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Nica Coccidiostato Granulado

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Bv. de Los Polacos 6446 - Be Los Boulevares (5147) - Córdoba - Argentina Tel.: (03543) 42-2540 / 42-4048 / 42-4030 - Fax.: (03543) 42-2540 - E-mail: [email protected]

de Alimentos Por:Dr. Jeffrey A. Hansen Especialista en Cerdos

El picado es el método más común de procesamiento de ali­mentos para el productor de cer­dos y la mayoría de los ingre­dientes estarán sujetos a algún tipo de reducción del tamaño de la partícula. La reducción en el tamaño de la partícula incremen­ta la superficie del grano, permi­tiendo una mayor interacción con las enzimas digestivas y co­mo consecuencia mejorando la eficiencia del alimento. Asimis­mo, hace más fácil el manejo y características de mezclado. Sin embargo, el picado fino incre­mentará los costos de energía del procesamiento de alimentos y puede resultar en recipientes de gran volumen, incremento en la suciedad y úlceras gástricas potenciales. Por consiguiente, el incremento de los costos del procesamiento fino deberán compensarse con la consecuen­te mejora en la conversión de alimentos.

¿Cuál es el tamaño óptimo de la partícula?

Existe confusión en lo que respecta al tamaño óptimo de la partícula de las dietas para los cerdos debido a la amplia clasifi­cación como "fina, media y grue­sa" utilizada para definir el tama­ño de la partícula. Asimismo, los distintos granos debido a su ta­maño y forma producirán dife­rentes tamaños de partícula cuando se piquen en una misma criba. Actualmente en conside­ración de las mejoras en la efi­ciencia de los alimentos, costos de procesamiento", incidencia de úlceras gástricas y potencial en­cadenamiento se recomienda un tamaño promedio de partícula de 700 a 800 micrones.

Asimismo, un picado fino (700

micrones) de ingredientes de los alimentos altos en fibra ha de­mostrado una mejora en el valor del alimento. Tal como lo dice el método práctico, si existen gra­nos enteros en el alimento pro­bablemente estos no estén lo suficientemente picados y pue­den estar perdiendo entre un 5 y un 8 por ciento de la eficiencia del alimento. Los resultados de más de 1.500 muestras analiza­das en la Universidad del Estado de Kansas desde 1985, indican que el tamaño de partícula del 70 por ciento de las muestras to­madas es de más de 800 micro­nes.

¿Proceso mi alimento con un molino con rotor provisto de martillos o con un molino de rodillos?

Esta es una de las preguntas más frecuentes en lo que res­pecta a la reducción del tamaño de la partícula. Cualquiera de los molinos posee la capacidad de producir el tamaño de partí­cula deseada. Sin embargo, existen ventajas y desventajas que deberán considerarse para determinar el mejor molino para llevar a cabo la operación.

Los molinos con rotor provis­tos de martillos tienen mayor ca­pacidad por unidad de caballo de fuerza y el cambio de picar un grano a picar otro mediante el cambio de criba es más fácil. Sin embargo, el molino de mar­tillos requiere más energía que el molino de rodillo y producirá un mayor porcentaje de polvo.

Un molino de rodillos requiere aproximadamente 28 por ciento menos de energía que el molino de martillo para producir un ta­maño de partícula de 700 micro­nes, pero si los tipos de grano

deben cambiarse con frecuen­cia, el molino de rodillos necesi­tará ajustarse de acuerdo con cada grano. Para el procesa­miento de granos con un molino de martillos el tamaño de la cri­ba variará de acuerdo con el ti­po de grano. El maíz y el trigo pueden procesarse mediante un molino de martillos equipado con una criba de 3/16 pulgadas, mientras que se recomienda una criba de 1/8 pulgadas para el procesamiento de sorgo ce­bada y avena. Mediante la utili­zación de dichas cribas con el grano respectivo, se debería lo­grar un tamaño de partícula de 700 a 800 micrones.

La condición de las cribas y los rodillos será de suma impor­tancia para la eficiencia del pi­cado y para la manutención del tamaño de la partícula. Las cri­bas y los rodillos necesitan un control mensual debido a su desgaste y se deberán reempla­zar en caso de que existan agu­jeros en las cribas o si dichos agujeros son tipo embudo. Asi­mismo, los martillos deberán in­vertirse o reemplazarse en caso de desgaste.

En los molinos de rodillos existen tres criterios esenciales en la producción de partículas de 700 a 800 micrones: (1) los rodillos deben moverse con un impulso diferencial de un rodillo moviéndose de 50 a 70 por ciento más rápido que otro para producir una acción de corte que ayudará a "cortar" el grano y no a triturarlo, (2) los rodillos deberán tener corrugaciones que ayudarán a cortar el grano con las corrugaciones deseadas por pulgada de giro. Estas co­rrugaciones son 8 a 10 para el maíz, 10 a 12 para el trigo, ce­bada y avena y 12 a 14 para el sorgo, (3) las corrugaciones ten­drán un espiral de 1-2 pulgadas para incrementar la potencia de corte y para eliminar granos fi­nos. Los magnetos son impor­tantes para remover cualquier objeto de metal del grano y para incrementar la vida útil de los martillos, criba y rodillos. Tanto los molinos de martillos como los de rodillos deben controlarse en forma periódica para evitar su desgaste.

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¿Qué tan beneficiosos son los demás métodos de proce­samiento?

Existen diferentes métodos de procesamiento de alimentos para cerdos. Además de picar­los, las formas más comunes de procesamiento de alimento son el peleteado, extrudado y tosta­do.

Peleteado. Los pellets pue­den ser armados con diferentes longitudes, diámetros y grados de dureza. Los ingredientes de la dieta influenciarán en la dure­za del pellet y la calidad del mismo. Varios estudios sugie­ren que se produce de un 3 a un 10 por ciento de mejora en la tasa de crecimiento y eficiencia de alimento cuando se alimenta a los cerdos con dietas peletea-das en vez de con harina. Esto parece surgir del menor desper­dicio de ingredientes que se produce con los alimentos pele-teados. Los alimentos peletea-dos mejoran el valor nutritivo de los ingredientes de los alimen­tos ricos en fibra en mayor gra­do que el valor de aquellos con un bajo contenido de fibra. Esto puede ser el resultado del incre­mento en la densidad del ali­mento. Sin embargo, debido a que los costos de energía se in­crementan, el aspecto económi­co de los alimentos para cerdos en pellets puede ser cambiado. El incremento en el costo de la dieta puede compensarse con la mejora en la eficiencia del ali­mento u otra medida productiva de los cerdos alimentados con una dieta a base de pellets. Es de importancia futura los bene­ficios potenciales de las dietas basadas en pellets ya que hace que los alimentos sean más sa­nitarios. Este aspecto todavía debe examinarse en la produc­ción porcina y puede jugar una parte integral en sistemas de producción futuros.

Extrusión y Tostado. El pro­cesamiento de la extrusión comprende la aplicación de ca­lor, presión y/o vapor a un in­grediente o dieta. Las extruso-ras son a veces utilizadas en el procesamiento de soja en los campos. En caso de estar co-

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rrectamente calentada esto constituye una fácil manera de agregar grasa a las dietas de los cerdos y de utilizar soja cul­tivada en forma doméstica. Las investigaciones recientes nos muestran que el concentrado de proteína de soja húmedo y extrudado es una excelente fuente de proteína para lecho-nes.

Debido al volumen y tonelaje, la extrusión de alimentos com­pletos no está económicamente justificada en relación con el desempeño de los cerdos ali­mentados con alimentos com­pletos extrudados. Asimismo, la extrusión incrementa el volu­men de la dieta, siendo más di­fícil para los cerdos consumir suficiente alimento para satisfa­cer los requerimientos de nu­trientes.

El tostado puede también uti­lizarse para el procesamiento de soja cultivada en forma domésti­ca. Esto puede ser un método alternativo para agregar grasa a las dietas de los cerdos. Sin em­bargo, la temperatura y tiempos de tostado pueden controlarse para asegurar un adecuado pro­cesamiento. El costo adicional de los productos extrudados o tostados puede ser la última consideración en la determina­ción de la viabilidad de su uso en dietas para cerdos.

Otros métodos de procesa­miento. Los productores tienen a su disposición varios métodos alternativos de procesamiento. El flanqueo de vapor, microni-zación y otros métodos de pro­cesamiento generalmente no mejoran lo suficiente el desem­peño del cerdo como para justi­ficar el gasto adicional en el procesamiento. Cuando se eva­lúa el gasto de métodos proce­samiento de alimentos se deter­minará, si se justifica, la si­guiente ecuación: porcentaje de mejora en la eficiencia de ali­mentos necesario para com­pensar el costo adicional de la dieta.

¿Cuál es el valor alimenti­cio de los granos con un alto contenido de humedad?

El grano con un alto contenido

de humedad es similar en valor alimenticio al grano común se­co. El índice de ganancia y efi­ciencia del alimento cuando se compara con una base seca equivalente, ha sido esencial­mente el mismo para cerdos ali­mentados con granos con un al­to contenido de humedad o gra­nos secos en una dieta comple­ta. Algunos estudios con alto grado de humedad y suplemen­to de libre elección han indicado que el bajo o alto consumo de suplemento proteico es un pro­blema. Se recomienda que los granos con alto grado de hume­dad se incluyan en una dieta pi­cada y mezclada. La cantidad de suplemento necesario para la correcta formulación de la dieta está influenciada por la cantidad de humedad en el gra­no. (Tabla 15).

La utilización de granos con alto contenido de humedad en un sistema de alimentación para cerdos es una decisión econó­mica y no una decisión nutritiva. Si bien la utilización de granos con alto grado de humedad agrega flexibilidad durante la cosecha y elimina la necesidad de granos secos, las instalacio­nes de almacenamiento pueden ser costosas y la administración para prevenir el desperdicio es critica. Los alimentos frescos deben mezclarse cada 1 o 2 días para prevenir el desperdi­cio de los alimentos a ser mez­clados en los comederos. Por consiguiente, los distintos cos­tos involucrados deben estu­diarse cuidadosamente para ca­da caso individual antes de que se pueda tomar una decisión atinada.

Si se planea utilizar un con­servante ácido orgánico, el gra­no con un alto grado de hume­dad debe tratarse tan pronto co­mo sea posible luego de la co­secha especialmente durante un clima cálido. El índice de aplica­ción de ácido varía con el conte­nido de humedad del grano y el tiempo de almacenamiento esti­mado. Cuanto más alto sea el contenido de humedad del gra­no mayor será la cantidad de ácido necesaria para una co­rrecta conservación. La Tabla 16 nos proporciona los índices

CERDO

recomendados para 100 por ciento de ácido propiónico para un período máximo de almace­namiento de 1 año. Estos índi­ces se detallan para maíz pero se podrán adaptar a otros gra­nos. La aplicación de ácido con­serva el grano impidiendo el crecimiento del moho. El ácido reduce el pH del grano por de­bajo del requerimiento de moho y también mata los gérmenes del grano.

¿Puedo mezclar mi propio alimento en el campo?

Como se detalló en la intro­ducción de esta guía, los pro­ductores de cerdos poseen va­rias opciones para el mezclado de los alimentos. En general, existe una tendencia en la que el productor se hace más res­ponsable del mezclado del ali­mento. Esto frecuentemente disminuye los costos de los ali­mentos e incrementa la flexibili­dad que un productor posee en el mezclado de varias dietas di­ferentes, pero se requerirá más tiempo, más mano de obra e instalaciones.

Probablemente la mayor preocupación es que el produc­tor debe asumir la responsabi­lidad adicional del control de calidad para asegurar una die­ta correctamente formulada y mezclada. Es difícil determinar el tamaño de la operación por lo que es beneficioso asumir las responsabilidad de mezcla­do y formulación. Esto variará de acuerdo con la preferencia y metas del productor.

Un tonelaje comúnmente su­gerido en el que uno debe con­siderar el reemplazo por hari­na de soja y mezclas base o premezclas del alimento com­pleto adquirido o suplementos es de entre 500 a 750 tonela­das por año. Para calcular la distribución'de nuestros costos de alimentos, se estima que una cerda y su cría (asumien­do 18,5 lechtones por año) re­querirá 7,3 toneladas de ali­mento por año. Esto incluye también la alimentación del ve­rraco. Las 7,3 toneladas el ali­mento se distribuirán de la si­guiente manera:

Dieta Iniciador I Iniciador II Iniciador III Crecimiento I Crecimiento II Desarrollo Gestación Lactancia

% del Total 1 por ciento 2 por ciento 3 por ciento

13 por ciento 20 por ciento 45 por ciento 10 por ciento 6 por ciento

Multiplicando los costos ac­tuales de alimento por fase por el tonelaje proyectado se puede rápidamente ver dónde se gas­ta la gran cantidad de dólares en alimentos. Esto generalmen­te ayuda a determinar la com­paración de costo entre los pro­gramas de alimentación. El comparar estos valores con su uso real es también un indica­dor útil de diagnóstico para ver si se está proporcionando el ali­mento correcto para el período correcto de tiempo, es decir si no se está sobrealimentando una fase y subalimentando otra.

Además de la reducción en el tamaño de la partícula el pro­ductor puede también estar in­teresado en si el alimento se mezcla correctamente o no y si los ingredientes están adecua­damente pesados. Una buena manera de lograr esto es con una escala gravimética en vez de un medidor volumétrico.

Si se utiliza el medidor volu­métrico este deberá recalibrar-se en forma habitual debido a que los pesos de fanega cam­bian frecuentemente. Con un sistema de premezcla, solo se deberán utilizar operaciones de escala y de mezcla disconti­nuos y no molinos volumétricos.

Las mezcladoras y tiempos de mezclado varían considera­blemente. Los tiempos de mez­clado para las mezcladoras ho­rizontales son de aproximada­mente 5 minutos. Las cintas o paletas desgastadas incremen­tarán el tiempo necesario para adecuadamente mezclar un grupo de alimentos. Las mez­cladores verticales o mezclado­res trituradoras de un estableci­miento generalmente requieren aproximadamente 15 minutos para mezclar el grupo de ali­mentos. Las pruebas han de­mostrado que el sobrellenado de las mezcladoras incrementa

ampliamente la cantidad de tiempo necesario para el mez­clado. Las cintas y tornillos des­gastados también contribuirán al incremento de los tiempos de mezclado. Frecuentemente los manuales subestiman la canti­dad de tiempo necesario para el mezclado de los alimentos.

