saltillo 432: una historia inconclusa

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Suplemento eSpecial/ Julio de 2009 UNA HISTORIA INCONCLUSA

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Por lo que hasta hoy se sabe, dada una persistente limitación en el alcance de los detalles conseguidos a través de documentación tangible, la luz que ilumina las versiones históricas del nacimiento de lo que hoy es la ciudad de Saltillo sigue siendo tenue. Prisioneras todavía tal vez entre los gruesos muros de sus edificaciones más antiguas, dos noticias, dos respuestas a preguntas que pudieran parecer sencillas de contestar siguen desafortunadamente ocultas en la penumbra del tiempo: ¿Quién fundó la villa de Santiago del Saltillo?, ¿en qué año?

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S u p l e m e n t o e S p e c i a l / J u l i o d e 2 0 0 9

Una historia inconclUsa

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Í n d i c e

t e x t o y f o t o S : J a v i e r m a r i S c a l

Urgar en los empolvados anaqueles en busca de la desmitificación de las versiones oficiales es labor de los historiadores. Coincidir, diferir y dialogar son materia prima cuando el discernimiento va en pos de la verdad

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02 Preámbulo

04 entre la realidad y el mito

10 la odisea de

don vito

16 el engaño

20 Fantasma en

el ojo de agua

24 doCumento

de Parral

28 la Historia

da un nuevo giro

dirección general: diana galindo de castilla direccion editorial: armando castilla galindoresponsable de la edición: José Javier mariscal puente diseño: édgar de la garza FotograFías: Javier mariscal Fotoarte: enrique de la cerda y Francisco lópez corrección: leticia valdés cerda coordinadora de suplementos: rosa martha de la peña saltillo 432 una historia inconclusa, es un suplemento especial del periódico vanguardiaoFicinas: venustiano carranza 1918 colonia república. saltillo, coahuilahttp://www.vanguardia.com.mx

Preámbulo

Por lo que hasta hoy se sabe, dada una per-sistente limitación en el alcance de los detalles conseguidos a través de documentación tangible, la luz que ilumina las versiones históricas del nacimiento de lo

que hoy es la ciudad de Saltillo sigue siendo tenue. Prisioneras todavía tal vez entre los gruesos muros de sus edificaciones más anti-guas, dos noticias, dos respuestas a preguntas que pudieran parecer sencillas de contestar si-guen desafortunadamente ocultas en la penumbra del tiempo:

¿Quién fundó la villa de Santiago del Saltillo?, ¿en qué año?

Aun tras los exaustivos y sesudos esfuerzos que han

implicado muchos años de vida invertidos por connota-dísimos historiadores, hasta este día, a ninguno de ellos puede atribuírsele haber resuelto a plenitud tales enigmas y, peor aún, las confusiones persisten.

Además, ya priva entre algunos de los actuales historia-dores, acaso entre los menos entusiastas, la desmotivación al señalar que ésas “son respuestas imposibles”, pues prác-ticamente dan por hecho que, “si es que la hubo, lo más seguro es que el acta de fundación de la población original ya no exista”, y para ellos sólo esa sería prueba fehaciente y la única con la que a ciencia cierta podría darse por con-cluida tan maratónica odisea historiográfica.

¿Qué se tiene hasta ahora, entonces?: “Sólo acerca-mientos”, según coinciden actualmente en señalar

quienes sí se afanan y persisten en la labor de estas pesquisas.

De entre todos los investigadores, el esfuer-zo de uno es altamente destacable: don Vito Alessio Robles, un saltillense como muchos,

pero enamorado de su tierra como pocos; su legado es la base de este reducido compendio de versiones en torno a los enigmas planteados.

Sirvan estas páginas para reacercar a la comu-nidad con sus orígenes, para consolidar lo que hasta

ahora sabe de sí misma, para enfilarla en su ruta hacia el camino que la globalización le impone: el de las sociedades del conocimiento.

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bachiller Pedro Fuentes(1742-1812)

con este nombre se conoce a pedro Francisco de la Fuente Fernández. bachiller en cánones, originario y vecino de saltillo. hijo de don toribio de la Fuente Fernández y doña gertrudis ramírez. Fue cura de la villa de san Fernando y del presidio de san antonio de béjar entre 1775 y 1790. desde entonces hasta 1795 fungió como cura del pueblo de san esteban de la nueva tlaxcala y finalmente de la parroquia de santiago de la villa del saltillo. a él le tocó hacer los últimos esfuerzos para la terminación, en 1800, de la obra material del nuevo edificio parroquial (hoy catedral de saltillo) y es reputado como el primer cronista e historiador local. su manuscrito Historia de la Villa del Saltillo, conocido como crónica del bachiller Fuentes —que actualmente forma parte de los acervos de la biblioteca cervantina de itesm—, sirvió al doctor eleuterio gonzález, “gonzalitos”, para la elaboración de su Historia de Nuevo León y Coahuila.

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pág. 304)

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t e x t o y f o t o S : J a v i e r m a r i S c a l

l a Historia de la Villa del Saltillo, un manuscrito del bachiller Pedro Fuentes, que era el párroco de la comunidad y quien la es-cribiera desde 1792, sigue

siendo referencia inevitable para los his-toriadores, bien sea por lo que aporta en materia de comprobados hechos histó-ricos o, para términos de contexto des-

cartable, por la gran confusión que algunos le recriminan

haber generado en torno a la figura de Francisco de Urdiñola, aunque hay quienes lo discul-pan señalando que el pecado historiográfico

de origen de ciertas con-fusiones no debería ser

atribuido a su relato, sino a la falta de un trabajo más

metódico de quienes lo sigueron, pues hubo historiadores que basaron el desarrollo de sus investigaciones to-mándolo como punto de partida, pero sin cuestionarlo, sin haber sometido en un principio al necesariamente estricto y pormenorizado proceso de compro-bación a lo que ahí se expone.

CUestionado por mUChos, pero reConoCido por todos, el aporte del baChiller pedro FUentes se ha Convertido en reFerenCia inevitable

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Saltillo . la que actualmente es la ciudad de saltillo, capital de coahuila, surgió de la fusión de dos comunidades: la villa de santiago del saltillo, que era villa de españoles, y la de san esteban de la nueva tlaxcala, que era de indígenas tlaxcaltecas.

crecimiento. de acuerdo con datos del censo de 1930 —hace casi 80 años— la ciudad de saltillo contaba con 45 mil habitantes, y la cifra se elevaba hasta 66 mil al englobar todo el municipio. actualmente, la población municipal

ronda los 750 mil habitantes, según el dato más reciente del inegi. clima. de acuerdo con estadísticas de 1905, la temperatura promedio en saltillo durante el mes de julio de ese año fue de 23 grados centígrados.

‘ H i s t o r i a d e l a V i l l a d e l s a l t i l l o ’

entre la realidad y elmito

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razón de su obra dice el bachiller fuentes al explicar sus motivaciones para escribir la Historia de la Villa del Saltillo:

... admirémonos mucho de la sencillez, incuria o descuido de los conquistadores y fundadores de esta villa del saltillo, una de las más conocidas y celebradas poblazones de este nuevo mundo, pues ni los que la fundaron ni los que les siguieron después procuraron solicitarle esta tan justa gloria, manifestándosele con esto o buenos hijos o buenos compatriotas; pues ella, como buena patria, en los dos siglos algo más de su fundación ha dado nobles ilustres y grandes talentos con proporcionados medios para la empresa.

no seamos ya más desagradecidos al suelo que nos sirvió de cuna y movidos de ésto, aunque faltos de talento y de medios, hagamos posible el imposible, que por tal se tiene, de sacar del profundo del olvido las memorias de la fundación de la villa del saltillo para que, postergándose los tiempos, no se haga del todo imposible.

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001; pp. 18-19)

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El problema fue pues que, sin cuestio-narla, la Historia de la Villa del Saltillo fue tomada por algunos para “complementar-la”, aceptándola de facto como agradeci-ble primera referencia historiográfica que ofrecía reveladores detalles de la localidad y, entre ellos, claro está, el de la ubicación espacio-temporal de la fundación de la actual capital del estado de Coahuila.

Bajo el escudriño de otros, y en parti-cular del reconocido Vito Alessio Robles, llegan las versiones de este manuscrito incluso a ser consideradas como una mera “fuente de errores”.

¿Qué elementos de lo que el bachiller Fuentes describe son considerados falsos hoy en día? En primer lugar, nada más y nada menos que al personaje descrito por él como el fundador de esta villa y, en se-gundo, el año en que eso habría acontecido; la duda nace justamente cuando se lee con detenimiento su escrito.

Dice el bachiller Fuentes en su obra, casi al final de su capítulo sexto intitulado

naciones bárbaras que habitan esta tierra “...Al medio poco más del siglo XVI de la era cristiana y como a los 30 años poco más de

la conquista mexicana, comenzó a combatir con esta nación chichimeca el famoso general don Francisco de Urdiñola, el viejo, quien sin ser jamás derrotado de ella la derrotó muchas veces por centro, sur y poniente, fundando todas las villas de esos rumbos...”.

No obstante, ya desde el siguente capítulo la versión empieza a hacerse turbia:

conquista“Por los años de 1575, según más verosímil se

ha podido comprender de los manuscritos de ese tiempo, hizo don Francisco de Urdiñola, el mozo,

segunda entrada después de la de su padre, con las noticias que éste le dejó después de su

fallecimiento (...) El día 20 de julio del mismo año pasaron los primeros puestos de esta entrada —se refiere a Urdiñola el joven y el grupo de personas que lo acompañaban—,

y venciendo las oposiciones de los bárbaros chichimecas que, aunque

pocos ya, todavía defendían sus tierras, llegaron por último el día 23 de dicho mes

al mismo lugar donde hoy está plantada la villa; el día 24 tuvieron la felicidad, el gozo y la no esperada fortuna de formar alianza con las naciones de los guachichiles y borrados que habitaban la otra parte de las serranías orientales. Con este gozo, el día siguiente, 25 de julio, día del apóstol Santiago, llamando Villa a la nueva poblazón y titulándola con el nombre del santo apóstol, usando de todos los privilegios de capitán, el nominado don Francisco de Urdiñola (el joven) y los nuevos pobladores, usando de todos los derechos reales que les estaban concedidos, tomaron éstos posesión y les dio aquél del terreno con todas las ceremonias acostumbradas. Plantaron una gran cruz, señalaron terreno para la iglesia, celebraron los divinos oficios, señalaron plaza, casas reales, calles, cabildo y todo lo demás para el completo de una villa, concluyendo con dar gracias a Dios y a su santo titular”.(párrafos de la versión paleográfica de Javier guerra escandón publicada en santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de sal-tillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pp. 19-24)

Como puede leerse, se entiende que habría sido un primer personaje llamado Francisco de Urdiñola “el viejo” quien sin formalidad expresa fundó todas las villas de estos rumbos, y que más adelante sería un segundo Francisco de Urdiñola (el mozo o joven) quien el 25 de julio de 1575 daría formal trámite a la fundación de la Villa de Santiago, que terminaría siendo conocida como Villa de Santiago del Saltillo.

No obstante, debido a que hay algunos detalles cronológicos que no cuadraban con versiones de hechos colaterales de ese tiempo, algunos historiadores se dieron a la tarea de someter a comprobación las afirmaciones de Fuentes.

De cara a ello, dado hondamente a la tarea de seguir las pistas ofrecidas por quienes le antecedieron en las labores de la historio-grafía nacional y regional, el concienzudo historiador saltillense Vito Alessio Robles es el que con más ahínco inicia pesquisas para ratificar o rectificar los datos de funda-dor y fecha de fundación de Saltillo.

Una importante parte de su libro intitula-do Francisco de Urdiñola y el Norte de la Nueva España servirá aquí de pormenorizada refe-rencia. En dos capítulos de esa obra divide su investigación en dos partes: primero los autores cuya obra incluye versiones directas

el ‘pecado historiográfico’ de origen de ciertas confusiones no debería ser atribuido a la obra literaria del bachiller Fuentes, sino a que faltó a quienes la siguieron un trabajo más metódico y someterla a pormenorizado proceso de comprobación

eSfuerzo. el bachiller pedro Fuentes fue el primero en escribir sobre la historia de saltillo desde su fundación, pero su fuente principal de información era lo que se sabía por tradición oral, pues el archivo de esta villa se incendió.

archivo municipal. el archivo municipal, según dice en su sitio de internet, se generó a partir del 25 de julio de 1577, cuando los conquistadores españoles decidieron fundar la villa de santiago del saltillo y la documentación de acontecimientos empezó a generarse.

