revista iglesia misionera hoy nº 465

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Revista trimestral de las Obras Misionales Pontificias de Argentina de formación, animación y cooperación a favor de las misiones católicas en el mundo

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Page 1: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465
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Iglesia Misionera Hoy - Nº 495 | dic 2013 - ene - feb 2014

Lo llamamos tiempo de misión por-que Dios se hace hombre, se mani-fiesta, se muestra, viene en figurahumana para acompañarnos y sal-varnos; también nos emocionamos yvamos cerrando una etapa de la vida,cuando vamos culminando un ca-mino. Por eso el balance de cómoviví en este año el misterio de la fe.

Tiempo de dar gracias a Dios portodos los beneficios concedidos.Quizás no pasó todo lo deseado,pero la certeza en la fe me lleva acreer que pasó todo lo que Diosquizo, sabiendo que no quedamosdefraudados.

Tiempo de celebración, porquecomo familia cristiana el mismoSeñor nos convoca para que medite-mos profundamente el porqué detanto amor.

“Hoy nos ha nacido un Salvador”fue el mensaje del ángel. Y debe serun momento grandioso cada vezque lo celebramos y oimos, porque

tenemos que entender que Jesúsviene a cumplr su misión y nos aso-cia a cada uno por el bautismo.

Reflexiono algo de las misiones: elmensaje navideño es conocido poralgunos y desconocido o ignoradopor muchos. Yo lo conozco, pero¿qué conozco de este mensaje?¿cómo lo vivo? ¿qué anuncio?¿cómo lo celebro?

Tenemos que creer como cristianosque Navidad no es sinónimo de con-sumismo, donde compro y regalocosas, un feriado, o solo sentarse acomer de manera desaforada. Navi-dad y misión, como la vida misma,no es algo superficial y pasajero. Esparte de nuestra vida de fe y amor,para compartir y contagiar espe-ranza, alegría y paz.

El mundo necesita que todos, espe-cialmente los cristianos, vivamos yactuemos la Navidad en nuestra vidacotidiana. Dios está actuando. Debe-mos vivir con los pies sobre la tierra,los ojos abiertos,los oídos atentos,para ver y sentir la presencia de Dioshecho hombre en Jesús y en nuestrahistoria.

A veces descubrimos que nos falta

fidelidad, creatividad e imaginación.

¿Qué se nos ocurre para que estaNavidad sea realmente Navidad mi-sionera?

Les deseo Feliz Navidad ypróspero Año Nuevo.

“Hoy nos ha

nacido un

Salvador”(Lc.2,11)

Querido lector: Estamos

próximos a vivir el tiempo

de Navidad, fiesta misio-

nera. Tiempo de emociones

y de hacer un balance

sobre lo vivido este año

que va culminando. A la

vez es tiempo de agradecer

y celebrar.

P. Dante De Sanzzi

Director Nacional de las OMP

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Page 4: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

32 páginas con material de informa-ción, formación y testimonios misio-neros.Ud. puede ser un difusor más de larevista, obteniendo suscriptores entresus familiares, amigos y compañerosde trabajo o estudio. Por adelantadole damos las gracias:$ 25.- Cada ejemplar$ 100.- Suscripción anualUSD 50.- ExtranjeroFormas de suscripción: 1) Cheque oGiro Postal (no telegráfico) a nom-bre de Obras Misionales Pontificias(Suc. 13 del Correo Argentino). 2)Depósito Bancario en cualquier su-cursal del Banco Santander Río:Cuenta Corriente en pesos Nº197/1716/3 - Banco ICBC: CuentaCorriente en pesos Nº 510-02100256/54 - 197/1716/3 -Banco Galicia: Cuenta Corriente enpesos 0002523-6-303-8En ambos casos enviar el aviso de de-pósito

Propietario: Obras Misionales Pontificias - Domicilio Legal: Medrano 735  (1179) Buenos Aires

DirectorP. Dante De Sanzzi

Equipo de Redacción

P. Pedro BrassescoP. Daniel LascanoP. Abel Iglesias CortinaFavio Rosso

Suscripción y EnvíoFavio Rosso

AdministraciónNorma Jiménez

Diseño y DiagramaciónJuan C. Repik

Agradecemos l a co labo-rac ión en esta Edición de :

P . Andrea B ignot t iP . Lu i s A lber to Mo l i naHna . Grac ie la I nchauspeMar io M irandaG ladys Aceva lUEAM - Corr ien tes

Contenido> / dic 2013-ene-feb 2014/ Nº 495

ImpresiónTaller New Press -Grupo Impresor S.A

Paraguay 278 -1870 Avellaneda

Bs. As

Registro DNDA Nº 5079069

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16/ Ecos MisionerosComunicación & Prensa OMP: Favio Rosso

20/Con la mochila lista

Grupos Misioneros: Gladys Aceval

1/ «Hoy nos ha nacido un Salvador»

Editorial: P. Dante de Sanzzi

6/ Importancia de la Colecta por África

Propagación de la Fe: Redacción

8/ Familia: misión permanente

Familias Misioneras: Mario Miranda

18/Nuestra Señora de Itatí: «carita de nogal, ma-nitos de timbó» | Historia: P. Luis Alberto Molina

12/Salir a compartir nuestra feGrupos Misioneros: P. Abel Iglesias Cortina, sdb

32/Informes de las Colectas Pro ÁfricaPropagación de la Fe: Norma Jiménez

26/ Una buena espiritualidad misioneraPropagación de la Fe: P. Dante De Sanzzi

24/ Dar a conocer a Jesús es mi gozo Testimonio Misionero: Hna. Maria Gabriela Inchauspe

22/CAM 4: Pensar, soñar, proyectarse universal-

mente y actuar localmente como personas e Iglesias

Actualidad: P. Andrea Bignotti, imc

3/ Epifanía del Señor

Actualidad: P. Daniel Lascano

10/ Para que las vacaciones sean un tiempo

fecundo | Actualidad: P. Pedro Brassesco

28/ Misioneros desde el dolor con la oraciónUEAM: Dr. Fabián Romano

30/ Al estilo del Papa Francisco: «La comunica-ción al servicio del encuentro»Comunicación&Prensa OMP: Entrevista Mons. Celli

Colecta por África4 y 5 de enero de 2014

En todas las Parroquias

y Capillas del País2432

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tina

Redes sociales de las Obras Misionales Pontificias

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Page 5: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

Eran los más rezagados, los que venían de lejos… por esobuscábamos un lugar distante: arriba de una repisa o deun aparador, siempre distanciados del resto del escenario.Lo más curioso resultaba que a cada día del tiempo de Na-vidad, estos personajes se desplazaban unos centímetrosmás, de a poco se iba acercando – a veces nos olvidába-mos de «moverlos», hasta llegar el seis de enero dondenuestros «tres artistas», luego de una larga trayectoria, apo-yados en cualquier rincón del living, conseguían participarde este gran acontecimiento: contemplar al «recién na-cido», compartían el mismo espacio…¡ hasta con camelloy todo…!. Sin duda, esta festividad resultaba desde chico«el corolario de las fiestas navideñas» y me decía por den-tro: «¡con esta fiesta …se terminan los regalos!». Era todauna “movida” familiar llena de ilusión y de fe. Pero… ¿enqué consistía esa movida? La explico brevemente:

1- La movida de los Reyes :

Estos personajes pasaban desapercibidos, se colocaban endiferentes lugares, dependían de otros para desplazarse,venían cargados incluso hasta con camellos, eran de otrasnaciones, otras regiones, que mucho no entendían el mo-vimiento de manos infantiles. Mientras los otros persona-jes gozaban de calma y espera, eran ellos los que «seponían en camino» a modo de travesía por paredes, mue-bles, que era necesario escoger su lugar para que avanceny permanezcan seguros. Además, eran guiados por mi omis hermanos, con el riesgo de nunca llegar cuando habíaalgún descuido u olvido… Eran los personajes «móviles»de esta bella historia, que interactuaban con nosotros: losniños de ayer.

A la manera de los magos:¿me dejo conducir por la “estrella” que nos guía aJesús?

¿valorizo «ponerme en camino» o me ataca la an-siedad?

¿qué llevo en mis cargas para ofrecerle al Niño?

2 - La movida por la noche:

Mucha tensión, dudas y preguntas: ¿por dónde entran losreyes?...¿Cuándo llegan?... Y mis hermanos mayores aren-gando a cada pregunta -¡buehh… ellos ya sabían del tema!-La curiosidad me carcomía por dentro. Sólo existía el ritode «poner afuera del cuarto los zapatos, un poco de pastoy a dormir temprano». Lo que más me costaba era dor-mirme temprano, porque la ansiedad me mataba: ¿qué metraerán los reyes…? Mucha atención que me desvelaba…miraba a la puerta desde la cama y… nada! Hasta que elsueño me podía… No conseguía permanecer en vigilia,buscaba señales que me garantizaran la venida de losmagos…

Epifanía del Señor:Actualidad | P. Daniel Lascano (*)

Una movida que nace en Belén y resuena en elmundo entero

Una anécdota familiar

¿Quién no acompañó desde chico el armado del pesebre en el living de su casa? Seguramente nos sorprendíaabrir las cajas guardadas por un año entero, descubrir las piezas del pesebre, a veces envueltas en papel dediario o en medio de virutas para proteger cada pieza y evitar que se rompan. Luego comenzaba el montajeen un rincón del living: cunita, la estrella, María y José, pastores, animales, montañas, etc… Lo que siem-pre me llamó la atención era la colocación de los Reyes Magos con sus camellos…

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1- La ESTRELLA: En el antiguo Oriente, la estrella erael signo de un rey divinizado. Nada más natural que en-tender la profecía de Balaam como referida al Mesías, eldescendiente prometido a David cuyo reino no tendría fin(vER 2SAM 7,12-13). Era una señal que brilla en lo alto,sólo los entendidos conseguían «leer» sus movimientos,ella les orientaba como «luz resplandeciente… Caminaránlas naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu albo-rada», como señala el profeta Isaías (IS 60 1-2). Esa señalque Dios les puso en el camino no fue muy clara, simple-mente una estrella en medio de muchas otras, una estrellaen la oscuridad de la noche. Ellos tuvieron que pedirayuda, tuvieron que pasar por Jerusalén, es decir, la ciudadde David, ciudad del templo de Dios, de los antiguos pro-fetas, ciudad de la Alianza, en fin… la ciudad de la Palabra

de Dios. Este pasaje por Jerusalén reviste un nuevo sen-tido: para encontrar a Jesús Cristo, el Hijo de Dios, es ne-cesario pasar por la Palabra de Dios, por las escrituras,por la historia del Pueblo de Dios, en el cual Dios se revelóa lo largo de los siglos. Sin esta vuelta por Jerusalén, paraconsultar la Palabra de Dios, los magos no podrían reco-nocer al Hijo de Dios en la debilidad y la pobreza de unniño. Son valiosas las señales, pero más importante es«saber interpretarlas» a la luz de la fe, de la Palabra de Dios.

2- Los MAGOS: Son «los hombres de los signos», quesaben ver en una estrella la señal de la llegada de la libera-ción. Si algo se puede afirmar claramente de ellos es queestán alejadísimos de Israel y de sus tradiciones. La tradi-ción los llama «reyes», porque influye la profecía de Isaíassobre Jerusalén que ya mencioné en el párrafo anterior.Ellos tuvieron noticia del nacimiento del Salvador, puesel que ha nacido es el Salvador de todo hombre. Por eso,llegando donde estaba el Niño con María su madre, «pos-trándose, lo adoraron». Ellos dejan todo, no desisten anteel cansancio del largo viaje... No se desaniman con la des-aparición de la estrella, ni con la indiferencia de los habi-tantes de Jerusalén: perseveran hasta el final y acabanencontrando lo que buscaban. No van con las manos va-

Pensando como misioneros/as:¿confío en la Iglesia misionera que testimonia la fe?

¿me dejo dominar por los miedos ante la novedadque traen?

¿creo en la fidelidad del Señor que envía misione-ros?

3- La movida a l amanecer :

Por lo general, me despertaban los gritos de mis herma-nos, era el último en llegar a ver qué había pasado durantela noche. Saltaba de la cama a ver mis zapatos… siemprecon gran alegría por recoger de allí algún regalito: a vecesera algo pequeño -ya sabíamos que no se igualaba al regalo

de Navidad- sólo un libro de cuentos, un lápiz y un cua-derno, un autito de colección… no eran grandes cosaspero lo que llegaba era suficiente para alegrarme y com-partir con mis hermanos. Al fin… ¡llegaron los reyesmagos!.

Una emoción desbordante propia de los niños que sientenel cariño de estos «mensajeros de Dios».

Meditando desde los pobres:¿«salto de alegría» con gratitud ante los regalos deDios?¿descubro la sabiduría divina que nace en medio delos pobres?¿Sé reconocer en las pequeñas cosas la grandeza delamor de Dios?

Una movida de magos, la estrella, el NiñoEn esta historia real protagonizan tres grandes personajes: una estrella, unos magos, un Niño. Ellos consti-tuyen la verdadera “movida” de fe y esperanza para el mundo. Es la Epifanía, o sea, la “manifestación” delSalvador (Niño) a todas las naciones (magos), guiados por una señal (estrella). Hay una conexión-comuniónentre estos tres actores con sus respectivos movimientos, que paso a describir :4

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La Epifanía es aún una fiesta de todoslos que no conocen a Jesús

Para aquellos que no comparten nuestra fepero que Dios mismo los ama,

Que Dios ilumine, que Dios los atraiga haciasí mismo con su gracia.

Que así sea.

Pidamos que cada uno sepa descifrar lasestrellas, las señales que Dios coloca en el ca-mino de su existencia. Esas señales nos lleva-

rán hasta Jesús presente en cada uno denuestros hermanos, especialmente los que

andan más tristes y desolados, los que perdie-ron su dignidad, los que se sienten abatidos yatribulados por las injusticias y desigualdades.Especialmente para ellos el Niño Dios les trae

luz, ternura y valor.

(*) Secretario Nacional de la Obra San Pedro Apóstol - Argentina

Así, la Epifanía es una fiesta misionera, nos recuerda quetodos los hombres y mujeres son llamados, por vocación,a constituir la gran familia de Dios, llamados a ser partede la misma Iglesia. En esta ocasión de la Solemnidad dela Epifanía, como profundo acontecimiento misionero,donde la fe de los magos se interpreta a través de sus ac-titudes y gestos bien concretos: levantarse, caminar,buscar, discernir, movilizarse, postrarse, ofrecerse,partir nuevamente, pero esta vez motivados por encon-trar al Señor de la vida, al Príncipe de la Paz. Así mismodebe ser nuestra fe: concreta, activa, en movimiento. Porello cabe preguntarnos:

¿Interpretamos las «señales» como enviadas porDios que parpadean en nuestro ambiente o en lastierras de misión?,

¿Reconocemos los «nuevos Belenes» donde Jesús nosllama a contemplarle y a servirle?

¿Estamos dispuestos a «lanzarnos en plan misio-nero», arriesgar la propia vida, ceder nuestrotiempo, con el propósito de servir al Señor en tierraslejanas, entre los más necesitados?

¿Qué ofrecemos a los pueblos más carenciados?¿Vivimos en solidaridad universal o sólo atendemoslo que nos conviene?

Movernos del centro a la periferia: allí se manifiesta Jesús

cías... Ofrecen lo que tienen de mejor: estos regalos indi-can la percepción que se les ha concedido del misterio deeste Niño: «Abrieron sus cofres y le ofrecieron dones deoro, incienso y mirra». Un antiguo comentario aclara elsentido: «Oro, como a Rey soberano; incienso, como a Diosverdadero y mirra, como al que ha de morir».

3- El NIÑO: Es la manifestación de Jesús, como «laLuz» que atrae a sí a todos los pueblos de la tierra. Esa«luz» se encarnó en la historia, con el fin de iluminar loscaminos de los hombres con una propuesta de Salvación.Para los cristianos, es una manifestación extraordinaria deDios, por la cual Él se revela en acontecimientos de la his-toria de la salvación… La misteriosa estrella que guía a losMagos no es sino el anticipo de aquella verdadera luz quees Jesucristo mismo: «Yo soy la luz del mundo; el que mesiga no caminará en la oscuridad sino que tendrá la luzde la vida» (JN 8,12).

¿Creemos realmente que en las iglesias jóvenes, enotras culturas y continentes, se revela el Señor como«luz» para nuestra conversión?

¿Admitimos que los pobres manifiestan con mayorautenticidad al Señor de la Vida y la Esperanza?

