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Director: Carlos Ramírez / indicadorpolitico.mx / [email protected] / No. 03 / indicadorpolitico1 / @CR_indipolitico / Lunes 10 de Diciembre de 2018 / $20 Revista Segunda Época López Obrador me da pena Por Roberto Vizcaíno / pág. 5 ESCRIBEN: Armando Reyes, Jesús Sánchez, Fernando Dworak, Joaquin Vila, Ysidoro Yescas, Marcos Marín Amezcua, Samuel Schmidt, Claudia Luna, Arturo Rueda, Jaime Enríquez, Cipriano Flores, Lilia Cisneros Por Carlos Ramírez / pág. 3 MANIPULACIÓN IDEOLÓGICA: REVUELTAS VIVAN LOS HÉROES QUE NOS DIERON… PRI

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Director: Carlos Ramírez / indicadorpolitico.mx / [email protected] / No. 03 / indicadorpolitico1 / @CR_indipolitico / Lunes 10 de Diciembre de 2018 / $20

Revista

Segunda Época

López Obradorme da pena

Por Roberto Vizcaíno / pág. 5

ESCRIBEN: Armando Reyes, Jesús Sánchez, Fernando Dworak, Joaquin Vila, Ysidoro Yescas, Marcos Marín Amezcua, Samuel Schmidt, Claudia Luna, Arturo Rueda, Jaime Enríquez, Cipriano Flores, Lilia Cisneros

Por Carlos Ramírez / pág. 3

MANIPULACIÓN IDEOLÓGICA: REVUELTASVIVAN LOS HÉROES QUE NOS DIERON… PRI

Directorio

Prioridad por Luy

Editorial: El dilema de AMLO

Luego de luchar contra el ogro priista a lo largo de treinta años, desde su candidatura independiente a la gubernatura de Tabasco en 1988, Andrés Manuel López Obrador arribó a la presidencia y se encontró con su principal dilema: imponer su proyecto personal de gobierno o darle continuidad a la transición a la democracia con la instauración, ahora sí y de una vez por todas, de una república de instituciones.

La diferencia no es de matices. López Obrador ha diseñado en estos años un modelo de país basado en la reconstrucción del Estado paternalista y el presidencialismo dominante y por tanto autoritario; sin embargo, el avance democrático desde 1968 ha llevado a un sistema político con desmantelamiento del presidencialismo y pluralismo de partido y a una disminución de los espacios de control del Estado.

Los primeros indicios han mostrado la intención de López Obrador de catapultar de nueva cuenta el presidencialismo como autoridad máxima y por tanto a una expansión del Estado quitándole de nueva cuenta espacios de participación a la sociedad. El objetivo presidencialista se podría resumir en la ley de remuneraciones del sector público en todos sus niveles para colocar el salario del presidente de la república como el elemento de de-finición de montos. López Obrador quiere terminar con los abusos en pagos salariales de funcionarios, pero lo hizo a partir de la nueva centralización presidencial: “nadie puede ganar más que yo”.

La responsabilidad de la reconstrucción del poder dominante del presidente de la re-pública no es sólo de López Obrador, sino de la sociedad: después de un largo ciclo 1920-1994 de dominio oficial en la relación presidente-congreso, en 1997 se inició un breve periodo de veinte años de gobiernos divididos: presidente de la república de un partido y congreso con mayoría de otro. Si en otros países la cohabitación fue sana para dinamizar más al gobierno y al Estado, en México se convirtió en una calamidad. Por eso en las elec-ciones del 2018 la sociedad le regreso al sistema la mayoría absoluta presidencial y legisla-tiva de un mismo partido político.

Hasta ahora ninguna encuesta ni estudio sociológico ha tratado de indagar las razones de la sociedad para votar por el modelo priísta 1929-1994 de dominio unipartidista, sobre todo si siguen latentes los daños políticos y de gobierno del control dominante de un parti-do sobre dos poderes. Las primeras acciones presidencialistas de López Obrador recuerdan los estilos del viejo priísmo.

México necesitaba dar pasos adelantes en los modelos de gobiernos con contrapesos, no regresar al dominio unipartidista. Ahora pagaremos esa confusión social.

CRISIS. Las posibilidades de una crisis económica están preocupando a mercados e inversio-nistas, pero también a grupos sociales interesados. Todos los presidentes quieren usar su primer año de gobierno para definir rumbos, pero las crisis de finales de gobiernos en 1976, 1982, 1988, 1994, 2000, 2006 y 2012 han distorsionado los sexenios.

EQUIPO ECONOMICO. La definición del presupuesto de egresos de López Obrador pro-vocó el primer choque en el gabinete económico y la primera baja. El primer designado subse-cretario de Egresos, Gerardo Esquivel, le dijo al presidente que ya no se podía aumentar el gasto social y López Obrador se enojó. Esquivel optó por anunciar su retiro del cargo, pero por su papel en el equipo lo enviaran al Banco de México como cargo menor.

SOSPECHAS. En el gabinete de seguridad hay la sospecha de que la desaparición del Es-tado Mayor Presidencial no habría sido acreditada a su papel en el 68 por su Batallón Olimpia que reprimió estudiantes, sino por no haber protegido como se debías al candidato priísta Luis Donaldo Colosio. La teoría de la conspiración señalo al EMP. Y resulta que hoy el jefe máximo de la seguridad pública es Alfonso Durazo Montaño, en 1994 secretario particular de Colosio. Cuando menos en algunos niveles del desaparecido EMP hay esa sospecha.

ÍndicePág.3Manipulación ideológica: RevueltasVivan los héroes que nos dieron… PRIPor Carlos Ramírez

Pág.4Símbolos, lenguaje, percepciones: las armas de AMLOPor Armando Reyes Vigueras

Pág.5López Obrador me da penaPor Roberto Vizcaíno

Pág.6Top de las ocurrencias costosas e inútilesPor Jesús Sánchez

Pág.7La telenovela de la Cuarta Transforma-ciónPor Fernando Dworak

Pág.8¿Impedirá Albert Rivera el “cambio de régimen”?Por Joaquín Vila

Pág.8Como nunca antes…Por Isidoro Yescas

Pág.9Los Pinos: ese caro fetiche del presiden-cialismo mexicano.Por Marcos Marín Amezcua

Pág.10Estrategia económica de AMLOPor Samuel Schmidt

Pág.11Corbyn y Revilla amigos de AMLOPor Claudia Luna Palencia

Pág.12Sin Yolanda, Maricarmen:se las metieron dobladaPor Arturo Rueda

Pág.13AMLO presidentePor Jaime Enríquez Félix

Pág.14Andrés Manuel López Obrador: el ini-cioPor Cipriano Flores Cruz

Pág.15MestizosPor Lilia Cisneros Luján

Mtro. Carlos RamírezPresidente y Director General

[email protected]

Lic. José Luis RojasCoordinador General Editorial

[email protected]

Mtro. Carlos Loeza ManzaneroCoordinador de Análisis Económico

Mauricio Montes de OcaRelaciones Institucionales y ventas

[email protected]

LDG. Alejandra Sánchez AragónDiseño

Revista Indicador Político es una publicación semanal editada por el Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad, S. A. de C.V. Editor responsable: Carlos Javier

Ramírez Hernández. Todos los artículos son de responsabilidad de sus autores. Oficinas: Cerro Tuera 49, Col. Oxtopulco Universidad, Delegación Coyoacán, Ciudad de México,

México. Tel: 6264-0054

indicadorpolitico.mx

Lic. Armando Reyes ViguerasDirector [email protected]

Dr. Rafael Abascal y MacíasCoordinador de Análisis Político

Wendy Coss y LeónCoordinadora de Relaciones Públicas

Ana Karina SánchezCoordinadora [email protected]

Raúl UrbinaAsistente de la dirección [email protected]

Conspiracy Theory

310 de Diciembre de 2018

A partir de la forma en que el priísmo fijó el espacio de lucha en las ideologías, Revueltas estableció que la ideología era una forma de do-minación por parte de las élites hegemónicas. Así, para México, definió al Estado mexicano como un “Estado ideológico total y totalizador”, tomando en cuenta que “la ideología es una to-talidad concreta operante y activa”.

Uno de los pilares del sistema político priísta --además del presidente de la república, el PRI, el Estado de bienestar, el corporativismo y la Constitución-- se encuentra en la ideología como aparato de dominación ideológica del Estado. La ideología no es sólo un conjunto de ideas-fuerza que explicarían el funcionamiento de estructuras, clases y aparatos de gobierno, sino que sería la re-lación dialéctica entre la realidad y la trascenden-cia histórica. Ahí se localiza el papel que juega el pensamiento histórico oficial como el espacio de justificación de luchas políticas.

La revolución de Independencia se liga a Hidalgo y Morelos, la Reforma a Juárez y la Re-volución Mexicana a Madero y Cárdenas. Peor aún, se subordinan los procesos históricos a los liderazgos coyunturales, contradictorios, insufi-cientes: los protagonistas definen los procesos, no al revés. Y si a ello se agrega el hecho de que el principal control ideológico de una clase do-minante se encuentra en la imposición de figu-ras como definición de luchas, entonces resulta que la historia es el personaje y no el proceso histórico de la lucha de clases.

De ahí la importancia de controlar el pensa-miento histórico oficial a través de la educación

publica obligatoria en manos del Estado como una forma de imposición de una historia oficial. Y con este marco histórico-ideológico de obliga-toria interpretación de la Historia, resulta que los héroes “que nos dieron Patria” se convierten, diría Carlyle, en un sucedáneo de las luchas so-ciales y de clases que representaron con todas sus contradicciones.

Esta larga introducción quiere explicar las figuras que dominan la imagen de identidad del gobierno mexicano en el sexenio de López Obrador: Morelos, Hidalgo, Juárez, Madero y Cárdenas, sólo ellos, entre muchos, resumiendo las tres revoluciones nacionales. Así, la identidad de un gobierno es la Historia y ésta la constitu-yen los héroes oficiales del pensamiento históri-co único. Con esa propuesta se evita el esfuerzo de reflexionar no referencias del Museo de la Historia, sino procesos políticos y sociales.

Pero la historia oficial cuenta lo que el Es-tado y los gobiernos oficiales quieren contar, no lo que esos procesos contradictorios fueron en la realidad. La Revolución de Independencia pugnó por la creación del Imperio Mexicano en el espacio de la Nueva España (consuma-ción firmada por Iturbide en 1821 y su imperio 1822-1823), ofreciéndole la corona primero a Fernando VII, cuya figura aparece en todas las versiones del Grito de Dolores. Hidalgo y Mo-relos, por tanto, no fueron ajenos al hecho de que la Independencia se redujo a una primera fase de autonomía de una Corona española que poco se preocupó por sus territorios america-nos. La opción federalista apareció después del

Por Carlos Ramírez derrocamiento del emperador Agustín I, cuyo imperio había sido votado positivamente por el Congreso federal independentista. Hidalgo y Morelos nunca pudieron delinear una verdadera revolución de Independencia.

