Seminario:

Trabajando por la

Igualdad en los Centros

Educativos

Resumen de la 3º sesión

10 de febrero de 2010

Después de ver el video de Isabel Coixet, “50 años de la mujer es

cosa de hombres”, se inicia el debate sobre la relación que hace la

realizadora entre los anuncios publicitarios y la violencia de género.

Coincidimos en el poder de la imagen, que, como dice Pilar Aguilar en

sus materiales didácticos, “¿Somos las mujeres de cine?”, va

directamente al núcleo duro de las emociones, sin pasar por el filtro

de la razón en la transmisión de estereotipos de género. Los

comportamientos y actitudes de todas esas mujeres, de todos esos

hombres, pasan a formar parte de nuestro mundo simbólico y

adquieren una gran importancia en la construcción de nuestra

identidad como hombres y como mujeres, de nuestra socialización1.

Nuestra sociedad, a través de la literatura infantil y juvenil, el cine,

las canciones, los mensajes publicitarios, los juegos y juguetes,

incluso la educación reglada, promueve una socialización sexuada, es

decir, diferente para niños y niñas. Se inculcan modelos diferentes de

comportamiento y roles distintos en función de del sexo. La identidad

sexuada se define como las cualidades, actitudes y valores que

definen socialmente a las personas como mujeres u hombres, y

terminan por confundirse con el propio yo, es decir, se asumen como

propias, aunque sean aprendidas2.

Ante la pregunta “¿Por qué las mujeres se dejan matar?”, que se

hace una compañera, concluimos en que hay muchos factores que

influyen:

• El bombardeo sutil que se recibe desde la infancia en

todos los ámbitos.

1 Socialización. Proceso de aprendizaje social que se inicia en el nacimiento y continúa a lo largo de la vida, por el que las personas se integran en el mundo objetivo de una sociedad, es decir: en los valores culturales, normas y patrones de actuación que la caracterizan. TORRES SAN MIGUEL, L y ANTÓN FERNÁNDEZ, E. Lo que VD debe saber sobre: Violencia de Género (León 2005) 2 TORRES SAN MIGUEL, L y ANTÓN FERNÁNDEZ, E. Lo que VD debe saber sobre: Violencia de Género (León 2005)

• La educación, que contribuye a que se interioricen ciertas

ideas, como la de verse a través de los ojos del hombre.

• Se nos enseña que quien nos quiere tiene derecho a

pegarnos y que lo hace por nuestro bien. Las familias

siguen utilizando los castigos físicos, incluso en público (el

parque), para corregir comportamientos y actitudes.

Sorprende que las y los adolescentes sigan reproduciendo esquemas

de relación anclados en el pasado, que responden a otras épocas.

La mayoría del grupo opina que no se está educando en la

responsabilidad, la libertad de elección, la crítica y la autonomía

personal; le educación, tanto en la familia como en la escuela, es

demasiado protectora.

Los estereotipos perjudican a unas tanto como a otros; aunque las

expectativas sean tan diferentes, en unos que en otras, les

perjudican por igual.

Las relaciones sentimentales siguen basándose en una lucha de

poder. Los hombres desean aumentar el poder para sentirse

superiores al resto; las mujeres para gustar más.

En la adolescencia, momento en el que el peso del entorno es muy

grande, ellas tragan lo que tengan que tragar para ser aceptadas, o

destacar, en el grupo con lo que remultiplican las exigencias.

Eso también les pasa a los varones que no responden al modelo

(estereotipado) imperante. Estos varones también suelen ser víctimas

de la violencia del grupo dominante por ser “los raros”.

Pensamos, por ejemplo, en los chicos a los que no les gusta el fútbol,

y que no comparten las manifestaciones del resto de sus

compañeros, se mantienen al margen.

El papel de la escuela en este terreno se puede comprobar muy

fácilmente observando la distribución de espacios en los patios

escolares: las chicas, y los chicos que no se ajustan al modelo

imperante, se distribuyen por los rincones, mientras que los mayores

del colegio ocupan el espacio central.

Está claro que, de forma consciente o inconsciente, la escuela

también contribuye a transmitir estereotipos de género. ¿Podemos

hacer algo para minimizar o contrarrestar los efectos de esta

transmisión, bien desde nuestro papel como Representantes de

Igualdad en el Consejo Escolar, bien como familia, bien desde

nuestras aulas?

Lo primero que necesitamos saber es cuál es nuestra posición al

respecto, para ello conviene que profundicemos en nuestra formación

y que nos observemos, y detectemos, en la medida de nuestras

posibilidades, los comportamientos o reacciones que contengan

sesgos sexistas.

De cara a la próxima reunión del Seminario, intentaremos aportar las

reflexiones que surjan de nuestra autoobservación.

Para ayudarnos, contamos con el artículo, extraído del libro de Laura

Torres y Eva Antón, “Lo que usted debe saber sobre violencia de

género”, en el que las autoras disertan sobre los efectos de la

socialización diferencial y hacen una propuesta concreta para acabar

con estos efectos.