riesgos derivados del trabajo en viajantes -vendedoras · como planteo teórico, nadie...

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RIESGOS DERIVADOS DEL TRABAJO EN VIAJANTES -VENDEDORAS Dr. Julio Aren Lic. Claudio Pietrantueno Prof. Lic. Silvia I. Valdez

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RIESGOS DERIVADOS DEL TRABAJO EN

VIAJANTES -VENDEDORAS

Dr. Julio Aren

Lic. Claudio Pietrantueno

Prof. Lic. Silvia I. Valdez

Los autores de este trabajo de investigación, Dr. Julio Aren, Lic.

Claudio Pietrantueno y Lic. Silvia Valdez, reconocen la colaboración

brindada por los Secretarios Generales de las Filiales de la Federación

Unica de Viajantes de la República Argentina (F.U.V.A.), los Delegados

de la Asociación de Viajantes Vendedores de la Argentina de Industria,

Comercio y Servicios y las autoridades de la Asociación Viajantes

Vendedores de la Argentina de Industria, Comercio y Servicios

(A.V.V.A.).

En esta oportunidad y frente a la concreción de un nuevo estudio

queremos expresar un reconocimiento especial al Instituto Sindical

Argentino de Salud y Ambiente de Viajantes Vendedores, ISASAVV

quien reconociendo la importancia que tendría brindó espontáneamente

todo el apoyo necesario para que se pudieran entrevistar en todo el

territorio a las Viajantes, ampliando así los recursos utilizados

A todos ellos, GRACIAS.

INVESTIGACIÓN

RIESGOS DERIVADOS DEL TRABAJO EN VENDEDORAS VIAJANTES

Formulación del problema:

¿Cuáles son las características distintivas del trabajo cuando lo desempeñan viajantes

vendedoras? ¿Cuáles de ellas se constituyen en riesgos?

Justificación:

Justifica la elección del tema satisfacer a través de la FUSA (Fundación Universalista

Social Argentina) y del IDID (Instituto de Investigación, Docencia y Desarrollo) la

necesidad de la Red Social FUVA, en establecer y determinar la problemática de los

riesgos de trabajo en sus afiliados, para desarrollar posteriormente, acciones de

prevención de dichos accidentes o enfermedades.

Objetivo de la Investigación:

Continuar la desarrollada durante el año 2006-2007 esta

vez desde una perspectiva de género que permita:

• Explorar acerca de cuáles son las características distintivas del trabajo de las

viajantes vendedoras.

• Identificar cuáles de ellas pueden constituirse en riesgos.

• Controlar qué fenómenos de los descritos en el trabajo femenino se verifican en

nuestra población.

• Desarrollar medidas de prevención que eviten accidentes y enfermedades

derivadas del ejercicio de la profesión.

• Generar recomendaciones referidas a cambios que puedan mejorar la calidad de

vida de las trabajadoras

• Postular recomendaciones para generar ambientes de trabajo saludables.

• Destacar la necesidad de implementar los cambios postulados en Bejing en 1995

referidos a la perspectiva de género

Marco conceptual amplio:

Nos referimos aquí a aquel que orienta nuestra tarea. Aquel

que es válido tanto para hombres como para mujeres. Nuestra preocupación y nuestro

servicio son por y para ambos.

Es así que conocemos acerca de la estrecha relación que existe entre la cultura

de la prevención y la cultura organizacional propia, en los marcos en los que se

desarrolla el trabajo concreto de los vendedores viajantes. Este concepto de cultura

proviene de un enfoque antropológico-sociológico. Y para describir esa cultura, lo

primordial es atender a los valores compartidos a lo largo de la historia de la

institución, que evolucionan generando una construcción que le da identidad.

Las asociaciones sindicales de trabajadores viajantes han mostrado una

permanente atención hacia lo que hoy día también se denomina cultura de la

seguridad, desde sus orígenes y desde la sanción de la primera ley nacional en la

materia, la Ley 9688, allá por 1915. En esta conducta histórica queda puesta de

manifiesto una de las características intrínsecas de la cultura que es el compromiso,

porque muestra la importancia dada por estas entidades sindicales, demostrada en el

comportamiento y en las decisiones, la disposición de recursos y la administración del

tiempo, el rechazo por consiguiente de condiciones inseguras y la confianza en que la

participación y la capacitación son las herramientas de elección para una intensiva

puesta en acción de los valores propuestos.

En lo que a este grupo de trabajo refiere, adherimos a varias de las definiciones

que a partir del episodio Chernobyl se han ido formulando en distintos países de

Europa y las sintetizamos diciendo que seguridad preventiva es el producto de los

valores, actitudes, percepciones, capacidades y patrones de conductas individuales y

grupales que determinan el compromiso, el estilo y el profesionalismo en el manejo de

la salud y la seguridad de la organización. No se deja de considerar como fundamental

que cada miembro, sin importar su posición en la estructura, asuma un rol activo en la

prevención de errores y ese rol debe ser apoyado por toda la estructura.

Desde la perspectiva de la psicología organizacional, este concepto de cultura

de la prevención se completa con el concepto de clima de seguridad. Ya hemos referido

el primer concepto que sería el plano horizontal y permanente. El clima sería el plano

vertical que nos da cuenta de un momento puntual y está vinculado con los aspectos

psicológicos de las personas, los situacionales y los comportamientos. De la conjunción

de ambos se obtiene el aquí y ahora de la cultura. La puesta en práctica cotidiana de

ella.

Marco conceptual de esta investigación

Decimos que en este trabajo vamos a adoptar la perspectiva de género para

continuar con nuestras investigaciones acerca de los riesgos de trabajo que enfrentan

los viajantes vendedores. Será el género femenino. Algunas precisiones de a qué nos

referimos cuando planteamos este enfoque:

Este concepto se adoptó en Pekín en 1995, en ocasión de la IV Conferencia

Mundial de la Mujer, frente a 189 representantes ofíciales de países. Este concepto

descrito en el marco de la Unión Europea, en el IV Programa de acción sobre igualdad

de oportunidades en 1995, fue un principio reforzado en el Tratado de Amsterdam,

1996, cuando todos los representantes de los Estados Miembros se comprometieron a

aplicarlo.

Con el término género se hace referencia a los papeles de los hombres y las

mujeres definidos social y culturalmente. Puesto que los papeles de los géneros se

definen por las prácticas sociales y culturales, y no nos estamos refiriendo a un

concepto biológico es que sostenemos que se los puede cambiar. Eso mismo fue lo que

se sostuvo en todos los encuentros mencionados en los que se determinó que se

harían todos los esfuerzos necesarios para lograrlo esta modificación

La incorporación de una perspectiva de género en todas las actividades implica

nada más ni nada menos que reorganizar los procesos de decisión en todos los

ámbitos de la política y la labor de una estructura a fin de tomar en cuenta la

existencia de relaciones desiguales de género. La finalidad es que se tome en cuenta

con la idea de promover la igualdad de trato, así como la equitativa distribución de

medidas y beneficios. Para esto es necesario determinar los procesos existentes y

desarrollar políticas y prácticas destinadas a superar estas desigualdades.

El mismo hecho que este tema sea uno de los que constituyen los tópicos que

cuando de discriminación se habla enumere la SRT nos exime de más comentarios

Como planteo teórico, nadie prácticamente ha dejado de pronunciarse al respecto

En un documento con el que la Santa Sede invita a reflexionar sobre la

colaboración de la mujer y el hombre en la Iglesia y en el mundo, comienza

recordando que la Iglesia es experta en humanidad. La carta destaca el papel de la

mujer en la vida extra familiar, reclama la igualdad de oportunidades y subraya que la

maternidad no agota la valoración de lo femenino. Destaca por cierto el concepto

desde una perspectiva ontológica y no de género. Y se refiere a la complementariedad

de las diferencias masculinas y femeninas en los planos afectivo, social y sexual.

