rse y trabajo decente en la argentina: contexto, desafíos y oportunidades

8/14/2019 RSE y Trabajo Decente en la Argentina: Contexto, Desafos y Oportunidades

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RSE y Trabajo Decente en la Argentina Contexto, desafos y oportunidades


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Ilustracin de Tapa: Dolores Furtado

(c) Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad SocialAbril de 2009

Impreso en la ArgentinaHecho el depsito que marca la Ley 11.723

Esta publicacin es parte de las actividades realizadas en el marco del programa conjuntoPNUD/CEPAL/OIT JP/ARG/08/002 "Apoyo al Programa de RSE y Trabajo Decente del Ministeriode Trabajo, Empleo y Seguridad Social".

Los artculos aqu presentados son responsabilidad exclusiva de cada autor y sus opiniones norepresentan necesariamente el punto de vista del Ministerio de Trabajo, Empleo y SeguridadSocial.

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Argentina. Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad SocialRSE y Trabajo Decente en la Argentina - 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Trabajo,

Empleo y Seguridad Social, 2009.192 p. ; 15,5 x 22,5 cm.

ISBN 978-987-25026-0-7

1. Responsabilidad Social Empresaria. 2. Trabajo. I. TtuloCDD 650


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Prlogo pg. 7

por Carlos A. Tomada

Introduccin pg. 17por Nidya C. Neer

1. Una agenda renovada de responsabilidad empresarial pg. 23para Amrica latina en la era de la crisisBernardo Kliksberg

2. La declaracion de la OIT sobre Empresas Multinacionales y la Poltica pg. 43

Social: Caminos de trabajo decente para una globalizacin ms justa Jos Manuel Salazar-Xirinachs

3. Especializacin productiva, transnacionales y desarrollo pg. 65econmico en la ArgentinaBernardo Kosacoff

4. La iniciativa de RSE y Trabajo Decente del MTEySS. pg. 99Tres aos de gestinNidya C. Neer

5. La responsabilidad social en la visin de la empresa actual pg. 133Pablo Montivero Araya

Anexo I. pg. 145Compromisos sobre la RSE para la promocin del Trabajo Decente

Anexo II. pg. 155Declaracin Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales

y la Poltica SocialAnexo III. pg. 185Memoria de actividades de la Red de RSE y Trabajo Decente

Anexo IV. pg. 189La Red de RSE y Trabajo Decente

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Indice


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Prlogo

Robert Castel1

, en su libro "La Inseguridad Social", explica que"la propensin a estar protegido expresa una necesidad inscripta en el centro de la condicin del hombre moderno" y agrega, ms adelante: "la bsqueda de seguridad expresa una exigencia que no es solamente asunto de la polica, los jueces y del Ministerio del Interior. La seguridad debera formar parte de los derechos sociales en la medida en que la inseguridad constituye una falta grave al pacto social".

Con esto, Castel nos avisa sobre un estado de inseguridad inmanente que seinscribe en el centro de la vida misma del Hombre. Inseguridad afectiva, inse-guridad familiar, inseguridad fsica e, incluso, inseguridad laboral.

El paradigma [trabajo + ahorro + amor = felicidad] que imper durante siglosha mudado bruscamente; el nuevo [empleo + consumo + placer = satisfaccin]apenas si propone una salida momentnea, puntual, peligrosamente fugaz.Pero: cunto tiempo ms podr la Humanidad sostener este modelo? Cuntoms habr de correr el ser humano tras la quimera de la satisfaccin instan-tnea sin sentirse desprotegido, ajeno y, finalmente, solo?

Sabemos que se trata de algo ms que el empleo. Incluso, dira yo que hastams que un buen empleo. Se trata de la no explotacin. De un mundo de igua-les. De la oportunidad que todos nos merecemos.

Por eso es una RES-PON-SA-BI-LI-DAD. Una responsabilidad empresaria ytambin una responsabilidad del Estado. Es decir, una responsabilidad com-partida por los que ms tienen, a favor de los que tienen poco y nada: el frutode su esfuerzo cotidiano muchas veces mal pago y peor reconocido.

Este, como bien dice la OIT, es un tema que recorre el mundo: la necesidadde que el Trabajo Decente se vuelva una realidad concreta para cada hombrey cada mujer de este planeta.

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1. Robert Castel es Doctor en Letras y Ciencias Humanas y se desempea como director de estudios de laEscuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pars.


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La tarea requiere de algo ms que alguna que otra voluntad dispersa y ciclot-mica. Demanda una verdadera sinergia; casi dira de la simbiosis del poder

poltico y el poder econmico en pos de este objetivo.Porque la creacin de nuevos y mejores empleos, la reduccin de la informa-lidad; el combate del trabajo infantil; la promocin del empleo juvenil y parala mujer; la extensin y mejora de la cobertura social; el impulso a la educa-cin y capacitacin laboral; el refuerzo de la competitividad y productividad y,el crecimiento personal y profesional de los trabajadores es un asunto querequiere, como mnimo, de la articulacin de lo pblico con lo privado.

En nuestra regin se estn fortaleciendo las economas bajo nuevos patronesde crecimiento, que provocan una pregunta clave: es posible pensar un mode-lo de desarrollo econmico que descanse en el trabajo como fuente de progre-so e integracin social? Con matices, la mayor parte de nuestros interlocuto-res europeos o estadounidenses contestarn a esta pregunta ms bien negati-vamente.

Sin embargo en Argentina, y me arriesgo a decir en Amrica Latina, el desarro-llo y la modernidad civilizada no vendrn por las vas del "fin del trabajo" sinode su promocin. Recordamos al decir esto que un pensador contemporneoRalph Dahrendorf, considera impensable la gobernabilidad y el orden socialsin oferta de trabajo, econmicamente til para todos.

Sin lugar a dudas, ese es un desafo para los gobiernos de todas las latitudesque entienden que la promocin del trabajo decente es una herramienta fun-

damental, no slo para la constitucin de sociedades cohesionadas, sino tam-bin para la consolidacin de la gobernabilidad democrtica.

El Gobierno Argentino ha introducido esta preocupacin en el marco de losObjetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas. Estamos conven-cidos que el trabajo es el eje articulador de un programa de crecimiento eco-nmico con desarrollo humano y social.

Ese es tambin un enorme desafo para el sector privado, as como una opor-tunidad para la constitucin de un patrn de desarrollo econmico en un con-


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texto global. Un desafo, vale aclarar, que le compete en especial a la gestinhumana de una empresa sostenible.

Sin embargo, la creciente globalizacin econmica ha trado aparejada conse-cuencias negativas para los trabajadores de la mayor parte de los pases delmundo, especialmente de los menos desarrollados, entre los cuales se inclu-yen los latinoamericanos. La disminucin de los estndares laborales, la ines-tabilidad ocupacional, los bajos salarios, la desproteccin social, las largas jor-nadas de trabajo y la explotacin del trabajo infantil y adolescente son algu-nos de los efectos ms preocupantes a los que ha dado lugar la aplicacin de

polticas neoliberales en esta regin.

La inequidad no es solo una cuestin tica, es tambin una de las mayoresbarreras al desarrollo econmico y social.

Las instituciones del mercado han mostrado a lo largo de las ltimas dcadasserias dificultades para corregir tales desequilibrios sociales. Ya en el ao1944, la Declaracin de Filadelfia afirm que el trabajo no puede ser conce-

bido como una mera mercanca. Hoy asistimos a un renovado consenso mun-dial en torno a la idea de que no puede haber globalizacin justa sin trabajodecente.

Las polticas de responsabilidad social empresaria constituyen una interesan-te respuesta estratgica del sector privado mundial a los desafos planteadospor la globalizacin. La creciente interdependencia de mercados, comunida-des y personas vuelve demasiado estrecha una visin del desarrollo empresa-

rio ceida nicamente a los objetivos de rentabilidad comercial.

Ya no puede pensarse que la creacin de valor a largo plazo se pueda realizarsin considerar la gestin de los impactos sociales, econmicos y ambientalescausados por la operacin de las empresas, ya que es la gestin de estosimpactos la que permite reducir costos y manejar riesgos.

El cambio en la concepcin del rol de la empresa que la RSE supone, se fundaen el mensaje central del desarrollo sostenible, cuya tesis principal sostieneque los objetivos del crecimiento econmico, la cohesin social y la proteccin


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del medio ambiente se hallan intrnsicamente relacionados.

La comunidad internacional cuenta con valiosos instrumentos que permitenreorientar las acciones empresarias y que hoy estamos colocando en el centrode nuestra reflexin.

Tenemos ante nosotros la oportunidad de comparar, debatir, analizar y de-sarrollar los contenidos de dos importantes instrumentos: las directrices de laOCDE para las empresas multinacionales, a las que Argentina adhiri, y la"Declaracin Tripartita de Principios sobre las empresas multinacionales y la

poltica social", adoptada por el Consejo de Administracin de la OIT en su204 Reunin de noviembre de 1977. Ambas revisadas en el ao 2000.

En la comparacin entre las Directrices y la Declaracin adoptada por la OIT,lo que importan son las coincidencias.

La OCDE rescata los valores de la libertad sindical, de la negociacin colecti-va y su presupuesto indispensable, el derecho a la informacin. As como el

compromiso que toda Empresa Multinacional debe asumir con su entorno eco-nmico, social, laboral, ambiental, por el alto impacto que su presencia tieneen los pases en donde se las recibe.

Una de las notas comunes que aparece tanto en las directrices de la OCDEcomo en la Declaracin de la OIT responde al carcter voluntario de laResponsabilidad Social Empresaria y al carcter voluntario de la aplicacin deestas orientaciones.