Una prueba de mezclado es una manera segura de conocer el tiempo correcto de mezclado de la mezcladora. La eficiencia del mezclado puede medirse to­mando varias muestras del ali­mento de un ciclo y analizando su contenido de sal. La varia­ción entre muestras en lo que respecta al contenido de sal se utiliza como un indicador de ali­mento correctamente mezclado (10 por ciento). Si el alimento no tuvo el correcto tiempo de mezclado, los lechones tendrán problemas ya que solo comerán un alimento pequeño. Sin em­bargo, los cerdos más grandes, en virtud de su mayor absorción de alimentos, pueden ser me­nos susceptibles a los alimen­tos mezclados en forma margi­nal.

La secuencia en las que los ingredientes de los alimentos se agregan a la mezcladora puede influenciar la eficiencia de mezclado y la uniformidad de los alimentos. Los ingredien­tes deberán agregarse en el si­guiente orden: (1) la mitad de la cantidad de granos; (2) fuentes de proteínas, vitaminas, mine­rales y aditivos de alimentos; (3) el resto de los granos.

¿Puedo mezclar los ali­mentos por más tiempo que el necesario?

Existe un concepto erróneo que el alimento, si se mezcla por mucho tiempo, puede convertir­se en un alimento "no mezcla­do". Las pruebas indican que el alimento cuando es mezclado alcanza un "estado firme" y per­manece en o cerca de dicho punto por un período prolonga­do de tiempo. Sin embargo, du­rante el transporte de los ali­mentos o ingredientes mezcla­dos es posible que se pueda producir la segregación de los ingredientes.

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Oferta del negocio de

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100 micrones por encima del máximo etc.)

Humedad Norma: Humedad máxima 13% Desvío: $5 por 0,5% unidad superior a 13% (es decir, $2,5 - 13,5%, $5 - 14%, etc.)

Especificación de nutrientes

Se esperan que los productos individuales cumplan con el mí­nimo y no excedan las especifi­caciones máximas de nutrien­tes.

Aminoácidos

Para los aminoácidos, el cré­dito por tonelada se establece en $10 por 5% de desvío por de­bajo del mínimo recomendado.

Otros nutrientes

Para nutrientes distintos a los aminoácidos el crédito por tone­lada será de $2,5 por 5% por en­cima o por debajo de los máxi­mos y mínimos recomendados, respectivamente.

Variación analítica

Se permite un 5% de varia­ción analítica antes de la com­pensación. Por consiguiente si el contenido analizado está den­tro del 5% del mínimo o máximo especificado no se otorgará cré­dito alguno.

Cálculo de desvío

El crédito se computará cal­culando el desvío del mínimo o máximo analítico de la unidad porcentual de la muestra anali­zada. Por ejemplo, si el máximo especificado en Calcio es 0,09% y si el analizado es 1,1%, el má­ximo analítico es de 0,95%. Por consiguiente, hay un 0,15% de desvío de unidad o 3 unidades de crédito por encima del máxi­mo analítico y el crédito por to­nelada será de $7,5. Crédito = (Analizado - Analítica­mente permitido) Valor del Cré-

¿Cómo oferto el negocio de alimento balanceado?

Las ofertas para el negocio de alimento balanceado para una operación de cerdos pue­den llevarse a cabo con alimen­tos completos, suplementos, mezclas base o premezclas. El formato del sistema de oferta es sencillo el productor deberá tra­bajar con el nutricionista, veteri­nario o consultor para estable­cer las pautas para una los re­querimientos de nutrientes.

Luego, estas pautas se pre­sentan a los fabricantes de ali­mentos interesados que a su vez presentarán una oferta pa­ra consideración del productor y, es esencial que el productor siga estos pocos pasos para asegurar la equidad del proce­dimiento.

Se deberá escribir en forma clara y concisa las especifica­ciones de nutrientes para que los productos no puedan tergi­versarse.

Enumere todos los nutrientes esenciales a ser incluidos en el producto a ofertar. Asegúrese de no excluir ningún nutriente. Este es un error común de los productores. Los nutrientes o ingredientes adicionales que una compañía de alimentos in­cluye en su producto son nu­trientes extras sin ningún valor económico o nutritivo.

Enumere todos los niveles de nutrientes por libra o tonelada que deberán garantizarse en el producto. Estos niveles garanti­zados (máximos o mínimos) de­berán utilizarse en el programa de control de calidad. Un error común es que los productores

especificarán 500 gramos de cloruro de colina cuando de­sean 500 gramos de colina. En un proceso de oferta 500 gra­mos de cloruro de colina (50 por ciento colina) harán que la dieta tenga un 50% menos del reque­rimiento de colina necesario pa­ra los cerdos.

Enumere las fuentes de in­gredientes deseadas para cada uno de los nutrientes. Esto es esencial para proveer compara­ciones de producto uniformes.

Incluya las instrucciones de mezcla, los transportadores de nutrientes o información que ayudará a la compañía de ali­mentos a satisfacer las necesi­dades de los clientes. Esto pue­de también incluir medicinas y los niveles deseados.

¿Qué criterios son importantes?

Pellets Norma:

Pellets menos de 20% de harina en un recipiente Desvío: $2,5 por 5% diferencia de uni­dad superior a 20% (es decir, $2,5 - 25% fino, $5 - 30% fino, etc.)

Tamaño de la partícula

Norma: Tamaño máximo de la partí­

cula 700 micrones en alimentos peleteados Tamaño máximo de la partícula 900 micrones en ali­mentos molidosDesvío: $2,5 por 50 micrones por encima del má-ximo(es decir, $2,5 - 50 micro­nes por encima del máximo, $5 -

100 micrones por encima del máximo etc.)

Humedad Norma: Humedad máxima 13% Desvío: $5 por 0,5% unidad superior a 13% (es decir, $2,5 - 13,5%, $5 - 14%, etc.)

Especificación de nutrientes

Se esperan que los productos individuales cumplan con el mí­nimo y no excedan las especifi­caciones máximas de nutrien­tes.

Aminoácidos

Para los aminoácidos, el cré­dito por tonelada se establece en $10 por 5% de desvío por de­bajo del mínimo recomendado.

Otros nutrientes

Para nutrientes distintos a los aminoácidos el crédito por tone­lada será de $2,5 por 5% por en­cima o por debajo de los máxi­mos y mínimos recomendados, respectivamente.

Variación analítica

Se permite un 5% de varia­ción analítica antes de la com­pensación. Por consiguiente si el contenido analizado está den­tro del 5% del mínimo o máximo especificado no se otorgará cré­dito alguno.

Cálculo de desvío

El crédito se computará cal­culando el desvío del mínimo o máximo analítico de la unidad porcentual de la muestra anali­zada. Por ejemplo, si el máximo especificado en Calcio es 0,09% y si el analizado es 1,1%, el má­ximo analítico es de 0,95%. Por consiguiente, hay un 0,15% de desvío de unidad o 3 unidades de crédito por encima del máxi­mo analítico y el crédito por to­nelada será de $7,5. Crédito = (Analizado - Analítica­mente permitido) Valor del Cré-

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dito de 0,05 especificado dónde: Analizado = Valor de labora­

torio en % a menos que se espe­cifique lo contrario

Analíticamente permitido: Para máximos = (max.) +

(max. 0,05) Para mínimos = (min.) +

(min. 0,05) Especificado = Especifica­

ción mínima o máxima de nu­trientes

Valor de crédito = por tone­lada $ crédito por cada 5% des­vío.

¿Debo especificar ciertos ingredientes?

Si, las dietas de lactantes de­berán contener especificaciones de ingredientes. Una lista suge­rida de ingredientes alternativos se deberá especificar en cada dieta. Estas son solo pautas y la calidad del ingrediente afectará substancialmente la manera en que se utilicen los ingredientes en las dietas para cerdos.

¿Cómo puedo supervisar el control de calidad?

Como se asume que existe más responsabilidad cuando se mezcla el alimento de uno, el control de calidad será vital pa­ra evitar el uso de ingredientes de alimentos de inferior calidad. Un programa de control de cali­dad estricto ayudará en este es­fuerzo. Los programas de con­trol de calidad variarán de acuerdo con la magnitud de la operación y las toneladas de ali­mento utilizadas. Sin embargo, lo siguiente es un programa su­gerido que indica los rubros a controlar y la frecuencia en la que dichos controles deberán llevarse a cabo. Estas son solo sugerencias y se las puede con­trolar con la frecuencia que con­sidere necesario. Tamaño de la partícula. Ba­sándose en el tonelaje procesa­do por año, el tamaño de partí­cula deberá controlarse cada 400 a 500 toneladas de alimen­

to procesado. Si se observan granos enteros o granos parti­dos, esto puede indicar un agu­jero en una criba o un desgaste en los martillos o rodillos. Eficiencia del mezclado. Las mezcladoras deberán controlar­se para los correctos tiempos de mezclado cuando se instalan por primera vez y luego deberán actualizarse en forma periódica en la medida en que las tuer­cas, brocas y las paletas se gasten. Esto puede realizarse una vez por año o cada dos años dependiendo del tonelaje mezclado. Granos. El contenido de hume­dad y peso de prueba serán los indicadores más importantes para determinar la calidad de granos. Asimismo se deberán observar, los materiales extra­ños y la presencia de moho y otros agentes contaminadores que puedan presentarse debido al almacenamiento incorrecto. Una controlador de humedad y una luz de fondo (para aflatoxi-

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ñas) puede ser un medio prácti­co para probar de calidad de grano dentro del establecimien­to. Asimismo, se podrá contro­lar el contenido de proteína pa­ra determinar la calidad. Harina de soja. La harina de soja es el suplemento proteico comúnmente más utilizado. Se establecen normas para proteí­nas, fibras, humedad y calcio. El comprador tendrá derecho a un ajuste de precio en caso de que estos criterios no cumplan con las normas establecidas. Sin embargo, este ajuste de precio no ocurre automática­mente. El productor deberá te­ner harina de soja analizada y requerir un ajuste de precio. Cuando se compra una nueva carga, se deberá requerir una muestra oficial y solicitarle a la compañía una descripción es­crita del contenido. Luego se deberá enviar una muestra al laboratorio analítico encargado de la evaluación para su análi­sis. Se podrá decidir tomar una muestra por duplicado para su análisis cuando se realiza la descarga. Generalmente 48,5 por ciento de la harina de soja tendrá menos fibra y será una fuente de proteína más consis­tente que el 44 por ciento de ha­rina de soja. Otras fuentes de proteína son frecuentemente variables en lo que respecta a los contenidos de nutrientes y deberán analizarse para verifi­car el contenido de proteína co­mo un indicador del contenido de aminoácidos. Esta variación es frecuentemente un costo oculto de utilización de fuentes alternativas de proteínas. Suero y harina de pescado. Debido a que estos ingredien­tes frecuentemente se agregan a las dietas de lechones, la ca­lidad es esencial. Especificar el "grado comestible" de suero seco y harina de pescado de "sábalo seleccionado". Estos productores generalmente tie­nen una excelente y previsible calidad de nutriente. Fosfato calcico dibásico y caliza. Un problema común en­tre los productores es la formu­lación de la dieta con fosfato

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calcico dibásico (21 por ciento de calcio y 18 por ciento de fósforo) y la compra de fosfato calcico monobásico (18 por ciento de calcio y 21 por ciento de fósforo). Siempre controle las etiquetas de los alimentos y las especificaciones de ingre­dientes. Suplementos completos, mezclas base y premezclas de vitaminas y minerales. Controlar periódicamente cier­tos contenidos de nutrientes. Generalmente esto incluirá el análisis de dos a cuatro nu­trientes y la rotación de nu­trientes controlados en cada grupo. Controle los nutrientes más costosos tales como pro­teína, fósforo, vitamina E y ri­boflavina. Grasa y aceites. La rancidez puede ser el mayor problema de las fuentes de grasa y acei­te. Si fuera cuestionable, con­trole los ácidos grasosos libres y MIU (humedad, impurezas y material no saponificable). Una fuente de grasa de alta calidad es esencial en la formulación de dietas para cerdos. Cuando se almacenan grasa o aceites por largos períodos de tiempo, se deberán estabilizar con un antioxidante tal como etoxiquina, BHT o BHA. Dietas completas. Si se sigue un estricto programa de control de calidad de todos los ingre­dientes utilizados y procesa­dos, habrá poca necesidad de controlar el producto final. Sin embargo, el control periódico de una o más de las dietas so­bre una base rotatoria será una buena manera para volver a verificar el sistema. Controlar la humedad, proteína y posible­mente el calcio y fósforo.

Los ítems anteriormente mencionados son generalmen­te los nutrientes más costosos y posiblemente no excederán los requerimientos mínimos.

¿Qué pasos debo seguir pa­ra asegurar la calidad de la dieta?

Complete una hoja de formu­lación de dieta incluyendo pre-

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cios y la mayor cantidad de in­formación del contenido de la dieta que sea posible. Cuando fuera factible se deberán incluir etiquetas de los alimentos y una completa descripción de los ingredientes. Estos regis­tros pueden proveer una impor­tante información histórica so­bre la operación de programa de alimentación. Controlar la composición de nutrientes calculada y compa­rarla con aquella sugerida por la Universidad de Carolina del Norte. Controlar las dietas frecuente­mente. Controlar el tonelaje uti­lizado por cada fase de produc­ción para asegurarse que la dieta no tiene un exceso de ali­mentos. Asimismo, se deberá controlar continuamente los precios de las dietas y el costo por cwt de cerdo vendido.

¿Cómo tomo una buena muestra?

La composición de nutrien­tes puede variar con cada gru­po específico de alimento en tal medida que la composición química puede alterarse signifi­cativamente basándose en una muestra no representativa. Una muestra compuesta repre­sentativa de una mezcla com­pleta del grupo es la clave para determinar exitosamente las concentraciones de nutrientes. El muestreo es un procedi­miento gradual que debe ser altamente controlado para ase­gurar que se obtengan las muestras correctas. En primer lugar se deberá identificar el método más práctico de mues­treo basándose en el sistema de mezclado, el programa de alimentación y el objeto de la muestra.