Algunas cuestiones teóricas genéricas de la condición laboral femenina

Fenómenos específicos en relación a las mujeres que trabajan

La discriminación puede darse en dos planos:

En un plano horizontal: se expresa en la desproporción entre la distribución de

mujeres y varones por sectores específicos de actividad.

En el plano vertical: la proporción de mujeres desciende a medida que asciende la

jerarquía institucional, que es aquello que ha sido llamado el techo de cristal. A veces

también se observa que pueden pasar este límite, pero el cargo le exige sacrificios

personales o una dedicación que las lleva a renunciar al poco tiempo. Por mencionar

sólo a una, una interrogada en la investigación nos afirmó: “era supervisora, llegó un

jefe regional que me pasó a administración de ventas diciéndome que iba a trabajar

menos horas; perdí premios y comisiones”.

Más recientemente investigadores de la Universidad de Exeter han formulado

un concepto a partir de las observaciones de la realidad laboral, que han llamado

abismo de vidrio. Se refiere a que a las mujeres les dan en ocasiones puestos

jerárquicos pero con un alto grado de riesgo, que aceptan como forma de ser

promovidas. Son cargos que los hombres no asumirían. Es más, cuando tienen éxito y

la situación encargada se estabiliza les ofrecen otro cargo de riesgo. Son puestos que

según reconoce Adrian Lock, tienen una serie de presiones que no existen para otros

cargos, en los que hay muchas posibilidades de fracasar. Los hombres no los

aceptarían. Una viajante, durante la investigación, nos señaló que a las vendedoras les

dan las peores carteras de clientes o para atender a quienes nunca fueron antes

clientes.

El tercer fenómeno se ha dado en llamar comatización de las mujeres. Define

a aquella situación en la que la mujer pierde su especificidad y queda como otro más

del universo que se describe por ejemplo como etnias, discapacitados, mujeres. La

diferencia de género que existe entre estos grupos queda desdibujada, por eso la coma

(alusión al signo ortográfico), pues bajo una supuesta diversidad se neutraliza la

especificad femenina. En general presupone que las mujeres se ajusten a los modos de

organización que resulten funcionales a la empresa con la pretensión que se igualen a

la cultura masculina del trabajo.

Es muy difícil aún cambiar la cultura de las empresas y que los directivos

comprendan la necesidad de equilibrar trabajo y familia. Las mujeres que son más

productivas, cuando esto se logra, deben ser proactivas e intentar promover estos

cambios ya que benefician a ambas partes.

Otros datos de interés los aporta el sociólogo Agustín Salvia, investigador del

Conicet en la UBA y en la UCA, que explica que la discriminación de género se observa

en el trabajo más calificado, el profesional; no así en el trabajo informal, en los niveles

técnicos, ni técnicos operativos. Ello pone en evidencia que en realidad no hay una

división sexual según su interpretación, sino alrededor del proceso de decisión y no

del proceso del trabajo en sí.

Aspectos económicos

Estudio del World Economic Forum (mayo 2005). Es el primer estudio

destinado a cuantificar la desigualdad entre los géneros. Entre 58 países encuestados,

muestra a la Argentina en el puesto 55 respecto de la igualdad salarial, aunque se

ubica en el tercer puesto en cuanto a los logros educativos (luego de Suecia y

Uruguay). Es decir que a pesar de que la participación de la mujer en el ámbito laboral

aumentó, no se respeta el principio de igual remuneración por la misma tarea. La

situación empeoró en los últimos quince años y la brecha salarial actual es mayor que

la de hace una década.

Otras cifras: En el 2005, en el 45, 3% de los hogares las mujeres trabajan

fuera de sus casas y aportan a la economía o son único sostén. Por la crisis económica

del 2001, el 34% de las familias estuvo a cargo de mujeres con un salario entre un

28% y un 35% inferiores, porcentaje que varía según la fuente que se consulte.

El Equipo Latinoamericano de Justicia y Género elaboró una encuesta: una

muestra de 1600 mujeres de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, arrojó que un 29%

trabaja entre 35 y 45 horas semanales, un 29% más de 45 horas y estas en general

son las que sostienen el hogar. El 43% tiene por lo menos una hora de viaje hasta su

trabajo y una pequeña parte de este porcentaje tiene mas de tres horas de viaje. El

31% debe repartir sus días entre trabajo afuera y dentro de la casa. Sólo el 1% cuenta

con guarderías en su lugar de trabajo para dejar los niños.

En cuanto a mujeres que son sostén del hogar, en 1991 eran un 23%. En el

2001 ascendieron al 28,7% y en el primer semestre del 2006 habían trepado al 32 %,

proporciones congruentes con los números de la encuesta antes mencionada.

Para Marcela Cristini, economista de FIEL, en las mujeres el desempleo es entre

un 30 y un 40% mayor que el de los hombres, sus puestos son menos estables y en

momentos críticos de la economía, pueden eliminarse más fácilmente. La mayor

participación femenina se observa en empresas de bajo rango y facturación, en los

niveles intermedios de empleo y en las de rubros de servicios y comercio. En las de

servicio, las mujeres aportarían el poder entender a los clientes de una manera

diferente. Además poseen un conocimiento directo de mercados vinculados con el

consumo y las necesidades. Se confirma la brecha salarial.

Estas consideraciones parecieran evidenciarse en los indicadores de

desocupación publicados por el INDEC. Ellos arrojaron para el cuarto trimestre del

2006, un 11% para las mujeres frente a un 6,9% entre los hombres. Según esta

misma fuente, es mayor entre las mujeres de hasta 29 años (12, 2%). Entre los 30 y

64 años estaría en un 7,3% y entre los hombres en esa franja, en un 4,4%. La

informalidad también es mayor entre las mujeres.

No podemos dejar de mencionar a la maternidad y el período de lactancia: si

bien son aspectos reconocidos en la legislación, en ocasiones llevan a la no

contratación del personal. El médico español Ramos Bayón dice que es una

discriminación que padece el sexo femenino, cuando las empresas no quieren abordar

el “gasto extra” al tener que contratar a más personal para sustituir las licencias de

esta clase.

Aspectos organizativos de la vida laboral

Experiencias comparadas que dan cuenta cómo la organización horaria

influye en el doble trabajo femenino la vida familiar y el tiempo libre:

Inglaterra: Si bien se trata de las mujeres que trabajan, las llamadas multifunción,

demuestran en investigaciones inglesas ser más saludables a los 54 años

(investigación publicada en el Journal of Epidemiology and Comuty Health) y no tener

los problemas de peso de aquellas que sólo se dedican al trabajo doméstico. Quizás

tenga que ver con los horarios laborales que dejan tiempo para una mejor organización

doméstica y para algunas actividades de esparcimiento. También por cierto estará

vinculado con el tipo de trabajo y la concreción de proyectos frente a la obligatoriedad

de sostener ocupaciones que no demandan satisfacción.

España: sobre sus horarios laborales, dice Mercé Pigem, diputada: somos uno de los

países europeos con los horarios más largos y a la vez más improductivos, por lo que

es difícil encontrar políticas conciliadoras para solucionarlo. Recientemente Margarita

Ruiz publicó una nota en el Diario El País en la que hace referencia a una estadía en

países en los cuales el horario de trabajo finaliza alrededor de las 17 hs., destacando

que esto posibilitaría compatibilizar de una manera diferente la vida familiar, laboral y

el tiempo para el esparcimiento. Su artículo se titula sin embargo “Fatiga de las

mujeres y de todos” y define que su fatiga no es de ahora sino que es una fatiga

acumulada, que a veces hace pensar en la jubilación anticipada en un momento en que

aún se está muy pleno para su labor.