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Iglesia Misionera Hoy - Nº 495 | dic 2013 - ene - feb 2014

Page 8: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

Arquidiócesis de Argel | Diócesis de Constantina | Diócesis deOrán | Diócesis de Laghouat | Arquidiócesis de Cotonú | Diócesis

de Abomey | Diócesis de Dassa-Zoumé | Diócesis de Lokossa |Diócesis de Porto-Novo | Arquidiócesis de Parakou | Diócesis de Djougou| Diócesis de Kandi | Diócesis de N'Dali | Diócesis de Natitingou | Arqui-diócesis de Bobo-Dioulasso | Diócesis de Banfora | Diócesis de Dédougou| Diócesis de Diébougou | Diócesis de Gaoua | Diócesis de Nouna | Ar-

quidiócesis de Koupéla | Diócesis de Dori | Diócesis de Fada N'Gourma |Diócesis de Kaya | Diócesis de Tenkodogo | Arquidiócesis de Uagadugú |Diócesis de Koudougou | Diócesis de Manga | Diócesis de Ouahigouya |

Diócesis de Mindelo | Diócesis de Santiago de Cabo Verde | Arquidiócesisde Abiyán | Diócesis de Agboville | Diócesis de Grand-Bassam | Diócesisde Yopougon | Arquidiócesis de Bouaké | Diócesis de Abengourou | Dió-cesis de Bondoukou | Diócesis de Yamusukro | Arquidiócesis de Gagnoa |Diócesis de Daloa | Diócesis de Man | Diócesis de San Pedro en Costa de

Marfil | Arquidiócesis de Korhogo | Diócesis de Katiola | Diócesis deOdienné | Vicariato apostólico de Alejandría | Diócesis de Banjul | Arqui-diócesis de Accra | Diócesis de Ho | Diócesis de Jasikan | Diócesis de Keta- Akatsi | Diócesis de Koforidua | Arquidiócesis de Cape Coast | Diócesisde Sekondi-Takoradi | Diócesis de Wiawso | Arquidiócesis de Kumasi |

Diócesis de Goaso | Diócesis de Konongo - Mampong | Diócesis deObuasi | Diócesis de Sunyani | Diócesis de Techiman |Arquidiócesis de

Tamale | Diócesis de Damongo | Diócesis de Navrongo - Bolga-tanga | Diócesis de Wa | Diócesis de Yendi | Vicariato Apostólicode Donkorkrom | Arquidiócesis de Conakry | Diócesis de Kan-

kan | Diócesis de Nzérékoré | Diócesis de Bafatá | Diócesis de Bissau | Ar-quidiócesis de Monrovia | Diócesis de Cabo Palmas | Diócesis de

Gbarnga | Vicariato Apostólico de Bengasi | Vicariato Apostólico deDerna | Vicariato Apostólico de Trípoli | Prefectura Apostólica de Misu-rata | Arquidiócesis de Bamako | Diócesis de Kayes | Diócesis de Mopti |

Diócesis de San | Diócesis de Segú | Diócesis de Sikasso | Arquidiócesis deRabat | Arquidiócesis de Tánger | Diócesis de Nuakchot | Arquidiócesis de

Niamey | Diócesis de Maradi | Arquidiócesis de Abuya | Diócesis deGboko | Diócesis de Idah | Diócesis de Katsina-Ala | Diócesis de Lafia |Diócesis de Lokoja | Diócesis de Makurdi | Diócesis de Otukpo | Arqui-diócesis de Benin City | Diócesis de Auchi | Diócesis de Issele-Uku | Dió-cesis de Uromi | Diócesis de Warri | Arquidiócesis de Calabar | Diócesis

de Ikot Ekpene | Diócesis de Ogoja | Diócesis de Port Harcourt | Diócesisde Uyo | Arquidiócesis de Ibadán | Diócesis de Ekiti | Diócesis de Ondo |Diócesis de Oshogbo | Diócesis de Oyo | Arquidiócesis de Jos | Diócesis

de Bauchi | Diócesis de Jalingo | Diócesis de Maiduguri | Diócesis deShendam | Diócesis de Yola | Arquidiócesis de Kaduna | Diócesis de Ilorin| Diócesis de Kafanchan | Diócesis de Kano | Diócesis de Minna | Diócesisde Sokoto | Diócesis de Zaria | Arquidiócesis de Lagos | Diócesis de Abeo-

kuta | Diócesis de Ijebu-Ode | Arquidiócesis de Onitsha | Diócesis deAbakaliki | Diócesis de Awgu | Diócesis de Awka | Diócesis de Enugu |

Diócesis de Nnewi | Diócesis de Nsukka | Arquidiócesis de Owe-rri | Diócesis de Aba | Diócesis de Ahiara | Diócesis de Okigwe |Diócesis de Orlu | Diócesis de Umuahia | Vicariato Apostólico de

Arquidiócesis de Argel | Diócesis de Constantina | Diócesis de Orán | Diócesis de Laghouat | Arquidiócesis de Cotonú | Diócesis de Abomey | Diócesis de Dassa-Zoumé | Diócesis de Lokossa | Diócesis de Porto-Novo | Arquidiócesis de Parakou | Diócesis de Djougou | Dió-

cesis de Kandi | Diócesis de N'Dali | Diócesis de Natitingou | Arquidiócesis de Bobo-Dioulasso | Diócesis de Banfora | Diócesis de Dédougou | Diócesis de Diébougou | Diócesis de Gaoua | Diócesis de Nouna | Arquidiócesis de Koupéla | Diócesis de Dori | Diócesis de Fada

N'Gourma | Diócesis de Kaya | Diócesis de Tenkodogo | Arquidiócesis de Uagadugú | Diócesis de Koudougou | Diócesis de Manga | Diócesis de Ouahigouya | Diócesis de Mindelo | Diócesis de Santiago de Cabo Verde | Arquidiócesis de Abiyán | Diócesis de Agboville |

Diócesis de Grand-Bassam | Diócesis de Yopougon | Arquidiócesis de Bouaké | Diócesis de Abengourou | Diócesis de Bondoukou | Diócesis de Yamusukro | Arquidiócesis de Gagnoa | Diócesis de Daloa | Diócesis de Man | Diócesis de San Pedro en Costa de Marfil | Ar-

quidiócesis de Korhogo | Diócesis de Katiola | Diócesis de Odienné | Vicariato apostólico de Alejandría | Diócesis de Banjul | Arquidiócesis de Accra | Diócesis de Ho | Diócesis de Jasikan | Diócesis de Keta - Akatsi | Diócesis de Koforidua | Arquidiócesis de Cape Coast |

Diócesis de Sekondi-Takoradi | Diócesis de Wiawso | Arquidiócesis de Kumasi | Diócesis de Goaso | Dió- cesis de Konongo - Mampong | Diócesis de Obuasi | Diócesis de Sunyani | Diócesis de Techiman |Arquidiócesis de Tamale | Diócesis de Damongo | Dióce-

sis de Navrongo - Bolgatanga | Diócesis de Wa | Diócesis de Yendi | Vicariato Apostólico de Donkorkrom | Arquidiócesis de Conakry | Diócesis de Kankan | Diócesis de Nzérékoré | Diócesis de Bafatá | Diócesis de Bissau | Arquidiócesis de

Monrovia | Diócesis de Cabo Palmas | Diócesis de Gbarnga | Vicariato Apostólico de Bengasi | Vicariato Apostólico de Derna | Vicariato Apostólico de Trípoli | Prefectura Apostólica de Misurata | Arquidiócesis de Bamako |

Diócesis de Kayes | Diócesis de Mopti | Diócesis de San | Diócesis de Segú | Diócesis de Sikasso | Arquidiócesis de Rabat | Arquidiócesis de Tánger | Diócesis de Nuakchot | Arquidiócesis de Niamey | Diócesis de Maradi | Ar-

quidiócesis de Abuya | Diócesis de Gboko | Diócesis de Idah | Diócesis de Katsina-Ala | Diócesis de Lafia | Diócesis de Lokoja | Diócesis de Makurdi | Diócesis de Otukpo | Arquidiócesis de Benin City |

Diócesis de Auchi | Diócesis de Issele-Uku | Diócesis de Uromi | Diócesis de Warri | Arquidiócesis de Calabar | Diócesis de Ikot Ekpene | Diócesis de Ogoja | Diócesis de

Port Harcourt | Diócesis de Uyo | Arquidiócesis de Ibadán | Diócesis de Ekiti | Diócesis de Ondo | Diócesis de Oshogbo | Diócesis de Oyo | Arquidiócesis de Jos | Diócesis

de Bauchi | Diócesis de Jalingo | Diócesis de Maiduguri | Diócesis de Shendam | Diócesis de Yola | Arquidiócesis de Kaduna | Diócesis de Ilorin | Diócesis de Kafanchan

| Diócesis de Kano | Diócesis de Minna | Diócesis de Sokoto | Diócesis de Zaria | Arquidiócesis de Lagos | Diócesis de Abeokuta | Diócesis de Ijebu-Ode | Arquidió-

cesis de Onitsha | Diócesis de Abakaliki | Diócesis de Awgu | Diócesis de Awka | Diócesis de Enugu | Diócesis de Nnewi | Diócesis de Nsukka | Arquidiócesis de

Owerri | Diócesis de Aba | Diócesis de Ahiara | Diócesis de Okigwe | Diócesis de Orlu | Diócesis de Umuahia | Vicariato Apostólico de Bomadi | Vicariato

Apostólico de Kontagora | Prefectura Apostólica del Sa- hara Occidental | Arquidiócesis de Dakar | Diócesis de Kaolack | Diócesis de Kolda | Diócesis de San

Luis de Senegal | Diócesis de Tambacounda | Diócesis de Thiès | Diócesis de Ziguinchor | Arquidiócesis de Freetown | Diócesis de Bo | Diócesis de Ke-

nema | Diócesis de Makeni | Arquidiócesis de Lomé | Diócesis de Aného | Diócesis de Atakpamé | Diócesis de Dapaong | Diócesis de Kara | Diócesis

de Palimé | Diócesis de Sokodé | Arquidiócesis de Túnez | Arquidiócesis de Buyumbura | Diócesis de Bubanza | Diócesis de Bururi | Arquidiócesis

de Gitega | Diócesis de Muyinga | Diócesis de Ngozi | Diócesis de Rutana | Diócesis de Ruyigi | Arquidiócesis de Bamenda | Diócesis de Buea | Dió-

cesis de Kumba | Diócesis de Mamfe | Arquidiócesis de Bertoua | Diócesis de Batouri | Diócesis de Doumé - Abong-Mbang | Diócesis de Yoka-

douma | Arquidiócesis de Duala | Diócesis de Bafang | Diócesis de Bafoussam | Diócesis de Edéa | Diócesis de Eséka | Diócesis de Nkong-

samba | Arquidiócesis de Garoua | Diócesis de Ma- roua - Mokolo | Diócesis de Ngaoundere | Diócesis de Yagoua | Arquidiócesis de

Yaundé | Diócesis de Bafia | Diócesis de Ebolowa | Diócesis de Kribi | Diócesis de Mbalmayo | Diócesis de Obala | Dió-

cesis de Sangmélima | Arquidiócesis de Yamena | Diócesis de Doba | Diócesis de Goré | Diócesis de Laï | Diócesis de

Moundou | Diócesis de Pala | Diócesis de Sarh | Vica- riato Apostólico de Mongo | Diócesis de Emdeber | Vicariato Apostó-

lico de Awasa | Vicariato Apostólico de Gambela | Vicariato Apostólico de Harari | Vicariato Apostólico de Hosanna | Vi-

cariato Apostólico de Jimma - Bonga | Vicariato Apostólico de Meki | Vicariato Apostólico de Nekemte | Vicariato Apostólico de

Sodo | Prefectura Apostólica de Robe | Arquidiócesis de Libre- ville | Diócesis de Franceville | Diócesis de Mouila | Diócesis de Oyem |

Diócesis de Port-Gentil | Prefectura Apostólica de Makokou | Arqui- diócesis de Malabo | Diócesis de Bata | Diócesis de Ebebiyín | Arquidióce-

sis de Kisumu | Diócesis de Bungoma | Diócesis de Eldoret | Diócesis de Homa Bay | Diócesis de Kakamega | Diócesis de Kisii | Diócesis de Kitale | Dió-

cesis de Lodwar | Arquidiócesis de Mombasa | Diócesis de Garissa | Diócesis de Malindi | Arquidiócesis de Nairobi | Diócesis de Kericho | Diócesis de Kitui | Diócesis de Machakos |

Diócesis de Nakuru | Diócesis de Ngong | Arquidiócesis de Nyeri | Diócesis de Embu | Diócesis de Maralal | Dió- cesis de Marsabit | Diócesis de Meru | Diócesis de Muranga | Diócesis de

Nyahururu | Ordinariato Militar de Kenia | Vicariato Apostólico de Isiolo | Arquidiócesis de Blantyre | Dió- cesis de Chikwawa | Diócesis de Mangochi | Diócesis de Zomba | Arquidiócesis de Li-

longwe | Diócesis de Dedza | Diócesis de Karonga | Diócesis de Mzuzu | Arquidiócesis de Bangui | Diócesis de Alindao | Diócesis de Bambari | Diócesis de Bangassou | Diócesis de Berbérati | Dió-

cesis de Bossangoa | Diócesis de Bouar | Diócesis de Kaga - Bandoro | Diócesis de Mbaiki | Arquidiócesis de Brazzaville | Diócesis de Dolisie | Diócesis de Gamboma | Diócesis de Impfondo | Diócesis

de Kinkala | Diócesis de Nkayi | Diócesis de Ouesso | Diócesis de Owando | Diócesis de Pointe-Noire | Arquidió- cesis de Bukavu | Diócesis de Butembo - Beni | Diócesis de Goma | Diócesis de Kasongo |

Diócesis de Kindu | Diócesis de Uvira | Arquidiócesis de Kananga | Diócesis de Kabinda | Diócesis de Kole | Dió- cesis de Luebo | Diócesis de Luiza | Diócesis de Mbuji-Mayi | Diócesis de Mweka | Diócesis

de Tshumbe | Arquidiócesis de Kinshasa | Diócesis de Boma | Diócesis de Idiofa | Diócesis de Inongo | Diócesis de Kenge | Diócesis de Kikwit | Diócesis de Kisantu | Diócesis de Matadi | Diócesis de Popo-

kabaka | Arquidiócesis de Kisangani | Diócesis de Bondo | Diócesis de Bunia | Diócesis de Buta | Diócesis de Do- ruma - Dungu | Diócesis de Isangi | Diócesis de Isiro - Niangara | Diócesis de

Mahagi - Nioka | Diócesis de Wamba | Arquidiócesis de Lubumbashi | Diócesis de Kalemie - Kirungu | Diócesis de Ka- mina | Diócesis de Kilwa - Kasenga | Diócesis de Kolwezi | Diócesis

de Kongolo | Diócesis de Manono | Diócesis de Sakania - Kipushi | Arquidiócesis de Mbandaka - Bikoro | Dióce- sis de Basankusu | Diócesis de Bokungu - Ikela | Diócesis de Budjala |

Diócesis de Lisala | Diócesis de Lolo | Diócesis de Molegbe | Arquidiócesis de Kigali | Diócesis de Butare | Dió- cesis de Byumba | Diócesis de Cyangugu | Diócesis de Gikongoro |

Diócesis de Kabgayi | Diócesis de Kibungo | Diócesis de Nyundo | Diócesis de Ruhengeri | Diócesis de Puerto Victoria | Diócesis de Mogadiscio | Arquidiócesis de Jartum | Diócesis

de El Obeid | Arquidiócesis de Juba | Diócesis de Malakal | Diócesis de Rumbek | Diócesis de Tombura - Yam- bio | Diócesis de Torit | Diócesis de Wau | Diócesis de Yei | Arquidió-

cesis de Arusha | Diócesis de Mbulu | Diócesis de Moshi | Diócesis de Same | Arquidiócesis de Dar es Salaam | Dióce- sis de Dodoma | Diócesis de Ifakara | Diócesis de Kondoa | Diócesis de

Mahenge | Diócesis de Morogoro | Diócesis de Tanga | Diócesis de Zanzíbar | Arquidiócesis de Mwanza | Diócesis de Bu- koba | Diócesis de Bunda | Diócesis de Geita | Diócesis de Kayanga | Dió-

cesis de Musoma | Diócesis de Rulenge - Ngara | Diócesis de Shinyanga | Arquidiócesis de Songea | Diócesis de Iringa | Diócesis de Lindi | Diócesis de Mbeya | Diócesis de Mbinga | Diócesis de

Mtwara | Diócesis de Njombe | Diócesis de Tunduru - Masasi | Arquidiócesis de Tabora. | Diócesis de Kahama | Dióce- sis de Kigoma | Diócesis de Mpanda | Diócesis de Singida | Diócesis de Sumba-

wanga | Arquidiócesis de Gulu | Diócesis de Arua | Diócesis de Lira | Diócesis de Nebbi | Arquidiócesis de Kampala | Diócesis de Kasana - Luwero | Diócesis de Kiyinda - Mityana | Diócesis de Lugazi |

Diócesis de Masaka | Arquidiócesis de Mbarara | Diócesis de Fort Portal | Diócesis de Hoima | Diócesis de Kabale | Dió- cesis de Kasese | Arquidiócesis de Tororo | Diócesis de Jinja | Diócesis de Kotido |

Diócesis de Moroto | Diócesis de Soroti | Diócesis de Yibutí | Arquidiócesis de Kasama | Diócesis de Mansa | Diócesis de Mpika | Arquidiócesis de Lusaka | Diócesis de Chipata | Diócesis de Kabwe | Diócesis de Livingstone |