Las muestras obtenidas para determinar la eficiencia de la mezcla no son compuestas y deberán analizarse en forma individual, en tanto que las muestras obtenidas para deter­minar la proteína cruda, calcio, aminoácidos, etc. deberán ser compuestas para determinar la composición promedio. Por

consiguiente, el primer paso es la identificación de la ubicación del muestreo. Los siguientes lugares son aceptables para la obtención de muestras: Mezcladora. Las muestras pueden obtenerse utilizando un verificador de granos de ubica­ciones distintas dentro de la mezcladora. Se deberán tomar aproximadamente 10 muestras de 1 -Ib cada una y se deberán combinar en una mezcla com­puesta para la realización de análisis químico o mantenerse separadas para pruebas de efi­ciencia de mezclado. El méto­do más común de obtener muestras de una mezcladora es obtener 10 muestras en la salida de la descarga mientras la mezcladora está descargan­do. Se deberá procurar la ob­tención de la muestra en la pri­mer salida como también en la salida final debido a que éstas pueden ser extremadamente variables. Al imentos a granel. Tomar muestras durante el proceso de carga o descarga a interva­los cronometrados para asegu­rar una muestra representativa. Utilizar un tomamuestras auto­mático en línea mientras se traspasa el producto a un reci­piente o mientras se carga el camión o automóvil. Sin em­bargo, se podrán tomar mues­tras al azar mientras se descar­ga el producto en el lugar de destino. Estas muestras po­drán combinarse para análisis químico o podrán mantenerse en forma separada para prue­bas de eficiencia de mezclado. Alimento en costal. Se podrán obtener muestras utilizando un costal. Lo usual es que las muestras se obtengan con la mano, con un recipiente o con un cucharón, pero generalmen­te es difícil extraer una buena. Se deberán obtener diez mues­tras de _ Ib, pero será necesa­rio la desviación dependiendo del número de costales en un lote. El costal deberá ser colo­cado horizontalmente y son­deado diagonalmente de extre­mo a extremo. De los lotes de 1 a 10 costales se deberán tomar

muestras de todos los costales. De los lotes de más de 11 cos­tales, de deberán obtener muestras de 10 costales. Las muestras deberán combinarse para análisis químico y proba­blemente no sean las mejores para pruebas de eficiencia de mezclado.

¿Qué clase de variación se puede esperar en los análi­sis de laboratorio?

La variación se calcula en concentraciones de nutrientes y los valores reales analizados pueden estar afectados por va­rios factores. Algunos de estos incluyen: error de muestreo, mezcla inadecuada, calibración inadecuada de escalas o mez­cladores volumétricos y pérdi­das de almacenaje. Asimismo, se pueden permitir ciertas tole­rancias para precisión de los análisis de laboratorio específi­cos. La publicación oficial del año 1990 de la Asociación Americana de Funcionarios de Control de Alimentos (Associa-tion of American Feed Control Officials) enumera las siguien­tes variaciones analíticas como pautas para ayudar a los fun­cionarios a tomar las decisio­nes de rutina en lo que respec­ta a la aceptabilidad de los in­gredientes de los alimentos.

Tabla 1. Variación analítica ítem Humedad Proteína Grasa Fibra Calcio Fósforo Riboflavina

% 12

(20/x + 2) 10

(30/x +6) (14/x + 6)

(3/x + 8) 30

En estos ejemplos x equiva­le al porcentaje garantizado; es decir, si la proteína garantizada es del 10 por ciento, la varia­ción analítica será de 20/10 + 2 = 4 por ciento. Esto significa que la muestra deberá conte­ner entre 9,6 y 10,4 por ciento de proteína para que sea acep­table. La variación analítica no se informa para análisis de aminoácidos, pero se puede

anticipar una variación del 20 al 30 por ciento.

¿El tener alimentos química­mente analizados ayudará en la formulación de la die­ta?

Sí, debido a que los ingre­dientes individuales de alimen­tos variarán los resultados de las pruebas y ayudarán en la formulación de la dieta. En la Tabla 17 se detalla una lista al­fabética de los laboratorios analíticos comerciales. Esta lista se proporciona a los efec­tos de información y no consti­tuye un respaldo a los laborato­rios enumerados o un despres­tigio de los laboratorios invo­luntariamente no incluidos en la lista. Contacte el laboratorio de su preferencia para la ob­tención de una lista de precios y para instrucciones las sobre el tamaño de la muestra, méto­dos de muestra y correspon­dencia.

¿Qué es una fórmula abierta?

Una fórmula abierta es una lista de ingredientes y concen­traciones de nutrientes suminis­trada en un alimento completo, suplemento de proteína, mezcla base o premezcla. Esta informa­ción se enumera en la etiqueta del alimento y estará fácilmente disponible para el productor. Po­drá utilizarse para comparar los precios basados en especifica­ciones de nutrientes para ase­gurar que se cumplirá con los requerimientos de los cerdos. Las fórmulas cerradas no pro­veen las especificaciones de nu­trientes, haciendo virtualmente imposible la determinación del costo/unidad de nutriente o los niveles de nutrientes suministra­dos en la dieta.

Para tomar decisiones eco­nómicas y administrativas ati­nadas en lo que respecta a los alimentos y a los ingredientes de los alimentos, se fomenta la utilización de fórmulas abiertas en la formulación de dietas pa­ra los cerdos.

FS U F J L K M K N T D ERICERDO

la Foiffiíi&lAcióii ^^P' ^ ^ ^ ^ "w^iww ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^

Oletas tiara Cerdos

Por loannis Mavromichalis y David H. Baker

SPECTOS GENERALES

Los objetivos principales de un programa de nutrición de cerdos lactantes son (1) evitar la de­presión de crecimiento post-destete; (2) ajustar lentamente a los cerdos a una dieta de bajo cos­to basada en harina de maíz y de soja; y (3) lo­grar esta transición lo más rápido posible luego del destete. Estas metas pueden lograrse me­diante un programa de alimentación de tres fases que introduzca ingredientes de bajo costo progre­sivamente para ayudar lentamente a la madura­ción del sistema gastrointestinal y al mismo tiem­po suministrar ingredientes especiales para pro­mover un gran crecimiento/Cuando dicho progra­ma de alimentación se combina con buena salud, buena genética y buenas normas de administra­ción, el destete se puede llevar a cabo a las 3 se­manas de vida o antes.

Generalmente las dietas para lactancia se ofre­cen para consumo ad libitum por un período de por lo menos 4 a 6 semanas con posterioridad al destete. Inicialmente por 4 a 10 días luego del destete los cerdos son alimentados con dietas complejas y costosas. Luego, por 1 o 2 semanas se ofrece una dieta menos compleja y menos costosa y finalmente se los alimenta con una die­ta simple fortificada basada en harina de maíz y soja con cantidades mínimas de productos lác­teos. El Cuadro 1 presenta un típico programa de alimentación por fases para lechones destetados a las tres semanas.

SELECCIÓN DE INGREDIENTES

El maíz es la principal fuente de energía de las dietas para lactantes pero algunas veces pueden utilizarse granos de sorgo y trigo específicamen­te en áreas en dónde la producción de dichos ce­reales es superior a la producción de maíz. La ce­bada (con cascara o sin cascara), la avena (des­nuda o arrollada), y el triticale son ingredientes menos deseables especialmente para la fase 1 de las dietas. Los granos desvainados de avena no son más considerados ingredientes premium debido a que el precio no justifica su inclusión en dietas complejas. Asimismo, los cereales termo procesados (cocidos) deberán evitarse ya que pruebas recientemente llevadas a cabo en la uni­versidad han fracasado en la demostración de efectos positivos.

La mayor fuente de proteínas es la harina de soja preferentemente desactivada (46 a 48%). Si bien se cree que algunas proteínas de soja cau­san reacciones alérgicas a los lechones desteta­dos se ha probado que el exponer el sistema gas­trointestinal inmaduro de los lechones jóvenes para incrementar las concentraciones de harina de soja resulta en un mejor desempeño compara­do con la alimentación con proteínas de soja pu­rificadas no alérgenicas y posponiendo el en­cuentro con la harina de soja para una edad más avanzada. Por consiguiente, las dietas post-des­tete (Fase I y Fase II) generalmente contienen una considerable cantidad de harina de soja (15 a 30%). No solo no existe pérdida de desempeño cuando se incluye harina de soja en dietas com­plejas, sino que sorprendentemente las dietas desprovistas de harina de soja durante la primer semana luego del destete han generalmente re­sultado en la subsecuente reducción del desem­peño del crecimiento. Otras proteínas vegetales que pueden utilizarse son la cañóla, arvejas, ha­rina de semilla de algodón rica en proteínas y ha­rina de maní.

Las dietas para lechones lactantes deben con­tener productos lácteos. El suero seco, leche descremada y proteína de suero concentrada son los productos más comúnmente utilizados pero el suero es actualmente el ingrediente que se elige en función del costo y desempeño animal. La le­che descremada está considerada como la mejor fuente de proteínas lecheras y azúcares, pero ex­perimentos recientes han indicado que el consu­mo de alimentos en lechones que se alimentan con leche descremada puede reducirse en com­paración a aquellos alimentados con suero. Por otro lado se mostró que la lactosa cristalina reem­plaza efectivamente la totalidad o parte de la lac­tosa relacionada con el suero y de esa manera su uso se incrementó notablemente. Otras fuentes de azúcares simples que pueden reemplazar los azúcares de la leche son, infiltración de suero,

r s u n r E R I CERDO

sacarosa, dextrosa y melaza. La concentración de lactosa deberá mantenerse a un mínimo de 25% en la Fase I de las dietas. No obstante, pue­den ampliamente variar en las otras dos fases de las dietas (de 0% a 20%) dependiendo de la sa­lud y el desempeño del lechón.

El ingrediente que ha revolucionado la alimen­tación de los lechones lactantes es la proteína seca de plasma animal introducida a fines de la década del ochenta. Si bien es muy costosa la proteína de plasma se considera absolutamente esencial debido a que incrementa substancial-mente el consumo de alimento. Mejores resulta­dos se obtienen cuando la proteína de plasma se ofrece durante las primeras semanas poste­riores al destete a concentraciones de 2 a 8%. Sin embargo, los efectos beneficiosos son me­nos pronunciados en las unidades que gozan de muy buena salud como en aquellos lechones lactantes. Una gran variedad de fuentes de pro­teínas ha sido utilizada para simular los efectos de la proteína de plasma a un bajo costo. Men-haden seleccionó harina de pescado, células sanguíneas rojas secas, gluten de trigo seco y proteína de huevo seca que si bien tuvieron re­sultados variable actualmente ninguno se reco­mienda como reemplazo de la proteína de plas­ma. Las proteínas de plasma bovinas y porcinas son igualmente eficaces en la promoción del de­sempeño del crecimiento.

Los lechones recién destetados no utilizan lípi-dos tan efectivamente como los lechones lactantes. Sin embargo, las concentraciones de grasa son re­lativamente altas en las Fase I y II de las dietas (hasta un 8%) para mejorar la calidad del pellet y reducir el polvo transportado por aire. Las concen­traciones exactas deberán reflejar la concentración de los productos lácteos en la dieta y la experiencia del operador del molino. Se puede utilizar una gran variedad de grasas, aceites y mezclas pero las fuentes de lípidos de alta calidad como aceite de soja, aceite de maíz, grasa de cerdo, y selección de grasas blancas son las sugeridas para las dietas de lechones lactantes.

La sal es un viejo ingrediente que últimamen­te ha recibido considerable atención. Los cerdos jóvenes parecen beneficiarse de concentracio­nes de sal mayores a aquellas necesarias para satisfacer los requerimientos de sodio y cloro. Sin bien el mecanismo de acción todavía es des­conocido, las recomendaciones actuales son de cómo mínimo 0,5% y 0,4% de agregado de sal en las Fases I y II de la dieta respectivamente.

Los más importantes promotores de creci­miento para cerdos jóvenes son el grado de an­tibióticos, óxido de zinc y sulfato de cobre en los alimentos. Otros aditivos tales como ácidos or­gánicos, cromo, probióticos, levaduras, enci­mas, edulcorantes, hierbas no están bien esta­blecidos en lo que respecta a sus funciones y practicidad y por consiguiente su utilización es

Cuadro 1: Especificaciones para un programa de alimentación de tres fases para lechones destetados tempranamente.

ítem Fase I Fase II Fase III

(6 a 8 kg.) (8 a 14 kg.) (14 a 24 kg.)

INGREDIENTES, %

Maíz/trigosin sin límite sin límite sin límite

Harina de soja 15-25 20-30 sin límite

Suero seco 20-30 10-20 0-10

Proteína de plasma 6-8 2-4

Harina de pescado 0-8 0-5 0-5

Grasa o aceite 3-6 3-6 2-6

Sal 0,5 0,4 0,3

Promotor de crecimiento + + +/?

NUTRIENTES

Energía Digestible kcal/kg. 3.600 3.600 3.600

Proteína, % 23-26 20-24 18-22

Lisina, % 1,5-1,7 1,3-1,5 1,0-1,1

Lisina ileal digestible, % 1,2-1,3 *

1,1-1,2 1,0-1,1

Calcio, % 0,85-0,95 0.8-0,9 0,7-0,8

Fósforo, % 0,7-0.8 0,65-0,75 0,6-0.7

Fósforo disponible, % 0,45-0,55 • 0,4-0,5 0,3-0,4

Zinc (de ZnO), mg/kg. 3.000 2.000 —

Cobre (de CuS04) mg/kg. — — 150-250

Lactosa, % 25-30 10-20 0-5

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

Tamaño de la partícula de maíz, um <600 <600 <600

Tamaño de la partícula de la dieta, um <800 <800 <800

Diámetro del pellet, mm 4-6 4-6 o harina 4-6 o harina

lERICERDO

difícil de justificar. Por supuesto, las dietas para lactantes deberán estar fortificadas con vitami­nas, pequeñas cantidades de minerales, calcio y fósforo (vía fosfato monocálcico o dicálcico). La Fitasa (700 a 1.000 unidades/kg.) puede utilizar­se para excreciones más bajas de fósforo y para reemplazar hasta un 0,10% de fósforo inorgáni­co suplementario.

do ideal basándose en los requerimientos presen­tes de lisina (Cuadro 2).

