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Resumenes Microeconomia UNED temas 2 a 8TRANSCRIPT
Tema 2
LA RESTRICCIÓN PRESUPUESTARIA
Resumen
En el estudio de la conducta del consumidor consideramos cestas de bienes tales como la
X, demandadas por aquél, constituidas por una cierta cantidad (�1, �2) de dos bienes (1 y 2,
respectivamente).
Supongamos que los precios de ambos bienes son (�1, �2), respectivamente, y � la renta
monetaria de la que disfruta el consumidor.
La ������������� � ������� a la que se enfrenta el consumidor cuando decide qué cesta
de bienes consumir será:
1 1 2 2� � � � �� �
Nos indica que el consumidor gasta 1 1� � unidades monetarias en adquirir el bien 1 y 2 2� �
unidades monetarias en adquirir el bien 2. De forma que la cantidad de dinero que gasta en
adquirir ambos bienes no puede superar la renta monetaria � de la que dispone.
El ��� �������� � ������� no es más que el conjunto de cestas de bienes que satisfacen la
restricción presupuestaria del consumidor. Esto es, el conjunto de cestas de bienes asequibles
para este último, habida cuenta de la renta monetaria de la que dispone y de los precios a los
que se enfrenta de los bienes que desea adquirir.
Supongamos que el precio del segundo bien es igual a la unidad. En tal caso, la cantidad
demandada de este bien coincide con el gasto que el consumidor destina a adquirir este últi-
mo.
A lo largo del curso consideraremos siempre una economía con dos bienes. Sin embargo, a
veces supondremos que el segundo bien es un bien compuesto, esto es, constituido por un
conjunto de bienes cuyos precios relativos permanecen constantes, los cuales se comportan de
hecho como un único bien cuyo precio es la unidad; de forma que �2 sería el gasto que realiza
RESUMEN TEMA 2: La restricción presupuestaria 2/6
el consumidor en la adquisición de ese bien compuesto, en la adquisición de los restantes bie-
nes distintos del bien 1.
Se entiende por ��������� � �������, el conjunto de cestas de bienes que satisfacen estric-
tamente la restricción presupuestaria, esto es, la siguiente ecuación:
1 1 2 2� � � � �� �
La recta presupuestaria, pues, está constituida por todas aquellas cestas de bienes cuya ad-
quisición por parte del consumidor exige de este último que gaste toda su renta.
La ecuación de la recta presupuestaria puede rescribirse del siguiente modo:
12 1
2 2
��� �
� �� �
Se trata de una línea recta decreciente, de pendiente 1
2
�
�� , ordenada en el origen
2
�
�, y
abscisa en el origen 1
�
�.
x2
m/p2
Recta presupuestaria
pendiente –p1/p2
Conjunto
presupuestario
m/p1 x1
Figura 2.1. El conjunto presupuestario
RESUMEN TEMA 2: La restricción presupuestaria 3/6
La pendiente de la recta presupuestaria, tomada en valor absoluto, es 1
2
�
�. Dado que se
cumple:
2 1 12 1
1 2 2
�� � ��� ��
�� � �� � � �
La pendiente de la recta presupuestaria, según esta última expresión, puede interpretarse
como el número de unidades del bien 2 a las que es preciso renunciar para poder adquirir en el
mercado una unidad adicional del bien 1.
Por tanto, la pendiente de la recta presupuestaria nos indica el ������������� �����, en
términos del bien 2, de adquirir en el mercado una unidad adicional del bien 1.
Alteración de la recta presupuestaria
12 1
2 2
��� �
� �� �
� Consideremos que se produce un aumento de la renta del consumidor. La recta presupues-
taria no altera su inclinación, dado que los precios de los bienes permanecen constantes.
Luego se desplaza paralelamente. Y, además, se aleja del origen de coordenadas debido al
incremento de la ordenada en el origen 2
�
�.
RESUMEN TEMA 2: La restricción presupuestaria 4/6
x2
m´/p2
m´> m
m/p2
m/p1 m´/p1 x1
Figura 2.2. Aumento de la renta
� Sucede precisamente lo contrario, un acercamiento al origen de coordenadas, cuando
disminuye el nivel de renta del consumidor.
� Consideremos que se produce un aumento de �1. En primer lugar, la ordenada en el origen
de la recta presupuestaria no se altera. En cambio, esta última se hace más inclinada, au-
menta su pendiente debido al incremento del precio del primer bien. La recta presupuesta-
ria gira en torno al eje de ordenadas hacia la izquierda.
x2
m/p2
p1´> p1
m/p1´ m/p1 x1
Figura 2.3. Aumento de p1
RESUMEN TEMA 2: La restricción presupuestaria 5/6
� Sucede precisamente lo contrario, un giro hacia la derecha en torno al eje de ordenadas,
cuando disminuye �1. La recta presupuestaria cambia de inclinación, se hace más horizon-
tal.
Impuestos, subvenciones y racionamiento
Tanto los impuestos como las subvenciones alteran la restricción presupuestaria, bien afec-
tando a los precios de los bienes cuando se trata de impuestos o subvenciones indirectas, bien
afectando a la renta disponible del consumidor, cuando se trata de impuestos o subvenciones
directas.
� ��� ���������������������: impuesto indirecto que grava la cantidad adquirida del bien
en cuestión, incrementando el precio del bien que tiene que pagar el consumidor en una
cuantía �. El nuevo precio del bien sería 1� �� . Lo contrario sucedería si se tratara de una
subvención � a la cantidad, disminuiría el precio del bien que tiene que pagar el consumi-
dor: 1� �� .
� ��� �������������������: impuesto indirecto que grava el gasto que realiza el consumidor
en adquirir un determinado bien. El gasto que el consumidor realiza en adquirir el bien 1
es 1 1� � ; por tanto, el impuesto que tiene que pagar sería: 1 1� �� . En consecuencia, el pre-
cio que finalmente tiene que pagar el consumidor por adquirir el bien en cuestión como
resultado del establecimiento de un impuesto sobre el valor de cuantía � sería: � � 11 ��� .
� ��� ����������������� o ��� ����������� ��������. Se trata de un impuesto directo que no
afecta a los precios de los bienes, tan sólo disminuye la renta disponible del consumidor.
Lo contrario si se trata de una devolución del impuesto sobre la renta.
Consideremos ahora que el bien 1, por ejemplo, esté racionado. Esto es, que la cantidad
disponible de este bien, 1� , sea inferior a la cantidad máxima que el consumidor puede adqui-
rir de este bien gastando toda su renta.
En tal caso, tanto la recta presupuestaria como el conjunto presupuestario sufren un trun-
camiento.
RESUMEN TEMA 2: La restricción presupuestaria 6/6
x2
Recta presupuestaria
Conjunto
presupuestario
1x x1
Figura 2.4. El conjunto presupuestario con racionamiento
EL TEOREMA DEL BIEN COMPUESTO DE HICKS
Frecuentemente utilizado a lo largo del curso, cuando suponemos que los precios de todos
los bienes, excepto uno, por ejemplo el primero, no se alteran.
Tales bienes, cuyos precios no se alteran, pueden tratarse de hecho como un único bien
compuesto. De modo que la cantidad demandada de ese bien compuesto no es más que el gas-
to que realiza el consumidor en adquirir los restantes bienes distintos del primero; de ahí que
el precio de ese bien compuesto sea la unidad.
Efectivamente, tomemos la ecuación de la recta presupuestaria en el caso de n bienes:
1 12
n
j j
j
p x p x�
m� ��
Si los precios de todos los bienes, excepto el primero, no se alteran, entonces, de acuerdo
con el teorema que nos ocupa, podemos considerar estos últimos como un único bien com-
puesto ( 2x ), cuyo precio es la unidad. Dado que 2x es el gasto que realiza el consumidor en
adquirir los restantes bienes distintos del primero:
22
n
j j
j
x p x�
��
Por lo que la ecuación de la recta presupuestaria sería:
1 1 2p x x m� �
donde evidentemente . 2 1p �
En realidad, el teorema, que se estudia en cursos avanzados, permite que varíen los precios
de todos los bienes, pero exige que los precios relativos de aquellos bienes susceptibles de ser
tratados como un único bien compuesto permanezcan inalterados. Lo que conlleva, en el caso
que nos ocupa, que los precios de todos los bienes distintos del primero deben aumentar o
disminuir siempre en la misma proporción.
TEMA 2 El teorema del bien compuesto de Hicks 2/2
Efectivamente, supongamos que los precios iniciales de los restantes bienes distintos del
primero sean: 0 2, ,jp j � � n . Y que todos ellos aumenten o disminuyan en la misma propor-
ción t, con objeto de que los correspondientes precios relativos permanezcan inalterados.
La ecuación de la recta presupuestaria sería ahora:
01 1
2
n
j j
j
p x t p x m�
� ��
Definiendo 02
2
n
j j
j
x p x�
�� como el gasto que realiza el consumidor en adquirir los restantes
bienes distintos del primero valorado a los precios iniciales, la ecuación de la recta presu-
puestaria quedaría del siguiente modo:
1 1 2p x tx m� �
Ahora es el gasto que realiza el consumidor al adquirir los restantes bienes distintos
del primero, el cual es igual a la proporción t en que varían los precios de tales bienes multi-
plicada por
2tx
2x , el gasto correspondiente valorado a los precios iniciales.
De esta forma, t, que no es más que un índice de precios, cumple la misma función dentro
de la ecuación de la recta presupuestaria que el precio del segundo bien ( ), que ahora no
tiene por qué ser necesariamente la unidad dentro de este contexto más general.
2t p�
Tema 3
LAS PREFERENCIAS
Resumen
En el estudio de la conducta del consumidor consideramos cestas de bienes tales como la
X, demandadas por aquél, constituidas por una cierta cantidad (x1, x2) de dos bienes (1 y 2,
respectivamente). A veces, el segundo bien se considera un bien compuesto, esto es, un con-
junto de bienes cuyos precios relativos permanecen constantes, los cuales se comportan de
hecho como un único bien cuyo precio es la unidad; de forma que x2 sería el gasto que realiza
el consumidor en la adquisición de ese bien compuesto.
Los bienes susceptibles de ser demandados por el consumidor se encuentran perfectamente
especificados estableciendo el lugar, el momento en que estarán disponibles para el consumo,
así como otras circunstancias o eventualidades que puedan afectar a este último.
Las preferencias del consumidor
Tomemos dos cestas de consumo cualesquiera (x1, x2) e (y1, y2).
Si el consumidor prefiere estrictamente la primera cesta a la segunda, entonces represen-
tamos este hecho mediante la siguiente expresión: � � � �1 2 1 2, ,x x y y� .
Si ambas cestas le resultan indiferentes al consumidor, entonces lo representamos del si-
guiente modo: � � �1 2 1 2, , �x x y y� .
Si el consumidor prefiere débilmente la primera cesta a la segunda, entonces lo represen-
tamos del siguiente modo: � � � �1 2 1 2, ,x x y y� . Decimos entonces que la primera cesta es al
menos tan deseada o tan buena como la segunda.
Si para el consumidor la primera cesta es al menos tan buena o tan deseada como la se-
gunda: � � �1 2 1 2, , �x x y y� . Y, a su vez, la segunda cesta resulta ser al menos tan buena o tan
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 2/9
deseada como la primera: � � � �1 2 1 2, ,y y x x� ; entonces es que ambas cestas le resultan indife-
rentes: � � �1 2 1 2, , �x x y y� .
Si para el consumidor la primera cesta es al menos tan buena o tan deseada como la se-
gunda, y ambas no son indiferentes; entonces es que el consumidor prefiere estrictamente la
primera cesta a la segunda: � � � �1 2 1 2, ,x x y y� .
Supuestos sobre las preferencias
� Las preferencias del consumidor deben ser Completas: Dadas dos cestas cualesquiera de
bienes X e Y, o bien la primera es al menos tan deseada como la segunda, o bien la se-
gunda es al menos tan deseada como la primera; o bien se cumplen ambas relaciones si-
multáneamente, con lo que ambas cestas resultan ser indiferentes para el consumidor.
Lo que nos dice este axioma es que el consumidor es capaz de comparar dos cestas cua-
lesquiera de bienes, y de este modo ordenar según sus preferencias todas las cestas de bienes
imaginables.
� Las preferencias del consumidor han de ser Reflexivas: Una cesta cualquiera X es al me-
nos tan buena como ella misma: � � � �1 2 1 2, ,x x x x� .
Este axioma es trivial y no permite comentario alguno.
� Las preferencias del consumidor han de ser Transitivas: Dadas tres cestas cualesquiera de
bienes X, Y y Z. Si � � � �1 2 1 2, ,x x y y� y además � � � �1 2 1 2, ,y y z z� , entonces debe cumplirse
que � � � �1 2 1 2, ,x x z z� . Esto es, si la primera cesta es tan buena como la segunda, y esta
segunda es tan buena como una tercera; entonces la primera cesta debe ser tan buena co-
mo la tercera.
Este axioma exige que el comportamiento del consumidor sea consistente o coherente, es-
to es, que no resulte caprichoso.
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 3/9
Representación gráfica de las preferencias del consumidor: las curvas de
indiferencia
� �2
Conjunto preferido débilmente:
Cestas preferidas débilmente a (�1,�2)
� �2 �
Curva de indiferencia:
cestas indiferentes
a (�1,�2)
�1 �1
Figura 3.1. Conjunto preferido débilmente
La curva de indiferencia está constituida por puntos que son la representación geométrica
de cestas de bienes que resultan indiferentes dentro de las preferencias del consumidor. El
área sombreada, situada a la derecha y encima de la curva de indiferencia, está constituida por
puntos que son la representación geométrica de cestas de bienes estrictamente preferidas a una
cesta cualquiera perteneciente a la curva de indiferencia, por ejemplo, la pintada en el gráfico.
Por tanto, el conjunto de cestas débilmente preferidas a una cesta dada 1 2( , )x x está formado
por las cestas indiferentes y las cestas de bienes estrictamente preferidas a aquélla, esto es, por
la curva de indiferencia a la que pertenece la cesta en cuestión más el área sombreada situada
a la derecha.
Una propiedad fundamental de las curvas de indiferencia es que no pueden cortarse si las
preferencias son transitivas.
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 4/9
�2
X
Z
Y
�1
Figura 3.2. Las curvas de indiferencia no pueden
cortarse
Las cestas de bienes X e Y pertenecen a curvas de indiferencia distintas, las cuales even-
tualmente se cortan en un punto que se corresponde con la cesta Z. Por tanto, se cumple por
definición que X~Z y Z~Y. En consecuencia, por el axioma de la transitividad de las prefe-
rencias debería cumplirse que X~Y. Pero esto es una contradicción porque hemos supuesto de
partida que ambas cestas, X e Y, pertenecen a curvas de indiferencia distintas.
Las curvas de indiferencia son ubicuas, esto, es, abarcan todas las cestas de bienes imagi-
nables. Lo que quiere decir que cualquier cesta de bienes se encuentra dentro de una curva de
indiferencia que pasa por ella.
Esta propiedad se deduce de la completitud de las preferencias del consumidor, dado que
ello presupone la ordenación en curvas de indiferencia de todas las cestas de bienes imagina-
bles.
Por el mismo motivo, las curvas de indiferencia son curvas continuas desde un punto de
vista matemático cuando los bienes son perfectamente divisibles. Sólo los bienes discretos
dan lugar a curvas de indiferencia discontinuas.
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 5/9
Preferencias regulares
Las preferencias regulares deben cumplir dos requisitos: que sean monótonas y convexas.
� Decimos que las preferencias son monótonas cuando el consumidor no está saturado, es
decir, cuando siempre desea consumir una mayor cantidad de ambos bienes. Por este mo-
tivo, las curvas de indiferencias son líneas decrecientes, esto es, tienen pendiente negati-
va. Si deseamos consumir una mayor cantidad del bien 1, entonces debemos consumir
una menor cantidad del bien 2 para mantenernos dentro de la misma curva de indiferen-
cia.
�2
Mejores cestas
(�1,�2)
Peores
cestas
�1
Figura 3.3. Preferencias monótonas
De ahí que si nos movemos hacia arriba y hacia la derecha nos desplazamos hacia posicio-
nes mejores, esto es, hacia curvas de indiferencia de mayor nivel de preferencia.
Si nos movemos hacia abajo y hacia la izquierda nos estamos desplazando hacia posicio-
nes peores, esto es, hacia curvas de indiferencia de menor nivel de preferencia.
Por consiguiente, para mantenernos dentro de la misma curva de indiferencia debemos
movernos en sentido ascendente hacia la izquierda y en sentido descendente hacia la derecha.
