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Nº 14 de la revista de La Asociación Hermanos Saíz, organización con fines culturales y artísticos que agrupa de manera selectiva y a partir de un criterio de voluntariedad a escritores, artistas, intelectuales y promotores de todo el país, jóvenes hasta 35 años.

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Revista de la Asociacin Hermanos Saz

ROGER TOLEDO BUENO Punto ciego 12

En portada: ROGER TOLEDO BUENO Punto ciego 8

Hablando de espacio: arquitectura contempornea cubana Centenario de Lezama Becas de pensamiento Ernesto Guevara Cuentos del Premio Calendario 2010

DICIEMBRE 2010

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HABLANDO DE ESPACIO: ARQUITECTURA CONTEMPORNEA CUBANA1

El proyecto como producto cultural (encuesta a jvenes arquitectos) Entrevista doble a Roberto Gottardi y ngela RojasOrlando Incln

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La parcela vaca. Interrogantes sobre algo que ya no s cmo llamar, pero que existe. (O no?)Osdany Morales

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Arquitectura-Cultura-Turismo: proyectos o realidades?Kirenia Rodrguez

DDALO agradece la colaboracin de Orlando Incln como coordinador del dossier sobre arquitectura contempornea cubana, quien puso nuestra disposicin las maquetas de varios proyectos que nunca se llegaron a materializar en obra construida. Asimismo, hemos ilustrado la revista con obras de Esporas, exposicin de cerca de treinta estudiantes del Instituto Superior de Arte (ISA), que tuvo lugar en el mes de enero del ao 2010, en el Pabelln Cuba de la ciudad de La Habana. Esta muestra, que cont con una favorable aceptacin de crtica y de pblico, se caracteriz por la diversidad de las propuestas artsticas en formatos como la instalacin, la escultura, la impresin digital, la pintura al leo, la fotografa o el video. La exposicin fue patrocinada por el Centro de Arte Contemporneo Wifredo Lam, el Consejo Nacional de las Artes Plsticas, la Asociacin Hermanos Saz y el ISA.

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CENTENARIO DE LEZAMA Devoluciones al reino lezamianoYailn Campaa Cisneros

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Lezama antes de LezamaRoberto Mndez

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BECAS DE PENSAMIENTO ERNESTO GUEVARA El servicio domstico habanero desde finales de los aos cuarenta hasta 1959Zayln Hernndez Guasch

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Mujer y novelaAntonio Cardentey Levin

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CUENTOS DEL PREMIO CALENDARIO 2010 Bomba sexualZulema de la Ra Fernndez

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Esto funciona como una caja cerradaYonnier Torres Rodrguez

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Los sueos traicionadosMiln Paz

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El viento mece los columpiosFrank David Fras

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Tratado sobre el amorAmarilis Prez Vera

Asociacin Hermanos Saz

REDACCIN Pabelln Cuba, calle 23, entre N y M, Plaza de la Revolucin, La Habana, Cuba, CP 10 400. Director Luis Morlote Jefa de redaccin Hayde Arango Editor Ariel Camejo Diseador Daniel Daz Correctora Charo Guerra Telf.: 835 3767-69 E-mail: [email protected] RNPS: 0481 ISSN: 1997-6305Impreso en EDICIONES CARIBE

udiramos encauzar estas pginas hacia la bsqueda de expresiones, caminos e interpretaciones que permitan etiquetar la arquitectura contempornea cubana, ahora que nos encontramos en un momento especialmente oportuno para la exploracin y la relexin. Sin embargo, podra resultar ms acertado acercarse a este tema a travs de nuevas indagaciones e ideas. El proyecto, si bien no es propiamente Arquitectura y solo representa una parte del largo y complicado proceso productivo, constituye

P

Asistimos diariamente al desacuerdo entre produccin prctica y produccin intelectual, como si fueran opuestas por naturaleza. El limitado papel de nuestras facultades y escuelas en la valoracin, divulgacin y experimentacin de la arquitectura proyectual ha contribuido a restringir su presencia en el mbito nacional. Por su parte, el fenmeno urbano se encuentra an ms lejos de ser atendido y entendido: la llamada arquitectura de ciudades es difcil de aprehender, sobre todo por la falta de deinicin de un posible escenario que visualice el futuro cultural, social y econmico de nuestros territorios. A partir de estas problemticas, se nos plantean interrogantes vinculadas con la valoracin y la importancia de la profesin o, especicamente, de la produccin de proyectos; con la responsabilidad

EL PROYECTO COMO PRODUCTO CULTURALuna creacin cultural independiente y autnoma, un planteamiento ideolgico emancipado de su posibilidad de materializacin. Apoyados en ese principio, proponemos valorar el estado actual de nuestra arquitectura justamente desde el mbito de la produccin de proyectos, y no desde su dimensin constructiva. Tal vez parezca que hacemos trampa, pero slo intentamos traer la polmica a nuestro terreno de una manera distinta. que tenemos los jvenes arquitectos cubanos; o con la situacin actual de nuestras ciudades y pueblos. Cules seran los principales peligros y cules las mayores oportunidades de trabajo para el futuro? La produccin arquitectnica construida ha sido sustituida por la llamada arquitectura de papel? Cules son los principales aportes de esta produccin ante la inmovilidad constructiva y cules sus principales discursos y iliaciones tecnolgicas y tericas? Es necesario pensar el reordenamiento territorial de nuestras ciudades y pueblos desde enfoques contemporneos? Cules son los puntos vitales en los que debemos incidir para salvaguardar nuestros asentamientos urbanos, considerados entre los principales valores de la cultura nacional? Cmo se evala la formacin intelectual de los jvenes arquitectos cubanos? Cree que las nuevas generaciones estn preparadas para asumir los retos contemporneos de la profesin? Podran deinirse posturas, proyecciones y pensamiento intelectual diverso entre los jvenes arquitectos? Por supuesto, toda respuesta ser parcial e incompleta. Lo incuestionable es que hoy en Cuba existe una importante produccin de proyectos donde podemos encontrar un pensamiento arquitectnico no divulgado, no expuesto a la valoracin pblica. Precisamente por eso, en el dossier que se abre (donde se complementan la encuesta, la entrevista, el artculo y el ensayo) tambin tratamos de mostrar y descubrir algunas imgenes de proyectos que por causas diversas no llegaron a trmino cambio de funciones, falta de inanciamiento, por no haber sido aprobados, o por haber sido concebidos como iniciativas personales o proyectos docentes. Esta triste, incmoda e inservible arquitectura de papel tal vez valga ahora no slo para ilustrar, sino para contribuir al debate sobre la arquitectura proyectual como produccin de ideas, y entender su lugar en nuestra realidad.

ORLANDO INCLN (La Habana, 1976). Dirige el Taller de Urbanismo de la Direccin General de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo de la Oicina del Historiador de la Ciudad de La Habana (DGPAU-OHCH), y es profesor del Departamento de Diseo de la Facultad de Arquitectura de La Habana. Es Miembro y Vocal del grupo DOCOMOMO-Cuba, y Presidente de la Comisin de Teora y Crtica de la Unin Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construccin de Cuba (UNAICC).

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(encuesta a jvenes arquitectos cubanos)

ngel Michel Domnguez Merzeau (La Habana, 1986). Graduado de Arquitectura por el Instituto Superior Politcnico Jos Antonio Echevarra (ispjae) en 2010. Realiza su adiestramiento laboral en el Taller de Urbanismo de la dgpau-ohch. Creo que el principal peligro radicara en que el escenario siguiera siendo el mismo. Tiene que cambiar la forma en que se est produciendo, y para ello tiene que darse una coyuntura favorable, sobre todo en el orden econmico y poltico. La mayor oportunidad en ese sentido es que queda mucho por hacer y rehacer, y que existe una nueva generacin de profesionales ansiosa por participar, por competir, por poner en prctica sus ideas. La preparacin terica de esa generacin es bastante slida, aunque siempre es necesaria la constante actualizacin, algo que se diiculta debido al acceso casi nulo a la informacin. Lo que ms necesitamos los jvenes es desarrollarnos en la praxis, y para eso hace falta que se construya ms en Cuba. Siempre que se trate de arquitectura habr diversidad de posiciones tericas y de maneras de hacer; por eso tambin existirn siempre diferencias entre los jvenes arquitectos cubanos. Sin embargo, casi todos concordamos en la necesidad de que nuestras ideas sean contemporneas, coherentes tanto con nuestro contexto como con lo que est sucediendo hoy en el mundo. Ariel Fernndez Piedra (La Habana, 1976). Graduado de Arquitectura en 2004, ha laborado en la Direccin de Arquitectura Patrimonial de la Oicina del Historiador de la Ciudad y desde 2007 es proyectista para la Empresa Bouygues Batiment Cuba. Es miembro del Consejo Editorial de docomomo-Cuba. Creo que ambos, peligros y oportunidades, tienen una gnesis comn. La ineicacia econmica y de gestin demostrada en los ltimos aos mantiene la inmovilidad constructiva actual y el deterioro progresivo del patri-

tro contexto econmico actual impide materializar; o sea, a desarrollar ideas sin la presin de la prisa, pues en el pasado la necesidad de dar respuesta a problemas urgentes deriv en malas soluciones. Desde luego que enfoques referidos a reordenamientos territoriales sern necesarios, en muchos casos a gran escala. Recuerdo en este momento un concepto que le escuch al profesor Mario Coyula: la ruralizacin de la capital. l lo deine dentro de un marco bastante estricto, pero en realidad es un fenmeno con muchas ms aristas. Existen numerosos lugares en Cuba donde la relajacin de las ordenanzas urbanas y la ausencia total de la igura del arquitecto dentro de la trama habitacional ha permitido la produccin, en el mejor de los casos, de anexos a asentamientos consolidados donde impera un caos total desde el punto de vista morfolgico, y donde se hace muy difcil intervenir sin afectar

ALEjANDrO VENTUrA Gabinete de Arqueologa Calle Mercaderes, Habana Vieja Proyecto rechazado Ao 2000

monio ediicado. No creo que a corto o mediano plazo puedan resolverse los problemas que no se han resuelto en media centuria y que, por el contrario, se han agravado en la mayor parte de los casos. Por ende, las oportunidades se limitan a las pinceladas constructivas de zonas especicas como La Habana Vieja, o al desarrollo de un sector turstico donde los profesionales cubanos han tenido muy poco que decir. Otra alternativa de futuro implicara retos diferentes que no abordo, pues en cualquier caso se adentraran en el campo de la especulacin. Probablemente la arquitectura de papel ha sustituido a la produccin construida; lo que sucede es que, en mi criterio, este tipo de manifestaciones no ha tenido la divulgacin ni la connotacin que merecen. Si ciertamente es casi imposible producir una obra, debera otorgrsele ms espacio a pensar y a resolver, aunque fuera tericamente, problemas que nues-

a centenares de personas. Su propia espontaneidad los priva, desde luego, de la presencia de servicios de todo tipo, con lo cual resultan una suerte de favela-ciudaddormitorio, verncula contempornea. Creo que existen algunas generaciones de graduados entre los quince y seis ltimos aos que pudieron recibir la luz del ocaso en la Escuela de Arquitectura de La Habana. En este caso, que es el que conozco, asumamos que, de la totalidad de graduados, un 60 % eran profesionales con potencial para establecer una vanguardia. A esto, restemos un 30 % que abandon el pas y otro 10 % que cambi sus intereses profesionales hacia otros sectores, en busca de mejoras econmicas. En resumen, que si de 1995 a 2004 asumimos un total de cien graduados, ahora quedan slo veinte personas para cambiar el curso de la arquitectura cubana. Tngase en cuenta que estos veinte individuos apenas saben construir, pues difcilmente lo hacen en la actualidad. Y ntese tambin que las cifras de esta especulacin son, en general, bastante conservadoras. En cuanto a los seis ltimos aos la situacin es mucho peor, pues la Escuela de Arquitectura se ha desintegrado sistemtica y progresivamente, en todos los sentidos.

