rezar en san lucas en 3d

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Rezar en San Lucas (Chuquisaca) en 3D: ni colonial ni subalterno Fernando Garcés V. * El debate sobre lo (de)colonial ha tomado fuerza en los últimos años a propósito de las políticas gubernamentales del Proceso de Cambio. El discurso del campo semántico, en las últimas décadas y en el escenario boliviano, tiene varios escenarios de producción. Ya en el Manifiesto de Tiawanaku (1973) los pueblos indígenas decían: “Somos como extranjeros en nuestro propio país”. Luego, al calor de la memoria de los 500 años y en el contexto de la convocatoria a la Asamblea de Nacionalidades, el discurso de la colonización económica, religiosa y política en la que viven los pueblos indígenas se hace más explícito. 1 Ello está estrechamente articulado a la propuesta de autodeterminación que desde aquellos años plantean las organizaciones campesinas originarias, principalmente la CSUTCB (1991). Autodeterminación, lucha por la recuperación de la tierra y el territorio y mecanismos de participación desde la construcción de una herramienta política propia es la trilogía de las luchas del movimiento indígena de los últimos 20 ó 25 años. Desde el lado de la intelectualidad y la academia, teniendo como base las propias propuestas del movimiento campesino, indígena y originario y siguiendo o dialogando de cerca con los debates sobre el colonialismo interno (González Casanova 1971), se planteó el concepto de vivir en dos bolivias (Reinaga 1970), con la idea de una sociedad organizada pigmentocráticamente bajo la modalidad política del liberalismo y bajo las formas modernas de gestión de la exclusión (Rivera 2000). En el ámbito andino y “latinoamericano” el discurso académico de los últimos años ha recibido la fuerte influencia de la categoría colonialidad del poder elaborada por Quijano desde la década de los 90 (Escobar 2003; Mignolo 2000; Walsh 2007). Ahí se comenzó a difundir la idea de que nuestras * Investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas y Museo de la Universidad Mayor de San Simón. 1 Véase los números 45 (1991) y 46 a 50 (1992) del Periódico bilingüe Conosur Ñawpaqman que el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA) publica en el Departamento de Cochabamba (Garcés 2005).

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  • Rezar en San Lucas (Chuquisaca) en 3D: ni colonial ni subalterno

    Fernando Garcs V.*

    El debate sobre lo (de)colonial ha tomado fuerza en los ltimos aos a

    propsito de las polticas gubernamentales del Proceso de Cambio. El discurso

    del campo semntico, en las ltimas dcadas y en el escenario boliviano, tiene

    varios escenarios de produccin.

    Ya en el Manifiesto de Tiawanaku (1973) los pueblos indgenas decan: Somos

    como extranjeros en nuestro propio pas. Luego, al calor de la memoria de los

    500 aos y en el contexto de la convocatoria a la Asamblea de Nacionalidades,

    el discurso de la colonizacin econmica, religiosa y poltica en la que viven los

    pueblos indgenas se hace ms explcito.1 Ello est estrechamente articulado a

    la propuesta de autodeterminacin que desde aquellos aos plantean las

    organizaciones campesinas originarias, principalmente la CSUTCB (1991).

    Autodeterminacin, lucha por la recuperacin de la tierra y el territorio y

    mecanismos de participacin desde la construccin de una herramienta poltica

    propia es la triloga de las luchas del movimiento indgena de los ltimos 20

    25 aos.

    Desde el lado de la intelectualidad y la academia, teniendo como base las

    propias propuestas del movimiento campesino, indgena y originario y

    siguiendo o dialogando de cerca con los debates sobre el colonialismo interno

    (Gonzlez Casanova 1971), se plante el concepto de vivir en dos bolivias

    (Reinaga 1970), con la idea de una sociedad organizada pigmentocrticamente

    bajo la modalidad poltica del liberalismo y bajo las formas modernas de gestin

    de la exclusin (Rivera 2000).

    En el mbito andino y latinoamericano el discurso acadmico de los ltimos

    aos ha recibido la fuerte influencia de la categora colonialidad del poder

    elaborada por Quijano desde la dcada de los 90 (Escobar 2003; Mignolo

    2000; Walsh 2007). Ah se comenz a difundir la idea de que nuestras

    * Investigador del Instituto de Investigaciones Antropolgicas y Museo de la Universidad Mayor de San Simn. 1 Vase los nmeros 45 (1991) y 46 a 50 (1992) del Peridico bilinge Conosur awpaqman

    que el Centro de Comunicacin y Desarrollo Andino (CENDA) publica en el Departamento de Cochabamba (Garcs 2005).

