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12. Decir amén no es suficiente 02. Hermano de Aquiles 03. Cambiar por amor 04. No es el mismo Plan REVISTA GRATUITA Edición número Trescientos treinta y siete. Año 07. Caracas, 18 de agosto de 2019 337 — PÁG. 8 CIUDAD DE UNA DÉCADA

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VIERNES 10 DE AGOSTO DE 2018 EL SEMANARIO CCS|1w w w . c i u d a d c c s . i n f o

12. Decir amén no es suficiente

02. Hermano de Aquiles03. Cambiar por amor04. No es el mismo Plan

REVISTA GRATUITA

Edición número Trescientos treinta y siete. Año 07.Caracas, 18 de agosto de 2019

337

— PÁG. 8

CIUDAD DE UNA DÉCADA

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014, 2015 y 2017.Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.

Premio de Periodismo Aníbal Nazoa, 2018.

Consejo editorialErika FaríasRoberto MalaverGustavo Borges RevillaMercedes Chacín

direCtor Mercedes Chacín (E)

direCtora de arte María Isabel Guerrero

Coordinador de FotoGraFÍaJesús Castillo

Coordinadora 2.0Yanira Albornoz (†)

Web y redesEnyeli González

redaCCiónMarlon ZambranoMaría Eugenia Acero ColomineArgimiro Serna FotoGraFÍaMichael MataEnrique Hernández

CorreCtorRodolfo Castillo

loGÍstiCaDaniela FernándezEdi CorderoDanielis Delmar

Colaboran en esta ediCiónJosé Roberto Duque, Clodovaldo Hernández, Humberto Márquez, Indira Carpio, Teresa Ovalles M., Pedro Delgado, Miguel Posani, Forastero LPA, Henry Rojas y Justo Blanco.Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Michael Mata

redes www.epaleccs.info

[email protected]

@epaleccs

@epaleccs

Épale CCS

Una publicación de la

Contenido

02. perfilAníbal y lo que sigue

03. TrOTA ccsTipos de trotador: el fastidioso

03. miTOsEsdras parra: esa persona

04. ciudAdSemillas silvestres

07. bOlerOs que curAn el AlmA“Mi desengaño”

07. crónicASalir de la burbuja

08. ciudAdCiudad CCS: la dialéctica del periódico y el pan

11. sOberAníAs sexuAlesJimmy

11. sOberAníAs sexuAlesLa novia de mi bebé

12. libremenTeEntre la aplastante religión y la ligera espiritualidad

12. pOesíA O nAdA

13. crónicA¿Quién será?

14. el rumOr de lAs bOlAs

En el marco del Festival de Poesía, en este debate feminista que nos entretiene en ascensores y pasillos, no caería mal subirle dos al contenido y las metáforas de esa emocionante controversia con la exhibición emocional de estas poetas, el domingo 18 de agosto en la conocida Plaza de los Museos. Si no sabes como llegar, no faltará quien te diga; pero, por si acaso, solo te bajas en la estación Bellas Artes y caminas hacia el Este.Acompáñanos para ser testigos de cómo estas amigas se desnudan con el debate.

Poesia feminista

A los abuelos también les sale recreación

Se siembran en la memoria

«

«

Que se bloquee a Venezuela por motivos rebuscados y no a

Arabia Saudita por prostituir, tradicionalmente, a menores

Danza árabe terapéuticaPara contornear el abdomen, fijar el centro del cuerpo, explorar esa sensualidad natural femenina. Especialmente recomendada para machos vernáculos, pecho plateado, nueva era, pendientes de equilibrar chacras, madres estresadas, bailari-nas investigadoras. Con la profesora Andrea Serna. Los sábados, de 10 am a 12:30 pm, en el Eje del Buen Vivir de Bellas artes. No dejes de mover con provocación esas caderas. Solo necesitamos un aporte de Bs. 3.500 para continuar con el servicio.

EL MENJURJE

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114Distribución: 0212-8085843

Depósito Legal: pp201202dc4166

www.epaleccs.infoEdición Número Trescientos treinta y siete. Año 07. ÉPALE CCS Caracas, 18 de agosto de 2019.

02

POR JOSÉ ROBERTO DUQUE • @JROBERTODUQUE

ilUsTRación fORASTERO LPA

AníbAly LO QUE SigUE

El hErmano dE aquilEs nazoa sE convirtió, con El tiEmpo, En El rEtratista más

consEcuEntE y EntErnEcido dE su patio natal. FuE tEstigo y obsErvador dirEcto

dEl lEnto, pEro dramático, cambio En El modo dE transportarsE, dE vivir, dE

rElacionarsE y dE hablar dE una ciudad.

Mientras viví en Caracas hice el ejercicio una y otra vez. Llegué a creer alguna vez que el ejercicio merecía llamarse investigación, nombre demasiado elegante o presuntuoso para esa manía desparramada a lo largo de mis ocios citadinos. Era así: cada vez que venía al caso, en una conversa entre amigos o con gente que recién acababa de conocer, en algún momento les preguntaba si habían nacido en Caracas. Si me respondían que sí, yo les preguntaba de dónde eran sus pa-dres. Si también resultaban ser nativos de la capital volvía a la carga, a indagar sobre sus abuelos maternos y paternos. En este punto “se caía” una buena cantidad: siempre había uno, o más, de estos ancestros cercanos que habían llegado de otra parte. Muy pocas veces me tocaba llegar con la preguntade-ra hasta los bisabuelos; conocí, entonces, a muchos caraqueños de primera y segunda, pero casi ninguno de tercera generación.

Era una especie de encuesta sin ánimo o vocación estadística; sin embargo, de ese ejercicio, que duró más o menos 20 años, me quedó esta imprecisa, pero rara y extra-ña, cifra: del gentío encuestado o interroga-do solo dos personas manifestaron ser hijas y nietas de nacidos en Caracas. Una de ellas nació en Antímano y la otra en San Juan, y ya eso empieza a explicar muchas cosas.

Mediante ese “método” (otro nombre pre-tencioso y mojoniao) pretendía yo susten-tar la especie o teoría sensacionalista de que el caraqueño es un tipo de gente que se está diluyendo, que es cada vez más difícil de encontrar; que lo caraqueño es casi un material para la nostalgia, pues todo el que vive en esa ciudad está “tocado”, reciente-mente, por elementos de afuera.

Falso: no hay que tener una larga cadena ascendente de familiares directos nacidos en Caracas para ser caraqueño y demos-trarlo. A estas alturas, resulta demasiado fácil rebatir “eso” con la simple comproba-ción de que el portugués de este abasto o aquella panadería, o cualquier hijo o nieto de andino, oriental, barloventeño o colom-biano son más caraqueños que muchos na-

PERfiL

cidos aquí, a pesar del acento y de lo que indiquen la cédula o el pasaporte.

