sagrada familia 31 de diciembre de 2 - parroquia san josé ... · palabra de dios salmo 127 r/....

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Lectura del libro del Eclesiástico (3 Porque el Señor honra más al padre de la madre sobre ellos. Quien honra quien respeta a su madre es como qu a su padre se alegrará de sus hijos Quien respeta a su padre tendrá larg obedece al Señor. Hijo, cuida de tu vida no le causes tristeza. Aunque pi y no lo desprecies aun estando tú en hacia el padre no será olvidada y te Palabra de Dios Salmo 127 R/. Dichosos los que temen al Seño Dichoso el que teme al Señor, y sigue Comerás del fruto de tu trabajo, serás Tu mujer, como parra fecunda, en me como renuevos de olivo, alrededor de Ésta es la bendición del hombre que bendiga desde Sión, que veas la pros todos los días de tu vida. R/. Lectura de la carta del apóstol san Así pues, como elegidos de Dios compasión entrañable, bondad, hu Sobrellevaos mutuamente y perdon contra otro. El Señor os ha perdonad encima de todo esto, el amor, que e Que la paz de Cristo reine en vu convocados, en un solo cuerpo. Sed de Cristo habite entre vosotros en t otros con toda sabiduría; exhortar dadle gracias de corazón, con salmo todo lo que de palabra o de obra Señor Jesús, dando gracias a Dios sed sumisas a vuestros maridos, com amad a vuestras mujeres, y no obedeced a vuestros padres en Padres, no exasperéis a vuestros hij Palabra de Dios 3,2-6.12-14): que a los hijos y afirma el derecho a a su padre expía sus pecados, y uien acumula tesoros. Quien honra s y, cuando rece, será escuchado. ga vida, y quien honra a su madre u padre en su vejez y durante su ierda el juicio, sé indulgente con él n pleno vigor. Porque la compasión e servirá para reparar tus pecados. or y siguen sus caminos e sus caminos. s dichoso, te irá bien. R/. edio de tu casa; tus hijos, e tu mesa. R/. teme al Señor. Que el Señor te speridad de Jerusalén n Pablo a los Colosenses (3,12-21): s, santos y amados revestíos de umildad, mansedumbre, paciencia. naos, cuando alguno tenga quejas do: haced vosotros lo mismo. Y por es el vínculo de la unidad perfecta. uestro corazón: a ella habéis sido d también agradecidos. La Palabra toda su riqueza; enseñaos unos a ros mutuamente. Cantad a Dios, os, himnos y cánticos inspirados. Y realicéis, sea todo en nombre del s Padre por medio de él. Mujeres, mo conviene en el Señor. Maridos, seáis ásperos con ellas. Hijos, todo, que eso agrada al Señor. jos, no sea que pierdan los ánimos. C M lo S d lla Is E Im Je S se h lu su b Is m m p a o y D Je se cr e P H Te +Lectura del Santo Evangelio según san Luc Cuando se cumplieron los días de su purificac Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo a o escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogé Señor» y para entregar la oblación, como dice la de tórtolas o dos pichones». Había entonces en amado Simeón, hombre justo y piadoso, que ag srael; y el Espíritu Santo estaba con é. Le hab Espíritu Santo que no vería la muerte antes de v mpulsado por el Espíritu, fue al Templo. Y cuand esús sus padres para cumplir con él lo acost Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios dic egún tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse e han visto a tu Salvador, a quien has presentado uz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pu u madre estaban admirados por lo que se decí bendijo y dijo a María, su madre: «Este está pues srael caigan y se levanten, y será como un signo misma una espada te atravesará el alma, pa manifiesto los pensamientos de muchos corazone profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Ase año. De joven había vivido siete años casada, y ochenta y cuatro; no se apartaba del Templo, sirv oraciones noche y día. Presentándose en aqu Dios y hablaba del niño a todos los que aguar erusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que pres e volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. E reciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría estaba con él. Palabra del Señor Hoy te pedimos que sepamos aceptar la vo como lo mejor para cada uno de n e pedimos por nuestras familias: que estem entre nosotros- en las alegrías y en los cas (2,22-40) ción, según la Ley de al Señor, de acuerdo con énito será consagrado al a ley del Señor: «un par n Jerusalén un hombre guardaba el consuelo de bía sido revelado por el ver al Mesías del Señor. do entraban con el niño tumbrado según la ley, ciendo: «Ahora, Señor, en paz. Porque mis ojos ante todos los pueblos, ueblo Israel.» Su padre y ía del niño. Simeón los sto para que muchos en o de contradicción, y a ti ara que se pongan de es.» Había también una er, ya muy avanzada en y luego viuda hasta los