ritual de semana santa

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S emana S anta Ritual 1. Domingo de Ramos “De la Pasión del Señor” 1 Rojo Conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén Intención general: Que mucho jóvenes sepan acoger el llamado de Cristo a seguirlo en el sacerdocio y en la vida religiosa. 1 Preparativos Una sede para el ministro (desde donde se hará la homilía) Ambón para proclamar el Evangelio La cruz procesional, adornada con palmas y ramos (sólo si hay procesión) Acetre e hisopo (agua bendita) Turíbulo e incienso al inicio de la procesión (si se utiliza) 2 Bendición de los Ramos a) La bendición de los ramos es secundaria respecto a la procesión. Lo que pretende la Iglesia en este día es aclamar a Cristo que, por la Pasión, entra en la gloria de la Resurrección; la finalidad que se persigue con los ramos benditos no es dar simplemente a los fieles unos “objetos benditos”. El pueblo debe guardar los ramos benditos devotamente como recuerdo de su aclamación al Señor, que vence la muerte. El sentido de estos ramos es que con ellos se aclame al Cristo. b) La procesión significa la entrada mesiánica de Cristo en su Reino. Es necesidad fundamental la procesión, pues se trata de la entrada mesiánica del Señor en su triunfo a través de la muerte. La procesión, por lo tanto, no tiene como finalidad recordar un hecho histórico, sino de hacer una 1 1 de abril profesión de fe en que la cruz y la muerte de Cristo son, en definitiva, una victoria. A la hora señalada, los fieles se reúnen en una Iglesia menor o en algún otro lugar adecuado, fuera del templo hacia el cual va a dirigirse la procesión. Los fieles llevan ramos en la mano. El sacerdote y los ministros, revestidos con los ornamentos rojos requeridos para la Misa, se acercan al lugar donde el pueblo está congregado. El sacerdote, puede usar casulla o capa pluvial, pero es aconsejable usar la casulla desde el principio para evitar cambio de vestiduras durante la celebración. Mientras tanto, se canta la antífona que señale la liturgia correspondiente u otro cántico adecuado. Enseguida el sacerdote saluda al pueblo de la manera acostumbrada y hace una breve exhortación para invitar a los fieles a participar en la celebración de este día. Puede hacerlo con las palabras que señala la monición del Misal Romano, p. 100 2 u otras semejantes. Después de esta exhortación, el sacerdote, teniendo juntas las manos, dice una de las dos oraciones que señala el Misal Romano… Y, en silencio, rocía los ramos con agua bendita. Enseguida se dice el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, según alguno de los cuatro evangelistas, como se indica en el Leccionario 3 Para facilitar la participación de todos los fieles en esta aclamación a Cristo, la Liturgia restaurada ofrece las tres posibilidades de celebración siguientes: 1. Procesión 2. Entrada Solemne 3. Entrada Sencilla 1. Procesión 2 «Queridos hermanos: Después de habernos preparado desde el principio de la Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos reunimos para iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebración anual de los misterios de la Pasión y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, misterios que empezaron con la entrada de Jesús en Jerusalén. Acompañemos con fe y devoción a nuestra Salvador en su entrada triunfal a la ciudad santa, para que, participando ahora de su cruz, podamos participar un día, de su gloriosa resurrección y de su vida» 3 Mc 11, 1-10: Leccionario I , Ciclo B, p. 193, o bien: Jn 12, 13-16: Leccionario I , Ciclo B, p. 194 1

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S emana S anta

Ritual

1. Domingo de Ramos “De la Pasión del Señor”1 Rojo

Conmemoración de la Entradadel Señor en Jerusalén

Intención general: Que mucho jóvenes sepan acoger el llamado de Cristo a seguirlo en el sacerdocio y en la vida religiosa.