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 6/9
� Decimos que las preferencias del consumidor son convexas cuando dadas dos cestas de
bienes indiferentes �� � �1 2 1 2, ,x x y y� , la media ponderada de ambas es débilmente prefe-
rida a cualquiera de las cestas de partida:
� � � � � �1 1 2 2 1 21 , 1 , 0tx t y tx t y x x t� � � � � �� �� � 1
Si la media ponderada es estrictamente preferida, entonces se dice que las preferencias son
estrictamente convexas. Ésta es precisamente la condición exigida a las preferencias regula-
res:
� � � � � �1 1 2 2 1 21 , 1 , 0tx t y tx t y x x t� � � � � �� � 1
Las cestas que son media ponderada de las cestas X e Y se sitúan geométricamente en la
línea recta que une los puntos que son la representación geométrica de ambas cestas.
Las cestas que son media ponderada, o bien resultan indiferentes a X e Y, con lo que la
curva de indiferencia tendrá tramos lineales y las preferencias serán convexas:
�2
Cesta media ponderada
(�1,�2)
(�1,�2)
�1
Figura 3.4. Preferencias convexas
O bien, las cestas que son media ponderada se prefieren estrictamente a las dos cestas ex-
tremas X e Y, con lo que la media ponderada se sitúa en el interior del conjunto de cestas dé-
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 7/9
bilmente preferidas a X e Y, por lo que las preferencias se dicen que son estrictamente con-
vexas; de forma que la curva de indiferencia posee una curvatura regular, esto es, carece de
segmentos lineales (se trata de hecho de una curva convexa).
�2
Cesta media ponderada
(�1,�2)
(�1,�2)
�1
Figura 3.5. Preferencias estrictamente convexas
La convexidad de las preferencias conlleva que el conjunto de cestas débilmente preferi-
das a una cesta cualquiera es un conjunto convexo. Lo cual, por definición, quiere decir que
cualquier línea recta que una dos puntos cualesquiera que pertenezcan al conjunto, está for-
mada toda ella por puntos que a su vez pertenecen al conjunto, esto es, está contenida toda
ella dentro del conjunto.
El supuesto de la convexidad estricta de las preferencias del consumidor significa que el
individuo siempre prefiere consumir combinaciones de bienes, esto es, una cantidad positiva
de ambos bienes en nuestro caso; en lugar de consumir bienes por separado, es decir, no
consumir nada de uno de ellos.
La relación marginal de sustitución (RMS)
La Relación Marginal de Sustitución (RMS) es, por definición, la cantidad del bien 2 que el
consumidor está dispuesto a renunciar para aumentar en una unidad la cantidad consumida del
bien 1 y mantener el mismo nivel de bienestar, esto es, permaneciendo dentro de la misma
curva de indiferencia: 2 1x RMS x� � � . Por tanto, tendremos:
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 8/9
1
2 2
01 1lim
x
dx xRMS
dx x�
�� �
�
De ahí que, dada una cesta de bienes (x1, x2), la RMS se corresponde con la pendiente de la
curva de indiferencia en ese punto.
�2
Curva de
indiferencia
pendiente = ��2/��1 = RMS
��2 �
� �2 ��1
� �1 �1
Figura 3.6. La relación marginal de sustitución (RMS)
� Puesto que las preferencias regulares son monótonas, las curvas de indiferencia, al ser de-
crecientes, tienen pendiente negativa. Con lo que la RMS resulta ser negativa: si desea-
mos incrementar la cantidad consumida de un bien debemos reducir la cantidad consumi-
da del otro para permanecer dentro de la misma curva de indiferencia.
� Cuando las preferencias son estrictamente convexas (condición exigida a las preferencias
regulares), puesto que las curvas de indiferencia son curvas convexas, esto es, carecen de
segmentos lineales, entonces la RMS es decreciente en valor absoluto a medida que au-
menta x1. Esto se debe, desde un punto de vista matemático, a que como la RMS es la
pendiente o primera derivada de la curvas de indiferencia; al ser estas últimas curvas con-
vexas, la segunda derivada de las curvas de indiferencia resulta ser positiva. Con lo que la
RMS debe crecer a medida que aumenta x1; pero como es negativa, entonces debe decre-
cer en valor absoluto.
RESUMEN TEMA 3: Las preferencias 9/9
La interpretación económica de este hecho es la siguiente: a medida que aumenta la canti-
dad consumida del bien 1 (x1), el consumidor está dispuesto a renunciar a una menor cantidad
del bien 2 con objeto de incrementar en una unidad el consumo del primer bien, permanecien-
do dentro de la misma curva de indiferencia.
Cuando consideramos dos bienes, y el segundo de ellos es un bien compuesto por otros
bienes cuyos precios relativos no se alteran, entonces ese bien compuesto se comporta de
hecho como un único bien y su precio es la unidad. En consecuencia, la cantidad consumida
de ese bien compuesto no es más que el gasto que el consumidor realiza en adquirir los distin-
tos bienes que lo componen.
En este contexto, el estudio de la conducta del consumidor se centra en el análisis de la
cantidad demandada de un bien y el gasto realizado en los restantes bienes distintos del pri-
mero, cuyos precios relativos no se alteran.
De ahí que la RMS puede interpretarse como la disposición marginal a pagar por parte del
consumidor. Esto es, la cantidad de dinero que el consumidor está dispuesto a detraer del gas-
to realizado en adquirir los restantes bienes, con objeto de incrementar en una unidad la canti-
dad consumida del primer bien, manteniendo su nivel de bienestar, esto es, permaneciendo
dentro de la misma curva de indiferencia.
Tema 4
LA UTILIDAD
Resumen
La función de utilidad no es más que una forma matemática de describir las preferencias
del consumidor, las cuales conllevan la posibilidad por parte de este último de establecer un
orden de prelación para todas las cestas de bienes imaginables.
Por este motivo, la función de utilidad lo que hace es asignar un número � (el nivel de uti-
lidad) a cada cesta de bienes (�1, �2):
� �1 2,� � � ��
De manera que:
� Dos cestas indiferentes dentro de las preferencias del consumidor tengan el mismo nivel
de utilidad:
� � � � � � � �1 2 1 2 1 2 1 2, , ,� � � � � � � � � �� � � ,
� Y una cesta estrictamente preferida a otra tenga un nivel de utilidad mayor:
� � � � � � � �1 2 1 2 1 2 1 2, , ,� � � � � � � � � �� � � ,
Lo importante de la función de utilidad es que permite ������������� ������ las
preferencias del consumidor ��������������������������. La cuantía o magnitud del nivel
de utilidad de dos cestas de bienes no tiene ninguna importancia, lo único importante es si
ambos niveles de utilidad correspondientes a sendas cestas de bienes son iguales (cestas de
bienes indiferentes), o si uno es mayor que otro (una cesta de bienes estrictamente preferida a
otra).
Por este motivo, las mismas preferencias del consumidor pueden ser representadas mate-
máticamente por infinitas funciones de utilidad, de forma que cada función de utilidad sea una
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 2/13
��������������������������� de otra función de utilidad que represente tales preferen-
cias.
Decimos que la función de utilidad � �1 2,� � � ��
�2�
es una transformación monótona crecien-
te de la función de utilidad que representa las preferencias del consumidor: � 1,� � ��
� �� � ��
si la función � �� � es creciente, esto es, si su primera derivada es positiva: . � � 0� �� �
Ello quiere decir que, dadas dos cestas cualesquiera de bienes con los siguientes niveles de
utilidad �1 y �2, tal que , de manera que 1� �� 2 2 1 0� � �� � � ; entonces resulta que
, esto es, . 2 1 0� � � � � � 1 2� ��
En resumen, si dos cestas cualesquiera de bienes tienen el mismo nivel de utilidad en la
función de utilidad �, también tendrán el mismo nivel de utilidad en la función de utilidad �.
Aunque, lógicamente, por tratarse de funciones utilidad distintas, los niveles de utilidad de las
cestas de bienes en � y en � sean también distintos. Y si una cesta tiene un mayor nivel de
utilidad que otra en la función de utilidad �, también tendrá un mayor nivel de utilidad en la
función de utilidad �.
Por todo ello, podemos concluir, que una transformación monótona creciente de una fun-
ción de utilidad no es más que otra función de utilidad que representa las mismas preferencias
del consumidor que la función de utilidad de partida, ��������������������������������
�������������������� dentro de las preferencias del consumidor��
Construcción de una función de utilidad
� Para poder diseñar una función de utilidad que represente las preferencias del consumidor
es requisito imprescindible que esta últimas sean transitivas. De lo contrario, no podrá es-
tablecerse ninguna función de utilidad que represente tales preferencias.
� Si las preferencias son monótonas (requisito fundamental de las preferencias regulares)
entonces la diagonal del primer cuadrante corta a las curvas de indiferencia exactamente
una vez. Con lo que a las cestas compuestas por una misma cantidad de ambos bienes
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 3/13
(precisamente las situadas en la diagonal principal), que se encuentran en sucesivas cur-
vas de indiferencia cada vez más alejadas del origen de coordenadas, se les asigna un nú-
mero, precisamente su correspondiente nivel de utilidad, que guarda relación con la dis-
tancia a la que se encuentran del origen de coordenadas. De este modo, todas las cestas de
bienes, las situadas en la diagonal principal y las situadas a lo largo de las curvas de indi-
ferencia que cortan la diagonal principal, tienen asignado un número (el nivel de utilidad).
Y éste es precisamente el papel que cumple cualquier función de utilidad.
x2
4
3 Mide la distancia
desde el origen
de
2
1
0 Curvas de
indiferencia
x1
Figura 4.1. Cómo se construye una función de utilidad
a partir de las curvas de indiferencia
coordenadas
Las utilidades marginales y la RMS
Partiendo de la función de utilidad � �1 2,� � � �� , calculemos la diferencial total de esta fun-
ción:
1 2 1 1 21 2
� ��� �� �� �� �� �� ��
� �
� � � � 2
Puesto que nos estamos moviendo a lo largo de una curva de indiferencia, el nivel de utili-
dad no varía ( ). Con lo que fácilmente obtendremos: 0�� �
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 4/13
2 1
1 2
�� �����
�� ��� � �
Esto es, la RMS es igual al cociente, cambiado de signo, de las utilidades marginales de
ambos bienes.
Sabemos que no existe una única función de utilidad que represente las preferencias de un
determinado consumidor, dado que cualquier transformación monótona creciente de una fun-
ción de utilidad es otra función de utilidad que representa las mismas preferencias de aquél.
Por este motivo, las utilidades marginales de ambos bienes, puesto que dependen directa-
mente de la función de utilidad que estemos manejando, no resultan invariantes ante una
transformación monótona creciente de la función de utilidad.
Sin embargo, es una propiedad fundamental de las preferencias del consumidor, que la
RMS permanece inalterada ante cualquier transformación monótona creciente de la función
de utilidad. Por consiguiente, ������������������������������������������������������
���������������������������������������������������������������������������������
���������������������� ��������������������������������������������������������
��������������������������������
Algunos ejemplos de funciones de utilidad
En este apartado vamos a caracterizar las funciones de utilidad a partir de sus correspon-
dientes curvas de indiferencia, así como la RMS resultante, de forma que permita interpretar
el tipo de preferencias a las que están haciendo referencia.
Las curvas de indiferencia de una función de utilidad son, desde un punto de vista mate-
mático, las curvas de nivel de tal función. Es decir, el lugar geométrico de las cestas de bienes
que tienen asignado un determinado nivel de utilidad. La función de utilidad se representa,
pues, gráficamente a partir de las distintas curvas de indiferencia asociadas a cada uno de los
niveles de utilidad. Este conjunto de curvas de indiferencia recibe también el nombre de nom-
bre de mapa de indiferencia de la función de utilidad o de las preferencias del consumidor en
cuestión.
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 5/13
�������������������������
Se representan mediante la siguiente función de utilidad:
� �1 2 1 2,� � � � ��� �
x2
u0<u1<u2
� �a
RMSb
u0 u1 u2
x1
Figura 4.2. Los bienes sustitutivos perfectos
La RMS es la siguiente:
2 1
1 2
�� �� ���
�� �� �� � � � �
Las curvas de indiferencia son líneas rectas decrecientes de pendiente constante e igual a
�� .
En el caso particular en que =�=1, entonces 1��� � . El consumidor está dispuesto a
cambiar una unidad de un bien por una unidad del otro para permanecer dentro de la misma
curva de indiferencia.
Por consiguiente, estaríamos ante bienes tales como los lápices rojos y lápices azules, o la
mantequilla y la margarina, que satisfacen la misma necesidad; de forma que al consumidor le
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 6/13
resulta indiferente demandar uno u otro, por lo que siempre consumirá el más barato. De ahí
que se denominen a tales bienes sustitutivos perfectos.
����������������������������
Se representan mediante la siguiente función de utilidad:
� � 1 21 2, min ,
� �� � �
� � �
� � �� �
x2
���12 / dxdx u0<u1<u2
12 xx�
� RMS=0
u2
0/ 12 �dxdx
u1
u0
x1
Figura 4.3. Los bienes complementarios perfectos
Cualquiera que fuere el nivel de utilidad considerado, la cantidad consumida de ambos
bienes, sin que exista exceso de ninguno de ellos, para alcanzar ese nivel de utilidad, exige el
cumplimiento de la siguiente condición: 1 2� �
� � . Lo que implica que ambos bienes se con-
sumen siempre en una proporción fija: 1
2
�
�
�
� . � unidades del primer bien con � unidades
del segundo bien. Y esta condición se cumple precisamente en las esquinas o puntos angula-
res de las curvas de indiferencia.
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 7/13
Efectivamente, en la rama vertical de las curvas de indiferencia, las cestas de mercancías
contienen siempre una mayor cantidad del segundo bien (�2), que no afecta al nivel de utili-
dad, en relación a la cantidad consumida de este último en el punto angular de la curva de
indiferencia de que se trate. Por este motivo, en la rama vertical de las curvas de indiferencia
se cumple:
2
1
��
��� �� 1 20�� ���
Esto es, el consumidor no está dispuesto a renunciar a ninguna cantidad del bien 1 con ob-
jeto de incrementar en una unidad la cantidad consumida del bien 2, para permanecer dentro
de la misma curva de indiferencia. En otras palabras, el consumidor no está dispuesto a de-
mandar las cestas de bienes situadas en la rama vertical de las curvas de indiferencia, cuando
los precios son positivos.
En la rama horizontal de las curvas de indiferencia, las cestas de mercancías contienen
siempre una mayor cantidad del primer bien (�1), que no afecta al nivel de utilidad, en rela-
ción a la cantidad consumida de este último en el punto angular de la curva de indiferencia de
que se trate. Por este motivo, en la rama horizontal de las curvas de indiferencia se cumple:
2
1
0��
��� 2 10�� ���
Esto es, el consumidor no está dispuesto a renunciar a ninguna cantidad del bien 2 con ob-
jeto de incrementar en una unidad la cantidad consumida del bien 1, para permanecer dentro
de la misma curva de indiferencia. En otras palabras, el consumidor no está dispuesto a de-
mandar las cestas de bienes situadas en la rama horizontal de las curvas de indiferencia, cuan-
do los precios son positivos.
Por consiguiente, el consumidor únicamente demandará las cestas de bienes situadas en las
esquinas o puntos angulares de las curvas de indiferencia, donde ambos bienes se consumen
en una proporción fija, como venimos diciendo, cuando los precios son positivos.
Esto quiere decir que la���������������������������������������������������������;
dado que, como hemos argumentado, el consumidor no está dispuesto a intercambiar o susti-
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 8/13
tuir un bien por otro, puesto que prefiere consumir ambos bienes en una proporción fija. No
obstante, en las esquinas o puntos angulares de las curvas de indiferencia, la pendiente de es-
tas últimas no está definida.
Un ejemplo típico de esta clase bienes es el té y el azúcar, o el café y el azúcar, o los co-
ches y la gasolina. Estos pares de bienes siempre se consumen juntos en una proporción fija,
no puede sustituirse uno por otro. Son pares de bienes que se complementan uno a otro. De
ahí el nombre de bienes complementarios perfectos.
�������������
Un bien se considera neutral cuando la cantidad consumida de ese bien no afecta al nivel
de utilidad del consumidor, el cual sólo depende de la cantidad consumida del otro bien.
Las preferencias del consumidor pueden representarse, por ejemplo, mediante la siguiente
función de utilidad:
� �1 2 1,� � � ��
El segundo bien es neutral.
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 9/13
x2
u0<u1<u2
���RMS
u0 u1 u2
x1
Figura 4.4. Segundo bien neutral
La RMS es la siguiente:
2 1
1 2 0
�� �� ���
�� ��� � � � � � ��
Las curvas de indiferencia son líneas rectas verticales, paralelas unas a otras. Al consumi-
dor le da igual consumir el segundo bien, eso no afecta a su nivel de utilidad.
����
Una mercancía se considera un “mal” en lugar de un bien, cuando el consumo de la misma
reduce el nivel de utilidad del consumidor.
