revista perfiles

38
Contraluzcucuta.co “Solo Periodismo” Número 1 | Año 2012 Pbro. Fabián Staper Yesid Montes Liliana Mora

Upload: contraluz-cucuta

Post on 28-Mar-2016

238 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Perfiles de personajes de Cúcuta

TRANSCRIPT

Page 1: Revista Perfiles

Contraluzcucuta.co “Solo Periodismo” Número 1 | Año 2012

Pbro. Fabián Staper Yesid Montes Liliana Mora

Page 2: Revista Perfiles

Página 2 Página 3

Director: RAFAEL ANTONIO PABÓN

Diseño: JACKSON A. GÓMEZ R.

Redacción: Leidy Aristizábal, Kimberly Soto, Dileidy Martínez, Edwin Gélvez,

Oscar Campo, Alba Lucía Cepeda, Rubén Paredes,

Roberto Hernández, Jenny Naileth Arévalo, Luis Reátegui.

Page 3: Revista Perfiles

Página 2 Página 3

La ciudad está llena de personajes que viven los días en

medio de las miradas indiferentes y de aquellos que pa-

san las horas en la tranquilidad que les ofrece la condi-

ción de seres diferentes a los demás. Los primeros, no

tienen aceptación en la sociedad, por haber perdido el

juicio al tratar de emular a quienes conocieron y prefirie-ron por sobre los otros. Los segundos, disputan esos

puestos reservados para los que se atreven a pensar dis-

tinto y a obrar de acuerdo con convicciones contrarias al

resto de los que lo rodean.

Echar una mirada a estos hombres y mujeres que ayu-

dan a conocer a la humanidad es un reto que aceptaron

estudiantes de la Universidad de Pamplona (campus de

Villa del Rosario), para escudriñar en esas personas

aquello que hay oculto para los ojos que apuntan a la

cotidianidad y que temen voltear para observar formas

de vivir opuestas a la realidad que imponen los habitan-

tes de ‘la selva de cemento’ y en la que se mueven sin

siquiera pensar que más adelante hay otros humanos

que merecen ser tenidos en cuenta.

El ejercicio no es el resultado de la simple tarea del aula

de clase. Es la conclusión de una búsqueda para resca-

tar a esos individuos que tienen mucho qué contar, pero

que no encuentran eco en los medios locales, porque los

consideran fuera de la órbita mental o porque no creen

que ameritan que los lectores conozcan sus adentros.

Hoy, la revista www.contraluzcucuta.co recoge esos tra-

bajos y los presenta en conjunto para resaltar la historia

que a bien tuvieron en narrarles a los futuros comunica-

dores que se forman en el claustro universitario y que

dan las primeras puntadas en el periodismo. La verdad,

la labor de escarbar entre la gente para hallar vivencias

no es novedosa. Grandes maestros han escritos piezas

magistrales en torno a hombres y mujeres corrientes.

John Lee Anderson, Gay Talese, Juan Gossaín, Cristian

Valencia y Juan Villoro, entre muchos de muchos, han

recreado a los lectores con esas confesiones. Esta reco-

pilación de trabajos no pretende plagiar a ninguna publi-

cación puesta al servicio de los lectores, solo quiere mos-

trar que en la vida común que llevan algunos de nuestros

conocidos hay escondida esa otra historia que habrá de

maravillarnos.

Los autores, muchachos ellos y alumnos todos, sabrán

agradecerles que los lean y los critiquen. Ojalá no los

destruyan.

Rafael Antonio Pabón

Page 4: Revista Perfiles

Página 4

En una silla de madera está sentado

un viejo indigente listo para contar su

historia. Los ojos verdes brillan de

forma expresiva. La barba larga y

blanca cubre gran parte del rostro

arrugado y colorado por el sol. Tiene

voz tenue, producto de la ausencia de

dientes en la boca añeja. Joseph

Tony Roherd, nació, hace 85 años, en

Brandemburgo, estado federado de

Alemania, al este del país y cerca a

Berlín. Creció en un contexto histórico

de significativos cambios sociales. La

crisis económica con la llegada de la

Gran Depresión en 1929, desencade-

nó una serie de sucesos que llevarían

a la Segunda Guerra Mundial.

En 1943, la guerra, que había inicia-

do hacía cuatro años, se les salió de

las manos a los alemanes. La pobla-

ción sufría de manera considerable

los efectos de la contienda bélica.

Las bajas en combates llevaron a las

autoridades militares a una acción de

reclutamiento de jóvenes mayores

de 15 años.

“La vida en época de guerra es dura.

Tuve que emigrar a los 16 años, de-

jando a mi madre y mis dos herma-

nos, porque si no lo hacía me recluta-

ban. Me fui escondido en un barco

que partió del puerto de Hamburgo y

duré ahí 22 días sin saber a dónde se

dirigía”.

Josep huyó de Alemania y cayó

en la indigencia en Cúcuta

Oscar Yilmar Campo

[email protected]

JOSEPH TONY ROHERD

“El Alemán”

Perfiles

“La vida en época de guerra es

dura. Tuve que emigrar a los 16 años, dejando a mi madre y mis

dos hermanos, porque si no lo

hacía me reclutaban. Me fui

escondido en un barco que par-

tió del puerto de Hamburgo y duré ahí 22 días sin saber a

dónde se dirigía”.

Page 5: Revista Perfiles

Página 5

El destino de la embarcación era Buenaventura

(Colombia). Joseph, al bajar del barco, se llevó la

sorpresa de ver sólo gente de piel negra que nun-

ca había visto en su vida. Se encontró con un idio-

ma distinto y prácticas culturales que distaban de

ser parecidas a las suyas en todos los sentidos.

Empezó a descargar mercancía de los barcos que

llegaban al puerto. Se adaptó al lugar hasta que

se ganó el cariño de la gente que lo empezó a lla-

mar Alemán. Sirvió como guía turístico a los ex-

tranjeros que desembarcaban ahí. Conocía la zona

a la perfección.

Vivió dos años en Buenaventura. El espíritu aven-

turero lo impulsó a buscar nuevos horizontes. Le

bastaron una bicicleta y unos

cuantos implementos que en-

traban cómodos en una mochi-

la, para partir. Mientras se pasa

la mano por la barba recuerda

con especial agrado cómo lo

despidieron los amigos. Sobre

ruedas se lanzó a un viaje que

comprendía gran parte del terri-

torio colombiano.

Recorrió el Valle del Cauca, Bo-

gotá, Antioquia, la Costa y andu-

vo por pueblos que hoy le es

imposible recordar. Se emocio-

na al mencionar algunos de los

que aún están en la memoria

desgastada por los años.

Hizo presencia en las vías más solitarias y peligro-

sas de Colombia. Estuvo en riesgo de ser secues-

trado por las FARC y el ELN. La condición de ale-

mán y pobre lo ayudaron a salir de una posible

retención. La guerrilla, al contrario, le suministró

alimentos. Las rutas ecuatorianas no fueron indi-

ferentes a las huellas de los cauchos de la bicicle-

ta. Pasó por Santa Ibarra, Guayaquil y Quito. En el

vecino país duró ocho meses, y gran parte los vi-

vió en Puerto Bolívar.

Trabajó en la pesca y recorrió los lugares que baña

el río Guaya. Los largos viajes terminaron hace 15

años, cuando llegó a Cúcuta. En la capital norte-

santandereana se quedó a vivir de manera defini-

tiva. La vejez lo limita para pedalear como en sus

mejores épocas solía hacerlo. En los primeros

años en la ciudad fronteriza ejerció como electri-

cista, profesión que aprendió en el país natal.

El trabajo en ese tiempo no le hacía falta. Poco a

poco se acostumbró a mantenerse en un lugar.

En las noches iba a fiestas o bares a cantar los

boleros que lo apasionan en lo más profundo del

alma. Se considera bolerista nato. Para eviden-

ciarlo cantó un bolero que acompañaba con un

sonido que saca, al golpear la mesa de madera

con las largas uñas. El tiempo ha hecho del Ale-

mán un limosnero. Lleva cuatro años mendigando

en las calles. Su capacidad física no es la óptima

para trabajar.

No sabe nada de los familiares que dejó en el país

europeo, ni de los hijos que tuvo en Bello

(Antioquia) con la única mujer que dice haber

amado.

“A pesar de ser un limosnero vivo tranquilo. Me

basta con hacer $15.000 para irme a mi casa, en

Comuneros, y comer con lo que he recogido. A las

6:00 de la tarde estoy en mi casa. Descanso y veo

televisión”.

El Alemán es conocido por los habitantes del ba-

rrio que lo ven llegar en la bicicleta verde. Tuvo

una vida llena de experiencias, recorrió en dos

ruedas el país. Ahora, la soledad lo acompaña en

el lecho en el que descansa al terminar la jornada

en la avenida 0 con calle 13.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 6: Revista Perfiles

Página 6

En un hogar espiritual del barrio Be-

lén, al occidente de Cúcuta, vive un

hijo adoptado por la frontera. La gente

que va de visita tiene que evadir a dos

perros guardianes que vigilan la casa

de Orlando Obregón Sabogal.

El hogar es llamado ‘El Alfarero’ y se

considera sitio de retiro para moldear

mentes jóvenes.

Este hombre es de piel blanca como la

espuma, cabello gris por el paso del

tiempo, ojos claros como sus pensa-

mientos, nariz respingada, rostro arru-

gado y la voz ronca. La cara guarda

cierto parecido con el cantante de ca-

rranga Jorge Veloza. La alegría es un

sentimiento que lo caracteriza.

Nació en Bogotá. A los 5 años llegó a

Cúcuta. Estudió en el Instituto Técnico

Nacional de Comercio, pero no terminó

el bachillerato. El colegio lo premió y le

otorgó el título Honoris Causa para

darle validez a la secundaria. El Institu-

to Nariño le entregó otro diploma con

idéntico valor.

