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Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

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Page 1: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

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Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

NOVIEMBRE DE 20171NÚMERO

ISSN EN TRÁMITE

Page 4: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

RectorJesús Ferro Bayona

Decana de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones InternacionalesSilvia Gloria de Vivo

Director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones InternacionalesÁngel Tuirán Sarmiento

EditoresCiro Murillo Lenis | Ana María Naranjo Cortés

Coordinador del Comité EvaluadorAlan Gutiérrez Gutiérrez

Comité EditorialDiana Ardila FigueroaReynell Badillo SarmientoIsaac Fuentes OsorioAlan Gutiérrez GutiérrezLaura Martín FlorezJhon Muñoz RubioCiro Murillo LenisAna Naranjo CortésMeylin Ortiz TorresJose Osorio PereiraPablo Pachón EcheverriAdriana Pérez GuerraMaria Redondo de OroFranklin Martínez Martínez

DiagramaciónJorge Arenas P.

Corrección de estilo

Emilce Restrepo Ahumada

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

Page 5: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Red Política: la necesidad de escribir sobre nuestras realidades y para nuestras gentes ..................................................................................................7

Análisis sobre el sustento teórico de la política exterior colombiana durante el siglo XX ........................................................................................................9José Fernando Osorio Pereira

Políticos, politiqueros, peliculeros: esta soledad me hiere ...............................................15Alejandra Martínez Contreras

Democracia corinthiana: una reflexión política desde el fútbol ...................................17Santiago H. Suarez Sotelo

Lijo .....................................................................................................................................................................24Octavio Guerrero Torres

Un análisis a los procesos de democratización: los casos de Estados Unidos y Venezuela ..................................................................................26Natalia Andrea Bermúdez Martelo, Isis Marcela De La Rosa Ayazo

y Ciro David Murillo Lenis

“La construcción de ciudadanía debe hacerse de la mano con la educación”: Luis Ernesto Gómez ......................................................................................37Diana Marcela Ardila Figueroa

Educación para la prevención de la violencia: la cooperación de la UNESCO en el marco de la implementación de los Acuerdos de Paz en Colombia .................40Karla Vanessa Tejada Barranco

Contenido

Page 6: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Malos poetas ................................................................................................................................................50Metztli Eliana Carlos Rodríguez

Elegido Lenín Moreno, ¿qué país deberá gobernar? ..............................................................53Juan Andrés Rubio Aguja

¿Se puede estudiar científicamente la política?* ....................................................................61Jesús Alfredo Martínez Díaz

Page 7: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

labor de convocar a muchos más estudiantes

para que se unieran a ellos y se animaran a

“meterle el hombro” a un proyecto que apenas

empezaba.

Finalmente, con quince estudiantes a bordo,

y con la responsabilidad de sacar adelan-

te una revista estudiantil, luego de muchas

discusiones llegaron a la conclusión, mucho

más antigua que ellos, de que la política está

inmersa en todos los escenarios de la vida

cotidiana y que gracias a la era tecnológica

en la que vivimos son las redes las que nos

permiten conectarnos con todo y con todos.

Y ahí, como por inspiración divina, apareció:

RED POLÍTICA.

En este primer número podrán encontrar

cuatro ensayos que abordan los más diver-

Esta revista es fruto de un grupo de

estudiantes curiosos e intrépidos que

buscaban un espacio científico para

leer, escribir, socializar y divulgar los conte-

nidos académicos producto de sus clases y

su quehacer como descubridores del mundo.

Luego de tocar muchas puertas y esperar

mucho tiempo, la Decanatura y el Departa-

mento de Ciencia Política y Relaciones In-

ternacionales decidieron apoyarlos y darles

esa posibilidad de expresarse y divulgar to-

dos aquellos trabajos, ensayos, reflexiones y

hasta cuentos productos de su imaginación

y conocimiento.

Cuando ese momento llegó, y consiguieron lo

que finalmente querían, el reto fue aun más

grande. Ahora se enfrentaban con la gran

Yo no busco un gran número de lectores,

sino un cierto número de re-lectores.

Juan Goytisolo.

E D I T O R I A L

Red Política: la necesidad de escribir sobre nuestras realidades

y para nuestras gentes

Page 8: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

8

Y es que, como estudiantes, nos genera una

gran preocupación que en la actualidad la

comunidad académica se esté preocupan-

do más por escribir para cumplir con ciertos

estándares establecidos por los sistemas de

revistas indexadas que por hacer llegar el co-

nocimiento, fruto de sus investigaciones, al

público en general. No negamos la necesidad

de producir conocimiento que sea publicado

en revistas de alto impacto, pero sí recalca-

mos que esa producción debe ser conocida y

asimilada por las diversas sociedades.

No caigamos en la advertencia que el premio

Nobel de literatura y dramaturgo español Ja-

cinto Benavente expresó alguna vez: “Algu-

nos escritores aumentan el número de lecto-

res; otros sólo aumentan el número de libros”.

Queremos expresar nuestros más sinceros

agradecimientos a Silvia Gloria de Vivo, deca-

na de la División de Derecho, Ciencia Política

y Relaciones Internacionales; a Luis Gonzá-

lez Tule, profesor de nuestro departamento;

a Juan Pablo Sarmiento y Meylin Ortiz, editor

y asistente editorial de la Revista de Derecho,

respectivamente, por todo el apoyo brindado

en la formación y materialización de esta ini-

ciativa.

Por: Ana Naranjo Cortés y Ciro Murillo Lenis

sos temas y que resultan actuales y perti-

nentes para nuestras disciplinas: la elección

de Lenín Moreno como nuevo presidente de

Ecuador, los procesos de transición democrá-

tica de Estados Unidos y Venezuela, el aná-

lisis teórico, a grandes rasgos, de la política

exterior colombiana y el papel del Sport Club

Corinthians en la democratización de Brasil.

A estos textos los acompaña un artículo de

investigación dedicado a analizar el papel de

la Unesco respecto a la implementación de

los Acuerdos de Paz en Colombia y una entre-

vista al popular ‘viceministro de los Converse’

Luis Ernesto Gómez, el funcionario más joven

del alto gobierno colombiano. Así mismo, tres

obras literarias que logran reflejar de forma

magistral las realidades políticas y sociales

de Latinoamérica se convierten en el sello

que distingue a esta revista como una publi-

cación primordialmente divulgativa.

Sin embargo, el constituirse como una estra-

tegia de apropiación social del conocimiento

y no como un medio de exclusiva difusión

científica, no le resta posibilidades de realizar

aportes significativos a los debates teóricos

de la ciencia política y las relaciones interna-

cionales.

Page 9: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

ResumenLa política exterior colombiana se ha carac-

terizado por el gran apego a Estados Unidos

como aliado político, militar y comercial;

comportamiento que ha marcado las relacio-

nes del país desde la primera mitad del siglo

XX. Esta faceta de la política exterior de Co-

lombia recibe el nombre de Respice Polum y

ha constituido la columna vertebral del com-

portamiento del país en el escenario interna-

cional, aunque también la participación en

organizaciones internacionales es parte de la

tradición exterior colombiana. Dicha caracte-

rística puede ser explicada desde el plano teó-

rico de las Relaciones Internacionales, por lo

que el texto busca asociarla con teorías como

la teoría neoliberal y la del realismo periférico,

útiles para el análisis del tema en cuestión.

Palabras clave

Respice polum, política exterior, neoliberalis-

mo, realismo periférico.

Abstract The colombian foreign policy has been cha-

racterized for the great attachment to the

United States as a political, military and com-

mercial ally, behaviour that has determined

the relations of the country since the first

half of the 20th century. This aspect of the

colombian Foreign Policy is known as “Res-

pice Polum” and has constituted the base of

the country’s behaviour in the international

scenario. Besides it, it is also remarkable the

participation in international organizations

as part of the colombian foreign tradition.

This characteristic can be explained from

Análisis sobre el sustento teórico de la política exterior colombiana durante el siglo XX*

José Fernando Osorio Pereira**

* El título corresponde a una asignación evaluativa para el

curso de Política Exterior colombiana durante el primer se-

mestre de 2017 dentro del Programa de Relaciones Interna-

cionales de la Universidad del Norte.

** Estudiante de Relaciones Internacionales de la Univer-

sidad del Norte. Barranquilla, Colombia. osoriofj@uninorte.

edu.co

A R T Í C U L O D E D I V U L G A C I Ó N

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Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

10

the theoretical level of the International Rela-

tions; given that, the text has the objective of

link it with theories like the neoliberal theory

and the theory of the periferic realism, both

useful to analyze the topic in discussion.

Keywords

Respice polum, foreign policy, neoliberalism,

peripheral realism.

IntroducciónLa política exterior colombiana ha estado mar-

cada históricamente con la noción del Respice

Polum1 o Doctrina Suárez, construida durante

la segunda década del siglo XX y que forjó casi

que absolutamente la política exterior del país

durante la mayor parte de dicho siglo, a la vez

que ha determinado el papel de Colombia en el

escenario internacional, así como la configu-

ración de sus relaciones exteriores.

Este escrito busca relacionar las característi-

cas de la política exterior colombiana con el

marco teórico de las Relaciones Internaciona-

les, analizando los lineamientos que definie-

ron dicha política, encontrando las bases de

estos en teorías de la disciplina. Para ello pri-

mero se mencionarán las facetas principales

del Respice Polum que Colombia ha seguido

y luego se asociarán dichas facetas con dos

teorías específicas: la teoría del realismo peri-

férico y la teoría neoliberal, las cuales pueden

explicar el comportamiento de Colombia du-

rante la mayor parte del siglo XX. También se

1 El término adoptado por el presidente Marco Fidel Suá-

rez (1918-1921) significa “mirar al norte”, en referencia a los

Estados Unidos.

hará mención del espacio de cambio teórico

que es percibible durante los años setenta en

el país de la mano de la teoría de la depen-

dencia, pero que posteriormente retorna al ya

mencionado Respice Polum.

Respice PolumDesde la segunda década del siglo XX Colom-

bia definió su política exterior con el Respice

Polum, adoptado por el presidente Marco Fi-

del Suárez y que estableció una relación ín-

tima, exclusiva y fiel con los Estados Unidos.

Las relaciones que se habían deteriorado con

la separación de Panamá a principios del si-

glo, apoyada por Estados Unidos, iban en gra-

dual recuperación con los acercamientos de

los cuerpos diplomáticos de los dos países.

Además, el contexto internacional de la épo-

ca, donde Estados Unidos se encontraba cada

vez más fortalecido, triunfante de la Primera

Guerra Mundial y posicionándose como una

potencia naciente, mostraba a este país como

el nuevo poder influyente para sus vecinos

del sur. Esto hizo que Colombia (junto con los

demás países latinoamericanos) empezara a

mirar casi que exclusivamente hacia el nor-

te en búsqueda de los mejores beneficios en

materia de política internacional. Así, el pos-

terior auge estadounidense de los años veinte

hizo que Colombia colocará sus esfuerzos de

política exterior en el país norteamericano,

restableciendo totalmente las relaciones en-

tre ambos países en esta década. Desde en-

tonces Colombia se apegaría casi que exclu-

sivamente al país norteamericano durante la

mayor parte del siglo XX, lo cual tuvo profun-

Page 11: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

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dos impactos en las condiciones de su políti-

ca exterior hasta el día de hoy.

Sustento teórico de la política exterior colombiana (siglo XX)Por un lado, el realismo periférico puede ex-

plicar este comportamiento del Estado co-

lombiano. Esta teoría nace en los ochenta, sin

embargo, es útil para entender la fidelidad de

Colombia al Respice Pollum desde sus inicios

en la década del veinte. Adecuado en nuestro

contexto debido a que nace desde un punto de

vista latinoamericano, el realismo periférico

establece que el “orden internacional estratifi-

ca los Estados en un orden jerárquico (…) [don-

de] cuanto más débil es un país, más bajo es

el umbral de [su] autonomía externa (...)” (Escu-

dé, 2012, p.19). Para el realismo periférico, cuyo

máximo exponente es Carlos Escudé, los paí-

ses débiles se mueven con reglas diferentes de

los países fuertes. Para estos países “periféri-

cos” el sistema internacional no es anárquico

sino jerárquico, y responde inmediatamente

a la potencia que tenga más influencia sobre

ellos en un determinado momento, general-

mente determinado por espacios geográficos,

con la salvedad del alcance mundial actual de

los Estados Unidos. Así, es mejor subordinarse

a las reglas impuestas por la potencia regido-

ra y evitar enfrentamientos con esta, pues son

mayores los costos de rebelarse contra la po-

tencia que los beneficios que trae subordinar-

se a ella (Escudé, 2009).

Entre los beneficios más destacables de la

subordinación está el desarrollo económi-

co del país. Esto puede explicar la lealtad al

Respice Pollum por parte de Colombia, que

como país débil y un poderío nacional redu-

cido (en términos económicos y militares),

veía que enfocarse en objetivos económicos

de la mano de Estados Unidos era lo menos

riesgoso y costoso para el país, y permitiría

el desarrollo del mismo. Este pensamiento

primordialmente económico del país explica

también la subordinación del Ministerio de

Relaciones Exteriores a otras instituciones de

carácter comercial, lo cual dio paso a la cono-

cida “diplomacia del café”2.

Esta relación de subordinación con Estados

Unidos se mantuvo en los años posteriores

a la Segunda Guerra Mundial, solo que aho-

ra incorporaba un nuevo elemento: el apoyo

al anticomunismo liderado por el país nor-

teamericano en el contexto de la Guerra Fría

a cambio de inversión para el desarrollo eco-

nómico (Cepeda y Pardo, 1989).

El mayor ejemplo de esta “nueva faceta” del

Respice Polum fue la Alianza para el Progre-

so (APP); programa estadounidense de coope-

ración financiera promovido por el entonces

presidente John F. Kennedy y que se desarro-

lló en varios países latinoamericanos durante

la década de los sesenta. La APP en el discur-

so fue promocionada como parte de la volun-

tad de Estados Unidos para luchar contra el

subdesarrollo en la región, apelando a valores

panamericanos, pero lo cierto es que la APP

2 Como lo describen Cepeda y Pardo (1989), el término “di-

plomacia del café” refiere al papel más dinámico, activo e

importante que tuvo la Federación Nacional de Cafeteros en

la Política Exterior colombiana por encima del Ministerio de

Relaciones Exteriores principalmente entre los treinta y los

sesenta.

Page 12: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

12

fue otra herramienta estadounidense para

buscar frenar el avance comunista en la re-

gión, en especial tras la Revolución cubana y

la influencia que esta podría tener en el resto

de países latinoamericanos. Así, este progra-

ma de cooperación se convirtió en el “brazo

económico” que Estados Unidos usó para in-

fluenciar la región, junto a su estrategia po-

lítica (presión en la Organización de Estados

Americanos) y militar (con el Tratado Intera-

mericano de Asistencia Recíproca y la Escue-

la de las Américas). Colombia, fiel al Respice

Pollum, fue el país que más se alineó con los

objetivos estadounidenses, convirtiéndose en

lo que se considera una “vitrina de la APP”.

Si bien Colombia no fue el país que más parte

del presupuesto obtuvo a razón del programa,

sí fue el que siguió todo el modelo impuesto

desde los Estados Unidos como vinculación a

la ayuda dada, pues el país norteamericano

no solo enviaba dinero, sino que también en-

viaba sus valores occidentales (democrático-

capitalistas) para, junto al ideal de satisfacer

necesidades de la población de modo que esto

no activara focos de revolución, evitar cual-

quier influencia comunista en el país objetivo.

En esta época, momento en el que se vive el

Frente Nacional, además se urgían reformas

que estabilizaran el país tanto en lo econó-

mico, ya con tintes de la influencia cepalina

(ISI3) --que se analizará más adelante-- como

en lo securitario-social, al tratar de calmar

3 Industrialización por sustitución de importaciones; en

dicho momento los líderes del Frente Nacional pensaron que

la única forma de lograr dicho modelo era a través de la ayu-

da extranjera. Al final, la vinculación de la ayuda terminó

perpetuando la dependencia que se buscaba evitar.

la violencia intensa de la que se venía tras la

muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán

en 1948. “Colombia se convirtió entonces en

la “vitrina” de la APP en virtud de tres facto-

res: la condición de aliado incondicional de

Estados Unidos, la voluntad política de llevar

a cabo las reformas y la necesidad en Wash-

ington de mostrar resultados” (Rojas, 2010,

p8). Aunque se buscaba la financiación de la

ISI, la APP solo ayudó a mantener la relación

de subordinación por desarrollo económico

que el realismo periférico expone.

Por otro lado, es posible analizar la política ex-

terior colombiana desde el neoliberalismo; esto

debido a dos ejes de esta teoría: su definición

de los objetivos del Estado y el papel que les da

a las instituciones en el plano internacional.

El neoliberalismo se constituye como una

reestructuración del liberalismo clásico den-

tro de las Relaciones Internacionales, que, sin

dejar de reconocer el papel vital del Estado,

reconoce el rol paralelo y de gran importan-

cia de las instituciones, en especial las orga-

nizaciones internacionales. Para esta teoría, a

diferencia de otras posturas, la preocupación

del Estado no se centra en el poder (realismo)

o en la seguridad (neorrealismo) sino en el

bienestar económico de la nación (Baldwin,

1993); y un medio idóneo para ello es la coo-

peración, sobre todo con aquellos actores que

mayores beneficios le traigan y que a su vez

se convierten en aliados claves. Este es el caso

de Colombia, que se ha preocupado por per-

seguir beneficios económicos como principal

objetivo de su política exterior y que viendo

en Estados Unidos un aliado clave para ello,

Page 13: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

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ha decidido centrarse en sus relaciones con

ese país4.

El otro aspecto que se debe tener en cuenta

es el tema del papel de las instituciones, que

para Colombia ha sido un importante compo-

nente en su política exterior. De hecho, un ele-

mento de la política exterior colombiana que

se tiende a olvidar es su participación activa

y comprometida con los entes internaciona-

les como las Naciones Unidas y la Organiza-

ción de Estados Americanos (Cepeda y Pardo,

1989), concordando con el vital rol que el neo-

liberalismo les da a las instituciones.

Para Keohane (1993) las instituciones no son

herramientas o medios subordinados, sino

actores paralelos, que si bien son resultados

de la voluntad estatal, toman protagonismo

y se separan de los principios que guían los

Estados; además de ello estos generan pautas

que permiten establecer expectativas esta-

bles de comportamiento.

Como se esbozó, Colombia parece estar de

acuerdo con dicho supuesto y ha buscado

una gran participación en los organismos in-

ternacionales, a la vez que históricamente ha

respetado muchos de los principios del Dere-

cho Internacional5.

4 Sin embargo, Drekonja (1983) tiene certeza al exponer

que esta casi unilateral visión hacia Estados Unidos le quitó

a Colombia la oportunidad de obtener beneficios de otro tipo

de cooperación (como la regional o hacia otros actores mun-

diales).

5 La “piedra en el zapato” en el país la ha constituido las

problemáticas con el Derecho Internacional Humanitario,

consecuencia del conflicto armado que el país ha vivido

desde la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, el res-

peto a los principios generales del derecho internacional es

destacable en el comportamiento del Estado colombiano.