Los requerimientos de calcio y fósforo deberán mantenerse en un equilibrio de 1,2-1,5:1,0 (relación 2-3:1 calcio-fósforo biodisponible). A las Fases I y II de las dietas se les deberá agregar hasta 3.000 y 2.000 mg/kg. de óxido de zinc respectivamente con el fin de incrementar el desempeño y reducir la dia­rrea. En la Fase II de las dietas, el sulfato de cobre reemplaza al óxido de zinc. Los beneficios del óxi­do de zinc y sulfato de cobre en la promoción del crecimiento no son aditivos y por consiguiente no deben utilizarse juntos. No obstante, cualquiera de estos compuestos proporcionan beneficios aditivos

ESPECIFICACIONES DE NUTRIENTES

do ideal basándose en los requerimientos presen­tes de lisina (Cuadro 2).

Los requerimientos de calcio y fósforo deberán mantenerse en un equilibrio de 1,2-1,5:1,0 (relación 2-3:1 calcio-fósforo biodisponible). A las Fases I y II de las dietas se les deberá agregar hasta 3.000 y 2.000 mg/kg. de óxido de zinc respectivamente con el fin de incrementar el desempeño y reducir la dia­rrea. En la Fase II de las dietas, el sulfato de cobre reemplaza al óxido de zinc. Los beneficios del óxi­do de zinc y sulfato de cobre en la promoción del crecimiento no son aditivos y por consiguiente no deben utilizarse juntos. No obstante, cualquiera de estos compuestos proporcionan beneficios aditivos

Debido a su especial naturaleza las dietas com­plejas son relativamente altas en energía con valo­res que varían de 3.500 a 3.700 kcal de ED/kg. de­

do ideal basándose en los requerimientos presen­tes de lisina (Cuadro 2).

Los requerimientos de calcio y fósforo deberán mantenerse en un equilibrio de 1,2-1,5:1,0 (relación 2-3:1 calcio-fósforo biodisponible). A las Fases I y II de las dietas se les deberá agregar hasta 3.000 y 2.000 mg/kg. de óxido de zinc respectivamente con el fin de incrementar el desempeño y reducir la dia­rrea. En la Fase II de las dietas, el sulfato de cobre reemplaza al óxido de zinc. Los beneficios del óxi­do de zinc y sulfato de cobre en la promoción del crecimiento no son aditivos y por consiguiente no deben utilizarse juntos. No obstante, cualquiera de estos compuestos proporcionan beneficios aditivos

pendiendo de las concentraciones de grasa. Las concentraciones de proteínas son también excep-cionalmente altas (20 a 25%) en las dos primeras fases del programa de alimentación debido a los numerosos ingredientes ricos en proteínas habitual-mente utilizados. Existe sin embargo una tendencia actual a reducir los niveles de proteínas mediante la

si se los suministra con antibióticos. La evidencia reciente sugiere que los lechones

lactantes pueden beneficiarse de concentraciones de vitamina B más altas que aquellas recomenda­das. Sin embargo, los datos no son claros con res­pecto a la vitamina B que debe utilizarse. Cierta­mente, los genotipos altamente flacos actuales pue­

utilización de aminoácidos más cristalinos ya que están disponibles a precios más competitivos. Las Fases I y II de las dietas están usualmente sobre-fortificadas con lisina (30% por encima de los re­querimientos) ya que los cerdos jóvenes responden a dosis más altas. No obstante, se recomienda que la concentración de los aminoácidos restantes se calcule utilizando el concepto de perfil de aminoáci­

de por supuesto requerir niveles de vitaminas B más altos que aquellos sugeridos por el Comité NRC de 1998. Claramente se necesita más investi­gación sobre este tema.

utilización de aminoácidos más cristalinos ya que están disponibles a precios más competitivos. Las Fases I y II de las dietas están usualmente sobre-fortificadas con lisina (30% por encima de los re­querimientos) ya que los cerdos jóvenes responden a dosis más altas. No obstante, se recomienda que la concentración de los aminoácidos restantes se calcule utilizando el concepto de perfil de aminoáci­

ELABORACIÓN DE ALIMENTOS

utilización de aminoácidos más cristalinos ya que están disponibles a precios más competitivos. Las Fases I y II de las dietas están usualmente sobre-fortificadas con lisina (30% por encima de los re­querimientos) ya que los cerdos jóvenes responden a dosis más altas. No obstante, se recomienda que la concentración de los aminoácidos restantes se calcule utilizando el concepto de perfil de aminoáci­ El tamaño sugerido de la partícula de maíz

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13

Cuadro 2 Perfil ideal de aminoácidos para dietas de lechones lactantesa

Aminoácidos Relativo a lisina (%)

Arginina 42

Histidina 32

Isoleucina 60

Leucina 100

Lisina 100

Metionina 30

Cistina" 30

Fenilalanina 50

Tirosín c 45

Treonina d 65

Triptófano d 17

Valina 68

' Para concentraciones totales, aparentes y verdaderas de aminoácidos ¡leales digeribles (excepto Thr y Trp). b La Metionina puede utilizarse para satisfacer los requerimientos de cistina ( lg Met = 0,81 g Cis). I La Fenilalanina puede cubrir los requerimientos del tirosín (0,1% Fen = 0,11% Tir). II Las proporciones para concentraciones aparentes de treonina y triptófano ileales digeribles son de 58 y 15% respectivamente.

— r

Cuadro 3 Cantidad de alimento recomendada (kg.) para lechones destetados tempranamente

Peso promedio al destete (kg.)

Dieta <4 4-5 5-6 6-7 >7 Fase 1 2,5 2.0 1,5 1,0 0,5 Fase II 8,0 8,0 8,0 8,0 8,0 Fase III 16,0 16,0 16,0 16,0 16,0

molido es de 600 up o inferior. El tamaño de la partícula para la dieta completa deberá variar entre 600 y 800 up. Las Fase I y II de la dieta deberán ser preferentemente en pe-llets pero la Fase II de la dieta podrá sumi­nistrarse en forma de harina. Sin bien los cerdos jóvenes no parecen beneficiarse de un pellet de pequeño tamaño, las Fases I y II

Cuadro 4 Distribución de los pesos al destete con una desviación estándar de 1,0 kg.

Peso (kg.)

<2

2-3

3-4

4-5

5-6

6-7

7-8

8-9

9-10

>10

Peso promedio al destete (kg.)

4,0 4,5 5.0 5,5 6,0 6,5 7.0 7,5 8,0

-Porcentaje de cerdos incluidos dentro de cada grupo de peso

2,3

13,6

34,1

34,1

13,6

2,3

6,7

24,2

38,3

24,2

6,7

2,3

13,6

34,1

34,1

13,6

2,3

6,7

24,2

38,3

24,2

6,7

2,3

13,6

34,1

34,1

13,6

2,3

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24,2

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24,2

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2,3

13,6

34,1

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13,6

2,3

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24,2

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24,2

6,7

2,3

13,6

34,1

34,1

13,6

2,3

F ER1CERDO

de la dieta se suministran cubeteadas en pellets de 2 a 4 mm. Generalmente, todas las dietas de lechones lactantes pueden ser suministradas cu­beteadas con un solo cubito de 4 a 6 mm de diá­metro sin que esto cause problemas en el de­sempeño de crecimiento.

Las tecnologías de alimentos modernas como la extrusión y expansión que son ampliamente utilizadas en Europa no tuvieron éxito en Norte Afnérica en lo que respecta al reemplazo del cu-beteado fundamentalmente debido a que mu­chos ensayos universitarios han fracasado en demostrar las ventajas que este sistema propor­ciona al desempeño del crecimiento. Por consi­guiente, los cereales cocidos no son ventajosos en dietas complejas modernas.

PRESUPUESTACION DE ALIMENTOS

La distribución de alimentos en las distintas fases y los cambios en los tiempos de la dieta pueden basarse en tres enfoques diferentes. Las dietas pueden ofrecerse para consumo ad libi-tum por un período específico de tiempo (por ejemplo: 1, 2, y 2 semanas para cada una de las Fases I, II, y II de la dieta respectivamente) pe­ro se deberá esperar sobrealimentación de las dietas más costosas. Otro enfoque requiere que los cambios en las dietas se deben realizar a pe­sos corporales específicos. Esto está basado en el hecho de que las especificaciones de la dieta han sido establecidas con rangos específicos de peso como metas. Sin embargo, este método re­quiere el frecuente peso de grandes grupos de cerdos, debido a que el desempeño no es fácil­mente predecible durante la lactancia.

Un método más sencillo que evita la sobreali­mentación de las dietas más costosas y la des­nutrición en las etapas críticas del crecimiento es la presupuestación de alimentos. En este sis­tema de administración de alimentos (Cuadro 3) una cantidad predeterminada (basada en el peso al momento del destete) de cada dieta está asig­nada con anterioridad a la introducción de la próxima dieta (por ejemplo: 2, 8, y 16 kg. por cerdo para las Fase I, II y II de la dieta respecti­vamente).

Este sistema necesita ser específico para ca­da granja debido a que la cantidad exacta de ca­da dieta varía con el peso del destete y el poste­rior desempeño de crecimiento. Los pesos del destete tienen una desviación estándar de apro­ximadamente 1 kg. (Cuadro 4). Con esta infor­mación y el peso promedio de destete de cada granja se puede formular un presupuesto (Cua­dro 5)- Por ejemplo en 1.000 cabezas lactantes con un peso promedio de 6 kg., se pueden crear cuatro grupos de peso. En primer lugar, el núme­ro de cerdos (columna A) de acuerdo con cada categoría de peso (columna A) está calculado basándose en los porcentajes encontrados en el

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Cuadro 6 Metas de desempeño para lechones destetados tempranamente

Dieta Duración (d)

Peso corporal (kg.)

Aumento de peso (g/d)

Consumo de alimento

(g/d)

Aumento/ Alimento Hg/kg.)

Inicial Final

Fase I 7 destete 8 250 260 960

Fase II 14 8.0 14.0 430 570 750

Fase III

Total

14

35

14.0 24.0 720

510

1.150

740

630

690

i

1 Cuadro 5 Planilla para el presupuesto de alimentos para la Fase I de un programa de 1000 cabezas lactantes'

Peso (kg.)

Lechones Grupos de Peso

Lechones/ grupo

Alimento/ lechón (kg.)

Alimento/ grupo (kg.)

Sacos/ grupo (25

kg.)

Chiqueros de 20

lechones

Alimento/ chiquero

(kg.)

A B C D E F O H I

<4 , T 23

4-5 136 <5 2,0 318 13 8 40

5-6 341 5-6 159 1,5 512 20 17 30

6-7 341 6-7 341 1,0 •341 14 17 20

7-8 136 >7 341 1,0 80 3 8 10

> 23 159

Total 1.000 1.000

1,250 50 50

" Peso promedio de destete de 6 kg. y desviación estándar de 1 kg.

1

Cuadro 4. Luego, se forman cuatro (o más) grupos de peso basándose en la preferencia de la granja y la capacidad para manjar múlti­ples grupos (columna C). El número de cerdos en cada grupo de peso se encuentra en la co­lumna D. En el Cuadro 3 la ración de alimento por cerdo (columna E) se multiplica por el nú­mero de cerdos en cada grupo (columna D) pa­ra calcular la cantidad total de alimento por grupo en kg. (columna F) y el número de sacos (25 kg. cada uno; columna G). Asimismo, se puede calcular el número de chiqueros por grupo (columna H). Por supuesto la densidad del chiquero puede ajustarse de acuerdo al pe­so de cada grupo.

METAS DE DESEMPEÑO Un buen programa de alimentación y geren-

ciamiento profesional puede asegurar un alto desempeño durante el período de lactancia. Ob­viamente el gerenciamiento de alimentos, del medio ambiente y de enfermedades es impor­tante para el éxito de una operación. El desarro­llo de peso a lograr lechones lactantes se pre­senta en la Figura 1. En el Cuadro 6 se presen­tan las metas de desempeño para un programa de alimentación para lactantes de tres fases. Estos niveles de desempeño son actualmente logrados en muchas unidades de crecimiento comerciales exitosas.

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Interacción de Cerdos Lactantes y en Etapa de Crecimiento y Desarrollo por Nathan R. Augspurger y Mike EHis

INTRODUCCIÓN Este estudio fue llevado a cabo

como parte de un proyecto coordi­nado por el Comité NCR-89 en Manejo de Cerdos. Los resultados de la parte del estudio realizada en la Universidad de Illinois se pre­sentan en este informe.

La restricción de espacio de­mostró una reducción en la ganan­cia diaria y el consumo de alimen­tos en los cerdos (Brumm y Miller, 1996; Kornegay y Notter, 1984), pero nos ha proporcionado resulta­dos variables para la relación ga-nancia:alimento (Moser et al., 1985; Randolph et al., 1981; Brumm y Miller, 1996). La asigna­ción de espacio para cerdos ha si­do investigada conjuntamente con otros factores. Gonyou y Stricklin (1998) y Gehlbach et al. (1966) es­tudiaron la interacción de la asig­nación de espacio y tamaño de grupo. Kornegay, Lindemann, y Ravindran (1993) y Brumm y Miller (1996) estudiaron la interacción de la nutrición y asignación de es­pacio y Moser et al. (1985) investi­gó la interacción un aditivo de ali­mento y asignación de espacio. Otros estudios han investigado los efectos de la asignación de espa­cio con los cerdos lactantes (Kor­negay, Lindemann, y Ravindran, 1993; NCR-89, 1989)y los cerdos en la etapa de crecimiento y desa­rrollo (Brumm y NCR-89, 1996; Meunier-Salaun et al., 1987; Gon­you y Stricklin, 1998). Estos estu­dios han investigados los efectos de la asignación de espacio en so­lo una fase del ciclo de producción. Brumm y Dahlquist (1995) investi­garon la interacción entre la asig­nación de espacio en las fases de lactancia, crecimiento y desarrollo. Descubrieron que los cerdos lac­tantes amontonados mostraron

una reducida respuesta al amonto­namiento durante las etapas de crecimiento-desarrollo en compa­ración con aquellos que no estu­vieron amontonados durante la lactancia.