1 Preparativos

Una sede para el ministro (desde donde se hará la homilía) Ambón para proclamar el Evangelio La cruz procesional, adornada con palmas y ramos (sólo si

hay procesión) Acetre e hisopo (agua bendita) Turíbulo e incienso al inicio de la procesión (si se utiliza)

2 Bendición de los Ramos

a) La bendición de los ramos es secundaria respecto a la procesión.Lo que pretende la Iglesia en este día es aclamar a Cristo que, por la Pasión, entra en la gloria de la Resurrección; la finalidad que se persigue con los ramos benditos no es dar simplemente a los fieles unos “objetos benditos”. El pueblo debe guardar los ramos benditos devotamente como recuerdo de su aclamación al Señor, que vence la muerte. El sentido de estos ramos es que con ellos se aclame al Cristo.

b) La procesión significa la entrada mesiánica de Cristo en su Reino.Es necesidad fundamental la procesión, pues se trata de la entrada mesiánica del Señor en su triunfo a través de la muerte. La procesión, por lo tanto, no tiene como finalidad recordar un hecho histórico, sino de hacer una

1 1 de abril

profesión de fe en que la cruz y la muerte de Cristo son, en definitiva, una victoria.

A la hora señalada, los fieles se reúnen en una Iglesia menor o en algún otro lugar adecuado, fuera del templo hacia el cual va a dirigirse la procesión. Los fieles llevan ramos en la mano.

El sacerdote y los ministros, revestidos con los ornamentos rojos requeridos para la Misa, se acercan al lugar donde el pueblo está congregado. El sacerdote, puede usar casulla o capa pluvial, pero es aconsejable usar la casulla desde el principio para evitar cambio de vestiduras durante la celebración.

Mientras tanto, se canta la antífona que señale la liturgia correspondiente u otro cántico adecuado.

Enseguida el sacerdote saluda al pueblo de la manera acostumbrada y hace una breve exhortación para invitar a los fieles a participar en la celebración de este día. Puede hacerlo con las palabras que señala la monición del Misal Romano, p. 100 2 u otras semejantes.

Después de esta exhortación, el sacerdote, teniendo juntas las manos, dice una de las dos oraciones que señala el Misal Romano…

Y, en silencio, rocía los ramos con agua bendita.

Enseguida se dice el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, según alguno de los cuatro evangelistas, como se indica en el Leccionario 3

Para facilitar la participación de todos los fieles en esta aclamación a Cristo, la Liturgia restaurada ofrece las tres posibilidades de celebración siguientes:

1. Procesión2. Entrada Solemne3. Entrada Sencilla

1. Procesión

2 «Queridos hermanos: Después de habernos preparado desde el principio de la Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos reunimos para iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebración anual de los misterios de la Pasión y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, misterios que empezaron con la entrada de Jesús en Jerusalén. Acompañemos con fe y devoción a nuestra Salvador en su entrada triunfal a la ciudad santa, para que, participando ahora de su cruz, podamos participar un día, de su gloriosa resurrección y de su vida»

3 Mc 11, 1-10: Leccionario I , Ciclo B, p. 193, o bien:Jn 12, 13-16: Leccionario I , Ciclo B, p. 194

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Es la forma más expresiva, pero también la más difícil de realizar, pues requiere de dos lugares de celebración. Inicia desde el lugar donde se bendicen los ramos, se acompaña procesionalmente al celebrante, que representa a Cristo, con palmas y ramos en las manos y entonando cantos de victoria.

2. Entrada solemneEs como una procesión, pero más reducida. Se recurre a esta modalidad cuando no se tiene un lugar apropiado y distinto de la Iglesia donde debe celebrarse la Eucaristía. El celebrante inicia el rito, acompañado de los ministros y de algunos fieles, hace una pequeña procesión desde el lugar de la Iglesia donde se han bendecido los ramos y se ha leído el Evangelio de la entrada de Jesús en Jerusalén, hasta el altar; los fieles, desde sus lugares, contemplan y aclaman al Señor, representado por el celebrante, uniéndose en espíritu al pequeño grupo de fieles que entran también con el celebrante.

3. Entrada sencillaEn aquellas Misas en que no es posible hacer ni la procesión ni la entrada solemne, hoy se debe dar un relieve especial a la antífona de entrada de la Misa.

Después del Evangelio, si se cree oportuno, puede tenerse una breve homilía. Al iniciar la procesión, el celebrante u otro ministro idóneo puede hacer una exhortación con estas palabras u otras semejantes:

Queridos hermanos:Como la muchedumbre que aclamaba a Jesús, acompañemos también a nosotros, con júbilo, al Señor.