Esto me trae necesariamente al valor del consenso, al valor de la metodologade la OIT para asegurar el cumplimiento de sus normas y decisiones.

Al consenso hay que agregarle voluntad poltica y a la voluntad, objetivos cla-ros respecto de lo que se quiere y de lo que se debe lograr para que este seaun mundo ms justo para todos y todas.

Es necesario destacar que pese a que los principios generales de la RSE sehallan definidos en este conjunto acotado de iniciativas internacionales, suscontenidos no pueden ser idnticos en todos los pases del mundo. Esta adap-


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tacin de la RSE a las condiciones en las que se desenvuelven las nacionesexplica el hecho de por qu en la Argentina los contenidos ligados a la dimen-

sin laboral han ido ocupando un lugar cada vez ms destacado en la agendade discusin pblica, en sintona con la centralidad otorgada al trabajo en ladefinicin de las polticas nacionales de desarrollo econmico y social.

En el mbito laboral se trasluce la constatacin de que, por la convergenciade la globalizacin y la reestructuracin de las redes de produccin y distribu-cin, la liberalizacin indiscriminada del comercio a nivel regional y global, laspolticas de flexibilizacin instrumentadas en la dcada pasada, y la ausencia

del Estado para cumplir cabalmente con su rol fiscalizador, se ha producidoun deterioro de los estndares laborales y las condiciones de trabajo.

Por ello, desde mayo 2003, se hizo necesario sensibilizar y promover con fir-meza el respeto a los principios del trabajo decente en todos los niveles de lasempresas, cualquiera sea su tamao y sector de la actividad.

An en su relatividad o incipiente desarrollo, la nocin de RSE es til para

avanzar con equidad. Es un concepto universal que la empresa socialmenteresponsable no utiliza los despidos como primer recurso para la reduccin decostos. Tampoco se limita a cumplir con los derechos laborales internaciona-les integrados en las normativas nacionales, sino que invierte en capacitacinde sus trabajadores y en condiciones de trabajo. Permite la organizacin desus trabajadores, no ejerce ningn tipo de discriminacin y su poltica deremuneraciones, beneficios y carrera apunta a valorizar las competencias ypotencialidades de sus trabajadores para un mayor desarrollo profesional.

Asimismo, tiene una alta conciencia del cuidado de la salud y la seguridad enel puesto de trabajo.

En la Argentina, la Red de Responsabilidad Social Empresaria y TrabajoDecente es una iniciativa liderada por el Ministerio de Trabajo con la finalidadde promover la cultura del trabajo de calidad y el dialogo social como condi-cin para el desarrollo de una economa inclusiva, sustentable y competitiva.Cuenta con la participacin de ms de 100 entidades empresariales lderes,cmaras y empresas de primera lnea, el apoyo de Universidades pblicas yprivadas e instituciones acadmicas, organizaciones de la sociedad civil y elpatrocinio de la CEPAL, PNUD y OIT.


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Busca aumentar el grado de concientizacin de los actores sociales propician-do un concepto de empresa sostenible preocupada por incorporar a su norma-

tiva interna, polticas de promocin del trabajo decente mediante la articula-cin de las polticas estatales y las de responsabilidad social a travs de inno-vadores programas diseados y puestos en prctica conjuntamente. Es unanovedosa forma de gestionar polticas a travs del estmulo de una sinergia pri-vado-pblica que supera antiguas confrontaciones entre Estado y mercado.

Resultado de estos casi tres aos de trabajo, esta red conformada por los acto-res sociales ha construido y suscripto en 2007 ante el Presidente de la Nacin

Argentina un Compromiso de Responsabilidad Social Empresaria y TrabajoDecente, elaborado con la intencin de superar el mero cumplimiento de la leylaboral mediante el reconocimiento explcito de la dimensin tica de las rela-ciones laborales y la promocin de ms y mejor trabajo con igualdad de opor-tunidades.

Despus de un intenso trabajo impulsando la responsabilidad social empresa-ria desde el Ministerio de Trabajo y otras reas del Gobierno Nacional, se

empieza a entender que el desarrollo de estrategias productivas generadorasde empleo de calidad es un motor de desarrollo empresarial y nacional, y quemedidas de inclusin de trabajadores marginados por el desempleo y la pre-carizacin laboral, es uno de los principales indicadores de esta responsabi-lidad social.

Hasta ahora la agenda de RSE ha sido forjada por las empresas multinaciona-les, consumidores, inversores y gobiernos de los pases industrializados. Pero

segn un informe del Banco Mundial, no ha sido incluida en igual medida enlos sectores pblicos de los pases emergentes. Sin embargo, es precisamen-te all donde adquiere mayor importancia.

Es razonable que los gobiernos adheridos a la OCDE se comprometan a alen-tar a sus empresas a observar un conjunto de principios y estndares recono-cidos donde sea que ellas operen, pero lo importante para nuestros pasesemergentes, es la indispensable recomendacin que alienten a sus directivoso socios locales en los negocios, incluyendo distribuidores, proveedores y sub-contratistas, a aplicar los principios de conducta corporativa responsable.


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va a colocar la economa al servicio del hombre y de la voluntad poltica deaquellos que tenemos responsabilidades frente a los ciudadanos y ciudadanas

en pos del objetivo de una mejor redistribucin del ingreso.Por eso el Estado asume su rol de coordinador a la vez de facilitador de las ini-ciativas, actuando como multiplicador de las potencialidades y efectos de losprogramas pblicos y privados. De los primeros porque los integra a modalida-des renovadoras y validadas de intervencin que, a posteriori operarn demanera generalizada y, de los segundos, porque seguramente el modelo dereflexin y ejecucin estatal operar positivamente en sus prcticas.

As, los actores aparecen fortalecidos a la hora de difundir y promover susacciones pues se apoyan en una plataforma de consenso que no slo le brin-da solidez a sus actos sino, y sobre todo, la posibilidad de extender esta arti-culacin a organismos internacionales como la OIT y la OCDE, entre otros.

Y esto es relevante porque en 2008, todos los pases mandantes de la OIT,adoptaron la "Declaracin sobre la Justicia Social para una Globalizacin

Equitativa" en la que se consolida el rol del Trabajo Decente en el contextomundial. Un contexto que la crisis financiera internacional desatada a finesdel ao pasado torna muy complejo.

Por eso se vuelve sustantiva la aplicacin del Programa de Trabajo Decentecuyos cuatro objetivos inseparables2, unidos a la nocin de ResponsabilidadEmpresaria Social, servirn, sin duda alguna, como paliativo a los efectosnegativos que esta crisis ejercer sobre el empleo y, por lo tanto, sobre millo-

nes de personas que sentirn, nuevamente, el desamparo y el golpe a la dig-nidad que provoca el hecho de perder su puesto de trabajo.

Nuestro modelo productivo estaba -y sigue estando- profundamente ligado a lacreacin de empleos dignos. Creemos firmemente en que el trabajo es el ejearticulador de un programa de crecimiento econmico con desarrollo humanoy social y nos hemos comprometido en el apalancamiento de esta idea.Probablemente hoy, esta idea hasta no hace mucho descalificada, est siendo

2. Los objetivos son: 1) Promover el cumplimiento de los principios y los derechos fundamentales en el trabajo; 2) promover el empleo y la creacin de empresas; 3) ampliar la proteccin social y, 4) reforzar el dilogosocial. Esto junto con los temas transversales de Gnero y Desarrollo.


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re-evaluada por los gobiernos de las naciones desarrolladas que han empeza-do a mirar hacia el Estado y hacia la fuerza ms importante que tiene cual-

quier nacin del mundo que es la fuerza de sus hombres y sus mujeres.Como fuere, mi deseo frente a toda la discusin, la polmica, la incertidum-bre y hasta la desesperacin que produce una crisis de la magnitud de la queestamos atravesando, es que las ideas plasmadas en este libro sirvan paraechar luz sobre las cuestiones en debate.

Hay, en estas pginas, aportes diversos, miradas diferentes, pero una absolu-

ta honestidad intelectual. Hay anlisis, propuestas, diagnsticos todo desdela perspectiva de quin entrega su saber no por la vanidad del conocimientosino por la intuicin de que sern necesarios marcos tericos para aplicar a losmodelos de resolucin de los desafos que se nos irn planteando.

Hay un esfuerzo y una expectativa en estas pginas, una esperanza que acom-pao con este prlogo, en la confianza de estar realizando un aporte pluralpero consistente que ayude a visualizar al Trabajo Decente y la

Responsabilidad Social Empresaria como herramientas para lidiar con la cri-sis pero, sobre todo, para proyectar un futuro mejor en el mundo del trabajo.

El trabajo decente, la responsabilidad social, no son palabras correctas paradecir en el momento oportuno. Son valores centrales de una sociedad quequiere volver a sentirse orgullosa de lo que es y a creer en su futuro. No haymercado, no hay democracia, no hay vocacin de justicia social en nuestrospases que pueda prescindir de ellos.

Carlos A. Tom adaMinistro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social


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Introduccin

A principios de 2006 el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Socialpuso en marcha el Programa de Responsabilidad Social Empresaria con laintencin de profundizar en sus mejores prcticas en materia laboral y fomen-tar el debate sobre los modos de ampliar las contribuciones del sector privadoal desarrollo.

Como ejemplo singular de alianza publico-privada hoy forman parte de su Redde RSE y Trabajo Decente cien actores sociales, lo que nos coloca en unasituacin privilegiada para propiciar el intercambio de experiencias, la trans-parencia informativa y el dilogo abierto en la materia.

