1

RETAZOS DE UNA VIDA

Tomado de una biografía inédita delvenerable Antonio Amundarain,

escrita por el P. Lucinio Ruano, OCD.

27. CENTRO PRIMARIO DE LA ALIANZA:

Su parte tendría el doctor Olaizola en mejorar considerable-mente las condiciones de salud de don Antonio. Dios contabatambién con ello para estrenar vida nueva. En mucho tiempo notendremos que volver a hablar de enfermedades. El día 22 deabril de 1937 firmaban en Vitoria el nombramiento en favor suyocomo capellán de las carmelitas descalzas de Santa Teresa, enSan Sebastián.

Es de su agrado. El día 27 se confía a una amistad:... “desde pri-meros de mayo, a disposición de mis descalzas y en primera líneade nuestra amada Alianza, que bastante ha esperado en retaguar-dia. Espero la ayuda especial de Dios”. Tres semanas más tarde serefiere al nuevo destino: “El día de Pentecostés (17 de mayo) y conmisa solemne he tomado posesión de mi nuevo destino. (Le andanacomodando vivienda). Deseando que todo quede acabado y ensanta paz en aquel castillo (alude a la vieja muralla sobre la que seadosa el convento), que quiera Dios se convierta en el otro castillomístico de Santa Teresa”.

Nos imaginamos en aquella misa solemne de Pentecostés la igle-sia rebosante de aliadas. Tienen motivos para celebrar el reencuen-tro feliz y prometedor. La secuencia del día parece inspirada parainaugurar el nuevo curso:

Tomado de una biografía inédita delvenerable Antonio Amundarain,escrita por el P. Lucinio Ruano, OCD.

2

Ven, Espíritu Santo,manda tu luz desde el cielo...Tregua en el duro trabajo...

Gozo que enjuga las lágrimasy reconforta los duelos...Riega la tierra en sequía,

sana el corazón enfermo...

Está bien claro que el centro de atenciones y de preocupacio-nes es la Alianza. Los deberes de capellán quedan reducidos apoca cosa. Las hijas de Santa Teres andarán contentísimas conaquella misa tan bien dicha, con la puntualidad proverbial del sa-cerdote. Don Antonio arrimará la propina de una meditación ma-riana en los sábados, de algún que otro retiro, plática, etc.; peronada de agobiante.

Un percance vino a perturbar aquella paz. Terminada la guerra,en el Obispado se quiso recobrar el pulso a la diócesis y, entre otrasprovidencias, se mandó que todos los sacerdotes pasasen por losllamados exámenes sinodales con el fin de refrendar su identidad.Don Antonio a sus 54 años, treinta de sacerdote y de intensa vidaparroquial en los más variados ministerios, se atolondró un poquito.Había mantenido el propósito de dedicar todos los días algún tiempoal repaso de la Moral y de la Teología, pero ya no tenía el hábito deestudio y le costaba ponerse ahora a hacerlo con cierta intensidady esfuerzos de memoria. No pudo menos de formular a Vitoria unasúplica para que le dispensasen. Teme que el mismo miedo y losnervios le hagan una mala jugada al final. En la Curia tienen al díasu “currículum vitae”. Le perdonan el examen dichoso. “He dado unbrinco como un niño que ha pasado el susto” –le dice a un amableabogado en Vitoria– “¡Dios se lo pague y al señor Obispo!”.

Pronto recobra el hilo y reemprende la marcha. Es lo que le va.Como en los mejores tiempos se multiplica: confesionario, des-pacho, retiros, enfermas en el sanatorio antituberculoso de Ubay atención especial a las religiosas Mercedarias del mismo.

