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Inspectoría nuestra señora de copacabanabolIvIa

Proyecto Laicos2016 - 2020

Documento 2

SALESIANOSDON BOSCO

Inspectoría Nuestra Señora de Copacabana - Bolivia

PROYECTO LAICOS2016-2020

DOCUMENTO 2Ciclo I

RESPONSABLES DEL PROCESO:P. JAVIER ORTIZ SDB, INSPECTORP. Juan Aparicio SDB. Delegado Inspectorial de Pastoral JuvenilP. Diego Villalobos Quevedo SDB. Encargado Inspectorial Proyecto Laicos

Han colaborado en la elaboración del documento:Área bíblica: P. Diego Villalobos SDBCatequética y Derecho Canónico: P. Álvaro Rocabado SDBSalesianidad: P. Marcelo Escalante SDBDimensión Pastoral: P. Líder Justiniano

Agradecimientos a quienes han colaborado con el aporte de materiales y algunas reflexiones para elaborar el texto, la revisión del contenido y la creación de material pedagógico para el desarrollo del documento: P. Juan Aparicio SDBP. Cristóbal López SDBP. Mario Peressón Tonelli, SDBLic. Viviana Guzmán Paredes Lic. Gerardo HoyosLic. Mabel MantillaLic. Gonzalo ValverdeLic. Richard RomeroMg. Luis Alberto Casas, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología. BogotáDra. Irene Ulloa, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Psicología. BogotáSr Guido Díaz

Impreso en Editorial Don Boscowww.editorial-donbosco.comZona Central, av. 16 de Julio 1803 (El Prado)(02) 2441149, fax 2443251Villa Tejada Rectangular, av. La Paz 3742 (El Alto)(02) 2816655, 2818099, 2817325, fax 2814219La Paz-Bolivia

ContenidoPresentación ......................................................................................................... 5

1. IGLESIA MISTERIO ........................................................................................... 7

Del seguimiento a YHWH a Jesús de Nazaret ........................................... 10

2. IGLESIA COMUNIÓN ...................................................................................... 17

Lectura A: Los laicos en la Iglesia ..................................................................... 21

Lectura B: El lugar del laico en la fundación de la Congregación Salesiana ... 25

3. IGLESIA MISIÓN .............................................................................................31

La misión salesiana ................................................................................... 34

Bibliografía .......................................................................................................... 37

Inspectoría nuestra señora de copacabana - bolIvIa

proyecto laIcos 2016 - 2020 | documento 25

Un saludo fraterno a todos los salesianos y laicos que a lo largo de la inspectoría trabajan sin cansancio por mantener viva en nuestras obras la llama del Evange-lio con el espíritu de Don Bosco.

Llega a sus manos el segundo documento de trabajo del PROYECTO LAICOS. El primero contenía el proceso con el cual fue creado el Proyecto a nivel inspecto-rial y es a su vez un documento de concientización y socialización de lo que cada vez más insiste la congregación Salesiana: La misión Salesiana es una responsa-bilidad común de Salesianos y Laicos.

Este segundo documento, tiene como finalidad brindar un primer ciclo de itinera-rios (para el año 2017) con los cuales se favorezca el encuentro entre SDB y Laicos para reflexionar la vocación, la formación y la misión de manera conjunta y aterrizarla en las obras salesianas. El texto ha sido construido en esta ocasión con el aporte de Salesianos de nuestra inspectoría consultando e involucrando en su revisión a varios laicos de nuestras casas. Para el itinerario del año 2018, serán los laicos quienes nos regalen las reflexiones y el itinerario a seguir con el acompaña-miento de los salesianos. Es una interesante dinámica que está dando una identi-dad muy propia a este proyecto en nuestra inspectoría. El éxito del mismo recae ahora como responsabilidad en los salesianos y laicos de cada obra salesiana.

Por otra parte, nos tomamos el atrevimiento de pedir la lectura, la revisión y el enfoque del documento a importantes personajes que han trabajado en este campo con el ánimo de tener un proceso muy sencillo y a la vez enriquecido y profundo sin perder el sello propio del trabajo realizado.

Sincera gratitud a todos y buen trabajo. En manos de María nuestra Madre, y de Don Bosco ponemos los propósitos del proyecto.

P. Diego Villalobos SDB

resentaciónP



Iglesia MisterioObjetivo: Reflexionar, con la ayuda de imágenes, videos, motivaciones teológicas e iluminados por la Palabra de Dios, la vocación común al seguimiento de Jesús al que están llamados religiosos y laicos en la vida de la Iglesia.



Observemos la imagen para iniciarAl observar la imagen identifica:

a. ¿Qué personajes hay en la imagen?b. ¿Qué escena bíblica o momento especial de Jesús está representada en la imagen?c. ¿Qué mensaje intenta darte la imagen?

Testimonios de vidaEn el siguiente video el P. Erick ilustra, a través de algunas imágenes de la gestación del ser humano, la importancia de comprender que todo ser humano es llamado a la vida con un objetivo concreto para que se cumpla en cada quien la voluntad de Dios.https://www.youtube.com/watch?v=3PL51xiP4g0

Canta y caminaEl canto, Siento tu llamada, me seduces Oh Señor, invita a reavivar en el corazón la fuer-za del amor que experimenta el ser humano cuando se siente llamado por Jesús a seguirle. Te invitamos a escucharla y hacerla oración.

Canto: Siento tu llamada, me seduces oh Señor. https://www.youtube.com/watch?v=UMurrkyIvA

La imagen



Para el desarrollo de este primer encuentro sugerimos la siguiente dinámica:

1. Lectura personal del texto.

2. Escribir (en el cuadro que encuentra al final del artículo) la historia de la propia vocación a la vida cristiana)

3. Compartir en grupos el ejercicio realizado.

4. En plenaria tomar las decisiones a las que se invita a la CEP A partir de este encuentro

ENCUENTRO 1.METODOLOGÍA.