  • sociedades han quedado estructuradas bajo mecanismos de clasificacin racial

    y de organizacin de la fuerza de trabajo, cruzando raza-clase-gnero como

    forma de dominacin colonial (Quijano 1999; 2000a; 2000b).

    Finalmente el discurso sobre descolonizacin tambin ha estado vinculado a la

    posicin de la izquierda de matriz ms urbana (aunque, en algunos casos, en

    estrecha articulacin con los espacios rurales), enfatizando los mecanismos de

    sujecin econmica transnacional bajo la idea de encontrarnos en pases

    dependientes articulados a formas de recolonizacin econmica y poltica

    orquestados por los centros imperiales (EEUU, G8, etc.) (Welmovick 2001).

    Es en este contexto de produccin discursiva que el gobierno de Evo Morales

    inicia su administracin estatal bajo el lema de descolonizar el Estado. En el

    primer momento encuentra fuerte asidero, sobre todo, pero no nicamente, en

    el entonces Ministro de Educacin, Flix Patzi, quien parte del principio de que

    efectivamente la sociedad boliviana est organizada socioracialmente de

    manera que la jerarquizacin poblacional viene dada por la ubicacin como

    indgena o no en la pirmide social, lo que a su vez ubica su posicin de clase

    (Garcs 2008).

    Uno de los legados coloniales ms fuertes del rea andina est relacionado

    con el mbito religioso. En efecto, el eje ideolgico desde donde se articul la

    conquista territorial, econmica, lingstica, cultural, etc. fue la religin. La

    Corona Espaola fue tolerante en muchos aspectos menos en el religioso. De

    ello da cuenta el proceso de extirpacin de idolatras y los formatos de

    dominacin que se movan entre la coercin y la seduccin. Los misioneros

    peninsulares, por ejemplo, aprendan y difundan las lenguas indgenas, pero

    con el objetivo de evangelizar en ellas. Tambin ocurra lo propio desde el otro

    lado: los llamados indios se apropiaban de los santos y sus fechas

    conmemorativas para seguir invocando sus huacas (Garcs 2009).

    En esta comunicacin quiero presentar un caso en que justamente las

    imposiciones religiosas coloniales fueron procesadas, negociadas,

    refuncionalizadas desde los propios horizontes andinos, mantenindose varias

    de esas expresiones hasta la actualidad. Me refiero especficamente a los

    rezos en discos tortas o pizzas de barro que actualmente se practican en

    el Municipio de San Lucas (Chuquisaca).

  • Los antecedentes

    En la crnica de Guamn Poma de Ayala (1615: fol. 203) se muestra al Inca

    hablando con las huacas y especficamente el texto dice: Con todas las uacas

    habla el Ynga. En este caso, el Inca les pide cuentas sobre fenmenos

    atmosfricos como la lluvia, el granizo y la helada. El texto citado est inserto

    en un dibujo en el que se ve una suerte de maqueta circular con las huacas en

    el piso, bajo el cerro uanacauri uaca.

    Fig. 1: Captulo de los dolos, Vaca Billca Incap (Guamn Poma 1615: fol. 203).

    Sobre esta base, la poblacin andina refuncionaliz su sistema religioso a partir

    de las normas religiosas catlicas, conservando los recursos de la memoria a

    travs de un sistema escriturario tridimensional, tal como lo menciona Acosta:

    Fuera de estos quipos de hilo, tienen otros de pedrezuelas, por donde

    puntualmente aprenden las palabras que quieren tomar de memoria. Y es

    cosa de ver a viejos ya caducos con una rueda hecha de pedrezuelas,

    aprender el Padre nuestro, y con otra el Ave Mara, y con otra el Credo, y

    saber cul piedra es que fue concebido de Espritu Santo, y cul que

    padeci debajo del poder de Poncio Pilato, y no hay ms que verlos

  • enmendar cuando yerran, y toda la enmienda consiste en mirar sus

    pedrezuelas (Acosta 1590: 386).

    Por otro lado, tenemos noticias de que, por los menos desde la segunda mitad

    del siglo XIX, se escriban rezos catlicos en distintos soportes: piedra, cuero,

    barro, papel.

    Tschudi vio en el museo de La Paz un cuero con pictogramas, hacia 1869, y

    otro similar en Copacabana (un pequeo catecismo aimara). Se le inform que

    un viejo indio, analfabeto, haba inventado el mtodo de escritura y se lo haba

    enseado a los nios para que puedan leerlo. Cuando Tschudi lleg ah slo

    haba un experto en la elaboracin de estos catecismos; se llamaba Juan de

    Dios Apasa. Luego, Wiener, en 1880, encontr varios cueros y papeles escritos

    procedentes de Sicasica (Bolivia) y Paucartambo (Per) los cuales, sin

    embargo, no se molest en descifrar por considerarlos de manufactura reciente

    (Ibarra 1953).

