revista febrero 2014

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Page 1: Revista febrero 2014
Page 2: Revista febrero 2014

¿Qué beneficios recibimos de asistir regularmente a la iglesia?

¿POR QUÉ DEBO ASISTIR A LA IGLESIA?

Artículo de Portada

En repetidas ocasiones, el Nuevo Testamento enfatiza la importancia de las

asambleas locales. De hecho, este fue el patrón de ministerio que Pablo siguió al establecer congregaciones locales, en las ciudades en donde predicaba el evangelio. Hebreos 10:24-25 manda a todo creyente a ser parte de un cuerpo local como este y revela por qué esto es necesario:

“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:24-25).

El único ambiente en el que puede existir la cercanía necesaria entre creyentes para estimularse cuidadosamente “al amor y a las buenas obras”, es el cuerpo local con el que uno está comprometido. Y es solamente en ese contexto que podemos animarnos los unos a los otros.

El Nuevo Testamento también enseña que todo creyente debe estar bajo la protección y sustento del liderazgo de la iglesia local. Estos hombres piadosos pueden pastorear a un creyente al animarle, amonestarle, y enseñarle. Hebreos 13:7 y 17 nos ayudan a entender que Dios en Su gracia, nos ha concedido rendición de cuentas mediante un liderazgo piadoso.

Además, cuando Pablo le dio a Timoteo instrucciones especiales sobre las reuniones públicas, dijo, “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza” (1 Timoteo 4:13). Parte del énfasis en la adoración pública incluye estas tres cosas: escuchar la Palabra, ser llamado a la obediencia y acción mediante la exhortación y la enseñanza. Es solamente en el contexto de la asamblea local que estas cosas pueden llevarse a cabo de la manera más eficaz.

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Son muchos los beneficios recibimos de asistir regularmente a la iglesia

Hechos 2:42 nos enseña lo que hacía la primera iglesia cuando se reunía: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. Los cristianos se reunían:

1.- Para aprender la Palabra de Dios y las implicaciones de la misma en sus vidas.

2.- Para que estando juntos llevaran a cabo acciones de amor y de servicio unos a otros.

3.- Para conmemorar la muerte y resurrección del Señor mediante el partimiento del pan y la oración. Claro que podemos hacer estas cosas individualmente pero Dios nos ha llamado a Su cuerpo, la iglesia, la cual es la representación local de ese cuerpo mundial. Debemos servir con gusto y ser servidos entre el pueblo de Dios.

Una membrecía activa en una iglesia local es imperativa para llevar una vida sin concesiones. Es únicamente mediante el ministerio de la iglesia local, que un creyente puede recibir la clase de enseñanza, rendición de cuentas y ánimo que son necesarios para que esté fuerte en sus convicciones. Dios ha mandado que la iglesia provea la clase de ambiente en donde una vida sin concesiones puede prosperar.

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En diversas parte del mundo, siempre oímos de “candidatos” y “elecciones”. Se anima a votar por un

hombre o por una mujer, y un partido o una posición. El punto de artículo no tiene nada que ver con la política de las naciones. Es acerca de otra “elección”. El Nuevo Testamento usa las palabras “elegir”, “elegido” y “elección” alrededor de 20 veces como sinónimos de salvación. Pedro no fue un político, pero nos enseñó la importancia de las elecciones—¡la nuestra! Él escribió: “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás” (2 Pedro 1:10).

Jesús dijo que pocos serán “elegidos” (llegarán al cielo) [Mateo 7:13-14]. Según una encuesta, más del 70% de norteamericanos cree que irá al cielo, ¿pero quién está realmente en la lista de invitación a las bodas del Cordero? Los discípulos una vez se sorprendieron cuando Jesús explicó que es muy difícil llegar al cielo (Mateo 19:23-26; cf. Lucas 13:24). Ellos preguntaron: “¿Quién, pues, podrá ser salvo?” (Mateo 19:25)—una buena pregunta. Jesús dijo que es imposible que alguien se salve por medio del hombre, pero con Dios todas las cosas son posibles.

¿Quién necesita la salvación? Veamos varias “elecciones” en el libro bíblico de las conversiones (Hechos) para averiguar qué clase de personas fueron buenos “candidatos”. ¡Las respuestas pueden sorprenderle!

Los Religiosos Devotos (Hechos 2:1-47).

Los que se reunieron en Jerusalén para la Fiesta del Pentecostés del año 33 d.C. fueron hombres devotos de toda nación bajo el cielo (Hechos 2:5). Muchos habían viajado una gran distancia y habían sacrificado muchas cosas para estar allí. ¿Necesitaba esta gente religiosa dedicada la conversión? Pedro claramente dijo que ellos estaban perdidos y que necesitaban hacer algo para salvarse (Hechos 2:22,37-38). Él convenció a 3,000 personas a creer en Jesús, arrepentirse de sus pecados y ser bautizadas para la remisión de los pecados (Hechos 2:37-41). Lucas dice que estas personas fueron añadidas a la iglesia (Hechos 2:47).

Hoy en día mucha gente religiosa devota todavía necesita ser convertida. Dios busca más que sólo devoción: Él quiere que nuestras prácticas religiosas sean correctas (conforme a la Escritura, Salmos 19:8). No podemos salvarnos si estamos involucrados en la religión falsa (Gálatas 1:6-9; Romanos 9:2-3; 10:1-3).

¿QUIÉN NECESITA SALVACIÓN? “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme

vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás” (2 Pedro 1:10).

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Los que Han Sido Engañados por “Milagros” (Hechos 8:4-12).

Simón el mago “había engañado mucho tiempo” a muchos en Samaria para que creyeran que él podía realizar grandes milagros (Hechos 8:11). Pero cuando ellos vieron el verdadero poder de Dios y oyeron la predicación verdadera de Felipe, se convirtieron a Cristo (Hechos 8:12). Ellos no fueron muy diferentes a muchas personas en la actualidad.

Muchos “Simones” reclaman ser “grandes” y alegan realizar milagros, sanar a los enfermos, predecir el futuro y contar los secretos de Dios. Ellos no revelan que “estudian” para saber conmover a sus audiencias, y que organizan cuidadosamente sus producciones. Aprenden a usar psicología y seleccionar cuidadosamente a los participantes. Los que han seguido su “magia” y emocionalismo necesitan volver a la verdad.

Los milagros han cesado en este tiempo (1 Corintios 13:8-10), pero Jesús no ha cesado de trabajar. Él todavía salva a los que vienen a Él (Mateo 11:28-30). Ya que la Biblia es el estándar que nos juzgará (Juan 12:48), necesitamos basar nuestra religión en ella en vez de nuestros sentimientos y emociones.

Los que Son Sinceros Pero Están en Error (Hechos 10:1-48).

Cornelio fue un hombre bueno—temeroso de Dios, generoso y religioso (Hechos 10:2). Si algún hombre no hubiera necesitado la conversión, pareciera que Cornelio sería ese hombre. Pero a él se le dijo que enviara a buscar a Pedro para que aprendiera lo que debía hacer para salvarse (Hechos 10:5; cf. 11:14). Al oír el sermón de Pedro, él y su familia fueron convertidos a Cristo (Hechos 10:48). Hoy muchos piensan que Dios les acepta simplemente porque poseen buena moralidad, aportan a las buenas causas, obedecen la ley, y tal vez asisten ocasionalmente a los servicios religiosos. Pero Cornelio les dice a ellos: “Ser una buena persona no es suficiente. Necesitan ser bautizados en Cristo y llegar a ser miembros activos de Su iglesia” (cf. Gálatas 3:26-27).

Los que No Conocen a Dios en Absoluto (Hechos 16:30-34).

El carcelero encargado de vigilar a Pablo y a Silas no era un judío; por ende no conocía lo que el Antiguo Testamento decía concerniente al Mesías venidero. Pablo y Silas le enseñaron que necesitaba creer en Cristo para ser salvo (Hechos 16:31). Cuando aprendió lo que eso implicaba, él y su casa fueron bautizados “aquella misma hora de la noche” (Hechos 16:33). Desde ese momento se le describe como un creyente (Hechos 16:34). Para los que se oponen al evangelismo en el extranjero porque la gente en otras tierras no cree en la Biblia, el carcelero dice: “Por favor, no nos ignoren. Necesitamos el Evangelio y llegaremos a creer y obedecer a la Biblia”.

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Los que Han Sido Inmorales (Hechos 18:8).

No había Las Vegas o San Francisco en el Imperio Romano, pero había un Corinto. Sus ciudadanos eran muy conocidos por su inmoralidad e impiedad. El evangelismo en ese lugar infundió temor en el corazón fuerte del experimentado apóstol Pablo (Hechos 18:9-10; 1 Corintios 2:3). Él pudo haber pensado: “Realmente estoy perdiendo mi tiempo aquí”.

Pero el Señor sabía lo que Pablo no sabía. Aunque los que finalmente constituyeron la membresía de la iglesia de Cristo en Corinto estaban muy acostumbrados a salir en las columnas de chismes y en los registros policiales (1 Corintios 6:9-11), muchos obedecieron cuando oyeron la Palabra. El Evangelio es lo suficientemente poderoso para alcanzar al “pecador empedernido” (Romanos 1:16).

El Evangelio puede alejar al borracho de su botella, al pornógrafo de sus sitios Web, al homosexual de su perversión, al fumador de sus cigarros, al ladrón de su botín y al adicto de su aguja. Los maestros de la Biblia nunca deben juzgar al prójimo como inadecuado para la instrucción del Evangelio. Jesús laboró entre publicanos y pecadores (Lucas 7:34). Tuvo éxito al cambiarles en el primer siglo, y Su Evangelio puede cambiar hoy a la gente. Los que se han involucrado en la inmoralidad no deben sentirse incapaces de llegar al cristianismo. La gente puede cambiar. Puede no ser fácil, pero con la fortaleza de Cristo, se puede lograr. Pablo escribió, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Si necesita hacer cambios, no se excuse pensando que ha vivido de esa manera demasiado tiempo. Dé un paso en la dirección correcta, y Cristo le ayudará a terminar el viaje.

Los que Previamente Fueron Bautizados, Pero Incorrectamente (Hechos 19:1-6).

Pablo se encontró con algunos en Éfeso que habían sido bautizados, pero determinó que habían sido bautizados incorrectamente. Después de corregir su entendimiento, les bautizó una vez más. Hoy algunos que han sido bautizados todavía necesitan convertirse, ya que entendieron mal lo que estaban haciendo. Ellos pueden haber sido “bautizados” cuando eran bebés, sin entender lo que estaba pasando. (Debemos ser creyentes antes del bautismo, Marcos 16:16). Se les puede haber enseñado que fueron salvos antes del bautismo. (El bautismo es el acto que Dios usa para lavar los pecados—Hechos 22:16; cf. 1 Pedro 3:21). Pueden haber sido bautizados de una manera incorrecta. (El bautismo es una inmersión—Romanos 6:4). Tal vez no se les enseñó que debían arrepentirse antes del bautismo (Hechos 2:38), y por ende nunca cambiaron sus estilos de vida. En tales casos, estas personas necesitan ser bautizadas otra vez, y correctamente.