El objetivo de este estudio fue el de hacer un seguimiento de estos primeros resultados y estudiar la interacción entre la asignación de espacio en la fase de lactancia y en las fases de crecimiento y desa­rrollo en el desempeño del cerdo desde el destete hasta el peso de mercado

PROCEDIMIENTO DEL EXPERIMENTO

Se seleccionaron al azar noven­ta cerdos (n=90) de un genotipo hí­brido comercial (PIC 326 padres x C-22 madres) para tratamientos basados en origen, peso y sexo de la cría. Se utilizó un acuerdo facto­rial A2 x 2 para investigar los efec­tos de dos asignaciones de espa­cio para lactantes y dos asignacio­nes de espacio para cerdos en eta­pas de crecimiento-desarrollo. Se condujeron tres repeticiones del estudio. Los lechos destetados se colocaron en 1,75 ft2/cerdo (amon­tonado) o 2,50 ft2/cerdo (no amon­tonado) con dos chiqueros por asignación de espacio por repeti­ción. El tamaño del chiquero se mantuvo constante en lo que res­pecta a las asignaciones de espa­cio en los lactantes con las dos asignaciones de espacio logradas mediante la variación del tamaño del grupo entre 6 y 9 cerdos. Cuan­do se los transfirió a la etapa de crecimiento y desarrollo los cerdos fueron albergados en 6,5 ft2/pig (amontonado) o 8.0 ft2/pig (no amontonado). Si bien la asigna­ción del espacio fue confundida con el tamaño del grupo (6 y 9) los

estudios que investigaron el tama­ño del grupo y la asignación de es­pacio no registraron interacción al­guna entre el número de cerdos por chiquero y la asignación de es­pacio utilizando tamaños de gru­pos de 5 y 10 cerdos (Randolph et al., 1981) o 5 a 30 cerdos (Korne­gay y Notter, 1984). En el caso de muerte de un cerdo o remoción pa­ra estudio, el tamaño del chiquero se ajustó para mantener la misma asignación de espacio por animal.

Fase de lactancia

Esta fase fue llevada a cabo en una lugar de lactancia convencio­nal controlado ambientalmente. Se les proporcionó a los lechones ac­ceso ad libitum a los alimentos y al agua de un comedero de cuatro agujeros un bebedero con tetina respectivamente. Las dimensiones del chiquero eran 4 pies x 4 pies. Los cerdos fueron pesados al co­mienzo del estudio y una semana con posterioridad a dicho comien­zo. El consumo de alimentos fue medio en forma semanal. Los cer­dos fueron removidos a la etapa de crecimiento-desarrollo del estudio cuando ambos chiqueros de cer­dos no amontonados en cada re­petición promediaron las 45 libras.

Los cerdos lactantes se alimen­taron con un régimen de tres fases formulado para satisfacer o exce­der los requerimientos NRC (1988) de todos los nutrientes.

Los datos recogidos durante el período de lactancia incluyeron pe­sos de los cerdos, consumo de ali­mento y días en lactancia, resulta­dos de los cuales se promedió la ganancia diaria, el promedio diario de consumo de alimento y asimis­mo se calculó la relación ganan-cia:alimento.

Fase crecimiento-desarrollo

Los cerdos fueron movidos del lugar de lactancia a lugar de creci­miento-desarrollo y se mantuvie­ron los mismos grupos de chique­ros. El lugar para la etapa de creci­miento-desarrollo estuvo ambien­talmente controlado y tenía un piso parcialmente cubierto con listones. Las dimensiones del chiquero te­niendo en cuenta el espacio del comedero para los grupos de 6 cerdos eran de 6,6 por 7,5 pies pa-

18

ra chiqueros no colmados y de 5,4 por 7,5 pies para chiqueros colma­dos. Las dimensiones del chiquero para grupos de 9 cerdos eran de 9,8 por 7,5 pies para chiqueros no colmados y de 8,0 por 7,5 pies pa­ra chiqueros colmados. Los cerdos tuvieron acceso ad libitum a dietas basadas en harina de soja/maíz. Las dietas se formularon para que contengan 1,0% de lisina durante la primer semana en la etapa de crecimiento y desarrollo; 0,95% de lisina para cerdos de hasta 80 li­bras; 0,85% de lisina para cerdos entre 80 y 130 libras; 0,75% de lisi­na para cerdos entre 130 y 190 li­bras; y 0,60% de lisina para cerdos entre 190 libras a la faena (240 li­bras). Las dietas se formularon pa­ra satisfacer o exceder los requeri­mientos NRC (1988). Las fases de la dieta fueron cambiadas a medi­da que los pesos promedio del chi­quero alcanzaban los niveles pre­determinados. Cada chiquero con­tenía un comedero de dos aguje­ros y un bebedero con tetina. Los tamaños de los chiqueros se ajus­taron en el caso de muerte o remo­ción de cerdos con anterioridad a

que estos alcancen el peso final establecido, manteniendo el mis­mo área por cerdo y relación de concreto- listones.

Los cerdos se retiraron de la prueba cuando lograron el peso de 240 libras. Si más del 50% de los cerdos en un chiquero se removie­se de la prueba el resto de los cer­dos permanecerán en la misma hasta que promedien 240 libras o por 3 semana, lo que ocurra prime­ro. Cuando los cerdos son removi­dos de la prueba, se les saca un ul­trasonido longitudinal anterior a la última costilla para determinar la grasa trasera y la profundidad de la ijada y estas medidas se utilizan para estimar el porcentaje de del­gadez en la carcasa. Los cerdos que no alcancen un peso de 220 no se les realiza el ultrasonido.

Los datos recogidos del período de crecimiento-desarrollo incluye­ron los pesos semanales de los cerdos, el consumo de alimento semanal hasta que ser remueva el primer cerdo de la prueba o se pierda alguno de ellos por muerte. Estos datos fueron utilizados para calcular la ganancia diaria prome­

dio, el consumo diario promedio de alimento, relación ganancia:ali-mento, composición inicial magra (basándose en la fórmula NPPC para composición magra de un cerdo de 40 a 90 libras), porcenta­je de delgadez al desarrollo y ga­nancia de magrura diaria promedio y eficiencia en la ganancia de ma­grura.

Estadísticas

Los datos analizados utilizando los procedimientos GLM de SAS (1990), utilizaron un chiquero co­mo unidad experimental. El mode­lo incluyó los efectos del tratamien­to de la asignación de espacio en las fases de lactancia y crecimien­to-desarrollo y de la interacción.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Fase de lactancia

El medio del tratamiento de la fase de lactancia se informa en la Tabla 1. El amontonamiento (1,75 ft2 de asignación de espacio), re­dujo el promedio de consumo dia-

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Tabla 1. Media de menos cuadrados para la fase de lactancia por tratamiento

Características Peso Inicial, kg Peso final, kg Ganancia diaria promedio, kg Consumo diario promedio de alimento, kg Ganancia: Alimento

Tratamiento durante lactancia No colmado Colmado

4,7 5,0 21,9 20,8 0,41 0,38

0 ,62 a 0 ,54 b

0,68 0,70

Prom. SE 0,4

0,85 0,012 0,025 0,023

La media con diferente índice sobreescrito difiere (P<0,05)

rio de alimento un 12,5% (P<0,05) y numéricamente redujo la ganan­cia diaria promedio (P=0,065) un 9,0%. Sin embargo el tratamiento de amontonamiento no afectó el peso final o la relación ganancia:a-limento que está de acuerdo con el NCR-89 (1989) que reportó el amontonamiento a 1,33 ft2/cerdo en comparación a 2,66 ft2/cerdo en que se redujo significativamen­te el consumo de alimento en un 11,2% y la ganancia un 11,0% sin efecto alguno en la relación ganan-cia:alimento. En otro estudio, los cerdos amontonados (1,5 ft2/cer-do) en comparación con el propor­cionarles a los cerdos un mayor espacio (3,0 ft2/cerdo) redujo en consumo diario promedio de ali­mento un 11,6% y la ganancia dia­ria promedio un 12,1% sin efecto alguno en la relación ganancia:ali-mento (Kornegay et al., 1993). Por consiguiente los resultados del es­tudio actual que compara las asig­naciones de espacio de 1,75 ft-2/cerdo contra 2,50 ft2/cerdo, cau­saron reducciones en el desempe­ño del cerdo comparables con los estudios arriba detallados.

FASE DE CRECIMIENTO-DESARROLLO

El medio del tratamiento para el desempeño de la etapa de cre­cimiento-desarrollo informada por el tratamiento durante la lactancia y la etapa de crecimiento y desa­rrollo se presentan en la Tabla 2. El tratamiento durante la lactancia no influyó el desempeño del creci­miento en la etapa crecimiento-desarrollo.

Asimismo, el amontonamiento en la fase de crecimiento-desarro­llo no afectó el consumo diario de alimento y la ganancia diaria en esta etapa de la producción. Sin embargo la acumulación tiende a reducir la relación de ganancia to-tahalimento (P=0,065). El trata­miento crecimiento-desarrollo no afectó las otras medidas de de­sempeño. Otros estudios han in­dicado diferencias significativas del tratamiento en lo que respecta al desempeño del cerdo en condi­ciones acumuladas y no acumula­das. Brumm y Miller (1996) estu­diaron las asignaciones de espa­cio de 6,1 ft2/cerdo (amontonado)

y 8,4 ft2/cerdo (no amontonado) y mostraron una reducción del 4,8% en la ganancia diaria pro­medio y del 6,2% en el consumo diario promedio de alimentos con ninguna diferencia en la relación ganancia:alimento. Brumm y NCR-89 (1996) investigaron las asignaciones de espacio de 7,0, 9,0 y 11,0 ft2/cerdo y mostraron que a medida que las asignacio­nes de espacio se vieron reduci­das de 9,0 a 7,0 ft2/cerdo, la ga­nancia diaria promedio se redujo un 1,6% y la relación ganancia:a-limento se redujo un 1,2%. Moser et al (1985) investigó la influencia de las asignaciones de espacio de 3,0, 3,6 y 4,0 ft2/cerdos para los cerdos en crecimiento entre 23 y 55 kilogramos y 6,0, 7,1 y 8,0 ft2/cerdo para los cerdos en etapa de desarrollo entre 55 y 100 kilo­gramos. La ganancia diaria pro­medio y la relación ganancia:ali-mento para los cerdos en etapa de desarrollo se redujo un 7,0 y 3,5% respectivamente, cuando las asignaciones de espacio se redujeron de 8,0 ft2/cerdo a 6,0 ft-2/cerdo (Moser et al., 1985). Las

Tabla 2. Media de menos cuadrados para el desempeño del cerdo durante la fase de crecimiento -desarrollo y para el desempeño durante el destete hasta el peso de mercado, realizada por tratamiento de etapa de lactancia

y etapa de crecimiento-desarrollo .

Tratamiento Tratamiento crecimiento de lactancia -desarrollo

Características UCR CR Prom SE UCR CR Prom SE Desempeño en Crecimiento-Desarrollo Peso inicial, kg 22,0 20,5 0,35 21,5 21,0 0,35 Peso final, kg 110,6 107,5 1,13 108,5 109,7 1,14 Ganancia diaria promedio, kg 0,85 0,81 0,024 0,84 0,82 0,024 Consumo diario promedio de alimento, kg 2,42 2,32 0,061 2,37 2,38 0,061 Ganancia: Alimento 0,35 0,35 0,005 0,35 0,35 0,005 Magrura final, % 53,25 52,41 0,320 52,38 53,29 0,320 Ganancia diaria promedio de magrura kg 0,36 0,36 0,004 0,36 0,36 0,004 Ganancia de magrura:alimento 0,15 0,16 0.005 0,15 0,15 0,005 Desempeño de destete a mercado: Ganancia diaria promedio, kg 0,73 0,68 0,016 0,71 0,70 0,016 Consumo diario promedio de alimento, kg 1,89 1,80 0,042 1,82 1,86 0,042 Ganancia:alimento 0,39 0,38 0,002 0,39 0,38 0,003 " UCR = No colmado (2,5 ft2/cerdo durante lactancia, í ,0 ft^/cerdo durante la etapa de crecimiento-desarrollo) CR = Colmado (1,75 ft^/cerdo durante lactancia, 6,5 ft^/cerdo durante la etapa de crecimiento-desarrollo)

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asignaciones de espacio en la etapa crecimiento-desarrollo de este estudio de 6,5 y 8,0 ft2/cerdo son similares a aquellas arriba de­talladas. Sin embargo, en un estu­dio actual, el restringir la asigna­ción del espacio de los cerdos a 6,5 ft2/cerdo no redujo el desem­peño de los mismos.

Las interacciones entre los tra­tamientos de asignación de espa­cio durante las etapas de lactan­cia, y crecimiento-desarrollo no fueron significantes en la medi­ción de desempeño, y por consi­guiente, no se presenta la media de interacción. En el estudio ac­tual, la asignación de espacio en la etapa de lactancia no tuvo im­pacto alguno con el posterior de­sempeño de los cerdos. Esto se muestra en contraste con los re­sultados de Brumm y Dahlquist (1995) que descubrieron una inte­racción entre la asignación de es­pacio en la etapa de lactancia y crecimiento-desarrollo para el de­sempeño del crecimiento durante la etapa de crecimiento-desarro­llo. Los cerdos en la etapa de cre­

cimiento-desarrollo colocados en chiqueros colmados crecieron con mayor rapidez (+4%) que los cerdos en chiqueros no colmados dado que durante la lactancia es­tuvieron en chiqueros colmados, pero crecieron en forma más len­ta (-9%) si provenían de chique­ros no colmados durante la fase de lactancia. Esto indica que los cerdos con espacio reducido du­rante la lactancia estuvieron me­nos afectados por la acumulación durante la etapa de crecimiento-desarrollo que aquellos cerdos con un amplio espacio durante la lactancia. Las asignaciones de espacio utilizadas para los cerdos con restricción o amplitud de es­pacio en el estudio actual (1,75 y 2,50 ft2/cerdo en la etapa de lac­tancia y 6,5 y 8,0 ft2/cerdo en la etapa de crecimiento-desarrollo respectivamente) fueron similares a aquellos utilizados por Brumm y Dahlquist (1995) de 1,8 y 2,7 ft-2/cerdo en la etapa de lactancia y 6,1 y 8,4 ft2/cerdo en la etapa de crecimiento-desarrollo, respecti­vamente.