Y se inicial la procesión hacia el templo donde va a celebrarse la Misa. Si se usa el incienso, el turiferario va adelante con el incensario, en el cual se habrá puesto incienso previamente; enseguida un ministro con la cruz adornada y, a su lado, dos acólitos con velas encendidas. Sigue luego el sacerdote con los ministros y, detrás de ellos, los fieles con ramos en las manos. Al avanzar la procesión, el coro y el pueblo entonan los cánticos apropiados como “Que viva mi Cristo, que viva mi Rey…” (pueden alternarse con los salmos 23 ó 46)

3. Orden de la Procesión:

a) Turiferariob) Cruz alta, acompañada de cirialesc) Celebrante con sus ministrosd) Pueblo

4. Celebración

El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida reverencia y, si lo juzga oportuno, lo inciensa. Luego se dirige a la sede (se quita la capa pluvial, si la usó, y se pone la casulla) y, omitida toda otra ceremonia, da fin a la procesión diciendo la oración colecta y

prosigue la Misa de la manera acostumbrada (se omiten la salutación inicial, el acto penitencial y el Señor, ten piedad)

No se llevan velas ni incienso para la lectura de la Pasión del Señor, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el libro.

Si hay inconvenientes muy graves, se puede omitir la primera o la segunda lectura de la Misa, o incluso las dos, y leer únicamente la historia de la Pasión (por lo menos en su forma abreviada); pero eso no es recomendable a no ser que existan motivos realmente graves.

La lectura de la Pasión se ha de hacer obligatoriamente en todas las Misas, por lo menos en su forma breve. No se permite, pues, como se permitía en el antiguo Misal, limitarse a un solo fragmento de la misma cuando el ministro celebra más de una Misa, pues las lecturas deben tener presente a toda la asamblea y no sólo al celebrante.

La Pasión puede ser proclamada por uno o por tres lectores que pueden ser laicos, reservando, si es posible, en este caso, la parte de Cristo al celebrante.

Si el celebrante toma parte en la lectura de la Pasión dice, como habitualmente, Purifica (Munda cor deum); si proclaman la Pasión diáconos, piden la bendición como habitualmente para el evangelio; si la proclamación es hecha por laicos, se omite esta bendicion.

Antes de empezar la lectura de la Pasión, no se dice El Señor esté con ustedes, ni se signa el Evangelio, pero se lee el título Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos. Terminada la lectura, se dice como habitualmente: Palabra del Señor, y el pueblo responde: Gloria a ti, Señor Jesús. Los lectores de la Pasión deben tener presente que los títulos que el Leccionario lleva en rojo no deben leerse.

A partir de las I Vísperas de este domingo, si no se ha hecho ya durante la semana que acaba de terminar, los himnos deben ser de la Pasión del Señor. Para las Vísperas y el Oficio de lectura puede ser, por ejemplo, ¿Quién es éste que viene? Para las Laudes es más expresivo y propio el himno: El Pueblo que fue cautivo, que alude a la entrada de Jesús en Jerusalén, pues las Laudes se celebran antes de la bendicion de las palmas, y tanto las antífonas como la lectura breve hacen alusión a la entrada mesiánica de Cristo en Jerusalén. En Vísperas, en cambio, tanto las antífonas como la lectura se refieren exclusivamente a la Pasión del Señor. Por ello, el canto introductorio de Vísperas, es decir, el

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himno, debe referirse a la muerte del Señor, no a la entrada mesiánica.

Misa: Propio sin Gl.; Cr.; pref. prop.Pleg. euc. III; bendicion solemne prop. (Ord. de la Misa, 3ª, ed. tip., p. 181 (170)

LH Invitatorio e himnos del Of. Lect., Laud. Y Vísp.: props. de Semana Santa; salmos, domingo 2ª sem.; todo lo demás prop., incluso las ants. de todas las Horas; Of. lect.: se omite el Señor, Dios eterno.

La Misa

Después de la procesión o de la entrada solemne, el sacerdote comienza la Misa con la oración colecta.

No se llevan velas ni incienso para la lectura de la Pasión del Señor, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el libro.

La lectura la hace un diácono, o en su defecto, el sacerdote. Puede también ser hecha por lectores, reservando al sacerdote, si es posible, la parte correspondiente a Cristo.

Solamente los diáconos piden la bendición del celebrante antes del canto de la Pasión, como se hace antes del Evangelio.

Después de la lectura de la Pasión, puede tenerse, si se cree oportuno, una breve homilía.

Se dice Credo.

Oración sobre las Ofrendas

Prefacio: La Pasión del Señor

Antífona de la Comunión

Oración después de la Comunión

5 Observaciones

En todas las Misas, incluso en las vespertinas del sábado, se ha de hacer la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén, con alguna de las tres formas indicadas en el Misal.