Diócesis de Mongu | Diócesis de Monze | Diócesis de Ndola | Diócesis de Solwezi | Arquidiócesis de Huambo | Diócesis de Benguela | Diócesis de Kuito - Bié | Arquidiócesis de Luanda | Diócesis de Cabinda | Diócesis de Ca-

xito | Diócesis de Mbanza Congo | Diócesis de Sumbe | Diócesis de Viana | Arquidiócesis de Lubango | Diócesis de Me- nongue | Diócesis de Namibe | Diócesis de Ondjiva | Arquidiócesis de Malanje | Diócesis de Ndalatando |

Diócesis de Uige | Arquidiócesis de Saurimo | Diócesis de Dundo | Diócesis de Luena | Administración apostólica de Como- ras | Arquidiócesis de Maseru | Diócesis de Leribe | Diócesis de Mohale's Hoek | Diócesis de Qacha's Nek |

Arquidiócesis de Antananarivo | Diócesis de Antsirabe | Diócesis de Miarinaribo | Diócesis de Tsiroanomandidy | Arquidióce- sis de Antsiranana | Diócesis de Ambanja | Diócesis de Mahajanga | Diócesis de Port Berge | Arquidiócesis de Fia-

narantsoa | Diócesis de Ambositra | Diócesis de Farafangana | Diócesis de Ihosy | Diócesis de Mananjary | Arquidiócesis de Toamasina | Diócesis de Ambatondrazaka | Diócesis de Fenoarivo Atsinanana | Diócesis de Moramanga | Arquidió-

cesis de Toliara | Diócesis de Morombe | Diócesis de Morondava | Diócesis de Tôlanaro | Diócesis de Port Louis | Vicariato apostólico de Rodrigues | Arquidiócesis de Beira | Diócesis de Chimoio | Diócesis de Gurué | Diócesis de Quelimane | Dióce-

sis de Tete | Arquidiócesis de Maputo | Diócesis de Inhambane | Diócesis de Xai-Xai | Arquidiócesis de Nampula | Diócesis de Lichinga | Diócesis de Nacala | Diócesis de Pemba | Arquidiócesis de Windhoek | Diócesis de Keetmanshoop | Vicariato Apostólico de Rundu |

Diócesis de Saint-Denis de La Reunión | Misión Independiente de Santa Elena, Ascensión y Tristán da Cunha | Diócesis de Santo Tomé y Príncipe | Arquidiócesis de Bloemfontein | Diócesis de Belén | Diócesis de Keimoes - Upington | Diócesis de Kimberley | Diócesis de

Kroonstad | Arquidiócesis de Ciudad del Cabo | Diócesis de Aliwal | Diócesis de De Aar | Diócesis de Oudtshoorn | Diócesis de Port Elizabeth | Diócesis de Queenstown | Arquidiócesis de Durban | Diócesis de Dundee | Diócesis de Eshowe | Diócesis de Kokstad | Diócesis

de Mariannhill | Diócesis de Umtata | Diócesis de Umzimkulu | Arquidiócesis de Johannesburgo | Diócesis de Klerksdorp | Diócesis de Manzini, en Suazilandia | Diócesis de Witbank | Arquidiócesis de Pretoria | Diócesis de Gaborone, en Botsuana | Diócesis de Polokwane |

Diócesis de Rustenburg | Diócesis de Tzaneen | Vicariato Apostólico de Francistown, en Botsuana | Vicariato Apostólico de Ingwavuma | Arquidiócesis de Bulawayo | Diócesis de Gweru | Diócesis de Hwange | Diócesis de Masvingo | Arquidiócesis de Harare | Diócesis de

Chinhoyi | Diócesis de Gokwe | Diócesis de Mutare.

4 y 5 de enero 2014

Colecta por Áfricaen todas las Parroquias y

Capillas del País

Page 9: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

Arquidiócesis de Argel | Diócesis de Constantina | Diócesis deOrán | Diócesis de Laghouat | Arquidiócesis de Cotonú | Diócesis

de Abomey | Diócesis de Dassa-Zoumé | Diócesis de Lokossa |Diócesis de Porto-Novo | Arquidiócesis de Parakou | Diócesis de Djougou| Diócesis de Kandi | Diócesis de N'Dali | Diócesis de Natitingou | Arqui-diócesis de Bobo-Dioulasso | Diócesis de Banfora | Diócesis de Dédougou| Diócesis de Diébougou | Diócesis de Gaoua | Diócesis de Nouna | Ar-

quidiócesis de Koupéla | Diócesis de Dori | Diócesis de Fada N'Gourma |Diócesis de Kaya | Diócesis de Tenkodogo | Arquidiócesis de Uagadugú |Diócesis de Koudougou | Diócesis de Manga | Diócesis de Ouahigouya |

Diócesis de Mindelo | Diócesis de Santiago de Cabo Verde | Arquidiócesisde Abiyán | Diócesis de Agboville | Diócesis de Grand-Bassam | Diócesisde Yopougon | Arquidiócesis de Bouaké | Diócesis de Abengourou | Dió-cesis de Bondoukou | Diócesis de Yamusukro | Arquidiócesis de Gagnoa |Diócesis de Daloa | Diócesis de Man | Diócesis de San Pedro en Costa de

Marfil | Arquidiócesis de Korhogo | Diócesis de Katiola | Diócesis deOdienné | Vicariato apostólico de Alejandría | Diócesis de Banjul | Arqui-diócesis de Accra | Diócesis de Ho | Diócesis de Jasikan | Diócesis de Keta- Akatsi | Diócesis de Koforidua | Arquidiócesis de Cape Coast | Diócesisde Sekondi-Takoradi | Diócesis de Wiawso | Arquidiócesis de Kumasi |

Diócesis de Goaso | Diócesis de Konongo - Mampong | Diócesis deObuasi | Diócesis de Sunyani | Diócesis de Techiman |Arquidiócesis de

Tamale | Diócesis de Damongo | Diócesis de Navrongo - Bolga-tanga | Diócesis de Wa | Diócesis de Yendi | Vicariato Apostólicode Donkorkrom | Arquidiócesis de Conakry | Diócesis de Kan-

kan | Diócesis de Nzérékoré | Diócesis de Bafatá | Diócesis de Bissau | Ar-quidiócesis de Monrovia | Diócesis de Cabo Palmas | Diócesis de

Gbarnga | Vicariato Apostólico de Bengasi | Vicariato Apostólico deDerna | Vicariato Apostólico de Trípoli | Prefectura Apostólica de Misu-rata | Arquidiócesis de Bamako | Diócesis de Kayes | Diócesis de Mopti |

Diócesis de San | Diócesis de Segú | Diócesis de Sikasso | Arquidiócesis deRabat | Arquidiócesis de Tánger | Diócesis de Nuakchot | Arquidiócesis de

Niamey | Diócesis de Maradi | Arquidiócesis de Abuya | Diócesis deGboko | Diócesis de Idah | Diócesis de Katsina-Ala | Diócesis de Lafia |Diócesis de Lokoja | Diócesis de Makurdi | Diócesis de Otukpo | Arqui-diócesis de Benin City | Diócesis de Auchi | Diócesis de Issele-Uku | Dió-cesis de Uromi | Diócesis de Warri | Arquidiócesis de Calabar | Diócesis

de Ikot Ekpene | Diócesis de Ogoja | Diócesis de Port Harcourt | Diócesisde Uyo | Arquidiócesis de Ibadán | Diócesis de Ekiti | Diócesis de Ondo |Diócesis de Oshogbo | Diócesis de Oyo | Arquidiócesis de Jos | Diócesis

de Bauchi | Diócesis de Jalingo | Diócesis de Maiduguri | Diócesis deShendam | Diócesis de Yola | Arquidiócesis de Kaduna | Diócesis de Ilorin| Diócesis de Kafanchan | Diócesis de Kano | Diócesis de Minna | Diócesisde Sokoto | Diócesis de Zaria | Arquidiócesis de Lagos | Diócesis de Abeo-

kuta | Diócesis de Ijebu-Ode | Arquidiócesis de Onitsha | Diócesis deAbakaliki | Diócesis de Awgu | Diócesis de Awka | Diócesis de Enugu |

Diócesis de Nnewi | Diócesis de Nsukka | Arquidiócesis de Owe-rri | Diócesis de Aba | Diócesis de Ahiara | Diócesis de Okigwe |Diócesis de Orlu | Diócesis de Umuahia | Vicariato Apostólico de

Todos los años, en el primer fin de semana de enero, im-pulsamos desde las Obras Misionales Pontificias, en con-sonancia con gran parte del mundo, la colecta generosa afavor del continente africano.

Nos pareció importante, en este marco, volver a nuestramente el deseo del ápostol Pablo, en medio de su inmensamisión.

En el principio del escrito que deriva a la comunidad deGalacia, la cuál visitó y evangelizó, recuerda el misioneroque las cabezas de la Iglesia naciente, Pedro, Santiago yJuan, le pidieron encarecidamente “no olvidarme de lospobres, cosa que he procurado cumplir con todo esmero”( cfr. Ga 2, 10).

Precisamente la misión es el encuentro con los pobres, lospobres en lo material y en lo espiritual. Claro que en elmarco de colecta siempre subrayamos la necesidad básicapara una vida más digna: alimento, ropa, medicamento; loesencial para una vida acorde a un ser humano.

África siempre fue el continente donde más se depositaronlas miradas. Tantos años de guerra y abandono. Un sistemade salud deficiente, misioneros que fueron entregando lavida en las aldeas, gobiernos que fueron oprimiendo a losdistintos pueblos y los siglos de colonialismo que fueroninvadiendo las culturas sin dejarlas progresar.

Hoy se sigue tendiendo una mano. En la Iglesia universaldel Señor, la iglesia misionera, que administra los sacra-mentos y sigue enviando discípulos, necesita de la ayudade todos. Depende de la apertura de los corazones.

Es verdad que otras partes del mundo viven también enestado calamitoso. Otros continentes sufren las consecuen-cias de una sociedad que en ciertos aspectos les da la es-palda. Pero seguimos ayudando y haciendo algo, aunquesea poco, pero necesario, por estos hermanos que no co-nocemos pero que los sentimos cerca, y que están incor-porados a la Iglesia.

Sabemos de su esperanza; en algunos casos quizás debili-tada. La misión que podemos hacer desde nuestro lugar esayudar.

Por eso es entendible el pedido de los apóstoles a Pablo yBernabé: “no se olviden de los pobres”. África necesitahoy de nuestra caridad. Sabemos de la fe que vive nuestropueblo y de la solidaridad que lo caracteriza.

Arquidiócesis de Argel | Diócesis de Constantina | Diócesis de Orán | Diócesis de Laghouat | Arquidiócesis de Cotonú | Diócesis de Abomey | Diócesis de Dassa-Zoumé | Diócesis de Lokossa | Diócesis de Porto-Novo | Arquidiócesis de Parakou | Diócesis de Djougou | Dió-

cesis de Kandi | Diócesis de N'Dali | Diócesis de Natitingou | Arquidiócesis de Bobo-Dioulasso | Diócesis de Banfora | Diócesis de Dédougou | Diócesis de Diébougou | Diócesis de Gaoua | Diócesis de Nouna | Arquidiócesis de Koupéla | Diócesis de Dori | Diócesis de Fada

N'Gourma | Diócesis de Kaya | Diócesis de Tenkodogo | Arquidiócesis de Uagadugú | Diócesis de Koudougou | Diócesis de Manga | Diócesis de Ouahigouya | Diócesis de Mindelo | Diócesis de Santiago de Cabo Verde | Arquidiócesis de Abiyán | Diócesis de Agboville |

Diócesis de Grand-Bassam | Diócesis de Yopougon | Arquidiócesis de Bouaké | Diócesis de Abengourou | Diócesis de Bondoukou | Diócesis de Yamusukro | Arquidiócesis de Gagnoa | Diócesis de Daloa | Diócesis de Man | Diócesis de San Pedro en Costa de Marfil | Ar-

quidiócesis de Korhogo | Diócesis de Katiola | Diócesis de Odienné | Vicariato apostólico de Alejandría | Diócesis de Banjul | Arquidiócesis de Accra | Diócesis de Ho | Diócesis de Jasikan | Diócesis de Keta - Akatsi | Diócesis de Koforidua | Arquidiócesis de Cape Coast |

Diócesis de Sekondi-Takoradi | Diócesis de Wiawso | Arquidiócesis de Kumasi | Diócesis de Goaso | Dió- cesis de Konongo - Mampong | Diócesis de Obuasi | Diócesis de Sunyani | Diócesis de Techiman |Arquidiócesis de Tamale | Diócesis de Damongo | Dióce-

sis de Navrongo - Bolgatanga | Diócesis de Wa | Diócesis de Yendi | Vicariato Apostólico de Donkorkrom | Arquidiócesis de Conakry | Diócesis de Kankan | Diócesis de Nzérékoré | Diócesis de Bafatá | Diócesis de Bissau | Arquidiócesis de

Monrovia | Diócesis de Cabo Palmas | Diócesis de Gbarnga | Vicariato Apostólico de Bengasi | Vicariato Apostólico de Derna | Vicariato Apostólico de Trípoli | Prefectura Apostólica de Misurata | Arquidiócesis de Bamako |

Diócesis de Kayes | Diócesis de Mopti | Diócesis de San | Diócesis de Segú | Diócesis de Sikasso | Arquidiócesis de Rabat | Arquidiócesis de Tánger | Diócesis de Nuakchot | Arquidiócesis de Niamey | Diócesis de Maradi | Ar-

quidiócesis de Abuya | Diócesis de Gboko | Diócesis de Idah | Diócesis de Katsina-Ala | Diócesis de Lafia | Diócesis de Lokoja | Diócesis de Makurdi | Diócesis de Otukpo | Arquidiócesis de Benin City |

Diócesis de Auchi | Diócesis de Issele-Uku | Diócesis de Uromi | Diócesis de Warri | Arquidiócesis de Calabar | Diócesis de Ikot Ekpene | Diócesis de Ogoja | Diócesis de

Port Harcourt | Diócesis de Uyo | Arquidiócesis de Ibadán | Diócesis de Ekiti | Diócesis de Ondo | Diócesis de Oshogbo | Diócesis de Oyo | Arquidiócesis de Jos | Diócesis

de Bauchi | Diócesis de Jalingo | Diócesis de Maiduguri | Diócesis de Shendam | Diócesis de Yola | Arquidiócesis de Kaduna | Diócesis de Ilorin | Diócesis de Kafanchan

| Diócesis de Kano | Diócesis de Minna | Diócesis de Sokoto | Diócesis de Zaria | Arquidiócesis de Lagos | Diócesis de Abeokuta | Diócesis de Ijebu-Ode | Arquidió-

cesis de Onitsha | Diócesis de Abakaliki | Diócesis de Awgu | Diócesis de Awka | Diócesis de Enugu | Diócesis de Nnewi | Diócesis de Nsukka | Arquidiócesis de

Owerri | Diócesis de Aba | Diócesis de Ahiara | Diócesis de Okigwe | Diócesis de Orlu | Diócesis de Umuahia | Vicariato Apostólico de Bomadi | Vicariato

Apostólico de Kontagora | Prefectura Apostólica del Sa- hara Occidental | Arquidiócesis de Dakar | Diócesis de Kaolack | Diócesis de Kolda | Diócesis de San

Luis de Senegal | Diócesis de Tambacounda | Diócesis de Thiès | Diócesis de Ziguinchor | Arquidiócesis de Freetown | Diócesis de Bo | Diócesis de Ke-

nema | Diócesis de Makeni | Arquidiócesis de Lomé | Diócesis de Aného | Diócesis de Atakpamé | Diócesis de Dapaong | Diócesis de Kara | Diócesis

de Palimé | Diócesis de Sokodé | Arquidiócesis de Túnez | Arquidiócesis de Buyumbura | Diócesis de Bubanza | Diócesis de Bururi | Arquidiócesis

de Gitega | Diócesis de Muyinga | Diócesis de Ngozi | Diócesis de Rutana | Diócesis de Ruyigi | Arquidiócesis de Bamenda | Diócesis de Buea | Dió-

cesis de Kumba | Diócesis de Mamfe | Arquidiócesis de Bertoua | Diócesis de Batouri | Diócesis de Doumé - Abong-Mbang | Diócesis de Yoka-

douma | Arquidiócesis de Duala | Diócesis de Bafang | Diócesis de Bafoussam | Diócesis de Edéa | Diócesis de Eséka | Diócesis de Nkong-

samba | Arquidiócesis de Garoua | Diócesis de Ma- roua - Mokolo | Diócesis de Ngaoundere | Diócesis de Yagoua | Arquidiócesis de

Yaundé | Diócesis de Bafia | Diócesis de Ebolowa | Diócesis de Kribi | Diócesis de Mbalmayo | Diócesis de Obala | Dió-

cesis de Sangmélima | Arquidiócesis de Yamena | Diócesis de Doba | Diócesis de Goré | Diócesis de Laï | Diócesis de

Moundou | Diócesis de Pala | Diócesis de Sarh | Vica- riato Apostólico de Mongo | Diócesis de Emdeber | Vicariato Apostó-

lico de Awasa | Vicariato Apostólico de Gambela | Vicariato Apostólico de Harari | Vicariato Apostólico de Hosanna | Vi-

cariato Apostólico de Jimma - Bonga | Vicariato Apostólico de Meki | Vicariato Apostólico de Nekemte | Vicariato Apostólico de