Una luz en el camino…DEL SEGUIMIENTO A YHWH A JESÚS DE NAZARET

P. Diego Villalobos, SDB

A modo de propuesta, para comprender mejor el proceso bíblico referente al seguimiento del Señor, nos acercaremos a algunos presupuestos teológicos del primer testamento a partir de la teología de la misericordia, la teología de la elección, la teología de la vocación – misión, en consonancia con la encíclica Christifidelis Laici.

a. Teología de la misericordia: En el Antiguo testamento hay un origen, un punto de partida teológica al referirnos al seguimiento del Señor: YHWH, es el Dios que sale de sí, para revelarse, mostrarse, dejarse ver del hombre bajo la forma del amor. El amor es el lenguaje con el que Dios habla. Jeremías lo expresa así: con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericor-dia (Jr 31,3). Dios ama y la fuerza de este amor es tan pleno que acoge en sí mismo la vida, las angustias, los dolores, las desesperanzas y alegrías de su pueblo. Dios asume en su corazón nuestra miseria para transformarla en vida. ¿Quién no se siente atraído por alguien que se solidariza y da todo de sí para ayudarte a cargar con una situación traumática personal? En el pri-mer testamento, la figura más relevante de esta actitud misericordiosa es la del Pastor cuyo corazón se desborda en gestos de amor, misericordia, ter-nura, compasión, donación. Quien conoce a YHWM, y reconoce su amor y la



fuerza de su misericordia, no durará en ir tras Él porque conoce los benefi-cios. El amor de Dios se traduce en elección: Dios elige acercarse a su pueblo para amarlo y es Él quien toma la iniciativa de salir al encuentro de cada ser humano para ser misericordioso con él. En la reflexión y libertad humana de los creyentes y del pueblo de Israel corresponde al pueblo decidirse a la aventura de seguirle.

b. Teología de la elección: Tras la mirada misericordiosa de Dios para con su pueblo, la mirada pasa de ser un gesto espontáneo a ser una actitud de elec-ción. YHWH no mira solo para amar a quien ve sino que tras la observación llama. Valdría la pena recordar aquí el bello testimonio salesiano de cómo una mirada misericordiosa termina volviéndose llamada, elección: El en-cuentro entre Don Bosco y el Beato Luis Variara en 1886. En el momento de ser ayudado a subir al coche (contaba Don Variara) Don Bosco me dio una dulce mirada y sus ojos se fijaron detenidamente en mí; tenía la seguridad de haber conocido a un santo y que ese santo había leído en mi alma algo que sólo Dios y él pudieron saber». Tras esa profunda mirada, Luis pidió hacerse salesiano. La mirada de Dios y de Don Bosco nos han conquistado, se volvieron llamada.

La mirada de Dios y la mirada de Jesús tienen un profundo trasfondo teo-lógico, desde la narración misma del Génesis. Al final de cada uno de los siete días de la creación, Dios observa y ve que todo lo creado es bueno. Las cosas creadas adquieren su natural bondad gracias a la mirada final de Dios, la cual tiene una fuerza creadora y liberadora al mismo tiempo.

Así sucede en el primer testamento: mirada, misericordia y elección son inseparables. El Señor llama y dirige la historia de cada elegido, de cada per-sona. Esto ya nos trae una clave de lectura importante referente al segui-miento: Vamos tras “Alguien” no tras algo, Antes de que “alguien” tome la iniciativa espontanea de ir tras Jesús, Él es quien primero elige y llama. Seguimos a Alguien que nos ha llamado y que nos ha conquistado con el amor y la misericordia. Un detalle más. Ser elegido, significa ser tomado bajo la responsabilidad de quien elige. En el camino, Dios se hace responsa-ble de su pueblo y de su gente: El Señor es mi Pastor, nada me falta (Sal 23,1). Justo aquí se expresa esta convicción.

c. Teología de la vocación – misión: Cuando YHWH llama en el primer Testa-mento, en lo que es denominado como vocación, suele darse una “estructu-ra” específica de esos llamados. El esquema podría ser este:



1. Encuentro con YHWH;

2. YHWH habla;

3. Le es encomendada una misión;

4. Quien en llamado protesta, se queja, objeta, rechaza;

5. YHWH reafirma su Palabra y misión encomendada;

6. Un signo.

Desarrollemos este esquema con la vocación de Jeremías.

1. Encuentro con YHWH: Me dirigió YHWH la Palabra en estos términos (Jr 1,4)

2. Palabra de YHWH: Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocí (v. 5a)

3. Misión: te había yo consagrado profeta, te había destinado a las naciones (v. 5b)

4. Protesta: Ah Señor, mira que soy un muchacho y no sé cómo expresarme (v. 6)

5. Orden – reafirmación: No digas soy un muchacho, pues irás a donde te envíe y dirás lo que te mande. No tengas miedo, que yo estoy contigo para salvarte (v 7-8)

6. Signo: Alargó YHWH su mano y la puso en mi boca (v 9-10)

Un esquema del P. Hernando Barrios podría mostrarnos las diversas vocacio-nes bíblicas.

Ex 3 Jc 6 Jer 1 Is 6 Ez 1-3

1. Encuentro con la divinidad

1-3. 4a 11b-12ª 4 1-2 1, 1-28

2. Palabra de YHWH 4b-6.9 12b – 13 5a 3-7 1.29-42

3. Misión 10 14 5b 8-10 2, 3-5

4. Protesta 11 15 6 11a 2, 6-7

5. Orden - reafirmación

12a 16 7-8 11-13 2,6-7

6. Signo 12b 17ss 9-10 …. 2,8-3,11



YHWH pone la carga pero Él mismo ayuda a cargarla. En este sentido Dios consagra, es decir, mira, ama, llama, prepara, da las herramientas para el camino, envía pero siempre El mismo asumiendo la responsabilidad de todo. Ese es el sentido teológico del “no temas” tan frecuente en la Escritura. Todo está garantizado, solo se necesita del sí del elegido a pesar de que estos sean índigos. ¡No importa! porque no se desconoce la fragilidad humana, se sabe que es una realidad que sin embargo, siempre será superada con la acción perma-nente del amor de Dios.