Al grano: Aníbal, Aquiles y todo el combo Nazoa (incluyendo algún bobo que, a duras penas, carga ese apellido) fueron caraque-ños, caraqueñísimos, y no precisamente por origen. Hay un texto de Laura Nazoa (hija y sobrina de alguno de ellos) que no solo es implagiable, sino, además, iniguala-ble en su hermosura y, por lo tanto, es casi obligatorio traerlo a colación. Vacilen este fragmento:

“A principios del siglo pasado, o sea, del XX, a Rafael Nazoa, mi abuelo, que entonces tenía 14 años, lo mandaron a pie desde Cagua hasta Caracas, según

cuentan mis mayores, ‘para que se hi-ciera hombre’. Por otro lado, Caracas es también el lugar exacto del univer-so donde se inventó el pan de jamón, más concretamente, dicen algunos, en la panadería de Solís, esquina de Solís, donde para el tiempo del invento tra-bajaba un isleño de nombre Manuel González, padre de Micaela, la mucha-cha enamorada de quien Rafael Nazoa también se enamoró. Ahí empezó la rama de la familia Nazoa González, a la que pertenezco y que aquí me ocupa, y empezó también su asunto con Ca-racas. De todo eso hace ya más de 100 años y todavía estamos aquí, adorando a Caracas, viviendo con Caracas, sien-do Caracas”.

Eso se llama ser testigo de excepción, participativo y protagónico. También, forzando el tono y el código del rela-to, un poco machista y patriarcal: el abuelo de Aníbal y Aquiles le puyaba la sangre familiar al tipo que inventó el pan de jamón.

He juntado a Aníbal y a Aquiles dos ve-ces (tres, con esta) en una misma idea, pese a que esta semblanza pretende ser solo del primero, tal vez para hacerle ho-nor a una joda de él mismo que se me ha hecho inolvidable. En la cabecera de una de las revistas humorísticas fundadas por ambos aparece la siguiente informa-ción, a manera de directorio o manchón: “Director: Aquiles Nazoa. Hermano del director: Aníbal Nazoa”.

Dicho esto, va la síntesis: este Aníbal, que por búsqueda del origen o del pa-triarca fundador de la estirpe pudo ha-berse remontado a la tierra aragüeña, se convirtió, con el tiempo, en el retratista más consecuente y enternecido de su patio natal. Fue testigo y observador di-recto del lento, pero dramático, cambio en el modo de transportarse, de vivir, de relacionarse y de hablar de una ciudad. Caracas y el país iban convirtiéndose y mutando, viajando hacia un siglo de sig-nos y significados improbables, y cuan-do ya estaba por asomarse a la puerta (de Caracas), donde indicaba que ya era otro siglo y otro milenio, murió y le dejó a otra gente la tarea de la observación y el recuento.

Anoten los nombres de cada joven au-tor, cronista y pateador de esta ciudad en clave de curioso: los chamos que se levantan como narradores de su tiem-po en las páginas de Ciudad CCS y Épale CCS, vienen a ser los continuado-res colectivos de esa faena de hurgar en la ciudadanía de cerquita, desde su que-hacer más pedestre hasta su psicología más profunda: por aquí pergeñan los Aníbal del siglo XXI. Felicitaciones en los 10 años de esa experiencia.

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03 mitoS

ESDRAS PARRA: ESA PERSONAUn mar de exclusión y un océano de dis-tancia deben separar a alguien de los demás para que un ser tan cercano y fundamental como una hermana termine por llamarle así: “esa persona”. Tintinea, de fondo, el re-chazo por alguna circunstancia que ha de tener la profundidad más artera. Pero no es el caso. La hermana de Esdras Parra (poeta: Mérida [1939]-Caracas [2004]) la llamaba de esa apartada manera por una razón un poco más corpórea: es que nació varón y se despidió de este mundo hembra.

Parra fue extraño desde que nació. Su pro-pia hermana, María José Parra, decía que siempre se mantuvo distante de todos, su-mido en un mundo sospechosamente soli-tario y rebelde, que le apartó de los juegos de la calle y le facilitó el camino a la lectura desaforada. “Esa persona era muy retraída, no compartía con nosotros”, comentó en una entrevista.

Lo atenazó el destino cuando se fue beca-do para estudiar en Londres, con apenas 17 años de edad, donde se abre permeable a ese versátil universo que llaman “primer mun-do” durante once años. Regresa convertido en un portento literario y se adentra en la narrativa con una fuerza demoledora, que

POR mArLon zAmbrAno ilustRación HEnry rojAS

despierta la admiración de muchos por sus títulos fundacionales: El insurgente (1967), Por el Norte el mar de las Antillas (1968) y Juego limpio (1968).

Se casa, despunta en una meteóri-ca carrera política y literaria (milita en Acción Democrática), se le ve con mujeres de exótica belleza, departe en el mundo cultural caraqueño (es asi-duo del Conac); funda, junto a otros, la inigualable revista Imagen; coordi-na Monte Ávila; habla inglés, francés, italiano; estudia filosofía y se hace traductor y extraordinario pintor; y, de pronto, cuentan sus más cercanos, se enamora fervorosamente de una lesbiana que le impulsa a iniciar una transformación psicológica y física de extravagante envergadura. Antes de viajar a Londres de nuevo, su amigo y confidente, José Napoleón Oropeza, le lee el tarot y le descubre extraños de-signios: “Como un tránsito sexual o del alma, como si se tratara de una muerte y una resurrección al mismo tiempo”, le advirtieron las mancias. Corría el año 1978 y el prometedor muchacho regresa como deslumbrante dama de gran belleza, que no solo cambió de

gustos sexuales, sino de identidad físi-ca al someterse a una de las primeras operaciones de vaginoplastia que se re-gistre entre nacionales.

La chica de sus tormentos la esquiva, pero Parra se adentra en su nueva iden-tidad sin complejos ni aspavientos: “Hay ocasiones en que el mundo pierde sus encantos / entonces tomo el camino que me ha sido vedado / y doy albergue a sus más oscuros secretos. / Recibe este cuer-po como si fuera nieve”.

trotA CCS

Hay tantos tipos de corredores como los hay de seres humanos y humanoides. Pero es interesante estudiar algunos de los perfi-les específicos. Comenzaré con un clásico: el trotador fastidioso.

En cierto modo, el fastidioso es un esla-bón entre los trotadores y los militantes del antitrote, especímenes a los que ana-lizamos ya ampliamente en entregas an-teriores. Es así porque este tipo de perso-najes abruma tanto a quienes lo rodean, que alguna gente reacciona contra todos los practicantes del deporte.

La característica más frecuente del trotador fastidioso es que atosiga hablando de sus hazañas atléticas, algunas de ellas presumi-blemente fantasiosas.

Si tú eres de los que llegan al trabajo presu-miendo de haberte devorado 15 kilómetros tempranito, en la madrugada, es muy pro-bable que estés entrando en la categoría de los corredores ladilla.

Entre los sentimientos positivos que pue-des generar en tu entorno por ser trotador y el ser calificado como un atorrante, existe una línea más delgada de lo que tú crees. La

POR CLodovALdo HErnándEz @clOdOheR

ilustRación HEnry rojAS

TiPOS DE TROTADOR: El fASTiDiOSO

Litigio hormonal. La campeona olímpica y mundial de 800 metros, la sudafricana Caster Semenya, perdió la batalla legal contra la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, la cual le impuso la obligación de consumir una droga inhibidora de la testosterona para poder competir en el Mundial de Doha. La campeona tiene una condición genética de exceso de la hormona masculina, lo que, en teoría, le otorga ventaja sobre el resto de las mujeres.