3

Se hace a todo al lado de las enfermas, sin ademanes de pre-cauciones ni de reparos. Las enfermeras le acercan alcohol y unatoalla. “No me lavo” –replica rehusando– e improvisa una razón queno convence: “¿No te parece que nada sería tan consolador comoel que un sacerdote muriese víctima de su ministerio?”. Lo que pa-rece claro a todas luces es que ocultaba el mínimo gesto de rechazosocial o de profilaxis en presencia de aquellas enfermas que sufrenla infinita tristeza de sentirse marginadas. La elegante sensibilidadde don Antonio estaba en ello. Guarda con ellas las mismas corte-sías que con los sanos. Todas anhelan su presencia, por esa mismanaturalidad y virtud, y todas aceptan de buen grado lo que les pre-dica. Nunca olvidarían aquello que un día les dice con particular én-fasis: “Yo quisiera que este humo de pecado de impureza que salede San Sebastián, fuera absorbido por este otro humo de inciensoque sale de este sanatorio”.

Si las marchitas almas de aquellas tuberculosas aprendieron asonreir y a esperar, las que mayores beneficios recibían eran lasMercedarias. De tan larga e intensa amistad espiritual quedó el frutode muchas religiosas con vigorosos impulsos de santidad así comolas pequeñas biografías edificantes: “Puedo ser santa”. (Ana María,joven muerta aquí de tuberculosis), “Quiero” (retrato a dos caras deMercedes Gómez Lastra, muerta en 1937), cinco semblanzas deotras tantas Hermanas ejemplares ya difuntas.

Las aliadas del Centro Primario de San Sebastián tienen estosmerecimientos, compartidos con el Padre:

–Ser las fundadoras de la Alianza.

–Soportar las duras pruebas de largos ensayos, contrarieda-des, ausencias del fundador, muy enfermo por otro lado.

–Tener el honor de haber imprimido un gran dinamismo a laObra con una rápida expansión por toda la nación y de haberproporcionado las primeras directoras y formadoras.

4

–Servir de patrón y modelo por el que cortar Reglamentos, es-tructoras, leyes y costumbres.

–Ser durante los veintiún años primeros la lonja en la que sepignoraban todas las aliadas.

–Dado el carácter cosmopolita de la capital donostiarra du-rante el verano, como Jerusalén en la Pascua, se convirtióen el Cenáculo y en la capital de la dispersión de la Alianza;a su vez será la sede para renovados encuentros con motivode Asambleas y de la residencia del Consejo general.

–Ser el laboratorio privilegiado y preferido en el que el funda-dor forjó la mayor parte de su vida y en donde configuró la fi-sonomía de la Obra.

Desde el 1 de marzo de 1929 el Centro quedó instalado en unsótano de la calle Oquendo, nº 26. Don Antonio, que había trabajadoentre albañiles y carpinteros, instaló aquí su oficina de dirección.Resultaba muy estrecho. Años más tarde (1941) el Centro quedódefinitivamente establecido, con mayor holgura, en un piso del nú-mero 5 del Paseo de Salamanca.

En cuanto a expansión, la Alianza contaba ya al final del año1925 con 68 afiliadas. Dos años después son 184, repartidas enotros centros filiales, que con el tiempo serán autónomos. El año dela aprobación del primer Reglamento (1928) la Obra cuenta con 274aliadas. Lo nombra don Antonio “año providencial, el de las grandesmercedes divinas, el año de nuestro triunfo”. En 1931 escribe:“¿Quién diría, quién había de creer que a los seis años la Alianzacruzaría España entera de norte a sur, de este a oeste?; ¿quiénpensaba que a los seis años más de QUINIENTAS almas consa-gradas a Dios y a la Obra, unidas, habrían de vivir vida de amor ypureza?” En 1937, cuando don Antonio llega a San Sebastián y seentrega de lleno a la Alianza, sobrepasan las dos mil en los diferen-tes grados.

5

Era natural que, como repercusión del grande seísmo de la gue-rra, hubiera que lamentar temblores y amenazas de grietas y dis-cordias. Don Antonio, como símbolo de unidad y aglutinanteeficacísimo, supo mantener con sabiduría las riendas y la cohesiónde criterios y de ánimos. Por ello también y mirando al historial deeste Centro Primario, no dejó de pedir que se respetase la residen-cia del Consejo general en San Sebastián. Graves motivaciones,asegurada ya la estabilidad de la Obra, aconsejaron más tarde eltraslado a Madrid.

