salvemos el mar. alejandra planet. graficos valeria planet

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Los diversos tipos de contaminación causadas por sustancias y energías que no pertenecen al medio marino han hecho del océano el mayor vertedero del mundo y ha causado la extinción de miles de especies.En este contexto nace Salvemos el Mar, ante la necesidad urgente de mostrar a los niños y niñas en forma entretenida la realidad que vive el mar en nuestro planeta, enseñarles de igual forma los principios esenciales de la alfabetización oceánica que nos enseña la importancia del océano en la Tierra y estimular la toma de conciencia en cuanto a cómo el reciclaje es una solución viable para el cuidado del medioambiente.

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Salvemos el Mar! Las Aventuras de Pulpirecicla

Alejandra Planet

2012 Alejandra Planet Seplveda Todos los derechos reservados Santiago, Chile. El e-book en Cd ser distribuido a organizaciones medioambientales que realizan campaas de limpieza de playas desde el mes de mayo de 2012.La informacin de las entregas y fotografas estarn en el blog www.ocean-of-trash.blogspot.com Este libro se distribuir en forma impresa, gracias al aporte de micromecenas, en las comunidades de escasos recursos que no tienen acceso a internet en zonas costeras y en bordes de ro donde la contaminacin causada por desechos urbanos es una terrible realidad. El libro se entregar desde el mes de septiembre. Los pases con sus lugares de recepcin estarn publicados en el blog: www.ocean-of-trash.blogspot.com el mismo mes.

IndiceAgradecimientos La Gran Sirena Los Amigos El Calcetn Perdido El Beb Ballena La Ostra Asustada Doa Tetera y Los Neumticos Los Hroes

AgradecimientosMis agradecimientos a todos aquellos que conscientes de la existencia de las islas de basura en el ocano han colaborado de una forma u otra a que este libro sea una realidad, y pueda educar y entretener sobre el poder del reciclaje, el amor hacia el ocano, los valores y los siete principios esenciales sobre la influencia del ocano en nuestras vidas. Muchas gracias por esas maravillosas cartas de apoyo que atesorar siempre, por la palabra amiga y alentadora, por la ayuda en la difusin y/o por las donaciones que traducen la preocupacin que se tiene con el cuidado de nuestro planeta y con las futuras generaciones.Aldo Goia (Italia) Alejandro Dragn Soto (ChileEspaa) Alessandra Silvestri (New York, Estados Unidos)) Alfonso Romn Fernndez (Espaa) Andrs Munevar (Colombia) Ange C (Chile) Ayudando al Planeta (Saltillo, Mxico) Blue Profondo (Italia) Carla Gandolfo (Chile) Cecil Muoz (Chile) Claudio Antonio Seplveda Alfaro (Chile) Cluster Cultural (Chile) Cristian Leiva Ruiz (Chile) Javier Beno Gmez (Espaa) Jessica Curaqueo (Chile- Espaa) Jess Cceres (web Vista al Mar) (Espaa) Jorge Carbonell Garca (Espaa) Jorge Planet San Martn (Chile) Julio Pino Miyar (Cuba) Laura Cremades Garca (Espaa)

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Loreto Muoz Schick (Chile) Madeln Lnchez (Espaa) Marcelo de Laurentis (Argentina) Mara de los Angeles Lewin Etcheverry (Chile) Eliana Schick (Chile) Familia Leiva Ruiz (ChileVenezuela) Fresia Salazar Campos (Costa Rica) Gloria Isabel Seplveda Ruiz (Chile) GPS Buceo (Espaa) Gustavo Becerra Muzzio (Chile) Hugo Mejas (Chile) Ignacio Gutirrez Lezaca (Chile) Isabel Lpez Garcs (Espaa) Javier Zapata (Chile) Javiera Alday (Chile) Luca Seplveda Ruiz (Chile)

Mara Soledad Ramrez (Chile) Mauricio Fondato (Italia) Michael Crawford- Hick (Reino Unido) Miguel Alejandro Seplveda Alfaro (Chile) Mnica Gonzlez (Espaa) Nicols Gutirrez Lezaca (Chile) scar Seplveda Alfaro (Chile) Patricio Paredes Genskowski (Chile) Patricio Paredes Planet (Chile) Pedro Martnez (Espaa) Rodrigo Planet Seplveda (Chile) Ramn Venegas Watson (ChileAustralia) Sachi T. Buisson (Filipinas) Tamara Mehsas Torrents (Chile) Valeria Paredes Planet (Chile) Y cada da se suman ms personas y organizaciones a esta causa que sern considerados en los libros impresos.