Consideremos que la primera mercancía es un “bien” y la segunda un “mal”. Las preferen-
cias del consumidor pueden representarse, por ejemplo, mediante la siguiente función de uti-
lidad:
� �1 2 1 2,� � � � ��� �
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 10/13
x2
u0<u1<u2
0�RMS
u0
u1
u2
x1
Figura 4.5. Segunda mercancía un mal
La RMS es la siguiente:
2 1
1 2
0�� ��
����� �� �
� � � � �
Las curvas de indiferencia son líneas rectas crecientes, paralelas unas a otras. Si permane-
ce constante el consumo del bien 2, a medida que aumenta el consumo del bien 1 (desplaza-
miento hacia la derecha) se incrementa el nivel de utilidad del consumidor; lo contrario suce-
de cuando permaneciendo constante el consumo del bien 1, se incrementa el consumo del
bien 2 (desplazamiento hacia arriba), entonces se reduce el nivel de utilidad del consumidor.
Por consiguiente, para que el nivel de utilidad del consumidor permanezca constante de forma
que nos estemos moviendo a lo largo de una curva de indiferencia, debe suceder que un au-
mento del consumo del bien 1 ha de compensarse con un aumento del consumo del “mal” 2.
De ahí que las curvas de indiferencia sean paradójicamente crecientes, contrariamente a lo
que es normal en un mundo en que ambas mercancías son “bienes”.
Una mercancía se considera un “mal” en lugar de un “bien” para el consumidor, si le per-
judica, o simplemente no le gusta tal mercancía.
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 11/13
!���������� �����������
Se representan, por ejemplo, mediante la siguiente función de utilidad:
� �1 2 1 2, ln� � � � ��� �
x2
u0<u1<u2
1
1
bxRMS ��
u2
u1
u0
x1
Figura 4.6. Preferencias cuasilineales
La RMS es la siguiente:
2 1
1 2
1�� �����
�� �� ��� � � � �
1
Como puede observarse, la RMS depende únicamente de la cantidad consumida del bien 1
(�1). De ahí que fijada la cantidad consumida de este último bien, la RMS, esto es, la pendien-
te de las curvas de indiferencia, permanece inalterada conforme nos desplazamos verticalmen-
te hacia arriba, es decir, a medida que aumentamos la cantidad consumida del bien 2. Por este
motivo, las curvas de indiferencia correspondientes son “traslaciones verticales” o “versiones
desplazadas” unas de otras.
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 12/13
En el próximo tema se caracterizará la elección del consumidor que se deriva de este tipo
de preferencias.
!���������� "���-#�����
Se representan mediante la siguiente función de utilidad:
� �1 2 1 2, � �� � � � ��
x2
u0<u1<u2
dx
cxRMS
1
2��
u2
u1
u0
x1
Figura 4.7. Preferencias Cobb-Douglas
La RMS es la siguiente:
1
2 1 1 21
1 2 1 2
� �
� �
�� �� �� � � ����
�� �� �� � � �
�
�� � � � � � � 2
1
A partir de aquí puede inferirse que las curvas de indiferencia poseen una curvatura regu-
lar, es decir, carecen de segmentos lineales. Esto es debido a que la RMS (la pendiente de las
curvas de indiferencia) varía continuamente al variar la ���������� en que son consumidos
ambos bienes. Son el ejemplo típico de preferencias regulares: monótonas y estrictamente
convexas.
RESUMEN TEMA 4: La utilidad 13/13
Además, cualquier rayo vector que parte del origen de coordenadas, cuya pendiente es
2 1� � , esto es, la proporción en que se consumen ambos bienes, corta respectivamente a las
sucesivas curvas de indiferencia en puntos tales que la RMS permanece inalterada.
En el próximo tema se caracterizará la elección del consumidor que se deriva de este tipo
de preferencias.
UN “MAL” EN UNA FUNCIÓN DE UTILIDAD COBB-
DOUGLAS
Consideremos otro ejemplo de función de utilidad del tipo Cobb-Douglas en la que uno de
los bienes es un “mal”:
1 2 1 2( , ) a bu x x x x��
donde a y b son parámetros positivos.
Estudiemos esta función de utilidad:
a) Es evidente que el nivel de utilidad del consumidor aumenta a medida que aumenta 1x .
Luego la primera mercancía es efectivamente un bien para el consumidor.
b) Es evidente que el nivel de utilidad del consumidor disminuye a medida que aumenta
2x . Luego la segunda mercancía es un “mal” para el consumidor.
Obtengamos la relación marginal de sustitución:
1
2 1 1 2 21
1 2 2 1 1
0a b
b a
dx u x ax x axRMS
dx u x bx x bx
� �
� �
� �� � � � � � �
� � �
Luego las curvas de indiferencia son líneas crecientes.
Estudiemos ahora su curvatura. Para ello veamos cómo varía la RMS, puesto que se trata
de la pendiente de las curvas de indiferencia, a medida que varía la cantidad consumida del
bien 1:
� �
21 22
2 1 22 2 2 2
1 1 1 1
dxx x
d x dx axRMS aa b
x dx b x b x
��
� � � ��
Por consiguiente, a la vista de esta expresión pueden presentarse tres casos:
TEMA 4 Un “mal” en una función de utilidad Cobb-Douglas 2/2
a) Cuando a b� , tenemos 2 22 1 0d x dx � . Entonces las curvas de indiferencia son curvas
convexas y tienen una curvatura regular, dado que la RMS, que es positiva, crece con-
tinuamente a medida que aumenta la cantidad consumida del bien 1.
b) Cuando a b� , tenemos 2 22 1 0d x dx � . Entonces las curvas de indiferencia son líneas
rectas, dado que la RMS permanece constante a medida que aumenta la cantidad con-
sumida del bien 1.
c) Cuando a b� , tenemos 2 22 1 0d x dx � . Entonces las curvas de indiferencia son curvas
cóncavas y tienen una curvatura regular, dado que la RMS, que es positiva, decrece
continuamente a medida que aumenta la cantidad consumida del bien 1.
Considerando las curvas de indiferencia correspondientes al caso a tendríamos el siguiente
gráfico representativo de la elección óptima del consumidor:
x2
curvas de
indiferencia
cesta
óptim
m/p1 x1
a
No obstante, al ser las curvas de indiferencia líneas crecientes en los tres casos contempla-
dos con anterioridad, la cesta óptima es siempre una cesta de esquina cualquiera que fuere el
valor de los parámetros a y b. De forma que el consumidor siempre gasta toda su renta en
adquirir el primer bien, y no consume nada de la segunda mercancía que es un “mal”:
* *1 1 2 0x m p x� �
UTILIDAD CARDINAL Y UTILIDAD ORDINAL
Vamos a comparar ambas concepciones de la función de utilidad del consumidor, señalan-
do sus respectivas características.
Utilidad cardinal
a) Exige establecer una escala, es decir, un origen y una unidad de medida del nivel de
satisfacción del consumidor al consumir las diferentes cestas de bienes.
b) Por tanto, cada cesta de bienes lleva asociado un nivel de utilidad, esto es, el corres-
pondiente nivel de satisfacción del consumidor al consumirla; y esto abarca todas las
cestas de bienes imaginables.
c) La diferencia de utilidad entre dos cestas de bienes refleja la diferencia en el nivel de
satisfacción del consumidor.
d) Elegido el origen y la unidad de medida, la función de utilidad que representa las pre-
ferencias del consumidor es única. No admite ninguna transformación monótona que
no sea un cambio de la escala en que se miden las preferencias del consumidor (el ori-
gen y la unidad de medida).
e) La utilidad marginal es decreciente para cada bien.
La utilidad cardinal se basa en un supuesto restrictivo (la posibilidad de medir el nivel de
satisfacción del consumidor), innecesario para estudiar el comportamiento de este último en
un ambiente de certidumbre.
Utilidad ordinal
Tiene las siguientes características:
a) Requiere la ordenación completa de todas las cestas de bienes imaginables basándose
en las preferencias del consumidor.
b) Conlleva la posibilidad de comparar dos cestas de bienes cualesquiera y de establecer
el orden de preferencia de ambas cestas por parte del consumidor.
TEMA 4 Utilidad cardinal y utilidad ordinal 2/2
c) Cualquier transformación monótona creciente de una función de utilidad ordinal es
otra función de utilidad ordinal que representa las mismas preferencias del consumi-
dor, dado que mantiene la misma ordenación de las cestas de bienes.
d) La utilidad marginal depende de la función de utilidad elegida como representación de
las preferencias del consumidor. La relación marginal de sustitución (RMS), en cam-
bio, permanece inalterada ante una transformación monótona creciente de la función
de utilidad.
e) La RMS entre dos bienes es decreciente a media que aumenta la cantidad consumida
de uno de ellos. En cambio, las utilidades marginales de ambos bienes no tienen por
qué ser decrecientes, salvo si se trata de una función de utilidad aditiva.
En este caso, la utilidad marginal correspondiente a cada bien depende exclusivamente de
la cantidad consumida de ese bien, y no de la cantidad consumida del otro bien.
Tomemos como ejemplo de una función de utilidad aditiva la siguiente función de utilidad
cuasilineal:
1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� �
De aquí fácilmente se obtiene:
1 21
1UM UM b
x� �
Evidentemente, la utilidad marginal correspondiente al primer bien es decreciente a medi-
da que aumenta el consumo de ese bien, y es independiente de la cantidad consumida del se-
gundo bien. La utilidad marginal correspondiente al segundo bien constante.
La relación marginal de sustitución:
1
2 1
1UMRMS
UM bx� �
es decreciente en valor absoluto a medida que aumenta la cantidad consumida del primer bien.
Tema 5
LA ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR
Resumen
Cualquier consumidor siempre elige la mejor cesta de bienes que está a su alcance dadas
sus preferencias, esto es, la que le resulta asequible dados los precios de los bienes a los que
se enfrenta y la renta de la que disfruta.
Considerando que las preferencias son regulares (monótonas y estrictamente convexas), la
elección del consumidor le situará siempre en algún punto de la recta presupuestaria y no en
el interior del conjunto presupuestario, dado que la monotonicidad de las preferencias exige
que este último gaste toda su renta, al excluir en estas últimas la existencia de algún punto de
saciedad o saturación.
Por otra parte, el consumidor típico elegirá, de entre las cestas de bienes situadas en la re-
cta presupuestaria, aquella que pertenezca a la curva de indiferencia de mayor nivel de utili-
dad; dado que su objetivo es precisamente maximizar este último con la elección que lleva a
cabo, que, por este motivo, recibe el nombre de elección óptima.
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 2/13
x2
Curvas de indiferencia
Elección óptima
x2
*
x1* x1
Figura 5.1. La elección óptima
En consecuencia, la cesta que constituye la elección óptima del consumidor se correspon-
derá con el punto de tangencia entre la recta presupuestaria y la curva de indiferencia a la que
pertenece tal cesta de bienes; en ese punto la recta presupuestaria y la curva de indiferencia
en cuestión deben tener ambas la misma pendiente. Esto es lo que se conoce normalmente
como la condición de tangencia entre la recta presupuestaria y la curva de indiferencia, que
debe cumplir la elección óptima del consumidor cuando las preferencias son regulares.
Es lo que se entiende normalmente por cesta óptima interior, elección óptima interior u
óptimo interior, que conlleva que el consumidor demanda una cantidad positiva de ambas
mercancías.
En ningún caso la recta presupuestaria puede cortar a la curva de indiferencia en el punto
que representa geométricamente la cesta de bienes que constituye la elección óptima del con-
sumidor. Dado que si lo hiciera, siempre sería posible incrementar el nivel de utilidad del
consumidor desplazándose a lo largo de la recta presupuestaria hasta alcanzar una curva de
indiferencia de mayor nivel de utilidad. Por lo que, de este modo, el consumidor de hecho no
estaría maximizando su nivel de utilidad, en contra de lo que realmente pretende, y, de ahí, la
elección realizada no sería óptima, en contra de lo que hemos supuesto.
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 3/13
Sin embargo, existen ciertos tipos de preferencias que conllevan una elección óptima por
parte del consumidor tal que no cumple la llamada condición de tangencia. Lo que siempre es
cierto es que la recta presupuestaria no puede cortar a la curva de indiferencia en el punto que
es la representación geométrica de la cesta de bienes que constituye la elección óptima del
consumidor.
Se trata de las llamadas cestas óptimas de esquina u óptimos de esquina, en los que, a dife-
rencia de los óptimos interiores, no se cumple la condición de tangencia. En los primeros la
recta presupuestaria simplemente toca a la curva de indiferencia de mayor nivel de utilidad en
el punto que constituye la elección óptima del consumidor, sin ser tangente a esta última, esto
es, sin tener ambas, la recta presupuestaria y la curva de indiferencia, la misma pendiente. Es
el caso de aquellas preferencias, a las que nos referiremos posteriormente, que conllevan la
elección de una cesta óptima por parte del consumidor constituida por una cantidad positiva
de una única mercancía, elección que, por tanto, está situada en algún punto de los ejes de
coordenadas.
x2
Curvas de indiferencia
Elección óptima
Recta
presupuestaria
x1* x1
Figura 5.2. El óptimo de esquina
Ahora bien, si consideramos solamente los óptimos interiores, en los que se consume una
cantidad positiva de ambas mercancías, la condición de tangencia resulta ser una condición
necesaria, siempre que las curvas de indiferencia no posean vértices o puntos angulares donde
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 4/13
la pendiente no está definida; dado que si la recta presupuestaria y la curva de indiferencia no
fueran tangentes en el punto que estemos considerando se cortarían en ese punto, dada la cur-
vatura regular de las curvas de indiferencia.
No obstante, la condición de tangencia no es una condición suficiente para la optimalidad
de la cesta de bienes elegida por el consumidor en un óptimo interior. Puesto que si las prefe-
rencias no son convexas, puede suceder que una cesta de bienes donde se cumple la condición
de tangencia no resulte la elección óptima del consumidor que maximiza su nivel de utilidad.
x2 Curvas de indiferencia
Cestas óptimas
Cesta no óptima
x1
Figura 5.3. Más de un punto de tangencia
Ahora bien, si las preferencias del consumidor son convexas, la condición de tangencia re-
sulta ser suficiente, además de necesaria, para determinar la elección óptima (interior) de
aquél.
No obstante, la cesta de mercancías elegida por el consumidor no tiene por qué ser única;
pueden resultar óptimas varias cestas de mercancías. En cambio, si las preferencias son estric-
tamente convexas, exigencia fundamental que deben satisfacer las preferencias regulares, en-
tonces las curvas de indiferencia carecen de segmentos lineales, esto es, poseen una curvatura
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 5/13
regular; y de ahí resulta que la elección óptima del consumidor, que satisface la condición de
tangencia, es además única. Véase al respecto la Figura 5.1.
Desde un punto de vista formal, la condición de tangencia entre la recta presupuestaria y la
curva de indiferencia a la que pertenece la cesta de bienes que constituye la elección óptima
(interior) del consumidor se expresa del siguiente modo:
2 1
1 2
dx pRMS
dx p� � �
Efectivamente, la RMS no es más que la pendiente de la curva de indiferencia y 1 2p p�
es la pendiente de la recta presupuestaria. Ambas deben ser iguales.
La interpretación económica de la condición de tangencia es la siguiente: puesto que la
RMS es el número de unidades de la segunda mercancía que el consumidor está dispuesto a
renunciar con objeto de aumentar en una unidad el consumo de la primera mercancía, mante-
niéndose dentro de la misma curva de indiferencia. Y, por otra parte, la pendiente de la recta
presupuestaria:
2 1 12 1
1 2 2
dx p pdx dx
dx p p� � � �
no es más que el coste de oportunidad de la primera mercancía en términos de la segunda,
esto es, el número de unidades de la segunda mercancía que el consumidor debe sacrificar
para adquirir en el mercado una unidad adicional de la primera mercancía a los precios vigen-
tes, al gastar toda su renta en la elección.
La condición de tangencia en el equilibrio del consumidor exige que el número de unida-
des de la segunda mercancía que el consumidor está dispuesto a renunciar para disfrutar de
una unidad adicional de la primera, manteniendo su nivel de bienestar, debe coincidir con el
número de unidades de la segunda mercancía que el consumidor debe sacrificar para adquirir
en el mercado una unidad adicional de la primera mercancía.
Si no fuera así, el consumidor siempre podría incrementar su nivel de utilidad reasignando
el gasto entre ambos bienes, con lo que su elección no sería óptima.
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 6/13
Efectivamente, la condición de tangencia a la que nos venimos refiriendo puede expresarse
del siguiente modo:
2 1
1 2
dx UM pRMS
dx UM p
1
2
� � � � �
Por lo que resultará:
1 1
2 2
UM p
UM p�
Pudiendo rescribirse de la siguiente forma:
1
1 2
UM UM 2
p p�
Esta expresión se conoce con el nombre de ley de la igualdad de las utilidades marginales
ponderadas. La cual debe cumplirse en el equilibrio del consumidor, esto es, cuando éste ha
elegido la cesta que considera óptima, dadas sus preferencias.