¿Quién es un buen candidato para la salvación? Todos lo somos. ¡Usted lo es! Un predicador anciano que tenía poca educación, pero que sabía de “política eclesiástica”, declaró: “Dios votó por usted; el diablo votó contra usted; ahora es cosa suya hacer el voto decisivo”.

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HINMOS DE ALABANZA

104. “PADRE AMANTE, HE PECADO”

“Os daré corazón nuevo.” Ezequiel 36:26

Padre amante, he pecado y caído en tentación, Vengo a ti arrepentido: Dame un nuevo corazón. Las tinieblas me han cercado y sumido en confusión; Vengo ansioso a suplicarte: Dame un nuevo corazón. He seguido muchas veces Los caminos del error; Soy rebelde y egoísta: dame un nuevo corazón. En la senda peregrina que conduce a perfección, Con la fe, que es luz divina: Dame un nuevo corazón. Amén.

584. “PECADOR, VEN AL DULCE JESÚS” “Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba”.

Juan 7:37 Pecador, ven al dulce Jesús, Y feliz para siempre serás, Que si tú le quisieres tener Al divino Señor hallarás. CORO Ven a él, ven a él, que te espera Tu buen Salvador; Ven a él, ven a él, que te espera Tu buen Salvador. Si cual hijo que necio pecó, Vas buscando a sus pies compasión, Tierno padre en Jesús hallarás, Y tendrás en sus brazos perdón. Si enfermo te sientes morir, Él será tu doctor celestial; Y hallarás en su sangre también, Medicina que cure tu mal. Ovejuela que huyó del redil, ¡he aquí tu benigno Señor! Y en los hombros llevada serás De tan dulce y amante Pastor.

HIMNOS PARA EL DÍA DOMINGO 02 DE FEBRERO DE 2014 El perdón una prueba de amor

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1 En cierta ciudad Argentina, mientras observaba a sus hijos jugar en un parque, se desarrolló un curioso drama entre dos mujeres y sus hijos. Una mujer sostenía la mano de su hijo. La otra, más alterada, agarraba el codo del suyo. Ambos niños estaban con el ceño fruncido, con el mentón hacia fuera y las manos metidas en los bolsillos. “Él dijo que lo sentía”, dijo la segunda madre. “Ahora dile tú: ‘Te perdono’, y dense la mano”. Ninguno de los dos se miraba a los ojos. Durante el silencio, la frustrada mamá comenzó a amenazar alteradamente a su hijo hasta que éste pronunció una o dos palabras. Aliviada, esta mamá los envió de nuevo al parque, y luego se lamentó con su amiga sobre la dificultad de llegar a los corazones de sus hijos. “Sé que el necesitaba hacerlo”, suspiró, “pero si no lo hizo de corazón, ¿qué sentido tiene?”

2 Era una pregunta válida. Después de todo, el “te perdono” que dijo su hijo era tan sincero como el “lo siento” de la respuesta del otro. Este incidente nos recuerda que saber que hay que perdonar no es la parte difícil; perdonar de verdad, sí que lo es. Por lo tanto ¿Qué dice la Biblia sobre el perdón? ¿Qué no ayudará a saber perdonar de verdad? Analicemos de cerca lo que significa el perdón a la luz de la parábola de Mateo 18:23-35 de la cuál extraeremos lecciones valiosas acerca del verdadero perdón.

3 Esta parábola usada por Jesús para hablar acerca del perdón, nos habla de la gran diferencia entre el ser de Dios y los hombres. Analicemos seis detalles sobresalientes de este relato. (Lea Mateo 18:23-35)

EL TAMAÑO DE LA DEUDA

4 El versículo veinticuatro dice que uno de los siervos le debía diez mil talentos al rey. ¿Cuánto es eso? Sin dudas, responder esta pregunta nos va a mostrar el tamaño de la misericordia de Dios. Mateo 20.1, 13 nos muestran que un denario era el sueldo que un trabajador recibía por un día de trabajo. Un destacado biblista, en su comentario a Mateo, dice: “Un talento correspondía a seis mil denarios. Un trabajador normal necesitaría mil semanas de trabajo para obtener un talento. Para obtener diez mil talentos necesitaría diez mil semanas. Es decir, 192.000 años de trabajo”. Si entendemos que la parábola que Jesús está contando, habla de Dios y los hombres, el rey y sus siervos, entendemos el tamaño de nuestro pecado y la condición en que nos encontramos con Dios.

En la aplicación actual de esta parte de relato, nosotros tenemos una deuda que es imposible de pagar. No hay nada que podamos hacer para cancelar nuestra deuda con Él. Somos incapaces de hacerlo. ¿Qué nos hace reflexionar esto de nuestras acciones hacia Dios?

SOMOS PERDONADOS POR GRACIA DE DIOS

5 La respuesta del siervo fue pedir clemencia frente al castigo. En el versículo veintiséis dice: “Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.” ¿Sería posible que el siervo pudiera pagar? Nunca. El rey lo perdonó, pero no pidió que el siervo pagara su deuda. El texto dice que el rey, “movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.” (v. 27). El rey quiso perdonar al siervo por gracia. Él no esperaba que el siervo le pagara, sabía que eso nunca iba a pasar.

6 ¿Qué podemos decir hoy día de nosotros? Dios simplemente nos perdona sin esperar que nuestras obras restauren nuestra relación con él. No espera que hagamos algo para librarnos de la deuda, simplemente tiene misericordia de nosotros. Esto es conocido como la Gracia de Dios. ¿Cómo nos sentimos ante tan grande amor de parte de nuestro Creador?

NUESTRA PECAMINOSA CONDICIÓN HUMANA

7 Justo después de haber sido perdonado de tan grande deuda, el siervo se encuentra con un compañero de trabajo que le debía cien denarios, es decir, el dinero de cerca de tres meses de trabajo. Esto equivalía a la seiscientos milésima parte (1/600.000) de la suma perdonada. Cuando lo vio lo tomó del cuello y lo estaba ahogando. Le dice “págame lo que me debes” y ese compañero de trabajo le responde “Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo” (v. 29). Exactamente lo que el siervo le había pedido al rey en el versículo veintiséis.

8 El hombre no tuvo compasión y en una acción irracional, ciertamente segado por el pecado, hizo que lo metieran en la cárcel. Como si ahí el hombre fuera a conseguir dinero para poder pagarle los cien denarios que le debía. El siervo en realidad actuó movido por venganza y no por el deseo de que la deuda fuera pagada. ¡Qué lamentable condición reina en el corazón humano!

“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.”. (Mateo 18:35)

EL PERDÓN: UNA PRUEBA DE AMOR

02 de Febrero de 2014

Himnos 104 y 584

1-3 a) ¿Qué ocurrió en cierta ciudad de argentina? b) ¿Qué analizaremos en este estudio bíblico? 4 ¿A cuánto equivalía la deuda del esclavo malo, y qué valiosa lección nos enseña?

5, 6 a) ¿Por qué se esperaba más del esclavo inicuo? b) ¿Qué nos enseña esto en cuanto a la Gracia de Dios? 7, 8 a) ¿A cuánto ascendía la cuenta del otro esclavo? b) ¿Qué aprendemos del trato que le dio el esclavo inicuo a su compañero?

Page 9: Revista febrero 2014

DEBEMOS PERDONAR COMO DIOS PERDONA

9 Cuando el rey se enteró de lo que aquel hombre hizo, lo llamó y le dijo: “¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?” (v. 33). El rey afirma que debería existir una equivalencia entre el perdón de Dios y el nuestro. Eso es lo que Jesús también enseña en la oración modelo: “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mat 6:12 R60). Nuestro perdón, al igual que el de Dios, debe ser un perdón sin límites.

10 Justo antes de que Jesús contara esta parábola, Pedro había preguntado: “¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” (v. 21) y Jesús le respondió: “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” (v. 22). Estos números nos recuerdan la promesa de venganza de Lamec en Génesis 4. ¿Cuántas veces debemos perdonar a una persona? Cuantas veces ella consiga pecar contra nosotros. La deuda que tenemos con Dios es impagable, cualquier deuda que alguien tenga con nosotros será menor.

PERDONEMOS CON LA ACTITUD CORRECTA

11 Algunas veces las personas no perdonan hasta “sentir” que perdonaron. Perdonar, en la Escritura, no es una opción. Perdonar es un deber. No importa como la persona se sienta, ella debe perdonar. Dios nunca se “sintió” bien con nosotros. Isaías 64.6 dice que “todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia.” En tiempos bíblicos los “trapos de inmundicia” eran los paños que las mujeres usaban cuando menstruaban. Aun así Dios ve lo mejor que podamos tener. Él no esperó sentirse bien con nosotros. Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Rom 5:8). ¡Qué maravilloso es nuestro Dios!

CONOCER EL EVANGELIO ES CLAVE PARA SABER PERDONAR

12 Cuando vemos que estamos en la misma condición que el siervo que debía al rey y entendemos que Dios nos perdonó una deuda impagable, podemos (y debemos) perdonar de la misma forma. Si alguien no entiende el Evangelio nunca va a poder entender el perdón sin límites. 1 Juan 4:8 afirma que “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” Y en el versículo once enseña “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.”

SABIENDO PERDONAR EN LA IGLESIA

13 En estos tiempos de tanta falta de amor, nada agradaría más a satanás que ver a los santos hijos de Dios divididos por la falta de amor y empatía en la Iglesia y fuera de ella. Si nos dejamos llevar por el rencor hacia algún miembro de la Iglesia correríamos un grave peligro pues la Biblia dice en Marcos 11:25: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas” (Reina-Valera 1960). ¡Claramente vemos aquí, que bloqueamos nuestro propio perdón al ser no perdonadores!

14 De manera constante, deberíamos revisar nuestros propios corazones en busca de cualquier falta de perdón tan a menudo como oremos. En otras palabras, ésta debería ser un área constante de autoexamen. ¿Cuándo fue la última vez que nos autoanalizamos en este aspecto? (Mateo 6:14,15; 18:21-35; Marcos 11:35; Lucas 6:37; 11:4)

¿Qué lecciones extraemos de la parábola del siervo malvado?

9, 10 a) ¿Cómo es el perdón de Dios? b) ¿Cuantas veces debemos perdonar a quienes nos ofenden? 11 ¿Por qué decimos que el amor de Dios es superlativo?

¿Imitemos a nuestro amado Padre celestial siendo perdonadores?

