salaverria - tecnicas redaccionales

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 13  E l r e ciente aug e de los conteni dos c i e nt í fi cos y t e cnol ógicos en l os medi os de c omu ni cación d e i nf or - ma ción ge neral ha acarr e ado la n e ce s id ad de des ar r oll ar cnicas r e daccional e s que pe r mi tan acercar con  e fi cacia es os conteni dos e spe cial i zad os a un pú bl i co gene r al . L as téc ni cas del P e r i odi smo declar ati vo s e han mostrado inapropiadas para la divulgación científica y, en su lugar, se percibe que los periodistas de las secciones de ciencia comienzan a optar por ciertos recursos estilísticos peculiares. En este artículo se describen algunas de esas técnicas redaccionales para la divulgación que se sitúan en los planos léxico, oracional y textual.  P al abr as Cl av e : Per iodismo cient í fi co. D i vu l gaci ón cientí fi ca. R e da cción per i odí stica. M e dios de c omu - nicación. Estilo periodístico. Figuras retóricas.  I nf or ma zi o or okorr eko kom un ikabidee tan zi e nt zi a e ta tekn ologi a e du ki e k berr ik i bildu du ten ar r akasta dela eta, eduki horiek publiko orokorrari modu eraginkorrez hurbilduko dizkioten idazketa teknikak garatu dira. Azalpen Kazetaritzaren teknikak desegokiak gertatu dira zientzia dibulgazioari begira, eta, horien ordez, nabaritzen ari da zientzia ataletako kazetariak estilo baliabide bereziak erabiltzen hasiak direla. Artikulu honetan, dibulgaziorako idazketa teknika horietako batzuk deskribatzen dira lexiko, perpaus eta testuaren  pl an oe tan . G iltza- H itzak: Kaze tari tza zie ntifi koa. Z ie ntzia dibul gazioa. Kazetar itza i dazke ta. Komunikabide ak. Kaze - tar itza e s til oa. I r ud i e rre tori koak.  L e r écent ess or des contenus sc i e nt i fi qu e s e t techn ologi qu e s da ns l e s moy ens de commu ni cati on d’inf orm ati on géné r al e o nt oc cas ionn é le be s oin de déve lopper des te chni ques r é dacti onnell e s qui pe r - mette nt de ra ppr oc her efficace ment ce s c onte nu s s cial isé s á tout pu bl ic. L e s te chni ques du J our nal is - me “déclaratif” se sont révélées inadéquates pour la divulgation scientifique et, à leur place, on remarque que les journalistes des sections de science commencent à opter pour certaines ressources stylistiques  parti cul i è r e s. Dan s ce t ar ticle on dé cr i t quelqu e s-u nes de ce s techni qu e s r é da cti onn e l le s pour l a di v ul ga - tion qui se situent sur le plan du lexique, de la phrase et du texte.  M ots C l é s: J our na l i s me sc i e nt i fi qu e . Div ul gat ion sc ient i fi qu e. R é da cti on j our nali stiqu e. M oyens de communication. Style journalistique. Figures rhétoriques. Técnicas redaccionales para la divulgación científica (Composition techniques for scientific publications) Salaver r ía, R amón Univ. de Navarra. Fac. de Comunicación. Apdo. 177. 31080 Pamplona [email protected] BIBLID [1137-4462 (2002), 8; 13-25] Mediatika. 8, 2002, 13-25

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Texto Completo -Mediatika. Cuadernos de Medios de Comunicación - Año 2002

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    El reciente auge de los contenidos cientficos y tecnolgicos en los medios de comunicacin de infor -macin general ha acarreado la necesidad de desarrollar tcnicas redaccionales que permitan acercar coneficacia esos contenidos especializados a un pblico general. Las tcnicas del Periodismo declarativo sehan mostrado inapropiadas para la divulgacin cientfica y, en su lugar, se percibe que los periodistas delas secciones de ciencia comienzan a optar por ciertos recursos estilsticos peculiares. En este artculo sedescriben algunas de esas tcnicas redaccionales para la divulgacin que se sitan en los planos lxico,oracional y textual.

    Palabras Clave: Periodismo cientfico. Divulgacin cientfica. Redaccin periodstica. Medios de comu -nicacin. Estilo periodstico. Figuras retricas.

    Informazio orokorreko komunikabideetan zientzia eta teknologia edukiek berriki bildu duten arrakastadela eta, eduki horiek publiko orokorrari modu eraginkorrez hurbilduko dizkioten idazketa teknikak garatudira. Azalpen Kazetaritzaren teknikak desegokiak gertatu dira zientzia dibulgazioari begira, eta, horien ordez,nabaritzen ari da zientzia ataletako kazetariak estilo baliabide bereziak erabiltzen hasiak direla. Artikuluhonetan, dibulgaziorako idazketa teknika horietako batzuk deskribatzen dira lexiko, perpaus eta testuarenplanoetan.

    Giltza-Hitzak: Kazetaritza zientifikoa. Zientzia dibulgazioa. Kazetaritza idazketa. Komunikabideak. Kaze -taritza estiloa. Irudi erretorikoak.