Sodo | Prefectura Apostólica de Robe | Arquidiócesis de Libre- ville | Diócesis de Franceville | Diócesis de Mouila | Diócesis de Oyem |

Diócesis de Port-Gentil | Prefectura Apostólica de Makokou | Arqui- diócesis de Malabo | Diócesis de Bata | Diócesis de Ebebiyín | Arquidióce-

sis de Kisumu | Diócesis de Bungoma | Diócesis de Eldoret | Diócesis de Homa Bay | Diócesis de Kakamega | Diócesis de Kisii | Diócesis de Kitale | Dió-

cesis de Lodwar | Arquidiócesis de Mombasa | Diócesis de Garissa | Diócesis de Malindi | Arquidiócesis de Nairobi | Diócesis de Kericho | Diócesis de Kitui | Diócesis de Machakos |

Diócesis de Nakuru | Diócesis de Ngong | Arquidiócesis de Nyeri | Diócesis de Embu | Diócesis de Maralal | Dió- cesis de Marsabit | Diócesis de Meru | Diócesis de Muranga | Diócesis de

Nyahururu | Ordinariato Militar de Kenia | Vicariato Apostólico de Isiolo | Arquidiócesis de Blantyre | Dió- cesis de Chikwawa | Diócesis de Mangochi | Diócesis de Zomba | Arquidiócesis de Li-

longwe | Diócesis de Dedza | Diócesis de Karonga | Diócesis de Mzuzu | Arquidiócesis de Bangui | Diócesis de Alindao | Diócesis de Bambari | Diócesis de Bangassou | Diócesis de Berbérati | Dió-

cesis de Bossangoa | Diócesis de Bouar | Diócesis de Kaga - Bandoro | Diócesis de Mbaiki | Arquidiócesis de Brazzaville | Diócesis de Dolisie | Diócesis de Gamboma | Diócesis de Impfondo | Diócesis

de Kinkala | Diócesis de Nkayi | Diócesis de Ouesso | Diócesis de Owando | Diócesis de Pointe-Noire | Arquidió- cesis de Bukavu | Diócesis de Butembo - Beni | Diócesis de Goma | Diócesis de Kasongo |

Diócesis de Kindu | Diócesis de Uvira | Arquidiócesis de Kananga | Diócesis de Kabinda | Diócesis de Kole | Dió- cesis de Luebo | Diócesis de Luiza | Diócesis de Mbuji-Mayi | Diócesis de Mweka | Diócesis

de Tshumbe | Arquidiócesis de Kinshasa | Diócesis de Boma | Diócesis de Idiofa | Diócesis de Inongo | Diócesis de Kenge | Diócesis de Kikwit | Diócesis de Kisantu | Diócesis de Matadi | Diócesis de Popo-

kabaka | Arquidiócesis de Kisangani | Diócesis de Bondo | Diócesis de Bunia | Diócesis de Buta | Diócesis de Do- ruma - Dungu | Diócesis de Isangi | Diócesis de Isiro - Niangara | Diócesis de

Mahagi - Nioka | Diócesis de Wamba | Arquidiócesis de Lubumbashi | Diócesis de Kalemie - Kirungu | Diócesis de Ka- mina | Diócesis de Kilwa - Kasenga | Diócesis de Kolwezi | Diócesis

de Kongolo | Diócesis de Manono | Diócesis de Sakania - Kipushi | Arquidiócesis de Mbandaka - Bikoro | Dióce- sis de Basankusu | Diócesis de Bokungu - Ikela | Diócesis de Budjala |

Diócesis de Lisala | Diócesis de Lolo | Diócesis de Molegbe | Arquidiócesis de Kigali | Diócesis de Butare | Dió- cesis de Byumba | Diócesis de Cyangugu | Diócesis de Gikongoro |

Diócesis de Kabgayi | Diócesis de Kibungo | Diócesis de Nyundo | Diócesis de Ruhengeri | Diócesis de Puerto Victoria | Diócesis de Mogadiscio | Arquidiócesis de Jartum | Diócesis

de El Obeid | Arquidiócesis de Juba | Diócesis de Malakal | Diócesis de Rumbek | Diócesis de Tombura - Yam- bio | Diócesis de Torit | Diócesis de Wau | Diócesis de Yei | Arquidió-

cesis de Arusha | Diócesis de Mbulu | Diócesis de Moshi | Diócesis de Same | Arquidiócesis de Dar es Salaam | Dióce- sis de Dodoma | Diócesis de Ifakara | Diócesis de Kondoa | Diócesis de

Mahenge | Diócesis de Morogoro | Diócesis de Tanga | Diócesis de Zanzíbar | Arquidiócesis de Mwanza | Diócesis de Bu- koba | Diócesis de Bunda | Diócesis de Geita | Diócesis de Kayanga | Dió-

cesis de Musoma | Diócesis de Rulenge - Ngara | Diócesis de Shinyanga | Arquidiócesis de Songea | Diócesis de Iringa | Diócesis de Lindi | Diócesis de Mbeya | Diócesis de Mbinga | Diócesis de

Mtwara | Diócesis de Njombe | Diócesis de Tunduru - Masasi | Arquidiócesis de Tabora. | Diócesis de Kahama | Dióce- sis de Kigoma | Diócesis de Mpanda | Diócesis de Singida | Diócesis de Sumba-

wanga | Arquidiócesis de Gulu | Diócesis de Arua | Diócesis de Lira | Diócesis de Nebbi | Arquidiócesis de Kampala | Diócesis de Kasana - Luwero | Diócesis de Kiyinda - Mityana | Diócesis de Lugazi |

Diócesis de Masaka | Arquidiócesis de Mbarara | Diócesis de Fort Portal | Diócesis de Hoima | Diócesis de Kabale | Dió- cesis de Kasese | Arquidiócesis de Tororo | Diócesis de Jinja | Diócesis de Kotido |

Diócesis de Moroto | Diócesis de Soroti | Diócesis de Yibutí | Arquidiócesis de Kasama | Diócesis de Mansa | Diócesis de Mpika | Arquidiócesis de Lusaka | Diócesis de Chipata | Diócesis de Kabwe | Diócesis de Livingstone |

Diócesis de Mongu | Diócesis de Monze | Diócesis de Ndola | Diócesis de Solwezi | Arquidiócesis de Huambo | Diócesis de Benguela | Diócesis de Kuito - Bié | Arquidiócesis de Luanda | Diócesis de Cabinda | Diócesis de Ca-

xito | Diócesis de Mbanza Congo | Diócesis de Sumbe | Diócesis de Viana | Arquidiócesis de Lubango | Diócesis de Me- nongue | Diócesis de Namibe | Diócesis de Ondjiva | Arquidiócesis de Malanje | Diócesis de Ndalatando |

Diócesis de Uige | Arquidiócesis de Saurimo | Diócesis de Dundo | Diócesis de Luena | Administración apostólica de Como- ras | Arquidiócesis de Maseru | Diócesis de Leribe | Diócesis de Mohale's Hoek | Diócesis de Qacha's Nek |

Arquidiócesis de Antananarivo | Diócesis de Antsirabe | Diócesis de Miarinaribo | Diócesis de Tsiroanomandidy | Arquidióce- sis de Antsiranana | Diócesis de Ambanja | Diócesis de Mahajanga | Diócesis de Port Berge | Arquidiócesis de Fia-

narantsoa | Diócesis de Ambositra | Diócesis de Farafangana | Diócesis de Ihosy | Diócesis de Mananjary | Arquidiócesis de Toamasina | Diócesis de Ambatondrazaka | Diócesis de Fenoarivo Atsinanana | Diócesis de Moramanga | Arquidió-

cesis de Toliara | Diócesis de Morombe | Diócesis de Morondava | Diócesis de Tôlanaro | Diócesis de Port Louis | Vicariato apostólico de Rodrigues | Arquidiócesis de Beira | Diócesis de Chimoio | Diócesis de Gurué | Diócesis de Quelimane | Dióce-

sis de Tete | Arquidiócesis de Maputo | Diócesis de Inhambane | Diócesis de Xai-Xai | Arquidiócesis de Nampula | Diócesis de Lichinga | Diócesis de Nacala | Diócesis de Pemba | Arquidiócesis de Windhoek | Diócesis de Keetmanshoop | Vicariato Apostólico de Rundu |

Diócesis de Saint-Denis de La Reunión | Misión Independiente de Santa Elena, Ascensión y Tristán da Cunha | Diócesis de Santo Tomé y Príncipe | Arquidiócesis de Bloemfontein | Diócesis de Belén | Diócesis de Keimoes - Upington | Diócesis de Kimberley | Diócesis de

Kroonstad | Arquidiócesis de Ciudad del Cabo | Diócesis de Aliwal | Diócesis de De Aar | Diócesis de Oudtshoorn | Diócesis de Port Elizabeth | Diócesis de Queenstown | Arquidiócesis de Durban | Diócesis de Dundee | Diócesis de Eshowe | Diócesis de Kokstad | Diócesis

de Mariannhill | Diócesis de Umtata | Diócesis de Umzimkulu | Arquidiócesis de Johannesburgo | Diócesis de Klerksdorp | Diócesis de Manzini, en Suazilandia | Diócesis de Witbank | Arquidiócesis de Pretoria | Diócesis de Gaborone, en Botsuana | Diócesis de Polokwane |

Diócesis de Rustenburg | Diócesis de Tzaneen | Vicariato Apostólico de Francistown, en Botsuana | Vicariato Apostólico de Ingwavuma | Arquidiócesis de Bulawayo | Diócesis de Gweru | Diócesis de Hwange | Diócesis de Masvingo | Arquidiócesis de Harare | Diócesis de

Chinhoyi | Diócesis de Gokwe | Diócesis de Mutare.

Importancia de la

Colecta por África

P. Dante De Sanzzi

Director Nacional de las OMP

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Page 10: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

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Iglesia Misionera Hoy - Nº 495 | dic 2013 - ene - feb 2014

Familia:m i s i ó npermanente

Evangelio: Mt 1, 20-25

Reflexión

Jesús al igual que cualquier hombre,necesitó de un ámbito donde apren-der, crecer y desarrollarse como per-sona; ese ámbito fue su propiaFamilia, donde José y María, eransus progenitores. Dios se valió deesta Sagrada Familia, común, sencillay humilde, para encausar el granproyecto de amor y salvación detodos nosotros. Esta Familia, siem-pre estuvo en marcha permanente,sentando las bases sólidas de esa pri-mera Iglesia primitiva y casera; Ellosfueron el pilar fundamental de nues-tra Fe y de la Iglesia toda, adentrán-dose en el misterio de Dios.Escuchando y discerniendo su vo-luntad, era y es capaz de transformarlas realidades humanas en Jerusalény en todo el mundo de esa época,hasta nuestro presente.

Imaginemos un Jesús niño, apren-diendo en la cotidianeidad, los con-sejos de su Madre, o acompañando asu padre José en la rutina de trabajary vivir como carpintero. Imaginemosa Él acompañando a su madre almercado por provisiones para sumedio de subsistencia. Imaginemosa Jesús que se vale de esta Familia,para encarnar la humanidad, juntocon todas sus alegrías y sufrimientos.

La primera y gran misión de María yJosé fue educar y criar al niño Jesús,en familia, como personas comunesy sencillas de su época, luchandocontra viento y marea: crítica, perse-cución, rechazo de la sociedad; o seaque no les fue nada fácil, aún así, lle-varon adelante la voluntad de Dios.

Este breve análisis, nos lleva a afir-mar que la Familia es de vital impor-tancia para la misión que Dios tuvo,tiene y tendrá a lo largo de nuestrahistoria, de enviarnos y de seguirproclamando a Jesús y su proyectode amor y salvación, a toda la huma-nidad.

Por otro lado, en la actualidad la Fa-milia pareciera que estuviese en des-valorización o que tiene muy pocosentido el comprometerse a llevar aadelante la responsabilidad de esteproyecto.

Para revalorizarla y poner en elpunto más alto de todo desarrollohumano, nuestros Obispos en Apa-recida sostuvieron acerca del valorde la Familia –su misión-, en nues-tras vidas y sociedades, lo siguiente:

«… [432]La Familia es uno de los te-soros más importantes de los pue-blos latinoamericanos y caribeños, yes patrimonio de la humanidad en-tera. En nuestros países, una parteimportante de la población está

Se acerca el tiempo Navideño, motivo de celebración del nacimientode Jesús, Dios hecho hombre para nuestra salvación. Este es untiempo especial de fiesta,júbilo y rezo, para muchaspersonas; es por eso quequeremos compartirlesesta breve reflexión y testimonio, acerca de nues-tro ser Familia en la Fe y deahí ver qué lugar ocupa ennuestras vidas y en nues-tras sociedades, esa Sagrada Familia y la misión, que en Jesús todostenemos.

Familias Misioneras | Mario Miranda (*)

Coordinador Nacional de los Laicos Misioneros

de la Consolota - Argentina

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afectada por difíciles condiciones devida que amenazan directamente lainstitución familiar. En nuestra con-dición de discípulos y misioneros deJesucristo, estamos llamados a traba-jar para que esta situación sea trans-formada, y la familia asuma su ser ysu misión en el ámbito de la socie-dad y de la Iglesia»

Aparecida - v Conferencia General del Episcopado Lati-noamericano y del Caribe.

Testimonio Misionero

Nosotros somos una familia misio-nera, ligada a un movimiento reli-gioso, los laicos misioneros de laConsolata: viviana, Mario y nuestroshijos Joaquín -10 años- y Francisco -2 meses-.

Creemos que nuestra Familia es Sa-grada, porque es obra de Dios y enEl transitamos nuestras vidas. Eneste sagrario: nuestra familia, vivi-mos la misión que Dios, en su espí-ritu, dio y da a toda persona.

Nuestra búsqueda permanente deesa vivencia, nos conduce a hacer-nos algunos interrogantes: ¿Cuál esla misión de las familias?, el discerni-miento nos lleva a esta respuesta,anunciar con nuestra vida y testimo-nio, que Dios existe, que es Amor ySalvación, aquí entre nosotros y en

la vida eterna. A todo esto se leagrega otro gran interrogante¿cuándo y dónde las familias son re-almente misioneras? Nuestro andarmisionero, nos dice que ese anuncioes en todo momento y lugar, en locotidiano de nuestras vidas, empe-zando por nuestro entorno familiar;¿y cómo se hace esta misión fami-liar? Casi siempre haciendo que loordinario sea extraordinario, conmucho amor en toda su amplitud.Todo esto que parece intelectual,por todo lo contrario para que seinstale en nuestra vida familiar, de-berá ser fruto de una “conversacióncon Dios y su espíritu”, y, ¿cómo selogra esto?: con una oración pro-funda. Y el ¿para qué? o ¿que sen-tido tiene esta misión de anunciar aDios a los demás, desde la familia?.Es porque nuestra Fe nos la fuedada, para compartirla, cosa que eseAmor divino transportado por loscorazones, sea capaz de transformarlos padecimientos, sufrimientos ydolores de toda humanidad, a talpunto de transformar este mundo,como una gran casa de Familiadonde haya paz, amor y armonía.Todo esto Jesús lo experimentó,desde su niñez, en su Sagrada Fami-lia, que necesitó para crecer y paraexperimentar el amor humano.Estos interrogantes en la Fe, nosayudan a vivir la misión como unabúsqueda permanente.

Nosotros, tratamos, de ser reflejofiel de esa Sagrada Familia de Jerusa-lén, poniendo en práctica el amor deDios en nuestra cotidianeidad, esa esnuestra mayor certeza a la hora decompartir nuestra vida, con sus caí-das y levantadas. La Fe, no es tal, sisólo es sacramental, creemos que lamisma transformada en vida plenajunto con los sacramentos, es la ex-presión máxima de que Dios existe,en cada persona, en cada Familia.

En el mundo actual, dónde el valorde lo material pareciera ganar su pul-seada, por encima de los valores es-pirituales; todos estamos llamados avivir y conformar una Sagrada Fami-

lia, en la Fe, esto que pareciera algoinnecesario, por todo lo contrario escasi imprescindible que volvamos aesa fuente de amor, que Jesús expe-rimento en Belén, el amor, la protec-ción, el espacio de contención y deeducación de valores humanos, quenos hagan respirar y vivir un mundomucho mejor, para todos.

Todo esto nosotros como familiamisionera, sentimos que es la granmisión que Dios nos da a diario y latratamos de poner en práctica, aúnen nuestras limitaciones –que sonmuchas-, experimentando la gracia yel amor de Dios que tiene para cadaser humano, desde la oración.

Que en esta santa navidad del Señor,Dios bendiga a cada familia para quetengan unidad, paz y felicidad en susvidas.

Oración a la Sagrada Familia

Señor Nuestro Jesucristo, que juntocon María y José consagraste con ine-fable virtudes la vida doméstica, hazque por intercesión de ambos sepamosinstruirnos con el ejemplo de Tu Sa-grada Familia.

Elevamos nuestras oraciones a Ti,Señor, para poner nuestra familiabajo tu mirada, te pedimos que acom-pañes, la asistencia en sus necesida-des, la mantengas en amorosa unióny guíes sus pasos hasta conseguir tueterna compañía en el cielo.