Esta lógica (Respice Polum) se vio algo inte-

rrumpida6 entre los años cincuenta y setenta,

cuando Colombia junto con el resto de Lati-

noamérica intentaron sustentarse en parte

con la teoría de la dependencia7, siguiendo

los lineamientos de la Cepal: la sustitución de

importaciones y la búsqueda de mayor pro-

teccionismo de la industria nacional, bajo el

fundamento de que los países periféricos de-

penden de los países centrales (desarrollados)

debido a las condiciones mismas del comer-

cio internacional. Esto se mostraba como una

alternativa beneficiosa en un principio, pero

fue principalmente debido a que Latinoaméri-

ca contó con la “suerte” de varias condiciones

favorables por parte del mercado internacio-

nal (altos precios de productos agropecuarios

y mayor demanda de los mismos). Sin em-

bargo, a partir de los setenta, esta lógica co-

menzó a fallar principalmente por el descui-

do de los factores internos del subdesarrollo

(ignorados durante la primera fase de la teoría

de la dependencia) y por la crisis económica

mundial (crisis del petróleo), lo que paulatina-

mente llevó al abandono de este modelo que

ya en los noventa terminó por ser desplazado

por políticas económicas más liberales.

Aunque de relativa corta duración, este “espa-

cio teórico” en la política exterior colombiana

le permitió al presidente Alfonso López Mi-

chelsen establecer un Respice Similia en su

gobierno, es decir, un acercamiento con los

vecinos de la región más que con la potencia

6 Pero no eliminada completamente; muestra de ello es la

ya expuesta aplicación de la Alianza para el Progreso en los

años sesenta.

7 Para ampliar ver Dos Santos, T. (2002) Teoría de la de-

pendencia. Balance y perspectivas. México.

Page 14: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

14

norteamericana. Esta dinámica terminó con

el presidente Julio César Turbay Ayala años

más tarde, ya en la decadencia del modelo

cepalino, regresando a la lógica tradicional

del Respice Polum (Drekonja, 1983).

ConclusiónEn conclusión, es posible destacar que la po-

lítica exterior colombiana, ligada casi que

totalmente al Respice Pollum durante gran

parte del siglo XX y que aún hoy tiene efectos

importantes, es explicable mediante la teoría

del realismo periférico y la teoría neoliberal;

por un lado, Colombia, como país débil, busca

evitar la confrontación con la potencia esta-

dounidense para obtener beneficios, especial-

mente económicos, de ella. Por otro lado, se

denota que el objetivo nacional es el beneficio

económico que se busca cooperando con un

aliado clave como Estados Unidos, y además

Colombia participa activamente en los orga-

nismos internacionales y ha respetado los

principios del derecho internacional que es

compatible con el rol descrito por el neolibe-

ralismo sobre las instituciones. Este sustento

teórico se ve en parte interrumpido entre los

50 y 70 (con la evidente excepción que repre-

senta la Alianza para el Progreso), debido a la

predominancia de la escuela cepalina y su

teoría de la dependencia, que permitió cier-

to desarrollo de un Respice Similia durante

el gobierno de Alfonso López Michelsen; sin

embargo, el fracaso de sus indicaciones lle-

vó al país nuevamente a la lógica del Respice

Polum, que solo se ve modificado hasta la se-

gunda década del siguiente siglo.

Referencias bibliográficasBaldwin, D. (1993). Neoliberalism, Neorealism and

World Politics. En D. Baldwin (Ed.), Neorea-

lism and Neoliberalism: The Contemporary

Debate. Nueva York: Columbia University

Press.

Cepeda, F. y Pardo, R. (1989). La Política Exterior co-

lombiana (1930- 1946) y la Política Exterior

colombiana (1946- 1974). En Nueva Historia

de Colombia. Bogotá: Editorial Planeta.

Drekonja, G. (1983). Formulando la Política Exte-

rior colombiana. En S. Borda y A. Tickner

(Comp.) 2010, Relaciones Internacionales y

Política Exterior de Colombia. Bogotá: Edito-

rial UniAndes.

Escudé, C. (2009) Realismo periférico. Una filoso-

fía de Política Exterior para Estados débiles.

Buenos Aires: Universidad del CEMA.

Escudé, C. (2012). Principios del Realismo periféri-

co. Una teoría argentina y su vigencia ante

el ascenso de China. Buenos Aires: Edicio-

nes Lumiere.

Keohane, R. (1993) Instituciones Internacionales y

Poder estatal. Buenos Aires: Grupo Editorial

Latinoamericano.

Rojas, D. (2010). La Alianza para el Progreso en Co-

lombia. Análisis Político, (Bogotá), 23(70), 91-

124.

Page 15: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Se escuchaba en un pueblo al lado del

río, por allá adentro en la sabana, un

bullicio, un gentío, reunido en una pla-

za, acompañado de señores bien vestidos al

estilo burgués, e interrumpió la habladera un

discurso que jamás se hubiese imaginado es-

cuchar de aquella boca; una seño bajita, con

la mirada cansada, la señora Carmen, famo-

sa por vender los mejores fritos de la región,

se levantó de su silla y en medio del ardiente

bololó pronuncia las siguientes palabras:

“¡Es que nunca se han callado!, siempre vie-

nen con el mismo cuento a engañar a la gen-

te que trabaja, que se suda todo el día atrás de

una olla o en el río pescando bocachico ¡Nun-

ca se callan!, hablando mentiras, fingiendo

que les interesan los niños que chillan por

hambre, porque aquí la que menos tiene es la

que más pare. Políticos, politiqueros, pelicu-

leros, la misma vaina. ¡Óigame!, es que llevo

seis décadas esperando que mi tierra deje de

Políticos, politiqueros, peliculeros:

esta soledad me hiere*

Alejandra Martínez Contreras**

* Cuento corto costumbrista redactado por iniciativa pro-

pia.

** Estudiante de pregrado de cuarto semestre de Relacio-

nes Internacionales. Barranquilla, Colombia. Correo electró-

nico: [email protected]

C U E N T O

Page 16: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

16

sangrar, que el señor presidente se acuerde

que este pueblo, tan caliente, existe”.

Ya me tocó vivir cómo esos paracos se lo lle-

vaban todo, ya me tocó vivir cómo se me lle-

vaban a mi hijo a los doce años, porque él mis-

mo decidió que aquí ya no había vida ¿Cuánto

más tengo que esperar? ¡Cuánto más, Carajo!

Sí, es que ahora vienen ofreciendo mercado,

pero toda la plata se la guardan en el bolsillo

y a la gente, adiós luz que los guarde el cielo,

porque nos falta sufrir mucho más, pa’ saber

qué se siente vivir en paz, como se debe.

Ya me aburrí de la fritadera en leña; me aburrí

de la letrina en el patio, me aburrí del arroz

con huevo; me aburrí de llenar el tanque cada

dos días pa’ poder tomarme un poquito de

agua después de trabajar como una mula

todo el día.

¡Ya no me importan sus tamales, sus

mercados, los cincuenta mil pesitos! Yo lo que

necesito es que mi nieto no se me muera de

hambre y que la vecina deje de llorar cada vez

que llegan a cortarle la luz, que le siguen co-

brando, aunque el foco lleve meses sin pren-

der.

Y es que nadie va a decir nada; aquí lo que

falta es gente de perrenque, que sepa que así

no es la vida, que lo que siempre han vivi-

do es fruto de un abandono, una desolación,

una soledad en la que vive mi pueblito, y a la

que se han acostumbrado, con tal de seguir

comiendo tamales y tener los cincuenta mil

pesitos pa’ la garrafa de ron.

A mí nunca me preguntaron si quería que un

corrupto me gobernara, pero sí me enseña-

ron que el vivo vive del bobo, y por eso es que

estamos como estamos. ¡No me voy a callar

hasta que comerse un plato de arroz con sue-

ro sea un placer y no una necesidad!

La gente que hablaba con semejante bullicio

en la plaza de aquel pueblo del Caribe quedó

perpleja ante semejante palabrerío, sin em-

bargo, aquellos políticos que regalaban mer-

cados y que indicaban el número por el que

se debía votar solo rieron y siguieron en lo

suyo; solo algunos periodistas captaron aquel

momento de rebeldía en que una señora ba-

jita pronunció palabras muy ciertas que todo

el mundo ya conocía pero nadie se atrevía a

decir.

Y es que no es mentira que en Colombia, aque-

lla tierra de colores, llena de sonrisas, existen

un millón de seños Carmen queriendo gritar

a todo pulmón que la corrupción y el aban-

dono del Estado están acabando con el futuro

de una nación, en la cual discursos como el

pronunciado aquel día son una obligación ne-

cesaria.

Page 17: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Ni la política ni el fútbol son ciencias exactas, reductibles a verdades generales

y a medios cuya aplicación, siempre y en todo momento,

arrojen mecánicamente el mismo resultado. Javier Franzé

Resumen“La mayor experiencia de autogobierno colec-

tivo que conoció el fútbol mundial”, así han

definido a la democracia corinthiana, movi-

miento político en el marco de la dictadura

brasileña entre 1964 y 1984. En 1982 el Sport

Club Corinthians Paulista optaría por una

medida democrática, en medio de la dictadu-

ra, para salir de la grave crisis administrativa

que vivían.

A partir del proceso de democratización del

Corinthians se presentarán algunas reflexio-

nes sobre el ejercicio de la democracia: la

experiencia de un club que tuvo como obje-

tivo votar para democratizar el equipo, pero

también para democratizar el país. Esta ex-

periencia fue el resultado de uno de los más

sofisticados ejercicios de la política, que cobra

importancia por el contexto en que sucede.

Palabras clave

Democracia, futbol, política, simbólico, expe-

riencia.

Abstract“The greatest experience of collective self-

government in world football”, this is how

corinthian democracy has been defined, a

political movement within the framework of

the brazilian dictatorship that took place bet-

ween 1964 and 1984. In 1982 the Sport Club

Corinthians Paulista would opt by a democra-

Democracia corinthiana: una reflexión política desde el fútbol*

Santiago H. Suarez Sotelo**

* Producto de un análisis sobre teoría política posfunda-

cional y algunas experiencias democráticas en América La-

tina.

** Estudiante de octavo semestre de Ciencia Política de la

Universidad Nacional. Bogotá, Colombia. shsuarezso@unal.

edu.co

A R T Í C U L O D E D I V U L G A C I Ó N

Page 18: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

18

tic measure, in the middle of the dictatorship,

to leave the serious administrative crisis that

they lived.

From the process of democratization of

Corinthians, will present some reflections on

the exercise of democracy: the experience of

a club, which aimed to vote to democratize

the team, but also to democratize the coun-

try. This experience was the result of one of

the most sophisticated exercises in politics,

which is important because of the context in

which it occurs.

Keywords

Democracy, soccer, politics, symbolic, expe-

rience.

Democracia corinthianaEl fútbol es un espacio donde confluyen una

infinidad de intereses, identidades y actores,

por eso las ideologías no le son ajenas. Es

más: el fútbol, por ser una de las actividades

masivas por excelencia, ha sido siempre un

lugar de disputa simbólica; es una extensión

de la disputa política, sin pretender quitarle

la autonomía al fútbol como un espectáculo

deportivo.

En una sociedad donde las expresiones polí-

ticas son censuradas por una dictadura o por

un régimen disfrazado de democrático, los

ciudadanos tienen derecho a expresar su in-

satisfacción a través de la fiesta deportiva del

fútbol. Así pues, el sentido del fútbol se com-

pone no solo por la actuación de los jugado-

res en el campo sino por la participación de

los hinchas en las gradas, tal como pasa con

la política, en la que el sentido de esta recae

en la soberanía popular.

Entonces, el estadio se convierte en el refle-

jo del ágora; las hinchadas simbolizan a los

militantes, los palcos expresan el símbolo de

las castas y los poderes, tal como lo sería Flo-

rentino Pérez en el Real Madrid; las formacio-

nes de los jugadores en tácticas y estrategias

para doblegar al rival; los técnicos como los

intelectuales del fútbol y, finalmente, la fiesta

deportiva como el momento de la representa-

ción de múltiples identidades políticas. Queda

entonces preguntar ¿sirve el futbol para evi-

denciar antagonismos que no surgen en otro

escenario?

Habrá que decir, entonces, que hay equipos de

fútbol que quedan en la historia por los resul-

tados conseguidos o los títulos alcanzados;

hay otros que lo hacen por su juego vistoso.

Pero mucho menos son los casos de equipos

que pasan a ser leyenda bien sea porque sus

actos en el campo de juego exceden los títu-

los o porque sus símbolos deportivos repre-

sentan la historia de un país, la identidad de

un partido político o la expresión cultural de

una creencia.

En América Latina existirán fenómenos so-

ciales que buscarán una apertura a la demo-

cracia, como contraposición a la emergencia

de gobiernos dictatoriales. Brasil experimen-

tará uno de los fenómenos sociales más inte-

resantes debido a la forma en la que se expre-

sará la voluntad popular por la democracia.

Page 19: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

19

El 15 de abril del 1964 Humberto de Alencar

Castelo Branco toma el poder por la fuerza y

da inicio la dictadura brasileña. Sin embargo,

solo hasta inicios de la década de los 80 la

dictadura comienza a perder terreno ante el

auge de los movimientos populares que exi-

gían una apertura democrática. Pero parece

ser que la situación política nacional no era

mejor que la situación del deporte insignia del

país.

Paralelo a la coyuntura nacional, en 1981, lue-

go de muchos malos resultados producto del

mal manejo administrativo, el Corinthians,

equipo de fútbol de la ciudad de Sao Paulo,

entraría en una crisis económica sin prece-

dentes. Para 1982, por una cuestión de estatu-

tos que le impedían ser elegido nuevamente

como presidente del club, Vicente Matheus,

responsable de la crisis, designa como su

sucesor a Waldemar Pires. Pocos meses des-

pués, Waldemar Pires rompería relaciones

con Vicente Matheus, por cuestiones políti-

cas no tan claras aún, y le daría el cargo como

director general del fútbol corinthiano a un

joven sociólogo llamado Adilson Monteiro Al-

ves.

Era poco o nada lo que Adilson sabía sobre

el fútbol, sin embargo, su preocupación por

la situación por la que atravesaba Brasil era

evidente, por lo cual manifestaba que si no se

luchaba contra la dictadura, la situación del

país no mejoraría y, por tanto, la situación

financiera del fútbol tampoco. Por supuesto,

este lenguaje no era común en un grupo de

futbolistas, excepto para Sócrates Brasileiro

Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, o sim-

plemente el doctor Sócrates, una de las gran-

des promesas del fútbol brasileño y que se-

ría figura en aquel grandioso equipo del jogo

bonito del mundial de México de 1986. Poco a

poco Adilson y Sócrates, en un pleno enten-

dimiento, como si se tratase de la mejor de-

lantera del mundo, comenzaron a discutir la

importancia y la necesidad de un horizonte

político para el equipo.

A los diálogos entre Adilson y Sócrates se les

sumaría Wladimir Dos Santos y Walter Casa-

grande. El primero, un jugador negro que mi-

litó en el sindicalismo del noreste de Brasil; el

segundo, un chico de 19 años amante al rock

y quien además tenía una banda de música.

Después de días de discusión se llegó a la

conclusión de que lo que le faltaba al equipo

era un ejercicio de democratización de las de-

cisiones en el club: una democracia directa.

Resultaba impensable que para decidir qué

día y a qué hora se iba a entrenar se pidiese

la opinión hasta al utilero del equipo. Todos,

absolutamente todos debían votar para deci-

dir qué hacer. Y es que no era una obligación,

era un deber, porque todos hacían parte del

Club. Eran una completa locura las discusio-

nes de más de tres horas que se generaban en

el equipo; votaban hasta para decidir cuántas

veces debía parar el bus para que los jugado-

res fueran al baño.

El funcionamiento del equipo solo podía ser

posible si existía una discusión permanen-

te sobre cualquier actividad que involucra al

club. Entrenamientos, descansos, los salarios

y las formaciones para los partidos eran dis-

Page 20: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

20

cutidas; incluso se solía invitar a un artista,

un escritor o alguien del mundo de la cultura

a un almuerzo cada fin de semana con el fin

de alivianar las discusiones políticas, que so-

lían ser agotadoras.

Aquella forma de actuar de los jugadores del

club desafiaba e incomodaba a quienes esta-

ban en el poder. Un ejercicio democrático que

ponía en cuestión el orden y el funcionamien-

to de un país donde la libertad política estaba

restringida. Luego de que se hiciese público lo

que pasaba en el interior del club, el periodista

Juca Kfouri expresó lo siguiente: “Si los juga-

dores siguen participando en las decisiones

del club, si los dirigentes no se asustan y si la

prensa apoya, veremos que aquí se vive una

democracia, una democracia corinthiana”

(Cantona, 2015), y con esas palabras se bauti-

zaría al equipo.

Durante 1983, el senador Teotônio Vilela lan-

zó públicamente la propuesta de Diretas já,

exigiendo la votación directa para presiden-

te. Rápidamente por todo el país comenzaron

a llevarse a cabo manifestaciones multitu-

dinarias a favor de la moción. El plantel del

Corinthians se sumaría al movimiento, al

igual que intelectuales, artistas, sindicalistas

y políticos. Tras el lema Ganar o perder pero

siempre en democracia que habrá impulsado

el Corinthians como una campaña publici-

taria, se buscaba la vuelta de las elecciones

directas, sin Colegio Electoral, es decir, que

se respetara sin restricciones la voluntad del

pueblo.

Pero el Corinthians no solo estaba dispuesto

a hacer algo diferente, estaba dispuesto a ga-

nar. Así que emprendió una campaña publici-

taria que se estamparía en sus camisetas con

frases como directa ja o vote 15, genialidad del

publicista del club Washington Olivetto. Así

pues, se puso en primera plana de la presa y

comenzó, de la mano de Sócrates, a encabe-

zar el proceso ciudadano por las elecciones.

Corinthians había superado su crisis futbolis-

ta ganando dos campeonatos paulistas. En la

final de 1984, contra su eterno rival São Paulo

FC, el Corinthians realizó la acción mediática

más importante: todos los jugadores saltaron

a la cancha a celebrar el campeonato con una

bandera gigante que tendrá una frase que

marcaría el sentido común de los brasileños:

“Ganar o perder, pero siempre en democra-

cia”; acto para demostrar que la democracia

corinthiana tenía la intención de ser la voz

del futbol por democratizar el país.

El problema de la democraciaDesde la teoría política se ha sugerido dos

marcos a través de los cuales se han cons-

truido los análisis de la teoría democrática. El

primero sugiere situar el problema de la de-

mocracia en relación con el funcionamiento:

el desarrollo de técnicas y métodos para me-

jorar la participación de los ciudadanos en el

ejercicio democrático liberal, materializado

en el voto. El segundo marco de análisis tie-

ne que ver con el sentido ontológico de la de-

mocracia, desde donde se situará el siguiente

análisis.

