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Revistas en América Latina: proyectos literarios, políticos y culturalesREGINA CRESPO(COORDINADORA)(IMee••.•••kPtntitac •••••••.•Ao.órical..1iN y.1C_UNIVERSIDAD NACIONALAUTÓNOMADE MÉxICORector Dr. José Narro Robles Secretario General Dr. Sergio M. Alcocer Martinez de Castro Secretaria de Desarrollo Institucional Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez Coordinadora de Humanidades Dra. Estela Morales CamposCENTRODE INVESTIGACIONES SOBREAMÉRJCALATINAy EL CARJBEDirector Dr. Adalberto Santana

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Revistas en América Latina:proyectos literarios, políticos

y culturales

REGINA CRESPO(COORDINADORA)

(IMee••.••• kPtntitac •••••••.•Ao.órica l..1iN y .1C_

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UNIVERSIDADNACIONALAUTÓNOMADEMÉxICO

RectorDr. José Narro RoblesSecretario GeneralDr. Sergio M. Alcocer Martinez de CastroSecretaria de Desarrollo InstitucionalDra. Rosaura Ruiz GutiérrezCoordinadora de HumanidadesDra. Estela Morales Campos

CENTRODE INVESTIGACIONESSOBREAMÉRJCALATINAy EL CARJBE

DirectorDr. Adalberto Santana HemándezSecretaria AcadémicaDra. Silvia Soriano HemándezSecretario TécnicoC.P. Felipe Flores GonzálezJefe de PublicacionesLic. Ricardo Martínez Luna

Este libro, derivado del Proyecto PAPIIT "Revistas literarias y culturales: redes intelectuales en AméricaLatina" (lN402607-2), se publica con el apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico(DGAPA) de la UNAM.

Diseño y producción editorial: Ediciones EónImagen de la portada: Gonzalo Becerra Prado

ISBN UNAM: 978-607-02-0741-9

ISBN EÓN: 978-607-7519-67-6

Primera edición: marzo de 2010Fecha de edición: 10 de marzo de 2010

© Universidad Nacional Autónoma de México© Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe

Torre Il de Humanidades, 8° piso, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México, D.F.Tel: 5623-0211 al13 - Fax: 5623-0219<http://www.cialc.unam.mx> <e-mail: [email protected]>

e Ediciones y Gráficos Eón, S.A. de C.Y.Av. México-Coyoacán No. 421 / México, D.F., C.P. 03330Col. Xoco, Deleg. Benito JuárezTe\.: 5604-1204/[email protected]

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escritadel titular de los derechos patrimoniales.

Impreso y hecho en MéxicoPrinted and made in Mexico

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ÍNDICE

Introducción 9Regina Crespo

Estela intercontinental de El Nuevo Mercurio (1907) 35Gustavo Jiménez Aguirre

En tomo a la historia de Repertorio Americano(1919-1958) 63

Mario Oliva Medina

¿E1latinoamericanismo ausente de las vanguardiaschilenas? La revista Claridad (1920-1923) 89

Fabio Moraga Valle

La circulación de bienes culturales en una publicación(y una red) latinoamericanista: el Boletín Renovación 119

Alexandra Pita González

Boletín Titikaka (1926-1930): literatura y políticaen el corazón de los Andes 149

Arturo Vilchis Cedillo

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Definiciones en la revista Amauta: símbolos, redesintelectuales y proyecto socialista en 1928 179

Ricardo Melgar Bao

A revista Folha Académica: esforcos para a integracáodo Brasil na América Latina (1928-1931) 215

Regina Crespo

La revista argentina Sur: un cierto americanismo 239Nora Pasternac

Orígenes estéticos para un lugar incierto 267Francy Moreno Herrera

El encuentro de un escritor y una revista: AlfonsoReyes y Cuadernos Americanos 293

Liliana Weinberg

América Latina en Humanismo (México-La Habana,1952-1961) 319

Andrés Kozel

A revista Cadernos do Nosso Tempo e a formulacáodo Projeto Desenvolvimentista 353

Maria Emilia Prado

A Revista Brasiliense e os debates da esquerdabrasileira entre 1950 e 1960 377

Claudia Wasserman

"La imaginación tituladora": América Latinay ellatinoamericanismo en los titulares y tapasdel semanario Marcha 401

Pilar Piñeyrúa

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Mito y EspañaPablo Montoya

427

Revista de Cultura Vozes: Cultura e política numarevista católica brasileira (1966-1987)

Carlos Alberto Barbosa449

Viaje a Casa de las Américas en dos númerosAlejandra González Bazúa

479

Un cuartel general hispanoamericano. Inicio yconsolidación de la revista Vuelta (1976-1998)

Malva Flores503

Los autores 537

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DEFINICIONES EN LA REVISTA AMAUTA: SÍMBOLOS, REDESINTELECTUALES Y PROYECTO SOCIALISTA EN 1928*

Ricardo Melgar Bao

Amauta no debía ser un plagio ni una traducción.Tomábamos una palabra incaica para crearla de nuevo.

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

UNA HISTORIA DE LAS REVISTAS culturales del siglo xx en AméricaLatina no podría prescindir de la revista Amauta, dirigida por JoséCarlos Mariátegui desde la ciudad de Lima. El interés por ella hacongregado a varios especialistas en dos coloquios internacionales

* Agradezco las valiosas sugerencias y correcciones propuestas por César Delgado,Regina Crespo, Miguel Aragón y Walter Saavedra, muchas de las cuales fueron atendidas.Aclaro que ninguno de ellos fue complaciente con mis yerros y disensos. Los que persistenson de mi plena responsabilidad.

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RICARDO MELGAR BAO

para abordar sus diversas aristas.' Sin embargo, quedan muchaslagunas en torno a su estudio. Nuestra contribución ha preferido,antes que una presentación panorámica, hacer una especie de corteestratigráfico y presentarla en su clímax editorial y de recepción,correspondiente al año de 1928. Entre la edición del primer númerode la revista, correspondiente al mes de septiembre de 1926, y elnúmero 11, con el que se dio inicio al año que nos interesa, la revistatransitó con éxito relativo por una fase de experimentación con girostácticos enfrentando los desafios propios a su frágil economía y alos riesgos diversos generados por la intolerancia gubernamental ylos disensos ideológicos y estéticos, los cuales tuvo que enfrentary/o padecer. Si la revista se movió en la disyuntiva de expresarun "movimiento" o una "generación" intelectual emergente en elcampo cultural, fue más lo segundo que lo primero. En 1928 eraindiscutible que Amauta había ganado las expectativas y preferen-cias de un sector relevante de la intelectualidad latinoamericana,ubicándose en la vanguardia del pensamiento peruano. Sus ecosse habían hecho sentir entre algunos destacados intelectualesnorteamericanos y europeos, y fue la revista el medio por el cualMariátegui se proyectó como figura de primer orden en el campointelectual latinoamericano.

Más allá de lo dicho, quepa una interrogación: ¿Existe algunarazón adicional para analizar los avatares de la revista durante1928? Sostenemos que sí. Fue un año crucial para entender laexplícita adscripción de la revista Amauta al campo socialista bajola conducción de José Carlos Mariátegui y la adhesión y respaldode la Sociedad Editora Amauta, una especie de cooperativa so-cialista con funciones y metas definidas en el campo cultural. Elcampo socialista, en la heterogeneidad y el carácter contradictorio

I Simposio lntrrnacional Amauta v Sil Época (septiembre de 1997). Lima, LibreríaEditorial Mincrva. I'1'1X:Amauta r Sil Epoca. 11Simposio Internacional (agosto de 200(,).Lima. 1'<111<11',1 Vi"da de Mariarcuui e l lijos. 2007.

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de sus adscripciones ideológicas y políticas, no dejaba de incidiren los campos más amplios de la cultura y la política peruana ylatinoamericana. Mariátegui, desde la revista y más allá de ella,animaba la configuración de un polo de concentración intelectualbasado en la afinidad de ideas, las prácticas político-culturales. Ensíntesis, trataba de impulsar y desarrollar proyectos renovadores yrevolucionarios en los campos de la cultura y la política peruanay continental.

La expresión peruana de dicho proceso mostró sus particulari-dades al ritmo afirmativo de su crítica al orden y la cultura oligár-quica nacional, así como a sus intelectuales orgánicos liderados porRiva Agüero y su discípulo Víctor Andrés Belaúnde. Mariáteguiadvertía a sus lectores que las ideas, más allá de sus arropamientosnacionales, se eslabonaban con las corrientes internacionales depensamiento que les eran afines.

En lo general, exploraremos la articulación de la revista con lapolítica cultural, sus señas ideológicas, sus énfasis temáticos, sustonos polémicos, sus redes solidarias, sus imágenes y sus símbolos.En la misma dirección presentaremos los rasgos y redes que fueronafirmando gradualmente su proyección latinoamericana.