No ve televisión, escucha radio solo

cuando va en en el carro, ni compra

periódicos, porque cree que le pueden

lavar el cerebro, adoctrinarlo o manipu-

larlo al momento de tomar una deci-

sión. El medio de comunicación que

utiliza es la internet. Leer y estudiar la

Biblia es el pasatiempo favorito.

Desde pequeño comenzó a inclinarse

por el trabajo con la comunidad y por

ser un ciudadano participativo. El pri-

mer trabajo remunerado lo cumplió en

la Bodega ‘El Tequendama’. Termina-

dos los estudios escolares empezó

como auxiliar en la Oficina de Valoriza-

ción. De allí pasó a ser el promotor de

Acción Comunal en su barrio.

Orlando Obregón:

La vida entre espíritus y sindicatos

Luis Roberto Hernández

[email protected]

Perfiles

Orlando Obregón

Pasó a ser sindicalista en el

Seguro Social. Casi sin

quemarse las pestañas, lo-

gró la presidencia del gre-

mio de trabajadores. Al-

canzó la vicepresidencia de

la Unión de Trabajadores

de Norte de Santander.

Page 7: Revista Perfiles

Página 7

Nunca se unió a algún partido, pero se considera-ba “católico, apostólico y conservador”. Extendió la

visión sobre los movimientos políticos y fue seña-

lado por el Gobierno como comunista, por coordi-

nar en el barrio actividades sociales, organizar co-

mités en cada manzana y formar un líder en cada

cuadra.

De la noche a la mañana fue nombrado presiden-

te de la Junta de Acción Comunal, cuando al barrio

lo llamaban ‘El Diviso’. En la primera acción pre-sentó derechos de petición para que la localidad

dejara de ser basurero. La personería jurídica que-

dó suspendida por cuatro meses, porque no aten-

día a las políticas de las autoridades locales.

Pasó a ser sindicalista en el Seguro Social. Casi

sin quemarse las pestañas, logró la presidencia

del gremio de trabajadores. Alcanzó la vicepresi-

dencia de la Unión de Trabajadores de Norte de

Santander, gracias a las oraciones de la mamá que lo hacían sentir protegido y

a la tarea entre la sociedad.

Conoció la corrupción a fondo,

cuando estuvo en la Secretaría General de la Unión de Trabaja-

dores de Colombia (UTC). Nunca

tragó entero, denunció la inmo-

ralidad y cómo los intereses de los trabajadores eran otorgados

en prebenda a los políticos ma-

ñosos. El 26 de julio de 1986,

fue expulsado y varios sindica-

tos renunciaron a esa organiza-

ción.

El general Miguel Maza Már-

quez, director del DAS entre

1985 y 1991, le avisó que el Cartel de Cali lo tenía como ob-

jetivo militar, porque había des-

cubierto que la UTC tenía un banco administrado

por la organización mafiosa de los hermanos Ro-

dríguez Orejuela.

Usó como bandera la frase que repite a diario:

“Tirar una piedra es fácil, sentarse a la mesa a

discutir con un empresario es difícil”. La empleó

para armonizar los intereses de la gente y apoyar a los menos favorecidos. Nunca se quedó en al-

gún sitio, siempre buscó concertar. En septiembre

de 1986, se reunió con Angelino Garzón para

constituir la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). El 16 de noviembre, asumió la vicepresiden-

cia ejecutiva, cargo en el que estuvo hasta 1992.

A la renuncia Jorge Carrillo para asumir el Ministe-

rio de Trabajo en el gobierno de Belisario Betan-

court, Orlando subió la presidencia, que dejó en

diciembre de 1995.

En enero de 1996, fue designado Ministro de Tra-bajo por el presidente Ernesto Samper. Consideró

que el encargo era para dirigir la cartera y eligió su

equipo de colaboradores, entre a Angelino Garzón

como asesor.

Todo luchador social es perseguido y Obregón no

se quedó atrás. En los tiempos de mandato de

Álvaro Uribe llegó a la casa un viejo amigo, con

una propuesta. Debía acusar de ser colaboradores

de la guerrilla a militantes del Polo Democrático y de la izquierda colombiana. Se negó a participar

en esa patraña.

Estuvo en la cárcel dos veces. La primera, cinco

días en la Modelo de Bogotá, en la celda exclusiva para ministros y que llamaban ‘la cabaña’. El di-

rector del centro reclusorio le comentó que las

órdenes eran desde arriba, del máximo poder. El

DAS lo acusaba de haberse robado la plata inverti-

da en un puerto de Santa Marta.

La segunda vez que visitó ‘el cementerio de los

vivos’ fue en Cúcuta, y permaneció dos meses en-tre las rejas. Disfrutó la estadía como recluso y

ayudó mediante consejos a varios presos que se

sentían en el infierno. A principios del 2012, otra

acusación casi lo envía de regreso a la penitencia-

ría. El juez que llevaba el caso demostró al jurado que los cargos por los que se le investigaba eran

falsos.

Ahora, está dedicado a ofrecer conferencias epis-

copales. Viajó como invitado a Austria, por la Orga-nización Internacional de Trabajo. Atiende la casa

de la espiritualidad ‘El Alfarero’, recibe a 60 niños

en temporada de vacaciones, les enseña aspectos

morales y cómo entender las sagradas escrituras.

.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 8: Revista Perfiles

Página 8

En una calle del barrio Lleras, de Cúcuta, está el res-

taurante ‘Cúcuta 2000’, famoso hace 22 años entre

los aficionados al fútbol. En el lugar, lleno de sillas y

mesas, los clientes buscan buena comida. Los árbo-

les que adornan la entrada refrescan el ambiente y

una particular carpa los cubre del sol. Este sitio es el predilecto de doña Marina. Mujer encantadora y ama-

ble que sabe llegar a los comensales con las delicias

culinarias y con la personalidad sencilla.

Los que frecuentan el lugar saben lo importante que es para ella el fútbol, deporte predilecto de los hom-

bres.

La piel morena, estatura media, contextura gruesa,

ojos cafés, cabello castaño claro, nariz fileña y con pocas arrugas en la cara reflejan la alegría que em-

barga su vida. En el tiempo libre juega póker con ami-

gos de la cuadra.

Doña Marina:

Hincha fiel del Cúcuta Deportivo

Leidy Aristizábal

[email protected]

Perfiles

Olga Marina Ramírez “Doña Marina”

La afición empezó porque su

padre la llevaba al estadio General Santander a ver los

encuentros del Cúcuta De-

portivo. Se enamoró del

equipo local hasta el punto

de ser una de las hinchas fieles.

Page 9: Revista Perfiles

Página 9

Olga Marina, hija de Humberto Ramírez y Jose-

fina Lara, nació en Cúcuta, el 13 de julio de

1935. De los 5 a los 15 años, vivió en Caracas

con una tía. A los 16, se casó con el amor de

su vida y padre de los seis hijos, Luis Hermes

Contreras. A los 11 años, comenzó a llamarle

la atención el balompié.

La afición empezó porque su padre la llevaba

al estadio General Santander a ver los en-

cuentros de Cúcuta Deportivo. Se enamoró del

equipo local hasta el punto de ser una de las

hinchas fieles. En la juventud viajó con el once

motilón a los encuentros del torneo de la cate-

goría B del fútbol profesional colombiano.

La única capital de departa-

mento que no conoce es

Pasto. El último paseo en el

bus del cuadro rojinegro fue

a Bucaramanga. En esa

ocasión la abandonaron en

la capital santandereana y

le costó mucho devolverse

a la ciudad natal. Desde en-

tonces no acompaña al

equipo.

Al esposo no le gustaba que

asistiera al estadio. La con-

trariedad no le impidió que

los domingos tomara a los

pequeños hijos y corriera a

las tribunas del General

Santander, para ver al Cúcuta ganar. Es la pre-

sidenta de la barra del elenco motilón Doña

Marina.

Desde la presidencia de Álvaro Vélez en el

cuadro rojinegro, el restaurante es la sede de

la Asociación de Barras del Cúcuta (Asobac),

donde se reúnen los aficionados a hablar de

esta disciplina deportiva, a sacar y poner juga-

dores, a armar y desarmar alineaciones, a cri-

ticar a los directivos y a comprar las boletas

para el siguiente encuentro en la ciudad.

Está consagrada al restaurante y a los hijos.

Es mujer de casa y toda la vida ha sido juicio-

sa. La relación con los familiares es buena, no

tienen problemas. En Navidad se reúnen,

comparten la cena, el vino, las uvas y los uni-

versales abrazos de felicidad.

La única ilusión que tiene en la vida es que “el

Cúcuta siga adelante”. Lo dijo con alegría y

tristeza a la vez por la situación que afronta el

equipo rojinegro. En el primer torneo del año

ocupó la última posición y está amenazado

con descender. Además, debe trasladar la se-

de por los arreglos en la gramilla del General

Santander.

A los 77 años, doña Marina, los domingos en

la tarde, toma el telón, el video beam, arma la

pantalla gigante y espera a los que deseen

acompañarla a gozar con los partidos del equi-

po favorito, en las victorias o los fracasos. Por

motivos de salud no puede asistir a las tribu-

nas del estadio. Se exalta y emociona tanto

que se le sube la tensión. El médico de con-

fianza se lo prohibió.

Aunque los últimos encuentros del Cúcuta

Deportivo no han dejado los mejores resulta-

dos, los hinchas fieles como esta mujer siem-

pre tendrán la esperanza de ver al conjunto

rojinegro en los puestos altos de los torneos

del fútbol, cargado de copas y títulos, con el

nombre de la ciudad en la cima.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 10: Revista Perfiles

Página 10

Anastasio Ramírez:

Luchador sin tregua

Edwin Leonardo Gélvez

[email protected]

Perfiles

Anastas io Ramírez

“Es deprimente tener que

trasladarse a otro municipio

para organizar la feria

equina y agropecuaria de

Cúcuta por tener la plaza

cerrada”

Page 11: Revista Perfiles

Página 11

En la década de los 50, se inauguró en Cúcu-

ta La Plaza de Ferias Mariano Ospina Pérez, en

la avenida al Aeropuerto, en la Zona Industrial.