viendo a Dios en ayunos uel momento, alababa a rdaban la liberación de scribía la ley del Señor, El niño, por su parte, iba a; y la gracia de Dios oluntad del Padre nosotros. mos unidos –a ti y s sufrimientos. Todos experi tienen en nu considerado s primeras cate para nacer a sagrado, se ba El amor está surge en la fa Todo hijo es hijo se felicit gozoso que l dolor, como v del Niño en renuncias. Se enfrentarse a las relacione externas que tener hijos, co comodidad e frivolidad an paternidad. Las actitudes han de pasar amor constitu buscando día humana y cir para manten generador no El gran enem realmente en matrimonio epidermis en felicidad y de vida, vivir es inmediata con de actuar. A b fe puede se debilita. El a para escucha felicidad que la forman. Es Las Navidade relaciones, d Iglesia quier sociales, a un necesidad de condición hu próximos. La familia cri Dios en nuest soportar situa En eso cons representa la imentamos el carácter eminentemente fam uestra cultura estas fiestas navideñas. La fam siempre en la tradición cristiana como el ag equesis, la cuna de los nuevos cristianos, e la fe y crecer en ella. Toda familia tiene n asa en el amor. “Dios nos amó primero”, dice á enraizado en Dios. Como también la nuev amilia. un misterio que toma carne en la familia. Po ta a sus padres, porque supone el acontecim les puede acontecer. Pero es un gozo que vemos en el episodio del evangelio de la pr n el templo. La paternidad, la maternid e lo exigió a María y José. Ser padre es un re a situaciones de conflicto. Conflicto que pued es internas de la familia o bien por circ amenazan al hijo. Constatar esto no debe d omo sucede con no poca frecuencia ante la pr en no pocos matrimonios jóvenes. Pero s nte una responsabilidad tan seria como e s de padres hacia los hijos y de los hijos hacia por la relación entre los esposos. Sabemos uye realmente el matrimonio. Un amor que a a día superando las limitaciones de la rcunstancias que a veces son un declarado ner el amor. Pues bien ese amor entre esp ormal del amor hacia los hijos y de éstos a sus migo de la familia es la superficialidad. E n serio lo que es juntar voluntades y afe y el tener hijos. Es la derivación del am n el que nos movemos a algo tan determin e la vida humana como es la familia. La aceler apresurarse, según se cree, y el deseo de s nlleva a no darse tiempo para pensar, reflexi buscar los éxitos en el placer sin aceptar el e er también epidérmica: cuando exige ren amor necesita tiempo para convivir los que arse, sentirse amando y amados, para disfr genera. La familia es la “ocupación” primera s la preocupación más vital. es parecen presentarse como el tiempo de de actitudes cordiales, delicadas dentro del re que esas actitudes no respondan a con n querer cumplir con tradiciones familiares, e fortalecer algo que pertenece a la esencia umana y cristiana: el amor, el amor entr istiana de hoy es la que escucha el mensaje d tro mundo, lo acoge y lo vive, aun a costa de aciones problemáticas e incómodas, incluso nsiste el ejemplo que para nosotros los familia de Jesús. miliar que milia se ha gente de las el contexto no poco de e san Juan. va vida que or tener un miento más e implicará resentación dad exigen eto, supone de surgir en cunstancias disuadir de resión de la sí evitar la es la de la a los padres que sólo el hay que ir naturaleza o obstáculo posos es el s padres. El tomarse ectos en el mbiente de nante de la ración de la satisfacción ionar antes esfuerzo. La nuncias se e se aman, rutar de la a de los que las buenas l hogar. 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Lectura del libro del Eclesiástico (3,2 Porque el Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos. Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesa su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado. Quien respeta a su padre tendrá larga vida, y quien honra a su madre obedece al Señor. Hijo, cuida de tu padre en su vejez y durante su vida no le causes tristeza. Aunque pierda el juicio, sé indulgente con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor. Porque la compasión hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados. Palabra de Dios Salmo 127 R/. Dichosos los que temen al Señor y sigu Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos.Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos,como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusaléntodos los días de tu vida. R/. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses Así pues, como elegidos de Dios, santocompasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta. Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaros mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, nPalabra de Dios