    El salto cualitativo se dio a partir de 1911. Franz Tamayo decodific un cuero

    encontrado por Vicente Ballivin en 1910 y procedente del Lago Titicaca;2 lo

    hizo utilizando un manual de escritura de traduccin de textos aztecas post-

    conquista.3 Segn Tamayo se trata de una escritura aimara sobre piel de oveja

    posterior a 1730 y representa Los Mandamientos, Las obras de misericordia y

    Los Sacramentos de la Iglesia Catlica.

    Nordenskild, en 1930, escribi:

    Estos indios tenan tambin en los tiempos post-colombinos inventada

    una escritura pintada. Es decir, que ha sido compuesta por un indio de

    Sampaya en el lago Titicaca. Esta pintura escrita describe los

    mandamientos, los sacramentos, etc. Este indio no poda leer o escribir la

    2 La traduccin del cuero, realizada por Tamayo, se public en El Diario de La Paz, el 23 de

    junio, el 29 y 31 de agosto y el 1 y 3 de septiembre de 1911, bajo el ttulo de Un dermatograma aymara. 3Tamayo utiliz un tratado de Eduardo Selerde 1893 sobre pictografas mexicanas. Las

    escrituras pictogrficas e ideogrficas no son exclusivas del mbito andino. Tambin se usaban con fines catequticos en Mxico (Franco 1984). Dice la Relacin particular y descripcin de toda la Provincia del Santo Evangelio que Algunos Religiosos han tenido la costumbre de ensear la doctrina a los indios y predicrsela por pinturas, conforme al uso que ellos antiguamente tenan y tienen, que por falta de las letras, de que carecan, comunicaban y trataban y daban a entender todas las cosas que queran, por pinturas, las cuales les servan de libros, y lo mismo hacen el da de hoy, aunque no con la curiosidad que solan (En Franco 1984: 119).

  • escritura ordinaria. Ni emple tampoco nuestras letras o figuras, sino una

    escritura pintada enteramente compuesta por l. No se puede suponer

    que recibiera la idea total del asunto viendo a los blancos escribir se-/gn

    su costumbre. Esta invencin genial parece como que ha existido en esa

    localidad por espacio de una o dos generaciones (En Ibarra 1953: 9-10).

    Posnansky (1945) le dedic un captulo a las pictografas ideogrficas; sin

    embargo, su trabajo no presenta nada nuevo ya que reproduce prcticamente

    la traduccin de Franz Tamayo.

    A Dick Ibarra Grasso le debemos el estudio ms extenso sobre lo que l

    denomin Escritura Indgena Andina. En 1953 public el resultado de sus

    pesquisas sobre esta escritura, siendo el motivo que lo trajo a Bolivia en la

    dcada del 40. Ibarra conoca la informacin previa de Wiener y Nordenskild y

    recorri diversos departamentos del pas, encontrando quechuas4 y aimaras5,

    que lean y escriban rezos catlicos en papel y cuero. Adems encontr la

    novedad de figuras modeladas como muecos e insertadas en discos de barro

    (Ibarra 1953, 1967).

    Antes de centrarnos en los discos o tortas de arcilla, veamos algunos

    ejemplares de estos rezos en distintos soportes y con distintos formatos de

    escritura6:

    4 Especficamente en Chuquisaca (San Lucas, Ocur) y Potos (Vitichi, Vichacla, Carma,

    Oroncota). 5 En La Paz (Lago Titicaca) y Oruro (Puqui).

    6 Actualmente, el INIAM-UMSS cuenta con un proyecto de investigacin denominado Escrituras

    andinas: ayer y hoy, bajo la direccin de Fernando Garcs y la participacin de Walter Snchez y Daniela Castro. Vase (INIAM-UMSS 2014). De igual forma, esta institucin posee lo que, con seguridad, es la coleccin ms importante de ideografa y pictografa de este gnero: 62 piezas en papel, 39 en cuero; adems de dos discos de barro y uno de arcilla (INIAM-UMSS 2014).

  • Fig. 2: Padre Nuestro en disco de barro procedente de Puqui (Oruro). Coleccin

    INIAM-UMSS. Foto: Archivo INIAM-UMSS.

    Fig. 3: Rezo en cuero procedente de Sampaya Copacabana (La Paz), 1954.

