñanza secundaria, Colegio Santa Teresa. El 5 de junio hubo de cumplir el Decreto presidencial de expulsión de los Jesuitas. El 22 de junio de 1850 fue proclamada la Ley de abolición de la esclavitud, firmada por el Presidente José Hilario López, evento que fue celebrado en Medellín con enormes festividades.

GOBERNANTES DE SANTA ROSA

El Sitio de Santa Rosa de los Ossos y los partidos vecinos tuvieron durante el reinado de CARLOS IV el Hechizado y Fernando VII “el deseado o el felón” representantes en todos los ramos de la administración pública.

Mon y Velarde el 8 de septiembre de 1786, dos años antes del reinado de Carlos IV, había comisionado a don Pedro Rodíguez de Zea para que “pase vuestra merced, cuando el tiempo lo permita, con alguno o algunos sujetos prácticos a los Montes que rodean ese Sitio y reconociendo con prolija curiosidad su clima y la fertilidad de sus tierras enmarque dos poblaciones… formándome V.M. plano exacto de todo clima, aguas, tierras, minas y demás”476 y el 3 de noviembre de 1785 le dio instrucciones precisas al respecto: “para las nuevas poblaciones que se intentan hacer en las montañas de Tenche… informar si tienen buenas aguas para beber y para el riego”477

476 Citado en José Martín Múnera T. La Parcela. Vol. II p. 77477 Citado en J. M. Múnera T. p. 77. Revisar los textos anteriores: “Funcionarios en la Colonia”, p. 383

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Hechos los estudios surgió la propuesta de varias Colonias: una era Carolina del Príncipe en honor del natalicio de Carlos IV, hijo de Carlos II y otra San Luis de Góngora. Una de sus figuras principales sería don Francisco Leonín de Estrada quien en 1786 había sido nombrado Alcalde y Juez Pedáneo de dicho sitio y había tomado posesión en 1787 ante Don Pedro Rodríguez de Zea quien era Teniente de Gobernador y Administrador de la Real hacienda de los Osos. Al tomar posesión “juró edificar un pueblo bello, ser justo, amparar al pobre, desterrar a los ociosos, fomentar la agricultura y abrir caminos hacia Santa Rosa y Cáceres al Puerto Espíritu Santo”. Por eso fue considerado como Fundador de san Luis de Góngora en los Protocolos de 1787. Fue un personaje de enorme influencia y estuvo vinculado tanto él como sus hermanos al sitio de Santa Rosa de los Osos. Apareció en muchos pleitos y fue señaldo en múltiples ocasiones como persona a quien SE LE DABA PODER por su influencia en la Provincia y por el hecho de pertenecer a los Reynos de España.

En 1786 Don Pedro Rodríguez de Zea había sido nombrado Teniente de Gobernador y Juez Poblador y Director de las Nuevas Poblaciones, Justicia Mayor y Administrador Real de Hacienda de esos Valles y Juez Director de las Nuevas Poblaciones. Posteriormente sería rematador de diezmos de san Luis de Góngora en noviembre de 1791 y de Santa Rosa y de Carolina por 525 castellanos. En los Protocolos de agosto de 1795 fue mencionado como “difunto”.

José María de Zulaybar y Aldape era el administrador principal de Correos en toda la Provincia desde 1786 hasta enero de 1791. En 1792 había sido nombrado Mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. En marzo de 1795 era Alcalde y Juez Pedáneo de Santa Rosa y por períodos había sido encargado de la Tenencia de Gobernador. Además era Administrador principal de las Reales Rentas de Tabaco de Medellín y por eso nombraba estanquilleros de los sitios vecinos. En enero de 1796 fungía como Teniente Encargado. En los Protocolos de 1796 aparecería como personaje que estaba atento a los pagos que habían sido definidos por los vecinos a favor del Presbítero Don Manuel Londoño. En 1797 y 98 ya era Teniente en propiedad y estuvo al pie de la reconstrucción de la Santa Iglesia Matriz. En 1801 era Jefe de Correos del Sitio de Santa Rosa. En 1803 era Administrador Interino de Reales Rentas Estancadas. En 1804 fue nombrado, de nuevo, Teniente de Gobernador de los Osos.478

Rafael de Fonnegra fue Teniente de Gobernador en 1791 hasta el 4 de junio de 1792. Fue capitán aguerra, justicia mayor y Capitán encargado de las Nuevas Poblaciones. Además fue subadministrador de la Real Renta de Alcabala.

478 Protocolos Archivo del Municipio de Santa Rosa, 1791 a 1796

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Andrés Antonio Sanín y López (de los Reynos de España) fue Administrador particular de las Reales Rentas Estancadas de tabaco y aguardiente en 1791 a 1797 siendo su fiador don Antonio Euse. En 1799 fue nombrado Teniente de Gobernador de estos Valles y de sus Nuevas Poblaciones, cargo que aún conservaba en 1801, y conservaba el carácter de Administrador de Rentas Estancadas. En julio de 1803 fue acusado de haber asesinado a un esclavo y haber maltratado a otros. Fue declarado inocente. En una de las visitas se le encontró un desfalco que fue subsando por sus fiadores don Plácido Misas y don José María Rodríguez Obeso. Ocupó el mismo cargo de Administrador de Rentas entre 1801 a 1808 y reapareció en 1817. Además era comerciante. Era el encargado de nombrar estanqueros de los diversos sitios del Valle de los Ossos. Estos administradores ocasionalmente delegaban en amigos y conocidos la venta al menudeo (por un tomín, medio tomín, tres granos de aguardiente) con la obligación de enviar alguna utilidad al Hospital de san Lázaro en Antioquia. En 1819 José María Tamayo le fue entregado un estanquillo para ventas al por menor. A Francisco Palacio y Navarro el 31 de mayo de 1806 le fueron entregados UN TERCIO de la Administración de Reales Rentas Estancadas para que pudiera vender al menudeo y fue fiado por Plácido Misas. Se casó con María de Jesús Euse (hija de Pedro Euse y Tomasa Macías). Enviudaría alrededor de 1821 ya que en PROTOCOLOS de 1818, María de Jesús Euse, viuda de Francisco Palacio y Navarro y vecina de san Luis de Góngora haría testamento.

Juan Meri fue colector de Reales Rentas de Alcabala y Barlovento en el Partido de Hojas Anchas en septiembre de 1791.

El Juez y Alcalde pedáneo del sitio de Don Diego (Entrerríos) en 1791 era don Joaquín de Estrada.

En un oficio firmado el primero de enero de 1792 Baraya y Campa informó que el Cabildo de Santa Fe de Antioquia había hecho las siguientes nominaciones de Alcaldes Pedáneos en el Valle de Santa Rosa de Osos: para San Pedro don Josef Miguel Gutiérrez. (en los encabezados de Juzgado correspondientes a San Pedro se decía: “en el sitio de san Pedro, jurisdicción de Santa Rosa de Ossos”), para el sitio de Don Diego don Miguel Pérez, para Riochico o san Andrés del Espinal don Pedro León Luján, para el Partido de “la cortada de Riogrande” don Marcos Lotero, para Santa Rosa Dr. Dn. Rafael Fonnegra, Teniente Gobernador y Oficial Real encargado del fomento de las Nuevas Poblaciones de estos Valles de Ossos, para Hojas Anchas don Gregorio Martínez, para el Partido de Petacas don José María de Villa. Era su escribano público y de cabildo don Francisco Cristóbal de Toro.479

479 Caja general nro. 4. Juzgado del ciruito 1. S.R.O. 1793-1795

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Fueron señalados, además, en sus legajos correspondientes, los siguientes gobernantes: 17 febrero de 1794: Alcalde Juez Pedaneo del Sitio de Santa Rosa: Don Josef Silvestre Vélez (quien reemplazaría al difunto Doctor Pedro Rodríguez de Zea). Para Carolina del Príncipe: Alcalde Juez Pedaneo don Carlos Josef Martínez y Palacio. El 20 de febrero de 1794: Juan Pablo Pérez de Rubla era el Regidor Decano y Alcalde Ordinario de Primera Nominación en Santa Fe de Antioquia y fue encargado de los asuntos del Gobierno por ausencia del gobernador titular. Nombró para el Partido de Tierra Adentro a don Pedro Ignacio Echavarría.480

Los Estanqueros fueron figuras muy importantes ya que recuperaron para el Reino el manejo de aguardiente, tabaco y barajas en contra de las pulperías. Entre ellos: Juan Bernado de Castro en San Antonio, Las Claras y Hojas Anchas; José Ignacio Quintero en Carolina del Príncipe en 1793; Juan José Tirado en el Partido de San Pedro (mayo de 1794); Manuel Díaz y Rivas en San Pedro (febrero de 1795) cuando dejó el puesto don Francisco Villardaga; Miguel de Restrepo y Puerta en el Sitio y Minerales de Dolores, en julio de 1795 y tuvo un subalterno en 1797, don Vicente Cárdenas; Josef Tamayo en septiembre de 1797 cuando el puesto fue dejado por Vicente López; Joseph Mateo Zapata en san Luis de Góngora al renunciar Josef Tamayo y fue reemplazado en 1801, por don José Antonio Sierra, nombrado por don Andrés Antonio Sanín y López; también fue Teniente de Gobernador en los Osos en 1803 y estaba casado con Francisca Rodríguez de Zea. Manuel Silvestre Sanín fue interino de las Reales Rentas de toda la provincia en julio de 1803 y estando en este puesto nombró como interino, en diciembre de 1804, para Carolina del Príncipe a Francisco Josef de Restrepo en reemplazo de Josef Antonio Santamaría; José Antonio Santamaria en 1802; Francisco José de Restrepo en 1803; Francisco Vásquez en 1803. José Loaiza fue nombrado en noviembre de 1806 por Andrés Antonio Sanín y López estanquero de rentas de tabaco y aguardiente en los Minerales de La Trinidad; José Antonio Sierra y Areste, de los Reynos de España, fue nombrado en las rentas de san Luis de Góngora en junio de 1807 y en el mismo sitio, en 1808, don Manuel Carrasquilla al renunciar el anterior. En 1812 Nicolás Gómez. Ubaldo Rodríguez en septiembre de 1819. En septiembre de 1819 “el ciudadano José Jaramillo de Santa Rosa de Osos ha sido nombrado y restablecido por el Señor Administrador principal de rentas de aguardiente de esta Provincia don Luis de Villa, para que administre la cabecera de Santa Rosa”481

En noviembre de 1791 era Alcalde Mayor y Regidor de la Povincia don Manuel Ladrón de Guevara. Otros alcaldes y jueces pedáneos: Joaquín Barrientos en

480 Caja General nro. 4. Juzgado del Circuito 1. (SRO). Tomo único. Legajo 1793-1795481 AHSRO, Protocolos 1819

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abril de 1783, Francisco Miguel Tamayo en San Jacinto de los Osos, Francisco Miguel de Isaza de Santa Antonio de Infante en 1789, Silvestre Vélez en 1790, Miguel Sacramento Tamayo en 1822.

Don Juan Pablo Pérez de Rublas era el Regidor Decano de la ciudad de Antioquia en 1792 y además tenía comercios. En 1802 era el Registrador de Antioquia con inclusión del Valle de los Osos. Murió en 1808.

Fueron Alcaldes Pedáneos don Marcos Sotero en el Partido de la Cortada y San Andrés, en 1792; José Mateo Zapata en Santa Rosa en octubre de 1792, Jerónimo Palacio en Carolina del Príncipe, marzo de 1795, Joseph Rafael Navarro de Arango en el Partido de la Trinidad y Caruquia. Además remató los diezmos de san Pedro en julio de 1790; Juan Herrera en enero de 1802, Josef Antonio Echavarría en el Partido de Tierradentro en febrero de 1804, Santiago Possada en Santa Rosa en 1804 (posteriormente aparecería como Teniente de Gobernador Interino); en San Antonio del Infante fueron vinculados los siguientes: Vicente Vélez como juez pedáneo y alcalde (1791), Isidro Miguel de Isasi, Alcalde, Juez Pedáneo y Poblador en enero de 1792. Don Plácido Misas, en el texto de su Testamento (1799) se le tenía por “Alcalde” de Santa Rosa.

Tenientes de Gobernador fueron, entre otros, José Manuel de Oliveros en 1793, José Silvestre Vélez en enero de 1794 y reaparecería en diciembre del mismo año, pero no en 1795. Sería interino desde agosto de 1805. Este mismo personaje remató los diezmos de Carolina del Príncipe en los años 1793 y 1794. Reaparecería como Teniente de 1806 a 1810; Josef Antonio Velásquez en julio de 1794 además de ser el Teniente ostentó el título de Director de Caminos, puesto que ejerció en 95 y 96. Francisco Javier Barrientos en 1811. Juan de Dios Uribe en 1812. Don Sacramento Tamayo encargado en mayo de 1813. Joaquín Muñoz en junio de 1813. Vicente Herrera o Vergara pretendió ser Teniente pero fue demandado en febrero de 1805 por incompatibilidad. Juan García Campuzano en mayo de 1817 y 1818 (era además dueño de tienda). Finalizando el año recibió el título de “señor gobernador comandante general de esta provincia”. Jerónimo Artiaga en diciembre de 1818. Carlos González en 1818. En 1818 Evaristo Martínez de Pinillos. Francisco Jaramillo en marzo de 1819.

Isidoro Duque, en 1792 fue nombrado Mayordomo de la Fábrica de las Ánimas Benditas,

Otros en rentas: Josef de Escobar en San Antonio (1790), José Vicente López de San Luis de Góngora en 1790 y Rafael Fernández del mismo sitio en 1824.

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Francisco Miguel Tamayo (hijo legítimo de Juan Ignacio y de Antonia de Mesa) era el Teniente Oficial Real de esta caja de Santa Rosa de Ossos desde 1793 y el mismo oficio en 1805. Estaba casado con Cecilia Bustamante hija de Marcos y de Rosalía Piedrahita y fueron 10 sus hijos. En los recibos expedidos en Santa Rosa, por impuesto de alcabalas firmaba “Tamayo”. En marzo de 1806 presentó un desfalco de 260 castellanos que fue subsanado por Jerónimo Palacio, Joaquín Yepes, Antonio Álvarez, Miguel Monsalvo Mateo Zapata y Josef Tamayo.

Escribanos: Jacobo Fascio y Lince era el escribano real y público en Medellín en junio de 1794. El de Santa Rosa, y por muchos años fue don Juan Modesto Tamayo a partir de marzo de 1798 hasta 1805 cuando se retiró por enfermedad. En enero de 1806 aparecería como Teniente de Oficiales Reales (estaba casado con Ramona Jaramillo y Montoya de Hatoviejo). En mayo de 1804 se vio precisado a nombrar un apoderado para que lo defendiera de una demanda por vacancia de su puesto, instaurada por Antonio Sanín y López. En 1806 fue nombrado Teniente de Oficial de rentas. En agosto de 1812 José Apolinar Ardila era el escribano. Cuando vacaba este puesto el Teniente de Gobernador asumía sus funciones.