    Le rcent essor des contenus scientifiques et technologiques dans les moyens de communicationdinformation gnrale ont occasionn le besoin de dvelopper des techniques rdactionnelles qui per -mettent de rapprocher efficacement ces contenus spcialiss tout public. Les techniques du Journalis -me dclaratif se sont rvles inadquates pour la divulgation scientifique et, leur place, on remarqueque les journalistes des sections de science commencent opter pour certaines ressources stylistiquesparticulires. Dans cet article on dcrit quelques-unes de ces techniques rdactionnelles pour la divulga -tion qui se situent sur le plan du lexique, de la phrase et du texte.

    Mots Cls: Journalisme scientifique. Divulgation scientifique. Rdaction journalistique. Moyens decommunication. Style journalistique. Figures rhtoriques.

    Tcnicas redaccionales para ladivulgacin cient fica(Composition techniques for scientific publications)

    Salaverra, RamnUniv. de Navarra. Fac. de Comunicacin. Apdo. 177. 31080 [email protected]

    BIBLID [1137-4462 (2002), 8; 13-25]

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    Desde los aos 1980 en la Prensa occidental de calidad se ha multipli-cado la presencia de informaciones relacionadas con la ciencia y la tecnolo-ga. Temas como las telecomunicaciones, el medio ambiente, la astronomao la gentica han dejado de ser patrimonio exclusivo de publicaciones espe-cializadas cuyo nmero, dicho sea de paso, tambin ha aumentado de for-ma exponencial1, y han pasado a formar parte de la agenda informativa coti-diana de periodistas en medios de informacin general impresos y audiovi-suales.

    Esta atencin creciente por la ciencia y la tecnologa ha reclamado de losperiodistas formas ms depuradas de elaborar la informacin. La necesidadde hacer comprensible e interesante para un pblico general informacionescomplejas, a menudo cuajadas de terminologa muy oscura y con lentos rit-mos de desarrollo, ha exigido de los periodistas dotes divulgativas difcilesde reunir. Las rutinas propias del Periodismo declarativo el culto por la citatextual, el juego de rplicas y contrarrplicas con nula interpretacin signifi-cativa, la limitada cohesin discursiva de los textos, etc. se han mostradoespecialmente inapropiadas para un tipo de Periodismo que reclama lasmejores cualidades investigadoras y divulgativas con el fin de convertir lainformacin cientfica en un producto informativo preciso, significativo, inteli-gible y, a poder ser, ameno.

    En este artculo nos centraremos en describir algunas de las tcnicasredaccionales que emplean los periodistas en la divulgacin cientfica. No esque la divulgacin de contenidos cientficos exija recursos redaccionalescompletamente distintos de los empleados al informar sobre otro tipo dematerias. Pero al menos s es cierto que el xito de la informacin sobre cien-cia y tecnologa ha acentuado la presencia en los peridicos de ciertos recur-sos estilsticos mucho menos frecuentes en informaciones que tratan sobreasuntos menos complejos. En este artculo pretendemos mostrar algunas deesas estrategias redaccionales para la divulgacin que, de manera ms omenos sistemtica, vienen poniendo en prctica los mejores periodistassobre ciencia y tecnologa. Con ello, deseamos sugerir algunas pautas prc-ticas para los periodistas que deseen iniciarse en la tarea cada vez msnecesaria de divulgar.

    1. DEL PERIODISMO DECLARATIVO AL PERIODISMO EXPLICATIVO

    El Periodismo sobre ciencia y tecnologa es uno de los tipos de Periodis-mo que reclama mayores cualidades. Un buen profesional debe manejarsecon fuentes altamente especializadas y, a menudo, extranjeras. Debe cono-cer la materia lo suficiente como para sopesar la relevancia informativa de

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    1. Segn estimaciones recientes, el nmero de revistas, artculos e investigadores se dupli-ca cada diez aos. Esto indicara que el 96% de todas las publicaciones cientficas habra apa-recido en el ltimo decenio. Cfr. BARONA, Josep Llus. Nuevos retos y perspectivas de la comu-nicacin cientfica. En: Quark, n. 11, abril-junio 1998; pp. 45-46.

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    cada supuesta novedad cientfica. Debe tratar esa informacin con mximacautela y sin sensacionalismo, pues lo que cuente afectar a las esperanzasde un pblico para el que esa informacin, particularmente la mdica, resul-ta a menudo muy sensible. Debe traducir a un lenguaje llano pero preciso unmaterial plagado de tecnicismos en origen. Para ser periodista cientfico, endefinitiva, han de reunirse en dosis muy elevadas las cualidades de investi-gador sagaz y de comunicador efectivo. O sea, hay que ser un muy buenperiodista.

    Las rutinas profesionales que hoy da predominan entre los periodistaspocas veces se corresponden, por desgracia, con ese perfil. En los mediosimpera un tipo de Periodismo que se nutre de comunicados y ruedas de pren-sa, de respuestas en veinte segundos, de brocha gorda sin matices, de ladeclaracin, en fin, por encima de la explicacin. Se trata de un conjunto deprcticas periodsticas especialmente presentes en el periodismo poltico2,pero que se han extendido tambin a otros mbitos como el de la informa-cin deportiva y, sintomticamente, el de la llamada prensa del corazn.

