robert h. jackson y los lo que dice y lo que...

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m . EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - DOMINGO 4 DE SETIEMBRE DE 1938. H Robert H. Jackson y los monopolios y oligopolios Demócratas y republicanos combaten trusts pero no hallan la manera de eliminarlos sin perjuicio para la economía NUEVA YORK. (Editors Press.) Ningún partido o gobierno que as- pire a la popularidad puede dejsr de atacar a loi monopolios en lo» Ettadot Unidos. Embestir contra loa trusts es la forma más segura de éxito y de impunidad en el ca- mino del favor de las masas. Sin embargo, todos los partidos y to- dos los gobiernos han encontrado la manera d e entreabrir alguna puerta para que los monopolios si- gan su curso y cuando uno habla privadamente con los dirigentes halla siempre una cierta vacilación acerca de la utilidad pública que tendría la desaparición de los mo- nopolios. Funciona ahora en Washington un Comité Investigador dejado por el 75 Congreso cuya misión es pre- parar la información necesaria pa- ra que el Congreso 75, si es llama- do otra vez a sesión especial, o el 76 en su defecto, legislen sobre es- te nunca resuelto problema. El presidente Roosevelt acometió briosamente contra los trusts sólo a fines del año pasado cuando la "depresión Roosevelt" habla llega- do a marcar alarmantes descensos en todos los Índices económicos, en mis rápida calda que en la ca- tastrófica crisis de 1929. Durante toda su administración el Gobierno na ha instaurado sino Juicios contra los trusts por violación de las leyes Sherman o Clayton. Du- rante la administración republica- na de Hardlng fueron 133 y 90 y 80 respectivamente durante los pe- riodos republicanos también de Co- la famosa N. R. A. con el emblema del Águila Azul, para regular la Industria y la A. A. A. que regla- mentaba Ja producción agrícola. La primera permitió a los indus- triales de una misma rama redac- tar sus propios "códigos" de prác- ticas leales" que ningún industrial podía alterar sin permiso de los otros. Es decir el New Deal lega- lizaba y realizaba abiertamente lo Jackson. que los trusts hadan encubierta- mente o en desafio de la ley. La Agriculture Admmistratlon A c t "forzó" a los agricultores a agru- olidge y de Taft. Wllson inició 80, parse para reducir su producción e y Hoover 28. Antes de proponer su investiga- ción parlamentaria Roosevelt lan- a la palestra pública a dos de sus más fieles y decididos vocero», el Aasistant Attorney General' Ro- bert Houghwout Jackson y el Mi- nistro del Interior Harold Idees. Después de sus discursos de diciem- bre y enero respectivamente el pueblo debió quedar convencido de que al el país descendía por una nueva crisis económica todo se de- bía al "blg-business", a los trusts. Resulta curioso analizar aquella arenga de Jackson que a la sazón parecía el nlflo prodigio del New Deal, candidato a Gobernador de Nueva York y posible sucesor de Roosevelt para 1940. Porque Jack- son atribuyó la crisis de esos me- ses a "la anarquía aristocrática" producida por Wall Street y a lo que Slr Arthur Salter llamó "la huelga r 1 - capitales para combatir las med is políticas que se temen de la administración." Ninguna ley se ha pasado que cambiara esa si- tuación de entonces acá y ninguna medida de administración o priva- da la ha alterado. Sin embargo habla lúgubre depresión en diciem- bre y hoy el país se regocija con la secunda prosperidad Roosevelt. imponer precios altos a los consu- midores, que es exactamente lo que las leyes Sherman y Clayton prohiben. Para que estas leyes pu- dieran funcionar se declaró que no eran aplicables a los casos consul- tados en ellas declarados inconsti- tucionales por la Corte Suprema con protesta de la Casa Blanca.— Acusada de inconsistencia también por el ataque a los monopolios que alzan los precios siendo que la po- lítica de la administración ha sido también de altos precios Washing- ton responde que el alza de precios que ella propicia es para pagar más salarios y asegurar sólo una utilidad equitativa al productor. Y cita el caso de la industria del acero que aumentó sus precios en 375 millones por ano mientras* su- bía los salarios sólo 250 millones. Asi. dijo Jackson, "los monopolios cavaron su propia crisis", merman- do el poder comprador del país. Coincidiendo con la Investigación parlamentaria en curso ha surgido una abundante literatura que se- ñala los aspectos complicados de este problema y quiere probar que la organización de los negocios In- dustriales en graiítles corporacio- nes no es mala por el hecho de ser grande. Con todo el programa con miento económico de los Estados Unidos. Frank admite sin reparos que no es todo perjudicial en las grandes coordinaciones Industria- les que han contribuido a la pro- ducción en masa y hecho posible la competencia de la Industria americana en los mercados mun- diales a pesar de sus altos costos de producción. Raymond Moley, un tiempo jefe del brain trust de Roosevelt, eacribe que cuando se haya disipado el humo de la pi- rotecnia electoral en torno de la investigación de los monopolios se verá que la solución no está en aniquilarlos. El Brookings I n s- titution, conodda por la imparcia- lidad de sus estudios económicos, ha publicado un libro "La Política Industrial de Precios y el Progre- so Económico" en que llega a pa- recidas' conclusiones.: Se cita el caso del casi monopolio de los neu- máticos que ha rebajado en 38 por ciento el precio para los consumi- dores en los últimos ocho artos. La campaña contra los monopo- lios centró un tiempo en el ata- que contra las "cadenas de alma- cenes" para venta al detalle. Va- rios Estados pasaron legislación contra ellos. Cuando California in- tentó un medida semejante las "ca- denas" llevaron la cuestión al electorado. Los productores y agri- cultores se alinearon ron ellas por- que eran sus mejores clientes, las dueñas de casa porque allí com- praban mejor y más barato. Las cadenas ganaron la Jornada ples- biscitaria. La estadística muestra que de los 30.000 millones de dó- lares de productos industriales y agrícolas que se diatribuyen en el país 6.000 millones siguen el curso de los almacenes en cadenas. El caso de California parece haber detenido la ola de legislación con- tra esta clase de monopolios. La opinión pública convenientemente basada en los intereses de produ.> tores y consumidores ha sido -más fuerte que las plataformas tradi- cionales de los partidos. Jackson. el hombre efue disparó Crónicas de Bob Davis El templo pagano de Badia a Settimo BADIA A SETTIMO, Italia.