José Mariano Pontón era el Administrador de Correos en Medellín en noviembre de 1798.

Lorenzo Justiniano Yepes era el Procurador de Número de la Ciudad y Provincia de Antioquia en mayo de 1804.

José María Ramírez fue escribano interino y Lorenzo Zapata fue nombrado Ayudante Mayor de Milicias en enero de 1790 en Antioquia.

Ildefonso Banalcázar en febrero de 1812 fue nombrado Teniente Oficial de Manejo.

Miguel Gómez Teniente Ministro del Tesoro Público.

Rematadores de Diezmos: fueron muchas las personas que remataron los Diezmos. Era una costumbre propia de las Instituciones Españolas. Rematar los diezmos consistía en “tasar” el valor de dicho impuesto eclesiástico durante un año de acuerdo con recaudos anteriores y el número de pobladores, los comercios existentes, las minas en actividad. Por lo general algunos funcionarios públicos o sus amigos ofertaban determinada cantidad por los Diezmos de un año, presentaban fiadores y codeudores y se comprometían a pagarlos en cuotas casi siempre semestrales. Entre ellos aparecieron Venancio Berrío de Copacaban

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quien se postuló en el pregón de diezmos de 1791 para dos años seguidos, y ofreció 615 castellanos; Pablo Jaramillo remató en 240 castellanos los Diezmos de San Pedro en 1797; el Presbítero Jerónimo de la Calle, en Medellín, 1790.

Existió el cargo de Juez Interno Colector de Diezmos, puesto que en el Gobierno de la República (4 de mayo de 1820) fue ocupado por el ciudadano don José Miguel Botero siendo sus fiadores José Antonio y José María Botero.

Además de los funcionarios anteriores, en los Archivos y Protocolos analizados fueron registrados los nombres de muchos servidores públicos, algunos de los cuales habían ocupado otros puestos. Fueron alcaldes: José Miguel Botero en 1809 y además Teniente de Gobernador encargado. Miguel Silvestre Sabín alcalde ordinario de Rionegro en marzo de 1812. Ambrosio de Restrepo, de Santa Rosa en julio de 1812. Miguel Sacramento Tamayo fue alcalde ordinario en marzo de 1816. Estaba casado con María Antonia de Arenas, hija de Miguel. Juan de Dios Uribe fue alcalde en marzo de 1817. Había sido Escribano en 1814 y Teniente de Milicias en abril de 1815. Carlos González, alcalde del valle de los Osos en 1818 y había sido encargado de la Tenencia de Gobernador en enero del mismo año. Jerónimo Artiaga, en diciembre de 1818 y encargado de la Tenencia de gobernador. Francisco Jaramillo en marzo de 1819 y también encargado de la Tenencia de Gobernador de estos Valles. José María Arango en 1823. Atanasio Patiño alcalde del Partido de La Trinidad en 1826. José Antonio Mexia en 1827. Miguel de Uribe, alcalde municipal segundo en agosto de 1827. Nicolás Navarro en 1828. Waldo Rodríguez, Alcalde Primero Parroquial en febrero de 1829. Francisco Jaramillo Alcalde Primero Municipal en 1832.

Fueron Tenientes de Gobernador: Francisco Javier Barrientos en enero de 1811. Juan de Dios Uribe en enero de 1812. Joaquín Muñoz desde julio de 1813 hasta 1814. En 1820 fue nombrado para el mismo cargo por EL GOBIERNO REPUBLICANO. Además fue MAYORDOMO DE FÁBRICA de esta Santa Iglesia Parroquial en marzo de 1814. Lorenzo Pérez en agosto de 1815. Juan García Campuzano desde agosto de 1816 hasta mayo de 1817. A finales de este año fue nombrado Gobernador Comandante General de esta Provincia. Evaristo Martínez de Pinillos, desde agosto de 1818. José Nicolás Gómez en febrero de 1822. En 1820 había sido Administrador de la Renta de Correos y en 1823 sería Juez Político de este Cantón hasta 1824.

Administradores de Reales Rentas estancadas de Tabaco, Aguardiente y Barajas: José Nicolás Gómez en junio de 1812. Además de ser comerciante en ropas administró los Correos de 1813 a 1816. Francisco Vásquez en agosto de 1812

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fue encargado de las Rentas en Carolina del Príncipe. Manuel Sanín, marzo de 1817. Andrés Antonio Sanín en 1817. José María Tamayo en septiembre de 1819 se le entregó un estanquillo para ventas al por menor. José Jaramillo fue Administrador de Rentas Departamentales en septiembre de 1819. Se presentó un litigio en su contra pero fue reconfirmado en el cargo. Ubaldo Rodríguez manejó el Estanco de Las Claras. Luis de Villa administró las rentas en esta Provincia en noviembre de 1819. Rafael Fernández administró en san Luis de Góngora en 1824. José María Gómez, en este cantón no sólo manejó las rentas sino la Alcabala en septiembre de 1817. Luis María Restrepo fue el estanquero en abril de 1829 de San Andrés del Cauca (todavía no había sido trasladada este Sitio a San Andrés de Cuerquia actual). José Mira en octubre de 1831 fue nombrado para el estanco de La Trinidad. Don José María Sierra para el Partido de Riogrande. José Ignacio Yepes para La Chorrrera en la misma fecha.

Ocuparon puestos judiciales los siguientes: Pedro López de Mesa, Procurador de Número en noviembre de 1815. José Miguel Botero, juez interino colector de diezmos en mayo de 1820. Pedro Vásquez, Juez interino colector de diezmos de 1817 a 1828. Nicolás Gómez, Juez Político del Cantón de Santa Rosa de Osos en enero de 1831.

Fueron escribanos públicos y del número los siguientes: José Apolinar de Ardila desde agosto de 1812 hasta 1814. Gregorio de Restrepo desde enero de 1815 hasta inicios de 1817. Jerónimo Arteaga en 1814. José María Tamayo desde febrero de 1814 hasta 1827. José María Ramirez en marzo de 1827. Interino durante varios períodos y apareció en los Protocolos hasta septiembre de 1836. Sería reemplazo por José María Tamayo.

Funcionarios relacionados con el Tesoro y similares fueron: Ildefonso Benalcázar, Oficial de Manejo en febrero de 1812. Juan Modesto Tamayo, Oficial Real en noviembre de 1814 y Ministro del Tesoro Común desde agosto del 15 hasta junio de 1816. Juan Antonio Tamayo, Oficial Interventor de la Caja de este Tesoro Público en marzo de 1816. Miguel Gómez Teniente Ministro del Tesoro Público en julio de 1820.

Fueron Mayordomos de Fábrica Vicente Martínez de Pinillos, a partir de enero de 1818 y reelegido por el pueblo hasta 1823. Además era Mayordomo de las Rentas del Santísimo. Lorenzo Berrío, padre de Pedro Justo Berrío, fue mayordomo de fábrica desde 1827 hasta 1843.

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Andrés Sanín, administrador particular de tabaco en enero de 1812, casado con Rosalía Misas, hija de Plácido Misas. En Procolos de 1827, foxa 36 Rosalía Misas, su esposa, vendió una casa a José Nicolás Gómez por 160 pesos de oro en polvo, en mayo de 1827, situada en la Calle Real “que gira a la plaza”. Y se anota que era la esposa de ANDRÉS SANÍN, “emigrado desde el año 1819, residente en tierras ultramarinas”. (con la Independencia de Colombia algunos extranjeros fueron desterrados); Modesto Tamayo en julio de 1811 aparecería como Teniente de Oficiales Reales. Francisco Estrada Síndico Diputado del Hospital de Medellín en marzo de 1817. Pablo Pérez, Juez Primero del Cantón de la Villa de Santa Rosa, febrero de 1835. José María Tamayo: escribano desde 1836 a 1846. Había reemplazado a José María Ramírez. En junio de 1828 fue nombrado Jefe Político de Santa Rosa de Osos (ya existía un edificio Municipal). José María Yarza Juez Primero de primera instancia, 1838. Nicolás Navarro Alcalde Primero en junio de 1818. Jacinto Vélez Alcalde Segundo en el mismo año. Nepomuceno Zapata Juez Municipal Primero. Manuel Barrientos Juez Municipal Segundo, Tomás Carrasquilla. Procurador. Eloy Hoyos, Secretario Municipal, todos en 1828.

PERSONAJES

Don Francisco Antonio Zea aparece en los protocolos de 1810 cuando se levantó la testamentaria de sus padres en 1810. José María Euse, hijo de Pedro Euse y Tomasa Macías era cura de Carolina en enero de 1812. Juan de la Rosa Leonín de Estrada, dueño de tierras en San Luis de Góngora. En mayo de 1828 un extranjero denominado Thomas Yons, de Inglaterra, compró una casa en el marco de Santa Rosa. En 1831 Tyrell Moore, que vivía en Anorí, en los Protocolos de 1831, vendía unos derechos de mina. Un poco antes, en 1828, había establecido molinos de pisones en las Minas de Luis Brand.

Mateo Zapata casado con Francisca Rodríguez de Zea, dueño de minas en los Salados de Riogrande. José María Bastides célebre contrabandista de tabaco en San Andrés (abril 1791). Joaquín Barrientos minero con instalaciones en El Chagualo en julio de 1791. El cura Francisco Xavier González, quien fue demandado por deudas de los heredero del Alférez Real don Bernardo Martínez, difunto, y quien arregló el problema por las buenas en 1797. Juan Ardevol, de los Reynos de España, radicado en Santa Rosa en julio de 1797. María del Carmen Misas Macías, hija de Placido Misas y Tomasa Macías: se hizo monja en el

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convento de Nuestra Señora del Carmen de Medellín y recibió de su padre una dote de 175 castellanos en noviembre de 1797. Rosalía Díaz viuda de don Pedro Rodríguez de Zea y suegra de don Mateo Zapata. Fue la madre de FRANCISCO ANTONIO ZEA DÍAZ y de María de Jesús, casada con Bartolomé de Restrepo. Juan Martínez, de los Reynos de España, en julio de 1801 aparecería como dueño de esclavos y por ende de minas. En enero de 1804 fue denunciado Pablo González por haber robado a Juan Ignacio Tamayo. En 1804 fue denunciado un tal Vicente Herrera o Vergara porque pretendió posesionarse como Teniente de Gobernador de los Osos. Otro español muy imporante en Santa Rosa fue don Ángel Choren, casado con Isabel de Uribe. Desde 1805 apareció como negociante.

SEMINARISTAS

Dos casos muy interesantes en estos Protocolos fueron los siguientes: el Teniente de Gobernador don Josef Mateo Zapata esposo de Francisca Zea (hija de don Pedro Rodríguez de Zea), en julio de 1803 declaró que su hijo Francisco Antonio Zapata y Zea “está haciendo estudios menores con fundadas esperanzas de seguir el ESTADO SACERDOTAL”, POR Lo CUAL TENÍA DERECHO A LA herencia de una capellanía QUE HABÍA SIDO CREADA DESDE MUCHO TIEMPO ATRÁS POR el Capitán don Fernando de Toro Zapata y por su hija Ana María de Toro Zapata, a favor del Padre Don Félix Zapata, siendo su legítimo heredero el mencionado “estudiantes de estudios menores”.482

El segundo: José Manuel de Restrepo y Vélez, hijo de Miguel de Restrepo y Leonor Vélez “está adelantando estudios mayores con esperanza de lograr el estado sacerdotal” y es el heredero de una CAPELLANÍA fundado por Úrsula de Molina, por 600 castellanos. Por eso sus padres dieron PODER a un representante de Popayán para que obtuviera dicha herencia.483

482 Protocolos 1803 Archivo de Santa Rosa483 Protocolos de 1805

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INDULTOS DE PRESOS

Los eventos de la metrópoli se celebraban de diversa manera en las Yndias, fuesen alegres o luctuosas. Si la muerte del Rey producía gran consternación en los sencillos santarrosanos, mineros la mayoría con sus esclavos, otros asuntos alegres también influían en ellos.

Por los archivos heredados del Padre Nicolás Francisco de Agudelo, párroco, supo Josef Sinforoso que en las predicaciones de enero de 1796 el Padre Agudelo había recordado un Documento mediante el cual el Rey, por el MATRIMONIO DE LAS INFANTAS doña María Amalia y Doña María Luisa, había concedido una serie de indultos a todos los presos de todas las ciudades, pueblos, sitios, partidos de los Nuevos Reynos, a exepción, por supuesto, de los crímenes de lesa majestad divina o humana, de la alevosía, del homicido en persona consagrada, en fabricación de moneda falsa, en incendio, en extracción, en blasfemia, en sodomía, en hurto, en cohecho, en falsedad, en lenocinio, en malversación de la Real Hacienda, gracia que sólo cubría los delitos cometidos antes del documento y no los posteriores. Además se hacían indultos especiales a los fugitivos y a los rebeldes con tal que se presentaran a la justicia.

Era un compendio del MANUAL DE ÉTICA establecido por los doctrineros y predicadores y apoyado en las Reales Cédulas.

Los indultos -reflexionaba el Padre Sinforoso- no podían entenderse como una relajación de costumbres. En la práctica sólo eran indultados “pecadillos veniales” ya que los crímenes atroces eran castigados severamente. Es cierto que las costumbres punibles habían cambiado drásticamente. Ya no se aceptaba la muerte atroz como se estilaba en siglos anteriores, con un ejemplo que todavía sobrecogía al Padre José Sinforoso, al recordar – y lo hacía con frecuencia en los luctuosos aniversarios – la muerte del descubridor de estos Valles, el MARISCAL DON JORGE ROBLEDO, mandado matar por “traición al rey” con el garrote atroz.

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XVII

LA VILLA DE SANTA ROSA Y SUS DESMEMBRACIONES

“que por cuanto han pensado renovar su pretensión que en el principio del establecimiento del NUEVO GOBIERNO habían intentado, siguiendo

aquellas ideas y deseando dar algún lustre a esta su población y su demarcación tal vez el terreno más apreciable y más útil para un rendimiento de oro, ventajoso a toda la Provincia; en esta consideración y a efecto de que

ante el Serenísimo Colegio se impetre la gracia de que esta su dicha población se exija y se eleve a la clase capitular, con DENOMINACIÓN DE VILLA,

a cuyo efecto los otorgantes dan y confieren su poder al Señor Alcalde Ordinario de la Ciudad de Rionegro, don Miguel Silvestre Sanín, para que a

nombre de los otorgantes y representando sus personas y vos (sic) se presente, ante el Serenísimo Colegio Constituyente de esta Provincia, impetrando la

gracia de que esta su población con nombramiento en el día, de sitio, la eleve y autorice el grado de CAPITULAR con título de VILLA, segregada de la

capitularidad y ayuntamiento de la Ciudad de Antioquia

(Bibl. A.H.SRO. Protocol.1812-1815)

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PLANOS. 1790 a 1850.