ServicioS. presta servicios de consulta interna de archivos, periódicos, fotografías, planos y libros, fotocopiado y digitalización de documentos y fotos.

WeB. en su sitio en internet pueden conocerse detalles de este recinto y sus servicios http://www.archivomunicipaldesaltillo.gob.mx

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división de su relatosegún puede leerse en la versión paleográfica que Javier guerra escandón hiciera de la Historia de la Villa del Saltillo, está compuesta por una monografía que incluye los siguientes capítulos:

primera parte1.- Situación2.- Grados de altura3.- tierras4.- de las aguas5.- plantíos6.- naciones bárbaras

que la poblaban7.- conquistadores8.- pobladores o

fundadores de ella 9.- Sus progresos10.- aumentos y

extensión11.- población o

fundación del pueblo de san esteban a ella contiguo

12.- por qué se llama este pueblo de san esteban

13.- donaciones que hicieron los primeros pobladores españoles

SeGunda parte1.- cuándo fue traida la

imagen del señor de la capilla a esta villa

2.- Quién la trajo3.- por qué se llama ‘de

la capilla’4.- de su figura5.- de los milagros

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001; pp. 17-38)

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o indirectas de la fundación de Saltillo o de la existencia de Francisco de Urdiñola “el viejo”, y cuyos documentos fueron escritos antes de 1884, y segundo los autores que escribieron sobre el tema después de ese año.

Suspicaz, el historiador coahuilense, quien en reali-dad cuenta con información para afirmar que nunca exis-tió Urdiñola “el viejo”, se da a la tarea de demostrarlo des-menuzando el trabajo que otros habían hecho.

Su revisión es minuciosa y en su libro puede conocerse con detalle lo que leyó de cada autor, aquí baste decir que entre el primer grupo de autores señala que hay una gran discrepancia de unos a otros, una enorme vaguedad y un cúmulo de con-tradicciones; de los segundos menciona que, además de continuar la diversidad de opiniones, hay algunos que hacen afirma-ciones rotundas pero carentes de compro-bación documental, las cuales no pueden resistir la crítica histórica. En general, para ambos grupos, señala como factor común la falta de documentos de primera mano que prueben fehacientemente sus aserciones, e incluso acusa que “algunos, muy pocos, afortunadamente, acuden a burdas mentiras”.

Fray Juan de Torquemada, Baltasar de Obregón, Baltasar Dorantes de Carranza, don Gaspar de Villagrá, fray Antonio Tello, fray Agustín de Betancourt, Matías de la Mota Padilla, capitán Alonso de León, fray Juan Agustín Morfi, padre Andrés Cavo, fray Joseph de Arlegui, Miguel Ramos Arizpe y Hubert H. Bancroft son los autores cuyos documentos, libros o escritos hechos antes de 1884 fueron revisados por Alessio Robles, y de los que, respecto a la informa-ción que le interesaba encontrar, dice:

El conocimiento de los datos contenidos en sus obras es verdaderamente desalentador. Notas ambiguas, confusas, vagas y, las más de las ve-ces, contradictorias. (...) Ninguna de las obras consultadas y estudiadas precisa la fecha de la fundación de Saltillo. En las mismas obras aparecen muy contadas referencias sobre don Francisco de Urdiñola, el fundador del pueblo de San Esteban de Nueva Tlaxcala —a quien llama ‘el auténtico’—; pero sobre el otro Ur-diñola (el viejo) no hay una sola mención.(alessio robles, vito; Francisco de urdiñola y el norte de la nueva españa; segunda ed. porrúa; méxico, 1981; p. 111)

En varios momentos, tras no encon-trar datos, empieza a referirse respecto al personaje de Urdiñola “el viejo”, como mítico, utópico y fantástico —aludiendo fantasía.

Va luego hacia el grupo de autores que escribieron después de 1884, y entre ellos se topa otra vez con la versión del bachi-

ller Fuentes.En el libro titulado Colección de Noticias

y Documentos para la Historia de Nuevo León, del doctor José Eleuterio González —in-cluido en la edición de sus Obras Completas publicadas en 1885 y de las cuales se aclara que son obra corregida y aumentada por el propio autor—, éste señala: “También he tomado algunas noticias curiosas de un manuscrito que me prestó el presbítero don Manuel Flores intitulado: Historia de la Villa del Saltillo”.

Así es, el manuscrito de Fuentes estaba

siendo exhumado a través de este libro, tras casi un siglo de permanecer ignorado.

Alessio Robles comenta que fue desde ese año y esa obra de González que reapa-rece el quimérico y fantástico Francisco de Urdiñola, “el viejo”, y ya también asegura que con base en sus investigaciones puede decir que, según todas las probabilidades, fue inventado, quizás de muy buena fe... por el primer historiador de la villa de Saltillo.

Dado que esa no será la única obra en que González echaría mano del manuscrito de Fuentes, tal versión del bachiller fue co-brando fuerza colgándose del prestigio del llamado “Gonzalitos”, según explica Ales-sio, y lo cual considera lamentable, pues la fuerza que el relato de Fuentes gana tras su exhumación serviría para dar pie al surgi-miento de

... fábulas y consejas desparramadas y extendi-das por autores que no se contentaron con copiar sin discernimiento al bachiller Fuentes y al doc-tor González, sino que, de su cosecha, comple-taron la leyenda agregando instrumentaciones, bordados, arpegios y fiorituras, contribuyendo con ello a embrollar la historia de Coahuila y a aumentar la abundante mala hierba de que está rodeada y que es necesario extirpar.(alessio robles; op. cit; p. 128)

oBra alterna. al bachiller pedro Fuentes le tocó hacer los últimos esfuerzos para la termi-nación, en 1800, de la obra material del que inicialmente fuera un edificio parroquial, pero que terminaría siendo lo que actualmente es la catedral de saltillo.

después de casi un siglo de permanecer ‘en el olvido’ de los historiadores, el manuscrito del bachiller pedro Fuentes y sus aseveraciones empezaron a mezclarse con versiones de reconocidos autores, cobrando fuerza, ‘contaminando’ la historia

periodiSmo. con prácticamente 34 años de páginas publicadas, también en el periódico vanguardia de saltillo se escribe la historia de la ciudad. la vida diaria, la cotidianeidad de una comunidad que ha decidido

subirse al tren del desarrollo ha quedado registrada en sus publicaciones. hemeroteca. abierta al público, en sus instalaciones cuenta con una hemeroteca que avanza en el proceso de

digitalización de sus materiales, tan útiles para la historiografía.

internet. los procesos de modernización no son ajenos a esta empresa; su sitio en internet es www.vanguardia.com.mx, y desarrolla más servicios.

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Vito alessio robles(1742-1812)

alessio robles, vito. 1879-1957. ingeniero militar, político e historiador, originario de saltillo. estudió en el ateneo Fuente y en el colegio militar. a fines de 1910 cambió a las tropas maderistas. posteriormente obtuvo licencia definitiva del ejército y se integró a las fuerzas revolucionarias de la división del norte. en 1915 fue designado gobernador del distrito Federal y luego fue ministro plenipotenciario en suecia. de regreso a méxico dirigió los periódicos el heraldo de méxico y el demócrata. escribió obras historiográficas monumentales, entre ellas: Francisco de urdiñola y el norte de la nueva españa; coahuila y texas en la época colonial; coahuila y texas desde la consumación de la independencia hasta el tratado de guadalupe hidalgo; la convención revolucionaria de aguascalientes; y saltillo, en la historia y en la leyenda.

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pág. 303)

centro cultural vito aleSSio roBleS. el inmueble que lo alberga data del siglo Xviii. Fue inaugurado el 26 de marzo de 1999. cuenta con dos galerías para exposiciones de diversa índole

de artes plásticas como pintura, escultura, fotografía y otros giros de una ecléctica gama de artistas y un auditorio.

BiBlioteca. este recinto cuenta con una biblioteca

que resguarda más de 13 mil volúmenes de los siglos Xvii-XiX.

uBicación. este recinto se ubica sobre la calle de hidalgo en la esquina con la de aldama, en la zona centro de saltillo.

la odisea de don Vito

Corregir a mUChos podría Considerarse sU gran obra; pensador inqUieto, enérgiCo y adelantado a sU tiempo, el legado del saltillense vito alessio robles da mUestra Clara de sU genio y CapaCidad de disCernimiento.

t e x t o y f o t o S : J a v i e r m a r i S c a l

la minusiosidad de la revisión que Vito Ales-sio Robles hacía del trabajo de otros inves-tigadores le permitía detectar lo que a ellos les pasaba inadvertido; de hecho, en otra obra de Eleuterio González,

un error que ayuda a que las “fábulas” re-nazcan, es la errata de un año que es citado, la cual se vuelve semilla que empaña el dato de fundación de Saltillo. Señala: En otra obra, dice el doctor González: “La vi-lla del Saltillo era de la provincia de Durango y del Obispado de Guadalajara; la primera noticia que de ella se encuentra es la que da el cronista Arlegui cuando dice que en el año de 1568 mataron los indios, en la Punta de Santa Elena, a un religioso cuyo cadáver se trajo a sepultar al Saltillo”.(Alessio; Op. cit.; p. 127)

De este párrafo aclara que en la edición de 1737 de la crónica del padre Arlegui se asienta que la muerte del religioso acae-ció en el año de “mil quinientos setenta y ocho” —así, originalmente con letra—, pero que en la reimpresión que de esa

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franciSco de urdiñola y el norte de la nueva eSpaña. este es un libro de don vito alessio robles cuya lectura es obligatoria para quien se interesa en conocer la historia del noreste mexicano y la fundación de las que

hoy en día son de las ciudades más importantes del país. perSonaJe. la trascendencia de Francisco de urdiñola en el llamado septentrión novohispano es de alcances impensados, en parte,

debido a ello es que alessio robles dedica tantos años de su vida a escudriñar en la historia de ese personaje a través de este trabajo, gracias al cual revela información histórica vinculada con muchas comunidades, no sólo de saltillo.

c o n s U l t a d o s

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de entre las tribus indígenas que antiguamente poblaban Coahuila, la que cubría la región sureste del estado eran los cuachichiles o guachichiles, los cuales eran considerados los indios más belicosos de américa”.

algo que se solía decir de esta región era: es fama que los trigos del valle de saltillo son superiores a los de la rusia oriental, que son considerados los mejores del mundo”.

obra se hizo 114 años después, en 1851, y que probablemente fue la consultada por el doctor González consta, equivocadamente, la fecha de 1568, error que propició que se desfasara la fecha de fundación de la Villa de Santiago del Saltillo.

De hecho, ignorando que el dato era erró-neo, puede inferirse que el propio doctor González se vio en la necesidad de especular, pues al leer que en 1568 ya existía Saltillo, dice: Sería entonces algún destacamento puesto por los expedicionarios de Ibarra (un notable mi-litar de ese tiempo) para guardar la frontera, porque la fundación formal de la Villa de San-tiago del Saltillo no se hizo hasta el día 25 de julio del año de 1575, en cuyo día el general don Francisco de Urdiñola “el joven”, la fundó con setenta vecinos, como refiere el bachiller don Pe-dro Fuentes, añadiendo que el primer cura que tuvo Saltillo fue el bachiller don Ubaldo Cortez.(alessio robles, vito; Francisco... idem.)

Así, no era difícil que a la especulación del doctor González se le unieran las de sus seguidores y de quienes se enteraban a través de su obra de la historia que narraba el bachiller Fuentes, pues si esa errata les abría la posibilidad de existencia de Saltillo varios años antes de 1575, ¿por qué no iba a ser posible que eso se diera de la mano de la existencia de Urdiñola “el viejo”?

la leyenda Gana fuerzaAl parecer, inició entonces una carrera entre los historiadores por “acomodar” relatos a esa cronología —1568— revela-da por González y otorgar detalles que le dieran rostro y describieran las faenas militares de ese “viejo” Urdiñola.