En la Argentina: la mujer que realiza las doble función pierde entre otras cosas su

tiempo libre. Los resultados de una encuesta realizada por el Consejo de la Mujer,

entre mujeres de 30 a 50 años que viven en grandes ciudades y tienen alto nivel de

formación, determinó que sólo dispone de una hora y media diaria, y eso siempre y

cuando no haya situaciones de excepcionalidad en la familia, lo que le resta aún más

autonomía. Es el trabajo no remunerado que las mujeres desarrollan. El siguiente

cuadro publicado en el Diario Clarín ilustra esto:

Pero respecto de esta cuestión del tiempo libre tan central en cuanto a la

calidad de vida se refiere, podemos citar otros estudios como los de Alan Krueger,

economista de Princeton, quien encontró analizando los estudios de las últimas cuatro

décadas, que los hombres fueron dejando de lado las actividades que les resultaban

desagradables, trabajan menos y descansan más. Terminan de trabajar y, por

ejemplo, van al gimnasio o a realizar alguna tarea que les es grata ya que por lo

común luego irán a la casa donde encontrarán las cuestiones domésticas resueltas. La

mujer en cambio vuelve lo antes posible para realizar esas tareas o está pendiente de

lo no hecho. Hace 40 años, dice ella, una mujer invertía alrededor de 23 horas por

semana en una actividad que no disfrutaba, 40 minutos más que los hombres. Hoy la

brecha aumentó a 90 minutos, lo cual puede no parecer importante en cuanto a la

medida de tiempo, pero sí el aumento de la brecha. Esto nos hace recordar el libro de

Arlie Hochschild al cual tituló Segundo Turno. El primero se refiere al trabajo

asalariado, el otro al doméstico. Si bien la mujer destina menos tiempo a la limpieza y

cocina domésticas, se agrega el cuidado de familiares que ahora son más añosos y que

le produce culpa e impotencia cuando no lo pueden hacer como desearían.

Salud:

Como influye el distrés en su salud: los originados en diferentes cuestiones que

afronta una trabajadora:

Haremos una enumeración somera que en el trabajo final estará ejemplificado

por el material obtenido en las entrevistas efectuadas a nuestras viajantes.

Hay un estrés nocivo derivado de la organización del trabajo, no del trabajo en

sí mismo.

Estrés por acumulación de tareas: la doble presencia. Hay un aumento en las

cargas de trabajo así como la dificultad para responder a las demandas del trabajo

asalariado y el doméstico.

Existen además algunas formas de estrés que les son propias, derivados de su

fisiología, estrés derivados de los cambios de estadios en la vida, estrés de las mujeres

solteras que sienten defraudar la finalidad de constituir un hogar y estrés de la que

concretó esta aspiración propia y heredada y tiene su doble inserción.

Estrés porque en el trabajo asalariado, las mujeres tienen un mayor riesgo de

sufrir carga mental, acoso sexual, violencia externa, falta de autonomía, menor control

sobre el trabajo por no tener el control de la gestión, en general peores condiciones en

el entorno, menores expectativas de progreso.

El acoso sexual merece una mención en esta enumeración por ser una forma de

violencia laboral que produce un efecto devastador en algunas mujeres. No es

exclusivo padecimiento de las mujeres y lo sabemos bien, hay cuestiones que estamos

expuestos a padecer todos los seres humanos, pero sí ellas los sufren en más

ocasiones y esto no deja de estar vinculado con otros fenómenos como son los que

inciden sobre quienes ostentan mayormente posiciones de poder en las estructuras

laborales. Vamos a adherir aquí a la definición que de este fenómeno realizó Marie

France Irigoyen por contundente y exhaustiva, para ponernos de acuerdo que

queremos decir cuando decimos acoso. Ella lo refiere como “cualquier tipo de

acercamiento o presión de naturaleza sexual tanto física como verbal, no deseada por

quien la sufre, que surge de la relación de empleo y que da por resultado un ambiente

de trabajo hostil, un impedimento para hacer las tareas y/o un condicionamiento de las

oportunidades de ocupación de la persona acosada.” Crea, por tanto, un entorno

laboral discriminatorio, hostil y humillante. Para la OIT deben estar presentes tres

elementos: comportamiento de carácter sexual que nos sea deseado y que la víctima

lo perciba como un condicionamiento hostil para su trabajo, convirtiéndolo en algo

humillante. En España dicen que el último año el 15% de las mujeres han sido objeto

de acoso. En Argentina las estadísticas del 2006 dicen que el 6,1% de los varones y el

11,8% de las mujeres dijeron haber sufrido este tipo de agresión el año anterior. En

otros relevamientos se habla de un 16%. Estas cifras cobran un valor relativo si

tenemos en cuenta que por ejemplo el 70% de las encuestadas por la Unión del

Personal Civil de la Nación tenía una confusa conceptualización del acoso y que el

63% considera que era un problema privado no vinculado con el régimen laboral

Elpidio González se refiere en su libro Acoso Sexual a que la mayor cantidad de

denuncias en distintas partes del mundo se refieren a empleadas jóvenes, en general

en su primer trabajo, con contratos por tiempo determinado que trabajan en empleos

no regulados, encabezando la lista las empleadas que prestan servicios en los

comercios minoristas. En nuestro trabajo en curso, en todas las entrevistas está

presente esta conducta, en su mayor parte provenientes de clientes, los que

subordinan la concreción de la operación a la satisfacción de su requerimiento, lo que

provoca las siguientes expresiones: “me da mucha bronca, me siento humillada porque

el otro se cree un “señor” y ella es una…”

El estrés se verifica en la salud en múltiples dimensiones. Sólo citaremos

algunas en este resumen:

El estrés patológico interrumpe los hábitos normales de alimentación, tiene

estudiado Daryl O´Connor de la Universidad de Leeds. Se come en forma más

desordenada, fuera de hora en desmedro de las comidas principales, con menos

verduras y frutas. Hay una mayor inclinación a “picotear”. Frente a situaciones de

ansiedad, autoestima baja, tratan de desviar la atención hacia la comida: son las

llamadas comedoras emocionales y eligen los alimentos que producen más

gratificación pero que también son más dañinos como los que contienen más grasas,

consumen más azúcares, toman mas café. La falta de tiempo lleva que hagan poca

actividad física.

Estos resultados no son muy diferentes que los obtenidos por Ana Jufe, médica

nutricionista, asesora del Hospital de Clínicas quien dice que frente al estrés se

recurre a alimentos de alta palatabilidad (hidratos de carbono, grasas) y a la cafeína.

El estrés agrega, Marcela Leal de la Carrera de Nutrición de la Universidad Maimónides,

rompe los hábitos de la alimentación y en el trabajo hay más posibilidades de

transgredir normas porque no siempre hay opciones saludables.

Según la Organización Mundial de la Salud las mujeres, viven entre 3 y 7 años

más que los hombres pero su calidad de vida es peor que la de sus compañeros.

Tienen peores índices en cuanto a tabaquismo, diabetes y problemas cardiovasculares,

todas enfermedades que lo que requieren es de cuidado para no tener complicaciones.

Las mujeres además descuidan su propia salud en tanto aparezcan ocasiones en

que cuidan antes a otras personas de la familia: niños, viejos, enfermos.

Pero también este estrés nocivo continuado repercute y se pone de manifiesto

en ciertos hábitos perjudiciales que tarde o temprano repercutirán en su salud. En los

últimos diez años en España por ejemplo refieren que se registra un aumento del

consumo del alcohol según han podido estimar los informes de sus Comisiones Obreras

y lo vinculan también con situaciones en las que se busca cierta distensión.