Lectura del libro del Eclesiástico (3,2-6.12-14):

Porque el Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos. Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros. Quien honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado. Quien respeta a su padre tendrá larga vida, y quien honra a su madre obedece al Señor. Hijo, cuida de tu padre en su vejez y durante su

ue pierda el juicio, sé indulgente con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor. Porque la compasión hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados.

R/. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos

y sigue sus caminos. serás dichoso, te irá bien. R/.

en medio de tu casa; tus hijos, alrededor de tu mesa. R/.

bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te que veas la prosperidad de Jerusalén

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,12-21):

Así pues, como elegidos de Dios, santos y amados revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por

es el vínculo de la unidad perfecta. Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a

biduría; exhortaros mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres,

misas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «TodSeñor» y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al Templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbSimeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos, luz para alumbrar a las su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten, y será como un signo de contradicciónmisma una espada te atravesará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones.» Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en año. De joven había vivido siete años casada,ochenta y cuatro; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios en ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumse volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él. Palabra del Señor

Hoy te

Te pedimos por nuestras familias: que estemos unidos

+Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (2,22Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor» y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con é. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al Templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbSimeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos, luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.» Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten, y será como un signo de contradicciónmisma una espada te atravesará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones.» Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en año. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios en ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él. Palabra del Señor

Hoy te pedimos que sepamos aceptar la voluntad del Padre como lo mejor para cada uno de nosotros.

Te pedimos por nuestras familias: que estemos unidos entre nosotros- en las alegrías y en los sufrimientos.

gelio según san Lucas (2,22-40) Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con

o varón primogénito será consagrado al Señor» y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de

y el Espíritu Santo estaba con é. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al Templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos,

naciones y gloria de tu pueblo Israel.» Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten, y será como un signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones.» Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en

y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios en ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de

plieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios

pedimos que sepamos aceptar la voluntad del Padre como lo mejor para cada uno de nosotros.

Te pedimos por nuestras familias: que estemos unidos –a ti y en las alegrías y en los sufrimientos.

Todos experimentamos el carácter eminentemente familiar que tienen en nuestra cultura estas fiestas navideñas. La familconsiderado siempre en la tradición cristiana como el agente de las primeras catequesis, la cuna de los nuevos cristianos, el contexto para nacer a la fe y crecer en ella. Toda familia tiene no poco de sagrado, se basa en el amor. “Dios nos amó prEl amor está enraizado en Dios. Como también la nueva vida que surge en la familia. Todo hijo es un misterio que toma carne en la familia. Por tener un hijo se felicita a sus padres, porque supone el acontecimiento más gozoso que ledolor, como vemos en el episodio del evangelio de la presentación del Niño en el templo.renuncias. Se lo exigió a María y José. Ser padre es un reto, supone enfrentarse alas relaciones internas de la familia o bien por circunstancias externas que amenazan al hijo. Constatar esto no debe disuadir de tener hijos, como sucede con no poca frecuencia ante la presión de lacomodidad en no pocos matrimonios jóvenes. Pero sí evitar la frivolidad ante una responsabilidad tan seria como es la de la paternidad. Las actitudes de padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres han de pasar por la relación entre los espososamor constituye realmente el matrimonio. Un amor que hay que ir buscando día a día superando las limitaciones de la naturaleza humana y circunstancias que a veces son un declarado obstáculo para mantener el amor. Pues bien ese amor engenerador normal del amor hacia los hijos y de éstos a sus padres. El gran enemigo de la familia es la superficialidad. El tomarse realmente en serio lo que es juntar voluntades y afectos en el matrimonio y el tener hijos. Es la derivaciepidermis en el que nos movemos a algo tan determinante de la felicidad y de la vida humana como es la familia. La aceleración de la vida, vivir es apresurarse, según se cree, y el deseo de satisfacción inmediata conlleva a no darse tiemde actuar. A buscar los éxitos en el placer sin aceptar el esfuerzo. La fe puede ser también epidérmica: cuando exige renuncias se debilita. El amor necesita tiempo para convivir los que se aman, para escucharse, sentirse felicidad que genera. La familia es la “ocupación” primera de los que la forman. Es la preocupación más vital. Las Navidades parecen presentarse como el tiempo de las buenas relaciones, de actitudes cordiales, delicadIglesia quiere que esas actitudes no respondan a convenciones sociales, a un querer cumplir con tradiciones familiares, sino a una necesidad de fortalecer algo que pertenece a la esencia de nuestra condición humana y cristiana: el apróximos. La familia cristiana de hoy es la que escucha el mensaje del reino de Dios en nuestro mundo, lo acoge y lo vive, aun a costa de tener que soportar situaciones problemáticas e incómodas, incluso dolorosas. En eso consirepresenta la familia de Jesús.