— De los muchos millares de turistas que cada afio visitan las ciudades Ita- lianas con el propósito de admirar las obras de arte realizadas a tra- vés de los siglos por la mano del hombre, tal vez el 80 por ciento consideran a Florencia como la parte principal de su objetivo. Des- de el siglo XIII al XV. la mendo- nada ciudad fué materialmente cu- bierta de monumentos, iglesias y palacios erigidos y decorados por los más grandes artistaa de Ita- lia. Y al Inido del siglo XVI, Flo- rencia se habla convertido en '.a capital de las artes y las antigüe- dades del mundo. Desde el nacimiento del Dante ninguna otra ciudad en la tierra ha logrado el esplendor de esta be- lla ciudad situada a orillas del rio Amo. especie de Meca en la que encuentran su destino loa adorado- res de la magnificencia. Treinta instituciones distintas, de Impor- tancia nacional —perfectamente clasificadas— que no tienen rival como museos y comn fuentes de toda Información, están allí para uso de las gentes tanto de hoy co- mo del futuro. Tal parece que todo lo que exis- te en Florencia y sus alrededores, ha sido avaluado como un objeto de virtud, y que ya nada puede aparecer que le haga la competen- cia en las manos de los anticua- rios. Ello no es cierto, sin embar- go, en lo que respecta a un tem- plo pagano situado a siete millas de Florencia, hacia el oeste, y que. se me permitirá que presente no Importa lo tarde de la fecha. Fué erigido trescientos anos antes de Cristo, cuando no se creía que hu- biera dioses superiores a Zeus, Jú- piter o Pan. Trescientos anos an- tes que el soldado romano que Ruardaha la tumb$ de Jesús, irri- tara en el Monte Calvarlo: "Pues es verdad que es el hijo de Dios!" Por supuesto, estoy esecriblendo con verdad. Como es cierta tam- bién oue ni una persona por rada uno de los millares de peregrinos que vienen a Florencia en busca de las maravillas que abundan aquí, ha puesto sus ojos en lo que pío, todavía en admirable estado de conservación, existe un campana- rio de veinticinco pies de diáme- tro, construido de losas de piedra toscamente unidas entre si. Cincuenta pies más arriba se nos muestra lo gótico, una construc- ción de forma exagonal; y otros cuarenta más hacia lo alto, con largas ventanas de ladrillos, el Re- nacimiento, también exagonal en su forma, hace su aparición. Las paredes del viejo templo, anchas y sólidas, son de la construcción original, como lo son también los pilares y los arcos. El techo, pulpitos y puertas per- tenecen al siglo XII y fueron cons- Lo que dice y lo que realmente piensa Roosevelt en materia internacional NUEVA YORK. (Editors Press.) —"He hateo hit japs and he loves hla navy" fué la frase sugestiva con que una dama de Washington definió la difusa política interna- cional de Roosevelt en una reunión en que se trataba de encontrarle factor común a las declaraciones y contradicciones del Gobierno de Washington. "Odia a los japoneses y adora a su escuadra"; es decir hará todo lo que esté en su mano para ter- »- minar con ellos o su poderlo en el Pacifico; y adora a su escuadra que en último termino realizará ese objetivo. prichosa brutalidad, regimentación antidemocrática, miseria infligida sobre pueblos indefensos, violación de derechos individuales universal- mente aceptados", como habló Ro- osevelt en su discurso del 18 de agosto en Kingston (Canadá).— Habló Roosevelt 24 horas después y de Cordell Hull. Se les acusa de estar entendidos secretamente con Inglaterra para contener al Japón y enfrenar a las dictaduras fascistas. El discurso de Canadá habría sellado esa alianza notifi- cando a Inglaterra de que puede usar de sus escuadras en otra par- truldos de madera. Varias propor- ciones del templo dejan ver el ad-1 Con Roosevelt por Ja venímiento de la arquitectura gó- ¡ paz y ¡a democracia" tica en muchos ejemplos, notable- mente a través de la construcción exterior. No menos de quince pies del pri- mer piso están hundidos en la tie- rra, más abajo del nivel de las ra- lles de la villa que la rodea. Todos los pisos de la iglesia, el campana- rio y la abadía han tenido que ir siendo "rellenadas" durante dos mil aftos para ou<» mantengan el nivel exterior. Los efectos de la mencionaba transformación se re- velan en las columnas interiores y también en la "loggla". Todo lo perpendicular parece ser de media talla, y sólo una excavarlón reali- zada en una columna de la abadía, muestra a ésta en su largura to- tal, que es el-doble del resto.de las columnas visibles. Desgraciadamente, este edificio de más de dos mil años de vejez,>J sin la más mínima sombre duda el mejor templo pagano en toda Italia, no ha sido excavado y exa- minado hasta los limites de su ba- se. Los aroueó'ngns oue s* han in- teresado en el asunto conflan en que. después de veinte siglos, las generaciones presentes y futuras econtraran rosas de gran valor en Badia a Settimo. El distrito orupado por la Igle- sia, está dividido en pequeñas gran- jas que producen, principalmente, vino y vegetales. Esos produrtos se almacenan en la abadía, deha- ahora es conocido como la Iglesia I te de los arcos herolros que descan- de Badia a Settimo. Parece el destino He las cosas antiguas ser olvidadas o, tal vez, pasadas por alto. A pesar de lo cual, enterra- do bajo la creriente marea de los siglos, este edificio, ahora una i fíe- la primera salva de esta nueva s | a Galiana, vieja como agazapa- campaña contra los trusts, ha des- aparecido de la luminaria política. Pero la próxima jornada parla- mentaria estará repleta de inicia- tivas en la materia. Y de Jack- son quedarán a lo menos los vocs- blos "anarquía aristocrática" y "oligopolios" como siljstituto de monopolios. da en sus pilares hundidos, fué pa- gana en otros días. Es tan vieja, que tres eras dis- san en capiteles de mármol Igua- les en belleza cultural a las ca- tedrales gótiras de otros países. El único otro templo de Italia contemporánea a este de Floren- cia que estamos describiendo, se encuentra en San Galglano, cerca de Siena. No encuentra, sin em- bargo, en tan excelente estado de preservación. Una fuente de pa- tintas arnuitecturas se manifles- | red de seis pies de alto y cuatro de tan en ella: la romana, anterior a ancho, simbolizando un portal flan- Cristo, la gótica de los siglos oc-I queado por ángeles y tallado en tavo y noveno y la del Renacimlen- ¡ mármol de Carrara de tono marfil, to, que comprende las doce y tre- i obra del Siglo XIV adornan la pa- ce centurias. Al lsdo del viejo tem-1 red que da al norte, cerca del al- Ingeniosa como es esta elegante definición está muy lejos de ser exacta, o a lo menos suficiente- mente comprensiva. Roosevelt odia también el fascismo y sus mentores. Se puede decir esto sin avanzar novedad alguna:— El lec- tor de sus discursos sabe bien que •i, en su calidad de Presidente de los Estados Unidos, con una ley de neutralidad que le ata las manos y los pies y un sentimiento público contrario a toda nueva aventura bélica "por la democracia" o por cosas europeas. Roosevelt ha lle- gado a los extremos verbales que ya se repiten por el mundo, sus sentimientos personales han de ser cien veces más fuertes.— En los circuios íntimos de Washington se habla de su "ascenso" de Presi- dente a "líder de las democracias del mundo" como una de las razo- nes por las cuales Roosevelt no querría un tercer periodo. Las avanzadas reformistas del Nuevo y riel Viejo Mundo, lo miran ya co- mo líder: las legiones proletarias antífasdstas gritan ya "ron Roose- velt. por la paz y la demorracia". velt. por la paz y la democracia".— Violencia verbal de la diplo- macia de la Casa Blanca No hay duda que los estallidos antifascistas de Roosevelt son só'o expresión rontenida rie sus opinio- nes. Sin embargo es fuerza ano- I—Roosevelt recibiendo las congratulaciones del Presidente de la Uni- versidad en Kingston (Canadá) donde pronunció el 18 de agosto su resonante discurso que se considera una. extensión de la Doctrina Monroe al Canadá. 2—Roosevelt y el Premier del Canadá, manejando la tijera en común, cortan la cinta simbólica que abrió al tráfico el tar que jamás un Jefe de Estado ¡ pllM , t internacional para cuya Inauguración fué el Préndente a Cane- o Ministro de las naciones eurnpe as más directamente envueltas en la amenaza militar totalitaria, con araso la sola exrepción de Lltvi- dá. 3—El presidente Roosevelt hablando a un mitin en el territorio canadiense sobre las obras del río San Lorenzo. que Cordell Hull habla causado le porque Estados Unidos se encar- noff. se expresó como Roosevelt I regocijo en Londres y París, y fu- gara de su frente de guerra en contra sistemas políticos imperan-' ria en Berlín. Roma y Tokio, con tes.