Marco Metodológico:

El trabajo se encuentra basado en una investigación de tipo descriptiva. La

herramienta elegida para el estudio fue una encuesta nacional estructurada por

cuarenta ítems o cuestiones, que permitieron tomar datos de fuentes primarias a

través de preguntas cerradas de opciones dicotómicas y de opciones múltiples

y se complementa con veintitrés entrevistas en profundidad. Se relevaron para ello

a vendedoras viajantes de diversos puntos del país, por intermedio de un

muestreo no probabilístico, dentro de la modalidad denominada por

conveniencia y a través del método de contacto personal. La muestra ha sido

tomada en las Asociaciones de base de la Federación Única de Viajantes de la

República Argentina (FUVA) y en las Delegaciones de la Asociación de Viajantes

Vendedores de la República Argentina de Industria, Comercio y Servicios. Esta

encuesta sin embargo debió ser completada con una herramienta imprescindible:

entrevistas personales orientadas por el entrevistador a la búsqueda de la

información diferencial requerida que han permitido profundizar en el análisis sobre

los puntos que nos parecen de relevancia por presencia, ausencia o por haber

evaluado la incompatibilidad de algunas respuestas que a ellos se refieren, lo que

será adjuntado en el trabajo final.

La muestra relevada fue de un total de 208 vendedores viajantes, de los

cuales 43 de los entrevistados fueron del género femenino, es decir un

21% sobre el total, cifra esta que es casi coincidente con el padrón de

afiliados a la F.U.V.A.y se encuentra compuesta de acuerdo con la siguiente

distribución geográfica:

Localidad

Provincia

Cantidad de Viajantes

Ciud. Aut. de Bs. As. 71

Córdoba Córdoba 24

La Plata Buenos Aires 18

Mar del Plata Buenos Aires 13

Mendoza Mendoza 17

Quilmas Buenos Aires 14

Rosario Santa Fe 22

Santa Fe Santa Fe 11

Trelew Chubut 8

Tucumán Tucumán 10

Campo de Aplicación de los resultados:

La transferencia de esta investigación

será a través de la presentación de la misma ante las autoridades de la Red Social

FUVA, para que puedan a partir de los hallazgos generar recomendaciones, planificar

acciones de prevención que le permitan a las trabajadoras mejorar su calidad de vida,

evitar accidentes y reducir el padecimiento de enfermedades. En definitiva sensibilizar

con el fin último de llevar a la práctica cotidiana las conclusiones que en este marco

teórico se obtengan.

A su vez, la investigación será trasladada al ISASAVV, para que dicho instituto pueda

realizar su aplicación posterior.

Análisis de los aspectos más destacados de la encuesta

La encuesta se realizó tomando una muestra sobre la base de 208 personas que

se desempeñan en la profesión de viajantes vendedores, de las cuales 43 (21%) eran

del sexo femenino, cifra este que se acerca al 25% del total de vendedoras que se

encuentran registradas en el padrón de F.U.V.A., siendo la edad promedio de la

población encuestada de 39 años.

En cuanto a la antigüedad en el desarrollo de la actividad, las viajantes

encuestadas en el 47% de los casos registran de 1 a 3 años de antigüedad de trabajo

en el rubro, en tanto que en el 28% de los casos registran entre 4 y 7 años, el 16%

posee entre 8 y 15 años y el 9% cuenta con más de quince años, lo que demuestra

una diferencia con la encuesta general, en cuanto a que allí se evidencia una mayor

estabilidad y continuidad en desempeño de su profesión debido a que en el 23% de los

casos registran entre ocho a quince años de trabajo en el rubro, en tanto que el 36%

cuentan más de quince años.

Respecto de la distribución por grandes ramas de actividad en la que estas

trabajadoras se concentran, pudo establecerse que en el 53% de los casos se

desempeñan en la venta de productos, el 33% en la venta de servicios y el 14%

restante comercializan tanto productos como servicios, cifras estas que son similares a

la de la encuesta general.

Con referencia al nivel de estudios, se verifica que las viajantes tienen en un

39% estudios secundarios, destacándose que el 26% ha cursado estudios terciarios y

el 30% de nivel universitario, teniendo sólo el 5% de la población encuestada estudios

primarios. De estos datos se desprende el alto grado de educación formal que en su

mayoría califica a esta población. Esto si se lo compara con la encuesta llevada a cabo

de carácter general, se destaca que las viajantes poseen un mayor nivel de estudios

superiores (56% entre estudios terciarios y universitarios), destacándose el 30% de

nivel universitario frente a el 17% de igual modalidad visto en la esa encuesta general.

En cuanto a la modalidad de relación laboral en la que llevan adelante su

actividad, el 84% dice estar en relación de dependencia, el 8% es monotributista o

vendedor libre y el otro 8% participa de ambas modalidades, cifra coincidente con los

resultados obtenidos de la encuesta general.

Referido a la cobertura por el sistema de aseguradoras de trabajo, se respondió

en el 77% de los casos de manera afirmativa respecto a la inscripción en alguna de las

administradoras de estos riesgos y en un 23% de manera negativa, datos que son

similares a los revelados en la encuesta general. Vinculando estas últimas cifras

comparativamente con los que se desprenden de las respuestas anteriores, nos

estarían dando indicios de la existencia de trabajadores no registrados.

En relación al tiempo que las trabajadoras dedican a su actividad laboral en

horas por día, se pudo establecer que el 49% trabaja más de ocho horas diarias y sólo

el 26% en jornadas de ocho horas. El 25% restante manifiesta hacerlo en actividades

de menos de ocho horas por día. En este punto y con referencia a la encuesta general,

el 66% de los entrevistados respondió que trabaja más de ocho horas por día.

En cuanto a la extensión de los días de trabajo por semana, se determinó que el

75% de las viajantes encuestadas tienen una semana laboral de cinco días, mientras

que el 14% de ellos la prolonga a seis días. En los extremos, el 7% declara trabajar

siete días a la semana y el 2%, cuatro días en igual lapso. El análisis de ambas

informaciones sobre carga horaria y días de trabajo semanales, indica que un

significativo porcentaje de los compañeros viajantes, desempeñan sus labores

aproximadamente durante 8,26 horas cada día y 5,20 días por semana, resultando un

promedio de 42,95 horas por semana de actividad. Como se advierte, un grupo

numéricamente importante de la muestra, habitualmente excede la jornada legal

máxima de trabajo de ocho horas. De acuerdo al análisis, se puede verificar que las

vendedoras trabajan en promedio 11,76 horas menos por semana, en comparación

con lo que se ha expresado en el trabajo general, ya que en éste último la encuesta

arrojó un promedio de trabajo por semana de 54,71 horas.

Cuando debieron evaluar la seguridad que le asignan a su trabajo en relación a

la exposición a los riesgos (es decir, si entiende que su trabajo es seguro), las

respuestas afirmativas fueron sólo del 35%, en tanto que el 65% respondió de manera

negativa. Estos datos hablan por sí solos eximiéndonos de todo comentario, y si lo

confrontamos con lo expresado en la encuesta general, allí sólo el 51% respondió que

su trabajo no es seguro, por lo que debe destacarse la percepción que tienen la

vendedoras sobre el punto en análisis.

Con referencia al detalle de cuál es la percepción de riesgos a los que reconocen

estar expuestos las viajantes, se pudo establecer que en primer término se encuentran

los robos, luego los accidentes en la vía pública sin vehículo, en tercer lugar los

accidentes en los ámbitos en los que realizan las visitas a sus clientes, en el cuarto los

accidentes en la vía pública con vehículo, y por último las enfermedades por trastornos

alimenticios. Estos datos pueden compararse con la encuesta realizada en el año 2002

en la Investigación sobre Riesgos Derivados del Trabajo en Viajantes Vendedoresi, en

la que el resultado de la muestra indicaba que el mayor riesgo al que se estaba

expuesto era el de accidentes de trabajo, seguido por el de resultar víctimas de

delincuencia o robos. Esta percepción pone de manifiesto un cambio en la problemática

social, habiendo cobrado vigencia un riesgo antes no percibido como relevante.