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La Gran SirenaEn un pequeo rincn del ocano, en una caverna marina, viva un pulpo llamado Adrin. Era un animal muy particular, pues si bien era un pulpo como todos los dems con ocho tentculos bajo una gran cabeza alargada, Adrin era morado como las violetas de un jardn, tena pintas de distintos colores en sus tentculos y usaba un sombrero tejido de algas celestes y verdes. A pesar de sus cortos ocho aos era un pulpo vigoroso y muy trabajador. Desde la maana a la tarde recoga los objetos que los humanos indolentemente lanzaban al mar o las cosas que arrastraban las olas desde la playa. Entre ellos haba bolsas y botellas plsticas, frascos y envases de vidrio, pilas, neumticos, juguetes rotos y todo lo que puedas imaginar amiguito mo, y los llevaba a las cavernas. Sin embargo, un da las cavernas se llenaron de basura. No hubo sitio donde ponerla, pues si se dejaba en medio de las aguas o en las profundidades del ocano, los peces, las medusas y todos los animales marinos se la coman, pensando que era su alimento. Adems, Adrin haba visto a las tortugas enredadas en las bolsas de plstico y a las

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focas heridas con las redes que los pescadores olvidaban en el mar, y as a muchos peces enfermos del estmago. -Si todos los humanos supieran que el ocano y todo lo que hay en l le dan forma al planeta, lo cuidaran ms y no arrojaran ms basura Qu har con tanta basura? Cielos! Ms amigos se enfermarn! Si existiera una solucin reflexionaba Adrin. Mientras pensaba cmo deshacerse de los desechos o dnde colocarlos, el ocano de un denso azul se ilumin como si explotase la luna y frente a l apareci un hada del mar, la Gran Sirena que mirndolo fijamente a los ojos le dijo: -Adrin, soy la Gran Sirena y he visto tu esfuerzo para mantener limpio el ocano. Lleg el momento que aprendas que la solucin no est guardando la basura en las cavernas, sino reciclndola. -Qu es reciclar? -pregunt Adrin muy emocionado con la presencia de la Gran Sirena. -Reciclar es usar, una y otra vez, los materiales de los desechos para hacer nuevos productos -contest la Gran Sirena.

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-Entonces Cmo reciclar? Dnde? -pregunt el pequeo pulpo con los ojos muy abiertos, tan grandes como dos huevos, pues no entenda que hara con la basura de las cavernas y las que flotaban en el ocano. - En la tierra seca hay contenedores de distintos colores y letreros que dicen que tipo de basura va en ellos -le explic la Gran Sirena-. Ah se deben dejar los desechos. -Y cmo lo har? Vivo en el ocano. Yo no puedo ir a la tierra seca, pues no s respirar all -repuso Adrin muy apenado. -En tu pecho grabar el signo del reciclaje y desde hoy sers Adrin, el Pulpirecicla. Buscars a tus amigos dentro y fuera del ocano, y les pedirs ayuda -dijo la Gran Sirena. -Porqu me has elegido a m Gran Sirena? -pregunt con mucha curiosidad Adrin. -T eras el elegido desde el da que naciste con tus pintas de colores. Cada una de ellas representa el color de un contenedor donde los humanos reciclan. Yo he venido, porque es el momento que le ensees a otros a proteger el ocano y el planeta entero, pues el ocano hace la Tierra habitable. Sin ocano no hay vida en la Tierra- le explic la Gran Sirena, mientras se alejaba por las aguas. Adrin levant la vista y la Gran Sirena haba desaparecido.~5~

En aquel mismo momento, un lenguado cacata que se hallaba camuflado en las arenas levant su cuerpo ovalado y le dijo a Adrin: -He visto y escuchado todo lo que aqu ha pasado! Ahora dime Adrin Qu hars? -Lo mismo de siempre, pero esta vez buscar amigos que me ayuden, porque el xito de esta tarea no depende de uno solo, depende de muchos -exclam el pulpo, mientras sonriente y con mucho nimo surgido de la esperanza de un ocano ms limpio nad hacia arriba, mostrando el signo que llevaba en el pecho y por el cual todos sabran que l era el Pulpirecicla.

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Los AmigosVarios cangrejos corran de aqu para all en el fondo marino, turbando el sueo de las babosas y de los pulpos enanos que yacan bajo las arenas. Los peces y las medusas nadaban de un lado para otro, encontrndose con tiburones y delfines que suban y bajaban por las aguas. -Qu es este alboroto? -grit una tortuga marina que paseaba por la zona. -Las corrientes marinas, las de all y las del otro lado han trado un montn de basura a este preciso lugar. Unas se hunden y otras flotan en la superficie -dijo un tiburn. -Y tenemos miedo que nos aplaste! -agreg un caballito de mar muy asustado. -Ir a contarle lo que ha sucedido a Adrin el Pulpirecicla l sabr qu hacer!- dijo la tortuga marina. Adrin se hallaba en su caverna, descansando de una laboriosa jornada cuando lleg la tortuga y le cont lo que haba pasado. -Esto es muy grave! Debo buscar a mis amigos para que me ayuden a sacar la basura del ocano -dijo Adrin.