— Nunca' Camberlaln. jamás Daladier. ni siquiera Benes u Hord- za, ni aún Edén hablaron de "ca- tar. Es una obra maestra, debida al cincel de Niño de Fiesole, a quien se estima romo uno de los mejores escultores que ha produ- cido Italia. BOB DAVIS. Nunca apareció más nítida la i que los dos partidos, el república no y el demócrata, fueron a las ur- nas en la campaña de 1936 eran casi idénticos en su ataque a los trusts. Borah, líder republicano, y el Juet-filósofo Cardozo que aca- ba de morir mantuvieron la tesis de que si: el big business es una remora económica por el hecho de ser grande y de la influencia que asi ejerce en el mercado. Jerome Frank, miembro de la SEC y consejero Intimo de Roose- velt acaba de publicar u n libro "Salvemos a América Primero" en que aboga por el completo aisla- confusión que siempre reina en las esferas oficiales de Washlnfton acerca de los monopolios que con la actual administración. Violentos son sus ataques contra los trusts y sin embargo su política básica ha sido casi idéntica a la de los trusts. Dijo Jackson: "Los precios ya no los fija la ley de la oferta y la demanda en las básicas. No hay manera de regular la oligarquía económica de grupos autoconsti- tuidoa y autoperpetuados." Pues bien «1 New Deal prácticamente a identificó en sus comiemos por Ese restauran!... OTRA RROR VEZ LA CAMPAÑA ROJO EN ESTADOS DEL TE- UNIDOS El Comité Dies, que empezó investigan do las actividades fascistas, derrama desde Washington testimonios acerca del "complot comunista subterráneo-' Leo en un diarlo que el camarero de un restaurant conocido de Lon- dres hizo el viaje en bicicleta, ida y vuelta, de Londres a Edimburgo. —Yo estuve en ese restaurant ese dia. En eso andaba, sin duda el tal camarero que fué a quien le orde- namos un biftek. (Plcallili). ¿MAL de HíGADO? PILDORAS SANATIVAS Con Pimienta f Por DIOGENES Un hombre sin inteligencia es tan Inútil como unos rieles sin tren. La sonrisa o el ceno frunddo que vemos en el mundo es el reflejo de nuestro propio estado de ánimo. El hombre es la pieza más impor- tante del amoblado en el castillo en el aire de una mujer. El mayor privilegio de un hom- bre casado es el de poder a lo me- nos "pensar" lo que .quiera. * Un hombre p\tede tener confian- za en otro que personalmente no le gusta- Una mujer Jamás. NUEVA YORK. (E. P.)—"Su ti- tulo oficial es "Comité de la Cáma- ra de Representantes para Investi- gar Actividades Antiamericanas" y su presidente es el diputado Martin Dies, de Texas. Deberla llamarse: "Comité para Promover Actividades te con la ayuda del vicepresidente Garner, está resuelto a lastimar al "New Deal" por todos los medios a su alcance... Está representando una comedia en Washington con el fin de desacreditar al "New Deal" y para convencer al pueblo ameri- qué nosotros, los demócratas, no trabajamos juntos?" Insiste, sin em- bargo, en que el Comité Dies no "es estúpido sino' deliberado" en su campaña "roja" disparada en rea- lidad contra la Casa Blanca. Sobran los ejemplares de comen- Distnbuidores: Castagnet A Castillo, Co., San Juan. ROBO HUIIU QUESITOS MESTLE TIPO oauvtRi E*p***etes de 3 porciones envuthus en pmpelde esiaüo terrorista. Por lo general su acti- tud ha sido más objetiva que opi- nante estas dos últimas afiebradas semanas de agosto. Luther Huston, uno de sus redactores, escribe: "El comité parlamentario que fué crea- do para exponer los trabajos de simpatizantes de Hitler en los Esta- dos Unidos, se tornó esta semana en un fórum para denunciar a los amigos de Stalln." Cree Huston que se necesitarán muchas otras prue- bas para convencer al país de la existencia de tan siniestro complot. Admite que: "Después del fracaso ; ¿for qué escogió la declaraciones semejantes Incuestio- nablemente encaminadas a mostrar que Estados Unidos ya no está ais- lado, se siente solidario de la paz mundial, y piensa que no le s«rá posible quedarse a un lado si vie- ne la lucha por lo que Hull consi- dera "vital" en las relaciones in- ternacionales-y en la vida "moral". No fué nada nuevo para el pueblo americano Apenas la Prensa alemana ha- bía repetido con desdén el califi- cativo de "predicador" aplicado a Cordell Hull cuando el presidente Roosevelt le demostró con su ver- ba inflamada la manera como esas prédicas serian hechas realidad. "Les doy la seguridad, dijo a sus "buenos vecinos" canadienses, de que el pueblo de los Estados Uni- dos no se quedará ocioso si el sue- lo de Canadá es amenazado de do- minarión por cualquiera otro Im- perio". Ningún Presidente ' de los Estados Unidos habla hecho afir- mación semejante.— Roosevelt no estaba autorizado por arto alguno parlamentario para haceTlo, pero no hay diez personas en este país que no supieran haré un siglo que asi serla. La invasión del Canadá significarla la invasión de los Es- tados Unidos; si no por solidaridad democrática por propia seguridad el pueblo americano ha vivido ba- jo la certeza de que esa serla la actitud de este país. - de los socialistas, la I. W. W. y el Partido Comunista para organi- zar a los trabajadores del país en un movimiento de clases que domi- nara a las masas, los líderes de es- tos movimientos abandonaron hace tiempo esa Idea. Según todas las Indicaciones los comunistas abando- naron su plan de hacer de los obre- ros la cabeza de fleca de su revo- lución proletaria. Se han dedicado a "minar de adentro". En este te- rreno es casi Imposible medir su éxito, pero Mr. Huston no está alar- mado aún. Los comunistas son po- cos aunque formidablemente cohe- sionados en secreto y muy activos. Cree que la gran masa obrera ame- ricana es conservadora, que si los comunistas no pudieron aprovechar para sus fines la gran depresión económica de 1932 parece que la "oportunidad de oro" se les escapó, estima que la legislación social pa- sada por el "New Deal" les ha arre- batado gran parte de sus banderas. Por estas tres razones Mr. Huston parece reservar su juicio acerca del semana crítica? Lo que presta realce y novedad al discurso de Kingston es el mo- mento en que fué pronunciado. Fué precisamente 'la segunda semana de agosto, no sólo considerada si- no que casi oficialmente declarada "critica" por los gobiernos de Lon- dres y de París. Y en esa sola se- mana mientras, Hitler jugaba a !a guerra Checoeslovaquia, repasaba .sus trincheras y Francia aceitaba los resortes secretos d? !a Linea Maginot. el Secretario de Estado y el Presidente acumularon, con ho- ras de intervalo, dos discursos ca- da uno de los cuales hsbrla sido suficiente psra justificar el comen- tarlo de L'Oeuvre: "si Alemania recurre a la fuerza para resolver el problema de la Europa Central encontrará a los Estados Unidos de pie en su camino", o el de "L" In- transigeant", los Estados Unidos América. La más exacta interpre- tación parece ser que la Casa Blanca "trata de preservar la paz mediante veladas amenazas de guerra y sin comprometer defini- tivamente a los Estados Unidos". Roosevelt no tenia necesidad algu- na de hablar al Canadá como lo hizo porque lo que dijo estaba en- tendido en ambos pueblos desde anr ti.