Louis Javier Fuentes (La Habana, 1985) Graduado de la Facultad de Arquitectura de La Habana (ispjae) en 2009. Labora en el Departamento de Arquitectura Digital y Automtica (daty). Fue mencin en el Premio Ciudad 2010. El principal peligro que se divisa para el futuro de la arquitectura cubana es la decadencia cada vez mayor de la profesin, por falta de prctica constructiva en el escenario de la ciudad. Ello va ms all del anlisis que parte, como problema principal, del ediicio en su estado fsico y de su emplazamiento. Ese es solo un punto que se ramiica en un nmero signiicativo de sistemas y subsistemas que en nuestro contexto son fciles de quebrantar y que, siendo as, impiden la coexistencia orgnica de esa red. Me reiero a problemas como el escaso presupuesto o las pocas condiciones para el desarrollo de los proyectos. Pero ms all de esto, el inmovilismo que padece el ejercicio arquitectnico y que aqueja a nuestra ciudad se hace patente a partir de la ausencia de acontecimientos que provoquen inquietud en el gremio. Por mencionar algunos de los elementos que argumentan lo anterior, podramos hablar de la ausencia casi total de publicaciones en donde exista espacio para la crtica arquitectnica, publicaciones que se acerquen no solo a entendidos de la materia sino tambin a la sociedad en general, para que se genere as una sensibilidad diferente hacia la ciudad. Es poca la divulgacin e incorrecta la promocin de eventos relacionados con el quehacer arquitectnico; y prcticamente no existen concursos que pongan a prueba la capacidad creadora de nuestra arquitectura. Tambin son pocos los encuentros tericos donde puedan alcanzar cierto protagonismo las generaciones de arquitectos con perspectivas renovadoras y maneras diferentes de enfocar el fenmeno arquitectnico as como su dilogo con la ciudad de hoy; y faltan talleres u otros escenarios de conluencia que generen el roce profesional entre los arquitectos. Por otra parte, es grande ya el cmulo de buenos proyectos que han quedado engavetados y que alimentan lo que hoy llamamos arquitectura de papel. Otra consecuencia de la pasividad constructiva en nuestra ciudad radica en la prdida parcial o total de ediicaciones, ya sea por deterioro o por alteraciones tanto desde el punto de vista formal como conceptual. Este elemento atenta directamente contra la preservacin de nuestro patrimonio, carta vital para la lectura de nuestra ciudad. La necesidad de replantearnos una nueva Habana es inminente. Su modiicacin, en vistas a su futuro acomodamiento en la plataforma contempornea, adquiere carcter urgente a partir de las nuevas maneras en que la gente utiliza la ciudad y la sociedad establece su dilogo con el entorno

urbano. Los problemas a solucionar en este sentido son motivo de estudios con enfoques sistmicos, por la complejidad de las variables a considerar. Las acciones emergentes que demanda la ciudad se perilan, en primer lugar, hacia la desaceleracin de su excesivo crecimiento en horizontal, el replanteo de las redes de transporte, la solucin de los problemas de densidad demogrica y su impacto en el concepto de vivienda, la conservacin de lo que realmente merezca la pena y, sobre todo, la introduccin del valor de la arquitectura en el imaginario social, para lograr que sta deje de representar un lujo y se convierta en una necesidad. Este panorama ilustra cunto hay por crear, de manera que las oportunidades de trabajo se localizan en todos los niveles: desde la macro-escala del urbanismo, hasta el diseo especico de la arquitectura, del mobiliario, de la grica, del objeto, etc. Otra de las acciones a acometer con rapidez es la formacin de nuevas generaciones de arquitectos. Varios aos de mala formacin, de necesidades materiales, de desinters y de profesores poco capacitados, dieron como resultado general uno de los elementos que alimenta la crisis actual de la profesin: la ausencia de un compromiso real con la arquitectura. Tomarse en serio la responsabilidad y el deber de vivir en una ciudad ms humana no pasa de ser, hoy en da, una eleccin personal. Daniel de la Regata (La Habana, 1981). Graduado de la Facultad de Arquitectura de La Habana (ispjae) en 2006, es proyectista en el Taller de Urbanismo de la dgpau_ohch. El principal peligro radicara en intervenir en la ciudad solo cuando existan las mayores posibilidades de inversin. As se ha estado haciendo hasta ahora: se les entregan proyectos importantes a personas sin saber si son stas las ms indicadas, o a arquitectos forneos que no conocen nuestras peculiaridades. Ni siquiera se convoca a concursos. Las oportunidades para la arquitectura cubana actual estaran en lo mucho que hay por hacer, en la existencia real de trabajo para todos, y en todas las escalas. No creo que exista diversidad en las posturas y proyecciones del pensamiento arquitectnico, porque estn ligadas a la poca informacin que hay sobre la actividad proyectual internacional. Tal vez una lnea, que creo muy vlida, sea la del re-anlisis de las concepciones de la arquitectura de los aos cincuenta en Cuba, momento en el que la incorporacin de la cubanidad era factor indispensable. La formacin intelectual de los jvenes arquitectos es tan variable como la sociedad cubana, aunque creo que con el paso de los aos su preparacin depende ms del inters personalCArLOs DE LA rEGATA, LILIANA MArTNEz y DANIEL DE LA rEGATA Concurso Trotcha Calzada esq. 2, El Vedado Proyecto por Concurso Ao 2007

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primer trmino, en la consecucin, o no, de dicha posibilidad y luego en el ordenamiento de sta. No solo es necesario el reordenamiento territorial de nuestras ciudades y pueblos, sino que es indispensable en todo proceso proyectual que intervenga en un contexto degradado y que en nuestro caso cumpli los Ral Currs Irastorza (La Habana, 1973). Graduado de la requisitos de utilidad para el que fue concebido. Las Facultad de Arquitectura de La Habana (ipsjae). ciudades contemporneas no pueden prescindir de un La produccin arquitectnica construida no necesariamente nivel de infraestructura bsica que posibilite su desaha sido sustituida por la llamada arquitectura de papel. Esta l- rrollo y evolucin; este punto de partida tiene que ser tima, en el soporte que sea y sin importar su modo de expresin creado y actualizado. No pienso que todo tenga que ser salvado a ultran(grico o terico), siempre debe ser mayoritaria en cualquier circunstancia. Sin embargo, esa produccin no ha hecho nin- za en la ciudad, incluso hay zonas histricas que puegn aporte an en Cuba. La teora, el estudio del patrimonio y den ser renovadas sino total, s parcialmente, siempre que el resultado de lo propuesto muestre su validez sola muy buena labor de rehabilitacin son lo nico visible hoy. El principal peligro de nuestra profesin es esperar dema- bre lo existente. Es necesario establecer un plan regusiado, para luego ir demasiado de prisa. Por otra parte, espero lador, y visualizar la imagen de ciudad que se desea. La arquitectura de papel es una expresin, princiy deseo que no sigamos con el estril debate de si el arquitecto palmente usada por los jvenes que intentan divulgar es, o no, un artista. Nunca se est lo suicientemente preparado en esta profe- sus ideas y confrontar criterios, y que en nuestro tiempo sin; son las circunstancias y los retos los que te obligan a su- es ms digital que de papel, aunque ya existe materialperarte. Con slo ver un documental sobre Dubai, Holanda o mente arquitectura de papel (tomemos a Shigeru Ban China, se crean legiones de deslumbrados seguidores. Leer a como pionero en ese sentido). Las iliaciones o expresiones de los arquitectos son dismiles, es como enfrentar una tribuna con IHOsVANy DE OCA Cristo de La Habana oradores diversos donde se pueden Casablanca, regla compartir o no los criterios expuestos. Proyecto personal Es necesaria la expresin terica pero Ao 2002 siempre la praxis se impone y prostituye las teoras. Para ejempliicar, pienso que se recordar ms a Porro por sus escuelas de arte que por su proyecto de hotel para San Sebastin. Los dos magnicos; la diferencia: uno construido y vivido, y el otro no. La formacin de los jvenes arquitectos no es completa. Es difcil Le Corbusier, Zevi, Segre o Coyula marca, y mucho, como ves ensear arquitectura, as como es difcil ensear emola arquitectura. Caminar por La Habana Vieja te hace creer de ciones. Es necesario tener una visin ms universal verdad en el rescate de la ciudad, y te impulsa a conocer a fondo partiendo de una mirada siempre local. Pienso que en un programa informtico para representar los espacios, a pen- muchos casos tenemos la visin inmediata; pero nos sar en presupuestos y estructuras, o en cmo resolver cualquier queda apropiarnos de la otra. Es posible deinir intendetalle constructivo. ciones ms que posturas y proyecciones como expresin de intelecto. Hctor Gmez (La Habana, 1981). Graduado de la Facultad de Arquitectura de La Habana (ispjae) en 2005. Ha trabajado Osdany Morales (Nueva Paz, 1981). Narrador y aren la Empresa de Servicios de Ingeniera N.o 2 de La Habana, y quitecto. Se gradu en 2006 de la Facultad de Arquiactualmente labora en la dgpau_ohch. tectura del Instituto Superior Politcnico Jos AntoLa mayor posibilidad que ofrece el futuro sera la misma que nio Echevarra (ispjae), La Habana. se pudiera considerar en otras profesiones. La dimensin del trabajo que se debe realizar, que ya supera el tiempo biolgico MAIkEL MENNDEz Conjunto de viviendas Arroyo y rastro, Cuatro Caminos, Centro Habana de la presente generacin, sera la oportunidad para legar una Proyecto no realizado por falta de inanciamiento huella a las generaciones futuras. El principal peligro radica, en que del aporte de las instituciones, algo que se encuentra en crisis. Las nuevas generaciones tendrn que estar preparadas. El mismo ejercicio de la profesin y las exigencias de la sociedad contempornea ayudarn a decantar a los que no lo estn, y a destacar a aquellos con mejor formacin.Ao 2005