Promovida a partir de nuestra inquietud de una mayor coordinacin entre lasactuaciones pblicas y privadas en favor del desarrollo de los sectores socia-les ms desfavorecidos, propusimos la incorporacin de tres inductores a lasestrategias organizacionales que permitieran alinear las empresas a los objeti-vos de la sustentabilidad:

La articulacin pblico-privada, que nos permite construir una visin unifi-cada de los actores sociales, incentivando la complementariedad de estra-tegias e iniciativas para el desarrollo sostenible.

El estmulo al dilogo social, como comprensivo de las demandas de los

diversos pblicos, convocando a un proceso de construccin de prcticas devalor compartido e inclusin social.

El desarrollo de la RSE a lo largo de la cadena de valor, para permitirampliar la base de empresas inmersas en el nuevo paradigma, haciendo hin-capi en las pequeas y medianas, como generadoras de valor econmico,de trabajo y de tejido social.

Resultado de un sistemtico y comprometido trabajo en talleres, hemos imple-mentado en estos tres aos proyectos de elevada calidad, innovacin e impac-to social para la promocin del empleo juvenil. Diseamos el programa


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Jvenes con Futuro de formacin y desarrollo de prcticas calificantes enempresas lderes que da una respuesta social articulada a los problemas de

insercin laboral estable de los jvenes de sectores vulnerables, construyendovinculaciones institucionales con el mercado de trabajo de calidad por mediode la mejora de sus niveles de empleabilidad y de capital social.

Paralelamente, nos encontramos en proceso de formulacin de un programade formacin de proveedores que brinde a las lderes un instrumento tcnicode gestin responsable en la cadena de valor. Ideado como una herramientageneralista e integral, el programa establecer procedimientos y criterios de

evaluacin destinados a la planificacin de acciones correctivas o de mejora,y a la aplicacin de mtricas disparadoras de necesidades de seguimiento ycapacitacin.

Producto de este ejercicio de dilogo social, nos hemos dado asimismo unacuerdo marco rector:Los Compromisos sobre la Responsabilidad Social de la Empresa para la promocin del Trabajo Decente , surgidos de la bsqueda deuna mejora sustantiva en los contenidos de la negociacin colectiva que con-

templen el reconocimiento explcito de la dimensin tica de las relacioneslaborales y sus derivaciones de accin. En esa lnea hoy estamos trabajandoen la incorporacin de nuevas problemticas a la negociacin colectiva paraestimular, difundir e impulsar medidas de responsabilidad social en el planode la dimensin interna de la empresa.

Hace ya ms de treinta aos, Peter Drucker deca que las empresas deberanauditar no solo sus cuentas, sino tambin su actuacin respecto de la misin

y los valores corporativos que las guan. Hoy que la crisis internacional haceque se pierdan miles de puestos de trabajo en el mundo, pareciera que esta-mos transitando en ese sentido.

Es poco probable que el cambio venga de la mano de nuevas regulaciones.Ms bien, parece que la transformacin estar marcada por el xito de algu-nas empresas lderes en RSE que tambin estn demostrando excelentesresultados econmicos, incluso en tiempos de incertidumbre. Ellas estnbasando sus logros en el factor de la innovacin aplicada al mercado y en elfranco y abierto dilogo con las partes interesadas, tanto hacia adentro comohacia fuera de la empresa.


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Se ha avanzado mucho en materia de certificaciones. Quienes inicien el pro-ceso de incorporacin de buenas practicas laborales y ambientales en sus sis-

temas de gestin estarn mejor posicionados para el ingreso a los mercadosinternacionales. Todo parece indicar que el ignorar o vulnerar estos principiosy derechos fundamentales, se convertir en el futuro cercano en una verdade-ra barrera de ingreso.

Para profundizar en este proceso de cambio, reunimos un conjunto de aportesconceptuales y reflexivos que entendemos centrales al contexto presente.

La crisis internacional no slo obliga a considerar las estrategias de desarrollonacional, sino tambin la contribucin del sector empresario al mismo. El pri-mer artculo, escrito por Bernardo Kliksberg, nos aporta una exploracin sobreel rol de la RSE en la crisis y sus posibles derivaciones. Afirma que la crisisconsolida la direccin hacia un nuevo paradigma de la responsabilidad socialcaracterizado por el desarrollo de polticas de personal respetuosas de losderechos de los integrantes de la empresa, de transparencia y buen gobiernocorporativo, de juego limpio con el consumidor, de proteccin del medioambiente, de integracin a los grandes temas del bienestar comn, y, final-mente, del compromiso de no practicar un doble cdigo de tica en sus ope-raciones.

El autor sostiene que la empresa privada deber convertirse en un aliado estra-tgico de los gobiernos en la tarea de afrontar los desafos de la crisis mundialy de la manifestacin de sus repercusiones en el escenario local. Se requerirpara ello de una nueva agenda de la RSE y de una aceleracin del proceso dedesarrollo empresarial hacia una etapa de cabal asuncin de la misma.Concluye que la primera obligacin de la empresa privada en el escenarioemergente es colaborar activamente con la poltica pblica en la creacin yproteccin del empleo decente.

La consolidacin de las polticas de RSE en este nuevo contexto requerir demayores referencias a los marcos ordenadores de la accin social empresaria.

La Declaracin Tripartita sobre Empresas Multinacionales y la Poltica Socialde la Organizacin Internacional del Trabajo nos proporciona importantesorientaciones para la planificacin de las acciones a ser encaradas. El segun-


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de las utilidades, las crisis financieras y los caprichos de liderazgo si estatotalmente arraigada en la cultura corporativa, la estrategia y los sistemas de

gobernanza. Ello, en el convencimiento de que no habr desarrollo de laempresa sin un paralelo desarrollo de su entorno y que la profundizacin deese camino ser un factor de ventaja competitiva para las que as lo entien-dan. Junto a ellas estaremos desde el estado para apoyar este proceso y gene-rar espacios de trabajo asociado.

Nidy a C. NeerAsesora del Ministro


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(8,25 la hora), que ganaban amplios sectores.

Tambin la que se le hizo a John Tayhn presidente de Merrill Lynch, que yahabiendo sido su empresa absorbida por otra, con dinero del Estado, anticipel pago de bonos por 4.000 millones a los altos ejecutivos. Asimismo en plenacrisis hizo redecorar su oficina por 1.200.000 dlares incluyendo una alfom-bra por 87.000 dlares y una cmoda de 35.000 dlares.

Adems estas conductas del alto nivel corporativo mostraron una total insen-sibilidad a la posible ira de los ciudadanos. Uno de los tantos casos de mani-

festacin de esta "campana de cristal" fue la comparecencia de los presiden-tes de las tres grandes empresas automotores al Congreso para pedir desespe-radamente un rescate multimillonario. Se les pregunt en primer trmino,como haban viajado de Detroit a Washington. Indicaron que en avin privado.Se les mostr que el costo de ese viaje en el que pedan ayuda masiva del con-tribuyente era 60 veces el que hubieran tenido comprando un pasaje business.

En la ira popular contra AIG se estuvo cuestionando todo un estilo de culturacorporativa que era el antimodelo de la idea de responsabilidad social empre-saria.

Reflejando los sentimientos ciudadanos el Presidente Obama (16 de marzo de2009) denunci a las corporaciones que "usan el dinero de los contribuyentespara pagar sus remuneraciones, comprar cortinados de lujo, o desparecer enaviones privados". Calific los pagos de cerca de 20.000 millones de dlaresen bonos a fines de 2008 a altos ejecutivos de empresas de Wall Street fra-casadas como "ultrajantes", y a los pagos de AIG como "el colmo de la irres-ponsabilidad".

1.3 Tercera falla tica: los sesgos de las agencias calificadoras de riesgos.

Las agencias son claves para los inversores. Califican los bonos y papeles emi-

tidos por las corporaciones y los bancos para obtener recursos de los inverso-res. El Congreso americano las interpel y enjuici severamente por su psimotrabajo en los aos de las burbujas. David Segal (New York Times, 18/3/09)

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describe as su operatoria: "Pusieron su sello de aprobacin en incontablessubprimes y valores vinculados que ahora se describen como txicos. El pro-

blema, sealan los crticos, consista en que eran pagadas por las corporacio-nes cuya deuda deban graduar, perciban millones en honorarios y tenan unincentivo financiero en dar altas notas a valores que no lo merecan. Por lomenos 10 grandes compaas que quebraron o fueron rescatadas en el ltimoao tenan calificacin para la inversin. Era lo mismo que dar a pacientes conenfermedades mortales certificados de salud total. Moody' s calific la deudade Lehman Brothers con A2, das antes de que se presentara a quiebra, y ledio a la deuda no asegurada de AIG, un rating de A3, ms alto an que A2,

una semana antes de que el Gobierno se viera obligado a tomar la compaaen septiembre pasado".

Los vacos ticos en las polticas pblicas y la cultura corporativa amoral, quehoy la opinin pblica en Estados Unidos y el mundo desarrollado sancionaseveramente, exigiendo sanciones y cambios de fondo, causaron daos profun-dos a vastos sectores del planeta. Lo sintetiz el presidente de la Comisin deMedios del Congreso americano, Charles Rangel (22/3/09): "Los sueos fue-ron hechos aicos, y las casas se han perdido, porque un reducido grupo deejecutivos se hallaban motivados por codicia en lugar de preservar el sistemadel que Amrica y el mundo dependen".