    En esta forma de elaborar informacin el periodista abdica de su res-ponsabilidad crtica y se limita a ejercer de mero altavoz de lo que las fuen-tes un portavoz parlamentario, un futbolista o la hija de una tonadillera,segn el caso tengan a bien decir ese da. Estas prcticas estn alcanzan-do tal grado que, sobre todo en medios audiovisuales, incluso se opta porreproducir textualmente los silencios de esas personas en el caso de que nohayan querido responder a una pregunta comprometedora. Un manualista delperiodismo de principios del siglo XX alertaba ya sobre la ineptitud profesio-nal que a menudo pretenden esconder estas prcticas. Con frecuencia afir-maba el norteamericano John Given, un reportero escribe su historia en for-ma de entrevista porque sabe que, de esta manera, puede rellenar msespacio. Despus, acusado de meter paja o de escribir con un ingls pobre,se refugia tras la excusa de que estaba citando textualmente3. Lamenta-blemente, poco parecen haber cambiado las cosas en un siglo. Hoy muchosperiodistas siguen escudndose en el recurso fcil a la declaracin del por-tavoz de turno para rellenar pginas con noticias que importan y aportan muypoco a los lectores.

    Informar sobre ciencia y tecnologa, en este sentido, plantea notablesdificultades a los periodistas mediocres que pretenden cubrir el expedientecon semejantes rutinas. La fuente original de las noticias cientficas rara vezse encuentra en un portavoz. Por el contrario, esa informacin proviene deartculos de investigacin que el periodista debe buscar y estudiar para

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    2. Vid. BEZUNARTEA, Ofa. Problemas tcnicos en el texto periodstico: las exigencias pro-fesionales del rigor informativo. En: Estudios de Periodstica 2. Ponencias y comunicaciones delII Congreso de la Sociedad Espaola de Periodstica. Barcelona: Sociedad Espaola de Perio-dstica, 1994; pp. 25-37.

    3. GIVEN, John L. Making a Newspaper. Nueva York: Henry, Holt and Company, 1907; p. 203.

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    detectar las noticias. Es cierto que en los ltimos tiempos tambin el Perio-dismo cientfico y tecnolgico se ha contaminado de prcticas propias delPeriodismo declarativo, debido a la proliferacin de noticias elaboradas sloa partir de press releases o comunicados remitidos desde las empresas,centros de investigacin y revistas cientficas4. Esto ha dado lugar a un grannmero de noticias que en el fondo no son sino simple publicidad encubier-ta. No obstante, cuando un periodista elabora con profesionalidad una infor-macin sobre ciencia est obligado a enfrentarse a unas fuentes personalesy, sobre todo, documentales de alto nivel que exigen de l grandes dotes deinvestigacin y anlisis.

    Cuando se informa sobre ciencia, el objetivo no se encuentra en repro-ducir el mayor nmero de opiniones, sino en conseguir que el lector entien-da lo que se le cuenta. Se persigue sobre todo la explicacin clara y sope-sada de una realidad compleja por encima de una confrontacin equilibradade opiniones. Por esta razn, en la divulgacin cientfica resulta menos per-tinente que en otras materias la presencia de informaciones ajustadas a losmoldes de la noticia declarativa5. Por el contrario, como mostraremos a con-tinuacin, los artculos de divulgacin se caracterizan por el uso de recursosnarrativos que permitan al lector visualizar, comprender y memorizar mejorlos conceptos que se le explican.

    2. RECURSOS REDACCIONALES EN LA DIVULGACIN CIENTFICALos artculos de investigacin elaborados por los cientficos no pre t e n-

    den resultar narrativamente interesantes o siquiera inteligibles para unpblico general. Cuando un investigador escribe un texto cientfico, lo ela-bora para que sea interpretado con el mximo pormenor posible por part ede los miembros de la comunidad cientfica a la que pertenece. El art c u l ocientfico es por tanto una herramienta de comunicacin entre especialistas,mediante la que se pretende difundir con rigor una serie de resultados odatos comprobados. Esta exigencia de rigor implica la utilizacin de una jer-ga especializada y la despreocupacin por aclarar el significado de ciert o sconceptos que, si bien suelen ser desconocidos para un pblico general, for-man parte del conocimiento compartido por los miembros de esa comuni-dad cientfica.

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    4. Vid. SEMIR, Vladimir de; RIBAS, Cristina; REVUELTA, Gemma. Los press releases de lasrevistas cientficas y cmo se reflejan stos en las noticias sobre los mismos tpicos. En: Quark,n. 11, abril-junio 1998; pp. 68-69; RIBAS, Cristina. La influencia de los press releases , segnel cristal con que se mire... En: Quark, n. 10, enero-marzo 1998; pp. 32-37.