La Reforma fue una revolución en tanto que destruyó el sistema de fueros militares, extranje-ros, religiosos e indígenas y quedó en la historia como la expresión nacional de una élite progre-sista que constituyó el Estado-nación ante los acosos de los conservadores nacionales y extran-jeros y varias invasiones militares foráneas. Sin embargo, también fue un proceso de fundación del modelo económico capitalista basado en la propiedad privada. Juárez no sólo desamortizó los bienes de la iglesia en “manos muertas”, sino también propiedades inactivas de comunidades indígenas y lo hizo reprimiendo a los indios con el ejército. El concepto juarista de liberalismo --rescatado por Carlos Salinas de Gortari para su proceso de globalización neoliberal de la econo-mía mexicana-- fue la base del capitalismo que potenciaría el liberal Porfirio Díaz en su modelo

de entrega de la economía mexicana al capital extranjero asentado aquí.

El paso de Madero por la historia sigue sin ser reconocido. Su irrupción fue en 1908 con su libro La sucesión presidencial en México. El parti-do nacional democrático, cuya primera intención fue analizar críticamente a Díaz y ofrecerle un ingreso a la historia por la puerta grande: que Díaz designara a Madero su candidato a la vi-cepresidencia y los dos ganaran en las eleccio-nes de 1910 y después Díaz viajara a Europa y dejara a Madero como presidente en funciones. De todos modos, el libro de Madero puede ser considerado como el primer estudio de ciencia política sobre el presidencialismo mexicano. En todo caso, el alcance de la propuesta de Made-ro se quedó en la democracia utópica. La fase revolucionaria de Madero no rompió con el vie-jo régimen y fue atropellado por la estructura militarista que paradójicamente había logrado retratar con exactitud en su libro. Como primer presidente de la Revolución Mexicana, Madero no logró ningún avance; su grandeza fue pro-ducto más bien del magnicidio.

La figura de Lázaro Cárdenas es más com-pleta y contradictoria. La Historia oficial lo perfila como el más revolucionario de todos los revolucionarios, pero su modelo de gobierno se redujo a una república capitalista con adminis-tración regulada por el Estado de la lucha de cla-ses, una especie de socialismo utópico sin Marx y paradójicamente con utilización ventajosa del modelo leninista de partido. Cárdenas cons-truyó un modelo basado en la hegemonía del Estado en materia económica, un sistema pro-ductivo capitalista con participación creciente del sector privado y distribución de la riqueza

Manipulación ideológica: RevueltasVivan los héroes que nos dieron… PRI

En varios de sus ensayos más lúcidos, dialécticos y de ra-cionalidad materialista, José Revueltas estableció el aná-lisis marxista como un mecanismo de desenajenación.

Su tesis se basaba en la forma en que el sistema político priísta (su texto era de 1958, fundado el PRI en 1946) había fijado una segunda lucha de clases, ya no con las productivas sino en la conciencia: la manipulación real de las ideologías, “que constituye una de las bases primordiales en que se sustenta el sistema de dominio al cual se encuentra enajenada la sociedad mexicana en su conjunto”. De ahí su propuesta de que la lu-cha de clases en el modo de producción debiera de escalarse a la lucha de clases en la ideología.

4 10 de Diciembre de 2018

vía políticas públicas. Al no derrotar, ni usar, ni dominar la lucha de clases sino sólo administrar-la, el resultado económico fue negativo porque los instrumentos distribuidores del Estado re-sultaron insuficientes para la desigualdad social que había provocado el periodo revolucionario 1908-1934. El Estado cardenista suplió la lucha de clase como motor de la economía y la distri-bución de la riqueza social con el Estado presi-dencialista paternalista y autoritario. El control de la educación con el modelo de la “educación socialista” no potenció la definición de las clases, sino que se agotó en el modelo bonapartista de apoyo incondicional de las clases al Estado pre-

sidencialista-paternalista-autoritario. Al final, la propuesta de Cárdenas fue un capitalismo (cua-si) monopolista de Estado definido en el Partido de la Revolución Mexicana de corte corporati-vista al servicio de la oligarquía revolucionaria. El fracaso del modelo cardenista se mostró en una rebelión empresarial y en la necesidad de una sucesión presidencial conservadora que du-raría de 1940 a 1970.

La historia oficial mexicana convertida en pensamiento histórico dominante y de interpre-tación única ha favorecido al PRI. El control ab-soluto del Estado del contenido de la educación y el dominio total del Estado de la educación

primera y media y superior vía universidades públicas ha transformado la historia social de México en aparato ideológico del Estado, en todas las fases ideológicas de la historia de 1808 al 2018. La identidad política del gobierno de López Obrador basada en cinco héroes naciona-les que atraviesan el corto periodo de doscientos diez años --de 1808 con el debate sobre la sobe-ranía en la Nueva España por el secuestro de los reyes de España por Napoleón al inicio del sexe-nio lopezobradorista-- implica una continuidad histórica del pensamiento oficial obligatorio y le facilita a López Obrador la no aportación de una fundamentación histórico-ideológica.

En todo caso, las figuras de la identidad grá-fica del gobierno reconfirman las estimaciones de que la 4ª Transformación está localizada en el universo de la historia oficial que va del grito de Dolores al PRI neoliberal, porque se trata, en el análisis de Revueltas, de una ideología única: la oficial, la que hermana la Independencia, la Re-forma y la Revolución Mexicana en el discurso ideológico del México priísta en sus vertientes revolucionaria, priísta y presidencialista, pendu-larmente populista y neoliberal.

[email protected]

@carlosramirezh

Todo líder recurre a un conjunto de recursos para afianzar su posición y alcanzar sus objetivos. En épocas pa-

sadas hemos tenido ejemplos claros de cómo algunos de ellos aprovechan instrumentos de comunicación para conectar con su público, desde la utilización de la palabra “pueblo”, la creación de enemigos invisibles a los cuales se les puede culpar por todo, hasta conceptos que responden a la necesidad de unificar en torno suyo a la ciudadanía.

Los símbolos de la 4ª TransformaciónEl simbolismo es especial para López Obra-

dor, un líder político que ha logrado alcanzar las máximas posiciones de la política nacional gra-cias a un hábil manejo de este tipo de recursos.

La toma de posesión nos regaló algunos ejemplos en este sentido. Desde la llegada en un auto sedan –no de lujo–, sin la escolta del Es-tado Mayor Presidencial, acercándose a saludar a quienes se encontraban en las calles, quienes tenían la posibilidad de tocarlo; el ciclista que se le acercó en la calle para decirle que no tiene derecho a fallar, fueron parte de ese simbolismo que sabe manejar a la perfección.

En este ámbito se entiende que haya vendi-do, en aras de proyectar una imagen de auste-ridad –que busca contrastar con la escándalosa corrupción del sexenio pasado–, el avión pre-sidencial, convertido a Los Pinos en un centro cultural y reducir los sueldos de la alta burocra-cia.

Si bien López Obrador se ha cuidado de señalar por su nombre directamente a ciertos personajes políticos responsables –en buena medida de acuerdo a la opinión pública–, si ha recurrido a un ente abstracto para referirse al enemigo, la mafia en el poder, la minoría rapaz, los conservadores, la prensa fifí y los que pudie-ran surgir en las próximas semanas.

Culpar al neoliberalismo, en lugar de a los responsables pasados de la finanzas públicas, de la situación económica del país es parte de ese simbolismo que busca sintetizar para su audien-cia a los principales males que enfrenta el país.

Otros símbolos utilizados por el presidente tienen que ver con la intención de proyectar una imagen de cercanía con el pueblo, por eso las imágenes suyas en el aeropuerto abordando un avión comercial, en mangas de camisa; los reco-rridos en las calles saludando a todos, también forman parte de este objetivo.

Hay que considerar que su triunfo se debe, en gran medida, al manejo propagandístico que se hizo de su imagen y que logró colocarlo como el candidato que podía acabar con la corrup-ción, la impunidad y la inseguridad, temas que ocupan un lugar relevante en su agenda.

Los resultados están por verse, pero los sím-bolos continúan utilizándose en cada oportuni-dad que se presente.

El lenguaje de la 4ª Transformación López Obrador se caracteriza por utilizar un

lenguaje simple, cargado de frases populares y anécdotas que buscan que el público se identifi-que con él. Sus discursos están conformados por palabras que cualquier persona puede entender fácilmente.

Cualquier análisis que se haga de sus dis-cursos mostrarán que continuamente recurre a palabras como pueblo, democracia, entre otras, pero que resaltan en sus intervenciones diarias ante los medios de comunicación.

La utilización de anécdotas, para alcanzar una identificación más directa con los ciudada-nos, es común en sus apariciones diarias. Tan sólo en su toma de posesión, en los dos discur-sos que dio, recurrió a este tipo de recursos para comunicar sus intenciones.

La primera tuvo que ver con el ciclista que se acercó a su vehículo para decirle que no tenía derecho a fallar al pueblo, algo que repitió en la

Por Armando Reyes Viguerastarde en el zócalo capitalino; la segunda, en el mismo sitio, fue para hablar de seguridad, men-cionando la influencia que las madres y abuelas tienen en los jóvenes, por lo que les pediría que hablen con los que andan en malos pasos para decirles que “se estén quietos”, que van a tener becas y trabajo para no asociarse con la delin-cuencia.

Un mensaje sencillo y fácil de recordar por cualquier persona y que denota, además cerca-nía, comprensión de un problema que preocu-pa a la población, aunque en realidad no se vea como eso ayude a resolver la crisis en materia de inseguridad pública que se vive en el país.

Pero lo anterior poco importa, porque lo importante es que el público se lleva la idea de que tiene a un presidente que es cercano y que comprende los valores del pueblo, ese que es bueno y sabio y que ya decidió frenar el pro-yecto del aeropuerto en Texcoco porque era una obra faraónica y plagada de corrupción, aunque no se señale a quienes se beneficia directamente, pues para eso esta la figura de la minoría rapaz o los conservadores que no quieren perder sus beneficios.

La percepción en la 4ª TransformaciónLa percepción juega un papel fundamental

en política. Un candidato –¿verdad, Ricardo Anaya?– puede ser acusado sin prueba de algún delito y el tribunal de la opinión pública dictará sentencia.

Es por eso que la eliminación de la pensión de los expresidentes tuvo tan buena acogida, pues la percepción es que se trata de un despilfa-rro que nos cuesta a todos los mexicanos.

Por eso también la demanda de juzgarlos, pues la percepción es que deben ser culpables de algo, seguramente por lo mucho que roba-ron, porque el pueblo bueno y sabio sabe que lo hicieron porque todos en esos puestos lo hacen.

También tuvimos la percepción que el avión presidencial era un exceso, algo muy caro que

no tenía ni Obama, y no importó que se diera a conocer el verdadero costo, que se argumentara acerca de la conveniencia de tenerlo, porque el tribunal popular dictó sentencia y la aeronave se tiene que vender.

En la misma línea va el argumento para bajar los sueldos, porque la percepción apunta a que no puede haber “gobierno rico y pueblo pobre”, aunque se defiendan los puestos especializados que merecen un salario que reten-ga al talento humano que necesita la administra-ción pública.

Otro tema que vive en el mundo de la percepción popular es el de la delincuencia asociada a la pobreza, por eso se prometen be-cas, subsidios, empleos con obras como el Tren Maya o la construcción de carreteras, para que los jóvenes –principalmente– no tengan que convertirse en delincuentes.

Que se encuentre a personas que a pe-sar de tener trabajo o una buena posición social se dediquen al secuestro, la estafa, la extorsión o el narcotráfico, poco importa, pues lo que vale es la percepción que se tiene de este tema.