Contar con un "trabajo decente", el gran derecho que debera asistir a todo serhumano como lo plantea la OIT, se ha transformado para muchos en inalcan-zable. La OIT estima que el nmero de desocupados puede aumentar en 2009en 50 millones. La crisis que primero fue financiera y luego se transform eneconmica, se est convirtiendo rpidamente en humanitaria.

Nueva York tiene el record de personas viviendo en las calles de los ltimos30 aos, el nmero de personas que piden estampillas de alimentacin parapoder comer (50.000) es el mayor en aos, muchas personas en los EstadosUnidos han dejado de comprar medicamentos indispensables porque no cuen-tan con los medios, la pobreza ha aumentado severamente a nivel mundial, se

suceden los estallidos sociales y caen gobiernos enteros.

Hay un clamor por cambios. Hacia el centro de ellos se plantean, junto a gran-

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Cuando los ciudadanos piden RSE, qu es lo que exactamente estn solici-tando de las empresas? Por lo menos los siguientes desempeos:

a) Polticas de personal que respeten los derechos de los integrantes de la empresa y favorezcan su desarrollo . La RSE empieza por casa. Setrata de asegurar condiciones dignas de trabajo, remuneraciones justas, posi-bilidades de avance, capacitacin. Pero al mismo tiempo la idea incluyeactualmente otros temas crticos; entre ellos: la eliminacin de las discrimina-ciones de gnero -que siguen en vigencia en reas como las remuneraciones yel acceso a posiciones directivas- y el fundamental tema del equilibrio fami-

lia-empresa.

La empresa no debe generar incompatibilidades con los roles bsicos necesa-rios para llevar adelante una vida familiar plena, sino por lo contrario favore-cerlos. Es posible con las tecnologas modernas llevar adelante muchas ideasrenovadoras al respecto.

b) Transparencia y buen gobierno corporativo. La informacin debe serpblica y continua, los accionistas deben tener posibilidades de intervencinactiva, los rganos de direccin deben tener idoneidad y ser controlables, sedeben eliminar los conflictos de inters. Un captulo especial es el de lasremuneraciones y los sistemas de incentivos y control de los altos ejecutivos.

c) Juego limpio con el consumidor. Se espera que los productos sean debuena calidad, los precios razonables, y es decisivo que los productos seansaludables. Muchas experiencias recientes han mostrado gruesos problemasen este campo. Van desde los causados por ciertas exportaciones chinas, hastalos efectos altamente nocivos para el organismo de las "fast foods" con suscontenidos de grasas ultrasaturadas, y los juicios masivos a laboratorios farma-cuticos, por medicamentos nocivos.

d) Polticas activas de proteccin del medio ambiente. Ello va desdeconvertir las empresas en limpias ambientalmente, hasta colaborar de mlti-

ples formas con la critica agenda que tiene el mundo por delante en estecampo.

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Con su impulso, se ha cambiado totalmente la ecuacin de Friedman, lasempresas privadas que tendrn mayores chances de tener buena performance

econmica no sern las "narcisistas", sino por el contrario las de mejor RSE.

Investigaciones de todo orden dan cuenta de que a ms RSE, ms competiti-vidad, lealtad de los consumidores, posibilidad de atraer los ms capaces a laempresa, productividad laboral, y confianza en los mercados. En una encues-ta en The Economist (2005) "slo el 4% de los empresarios afirmaron que laRSE era una prdida de tiempo y dinero".

La RSE es una exigencia tica de la sociedad, pero al mismo tiempo es elmodo en que la empresa pueda reciclarse para el siglo XXI. Un Siglo dondedeber rendir cuentas no slo a sus dueos como equivocadamente creaFriedman, sino a todos los stakeholders lo que significa a sus propios emple-ados, los pequeos inversionistas, los consumidores, la opinin pblica, y lasociedad civil en sus variadas expresiones.

La crisis ha agudizado la necesidad de cambios perentorios en las ideas con-vencionales sobre el rol de la empresa en la sociedad. Lo ha entendido muybien la Comisin Europea (marzo 2009) que termina de reclamar a las empre-sas "especialmente del sector financiero" que presten ms atencin a la ticay a las polticas de RSE.

Sus concusiones son similares a las de la ltima reunin de consejo del GlobalReporting Initiative (2009), autoridad mundial en informes de sostenibilidad

que ante el hecho de que "con la falta de transparencia se ha fallado a losaccionistas de las empresas" en la crisis, propone que es hora de reexaminarque la triple rendicin que exige en los balances, econmica, social, ymedioambiental, deje de ser voluntaria y pase a ser obligatoria.

Ya Suecia ha implantado esa obligatoriedad para las empresas con ms de un50% de participacin estatal, y Dinamarca la est aplicando para sus 1.100mayores empresas..

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3. Una agenda para el cambio

La RSE vena avanzando. Ms de 3.300 empresas se han sumado al PactoGlobal de la ONU que manda la aplicacin de principios bsicos por parte delas empresas signatarias en derechos humanos, libertad sindical, trabajo for-zoso, erradicacin del trabajo infantil, abolicin de discriminaciones, ambien-te y corrupcin.

Sin embargo la crisis ha mostrado que existan amplias fragilidades, y un largocamino para recorrer. Puso a foco que haba comportamientos muy lejanos alos que la idea de RSE entraa.

Hoy sectores muy amplios reclaman entre otros aspectos nuevas reglas detransparencia frente a la destruccin de la confianza, una de las bases del fun-cionamiento del sistema econmico, el montaje de esquemas serios y confia-bles de regulacin, y la reestructuracin integral de los ingresos de los altosejecutivos con techos incluidos.

Amartya Sen (Financial Times, 10 de marzo de 2009) destaca que una de lasbrechas agudas que mostr la crisis es la siguiente:

"Haba muy buenas razones para la quiebra de la confianza que ha contribuido a la crisis. Las obligaciones y responsabilidades asociadas con las transacciones han devenido, en los aos recientes, en mucho ms difciles de seguir por el rpido desarrollo de los mercados secun

darios que involucran derivativos y otros instrumentos financierosla necesidad de supervisin y regulacin ha sido mucho ms fuerte en los ltimos aos. Sin embargo, el rol supervisor del Gobierno de USAha sido fuertemente reducido en el mismo perodo, por la creciente creencia en la naturaleza auto regulatoria de la economa de merca do. Precisamente cuando aumentaba la necesidad de supervisin del Estado, se corto la provisin de la supervisin necesaria".

Ms que nunca para restablecer la confianza y superar la crisis se necesitarnaltas dosis de RSE. Las polticas pblicas debern estimularlas y crear unmarco donde los incentivos perversos que surgan de la desregulacin salvaje

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sean reemplazados por regulaciones que garanticen el inters colectivo, y nor-mas de juego que favorezcan incentivos virtuosos.

Por otro lado se requiere que las empresas que siguen en las etapas puramen-te narcista o filantrpica, atiendan el llamado de la sociedad, y tomen el ejem-plo de aquellas que han incorporado a la RSE en su sentido amplio, no comouna estrategia de marketing, sino como una poltica corporativa central.

La RSE que est exigiendo crecientemente la ciudadana, implica en elfondo replantear el mismo rol de la empresa en la sociedad; verla como una

de sus instituciones bsicas que justamente por ello tiene que insertarseplenamente en sus problemticas centrales y estar en la primera lnea desu enfrentamiento.

Un punto clave ser formar en esta direccin. El New York Times se plantea(Holland, 15/3/2009) "No es el tiempo de reentrenar los escuelas que formanlos MBAs?". Un Decano de uno de ellos en USA, Cabrera, dice en la nota alver que casi todos los ejecutivos hoy cuestionados tenan en comn ser MBA:"Algo grande ha fallado. No podemos mirar para otro lado, y decir no es nues-tra falta cuando hay una sistemtica y tan extendida falla de liderazgo".Khurana de Harvard Business School, advierte que "una suerte de fundamen-talismo de mercado tomo posesin de la educacin empresarial. La nueva lgi-ca de la primaca del accionista absolvi a la gerencia de cualquier responsa-bilidad por cualquier otra rea; diferente de los resultados financieros".

La falta de RSE fue parte relevante de la crisis que hoy afecta duramente aamplios sectores del planeta. La discusin sobre si la RSE es necesaria, haquedado superada por los acontecimientos, hace falta ahora pasar a trabajarcon todo vigor en cmo avanzarla.

4. Cmo contestar a la crisis en Amrica latina? El rol de la RSE

La crisis en curso tendr mltiples impactos sobre Amrica latina como sobreotras reas del globo.

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Se prev que puede afectar las exportaciones, el turismo, los flujos de inver-siones, las remesas migratorias, y las fuentes de financiamiento.

La CEPAL prev que el crecimiento del producto bruto para el 2009 estar enel orden del 1,9%. Ello despus de haber crecido los ltimos cinco aos a un4,7% interanual significa una reduccin del 60%. Fuentes privadas estimanincluso una posible cada del producto bruto. En la segunda economa de laregin, Mxico, la CEPAL estima un crecimiento de slo el 0,5%.

La OIT ha estimado que se perdern en la regin, entre 2 y 4 millones de pues-

tos de trabajo. Tambin puede haber un aumento importante en "los trabaja-dores pobres", que son aquellos que estando activos en el mercado de trabajo, reciben un ingreso por debajo de la lnea de pobreza. En un escenario "pasi-vo", sin tomar en cuenta el impacto positivo que puedan tener las respuestasde los gobiernos, el total de nuevos desempleados y trabajadores pobres puedellegar a 9 millones, en una regin que ya tiene ms de 190 millones de pobres.

En la regin ms desigual del planeta, con el peor coeficiente Gini de distri-bucin del ingreso, donde el 10% ms rico de la poblacin tiene el 48,6% delingreso, y el 10% ms pobre el 1,6%, la crisis puede afectar mucho ms agu-damente a los sectores ms dbiles1.

