revista

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CONTENIDO: LOS VEINTE AÑOS DEL CENTRO 2 CONSEJOS DE LA ENFERMERA 3-4 NOTICIAS CULTURALES 5 CUENTOS DE BUCAY 6 CREACIÓN LITERARIA 7 CURIOSIDADES 7 GALERÍA DE IMÁGENES. 8 BUZÓN 9 PUNTOS DE INTERÉS ESPECIAL: PRESENTACIÓN DE LA REVISTA. 20 AÑOS DEL CENTRO. NOTICIAS. CUENTOS. ADOLESCENCIA. IMÁGENES. PARTICIPACIÓN. FECHA DEL BOLETÍN VOLUMEN 1, Nº 1 Nosotros también necesitamos la imagina- ción para seguir adelante, caminando hacia esa utopía de la que hablaba Eduardo Galeano, y que siempre está en el hori- zonte y siempre alejándo- se con él. Por eso, decía el escritor uruguayo: ―camino dos pasos, y ella se aleja dos pasos ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar.‖ En vuestras ma- nos queda Sherezade. Ne- cesita de vuestras aporta- ciones y fantasía para se- guir viviendo, narrando, contando. A nosotros, quienes lanzamos esta iniciativa, nos gustaría que su historia, como en Las mil y una noches, fue- ra interminable. Francisco de Paz Queridos lectores: Tenéis ante voso- tros el primer número de Sherezade, la revista de nuestro instituto. Quere- mos que en ella tengan cabida las iniciativas, creaciones y reflexiones de todos los miembros de nuestra comunidad educa- tiva. Llegará tan lejos como nosotros queramos. Porque ha nacido para crecer, con la imagina- ción, la inteligencia y la fantasía de todos los que aún estamos convencidos de que la educación, y la cultura, constituyen el mejor instrumento quizás el único- para se- guir avanzando hacia un mundo mejor. Aquí caben razo- namientos y divertimen- tos. La memoria del pasa- do y las adivinanzas que nos ayuden a descubrir el futuro. Las matemáticas y la literatura. La física y la química. Y por eso, claro, el amor; que ya lo dijo el inminente sabio Severo Ochoa, antes que Joaquín Sabina: ―el amor es la fusión de la física y la química.‖ Y también cual- quier otro saber que nos ayude a conocer la diver- sidad del mundo y sus consecuencias, aunque no esté etiquetado en ningu- na asignatura. Queremos que sea la revista de la realidad de la vida y de los cuentos. De muchos cuentos, de todos los tamaños y colo- res. Porque, como decía es escritor Luis Landero en su libro El cuento o la vida: “Hoy más que nun- ca la escuela está bajo el signo fatal de Shereza- de‖ (aquella mujer inteli- gente que utilizaba la imaginación para seguir viva). SHEREZADE PRESENTACIÓN

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revista del ies carlos III

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Page 1: Revista

CONTENIDO:

LOS VEINTE AÑOS

DEL CENTRO 2

CONSEJOS DE LA

ENFERMERA 3-4

NOTICIAS

CULTURALES 5

CUENTOS DE

BUCAY 6

CREACIÓN

LITERARIA 7

CURIOSIDADES 7

GALERÍA DE

IMÁGENES. 8

BUZÓN 9

PUNTOS DE INTERÉS ESPECIAL: PRESENTACIÓN DE LA

REVISTA.

20 AÑOS DEL CENTRO.

NOTICIAS.

CUENTOS.

ADOLESCENCIA.

IMÁGENES.

PARTICIPACIÓN.

FECHA DEL BOLETÍN

VOLUMEN 1, Nº 1

Nosotros también

necesitamos la imagina-

ción para seguir adelante,

caminando hacia esa

utopía de la que hablaba

Eduardo Galeano, y que

siempre está en el hori-

zonte y siempre alejándo-

se con él. Por eso, decía el

escritor uruguayo:

―camino dos pasos, y ella

se aleja dos pasos

¿Entonces para qué sirve

la utopía? Para eso sirve,

para caminar.‖

En vuestras ma-

nos queda Sherezade. Ne-

cesita de vuestras aporta-

ciones y fantasía para se-

guir viviendo, narrando,

contando. A nosotros,

quienes lanzamos esta

iniciativa, nos gustaría

que su historia, como en

Las mil y una noches, fue-

ra interminable.