Y en esto, el pueblo no se equivoca, porque una vez que se señala a alguien como culpable de algo, es muy complicado que se pueda quitar esa marca, como lo puede atesti-guar Carlos Salinas de Gortari y demás miem-bros de la llamada mafia del poder.

Este tipo de percepciones sirvieron de plataforma para la candidatura que resultó gana-dora en las elecciones presidenciales de julio de 2018. El abanderado que supo aprovechar este tema, alcanzó la victoria, una fácil victoria, ante una oposición que no supo construir una narra-tiva convincente de cara a la ciudadanía.

Queda ahí la lección para futuras ocasiones, como será en 2021, en que volverán todos estos elementos de la mano de quien es el comunicador político más hábil del país.

Símbolos, lenguaje, percepciones: las armas de AMLO

@AReyesVigueras

510 de Diciembre de 2018

López Obrador me da penaPor Roberto Vizcaíno

E l sábado fui uno de los no más de 200 periodistas que asistimos a la toma de posesión del presidente  Andrés Ma-

nuel López Obrador.Para mí fue la octava asistencia a una toma

de posesión presidencial en México.Y estando ahí, en el área destinada a la pren-

sa del Salón de Plenos de San Lázaro, rodeado de amigos y compañeros de trabajo, con el gran escenario de la tribuna y los personajes frente a mí, escuchando una vez más a López Obrado-rrepetir sus promesas de campaña, el tabasque-ño me dio pena.

Cuántas ilusiones, cuántos ofrecimientos y promesas, cuántas peticiones, cuántos rostros y manos han corrido frente a él en estos últimos 14 o más años que lleva de campaña, qué tama-ño de reto se ha impuesto en este tiempo, que le hace no darse tregua alguna.

Que lo lleva a afirmar que se cansa ganso de acabar con la corrupción y la inseguridad, y de que además va a atajar al neoliberalismo y a separar al poder económico del poder político.

No dudo de sus intenciones. De lo que dudo es de su capacidad y tan poco tiempo para cumplirlas.

No voy a repetir sus 100 objetivos dados a conocer apenas el sábado en el Zócalo, y que a inicios de julio –hace apenas 5 meses-, no pasa-ban de 30.

Su antecesor, el mexiquense Enrique Peña Nieto, fracasó en su intento al implementar 12 reformas estructurales.

¿En serio AMLO cree que podrá en apenas 6 años cumplir con 100 objetivos entre los

cuales el primero es acabar con la corrupción en México y el segundo el de terminar con la inseguridad y la violencia en el país?

Y no sólo eso: hacer crecer 6% del PIB a México en su sexenio.

Con ya un número suficiente de años en este oficio, que me han permitido ver, medir, este tipo de promesas, creo no caer en un error si digo que lo que tenemos enfrente con López Obrador es un buen intento de gobierno, pero sin el soporte de una realidad que lo confirme.

Sin nombrarlos, diré que tengo varios ami-gos que ocuparon cargos en diferentes áreas de gobierno en los sexenios anteriores. Ellos han sido convocados por funcionarios del nuevo gobierno para aportar sus conocimientos en el inicio de programas clave de la naciente admi-nistración de López Obrador.

A lo largo de los meses anteriores han pasa-do, de la expectación por poder participar en un nuevo gobierno que ha causado muchas espe-ranzas, a una abierta frustración.

Resulta que de entrada han enfrentado el despido de entre el 50 al 75% de los cuadros administrativos, personal que en muchos casos conocieron en su paso por las administraciones anteriores, para luego enterarse que tienen bajo sus órdenes a nuevas contrataciones, en su ma-yoría activistas surgidos de la contienda electo-ral.

Estos no tienen experiencia en las posicio-nes a las que han sido enviados y no tienen tam-poco disposición a aprender.

No conocen normas ni procedimientos, le-yes o estatutos. Llegan a combatir. A cumplir

con un objetivo de campaña que poco se ajusta a las exigencias de sacar adelante programas esen-ciales de gobierno.

Lo demás Usted se lo podrá imaginar si ha seguido mínimamente los dictados de  Andrés Manuel: muchas horas de trabajo, poco salario, cero apoyos económicos de ningún tipo, ningu-na opción para adquirir equipos, contratar ser-vicios, acceder a insumos, etc, etc.

“No hay forma de cumplir con objetivos”, me dijo uno de ellos apenas a mediados de la semana anterior.

Impensable, agregó si siguen adelante con la idea de sacar nuestras oficinas hacia el estado donde dicen que las van a enviar.

“Yo no puedo ir a ese estado… mi casa y mi familia están aquí”, agregó.

El jefe, su amigo, le suplica. Pero en verdad no tiene cómo cumplir. Y agrega que según sabe el resto de las áreas andan por las mismas.

Todo eso opera contra las ilusiones de AMLO. Contra sus promesas.

Otro tema será el de los despidos, el del adelgazamiento de la burocracia, el de su pau-perización. Sin duda bajará la capacidad de res-puesta gubernamental y su calidad.

No tendrá que ver con el combate a la co-rrupción o con cuestiones de resistencia al cam-bio, sino con los despidos y la carencia de recur-sos y servicios.

Me da pena ver que AMLO intuye el fraca-so y acude al discurso público para sumarle ob-jetivos a la lista anterior, en una especie de fuga hacia enfrente, como para que nadie comience a señalar que lo ya prometido es imposible de cumplir.

No al menos por un solo hombre y gobier-no.

Pero, bueno, apenas comienza y quizá haya que hablar de otra cosa.

Colaborar, sí, en lo viableConocedor de los escollos de un ini-

cio de gobierno,  Miguel Ángel Osorio Chong,  coordinador de la mini bancada del PRI en el Senado, indicó que su grupo trabajará con las mayorías legislativas afines al presidente  López Obrador  para aprobar las reformas que sean necesarias, siempre que sur-jan dentro de un marco del Derecho, y que no corrompan ni alteren el marco constitucional vigente.

Afirmó que los senadores del PRI no serán una oposición que se vaya a manejar en contra

de todo lo que se nos proponga.Comentó que ha costado muchos años

construir un México democrático  “como para pensar que de la noche a la mañana todo será dife-rente, que con la simple llegada del nuevo gobierno se va a acabar la violencia o la corrupción”, eso es un grave error.

“El país se construye día a día, hay que tra-bajarlo, y ahí vamos a estar nosotros para ayudar y colaborar”, subrayó.

Taibo II, persistenteRicardo Monreal  y su bancada en el Se-

nado, se encuentran en el camino de ratificar su rechazo a realizar la reforma de Ley que le permitiría al escritor Paco Ignacio Taibo II lle-gar a la dirección general del Fondo de Cultura Económica.

En ello no sólo cuentan con su irritación contra el escritor, sino con los antecedentes que respaldan y confirman a Taibo II como un imprudente irredento.

Luego del incidente provocado por su di-cho en la FIL de Guadalajara respecto de que “se las metimos doblada” en abierta mención a los integrantes del Senado, no faltó quien, con memoria, sacara a la luz otra grabación, ésta de por allá de 1997 o 98, en que el escritor perdió otra dirección pública, la de Cultura del enton-ces DF gobernado por Cuauhtémoc Cárdenas, debido a que entonces Taibo II se echó otro di-cho en que ofendió a la comunidad gay.

Las crónicas narran que en aquel año, como ahora, todos se movilizaron contra el escritor quien finalmente no llegó a Cultura del DF.

Todo hace suponer que ahora, como an-tes  Cárdenas, ni  Andrés Manuel López Obrador, ya presidente de México, ni Ricardo Monreal como coordinador de los senadores de Morena, van a darle posibilidad de salirse con la suya a Taibo II.

Los dichos del escritor sólo demuestran, o que es un sope, o muy persistente en cometer burradas en público.

¡Vaya caso!

¿Sorprendidos?A no pocos dejó  Andrés Manuel López

Obrador con cara de ¿what? el sábado al abrir su discurso de Estado en la toma de posesión de la Presidencia en San Lázaro y emitir las si-guientes frases:

“Licenciado  Enrique Peña Nieto, le agra-dezco sus atenciones, pero sobre todo le reco-nozco el hecho de no haber intervenido como lo hicieron otros presidentes en las pasadas eleccio-nes presidenciales”.

A partir de eso ya nadie puede hablar de pe-ligros o riesgos para el mexiquense, no al menos en este gobierno.

[email protected]

@_RVizcainofacebook.com/rvizcainoa

Columna Tras la puerta del poder

6 10 de Diciembre de 2018

Parece que subestimar lo evidente, está de moda.

Sin pretender ser aguafiestas ni ago-reros de ningún desastre, los expertos en puntos de vista han revisado con cuidado las evaluacio-nes de académicos y expertos, quienes advierten que las ocurrencias costosas e inútiles pueden transformar la fiesta de la alternancia en una cri-sis de pesadilla.

Los principales enemigos del cambio son las ocurrencias. Y hemos visto muchas, que le-jos de darle certeza y recursos al nuevo gobierno provocaron una cascada de días negros en los mercados, favorecieron la devaluación del peso y golpearon la confianza en la estabilidad y cre-cimiento futuro del país.

Tome nota. Un dato serio y alarmante es que en los tres meses previos al arranque del nuevo gobierno federal, entre la cancelación del NAIM y las iniciativas para eliminar las comi-siones bancarias y la desaparición de las Afores, generaron pérdidas por unos 90 mil millones de dólares, alrededor de 1.8 billones de pesos (Enrique Quintana, Coordenadas, El Financiero 26-11-2018).

Y no hay justificación que valga, las deci-siones deben asumirse por quien las toma, con todo y los costos que impliquen. Ya no son tiempos para el ensayo y error. Las campañas quedaron atrás y hoy la responsabilidad es del gobierno legalmente instituido.

El nuevo gobierno arrancó con grandes ex-pectativas pero las ha ido recortando. Las pro-yecciones del crecimiento de la economía para 2019 están muy por debajo del 2.0 por ciento. Y difícilmente podrá alcanzarse el crecimiento del 4.0 del PIB prometido.

Además del proyecto del Tren Maya y de la controversia en torno a la Guardia Nacional, el ambiente ha sido altamente especulativo sobre el futuro de segmentos claves para el país como la minería, el petróleo y la construcción de las refinerías, así como la política de intervención en el Banxico y las Afores. Pero vamos por par-tes.

Top de las ocurrencias1.- Eliminación del NAIMEsta es sin duda la madre de las señales ne-

gativas, pues eliminó de un plumazo la certeza jurídica de uno de los proyectos de infraestruc-tura más grandes en la historia del país. Las pér-didas tendrá que absorberlas el propio gobierno federal y destinar buena parte de los recursos públicos a pagar el incumplimiento. Y eso re-percutirá directamente en desempleo, la quiebra de pequeñas empresas. El anuncio de la cancela-

ción del proyecto causó por sí solo una minus-valía inmediata a las Afores del orden de 131 mil millones de pesos, según el reporte de Consar.

2.- Vuelta a la minería de Estado.Con mucha expectación se espera que la

Secretaría de Economía pronto desvele el pro-yecto prometido sobre este importante sector de la economía, la explotación de las minas y que podría alentar la intervención del Estado. Hasta ahora la posibilidad de que se expropien algunas minas ha sido especulativo y mantiene en ascuas a los inversionistas.