El sitio de Santa Rosa de Osos correspondiente a este período fue descrito por Manuel Uribe Ángel, médico, intelectual, geógrafo, escritor y poeta.

Era uno de los PROHOMBRES de Antioquia y figura de primerísimo orden en su ciudad natal ENVIGADO. A pie y a caballo recorrió todas las breñas de Antioquia y sin contar con instrumentos sofisticados logró una descripción geográfica tan fiel que el Gobernador de Antioquia el General Marceliano Vélez le encargó, en 1887, la publicación de un COMPENDIO DE GEOGRAFÍA y otro de HISTORIA como textos oficiales para los colegios de su época. Su obra fue publicada en Francia en 1885.

Su descripción de Santa Rosa de Osos equivale, salvadas las proporciones, al primer PLANO visto a distancia. Estas fueron sus letras:

“La importante ciudad de Santa Rosa de Osos fue cabecera de Cantón en tiempo de la extinguida Nueva Granada, y es hoy Capital del Departamento del Norte”. “Todo lo que puede llamarse puna de Santa Rosa de Osos alcanza una altura muy considerable…tiene la fisonomía de tierra yerma, triste y solitaria. Las corrientes de agua ruedan por más o menos profundas quiebras; el roble frondoso y oscuro forma bosques de trecho en trecho… yerbas raquíticas cubren grandes espacios de suelo; altas barrancas indican el anterior laboreo de las minas… y las humildes casas del minero o del agricultor se ven acá y allá sin arboledas, sin jardines, sin huertos, y acompañadas a lo más por sementeras de maíz, de arracachas y de papas… Inmediato al caserío quedaba un plano elevado en forma de anfiteatro, y sobre ese plano agruparon habitaciones, que al fin, y ya para mediados del siglo anterior (1750), presentaba aspecto de ciudad). Esa ciudad puso su planta sobre un banco de oro… alguien ha dicho que se comprometería a edificar una ciudad igual en un punto señalado, a trueque de que se le permitiese beneficiar tal depósito… El territorio de los Osos es una puna de considerable altura y su mayor mole montañosa es ella misma… La ciudad de Santa Rosa se ve desde las alturas que la rodean, y por algunos lados, a gran distancia, levantada sobre la cúspide de un cerro, todo el aurífero, y circundada por altos derrumbaderos, los tejados grises de sus habitaciones y sus blancas paredes se distinguen ya oscuros, ya lucientes. Santa Rosa es la vieja reina de la comarca, asentada sobre un trono de oro. Las casas que componen esta ciudad son en general de modesta apariencia, la

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mayor parte de ellas aseadas y bien dirigidas; las calles, tortuosas pero limpias; la plaza, elegante y bien nivelada; el tempo principal, aunque no artístico, lujoso y esmeradamente cuidado. Sus calles principales son las llamadas Real, Palo, Boquerón, Mutis, Cárcel, Guanteros, Páez, Caldas, Zea, Gimaní, Ronda, Jirardot y Quinta”484

Si el benévolo lector comparara esta impresionante descripción con la vista actual de Santa Rosa en el año 2014, desde las instalaciones de la UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL NORTE, en el Alto de la Mina (antiguas minas de SOTACHIRO) quedaría gratamente impresionado.

La que había sido CABECERA DE CANTÓN y CAPITAL del Departamento del Norte era hoy la CIUDAD DE SANTA ROSA, gran polo de desarrollo de la Meseta antioqueña.

La fisonomía de tierra, triste y solitaria había desaparecido ya que los alrededores de la ciudad, gracias al beneficio de la porquinaza, eran lomas, cejas y planos color esmeralda, ocupados por hatos productores de leche y por cultivos de diversa naturaleza.

Las aguas seguían corriendo a relativa profundidad beneficiada por las campañas de saneamiento básico, de suerte que las aguas negras y servidas habían sido recogidas, al menos en los desaguaderos de las primeras fuentes del Río Guadalupe (El Turco), y llevados a pozos especiales en donde eran tratadas y vertidas de nuevo al mismo riachuelo que luego haría parte del caudal del Guadalupe.

Los robles frondoso y oscuros que formaban bosques de trecho en trecho había desaparecido y sólo quedaban en algunas fincas lejanas como PIE DE MONTE que asegurara humedales y nacimientos.

Las yerbas raquíticas que cubrían grandes espacios de suelo conocidas como chilcas, romeros, moreras, tunas y helechos habían desaparecido para convertirse en vegetación exuberante gracias a abono y al pastoreo de los hatos.

Las altas barrancas que indicaban el anterior laboreo de las minas subsistían, aunque transformadas. Una de ellas soportaba el nuevo barrio “El Portal” y a sus pies había sido construido “El Nuevo Amanecer”. Otras habían sido arborizadas con pinos candelabros. Otras cargaban algunos hatos lecheros junto con sus terneros y sementales. 484 Manuel Uribe Ángel. Geografía General del Estado de Antioquia en Colombia. Ediciones Autores Antioqueños. Medellín 1985. Primera edición. París. 1885

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Las humildes casas del minero habían desaparaecido y ni siquiera quedaba vestigios del sitio donde habían sido ubicadas puesto que la llamada RANCHERÍA de Arenales eran sólo un recuerdo etéreo de la memoria colectiva.

Las pobres casas del agricultor, sin arboledas, sin jardines, sin huertos, y acompañadas a lo más por sementeras de maíz, de arracachas y de papas, habían sido transformadas gracias a los planes municipales de mejoramiento de vivienda o a las nueva construcciones planeadas por los finqueros y en muchos casos convertidas en “verdaderas habitaciones de recreo”.

El plano elevado conocido como anfiteatro de minas era el trono de Santa Rosa y aglutinaba una población de veinte mil habitantes en más de quince barrios nuevos, en edificios de cinco pisos, en urbanizaciones y en los mismos apiques como se podía constatar en “Dios es Amor”, en el barrio “San Carlos”, en la manga del Hoyo del Hospital donde estaba el estadio, las pistas y las piscinas, en “Boston”, en la antigua “Tinajitas”, en la “manga de la custodia”, en las vegas del riachuelo San Juan (Frigocolanta), en la margen izquierda del pequeño Guadalupe (antiguas tenerías) y en los humedales situados al pie de Cerro Gus, convertidos ahora en hoteles, restaurante, talleres, depósitos de madera, almacenes de cuido, en fin, toda la población arrimada a lo largo de la llamada “Variante” incluyendo las instalaciones de Colanta, sitio de recepción del millón de litros de leche producidos a diario en todo el norte.

La ciudad continuaba viviendo sobre un banco de oro porque las barrancas actuales jamás habían sido trabajadas, gracias a las sabias disposiciones de gobiernos anteriores que habían prohibido la minería urbana y aún habían ordenado, para evitar erosión de algunos anfiteatros, conservar los dos llamados “puentes de tierra”, uno a cuarenta metros del Templete, y otro en Guanteros donde hasta muy entrada la segunda mitad del siglo XX, estuvo situada la CHAMBRANA.

Si en el siglo XIX alguien había insinuado edificar una ciudad igual en un punto señalado, a trueque de que se le permitiese beneficiar tales depósitos, la idea se había quedado como tal y sólo en el libro LA CIUDAD PERDIDA, de Luis Octavio Yepes Roldán, se haría una realidad bajo la figura de una “historia novelada” o de “una novela historiada”

Si Manuel Uribe Ángel, desde lejos vió a Santa Rosa en las alturas, en el siglo XXI el viajero contemplaría las cúpulas de la Santa Iglesia Catedral iniciada en 1866 por el párroco Joaquín Guillermo González y Gutiérrez, la flecha de la

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Basílica Menor de Nuestra Señora de las Misericordias, levantada con grandes esfuerzos y limonsas por el Siervo de Dios Miguel Ángel Builes Gómez, el pequeño frontis del Templo del Señor de la Humildad, el campanario románico del templo dedicado a Santa Clara, levantado por el vicario general Jesús María Urrea, la cúpula de la Capilla del Seminario Santo Tomás de Aquino y más de una treintena de edificios que, de alguna manera, habían opacado los tejados grises de sus habitaciones y sus blancas paredes.

Pero antaño como hogaño Santa Rosa sería la vieja reina de la comarca, asentada sobre un trono de oro, un polo de desarrollo en el Norte, un centro de acopio de leche y de carne, gracias a frigocolanta, una ciudad moderna con gas, energía, servicios públicos de óptima calidad, alcantarillados, tratamiento de aguas negras, antenas por los cuatro puntos cardinales que permitían la comunicación con todos los servidores de celulares, con la internet en todo el territorio, con enormes establecimientos de guardería, preescolar, primaria, secundaria y universitaria, con tecnologías del Sena, con teatro y casa de la cultura, con fábricas de confecciones, con supermercados, con servicio a domicilio de todos los productos de consumo, con plaza de mercado, con edificios de la administración pública incluyendo juzgados, fiscalías, CTI y cárcel del circuito, con comando de la Policía, con terminal de transportes, con hospital moderno, con varias IPS recién inauguradas, con almacenes de electrodomésticos, con farmacias y droguerías, con bancos y cooperativas, con varias empresas transpotadoras, y, sobre todo, CON UNA POBLACIÓN CULTA, educada, trabajadora, honesta y responsable.

Las trece calles descritas por el Geógrafo (Real, Palo, Boquerón, Mutis, Cárcel, Guanteros, Páez, Caldas, Zea, Gimaní, Ronda, Jirardot y Quinta) subsistían pero se habían multiplicado de acuerdo con una nomenclatura moderna, que si había perdido los nombres primitivos, todavía subsistían entre los más viejos, y que, pedía a gritos, como propuesta para el BICENTENARIO DE LA VIDA MUNICIPAL, recuperar al pie de los números los nombres, en PLAQUETAS ARTÍSTICAS que ayudaran a recuperar el pasado.

En 1852 Henry Price, de la comisión corográfica, llevó al óleo una hermosísima panorámica de Santa Rosa, retomada luego en la obra “Historia de Antioquia” con la siguiente nota: “Santa Rosa de Osos como se veía en la segunda mitad del siglo XIX, Álbum de la Comisión Corográfica. 485

485 Historia de Antioquia, Director General Jorge Orlando Melo, Primera Edición en libro, Noviembre de 1988, segunda reimpresión junio 1991, pág. 72.

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Si comparáramos esta ACUARELA, con la visión actual, quedaríamos desconcertados. Así fue vista Santa Rosa por el artista y asi fue ubicada por el autor de este libro:

Primer plano: terrenos ocupados en 2014 por la variante, carretera, triángulo de ingreso a Santa Rosa, restaurantes, hoteles y negocios. Se trata de un pequeño otero de tierra amarilla con barrancos en forma piramidal que indican restos de mina, escaso en yerbas y la figura de un campesino de ruana, sombrero y bastón. Mira hacia el camino de Sotachiro (en Alto de la Mina) y da la espalda a los otros planos. El otero se diluye suavemente hasta convertirse en una explanada tan amplia como la actual Terminal de Transportes, con prolongación hasta las estribaciones de Jimaní y Guanteros. Esta explanada está ocupada hoy por la urbanización “PORTÓN DE LA ESPERANZA”, proyectada por el Doctor Luis Bernardo Molina Granda y entregada, en parte, por el Doctor Carlos Mario Medina, ambos alcaldes, y por un edificio de negocios y apartamentos.

Segundo plano: es la explanada mencionada. El acuarelista dibujó dos casuchas pajizas con sus correspondientes puertas. Al lado una pareja: el hombre de ruana café y la mujer de bata larga y negra. La explanada está ocupada hoy por la Terminal de Transportes inaugurada por el Presidente Álvaro Uribe Vélez. A su derecha está el Portón de la Esperanza.

Tercer plano: barranca de minas. Su altura pasa de 40 metros. Se trata de una peña rojiza y amarillenta (colores de la acuarela) y corresponde al talud que separa la Terminal del llamado Pasaje Ángela (nombre vulgar: calle El Talego), reforzado hoy por gaviones a partir del año 2012. En la cima del barranco se visualizan unas yerbas mustias en una explanada libre de construcciones. En los primeros 40 años del siglo XX fueron construidas casas de un solo piso. Posteriormente surgieron algunos edificios de dos y tres pisos. El lado oriental del barranco comunica con otros apiques de mina y el occidental con las primeras casas de Jimaní y Guanteros.

Cuarto plano: un amplio anfiteatro de mina desde el borde del barranco descrito hasta la Ronda, límite del Templo Parroquial. Comprende: el templo, calle Real con el Templo de la Humildad (con una torre trasera, cuadrada, que desapareció en el siglo XIX o principios del XX – no existe documento al respecto -), la plaza y habitaciones a su alrededor. De este conjunto se visulizan los techos rojizos y las paredes blancas (alrededor de cincuenta)

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El frontis de la Santa Iglesia se recorta contra un cielo nuboso. Presente una españada central y dos pequeñas torres laterales cada una con sus correspondientes ventanas. Todo el conjunto es de color blanco. El techo es rojizo. No se visuliza cúpula posterior486. Este cuarto plano comprende, en el siglo XXI, el pasaje Angela, la estación de Policía, el Centro Médico Santa Rosa Ltda, del doctor J. Álvarez, odontólogo, el sitio de la Normal Superior Pedro Justo Berrío, el Parque actual con su Bolívar, la Catedral actual con sus tres cúpulas, la casa cural, el hotel nomar, la calle de El Medio con media docena de edificios de cinco pisos, la calle real con su Palacio Episcopal y la Curia, el Templo del Señor de la Humildad, la calle Colombia (Boquerón) con el asilo y edificios de seis pisos y las bocacalles de La Quinta y el Hoyo.

En el mencionado libro “Historia del Departamento” aparece un templo con la siguiente denominación: “La Iglesia de la Candelaria en la segunda mitad del siglo pasado, según versión del ilustrador francés Thérond (en Geografía Pintoresca de Colombia)”.

Se trata de un templo de tres puertas, encima de las cuales aparece una ventana o nicho. El segundo cuerpo presenta dos torres laterales cada una con dos cuerpos; en el primero dos ventanas, en el segundo (triangular) una; un triángulo en todo el centro que corresponde a la puerta principal y al rosetón. Encima del triángulo está la cúpula principal, exagonal, compuesta por dos cuerpos. El primero con una ventana en cada lado y el segundo, formando cúpula, también con sendas ventanas y con una cupulita coronada por la cruz. En las laterales no hay cruces.