Francisco de Paz

Queridos lectores:

Tenéis ante voso-

tros el primer número de

Sherezade, la revista de

nuestro instituto. Quere-

mos que en ella tengan

cabida las iniciativas,

creaciones y reflexiones

de todos los miembros de

nuestra comunidad educa-

tiva.

Llegará tan lejos

como nosotros queramos.

Porque ha nacido para

crecer, con la imagina-

ción, la inteligencia y la

fantasía de todos los que

aún estamos convencidos

de que la educación, y la

cultura, constituyen el

mejor instrumento –

quizás el único- para se-

guir avanzando hacia un

mundo mejor.

Aquí caben razo-

namientos y divertimen-

tos. La memoria del pasa-

do y las adivinanzas que

nos ayuden a descubrir el

futuro. Las matemáticas y

la literatura. La física y la

química. Y por eso, claro,

el amor; que ya lo dijo el

inminente sabio Severo

Ochoa, antes que Joaquín

Sabina: ―el amor es la

fusión de la física y la

química.‖

Y también cual-

quier otro saber que nos

ayude a conocer la diver-

sidad del mundo y sus

consecuencias, aunque no

esté etiquetado en ningu-

na asignatura.

Queremos que sea

la revista de la realidad de

la vida y de los cuentos.

De muchos cuentos, de

todos los tamaños y colo-

res. Porque, como decía

es escritor Luis Landero

en su libro El cuento o la

vida: “Hoy más que nun-

ca la escuela está bajo el

signo fatal de Shereza-

de‖ (aquella mujer inteli-

gente que utilizaba la

imaginación para seguir

viva).

SHEREZADE

PRESENTACIÓN

Page 2: Revista

Buenos días.

En el momento en que recibí la carta

anunciando la celebración del XX Ani-

versario del Carlos III pensé "¿20 años?

No es posible... espera, ¿cuántos tengo

yo?". Y mientras esas preguntas pasa-

ban por mi cabeza, en mi cara se formó

una sonrisa que reflejaba una mezcla de

añoranza y buenos recuerdos.

Yo estuve en el Carlos, sí, lo vi nacer y

crecí con él; tengo el privilegio y me

llena de orgullo afirmar que soy de la

primera promoción del I.E.S. Carlos III

de Toledo.

Para mí, la época del instituto fue una

de las mejores de mi vida y la recuerdo

con mucho cariño. Los compañeros, los

profesores, fueron mi segunda familia,

¿cuántas personas pueden decir lo mis-

mo?

El pasado 12 de noviembre fui ilusiona-

da al acto, esperando reencontrarme con

personas que habían formado parte de

mí un día y que, porque la vida es así,

pasan de largo pero dejan en nosotros su

huella. Por desgracia, de aquella horna-

da había poca gente, ya fueran compa-

ñeros o profesores. Para que haya posi-

bilidad de cambiar, confío en que se

haga un XV Aniversario, y un XXX

porque seguiré asistiendo con la misma

ilusión, deseosa de volver a recordar

anécdotas y vivencias.

Si se puede poner un pero a la tarde,

eché de menos una vista atrás, excepto

uno de los ponentes, nadie mencionó la

ubicación inicial del instituto, ese pe-

queñísimo centro dependiente del Sefa-

rad, hecho de ladrillo y que albergaba

solamente 8 cursos: 1 segundo de BUP

con escasos alumnos y 7 primeros de

BUP (cuando regía la LOGSE, ahora

ando perdida intentando asemejar los

estudios actuales a aquéllos) repletos de

chavales recién salidos del "cole".

Por aquel entonces no existían las

cámaras digitales ni tantos avances in-

formáticos, por lo que mis recuerdos

están solamente en mi memoria y en la

de mis compañeros y me gustaría, si es

posible, preparar algo especial sobre

esa primera promoción del Carlos para

el próximo aniversario.

Tengo algo de material digitalizado (el

video de la excursión de fin de curso y

unas cuantas fotos) que podría servir, y

a partir de las fichas o matrículas (si es

que aún existen) se podría intentar loca-

lizar a la gente.