12 ¿Por qué es necesario conocer el evangelio para saber perdonar? 13, 14 ¿Cuánta importancia reviste hoy el saber perdonar en la iglesia y, porque decimos esto?

Page 10: Revista febrero 2014

SEAMOS PERDONADORES

15 Todos estamos conscientes que perdonar no es una tarea sencilla, pero si Dios cada día perdona nuestros pecados y faltas ¿Por qué nosotros no seguimos su ejemplo? ¿Por qué nos cuesta tanto perdonar de corazón a los que nos ofenden? Es momento de dejar a un lado el resentimiento, la amargura y todos aquellos sentimientos que nos impiden ser felices y permitir que Dios obre en nuestras vidas con completa libertad, sin que exista nada que interfiera con el propósito que Él tiene con nuestras vidas, de modo que cuando tengamos que perdonar, Dios también nos de la capacidad de olvidar. Una prueba clara de ello será, que cuando recordemos ese incidente, ya no nos causará dolor ni tampoco sentiremos rencor por la persona que lo cometió, pero eso no lo lograremos en nuestras propias fuerzas sino con el poder de Dios.

16 Todos nos hemos hecho algo indebido, ofendido y pecado contra alguien en algún punto de nuestra vida. ¿Cómo debemos responder cuando ocurren tales ofensas? De acuerdo con la Biblia, debemos perdonar. Efesios 4:32 dice; “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Igualmente Colosenses 3:13 declara, “…soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” La clave en ambos pasajes de la Escritura es que debemos perdonar a otros, como Dios nos perdonó a nosotros. ¿Por qué perdonamos? ¡Porque nosotros hemos sido perdonados!

17 Siempre que fallamos, al desobedecer uno de los mandamientos de Dios, pecamos contra Él. Siempre que hacemos daño a otra persona, no sólo pecamos contra ella, sino también contra Dios. Cuando vemos la enorme misericordia de Dios al perdonarnos TODAS nuestras transgresiones, nos damos cuenta de que no tenemos derecho a retener esta gracia para con otros. Hemos pecado infinitamente más contra Dios que lo que cualquier persona pueda pecar contra nosotros. Si Dios nos perdona tanto, ¿cómo podemos rehusar perdonar a otros tan poco? La parábola de Jesús en Mateo 18:23-35 es una poderosa ilustración de esta verdad. Dios promete que cuando venimos a Él, pidiéndole perdón, Él nos lo concede gratuitamente (1 Juan 1:9). El perdón que otorguemos no debe tener límites, de la misma manera que el perdón de Dios es ilimitado (Lucas 17:3-4). Amén

Lucas 17:3 Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca,repréndele; y si se arrepiente, perdónale. 4 Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti diciendo:"Me arrepiento", perdónale.

Efesios 4:31 Quítense de vosotros toda amargura,enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad.32 Más bien, sed bondadosos y misericordiosos losunos con los otros, perdonándoos unos a otros, comoDios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Marcos 11:25,26 Y cuando os pongáis de pie para orar, si tenéis algo contra alguien, perdonadle, para que vuestroPadre que está en los cielos también os perdone a vosotrosvuestras ofensas.

1 Pedro 4:8 Sobre todo, tened entre vosotros un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados.

Mateo 6:12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nosmetas en tentación, mas líbranos del mal. [Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.]14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestroPadre celestial también os perdonará a vosotros.

1 Corintios 13:4 El amor tiene paciencia y es bondadoso. El amor no es celoso. El amor no es ostentoso, ni se hacearrogante. 5 No es indecoroso, ni busca lo suyo propio.

No se irrita, ni lleva cuentas del mal.

La Biblia y el perdón

15 ¿En qué consiste en verdadero perdón? 16, 17 Al reflexionar sobre el perdón de Dios ¿Qué estaremos de ahora en adelante resueltos a hacer y por qué?

Page 11: Revista febrero 2014

HINMOS DE ALABANZA

209. “LA VENIDA DE CRISTO”

“Erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”

Lucas 21:28 La venida de Cristo se acerca; Pronto viene su iglesia a buscar. No durmamos, estemos alerta; ¡Vigilad, vigilad, vigilad! CORO Pronto viene Jesús y nos lleva a la hermosa mansión celestial. Pronto viene Jesús por su iglesia; Nos iremos con él a morar. Ya queremos que Cristo nos lleve a los cielos con él a morar. No seamos jamás negligentes; ¡Trabajad, trabajad, trabajad! Arreglemos, estemos a cuentas con Jesús, el Cordero de Dios. Del que ofende tengamos clemencia; ¡Perdonad, perdonad, perdonad! Perdonando, Jesús nos perdona, Y nos lleva con él a reinar. Ganaremos también la corona; ¡Vigilad, vigilad, vigilad!

142. “TENGO UN AMIGO”

“Servidle con todo vuestro corazón” 1 Samuel 12:20

Tengo un amigo, Cristo el Señor; Yo le bendigo con mi loor, Porque en el mundo nadie como él es en mi vida paciente y fiel. CORO Cristo, mi amigo, ya tuyo soy; ¡Quiero servirte, contigo voy! Tengo un refugio que en el turbión del alma es siempre fiel protector; En él confiado yo viviré Porque a su amparo caminaré. Tengo un maestro doquier yo voy y sus senderos siguiendo estoy; En las tinieblas ya no he de andar, la luz de Cristo me alumbrará.

HIMNOS PARA EL DÍA DOMINGO 09 DE FEBRERO DE 2014

El tiempo del fin

Page 12: Revista febrero 2014

1 La Biblia indica claramente que los cristianos podemos saber algunas cosas. Por ejemplo, podemos saber que tenemos vida eterna (1 Juan 5:13; Juan 20:30-31), que tenemos la verdad (Lucas 1:3-4; Juan 8:32; 21:24; 1 Juan 5:20), que Dios oye nuestras oraciones (Juan 9:31; 1 Juan 5:15), que somos hijos de Dios (1 Juan 5:19), que tenemos una herencia espiritual (2 Corintios 5:1) y que seremos juzgados por Cristo (Romanos 14:10; 2 Timoteo 4:1). Por otra parte, la Biblia también indica claramente que hay algunas cosas que no podemos saber: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos” (Deuteronomio 29:29).

2 Existe un debate continuo en cuanto a lo que podemos saber o no en relación al regreso de Cristo. ¿Está la Segunda Venida de Cristo dentro de la categoría de cosas que podemos saber, o es una de esas cosas secretas que Dios ha reservado en Su divina potestad y voluntad como Su pertenencia exclusiva?

3 Se puede presentar un caso bíblico irrefutable para sostener el enfoque que no se puede conocer el tiempo de la Segunda Venida de Cristo. Aunque los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento enfatizaron la certeza del regreso del Señor (Hebreos 9:28), también señalaron repetitivamente que el Señor vendrá “como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2; 2 Pedro 3:10). La frase “ladrón en la noche” en relación a la Segunda Venida de Cristo enfatiza la llegada del Señor de una manera inesperada. Después de todo, “si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa” (Mateo 24:43, énfasis añadido).

4 Jesús mismo señaló el hecho que Su Segunda Venida es un factor conocido solamente por la Mente Divina. En Su calidad humana, dijo, “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36; Marcos 13:32). Como si esto no fuera suficiente, añadió que “no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana” (Marcos 13:35, énfasis añadido). Estos cuatro tiempos hace referencia a las cuatro vigilias de la noche.

Los que aplican este enunciado a la vida del hombre, hacen un paralelo entre estas vigilias y las varias etapas de la vida—la infancia, la juventud, la adultez y la senectud (Gill, s.d.). Ahora, si se aplica a la duración del mundo, “anochecer, medianoche, canto del gallo y la mañana” pueden hacer referencia, desde un punto de vista humano, a un tiempo desconocido en la gran extensión del tiempo—desde una etapa “temprana” (cf. Hebreos 10:37) hasta una etapa “tardía” (2 Pedro 3:9). Pero independientemente del significado de estas cuatro divisiones, la lección es la misma: “[E]l tiempo exacto de la segunda venida del Señor es totalmente desconocida por el hombre, y por eso requiere que el hombre siempre esté preparado para el encuentro”

5 Algunos han interpretado incorrectamente Mateo 24 para sugerir que se puede predecir la Segunda Venida de Cristo. Pero cuando se analiza el contexto se puede entender que Jesús estaba abordando dos acontecimientos distintos expresados en la pregunta de Sus discípulos: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mateo 24:3). Es obvio por el contexto que la primera parte de esta pregunta tiene que ver con la sentencia que Jesús había pronunciado contra el templo de Jerusalén: “¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada” (Mateo 24:2; cf. vs. 1). La segunda parte de la pregunta, “¿…qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”, indica la idea que los discípulos relacionaron equivocadamente la destrucción del templo con los acontecimientos del fin. A pesar del entendimiento pobre que los discípulos hubieran tenido en cuanto a estos acontecimientos, Jesús expuso la respuesta según el entendimiento divino del tema, corrigiendo el concepto erróneo de que ambos acontecimientos serían paralelos.

6 En Mateo 24:4-34, Jesús desarrolló la primera parte de la pregunta: “¿cuándo serán estas cosas…?”—con referencia a la destrucción de Jerusalén. En esta sección se puede encontrar varias señales de este acontecimiento—por ejemplo, falsos Cristos y profetas (vss. 5, 11,23-24), guerras y rumores de guerra (vs. 6), pestes, hambres y terremotos (vs. 7), tribulación (vss. 9,21), la abominación desoladora (vs. 15) y reunión de “águilas” (vs. 28).

EL TIEMPO DEL FIN “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para

nosotros y para nuestros hijos” (Deuteronomio 29:29)

09 de Febrero de 2014

Himnos 209 y 142

1, 2 ¿Cuáles son algunas cosas que los cristianos sí sabemos y, que vamos a analizar en este estudio? 3, 4 a) ¿Qué es lo que sabemos acerca de la segunda venida de Cristo? b) ¿Qué dijo el Señor en cuanto a su regreso?

5 a) ¿Cómo han interpretado incorrectamente Mateo capítulo 24? b) ¿Qué idea equivocada tenían los discípulos en cuanto a los acontecimientos relacionados con el regreso de Cristo? 6 ¿En qué consistía la primera parte del cumplimiento de Mateo 24?

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7 La historia registra el cumplimiento de estas señales para el tiempo de la destrucción de Jerusalén. De manera errónea, muchos en la comunidad religiosa aplican estas señales al fin del mundo, y por ende, sugieren que se puede conocer el tiempo del fin. Pero si se continúa leyendo el contexto, se puede ver el error de tal conclusión. Jesús dijo en el versículo 34, “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. Obviamente, la “generación” de la cual estaba hablando era la generación que le oía en ese momento. La destrucción de Jerusalén tomó lugar el año 70 d.C.—una fecha no muy lejana para los oyentes de Jesús. En cambio, cuando habló de Su Segunda Venida, Jesús prologó Su respuesta con el siguiente enunciado, “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (vs. 36), y luego presentó un evento diferente carente de señales.