Todos experimentamos el carácter eminentemente familiar que tienen en nuestra cultura estas fiestas navideñas. La familconsiderado siempre en la tradición cristiana como el agente de las primeras catequesis, la cuna de los nuevos cristianos, el contexto para nacer a la fe y crecer en ella. Toda familia tiene no poco de sagrado, se basa en el amor. “Dios nos amó primero”, dice san Juan. El amor está enraizado en Dios. Como también la nueva vida que surge en la familia.

Todo hijo es un misterio que toma carne en la familia. Por tener un hijo se felicita a sus padres, porque supone el acontecimiento más gozoso que les puede acontecer. Pero es un gozo que implicará dolor, como vemos en el episodio del evangelio de la presentación del Niño en el templo. La paternidad, la maternidad exigen renuncias. Se lo exigió a María y José. Ser padre es un reto, supone enfrentarse a situaciones de conflicto. Conflicto que puede surgir en las relaciones internas de la familia o bien por circunstancias externas que amenazan al hijo. Constatar esto no debe disuadir de tener hijos, como sucede con no poca frecuencia ante la presión de lacomodidad en no pocos matrimonios jóvenes. Pero sí evitar la frivolidad ante una responsabilidad tan seria como es la de la

Las actitudes de padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres han de pasar por la relación entre los esposos. Sabemos que sólo el amor constituye realmente el matrimonio. Un amor que hay que ir buscando día a día superando las limitaciones de la naturaleza humana y circunstancias que a veces son un declarado obstáculo para mantener el amor. Pues bien ese amor entre esposos es elgenerador normal del amor hacia los hijos y de éstos a sus padres. El gran enemigo de la familia es la superficialidad. El tomarse realmente en serio lo que es juntar voluntades y afectos en el matrimonio y el tener hijos. Es la derivación del ambiente de epidermis en el que nos movemos a algo tan determinante de la felicidad y de la vida humana como es la familia. La aceleración de la vida, vivir es apresurarse, según se cree, y el deseo de satisfacción inmediata conlleva a no darse tiempo para pensar, reflexionar antes de actuar. A buscar los éxitos en el placer sin aceptar el esfuerzo. La fe puede ser también epidérmica: cuando exige renuncias se debilita. El amor necesita tiempo para convivir los que se aman, para escucharse, sentirse amando y amados, para disfrutar de la felicidad que genera. La familia es la “ocupación” primera de los que la forman. Es la preocupación más vital.

Las Navidades parecen presentarse como el tiempo de las buenas relaciones, de actitudes cordiales, delicadas dentro del hogar. La Iglesia quiere que esas actitudes no respondan a convenciones sociales, a un querer cumplir con tradiciones familiares, sino a una necesidad de fortalecer algo que pertenece a la esencia de nuestra condición humana y cristiana: el amor, el amor entre los más

La familia cristiana de hoy es la que escucha el mensaje del reino de Dios en nuestro mundo, lo acoge y lo vive, aun a costa de tener que soportar situaciones problemáticas e incómodas, incluso dolorosas. En eso consiste el ejemplo que para nosotros los creyentes representa la familia de Jesús.