La Sociedad Editora Amauta

Por lo general, la revista Amauta ha sido objeto de análisis en cuantoa sus ideas. sea para privilegiar sus filias ideológicas y estéticasdentro de la cultura peruana, sea para resaltar sus valores en elmedio intelectual del continente -así como para denigrarlas desdeel campo reaccionario peruano-. Sin desdeñar la relevancia de taleslecturas, nos interesa darle visibilidad a su opción organizativa, alas tareas cumplidas, a los tropiezos y logros colectivos obtenidosdurante ese momento afirmativo y trascendente para el socialismoperuano y continental.

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La edición de la revista había descansado en los recursos econó-micos y humanos de su director y el pequeño núcleo de adherente s,entre los cuales algunos optaron por conservar un perfil de bajavisibilidad y otros por mantenerse en el anonimato. En el mes deseptiembre de 1927 se fundó la Sociedad Editora Amauta comouna empresa de nuevo tipo. Se trataba ahora de convocar a losinteresados y afines a participar en la adquisición de cien accionesde 10 libras peruanas cada una. Cada acción podía suscribirse conel pago de la mitad de su valor y la amortización del saldo en cincocuotas mensuales.

En algunos números de la revista aparecieron esporádicos avisospublicitarios de algunas empresas como la zapatería Z. Bianchi y laCompañía de Seguros "La Popular"," así como la Casa EspañolaA.Montori y Cía.' Amauta había abierto campos para la publicidad;sus tarifas fueron anunciadas en la revista, oscilando entre la ofertade la contracarátula a dos colores por un costo de 12 libras peruanas-un 20 por ciento más que el valor de una acción-, a un cuarto depágina a 3 o 2.5 libras peruanas, dependiendo de la impresión encolor y papel satinado o no.

En el primer informe-convocatoria de la Sociedad se puede leerentre líneas la necesidad de financiamiento de un proyecto másauspicioso. Las perceptibles debilidades económicas de la revistaAmauta parecían superadas si consideramos un saldo positivo desu situación financiera hasta abril de 1927, dos meses antes de larepresión de junio, la requisa de materiales y la censura temporalde la que había sido objeto. Consideremos también que Mariáteguiy sus afines realizaron una revisión autocrítica de los métodos detrabajo en el frente intelectual y en la actividad editorial, impri-miéndole un nuevo giro, únicamente perceptible a través de su

2 Amauta. Lima, núm. 14, abril de 1928, p. 39.J Amauta, Lima, núm. 16,julio de 1928, p. 40.

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línea editorial, de sus redes y prácticas en los espacios públicos.Lo que sorprende es que la información contable brindada por laSociedad no hubiese realizado un corte a diciembre del mismo año.El nuevo emprendimiento hubiese atenuado algunas dudas sobresu viabilidad. El publicitado proyecto cooperativo aspiraba a de-sarrollarse como una empresa cultural responsable y trascendente,moderna y eficaz. Era comprensible que el reto principal para lasociedad en ciernes fuese más político que económico o culturalen la sociedad peruana. El régimen de Leguía había dado sobradaspruebas de su poca capacidad de tolerancia hacia Mariátegui y losemprendimientos socialistas, sindicales y estudiantiles.

Mientras más amplio fuese el dinamismo y la fuerza de con-vocatoria de su red de accionistas, más abonarían a favor de esteproyecto cultural. La extensión de la red de accionistas hacia otrospaíses apostó a crear condiciones especiales de apoyo y de potencialreposicionamiento geográfico del proyecto editorial. La Sociedadanunció dos metas explícitas. La primera, continuar con la ediciónde la revista Amauta; y la segunda, publicar una colección selectade libros bajo el mismo rótulo. El magisterio intelectual socialistase movería así entre las lindes de la renovada tradición libresca y elemergente gusto por el consumo de revistas culturales. La políticacultural que animaría a esta sociedad fue explícita.

La red de accionistas fue tejida a partir de los colaboradoresmás cercanos. Se trataba de una particular red ami cal fortalecidapor un ideal compartido. Mariátegui lo dejó claro en este informe-convocatoria:

Nuestros amigos más próximos han sido ya consultados. Contamoscon su adhesión y concurso. Podemos decir que la Sociedad es unacuerdo suyo. Nos dirigimos a todos los demás: a los de provincias y

del extranjero; a los de Lima que no frecuentan nuestra casa, donde,no obstante está siempre presente su simpatía; a los que no conocemos ~

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y, sin embargo, no podemos llamar ignorados porque sentimos en todoinstante a nuestro lado su estímulo."

Las redes amicales de Mariátegui, siendo más amplias que las com-prometidas con la Sociedad Editora, fueron en este caso acotadas.Estaban significadas por su adhesión ideológica al socialismo. Sinembargo, el socialismo como doctrina, como proyecto, constituíaun abanico de ideas y prácticas heterogéneas y a veces fuertementediscrepantes. El socialismo que aglutinaba al núcleo integrante delproyecto Amauta venía siendo modelado bajo la guía de Mariáte-gui, en ese diálogo fecundo entre las ideas y la realidad nacional,continental y mundial, mediado por diversas prácticas intelectualesy políticas. El socialismo era principalmente un método no sólo deanálisis de la realidad cultural y del proceso histórico, que poníael acento en el drama, los intereses, mitos y utopías de las clases ygrupos subalternos. Mariátegui incentivó las traducciones de tex-tos significativos sobre el curso del socialismo y sus expresionesculturales en Europa. Miguel Adler, amigo y colaborador de larevista, realizó algunas traducciones del ruso.'

El socialismo indoamericano no era un modelo a copiar,era más bien un movimiento suscitador de inventivas, ensayos,símbolos, emociones, quehaceres y proyectos en desarrollo. Laintelectualidad comprometida con Amauta promovía y cultivabala fo.rnación y avance de un polo socialista en el campo intelectualque apuntaba a erosionar la cultura oligárquica y promover unacultura alternativa abierta al mundo con vena autóctona y particu-lar énfasis indigenista. Los animadores y adherente s de Amautafueron tomando posición frente a las ideas, productos y posturaspúblicas de los adalides y voceros de la cultura oligárquica domi-

4 Ídem.5 Véanse las notas del traductor en: Bela Ilesch, "Hacia la organización de la literatura

proletaria. Acuerdos del Pleno de la Oficina Internacional", Amauta, Lima, núm. 15, mayo-junio de 1928, pp. 22-23.

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nante. Ellos criticaron las modas ideológicas, estéticas y políticasde tenor reaccionario de la época.

A fines de enero, la Sociedad anunció entusiasta que en febreroalcanzaría la colocación del 75 por ciento de las acciones ofertadas.Sin embargo, no todo iba al ritmo de lo deseado. Varios suscriptoresse habían rezagado en el pago de la acción, por lo que la Sociedadlos convocó a "abonar a la brevedad posible" su adeudo."

El informe-convocatoria puede ser también leído como unllamamiento. No es una opción arbitraria que se desprende de lapropia lectura del documento. En sentido estricto, se trataría delsegundo llamamiento formulado desde la revista. Entre el primero,formulado en septiembre de 1926, y este otro, de enero de 1928,se habían realizado diversos movimientos, algunas reorientacionesy ensayos, se habían sufrido reveses no previsibles. El balanceiniciado en 1928 fue positivo y entusiasta. Amauta y su director,José Carlos Mariátegui, habían ganado una presencia inusual ynumerosas adhesiones y expectativas en los medios intelectualesdel Perú y América Latina. También habían cooptado la atencióny simpatía de intelectuales prestigiados en Europa como RomainRolland, Henry Barbusse, y Waldo Frank en los Estados Unidos.Este llamamiento rubricado por la Dirección mostraba las señasinconfundibles del ideario y estilo de Mariátegui. Su cierre fueelocuente:

Cuando fundamos Amauta, sabíamos que a nuestro llamamientoresponderían mil voces fratemas. Respondieron muchas más de lasque esperábamos. Ahora hacemos este otro llamamiento con la mis-ma confianza en la solícita y entusiasta respuesta de nuestros amigosy simpatizantes. A todos les recordamos que no basta que Amautasubsista. Es necesario que crezca y dé todos sus frutos.'

6 Sociedad Editora Amauta. Amauta, Lima, núm. 11. enero de 1928, p. 19.7 La Dirección, "Sociedad Editora Amauta", Amauta, Lima, núm. 11, enero de 1928. W

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La convergencia ideológico-cultural lograda por la revista necesi-taba un soporte terrenal anclado en la eficacia y transparencia de sueconomía que potenciase la ampliación de su tiraje y distribuciónallende las fronteras nacionales. Leamos un párrafo elocuente decómo los editores tuvieron que optar por modernizarse, organizán-dose y concertando un nuevo capital y funciones a fin de enfrentarlos nuevos retos:

La demanda de Amauta en provincias y en Hispano-América noscoloca en la necesidad de sostener gastos de impresión y de correocada día más altos. Las remesas de provincias no pueden arribamos,exactamente a vuelta de correo; las de las librerías del extranjero, me-nos aún.Estasúltimas tienen establecidas,generalmente, liquidacionestrimestrales. La administración deAmauta necesita por consiguiente,un capital que le permita estos créditos, destinados a aumentar amedida que crezca la difusión de nuestra revista. Por otra parte, ne-cesita importar directamente su papel, tinta y demás materiales, a finde obtenerlos en las mejores condiciones. Esto es fundamental paraeconomía de un tiraje elevado.