Con referencia a la pregunta cuántos accidentes laborales ha sufrido durante su

tiempo de trabajo como viajante, las vendedoras han respondido “ninguno” en un 56%

de los casos, 2 a 3 en el 12% de las veces y sólo 1 en el 16% de las veces, siendo

estas cifras similares a la de la relevada en la encuesta general.

Es por la índole misma de la actividad de central importancia, analizar cómo

efectúan sus traslados estas trabajadoras. El medio de transporte más utilizado a este

fin por las vendedoras para realizar sus actividades, es el colectivo u ómnibus en el

40% de los encuestados, lo que sumado al 10% que realiza sus tareas usando el tren

y el 24% indican que lo realizan a pie, hacen que en total el 74% no utilicen vehículos

conducidos por ellas. Esta cifra es totalmente diferente a la de la encuesta general, en

donde ese 50% estaba dado por el uso del automóvil, contra sólo un 18% de las

mujeres que realizan sus actividades con ese medio. Debe destacarse como dato no

menor que aparece un 8% de las vendedoras que dicen desplazarse en moto.

Los automotores en el 100% de los casos son propios. Es decir que la empresa

para la cual desempeñan sus tareas no les proporciona vehículo (guarismos que son

similares a los de la encuesta general). El parque automotor de estas trabajadoras

tiene entre seis y nueve años de antigüedad en el 43% de los casos, siendo solamente

el 19% de los vehículos nuevos o de un modelo que no supera un año de antigüedad, y

el 25% entre dos y cinco años y el 13% más de 10 años.

Sabemos que el uso del vehículo de manera intensiva incrementa el riesgo de

accidentes por la frecuencia estadística, pero además una serie de factores vinculados

con el modo de relacionarse con la utilización de los vehículos, aumenta

progresivamente esta circunstancia, a saber:

- Reconociéndose al cinturón de seguridad como un vital elemento de protección en el

automóvil, se ha producido un cambio de comportamiento que demuestra una toma de

conciencia para las trabajadoras de nuestra área y convirtieron su aplicación cotidiana

en un cambio de conducta como una modificación positiva. Todavía existe un 9% de

ellas que sólo usan el cinturón de seguridad en rutas y un 9% que no lo hace en

ningún momento. De todas formas, debe destacarse que las cifras enunciadas

muestran un incremento en cuanto a su utilización, si se las compara con las del

relevamiento del año 2002ii, ya que allí reconocían su uso en el 43% de los casos,

frente a la respuesta afirmativa actual del 82% de los encuestados.

- Cuándo no se realiza un mantenimiento programado. Sólo en el 19% de los casos

que se han relevado se pone de manifiesto esta conducta de omisión; mientras que el

81% restante realiza el mantenimiento de su automóvil de acuerdo a lo indicado en los

manuales, cifras coincidentes con los resultados que se observan en la encuesta

general.

- Toda vez que las viajantes declaran en un 13% (en la encuesta general era del 56%)

de los casos que conducen indistintamente el automóvil durante el día como por la

noche, incrementando el riesgo cuando se conduce en horarios nocturnos. Aquí se

indaga sobre las actitudes de las viajantes cuando deben optar entre continuar con sus

tareas o detenerse para entregarse al necesario descanso. Frente a estas cuestiones,

las interrogadas responden que cuando sobreviene el sueño o el cansancio, siguen

conduciendo en el 19% de los casos, mientras que el 56% se detiene, descansa un

breve período y luego continúa y sólo el 25% de las entrevistadas se detienen por un

largo período a descansar. A su vez, consultadas las viajantes acerca de cuál es la

actitud que toman cuando deben realizar un viaje por ruta luego de un día de mucho

trabajo y tensión, las respuestas fueron, en el 19% de los casos que realiza el viaje de

todas formas, en un 31% que lo realiza de todas formas en función de la planificación

de su trabajo y el 50% indicó que pospone el viaje en cuestión. Estos dos análisis

demuestran la existencia de un alto riesgo potencial de sufrir accidentes de tránsito, a

causa de estar conduciendo en condiciones inadecuadas de descanso. Resta evaluar si

esta decisión obedece a la agenda de trabajo organizada por las vendedoras en la

búsqueda de alcanzar los objetivos que se trazan, o si es impuesta por el imperativo

de los empleadores. Las cifras mencionadas son prácticamente coincidentes o muy

cercanas en comparación a aquellos resultados que se han obtenido de la encuesta

llevada a cabo de carácter general ya mencionada.

- Otro punto de análisis vinculado con el manejo de vehículos se relaciona con la

ingesta alcohólica. Frente a esa cuestión, es decir frente a la pregunta “Durante su

jornada laboral, ¿ingiere bebidas alcohólicas?”, la respuesta fue contundente, ya que el

100% afirmó “no beber” (casi idéntica respuesta generada en la encuesta de carácter

general). En este punto es válido recordar lo que se ha respondido en la encuesta

realizada en el trabajo de investigación sobre riesgos del trabajo oportunamente

citadoiii, en el que frente a la pregunta “¿bebe?”, el 50% contestó de manera

afirmativa y el otro 50% de forma negativa. Pero con referencia a poder establecer en

qué momento ingiere bebidas alcohólicas, la interpelación “en general bebe en”,

mostró que el 7% lo hace durante el almuerzo, el 43% en las reuniones con los

clientes y el 50% en la cena. Esto permite establecer que un porcentaje mayor de

personas de las que lo admiten, consumen bebidas alcohólicas durante su jornada

laboral. Si se tiene en cuenta que un 26% de los encuestados se traslada conduciendo

un vehículo, se podría ver incrementado el riesgo de accidentes de tránsito.

Por otra parte se pudo establecer que el 51% de las encuestadas fuman; cifra

que si se compara con el trabajo de investigación realizado en 2002, muestra una

mayor tendencia al hábito de fumar que tienen las mujeres viajantes. Esta cifra es

mayor casi un 20% respecto del trabajo de la investigación ya mencionada del año

2002iv, en el que el 30% afirmó fumar. De ellos, el 32% fuma de diez a veinte

cigarrillos por día, el 50% de uno a diez cigarrillos diarios y el 18 % de veinte a

cuarenta unidades al día. Estos guarismos, evidencian que las viajantes, se encuentran

por sobre de la media del porcentaje de adultos fumadores de acuerdo a lo establecido

por el Ministerio de Salud.

Según cifras brindadas por el Ministerio de Salud de la Nación, el 33,5% de los

adultos fuman, lo que denota un porcentaje similar al que surge del relevamiento

realizado en el presente estudio. Según este organismo público, más de cuarenta mil

personas mueren cada año (cien por día) a causa del tabaco, siendo que entre ellas,

seis mil pierden la vida por efectos o como consecuencia del humo de tabaco

ambiental. En acciones médicas se invierten elevadas cantidades para atender

enfermedades relacionadas con el consumo de cigarrillos, equivalentes al 15.5% del

gasto total de salud en el país. Las causas de muerte más frecuentes generadas por el

consumo del tabaco devienen de enfermedades cardiovasculares, cáncer y

enfermedades respiratoriasv. Es por ello que el no fumar ayuda a proteger la salud de

los trabajadores, reduce el ausentismo, aumenta la productividad y mejora la

satisfacción del personal que no participa del hábito. A su vez, los espacios 100 %

libres de humo, reducen la aceptabilidad social del fumar, disminuyen el consumo por

parte de los fumadores y promueven el abandono del tabaquismo. Además se reducen

los riesgos de accidentes, los incendios y el deterioro de las instalaciones y equipos a

causa del humo en los interiores, incidiendo directamente en el medio ambiente

laboral.