No está permitida la bendicion de los ramos sin la procesión, por lo menos, del celebrante con sus ministros.

Si hay inconvenientes muy graves, se puede omitir la primera o segunda lecturas, o incluso las dos. En cambio, es obligatorio, en todas las Misas, la lectura de la Pasión, por lo menos en su forma breve.

Antes de empezar la lectura de la pasión, no se dice: El Señor esté con ustedes, ni se signa el libro,

terminada la lectura, en cambio, se dice: Palabra del Señor, pero no se besa el libro.

2. “Lunes Santo”4 moradoMisa: Se permite la Misa exequial (cfr. IGMR, 3ª Ed., n.

380Propio.; pref. II de la Pasión del SeñorBendicion solemne prop. (Ord. de la Misa, 3ª, ed. tip., p. 181 (170)

LH Invitatorio e himnos del Of. Lect., Laud. y Vísp.: props. de Semana Santa; ants. del Of. lect. y salmos: lunes 2ª sem.; todo lo demás propio.

3. “Martes Santo”5 moradoMisa: Se permite la Misa exequial.

Propio.; pref. II de la Pasión del SeñorBendicion solemne prop. (Ord. de la Misa, 3ª, ed. tip., p. 181 (170)

LH Invitatorio e himnos del Of. Lect., Laud. y Vísp.: props. de Semana Santa; ants. del Of. lect. y salmos: martes 2ª sem.; todo lo demás propio.

4. “Miércoles Santo”6

moradoMisa: Se permite la Misa exequial.

Propio.; pref. II de la Pasión del SeñorBendicion solemne prop. (Ord. de la Misa, 3ª, ed. tip., p. 181 (170)

LH Invitatorio e himnos del Of. Lect., Laud. y Vísp.: props. de Semana Santa; ants. del Of. lect. y salmos: miércoles 2ª sem.; todo lo demás propio.

5. “Jueves Santo”7 blanco (Misa) morado (LH)

Celebraciones de la mañana:

Misa del Santo Crisma

Esta Misa, que el obispo concelebra con su presbiterio y en la que se bendicen los santos oleos, debe manifestar la comunión de los presbíteros con su obispo. Es conveniente, por tanto, que todos los presbíteros, en cuanto sea posible, tomen parten en ella y reciban la comunión bajo las dos especies. Con el objeto de expresar la unidad del presbiterio de la diócesis, debe procurarse que los sacerdotes que concelebran con su obispo, sean de las distintas regiones de la diócesis.

4 2 de abril5 3 de abril6 4 de abril7 5 de abril

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En la homilía, el obispo debe exhortar a sus sacerdotes a guardar la fidelidad en su ministerio e invitarlos a renovar públicamente sus promesas sacerdotales.

Con el santo crisma consagrado por el Obispo,

Se ungen los recién bautizados, Los confirmados son sellados, Se ungen las manos de los presbíteros, La cabeza de los Obispos, Se ungen la Iglesia, y los altares en su dedicación, Los catecúmenos y disponen al Bautismo Los enfermos reciben alivio en su debilidad.

Por su significación e importancia pastoral en la vida de la diócesis, la Misa crismal, se celebrará con el rito de la Misa estacional en la Iglesia catedral o, por razones pastorales, en otra Iglesia.

De acuerdo con la costumbre tradicional, en nuestra liturgia latina, la bendicion del óleo de los enfermos se hace antes del final de la Plegaria Eucarística; la del óleo de los catecúmenos y la consagración del crisma, después de la Comunión. Sin embargo, por razones pastorales, está permitido hacer todo el rito de bendicion después de la Liturgia de la Palabra.

Para la bendicion de los oleos, además de lo necesario para la celebración de la Misa estacional, se deberá preparar lo siguiente:

En el “secretarium” o en otro lugar apto:

Ánforas de los oleos;

Aromas para la confección del crisma, si el Obispo quiere hacer la mezcla en la misma acción litúrgica;

Pan, vino y agua para la Misa, todo lo cual se lleva junto con los oleos, antes de la preparación de los dones.

En el presbiterio:

El pontifical Romano;

Una mesa para colocar las ánforas de los oleos, dispuesta de tal manera que los fieles puedan cómodamente ver y participaren toda la acción sagrada;

La sede para el Obispo, si la bendicion se hace delante del altar.