CONCLUSIONES

1. El amontonamiento de cerdos durante la etapa de lactancia en 1,75 ft2/pig en comparación con 2,50 ft2/cerdos, reduce un 12,5% el consumo diario promedio de alimento y la ganancia diaria pro­medio un 9,0%; pero los cerdos amontonados en 6,5 ft2/pig en comparación con 8.0 ft2/cerdo du­rante la etapa de crecimiento-de­sarrollo no afectó el desempeño del cerdo en esta etapa de pro­ducción. 2. No hubo interacción entre el amontonamiento durante las fa­ses de lactancia y crecimiento-de­sarrollo. 3. Esto sugiere que las decisio­nes en lo que respecta a las asig­naciones de espacio durante las fases de lactancia y crecimiento-desarrollo de la producción pue­den realizarse independiente­mente.

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Absorción Celular de Aminoácidos del Tejido Mamarlo

Lactante Por Sararí C. Schmid, Hong Wang, Jane M. Bryson, y Walter L. Hurley

INTRODUCCIÓN

El crecimiento de un cerdo re­cién nacido depende de la cer­da. La cerda deberá estar capa­citada para producir la cantidad y calidad de leche que satisfaga las demandas de la cría. La cer­da lactante que produce gran cantidad de leche necesita una nutrición mejorada para recoger los beneficios de los avances en la productividad de la cerda. La eficiencia de la síntesis de pro­teína de la leche está determina­da por la concentración de plas­ma, la absorción celular y el me­tabolismo intracelular de los aminoácidos.

La glándula mamaria de la cer­da lactante absorbe ios aminoáci­dos de la sangre en grandes can­tidades para satisfacer las necesi­dades de síntesis de proteína. Las diferencias arteriovenosas mamarias de los aminoácidos de­muestran la importancia de los aminoácidos esenciales para el tejido mamario (Trottier et al. 1997). Se toman las cantidades de lisina adecuadas para justificar su aparición en la proteína mama­ria mientras que la valina y otros aminoácidos ramificados de la ca­dena se toman en cantidades su­periores a los requerimientos pa­ra la síntesis de la proteína de la leche. Asimismo, una proporción de los aminoácidos se utiliza para

síntesis de la proteína celular y se oxidan en las células mamarias. Estos usos alternados de aminoá­cidos por parte de la glándula ge­neralmente no se toman en cuen­ta en los estudios nutricionales de animales. Los estudios nutricio­nales indican que varios aminoá­cidos distintos a la lisina pueden limitar el desempeño de la lactan­cia de la cerda y que la ingesta suplementaria de lisina en la die­ta puede alterar el equilibrio de aminoácidos en la sangre y la ab­sorción mamaria (Knabe et al., 1996; Richert et al., 1996).

Para entender mejor el proceso de la síntesis de la proteína de la leche, es necesario tener un co­nocimiento básico de los trans­portadores individuales de la ab­sorción celular y su regulación. Los transportadores de aminoáci­dos pueden ser un paso que limi­te el índice en la síntesis de la le­che y el entender el funciona­miento puede ser utilizado para manipular la producción de leche. Mediante la optimización de la concentración de aminoácidos en la nutrición de la cerda, los lecho­nes pueden crecer más rápida­mente y tener un índice de sub­sistencia mayor.

Se han caracterizado al menos cinco sistemas distintos para el transporte de aminoácidos a las células mamarias secretorias (Shennan 1998). Estos transpor­

tadores están en las membranas de las células alveolares que es­tán frente a frente con la sangre. Asimismo, estos transportadores han sido clasificados basándose en la dependencia de iones y es-pecifidad del substrato. Mucho de este trabajo ha sido realizado en rumiantes y roedores. Sin embar­go, los mecanismos de absorción de aminoácidos y el metabolismo intracelular no han sido caracteri­zados para la cerda lactante. La extrapolación de conocimientos sobre otros tejidos de la glándula mamaria de otras especies puede no ser directamente aplicable a la cerda lactante.

Los sistemas de absorción de aminoácidos pueden ser amplia­mente clasificados por su depen­dencia de iones. Algunos aminoá­cidos se toman en cantidades su­periores a las que aparecen en la leche y en el plasma lo que sugie­re un consumo de energía duran­te la absorción. Un gradiente de sodio en la membrana puede im­pulsar el transporte en estos sis­temas. En la glándula mamaria, se han identificado varios siste­mas dependientes del sodio y ge­neralmente se denominan siste­mas A, ASC, y XAG.

El Sistema A (identificado en ratones, ratas y tejido mamario bovino) prefiere aminoácidos neutrales como substratos, espe­cialmente aminoácidos de cade­na corta (alanina, metionina, glici­na y prolina). El Sistema A está fi­siológicamente regulado teniendo un incremento en la actividad del tejido mamario de los ratones desde la preñez a la lactancia.

El Sistema ASC transporta los aminoácidos neutrales (cisteína, serina, alanina, treonina, metioni­na). Existe una superposición de substrato entre ASC y el sistema A. El sistema ASC ha sido identi­ficado en rumiantes y conejillos de Indias, pero existen pocas pruebas de un sistema de trans­porte ASC separado del sistema A en los ratones y ratas, lo que demuestra una significativa varia­ción en el tejido mamario entre las especies.

El Sistema XAG, un sistema de transporte de aminoácidos amóni­cos, es el responsable de la ab­sorción del glutamato, aspartato e histidina. El glutamato da cuenta

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de un gran porcentaje de los ami­noácidos destinados a la proteína de la leche. El Sistema XAG es el responsable de satisfacer los re­querimientos de glutamato de la glándula mamaria.

Se han identificado dos siste­mas independientes de sodio en el tejido mamario. El Sistema L se ha identificado en ratones, ratas, conejillos de Indias y vacas y es el principal responsable de la ab­sorción de la cadena de aminoá­cidos ramificados (valina, leucina, isoleucina) pero asimismo permi­te la absorción de todos los ami­noácidos neutrales. La versatili­dad de este transportador hace que sea uno de los sistemas de transporte más importantes en el tejido mamario.

Asimismo se ha descripto un sistema de absorción de aminoá­cidos catiónicos (lisina, arginina, ornitina) en las ratas y las vacas, el sistema Y+. La glándula mama­ria lactante absorbe una gran cantidad de lisina. En especies ta­les como la vaca y la cabra su ab­sorción es superior a su aparición en la leche. Este sistema de ab­sorción catiónico interactúa con ciertos aminoácidos neutrales tal como se demuestra en las ratas. Sin embargo, el sistema de ab­sorción catiónica en la glándula mamaria no es el clásico sistema Y+ observado en otros tejidos epiteliales, demostrando una vez mas la variación de los sistemas de transporte de aminoácidos.

La actual falta de información fundamental sobre sistemas de absorción de aminoácidos com­promete esfuerzos para realizar cambios económicos importantes en las estimaciones de los reque­

rimientos de la dieta para la cer­da. El objetivo de este estudio es comenzar a caracterizar la espe-cifidad de los sistemas de absor­ción por parte de glándulas ma­marias de los aminoácidos vitales para las cerdas lactantes.

ENFOQUE EXPERIMENTAL

Las cerdas lactantes (día 15 de lactancia o con posteridad a dicho día) del grupo de cerdos de la Universidad de Illinois fueron fae­nados en el matadero del Labora­torio de Ciencia Cárnica de la Uni­versidad de Illinois. Los lechones fueron removidos de inmediato con anterioridad a la faena. Los fragmentos de tejido mamario fueron incubados en un medio que contenía una baja concentra­ción del aminoácidos de prueba y concentraciones suprafisiológicas de los competidores para caracte­rizar la especifidad de los respec­tivos sistemas de absorción.

RESULTADOS PRELIMINARES

Los estudios preliminares de li­sina con concentraciones de los competidores han demostrado que la absorción de lisina es con­sistente con el sistema de trans­porte Y+ debido a la gran afinidad del mecanismo de absorción (Ta­bla 1). La arginina y ornitina (ami­noácidos catiónicos que utilizan el sistema Y+), son fuertes inhibido­res de absorción de lisina. Ade­más de los aminoácidos catióni­cos, los aminoácidos neutrales también poseen una fuerte inte­racción con la absorción de lisina. La leucina y ciclo-leucina, ambos substratos del sistema de absor-

Tabla 1. Inhibición por parte de otros aminoácidos de la absorción de lisina en el tejido mamario de la cerda lactante

Competidor de Aminoácido Ornitina Arginina Metionina Alanina Ciclo-Leucina Leucina Lisina-D MeAIB 3

% Inhibición 85,70 ± 7,57 83,22 ± 8,85 52,44 ± 6,58 65,24 ± 3,78 38,57 ± 6,28 49,01 ±6 ,52 51,97 ±8 ,74 12,69 ± 10,05

Lisina a 20 micromolares y competidores a 20,28 milimolar; n = 6 cerdas. "Inhibición calculada como absorción en presencia de un competidor como un porcenta­je de absorción en ausencia de competidor. Los valores son medios ± con un error es­tándar de la media MeAIB = ácido metil aminoisobutírico

ción L, mostraron una inhibición de absorción de lisina no tan fuer­te como la de los aminoácidos ca­tiónicos. Otros aminoácidos neu­trales tales como metionina y ala-nina (substratos del sistema ASC), también inhibieron la ab­sorción de lisina. La absorción de lisina estuvo parcialmente inhibi­da por la lisina-d indicando que el mecanismo de absorción es sólo parcialmente estereoespecífico. Los aminoácidos más comunes son los estereoisómeros L. Un substrato del sistema A, MeAIB (ácido metil aminoisobutírico) no inhibió en forma significativa la absorción de lisina

CONCLUSIÓN

Estos resultados son consis­tentes con la absorción de lisina de la glándula mamaria de la cer­da lactante por un tipo Y+ con­gruente con la absorción de lisina de la glándula mamaria de la cer­da lactante mediante la definición de cinética de absorción, y puede proveer información importante para la optimización de la nutri­ción de aminoácidos en las cer­das lactantes.

RECONOCIMIENTOS

Este proyecto fue financiado en parte con los fondos del Consejo Nacional de Productores de Cer­do y el C-FAR de Illinois. S. Sch-mid es miembro del Departamen­to de Investigación de Hughes.

REFERENCIAS

Knabe,D.A., J.H. Brendemuhl, L l . Chiba, and CR. Dove. 1996. Sup-plemental lysine for sows nursing large litters. J. Anim. Sci. 74:1635-1640. Rickert, B.T., M.D. Tokach, R.D. Goodband, J.L. Nelseen, J.E. Pettigrew, R.D. Walker, and L.J. Johnston. 1996. Valine require-ment of the high-producing sow. J. Anim. Sci. 74:1307-1313. Shennan, D.B. 1998. Mammary Gland Membrane Transport Sys­tems. J. Mam. Gland Biol. Neo-plasia 3: 247-258. Trottier, N.L., C.F. Shippley, and R.A. Easter. 1997 Plasma amino acid uptake by the mammary gland of the lactating sow. J. Anim. Sci. 75:1266-1278.

l E R I C E R D D

Inmunología de la Nutrición

Fuente: Swine News,

Department of Animal Science,

North Carolina State Univershy.

La mala salud en los cerdos lactantes es la causa más impor­tante de un mal desempeño. Mu­chos productores han intentado alimentar a los cerdos con cos­tosas dietas altas en productos lácteos y/o otros ingredientes especiales con diversos grados de éxito. Se han publicado va­rios informes demostrando que es estado de inmunología dirige el crecimiento de los cerdos en edad de lactancia y uno de ellos fue discutido en Swine News (Vol. 16, No. 3, Sept. 1993). Los investigadores han también do­cumentado la relación entre la nutrición e inmunidad en un in­forme presentado en las reunio­nes de la Sociedad Americana de Ciencia Animal Sección Oes­te Medio (American Society of Animal Science Midwestern Sec-tion) llevadas a cabo entre el 21 y 23 de marzo. Williams, et al descubrió que los cerdos con una baja activación del sistema inmunológico (ASI) obtenían un mayor desempeño en el creci­miento durante la fase de lactan­

cia en comparación con aquellos cerdos en un grupo ASI alto (ver datos contenidos en la tabla). Los grupos se definieron obser­vando un chiquero de cerdos lactantes limpio (bajo ASI) y uno sucio (alto ASI). El grupo de ba­jo ASI estuvo capacitado para utilizar mayores cantidades y tu­vo una mejor respuesta a los nu­trientes que aquellos cerdos in­cluidos en el grupo ASI alto. La razón para el incremento en el desempeño de aquellos cerdos con bajo ASI es que los nutrien­tes de la dieta pueden utilizarse para el desarrollo del tejido mus­cular más que para combatir agentes patógenos. De hecho, un informe estima que la infec­ción patógena puede incremen­tar el gasto de energía elemental en un 79% en los seres huma­nos. Asimismo, la excreción de nitrógeno se incrementa indican­do que el metabolismo de la pro­teína es menos eficiente y resul­tará en una reducida retención de proteína y nitrógeno. Si bien las infecciones patógenas no se

esperan en la fase de lactancia se espera que se observe un in­cremento en el gasto de energía y la excreción de nitrógeno. De esa manera, la capacidad de los animales para asimilar proteína ósea se dificulta lo que está res­paldado por los datos suminis­trados en este informe. Williams et al, claramente demuestra que los animales en el grupo de alto ASI nunca lograron niveles de crecimiento similares a aquellos del grupo de bajo ASI. Como ya se mencionó no se puede espe­rar un incremento de nutrición para compensar los efectos de un estado de mala salud. Los in­vestigadores llevaron a los cer­dos al mercado en un peso de 251 Ibs y descubrieron que las diferencias en el desempeño se mantuvieron hasta la finalización del programa. De hecho el grupo de bajo ISA demostró una clara mejora en la eficiencia del ali­mento debido al incremento de lisina en comparación con los animales con un alto ASI: La di­ferencia promedio en la eficien-

Influencia del estado de salud en el desempeño de los cerdos desde el destete hasta su llegada al mercado*

Peso del cerdo, Ib. 13 a 60 60 a 251 Lisina en la dieta, % 0,60 0,90 1,20 1.50 1,80 0,45 0,60 0,75 0,90 1,05 Ganancia diaria, Ib. Bajo ASl" 1,05 1,27 1,44 1,49 1,38 1,45 1,95 2,03 1,98 2,13 Alto ASI 0,79 1,05 " 1,17 1,05 1,09 1,12 1,75 1,75 1,72 1,55 Ganancia diaria, Ib. Bajo ASI . 2,46 2,31 2,18 2,14 2,18 5,59 5,94 5,47 5,44 6,14 Alto ASI 1,90 2,05 2,00 1,90 1,93 4,00 5,54 5,49 5,21 5,20 Alimento:ganancia Bajo ASI 2,35 1,82 1,52 1,44 1,58 3,86 3,05 2,69 2,75 2,88 Alto ASI 2,40 1,94 1,71 1,81 1,77 3,56 3,17 3,14 3,04 3,36 Músculo, % Bajo ASI — — —•• — — 48,5 51,7 54,9 57 56,2 Alto ASI — — 48,8 50,7 52,3 52,5 52.4

"Fuente: Williams et al., Journal of Animal Science 72(Suppl. 1):57 (Abstr.). ASI = Activación del Sistema Inmunológico (por consiguiente bajo ASI significa un buen estado de salud y alto ASI indica un mal estado de salud). Jeffrey A. Hansen Swine News, Vol. 17, No. 5

24 ÚD@ffi®OC3E)™0ííi)

cía del alimento fuye 0,2 que es una diferencia en el consumo de alimentos de 58 Ibs de 13 a 251 Ibs Si los costos del alimento promedian $7.00/cwt, esto es una diferencia de aproximada­mente $4,00 por cerdo a favor del grupo con un bajo ISA: Al momento de la faena los investi­gadores descubrieron un 2,4 por ciento de diferencia en la magru­

ra de la carcasa a favor del gru­po de bajo ASI. Utilizando el pa­quete de información a 250 Ibs de Carolina del Norte, este se traduce en una diferencia de $4,00 por cerdo. La suma de es­to nos da una diferencia de $8,00 por cerdo en utilidades en­tre los dos grupos. En resumen, la diferencia en un ambiente de lactancia y estado de salud pue­

de claramente determinar el po­tencial de ganancia en su nego­cio de cerdos. Como productor debe emplear prácticas sanita­rias para sus cerdos que asegu­ren una mínima activación del sistema inmunológico del animal Dichos planes puede desarro­llarse conjuntamente con su ve­terinario u otros especialistas en cerdos.