Próxima entrega: “Tipos de trotadora: la diva”

misma persona que hoy te felicita por tan meritoria actividad en pro de tu salud física y mental, mañana puede murmurar a tus espaldas. “Ahí viene el que se la da de atleta”.

Un subtipo de corredor fastidioso es el que se solaza en sus lesiones. En lugar de hablar sobre logros, experimenta un peculiar gozo en informar de las do-lencias que lo aquejan. He conocido a algunos que se empeñan en dar expli-caciones de corte médico a gente que no está interesada en el tema. “Mi pro-

blema es con las bandas isquiotibiales”, dice el fastidioso lesionado, e insiste en mostrarles a todos un video de Youtu-be en el que un fisioterapeuta explica cómo hacerse un automasaje.

Otro “modelito” de trotador fastidioso es el que habla y habla sobre sus par-ticipaciones en competencias. Natural-mente, los peores son los primerizos, quienes pueden pasar semanas hablan-do de una carrera de 10K; o un año en-tero, si se trata de un maratón. ¡Uf !

Si notas que los compañeros o amigos “sa-len corriendo” cuando tú llegas ponte mos-ca, porque lo más seguro es que te hayas vuelto un fastidio.

Como desmarcándose absolutamente del pasado, a partir de 1987 deja atrás la narra-tiva y navega con empeño en la poesía, ob-teniendo enorme reconocimiento.

Lo que comenzó siendo una extraña mo-lestia en la lengua, terminó convirtiéndose en un cáncer terminal que la apartó de este mundo en noviembre de 2004. Su hermana, persuadida por los lazos inescrutables de la sangre, la acompañó hasta sus últimos mo-mentos, quizás sin entender jamás quién era esa persona.

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04 CIUDAD

semillas silvestresno faltarán opiniones diversas, pero esta invasión de niños en todos los espacios públicos —cantando, pintando, conociendo la ciudad, haciendo

escandalosas pausas en nuestra cotidianidad— es una manera de convertir la recreación de nuestros carajitos en una manifestación

pública, humana y, también, política. lo que le falte, puedes aportarlo

POR ArgImIro SErnAFOtOgRaFías EnrIqUE hErnánDEz

No sé quién dijo que cuando uno pien-sa mucho termina descubriendo el lado malo a las cosas. Camisa de once varas, las cinco patas al gato. Es cierto que los defectos y la crítica necesitan espacios y momentos, so pena de una degrada-ción precipitada, que puede ocultarse por falta de evaluación y autocorrec-ción, tanto de uno mismo como de la cultura que se gesta. Pero muchas veces

taciturno. Así que, cuando el cariz del presente trabajo se perfilaba ríspero y áspero, resultó que él mismo contenía su solución. Cuando me enteré de que, en muchos sentidos, esta propuesta de plan vacacional en toda Caracas, y has-ta a nivel nacional, es un concepto dife-rente al acostumbrado —en su estructu-ra operativa, en la actitud que motiva el entorno, en la cualidad que estimula en

o, más bien, en contextos y escenarios diversos, la observación de defectos se convierte en fantasmas que, como en las películas gringas de terror, acechan la ilusión. Ilusión que, a su vez, necesita sus espacios y momentos, que si se nie-gan también degeneraría la calidad de esa cultura que se gesta. Alternar entre la ilusión y la crítica es todo un tema, pero sabemos que en la sonrisa de los

niños, como fuente de ilusión, no hay mucho tiempo para números.

Aunque tengo excelentes recuerdos del campamento que una vez hice, donde conocí Mérida y, también y por prime-ra vez, me despeché, los planes vaca-cionales nunca han sido de mi agrado, no solo por lo que uno cree, sino por una condición huraña de enclichetado

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05

La integración entre jóvenes y niños genera una alquimia en sí misma

los niños y el rizoma que conecta—, ol-vidé el terrible escándalo anestesiante y el negocio de transporte y plástico que soporta esos planes.

El presidente del Instituto Municipal de la Juventud, Edward Varela, nos explicó que la recreación de los carajitos es el condicionamiento para el aprendizaje lúdico, el cual, por esa conexión profun-da que ocurre entre niños y guías de un plan de vacaciones y la “movilización pública” en esta manera de hacerlo, está asociado a la animación comunitaria o animación cultural, que Gloria Martín explica de forma académica.

Edades integrándose, niños conocien-do su historia, pintando, ejercitando y recorriendo los espacios de Caracas cantando juegos de voz entre la gente; más o menos puede ser una manifesta-ción tangible de lo que la cantante e in-telectual discurre en su libro Metódica y melódica del animación cultural.

El, a su vez, bastante joven presidente del Instituto para la Puericultura Re-gional nos informó que esta 10ma edi-ción del Plan Nacional Comunitario, a nivel nacional, ha comenzado con su lanzamiento en el urbanismo Argelia Laya, ubicado en la avenida Vic-toria, el jueves pasado. Actual-mente, conti-núa avanzando de acuerdo a una planifica-ción, que se ra-mifica en los sectores más diversos, por los ejes que asume.

Por ejemplo: las Casas de Alimentación sirven de punto y círculo; de manera

que, a partir de ellas, se expande un radio de captación del perímetro; así como las 26 Bases de Misiones de Ba-rrio Adentro sirven de puntos priori-

tarios. Calculan 70 urbanismos semanales, ade-más de incur-siones en las casas de abrigo, los hospitales y los CDI. En los barrios donde las poblaciones son regular-mente territo-

riales, por las condiciones apartadas, distantes o con problemas de vialidad, habrá incursiones especiales, extendi-das. Previendo la necesidad de otros espacios, el plan Escuelas Abiertas des-

UnA viSión intErESAntE dE LA

SALUd PrEvEntivA SE bASA En qUE LoS niñoS EqUiLibrAn CArEnCiAS

AfECtivAS-

La ciudad se ha convertido en un parque de recreacionesAlgunos juegos de competencia estimulan el pensamiento y el cuerpo

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Los juegos tradicionales materializan una identidad, al tiempo que entretienen

Para los niños un cuentacuentos puede ser mejor que un televisor

plegará los mismos centros educativos para la recreación. Habría que ver qué piensan los niños de reunirse duran-te vacaciones en el mismo sitio donde han cursado el año escolar; pero, en cualquier caso, la idea es no dejarlos morir, como dicen, ante su necesidad de esparcimiento, aun en pleno blo-queo. La meta por semana son 55.000 niños, a lo largo de todo el plan se atenderán más de 300.000 niños.

Edward Varela agregó que “la ejecu-ción del Plan Vacacional estará en manos de, aproximadamente, 1.000 recreadores, más otros 1.000 a nivel nacional, organizados en brigadas que serán cercas de 25 por cada territorio. Más de 60 brigadas con el Movimien-to de Recreadores. La distribución se hace en 810 territorios, para más de 2.000 comunidades vinculadas por el punto y círculo. Un punto atiende tres consejos comunales, lo que suma 200.000 comunidades que tenemos que atender. Actualmente estamos atendiendo diariamente 25 puntos, y semanalmente otros 25 centros. A esto también se suma un sector de Escue-las Abiertas, 94 brigadas para atender cada uno de estos puntos. Niños desde 4 a 5 años, hasta jóvenes de 15 años. Además, estamos pensando atender con campamentos a los jóvenes un poco mayores, con el movimiento eco-logista Meven”. Todo lo cual da cuenta de buenas cantidades. Queda la pre-gunta sobre las cualidades de ese plan; la respuesta es intrínseca, por decirlo con palabras abstrusas.