Que en ella cada hijo aprenda deJesús, la obediencia, el estudio y eltrabajo.

Que cada mujer aprenda de María,la humildad y el espíritu de sacrificio.

Que cada hombre aprenda de José aamar a Jesús y a su familia con fide-lidad y rectitud. Amén.

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Las vacaciones suelen ser un tiempoesperado. A veces postergamos ta-reas y actividades para las vacacio-nes. Otras, proyectamos allí todosnuestros anhelos de descanso y re-

creación. Y también dejamos para las vacaciones lo queno podemos hacer ahora. Sin embargo nos puede ocu-rrir que, pasadas las vacaciones, éstas nos dejen un saboragridulce, un cierto vacío, un frustrante gusto a pocoque sólo se mitiga en la esperanza de habrá una próximavez; que al año siguiente habrá otra oportunidad.

¿Cómo imaginamos nuestras vacaciones? Pueden serpara nosotros un tiempo donde no haya nada por hacer,un tiempo muerto, donde lo que prime es el descanso,dormir, no complicarse la vida ni siquiera pensando enalgo. Pero por este camino el sinsentido nos dejará lasensación de que en definitiva sólo hemos perdido eltiempo. Una cierta impotencia por no haber sabido ad-ministrar un tiempo cuya propiedad era exclusivamentenuestra.

También podemos dejarnos llevar por el consumo y lamoda. Enloquecernos por ir a tal lado, ver estos espec-

táculos o hacer aquello otro que hemos visto en televi-sión. O salir de compras compulsivas y gastar lo que notenemos. Nunca nos alcanzará el tiempo ni el dinero,siempre nos faltará algo, y otra vez sentiremos ciertafrustración por no estar a la altura de amigos y conoci-dos que nos ganaron en la competencia del consumo,el confort o la extravagancia.

Otro riesgo es que programemos tantas actividades parahacer que no podamos realizar casi nada de lo que pen-samos: ordenar tal lugar, arreglar tal cosa, leer tantos li-bros, pintar, limpiar, etc. También corremos el riesgode que al final nos sintamos igualmente frustrados aldarnos cuenta que hicimos tan poco. Que, como en elresto del año, el tiempo no nos alcanzó para nada y ter-minamos igual que como empezamos.

Las vacaciones son un tiempo donde lo más valioso quetenemos es eso: el tiempo. Durante el resto del añonuestro tiempo depende de otras personas u otras cir-cunstancias: el estudio, el trabajo, las obligaciones, etc.Todo el año somos indigentes de tiempo y, como el di-nero, buscamos administrarlo lo mejor posible. Pero envacaciones de repente nos transformamos en ricos, por-que somos soberanos de nuestro propio tiempo, y elriesgo es siempre no aprovecharlo, malgastarlo o dejarque se escape por cualquier agujero.

Podríamos brindar muchas propuestas y recetas paraaprovechar el tiempo, pero para eso hay tantas revistasy magazines de verano y vida útil que no sumaríamucho. Creo que lo más importante es recordar lo quenos dice el gran libro de la vida, el de la vida con ma-yúscula.

Si en las vacaciones somos ricos de tiempo, nos enri-queceremos más si compartimos, si damos. Hay mayor

Grupos Misioneros | P. Pedro Brassesco(*)

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alegría en dar que en recibir. Por lo tanto el tiempomejor aprovechado será aquel que compartamos, quedemos a los demás. No el que nos queramos guardaregoístamente para satisfacer nuestros deseos. El tiempocompartido será el que nos hará sentir más plenos.

En primer lugar ese tiempo será fecundo si lo compar-timos con Dios. Como la lluvia que empapa la tierra, Élhace que todo tenga vida. Podemos tener mucha tierra,destinarla a fines diversos, pero si no hay humedad seráestéril, no nos servirá de mucho. Abrir nuestro tiempoa Dios no es sólo destinar espacios estancos a la ora-ción, sino dejar también qué nos sorprenda, que nosguíe, que su presencia nos lleve por esos caminos quesolo Él conoce. Dios nunca dejará que nos aburramos.Sólo Dios puede llenarnos de la auténtica alegría y pazque tanto buscamos. ¿Y cómo se hace esto? Lo mismoque con un amigo. Si hace mucho que no lo visitamos,aprovechar este tiempo para charlar con Él (en la ora-ción, la lectura de la Palabra, la meditación, etc.). Y si lovenimos haciendo durante todo el año, no dejarlo encasa justo ahora, sino llevarlo entre lo más querido, pro-fundizar ese diálogo y hacer que otros se encuentrencon Él. No es una locura. Es ardor misionero. Si invi-

táramos a alguien para ir juntos de vacaciones nos ve-rían con él, tendríamos que presentarlo e introducirloen diversos lugares, hablaríamos de esa persona que nosayuda o comparte la vida con nosotros. ¿Y qué hacemoscon Jesús? ¿Lo escondemos? ¿Nos da vergüenza?.

El tiempo se hace rico también cuando se comparte conotras personas, cuando somos generosos para darlo aotros que lo necesitan. Así como Dios siempre da elprimer paso y sale al encuentro de los hombres, también

nosotros estamos invitados a dar ese primer paso. En-cerrarnos en nuestro pequeño mundo personal o quererhuir de los demás sólo nos empobrece el corazón.Cuántos conocidos, amigos o familiares se alegraríanpor un llamado telefónico, una visita, una charla quenos presente el rostro alegre de la fraternidad y la cer-canía. Esto sí nos ensancha el corazón y pronto descu-brimos que en realidad recibimos mucho más de lo quefuimos a dar. Ni qué hablar cuando es al mismo Cristoa quien encontramos: en el hermano enfermo, en elpobre, en el abandonado.

No dejemos que el tiempo simplemente se nos gaste nipretendamos “aprovecharlo al máximo” para terminarmás cansados de lo que comenzamos y necesitandosiempre más. Sólo se puede disfrutar cuando se vuelvesereno, cuando dejamos que se empape de lo que real-mente nos llena el corazón: del amor, la entrega, la ale-gría. En eso Dios es un maestro, animémonos a que élnos sorprenda cada día ayudándonos a abrir un corazóncerrado. En vacaciones, mejor que salir de las fronterasterritoriales es traspasar nuestras propias fronteras exis-tenciales.

Secretario Nacional de la Pontificia Uniión Misiona - Argentina

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Pre-misión:

Éramos conscientes de que comomisioneros no íbamos como fran-cotiradores sino necesariamenteenviados por una comunidad.

Por eso nuestra misión comenzóen casa: promocionando la activi-dad en las escuelas y en la Parro-quia, buscando agentes pastoralespara realizarla y suscitando un am-biente en el cual todos los que co-laboraban con las diferentescampañas solidarias que organizá-bamos también se sentían misione-ros aunque no viajaran.

En esta etapa de preparación fueimportante el discernimiento decada uno y del grupo junto con elasesor para evaluar si efectiva-mente el candidato estaba llamadoa participar de la misión o debíaesperar y apoyar con otro tipo detareas y no con la acción directa.

El acompañamiento espiritual y lavida sacramental ayudaban a cadauno de los misioneros a responderal llamado que había sentido.

Formado el grupo nos comunica-mos con el obispo que nos iba arecibir y nos pusimos a su disposi-ción para que nos envíe a dóndemás necesitaba.

También comenzamos los sábadospor la tarde a ocuparnos de una ca-pilla pobre a la vera de una zanjaen una localidad cercana: allí jugá-bamos con los chicos, les servía-mos la merienda y enseñábamos el

Hola amigosEste año Dios nos sorpren-dió eligiendo a Francisco, unPapa misionero que nos urgea “SALIR” a compartir nuestrafe.Mientras se preparan a partirhacia los destinos de las mi-siones del período estivalquisiera compartir con uste-des mi experiencia con gru-pos misioneros.Dios me regaló haber inte-grado el grupo San Pablo dela obra de Don Bosco en SanIsidro (Pcia. de Buenos Aires)con el cual misionamos en ladiócesis de Concepción (Pcia.de Tucumán) y haber reci-bido en Ingeniero Huergo(Pcia. De Río Negro) al grupodel Colegio Cardenal New-man, y en San Clemente delTuyú (Pcia. de Buenos Aires)al grupo de Santa María de laEstrella.

Gruposmisioneros:Salir acompartirnuestra fe

Grupos Misioneros | P. Abel Iglesias Cortina sdb

Secretario Nacional de la Propagación de la Fe

Argentina

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catecismo.

Qué importante el testimonio decomunión y coherencia con lo quepredicábamos, porque un "malpaso" en este aspecto podría des-calificar todo lo bueno que hubierapodido hacerse o se estuviera ha-ciendo.

En un campamento consolidamosla fraternidad, unificamos criteriosmisioneros y tuvimos tiemposfuertes de oración para ponernuestro apostolado en manos delSeñor.

Misión:

Después de un viaje agotador lle-gamos.

La gente nos esperaba y sin cono-cernos nos hizo una bienvenidamuy acogedora.

Nos alojamos en una escuela pú-blica.

Organizamos las aulas que nos ser-vían de habitaciones, despensa, co-medor, sala de reuniones.Repasamos la higiene de la cocinay los baños.

En los servicios de cocina y delimpieza participábamos todos porturnos.

Cuidamos mucho la vida comuni-taria: compartíamos la oración dela mañana y de la noche, las comi-das, dialogábamos sobre lo queíbamos viviendo cada jornada,ajustábamos la planificación segúnlas necesidades emergentes, nos ju-gábamos bromas entre nosotros yal final del día evaluábamos la mar-cha de la misión. No nos faltóalgún paseo para recrearnos ygozar de la naturaleza.

De dos en dos visitábamos las fa-milias mientras algunos organiza-ban el oratorio para los chicos(juegos, deportes, canto, teatro, ca-tequesis, apoyo escolar).

Invitábamos a todos al rezo del ro-sario y a la santa misa vespertina.

Terminada la cual nos quedábamoscon los jóvenes, conversábamoscon ellos, sus expectativas, sus difi-cultades, el modo de dar continui-dad a lo que vivían en esos días.

Algunos se iban integrando algrupo de visiteo y otros a la pasto-ral con los niños.

Casas bajas, ranchos, calles polvo-rientas, algún que otro arbolito, unsol que rajaba la tierra… cuandoiniciábamos las tareas de la tarde,quienes nos veían, pues descansa-ban afuera de sus viviendas, dondeéstas proyectaban su sombra, porel intenso calor, nos llamaban paraofrecernos un vaso de agua o dejugo fresco.

Qué entusiasmo despertaba la pre-sencia misionera entre los pobla-dores.

Todos querían ser bendecidos y re-

confortados por la palabra deaquellos que les entregaban a tra-vés de su testimonio el amor deJesús.

Se acercaban a los sacramentos dela penitencia y de la eucaristía pararenovar su vida cristiana y conver-tirse a su vez en misioneros.

Cerramos este tiempo fuerte demisión con una gran manifestaciónde fe popular. Junto a otros gruposmisioneros organizamos una pro-cesión mariana desde los cuatrospuntos cardinales de la ciudad:cada columna traía sus imágenes y

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sus músicos danzaban y cantabanfrente a las distintas advocacionesde la virgen María y nos congrega-mos en un descampado donde elobispo presidió la misa sobre elacoplado de un camión que había-mos improvisado como escenario.

Luego el fogón y la despedida, queno era más que un simple adiós,porque el compromiso misionerono concluía.

La correspondencia durante el añofue alimentando el reencuentro.

Cuando volvimos al verano si-guiente, don Pedro tenía lista unaheladera para que pudiéramostener siempre agua fresca…

Los años transcurridos no nosdejan olvidar todo lo que aprendi-mos en aquellas misiones.

Regresábamos fatigados por el tra-bajo y el extenso viaje pero con uncorazón nuevo:

más unidos como grupo y ha-biendo descubierto en nuestroshermanos cualidades persona-les que desconocíamos.

felices por el servicio realizadoy valorando todos los gestos deacogida solidaria de quienesnos habían recibido.

dando gracias por todos losbienes que el Señor nos regalacada día y que muchas vecesno tenemos conciencia.

con un deseo más fuerte dejusticia, con un compromiso delucha para que en nuestraquerida Patria haya verda-dera igualdad de oportunida-des para todos los ciudadanos.

con una imagen de Iglesia di-ferente: más cercana a los po-bres, a los trabajadores, a losque sufren.

con un amor filial a María,estrella de la evangelización, aquienes nos consagramos parallevar adelante todos los díasdel año nuestra misión debautizados.

con una conciencia más clarade lo que es la inculturación,percibiendo la necesidad deadaptarse a la cultura y a lavida de la gente, a veces en de-talles, como la forma de vestir

Pero también quiero compartirlesen pocas líneas cómo es la movidacuando te toca recibir a un grupomisionero:

mostrar al Consejo Parro-quial de Pastoral la riquezade la misión para fortalecerlas actividades pastorales or-dinarias

diálogo previo con los organi-zadores de la misión para queno obedezca a criterios y pers-pectivas individualistas

claridad al presentarles cuálesson las necesidades pastoralesde la comunidad de acogida

respeto por lo que el grupopueda ofrecer según su carisma

elaborar un plan que contem-ple un periodo no menor a dosaños y no mayor a cinco años

dividir el territorio en sectorespara que el anuncio del Evan-gelio llegue a todos en las di-versas visitas misioneras

preparar la infraestructurapara alojarlos y para el desa-rrollo de los encuentros quefueran convocando

promoción de la misión paradespertar interés por la lle-gada de los misioneros

establecer horarios para las ce-lebraciones y disponibilidad

para visitar las casas dondesea necesaria la presencia delsacerdote

estar presente en las reunionesque organiza el grupo con lacomunidad local

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dar tiempo a la atención per-sonal de los misioneros quesolicitan conversar sobre lasvivencias que van haciendo alenfrentar los problemas quepadece la gente o que quierencelebrar el sacramento de lareconciliación o hacer una con-sulta espiritual

fomentar la promoción y for-mación de agentes que seancapaces de llevar por sí mis-mos la pastoral parroquialdespués de la misión.

En esos días uno se recarga de tra-bajo y de preocupación para quenos les falta nada a los huéspedes:buscando donaciones, pensandocómo hacer más agradable su esta-día, siguiendo el ritmo de un gruponumeroso de jóvenes que con en-tusiasmo quisieran ver soluciona-dos inmediatamente todos losproblemas que detectan, conmenos horas de sueño…

Pero vale la Pena: uno se renueva,la comunidad se renueva.

Y si uno sabe darle profundidad altrabajo iniciado descubre que fina-lizado el período de misión los co-laboradores locales se hanmultiplicado y convertido en discí-pulos misioneros de su propia co-munidad eclesial.

Es importante que el grupo misio-nero dé continuidad a su labor. Lacomunidad evangelizada los esperay sufre una gran decepción si novuelven.

No puedo concluir esta relaciónsin recordar al querido P. MarianoErra sdb. quien me acompañó enlas misiones anteriormente men-cionadas atendiendo las confesio-nes, celebrando los sacramentos ypreparándonos una comida exqui-sita.

Como nos recuerda el Papa Fran-cisco en el Mensaje para la JornadaMundial de las Misiones 2013:

“La fe es un don precioso deDios… Y es un don que no sepuede conservar para uno mismo,sino que debe ser compartido.

¡Todo el mundo debería poder ex-perimentar la alegría de ser amadospor Dios, el gozo de la salvación!

Toda comunidad es “adulta”,cuando profesa la fe, la celebra conalegría en la liturgia, vive la caridady proclama la Palabra de Dios sindescanso, saliendo del propio am-biente para llevarla a las periferiasno sólo geográficas sino tambiénexistenciales”.

Dios nos espera en los barrios denuestras ciudades o en los pueblosmás lejanos… SALGAMOS A LAMISIÓN.

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La celebración del Domund en Nairobi, KeniaEl Santuario de la Consolata de Nairobi, Kenia, recibiórecientemente a misioneros de diferentes países queasistieron a una vigilia de oración, en la que compar-tieron sus experiencias personales con los fieles reu-nidos bajo el lema: “La mies es mucha, pero losoperarios pocos”.

El padre Aloysius Byaruhanga, misionero en Etiopía,explicaba que el trabajo misionero en Etiopía se en-frenta a numerosos desafíos, porque la Iglesia es con-siderada como una ONG. Otro desafío que enfrentanlos misioneros en Etiopía es la falta de catequistas yotras personas que ayuden en la misión evangeliza-dora. Los misioneros no reciben apoyo económico al-guno de los lugareños y la gente espera que lossacerdotes sean quienes les ayuden. También estánlas cuestiones de la barrera del idioma, las dificulta-des económicas y los desafíos culturales. "Etiopía esun gran país que necesita mucho trabajo misionero",señalaba el padre Byaruhanga.

El director nacional de las Obras Misionales Pontificiasde Kenia, el padre Celestino Bundi, pidió a los fielespresentes que rezasen el rosario juntos y recordasena los misioneros que trabajan en todos los rinconesdel mundo. Que recordaran también a todos losagentes pastorales que han sido asesinados en elcurso del último año, en cumplimiento de su deber yunidos al Santo Padre. (OMPRESS-Kenya)

Millones de seguidoresEl Papa Francisco superó los 10 millones de seguido-res en Twitter, tal como lo anunció en una publicaciónen esta red social.