Su interpretación económica es la siguiente: la elección óptima del consumidor debe ser
tal que la última unidad monetaria gastada en cada uno de los bienes ha de proporcionarle la
misma utilidad.
Si esto no fuera así, el consumidor no estaría maximizando su utilidad con la elección lle-
vada a cabo. Por ejemplo, si la última unidad monetaria gastada en el primer bien le propor-
cionara una mayor utilidad que la gastada en el segundo bien, la cesta elegida por el consumi-
dor no sería óptima. A este último le interesaría reducir el consumo del bien 2 e incrementar
el consumo del bien 1. Mediante esta reasignación del gasto entre ambos bienes su nivel de
utilidad se vería incrementado.
La demanda del consumidor
Tomando como punto de partida las preferencias del consumidor, dados los precios de los
bienes y el nivel de renta este último elige la cesta de bienes que maximiza su utilidad, la ces-
ta óptima.
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 7/13
Ahora suponemos que varía la renta, o bien los precios de los bienes; en tal caso la cesta
óptima elegida por el consumidor normalmente será diferente.
Por este motivo, el comportamiento del consumidor puede plasmarse en una función ma-
temática que se denomina la función de demanda del consumidor, la cual nos indica la canti-
dad demandada por este último de cada uno de los bienes para cada nivel de renta y los res-
pectivos precios de ambos bienes:
� � � �1 1 1 2 2 2 1 2, , , ,x d p p m x d p p m� �
Lógicamente, la forma que adopta función de demanda del consumidor depende comple-
tamente de las características de las preferencias de este último.
Algunos ejemplos de funciones de demanda
Bienes sustitutivos perfectos
x2
Curvas de indiferencia
b
aRMS ��
Recta presupuestaria
Elección
x1*=m/p1
x1
Figura 5.4. La elección óptima con sustitutivos perfectos
óptima
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 8/13
Función de utilidad: � �1 2 1 2,u x x ax bx� �
Relación Marginal de Sustitución: a
RMSb
� �
En la elección óptima por parte del consumidor se dan tres casos:
� Cuando 1
2
p a
p b� , esto es, cuando la recta presupuestaria es menos inclinada, tiene me-
nor pendiente, que las curvas de indiferencia. Tendremos una cesta óptima de esquina;
de forma que el consumidor gastará toda la renta adquiriendo una determinada canti-
dad del bien 1, sin consumir nada del bien 2. La función de demanda será:
1 1 2 0x m p x� �
� Cuando 1
2
p a
p b� , esto es, cuando la recta presupuestaria es más inclinada, tiene mayor
pendiente, que las curvas de indiferencia. Tendremos otra cesta óptima de esquina; de
forma que el consumidor gastará toda la renta en el consumo del bien 2. La función de
demanda será:
1 20 2x x m p� �
� Cuando 1
2
p a
p b� , esto es, cuando la recta presupuestaria tiene la misma pendiente que
las curvas de indiferencia. En ese caso la cantidad demandada de cada uno de los bie-
nes se encuentra indeterminada, y puede ser cualquiera que satisfaga estrictamente la
restricción presupuestaria.
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 9/13
Bienes complementarios perfectos
x2
Curvas de indiferencia
Elección óptima
x2*
Recta
x1* x1
Figura 5.5. La elección óptima con complementarios perfectos
presupuestaria
Función de utilidad: 1 21 2( , ) min ,
x xu x x
� �
� �� �
La elección óptima siempre se sitúa en las esquinas o puntos angulares de las curvas de
indiferencia, cualquiera que fueren los precios de los bienes, siempre que sean positivos, esto
es, cualquiera que fuere la inclinación de la recta presupuestaria.
Como vimos en el capítulo anterior, tales puntos angulares se caracterizan porque ambos
bienes se consumen en una proporción fija: 1
2
x
x
� .
Por lo que teniendo en cuenta la restricción presupuestaria, la función de demanda corres-
pondiente a este tipo de preferencias será:
1 21 2 1 2
x m x mp p p p
� �� �
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 10/13
Bienes neutrales
x2
Curvas de indiferencia
Recta
presupuestaria
Elección óptima
x1*=m/p1 x1
Figura 5.6. La elección óptima cuando el segundo
bien es neutral
Función de utilidad: � �1 2 1,u x x ax�
Relación Marginal de Sustitución: 0
aRMS � � � ��
Puesto que las curvas de indiferencia son líneas rectas verticales, la recta presupuestaria
tocará a la curva de indiferencia de mayor nivel de utilidad en un punto del eje de abscisas. La
elección del consumidor será una cesta óptima de esquina, con lo que este último gastará toda
su renta en adquirir el primer bien y no consumirá nada de la segunda mercancía que es un
bien neutral:
1 1 2 0x m p x� �
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 11/13
Males
x2
Curvas de indiferencia
Recta
presupuestaria
Elección óptima
x1*=m/p1 x1
Figura 5.7. La elección óptima cuando la segunda
mercancía es un “mal”
Función de utilidad: � �1 2 1 2,u x x ax bx� �
Relación Marginal de Sustitución: 0a
RMSb
� �
Puesto que las curvas de indiferencia son líneas rectas de pendiente positiva, la recta pre-
supuestaria tocará a la curva de indiferencia de mayor nivel de utilidad en un punto del eje de
abscisas. La elección del consumidor será una cesta óptima de esquina, con lo que este último
gastará toda su renta en adquirir el primer bien y no consumirá nada de la segunda mercancía
que es un mal:
1 1 2 0x m p x� �
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 12/13
Preferencias cóncavas
x2
Curvas de indiferencia
Elección no óptima
Recta presupuestaria
Elección óptima
x1*=m/p1 x1
Figura 5.8. La elección óptima con preferencias
cóncavas
En este tipo de preferencias, la cesta que cumple la condición de tangencia no es óptima.
Dado que la recta presupuestaria toca a una curva de indiferencia de mayor nivel de utilidad
que resulta ser un óptimo de esquina. La condición de tangencia, pues, no es una condición
necesaria que deba cumplir la cesta óptima elegida por el consumidor dentro de este tipo de
preferencias.
El consumidor demanda una cantidad positiva de uno de los bienes en el que gasta toda su
renta, no consumiendo nada del otro bien.
Preferencias cuasilineales
Función de utilidad: � �1 2 1 2, lnu x x x bx� �
Relación Marginal de sustitución: 1
1RMS
bx� �
RESUMEN TEMA 5: La elección del consumidor 13/13
Condición de tangencia: 1
1 2
1 pRMS
bx p� � � �
Función de demanda: 21 2
1 2
1p mx x
p b p� �
b�
Preferencias Cobb-Douglas
Función de utilidad: � �1 2 1 2, c du x x x x�
Relación Marginal de Sustitución: 2
1
x cRMS
x d� �
Condición de tangencia: 2 1
1 2
x c pRMS
x d p� � � �
Función de demanda: 1 21 2
c m d mx x
c d p c d p� �
� �
CONVEXIDAD DE LAS PREFERENCIAS
La convexidad estricta de las preferencias tiene su justificación cuando dos bienes satisfa-
cen necesidades distintas, por ejemplo ir al cine y consumir helados.
Lo deseable es situarse en el término medio. Siempre es preferible consumir ambos bienes
en lugar de uno solo. Si bien las preferencias del individuo afectan a la proporción en que se
consumen ambos bienes. Por ejemplo, un individuo preferirá gastar el 90 por ciento de su
presupuesto en ir al cine y el 10 por ciento restante en comprarse helados. En cambio, otros
individuos preferirán la asignación del gasto contraria: 90 por ciento en comprar helados y 10
por ciento en ir al cine.
Pero la mayoría de los consumidores deseará consumir ambos bienes deseables, que satis-
facen necesidades distintas, y no sólo uno de ellos. De ahí que las cestas óptimas elegidas por
los consumidores sean normalmente interiores cuando las preferencias son estrictamente con-
vexas.
Como ejemplo de preferencias convexas pero no estrictamente convexas puede considera-
se las correspondientes a los bienes sustitutivos perfectos. Aquí ambos bienes satisfacen la
misma necesidad, por lo que es perfectamente posible que normalmente se consuma tan sólo
uno de ellos; esto es, que ambos bienes no se consuman en diferentes proporciones.
Al ser las preferencias de los bienes sustitutivos perfectos convexas, pero no estrictamente
convexas, resulta que:
a) Hay cestas óptimas de esquina. En este caso, la cesta óptima es única en cada caso.
b) Hay múltiples cestas óptimas interiores cuando 1
2
p a
p b� . Esto es, el consumidor elige
todas las cestas de la recta presupuestaria (caso de cesta óptima interior no única).
El modelo de comportamiento del consumidor, objeto de estudio del presente curso de mi-
croeconomía, requiere que las preferencias de aquél sean estrictamente convexas (preferencias
regulares), con objeto de garantizar que la cesta óptima sea única en todos los casos.
TEMA 5 Convexidad de las preferencias 2/2
De esta forma pueden obtenerse las correspondientes funciones de demanda, las cuales
asignan a cada valor que tomen los precios de los bienes y el nivel de renta la correspondiente
cesta de bienes óptima.
En el caso de que para un conjunto de precios y nivel de renta el consumidor demandara
varias cestas óptimas simultáneamente, entonces las funciones de demanda no serían funcio-
nes matemáticas sino correspondencias.
CONDICIONES DE KUHN-TUCKER Y CESTAS ÓPTIMAS DE
ESQUINA
La elección del consumidor puede materializarse en el siguiente problema a resolver:
1 21 2
,
1 1 2 2
Maximizar ( , )
sujeta a
x xu x x
p x p x m� �
Se toma la siguiente función auxiliar denominada lagrangiano:
� �1 2 1 2 1 2( , , ) ( , )L x x u x x px px m� �� � � �
Multiplicador de Lagrange:
1 11
0L
UM px
��
� � ��
2 22
0L
UM px
��
� � ��
1 1 2 2 0L
p x p x m�
�� � � �
�
Condiciones de Kuhn-Tucker:
1 11
0L
UM px
��
� � ��
2 22
0L
UM px
��
� � ��
1 1 2 2 0L
p x p x m�
�� � � �
�
Como puede observarse, las condiciones de Kuhn-Tucker son más generales que el méto-
do del multiplicador de Lagrange. Este último sólo admite óptimos interiores, en cambio las
condiciones de Kuhn-Tucker contemplan simultáneamente la posibilidad de los óptimos de
esquina, como vamos a ver seguidamente.
El multiplicador de Lagrange, tal como se demuestra en cursos avanzados, puede interpre-
tarse en términos económicos como la utilidad marginal de la renta:
1 2( , )u x x
m�
��
�
Esto es, la variación que tiene lugar en el nivel de utilidad del consumidor originada por
una variación del nivel de renta en una unidad lo suficientemente pequeña.
TEMA 5 Condiciones de Kuhn-Tucker 2/4
Esto nos lleva a la siguiente interpretación:
1 1 2 1
1 2 1
( , )
( , )
UM u x x x m
u x x m x�
� � �� �� � �
El cociente entre la utilidad marginal correspondiente al primer bien y la utilidad marginal
de la renta, puede interpretarse como el gasto que está dispuesto a llevar a cabo el consumi-
dor para adquirir en el mercado una unidad del primer bien. En otras palabras, el precio que
está dispuesto a pagar el consumidor por adquirir una unidad del primer bien.
Como puede observarse fácilmente, el equilibrio del consumidor exige el cumplimiento
para el primer bien, dentro de las condiciones más generales de Kuhn-Tucker, de lo siguiente:
11
UMp
��
Por tanto, si se da la desigualdad estricta, lo que está dispuesto a pagar el consumidor por
adquirir en el mercado una unidad del primer bien sería inferior al precio que realmente tiene
que pagar; en este caso la cantidad consumida del primer bien sería cero. Se trataría de una
cesta óptima de esquina.
En cambio, si se da la igualdad estricta, lo que está dispuesto a pagar el consumidor por
adquirir en el mercado una unidad del primer bien coincide con el precio que realmente tiene
que pagar por este motivo; en este caso el consumidor demandaría una cantidad positiva del
primer bien. Si ocurriera lo mismo para el segundo bien, estaríamos ante una cesta óptima
interior, tal cual se obtiene empleando el método menos general del multiplicador de Lagran-
ge, como puede observarse a primera vista en las anteriores expresiones matemáticas.
Es evidente que al cumplirse en un óptimo interior:
1 21 2
UM UMp p
� �� �
Dividiendo ambas igualdades miembro a miembro obtendríamos la conocida condición de
equilibrio del consumidor:
TEMA 5 Condiciones de Kuhn-Tucker 3/4
1 1
2 2
UM pRMS
UM p� �
Supongamos ahora que la cesta óptima elegida por el consumidor es tal que cumple:
1 21 2
UM UMp p
� ��
Es evidente que estamos ante un óptimo de esquina. El consumidor demandaría una canti-
dad positiva del primer bien y, en cambio, no consumiría nada del segundo.
Dividiendo ambas expresiones miembro a miembro obtendríamos:
1 1
2 2
UM pRMS
UM p�
En consecuencia, en un óptimo de esquina de estas características (consumo de una canti-
dad positiva del primer bien y nada del segundo), la pendiente de la curva de indiferencia en
el punto correspondiente a la cesta óptima es mayor en valor absoluto que la pendiente de la
recta presupuestaria. Lo contrario sucedería si se consumiera una cantidad positiva del segun-
do bien y nada del primero.
Lo que es evidente, como ya sabíamos, es que la curva de indiferencia y la recta presu-
puestaria no son tangentes en los óptimos de esquina, es decir, no tienen ambas líneas la mis-
ma pendiente en el punto correspondiente a la cesta de bienes óptima. Simplemente, ambas
líneas coinciden en ese punto.
Además, si en esta última expresión matemática hacemos 2 1p � , podemos interpretar la
RMS en valor absoluto como la disposición marginal a pagar. Por tanto, esta última expresión
nos indica que el consumidor está dispuesto a pagar una cantidad de dinero, detrayéndola
del gasto destinado al consumo de otros bienes distintos del primero, superior a la que real-
mente tiene que pagar por adquirir en el mercado una unidad adicional del primer bien (su
precio 1p ). Pero no puede llevar a cabo su propósito dado que está gastando toda su renta en
adquirir precisamente el primer bien. Por este motivo, la cesta elegida es óptima a pesar de no
cumplirse la condición de equilibrio de los óptimos interiores a la que estamos habituados (la
condición de tangencia).
TEMA 5 Condiciones de Kuhn-Tucker 4/4
Sabemos que en un óptimo interior se cumple:
1 1
2 2
UM pRMS
UM p� �
Luego, si el consumidor gasta toda su renta y elige una cesta interior tal que cumpliera,
por ejemplo, la condición:
1 1
2 2
UM pRMS
UM p�
Tal cesta de bienes no sería óptima.
Forzosamente tendría que disminuir en valor absoluto la RMS para que se diera la igual-
dad y, por tanto, poder alcanzarse el equilibrio por parte del consumidor que maximiza su
utilidad. Debido a que la RMS es decreciente en valor absoluto a medida que aumenta la can-
tidad consumida del primer bien, el consumidor estaría interesado en aumentar el consumo
del primer bien y en reducir la cantidad consumida del segundo bien con objeto de incremen-
tar su nivel de utilidad.
Esto es posible en un óptimo interior, en el que el consumidor está demandando una canti-
dad positiva de ambos bienes, pero no es posible en un óptimo de esquina como el precedente
en el que no consume nada del segundo bien; dado que al gastar toda su renta en la elección,
tendría que reducir el consumo del segundo bien para aumentar el correspondiente al primer
bien, y esto es imposible.
ELECCIÓN ÓPTIMA DEL CONSUMIDOR
Vamos a dar una explicación alternativa a la contenida en la Guía Didáctica de la respues-
ta correcta a la pregunta de test 5.11, cuyo enunciado es el siguiente:
Si el consumidor gasta toda su renta y elige una cesta de bienes tal que se cumple que
1 2 1UM UM p p� 2 , entonces:
a) Tal cesta constituirá la elección óptima (interior) del consumidor.
b) El consumidor estará interesado en aumentar la cantidad consumida del bien 1 y redu-
cir la del 2 para alcanzar el óptimo.
c) El consumidor estará interesado en disminuir la cantidad consumida del bien 1 y au-
mentar la del 2 para alcanzar el óptimo.
d) El consumidor estará interesado en aumentar la cantidad consumida de ambos bienes
para alcanzar el óptimo.
RESPUESTA: b.