    5. Para una definicin ms precisa de lo que entendemos por noticia declarativa, vase ladistincin que establece Lpez Pan entre noticias narrativas y noticias discursivas. La noti-cia declarativa se correspondera en trminos generales con lo que este autor identifica comonoticias discursivas. Vid. LPEZ PAN, Fernando. Consideraciones sobre la narratividad de lanoticia. El imperio de una sincdoque. En: Comunicacin y Sociedad, vol. X, n. 1; pp. 9-60.

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    Estos textos tan complejos de decodificar componen la materia prima conla que se encuentra el periodista cientfico para desarrollar su trabajo. De ahque la misin del periodista divulgador se resuma bsicamente en dos tare-as: 1) valorar el inters informativo que cierta investigacin o materia cient-fica pueda tener para un pblico general, y 2) reelaborarla de modo que resul-te comprensible e interesante para un pblico general.

    Las cualidades necesarias para desempear adecuadamente la primeratarea afectan a la formacin cientfica y tecnolgica del periodista. ste esun aspecto que, a pesar de su enorme importancia, no nos corresponde ana-lizar en este artculo. Por el contrario, s que nos interesa describir algunasde las tcnicas redaccionales empleadas habitualmente por los divulgadoresen la difcil misin de hacer entendible y ameno un material informativo queen origen resulta muy oscuro y poco atractivo para un lector convencional. Setrata, por cierto, de un rea de investigacin en la que, gracias a estudios lin-gsticos, como por ejemplo los de Calsamiglia6 o Cassany y Mart7, se estprofundizando bastante en los ltimos tiempos.

    En general, podemos hablar de tres niveles 8 expresivos en la divulgacinperiodstica escrita:

    a) Nivel lxico. Corresponde a la seleccin del vocabulario y a los recur-sos estilsticos referidos a las palabras.

    b) Nivel oracional. Afecta a los rdenes sintcticos caractersticos de laexplicacin y a los recursos de estilo referidos a las estructuras ora-cionales.

    c) Nivel textual. Tiene que ver con los rdenes discursivos y con los tiposde escritos principales.

    Estos tres niveles no tienen igual relevancia para la divulgacin. Las cla-ves para convertir un documento cientfico en un texto periodstico eficaz resi-den sobre todo en traducir la jerga especializada y abstracta a un lenguajellano y visual, y en reorganizar el material cientfico original en una estructu-

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    6. Vid. CALSAMIGLIA, Helena (ed.). Decir la ciencia: las prcticas divulgativas en el puntode mira. En: Discurso y Sociedad, n. 2 [monogrfico], junio 2000.

    7. CASSANY, Daniel; MART, Jaume. Estrategias divulgativas del concepto prin. En: Quark,n. 12, julio-septiembre 1998; pp. 58-66; CASSANY, Daniel; CALSAMIGLIA, Helena: Voces y con-ceptos en la divulgacin cientfica. En: Revista Argentina de Lingstica, n. 15, 1999; pp. 173-208.

    8. Cassany y Mart, por su parte, proponen un diagrama de estrategias divulgativas divi-dido en dos grandes clases: las estrategias dirigidas a evitar el concepto especializado y lasestrategias que incorporan ese concepto al texto final. A su vez, en esta ltima categora dis-tinguen dos tipos de estrategias: las lxicas y las discursivas. Nuestra clasificacin, por tanto,guarda ciertas relaciones con la propuesta por estos autores. Cfr. CASSANY, Daniel; MART, Jau-me. Op. cit.; p. 61.

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    ra discursiva que, adems de explicar, atraiga y mantenga el inters del lec-tor. Por eso cabe afirmar que los niveles lxico y textual son los ms impor-tantes en la divulgacin, en tanto que el nivel oracional, a pesar de ser rele-vante, goza de un impacto menor.

    Por otra parte, no hay que olvidar que a estos tres niveles expresivoscabra aadir un cuarto: el nivel icnico. Obviamente, no es ste un nivel quequepa clasificar como redaccional, pero tampoco se debe olvidar que expre-siones icnicas como la infografa, tan abundante hoy da en los textos perio-dsticos de divulgacin cientfica, casi siempre son hbridos de ilustracionesy textos. En este sentido, hay que sealar que estos apoyos infogrficosconstituyen un recurso fundamental para la divulgacin. La explicacin decomplejos procesos, sistemas y organigramas resulta casi siempre muchoms sencilla y clara mediante un buen infogrfico que a travs de un texto.Por tanto, una de las mayores tcnicas divulgativas que puede emplear unperiodista es, precisamente, desarrollar un criterio adecuado para comple-mentar el lenguaje escrito con el visual.

    2.1. Nivel lxico

    En el plano de las palabras, las estrategias divulgativas empleadas en laprensa persiguen convertir la jerga especializada en un lenguaje precisopero, a la vez, asequible para un pblico general. Esta aclaracin del lenguajese obtiene mediante estrategias de omisin y, sobre todo, de definicin y desustitucin.