Page 21: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

21

Jacques Rancière desarrolló una conocida

reflexión sobre el tema, en la que planteaba

la siguiente generalidad: la democracia no es

ningún régimen de gobierno, sino la manifes-

tación, siempre disruptiva y conflictiva, del

principio igualitario; por lo tanto, lo que Ran-

ciere nos sugiere es que la democracia no es

una simple característica instaurada en la

base de las instituciones, sino el momento en

que se pone en evidencia los conflictos; es de-

cir, la democracia no es la expresión de una

voluntad popular homogénea, sino que par-

te del principio de que todos los sujetos son

distintos. Por lo tanto, para Ranciere (1995) la

“democracia quiere decir, en primer lugar, que

hay un espacio de manifestación y de decla-

ración propio de un sujeto, el sujeto pueblo”.

Así que, sobre el principio de diferencia, el

conflicto es el elemento que puede evidenciar

una experiencia democrática.

De manera que la democracia corinthiana

podría entenderse como la representación

simbólica de ese espacio de manifestación de

un sujeto particular que no es homogéneo y

que se encarna en el pueblo, en este caso en

el pueblo brasileño, que bajo la consigna de

la democracia conjugaría múltiples identida-

des. Esta particularidad la explica de distinta

manera Ernesto Laclau cuando afirma que “el

problema de la democracia se convierte en el

de la pluralidad de marcos que hacen posible

la emergencia del pueblo” (Mouffe y Laclau,

1985).

Ahora bien, cuando quienes inician el proce-

so de democratización del club Paulista en-

tienden que la democracia, más que ser una

forma de estructurar el régimen administra-

tivo del equipo es una práctica llevada a dis-

cutir lo que antes no se discutía, se da un sal-

to a entender que el ejercicio de la democracia

desborda las dimensiones de un régimen. La

frase “Perder o ganar, pero siempre en demo-

cracia” cobra sentido y sintetiza la percepción

de los jugadores acerca de la democracia. Pero

además entendieron que debían cuestionar

una y otra vez ese sentido de esa democracia.

Cuando llega el día en el que el Senado va a

votar la enmienda de las elecciones directas,

las plazas en Sao Paulo, Minas, Brasilia y en

general las plazas del país estaban a reven-

tar. El pueblo en un acto de democracia, forta-

lecido por la figura emblemática de algunos

jugadores de fútbol, había copado todas las

calles esperando defender su decisión. Llenar

las plazas se convirtió en un síntoma de que

en Brasil se estaba disputando la democracia.

Habrá que decir que la experiencia del

Corinthians fue un laboratorio, un ejercicio

político sofisticado que evidenció que la prác-

tica política es contingente, donde perma-

nentemente las categorías analíticas se es-

tán moviendo y están cambiando de sentido.

Que disputar la democracia requería más que

enunciar que se estaba en una dictadura, se

requería otorgarle un contenido y una identi-

dad a esa democracia. Una identidad basada

en el derecho al voto, que no es fija, que no es

un fundamento único de la democracia, pero

que fue justo para el momento político de la

dictadura.

Page 22: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

22

Finalmente, el 25 de abril a las 2 de la mañana

se definió la votación de la enmienda: no se

logra la aprobación por solo 22 votos; no ha-

bría elecciones directas por varios años más.

Se dice que esa noche no hubo ningún tipo

de represión; no porque la policía no quisiera,

sino porque había tanta gente en la calle que

no había suficientes efectivos para reprimir.

La democracia corinthiana decayó y apenas

duró 2 años y algo más; el talento de los ju-

gadores que fueron pretendidos por equipos

europeos y la promesa de Sócrates de irse si

no ganaba la enmienda, dio por terminada

aquella experiencia democrática.

El ejercicio político del Corinthians respondía

al momento político del país; su declive obe-

deció a causas individuales de los jugadores,

pero también a que el ejercicio mismo de la

democracia corinthiana no iba a significar

más de lo que ya había significado y que su

punto más alto lo había logrado ese 25 de

abril. Todo ejercicio político tiene un límite

marcado por el alcance que pueda llegar a te-

ner en un momento específico.

Luego de la democracia corinthiana llegaría

otro ejercicio político que buscaría construir

otro sentido de la democracia, pero en un con-

texto ya no de dictadura.

ConclusionesEl ejercicio democrático del club paulista fue

importante para revitalizar la política del mo-

vimiento social brasileño. Evidencia que la

lucha por la democracia no es la lucha por

un régimen, es la lucha por las condiciones

mínimas para el ejercicio de la política, la

emergencia de nuevos conflictos y el recono-

cimiento de la contingencia como una carac-

terística propia de la política.

Estas experiencias sobre el fútbol y la política

se replicaron durante los años de dictadura

en América Latina ante la inactividad de sec-

tores políticos alternativos. El fútbol se con-

virtió en el espacio para disputar el sentido

de la democracia. Basta con ver la selección

argentina que ganó el Mundial del 1978 en su

propio país, patrocinado por la dictadura para

legitimar su gobierno, o el famoso partido

fantasma que juega Chile contra la URSS en

el Mundial de Alemania 74, donde la URSS se

negó a jugar en el Estadio Nacional rechazan-

do la dictadura de Pinochet. Chile salió a jugar

sin rival, y obviamente fue al Mundial.

Pero aquí no se limita la discusión sobre el fút-

bol; hay experiencias contemporáneas en las

que una vez más la política y el fútbol se jun-

tan. Bastará con observar la final de la Copa

del Rey de 2015 entre el Barcelona, a quien

Vázquez Montalbán, intelectual de izquierdas,

bautizaría en 1987 como el ejército simbólico

de Cataluña, y el Athletic de Bilbao, equipo de

País Vasco, donde se pitó el himno nacional y

luego de ello el Parlamento español prohibiría

la estelada (bandera independentista catala-

na) en los partidos de la liga española. Hecho

que luego sugerirá una discusión sobre el fút-

bol como la expresión de la identidad nacio-

nal en España.

Finalmente, el fútbol no deja de ser un espec-

táculo, en el que no siempre la política es tan

Page 23: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

23

evidente, o incluso en algunos casos no es re-

levante, pero debe quedar claro que este de-

porte sí es un instrumento de análisis políti-

co, que puede permitir hacer reflexiones más

sofisticas en un momento en el que la política

carece de ideas.

Nota finalSócrates murió el 4 de diciembre de 2011, un

domingo. Ese mismo día el Corinthians, el

club que supo amar, salió vencedor del cam-

peonato nacional; una despedida que pocos

han tenido (Geronimo, 2016). En una entrevis-

ta en 1983 a un diario local en Brasil Sócrates

dijo la siguiente frase: “Quiero morir un do-

mingo y con Corinthians campeón”. Y así fue.

Referencias bibliográficas Asbeg, P. (Dirección). (2014). Democracia em preto e

branco [Película].

Cantona, E. (Dirección). (2015). Los rebeldes del fút-

bol, Sócrates [Película]. Geronímo, A. (7 de

julio de 2016). La izquierda DIARIO. Obtenido

de La izquierda DIARIO: http://www.laiz-

quierdadiario.com/Democracia-Corinthia-

na-cuando-el-futbol-des afio-a-la-dictadu-

ra-I

Gold, T. (2014). Democracia, hegemonía y Populis-

mo. Las Torres de Lucca, 57-76.

Mouffe, C., & Laclau, E. (1985). Hegemonía y Estrate-

gia Socialista. Madrid: Siglo XXI.

Ranciere, J. (1995). Democracia y Post-democracia.

Ideas y Valores, 98-99, 24-40.

Savater, F. A. (8 de mayo de 2015). eldiario.es. Ob-

tenido de eldiario.es: http://www.eldiario.es/

interferencias/democracia-representacion-

Laclau-Rancier e_6_385721454.html

Page 24: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Lijo*

Octavio Guerrero Torres**

Lijo, eso es lo único que hacen los cha-

lanes de los pintores, y como ven, yo

soy un chalán y lo seguiré siendo. Lijo,

tomo la esponja y la froto contra la madera

con coraje, elimino las imperfecciones de esta

y la dejo lisa, limpia, tal cual pretende ser este

país.

Lijo, lo hago porque es lo único que sé hacer,

porque soy el de hasta abajo, y acá a algunos

paisanos no les conviene que aprendas, por-

que si aprendes, a lo mejor en una de esas los

llegas a superar. Y si llegas a su nivel o estás

por encima de ellos, ¿quiénes son ellos ahora

y quién eres tú?

Lijo el polvo blanco que se acumula en mis

brazos me hace ver blanco como un fantas-

ma. En este país soy como un espíritu, una

aparición que produce dinero para sí mismo

y para donde trabaja, pero no existe. Si en la

USA no se tienen papeles o permiso, casi nun-

* El título de este cuento se debe a la experiencia personal

en el trabajo de pintor en Estados Unidos. La sencillez del

título se debe a que la narración solo versa sobre el acto de

lijar, pero detrás de eso hay más que polvo acumulado en el

ambiente.

** Estudiante de tercer semestre de la Licenciatura en Len-

gua y Literatura Hispanoamericanas de la UASLP (Universi-

dad autónoma de San Luis Potosí). San Luis Potosí, México.

[email protected]

C U E N T O

Page 25: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

25

ca, repito, casi nunca se llega a ser alguien en

estos tiempos.

Lijo y toso, volteo a ver la ventana y miro

enormes pinos que se elevan y parecen al-

canzar el sol. Arriba, el encargado del equipo

está esprayando unas puertas; todos anda-

mos con máscara para no respirar la primea-

da o las dos manos de pintura. Lijo, me siento

raro, como feliz; debe de ser el primer. Unos

gringos ya viejitos pasean a sus perros que

la mera verdad se miran mejor que uno. Lijo,

veo de nuevo mis brazos y los limpio un poco

soplando mi piel color canela. Los viejitos se

alejan y pienso que a lo mejor por no ser vie-

jito y blanco: lijo.

Lijo, el cuarto donde ando se llena de polvo

blanco que flota libre por toda la habitación.

Recuerdo aquella mañana cuando te fuiste de

Comonfort, papá. Un pueblito entre Atotonilco

y San Miguel de Allende. Era la primera vez

que veía nevar y no salí por tristeza. Sabía

que aquella nieve me podría triste por ser tan

blanca. No estaría triste por ti y tu promesa

de mandar algunos dólares. Nunca más vol-

vimos a saber de ti ni de los dólares. Además,

en Comonfort ni siquiera había banco o tien-

das; fuimos ilusos la viejecita y yo.

Lijo, el polvo blanco acumulado en los bor-

des de la madera me recuerda a ti, viejecita.

También a la medicina molida tempranito por

la mañana, cuando el sol salía y los gallos

ququiriqueaban afuera de nuestra casa. Lijo,

sigo lijando y no paro de hacerlo con la pro-

mesa de unos dólares debajo de la puerta que

a veces azotaba sin querer cuando me iba a

la escuela.

Lijo, tengo ganas de ir al baño y voy al por-

tátil. Tomo el cuello de mi playera y lo pego a

mi nariz; el olor a veces es insoportable, pero

pensar en la vida en México es más insopor-

table todavía. Termino de mear, leo la pared

de plástico color gris: CATRACHOS HONDU-

REÑOS RIFAN. FUCK MEXICANS. HASI HAS-

TA DA GUSTO CAGAR. PURO MEXA. Me veo

al espejo; tengo las pestañas llenas de polvo y

la cara casi cubierta. Ya no soy el mismo que

adornaba tu sala en un pequeño cuadro con

el uniforme de la primaria, viejecita.

Lijo, siento cómo mis músculos arden por ha-

cerlo tan rápido y por varias horas: hoy hay

que sacar el jale. Trato de olvidarte y pienso

que quizás, si alguien se acomidió por ti, ya

estás en un lugar mejor, porque si yo me fui,

¿quién se quedó a moler las medicinas? Per-

dón, viejecita, han pasado ya unos meses y

yo sigo sin mandarte un solo dólar.

Page 26: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

ResumenEste artículo tiene como objetivo analizar los

procesos de transición a la democracia de dos

países: Estados Unidos y Venezuela. Esto, a

partir de la estructura de conceptualización

y medición propuesta por Munck y Verkuilen

(2002) y siguiendo la recopilación de facto-

res que, a juicio de John M. Ackerman (2006),

intervienen en los procesos de democratiza-

ción, vistos desde la perspectiva de diversas

escuelas de pensamiento. Finalmente se pre-

sentan los hallazgos del análisis que versan

en una serie específica de variables u obser-

vables que se encontraron en ambos casos.

Palabras claves

Democratización, variables, Estados Unidos,

Venezuela.

AbstractThis paper aims to analyze the processes

of transition to democracy in two countries:

the United States and Venezuela. This, based

on the conceptualization and measurement

structure proposed by Munck and Verkuilen

(2002) and following the compilation of fac-

tors that, in the opinion of John M. Ackerman

(2006), intervene in the processes of demo-

cratization seen from the perspective of di-

verse schools of thought. Finally, this are the

findings of the analysis that refer to a specific

Un análisis a los procesos de democratización: los casos de Estados Unidos y Venezuela*

Natalia Andrea Bermúdez Martelo**

Isis Marcela De La Rosa Ayazo***

Ciro David Murillo Lenis****

* Este trabajo es producto de una asignación evaluativa

en el curso de Seminario de Democracia del pregrado en

Ciencia Política y Gobierno de la Universidad del Norte.

** Estudiante de sexto semestre de Ciencia Política y Go-

bierno y de segundo de Derecho de la Universidad del Norte.

Barranquilla, Colombia. [email protected]

*** Estudiante de sexto semestre de Ciencia Política y Go-

bierno y de cuarto de Derecho de la Universidad del Norte.

Barranquilla, Colombia. [email protected]

**** Estudiante de sexto semestre de Ciencia Política y Go-

bierno de la Universidad del Norte. Coeditor de la Revista

Red Política. Barranquilla, Colombia. [email protected]

A R T Í C U L O D E D I V U L G A C I Ó N

Page 27: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

27

series of variables or observables that were

found in both cases.

Keywords

Democratization, variables, United States, Ve-

nezuela.

IntroducciónSegún cifras del informe Democracy Index

2016 elaborado por The Economist, de 167 paí-

ses analizados, 76 de estos pueden ser con-

siderados como democráticos, en los cuales

reside el 49.3 % de la población mundial. A

pesar de esto, solo 19 de ellos pueden catalo-

garse como “democracias plenas” (The Econo-

mist, 2016). Si bien las democracias no son el

sistema político más difundido en el mundo,

las cifras denotan que este domina un poco

más de un tercio de los países del globo. Por

ende, para analizar los factores que llevaron a

todas estas sociedades a transitar hacia esta

forma de gobierno resulta de vital importan-

cia entender el comportamiento de los proce-

sos de democratización.

En este trabajo se identifican los atributos,

componentes de atributos y observables o

variables1 que intervinieron en los procesos

de democratización de dos Estados: Venezue-

la y Estados Unidos. Todo ello a partir de la

recopilación elaborada por John M. Ackerman

(2006) en su texto Democratización: pasado,

presente y futuro, quien describe una serie de

1 Estos conceptos son introducidos por Munck y Verkui-

len (2002) como una forma de estructurar “un esquema

comprensivo e integrado para el análisis de datos” relacio-

nados con las mediciones sobre las democracias.

elementos que intervienen en los procesos

de transición a la democracia vistos desde la

perspectiva de diversas escuelas de pensa-

miento2. A partir de un ejercicio realizado en

el aula de clase se seleccionaron aquellos que

mejor se ajustan a los criterios que describen

Munck y Verkuilen (2002) para medir a la de-

mocracia3.

2 Según el autor, dichas escuelas son: Elitista, Sociedad

Civil, Estructura de Clase, Economía Política y Fuerzas In-

ternacionales.

3 Los autores recomiendan no caer en el doble juego de

las definiciones minimalistas y maximalistas.

Page 28: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

28

AtributosComponente de atributo

nivel 1

Componente de atributo

nivel 2

Componente de atributo nivel 3

Observable/Variable

Sociedad

Movimientos

Intensidad Radicalismo de las élites ¿Uso de repertorios violentos?

Moderación de las élites ¿Uso de repertorios moderados?

Influencia¿Las demandas de los movimientos tienen traducción en las decisiones

de gobierno?

Clases

IntensidadRadicalismo de las

clases¿Uso de repertorios violentos?

Moderación de las clases ¿Uso de repertorios moderados?

Influencia¿Las demandas de las clases tienen

traducción en las decisiones de gobierno?

Élites

Intensidad Radicalismo de las élites¿Las élites están divididas en dos

jugadores?

Moderación de las élites¿Existen terceros y cuartos jugado-

res influyentes?

Influencia Influyentes¿Existe apoyo económico a la tran-

sición?

Determinantes¿Su voto, posición, es determinante

para la transición?

Moderniza-ción

Desarrollo económico

PIB¿La economía dentro de la cual se

da la transición es una economía en crecimiento?

Estructura de clases

¿La estructura de clases tiene sectores emergentes relevantes,

por ejemplo, comerciantes/clases medias?

Desarrollo político

Burocracias Cohesión¿Existen burocracias nacionales

identificadas con el servicio al Estado?

Reglas¿Existe un servicio civil o similar

disciplinado, cuyo acceso y ejercicio sea orientado por reglas públicas?

Instituciones Régimen previo¿El régimen previo tenía institucio-nes que albergaron las instituciones

democráticas posteriores?

Page 29: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

29

Los casos en cuestión fueron escogidos,

puesto que en el período (1970-1980) ambos

países fueron considerados como referentes

democráticos a nivel regional y mundial. Por

ende, sus transiciones democráticas mere-

cen un estudio especial. Venezuela, según

Coronel (citado en Stefan y Mounk, 2017), era

para la década de los 80 un modelo para imi-

tar en toda América Latina. Stefan y Mounk

(2017) agregan a dicha explicación una bre-

ve descripción de la democracia venezolana

para dicha época: un régimen bipartidista con

amplia trayectoria de elecciones libres y pe-

riódicas. Por otro lado, y en el mismo periodo

de tiempo, Estados Unidos fue considerado

como el mayor promotor de la democracia

en el mundo (Huntington, 1991). Entender el

proceso de transición democrática de Estados

Unidos implica determinar si una “ruptura

violenta” con el orden social previo conlleva

al establecimiento de la democracia, como

bien lo señala Moore (1976).

VenezuelaVenezuela es una república federal presiden-

cialista, ubicada en la parte septentrional de

Suramérica, rodeada por el mar Caribe y el

océano Atlántico. Limita con Colombia, Bra-

sil y Guyana. De acuerdo con información del

World Factbook de la CIA, la población de este

país para el 2016 se estimaba en 30 912 302

de personas. Para el mismo periodo de tiem-

po, su PIB per cápita se ubicaba en USD 15 100.

La Rama Ejecutiva está liderada por el Presi-

dente de la República (quien actúa como jefe

de Estado y de Gobierno), elegido junto el Vi-

cepresidente mediante sufragio directo para

un periodo de 6 años. Asimismo, lo asiste un

Consejo de Ministros, cuyo nombramiento

responde a la discreción del presidente. La

Asamblea Nacional (de naturaleza unicame-

ral) concentra todos los poderes legislativos

del país. La Rama Judicial está liderada por

el Tribunal Supremo de Justicia; el cual se

divide en seis salas: constitucional, político-

Influencia internacio-

nal

Directa Militar¿Hubo intervención extranjera

directa, mediada por la fuerza, para forzar/impulsar la transición?