üuo. No habló pues al Canadá.,. habló al mundo. Quiso decirle que en esta unión con Canadá habla un vinculo para uniformar la coopera- ción entre el "sistema imperial bri- tánico y el sistema de la América". "Hay algo en esto' de inaugurar puentes que parece hacerle cosqui- llas a nuestro alegre Presidente" escribe un editorialista neoyorqui- no. Fué inaugurando un puente de Chicago que proclamó la idea da la "cuarentena" para el 10 por ciento de las naciones agresoras que bus- can una guerra repudiada por el 90 por ciento restante.— Y fué en su viaje de inaugurar otro puente que echó ahora sobre Canadá el manto de la Doctrina Monroe pro- tector contra posibles invasores que II Giornale D' Italia no ve puedan ser otros que los osos polares. Acaso la mejor interpretación de estas declaraciones y actitudes es la que acaba de dar el "New York Times" del 19 de agosto.— "Debe ser claro para las democracias del mundo, dice, que los Estados Uni- dos está emergiendo de la política de sislamiento en la cual cifró su por muchos años, que está lle- gando a reconocer todo lo que le va en la suerte de un mundo en orden y en paz y que está "tante- ando" su camino hacia la acepta- ción de esas responsabilidades que caen de una manera natural so- bre una gran potencia mundial"... Son otras palabras para la inter- pretación que avanzamos en uno crónica a raíz del discurso de Chi- cago: "Los Estados Unidos han abandonado la política de aisla- miento pero no encuentran aún su camino hacia la de su seguridad colectiva". "Y así hacia la guerra" Para otros comentadores como Hubert Herring, en su libro re- ciente "Y Asi Hacia la Guerra", el apartamiento progresivo de los Estados Unidos de su política de aislamiento tiene que terminar por envolverlo en la inevitable proclaman asi que en raso de gue-1 aunque postergab'.e próxima gue- rra en Europa se verán obligados i rra europea. a intervenir en defensa de valores Fondo.—Caricatura del diario rooseveltiata "The New York Post" que muestra al diputado Martin IMe*. pre- sidenta del Comité Parlamentarlo Investigador de Actividades Antiameriranas, brocha en mano tratando de "peligro rojo" hasta que se pro- morales y de su prosperidad eco- duzca mayor prueba de hechos que| nómica". la que hasta ahora ha sido sumi- _ , nistrada en el Comité Dies. freservar la paz con Del lado conservador ha habido,; amenazas de guerra por cierto, resonante publicidad da- Nadie sabe en verdad cuál es el pintar de rojo todo lo que encuentra a mano y de pintarle "barbas rusaa" al Presidente. Misa Kear denunció! <** «1 "complot rojo" y los testimo-j pensamiento ulterior de Roosevelt la protección dada por el Labor Department a Harry Bridges, Mr. Frey, vicepresidente de la Federación nl °» * n , «1 Comité Dies. Pero el co- lín editorialista neoyorquino cree que todo esto terminará en que el presidente Roosevelt tendrá que "callarse o actuar", y teme que después que. tarde, el Presidente se calle será el pueblo americano el que se encuentre forzado a ac- tuar contra sus deseos. Americana del Trabajo. El profesor Felón, de Brooklyn College, denunció la infiltración 'comunista entre pro- fesores y estudiante* de ese plantel, e Insinuó que la revista "Staff" de loe estudiantes comunistas era edi- tada por una rama de la Administración del subsidio para loa desocupados en todo Estados unidos. isito Con Mermelada Dulce de Guayaba Jaleas Antiamericanas y Minar los Dere- chos Políticos", y deberla recono- cerse al doctor Paul Goebbels como su padrino espiritual." Asi escribió Paul Anderson en "The Natlon" del 27 de agosto. Heyvood Broun dice en "The New Republic" del 31 de agosto que el Comité Dies está "disparando me- nos a los rojos que al presidente Roosevelt y avanza públicamente lo que ha venido rumorándose en los circuios políticos de Washington acerca de una connivencia del vice- presidente Garner, también tejano, con su colega del mismo Estado, Dies. para "pintar de rojo a Roose- velt", a fin de cavar más hondo el foso que lo está separando de los demócratas conservadores o tradi- donalistas que reconocen a Garner como su líder. Un editorial del "New York Post", rooseveltiano, de los últimos días de agosto dice: "Dios es un reaccio- nario empedernido, un pomposo y gárrulo congresai que, poslblemen- cano de que el presidente Roosevelt lleva una barba rusa que por al- gún motivo no aparece en las foto- grafías". Este mismo periódico in- serta una caricatura de enormes proporciones en que Dies aparece con una brocha pintando una "bar- ba rusa soviética a Roosevelt Con' todo, este mismo diario, el más avanzado de Nueva York, pe- ro que redentemente rompió con los comunistas denunciando a Sta- lln como igualmente odioso que Hit- ler al cual ataca sin piedad, sgrega a este editorial de protesta contra el terror rojo diseminado por Dies este acápite: "Existe un peligro co- munista. Los comunistas peleaban antes abiertamente »or medio de sus propios sindicatos y sus propias organizaciones. Uno sabia dónde es- taban y que pretendían. Su actual táctica de "frentes unidos" consiste en disfrazarse con una camisa lim- pia y un traje bien cortado, en echar el brazo en torno del cuello do todos nosotros y decirnos: ¿Por tarios como estos de los periódicos de avanzada. Para ellos no cabe du- da de que el sensacional "complot rojo" encubierto no es otra tosa que un "complot fascista" encubier- to; se trata de volver al país a la histeria roja que ya conodó a fin de crear lo que llaman un "am- biente pre-fascista" como el que per- mitió a Mussolinl tomar posesión de Italia. La opinión de centro ve una ame- naza a los dos lados pero, como siempre, es la más desorganizada y que menos pesa; recibe de rebote los dardos de las embestidas de la extrema derecha y la extrema, la- quierda a la vez. Típico represen- tante de esta cor/lente que aún quiere ser impardal y "exclusiva- mente americana" es el "New York Times". Por haber destinado pági- nas de sus ediciones con títulos bas- tante crecidos a los testimonios alarmantes del Comité de Washing- ton, la avanzada socializante lo ha tildado de cómplice de la campana 1 mentarlo editorial se muestra tími- do para saltar a conclusiones. Has-; ta el muy reaccionarlo "Herald Trlbune" de Nueva York, tantea cuidadosamente su camino. Denun- cia "el peligro de andar encontran-j do un comunista debajo de cada ar- busto" y agrega que "aunque el pe- ligro stalinlsta puede ser muy real, el peor camino de vencerlo seria I el muy fácil de la histeria "come- ' rojos". El Comité Dies fué creado por re- solución de la Cámara de Represen- tantes en la primavera pasada y do- tado de 25,000 dólares para sur ta-1 reas a fin de investigar "propagan- da antiamericana" en el país. El "speaker" Bankhead, designó presi- dente a Martin Dies, que por cua- tro periodos sucesivos ha represen- tado a un distrito de Texas en Washington, distinguiéndose por su apasionada estridencia. Recogiendo burlonamente la acusación de dema- gogia que contra él se dirigió, fun- lo que el mismo llamó "El Club de los Demagogos en el Congreso" y un buen dlt. proclamó a Roosevelt miembro también de él. Encabezó (Continúa en la pág. 11 col. 2) BICICLETAS Goodrich A PRUEBA DE ROBO CON RODILLAS MECÁNICAS * _ Ventas A Plazos Cómodos Agen fes Exclusivos: Distritos de Ponce y Guayama Miguel A. Rodríguez Tixol Méndez V'Igo 4 - Ponce. San Juan: Chévere & Cía. Calle Nueva Eso. Infanta Luisa, Marina. José Mo. Rocafort Humacao, P. R. E. Alcorox, S. en C. Manuel Monguol Mayagüez, P. R. Cagues, P. X i -*. ' . .:..