Asimismo pueden agudizar an ms las desigualdades; tener un impacto dife-rencial mucho ms intenso, en los grupos ms vulnerables como las mujeres,los jvenes, las poblaciones indgenas, las afroamericanas, las edades mayo-res, y los discapacitados.

Se requerir entre otros aspectos polticas pblicas agresivas en campos comola inversin en infraestructura, transporte y energa, el fortalecimiento de lapequea y mediana empresa, la extensin del crdito, la puesta en marcha deprogramas dinamizadores del empleo dirigidos especialmente a las mujeres jvenes, y a los jvenes que estn fuera del mercado de trabajo y del sistemaeducativo (que son hoy el 25% de los jvenes de la regin).

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1. Se analiza detalladamente la situacin social de Amrica latina y el tema de la desigualdad en la obra delautor: Bernardo Kliksberg: "Ms tica, ms desarrollo", 19va. edicin actualizada, Temas, Buenos Aires, 2009,y en la obra que escribi con Amartya Sen: Amartya Sen, Bernardo Kliksberg, "Primero la Gente", edicin actua-lizada, Temas, 2009.


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La Declaracin de la OIT sobre EmpresasMultinacionales y la Poltica Social:Caminos de traba jo decente para una globalizacin ms justa.

Jos Manuel Salazar-Xirinachs*

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* El autor es Director Ejecutivo del Sector Empleo de la Organizacin Internacional del Trabajo. Es economis-ta, con una Maestra en Economa del Desarrollo y un Doctorado en Economa en la Universidad de Cambridge.Ex Ministro de Comercio Exterior de Costa Rica.1. Una Globalizacin Justa: crear oportunidades para todos, Informe de la Comisin Mundial sobre la Dimensin

Social de la Globalizacin , OIT. Ginebra, 2004.2. El prrafo 47 del Documento Final de la Cumbre Mundial de Naciones Unidas de 2005 dice lo siguiente:"Apoyamos firmemente una globalizacin justa y resolvemos hacer de las metas de empleo pleno y productivoy de trabajo decente para todos, el objetivo central de nuestras polticas nacionales e internacionales como astambin de nuestras estrategias de desarrollo nacional, incluyendo estrategias para la reduccin de la pobrezacomo parte de nuestros esfuerzos para lograr las Metas para el Desarrollo en el Nuevo Milenio".

Las empresas multinacionales (EMN) son agentes principales de la globaliza-cin. Su influencia y visibilidad las coloca en el centro tanto de los crticos de

la globalizacin como de sus ms ardientes defensores. Al reconocer el rol claveque desempean en la consecucin de un desarrollo sustentable, una globaliza-cin justa y un trabajo decente para todos, y apoyados por la comunidad inter-nacional, las EMN han comenzado a involucrarse voluntariamente en un amplioespectro de iniciativas, tales como cdigos de conducta y otras prcticas.

La Comisin Mundial sobre la Dimensin Social de la Globalizacin1 ha subra-yado que una globalizacin justa debe fundamentarse en un marco de valoresuniversales compartidos y pide la colaboracin de todos los actores de la glo-balizacin -los estados, la sociedad civil, las empresas, los sindicatos, las orga-nizaciones internacionales y los individuos en general. La Comisin Mundialtambin nos urge a hacer del trabajo decente - ms y mejores empleos parahombres y mujeres de todas partes - una meta clave de la poltica econmicaa nivel nacional y global, otorgando prioridad a la creacin de empleo, prote-giendo los derechos laborales fundamentales, fortaleciendo la proteccinsocial y promoviendo el dilogo social.

Este pedido ha recibido el apoyo de muchos gobiernos y de instituciones inter-nacionales, incluso de la Cumbre de la Asamblea General de Naciones Unidasen 20052. La OIT y otras agencias multilaterales se han involucrado muy acti-


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6. "La promocin de empresas sostenibles", International Labour Conference, 96th Session, Ginebra, 2007.Disponible en http://www.ilo.org/public/english/standards/relm/ilc96/pdf/pr-15-pdf. Ver tambin G. Buckley, J.MSalazar-Xirinachs y M. Henriques (2009) The Promotion of Sustainable Enterprises, OIT, Geneva.7 Ver T. Moran, "Una perspectiva desde la Declaracin sobre las EMN hasta el presente: errores, sorpresas ynuevas e importantes implicancias polticas" Documento de Trabajo sobre Empleo n 11, OIT, Ginebra, 2008.

1. Multinacionales y Empleo: contribuciones y desafos.

El sector privado, la inversin y el empresarialismo son factores clave en gene-rar y sustentar el crecimiento econmico; por lo tanto juegan un rol central enla lucha contra la pobreza y las vulnerabilidades. En vista de esto los mandan-tes de la OIT- gobiernos, organizaciones de empleadores y trabajadores - deci-dieron discutir el tema "La promocin de las empresas sustentables" en suConferencia Internacional del Trabajo en junio de 2007. All acordaron lanecesidad de promover el desarrollo de la empresa de modo que el crecimien-to de las mismas est alineado con objetivos de desarrollo sustentable y la cre-acin de empleo productivo y trabajo decente6.

En un mundo cada vez ms globalizado, las EMN son una parte importante delsector privado en muchos pases en desarrollo e industrializados. Han sido losactores principales en liberar fuerzas de mercado que se expandieron por elmundo en desarrollo durante los ltimos 30 aos. En varios pases la IED hahecho una clara contribucin al crecimiento econmico y a la creacin deempleo. Existe un consenso generalizado entre los expertos en que la IED haestimulado la difusin de tecnologas y destrezas en los pases receptores;facilitando el aprendizaje industrial local y el crecimiento y la diversificacinde las exportaciones, factores clave para el crecimiento econmico.

Hay tambin amplia evidencia sobre la creacin de buenos empleos directoscomo resultado de la inversin de las multinacionales. Los trabajadores emple-ados por las EMN generalmente gozan de salarios, condiciones de trabajo y

otros beneficios que son por lo menos iguales y a menudo ms altos que aque-llos de los empleados en empresas locales. A veces tambin estos beneficiospueden hacerse extensivos a las plantas y negocios locales7.

Desde una perspectiva amplia de desarrollo y trabajo decente, sin embargo,persiste el hecho que la distribucin geogrfica de la inversin extranjera esmuy desigual. Con excepcin de la inversin en la industria extractiva que


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tiene una localizacin especfica, la IED fluye hacia las economas industria-lizadas o beneficia solamente a unos pocos grandes pases en el mundo en

desarrollo. Demasiados pases, pequeos y pobres no son capaces de partici-par.

An en aquellos pases en desarrollo que reciben IED, el impacto ha sidobeneficioso solamente all donde hay capacidades de manufactura locales y ungobierno capaz8. La IED llega de muchas maneras, pero su impacto en el pasde acogida no depende solamente de la calidad total del "paquete" de EMN.Ms bien es la capacidad local para absorber y usar ese paquete - junto con

la presencia de un entorno favorable para el florecimiento de empresas sus-tentables- lo que puede generar un crculo virtuoso. All donde esa capacidades dbil y el entorno no lo permite, la IED es difcilmente suficiente para gene-rar crecimiento.

Adems por razones histricas y estructurales la mayor parte de la fuerza detrabajo en muchos pases en desarrollo se ha quedado atascada en la vastaeconoma informal y tiene serias dificultades para acceder a las oportunidadesque ofrece la IED y la competencia global. Se estima que las EMN empleandirectamente ms de 95 millones de personas, concentrados principalmenteen las economas industrializadas. Ello representa solamente el 3,4 por cien-to del empleo mundial total que es de aproximadamente 2.8 billones de per-sonas9.

Hay varios factores que explican la debilidad de las instituciones del mercadolaboral y de la falta de acatamiento de las leyes laborales, que son comunesen muchos pases en desarrollo. Frecuentemente, los Ministerios de Trabajo yotras agencias responsables del mercado laboral y de temas sociales no tienenla capacidad o los recursos para cumplir con su mandato. En algunos casos,la legislacin laboral no es clara o no es bien comprendida por los empleado-

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8. Para un debate ver "Comercio, inversin extranjera y empleo productivo en los pases en desarrollo", Consejode Administracin de la OIT sobre Empleo y Polticas Sociales, Ginebra, noviembre 2004. La Comisin Mundialsobre Crecimiento y Desarrollo ha subrayado la importancia de "un gobierno comprometido, creble y con capa-cidad creciente" para fomentar un crecimiento sostenido e inclusivo y este es un mensaje central del "Informesobre el Crecimiento: estrategias para un crecimiento sostenido y un desarrollo inclusivo" publicado en mayo2008 por la Comisin sobre Crecimiento y Desarrollo, ver www.growthcommission.org.9. Ver Kee Beom Kim, "El empleo directo en las empresas multinacionales: Tendencias e implicaciones",EMP/MULTI Documento de Trabajo n, OIT, Ginebra, 2006.


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10. El hecho de que las instituciones del mercado laboral son con frecuencia consideradas simplemente como

un costo para los empleadores queda demostrado por el modo en que se evala su presencia en los indicado-res de competividad nacional tales como el informe del Banco Mundial "Haciendo negocios". Para una exposi-cin ms completa del tema ver Janine Berg y David Kucera (edit.), "En defensa de las instituciones del mer-cado laboral : cultivar la justicia en el mundo en desarrollo", Palgrave Macmillan, 200811. Conclusiones respecto de la Promocin de las Empresas Sustentables ", Conferencia Internacional delTrabajo, Sesin 96, Ginebra, 2007, Prr. 13 (5)

res. En otros, la su imposicin estricta se ve socavada por la percepcin delgobierno de que los inversionistas locales y extranjeros podran preferir juris-

dicciones ms laxas10

. Instituciones disfuncionales, escasez de recursos yfalta de capacidades son temas centrales que se deben encarar para mejorarel impacto de la inversin en el mercado laboral en los pases receptores.