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Esa misma tarde, Adrin el Pulpirecicla fue en busca de su amigo el cangrejo Julio al hermoso y blanco coral donde viva. En ese momento el cangrejo Julio cocinaba los alimentos que haba agarrado con sus perfectas pinzas. S, aunque no lo creas, el cangrejo Julio tena unas pinzas afiladas como ningn otro cangrejo y era un chef maravilloso. -Cmo ests Julio? -pregunt Adrin, mientras giraba sus tentculos al son del vaivn de las aguas. -Muy bien! He encontrado unos platanitos en la playa y estoy preparando una rica receta Y t cmo ests? pregunt el cangrejo Julio. -No tan bien como t, estoy preocupado por todos los objetos de las personas que llegan al mar y no es para menos, yo soy el Pulpirecicla -contest Adrin. - Pulpi qu? pregunt el cangrejo Julio. -Pulpirecicla, el pulpo que recicla y ensea a reciclar y eso significa que los objetos que tiran como basura sea til otra vez -contest Adrin. -Ah! Nunca haba escuchado algo as- exclam el cangrejo Julio con un gesto pensativo.

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-Pero hay mucha basura en el fondo marino y no s qu hacer con todos esos desechos -dijo Adrin. -Es simple! Sigue recogindola! T tienes muchas manos. T ests ideal para esa labor, puedes agarrar muchos objetos a la vez -dijo el cangrejo Julio, mientras cortaba con sus pinzas el platanito. -S, tienes razn, pero hay que recogerla, llevarla a la superficie y despus meterla a los contenedores de reciclaje y necesito muchos amigos que me ayuden y pens que t podas ser uno de ellos -dijo Adrin. -Ah no! Eso si que no! Yo estoy muy ocupado con la preparacin de mis alimentos No tengo tiempo! -replic el cangrejo muy serio. -Pero Julio si no me ayudas, los pequeos trozos de plstico o de vidrio se confundirn con tus alimentos y todos nos enfermaremos en el ocano y fuera de l. Observa un momento cmo estn las aguas -insisti Adrin. El cangrejo Julio mir hacia arriba y vio una masa gris, espesa y sucia. Mucha basura estaba en las aguas, entonces comprendi la importancia de ayudar a Adrin en su gran tarea. -Cuenta conmigo Adrin! -dijo por fin el cangrejo Julio.~ 11 ~

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Bajo el ajetreo de aquel atardecer ambos amigos se dirigieron a invitar a la estrellita Sara para que tambin se uniera a la tarea de reciclaje. Ella era una conocedora de todo lo que ocurra en las aguas No flotaba un alga sin que ella lo supiera! Apenas vio a Adrin le dijo: -Esto es un desastre! Has notado la basura que hay en el fondo marino? -S, por eso estoy aqu -alcanz a decir Adrin. -Qu tienes en el pecho? Dime, dime -interrumpi la estrellita Sara. -Justamente de eso te quiero hablar. Este signo verde en mi pecho es el smbolo del reciclaje. Significa que las cosas viejas puedan ser tiles otra vez. As habr menos basura en la tierra seca y en el ocano. Ahora me puedes llamar Pulpirecicla. -Se lo debo contar a mis amigas! Adis! dijo la estrellita Sara ms que ligero. -No te vayas Sara! debo decirte algo -grit Adrin. -S, qudate, qudate-murmur el cangrejo Julio con un todo irnico, que an no se convenca del compromiso que acababa de asumir.~ 13 ~

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-Dime Adrin, cuntamelo todo Qu me quieres decir? suplic la estrellita. -Necesito que me ayudes a sacar la basura del ocano -dijo Adrin. -Pero cmo lo har, si no puedo agarrar nada con mis pies dijo la curiosa estrellita Sara. -Slo debes mirar bajo la arena del fondo marino y ver si hay basura, y luego me avisas -explic Adrin. -Cuenta conmigo Adrin!-dijo la estrellita Sara-. Voy a contar la noticia a todas las estrellas de mar! Adrin y el cangrejo Julio continuaron su camino buscando a otros amigos que quisieran ayudar. Se encontraron con el pez globo Silvio y le pidieron que fuera el encargado de llevar a la superficie los objetos que no pertenecan al ocano. -Cuenta conmigo Adrin! -dijo el pez globo Silvio. Luego se encontraron con el Tiburn Tim y el Delfn Tom en la zona de las aguas ms agitadas. Adrin les pidi que estuvieran atentos a cualquier cada de basura al ocano y le avisaran de inmediato. Y nuevamente, Adrin escuch lo mismo: -Cuenta conmigo Adrin!~ 15 ~

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Mientras avanzaban Adrin y el cangrejo Julio fueron hallando a muchos amigos que deseaban cooperar con ellos como las medusas, los peces sierra, los peces martillo y las ballenas entre muchos otros. Sin embargo, an tenan que hallar a algn amigo que llevara la basura a los contenedores en la tierra seca. -Un ave es ideal! -pens Adrin y pidi al cangrejo Julio que subieran a la superficie a buscar a la gaviota Felisa. Nadaron hacia arriba y asomaron sus cabezas fuera del agua. Una vez all, vieron a la gaviota Felisa sobrevolando el ocano como lo haca desde hace muchos aos. Era una gaviota anciana y sabia. Conoca muy bien el problema de la basura en el ocano, pero tambin haba visto la poca importancia que le daban los humanos a este tremendo problema. Y una vez ms Adrin escuch: -Cuenta conmigo Adrin! Desde ese da, Adrin y sus amigos trabajaron sin cesar, pero muy felices, pues saban la importancia de vivir en un ocano limpio.