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    EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - DOMINGO 4 DE SETIEMBRE DE 1938. H

    Robert H. Jackson y los monopolios y oligopolios Demócratas y republicanos combaten trusts pero no hallan la manera de eliminarlos sin perjuicio para la economía

    NUEVA YORK. (Editors Press.) Ningún partido o gobierno que as- pire a la popularidad puede dejsr de atacar a loi monopolios en lo» Ettadot Unidos. Embestir contra loa trusts es la forma más segura de éxito y de impunidad en el ca- mino del favor de las masas. Sin embargo, todos los partidos y to- dos los gobiernos han encontrado la manera d e entreabrir alguna puerta para que los monopolios si- gan su curso y cuando uno habla privadamente con los dirigentes halla siempre una cierta vacilación acerca de la utilidad pública que tendría la desaparición de los mo- nopolios.

    Funciona ahora en Washington un Comité Investigador dejado por el 75 Congreso cuya misión es pre- parar la información necesaria pa- ra que el Congreso 75, si es llama- do otra vez a sesión especial, o el 76 en su defecto, legislen sobre es- te nunca resuelto problema. El presidente Roosevelt acometió briosamente contra los trusts sólo a fines del año pasado cuando la "depresión Roosevelt" habla llega- do a marcar alarmantes descensos en todos los Índices económicos, en mis rápida calda que en la ca- tastrófica crisis de 1929. Durante toda su administración el Gobierno na ha instaurado sino 3» Juicios contra los trusts por violación de las leyes Sherman o Clayton. Du- rante la administración republica- na de Hardlng fueron 133 y 90 y 80 respectivamente durante los pe- riodos republicanos también de Co-

    la famosa N. R. A. con el emblema del Águila Azul, para regular la Industria y la A. A. A. que regla- mentaba Ja producción agrícola. La primera permitió a los indus- triales de una misma rama redac- tar sus propios "códigos" de prác- ticas leales" que ningún industrial podía alterar sin permiso de los otros. Es decir el New Deal lega- lizaba y realizaba abiertamente lo

    Jackson.

    que los trusts hadan encubierta- mente o en desafio de la ley. La Agriculture Admmistratlon A c t "forzó" a los agricultores a agru-

    olidge y de Taft. Wllson inició 80, parse para reducir su producción e y Hoover 28.

    Antes de proponer su investiga- ción parlamentaria Roosevelt lan- zó a la palestra pública a dos de sus más fieles y decididos vocero», el Aasistant Attorney General' Ro- bert Houghwout Jackson y el Mi- nistro del Interior Harold Idees. Después de sus discursos de diciem- bre y enero respectivamente el pueblo debió quedar convencido de que al el país descendía por una nueva crisis económica todo se de- bía al "blg-business", a los trusts. Resulta curioso analizar aquella arenga de Jackson que a la sazón parecía el nlflo prodigio del New Deal, candidato a Gobernador de Nueva York y posible sucesor de Roosevelt para 1940. Porque Jack- son atribuyó la crisis de esos me- ses a "la anarquía aristocrática" producida por Wall Street y a lo que Slr Arthur Salter llamó "la huelga r1- capitales para combatir las med is políticas que se temen de la administración." Ninguna ley se ha pasado que cambiara esa si- tuación de entonces acá y ninguna medida de administración o priva- da la ha alterado. Sin embargo habla lúgubre depresión en diciem- bre y hoy el país se regocija con la secunda prosperidad Roosevelt.

    imponer precios altos a los consu- midores, que es exactamente lo que las leyes Sherman y Clayton prohiben. Para que estas leyes pu- dieran funcionar se declaró que no eran aplicables a los casos consul- tados en ellas declarados inconsti- tucionales por la Corte Suprema con protesta de la Casa Blanca.— Acusada de inconsistencia también por el ataque a los monopolios que alzan los precios siendo que la po- lítica de la administración ha sido también de altos precios Washing- ton responde que el alza de precios que ella propicia es para pagar más salarios y asegurar sólo una utilidad equitativa al productor. Y cita el caso de la industria del acero que aumentó sus precios en 375 millones por ano mientras* su- bía los salarios sólo 250 millones. Asi. dijo Jackson, "los monopolios cavaron su propia crisis", merman- do el poder comprador del país.