En el centro de esta polémica está el papel que desempeñará Napoleón Gómez Urrutia, líder del sindicato minero y que permaneció durante casi 11 años en Canadá. Esto se parece más a una guerra personal entre el legislador y las diferencias personales con Germán Larrea, presidente del Grupo México.

3.- Espejismos en los precios del petróleoUn proyecto sexenal convertido casi en un

sueño es sin duda el dejar de comprar combustible del exterior y con la materia prima nacional dedi-carnos a producir la gasolina que México consume.

Por si fuera poco, los precios del petróleo se han deprimido y las expectativas es que sigan a la baja. Se espera que si bien nos va los precios se mantengan en un promedio de 55 a 58 dólares el barril el próximo año.

4.- La apetitosa bolsa de las Afores Otra de las ocurrencias que le movió el piso

al país fue la iniciativa de desaparecer el esque-ma actual de las Afores, con el propósito de que el gobierno federal tuviera acceso directo a la bolsa de las pensiones y jubilaciones.

El efecto fue catastrófico para los mercados financieros y el peso. El índice de la Bolsa Mexi-cana de Valores perdió 4.17 por ciento, mientras que el peso se desplomó al nivel más bajo en los últimos cinco meses al colocarse en 20.47 pesos por dólar.

El daño estaba hecho pero eso no le preocu-pó en lo más mínimo al senador Ricardo Mon-real que consideró un petate del muerto la reac-ción de los mercados. El caso es que obligó a que el entonces presidente electo llamara a la calma.

El drama es que este “petate de muerto” ha dañado principalmente a Banorte, una de las instituciones nacionales mas cercanas al proyec-to del presidente de la República.

El susto provocó una pérdida de 131 mil millones de pesos en las Afores.

5.- El terremoto bancarioLos días negros para los mercados fueron

provocados por las ocurrencias.El segundo día negro fue propiamente el

jueves 8 de noviembre cuando se conoció de la iniciativa de Ricardo Monreal para desaparecer las comisiones de los bancos lo que provocó no solamente posiciones encontradas en su partido Morena, sino pérdidas de proporciones épicas en las acciones de los bancos.

Las acciones de muchos bancos cayeron y los mas afectados fueron Banorte (para variar) con 11.90 por ciento de pérdidas en unas horas y Santander de 8.12 por ciento.

El índice de la Bolsa Mexicana de Valores cayó a niveles superiores al 6 por ciento pero luego se ajustó a 5.67 por ciento. Pero el susto no pasó ni comiendo bolillo.

6.- Traen a Banxico entre ojosAl banco central mexicano lo asedian los

que buscan el control de la institución para te-ner en sus manos el manejo de la política mone-taria y aquellos que ven en las reservas interna-cionales una enorme bolsa de recursos.

Lo más grave es que la autonomía del Banxico parece que es lo de menos.

A la idea de hincarle el diente a las reservas internacionales del Banco de México, siguió el desmantelamiento del equipo encargado de cui-dar la institución.

La renuncia anticipada Roberto del Cueto reforzó lo que se temía, que las cosas pintan muy mal.

El Banco de México tendrá en enero dos de cinco vicegobernadores propuestos por el pre-sidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. A la mitad del sexenio serán cuatro de cinco, lo que le daría un control casi absoluto.

Lo malo es que la grilla se impone sobre las certeza institucional. La propuesta de que Ge-rardo Esquivel ocupe el lugar de del Cueto es visto como castigo dentro de la burbuja del nue-vo number one. Otros dicen que terminará como oreja del preciso en el Banxico.

Por lo pronto hoy la tasa de referencia inter-bancaria del Banxico es de 8.0 y podría seguir aumentando. Mucho ojo. Esta historia aún no termina.

7.- El Pacto Federal en vilo.Engallado, no hay otra manera de explicar-

lo, el senador Félix Salgado Macedonio lanzó una ruda advertencia a los gobernadores que no aceptan la propuesta de la guardia nacional ni de estar subordinados a los súper coordinadores que serán los neo virreyes del sexenio.

Salgado Macedonio les advirtió que si no están de acuerdo, el Senado podría iniciar un procedimiento de desaparición de poderes.

Parece olvidar el senador que los estados forman parte de un pacto federal y comenzar a repartir la desaparición de poderes en los esta-dos, acabaría con la República Mexicana en la que hoy vivimos.

¿Hasta dónde llega la barbarosidad de Salgado? El actual mapa geopolítico indica que el PAN gobierna en 11 estados, el PRI en 12, PRD en 2, Movimiento Ciudadano 1, PES en 1, independiente 1 y Morena únicamente en 4 estados. ¿Ton´s?

Y conste que no se trata de parecer tremen-distas, pero… y lo que falta.

Por Jesús Sánchez

Top de las ocurrencias costosas e inútilesColumna El Rincón del Chamán

710 de Diciembre de 2018

La primera opción: organizar purgas para depurar a una élite que permanecería en el poder, como sucede en varios regímenes co-munistas. La segunda: controlar los accesos a cargos públicos de manera centralizada, de

Un demagogo se alía de los grupos más disímbolos para llegar al poder, y cada uno de éstos tiene expectativas distintas de lo que desean alcanzar si alcanzan la vic-

toria, aún cuando sean contradictorios entre sí. ¿Qué sucede si ganan la elección y se desea que tan vasta confederación de intereses no generen caos y actúen de manera más o menos cohesiva? Hay varias opciones, que podrían ser complemen-tarias.

tal forma que todos le deban el cargo a una persona, como hizo el PRI a partir de 1933 con la prohibición a la reelección inmediata de legisladores y autoridades municipales.

También existe una tercera opción: con-

Por Fernando Dworak

vertir la diferencia entre grupos e intereses y la falta de cohesión en un espectáculo, de tal forma que sirva como distractor para impul-sar una agenda. Si se orquesta bien, la vida pública se convierte en una gran telenove-la, donde las expectativas de la ciudadanía se basan en qué facción lleva la delantera en los favores del presidente o rumbo a la su-cesión en vez de, digamos, las reformas que se discuten en el Congreso. ¿Quién gana? El gobernante, al convertirse la vida pública en un espectáculo que gira en torno a su figura.

El ejemplo por excelencia de la terce-ra opción es la administración de Donald Trump en Estados Unidos. Desde el inicio había grupos que se disputaban el acceso directo al presidente, como Jared Kushner o Steve Bannon. También se contrataron a

personas conocidas por la trayectoria televi-siva del ejecutivo, como la aprendiz Oma-rossa. De esa forma el arranque del nuevo gobierno se convirtió en una lluvia de edito-riales sobre la personalidad del empresario, las pugnas internas en el primer círculo y los actos, dichos y obras de algunas figuras en lugar de temas como la transformación del hotel de Trump en un lugar de reunión de la élite política para negociar o los la mayoría de los temas a discusión en el Congreso.

Podríamos estar viviendo el experimento de algo similar en México. López Obrador ganó con una coalición de intereses diversos, desde neoliberales del zedillismo hasta radi-cales de izquierda. Y Morena hasta el mo-mento no es más que una franquicia electoral a nombre del presidente. Por más que se de-see fundir a partido con el gobierno a través de la publicidad oficial que vemos y el hecho de que el Ejecutivo controla al Congreso, eso no es garantía de cohesión. Independiente-mente de la posibilidad de futuras “purgas” en el primer círculo y algunos intentos que ciertas personas hacen por tirar la posibili-dad de reelección legislativa, hay esfuerzos por convertir la dispersión en espectáculo.

Ejemplos: aunque Morena controla las cámaras del Congreso, Monreal comienza a impulsar su propia agenda de discusión, como serían las comisiones bancarias. ¿Va a contrapelo a lo que propone López Obra-dor? En lo personal lo dudo y podríamos es-tar viendo un juego de policía malo – policía bueno, donde se busca arrancar concesiones. Aunque el voto del PT no es necesario para tener la mayoría en las Cámaras si se alinea el PES, el primero comienza a hablar de eli-minar las Afores y volverlas a concentrar en el gobierno. ¿Sonda exploratoria? ¿Van por su cuenta?

No solamente surgen figuras desde los poderes: la esposa de López Obrador, Bea-tríz Gutiérrez Müller, se ofrece a interceder para que el presidente acepte escoltas y use el avión presidencial. Incluso un pleito familiar se convierte en noticia pública: en la casa de la transición el todavía presidente electo se reunió con su hermano distanciado, Arturo, para hacer las paces aun cuando no se en-tiende por qué esto debería ser nota pública.

¿Cómo hacer para que el debate público no se convierta en una larga discusión so-bre héroes y villanos en el primer círculo o una larga quiniela para el sucesor de López Obrador? Concentrémonos en lo esencial: la agenda de discusión en el Congreso, los te-mas públicos que impliquen políticas y leyes. Debatamos propuestas concretas. No quite-mos el dedo del renglón sobre principios y valores democráticos. La distracción sólo abonará al afianzamiento del nuevo grupo en el poder.

La telenovela de la Cuarta Transformación

@FernandoDworak

8 10 de Diciembre de 2018

Ciudadanos ha centrado su campaña en Andalucía en un eslogan tan inte-ligente y atractivo que ha doblado de

largo el número de escaños. Un nítido mensaje para los millones de votantes que suspiraban por acabar con el dominio socialista en la Junta resumido en cinco palabras: “hay que cambiar el régimen”. Y este 2D, los partidos de centro derecha han logrado ese hito histórico. Han acabado, o pueden acabar, con 36 años de go-biernos del PSOE. Pero solo un pacto entre el PP, Ciudadanos y Vox logrará “cambiar el ré-gimen”.

A Albert Rivera, sin embargo, parece darle grima pactar con un partido al que el PSOE y la extrema izquierda ya han tachado de fascista e inconstitucional, cuando si uno se lee su pro-grama puede comprobarse que defiende la Carta Magna y la democracia como el que más. Mu-

P rafraseando al Gran Gesticulador de Palacio, hoy, en Oaxaca, como nunca antes…

Tenemos una sociedad crítica y atenta a lo que hace y dejan de hacer nuestros gobernantes, a nivel federal, estatal y municipal, pero con es-

cho más, desde luego, que Podemos y que los socios de gobierno de Pedro Sánchez.

El líder de Ciudadanos, en una pirueta in-comprensible, pretende presidir la Junta con el apoyo del PSOE y del PP, los dos partidos que le han ganado en las urnas. Resulta evidente que Albert Rivera no ha digerido ser superado por Pablo Casado, cuando soñaba con el famoso “sorpasso”. Y lo que es peor: se ha tragado el cuento del fascismo de Vox, la propaganda de la progresía, que ha estallado rabiosa por haber perdido el poder. Es lo que ocurre por empe-ñarse en situarse en el centro, sin darse cuenta de que Ciudadanos ha logrado todos sus éxitos electorales al alinearse políticamente en la dere-cha. En una derecha tan pura como democrá-tica.

Albert Rivera debe recapacitar. En Andalu-cía solo hay dos posibilidades. Que gobierne el PP con el apoyo de Ciudadanos y Vox o ir a unas nuevas elecciones. Y si el partido naranja

casos espacios de participación e interlocución institucional para ser escuchada y atendida.