Explicación: Si estamos ante un óptimo interior, esa cesta de bienes no puede constituir la
elección óptima del consumidor (respuesta a errónea), dado que se cumple:
1 1
2 2
UM pRMS
UM p� �
Esto es, la RMS en valor absoluto es mayor que la pendiente de la recta presupuestaria,
luego esta última y la curva de indiferencia no son tangentes en el punto correspondiente a la
citada cesta de bienes supuestamente óptima.
Como forzosamente en un óptimo interior debe cumplirse que la RMS en valor absoluto
debe ser igual al cociente de los precios de los bienes, entonces aquélla debe disminuir en
valor absoluto para que esto ocurra en las presentes circunstancias.
Como bien sabemos, la RMS es decreciente en valor absoluto a medida que aumenta la
cantidad consumida del primer bien.
TEMA 5 Elección óptima del consumidor 2/2
Como el consumidor está gastando toda su renta, éste debe incrementar la cantidad con-
sumida del primer bien y reducir la correspondiente al segundo para alcanzar la cesta óptima
(respuesta b correcta).
En ningún caso el consumidor puede incrementar simultáneamente la cantidad consumida
de ambos bienes, porque de hecho está gastando toda su renta y los precios de ambos bienes
son positivos (respuesta d errónea).
Si no consideráramos una elección óptima interior, la citada cesta de bienes podría consti-
tuir la elección óptima de esquina de algún individuo, en la que este último consume una can-
tidad positiva del primer bien y nada del segundo; dado que en los óptimos de esquina no se
precisa que la curva de indiferencia y la recta presupuestaria sean tangentes. Consúltese al
respecto el archivo Condiciones de Kuhn-Tucker donde se abordan los óptimos de esquina y
se contempla este mismo caso.
En este supuesto óptimo de esquina el consumidor también está interesado en aumentar la
cantidad consumida del primer bien y en reducir la del segundo. Pero no puede llevar a cabo
su propósito, a diferencia de lo que ocurre en el óptimo interior precedente, dado que de
hecho no consume nada del segundo bien.
PREFERENCIAS ESTRICTAMENTE CONVEXAS Y CESTAS
ÓPTIMAS DE ESQUINA
Consideremos la siguiente función de utilidad del tipo Cobb-Douglas:
� � � �1 2 1 2( , )a b
u x x x c x d� � �
lógicamente definida para valores � � � �1 2, 0,0x x � , donde todos los parámetros a, b, c y d son
positivos.
Para obtener la cesta óptima, utilicemos las siguientes variables auxiliares:
1 1y x c� � 2 2y x d� �
lógicamente definidas para valores � � � �1 2, ,y y c d� .
Con lo que la función de utilidad auxiliar Cobb-Douglas resultante sería:
1 2 1 2( , ) a bu y y y y�
No hay que insistir en que ambas funciones de utilidad generan un mapa de curvas de indi-
ferencia convexas, de curvatura regular, es decir, carentes de segmentos lineales. Las prefe-
rencias representadas por ambas funciones de utilidad son regulares, es decir, monótonas y
estrictamente convexas.
Veamos la expresión de la recta presupuestaria: 1 1 2 2p x p x m� � . O bien,
� � � �1 1 2 2p y c p y d m� � � � 1 1 2 2 1 2p y p y m p c p d� � � �
Con lo que las funciones de demanda resultantes para ambos bienes a partir de la última
función de utilidad serían:
1 21
1
m p c p day
a b p
� ��
� 1 2
22
m p c p dby
a b p
� ��
�
TEMA 5 Cestas óptimas de esquina 2/2
A partir de aquí, dado el nivel de renta y los precios de los bienes, bastaría elegir el valor
de los parámetros a, b, c y d para conseguir que 1y c� y, por consiguiente, 1 0x � . Y, a su vez,
que 2y d� y, por consiguiente, 2 0x � . Con ello tendríamos una cesta óptima de esquina.
También podríamos tomar como dados los valores de tales parámetros y ajustar el nivel de
renta y los precios de los bienes para conseguir el mismo resultado.
Por tanto, como resulta evidente, las preferencias estrictamente convexas también dan lu-
gar a cestas óptimas de esquina, no sólo a cestas óptimas interiores, a las que estamos nor-
malmente acostumbrados.
Si en la función de utilidad de partida, en la que aparecen los parámetros c y d con valores
positivos, eliminamos tales parámetros, obtenemos la función de utilidad Cobb-Douglas
estándar:
1 2 1 2( , ) a bu x x x x�
que con la recta presupuestaria
1 1 2 2p x p x m� �
daría lugar a las siguientes funciones de demanda conocidas por todos:
11
a mx
a b p�
� 2
2
b mx
a b p�
�
Es evidente que cuando el nivel de renta y los precios de ambos bienes son positivos, todas
las cestas óptimas son interiores, dado que se consume una cantidad positiva de ambos bienes.
Para obtener una cesta óptima de esquina debemos hacer que el nivel de renta y uno de los
precios sean cero, permaneciendo positivo el otro precio. En ese caso, el consumidor, carente
de renta, sólo demandará una cantidad positiva de la mercancía gratuita, de precio cero, no
pudiendo consumir nada de la mercancía con precio positivo.
Evidentemente se trata de un caso extremo de obtención de una cesta óptima de esquina.
Tema 6
ESTÁTICA COMPARATIVA DE LA DEMANDA
Resumen
Partamos de las funciones de demanda:
� � � �1 1 1 2 2 2 1 2, , , ,x d p p m x d p p m� �
Que nos indican las cantidades óptimas demandadas por el consumidor en función de los
precios de ambos bienes y de la renta de este último.
A lo largo del presente capítulo vamos a realizar algunos ejercicios de estática comparati-
va a partir de tales funciones de demanda. Esto es, consideraremos cómo viene afectada la
cantidad demandada de ambos bienes, esto es, la elección óptima del consumidor, cuando
varía la renta y los precios permanecen constantes; o bien, cuando varía algún precio y la ren-
ta y el otro precio permanecen constantes.
Variación de la cantidad demandada cuando varía la renta
Consideraremos que varía la renta y los precios de ambos bienes permanecen constantes.
Por este motivo, la recta presupuestaria se desplaza paralelamente.
En este contexto, los bienes pueden clasificarse en bienes normales e inferiores. Los pri-
meros son aquellos en los que la cantidad demandada aumenta al aumentar el nivel de renta:
1 0x
m
��
�
Los segundos son aquellos en los que la cantidad demandada disminuye al aumentar el ni-
vel de renta:
1 0x
m
��
�
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 2/14
A medida que la renta aumenta, la recta presupuestaria se desplaza paralelamente hacia la
derecha, con lo que tendremos las sucesivas cestas óptimas demandadas por el consumidor,
las cuales cumplen la llamada condición de tangencia vista en el tema anterior. El lugar geo-
métrico de tales cestas óptimas constituye lo que se denomina la curva de oferta-renta o sen-
da de expansión de la renta.
Si ambos bienes son normales la senda de expansión de la renta será una curva creciente.
Y si un bien es normal y el otro inferior la senda de expansión de la renta será una curva de-
creciente.
x2
Curvas de indiferencia
Rectas presupuestarias
Senda de expansión
de la renta
Elecciones óptimas
x1
Figura 6.1. Senda de expansión de la renta: ambos
bienes son normales
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 3/14
x2
Curvas de indiferencia
Senda de expansión de la renta
Elecciones óptimas
Rectas
presupuestarias
x1
Figura 6.2. Senda de expansión de la renta: el
primer bien inferior, el segundo normal
Además, partiendo de las funciones de demanda de ambos bienes, al considerar los precios
constantes y variar sólo la renta obtenemos unas funciones especiales denominadas curvas de
Engel, una para cada bien: � � � �1 1 2 2x g m x g m� � .
Si un bien es normal tendrá una curva de Engel creciente; si un bien es inferior tendrá una
curva de Engel decreciente.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 4/14
m
x2 x1
m
Figura 6.3 A. Curva de Engel Figura 6.3 B. Curva de Engel
Bien Normal Bien Inferior
Preferencias homotéticas
Son aquellas en las que la RMS, o bien es constante, o bien sólo depende de la proporción
en que son consumidos ambos bienes y no de la cantidad consumida de estos últimos.
Tres ejemplos de preferencias homotéticas:
a) En el caso de los sustitutivos perfectos la RMS en valor absoluto es a/b.
b) En el caso de los complementarios perfectos es cero, dado que los bienes se consumen
siempre en la misma proporción.
c) En el caso de las preferencias Cobb-Douglas:
2
1
x cRMS
x d� �
Centrándonos en el caso de las preferencias Cobb-Douglas como ejemplo típico de prefe-
rencias regulares, éstas tienen la propiedad de que la RMS permanece constante a medida que
nos movemos a lo largo de cualquier rayo vector que parte del origen de coordenadas, cuya
pendiente es precisamente 2 1x x . O, lo que es lo mismo, un rayo vector que parte del origen
de coordenadas corta a las sucesivas curvas de indiferencia en puntos tales que la RMS es
siempre la misma.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 5/14
Por este motivo, la senda de expansión de la renta correspondiente a unas preferencias Co-
bb-Douglas es siempre un rayo vector que parte del origen de coordenadas; dado que como
debe cumplirse la condición de tangencia en un óptimo interior, al permanecer los precios
constantes la RMS debe permanecer también constante a medida que varía la renta.
x2 Curvas de indiferencia
Elecciones óptimas
2
1
1
2
p
p
dx
cxRMS ����
Senda de expansión de la renta
Rectas presupuestarias
x1
Figura 6.4. Senda de expansión de la renta:
Preferencias Cobb-Douglas
Ejemplo de preferencias homotéticas
En general, las preferencias homotéticas dan lugar a una curva de oferta-renta o senda de ex-
pansión de la renta que es siempre un rayo vector que parte del origen de coordenadas:
� En el caso de los bienes sustitutivos perfectos, se trata del eje de abscisas o el de orde-
nadas, según se consuma el primer bien o el segundo, respectivamente.
� En el caso de los bienes complementarios perfectos es la recta que une los vértices de
las curvas de indiferencia, dado que ambos bienes se consumen siempre en la misma
proporción, independientemente del nivel de renta.
Las preferencias homotéticas tienen la propiedad de que dan lugar a curvas de Engel linea-
les que parten del origen de coordenadas, para aquellos bienes de los que se consume una can-
tidad positiva, que en el caso de las preferencias Cobb-Douglas y las de los bienes comple-
mentarios perfectos son ambos bienes.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 6/14
x1
m
Figura 6.5. Curva de Engel
Preferencias Cobb-Douglas
Ejemplo de preferencias homotéticas
Otra propiedad bien conocida de las preferencias homotéticas es que la proporción de la
renta gastada por el consumidor en la adquisición de cada uno de los bienes se mantiene cons-
tante aunque varíe el nivel de renta del que disfruta aquél.
Elasticidad-renta de la demanda
Es una medida de la intensidad con que varía la cantidad demandada de cada uno de los
bienes al variar la renta del consumidor, permaneciendo constantes los precios.
Por definición, la elasticidad-renta de la demanda es el cociente entre la variación porcen-
tual de la cantidad demandada del bien y la variación porcentual de la renta del consumidor
que da origen a aquélla.
1, 2
j
j j
jm
j
x
x x mj
m m x
m
�
�� � �� �
� Los bienes normales tienen una elasticidad-renta positiva. La curva de Engel es creciente.
� Los bienes inferiores tienen una elasticidad-renta negativa. La curva de Engel es decre-
ciente.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 7/14
� A su vez, los bienes normales se dividen en bienes necesarios (elasticidad-renta menor
que la unidad), bienes de elasticidad-renta unitaria y bienes de lujo (elasticidad-renta
mayor que la unidad).
Una propiedad fundamental de las preferencias homotéticas es que la elasticidad-renta es
unitaria para aquellos bienes de los que se consume una cantidad positiva, que en el caso de
las preferencias regulares son ambos bienes. Las curvas de Engel son líneas rectas que parten
del origen de coordenadas.
Consideremos que el consumidor gasta toda la renta y consume exactamente dos bienes.
Calculando la diferencial de la ecuación de la recta presupuestaria, considerando que los pre-
cios de los bienes no se alteran, obtendremos:
1 1 2 2dm p dx p dx�
Esta ecuación puede rescribirse del siguiente modo:
1 21 2 1
dx dxp p
dm dm � 1 1 1 2 2 2
1 2
1p x dx p x dxm m
m dm x m dm x �
Con lo que tendremos:
1 1 2 2 1m ms s �
donde 1, 2j j
j
p xs j
m� � es la proporción de la renta gastada por el consumidor en cada uno
de los bienes.
Es evidente que se cumple . Por tanto, la expresión anterior puede interpretarse
del siguiente modo: si el consumidor gasta toda su renta en adquirir un conjunto de bienes, la
media ponderada de las elasticidades-renta de la demanda de tales bienes debe ser igual a la
unidad (las ponderaciones son precisamente la proporción de la renta gastada en cada uno de
los bienes).
1 2 1s s �
Tal expresión puede rescribirse del siguiente modo:
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 8/14
� �12 1
2
1 1m m
s
s � �
De aquí fácilmente se infiere, que si un bien es inferior � �1 0m � , el otro no puede ser un
bien inferior, debe ser forzosamente un bien de lujo � �12m � .
Variación de la cantidad demandada de un bien cuando varía su precio
Consideraremos que varía el precio de un bien, por ejemplo el del bien 1, y la renta y el
precio del otro bien, el del bien 2, permanecen constantes. Por este motivo, la recta presupues-
taria cambia de inclinación.
En este contexto, los bienes pueden clasificarse en bienes ordinarios y bienes Giffen. Los
primeros son aquellos en los que la cantidad demandada del bien en cuestión disminuye al
aumentar su propio precio: 1
1
0x
p
��
�. Los segundos son aquellos en los que la cantidad deman-
dada aumenta al aumentar el precio del bien: 1
1
0x
p
��
�.
A medida que disminuye, por ejemplo, el precio del bien 1, la recta presupuestaria gira
hacia la derecha en torno a la ordenada en el origen, cambiando de inclinación, con lo que
tendremos las sucesivas cestas óptimas demandadas por el consumidor, las cuales cumplen la
llamada condición de tangencia vista en el tema anterior. El lugar geométrico de tales cestas
óptimas constituye lo que se denomina la curva de oferta-precio.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 9/14
x2
Curvas de indiferencia
Elecciones óptimas
Curva de oferta-precio
Rectas presupuestarias
Reducción de p1
x1
Figura 6.6. Curva de oferta-precio
Bien 1 ordinario
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 10/14
x2
Curvas de indiferencia
Curva de oferta-precio
Elecciones óptimas
Rectas
presupuestarias
Reducción de p1
Reducción de la cantidad x1 demandada del bien 1
Figura 6.7. Curva de oferta-precio
Bien 1 Giffen
Partiendo de la función de demanda del primer bien, al considerar que sólo varía el precio
de este bien, de forma que permanecen constantes tanto la renta del consumidor como el pre-
cio del otro bien, obtenemos una función especial denominada curva de demanda del bien 1:
� �1 1 1x D p� .
Si un bien es ordinario tendrá una curva de demanda decreciente, esto es, la pendiente de
esta última será negativa. Si un bien es Giffen tendrá una curva de demanda creciente, esto es,
la pendiente de esta última será positiva.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 11/14
p1 p1
x1 x1
Figura 6.8 A. Curva de demanda Figura 6.8 B. Curva de demanda
Bien 1 ordinario Bien 1 Giffen
Elasticidad-precio de la demanda
Es una medida de la intensidad con que varía la cantidad demandada de un bien al variar
su propio precio, permaneciendo constantes tanto el precio del otro bien como la renta del
consumidor.
Por definición, la elasticidad-precio de la demanda de un bien es el cociente entre la varia-
ción porcentual de la cantidad demandada de ese bien y la variación porcentual de su corres-
pondiente precio que da origen a aquélla.
1, 2
j
j j j
jjj j j
j
x
x x pj
p p x
p
�
�� � �� �
� La elasticidad-precio de un bien ordinario es negativa, dado que la curva de demanda es
decreciente.
� La curva de demanda de los bienes ordinarios se dice que es elástica cuando 1jj � , in-
elástica o rígida cuando 1jj � , y de elasticidad unitaria cuando 1jj �.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 12/14
� Cuando se trata de un bien Giffen, la elasticidad-precio es positiva, dado que la curva de
demanda es creciente.
Elasticidad-precio cruzada de la demanda
Es una medida de la intensidad con que varía la cantidad demandada de un bien al variar el
precio del otro bien, permaneciendo constantes tanto el precio del bien en cuestión como la
renta del consumidor.
Por definición, la elasticidad-precio cruzada de la demanda de un bien es el cociente entre
la variación porcentual de la cantidad demandada de ese bien y la variación porcentual del
precio del otro bien que da origen a aquélla.