La Declaracin de la OIT sobre las EMN reconoce la importancia de las pol-ticas y del entorno institucional en los pases de acogida como un determinan-te clave del impacto de la IED sobre la cantidad y la calidad del empleo, lla-mando la atencin tanto de empresarios como de hacedores de polticas hacia

temas tales como la formacin para crear y desarrollar destrezas locales pormedio de transferencia de tecnologa y conocimiento prctico; vnculos haciaatrs con los proveedores locales y con el desarrollo de las PyMEs; medidaspara minimizar los efectos de la reestructuracin; mejoras en las condicionesde trabajo; y buenas relaciones de trabajo. Al centrarse en los temas clave delos mercados de trabajo de los pases en desarrollo, la Declaracin de la OITsobre las EMN contribuye a fomentar la cooperacin entre las EMN y losgobiernos en la tarea de superar barreras hacia un crecimiento ms equitativoy con mejores resultados en el mercado laboral.

2. Un marco integrado para la accin. La Declaracin de la OITsobre EMN

La Declaracin de la OIT sobre las EMN proporciona orientaciones para unbuen comportamiento y ciudadana corporativa11, basada en los valores consa-grados en las normas laborales internacionales y acordadas por los gobiernosy los representantes de empleadores y trabajadores. Aunque es un instrumen-to voluntario, la Declaracin de la OIT sobre las EMN hace referencia a prc-ticas y marcos jurdicos nacionales, normas laborales internacionales relevan-


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Un lder mundial en servicios de colocacin apoya el dilogo transfronteri-

zo entre los gerentes y los representantes de los trabajadores; comprome-tindose en sociedad con el gobierno, los sindicatos, las ONG y organizacio-nes internacionales para combatir las peores formas de explotacin de lostrabajadores migrantes.

Empleo

La Declaracin de la OIT sobre EMN pide a las compaas aumentar las opor-tunidades y los niveles de empleo en la medida de lo posible tomando encuenta las polticas de empleo y los objetivos de los gobiernos. Deben dar prio-ridad al empleo, al desarrollo ocupacional, a la promocin y progreso de losnacionales del pas de acogida; usar tecnologas que generan empleo, directae indirectamente; y construir vnculos con las empresas locales abastecindo-se de insumos locales, promoviendo el procesamiento local de las materias pri-mas y la manufactura local de partes y equipos. Tambin se insta a las com-

paas a ampliar la igualdad de oportunidades y trato en el empleo. Por lti-mo las compaas deben asumir un rol protagnico en la promocin de laseguridad en el empleo anunciando con prudente anticipacin los cambiosoperativos que se proyectan y evitando los despidos arbitrarios.

Las compaas, a causa de sus mismas operaciones, contribuyen a la genera-cin de empleo. Sin embargo algunas piensan ms estratgicamente en cmofortalecer a sus proveedores y ayudarlos a ser ms competitivos y as generar

mayor empleo.

Una EMN que opera en Brasil trabaj con el gobierno nacional y local paragarantizar que la venta de una operacin no resultara en prdida de empleo.

Un productor internacional de alimentos est trabajando para apoyar agri-cultores locales en pases en desarrollo para incrementar su productividady competitividad por medio del desarrollo de destrezas, transfiriendo tecno-

loga, proporcionando microcrditos y apoyando el desarrollo de la infraes-tructura.

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con colaborar con el gobierno para hacer que el proceso de certificacin dedestrezas sea formal y transferible para ayudar a quienes buscan empleo y

a empleadores en el mercado laboral interno y externo.

Condiciones de trabajo y de vida

La Declaracin de la OIT sobre EMN afirma que las multinacionales y otrasempresas deben aportar salarios, prestaciones y condiciones de trabajo que nosean menos favorables que aquellos ofrecidos por empleadores comparables

en el pas de referencia; y los anima a proveer los mejores salarios posibles,prestaciones y condiciones de trabajo, dentro del marco de las polticas guber-namentales, para responder a las necesidades bsicas de los empleados y susfamilias. Adems, las compaas deben respetar la edad mnima de admisinal empleo. Y deben mantener los ms altos niveles de seguridad e higiene enel trabajo; examinar las causas de la seguridad industrial y de los riesgos a lasalud; proporcionar informacin sobre las buenas prcticas observadas enotros pases; y emprender las mejoras necesarias.

Algunos ejemplos incluyen:

Muchas empresas multinacionales ofrecen servicios de salud a sus emple-ados y sus familias, particularmente cuando operan en sectores donde lavida privada est estrechamente ligada con la actividad profesional talescomo el sector de plantaciones. En frica, los servicios mdicos a menudoincluyen tratamientos para VIH/SIDA y acompaamiento para su preven-

cin. En otras regiones, como Amrica Latina, pueden llegar hasta apoyarlos esfuerzos de sus empleados para controlar su peso a fin de prevenir laobesidad y las complicaciones de salud relacionadas.

En lo que respecta a la eliminacin del trabajo infantil, muchas compaasse han involucrado en iniciativas en el mbito sectorial y nacional, talescomo los proyectos tripartitos de la OIT para eliminar el trabajo infantil enlos sectores del tabaco y del cacao.

Una compaa de plantacin y procesamiento de la industria azucarera con-tribuye a elevar el nivel de seguridad ocupacional y de normas de salud

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implementando la misma poltica de Seguridad y Salud en Trabajo (SST)que aplica en su pas de origen y en todos los pases en los que opera. Las

directrices para el uso de estas polticas son traducidas a todos los idiomaspertinentes y distribuidas a todos los empleados, quienes tambin recibenuna formacin especializada as como la ropa y equipos necesarios para suproteccin personal. Hay un monitoreo permanente para reducir a un mni-mo el nmero de accidentes.

Relaciones de trabajo

La Declaracin de la OIT sobre EMN resalta la importancia de mantener sli-das relaciones de trabajo. Las compaas deben respetar los estndares en lasrelaciones de trabajo no menos favorables que aquellos observados por otrosempleadores que les son comparables. Deben respetar la libertad sindical y elderecho a la negociacin colectiva y proporcionar las facilidades y la informa-cin que se requiere para sostener negociaciones significativas. Las compa-as tambin deben proveer lo necesario para las consultas regulares que surjan

en asuntos de mutuo inters; y examinar las reclamaciones de los trabajado-res siguiendo un procedimiento adecuado. Adems, todas las empresas debenapoyar a las organizaciones representativas de empleadores.

Algunos ejemplos de cmo las EMN se han convertido en activas promotorasde las buenas relaciones de trabajo en sus operaciones a nivel global:

Muchas EMN han firmado acuerdos marco internacionales con sus hom-

logos de la federacin sindical mundial para su sector particular. Estosacuerdos proporcionan una base para construir relaciones de confianza ytransformar las relaciones de trabajo en pases donde el dilogo social noest plenamente desarrollado. Actualmente hay ms de 50 de dichos acuer-dos.

Un importante fabricante de artculos domsticos trabaja activamente noslo en la organizacin de empleadores de su pas de origen sino tambin a

nivel internacional y en los pases de acogida a travs de subsidiarias.

Una plantacin de t internacional ha establecido una poltica global res-


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veedores. Combina la evaluacin del cumplimiento de la empresa con losestndares laborales a nivel de fbrica, con formacin y creacin de capaci-

dad. La clave del xito es el compromiso activo de las organizaciones pertinen-tes de empleadores y trabajadores, del gobierno nacional y de los comprado-res internacionales.

A la fecha, las actividades en el mbito pas estn dirigidas a estableceresquemas nacionales tripartitos para la industria. La participacin en MejorTrabajo puede ayudar a las empresas a acceder a nuevos contratos con com-pradores internacionales, contribuyendo de este modo a generar nuevas opor-

tunidades de empleo. Mejor Trabajo evala el cumplimiento de la empresa conlas normas laborales internacionales fundamentales y con las leyes nacionalesen materia de salud, seguridad y condiciones laborales. Los resultados de lasevaluaciones se hacen pblicos y tambin se reportan a los compradores, locual incentiva las mejoras.

En cada uno de sus planes de accin nacional, Mejor Trabajo desarrolla unaestrategia para crear capacidad y trabajar con las inspectoras pblicas de tra-

bajo. La estrategia incluye: formacin en el lugar de trabajo para inspectores junto a equipos de Mejor Trabajo; intercambio de datos globales de cumpli-miento con fines a la calificacin de riesgo; y desarrollar en conjunto softwa-re para el seguimiento de inspecciones.

Actualmente el programa est desarrollando nuevas herramientas globales y seha involucrado en el sector de la indumentaria en tres pases, Jordania, Lesotoy Vietnam. Junto conMejores Fbricas Camboya , la primera fase del programa

beneficia a 1.2 millones de trabajadores con el potencial para llegar a muchosmillones ms en sectores tales como agricultura, manufactura liviana, trans-porte, minera, construccin y electrnica17.

b) El sector vitivincola y la Asociacin Agrcola de Comercio tico (WIETA)

Los trabajadores de los sectores vincola y agrcola de Sudfrica, especialmen-te los trabajadores temporales y migrantes, enfrentan muchos problemas rela-

17. Ver www.betterwork.org


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cionados con su falta de seguridad en el empleo, el bajo salario, la falta deacceso a las prestaciones, un inadecuado cuidado de los nios, falta de for-

macin y falta de, o baja calidad de la vivienda que tienen en la explotacin.La bsqueda de una solucin comenz con conversaciones entre los sindica-tos, las ONGs, minoristas y productores de la cadena de valor de CaboOccidental que exporta vino al Reino Unido, lo que condujo a la creacin deuna iniciativa de monitoreo local llamada Asociacin Vitivincola de Comerciotico (WIETA)18.