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El Calcetn PerdidoDesde un gran ro de aguas dulces vena la anguila Mara ondeando su cuerpo largo y delgado. Atravesaba el ocano, pues se diriga al Mar de los Sargazos a ver a sus amigas. Haba en ella una cierta arrogancia, pues saba que los peces chicos y grandes huan de ella con solo verla por miedo a que se acercara y les diera un golpe elctrico. S amiguitos, bastaba que un pez la tocara y zas! Que quedaban aturdidos. Y sucedi un da que mientras realizaba su recorrido se encontr con una figura tan delgada y larga como ella, pero que flotaba en las aguas, a pesar del gran agujero que tena en el cuerpo. Esto asust mucho a la anguila Mara quien de un coletazo le dio su poderoso golpe elctrico, pero la figura no se movi de su lugar. -Eh! Eh! le grit la figura a la anguila Mara. Sin embargo la anguila Mara muy asustada ya no estaba. Se haba escabullido ante la burla de todos los peces y estrellitas de mar que all haba. Una de las estrellas de mar le cont lo sucedido a la estrellita Sara quien arrastrando sus patitas lo ms rpido posible lleg donde el cangrejo Julio y le cont la historia~ 19 ~

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de la extraa figura que flotaba en el ocano y su encuentro con la anguila Mara. -Bah! Debe ser un objeto de los humanos que cay al ocano -opin el cangrejo Julio. -No creo. Yo pienso que es una anguila extranjera, pues no le pas nada cuando la anguila Mara la toc. Adems son muy parecidas. Son largas y flacas -repuso la estrellita Sara. -Dime Sara Qu animal con un agujero en el cuerpo puede sobrevivir en el ocano? -le pregunt el cangrejo Julio. -Tienes razn Julio. Ninguno. Entonces debemos ir donde Adrin, el Pulpirecicla l sabr qu hacer! -contest la estrellita Sara. -Adrin! Adrin!- grit el cangrejo Julio en las afueras de la caverna del pequeo pulpo- Hay un objeto muy extrao en las aguas! -Ahora voy! -dijo Adrin, mientras se pona el sombrero. Adrin sali de su caverna y se dirigi junto al cangrejo Julio y la estrellita Sara a donde se encontraba el objeto. -Es un calcetn! -dijo Adrin, muy serio. -Qu es un calcetn? -pregunt la estrellita Sara.~ 21 ~

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-Es una prenda de vestir que usan los humanos para abrigar sus pies -le explic Adrin. Adrin se acerc al calcetn que flotaba muy afligido y le pregunt: -Porqu ests aqu, en medio del ocano? -Me han dejado olvidado en la playa y el agua me arrastr hasta aqu -dijo el calcetn. -Y por qu ests triste? -pregunt el cangrejo Julio. -Porque estoy mojado y tengo fro. Yo no pertenezco al mar como ustedes -dijo muy angustiado el calcetn. -Quiz venga el humano que te extravi, porque ahora slo tiene un calcetn y le faltas t, para calentar sus dos piesinterrumpi el cangrejo Julio -Julio, an el ocano est inexplorado. Los humanos conocen muy poco de nuestro hogar y aunque el dueo del calcetn deseara venir a buscarlo no lo encontrara -agreg Adrin. -S Adrin, el ocano es inmenso, lo ms grande que hay en el planeta y los humanos slo conocen una pizca de l -dijo el calcetn.

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-No te preocupes -dijo Adrin al calcetn-. Buscar al pez globo Silvio y l te llevar a la playa. De ah la gaviota Felisa te dejar lejos del mar. -Pero no tengo a dnde ir, tengo un agujero y no sirvo para calentar los pies No s qu ser de m! -murmur el calcetn. -Todos y absolutamente todos son buenos para hacer algo y para alguien calcetn. No pierdas nunca la esperanza. Ya vers que tendrs donde ir y sers til otra vez -dijo Adrin y se fue a buscar al pez globo Silvio para que subiera al calcetn. Mientras en el fondo marino la estrellita Sara le contaba a las almejas y a otras estrellitas de mar lo que le haba sucedido al calcetn, el pez globo Silvio lo transportaba hacia la superficie donde la gaviota Felisa lo esperaba para llevarlo muy lejos del mar. A la semana siguiente Adrin busc a sus amigos y les dijo: -Hoy es el da! Vamos a ver cmo est calcetn en la tierra seca. Adrin, el cangrejo Julio y la estrellita Sara nadaron hacia la playa y desde all, observaron a calcetn, que estaba muy