Mientras eso llega, San Sebastián continuaría siendo el cerebroy el corazón de la Obra. Y después del traslado nunca nadie le qui-tará el mérito de haber sido, y continuar siéndolo, la cuna de laAlianza; allí cuaja en mayoría de edad y emprende con señorío suandadura.

Continuará

6

CARTAS DE UNA AlIADA

Mª Josefa Rodríguez Xuárez de la Guardia entró en la Alianza en1938, en el Centro Primario de San Sebastián, a los 15 años de edad. Ingresó en la Congregación de las Hermanas del Amorde Dios a los 21 años. Está introducida la causa de canonización.De sus cartas tomamos lo siguiente:

En un junio empecé yo la prueba y tomé la medalla el día de laInmaculada. Desde entonces ¡cuántas gracias, cuántos mimos delSeñor! El día de la toma de medalla es el día en que oficialmente,pudiéramos decir, nos consagramos a El y le prometemos ser sólo,toda y siempre suyas. Es el día en que de hecho nos entregamos anuestro selectísimo Príncipe... ¿Verdad que ni en nuestros más fan-tásticos sueños podíamos imaginarlo tan ideal? ¡Es tan divinamentehumano nuestro Prometido! Descansemos plenamente en El.

Al cabo de dos años nos imponen el crucifijo. Entonces nos con-sagramos más de veras, si cabe, al Señor. La fórmula es preciosa;una frase del Cantar de los Cantares: "Mi Amado para mí y yo parami Amado ". Yo he tenido la dicha de pronunciarla ya. Tuve la suertede que me lo impusiera nuestro queridísimo Fundador en San Se-bastián, ante la Virgen del Coro, que fue donde se fundó nuestraqueridísima Obra. ¡Suerte que tiene la niña!

En cuanto a que nuestra obra sea una asociación completa-mente seglar, que consagramos al Señor nuestra virginidad enmedio del mundo, ¿qué opinas? ¿No te parece que es de mara-villa pensar en El, trabajar por El, amarlo a El precisamente enmedio de un mundo que apenas se acuerda de El, que apenas leama? Es una idea que me encanta y por eso no te extrañe que larepita. Cuando vienes por una calle, por un paseo, en un tranvía...es consolador pensar que si los demás no se acuerdan de El, no-sotras lo recordamos, queremos amarlo por todos aquellos. ¡Son

7

tan pocos los que encuentran la felicidad que anhelan porque labuscan lejos de El!...

¿Qué te parece el lema de nuestra Obra? ¿Qué te parece el be-llísimo camino que nos señala para ir a Jesús? ¿Verdad que es delicioso caminar por un sendero de lirios y azucenas, y caminar dela mano, en los brazos de la Virgen? Si Jesús es el ideal a que as-piramos, si queremos ser suyas de verdad, sólo y siempre y porcompleto suyas, la Alianza es eso: una unión de almas que aspira-mos a un mismo ideal, que tenemos los mismos anhelos, el mismodeseo obsesionante: amar a Jesús, a ese Jesús que tantísimo nosama y entregarnos a El por completo; consagrarnos a El. Y comopara ir a Jesús hemos de hacerlo por algún camino, la Obra nosmarca el camino blanquísimo de la pureza.

El martes, si Dios quiere, vienen los queridísimos Directores Ge-nerales. ¡Qué ilusión si oyeses hablar a nuestro Fundador deJesús, de la Virgen, del amor a Ellos, de la pureza, de la Obra...¡Te encantaría!

Capilla del Centro de San Sebastian

“¡Si conocieras la Capilla de la Casita! ¡Se siente tan cerquita a Jesús!”

8

El martes, el Padre nos dio una charla. Nos habló de la Obraen general, del vivir la Obra que él tanto nos recomienda. Oyén-dole hablar se comprende perfectamente la Alianza y no se puedemenos de amarla. Es que es imposible comprender la Obra y noamarla; y amarla y no vivirla... es incomprensible también. ¡Cómosentí en aquellos momentos mi hondísimo agradecimiento a laObra, mi cariño inmenso por ella...! Cada vez la amaré más. Nome ha hecho más que beneficios desde que estoy en ella. Me haayudado tantísimo...