Económica¿Hubo intervención económica directa para forzar/impulsar la

transición?

Indirecta Ideológica¿Existía un entorno exterior/vecin-dario favorable al cambio de régi-

men?

Económica

¿Existían agentes económicos ex-ternos influyentes cuyos intereses fueran favorables a la democratiza-

ción?

Tabla 1. Elaboración colectiva en el curso de Seminario de Democracia a partir del texto de Ackerman (2006)

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Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

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administrativa, electoral, civil, penal y social.

Su sistema de partidos es multipartidista y

atomizado (CIA, s.f.).

El proceso de transición venezolano se ubi-

ca dentro la segunda ola de democratización

propuesta por Samuel Huntington (1991) com-

prendida entre 1945 y 1962. Dicho tránsito

comprende el período del Trienio (1945-1948)

hasta su consolidación con el Pacto de Pun-

to Fijo. Dicho proceso se caracterizó por ser

corto, moderado e impulsado por la bonanza

petrolera.

Dentro de esta transición se identifican las

siguientes variables que dieron lugar a su

desarrollo: el uso de un repertorio moderado

por parte de las élites, divididas en 2 jugado-

res, una parte cívico-militar enfrentada a los

militares que se negaban a la convocatoria de

elecciones. En segundo lugar, se denota que

la economía venezolana se caracterizó por

un crecimiento sostenido de la explotación

del petróleo y el impulso que este trajo para la

inversión estatal y privada. De igual manera,

con el establecimiento del Gobierno provisio-

nal de Acción Democrática se incorporó un

sistema de partidos que se mantuvo vigente

durante la dictadura y que trascendió hasta

el Pacto de Punto Fijo, lo cual implica la exis-

tencia de instituciones democráticas previas.

Finalmente, la influencia extranjera se vio re-

flejada en los postulados de los partidos co-

munistas venezolanos que siguieron la línea

doctrinaria de la Revolución cubana, y en el

ámbito económico, la presencia de multina-

cionales e inversión estadounidense.

Siendo el rol de las élites la primera variable

por analizar, se puede aseverar que estas se

encontraban divididas en 2 jugadores, los

cuales no siempre estuvieron alineados debi-

do a la instauración del sistema populista de

movilización. Así las cosas, uno de los juga-

dores estaba compuesto por Acción Democrá-

tica, el COPEI, los militares que apoyaban la

convocatoria de elecciones, los empresarios y

la Iglesia Católica, y por el otro, los militares

que buscaban aferrarse al poder. El Pacto de

Punto Fijo, firmado en enero de 1958 por los

representantes de los partidos más importan-

tes de Venezuela, sentó las bases para el esta-

blecimiento de gobiernos democráticos en el

país y produjo la configuración de un sistema

bipartidista: el poder se repartía entre Acción

Democrática y el COPEI. Esta característica,

junto con la exclusión de sectores alternati-

vos y el establecimiento de prácticas cliente-

lares, se asemeja al Frente Nacional colom-

biano (Atehortúa y Rojas, 2005).

De igual modo, el apoyo de los empresarios

aumentó la preponderancia de los partidos

tradicionales. Sin embargo, dicho apoyo era

de carácter ambiguo, puesto que solo estaba

presente cuando los veían como un muro de

contención de las aspiraciones de las masas.

No obstante, cuando estos partidos se vol-

vieron populistas, retiraron su participación

en las decisiones estatales (Rey, 1991). Esto

evidencia la tesis propuesta por Ruescheme-

yer, Huber y Stephens (citados en Ackerman,

2006) de que la burguesía lucha por la de-

mocracia en función de sus intereses y que

cuando esta “va muy lejos”, retiran su apo-

yo. El segundo jugador, es decir, los militares

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31

que estaban en contra de la democratización

buscaban no perder su hegemonía en el po-

der, por lo que acudieron a tácticas populis-

tas para estrechar lazos con la población, in-

tentando construir un partido político propio

que les permitiera mantenerse en el gobierno

(Atehortúa y Rojas, 2005).

El crecimiento de la economía venezolana

se produjo gracias al auge petrolero, que im-

pactó de forma indirecta a través de la ren-

ta recibida por el Estado y la distribución de

la misma, manifestada en el gasto público

y la inversión en obras, produciendo empleo

estatal, que a su vez estuvo acompañado del

impulso de la industrialización de las empre-

sas privadas. Sin embargo, estas últimas no

alcanzaron a igualarse con respecto al sector

público, generando un poderoso capitalismo

de Estado. El papel preponderante del petróleo

en la economía produjo una fuerte dependen-

cia con respecto al mismo, lo que motivó el

aumento de las importaciones con el objeti-

vo de satisfacer las necesidades básicas de

los ciudadanos (Rey, 1991). Asimismo, puede

observarse que la economía nacional experi-

mentó un proceso de crecimiento durante el

periodo de la dictadura. De acuerdo con Ate-

hortúa y Rojas (2005), este periodo se carac-

teriza por la modernización del campo, una

creciente movilidad laboral y el aumento de

actividades relacionadas con el sector secun-

dario.

Desde 1935, con la dictadura de Gómez, se

produjo una modernización de la hacienda

pública, una incipiente burocracia técnica

para la prestación de algunos servicios públi-

cos esenciales, profesionalización del Ejérci-

to y una incipiente explotación petrolera que

financió el establecimiento de las bases del

Estado moderno. Todas estas medidas iban

encaminadas a combatir la división que pro-

ducían los caudillos y los líderes de los parti-

dos tradicionales (Rey, 1991). Adicionalmente,

el régimen permitió la existencia de parti-

dos políticos hasta 1950 (Atehortúa y Rojas,

2005). Todo ello es prueba de que en el proce-

so de democratización venezolano se denota

la presencia de dos variables: una burocracia

identificada al servicio del Estado e institucio-

nes democráticas durante el régimen previo.

Como última variable por analizar se ubica la

influencia internacional, reflejada por la doc-

trina de la Revolución Cubana, que influenció

en la radicalización de la ideología de los par-

tidos comunistas del país, los cuales se que-

daron por fuera del Pacto de Punto Fijo. Otro

país influyente en la transición a la demo-

cracia venezolana fue Estados Unidos, que

para el período de 1951-1957 concentraba el 70

% de las inversiones provenientes de capital

económico. Así mismo, desde Estados Unidos

se promocionaba a Venezuela como un lugar

ideal para llevar la industria manufacturera

norteamericana (Coronil, 1988).

Estados UnidosEstados Unidos se encuentra ubicado en el

norte del continente americano, rodeado por

la parte norte de los océanos Atlántico y Pa-

cífico, y entre Canadá y México. Según datos

del World Factbook de la CIA, la población de

este país hacia julio de 2016 estaba estimada

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Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

32

en aproximadamente 324 millones de perso-

nas. Su PIB per cápita fue de USD 57 300 para

el 2016. Así mismo, en cuanto a su sistema

de gobierno, este puede ser descrito como

una república presidencialista federal. El pre-

sidente (quien es tanto jefe de Estado como

de Gobierno) y el vicepresidente son elegidos

mediante sufragio indirecto por un Colegio

Electoral. El Congreso norteamericano es bi-

cameral, compuesto por el Senado y la Cáma-

ra de Representantes. La Rama Judicial está

liderada por la Corte Suprema de Justicia, in-

tegrada por nueve miembros vitalicios nomi-

nados por el Presidente y confirmados por el

Senado. Su sistema de partidos es clasificado

como bipartidista, siendo los partidos Demó-

crata y Republicano los que dominan la arena

electoral. Este sistema, que hoy en día es uno

de los referentes para las democracias actua-

les, tuvo sus orígenes a partir de una serie de

acontecimientos bélicos como la Guerra de

Secesión, que tuvo un total de bajas alrededor

de 851 000 personas (Encyclopædia Britanni-

ca, 2017).

El proceso de transición estadounidense

es ubicado dentro de la primera ola de de-

mocratización descrita por Huntington

(1991), comprendida entre 1820 y 1926. Di-

cho tránsito se vislumbró entre la Guerra

de Independencia (1775-1783) y la Guerra de

Secesión (1861-1865), y se caracterizó por

ser un proceso largo, violento e influencia-

do significativamente por la industrializa-

ción y las ideas de la Revolución Francesa.

Dentro de esta evolución democrática se pue-

den identificar las siguientes variables que

dieron lugar a su desarrollo: el rol de las éli-

tes, que en este caso son los grandes plan-

tadores del Sur, los capitalistas industriales

del Norte y los granjeros independientes del

Oeste. En segundo lugar, se observa que la

economía estadounidense estuvo en creci-

miento durante el período de transición. De

igual manera, muchas de las instituciones

que poseía Estados Unidos durante la Gue-

rra Civil fueron heredadas de la colonización

inglesa. Finalmente, la influencia interna-

cional fue de carácter indirecto e ideológico.

Siendo el rol de élites la primera variable por

analizar, se puede afirmar que estas estaban

divididas en dos jugadores: la élite del Norte,

conformada por industriales influenciados

por las tesis liberales burguesas, y la élite su-

reña, compuesta por los plantadores de algo-

dón ideológicamente identificados con valores

conservadores y aristocráticos (Moore, 1976).

Se podría identificar como tercer jugador a los

granjeros del Oeste, alineados con los ideales

del Norte, ya que el arraigo de la granja fami-

liar sembró en ellos un sentimiento antiescla-

vista y de progreso comercial (Moore, 1976). La

influencia de las mismas se vio marcada por

el apoyo económico que dieron a la guerra,

evidenciado en la compra de material bélico

como la bala minié (Fields y Hall, 2010), lo cual

fue posible gracias al creciente desarrollo de

la exportación de algodón y de manufacturas.

El crecimiento de la economía estadouniden-

se se produjo gracias a la institucionalización

de una agricultura comercial y la manufac-

tura de productos básicos, lo cual dio lugar a

que ambos bandos establecieran relaciones

de interdependencia, donde el Sur proveía al

Norte materias primas y, por su parte, el Nor-

te abastecía al Sur de productos del sector

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33

secundario y, además, servía de puerto para

las exportaciones nacionales. Por lo tanto,

se puede afirmar que ambas partes tenían

sentimientos capitalistas. El triunfo del Nor-

te confirma la tesis de Lipset, quien asegura

que el desarrollo económico y la moderni-

zación hacen que los valores moderados se

vuelvan hegemónicos (citado en Ackerman,

2006). En este caso se evidencia con la con-

quista de la abolición de la esclavitud en todo

el territorio estadounidense4, que era uno de

los principales objetivos del Norte industrial.

Estados Unidos se diferenció de Inglaterra

por no tener que desmantelar una clase que

estuviera arraigada a una base feudal ni una

clase burguesa empoderada5. Sin embargo,

los ingleses dejaron como legado de su per-

manencia en Norteamérica un conjunto de

instituciones; dentro de las cuales se puede

identificar: el protestantismo, común en am-

bas regiones, y la independencia económica,

reflejada en rol preponderante que juega el

país en la economía mundial actual.

En el período posterior a la Independencia

los norteamericanos desarrollaron las ins-

tituciones políticas que hoy caracterizan a

su democracia: la separación de poderes, el

sistema de pesos y contrapesos, etc. En par-

4 Si bien la Guerra Civil puso fin a la esclavitud, en el Sur

del país se configuró una fuerte segregación en contra de

los afroamericanos, lo cual representó un retroceso signifi-

cativo en cuanto a los derechos que estos habían adquirido

(Departamento de Estado, 2006).

5 Según Moore (1976), la destrucción del campesinado fue

fundamental para la transición a la democracia en Ingla-

terra. La existencia de dicha clase implicaba enfrentarse a

valores “conservadores y reaccionarios” que fueron obser-

vados en otros casos a lo largo del mundo, como Alemania

y Japón.

ticular, Huguet (2009) expone el caso de los

derechos de petición como criterio para de-

finir quiénes eran ciudadanos. Las muje-

res contaban con la posibilidad de hacerlo,

mientras que los esclavos no, por lo que se

entendía que las mujeres tenían el status de

ciudadanas (aclarando que la naturaleza de

dicha ciudadanía es distinta de la masculina).

En último lugar, la influencia extranjera se

vio reflejada por las ideas de la Revolución

Francesa, que se puede calificar como ame-

nazante a las doctrinas que justificaban la

propiedad de esclavos, defendidas por la élite

del Sur. Sin embargo, esto último resultó sien-

do el aparato de justificación por parte de los

norteños, liderados por Abraham Lincoln que

buscaba “la defensa de una nación concebi-

da en libertad y democracia que soportara el

paso del tiempo” (Hijano, 1997, p. 64), para la

abolición de la esclavitud, y además, el triun-

fo de los valores de la Unión contribuyó al

proceso de expansión de la industrialización

en Estados Unidos.

ConclusiónA raíz del estudio de los observables descri-

tos en la tabla 1 se encuentra como común

denominador una serie de variables, entre las

cuales se rescatan las siguientes: el rol de las

élites, el crecimiento económico, la presencia

de instituciones democráticas en el régimen

previo y la influencia extranjera indirecta

manifestada de forma ideológica. Puede re-

saltarse que el tránsito a la democracia en

materia institucional fue mucho menos trau-

mático para Estados Unidos que para Vene-

zuela, puesto que el primero ya contaba con

Page 34: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

34

una serie de instituciones de naturaleza de-

mocrática desde la época de dominación in-

glesa. En cambio, Venezuela provenía de una

época dictatorial, donde la única institución

democrática observable fue el sistema de par-

tidos políticos.

Variables/Observables Venezuela Estados Unidos

¿Las élites están divididas en dos jugadores?

Jugador 1: Partidos políticos, empresa-rios, militares a favor de un régimen

democrático, empresarios.

Jugador 2: militares a favor de la conti-nuidad de la dictadura.

Jugador 1: industriales del Norte.

Jugador 2: plantadores del Sur.

¿Existen terceros y cuartos jugadores influyentes?

No. Granjeros del Oeste.

¿La economía dentro de la cual se da la transición

es una economía en crecimiento?

Sí, gracias a la bonanza petrolera. Sí, gracias a la creciente industria manufacturera del Norte y el auge del comercio de algodón en el Sur.

¿El régimen previo tenía instituciones que alberga-

ron las instituciones demo-cráticas posteriores?

Durante la dictadura previa al Pacto de Punto Fijo existió un sistema de parti-

dos.

Desde antes de la Guerra de In-dependencia ya existían muchas de las instituciones democráticas

que hoy caracterizan a Estados Unidos.

¿Existía un entorno exterior/vecindario favorable al

cambio de régimen?

Los partidos comunistas que quedaron fuera del Pacto de Punto Fijo se radi-

calizaron a partir de la influencia que recibieron de la Revolución Cubana.

Las ideas provenientes de la Revo-lución Francesa ayudaron a justi-

ficar el discurso antiesclavista.

¿Existían agentes económicos externos

influyentes cuyos intereses fueran favorables a la

democratización?

Estados Unidos tenía fuertes intereses económicos en Venezuela, ya que lo

veía como un país ideal para llevar la manufactura producida en Norteamé-

rica.

No.

Tabla 2. Resumen comparativo de los hallazgos

Page 35: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

35

El Pacto de Punto Fijo, como el evento que

marcó el inicio de la transición a la democra-

cia de Venezuela, comparte elementos análo-

gos con el Frente Nacional. En primer lugar,

Atehortúa y Rojas (2005) señalan que este

Pacto

Cerró la última dictadura de medio si-

glo y abrió, en cambio, la llamada ‘bipo-

laridad entre los partidos más visibles

como alternativas de gobierno: Acción

Democrática (AD), de tendencia social-

demócrata, y el Partido Socialcristiano

(Comité de Organización Política Electo-

ral Independiente, COPEI) (pp. 255-256).

De igual forma, Mesa (2009) señala respecto

al papel del Frente Nacional en la democracia

colombiana lo siguiente:

Un gran sector del país, principalmente

Liberales y Conservadores, piensan que

El Frente Nacional salvó a la democra-

cia colombiana de la dictadura militar

de Gustavo Rojas Pinilla, que asumió el

poder a través de un golpe de Estado el

13 de junio de 1953 y se mantuvo en él

hasta el 10 de mayo de 1957. Y se pue-

de decir que así fue en el entendido de

que puso fin a dicha dictadura y resta-

bleció “el predominio de la constitución”

(p.159).

A partir de la argumentación anterior pue-

de afirmarse que ambos eventos históricos

fueron determinantes para finalizar épocas

de violencia política y autoritarismo. Dichos

pactos permitieron gobiernos civiles y elec-

ciones periódicas en los años subsiguientes.

Sin embargo, cabe preguntarse si la naturale-

za de estos acuerdos entre élites fue verdade-

ramente democrática. Al haberse derivado de

ellos un sistema netamente bipartidista, di-

versos sectores políticos quedaron excluidos

de la posibilidad de acceso efectivo al poder, lo

cual generó en ambos países el surgimiento

de grupos alzados en armas6. Así las cosas,

la respuesta al interrogante planteado previa-

mente genera complejidad, dada la inviabili-

dad de responder afirmativa o negativamente

de forma contundente.

AgradecimientosLos atributos, componentes de atributos y

variables observadas en el análisis de los ca-

sos descritos en este artículo fueron producto

de una construcción colectiva junto con los

demás estudiantes del curso de Seminario

de Democracia del periodo 2017-01 y bajo la

dirección de la profesora Paola García Reyes

(docente a cargo de impartir el mismo).

6 Piénsese en las FARC para el caso colombiano y en el

Partido Comunista y en el Movimiento de Izquierda Revolu-

cionaria (MIR) en Venezuela.

Page 36: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

36

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cy Index 2016. Revenge of the “deplorables”.

Page 37: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

El Viceministro del Interior para la Partici-

pación e Igualdad de Derechos, Luis Ernesto

Gómez, es un personaje destacado dentro del

gabinete del actual presidente Juan Manuel

Santos. Es politólogo y economista de la Uni-

versidad de Humboldt, en Berlín. Ha trabajado

como coordinador de la Asamblea Parlamen-

taria Alemana-suramericana, como consul-

tor de la Comisión Económica y Desarrollo del

Parlamento Alemán, fue viceministro de Em-

pleos y Pensiones, jefe de la Oficina de Pla-

neación del Ministerio del Trabajo y además

es catedrático en reconocidas universidades

del país. Todo esto lo ha logrado en sus ape-

nas 33 años de vida.

Es reconocido porque en su día a día viste de

traje, corbata y tenis lo que refleja el interés

que tiene en hacer que la juventud sea pro-

tagonista de este gobierno. En el marco del

foro “Nuevos rumbos de la democracia”, que

se realizó en la Universidad del Norte el 17 de

febrero, tuvimos la oportunidad de conversar

con él acerca de algunos puntos que se propo-

nían para la Reforma Política.