8 El testimonio bíblico es irrefutable en cuanto a la incapacidad humana de conocer el tiempo de la Segunda Venida de Cristo. En lo que respecta a este tema, podemos escuchar la amonestación del Señor a Sus discípulos, la cual todavía hace eco en el tiempo presente en cuanto a las cosas secretas de Dios: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” (Hechos 1:7).

ALGUNAS PREDICCIONES IRRESPONSABLES NOTABLES

9 La cantidad de evidencia bíblica y claridad de las Escrituras en cuanto a este tema parecen no haber parado a algunos líderes religiosos de presentar “predicciones” en cuanto al fin del tiempo. Simplemente, a algunos no les gusta la idea de que Dios haya reservado algunas cosas secretas para Sí mismo (2 Tesalonicenses 2:1-2; 2 Timoteo 2:17-18), y otros están listos a escuchar cualquier susurro extravagante al respecto (2 Timoteo 4:3-4).

Desde el alborear del cristianismo, cuando algunos falsos maestros comenzaron a declarar, “Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está” (Mateo 24:23), los falsos maestros no han parado de “pronosticar” la fecha de la Segunda Venida de Cristo.

LAS PREDICCIONES DE WILLIAM MILLER

10 En la compilación, Evidencia Escritural e Histórica de la Segunda Venida de Cristo, William Miller, un predicador bautista que comenzó el movimiento conocido como adventismo, y quien tuvo muchos seguidores entre ellos Charles Taze Russel, fundador de los testigos de Jehová, presentó cálculos escatológicos basados principalmente en las 70 semanas de Daniel 9, y otros textos, y llegó a la conclusión que “el fin” sucedería en 1843 (Miller, 1842, p. 41). Debido a la insistencia de sus seguidores por una fecha exacta, Miller limitó la Segunda Venida entre el 21 de marzo de 1843 hasta el 21 de marzo de 1844. Pero después que esta fecha llegó y se fue, la cambió a abril de 1844, y finalmente estableció sus cálculos para el 22 de octubre de 1844.

11 Cuando llegó la noche del 22 de octubre de 1844, muchos seguidores, vestidos de ropas blancas, se reunieron en las colinas de Nueva Inglaterra para esperar al Señor. Cuando la medianoche pasó, estas personas tuvieron que regresar a sus hogares en humillación. Este evento finalmente llegó a ser conocido como “La Gran Desilusión” (Oliver, 2004, pp. 104-105). Una de las grandes ironías en esta historia es la seguridad de Miller en cuanto a sus predicciones. Antes de su fracaso confirmado, declaró: “Entonces rogué el privilegio, y lo hago ahora, que alguna persona me muestre alguna falla de prueba en este punto, o dónde, posiblemente, según la Escritura, pueda haber un error en el cálculo que he hecho en esta visión. Después de diecisiete años de estudio, todavía no he podido descubrir dónde pueda fallar” (Miller, p. 242).

12 Lamentablemente para Miller (como también para

Ellen White, la comunidad adventista y los Testigos de Jehová), el simple hecho que ahora, más de un siglo y medio después de su predicción, todavía estemos abordando el tema de la Segunda Venida de Cristo, prueba fuera de toda duda que sus cálculos fueron incorrectos, y que al menos 17 años de su vida fueron desperdiciados en un estudio improductivo que llegó a ser parte de los más grandes fraudes históricos.

LAS PREDICCIONES DE EDGAR WHISENANT

13 Edgar Whisenant fue un ingeniero de la NASA que se jubiló de su trabajo y comenzó a dedicarse a la “profecía”.

De manera errónea, muchos en la comunidad religiosa aplican las señales de la caída de Jerusalén al fin del mundo, y por ende, sugieren que se puede conocer el tiempo del fin.

7, 8 a) ¿Cuándo se cumplió la primera parte de la profecía de Jesucristo y cómo aplican muchos esta porción bíblica? b) ¿Qué dijo Jesús en cuanto a predecir el fin? 9 ¿Qué han hecho muchos “falsos maestros” al momento de interpretar esta parte de la escritura?

10-12 a) ¿Quién fue William Miller? b) ¿Cuáles eventos rodearon su fallida profecía de fin? c) ¿Cómo quedó ha quedado demostrada la falsedad de estos falsos profetas? 13 ¿Quién fue Edgar Whisenant, que predijo en cuanto al fin?

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En 1988 publicó su obra, 88 Razones por las Cuales el Señor Vendrá en 1988 (Whisenant, 1988). Según Whisenant, había razones contundentes para sugerir que el rapto de los creyentes sucedería en septiembre de 1988, marcando el comienzo de una “gran tribulación” y la inminente “Segunda Venida de Cristo”.

14 Aunque muchos descartaron sus predicciones como reclamaciones extravagantes, sus cálculos fueron acogidos por algunas personas significativas que se aseguraron que Whisenant tuviera sus minutos de fama. Recibió el apoyo de los fundadores de la cadena televisiva religiosa TBN (la misma cadena que hoy promueve a “profetas” modernos como Benny Hinn, John Hagee y otros), y cerca del tiempo predicho, TBN comenzó a transmitir instrucciones para aquellos que supuestamente serían “dejados atrás”. El libro de Whisenant llegó a ser récord de ventas de la noche a la mañana; millones de copias se vendieron, tanto que las librerías tenían problemas en satisfacer la demanda, y cientos de miles de copias fueron distribuidos a los ministros religiosos a través de los Estados Unidos.

15 Otra vez, se puede ver la ironía de esta historia en la seguridad de este nuevo “profeta”. Cuando se publicaron sus cálculos, Whisenant remarcó, “Yo estoy equivocado solamente si la Biblia está equivocada, y digo esto claramente. Bíblicamente no hay manera que pueda estar equivocado; y digo esto a todos los predicadores en el pueblo” (citado en DeMar, 1999, p. 24, énfasis añadido). Su confianza llegó a su cima cuando declaró en una entrevista que estaría dispuesto a jugarse su propia vida en el asunto.

16 Se puede resumir esta predicción de Whisenant en tres palabras: “Él se equivocó”. Pero su equivocación no paró su deseo de estar en lo cierto. Después de su fracaso, presentó un nuevo reporte que predecía el rapto para 1989—declarando que su único error era que había seguido el calendario equivocado. Se puede resumir esta nueva predicción en cinco palabras: “Él se equivocó…otra vez”. Otros nuevos reportes en los años siguientes continuaron, pero cada vez era más claro que Whisenant se había equivocado…otra vez…y otra vez…y…otra vez. ¿Qué llevo a este grupo de falsos profetas a anunciar erróneamente el fin del mundo? ¿Acaso fueron inspirados por Dios para hacer interpretaciones de este tipo? ¿Qué repercusiones ha tenido en muchas personas este tipo de falsas profecías? Esto lo analizaremos en el próximo artículo bíblico.

14, 15 ¿Cómo fueron acogidas la predicciones de Edgar Wishenant? 16 ¿Qué preguntas analizaremos en el próximo estudio?

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HINMOS DE ALABANZA

289. “SIN CRISTO NO TENGO NADA”

“Si alguno está en Cristo, nueva criatura es” 2 Corintios 5:17

Sin Cristo no tengo nada, Sin Cristo no hay salvación, Sin Cristo voy por la vida como un barco sin timón. CORO ¿Cristo, oh Cristo! Si has oído su voz, Ven, acéptale hoy ¡Oh Cristo, oh Cristo! sin ti yo nada soy. Sin Cristo mi alma está muerta, Sin Cristo esclavo yo soy, Sin Cristo no hay esperanza, Más con él yo salvo soy.

287. “NUNCA, DIOS MÍO”

“Bendecid a Jehová en todo tiempo”. Salmo 34:1

Nunca, Dios mío, cesará mi labio de bendecirte, De cantar tu gloria, porque conservo, De tu amor inmenso, grata memoria. Cuando perdido en mundanal sendero no me cercaba, sino niebla oscura, Tú me miraste, y alumbróme un rayo de tu luz pura. Cuando los dones malgasté a porfía, Con que a mi alma pródigo adornaste; “Padre he pecado” con dolor te dije, y me abrazaste. (Pausa) Cuando en sus propios méritos fiaba, Nunca mi pecho con amor latía; Hoy de amor late, porque en tus bondades solo confía. Y cuando exhale mi postrer aliento, Para volar a tu eternal presencia, Habré de hallar, con tu justicia unida, Dulce clemencia.

HIMNOS PARA EL DÍA DOMINGO 16 DE FEBRERO DE 2014 El precio de anunciar falsamente

el fin

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1 En 2 Timoteo 2:17-18 Pablo habló de dos falsos maestros, Himeneo y Fileto, que “se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos”. Desde el tiempo que se hizo ese enunciado (algo de 2,000 años atrás), los falsos maestros y sus falsas enseñanzas y predicciones han estado trastornando la fe preciosa de muchos. El Espíritu Santo claramente previó esta situación cuando advirtió que “en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores” (1 Timoteo 4:1).

2 Las ideologías erróneas siempre han buscado trastornar la fe en Dios. Esto comienza con una mente que cede al error, y luego se esparce como un cáncer mortal y trastorna la fe de aquellos a quienes contacta—incluso de aquellos que una vez conocieron la verdad (compárese con Mateo 24:24; 1 Timoteo 1:19; 6:20-21). Una vez que el mal se ha extendido, la mente del hombre llega a ser esclava del error (2 Corintios 11:19-20; Gálatas 2:4; 4:8-10; 2 Pedro 2:19).

3 Considere las miles de almas preciosas cuya fe ha sido trastornada al seguir las predicciones falaces de estos supuestos profetas del fin del tiempo. Miller no fue el único que esperaba la venida del Señor en 1844, sino también una multitud de seguidores con él, entre ellos Charles Taze Russell quién fundó la secta conocida actualmente como Testigos de Jehová. El libro de Whisenant que predecía la venida del Señor para 1988 recibió la acogida de una gran multitud de almas preciosas—vendiéndose un total de más de cuatro millones de copias. Y hoy un sinnúmero de almas preciosas ha aceptado las predicciones de Camping y muchos otros que se dedican al mismo engaño profético. Ciertamente, estas personas han causado un daño terrible a la fe cristiana, y muchos más continúan haciéndolo.

LA FE DE MUCHOS HA SIDO ESTORBADA

4 No solamente la fe de muchos creyentes ha sido trastornada, sino estos engaños proféticos han impedido directamente que otros lleguen a la fe en Cristo. En sus esfuerzos evangelísticos por predicar las Buenas Nuevas al Procónsul Sergio Paulo, Pablo se encontró con un enemigo de la verdad que procuraba “apartar de la fe al procónsul” (Hechos 13:8). El procónsul, quien tenía deseos de conocer la verdad, ni siquiera podía escucharla debido a la perturbación de este hombre lleno de engaño.