Es consolador en extremo pensar que podemos llegar a la másgrande santidad. Es una santidad sencilla la que nos pide el Re-glamento, una santidad estilo Nazaret. Una santidad que consisteen cumplir perfectamente nuestros deberes, en cumplir la volun-tad de Dios. Eso es en realidad la santidad y no una serie decosas extraordinarias como creen algunas personas. Tenemos yatres hermanitas en el Cielo, que han llevado una vida ejemplar,han muerto santamente y se han hecho unas pequeñas biografíasde ellas.

9

TESTIMONIOS y DON ANTONIO ESCRIBE

El Siervo de Dios, era un hombre de una fe profunda, arraigada,que contagiaba y que se manifestaba constantemente en toda suvida.

Cultivó la fe sobrenatural y lo demostró no solamente con las pa-labras, sino también con los hechos.

Por lo que a mí me decía, con referencia a la fe, deduzco que latuvo en grado heroico y sobrenatural. A mí me aconsejaba que vi-viera de la fe, que me agarrara a esta virtud aunque yo viviera a os-curas. Y me ponía como ejemplo a los apóstoles, que yendo en labarca temieron que se iban a hundir y acudieron al Señor pidiendola salvación.

“Los santos tienen en el curso de su vida sus fuertescrisis, sus grandes pruebas, y también las obras deDios, tienen que pasar por otras pruebas y crisis quealguna vez hacen temblar sus cimientos. Tembló labarca de Pedro y temblaron los que iban dentro.Jesús dormía en la barca, o vino paseándose sobrelas embravecidas olas del mar, y en las dos ocasioneslos arguyó de falta de fe. La barquilla de la Alianzaavanza en medio de las encrespadas olas de estemundo y al temblar ella, tiemblan también las queen ella hacen su travesía al puerto; el miedo es libre.Pero, hijas mías, o dormido dentro de ella o paseán-dose a su vista sobre las olas del furioso temporal,Jesús guarda la barca, y por eso no tienen que temerlos pasajeros que la ocupan y si no, nos argüirá deque no tenemos fe”.

10

La devoción que el Siervo de Dios tenía al Santísimo Sacramentoera el centro de su vida. Tanto al llegar a la capilla como al retirarsehacía la genuflexión muy pausadamente como dándose cuenta delo que hacía, con un profundo sentido de adoración hacia Jesús Sa-cramentado que nos servía de ejemplo.

Nos exhortaba a que visitáramos al Santísimo Sacramento dia-riamente lo mismo que la Misa y comunión diaria. Nos recomendabaque el día del Jueves Santo dedicáramos tres horas a acompañaral Señor, como mínimo, en el monumento; y era partidario de queen lugar de visitar los monumentos, nos estuviéramos acompa-ñando al Señor en una iglesia. El día del Corpus Christi nos reco-mendaba que asistiéramos a la procesión para dar muestra de amoral señor y a los demás ejemplo de fe.

“Si es bueno hablar de El, es lo mejor ponerse alhabla con El porque El habla mejor que todos lossabios del mundo y las almas sencillas le oyen y leentienden admirablemente. ¡Oh, si siempre que Elhabla y quiere hablar, nos pusiésemos a escucharleatentamente, ¡cuantas lecciones aprenderíamos desus mismos labios! A la puerta del Sagrario, hija mía,allí se oye el susurro del Amado que da lecciones devida y de amor a las almas interiores. No hables de-masiado; ya lo dice El mismo en el Evangelio. El Sa-grario sea tu consultorio; el Maestro Divino tehablará siempre en momentos oportunos. Cree en Ely vive en El. Id al Sagrario solitario de vuestra igle-sia, exponedle vuestras dudas, preguntad con senci-llez y... escuchad en silencio”.

En sus largas horas de confesionario, procuraba que estuvierasiempre éste cerca y a la vista del Sagrario para estar él cercadel Señor. Decía que en la Iglesia hay como dos sagrarios, enuno está Jesús Sacramentado y en el otro Jesús en la personadel sacerdote.