Uno de ellos, Esteban L. Portillo, de quien Alessio Robles describe que era de Guadalajara, pero vivió por muchos años en Saltillo tra-bajando como funcionario del Gobierno de Coahuila, tenía a su disposición los archivos estatales.

Portillo escribió el Anuario Coahuilen-se, los Apuntes para la Historia Antigua de Coahuila y Texas y un Catecismo Geográfico, Político e Histórico del Estado de Coahuila de Zaragoza.

Señala Alessio que Portillo, quien habría copiado lo que a su vez el doctor González copió del bachiller Fuentes, diría:

Es de mucha autoridad la opinión del cura Fuen-tes, toda vez que la relación que se nos trasmite debe haberla formado aquel sacerdote en vista de los archivos parroquiales, que se refieren a una antigüedad de consideración. Lo único que no se ha podido averiguar con toda precisión es la fecha en que hizo su entrada a Coahuila el ge-neral Urdiñola.(alessio robles; op. cit.; p. 129)

De este mod0, dando por verídico lo escri-to por el bachiller Fuentes, Portillo agregaría después unos detalles “de su propia cosecha” a la versión del sacerdote al asegurar:

El primero que pisó territorio de Coahuila fue don Francisco de Urdiñola, quien era un intré-pido guerrero español, que siendo capitán de Mazapil, combatió contra la poderosa tribu chichime-ca, como a los 30 años de la conquista de México, pero que los indios que había pacificado se le sublevaron y en la refriega recibió al-gunas heridas, y tuvo que retirarse al mineral de Ma-zapil, en donde falleció.(alessio; op. cit.; p. 129)

Describe Alessio que, si bien es con Portillo que la borrosa y escurridiza figura de Urdiñola “el viejo” se perfila un poco más vigorosamente, ese autor no da fuerte sus-tento a sus asertos, cayendo en múltiples contradicciones.

Se observa entonces que es desde 1885 cuando todos los autores adoptan la ver-sión del bachiller Fuentes, pero trasmitida por el doctor González y propagada por Portillo.

Como letanía han repetido que Urdiñola “el viejo” fundó el Saltillo en el año de 1555, que a fines del mismo año se retiró a morir a Maza-

pil, que veinte años después (1775) su hijo, de igual nombre, fundó la Villa de San-

tiago del Saltillo. Ninguno discutió las afirmaciones de los otros, pero ninguno tampoco mostró docu-mento alguno para probar lo que afirmaba”.

(alessio robles; op. cit.; p. 133)

Entre los autores que repeti-rían ese patrón menciona a Anto-

nio García Cubas, Rafael de Alba, Carlos E. Suárez, Carlos Pereyra y Carlos

Rougmagnac.En este punto, Alessio Robles reitera

su certeza de que al mencionar a Urdiñola “el viejo” no se ha estado hablando más que de un personaje de ficción. Señala que, con base en documentos cuyo paradero es ubicable con toda precisión, se sabe que el verdadero Urdiñola llegó a la Nueva Espa-ña entre los años de 1572 y 1576, y que no fue hijo de ese llamado Urdiñola, el viejo.

¿confuSión JuStificaBle?La labor del bachiller Fuentes, a juicio de Alessio, no es censurable, pues fue sin poder apoyarse en documentos que es-cribió su Historia de la Villa del Saltillo en 1792, o sea, después de más de 200 años de

la probable fecha de fundación formal y, de hecho, Fuentes no da fechas precisas, tal vez consciente de que la historia le reclamaría saber en cuáles documentos las sustenta, y por eso expresaría que Sal-tillo se fundó “poco más o menos” en el año de 1575.

Alessio justifica también a quienes años más tarde basaron sus afir-maciones en lo dicho por el padre Fuentes al citarlo honestamente como res-paldo de sus aseveracio-nes, por lo que en ellos no habría entonces engaño ni impostura dado que es permisible que quien lea la versión del cura, como a cualquier otra leyenda, le asigne el valor que su dominio y amplitud en la lectura del tema le permi-tan inferir. No obstante, parafraseando a otro autor, Alessio advierte:

Muy pocas son las tradicio-nes que tienen valor absoluto: las que no son del todo falsas, llegan tan adulteradas por la igno-rancia, la superstición y la vanidad al tiempo en que se escriben, que merecen escasísimo crédito, ya por ser desconocido el testigo, ya por lo inve-rosímil y absurdo de los testimonios”.(alessio; op. cit.; p. 146)

Sigue de motu propio...

Quizás el bachiller Fuentes, influenciado por el papel preponderante que don Francisco de Urdiñola llegó a desempeñar en toda la región de Saltillo, (...) por su intervención principa-lísima en la fundación del después floreciente pueblo de San Esteban de Nueva Tlaxcala, le asignó el mérito de “fundador de la Villa del Saltillo allá por el año de 1575”. Doscientos diez y siete años después de esa fecha, el ba-chiller Fuentes, sin duda alguna, oyó hablar de un Francisco de Urdiñola “el viejo”, y de otro Francisco de Urdiñola “el mozo”, y le col-gó, por cuenta propia, o ya le había colgado la tradición al primero de ellos la progenitura del segundo, y las tradiciones, que se deforman y abultan a través de los tiempos, hicieron de ese quimérico Urdiñola “el viejo”, un expedicio-nario y un conquistador que fue el primero en descubrir el valle de Saltillo.

En mi concepto, la tradición que recogió el bachiller Fuentes, y que después ha sido adere-zada por otros, tuvo su origen en que realmente existieron dos Franciscos de Urdiñola: el viejo y el mozo. Pero los dos eran hermanos; los dos llevaron el mismo nombre y el mismo apellido y vinieron a América los dos. El mayor (...) fue capitán del Mazapil, fue el fundador de el pue-blo de San Esteban de Nueva Tlaxcala, estuvo sometido a un ruidoso proceso y después fue gobernador por muchos años de la Nueva Viz-caya. El otro Francisco de Urdiñola “el mozo”,

Un error de edición en un libro reimpreso aumenta la confusión, a partir de él surgirían versiones a fuerza de especulación que ‘reavivarían la historia’ de un Urdiñola viejo, aunque todo indicara que no existió

comentarios al margen sobre Saltillo; observaciones de don vito alessio robles

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&figura en algunos documentos, hasta con el cog-nomento referido, se le menciona en una infor-mación testimonial levantada en 1588 en el va-lle de Oyarzun (Guipúzcua, España) primero y, después, en el proceso seguido contra el capitán Urdiñola —su hermano mayor— por la Au-diencia de Guadalajara, en 1595, para después esfumarse definitivamente.

Todas estas circunstancias y las enumeradas antes me hacen aventurar la hipótesis de la no existencia de ese intangible viejo Urdiñola, de quien se afirma que llegó a Saltillo en 1555. (alessio; op. cit.; pp. 146-147)

no exiStió urdiñola ‘el vieJo’La amplitud de pesquisas de Alessio —y que otros autores confirman— le permi-ten descartar que Urdiñola “el viejo”, haya existido, e incluso también descartar que Urdiñola “el joven” hubiera sido fundador de Saltillo puesto que de las nuevas averi-guaciones se desprendía que Francisco de Urdiñola nació en Oyartzun, provincia de Guipúzcua, España, en el año de 1552; que sus padres fueron don Juan de Urdiñola y doña Isabel de Larrumbide, quienes nunca vinieron a América.

Estas afirmaciones eli-minan de tajo la versión del viejo Urdiñola, pues, como se lee, su padre ni vino a América, ni se lla-mó Francisco. Además, destrozan la posibilidad de que el verdadero, el que sí vino, hubiera sido quien primero recorrió y venció en batallas a los chichimecas del entorno y que fundaría Saltillo en 1555, pues, si nació en 1552, para 1555 tendría apenas tres años. Por otro lado, obviando eso, ¿cómo habría podido ir a morir al Mazapil en 1555, si esa población no existía sino hasta 1568?

De hecho, afirma Alessio, el arribo de Urdiñola a México se habría dado entre 1572-76, a la edad de 20 años más o menos, y hasta los años de 1581-82 era hombre de capa al hombro, simple soldado de aventu-ra, que se unía hoy con un capitán y mañana con otro para hacer la guerra a los indios, referencia que lo descarta como posible fundador de Saltillo ni incluso en 1575, cuando acaso tendría tres años de haber llegado a la Nueva España.

Para concluir, Alessio Robles precisa que hay muchas relaciones de méritos y servi-cios (civiles, militares y políticas) del verda-dero Urdiñola, muchas instancias, muchos méritos y muchas informaciones que po-drían formar varios volúmenes, pero que se inician desde el año de 1586 y se prolongan hasta 1618, y que aunque hay extractos de todos los servicios de Urdiñola formados

por los secretarios del Consejo de Indias, en ninguno de ellos aparece como el fundador

de Saltillo. Acaso sí pue-de atribuírsele sin lugar a dudas la fundación de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, la comunidad que se estableció a un lado de la Villa de Santiago del Saltillo, separada por un arroyo que solía seguir el trayecto de lo que hoy es la calle de Allende, pero eso aconteció en 1591, de lo cual sí se tiene fidedig-na documentación.

la trampa del BachillerAunque Vito Alessio Robles hace gala de una magnífica e inspiradora minuciosidad en sus obras, por más que buscó no encontró lo que quería y que merecidamente debería ha-ber conseguido: el acta de fundación o un documento más fehaciente que asentara la fecha de ese suceso y el nombre del fundador de la Villa de Santiago del Saltillo.

Cierta inconformidad se intuye en las conclusiones de dos de los capítulos de su libro Francisco de Urdiñola y el Norte de la Nueva España. Al final del capítulo IV intitulado La Fundación de Saltillo, dice:

En cuanto a documentos, no se ha podido, hasta el momento (habla de 1931), encontrar ningu-no que precise la fecha de fundación de Saltillo. El acta de su fundación y la de su erección en villa no han podido ser halladas. (...) Obra en poder mío un manuscrito del año de 1811 en el

que aparecen unas declaraciones del bachiller Pedro Fuentes, que contienen datos sobre la fundación de Saltillo, sobre el incendio del Ar-chivo Municipal, sobre sus primeros pobladores y sobre las actividades literarias y eclesiásticas de muchos coahuilenses.(alessio; op. cit; pág. 112)

El documento del que habla Alessio es la petición al bachiller Fuentes, por parte de familias de rancio abolengo local, para que dé fe y certifique que están en posesión inmemorial de su nobleza, según el concepto común, dentro y fuera de la provincia.

Ese certificado es el que Alessio afirma tener en su poder y lo califica como “el único documento inédito encontrado que se refiere a la fundación de Saltillo” (es 1931 cuando Alessio publica esto), el cual transcribe en este citado capítulo cuar-to, pero del que sólo se desprende lo que

ya Fuentes afirma en su Historia de la Villa del Saltillo: que habría

sido fundada por los años de 1575; dato que es ratificado y avalado luego en el auto de aprobación de esas di-ligencias del bachiller por

don José Miguel Lobo Gue-rrero, quien ostenta el cargo

de subdelegado de las “quatro causas” y presidente de la Jun-

ta de Seguridad. Esto es, aunque Alessio tiene otro documento, sigue en-trampado porque también es del bachiller Fuentes, quien reitera el mismo año de fundación que en su relato original.

Por otro lado, en el capítulo V intitulado La Maleza de la Historia, Alessio llega al final reiterando que

muchos de los abuelos saltillenses siguen creyendo y contando sus leyendas como si fueran verdades históricas, y sus descendientes repiten el esquema

BiBlioteca. la biblioteca del centro cultural vito alessio robles se especializa en la historia de méxico. las paredes del patio central están adornadas con el mural de la artista coahuilense elena huerta, quien ahí plasma la historia de saltillo y de coahuila. una gran parte de las imágenes usadas en este documento son fotografías de fragmentos de ese mural.

certificado. un manuscrito original del año 1811 del bachiller pedro Fuentes, el cual sirviera de referencia historiográfica a vito alessio robles, se encuentra aún en su biblioteca, en el centro cultural que lleva su nombre.

contenido. en el manuscrito se asienta la petición al cura de que las familias sánchez navarros, rodríguez y arizpes están en posesión inmemorial de su nobleza.

preStiGio. recurren al bachiller Fuentes por ser nativo del lugar, por su edad respetable, y por ser cura vicario y juez eclesiástico de esta villa, por lo que su aval es palabra fuera de toda duda.