IHOsVANy DE OCA Cristo de La Habana Detalles

Si no fuera por la pasin de varios estudiantes, por unos pocos docentes y por algn que otro visitante comprometido, la carrera de Arquitectura sera un mala noticia. Para retos contemporneos confo en que simplemente sean acometidos por nuevas generaciones, no interesa la nacionalidad ni la profesin. Algunos jvenes exhiben una postura ms esbelta en la mesa de dibujo, pero la mayora tienden a una posicin ms cmoda y ventajosa, bastante reclinada, en una buena silla frente al ordenador. Cualquier generalizacin sera una derrota. Los jvenes arquitectos siempre se aparecern con algo novedoso. Eso espero. Susana Corra (Santiago de Cuba, 1988) y Katia Alonso Cruz (La Habana, 1988). Estudiantes de 5to ao de la Facultad de Arquitectura de La Habana (ispjae). La Facultad de Arquitectura y sus nuevos-viejos planes de estudio han tratado de mantener su rigor y exigencia en cuanto a la formacin y el conocimiento, aunque generaciones anteriores de estudiantes tenan mayor interaccin con arquitectos de experiencia prctica y terica, por la gran demanda constructiva que exista. Tambin eran frecuentes los concursos, encuentros y talleres donde se compartan diferentes criterios, donde las nuevas generaciones se enriquecan de conocimientos tambin nuevos-viejos, con lo cual adquiran una mayor experiencia. Hoy en da, por las condiciones econmicas y polticas de nuestro pas, la arquitectura se ha visto detenida en el tiempo y por tanto la formacin de los arquitectos se ha estancado. Esto no quiere decir que los nuevos arquitectos no estn preparados para asumir los retos contemporneos; por el contrario, ansan y tienen una gran disposicin de hacer que nuestra arquitectura revolucione y que nuestra ciudad prospere. Pero para esto es necesario mantener las ideas frescas y tener la oportunidad de contribuir a la ciudad contempornea que deseamos. Liriana Gonzlez San Juan (La Habana, 1976). Graduada de la Facultad de Arquitectura de La Habana (ispjae), en 1999. Despus de cuatro aos fuera de Cuba podra ser injusta en mis comentarios, sobre todo al referirme a la formacin de las nuevas generaciones de arquitectos. Muchos dicen que no es la mejor, pero pienso que eso tiene mucho que ver con el inters personal y los deseos de superacin, adems del talento y las oportunidades. No siempre el mejor estudiante es despus el mejor profesional. La arquitectura est atravesando un momento difcil y no por falta de buenas ideas, sino de presupuesto, debido a la crisis mundial. Y la verdad es que me gusta mi profesin, pero creo que si hubiese estudiado Informtica, hubiese tenido mejores oportunidades. En Cuba hay tanto por

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hacer, por arreglar y por cambiar, que bajo otras circunstancias no daramos abasto. Y claro que hay talento: el cubano es emprendedor y, aunque no haya recorrido el mundo, puede tener buenas ideas. Tengo ms bien una posicin optimista al respecto. Me gusta lo que se ha hecho, por ejemplo, en la Habana Vieja; y disfruto ver que todos los aos algo nuevo aparece por sus calles. Pero no deja de ser real que la ubicacin mayoritaria del arquitecto cubano est en funcin de otras sociedades, y no de la sociedad cubana. Solo hay que darle un vistazo a Facebook para ver cuntos de mi ao quedan todava haciendo algo por la sociedad cubana. Por eso no puedo dejar de celebrar al ver que todava quedan personas optimistas que, desde Cuba, intentan responderse estas preguntas. Aunque mi respuesta no ayude, quisiera manifestar el respeto que siento por lo que hacen. Claudia Castillo de la Cruz (La Habana, 1985). Miembro del Consejo Editorial de docomomo-Cuba, de la comisin de Teora y Crtica de la unaicc, y del Taller de Urbanismo de la dgpau_ohch. Dirige y conduce el programa radial "Hablando de espacio". La arquitectura de papel ha existido desde hace mucho tiempo, y por suerte siempre es mayor que la produccin arquitectnica. No creo que se deba hablar de sustituciones, sino ms bien de que la inexistencia de una hace que la otra adquiera ms valor. La produccin de papel sigue siendo deiciente y est necesitada de publicacin; y a su vez la produccin arquitectnica, si bien constituye una prctica comn y habitual, es todava insuiciente. Se necesita de concursos, de publicaciones que nos permitan conocer las nuevas ideas, sas que sabemos que no deben realizarse ni aqu ni en otro lugar porque son proyectadas solo para el papel, pero que necesitamos ver, confrontar y saber cmo fueron pensadas por nuestros colegas. Se trata de poder tomarle la temperatura a la produccin intelectual de hoy.

MArILyN MEDErOs y OrLANDO INCLN Ediicio de vivienda Calle Calzada y C, Vedado Proyecto personal Ao 2003

Es evidente que cada perodo de crisis est lleno de oportunidades, la cuestin est en saberlas percibir y aprovechar. Los mayores peligros para nuestra arquitectura pueden estar en la prdida irreversible de valores culturales, sociales, estticos, econmicos, morales, inmobiliarios, patrimoniales, etc., que estn asociados a la ciudad y deinen su manera de ser. La ciudad est necesitada de todo, desde una mejor planiicacin hasta los detalles ms sencillos de diseo ambiental y arquitectnico. Se ha desdibujado mucho lo que haca de La Habana esa urbe paradigmtica de la arquitectura y el urbanismo. Otros valores se perdern en el largo camino de la historia, pero sin dudas algunos podrn sobrevivir si nuestra capacidad y sensibilidad se equiparara con nuestro deseo de ver a La Habana insertada nuevamente entre los mejores referentes urbansticos. Slo sabremos los puntos vitales para salvaguardar nuestros asentamientos urbanos si los estudiamos. Debe comenzarse a analizar cada ncleo de poblacin y no slo desde la visin del arquitecto, sino tambin desde la perspectiva del socilogo, del historiador, del gegrafo y del ciudadano comn. Sobre todo creo que debemos intentar que la esencia de cada lugar, el

genius loci del que tanto hemos odo, no se mude al inalizar nuestra intervencin; que pueda transformarse, pero que nunca se cambien los domicilios; que la particularidad de cada lugar nos ayude a dibujar ese otro mapa de la Isla que est en el imaginario popular. No creo que exista otra manera de enfrentar el reordenamiento territorial de nuestras ciudades y pueblos sino desde enfoques contemporneos, porque todos somos contemporneos a la poca que nos toc vivir. No dudo que haya enfoques con otras tendencias (quizs atrasadas), pero en deinitiva casi siempre sern contemporneos: unos mejores, otros regulares y

los ms, sencillamente carentes de propuestas, pero sin duda necesarios. Se necesita de diversidad en las propuestas para saber cul elegir. Con una sola icha slo te queda la posibilidad de jugarla o pasarte, y por lo general durante los ltimos aos hemos estado tocando la mesa. Es entonces imprescindible estudiar, analizar y proyectar las ciudades, pueblos y lugares de toda la Isla; necesitamos compromiso con la ciudad que da a da re-corremos; no slo se trata de no lanzar un papel al suelo, sino de sufrir tambin con cada acto que a la ciudad le duele. Debemos estremecernos cuando vemos que la tan regaada sociedad reacciona como esperamos cuando se le tiene en cuenta. Espacios pblicos y participacin ciudadana; sistema de transporte diverso y alternativo; red de servicios y de infraestructura; criterios de sostenibilidad e inclusin, y vivienda para todos, son criterios que la ms atrasada de las propuestas no puede obviar, simplemente porque estamos en el siglo xxi. La formacin intelectual de los jvenes arquitectos no es abordada. La preparacin de cada joven depende bsicamente de su decisin, lo cual hasta cierto punto no est mal, pero el abandono institucional del estudiante, la no obligatoriedad de abrir su campo de estudio, la no preocupacin por mbitos que van ms all de las actividades docentes, la no participacin en la vida cultural del pas y, sobre todo, la no participacin cvica, todos son

factores que, al graduarnos, hacen que slo seamos capaces de limitarnos a aquello que nos designan, que por lo general nunca es el lugar donde ms se nos necesita. Se estn formando estudiantes sin voz ni voto, sin visin crtica y sensible ms all de la que pueden tener ante un ediicio mal hecho. S han disminuido las horas en las que se debe permanecer en la facultad una tendencia mundial con la que estoy a favor, pero entonces debe aumentar la exigencia de los profesores y los requerimientos de toda ndole para obtener mejores resultados en la formacin curricular individual. Se necesita exigirle ms a ese arquitecto que va a interactuar con el destino de la ciudad y de la sociedad. Libertad Rodrguez Otero (La Habana, 1983). Mster en Gestin y Conservacin del Patrimonio, trabaja en el Taller de Urbanismo de la dgpau_ohch. Miembro de la Comisin de Teora y Crtica de la unaicc, y profesora de la Facultad de Arquitectura de La Habana (ispjae). Creo, tristemente, que no existe una arquitectura actual en Cuba. No se construye, no se realiza (amn de lo que se hace espordicamente en pocos sitios de la ciudad). Las escasas ediicaciones que se erigen son en su mayora slo eso, construcciones, no arquitectura. La arquitectura cubana se alimenta de lo que fue, de lo que hubo, de lo bien que se construy en algn momento, de los grandes arquitectos de entonces. sa es tambin la arquitectura que se ensea, nuestra mejor carta de presentacin.MAIkEL MENNDEz Boulevard Alamar Ave. 3ra entre 164 y 168, Alamar Proyecto no realizado por falta de inanciamiento y complejidad estructural Ao 2004

Un peligro potencial es el escaso reconocimiento de la sociedad cubana hacia el arquitecto. A ste no se le valora como el actor indicado para alguna transformacin en la vivienda, para la concepcin de un centro nuevo, para el diseo de las calles, de las reas verdes, o sencillamente para la eleccin de los colores de algn interior. Penosamente el arquitecto se ha convertido en un consultor, en alguien que sanciona, en un resulveme como puedas, en un trago amargo que debe beberse rpido antes de poder construir. Otra amenaza latente y lacerante para la ciudad y la arquitectura es la propia institucin. sta posee escasos recursos de vala para censurar aquello que entiende por mal hecho y permite, en mltiples ocasiones, lo impermisible. El irrespeto a los proyectos, a los planes directores, y a su vez la carencia de ideas con que generalmente se proyecta, son el panorama cotidiano en el mbito de la especialidad. Los materiales son otro bloqueo interno y realmente mediador entre las nobles perspectivas arquitectnicas que ocasionalmente lorecen y la cruda realidad de contar con un solo tipo de cada elemento. No es posible realizar de nuevo otro Capitolio Nacional, otras Escuelas de Arte, otra casa Shulthess con panelera de aluminio blanco y cristal, con balaustres y tejitas por doquier. Las actuales condiciones constructivas parecen un ejercicio acadmico que propone al arquitecto crear miles de soluciones con tres elementos, y este ejercicio no puede generar buena arquitectura. Pero tales males no son los nicos, lamentablemente. La proliferacin de los ieles hacedores de lneas imperfectas, de paredes con celulitis o verticales inclinadas, por mencionar algunas cotidianidades, hacen declinar las pocas ediicaciones que se erigen en la ciudad. La construccin no puede estar en manos de inexpertos, de albailes improvisados. Se necesita una cultura que sobrepase leer y escribir, se requiere de oicio y de saber-hacer. Atadas a estas calamidades, quedan todava muchas otras que persisten en mantener bajo tierra a la arquitectura cubana actual, sa que ser portavoz de estos tiempos en el futuro. Lo importante est en reconocer y revertir aquellas problemticas que impiden su lorecimiento, e impulsar la vanguardia artstica hacia el renacimiento profesin. Las mayores oportunidades de la arquitectura actual radican, precisamente, en la posibilidad de revertir las condiciones del presente. El poco hacer, el freno de la especulacin tecnolgica paralizada en los aos ochenta por las condiciones econmicas, permitieron conservar la estructura urbana y sus mejores conjuntos arquitectnicos, hoy deteriorados muchos de ellos por la inconstancia del mantenimiento. Ello, sumado al perodo de crisis econmica en el que se vive desde hace dos dcadas,