11

“En cada iglesia encontramos como dos Sagrarios: enel uno está Jesús en persona, en el otro está Jesús enla persona del sacerdote. En ambos obra el Señor ma-ravillas de gracia, de amor y de misericordia. Uno deellos, siempre, día y noche, está ocupado; el otro, casisiempre, lo encontramos vacío. El uno es comple-mento del otro; y la obra de Cristo en ambos se com-pleta. Vámonos al confesionario como Jesús alSagrario y, si es posible, póngamonos a la vista, El ynosotros, para decirnos de cuando en cuando: Tú ahíJesús esperando... y yo, aquí esperando, ¡esperandotambién! Tú que puedes, envíame aquí almas y yodesde aquí, te las enviaré ahí”.

Era hombre de intensa oración, y así nos lo inculcaba. Yo le hevisto grandes espacios de tiempo de rodillas y en profunda oraciónante el Sagrario.

“Vuestra vida sin oración es como una lámpara sinluz. La Alianza sin oración es como un cuerpo sinalma, un ser sin vida, un huerto sin agua”.

El Siervo de Dios demostraba también su fe heroíca en el amory veneración que tenía a la Iglesia. Nos exhortaba a nosotras a quefuéramos fieles a nuestra Madre, y esta fidelidad a la Iglesia la vivíaplenamente.

Tenía gran veneración por la Iglesia, el Romano Pontífice y su-periores eclesiásticos, amor que a nosotras también nos inculcaba.Asimismo nos inculcaba que aceptáramos sin discusión el magis-terio de la Iglesia y que estuviéramos atentas a sus enseñanzas.

“Seguid al Papa y vivid de su doctrina inmaculada.Rogad siempre y con fervor por el Papa, amad conveneración al Papa. Es nuestro amantísimo padre, se-amos hijas amantes hasta el sacrificio”.

12

La devoción del Siervo de Dios a la Santísima Virgen era entra-ñable y muy filial; la inculcó constantemente en la Alianza. Cele-braba las fiestas de la Virgen con particular interés; todos losCentros y Regiones de la Alianza tienen nombre de la Virgen bajola advocación más venerada del lugar o de algún Misterio. Cuandohablaba de la Santísima Virgen, yo veía que se le llenaba la bocade dulzura y en su rostro se reflejaba algo especial. Y singular-mente quería que esta devoción a la Santísima Virgen se tradujeraen amor a Ella y en imitación de sus virtudes. Todos los éxitos yavances de la Obra, los atribuyó siempre a la protección de la Vir-gen. La llamaba “la Fundadora” y estaba convencido de que todose hacía por Ella.

Yo vi en el Siervo de Dios la inmensa alegría que tuvo cuando elSanto Padre definió el dogma de la Asunción y con este motivo noshabló muchísimas veces y nos lo explicó.

“Nuestra obra debe ser y será, si vosotras quereis, unacopia en miniatura de la misma Inmaculada: puracomo ella, virgen como ella, sin mezclas de otro es-píritu que el divino. Tabernáculo de amor santo,para guardar a Jesús y darlo al mundo, como lo fuesu purísimo seno Y su ardiente corazón. Ella esnuestra patrona, nuestro camino, nuestro modelo,nuestro refugio, nuestra protectora y nuestra vida.La Alianza es Obra suya. No quiero que atribuyáis laAlianza a nadie más que a ella. De ella es desde elprincipio. Ella fue la Fundadora, y la que la ha lle-vado siempre. Tened fe, mucha fe y mucha seguri-dad, en que es Obra de Dios y de la Virgen...La muerte no vence a María... En el cuerpo de María,quedan los maravillosos destellos de su gracia y san-tidad, las fragancias de su virginidad y los resplan-dores de su gloria”.