Misa: Hoy por la mañana sólo se permite la Misa crismal. Gl.

LH Invitatorio e himnos del Of. Lect., Laud.: props. de Semana Santa; ants. del Of. lect. y salmos: jueves 2ª sem; todo lo demás propio.

Nota pastoral:En el oficio de Lectura, es recomendable sustituir el salmo 43 por el 68

Con la celebración de Nona (o de la hora intermedia que se rece) termina el Tiempo de Cuaresma.

Descripción del Rito

La preparación del Obispo, de los concelebrantes y demás ministros, el ingreso de ellos a la Iglesia, y todo lo que hay desde el inicio de la Misa hasta el Evangelio, inclusive, se realizan como se indica en el rito de la Misa estacional.

En la homilía el Obispo, sentado en la cátedra con mitra y báculo, a no ser que a él parezca de otra manera, exhorta a los presbíteros a permanecer fieles en su ministerio, y los invita a renovar públicamente sus promesas sacerdotales.

Terminada la homilía, el Obispo interroga a los presbíteros, que están de pie, para recibir de ellos la renovación de las promesas sacerdotales.

El Obispo deja el báculo y la mitra y se levanta.

No se dice Credo.

Se hace la oración universal en la cual se invita a los fieles a orar por sus pastores, como se indica en el Misal.

Después el Obispo, con mitra, se sienta en la cátedra.

Los diáconos, o en su defecto, algunos presbíteros, y los ministros designados para llevar los oleos junto con los fieles que llevan el pan, el vino y el agua, se acercan ordenadamente al “secretarium” , o al lugar donde están preparados los oleos y las ofrendas.

De regreso al altar, la procesión se organizará como sigue:

El ministro que lleva el recipiente con los aromas, si el Obispo mismo quiere preparar el crisma;

Otro ministro con el ánfora del óleo de los catecúmenos, si se va a bendecir;

Otro con el ánfora del óleo de los enfermos;

El óleo para el crisma lo lleva en ultimo lugar un diacono o un presbítero;

A éstos los siguen los ministros o fieles que llevan el pan, el vino y el agua para celebrar la Eucaristía.

Durante la procesión a través de la Iglesia, el coro cana el himno O Redemptor, al cual todos responden, u otro canto apropiado, en vez del canto de presentación de ofrendas.

El Obispo recibe las ofrendas en la cátedra, o en el lugar más adecuado.

El diacono que lleva el ánfora para el sagrado crisma, la presenta al Obispo y dice en voz alta: óleo para el santo crisma.

El Obispo la recibe y la entrega a uno de los diáconos que le ayuda, el cual la coloca sobre la mesa ya preparada.

De la misma manera proceden quienes llevan las ánforas con el óleo de los enfermos y de los catecúmenos.

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El primero dice: óleo de los enfermos;El segundo dice: óleo de los catecúmenos.

El Obispo las recibe y los ministros las colocan en la mesa ya preparada.

La Misa prosigue como de costumbre, a no ser que todo el rito de bendicion, deba hacerse inmediatamente, como se dice más adelante.

Al final de la Plegaria Eucarística, antes de que el Obispo diga: Por El sigues creando todos los bienes, en la Plegaria Eucarística I, o la doxología: Por Cristo, en las otras Plegarias Eucarísticas, el que llevó el ánfora del óleo de los enfermos, la lleva al altar y la sostiene ante el Obispo, mientras éste bendice el óleo de los enfermos, diciendo la oración: Oh Dios, Padre de toda consolación.

Terminada la bendicion, el ánfora con el óleo de los enfermos nuevamente se coloca sobre la mesa ya preparada y la Misa continua hasta terminar la Comunión, inclusive.

Terminada la oración después de la Comunión, los diáconos colocan las ánforas con el óleo de los catecúmenos y el óleo con que se elaborará el crisma, sobre la mesa que esta dispuesta en medio del presbiterio.

El Obispo y los concelebrantes, acompañados por los diáconos y ministros, se acercan a la mesa, de manera tal que el Obispo de pie y vuelto hacia el pueblo, tenga cerca de sí, a ambos lados, los concelebrantes a modo de corona, mientras los diáconos con los ministros permanecen de pie detrás del Obispo.