N u t a c i ó n • ImüMinitfÍ.fi rl a i w m m m f m

Fuente: Swine News,

Department of Animal Science,

North Carolina State University.

Existe una gran demanda de conocimiento implicando el efecto de la dieta en el estado de inmunidad. Los seres hu­manos tratan continuamente de relacionar el cáncer con la nutrición. Al momento existe poca información disponible que claramente defina cual­quier tipo de relación. Dicho es el caso de la nutrición de los cerdos. No obstante una inves­tigación recientemente publi­cada ha mostrado una relación económica fuerte entre la dieta y el estado de salud. Los in­vestigadores de la Universidad Estatal de lowa han demostra­do el nivel de aminoácidos ne­cesarios en la dieta es diferen­te cuando los cerdos poseen un estado de buena salud o mala salud. Descubrieron que cuando el sistema inmune se activaba debido a un mal esta­do de salud (activación inmune alta) no existía una respuesta clara para el incremento del ni­

vel de nutriente (ver tabla). Mientras que los cerdos cria­dos utilizando un sistema me­dicado del tipo de destete tem­prano (activación inmune alta) mostraron una gran mejora en el índice de crecimiento y utili­zación de alimento como den­sidad de nutriente (por ejem­plo: lisina) se vio incrementa­da. Existió una interacción en­tre el nivel de nutriente de la dieta y la retención de nitróge­no que trajo como consecuen­cia cerdos con una gran reten­ción diaria de nitrógeno debido al incremento de la lisina cuan­do el sistema inmune estaba bajo. Esto generalmente resul­ta en una mayor retención de proteína muscular, y conse­cuentemente mayores índices de crecimiento y eficiencias de alimentos. Los datos aquí pre­sentaron demuestran que los cerdos jóvenes se benefician de las dietas en las que se in­crementa la densidad de nu­

trientes. Sin embargo uno de­be evaluar los programas ini­ciadores de nutrición de cer­dos en su sistema de produc­ción. Asimismo, cuando se ad­quieren dietas para destete temprano se deberán conocer los ingredientes que el fabri­cante está utilizando. En gene­ral los suplementos de proteí­nas a ser incluidos en las die­tas para cerdos que pesas me­nos de 25 Ib deberán ser alta­mente digeribles. Dichas fuen­tes de proteínas deberán se­carse utilizando una técnica de secado con spray de baja tem­peratura. También se deberá considerar la utilización de plasma porcino seco y harina de sangre seca en dietas para destete temprano. Un buen fa­bricante de alimento utilizará algunos de estos productos en las dietas de la primera fase que puede ayudar a mejorar la inmuno competencia de los cerdos jóvenes.

Influencia del estado del sistema inmune y lisa en la dieta en el crecimiento de un cerdo joven

ítem Lisina, % Baja activación inmunológica Alta activación inmunológica

0,60 0,90 1,20 1,50 0,60 0,90 1,20 1,50 Alimento diario, lWd 2,79 3,28 3,25 3,72 1,98 2,50 2,61 2,34 Ganancia diaria lb./d 1,54 2,14 2,10 2,16 0,83 1,39 1,51 1,33 Alimento:ganancia 1,81 1,53 1,55 1,72 2,40 1,80 1,73 1,76 Retención de nitrógeno, g/d 15,0 24,5 32,1 37,8 11,9 20,8 28,6 22,8

"Fuente: J. Anim. Sci. 71(Suppl. 1):171 (Abstr.).

r E W I C E R D D

Una revisión de la nutrición con hierro de loe cerdos Por Brian K. Anderson, MS. y Robert A. Easter, Ph.D.

El hombre ha sabido por un considerable tiempo que el hierro juega un papel muy importante en la salud y enfermedad (Loosli, 1978). De hecho Bryan (1931) manifestó que los usos terapéuti­cos de hierro documentados da­tan del 1500 AC. Sin embargo, no se reconoció al hierro como un nutriente vital para los animales hasta el descubrimiento de Bous-singault (1872). Braasch (1891) fue el primero en describir la ane­mia en los cerdos lactantes que estaban criados en confinamiento en Alemania. No obstante, no re­lacionó la anemia con deficiencia de hierro sino con la administra­ción. Los primeros en relacionar la anemia en cerdos lactantes con la deficiencia de hierro fueron McGowan y Chrichton (1924). El primero en descubrir esto en los Estados Unidos fue Hart et al (1929) quien mostró que la ane­mia puede prevenirse mediante una suplementación oral de hie­rro o sulfato ferroso. Esto fue lue­go de que Doyle et at (1927) pror puso sin éxito que la anemia en los lechones estaba producida por una reducida exposición al sol.

Durante la pasada década se ha visto un marcado incremento en la alimentación por fases de los cerdos lactantes y en la utili­zación de ingredientes. La ali­mentación por fase es el sistema por el cual se proporciona alimen­to de distintas dietas por cortos períodos de tiempo para maximi-zar ganancia y eficiencia. La utili­zación de subproductos se incre­menta a medida que la industria alimenticia procura encontrar nu­trientes sabrosos y altamente di-

l E R I C E R D O

geribles que son económicamen­te aceptables en las dietas de los animales. La investigación en el área de la biodisponibilidad del hierro para estos ingredientes es limitada. No obstante existen esti­maciones de biodisponibilidad de hierro para derivados de anima­les que se encuentran entre 50-60% con una cantidad de harina de sangre posiblemente más alta (Conrad et al, 1980). Por consi­guiente, existe una necesidad de investigar la biodisponibilidad del hierro en los ingredientes de los productos derivados comúnmen­te utilizados en las dietas de los cerdos.

Esta tesis evaluará la biodispo­nibilidad de células sanguíneas secadas con método spray (CSSS) en relación al sulfato fe­rroso en dietas de cerdos lactan­tes. El estudio consiste en dos experimentos de repleción de he­moglobina (Hb) dónde la reple­ción de hemoglobina será el crite­rio utilizado en la determinación de la biodisponibilidad.

COMPUESTOS DE HIERRO EN EL CUERPO

El hierro es un componente vi­tal de todo ser vivo. Bothwell et al. (1958) estimó que un ser hu­mano adulto de 70 kilogramos tie­ne una concentración total de hie­rro en el cuerpo de 60 a 70 partes por millón. La concentración de hierro en el cerdo al momento del nacimiento es de aproximada­mente 20 a 30 partes por millón (Venn et al., 1947). De esta con­centración manifestada en cerdo recién nacido 47% está relacio­nada con la sangre, 1,6% se en­

cuentra en el bazo, 15% en el hí­gado y el 44% restante se en­cuentra en los tejidos corporales (Thoren-Tolling, 1975). Luego del período neonatal, aproximada­mente 80% del hierro en el cerdo está relacionado con la hemoglo­bina (Consejo Nacional de Inves­tigación, 1979). La mayoría del hierro corporal está enlazado las proteínas como complejos heme o no heme. Los complejos heme más comunes son la hemoglobi­na y la mioglobina mientras que complejos no heme comunes consisten en dos formas de alma­cenaje, ferritina y hemosiderina y solo una forma de transporte, transferina.

La hemoglobina (Hb) posee un peso molecular de 68.000 y está formada por cuatro átomos de hierro. La hemoglobina es un te-trámero que consiste de cuatro mitades de globina que contienen una unidad heme ligada por un erilazamiento no covalente de hierro y el nitrógeno imidazole de un residuo de histidina en cada cadena de proteínas. La función de la hemoglobina está en la transferencia de oxígeno desde la sangre a los tejidos. La hemo­globina se encuentra en los eri­trocitos y forma aproximadamen­te 90% de la proteína encontrada en dichas células (Davies, 1961). En una revisión Zimmerman (1980) manifestó que la hemoglo­bina forma el 30% del peso del eritrocito. La síntesis de hemoglo­bina conocida como hematopoye­sis se lleva a cabo en la médula ósea. La vida útil promedio de un eritrocito en los cerdos es de 70 días (Bush et al., 1955; Talbot y Swenson, 1963; Jensen et al., 1956; Withrow y Bell, 1969).

La mioglobina difiere de la he­moglobina debido a que contiene solo un grupo heme. El peso mo­lecular de la hemoglobina es de 17.000. La mioglobina constituye solo del 3 al 7% del hierro corpo­ral total mientras que la hemoglo­bina solo constituye aproximada­mente el 60% (Hahn et al., 1943). La mioglobina posee una mayor afinidad con el oxígeno que la he­moglobina, lo que permite la transferencia de oxigeno desde la oxihemoglobina a las células musculares (Fruton and Sim-monds, 1958).

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La ferritina es una proteína no heme y una forma primaria de al­macenaje del hierro corporal que puede contener hasta 20% de hierro. El hierro contenido en la ferritina se encuentra en forma de oxihidróxido ferroso (Munro, 1977). La ferritina puede encon­trarse en todos los tejidos del cuerpo, sin embargo se encuen­tra en altas concentraciones en el hígado, bazo, mucosa intestinal y en la médula ósea.

Asimismo la hemosiderina es una proteína no heme que al igual que la ferritina es una forma de almacenamiento del hierro del cuerpo. El contenido de hierro de la hemosiderina puede alcanzar 35% primariamente como hidróxi-do ferroso (Shoden and Stur-geon, 1961). La hemosiderina se produce en función a la sobrecar­ga de hierro.

La transferrina es la forma de transporte del hierro del organis­mo y juega un papel en la regula­ción de la distribución del hierro dentro del organismo. Al igual que la ferritina la transferrina se transporta a todo el organismo pero principalmente al hígado, bazo, mucosa intestina, y médula ósea. En los cerdos la transferri­na depende de la ceruloplasmina para la oxidación del hierro ferro­so a férrico con anterioridad a la incorporación en la transferrina (Lee et al., 1968; Roeser et al., 1970).

ABSORCIÓN DE HIERRO

La absorción de hierro puede ocurrir en el tracto intestinal y los dos sitios más comunes de ab­sorción son el duodeno y el yeyu­no. La teoría común en lo que respecta a la absorción de hierro llamada la teoría de bloqueo de mucosa, establece que solo se absorbe el hierro necesario para satisfacer las necesidades de los animales (Hahn et al., 1943). Dos de los determinantes principales de esta necesidad son el estado del hierro y la demanda eritropo-yética. Esta teoría ha sido modifi­cada desde su declaración inicial. No obstante, todavía se cree que realmente se absorbe solo una pequeña cantidad del hierro que consume un cerdo. La base de esta teoría es que el hierro se ex-

trae de las células mucosas en una de las tres formas ferrosa, fé­rrica o como parte de un com­puesto orgánico. Cuando se ab­sorbe el hierro ferroso se oxida a la forma férrica para su incorpora­ción en la ferritina. Como las cé­lulas mucosas se saturan con la ferritina, la absorción cesa hasta que la ferritina se convierte en transferritina para remoción al plasma. Esto incluye la reducción del hierro en la ferritina a la forma ferrosa dónde se mueve a la su­perficie de la celular y se oxida antes de su incorporación a la transferritina. Por consiguiente, existe una relación inversa entre los niveles de ferritina mucosa y la absorción de hierro. Los ani­males con deficiencias de hierro absorben el hierro de la dieta en las células mucosas y convierten la mayoría en transferritina mien­tras que los animales con la pro­porción adecuada de hierro con­vierten solo una pequeña parte del hierro absorbido en la transfe­rritina para transporte al plasma (Conrad and Crosby, 1963). Ca-llender et al. (1957) modificó la teoría de la mucosa para sugerir que el hierro heme es directa­mente absorbido en las células mucosas con el complejo de por-firina intacto.