El Plan moviliza a la comunidad en función de la recreación como una respuesta no reactiva al bloqueo, de

manera que se facilite lo que dijo otra cé-lebre autora sobre “reír en defensa propia”. Con una organización mancomunada en-tre instituciones y comunidad, al mismo tiempo que los chamos se recrean invaden la realidad cotidiana de este modelo de vida heredado, que no podemos cam-biar. Irradiando su alegría y el futuro que contienen en sus miradas incli-nadas, el sentido de la vida y el sue-ño humano nos miran como si nos dijeran: “¿Serás capaz de cambiarlo o solo te vas a quejar del imperio?”.

Para la ejecución del Plan la organización logró simplificarse al máximo al distribuir

las tareas entre la institución pública y la comunidad; así, la ciudad y sus espacios se convierten en una aventura infantil donde

el bosque somos nosotros. Entre otras, las activida-des en el parque Los caobos o la Plaza Bolívar los mantendrán a la vista.

Las institucio-nes llevan in-sumos recreati-vos y logísticos mientras la co-munidad propi-cia los espacios físicos. Porque,

si bien el Plan va a los barrios, también había que contemplar otros sectores, los que podrían asistir a las llamadas “centralidades” en las plazas y los es-pacios públicos.

La mesa para el vivir bien, compuesta de todas las instituciones que tienen que ver con la recreación y la ayuda a las comunidades, junto a los voceros y voceras de las comunidades, preparó las condiciones para esta manifesta-ción. Toda esa metodología resuelve un contingente en ese plano que suele descuidarse en el tren de vida: la re-creación de los carajitos. Esa que antes consistía en una especie de cómodo secuestro, según mi cuestionable siste-ma de valores, ahora es una campaña de movilización pública insigne, sin lugar a dudas. La cual, ojalá, sirva de aprendizaje para cuando inevitable-mente, por una certeza que tenemos aquí, en el alma (como quiera que se entienda esa palabra), vengan tiempos mejores. No se nos olvide que esta será siempre una prioridad: la de jugar con los niños, la de leernos en ellos, verlos en medio de todo, romper los protoco-los mientras terminan de caer los pila-res de una cultura insostenible.

Se imparten actividades de contenido integral. En algunos espacios propi-cios se guían ejercicios básicos para estimular deportes específicos, como el fútbol y el beisbol. La creatividad y las tradiciones lúdicas locales se trabajan con la fabricación de juegos tradicionales; la creatividad y la ob-servación se desarrollan con clases de pintura al aire libre. Así se puede ver todo de la mejor manera: conjurando y convocando el ánima y el ánimo. Todo eso transitando los espacios públicos habituales, por donde los encontrare-mos a diario durante el asueto estu-diantil. De manera que se trata de un plan de movilización pública general, con la única consigna incuestionable y universal: los carajitos. Faltaría algo así como integrar los saberes, y que los padres con oficios recreativos puedan aportar a cambio de una caja CLAP, digo yo.

Siempre pensé que los planes vacacio-nales eran la privación del momento donde se manifiesta el afecto y todo lo que implica el lazo familiar y comuni-tario, sacrificado por el cómodo com-promiso económico implícito en la vida de clase media; pero, de esta ma-nera, cambia la cosa. Al parecer, ya hay sectores que comienzan a leer otros li-bros para hacer ingeniería social. Y si esos libros son la mirada de nuestros hijos, de todos andando por ahí, segu-ro no volveremos a olvidar que esa tal ingeniería tiene un motivo fundamen-tal, tanto en este como en ese mundo hacia el cual, inevitablemente y a co-ñazos, nos dirigimos...

No se necesita inscripción previa. Si quieres participar acércate, los niños están por todas partes.

EL APrEndizAjE LúdiCo EStimuLA LA CrEAtividAd,

EL ContACto SoCiAL rEfuErzA LA rELACión Con EL ContExto. LAS CLAvES PArA unA gEnErACión Con otroS vALorES

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07

Salir de la burbuja

CRÒniCA

Voy a proceder a enumerar algunas falencias de los servicios públicos que brindamos al pueblo venezolano y, en especí-fico, al caraqueño, con el objetivo de que haya una mayor conexión espiritual y correspondencia entre las autoridades gubernamentales y este pueblo noble, que no ha hecho más que demostrar lealtad y conciencia frente al bloqueo. Es justo y necesario, para poder pedir los sacrificios obligados ante el supuesto de que la orden ejecutiva del imperialista Trump se intensifique y siga violando impunemente nuestros más ele-mentales derechos humanos. Se trata de un supuesto castigo a Maduro que, en realidad, a quien más está golpeando es al pueblo, chavista o no chavista. Y esto, muy seguramente, lo sabe bien Trump: al golpear al pueblo golpea el apoyo po-pular que tiene el presidente Maduro. Y vaya que nos están golpeando, pero estamos padeciendo muy dignamente. Al grano.

EL tRAnSPoRtE ExtRAuRbAnoUn camarada me pidió que le dijéramos a Maduro que se dis-frazara de viejito y se fuera, en el peor de los casos, a tomar un autobús o un carrito por puesto desde el terminal terrestre de La Bandera hacia Mérida. Se trata de uno de los mayores calvarios de aquellos que ya dimos por perdido nuestro carro, o simplemente de los muchos que nunca tuvieron uno. Esto es lo peor. El desprecio, si no lo sabían.

EL mEtRoSolo una estación nos separa de nuestro destino hacia La Bandera y, tras una espera de 30 minutos, abordo el tren con mis hermanos Cecilia y Alfredo, este último recién operado a través de la Misión Milagro en el Hospital Militar, luego de una espera de meses.

Él no puede, por su convalecencia, llevar los al menos 12 kilos de su maleta. Nos corresponde a Cecilia y a mí cargar esa más nuestras propias maletas: una, la mía, con por los menos 12 kilos en productos CLAP para mi madre, que vive en Barqui-simeto; y la de Ceci, que suma unos 10 kilitos más. No funcio-nan las escaleras mecánicas, en temporada alta, en vacaciones escolares, pues. Una calamidad cargar con tres maletas cuesta arriba en la rodada (o la escalada). Hay que echarle. Luego:

POR tERESA ovALLES m. ⁄ FOTOGRAFÍAs JESúS vARgAS

De las piezas musicales del canto romántico del Ca-ribe me gusta mucho “Mi desengaño”, escrito por Julio “Gunda” Merced (quien también es arreglista de la pieza) y Pucho Souffront, trombonista y ba-jista del Apollo Sound de Roberto Roena. Por ese carácter romántico entra en estas crónicas porque, sin ser bolero, su letra matadora le da licencia poé-tica para estar con nosotros como si lo fuera. Senté-monos a pensar, / la vida ha de continuar. / Fingien-do amor donde no hay / y fingiendo una sinceridad. / Es cierto, se debe admitir, / el mundo está lleno de maldad, / pero al estudiar la situación / entraremos en razón. Con un inolvidable coro: Cuando descanses te hablaré / de un algo extraño / y, vida mía, te diré mi desengaño.