El voto obligatorio es una figura que existe en

los diseños institucionales de varios países a

lo largo del mundo, si en Colombia se llegara a

implementar esta medida, ¿qué castigos po-

drían imponerse a quienes no ejerzan el dere-

cho al voto? ¿Cree que esto tendría un impac-

to significativo en la reducción de los niveles

de abstención?

La experiencia de países como Bolivia y Uru-

guay, que son de la región, nos muestra que

el voto obligatorio sí permite involucrar mu-

cho más a la ciudadanía. Hay encuestas que

demuestran que cuando la ciudadanía está

familiarizada con el voto obligatorio, ve con

buenos ojos esta imposición. Le gusta ser

“La construcción de ciudadanía debe hacerse de la mano con la educación”: Luis Ernesto Gómez Diana Marcela Ardila Figueroa*

* Estudiante de sexto semestre de Ciencia Política y Go-

bierno de la Universidad del Norte. Barranquilla, Colombia.

[email protected]

E N T R E V I S T A

Page 38: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

38

parte de las decisiones, se informa mejor al

momento de ir a votar y no siente como una

carga el hecho de ir a las urnas.

El ministro Juan Fernando Cristo anunció al

Congreso que el Gobierno Nacional va a pre-

sentar la Reforma Política. En ella se contem-

pla la reducción de la edad necesaria para

el voto. ¿Qué criterios se utilizaron desde el

Ministerio para realizar esa propuesta? ¿No

sería más viable incluir la figura del voto sim-

bólico?

En el Ministerio analizamos los casos de dis-

tintos países; con relación a esta propuesta

identificamos que el voto a los 16 años ha

dado buenos resultados en algunos de ellos,

como en Austria. Allá la participación de los

jóvenes se incrementó notablemente después

de la introducción de esta medida.

¿Qué relación tiene esto? Lo que se analiza es

que cuando el joven a esta edad participa por

primera vez en un proceso electoral, todavía

viviendo en su casa y con el acompañamiento

de sus padres, no necesariamente estos le van

a decir por quién votar, sino que desempeñan

un papel importante porque lo acostumbran a

votar y lo llevan a las urnas.

También los educadores hacen parte del pro-

ceso de decisión y en las aulas de clase se

alcanzan a discutir las distintas propuestas.

Esto genera que la tasa de participación sea

mucho más alta y, además, como el voto es

un hábito, quienes empiezan a votar desde

temprana edad continúan votando por el res-

to de sus vidas.

En Escocia, por ejemplo, después de introdu-

cir el voto joven se incrementó la tasa de par-

ticipación de los jóvenes entre 16 y 25 años de

un 54 al 75 %. Es evidente que la posibilidad

y la decisión de votar siendo joven aumenta

la participación de las personas en los proce-

sos de tomas de decisiones. Las críticas dicen

que los jóvenes no tienen el criterio para vo-

tar; esta discusión es bienvenida, pero tene-

mos la convicción de que los jóvenes sí tienen

los criterios y que hoy más que nunca están

muy bien conectados e informados. Si a esa

facilidad para acceder a la información le su-

mamos el interés que tienen por conocer de

la política, esto puede ayudarnos a tener una

democracia más completa y más participati-

va en nuestro país.

Acerca del voto simbólico, también hemos es-

tudiado algunos casos; por ejemplo, en Guate-

mala los niños van a las urnas y participan.

Salen los resultados reales de cómo votaron

los mayores y cómo lo hicieron los niños. Este

es un proceso pedagógico muy importante; la

construcción de ciudadanía debe hacerse de

la mano con la educación, y la experiencia

cercana con la votación permite que se haga

pedagogía acerca del deber y el derecho al

voto y de la importancia de tomar decisiones

informadas.

De la mano con las decisiones informadas,

¿se ha pensado desde el Ministerio alguna

propuesta para desmentir la información

errada que circula por las redes? ¿Qué medi-

das se han tomado desde el Ministerio para

prevenir que la gente vaya a las urnas y deci-

da por quién votar con información falsa?

Page 39: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

39

Lo peor que podríamos hacer como Estado es

censurar la información que circula en las re-

des. Esto (la información errada que circula en

internet) es una gran dificultad para los siste-

mas democráticos y políticos porque es igual

de importante la información que publica una

persona altamente calificada desde un portal

con credibilidad a la que publica una persona

desde su sótano en Facebook. Ambos pueden

alcanzar el mismo nivel de credibilidad.

El reto es que las personas tengan la capaci-

dad de discernir y distinguir entre la infor-

mación que es cierta y la que no lo es ante la

disponibilidad de tanta información. Para eso

necesitamos definitivamente más educación.

La solución no puede ser censurar ni filtrar la

información, ese no es el camino, sino real-

mente tener una ciudadanía más educada y

más formada.

En una frase, ¿cómo definiría el estado actual

de la democracia?

La democracia mundial está en crisis y es ne-

cesaria una actualización del sistema.

Page 40: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

ResumenLa educación para la prevención de la vio-

lencia es un proyecto de investigación cuali-

tativo que busca dar herramientas de imple-

mentación en las áreas sociales y nacionales,

para realizar un aporte a la ejecución de los

Acuerdos de Paz en Colombia entre el Gobier-

no y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de

Colombia (FARC- EP).

Con esta investigación se busca evidenciar

el acompañamiento internacional, en este

caso ejercido por la Organización de las Na-

ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y

la Cultura (UNESCO), en el cumplimiento de

los acuerdos, los mecanismos establecidos

para la educación en el posconflicto, el cum-

plimiento nacional de los acuerdos y los retos

de la reinserción de los excombatientes de las

FARC a la vida civil.

Palabras clave

Educación, violencia, cooperación, reincorpo-

ración, acuerdo.

AbstractViolence prevention education is a qualitative

research project that seeks implementation

tools in social and national areas to carry out

a project for the employment of the Peace Ac-

cords in Colombia between the Government

and the Revolutionary Armed Forces of Co-

lombia (FARC- EP).

With this research, it is sought to evidence

international accompaniment, in this case

is exercised by the United Nations Educa-

Educación para la prevención de la violencia: la cooperación de la UNESCO en el marco de la implementación de los Acuerdos de Paz en Colombia*

Karla Vanessa Tejada Barranco**

* Producto del proyecto de investigación del semestre de

Prácticas Profesionales de la División de Derecho, Ciencia

Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del

Norte. Barranquilla, Colombia.

** Estudiante de octavo semestre de Relaciones Internacio-

nales de la Universidad del Norte. Barranquilla, Colombia.

[email protected]

A R T Í C U L O D E I N V E S T I G A C I Ó N

Page 41: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

41

tional, Scientific and Cultural Organization

(UNESCO), in the fulfillment of agreements,

established mechanisms for education in the

Post conflict, The national fulfillment of the

agreements and the challenges of the reinte-

gration of the ex-combatants of the FARC to

the civil life.

Keywords

Education, violence, cooperation, reincorpora-

tion, agreement.

IntroducciónEl enorme esfuerzo que es la guerra sólo puede evi-

tarse si se entiende por paz un esfuerzo aún mayor…

Si la guerra es una cosa que se hace, también la paz

es una cosa que hay que hacer, que hay que fabricar

Ortega y Gasset (1938).

El conflicto armado colombiano sin duda ha

representado uno de los eventos más icónicos

no sólo de Colombia, sino también de Améri-

ca Latina y el mundo entero. Son muchas las

variables que han influido en la duración de

este conflicto y que, a su vez, han ayudado

a la culturización de la violencia dentro del

país, lo cual ha generado un sinnúmero de

víctimas durante sus años de duración.

Su desarrollo lleva a cuestas un conjunto de

factores, como carencias políticas referencia-

das en la historia, derechos sociales incum-

plidos, intereses individuales que favorecen el

surgimiento de grupos como las FARC dentro

de la sociedad, generado múltiples conse-

cuencias donde la población civil es la más

perjudicada. Desplazamiento forzoso, despo-

jo de tierras, secuestros, pobreza, incremento

del analfabetismo y la falta de presencia esta-

tal en diversas zonas del país son ejemplos de

las secuelas de la guerra en Colombia.

Tras más de cincuenta años de conflicto, el 26

de agosto de 2012, en la Casa de Piedra de El

Laguito en Cuba, se firmó el documento que

dio inicio al proceso de paz entre el Gobierno

colombiano y las FARC-EP. Durante cuatro

años se llevó a cabo una serie de encuentros

donde los grupos negociadores ponían sobre

la mesa los diversos intereses para la con-

solidación de la paz. El 26 de septiembre de

2016 se firmó en Cartagena el Acuerdo Final,

y consigo se dio inicio a una serie de retos que

el Gobierno y la sociedad colombiana deberán

enfrentar en los años venideros.

En este sentido, el Gobierno colombiano se

ve de cara a la reconstrucción social para el

cumplimiento de los acuerdos de paz y la

consolidación de una paz estable y duradera.

Para ello, de igual forma, intenta implementar

una serie de políticas públicas que garanticen

la ejecución de lo firmado y darle solución

a la problemática que ha surgido durante el

conflicto con referencia a la población civil.

De esta manera, se espera efectuar una serie

de acciones, como lo son la ley de víctimas,

los procesos de restitución de tierras, la justi-

cia transicional, la construcción de un marco

jurídico para la paz y el programa de Desar-

me, Desmovilización y Reintegración (DDR)

dentro del país.

En ese orden de ideas, el Gobierno colombia-

no y las FARC-EP han solicitado el acompa-

Page 42: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

42

ñamiento de la comunidad internacional para

la verificación y la cooperación a la hora de

la implementación de los acuerdos, en la que

hacen presencia varias organizaciones. Una

de ellas es la Organización de las Naciones

Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cul-

tura – Unesco, que través de su objetivo fun-

dacional1 brinda su apoyo para la estabilidad

de una paz duradera que ayude a la recons-

trucción social a la cual se enfrenta el país.

De esta manera, en conjunto con los paráme-

tros de la UNESCO para una cultura de paz y

no violencia, este trabajo de investigación in-

tenta utilizar la educación como herramienta

pedagógica que sirva para hacer un aporte en

el marco de la implementación de los acuer-

dos de paz, hacer frente a los retos que esto

conlleva y poder implementarse en todas las

zonas donde el conflicto ha alcanzado un ma-

yor desarrollo.

Metodología de la investigaciónEsta investigación es de carácter cualitativo.

Por medio de este método busca realizar un

análisis de los diversos parámetros para la

prevención de la violencia a través de la ins-

tauración de una cultura de paz establecida

por la Unesco. Gracias a este y al análisis de

los acuerdos de paz en Colombia, específica-

1 La UNESCO tiene como objetivo fundacional instau-

rar la Cultura de la Paz en la mente de los hombres a través

de la educación, la ciencia y la cultura en conjunto con de

los parámetros establecidos para la misma. Véase La Cons-

titución de la Organización de las Naciones Unidas para la

Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Recuperado de:

http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=15244&URL_

DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html

mente del punto 3.2, el cual hace referencia a

la reincorporación, se establecerán mecanis-

mos que puedan ser implementados dentro

de las instituciones educativas en el país.

De esta manera, a través de entrevistas rea-

lizadas a miembros de la Secretaría Ejecuti-

va de la Comisión Nacional de Cooperación

con la Unesco del Ministerio de Relaciones

Exteriores de Colombia, 2se espera conocer,

en primera instancia, las diversas concepcio-

nes que tiene la Unesco respecto al proceso

de paz en Colombia, de qué manera puede

efectuar un acompañamiento eficaz para

la ejecución de lo acordado en La Habana y

determinar de qué forma los parámetros de

esta organización para la instauración de la

paz en la mente de los hombres y mujeres del

mundo y los parámetros para la prevención

y no repetición de la violencia pueden ser de-

sarrollados dentro de las instituciones edu-

cativas del país. De igual forma, a través del

análisis de documentos proporcionados por

la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacio-

nal de Cooperación con la Unesco del Minis-

terio de Relaciones Exteriores de Colombia y

el uso del método etnometodológico, se espe-

ra desarrollar un mecanismo, con base en la

información analizada, para construir y dar

sentido a la creación de un plan de acción que

sea de utilidad para la prevención y no repeti-

ción de la violencia, a través de su desarrollo

y ejecución en las entidades educativas.

2 Véase el anexo del Proyecto de Prácticas: Entrevista a

Michel Yair Carillo Chamorro. Tercer Secretario de Relacio-

nes Exteriores de la Comisión Unesco del Ministerio de Re-

laciones Exteriores de Colombia.

Page 43: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

43

En este sentido, se espera realizar un análisis

de las prácticas sociales que puedan llevarse

a cabo, y del aporte a la maquinaria pedagógi-

ca para la paz establecida en todo el país.

Resultados y conclusiones 3

Dentro del marco de la implementación de

los Acuerdos de Paz en Colombia es necesa-

rio establecer un Plan de Acción que pueda

llevarse a cabo en conjunto con las entidades

gubernamentales del país, al igual que las or-

ganizaciones internacionales que presentan

su apoyo al cumplimiento del acuerdo. En

este contexto se evidencia el acompañamien-

to de la Unesco, que a través de su labor en

América Latina y el Caribe busca incidir en

las políticas y prácticas educativas, facilitan-

do la interacción entre las mismas, promover

cambios en los actores involucrados directa

o indirectamente en los procesos educati-

vos, así como prestar una colaboración per-

manente al país. De igual forma, se espera

realizar un llamado a los Estados de Améri-

ca Latina y el Caribe para el intercambio de

información, impulsar acciones y compromi-

sos para alcanzar los objetivos en materia de

3 Léase Delords, J, et al. (1997). La educación encierra un te-

soro. Recuperado de http://repositorio.sineace.gob.pe/repo-

sitorio/bitstream/handle/123456789/1834/iNF-%20Delors.

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uitable quality education and lifelong learning for all. Recu-

perado a partir de: http://www.waam2015.org/sites/default/

files/incheon_declaration_en.pdf

educación y contribuir al proceso de integra-

ción regional.

En este orden de ideas, tras la labor realizada

por la Unesco en la región, Colombia se visua-

liza como uno de los países claves para la ins-

tauración de estas mejoras en educación en

la región; de igual forma, la coyuntura que re-

presenta el proceso de paz logrado en el país

abre un espacio para la reestructuración de

la educación en Colombia, y la posibilidad de

establecer un plan de acción como mecanis-

mo para la prevención y no repetición de la

violencia.

Marco de acción de la Agenda 2030: enfoques y estrategias para la educación Con la instauración de una agenda para la

educación 2030, la Unesco espera cumplir

con los objetivos del Programa Educación

para todos junto a los objetivos para el de-

sarrollo sostenible a nivel mundial. De esta

manera, esta agenda se presenta como base

y contexto internacional para que Colombia

pueda ejercer su compromiso de cumpli-

miento educativo y los objetivos del desarro-

llo sostenible en este nuevo contexto de paz.

De igual forma, en coalición con lo estableci-

do por la agenda se propone el siguiente plan

de acción:

Page 44: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

44

Estrategias de acción 4

1. Para lograr una estabilidad política, lue-

go de más de cincuenta años de conflicto

armado, se estableció una mesa de nego-

ciación entre el Gobierno Colombiano y

las FARC-EP. Tras arduas conversaciones,

las negociaciones dieron como resultado

un Acuerdo de Paz con seis puntos para

desarrollar, para poner fin al conflicto. De

esta manera, el proceso cuenta con una

supervisión internacional y nacional para

su cumplimiento y desarrollo, generando

el primer paso para la estabilidad en el

país.

2. Gracias a estos seis puntos surgidos de las

negociaciones se estableció una “hoja de

ruta” que pueda incidir de manera directa

en el cese de hostilidades y la reincorpo-

ración a la vida civil. En este sentido, las

entidades nacionales, en compañía de las

organizaciones internacionales que están

prestando apoyo y supervisión a este pro-

ceso, deberán establecer mecanismos en

los diversos aspectos que sean necesarios

para una reestructuración social. Entre

4 I. estrategia de la Agenda 2030: Fortalecimiento de

políticas, planes y sistemas Gracias al instrumento inter-

nacional proporcionado por los Derechos Humanos se ha

establecido un sólido marco para garantizar una educación

sin discriminación o exclusión. En este sentido, debe llevar-

se a cabo una serie de labores encabezadas por el Gobierno

para asegurar el desarrollo de marcos legales y políticos que

respondan a las demandas educativas de cada país. Los go-

biernos deben instaurar mecanismos de buena gobernanza

y rendición de cuentas, sistemas de información, mecanis-

mos y procedimiento de financiamiento. De igual manera,

deberán hacer uso de la innovación y las tecnologías de la

información y las comunicaciones (TIC) para fortalecer los

sistemas educativos.

ellos se encuentra la educación, la parti-

cipación política, el acceso a la salud, al

trabajo, al reencuentro de familiares y de-

más elementos que sean necesarios para

la vuelta a la vida civil por parte de los ex-

combatientes de las Farc, en la medida en

que se utilice como base lo acordado en La

Habana, el Derecho Internacional Huma-

nitario y la Constitución Política del país.

3. El Gobierno colombiano deberá desarrollar

e implementar un mecanismo que pueda

ponerle fin a la ausencia del Estado en

diversas zonas rurales y de periferia del

país, donde se ha vivido con mayor inten-

sidad el conflicto armado. De igual forma,

cumplir con los deberes que recaen en el

Estado para reestablecer la confianza en

la sociedad civil, la seguridad y el control

de estas áreas; al igual que proporcionar

los beneficios de educación, salud, traba-

jo a través de infraestructura y planes de

acción por parte de los Ministerios corres-

pondientes.5

4. Utilizar de manera adecuada los diversos

recursos económicos que la comunidad

internacional ha invertido para el pos-

conflicto en Colombia. Así, se espera que

la instauración de las medidas adecua-

das para el cumplimiento del acuerdo sea

efectivas y eficaces a corto y largo plazo.

Para de esta manera poder implementar

proyectos de desarrollo en aquellas zonas

donde el Estado no ha hecho presencia y

5 Léase Viceministerio de Educación Prescolar, Básica y

Media (2016). Plan de educación en el posconflicto.

Page 45: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

45

presentan los más altos niveles de violen-

cia.

5. Establecer medidas, legales o políticas

que ayuden a la prevención de la prolon-

gación del conflicto a causa de la corrup-

ción que existe en el país.

6. Se debe promover la inclusión de los ex-

combatientes de las FARC a la vida civil.

Establecer pedagogía para la paz que ga-

rantice la aceptación de estas personas

tras la firma del acuerdo en un trabajo

conjunto con las entidades nacionales y

el apoyo de la comunidad internacional.

7. Fortalecimiento de las instituciones na-

cionales que puedan ejecutar políticas de-

mocráticas acorde con las necesidades y

retos del posconflicto.