5 Durante los siglos, la fe de un sinnúmero de almas preciosas dispuestas a conocer la verdad ha sido estorbada por las predicciones irresponsables en cuanto al fin del tiempo. Los que decían “Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí” (Mateo 24:23) eran un estorbo para la salvación de aquellos que buscaban escapar de la destrucción de Jerusalén. Hoy muchos que buscan escapar de la destrucción eterna han dado marcha atrás al considerar las predicciones desafortunadas de los “profetas” del fin del tiempo.

EL CRISTIANISMO VERDADERO HA LLEGADO A SER BURLA DE LOS INCREDULOS

6 El mundo con entendimiento cegado (2 Corintios 4:4) no puede distinguir el cristianismo verdadero de las falsificaciones religiosas. Así que frecuentemente el cristianismo verdadero es culpado de las perversidades morales y doctrinales de la religión falsa. Para el mundo escéptico, todos los que reclaman creer en Cristo estamos en el mismo “saco”.

7 Por tanto, cuando aquellos que profesan conocer a Cristo pero “con los hechos lo niegan” (Tito 1:16) deciden torturar a los que se oponen a sus tradiciones humanas, entonces se cree que el cristianismo verdadero tiene parte en tal atrocidad.

16 de Febrero de 2014

Himnos 289 y 287

EL PRECIO DE ANUNCIAR FALSAMENTE EL FIN

“en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores” (1 Timoteo 4:1).

1, 2 ¿Cómo ha trastornado la fe de muchos las falsas profecías? 3 Mencione a algunos falsos profetas de tiempos actuales

4, 5 ¿Cuáles han sido las consecuencias de predecir falsamente el fin del mundo? 6, 7 ¿Qué efectos negativos han traído estas falsas profecías al verdadero cristianismo?

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Cuando un líder sectario guía a sus seguidores al desenfreno moral y finalmente al homicidio voluntario, entonces se cree que el cristianismo verdadero tiene parte en tal fanatismo. Y cuando algunos agoreros religiosos hacen predicciones del fin del tiempo y fracasan notoriamente, se cree que el cristianismo verdadero tiene parte en tal vergüenza. Al final, los adversarios del cristianismo llenan su “guión” de tales delitos religiosos para burlarse del cristianismo y de Su Cristo. “[E]l nombre de Dios [también] es blasfemado entre los gentiles” por causa de aquellos que reclaman ser cristianos mientras rechazan someter sus vidas y creencias a la voluntad de Cristo (compárese con Romanos 2:24).

8 Los cristianos verdaderos nunca podremos parar todas las burlas de los incrédulos en cuanto a la Segunda Venida de Cristo (vea 2 Pedro 3:3-4), pero los que reclaman predecir la fecha del fin han dado “razón” a muchos incrédulos para multiplicar sus burlas. Cuando las predicciones de Miller fracasaron, sus seguidores tuvieron que regresar a sus hogares para enfrentar las burlas de sus vecinos y la comunidad en general. “Miller mismo fue objeto de burla por el resto de su vida”. Cuando las predicciones de Whisenant fracasaron, él también llegó a ser burla continua de la comunidad incrédula, y su nombre fue puesto en la lista de burla de los autores escépticos. Fred Franz quien fue presidente de la Organización de los testigos de Jehová, creyó en las profecías del fin del mundo que dio la Watchtower cuando él apenas tenía 21 años de edad en 1914, y abandonó la universidad de Oxford para esperar ver el fin para ese año, ya que según el mismo había declarado, no tenía sentido estudiar una carrera mundana, y hasta su muerte en 1992, él debió haberse sentido sumamente frustrado por no haberse graduado en la universidad.

Estamos convencidos de que si Fred Franz hubiera asistido a la universidad, de seguro no hubiera seguido siendo un estudiante internacional de la Biblia, pues su capacitación universitaria le hubiera dado otra visión de la vida y hubiera tenido nuevos horizontes para su futuro, lejos de una falsa organización religiosa que anunció falsamente el Armagedón para 1975.

9 Esto no fuera una tragedia si la burla incrédula estuviera limitada solamente a aquellos que reclaman conocer la fecha del fin. Pero ya que el cristianismo verdadero espera la promesa de la Segunda Venida de Cristo (aunque no pretende conocer la fecha), entonces se cree que todos los que reclamamos ser cristianos tenemos parte en este “desfile” continuo de profetas fracasados, o que de alguna manera apoyamos tales predicciones descabelladas. La incredulidad moderna ha usado estos fracasos proféticos del fin del tiempo no solamente para burlarse del cristianismo actual, sino también para burlarse del cristianismo presentado en las páginas del Nuevo Testamento. La profecía inspirada del apóstol Pedro se aplica claramente a aquellos que reclaman saber la fecha del fin: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras… Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado” (2 Pedro 2:1-2, énfasis añadido).

Frecuentemente el cristianismo verdadero es culpado de las perversidades morales y doctrinales de la religión falsa

La incredulidad moderna ha usado los fracasos proféticos del fin del tiempo para burlarse del cristianismo actual, lo que ha traído en muchas ocasiones persecución injusta a cristianos verdaderos

8 ¿Qué paso al final con algunos falsos profetas como consecuencia de sus falsas profecías? Cite un ejemplo.

9 ¿Cómo han utilizado algunos estos fracasos proféticos para atacar el camino de la verdad?

Page 18: Revista febrero 2014

EL PELIGRO DE LA INCREDULIDAD Y EL ORGULLO

10 Es interesante notar que aquellos que reclaman predecir el tiempo del fin insinúan que “la comunidad cristiana que continúa sosteniendo la creencia que no podemos saber cuándo sucederá el fin” (“Día del Juicio…”, s.d.) adolece de incredulidad. De otra manera, les creeríamos. Este tipo de razonamiento es defectuoso y torcido. Los que reclaman predecir la fecha del fin son aquellos que han sucumbido a la incredulidad—ellos simplemente no creen lo que Jesús dijo: “[N]o sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:13). Si Jesús dijo que el “día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36), entonces los creyentes simplemente deben aceptar las palabras de Jesús como verdaderas y renunciar a cualquier intento de poner una fecha para Su Segunda Venida.

11 El escritor inspirado del libro de Hebreos advirtió: “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” (3:12). La incredulidad (lo cual este versículo define como maldad—“corazón malo”) es el problema fundamental de aquellos que se apartan de la Palabra de Dios. Dios dijo, “No comerás” (Génesis 2:17), pero la incredulidad llenó el corazón del hombre, y él comió (3:6). Dios dijo, “No reedificarás” (Josué 6:26), pero la incredulidad llenó el corazón de Hiel, y él “edificó” (1 Reyes 16:34). Dios dijo, “No comerás, no beberás y no regresarás por el mismo camino” (1 Reyes 13:17), pero la incredulidad llenó el corazón del joven profeta, y él comió, bebió y nunca pudo regresar (vss. 21-24). Y Dios dijo, “No sabrás” (Mateo 24:36; 25:13), pero hoy la incredulidad ha llenado el corazón de muchos, y ellos declaran atrevidamente, “Podemos saber”.

12 Una de las características que parece unir distintivamente a todos los “profetas” del fin del tiempo es el orgullo (compárese con 2 Timoteo 3:2). En el fondo, se necesita una dosis considerable de orgullo para declarar saber lo que casi toda la comunidad cristiana no sabe. Y ciertamente, se necesita una sobredosis de orgullo para declarar saber lo que la segunda Persona de la Deidad dijo que no sabía en Su calidad humana (Marcos 13:32).

13 Se puede detectar claramente la arrogancia de estos

“profetas” en sus declaraciones confiadas que no admiten ningún grado de duda en sus predicciones. Como se ha visto previamente, ellos no solamente han declarado que sus predicciones son infalibles, “100% exactas e indiscutibles”, sino también han tenido la osadía de retar a que alguien les muestre algún error en sus predicciones.

14 También se puede ver que el orgullo es una condición crónica de estos hombres en el hecho que cuando sus predicciones iniciales fallan, en vez de admitir que no pueden conocer la fecha del fin, deciden hacer nuevos cálculos y ofrecer nuevas fechas que garantizan con la misma seguridad. Y finalmente, cuando sus predicciones fracasan totalmente, su orgullo no les permite retractarse o pedir perdón públicamente. La condición de algunos es tan severa que después de años de “rehabilitación” carente de predicciones predominantes, recaen nuevamente en el orgullo antiguo y comienzan a profetizar nuevas fechas como si nunca hubiera pasado nada. Su arrogancia no les permite disculparse, autoanalizarse y humillarse antes de comenzar nuevamente a proclamar “Podemos saber” y condenar a los que no creen en sus nuevas predicciones.

15 Las predicciones que sugieren fechas para el fin del tiempo son generalmente “eficaces” en producir ganancias debido a dos razones principales: (1) Muchos están deseosos de conocer la fecha de la Segunda Venida del Señor para así continuar con sus vidas inmorales y arrepentirse a la “última hora”. Probablemente esta tendencia humana es una de las razones por las cuales Dios determinó en Su omnisciencia no permitir que el hombre conociera la fecha del fin—para que estemos preparados “en todo tiempo” (Lucas 21:36). (2) Si se puede convencer a alguien que Cristo regresará en el futuro inmediato, entonces, ¿para qué seguir acumulando o conservando bienes para el futuro distante (compárese con Lucas 12:17-20)? En tal caso, tal vez el mejor curso de acción es donar todos nuestros bienes e inversiones al “Señor”— ¿y qué mejor manera de hacerlo, que donar todo a aquellos a quienes el Señor ha dado “sabiduría” para conocer el tiempo de Su regreso? La historia muestra que esto es exactamente lo que algunos crédulos han hecho.

Si se pudiera reducir en una sola razón el conjunto de razones detrás de las predicciones irresponsables del fin del tiempo, tal vez la incredulidad merecería atención absoluta.

10 a) ¿En qué sentido son incrédulos los falsos profetas? b) ¿Qué dijo Jesús en cuanto a la fecha del fin? 11 a) ¿Qué es la incredulidad? b) ¿Cómo demuestran los falsos maestros que su corazón se ha llenado de incredulidad?

12, 13 ¿Por qué es una gran muestra de orgullo por parte de los falsos profetas el pretender dar una fecha para el fin? 14, 15 a) a) ¿Qué suelen hacer muchos cuando fallan sus predicciones? b) ¿Qué beneficios obtienen muchos de esto?