De camino con YHWH.Dicho todo lo anterior, corresponde al elegido responder: Es tiempo de cami-

nar. En hebreo el término usado es hlk; significa ir, caminar, andar propio del movimiento natural del ser humano, de los animales e incluso de las cosas mis-mas. Esta expresión es traducida en el griego por la expresión akolouteú espe-cíficamente en la traducción de los LXX y representa la dinámica de moverse hacia Dios, la acción de caminar hacia Él pero de manera constante, fiel, perma-nente, cumpliendo los mandamientos de YHWH, y con actitudes muy específi-cas: humildad, disponibilidad, sacrificio, pureza, justicia, misericordia. El hecho de caminar con su pueblo, exige una acción consecuente por parte de cada uno de los miembros de la comunidad: caminar con Dios.

TESTIGOS DEL MINISTERIO DEL SEÑOR, ASISTIDOS POR EL MAESTRO

Itinerario formativo de Jesús

Vistos los presupuestos bíblicos, a muy grandes rasgos del primer Testamento acerca del seguimiento de YHWH, puede ahora enmarcarse el seguimiento de Jesús en el contexto del Segundo o Nuevo Testamento. Pero tal vez conviene evi-tar desviaciones o reflexiones muy extensas por lo cual es necesario delimitar el punto de reflexión. Para ello la atención se fijará en el evangelio según San Mar-cos principalmente y algunos elementos tomados de Mateo, Lucas y Juan. Lo interesante del evangelio de San Marcos está en que ofrece un itinerario de edu-cación en la fe previo al seguimiento activo de Jesús. Generalmente al pensar en el seguimiento de Cristo la mente del discípulo se eleva al plano de “hacer algo” en nombre de Dios y la vigilancia se concentra poco o nada en “estar primero” con Él Señor. San Marcos es iluminador en este sentido.



MARCOS 3,14LLAMADO - VOCACIÓN PERMANENCIA -

FORMACIÓNENVÍO - MISIÓN.

El Señor los llamó… … para estar con Él … … y enviarlos.

Si observamos el esquema anterior observamos con perfecta claridad que la misión es solo la consecuencia de dos pasos fundamentales previos:

a. Sentirse llamado;

b. Estar primero con el Señor.Es muy fácil hablar de Dios sin antes haber hablado con Dios. Ese es un error

muy frecuente entre los cristianos, discípulos, misioneros, consagrados. La autoridad con la que se evangeliza tiene justamente en este esquema su origen. Lanzarse a la misión sin tener clara la vocación cristiana y sin haberse dejado formar por el Señor es todo un error grave.

Esa es la genialidad de Marcos. Jesús llama pero antes de ser enviados, los apóstoles deben estar con Él y ser testigos de todo el plan de salvación del cual ellos serán herederos y responsables. Entre el llamado y el seguimiento hay todo un camino recorrido: ellos, apóstoles y discípulos, deben estar con Jesús siendo testigos del mensaje del evangelio que escuchan y comprendiendo cómo ese mensaje se encarna en el mundo del que son parte. Serán por tanto, testigos de un Jesús orante, íntimamente relacionado con el Padre, serán oyentes del men-saje de la buena Noticia y serán testigos del poder de Dios sobre la naturaleza, sobre la salud, sobre el pecado, sobre la vida y la muerte. Serán testigos del amor, de la misericordia, de la caridad de Dios encarnada en Jesucristo. Recibirán del mismo Señor el poder de atar y desatar y recibirán la autoridad apostólica, enten-dida como servicio y caridad para continuar la tarea de anunciar que el Reino de Dios está cerca, tan cerca que ya está junto a su pueblo, es más, está tan cerca que está en medio de todos y en concreto cerca al corazón de cada criatura. Luego la distancia es demasiado corta, prácticamente no hay distancia. Entremos a las profundidades de este camino, seamos, junto a los apóstoles, oyentes, testigos, caminantes y herederos de lo que ellos experimentaron y que ahora estamos lla-mados a encarnar. Que el Espíritu de Dios sea quien guíe este camino.



Plus para el caminoLa historia de mi vocación

¿Cuándo escuché hablar de Dios por primera vez en mi vida? ¿Cuándo sentí por pri-mera vez que Dios me lla-maba a seguirle y servirle?

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¿Qué personas en mi histo-ria personal han ayudado a la construcción de mi fe y a descubrir mi vocación al se-guimiento de Cristo?

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¿Qué momentos concretos de mi vida han fortalecido mi fe y mi vocación cristiana?

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¿Qué momentos de crisis he vivido respecto a mi propia fe y mi seguimiento a Jesús?

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¿Qué elementos comunes hay entre la lectura realiza-da y mi vocación personal?

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Tras haber reflexionado mi vocación cristiana ¿Qué de-cisiones debo tomar para ser un discípulo y misionero de Cristo más auténtico?

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¿A PARTIR DE LA MISMA OBRA SALESIANA, QUÉ VAMOS A HACER, DE MANERA CONCRETA, PARA FORTALECER COMO FAMILIA DE DON BOSCO, EL SEGUIMIENTO A CRISTO Y SU EVANGELIO?

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Iglesia ComuniónObjetivo: Iluminados por la Palabra de Dios, reflexionar con la ayuda de imágenes, videos, motivaciones teológicas, el llamado a vivir la vocación cristiana con la práctica de la espiritualidad Salesiana para servir a los jóvenes, al servicio de la Iglesia.




a. ¿Qué personajes hay en la imagen?

b. ¿Qué momento de la vida de Don Bosco nos recuerda esta imagen?

c. ¿Qué mensaje intenta dar esta fotografía de Don Bosco en nuestra vocación cristiana con espíritu Salesiano?