8. Fortalecimiento del sistema jurídico y la

rama ejecutiva para mejorar los progra-

mas de las instituciones que serán pro-

porcionados a la pedagogía de paz

Estabilidad económica 6

1. Mejoras en la infraestructura de las zonas

con altos niveles de pobreza y violencia

6 II estrategia de la Agenda 2030: Concentrarse en la ca-

lidad y el aprendizaje. El acceso a la educación debe incluir

también un mecanismo de calidad de aprendizaje. Los pro-

gramas y entidades de educación deben contar con recur-

sos necesarios para establecer un sistema educativo ade-

cuado, contando con la preparación necesaria de docentes y

contar con los recursos, textos académicos, infraestructura

y otros materiales tecnológicos. De igual forma, debe intro-

ducir mejoras en el mecanismo de evaluación de aprendiza-

je para su desarrollo y evaluación del aspecto cognitivo y no

cognitivo.

que faciliten el acceso a una educación,

salud y hogar propio, generando así un

ambiente propicio para la inversión ex-

tranjera.

2. Establecer nuevas políticas que satisfa-

gan las necesidades económicas tras el

conflicto armado, y resuelva los altos ni-

veles de pobreza que aún se encuentran

en el país.

Salud pública

1. Llevar la salud a aquellas zonas del Es-

tado donde no hay presencia de este de-

bido al conflicto armado. En este sentido,

mejorar y crear infraestructuras de salud

de fácil acceso, tanto económico como de

servicio.

2. Proporcionar el equipo y la atención nece-

saria en las zonas donde la población se

encuentra muy afectada.

3. Entregar recursos para las áreas rurales y

de periferia más pobres del país

4. Mejorar las condiciones laborales del per-

sonal médico del país; al igual que capaci-

tarlos para que puedan hacer frente a las

diversas situaciones que se puedan pre-

sentar.

Page 46: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

46

Educación 7

1. Establecer medidas legales y políticas que

faciliten el acceso a la educación por par-

te de las personas que no posean los re-

cursos necesarios para ellos, al igual que

aquellos que deseen educarse luego de

abandonar las filas de las farc De esta ma-

nera, se busca incrementar los niveles de

educación del país, para una prevención

de futuros conflictos, inclusión, y restitu-

ción a la vida civil.

2. Establecer subsidios económicos cuya fi-

nalidad sea el financiamiento de la educa-

ción a niños, jóvenes y adultos que deseen

aprender y de igual forma, proporcionar a

sus familias las condiciones necesarias

para que sea más fácil el envío de los ni-

ños a estudiar.

3. Capacitar a los docentes para que puedan

responder a las demandas y necesidades

que puedan surgir en los nuevos procesos

de educación; al igual que dotarlos de una

7 Unesco (2015) Marco de Acción Educación 2030: Ha-

cia una educación de calidad, inclusiva y equitativa y un

aprendizaje a lo largo de la vida para todos (Borrador). Re-

cuperado de: http://www.edupost2015.cat/wp-content/

uploads/2015/11/Borrador-Marco-Acci%C3%B3n.pdf

III estrategia de la Agenda 2030: Promover la educación a

lo largo de la vida. La educación a lo largo de la vida debe

incorporarse en los sistemas de educación, a través de polí-

ticas y estrategias institucionales, programas que deberán

contar con recursos, buenas alianzas para su cumplimento

tanto a nivel local, regional, nacional e internacional, a fin

de asegurar oportunidades para todos los grupos sociales.

A través de la institucionalización de procesos se garantiza

el acceso a la educación y, a su vez, se busca resolver las

falencias de analfabetismo que tanto adultos como niños y

jóvenes padecen hoy en día.

buena pedagogía para la paz capaz de ce-

rrar brechas y facilitar su labor dentro de

las aulas de clase.

4. Implementar mecanismos de apoyo in-

ternacional y nacional que sean de utili-

dad para una labor conjunta de educación,

capaz de responder a las demandas y ne-

cesidades del país; al igual que contribuir

a los objetivos internacionales de paz y

educación.

ConclusionesDe esta investigación podemos inferir que el

periodo de posconflicto en Colombia tiene un

gran camino por recorrer. Si bien se ha inicia-

do el proceso de cumplimiento del acuerdo,

aún hacen falta algunos aspectos por tratar

que deberán ser estudiados en los años ve-

nideros. Podemos entender que, con el apoyo

de la Unesco y el plan de acción de la Agenda

2030 Colombia posee unos parámetros inter-

nacionales que servirían a la consecución de

los acuerdos y, de igual forma, cumplir con

sus contribuciones hacia los objetivos de de-

sarrollo sostenible. A través de lo planteado

anteriormente se entiende que la educación

es una herramienta primordial para labrar

ese camino de nuevas reconstrucciones so-

ciales en el país, y que es a través de la mis-

ma que los conflictos, no solo en Colombia,

sino también en el mundo, han ayudado al

desarrollo y estabilidad de una cohesión so-

cial en las naciones donde se han presentado

conflictos armados.

Page 47: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

47

Con la ayuda del trabajo conjunto de las en-

tidades gubernamentales, y el apoyo de la

cooperación internacional establecida por

las organizaciones internacionales como las

Naciones Unidas y la Unesco, entre otras,

se podrá llevar a cabo una reestructuración

efectiva y duradera que pueda traer mejoras

al país, mejorar los sistemas de educación en

las zonas afectadas por el conflicto, aumen-

tar de manera constante el desarrollo del país,

y así poder garantizar la no repetición de la

violencia y una paz duradera.

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Page 50: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Malos poetasMetztli Eliana Carlos Rodríguez*

Lo mío no fue solo porque sí, lo mío fue

cuestión de honor. No iba a permitir

que mi talento, mi vida y mis capacida-

des quedaran opacados por culpa de un im-

bécil como él. Cómo odiaba a ese tipo, tan irri-

tante, se subía a un ladrillo y le daba vértigo.

Muchos lo consideraban buen poeta. ¡Sí, cómo

no! Si el pobre idiota solo hablaba de él mismo

como si fuera un héroe o un ángel enviado

por Dios. Endulzaba el oído de las más bellas

damas, hasta las doñas chismosas del barrio

lo adoraban, decían que era un buen chico,

con un gran futuro por delante. Aunque, no

sabía lavar ni un triste plato. Nos opacaba a

todos los demás jóvenes poetas. Lo llenaban

de aplausos después de escuchar sus pési-

mos poemas, que recitaba con voz de profeta

y cara de niño Dios. Comenzó a cultivar fama

y mucho ego, poco a poco mis colegas y yo

nos alejamos de él, pues se había vuelto inso-

portable y por su culpa éramos invisibles para

el público. El idiota se volvió solitario, su úni-

ca compañía eran las damas a las que sedu-

* Estudiante de tercer semestre de Lengua y Literatu-

ra Hispanoamericana de la Universidad Autónoma de San

Luis Potosí (SLP, México). [email protected]

C U E N T O

Page 51: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

51

cía. Una de ellas, que yo tanto deseaba me la

arrebató, dijo que lo haría, lo y logró. Le escribí

un soneto en el que comparaba con una musa

(era una chica bastante hermosa); puse todo

mi conocimiento y admiración para escribirle

algo de calidad. Pero el idiota solo tuvo que es-

cribirle diciéndole que era como una princesa

con cuerpo de modelo. Ya saben cómo son las

pinches viejas de interesadas, que prefieren

que alimenten su ego hasta el infinito. Poco le

importó el soneto que le escribí religiosamen-

te y se quedó con el absurdo verso libre de ese

tipo tan insoportable. Eso derramó el vaso, ya

me tenía con el buche lleno de piedritas y de-

seaba partirle su madre.

Semanas después, me encontraba caminan-

do por una de las plazas de la ciudad; ya era

de madrugada, pero quise salir un rato a ca-

minar. El pobre diablo salía de un bar, vomitó

en una esquina y se quedó tirado en una ban-

queta. Sentí algo de lástima; al pobre le podía

dar una pulmonía, ahogarse en su propio vó-

mito o exponerse a despertar en una tina con

hielos y sin un riñón. Me apiadé de él, extendí

mis brazos para levantarlo y ayudarlo a ca-

minar; muy apenas podía mantenerse en pie

y estaba bastante ido. Lo llevé hasta su casa,

que estaba cerca de la mía, le quité las llaves,

abrí la puerta y lo dejé en su cama. Fue en ese

momento cuando logró reaccionar y darse

cuenta de que lo acababa de ayudar. Se puso

de pie y comenzó a hablarme aún un poco

mareado.

-Muchas gracias… no me esperaba tu ayuda.

-De nada- le contesté de buena manera. La

verdad no podía dejarte ahí tirado; pudieron

robarte tus cosas o algo por el estilo.

-Como sea, göey. Ya hasta me siento mal por

haberte bajado a la novia ¡Ay, si vieras que be-

sos tan buenos da! Y esas nalgas tan esponjo-

sas que se carga. Es como estar en el mismí-

simo cielo.

En ese instante, una gran fuerza animal me

invadió por completo; el tono burlesco me lle-

nó de ira; recordé las ganas que tenía de des-

pachármelo. Sin pensarlo ni un segundo, ce-

rré rápidamente mi puño, concentrando todas

mis fuerzas y mi odio. Le di el golpe más fuer-

te que he dado, mi puño le estrelló su cara, su

nariz reventó y su sangre escapaba violen-

tamente de ella. En cada golpe me satisfacía

más, ¡cuánto tiempo había esperado! Odiaba a

ese tipo, por hijo de su re puta madre, por mal

poeta y por bajarme una chica. Mis nudillos

sangraban, se mezclaba su sangre con la mía,

inflamando mis articulaciones.

Le desfiguré el rostro de mirrey que se carga-

ba. Se quedó ahí… tirado… inconsciente.

Tardé en tranquilizarme. No supe si fueron

un par de minutos u horas, pero la adrenali-

na y el placer de mi acto me mantenían ex-

tasiado; un hormigueo me recorría el cuerpo

entero, mis manos estaban totalmente rojas,

con marcas de dientes y trocitos de carne y

piel. Estaba muerto el muy pendejo. No sabía

ni defenderse.

No entré en pánico; sabía lo que debía hacer

y no debía perder un solo segundo de tiempo.

Page 52: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

52

Lo envolví entre sus sábanas y después en

bolsas negras, lo subí a la cajuela de mi auto y

me fui a las afueras de la ciudad, en una zona

en donde son puros cerros y la gente no sue-

le visitar el lugar porque solo hay desolación.

Lejos de la carretera cavé un amplio hoyo cer-

ca de donde se suelen cavar fosas profundas.

Su cuerpo era tan pesado que apenas y pude

bajarlo de la cajuela; a patadas hice entrar ese

bulto negro que iba difuminándose entre cada

montículo de tierra que le tiraba y me llenaba

de tranquilidad, de satisfacción al saber que

no lo encontrarían.

El perro estaba muerto, sin identidad y sin

nadie a quien le importan. Desaparecí sus co-

sas (no tenía muchas en realidad) excepto su

computadora.

Pude volver a casa hasta pasadas las diez de

la mañana. La pesadilla había terminado por

fin. Un mal poeta menos. Revisé sus archivos.

Su computadora estaba infestada de sus poe-

mas, porno, películas raras de cine francés y

nudes de la chica que tanto me gustaba; “pin-

che puta”, pensé, pero qué puta tan chula.

El pobre diablo tenía un blog, no muy gran-

de pero era más grande que el mío y que los

de mis colegas. Publiqué en él una carta en la

que me despedía de la ciudad, me iría por un

tiempo a un retiro espiritual y publicaría poco

durante varios meses. Así lo he estado ha-

ciendo: público un par de poemas durante el

mes, asegurándome de que poco a poco pier-

dan calidad; en los comentarios su audiencia;

le abuchea y deja de seguirlo. Llevo así varios

meses; su audiencia es ahora de menos de

mil personas, ya casi nadie lo lee y los poe-

mas son cada vez más terribles; pronto nadie

lo recordará.

Nadie sospecha nada, nadie encontrará su

cadáver, y si lo hacen, él será uno más de lo

miles de muertos sin identificar en este país;

será un número más y su cuerpo permanece-

rá entre el monte.

Lo mejor de todo es que nadie lo recuerda. Él

está viajando por el mundo publicando sus

malos poemas. Yo soy cada vez más feliz y

escribo mejor.

Page 53: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

ResumenDurante este año (2017) se realizaron las elec-

ciones generales en el Ecuador; entre las que

se encuentra la elección al poder ejecutivo.

Tras 10 años y dos periodos consecutivos de

Rafael Correa con su propuesta de Revolución

Ciudadana, el pueblo estaba llamado a decidir

entre la continuidad o la terminación de es-

tas políticas, relacionadas con lo que muchos

académicos han llamado el “ciclo progresista

latinoamericano”1. Finalmente, salió elegido

Lenín Moreno a la presidencia, lo que repre-

1 La expresión “ciclo progresista latinoamericano” ha sido

ampliamente utilizada para referirse a una serie de gobier-

nos populares que han llegado al poder durante la prime-

ra década del siglo XXI; entre los que se encuentran el de

Evo Morales en Bolivia, Hugo Chávez en Venezuela, los Kir-

chnner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, entre otros.

senta la continuidad del proyecto de Revolu-

ción Ciudadana. Respecto a esto: ¿cuál es el

contexto político, económico y social que en-

frenta el nuevo mandatario?

Palabras clave

Ecuador, Revolución Ciudadana, elecciones,

presidencia.

AbstractDuring this year (2017) took place the general

elections in Ecuador, this elections included

the election for the executive power. After 10

years and two terms with Rafael Correa with

his proposal of Revolución Ciudadana, the

people was called to decide between conti-

nuing or finishing with this policies, related

with what several scholars have called the

Latin-American progressive cycle. Lenín Mo-

reno was elected to the presidency which re-

presents continuing the Revolución Ciudada-

Elegido Lenín Moreno, ¿qué país deberá gobernar?*

Juan Andrés Rubio Aguja**

* Producto final de la asignatura Procesos Políticos de

América Latina.

** Estudiante de cuarta matrícula del programa de Ciencia

Política de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogo-

tá. [email protected]

A R T Í C U L O D E D I V U L G A C I Ó N

Page 54: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

54

na. Which is the political, economic and social

environment that faces the new governor?

Keywords

Ecuador, Revolución Ciudadan, elections, pre-

sidency.

IntroducciónEl 24 de mayo tomó posesión como presi-

dente constitucional del Ecuador la anterior

fórmula vicepresidencial de Rafael Correa

Delgado, abanderado de la Revolución Ciuda-

dana en Ecuador. Después de unas elecciones

reñidas y una campaña fuerte, ganó el candi-

dato del oficialismo en la vecina república. El

ecuatoriano Lenín Moreno logró en primera

vuelta el 39,36 % de los votos del electorado,

mientras su principal rival, Guillermo Lasso,

alcanzó el 28,09 %.2

Estos resultados llevaron la contienda electo-

ral a una segunda vuelta en el vecino país; si-

tuación que no se presentaba desde el triunfo

de Rafael Correa en 2006, pues en las eleccio-

nes de 2013 salió victorioso con más del 50

%3 de los votos del electorado el expresidente

Rafael Correa Delgado. Esta segunda vuelta

tuvo nuevamente como resultado la victoria

de Lenín Moreno con el 51,15% de los votos y

la derrota de Guillermo Lasso con un 48,85%4.

2 Resultados disponibles en https://resultados2017.cne.

gob.ec/frmResultados.aspx.

3 Resultados de las elecciones al ejecutivo de 2013 dispo-

nibles en http://resultados2013.cne.gob.ec/Results.html?Rac

eID=1&UnitID=1&IsPS=0&LangID=0

4 Resultados disponibles en http://www.eleccionesene-

cuador.com/resultados-elecciones.php.

De entrada, estos resultados demuestran una

polarización del pueblo ecuatoriano en torno

al rumbo que, según el constituyente prima-

rio, debe continuar el país; pero ¿qué país le

deja a Lenin Moreno diez años de mandato

de Rafael Correa y su Revolución Ciudadana

y qué retos le supone al mismo la continua-

ción de las políticas del anterior presidente

del Ecuador?

¿Cómo llegó la Revolución Ciudadana al poder ejecutivo ecuatoriano?Durante las últimas décadas del siglo pasa-

do y las primeras décadas del presente siglo

se ve la entrada y la puesta en marcha de las

políticas neoliberales en América Latina. Este

modelo, definido por Jaime Ornelas Delgado

(2009) como una política económica basada

en el libre flujo de capitales que contempla un

mínimo alcance en la intervención estatal,

una eliminación del control y planificación

económica, una introducción y desarrollo de

los capitales privados y una “efectiva” política

fiscal que sirviese para la regularización eco-

nómica imprevista (inflación, devaluación,

entre otros).

La modalidad económica neoliberal tiene tres

principios que la diferencian de cualquier otra

modalidad del capitalismo: 1. La imposición

del libre mercado al funcionamiento de toda

la economía, que implica una sustitución de

la razón social por la económica; 2. La aper-

tura comercial y financiera de la economía; 3.

El desplazamiento del Estado de la actividad

económica y social, que implica privatización

de los activos nacionales.

Page 55: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

55

Estas políticas se comienzan a implementar

en algunas dictaduras militares latinoameri-

canas, especialmente del Cono Sur, durante la

década de 1970. Sin embargo, el neoliberalis-

mo encuentra en Latinoamérica resistencia a

su implementación al momento en que la po-

blación nota los diversos efectos que tiene a

nivel social, político y económico: “Las conse-

cuencias sociales de la apertura económica,

como la privatización y la reducción en gas-

tos sociales, condujo a fuertes revueltas en

buena parte del continente” (Ramírez, 2014. p.

59). Es en el marco de la resistencia al modelo

neoliberal que ciertos proyectos políticos al-

ternativos a este modelo comienzan a tomar

fuerza en América Latina a partir de la última

década del siglo XX y la primera del siglo XXI,

erigiéndose en el continente procesos políti-

cos que han sido llamados por diversos aca-

démicos y analistas políticos como el “giro a

la izquierda” o los “gobiernos progresistas de

América Latina”, con ejemplos paradigmáti-

cos como el de Hugo Chávez, abanderado del

bolivarianismo, promotor de la Patria Grande

y acérrimo antiimperialista en su discurso

político en Venezuela; Evo Morales, referencia

política de la guerra del agua, defensor de los

derechos de los indígenas y defensor del “Su-

mak Kawsay” en Bolivia; o Lula da Silva, anti-

guo líder sindical y defensor de la vida digna

de los trabajadores en Brasil.

La situación política, económica y social del

Ecuador no distaba de los demás contextos

a nivel latinoamericano, Diana Plaza Martín

(2016) dice: “La desestructuración a la que

Ecuador se aboca en 2005 proviene de siete

años en los que la norma fue la inestabilidad

política, el continuo deterioro de los indica-

dores económicos y sociales, y las protestas

ciudadanas” (p. 13).