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GINA DAz, yANDry MONTErO y LAUrA FErNNDEz Facultad de Arquitectura de La Habana Parque Central, Centro Habana Proyecto personal reccin de Proyectos Prado-Malecn de la Ao 2003 ohch. Es miembro de la Comisin ejecutiva

coadyuva a que se cree el escenario propicio para el planeamiento detallado, para el pensamiento de las futuras intervenciones, para el estudio y la preparacin del profesional. Fuera de esto, la oportunidad est en que los intelectuales de la profesin se sientan responsables de revertir el presente; en la necesaria preparacin cultural en cualquier mbito, al asumir el ms mnimo detalle arquitectnico. La oportunidad est en ser, deinitivamente, los indicados para perpetuar la identidad cultural de la nacin. No considero que la produccin arquitectnica haya sido sustituida por la arquitectura de papel, sino que deinitivamente no ha habido otra variante en muchos casos. Por suerte an quedan algunos arquitectos y equipos de trabajo que siguen proyectando por el mero hecho de ejercitar, para que se inhiba la oxidacin de la imaginacin arquitectnica. Creo que la valoracin detallada de lo que se proyecta y la exhortacin a la crtica y a la polmica, son vitales para el mejoramiento del ejercicio proyectual. La formacin intelectual de los jvenes arquitectos es abordada con mucho sacriicio y ganas de hacer por parte de la institucin, pero hay pocos resultados satisfactorios. La formacin intelectual del arquitecto cubano es esencialmente bsica, limitada, y en la actualidad poco exiALEjANDrO VENTUrA Gabinete de Arqueologa gente; creo que es de amplio saber Calle Mercaderes, Habana Vieja terico, y de muy poca prctica. Las Proyecto rechazado nuevas generaciones estn prepaAo 2000 radas para asumir los retos contemporneos de la profesin, porque tienen preparacin terica. Pero en la prctica quedan muchas lagunas que se sostienen gracias a dcadas de atraso tecnolgico. Los sistemas constructivos actuales se perfeccionan a una velocidad exponencial, y cada minuto sin preparacin equivale a aos de retroceso. La experiencia prctica y el conocimiento especializado en la materia es imprescindible para asumir todo tipo de programa arquitectnico. Sergio Valds Garca (La Habana, 1982). Graduado de Arquitectura en 2007, y de la Ctedra de Arte de Conducta en 2005. Ha trabajado en Inversiones cujae, y en la Di-

de teora y crtica de la unaicc. Creo que el principal peligro es que el arquitecto trabaje de espaldas a la sociedad, o con un conocimiento muy ligero de sta; que trabaje de manera apresurada por cumplir una meta, o por caprichos que no vienen al caso; que trabaje para un nico inversionista y que no se recuperen las oportunidades de proyectos gestionados de otra forma, como antes lo haca, por ejemplo, la unaicc. Dicho de otro modo: el peligro est en que el arquitecto piense que trabaja para la sociedad, en vez de trabajar con la sociedad. Est comprobado que en Cuba, para la gente de a pie, la arquitectura no es ms que una carrera bonita, que en La Habana se estudia lejos del centro de la ciudad. La sociedad cubana se encuentra en un estado de crisis de valores, donde se diluyen las jerarquas entre tcnicos y profesionales. El arquitecto, como otros profesionales, no se encuentra lo suicientemente pagado, ni resulta suicientemente escuchado. Por otra parte, el llamado arquitecto de la comunidad es indispensable para la sociedad solo por el aspecto legal pero no por sus conocimientos tcnicos y artsticos. Su importancia se le otorga por el papel burocrtico que desempea, al ser l quien da el dictamen tcnico de la vivienda. Pero cuando se trata de grandes obras, el arquitecto solo queda como alguien que sugiere los proyectos, y se pierde su capacidad de decisin. Esto se debe a que constructores y polticos cambian drsticamente las ideas originales del arquitecto a la hora de ediicar, o incluso de proyectar. Yo entiendo por arquitectura de papel aquellos proyectos que no se conciben para ser construidos, o que para su poca muy difcilmente pudieran ser ediicados. Por lo que creo que este tipo de arquitectura no

puede sustituir a la construida, porque siempre surge en momentos de crisis constructiva para plasmar deseos de grandes visionarios que pueden ser arquitectos o no, para dejar volar la imaginacin y el poder de experimentacin. Por eso en muchos casos estos proyectos son retomados en el futuro y construidos con variaciones. En Cuba, donde se hace casi toda la arquitectura de papel es en la Facultad de Arquitectura durante los primeros aos, y en algunos talleres internacionales. Creo que lo que frena a esta arquitectura es la aoranza de querer construir y la falta de planteamientos verdaderamente revolucionarios, no de meras adaptaciones de modelos internacionales a nuestro contexto. Para que estos proyectos hagan aportes al futuro, deben ser conservados. La formacin intelectual de los jvenes arquitectos cubanos es pobre. Los profesores en su mayora sufren de lo mismo. An persiste una formacin bastante tcnica basada en estndares superados, ligada con un historicismo y un funcionalismo sin conciencia. Hay poco contacto con otras especialidades del pensamiento y del arte. Y creo que el personal formador de estos arquitectos tampoco est interesado en esa preparacin; lo demuestra cuando elimina un ejercicio de primer ao como producir arquitectura basada en un libro, o cuando no da libertad para que sus estudiantes entren sin grandes costos en eventos como bienales y festivales de arquitectura o de arte, en general. Otro punto donde se expresa esta preparacin es en la autogestin que tenga el arquitecto, y en eso la academia cubana no trabaja seriamente. Tambin est la competencia, ese lado frreo de la contemporaneidad, para lo cual lo mnimo que se puede incentivar es la creacin de dossieres y currculos slidos con los cuales poder posicionarse. Quiero resaltar que dentro de la pobre formacin intelectual de los jvenes arquitectos cubanos, adems de los conocimientos sobre la cultura en general, tambin escasea el pensamiento terico de la propia arquitectura. La bibliografa ms consultada por los jvenes es, en su mayora, la conformada por textos de Tedeshi, Lynch, Segre y Eliana Crdenas. Sin embargo, los autores extranjeros ya han sido superados, revisados, e inclusos olvidados; Segre ya se retracta de sus antiguos libros,

y en Eliana pes mucho ms la historiografa que una revisin verdaderamente crtica de la arquitectura. Por otra parte, se encasillan los trabajos en un cientiicismo tampoco revisado crticamente. Se trata de trabajos que resultan ms llenos de normas que de leyes demostrables, que en deinitiva es lo que determina qu es cientico o no. Tambin padecemos la falta de discusin de criterios en conferencias o debates extranjeros y locales. Y todo ello conspira contra la formacin de los jvenes arquitectos como intelectuales. Oscar Gonzlez Bragado (La Habana, 1984) y Milanys Prez Paz (Crdenas, Matanzas, 1985). Graduados de la Facultad de Arquitectura de La Habana (ispjae) en 2008. Actualmente laboran en la Inmobiliaria del mintur y Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniera (empai), ambos en Varadero, Matanzas. Existe una ruptura violenta dentro de la arquitectura en Cuba, y el resultado de esto puede signiicar un gran peligro o una gran oportunidad. Lo importante est en la herencia que se encuentra en nuestras ciudades, de la cual generaciones enteras somos legatarios. Pero lo que sentimos hoy se traduce todo en desorden y tristeza. Ese hilo conductor que comenz con la fundacin de nuestras villas y que, a nuestro juicio, se robusteci en los aos cincuenta y sesenta del siglo pasado, hoy se perdi, se rompi. Por eso sera necesario sintetizar los cdigos fundamentales de nuestra arquitectura cuando tengamos una oportunidad para intervenir en nuestras ciudades. Lo ms peligroso no es cmo los arquitectos comprometidos asumen su posicin, sino cmo la sociedad los puede asimilar si no existe una continuidad coherente ni de la profesin ni de las ciudades. De las nuevas generaciones, el ms preparado para asumir nuevos retos no ser sencillamente aquel que tenga un ttulo, sino el que estudie, el que se sienta comprometido, el que busque la esencia de nuestra sociedad y lo exprese en la arquitectura, el que la sienta como un arte que inluye en el ser humano. Los jvenes arquitectos cubanos se deiniran por su inconformidad, por sus muchos deseos de trabajar, por estar hambrientos de oportunidades, por estar sensibilizados con la huella histrica y comprometidos tambin con el futuro, con el deseo de formar parte fundamental en el desarrollo social de todo pas.MICHEL NGEL MErzEAU y GrETELL rODrGUEz Marina Habana. Puerto Verde en el Centro de la ciudad Atars, Habana Vieja Proyecto de Tesis de Grado Ao 2010

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a obra arquitectnica de Roberto Gottardi (Venecia, 1927) es esperanzadora, autntica, comprometida, inquieta. Se apoya en las tecnologas disponibles para terminar elevando casi todo a la categora de diseo, a travs de una consciente labor del proyecto. Gottardi se gradu en el Instituto Superior de Arquitectura de Venecia en 1952, y es Profesor Titular de la Facultad de Arquitectura de La Habana. Entre sus obras se encuentran la Escuela de Artes Dramticas y el Puesto de Mando Nacional de la Agricultura. Por su parte, ngela Rojas (Santa Clara, 1947) tambin ha ejercido el magisterio por ms de cuarenta aos como Profesora Titular en varias facultades de arquitectura, entre ellas la de La Habana. Ha profundizado particularmente en temas de teora e historiografa y en su relacin con el proceso de enseanza de la arquitectura y el urbanismo. Doctora en Ciencias, ngela Rojas fue Presidenta del Comit Cubano de ICOMOS y es miembro del Comit Ejecutivo Internacional de ese organismo. Por el signiicativo aporte de estos dos importantes arquitectos y profesores, vale doble este interesante contrapunteo entre sus voces.