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feliz. Era un actor muy importante en una compaa de tteres. La gaviota haba llevado a calcetn donde una nia que reciclaba calcetines rotos y los converta en hermosos actores que alegraban a los nios y nias. -Calcetn es feliz! -dijo Adrin. Y junto al cangrejo Julio y a la estrellita Sara volvieron a las profundidades del ocano donde las ostras, las almejas y las machas aplaudan sin parar la buena accin de Adrin el Pulpirecicla y sus amigos.

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El Beb BallenaCierta vez un ronco alarido alert a los animales del ocano. Tanto peces como crustceos se ocultaron entre los tupidos y bellos corales. Slo las estrellas de mar avanzaron en medio de las arenas para ver de donde provena el espantoso sonido. Y como siempre, la primera que se oy dando la noticia de lo que suceda fue la estrellita Sara: -Algo terrible ha pasado! -Terrible! Horrendo! -grit otra de las estrellas. -Qu puede ser ms terrible que pasear en medio de la basura?- gru el cangrejo Julio, mientras agarraba con sus afiladas pinzas las tapas plsticas que haba en el fondo marino. -Comrsela! -contest la estrellita Sara-. Y el beb ballena engull todos los desechos que hall a su nado! -Vaya, vaya! Y dnde est su mam? -agreg el cangrejo Julio en tono irnico. -Ay Julio! No te pongas as, esto es muy serio. Adems las medusas me han dicho que su mam est huyendo de unas personas que van en un barco muy grande y quieren cazarla -dijo la estrellita Sara.

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-T s que lo sabes todo! -dijo el cangrejo Julio. Cerca de los corales donde se escondan algunos animales marinos se encontraba Adrin el Pulpirecicla. Haba escuchado lo que aconteca al beb ballena y pensaba en una solucin. -Adrin! El beb ballena est llorando, le duele la panza -le inform el cangrejo Julio. -S, lo s. Creo que lo mejor es llamar a las sardinas, ellas nos ayudarn -dijo Adrin. -Cmo? Esto es un trabajo de grandes. Las sardinas son muy pequeas. No sirven para nada De seguro les llega un coletazo! -repuso el cangrejo Julio. -Muchas veces Julio, los ms pequeos salvan a los ms grandes. No olvides que todos somos necesarios en el planeta. Sin excepcin -contest Adrin. -Y cmo ayudarn? -pregunt el cangrejo Julio. -A mi tambin me interesa saber cmo lo harn -murmur la estrellita Sara pensativa. -Les dir a las sardinas que se metan dentro del beb ballena y le hagan cosquillas en el paladar para que estornude y bote la basura que comi -dijo Adrin. -Uf! No slo les llegar un coletazo, adems el beb ballena se las comer! -refunfu el cangrejo Julio.

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Cuando llegaron las sardinas, Adrin les explic lo que deban hacer. Se ordenaron en una fila y se dirigieron hacia la boca del beb ballena. -No quiero mirar! -dijo el cangrejo Julio, cubrindose los ojos. -Yo s quiero ver, no me quiero perder ningn detalle exclam la estrellita Sara. Desde el fondo, los caracoles y las esponjas vieron a las sardinas entrando en las enormes fauces del beb ballena para hacerle cosquillas con el movimiento de sus pequeas colas. Y de repente, el beb ballena comenz a menear su gigantesco cuerpo. Las sardinas salieron por el agujero de su lomo, y todos los que all estaban rpidamente huyeron lo ms lejos posible. El beb ballena estornud y bot toda la basura que haba tragado. Las aguas se sacudieron con toda su fuerza, pero el beb ballena comenz a sonrer. Se haba mejorado. Tanto peces como los diversos animales del ocano se acercaron otra vez al beb ballena. Unos le acariciaban la panza, otros le bailaban hacia arriba, hacia abajo y hacia el lado como un mvil infantil y el beb ballena rea a carcajadas.

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Al mismo tiempo, Adrin y sus amigos recogan la basura y la llevaban a la superficie para que la gaviota Felisa la llevara a los contenedores en la tierra seca. Iban y venan hasta que sacaron todos los desechos que se hallaban cerca del beb ballena. En esos momentos lleg la mam ballena que vena exhausta de tanto arrancar de los humanos que queran atraparla. -Qu amables han sido con mi beb! Gracias! -dijo la mam ballena, mientras se iba con l a la superficie.