Rafael Correa llegó a la presidencia al resal-

tar diversas situaciones que vivía el país en el

momento; él llevaba “al extremo el descrédito

del sistema, y proponía que él y su proyecto

político eran la única salida a la crisis” (Plaza

Martín, 2016, p. 29)

El proceso ecuatoriano orientado a la salida

del neoliberalismo y la puesta en marcha de

un proyecto político, económico y social al-

ternativo al mismo, que enfrentara el deterio-

ro de las condiciones de vida de la población

se inició en 2006 con el triunfo de Rafael Co-

rrea Delgado a la presidencia constitucional

de este país:

En las elecciones presidenciales de

Ecuador del año 2006, Rafael Correa

Delgado, perfilado como fuerte opositor

del modelo neoliberal imperante, alcan-

zó el control del ejecutivo a través de

un movimiento político creado en torno

a su figura denominado Alianza PAIS,

que se instaló como fuerza política a

partir de un discurso antipartidista y

antineoliberal, que hacía suyas a la vez,

varias de las históricas reivindicaciones

del movimiento indígena ecuatoriano

como el reconocimiento de las diferen-

tes nacionalidades indígenas y la defen-

sa del territorio (Ramírez, 2014, p. 63).

Es así como en un marco de descontento so-

cial generalizado en el Ecuador, un outsider

como Rafael Correa logra, junto a una amplia

coalición de movimientos sociales, partidos

Page 56: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

56

de izquierda, entre otros, el poder ejecutivo en

el vecino país de la mano de la Alianza PAIS.

El Ecuador, Rafael Correa y su Revolución CiudadanaCorrea llegó al poder ejecutivo en 2007 sien-

do elegido con el 56 % de los votos y con un

programa de corte posneoliberal, nacionalista

y abanderado de diversas políticas sociales

(López Segrera, 2016, p. 58). Correa convocó

a una asamblea nacional constituyente en la

que se consignaron diversas de las promesas

hechas en campaña, especialmente, y la más

popular: la denominación del Ecuador como

un Estado Plurinacional, el reconocimiento

de diversos derechos exigidos por los movi-

mientos indígenas y la adopción del “Sumak

Kawsay” o el “Buen Vivir”.

Rafael Correa emprendió en su mandato

una serie de políticas que, entre otras cosas,

lograron estabilizar el país a nivel político,

social y económico. Entre estas políticas se

encuentran subsidios para sectores económi-

camente vulnerables, una fuerte reducción

del desempleo, un aumento de los salarios y

ampliación de cobertura en servicios de edu-

cación y salud. De estas políticas se deriva

una reducción de la pobreza que pasa, según

la Cepal, del 48 % en 2005 al 21 % en 2012.

Asimismo, impulsó obras de infraestructura,

redujo los salarios de los altos miembros de

la burocracia, renegoció contratos petroleros,

expulsó la base estadounidense de Manta,

creó varias universidades, liquidó el 91% de

la deuda externa y se impuso como uno de

los abanderados de la integración latinoame-

ricana. Todas estas situaciones son las que

probablemente han contribuido a que Rafael

Correa sea el presidente mejor valorado de la

región con un 80 % de aprobación. (López Se-

grera, 2016, pp. 60-61).

Sin embargo, a pesar de constituirse como re-

ferente del antineoliberalismo y el antiimpe-

rialismo en la región latinoamericana, en su

gobierno la inversión extranjera no tuvo ma-

yores limitaciones o controles; lo que se aúna

a la firma de algunos contratos con empresas

transnacionales para el desarrollo de proyec-

tos mineros y la explotación de petróleo (Ló-

pez Segrera, 2016, p. 60).

A pesar de sus grandes logros en materia de

reducción de la pobreza, desempleo, aumen-

to de las condiciones paupérrimas de vida de

la población económica vulnerable, algunas

renovaciones en la política fiscal, etc., Rafael

Correa fue blanco de fuertes críticas por parte

de diversos sectores de la población ecuato-

riana.

A pesar de que la nueva Constitución de la

República del Ecuador incorpora el “Sumak

Kawsay” o “Buen Vivir” como su bandera, lo

cual implica una protección ambiental que

rompe con la noción tradicional del desa-

rrollo, particularmente en Latinoamérica,

basado en la exportación de commodities5,

fundamentalmente petróleo y minerales per-

tenecientes al sector primario de la economía,

el presidente, de manera unilateral, aplicó

nuevas normas que permitieron el desarrollo

5 Las commodities refieren a bienes primarios, sean agrí-

colas o minerales.

Page 57: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

57

de actividades mineras y petroleras, lo cual le

cuestó, entre otras cosas, el apoyo de diversos

movimientos sociales ambientalistas e indi-

genistas (Ramírez, 2014, pp. 63-64).

Estos grupos indígenas y ecologistas

denuncian que la retórica guberna-

mental a favor del Buen Vivir y de los

derechos de la naturaleza se contradice

con el mantenimiento e incluso “la pro-

fundización” del modelo extractivista

antiecológico (Uharte Pozas, 2016. pp.

126-127).

Además de la oposición que Rafael Correa en-

contró en grupos indigenistas, de izquierda y

ambientalistas, a los que él mismo los califi-

ca de infantilistas, el mandatario del Ecuador

se mostró extremadamente conservador con

respecto al aborto, incluso niega esta posibili-

dad a las mujeres que han sido violadas. Esto

lo pone en una situación incómoda con res-

pecto al movimiento de las mujeres y lo acer-

ca a los planteamientos de la Iglesia católica

(Uharte Pozas, 2016, pp. 122-123). De la misma

manera, reivindicaciones como el matrimo-

nio y la adopción igualitaria han sido fuerte-

mente rechazadas por el exmandatario.

Aparte de estos elementos, que llegan a poner

a la Revolución Ciudadana en una posición

no precisamente anticapitalista, la posición

de la izquierda crítica y la de Rafael Correa se

acercan y coinciden, por ejemplo, en la supe-

ración del neoliberalismo. Esto es reconocido

por sus detractores de manera explícita. Sin

embargo, esta postura de confluencia se aleja

en los objetivos estratégicos de los dos secto-

res; en ese sentido, la oposición de izquierda

considera el socialismo como un proyecto

que a priori debe permitir la superación del

sistema capitalista, y un punto común de los

críticos del gobierno consiste en que el pro-

yecto de la Revolución Ciudadana no es y

nunca ha sido anticapitalista. Rafael Correa

dijo textualmente que “básicamente estamos

haciendo mejor las cosas con el mismo mo-

delo de acumulación, antes que cambiarlo,

porque no es nuestro deseo perjudicar a los

ricos, pero sí nuestra intención tener una so-

ciedad más justa y equitativa” (Uharte Pozas,

2016, p. 124).

Esto tiene implicaciones importantes a nivel

político y económico pues “no ha existido un

verdadero cambio de la matriz productiva, y

aún más, los sectores comercial e industrial

han soportado una fuerte disminución de sus

ingresos” (Vera Rojas y Llanos-Escobar, 2016,

p. 152).

Es así como estas extendidas críticas de parte

de distintos sectores que antes veían en el go-

bierno una posibilidad de cambio sustancial

en términos de acumulación, propiedad, etc.

desembocaron en el 2015 en un momento crí-

tico marcado por crisis económica y descon-

tento social:

La coyuntura social estuvo marcada por

la movilización social (…), esta aumentó

considerablemente en comparación con

años previos (…), las jornadas de protes-

tas más importantes se dieron, primero,

en torno a los proyectos de ley de heren-

cia y plusvalía (…). Luego, en el mes de

agosto, a partir del paro nacional con-

vocado por organizaciones indígenas y

trabajadoras. Y finalmente, en oposición

Page 58: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

58

al paquete de enmiendas constitucio-

nales, que proponía entre otras cosas la

reelección indefinida de autoridades en

cargos de representación. (Vera Rojas y

Llanos-Escobar, 2016, pp. 146-147.)

Dentro de estas jornadas de manifestaciones

ciudadanas de oposición al gobierno, este res-

pondió con llamados a la confrontación y la

defensa de la Revolución Ciudadana, lo cual

se conjugó también con intervención policial,

represión, e incluso, detenciones arbitrarias

(Vera Rojas y Llanos-Escobar, 2016, p. 169)

Estas jornadas de movilizaciones debido al

descontento social por medidas tomadas

desde el Ejecutivo estuvieron además acom-

pañadas de una fuerte crisis económica que

sufrió el país a partir de la disminución en los

precios de las commodities, su principal fuen-

te de ingresos por exportaciones. Ésta caída

de precios, principalmente en el petróleo obli-

gó al Ecuador a contraer una mayor deuda

pública para ejecutar el presupuesto previs-

to para el año. Es importante señalar que el

principal acreedor de la República del Ecua-

dor dejó de ser EE.UU y pasó a ser China (Vera

Rojas y Llanos-Escobar, 2016, p. 149).

Las medidas por las que optó Ecuador para

superar la crisis económica suscitada por la

disminución en los precios del petróleo in-

cluyen la preventa de petróleo, la concesión

de empresas petroleras a multinacionales, la

adopción de consejos para la estabilización

de la economía relacionada con medidas de

ajuste, muchos de ellos concordantes con las

soluciones dadas por el FMI. Es de señalar,

además, que hubo recortes en la inversión

pública. Esto pone de manifiesto las limita-

ciones del modelo económico, que a pesar de

haber reducido la pobreza de manera signifi-

cativa, mantuvo la dependencia primario-ex-

portadora. Además, esto puso a Rafael Correa

en una situación de desaprobación por parte

de la población (Vera Rojas y Llanos-Escobar,

2016, pp. 151-170)

Cabe resaltar, también como un dato impor-

tante para la política en el Ecuador que la

Alianza PAIS, partido que mantuvo a Rafael

Correa en el poder tuvo importantes pérdi-

das en las elecciones regionales de 2014. Este

partido perdió con la oposición en varias de

las principales ciudades del país: Guayaquil,

Quito, Cuenca, Manta y Santo Domingo (Vera

Rojas y Llanos-Escobar, 2016, p. 158).

Conclusiones: y entonces… ¿en qué situación llega Lenin Moreno al Ejecutivo del Ecuador?Es de resaltar, como se hizo al inicio de este

ensayo, que las recientes elecciones en la ve-

cina república del Ecuador demuestran una

polarización de la población en torno al ofi-

cialismo y la oposición. Teniendo en cuenta

que solo hay una diferencia del 2,3 % entre

los candidatos y que, además, esta elección

terminó en segunda vuelta, situación que no

se presentó en las dos anteriores, da cuenta

de esta creciente polarización de la sociedad

ecuatoriana, lo cual representa un reto fun-

damental en la legitimación del actual nuevo

gobierno.

Page 59: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

59

Además de esto, la oleada de manifestaciones

de 2015 demuestra que los distintos sectores

de la sociedad ecuatoriana, no están dispues-

tos a quedarse callados frente a las políticas

o situaciones que puedan disgustarles. Esto

independientemente de que sean sectores de

clase media o alta oponiéndose a las políticas

fiscales progresivas y anticíclicas promovi-

das desde el ejecutivo, o sectores subalternos,

indígenas y campesinos levantándose en

movimiento social y popular autónomo por la

defensa de la naturaleza, el territorio, la soste-

nibilidad y el medio ambiente.

El reto que tiene Lenin Moreno es la decisión

entre una base social unificada, como lo es el

movimiento indigenista ecuatoriano, o los in-

tereses de una clase media-alta relacionados

con la acumulación de capital.

Adicionalmente, los precios de las commodi-

ties no se han recuperado aún, y siendo éste

el principal ingreso del Gobierno ecuatoriano,

este deberá ofrecer prontas soluciones a la

crisis económica prolongada por la que pasa

su economía y, en general, las economías la-

tinoamericanas.

¿Es este el momento de radicalizar la

“Revolución Ciudadana” y hacer un cambio

sustancial en la matriz productiva, en la

propiedad de los medios de producción, de

hacer un profundo y verdadero cambio social,

político y económico? ¿O será solamente

un capítulo más de los llamados “gobiernos

progresistas latinoamericanos” que

mantendrá la matriz primario-exportadora, la

dependencia a grandes potencias económicas

mundiales y los programas sociales

asistencialistas para legitimar su poder?

Referencias bibliográficasLópez Segrera, Francisco (2016). América Latina:

crisis del posneoliberalismo y ascenso de

la nueva derecha. Francisco López Segrera.

1a. ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires:

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dor de 2013: Resultados de las elecciones al

ejecutivo de 2013 disponibles en http://re-

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ID=1&UnitID=1&IsPS=0&LangID=0.

Resultados de la segunda vuelta de las elecciones

generales del Ecuador 2017: Resultados dis-

ponibles en http://www.eleccionesenecua-

dor.com/resultados-elecciones.php.

Page 60: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

60

Uharte, L. M. (2016). Tensiones en el imaginario

democrático de la izquierda ecuatoriana:

¿gobierno vs oposición de izquierda? Inters-

ticios. Revista sociológica de pensamiento

crítico, 10, 1.

Vera Rojas, S., Llanos-Escobar, S. (2016). Ecuador:

La democracia después de nueve años de

la” Revolución Ciudadana” de Rafael Correa.

Revista de ciencia política (Santiago), 36(1),

145-175.

Page 61: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

ResumenDesde sus orígenes, la ciencia política no ha

estado exenta de cuestionamientos. Conje-

turas existenciales sobre si se podía estudiar

científicamente la política ya habían floreci-

do aun cuando esta disciplina se encontraba

en plena eclosión. En el presente ensayo, se

pretende exponer primero un recorrido his-

tórico de cómo el estudio de la política pasó

a ser científico para después ahondar en las

críticas que se le hacen a la politología sobre

su carácter de ciencia. Por último, expondre-

mos brevemente una alternativa que busca

apaciguar el debate expuesto, cohesionando

las visiones modernas y posmodernas que se

tienen sobre la ciencia.

Palabras clave

Ciencia política, ciencia, Posmodernidad, mé-

todo científico, filosofía política.

AbstractFrom its origins, political science has not

been exempt from questioning. Existential

conjectures whether political science could

be studied scientifically, had already flouris-

hed, even though this discipline was right

in the middle of its boom. In this essay, it is

pretended to explain, firstly, a historical route

about how political studies became scienti-

fic, and thereafter, to go deeper into the cri-

ticisms which is made to the political scien-

ce about its real scientific sense and value.

Lastly, we will briefly explain an alternative

that searches to appease the displayed deba-

te by means of linking modern and post-mo-

dern visions about science.

¿Se puede estudiar científicamente la política?*

Jesús Alfredo Martínez Díaz**

* Este texto lo realicé por iniciativa propia para presentar-

lo en la primera edición de la revista Red Política.

** Estudiante de séptimo semestre de Ciencia Política y

Gobierno de la Universidad del Norte. Barranquilla, Colom-

bia. [email protected]

A R T Í C U L O D E D I V U L G A C I Ó N

Page 62: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

62

Keywords

Political science, science, postmodernity,

scientific method, political philosophy.

Los primeros estudios sobre política se re-

montan a siglos anteriores, en los que la exis-

tencia de la ciencia todavía era precaria, y los

autores de las obras magnas sobre el tema

recurrían a métodos ajenos al científico para

el desarrollo teleológico de sus obras. Sin em-

bargo, aun cuando en los siglos anteriores al

XX no existía un estudio científico de la polí-

tica, y tampoco el desarrollo de una disciplina

dedicada exclusivamente a esto, sí se puede

hablar de la existencia de obras y métodos de

estudio precursores que sin su influencia, no

se hubiera logrado el desarrollo de esta rama

del conocimiento.

Se puede afirmar que hasta cierto punto de

la historia existió un estrecho maridaje en-

tre el estudio de la filosofía política y el de la

política utilizando el método científico. No en

vano algunos de los grandes filósofos de la

historia, como Aristóteles o Maquiavelo, fue-

ron quienes influenciaron el desarrollo de la

aplicación del método científico a los estudios

sobre política.

Como precursores de la conformación de la

ciencia política encontramos a Aristóteles,

quien “fue el primero en utilizar el méto-

do comparado, al estudiar ciento cincuenta

y ocho constituciones griegas. Maquiavelo

aportó a la ciencia política el método objetivo

desligando los estudios políticos de preocu-

paciones morales” (Galvis, 1998, p. 7).

A su vez, encontramos a Jean Bodin, quien

en su libro La República desarrolla el método

de observación aristotélico, y a Montesquieu,

quien en su Espíritu de las leyes sistematiza

sus observaciones. También existen otros

teóricos políticos como John Locke, quien a

través del empirismo, y Thomas Hobbes, que

con el método more geométrico, utilizaron

de manera sistemática aunque no científica,

un método estricto, basado el primero, en el

conocimiento derivado de la percepción sen-

sorial y, el segundo, en el racionalismo car-

tesiano de Spinoza cimentado en un método

deductivo fundamentado en axiomas.

El advenimiento del siglo XIX significó un

paso preponderante en el desarrollo de la

ciencia política con el auge del positivismo

de autores como John Stuart Mill y, principal-

mente, Auguste Comte, quien sentó “las bases

definitivas del método objetivo y del análisis

científico de los fenómenos sociales” (Galvis,

1998, p. 8). Aunque Comte se refería al estudio

de la sociedad, es decir, la sociología, de ma-

nera similar también en Francia y luego, en

Estados Unidos se buscó aplicar más tarde el

mismo método científico pero a los fenóme-

nos políticos.

Al darle el carácter de cientificidad al estu-

dio de los fenómenos políticos, primero es

pertinente aclarar que cuando hablamos de

ciencia, con el término ciencia política hace-

mos referencia a un “conjunto de proposicio-

nes generales, probabilísticas o de tendencia,

comprobables empíricamente, interrelaciona-

das, referidas a una misma clase de fenóme-

nos” (Lozada y Casas, 2008, p. 30).

Page 63: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

63

La ciencia es un método, es decir, un medio a

través del cual se obtendrá conocimiento. En

el caso de la ciencia política, la ciencia sirve

como medio para lograr un fin que es el es-

tudio de los fenómenos políticos. Dichos es-

tudios pueden ser de explicación, descripción,

interpretación, critica (Andrade, 2001) e inclu-

so predicción siempre y cuando “los conoci-

mientos a los que lleguemos sean sistémicos,

generales y objetivos” (Galvis, 1998, p. 1).

Por su parte, la política es aquella actividad

de la sociedad que busca regular el conflicto

social a través de la adopción e implementa-

ción de decisiones que son vinculantes. En

esa misma línea es:

“La actividad social que se propone asegurar

por la fuerza, generalmente fundada en un

derecho, la seguridad exterior y la concordia

interior de una unidad política particular, ga-

rantizando el orden en medio de las luchas

que nacen de la diversidad y de la divergencia

de opiniones y de intereses” (Freund, 1978, pp.

751).

Es, principalmente, después de “la Segunda

Guerra Mundial que la Ciencia política se abre

paso como ciencia meticulosa, parcelable, li-

mitada y sometida a todos los rigores del mé-

todo científico” (Guzmán, 2008, p. 281). Entre

las décadas de 1950 y 1960, con el auge de la

revolución conductista que buscaba explicar

a través del descubrimiento de leyes por me-

dio de la comprobación empírica el comporta-

miento político de los individuos, se produce

un desarrollo de la ciencia política por medio

de diversos enfoques, como el de actor racio-

nal, el estructural- funcionalista, el sistémico

y el psicosocial que tenían en común el uso

del método científico de las ciencias exactas

para el estudio de los diversos fenómenos po-

líticos y sociales.