Padecemos un gobierno estatal con un jefe del poder ejecutivo parcial, si no es que omiso, en la rendición de cuentas, simulador y copartí-cipe de las peores prácticas en el ejercicio del po-der que ha elevado a rango de política pública la mentira y la demagogia, al punto que hoy, ante

Por Isidoro Yescas

Por Joaquín Vila impide ese pacto de “las derechas”, se estrellará en los próximos comicios. Porque sus votantes han querido “cambiar el régimen” y no puede defraudarles. Debería haberse ahorrado el ri-

la derrota de su partido y el arribo de AMLO a la presidencia de la república, no ha vacilado en olvidarse de su rancio priísmo para alinearse con la 4T y, todavía, confundir a los oaxaque-ños , y a las bases morenistas en especial, con sus posicionamientos en favor de las iniciativas lopezobradoristas.

Padecemos y padeceremos, porque no se observa por ningún lado voluntad de cambio, de un gabinete cojo, desvinculado de la realidad oaxaqueña, rapiñero y frívolo, en donde la per-manente disputa por privilegios y el mal uso de los recursos públicos ha sido el hilo conductor de su quehacer cotidiano.

Como nunca antes, atestiguamos la rápida descomposición política del nuevo poder legis-lativo en donde los viejos y nuevos pactos con el muratismo camaleónico y corruptor se impo-nen en forma proporcional a las divisiones, no precisamente ideológicas, de la fracción more-nista. Atrapados en sus desacuerdos y querellas que no parecen encontrar vías de conciliación , lo que ahora se observa es el avasallamiento de unos ( el G-16) los más, sobre una minoría ( G-9) que impávida solo alcanza a protestar tí-midamente ante su virtual desplazamiento y las concesiones otorgadas a la primera minoría priísta.

Tenemos un poder judicial opaco , omiso en el cumplimiento de la impartición de justicia y disminuido en su credibilidad por la errática ruta seguida por su titular para deshacerse de

dículo de proponer ese pacto imposible con el PSOE y el PP. Albert Rivera, aunque sea por una vez, tiene que mojarse y abandonar esa ilusión de vivir en la luna. O en el centro.

los magistrados que integran el Consejo de la Judicatura; cuestionado también por los tro-piezos de la Fiscalía General para esclarecer los feminicidios y otros delitos igual de graves vin-culados a la delincuencia común y organizada.

La impartición de justicia electoral tampo-co vive su mejor momento, al contrario, hoy, como nunca antes, los magistrados del Tribu-nal Estatal Electoral sirven con abyección a sus promotores políticos y han convertido el “im-pulso procesal” en norma y práctica corruptora común para garantizar resoluciones a modo.

Y, con sus contadas excepciones, como nun-ca antes, partidos políticos, legisladores federa-les y locales, autoridades municipales, organiza-ciones sociales, sindicatos y ongs guardan tanta” compostura institucional” ante la creciente ola de violencia criminal que ya prácticamente ha invadido todo el territorio oaxaqueño .

¿El gobierno de AMLO cambiará este la-mentable estado de cosas en Oaxaca? Difícil-mente, si la sociedad no reacciona ni encuentra canales eficaces para empoderarse y si las leyes y políticas públicas que se promuevan y apliquen a nivel federal devienen en simulaciones y com-parsas de los actores locales en los tres niveles de gobierno y en el ámbito municipal. Y sobre todo si persisten y se renovan los viejos cacicaz-gos políticos instaurados durante el priato para ahora cohabitar y compartir el poder con esa vieja izquierda tribal y pragmática que ayer en el PRD y hoy en Morena le apuesta al gatopar-dismo y a los pactos en lo oscurito para seguir gozando de los privilegios del poder.

¿Impedirá Albert Rivera el “cambio de régimen”?

Como nunca antes…

@YescasIsidoro

910 de Diciembre de 2018

Los Pinos: ese caro fetiche del presidencialismo mexicano.

Abrir Los Pinos al pueblo de México que lo sufraga con sus impuestos se debió de hacer hace años, retrocediendo luego de que Peña Nieto cancelara las visitas que ya Fox y Calderón ha-bían propiciado tan positivamente. Canceladas por esa actitud faraónica que incluso impuso vallas del Palacio Nacional, haciendo que los mexicanos camináramos por el arroyo vehicular y no por la amplia acera frente a sí, obstruida por un capricho peñista que no venía a cuento. Y ese sí era un capricho deplorable.

Lo que vi el domingo 2 de diciembre de 2018 en Los Pinos fue a ciudadanos empode-rados, pero dudosos a veces, como si profana-ran un espacio vedado, similar en su actitud a quienes recorrimos el Palacio Nacional en sus salones de colores del ala derecha durante la magna exposición del Bicentenario, abiertos al público de forma temporal. Curiosos y deseosos de ver lo que al final de cuentas nos pertenece a todos, cosa por demás innegable. Una niña dijo a su compañerito de orquesta: “(Pasamos) ¿Y co-bran?” Estaba yo por decirle: “no niña, esto ya lo hemos pagado hasta lo indecible. Pásale”. Vimos más de lo que conocieron un reportero acredita-do o un visitante ocasional invitado.

Un folleto repartido al público dice que el espacio de tres predios –Molino del Rey, La

La medida es extraordinaria. Se aplaude, sí. Acertada y tardía porque retrasar esa apertura ha privilegiado la opacidad de su funcionamiento. Y eso debe de cesar. Podría matizarse las formas, pero no el objetivo.

Hormiga y Chivatito– en 56 mil metros cua-drados, acabó siendo 14 veces más grande que la Casa Blanca en Washington, D.C. y advierte: “Lo que Lázaro Cárdenas concibió como una austera residencia de un mandatario republi-cano, terminó por convertirse en un lugar tan ostentoso como lo había sido el castillo de Cha-pultepec”. Y termina siendo verdad. No estaría de más un replanteamiento del papel de una re-sidencia oficial, máxime que López Obrador no ha definido su destino ni el propio en la materia. De lo que hay hoy, yo la reduciría a la mitad de espacio invadido al bosque.

Seamos claros: Isabel II permite y cobra por acceder al palacio de Buckingham durante su ausencia estival, mientras vacaciona en Esco-cia. Se pueden visitar el palacio de Oriente en Madrid y El Pardo. El Kremlin se visita. Antes la Casa Blanca. Todos con espacios reservados. Está bien, pero se abren los inmuebles. Los Pi-nos se visita porque interesa, porque ahí hay historia de México y merece saberse. Los Pinos han sido opacos en su manejo y en manos del PRI, más. ¿Por morbo se acude? Será por el que propiciaron sus ocupantes. Por fisgoneo y rei-vindicación, sí. ¿Por curiosidad? Desde luego que sí y se lo anticipo: el recorrido no está para morirse, pero no pierde su fascinación, valía y

Por Marcos Marín Amezcua

peculiaridad. Sus vigilantes son asaz amables con el público

Y sépase: no es el Palacio de Versalles. Es más, me parece un espacio incómodo para ha-bitarlo y trabajar desde allí al mismo tiempo. Poco funcional. Así de sencillo. Una prisión arbolada que se comió grandes extensiones del bosque de Chapultepec, sin derecho a ello de parte de quienes poco a poco dispusieron de que así sucediera. ¿Centro cultural? si lo reducen, va. Me agradaría que parte de sus instalaciones –las militares para sus acuartelados, hacia el Audito-rio Nacional– fueran demolidas y devueltas al bosque para recreo de todos. Ya el resto pudiera aprovecharse si la idea persiste, sin degradar la zona ni llenarla de ambulantaje como han vuel-to otros parajes. Identificando lo que puede vol-verse museo con todas sus características.

Los Pinos como conjunto opaco nos recuer-da que no es un edificio, sino un conjunto de tales. Los libros de historia de la Casa Blanca detallan ese inmueble. Los Pinos se han ido re-velando poco a poco, muy poco a poco. Esencia de su opacidad. Una que pasa por el aparente no inventario de bienes visibles, de su patrimonio, del que desconocemos todo lo que lo conforma-ba, imposibilitándonos saber qué lo componía y mucho menos permite identificar los presumi-bles faltantes.

Es preferible acceder por Parque Lira y Constituyentes. Caminar la explanada de Fran-cisco I. Madero, admirar el monumento a la batalla de Molino del Rey y ver los arrumbados autos de López Mateos con el museo del Esta-do Mayor, que era de consumo interno, ya se ve. Luego descender hasta la entrada del bosque muy cerca del tótem canadiense y acceder a las calzadas de presidentes –que deja el pedestal va-cío del no ocupante López Obrador– y la de la democracia. La estatua de Peña con una bandera nacional es de pena ajena recordando la entrega del petróleo a manos extranjeras. ¡Vaya patrio-tismo del sujeto! ¿estará sensacional para los lo-greros priistas?

La residencia Miguel Alemán se muestra

vacía en su planta superior. Semivacía en la infe-rior. ¿O es que Los Pinos nunca fueron lujosos? Pareciera. De ahí el imaginario popular y el feti-che en que se convirtió. Está ausente de lámpa-ras sobre mesitas o de adornos. Sin cuadros en la mayoría de sus muros ¿Falta algo? No se sabe. Arriba, espacios limpios, aseados, pero vacíos. La recámara presidencial tiene en una pared ¡24! receptores eléctricos, los más, enchufes. No se ven las escaleras usadas para la sesión de fotos de la afamada madre e hija. Pulcras las otras escale-ras. La cocina vacía de todo: ni rastros de cuber-tería, mantelería, aditamentos. Ni un pocillo, siquiera. Y el búnker en su sótano…. Un sótano con sala de cine, pero sin rastros del bar o el boliche o las canchas de tenis que aseguran que hubo en la residencia oficial. En la contigua resi-dencia Lázaro Cárdenas está el salón acristalado donde el general decidió expropiar el petróleo y sin poder identificar en dónde Peña Nieto de-cidió tan bribón, enajenarlo con los infaustos resultados que seguimos pagando. En la Ruiz Cortines un reducido salón Carranza, presidido por el cuadro de Siqueiros. Paradojas de la vida, un pintor encarcelado por un gobierno priista decorándole. Y las salas de juntas, una tras otra, con grandes sillas de prominentes respaldos, televisores, despliegue y derroche. Podemos oír los ecos de las decisiones. Y tanta modificación. Había manga ancha.

Un columnista hace unos meses hacia rabie-ta espetándole a López que no tenía derecho a deshacerse de Los Pinos. Extraviado, confundi-do, no entendió que solo dejaba de utilizar el sitio. Ni que fuera peñista malbaratando los bie-nes nacionales. Otra periodista decía que los jar-dines de Los Pinos eran preciosos. Yo lo dejaría en bien cuidados. He conocido mejores. Están cuidados, nada más.

Sí, valdría más abrir Los Pinos con guía, con caminos trazados que preserven sus pastos y jardineras, sí, con identificadores y señalizacio-nes más ordenadas en cada salón. Mas el paso está dado y si algún día un mandatario regre-sa a ese sitio, que lo encuentre más reducido, más operativo y aun así que deje pasar, porque desde luego que el lugar merece visitarse, orde-nadamente. Y es verdad que seguirá costando su mantenimiento. Ante la aparente falsedad de robo de nochebuenas, la prensa y la gente deberían de poner el acento en presionar para que se esclarezca si se han robado o no bienes de Los Pinos, poniendo el grito en el cielo por las ausencias, los saqueos o las faltas que pudieran sí, presentarse en la exresidencia oficial.