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Sobre la arena amarilla, cansados de la agitacin de ese da, se tendieron Adrin y el cangrejo Julio. -Ay Julio! Si los humanos supieran el dao que hacen al ocano, no arrojaran la basura en las playas. La Tierra tiene un solo y gran ocano, y no lo cuidan. Mientras a la mam ballena la persiguen, a su hijo lo enferman con su basura -protest Adrin. -As es Adrin! Los humanos no entienden nada de la vida! -susurr apenas el cangrejo Julio, extenuado. - Ves Julio que sensacin ms dulce se siente cuando has hecho el bien?- pregunt Adrin, pero el cangrejo Julio no contest. Dorma como un lirn.

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La Ostra AsustadaClarita era una hermosa ostra, joven y alegre, una verdadera joya del ocano. Su concha blanca, resplandeciente y lisa se abra y cerraba, una y otra vez, aplaudiendo a los peces de colores que nadaban sobre ella todas las maanas Cmo le gustaba a Clarita ver a los peces como lucecitas de colores! Sin embargo, mis queridos amiguitos, un da Clarita la ostra no quiso abrirse. -Adrin! Adrin! Clarita la ostra no se abre. Nadie sabe qu le ha sucedido. Dicen las estrellas de mar que est muy asustada. Dicen una cosa, dicen otra, pero todas estn preocupadas grit el cangrejo Julio. -Quiz Clarita comi un desperdicio? -dijo Adrin, muy intrigado. -Qu fastidio! Yo dorma y no vi nada -dijo la estrellita Sara. Adrin nad rpido hacia Clarita, que se hallaba escondida entre las algas. -Clarita! Clarita! Soy yo, Adrin, el Pulpirecicla -No me abrir. No quiero ver esa lluvia negra. Me da mucho miedo -dijo la ostra.

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-Qu lluvia negra Clarita? pregunt Adrin. -La que cae a las aguas del ocano. Yo la vi. Es muy negra y lanza unas gotas muy grandes y espesas -asegur Clarita. -El ocano tiene influencia en el clima de la Tierra, pero no tiene nada que ver con esta lluvia -repuso el cangrejo Julio. -Es verdad lo que dices Julio! No es lluvia, pero es algo malo Clarita. Es petrleo que cae al mar desde los barcos. Pero la corriente marina y los peces globo se lo han llevado a otro lugar. brete y muestra la belleza que llevas dentro -le rog Adrin. -No, jams lo har. Me quedar encerrada. No quiero ver cmo los humanos destruyen mi hogar. Adems Has visto la mancha negra que tiene mi concha? Estoy muy avergonzada -dijo Clarita. -No te avergences, lo ms bello est en tu interior, la belleza de tus sentimientos convertidos en una hermosa perla -afirm Adrin. -Me dices la verdad? -pregunt Clarita. -As es. Adems si te abres me puedes ayudar a sacar la basura que cae al ocano -dijo Adrin, mientras se arreglaba el sombrero. -Cmo? -pregunt Clarita. Puedes ver y avisarme cuando las aguas se tornen negras o veas basura en el fondo marino- prosigui Adrin.

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-Tienes razn Adrin! Encerrada, no servir para ayudarte. Puedes contar conmigo dijo Clarita, entusiasmada. Y Clarita se abri. Brillaba como nunca lo haba hecho. Haba entendido que su belleza estaba en su interior y que mostrndolo al mundo marino poda ayudar a sus amigos.

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Doa Tetera y los NeumticosEran las seis de la tarde. Las agudas luces de los rayos de sol se alejaban del ocano y comenzaba a reinar la oscuridad. En medio de las aguas, slo algunos animales fluorescentes entregaban algo de luz a la penumbra de las profundidades. Sola en esa realidad fra, ajena y sin esperanza se hallaba una tetera vieja y oxidada. -Ay! Qu tristeza la ma! -suspiraba la tetera. Bajo la lata deslucida de la tetera, varios neumticos apilados en el fondo marino escuchaban su lamento. Ellos, tan viejos y abandonados como ella, ocupaban su lugar en silencio. Pero uno de ellos, compadecido ante la desgracia mutua alz su voz: -Eh! Doa Tetera! Estamos aqu abajo! La tetera que lloraba en ese momento, mir hacia abajo y vio, no uno, sino cientos de neumticos amontonados.

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Sacudi sus lgrimas y pregunt: -Desde cundo estn aqu? -Uf! Mucho tiempo. No s cunto tiempo hemos estado aqu, pero nadie ha venido a rescatarnos dijo un neumtico gris. -Entonces, no tengo esperanza -se lament an ms la tetera. -Y que hara si sale del ocano? Ni usted ni nosotros servimos para algo. Quedaramos arrumbados en algn campo y estaramos tan abandonados como estamos aqu dijo un neumtico negro. -No s qu hara, pero estara seca contest doa Tetera. -Y cmo lleg hasta aqu? -pregunt un neumtico pequeo. -Antes yo era bella, elegante y muy til. En m, el agua herva para preparar el mejor t. Hombres y mujeres corran al escuchar mi pitido Ay, ay, era una poca muy hermosa! Despus aparecieron las teteras elctricas menos escandalosas y ms rpidas que yo y se olvidaron de m. Me arrojaron a la basura y desde ah llegu a un ro y el ro me~ 43 ~