    En los artculos de divulgacin cientfica, las estrategias de omisin lxi-ca tienen lugar cuando el redactor opta por realizar una elipsis cuyo fin es elu-dir un trmino muy especializado. Este trmino simplemente se suprime y nose sustituye por otro ms simple porque se considera poco relevante para lacomprensin general del tema tratado. Advertir estas omisiones en un textoperiodstico resulta siempre difcil. As y todo, como apuntan Cassany y Mar-t9, este tipo de elipsis se detecta, por ejemplo, cuando una noticia cientficaposee la suficiente relevancia informativa como para aparecer mencionadade forma resumida en la primera pgina del peridico y con ms detalle enalguna pgina interior. En esos casos, el resumen breve inicial suele obviarlos trminos ms complejos y, en cambio, los incorpora el texto interior msextenso.

    En los artculos de divulgacin cientfica tambin se emplean estrategiasde definicin. stas se dan cuando el redactor decide mantener en el textoperiodstico el trmino especializado pero lo aclara, ante el riesgo de queeste trmino jergal no sea entendido por el pblico general. A continuacin,

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    9. Vid. CASSANY, Daniel; MART, Jaume. Op. cit.; pp. 61-62.

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    mostramos un ejemplo, entresacado de un artculo publicado en el diario LaVanguardia, en el que se advierte la necesidad de emplear adecuadamenteesta tcnica en muchas ocasiones.

    En dos telediarios de difusin estatal y en un sensacionalista progra-ma nocturno se habl de forma irresponsable de la supuesta toxicidad delfrmaco Levothroid, de amplio uso en la poblacin con problemas de tiroi-des, causando natural alarma. Este frmaco sufri una deficiencia en subiodisponibilidad (eficacia variable segn cada persona con la misma dosisde medicamento) en febrero y marzo de 1996, debido a una materia primano micronizada, pero en ningn momento ha sido txico para nadie10.

    La autora de este artculo se percat de que el trmino biodisponibili-dad resultara difcilmente interpretable por parte de un lector comn. De ahque, con expresin an bastante oscura, aclarara entre parntesis que esetrmino se refiere en medicina a la eficacia variable segn cada persona conla misma dosis de medicamento. Sin embargo poco ms adelante no mos-tr esa misma atencin por el lector no especialista y pas por alto definirotro adjetivo micronizada cuya interpretacin obliga al lector no expertoa peligrosas adivinanzas.

    Por ltimo, las estrategias lxicas de sustitucin se producen cuando elperiodista cambia un trmino especializado por otro trmino o expresin quepermite entender el significado del primero de manera ms sencilla y visual.Es decir, se emplea la sinonimia, procurando siempre que el trmino que sepresenta resulte comn para un lector no especialista. He aqu un ejemplo:

    Desde un punto de vista estrictamente qumico, el ADN es una mol-cula vulgar, constituida por dos cadenas de azcar y fosfato, y por unoscomponentes nitrogenados, o bases, muy comunes en el mundo orgnico.Sin embargo, su gran tamao y las peculiaridades de su estructura permi-ten a veces a los cientficos trascender el anlisis qumico y observar direc-tamente, con la ayuda de tcnicas de microscopa electrnica, ciertosaspectos de su comportamiento dentro de la clula11.

    En este prrafo inicial de una noticia publicada en El Pas, el redactormuestra esfuerzos por no ahuyentar a un pblico general mediante el empleode un vocabulario sencillo. Palabras como azcar y fosfato sustituyen acomplejos smbolos qumicos que probablemente aparecan detallados en eltexto cientfico original. Asimismo, en la frase siguiente el periodista no sedetiene en especificar el tipo concreto de tcnicas de microscopa electr-nica empleadas para observar directamente el ADN; el redactor de la noti-

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    10. VALLS-LLOBET, Carme. Desinformacin sanitaria y angustia. En: La Vanguardia (Suple -mento Ciencia y Salud), 19.07.1997. (Las cursivas no pertenecen al original).

    11. SAMPEDRO, Javier. Visualizados por primera vez los nudos que forma el ADN al repli-carse. En: El Pas (Suplemento Futuro), 14.04.1999.

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    cia, con buen criterio, considera innecesario detallar ms y elude mencionarel tipo concreto de esas tcnicas.

    En el mbito de las estrategias lxicas de sustitucin cabe incluir el usoabundante de metforas, comparaciones, contrastes y analogas. ste es unbuen ejemplo:

    El ADN puede considerarse, en una primera aproximacin, como unaestructura del tipo de una escalera de mano: cada cadena de azcar-fos-fato sera uno de los listones verticales, y cada par de bases un peldao.Para replicar el ADN bastara con serrar todos los peldaos por el centro(es decir, separar cada par de bases) y luego reconstruir sobre cada listnla otra mitad gracias a las reglas fijas de apareamiento de bases. En esen-cia, eso es lo que ocurre en la realidad12.