La gestión económica de Amauta no puede ser ya individual;debe ser colectiva.

Hemos decidido, por esto, organizar la Sociedad Editora "Amau-ta"."

A partir de entonces, dicha sociedad articularía su labor a la ediciónde la revista, pero también al lanzamiento de la edición de libros"que aparecerán en la Biblioteca Amauta". Y para sortear cualquiermalentendido, la dirección de dicha sociedad declaró:

Las ediciones de Amauta -es casi inútil anotarlo- corresponderántodas al espíritu de la revista. Se publicarán bajo la dirección de José

8 Amauta, Lima, núm. 11, enero de 1928.

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Carlos Mariátegui. La extensión nacional e hispano-americana delpúblico de Amauta les garantiza el éxito."

En la misma dirección, merece destacarse el lanzamiento de lallamada Oficina del Libro, como parte del proyecto de políticacultural auspiciado por Mariátegui. Dicha entidad, articulada a larevista Amauta y mediada por la Sociedad Editora, expresó suspropósitos en su nota de presentación:

[...] organizar, mediante una activa y metódica propaganda, la difu-sión del libro en provincias, ofreciéndolo al lector al mismo precioa que se vende en la capital y sin más recargo que el 10 % de gastosde correo certificado.

A este efecto la Oficina del Libro distribuirá mensualmente enprovincias varios miles de ejemplares del boletín bibliográfico Libros yRevistas, y publicará en cada número una lista completa de novedadesextranjeras y nacionales, con sus precios, los cuales serán invariablesy fijos para todos los clientes. Distribuirá también la Oficina del Libro,al iniciar su trabajo, catálogos y listas de las existencias de todas laslibrerías importadoras y editoras que adhieran a su servicio. 10

Itinerario de la revista y malla de colaboradores

A lo largo de 1928, la revista Amauta publicó nueve números, del11 al 19. Los seis primeros, entre enero y julio, fueron editadosen su formato inicial de 24 por 32 centímetros. El número 15, elpenúltimo de esta serie, correspondió a los meses de mayo-junio,algo inusual para una revista mensual, indicador de que existían

9 Amauta, Lima, núm. 11, enero de 1928.10 Amauta, Lima, núm. 15, mayo-junio de 1928, p. 44.

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problemas para sostener su periodicidad. En dicho número noapareció ninguna nota explicativa.

A pesar de todos los esfuerzos desplegados por Mariátegui y laSociedad Editora, la edición de la revista tuvo algunos altibajos,algunas caídas, lo que explicaba que no pudiera salir rigurosamentemes a mes.

Una crisis de salud de Mariátegui retrasó unos días la compo-sición y edición de la revista Amauta correspondiente al mes deabril, tareas que fueron culminadas por Ricardo Martínez de laTorre, quien tomó algunas medidas preventivas para garantizar elsiguiente número. \\ En los hechos, la revista no salió conforme alo prometido por Martínez de la Torre en el mes de mayo, y fuenecesario editar un número doble para cubrir el tercer bimestredel año. Un nuevo revés vino en agosto, evitándose editar otronúmero doble. La segunda serie, bajo su nuevo formato de 17 por24.5 centímetros y nueva orientación, correspondió a los números17 al 19, publicados entre los meses de septiembre y diciembrede 1928.

Agregaremos otro dato relevante: la aparición de Ricardo Mar-tínez de la Torre como gerente de la revista, aliado de Mariátegui,quien siguió en su indisputable papel de director. El número 19 fuenuevamente bimestral, a manera de cerrar el año de 1928. Una brevenota editorial en la contracarátula colocada bajo el índice justificóla medida por razones técnicas y de presentación, silenciando larazón económica que también conspiraba contra su periodicidad:

Amauta ha adoptado desde su número 17, definitivamente, el presenteformato. La aprobación unánime de esta reforma, aconsejada porrazones de técnica y presentación, que hace más manuable y colee-cionable nuestra revista, y el éxito del número con el cual Amauta

11 "Aviso editorial", Amauta, Lima, núm. 14, abril de 1928, p. 6.

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ha entrado en su tercer año de existencia, nos animan a mantener elvolumen de 108 páginas. Los lectores de Amauta aceptan de buengrado el aumento del precio del ejemplar a 60 centavos, y de la sus-cripción anual a SI. 6.00. El aumento es mínimo en relación a lo quela revista mejora. Desde enero próximo cesará toda irregularidad enla aparición de la revista. Enero debe ser para todos nuestros amigosmes de reclutamiento de suscriptores."

Los costos de armado de caja eran más elevados para el diseñooriginal que para el más pequeño, que perduraría hasta su extinciónen 1930.13 La compensación vino al pasar la revista de 44 a 108páginas, lo que permitió justificar un ligero aumento en su preciode venta. 14 No había ánimo de lucrar sino de paliar su déficit, y deser posible, multiplicar su tiraje y distribución.

La malla de relaciones de la revista A mauta había crecido dentroy fuera del país. Su complejidad rebasaba los límites de las redesque la revista había cultivado entre fines de 1926 y el año de 1927.El tejido complejo de lazos existentes en 1928 había depurado susfilas, uniendo a diversos actores en la magna empresa de estimularla proyección socialista de la revista, de la editorial y de la políticacultural que impulsaba y dirigía Mariátegui. Los nudos de la mallaunían las no muy diferenciadas redes de accionistas, de correspon-sales, autores y suscriptores.

Los autores peruanos --en su gran mayoría- habían nacidoentre la última década del siglo XIX y la primera del siglo xx. Noformaban en sentido estricto una generación, aunque todos ellosse sentían cultores de las nuevas corrientes de ideas y prácticasestéticas, culturales y políticas de la primera posguerra mundial.La costa norte, la sierra central y la región sur andina estuvierondignamente representadas entre los colaboradores, corresponsales

" Amauta, Lima, núm. 19, noviembre-diciembre de 1928.1l Comunicación personal del Dr. Ricardo Ferré D'arnaré.14 Amauta, Lima, núm. 19, noviembre-diciembre de 1928.

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y lectores. El escenario amazónico fue inalcanzable para la revistaAmauta, lo que retrataba más que una debilidad del proyecto deMariátegui, el estado de desvinculación nacional.

El socialismo y el APRA

Mariátegui inauguró el año de 1928, desde las páginas de su revista,con un artículo intitulado "El problema de la tierra. Requisitoriacontra el gamonalismo o feudalidad", el cual pocos meses des-pués sería integrado a su libro 7 Ensayos de Interpretación de larealidad peruana. Mariátegui pasa revista a la lucha de la comu-nidad andina, de la conquista a la República aristocrática contrael gamonalismo, los terratenientes y sus sistemas de explotación ydominación. En dicho texto percibimos un giro discursivo graciasal cual Mariátegui, además de tomar posición frente al cuadro defuerzas sociales y políticas en la coyuntura, intentó abrir una fisuraentre los terratenientes y el gobierno, el cual estaba interesado enimpulsar una vía de modernización y desarrollo capitalista del agroperuano. Leamos las palabras del director de Amauta:

el gamonalismo y ellatifundismo aparecen también como un obstáculohasta para la ejecución del propio programa vial que el Estado sigueactualmente. Los abusos e intereses de los gamonales se oponen to-talmente a una recta aplicación de la ley de conscripción vial. El indiola mira como un arma del gamonalismo. Desde el régimen inkaico,el servicio vial debidamente establecido sería un servicio públicoobligatorio, del todo compatible con los principios del socialismomoderno; dentro del régimen colonial del latifundio y servidumbre,el mismo servicio adquiere el carácter de una 'mita' .15

" Amauta, Lima, núm. 11, enero de 1928, p. 14.