Quiero dar la enhorabuena tanto a la

persona que tuvo la idea de realizar esta

celebración, como a las que hicieron

posible que se llevara a cabo y simple-

mente animar a que se repita muchas

veces (más y mejor, si cabe).

Y también quiero dar las gracias porque

con un gesto tan sencillo como enviar

una carta, creo que hicísteis felices a

mucha gente.

Un cordial abrazo,

Elena Salgado Pantoja.

LOS VEINTE AÑOS DEL CENTRO

RECUERDOS

PÁGINA 2

La verdad es que las emociones se

apretaban entre sí y pugnaban por salir más allá

de ―la flor de la piel‖. Fue necesario ―bajar la

mano‖ en varias ocasiones para no quedarse ―al

descubierto‖ entre compañeros y antiguos alum-

nos, ya médicos, ya abogados, ya directores de

empresa o comerciales, ya maestras, ya ma-

dres… Los recuerdos saltaban alborotados y se

desparramaban en cientos de imágenes, próxi-

mas y precisas muchas, casi tangibles; más bo-

rrosas otras entre el fondo de las clases o de una

excursión por la Ruta de Don Quijote… Todas

irrepetibles.

Menos mal que el alma se había puesto a buen

recaudo desde que recibí la invitación para asis-

tir a los actos programados por la actual direc-

ción del Carlos III y había buscado toda clase de

protección para emociones y sobresaltos. No

obstante, todo aquello que habían atado y bien

atado la prudencia y la razón se vio desmorona-

do en un instante al divisar un grupo de gente

que esperaba ante las puertas del lugar elegido,

que es lo que yo había procurado: estar entre los

primeros en llegar y encontrarme, ya ajustado,

ante cuantos fueran llegando. Las palpitaciones

aumentaban y el caballo cordial aceleraba su

paso a medida que me aproximaba al grupo, y

los apuros de no reconocer con la precisión que

yo quisiera a quienes me saludaran los azuzaba

con ahínco. Y es cierto que en algunas ocasio-

nes tardé varios segundos, que se hicieron

horas, en identificar al antiguo alumno, a las

alumnas sobre todo: se acicalan de tales mane-

ras y tan diversas entre sí que me proclamo in-

capaz de distinguirlas, de reconocerlas. Enton-

ces, se ponen todos mis sentidos en funciona-

miento y, al poco, ya por el oído que me trae

ecos reconocibles, ya por los gestos que atrapo

con mis ojos despatarrados, reconozco perfecta-

mente a mi interlocutor. Eso sí, que no se me

pida que diga su nombre o el curso en que nos

encontrábamos a diario, pero en muchos casos

también consigo acordarme: entonces me entra

una gran alegría y repito David, Verónica o

Natalia varias veces; incluso, le pregunto por el

compañero o compañera con quien, compar-

tiendo pasillo, escaleras o patio, se inició en las

artes amatorias. Otras veces, son ellos quienes

despiertan recuerdos puntuales o describen es-

tampas anecdóticas y puntuales también. ―Me

acuerdo cuando me dijo la primera vez en clase

que tuviera cuidado porque me iba a caer. Cha-

val, oye chaval, que te vas a caer, fue como me

dijo. ¿Que me voy a caer?, si estoy bien senta-

do, le contesté. Pues aunque estés bien sentado,

que a pesar de mi miopía bien que lo veo, esta-

bas ya en el alféizar de la ventana. ¿En el alféi-

zar de la ventana? Cada vez entiendo menos.

Que sí, muchacho, que estabas cazando mari-

posas fuera de la clase. Que estabas despista-

do.

-Y a mí me dijo un día: Chaval, que se

te ha caído el libro. Y como miraba hacia los

lados y debajo de la mesa para ver si veía el

libro que no había llevado a clase, mis compa-

ñeros de reían y yo cada vez me azoraba más.

-Que no veo libro ninguno, profe.

-Chaval, quiero decirte que tienes que

traer el libro a clase. ¿Cuántas veces más debo

decírtelo para que hagas caso…?