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en la deinicin de tendencias, en la concrecin grica de ideas; su signiicacin como maniiesto. Ahora bien, no son los avances de la representacin los que permiten que el diseo acte en la sociedad, aunque s que se consuma, por ejemplo, mediante las representaciones en tres dimensiones, los recorridos virtuales y otras posibilidades que lo hacen ms comprensible para otro pblico. Esta arquitectura de bits, ya no de papel, se convierte en una nueva forma de uso; sin embargo, la anterior, dibujada, alcanz su protagonismo en muchos momentos, motivado quizs por sus particularidades estticas, pero sobre todo por ser un medio ms simple si se piensa, por ejemplo, en esos bocetos que expresaban una idea con pocas lneas. La obra no construida, solo graicada, cambia sus caractersticas como arte: pasa a convertirse en pintura, escultura, video y as es como puede considerarse

El ejercicio proyectual, el proyecto an sin materializar, es la mayor produccin que pueden generar los jvenes arquitectos cubanos. Considera que es posible consumir una arquitectura no construida gracias a los avances en la representacin? Estas nuevas formas de representacin implican nuevas maneras de proyectar y, por consiguiente, de generar nueva arquitectura? Puede desde el proyecto redeinirse lo que es arquitectura? R.G.: Proyectar, sin llegar a ejecutar la obra, es quizs la mayor produccin que pueden generar los jvenes arquitectos cubanos en estos momentos. Ahora, consumir una arquitectura no construida, gracias a los avances de la representacin, es identiicar los medios con los ines. Las nuevas formas de representacin ayudan mucho en el desarrollo del proyecto, para lograr su optimizacin, por aproximaciones sucesivas, posibilitando una conciencia ms profunda en cada paso que la que pudieran generar las perspectivas, isomtricos, maquetas u otros medios tradicionales. Un rendering es como la realidad misma porque permite, adems, recorrer un espacio pensado, siendo el recorrido la forma ms eicaz para veriicar la validez del proyecto. Yo tambin he usado nuevas tcnicas de audiovisuales y modelos tridimensionales en los proyectos recientes de las Escuelas de Arte, ya que generan mayores facilidades en el proceso (iterproyectual), pero nunca como in en s mismo capaz de redeinir lo que es arquitectura. La Arquitectura tiene que ser emocin y las nuevas tecnologas nunca, por formidables que sean, pueden provocarla aunque contribuyan a ella. A.R.: S no, s. La palabra que empleara no es consumir, pues no se trata solo de utilizacin o aprovechamiento sino de algo mucho ms importante: el papel del proyecto no construido

Entrevista doble con Roberto Gottardi y ngela Rojas

ORLANDO INCLN

su funcin de consumo, un fenmeno de cultura de masas muy interesante que se est dando actualmente. Las exposiciones de arquitectura, bastante frecuentes, son visitadas no solo por especialistas sino por el pblico comn. En Cuba esto ocurre nicamente cuando se trata del patrimonio del perodo colonial, pero una ampliacin en el sentido temporal podra ser uno de los medios efectivos para llevar la arquitectura al nivel de comprensin y disfrute generalizado que tradicionalmente han tenido el ballet y el cine.

No creo que las nuevas formas de representacin impliquen nuevas maneras de proyectar y, por consiguiente, de generar nueva arquitectura. Inluyen en la medida en que aceleran tiempos, facilitan la elaboracin de variantes, cambios y rectiicaciones rpidos; las nuevas tendencias las generan circunstancias de todo tipo, no particularmente la tcnica (o ciencia) de la representacin. El proyecto puede redeinir la arquitectura, pero tambin esto puede ocurrir desde

ENTREVISTA

CArLOs DE LA rEGATA, LILIANA MArTNEz, y DANIEL DE LA rEGATA Concurso Trotcha Calzada esq. 2, El Vedado Proyecto por concurso Ao 2007

el croquis. Y acudo al muy utilizado ejemplo de las ciudades ideales renacentistas, obras de arte que fueron construidas en contextos diferentes al de su concepcin y tambin a los dibujos conceptuales de Le Corbusier, magistrales en la expresin sinttica de las ideas. El diseo no construido posee mayor fuerza de la que se le atribuye. Es quizs un acto de justicia, de respeto a una idea que no fue posible, de amor a la utopa y, perdn por el cinismo, de validacin de aquello que nunca demostr su inutilidad y por tanto est libre de pecado. Es el triunfo de la esperanza sobre la objetividad. Es la forma de contradecir el refrn: el que vive de ilusiones muere de desengaos. Pero entonces, acaso se cierra el crculo? Si es tan bueno y necesario lo que no se construye, por qu hacer algo nuevo? Viva el inmovilismo arquitectnico! No, tampoco es eso: precisamente lo construido valida lo proyectado, a veces hasta como nostalgia de lo que no fue. Ahora se impone recurrir a otros ejemplos histricos: tienne-Louis Boulle y Claude-Nicolas Ledoux fueron cuestionados como innovadores por Benvolo, quien explicaba el papel que se les atribuye como precursores de las comparaciones formales abstractas que no sirven para la veriicacin histrica.1 Sin embargo, en su caso, el uso de componentes clsicos muy simpliicados y perfectos es, sin dudas, uno de los atributos que logran la trascendencia tanto de las obras como de los proyectos. Tanto es as que el inconstruible Cenotaio de Newton ha sido sumamente celebrado a pesar de su imposibilidad de existir. La signiicacin posterior de los proyectos utpicos o ilosofas dibujadas a partir de las ideas de Owen y Fourier, se encuentran entre los ejemplos ms evidentes de un tipo de obra que, de alguna u otra forma, llega hasta nuestros das en multitud de ejemplos. Cuando stas se analizan detalladamente se descubre que son ramas del tron-

co de los utopistas. Sant'Elia cre una tendencia que se reitera hasta los aos 50, y an ahora trasciende la nostalgia y la propuesta urbanstica para aadir creatividad en el diseo de interiores y la grica. El protagonismo histrico de las vanguardias soviticas debe ms al proyecto que a lo construido. Los ingenieros de Jarkov reinventaron el puente entre ediicios, con connotaciones dignas de Mayakovski, pero la espiral absurda de Tatlin es ms mencionada que aquel smbolo de la industria, y ms incluso que el Club de los Tranviarios, a pesar de que las referencias simblicas y el sobrenombre de Cocodrilo lo lanzaran a la fama. Un caso relativamente reciente es el del movimiento Arquitectura de papel, formado por jvenes arquitectos conceptuales de la urss durante los aos 80. Estos optaban por permanecer aislados de la prctica cotidiana y presentarse a concursos internacionales para, a travs de sus ideas, servir de contrapropuesta a la baja calidad de lo que se construa y mostrar nuevos caminos para la creacin.2 Puede ser el ejercicio proyectual un medio eicaz para tomarle el pulso a la arquitectura contempornea cubana? R.G.: Los avances en la representacin, por su eicacia, pueden ser un medio muy propicio para tomarle el pulso a la arquitectura contempornea

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Leonardo Benvolo, Historia de la Arquitectura Moderna, Edicin Revolucionaria, La Habana, 1981, vol. I, p. 73.1

cubana. Lo sera mucho ms si en las proyecciones hacia el futuro se cultivara la utopa, sobre todo en las universidades. El poner los pies en la tierra, la frase con que ms me criticaron y acosaron a lo largo de estos aos, es simplemente reducir el oicio de arquitecto a cumplir con unas pocas variables, fcilmente alcanzables, como construir bien. Dicho de otra forma, es reducir la labor del arquitecto a que el ediicio no se raje, no se caiga, no le entre agua, ni sol excesivo, en el mejor de los casos. Es no tomar en cuenta las muchas otras variables que transforman el construir en Arquitectura, nica capaz de provocar emociones y alcanzar la categora de obra de arte. A.R.: No, simplemente para conocer la capacidad de los proyectistas, pero no para evaluar a la arquitectura en su conjunto porque lo que se puede descubrir es la contradiccin entre el nmero de buenos proyectistas y la baja calidad de muchas obras. Cree usted que ha existido en Cuba algn movimiento terico fuerte como para dejar referentes obligados? Existe algn tipo de movimiento, corriente o sea que identiique la arquitectura cubana actual? A.R.: Ha habido etapas y momentos en que puede hablarse de corrientes. El caliicativo de movimiento lo us en los aos 80 para deinir lo que estaba sucediendo en la Facultad [de Arquitectura del ispjae] y otros centros: pasin por la conservacin del patrimonio, proyectos que armonizaban con el entorno, concurso para la casa-consultorio del Mdico de la Familia, nuevas inserciones en tramas comprometidas, proyectos como la Villa Panamericana que se basaron en las lecciones de la historia y, parafraseando lo que haba ocurrido en el mbito de la msica, lo llam Movimiento de la Nueva Trama. Despus hubo algunos sucesos importantes como la exposicin Arquitectura Joven y, en general, esa etapa que llega hasta mediados de los 90 estar acompaada de una base terica que recogen las revistas, ponencias presentadas en eventose incluso la docencia. En la actualidad, aunque la presencia en los medios se ha incrementado, no parece haber ese movimiento. O por lo menos no me he enterado. Los ediicios de Roberto Gottardi parecen contener dentro de s el espacio que los rodea, una concepcin que releja el agudo anlisis que realiza del contexto. Qu variables incluye dentro del anlisis para enfrentar el proyecto arquitectnico? Pudiera comentarnos sobre el contexto en que se produce la arquitectura actual? R.G.: El contexto es el que nos da las pautas para cualquier nuevo proyecto. Hay que entenderlo naturalmente, en su sentido ms amplio. Incluir no solo el contexto fsico inmediato, creado o no por el hombre, sino las componentes cultu-

rales, econmicas, sociales, las idiosincrasias, preferencias, tradiciones, gustos, tendencias, y muchsimas cosas ms. Todos estos anlisis enriquecern nuestros proyectos cuanto ms profundicemos en ellos, y nos permitirn tomar plena conciencia del proyecto y dar la mejor respuesta, sea cual sea el pas, la ciudad o el barrio en que actuemos, renovando nuestra creatividad que se ver estimulada y nunca limitada por ello. As que, cuanto ms se enriquezcan los anlisis, ms se enriquecer la sntesis y, por consiguiente, el proyecto. Hay que mirar no solamente a la arquitectura, sino a todas las manifestaciones de la creatividad, participar de sus adelantos, desbordamientos, eliminaciones de tabes, llegar a una contaminacin de cdigos, a una fusin, como dicen los msicos. Creo que puede resultar altamente positivo. Como profesor en la Facultad de Arquitectura, ya en los aos ochenta, propici esta interrelacin. All aportaron sus experiencias actores, msicos, pintores, bailarines, escritores, poetas, gricos, etc., posibilitando un enriquecimiento mutuo y una cultura ms amplia y abarcadora.