    Coleccin INIAM-UMSS. Foto: Archivo INIAM-UMSS.

  • Fig. 4: Rezo Apuyaya elaborado por Rafael Esposo en 1984. Coleccin INIAM

    UMSS. Foto: Archivo INIAM-UMSS.

    Fig. 5: Padre Nuestro en disco de arcilla. (Universidad de Bonn). Foto: Lena Muders.

    Todas estas muestras no son hechos del pasado sino que tienen plena

    vigencia en la Bolivia actual, por lo menos bajo el formato de las tortas de

    barro.

    Un acercamiento a los rezos 3D de San Lucas

    San Lucas es la capital de la segunda seccin municipal de la Provincia Nor

    Cinti de Chuquisaca, denominada capital del choclo y del durazno.

    Segn el Censo del 2001, San Lucas contaba con una poblacin de 32.109

    habitantes. El 53% de la poblacin es monolinge quechua y el 37% bilinge

    quechua-castellano. El 95% de la poblacin se autoidentifica como quechua

    (INE y PNUD 2005).

    Como hemos visto, las tortas, discos o pizzas de barro tienen una larga

    historia y hasta el da de hoy se las elabora para plasmar en ellos elementos

  • diversos de la doctrina cristiana que, en su procedencia remota, fueron

    traducidos al quechua en el siglo XVI.

    En efecto, si comparamos el Padre Nuestro de la Doctrina Cristiana del

    Catecismo del III Concilio Limense de 1583 con tres versiones de la zona (el

    Padre Nuestro de Rafael Esposo de 1984, el del catecismo ideogrfico de Juan

    Miranda (1988) y el del Maestro Doctrinero de Ocur, Don Santos Choque

    (2014), veremos que hay muy pocas diferencias:

    Cuadro N 1: Distintas versiones del rezo Yayayku

    Yayayku del

    Catecismo del Tercer

    Concilio

    Limense(1586)

    Yayayku pintado

    por Rafael Esposo

    (San Lucas, 1984)

    Yayayku del

    Catecismo

    ideogrfico de

    Juan Miranda M.

    (1988)

    Yayayku rezado por

    el Maestro

    Doctrinero Santos

    Choque (Ocur,

    2014)

    Yayaycu

    hanacpachacunapi

    cac. Sutijqui

    muchascacach.

    Capac caynijqui

    ocaycum

    hamuchun.

    Munaynijqui, rurasca

    cachun: yman

    hanacpachapi hinatac

    cay pachapipas.

    Punchaunincuna

    ttaycucta, cun

    coaycu.

    Huchaycuctari

    pampachapuaycu,

    ymanam ocaycupas,

    ocaycuman

    huchallicuccunacta,

    pampachaycuhina.

    Amatac

    Yayayku

    Janajpachapi

    Kaypachapi Kay

    sutiyki Muchasqa

    kachun

    Qhapajkayniypi

    oqaykuman

    Jamuchun

    Munayniyki

    Ruasqa kachun

    Imaynachus

    Janajpachapipis

    Kay pachapipis

    Jinallatajnin Sapa

    punchay

    Tantaykuta Kunan

    Qopuwayku

    Juchaykuta

    Pampachayrayku

    Amataj

    Kachariwaykuchu

    Yayayku

    janajpachakunapi

    kaj sutiyki

    muchasqa

    kachun

    qhapaqkayniyki

    oqaykuman

    jamuchun

    munayniyki

    ruwasqa kachun

    ymayna

    janajpachapi

    jinataj

    kaypachapipis

    Sapa punchay

    tantaykuta kunan

    qhopuwayku

    juchaykutari

    panpachapuwayk

    utaj imaynachus

    oqaykupis

    Yayayku

    janajpachakunapi

    kaj sutiyki

    muchasqata

    kachun

    qhapaqkayniyki

    nuqaykuman

    jamuchun

    munayniyki

    ruwasqata kachun

    imaynachus

    janajpachapipis

    chinallatajmi

    kaypachapipis sapa

    punchay tantaykuta

    kunan qupuwayku

    ama nuqaykuwan

    juchallikunata

    amataj

    kachariwaykuchu

    watenqayman

  • cacharihuaycuchu,

    huatecayman

    vrmancaycupac.

    Yallinrac, mana all

    manta

    quispichihuaycu.

    Amen Iesus.