    En este pasaje el periodista establece una analoga entre el ADN y unaescalera de mano, un objeto de lo ms habitual. Esto le permite proyectarcon sencillez en la mente del lector una imagen muy ajustada de algo tanpoco conocido para un lector comn como una cadena de ADN pero, sobretodo, le sirve para desarrollar sobre esa imagen de la escalera de mano elresto de la explicacin. A partir de esa imagen inicial, compara las partes delADN (cadenas de azcar-fosfato y bases) con las partes de una escalera (lis-tones verticales y peldaos) y, a continuacin, desarrolla el ncleo de la expli-cacin en torno a la escalera y no al propio ADN; habla as de la tcnica deserrar peldaos, una imagen perfectamente imaginable por cualquier per-sona gracias a la analoga anterior. Sin duda, si en lugar de esa imagen tansencilla y certera hubiera escrito separar pares de bases, muy pocos lec-tores habran sido capaces de hacerse una imagen de lo que se les preten-da describir.

    2.2. Nivel oracional

    La composicin de las oraciones sintcticas en los textos divulgativostambin presenta ciertas peculiaridades. La necesidad constante de aclararconceptos extraos obliga, como puede verse en el ejemplo siguiente, a recu-rrir con gran frecuencia a clusulas explicativas y perfrasis.

    En las moscas, ciertos anlisis genticos no requieren el empleo detcnicas muy elaboradas, porque sus glndulas salivares contienen unoscromosomas gigantes, llamados politnicos, cuya estructura general pue-de verse con un simple microscopio ptico13.

    El autor de este artculo, el periodista Javier Sampedro, presupuso queel lector se sentira perdido si no aclaraba qu son los politnicos, por lo

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    12. dem.

    13. SAMPEDRO, Javier. El cambio climtico ha inducido la seleccin gentica en ciertasespecies. En: El Pas (Suplemento Futuro), 24.02.1999. (Las cursivas no pertenecen al original).

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    tanto defini con sencillez el trmino unos cromosomas gigantes y expu-so a continuacin el trmino especializado dentro de una clusula explicati-va. Si la palabra politnico no hubiera sido un trmino especializado, lainclusin de esa clusula explicativa habra estado probablemente de ms.Cabe llamar la atencin, asimismo, sobre lo oportuno de mencionar primerola definicin y luego el trmino especializado, y no a la inversa. Con esta tc-nica se logra que el lector nunca se encuentre perdido y conozca en todomomento el significado de cada palabra.

    Se dan casos, no obstante, en los que primero se menciona el trminoespecializado y luego se aclara su significado. Esta aclaracin, eso s, sueleser inmediatamente posterior al trmino especializado. He aqu un ejemploseleccionado de otro artculo del mismo periodista:

    El embrin de los animales bilaterales tiene tres capas de clulas: electodermo (que formar la piel y el sistema nervioso), el endodermo (pre -cursor del tubo digestivo) y el mesodermo (del que se forman los mscu -los). Los organismos radiales carecen de mesodermo. Y los acelos mues-tran un tipo de mesodermo muy peculiar, que probablemente representaun invento evolutivo preliminar14.

    En pocas palabras el redactor incluye tres trminos altamente especiali-zados y relacionados entre s: ectodermo, endodermo y mesodermo.Ante tal concentracin de trminos complejos, el periodista acierta de nuevoal explicar los tres trminos por separado e inmediatamente despus decada tecnicismo, en lugar de realizar una definicin global en serie. Si hubie-ra optado por realizar una definicin enumerativa, el texto habra quedadoms o menos de este modo:

    El embrin de los animales bilaterales tiene tres capas de clulas: electodermo, el endodermo y el mesodermo. El primero es el que forma lapiel y el sistema nervioso, el segundo es el precursor del tubo digestivo y,por ltimo, el tercero es aquel del que se forman los msculos. Los orga-nismos radiales carecen de mesodermo. Y los acelos muestran un tipo demesodermo muy peculiar, que probablemente representa un invento evo-lutivo preliminar.

    No hay dudas de que la opcin adoptada por Sampedro es la mejor. Conella evita al lector el trabajo de retener en la memoria tres trminos extraospues aclara el significado de cada uno de los trminos antes de presentar elsiguiente. En la segunda versin, por el contrario, se obliga al lector a la com-plicada tarea de conectar por s mismo el trmino especializado con la defi-nicin correspondiente, como si de un puzzle se tratara. Con esta segundaversin inventada, adems, cuando el lector llega a la frase siguiente los

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    14. SAMPEDRO, Javier. Cientficos de Barcelona identifican un gusano como el primer ani-mal complejo de la Tierra. En: El Pas (Suplemento Futuro), 19.03.1999. (Las cursivas no per-tenecen al original).

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    organismos radiales carecen de mesodermo, tiene mayores dificultadespara recordar a cul de las tres definiciones corresponde el trmino meso-dermo.

    Hay ocasiones en las que el orden de la frase tambin se emplea paramarcar como trmino especializado aquella palabra que en apariencia no loes. Esto se advierte en un ejemplo que ya hemos mencionado:

    Desde un punto de vista estrictamente qumico, el ADN es una mol-cula vulgar, constituida por dos cadenas de azcar y fosfato, y por unoscomponentes nitrogenados, o bases, muy comunes en el mundo orgni-co15.