“Queridos Followers ¡ya son ustedes más de 10 mi-llones! Les agradezco de corazón y les ruego quesigan rezando por mí”, escribió.

Las publicaciones del Santo Padre se realizan ennueve idiomas diferentes: inglés, portugués, italiano,francés, polaco, alemán, latín, árabe y español.

La cuenta en español, @Pontifex_es es la tiene elmayor número de seguidores, sumando a la fecha

4.077.991

El Twitter en español del Papa es el que experimentaun mayor crecimiento, presentando en promedio unaumento.

La cuenta de Twitter en inglés, @Pontifex, es la se-gunda tras su par en español, con 3 169 951 segui-dores de 10 mil nuevos seguidores por día.

La Obra Don Orione abre un centropara refugiados sirios

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Zarqa (Agencia Fides) – Doscientas familias de refu-giados sirios pronto podrán encontrar alojamiento enel Family, Youth and Refugee Centre, una nueva es-tructura de acogida abierta en Zarqa (Jordania) por laObra Don Orione. El edificio fue diseñado original-mente como un albergue para estudiantes, y ahoraha sido adaptado para dar cabida a las familias siriasque han huido de la guerra civil. Todos los serviciosde acogida y asistencia son gestionados por volunta-rios bajo la coordinación de Don Hani Jaamel, sacer-dote orioniano de nacionalidad iraquí.

Sólo en la ciudad de Zarqa, los voluntarios orionianosen colaboración con Caritas Jordania ayudan ya a cienfamilias sirias que huyeron del conflicto, proporcio-nándoles provisión de alimentos, agua y dos cuponesmensuales para gastos de manutención y atenciónmédica. Un trabajo generoso que no consigue hacerfrente a la emergencia: “Los refugiados que nos pidenayuda”, explica el padre Hani “son muchos más de losque podemos sostener”. Esta situación, sin embargo,no provoca el desánimo: “Seguimos trabajando”,añade el sacerdote iraquí “siguiendo la palabra deJesús, tratando de ayudar a todos sin distinguir entreel uno o el otro y sin cansarnos”.

Agradecimiento: Cadena del Rosario Misionero Misionero

El Padre Dante De Sanzzi agradeció desde las ObrasMisionales Pontificias de Argentina, a todos los quede alguna manera sostienen la misión de la Iglesiacon la oración diaria.

“En el mes de octubre que pasó muchos han realizadola oración del Santo Rosario misionero, ofreciendocada Ave Maria por otro hermano de cualquier partedel mundo; y para sostener la tarea misionera de mu-chos que dejaron su patria y su familia para llevar laBuena Noticia de Jesús a los que más necesitan.

Quisimos que cada dia del mes todas las diócesis denuestro país se acoplen a esta oración.

Con agrado vemos que tanto consagrados como fie-les laicos se asociaron a esta gran cruzada de oracióny solidaridad.

Dios no se deja ganar en generosidad y seguramentepremiará el esfuerzo y también quizás el cansancio,luego de alguna jornada ardua, de ofrecer este ratode oración.

La Virgen María, Reina de la misiones y Madre delGran Misionero del Padre, los acompañe y los forta-lezca en la misión de cada día” manifestó.

Campaña "Ofrezca una Misa" a sacerdotes misionerosLa Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), pre-sentó la campaña "Ofrezca una Misa", una iniciativaque busca contribuir en el sostenimiento de los sa-cerdotes misioneros esparcidos por el mundo.

La campaña consiste en apoyar el trabajo de los mi-sioneros ofreciendo Misas por medio de donativos de8 euros. En agradecimiento, el sacerdote que recibeesa contribución, ofrece una Santa Misa por las inten-ciones del donante.

"Gracias a ese apoyo financiero para las Misas, la Fepermanece en mi Diócesis. Somos pobres, perosomos ricos en la Fe", dijo el Mons. John Barwa, Ar-zobispo de Orissa, en la India, durante la conferenciade prensa de presentación de la iniciativa.

De acuerdo con datos proporcionados por AIS, cada26 segundos, una misa está siendo celebrada graciasa las donaciones. El site de la campaña es www.ofre-ceunamisa.org

Gaudium Press

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La imagen de la virgendata del siglo XvII yfue traída por los pa-dres franciscanos. Esde madera tallada, la

cara de nogal (autóctono de Eu-ropa) y las manos de timbó (autóc-tono de corrientes). Es unaexpresión de la unión de ambasculturas.

Itatí es una palabra formada pordos vocablos del idioma guaraní:itá: piedra; tí: blanca; ya que dicenque se apareció sobre una piedrablanca o calizas la cual abunda enla zona.

La coronación pontificia de la Ima-gen se llevó a cabo el 16 de Juliode 1900, ante más de quince milalmas que proclamaron en la ciu-dad de Corrientes su amor a María.El trono para la coronación fue le-vantado ante el templo de la «San-tísima Cruz de los Milagros» y lacoronación estuvo a cargo delObispo de Paraná Rosendo de laLastra y Gordillo quien visible-

mente emocionado, puso sobre lacabeza de la virgen aquella co-rona1.

Muchas peregrinaciones se encami-nan hacia su santuario, para visi-tarla, para rezarle a la «Tupá Sy»2

como se la llama cariñosamente enCorrientes. Hasta hoy día hereda-mos el modo antiguo de nuestrosantepasados, los guaraníes, de ex-presar nuestra fe popular. Ellos, ensu manera de vivir nómades, bus-caban la tierra sin mal (el cielo).

Una de las peregrinaciones másantiguas es la que se realiza desdeel 13 al 18 de julio desde hace 113años el pueblo de San Luis del Pal-mar va a los pies de la Madre atra-vesando 70 km., dos días de idapara estar presente en las fiestasanuales de la coronación pontificia,el 16 de julio y recorriendo elmismo camino de regreso.

No los detiene ni amedrenta nada;lluvia, calor, sol, ni las frías tempe-raturas que se hacen presente por

A 75 km de la capi-tal Correntina, a lavera del Rio Paraná,se encuentra la lo-calidad de Itatí;que alberga la Basílica de Nuestra Señorade Itatí, que fue construida,la actual, en el año1950.

Historia | P. Luis Alberto Molina (*)

Nuestra Señora de Itatí:

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las heladas; pernoctando a la in-temperie. Se trasladan caminando,a caballo, en carretas y en vehícu-los; llevando a todos, encabeza laperegrinación, el Santo patronoSanluisito3, como cariñosamente lollaman. Año a año se suman otraslocalidades y parroquias de Co-rrientes y de Buenos Aires4.

Otra de las manifestaciones multi-tudinarias, es la peregrinación juve-nil del NEA5 que se realiza en elmes de septiembre. Todos los jóve-nes de la región caminan 75 km.partiendo desde la capital corren-tina recorriendo la ruta nacionalnº 12 y pasando por las localidadesde Paso de la Patria, San Cosme,Ensenada Grande y llegando al tananhelado atajo, que es la localidadde Ramada Paso, desde allí dista elsantuario unos 9 km, que por elcansancio se hacen muchos más.Este año se llevo a cabo la ediciónnº XXXIv los días 21 y 22 de sep-tiembre con casi 200 000 peregri-nos. Siempre esta peregrinación selleva acabo el fin de semana cer-

cano al 21 de septiembre y la misade clausura se realiza el domingo alas 9 de la mañana, que este añopor primera vez fue presidida porel Nuncio Apostólico de la Argen-tina Mons. Emil Paul Tscherrig.

La expresión de la fe popular denuestros pueblos pobres y necesi-tados es lo que le da dinamismo alas liturgias marianas, aun más enItatí. Hay una ceremonia de vesti-ción de la imagen, que se celebracada vez que se le va a cambiar laropa, todos los años; habiendo unafamilia que consagra a la virgenuna mujer de la familia que es laencargada de cambiarla.

Los 16 de cada mes se hacen cele-braciones mensuales, que consisteen misas y procesiones, general-mente presidida por el Arzobispode Corrientes.

Por otra parte hay una ceremoniamuy particular que se celebra el 14de julio. Cada madre ofrece unaflor blanca por hijo a la virgen.Luego de la misa todas las madrespresentes se encaminan hacia laImagen y le dejándolas a sus pies.Esta ofrenda se utiliza para elabo-rar un espaldar que se le coloca a laReina del Cielo para que salude asus hijos el 16 de julio a las 00:00hs.

Todo lo vivido y celebrado haceque el peregrino no pueda volver asu casa sin participar de misa, con-fesarse, comulgar; tocar a la ima-gen y visitarla en su camarín,mucho menos sin llevar un recor-datorio a los familiares que no hanpodido asistir a las celebraciones,que no han podido visitar a la“virgen Morena”.

Las maneras de agradecimientosson infinitas, se puede nombrar al-gunas: dejarle objetos como ser ca-bellos, placas, vestidos o por quéno “un chamamé”6 dedicado aella, sin dejar pasar las emocionesque se traducen en lágrimas y so-llozos que brotan cada vez que sela toca o se la ve a la Madrecita deCielo.

«…Heridos de ansiedad buscandocompasión, venimos a tu altar enperegrinación, llegamos y en tu pazdescansa el corazón, te hablamos yal rezar la voz se hace canción…»7.

«…Los himnos más dulces, que elpecho atesora, queremos, ¡Señora!cantarlos a Ti. Que tierna esco-giste con ojos clementes, por reinoCorrientes, por trono Itatí…»8.

Ese es el modo sencillo pero deuna fe profunda que nos contagiala religiosidad popular, el no tenervergüenza de cantarla, llorarla, to-carla, besarla y rezarla con lasmanos juntas como está ella allí, ensu camarín esperando siempre asus hijos, para decirles «…Hagantodo lo que Él le diga…»9.

1. Cfn. GOMEZ, Marcelo Alejandro. Recopilando nuestra historia. In-

vestigación no publicada.

2. En guaraní significa madre de Dios. Tupá: Dios. Sy: Madre.

3. Es la imagen de San Luis Rey de Francia

4. Esta peregrinación en sus comienzos se realizaba con las comuni-

dades de Santa Ana, San Cosme y Paso de la Patria. Los motivos de

la separación se desconocen. Estas comunidades realizan la caminata

en el mes de abril y también con 113 años de antigüedad.

5. Noreste argentino.

6. Música del noreste argentino más precisamente de Corrientes.

7. Canción María de Itatí del Padre Julián Zini.

8. Estribillo del Himno oficial a Nuestra Señora de Itatí que data aproxi-

madamente del año 1910.

9. Jn. 2, 5

(*) Arquidiócesis de Corrientes

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Vas, enviás o

ayudás a enviar

Ello depende de cada uno de nos-otros: vos, Yo, Todos. Para ayudara animar y dar sentido a la vida,despertando también a otros al ser-vicio de la Misión.

Sembrando la labor misionera de laIglesia por medio de: folletos in-formativos, revistas, charlas, mi-sión barrial, escolar, parroquial,urbana, hospitales, etc.

En los desafíos “ cargar la mochilacon paciencia”.

Como misionero tenés que enfren-tar algunos desafíos durante el pro-ceso evangelizador. El desafío del

contacto personal con las llamadas“tribus urbanas” en las grandesurbes, sobre todo donde tenés laposibilidad de sacar de tu mochilala paciencia para una gran persis-tencia y perseverancia en su len-guaje para evangelizar.

El desafío de factores naturales:dengue, gripe A, condiciones cli-máticas.

El desafío de resistencia a la reli-gión, el desafío que con tu escasaedad de niño o adolescente com-partas la fe, con el testimonio ale-gre, generoso al acompañar ydejarte acompañar.

Si, si todo lo que te rodea es tierrade misión; tu propia familia, cui-dando la unidad de la misma; la co-munidad parroquial dondesostener la actividad misionera, esir creciendo juntos en la fe.

Querido niño y adolescente, es im-portante saber que hay mucho quehacer para que un sinnúmero de

seres humanos conozcan a Jesús. Yes importante que tu actitud misio-nera sea manos extendidas a la ge-nerosidad.

Vas

Aunque primero te cause ver-güenza, abrirte a la generosidad deperder tu tiempo en visitar porejemplo un compañero enfermo yluego del saludo rezar, estar.

Te cuento que en mi adolescencianuestro párroco insistía en la im-portancia de visitar a nuestros an-cianos en el geriátrico del pueblo.Tanto nos pedía que desde el co-mienzo caló en mi corazón “ir” acompartir con los abuelos unatarde y hasta me imaginaba ayu-dándolos a caminar hasta el patiopara que tomen sol y conversarcon ellos. Pero me sentía impedidapor la vergüenza que me daba lle-gar y no saber que decirles. Un díatodo el grupo misionero se pre-paró para el encuentro y yo mesentía felíz.

CON LA

mochila

listaNiños y Adolescentes,seguramente arden suscorazones de poder parti-cipar en esta invitación.

Grupos Misioneros | Gladys Aceval

Docente - Catequista y Bibliotecaria de las OMP Argentina

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Cuando llegamos recibí la “lección de mi vida”. Esta-ban los abuelos sentados en sillas de madera rústicadebajo de una galería, eran no videntes!, al acercarnosles dijimos quienes éramos y uno de ellos al extendersu mano para saludarme, me dijo: “jóven niña, a voste digo. Hace mucho que andás queriendo venir a visi-tarnos, la vergüenza te lo impedía pero el querer tehizo llegar”.

Aún hoy quedaron en mí esas sabias palabras delabuelo que si bien era ciego supo ver lo esencial delcorazón.

Niños, adolescentes y jóvenes, los aliento a ir, vayan,lo demás lo hace Dios. Pongan voluntad de querer en-contrarse con el hermano y descubrirán el milagro deamor que es cada persona.

Enviás

Como comunidad parroquial generás un movimientode amor. Como colegio de inspiración cristiana dondedescubriste el amor al anuncio por las historias de losgrandes misioneros que te contaron como San Fran-cisco Javier y Santa Teresita de Lisieux, seguramenteestán llenos de esperanza por tener pies ligeros para irmás allá de las fronteras.

Con tu oración también vas al encuentro del her-

mano, con la fuerza del Espíritu Santo; a la luz de laPalabra para poder decir “Lo que contemplamos…acerca de la palabra de vida…lo anunciamos” 1jn 1,1-3.

Lucas 10,1-9: “Después de esto, el Señor eligió a otrossetenta y dos discípulos y los envió de dos en dos”

Mateo 9,35-38: “Jesús recorría todas las ciudades ypueblos”

R.M(99):”Tener los mismos sentimientos de Cristo”

1 Pedro 2,4-5:” Se han acercado al que es la piedraviva rechazada por los hombres”.

Sí ayudás a enviar

Sabés, la misión ad gentes, es el mandato de Cristo“vayan y hagan discípulos a todas las gentes “. Queri-dos niños, adolescentes y jóvenes, sin la experienciade Jesús vivo, no puede haber ni un testigo, porque suobra es anunciar una experiencia maravillosa de Dios,ni un misionero cuya tarea es compartir vivencial-mente la riqueza de su fe con otros pueblos, que nohan tenido la experiencia de Jesús. Si recurren a Gála-tas 4,19 nos ilustra muy bien acerca de lo que es fun-damental en la tarea misionera.

El estar con Cristo, el encontrarse con El, el ser for-mado en Cristo. Ser contemplativos en la acción. Re-demptoris Missio 91 nos dice “Ser contemplativossignifica además hallar respuestas a los problemas a laluz de la palabra de Dios con la oración personal y co-munitaria”.

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Esta Iglesia del Siglo XXI,desde el Concilio vaticanoEsta Iglesia del Siglo

XXI, desde el Concilio vaticanoII°, el Jubileo, la Misión Continen-tal, está llamada en todo momentoy lugar, entre gozos y tristezas,pruebas y persecuciones, éxitos yfracasos, a cruzar los mares, remarmar adentro (Lc.5, 4-5) en el Ter-cer Milenio y pasar a la otra orilla(Mc. 4,35), ad Gentes. Además,todo los Cristianos deben desentu-mecer la mente, el corazón y lapiernas para cumplir eclesialmentecon el mandato mesonero deanunciar el Evangelio y de cons-truir el reino de Dios.

Existen muchas amonestacionesdesde el Evangelio, los encuentros,

las asambleas eclesiales y los con-gresos que nos recuerdan estemandato y no se admiten dudas yjustificaciones en esta obligaciónde ser Discípulos Misioneros delPadre (DA 199-200).

Los ya numerosos congresos mi-sioneros latinos-americanos (8) yCongresos Americanos Misioneros(3) nos han dicho en repetidasocasiones que la Iglesia es y tieneque ser misionera ad intra-íntergentes y ad extra-ad gentes (Ad G.2) o no es la Iglesia de Jesucristo yque ha llegado la hora de ser evan-gelizadora, produciendo un NuevoPentecostés (P.368 DA 362).Nunca debemos olvidar que la feviene de la predicación (Rom.8,17).