Algunos autores opinaron que este templo correspondía a la SANTA CAPILLA DEL ESTADO DEL NORTE, o sea, al templo parroquial de Santa Rosa de Osos. Una de las dos hipótesis debe ser descartada. Si este templo es el de Santa Rosa, no puede ser la CANDELARIA. Si es la CANDELARIA ¿por qué aparece en la p. 132 otro templo titulado IGLESIA DE LA CANDELARIA?

486 El templo pintado en este óleo fue el mismo que había sido reconstruido en 1797 después del terremoto de 1793. Fue reforzado en diversas ocasiones, como consta en los Protocolos de Santa Rosa. Pero se deterioró de tal manera que alrededor de 1860 se ordenó su demolición. En el mismo sitio el párroco Joaquín Guillermo González comenzó la construcción del Santo Templo. En un mapa de diciembre de 1887 se inicaba el sitio del templo con esta leyenda: “templo en construcción”. De donde se deduce que sólo finalizando el siglo XIX el Templo fue concluido. A principios del siglo XX un terremoto averió la cúpula central (con sus dos águilas). En 1917 se convertiría en La Catedral de la nueva Diócesis de Santa Rosa de Osos

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Doscientos Años Después

Quinto plano: montañas que rodean a Santa Rosa, de color azul oscuro. Según Manuel Uribe Ángel se trata de la rama occidental de la Cordillera Central que abarca los sectores de Llanos de Ovejas, san Pedro de los Milagros, Cordillera de Belmira o Petacas y San José de la Montaña.

En la Geografía Manuel Uribe Ángel divide la Cordillera Central en varios ramales: el del oriente que corresponde a las montañas de Rionegro, Marinilla, Guarne, a partir de la margen derecha del Río Medellín, donde están las Palmas, el Seminario, Santa Elena y la autopista Medellín Bogotá; el del occidente que a su vez se bifurca. El más occidental corresponde a la montaña de San Cristóbal, Alto del Padre Amaya, límite con Sopetrán y el Cauca y montaña de Petacas, Alto del Yerbal y estribaciones que terminan en San Andrés de Cuerquia. Y el más central que es la actual Loma de Matasanos y sus estribaciones a partir de la margen izquierda del Rio Medellín y que comprende parte de la doble calzada a Barbosa.

LA VILLA

En la extraordinaria historia del Departamento de Antioquia, Francisco Duque B., su autor, en el capítulo correspondiente al año 1792, y al describir algunas obras del gobierno de Baraya y La Campa, indicó cómo éste había planeado convertir el Sitio o Partido de san Jacinto de los Osos en la Villa de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Sin embargo, en el texto correspondiente a lo planeado, nada se mencionó.

En el A.H.A. tampoco se encontraron referencias a esta planeación.

El Doctor César Augusto Lenis, con maestrías en Historia, esgrimió la siguiente tesis: “una cosa fueron los planes de gobierno propuestos por los regímenes Borbónicos, y otra las verdaderas realizaciones”, tesis que –me parece- se confirman en el texto antes indicado del Doctor Francisco Duque.487

Muy posiblemente Baraya y La Campa quiso convertir el Partido del Valle de los Osos en una Villa, a la usanza española, pero su idea se quedó en buenos propósitos.

Esta hipótesis pudo comprobarse con varios documentos tomados de los Archivos Históricos del Municipio de Santa Rosa de Osos y del A.H.A.

487 Conferencia dictada por el Doctor Lenis en agosto de 2012. Tema: el patrimonio.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Documento primero: 16 de marzo de 1812.

“En este sitio de Santa Rosa a diez y seis de marzo de mil ochocientos doce ante mi el Teniente Gobernador y testigos con quienes actúo por falta de escribano, comparecieron el número de vecinos de este sitio que abajo firmarán y dijeron que por cuanto han pensado renovar su pretensión que en el principio del establecimiento del nuevo Gobierno habían intentado siguiendo aquellas ideas y deseando dar algún lustre a esta su población y su demarcación, tal vez el terreno más apreciable y más útil por su rendimiento de oro, ventajoso a toda la Provincia, en esta consideración y efecto de que ante el Serenísimo Colegio se impetre la gracia de que esta su dicha población se erija y eleve a la clase de capitular con denominación de Villa, para lo cual los otorgantes dan y confieren su poder, bastante cuando por derecho se requiere y es necesario para valer, al señor Procurador Alcalde Ordinario de la Ciudad de Rionegro, don Miguel Silvestre Sanín para que a nombre de los otorgantes y representando sus personas y voz, se presente ante el Serenísimo Colegio Constituyente de esta Provincia impetrando la gracia de que esta su población con nombramiento en el día de Sitio la eleve y autorice al grado de capitular con título de Villa segregada de la capitularidad y ayuntamiento de la Ciudad de Antioquia a que ha estado hasta ahora agregada con todas aquellas exenciones y privilegios que S.S. se dignare adornarlo y distinguirlo, pretendiendo al mismo tiempo que, concedida esta gracia y separación, se les permita y prorrogue sus término bastante para construir edificio que sirva de Cabildo y al mismo tiempo tenga separaciones y divisiones para cárcel y que con todos los demás establecimientos que sean anexos a esta nueva creación de Villa que para todo requerimiento independiente, le dan y confieren poder bastante y especial y que por falta de cláusula ni requisito que incerto no vaya deje de hacer y ejecutar como lo harian los poderdantes hallándose presentes que para todo lo necesario le dan y confieren sin limitación alguna con facultad de substituir y revocar y nombrando otros de nuevo que a todos relevan de costos en debida forma y a la firmeza de lo que en virtud del presente poder ejecutare, obligan sus bienes y rentas que tengan y tuvieren con sumisión al mismo supremo Tribunal y demás a quienes competiere, con renunciación de las leyes y demás derechos que puedan favorecerle, en cuya virtud así lo otorgan y firman ante mi, dicho teniente Gobernador Juan de Dios Uribe, Lorenzo María Berrío, José Sinforoso de Upegui, Joaquín Muñoz, Juan Modesto Tamayo, José Jaramillo, Francisco Palacio y Navarro, Pablo Lenes, Miguel Sacramento Tamayo, Santiago Posada,Evaristo Mazo de Pinillos y Plácido Misas”488

488 A.H.SRO. Protocol.1812-1815

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Doscientos Años Después

Documento 2

El SENADO de Antioquia, en su reunión ordinaria, comienza a analizar “las solicitudes de VILLAS que hacen los vecinos del EMBIGADO (sic) y Santa Rosa de Osos y tomando en consideración este negocio, después de una detenida discusión resolvió… informen a los vecinos de Santa Rosa y Embigado con documentación los MEDIOS que tengan para la asignación de PROPIOS y EGIDOS, CONSTRUCCIÓN DE CASA DE AYUNTAMIENTOS, la demarcación que convenga señalar indicando a QUE MUNICIPALIDADES corresponden las DESMEMBRACIONES que deban hacerse y la anuencia de los LUGARES que deben comprender las tales demarcaciones y comuníquese al Poder Ejecutivo”. Firman: Restrepo, Zoluaga, Pardo, Ibarra, Gonzélez (Secretario).489

Documento 3

Sección ordinaria del Senado. “En acto seguido se hizo presente el informe del vecindario de SANTA ROSA sobre los medios que tiene para la asignación de PROPIOS Y EGIDOS, CONSTRUCCIÓN DE CASA DE AYUNTAMIENTO para que se le conceda la GRACIA que solicita de que se ERIJA EN VILLA a aquella población, y visto por el SENADO acordó lo siguiente: “Informe el Y.C. de esta capital y al efecto parece al Presidente del Estado”. Firmado Restrepo, Zoluaga, Ibarra, Pardo, Palacio, González Secretario.490

Documento 4

“En seguida se hizo presente el INFORME DE NICOLAS JOSÉ JARAMILLO Y MOLINA en que manifiesta los inconvenientes que habría y perjuicios que resultan al citado y a los particulares si se concede el TÍTULO DE VILLA AL SITIO DE SANTA ROSA y visto por la SALA acordó lo siguiente: Obre con sus antecedentes y para el Presidente del Estado”. Firmas, Restrepo, Pardo, Zoluaga, Palacio, Ibarra, González, secretario. El DOCUMENTO nada dice del INFORME.491

489 A.H.A. Tomo 824 . Documento 12019, folia 16, reverso, 6 de junio de 1812490 A.H.S. pág. 83, reverso, primero de agosto de 1812491 A.H.A.p. 96, documento del 8 de agosto de 1812

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Documento 5 del 6 de julio de 1814

“Los vecinos firmantes damos poder absoluto al CIUDADANO Miguel de Uribe vecino de la capital de Antioquia para que se presente ante cualesquiera, pidiendo a nombre nuestro la gracia de ERIGIRSE EN VILLA o DEPARTAMENTO, separado de esta parroquia, con agregación de todos los lugares comprendidos en este Valle, pues para todo su anexo concerniente y dependiente le damos el presente poder, y firman el 6 de julio de 1814. Joaquín Muñoz, Miguel Sacramento Tamayo, Juan Ignacio Tamayo, Carlos González, Evaristo Mazo de Pinillos, José Sinforoso de Upegui, José Nicolás González, José Joaquín Maya, Toribio Duque, Rafael Escobar, Juan Modesto Tamayo, José María Sierra, Juan Jaramillo, Tomás Muñoz, Juan García, Rumaldo Múnera, Juan de Dios Uribe, Anselmo Pérez, José Pablo Lenes, Salvador Arango, Pedro Molina, Santiago Arango, José Miguel Botero, Francisco Javier Ramírez, Manuel Agudelo, Miguel Valencia, Ramón Vera, Ubaldo Rodríguez, Francisco Antonio de Posada, José Ignacio Ramírez, Santiago Posada, José María Arango, Genaro de Zulaibar, Jacinto Roque de Artiaga, Francisco Antonio de Posada, Juan José y Simón Echavarría, Bartolomé de Artiaga. Ante mi José Apolinar Arcila escibano público del número”.492

Documento 6 del 1 de julio de 1815.

“En este sitio de Santa Rosa de Osos, a primero de julio de 1815 comparecieron más de 40 testigos que firman… y dijeron que habían hecho antes muchas diligencias para que, según los tribunales autorizados, se erigiese en VILLA esta cabecera y su departamento y para que se reconoza la jurisdicción, la tenencia de estos valles en el antiguo Gobierno donde con poderosas razones entiende…(ilegible)… siendo del agrado de los S.S….. (ilegible)… primeros magistrados a quienes corresponde el facultar esta gracia y sobre que para impetrarla tienen librado su poder, por tanto y siendo del caso el que se señale un terreno libre hoy y suficiente para la perpetuidad de ejidos y sus emolumentos, no teniendo esta en propiedad al efecto y habiendo un globo de tierras útiles para pastos, potreros y madera no muy distantes de este lugar, así sus principios para el destino dicho y al fin de su extensión, por extenderse a cosa de legua y media de su contorno, de irregulares montañas de pan y caballería y en especial en las orillas de Riogrande, y que cuyo dicho terreno se haya propuesto a la venta por

492 A.H.A. Documento de julio de 1814.

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la final de don Ángel Choren, y que el cual terreno siéndoles concedido el título de VILLA que solicita, desde ahora se constituyen y comprometen por si y por los ausentes, por quienes prestan voz y caución, a que lo compraran a sus expensas y rescatar así de las pensiones que en él se reconocían para que quedando libre sea apropiado absolutamente a dicho beneficio de ejidos, y que a cuya renta parece se debe agregar el terreno que en considerable extensión se asignó para el efecto en el curato del sitio de San Antonio del Infante, como el lugar reducido que parece (sin agraviar a sus vecinos) no llegará a tener el incremento de que se erija en villa ni en ciudad, sobre cuya consecución exponen a verificar prontamente, como tiene en que se obligasen a su construcción de una casa de teja decente que corresponda para las funciones públicas cuyos costos harán los otorgantes por sí y por el apoyo de la Superior Providencia que existe en esta cabecera de poder echar un comparto equitativo a juicio prudente para esta obligatoria obra y los alvitrios (sic) favorables que convenga a este importante fin, y al cumplimiento de lo expresado se obligan en toda forma de derecho con sus bienes y rentas habidos y por haber con sumisión y poderío a las Justicias del Estado para que a su cumplimiento los compelen y apremien como por contrato ejecutivo y sentencia basada en autoridad de cosa juzgada, consentida y no apelada en cuyo testimonio así lo dijeron y firmaron por ante mí y los testigos que abajo se inscribieron. José Sinforoso de Upegui, Lorenzo Pérez, José Nicolás Gómez, Juan Modesto Tamayo, Miguel Botero, José Ruiz, Juan Salvador Arango, Dioniso Tamayo, José Jaramillo, Hermenegildo Roldán, Bárbara Roldán, José Antonio Tamayo, Carlos González, José Pablo Lenes, Miguel Hernández, Miguel Sacramento Tamayo, Jacinto Roque de Artiaga, José Manuel Agudelo, José María Lopera, Juan de Dios Uribe, Genaro de Zulaybar, Juan García, Bernardo Calle, José Hernández, Francisca Jaramillo, Tomás Muñoz, Rumaldo Múnera, Evaristo Pinillos, Vicente Martínez de Pinillos, José María Arango, José Joaquín Moya, Francisco Mantilla, Juan José Aristizábal, Vicente Uribe, Luis Yarza, Lino López, ante mí Gregorio de Restrepo escribano público del número”493

Si tenemos en cuenta los Protocolos del A.H.SRO, a partir del 28 de julio de 1825, fue oficializado el término de Villa como aparece en sus encabezamientos: “VECINOS DE ESTA VILLA DE SANTARROSA DE OSSOS” (sic) y en sus conclusiones: “firmamos en esta Villa de Santarrosa” (sic). En cambio en todos los anteriores sólo se decía: “en este sitio de Santa Rosa de Ossos”.

493 A.H.A. Documento 1 de julio de 1815

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Luis Octavio Yepes Roldán.

En los Protocolos del A.H.SRO de 1826 a 1833 fueron mencionados los nuevos pueblos o fracciones que pertenecían al CANTÓN cuya capital era la VILLA DE SANTA ROSA DE OSOS.

Diciembre de 1826: Carolina, jurisdicción de la Villa de Santa Rosa de Osos.

Junio de 1827: San Pedro, de la jurisdicción del Cantón de Santa Rosa de Osos.

Septiembre de 1827: Angostura de la jurisdicción del Cantón de Santa Rosa de Osos.

Mayo de 1830: Partido de San Isidro, jurisdicción de la Villa de Santa Rosa de Osos.

Mayo de 1831: Anorí, jurisdicción del Cantón de Santa Rosa de Osos.

Junio de 1831: Acampamento (sic), jurisdicción del Cantón de Santa Rosa de Osos.

Agosto de 1833: Belmira, jurisdicción del Cantón de Santa Rosa de Osos.494

Los documentos anteriores prueban a la saciedad que Baraya y la Campa no dio a Santa Rosa la categoría de Villa. Le correspondería a Santander en 1824. A partir de 1825 el nombre de Villa de Santa Rosa se hizo común.