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Amauta se posicionó en la difícil coyuntura política peruana de1928 contra el gamonalismo. A mediados del año, Mariáteguiescribió la siguiente nota:

En nuestro boletín de defensa indígena destinado a denunciar los crí-menes y abusos del gamonalismo y sus agentes, así como a señalar loshechos que indican el resurgimiento indio, acogeremos, como antes,todas las denuncias garantizadas por las firmas de los interesados.Algunos hemos recibido que no damos a la luz por carecer de estaformalidad. 16

Las páginas de la revista Amauta atendieron también tópicos dealcance continental, todos ellos de carácter controversial y porende abiertos al debate. La preocupación por elaborar un discursoidentitario continental debía marchar a contracorriente de las pro-puestas filo-hispanistas y eurocéntricas de la oligarquía peruana ylatinoamericana. Destaca en esa dirección el intercambio polémicosostenido entre las tesis indoamericanas del cubano Martí Casano-vas y las europeístas del boliviano Franz Tamayo. De manera con-vergente con Tamayo, aparecieron los planteamientos del peruanoAntenor Orrego sobre el "desgarrón" que significó la Conquistay su seducción por lo europeo. Orrego afirmó que deberíamosreorientar el rumbo retornando lo propio, sin renunciar al "humusde la fecundación" occidental en suelo americano. Nuestra Amé-rica fue dibujada por Orrego como "incógnita", como "libertad" ycomo "posibilidad". 17 Por su lado, el ecuatoriano Gerardo Gallegosreivindicó la bandera bolivariana de la unidad de la nación "Indo-América-Latina" superando los cacicazgos republicanos. Afirmó

16 El Proceso del Gamonalismo, Amauta, Lima, núm. 6, mayo-junio de 1928.17 Antenor Orrego, "El gran destino de América. ¿Qué es América?", Amauta, Lima,

núm. 12, febrero de 1928, p. 13.

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con ironía que los signos materiales de su progreso (aeroplanos,radios, avenidas) se habían avenido con una "civilización políti-ca" de cuño medieval, la cual estaba por debajo de los indígenasherederos de sus "civilizaciones florecientes" prehispánicas." Elperuano L. Carranza propuso la categoría de Indo-hispanismo parazanjar el diferendo identitario apelando a argumentos racialistas decorte positivista, sin omitir que el centro de sus preocupaciones erala liberación de nuestros pueblos. 19 En los márgenes, las reflexionesde Waldo Frank sobre la América anglosajona se orientaron a unare lectura de los orígenes y fundamentos culturales, a recuperarsus deudas histórico-culturales con la Europa del Mediterráneo."El propio Carranza irónicamente resignificó el legado del Medite-rráneo al afirmar que los habitantes bien podrían llamarse "árabe-americanos, con más razón que latino-americanos"."

Mariátegui inició la exposición de su serie de artículos en "De-fensa del marxismo" en la revista Amauta en el mes de septiembrede 1928.22 Aunque el centro de sus críticas giró en tomo a las tesiscontenidas en el libro Más allá del marxismo (1926) del socialista

18 Gerardo Gallegos, "No existen nacionalidades en nuestra América", Amauta, Lima,núm. 13, marzo de 1928, p. 36.

" L. Carranza, "Indo-Hispanisrno", Amauta, Lima, núm. 18, octubre de 1928, pp.94-95.

'0 Waldo Frank, "El redescubrimiento de América y los últimos días de Europa", Amauta,Lima, núm., 11, enero de 1928, pp. 2-3.

21 L. Carranza, op. cit., p. 94.22 Mariátegui publicó: "Henri de Man y la 'Crisis del marxismo:", Variedades, Lima, núm.

1062,7 de julio de 1928; "La tentativa revisionista de 'Más allá del marxismo?", Variedades,Lima, núm. 1063, 14 de julio de 1928; "La filosofía moderna y el marxismo", Variedades,Lima, núm. 1072,29 de septiembre de 1928; y "Rasgos y espíritu del socialismo belga",Variedades, Lima, núm. 1078,27 de octubre de 1928. Los cuatro textos fueron integradoscomo acápites de su serie "En Defensa del Marxismo". que comenzaba a difundirse en larevista Amauta en los meses de septiembre y octubre. Por lo menos desde el mes de juniode 1928, Mariátegui tenía proyectada su serie en defensa del marxismo. El vacío temporalentre sus avances publicados durante la primera quincena de julio y los subsiguientes, apartir de septiembre, se explican por su crisis de salud, una segunda amputación que acentuósu invalidez. no su actividad creadora.

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belga Henri de Man (1885-1953) Yde otras ideas afines en boga enEuropa, recusó las acusaciones neo revisionistas sobre su presuntafalta de ética y su detenninismo. Subrayó el carácter voluntaristadel socialismo y su articulación con su ''fondo determinista", tanpoco entendido por sus críticos."

En el número 12, Mariátegui había centrado su atención en"La Reforma Universitaria", tema ineludible y relevante duranteel proceso de desarrollo del deslinde ideológico-político frente aVíctor Raúl Haya de la Torre, figura representativa de dicho movi-miento y fundador de laAlianza Popular Revolucionaria Americana(APRA). La auscultación de Mariátegui del movimiento de reformauniversitaria en el continente no fue gratuita; sabía que el debate conHaya y los apristas trascendía las fronteras peruanas e interesaba asus lectores. Su lectura le restó fuerza a uno de sus mitos, el de suautonomía y homogeneidad. Retrató al movimiento universitarioreformista como un movimiento de la primera posguerra mundial,signado por sus correspondientes "esperanzas mesiánicas, los senti-mientos revolucionarios, la pasiones místicas"." Vio como la mejororientación del movimiento universitario el estrechar su colabora-ción con los sindicatos obreros, persistir en ganar más experienciaen el combate contra "las fuerzas conservadoras" y el ejercicio dela "crítica concreta de los intereses y principios en que apoya elorden establecido. Una definida orientación ideológica"."

y en la continuación del mismo artículo, en el siguiente númerode Amauta, Mariátegui particularizó su preocupación nacionalfrente a la ofensiva impulsada por el ala profesoral reaccionaria enlas universidades del país, la cual fue acompañada de la represiónpolicial contra la vanguardia estudiantil. Constató un reflujo del

2l José Carlos Mariátegui, "Defensa del Marxismo. A propósito del libro de Henri deMan", Amauta, Lima, núm. 19, noviembre-diciembre de 1928, pp. 10-16.

24 José Carlos Mariátegui, "La reforma universitaria", Amauta, Lima, núm. 12, febrero ti. ':

de 1928, p. 1. _25 Ídem.

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movimiento estudiantil que adhería a las banderas de la reformauniversitaria en Lima y en Trujillo, agravado por la continuacióndel inmovilismo conservador en Arequipa. Mariátegui únicamenteconstató la existencia de señas alentadoras en la Universidad delCuzco, en donde profesores y alumnos parecían imprimirle una sen-da renovadora." Estos artículos dedicados a la reforma universitariano deben haber pasado desapercibidos a los ojos de Haya de la Torrey sus seguidores. El 16 de abril, a pesar de la crisis de salud queafectaba a Mariátegui y lo obligó a posponer la edición de Amauta,escribió una de sus cartas polémicas, tras conocer la simbólica einoportuna candidatura de Haya de la Torre a la presidencia de laRepública. En uno de sus párrafos, Mariátegui sostuvo:

[... ] siento el deber urgente de declarar que no adheriré de ningúnmodo a este partido nacionalista peruano, que a mi juicio, nace tandescalificado para asumir la obra histórica en cuya preparación hastaayer hemos coincidido."

La respuesta de Haya a Mariátegui quebró la relación epistolar ypolítica entre ambos. La crisis de salud de Mariátegui se prolongóhasta el mes de julio. Luego retornaría con bríos su agenda inte-lectual y política.

La revista Amauta dio muestras de solidaridad internacional.Un breve mensaje expresó sus votos solidarios con el movimientoantidictatorial en Venezuela:

26 Amauta, Lima, núm. 13, marzo de 1928, p. 15.27 "De José Carlos Mariátegui a la Célula Aprista de México", Publicada en Ricardo

Martínez de la Torre, Apuntes para una Interpretación Marxista de la Historia Social delPerú. cit., t. n, pp. 96-298. Reproducido de Mariátegui Total, tomo 1 (Peruanicemos alPerú), Lima, Editorial Amauta, 1994, p. 1898.

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Amauta envía sumensaje de fratema solidaridada todos losque luchancontra este despotismo tropical. Ojalá arribe el eco de este mensaje alas mazmorras de Puerto Cabello y La Rotonda."

Es digno de recordar el mensaje de Sandino del 20 de mayo, sinlugar a dudas mediado por el poeta peruano Esteban Pav1etich,quien fungía como su secretario:

Por intermedio de la revista Amauta, envío mi más fervoroso saludo ala nueva generación de trabajadores manuales e intelectuales deAmé-rica Latina que sabe compartir comopropias las horas de angustia queha tocado vivir a nuestra Nicaragua. A ella reafirmo mi fe inalterableen el triunfo denuestras armas que al defender la libertad de un pueblode nuestra América defienden la libertad del Continente."