La imagen



Testimonios de vidaPalabras de humildad y de esperanza del Papa Benedicto XVI

Con una sencilla cate-quesis el Papa recuer-da la importancia de la fuerza y la unidad con la que todos los cristia-nos deben trabajar en la construcción del Reina-do de Dios. https://www.youtube.com/watch?v=RTrTwi7ovdY

Canta y caminaEsta oración Salesiana hecha canción por el P. Fernando Perassa SDB, sintetiza la espirituali-dad Salesiana que debe vivir todo aquel que de-see compartir el carisma de Don Bosco.

Somos DON BOSCO que camina https://www.youtube.com/watch?v=6CZS-8oBgTA



METODOLOGÍA

Una luz en el caminoLECTURA A

LOS LAICOS EN LA IGLESIAP. Álvaro Rocabado Guzmán, SDB

El Catecismo de la Iglesia Católica nos presenta a la Iglesia como la asam-blea de aquellos a quienes convoca la palabra de Dios para formar el Pueblo de Dios y que, alimentados con el Cuerpo de Cristo1, se convierten ellos mismos en Cuerpo de Cristo. Es este pueblo del que se llega a ser miembro mediante la fe en Cristo y el sacramento del Bautismo, puesto que tiene por origen, como nos lo recordará el mismo Catecismo, a Dios Padre, por cabeza a Jesucristo, por condición la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, por ley el mandamiento nuevo del amor, por misión la de ser sal de la tierra y luz del mundo, por destino el Reino de Dios, ya iniciado en la Tierra.2

Somos nosotros, todos los bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, miembros de esta Iglesia cuya cabeza es el mismo Cristo3. Esta breve explicación da por excluida la afirmación, tantas veces escuchada en nuestra sociedad: “La iglesia solamente la conforman curas y monjas”, cuando en realidad, como se ha visto, la conformamos “todos los bautizados”. En efecto los fieles cristianos somos todos aquellos que hemos sido incorporados a la Iglesia de Cristo mediante el Sacramento del Bautismo. Es a partir de este momento, del bautizo, que se viene a ser miembros del Pueblo de Dios, es decir: la Iglesia4 y a participar, según nuestra propia vocación, de la misión sacerdotal,

1 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 7772 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 7823 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica,8074 Cfr. Codex Iuris Canonici, Can. 204

1. Uno de los grupos realizará la lectura A y el otro grupo realizará la lectura B.

2. Responder en grupo a las preguntas que se encuentran al final de las lecturas

3. Plenaria.



profética y real de Cristo que Dios ha confiado a su Iglesia en el mundo. 5Es pues, en la Iglesia que un Bautizado realiza su propia vocación, es decir cobra sentido su propia vida y puede, por así decirlo, responderse a la pregunta ¿Cuál es mi misión en este mundo?

La Iglesia, nos lo recuerda el mismo Magisterio, reconoce que dentro de ella existen, por institución divina, dos tipos de fieles cristianos. Por un lado están los ministros sagrados (clérigos en el lenguaje eclesial), que son una minoría, y por el otro están los fieles laicos, la gran mayoría. Este mismo grupo de laicos está conformado por dos tipos, por un lado, aquellos que deciden, de modo especial, consagrarse a Dios a través de la profesión de los consejos evangéli-cos mediante votos u otro vínculo sagrado, con la finalidad de vivir su vida cris-tiana de un modo más comprometido a Cristo y fortalecido por la luz del mismo Espíritu Santo. Por el otro, aquellos que han seguido el llamado a ser, parte de este Pueblo de Dios, a través de la conformación de la Familia uniendo sus vidas tanto el varón como la mujer pidiendo al mismo Dios que bendiga esta unión a través del Sacramento del Matrimonio.

Así mismo, es el mismo Magisterio de la Iglesia, que afirma que todos los fie-les cristianos gozan de una igualdad en dignidad y en el obrar6.Todos cooperan en la edificación del Cuerpo de Cristo según su condición y tareas propias de su estado. Por tal motivo, los fieles cristianos tienen específicas obligaciones, desde el estado de vida que ha elegido, como ser: vivir en comunión con la Igle-sia, dedicar sus propias energías a fin de llevar una vida santa y de promover el crecimiento de la Iglesia y de su continua santificación, anunciar y difundir el mensaje de Salvación del Evangelio, educar a los hijos en la fe cristiana, etc. Todo esto nos da a entender, con toda claridad, que la vocación cristiana no con-siste solamente en haber recibido los sacramentos, como ser el bautizo, con-firmación, primera comunión o el matrimonio, sino que exige más. No se trata solamente de “ser cristianos” sino de “vivir como cristianos”.

El Papa Francisco lo ha ido recordando en estos años que lleva de pontificado. En efecto el año 20137 habló de los laicos en una de sus homilías en Santa Marta pidiendo que la Iglesia no sea niñera, y reiteró la necesidad de que los laicos asu-

5 Cfr. Lumen Gentium, 8, 9, 14, 22, 38; Gaudium et Spes, 406 Cfr. Codex Iuris Canonici,Can. 2087 Cfr. FRANCISCO,Homilía del 17/04/2013 en: http://w2.vatican.va/content/francesco/it/cotidie/2013/docu-

ments/papa-francesco-cotidie_20130417_chiesa-sopita.html.



man su responsabilidad de bautizados. Más adelante, en el año 2015, en una conferencia que sostuvo en Roma al recordar los 50 años del Concilio Vaticano II recordó que “los laicos no son miembros de segunda clase en la Iglesia, al ser-vicio de la jerarquía y simples ejecutores de órdenes superiores”, sino que están llamados a “llevar la luz, la caridad recibida de Cristo en esos lugares que, de lo contrario, quedarían ajenos a la acción de Dios y abandonados a la miseria de la condición humana”.8

Es el mismo Cristo que nos da hoy, la oportunidad de “vivir como cristianos” tratando de descubrir en nuestras vidas el verdadero sentido de nuestra exis-tencia. En clave religiosa se puede afirmar que se puede llegar a ser cristianos por tradición o por herencia; en clave de “fe” en cambio, se llega por decisión personal y libre. En este sentido, el cristianismo puede convertirse en una forma de pensar que fácilmente puede uno acomodarla a su vida, o bien es una forma de vivir que “compromete.” En clave religiosa la referencia soy yo y mis necesida-des; en clave de fe la referencia es Jesús y estoy dispuesto a hacer su voluntad. Las verdades entonces pueden convertirse en simples doctrinas que hay que saber, sin embargo para el seguidor de Jesús, la única verdad es Jesús y la escu-cha de su Palabra.