, 1,
j
j j hjh
h h j
h
x
x x pj h j h
p p x
p
�
�� � � �� �
2
� Se dice que el bien 1 es sustitutivo bruto del bien 2: cuando la cantidad demandada del
bien 1 crece al aumentar el precio del bien 2, permaneciendo constantes el precio del bien
1 y la renta del consumidor. La elasticidad-precio cruzada es positiva 12 0 � , dado que
1
2
0x
p
��
�.
� Se dice que el bien 1 es complementario bruto del bien 2: Cuando la cantidad demandada
del bien 1 disminuye al aumentar el precio del bien 2, permaneciendo constantes el precio
del bien 1 y la renta del consumidor. La elasticidad-precio cruzada es negativa 12 0 � ,
dado que 1
2
0x
p
��
�.
� Se dice que el bien 1 es independiente bruto del bien 2: Cuando la cantidad demandada
del bien 1 no se altera al variar el precio del bien 2, permaneciendo constantes el precio
del bien 1 y la renta del consumidor. La elasticidad-precio cruzada es nula 12 0 � , dado
que 1
2
0x
p
��
�.
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 13/14
La curva inversa de demanda
Consideremos la curva de demanda del bien 1: � �1 1 1x D p� . Como bien sabemos, nos
permite determinar la cantidad demandada del citado bien a medida que varía el precio de este
último, permaneciendo constantes la renta del consumidor y el precio del otro bien.
A partir de la curva de demanda del bien 1 nosotros podemos obtener la denominada curva
inversa de demanda de este bien: � �1 1 1p p x� . La cual nos indica el precio de mercado del
bien 1 que está dispuesto a pagar el consumidor en función de la cantidad demandada de este
bien por parte de este último.
Consideremos también, como es lógico, que se trata de un bien ordinario. Esto es, que la
curva de demanda del bien 1 es decreciente. Lo mismo sucederá con la curva inversa de de-
manda, que tendrá pendiente negativa.
p1
Curva inversa de demanda
p1=p1(x1)
x1
Figura 6.9. La curva inversa de demanda
Bien 1 ordinario
La condición de tangencia que debe cumplirse en una elección óptima interior por parte
del consumidor, cuando las preferencias son regulares, puede escribirse del siguiente modo:
11 2
2
pRMS p p RMS
p� �
RESUMEN TEMA 6: Estática comparativa de la demanda 14/14
Luego si hacemos , la curva inversa de demanda del bien 1 nos indica el valor ab-
soluto de la Relación Marginal de Sustitución en función de la cantidad demandada de este
bien.
2 1p �
Pero cuando el precio del segundo bien es igual a la unidad, la cantidad demandada de este
último bien coincide con el gasto destinado por el consumidor a la adquisición del mismo. En
tal caso, la RMS puede interpretarse como la disposición marginal a pagar por parte del con-
sumidor en adquirir una unidad adicional del primer bien.
En consecuencia, la curva inversa de demanda del bien 1 nos indica la disposición margi-
nal a pagar por parte del consumidor (la cual coincide en el equilibrio con el precio de merca-
do del bien) en función de la cantidad demandada de este último. Esto es, lo que está dispues-
to a pagar el consumidor por incrementar en una unidad la cantidad consumida del bien 1,
coincide precisamente en el equilibrio con lo que el consumidor debe pagar por adquirir en el
mercado esa unidad adicional del bien en cuestión.
Por tanto, el hecho de que la curva inversa de demanda de un determinado bien sea nor-
malmente decreciente nos indica que cuanto mayor sea la cantidad demandada del bien 1 me-
nor será RMS , esto es, menor será la cantidad de dinero que está dispuesto a pagar el con-
sumidor por adquirirlo. La RMS , lo que el consumidor está dispuesto a pagar, normalmente
disminuye a medida que aumenta la cantidad consumida del bien 1.
El mismo razonamiento podría repetirse para el bien 2. De esta forma, los bienes Giffen
quedan excluidos como un caso excepcional, cuya justificación se verá en el tema 8.
Además, el que un bien sea ordinario resulta compatible con que sea un bien normal o in-
ferior. Las preferencias regulares, al ser monótonas, excluyen la existencia de puntos de sa-
ciedad o saturación, con lo que el consumidor siempre gastará toda su renta. Por este motivo,
ambos bienes no pueden ser simultáneamente inferiores, tal como hemos visto en el presente
tema. Se trata, pues, de una restricción que deben cumplir los bienes, impuesta por el compor-
tamiento del consumidor, en base a la regularidad de las preferencias de este último.
LA SENDA DE EXPANSIÓN DE LA RENTA
La curva de oferta-renta o senda de expansión de la renta cuando un bien es normal y el
otro inferior es siempre una línea decreciente, con independencia de que el bien normal lo
representemos en el eje de abscisas o en el eje de ordenadas.
Veamos los dos casos que pueden presentarse, dependiendo de la forma que adopten las
curvas de indiferencia.
x2
senda de expansió
de la renta
x1
n
En este gráfico, a medida que crece el nivel de renta, permaneciendo los precios de los
bienes inalterados, la recta presupuestaria se desplaza paralelamente hacia la derecha. Los
puntos de tangencia de las sucesivas rectas presupuestarias con las correspondientes curvas de
indiferencia definen la curva de oferta-renta o senda de expansión de la renta.
Como es evidente en el gráfico, tal senda de expansión de la renta es decreciente, lo que
implica que aumenta la cantidad consumida del primer bien y disminuye la del segundo a me-
dida que aumenta el nivel de renta del consumidor. Luego el primer bien es un bien normal y
el segundo un bien inferior.
El gráfico anterior representa el caso contemplado en la pregunta de test 6.6 de la Guía
Didáctica.
TEMA 6 La senda de expansión de la renta 2/2
x2
senda de expansió
de la renta
x1
n
En este último gráfico, la senda de expansión de la renta sigue siendo una línea decrecien-
te. Pero ahora el aumento del nivel de renta conlleva una disminución de la cantidad consu-
mida del primer bien (bien inferior) y un aumento la cantidad consumida del segundo bien
(bien normal).
Este caso está contemplado en el curso virtual y en la Figura 6.2 del libro de texto.
PREFERENCIAS CUASILINEALES
Consideremos la siguiente función de utilidad correspondiente a unas preferencias cuasili-
neales:
1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� �
La afirmación de que la demanda del primer bien es independiente del nivel de renta sólo
resulta válida dentro de ciertos límites.
Cuando el nivel de renta del consumidor es cero la cantidad demandada del primer bien no
puede ser positiva; y a medida que el nivel de renta crece desde cero, la cantidad demandada
del citado bien no puede ser constante. Debe haber un nivel de renta mínimo para que el con-
sumidor demande una cierta cantidad positiva del primer bien, y que esta última permanezca
constante a medida que crece el nivel de renta por encima de ese mínimo.
Entre cero y un determinado nivel de renta mínimo sólo se consume el primer bien. Por
encima de ese nivel de renta mínimo la demanda del primer bien no se altera, y toda la renta
adicional se destina a consumir el segundo bien.
Para ampliar conocimientos al respecto, consúltese el epígrafe 10.3 del libro de H.R. Va-
rian: Análisis Microeconómico. Editorial Bosch, 3ª edición.
Se trata de un libro de texto alternativo al de Julio Segura, el cual, con el mismo título, se
utiliza en las asignaturas de Microeconomía III y IV, de 4º y 5º curso respectivamente de la
Licenciatura en Economía.
Teniendo en cuenta estos comentarios, ahora puede entenderse la forma que adopta la cur-
va de Engel para el primer bien en el caso de unas preferencias cuasilineales, la cual aparece
representada en la Figura 6.8 B del libro de Varian, Microeconomía Intermedia (5ª-7ª edi-
ción).
TEMA 6 Preferencias cuasilineales 2/3
m
curva de Enge
x1
l
El primer tramo inclinado indica que el consumidor, partiendo de un nivel de renta cero,
destina los sucesivos incrementos de renta a adquirir el primer bien, cuyo precio no se altera,
no consumiendo nada del segundo ( 1 1m p x� ).
Pero una vez alcanzado un determinado nivel de renta mínimo, los sucesivos incrementos
de renta los destina a adquirir el segundo bien, cuyo precio no se altera, quedando en lo suce-
sivo estancada la cantidad demanda del primero. De ahí que el segundo tramo de la curva de
Engel para el primer bien sea vertical.
Por todo ello, la curva de oferta-renta o senda de expansión de la renta correspondiente a
unas preferencias cuasilineales adoptará la siguiente forma geométrica:
x2
senda de expansión
de la renta
x1
TEMA 6 Preferencias cuasilineales 3/3
Dados los precios de ambos bienes, partiendo de un nivel de renta cero, el consumidor
comienza consumiendo el primer bien, sin demandar ninguna cantidad del segundo. De ahí el
tramo horizontal de la senda de expansión de la renta coincidente con el eje de abscisas.
Pero una vez que se alcanza un nivel de renta mínimo, el consumidor destina los sucesivos
incrementos de su renta en adquirir el segundo bien, con lo que la cantidad demandada del
primer bien queda estancada. De ahí el tramo vertical de la senda de expansión de la renta.
BIEN NECESARIO, DE LUJO E INFERIOR
Una restricción bien conocida impuesta por el comportamiento de un consumidor que gas-
ta toda su renta, es que todos los bienes que consume no pueden ser inferiores simultáneamen-
te. En el caso de dos bienes, si uno de ellos es inferior, el otro forzosamente debe ser un bien
de lujo.
Veamos la proposición inversa: si un bien es de lujo, el otro no tiene por qué ser necesa-
riamente inferior, puede ser perfectamente un bien necesario.
Efectivamente, partamos de la ecuación de la recta presupuestaria:
1 1 2 2p x p x m� �
Supongamos que varía el nivel de renta, permaneciendo constantes los precios de los bie-
nes. Se cumple entonces:
1 1 2 2p dx p dx dm� �
Con lo que resulta:
1 1 1 2 2 2
1 2
1p x dx p x dxm m
m dm x m dm x� �
O, lo que es lo mismo:
1 1 2 2 1m ms s� �� �
Esto es, la media ponderada de las elasticidades-renta de la demanda, basándose en las
proporciones de gasto en cada uno de los bienes, es igual a la unidad.
Recordando que 1 2 1s s� � . Esta expresión puede escribirse del siguiente modo:
12 1
2
1 (1m m
s
s)� �� � �
TEMA 6 Bien necesario, de lujo e inferior 2/2
A partir de aquí fácilmente se infiere que: si el primer bien es un bien de lujo ( 1 1m� � ), el
segundo bien debe tener una elasticidad-renta inferior a la unidad. Pero no tiene por qué ser
necesariamente un bien inferior ( 2 0m� � ), puede ser perfectamente un bien necesario
( 20 m 1�� � ). Todo dependerá de las proporciones de gasto en cada uno de los bienes.
Efectivamente, si en la última ecuación 1s tiende a cero y, por tanto, 2s tiende a uno, la
elasticidad-renta de la demanda correspondiente al segundo bien resulta ser positiva y ligera-
mente inferior a la unidad. Por consiguiente, el segundo bien es un bien necesario.
En cambio, si en la última ecuación 1s tiende a uno y, por tanto, 2s tiende a cero, la elasti-
cidad-renta de la demanda correspondiente al segundo bien resulta ser negativa, y creciente en
valor absoluto a medida que 2s tiende a cero. Por consiguiente, el segundo bien es un bien
inferior.
CAPÍTULO 7
LA MINIMIZACIÓN DEL GASTO
Introducción
Este tema no aparece explícitamente tratado en el libro de texto. Tan sólo hay alguna referen-
cia a las curvas de demanda compensada en el Capítulo 8 (La ecuación de Slutsky), cuando el
autor aborda la explicación del efecto-sustitución de Hicks.
Nosotros, en cambio, hemos preferido tratar este tema de forma independiente, con objeto de
sacar a la luz conceptos tan importantes dentro del estudio del comportamiento del consumi-
dor, tales como la función de gasto y la función indirecta de utilidad, que ni si quiera se men-
cionan en el libro de texto.
Resumen
En la elección óptima por parte del consumidor, el problema denominado primal consiste en
maximizar la función de utilidad sujeta a la restricción presupuestaria:
1 21 2
,
1 1 2 2
Maximizar ( , )
sujeta a
x xu x x
p x p x m� �
Se toma la siguiente función auxiliar denominada lagrangiano:
� �1 2 1 2 1 2( , , ) ( , )L x x u x x px px m� �� � � �
Método del multiplicador de Lagrange:
1 11
0L
UM px
��
� � ��
2 22
0L
UM px
��
� � ��
1 1 2 2 0L
p x p x m��
� � � ��
A partir de las dos primeras ecuaciones anteriores obtenemos la condición de equilibrio del
consumidor para una cesta óptima interior:
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 2/14
1 21 2
UM UMp p
� �� �
De donde se infiere:
1 1
2 2
UM pRMS
UM p� �
Utilizando ahora la ecuación de la recta presupuestaria (la tercera de las ecuaciones anterio-
res), obtendríamos las funciones de demanda convencionales o marshallianas, donde la canti-
dad demandada de cada uno de los bienes depende de los precios de estos últimos y del nivel
de renta del consumidor:
1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , )x d p p m x d p p m� �
Ahora bien, la cesta óptima elegida por el consumidor se puede obtener resolviendo el proble-
ma dual del anterior, consistente en minimizar el gasto en que debe incurrir el consumidor,
dados los precios de los bienes, para alcanzar un determinado nivel de utilidad u:
1 21 1 2 2
,
1 2
Minimizar
sujeto a ( , )
x xp x p x
u x x u
�
�
Se toma el siguiente lagrangiano:
� 1 2 1 1 2 2 1 2( , , ) ( , )L x x p x p x u x x u � � � �
Método del multiplicador de Lagrange:
1 1
1
0L
p UMx
�
� � ��
2 2
2
0L
p UMx
�
� � ��
1 2( , ) 0
Lu x x u
�
� � ��
A partir de las dos primeras ecuaciones anteriores obtenemos la condición de equilibrio del
consumidor para una cesta óptima interior, que es la misma que la resultante anteriormente en
el primal:
1 1
2 2
UM pRMS
UM p� �
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 3/14
Este hecho puede interpretarse en el sentido de que la cesta óptima que maximiza el nivel de
utilidad del consumidor, sujeto a la restricción presupuestaria, es la misma que la cesta
óptima que minimiza el gasto que debe realizar el consumidor para alcanzar ese mismo nivel
de utilidad máximo, y ese gasto es precisamente el nivel de renta del que disfruta.
x2
Minimización
del gasto
u
Maximización
de la utilidad
x1
Cuando el consumidor maximiza su nivel de utilidad, entonces se desliza a lo largo de la recta
presupuestaria hasta alcanzar la curva de indiferencia que es tangente a la primera. De esta
forma logra el nivel máximo de utilidad accesible dada la renta de la que dispone y los precios
de los bienes.
Cuando el consumidor minimiza el gasto para alcanzar ese nivel de utilidad u, se desliza a lo
largo de la correspondiente curva de indiferencia hasta encontrar la recta presupuestaria que,
con la inclinación establecida por los precios de los bienes, resulta ser tangente a esa curva de
indiferencia. Por tanto, en ambos casos la cesta óptima es idéntica.
Funciones de demanda compensada o hicksianas
Si ahora introducimos la condición de equilibrio del consumidor en la función de utilidad (la
tercera de las ecuaciones que definen el equilibrio del consumidor en el problema dual), obten-
dremos las llamadas funciones de demanda compensada o hicksianas, donde la cantidad de-
mandada de cada bien depende de los precios de los bienes y del nivel de utilidad:
1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , )x h p p u x h p p u� �
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 4/14
Estas funciones de demanda no observables nos indican la cantidad que el consumidor deman-
da de cada uno de los bienes en función de los precios de estos últimos y del nivel de utilidad
que desea alcanzar, de forma que al demandar tales cantidades de ambos bienes el consumidor
incurre en el gasto mínimo necesario para alcanzar ese nivel de utilidad.
La curva de demanda compensada para el primer bien, por ejemplo, se obtiene a partir de la
correspondiente función de demanda compensada para este bien, haciendo constante el precio
del segundo bien y el nivel de utilidad. Depende sólo del precio del primer bien.
En consecuencia, a lo largo de la curva de demanda compensada de un bien, al mantenerse
constante el nivel de utilidad del consumidor y variar únicamente el precio del citado bien, se
puede obtener el efecto-sustitución de Hicks, del que hablaremos en el tema 8.
Pues al movernos a lo largo de la curva de demanda compensada de un bien es como si estu-
viéramos compensando al consumidor, a medida que varía el precio del bien, con una variación
de su nivel de renta, con objeto de que mantenga constante su nivel de utilidad. De ahí que las
funciones de demanda compensada se denominen también funciones de demanda hicksianas,
para distinguirlas de la funciones de demanda convencionales, ordinarias o marshallianas.