    Coincidiendo con la Investigación parlamentaria en curso ha surgido una abundante literatura que se- ñala los aspectos complicados de este problema y quiere probar que la organización de los negocios In- dustriales en graiítles corporacio- nes no es mala por el hecho de ser grande. Con todo el programa con

    miento económico de los Estados Unidos. Frank admite sin reparos que no es todo perjudicial en las grandes coordinaciones Industria- les que han contribuido a la pro- ducción en masa y hecho posible la competencia de la Industria americana en los mercados mun- diales a pesar de sus altos costos de producción. Raymond Moley, un tiempo jefe del brain trust de Roosevelt, eacribe que cuando se haya disipado el humo de la pi- rotecnia electoral en torno de la investigación de los monopolios se verá que la solución no está en aniquilarlos. El Brookings I n s- titution, conodda por la imparcia- lidad de sus estudios económicos, ha publicado un libro "La Política Industrial de Precios y el Progre- so Económico" en que llega a pa- recidas' conclusiones.: Se cita el caso del casi monopolio de los neu- máticos que ha rebajado en 38 por ciento el precio para los consumi- dores en los últimos ocho artos.

    La campaña contra los monopo- lios centró un tiempo en el ata- que contra las "cadenas de alma- cenes" para venta al detalle. Va- rios Estados pasaron legislación contra ellos. Cuando California in- tentó un medida semejante las "ca- denas" llevaron la cuestión al electorado. Los productores y agri- cultores se alinearon ron ellas por- que eran sus mejores clientes, las dueñas de casa porque allí com- praban mejor y más barato. Las cadenas ganaron la Jornada ples- biscitaria. La estadística muestra que de los 30.000 millones de dó- lares de productos industriales y agrícolas que se diatribuyen en el país 6.000 millones siguen el curso de los almacenes en cadenas. El caso de California parece haber detenido la ola de legislación con- tra esta clase de monopolios. La opinión pública convenientemente basada en los intereses de produ.> tores y consumidores ha sido -más fuerte que las plataformas tradi- cionales de los partidos.

    Jackson. el hombre efue disparó

    Crónicas de Bob Davis

    El templo pagano de Badia a Settimo

    BADIA A SETTIMO, Italia.— De los muchos millares de turistas que cada afio visitan las ciudades Ita- lianas con el propósito de admirar las obras de arte realizadas a tra- vés de los siglos por la mano del hombre, tal vez el 80 por ciento consideran a Florencia como la parte principal de su objetivo. Des- de el siglo XIII al XV. la mendo- nada ciudad fué materialmente cu- bierta de monumentos, iglesias y palacios erigidos y decorados por los más grandes artistaa de Ita- lia. Y al Inido del siglo XVI, Flo- rencia se habla convertido en '.a capital de las artes y las antigüe- dades del mundo.

    Desde el nacimiento del Dante ninguna otra ciudad en la tierra ha logrado el esplendor de esta be- lla ciudad situada a orillas del rio Amo. especie de Meca en la que encuentran su destino loa adorado- res de la magnificencia. Treinta instituciones distintas, de Impor- tancia nacional —perfectamente clasificadas— que no tienen rival como museos y comn fuentes de toda Información, están allí para uso de las gentes tanto de hoy co- mo del futuro.

    Tal parece que todo lo que exis- te en Florencia y sus alrededores, ha sido avaluado como un objeto de virtud, y que ya nada puede aparecer que le haga la competen- cia en las manos de los anticua- rios. Ello no es cierto, sin embar- go, en lo que respecta a un tem- plo pagano situado a siete millas de Florencia, hacia el oeste, y que. se me permitirá que presente no Importa lo tarde de la fecha. Fué erigido trescientos anos antes de Cristo, cuando no se creía que hu- biera dioses superiores a Zeus, Jú- piter o Pan. Trescientos anos an- tes que el soldado romano que Ruardaha la tumb$ de Jesús, irri- tara en el Monte Calvarlo: "Pues es verdad que es el hijo de Dios!"

    Por supuesto, estoy esecriblendo con verdad. Como es cierta tam- bién oue ni una persona por rada uno de los millares de peregrinos que vienen a Florencia en busca de las maravillas que abundan aquí, ha puesto sus ojos en lo que

    pío, todavía en admirable estado de conservación, existe un campana- rio de veinticinco pies de diáme- tro, construido de losas de piedra toscamente unidas entre si.

    Cincuenta pies más arriba se nos muestra lo gótico, una construc- ción de forma exagonal; y otros cuarenta más hacia lo alto, con largas ventanas de ladrillos, el Re- nacimiento, también exagonal en su forma, hace su aparición. Las paredes del viejo templo, anchas y sólidas, son de la construcción original, como lo son también los pilares y los arcos.

    El techo, pulpitos y puertas per- tenecen al siglo XII y fueron cons-

    Lo que dice y lo que realmente piensa Roosevelt en materia internacional

    NUEVA YORK. (Editors Press.) —"He hateo hit japs and he loves hla navy" fué la frase sugestiva con que una dama de Washington definió la difusa política interna- cional de Roosevelt en una reunión en que se trataba de encontrarle factor común a las declaraciones y contradicciones del Gobierno de Washington.

    "Odia a los japoneses y adora a su escuadra"; es decir hará todo lo que esté en su mano para ter- »- minar con ellos o su poderlo en el Pacifico; y adora a su escuadra que en último termino realizará ese objetivo.

    prichosa brutalidad, regimentación antidemocrática, miseria infligida sobre pueblos indefensos, violación de derechos individuales universal- mente aceptados", como habló Ro- osevelt en su discurso del 18 de agosto en Kingston (Canadá).— Habló Roosevelt 24 horas después

    y de Cordell Hull. Se les acusa de estar entendidos secretamente con Inglaterra para contener al Japón y enfrenar a las dictaduras fascistas. El discurso de Canadá habría sellado esa alianza notifi- cando a Inglaterra de que puede usar de sus escuadras en otra par-

    truldos de madera. Varias propor- ciones del templo dejan ver el ad-1 Con Roosevelt por Ja venímiento de la arquitectura gó- ¡ paz y ¡a democracia" tica en muchos ejemplos, notable- mente a través de la construcción exterior.

    No menos de quince pies del pri- mer piso están hundidos en la tie- rra, más abajo del nivel de las ra- lles de la villa que la rodea. Todos los pisos de la iglesia, el campana- rio y la abadía han tenido que ir siendo "rellenadas" durante dos mil aftos para ouJ sin la más mínima sombre d» duda el mejor templo pagano en toda Italia, no ha sido excavado y exa- minado hasta los limites de su ba- se. Los aroueó'ngns oue s* han in- teresado en el asunto conflan en que. después de veinte siglos, las generaciones presentes y futuras econtraran rosas de gran valor en Badia a Settimo.