Resumo, de mimundomusical.com, de Gerardo Ji-ménez y con datos de Henry Gorgona: “Una noche, estando de gira en Venezuela, Gunda y Pucho tocan la puerta de la habitación a Roena y le presentan el tema. Este queda cautivado y se lo ofrece a Sammy González para que lo cante, ya que Tito Cruz estaba abandonando el frente de la banda”. Finalmente, ante la negativa de Sammy, lo graba Papo Sánchez para convertirse en un palazo de la salsa, y quedando Gon-zález arrepentido de por vida.

Aquel tono de voz de Papo y Mario Álvarez, en una trompeta que va indicando la ruta de los soneos, hi-cieron tan emblemático el tema que, hasta donde se sepa, ninguna otra orquesta se atrevió a tocarlo: Hay que vivir el momento. / ¿Qué nos importa el pasado? / No ves que al pasar el tiempo / todito queda olvidado, olvidado es (...) Pero recuerdo que dijiste que me que-rías, / que nunca me olvidarías, / y ahora vivo conven-cido / que eso eran mentiras tuyas, mentiras tuyas son.

Papo aún se asombra del éxito que grabó con Roena hace 43 años, y le decía a EFE: “Ese tema era para mí. Tantas cosas conspiraron para que pudiera grabarlo, pero jamás pensé que fuera a tener tanto éxito”. Y todo pasó aquí en Caracas en 1976, cuando Papo tenía 21 años y este peluche, que se va para su estuche, 23..

BOLEROS QUE CURAN EL ALMA

“Mi deSengaño”

EL tRAnSPoRtE uRbAnoSiempre ando con el optimismo por delante. Y en esa nota salgo cada mañana a esperar las camioneticas que me traen a mi trabajo. Porque el Metro es una de las más fuertes ca-lamidades que pasamos los de a pie. De modo que espero las camionetas de San Ruperto (vía La Pastora) o las de la avenida Victoria-UCV, que llega al terminal Río Tuy. Corro con la suerte de que la espera no es muy larga. Y es poca la demanda. Oigo las conversas de los pasajeros y eso me gusta porque pulso el sentir del colectivo que viaja en camionetica. Y aunque persista el temor a un atraco, yo persevero en mi modo de transporte.

LA ConvERSACreo en nuestra campaña Convivir para Vivir que llevamos en Ciudad CCS. Más aún, si viajamos en colectivo debe pre-valecer entonces la educación y los buenos modales. De esta manera, muy entusiasta abordo con un sonoro “¡buenos días!”. Luego, activo mis camataguas y a escuchar se ha di-cho. Par de hombres, seguramente espernancados, hablan y hablan detrás de mí, en los primeros puestos. Al principio se trata de asuntos cotidianos, pero antes de despedirse el tema pasa a ser el país. Oído avizor. Dice el más joven:

—Una de las cosas que acostumbraba hacer los fines de se-mana era irme al campo del softbol de la UCV, en Sierra Maestra, a jugar un partidito. Pero dejé de ir por dos razones: una, que no hay yip que suba la cuesta y echarle bolas pa’rriba es jodido; y dos, el pasaje se ha puesto caro y no me alcanza —dijo ya bajando las escaleras del microbús.

El otro le respondió (agregó yo: muy acertadamente):

—Y todavía hay gente que cree en esta vaina.

LoS ASPECtoS PoSitivoS dE EStA hiStoRiA La mayoría de los niños y niñas que viajan en los colectivos (digo transporte, no grupos) son hermosos. Estos nacidos en Revolución andan como encopetados, como los pioneros cu-banos: de punta en blanco, pepitos. Esa gente pequeña que está naciendo en las catacumbas, como las llamaba Chávez, es cada día más hermosa en lo físico. En lo espiritual, nos la están jodiendo los videojuegos y la loca TV. Creo que debe-mos ponerle más corazón y libros a nuestras niñas, niños y adolescentes.

A PEdAL y bombAMe encanta una bici. Y la situación nos está llevando a movi-lizarnos en tracción a sangre. Eso nos hace más sanos, pero es necesario que quienes andan en cuatro ruedas respeten y consideren a los ciclistas. Porque, además, existe la posibili-dad de que para allá vayamos todas y todos, enfilados. Como en Ámsterdam, ¿por qué no? Al menos ya tenemos, en Cara-cas, una ciclovía.

ChávEzEs un vacío, no solamente en lo espiritual, que ya es muy gra-ve. Creo que sentimos un vértigo por la esperanza, por Ma-duro y su gobierno, que necesitamos recuperar entre todas y todos. Es un grito desde el chavismo que está en las cata-cumbas a la espera de una caricia, como las de Chávez. Fidel, en pleno período especial, habló de lo duro que sería todo y depositó su fe en el pueblo cubano. Y allí está la Revolución Cubana. #No+Trump.

POR humbERto máRquEzILUsTRACIÓN FoRAStERo LPA

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08 CiUdAd

Ciudad CCs : la dialéCtiCa del periódiCo y el pan

Su 10mo aniverSario fue un momento de revelación: vivimoS otra venezuela y, con ella, loS cambioS Son permanenteS e indetenibleS, en un ejercicio ético de reSiStencia. eSta vez la celebración va por dentro, como una proceSión

militante que implica hacer patria

POR MArLon ZAMbrAno • @maRlOnzambRanO

FOtOgRaFías MiChAEL MAtA

Cuando Juan Eloy Sánchez sacó su guitarra y disparó como un cañón su vozarrón de barítono enamorado, para entonar “Cantares” de Serrat y “Hasta siempre” de Carlos Puebla, la intuición de que quizás todo había cambiado para siempre se hizo, por fin, patente.

Sánchez es el actual coordinador de distribución del diario Ciudad CCS y

amor y prometiendo causas ecuméni-cas al filo de una reina pepeada en el restaurante el Mercedario de la esquina Tienda Honda.

Eso se acabó. Hace diez años la planti-lla de distribución la conformaban 120 pregoneros. Hoy, Sánchez coordina a cinco. Hace diez años trasegaban la ciu-dad entera y la periferia con el apetito

fue el encargado, el jueves 8 de agos-to, a eso de las 11:30 de la mañana, de dar la estocada musical a una jornada de reconocimientos a los fundadores y fundadoras del diario que vio la luz de la circulación diaria diez años atrás, casi exactos.

Uno rebuscó en la memoria y en la distancia las célebres fiestas de El Na-

cional (guardando todas las reservas obvias), que se aderezaban con la mú-sica de Los Melódicos y se rociaban en güisqui del más añejo. Hasta hace poco, aquellas y estas rumbas estaban dise-ñadas por el imaginario del desnalgue patrio para acabar los trapos, exhibir las más portentosas pintas, consagrar las más sabrosas curdas, danzar hasta la muerte y amanecer abjurando del

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fresco de los soñadores, empujando a trompicones la presencia del diario en el tramado urbano, incluso del este de la ciudad, donde en más de una oca-sión los rechazaron con violencia. Hoy se distribuye los miércoles y viernes desde bien temprano en la mañana, frente a la entrada principal del diario en la esquina de Gradillas, donde una fila mastodóntica de devotos se forma disciplinadamente, dándole casi dos vueltas a la manzana, para tomar su periódico gratiñán.