En el acto propiamente dicho, las fotografías se

perseguían unas a otras, como impidiendo que

ninguna se aposentara como una señorona y

desplazara a las demás. Chispazos, fogonazos

del pasado próximo, tan próximo que aún se

roza con el presente. De los discursos diré…

Dijeron casi todos los oradores que veinte años

es muy poco tiempo. ¡QUE veinte años es poco

tiempo…! No lo doy por cierto: veinte años es

una eternidad, pues ahora mismo ninguno de

los alumnos del Instituto cuenta con esa precisa

y preciosa edad. Y hablando de la historia del

Centro, toda ella segada por la guadaña del 2 y

encerrada en la oquedad del 0, es mucha histo-

ria: desde su ubicación el la Avenida de su

nombre, que yo no conocí, hasta su llegada a

los altos toledanos de la Avenida de Europa,

que ponían los mismos pies de los cigarrales al

alcance de la vista salvando el Tajo, hay mucho

trecho, y muchas selectividades, y muchos in-

tercambios culturales, y muchos enfados y dis-

gustos escolares, y muchas alegrías, y muchas

gargantas rotas y calcinadas… Toda la historia

de la literatura, desfiles de escritores, comenta-

rios de texto…, que muchas veces regresaban a

la cartera…Veinte años son muchos años y

marcarán una etapa irrepetible del Carlos III,

etapa en la que se consumieron los últimos res-

coldos de lo que había sido un excelente bachi-

llerato. Luego llegó la mal hada LOGSE con

todos su progres de pacotilla a cuestas, y con

ella el derrumbamiento y la hecatombe escolar.

Lamentablemente, no me equivoco: ahí están

las pruebas…

Y más fotografías, y más oradores y

más recuerdos entrañables. De todas las foto-

grafías retengo una en mi retina: aquella en la

que la voluntad caprichosa del proyector para-

lizó la imagen dejando al presi Barreda como si

estuviera entre rejado, entrebarrotado. ¿La re-

cordáis? ¿O fue una errónea sensación mía?

En la cena, la cordialidad se deslizaba

por los manteles de los comensales, amigos y

compañeros que se encargan de prolongar la

ardua tarea de enseñar, de enseñar también fue-

ra de las clases, y los domingos y demás fiestas

de guardar...

Apreciados compañeros del claustro

del Carlos III, gracias por la cordialidad y el

buen rato que me hicisteis pasar. Y a vosotros,

apreciados ex alumnos, que las varillas del aba-

nico vital se os vayan perfilando cada vez más

claras. Si aún no es así, sabed que aún contáis

con el beneplácito de la juventud. Y a la direc-

ción del Carlos III, muchas gracias por esta

iniciativa y ánimo para esperar y preparar el

veinticinco aniversario que, ¡ay!, está ya a la

vuelta de la esquina.

Juan José Fernández Delgado

IMPRESIONES

Page 3: Revista

Estimados padres:

Durante el pasado curso escolar, han pasado por la consulta de Enfermería, alrededor de 400

alumnos por motivos diversos. Existe un factor común en un porcentaje amplio de los escolares que

acuden diariamente a la enfermería: la ausencia e escaso desayuno que hacen antes de venir al

instituto.

Cuando un niño en pleno crecimiento está en ayunas desde la noche anterior, aparecen efec-

tos propios de este ayuno, como son: dolor de cabeza, irritabilidad, disminución de la concentra-

ción, fallos de memoria, mareos, etc.

Les recomiendo, que para el buen desarrollo físico e intelectual de sus hijos, insistan en la realiza-

ción de un desayuno completo a base de:

Leche + Zumos o fruta + Tostadas/galletas o cereales

Puedo entender que por la mañana todo son prisas para llegar al colegio, trabajo, etc.; pero tal vez

con ayuda de dos pequeñas estrategias, que ahora les comento, podamos conseguir que sus hijos

hagan en desayuno completo que repercutirá beneficiosamente en su rendimiento escolar, así como

en su buen desarrollo físico.

Estrategias;

1.- Levantarse diez minutos antes

2.- Dejar el desayuno preparado la noche anterior.

3.- El material escolar necesario para el día siguiente (mochila), debe dejarse preparado el

día anterior.

Agradeciendo su colaboración y siempre pensando en el bienestar de sus hijos.

Un saludo

Fdo. Blanca González Arévalo

Enfermera de IES Carlos III

CONSEJOS DE LA ENFERMERA

CARTA A LOS PADRES

PÁGINA 3

Page 4: Revista

PÁGINA 4 CONSEJOS DE LA ENFERMERA

LA ADOLESCENCIA

La adolescencia es una etapa de la vida marcada por importantes cambios emocionales, sociales y fisiológicos.