trajo al mar Esa es mi historia! -contest doa Tetera muy afligida. -A nosotros nos tiran al mar desde un camin. Siempre llegamos en grupos -dijo el neumtico gris. -El ocano es muy bello, tiene muchos y diversos animales y plantas. Lo malo para nosotros es que no somos de aqu y no sabemos cmo salir -dijo el neumtico ms viejo. -Con eso me han dicho todo! No saldremos jams de aqu! replic doa Tetera, ahogada en una enorme pena. -Hay una esperanza! Yo he escuchado a los peces hablar de Adrin, el Pulpirecicla. Un pulpo que saca la basura del ocano y la lleva a un lugar seco para que la reciclen -dijo el neumtico negro.

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-Pero nadie sabe que estamos aqu, los peces no nos ven, porque aqu abajo est muy oscuro -prosigui otro. -Quizs usted doa Tetera pueda llamar a Pulpirecicla con su pitido -dijo el ms pequeo. -No, no puedo, estoy llena de agua Es imposible! -se quej doa Tetera. -Lo imposible es posible si lo queremos de verdad, intntelo doa Tetera no desea salir de aqu? -insisti el ms grande. Doa Tetera lo intent y fall. Luego otra vez y nada. Estuvo intentndolo mucho rato, hasta que un pitido se escuch por todo el fondo marino. El pitido ms escandaloso y desesperado de todo el ocano. -Piiii! Piiii!Piiii!Piiii! En uno de las cavernas marinas, Adrin y sus amigos recogan los desperdicios que no pertenecan al ocano. -Qu es ese sonido? -pregunt Adrin al escuchar el pitido de doa Tetera. -No s, vamos a ver, el ruido viene del lado oeste del fondo marino -exclam el cangrejo Julio. Adrin y Julio llegaron al encuentro de doa Tetera y los neumticos. -No se preocupen -dijo Adrin -. He sacado a muchos amigos como ustedes del ocano.~ 45 ~

-Voy a buscar a la gaviota Felisa y a sus amigos pelicanos para que nos esperen en la superficie -aadi el cangrejo Julio, mientras corra con sus patitas gordas por la arena oscura del fondo marino. Doa Tetera estaba emocionada y los neumticos se movan contentos. Muy pronto las gaviotas y los pelicanos los llevaron a todos a un jardn, donde una mujer, longeva y alegre los esperaba. Aquella anciana reciclaba los neumticos viejos y las teteras en desuso y los converta en lindos maceteros para sus plantas. Entonces, pint a doa Tetera y a cada uno de los neumticos, transformndolos en los maceteros ms hermosos y felices de todo el jardn.

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Los HroesAquel da de primavera era clido y luminoso, pero Adrin, pensativo y triste, estaba sentado sobre una roca que sobresala de las aguas. Tena uno de los tentculos en su cara, pues estaba pensando, recordando y anhelando la dulzura de un tiempo anterior cuando el ocano era un lugar limpio, saludable y de un azul profundo, donde todas las criaturas marinas se deslizaban libres y felices. En ese momento en cambio, se hallaba rodeado de un extenso basural, donde sus ojos grandes y negros examinaban cada objeto que all haba. Estremecido por el aspecto del ocano sucio y lleno de desechos se preguntaba a si mismo en voz baja: -Cmo es posible que los humanos no entiendan que estn conectados con el ocano? Cmo es posible que no se preocupen de su basura? Ese da la labor haba sido dura en incesante y el cangrejo Julio tambin se encontraba en otra roca observando atnito la gran basura que haba en las aguas, mientras la estrellita Sara conversaba con una lapa bajo la misma roca. -Qu piensas Adrin? -le pregunt el cangrejo Julio al verlo tan pensativo.~ 47 ~

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-Pienso que el ocano slo puede volver a ser el que fue antes, sin basura y sano, slo si tenemos ayuda de los humanos -contest Adrin. -Pero si son los humanos los que nos llenan de basura! grit la estrellita Sara. -S, lo s, pero a veces se escucha el arrastre de los botes que sacuden las aguas y hay personas que recogen la basura que flota Si pudiramos hallarlos! Esos son los humanos que necesitamos! Los de buen corazn! expuso Adrin, mientras observaba la basura que haba a su alrededor. -Uf! Adrin. Ya tenemos bastante buscando y recogiendo basura. Y ahora t quieres buscar humanos de buen corazn, ja,ja Eso es ms difcil de encontrar! -dijo rindose el cangrejo Julio. -Pero hay que intentarlo! -exclam Adrin, alistndose para nadar hacia la playa. -A la playa? -pregunt la gaviota Felisa que sobrevolaba el lugar. -S, all hay humanos -dijo muy serio Adrin-. Y nosotros hablaremos con los ms bondadosos, pues ellos entendern nuestro idioma, porque ven y escuchan con el corazn. Eso me dijo en sueos la Gran Sirena, nuestra hada marina, hace unos das.~ 49 ~