Ejemplo: función de utilidad Cobb-Douglas
Tomemos como ejemplo la siguiente función de utilidad Cobb-Douglas:
1 2 1 2( , ) a bu x x x x�
donde 1a b� � , una vez realizada la correspondiente transformación monótona de la función
de utilidad en caso de que fuera necesario.
Problema dual, minimización del gasto:
1 21 1 2 2
,
1 2
Minimizar
sujeto a
x x
a b
p x p x
x x u
�
�
Se toma el siguiente lagrangiano:
� �1 2 1 1 2 2 1 2( , , ) a bL x x p x p x x x u � � � �
Método del multiplicador de Lagrange:
11 2 1
1
0b aLp x ax
x ��
� � ��
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 5/14
12 1 2
2
0a bLp x bx
x ��
� � ��
1 2 0a bL
x x u�
� � ��
Dividiendo las dos primeras ecuaciones, obtenemos la condición de equilibrio del consumidor
para una cesta óptima interior:
1 2 1
2 1 2
UM ax pRMS
UM bx p� � � 1
2 12
pbx x
a p�
Si en lugar de sustituir en la ecuación de la recta presupuestaria, sustituimos en la restricción
asociada a la función de utilidad (la tercera de las ecuaciones anteriores):
1
2
a
b
ux
x�
Obtendremos:
21
11
2
bb
a b
b
pu ax u
b ppb
a p
� � �� �� � � �� �� � � �
�� �
Dado que 1a b� � , la función de demanda compensada para el primer bien adopta la siguiente
forma:
1 1 2
b
b bax p p u
b
�� �� �� �
Como puede apreciarse, la cantidad demandada del primer bien depende inversamente de su
propio precio (curva de demanda compensada decreciente) y directamente del nivel de utilidad.
Siguiendo un procedimiento semejante obtendremos la función de demanda compensada para
el segundo bien:
2 1 2
a
a abx p p u
a
�� �� �� �
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 6/14
La función de gasto
A partir de las funciones de demanda compensada de cada uno de los bienes es fácil obtener la
función que nos indica el gasto mínimo E en que debe incurrir un consumidor para alcanzar un
determinado nivel de utilidad u:
1 2 1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , ) ( , , )E p p u p h p p u p h p p u� �
Dado que el gasto mínimo para alcanzar un determinado nivel de utilidad no es más que el
valor de la cesta de mercancías que el consumidor demanda cuando minimiza el gasto en que
debe incurrir al tratar de alcanzar ese nivel de utilidad. Y la cantidad demandada de cada uno
de los bienes bajo esta condición queda determinada a partir de las correspondientes funciones
de demanda compensada.
La función de gasto, al igual que las funciones de demanda compensada, depende obviamente
de los precios de ambos bienes y del nivel de utilidad.
En el caso particular de la función de utilidad Cobb-Douglas que estamos manejando, tal fun-
ción de gasto adopta la siguiente forma:
1 1 2 2 1 2
b a
b b a aa bE p p p u p p p u
b a
� �� � � �� � � �� � � �
Después de sacar factor común y de realizar algunas simplificaciones obtendremos la forma
definitiva de la función de gasto:
1 2a b a bE a b p p u� ��
Como puede apreciarse, tal función depende directamente de los precios de los bienes y del
nivel de utilidad, como venimos diciendo.
La función indirecta de utilidad
Si en la función de utilidad 1 2( , )u u x x� sustituimos las cantidades consumidas de cada uno de
los bienes por la respectivas funciones de demanda convencionales u ordinarias:
1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , )x d p p m x d p p m� �
obtendremos la función indirecta de utilidad:
� 1 2 1 1 2 2 1 2( , , ) ( , , ), ( , , )u p p m u d p p m d p p m�
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 7/14
Dentro de esta función, el nivel de utilidad no depende directamente de las cantidades consu-
midas de ambos bienes, como sucedía en la función de utilidad de partida, sino de los precios
de ambos bienes y del nivel renta.
En el caso de la función de utilidad Cobb-Douglas que estamos manejando, las funciones de
demanda convencionales serían:
1 2
1 2
m mx a x b
p p� �
Sustituyendo en la correspondiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) a bu x x x x� , resulta la siguiente
función indirecta de utilidad:
1 2a b a bu a b p p m� ��
Se denomina función indirecta de utilidad porque nos indica el nivel de utilidad del consumi-
dor en función, no de las cantidades consumidas de ambos bienes (función directa de utili-
dad), sino en función de los precios de los bienes y del nivel de renta.
Como puede apreciarse, el nivel de utilidad depende inversamente de los precios de los bienes
y directamente del nivel de renta.
Puesto que dados los precios de los bienes el nivel de renta m nos permite alcanzar el nivel de
utilidad u según la anterior función indirecta de utilidad. Entonces, de acuerdo con la interpre-
tación del problema dual de minimización del gasto del consumidor, tal nivel de renta m no es
más que el gasto mínimo necesario en que debe incurrir el consumidor para alcanzar precisa-
mente el nivel de utilidad u, dados los precios de los bienes. Es decir, se cumpliría dentro de la
función indirecta de utilidad: m E� .
En consecuencia, la función de gasto resulta ser la función inversa desde un punto de vista
puramente matemático de la función indirecta de utilidad:
1 2a b a bE a b p p u� ��
Compárese con la función de gasto obtenida con anterioridad, donde tal función se dedujo a
partir de las funciones de demanda compensada.
Otro ejemplo: preferencias cuasilineales
Consideremos la siguiente función de utilidad cuasilineal estándar:
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 8/14
1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� �
Las funciones de demanda ordinarias o convencionales, obtenidas al resolver el problema de la
maximización del nivel de utilidad, son de sobra conocidas cuando se consume una cantidad
positiva de ambos bienes:
21
1
px
bp� 2
2
1mx
p b� �
Introduciendo ambas expresiones en la función de utilidad de partida obtendremos la expresión
matemática de la función indirecta de utilidad:
21 2
1 2
( , , ) ln 1p bm
u p p mbp p
� � �
La función de gasto, resultante de invertir esta última función, donde m E� , resultará ser:
2 21 2
1
( , , ) ln 1p p
E p p u ub bp
� �� � � �
� �
Lógicamente, esta última función de gasto puede obtenerse también a partir de las correspon-
dientes funciones de demanda compensada de cada uno de los bienes. Estas últimas se obtendr-
ían obviamente al resolver el problema de la minimización del gasto, tal como sigue:
1 2
1 1 2 2x ,
1 2
Minimizar
sujeto a ln
x
p x p x
x bx u
�
� �
Se toma el siguiente lagrangiano como función auxiliar:
� �1 2 1 1 2 2 1 2( , , ) lnL x x p x p x x bx u� � � � � �
Método del multiplicador de Lagrange para una cesta óptima interior:
� �
11 1
22
1 2
10
0
ln 0
Lp
x x
Lp b
x
Lu x bx
�
�� � �
�
�� � �
�
�� � � �
�
A partir de las dos primeras ecuaciones obtendremos la función de demanda compensada
correspondiente al primer bien:
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 9/14
21
1
px
bp�
Que coincide con la función de demanda ordinaria o convencional para este bien.
Introduciendo ahora esta expresión en la función de utilidad original (la tercera de las ecuacio-
nes resultantes del problema de minimización del gasto), obtendremos la función de demanda
compensada correspondiente al segundo bien:
22
1
lnp
u bxp b
� � 2
21
1ln
pux
b b p b� �
Lógicamente, la función de gasto también puede obtenerse a partir de ambas funciones de
demanda compensada del siguiente modo:
2 2 2 21 2 1 2
1 1 1
1( , , ) ln ln 1
p p p puE p p u p p u
bp b b bp b bp
� � � �� � � � � � � �
� � � �
Resumiendo: Como puede verse en el cuadro de la página siguiente, para obtener
la función de gasto podemos emplear dos caminos.
El más sencillo es obtener primero la función indirecta de utilidad, y luego invertir
esta función ( m E� ). Puesto que para obtener esta última no tenemos más que
obtener previamente las funciones convencionales de demanda, algo a lo que
estamos acostumbrados.
Esto nos evita el obtener las funciones de demanda compensada, que es el segun-
do camino y más enrevesado para obtener la función de gasto.
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 10/14
PRIMAL Maximización de la
utilidad
1 21 2
,
1 1 2 2
Maximizar ( , )
sujeta a
x xu x x
p x p x m� �
DUAL Minimización del gasto
1 21 1 2 2
,
1 2
Minimizar
sujeto a ( , )
x xp x p x
u x x u
�
�
CONDICIÓN DE EQUILIBRIO DEL CONSUMIDOR
1 1
2 2
UM pRMS
UM p� �
FUNCIONES CONVENCIONALES DE DEMANDA
1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , )x d p p m x d p p m� �
Sustituyendo la condición de equilibrio
del consumidor en la ecuación de la
recta presupuestaria.
FUNCIONES DE DEMANDA COMPENSADA
1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , )x h p p u x h p p u� �
Sustituyendo la condición de equili-
brio del consumidor en la función de
utilidad.
FUNCIÓN INDIRECTA DE UTILIDAD
� 1 2 1 1 2 2 1 2( , , ) ( , , ), ( , , )u p p m u d p p m d p p m�
Introduciendo las funciones convenciona-
les de demanda en la función de utilidad.
FUNCIÓN DE GASTO
1 2 1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , ) ( , , )E p p u p h p p u p h p p u� �
Utilizando las funciones de demanda
compensada tal como se indica.
m E�
La función de gasto es la inversa de la función indirecta de utilidad.
DUALIDAD
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 11/14
PREGUNTAS DE TEST
7.1. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) a bu x x x x� , tal que 1a b� � , la función de
demanda compensada correspondiente al primer bien es:
a) 1 1 2
a
a bax p p u
b
�� �� �� �
.
b) 1 1 2
b
b bax p p u
b
�� �� �� �
� �.
c) 1 1 2
b
b bax p p u
b
�� �� �� �
.
d) 1 1 2
a
a abx p p u
a
�� �� �� �
.
RESPUESTA: c.
7.2. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) a bu x x x x� , tal que 1a b� � , la función de
demanda compensada correspondiente al segundo bien es:
a) 2 1 2
b
b abx p p u
a
�� �� �� �
.
b) 2 1 2
a
a abx p p u
a
�� �� �� �
.
c) 2 1 2
a
a abx p p u
a
��� �� �
� �.
d) 2 1 2
b
b bax p p u
b
�� �� �� �
.
RESPUESTA: b.
7.3. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) a bu x x x x� , tal que 1a b� � , la función de gasto
1 2( , , )E p p u es:
a) 1 2a b a bE a b p p u� �� .
b) 1 2a b a bE a b p p u� � � �� .
c) 1 2a b a bE a b p p u� .
d) 1 2a b a bE a b p p u� �� .
RESPUESTA: d.
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 12/14
7.4. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) a bu x x x x� , tal que 1a b� � , la función indirecta
de utilidad 1 2( , , )u p p m es:
a) 1 2a b a bu a b p p m� �� .
b) 1 2a b a bu a b p p m� � � �� .
c) 1 2a b a bu a b p p m� .
d) 1 2a b a bu a b p p m� �� .
RESPUESTA: a.
7.5. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) a bu x x x x� , tal que 1a b� � , donde la función de
gasto es 1 2a b a bE a b p p u� �� . Obtener la función indirecta de utilidad:
a) 1 2a b a bu a b p p m� �� .
b) 1 2a b a bu a b p p m� � � �� .
c) 1 2a b a bu a b p p m� .
d) 1 2a b a bu a b p p m� �� .
RESPUESTA: a.
7.6. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) a bu x x x x� , tal que 1a b� � , donde la función
indirecta de utilidad es 1 2a b a bu a b p p m� �� . Obtener la función de gasto:
a) 1 2a b a bE a b p p u� �� .
b) 1 2a b a bE a b p p u� � � �� .
c) 1 2a b a bE a b p p u� .
d) 1 2a b a bE a b p p u� �� .
RESPUESTA: d.
7.7. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� � , la función de demanda
compensada correspondiente al primer bien, cuando se demanda una cantidad positiva
de ambos bienes, es:
a) 21
1
1ln
pux
b b p b� � .
b) 21
1
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p b� .
CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 13/14
c) 11
2
px
p b� .
d) 21
1
upx
p b� .
RESPUESTA: b.
7.8. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� � , la función de demanda
compensada correspondiente al segundo bien, cuando se demanda una cantidad positiva
de ambos bienes, es:
a) 22
1
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p b� .
b) 2 1 2
a
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a
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c) 22
1
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b b p b� � .
d) 22
1
lnpu
xb p b
� � .
RESPUESTA: c.
7.9. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� � , la función de gasto 1 2( , , )E p p u ,
cuando se demanda una cantidad positiva de ambos bienes, es:
a) 2 2
1
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1
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d) 2 2
1
ln 1p p
E ub p b
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RESPUESTA: d.
7.10. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� � , la función indirecta de utilidad
1 2( , , )u p p m , cuando se demanda una cantidad positiva de ambos bienes, es:
a) 2
1 2
ln 1p bm
ubp p
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CAPÍTULO 7 La minimización del gasto 14/14
b) 2
1 2
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ubp p
� � .
c) 2
1 2
ln 1p m
up p
� � � .
d) 1 2a b a bu a b p p m� �� .
RESPUESTA: a.
7.11. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� � , donde la función de gasto es
2 21 2
1
( , , ) ln 1p p
E p p u ub bp
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� �. Obtener la función indirecta de utilidad:
a) 2
1 2
ln 1p bm
ubp p
� � � .
b) 2
1 2
lnp bm
ubp p
� � .
c) 2
1 2
ln 1p m
up p
� � � .
d) 1 2a b a bu a b p p m� �� .
RESPUESTA: a.
7.12. Dada la siguiente función de utilidad 1 2 1 2( , ) lnu x x x bx� � , donde la función indirecta de
utilidad es 21 2
1 2
( , , ) ln 1p bm
u p p mbp p
� � � . Obtener la función de gasto:
a) 2 2
1
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E ub bp
� �� � �
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b) 2 2
1
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E ub p b
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c) 1 2a b a bE a b p p u� .
d) 2 2
1
ln 1p p
E ub p b
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RESPUESTA: d.
FUNCIÓN INDIRECTA DE UTILIDAD Y FUNCIÓN DE GASTO
CON PREFERENCIAS DE BIENES COMPLEMENTARIOS
PERFECTOS
Partamos de la siguiente función de utilidad estándar:
1 21 2( , ) min ,
x xu x x
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Las funciones de demanda ordinarias o convencionales de ambos bienes son:
1 21 2 1 2
x m x mp p p p
� �� � �
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Por tanto, sustituyendo en la función de utilidad, la función indirecta de utilidad resultará ser:
1 2
mu
p p� ��
Y la función de gasto, será la inversa de esta última función:
� �1 2E p p u� ��
Por otra parte, resulta obvio que dada la función de utilidad de partida, las funciones de de-
manda compensada de cada uno de los bienes serían las siguientes:
1
1
xu x u�
�� �
2
2
xu x u�
�� �
A partir de ambas funciones puede deducirse, como bien sabemos, la función de gasto obteni-
da con anterioridad.
FUNCIÓN INDIRECTA DE UTILIDAD Y FUNCIÓN DE GASTO
CON PREFERENCIAS DE BIENES SUSTITUTIVOS
PERFECTOS
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TEMA 7 Función indirecta de utilidad con bienes sustitutivos perfectos 2/2
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Tema 8
LA ECUACIÓN DE SLUTSKY
Resumen
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Figura 8.1. El efecto-sustitución de Slutsky y el
efecto-renta
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RESUMEN TEMA 8: La ecuación de Slutsky 3/13
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La ecuación de Slutsky
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RESUMEN TEMA 8: La ecuación de Slutsky 4/13
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RESUMEN TEMA 8: La ecuación de Slutsky 5/13
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RESUMEN TEMA 8: La ecuación de Slutsky 6/13
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Curvas de indiferencia m/p2
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sustitución renta
Figura 8.2. El efecto-sustitución de Hicks y el
efecto-renta
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RESUMEN TEMA 8: La ecuación de Slutsky 10/13
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La curva de demanda compensada
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RESUMEN TEMA 8: La ecuación de Slutsky 11/13
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RESUMEN TEMA 8: La ecuación de Slutsky 13/13
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�
�
EL EFECTO-RENTA EN LA ECUACIÓN DE SLUTSKY
Tomemos la ecuación de Slutsky:
s
x x xx
p p m
� �� � �� �� �
� � ��
He eliminado el subíndice que hace referencia al bien 1 para simplificar la notación.