DESMEMBRACIONES

Si los vecinos del Sitio o Partido del Valle de los Osos seguían suplicando por su erección en VILLA, con todas las ventajas administrativas, sociales y políticas que esta decisión engendraría, desde mucho antes y posteriormente, los partidos o sitios vecinos querían “desligarse” y tener su propia administración.

SAN ANTONIO DEL INFANTE

Isidro Miguel de Isasi, Alcalde y Juez poblador y pedáneo de la Colonia de San Antonio del Infante, don Marcos Sotero Alcalde y Juez Pedáneo del Partido de Cortada y San Andrés y otros veintiséis vecinos de aquella colonia “que por

494 Protocolos del A.H.SRO de 1826 a 1833

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cuanto intentamos para el mejor alivio de nuestras almas y frecuentar los Santos Sacramentos y aumentar el Culto de Su Divina Majestad, el que se nos ponga PÁRROCO, cura de almas, que nos administre los divinos oficios, para cuyo efecto se necesita de la subsistencia de pan, vino y de sera (sic) cuotidianamente, de la decencia y debido paramento en la Santa Iglesia y de la seguridad de celebrar en lo sucesivo anualmente las fiestas de Nuestra Patrona Nuestra Señora del Rosario y San Andrés, titulares de nuestra devoción y advocación cuyo ….(ilegible)… no lo haya hasta la presente por no haber rentas que lo sufragare, por tanto porque en lo sucesivo e ínterin hay suficientes rentas que lo soporten y que no se carezca de estos formales medios en mal de nuestras almas y decencia del debido culto, por la presente otorgamos que nos constituimos obligados en lo sucesivo e ínterin, se declara haber las suficientes rentas que necesitan los tres prerrequisitos: permanencia del estado formal, mantener la Santa Iglesia de pan, vino y sera (sic), la debida decencia en su paramento y hacer con la solemnidad posible las fiestas anualmente de Nuestros Patronos dichos, con compromiso de responder por todo y firmamos ante el Señor Doctor don Rafael de Fonnegra Teniente de Gobernador y de Oficiales Rentas de estos Valles de Ossos, y sus nuevas poblaciones… y todos firman por sí o a ruego, en el sitio de Santa Rosa, cabeza de jurisdicción de estos Valles a dos de marzo de 1792”495

LAS CLARAS

Algo similar había sucedido en el sitio de Las Claras, ya conocido como Carolina del Príncipe, cuando el 22 de marzo de 1795 ante don José Antonio Velásquez Teniente de Gobernador de estos Valles, comparecieron todos los vecinos y dueños de cuadrillas y dieron todo su poder al señor Alcalde y Juez Pedáneo de este sitio don Jerónimo Palacio, para que solicitara ante los tribunales “sobre la prosecución de erección de parroquia en este sitio”. Firmaban ante Josef Antonio Velásquez los vecinos Vásquez, Álvarez, Rendón, Restrepo, Gómez, González, Múnera, Roldán, total con los que no sabían firmar unas 70 personas.496

495 A.H.SRO. Protocol. 1791-1792496 A.H.SRO. Protocol. 1795

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Luis Octavio Yepes Roldán.

PROBLEMAS DE INFRAESTRUCTURA

Estaba finalizando el siglo. Mientras los sitios vecinos se esforzaban por independizarse al menos como parroquias, Santa Rosa se iba configurando.

Sus caminos poco a poco habían sido reemplazados por calles, las cuales adolescían de comodidades para los transeúntes y se convertían, en no pocas ocasiones, por las aguas perdidas, en peligros para las tapias que ya habían abierto puertas y ventanas.

El documento siguiente indicaba el malestar de 1793 relacionado con el aseo de las calles ya que las aguas tanto negras como de lluvia corrían por ellas lo que generaba problemas de higiene. Y el mayor perjudicado era el edificio de la Administración ya que recibía las aguas lluvias con gran riesgo para sus paredes aunque se había comprado un lote que sirviera de desaguadero pero el vecino Gabriel de Roxas había hecho caso omiso de las conminaciones recibidas y poco interés prestaba a sus propias tapias.

“Muy Señor mío. Con fecha 23 de enero del año próximo pasado de 91 passe oficio a su antecesor de V.M. Doctor Don Rafael de Fonegra a fin de que en cumplimiento del Auto que por vando havia hecho promulgar en días próximos pasados en este sitio para que cada vecino allanase y compusiese la Calle o Calles de su pertenencia, facilitando la corriente a las aguas para de este modo evitar los perjuicios tan notables que padecen las casas y demás edificios de este lugar a causa de la plenitud de agua que por varias corrientes se experimentan en algunas de estas Calles, en tiempo, aún del más corto invierno, y en particular en la que están edificadas las casas y su Almacén de las Reales Rentas de mi cargo por ser superior el terreno de las corrientes que derraman contra estas dichas casas de Administración sin permitir desagues para ninguna parte, sin que de intento se le haga este beneficio, y no haviendo determinado dicho su antecesor cosa favorable a mi solicitud y para precaver los daños que ya se experimentaron en esta Real Administración y sus enseres, tuve por conveniente representarlo al Señor Governador de esta Provincia, su fecha 26 de febrero de dicho año, de que resultó haverle Su Señoria pasado orden, su fecha primero de marzo del mismo, para que inmediatamente hiciese dar corriente a las aguas detenidas en este sitio y se evitaren los daños que causaren en esta Administración y en la salud de los vecinos, de que sólo resulto hacerles abrir un corto conducto por un solar confinantes con esta dicha Administración a poca distancia de las

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tapias que le cercan con bastante riesgo de que pudieran vencerlas en breve tiempo; dicho solar tuve por conveniente comprarlo y agregarlo a esta Real Administración en donde se está construyendo un Almacén de más solidez y segura construcción para, de este modo, resguardar en el todos los intereses de la Real Administración y así mismo precaviéndolos de un incendio de fuego que puede suceder en este sitio (lo qual Dios no permita) de cuya desgracia están inmediatamente expuestos los edificios de este lugar por ser construidos en unos materiales expuestos al fuego como son las maderas y la paja, y para dar principio a dicha fábrica de Almacén le hice presente a V.M. y le requerí verbalmente compeliera a los demás vecinos en esta Calle para que cada uno, en la parte que le toca, facilitare la corriente de dichas aguas que en grave daño de esta Administración se recojen y detienen al frente de ella aun quando llueva poco, sin tener mas salida que la que en virtud de mi solicitud mandó V.M. se le diera a la que en efecto dieron principio dichos vecinos, pero como estos, o bien sea por decidia o por falta de subordinación a los superiores, han cezado enteramente en perfeccionar la corriente solicitada por mi y mandada por V.M. por lo que, y en auxilio de la Real Administración, se ha de servir de repetir sus ordenes a fin de que con la mejor perfección se de el desague a las que con graves perjuicios se acopian al frente de esta referida Administracion, sin que se deje su cañería o conducto por donde deba girar esta agua detenida con el riesgo de que por su mala construcción se suspenda, causando por esto algún irreparable daño por suceder en horas que no se puede poner remedio. Assí mismo me ha de servir V.M. compeler a Gabriel de Roxas, uno de los colindantes con el dicho solar que tengo agregado, a fin de que construya las tapias de medianía que le corresponde, pues por la contumacia de este individuo no puedo seguir la construcción de dicho Almacén para el seguro y custodia de los Reales Intereses por ser necesarias derribar algunas tapias que en el dia sirven de resguardo a esta Real Administración y solo se puede hacer verificada que sea dicha medianía, pues de lo contrario quedaría expuesta: dije contumacia porque sobre esto también requería a V.M verbalmente en diversas ocaciones le compeliese y me expresó haverlo hecho y sin embargo no se ha verificado ni se verificara a menos que no se interponga la autoridad de V.M. cuyo auxilio espero de su celoso procedimiento. Dios guarde a S.M. muchos años. Real Administración de Santa Rosa de Ossos y febrero 8 de 1793. Ante S.M. su atento servidor. Andrés Antonio Sanín y López.” (este oficio fue dirigido al Theniente de Governador don Pedro Rodríguez de Zea)497.

497 Caja General N. 4. Archivo Municipal de Santa Rosa de Osos. Legajo de 1793

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Luis Octavio Yepes Roldán.

El Padre José Sinforoso de Upegui conocía este documento, lo mismo que los PROTOCOLOS de venta de casas y solares, lo que le permitió recrear la estructura de Santa Rosa de Osos, al finalizar el siglo XVIII para compararlo con la parroquia que había recibido a partir de 1811.

Eran claras varias situaciones. El agua, aún en los mínimos inviernos, corría libre y atropelladamente por las calles buscando salida hacia las vertientes naturales. Las aguas del marco de la plaza corrían hacia el camino de Yarumal (Guanteros) para caer a las minas del Godo Fernández en el sitio de las tuberías, lo que causaba erosión en ese puente de tierra que había quedado incólume en la llamada “Chambrana” y las más violentas seguían todo el camino hacia el pequeño valle que habían dejado las minas de Cerro Gus, Calle del Talego y sus alrededores.

Otras aguas, no menos violentas, encauzaban por la Quinta y por la calle de don Félix Rojas (El Hoyo) hacia las minas respectivas para formar una verdadera quebrada que se dirigía hacia el sur del sitio para buscar las aguas del Rio Guadalupe a través de El Turco.

Y las peores, porque se recogían en la calle del Comercio (o Real) corrían por el camino de la Villa y la Trinidad (el Palo) en busca de las fuentes de Arenales.

Las basuras, indudablemente, constituían el segundo peligro, porque al estar amontonadas, obstruían el libre paso de las aguas, las cuales, en forma inclemente chocaban contra las endebles tapias de tierra pisada y contra las muy frágiles de bahareque con las desgracias propias de las inundaciones.

Fuera de eso, en los solares alrededor de la Calle Real y del Marco de la Plaza, había caminos entre ellos, y sobre todo en dos partes, había estanques y asequias con los consiguientes peligros. En los grandes solares que limitaban con la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, había un gran estanque que solía drenar por un camino que conducía a las minas de los Banqueos (camino que mucho más tarde fue conocido como de las Gamusinas y luego la Quesera) y otro en los solares limitados por la Real y el camino del Alto de la Mina, Sotachiro, Guanacas y las Claras (hoy conocido como Calle Colombia o Boquerón) y con un desagüe natural con acequia propia, que corría peligrosamente por el llamado callejón de los Villas para precipitarse a las minas que rodeaban las fuentes primitivas del Rio Guadalupe, justamente debajo del Templo dedicado al Señor de la Humildad, propiedad de la familia Posada.

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DESCRIPCIÓN DE SANTA ROSA ALREDEDOR DE 1810

El Padre José Sinforoso de Upegui pudo describir así su VILLA de SANTA ROSA entre 1820-1830, cuando la Independencia se había abierto paso y la Nueva Granada iniciaba su tortuoso camino.

La plaza contaba con un buen número de solares, muchos de los cuales ya habían sido construidos con las mejores casas del pueblo bien delimitadas con sus tapias, con tejas de barro, con portones y ventanas voladas de acuerdo con la costumbre colonial.

A excepción de su propia casa de DOS PISOS, al lado de la Iglesia y limitando con la Calle Real, las demás eran de uno solo.

Muchas de ellas poseían cajón de tienda para almacenes y para abarrotes.

La Iglesia era de tres naves, bajas, pequeñas, levantada en el mismo sitio arrasado por el terremoto en 1793. Su estado era lamentable pese a los muchos contratos que se habían firmado. Treinta años después de esta descripción sería demolida y daría paso a la enorme mole que hoy contemplamos y que denominamos la Catedral.

A su lado izquierdo había un enorme solar con varias casas. Había pozos que drenaban hacia las minas del sur por el camino de las Gamusinas.

El cementerio de El Carmen con su capilla, construidos alrededor de 1700, quedaba hacia el sur a un kilómetro de la plaza. Treinta años antes había sido reformado por el Teniente de Gobernador don Pedro Rodríguez de Zea. Las vías de acceso eran la Ronda que empataba con el Columpio (Calle Caldas actual) conocida en los Protocolos como “camino del cimenterio” (sic)

Las casas habían sido construidías a lo largo de los anfiteatros, entre ellos el llamado puente de tierra, el del lado derecho del Palo hasta su tope con la Real, el del camino de Sotachiro que limitaba, a mano derecho con las minas del oriente (cerro gus sobre todo), el de la Ronda a cuyos pies todavía se veían enormes brechas que se unían en un Hoyo, rico en pozos, en el sitio actual de la Escuela Porfirio Barba Jacob, el del camino de Yarumal que también tenía un puente de tierra (conocido como la Chambrana) límite artificial de las minas de las Tuberías, laboradas durante largos años por el Godo Fernández.

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Las minas en explotación eran numerosas: las del camino hacia La Trinidad (Patiobrujas o Avenida Crespo) se confundían con las minas de Santa Tomás que abarcaban todo lo que actualmente es el seminario, el convento de las clarisas, la manga de Laínez y toda la margen izquierda (bajando) del camino de la Villa o arenales.

Si se paraba alguien en el puente de tierra, mirando al norte, observaría a su derecha el enorme apique dejado por los mineros y que se extendían hasta las barrancas amarillas del llamado cerro gus, y que incluía toda las minas de las cabeceras del Río Guadalupe, solares que todavía conservaban infinidad de pozos (los chorros, el callejón de Ña Rosa, el callejón de los Villa), y a su mano izquierda otro apique que limitaba con la barranca amarillenta que muchos años más tarde seria el asiento del Barrio El Portal, en su cima, y a sus pies los barrios del Nuevo Amanecer, también ricos en pozos que todavía en el siglo XXI (2014) seguían manando cristalinas aguas en el sitio donde estuvo la vieja bomba que dio agua al seminario de 1915, en la llamada Manga de Miguelito Vélez o del Hoyo del Hospital.

Bajando hacia el sur por el camino de la Trinidad (sitio actual de la fábrica Nutrinor) había otro enorme apique, al lado izquierdo, que se iba prolongando hasta encontrar las estribaciones del cerro gus.

Por el camino de Yarumal se encontraba la barranca de las tuberías, que había dejado el Godo Fernández después de horadar las barrancas vecinas: era el segundo puente de tierra, hoy en día sitio en donde se bifurcaba la calle Jimaní para separarse de Guanteros.

Al norte de la plaza, después del sitio que sería elegido para levantar en tapia de dos pisos la administración municipal incluidos los juzgados y la cárcel del circuito, se abría una enorme mina en cuyo barranco se habían organizado unas pocas casas que, con el tiempo serían conocidas como “del talego”. A los pies del barranco había gran cantidad de pozos, sitio que posteriormente sería escogido para la Terminal de Transportes.