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AGUARDEMOS EL FIN CON PACIENCIA

16 Obviamente, el tiempo ha descartado las predicciones pasadas hasta el día de hoy. Ya se ha demostrado bíblicamente e históricamente que es imposible conocer la fecha del fin. Debemos ser cuidadosos en responder esta pregunta con una negación inflexible—para no caer en el mismo error de aquellos que ponen fechas para el fin. Los cristianos debemos estar preparados para el encuentro con nuestro Señor en cualquier momento (véase Lucas 21:36). El no conocer el día y la hora nos da la oportunidad de demostrar que servimos a Jesús sin un motivo egoísta. Resolvámonos a nunca dejarnos llevar por los cuentos de los falsos maestros, para así estar listos con expectación anhelante mientras esperamos el retorno de nuestro Señor y Salvador Cristo Jesús. Amén.

16 a) ¿Qué oportunidad nos brinda no saber el día ni la hora del fin? b) ¿A que estamos resueltos los verdaderos cristianos?

“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria” Mateo 25:31

Page 20: Revista febrero 2014

HINMOS DE ALABANZA

291. “HAY UN NOMBRE NUEVO EN LA GLORIA” “Regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. Lucas 10:20 Una vez, perdido vivía yo, Lejos y vagando en error; Mas la voz de Cristo me alcanzó, Me llamó con tierno amor. CORO Hay un nombre nuevo en la gloria, Mío es, sí, mío es; y los ángeles cantan la historia: “Salvo es el pecador”. Oh, hay un nombre nuevo en la gloria, Mío es, sí, mío es; Todos mis pecados ya son perdonados. ¡gloria al Señor! En la Biblia dice que salvo soy por la sangre de Jesucristo; Ya por fe en su nombre a la gloria voy desde que me rescató. (Pausa) Cantos de alegría elevo hoy a mi Rey y buen Salvador; Todos mis talentos a Cristo doy, Que me use por su amor.

608. “TE SEGUIRÉ, MAESTRO” “Siguió a Jehová y no se apartó de el”. 2

Reyes 18:6 Te seguiré, Maestro, haré tu voluntad. A los cansados y tristes Anunciaré tu verdad, Les diré que te reciban Y vida eterna tendrán, Y que te sigan doquiera, Haciendo tu voluntad. Divino nazareno, lléname de bondad, Dame un espíritu recto, libre de toda maldad. Haz que, al mundo perdido, Diga que Cristo Jesús vino a buscar y a salvarles Muriendo en dura cruz. Dame poder de lo alto, Dame tu santa unción; Espíritu, alma y cuerpo Te entrego con devoción. Cual Isaías te clamo: “Santo Señor, heme aquí,” pues en el fondo de mi alma, tu tierna llamada oí.

HIMNOS PARA EL DÍA DOMINGO 23 DE FEBRERO DE 2014

¿Ha nacido usted de nuevo?

Page 21: Revista febrero 2014

1 Jesucristo dijo, “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Esta es una de las cuestiones más importantes en la vida de todo ser humano. No es suficiente responder “Soy miembro de una iglesia; supongo que soy cristiano”. Miles de cristianos nominales no muestran señal alguna de haber nacido de nuevo, las cuales se mencionan en las Sagradas Escrituras, principalmente en la Primera Epístola de Juan. Analicemos a la luz de las Santas Escrituras cinco aspectos que demuestran si hemos nacido de nuevo.

NO PRACTICA EL PECADO

2 En primer lugar, el apóstol Juan escribió: “Todo aquel que es nacido de Dios no comete pecado” (1 Juan 3:9). “Todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado” (5:18). Aquella persona que ha nacido de nuevo, que ha sido regenerada, habitualmente no comete pecado. No exhibe una inclinación total hacia el pecado. Probablemente hubo algún tiempo en que dicha persona no se detenía a pensar si sus acciones eran pecaminosas o no, y no siempre sentía aflicción tras hacer el mal. No había una lucha entre él y el pecado; ambos eran amigos. Pero un verdadero cristiano odia el pecado, huye de el, lucha en su contra, lo considera su mayor calamidad, resiente la carga de su presencia, sufre cuando cae bajo su influencia, y anhela liberarse completamente de el.

3 Para el cristiano que ha nacido de nuevo el pecado ya no le place; se ha convertido en algo horrible y que odia. Sin embargo, no puede eliminar su presencia dentro de él. Si dijese que en él no hay pecado estaría mintiendo (1 Juan 1:8). Pero sí puede decir que odia el pecado y que el mayor deseo de su alma es no cometer pecado en absoluto. No puede evitar tener malos pensamientos, omisiones y defectos tanto en sus palabras como en sus acciones. Él sabe que “en muchas cosas ofendemos” (Santiago 3:2). Pero puede decir con certeza, delante de Dios, que estas cosas le ocasionan dolor y pena, y que su ser no se complace en ellas. Que diría el apóstol de usted? ¿Siente pesar por ver su condición pecaminosa y aun así se esfuerza con todo su ser por no ser esclavo de los deseos pecaminosos? Este es un aspecto notable de quien ha nacido de nuevo.

CREE EN JESUCRISTO COMO SU SALVADOR

4 En segundo lugar, Juan escribió: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios” (1 Juan 5:1). Un hombre que ha nacido de nuevo, que ha sido convertido, cree que Jesucristo es el único Salvador que puede perdonar su alma, que Él es la persona divina designada por Dios Padre para dicho propósito, y que fuera de Él no hay salvación alguna. En sí mismo no encuentra valor alguno. Pero tiene confianza plena en Cristo, en que todos sus pecados le han sido perdonados. Puesto que ha aceptado la obra completa y muerte de Cristo en la cruz, el cree que es considerado justo delante de Dios, y puede esperar la muerte y el juicio final sin miedo.

5 El cristiano que ha nacido de nuevo podrá tener temores y dudas. Inclusive decir que a veces siente como si no tuviera fe en absoluto. Pero pregúntele si está dispuesto a confiar en cualquier cosa o persona en vez de Cristo, y verá lo que le responderá. Pregúntele si depositaría su esperanza de vida eterna en su propia bondad, sus propias obras, sus oraciones, su guía espiritual, o su iglesia, y escuche su respuesta. ¿Qué diría el apóstol de usted? ¿Es así como se siente usted? Nuestras respuestas sinceras desde el fondo de nuestro corazón mostrarán sin lugar a dudas que hemos sido adoptados como hijos de Dios y por lo tanto hemos nacido de nuevo.

¿HA NACIDO USTED DE NUEVO? “El que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios” (Juan 3:3).

23 de Febrero de 2014

Himnos 291 y 608

1 ¿Cuál es una cuestión vital para ver el Reino de Dios? 2, 3 a) ¿Cómo se relaciona el pecado con el cristiano nacido de nuevo? b) ¿Cómo ve el pecado el cristiano regenerado por Dios?

4 ¿Qué es imprescindible para nacer otra vez? 5 ¿Cómo sabemos que hemos sido adoptados como hijos de Dios?

Page 22: Revista febrero 2014

PRACTICA LA JUSTICIA

6 En tercer lugar, Juan escribió: “Todo el que hace justicia es nacido de Él” (1 Juan 2:29). El hombre que ha nacido de nuevo, o se ha regenerado, es un hombre santo. El busca vivir acorde a la voluntad de Dios, hacer las cosas que agradan a Dios y evitar aquellas que Dios aborrece. El desea mirar continuamente a Cristo como ejemplo a seguir y como su Salvador, y demostrar ser su amigo guardando sus mandamientos. Él sabe que no es perfecto. Es consciente de su corrupción inherente. Percibe un principio de maldad dentro de sí mismo que lucha constantemente por separarle de la gracia de Dios. Pero él no lo consiente, aunque no puede prevenir su presencia.

7 Aunque a veces puede sentirse tan despreciable al punto de cuestionarse si en verdad es cristiano o no, aun así será capaz de decir, como John Newton, “no soy lo que debería ser, no soy lo que quiero ser, no soy lo que espero ser en otro mundo; pero aun así no soy lo que fui alguna vez, y por gracia de Dios soy lo que soy”. ¿Qué diría el apóstol de usted? El sentir del hombre piadoso se compara a lo expresado por el apóstol Pablo: “Porqué lo hago que, no entiendo lo; ni lo que quiero, hago; los antes lo que aborrezco, aquello hago. Y si lo que no quiero, hago esto, apruebo de me ley es buena de manera que ya no obro aquello, sino el pecado que mora en mí y yo sé que en mi (es un sable, en mi carne) no mora el bien: Tengo porque el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo por que no hago el bien que quiero del; mas el mal que no quiero, hago este, si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el mal que mora en mí”. (Rom. 7:15-20)

AMA A OTROS CRISTIANOS

8 En cuarto lugar, Juan escribió: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida en que amamos a los hermanos” (1 Juan 3:14). Un hombre que ha nacido de nuevo tiene un amor especial por todos los discípulos verdaderos de Cristo. Ama a todos los seres humanos con gran amor general, pero tiene un amor especial por quienes comparten su fe en Cristo. Al igual que su Señor y Salvador, el ama a los peores pecadores y se aflige por ellos; pero él siente un amor peculiar por aquellos que son creyentes. Nunca se siente tanto en casa como cuando se encuentra en su compañía.

9 El cristiano regenerado los considera a todos como miembros de una misma familia. Son sus compañeros de batalla, luchando contra el mismo enemigo. Son sus compañeros de viaje, marchando a lo largo del mismo camino. El los comprende, y ellos lo comprenden. Podrían ser muy diferentes a él en muchos sentidos - en rango, en riqueza. Pero eso no importa. Ellos son hijos e hijas de su Padre y el no puede evitar amarlos. Preguntémonos: ¿Es así como veo a mis hermanos en la iglesia? ¿Estoy dispuesto a sacrificarme a favor de ellos en circunstancias desfavorables? ¿Busco maneras de apoyarlos en tiempos difíciles?

VENCE AL MUNDO

10 En quinto lugar, Juan escribió: “Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo” (1 Juan 5:4). Un hombre que ha nacido de nuevo es cuidadoso de su propia alma. No solo intenta evitar el pecado sino también todo aquello que pueda conducirle a él. Es cuidadoso respecto a quienes le acompañan.

El hombre regenerado desea mirar continuamente a Cristo como ejemplo a seguir y como su Salvador, y demostrar ser su amigo guardando sus mandamientos.

Como una persona regenerada el cristiano que ha nacido de nuevo ama a su prójimo, pero especialmente a sus hermanos en Cristo.

6 ¿Qué significa vivir en santidad? 7 ¿Qué lucha constante tiene el verdadero cristiano regenerado, y esto de que es prueba?