Primeros pobladoressegún las referencias del bachiller Fuentes, retoma-das por alessio robles, los primeros vecinos de saltillo, favorecidos por las mercedes del capitán del canto, fueron:

n Juan alonson Julián Gutiérrezn rodrigo pérezn cristóbal de Sagastiberrin agustín de villa Surn Santos rojon miguel de zitúan Juan de erbáezn manuel de mederosn antonio hernández Grimónn Juan navarron Juan pérez chocallon mateo de Barrazan el primer cura de saltillo fue el bachiller baldo cortés

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columniSta. la labor de vito alessio robles en el campo de la literatura también incluía la redacción de columnas periodísticas; en su archivo se encuentran los borradores originales de muchas de ellas, a través de las cuales, por

cierto, vertió sus opiniones sobre el llamado documento de parral, al que él denomina manuscrito parreño.

cartaS. un “acalorado” inter-cambio de cartas entre este autor y

uno de los hijos de regino F. ramón, a quien rotundamente le cuestiona la veracidad de sus investigaciones sobre la existencia de urdiñola “el viejo”, también se encuentra a res-guardo en su biblioteca en el centro cultural que lleva su nombre.

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Por los documentos descubiertos que hacen ple-na luz sobre Francisco de Urdiñola, el real y ver-dadero, se puede inferir con toda seguridad que él no fue quien organizó el gobierno de la Villa de Santiago del Saltillo. Allá por el año de 1575 este Urdiñola era un simple soldado, sin relieve, sin personalidad, sin riqueza, sin posición. Él en ninguna de sus relaciones de méritos y servicios alegó nunca haber sido el fundador del Saltillo.

Mientras no aparezcan documentos fehacien-tes sobre el particular, habremos de contentarnos con la versión del bachiller Fuentes, fundada en la tradición... dándole el valor que las tradicio-nes merecen.(alessio; op. cit; pp. 154-155)

Hasta aquí, Alessio concluye este tra-

bajo sin poder salir de “la trampa” del ba-chiller Fuentes y teniendo que sostener lo que se cuenta en esa leyenda: que la Villa de Santiago del Saltillo fue fundada por Francisco de Urdiñola en 1575.

conSiGue ‘media verdad’Sería en una obra posterior, ya con más infor-mación y trabajo de por medio que Alessio va acercándose a la verdad.

En su libro Saltillo en la historia y en la Leyenda, en las páginas de la 45 a la 47, al describir las primeras exploraciones espa-ñolas a territorio coahuilense, indica que en ellas participó fray Pedro Espinareda, que tuvo carácter evangélico y arrancó de la Nueva Vizcaya en 1556.

Una segunda exploración habría par-tido de Mazapil a fines de 1568, mandada por Francisco de Cano, teniente de alcalde mayor del referido mineral.

Pero aclara que ni Espinareda ni Cano efectuaron ninguna fundación. El segun-do no encontró las minas que buscaba y se limitó a tomar posesión de los lugares visitados marcando cruces en las palmas silvestres y en los nopales.

Dice Alessio que sí puede presumirse que Cano recorrió cuando menos una parte del valle de Saltillo, pues menciona que la región recorrida por él estaba surcada por dos ríos que desaguaban en el Golfo de México y que no podían ser otros que el de Patos y el llama-do del Pueblo, de Saltillo o de la Presa.

Pero en sus documentos ni Espinareda ni Cano mencionan a Saltillo, lo que permi-te intuir que hacia el 1568, fecha de la última expedición referida, no había sido fundada aún la villa de este nombre.

Además, Alessio dice haber revisado títulos originales de tierras y aguas del marquesado de San Miguel de Aguallo en los que se afirma que el capitán Alberto del Canto fue el fundador de la Villa de Santiago del Saltillo, y que en el mismo có-dice se extractan documentos que prueban que el mismo capitán Del Canto, investido con el cargo de alcalde mayor, fue el que señaló el fundo legal de Saltillo e hizo las primeras mercedes de tierras y aguas a los primitivos pobladores.

Apunta que, desgraciadamente, en los referidos extractos no se citan las fechas de las mencionadas mercedes.

Pero hay un dato más para circunscribir dentro de límites más estrechos la fecha probable de la fundación del Saltillo his-pano. Fray Joseh de Arlegui, en su Crónica de la Provincia de Zacatecas, relata que en 1578 en la punta de Santa Elena fue muerto por los indios cuauchichiles un religioso franciascano que se dirigía a Saltillo y que, trasladados sus restos a dicha villa, ahí se les dio eclesiástica y decente sepultura en su recién fundado convento.

Con los datos conocidos, al menos hasta 1934 unicamente podía asegurarse que la fundación de Saltillo ocurrió después de 1568 y antes de 1578. Aunque está más cerca de las respuestas, Alessio consiguió hasta aquí sólo parte de lo que buscaba.

la batalla de alessio robles contra la desmitificación de Urdiñola ‘el viejo’ no ha concluido, un monumento de alta trascendencia sigue ostentando la mentira, aun en este 2009

vieJa doctrina. “donde no hay plata no entra el evangelio”, decían irónicamente los primeros misioneros franciscanos, queriendo significar con ello que los españoles sólo esta-blecían nuevas poblaciones allí donde existía el sueño de las minas; pero el valle de saltillo lucía un alto potencial agrícola y ganadero, motivando la creación de un centro de materias primas y esclavos, para los reales de minas del entorno.

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sobre la época de la fundación de saltillo abundan los pareceres, las afirmaciones y también las fantasías”.

vito alessio robles

más datos inciertosmateria de debates podrían ser los muchos y muy distintos argu-mentos que se esgri-men en apoyo de las distintas versiones sobre el lugar preciso de la fundación de Saltillo, pues es donde más discrepancias se encuentran entre los historiadores.

n hay quienes afirman —los más apegados a la tradición— que la fundación fue junto al ojo de agua.

n otros, que fue en el lugar que hoy ocupa la plaza de la independencia, llamada también principal o de armas.

n dicen otros más que la fundación se verificó en la plaza de zaragoza, cono-cida por el pueblo como plaza de san Francisco

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&Puesto en evidencia

Allá por los años de 1921 ó 1922, sabíase que el doctor don Regino F. Ramón había preparado unas “Nociones de Historia General, Geografía y Estadística del Estado de Coahuila, escritas para sus nietos” (...) El conocimiento de las afirmacio-nes del doctor Ramón causó sensación general en-tre los coahuilenses (...) pues el autor decía haber encontrado documentos que hacían luz completa a la oscuridad que rodeaba los principios difíciles y azarosos de la villa de Saltillo y sobre la vida de sus primeros pobladores. Ya no teníamos que estar atenidos al solo dicho del bachiller Fuentes, que escribió su historia del Saltillo en 1792, a base de tradiciones recogidas de los vecinos más viejos, tradiciones que databan de más de dos siglos.

Urdiñola, el viejo, el fantástico, el intangible, de quien no se había encontrado hasta entonces la me-nor huella en ningún documento ni en ningún cro-nicón, ni en ningún libro publicado antes del año de 1884, ese Urdiñola que había escapado a todas las búsquedas y a todas las pesquisas, surgió repen-tinamente a plena luz, bien delineado con rasgos precisos y vigorosos, gracias a las “afortunadas” investigaciones históricas del doctor Ramón, quien decía que, aunque de familia tarragonesa, era as-

turiano, nació en un pequeño pueblo de Astorga el 8 de octubre de 1498; hizo muy buenas amistades con don Luis de Velasco, el primero fue el protegido del virrey, quien le confió el mando de una expe-dición para que se internara hasta el territorio de los cuachichiles, para fundar en esa comarca colo-nias y presidios; ese viejo Urdiñola, según el doctor Ramón, partió con 176 soldados (...); en junio de 1555 recibió nombramiento de alcalde mayor de la provincia de Charcas y autorizado plenamente por el virrey de la Nueva España prosiguió sus descu-brimientos y conquistas con una fuerza de 118 sol-dados e indios auxiliares; llevaba como capellán al padre Waldo Cortés, estableció las “congregas” de Santa Elena y la Punta de la Loma, llegando el 25 de julio de 1555 al valle en donde fundó un presidio al que puso por nombre “Presidio de Santiago del Ojo de Agua del Saltillo” (...)

En octubre del mismo año pasó revista a sus soldados con el objeto de determinar a los que habrían de quedarse en Saltillo, y Urdiñola, el viejo, regresó a Mazapil, sosteniendo varios combates en el camino, en uno de los cuales fue herido y, a consecuencia de sus heridas, falleció en Mazapil el 6 de enero de 1556. Quédó como

deScrédito. ¿lucimiento vano? ¿crónica de sus fantasías? la obra de don regino F. ramón sólo sirvió para hundirlo en el descrédito. el autor murió antes de darla

a conocer, así que nunca estuvo ahí para defenderse de las críticas.

puBlicación. en la década de los 70, eugenio del hoyo agradecía que

permaneciera inédita. Fue en 1990 cuando el ayuntamiento de saltillo y la uadec deciden publi-caría, pero no aclaran que la información que ofrece es falsa.

la historia contada por el doctor regino fausto ramón fue muy cuestionada por alessio robles y eugenio del hoyo, éste último, publica las siguientes observaciones:

dice ramón:El capitán Francisco de Urdiñola, de familia tarragonesa, era asturiano y nació en un pequeño pueblo de Astorga el 8 de octubre de 1498.

aclara del hoyo:Para escribir estas líneas se inspiró en la Autobiografía de Luis Carvajal y de la Cueva. No sabía que Astorga pertenece a León y no a Asturias; la familia de Urdiñola era en realidad de Oyartzun, en la provincia de Guipúzcua, y nunca vino a la Nueva España. Tiene párrafos supuestamente apoyados en unas memorias o diario del padre fray Antonio de Zalduendo que sólo él conoció y de las que no existe ninguna otra noticia; creemos muy fundadamente que tales “memorias” son fruto de la fecunda fantasía de don Regino F. Ramón, ya que coloca la entrada de Zalduendo a la provincia de Coahuila en 1555, cuando en realidad dicha entrada no tuvo lugar sino hasta en 1605, ¿pero qué son 50 años de diferencia?

t e x t o y f o t o S : J a v i e r m a r i S c a l

un documento que merece trato aparte, pues es a través de él que ese Urdiñola de la fantasía de muchos sigue aferrándose, aun hoy, a esta ciudad es la Historia Gene-ral del Estado de Coahuila, escrita por el doctor Regino Fausto Ramón, la cual permaneció inédita desde 1921 hasta 1990, cuando las autoridades municipales y uni-

versitarias de entonces decidieron publicarlo, trabajo que resultó en dos tomos, “para rendir tributo al autor”, según señalaron.

El problema con esta obra es que, a decir de reconocidos histo-riadores, no es más que un embuste en el que Ramón hizo gala de creatividad inconveniente.

Alessio Robles, que conoció de ella mucho antes, dice:

los resUltados de la investigaCión de regino ramón opaCaban la labor de CUalqUier otro, pero había Un peqUeño gran problema: había inventado sU historia

elengaño

perSonaJe. regino Fausto ramón era un coahuilense apre-ciado por muchos. intentando defender su obra y su nombre, uno de sus hijos entablaría “una acalorada discución” a través de cartas con vito alessio robles; las cartas son parte del acervo en el archivo del centro cultural que lleva su nombre.

c o n s U l t a d o s

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euGenio del hoyo. en este libro, el autor revisa detalladamente varias leyendas que de alguna manera contribuyeron a contaminar la historia de fundación de la ciudad de monterrey, incluida

la del bachiller pedro Fuentes, además de las “patrañas” de regino ramón.

enérGico. podría decirse que del hoyo es un escritor un tanto más rudo que alessio robles; los

calificativos con que describe a regino ramón así lo muestran.

proBlema. muchas son las poblaciones norestenses cuya historia sigue en medio de leyendas ancestrales.