Todo dispuesto así, el Obispo, si se ha de bendecir el óleo de los catecúmenos, procede a bendecirlo. De pie, sin mitra y vuelto hacia el pueblo, con las manos extendidas dice la oración:

“Oh Dios, fuerza y seguridad de tu pueblo…”

En seguida el Obispo, a no ser que se hubiera sido preparado de antemano, se sienta recibe la mitra y derrama el perfume en el óleo y elabora el crisma, sin decir nada.

Hecho esto, se levanta y, de pie y sin mitra, dice la siguiente monición:

Hermanos amadísimos, pidamos a Dios todopoderoso.

Entonces el Obispo, si cree oportuno, sopla sobre el ánfora del crisma. Luego con las manos extendidas, dice una de las oraciones de consagración. Durante ella todos los concelebrantes, mientras el Obispo dice: Te suplicamos, Padre, extienden la mano derecha hacia el crisma, y la mantienen así hasta el final de la oración, sin decir nada.

Si alguna razón pastoral aconseja que todo el rito de la bendicion de los oleos se realice después de la Liturgia de la Palabra, se procede de esta manera: después de que se presentan al Obispo las ánforas con los oleos que se van a bendecir, de los enfermos y de los catecúmenos, y del crisma que será elaborado, los diáconos las colocan sobre la mesa ya preparada en el presbiterio y se observa lo indicado anteriormente…

Terminado esto, la Misa prosigue como de costumbre desde la preparación de los dones hasta la oración después de la Comunión.

Terminada la consagración del crisma, si ésta fue realizada después de la Comunión, y si no, terminada la oración después de la Comunión, el Obispo imparte la bendicion, como de costumbre.

Luego pone incienso y lo bendice, y después que el diacono dice: pueden ir en paz, se ordena la procesión hacia el “secretarium”.Precede el turiferario con el incensario humeante, luego viene la cruz y a continuación los ministros que llevan los oleos benditos.Mientras tanto el coro y el pueblo cantan algunas estrofas del himno O Redemptor, u otro canto apto.

En el “Secretarium”, el Obispo, oportunamente, recuerda a los presbíteros el respeto y veneración con que se han de tratar los oleos y el crisma y el cuidado que han de tener para su debida conservación.

Misa Vespertina de la Cena del Señor blanco

Como expresión del sentido dinámico de tránsito que tiene la pascua cristiana, las celebraciones de la primera parte del Triduo (Misa vespertina del jueves y celebraciones del Viernes Santo y del Sábado durante el día) son intensamente sobrias; en cambio, la celebración de la Noche santa tiene el contexto de fiesta rebosante de alegría.

La Misa de hoy Jueves Santo es sólo la introducción a la celebración máxima de la Iglesia, el Triduo Pascual. Este Triduo, como lo dice ya su mismo nombre, consta de tres días, no de cuatro

1. Los de la Muerte, 2. Los de la Sepultura y,3. Los de la Resurrección del Señor8

Es necesario presentar la celebración de la Misa vespertina de este día con un cierto matiz de sobriedad; si se le da un relieve excesivo y un carácter demasiado festivo, resultará difícil el conjunto del Triduo Pascual manifieste su propia dinámica, que va de la austeridad a la alegría, de la muerte a la resurrección. Y en este mismo contexto se recuerda el contenido de la rúbrica n. 5 de la Misa vespertina de la Cena del Señor que dice:

En la homilía se exponen los grandes hechos que se recuerdan esta Misa, es decir, la institución de la Sagrada eucaristía y del Orden

sacerdotal y el mandato del Seor sobre la caridad fraterna 9

Preparativos:1. En el altar y en la credencia:

a) Todo lo habitual para la Misa.

b) Campanillas para tocar durante el Gloria (si no se usan las campanas del campanario)

c) Hostias suficientes para la comunión de hoy y mañana.

d) Velo humeral blanco (no se usa palio ni umbela).

8 cfr. San Agustín, Carta 55, 149 MR p. 120

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e) Cruz procesional.

f) Algunos cirios para la procesión.

g) Incienso e incensario

h) Lebrillo, jarra y toallas (lavatorio de los pies)

2. En la capilla de la Reserva:El Sagrario (Monumento) debe estar abierto, discretamente adornado con luces (mejor sin flores, para expresar más claramente el carácter austero de la primera parte del Triduo Pascual; como el Viernes Santo no se celebra la Eucaristía, no es necesario –ni conveniente- que el monumento esté en un altar).