La pluralidad de la primera fase de la revista, correspondiente alperiodo comprendido entre septiembre de 1926 a julio de 1928,fue ideológica y estéticamente más amplia, abierta a las más di-versas corrientes vanguardistas y renovadoras, siempre y cuandose distanciasen y/o opusiesen a la cultura y orden oligárquico. Enel curso de este periodo cupieron dos movimientos o giros tácticosdiscernib1es: el primero, cumplido entre septiembre de 1926 y mayode 1927, y el segundo, desarrollado tras la experiencia represiva dejunio de 1927, que orientó la edición de los números 10 al 16, esdecir, entre los meses de diciembre de 1927 y julio de 1928. Estemovimiento, que tuvo un sesgo acentuadamente transiciona1 haciala segunda fase, aceleró la cohesión ideológica y política, dandoguiños y señas cada vez más visibles de la existencia de una obra

28 Amauta, Lima, núm. 12, febrero de 1928, p. 5.29 "Mensaje de Sandino", Amauta, Lima, núm. 16, julio de 1928, p. 1.

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colectiva y de un liderazgo indiscutible." Agosto no fue un mesen blanco; en sentido estricto diríamos que sirvió de base para lareorientación estratégica de Amauta en aras de afirmar la hegemo-nía ideológica socialista en el frente cultural. Por lo anterior, enel curso de la segunda fase, la pluralidad adoptó otros límites, fijóotras fronteras conforme al proyecto socialista de Mariátegui. Unejemplo de ello fue la traducción y reproducción de la encuesta alos escritores realizada por Monde, el semanario dirigido en Paríspor Henri Barbusse en torno a la existencia o no de una literaturaproletaria." A partir de entonces, en la revista Amauta Mariáteguipublicó sus artículos de índole doctrinaria a favor del marxismoy del socialismo, fuera de incluir algunos textos orientadores parala polémica antiimperialista, despojados de la cuota de excepcio-nalidad que defendía Haya de la Torre.

Uno de ellos correspondió a la firma del español Juan Andra-de, que dotó de visibilidad tanto a las particularidades como a losrasgos comunes de la lucha antiimperialista en el mundo. Andradedestacó la importancia de los acuerdos del Congreso Antiímperia-lista de Bruselas (1927) impugnados por Haya de la Torre." En1927, Andrade había sido separado de los cargos de dirección quetenía en el Partido Comunista Español con motivo de sus críticasa la le y de la propia URSS (sus simpatías por Trotsky no lo hacíanpropiamente un seguidor del líder ruso, como lo evidenciaron losdisensos en torno a la cuestión china). Debe tomarse en cuenta queRicardo Martínez de la Torre reseñó el libro de Andrade sobre la

30 Retornamos un perspicaz señalamiento de Miguel Aragón sobre los cortes temporalesseguidos por Amauta. Quizás deberíamos debatir si procede llamarlos "subfases" o movi-mientos tácticos de su emprendimiento editorial.

31 "¿Existe una literatura proletaria?", Amauta, Lima, núm. 18, octubre de 1928, pp.1-8.

3l Juan Andrade, "El imperíalismo y la lucha de los pueblos coloniales", Amauta, Lima,núm.l S, mayo-junio de 1928, pp. 32-35.

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cuestión imperialista en China." Destacó también la contribucióndoctrinaria de Eudocio Rabines sobre el imperialismo contemporá-neo, apoyándose en Lenin y Bujarin, así como en textos clásicos deMarx." Fue relevante la contribución del suizo Fritz Bach, militantecomunista en México." Bach suscribía la tesis que la única luchaantiimperialista coherente era de cuño socialista.

Mariátegui, en una de sus contribuciones sobre su serie dedi-cada a la "Defensa del Marxismo", abrió fuego contra las tesisrevisionistas del belga Henri de Man, las cuales abrevaban en elPsicoanálisis. Mariátegui no rechazó la recepción de la doctrina deFreud, más bien la apreció de otro modo. Refiriéndose, en general,a intentos como el de Henri de Man, escribió:

El neo revisionismo se limita a unas pocas superficiales observacio-nes empíricas que no aprehenden el curso mismo de la economía,ni explican el sentido de la crisis post-bélica. Lo más importante dela previsión marxista -la concentración capitalista- se ha realizado.Socialdemócratas como Hilferding, a cuya tesis se muestra másatento un político burgués como Caillaux (v. ¿Gil va la France?) queun teorizante socialista como Henri de Man, aportan su testimoniocientífico a la comportación de este fenómeno."

Huellas visibles de un debate teórico sobre el marxismo y la proble-mática nacional, continental y mundial parecían tensar los camposde significación del polo socialista y se expresaron en cierto modoen la revista Amauta. Criticar las tesis del socialismo reformista

33 Ricardo Martínez de la Torre, "China contra el imperialismo de Juan Andrade",Amauta, Lima, núm. 16, julio de 1928, pp. 43-44.

}4 Eudocio Rabines, "La etapa del monopolio en la economía capitalista", Amauta, Lima,núm. 16, julio de 1928, pp. 29-32.

35 Fritz Bach, "El Imperialismo, un fenómeno económico", Amauta, Lima, núm.19, tt. . '_~

pp. 50-52. _36 Amauta, Lima, núm. 17, septiembre de 1928, p. 12.

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europeo sugería por extensión otros destinatarios en el Perú y enAmérica Latina, cuya identidad no ha sido esclarecida. Algo deello nos lo revela un texto polémico y heterodoxo de Martínez dela Torre, en el que reconoce los ecos del debate sobre la Interna-cional Comunista y la URSS, frente a los que propuso con ciertopragmatismo que frente a las ideas de los líderes rusos, "incluyendoal mismo Lenin, tomemos lo que nos sea útil". Y, justificando lasherejías colectivas en el seno del movimiento revolucionario, señalóque todas ellas tenían cabida, siempre y cuando hubiese disciplina,método, organización para la acción. Asimismo, advirtió:

Tampoco nos quedaremos en Lenin. Hay que avanzar más lejos.Sonreímos ante las luchas, de protestantes y romanos por la inter-

pretación de Jesús. Este descrédito no lo cultivamos tirándonos a lacabeza argumentos a propósito de lo que dijo, pensó y escribió Marx,Lenin, Engels, Trotsky o González Prada ...

Toda polémica de interpretación es vana, intelectual, burguesa,perjudica la acción."

Si el deslinde de Mariátegui y el núcleo socialista limeño con Hayaera ya conocido, no lo era el naciente debate en las propias filas delos diversos agrupamientos socialistas y apristas peruanos, dentroy fuera del país. Tal línea merece ser investigada considerandoque las filias ideológicas y el modo de entender y resolver exi-gencias políticas expresaban algo más que matices. Las posturasde Martínez de la Torre así como las de César Falcón y EudocioRabines merecen especial énfasis en las filas socialistas, sin des-deñar manifestaciones disidentes como las del llamado grupo delCuzco. Por ahora, únicamente anotaremos un ejemplo. Martínez

31 Ricardo Martínez de la Torre, "Polémica y acción", Amauta, Lima, núm. 16, juliode 1928, p. 33.

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de la Torre expresó sus disensos con Mariátegui en tomo al frenteúnico. Para Mariátegui, no todas las herejías tenían ya cabida.Haya había quedado fuera del movimiento y de las páginas de larevista Amauta. Los anarquistas también fueron excluidos, acasopor su proximidad con Haya de la Torre. La publicación del textovalorativo de Mariátegui sobre Manuel González Prada no parecehaber sido realizado al azar en julio de 1928. El autor de Horasde Lucha seguía siendo la figura símbolo de los adherentes a lasUniversidades Populares. Era la figura más apreciada por Haya dela Torre, mientras que Mariátegui, sin desconocer sus méritos, veíasu ideología como un lastre para el movimiento revolucionario endesarrollo. El director de Amauta consideraba que la ideología delextinto pensador libertario era en gran medida "caduca", no así su"austero ejemplo moral", su "honradez intelectual", su "noble yfuerte rebeldía". Es posible que Mariátegui tuviese en cuenta laatmósfera ideológica del movimiento estudiantil, base social deHaya de la Torre, y en función de ello apostó a un descentramientoentre la vieja imagen de González Prada y la nueva generación paraproponerles otra más acorde con el ideal socialista y por ende consus expectativas ideológicas y políticas. Mariátegui, sin nombrara Haya y sus afines, buscó desacreditarlos como repetidores defrases gastadas, como aquella tan publicitada por Haya y las Uni-versidades Populares de: "los viejos a la tumba, los jóvenes a laobra." Hubo algo de admonición a los jóvenes cuando Mariáteguiescribió al final de su artículo:

Pienso, además por mi parte que González Prada no reconocería en lanueva generación peruana una generación de discípulos y herederosde su obra si no encontrara en sus hombres la voluntad y el alientoindispensables para superar la. Miraría con desdén a los repetidoresmediocres de sus frases. Amaría sólo una juventud capaz de traduciren acto lo que en él no pudo ser sino idea, y no se sentiría renovado ~

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y renacido sino en hombres que supieran decir una palabra verdade-ramente nueva, verdaderamente actual."

El emergente polo socialista se iba gradualmente confrontandocon el régimen de Leguía, lo que solventaba cierta unidad en susfilas, también algunas bajas y deserciones. El camino socialista nofue un juego, la represión de junio de 1927 estaba presente en suimaginario. Leguía dio muestras de mano dura; deportación y cárcelfueron usuales para los líderes estudiantiles, obreros e indígenas.Hubo también algunas muertes. Ello quizás explique el interés deMariátegui en abrir la discusión tanto sobre la defensa jurídica dela libertad de ideas y de acción contra su criminalización, y lassinrazones ideológicas de la intolerancia burguesa y oligárquica.Participaron: los españoles Miguel de Unamuno y Luis Jiménez deAsúa, el argentino Carlos Sánchez Viamonte a través de las reseñascríticas de los peruanos Luciano Castillo y Antenor Orrego."