En este contexto de muchos acon-tecimientos eclesiales y, después deun a acertado Concilio Plenario,venezuela se postuló y aceptó consus Pastores ser la Sede del CuartoCongreso Americano Misionero(4° Cam.-Comla 9), sabiendo queiba a ser una prueba fuerte y undesafío para todos, sobretodo enestos tiempos difíciles que estáatravesando este País a varios nive-les, pero “no hay mal que por bienno venga” y “a grandes males,grandes remedios”.

En este tercer milenio la Iglesia deJesucristo está llamada a vivir en“fidelidad dinámica”, a estar siem-pre en camino, “remar mar aden-tro”, caminar barrio, ciudad, llanoy selva adentro, aquí y ahora; En elmundo en que vivimos hay un sinfin de mensajes y propuestas quenos aturden y nos van quitando laposibilidad de poder discernir yelegir,

Muchos de nosotros, frente a lasnovedades, prefieren ver la vida so-cial y la realidad eclesial desde unaventanilla y su punto de vista, olvi-dando que toda la vida es una vo-cación para la misión del Reino yque la Palabra no puede ser enca-denada, sino es viva y eficaz(Heb.4, 11-12). La Iglesia de Jesu-cristo no puede limitarse a sermaestra, a enseñar, sino más biendebe ser madre, dispuesta a en-gendrar una nueva vida (Jn.1, 14)

Pensar, soñar, proyectarse universalmente y actuar localmente como personas e Iglesias

Actualidad | Pbro. Andrea Bignotti i.m.c. (*)

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abriendo nuevos caminos de vida,santidad y salvación. Este mundoque cambiante y secularizado hayque mirarlo con los ojos del cora-zón e iluminarlo.

Nuestro anuncio debe ser contex-tualizado para abrir nuevos hori-zontes insospechados, teniendocomo referencia y ejemplo a Jesu-cristo; hay que realizarlo dinámica-mente según el estilo pascual de laencarnación , pasión , muerte y re-surrección, para provocar una con-versión, renovación ytransformación personal, social,eclesial, Este mundo secularizadoespera de nosotros los cristianos,no personas preocupadas exclusi-vamente de conservar la fe y a laespera, sino hombres y mujeresnuevos en el fervor, los métodos ylos contenidos y vivencia de nues-tra religión. No podemos seguir es-perando que nuestra gente venga ala iglesia-parroquia para misa man-dada a celebrar y no participada,para una catequesis fugaz y super-ficial, sino debemos salir a la calle,los cruces y todos los caminos paracruzarnos con ella y acompañarla(Mt.22,9), meternos a sus casas yvidas, en sus situaciones para po-derla orientar e iluminar en esta va-riedad y dispersión de mensajes.

Por nuestra pasividad e indiferen-cia estamos perdiendo muchos es-pacios. Hace falta nuestrapresencia dinámica y evangeliza-dora, pero aplazamos o delegamosa otros esta tarea, lavándonos lasmanos. Debemos preocuparnos deeste mundo que va a la deriva, quese contenta de mensajes pasajeros.

El ser cristiano no es un privilegiosino un compromiso. Estamos lla-mados en todo momento y lugar, a

anunciar la Palabra de Dios atiempo y destiempo (I.Cor.9,162Tim.4,2-4). Tomando en cuentatoda esta realidad apremiante ycambiante, necesitada de una res-puesta urgente, hemos trazado unposible camino de formación y deanimación. No ha sido fácil organi-zar y programar este camino deformación y sensibilización a niveleclesial, pastoral y misionero, so-bretodo querer y poder interesar einvolucrar a todas la instituciones ylos movimientos de la iglesia dio-cesana, contando con el aporte dela Conferencia Episcopal venezo-lana y las Obras Misionales Pontifi-cias, porque aún persiste unaconjunto de pastorales que no seapoya decididamente el Plan Pas-toral Nacional y que debería girarsobre el eje de una Pastoral Misio-nera a todos los niveles..

Para la Iglesia en venezuela, siem-pre en camino y trasformación, hasido una oportunidad única pararemover el piso estructural y ecle-sial, intentar pasar de una pastoralaun de conservación, de repeticióny de protagonismo clerical a un apastoral más creativa, participativa,de capitación y de compromisoevangelizador. Esta tarea quehemos asumido ha sido tambiénotra oportunidad para involucrarmuchos cristianos en tareas y pre-ocupaciones eclesiales, domesti-cándolos y empapándolos sobrealgunos temas y contenidos departicular relevancia y esencialespara la vida de la Iglesia.

Para las O.M.P. ha sido una tarea atodo terreno y tiempo para facilitarencuentros, talleres y Pre-Cam ypoder acompañar diócesis, parro-quias, movimientos, grupos e insti-tuciones para que enfoquen más

misioneramente su labor educativa,formativa y su pastoral sea másparticipativa y capacite misionera-mente a los agentes al compro-miso evangelizador con efectomultiplicador.

Un fruto que esperamos se hagarealidad en la Iglesia venezolana ytodas las Iglesia del Continente es“el relevo misionero”, es decir, hallegado la hora de dar y de enviar.

El tema y el lema del Congresonos piden apertura y dinamismocristiano, pastoral y apostólico, in-vitándonos a “ser Discípulos Mi-sioneros de Jesucristo, desdeAmérica, en y para un mundo se-cularizado y pluricultural.”

Si, ha llegado la hora para la Iglesiade América de salir de sus necesi-dades, justificaciones y asistencial apastorales y espirituales. Ya ha reci-bido muchos y ahora está llamadaa dar, desde su `pobreza, riqueza ojuventud.

Después de todos estos maravillo-sos congresos y asambleas, ellaestá llamada a compartir su fe. Lafe no puede ese tanto un depósitoy para conservarla, sino se nos dioo y transmitió para vivirla, darla ycompartirla.

¡América misionera, comparte tufe!

(*) Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Venezuela

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Dar a conocer a

J e s ú ses mi gozo

El llamado lo fuí descubriendopoco a poco en mi historia, masconcretamente en mi adolescen-cia, de niña fui a un colegio reli-gioso donde aprendí lo esencial dela fe, luego cambié de colegio ypasé a una secundaria que perte-necía a los padres de Don Orione,"Padre valentine Bonetti", sintener la menor idea quien era DonOrione. Poco a poco, en el con-tacto con los profesores y con losreligiosos que allí se encontraban,comencé a participar de las activi-dades pastorales y a descubrir aJesús vivo y presente en cada per-sona y situación.

Hallé en Don Orione un hombrepobre y sencillo apasionado porDios y por llevar las almas a él.Hice mi confirmación también allíy a partir de ese momento el Espí-ritu empezó a soplar cada vez masfuerte. Todo era nuevo para mí,me encantaba poder visitar a los

chicos del cotolengo, compartir lacatequesis con los niños y lo quemas me apasionaba era, en las va-caciones de verano, poder ir a mi-sionar al interior de la provincia,creo que este fué el aguijón en miCorazón, cuando descubría la ale-gría de poder sentir a Jesús en esaspersonas que no tenían nada y quecon solo hablarles de Jesús susrostros cambiaban y se llenabande alegría.

Finalmente con todo este fuegoque me quemaba en el corazón ,yaún no sabía bien que me pedíaJesús, me decidí a hablar con unsacerdote Oronita, el Padre OmarCadenini, que en ese momento erael párroco de la iglesia en la cualrealizaba diariamente mi pastoral.

El fue, por gracia de Dios, quienacompañó mis pasos desde ese díahasta ahora. Me ayudó a ir madu-rando en este camino y a decir sis-mpre sí a lo que Jesús ibapidiendo. Me ayudó a hacer elcontacto con las hermanas deDon orione, y hoy ya soy religiosade las Pequeñas hermanas miso-neras de la caridad.

Testimonio | Hna. María Gabriela Inchauspe

Hnas. Misioneras de la Caridad

Soy la hermana Maria GabrielaInchauspe; Nací en MendozaArgentina y pertenezco a lacongregacion de las "PequenasHermanas Misioneras de la Ca-ridad" Obra Don Orione.Hace un mes y medio me en-cuentro en Kenya, Africa, en untiempo que si Dios quiere seratoda la vida, como misionera adgentes. Es una bendición deDios la posibilidad de respon-der a este llamado. En este mo-mento me encuentro en tiempoformativo, soy juniora, y res-ponder ahora implica muchosdesafíos y también la posibili-dad de consolidar firmementeen Jesús mi sí para toda la vida.

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Esta fue la frase de mi primeraprofesión y es lo que hoy vivo enen esta nueva misión. Cuando in-gresé a la congregación no sabíabien donde me iba a llevar Jesú,sabía que el camino era largo yhabía muchas rencuncias en él,pero la alegría y la paz de poderdarlo todo por él y por los más po-bres es inexplicable.

Hoy esta es mi certeza un Jesúsque estuvo está y estará presenteen mi vida siempre, y no puedo ca-llar tanto amor que aún muchos noconocen. Dios se vale también demi pobreza para esta misión quesolo él puede hacer posible en suprovidencia.

Actualmente me integré a la comu-nidad de Laare, en el norte deKenya, es un pequeño pueblodonde la vida se pelea día a día, yaque la falta de agua es inminente.Las mujeres y niños caminan kiló-

metros y kilómetros con recipien-tes en la espalda para conseguiragua para su familia.

En nuestra comunidad somos 6,mi superiora es una hermana po-laca, sister alicja, la cual inició hace5 años esta comunidad, luego sesumaron dos hermanas y dos novi-cias kenyatas y recientemente yo,la única argentina por aquí. Fun-ciona un colegio primario y unaguarderia maternal donde concu-rren los niños más pobres o sin fa-milias de la comunidad, son masde 100 chicos con realidades muyduras, se les proporciona educa-ción, desyuno, almuerzo y cena,

dado que la mayoria de ellos es laúnica posibilidad de alimentarseque tienen y se los acompaña en elcrecimiento de la fe.

También trabajamos ayudando enla parroquia local y visitando fami-lias de las diferentes aldeas, cono-ciendo y ayudando a los niños yfamilias mas necesitadas, gestio-nando proyectos para hacer posi-ble el agua y la alimentación paralas familias. Muchos de estos em-prendimientos se hacen realidadgracias al trabajo de la hermanaalicja que los lleva a cabo junto avoluntarios polacos.

Para mi hoy es descubrir unmundo nuevo es aprender todo denuevo, a hablar, a rezar, a comuni-carme, son muchos los desafíos ytanto para hacer pero lo que masfuertemente siento en el Corazónes esta necesidad con un gesto unasonrisa, una caricia, una palabra,decirles y hacerles sentir a estaspersonitas que Dios las ama másallá de su pobreza y su reslidad,que cultural e históricamente siem-pre fue muy dura. El lenguaje uni-versal que todos entendemos es eldel amor y eso es lo que hoy meayuda a ir caminando. Es impor-tante también la presencia de Diosen la oración, que me va soste-niendo y fortaleciendo cada díapara poder responder desde lopoco que tengo a su gran proyectode amor.

También agradezco la presencia detantas personas, amigos, familia,mis hermanas de congregación,formadoras, que han ido acompa-ñando mi crecimiento y hoy meapuntalan aún a la distancia poderseguir a Jesús más allá de las fron-teras.

Encomendada cada d ia enla o ra c i on

HE R M A NA MA R í A GA B R I E L A

66haber encontrado a Jesús eslo mejor que nos ha ocu-rrido en la vida y darlo aconocer es nuestro gozo...

99(D.A. 29).

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M uchos cursos y talle-res realizamos paranuestra formación

religiosa.

Los que trabajamos el tema misión,hemos escuchado muchas veces decómo debemos vivir la espiritualidadmisionera. Algunos no la entienden,porque piensan que hablar de mi-sión es solo “salir de misión”. Peroolvidamos que el verdadero discí-pulo del Señor, es aquel que llevauna vida acorde a lo que predica.

Espiritualidad misionera es vivir elespíritu de Jesús. Encarnar elEvangelio, que quiere decir, llevarel Evangelio a mi vida.

Jesús caminaba, escuchaba, obser-vaba y luego enseñaba; todo estocon la Sabiduría del Padre. Unabuena espiritualidad misionera eshacer lo que Jesús hizo.

Mucha tarea pastoral nos hace correrel riesgo de alejarnos de este ideal. Senota en no pocos grupos misionerose incluso en grupos pastorales en ge-neral, que cuesta mucho el momento

de oración, de reflexión. La preocupa-ción “porque todo salga bien” nos aisla

de lo más importante: escucharlo a Él.

El mejor ejemplo de espiritualidad paranuestra misión, la mejor clase, la da el

mismo Cristo en la casa de Lázaro y sus her-manas. Marta limpiaba, iba y venia, trabajaba

fuertemente para mantener el orden. Pero seolvidaba de mantener el “orden interno”. María,

su hermana, eligió la mejor parte: estar con Él. Alos pies de Jesús está la mejor escuela misionera.

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Por eso, lo primero que debemos recordar es no perder“la mejor parte”: estar con Jesús, hablar con Él, escu-char sus enseñanzas, vivir su vida, saber leer los signosde los tiempos.

Cualidades del auténtico espíritu misionero

Hay cualidades que no podemos dejar de lado para unaespiritualidad acorde a la misión:

En primer lugar es importante el diálogo. Dialogar escompartir. Sé que en la misión me encuentro con gentedistinta en pensar y en actuar. El hablar con el otro melleva a comprender la realidad que me rodea. Las histo-rias son distintas, y mientras voy haciendo este reco-rrido, voy creciendo en la vida de oración y misión.Muchos fracasos misioneros se dan por esta falta de diá-logo con los hermanos y otras religiones. Misionar noes imponer, sino comprtir y entender; es saber escuchar.

Como segundo punto, el verdadero misionero es cer-cano. Cercanía es no discriminar, es estar al lado de al-guien que Dios puso en mi camino y en esta misión. Elhermano palpa la cercanía. Los ejemplos bíblicos de Za-queo o la mujer pecadora que Jesús anima y reconfortaa pesar de su comportamiento, muestra la verdadera es-piritualidad del misionero enviado del Padre.

No perder, como punto importante, elespíritu de caridad. La caridad fraterna,tanto en el compartir las alegrías, las tris-tezas y las esperanzas de los hombres.Caridad siempre es sinónimo de amor;punto imprescindible para la misión.Jesús nos enseña que “nadie tiene másamor que el que da la vida por los ami-gos” y ahí entra a jugar la verdadera mi-sión: es dar y darse.

Un cuarto aspecto de espiritualidad bien en-

tendida es la humildad. No solo llamar a Dios “Señor,Señor” y luego hacer cualquier cosa. O estar horas derodillas sin tener este espíritu de sencillez. El buen mi-sionero no es el que sabe todo, sino el que entrega todoy no se guarda nada para sí.

A modo de conclusión

Dejar de lado el espíritu narcisista, el pesimismo quederrumba, la soberbia que mata, el desinterés que en-durece el corazón. Todas actitudes que lamentable-mente rigen en algunos grupos misioneros y deevangelización en general.

vivir una plena espiritualidad misionera es vivir a ima-gen del Buen Pastor: correr el riesgo por uno solo, porun alma, por una vida. Esta es la mejor oración que lepodemos ofrecer a Jesucristo el Señor de nuestra histo-ria.

Que en las misiones de verano y en las de todo el añopodamos vivir en plenitud esta forma de espiritualidad,acorde a lo que pide el Señor.

Reflexión | Pbro. Dante De Sanzzi

Director Nacional de las OMP - Argentina

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La UEAM en la Arquidiócesis de Corrientes

Las OMP son acciones en bien del prójimo en la cualla persona es instrumento del Espíritu Santo que le per-mite ser profeta, evangelizador y misionero llevando lapalabra de Cristo; en el caso de la UEAM, que formaparte de la OMP, sus asociados se hacen misionerosofreciendo sus sufrimientos y oraciones: son misione-ros desde el dolor con la oración.

La Unión de Enfermos y Ancianos Misioneros es unservicio de cooperación y animación misionera cuyoobjetivo es hacer que los enfermos y ancianos se aso-cien a la cruz de Jesús y ofrezcan sus obras, sufrimien-tos y oraciones por las misiones, por los misioneros,por los que aún no conocen a Cristo y por los otrosmiembros que la conforman. Busca que el hermanoque padece una enfermedad crónica o discapacidad delarga data así como también los ancianos que no estánenfermos pero que sufren limitaciones, desprecio, in-diferencia encuentren el sentido a su sufrimientouniéndose a la cruz redentora de Cristo mediante laelección libre, consciente y voluntaria de formar partede la UEAM por asociación.

En la Arquidiócesis de Corrientes se comenzó a traba-jar en el mes de septiembre del año 2012 quedando elEquipo Arquidiocesano de la UEAM conformado unmes después.

UEAM | Dr. Fabián Romano Coordinador de la UEAM

Equipo de la Unión de Enfermos y Ancianos Misioneros

Arquidiócesis de Corrientes - Argentina

«Misionerosdesde el dolorcon la oración»

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La Arquidiócesis de Corrientes está dividida en ochodecanatos por proximidad geográfica y por similitudes,hasta la fecha son nueve parroquias de diferentes deca-natos las que están trabajando con la UEAM, capaci-tándose, animando a los enfermos y ancianos yasociándolos: en total son 82 enfermos y ancianos mi-sioneros correntinos que forman parte de la UEAM.