José Perdomo (de esa camada de pri-meros pregoneros, devenido en pa-nadero y, finalmente, en cocinero del novísimo programa la Comida Bien Resuelta) puntualizó una pertinente duda metódica, luego de las cumbiam-bas de la vida, que lo han llevado des-de su oficio inicial hasta ser uno de los encargados de la papa de los trabajado-res del diario: “¿Qué tiene que ver un periódico con pan? —para responderse inmediatamente—. Bueno, resistencia al máximo”.

Lo dijo Mercedes Chacín, la jefa, al enumerar todo lo que se celebraba en ese aniversario: diez años de la Fun-dación para la Comunicación Popular CCS, diez años del diario Ciudad CCS y los inminentes siete años de la revista Épale CCS. Además, el primer aniver-sario de una reinvención, producto de

la situación económica del país: Comi-da Bien Resuel-ta, la Escuela de Comunicación Popular Yani-ra Albornoz y el programa de cultivo organo-pónico en las i n s t a l a c i o n e s del periódico.

CIUDAD BAMBIDurante los reconocimientos, Meche miró a su alrededor, entre un público

nutrido que se reunió para celebrarse íntimamente, y nos convenció de eso que uno intuye: “Los que nos que-damos, diez años después, somos los patriotas”.

Confesó luego que ha sido todo un ejercicio de re-

sistencia. Hace poco más de un año el éxodo de trabajadores, la escasez de papel, los problemas presupuesta-

rios —síntomas de las crisis generadas por las sanciones económicas impe-riales—, movieron los cimientos de la institución y obligaron los cambios profundos que han dado otro cariz a todo lo que se hace desde estas trin-cheras. Pero “de Ciudad CCS podrán decir cualquier cosa (hasta Ciudad Bambi nos han llamado), pero nunca que mentimos”, advirtió para refrescar el espíritu estoico que ha sostenido el deber ser de esta propuesta de comuni-cación revolucionaria.

¿Qué hace que el comandante Chávez instaba al país a comunicar cada vez más y mejor los logros revolucionarios y la épica de un país en reconstruc-ción?, ¿qué hace que el alcalde Jorge Rodríguez exigía al equipo inicial, en-cabezado por el periodista Ernesto Vi-llegas, a salir ya, mañana mismo?

Juan Ramón Lugo, periodista de los fundacionales, también dijo lo suyo con todos sus acentos: “Hemos logrado mantenernos, reflejando la realidad, pero sin sonar a gacetilla oficial”, mien-tras con el rabo del ojo observaba a la actual alcaldesa del municipio Liberta-dor, Érika Farías, asintiendo.

Las actividades para celebrar se exten-dieron por una semana. Hubo desde un conversatorio (Hablemos de Sexo, con Elida Polanco) hasta una sesión de pin-

La alcaldesa de Caracas agradeció el compromiso de comunicar

Fundadores y fundadoras: diez años de resistencia

“LoS qUE noS qUEDAMoS, DIEz AñoS DESPUÉS,

SoMoS LoS PAtrIotAS”

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En la sesión de pintura infantil con Roberto Núñez

tura infantil, con Roberto Núñez y los niños y niñas del universo del diario.

El cierre, vier-nes 9 de agos-to, sirvió para la presentación de la Colección Librería Digi-tal CCS, con las obras editadas de algunos de los cronistas que forman parte de la plantilla que nutre las pági-nas del diario y la revista: José Roberto Duque, Clodovaldo Hernán-dez, Roberto Malaver, Malú Rengifo y Marlon Zambrano. El remate fue de lujo con el conversatorio El Humor de Caracas, donde reconocidos jodedo-res (como Earle Herrera, Clodovaldo

Clodovaldo Hernández habló del vértigo de publicar en la actualidad

Aunque parecía físicamente imposible, los libros digitales se bautizaron con menta

Earle Herrera nos recordó la potencia salvadora del humor caraqueño

Hernández, Nathaly Gómez y Roberto Malaver) nos recordaron que el humor sigue salvando a la ciudad.

“Siempre con una visión crí-tica, sin caer en la moda de mentir”, así de-finió Farías al periódico y a sus trabajado-res, a quienes, además, calificó como una co-munidad amo-rosa y pedagó-gica. “Crítica

y autocrítica revolucionaria para una nueva sociedad”, completó, antes de prometer (y es público y notorio) que la fiesta de Épale CCS sería en un ho-rario más nocturno... y salpicado de cocuy.

Disciplinados y fieles, los lectores son asiduos de la esquina de Gradillas

Hoy SE diStribuyE LoS miÉrCoLES y

viErnES dESdE biEn tEmPrAno En LA

mAñAnA, frEntE A LA EntrAdA PrinCiPAL

dEL diArio En LA ESquinA dE GrAdiLLAS

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11 SOBERANÍAS SEXUALES

Para la muchacha sobreviviente, y a la memoria de un intento de feminicidio frustrado a tres casas de mi casa. Y a los dolientes de estas tres víctimas

del puto sistema capitalista patriarcal machista, hace justo cuatro días.

Mientras peleaba con mi perro y mi gata porque, por enésima vez, el toche perro (ejem, mi hijo Shi-va) se había meado y cagado justo sobre mi colec-ción de estampitas sagradas; y mi gata, sabiamen-te, se escondía en la caja para darle su tatequieto a mi muchachón.

Una frase de pelea me dejó perpleja cuando es-cuché:

Hombre 1: “Nos vemos en la pista”.

Hombre 2: “¿Qué? ¡Dale, pue!”.

“¡Dios!”, pensé. Apagué la luz y me asomé. Era un chamo ofreciéndole unos coñazos al otro, mien-tras el otro (el hombre 2 del diálogo) iba a escoltar a su novia-amante-esposa-puta-prometida-ama-da-amante-peoresnada... a SU MUJER a su casa: a la casa de la mujer.

Los panas se iban a entrar a coñazos y me asus-té y recé. La última vez que le grité a un becerro que le había ofrecido unos coñazos a una señora gorda en situación de calle, mientras subían de La Guaira a Caracas, había sido cuando estaba recién mudada a mi pieza flamantemente alquilada en el barriecito más chic de Catia, cuyo nombre no po-día ser el más perfecto para todos, especialmente para quien esto escribe: Las Tres Lunas. Los tipos se quedaron montando guardia para ver quién coño les había gritado mientras la pobre señora huía por su vida. Esta vez, mi gata, mi perro y Es-telita que está aquí nos abrazamos los tres, como buen grupo familiar.

Al día siguiente estábamos jodiendo en medio de este bloqueo absurdo, mientras el novio de la chica iba saliendo y, entonces, mis panas, hombres todos tres, en medio del chismorreo-chiste-joda-de-dólares-bolívares-petros-eu-ros-invasiones-chavismo-escualidismo-coño-de-la-madre-QUÉ-JODIDAMENTE-ARRE-

POR mARIA EUGENIA ACERO COLOmINE@andesenfRungen

ILusTRaCIÓn JUSTO BLANCO

Jimmy

CHOS-SOMOS-TO-DAS-Y-TODOS-LOS-V E N E Z O L A N O S , dialogaban.