Puede uno ser cristiano(a) que considera al culto como un conjunto de ritos a los que hay que asistir, o por el contrario el culto es esa celebración gozosa de la experiencia de Jesús en la vida de cada uno. La Iglesia tiene sus normas y que uno fácilmente puede considerarlas como aquellas que hay que cumplir, o por el contrario darse cuenta de que la auténtica Ley del cristiano es vivir en el amor y en la cual cada uno de nosotros tiene la oportunidad de crecer entre en esa comunidad de hermanos llamada Iglesia.

Nuestra vocación cristiana no consiste solamente en cumplir con un trabajo, unos horarios o tener un ingreso mensual estable que nos permita alimentarnos o vestirnos. Nuestra vocación cristiana consiste en ir descubriendo aquello que Dios nos tiene preparado. Si soy padre o madre de familia, descubrir el sentido de ser padre o madre, si soy joven profesional o estudiante universitario, descubrir si aquello que he estudiado o lo estoy haciendo da o dará sentido a mi vida “cristiana”.

8 Ramos Díaz Ary Waldir, No, los laicos no son “católicos de segunda clase” en: http://es.aleteia.org/2015/11/12/francisco no los laicos no son catolicos de segunda clase/



La Providencia ha querido que nos encontremos en un ambiente laboral parti-cular. Hoy nos encontramos en un ambiente en el cual palpamos algo muy dis-tinto, un ambiente donde cada uno de nosotros se siente a gusto, se siente en familia. En clave de Fe, Dios nos ha regalado la oportunidad de conocer a un Santo particular, uno que fue amigo de los jóvenes y que nos invita a vivir nues-tra vocación cristiana laical, con un objetivo claro: ser santo o santa.

Don Bosco, con su sistema educativo, nos permite hacer crecer cada día más esa fe recibida en el día de nuestro bautismo y alimentarla regularmente, par-ticipando junto con nuestros estudiantes, de esos momentos que nos ayudan a ser cada día mejores padres o madres, hijos o hijas, profesores o profesores, en definitiva mejores cristianos o cristianas que van descubriendo el verdadero sentido de su vida.



Resumen. Una de las grandes recomendaciones que dio la Iglesia a las familias religiosas fue la de volver la mirada a los orígenes de su fundación, para poder reen-contrarse con la pureza de la idea original del, o de los fundadores. Como Familia Salesiana, nosotros también fijamos la mirada en la experiencia fundante de nuestro carisma, la del Oratorio de Don Bosco en Valdocco, y entre muchas otras riquezas, podemos reconocer la importancia del laico en el proyecto fundacional original de la congregación. En el desarrollo y puesta en práctica del carisma salesiano, el laico goza de un lugar privilegiado, aunque no siempre bien reconocido.

Una de las familias religiosas que ha sorprendido a la Iglesia por su rápido desarrollo y por la gran difusión de su carisma, es, precisamente, nuestra Fami-lia Salesiana. La magnífica intuición que nació de la mente y del corazón de Don Bosco, ha perdurado en el tiempo y se ha extendido por distintas latitudes, prueba de que –como rezan las Constituciones de los Salesianos- ésta no fue sólo una idea humana, sino fruto de la iniciativa de Dios. La abundancia de los frutos cosechados por parte de los salesianos muestra la genialidad de la obra de Don Bosco.

Ahora bien, el paso del tiempo, el contacto con nuevas realidades, el mismo cambio de la sociedad; amenazan el desarrollo y la misma autenticidad de nues-tro servicio educativo-pastoral. En efecto, han pasado ya más de 125 años desde la muerte de Don Bosco, no existen ya los testigos privilegiados que estuvie-ron en contacto con él y que nos daban orientaciones siempre oportunas sobre cómo llevar adelante el trabajo salesiano, tomando en cuenta el tan conocido “así hacía Don Bosco”, que se encontraba sus labios. Este alejamiento tempo-ral de la persona de Don Bosco, va acompañada del contacto con nuevas reali-dades, con nuevas culturas, con nuevas formas de entender el carisma, que en estos más de 150 años de fundación de la congregación pueden atentar contra el sueño original de Don Bosco. Este temor está presente en todas las familias religiosas, pues es el costo inevitable del inexorable paso del tiempo.

LECTURA BEL LUGAR DEL LAICO EN LA FUNDACIÓN DE LA CONGREGACIÓN

SALESIANA---- ensayo ---

Marcelo Escalante Mendoza, SDB



Es por eso que la Iglesia, después del tan famoso Concilio Vaticano II, pidió a todas las familias religiosas que volvieran a las fuentes de su fundación. En el horizonte de la vida de fe y de la vida religiosa, la actualización –también lla-mado aggiornamento- se realiza volviendo a los orígenes. Por ejemplo, en sus más de 2000 años de vida, la Iglesia ha ido asumiendo un sinfín de tradiciones (con “t” minúscula), que han buscado de ayudar al creyente en su vida de fe; sin embargo, existe el problema de poner estas tradiciones al mismo nivel que las verdades fundamentales de la fe. No pocos creyentes caen el error de hacer de estas tradiciones, el centro de su fe; ellos cambian el todo por la parte, lo esen-cial por lo accidental. ¿Cómo se soluciona este serio problema? ¡Volviendo a los orígenes! Y es que el cristianismo más puro, aquél que nos sirve de modelo es aquél que se vivió en las primeras comunidades, pues estuviesen formadas por aquéllos que conocieron a Jesús. La Iglesia se actualiza cuando ve sus orígenes.