    El distrito orupado por la Igle- sia, está dividido en pequeñas gran- jas que producen, principalmente, vino y vegetales. Esos produrtos se almacenan en la abadía, deha-

    ahora es conocido como la Iglesia I te de los arcos herolros que descan- de Badia a Settimo. Parece el destino He las cosas antiguas ser olvidadas o, tal vez, pasadas por alto. A pesar de lo cual, enterra- do bajo la creriente marea de los siglos, este edificio, ahora una i fíe-

    la primera salva de esta nueva s|a Galiana, vieja como agazapa- campaña contra los trusts, ha des- aparecido de la luminaria política. Pero la próxima jornada parla- mentaria estará repleta de inicia- tivas en la materia. Y de Jack- son quedarán a lo menos los vocs- blos "anarquía aristocrática" y "oligopolios" como siljstituto de monopolios.

    da en sus pilares hundidos, fué pa- gana en otros días.

    Es tan vieja, que tres eras dis-

    san en capiteles de mármol Igua- les en belleza cultural a las ca- tedrales gótiras de otros países.

    El único otro templo de Italia contemporánea a este de Floren- cia que estamos describiendo, se encuentra en San Galglano, cerca de Siena. No s» encuentra, sin em- bargo, en tan excelente estado de preservación. Una fuente de pa-

    tintas arnuitecturas se manifles- | red de seis pies de alto y cuatro de tan en ella: la romana, anterior a ancho, simbolizando un portal flan- Cristo, la gótica de los siglos oc-I queado por ángeles y tallado en tavo y noveno y la del Renacimlen- ¡ mármol de Carrara de tono marfil, to, que comprende las doce y tre- i obra del Siglo XIV adornan la pa- ce centurias. Al lsdo del viejo tem-1 red que da al norte, cerca del al-

    Ingeniosa como es esta elegante definición está muy lejos de ser exacta, o a lo menos suficiente- mente comprensiva. Roosevelt odia también el fascismo y sus mentores. Se puede decir esto sin avanzar novedad alguna:— El lec- tor de sus discursos sabe bien que •i, en su calidad de Presidente de los Estados Unidos, con una ley de neutralidad que le ata las manos y los pies y un sentimiento público contrario a toda nueva aventura bélica "por la democracia" o por cosas europeas. Roosevelt ha lle- gado a los extremos verbales que ya se repiten por el mundo, sus sentimientos personales han de ser cien veces más fuertes.— En los circuios íntimos de Washington se habla de su "ascenso" de Presi- dente a "líder de las democracias del mundo" como una de las razo- nes por las cuales Roosevelt no querría un tercer periodo. Las avanzadas reformistas del Nuevo y riel Viejo Mundo, lo miran ya co- mo líder: las legiones proletarias antífasdstas gritan ya "ron Roose- velt. por la paz y la demorracia". velt. por la paz y la democracia".—

    Violencia verbal de la diplo- macia de la Casa Blanca

    No hay duda que los estallidos antifascistas de Roosevelt son só'o expresión rontenida rie sus opinio- nes. Sin embargo es fuerza ano-

    I—Roosevelt recibiendo las congratulaciones del Presidente de la Uni- versidad en Kingston (Canadá) donde pronunció el 18 de agosto su resonante discurso que se considera una. extensión de la Doctrina Monroe al Canadá. 2—Roosevelt y el Premier del Canadá, manejando la tijera en común, cortan la cinta simbólica que abrió al tráfico el

    tar que jamás un Jefe de Estado ¡ pllM,t„ internacional para cuya Inauguración fué el Préndente a Cane- o Ministro de las naciones eurnpe as más directamente envueltas en la amenaza militar totalitaria, con araso la sola exrepción de Lltvi-

    dá. 3—El presidente Roosevelt hablando a un mitin en el territorio canadiense sobre las obras del río San Lorenzo.

    que Cordell Hull habla causado le porque Estados Unidos se encar- noff. se expresó como Roosevelt I regocijo en Londres y París, y fu- gara de su frente de guerra en contra sistemas políticos imperan-' ria en Berlín. Roma y Tokio, con tes.— Nunca' Camberlaln. jamás Daladier. ni siquiera Benes u Hord- za, ni aún Edén hablaron de "ca-

    tar. Es una obra maestra, debida al cincel de Niño de Fiesole, a quien se estima romo uno de los mejores escultores que ha produ- cido Italia.

    BOB DAVIS.

    Nunca apareció más nítida la i que los dos partidos, el república no y el demócrata, fueron a las ur- nas en la campaña de 1936 eran casi idénticos en su ataque a los trusts. Borah, líder republicano, y el Juet-filósofo Cardozo que aca- ba de morir mantuvieron la tesis de que si: el big business es una remora económica por el hecho de ser grande y de la influencia que asi ejerce en el mercado.

    Jerome Frank, miembro de la SEC y consejero Intimo de Roose- velt acaba de publicar u n libro "Salvemos a América Primero" en que aboga por el completo aisla-

    confusión que siempre reina en las esferas oficiales de Washlnfton acerca de los monopolios que con la actual administración. Violentos son sus ataques contra los trusts y sin embargo su política básica ha sido casi idéntica a la de los trusts.

    Dijo Jackson: "Los precios ya no los fija la ley de la oferta y la demanda en las básicas. No hay manera de regular la oligarquía económica de grupos autoconsti- tuidoa y autoperpetuados." Pues bien «1 New Deal prácticamente ■a identificó en sus comiemos por

    ■ 

    Ese restauran!...

    OTRA RROR

    VEZ LA CAMPAÑA ROJO EN ESTADOS

    DEL TE- UNIDOS

    El Comité Dies, que empezó investigan do las actividades fascistas, derrama desde Washington testimonios acerca del "complot comunista subterráneo-'

    Leo en un diarlo que el camarero de un restaurant conocido de Lon- dres hizo el viaje en bicicleta, ida y vuelta, de Londres a Edimburgo.

    —Yo estuve en ese restaurant ese dia. En eso andaba, sin duda el tal camarero que fué a quien le orde- namos un biftek. (Plcallili).

    ¿MAL de

    HíGADO? PILDORAS

    SANATIVAS

    Con Pimienta f

    Por DIOGENES

    Un hombre sin inteligencia es tan Inútil como unos rieles sin tren.

    • • • La sonrisa o el ceno frunddo que

    vemos en el mundo es el reflejo de nuestro propio estado de ánimo.

    • • • El hombre es la pieza más impor-

    tante del amoblado en el castillo en el aire de una mujer.

    • • • El mayor privilegio de un hom-

    bre casado es el de poder a lo me- nos "pensar" lo que .quiera.

    • * • Un hombre p\tede tener confian-

    za en otro que personalmente no le gusta- Una mujer Jamás.

    NUEVA YORK. (E. P.)—"Su ti- tulo oficial es "Comité de la Cáma- ra de Representantes para Investi- gar Actividades Antiamericanas" y su presidente es el diputado Martin Dies, de Texas. Deberla llamarse: "Comité para Promover Actividades

    te con la ayuda del vicepresidente Garner, está resuelto a lastimar al "New Deal" por todos los medios a su alcance... Está representando una comedia en Washington con el fin de desacreditar al "New Deal" y para convencer al pueblo ameri-

    qué nosotros, los demócratas, no trabajamos juntos?" Insiste, sin em- bargo, en que el Comité Dies no "es estúpido sino' deliberado" en su campaña "roja" disparada en rea- lidad contra la Casa Blanca.