Pana 1: “Marico, este es el pana que salió de la cárcel, el Mano Muerta”.

Pana 2: “Noooo, weón, a ese carajo lo voy a agarrar ahorita, ya dije ya”.

Pana 3: ¿“Qué...? ¡No joda!”.

Estelita (oséase, moi, puej): “¡Aaaaah, este era el pana que venía escoltando a la novia...”.

Panas 3: “¡Qué novia, vale. Esa es la puta que tra-baja en la taguara de aquí, en la esquina!”.

Guardé silencio.

Ahí, todos tres empezaron a hablar de putas-de-porte-cachos-cuánto-cuesta-financiar-ahora-a-una-amante; lo que piensan de nosotras, todas las mujeres, así seamos las que frao, las que frinchy, la trabajadora sexual, la peor es nada, la que le da de comer a quien se alimenta de su vagina... que no es su mamá.

Obviamente, no me quedé callada y conver-sé y comenté y dije todo lo que me salió del forro decir, porque estaba ¡entre panas, pues! Luego de que el pana número 2, a quien el pri-mo cariñosamente bautizó El Picure (no por PRAN, sino por GAFO), nos echara el cuento de cómo él, valientemente, había puesto en su sitio a este muchacho que no pasaba de los 19 años —o 20, máximo—, seguimos hablando gamelote hasta que me fui a dormir; y todos, casi al mismo tiempo, nos fuimos a planchar la oreja a nuestros respectivos destinos. “Un muerto”, escuché de la mamá de uno de los vecinos.

¡¿QUÉ?!

Now listening: “Hey Joe”. Jimmy Hendrix https://www.youtube.com/watch?v=5Yivyp-zbkM

La versión original de esta pieza la can-tó... un blanco: https://www.youtube.com/watch?v=PziiNzFWZog

#NoMoreTrump

#VenezuelaSeRespeta

#FuckUMrTrump

#AnaKarinaRoteAukonPaparotoItotoManto

+Venezuela -Imperialismo

Andaba por la vida tan feliz, nau-fragando en las mareas turbulentas de mis achaques. Desfloraba la mar-garita de las opciones médicas para tres enfermedades crónicas. Me en-tretenía dibujando el mapa de los caminos financieros para la compra de medicamentos, alimentos, pago de servicios y ese etcétera con eco de rosario. Y, de pronto, desde las cata-cumbas del martirio apareció la ma-dre de los muchachos, al borde de un ataque de inquina, con la noticia que anuló toda preocupación mun-dana y para dejar en un solo peo el universo de nuestras disquisiciones: el carajito ya tiene novia.

Sonará a asunto baladí, pero mi bebé toca piano de oído, con maes-tría pasmosa. Es cinturón marrón de karate do, integra el cuerpo de cuatristas del Sistema Nacional de Orquestas, rapea, baila salsa y es ro-quero. En términos generales, hizo su entrada triunfal a la preadoles-cencia sin producirnos mayores dolores de cabeza, más allá de la vez que lo descubrí matándose a pajas, muy orondo, en la cama matrimonial de sus padres; y ayer, cuando la mamá me mostró, con manos temblorosas, la foto de la “mujercita esa” (como ya la llama ella) en el celular de nuestro que-rube, posando semidesnuda, con las teticas al aire, las que respira-ban por encima de un sostén que le queda gigante.

Más allá de la fe ciega que deposi-tamos en la certeza de que nunca crecería, no imaginamos jamás que su amanecer sexual sucedería

LA NOViA DE mi BEBÉ

tan pronto, y de manos de una se-ñorita que pinta los 14 años y que le hace ofrecimientos (aquí nos persignamos, como las beatas es-candalizadas que somos) tan im-púdicos como atrevidos para sus tiernas edades.

“¡Y es dos años mayor que él!”, gritó la madre horrorizada, sin dejar de leerme los pergaminos lujuriosos que incautó de entre los caminos digitales del chat, puesto que el chamo dejó olvi-dado su teléfono para salir a dar una vuelta por el barrio.

“Y ahora ¿qué hacemos?”, nos preguntamos a coro, y barajan-do seriamente las opciones en-tre los golpes de electroshock y la inclaustración monástica del hijo, como previendo el desastre frente a ese hallazgo terminal. “¿Y si se empreñan?”, asumimos aterrados, sacando una rápida y furiosa cuenta de condones, anticonceptivos, embarazo, ce-sárea o parto, pañales, leche, manutención...

Agarré a la mamá de la mano y nos sometimos a una jornada de ayuno y reflexión; revolvimos, como en un bombo de lotería, las opciones más promisorias del difuso panorama. Uno de los dos asomó la tenebrosa salida, que ganó por votación unánime: “Ha-bla con él”.

Eso sí, nunca se supo a quién le correspondió el ejecútese de ese edicto.

POR mARLON ZAmBRANO@maRLOnzambRanO

ILusTRaCIÓn JUSTO BLANCO

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Sin duda existe una crisis de la religiosidad, y uno de sus síntomas es la creación continua de extre-mos negativos, que son los radicalismos religiosos de todo tipo. Es como una cárcel sobre otra cárcel.

Claro, también influye que todas estas religiones (como la católica, por ejemplo) de torturar infieles pasaron a convertirse en unas agencias encubier-tas de sádicos y pedófilos, ahora desprestigiados. Y, por supuesto, muchos jóvenes no se dejan ob-nubilar por los temores antiguos con los que te-nían dominados a los pueblos.

Entendemos aquí por “religión” un conjunto de narraciones sagradas, símbolos, mitos y rituales que generan y soportan un sistema de creencias, que determina un modo de vida colectiva e indi-vidual y que, a su vez, es un modelo de represen-tación que da significación a lo que nos sucede en la vida de todos los días.

A esto se le suma que, con la modernidad, la ca-pacidad innovadora y creativa de la ciencia y la tecnología nos ha conducido a una sociedad de continua innovación y consumo de productos y servicios. Actualmente, la incesante creación de novedad, y de su necesidad, es el centro de la eco-nomía y deberá serlo de la política, mientras que la religión se queda fija en su discurso intocable: “Es así porque lo dijo Dios”.

Hoy las religiones van perdiendo interés por parte de los jóvenes; pero la espiritualidad, aparente-mente, no.

LIBREMENTE

EntrE la aplastantE rEligión y la ligEra EspiritualidadPOR MIguEL PoSANI • @MPOSANI ILUSTRACIÓN FoRASTERo LPA

¿Qué es la espiritualidad? Creo que antecede a cualquier poder religioso; y si no es dominada por este poder, entonces, es execrada y eliminada. La historia está llena de estos casos: vean, por ejem-plo, el devenir de la cristiandad, el judaísmo y el islam. Más aún, me atrevo a decir que el núcleo valioso de cada religión es la espiritualidad indi-vidual como un fenómeno humano. Fenómeno humano individual que proyectamos en determi-nadas imágenes, ritos y mitos, llevándonos a decir que la religión es la alienación de la espiritualidad. Yo alieno de mí la capacidad espiritual, la encierro entre cuatro paredes con dibujos e imágenes y lo lleno de ritos, palabras y mucho miedo.