    Watenqaymin

    Urmayta Llallinraj

    Llaphantinpi Mana

    allinmanta

    Qhespichiwayku

    Amn.

    oqaykuman

    juchallikujkunata

    panpachaykutaj

    jina amataj

    saqewaykuchu

    watejkayman

    urmajta astawan

    sajramantari

    qhespichiwaykuta

    j Amn

    urmajta astawan

    llapantin mana

    allinmanta llallinraj

    qhispichiwayku

    Amen Jesus Maria y

    Jos

    Fuente: Elaboracin propia en base a Tercer Concilio Limense (1583), Subcoleccin

    Snchez (INIAM-UMSS), Miranda (1988), Santos Choque (2014).

    Tenemos conocimiento de 16 rezos conocidos en la zona. Los que hemos

    podido registrar, desde la dcada del 80 del siglo pasado son:

    Cuadro N 2: Rezos quechua de la zona de San Lucas (Chuquisaca)

    Rezo en quechua Significacin en castellano

    Diosllawana~ Dios sumaj sacha Dios Mo Dios Apunchej Dios Nuestro

    Jess Lazario Jess Nazareno

    Diosninchipa Diez Mandamientos

    oqa Juchasapa Yo pecador

    Punchayninchej Nuestro da Bendicionta Churaykuway Dame tu bendicin

    Iini Credo

    Wasiykimanta Desde tu casa

    Iinanchej Creemos

    Apuyaya Seor Jesucristo

    Yayayku Padre Nuestro

    Napaykuyki Mara Ave Mara

    Mama Santa Iglesia Santa Iglesia Madre

    Santa Iglesia Mamanchikpa De la Santa Iglesia

    (Napaykuyki) Sapay Qoya Dios te Salve Reina

    Fuente: Elaboracin propia en base a Subcoleccin Snchez (INIAM-UMSS 2014),

    Miranda (1988) y Trabajo de Campo (Abril 2014).

    Los maestros doctrineros o maestras doctrineras, como se llaman quienes

    hacen rezar a la comunidad, son elegidos comunalmente por el perodo de un

    ao. Son nombramientos rotativos y tienen el nivel de un cargo comunal. Ellos

    anotan en un cuaderno la asistencia de los miembros de la comunidad que

    vienen a rezar. La propia elaboracin de la torta de barro debe contar con la

  • presencia de las autoridades comunales; mientras stas no lleguen no se

    puede dar inicio a su manufactura.

    Las comunidades tienen establecido un sistema de sanciones comunales para

    el maestro/a, si ste no hace las tortas o no hace rezar a las personas de la

    comunidad. De igual forma, existe un sistema de sanciones comunales si las

    personas no acuden a la convocatoria para rezar. Segn los testimonios de

    Santos Choque y Damin Moscoso, maestros doctrineros de Ocur y Tirahoyo

    respectivamente, antes las sanciones las pona el prroco de San Lucas, el

    cual caminaba con chicote en mano. Una de las sanciones consista en no

    llevar maestros para las escuelas de la localidad si no participaban de los

    rezos.

    Por otro lado, la transmisin del conocimiento de la elaboracin de las tortas y

    de los rezos tiene una fuerte base familiar. As, los cuadernos con los dibujos

    que sirven de base para la elaboracin de las tortas son heredados

    familiarmente, de la misma forma que las tcnicas de elaboracin; los rezos

    mismos se transmiten de padres/madres a hijos/as.

    Fig. 6: Cuaderno de Santos Choque, Maestro Doctrinero de Ocur San Lucas (2014).

    Foto: Soledad Guzmn.

    Como se acaba de ver, muchos maestros tienen una suerte de modelo

    dibujado en papel que les sirve de base para la elaboracin del rezo en la torta

    de barro. Las tortas actuales miden entre 20 y 40 cm (pero pueden llegar a ser

    mucho ms grandes segn afirman los maestros). Los materiales que

    intervienen en la elaboracin del rezo son: arcilla, lanas, palos, ramas, papel,

    hierbas, flores, vidrios, semillas, telas, piedras, plumas, espinos, etc.

  • Fig. 7: Santos Choque, Maestro doctrinero de Ocur San Lucas, elaborando el rezo

    Mama Santa Iglesia, con la ayuda de Gabriel (2014). Foto: Soledad Guzmn.

    Aunque la prctica de los rezos se encuentra muy extendida en la zona, al

    parecer, el conocimiento de elaboracin de las tortas es ms restringido y cada

    vez hay menos personas que lo poseen. El aprendizaje de los rezos empieza

    desde una edad muy temprana, 6 7 aos, y se puede ser maestro/a

    doctrinero/a desde muy joven, aproximadamente desde los 14 aos.