Comenzando el segmento referido a los controles de salud, los viajantes

consultados responden a la pregunta “¿se ha realizado últimamente algún control

oftalmológico?”. En un 51% contestaron de manera negativa y el 49% de manera

afirmativa, de los cuales sólo el 5% no ha implementado el uso de lentes que le han

sido prescriptos por el oftalmólogo. Si esto se analiza dentro del marco de la

conducción de vehículos, se aprecia que pueden surgir riesgos de accidentes. En el

trabajo y evaluación efectuados por el Instituto de Investigación Docencia y Desarrollo

(IDID) en el año 2002vi, los resultados reflejaron cifras similares a las actuales, debido

a que el 50% de las personas se había realizado un control oftalmológico últimamente

y el 50% no lo había hecho.

Respecto a la frecuencia con la que se realizan chequeos médicos las viajantes

vendedoras, se pudo establecer que el 23% de las encuestadas no los llevan a cabo de

manera periódica; pero debe destacarse que el 77% de las viajantes respondió

afirmativamente a esa pregunta. De este porcentaje, el 58% realiza chequeos médicos

anualmente, el 27% lo hace cada seis meses, y en el 15% de los casos efectúan esos

controles médicos preventivos con una periodicidad de entre un año y medio y dos

años. Por lo que puede destacarse que las trabajadoras son proactivas frente a la

prevención en medicina, coincidiendo con la opinión vertida por lo población de la

muestra del trabajo general.

El conjunto de preguntas que seleccionamos para averiguar datos acerca de qué

carga psíquica soportan nuestras encuestadas, nos permitió conocer en primer término

cómo reconocen sentirse al comenzar diariamente su actividad. En este sentido

expresan encontrarse muy activas en el 57% de los casos, otro 16% dijo sentirse

emocionalmente agotada, un 9% fatigada físicamente y finalmente, el 16% señaló que

siente tanto agotamiento emocional como físico, existiendo sólo un 2% que no ha

podido reconocer su condición en este momento de la jornada. Advertimos entonces

que un 41% expresa alguna forma de padecimiento; esto significa casi un 10% más de

quejas en cuanto a la problemática en análisis de parte de las mujeres con referencia a

la encuesta general. Lo que a nuestro juicio evidencia la presión laboral que se

manifiesta tanto en forma de extenuación física como psíquica, teniendo la mujer un

reconocimiento más inmediato del tema por las propias características del género

femenino, ya que los varones tienen naturalmente mayor dificultad para poder

expresarse.

La particularidad que nuestras trabajadoras estén regidas por la remuneración

por rendimiento, incluye dentro de los factores vinculados con la carga psíquica, el

tratamiento del tema salarial.

Pudo establecerse que el 72% de las encuestadas entienden que su nivel de

remuneración es variable o sumamente variable, el 19% señala que su salario es

relativamente estable y sólo el 9% aprecia que su nivel de remuneración es estable, a

diferencia de la encuesta general en la cual se puede apreciar que el 56% de las

encuestados entienden que su nivel de remuneración es variable o sumamente

variable, el 20% señala que su salario es relativamente estable y el 15% entiende que

su nivel de remuneración es estable. Aquí se evidencia muy claramente que las

trabajadoras viajantes conocen que, en esencia, su remuneración es a resultado,

aunque admiten que las variaciones que se pueden producir en ella, a un importante

porcentaje les crean incertidumbres.

A su vez, se indagó a las viajantes acerca de cómo se relaciona el esfuerzo

invertido con el logro de la remuneración conseguida. En este caso, el 56% afirmó que

entienden que su nivel de remuneración depende totalmente de su propio esfuerzo; el

14% dice que sólo es en parte suya y el 26% señala que es en parte de los otros. Hay

un 4% que dice que depende totalmente de los otros. Finalmente se quiso conocer cuál

es el nivel de satisfacción de las viajantes vendedoras frente al logro de los objetivos

personales en el trabajo diario. Con referencia a ello, pudo establecerse que el 56% de

las viajantes afirman haber conseguido relativamente sus objetivos, el 19% ha

conseguido los objetivos que se ha fijado, el 16% entiende que no ha conseguido los

objetivos por el momento y el 9%, de manera contundente, indica que no ha

conseguido alcanzar sus objetivos.

Confiamos con esta investigación haber podido distinguir los principales riesgos

que las viajantes vendedoras encuentran en el desempeño de su labor. En un afán de

plantearlos acorde con su relevancia, consideramos que el tradicionalmente tenido en

cuenta, referido a la exposición a la que son objeto por su preponderante modalidad de

traslado, se ha visto incrementado por la emergencia vial y por el ritmo impuesto a las

tareas. Detectamos que producto de los cambios sociales, ser víctima de un robo es

para ellas el mayor riesgo que enfrentan. De lo que no nos cabe dudas, es que para la

viajante vendedora hay un conjunto de factores que por la modalidad y las

características del desarrollo de la actividad, generan la aparición del estrés mórbido y

de la violencia laboral, expresados en múltiples formas, que no hacen más que

realimentarse en un circuito que debemos analizar para romper a favor de la salud de

nuestras trabajadoras en un sentido integral.

Por último, este equipo advierte que la ecuación cuyos términos son estabilidad-

remuneración-esfuerzo-satisfacción profesional, es la situación de mayor inseguridad

para su salud en la vida laboral.

GRAFICOS ESTADISTICOS

1. Edad Promedio: 39 años

2. ¿Cuál es su nivel de estudios?

3. ¿Cuál es su antigüedad como viajante?

¿Cuál es su nivel de estudios?

Primario

5%Secundario

39%

Terciario

26%

Universitario

30%

Primario

Secundario

Terciario

Universitario

¿Cuál es su antigüedad como viajante?

1 a 3 años

47%

4 a 7 años

28%

8 a 15 años

16%

Más de 15

años

9%

1 a 3 años

4 a 7 años

8 a 15 años

Más de 15 años

4. Actividad actual:

5. Es vendedora:

Actividad actual

Venta de

Productos

53%

Venta de

Servicios

33%

Venta de

Productos y

Servicios

14% Venta de

Productos

Venta de

Servicios

Venta de

Productos y

Servicios

Es vendedora:

Ambos

8%

En relación de

dependencia?

84%

“Libre” o

Monotributista?

8%

“Libre” o

Monotributista?

En relación de

dependencia?

Ambos

6. ¿Se encuentra cubierta por una ART?

7. ¿Cuál es su ámbito de trabajo?

¿Cuál es su ámbito de trabajo?

Ciudad Autónoma

de Buenos Aires

27%

Gran Buenos

Aires

45%

Buenos Aires e

Interior del País

4%

Interior del País

22%

Ns / Nc

2%

Ciudad

Autónoma de

Buenos AiresGran Buenos

Aires

Buenos Aires e

Interior del País

Interior del País

Ns / Nc

¿Se encuentra cubierta por una ART?

Si

77%

No

23%

Si

No

8. ¿Cuántas horas trabaja por día?

9. ¿Cuántos días trabaja por semana?

10. ¿Ud. cree que su trabajo es seguro?

¿Ud. cree que su trabajo es seguro?

Si

35%

No

65%

Si

No

¿Cuántos días trabaja por semana?

2 días

2%

3 días

0%

4 días

2%

5 días

75%

6 días

14%

7 días

7%

2 días

3 días

4 días

5 días

6 días

7 días

¿Cuántas horas trabaja por día?

6 hs.

16%6 a 8 hs

9%

8 hs

26%

8 a 10 hs

40%

10 a 12

9%

6 hs.

6 a 8 hs

8 hs

8 a 10 hs

10 a 12

11. ¿Qué medio de transporte que utiliza para realizar su trabajo?

12. De utilizar vehículo, indique ¿cuál es la antigüedad del mismo?

¿Qué medio de transporte utiliza para realizar

su trabajo?

Automóvil

18%

Colectivo-

ómnibus

40%

Tren

10%

A pie

24%

Moto

8%

Automóvil

Colectivo- ómnibus

Tren

A pie

Moto

De utilizar vehículo, ¿cuál es la antigüead del

mismo?