Esto es posible gracias a la participación en un bloquedel programa radial “Abriendo Puertas” F.M. San Ca-yetano 102.7 del Arzobispado de Corrientes donde sedifunden las actividades realizadas y se anima con lec-turas y reflexiones a los enfermos y ancianos que estánescuchando y a los demás a valorar y dignificar la vejezpara que puedan contemplar el rostro de Cristo y suviva presencia en el hermano. Además de la formación,acompañamiento, orientación y asesoramiento que seimparte a Animadores de Enfermos y Ancianos en cadaParroquia, es decir a aquellas personas que ya se en-cuentran trabajando en el servicio con el enfermo y an-ciano como son los ministros de la eucaristía, agentesde pastoral de la salud, visitadores, legionarios, misio-neros, en fin… todos aquellos que están en contactodirecto con el hermano sufriente y puedan así transmi-tirles eficazmente la invitación que el mismo Jesucristoles hace para que sean partícipes activos en la obra re-dentora de la cruz por medio de la oración.

Para ello se cuenta con una instancia de PRESENTA-CIÓN que se lleva a cabo en cada parroquia, antes odespués de la Santa Eucaristía, y que consta con unaconvocatoria abierta a toda la comunidad, especial-mente a los que cumplen un servicio con el enfermo yanciano; en la cual se informa en qué consiste laUEAM, sus objetivos y finalidad.

Como segundo paso se continúa con la ETAPA FOR-MATIvA Y DE CAPACITACIÓN por medio de cua-

tro talleres de dos horas de duración una vez por se-mana, donde se despierta la conciencia misionera detodo bautizado, respetando la idiosincrasia de cada co-munidad sin crear un grupo aparte, se comparten testi-monios y se afianzan los conocimientos adquiridosmediante un taller grupal y puesta en común.

Estas Jornadas se desarrollan bajo un programa basadoen el “Manual de la Pastoral del Enfermo y el AncianoMisionero” y el material consultado de la página oficialde la OMP Argentina y la finalidad es formarlos paraque ellos sean el nexo con el enfermo y el anciano.

La tarea de animación no concluye con los talleres decapacitación y la asociación, eso es solo el comienzo. Seconfeccionó una agenda con fechas importantes encada comunidad donde se trabaja con la UEAM comofiestas patronales, misas por enfermos y ancianos, ani-versario de ordenación del Párroco; a fin de compartiry fortalecer lazos fraternos. Ya que el Equipo Arquidio-cesano no tiene contacto directo con los misioneros lohace a través de los referentes de cada parroquia, conlos cuales se realiza una reunión mensual.

De esta manera hacemos partícipes de forma activa aaquellos que muchas veces son olvidados o se encuen-tran ocultos a nuestros ojos pero que son tan necesariose indispensables y, que como el corazón, dan vida y sos-tienen a la Iglesia con sus oraciones y ofrecimientos.Gracias a todos ellos por existir.

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Es posible promover una comunicación alservicio de una auténtica cultura del en-cuentro. Y nos lo está enseñando, mes a

mes, el Papa Francisco con su gran “capacidadmediática”. Una comunicación llevada a cabono sólo con palabras sino también con gestos.Palabras y gestos que se “iluminan recíproca-mente”. Mons. Claudio María Celli, presi-dente del Consejo Pontificio para lasComunicaciones Sociales, explica la eleccióndel tema de la Jornada Mundial de las Co-municaciones sociales 2014. “Comunicación

de una auténtica cultura del encuen-tro”, justamente a partir del es-

tilo comunicativo delPapa Francisco.“Hay en él, -dice el arzobispo

– un deseo de estarcerca, de compartir, de hacerse par-

tícipes de esperanzas, de una búsqueda apasionadapor el sentido de la vida”.

Monseñor, ¿Cómo fue que se eligió eltema de la Jornada 2014?

“Ya es una tradición de este Consejo Pontificio consul-tar a expertos en el campo de la comunicación, en elámbito eclesial, de los 5 continentes, a fin de que eltema sea el que mejor responda a las distintas proble-máticas de la comunicación en los diversos países. ElConsejo analiza las distintas propuestas y luego pre-senta a la Secretaría de Estado tres temas, para que deeste modo el Santo Padre elija aquel que considere másoportuno, en este momento, para iluminar y animar laJornada Mundial de las comunicaciones sociales. Esteaño el Papa Francisco ha elegido el tema ‘Comunica-ción al servicio de una auténtica cultura del encuentro’.La comunicación, de por sí, involucra a la persona hu-mana en sus relaciones con los hombres y las mujeresque lo rodean en su camino existencial. La verdaderacomunicación, en efecto, no es sólo informativa, sinoque abre amplios espacios al conocimiento y a la rela-ción; esto vale para los medios de comunicación tradi-cionales, es decir, la prensa, la radio, televisión y cine.Pero estas dos dimensiones, cognoscitiva y relacional,surgen aún con más énfasis cuando hablamos de nue-vas tecnologías. Las características propias de las actua-les tecnologías comunicativas – basta pensar en la

Al estilo del

Papa Francisco:«La comunicaciónal servicio del encuentro»

Entrevista a Mons. Celli

Comunicación & Prensa OMP

Entrevista de Vincenzo Corrado (www.agensir.it)

Traducción del italiano: Pbro. Gerardo Rivetti

30

Iglesia Misionera Hoy - Nº 495 | dic 2013 - ene - feb 2014

Page 33: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

superación del espacio y del tiempo y de la interactivi-dad – demuestran cómo hoy el campo de lo comunica-tivo, se abre al encuentro con el mundo en el cualvivimos y con los hombres y las mujeres de nuestrotiempo. En esta perspectiva se comprende cómo la co-municación toca el corazón de la relación interpersonaly así la comunicación será cada vez más verdadera en lamedida en que emerja esta dimensión humana”.

¿Qué “facultades” se requieren parauna comunicación de este tipo?

Haciendo referencia al reciente magisterio pontificio,me parece que la primera aptitud que debe destacarsees la de la ‘autenticidad’; tengo que asegurar que mi co-municación sea expresión de lo que llevo en el corazón.Y por lo tanto, diría, que es necesaria una autenticidadprofunda. Quisiera subrayar, sin embargo, que para al-canzar la dimensión del encuentro, quien está involu-crado en tal comunicación tiene que sentir unaprofunda simpatía por el otro y ser consciente que seha involucrado en una corresponsabilidad, no sólo enla búsqueda de la verdad, sino también en dar al mundoen el cual vivimos y a las redes sociales en las cuales ha-bitamos, una dimensión cada vez más humana.

¿De qué modo los medios puedenpromover “una auténtica cultura delencuentro”?

“En el relacionarme con los demás, en el mundo de lascomunicaciones o de las redes sociales, la persona tieneque estar animada por un sincero respeto dialogantecon la verdad de los otros. Creo que hay un gran es-fuerzo en el aprendizaje en este camino. La misma Igle-sia, que tiene una misión de verdad a llevar a cabo parauna sociedad a la medida del hombre, de su dignidad yde su vocación, debe asumir también una actitud simi-lar. En esta perspectiva es necesario que, una vez cons-tatada la diversidad cultural, cada uno de nosotros, nosólo acepte la existencia de la cultura del otro, sino queaspire también a dejarse enriquecer por ella y a ofrecerlo que tengamos de bueno, verdadero y bello”.

¿En qué sentido está cambiando lacomunicación con el papa Francisco?

Qué nos enseña, teniendo también en cuenta su em-

peño personal con respecto a la comunicación, a las en-trevistas, a los tweets frecuentes.

“Está bajo los ojos de todos la gran capacidad mediáticaque posee el Papa Francisco. Una comunicación hechano sólo con las palabras sino también con los gestos.Palabras y gestos que se iluminan recíprocamente. ElPapa Francisco sabe usar un lenguaje que el hombre yla mujer de hoy pueden comprender con una cierta in-mediatez. Sabe hablar al corazón porque afronta lostemas que el hombre experimenta de forma angustianteen su vida y sabe iluminar esos momentos con la Pala-bra del Evangelio. Hay un deseo en él de estar cerca, decompartir, de hacerse partícipe de esperanzas, de sufri-mientos, de una búsqueda apasionada por el sentido dela vida. Sabe hablar incluso con aquellos que experimen-tan una cierta desilusión por un Cristianismo que hoypor hoy lo consideran un terreno estéril, infecundo, in-capaz de generar sentido, y se sienten solos y desilusio-nados. Con su estilo nos enseña que promover unacomunicación al servicio de una auténtica cultura delencuentro significa moverse hacia el otro, tender lamano.

Y aun más, la verdadera comunicación no puede ser in-tercambio de banalidades sino que tienen que favorecerla búsqueda de lo verdadero, lo bueno y lo bello, detodo lo que está en sintonía con la dignidad del hombre,de sus valores, en la perspectiva de una vida que esdigna de ser vivida”.

Monseñor Claudio María Celli -

Presidente del Pontificio Consejo

para las Comunicaciones Sociales

Iglesia Misionera Hoy - Nº 495 | dic 2013 - ene - feb 2014

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Page 34: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

arQUIDIÓCESIS

Buenos airesBahia BlancaCórdobaCorrientesLa PlataMendozaMercedes-LujánParanáresistenciarosarioSaltaSan JuanSanta FeTucumán

2011

58.713,00 20.247,57 5.127,39 4.822,70 3.975,70 49.350,98

- 6.624,00

- 30.076,88 1.797,00 6.115,82 59.660,86 5.266,00

2012

92.638,50 22.500,00

- 6.476,58

- 50.640,02 1.135,00 12.756,00

- 37.070,60 1.776,00

- 79.212,56

-

2013

31.885,00 32.105,00 17.818,45

- - -

5.607,00 35.879,75

- 40.047,35 1.776,00

- 103.504,32 16.537,14

Var 2012/13

-60.753,50 9.605,00 17.818,45 -6.476,58

0,00 -50.640,024.472,00 23.123,75

0,00 2.976,75

0,00 0,00

24.291,76 16.537,14

DIÓCESIS

alto Valleañatuyaavellaneda-LanusazulCatamarcaC. rivadaviaConcepciónConcordiaCruz del EjeChascomúsFormosaGoya GualeguaychúJujuyLaferrereLa riojaL. de ZamoraMar del PlataMerlo MorenoMorónNeuquénNueve de JulioOberáOranPosadasPuerto IguazúQuilmesrafaelareconquistarío Cuartorío GalleqosSan Carlos de B.San FranciscoSan Isidro

2011

6.475,32 550,00

9.788,00 - - -

0,00 6.800,00

- 5.098,05 20.391,30 1.001,30

- 8.036,00 1.415,00 782,00

- 7.708,45

- - - -

3.440,00 4.260,60

- -

5.762,50 19.678,97 3.044,79 28.634,70 12.688,56

0,00 12.057,12 7.650,15

2012

- 600,00

12.948,00 - - - -

8.700,00 -

3.468,40 27.585,72 4.897,00

- 11.085,00

- 780,00

- -

300,00 - - -

8.472,60 7.624,30

- -

6.646,50 22.729,79 12.740,22 66.856,20 6.964,83 1.200,00 13.054,18 8.935,26

2013

5.149,17 700,00

- - - - -

20.365,20 -

9.690,75 37.377,65

- -

17.828,00 - - - - - - - -

14.823,85 7.580,70

- -

10.826,86 40.487,12 21.594,24 41.024,75 7.080,60 1.000,00 18.257,35 107.938,18

Var 2012/13

5.149,17 100,00

-12.948,00 0,00 0,00 0,00 0,00

11.665,20 0,00

6.222,35 9.791,93 -4.897,00

0,00 6.743,00

0,00 -780,00

0,00 0,00

-300,00 0,00 0,00 0,00

6.351,25 -43,600,00 0,00

4.180,36 17.757,33 8.854,02

-25.831,45115,77 -200,005.203,17 99.002,92

PrELaTUraS

CafayateDean FunesEsquelHumahuacaOpus Dei

2011

4.660,55 985,32

---

2012

5.467,20 1.216,00

---

2013

7.279,20 1.245,65

---

Var 2012/13

1.812,00 29,65

EParQUÍaS

armeniaMaronitaUcraniana

2011

---

2012

---

2013

---

Var 2012/13

OrDINarIaTOS

CastrenseOriental

2011

--

2012

--

2013

--

Var 2012/13

COLEGIOSParTICULarES

2011

--

2012

-4.320,00

2013

-2.332,80

Var 2012/13

--1.987,20

DIÓCESISSan JustoSan LuisSan MartinSan MiguelSan NicolásSan rafael San roqueSanta rosaSantiago Del E.Santo ToméVenado TuertoViedmaVilla MaríaZárate-Campana

20119.501,00 4.787,99 10.318,14

- 0,00

20.223,36 12.832,25 8.523,00 300,00

4.351,50 5.780,00

0,00 0,00

13.914,50

201210.400,00 3.178,03 10.547,96

- -

23.022,99 19.819,70 11.606,00

- 6.626,60 9.412,00

- 23.564,85 30.295,35

201316.553,25

- - -

1.251,00 32.570,41 24.750,00 15.400,00

- 5.867,39

- - -

35.425,00

Var 2012/136.153,25 -3.178,03 -10.547,96

0,00 1.251,00 9.547,42 4.930,30 3.794,00

0,00 -759,21

-9.412,000,00

-23.564,855.129,65

Totales: Año 2011: $ 513.218,32 Año 2012: $ 689.269,94Año 2013: $ 789.559,13

Variación 2012-13: $ 100.289,19

Informe de la colecta pro África comparativos 2011-2013 en pesos

A los Obispos, Directores Diocesanos de Omp yfieles en general:Desde las Obras Misionales Pontificias de Argentina,saludamos y celebramos la ayuda e interés por estaColecta a favor del continente africano, que tanta ne-cesidad padece.

Desde esta colaboración, quiero hacer llegar la noticiaque con absoluta seguridad enviamos la recaudacióna quien corresponde para saciar las necesidades bási-cas de hermanos que no conocemos pero que necesi-tan de nosotros.

Sabemos que la fecha de dicha colecta no es la mejor,

pero así está estipulada. En consonancia con la proxi-midad de la conmemoración de la Epifania del Señor,también nosotros hacemos presente la manifestacióndel Redentor entre nuestros pueblos.

Esperamos en corto tiempo seguir sumando más cola-boradores y a la vez vayamos tomando conciencia, encada una de las diócesis, sobre lo importante de estacolecta.

Una vez más, gracias. Y el Señor Jesús, desde su mi-sión, bendiga a cada donante.

P. Dante De SanzziDirector Nacional de las OMP

32

Iglesia Misionera Hoy - Nº 495 | dic 2013 - ene - feb 2014

Page 35: Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 465

«Invitados a creer en la fuerza transformadora del Evangelio»

Juan Pablo II

Sede Nacional de las OMP - del 20 de enero al 8 de febrero de 2014

32º Curso de Misionología

A. INTRODUCTORIO: paralos que inician el CURSO DE MISIO-NOLOGÍA.Destinado a laicas/os, religiosas/os, semina-ristas y sacerdotes comprometidos en la ani-mación misionera de sus respectivascomunidades locales. Miembros de gruposmisioneros y participantes en misiones po-pulares que desean iniciarse en la teología ypastoral misionera.

Materias:1. Panorama actual de la misión.

2. Fundamentos teológicos en la misión.

3. Dimensión misionera de la Liturgia.

4. Espiritualidad misionera

5. Formación de discípulo misionero.

6. Pastoral misionera y Obras Misio-nales Pontificias.

Talleres:a. La Misión en el Magisterio reciente.

b. Medios de comunicación al servi-cio de la misión.

c. Sectas y nuevos movimientos reli-giosos.

Nota: durante el dictado del curso losalumnos realizarán una experiencia de Mi-sión organizada por OMP.

B. FORMACIÓN MISIONERA: (participantes con laaprobación del curso INTRODUCTO-RIO)Destinado a laicas/os, religiosas/os, semi-naristas y sacerdotes comprometidos en laanimación misionera de sus respectivas co-munidades o diócesis; y /o aquellos quedesean prepararse para la misión ad gentesque hayan cursado y aprobado el introduc-torio. Abarca dos años de duración cuyasmaterias se ofrecen en forma cíclica.

Materias 2014:1. Misión en el Nuevo Testamento.

2. Eclesiología para la misión ad gentes.

3. Dimensión misionera de Maríadesde los inicios de la Evangelizaciónhasta Aparecida.

4. Ecumenismo y misión.

5. Teología de las religiones y diálogointerreligioso.

6. Dimensión misionera de la catequesis.

Talleres:a. Inculturación e inserción en la mi-sión evangelizadora.

b. Globalización, secularismo y nuevaevangelización.

Inscripción hasta el 12 de diciembre de 2013 cuyo costo total es una colaboración necesaria

para los gastos de alojamiento, materiales de estudio, profesores, comidas de las tres semanas. No seotorgan becas dado que con el aporte de todos se intenta solventar los gastos generales del curso.Muchas gracias!! Es un esfuerzo que vale la pena a favor de una más intensa formación misionera.

Directora del Centro de Misionología “Juan Pablo II”:

Hna. Lic. Sonia María Zbrun HdM

E-mail: c-misionologí[email protected]

Para mayor información:

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