    La secuencia del rezo se realiza con un palo tomado de la mano del maestro

    que va conectando las figuras de la torta con la vocalizacin del rezo;

    adems, ste se hace desde fuera hacia dentro y contra las manecillas del

    reloj, de la misma manera como se encuentran reportados por Ibarra Grasso

    (1953) y plasmados en la Subcoleccin Snchez del INIAM-UMSS (2014). Ya

    no se reza, actualmente, en cueros. Al parecer se trata de una costumbre

    antigua que el padre de Rafael Esposo7 se la transmiti a l cuando era nio.

    El catecismo ideogrfico impreso por Juan Miranda en 1988 se encuentra muy

    difundido en la zona. Varios tienen la segunda edicin de 1989 o fotocopia de

    alguna de las dos ediciones. Sin embargo, no siempre los rezos de este

    catecismo se corresponden exactamente con las tortas de barro que hacen los

    maestros. Como dice Ren Moscoso: chay catecismowan wakinpi

    pantakuyku.

    7 Rafael Esposo es un comunario de Sarakaya, San Lucas. l pint en cuero y papel un

    conjunto de 12 rezos para Osvaldo Snchez Terrazas en 1984. ste don su coleccin privada al INIAM-UMSS poco antes de morir, el ao 2012.

  • Fig. 8: Muestra del Catecismo Diuswan Munanakuypi Kawsanapaj (Miranda 1988).

    Los rezos se pueden hacer hablando o cantando durante el momento de

    enseanza a los nios/as;8 sin embargo, cuando se trata del momento formal

    de ejecucin del rezo en colectivo, stos se hacen gritando. De hecho, la

    palabra que usan los maestros para animar a los nios no es takiychik canten

    o rezaychik recen, como se esperara, sino qhaparichik griten.9

    Fig. 9: Nias de Ocur rezando (2014). Foto: Soledad Guzmn.

    Las tortas son realizadas bajo la misma temporalidad del cargo, es decir, cada

    ao. Una vez terminado el ciclo de rezos, que puede durar toda la cuaresma

    (desde el domingo posterior al mircoles de ceniza hasta el domingo de ramos)

    8 En el caso de Ocur, el maestro doctrinero rezaba cantando, mientras en Tirahoyo, era una

    simple vocalizacin. 9 Doa Beatriz Ocampo del Muncipio Vitichi (Potos) dice que cuando era nia pasaban todo el

    viernes en la noche rezando, sin dormir. Desde la puerta las autoridades miraban y decan: rezaychik, rezakuychik, Diosninchik unqusqa kachkan, Diosninchikta paqarichisunchik, yanapananchik tiyan. Y aclara: De wawa pensaba, si Dios no despierta, no va a amanecer. Por eso se reza gritando, para que despierte (ACLO 2010).

  • o la semana santa (desde el domingo de ramos al viernes santo),10 se rompen

    o deshacen las tortas.11

    Aunque la vinculacin de los rezos a las tortas se da especialmente en

    Cuaresma o Semana Santa, en las familias se practica los rezos en una suerte

    de calendarizacin relacionada con eventos climticos o con actividades socio-

    familiares, tal como se muestra en el siguiente cuadro:

    Cuadro N 3: Relacin de los rezos de la Subcoleccin Snchez (INIAM-UMSS)

    con las actividades agrcolas y sociofamilares de San Lucas

    Actividad Temtica Rezo en quechua Significacin en castellano

    Agrcola Rezos para pedir lluvia Diosllawana Dios Mo

    Dios Apunchej Dios Nuestro

    Jess Lazario Jess Nazareno

    Diosninchipa (ser reza en romera)

    Diez Mandamientos

    Rezo para alejar las tormentas

    oqaJuchasapa Yo pecador

    Rezo para que no existan heladas

    Punchayninchej Nuestro da

    Socio-familiar Rezo para viaje Bendicionta Churarqamuy Dame tu bendicin

    Rezo para curacin o para alejar todo mal

    Iini Credo

    Rezo para la casa Wasiykimanta (para que no se pierda nada en la casa)

    Desde tu casa

    Iinanchej Creemos

    Rezo ante la muerte Apuyaya Seor Jesucristo

    Religiosa Padre Nuestro Yayayku Padre Nuestro Fuente: Snchez y Sanzetenea (2000: 3).