Definamos el efecto-renta del siguiente modo:
xER x
m
�� �
�
Nosotros podemos rescribir la ecuación de Slutsky como sigue:
s
x xdx dp xdp
p m
� �� �� �� �
� ��
La cual puede interpretarse como que la variación de la cantidad demandada del bien (dx)
debida a una variación en su precio, permaneciendo constantes la renta y el precio de los res-
tantes bienes, es igual a la variación de la cantidad demandada del bien debida al efecto-
sustitución (primer término del segundo miembro) más la variación de la cantidad demandada
del bien debida al efecto-renta:
xxdp
m
��
�
A su vez, esta variación de la cantidad demandada del bien debida al efecto-renta puede
interpretarse como el resultado de multiplicar los dos componentes siguientes:
a) La variación del nivel de renta real del consumidor ( xdp� ) como consecuencia de la
variación del precio del bien. Esta variación del nivel de renta real del consumidor
obviamente tiene signo opuesto a la variación del precio del bien. Si el precio del bien
se reduce, la renta real del consumidor aumenta... Y, por tanto, es igual en valor abso-
luto pero de signo opuesto a la variación compensada de la renta ( xdp ) utilizada para
TEMA 8 El efecto-renta en la ecuación de Slutsky 2/2
definir el efecto-sustitución, que se requiere para mantener constante la capacidad ad-
quisitiva del consumidor ante una variación del precio del bien.
b) La variación de la cantidad demandada del bien en relación con la variación del nivel
de renta ( x m� � ): la derivada parcial de la función de demanda del bien respecto de la
variable renta. Esta derivada es positiva si se trata de un bien normal.
En consecuencia, la variación de la cantidad demandada del bien debida al efecto-renta
resulta de multiplicar la variación del nivel de renta real de consumidor, como consecuencia
de la variación del precio de bien, por la derivada parcial de la función de demanda del bien
respecto de la variable renta. De forma que la variación de la cantidad demandada del bien
debida al efecto-sustitución tiene lugar cuando el nivel de renta real, esto es, la capacidad
adquisitiva del consumidor, permanece constante por medio de la variación compensada de
la renta; que es igual en valor absoluto pero de signo contrario a la variación del nivel de
renta real del consumidor.
Como puede apreciarse, la argumentación es más lógica definiendo el efecto-total en la
ecuación de Slutsky como la suma del efecto-sustitución más el efecto-renta. De forma que
este último adoptaría la siguiente expresión:
xER x
m
�� �
�
donde el efecto-renta resulta ser negativo para los bienes normales.
En lugar de definir en la ecuación de Slutsky el efecto-total como el efecto-sustitución
menos el efecto-renta, de modo que este último adoptaría la siguiente expresión:
xx
m
�
�
donde el efecto-renta resulta ser positivo para los bienes normales.
NEGATIVIDAD DEL EFECTO-SUSTITUCIÓN DE HICKS
El efecto-sustitución de Hicks es negativo. Ello quiere decir que una disminución del pre-
cio del primer bien (manteniendo constante el precio del segundo bien) da lugar a un aumento
de la cantidad demandada de aquél, permaneciendo dentro de la misma curva de indiferencia,
es decir, compensando al consumidor con una disminución de su nivel de renta para que se
mantenga inalterado su nivel de bienestar.
Puesto que cualquier cesta óptima (interior) debe cumplir la siguiente condición:
1 1
2 2
UM pRMS
UM p� �
Una disminución de 1p , permaneciendo constante 2p , conlleva que la RMS en valor abso-
luto debe disminuir en cualquier caso para alcanzarse el nuevo punto de equilibrio. Y esto con
independencia de que nos mantengamos dentro de la misma curva de indiferencia, como es el
caso del efecto-sustitución de Hicks, o pasemos a otra curva de indiferencia, como en el caso
de que se mantuviera inalterado el nivel de renta del consumidor.
Dada la convexidad de las preferencias, la RMS sólo puede disminuir en valor absoluto a
lo largo de una curva de indiferencia si aumenta la cantidad consumida del primer bien y se
reduce la del segundo. Por este motivo, el efecto sustitución de Hicks es negativo, y las curvas
de demanda compensada son decrecientes.
TEMA 8 Negatividad del efecto-sustitución de Hicks 2/2
x2 curva de indiferencia
m/p2
pendiente
p1/p2 A
m’/p2
pendiente
p1’/p2
B
x1
En este gráfico se observa que el precio del primer bien ha disminuido, y, por este motivo,
la nueva recta presupuestaria se ha hecho más horizontal. El resultado es un deslizamiento del
punto de equilibrio hacia la derecha, a lo largo de la curva de indiferencia. Lo que implica
necesariamente un aumento de la cantidad consumida del primer bien debido al efecto-
sustitución de Hicks. Naturalmente el nivel de renta del consumidor se ha reducido con objeto
de compensar la disminución del precio del primer bien y, de este modo, permanecer dentro
de la misma curva de indiferencia.
Se trata de una demostración alternativa de la negatividad del efecto-sustitución de Hicks a
la contenida en el libro de texto, basada en el axioma débil de la preferencia revelada. Esta
última es más general, dado que no requiere ningún supuesto acerca de la convexidad de las
preferencias del consumidor.
De hecho, puede observarse en el gráfico anterior que las elecciones inicial (A) y final (B)
del consumidor cumplen el axioma débil de la preferencia revelada: cuando el consumidor
elige la cesta A, en la situación inicial, cuando los precios son precisamente p1, p2 y el nivel
de renta m, la cesta B no resulta asequible (es más cara); y cuando el consumidor elige la cesta
B, en la situación final, cuando los precios son 1p� , p2 y el nivel de renta m’, la cesta A no re-
sulta asequible (es más cara). Y esto precisamente es suficiente para demostrar, como se hace
en el libro de texto, que el efecto-sustitución de Hicks es negativo.
PREFERENCIAS REGULARES Y BIENES GIFFEN
En el epígrafe 6.4 del libro de Varian (página 107) se afirma que “…es posible encontrar pre-
ferencias regulares en las que la reducción del precio del bien 1 provoque una reducción de
su demanda”. Y, además, da un ejemplo gráfico: la Figura 6.10.
Esto es cierto. Las preferencias regulares (monótonas y estrictamente convexas) no dan
lugar necesariamente a bienes ordinarios, es decir, a curvas de demanda decrecientes. Pueden
dar lugar, si bien de forma excepcional, a bienes Giffen, es decir, a curvas de demanda cre-
cientes.
¿Por qué las preferencias regulares pueden dar lugar, aunque sea de forma excepcional, a
bienes Giffen?
Las preferencias regulares son, por definición, monótonas y convexas (normalmente es-
trictamente convexas). Es precisamente la convexidad de las curvas de indiferencia lo que
origina que la RMS sea decreciente en valor absoluto (preferencias estrictamente convexas), o
al menos no-creciente en valor absoluto (preferencias convexas), a medida que aumenta la
cantidad consumida del bien 1, siempre que nos mantengamos dentro de la misma curva de
indiferencia.
Obviamente, el equilibrio del consumidor con este tipo de preferencias, haciendo 2 1p � ,
conlleva que la RMS en valor absoluto es igual al precio del primer bien para cestas óptimas
interiores:
1RMS p�
Luego a lo largo de la curva inversa de demanda del bien 1, si se reduce el precio de este
último debe disminuir la RMS tomada en valor absoluto. Pero de aquí no se infiere necesa-
riamente que deba incrementarse la cantidad demandada del bien 1, es decir, que se trate de
un bien ordinario. Puede suceder que se comporte como un bien Giffen.
Efectivamente, si nos mantuviéramos dentro de la misma curva de indiferencia al reducir-
se el precio del bien 1, entonces forzosamente tendría lugar un aumento de la cantidad de-
TEMA 8 Preferencias regulares y bienes Giffen 2/3
mandada de este bien (el efecto-sustitución de Hicks siempre es negativo, al menos, no-
positivo).
Pero la reducción del precio del primer bien, permaneciendo constantes la renta del con-
sumidor y el precio del segundo bien, implica que la nueva cesta de bienes demandada por el
consumidor estará situada en una curva de indiferencia de mayor nivel de utilidad. Y esto se
debe precisamente a la incidencia del efecto-renta.
En consecuencia, todo depende del signo del efecto-renta y de su intensidad el que pueda
aparecer un bien Giffen. Es decir, en nuestro caso, que la reducción del precio del primer bien
conlleve una disminución de la cantidad demandada de este último en lugar de un aumento.
Si el bien 1 es un bien inferior (efecto-renta positivo), y el consumidor gasta una elevada
proporción de su renta en adquirirlo (efecto-renta muy intenso), es muy probable que el efec-
to-renta positivo domine al efecto-sustitución negativo y dé lugar a que el bien 1 se comporte
como un bien Giffen (efecto-total positivo).
Luego las preferencias regulares no excluyen los bienes Giffen. De forma que el hecho de
que la RMS en valor absoluto decrezca al aumentar la cantidad demandada del bien 1 al per-
manecer dentro de la misma curva de indiferencia, y que tal RMS en valor absoluto sea igual
al precio de este bien, no implica que la curva de demanda de este bien deba ser decreciente.
Puede ser creciente, si bien de forma excepcional.
De ahí que las preferencias regulares den lugar normalmente a bienes ordinarios, pero no
necesariamente; también pueden dar lugar a bienes Giffen, tal como se afirma en el libro de
texto de Varian.
Por tanto, el que la curva de demanda de un bien sea decreciente debe argumentarse ba-
sándonos en la interpretación de la ecuación de Slutsky: puesto que el efecto-sustitución es
negativo, si estamos ante un bien normal o ante un bien inferior que no sea Giffen, el efecto-
total será también negativo, por lo que la curva de demanda de un bien será normalmente de-
creciente.
Esta conclusión, como puede verse, se basa en la negatividad del efecto-sustitución, la
cual se demuestra a partir del axioma débil de la preferencia revelada. Y, por tanto, no requie-
TEMA 8 Preferencias regulares y bienes Giffen 3/3
re establecer ningún supuesto acerca la convexidad de las preferencias del consumidor, ni
acerca de la existencia de la función de utilidad.
LA CURVA DE DEMANDA COMPENSADA Y EL EFECTO-
SUSTITUCIÓN DE HICKS
Dada la función de utilidad Cobb-Douglas:
1 2 1 2( , ) a bu x x x x�
donde , una vez realizada la correspondiente transformación monótona de la función
de utilidad en caso de que fuera necesario.
1a b� �
Consideremos la función de demanda compensada correspondiente al primer bien:
1 1 1 2 1 2( , , )b
b bax h p p u p p u
b
�� �� � � �
�
Obtengamos la pendiente de la curva de demanda compensada, lo que conlleva que el pre-
cio del otro bien y el nivel de utilidad permanecen constantes:
1 211 2 1 2
1
( ) 0b b
b b a b bh a ab p p u b p p u
p b b
� � � � � � � �� � � � �� � � �
� �
Como puede observarse, la pendiente de la curva de demanda compensada es negativa;
por tanto, tal curva es decreciente.
Podemos simplificar aún más la expresión anterior expresando el nivel de utilidad en fun-
ción de los precios de los bienes y del nivel de renta del consumidor. Se trata de introducir en
la anterior expresión la llamada función indirecta de utilidad:
1 2a b a bu a b p p m� ��
Introduciendo, pues, esta función indirecta de utilidad en la expresión de la pendiente de la
curva de demanda compensada correspondiente al primer bien, obtenida con anterioridad,
resultará después de realizar las correspondientes simplificaciones:
TEMA 8 La curva de demanda compensada y el efecto-sustitución de Hicks 2/2
12
1 1
0h m
abp p
� � �
Esta expresión ya se obtuvo en la Guía Didáctica (Capítulo 8, epígrafe 4 de aclaraciones y
comentarios) para el efecto-sustitución correspondiente a una función de utilidad Cobb-
Douglas, a partir de la ecuación de Slutsky, como la diferencia entre el efecto-total menos el
efecto-renta.
Luego el efecto-sustitución de Hicks no es más que la pendiente de la curva de demanda
compensada, pero eso es negativo. Y además queda comprobado que se cumple la ecuación
de Slutsky, dado que el efecto-sustitución, obtenido a partir de la curva de demanda compen-
sada, es igual al efecto-total menos el efecto-renta, estos dos últimos obtenidos a partir de la
curva de demanda convencional.
Una demostración más general de todo esto, sin necesidad de centrarse en el caso particu-
lar de una función de utilidad Cobb-Douglas, se lleva a cabo en cursos avanzados.
MINIMIZACIÓN DEL GASTO Y NEGATIVIDAD DEL EFECTO-
SUSTITUCIÓN DE HICKS
Tomemos las funciones de demanda compensada genéricas que se obtienen al resolver el
problema dual de la minimización del gasto por parte del consumidor:
1 1 1 2 2 2 1 2( , , ) ( , , )x h p p u x h p p u� �
Consideremos ahora, a partir de ambas funciones, las dos cestas de mercancías siguientes:
1 2( , )x x y 1 2( , )x x� � , demandadas por el consumidor cuando trata de alcanzar el nivel de utilidad
u y los precios de ambos bienes son respectivamente: 1 2( , )p p y 1 2( , )p p� � .
Al demandar ambas cestas de mercancías lógicamente el consumidor incurre en el gasto
mínimo para alcanzar el citado nivel de utilidad cuando están vigentes respectivamente ambos
conjuntos de precios.
Es evidente que con ambos conjuntos de precios, la minimización del gasto por parte de
consumidor conlleva el automático cumplimiento de las dos desigualdades siguientes:
1 1 2 2 1 1 2 2p x p x p x p x� �� � � 1 1 2 2 1 1 2 2p x p x p x p x� � � � � �� � �
Dado que cuando elige la primera cesta de bienes 1 2( , )x x , cuando los precios de los bienes
son 1 2( , )p p , la otra cesta de bienes 1 2( , )x x� � no puede ser más barata a los mismos precios,
puesto que está minimizando el gasto en su elección. Y cuando elige la segunda cesta de bie-
nes 1 2( , )x x� � , cuando los precios de los bienes son 1 2( , )p p� � , la otra cesta de bienes 1 2( , )x x
tampoco puede ser más barata a los nuevos precios por el mismo motivo.
Si ahora sumamos miembro a miembro ambas desigualdades, dado que todos los términos
son positivos, obtendremos:
� � � � � � � �1 1 1 2 2 2 1 1 1 2 2 2p p x p p x p p x p p x� � � � � �� � � � � � �
De donde reordenando términos resultará finalmente:
CAPÍTULO 8 Minimización del gasto y efecto-sustitución de Hicks 2/3
� �� � � � � �1 1 1 1 2 2 2 2 0p p x x p p x x� � � �� � � � � �
1 1 2 2 0p x p x� � � � � �
En consecuencia, si consideramos que 2p no varía, y sólo lo hace 1p . Entonces la varia-
ción del precio del primer bien multiplicada por la variación de la cantidad demandada del
mismo bien cuando el nivel de utilidad del consumidor permanece constante no puede ser un
número positivo, sólo puede ser negativo o nulo. Así es como puede interpretarse la última
desigualdad anterior.
Con lo que si aumenta el precio del primer bien ( 1 0p� ), permaneciendo inalterado el
precio del segundo bien ( ), la cantidad demanda del primero, cuando mantenemos
constante el nivel de utilidad de consumidor, en ningún caso puede aumentar ( ). Lo
normal es que reduzca. De ahí que el efecto-sustitución de Hicks sea siempre no-positivo
(
2 0p� �
1 0x� �
1 1 0x p� � � ), normalmente negativo.
Como es evidente, el nivel de renta del consumidor no puede permanecer constante a me-
dida que aumenta el precio del primer bien, debe aumentar forzosamente para mantener cons-
tante el nivel de utilidad del consumidor. Se trata, como bien sabemos, de la variación com-
pensada de la renta en el sentido de Hicks.
Como es obvio, todo lo anterior puede considerarse como una segunda demostración al-
ternativa de la negatividad del efecto-sustitución de Hicks, que guarda gran semejanza con la
manejada en el libro de texto (epígrafe 8.8), basada esta última en el cumplimiento del axioma
débil de la preferencia revelada.
Esto es debido a que cuando el consumidor minimiza el gasto y elige una cesta de bienes a
los precios vigentes, cualquier otra cesta que ha desechado no puede ser más barata que la
elegida, como mucho debe ser igual de cara. Y esto equivale, desde la perspectiva de la teoría
de la preferencia revelada, a que el consumidor con su elección está revelando que prefiere la
cesta elegida a cualquier otra que le resulta asequible (que no es más cara) a los precios vigen-
tes.
CAPÍTULO 8 Minimización del gasto y efecto-sustitución de Hicks 3/3
Por este motivo, siguiendo ambos caminos: el establecido como consecuencia de la mini-
mización del gasto por parte del consumidor a los precios vigentes, y el resultante de aplicar
el axioma débil de la preferencia revelada, se llega al mismo resultado: la deducción de la
negatividad del efecto-sustitución de Hicks.