FACTORES QUE AFECTAN LA ABSORCIÓN DEL HIERRO Y LA BIODISPONIBILIDAD

Existen numerosos factores que afectan la absorción y biodis-ponibilidad del hierro tales como la-edad, estado del hierro, espe­cies, nivel de dosis y otros com­ponentes de nutrientes de la die­ta tanto orgánicos como inorgáni­cos. Furugouri y Kawabata (1976) utilizando citrato férrico etiquetado mostraron que los le­chones exhibían una absorción activa de hierro hasta las 180 ho­ras de edad. Furugouri (1977) presupuso que dos mecanismos de transporte activo colaboraron el la absorción del hierro de los cerdos recién nacidos a saber, endocitosis y absorción de hierro iónico en la membrana del plas­ma. Thoren-Tolling (1975) descu­brió que los cerdos recién naci­dos estaban capacitados para absorber el hierro enlazado con

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macromoléculas. Cornelius y Harmon (1973) informaron que dichos cerdos estaban capacita­dos para absorber considerables cantidades de dextrato ferroso vía pinocitosis. Esto confirma el trabajo previo de Lecce et al. (1961) quien propuso que las grandes moléculas orgánicas ta­les como la dextrato ferroso de­berán ser absorbidas intactas mediante pinocitosis. Sin embar­go, Miller et al. (1962) concluyó que los cambios intestinales ocu­rren dentro de las 30 horas en los cerdos lactantes, de esa manera impidiendo la absorción de estas macromoléculas intactas.

McCance y Widdowson (1937) propusieron que la eficiencia de la absorción se debía principal­mente al estado de hierro del ani­mal. Bothwell et al. (1958) propu­so que los factores más importan­tes en lo que respecta a la absor­ción del hierro fueron los almace­namientos de hierro y el índice de eritropoyesis. Esto justifica la teo­ría del bloqueo de la mucosa que establece que un animal absorbe sólo lo que necesita o requiere. El incremento en los niveles de hie­rro en la dieta trajo como conse­cuencia cantidades totales absor­bidas más altas. No obstante, el estado de hierro del animal toda­vía tiene una gran influencia en la determinación de la absorción del hierro (Van Campen, 1974). El exceso de hierro que ingresa en las células mucosas de los cer­dos que poseen una cantidad adecuada de hierro en el organis­mo se incorpora en la ferritina, sólo para ser posteriormente eli­minado en las heces como pro­ducto de las células mucosas desprendidas (Harmon et al., 1974).

Chausow y Czarnecki-Maulden (1988) observaron diferencias en las especies mientras completa­ban un estudio de repleción de hemoglobina con hígado vacuno y sulfato ferroso utilizando gatos y pollitos. El hierro en el hígado vacuno con el que se alimentó a los gatos estaba un 350% tan dis­ponible como el sulfato ferroso mientras la disponibilidad en los pollitos era de solo 90%. Esto, sin embargo, no es inusual. Si uno analiza las tablas de biodisponibi-lidad existen varias diferencias en

biodisponibilidad entre espe­cies lo cual se ilustra en el estu­dio de Pfau et al. (1977).. Dicho estudio mostraba que la biodispo­nibilidad de hemoglobina en los cerdos era un 50% en relación al sulfato ferroso mientras que Ami-ne et al. (1972) obtuvo un valor del 70% utilizando ratas y pollitos.

El trabajo realizado con el nivel de dosificación indica eficiencias de absorción más altas con nive­les de dosificación más bajos. Pfau et al. (1977) demostró que la eficiencia en la absorción del hie­rro ya sea de la hemoglobina co­mo del sulfato ferroso está inver­samente relacionado con el nivel de dosificación. Como se mani­festó anteriormente Van Campen (1974) informó que si bien la can­tidad total absorbida puede incre­mentarse con dosis más altas, la eficiencia de la absorción dismi­nuye.

La forma física o química del hierro también ejerce influencia en la absorción. El hierro de fuen­tes animales está más disponible que aquel de fuentes vegetales (Morris, 1987). Esto se debe a la gran proporción de hierro heme encontrada en las fuentes anima­les. El hierro heme se absorbe como un complejo intacto de por-firina mientras que hierro no he­me debe removerse de los com­plejos enlazados con proteínas con anterioridad a la absorción (Morris, 1987). Raffin et al. (1974) informó que una vez dentro de la célula mucosa, la oxigenasa de la heme mucosa divide la heme del anillo de porfirina conduciendo al hierro a los mismos caminos que la fracción no heme. Wheby and Spyker (1981) concluyeron de su investigación con perros con falta de hierro que esto es el paso limi­tante en el índice de absorción de hierro heme.

Asimismo, se descubrió que los diferentes elementos nutriti­vos y no nutritivos dentro de la dieta afectan la absorción de hie­rro, y por consiguiente la biodis­ponibilidad. Waddell y Sell (1964) ilustraron la reducida absorción de hierro en pollitos relacionada con los incrementos de calcio, fósforo o ambos en las concen­traciones de la dieta. El fósforo ha sido propuesto para afectar la ab­sorción de hierro mediante la for­

mulación de fosfato férrico insolu­ole y fitasa (Underwood, 1981). Bradley et al. (1983) mostró que las concentraciones de Cu de en­tre 120-240 partes por millón en la dieta, resultan en una reduc­ción del 50-60% de las concen­traciones de Fe provenientes del hígado mediante un posible im­pedimento de absorción de hie­rro. Anteriormente Gipp et al. (1974) concluyó que el Cu cuan­do se suministra en dietas a ra­zón de 250 partes por millón, no sólo reduce la absorción del hie­rro pero puede producir la anemia en cerdos producida por falta de hierro. Otro mineral que muestra efectos antagónicos en la utiliza­ción del hierro es el zinc cuando se suministra en niveles excesi­vos. Settlemire y Matrone (1967a, 1967b) descubrieron que el zinc impactó al hierro a través de dos métodos; mediante el impedi­mento de incorporación de hierro en la ferritina y mediante la reduc­ción de la vida útil de los glóbulos rojos ocasionando un incremento en los requerimientos de hierro. El suministro de excesivos nive­les de manganeso en la dieta trae aparejado reducciones en la he­moglobina (Baker y Halpin, 1991).

Mientras que los minerales arri­ba mencionados han mostrado efectos perjudiciales en la absor­ción y biodisponibilidad del hierro, otros factores nutritivos son bene­ficiosos. Tres de estos incluyen los aminoácidos histidina, lisina y cisteína. Van Campen y Gross (1969) asumieron que estos ami­noácidos forman quelatos con el hierro férrico, de esa manera manteniendo el hierro en solu­ción. Estos quelatos han sido identificados como quelatos tri-dentados. La vitamina C o ácido ascórbico también posee efectos beneficiosos ante la absorción de hierro. Greenberg et al. (1957) concluyó que las ratas con falta de hierro han incrementado la efi­ciencia en la absorción de hierro cuando se les suministraba ácido ascórbico con el suplemento de hierro. Este estudio respalda des­cubrimientos previos de Moore y Dubach (1951) que informaron un incremento en la absorción de hierro del hombre mediante el agregado de ácido ascórbico o

alimentos que contienen ácido ascórbico. Van Campen (1972) investigó los efectos de la histidi­na y la suplementación con ácido ascórbico en la absorción de hie­rro y concluyó que el ácido ascór­bico es más efectivo en el aumen­to de retención de hierro. Este au­tor supuso que esto se debía a la capacidad del ácido ascórbico pa­ra actuar como agente reductor y agente quelante. Mientras tanto Rizk y Clydesdale (1983) obser­varon una signficativa reducción del hierro insoluole en la proteína de soja aislada cuando se agregó ácido ascórbico.

MÉTODOS PARA DETERMINAR LA

BIODISPONBILIDAD

Si bien se han utilizado varios métodos para medir la absorción del hierro y la biodisponibilidad, esta revisión estará limitada a la repleción de hemoglobina y utili­zación de isótopos radioactivos. La hemoglobina como una fuente para cuantificar la biodisponibil-dad del hierro ha sido utilizada desde comienzos de la década del 20 (Mitchell y Schmidt, 1926). Dos factores hacen la hemoglo­bina un parámetro atractivo para medir la biodisponbilidad del hie­rro. En primer lugar el hecho de que la hemoglobina justifique el 60-80% del hierro, por consi­guiente manteniéndolo como un detector sensible para distinguir eficiencias en la absorción y, en segundo lugar la tranquilidad re­lativa de llevar a cabo determina­ciones de hemoglobina. Dentro del procedimiento de repleción de hierro, se utilizaron dos enfoques distintos. Pía y Fritz (1970) utiliza­ron la metodología de suplemen-tar una dieta deficiente en hierro con niveles graduales de hierro estándar tal como sulfato ferroso para la creación de una curva es­tándar. La biodisponbilidad de los ingredientes de prueba estará en­tonces determinada por la suple-mentación del ingredientes de prueba eñ la dieta fundamental. Los valores relativos de biodispo­nibilidad se determinaron me­diante la relación de ganancia de hemoglobina de la fuente de prueba con aquella de la curva estándar. El otro enfoque común

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utilizado en los estudios de reple­ción de hemoglobina fue el de comparar los índices de pendien­te de la respuesta de hemoglobi­na tanto de la prueba como de las fuentes estándar. Amine et al. (1972) desarrolló este método en el que los niveles graduales de las fuentes de prueba y la curva estándar fueron suplementados en una dieta fundamental común con falta de hierro. Las ventajas del procedimiento de repleción de hemoglobina es que se pueden evaluarse las numerosas fuentes de hierro en un período de tiempo relativamente corto y que toma en cuenta tanto la absorción co­mo la utilización del hierro. Sin embargo, los valores derivados son relativos y no absolutos.

De acuerdo con lo manifestado por Smith (1983), las metodolo­gías que utilizan trazadores ra­dioactivos, especialmente el eti­quetado extrínseco, para la deter­minación de la biodisponibilidad de los nutrientes se han vuelto muy populares debido a su con­veniencia. El principio prioritario del etiquetado intrínseco es aquel que se aplica cuando una conoci­da cantidad de hierro radioactivo se agrega a los alimentos o cuan­do ocurre un completo cambio de isótopo en el ingrediente de prue­ba. La formación de un grupo ho­mogéneo etiquetado y no etique­tado de hierro no heme es crítica para las biodisponibilidades re­sultantes en caso de que se deba asegurar la validez (Smith, 1983). La radioactividad se mide como parámetro de respuesta y se ex­presa como un porcentaje total del contenido de hierro. Sin. em­bargo, ante la presencia de un cambio incompleto de isótopo los valores derivados de los trazado­res radioactivos pueden sobre­estimarse (Van Campen, 1983.

SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA

La anemia causada por defi­ciencia de hierro, llamada anemia microcítica hipocrómica está ge­neralmente relacionada con ani­males jóvenes de un rápido creci­miento, privados de hierro en su dieta o en su medio ambiente. El parámetro más común para indi­car una anemia causada por defi­ciencia de hierro es la concentra­

ción de hemoglobina. El Consejo Nacional de Investigación (1979) creó un sistema de clasificación en dónde los cerdos pueden, en lo que respecta a la anemia, cate-gorizarse por su concentración de hemoglobina medida en gra­mos/decilitros. Los cerdos con ni­veles de hemoglobina de diez o superiores se clasifican como normales, nueve es el nivel míni­mo para un desempeño óptimo, ocho indica una anemia en el lí­mite, siete es el nivel en el cual la anemia demora el índice de creci­miento, seis se considera anemia severa y cuatro es una severa anemia con incremento de morta­lidad. Los primeros signos de anemia causada por deficiencia de hierro son generalmente la ru­gosidad del pelaje, la pérdida de pigmentación o color de las mem­branas mucosas. La piel puede arrugarse y los cerdos se en­cuentran desganados con la ca­beza y orejas bajas y esto se combina con la pérdida del apeti­to. Durante principios de la déca­da del 30 se descubrió que la anemia por deficiencia de hierro reduce las aumento de peso en los cerdos afectados (Moe et al., 1935). Los cerdos con una ane­mia severa se caracterizan o se identifican por una respiración si­milar a la del parto, índices respi­ratorios y cardíacos más altos y soplos sistólicos debido a la redu­cida viscosidad de la sangre. Los cerdos de crecimiento rápido y de contextura grande son suscepti­bles a una muerte súbita a causa de anoxia. Los cerdos afectados tienen frecuentemente edemas subcutáneos en el cuello, hom­bros y en el área de los miem­bros. (Conrad et al., 1980). Os-borne y Davis (1968) observaron que los cerdos anémicos mostra­ban un alto agrado de susceptibi­lidad a las enfermedades infec­ciosas. Esto coincide con una in­vestigación posterior llevada a cabo por Nalder et al. (1972) que mostró que el nivel de hierro esta­ba directamente relacionado con la producción de anticuerpos en las ratas destetadas. Asimismo, Luke y Gordon (1950) mostraron evidencia de que los cerdos ané­micos eran más susceptibles a la neumonía, influenza y desórde­nes del tracto alimenticio.

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REQUERIMIENTOS DE HIERRO La definición de requerimiento

neto de hierro (Underwood, 1981) es la suma de las cantidades puestas en la sangre y los tejidos en el proceso de crecimiento y las cantidades perdidas en las he­ces, orina, transpiración, pérdida de sangre en el parto y en la le­che y los huevos. Los cerdos re­cién nacidos contienen aproxima­damente 50 miligramos de hierro al momento de nacimiento en su mayoría en forma de hemoglobi­na (Venn et al., 1947). Se deter­minó que el cerdo neonato debe tener un requerimiento de 7 a 16 miligramos de hierro por día de crecimiento normal (Venn et al, 1947). Otra forma en la que pue­de expresarse es una necesidad de 21 miligramos de hierro por ki­logramo de aumento de peso. Debido a la concentración míni­ma de hierro en la leche de la cer­da (1 miligramo por litro), los cer­dos neonatos criados en confina­miento requieren un suplemento de hierro debido a que aquellos lechones que dependen solo de la leche materna rápidamente de­sarrollan anemia por falta de hie­rro (Venn et al., 1947). Los nive­les máximos de hemoglobina se produjeron en los neonatos a los 14 días de edad a los se les pro­porcionó un suplemento de 100 o 150 miligramos de dextrosa ferro­sa al momento del nacimiento (Wahlstrom y Juhl, 1960). El índi­ce de crecimiento máximo se ad­quirió mediante suplementación de 100 miligramos de dextrano ferroso inyectable suministrada los lechones destetados a las tres semanas de edad (Zimmerman et al., 1959). El requerimiento de hierro como una concentración de la dieta se reduce con la edad y el peso debido a la reducción del volumen de sangre por uni­dad de peso y consumos mayo­res de hierro. Los requerimientos de hierro para los cerdos de 1 a 5 y de 20 a 50 kilogramos son de 100 y 60 partes por millón res­pectivamente, lo que equivale a consumos de hierro de 25 y 114 miligramos (Consejo Nacional de Investigación, 1988).

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