La comunidad motilona se enorgullecía del

nuevo espacio que reunía a ganaderos, com-

pradores y vendedores, y a mucha más gente

metida en este mundo de las reses.

Más de 60 años después, Anastasio Ramírez,

ganadero, locutor deportivo y exdeportista in-

signe de Norte de Santander, se resiste a

abandonarla así el gobierno departamental ha-

ya decidido cerrarla y venderla. El oxido, la ho-

jarasca y la maleza es lo único que queda de

lo que en su tiempo fue el lugar predilecto para

comerciantes, ganaderos y

fanáticos de la fiesta brava.

Las manos ásperas y corru-

gadas dan la bienvenida. Las

cejas fruncidas y el bigote

estilo Hulk Hogan intimidan.

La humildad, la sencillez y la

personalidad servicial dan

confianza.

Detrás de los lentes tipo Ca-

rey se oculta la mirada de al-

guien criado en el campo,

donde se acostumbró al rejo.

Vivió una niñez pobre en lu-

jos, pero rica en comida, por

la abundancia que dispensa-

ba el río Zulia.

Nació el 19 de marzo de 1938. Hijo de Anasta-

sio Ramírez González y Alcira Quintero. Es el

segundo de nueve hermanos. A los 8 años, por

decisión familiar llegó a Cúcuta.

La juventud la dividió en dos momentos espe-

ciales, la lucha libre y el comercio del ganado.

Como deportista consiguió reconocimientos

nacionales e internacionales.

Un fumador se sienta detrás de la silla que

ocupa en el restaurante del Comité de Ganade-

ros. Discute con el hombre, porque el humo del

cigarrillo le causa migraña. Recuerda aquellos

momentos memorables en la Plaza de Ferias.

Este longevo hombre levanta, cada vez que

puede, la voz grave y potente que lo caracteri-

za para pedirle a la Gobernación de Norte de

Santander la recuperación de la Plaza.

Golpea la mesa con rabia en homenaje al cen-

tenar de ganaderos que han quedado sin em-

pleo por la decisión tomada por el gobernador

William Villamizar Laguado (2008-2011).

Firme, persistente y en la infatigable lucha por

el segundo hogar, Anastasio Ramírez protestó

contra la administración departamental y entró

en huelga de hambre durante 72 horas, en el

2011. Los resultados fueron pocos, porque el

gobernador Edgar Díaz (2012-) tampoco ha

solucionado el caso. Lo único que ha hecho es

“mamarles gallo” a los ganaderos de la ciudad.

El predio está en venta al mejor postor.

A los 75 años, con paso lerdo, pero con perso-

nalidad de hierro, ‘El Motilón Ramírez’ sigue en

la lucha por rescatar las tradiciones y las cos-

tumbres vividas en la plaza.

Así como usaba la técnica y la rudeza para de-

rrotar al rival en los cuadriláteros, no descan-

sará hasta volver a escuchar los bramidos de

los animales traídos de cualquier municipio de

Norte de Santander o Arauca para comerciali-

zarlos en pie y llevarlos a los mataderos loca-

les.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 12: Revista Perfiles

Página 12

A la llegada la vista tropieza con la biblioteca

colmada de libros. Textos científicos, novelas, li-

teratura, historia y culturales se apilan en orden

en cada estante. En la sala, recostado en el sillón

de cuero, aparece Pablo Emilio Ramírez Calde-

rón, médico de profesión y político por vocación.

Nació en Cúcuta, donde se crió y cursó el bachi-

llerato.

Los padres tenían una finca en el campo para

pasar vacaciones. Lo apasionan la armonía, el

verde de la naturaleza y la ganadería.

Pablo Emilio Ramírez:

Cirujano culto

Oscar Ocampo

[email protected]

Perfiles

Pablo E. Ramírez

“Introdujimos en el hospital

algunas cirugías que nunca se habían hecho en Cúcuta. Como

la mastectomía radical para el

cáncer de glándula mamaría, la

cirugía para el cáncer del recto,

las anastomosis porto sistémicas para la hipertensión portal y la

cirugía subtotal de la glándula

paródica”.

Page 13: Revista Perfiles

Página 13

Al terminar la secundaria viajó a Bogotá para estu-

diar medicina con cinco de los ocho hermanos. Al

concluir la carrera se especializó en cirugía gene-

ral y ginecología. En 1961, se casó con Mariela

Gómez, quien ha estado a su lado desde ese mo-

mento. La vida le sonreía, hasta que en 1963 mu-

rió el padre y dos años más tarde, la madre. Esas

pérdidas significaron un golpe fuerte que lo depri-

mió por largo tiempo.

Tiene trayectoria como médico y en Cúcuta es pio-

nero en esta área. Trabajó 18 años en el hospital

San Juan de Dios como cirujano, en los que duran-

te cinco años estuvo en el servicio de cirugía gine-

cológica. “Me retiré a raíz de la enfermedad de mi

hermano Juan Agustín Ramírez, quien en ese tiem-

po era Alcalde de Cúcuta. Sufrió parálisis en las

piernas y tuvo paraplejia.

Al salir, yo era jefe del departa-

mento quirúrgico y del servicio

de cirugía general” del hospital”.

En el centro hospitalario fue por-

tador de buenas noticias, al sal-

varles la vida a los pacientes.

Los ojos azules han presenciado

la sonrisa de aquellos angustia-

dos hombres y mujeres que es-

peran una noticia positiva a las

afueras de una habitación. A

algunos, no se los pudo quitar a

la muerte, y se los llevó.

Es de los médicos destacados y

reconocidos en la ciudad. La

trayectoria quirúrgica ha sido

innovadora y exitosa. Ha enfren-

tado constantes retos quirúrgicos. “Introdujimos

en el hospital algunas cirugías que nunca se ha-

bían hecho en Cúcuta.

Como la mastectomía radical para el cáncer de

glándula mamaría, la cirugía para el cáncer del

recto, las anastomosis porto sistémicas para la

hipertensión portal y la cirugía subtotal de la glán-

dula paródica”.

La política siempre lo ha inquietado y ha sido par-

te de su vida. De 1990 a 1992, fue concejal por

un movimiento cívico. En el rostro predomina el

blanco de las cejas y del bigote. Las leves arrugas

en la envejecida piel y el azul cielo de los ojos

complementan la faceta de este hombre marcado

por la experiencia y el conocimiento. Es lector apa-

sionado. En una agenda que guarda en el escrito-

rio de madera, tiene anotados los cinco libros que

lee por mes. Ahora, está sumido en las páginas de

El Soñador y El Genio, del profesor Mauro Torres.

En la parte más alta de los estantes reposan ban-

dejas, gallardetes, pabellones y 11 trofeos. Todo,

fruto del tiempo que estuvo al frente de la ganade-

ría. Concursó 11 años en las ferias ganaderas de

Cúcuta, y paseó sus ejemplares por Bucaramanga,

Valledupar, Cartagena y Medellín.

Es miembro de la Academia de Historia de Norte

de Santander. Allí dedica tiempo al estudio del

pasado del departamento, de Colombia y del mun-

do.

Alimenta de manera constante el conocimiento, lo

que le permite ser culto.

Ante la necesidad de contar con un nuevo periódi-

co en la ciudad, emprendió junto con varios ami-

gos el proyecto del quincenario El Faro. El medio

apareció, gratis, en junio. Es elaborado en Cúcuta

y editado en Bogotá, en los talleres de La Republi-

ca.

Ahora, cuenta con el consultorio en la casa. Vive

en la tranquilidad de haber hecho lo que pretendía

en la vida. A la hora de descansar se sienta en el

sillón de cuero a leer, mientras a su espalda posa

el retrato que le hizo el pintor cucuteño Julián Gon-

zales.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 14: Revista Perfiles

Página 14

Dileidy Carolina Martínez

[email protected]

Ali c ia :

En el país de las fantasías

Perfiles

Alic ia Ariza Lara

“La Bat ichica”

El sobrenombre se lo de-

be al Ford Mercury,

modelo 1964, que su pa-

dre le regaló y que la ha

acompañado en sus

aventuras por las carre-

teras del país.

Page 15: Revista Perfiles

Página 15

El rostro angelical esconde las arrugas que el

tiempo ha dejado en su piel. Las perlas blancas

que adornan el cuello, los accesorios finos y el

vestido de lino son parte del glamur característico

de una primera dama.

Lejos de los opulentos castillos de Gran Bretaña y

de los edificios de las grandes ciudades europeas,

recibe a los allegados y a los amigos en una humil-

de morada que huele a historia escondida y que

inspira recuerdos a la elegante Alicia Ariza Lara,

‘La Batichica’. El sobrenombre se lo debe al Ford

Mercury, modelo 1964, que su padre le regaló y

que la ha acompañado en sus aventuras por las

carreteras del país. Clásico cuatro puertas, blanco

y rojo, y seis luces en la parte trasera, es el auto-

móvil con el que recorrió parte de la geografía na-

cional.

Con fino ademán cuenta la ex-

periencia como diplomática del

gobierno colombiano, y mien-

tras cruza las piernas hace pre-

tensiones de la suerte que ha

tenido en sus 80 años. Ni ca-

viar, ni langosta, solo ofrece lo

que está a su alcance, y como

si estuviera en una mansión

llama a la ‘criada’ para que

atienda a la visita. Ofrece me-

dia botella de gaseosa que saca

de la nevera y un pan tieso que

llevaba días en la despensa.