Establecida formalmente como una organizacin sin fines de lucro en 2002,

WIETA cambi su nombre por Asociacin Vitivincola y Agrcola de Comerciotico en 2006 ampliando su esfera de accin para abarcar todos los sectoresde la agricultura. Sus miembros incluyen un nmero importante de producto-res de vino sudafricanos, minoristas, sindicatos, organizaciones no-guberna-mentales y el gobierno, y ms recientemente floricultores y fruticultores. Sumisin es promover la adopcin de un cdigo de buenas prcticas al mismotiempo que educan a los productores y a los trabajadores, organizan auditoriassociales independientes y monitorean la implementacin de acciones correc-tivas en caso de incumplimiento. Los fondos provienen de fuentes pblicas yprivadas - un grupo de compradores de vino del Reino Unido, la CompaaSudafricana de la Industria Vitivincola (SAWIT), los gobiernos nacional y pro-vincial, la Iniciativa de Comercio tico y ONGs locales.

Una asesora independiente indic que WIETA pudo establecer enlaces entrealgunos interesados e instal mecanismos de inspeccin y contactos con losgobiernos locales. En lo que se refiere a condiciones laborales, se han infor-mado las siguientes mejoras: mejores trminos y condiciones de empleo paralos trabajadores estacionales/ temporales, mejores sistemas de gestin, medi-das de control de riesgo para la seguridad y salud ocupacional, pago de horasextra, reduccin de horas en casos extremos (ilegal) de picos estacionales, finde las prcticas de discriminacin racial y de gnero, y muchos otros cambiosy alineamientos de la prctica empresarial con las leyes laborales tal como seaplican a la agricultura en Sudfrica19.

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18. Ver www.wieta.org.za19. Ver "Iniciativa para mejorar el cumplimiento de las leyes laborales: el caso de WIETA". Programa paraEmpresas Multinacionales, OIT, Ginebra, mimeo, 2007.


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Desde el comienzo, el Departamento de Trabajo ha participado como observa-dor en el Comit Ejecutivo, para maximizar las sinergias con sus servicios de

inspeccin laboral. La Inspectora del Departamento de Trabajo ayud a esta-blecer puntos de referencia viables y pertinentes para el monitoreo y cumpli-miento de las decisiones. WIETA a su vez, ha contribuido con el programa deformacin de la Inspectora del Departamento de Trabajo. Como resultado, laeficiencia del monitoreo y la implementacin de acciones correctivas hanmejorado significativamente. Estos son logros importantes, considerando queel sector agrcola es la mayor fuente de ingresos de divisa extranjera y unempleador de gran envergadura. El vino, en particular, es el principal produc-

to agrcola de exportacin en Sudfrica: los enlogos sudafricanos han incre-mentado significativamente su participacin en el mercado global en los lti-mos aos, colocando su pas en el noveno lugar entre los mayores exporta-dores del mundo

c) Proyecto GTZ/OIT/VOLKSWAGEN: Mejor Salud y Seguridad para los proveedores

En 2004 se lanz este programa piloto en tres pases - Brasil, Mxico ySudfrica. Es un claro ejemplo del inters comn del sector pblico y privadoen crear condiciones sociales, econmicas y ambientales slidas en los pa-ses en desarrollo. Ubicado dentro del marco del Pacto Global de NacionesUnidas, los Estndares Laborales Internacionales de la OIT y la Carta Socialde Volkswagen, el proyecto apuntaba a reducir los riesgos ocupacionales deseguridad e higiene para los empleados de Volkswagen y sus proveedores enlos pases de destino, lo cual mejorara la calidad y la productividad en lacadena de valor, de este modo se llegara a una ms alta competitividad a tra-vs de la reduccin de riesgos y de accidentes, menos horas de trabajo perdi-das, menos ausentismo y mayor motivacin de las fuerzas de trabajo.

El proyecto tambin tiene mecanismos para asegurar la sustentabilidad a nivelnacional por medio de los Comits de Responsabilidad Social Corporativa

(RSC) y de Seguridad y Salud en Trabajo (SST), la introduccin de un mto-do de Optimizacin de Procesos de Consulta, y el desarrollo de un sistema deprevencin en Internet, que tambin puede ser usado fuera de la cadena de


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Al asumir este trabajo, es importante que la OIT forje asociaciones con otrasinstituciones internacionales, multilaterales y bilaterales, que sean pertinen-

tes a fin de aprovechar su ventaja comparativa para lograr mayor xito e impac-to. Esto es particularmente importante en el contexto de las reformas deNaciones Unidas.

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PolticaGeneral

Obedecer las leyes nacionales y respetar las normas inter-nacionales;Contribuir a hacer realidad los principios y derechos funda-mentales en el trabajo;Celebrar consultas con los gobiernos y con las organizacio-nes de empleadores y trabajadores para asegurase que susoperaciones tengan en cuenta las prioridades nacionalesde desarrollo.

Esforzarse por aumentar las oportunidades y niveles deempleo, teniendo en cuenta la poltica y los objetivos de losgobiernos;

Dar la prioridad al empleo, el desarrollo profesional, la pro-mocin y el perfeccionamiento de de los nacionales delpas de acogida;Utilizar tecnologas capaces de crear empleo tanto directacomo indirectamente;Crear vnculos con las empresas locales mediante contra-tos de aprovisionamiento, fomentando la transformacinlocal de las materias primas y la fabricacin local de pie-

zas de recambio y equipos;Extender la igualdad de oportunidades y de trato en elempleo;Actuar como modelo en la promocin de la seguridad delempleo, notificando con antelacin razonable los posiblescambios en sus operaciones y evitando los despidos arbi-trarios.

Empleo

Apndice. Breve Resea de los Principios de la DeclaracinTripartita de la OIT sobre EMNLa Declaracin tripartita contiene recomendaciones acerca de cinco temas.Ella invita las empresas a:


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mas, la paralizacin de las inversiones, la retraccin del comercio mundial yel aumento de las prcticas proteccionistas, son algunas de las evidencias del

cambio de las tendencias econmicas generalizadas en todo el mundo, quehan anulado las hiptesis de los posibles desacoples. La crisis se origin enlos Estados Unidos y se difundi sin freno. Su resultado final es fuente de ml-tiples polmicas, que van desde los planteos de que lo peor no lleg hastalas evaluaciones de una pronta recuperacin. Las distintas proyecciones de laevolucin econmica internacional se caracterizan por ajustarse permanente-mente hacia evaluaciones ms pesimistas. La profundidad de la crisis tendrefectos de largo plazo, cuyo resultado final ser una concentracin de los mer-

cados, y mantengo una visin optimista sobre signos de recuperacin en2010, en particular en la economa de USA, que se caracteriza por su mayorflexibilidad y por poseer las mayores capacidades competitivas.

En primera instancia se requirieron fuertes aportes financieros para inyectarliquidez y dar proteccin financiera. Normalizar las transacciones financierasreduce los impactos negativos sobre la actividad y el empleo. En segunda ins-tancia, la recomendacin tpica frente a procesos como los que vivimos son

polticas anticclicas que puedan sostener la demanda, bajar la tasa de inte-rs, incrementar la actividad y proteger el empleo. La poltica monetaria seorient a bajar las tasas de inters, con el objetivo de facilitar el crdito y ate-nuar los efectos negativos de las turbulencias financieras. La baja de las mate-rias primas y del nivel de actividad frenaron las expansiones inflacionarias. Loscrecimientos de los estmulos fiscales iniciados en los Estados Unidos se estngeneralizando, sin dejar de mencionar crticas a la utilizacin de mecanismosms menos discrecionales, que involucran a empresas y sectores. Una de las

incgnitas ms complejas de la resolucin de la crisis es cmo se lograr sane-ar la situacin de los deudores.