13

FAVORES ATRIBUIDOS A lA INTERCESIÓN

DEl VENERABlE ANTONIO AMUNDARAIN

Desde el mes de octubre de 2010, he padecido un dolor in-tenso en la zona lumbar que me afectaba a las extremidades in-feriores, impidiéndome caminar como venía haciendo hasta lafecha. Todas las consultas, tratamientos y pruebas que me hanhecho, han sido infructuosas. Aún no me han diagnosticado lacausa de ese dolor tan fuerte. En esta situación, me entregaronuna estampa del venerable Antonio Amundarain para que pidierapor su intercesión, que pudiera determinarse la causa que meproducía ese sufrimiento, y así poder aplicar el remedio ade-cuado. Mi esposa rezó la oración “Para pedir gracias”, con muchaconfianza, y al poco tiempo noté una gran mejoría cediendo losdolores casi totalmente, lo que me permite hacer la vida de antes.Atribuyo esta gracia a la intercesión de D. Antonio y deseo quesea publicada para que conste mi gratitud.

L. G. González. Septiembre 2011. León.

Mi sobrina buscaba trabajo. Había terminado la carrera y se-guía haciendo cursos de preparación. Consiguió algún trabajotemporal en varios países. Al finalizar el tiempo volvió a España yse puso a buscar de nuevo. Se lo encomendamos a D. Antonio yen seguida ha encontrado un trabajo en consonancia con su ca-rrera y conocimientos, siendo el contrato definitivo. Muy agrade-cida lo publico y envío un donativo para la Causa.

P. T. Abril 2012. Madrid.

Un tío político de mi sobrino, de 65 años, fue diagnosticado decáncer de estómago. Al operarle le quitaron dos tumores, ya quehabía otro en el esófago. Hubo complicaciones, por lo que en unasemana fue intervenido tres veces y quedó con problemas, pues nole funcionaban el hígado y los riñones. Los médicos dijeron que no

14

podían hacer nada, y la familia pensó que se moría. Yo empecé arezar por él la oración para implorar gracias, pidiendo la intercesiónde nuestro Padre. A los pocos días ya estaba mejor, y al preguntarpor él, su hermana me dijo: “es como si hubiera sido en milagro,porque todos creíamos que se moría”. Ahora está delicado, pero encasa y contento. Agradecida lo comunico para que se conozca yayude a la Causa de nuestro Fundador.

Amelia Martín. Abril 2012. Hoyos del Espin. (Ávila).

En febrero de 2010 me detectaron un cáncer de mama, desde elprimer momento no me cambió el ánimo. Me operaron el 20 de abrily tras todas las pruebas no tuve que pasar por quimio. Cuando medieron el alta en octubre, empecé a encontrarme mal y el 2 de no-viembre me operaron de peritonitis a vida o muerte, tras 5 horas dequirófano todo salió bien. Lo que para algunos puede ser un calvariopara mí no lo fue, porque en mi viacrucis particular llevaba un cirineoque me aligeraba la carga, Don Antonio Amundarain. Gracias poresto y otras cosas que él y yo sabemos.

Mª Dolores Raseno. Mayo 2012. Valencia.

Yo, Carmen Valls Sancho, en enero del 2011 tuve un despren-dimiento de retina, con muchas complicaciones, teniendo queser intervenida cuatro veces. Me encomendé a Don AntonioAmundarain, recordando desde mi infancia, los años que perte-necía a la Escuela de Jesús. Una aliada me facilitó la estampacon la reliquia del Padre. Nos encomendamos toda la familia ylas aliadas de Valencia con mucha fe y confianza, pidiendo suintercesión para aceptar con serenidad y paciencia la voluntadde Dios. Después de cinco meses de evolución he recibido elalta, con mucha buena visión. Por ello agradezco el favor reci-bido por el Padre Fundador de La Alianza. Ofrezco mi testimoniopara la causa de su beatificación.

Carmen Valls Sancho. Mayo 2012. Valencia.