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comandante del presidio de Saltillo el alférez real Alberto del Canto.

Con motivo de la muerte del viejo Urdiñola, el virrey autorizó a don Francisco de Ibarra para que organizase el gobierno de la Nueva Vizcaya, incluyendo en la jurisdicción, todo lo descubierto por Urdiñola, el viejo (...). El 28 de enero de 1558, confirmó el nombramiento hecho por Urdiñola en la persona de Alberto del Canto. El 2 de febrero del mismo año Ibarra erigió a Saltillo en villa.

Después de firmados unos tratados de paz con los cuachichiles, Francisco de Urdiñola, el joven, hijo de Urdiñola, el viejo (...) solicitó del virrey

en el año de 1575 marchar a colonizar los territo-rios de los indios sometidos, en cambio de ciertas mercedes que se estipularon con toda precisión en unas capitulaciones celebradas al efecto (...)

Urdiñola, el joven, fundó el 18 de julio de 1575 el “Valle de las Labores” (Hoy Ramos Arizpe), al norte de Saltillo y el día 21 del mismo mes fundó “el pue-blo” de San Isidro de las Palomas (hoy Arteaga). (alessio robles; pp. 139-142)

Es imaginable aquí que esta narración debió provocar una sensación de pasmo, de cubetazo de agua fría y de enorme frustra-ción en don Vito Alessio, quien había veni-do dedicando buena parte de sus años más lúcidos a encontrar esta información y ni por asomo había conseguido algo similar.

No obstante, algunos pasajes narrados por Ramón se contradicían con otros del mismo documento, e incluso lo dicho en algunos no coincidía con versiones co-nocidas y comprobadas de otros hechos históricos.

Alessio Robles se da entonces a la tarea de buscar las fuentes que cita Ramón, las cuales, dice, aparecen por doquier indi-cando: “Tomo I del Archivo General de la Nación”, “Archivo General de la Nación”, “Documentos Inéditos del Archivo Gene-ral de la Nación” y, sólo una vez, “Tercera Serie, Tomo I, pág. 406”.

Viejo lobo navegante en el mar de los archivos, Alessio Robles sabía que algo no cuadraba en la descripción de las fuentes. En su libro cuenta que se da a la tarea de buscar los documentos originales y expli-ca cómo está organizado el Archivo Ge-neral de la Nación y cómo fue revisando “con ahínco, hasta con cierta ansiedad febril” los 151 tomos primeros que ese re-cinto guarda, pero sin éxito y, como para evitar suspicacias, detalla la metodología que siguió para ubicar la información que Ramón refiere en su obra y concluye:

Los documentos citados por el doctor Ra-món no existen en ninguno de los ciento cincuenta y un tomos primeros del Archi-vo General de la Nación. ¡El viejo Urdiño-la se ha esfumado de nuevo! (alessio; op. cit.; p. 143)

Además, se apoya en comentarios de otros autores para respaldar sus aseveraciones; por ejemplo, dice:

Don David A. Cocío, en su historia de Nuevo León, refiriéndose a los datos tan minuciosos y detalla-dos de la obra del doctor Ramón, dice: “merecería toda fe, siempre que no presentara contradicciones notables o datos visiblemente inexactos que hacen dudar de su veracidad en lo general”. (alessio robles; pp. 144-145)

Por otro lado, otro investigador que re-visa la obra de Ramón y la cuestiona du-ramente es el regiomontano Eugenio del Hoyo, quien en su libro Historia del Nuevo

Reino de León (1577-1723), habla del gran pro-blema que representa para la historiografía el hecho de que, cuando no hay documentos originales con base en los cuales estructu-rar la historia de los pueblos, se deba recu-rrir a lo que se conoce como tradición oral o leyendas. De hecho, en particular, en lo que a la historia de los pueblos del noreste de México respecta, pone especial énfasis en evidenciar la influencia que ciertas “le-yendas infundadas” han venido ejerciendo en el trabajo de muchos. Dice:

Corren impresas, con gran fortuna, leyendas infundadas y grandes mentiras que, a la ma-nera de una tradición oral, han ido pasando de historiador en historiador y recibiendo, en cada uno de estos pasos, añadidos fantásticos y nuevos errores, formándose así una enredadí-sima madeja.(hoyo, eugenio del; historia del nuevo reino de león (1577-1723); pri-mera reimpresión de la primera edición de 1972; monterrey, nl; itesm/Fondo editorial nuevo león, 2005; pág. 64)

En el capítulo tercero de su libro, deno-minado Las Tres Fundaciones de Monterrey, Del Hoyo se enfoca a esclarecer historias en torno a la fundación de esa ciudad, y en el proceso habla del “embrollo de falsedades y fantasías” que se había venido forman-do en torno a ese tema. Revisa la Crónica del Padre Arlegui, la leyenda del Bachiller Fuentes, la leyenda de fray Cebrián de la Nada, fundador de Monterrey, y por último la leyenda de Carvajal the Jew.

Para términos del presente documento, lo que interesa es lo que del Hoyo dice res-pecto a la leyenda del bachiller Fuentes y su influencia en la obra de Regino Ramón. Cabe notar que, en su crítica, Del Hoyo se refiere a Ramón de una manera más “ruda” que Alessio Robles. Dice:

La leyenda del bachiller Fuentes es una de las se-millas fecundísimas en la proliferación de erro-res de que se encuentra plagada la historia del noreste de México.

En 1922 se publicó en la ciudad de Monte-rrey una Monografía Histórica de la ciudad de Saltillo, escrita por el licenciado Tomás Ber-langa, quien recogió también la leyenda de Urdi-

dice ramón:“Salió Urdiñola de Bonanza el 12 de julio de 1555, dejando en el Mazapil, de lugar teniente, al capitán Isidoro Patiño... El 25 de julio en que llegó a un hermoso y dilatado valle decidió formar en ese pintoresco paraje uno de los presidios que le habían ordenado... y le puso por nombre Presidio de Santiago del Saltillo; para continuar su marcha al norte dejó familias y un destacamento de 46 soldados al mando del alférez Alberto del Canto”.

aclara del hoyo:“El Mazapil se fundó hacia el año de 1568, así que no podía dejar destacamento alguno en ese lugar en 1555, pues aún no existía; Alberto del Canto nació en 1547, así que no podía ser el alférez que quedara a cargo del Presidio del Saltillo, pues en 1555 apenas tendría 8 años”. (Cabe señalar que en su libro “Historia del Nuevo Reino de León, Del Hoyo da una serie de pormenorizaciones respecto a las falsedades que escribe el doctor Ramón en el capítulo intitulado Las tres fundaciones de Monterrey; la lectura es fácil y recomendable).

c o n s U l t a d o s

“tomo i del archivo general de la nación; documentos inéditos del archivo general de la nación; tercera serie, tomo i, pág. 406...” son algunas de las fuentes citadas por regino ramón. “los documentos citados por el doctor ramón no existen en ninguno de los ciento cincuenta y un tomos primeros del archivo general de la nación”, comprobaría alessio robles

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Saltillo en la hiStoria y en la leyenda. tal vez al estilo de los antiguos cronicones, este libro de vito alessio robles es una magna monografía de esta ciudad. en esta publicación mezcla reseña histórica y descripciones detalladas con una

gran cantidad de elementos históricos, geográficos y ecológicos, entre otros, que permiten conocer cómo era esta ciudad “ayer”.

complemento. parte de lo que quedó pendiente a vito alessio robles

de contar en su libro de urdiñola y el norte de la nueva españa lo vierte en este nuevo documento demostrando que sus pesquisas seguían, y por ello le fue posible conseguir más información. aquí asienta que habría sido alberto del canto el fundador de saltillo.

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ñola el viejo, no ya directamente del manuscrito del bachiller Fuentes, sino de una hasta la fecha inédita —y que sea para bien— Historia del Es-tado de Coahuila del doctor Regino F. Ramón (cabe aclarar que Del Hoyo publicó su libro en 1972, y la obra de Ramón fue publicada hasta 1990 en Saltillo). Aquí la fantástica leyenda de Urdiñola el viejo alcanza su perfección: el “eru-dito” doctor Ramón afirma haber obtenido sus datos en documentos inéditos del Archivo Gene-ral de la Nación y va apoyando los párrafos de su trabajo en forma tan indeida y absurda como: “Archivo General de la Nación, tomo 1, nota nú-mero 2” (...) Todo ese aparato de citas sólo es una impostura, detrás del trabajo de don Regino F. Ramón no existe un solo documento o un li-bro serio que lo avaloren: tomó de “Gonzalitos” (José Eleuterio González) o de Portillo la leyen-da de Urdiñola el viejo y, con desbordada fanta-sía y descomunal audacia, fue llenando todos los huecos, supliendo las deficiencias e inventando los más mínimos detalles. Siguiendo este “méto-do” el doctor Ramón nos entrega una completa y detallada biografía de un personaje que no exis-tió, el utópico don Francisco de Urdiñola el Vie-jo, así como la historia de sus descubrimientos y fundaciones. (...) ¡Pero qué desfachatez! ¡Qué aplomo para contar mentiras! ¡Con qué facilidad va corriendo la pluma del doctor don Regino F. Ramón sin que se le atraganten las enormes pa-trañas que con tan increíble facilidad va urdien-do y engarzando! Todo, todo es falso... (del hoyo; op. cit; pp. 70-71)

Como primero hiciera Alessio Robles, Del Hoyo va dando cuenta de cada una de las contradicciones, impresiciones y false-dades en que incurre Ramón. Su enfado, es de entenderse, le viene de lo mucho que esta llamada “flagrante tergiversación” influye en el trabajo de otros historiadores y cómo a través de ellos se enturbia la historia de la fundación de Monterrey y otras importan-tes poblaciones del noreste mexicano.

relato al marGenUn ejemplo de hasta dónde llegó la inven-ción de detalles del mito de Urdiñola “el viejo”, fue publicado en el periódico VAN-GUARDIA el viernes 4 de febrero de 1977, en la página 5-A, bajo el título

MemorándumPor el último tercio del siglo 16 fue descubierto el sitio en que hoy existe el Saltillo por un religioso franciscano a quien trajeron prisionero los indios huicholes y huachichiles, que acá se habían reti-rado después de haber sido ocupado por los espa-ñoles el reino de Jalisco, de donde eran oriundos.

Pero este religioso se hizo querer de los salvajes y, en medio de un bosque frondosísimo y fructífero que cubría esta comarca, en lo que hoy se conoce por Capilla de San Antonio, en lo que es hoy igle-sia parroquial de San Esteban, fundó una choza de enramada, en donde, con dificultad al principio, y después con facilidad por haber aprendido el idio-ma, predicaba a los salvajes y los catequizaba.

A los tres años, poco más, obtuvo de los in-dios que le permitieran volver a Guadalajara, donde estaba su convento, ofreciéndoles que re-gresaría con otros de sus compañeros.

Así sucedió. Los indios no solamente lo dejaron ir, sino que lo escoltaron hasta cerca de Guadalaja-ra y él cumplió su promesa retornando entre ellos con otros dos frailes franciscanos que le ayudaran en su misión de catequizar a los salvajes.

Pero este buen religioso no pudo abstenerse de comunicar en su convento y fuera de él su descubrimiento, ponderando la fertilidad del terreno y la muchedumbre de manantiales de agua que lo surcaban.

Regresó el fraile con sus compañeros, pero dejó alborotada la codicia de los españoles, y siguien-do su huella se vino hasta este punto don Fran-cisco de Urdiñola (el viejo) con sesenta o setenta voluntarios de a caballo que lo siguieron.

Los indios de esta tierra lo recibieron fraternalmente, mas llegó un día en que los españoles quisieron tomar posesión de estos terrenos, y for-máronse con sus vestiduras de gala en el claro del bosque donde hoy está la Plaza de la Indepen-dencia, y enarbolaron el pendón de Castilla en señal de tomar posesión del territorio por los reyes de España.