Los Pinos ha dejado de ser la residencia ofi-cial del presidente de la República. Nos queda la incógnita de dónde habitará López Obrador, porque después de todo el Palacio Nacional ya tampoco parece la mejor idea con sus condicio-nes museísticas actuales y limitar su acceso por residir allí el mandatario, sería un retroceso.

@marcosmarindice

Columna Sin Miramientos

10 10 de Diciembre de 2018Revista

Segunda Época

En 2013, en un libro en co-autoría con Carlos Spector (Tras el Muro. Cámara de Diputados) reiteramos una propuesta:

“Hemos sugerido un plan para invertir mil millones de dólares al año en proyectos de de-sarrollo en cinco de los principales estados ex-pulsores de población, el desbordamiento de esa actividad impactaría a la región circundante abriendo oportunidades económicas aceleradas, en menos de cinco años (cinco mil millones de dólares es menos de lo que gastó Estados Uni-dos en controles migratorios en 2010) habría un despegue económico que aceleraría el mercado de Estados Unidos, frenaría la migración y po-siblemente atraería a mucha gente de regreso a México trayendo consigo el conocimiento lo-grado en su estancia en ese país”.

López Obrador extiende la noción para cubrir a Centro América, cuestión pertinente, porque hay que luchar contra los desequilibrios regionales, lo que lleva en primerísimo lugar a luchar contra la pobreza, pero también contra el crimen y la delincuencia organizada que se coor-dina con el gobierno. No puede tomarse a la li-gera la negociación del actual presidente de El Salvador con las pandillas para hacer campaña en su territorio y las consecuentes concesiones que su gobierno le dio a los delincuentes.

Es correcto plantear que el proyecto sea re-gional comprometiendo recursos de Canadá y Estados Unidos, aunque falta ver cuanto apor-tará la oligarquía mexicana que ha sangrado al país desde hace varias décadas, ojalá su miopía les permita ver que si la región prospera, tam-bién lo harán ellos. El dinero que faciliten ahora les regresará incrementado en el futuro.

La vertiente de las cortinas de desarrollo que plantea AMLO suena interesante.

Proponer una estrategia para desarrollar el sur-sureste del país, una de las zonas más po-bres del país, por medio del tren Maya, un tren trans-istmico, dos puertos industriales (Coatza-coalcos y Salina Cruz), este es un viejo proyecto; más la refinería en Tabasco, implicará no sola-mente una enorme derrama de capital mientras se construyen, sino la creación de oportunidades económicas en la región. La plantación de árbo-les maderables y frutales, tendrá el potencial de generar agro industria local.

Crear la zona libre en la frontera norte del país generará un espacio de crecimiento acelera-do que impactará al resto del país. La frontera norte ha sido un imán que atrae fuerza de traba-jo desde hace muchos años resolviendo necesi-dades de empleo de todo el país. Esta estrategia,

que lleva consigo el aumento del salario míni-mo, creará oportunidades de mejor vida para los migrantes, y debe acompañarse con un gran esfuerzo de ordenamiento urbano, construcción de infraestructura educativa y de salud para eliminar las cartolandias y la marginación que existe en la frontera.

Crear dos polos de desarrollo en las zonas sur y norte conlleva una derrama de capital y oportunidades que se desborden para las zonas adyacentes y si se sigue una política de consumo de insumos nacionales, el impacto se extenderá al resto del país.

La zona que se encuentra entre esos dos po-los tiene un fuerte potencial económico que no requiere de asistencia gubernamental. La fuerza de Monterrey, Guadalajara, Puebla, Querétaro y el Valle de México impacta a toda la economía nacional. Si acaso convendría orientar esfuerzos

para atacar las zonas marginales del Estado de México e Hidalgo por ejemplo.

Si la estrategia desarrollista de AMLO cami-na sin freno los primeros tres años, será un aci-cate para motivar a la inversión privada nacional y extranjera, ya sea que se ubique en las zonas escogidas, o en otras del país, lo que aumentará las posibilidades de desarrollo.

Es vital que la estrategia se complemente con un aumento sustancial al salario real y se mejore la atención a la salud. Una sociedad sa-ludable es una sociedad productiva y contenta.

Ya se ha planteado una estrategia educativa que incremente sustancialmente las habilidades numéricas y de lenguaje de la población. Se trata de aumentar los años de escolaridad con educa-ción de calidad. El país no puede darse el lujo de generar doctores en universidades patito que escriben tesis con faltas de ortografía. Una socie-

dad educada se califica con rapidez y aumenta la productividad.

La estrategia de AMLO plantea una re-di-rección del capitalismo que resuelva carencias sociales, redistribuya la riqueza por medio de la eliminación de la pobreza, y redistribuya geo-gráficamente el crecimiento nacional. Esto es moralmente necesario y una condición ineludi-ble para competir como potencia en el concierto de las naciones para el siglo XXI.

Queda finalmente algo que no mencionó pero es inevitable. Los empresarios deben pa-gar impuestos, regresar el dinero que tienen en paraísos fiscales o en países capitalistas que les dan nula ganancia, y arriesgar por el futuro del país sin exigir que el Estado les de garantías. En la apuesta nacional, cada quién debe asumir su riesgo.

Estrategia económica de AMLO

@shmil50

Por Samuel Schmidt

1110 de Diciembre de 2018Revista

Segunda Época

Borrón y cuenta nueva se leyó entre líneas en el reciente discurso en San Lázaro, durante la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, cargada además con una significativa dosis emotiva.

Todos queremos un México mejor seamos de izquierda o de derecha, de centro o apolíti-cos; todos deseamos una sociedad mucho más humana y equitativa sin esas visibles equidistan-cias dolorosas.

El México de Porfirio Díaz tenía once millo-nes de pobres, lamentablemente con el paso del

Es muy pronto para responder si el recién nombrado presidente de México llevará a cabo una política abso-luta de “perdón y olvido” o más bien se decantará por

el perdón con la memoria muy presente.

tiempo nunca mejoró ni amainó la desigualdad social, el coeficiente de Gini que sirve para me-dir y reflejar la disparidad de ingreso entre la cla-se más pudiente y la más castigada socialmente hablando fue ensanchándose cada sexenio.

De esta forma se ha llegado al siglo XXI con el mismo karma maldito: la mitad de la pobla-ción tiene diversos grados de pobreza en unos segmentos mucho más acuciosa, anquilosada y de drama generacional; se hereda de padres a hijos como una cadena perpetua.

El presidente López Obrador tiene sus pro-

Por Claudia Luna Palencia

pias ideas sociales y socialistas aunque muchas también de centro, el caleidoscopio de persona-jes políticos que acudieron a acompañarlo en su investidura reviste de un análisis interesante.

Se han reunido desde dictadores como Ni-colás Maduro señalado y condenado de forma moral por sátrapa por la comunidad internacio-nal ante el daño provocado al pueblo venezola-no y a la democracia; así como políticos euro-peos de izquierda mucho más moderada, es el caso de Jeremy Corbyn, líder del Partido Labo-rista y de Miguel Ángel Revilla, presidente de la comunidad autónoma de Cantabria, ubicada al norte de España.

Me ha parecido muy interesante que el nuevo mandatario tuviera una deferencia muy especial, tanto con Corbyn como con Revilla, al invitarlos a hospedarse en su casa en Palenque

previo a la ceremonia oficial del 1 de diciembre pasado. No lo hizo con ningún otro político in-ternacional.

Y confieso que si López Obrador simpatiza con ellos no me escandaliza ni me preocupa, en cambio sí lo haría una amistad íntima con Evo Morales o con el propio dictador Maduro.

A COLACIÓNEl inglés Corbyn (69 años) está liderando su

propia cruzada contra la primera ministra bri-tánica Theresa May, ya le negó cualquier apoyo laborista en el Parlamento para la próxima vota-ción del 11 de diciembre, en la que la premier deberá obtener mayoría simple para aprobar el acuerdo de divorcio del Brexit alcanzado hace poco con la Unión Europea (UE).

Corbyn, fiel a sus ideales, ha dicho que no pasará y sabedor de la debilidad política de May está esperando, como el lobo, su oportunidad para acceder al poder vía la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas.

El político inglés, casado en terceras nupcias con la abogada mexicana Laura Álvarez, tiene una vocación sindical innata; él apoya a Pales-tina y en su momento se manifestó contra el Apartheid.

No es partidario del Brexit pero tampoco es un férreo defensor de permanecer “supeditados” a la UE, es patriótico y muchas de sus decisiones en su larga trayectoria política –iniciada de jo-ven- descansan en el apoyo de las masas obreras.

Recientemente condenó abiertamente los elevados costos del transporte del tren inglés, denunciando que un trayecto entre Londres y Manchester costase más de 330 libras; entonces escribió iracundo en su cuenta de Twiter que “habría que nacionalizar las compañías de tre-nes”.

Por su parte, el español Revilla (23 de enero cumplirá 76 años) es sin duda un político sin-gular dentro de la amplia fauna de la política ibérica, de corte campechano acostumbra decir lo que piensa: le gusta pisar el campo, visitar las industrias y acostumbra el roce con la gente; él mismo se ve un tanto cuanto reflejado en la forma de ser del expresidente de Uruguay, José Mujica y de tal forma le seduce la personalidad de López Obrador que lo buscó afanosamente para conocerlo.

Revilla igualmente tiene una larga trayec-toria política, fundó el Partido Regionalista de Cantabria, y desde 2003 es presidente de Can-tabria lleva tres reelecciones, ha gobernado en coalición con el PSC y el PSOE. A pesar del desgaste de gobernar, sigue gozando de una amplia popularidad en su tierra y en medio de la corrupción rampante en los grandes partidos políticos columna vertebral de la democracia española, hasta estos momentos, Revilla se man-tiene lejos de todo escándalo.

Corbyn y Revilla amigos de AMLO

Columna Por la Espiral

Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y

escritora de temas internacionales. @claudialunapale

12 10 de Diciembre de 2018

Con una pistola en la sien, digo, porque el senador Cruz Pérez Cuéllar, antes panista y ahora de Morena, ingresó una iniciativa para que se respete el periodo originalpara que cua-tro magistrados del TEPJF cumplan su periodo para el que fueron designados y no la polémica ampliación de que el PRI les dio el año pasado.

Esos cuatro magistrados son Felipe Fuentes Barrera, Reyes Rodríguez Mondra-gón, Indalfer Infante y, claro, el magistrado

Con una pistola en su cabeza, el magistrado electoral José Luis Vargas difundió —o fil-tró— en redes sociales su proyecto para resolver el caso Puebla que incluye declarar la nulidad de la elección de gobernador del 1 de julio, revocar la constancia de mayoría de

Martha Erika Alonso, instruir al INE convocar a una elección extraordinaria cuya jornada debe realizarse en un máximo de 60 días.

ponente José Luis Vargas, quien había recibido una extensión de cuatro años adicionales a los tres para los que fue designado. Ese magistrado, por cierto, había sido recusado por supuesto pa-rentesco con uno de los abogados del despacho de Martha Erika. Es decir, Morena no confiaba en él.