Finalmente en los solares de la calle Real o del Comercio, costado norte, había gran cantidad de pozos que drenaban por el callejón de los Villas hacia las minas de doña Bárbara Posada las mismas que limitaban con las cabeceras del Río Guadalupe.

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En definitiva, era una topografía supremamente quebrada, con una planicie enorme (la Plaza), con calles tortuosas (la Ronda) o rectas (la Real o del Comercio), unas con ligera angulación (el Palo, Guanteros), otras con grandes declives (Caldas, la Quinta, las Tinajitas, El Hoyo, Las Gamusinas o de la Quesera, Los Chorros) y el resto con callejones (Ña Rosa limitando con el actual Instituto del Carmen; los Villas; pasaje Ángela –calle El Talego-), sin contar los caminos que se alejaban del casco urbano hacia Sopetrán (Cucurucho, La Planta, La mina), Yarumal (la Circasia, la Loma del Negro, Vallecitos, El Chaquiro, Sabanazo, El Botón, Tierradentro), Carolina y Angostura (Guanacas, Guanaquitas, la Boca del Monte, Quitasol, la San Pedro), el camino los Chorros (Malambo, Playa Larga, San Ramón, Caruquia, Santa Bárbara, San José de la Ahumada, San Pablo Porce), Entrerríos (San Juan, la Cabuya, Santa Ana, Ríogrande, Los Salados, Santa Inés), San Pedro y la Villa, Hoyorrico y la Trinidad.

Si la situación de las calles era desastrosa era peor la de los caminos. Era una historia de nunca acabar.

Cuando los Obispos de Popayán programaban visitas pastorales a la doctrina de los Osos, con alguna frecuencia no alcanzaban a llegar a la cabecera por los caminos tan fragosos y por los ríos crecidos, carentes de puentes o barquetas.

El ejemplo siguiente indicaría cómo la situación poco se había transformado a pesar de estar avanzado el siglo XIX y haber cambio de gobierno.

En efecto, en noviembre de 1794 los vecinos, habitantes y cultivadores de las montañas y minerales de Caruquia, solicitaban la hechura de un camino. Para lograrlo rogaban a las autoridades que conminaran a Ignacio Zapata para que permitiera abrirlo ya que tocaba sus tierras498.

498 Caja General nro. 4. Juzgado Circuito Nro. 1. S.R.O. Legajo 1793-1795.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

XVIII

La tumba de Joseph Sinforoso de Upegui

“Entrando, a mano derecha, adosada a la pared, se encontraba la loza sepulcral en la Santa Iglesia dedicada al Señor de la Humildad. Rezaba así:

Presbítero Antonio Nereo Medina. Presbítero José Sinforoso de Upegui: inició la construcción de este templo parroquial en 1845. ¿Quién se iría a imagina que en mayo del año 2013 el cura tenido por insurgente se

convertiría en el primo de Santa Laura Montoya Upegui?”

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Doscientos Años Después

DESCRIPCIÓN DEL TEMPLO DE LA HUMILDAD

UBICACIÓN

En la unión de las calles Colombia (Boquerón), Real (del comercio) y el Palo se abría una pequeña planicie correspondiente a la cima de la barranca que había subsistido después del trabajo de minas alrededor de las fuentes del Río Guadalupe en especial la de Doña Bárbara Posada.

El lote y la casa habían pertenecido a don Modesto Tamayo quien la había vendido a la Junta encargada de la construcción del Templo del Señor de la Humildad alrededor de 1845.

Al lado izquierdo, entrando, existía una vieja casona adquirida por la Colonia de santarrosanos en Medellin para convertirla en centro de sus actividades y hospedaje de turistas, hasta que decidió venderla para la construcción de la unidad residencial conocida como EL PORTÓN DE LA CAPILLA. Adosada a ella había existido la muy famosa Panadería de las Palacio.

CULTO PARROQUIAL

El templo, levantado a partir de 1850, de acuerdo con los permisos concedidos por el Obispado de Santa Fe de Antioquia, fue remodelado en varias oportunidades, a raíz de un incendio presentado a comienzos del siglo XX, y luego por decisión del párroco Presbítero Andrés Elías Mejía, ayudado por Tobón Mejía. Cuando el Templo dedicado a Nuestra Señora del Rosario de Chiquiquirá fue demolido alrededor de 1860 porque amenazaba ruina, la parroquia fue traslada a este Templo, función que desempeñó hasta muy entrada la primera mitad del siglo XX.

PAPEL EN SEMANA SANTA

Cuando el culto parroquial fue centrado en la Catedral, el Templo de la Humildad fue utilizado para reuniones de las Asociaciones Piadosas y a la vez como depósito de las imágenes, de las andas y de todo el equipo indispensable para la celebración de la Semana Santa, oficio que antes había desempeñado el templo de Nuestra Señora de El Carmen, al pie del cementerio del mismo nombre, en el camino hacia occidente. Personaje muy conocido de este tiempo había sido

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Luis Octavio Yepes Roldán.

JESÚS CASTRILLÓN, llamado por el pueblo CHUCHO MEQUE. El término “chuchomeque” fue prohijado por el argot del pueblo con el sentido de “muy viejo, viejísimo” y se llegó a decir, al referirse a alguien de edad provecta: “parece un chuchomequito”.

Aunque susbistió algún culto, al final el Obispo optó por eliminarlo porque los fieles se quejaban de los escándalos de un negocio de “trago” que existía en sus inmediaciones.

Abandonado poco a poco y carente de dolientes (a excepción de aquellos que todavía celebraban el novenario al Señor de la Humildad), el comején hizo su trabajo callado y continuo, hasta que el techo colapsó.

RECONSTRUCCIÓN

Al tiempo el párroco de la Catedral, presbítero Hernando Restrepo Correa, tío del actual Arzobispo de Medellín, Doctor Don Ricardo Tobón Restrepo, lo reconstruyó, cambió los techos, mejoró las columnas, recuperó el ábside con su altar, reparó el púlpito, decoró con piedra fina los muros internos, reestructuró las bóvedas de algunos de sus ilustres antecesores y el culto regresó lentamente.

En el año 2014 había culto permanente gracias a los Capellanes nombrados por el Señor Obispo, quienes se constituyeron en celosos cuidanderos del Templo y del culto al Señor de la Humildad. Los feligreses solían celebrar allí o con liturgias o con paraliturgias los novenarios de sus difuntos y la última Eucaristía, de acuerdo con las normas, muchas veces cambiantes, del Obispo de turno.

El templo de la Humildad quedó convertido en la ÚLTIMA RELIQUIA del pueblo, la más antigua y la más querida, por su sabor popular infundido por su gestor, el presbítero José Sinforoso de Upegui, a partir de 1845. En efecto su culto, su chirimía, su novena, su himno, su procesión y el tipo de cargueros se constituyeron en una tradición que, si en determinadas décadas se resfrió, regresó con más fuerzas en los primeros veinte años del siglo XXI.

ASPECTO EXTERNO

El templo pasó por varias reformas y transformaciones.

El primer frontis era extremadamente sencillo.

Tres puertas, siendo la central un poco mayor. Encima de las laterales se abrían sendas ventanas y encima de la central una claraboya.

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Doscientos Años Después

Presentaba cuatro columnas cuadradas que terminaban en la primera parte del edificio Sobre ellas descansaba un soporte, a modo de viga, sobre el cual comenzaba la segunda parte consistente en un triángulo central y en dos estructuras laterales con cuatro calados cada una. A partir del nivel del triángulo y de los calados se iniciaba la última parte que era un cuerpo cuadrado con dos ventanales para las campanas y con dos volutas en forma de alas y encima se asentaba un triángulo.

El segundo frontis había sido adornado con figuras geométricas artísticas para evitar la monotonía del paredón.

Eran dos puertas laterales, pequeñas, encima de las cuales se abrían sendas ventanas con vidrios en forma de cruz. Estaban adornadas con semicírculos que se apoyaban en pequeñas columnas laterales. La puerta principal era grande con hojas decoradas en cuatro segmentos. El superior representaba un cáliz con su hostia, los inferiores eran rectángulos con variada decoración interna. Encima una claraboya cubierta por hierros y una cruz de vidrio, a su vez adornada con semicírculos que se apoyaban en dos pequeñas columnas de la altura de las alas. Encima de esta puerta y de sus adornos, se abría otra ventana, más alta que las laterales pero con idéntica estructura: vidrio en forma de cruz, y encima, apoyadas en pequeñas columnas, semicírculos decorativos. A este nivel se veía una división, no de soporte sino de adorno, a partir de la cual se insinuaba el segundo cuerpo del frontis, consistente, en dos círculos laterales amplios en cuyo interior se apreciaban sendos adornos en forma de cruz. El cuerpo del centro estaba libre de adornos. Terminada esta segunda parte se iniciaba la tercera compuesta, en los laterales por dos estructuras cada una con cinco calados y coronada, en su extremo externo, por una torrecilla con adornos en forma de flor. De ahí partía la torre central compuesta por dos columnas, que eran prolongación de aquellas que nacían en el piso a lado y lado de la puerta principal y coronadas por tres pequeñas estructuras, de mayor a menor en forma de paralelogramos, la última superior recibía sendas cruces de hierro forjado con una placa en el centro, perforada con dos letras T M, indudablmente la firma del constructor, TOBÓN MEJÍA. Entre las dos columnas se abrían las ventanas en donde estaban enclavadas las campanas. Los ventanales estaban adornados con semicírculos en forma ondulada que se apoyaban en las columnas laterales. Encima de ellas se apreciaba una especie de claraboya, con adornos circulares y coronada por un pequeña estructura en forma de flor. Este cuerpo central se prolongaba con un triángulo en cuyo vértice se asentaban tres pequeñas estructuras rectangulares de

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mayor a menor, en la última de las cuales se elevaba la cruz en hierro forjado. Esta segunda iglesia carecía de cúpula posterior, la que sí se veía en el óleo de la comisión corográfica de 1852, encima del arco toral de la primitiva iglesia y cuya desaparición no aparecía referenciada ni en los documentos del Archivo de la Curia ni en los propios de la Parroquia.

El frontis descrito estaba enmarcado en cuatro columnas: dos laterales que culminaban con el pequeño pináculo triangular ya descrito, y dos centrales (a cada lado de la puerta principal) que culminaba con las cruces mencionadas donde estaba la firma del constructor T B.

Estas columnas estaban decoradas con estructuras rectangulares que partían hacia arriba y hacia debajo de unos círculos decorados en su interios, cuatro en total.

En el año 2014 contaba con un atrio de unos dos metros que terminaba en gradas.

INTERIOR DEL TEMPLO

El interior de esta Santa Iglesia comprendía tres naves, la central casi el doble de las laterales con sus bancas correspondientes. Estas bancas habían pertenecido a la Catedral.

Entrando, la nave derecha comprendía las siguientes esctructuras. Escalinata en madera hacia el coro y campanario.

Una lápida “Pedro Rafael Baena, 3 de agosto de 1916, Apóstol del progreso espiritual y material”

Urna de madera y cristal en cuyo interior en busto de madera estaba Santa Teresita del Niño Jesús. Su base dorada era una tarima de un metro por 60, adornada con columnas talladas con capitel con flores de acanto. Su hábito era café, capa color crema, con un crucifijo postizo sobre el pecho. En sus manos: un manojo de rosas. A su lado derecho la camándula. Esta urna, según rezaba su placa interna negra, había sido obsequiada por las Teresitas, por los Díaz, Rojas, Vanegas, Sánchez, Zapata y Guerra. Aparecían los siguientes nombres: Isabelita Díaz, Dolly Giraldo, Ferney Taborda, Leticia y Oliva Quintero, Nelly Medina, Ferney Mora, Emilia Patiño, Dora Mesa, Amparo Grisales, Gustavo Calle y ebansita Gustavo Sánchez quien la elaboró y quienes de alguna manera colaboraron. Esta urna terminaba en una preciosa cruz de madera apoyada en una pirámide truncada y rodeada de pequeños pináculos.

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Doscientos Años Después

Urna de madera y cristal para san Antonio de Padua, “testigo del Evangelio y mansajero de paz.”. Peana de madera color crema, con dos columnas al frente. La urna era de madera café y vidrio de unos dos metros. Terminaba en una rejilla de madera. El santo llevaba un hábito de paño café, cíngulo blanco, camándula, niño vestido de seda blanca y apoyaba un mapamundi sobre su muslo izquierdo. Era de ojos azules. 499

Ventana con columnatas laterales en su propio vano.

Urna de madera y cristal con san Francisco de Paula. Peana de madera color crema. Hábito café, de paño, cíngulo blanco. La placa decía: nacido el 2 de abril de 1416. Fundó los Ermitaños de San Francisco de Asís, origen a la orden de Hermanos Mínimos. Murió el 2 de abril de 1507. Gran profeta milagroso.

Lápida: “Presbítero Antonio Nereo Medina. Presbítero José Sinforoso de Upegui: inició la construcción de este templo parroquial en 1845”500

Lápida: “Presbítero Ramón Mejía, junio 21 de 1893.

Un confesionario de madera con dos cruces.

Una ventana idéntica a la primera descrita.

Una estatuilla del Beato Marianito de Jesús Euse, de yeso, en repisa adosada a la pared.

Un relicario en forma de custodia y urna del Beato Marianito con los nombres de las personas que lo financiaron: Belarmina Preciado, Berta Toro de Cortés, Teresa Sánchez, Leticia y Oliva Quintero, Miryam Vergara, Rubiela Martínez, Teresita Vanegas de A., Araceli Jaramillo, Angela Lopera, Amparo Grisales.

Nave izquierda:

Talla en madera del “Señor con la cruz a cuestas”: imagen que era llevada en la Procesión de la Sentencia de los Viernes santo. Autor anónimo.

Ventanal idéntico a los anteriores.

499 Este niño fue “robado” el 24 de febrero del año 2004. La prensa hizo gran alaraca. Fue encontrado nueve días después cerca al cementerio, sin la mano drecha. Su tamaño 49 de alto por 38 de ancho. Fue restaurado por Martha Isabel Isaza Taborda. Era capellán del templo el Presbítero Emiro Jaramillo Cárdenas.500 La leyenda no es exacta. El templo se compenzó a construir alrededor de 1850. No estaba destinada para Iglesia Parroquial sino como templo para la devoción al Señor de la Humildad. Es cierto que a partir de 1860, con la demolición de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, este templo sirvió de matriz parroquial hasta muy entrado el siglo XX.

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Lápida: Presbítero Jenaro Roldán, 1838, Santa Rosa de Osos, 1909. “Apóstol de caridad y consejero prudente”.

Lápida: Presbítero José Lorenzo Vélez, el 10 de septiembre de 1890. Religión, patria, familia y amistad deploran su muerte y dedican a su memoria este sencillo monumento.Ventana idéntica.Cuadro de Nuestra Señora de Guadalupe.