Todos experimentamos el carácter eminentemente familiar que tienen en nuestra cultura estas fiestas navideñas. La familia se ha considerado siempre en la tradición cristiana como el agente de las primeras catequesis, la cuna de los nuevos cristianos, el contexto para nacer a la fe y crecer en ella. Toda familia tiene no poco de

imero”, dice san Juan. El amor está enraizado en Dios. Como también la nueva vida que

Todo hijo es un misterio que toma carne en la familia. Por tener un hijo se felicita a sus padres, porque supone el acontecimiento más

s puede acontecer. Pero es un gozo que implicará dolor, como vemos en el episodio del evangelio de la presentación

La paternidad, la maternidad exigen renuncias. Se lo exigió a María y José. Ser padre es un reto, supone

situaciones de conflicto. Conflicto que puede surgir en las relaciones internas de la familia o bien por circunstancias externas que amenazan al hijo. Constatar esto no debe disuadir de tener hijos, como sucede con no poca frecuencia ante la presión de la comodidad en no pocos matrimonios jóvenes. Pero sí evitar la frivolidad ante una responsabilidad tan seria como es la de la

Las actitudes de padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres . Sabemos que sólo el

amor constituye realmente el matrimonio. Un amor que hay que ir buscando día a día superando las limitaciones de la naturaleza humana y circunstancias que a veces son un declarado obstáculo

tre esposos es el generador normal del amor hacia los hijos y de éstos a sus padres. El gran enemigo de la familia es la superficialidad. El tomarse realmente en serio lo que es juntar voluntades y afectos en el

ón del ambiente de epidermis en el que nos movemos a algo tan determinante de la felicidad y de la vida humana como es la familia. La aceleración de la vida, vivir es apresurarse, según se cree, y el deseo de satisfacción

po para pensar, reflexionar antes de actuar. A buscar los éxitos en el placer sin aceptar el esfuerzo. La fe puede ser también epidérmica: cuando exige renuncias se debilita. El amor necesita tiempo para convivir los que se aman,

amando y amados, para disfrutar de la felicidad que genera. La familia es la “ocupación” primera de los que

Las Navidades parecen presentarse como el tiempo de las buenas as dentro del hogar. La

Iglesia quiere que esas actitudes no respondan a convenciones sociales, a un querer cumplir con tradiciones familiares, sino a una necesidad de fortalecer algo que pertenece a la esencia de nuestra

mor, el amor entre los más

La familia cristiana de hoy es la que escucha el mensaje del reino de Dios en nuestro mundo, lo acoge y lo vive, aun a costa de tener que soportar situaciones problemáticas e incómodas, incluso dolorosas.

ste el ejemplo que para nosotros los creyentes

Se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Hoy se habla mucho de la crisis de la institución familiar. Ciertamente la crisis es grave. Pero no es lícito ser catastrofistas. Aunque estamos siendo testigos de una verdadera revolución en la conducta familiar, y muchos han predicado la muerte de diversas formas tradicionales de familia, nadie anuncia hoy seriamente la desaparición de la familia. Al contrario, la historia parece enseñarnos que en los tiempos difíciles se estrechan más los vínculos familiares. La abundancia separa a los hombres. La crisis y la penuria los une. Ante el presentimiento de que vamos a vivir tiempos difíciles, son bastantes los que presagian un nuevode la familia. Con frecuencia, el deseo sincero de muchos cristianos de imitar a la sagrada familia de Nazaret ha favorecido el ideal de una familia cimentada en la armonía y la felicidad del propio hogar. Sin duda, es necesario también hoy promovla autoridad y responsabilidad de los padres, la obediencia de los hijos, el diálogo y la solidaridad familiar. Sin estos valores la familia fracasará. Pero no cualquier familia responde a las exigencias del reino de Dios planteadas por Jesús. Hay familservicio de la sociedad, y familias egoístamente replegadas sobre sí mismas. Familias autoritarias y familias de talante dialogal. Familias que educan en el egoísmo y familias que enseñan solidaridad. Concretamente, en el contexto de la graque estamos padeciendo, la familia puede ser una escuela de insolidaridad en la que el egoísmo familiar, se convierte en virtud y criterio de actuación que configurará el comportamiento social de los hijos. Y puede ser, por el contrario, un lugar en el que el hijo o la hija puede recordar que todos tenemos un Padre común, y que el mundo no se acaba en las paredes de la propia casa.Por eso, no podemos celebrar responsablemente la fiesta de la Sagrada Familia, sin escuchar el reto de nuesnuestros hogares un lugar donde las nuevas generaciones escucharán la llamada del evangelio a la fraternidad universal, la defensa de los abandonados, y la búsqueda de una sociedad más justa, o se convertirán en la escuela más eficaz de insolidaridad, inhibición y pasividad egoísta ante los problemas ajenos?