Eso mismo podemos decir de nuestro carisma salesiano. Para hacer que nuestro trabajo educativo-pastoral goce de una verdadera autenticidad, debemos poner nuestros ojos en nuestra experiencia fundante, allí vemos a Don Bosco trabajando en el Oratorio de Valdocco. Para nosotros salesianos y participes del carisma salesiano, volver la mirada a Don Bosco es asegurar la legitimidad de nuestro trabajo. No se trata, ciertamente, de repetir lo que él hizo; sino de captar el espíritu que estaba detrás de sus actuaciones y encontrar el modo cómo responder a los desafíos de nuestro tiempo que se encuentra siempre en cambio.

En el tema que ahora nos compete, nos preguntamos acerca del papel del laico. En primer lugar, debemos reconocer que desde el comienzo mismo de la obra de Don Bosco, existían laicos que le colaboraban en el trabajo con los jóve-nes. Los testimonios son unánimes. Cuando su Oratorio llega a estabilizarse en los terrenos del Sr. Pinardi, e incluso antes, Don Bosco cuenta con un grupo de colaboradores laicos que le apoyan. Semana a semana, veía con gozo cómo el grupo de jóvenes que frecuentaba su Oratorio incrementaba vertiginosamente, es por eso que él mismo buscó la colaboración de cualquier persona –laico o sacer-dote- que quisiera compartir con él el trabajo en favor de la juventud. No fueron pocos los laicos que pasaron a ayudarle. Varones y mujeres, Don Bosco se las ingeniaba para que pudiesen prestar algún servicio.

Resulta bastante simpático pensar que incluso a algún visitante, o curioso, que se acercaba para conocer el trabajo realizado por aquél sacerdote, fuese



invitado a hacerse cargo de una catequesis, o simplemente asistir para que no existiesen desórdenes, aunque sólo fuese por ese día. Una anécdota jocosa ocurrió cuando en los tiempos de las revoluciones civiles, se mandaron algu-nos policías a que controlaran el trabajo de Don Bosco (después de todo, tenía consigo cerca de 500 jóvenes, la mayoría de ellos de calle, si había un lugar en el cual pudiese estallar una revuelta, el Oratorio de Don Bosco era una buena opción); al final, no sin una buena dosis de fascinante picardía, se aprovechó de su presencia para hacer que prestasen asistencia. Don Bosco mismo recuerda que prestaron un excelente servicio.

Esa es otra de las características de los laicos en su obra: había lugar para todos. El señor Pancrasio Soave, quien pasó a la historia salesiana como el que ofreció a Don Bosco un espacio para su “laboratorio”... hizo un tiempo de músico para la misa. Un grupo de señoras se encargaban, a la cabeza de Mamá Margarita de los asuntos de la cocina y del lavado de la ropa. Alguno que enten-día de canto, tenía su pequeño coro. Quién sabía algo de letras y números daba clase… En fin, no podemos dejar de admirarnos de que en la casa de Don Bosco había trabajo para todos, allí los laicos no fueron simplemente “sustitutos de los sacerdotes”, sino auténticos colaboradores de Don Bosco.

En la época crítica de 1854, cuando varios de sus colaboradores sacerdotes lo dejaron, fueron los laicos quienes le apoyaron para poder sacar adelante su Ora-torio. Es también muy importante pensar que Don Bosco encomendaba a los jóvenes mayores y sobresalientes, el cuidado de sus compañeros más pequeños. Esta idea de “jóvenes evangelizadores de jóvenes”, fue también un gran acto de confianza en la juventud y en el laicado. Es cierto que las circunstancias, en cierto modo, obligaron a Don Bosco a llevar de este modo su obra. Sin embargo, no fue todo circunstancial.

Especial importancia representa la presencia de mujeres, es decir laicas, en el Oratorio. Si bien es cierto que ellas aportaban, y mucho, con su servicio manual (lavandería, costura de ropa, cocina, enfermería, etc.) eran también las que irra-diaban el ambiente de familia para aquéllos jóvenes, buena parte de ellos huér-fanos. Bien sabemos que en Valdocco, Margarita Occhiena, la mamá de Don Bosco, era llamada por todos “mamá”. Sin embargo, no era la única, junto con ellas habían otras mujeres que aportaban el sentido femenino del cuidado, del acompañamiento, del apoyo…. en una palabra: ¡Su maternidad! Los jóvenes de Don Bosco encontraban en el Oratorio una auténtica “casa que acoge”.



Así y por el modo cómo se fueron dando las cosas, Don Bosco fue asimilando la importancia de la presencia del laico en su obra. Cada vez más y con mayor profundidad, él se iba haciendo consciente de que para que su obra saliese ade-lante necesitaba de la colaboración de laicos. Contra el argumento de algunos que piensan que fueron las circunstancias las que le obligaron a aceptar el servi-cio de los laicos, podemos decir que de haber sido así, una vez pasadas las épo-cas de turbulencia… los hubiese desechado, pero esto no pasó. Por el contrario, en los primeros años de fundación de la congregación quiso incorporar la figura del laico consagrado (hoy llamado hermano coadjutor). Todo nos da entender que para Don Bosco, la presencia del laico no es una obligación externa, sino un elemento esencial y constitutivo, que ayudó a perfilar la identidad de toda la obra salesiana.

En su reconocida colección, el P. Lenti nos dice: “Hablar de la Congregación Salesiana, tal como fue concebida por Don Bosco en sus inicios, es hablar, en realidad, de la Familia Salesiana, mejor dicho de los cooperadores salesianos, antes incluso de que éstos términos existiesen”. Y es que la idea original de nuestro fundador inicialmente se concebía en términos de una congregación de colaboradores del Oratorio.

No podemos, pues, ver el rol del laico en la fundación de la congregación, en el carisma mismo salesiano, si es que no lo vemos en relación al grupo de los Cooperadores. Aunque el reconocimiento formal de este grupo, fundado por el mismo Don Bosco, fue posterior, en el inicio de su obra fueron ellos considera-dos los miembros de facto de la naciente congregación. Ahora bien, cabe recal-car que por cooperador Don Bosco entendía, al menos en un principio, a cual-quier persona de buena voluntad que colaboraba de una u otra manera en el trabajo del Oratorio, con o sin compromiso formal. Así, había cooperadores lai-cos y sacerdotes, varones y mujeres, ricos y pobres, creyentes e incluso no-cre-yentes, hasta el mismo Papa Pio IX fue considerado cooperador.