Puerta de la Sacristía.

DESCRIPCIÓN DE LOS RETABLOS.

Lado derecho: el Niño Jesús.

Altar del centro: extremo derecho: San Francisco, sin nicho.

Lado izquierdo: Virgen de las Mercedes en una urna.

Retablo del centro: hornacina superior un crucifijo; hornacina del medio: San José con el niño, El Señor de la Humildad (el propio de esta devoción), Virgen del Perpetuo Socorro. Todos los retablos reposaban sobre un altar de madera fijo.

Debajo de los anteriores: un sagrario. Adelante: el altar usual para la Eucaristía con seis candelabros y al lado izquierdo el ambón.

Lado izquierdo: el Sagrario actual. Estructura en madera, hermoso, muy bien tallado. En su base el bajo relieve del Agnus Dei. A continuación el propio sagrario con un ángel a cada lado y la lámpara del Santísimo a la izquierda. La urna del sagrario terminaba en sendas cruces y de la mitad salía una estructura en madera, talladas que terminaba en cruz.

Estructura interna: catorce columnas (7 a cada lado) forradas en madera, cuadradas, con base de cemento y capitel biselado del cual partía el arco correspondiente. Su alma era el antiguo poste de madera que fue reformado para convertirlo en la columna dicha. Había 16 arcos (8 a cada lado) en madera muy bien terminados.

En las columnas aparecían los cuadros del Viacrucis y debajo una cruz (similar a aquellas que se usan para la consagración de las iglesias).

Escaños: veintiséis.

El techo en el centro: en forma de ángulo de manera que su vértice equivalía al caballete. El techo de las naves: de abajo hacia arriba sin forma caballete. Estaba conformado por 40 vigas.

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Doscientos Años Después

De los arcos pendían 16 lámparas (8 a cada lado). Ante el Sagrario una lámpara al lado izquierdo.

Los zócalos: forrados en piedra policroma (piedra, al parecer, de Valdivia)

Piso en baldosas antiguas, en forma de cruces. En el centro del piso y correspondiente a la nave principal baldosas con figuras pequeñas hexagonales.

EL púlpito estaba al lado derecho, de madera, y con los cuatro evangelistas pintados y maderas con panecillos de oro. Encima un techo octogonal. Escalinata de ingreso: de 14 gradas de madera y pasamanos.

EL PADRE JOSPH SINFOROSO DE UPEGUI

En una tarde lluviosa, propia de los octubres, fue conducido, en medio del dolor de los feligreses de Santa Rosa de Osos, el querido SINFOROSITO al cementerio de El Carmen.

Había muerto el 29 de octubre de 1853.

En su testamento (firmado unos años antes) había dejado algunos bienes a sus esclavos, otros a sus familiares, y un aporte no despreciable PARA EL TEMPLO DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD que estaba en construcción.

Había muerto en su casa de dos pisos, al pie del Templo Parroquial, casa que posteriormente sería ocupada por Pedro Justo Berrío, recién desposado, y más tarde por su hijo el General Pedro José Berrío. Dicha casa sería del Mono Gómez y sus descendientes, los mismos que todavía tenían su posesión en el año 2014.

El libro de defunciones, escuetamente, narró el insuceso: “En veintinueve de octubre de mil ochocientos cincuenta y tres se sepultó en el cimenterio (sic) de esta parroquia de Santa Rosa el cadáver del Presbítero José Sinforoso de Upegui; se le administraron los santos sacramentos de la penitencia y extremaunción. Doy fe. Juan Esteban García”501

No hay datos que permitan definir hasta cuándo estuvo sepultado en el CEMENTERIO DE EL CARMEN.

El Padre Jose Martín Múnera T., en su admirable obra LA PARCELA diría que al pie del Templo, al lado de la sacristía, había un pequeño jardín, al cual fueron trasladados sus restos.

501 Libro de Defunciones de Santa Rosa de Osos. Tomo 3, foxa 41 a

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Tampoco hay datos que permitan deducir cuándo fueron llevados al interior del templo y ubicados en la nave derecha, entrando, y juntados con los restos de otro benemérito sacerdote, como reza su sencilla lápida: “Presbítero Antonio Nereo Medina. Presbítero José Sinforoso de Upegui: inició la construcción de este templo parroquial en 1845”502

Aunque la fecha 1845 ha quedado para la historia, la construcción tuvo lugar algunos años después, como lo probamos en el tema correspondiente, cuando fue pedido el permiso al Señor Obispo para la construcción, alrededor de 1850.

El Padre José Sinforoso de Upegui había sido un sacerdote según el corazón de Dios, en medio de un mundo muy cambiante, por el cual pasó haciendo bien, consolando al afligido, ayudando al pobre, dando ejemplo de humildad y sacrificio.

Como sacerdote de su tiempo fue minero, tuvo propiedades, realizó los negocios usuales, dedicó sus primeros años de ministerio al PUEBLO DE INDIOS de Cañasgordas, entre los emberá catíos, con tanto celo y amor que el mismo ALCALDE certificó sus obras y lo recomendó como “merecedor de otros beneficios”.

Su inteligencia notable le permitió obtener la NOTA DE TRIPLE AAA cuando se presentó a la OPOSICIÓN para el curato de los Osos, cualidad que se vio reforzada por su vida santa, de sacrificio, de honestidad, de amor por los pobres y desapego de lo material.

Enfrentó la INDEPENDENCIA con sabiduría y con acierto. Reconoció que la LIBERTAD era un don de Dios y por ella luchó, como lo pudimos constatar en esta Historia mediante documentos entresacados del Archivo Municipal.

Hizo parte de todas las juntas de su doctrina en pro de los esclavos y de la libertad de úteros.

Llevó sus libros parroquiales con buena letra de acuerdo con las normas de las Santas Visitas de los Obispos de turno.

Y cuando su Obispo, acérrimo enemigo de la independencia, le arrebó su curato, en forma humilde cumplió el “castigos” y se refugió de nuevo entre los Emberá-Catíos de Cañasgordas.

Y cuando fue reintegrado, regresó con el mismo amor y celo, sin triunfalismo, y prosiguió su misión, hasta que pudo morir tranquilo cuando la Nueva Granada ya había superado las primeras crisis y las luchas personales.

502 El texto no es exacto. El templo se compenzó a construir alrededor de 1850. No estaba destinada para Iglesia Parroquial sino como templo para la devoción al Señor de la Humildad. Es cierto que a partir de 1860, con la demolición de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, este templo sirvió de matriz parroquial hasta muy entrado el siglo XX.

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Doscientos Años Después

Sea folklore, sea realidad, hubo de enfrentarse a una ENDEMONIADA, como consta en narraciones sencillas de los Archivos de la Curia de Santa Rosa.

Lo hizo con tal humildad que ni siguiera las ofensas del enemigo malo, cuando le gritaba “sonso, aprovechado, maldito y calvo Sinforoso” le hicieron perder su paciencia, y con voz poderosa, apoyado por la misión que Dios le había confiado, liberó a la muchacha de semejante posesión.

Jamás fue puesta en duda su castidad y su integridad.

Siendo de Dios, estuvo entre los hombres, se rodeó de esclavos (aún los tenía propios y los trataba como a sus hijos), de criollos, de españoles, de mestizos y para todos tuvo la palabra adecuada.

Cuando la situación de Santa Rosa se hacía pesada acudía a Dios, se postraba ante el sagrario y lloraba por sus feligreses.

Y cuando las luchas lo exigían, entregó su ciencia, su palabra, su misma redacción e impetró, antes las autoridades competentes, por el bienestar de la Parroquia, como lo pudimos analizar en los documentos firmados por él, en los cuales solicitaba el rango de VILLA para su amado terruño.

La historia futura confirmaría su sangre y estirpe hasta el punto de aparecer en la genealogía de SANTA LAURA MONTOYA UPEGUI, de la cual fue primo cuarto carnal.

Joseph Sinforoso de Upegui, era una “cejita de oro” incrustada en cualquiera de las barrancas de Santa Rosa de Osos.

Así lo encontré: desconocido, apenas mencionado por el Templo de la Humildad.

Así como existen MINEROS de carrera que aún vía satelital, encuentran las vetas más jugosas, existen MAZAMORREROS, quienes, con el agua a medio muslo, agitan sucesivamente su batea, llena de peña rica, hasta que en el fondo perciben las CEJITAS DE ORO que luego llevan a su COCO y que, al domingo siguiente lo venden a don GUILLERMO CALLE MACHADO en su negocio de la Calle Real o del Comercio.

Lo mismo pasa con los HISTORIADORES quienes, formados en las más rancias escuelas, saben interpretar los archivos, las fuentes primarias, los códices, los incunables y hasta los papiros y pergaminos, para entregar a los sedientos lectores las obras monumentales de la historia universal, nacional, regional y parroquial. Al lado de estos estamos los MAZAMORREROS DE LA HISTORIA. Eso somos nosotros. Con el ALMOCAFRE de la paciencia, con la BATEA de la constancia y con el RECATÓN del amor, nos hemos sumergido hasta el cuello en viejos documentos y en la tradición oral de los pueblos para encontrar la CEJITA.

Hoy presento a mis pacientes lectores ESTE PEQUEÑO CHICHARRÓN DE ORO que existió, existe y existirá

en las BARRANCAS aún inexploradas de los Osos.

PRIMERA TOMO TERMINADO EL 19 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO DOS MIL TRECE, EN SANTA ROSA DE OSOS, homenaje a esta ciudad que está

cumpliendo su segundo siglo de existencia como DISTRITO, es decir, como MUNICIPIO.

Luis Octavio Yepes Roldán.

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Luis Octavio Yepes Roldán.

B I B L I O G R A F Í A D E L P R I M E R T O M O

Adess Asociación de alumnos del seminario de Santa Rosa.

AHA. (ECLESIÁSTICOS COLONIA. Tomo 83, Documento No. 2331. V. 824 Doc 13003, pg. 44. Vol. 824. Doc 13019. F. 96v. Tomo 191, Doc. 4739 -oct. de 1785. Tomo 191, Doc. 4739 -oct. de 1785. REALES ÓRDENES, tomo 881, doc. 13740. Volumen 824, nro. 13003. Volumen 824, nro. 13003. Vol. 824, nro. 13019, F. 16v. Vol. 824, Doc. 13019, F. 83 V.)

AHCSR. (Registros IB. Bautismos de Libres 1789 a 1804 de Nicolás Francisco de Agudelo) (Libros de registros eclesiásticos IA de Bautismos 1720 a 1789. Matrimonios 1719 a 1789. Defunciones 1718 a 1789. Fiestas 1719 a 1804) (Registros IC de Bautismos de esclavos 1789 a 1821 y de libres 1822 a 1837 de José Sinforoso de Upegui) (Registros II de Bautismos de libres 1805 a 1821) (Registros III de Bautismos 11 mayo de 1821 a 1830) (Registros IV de Bautismos del 31 enero de 1830 a enero de 1837) (Registros V de Bautismos de 1837 a 1843) (Registros VI de Bautismos de 1843 a 1847) Revista del Clero Revista Renovación Periódico El Adalid (1925 a 1937) Periódico El Derecho (1944 a 1950) Periódico El Católico (1915 a 1924).

AHSR (Caja general 1) 1780 a 1781. 2) 1782 a 1786. 3) 1787 a 1792. 4) 1793 a 1795. 5) 1796 a 1798. 6) 1799 a 1804. 7) 1805 a 1809. 8) 1810 a 1812. 9) 1813 a 1814. 10) 1815 a 1816. 11) 1817 a 1818. 12) 1818 a 1822). Protocolos (escrituras, ventas, casas, minas, esclavos). (Volumen primero: 1783 a 1780. Volumen 2: 1791 a 1796. Volumen 3: 1797 a 1800. Volumen 4. 1801 a 1804. Volumen 5: 1805 a 1811. Volumen 6: 1812 a 1816. Volumen 7: 1817 a 1820. Volumen 8: 1821 a 1833. Volumen 9: 1824 a 1841)

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Umberto Eco. El nombre de la rosa. 1933

Vasco Jacinto de Contreras y Valverde. Auto de visita

Vicente F. Arango Estrada. Algunas sotanas inquietas en Antioquia. Hoyos Editora. Primera edición. Manizales. Agosto de 2006

Vicente Restrepo. Estudio sobre las Minas de oro y plata de Colombia. Bogotá.

Imprenta 1888.

546

Doscientos Años Después

Vida interior del Excelentísimo Señor Don Juan de Palafox y Mendoza, Obispo de Puebla.

Wikipedia. Truco alto y truco bajo

www. Banrepcultura.org. curas foráneos de Santa Fe. Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango

www. genealogiadecolombia.com. Internet. Luis Javier Berrío Carmona

www. genealogía Upegui

www. municipiosantarosa. Luis Octavio Yepes R. Historia de la Catedral.

Claves: AHA. Archivo Histórico de Antioquia. AHSR. Archivo Histórico de Santa Rosa de Osos AHCST. Archivo Histórico Curia Santa Rosa de Osos

547

Luis Octavio Yepes Roldán.