El altar y la iglesia continúan sin flores, como durante la Cuaresma incluyendo la capilla de la Reserva del Jueves Santo –Monumento-)

No se tocan las campanas,

No se tocan los instrumentos musicales;

El altar permanece despojado, sin cruz ni mantel (sólo para la Comunión del Viernes Santo se pone un mantel, pequeño y simple)

No se ponen candeleros.

El Sagrario queda abierto y vacío.

Misa: Prop.; Gl. (mientras se canta o recita, se tocan las campanas del campanario; si no hay campanario, se pueden tocar algunas campanillas en el interior de la iglesia.; sin Cr.; pref. I de la Eucaristía. Al final de la Misa se omite el rito de despedida y bendicion, y se hace el traslado del Santísimo Sacramento. Terminada la Misa, se despoja el altar sin ninguna ceremonia.

Si es posible se retiran las cruces de la iglesia; las que no puedan retirarse, conviene cubrirlas con un velo.

Es muy recomendable que hoy se use la Plegaria eucarística I porque las variantes propias para este día la hacen especialmente rica.

LH Los que participan en la Misa de la Cena del Señor, omiten las Vísp.; compl.; II de domingo; en lugar del responsorio breve se dice la antífona Cristo, por nosotros; or. Visita.

El Jueves Santo no forma parte del Triduo Pascual; por ello la Liturgia de las Horas de este día tiene el carácter de una feria de Cuaresma. Sin embargo, la Misa Vespertina de este día, que ocupa la hora de las I Vísperas, y las celebraciones que siguen a esta Misa son como la Introducción al Triduo y, en cierta manera, forman un todo con los otros tres días santos.

Las celebraciones propias del Triduo, por lo tanto, se extienden desde la Misa vespertina de la Cena del Señor hasta las Vísperas del día de Pascua.

Primer Día del Triduo Pascual Rojo

Viernes Santo de la Pasión del Señor

El día de hoy y el de mañana, por una antiquísima tradición, la Iglesia omite por completo la celebración del sacrificio eucarístico.

El altar debe estar desnudo por completo: sin cruz, sin candelabros y sin manteles.

Después del mediodía, alrededor de las tres de la tarde, a no ser que por razón pastoral se elija una hora más avanzada, se celebra la Pasión del Señor, que consta de las tres partes siguientes:

Liturgia de la Palabra Adoración de la Cruz Sagrada Comunión

En este día la sagrada comunión se distribuye a los fieles únicamente dentro de la celebración de la Pasión del Señor; pero a los enfermos que no puedan tomar parte en esta celebración, se les puede llevar a cualquier hora del día.

El sacerdote y el diacono, revestidos de color rojo como para la Misa, se dirigen al altar, y hecha la debida reverencia, se postran rostro en tierra o, si se juzga mejor, se arrodillan, y todos oran en silencio durante algún espacio de tiempo.

Después el sacerdote, con los ministros, se dirige a la sede, donde, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice una de las oraciones ya dispuestas en el MR.

I. Notas pastorales

1. Hoy debe observarse el ayuno pascual y debe dársele su genuino sentido, no de penitencia (la Cuaresma terminó ayer) sino de símbolo litúrgico del tránsito o Pascua que la Iglesia hace con su Señor: Hoy (y también, opcionalmente, mañana se ayuna, y en la Noche santa se inaugura una gran fiesta de alegría que durará cincuenta días.

2. Es muy conveniente que las personas que habitualmente sólo rezan Laudes y Vísperas, celebren el Oficio de lectura. Si se reza a primera hora de la mañana, se une a Laudes; si se celebra más tarde, debe rezarse separadamente.

3. Procúrese que la hora de la celebración de la acción litúrgica de la Pasión del Señor sea realmente la hora más “central” en el conjunto del horario de la jornada, pues esta celebración es la más importante del día.

4. Hoy debe haber, como habitualmente, homilía después de la lectura del Evangelio de la Pasión del Señor; esta homilía debe ser más que nunca un sermón contemplativo de las lecturas proclamadas.