Alicia estudió en el Liceo Nacio-

nal Femenino, en Bogotá. Una

de las condiscípulas fue la pe-

riodista y presentadora de tele-

visión Gloria Valencia de Castaño. Cursó idiomas

en la universidad Montreal de Canadá. Es poliglo-

ta, habla inglés, francés y portugués.

Fue la primera reina del carnaval de Caracas

(Venezuela). Ganó varios trofeos en competencias

de tiro al blanco. Se caracterizó por tener desde

niña el cabello gris y fue una de las primeras muje-

res en tomarse una foto a color. “Vayan a viajar así

sea a un cerro, a una peña, a un barranco, porque

eso es lo que da vida”. El secreto de la juventud

para esta bella dama está en viajar, recorrer el

mundo, conocer culturas, respirar otro aire y vivir

de gratos recuerdos y experiencias.

El viaje más recordado fue a Japón, donde conoció

a la reina Isabel. El parecido con la reina era noto-

rio, tanto así que la monarca del Reino Unido se lo

dijo delante de más de 100 personas. Anonadada,

Alicia se soltó en llanto al creer que era una ofen-

sa, pero al pasar los años comprendió que se trató

de un halago. Por tanta belleza llegaron amores,

príncipes conocidos en los múltiples viajes, de to-

do tipo, pero por poco tiempo. Rompió corazones y

también se enamoró. Se casó tres veces, la vida

amorosa andaba sin freno por donde iba. Con el

primer esposo duró poco, fue solo un rato de co-

pas en un lujoso hotel. Con el segundo, ocho días.

Se dio cuenta de que la quería robar y lo sacó de

la finca demostrando sus capacidades de tiro al

blanco.

Del tercero floreció una hermosa hija, María del

Mar, en honor a las orillas del Mediterráneo, sitio

donde nació. Compartieron 20 años dejándole un

vacío enorme el día que injustamente decidió par-

tir. La jovial María del Mar falleció. Alicia quedó

sola, colgada del amor que sostiene al nieto que le

dejó la bella hija.

Alicia descansa en su casa de una vida intensa y

agitada por el mundo. El sustento es una humilde

pensión que el Gobierno le gira cada mes. Disfruta

de los paseos en el automóvil mientras escucha

gritos y pitos que le lanzan de todas partes por

ocasionar caos vehicular. Con indiferencia no les

presta atención y sigue el rumbo sin mirar atrás.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 16: Revista Perfiles

Página 16

Gabriel García:

Tiene un sueño bolivariano

Jenny Naileth Arévalo

[email protected]

Perfiles

Gabrie l García Pérez “El Dominicano”

“Madre no es la que trae al

mundo, ni la que tiene dolores de parto, sino aquella mujer que

con dedicación y esfuerzo logra

sacarte adelante. A esa mujer le

debo mi vida. Ahora, logro

comprender por qué me prote-gía tanto en mi niñez. Siempre

buscaba lo mejor para mí”.

Page 17: Revista Perfiles

Página 17

Entre camillas, enfermeras y largos y tranqui-

los pasillos trascurren los días de Gabriel Gar-

cía Pérez, en el hogar de Nazaret de Cúcuta.

La pobreza del pueblo natal lo llevó a buscar

nuevos caminos. Hace 37 años, vio en la capi-

tal nortesantandereana el lugar ideal para me-

jorar la calidad de vida.

Conocido por los amigos como ‘Milito’, nació

en San Antonio de Yamasá (República Domini-

cana) el 1 de mayo de 1953. Creció al lado de

Mercedes García y es el mayor de ocho her-

manos. En la niñez soñaba con ser bailarín.

Hoy, recuerda con nostalgia la principal fuente

de trabajo que por varios años permitió llevar

el pan a su casa. Aquellas noches calurosas

en las que el folclor, el ritmo

y la música caribeña se

unían en la discoteca Media

Luna.

La juventud estuvo marcada

por sucesos que le permitie-

ron crecer como persona. A

los 22 años, tras la muerte

de sus padres, decidió em-

prender un viaje por las

aguas trasparentes del mar

Caribe. Después de una larga

travesía llegó a Colombia.

Los primeros pasos en el

país cafetero fueron en Ba-

rranquilla y Santa Marta.

Consideró que estas ciudades eran más eco-

nómicas para vivir. Trabajó como maestro de

cocina y mesero, entre otros oficios. La llega-

da a Cúcuta generó cambios significativos en

su vida. En esta ciudad consiguió vivienda pro-

pia. Fue uno de los primeros habitantes del

barrio Virgilio Barco.

Los años 80 se pueden considerar como la

época del auge económico en Venezuela. Con-

virtiéndose, en el lugar ideal para turistas y

forasteros. Este país siempre fue el sitio elegi-

do por Gabriel para pasar el resto de sus días.

Debido a los problemas y adversidades nunca

llegó a su destino.

“Mi meta era radicarme en Caracas. El au-

mento financiero y el clima de esa ciudad

siempre me llamaron la atención. Jamás logré

conseguir mi objetivo. En Peracal siempre me

deportaban a Colombia”. A la hora de hablar

de la tierra natal es inevitable verle una enor-

me sonrisa y el brillo de los ojos color café.

Extraña el Locrio y el arroz con Guandule

(platos típicos de República Dominicana).

Este hombre sereno, de piel oscura y cuerpo

robusto pasa la mayor parte del día en una

cama. En el 2010, tuvo una parálisis muscular

que durmió por completo las extremidades

derechas. A pesar de estas dificultades, bus-

ca el lado positivo de los hechos.

Al ver las condiciones de vida en las que se

encontraba ‘Milito’, los vecinos lo llevaron has-

ta este hogar para que le brindaran asistencia

médica. “Dios nunca me ha dejado solo, siem-

pre me llena de fuerza y voluntad para salir

adelante. En mis ratos libres me encanta dibu-

jar”.

A sus 59 años, todavía guarda la esperanza

de regresar a la tierra que lo vio nacer, para

morir al lado de sus seres queridos.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 18: Revista Perfiles

Página 18

Ricardo Urazán:

Un ingeniero de las letras.

Dileidy Carolina Martínez

[email protected]

Perfiles

Ricardo Urazán

Consideró que “todos somos filósofos de nuestras vidas”,

y tiene como norma

aprender lo que correspon-de a su línea de trabajo y de los demás para servir a

la comunidad.

Page 19: Revista Perfiles

Página 19

Entre títulos enmarcados y los afanes de la ofici-

na, a los 61 años, Ricardo Urazán Noguera luce

enérgico y ambicioso. La experiencia de la carrera

le permite considerarse líder en el gremio de la in-

geniería y recalca que el oficio es uno de los más

exigentes. Así como es él.

Hace más de 35 años escogió la profesión por ase-

quibilidad. Es amigo de la educación superior es-

tricta y considera la ingeniería como una de las

carreras más ramificadas y que brinda la oportuni-

dad de encaminar la actividad laboral en varias di-

recciones.

Tiene porte elegante y sonrisa sugerente. Es alegre

e inquieto. Ni tosco, ni rudo, simplemente exigente

y cumplidor. La apariencia hostil contrasta con la

tranquilidad en el momento de

prestar un servicio. Genera un

entorno sereno que les permite a

los compañeros de trabajo rendir

de manera sobresaliente.

Se graduó en la Fuerza Aérea.

Continuó los estudios en la Uni-

versidad de la Salle y los terminó

en la Santo Tomás. Los pinos los

hizo en las locaciones petroleras

del país. Putumayo fue el departa-

mento que lo acogió para ejercer

la carrera profesional. Una com-

pañía francesa le permitió desen-

volverse como ingeniero civil. Se

f u e a F u s a g a s u g á

(Cundinamarca), luego a Sarave-

na (Arauca) y se trasladó, en

1975, a Cúcuta (Norte de Santander), donde resi-

de.

Lleva muchos años como director de la Cámara

Colombiana de la Construcción (Camacol), donde

destaca como líder carismático. Las horas libres las

dedica a la actividad social, lee, escribe y ve televi-

sión. Maneja hábitos alimenticios para mejorar la

calidad de vida, aunque el deporte no es su fuerte.

La falta de tiempo no le permite ejercitarse y de la

vida eliminó la pereza y las malas amistades.

Durante 15 años, escribió una columna en el perió-

dico La Opinión y editó un libro. Los comentarios

tenían temática variada, con análisis y miradas con

profundidad. Los artículos estuvieron dentro de un

contexto de poca superficialidad.

Esposo, abuelo y padre de dos hijos a los que trasfi-

rió buenos conocimientos y buenas experiencias

sin querer que lo calcaran o duplicaran. Sin necesi-

dad de ser egoísta y permitir el libre albedrío.

Dejo a un lado las salidas nocturnas, los amigos y

el trago. La inseguridad de la ciudad ha incremen-

tado y está prevenido en cada sector en el que en-

cuentre, porque la delincuencia no avisa. Trata de

evitar los peligros.

En la estadía en Bogotá, en los 60, surgieron las

culturas que incitaban a los jóvenes a vincularse a

los alucinógenos. Una época trascendental que

marcó la vida de muchos colombianos.

“Nunca fumé. Observaba los resultados pésimos

entre los que consumían esos narcóticos. La droga

es uno de los motivos por los cuales los jóvenes

han acabado las aspiraciones en el ámbito laboral.

Carros 4x4 y mujeres operadas son ahora el prototi-

po de pareja que la mayoría de jóvenes desea te-

ner. Solo esperan contactar con el indicado para

hacerse millonario. Pensamientos vanos y efímeros

que matan la conciencia y la responsabilidad.”