Los indios, que ya sabían lo que tal cere-monia significaba y las consecuencias que a todos los habitantes de México habían traído, arreme-tieron contra los españoles y los pusieron en de-rrota, matando a más de la mitad de su fuerza y obligándola a retirarse a Guadalajara, en donde murió don Francisco de Urdiñola a consecuencia de las heridas que recibió en ese lance de armas.

Pero este capitán tenía un hijo que llevaba su mismo nombre, y el cual se propuso seguir la conquista intentada por su padre.

Bajo mejores auspicios se dirigió a estas tie-rras don Francisco de Urdiñola, el joven, pues así los distingue la historia. Trajo doscientos setenta y siete españoles, tan atrevidos y tan decididos que se hicieon acompañar de sus mujeres y sus

hijos para definitivamente posesionarse y colo-nizar el terreno que conquistaran; trajo además trescientos indios de armas tlaxcaltecos, también con sus familias que le ayudaran en la empresa.

Una vez posesionados de la tierra, los con-quistadores se repartieron de ésta y sus manan-tiales. Los capitanes de Urdiñola tomaron al oriente, sur y norte del Saltillo, el jefe se adju-dicó lo que quedaba al occidente, desde Patos (hoy General Cepeda) y San Juan de la Vaque-ría hasta donde su vista se limitó con la Mapi-mí, sin encontrar resistencia en los salvajes que habitaban los yermos desiertos.

La Corte de España, sabedora de tan atre-vida conquista, declaró a la extensión de tierra Marquesado, y a don Francisco de Urdiñola “el joven”, marqués de San Miguel de Aguayo. He aquí de donde viene ese título y el nombre de tal

señorío, sin que yo sepa por qué se le dio tal nombre.

Explica VANGUARDIA que esa historia se debe a la pluma de don José Juan Segundo Sán-chez Peña, saltillense que nació el 9 de junio de 1827, el cual se

dedicó básicamente a tareas rela-cionadas con la literatura, aunque

fue también soldado y funcionario público. Destacó igualmente como

escritor teatral.Sería una de sus nietas, Carolina Sánchez

Ramos, la que facilitaría el original del ma-nuscrito de Sánchez Peña a VANGUARDIA, donde fue publicada a plana completa una imagen del mismo con su transcripción a un lado, y la cual sirve ahora para saber cómo los vapores de las leyendas siguen expandiéndose y llegan a las gentes sin sa-ber de dónde, siendo tomadas como hecho histórico verídico y, no sin añadiduras, las trasmiten a nuevas generaciones.

Hoy se sabe que Urdiñola “el joven” no fue el marqués de Aguayo, y que su padre nunca vino a la Nueva España.

“el doctor regino Fausto ramón, mi abuelo, trabajó durante treinta y dos años en el estudio y redacción de esta historia de Coahuila”.

leonor ramón de Garza (texto de una de las primeras páginas del primer tomo de la obra publicada).

en 1922 se publicó en la ciudad de monterrey una monografía histórica de la ciudad de saltillo, escrita por el licenciado tomás berlanga, quien recogió también la leyenda de Urdiñola el viejo, pero no directamente del manuscrito del bachiller Fuentes, sino de una hasta la fecha inédita —y que sea para bien...”

eugenio del hoyo, historiador regiomontano.

nociva influencia. esta placa impuesta en el exterior del resguardo del manantial por todos conocido como el ojo de agua repite la versión que regino ramón cuenta en su libro.

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GeoGrafía. en el periodo de coloni-zación de méxico por los españoles, las demarcaciones geográficas eran materia de frecuente disputa entre los conquis-tadores, por lo que la configuración, la distribución de territorios en el mapa solían variar de unos años a otros.

Septentrión. durante la colonización, el norte de méxico era conocida como el septentrión novohispano. boreal o septen-trional solía llamarse entonces al norte. el “septentrio” latino proviene de “septem trionem”, es decir, siete triones, que son las siete estrellas que forman la osa mayor.

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Justamente en el lugar en donde se su-pone que habría iniciado todo, en el atrio hay un cuartito que sirve de resguardo a ese venero por el cual se dice que Saltillo terminó siendo llamada Saltillo; en el exte-rior de una de sus paredes, como fantasma de esa gran mentira, hay una placa, un bien cuidado letrero que aunque con mucha claridad sostiene la falsa historia, nadie parece haber notado bien eso que dice:

En este lugar, el capitán Francisco de Urdi-ñola, siguiendo el ritual de ley, fundó la Villa de Santiago del Saltillo del Ojo de Agua el 25 de julio de 1555, por mandato del virrey de España don Luis de Velasco el 1o. Documentos inéditos, Tomo I, Archivo General de la Nación.

Esa es la leyenda inscrita, evidentemen-te citando información del desacreditado

Regino Fausto Ramón; esa es la falsedad que, aunque de una y mil maneras distintas don Vito Alessio Robles y otros historiado-res la pusieron en evidencia en gran can-tidad de hojas tras arduo y profundísimo trabajo, sigue ahí, invencible, incólume.

Ni historiadores ni autoridades pare-cen haberlo notado sino que, peor aún, sobre lámina de mayores dimensiones, unido a las rejas de esa misma iglesia, uno de esos desplegados en los que las autori-dades suelen ostentar su trabajo dice:

Aquí se construye un “arco conmemorativo” de la fundación de Saltillo y del gran jubileo del año 2000, con el asesoramiento y aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Histo-ria, Delegación Coahuila, oficio 20-99 del 22 de febrero de 1999 y la licencia No 35690 del 13 de abril de 1999 de la Dirección de Desarrollo

Fantasma en el ojo de agua

armando Fuentes aguirre(n. 1938)

escritor, columnista y conferencista saltillense. cronista de la ciudad de saltillo. realizó estudios en la uadec, la unam y la universidad de indiana. ha sido catedrático y secretario general en la uadec, director del ateneo Fuente y fundador y director de la Facultad de ciencias de la comunicación. sus columnas y artículos periodísticos se publican en múltiples diarios. en 1997 fundó la estación cultural radio centro. entre sus libros se pueden mencionar los siguientes: madero, caudillo civil de la revolución; historias de comercio y comerciantes; de política y cosas peores; la paja en el ojo ajeno; miradores, amor y humor de catón; y genios y Figuras de saltillo. *

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pág. 304)

loS eSpecialiStaS. ni la asesoría del instituto nacional de antropolo-gía e historia ayudó a aclarar el error y, de hecho, lo reprodujo en el arco.

confuSión. en la iglesia del ojo de agua, estas “placas” se contradicen, y no hay nota que aclare cuál dato es incorrecto.

t e x t o y f o t o S J a v i e r m a r i S c a l

Como si su falsa historia no hubiera sido ya lo suficien-temente grande y difícil de erradicar, Francisco de Ur-diñola ‘el viejo’, el que no existió, el que es producto de confusiones mezcladas con ancestrales fantasías, sigue aferrándose a la ahora capital de Coahuila.

Hasta le fecha al menos, cualquiera que vaya a la iglesia del Ojo de Agua podría, si pone mucha atención, hasta ver su fantasma y, si se acerca lo suficiente, incluso sin hablar le narrará su hazaña.

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&Urbano y Ecología del Ayuntamiento de Salti-llo. Attentamente el Patronato de la Parroquia del Smo. Cristo del Ojo de Agua.

¿Cuál problema hay aquí?, bueno, en este anuncio ninguno, el problema está en el arco construido, el cual, aunque quedó muy ad hoc a la arquitectura de ese sagrado recinto, con letras grandes y brillantes reza:

1555-Santísimo Cristo del Ojo de Agua-2000

Así es. Desde ese arco, el “fantasma” de don Francisco de Urdiñola, el ficticio, insiste en que ese fue el año en que fundó Saltillo.

Ese Urdiñola, el personaje que el bachi-ller Pedro Fuentes no tenía más remedio que inventar a fuerza de haberlo recogido de entre los relatos de los ancianos más viejos, de entre los muros de las antiguas casonas, de entre los callejones de esta vieja villa, y tras escudriñar en el ruida-jo de los carretones que transitaban sus callejuelas llevando y trayendo noticias de los reales de minas del entorno, de los militares esclavistas que al amparo de autoridades corruptas a todas luces vistas se enriquecían con la trata de in-dios, de los presidios, del Mazapil, de la Nueva Extremadura, de toda la Nueva Vizcaya, de la Nueva Galicia, de todo el Coahuila-Texas, de la Nueva Almadén, del Nuevo Reino de León, en fin, de tantos y tantos incipientes fundos de la región que comprendían las llamadas provincias septentrionales y más allá de éstas.

Al margen, y en justicia, cabe aclarar que al calce de ese arco se añadió un pe-gote de mosaicos con una inscripción di-ferente, de hecho exponiendo la versión que Flores Tapia hizo oficializar:

Este manantial motivó la fundación de la villa que Alberto del Canto llamó “de Santiago del Saltillo” hacia el año de 1577...

pero en ninguna parte aclara que el primer dato que ese arco ostenta y

lo que dice la placa en el resguardo del venero son parte de una leyen-da, de una mentira muchos años antes puesta en evidencia.

Ese 1555 y ese nombre de Fran-cisco de Urdiñola sólo reivindican

la involuntariamente falsa versión del bachiller Fuentes, aunque ahora

sustentada en los voluntariamente falsos escritos de don Regino Ramón, y el problema es la confusión que se gene-ra y la desinformación que se propaga.

Curioso es que ni la actual cúpula de historiadores conocía de esto, su sor-presa al ver las fotos así los exhibió, pero más curioso es que esos errores en

traScendencia. Fue tanta la importancia que adquirió el verdadero Francisco de urdiñola en el septentrión novohispano, que no es sólo una, sino varias las leyendas que se crearon y que prevalecen en torno suyo.

SeGundón. su origen es más sencillo del que parece; según versión de manuel de lecuona, era uno de los segundones de su familia —no el hijo mayor que heredaba la casa nativa y casi todos los bienes de la familia—, y bajo

tales circunstancias sus opciones de vida eran o las armas, o las letras (administración estatal) o la clerecía. el de las armas e ir de españa a las américas era expediente de vida muy corriente en su tiempo.

Fantasma en el ojo de agua

Javier Villarreal lozano(n. 1937)

historiador y periodista originario de saltillo. realizó estudios en la escuela nacional de artes plásticas de la unam, antigua academia de san carlos. director en varios periódicos y colaborador en muchos otros. ha recibido múltiples premios periodísticos y al mérito histórico. Fungió en dos ocasiones como director del instituto estatal de bellas artes (actualmente icocult) y fue el primer presidente de la comisión estatal de derechos humanos. es decano de la Facultad de ciencias de la comunicación, miembro del colegio coahuilense de investigaciones históricas y autor de varias obras historiográficas y literarias, entre las que se pueden mencionar: escalones; a mí las calaveras; mi amada es un verano; el mundo literario de óscar Flores tapia; coahuila, semblanza histórica; y los ojos ajenos, viajeros en saltillo. es director del centro cultural vito alessio robles desde su fundación, en 1999.

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pág. 308)

¿impoStor?. con base en las leyendas, solía decirse que francisco de urdiñola fue el fundador de Saltillo. en el ateneo fuente, este mural pintado por alfonso tarazona así lo asienta, y una placa en la iglesia del ojo de agua va más allá al decir que habría sido el padre de éste, del mismo nombre, quien fuera el primer fundador.

aFerrado a la historia de saltillo, el personaje de

Urdiñola ‘el viejo’, el FiCtiCio, sigUe hoy en día entre nosotros.

Con Un sigilo qUe le permite pasar inadvertido, sigUe Contando sU

historia, agrandando sU leyenda

Mural de alfonso Tarazona

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al encontrarse en un punto intermedio entre diferentes reales de minas, quizá fue un interés surgido entre los gobiernos de la nueva vizcaya y la nueva galicia promovido por las exploraciones de fray espinareda y de Cano, originadas muy probablemente por la necesidad de cereales para alimento de los mineros y de bestias de carga para la explotación de las minas y para el transporte de los minerales de la rica y estéril región minera de Zacatecas. el valle de saltillo era y es fértil; irrigado, según el padre morfi, que lo visitó en 1777, por 675 manantiales, así que sería esta riqueza potencial para la agricultura y para la ganadería lo que indujo a los primeros pobladores a establecerse allí como trabajadores del campo”.

vito alessio robles

¿Por qué se fundó saltillo?

cuanto a personaje y año expuestos les parezcan poco trascendentes.