5. La oración universal reviste hoy una importancia singular y por ello tiene una forma propia, diaconal y presidencial al mismo tiempo. Puede suprimirse alguna de las intenciones que presente

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el Misal, o añadirse otras, con permiso del Ordinario, pero debe observarse el carácter de una larga y solemne plegaria, no invadida por pequeñas intenciones particulares ni demasiado vinculada a la pequeña comunidad concreta, sino muy universal. Aunque esta oración puede hacerse desde el altar o el ambón, lo más recomendable es que el celebrante la dirija desde la sede. El diácono, desde el lugar habitual.

6. La Comunión de hoy debería ambientarse con sobriedad, pues no forma parte de la celebración eucarística festiva, sino que es la Comunión de un día de ayuno. Por ello, es mejor poner en el altar para la misma un mantel pequeño y muy sencillo –que no exprese la alegría de un convite festivo- y sin acompañamiento de ningún canto.

II Normas litúrgicas En la oración universal el invitatorio a cada una de las

peticiones no lo hace el celebrante, como indicaba el antiguo Misal, sino el diácono desde el ambón. Después de la monición diaconal y de un breve silencio, el celebrante, desde la sede o el altar, dice la colecta correspondiente.

La lectura de la Pasión se hace del mismo modo que el Domingo de Ramos (cf. nn 11-13 de las Normas litúrgicas del Domingo de ramos, p. 92)

III Preparativos:

1. Para la Liturgia de las Horas:a) Vestiduras rojas para los ministrosb) El altar sin cruz ni manteles ni candelabros.

2. Para la acción litúrgica de la muerte del Señora) En el altar: totalmente desnudo, sin manteles ni cruz ni

candelabros; al pie del altar, uno o diversos cojines rojos para la postración del celebrante y de los ministros sagrados. No deben colocarse alfombras.

b) En la credencia: un mantel, de preferencia sencillo y pequeño, para el altar; corporales, purificador, Misal y uno o tres Leccionarios para la lectura de la Pasión del Señor.

c) En la sacristía: vestiduras rojas como para la Misa (incluida la casulla; una cruz suficientemente grande, preferentemente de madera recubierta con un velo rojo, si se hace el descubrimiento de la cruz.

d) En la capilla de la Reserva Eucarística. Velo humeral blanco, dos candelabros con sus cirios encendidos (si el Jueves Santo se pusieron otras luces, tienen que haber sido retiradas antes de empezar); no se ha de preparar ni palio ni umbela.

III Celebraciones:

Celebración de la Pasión del Señor: Todo prop.

LH: Todo prop., incluso los salmos de todas las Horas. Los que participan en la acción litúrgica de la muerte del Señor omiten las Vísp.; compl..; II de domingo; en lugar del resp. breve, se dice la ant.: Cristo, por nosotros; or. Visita.

Segundo Día del Triduo Pascual Morado

Sábado Santo de la Sepultura del Señor

I. Notas pastorales

1. Es muy importante hacer de hoy también, a semejanza del Viernes Santo, un día fuerte e intenso de oración e incluso, según las posibilidades de celebración.

2. Aunque hoy no sea obligatorio observar el ayuno pascual, es muy conveniente hacerlo, como lo afirma la Constitución Sacrosanctum Concilium, n. 110: este ayuno pascual, que se romperá solamente en la Noche santa de Pascua, es como el signo litúrgico de la Iglesia que con su Señor pasa de la muerte a la vida y de la tristeza al gozo.

II. Preparativos

1. Para la Liturgia de las Horas:a) Vestiduras moradas para los ministros.b) El altar sin manteles ni luces ni adornos.

2. Acabadas las Vísperas: Se prepara festivamente el altar y todas las demás cosas necesarias para la Vigilia Pascual.

III Celebraciones:

LH: Todo prop., incluso los salmos de todas las Horas. Todos los obligados a la Liturgia de las Horas, hoy rezan como habitualmente el Oficio de lectura, Laudes, Hora (horas) intermedia y Vísperas; las Completas, en cambio, las omiten todos los que deben participar en la Vigila Pascual.

Cincuentena Pascual

Tercer Día del Triduo Pascual blancoDomingo de Pascua de la Resurrección del SeñorSolemnidad con Octava

I. Notas pastorales

1. Con la Vigilia Pascual empieza la Cincuentena o Tiempo Pascual, que se prolonga hasta el día de Pentecostés. Estos días se han de diferenciar de los restantes del año litúrgico para expresar que en ellos la Iglesia vive como un anticipo de aquella felicidad que cree y espera encontrar cuando comparta visiblemente la vida y victoria de su Señor resucitado.

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