Espiritualidad, para tratar de ser sencillos y con-cretos, es la necesidad individual de comunión con las cosas y la sacralización de la realidad, donde por sagrado se entiende el respeto al otro, del otro, de los que vendrán, de lo que no comprende mi lógica racional. La espiritualidad significa no usar una compañía telefónica (la religión) para comu-nicarnos, sino darnos cuenta que solo necesitamos de nosotros mismos.

Claro ¡esto es subversivo! ¿Cómo vas a liberar al ser humano de sus miedos milenarios, que le permiten ser sometido como un borrego? Ningu-na estructura religiosa lo permite porque, si no, ¿cómo justificaría su existencia toda esa inmensa burocracia de Dios?

La espiritualidad es subversiva frente a la religión, ¿por qué? Piénsalo.

VERSo A VERSo

@_indiracarpiopOr indira CarpiOPoesía

o Nada

Antonieta Madrid es escritora, también fue diplomática. Nació en Valera, como Ana Enriqueta Terán y Víctor Valera Mora. Ha sido considerada una cuentista tan grande como Caicedo o García Már-quez, pero tan invisible como otras mujeres.

El “Poesía o nada” la presenta, como si no fuera necesario:

oJo DE PEZ (FRAg.)Diversas opciones para escribir una novela

Primera opción:

Un joven mira el álbum de su vida y narra, a través de las imágenes de las fotografías y de los recuerdos que estas les sugieren, su historia y la de su familia. Cada foto deviene en un capítulo.

Segunda opción:

La primera más una pequeña historia central, especie de novela bon-sái, columna vertebral del relato. Esta novela bonsái, titulada EL LU-GAR MÁS SEGURO DEL MUNDO, tiene por escenario la biblioteca de la casa, donde el padre de Vanesa, abogado, profesor y político im-portante, da muerte “accidentalmente” al joven novio de su hija.

Tercera opción:

La primera más la segunda, más varias columnas intercaladas, llama-das CÁMARAS, con reflexiones, disertaciones, discursos y monólo-gos sobre la escritura y sus misterios, expuestos por la autora-prota-gonista (quien ha jurado ser escritora) a medida que va escribiendo la novela.

Cuarta opción:

La primera más la segunda, más la tercera, más los restos del material procesado para la novela, denominados RESIDUA. Se decidirá por esta última opción.

Conclusión:

Las posibilidades combinatorias resultan innumerables. Se trata de una novela de arquitectura modular y permutativa cuya verdadera forma, escritura o armazón emerge y se va construyendo en el proce-so mismo de la escritura.

Resultado:

Metanovela: novela sobre la novela: novela que se escribe a sí misma.

Antonieta Madrid

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¿Quién será?POR PEdro dELgAdo / FotograFías ArChivo

Un lujoso Cadillac negro patinaba atascado en el barrial dejado por la incesante lluvia, ya amainada. El tránsito por la carretera hacia El Junquito, sector Boqueroncito, Ca-tia, lucía algo detenido. Algunos adultos y muchachos nos acercamos hasta el sitio del suceso: la calle, sin pavimento para la épo-ca, que sube hacia el barrio Isaías Medina Angarita. Esto ocurrió a inicios de la déca-da de los 60.

Por más esfuerzos que hacían los escoltas y el chófer del auto no lograban hacer conti-nuar la marcha del viajero, quien, visto al trasluz trasero, suponía ser un importante personaje. El apremio se notaba en sus ros-

tros. Nunca antes se había visto por allí un carro semejante. Poco a poco se conformó un grupo dispuesto a ayudar. Uno de ellos, el señor José Romero, mecánico del barrio, instruyendo a viva voz: “Métela toda pa la derecha. Dale más”. Fui uno de los que, con la curiosidad en los ojos, se planteó la in-terrogante: ¿quién será ese hombre en tan extraño carro y con placas tan raras?

Sudorosos y con los nervios en punta, los escoltas cedieron en su desconfianza y per-mitieron a los adultos ayudar en la tarea. “Cuatro por aquí y cuatro por allá”, guiaba el señor José. A cierta distancia, algunos penetrábamos la curiosidad al interior del

CrÓNiCA

vehículo y logramos divisar el blanco y son-rojado rostro de un hombre con aspecto de preocupación, sentado en la butaca trasera. En la parte delantera el chofer, junto a otro hombre con lo que parecía un radio trans-misor, hacía gestos de estar hablando y pe-dir instrucciones.

“Vamos. A la una, a la dos y a las tres”, se dijo a coro y el auto fue rescatado. Se oyó una algarabía a la espera de una propina, que nunca llegó; pero sí la satisfacción, in situ, por haber ayudado al prójimo, oca-sión aprovechada por el personaje para saludar con su mano desde el hermetis-mo del carro, en señal de agradecimiento.

De inmediato, una maniobra hizo retro-ceder el Cadillac, que viró hacia el este de la ciudad. Fue cuando las Harley-Da-vidson arrancaron a toda sirena, abrién-dole paso a la comitiva.

Se supo luego que el senador norteame-ricano Robert Kennedy había llegado a Venezuela para supervisar la misión llamada Alianza para el Progreso. Un error de logística fue haberlo conduci-do aquella tarde al sector equivocado. También se supo que era a un barrio homónimo al descrito inicialmente, pero en la comunidad de Petare, hacia donde se dirigía.

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Para ver, solo falta abrir los ojos. Parece muy obvio, pero todos sabemos que cuando los ojos están cerrados no ven, así les pase por el frente una verdad del tamaño de un edificio. No se lamente, no era que usted no se daba cuenta, era porque no quería hacerlo.1. Verdad única: quienes le rodean tienen el spoiler de lo que le pasará al darse cuenta.2. El título de este minimanual es ambicioso, porque si usted no quiere ver mantendrá los ojos cerrados.3. Siéntase, alguna que otra noche, con la razón. Ella le suele decir cosas que olvidará al otro día.

4. Vaya atando cabos. Suelen ser miles, pero darse cuenta puede llevar años.5. No se convierta en un detective. La realidad golpea cuando menos lo espera.6. No darse cuenta, dentro de todo, es apostar a la tranquilidad. Piense que algunas veces no se está preparado para perderla.7. Vaya coleccionando sucesos, como conchitas en una playa. Le servirá para armar el collage final.8. Nunca es tarde si se dio cuenta.9. Respete el tiempo para darse cuenta de los demás. 10. Considere que darse cuenta de que está haciendo algo mal lleva más tiempo.

EL RUMOR DE LAS BOLAS

Sundandem dercide viduci ipiendelitemquiehfhgAtro quisqui qu-holuptaqui ne holuptaquipt holuptaquiptercide viduci ipien-delitemquiehfhgAtro quisqui quholuptaqui n

Absoluto: Alguien disoluto en su totalidad. Bitas num estiehfh-gAtur, ne pro quisqui quholuptaquiehfhgehfhgAtro quiduci ipiendelitemquiehfhgAtro quisqui quholuptaqui ne holupta-quipt holuptaquiptuisqui quholuptaqui ne holuptaquipt ho-luptaquiptercide vid

TUIT DE

MInIManUal para DarsE cUEnTa

@laespergesia

POR NATHALI GÓMEZ

Ilustración: Justo Blanco

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