De esta manera, se creaba una disciplina que

basaba su método de estudio en la verifica-

ción empírica las técnicas cuantitativas, la

ausencia de juicios de valor y que tuvo un

vasto crecimiento en institutos y universi-

dades de Estados Unidos; pero mucho menos

en Europa. En efecto, desde allá surgieron

críticas en contra del conductismo por parte

de académicos y pensadores que aunque se

dedicaban a la filosofía política, se tildaban a

sí mismos como estudiosos de la Ciencia po-

lítica (Lozada y Casas, 2008).

Al preguntarse en su Manual de Ciencia Polí-

tica, Fernando Galvis (1998) sobre si se puede

estudiar científicamente la política, su res-

puesta es afirmativa ya que según él, “los he-

chos políticos pueden estudiarse con método

en forma objetiva y sistemática, se puede lle-

gar a generalizaciones y, es posible, verificar

las conclusiones a las que se llegue” (p.6). Víc-

tor Alarcón (2010) sigue una línea similar al

sostener que las afirmaciones de la ciencia

política están “basadas en la construcción

de evidencia empírica relevante que permita

probar hipótesis propuestas” (p.23) lo que la

ha convertido en una “disciplina rígida” (p.23).

Dieter Nohlen (2012), por su parte, expone que

la intromisión de valores y la subjetividad son

parámetros que tienen “su plena legitimidad

solo en el contexto del surgimiento de una in-

Page 64: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

64

vestigación y en el de aplicación de los resul-

tados, pero tienen que suprimirse o desapare-

cer en el contexto interno de argumentación

científica” (pp. 15-16), donde solo valen “el ar-

gumento bien probable o bien probado, la teo-

ría bien comprobada o refutada por el control

empírico o de consistencia teórica” (p. 16). Para

que esto sea posible es necesario desprender-

se de la “excitación estéril” (Weber, 2008, p.

143) de la realpolitik y abstraer el estudio de

la ciencia política a un nivel por encima de la

política misma, lo que le permite ser objetivo

al científico y tener una visión panorámica de

los fenómenos que estudia.

Otros autores, como Cuéllar Argote, sostienen

que el estudio de la política en la disciplina de

la ciencia política no solo es científico, sino

que es necesario que lo sea

“porque el principio intersubjetivo de la for-

ma de construcción del conocimiento político

(que siempre es social como relación), parece

falible (inexacto); de ahí la necesidad de mo-

delarlo, proyectarlo, cuantificarlo y explicar-

lo a través de la “verdadera” manera de hacer

ciencia, del único modo científico reconocido

y válido, es decir, desde el paradigma positi-

vista o neopositivista, que en muchas ocasio-

nes implica generar “conocimiento a lo Rorty”

esto es, pragmático y contrastable” (Caicedo,

Ángel y Cuellar, 2015, p. 137).

Para Wolfgang Abendroth, la ciencia política

debe ser comprendida como una ciencia his-

tórica de la sociedad, ya que es dependiente

del proceso histórico- social, siendo su objeto

de estudio el análisis del poder político (Cami-

nal, 2005, p. 25).

Otros autores como Caminal Badia (2005)

sostienen que cuando la política pasa a con-

vertirse en una actividad democrática, se

hace necesario la tarea de analizarla de for-

ma distinta a través de técnicas estadísticas

y el método empírico (p. 23).

A su vez, se encuentra la visión comporta-

mentista de Easton, que según Pasquino sos-

tiene que deben cumplirse ciertos objetivos

para que se considere científico el estudio de

la política. Primero, se deben

“descubrir las regularidades en los comporta-

mientos políticos que se presten a ser expre-

sadas en generalizaciones o teorías con valor

explicativo y predictivo; 2) someterlos a veri-

ficación (…); 3) elaborar rigurosas técnicas de

observación, recogida, registro e interpreta-

ción de datos; 4) proceder a la cuantificación

(…); 5) mantener separados los valores de los

hechos” (Pasquino, 1995, p. 18); luego realizar

una sistematización de los datos obtenidos.

De manera similar, para Carlos Guzmán, el ob-

jeto de la ciencia política radica en encontrar

uniformidades con base en abstracciones es-

tipuladas que justifiquen la presencia de rela-

ciones causales entre diferentes factores. Di-

chas generalizaciones se verificarían con la

realidad práctica en el ámbito de un sistema

lógico-deductivo; por lo cual, es lógico aprobar

el calificativo de ciencia política como una

disciplina científica y autónoma que se en-

cuentra institucionalizada (Guzmán, 2008).

Page 65: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

65

Bulcourf y Cruz Vázquez también siguen la

misma idea de considerar que sí se puede es-

tudiar la política a través del método científi-

co, ya que la ciencia política “pretende arrojar

algún tipo de conocimiento específico y siste-

mático sobre una porción de la realidad social

que define como política, su objeto de estudio”

(Bulcourf y Cruz, 2004, p. 256); estudiando así

al ser humano y su conducta en relación “al

poder y la organización jerárquica de decisión

colectiva de una sociedad” (p. 261).

Aunque se puede considerar como comple-

jo ajustar el estudio de la política al enfoque

positivista, se ha concluido que los obstácu-

los que padecen los científicos sociales para

ejecutar el método científico no son muy dis-

tintos de los que suelen tener los científicos

naturales (Vallès, 2007). No obstante, para

autores como Josep María Vallès y los refe-

renciados en los párrafos precedentes sí se

puede hablar de un estudio científico de la po-

lítica, debido a que los politólogos al analizar

y explicar los distintos fenómenos políticos

realizan una “descripción objetiva de un he-

cho, una explicación sobre sus causas y una

confirmación de la misma mediante la repe-

tición de experimentos” (Vallès, 2007, p. 62).

A estos científicos políticos que “se inclinan

más hacia teorías mecánicas abstractas de la

política y a los análisis estadísticos de infor-

mación numérica” (Phillips, 1997, p. 16) se les

denomina conductistas.

Sin embargo, existen distintas escuelas de

pensamiento y autores que “por razones fi-

losóficas, epistemológicas o éticas, no creen

sensato pretender un estudio del mundo polí-

tico con carácter propiamente científico” (Lo-

zada y Casas, 2008, p. 40).

Si bien no son muchos los académicos que

piensan que es “utópico o imprudente” (Losa-

da y Casas, 2008, p. 40) realizar un análisis de

los fenómenos políticos a través del método

científico, se pueden encontrar unos que sí lo

consideran. A este tipo de estudiosos de la po-

lítica se les llama interpretativistas y “tienen

mayor probabilidad de tratar los aspectos his-

tóricos y filosóficos de la política y buscar in-

formación detallada no numérica sobre unos

cuantos casos” (Phillips, 1997, p. 16), debido a

que consideran que “la política es tan comple-

ja e implica valores personales básicos que

no se debería de intentar concretarla a regu-

laridades exactas” (p. 15).

Entre los interpretativistas encontramos al fi-

lósofo político germano- estadounidense Leo

Strauss, quien considera que es inconvenien-

te realizar un estudio científico de la política,

ya que “deshumaniza al politólogo y lo vuelve

moralmente irresponsable, porque le induce

a abstenerse de juicios de valor sobre lo que

analiza1” (Lozada y Casas, 2008, p. 40), así

como mantiene la postura del libre albedrío

que tenemos los seres humanos, lo cual impi-

de la capacidad de toda ciencia para predecir

nuestro comportamiento.

1 Respecto a esto, Pasquino (1995) menciona que ninguno

de los estudiosos de la política de la historia “ha sabido o

querido nunca (suponiendo que sea posible además de de-

seable) mantener cuidadosamente separados el momento

descriptivo del prescriptivo, los hechos de los valores (p. 15).

Para Vallès (2007)“la delimitación del hecho político no está

libre de prejuicios: cuando un investigador social describe

un hecho lo hace a partir de determinados sesgos teóricos o

incluso éticos” (p. 62).

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Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

66

Contrariamente a esto, existen otras postu-

ras que defienden que aunque no existen en

las distintas sociedades unas leyes naturales

absolutas que rigen la conducta humana, sí

están de acuerdo en que el comportamiento

humano sigue un conjunto de patrones o re-

gularidades que se pueden estudiar a través

de teorías, fórmulas y modelos esquematiza-

dos (Colomer, 2009).

Sin embargo, Strauss no considera que la

ciencia política también se encarga de anali-

zar, interpretar, describir, comprender y expli-

car los fenómenos políticos del pasado y del

presente, no solo del futuro. Tampoco tiene en

cuenta que la ciencia política, así como todas

las demás ciencias, ya sea que estudien fenó-

menos sociales o naturales, tiene la cualidad

de que es provisional2. Esto quiere decir que

“lo que desde el punto de vista de los cientí-

ficos es aceptable hoy, puede, en virtud de

nuevos hechos o de nuevas teorías, no serlo

mañana” (Lozada y Casas, 2008, p. 28).

El hecho de que los planteamientos de una

disciplina sean provisionales, y que en el fu-

turo se descubra que son erróneos, no le quita

el carácter de ciencia a esta, debido a que si

fuera así, entonces las ciencias naturales no

serían ciencia, ya que se equivocan a menu-

do en su capacidad predictiva, como cuando

los meteorólogos o climatólogos pronostican

el advenimiento de un tornado en tal fecha y

no termina sucediendo. Al decir que los pos-

2 No en vano Karl Popper (1980) afirma que no existe un

sustento absoluto en el fundamento empírico de la ciencia

objetiva, pues esta no se apoya en una roca estable y com-

pacta, sino que la estructura de sus teorías se extiende so-

bre un terreno pantanoso.

tulados científicos son provisionales, esta-

mos sosteniendo la idea de que no podemos

afirmar que existen verdades absolutas en la

perpetuidad del tiempo.

Habitualmente, se pueden observar distintos

errores en estudios de carácter científico, pero

eso no demerita el hecho de que la disciplina

como tal deje de ser ciencia. No podemos in-

ducir que por el hecho de que un científico se

equivoque en sus planteamientos, entonces

la disciplina a la que este está adscrito pierde

su carácter científico. Sería un razonamiento

inductivo erróneo ya que todo estudio cientí-

fico no está exento de un margen de error.

Strauss toma una posición subjetiva al decir

que es erróneo que los politólogos se absten-

gan de incluir juicios de valor en sus análisis.

Pero aunque el politólogo se “deshumanice” al

no utilizar juicios de valor, eso no le quita a

su trabajo el carácter científico mientras sea

imparcial, objetivo, sistemático y se apoye en

la evidencia empírica.

El hecho de que Strauss no considere justo no

utilizar valoraciones imparciales en los estu-

dios sobre política es una posición tan permi-

tida como el hecho de que los politólogos no

quieran hacer este tipo de valoraciones. Esto

termina siendo una diferencia que se da en-

tre la filosofía política y la politología y que no

demerita a una disciplina ni a la otra.

Se le cuestiona a la politología, por el mismo

hecho de ser ciencia, su pretensión de univer-

salidad; es decir, de que sus postulados sean

considerados como leyes universales y apli-

Page 67: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

67

cables en cualquier contexto. Según Fernando

Galvis (1998) dichas proposiciones “para que

se trate de ciencia, se necesita que los conoci-

mientos adquiridos los pueda verificar cual-

quier persona, en cualquier parte y que sus

resultados sean los mismos” (p. 1).

La relatividad de los postulados en la

ciencia política no solamente está con-

dicionada por el tiempo y por los nue-

vos hechos y teorías que pueden desvir-

tuar las conclusiones pasadas. También

está condicionada por el contexto en el

que se desarrollan los distintos fenóme-

nos políticos. Los diversos hechos políti-

cos, las distintas relaciones y juegos de

poder entre los diversos actores varían

según el contexto y cultura donde se

desarrollan.

Lo anterior quiere decir, por ejemplo, que un

fenómeno político que se da en un país en Oc-

cidente puede tener una explicación distinta

a un fenómeno similar que se da en oriente.

O también, un hecho político en un país con

ciertas condiciones económicas favorables se

desarrolla de una manera diferente de otro

donde las condiciones económicas son preca-

rias.

Al realizar postulados muy generalizadores

y universales, el politólogo corre el riesgo de

que con un solo fenómeno político que ocu-

rra en cualquier lugar del mundo y que sea

contrario a sus planteamientos, su teoría se

considere como errónea.

Cuando se estudia un hecho político desde

una perspectiva científica, se debe ser muy

precavido con el contexto y las circunstan-

cias donde este se desarrolla, ya que estas

son variables que influyen determinante-

mente en el desarrollo de la coyuntura, y que

no son homogéneas en las distintas socieda-

des del mundo. Por esto, es importante el uso

del método comparado, que permite extraer

conclusiones también científicas sobre fenó-

menos más o menos similares en distintos

momentos y épocas del espacio - tiempo.

A su vez, se ha cuestionado esa pretensión de

universalidad de los postulados de la ciencia

política, en el sentido en que estos terminan

siendo muy abstractos y exiguamente apli-

cables a los casos concretos y al entorno que

rodea la investigación. En palabras de Sartori

(2011) “al privilegiar el enlace teoría - investi-

gación y no teoría-práctica, se ha creado una

ciencia inútil de la política sin componente

de aplicación” (pp. 313 - 314). Esto hace ver al

politólogo como poco comprometido con la

realidad política de su sociedad y a la ciencia

a que se dedica de una manera inaplicable,

poco pragmática y escasamente involucrada

en la realpolitik.

Otra crítica importante que se le hace a la

ciencia política es que al ser esta ciencia,

sus resultados son considerados como ver-

daderos, imparciales y objetivos, y están, por

lo tanto, exentos de toda clase de cuestiona-

miento. La ciencia no debe ser considerada

como un dogma, y menos los postulados de

la ciencia política, ya que estos pueden ser

utilizados por las distintas autoridades pú-

blicas para justificar y blindar sus políticas y

su actuación bajo una tecnocracia autorita-

ria que, al basarse en unas premisas que son

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Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

68

consideradas como absolutas, verdaderas y

objetivas, entonces no pueden ser objeto de

crítica, polémica, controversia y disputa.

Debido a esto, es sustancial reconocer que la

ciencia además de ser provisional es también

pública, ya que “lo que cree haber descubierto

un estudioso de los fenómenos políticos, no

es reconocido como tal en tanto no sea some-

tido al escrutinio de sus colegas en las tareas

científicas y legitimado por estos” (Losada y

Casas, 2008, p. 28). Con base en esto debe-

mos afirmar que todo planteamiento científi-

co debe estar abierto a críticas constructivas

que permitan fortalecerlo.

Además de Strauss, pero por razones dese-

mejantes, la escuela marxista y algunos

miembros de la neomarxista, de entre las dé-

cadas de 1960 y 1970, se mostraron en contra

de realizar un estudio científico de los fenó-

menos políticos, ya que rechazaban “someter

a examen y verificación empírica sus tesis

principales” (Losada y Casas, 2008, p. 40). Di-

cha divergencia metodológica con las bases

epistemológicas de la ciencia política, le dio

cierta índole de dogma al marxismo.

La escuela crítica de Max Horkheimer, Theo-

dor Adorno, Walter Benjamín, y más tarde de

Jürgen Habermas, se caracterizó también por

el uso de los valores de dicha corriente como

fundamento axiomático de la interpretación

que se hacía de los fenómenos políticos. Así

mismo, se dio espacio para el uso de un len-

guaje no comprobable empíricamente que

era más augusto con respecto a la filosofía

que con el método científico (Losada y Casas,

2008).

No todo estudio que se vanaglorie de ser cien-

tífico realmente lo es. En ocasiones hasta un

mismo científico puede confundir un juicio

normativo con una proposición científica, he-

cho que llena su obra de matices que podrían

considerarse seudocientíficos. Mientras que

una proposición científica está cimentada en

la evidencia, un juicio normativo se apoya en

los valores (Colomer, 2009).

Aunque la mayoría de politólogos consideren

que sí se puede estudiar científicamente la

política, existen otros estudiosos por dentro o

fuera de la misma disciplina que no está del

todo de acuerdo con ello.

Entre las distintas razones que se han deta-

llado en este escrito que niegan la aplicación

de la ciencia en el estudio de los fenómenos

políticos podemos encontrar primeramente

la intromisión de juicios normativos en los

estudios politológicos, también la negación

de la existencia de leyes universales acerca

de los fenómenos políticos, el uso de axiomas

en las investigaciones y la menesterosa ca-

pacidad para aplicar los postulados a la rea-

lidad a los distintos contextos y culturas. La

otra mayoridad considera que el comporta-

miento humano sigue unos patrones regula-

res de comportamiento y que los fenómenos

políticos pueden ser analizados y explicados

a través de teorías e hipótesis evidenciadas

empíricamente de manera objetiva, imparcial

y sistematizada.

Page 69: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

69

La pregunta que da título a este ensayo tiene

una respuesta subjetiva. Hemos visto que hay

contestaciones tanto positivas como negati-

vas, cada una con sus argumentos. Aunque

un politólogo puede afirmar con vehemencia

que su disciplina es una ciencia, un filósofo

político, como Leo Strauss, puede no tener la

misma convicción. Estos debates existencia-

les que desde su comienzo atacan las premi-

sas vitales de la ciencia política permanece-

rán vigentes en un mundo que cada vez más

se acoge en los brazos de la posmodernidad.

La influencia que la modernidad ha tenido en

la ciencia ha sido determinante para el de-

sarrollo del behaviorismo, el positivismo y,

en general, de la ciencia política. Esta es, en

efecto, un producto de la modernidad. Pero

los cuestionamientos permanecen, y con el

auge postmoderno que se comienza a gestar

ya se menciona en escritos académicos una

vertiente posmoderna en la ciencia política3.

Para los posmodernistas, la ciencia es una

disciplina “abierta a la incertidumbre, al di-

senso, a lo especulativo, a lo no comprobable

empíricamente, a lo cualitativo, a la compren-

sión de los fenómenos, a lo subjetivo, a lo va-

lorativo, a lo complejo a lo diverso” (Diéguez,

2006, pp. 2 y 3).

Lo que se propone en este texto no es el paso

de una ciencia política moderna a una pos-

moderna, sino una integración de estas, en

donde tanto politólogos como filósofos políti-

3 Lozada y Casas (2008) la denomina también como una

posición “pos-conductista, pos-empírica o pos-científica” (p.

41).

cos y académicos de otras ramas del conoci-

miento puedan aportar a un estudio de los fe-

nómenos políticos que tenga como principal

objetivo no solo la explicación de la realpoli-

tik, sino también proporcionar un conjunto de

insumos que aporten significativamente al

mejoramiento de dicha realidad. A este mari-

daje algunos lo llamarían Ciencias Políticas.

Para denotar un campo de estudio más abier-

to, plural e íntegro, yo lo denominaría Discipli-

nas Políticas4.

4 En Gran Bretaña, por ejemplo, se consideraba que Poli-

tical Studies “era una denominación más adecuada que la

de Political Science porque identificaba con mayor amplitud

esta materia (la política) cuya exploración se realizaba de

forma interdependiente desde distintas ciencias sociales”

(Caminal, 2005, p. 24).

Page 70: Revista estudiantil del Departamento de Ciencia Política y

Revista estudiantil del Departamento deCiencia Política y Relaciones Internacionales

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