    Como dice don Pedro de Radio PREC (Padcoyo), loco para mana

    kananpaqchu, rezananchik tiyan; loco para chakraman mana chayananpaqchu

    qhaparinanchik tiyan.12

    10

    A todo el perodo de cuaresma y semana santa, en San Lucas se lo denomina el tiempo de doctrina. 11

    En Vitichi se cantan los rezos desde el lunes de tentacin, es decir, desde el lunes siguiente del mircoles de ceniza, hasta el martes de semana santa (ACLO 2010). 12

    El Fiscal de Vitichi del ao 2010, Toms Cruz Gonzales, dice que si no llueve, o si hay granizada, el fiscal y la maestra hacen rezar: Mana paraqtin, ima sajra para kaqtin, chay fiscal maestrawan rezachinku, chay pata puntapi, may calvario kan, chaypi. Lo propio relata la maestra Beatriz Ocampo Puma: Mana paramuqtin, papas tikarichkan, chakras qilliykuchkan mana paramujtin, autoridades lomaman maestra lluqsinan tiyan, lomapi rezachimunan tiyan (ACLO 2010).

  • Espacialmente, las tortas y los rezos se realizan en lugares marginales de la

    oficialidad eclesial; as, por ejemplo, en Padcoyo, se hacen en la capilla

    antigua; en Ocur y en el mismo Padcoyo se elaboran las tortas y se reza al

    fondo de la capilla; en Tirahoyo en otro ambiente separado de la Iglesia

    principal.13

    Fig. 10: Rezos en torta de barro. Tirahoyo San Lucas (2014). Foto: Soledad

    Guzmn.

    En cuanto a la articulacin entre esta prctica comunal y la Iglesia Catlica

    local, algunos maestros van a la parroquia a pedir al sacerdote un

    nombramiento que los oficialice. Sin embargo, por lo que nos relataron varios,

    sta sera una prctica no generalizada.

    En lo que toca a las tortas como canal expresivo y lingstico hay mucho que

    decir; nos limitamos a sealar que las tortas y los rezos forman parte de un

    sistema mayor de articulacin entre oralidad, visualidad, motricidad, sonoridad

    13

    En el caso de Vitichi, la maestra y las luterneras (rezadoras), cantan los rezos fuera de la capilla, de pie, apoyadas en el muro exterior de ella (ACLO 2010).

  • y memoria.14 Y como tal est inscrito en los amplios debates de la antropologa

    andina sobre formas escriturarias no alfabticas ideogrficas y pictogrficas

    (Szeminski 2010) encontradas en tejidos (Arnold 2012), qirus (Zilkowski y

    otros 2008) y en los propios textos alfabticos coloniales (Garcs 2013; Garcs

    y Snchez 2014).

    Por otra parte, a la par de tratarse de un mecanismo exitoso de preservacin

    de la memoria, tal como hemos visto en el caso de Yayayku, en otros casos

    encontramos una transformacin lingstica profunda. As, en el caso del Mama

    Santa Iglesia, el recurso de memoria de lo que los especialistas llaman rebus

    (la evocacin de un concepto a travs de un sonido similar), ha terminado

    fosilizndose en una suerte de frmula religiosa en la que ya no tiene

    importancia el significado especfico de cada palabra sino el contexto total del

    rezo.

    Cuadro N 4: Rezo Mama Santa Iglesia. Santos Choque (2014).

    Mamanchik Nuestra Madre

    Santa Mara Inlesya La Santa Iglesia (Mara)

    Saksakaran sutiyuq Sacramentos se llaman

    Qanchis awpaqinpi Son siete el primero

    Bautista Bautismo

    Iskay kayqa Segundo

    Konfirmasyon Confirmacin

    Kimsa kayqa Tercer

    Penitensya Penitencia

    Tawa kayqa Cuarto

    Kuminus Comunin

    Phisqa kayqa Quinto

    Estermasyon Extremauncin

    Suqta kayqa Sexto

    Urtis sasirutaron Orden sacerdotal

    Qanchis kayqa Sptimo

    Waterminu Matrimonio

    Amen Jesus Amn Jess

    Maria Jusis Mara y Jos Fuente: Elaboracin propia a partir de rezo realizado por Santos Choque (2014).

    14

    Un detalle importante es la vinculacin entre la emisin verbal del rezo y una actividad motriz especfica; adems de lo visto con el caso particular de las tortas, tenemos el testimonio de Carlos Noya quien relata cmo, en 1964, entre los Chipayas se rezaba tocando un khipu a manera de rosario (comunicacin personal, 21/03/12). Lo propio puede decirse de la manera como la maestra de Vitichi dirige los rezos: puskhando (ACLO 2010).

  • Fig. 11: Rezo Mama Santa Iglesia. Coleccin INIAM-UMSS. Foto: Marco Bustamante.