    Si el periodista hubiera escrito sin ms: el ADN es una molcula vulgarconstituida por dos cadenas de azcar y fosfato y por unas bases, este lti-mo trmino habra resultado ambiguo. El lector comn entiende habitual-mente la palabra base conforme a su primera acepcin en el diccionario,es decir, como fundamento o apoyo principal en que estriba o descansaalguna cosa 16. En este pasaje, de no haber mediado una breve explicacinprevia, se podra haber entendido que el ADN es una molcula formada pordos cadenas de azcar y fosfato que descansan sobre un apoyo. Es decir, ellector poco avisado podra haber malinterpretado fcilmente el verdaderosentido qumico17 que la palabra base tiene en esta oracin.

    Se comprueba por tanto la importancia de anteponer clusulas explicati-vas a trminos especializados que no aparentan serlo, con el fin de evitarconfusiones en el lector. En definitiva, no es sino una prueba ms de la nece-sidad de otorgar un gran valor a la adecuada construccin sintctica. Si staes una cualidad exigible en cualquier texto, se torna imprescindible en lostextos divulgativos, donde el peligro de desorientar y confundir al lector estsiempre presente.

    2.3. Nivel textual

    Corresponden al mbito textual aquellas tcnicas redaccionales que bus-can una ordenacin de los contenidos que favorezca la comprensin y el inte-rs por parte del lector, as como los recursos estilsticos que afectan al con-junto del texto.

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    15. SAMPEDRO, Javier. Visualizados por primera vez los nudos que forma el ADN al repli-carse. En: El Pas (Suplemento Futuro), 14.04.1999. (Las cursivas no pertenecen al original).

    16. Real Academia Espaola. Diccionario de la lengua espaola. 21. ed. Madrid: EspasaCalpe, 1992, tomo I; p. 272.

    17. El mismo diccionario de la RAE define base en su octava acepcin como cada unode los cuerpos, de procedencia orgnica o inorgnica, que tienen la propiedad de combinarsecon los cidos para formar sales. dem.

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    En cuanto a las estrategias relacionadas con las estructuras discursivas ,se recurre a menudo a estructuras inductivas aquellas que parten de uncaso o ejemplo para concluir una regla general, concepto abstracto o tesisen detrimento de las estructuras deductivas aquellas que declaran unatesis general al principio y la respaldan luego con uno o varios ejemplos con-cretos. Como ocurre en el siguiente ejemplo, esta tcnica se detecta espe-cialmente habitual en los prrafos iniciales de los artculos divulgativos:

    Esta sencilla receta puede ser un arma efectiva contra los tumores enel colon: una aspirina todos los das y una dieta rica en calcio. La eficaciadel primer factor se conoce desde hace tiempo. El valor del segundo est,despus de una larga controversia, prcticamente demostrado.

    De acuerdo a un estudio publicado en el New England Journal of Medi -cine de esta semana, el papel del calcio en la prevencin de los plipos enel colon, una lesin a veces premaligna, es evidente18.

    El primer prrafo plantea como posible la eficacia de un tratamiento con-creto. El segundo prrafo disipa las posibles dudas sobre esa eficacia que lepuedan quedar al lector mediante un argumento de peso: una de las revistasmdicas ms prestigiosas avala ese tratamiento. Se trata por tanto de unaestructura claramente inductiva: primero se plantea una hiptesis y a conti-nuacin se respalda, en este caso mediante un argumento de autoridad.

    Este tipo de estructura es la ms empleada en las noticias y artculosque dan a conocer descubrimientos cientficos previamente publicados enrevistas especializadas. En esos textos, el primer prrafo se emplea paraatraer el inters del lector relacionando el descubrimiento del que se informacon la vida o la experiencia cotidiana del lector y, a continuacin, se desvelael contenido general de la investigacin, as como la fuente de la que proce-de.

    Con este mismo objetivo de atraer y mantener el inters del lector, otrade las tcnicas de la divulgacin es la inclusin de los tipos de escrito19 dela narracin y de la descripcin. La informacin cientfica y tecnolgica se pre-senta en sus fuentes originales mediante textos expositivos, en los que sebusca dar cuenta de datos y de resultados. La exposicin es un tipo de escri-to mediante el cual se informa sobre una realidad emprica, a ser posible deuna manera completa y unvoca. Los textos expositivos anteponen los crite-

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    18. MARTNEZ, Carlos. El calcio reduce el riesgo de desarrollar plipos en el colon. En: ElMundo (Suplemento Salud), 17.01.1999; p. 8.

    19 Para una clasificacin y definicin detalladas de los tipos de escrito, vase LVAREZ,Miriam. Tipos de escrito I: narracin y descripcin. 2. ed. Madrid: Arco / Libros, 1995; y Tiposde escrito II: exposicin y argumentacin. 2. ed. Madrid: Arco / Libros, 1995. Vase tambinMORENO ESPINOSA, Pastora. Las formas de expresin en el periodismo actual. En: Revista Lati -na de Comunicacin Social, n. 11, noviembre 1998, < http:/ / www.ull.es/ publicaciones/ lati-na/ a/ 10pastoraXI.htm >.

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    rios de claridad, compresin y univocidad a cualquier virtud esttica como lavariedad, la sencillez o el suspense. En otras palabras: no importa que el tex-to expositivo no guste, basta que informe con precisin.