CArLOs DE LA rEGATA, LILIANA MArTNEz, y DANIEL DE LA rEGATA Concurso Trotcha Calzada esq. 2, El Vedado. Proyecto por Concurso Ao 2007

LOUIs FUENTEs VALDs, ADONIs MOrEjN, CLAUDIA CAsTILLO y OrLANDO INCLN reconversin de la antigua Iglesia Luterana de 7ma y 60, en el Centro Cultural Contemporneo de 7ma y 60, Miramar Proyecto personal y Tesis de Grado Ao 2009

Cun importantes son para la Arquitectura y el Urbanismo contemporneos los espacios de publicacin, promocin, crtica, teora y debate? Son suicientes? Qu importancia le concede a los concursos de arquitectura? A.R.: Los espacios de publicacin, promocin, crtica, teora y debate siempre han sido fundamentales, aunque nunca se ha logrado que, como deca Zumbado, tengan ijador. Han aumentado en cantidad y, sobre todo, en alcance social, pero por supuesto no son suicientes. La crisis de la arquitectura cubana trasciende lo artstico para convertirse en un problema ambiental cotidiano sumamente serio y que ha afectado a los asentamientos urbanos de todo el pas. No se trata solo de la necesaria calidad de la obra nueva, hasta cierto punto excepcional, sino de las agresiones al medio, los modelos supuestamente cubanos, el estilo maceta, los problemas graves de infraestructura y calidad de las terminaciones. Y

posible la tarea encomendada, sin pretender implantar ningn estilo. Su arquitectura va directamente al tema. A la distancia veo mucho entusiasmo, mucho optimismo, que es lo que caracterizaba mi vida en ese momento; con una conianza en m mismo y en los resultados dados por el ambiente favorable a los jvenes, sobre los cuales se depositaron los planes ms ambiciosos de la Revolucin. se es el mensaje que espero transmitir de esa experiencia lejana en el tiempo: los jvenes pueden dar mucho. Hay que creer en ellos y darles mayores oportunidades.

eso no lo resuelven los concursos ni nada que se mantenga solamente en el nivel de los especialistas. Los medios para resolver los problemas nunca sern suicientes porque la arquitectura, el diseo, la ciudad son, a la vez, arte y cotidianidad. La moda de los balaustres pasar cuando tambin se olviden los reguetones seudoporno, cuando se recupere la conciencia generalizada de la necesidad de calidad en el ambiente diseado. Cuando un arquitecto adquiere capacidad de relexin y oicio, el manejo del orden espacial evidencia su pensamiento y personalidad. Qu mensaje le gustara que mantuviera la escuela de Artes Escnicas para las generaciones venideras? R.G.: Hablar de algn mensaje en mi opera prima, hecha a la edad de los jvenes a quienes ahora me dirijo, puede parecer, cuanto menos, presumido. Podra hacer unas consideraciones con la distancia crtica que me permiten los cuarenta y cinco aos que han pasado desde su concepcin, y con la potestad que me concede la sabidura del despus [del senno di poi stan piene le fosse]. La Escuela de Artes Escnicas nace de circunstancias muy particulares e irrepetibles, que me permitieron acercarme al proyecto sin prejuicios, sin formas preconcebidas, sin la ambicin de dejar pautas para la arquitectura venidera; con la idea de cumplir lo mejor

12 13DANIEL DE LA rEGATA, kIOsVET sNCHEz y OLIVIA CHOy Teatro Campoamor Industria, Centro Habana Proyecto docente Ao 2007

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Aleksandr Rjabushin, Architetture di carta, lArca, mayo 1989, p. 46.

El futuro est ms presente que el presente jean-luc godard, Dos o tres cosas que yo s de ella

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n un relato olvidado de Raymond Chandler, el detective le muestra a su entrevistado una fotografa donde se le ve en una tienda de antigedades. El hombre niega haber estado en tal sitio y el detective objeta: la fotografa nunca miente. El pasaje pertenece a aquellos gloriosos tiempos en que la veracidad de lo real no poda ser sustituida an por una representacin manipulada, y la arquitectura era todava un escenario estupendo para las novelas negras. La arquitectura contempornea, traspasa los lmites de su representacin? A lo largo de la historia de la arquitectura, las obras que ha gestado la vanguardia de un movimiento han sido conocidas, en su mayora, con posterioridad a su construccin, ya sea por la peregrinacin hacia ellas, por la representacin del proyecto en grabados, dibujos, maquetas o, ms cerca, a travs de la citada imagen fotogrica.1 Lo virtual es hoy un concepto que se diluye en lo cotidiano tan naturalmente como lo

des que abarcaban la muestra con imgenes de piso a techo no estaban construidas en aquel momento. Quienes la visitamos entramos a una cmara de la anticipacin. El orculo contemporneo. Acotacin: Hasta aqu parece no haber diferencia entre la historia que le ha tocado vivir al arquitecto de pocas anteriores y al contemporneo: ambos han trazado sus propuestas para un consumo futuro. El hecho radica en que los ediicios que llenan las revistas actuales sern construidos dentro de (para no lucir alarmistas) seis aos. Y esto, bien mirado, tampoco constituye una gran diferencia si se comparan, en retrospectiva, las tecnologas de la construccin con el tiempo que tomaba erigir, por ejemplo, una catedral. Slo que la veracidad de los actuales mecanismos de persuasin es tan efectiva que, una vez que se da a conocer la obra en su medio virtual, poco interesa si se concreta o no en el futuro. Y las noticias de la inauguracin de ediicios ya conocidos suenan como chistes pasados de moda. Es signiicativo para quienes proyectan la arquitectura actual el consumo de sus obras o se complacen con lo que ha devenido el consumo, que no implica otra cosa que la lectura de su simulacin? 2 El discurso de la arquitectura contempornea, inluido desde luego por todos los componentes del mercado, resulta una disertacin adelantada/retardada donde se consume la obra visualmente pero no importa cundo existir el ediicio en este mundo. (Como si nos mostraran el triler de la ms reciente animacin de Pixar y nunca viramos la pelcula.) Y puede no importar; es decir, que la redeinicin en el universo virtual de acciones como visitar o recorrer aplaque estas interrogantes. Pero an as existe un desfasaje entre lo proyectado (espacialidad simulada) y lo habitado. En esa parcela vaca se cifra la ilusin de arquitectura. Llega a producirse algo que pudiramos apodar, dentro de los marcos de este texto, como virtualidad temporal: otra dimensin en la cual descansa la obra hasta su alzamiento. Una matriz donde se ha congelado la zona que acoger el ediicio, y en este congelamiento se eterniza una ilusin, pues si bien el mundo promueve su velocidad, en diez aos se producen cambios en ese espacio que pueden ir en contra de la obra real. Si aceptamos estos cambios estamos transformando entonces el valor de elementos contextuales como la vegetacin o la topografa, signiicados tambin variables del entorno construido. Y esta metamorfosis es ms paradjica cuando la propuesta se ha apoyado en dichos elementos para su concepcin. Arribamos a otro no-lugar de la arquitectura. Sin mencionar al hombre que habitar los espacios ignotos: si su conducta vara con la velocidad, las funciones que ste realiza a diario estarn marcadas por una constante reconstruccin. Acotacin: Es cierto que se trata de un hombre ideal, con acceso casi vital a las transformaciones de ltima hora, pero es el hombre con que usualmente se trabaja en las propuestas de esta arquitectura. Tal vez el mayor grado de virtualidad estribe en ello. LA ARquIteCtuRA eS tAMBIn Su InDuStRIA

La parcela vaca

Interrogantes sobre algo que ya no s cmo llamar, pero que existe. (O no?)real (si alguna vez hubo naturalidad en ello). El punto es que ya no es suiciente ni necesaria la fotografa para acreditar un ediicio, pues los sistemas digitales de modelacin son favorables a crear una ilusin de realidad ms vvida y mucho ms cercana al objeto en cuestin. Al resultado pudiramos llamarlo, no sin cierto entusiasmo, el arquetipo de la obra. No hay por qu esperar a que se construya para presentarla a su pblico. Durante la IX Bienal de La Habana asistimos a una exposicin de la obra del arquitecto francs Jean Nouvel, autor, entre muchos otros ediicios memorables, del Instituto del Mundo rabe. Probablemente dos de las cuatro pare-

Aunque no es menos cierto que tambin, y con nimos de inanciar la propuesta, se haca comn emplear ciertos adelantos de persuasin. Para ello el arquitecto se vala por lo general de los mismos medios. 2 Y muchas otras veces slo la celebracin del simulacro.1

Detrs del autor del espacio organizado se ajusta un sistema de ejecucin con estrategias econmicas, inversionistas, obreros, tiempo real. Es as como el anuncio de la obra en proyecto ha

llegado a instaurarse en el vrtice del discurso arquitectnico y se estimula el consumo del ediicio en un adelanto de su visualidad. Por ende, desembocamos en una emulacin por la originalidad visual: obras con un sistema casi codiicado de representacin, prcticamente inarquitecturable. La asimilacin de las potencialidades del lenguaje digital ha aportado a la arquitectura (adems de una celebrada tendencia a la geometra de lo zoomrico) nuevos recursos sinestsicos que no siempre cruzan al plano de la realidad una vez que la obra se construye. El proyecto y el ediicio han invertido sus roles. Si antes el espectador poda suponer, al admirar los dibujos o la maqueta, la magniicencia de la obra una vez que sta fuese terminada y esperaba el portento de una catedral, hoy rezamos porque al terminarse se parezca lo ms posible a su resplandeciente modelo. Acotacin: Los concursos como circuitos donde confrontar las mejores propuestas asumen la impronta de los nuevos mecenas. Se consume la propuesta ganadora, pero tambin las inalistas y las casi inalistas. Son expuestas en galeras, llega a recrearse todo el certamen con un glamour que se estrena en el mbito de la arquitectura y que llega ms all del gremio. Como evento especulativo, ms que promover al jet set de la arquitectura contempornea, los concursos pautan el ritmo de las nuevas apariciones. Acaso la arquitectura deportiva vendra a ser la funcin ms ilustrativa de nuestro tiempo, como alguna vez lo fuera la arquitectura funeraria o religiosa. Valdra aclarar que no se trata de una negacin de formidables mtodos de representacin. Es sabido que en la comunicacin del espacio no es suiciente la mmesis en dos o tres dimensiones de sus profundidades, sino los comentarios expresivos sobre la obra, coronados ahora con la tecnologa digital. Lo verdaderamente embarazoso es aceptar la conversin del conocimiento en arquitectura y el desarrollo de su discurso a la competencia por la puesta en escena de sus efectos especiales. Se trata ms bien de suscitar cierta resistencia, no al universo OSDANY MORALES (Nueva Paz, 1981). Narrador. Graduado de Arquitectura en el ao 2006 digital por el que se conduce la por el Instituto superior Politcnico jos Anto- sociedad, sino a un uso no consnio Echevarra, La Habana. Obtuvo el Premio ciente del mismo como ruta de David por el volumen de relatos Minuciosas exploracin para ofrecer resulpuertas estrechas (2007), y el Premio Interna- tados de retroalimentacin entre ambas realidades. Pienso en cional de Cuento Casa de Teatro 2008. H&M y Rem Koolhas, o el visitante Jean Nouvel. Y dejo abierto el camino. ltima acotacin: La arquitectura cubana contempornea no est exenta de ninguna de estas interrogantes, slo que cada caso apunta a ejemplos aislados, en tanto el sostn de una arquitectura de autor es tambin una estructura muy dilatada. Existen quienes incluyen paralelamente en su produccin los dos universos: en equilibrio con los ediicios virtuales, los ediicios en construccin, lo que permite coniar en un futuro ms concreto para los primeros. Escasean los concursos y los concursantes. Y las obras tampoco encuentran un respaldo promocional que las mantenga en pie, ni siquiera en su mbito digital. Luego de la tarde de premiaciones estos ediicios no dejan huella, ni en las revistas ni en los terrenos. Devienen extensin del puro ejercicio de diseo. Ms all de las pancartas adosadas a las vallas metlicas que entre el polvo y el despinte cercan las prometedoras parcelas en construccin, no aparece otra oportunidad de conocer el ediicio que en cualquier momento puede comenzar a formarse del otro lado. De este modo, y a diferencia de lo expuesto, nuestro inmueble puede convertirse para los paseantes en una sorpresa. No siempre feliz. Cundo podremos, por ejemplo, volver la vista a la torre de la biblioteca en Lnea y G. O podemos, aunque no est construida? Poco a poco entramos en el mbito de una utopa, caminamos por una ciudad como si penetrsemos, sin saberlo, un viejo ilme futurista. Que el diseo de los lugares donde habitar estos tiempos se hace imposible sin una estada en el dominio virtual, es una realidad ineludible. Pero lo que s puede desmontarlo todo es que la arquitectura se est limitando Godard otra vez a dos o tres cosas que yo s de ella. 2005-noviembre de 200933 Este texto fue esbozado hace unos aos, incluso se me ocurri desarrollarlo como Trabajo de Diploma. Los inditos comparten el tiempo de las parcelas vacas.