“Sí es reconocible de inmediato un gran error pero, ciertamente, tal vez sólo a los eruditos les nazca el interés de co-rregir los datos; al pueblo le da igual; la vida continúa con eso o sin eso ahí; ni incluso debe haber temor de que la men-tira gane fuerza, pues los turistas suelen olvidar en cuanto suben al camión cual-quier cosa que leyeron”, dijo nada me-nos que el actual cronista de la ciudad, Armando Fuentes Aguirre, Catón.

“¿Promover un cambio?, ¿alguna acla-ración? no lo creo necesario; en una de esas y lo que dice ahí resulta ser cier-to...”, agregó.

Por su parte, tras ver las fotos, Javier Villarreal Lozano, director del Centro Cultural Vito Alessio Robles se limitó a decir que lo consideraba como “algo sin importancia”.

Son tantas las discrepancias, son tantas

las confusiones, que tal vez a ello sea atri-buible un comentario como ese de quien resguarda el acervo, la obra de don Vito.

Confrontados con las imágenes, otros dos historiadores manifiestan desencan-to y dijeron considerar necesario promo-ver su corrección.

“Sí, debe hacerse algo lo más pron-to posible”, dijo Jesús Alfonso Arreola Pérez, actual presi-dente del Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas, a la vez que reiteraba cómo un grupo de especialistas ya ha-bían certificado la autenticidad del Documento de Parral (del que hablaremos más adelante) “... y por lo cual debe aceptarse que ahora lo más apegado a la verdad histórica es que fue otro y en otro año quien fundó esta villa, y así debe quedar claro”, apuntó.

De la misma manera, y no sólo como historiador, sino además como maestro,

y ahora director de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, Carlos Manuel Valdés respaldó —sin conocerla— la opinión de Arreola. “Debe corregirse”, dijo. “No debe permear más ese error tal cual está, sin una acla-

ración que indique cuál dato se da en apego a las leyendas y cuál

en mayor apego a la verdad histórica”.

El arco se construyó hace nueve años, eso es claro, pero “la placa debe estar ahí al menos desde hace unos

50”, intuyó “Catón”. Villarreal Lozano opina que

“tendrá unas cuatro décadas impuesta en ese lugar”.

Años más, años menos, lo cierto es que ese arco y esa placa mienten, y que, de-bido a ello, en la Iglesia del Ojo de Agua, el fantasma de Urdiñola “el viejo”, sigue propagando su leyenda.

túnel del tiempo. el arco construido en la iglesia del ojo de agua parece estar haciendo las veces de puente interdimen-sional a través del cual la falsa historia de Francisco de urdiñola “el viejo” ha atravesado un tetracentenario túnel del tiempo para llegar hasta nuestros días y seguirse ostentando como el fundador de saltillo.

enfrentamientoS. muchas fundaciones que se hicieron en las fronteras de indios, como la villa de santiago del saltillo, tuvieron en sus inicios una vida sumamente azarosa, bajo el constante asedio de los salvajes nómadas del entorno, los cuales no las dejaban desarrollarse ni vivir en paz.

reSpaldo. ante tales circunstancias, el virrey de la nueva españa, don luis de velasco, cele-bró un convenio con el pueblo tlaxcalteca para que proporcionara 400 familias que formaran colonias de protección de las villas amagadas, fue a raíz de ello que nació el pueblo de san esteban de la nueva tlaxcala anexo a saltillo.

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paleoGrafía. este término se refiere al estudio de la escritura antigua; es la ciencia que busca desci-frar los escritos de épocas anteriores a la nuestra. por tanto, otra de sus finalidades es poder datar los manu-scritos que se estudian. el documento de parral que se tiene en coahuila es copia del trabajo paleográfico de la historiadora Josefina gonzález.

leGaJo. el documento de parral es un un legajo de carácter litigioso de 1643 (expediente formado con motivo del nombramiento del alcalde mayor en la villa de santiago del saltillo); para el caso que nos ocupa, su relevancia radica en citar el año de fundación y el nombre del fundador de esta villa según testimonios de importantes funcionarios públicos.

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Jesús alfonso arreola Pérez(n. 1938)

profesor e historiador saltillense. se especializó en ciencias sociales en la escuela normal superior de coahuila y en lengua y literatura españolas en la ciudad de méxico. catedrático en el ateneo Fuente y en la preparatoria mariano narváez. director de educación del estado, de 1975 a 1981, y secretario de educación de coahuila de 1987 a 1993. es fundador de los talleres de historia en saltillo, ramos arizpe, cuatrociénegas, arteaga y parras. ha publicado: monografía de coahuila, vito alessio y los historiadores y las biografías carlos espinoza romero y leopoldo villarreal cárdenas. en el 2000 salió a luz su breve historia de saltillo. actualmente es presidente del colegio coahuilense de investigaciones históricas.

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pág. 303)

doCumento deparral

Fue del Canto el Fundador en 1577

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Mural de elena HuerTa

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cimientoS. construida más de 150 años después del nacimiento de la villa de santiago del saltillo, la que actualmente es la catedral de esta ciudad también tiene muchas historias que contar. en catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos, santoscoy y dávila recopilan colaboraciones de reconocidos historiadores locales, por lo que su

narrativa puede pasar de lo coloquial a lo académico.

párroco. durante los últimos años de su vida, el bachiller pedro Fuentes fungía como párroco de esta que entonces era un templo parroquial. a él le tocaría promover los últimos esfuerzos para concluir la edificación de la que después sería la catedral de saltillo.

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Óscar Flores tapia(1913-1998)

periodista, escritor y político saltillense. creó la asociación de escritores y periodistas de saltillo y el colegio coahuilense de investigaciones históricas. Fundador de la revista pensamiento político y cofundador de provincia. autor de: vida, pasión y muerte de cástulo ratón; la casa de mi abuela; Francisco i. madero; miguel ramos arizpe; dante aligieri, su vida, su obra y su tiempo; la reforma, la intervención y el imperio; y cuatro coahuilenses en el destino de méxico; y de algunos poemarios. senador; gobernador de coahuila (1975-1981). gran impulsor editorial y cultural.

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pág. 304)

t e x t o y f o t o S : J a v i e r m a r i S c a l

Corría el año de 1950 cuando un historiador que seleccionaba documentos del Archivo Mu-nicipal de Parral, Chihuahua, en el mes de mayo, da “casi acci-dentalmente”, según dijo, “con un documento que en justicia correspondía a don Vito Ales-

sio Robles haber encontrado”.Se trata de Wigberto Jiménez Moreno, quien el

22 de abril de 1977 dictó en Saltillo una conferen-cia con motivo del homenaje que el Seminario de Cultura rendía a esta ciudad en la celebración del aniversario de su fundación, conferencia de la cual VANGUARDIA dio cuenta en la página 6-A del día siguiente, 23 de abril, y que sirve de referencia.

El descubrimiento del que Jiménez Moreno ha-bla es ahora conocido como Documento de Parral, el cual llamaría fuertemente la atención de los historiadores norestenses, y en particular de los de Coahuila, pues en él se asientan fecha y personaje diferentes de los que la tradición dictaba como año de fundación y fundador de la Villa de Santiago del Saltillo.

El Documento de Parral, que en realidad es el “Ex-pediente formado con motivo del nombramiento del Alcalde Mayor, en la Villa de Santiago del Sal-tillo en 1643” —según aclaración hecha en la conferencia por Jiménez Moreno— es un legajo que incluye la descripción de un litigio que sostuvieron en ese año los gobernadores Martín de Zavala, del Nuevo Reino de León, y Luis de Val-dés, del reino de la Nueva Vizcaya.

Ambos gobernadores alegaban tener jurisdicción de las minas de Almadén (hoy Monclova).

En las páginas de dicho documento —del cual hoy se cuenta con una copia de la versión paleográfica hecha por la historiadora Jo-sefina González en 1950, material que se tiene en los archivos de Coahuila desde que la paleógrafa lo entregó en 1997 a Óscar Flores Tapia—, se asienta testimonio de algunos comparecientes que, asegu-rando haber visto el acta de fundación de la Villa del Saltillo, señalan que su erección se hubo dado en el año de 1577 por el capitán Alberto del Canto.

Tal cual está escrito en esa versión paleográfica e incluyendo entre paréntesis la descripción de algu-nas palabras que por aparecer abreviadas podrían no entenderse, aquí se transcriben dos fragmentos de la larga declaración de don Luis de Valdés:

DON LUIS DE VALDÉS Cavo de la orden de Santiago del consexo de guerra en los estados de Flandes Govor (gober-nador) y Capn. (capitán) general deste Reino de la Nueva Viscaya Provas (provincias) de Copala Chametla y Sinaloa por el Rey nro. (nuestro) señor etc. Hago saber al señor don Martin de Cavala (Zavala) Govor y Cappn gnl. (general) del Nuevo Reino de León y sus provas. y a todos los alcal-des tenientes capitanes a guerra y demas justicias de dho. (dicho) Reino ante quien esta mi carta fuere presentada y de ella su cumplimiento se pudiere (...)

(...) Habiendo assimismo visto y reconosido los archivos de my gobierno desde tiempo antiguo y vista la fundación y erección de la Villa del Saltillo que fue fundada año de mil y quinientos y setenta y siete por Cappan. Alberto del Canto alcalde mayor de las minas de San Gregorio y balle de estremadura que todo era y es jurisdicion de esta Nueva Viscaya... (colegio coahuilense de investigaciones históricas; el documento de parral 1643; do-cumentos para la historia de coahuila no 1; diciembre de 1999;consejo editorial del estado.)

Recién entrado en funciones como gobernador, y teniendo pleno conocimiento de la existencia del

Documento de Parral, Óscar Flores Tapia decide convocar a un coloquio de historiadores

para que, en su calidad de expertos, escu-driñen, analicen y den fallo certificando o no la autenticidad de tal prueba y lo que en ella se asienta.

Según comenta Jesús Alfonso Arreo-la Pérez, actual presidente del Colegio

Coahuilense de Investigaciones Históri-cas —organismo que quedó constituido

tras concluir el citado coloquio—, a gran-des rasgos, el evento consistió en dar oportu-

nidad a cada uno de los convocados de disertar, exponiendo su opinión, con base en su experiencia y calidad profesional, sobre las posibilidades de duda o certeza observables en el documento que se analizaba, suscitándose un debate muy interesante y apasionado sobre el tema.

El coloquio inició en octubre y concluyó en di-ciembre de 1976. Hasta ese año, el aniversario de la ciudad venía celebrándose teniendo como refe-rencia de fundación al 1575, razón por la cual ya el año anterior —1975— siendo alcalde Luis Horacio Salinas Aguilera, se había celebrado el cuarto cen-tenario de fundación de Saltillo, aunque tal vez sin

Batalla mural. al salir de los libros para ser plasmadas por los artistas en las paredes, las versiones históricas de la fundación de saltillo inician su propia batalla. en este mural de alfonso tarazona, sobre una pared en el inbterior del ateneo Fuente, se muestra a urdiñola indicando el punto en torno al cual se fundará saltillo; la imagen opuesta, del mural de elena huerta en el centro cultural vito alessio robles, muestra a del canto como el protagonista del mismo hecho.

los ánimos de tracendencia de un gobernante, dirían muchos, harían que saltillo celebrara, por segunda vez, el cuarto centenario de su fundación

Mural de alfonso Tarazona

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&demasiado entusiasmo pues casi nadie pa-rece recordarlo.

No obstante, los historiadores no sólo avalaron la autenticidad del Documento de Parral, de lo cual se levantó y entregó acta al gobernador Flores Tapia, sino que el grupo que incluía a José de la Luz Val-dés, Ismael Ramos, José de Jesús Dávila Aguirre, Wifredo Bosch Pardo, Federico González Ñá-ñez y Jesús Alfonso Arreola Pérez recomendó que, tras ser avalado el año de 1577 como el de fundación de Saltillo, debería entonces realizarse una magna conmemoración del IV centenario de tal acontecimiento en el año de 1977 que estaba por iniciar.