Con esa iniciativa en el Senado, que es una auténtica pistola en la sien, las lealtades cam-biaron, consecuencia de cruzar el umbral del 1

Por Arturo Rueda

de diciembre sin un fallo confirmatorio. Otra vez se cumple el viejo axioma de que en política lo que se aplaza no se verifica.

Este proyecto también confirma que en po-lítica no hay sorpresas, sino sorprendidos.

El magistrado José Luis Vargas busca congraciarse con Morena para no ser desalo-jado de su asiento en el TEPJF, y si los otros tres ya fueron alineados también con esa inicia-tiva, más el aval de Janine Otálora, el resultado

de la votación es un previsible 5-2 a favor de la anulación.

La elección de gobernador de Puebla ya se cayó, y el Instituto Nacional Electoral será el organismo encargado de organizar la ex-traordinaria en máximo 60 días porque, técnicamente, no habrá IEE, ya que en uno de sus resolutivos ordena la destitución de los consejeros por su actuar negligente en vigilar la cadena de custodia.

El resultado previsible de la votación es una presión política derivada de la iniciativa presentada por el senador Cruz Pérez Cuéllar. No hay otra.

En este espacio advertí que la lógica políti-ca indicaba que López Obrador no iba a dejar pasar el chance de conquistar el territorio de Puebla bajo el principio de que la política es ‘momento y oportunidad’ y no esperar seis años, todo un ciclo político, para adueñarse del estado, lo que significa menos resistencias para su proyecto de demoler el neoliberalismode una forma duradera, como anunció en su toma de protesta.

Hace más de una semana escribí: “López Obrador tiene la oportunidad de dar un puñe-tazo en el tablero para que en Puebla haya juego nuevo, es decir, nuevas elecciones en las que un candidato competitivo de Morena pueda ha-cerse del gobierno en comicios extraordinarios el próximo año, sin necesidad de esperar que trascurra todo un ciclo político de seis años”.

“Si el TEPJF confirma la victoria de Martha Erika Alonso: deberá conformarse en gobernar con ella los seis años de su periodo. Y para 2024 se la jugarán entre Rodrigo Abdala —su ‘super-delegado’ y amigo personal de Andy— contra Alejandro Armenta, Nancy y quizá Claudia, si es capaz de recomponer su gobierno. No duden que la locura del poder afecte a Gabriel Biestro”.

“Pero si el TEPJF tumba la elección, ese proceso ya no tendrá que esperar a 2024, sino que se adelantaría a 2019, cuando Morena, con un candidato competitivo, podría hacerse de una vez con la gubernatura y avanzar en el plan de ocupación territorial.

“Si la política es momento y oportunidad, López Obrador hará hasta lo imposible para tumbar la elección en el TEPJF, no por Bar-bosa, sino para tener otra chance de ganar el gobierno de Puebla, ahora sí con un candidato competitivo”.

Tan político, que no jurídico, es el proyecto del magistrado José Luis Vargas que ya ni siquie-ra consideró el recuento total ordenado rea-lizado en el TEPJF, porque presumiblemente la paquetería ya habría sido manipulada y la certeza se perdió. Un absurdo.

Por eso, el fallo confirmatorio no llegó, y ya no va a llegar.

Como dice el axioma Taibo: se las metieron doblada.

Sin Yolanda, Maricarmen.

Sin Yolanda, Maricarmen:se las metieron doblada

@nigromanterueda

Columna Tiempos del Nigromante

1310 de Diciembre de 2018

Los rumores de una orden de aprehensión contra Andrés Manuel López Obrador en Ta-basco eran insistentes. Aquella pedrada que le dio en el rostro que apareció luego en los perió-dicos ensangrentado, acusado no solamente de tomar pozos petroleros sino de incendiarlos. La foto dio la vuelta al mundo.

Cuauhtémoc Cárdenas nos había convoca-do a un grupo de perredistas para viajar a Ta-basco con urgencia, a fin de evitar la intentona del gobierno y de sectores tradicionales del país de meter a la cárcel a un dirigente importante. No había sido aún presidente del PRD ni Jefe de Gobierno.

Arribamos a las 10 de la mañana. Nadie fue por nosotros al aeropuerto. Salimos a tomar un taxi cuando escuchamos gritos de un personaje del que no detectábamos la voz: traía sandalias de madera, tipo zuecos, y entre gritos vociferaba que los tabasqueños “estaban jodidos por hue-vones”. No era parte de nuestro grupo, tam-poco era perredista, pero había sido compañero de algunas luchas. Comunista, hijo de funcio-narios públicos en el ámbito de las Relaciones Exteriores.

Llegamos a la casa de Andrés Manuel en una colonia de clase media alta pero decorada con mal gusto. Nos instalamos en la sala, su es-posa, la madre de sus hijos adultos muy amable, pero se observaba ya en ella el deterioro de su salud.

Fue una plática larga. La humedad del clima provocaba somnolencia y Cuauhtémoc empezó a pestañear: siempre le ocurría lo mismo porque teníamos giras de 14 horas diarias y generalmen-te salíamos en la madrugada y terminábamos noche. Él aprovechaba los traslados para dor-mitar un poco. Había charlas interesantes y de pronto había silencio. Entendíamos que estaba tomando una breve siesta.

En la casa de Andrés ocurrió lo mismo: en-tonces López Obrador se acercó a mi y me susu-rró al oído: “dile al ingeniero que si quiere subir a la recámara a descansar un ratito”. Le dije: “dile tú”. Me contestó:” No, a ti te tiene más confianza”. Se lo comenté. Cuauhtémoc desde luego se negó. Nuevamente Andrés Manuel me inquirió. Esta vez me dijo: “por qué le hablas de tú”. Le respondí: “porque él me lo pidió”. A la fecha, la comunicación oral entre Cuauhtémoc y Andrés es de “usted”.

Cuando se configuró el Partido de la Revolución Democrática y se realizó el primer Congreso, a la hora de elegir al dirigente del par-tido, se propuso el nombre de Andrés Manuel

López Obrador: un dirigente del sureste donde había poca militancia, donde nunca ganamos nada electoralmente, pero daba la interior de que Cuauhtémoc estaba posicionando un diri-gente a futuro. Obviamente hubo declinaciones en el Congreso Nacional y el primer dirigente fue Cuauhtémoc Cárdenas.

Nunca supe cómo fui diputado federal cuando el PRD no nacía aún. Tampoco cómo llegué a Consejero y a miembro del Comité Eje-cutivo. Porfirio Muñoz Ledo me decía que yo había sido una propuesta de él.

El tiempo pasó: Andrés fue candida-to a Gobernador de Tabasco, Cristóbal Arias de Michoacán, Heberto Castillo de Veracruz y yo por Zacatecas.

La relación de Cárdenas hacia Andrés siem-pre fue protectora: le otorgaba espacios a los que López Obrador no aspiraba pues tampoco tenía envergadura para ello: antes estaban Heberto, Porfirio y quizá una lista de 20 más.

Andrés fue presidente del partido con un liderazgo que aún no le correspondía. Ganó, derrotó a la corriente de los Chuchos, los alia-dos de Cuauhtémoc lo apoyamos. Fue un líder práctico y viajero. El partido no le gustaba. Le gustaban el pueblo y los mítines. Un día, en un Consejo Nacional, él presidente del PRD, se me acercó para evitar las discusiones largas y abu-rridas de los consejos nacionales. Yo era ya pre-sidente del partido en el Estado de México. Me dijo: “esta es una perdedera de tiempo: tanto li-derazgo y tienen tres días en tonterías, sin llegar a nada y sin organizar el partido”. Se quejó de que le temblaba un ojo y que traía también un

dolor en la espalda, quizá derivado de la tensión partidaria. Inventó las encuestas o consultas: se consiguió un científico de la UNAM que no se requería porque en las encuestas es más impor-tante el diseño de los reactivos que la evaluación de los mismos. Desde entonces ya McGraw Hill vendía un CD para poder calcular las muestras y los resultados.

Desde allí todo fue por encuestas y todo fue por decisión de Andrés Manuel López Obrador. Algunos casos a mano alzada en algunas plazas para elegir candidatos que no eran más que actos manipulados desde la Presidencia del partido.

Logró la gobernatura de Zacatecas con un Salinista: Ricardo Monreal, que había sido com-pañero de Amalia García, Vicente Fox y mío en la LIV Legislatura. Monreal había sido derro-tado en el PRI. Se acercó a todos los partidos y Andrés le dio hospedaje. El día de la elección por primera vez se rentó un espacio en un hotel de lujo de reforma para el “War Room”. La vota-ción en Zacatecas estaba muy cerrada. Antes de finalizar el conteo, AMLO amenazó al gobierno federal a través de la Secretaría General del PRD y al mismo Zedillo presidente. Se impuso a Ri-cardo Monreal por acuerdo y sin el conteo total de los votos.

El pragmatismo de Andrés era excelente, sin embargo, era un hombre inculto, sin formación política de nivel, pero un buen dirigente de ma-sas.

Entramos al gobierno de la Ciudad de Mé-xico con Cuauhtémoc Cárdenas derrotando al PAN 3 a 1 y al PRI del tío de Peña Nieto, 2 a 1. El primer gobierno democrático perredista

arribaba. Sin embargo, la decisión del inge-niero Cárdenas de abandonar la jefatura del gobierno provocó decepciones y enojos popu-lares. Rosario Robles entra a la última parte del tiempo del gobierno de la ciudad y lo hace muy bien: recupera el sentimiento electoral y entra Andrés Manuel candidato al gobierno de la Ciudad. Tabasqueño, lengua mocha, camisa de manga corta, nunca había usado trajes for-males y cuando los usó le quedaron guangos, las corbatas chuecas y los zapatos de suela de goma. No hubo encanto.

Santiago Creel, su contrincante. Si la con-tienda hubiera durado veinte días más, AMLO hubiera quedado derrotado. Tuvieron que sal-varlo el esmirriado porcentaje de Manuel Ca-macho y Marcelo Ebrard que iba por su propio partido y que al final se le sumaron.

AMLO hizo un gobierno de confrontación y escándalo, pero con obras. Se desprende prác-ticamente del partido y de sus corrientes y em-pieza a tomar distancia de Cuauhtémoc Cárde-nas. Fueron 18 años de necedad, de insistencia, de rogarle al pueblo, del “ya merito”.

Desde luego ganado a pulso con una gran votación, no con el porcentaje de Echeverría o de López Portillo, pero un voto consistente con-tra el construido con alianzas extrañas y perver-sas como la de Napito, Elba Esther, el salinista Romo y una jauría abundante pero que el pue-blo aceptó en lugar del PRI.

No estamos seguros de si el que perdió fue el PRI y el que ganó fue MORENA o al revés: pero AMLO es presidente. Sus primeros meses como presidente electo fueron frontales como él es, convulsivos, retadores y con imposiciones. Así ha sido toda su vida política. No tiene por qué cambiar. Al final le funcionó.

AMLO merece el triunfo, merece transitar a la historia de manera exitosa porque este pueblo tiene hambre de Democracia. Pero el enemigo de AMLO es él mismo. Ojalá el espejo en el que se observe todos los días en el Palacio Nacional, sea de esos espejos franceses con bisel de los fa-bricados en la Revolución Francesa.