8, 9 ¿Por qué el verdadero cristiano ama en todo tiempo? Explique 10 ¿En qué sentido lo que es “nacido de Dios vence al mundo”? (1 Jn. 5:4)

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11 Él sabe que la comunicación perversa corrompe el corazón y que la maldad atrae más que la bondad, así como la enfermedad es más contagiosa que la salud. Es cuidadoso sobre el empleo de su tiempo; su principal deseo es usarlo en forma provechosa. El desea vivir como un soldado en país enemigo portando su armadura en forma continua y siempre preparado para las tentaciones. Es diligente siendo un hombre de oración, vigilante y humilde. Preguntémonos: ¿Busco tiempo para estudiar de manera regular la Sana Doctrina de la Palabra de Dios? ¿Evito el pecado? ¿Utilizo mi tiempo para glorificar a mi Cristo y hacer su voluntad? ¿Mi esperanza celestial me mantiene firme ante los problemas de este mundo pasajero? Nuestras respuestas positivas indicaran que somos cristianos regenerados.

EXAMÍNESE

12 Estas son las cinco características principales de un cristiano que ha nacido de nuevo. La notoriedad de las mismas es muy variable entre diferentes personas.

En algunas apenas son perceptibles. En otras son muy marcadas, inequívocas, de tal manera que todos pueden percatarse de ellas. Algunas de estas características sobresalen más que otras en diferentes individuos. Es raro que sean igualmente evidentes en cualquier persona. Pero aun después de tomar en cuenta posibles diferencias, tenemos aquí cinco aspectos que marcan a un sujeto que ha nacido de Dios. ¿Cómo debemos reaccionar ante estas cuestiones? Lógicamente solo podemos concluir una cosa: sólo aquellos que han nacido de nuevo muestran estas cinco características, y quienes no las tienen no han nacido de nuevo. Esta es la conclusión a la cual el apóstol nos quiere hacer llegar. ¿Posee usted estas características? No cabe la menor duda de que si ejercemos plena fe en Jesucristo como nuestro Salvador y ponemos nuestra vida totalmente en sus manos, podremos se engendrados de nuevo, y de esa manera alcanzaremos el galardón de vivir para siempre como nuestro amoroso Padre celestial por toda la eternidad. Y usted ¿Ha nacido de nuevo? Amén.

11 ¿Qué preguntas deberíamos hacernos para saber si estamos venciendo al mundo?

12 a) ¿Quiénes han nacido de nuevo? Explique. b) ¿Qué pregunta es vital hacernos de manera individual?

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La Predestinación

La predestinación es quizás uno de los temas más importantes y más controversiales de la doctrina bíblica. La mayoría de las iglesias no enseñan esta doctrina porque algunos la consideran muy complicada o hasta sin importancia, a otros les causa miedo o pesimismo. Pero siguiendo el consejo del Señor tenemos que estudiar todo para obtener sabiduría (Salmos 19:7).Por lo tanto es importante estudiar esta doctrina.

Pero primero veremos que es la predestinación. Esta doctrina habla de que hay personas escogidas (elegidas para salvación) y personas no escogidas. La Biblia también enseña que la "elección" tomó lugar desde antes de la fundación del mundo. Para ver esto veamos Efesios 1:3-5:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor, 5 habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad.

Como podemos ver la predestinación del creyente en Cristo toma lugar después de la elección del mismo, o sea Dios primero elige de acuerdo a su solo deseo soberano quien será salvo y quien será dejado o no salvo.

También veamos Romanos 8:29-30 que dice:

29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

Esto nos enseña que Dios decide quien se beneficiará del sacrificio expiatorio de Cristo y será justificado y glorificado al final, y quién no. Él sabe lo que haríamos libremente en una determinada situación, así que después de escogernos Él nos pone en ese mundo donde seremos salvos.

También es común ver en los evangelios que Jesús se refiere a los que creen en el cómo los escogidos

en múltiples ocasiones (Véase Mateo 24:22,31, Marcos 13:20).

La palabra griega para predestinado o elegido es προορίζω (proorizo), esta palabra significa predestinado o puesto de antemano o planificado. Así que podemos ver como Dios ya había decidido por su propio gusto y deseo salvación.

¿Eso significa que Dios es injusto?, ¿y si yo quiero ser salvo y no soy un elegido? esta pregunta es muy común y está basada en un mal entendido, para explicar mejor esto veamos lo que dijo el famoso Charles Spurgeon acerca de esto:

Pero hay quienes dicen: “Dios es cruel cuando elige a uno y pasa por alto a otro.” Entonces, yo les preguntaría: ¿Hay alguien el día de hoy que desea ser santo, que desea ser regenerado, que desea abandonar el pecado y caminar en santidad? “Sí, hay,” dice alguien, “Yo quiero.” Entonces Dios te ha elegido a ti. Sin embargo otro dice: “No; yo no quiero ser santo; no quiero dejar mis pasiones ni mis vicios.” ¿Por qué te quejas, entonces, de que Dios no te haya elegido a ti? Pues si hubieras sido elegido, no te gustaría, según lo estás confesando. Si Dios te hubiera elegido hoy a la santidad, tú dices que no te importa. ¿Acaso no estás reconociendo que prefieres la borrachera a la sobriedad, la deshonestidad a la honestidad?

Amas los placeres de este mundo más que la religión ¿entonces?, ¿por qué te quejas que Dios no te haya elegido para la religión? Si amas la religión, Él te ha elegido para la religión. Si la deseas, Él te ha elegido para ella. Si no la deseas, ¿qué derecho tienes de decir que Dios debió haberte dado aquello que no deseas? Suponiendo que tuviera en mi mano algo que tú no valoras, y que yo dijera que se lo voy a dar a tal o cual persona, tú no tendrías ningún derecho de quejarte de que no te lo estoy dando a ti. No podrías ser tan necio de quejarte porque alguien más ha obtenido aquello que a ti no te importa para nada.

Hay muchos que no quieren la religión, no quieren un nuevo corazón y un espíritu recto, no quieren el perdón de sus pecados, no quieren la santificación; no quieren ser elegidos a estas cosas: entonces, ¿por qué se quejan? Consideran todo esto como cosas sin valor, y entonces ¿por qué se quejan de Dios, que ha dado esas cosas a quienes Él ha elegido? Dios da abundantemente a todos aquellos que desean; y antes que nada, Él pone

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el deseo en ellos, de otra forma nunca lo desearían. Si amas estas cosas, Él te ha elegido para ellas, y puedes obtenerlas; pero si no es así, quién eres tú para criticar a Dios, cuando es tu propia voluntad desesperada la que te impide amar estas cosas. ¿Cuándo es tu propio yo el que te hace odiarlas?

Es muy alentador saber que Dios nos escogió y que tal como Juan 3:16 dice Dios nos amó tanto que nos salvó cuando nosotros no teníamos esperanzas.

En la Biblia abundan los textos en los que se menciona que Dios eligió a algunos para ser salvos (Mateo 24:22, 31; Marcos 13:20, 27; Romanos 8:33; 9:11; 11:5-7,28; Efesios 1:11; Colosenses 3:12; 1 Tesalonicenses 1:4; 1 Timoteo 5:21; 2 Timoteo 2:10; Tito 1:1; 1 Pedro 1:1-2; 2:9; 2 Pedro 1:10) algunos de los cuales ya vimos.

¿Entonces esto significa que a los que no escogió estos están destinados al infierno?, la respuesta es no, Dios solo predestino para salvación, las demás personas solo son pasadas por alto eso significa que Dios no los condena simplemente porque si, sino que ellos mismo caen por su propio pecado que libremente cometen, Ya que es imposible que Dios cometa maldad (Job 34:10) el solo castiga lo que las personas cometen.

Nuestro libre albedrío sigue existiendo, pero Dios nos puso de tal manera que nuestras acciones libres fueran lo que Él deseaba de nosotros, dígase salvación o pasar por alto (Romanos 9:13-33).

Dios no crea el mal, el solo lo permitió sabiendo de antemano lo que pasaría y que el hombre caería eligió a algunos, en otro artículo veremos por qué Dios permite el mal.

Que emocionante es saber que Dios nos amó tanto que nos eligió de entre millón de personas para ser salvos, Dios no se fijó en nuestros atributos si no en que éramos los más necesitados (Deuteronomio 7:7-9).

Seamos pues lo que Cristo quiere de nosotros sabiendo que Él nos predestino. Cotribuido por: Diac.Ian David Gonzalez Castillo

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LAS ESCRITURAS. Las Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento fueron dados por la inspiración de Dios, y son el único estándar suficiente, inerrante, seguro, y autorizado de todo conocimiento, fe y obediencia que salva. DIOS. Hay un solo Dios, el Creador, Conservador y Gobernante de todas las cosas, teniendo todo tipo de perfección en Sí Mismo y de Sí Mismo, y siendo infinito en cada uno; y a Él toda criatura le debe el nivel más elevado de amor, reverencia y obediencia. LA TRINIDAD. Dios se revela a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada uno con distintos atributos personales, pero sin división en Su naturaleza, esencia o ser. LA PROVIDENCIA. Dios, desde la eternidad, decreta o permite que acontezcan todas las cosas, y sostiene, dirige y gobierna perpetuamente todas las creaturas y todos los eventos sin ser de ninguna manera el autor o el aprobador del pecado, y sin destruir la libertad humana y la responsabilidad de las criaturas inteligentes. LA ELECCIÓN. Tenemos una posición reformada tradicional respecto a las cuestiones de la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre y la cuestión de la predestinación .Según el punto de vista reformado la elección es la selección eterna de Dios de algunas personas para la vida eterna – no por algún mérito previsto en ellos, sino por Su mera misericordia en Cristo – y por consecuencia de esto son llamados, justificados y glorificados. LA CAÍDA DEL HOMBRE. Dios originalmente creó al hombre a Su propio imagen, y libre de pecado; pero, por medio de la tentación de Satanás, el hombre transgredió el mandamiento de Dios y cayó de su santidad y justicia original; por lo cual su posteridad (es decir, descendientes) heredan la naturaleza corrupta y completamente opuesta a Dios y Su ley, están bajo condenación, y tan pronto como son capaces de acción moral, llegan a ser transgresores verdaderos. EL MEDIADOR. Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, es el mediador designado divinamente entre Dios y el hombre. Habiendo tomado en Sí la naturaleza humana, pero sin pecado, Él cumplió con la ley perfectamente, padeció y murió en la cruz por la salvación de pecadores. Fue sepultado, resucitó al tercer día, y ascendió a Su Padre, en cuya diestra vive para siempre para hacer intercesión por Su pueblo. Él es el único Mediador, Profeta, Sacerdote, Rey de Su Iglesia y Soberano del universo. LA REGENERACIÓN. La regeneración es un cambio de corazón, una obra del Espíritu Santo, quién da vida a los que están muertos en sus transgresiones y pecados, iluminando sus mentes espiritualmente para salvación con el fin de entender la Palabra de Dios, y renovando su naturaleza completa para que amen y practiquen la santidad. Es una obra solamente de la gracia gratuita y especial de Dios. LA REGENERACIÓN. La regeneración es un cambio de corazón, una obra del Espíritu Santo, quién da vida a los que están muertos en sus transgresiones y pecados, iluminando sus mentes espiritualmente para salvación con el fin de entender la Palabra de Dios, y renovando su naturaleza completa para que amen y practiquen la santidad. Es una obra solamente de la gracia gratuita y especial de Dios.