Se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.

Hoy se habla mucho de la crisis de la institución familiar. Ciertamente la crisis es grave. Pero no es lícito ser

as. Aunque estamos siendo testigos de una verdadera revolución en la conducta familiar, y muchos han predicado la muerte de diversas formas tradicionales de familia, nadie anuncia hoy seriamente la desaparición de la

ce enseñarnos que en los tiempos difíciles se estrechan más los vínculos familiares. La abundancia separa a los hombres. La crisis y la penuria los une. Ante el presentimiento de que vamos a vivir tiempos difíciles, son bastantes los que presagian un nuevo renacer

Con frecuencia, el deseo sincero de muchos cristianos de imitar a la sagrada familia de Nazaret ha favorecido el ideal de una familia cimentada en la armonía y la felicidad del propio hogar. Sin duda, es necesario también hoy promover la autoridad y responsabilidad de los padres, la obediencia de los hijos, el diálogo y la solidaridad familiar. Sin estos

Pero no cualquier familia responde a las exigencias del reino de Dios planteadas por Jesús. Hay familias abiertas al servicio de la sociedad, y familias egoístamente replegadas sobre sí mismas. Familias autoritarias y familias de talante dialogal. Familias que educan en el egoísmo y familias que

Concretamente, en el contexto de la grave crisis económica que estamos padeciendo, la familia puede ser una escuela de insolidaridad en la que el egoísmo familiar, se convierte en virtud y criterio de actuación que configurará el comportamiento social de los hijos. Y puede ser, por el

, un lugar en el que el hijo o la hija puede recordar que todos tenemos un Padre común, y que el mundo no se acaba en las paredes de la propia casa. Por eso, no podemos celebrar responsablemente la fiesta de la Sagrada Familia, sin escuchar el reto de nuestra fe. ¿Serán nuestros hogares un lugar donde las nuevas generaciones escucharán la llamada del evangelio a la fraternidad universal, la defensa de los abandonados, y la búsqueda de una sociedad más justa, o se convertirán en la escuela más

lidaridad, inhibición y pasividad egoísta ante los

José Antonio Pagola

Lunes, 1 - SANTA MARÍA MADRE DE DIOS, VIRGE N, JORNADA POR LA PAZ Núm. 6, 22-27 –Sal 66 – Gál 4,4-7 - Lucas 2, 16 SEGUNDA SEMANA DE NAVIDAD Martes, 2 – Gregorio Nacianceno , Basilio Magno, Adelardo, Silvestre 1Jn 2,22-28 – Sal 97 - Juan 1,19-28 Miércoles, 3 SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS.

1 Jn. 2, 29-3,6 – Sal 97 – Juan 1, 29-34 Jueves, 4 – Angela de Foligno, Rigoberto, Cayo, Gregorio. 1 Jn. 1, 3,7-10 – Sal 97 – Juan 1, 35-42

Viernes, 5 – Juan Nepomuceno , Emilia, Simeón de Estilita.

1 Jn 3, 11-21 – Sal 99 – Juan 1, 43-51 Sábado, 6 – EPIFANÍA DEL SEÑOR , Andrés Corsini, Félix.

Is 60, 1-6 – Sal 71 – Ef 3, 25-6 Mateo 2, 1 “No perdamos la confianza en la familia. Es hermoso abrir siempre

el corazón unos a otros, sin ocultar nada. Donde hay amor, allí hay también comprensión y perdón. Encomiendo a vosotras, queridas familias, esta cotidiana peregrinación doméstica, esta misión tan importante, de la que el mundo y la Iglesia tienen más necesidad que nunca.” PAPA FRANCISCO , Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José , 2015