0 – 1 años

19%

2 – 5 años

25%6 – 9 años

43%

10 años o más

13%

0 – 1 años

2 – 5 años

6 – 9 años

10 años o

más

13. Las necesidades de su trabajo la hacen conducir:

14. ¿El vehículo es propio o de la empresa?

¿El vehículo es propio o de la

empresa?

Propio

100%

De la

Empresa

0%Propio

De la Empresa

Las necesidades de su trabajo la

hacen conducir:

De Día

87%

Por la

Noche

0%

Ambos

13%

De Día

Por la Noche

Ambos

15. ¿Le realiza mantenimiento programado al vehículo?

16. ¿Realiza operaciones de carga y descarga de mercadería desde su vehículo?

¿Le realiza mantenimiento

programado al vehículo?

Si

81%

No

19%

Si

No

¿Realiza operaciones de carga y

descarga desde su vehículo?

Si

19%

No

81%

Si

No

17. En caso de contestar afirmativamente la pregunta anterior, las operaciones de carga y descarga, ¿por qué lado del vehículo las realiza?

18. Realiza esfuerzos físicos de carga o descarga de bultos o mercadería

Las operaciones de carga y descarga, ¿por qué lado del

vehículo las realiza?

Por la parte

posterior

33%

Por el lado mas

cercano a la

vereda

0%

Por el lado mas

alejado de la

vereda

0%

De manera

indistinta

67%

Por la parte posterior

Por el lado mas cercano a

la vereda

Por el lado mas alejado de

la vereda

De manera indistinta

Realiza esfuerzos físicos de carga o

descarga de mercadería

Si

9%

No

61%

NS / NC

30%Si

No

NS / NC

19. Si realiza su actividad en automóvil: ¿utiliza cinturón de seguridad?

20. ¿Qué hace cuando siente cansancio o sueño mientras está conduciendo?

Si realiza su actividad en automóvil, ¿utiliza

cinturón de seguridad?

Sí, siempre

82%

No, nunca

9%

Sí, en rutas o

autopistas

9%

Debería usarlo

0%

NS / NC

0%

Sí, siempre

No, nunca

Sí, en rutas o autopistas

Debería usarlo

NS / NC

¿Qué hace cuando siente cansancio o sueño mientras

está conduciendo?

Sigue

conduciendo

19%

Se detiene

descansa un

breve período y

luego continúa

56%

Se detiene por

un largo período

a descansar

25%

NS / NC

0%

Sigue conduciendo

Se detiene descansa un

breve período y luego

continúaSe detiene por un largo

período a descansar

NS / NC

21. Ud. Debe realizar un viaje por ruta luego de un día de mucho trabajo y tensión. Señale, ¿cuál es su actitud?

22. ¿Ha tenido accidentes en la vía pública durante su jornada de trabajo?

Ud. debe realizar un viaje por ruta luego de un día de mucho

trabajo y tensión. Señale cuál es su actitud

Realiza ese viaje

19%

Pospone ese viaje

50%

Lo realiza de todas

formas en función

de la planif icación

de su trabajo

31%

Realiza ese viaje

Pospone ese viaje

Lo realiza de todas formas en

función de la planif icación de su

trabajo

¿Ha tenido accidentes en la vía pública

durante su jornada de trabajo?

Si

26%

No

65%

NS / NC

9%

Si

No

NS / NC

23. ¿Cuántos accidentes laborales ha sufrido durante su tiempo de trabajo como viajante?

24. ¿Fuma?

¿Fuma?

Si

51%

No

49%Si

No

¿Cuántos accidentes laborales ha sufrido durante su

tiempo de trabajo como viajante?

1

16%

2 a 3

12%

3 a 5

2%

Más de 5

0%

Ninguno

56%

NS / NC

14%

1

2 a 3

3 a 5

Más de 5

Ninguno

NS / NC

25. Cuántos cigarrillos fuma por día?

26. ¿Durante su jornada laboral, ingiere bebidas Alcohólicas?

27. En caso de responder afirmativamente la pregunta anterior, marque las bebidas que bebe normalmente:

NO CORRESPONDE

28. Referido a la pregunta anterior, ¿cuántos vasos bebe aproximadamente al día?

NO CORRESPONDE

¿Cuántos cigarrillos fuma por día?

1 a 10

50%

10 a 20

32%

20 a 40

18%

Más de 40

0%

1 a 10

10 a 20

20 a 40

Más de 40

¿Durante su jornada laboral ingiere

bebidas alcohólicas?

Si

0%

No

100%Si

No

29. En general bebe en:

30. ¿Realiza chequeos médicos de forma periódica?

En general bebe en:

El almuerzo

7%

La cena

50%

Las

reuniones

con clientes

43%El almuerzo

La cena

Las reuniones

con clientes

¿Realiza chequeos médicos en forma

periódica?

Si

77%

No

23%

Si

No

31. ¿Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, por favor, indique con qué

frecuencia?

32. ¿Se ha realizado últimamente algún control oftalmológico?

Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa: por

favor indique con qué frecuencia.

6 meses

27%

1 año

58%

1 año y medio

12%

2 años

3%

Sólo cuando

tiene alguna

dolencia?

0%

NS / NC

0%

6 meses

1 año

1 año y medio

2 años

Sólo cuando tiene

alguna dolencia?

NS / NC

¿Se ha realizado últimamente algún

control oftalmológico?

Si

49%No

51%

Si

No

33. Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, de haberle sugerido el uso de lentes, ¿lo ha implementado?

34. Consigne a qué riesgos se encuentra expuesta en su tarea habitual, indique un orden de importancia comenzando por el que considera más riesgoso con el número 1:

1º. Robos 2º. Accidentes en vía pública sin vehículo 3º. Accidentes en los lugares en los que realiza su venta (clientes) 4º. Accidentes en vía pública con vehículo 5º. Enfermedades por trastornos alimenticios

Si la respuesta a la pregunta anterior es

afirmativa, de haberle sugerido el uso de

lentes, ¿lo ha implementado?

Si

90%

No

5%

NS / NC

5%

Si

No

NS / NC

35. Antes del inicio de su actividad laboral Ud. se siente:

36. Entiende que su nivel de remuneración es:

Entiende que su nivel de remuneración es:

Estable.

9%

Relativamente

estable.

19%

Variable.

58%

NS / NC

0%

Sumamente

variable

14%

Estable.

Relativamente

estable.Variable.

Sumamente variable

NS / NC

Antes del inicio de su jornada laboral Ud. se siente:

Emocionalmente

agotado

16%

Fatigado

físicamente

9%

Ambas

sensaciones.

16%

Muy activo

57%

NS / NC

2%

Emocionalmente

agotado

Fatigado

físicamente

Ambas

sensaciones.

Muy activo

NS / NC

37. Entiende que su nivel de remuneración depende:

38. Con respecto a su trabajo cotidiano, entiende que:

Entiende que su nivel de

remuneración depende:

Totalmente de

su esfuerzo

56%

Totalmente de

los otros.

4%

En parte suya

14%

En parte de los

otros

26%

NS / NC

0%

Totalmente de su esfuerzo

Totalmente de los otros.

En parte suya

En parte de los otros

NS / NC

Con respecto a su trabajo cotidiano, entiende que:

Ha conseguido los

objetivos que se ha

f ijado

19%

No ha conseguido

los objetivos por el

momento

16%

Ha conseguido

relativamente sus

objetivos.

56%

No ha conseguido

sus objetivos

9%

NS/NC

0%

Ha conseguido los objetivos

que se ha fijado

No ha conseguido los

objetivos por el momento

Ha conseguido

relativamente sus objetivos.