Sobre estos últimos la alimentación cobra una especial importancia debido a que los requerimientos nutricionales,

para hacer frente a estos cambios, son muy elevados y es necesario asegurar un adecuado aporte de energía y nu-

trientes para evitar situaciones carenciales que puedan ocasionar alteraciones y trastornos de la salud.

CONSEJOS FUNDAMENTALES PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES

1. Disfruta de la comida

Intenta comer alimentos diferentes cada día para gozar de una alimentación variada y disfrutar de ella. Come con tus familiares y amigos.

2. El desayuno es una comida muy importante

Tu cuerpo necesita energía después de dormir, por lo que el desayuno es esencial. Elige para el desayuno alimentos ricos en carbohidratos, como

pan, cereales y fruta. Saltarse comidas, y en especial el desayuno, puede provocar un hambre descontrolada, que muchas veces lleva a comer en

exceso. Si no comes nada para desayunar, estarás menos concentrado en el colegio.

3. Come muchos alimentos variados

Consumir alimentos variados todos los días es la mejor receta para gozar de buena salud. Necesitas 40 vitaminas y minerales diferentes para

mantenerte sano, y no hay ningún alimento que por sí sólo pueda aportártelos todos. No hay alimentos "buenos" o "malos", así que no tienes por-

qué dejar de comer las cosas que te gustan. Simplemente asegúrate de que consigues un equilibrio adecuado y come una gran variedad de alimen-

tos. ¡Toma decisiones equilibradas en cada momento!

4. Basa tu alimentación en los carbohidratos

Estos alimentos aportan la energía, las vitaminas y los minerales que necesitas. Algunos alimentos ricos en carbohidratos son la pasta, el pan, los

cereales, las frutas y las verduras. Intenta incluir alguno de estos alimentos en cada comida ya que más de la mitad de las calorías de tu dieta de-

berían provenir de ellos.

5. Come frutas y verduras en cada comida

Puedes disfrutar de las frutas y las verduras en las comidas, o consumirlas como sabrosos tentempiés entre comidas. Estos alimentos aportan vita-

minas, minerales y fibra. Deberías intentar consumir 5 raciones de frutas y verduras al día.

6. La grasa

Todos necesitamos incluir algo de grasa en nuestra dieta para conservar una buena salud, pero consumir demasiadas grasas, y en particular grasas

saturadas, puede ser malo para nuestra salud. Las grasas saturadas se encuentran en los productos lácteos enteros, los pasteles, bollos, carnes gra-

sas y salchichas. Come de forma equilibrada - si a la hora de la comida consumes alimentos ricos en grasas, intenta tomar alimentos con menos

grasas en la cena.

7. Los tentempiés

Picar entre comidas aporta energía y nutrientes. Escoge tentempiés variados, como frutas, sándwiches, galletas, tartas, patatas fritas, frutos secos

y chocolate. Asegúrate de que tus elecciones son variadas para mantener el equilibrio en tu dieta, y no comas demasiado, sino no tendrás hambre

a la hora de la comida

8. Saciar la sed

Tienes que beber muchos líquidos porque un 50% de tu cuerpo está formado por agua. Se necesitan por lo menos 6 vasos de líquidos al día, e

incluso más si hace mucho calor o haces ejercicio. El agua y la leche son excelentes, pero también es divertido variar.

9. Cuídate los dientes

Cuídate los dientes y lávatelos dos veces al día. Los alimentos ricos en almidón o azúcares pueden influir en la aparición de caries si se comen

con demasiada frecuencia, así que no picotees o bebas refrescos a todas horas.

10. Ponte en movimiento

Estar en forma es importante para tener un corazón sano y unos huesos fuertes, así que haz ejercicio. Intenta hacer algo de deporte cada día y

asegúrate de que te gusta para que seas constante y no dejes de hacerlo. Si tomas demasiadas calorías y no haces suficiente ejercicio puedes en-

gordar. El ejercicio físico moderado te ayudará a quemar las calorías que te sobran. ¡No tienes que ser un atleta para ponerte en marcha!

10

Page 5: Revista

Miguel Hernández (1910-1942). Celebramos el

centenario de su nacimiento.