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DANIEL DE LA rEGATA y DAVID WATsON Museo del Cine Cubano Los sitios, Centro Habana Proyecto personal Ao 2007

os proyectos de arquitectura hotelera han experimentado un crecimiento cuantitativamente superior a otros sectores en las ltimas dcadas; de manera que no tendra sentido hablar del tema dentro de este nmero de Ddalo, empeado en el esfuerzo quijotesco de develar la arquitectura cubana contenida en planos e ideas. Sin embargo, ante el saldo cualitativo de la mayora de las instalaciones tursticas, la pregunta sera cuntos no debieron quedarse en proyectos? La arquitectura cubana ha de retomar el camino de su identidad, no a modo de conceptos vacuos que postulan la reiteracin amorfa de smbolos coloniales, sino como esencia rectora del pensamiento. Ha de recuperar la relevancia social de sus formas y espacios y, sobre todo, la nocin de accin cultural. Desde el momento en que consideramos la arquitectura como una mera superposicin de bloques para cumplir con un plan anual, banaliza-

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KIRENIA RODRGUEZ (Coln, 1985). Profesora de Historia del Arte en la Universidad de La Habana, y colaboradora del Centro de Estudios del Caribe de Casa de las Amricas. En 2009 recibi el Premio de Casa de las Amricas y el Consejo Latinoamericano de Ciencias sociales (CLACsO) Cuba, a cincuenta aos de la revolucin: balance, desafos y perspectivas.

proyectos o realidades?mos sus esencias, desconocemos sus potencialidades y negamos un valioso componente de la cultura nacional. Justamente de esa de la que tanto nos enorgullecemos como antdoto de las formas globalizadas y especulativas del contexto internacional. Centrar la dimensin cultural de la arquitectura en la valoracin rigurosa y atinada de las imgenes urbanas nos conducira a replantearnos los temas de la vivienda, la arquitectura con ines sociales y, fundamentalmente, la arquitectura para el turismo. Dichas imgenes, a falta de otros modelos o paradigmas de gusto en la arquitectura contempornea, se han resemantizado como smbolos urbanos con interesantes extensiones en la vivienda del nuevo rico. Por ello me adscribir a la necesidad del re-conocimiento del entorno y particularmente de la arquitectura asociada al fenmeno del turismo como una de las mayores industrias de exportacin de imgenes comunes. El re-conocimiento, entendido como replanteamiento y revisin, como la generacin de un nuevo conocimiento necesario a la luz de la evolucin de la arquitectura, particularmente en Cuba. Hablar, entonces, desde el conocimiento revisado y actualizado segn el prisma de valores de nuevas generaciones y sus cdigos de interpretacin. Corresponde revisar el entorno urbano circundante y sus problemticas en el eje de relaciones arquitectura-cultura-turismo como una expresin de la sensibilidad creativa o atroiada de un perodo de la historia de la arquitectura y la cultura cubanas. El debate relacionado con la identidad y la arquitectura ha tenido escasa resonancia en el panorama cubano. Desde principios de los aos noventa del pasado siglo, la arquitecta Eliana Crdenas (En la bsqueda de

Arquitectura-Cultura-Turismo:la identidad en arquitectura, 1991) resaltaba la importancia del tema en las Bienales de La Habana, en sus ediciones correspondientes a los aos 1989 y 1991, as como los escasos textos y voces vinculados a la preocupacin identitaria en la arquitectura. Durante su anlisis plantea Eliana: Un problema fundamental radica en que no ha sido apreciada esa evolucin dialctica de las esencias y de las formas expresivas en la arquitectura y al no haberse abordado el tema de la identidad con la profundidad imprescindible, en la prctica se maniiestan criterios esquemticos que tristemente se aplican y donde una de las vctimas principales es la arquitectura para el turismo, en la cual la cuestin de la identidad reviste un papel fundamental, pues debera formar parte de la imagen del pas y expresar sus valores culturales. As, muchas de las soluciones actuales relejan ese concepto maniquesta de la identidad a partir de la mmesis de elementos del pasado: lo mismo un vitral, la profusin de arcos de medio punto, o un

a muchos espacios y propios de ninguno. Los principales conlictos de la arquitectura para el turismo en Cuba, especicamente la hotelera, son comunes a numerosas realidades latinoamericanas y caribeas. La internacionalizacin de modelos tursticos segn las normas de confort y seguridad, la serializacin de los productos tursticos en paquetes integrales como el mecanismo del Todo incluido, la alta tecnologizacin, entre otras condicionantes, contribuyen a minimizar los rasgos locales o nacionales al punto Si bien la arquitectura como fenmeno de transformarlos en estereotipos culturales de una regin. cultural y social ha generado numerosas La imposicin de proyectos hoteleros, las exigencias de la identidad preocupaciones de intelectuales, debates y corporativa de las cadenas hoteleras y las posturas acomodaticias de solueventos en la primera dcada del siglo xxi, ciones formularias constituyen algunos de los conlictos esenciales de la sus expresiones en el panorama contem- arquitectura hotelera cubana. A pesar de que las propuestas de los inverporneo cubano no muestran los mejores sionistas extranjeros se someten a comisiones de aprobacin y discusin, exponentes creativos. Los retos actuales la experiencia y la imagen de los polos tursticos nos han demostrado son mltiples y complejos: la conservacin que muchas de las construcciones realizadas no se corresponden orgde las ciudades, la recuperacin de las nor- nicamente con el entorno, la cultura o el desarrollo urbano, por lo cual mas edilicias y de control urbano, el poten- establecen un proceso arquitectnico de negacin dialctica y esttica de ciamiento del papel del arquitecto como la obra con su emplazamiento. Conceptos como diseo ambiental y urbamediador entre el hombre y el entorno, nismo se han relegado a meras funciones secundarias presionados por los la necesidad del crecimiento urbano pla- dividendos econmicos y las necesidades de crecimiento del sector tursniicado y con altos valores culturales, la tico, que descuidan el equilibrio entre los componentes arquitectnicos preponderancia urbana de la arquitectura tendientes a diferenciar al turismo de mayor calidad y distincin. para el turismo y sus problemticas identiLa tendencia mundial de desarrollar el turismo no encuentra, histricatarias, entre muchos otros. mente, fricciones con el devenir caribeo, mas s los mecanismos globaliLa (des)territorializacin emerge en zadores del turismo contemporneo. El turismo para el Caribe representa un conjunto creciente de imgenes anodi- una condicin histrica ms que un vehculo de desarrollo econmico. Las nas, inexpresivas y estereotipadas comunes nociones de llegada, descubrimiento, intercambio comercial (legal e ilegal), incidieron primero en la regin antillana para luego extenderse por el continente; por lo que la percepcin DANIEL DE LA rEGATA, kIOsVET sNCHEz y OLIVIA CHOy Hotel Los Fornos Prado y Neptuno, Centro Habana del turismo como fenmeno nocivo y distorsionador de Proyecto docente nuestro entorno constituira una negacin de nuestras Ao 2007 races culturales. Sin embargo, las formulaciones contemporneas del turismo en el entorno cubano entran en conlicto con la signiicacin histrica entre turismo y cultura debido al predominio de rasgos despersonalizados asociados al fenmeno de cancunizacin.1 La pennsula de Varadero constituye uno de los centros de crecimiento arquitectnico contemporneo de mayor intensidad vinculado a la estrategia de desarrollo para el turismo internacional. Algunas cifras podran ilustrarnos el conlicto: para la dcada del cuarenta del pasado siglo La Habana concentraba el 69 % de la disponibilidad de habitaciones en Cuba, mientras que Matanzas solo contaba con 504 habitaciones;2 al triunfo de la Revolucin DANIEL DE LA rEGATA, kIOsVET sNCHEzy existan un total de 7728 habitaciones en el pas de las OLIVIA CHOy Centro Cultural Fe del Valle cuales 700 se encontraban en la pennsula,3 para el ao san rafael y Galiano, Centro Habana 1990 estaba previsto el crecimiento de la planta hotelera Proyecto docente a 5000 habitaciones con un incremento sostenido a 8000 Ao 2007Trmino acuado por el arquitecto Mario Coyula para caliicar el contexto turstico contemporneo en Varadero. 2 Cfr. Evaristo Villalba Garrido: Cuba y el turismo, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1993, p. 50. 3 Ibdem, p. 74. 4 Ibdem, p. 107.1

ranchn de origen rural; o por el contrario, se implantan proyectos de otras latitudes, debido tanto a aquellos comprados ya construidos en otros pases, o a las imgenes importadas por los propios arquitectos cubanos.

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MAIkEL MENNDEz GLEz Boulevard Alamar Ave 3ra entre 164 y 168, Alamar Proyecto no realizado por falta de inanciamiento y complejidad estructural Ao 2004

para 1991;4 mientras que para el 2009 el polo turstico cerrar con un total de 17 000 habitaciones.5 El crecimiento intensivo del turismo en la pennsula, con apenas 27,2 kilmetros cuadrados de extensin, estableci una estrategia de potenciamiento del turismo internacional en Cuba6 que implicaba un crecimiento inicial de siete veces la planta hotelera documentada en 1959, mientras que para el 2004 se haba convertido en el receptor del 55 % del total de habitaciones hoteleras del pas. Son presumibles los conlictos sociales y culturales aparejados al crecimiento turstico desproporcionado, pero no por eso resultan menos dramticos a escala urbana. La ampliacin del trazado inicial (1897) y la distribucin urbana del Plan Regulador de Varadero (durante los aos cincuenta del pasado siglo) han sido desbordadas sin resultados orgnicos en su crecimiento posterior. La prdida de los hitos urbanos a partir de la aparicin de moles arquitectnicas que ahogan a los referentes ms importantes, como los hoteles Kawama e Internacional y la casa de Irene Dupont; la distribucin espacial paralela a la franja de playa que generan parcelas para hoteles; la imposicin de modelos arquitectnicos forneos que restan protagonismo y creatividad a los arquitectos cubanos; el predominio estilstico del Neohistoricismo y la esttica kitsch; el crecimiento desproporcionado de reas urbanas perifricas como Santa Marta, Boca de Camarioca, etctera, y la traspolacin de modelos tursticos a escala domstica, son algunos de los conlictos aparejados a la arquitectura hotelera en Varadero, vlidos para otras zonas de desarrollo turstico en Cuba. Las claves para entender la signiicacin y el impacto cultural del hotel en los mecanismos del turismo internacional nos las ofrecen Pedro Monreal Gonzlez y Cristina Padilla Dieste, en el texto Al demonio con el paraso?, cuando plantean: El hotel constituye una de las etapas claves en la manufactura del producto turstico. Su aporte al sistema productivo del sector tiene tresLIzBETH VILLEGAs y ABEL BArrEDO Biblioteca Casa de las Amricas Lnea y G, Vedado Proyecto por concurso Ao 2001