    Trasladar sin ms esta presentacin meramente factual a los medios decomunicacin implica, sin embargo, problemas. Los datos en bruto resultanfros, aburridos y difcilmente asociables a la vida cotidiana por parte de loslectores. El lector comn no est inclinado a leer un texto que no le gusta pormuy precisa que sea la informacin que ste contenga. De ah que una delas tcnicas ms habituales en la divulgacin sea incluir escenas, ancdotase historias que vivifiquen los fros asuntos cientficos sobre los que se pre-tende informar. A menudo, esto conlleva la presentacin de realidades neu-tras como enfrentamientos entre protagonistas y antagonistas. Vase en elsiguiente ejemplo:

    A la vista de las informaciones que nos han invadido durante las lti-mas dos semanas, no es de extraar que muchos alrgicos se hayan echa-do a temblar. Segn algunas afirmaciones algo precipitadas, la primaverade este ao iba a convertirse en un autntico infierno para los que sufrenalergia al polen. Pero cuando los afectados se disponan a agotar las reser-vas de pauelos de papel y a atrincherarse en sus casas, entre vapores deantihistamnicos y colirios para sus ojos, ya han surgido voces autorizadasque recomiendan calma aunque, eso s, sin bajar la guardia ante el ene-migo nmero uno de muchos ciudadanos esta primavera: el polen20.

    Se trata del primer prrafo de un largo reportaje dedicado a las alergiasde primavera provocadas por el polen. A nadie se le escapa que el de las aler-gias es un problema recurrente y que no hay razones para demonizar a algotan inofensivo y vaporoso como el polen. Sin embargo, con el fin de crear unconflicto narrativo que capture el inters del lector, se establece una con-frontacin con dos personajes: los alrgicos (las vctimas) y el polen (el agre-sor). Para aumentar el grado de presin dramtica, se recurre a expresionesbastante exageradas como echarse a temblar, un autntico infierno,agotar las reservas, atrincherarse o, incluso, enemigo nmero uno demuchos ciudadanos. Todo ello pretende convertir un proceso natural en unahistoria, una narracin.

    Unida a la presentacin narrativizada de los datos, otra de las tcnicasempleadas para dar vida y aligerar los textos sobre ciencia y tecnologa es laincorporacin de ligeras pinceladas de humor. Colorear un rido pasaje expo-sitivo con una broma o un toque de irona siempre resulta efectivo, como ocu-rre en el siguiente ejemplo:

    La Tierra se form hace 4.500 millones de aos, y durante la mayorparte de su historia no alberg nada ms que bacterias y otros organismos

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    20. RODRGUEZ, Alejandra. La cruz de todos los aos. En: El Mundo (Suplemento Salud),02.04.1998.

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    de una sola clula. Es cierto que, hacia el final de la era precmbrica, haceunos 600 millones de aos, aparecieron en los litorales ocenicos algunosorganismos simples del grupo de las medusas y las anmonas.

    Pero con todo lo respetables y vistosas que puedan parecer las medu-sas, lo cierto es que, desde un punto de vista evolutivo, se las puede con-siderar un borrador descartado. Su diseo redondo simetra radial, en lajerga de los morflogos no da mucho juego a los cambios evolutivos, yresulta patente que las medusas se han pasado 600 millones de aoshaciendo aspavientos arriba y abajo, pero sin lograr ningn progreso dignode mencin21.

    Ese ingenioso comentario final sobre las medusas, al tiempo que relajael ritmo en el suministro de datos, provoca una sonrisa en el lector que lemueve a seguir adelante.

    3. A MODO DE EPLOGOCorre por ah una ancdota atribuida a Albert Einstein que tiene todos los

    visos de ser falsa, pero a pesar de eso, da que pensar. Se dice que una vezse convoc un concurso para ver qu persona explicaba con ms sencillez laTeora de la Relatividad. Cuentan que el propio Einstein, como padre de esaTeora, se present confiado al concurso... y no lo gan.

    Conocer a fondo una realidad no garantiza saber comunicarla del mejormodo. La divulgacin cientfica exige preparacin y tcnica; es decir, estudiode las materias cientficas y desarrollo de las destrezas comunicativas. Has -ta la fecha, por desgracia, la formacin de los periodistas ha hecho aguas enambos sentidos: si la preparacin en las tcnicas divulgativas ha sido esca-sa, ms escasa ha sido an su formacin en materias cientficas y tecnol-gicas. De ah que en la actualidad, a falta de profesionales de la informacincualificados, a menudo los mejores divulgadores no procedan del Periodismosino del mundo de la ciencia.

    En las pginas precedentes hemos pretendido aportar algunas pautaspara que esos periodistas puedan desarrollar su labor divulgativa con mayoreficacia. Sin embargo, no se debe olvidar que la formacin en este aspectoconstituye, a lo sumo, slo la mitad del camino.

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    21. SAMPEDRO, Javier. Cientficos de Barcelona identifican un gusano como el primer ani-mal complejo de la Tierra. En: El Pas (Suplemento Futuro), 19.03.1999.