    Sobran los ejemplares de comen-

    Distnbuidores: Castagnet A Castillo, Co., San Juan.

    ROBO HUIIU

    QUESITOS

    MESTLE TIPO oauvtRi

    E*p***etes de 3 porciones envuthus en pmpelde esiaüo

    terrorista. Por lo general su acti- tud ha sido más objetiva que opi- nante estas dos últimas afiebradas semanas de agosto. Luther Huston, uno de sus redactores, escribe: "El comité parlamentario que fué crea- do para exponer los trabajos de simpatizantes de Hitler en los Esta- dos Unidos, se tornó esta semana en un fórum para denunciar a los amigos de Stalln." Cree Huston que se necesitarán muchas otras prue- bas para convencer al país de la existencia de tan siniestro complot. Admite que: "Después del fracaso ; ¿for qué escogió la

    declaraciones semejantes Incuestio- nablemente encaminadas a mostrar que Estados Unidos ya no está ais- lado, se siente solidario de la paz mundial, y piensa que no le s«rá posible quedarse a un lado si vie- ne la lucha por lo que Hull consi- dera "vital" en las relaciones in- ternacionales-y en la vida "moral".

    No fué nada nuevo para el pueblo americano

    Apenas la Prensa alemana ha- bía repetido con desdén el califi- cativo de "predicador" aplicado a Cordell Hull cuando el presidente Roosevelt le demostró con su ver- ba inflamada la manera como esas prédicas serian hechas realidad. "Les doy la seguridad, dijo a sus "buenos vecinos" canadienses, de que el pueblo de los Estados Uni- dos no se quedará ocioso si el sue- lo de Canadá es amenazado de do- minarión por cualquiera otro Im- perio". Ningún Presidente ' de los Estados Unidos habla hecho afir- mación semejante.— Roosevelt no estaba autorizado por arto alguno parlamentario para haceTlo, pero no hay diez personas en este país que no supieran haré un siglo que asi serla. La invasión del Canadá significarla la invasión de los Es- tados Unidos; si no por solidaridad democrática por propia seguridad el pueblo americano ha vivido ba- jo la certeza de que esa serla la actitud de este país. -

    de los socialistas, la I. W. W. y el Partido Comunista para organi- zar a los trabajadores del país en un movimiento de clases que domi- nara a las masas, los líderes de es- tos movimientos abandonaron hace tiempo esa Idea. Según todas las Indicaciones los comunistas abando- naron su plan de hacer de los obre- ros la cabeza de fleca de su revo- lución proletaria. Se han dedicado a "minar de adentro". En este te- rreno es casi Imposible medir su éxito, pero Mr. Huston no está alar- mado aún. Los comunistas son po- cos aunque formidablemente cohe- sionados en secreto y muy activos. Cree que la gran masa obrera ame- ricana es conservadora, que si los comunistas no pudieron aprovechar para sus fines la gran depresión económica de 1932 parece que la "oportunidad de oro" se les escapó, estima que la legislación social pa- sada por el "New Deal" les ha arre- batado gran parte de sus banderas. Por estas tres razones Mr. Huston parece reservar su juicio acerca del

    semana crítica? Lo que presta realce y novedad

    al discurso de Kingston es el mo- mento en que fué pronunciado. Fué precisamente 'la segunda semana de agosto, no sólo considerada si- no que casi oficialmente declarada "critica" por los gobiernos de Lon- dres y de París. Y en esa sola se- mana mientras, Hitler jugaba a !a guerra Checoeslovaquia, repasaba .sus trincheras y Francia aceitaba los resortes secretos d? !a Linea Maginot. el Secretario de Estado y el Presidente acumularon, con ho- ras de intervalo, dos discursos ca- da uno de los cuales hsbrla sido suficiente psra justificar el comen- tarlo de L'Oeuvre: "si Alemania recurre a la fuerza para resolver el problema de la Europa Central encontrará a los Estados Unidos de pie en su camino", o el de "L" In- transigeant", los Estados Unidos

    América. La más exacta interpre- tación parece ser que la Casa Blanca "trata de preservar la paz mediante veladas amenazas de guerra y sin comprometer defini- tivamente a los Estados Unidos". Roosevelt no tenia necesidad algu- na de hablar al Canadá como lo hizo porque lo que dijo estaba en- tendido en ambos pueblos desde anr ti.üuo. No habló pues al Canadá.,. habló al mundo. Quiso decirle que en esta unión con Canadá habla un vinculo para uniformar la coopera- ción entre el "sistema imperial bri- tánico y el sistema de la América".

    "Hay algo en esto' de inaugurar puentes que parece hacerle cosqui- llas a nuestro alegre Presidente" escribe un editorialista neoyorqui- no. Fué inaugurando un puente de Chicago que proclamó la idea da la "cuarentena" para el 10 por ciento de las naciones agresoras que bus- can una guerra repudiada por el 90 por ciento restante.— Y fué en su viaje de inaugurar otro puente que echó ahora sobre Canadá el manto de la Doctrina Monroe pro- tector contra posibles invasores que II Giornale D' Italia no ve puedan ser otros que los osos polares.

    Acaso la mejor interpretación de estas declaraciones y actitudes es la que acaba de dar el "New York Times" del 19 de agosto.— "Debe ser claro para las democracias del mundo, dice, que los Estados Uni- dos está emergiendo de la política de sislamiento en la cual cifró su fé por muchos años, que está lle- gando a reconocer todo lo que le va en la suerte de un mundo en orden y en paz y que está "tante- ando" su camino hacia la acepta- ción de esas responsabilidades que caen de una manera natural so- bre una gran potencia mundial"... Son otras palabras para la inter- pretación que avanzamos en uno crónica a raíz del discurso de Chi- cago: "Los Estados Unidos han abandonado la política de aisla- miento pero no encuentran aún su camino hacia la de su seguridad colectiva".

    "Y así hacia la guerra" Para otros comentadores como

    Hubert Herring, en su libro re- ciente "Y Asi Hacia la Guerra", el apartamiento progresivo de los Estados Unidos de su política de aislamiento tiene que terminar por envolverlo en la inevitable

    proclaman asi que en raso de gue-1 aunque postergab'.e próxima gue- rra en Europa se verán obligados i rra europea. a intervenir en defensa de valores

    Fondo.—Caricatura del diario rooseveltiata "The New York Post" que muestra al diputado Martin IMe*. pre- sidenta del Comité Parlamentarlo Investigador de Actividades Antiameriranas, brocha en mano tratando de

    "peligro rojo" hasta que se pro- morales y de su prosperidad eco- duzca mayor prueba de hechos que| nómica". la que hasta ahora ha sido sumi- _ , nistrada en el Comité Dies. freservar la paz con

    Del lado conservador ha habido,; amenazas de guerra por cierto, resonante publicidad da- Nadie sabe en verdad cuál es el

    pintar de rojo todo lo que encuentra a mano y de pintarle "barbas rusaa" al Presidente. Misa Kear denunció!