En la época juvenil fue noviero y fiestero. No era

buen bailarín, pero se le medía a cualquier activi-

dad. En la actualidad maneja una vida rutinaria. No

piensa en el carro último modelo, ni en novias ni en

minifaldas. Espera descansar pronto del trabajo

para recorrer Sudamérica, vivir un año sabático, sin

la necesidad de medir el bolsillo, ni tener preocupa-

ciones.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 20: Revista Perfiles

Página 20

Margarita Silva de Uribe:

Imponente y calculadora

William Herrera

[email protected]

Perfiles

Margari ta Si lva de Uribe

Desde la gerencia del Instituto del

Seguro Social, seccional Norte de Santander, obtuvo varios logros.

Implementó el seguro familiar y

amplió cobertura en el departa-

mento, gestionó recursos para la

construcción de sedes para atender a los pacientes de Cúcuta, Ocaña y

Pamplona.

Page 21: Revista Perfiles

Página 21

En un lugar tranquilo, donde la elegancia y la clase

permanecen juntas y donde los cuadros no son solo

adornos, el silencio inspira concentración, así el telé-

fono suene repetidamente para advertir que el deber

llama. Ahí, metida en ese ambiente, está Margarita

Silva de Uribe.

Esta mujer de ojos negros, cabello castaño, mirada

seria, muestra la imponencia que la caracteriza. La

personalidad es arrolladora y refleja una imagen que

proyecta conocimiento y sabiduría. Es calculadora.

Nació, el 14 de abril de 1949, en Cúcuta. Estudió

primaria y primero de bachillerato en el colegio Santo

Ángel. Después, los padres viajaron a Bogotá donde

cursó hasta quinto año en el colegio bilingüe Mary-

mount School. Regresó a la capital de Norte de San-

tander para validar y graduarse

en el Santo Ángel.

En la capital del país estudió de-

recho, en 1969, en la Universi-

dad Colegio Mayor del Rosario y

se graduó como abogada en

1973. En la Asociación Bancaria

de Colombia conoció al hombre

con el que luego se casaría. Del

matrimonio nacieron cuatro hijos,

uno en Bogotá y tres en Cúcuta.

Trabajó como jefa de la sección

de tierras y contratos de la em-

presa Petoleum Company, entre

1972 y 1976. Adelantó concesio-

nes para la explotación, explora-

ción y perforación de los pozos

petroleros. Dejó siempre claro

que todo estuviera en regla para

las actividades de la petrolera.

Desde la gerencia del Instituto del Seguro Social,

seccional Norte de Santander, obtuvo varios logros.

Implementó el seguro familiar y amplió cobertura en

el departamento, gestionó recursos para la construc-

ción de sedes para atender a los pacientes de Cúcu-

ta, Ocaña y Pamplona.

Fue juez promiscuo de Cúcuta por un periodo no muy

largo, y juez promiscuo de El Zulia, en otro periodo

corto. En los cargos impartió justicia de manera justa

y contundente.

En la amplia carrera tuvo cabida la política. Fue go-

bernadora de Norte de Santander (1982- 1983), im-

pulsó proyectos y financió obras de infraestructura

en varios municipios que la hacen recordar por esas

comunidades favorecidas. En la capital del departa-

mento consolidó El Malecón

Pasó por el sector privado y estuvo en la gerencia y

subgerencia de empresas de servicios y de proyec-

tos. Litigó en derecho civil, laboral, comercial y corpo-

rativo, entre 1983 y 1988, y colaboró en la forma-

ción de entidades productivas.

Margarita Silva De Uribe fue la primera mujer en ser

elegida para la Alcaldía de Cúcuta por voto popular

(1988- 1990). Implementó el acueducto del río Zulia,

financió la remodelación de la tribuna oriental del

estadio General Santander y generó obras para el

desarrollo de la ciudad.

En 1991, grupos armados la secuestraron para ha-

cerle un juicio revolucionario. Al poco tiempo recupe-

ró la libertad. Desde ese momento recibió amenazas

en repetidas ocasiones. Los hijos también fueron

amenazados y al sentir que corrían riesgo decidió

irse por un tiempo de Cúcuta.

Al sentir que la tormenta cesó, regresó y ganó una

curul en el Concejo (2004 – 2009). Renunció para

seguir la carrera política en la Secretaría de Gobierno

Departamental. El 16 de enero del 2012, asumió la

gerencia regional de El Catatumbo.

Margarita Silva De Uribe domina el inglés y el ita-

liano, tiene diplomados, maestrías, especializaciones

y constancias de asistencia a múltiples seminarios

de diversa índole. Ejerce como abogada, atiende ca-

sos penales y jurídicos y se mantendrá en esta labor,

seguro, hasta que la política la llame de nuevo.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 22: Revista Perfiles

Página 22

Javier:

El ruso venezolano

Leidy Aristizábal

[email protected]

Perfiles

Así lo bautizaron los que lo veían, porque en el

pasado llevaba una

bandera de ese país, pe-ro que perdió. Es vene-

zolano, nacido en San Cristóbal.

Javi er “El Ruso”

Page 23: Revista Perfiles

Página 23

Entre el ruido de camiones, calles de tierra y turis-

tas venezolanos se encuentra Javier. Un hombre que

por su aspecto inspira miedo. No es más que una

persona del común que vive en aquel andén donde

un día llegó para quedarse por siempre, porque cree

que es su hogar.

De estatura media alta, ojos claros y cafés tan bri-

llantes como el sol que se refleja en ellos. Su mirada

triste, piel morena, pies descalzos y con callosida-

des, pocos dientes, barba blanca, calvo y robusto

son el reflejo de su edad.

Lleva un traje que lo caracteriza, conformado por

una falda, un chaleco y una pulsera hecha de recor-

tes de un palo de escoba. Un arma de madera que a

veces se tercia y una correa con divisiones para po-

ner los objetos que encuentra en

la calle, complementan la vesti-

menta.

El estado mental es diferente al

de una persona normal. Vive en

un mundo de fantasía y cree que

aún está en el tiempo pasado.

Considera que el andén donde

habita es la casa en la que se

hospeda su familia.

Javier no es ruso. Así lo bautiza-

ron los que lo veían, porque en el

pasado llevaba una bandera de

ese país, pero que perdió. Es ve-

nezolano, nacido en San Cristó-

bal.

Estudió hasta convertirse en ca-

tedrático de matemáticas en una

universidad de esa ciudad. En un

momento dramático en su vida todo dio un giro y

perdió la noción del tiempo y de la realidad.

Lo querían obligar a robar y a matar. No pudo mane-

jar la situación hasta llegar al punto de volverse loco.

No tiene noción del presente.

Es un hombre ordenado. En el cuarto de pasillo tie-

ne todo organizado. En una caja de betún grande

guarda tornillos, tapas de gaseosa y pedazos de lápi-

ces. Tiene una cobija hecha con costales y la usa

como capa en las noches. Un recipiente lleno de

tarjetas, es otra de sus pertenencias mas preciadas.

Vive de mal genio, es poco hablador, solitario e indi-

ferente a los que pasan por el lugar. Amable y edu-

cado en el momento que establece confianza. Carac-

terísticas de Javier. Lo que más lo hace salir de sus

cabales son las explosiones con pólvora.

Goza comer betún, aunque recibe toda clase de co-

mida que le brindan los vecinos. La bebida que más

le gusta es el café. Lo toma cada vez que alguien le

lleva. Una de sus cenas es la combinación entre las

heces y la orina. Las revuelve y se las come.

Mauricio Omaña comentó que algunas noches toma

la escopeta de palo, se levanta y empieza a marchar

como un soldado. Pasa la guardia con la capa que

es como una coraza protectora.

Hace diez años llegó a La Parada, y desde entonces

solo una vez desapareció. Estuvo en el “Tablazo”, en

la vía que conduce a Tibú. Por motivos del destino

volvió.

La gente que lo rodea y lo distingue, como Aldemar

Delis, comenta que la familia ha venido varias veces

y se lo ha querido llevar, pero no se va. Posee un

perro que es su fiel acompañante día y noche, y con

el que decidió quedarse.

El “Ruso” es un habitante más de la calle. Descen-

diente de una familia adinerada. Se encuentra ro-

deado de nostalgia y alegría. Acompañado de nadie

y de nada.

Es la viva muestra de que los seres humanos de un

momento a otro pueden cambiar el rumbo de su vida

por una situación que no tuvo buen desenlace. Ter-

minó viviendo en la calle en condiciones deplorables

y con la imaginación tan amplia para crear universos

diferentes a la realidad.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 24: Revista Perfiles

Página 24

Yesid Montes:

Secretario multifacético

Kimberly Soto

[email protected]

Perfiles

Este padre de familia, sa-cerdote, secretario del Con-

cejo, hombre divertido y

amante de la lectura estu-dió en los colegios Padres

Claretianos, Bienestar So-

cial y Sagrado Corazón de Jesús.

Yesid Monte s

Page 25: Revista Perfiles

Página 25

En medio de la frialdad que caracteriza a las ofici-

nas del Palacio Municipal de Cúcuta está Yesid Mon-

tes, el secretario del Concejo. Es viernes, está en el

despacho y viste guayabera blanca, escucha música

popular y atiende indicaciones de la asistente.

Hijo del suboficial de la policía Pedro Montes y de

María de Montes, es el cuarto de 10 hijos. Ama a los

padres como hijo único. La educación familiar sus-

tentada en valores es lo más preciado que le ha de-

jado la vida, “puesto que luego de que se aprende

nunca se olvida”.

Nació en Cúcuta, hace 49 años. Es titulado como

comunicador social, abogado, licenciado y sicólogo.

Aunque está seguro de que los estudios más impor-

tantes se aprenden en la ‘universidad de la vida’,

pues cada momento, problema,

alegría y tristeza hacen la esencia

del hombre. Trabajó como jefe de

prensa y locutor. Hoy, alterna el

tiempo entre el Concejo y la igle-

sia Antigua Veterocatólica de

1870 (grupo de cristianos com-

prometidos con la persona de Je-

sucristo y sus enseñanzas).