    En cualquier caso, lo que tenemos es una articulacin estrecha entre oralidad,

    escritura alfabtica, escritura ideogrfica y escritura tridimensional; es decir, en

    distintas situaciones y condiciones se puede echar mano de la escritura

    alfabtica (escribiendo los rezos en papelgrafos), de los ideogramas

    plasmados en papel para recordar la elaboracin de la torta, del canto

    acompaado de glissandos nasales y de la propia torta.

    Colonialidad, subalternidad o algo diferente?

    Una de las ideas fundamentales de lo colonial es que se trata de un fenmeno

    histrico concreto pero que perdura en la estructura social e interrelacional de

    las sociedades latinoamericanas, especialmente andinas. Lo fundamental de la

    colonia es que estableci un tipo de jerarquizacin esencializada de los grupos

    humanos bajo la categora de raza. Este elemento, combinado a lo largo de la

    historia con otros como la clase y el gnero, moldearon el espectro de

    relaciones y de instituciones tanto sociales como estatales.

    Las marcas coloniales se han rearticulado con mltiples variables que

    complejizan la mirada de lo que son elementos culturales autnomos,

    apropiados, enajenados o impuestos (Bonfil 1982, 1985). De manera que

    establecer polticas pblicas descolonizadoras no est exento del peligro de

    construccin de nuevas inquisiciones extirpadoras de idolatras que, esta vez,

    erradiquen lo forneo, no autctono o propio por tener origen colonial.

    Paradjicamente as se construyen nuevos esencialismos coloniales.

    Por otro lado, las ciencias sociales han desplegado un notable esfuerzo por

    desesencializar categoras excluyentes o rgidas bajo las cuales se crearon

  • marcos interpretativos en dcadas pasadas. As, el concepto de subalternidad

    ha cobrado gran vigor y potencialidad en los ltimos aos. Se usa mucho

    porque ayuda de mejor manera a dar cuenta de las dinmicas de dominacin,

    que funcionan a distintos niveles y en diferentes formas y agentes en estos

    tiempos de globalizacin y exclusin diferenciada (Garcs 2006). El concepto

    de subalternidad es mucho ms rico que su reducida versin marxista de

    proletariado. Le debemos a Gramsci (1929-1935) el trmino; sin embargo, en

    perspectiva de estudios poscoloniales, fue Guha quien lo defini como

    denominacin del atributo general de subordinacin [...] ya sea que est

    expresado en trminos de clase, casta, edad, gnero, ocupacin o en cualquier

    otra forma (Guha 1982b: 23).15 En este sentido la figura de la subalternidad se

    muestra como dinmica, flexible y hasta ambigua, por un lado (Mallon 2001), y

    relacional y relativa, por otro (Coronil 2000).

    Sin embargo, el concepto de subalternidad slo da cuenta de, o pone el nfasis

    en, las condiciones de dominacin bajo cualquiera de sus trminos dejando

    de lado la forma como esos grupos sub-alternos despliegan sus propios

    diferenciales de poder (Elas 1982).

    En el caso de San Lucas, es interesante notar que mientras se elaboran los

    rezos y al final de la jornada de los mismos, los adultos toman alcohol (singani)

    y challan. Tambin pijchean a la manera del trabajo agrcola: antes de

    empezar el trabajo de elaboracin de las tortas o entre la manufactura de una y

    otra. Y esto lo hacen al interior del espacio oficial religioso catlico: la capilla o

    iglesia

    Por otro lado, hay una fuerte ligazn entre todo el sistema de rezos

    (elaboracin de torta, cargo de maestro, sanciones, calendarizacin, etc.) y el

    mbito de autoridad comunal. En realidad se trata de un mundo semi paralelo

    al de la Iglesia Catlica. La iglesia oficial sabe de su existencia y de alguna

    manera estas expresiones religiosas estn vinculadas a ella pero no

    gobernadas o controladas por ella.

    De manera que proponemos un marco ms complejo de anlisis en el que

    pensemos estas prcticas religiosas desde la articulacin de distintos

    15

    Vase tambin Guha (1982a: 31-32), donde establece las distinciones entre lite, pueblo y subalterno.

  • horizontes (lingsticos, religiosos, sociales, familiares, estatales, etc.)

    marcados por ejercicios de poder diferenciados y en distintas escalas. Los

    Maestros Doctrineros hacen mucho ms que reproducir pasiva y

    colonialmente la doctrina catlica y despliegan estrategias de control de un

    sistema religioso andino que articula enmaraadamente pasados y presentes,

    foraneidades y propiedades, centralidades y marginalidades. Y en estos

    lugares dan cuenta de una creatividad social y cultural poco fcilmente

    aprehensible.

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