El desafo es contar con mecanismos genuinos para financiar este tipo de pla-nes. Estados Unidos los tiene, con la paradoja de la bsqueda de los inverso-res de la calidad-confianza, que se traduce en una preferencia hacia el dlary los bonos del gobierno americano a tasas nulas. China se sostiene con reser-vas multimillonarias. En un escenario en el cual el financiamiento se ha res-tringido, los instrumentos financieros de apalancamiento han prcticamentedesaparecido y los pases centrales que demandan financiamiento para susprogramas anticclicos, generan una tpica situacin de desplazamiento del

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b) Las medidas de liberalizacin financiera deben estar acompaa- das de mejor regulacin y supervisin prudencial que eviten los comportamientos procclicos y la inadecuada asignacin de los recursos . Las expansiones tienden a aumentar la confianza y los agentesfinancieros toman posiciones cada vez ms riesgosas y menos evaluadas, en elsentido en que involucran mayor endeudamiento en relacin con el capital queposeen. En general, el auge termina con niveles de endeudamiento excesivode todos los agentes, mala asignacin de los recursos -privilegiando el consu-mo ms que la inversin en capital social productivo- y escasa capitalizacinde las entidades financieras, que induce a las quiebras de los deudores y delos intermediarios financieros. Construir una arquitectura financiera interna-cional , que regule y garantice el financiamiento a los pases en desarrollo yque evite el crowding out del limitado financiamiento hacia los pases centra-les, es un aspecto central en la actual crisis.

c) El patrn de especializacin es determinante de la sustentabilidad. El crecimiento de las exportaciones es una excelente noticia para supe-rar las restricciones externas. Pero slo tendrn las externalidades positivas

para sostener el desarrollo en la medida que se basen en la generacin de msriqueza y de mejor calidad. La revalorizacin de las materias primas y el capi-tal productivo previamente construido, deben ser la base para avanzar hacialos bienes diferenciados ms intensivos en la incorporacin de procesos deinnovacin. Esto involucra la generacin de las capacidades tecnolgicasdomsticas, la calificacin permanente de los recursos humanos y el fortale-cimiento empresarial, en un ejercicio colectivo de conformacin de redes deconocimiento y capacidades de produccin. Evitar el incremento de prcticas

proteccionistas de las economas desarrolladas es clave para permitir el desa-rrollo del potencial exportador de los pases en desarrollo.

d) Las empresas transnacionales pueden aportar significativamenteal desarrollo . Pero no es su simple presencia lo que garantiza este papel. Lacalidad de la localizacin en los pases intermedios es decisiva, requirindosede incentivos y reglas de juego que propendan a su mayor insercin en lascadenas globales de valor, con la generacin de conocimiento y capacidades

de produccin domsticas que den externalidades positivas al desarrollo eco-nmico. A la vez, los procesos de integracin econmica deben ser fortaleci-

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Los siguientes grficos reflejan claramente esta tendencia, observndose quetanto en trminos de ingreso per cpita cuanto de productividad Amrica lati-

na ha estado no slo divergiendo respecto de la frontera internacional, sinotambin retrasndose frente a otras regiones del mundo en desarrollo, en par-ticular Asia.

Ingreso per cpita de Asia y Amrica LatinaComo porcentaje del ingreso per cpita de EEUU, en PPP

Comparacin de la brecha de productividad laboral en relacin con losEstados Unidos

(PIB por hora trabajada en cada pas como porcentaje del estadounidense)

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2.2. Las cadenas globales de valor: tendencias y marco conceptual

Si bien la transnacionalizacin de la produccin es un fenmeno antiguo, lastendencias en esa direccin se han profundizado claramente en aos recien-tes, dando lugar al surgimiento de sistemas internacionales de produccinintegrada (UNCTAD, 2002), redes globales de produccin o las ya mencio-nadas cadenas globales de valor (Gereffi et al. 2001).

Los motores que estn detrs de la creciente difusin y alcance de las CGVincluyen el avance de las nuevas tecnologas de la informacin y la comunica-

cin (TIC), las que contribuyen a reducir los costos de coordinacin, logsticay monitoreo de operaciones realizadas en forma geogrficamente descentrali-zada, la baja de los costos de transporte -evidenciada no slo en el campo delas mercancas fsicas, sino tambin en la circulacin de intangibles- y la libe-ralizacin del comercio y la IED -acompaada por la proliferacin de diversasformas de acuerdos bi o plurinacionales, que van desde procesos de integra-cin regional a tratados de inversin. Todos estos factores facilitan la redefini-cin de las estrategias a escala global de quienes son los principales actoresde las CGV: las grandes empresas trasnacionales (ET).

Las oportunidades y retos que surgen a partir del fenmeno de las CGV sonvariadas y sus efectos no siempre son homogneos. La insercin en las CGVpuede contribuir a diversificar las exportaciones, generar nuevos empleos yadquirir nuevas capacidades tecnolgicas en consonancia con las mejoresprcticas internacionales, fortaleciendo la competitividad de los pases msatrasados. Sin embargo, los efectos distributivos y losspillovers (derrames)sobre las economas domsticas -y por ende, ms en general, sus impactossobre el desarrollo- son ms difusos.

La revisin de la evidencia emprica disponible muestra que los pases en des-arrollo, como grupo, han sabido aprovechar mejor los cambios estructuralesocurridos a nivel internacional vis vis lo ocurrido en dcadas anteriores, tantoen trminos de atraccin de flujos de IED -inclusive aquella destinada a rea-

lizar actividades de I&D- como de modernizacin del patrn de especializa-cin comercial.

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son estticas, sino que pueden modificarse a lo largo del tiempo, lo cualdepender no slo de cambios en las estrategias de las empresas involucra-

das, sino tambin de factores institucionales, tecnolgicos, innovaciones orga-nizacionales, etc. (Gereffi et al. 2005). A esta altura cabe, entonces, pregun-tarnos de qu factores depende la adopcin de una u otra forma de gobiernoen las distintas CGV.

Las caractersticas intrnsecas de los productos -por ejemplo, su complejidad-pueden influir sobre el grado de fragmentacin de una industria. As, Lall etal. (2004) sostienen que la intensidad de la fragmentacin de la produccin

depende de las particularidades del bien final, tales como la divisibilidad delproceso productivo, su complejidad, la relacin valor-peso del producto, etc.Asimismo, la naturaleza ms o menos estratgica para la empresa lder dela cadena, del producto o actividad en cuestin, tambin influye sobre lasdecisiones de descentralizacin.

Sin embargo, estos factores no determinan, por s solos, la forma en la que lascadenas se gobiernan. En este sentido, Humphrey y Schmitz (2000) sugierenque se desarrollarn modelos ms jerrquicos cuando los costos de internali-zar las actividades sean menores que los riesgos implcitos en la relacin dela empresa lder con sus proveedores en la cadena; estos riesgos dependen, enltima instancia, de las capacidades de estos ltimos y son, por ejemplo, fac-tores asociados a la calidad, tiempo de entrega, fiabilidad del producto, etc-tera.

A la vez, desde la literatura de la organizacin industrial, y en base a la teorade contratos incompletos, se han presentado argumentos que sugieren que losriesgos de externalizar determinadas actividades tambin dependen de lacalidad del ambiente contractual de los pases en los que las firmas subcon-tratistas se desenvuelven (Helpman, 2006; Nunn, 2005).

En cualquier caso, dadas las carencias en materia de capacidades innovativasy tecnolgicas que exhiben, en general, las redes de proveedores en los pases

en desarrollo -y los dbiles ambientes legales que prevalecen en dichos pa-ses-, es ms factible que las firmas de los pases en desarrollo tiendan a inser-tarse en cadenas con estructuras cuasi-jerrquicas o jerrquicas, mientras per-

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de Asia Oriental muestra las posibilidades de jerarquizacin que existen enciertos contextos. As, en pases como Singapur o Taiwn se produjo una tran-

sicin desde contratos OEM (original equipment manufacturer ) -en donde laempresa nacional produce un bien diseado totalmente por la ET, y lo que sebusca es reducir costos-, a esquemas ODM (original design manufacturer ) -enlos que si bien el diseo bsico del producto todava lo hace la ET, la firmalocal integra las partes y componentes y realiza el diseo de detalle, para bajarcostos y reducir el tiempo de llegada al mercado- y, finalmente, contratos OBM(original brand manufacturer ) -en los que la firma local no slo se ocupa deldiseo en su conjunto, sino tambin de la comercializacin- (Amsdem et al.

2001). Gereffi (1999) sugiere que un proceso similar se dio en el sector ves-timenta, donde se pas de actividades de ensamblaje a lo que el autor llamafull-package supply 5.

Sin embargo, esos procesos distan de ser automticos. Las posibilidades de jerarquizacin dependen, por un lado, del tipo de gobierno de las CGV en lasque las firmas se insertan. Bajo esquemas cuasi-jerrquicos, en los que laslderes se concentran en las actividades intensivas en conocimiento y slo tras-miten una serie de requisitos tcnicos a sus proveedores, el intercambio deactivos intangibles que estimule los procesos de aprendizaje de aqullos serprobablemente limitado (en consecuencia, los tipos de jerarquizacin msobservados son los vinculados a productos y procesos). En cambio, en estruc-turas horizontales ms cercanas a redes (networks ), son comunes las relacio-nes de cooperacin entre firmas, as como ms factibles los procesos de jerar-quizacin funcional (Humphrey y Schmitz, 2000)6.

Pero la jerarquizacin -tanto en las CGV intracorporativas como en las queincluyen relaciones con terceros- tambin depende de las condiciones locales.Entre ellas podemos mencionar la estabilidad macroeconmica e institucional,las polticas pblicas vigentes, la disponibilidad de capital humano, la existen-cia de clusters consolidados, las capacidades tecnolgicas y de absorcin delas firmas domsticas, el funcionamiento de los sistemas nacionales de inno-

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5. Los"full-package suppliers" son responsables de una serie de actividades que pueden ir desde la compra demateria primas hasta contribuciones en el diseo o el manejo de la logstica global (Bair y Dussel Peters, 2006).6. Para un anlisis emprico de la forma en que interactan los procesos de jerarquizacin(upgrading)y elgobierno de las CGV ver Giuliani et. al.(2005).


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regin. Las ET han tenido presencia en varios pases de Amrica latina desdela etapa del modelo agroexportador. A posteriori, tuvieron un rol fundamental

durante la industrializacin sustitutiva de importaciones, en particular en lasnaciones ms grandes. En los 90 hubo una nueva oleada de avance de la IEDen Amrica latina, de la mano de las reformas y la globalizacin. Sin embar-go, pese que Amrica latina ha tenido un rol significativo como destino de laIED, los impactos de esta ventaja -frente a regiones de mucho menor atracti-vo, como Africa- ,

rse y trabajo decente en la argentina: contexto, desafíos y oportunidades

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