Su poesía señala claramente la transición

entre la generación del 27, (Dámaso Alonso lo

llamó ―genial epígono‖) y la generación del

36, su influencia en la poesía de la posguerra ha

sido considerable.

Pero su obra está cubierta de una espesa capa

de leyendas sobre su persona, que en ocasiones

solapan sus logros poéticos; pues, se ha exage-

rado su pobreza y su incultura, al ser un cabrero

que se escolarizó tarde (tenía nueve años) y que

por necesidades familiares debió abandonar los

estudios para seguir ayudando en el pastoreo,

que compagina con su avidez de libros, de lec-

turas de los clásicos, de aprender a escribir po-

esía culta. El resultado fue Perito en lunas

(1933) inspirado en Góngora, este libro no es

más que un ejercicio de estilo, que carece de

sello personal. El siguiente libro, El rayo que no

cesa (1936) es una explosión de pasiones e im-

pulsos intensos, como dice él mismo en uno de

los poemas ―una revolución dentro de un hueso,

un rayo soy sujeto a una redoma‖.

El tema principal es el amor, pero mezclado con

el arrebato, el furor, el sentimiento, la desespe-

ración y las sombrías premoniciones de la muer-

te, como nos muestra en su poema ―Sino san-

griento‖, que ha servido, otra vez más, para

acrecentar esa leyenda de Hernández, pues pro-

fetiza su trágico destino que se cumpliría años

más tarde. Su ―Elegía‖ es uno de los poemas

más famosos, con ese respeto impuesto como

fruto de una sincera efusión de dolor por la re-

pentina muerte de su ―compañero del alma‖.

Durante la República se convirtió impulsiva-

mente del catolicismo más ferviente al comunis-

mo, fruto de ello es Vientos del pueblo (1937)

cuyo propósito eran recitarse como poesía de

guerra entre los camaradas. El hecho de la gue-

rra y sus penalidades resultó beneficiosa para la

poesía de Miguel, pues su obra se desnuda de

artificios retóricos y de dramatismo para alcan-

zar en El hombre acecha (1938) una serenidad

reflexiva y personal ante el panorama de tristeza

y sufrimientos que ve reflejados en sus compa-

ñeros.

Al término de la guerra,

Hernández fue hecho pri-

sionero y sentenciado a

muerte. Murió de tubercu-

losis en la celda, con trein-

ta y dos años. Los poemas

escritos en la cárcel y pu-

blicados bajo el título Can-

cionero y romancero de

ausencias constituyen una

queja conmovedora, nos

sensibilizan sus sentimien-

tos, sus circunstancias de

un hombre separado de su

esposa y de su hijo, a los

que nunca volvería a ver.

Lo nuevo es que en su poesía van de la mano los

sentimientos y los recursos poéticos

Su palabra parece directamente arrancada del co-

razón (―la lengua en corazón tengo bañada‖), conju-

gada con el arte popular y las técnicas más sabias.

Todo para buscar una mayor densidad expresiva,

que hace inconfundible su voz.

Piedad Martín

NOTICIAS CULTURALES

MIGUEL HERNÁNDEZ

PÁGINA 5

Aunque algunos no creen que sea

auténtico, y parece que el propio escritor no

ha confirmado la autoría de este testamento,

no obstante, circula por internet como un

escrito del autor de Cien años de soledad.

Por eso queremos reproducirlo. Además, es

un texto profundo, y hermoso.

Gabriel García Márquez se ha retirado

de la vida pública por razones de salud:

cáncer linfático. Ahora, parece, que es

cada vez más grave. Ha enviado una

carta de despedida a sus amigos, y gra-

cias a Internet está siendo difundida.

“Si por un instante Dios se olvidara de

que soy una marioneta de trapo y me

regalara un trozo de vida, aprovecharía

ese tiempo lo más que pudiera”.

Posiblemente no diría todo lo que pien-

so, pero en definitiva pensaría todo lo

que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que

valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo

que por cada minuto que cerramos los

ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen,

despertaría cuando los demás duermen.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,

vestiría sencillo, me tiraría de bruces al

sol, dejando descubierto, no solamente

mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equi-

vocados están al pensar que dejan de

enamorarse cuando envejecen, sin sa-

ber que envejecen cuando dejan de

enamorarse!