Qué creemos

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EL ARREPENTIMIENTO. El arrepentimiento es una gracia evangélica, en el cual el Espíritu Santo hace consciente a una persona de la maldad multiforme de su pecado, para que se humille con tristeza piadosa, que deteste, y aborrezca el pecado [es decir, odie] y a sí mismo, con el propósito de caminar ante Dios de tal manera que le agrade en todas las cosas. LA FE. La fe salvadora es la creencia, basada en la autoridad de Dios, de cualquier cosa que se revela en Su Palabra referente a Cristo; aceptándolo y reposando en Él solamente para la justificación y la vida eterna. El Espíritu Santo obra en el corazón y acompaña toda la gracia salvadora y lleva a una vida de santidad. LA JUSTIFICACIÓN. La justificación es la absolución misericordiosa y total de todo pecado por Dios de pecadores que creen en Cristo mediante el sacrificio satisfactorio que hizo Cristo en la Cruz. No es dado por algo merecido ni hecho por ellos, sino por causa de la obediencia y satisfacción de Cristo; ellos reciben y reposan en Él y Su justicia por fe. LA SANTIFICACIÓN. Aquellos que han sido regenerados también son santificados por medio de la Palabra y el Espíritu de Dios morando en ellos. Esta santificación es progresiva a través del suministro de fortaleza Divina, la cual todo santo busca obtener, buscando una vida celestial en obediencia cordial [es decir, dispuesta] a todos los mandamientos de Cristo. LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS. Los que Dios ha aceptado en el Amado, y santificado por Su Espíritu, jamás caerán totalmente, ni rechazarán al final de cuentas, su estado de gracia, ( No perderán la salvación ) sino que ciertamente perseverarán hasta el final; y aunque pueden llegar a caer en el pecado por negligencia y tentación, contristando al Espíritu, impidiendo sus gracias y consuelos, trayendo reproche a la Iglesia y juicios temporales sobre ellos mismos, serán renovados nuevamente para el arrepentimiento y serán conservados por el poder de Dios mediante la fe que da salvación. LA IGLESIA. El Señor Jesús es la Cabeza de la Iglesia, la cual se compone de todos Sus discípulos verdaderos, y en Él está invertido supremamente todo poder para su gobierno. Según Su mandamiento, los cristianos han de formarse en sociedades o iglesias particulares; y a cada una de estas iglesias Él ha dado la autoridad necesaria para administrar el orden, la disciplina y la adoración que Él ha designado. Los oficiales regulares de una iglesia son los Obispos (o Ancianos) y los Diáconos. EL BAUTISMO. Sostenemos el concepto bautista del bautismo, es decir, que hay que bautizar a los que han hecho una profesión creíble de fe personal. El bautismo es una ordenanza del Señor Jesús, obligatoria para todo creyente, donde es sumergido en agua en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, como una señal de su comunión con la muerte y la resurrección de Cristo, el perdón de los pecados y de su entrega a Dios, para vivir y andar en vida nueva. Aun así entendemos la teología pactal respecto al tema.

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DONES DEL ESPIRITU SANTO. Mantenemos una postura cautelosa, y no extrema, entendiendo que todos los dones del Espíritu Santo mencionados en el Nuevo Testamento todavía son válidos para hoy, conforme al propósito de Dios para ellos, pero también entendemos que los dones deben ser los Bíblicos y no las tergiversaciones que se dan en la mayor parte del Evangelicalismo que cree en la continuidad de los dones, los creyentes deben ser cautos y seguir las sabias direcciones de la Biblia, y evitar no solo los abusos en este aspecto controvertido, si no las falsificaciones religiosas y emotivas. ESCATOLOGIA. Creemos que la segunda venida de Cristo puede ocurrir cualquier día, que Cristo esta reinando en el cielo ( Amilenialismo) , y que su venida será para arrebatar a su iglesia, y juzgar , pero que será postribulacionista, es decir, que la Iglesia atravesará la gran tribulación. LA CENA DEL SEÑOR. La Cena del Señor es una ordenanza de Jesucristo que ha de administrarse con pan y vino, la cual han de celebrar Sus iglesias hasta el fin del mundo. No es en ningún sentido un sacrificio, sino que fue designado para conmemorar Su muerte, para confirmar la fe de los cristianos y para ser un vínculo, un compromiso y una renovación de su comunión con Él, y de su comunión con la iglesia. EL DÍA DEL SEÑOR. La Iglesia del Nuevo Testamento da el ejemplo de congregarse en el Día del Señor (es decir, el Domingo) para la lectura y enseñanza de la Palabra de Dios, la adoración, la oración y el ánimo mutuo – estimulándose unos a otros a amar y a las buenas obras. Es propio ver el Día del Señor como una celebración de la resurrección de Cristo y la redención de Su pueblo. LA LIBERTAD DE CONCIENCIA. Sólo Dios es el Señor de la conciencia; y El la ha dejado libre de doctrinas y mandamientos de hombres, mismos que son contrarios a Su Palabra, o no tienen nada de Su contenido en ellas. Los magistrados civiles son colocados por Dios por lo que la sujeción de todas las cosas legales ordenados por ellos deben de ser efectuadas por nosotros en el Señor, no solamente por el castigo, sino también por motivos de conciencia. LA RESURRECCIÓN. Los cuerpos de los hombres se convierten en polvo después de la muerte, pero sus espíritus regresan inmediatamente a Dios – los justos descansan con Él; los impíos serán guardados bajo oscuridad para el juicio. En el día final, los cuerpos de todos los muertos, tanto de justos como de injustos, serán resucitados. EL JUICIO. Dios ha designado un día en el cual Él juzgará al mundo por medio de Jesucristo, cuando le dará a cada persona según sus obras: los perversos entrarán en el castigo eterno y los justos, en la vida eterna. © Por Carlos Alberto Paz. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia

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Debido a que este ministerio, tiene la política de asociarse y colaborar con hermanos de otras tradiciones evangélicas, centradas en el Evangelio, dejando de lado aspectos no fundamentales que hacen diferencia, puede traer algunas preguntas respecto a malas interpretaciones y controversias. Para ayudar a aclarar nuestras creencias creemos que también puede ser útil para declarar lo que no creemos. Al afirmar lo que no somos, no buscamos atacar a aquellos que no están de acuerdo con nosotros, sino que nos distinguimos por lo que los pastores y líderes de esta Iglesia y las que plantamos, son conscientes de lo que somos, así como lo que no somos.

•No somos liberales que abrazan la cultura sin discernimiento y comprometen los distintivos del Evangelio, no somos sincretistas ni liberales que permitimos a la cultura reemplazar el Evangelio o siquiera diluirlo, lejos de eso, somos cristianos que creen en las verdades de la Escritura son eternas y por lo tanto inerrantes, suficientes, y poderosas, para toda buena obra, cada momento, lugar , gente.

• No somos del tipo de “fundamentalistas” que abandonan toda participación cultural y no anhelan la redención cultura, a través de la redención de los escogidos, tampoco de los que imponen una cultura aprendida, a otros, por el contrario, somos misioneros fieles tanto al contenido de la Escritura y el contexto del ministerio.

• No somos aislacionistas que creen que todos los ministerios que no comparten su visión en temas no fundamentales, “no son de Dios” y buscamos asociarnos con los cristianos de ideas afines de diversas iglesias, denominaciones y organizaciones en la plantación de iglesias centradas en el Evangelio. Tampoco Ecuménicos ni sincretistas con tradiciones como la católica romana u otra no evangélica.

• No somos híper-calvinistas que se ven sumidos en cuestiones secundarias, y que limitan la obra por posturas particulares como la negación de la Gracia Común, o la exageración de la doctrina de la Ira de Dios, por el contrario tenemos doctrina reformada, calvinista, pero llena de amor y gracia. Buscamos orar, evangelizar a todo el mundo y trabajar conociendo nuestra responsabilidad humana, que descansa en la soberana mano de Dios , porque creemos que el plan soberano de Dios se lleva a cabo a través de nosotros, Su pueblo.

• No somos teonomistas escatológicos o dispensacionalistas clásicos, o dispensacionalistas fatalistas (judaizantes) y creemos que la seguridad de división y dogmática que rodea los detalles particulares de la segunda venida de Jesús son especulaciones sin fruto, porque el tiempo y los detalles exactos de su regreso no están claros para nosotros. Tanto Amileniales (Nuestra Postura), Premileniales históricos, Posmileniales y Dispensacionales estamos unidos por un credo, CRISTO VIENE!

¿Qué no creemos/No somos?

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• No somos teístas abiertos y creemos en la soberanía y providencia de Dios en todas las cosas. • No somos relativistas religiosos, contrario a eso, creemos que no hay salvación fuera de la fe en Jesucristo. • No somos nacionalistas, creemos en la redención cultural pero no en defensas de una bandera o una idea política. • No somos moralistas, que tratan solo de ayudar a las personas vivir una buena vida, al contrario nos preocupamos de sus necesidades temporales pero más de las eternas , somos evangelistas y trabajamos para que Dios soberanamente salve su pueblo, y la gente se convertirá en nuevas criaturas en Cristo. • No somos modernistas ni relativistas al contrario, aceptamos las Escrituras como nuestra autoridad más alta sobre cosas tales como la cultura, la experiencia, la filosofía y otras formas de conocimiento. • No somos universalistas y creemos que mucha gente va a pasar la eternidad en los tormentos del infierno como lo enseña la Escritura. • No somos naturalistas y creemos que Satanás y los demonios son enemigos reales en el trabajo en este mundo y con sujeción a Dios. • No somos racionalistas y creemos que no todo puede ser conocido, sino que Dios nos llama a vivir por la fe en el misterio y conocimiento parcial respecto a muchas cosas.

• No estamos avergonzados por la muerte de Jesucristo y creemos Él murió como sustituto por los pecados de su pueblo con un amor desinteresado.

• No nos avergonzamos y qué proclamamos un evangelio de la gracia amorosa que suena como locura y ofensivo al mundo, al tiempo que abre poderosamente los ojos y oídos de multitudes.

• No somos polemistas que creen que es nuestra tarea el combatir toda enseñanza falsa, y sana doctrina, aun así daremos nuestra opinión Bíblica contundente ante todo falso maestro si se nos es pedida esta misma.

© Por Carlos Alberto Paz. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia

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