Las Matas. Madrid LA SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

En familia vino Dios al mundo y, con una Madre de familia al pie de la cruz,el Señor se marchó humildemente deEn familia, lloró Dios en la primera noche de la Navidadpor servir a la humanidad.En familia, Jesús, recJerusalén a cumplir con la Ley.En familia, Jesús, ael día de descanso.En familia, el Niño DiNiño, recibió el aliento que, ante la ausenciamula le ofrecieron.En familia! ¡Sí! ¡En familia!En familia, Jesús, creció y, en familia, Jesús, el amor de Dios aprendió.En familia, Jesús, emigró levio nacer. En familia, Jesús, se instruyó en el leentendió los signos de la tierra.En familia, Jesús, cultivó el valor de la fe en Dios y, en familia, compartió las esperanzas de los hombres.Algo de bueno, debe de tener laparte de una de ellasCuando, el Padre, quiso ser Padre los hombres y mujeres de la tierra,cuando, Dios, teniendo todo quiso una padre para Jesús y una casa donde entretejer la más bella historia Algo, fuera de serie, divino y humano, tiene la familia cuando Dios,tiempo señalado por los profetas al Verbo Encarnadomisma. Algo, grande, noble, insustituible y santo posee la familia cuando,Dios, siendo Dios, quiso dejarse abrazar, acariciar, cuidar, querer, sostener, mimar, educar y corregir en una de ellas

N, JORNADA POR LA PAZ , Lucas 2, 16-21

Basilio Magno, Adelardo, Silvestre .

Rigoberto, Cayo, Gregorio.

Emilia, Simeón de Estilita.

Andrés Corsini, Félix. 2, 1-12

“No perdamos la confianza en la familia. Es hermoso abrir siempre el corazón unos a otros, sin ocultar nada. Donde hay amor, allí hay también

Encomiendo a vosotras, queridas familias, esta cotidiana peregrinación doméstica, esta misión tan importante, de la que el

Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José , 2015

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as Matas. Madrid - Año XV - nº 916 – 31 diciem bre 201

LA SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ - Ciclo B

En familia vino Dios al mundo y, con una Madre de familia al pie de la cruz,marchó humildemente de él.

En familia, lloró Dios en la primera noche de la Navidad, y en familia, Dios gozó por servir a la humanidad. En familia, Jesús, recibió humildes y regios honores, en familia, subió y bajó a Jerusalén a cumplir con la Ley. En familia, Jesús, aprendió el valor del trabajo y, en familia, respetó y rezó en el día de descanso. En familia, el Niño Dios, nació en la más fría noche, en familia, ese mismo Niño, recibió el aliento que, ante la ausencia del calor humano, un buey y una mula le ofrecieron.

lia! ¡Sí! ¡En familia! En familia, Jesús, creció y, en familia, Jesús, el amor de Dios aprendió.En familia, Jesús, emigró lejos de su país y, en familia, volvió a la tierra que le

En familia, Jesús, se instruyó en el lenguaje del cielo y, en familia, Jesús entendió los signos de la tierra. En familia, Jesús, cultivó el valor de la fe en Dios y, en familia, compartió las esperanzas de los hombres. Algo de bueno, debe de tener la familia cuando, el mismo Dios, eligió formar parte de una de ellas. Cuando, el Padre, quiso ser Padre en el cielo y, por una familia, Padre de todos los hombres y mujeres de la tierra, cuando, Dios, teniendo todo quiso una mujer como Madre y un José como padre para Jesús y una casa donde entretejer la más bella historia Algo, fuera de serie, divino y humano, tiene la familia cuando Dios, tiempo señalado por los profetas al Verbo Encarnado en el corazón de la

Algo, grande, noble, insustituible y santo posee la familia cuando, do Dios, quiso dejarse abrazar, acariciar, cuidar, querer, sostener,

mimar, educar y corregir en una de ellas.

J.LeozJ.LeozJ.LeozJ.Leoz

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2017 Ciclo B

En familia vino Dios al mundo y, con una Madre de familia al pie de la cruz,

y en familia, Dios gozó

en familia, subió y bajó a

en familia, respetó y rezó en

en familia, ese mismo del calor humano, un buey y una

En familia, Jesús, creció y, en familia, Jesús, el amor de Dios aprendió. volvió a la tierra que le

Jesús

En familia, Jesús, cultivó el valor de la fe en Dios y, en familia, compartió las

eligió formar

Padre de todos

mujer como Madre y un José como de amor. puso en el

en el corazón de la

el mismo do Dios, quiso dejarse abrazar, acariciar, cuidar, querer, sostener,