15

G. A.

M. L. F.

I. M.

M. S. V.

R. A. O.

C. G. V.

F. A. D.

P. A. C.

XX

XX

XX

XX

XX

XX

M. V. A.

XX

I. G. G.

A. B.

C. M. H.

XX

XX

M. P. D. T.

P. Q.

L. V.

C. S.

T. S. L.

Ávila

Burgos

Burgos

Segovia

Segovia

Segovia

Segovia

Soria

Bilbao

Bilbao

Bilbao

Bilbao

Bilbao

Bilbao

León

León

León

León

Valladolid

Lugo

Lugo

La Coruña

Barco de Valdeorras

Madrid

Madrid

Madrid

C. M.

M. P. A.

J. C.

M. C. E.

G. F.

T. G.

M. J. G.

E. G.

P. M.

M. A. M.

F. S.

V. M.

L. C.

A. B.

C. P.

P. L.

C.C.

F. J.

V. A.

M. L. D.

A. S.

C. S.

M. C. S. S.

D. S. P.

P. V. T.

C. G. J.

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Tarancón

Tarancón

Valencia

Valencia

Valencia

Valencia

Valencia

Valencia

Benifayó

Valencia

Valencia

Logroño

Logroño

Logroño

Pamplona

E. E. A.

I. A. T.

I. P. S.

A. M. U. L.

A. A.

M. C. B.

A. E.

C. L.

C. M.

P. M.

M. S.

F. A. A.

F. B. B.

C. C. M.

L. D. M.

A. G. P.

T. G. C.

M. A. G.

C. M. P.

M. V. R. H.

E. S. M.

F. S. M.

F. V. S.

H. Z. G.

M. G. T.

J. M. D.

Pamplona

Pamplona

Pamplona

Pamplona

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Granada

Jaén

Jaén

DONATIVOS PARA lA CAUSA

16

J. G. O.

E. J. D.

C. L. M.

F. P. G.

M. A. M. S.

C. G. R.

A. C. E.

M. S. M.

C. E. V.

M. D. A. V.

L. R. R.

C. R. H.

M. C. B.

E. G.

M. L. F.

P. G.

I. N.

F. A. D.

C. G. V.

P. A. C.

XX

A. M. H.

R. V. L.

XX

XX

XX

XX

XX

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Sevilla

Burgos

Burgos

Burgos

Burgos

Burgos

Segovia

Segovia

Soria

Soria

Soria

Soria

Bilbao

Bilbao

Bilbao

Bilbao

Bilbao

C. P.

A. B.

A. C.

A. V.

J. P.

A. L. P.

C.M. H.

C. F. C.

J. M. P.

XX

M. P. P. T.

E. D. D.

M. L. C. N.

P. Q.

P. D.

A. O.

P. T.

C. M.

C. A.

C. F. S.

G. F.

T. G.

M. J. G.

P. M.

M. A. M.

V. M.

I. V.

C. Z.

León

León

León

León

León

León

Valladolid

Lugo

Lugo

Lugo

La Coruña

La Coruña

La Coruña

Barco de Valdeorras

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Madrid

Tarancón

Tarancón

Tarancón

L. C.

C. C.

V. A.

F. J.

C. P.

A. B.

L. D.

P. L.

A. S.

C. S.

R. C.

N. M. M.

A. M. B. G.

P. V. T.

M. C. J. M.

M. C. S. S.

D. S. P.

C. G. J.

E. E. A.

A. M. U. L.

A. A.

A. E.

D. F.

A. M. M.

C. M.

P. M.

P. M.

F. A. A.

Tarancón

Valencia

Valencia

Valencia

Valencia

Valencia

Benifayó

Valencia

Valencia

Valencia

Valencia

Barcelona

Logroño

Logroño

Logroño

Logroño

Logroño

Pamplona

Pamplona

Pamplona

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Zaragoza

Granada

SUMARIO

Retazos de una vida .......................................... 1

Cartas de una Aliada ......................................... 6

Testimonios y Don Antonio escribe .............. 9

Favores atribuidos a la intercesión

del Venerable Antonio Amundarain ........... 13

Donativos para la causa ............................ 15

CON LAS DEBIDAS LICENCIASSuplemento de Lirios

Propágala cuanto puedas

Segundo semestre 2012Depósito Legal: M-19.306-1986

Imprime:Gráficas Regueiro

Avda. de Castilla, 28 - Pol. Ind. S. Fernando de Henares

Nº 95 / NOVIEMBRE- 2012