En la niñez soñó con ser sacerdo-

te. Fue acolito, a los seis años, y

participaba en las eucaristías do-

minicales como si se tratara de la

fiesta más importante. Mientras

estudiaba en la comunidad las

Carmelitas Descalzas, a los 19

años, conoció el amor que lo hizo

desfallecer en el intento por ser

clérigo.

Es párroco hace dos años. Oficia

los jueves y los domingos en la vereda El Porvenir.

Los Católicos Antiguos son parte de la Iglesia Una,

Santa, Católica y Apostólica. Reciben la unión apos-

tólica de la Iglesia Universal y la identidad que los

distingue. Los lazos históricos parten de la Iglesia

Católica de Holanda.

Este padre de familia, sacerdote, secretario del Con-

cejo, hombre divertido y amante de la lectura estudió

en los colegios Padres Claretianos, Bienestar Social y

Sagrado Corazón de Jesús. El espíritu aventurero y

desordenado lo llevó a conocer varias instituciones

educativas.

De contextura gruesa, piel blanca, cabellera ceniza,

gafas grandes y ojos de color miel, lleva al hombro,

siempre, el bolso escolar negro en el que guarda do-

cumentos. La música popular y las tazas de café dan

a la oficina privada un aspecto relajado y divertido,

que contrasta con la rigidez del Palacio Municipal.

La mujer es el ser que más admira en la Tierra, y es-

tá seguro de que son grandes multiplicadoras de la

esencia de Dios. Sin embargo, está en proceso de

divorciarse de la mujer por la que dejó el camino del

Señor y con la que llevan 20 años casados. Es padre

de dos universitarios y comparten momentos de es-

parcimiento y fiestas especiales.

Le apasiona la lectura y cuando lee lo hace desnudo.

Para que el conocimiento surja libremente hay que

despojarse de la ropa, que causa peso y posee ener-

gías. Los autores preferidos son Jean Piaget y

Sigmund Freud. Como lector crítico analiza minucio-

samente sus actitudes y acciones. Entre sus deseos

está ser catedrático de filosofía y derechos huma-

nos. En los ratos libres toma la motocicleta y se va a

la finca, en las afueras de Los Patios, para despejar-

se de los problemas con los que debe lidiar en el

trabajo y en la vida personal.

Otra faceta de su vida es la de ser hombre libre, apa-

sionado por la rumba, las discotecas, las salidas los

fines de semana, los amigos y la alegría. Todo entre

límites, puesto que no olvida que es una figura públi-

ca y debe cuidar la imagen.

En la vida de Yesid Montes habrá muchos problemas

que le acechen la mente, pero no deja que lo afec-

ten. Por el contrario… él afecte al problema.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 26: Revista Perfiles

Página 26

Liliana Mora:

Líder espiritual y defensora de los derechos femeninos

Jenny Naileth Arévalo

[email protected]

Perfiles

"La mujer es un ser excepcional.

Es la encargada de los quehace-

res domésticos y, al mismo

tiempo, de llevar el sustento a

casa. Mi objetivo en estos cua-

tro años de gestión es promover

y velar por los derechos de las

jóvenes de la región".

Li liana Mora

Page 27: Revista Perfiles

Página 27

Los últimos rayos de sol empiezan a ocultarse entre

las montañas nortesantandereanas. Los pasillos silen-

ciosos y desolados comienzan a sentirse en la Alcaldía

de Cúcuta. Mientras la mayoría de los empleados del

Palacio Municipal regresa a casa, los 18 miembros del

Concejo llegan a las oficinas para iniciar la jornada. La

noche es calurosa y deberán discutir y analizar los pro-

blemas latientes de la capital de Norte de Santander.

Están listos para comenzar la sesión del día. La voz

fuerte y arrolladora caracteriza a Magda Liliana Mora

Mogollón, única mujer integrante de la corporación.

Llama la atención de los compañeros para exponer su

pensamiento en torno al maltrato femenino.

"La mujer es un ser excepcional. Es la encargada de los

quehaceres domésticos y, al mismo tiempo, de llevar el

sustento a casa. Mi objetivo en estos cuatro años de

gestión es promover y velar por los

derechos de las jóvenes de la re-

gión".

En Colombia la intervención femeni-

na en los cargos públicos ha sido

reducida a lo largo del tiempo. En

1954, el presidente general Gustavo

Rojas Pinilla les concedió el derecho

de elegir y ser elegidas. Ese fue el

primer paso para la equidad de gé-

nero en el país. "En pleno siglo XXI el

espacio de la señoras en la política

no es pésimo, ni malo, es nulo.

¿Cómo es posible que las decisio-

nes de las riendas de una ciudad,

departamento o país estén solo en

manos de los hombres? ¿Dónde

está la equidad? ".

La niñez de Magda Liliana estuvo

marcada por sucesos que le permi-

tieron crecer como persona. Descu-

brió que le gustaba ayudar a los menos favorecidos.

Compartía el mercado con los vecinos pobres del ba-

rrio, gesto que le valió los regaños de la madre cada

vez que sacaba la comida de la alacena. Al final com-

prendió la labor humanitaria de la hija.

Ingresó a la política a los 15 años, en la Alcaldía de

Pamplona (Norte de Santander). Con el paso del tiempo

se conoció el trabajo que adelantó en las comunidades.

Un amigo cercano a la familia vio las capacidades de

liderazgo y la motivó para que participara en el Concejo

de Cúcuta.

Liliana Mora tiene 40 años, está casada y es madre de

una niña de 10 meses, que es su razón de ser. Nació

en Pamplona, pero vive en la Perla de Norte hace 20

años. Es Comunicadora Social, egresada de la Universi-

dad Externado de Colombia y especialista en gerencia

de empresas.

Los primeros pasos como profesional los dio en Col-

mundo Radio, en Bogotá. Manejó la imagen corporativa

de la Sociedad Científica en Colombia, por intermedio

de Ignacio Cross. Trabajó en la reforma de la Ley 100

de la Salud en el Congreso de la República, en la Comi-

sión Séptima.

Esta periodista serena, de piel blanca y cabello rubio se

declara defensora y servidora de los derechos de las

cucuteñas. Su vida siempre ha girado en torno a Dios,

principal guía en momentos de oscuridad. Es líder acti-

va de la Misión Internacional Nueva Iglesia, y ha logra-

do conocer a Argentina, Francia, Chile, Italia, Ecuador y

España.

Durante la carrera ha implementado talleres enfocados

a las mujeres y a la familia, y promueve la igualdad de

oportunidades en la sociedad. En junio, organizó la

marcha contra el maltrato de la mujer, 'Ni con el pétalo

de una rosa'.

"Nunca me he sentido discriminada, a pesar de ser la

única mujer en el Concejo. Mis compañeros siempre

me han respaldado. Entienden mi función y objetivos

en esta entidad”.

Es feliz y vive agradecida con los padres por los princi-

pios y valores inculcados en la niñez. Espera contribuir

con la comunidad, por medio de la iglesia. Pretende

promover en universidades y colegios la igualdad de

género. Está segura de que de esa manera se erradica-

rán la violencia y el maltrato femeninos.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 28: Revista Perfiles

Página 28

Rolando Serrano:

El mundialista que no quiere desaparecer

Daniela Alejandra Moreno

[email protected]

Perfiles

La madre de Rolando siempre

quiso que sobresaliera como buen estudiante, entrara a la

universidad y destacara como profesional. Su padre, en cam-

bio, siempre lo apoyó en lo que

quiso y vio que desde pequeño llevaba en las venas la pasión

por el fútbol.

Rolando Serrano

El silencio se siente en la pequeña y confortable

casa. Ahí está Rolando Serrano, con mirada se-

rena y tranquila. Aguarda sentado en la silla favo-

rita para atender a las visitas. ‘El mundialista’

es generoso y muestra lo que la vida le ha regala-

do, representado en momentos de gloria y ahora

de nostalgia.

Este hombre le aportó mucho al país futbolístico

y está en el olvido. Nació en Pamplona, en

1938, donde vivió poco tiempo. Ocho años des-

pués, la familia decidió viajar a Cúcuta.

En la capital de Norte de Santander pasó por mu-

chos colegios hasta que se amañó en el Sagrado

Corazón, plantel donde despertó su pasión por el

fútbol.

En el patio del colegio vivió una de esas anécdo-

tas de difícil olvido. Ocurrió a la hora del descan-

so. Uno de los hermanos coordinadores se pa-

seaba por las canchas, Rolando tenía la oportuni-

dad de marcar un golazo, pero corrió con la mala

suerte de pegarle al religioso y le dañó parte de

la sotana. “Llamaron a mi mamá y esa fue mi pri-

mera paliza por hacer lo que me gustaba".

Page 29: Revista Perfiles

Página 29

La madre de Rolando siempre quiso que sobresalie-

ra como buen estudiante, entrara a la universidad y

destacara como profesional. Su padre, en cambio,

siempre lo apoyó en lo que quiso y vio que desde

pequeño llevaba en las venas la pasión por el fútbol.

En 1954, cursaba quinto de bachillerato y decidió

retirarse del colegio para dedicarse el resto de la

vida al deporte. Un año más tarde, al cumplir los 16

años, viajó a Bogotá para jugar en Santa Fe. No todo

en la vida le resultó fácil, el equipo lo rechazó por

joven. Abrumado por lo sucedido decidió continuar

los estudios en Tibú, al lado de un hermano. En el

municipio petrolero no cambiaron las expectativas y

se devolvió para Cúcuta.

En 1957 comienza a vivir el sueño que deseaba ma-

terializar. El Cúcuta Deportivo lo recibió como su-

plente. En ese tiempo estar en la

banca era una humillación. No

perdió las esperanzas ni las ga-

nas de salir adelante. Un día la

suerte le sonrió a expensas de la

lesión de un titular. Le dieron la

oportunidad de mostrar quién era

en el campo de juego.