INDICE DE LA PRIMERA PARTE

Presentación de la Investigación 7

Créditos 9

Tomo Primero (1790-1850) 11-14

Parte cero 15-20

Cero 21

I. José Sinforoso de Upegui 23-48

II. Estructura Social de Santa Rosa 49-114

III. Erección de la Parroquia de los Ríos de los Osos 115-132

IV. Terremoto 133-166

V. El Patio de las Brujas 167-178

VI. El Templo del Señor de la Humildad 179-184

VII. Los Esclavos del Valle de los Osos 185-204

VIII. Protocolo de Testamentos 205-228

IX.Aires de libertad 229-272

X. Obispos de Popayan y Santa Fe de Antioquia 273-298

XI. Las Instituciones Españolas 299-310

XII. Instituciones Eclesiásticas 311-332

548

Doscientos Años Después

XIII. Entorno del santarrosano 333-354

XIV. Aspectos Políticos a partir del Grito de Independencia 355-398

XV. Aspectos Económicos 399-474

XVI. Situación De La Provincia Durante Los Reinados de Carlos IV “El Cazador” y de Fernando VII “El Deseado” A Partir de 1788 475-508

XVII. La Villa de Santa Rosa y desmembraciones 509-528

XVIII. La tumba de Joseph Sinforoso de Upegui 529-538

Bibliografía del primer tomo 541-546

Indice de la Primera Parte 547

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Abirá 70, 361 Aculturación 91 Agricultura 433 Agua en Santa Rosa 337 Agudelo Nicolás Francisco de. Presbítero 27. 28, 110, 127, 138, 146, 274, 288, 352 Alcabalas 67, 230, 309, 415, 442, 487 Alcalde pedáneo 309 Almocafre 438, 538 Álvarez M. Pedro. Obispo 31, 289 Aná, sitio de … 363 Angostura 221, 340 Ánima sola 330 Antioquia federal 393 Aqueronte 325 Aranceles 234 Arancibia José Manuel. Obispo 27, 294 Aranjuez, Junta Suprema de… 255 Aranzazu Juan de Dios, Gobernante 388, 496 Arenales 48 Armada de Barlovento 67, 230, 442 Arrieros 407 Artesanos 71, 340, 403, 429 Aspectos económicos 399 ss. Aspectos políticos 355 ss. Ayala Francisco de … Gobernador 259, 356, 486 Berrío Venancio 317 Baena Pedro Rafael. Presbítero 533

TOMO PRIMERODOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS

Índice por temas

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Doscientos Años Después

Banda de música 340 Baraya y Campa Francisco, Gobernante 28, 239, 477, 516 Barrientos Manuel 64, 248, 287 Batalla de Orobajo 397 Batallón Santa Rosa 391 Bedoya C. Libardo 379 Belmira 123 Beltrán Manuela 237 Berrío Lorenzo 35, 43, 64, 393, 505 Berrío Pedro José, General 398 Berrío Pedro Justo 293, 396 Berrrío familia de los … 89 Bibliografía Tomo Primero 541 ss Bienes secuestrados 108 Billares 400 Bolívar Simón 291, 373, 376, 387 Bonaparte José 255, 356 Bonaparte Napoleón, Emperador, 253,356 Borbones familia de los …67, 241, 487 Boussingault Jean Baptiste 250 Bozal, esclavo 189 Bravo Pascual militar 396 Caballero y Góngora. Virrey 238, 477 Cabildos 308 Café, su cultivo 433 Cajón de tienda 422 Caminos de Santa Rosa 334, 437 Campos Elíseos, mitología 325 Campuzano José Marcos 64, 347 Cano Fernando, Obispo 294 Cañasgordas 25, 29 Capellanías 211, 311, 323 Capitanía 310 Cárcel 104 Carlos IV de España 240, 255, 356, 475 ss. 498 Caro Miguel Antonio, político, 390 Carolina del Príncipe 122, 247, 340, 441, 477, 478, 522 Carón, mitología, 325 Carrasquilla Tomás 170 Casa de contratación 310 Casa de dos pisos 465, 467

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Casa excusada 317 Castellanos de Zubiría, Susana 176 Cementerio de indios 25 Cementero El Carmen 47, 162, 526 Chasquis 238, 405, 406 Chirimía 183 Choren Ángel 218, 227, 348 Chorros Blancos, batalla de… 272, 373, 495 Cieza de León, Pedro 69, 437 Cimarrón, esclavo 190 Ciudades 265 Cofradía de la Virgen del Carmen 323, 326 Cofraternidad de la Humildad 182 Comerciantes 75, 422 Comisión corográfica 136, 147, 165, 394, 513 Comuneros 67, 230, 442 Confederación Granadina 394 Congreso de Angostura 373 Conservadores, partido político 390 Constitución de Antioquia 360, 489 Construcciones 335 Contreras y Valverde Vasco Jacinto de… Obispo 115 Convención de Ocaña 386 Córdova José María, militar. 271, 373, 495 Corral Juan del … 177, 257, 263, 358, 362, 490 Corsarios 230 Cortada de minas 353 Cortes del Reino 262, 487 Crespo Rivera Maximiliano, Obispo 351 Crioyo (sic), esclavo 189 Cujas 459 Cunicubá, mitología 70, 361 Curas interinos 131 Curas mineros 132 Dabaibe, mitología, 70, 361 Dar poderes 352 Dávila y Caballero Juan Bautista cura doctrinero 48, 126 Delgado y Urnieta, Baltazar, cura doctrinero 125 Demandas 429 Demolición del templo 515 Desmembraciones territoriales 509 ss.

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Doscientos Años Después

Diezmos 306, 317, 503 Diócesis de Medellín-Antioquia 298 Diócesis de Santa Fe de Antioquia 26, 127 Disolución de la Gran Colombia 388 Divina Comedia (de Dante) 168 Don Diego, sitio de … 340 Donativos 244 Donmatías municipio 122 Dotes 222, 227 Duque y G. Hermenegildo, presbítero 296 Eaco, mitología 325 Emberá-catíos etnia 25 Encomenderos 26, 69, 304, 379 Entorno santarrosano 333 ss Erección parroquia de Los Osos 115 ss Escapulario 327 Esclavos 70, 81, 91, 99 ,185 ss, 190, 191, 274, 358 Escribanos 309, 451, 503 Escudo de Antioquia 32, 264, 361 Estadísticas 81 Estados Unidos de Colombia 395 Estancos 239, 410, 442, 451 Estigio, mitología, 325 Estrada Francisco Leonín de … 313 Euse María de Jesús 62 Euse Mariano de Jesús, Beato 66 Euse Pedro de … 27, 65, 349 Exorcista 37 Expatriados 108 Expósitos 84, 286, 321, 338, 350 Federalización 391 Fernando VII, Rey de España 255, 356, 475 ss., 486, 498 Fiadores 429 Fiestas 339 Fincas 449 Flegetón, mitología, 325 Flórez Manuel Antonio, Virrey 238 Furias, las Tres, mitología, 325 Ganadería 431 García Juan Esteban, presbítero 296 Garnica y Dorjuela Mariano, Obispo 268, 284, 294

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Gloria, postrimería 325 Gómez de Salazar, Juan 59 Gómez Plata Juan de la Cruz, Obispo, 292, 295 González Francisco Xavier, presbítero 214 González y Gutiérrez Joaquín Guillermo, Obispo, 46, 296, 297 Guadalupe, río 39 Guarne, municipio 238 Guerra de los Mil Días 397 Gutiérrez de Piñeres Juan Francisco, gobernante, 230, 240, 441 Habsburgos, familia de los … 241 Hagiografía 320 Hegemonía conservadora 397 Hernández Bernabé, presbítero 295 Herrán Pedro Alcántara, gobernante 389 Hijos de la Iglesia 83 Hipotecas 451 Hojas Anchas, el sitio de … 340 Hospicio 346 Imantagó, arqueología 25 Impuestos 241, 410 Inculturación 91 Independencia 32, 229 ss., 264, 272, 362 Indultos 508 Infierno, postrimerías, 325 Infraestructura 49 ss., 523 Inquisición 169 Instituciones Eclesiásticas 311 ss. Instituciones Españolas 299 ss. Inventario iglesia 158 Jiménez de Enciso Salvador, Obispo 32, 291, 380 Jueces pedáneos 492 Juegos prohibidos 110 Juicio, postrimería, 324 Juntas de Nare 485 La ciudad perdida 512 La Trinidad, mina 246, 442 Ladino, esclavo 190 Ladrones 99 Lámpara del Santísimo 315 Langosta, plata, 435 Las ánimas benditas 316, 323

554

Doscientos Años Después

Lenes José Pablo, 430 Leteo, mitología, 325 Ley de Unión de los Pueblos 382 Liberación de esclavos 365 Liberales, partido político, 390 Libertad de úteros 193, 266, 290 Lilith, mitología, 176 Limbo, mitología, 325, 332 Locos 98 Londoño Manuel, presbítero 148, 279, 311, 341 López Tagle Juan Elías, gobernante 31, 116 262, 489 Macías Tomasa 27, 65, 68, 216, 349 Mallarino Manuel María, gobernante 391 Malleus maleficarum, bula (martillo de las brujas) 175 Mandas de misas 319, 322 Manrique Jorge, poeta español, 324 Manumisión 194,203, 365, 371 Marín Anacleto, el Patrón… 249, 449 Márquez José Ignacio, gobernante, 389 Matablanco, sitio de … 121, 340 Matrimonio, líos 101 Mc. Ewen Guillermo, Prefecto del Norte, 396 Medellín, ciudad, 237, 364,385 Medina Antonio Nereo, presbítero 534 Mejía Liborio gobernante 492 Melo José María, político 390 Mercado el día domingo 35, 94, 350, 404 Mesa capitular 315, 317, 318 Milicias 358 Minería 437, 442 Minos, mitología, 325 Misas Plácido 66, 217, 224, 317, 349 Mitología 324 Molina José Antonio, indio vendedor ambulante 427 Molinos de pisón 344, 437, 440 Mon y Velarde Juan Antonio, gobernante 57, 63, 209, 247, 340, 353, 441, 477, 498 Monjas 114 Moore Tyrell James 249, 392, 437, 449 Mora Pedro Martín, minero y gobernante 134 Mortuorias 210 Mosquera Tomás Cipriano de … gobernante 390, 394, 395

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Muerte, postrimería 324 Múnera Tobón José Martin, presbítero escritor 32 Muñoz Patiño Alveiro, 9 Muñoz Victoriano, Presbítero 297 Murilo Toro Manuel, gobernante, 396 Narváez Antonio, delegado 261 Nuestra Señora de Guadalupe 59 Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá 47, 116, 135, 152, 269, 276, 290, 305 Nuestro Amo Sacramentado 315 Nutabes, etnia 69, 116 Obaldía José de … 392 Obando José María 390 Obispos 273 ss. Obregón y Mena Jerónimo, obispo 47, 116, 135, 305 Olimpo Radical 395 Oposición 28 Ordenanzas de mina 50, 134, 304, 438 Orozco José Raimundo, presbítero 220 Osos de anteojos 119 Ospina Rodríguez Mariano 64, 387, 388, 392, 394, 497 Padrones 86, 493 Palacio Lopera Francisco Jair, Alcalde 5, 9 Palacio y Navarro Francisco 62, 348 Palafox Juan de… obispo y virrey 214,320 Parrao, del folclore 39 Pastor de Hermes 332 Patiobrujas (mitos y leyendas) 167 ss Patrología, texto 332 Patronato regio 300, 357 Pérez de R. José Ignacio, presbítero 285 Pérez Rublas (Arrubla) Juan Pablo 352, 486, 502 Petacas, minas de … 123, 340 Pío VII, Papa 256, 294 Planos 510 Pleitos 338 Poblado de san Lorenzo 363 Postrimerías del hombre 323 Provincia de Antioquia 391 Pueblo de indios 69, 261, 427 Puente convite para construir un… 347 Puente de tierra 334

556

Doscientos Años Después

Pulperías 230, 410 Purgatorio 323, 325, 326 Quintos reales 411 Rabia por mordedura de perros 345 Radamanto, mitología, 325 Rancherías 50, 136, 306, 512 Real Audiencia 303 Reales de mina 305, 403 Reconquista 270, 371 Regeneración, período de la … 396 Remates 109 Remedios, ciudad 171 Rengifo Tomás, gobernante, 396 Rentas estancadas 230 República de Colombia 397 República de la Nueva Granada 389 Restrepo Anselma, minera 249 Restrepo Vicente, investigador 60, 438 Retrato de sangre 96 Revolución Francesa 237, 251 Revolucionarios 380 Riaño Domingo Antonio, Obispo, 292, 296 Riogrande, partido de … 39 Rionegro, ciudad 237 Robledo Jorge, el Mariscal 69 Rodas Gaspar de … gobernante 134, 305 Rodríguez de Zea Pedro, teniente, 45, 47, 54, 61, 77, 140, 209, 247, 279, 312, 340, 348, 349, 441, 499 Rodríguez Jesús María, Obispo 298 Rojas Ezequiel, ideólogo liberal 390 Rojas Pedro J. de … presbítero 211 Roldán Jenaro, presbítero 177 Rosillo Andrés M. canónigo 268 Rueda Juan Nepomuceno, Obispo 298 Salazar Agustín, presbítero 26 Salinas 472 Salud Pública 345 San Pedro de Guamurú, poblado 305 San Antonio del Infante 45, 247, 340 441, 477, 521 San Jacinto de los Osos 50, 117, 485 San Luis de Góngora 45, 97, 121, 247, 274, 340, 441, 477

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Luis Octavio Yepes Roldán.

San Miguel Arcángel, capilla de … 48, 134 San Pedro Claver 187 Sanclemente Manuel Antonio, presidente, 397 Sanín y López Andrés Antonio 64, 348, 354, 501, 505 Santa Ermita 146 Santa Rosa como Distrito 364 Santa Rosa, Villa 40, 50, 51, 52, 73, 177, 265, 293, 491, 509, 516 Santander, Francisco de Paula, gobernante 374, 375, 389 Santarrositis-de-ositis-aguda 15 ss Secuestro de bienes 206 Sello de Antioquia 464 Seminario de Santa Fe de Antioquia 392 Seminaristas 507 Serrano y Espejo Antonio, minero, 58 Sífilis 174 Supremo Consejo de Indias 302 Tamayo Miguel Sacramento 226 Tártaro, mitología 325 Tejar 106 Templo del Señor de la Humildad 43, 157, 179 ss, 296, 462, 530 Teniente de Gobernador 309, 504 Terremoto 133 ss, 139 Tertuliano 326 Testamentos 40, 205 ss Toro Zapata Fernando, minero 58 Truco, juego del … 106, 400 Tuición de cultos 395 Tumba de José Sinforoso de Upegue 21, 529 ss. Tumbeiros 186 Upegui José Sinforoso de … cura doctrinero 23 ss, 29, 33, 117, 156, 289, 294, 320, 356, 371, 379, 402, 427, 524, 528, 536 Urdaneta Rafael, Presidente, 388 Uribe Ángel Manuel, geógrafo, historiador 47, 135, 510 Urrea Jesús María, vicario general 172 Uva, el cultivo de la … 434 Vagos 76 Valdivia Andrés, gobernante 69 Valenzuela Manuel Salvador, presbítero 297 Valle de los Osos 245, 340 Vallejo Francisco, soldado 119 Vásquez Julián 392

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Doscientos Años Después

Veinte de julio de mil ochocientos diez 257 Velarde Ángel, Obispo 26, 31, 274 Velásquez Francisco 430 Vélez Juan Francisco, presbítero 27, 35 Venta de casas 456 Venta de esclavos 200 Vías de Santa Rosa 337 Vicariato Regio 303 Vicario Superintendente 27 Villa de Santa Rosa 509 ss Villa Juan Salvador de … provisor 25, 26 Virgen del Carmen 326 Virreinato 310 Warleta Francisco, soldado, 270, 491 Yepes Francisco Ángel 312, 448 Zapata Mateo 348 Zaragoza de las Palmas 171 Zea Francisco Antonio, gobernante 64, 97, 247, 348, 373, 506 Zulaybar José María 45, 60, 63, 137, 145, 156, 279, 459, 499

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Luis Octavio Yepes Roldán.

Registros Cámara Colombiana del Libro:ISBN Libro Impreso: 978-958-99805-5-2ISBN Libro Digital: 978-958-99805-4-5Sello Editorial: Municipio de Santa Rosa de Osos 958-99805