Esta idea era en varios sentidos muy novedosa y, por tanto, no fue siempre bien entendida por todos, incluso dentro de la Iglesia. Para que la Congregación Sale-siana pudiese obtener el reconocimiento de la Santa Sede y la aprobación de sus Constituciones, se tuvo que hacer la mórfosis de la idea original de Don Bosco, a la idea de una orden religiosa tradicional, exigencia insoslayable exigida por la Iglesia. Es decir, fue el paso de la congregación de colaboradores –laicos y sacer-dotes- del Oratorio, a la Congregación de sacerdotes (también de los laicos consa-



grados, que posteriormente se llamarían “coadjutores”). Fue un paso ciertamente doloroso y duro de asimilar, pero necesario para la supervivencia de la obra.

En este punto los estudiosos de Don Bosco tienen opiniones diversas. Algu-nos pocos creen que se traicionó la idea original del fundador, éstos olvidan que fue el mismo Don Bosco quien al final dio su voto de conformidad con la reforma impuesta. Otros estudiosos reconocen que el proyecto original sufrió un cambio profundo, sin embargo éste fue bien asimilado por Don Bosco, quien después reconoció la sabiduría de la Iglesia. No debemos olvidar que una de las características más sobresalientes de nuestro fundador fue, precisamente, la obediencia incondicional al Papa, llegó a afirmar: “prefiero equivocarme con el Papa, a acertar sin el Papa”.

Ahora bien, con el paso del tiempo Don Bosco no renunció a su deseo de que los laicos tuviesen una participación sobresaliente en su obra. Recordemos que él mismo funda la Asociación de Salesianos Cooperadores, la Asociación de Ex alumnos Salesianos y la Archicofradía de María Auxiliadora; tres grupos de laicos que tienen por fin apoyar a la obra salesiana en el trabajo de educa-ción-evangelización de la juventud, cada uno desde su posibilidad y carisma. Este dato no es accidental, sino que muestra la preocupación de Don Bosco por hacer que su congregación no sea un organismo cerrado, sino el centro anima-dor de una gran familia, la que hoy llamamos Familia Salesiana.

CONCLUSIÓNDespués de realizar este breve recorrido a una página de la fundación de la

Congregación podemos ver con claridad que la presencia del laico en la obra salesiana no fue un añadido esporádico, sino parte constitutiva de la misma. Si miramos con atención la presencia del laico en el Oratorio de Don Bosco, podre-mos advertir su calidad participativa, creativa, operativa, dinámica; aunque eso sí, siempre en dependencia lineal a lo que él –o el salesiano que hacía las veces de Don Bosco- indicaba, o mandaba. En su oratorio había espacio para la crea-tividad y la imaginación, siempre se escuchaban diversas propuestas y variadas ideas; pero al final Don Bosco era quien tenía la última palabra.

En conclusión, para que nuestra obra tenga un rostro auténticamente sale-siano, tanto laicos como consagrados deben trabajar en mutua colaboración, cada uno desde su vocación, cada uno desde su capacidad, pero todos apun-tando a un mismo y único fin: hacer de los jóvenes buenos cristianos y honestos ciudadanos.



Plus para el caminoPara reflexionar

Según la lectura ¿Qué im-portancia tiene para la Igle-sia el trabajo conjunto de los religiosos y los laicos?

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¿Qué actitudes y activida-des concretas se aplicarán en nuestra obra salesiana de acuerdo a lo leído?

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¿Cuándo evaluaremos la aplicación de esas actitudes y sugerencias?

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Iglesia MisiónObjetivo: Favorecer un espacio de reflexión y proyección de la misión salesiana en cada una de las obras salesianas a partir de los documentos ofrecidos de la reflexión.



Foto de Jacob Riis QUE muestra niños sin hogar en la calle Mulberry de Nue-va York en 1890, situación común durante todo el siglo XIX en Europa y Esta-dos Unidos, como en la actualidad lo es en América Latina, Asia y África. Niños como estos motivaron el apostolado de Don Bosco.


a. ¿Qué situación particular se observa en la fotografía?

b. ¿Qué momento de la vida de Don Bosco nos recuerda esta imagen?

c. ¿Qué mensaje intenta dar esta fotografía del tiempo de Don Bosco en nuestra misión salesiana corresponsable?

La imagen



Testimonios de vida

El testimonio de un admirado Salesiano misionero, gran místico que en medio de las comunidades indígenas supo encarnar la presencia de Dios y de Don Bosco con el más puro estilo evangélico y Salesiano.https://www.youtube.com/watch?v=pOklUfq5Cew

Canta y caminaCristo no tiene manos

Esta canción nos recuerda la to-tal disponibilidad que el creyen-te ha de poner en las manos de Dios para que a través de todos, Él tenga una voz que cante su canción, unas manos para crear el mundo, unos pies para cami-nar por los pueblos y un corazón para amar a todos. https://www.youtube.com/watch?-

v=4810AVwm6z8



En el mundo de las redes sociales, existen ciertas frases que a uno le llaman la atención porque están cargadas de mucho contenido y significado. Una de ellas es por ejemplo: “yo no creo en la suerte, creo en la Providencia”; esta frase, tiene por sí misma su hermosura y reclama una alta y profunda situación de fe; por un lado está la suerte, la coincidencia, el azar, la casualidad, la ventura y por el otro está la providencia, el motivo, el sentido, la existencia de Alguien o de Algo, la iniciativa divina, el deseo de Dios, el ser propio de Dios; y me atrevería a decir, que es también el ser propio de la persona. En este sentido, providen-cia quiere decir envío, llamado, cometido, misión. ¡Sí, misión! Ya lo decía una anciana amiga: “Todos venimos al mundo a cumplir una misión, para eso tienes que escuchar a Dios y vivir de corazón”.