En ese momento la vida giró 180

grados. Desde entonces pasó

cuatro gloriosos años en el con-

junto motilón. En 1961, América

de Cali compró el pase. “Gracias

a esa venta el Cúcuta logró con-

solidarse económicamente como

equipo”.

A Serrano se le abrieron las puer-

tas y lo convocaron para la selec-

ción Colombia que disputaría el

Mundial de Chile – 1962. El orgu-

llo del pamplonés está en haber lucido la tricolor na-

cional y haber empatado con Rusia a 4 goles. De

ese momento han trascurrido 50 años.

En 1963, participó en el Sudamericano en Bolivia y

no le fue bien. De regreso a Colombia cerró el ciclo

en el América y pasó a Unión Magdalena (1964 –

1965), después a Millonarios (1966 – 1967) y en-

frentó al Santos de Brasil (2-1) del rey Pelé. Las lá-

grimas se asoman al revivir la salida del estadio en

hombros y aplaudido por los espectadores.

Tenía 29 años y varios técnicos le aseguraron que

había terminado la carrera como jugador, por la

edad. El desaparecido Galaxia de Maracaibo

(Venezuela) lo acogió, pero la temporada no resultó

buena. Regreso al país. Unión Magdalena lo contrató

como técnico (1984 – 1985). Hernán ‘Cuca’ Aceros

lo llamó para que lo ayudara a dirigir el Cúcuta De-

portivo. En 1990, dio por terminada la carrera futbo-

lística. Amante de las películas mexicanas, le dijo a

la mamá que algún día escucharía mariachis en la

tierra que los vio nacer. En uno de los viajes se le

presentó la oportunidad de conocer a México, estar

en la plaza Garibaldi, escuchar rancheras y beber

cerveza. No se le midió al tequila.

Los ojos vuelven a nublarse caprichosamente. Se

siente olvidado aunque no quiere dar lástima, pero

sí desearía tener una pensión y que le den el recono-

cimiento que merece. Solo en una ocasión, en Pam-

plona, recibió un pergamino. Ha pasado tanto tiem-

po que no recuerda quién se lo entregó.

Rolando sabe que la pasión por el fútbol y el amor

por la camiseta pasaron de moda. Hoy, estar en un

equipo es negocio. Los jóvenes en las escuelas solo

desean jugar en los grandes clubes.

No es hincha de otro equipo más que del Cúcuta

Deportivo, once que lo vio nacer, crecer y culminar

su carrera.

En la actualidad está dedicado al comercio de joyas

y de relojes. Su padre y sus hermanos fallecieron

hace rato. Solo queda una hermana mayor, Carmen

Julia. Vive con la esposa Myriam, los seis hijos toma-

ron rumbos diferentes y se ven en épocas especiales

o en vacaciones, cuando le llevan los nietos para

que se entretenga.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 30: Revista Perfiles

Página 30

Padre Fabián Staper:

Entre goles y sotanas

Rubén Alexis Paredes

[email protected]

Perfiles

Entre las curiosidades de la vida,

está la persecución que le montó el 13. El 13 de diciembre murió su tío;

13 años después, cumplió 18 años y estaba en el Seminario Mayor; la

ordenación fue el 13 de diciembre;

lleva 13 años como sacerdote y el carro tiene el 13 en la placa. Y

como no cree en la suerte, piensa

que son casualidades de la vida.

Padre Fabián Staper

Page 31: Revista Perfiles

Página 31

Fabián Staper Carvajal nació en la vereda Miraflores,

el 29 de enero de 1973, donde vivió cinco años. Des-

pués de la muerte de un tío, los padres se desplazaron

al casco urbano de Gramalote. Su papá Pablo Antonio

montó una tienda junto con la esposa Rosa Carvajal

Tarazona y con el producido económico sacaron ade-

lante a los ocho hijos. Los estudios del pequeño Fabián

empezaron en la escuela rural Santa Rosa (Gramalote).

Al terminar la primaria se trasladó al colegio departa-

mental Simón Bolívar, y cursó la técnica media. Termi-

nó bachillerato en el colegio Sagrado Corazón de Jesús,

a cargo de las hermanas betlemitas

- Siempre me destaqué por ser buen estudian-

te- lo dijo sin asomo alguno de pretensión o de vanidad.

A los 10 años, fundó la infancia misionera en el barrio

donde residía. Ese resultó su primer trabajo en este

campo y que lo marcaría para el

futuro. Mientras cursaba la secun-

daria ejerció como secretario de la

Legión de María. En el grupo pocos

sabían leer y escribir, por lo que

tuvo que hacerse cargo de las ac-

tas.

La inquietud juvenil lo llevó a ser

nazareno, miembro de la banda

marcial, bailarín de danzas y juga-

dor de fútbol. Siempre con vocación

por el sacerdocio, aunque nunca lo

expresaba para que los compañe-

ros y los familiares no lo molesta-

ran.

- Llevé la vocación sacerdo-

tal desde joven- afirmó con el orgu-

llo y la seguridad de saber que es lo

que eligió y con lo que vivirá siem-

pre.

De 58 egresados del colegio, solo Fabián se decidió por

el servicio a Dios. En 1991, decidió viajar a Cúcuta para

iniciar los estudios en el Seminario Mayor. Era el más

joven de 13 estudiantes. Tenía 17 años. Los compa-

ñeros pensaban que no terminaría por la inmadurez.

Aprobó tres años de filosofía, cuatro de teología y uno

de pastoral. En la síntesis de filosofía obtuvo la nota

más alta y ganó una beca enviada por el padre Shaus-

tred desde Suiza.

-Cuando la vocación es de Dios, Él lo elige a

uno, lo llama, lo instruye y lo guía- es la explicación del

por qué un joven prefiere la sotana a otra profesión, de

las muchas que ofrece el mundo.

En 1995, monseñor Rubén Salazar Gómez le solicitó

dirigirse a Bogotá. Estudió en la Universidad Javeriana

un curso intensivo de Comunicación Social para la Pas-

toral y conoció a compañeros de América Latina.

En 1997, momentos antes de la ordenación, el Obispo

le pidió que esperara un tiempo para recibir ese sacra-

mento. El 5 de diciembre de 1998, se le cumplió el sue-

ño de ser pastor de la Iglesia Católica y se ordenó como

sacerdote.

Entre las curiosidades de la vida, está la persecución

que le montó el 13. El 13 de diciembre murió su tío; 13

años después, cumplió 18 años y estaba en el Semina-

rio Mayor; la ordenación fue el 13 de diciembre; lleva

13 años como sacerdote y el carro tiene el 13 en la

placa. Y como no cree en la suerte, piensa que son ca-

sualidades de la vida.

En la ceremonia de graduación como guía espiritual, el

obispo Salazar Gómez se acercó, le puso la mano en el

hombro derecho y le dijo “hijo mío, vas a la urbaniza-

ción Carlos Pizarro”. Allí, había problemas de orden

público, vías, agua y salud. Al comienzo pensó que era

un castigo, pero ejecutó varias obras, trabajó con la

comunidad, construyó la escuela y levantó el templo.

-Cuando visité Tierra Santa, me confesé y me

sentí completo- dijo y recordó ese momento de encuen-

tro con la historia, con los pasos de Jesús y con la reli-

giosidad.

En el país es el único sacerdote presidente de la Aso-

ciación Colombiana de Periodistas Deportivos (Acord).

En Cúcuta, crea espacios de participación con los ni-

ños, promueve vacaciones recreativas y torneos de fút-

bol. En la comunidad es el líder espiritual de la parro-

quia San Miguel Arcángel.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 32: Revista Perfiles

Página 32

Ligia Echeverría:

Mujer luchadora

Luis Andrés Réategui

[email protected]

Perfiles

Hoy, se siente olvida-da por aquellos a los

que un principio les

brindó la oportunidad de salir adelante en el

Diario la Frontera.

Ligia Echeverría

Page 33: Revista Perfiles

Página 33

Sentada en una silla de ruedas, con traje ele-

gante, muestra una sonrisa y con sencillez di-

ce “buenos días”. La única hija que tiene la

trae de la pieza a la sala. Pregunta con un ges-

to de amabilidad si hay algo de tomar y le pide

a la señora que la ayuda en los oficios de la

casa, que traiga un vaso de agua y un café

con leche.

Ligia Echeverría de Cabeza nació en Pamplo-

na (Norte de Santander). Gran parte de la vida

la pasó en Cúcuta. Se casó por primera vez

con Luis Parra Bolívar, cuando tenía 16 años,

y él 44. Todavía estaba en colegio. El matri-

monio duró 20 años. Por circunstancias de la

vida o por cuestión de Dios,

dijo, enviudó.

Se inició en el periodismo con

la fundación del Diario de la

Frontera, junto a Parra Bolí-

var, el 17 de febrero de

1951. Compraron una ma-

quinaria vieja a Martín Martí-

nez, contrataron periodistas

de Bucaramanga y Bogotá, y

buscaron voceadores.

Doña Ligia recordó con nos-

talgia los inicios de la empre-

sa periodística. Debían armar

a mano, en una máquina, y

letra por letra, para montar la

noticia. Doce personas cum-

plían este oficio. Cuando es-

taba listo el diario, salía a venderlo.

A la muerte del esposo asumió la dirección

por corto tiempo y se hacía cargo de todo. Ra-

zones económicas la obligaron a vender el pe-

riódico. Con la voz entrecortada comentó que

“el día en que se vendió el Diario, fue como si

hubiera degollado a un hijo mío”.

De 1974 a 1978, fue cónsul de Colombia en

San Antonio del Táchira (Venezuela), en los

periodos presidenciales de Misael Pastrana y

Alfonso López. Fue concejal de Cúcuta en la

década de los 80. Hizo parte de la junta direc-

tiva de Coldeportes y de la Licorera de Norte

de Santander.