Por Jaime Enríquez Félix

AMLO presidente

14 10 de Diciembre de 2018

Andrés Manuel López Obrador: el inicio

No cabe la menor duda, Andrés Ma-nuel López Obrador (AMLO), es el principal político mexicano de los

inicios del siglo XXI. Militante inconforme del Partido Revolu-

cionario Institucional (PRI), el partido histórico de la Revolución Mexicana; Funcionario de la propia Revolución; inconforme de los exiguos resultados de la propia Revolución; gobernante de la capital de la Nación mexicana; dirigente del principal partido opositor del régimen deca-dente de la Revolución, el Partido de la Revolu-ción Democrática (PRD).

Dos veces candidato a la presidencia de la República, en donde las deficiencias del régimen

electoral jugaron en su contra; constructor de un partido, el Movimiento de Regeneración Na-cional (MORENA), que increíblemente, a los cuatro años de su formación, gana la Presiden-cia de la República, la mayoría de la Cámara de Diputados, de la Cámara de Senadores y cinco gubernaturas; finalmente, en tercer intento, ac-cede a la presidencia de la República.

Si somos exactos, AMLO es producto del tiempo del régimen decadente de la Revolución, inconforme de sus resultados, identificado con la ideología de esa Revolución: justicia y de-mocracia social. Se puede sostener, sin temor a equívocos, que AMLO sigue la línea de aquellos mexicanos inconformes de los logros de esa Re-

Por Cipriano Flores Cruz

volución, siendo sólo diferente de los comunis-tas y guerrilleros, por lo mismo, se identifica con el único, para él, régimen revolucionario autén-tico, el de Lázaro Cárdenas.

Esta identidad de AMLO con la ideología de la Revolución Mexicana, con mayúsculas, puesto que engloba los valores de la Indepen-dencia, de la Reforma y del Movimiento Arma-do de 1910, lo obliga a proponer al pueblo de México la regeneración de los valores inconclu-sos de esas revoluciones, desde luego desde su perspectiva, de aquí que su acción y movimien-to se encamine por la senda de la regeneración y no del establecimiento de nueva ideología. Es decir, regenerar los principios, valores y acciones

olvidadas de esos movimientos: la independen-cia nacional, la autonomía de la política guber-namental ante cualquier poder, la lucha por la igualdad social y por la democracia auténtica: la intensa participación de los ciudadanos en las decisiones públicas.

Si se quiere ubicar ideológicamente a nues-tro personaje, no hay más remedio que decir de él que es un auténtico, para mal o para bien, representante de la ideología de la Revolución Mexicana: nacionalista a más no poder; justicie-ro, le indigna la desigualdad en que viven la gran mayoría de los mexicanos; demócrata social, sólo entiende a la democracia en un régimen de justicia para todos, como lo señala la Constitu-ción, como un régimen de vida que consiste en el constante mejoramiento de la vida del pue-blo, no se pretenda encontrar en AMLO a un demócrata liberal.

Amante de la intensa participación del Esta-do para superar las deficiencias del mercado, no pretende controlar el mercado pero si de cómo jugar en el mercado, le atrae pues, la economía mixta; no es un liberal mucho menos un neoli-beral. Proclive a los valores del pueblo mexicano, le gusta esa multiculturalidad que expresan los diversos pueblos y grupos sin llegar a encabezar la lucha de alguno de ellos, será difícil que AMLO encabece una lucha por la plurinacionalidad del Estado, como Evo Morales por ejemplo.

La política para él es un medio para servir, es ver por el prójimo antes que por sí mismo. Por eso reconoce la manera de entender la polí-tica en las naciones mexicanas, antes indígenas. La política como servicio debe ser ajeno a los intereses económicos, de intereses particula-res, la política debe expresar el interés general del pueblo y el gobierno, su medio específico, debe lograr con eficacia y con honestidad esos objetivos nacionales, de aquí de su rechazo de la corrupción, porque ésta impide que el interés nacional se concrete en el bienestar del pueblo.

Ver la política como servicio lo acerca, des-de luego, al mundo de la moral, al mundo del deber ser, al mundo místico de las religiones, esto lo acerca mucho a Madero. La política del servicio debe salvar a los mexicanos, de aquí su tremenda fe que acabando con la corrupción los males nacionales disminuyan considerable-mente. La política como servicio lo acerca a la política como pastoreo, el pastor que cuida del rebaño, todo depende de la buenaventura, desde luego, la política como el arte de tejer y destejer a favor del pueblo, por esto, la política se vuelve un oficio, una habilidad, AMLO, se fija mucho en esto para escoger a sus colaboradores.

Se puede imponer este estilo de gobierno, es un nuevo régimen, sin embargo, los gober-nantes son hijos de su tiempo y de las circuns-tancias, los regímenes se imponen a los deseos de los gobernantes, en este sentido, el régimen político de México, tan descompuesto por la corrupción, puede engullir a los nuevos gober-nantes, sólo la tenacidad, la terquedad, la con-vicción, los principios de AMLO, pueden sacar a flote a una República hundida en el lodo de la descomposición de sus instituciones.

1510 de Diciembre de 2018

Mestizos

El vocablo preponderante parece ser “inte-gración” de los países del norte con los del sur, de los pueblos originarios con los que arribaron luego, de los ricos con los pobres. Después de la fundación de la ONU, los esfuerzos en este sentido, dieron lugar a los fallidos grupos de los 22 y los 33 –este último presidido en algún mo-mento por Porfirio Muñoz Ledo, quien luego lo fue del G77.

Justo en esa época en que el hoy coordina-dor de la Cámara de Diputados era representan-te en México ante la ONU, facilitó la iniciativa de un grupo de ONG coordinadas entonces por la mexicana, Comunicación Cultural A.C. para proponer al organismo mundial un año interna-cional de las culturas autóctonas. La propuesta ahí quedó y con el paso del tiempo se convirtió en “el año de los pueblos indígenas”. Cuestiones históricas, que solo los protagonistas registraron como el hecho de que en el ámbito tribal, el bas-tón de mando es justo el símbolo del poder casi

El sueño de Hitler, acerca de una raza perfecta y superior, ha quedado en un anhelo enfermizo de ciertas minorías “blancas” básicamente en los Estados Unidos de Norteamérica y ciertos enclaves muy seleccionados de Europa. Debido básicamente a las migraciones –por

conquistas coloniales; en huida por condiciones de minusvalía cierta parte de la población sea esta de la raza que fuere; incluso por aventura o investigación- la raza humana se ha convertido en una mayoría mestiza, en la cual es difícil determinar cuales son los genes predominantes. Incluso en el ámbito de plantas y animales, cada día abundan las que proceden de dos especies o variedades distintas, de modo tal que lo híbrido, mixto o mezclado [1] de diversas etnias se ha estado convirtiendo en encuentro no solo biológico sino cultural.

siempre protagonizado por el más anciano del grupo y que en el caso de México, la importan-cia era tal que varios presidentes de la república, acudían a la sede divina de tales tribus –los ra-rámuris por ejemplo- para recibir dicho bastón. ¿Recuerda Usted cuantos bastones se han reci-bido en el pasado? ¿Será el mestizaje lo que ha diluido la fuerza de tales pueblos y sus costum-bres? ¿Qué hay de común hoy, entre lo que se hará para la protección de los pueblos indígenas y el instituto nacional indigenista [2] presidido en distintos tiempos por Miguel Limón Rojas y por Melba Pria, después de Antonio Caso?

No podemos calificar al mestizaje de bueno o malo, lo cierto es que como todo lo huma-no, a su vera se han dado fenómenos a veces contrarios al interés de los propios indígenas. Seguramente Cuauhtémoc Cárdenas, recuerda la cercanía de su padre, con el fundador del Instituto Lingüístico de Verano [3] al cual se otorgó el comodato por 100 años de varias pro-

Por Lilia Cisneros Luján

piedades como la que hoy ocupa el INE. Mu-chos de los bilingües desarrollados a partir de 1934 –bien como maestros rurales, bien como líderes indígenas, emigraron a la ciudad y los pueblos autóctonos influidos por ellos les deno-minaron “mestizos”. En el caso de los oaxaque-ños por ejemplo, estos reciben a las familias mi-grantes locales, les dan abrigo habitacional y con el tiempo les rentan un acordeón o cualquier otro instrumento y les indican en que calles pueden tocar para pedir limosna [4]. Los niños que acompañan a esos prodigios de la música, no siempre son propios, pues una vez avecinda-dos en la capital, se convierten en el seguro que garantiza que los adultos regresarían a devolver el instrumento y ver de nuevo a sus hijos.

No puedo olvidar esta escena: era el año 2001, bajo una de las vitrinas de la panadería “América” –hoy le caroz- se sentaba un pordio-sero, con una niña en sus piernas, la cual soste-nía el botecito para recibir las monedas. Bajo la

falda de colores chillantes, la mano del “indi-gente” se daba vuelo manoseando a la niña de no más de 4 años. Busqué a un policía, le dije lo que pasaba y la respuesta fue “si jefa, ya lleva días ahí, pero no puedo hacer nada, porque dice que el es familiar, si quiere le doy el teléfono del DIF o vaya a la delegación. ¿Sabía Usted que hay de mestizos a mestizos? ¿Se ha enfrentado con autoridades demasiado incultas o con poca consciencia? ¿Usted mi querido lector, ha te-nido noticia de entregas del bastón de mando indígena antes de la publicitada el pasado 1 de diciembre?

Amen de lo poco indígenas, de quienes le hicieron una limpia a nuestro ya presidente; de lo llamativo del cabello con corte permanente de la doña responsable del rito y la emoción casi in-fantil del viejo indígena de quien sabe que etnia, que entregó una cruz de origen romano a quien nos gobernará durante seis años, lo cierto es que poco o nada queda de lo original y autóctono en esta tierra que lo fue de mixes, aztecas, mexicas, tarahumaras, pimes, chatinos, tojolabales, hui-choles, etc.; lo poco claro de sus identidades, les impide también una línea de lealtad, sobre todo si quienes se acercan a ellos son tan antagónicos como lo fueron aun antes de la conquista con quienes representaban el poder del momento.

Si la mezcla del indígena con un mestizo daba como resultado un cholo o coyote, la su-premacía de este radica justo en la capacidad de manejar la mezcla de las diferentes etnias que lo conforman, aun cuando su actuación sea tan agresiva e inmoral como la del pedigüeño a las afueras de la panadería. El espíritu democráti-co de los grupos indígenas que aun conservan la costumbre de respetar su bastón de mando -cuando menos en el nivel del municipio- de-pende en mucho de evitar que sus ceremonias autóctonas se conviertan en espectáculo de las redes y el Internet, lo cual significaría, darle todo el poder a los chabochis [5] que por naturaleza, engañan, roban, acumulan, despojan, invaden tierras, son ventajosos, destruyen el bosque y no comparten ni son justos.

[1] Del latín tardío mixticius[2] Fundado en 1948 –Miguel Alemán-

y cerrado con la abrogación de la ley de la materia en 2003.

[3] SIL por su siglas en ingles, misión de Wiiliam Townsend, es una organización de corte cristianismo protestante evangélico, para recopilar y difundir documentación sobre las lenguas menos conocidas, con el propósito de traducir el nuevo testamento de la Biblia.

[4] Coyoacán es uno de los sitios preferi-dos por los mestizos para este tipo de comercio de la pobreza.

[5] Tan o más malos que los Sokoruames.

@marcosmarindice

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