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-Est bien Adrin! Debemos intentarlo! dijo el cangrejo Julio. Adrin y sus amigos se dirigieron a la playa y una vez all vieron a varios humanos entretenidos en las arenas. Unos jugaban y otros hacan castillos de arena con palas y baldes. Haba quitasoles de colores y toallas con muchos dibujos. Al verlos el cangrejo Julio pregunt: -Porqu los humanos son tan pequeos? -Porque son nios y nias, son los hijos de los humanos contest la gaviota Felisa. -Vamos a hablarles! -dijo Adrin. -Ests loco! Me van a comer! -dijo espantado el cangrejo Julio. -No temas Julio! -repuso Adrin. Los nios y nias que all haba vieron a Adrin el Pulpirecicla y sus amigos en un rincn de la playa, detrs de una roca y corrieron hacia ellos felices, animados y curiosos. Los nios y nias se pararon frente a ellos y escucharon atentos lo que Adrin el Pulpirecicla les quera contar.

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-Cada da perdemos ms amigos marinos, porque los humanos estn llenando el ocano de basura. Dejan los desechos en las playas y las olas se los llevan a las corrientes y ellas los concentran en el centro del ocano dijo Adrin. -Y los barcos lanzan su basura a las aguas! -grit Felisa desde los aires. -Otras personas tiran su basura a los ros y ellos lo llevan al mar -agreg la estrellita Sara. -Y los pescadores dejan sus redes rotas en el agua asegur el cangrejo Julio. -Y muchos humanos simplemente ocupan el ocano como un gran basurero. Para solucionar este problema necesitamos la ayuda de muchos nios y nias. Necesitamos que reciclen sus desechos y le enseen a sus familias -continu Adrin. Uno de los nios que estaba ms atrs grit muy fuerte: -A reciclar! Y entonces, todos empezaron a recoger basura que haba en la playa, y la llevaron a los contenedores de reciclaje.

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Ms heroicos que nunca, una y otra vez con mucha prisa, se agachaban y recogan botellas plsticas de refrescos, envases vacos de yogur y todos los objetos que estaban tirados en las arenas. -Es increble lo simptico que son los pequeos humanos! exclam el cangrejo Julio. -Y algn da sern grandes y buenos humanos! -dijo Adrin. -Entonces Son nuestros amigos? -pregunt la estrellita Sara, mientras inspeccionaba las arenas con sus ojos diminutos y expertos. -S, y son los amigos del ocano y de la Tierra entera Son los verdaderos hroes del planeta! grit Adrin, en el momento en que se diriga otra vez al mar, mientras las medusas venan hacia l como destellos. -Qu ha pasado? -dijo una de ellas. -Hemos encontrado a los hroes del planeta! contest Adrin muy feliz. -Y somos nosotros! grit una nia. -Hasta pronto amigos y amigas! se despidi Adrin. Contento con sus nuevos amigos, Adrin el Pulpirecicla nad hacia las profundidades del ocano.~ 55 ~

A la maana siguiente la estrellita Sara le cont a Adrin que el eco marino le haba dicho que todos los nios y nias de la Tierra estaban reciclando. -Entonces es una realidad! Entre todos podemos salvar al mar! vocifer Adrin. -Y a la Tierra entera! agreg el cangrejo Julio.

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Alejandra Planet

Nacida en Santiago de Chile, es periodista con estudios de filologa hispnica. Ha publicado el poemario El Silencio de los Mirlos, Diccionario de Rimas y Las Aventuras de una Chinita Curiosa. Ha recibido numerosos premios en diversos pases, y sus poemas y cuentos se encuentran publicados en antologas de Espaa, Mxico, Cuba, Argentina, Uruguay y Chile.

Valeria Paredes Planet

Nacida en Santiago de Chile, es hija de la autora y es estudiante. Sus dibujos han sido premiados en Espaa y Taiwn. Los dibujos de este libro son parte de su colaboracin con el cuidado del ocano y su amor por la naturaleza.

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Los diversos tipos de contaminacin causadas por sustancias y energas que no pertenecen al medio marino han hecho del ocano el mayor vertedero del mundo y ha causado la extincin de miles de especies. Este libro nace ante la necesidad urgente de mostrar a los nios y nias en forma entretenida la realidad que vive el mar en nuestro planeta, ensearles de igual forma los principios esenciales de la alfabetizacin ocenica que nos ensea la importancia del ocano en la Tierra y estimular la toma de conciencia en cuanto a cmo el reciclaje es una solucin viable para el cuidado del medioambiente. El ocano hace que la Tierra sea habitable

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