La piedra y el árbol, la estrella y la luna, el otoño y la nieve, el día y la tierra y hasta el lobo y el cordero han recibido una misión (Gn1, 3-25). Pero la misión más grande y sublime la recibió el hombre: “«Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.» (Gn 1,28). Algunos han entendido muy bien este mandato y se han dedicado a reconocer en todo lo que le rodea las innumerables muestras de cariño y de amor a cada paso y a cada momento, porque la creación: es la declaración de amor de Dios.

Si la creación es la declaración de amor de Dios, su Hijo es la prueba perfecta de ese amor. Él ha sido enviado a buscar lo perdido, (Jn 1,1-18), a llevar bue-nas nuevas a los pobres, a anunciar la libertad a los cautivos, a los ciegos que

METODOLOGÍA

Una luz en el caminoLA MISIÓN SALESIANA

P. Líder Justiniano SDB

Para la reflexión del siguiente taller se sugieren dos grupos.

1. Uno de los grupos realizará la lectura A y el otro grupo realizará la lectura B.

2. Responder en grupo a las preguntas que se encuentran al final de las lecturas.

3. Plenaria.



pronto van a ver, a despedir libres a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor (Lc 4,18-19), era el deseo y la voluntad de su Padre (Mt 26,39). Esto es verdad y lo creemos porque todos los que han experimentado el Amor de Dios por medio de la acción de Jesucristo, los más necesitados en las situaciones que les ha tocado vivir, se convierten ellos mismos en anunciadores de buenas nue-vas1. La misión mía, tuya, de todos nosotros es la misma misión de Jesús, es la misma misión de la Iglesia, es la misma misión de don Bosco. Eso sí, con un tinte especial: ¡ES SALESIANA! Porque:

J Tiene sus destinatarios específicos: los jóvenes, la porción más delicada y valiosa de la sociedad humana sobre la cual se fundan las esperanzas de un feliz porvenir.

J Posee un estilo, que coloca en primer lugar el amor, amor que acompaña, enseña, evangeliza, conquista y santifica. Amor que es comunión, relación sincera y respetuosa de todo lo que mira, saluda y abraza. Porque apunta a la bondad y a la virtud.

J Cultiva una mirada profunda y cautivadora por los “más pobres, abandona-dos y en peligro”: los que carecen de lo mínimo y sufren de la experiencia del amor de Dios.

J Sigue un proyecto de promoción integral de la persona en la promoción per-sonal, en la evangelización, en la orientación vocacional teniendo como ins-trumento guía el sistema preventivo y como fin formar honrados ciudada-nos y buenos cristianos.

J No es otra cosa que ser en la Iglesia signos y portadores del amor de Dios. Misión hermosa pero con un compromiso tremendamente exigente, porque toca y afecta a toda la persona, deshaciéndola de sí misma para confiar sola-mente en Cristo vivo y la juventud, y alegrarse del encuentro de uno y otro en el amor.

J Es un proyecto de comunidad, de Iglesia donde todos tenemos algo o mucho que aportar desde la originalidad de nuestras experiencias y desde el modelo de vida que testimoniamos.

La misión salesiana no es una realidad basada en el azar, la coincidencia o en la suerte. La misión salesiana es una propuesta a comunicar, un estilo a

1 Dicasterio para la Pastoral Juvenil Salesiana, La pastoral Juvenil Salesiana, Cuadro de Referencia, SDB, 20143, Roma. P. 43.



contagiar, un proyecto a realizar, un regalo a contar, pero sobre todo: una vida a acoger. Porque quien es salesiano o salesiana, cree en la dignidad de lo creado, en la persona del creador y en la palabra de la Iglesia. Es lo que creyó y vivió Don Bosco.

Plus para el caminoEnfoquemos nuestra labor educativo – pastoral de la obra a partir de las siguientes preguntas: AUTOR. P. MARIO PERESSON SDB

¿En dónde estamos educando? La realidad en donde se realiza la acción educativa.

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¿Desde dónde estamos educando? La objetividad y subjetividad pedagógicas.

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¿Con quienes estamos realizando la acción educativa?: el sujeto educativo.

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¿Para qué estamos educando? ¿A qué proyecto de sociedad y a qué identidad de persona se está apostando?

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¿Cómo educamos?: Procesos y metodología educativos

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¡¡ BARRIOS, Hernando. El seguimiento del Señor. Ed. Javeriana, Bogotá.

¡¡ BIBLIA DE JERUSALÉN.

¡¡ Catecismo de la Iglesia Católica

¡¡ Código de Derecho Canónico.

¡¡ CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Lumen Gentium.

¡¡ CONSTITUCIONES DE LOS SALESIANOS DE DON BOSCO.

¡¡ Dicasterio para la Pastoral Juvenil Salesiana, La pastoral Juvenil Salesiana, Cuadro de Referencia, SDB. Roma.

¡¡ JOSÉ LUIS MEZA RUEDA, “Educadores: Ministros de la Iglesia. Una aproximación a la ministerialidad de la educación cristiana.” Ed. Javeriana, Bogotá.

¡¡ JUAN PABLO II, ENCÍCLICA, Christifidelis Laici.

¡¡ Proyecto de vida de los Salesianos de Don Bosco, Alcalá, Madrid.

¡¡ PERESSON, Mario. Seguir a JesuCristo tras las huellas de Don Bosco. Bogotá, Kimpres.

ibliografíaB

La presente edición de

PROYECTO LAICOS - Documento 2 - Ciclo Ise terminó de imprimir en marzo de 2017

en Editorial Don Bosco

www.editorial-donbonsco.com

Inspectoría nuestra señora de copacabanabolIvIa

Proyecto Laicos2016 - 2020

Documento 2

SALESIANOSDON BOSCO

salesianos don bosco - sdb.bo · revisión a varios laicos de nuestras casas. para el itinerario...

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