No ha conseguido sus

objetivos

NS/NC

ENTREVISTAS PERSONALES

ENTREVISTAS PERSONALES

Con el objeto de poder comprender mejor la problemática de la mujer en el

ámbito laboral, se han realizado veintitrés entrevistas en profundidad con vendedoras

viajantes de diversos puntos del país durante el año 2008.

Concepto de Entrevista en Profundidad:

Las entrevistas profundas son una forma no estructurada e indirecta de obtener

información, pero a diferencia de las sesiones de grupo, estas entrevistas se realizan

con una sola persona. Este tipo de técnica en la investigación puede tener una

duración de 30 minutos hasta más de una hora, dependiendo del tema y la dinámica

de entrevista.

Para ello se requiere la habilidad de un entrevistador que provoque un ambiente

de confianza con el entrevistado a fin de que hable con libertad de sus actitudes,

creencias, sentimientos y emociones, manteniendo el entrevistador la línea directriz

acerca del tema objetivo. Dentro de una entrevista de estas características es posible

combinar técnicas proyectivas (las cuales no se han utilizado en el presente trabajo) a

fin de profundizar en algún tema o de obtener respuestas que muchas veces el

entrevistado no está dispuesto en forma racional y espontánea a proporcionar.

La entrevista debe ser realizada en una atmósfera tolerante, en la que exista

libertad para que la persona se exprese sin temor a la desaprobación o la discusión y

esté destinada a ofrecer una imagen amplia (profunda) de los sentimientos, creencias

y motivaciones del sujeto entrevistado. La entrevista en profundidad es quizás, la

técnica más utilizada para obtener información o saber que opina la gente. Está

conformada por un entrevistado y un entrevistador, la que ha sido usada y sigue

siendo empleada para múltiples propósitos y por una variedad de ámbitos: abogados

para obtener información de los clientes, médicos para aprender acerca de sus

pacientes, funcionarios o profesores determinan la conveniencia de los estudiantes

para las escuelas, departamentos, etc.

Como técnica de investigación, la entrevista, abarca diversas dimensiones:

amplía y verifica el conocimiento científico, obtiene o posibilita llevar la vida diaria del

ser humano al nivel del conocimiento y elaboración científica y permite la reflexión del

entrevistado de “ese algo” —objeto del estudio—, que quizás no tenía sistematizado o

“concientizado”.

CARACTERISTICAS DE LAS ENTREVISTADAS

Para este estudio se han realizado veintitrés entrevistas en profundidad a

vendedoras viajantes de las siguientes provincias y localidades de Argentina.

Provincia / Localidad

Ciudad Autónoma de Bs. As.

Córdoba

Entre Ríos

Buenos Aires

Mendoza

San Luis

Santa Fe

Salta

• Edad promedio: 46 años

• Antigüedad promedio como viajante: 17 años

• Es vendedora actualmente de:

Vende Actualmente

0%

17%

27%27%

4%

4%

4%

17%

Servicos de Salud

Productos Alimenticios

Productos de Cosmética

Productos Textiles

Artiuclos de Perfumería y Limpieza

Automóviles

NS/ NC

ANALISIS DE LOS RESULTADOS

Los resultados encontrados en el análisis de las veintitrés entrevistas (de acuerdo a

la percepción de cada una de las viajantes) permiten plantear los siguientes aportes.

1. Actitud de la mujer frente al trabajo: en general las entrevistadas han señalado

que la mujer tiene una mejor actitud hacia la venta ya que una vendedora:

a. genera más confianza

b. llega más fácilmente al cliente

c. es más creíble

d. es más paciente con el cliente

e. es más perseverante con el cliente

f. es más sincera con el cliente

g. brinda más seguridad en lo que vende

h. es mejor negociadora

i. tiene más carisma para vender

j. tiene más habilidad que el hombre para vender

k. tiene mejor adaptabilidad frente al cliente

l. es más persuasiva

m. es más diplomática

n. es más prolija / más minuciosa y está más en el detalle

2. Actitud de discriminación del hombre hacia la mujer: de las veintitrés

entrevistadas siete de ellas han señalado se discriminadas dentro del ámbito

laboral por trabajadores varones, por su condición de mujer.

3. Presión laboral sobre la mujer: de las entrevistas surgen dos opiniones

coincidentes, en las que han manifestado que se ejerce mayor presión laboral

sobre la mujer, debido en muchos casos a la necesidad de conservar el puesto.

4. Posibilidades de crecimiento en el trabajo: se han registrado siete respuestas

que señalaron la dificultad existente para que la mujer llegue a ocupar cargos de

relevancia dentro de las empresas. Señalan que en general que estos cargos son

detentados por hombres. Por lo tanto entienden que la mujer tiene pocas

probabilidades de ocupar cargos de mayor jerarquía dentro de las organizaciones o

subir dentro de la escala jerárquica, lo que implica discriminación.

5. Acoso sexual en el ámbito de la empresa: cuatro de las entrevistadas han

declarado haber sido víctimas de acoso sexual por parte de jefes o compañeros de

trabajo. En algún caso le ha sido muy dificultoso poder expresarlo en el momento

en el que sucedió el hecho, dentro de la empresa y su grupo de pertenencia.

6. Acoso sexual por parte de clientes: es un tema grave ya que once de las

veintitrés entrevistadas han revelado haber sido acosadas por clientes. Pero es de

destacar que muchas de las viajantes pudieron resolver la cuestión ayudadas por

sus propios jefes o compañeros de trabajo.

7. Actitud de discriminación por condición de madre: se ha encontrado en cinco

entrevistadas que las mismas habían sido discriminadas y/o presionadas por su

condición de madre soltera o divorciada, en tanto y en cuanto a cargo del hogar

monoparental se encuentran más necesitadas de conservar la estabilidad laboral,

al tiempo de ser más requeridas en el ámbito doméstico.

8. Avasallamiento sobre la cartera de clientes: varias de las entrevistadas han

señalado que se han cercenado sus derechos sobre la cartera de clientes que han

desarrollado. Esto se realiza con diferentes modalidades entre las cuales se destaca

el cambio de zona de las vendedoras una vez que han desarrollado los clientes y

consolidado la zona.

Consideraciones Finales:

Para llevar adelante este enfoque hombres y mujeres deberán aceptar la

responsabilidad de cambiar las relaciones de género. En cuanto a los intereses

específicos son un reflejo de sus condiciones de vida, los hombres deberían tener los

mismos intereses si comparten las mismas condiciones de vida: es necesario para ello

que ambos modifiquen su posición subjetiva compartiendo de manera diferente el

escenario familiar y doméstico (que a veces a la mujer también le cuesta compartir).

La revolución sexual ha sido incompleta: las mujeres inundaron el mercado laboral

pero no se ha enfrentado el cambio en forma completa. Cambian las leyes pero es más

lento el cambio de las mentalidades. El progreso es lento y requiere tanto esfuerzo

adicional por parte de las mujeres que muchas experimentan una fatiga histórica.

Además que algunos cargos como por ejemplo, las áreas que destinan sus esfuerzos a

los temas de igualdad de oportunidades estén ocupadas por mujeres, nos da cuenta de

que sigue siendo un tema de ellas y no de interés de todos.

Es muy difícil aún cambiar la cultura de las empresas que es el reflejo de una

cultura más extensa y que los directivos comprendan la necesidad de equilibrar

trabajo y familia. Aquellas mujeres que logran ser más productivas en su trabajo

deben ser proactivas e intentar promover estos cambios ya que benefician a ambas

partes.

BIBLIOGRAFIA

i Instituto de Docencia, Investigación y Desarrollo (IDID) – F.U.S.A. - Investigación

sobre Riesgos Derivados del Trabajo en Viajantes-Vendedores – Bs. As. – 2002 ii Op. Cit. Nota 1 iii Op. Cit. Nota 1 iv Op. Cit. Nota 1 v Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación. vi Op. Cit. Nota 1