A pesar de las adversas condiciones políticas existentes enel Perú, Mariátegui persistió en llevar su proyecto de una nuevapolítica cultural teniendo como eje rector a la revista Amauta.En el número 17 de Amauta, Mariátegui publicó un texto de altarelevancia ideológica intitulado "Aniversario y Balance". Dosaños de vida de la revista no eran poca cosa para los movidosescenarios de la cultura peruana de esos años, impulsados por lascorrientes renovadoras y vanguardistas." La erosión de la vieja

J8 José Carlos Mariátegui, "González Prada", Amauta, Lima, núm. 16, julio de 1928,p.15.

3. Véanse los textos de don Miguel de Unamuno en Amauta, núms. 11 y 13; LucianoCastillo, "El habeas corpus por Carlos Sánchez Viamonte", Amauta, Lima, núm. 11,p. 43; Luis Jiménez de Asúa, "Los delito-político-sociales", Amauta, Lima, núm.13,pp. 7-8; Antenor Orrego, "La ley como el Cuchillo por Carlos Sánchez Viamonte", Amauta,Lima, núm. 14, pp. 43.

40 Este mismo texto fue difundido por Mariátegui en los medios obreros a través delprimer número del quincenario Labor, Lima, núm.l , 10 noviembre de 1928, p. 8.

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cultura oligárquica se hizo cada vez más visible. En ese contexto,Mariátegui y los socialistas, tras la ruptura con Haya, dedicaronsus mejores esfuerzos para transitar hacia una fase de definiciónprogramática, vía la constitución del partido socialista del Perú.Mariátegui, aunque no asistió a la reunión socialista de septiem-bre, hizo sentir su presencia a través de un mensaje, cuyos ecosaparecen en los testimonios de dos participantes. Ese mensaje fueconvergente en tiempo e intención con el editorial de la revista quevenimos comentando. En dicho editorial, Mariátegui resumió elcurso de la primera fase:

Hemos querido que Amauta tuviese un desarrollo orgánico, autónomo,individual, nacional. Por esto, empezamos por buscar su título en latradición peruana. Amauta no debía ser un plagio, ni una traducción.Tomábamos la palabra incaica para crearla de nuevo. Para que elPerú indio, la América indígena, sintieran que esta revista era suya.y presentamos a Amauta como la voz de un movimiento y de unageneración. Amauta ha sido, en estos dos años, una revista de defini-ción ideológica, que ha recogido en sus páginas las proposiciones decuantos, con título de sinceridad y competencia, han querido hablara nombre de esta generación y de este movimiento.

El trabajo de definición ideológica nos parece cumplido. En todocaso, hemos oído ya las opiniones categóricas y solícitas en expresarse.Todo debate se abre para los que opinan, no para los que callan. Laprimerajomada de Amauta ha concluido."

A lo largo de la primera fase del frente intelectual animado por Ma-riátegui a través de la revista Amauta, se libraron varias polémicas.En sus páginas la revista propuso a discusión temas tan variados ypropios de su época como el vanguardismo, el indigenismo, la nue-

41 Amauta, Lima, núm. 17, septiembre de 1928, pp. 1-2.

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va generación, el torremarfilismo y el compromiso del intelectual,y uno muy político en tomo al aprismo, es decir, acerca de la uni-dad continental y la lucha antiimperialista." Veamos qué anuncióMariátegui en este editorial sobre la segunda fase, es decir, sobreel camino a seguir a partir de septiembre de 1928 en adelante:

En la segunda jornada, no necesita llamarse revista de la 'nuevageneración', de la 'vanguardia', de las 'izquierdas'. Para ser fiel a laRevolución, le basta ser una revista socialista.

'Nueva generación', 'nuevo espíritu', 'nueva sensibilidad', todosestos términos han envejecido. Lo mismo hay que decir de estos otrosrótulos: 'vanguardia', 'izquierda', 'renovación'. Fueron nuevos ybuenos en su hora. Nos hemos servido de ellos para establecer de-marcaciones provisionales, por razones contingentes de topografía yorientación. Hoy resultan ya demasiado genéricos y anfibológicos.Bajo estos rótulos, empiezan a pasar gruesos contrabandos. La nuevageneración no será efectivamente nueva sino en la medida en que sepaser, en fin, adulta, creadora."

¿Pero qué se podía entender por socialismo? Una nueva palabrano parecía poder exorcizar los viejos fantasmas ideológicos. Endicho editorial, Mariátegui trazó algunos de sus nuevos sentidos.Nativizó y sustantivizó el término socialista y lo articuló al caminode la "Revolución". Una revisión de sus escritos sobre los proce-sos revolucionarios en Europa, Asia, y en nuestro continente, conespecial atención al curso seguido en México, nos mostrarían suspreocupaciones y reflexiones, también algunas de sus certidumbres.Veamos su apuesta:

42 Véanse mis artículos: "Mariátegui y la revista Amauta en 1927: redes, accidentes ydeslindes", Revista de Antropología, Lima, núm. 4, UNMSM, 2006, pp. 89-115; "Amauta:política cultural y redes artísticas e intelectuales", Agua (Huancayo) núm. 3,2007, ComisiónCientífica Permanente del Folklore Andino, Perú, pp. 215-250.

43 Amauta, Lima, núm. 17, septiembre de 1928, p. 2.

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A Norte América capitalista, plutocrática, imperialista, sólo es posibleoponer eficazmente una América latina o íbera, socialista. La épocade la libre concurrencia, en la economía capitalista, ha terminado entodos los campos y en todos los aspectos. Estamos en la época de losmonopolios, vale decir de los imperios. Los países latinoamericanosllegan con retardo a la competencia capitalista.

El socialismo no es, ciertamente, una doctrina indo-americana.Pero ninguna doctrina, ningún sistema contemporáneo lo es ni puedeserIo. El socialismo, en fin, está en la tradición americana. La másavanzada organización comunista, primitiva, que registra la historia,es la incaica.

No queremos, ciertamente, que sea el socialismo en América calcoy copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestrapropia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-ame-ricano. He ahí una misión digna de una generación nueva."

Es interesante cómo, a través de estos pasajes, Mariátegui apuntósus baterías ideológicas contra el núcleo duro del aprismo, sufrágil relativismo. Lo particular, es decir, la viabilidad del socia-lismo indoamericano, no podía ser disociado de la unitaria mallade sentidos y redes de proyección universal. La retroalimentaciónera ineludible, necesaria, posible. El derecho político y culturala la imaginación e inventiva socialista cobraría mayor fuerza siabrevaba en sus propias tradiciones: el colectivismo incaico, porejemplo.

Del disenso a la ruptura con el APRA

El Congreso Antiimperialista Mundial, realizado en febrero de 1927en Bruselas, puso en evidencia las diferencias ideológico-políticas

44 Amauta, Lima, núm. 17, septiembre de 1928, pp. 2-3.

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y sus riesgos en América Latina. La cuestión antiimperialista nofue ajena a la sensibilidad de los intelectuales de vanguardia, alos estudiantes partidarios del movimiento de la reforma univer-sitaria, suscitando un abanico de lecturas y acciones no siemprecoincidentes.

En las filas de las organizaciones simpatizantes o adherente s ala Internacional Comunista existían dos posiciones, avanzar porla confrontación abierta o hacer un nuevo esfuerzo por mantenerel diálogo en aras de que el frente antiimperialista latinoamerica-no tuviese la más amplia base social. Algo similar sucedía en lascúpulas de sus organismos internacionales. El peso diferencial detales posiciones dependía de cada organismo y su grado de auto-nomía frente a Moscú. En México, Julio Antonio Mella asumió laposición más dura y pasó directa y sistemáticamente a la confron-tación contra el APRA Ysu líder Haya de la Torre. Mariátegui, porsu lado, había optado por una postura más flexible sin renunciara la confrontación de ideas. El socialista peruano era concordanteen sus planteamientos con las directivas emanadas de ConsejoGeneral de la Liga Antiimperialista Mundial del 12 de diciembrede 1927, publicadas dos meses después en la revista Amauta. Habíaque trabajar en la perspectiva de un congreso continental de lasfuerzas antiimperialistas, a donde se esperaba que concurriesen,además de los dirigentes de la Liga Antiimperialista de las Amé-ricas y los propios de sus secciones nacionales, la delegación dela APRA liderada por Haya de la Torre, así como los representantesde la Unión Latino-Americana, de filiación socialista reformista,jefaturada por el argentino Alfredo Palacios."