El beneplácito del gobernante no podía ser mayor, y de inmediato corrió con los preparativos, y la celebración se realizó haciendo de Saltillo una ciudad que festejó dos veces sus 400 años.

Algunos historiadores y la vox pópuli sigue señalando que no era más que ego de Flores Tapia lo que movió su interés de alterar el status quo de manera que se le permitiera celebrar la efeméride del cuarto centenario de Saltillo. En la columna Hora Cero del periódico El Siglo de Torreón, en la edición del 20 de julio de 2004 que cir-cula en la internet, el editorialista Roberto Orozco Melo señala respecto al fallo emiti-do por esa junta de historiadores que:

... No faltaron algunos malquerientes que pusie-ron en entredicho la certeza a que habían llegado los historiadores. El gobernador Óscar Flores Ta-pia poseía una fuerte personalidad que provocaba todo género de reacciones humanas, y sus actos siempre resultaron matizados por mascullantes que no le perdonaban gobernara a Coahuila con una administración culta y de progreso...

Para interpretar, sepa el lector que Ro-berto Orozco Melo era el secretario de Go-bierno de Flores Tapia, además, cabe agre-gar que hoy en día algunos historiadores señalan que, si bien nadie podía negar que el Documento de Parral fuera auténtico, “el problema es que no son concluyentes los datos que aporta, y eso se sabía desde antes de iniciar el coloquio. De hecho, en el texto intitulado “Presentación”, escrito por Jesús Alfonso Arreola Pérez para las primeras pá-ginas de las copias del Documento de Parral que se tienen en Coahuila, se concluye: “Si en el futuro se conoce otro documento que aporte mayores luces al respecto, deberá considerarse con toda seriedad, para que se tomen las medidas más convenientes”. Quienes renegaban del cambio de fecha de fundación dicen: “¿y si apareciera otro documento también auténtico que asiente otra fecha que tampoco sea concluyente? ¿se

cambiará otra vez la efeméride?, en justicia así debería ser” (de hecho, al parecer lo hay, como veremos más adelante, ¿se hará algo al respecto?, la pregunta queda abierta).

Por último, cabe agregar que el interés que despertó el Documento de Parral entre los historiadores los movió a revisar el le-gajo original, pero para 1960 “el expediente original número 22, del Archivo del Ayun-tamiento de Parral ya había desaparecido”, según publicó Eugenio del Hoyo.

Pese a la oposición, esa fecha de funda-ción fue oficializada, y por ello esta ciudad celebra su aniversario con base en el año que se asienta en ese legajo encontrado en Parral, Chihuahua, es decir, 1577. Debido a ello, entonces, lo que el próximo 25 de julio estará oficialmente celebrándose es el 432 aniversario de la fundación de la otrora di-minuta Villa de Santiago del Saltillo, aunque hoy sólo se llama Saltillo, y es la capital del estado de Coahuila.

elena huerta. los murales de elena huerta narran la historia de coahuila, no solamen-te la de saltillo, en las paredes centrales y en torno a las escaleras del centro cultural vito alessio robles.

alBerto del canto. al paso de los años, es curioso como la historia del capitán alberto del canto fue diluyéndose a la sombra de la de urdiñola. en la fecha probable de la fundación de saltillo del canto estaría cerca de los 30 años, pues en una información testimonial de 1607 aseguró tener 60 años.

poSeSioneS. entre las posesiones de del canto podría contarse la estancia de buenavista, con sus manantiales, situada a corta distancia al sur de saltillo, un sitio de estancia para ganado mayor en el río denomi-nado de los muchachos. todas sus posesiones pasarían a manos de urdiñola.

Centro logístico

por la configuración orográfica del territorio que se extiende al sur de saltillo, esta población era el paso obligado para todas las comunicaciones terrestres entre el corazón de la nueva españa y los territorios de Coahuila, nuevo reino de león, texas y grandes porciones de la nueva vizcaya y del nuevo santander. por ello se le llamaba ‘la llave de la tierra adentro’.se denominaba ‘tierra afuera’ a toda la porción de la nueva españa situada al sur de saltillo, y se denominaba ‘tierra adentro’ a toda la porción que se extendía al norte de esta villa.

vito alessio robles.

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Carlos manuel Valdés dávila(n. 1944)

maestro e historiador saltillense. realizó estudios superiores en el seminario diocesano de saltillo; en moctezuma, nuevo méxico, eu; en la universidad de lovaina, en bélgica; en la universidad de parís-nanterre; y en la universidad de perpignan, Francia. desarrolló trabajo de educación con los indios tojolobanes en chiapas durante nueve años, y en sonora con los yaquis. Fungió como director del archivo municipal de saltillo por siete años. entre sus numerosas publicaciones se incluyen: la delincuencia en la época colonial; la gente del mezquite; los nómadas del noreste de la colonia; esclavos negros en saltillo, siglos Xvii a XiX; san esteban de la nueva tlaxcala; coahuila: historia y geografía; y no hallé cosa en qué poner los ojos que no Fuese recuerdo.

(santoscoy Flores, ma. elena / dávila sota, esperanza; catedral de saltillo ...por los siglos de los siglos; primera ed. agisa, 2001.; pág. 308)

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más allá de lo oficial, de la imposición de fechas, de lo que las gentes cuentan o lo que quieran creer es-tán los hechos, los do-

cumentos tangibles, las reseñas fidedignas y las fuentes consultables.

En la opinión de Carlos Manuel Valdés, historiador y actualmente director de la Escuela de Ciencias Sociales de la Univer-sidad Autónoma de Coahuila:

Nuestro pasado se ha ido cimentando de ma-nera inductiva, forzando interpretaciones a partir de documentos a los que se les impone un sentido histórico deseable.

Dijo esto en un diserto publicado en un compendio promovido por el Fondo Editorial de Nuevo León para celebrar el regionalismo norestense mexicano.

En su aportación, intitulada Umbrales del Noreste Mexicano Actual, Valdés manifiesta un dejo de preocupación de que, debido a ese proceso de forzar interpretaciones de la historia con base en intereses de terce-ros, se evadan datos que abrirían la posibi-lidad de crecer a versiones alternativas del pasado que podrían estar más cerca de la certeza histórica o, al menos, esbozarla.

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la historia da un nueVo girono sólo en méxico existen documentos referentes a la historia de saltillo. los registros depositados en españa dan nueva luz y hacen cambiar versiones

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eSclaviStaS. según comenta el maestro valdés dávila, el esclavismo colonial se justificaba cuando los indí-genas eran atrapados al hacer la guerra a los españoles, o cuando abandonaban la

religión aunque hubieran sido bautizados eran sentenciados a trabajos forzados.

fundacioneS. los actos fundacionales de las nuevas comunidades no partían de la

nada, los lugares eran elegidos como resultado de explo-raciones a través de las que se buscaba, antes que fundar villas y pueblos, encontrar minerales o grupos indígenas a los que se pudiera explotar.

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en resumidas cuentasn la primera versión de la fundación de saltillo la ofreció el bachiller don pedro Fuentes, quien señalaba que primero habría sido un Francisco de urdiñola (padre) quien realizara una informal fundación, y que después sería un hijo suyo de igual nombre quien formalizaría la fundación el 25 de julio de 1575.

n don vito alessio robles demuestra que ese urdiñola (padre) era un mito, no existió, y que el Francisco de urdiñola que sí existió para esta historia, no fue el fundador de saltillo, sino que ese acto correspondió a alberto del canto entre los años de 1568 y 1578.

n el denominado documento de parral confirma que el fundador fue alberto del canto, e indica el año de 1577 como el de la fundación.

n hay nueva información al respecto recientemente revelada por el historiadorcarlos manuel valdés, quien refiere manuscritos resguardados en archivos de españa en los que se asienta la existencia de la villa de santiago del saltillo proyectable al año 1572. el investigador ratifica la versión de que el fundador habría sido alberto del canto.

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A propósito, este investigador tiene una variante respecto a la historia del nacimien-to de Saltillo; si bien sigue sosteniendo que habría sido Alberto del Canto el funda-dor de la villa, apunta que eso acon-teció en 1572, no en 1575, como dice el bachiller Fuentes, ni en 1577, como revela el oficial-mente aceptado Documento de Parral.

En entrevista, Valdés acla-ra que su afirmación tiene sus-tento en un manuscrito que se entregó al rey Felipe II en 1573 por parte de quien fungía como geó-grafo real.

En España, dice, en Valladolid hay un archivo que es el segundo más grande del país, el archivo de Simancas, el cual es muy famoso, pero poco consultado por los historiadores mexicanos, que suelen recurrir más al Archivo de Sevilla.

“Ese manuscrito incluye un listado de ciudades y pueblos de indios que existían en la América de entonces, y abarca loca-lidades desde países como Uruguay, Para-guay, Argentina, Perú, etc., hasta el norte de México; listado del cual cabe destacar que en penúltimo lugar, antes de Mapimí (hoy Durango), está inscrito el nombre de la Villa de Santiago del Saltillo, siendo considerada parte de lo que entonces era la demarcación de la Nueva Vizcaya”, explicó Valdés.

En su disernimiento, señala que, si ese reporte se entregó al rey en enero de 1573, por el tiempo que debió implicar recopi-larlo en las Américas y transportarlo en los navíos hasta España, puede asegurarse que Saltillo data, cuando menos, de 1572 ya erigida como villa.

Cabe aquí retomar la observación de Alessio Robles: “para acortar las pesqui-sas, lo único claro es que la fundación de Saltillo se habría dado entre 1568 y 1578, se-gún los cronicones más confiables”. Hasta este momento, las tres versiones conocidas —Fuentes, Parral, Valdés— se ubican en ese rango.

¿y reSpecto al 25 de Julio?Por otro lado, cabe mencionar que aunque su investigación no le ha permitido preci-sar el día de la fundación, Valdés es el único historiador que cuestiona la fecha del 25 de julio comentando: “El que los fundadores pusieran a esta villa bajo la advocación del apóstol Santiago no implica vínculo obligatorio con el día de fundación, pues ese era el santo español por antonomacia, y su figura solía ocupar un lugar destacado en los momentos clave de la colonización americana, por lo que fue también desig-nado como santo patrono de muchas otras comunidades, aunque hubieran sido fun-dadas en días diferentes al 25 de julio, que

es cuando se celebra a este santo”.Por último, a pregunta expresa, contes-

tó el historiador: “Pese a tanta divergencia en la posibilidad de fechas de fundación de Saltillo, no tendría por qué verse a la celebración del próximo 25 de julio como

la fiesta en torno a una mentira. En tanto alguien encuentra el acta de fundación de esta villa u otra prueba contundente de esos importentes hechos, la gente necesi-ta festejar a su ciudad. La pesquisa sigue abierta. La historia aún está inconclusa”.

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eStiGma. la suerte de los conquistados, generalmente, no es buena. aunque en los tiempos de la colonización estaba legalmente prohibida la esclavización de los indígenas y la religión lo consideraba un acto inmoral, ya desde entonces las autoridades “se hacían de la vista gorda” y solapaban trucu-lencias que propiciaban la explotación de los pueblos conquistados.

advocación. adjudicar a santiago apóstol el patronaz-go de saltillo podía deberse a varias razones, pero no indispensablemente al hecho de que esta villa hubiera sido fundada precisamente en el

día en que se festeja a ese que era el santo español por antonomasia, según reseña el maestro valdés.

SantiaGo apóStol. además de ser el protector,

especifica valdés, este era un santo justificador de acciones bélicas, un santo usado por los militares en un sentido racista, por lo que pasaría a américa como un santo a medida del conquistador.

¿es la historia materia exclusiva de unos cuantos, o deberíamos todos estar interesados? sirvan nuevamente las palabras del bachiller don pedro Fuentes para responder esta pregunta:

no seamos ya más desagradecidos al suelo que nos sirve de cuna y movidos de

esto, aunque faltos de talento y de medios, hagamos posible el imposible, que por tal se tiene, de sacar del profundo del olvido las memorias de la fundación de la villa de de santiago del saltillo”.

¡Feliz aniversario!, cualquiera que éste sea...

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