A un niño le daría alas, pero le dejaría

que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte

no llega con la vejez, sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes,

los hombres... He aprendido que todo

el mundo quiere vivir en la cima de la

montaña, sin saber que la verdadera

felicidad está en la forma de subir la

escarpada.

He aprendido que cuando un recién

nacido aprieta con su pequeño puño,

por primera vez, el dedo de su padre, lo

tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene

derecho a mirar a otro hacia abajo,

cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido

aprender de ustedes, pero realmente de

mucho no habrán de servir, porque

cuando me guarden dentro de esa ma-

leta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que

piensas.

Si supiera que hoy fuera la última vez

que te voy a ver dormir, te abrazaría

fuertemente y rezaría al Señor para po-

der ser el guardián de tu alma.

Si supiera que estos son los últimos mi-

nutos que te veo diría “te quiero” y no

asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos

da otra oportunidad para hacer las co-

sas bien, pero por si me equivoco y hoy

es todo lo que nos queda, me gustaría

decirte cuanto te quiero, que nunca te

olvidaré.

El mañana no le está asegurado a na-

die, joven o viejo. Hoy puede ser la últi-

ma vez que veas a los que amas. Por

eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el

mañana nunca llega, seguramente lamen-

tarás el día que no tomaste tiempo para

una sonrisa, un abrazo, un beso y que estu-

viste muy ocupado para concederles un

último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al

oído lo mucho que los necesitas, quiérelos

y trátalos bien, toma tiempo para decirles

“lo siento”, “perdóname”, “por favor”,

“gracias” … y todas las palabras de amor

que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos

secretos. Pide al Señor la fuerza y sabidur-

ía para expresarlos. Demuestra a tus ami-

gos y seres queridos cuanto te importan”.

Fuente: Anónimo, recibido por Internet –

Agosto 2005

TESTAMENTO DE GARCÍA MÁRQUEZ

Page 6: Revista

Había una vez dos ranas que caye-

ron en un recipiente de nata. Inmediatamente se dieron cuenta

de que se hundían: era imposible

nadar o flotar demasiado tiempo

en esa masa espera como arenas

movedizas. Al principio, las dos

ranas patalearon en la nata para

llegar al borde del recipiente. Pero

era inútil; sólo conseguían chapo-

tear en el mismo lugar y hundirse.

Sentían que cada vez era más difí-

cil salir a la superficie y respirar. Una de ellas dijo en voz alta: «No

puedo más. Es imposible salir de

aquí. En esta materia no se puede

nadar. Ya que voy a morir, no veo

por qué prolongar este sufrimien-

to. No entiendo qué sentido tiene

morir agotada por un esfuerzo

estéril».

Dicho esto, dejó de patalear y se

hundió con rapidez, siendo literal-

mente tragada por el espeso líqui-

do blanco. La otra rana, más persistente o

quizá más tozuda se dijo: «¡No

hay manera! Nada se puede hacer

para avanzar en esta cosa. Sin em-

bargo, aunque se acerque la muer-

te, prefiero luchar hasta mi último

aliento. No quiero morir ni un se-

gundo antes de que llegue mi

hora».

Siguió pataleando y chapoteando

siempre en el mismo lugar, sin

avanzar ni un centímetro, durante

horas y horas. Y de pronto, de tanto patalear y

batir las ancas, agitar y patalear, la

nata se convirtió en mantequilla. Sorprendida, la rana dio un salto

y, patinando, llegó hasta el borde

del recipiente. Desde allí, pudo

regresar a casa croando alegre-

mente.

BUCAY

CUENTOS DE BUCAY

LAS RANITAS EN LA NATA

PÁGINA 6

Había una vez una princesa, que quería en-

contrar un esposo digno de ella, que la ama-

se verdaderamente. Para lo cual puso una

condición: elegiría marido entre todos los

que fueran capaces de estar 365 días al lado

del muro del palacio donde ella vivía, sin

separarse ni un solo día. Se presentaron

centenares, miles de pretendientes a la co-

rona real. Pero claro al primer frío la mitad

se fue, cuando empezaron los calores se fue

la mitad de la otra mitad, cuando empeza-

ron a gastarse los cojines y se terminó la

comida, la mitad de la mitad de la mitad,

también se fue.