45 Hemos de destacar que el proyecto cominternista para América Latina debía impulsar através de sus organizaciones de masas congresos continentales para conquistar la hegemoníade su conducción política. Sin embargo, las dos primeras iniciativas fueron la de auspiciar unCongreso Antiimperialista y un Congreso Magisterial en el curso de 1928. Sólo el segundoprosperó en Chile y fue exitoso: así nació la Internacional Magisterial Americana (IMA). Enjunio de 1929 se celebraría en Montevideo el Congreso fundacional de la ConfederaciónSindical Latino Americana (CSLA).

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La Unidad Antiimperialista era una meta deseable considerandola abierta injerencia estadounidense en la región. La ocupación mi-litar de Nicaragua y la amenaza pendiente sobre México concitabanlas mayores preocupaciones de la intelectualidad de izquierda. Laresolución del máximo organismo cominternista responsable decoordinar la lucha antiimperialista y anticolonialista expresamen-te dedicado a la región, merece ser citado in extenso. Ayudará aentender que el asunto del APRA no era todavía cosa juzgada en laInternacional Comunista:

1. El Consejo General de la Liga contra el Imperialismo y por la In-dependencia Nacional invita a todas las organizaciones adheridasa la Liga a intensificar su campaña contra el Imperialismo yanquiy a colaborar más activamente con las organizaciones antiimpe-rialistas de la América Latina.

2. Sobre la base de la plataforma de la resolución política aprobadaen el Congreso de Bruselas, el Consejo General invita a todas lasorganizaciones anti-imperialistas de América a unificarse en unasola organización."

El proyecto era amplio e incluyente. Dicha resolución no hacíaexclusiones de las entidades existentes por razones ideológicaso políticas. Un frente único sustentado en el principio rector yarticulador de la lucha antiimperialista era necesario y viable enel continente. En tal dirección se pronunció:

a) por la organización de Congresos nacionales de unificación detodas las organizaciones anti-imperialistas.

b) por la convocatoria de un Congreso continental que tenga porobjeto la constitución de una sola organización antiimperialista

46 "Unidad Antiimperialista. Resolución del Consejo General de la Liga contra elImperialismo sobre la cuestión de la América Latina", Amauta, Lima, núm. 13, marzo de1928, p. 16.

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en América, el Consejo General invita a todas las organizacionesantiimperialistas de América a unificarse en una sola organizaciónantiimperialista en América."

La dispersión y ciertas fricciones por discrepancias tácticas e ideo-lógicas obligaron al Consejo General a usar una retórica frentistay a elegir mediadores intelectuales de reconocido prestigio comoMariátegui. En esa perspectiva, el intelectual peruano optó pormantener con prudente tacto político un espacio de diálogo, asícomo dejar abiertas las páginas de Amauta para la Unión LatinoAmericana (ULA) y el APRA. Tenía la convicción de que las célulasdel APRA carecían de cohesión ideológica a pesar del reconocidoliderazgo de Haya de la Torre." La célula del APRA en Buenos Airesparecía más próxima al socialismo, y otras ciudades y países ad-herentes del APRA iban por el camino de la definición y cambio deadscripción ideológica y política, como Jacobo Hurtwitz y EstebanPavletich en México; Armando Bazán, Eudocio Rabines, CésarVallejo y Luis F. Bustamante en París. La ULA y el APRA, comoentidades antiimperialistas, venían estrechando vínculos entre síy marcando, con diferentes razones, sus ritmos y distanciamientosfrente a la Liga Antiimperialista de las Américas.

El cuadro de fuerzas y orientaciones antiimperialistas distabade ser fijo en el continente, los sondeos y puentes entre ellas se-guían en sus respectivas agendas. Lo ratifica la presencia de unmanifiesto de la ULA fechado en diciembre de 1927, en la revistaAmauta en enero de 1928. Las relaciones entre Mariátegui yalgu-nos miembros de la directiva de la ULA, como los argentinos CarlosSánchez Viamonte y Julio R. Barcos, fueron solidarias y facilitaronsu recepción en la revista peruana. El manifiesto, atendiendo un

47 Ibid.4' Véase la publicación del documento remitido por la célula del APRA en París "La

ciudadanía continental", Amauta, Lima, núm. 18, octubre de 1928, pp. 86-87.

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pedido de Sandino y de otros líderes nacionalistas nicaragüenses,demandaba un observador político en las próximas eleccionespresidenciales bajo fiscalización norteamericana. Es posible quetal iniciativa le haya sido sugerida a Sandino por su secretarioEsteban Pavletich, estrechamente vinculado en esas fechas a Hayade la Torre, y respaldada por el poeta Salomón de la Selva, amigode Haya y Vasconcelos. No fue casual que el acuerdo de la ULA

fuese más allá de la petición de Sandino, y en lugar de promovera un observador propusiese a tres: Alfredo Palacios, José Vascon-celos y Víctor Raúl Haya de la Torre." Este movimiento tuvo másalcances propagandísticos a favor de la imagen de Haya que a lasde sus dos acompañantes, y fue acremente cuestionado por la LigaAntiimperialista de las Américas.

Continuidad y desarrollo iconográfico

Amauta, además de servir de vehículo de comunicación textualpolítica y cultural, valoró y proyectó la imagen estética, particular-mente por ser un modo complementario y sustantivo a su proyecto.La fuerza de las imágenes en la revista puede ser medida no sólopor la dimensión simbólica de algunas de ellas, sino también portodo lo que el lenguaje plástico visualmente podía expresar. Ellen-guaje visual de Amauta movilizó referentes individuales y sociales,concretos y abstractos; también desplegó símbolos y formas iluso-rias, verosímiles y reales. Movilizó sentidos críticos, algunos muypróximos al ideario socialista, otros más cercanos a su compromisocon la población indígena y las clases subalternas. Las imágenesfijas, presentes en la revista, como bien dice un autor:

49 "La Unión Latinoamericana", Amauta, Lima, núm. 11, enero de 1928, p. 36.

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[ ... ] son todas las que se nos ofrecen a nuestra vista y provocan unareacción mecánica a ciertos estímulos; son las que configuran nuestroentorno, nuestra cultura o reflejan sociedades y épocas pasadas. 50

En Amauta las imágenes fueron asumiendo un mayor compro-miso con el denominado arte del comportamiento que con el arteconceptual." La fuerza de la imagen radica en su capacidad desuscitar cierta carga afectiva que precede y acompaña a la idea oal símbolo durante el proceso de su recepción. La sensibilidad delos editores y lectores de la revista apreció más un par de imágenesde José Sabogal, sobre las generadas por otros destacados artistasplásticos, colaboradores de Amauta. La fuerza de las imágenesde Sabogal radicaba en esa simbólica vena nativista tan cara a larevista y también en la carga emotiva en que se fundan los gustosestéticos.

La figura emblemática de la portada de la revista -ese rostroestilizado del Amauta andino- fue connotada verbalmente unavez más, a través del título de la propia revista, acaso porque suasociación fue ineludible. Sin embargo, entre el dibujo, la pinturay la fotografia existieron diferencias sensibles. El número 12 deAmauta, con motivo de la más importante fiesta obrera en el puebloindustrial de Vitarte, a 10 km. de Lima, da pie además de un dibujode carátula que representa a un indígena peruano y la reproducciónde un óleo de Carmen Saco, a una serie de fotografias. Hay dostomas que aluden a la fiesta de la usina textil. El acto de sembrar

'0 Enrique Martínez Ruiz y Consuelo Maqueda Abrece, La Historia y las CienciasHumanas, Didáctica y técnicas de estudio, Madrid, Istmo, 1989, p. 186.

'1 "El arte del comportamiento se dirige a los procesos mentales que rigen la formacióndel arte, creando un modelo representativo, por lo tanto reconocible, pero utilizando unlenguaje metafórico que relaciona lo interno con lo externo, el sujeto y el objeto, el hom-bre y la naturaleza a fin de reflejar el sentimiento, el subconsciente. O bien transforma losobjetos en un lirismo pictórico al desplazarIos de su contexto habitual y desembocar en unilusionismo pictórico, en un orden místico, donde las formas son reducidas al mínimo".Martínez y Maqueda, op. cit., p. 192.

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en el medio obrero, representado en el ritual de plantar árboles,fue acompañado de actividades políticas y culturales diversas.El dibujo de José Sabogal dedicado al Amauta sembrador, quehabía ilustrado más de una carátula de la revista con anterioridada 1928, no podía ser olvidado. Mariátegui, a pesar de su invalidez,asistió a la fiesta de la fábrica, su papel de sembrador de "ideasgérmenes" tenía ya el reconocimiento de los obreros de Vitarte.La crónica publicada en Amauta muestra una foto suya rodeado"por la multitud'. También aparece un comentario adverso, sele responsabilizaba de cualquier intento de hablar rompiendo elprograma ya establecido. Únicamente exclamó un sonoro y tripleviva: "al Socialismo, a Vitarte ya la Revolución Socialista". 52 Otrasfotos mostraron a la escultora Carmen Saco y a Sandro, el hijo deJosé Carlos Mariátegui, plantando un árbol. Por último, una fotode Ricardo Martínez de la Torre, a la sazón conocido intelectualsocialista en la tribuna.