Durante la gobernación de Eduardo Assaf El-

cure (1986-1990), se desempeñó como Se-

cretaria de Gobierno del Municipio, y por corto

tiempo ocupó el cargo de Alcaldesa.

La salud de doña Ligia no pasa por el mejor

momento. Hace poco fue operada del cora-

zón, debido a que la parte izquierda no funcio-

naba. De la intervención salió mal librada,

pues persisten los problemas. Perdió la fuerza

de la pierna derecha, lo que le impide caminar

y usa silla de ruedas. La tos permanente le

dificulta hablar con tranquilidad.

Es creyente, deposita la salud y la confianza

en Dios, le da gracias infinitas por haberle

concedido una familia. Vive con la única hija,

Ligia Margarita, fruto del matrimonio con Teo-

dosio Cabeza Quiñones, el segundo en su ha-

ber. Hoy, se siente olvidada por aquellos a los

que un principio les brindó la oportunidad de

salir adelante en el Diario la Frontera. El 9 de

febrero de 2012, doña Ligia Echeverría, reci-

bió del alcalde Donamaris Ramírez y del Círcu-

lo de Periodistas y Comunicadores de Norte

de Santander la condecoración Honor al Meri-

to Insigne, por la vida y obra.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 34: Revista Perfiles

Página 34

El chef:

El lado oscuro de la sazón

Edwin Leonardo Gélvez

[email protected]

Perfiles

A las 6:00 de la mañana

suena el reloj despertador.

Es hora de alistarse para

una nueva rutina de traba-

jo. Al lado está su esposa

que con legañas y aliento

desagradable le dice,

“buenos días, mi amor”.

El día empieza sin nove-

dad. La misma pesadilla

desde que nació, hace 26

años, el mismo pánico que

de niño lo mortifica, la

realidad que solo en sue-

ños ha podido modificar.

Sebastián (*) recuerda que

de pequeño se golpeaba

en la cabeza, porque sen-

tía cierta atracción por los

de su género, con los que

compartía ratos de diver-

sión en el barrio Guaima-

ral. Se propuso conseguir

una novia. Los intentos

fueron fallidos. Quiso ser

brusco, igual que su padre,

pero surgía la delicadeza

que lo caracterizaba y era

motivo de burla entre los

amigos de niñez.

Llegó una etapa difícil, la

juventud. Espacio de tiem-

po en el que las hormonas

ordenan. Somos esclavos

del morbo y nuestras incli-

naciones ganan en esa

balanza llamada vida.

Tuvo romances que lo mar-

caron, situaciones que lo

entristecieron y alegraron,

y experiencias que ratifica-

ron lo que quería ser. Su

habitación se volvió testigo

de las locuras pasionales

de la juventud. Los lugares

públicos fueron también

espacios de desahogo hor-

monal.

Sus padres no sabían que

dentro del joven Sebastián

se escondía un ser que

quería ser libre, demostrar-

le sin tapujos a la gente

quién era y salir de trave-

sía con el príncipe soñado,

sin prejuicios y sin estig-

mas…

Una chica le dio un giro a

su vida, Rosmery.

Se había enamorado de

Sebastián al ver ese rostro

primoroso, la delicadeza

de la piel, las manos siem-

pre limpias, ejemplares de

un caballero que cualquier

damisela quisiera tener.

El perfume del cabello evo-

ca el cuidado minucioso

que tiene a la hora del

aseo personal, pero con el

alma llena de sentimientos

tostados por el calor acu-

mulado por no ser real-

mente lo que quiere.

Page 35: Revista Perfiles

Sebastián (*) recuerda que

de pequeño se golpeaba en la

cabeza, porque sentía cierta

atracción por los de su géne-

ro, con los que compartía

ratos de diversión en el ba-

rrio Guaimaral.

¨El chef¨

Página 35 http://www.contraluzcucuta.co

Pensó que sería la posi-

bilidad de enderezar el

rumbo, y evitar una de-

silusión para la familia

con esa relación.

Empezaron a conocerse,

salir a cenar, a disfrutar

y a pasar ratos amenos.

Dentro de su corazón

seguía latiente aquel

sentimiento ajeno a las

leyes de Dios.

Sebastián se había con-

vertido en chef califica-

do y reconocido entre el

gremio de Cúcuta.

Construyó un hogar, sin

quererlo, con la hija de

la mejor amiga de su

madre, garantía para no

levantar sospechas de

sus tendencias senti-

mentales. Engendraron

una hija a la cual quiere

con el alma y es la razón

de su existencia.

Rosmery, acostumbrada

a pasarla de rumba en

rumba, se había enamo-

rado de aquella dama

vestida de caballero y

nunca tuvo motivos para

sospechar de las ten-

dencias de Sebastián.

Ángela vive enamorada

de su padre y su padre

se desvela por su hija.

Conforman una bella

familia. Sebastián es

excelente esposo, y el

hogar es su punto de

partida y la base para la

estabilidad de su vida.

Todo lo contrario sucede

en las noches de los fi-

nes de semana.

Con el pretexto de salir

a tomar cerveza con

unos amigos, oculta en

su bolso el vestuario y el

maquillaje para escapar

y pasar inadvertido de la

sociedad.

Suele tener aventuras

con hombres de su edad

en sitios nocturnos de la

ciudad y de vez en cuan-

do con longevos que

buscan la satisfacción

en aquel rostro perfecto,

como llaman a Sebas-

tián.

Sabe del riesgo que co-

rre al convivir con esta

doble personalidad, pe-

ro no se niega a volar

con las alas que en el

día permanecen amarra-

das y que en las noches

se sueltan como las del

ave fénix.

* Nombre cambiado.

Page 36: Revista Perfiles

Página 36

Luis Emilio Ruiz:

Político y trabajador independiente

Alba Lucía Cepeda

[email protected]

Perfiles

Lee para adquirir

conocimiento, por-

que a la televisión y

al internet no le saca

provecho.

Ligia Echeverría

Page 37: Revista Perfiles

Página 37

Nobleza, simpatía, emprendimiento y patriotis-

mo, son valores que identifican a Luis Emilio Ruiz

Celis. Abogado de la Universidad Libre de Colom-

bia, en 1973, y apasionado por la política. A los 53

años, dedica el tiempo a indagar sobre asuntos

relacionados con senadores y representantes a la

cámara de Norte de Santander. Radio Lemas es la

emisora que sirve de puente para informar a la

comunidad y asiste en compañía de amigos perio-

distas.

Es el único varón de seis hermanos es el consenti-

do de doña Catalina Celis de Ruiz, quien a los 82

años, aún, lo trata con amor, respeto y autoridad.

La relación entre hermanos no es frecuente, por-

que están radicadas en el exterior.

Recordó con nostalgia momen-

tos y situaciones cuando traba-

jaba con su padre Léntulo Ruiz

Tamayo, en una finca ganadera,

cerca de Tibú. Las hermanas

eran pequeñas y jugaban en la

arena, mientras pasaban el día

rodeados de ganado y campo.

La muerte de Don Léntulo Ruiz

Tamayo es un fuerte golpe de la

vida, del que le ha costado repo-

nerse.

Prefiere pasar el tiempo libre en

casa. Lee para adquirir conoci-

miento, porque a la televisión y

al internet no le saca provecho.

Si lo dejan escoger entre ir a

una cabaña en Chinácota y que-

darse en casa con un libro, ele-

giría lo segundo. El que no tiene conocimiento no

es nadie y quién puede enfrentarse a la vida sin

conocimiento, es uno de sus lemas de vida.

Es trabajador independiente, y aunque no ve pro-

blema con eso, piensa por momentos que resultó

un desperdicio no haber aceptado un trabajo fijo,

porque está envejeciendo y con por las malas in-

versiones hechas no puede contar con una pen-

sión que le permita vivir tranquilo con la familia.

Después de los 60 años se entra en una etapa

difícil en la que las oportunidades escasean, los

falsos amigos abundan y la crisis política aumen-

ta. Consideró que las malas acciones que efectuó

se verán reflejadas en el tiempo.

Adicto al fútbol colombiano, hincha y apasionado

por el Cúcuta Deportivo. Aunque no clasifique a las

finales y permanezca en último lugar lo apoya y va

al estadio miércoles y domingos, porque el que no

indaga no tiene criterio de opinar sobre el cuadro

rojinegro. Sobre las irregularidades en el club dijo

que prefiere estar al margen. Siempre ha sentido

apego por el equipo.

Se define como buen patriota y está en desacuer-

do con el imperio yanqui, pues la Colombia en la

que creció no es ni parecida a la de estos días,

donde los jóvenes adquieren modismos, culturas y

actitudes extranjeras, y dejan a un lado los valores

patrios, la historia de los antepasados, las cultu-

ras. Dejan de imitar modelos como Gabriel García

Márquez.

Quien no lo conoce pensaría que es un hombre

déspota, orgulloso y superficial, quizá por su apa-

riencia robusta, los grandes ojos y el tono de voz

grave. En realidad la manera de expresarse y de

pensar sobre la vida lleva a una reflexión, no guiar-

se por las apariencias, porque en ocasiones enga-

ñan.

La facilidad de expresión y el calor humano son

armas que permiten conocer que no siempre las

primeras impresiones son las acertadas. El interés

y el conocimiento son armas fundamentales para

el diario aprendizaje y de ahí radica un excelente

profesional.

http://www.contraluzcucuta.co

Page 38: Revista Perfiles

Revista Perfiles

Si desea obtener mas información , visítenos en:

http://www.cont raluzcucut a .co

Publicación: Número 1 Edición: Revista Contraluz Director: Rafael A. Pabón L. Diseño:

http://www.contraluzcucuta .co

Contraluzcucuta.co “Solo Periodismo” Número 1 | Año 2012