Habían empezado el primero de enero,

cuando entró diciembre, empezaron de nue-

vo los fríos, y solamente quedó un joven.

Todos los demás se habían ido, cansados,

aburridos, pensando que ningún amor valía

la pena. Solamente éste joven que había

adorado a la princesa desde siempre, estaba

allí, anclado en esa pared y ese muro, espe-

rando pacientemente que pasaran los 365

días.

La princesa que había despreciado a todos,

cuando vio que este muchacho se quedaba

empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese

hombre la quisiera de verdad. Lo había es-

piado en Octubre, había pasado frente a él

en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada

de campesina le había dejado un poco de

agua y un poco de comida, le había visto

los ojos y se había dado cuenta de su mira-

da sincera. Entonces le había dicho al rey:

- Padre creo que finalmente vas a tener un

casamiento, y que por fin vas a tener nie-

tos, este es el hombre que de verdad me

quiere.

El rey se había puesto contento y comenzó

a prepararlo todo. La ceremonia, el banque-

te e incluso, le hizo saber al joven, a través

de la guardia, que el primero de Enero,

cuando se cumplieran los 365 días, lo espe-

raba en el palacio porque quería hablar con

él.

Todo estaba preparado, el pueblo estaba

contento, todo el mundo esperaba ansiosa-

mente el primero de Enero. El 31 de Di-

ciembre, el día después de haber pasado las

364 noches y los 365 días allí, el joven se

levantó del muro y se marchó. Fue hasta su

casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:

- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste

allí 364 noches, 365 días y el último día te

fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar

un día más?

Y el hijo contestó:

- ¿Sabes madre? Me enteré que me había

visto, me enteré que me había elegido, me

enteré que le había dicho a su padre que se

iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no

fue capaz de evitarme una sola noche de

dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una

sola noche de sufrimiento. Alguien que no

es capaz de evitarte una noche de sufri-

miento no merece de mi, Amor, ¿verdad

madre?

Cuando estás en una relación, y te das

cuenta de que pudiendo evitarte una míni-

ma parte de sufrimiento, el otro no lo hace

es, porque todo se ha terminado.

BUCAY

LA PRINCESA BUSCA MARIDO

Page 7: Revista

—Soy una cebolla, una sucia y maloliente cebolla—se lamentaba—. Me pudro en el tiempo,

quiero pero no alcanzo. No soy más que una mísera cebolla.

—¿Me deshago de mis capas? ¿Qué sería de mí?—Se preguntaba—Entonces apenas sería —se

contestaba.

En aquel momento mil voces amigas lo calmaron: —Sólo me queda esperar—dedujo.

Así fue que se quedó muy quieto bajo el sol, secándose y consumiéndose esperando la llegada de

su hora.

Con la piel ya descascarillada por los rayos, perdió el conocimiento. Allí yacía, muerto, inmóvil,

el hombre cebolla.

Llegó el día de su entierro y, por primera vez en su vida, nadie lloró por él.

Diego Castaño Chillarón

CREACIÓN LITERARIA

ALLIUM CEPA

PÁGINA 7

La Montaña

Verdes hojas mecidas por el viento,

Claras aguas susurran al pasar, Lo único que escucho, mi pensamiento, Me invita a un mundo donde reposar.

Tú que fuiste forjada a fuego lento.

Tú que nos das el aire del que respirar. Perderme entre tus bosques no lamento,

Ni tu hermosa belleza contemplar.

Es por ti, que los alados poetas, Con sus alegres y hermosos cantares,

Proclaman tu gran historia atemporal.

Desde tus oscuras, profundas grietas, Hasta las altas nieves invernales, Se aprecia,... tu grandeza natural.

Daniel Nieto

SONETO

CURIOSIDADES

Page 8: Revista

GALERÍA DE IMÁGENES PÁGINA 8

FOTOS DE TOLEDO EN EL SIGLO XIX.

ALGUNAS

FOTOGRAFIAS

DE

CASIANO

ALGUACIL

CONCURSO DE ATARDECERES

Fotos finalistas de un concurso

celebrado en un foro de Internet.

Page 9: Revista

BUZÓN PÁGINA 9

BUZÓN.

PARTICIPACIÓN:

[email protected]

CREACIÓN:

Laura Sanz García

Iris Ancos García