Bajo el nuevo diseño, las imágenes perdieron el espacio relevan-te y autonómico que mantuvieron durante los dos primeros años dela revista Amauta. Cierto es que persistió la presencia de los dibujosy pinturas indigenistas de José Sabogal, como lo indica el número17, en su sección arte peruano, en la cual se reproducen fotografiasde las pinturas "La clavelina delInca", "Ñusta de Quequesana" ,"Indiecita Aymara" y "Chola cuzqueña". Cierto es, también, quehubo cabida para las imágenes surrealistas del pintor peruano JuanDevéscovi, remitidas en fotografia desde París. La adhesión al so-cialismo de dicho pintor era conocida desde antes de su partida. Enel primer cuadro, nuestro pintor amalgama los referentes caros a labohemia roja parisina: carteles alusivos al vino y el café, recipientes(botella, sifón, jarra, vaso y taza) sobre un plano que se confundecon la página del periódico L 'Humanité, vocero del Partido Co-

52 Amauta, Lima, núm. 12, febrero de 1928, p. 20. •

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munista francés sin contenido textual, para darle visibilidad a loque parece ser una caja de cerillos y un volante. 53

Los rostros femeninos presidieron las ilustraciones, aunquemarcadas por diversas autorías, salvo una, la de Alberto Hidalgo,escritor peruano conocido por su postura iconoclasta y vanguardis-ta. Esta composición de tonos cubistas fue elaborada por el pintorPetto Ruti," seguido en las páginas por dos fotos de dos cuadrosde Carlos Mérida, "Teotihuacana" y "Mujer y paisaje"." La foto-grafia, a partir de esta fase, se afirmó como un puente entre la obrapictórica y escultórica y su propia estética de lo real, aquella quebuscaba perennizar el instante, la fugaz escena. En su conjunto,la iconografia convergió con el tenor socialista de la revista, sinllegar a ser, en sentido estricto, la expresión ideológica de dichacorriente.

La experimentación de una política de imágenes y de símbolosen la revista continuó a lo largo de 1928, con algunos cambiossignificativos. La primera portada de 1928 retornó la figura em-blemática del rostro del Amauta, deudora de la inventiva plásticade José Sabogal y que le había conferido distintividad ante suscrecientes públicos. Dicha imagen había sellado la unidad de lapolítica cultural impulsada por Mariátegui, proyectándose másallá de la revista hacia las demás actividades editoriales. Duranteel primer semestre del año, la paradigmática imagen presidió lossumarios de los números 11 al 15.

Se sumó a los colaboradores de la revista la artista plásticaCarmen Saco, quien, antes de su viaje a Moscú, fue presentadaen Amauta por su director. Mariátegui le hizo a nuestra artistaviajera una cálida reseña en la revista, la cual incluyó algunas fo-

5] Amauta, Lima, núm. 18, octubre de 1928, p. 54.S4 Amauta, Lima, núm. 17, septiembre de 1928.ss Ibid., pp. 70-71.

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tografias de sus obras, algunas muy de izquierda como la rotulada"La Internacional". El mensaje de Mariátegui concluyó diciendo:"Con sus 'maquettes' revolucionarias, parte una fuerte esperanzanuestra.':" Más tarde, el conductor de Amauta saludó la fecundavisita de la escultora a Moscú, publicando un artículo suyo sobrela vida cotidiana en dicha ciudad. Un tono celebratorio de la nuevaRusia era perceptible y explícito a lo largo de su escrito." Fue unaexcepción, ya que desde la estancia de Haya de la Torre en la URSS,

entre finales de 1923 y principios de 1924, ningún otro peruanovinculado a la izquierda intelectual peruana había realizado visitaalguna." Carmen Saco publicó un dibujo al carbón de una siluetafemenina que acompañó el texto literario "Blanca Amaud", delescritor vanguardista peruano Martín Adán."

La sensibilidad estética vanguardista de Mariátegui abrió laspáginas a otras artistas plásticas como Julia Codesido, reproducien-do seis registros fotográficos de igual número de sus óleos. Unode ellos es un retrato del novelista Augusto Aguirre Morales, losdemás, de figuras andinas: "Tapicera india", "Arcilla quechua", "Lahuaua", "La quena", "Indio aimara", "Chola cusqueña". La reseñacrítica, aunque no estaba firmada, se debía, sin lugar a dudas, ala pluma de José Carlos Mariátegui, quien reconocía la legítimaadscripción de la obra de Julia Codesido al nuevo arte peruano sin"flirtear con moda alguna", "[ ...] sensible, alerta, esta artista prestasu aporte al empeño de crear un Perú nuevo". 60 Más adelante, la

S6 "Carmen Saco ", Amauta, Lima, núm. 15, mayo-junio de 1928, pp. lO-ll.S7 Carmen Saco, "Moscú, la ciudad mística", Amauta, Lima, núm. ll, enero de 1928,

pp. 32-33.S8 Sin embargo, debemos reiterar el papel de Miguel Rejtman. Miguel y Bernardo Rejtman

habían nacido en la vieja Rusia, eran judíos hablantes del ruso, adherentes al socialismorevolucionario y partícipes del círculo más próximo a Mariátegui. Rejtman fungió de enlace

con la Internacional Comunista. Ji" ,.~S9 Amauta, Lima, núm. ll, enero de 1928, p. lO. =

60 "Arte peruano. Julia Codesido",Amauta, Lima, núm. 11, enero de 1928, pp. 9-12.

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portada de Amauta del mes de octubre presentó un dibujo de JuliaCodesido de dos mujeres andinas, una en actitud de descanso ymeditación, la otra erguida y en disposición de seguir su camino,con su carga a cuestas.

A manera de balance y reflexión

El régimen de Leguía, iniciado en 1919 como una fisura en el viejoorden oligárquico, a partir de 1923 comenzó a expresar de manerarecurrente su intolerancia hacia las vanguardias indígenas, obreras,estudiantiles e intelectuales. Amauta, tras la represión vivida enjunio de 1927, logró sostenerse a contracorriente a lo largo delaño de 1928, a pesar de que su discurso y sus propuestas se fueronradicalizando.

La revista Amauta nos ha brindado una cartografía de la atmós-fera ideológica de la época, en la que cobraron visibilidad diversascorrientes del nacionalismo cultural, del aprismo, del socialismo(reformista y revolucionario), coincidiendo con el repliegue ydesgaste del anarquismo y del arielismo. Durante el año de 1928la revista Amauta siguió expresando, a su manera, el nuevo cursode afinidades y disensos que la llevaron a la ruptura con el apris-mo en el mes de abril, dentro del frente antiimperialista, con susrespectivas resonancias en el campo intelectual y el político. Abrilfue el mes del quiebre antiimperialista. Lo refrendó el cubano Ju-lio Antonio Mella, al publicar en México su opúsculo ¿Qué es elAPRA? La lucha revolucionaria contra el imperialismo, de ampliacirculación en América Latina.

En lo general en este trabajo hemos pretendido documentar agrandes líneas, y creemos haberlo logrado, que la revista Amauta,a lo largo de 1928, vivió lo que podríamos llamar un año cumbre.Cerrado el primer ciclo de crítica y preparación, de presencia yafirmación en los espacios públicos y en particular en el campo

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intelectual peruano y continental, la revista pasó a una nueva etapa.Un nuevo ciclo, más doctrinario y más comprometido con la basecultural indígena fue impulsado a partir del mes de septiembre.Sin embargo, entre la primera y la segunda fases encontramos unnúmero significativo de autores y varias coordenadas ideológicasy temáticas que hicieron las veces de líneas de continuidad ydesarrollo.

Bibliohemerografía

Amauta, Lima" 1926-1928.Amauta y su Epoca. II Simposio Internacional, Editora Viuda deMariátegui e Hijos, S.A., Lima, 2007.Labor, Lima, 1928.Martínez Ruiz, Enrique y Consuelo Maqueda Abrece, La Histo-

ria y las Ciencias Humanas. Didáctica y técnicas de estudio,Madrid, Istmo, 1989.

Martínez de la Torre, Ricardo, Apuntes para una InterpretaciónMarxista de la Historia Social del Perú, t. n, pp. 96-298. Re-producido de Mariátegui Total, tomo 1(Peruanicemos al Perú),Editorial Amauta, Lima, 1994.

Melgar, Ricardo, "Mariátegui y la revista Amauta en 1927: redes,accidentes y deslindes", Revista de Antropología, Lima, núm.4, UNMSM, 2006.

---, "Amauta: política cultural y redes artísticas e intelectuales",Agua, Huancayo, núm. 3,2007, Comisión CientíficaPermanen-te del Folklore Andino, Perú.

Simposio Internacional Amauta y su Época, Librería EditorialMinerva, Lima, 1998.

Variedades, Lima, 1928.

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