caractersticas principales: Ofrece, in situ, un paquete de servicios de alojamiento que deinen, en buena medida, la calidad de la experiencia turstica [] Ofrece servicios fuera del hotel [] Puede ofrecer (en determinados casos), un sello de garanta que le asegura al turista, ex ante, determinada calidad de un producto Y ms adelante explican: Las empresas hoteleras necesitan extender sus operaciones por todo el planeta para utilizar de las cadenas, las cualesEn www.cubanewsheadlines.cubandailynews.com (consultado el 15 de septiembre de 2009). 6 Revisar la poltica de desarrollo del turismo deinida en el III Congreso del PCC por Fidel Castro Ruz. 7 Pedro Monreal Gonzlez y Cristina Padilla Dieste: Al demonio con el paraso? Repensando la cultura y el turismo cultural en el Caribe, en Temas, La Habana, no. 43, jul.-set. de 2005, p. 23.5

a travs de sus procesos de expansin horizontal ganan mercados estableciendo hoteles en muchos pases, a la vez que mantienen bajo su control la propiedad intelectual especica que poseen.7 La preocupacin por la cualiicacin esttica de la arquitectura para el turismo constituye, entonces, una garanta para la historia de la arquitectura cubana y una alternativa de distincin del producto turstico cubano. Sin embargo, la evolucin de la arquitectura hotelera en la pennsula est marcada por procesos de continuidad y ruptura del concepto de autenticidad en el producto que ofrece. Si bien las primeras obras construidas hasta 1950 estn sintonizadas con el crecimiento urbano, con las condiciones epocales y los procesos de experimentacin arquitectnica que exhiben resultados satisfactorios, a partir de la dcada del sesenta las instalaciones hoteleras ofrecen resultados irregulares en su cualiicacin esttica. La arquitectura hotelera desde los aos noventa expone imgenes distorsionadas de la cultura y la identidad local a partir de estereotipos visuales, escasa creatividad en el diseo de los proyectos e indagaciones supericiales sobre la historia y la tradicin regionales. El polo turstico de Varadero intenta ofrecer un producto autntico para un pblico masivo. La autenticidad, si se quiere, entendida como la belleza y calidad de los recursos naturales, pero en un contexto de desarticulacin urbana y estereotipacin arquitectnica. Los rasgos ms prominentes, socorridos, temticos, se reformulan como versin de la imagen local, creando un crculo vicioso y resbaladizo entre lo autntico y lo simulado. Si bien la historia de la arquitectura hotelera en Varadero argumenta un camino turstico legtimo y coherente con la historia local, los resultados de la expansin de la industria a partir de los aos noventa han modiicado tal comunin, para ejempliicar que los riesgos del turismo no estn en su prctica, sino en sus mtodos. De inales del siglo xix datan las iniciativas tursticas a partir de las actividades recreativas de la burguesa cardenense y luego habanera en las playas de Varadero. Desde este momento la arquitectura, vinculada a la funcin gensica del turismo en la regin, comienza a sintetizar mediante sus espacios y

funciones rasgos culturales propios de cada poca en conjuncin con los altos valores arquitectnicos y patrimoniales de hoteles como Varadero, Kawama e Internacional. El Kiosko Torres, devenido hotel en sus posteriores ampliaciones, representa el proceso de construccin del futuro centro turstico de los aos cincuenta, al adecuar las instalaciones y las funciones del lugar a partir del arribo creciente de veraneantes. Sin embargo, no ser hasta la ediicacin del hotel Varadero que se construya la primera obra con funcin turstica en el ao 1914,8 en el estilo de las majestuosas construcciones bungalow predominantes en la primera tipologa arquitectnica local. La historia del hotel Varadero no es tan reconocida a travs de su primera funcin como por la segunda que desempea, al convertirse en sede del Club Nutico de Varadero a partir de 1926 y representar visualmente una prestigiosa institucin local. Sin embargo, el Hotel-Club Nutico de Varadero perdi su valor patrimonial e histrico para la regin, debido a la negligencia de funcionarios locales, al ser demolido en el ao 1962. El antiguo Kawama Beach Club, promovido gracias a la polismica personalidad del coronel Eugenio Silva, se rega por la distribucin espacial a modo de villa, con predominio e insercin efectiva de la naturaleza en sus espacios construidos. Los ediicios originales se realzaron por el trabajo de la cantera en almohadillado, devenido sello distintivo de las construcciones de Silva. La integracin de presupuestos como la cantera, la concepcin descentralizada y la integracin entreLAUrA POLINArIO y ALEjANDrO rOjAs rehabilitacin urbana en el puerto habanero. Nodo Intermodal, Estacin Central Proyecto de Tesis de Grado Ao 2010

el espacio y sus cabaitas9 nos hablan de soluciones vanguardistas dentro de la construccin arquitectnica hotelera en Cuba. El hotel Kawama, con sus mltiples avatares, constituye el ejemplo ms relevante de la segunda tipologa arquitectnica en Varadero denominada estilo de cantera, mientras el hotel Internacional representa el protagonismo del Movimiento Moderno en la pennsula, promovido desde la oicina del arquitecto Emilio de Soto.10 El hotel Internacional fue inaugurado el 24 de diciembre de 1950 como propiedad de Leonardo Garca,11 para convertirse rpidamente en centro de atraccin nacional

8 El antiguo hotel Varadero fue inaugurado el 13 de febrero de 1914 por Jorge Larrieu, y estaba compuesto por diez habitaciones emplazado en la costa norte de la pennsula. 9 Popularmente se han denominado las cabaitas de Silva para distinguirlas de las ampliaciones proyectadas durante la dcada del cincuenta por Moenck y Quintana. Actualmente solo se conserva un ejemplar en excelente estado de conservacin, con proteccin patrimonial y utilidad turstica. 10 La proliferacin del Movimiento Moderno en Varadero dependi notablemente del arquitecto Emilio de Soto, quien desde su puesto como Arquitecto Municipal de Crdenas durante los aos 1952 y 1956, propici la insercin y fuerza del lenguaje ms novedoso de la poca. Durante un perodo de cuatro aos, favoreci las licencias de proyectos de signiicativas residencias y conjuntos habitacionales que signaran la tercera tendencia fundamental de la arquitectura en Varadero: el estilo moderno, motivo por el cual surgen repartos como Kawama, La Torre y Playa, entre otros. Estos datos han sido conirmados por el arquitecto e investigador Noriel Santamarina. 11 Cfr. Teresa Iglesias y Ernesto lvarez: Varadero: de casero a centro turstico nacional e internacional. 1883-1958, Museo Municipal de Varadero, Matanzas, 2003, p. 68. (Indito).

e internacional por su funcin privilegiada (hotelera) y sus coherentes soluciones formales. Las exigencias tursticas de la poca condicionaron la aparicin del cabaret, el casino y la piscina en las instalaciones hoteleras. La iliacin de su lenguaje arquitectnico al Movimiento Moderno, la monumentalidad de sus formas y la imagen de lujo irradiada hacia la pennsula, resumen esencialmente la concepcin y proyeccin internacional del centro turstico de Varadero en este perodo, y condicionan un resultado trascendental para la arquitectura hotelera cubana. La primera mitad del siglo xx constituy un momento de experimentacin y consolidacin de Varadero como espacio con potencial turstico hasta conigurarse la idea de centro turstico internacional durante los aos cincuenta. Transitaran cuarenta aos entre la explotacin de sus recursos con la consecuente evolucin de centro a polo turstico, segn las exigencias actuales tambin asumidas como posfordistas de la industria. Obviamente, los requisitos del turismo internacional han evolucionado, pero los recursos fundamentales de explotacin turstica continan siendo el sol y la playa, solo que con valores arquitectnicos diferentes. Si durante la primera mitad del siglo xx la oferta turstica de Varadero con-

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ciliaba la calidad ambiental con los recursos tursticos novedosos, a partir de los aos noventa se vislumbra una tendencia a la disonancia entre entorno construido y espacio natural. La dcada del noventa comienza para Cuba con importantes transformaciones y retos sociales, y una apuesta por la estrategia de desarrollo del turismo como factor econmico fundamental. Esta pretensin se frustr ante una infraestructura hotelera insuiciente de acuerdo con las exigencias del turismoTANIA PEDrOsO, FrANCIsCO CUErDAs, ANDrO MArTELL y OrLANDO INCLN Biblioteca Casa de las Amricas Lnea y G, Vedado Proyecto por concurso Ao 2001

internacional y la afluencia reducida de turistas. Resulta ilustrativo que en el perodo 1960-1980 slo se construyeron veintinueve hoteles en Cuba, y al cierre del quinquenio 1975-1980, segn la planiicacin del Ministerio de la Construccin, Varadero apenas contaba con diez hoteles y una base de campismo para el servicio pblico. El contexto del turismo nacional cambi sustancialmente con la implementacin de

habitacionales a modo de bloques compactos y el protagonismo visual de materiales como el cristal en un rea de playa. Este modelo bsico difundido en la regin, a modo de moles de hormign en permanente competencia por el protagonismo visual, se extiende sin criterios rectores sobre hitos o nodos urbanos. La avenida Las Amricas se convierte en una brocheta de hoteles con desiguales valores arquitectnicos; algunos, como el Meli Las Amricas o el Sol Palmeras con interesantes aportes culturales de reinterpretacin simblica y adaptacin al espacio, respectivamente, y otros como Villa Cuba o el Meli Varadero con resultados desproporcionados y visualmente agresivos al entorno. La inluencia de imgenes forneas resalta como una tendencia estilstica delineada a travs de casi dos dcadas en el Polo Turstico de Varadero. La apropiacin de imgenes, soluciones espaciales y formales como frmulas de xito y atraccin del turismo constituyen mecanismos reiterados visualmente en el contexto urbano para argumentar un proceso con visos de neocolonizacin cultural. Su protagonismo visual merece un balance desde los aos noventa, en que comienza a perilarse la descualiicacin esttica de la arquitectura hotelera en Varadero como caracterstica esencial, hasta la actualidad, a travs de ejemplos representativos. La copia de referentes extranjeros, ya sea de manera impuesta o selectiva por criterios de identidad corporativa o legitimacin formal, presenta tempranas apariciones en el contexto cubano a partir del proyecto del Meli Cohba en La Habana o, en el caso de Varadero, la visualidad del hotel Bella Costa (1993); el cual combina las referencias internacionales en su

mecanismos internacionales de promocin del destino turstico y la aprobacin de la Ley no. 77 que regula la inversin extranjera en Cuba y estipula las compaas mixtas (5 de septiembre de 1995).12 A juicio personal, el principal conlicto de la arquitectura hotelera en Varadero consiste en la prdida paulatina de los valores culturales de la arquitectura tradicional cubana y regional. La sustitucin de los indicadores de autenticidad por propuestas formales estereotipadas, falaces y basadas en referentes extranjeros, han dein