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RESPUESTA MORFODINÁMICA A LA CONSTRUCCIÓN DE PRESAS DE RETENCIÓN DE SEDIMENTOS EN RÍOS DE MONTAÑA José Luis López Sánchez Trabajo de incorporación a la Academia de la Ingeniería y el Hábitat Caracas 28 de Abril de 2014

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RESPUESTA MORFODINÁMICA A LA

CONSTRUCCIÓN DE PRESAS DE RETENCIÓN

DE SEDIMENTOS EN RÍOS DE MONTAÑA

José Luis López Sánchez

Trabajo de incorporación a la Academia de la Ingeniería y el Hábitat

Caracas 28 de Abril de 2014

2

RESPUESTA MORFODINÁMICA A LA CONSTRUCCIÓN DE PRESAS DE

RETENCIÓN DE SEDIMENTOS EN RÍOS DE MONTAÑA

Índice

1. INTRODUCCIÓN 4

1.1 Planteamiento del Problema 4

1.2 Objetivos 5

2. RÍOS DE MONTAÑA 5

3. PRESAS DE RETENCIÓN DE SEDIMENTOS 9

4. RESPUESTA MORFODINÁMICA A LA CONSTRUCCIÓN DE

PRESAS

12

4.1 Agradación del Cauce Aguas Arriba 12

4.2 Degradación del Cauce Aguas Abajo 15

5. SIMULACIÓN DE CAMBIOS ALTIMÉTRICOS Y

GRANULOMÉTRICOS DEL LECHO DE RÍOS DE MONTAÑA

22

5.1 Modelo de Flujo 22

5.2 Resistencia al Flujo 23

5.3 Condiciones Críticas para el Movimiento del Sedimento 23

5.4 Transporte de Sedimentos de Fondo 24

5.5 Distribución Granulométrica Inicial 24

5.6 Variaciones Temporales del Lecho 25

5.7 Variaciones Temporales de la Granulometría 26

5.8 Procedimiento de Cálculo 27

5.9 Caso N° 1: Degradación Aguas Abajo de una Presa 28

5.10 Caso N° 2: Agradación Aguas Arriba de una Presa 30

5.11 Caso N° 3: Aplicación en la Quebrada La Honda, Estado Lara. 32

5.12 Caso N° 4: Aplicación en el Río Cocorotico, Estado Yaracuy 35

6. SIMULACIÓN DEL FLUJO TORRENCIAL AGUAS ARRIBA DE

UNA PRESA

37

6.1 Ecuaciones Básicas 38

6.2 Esquema Numérico 39

6.3 Procedimiento de Cálculo 41

6.4. Caso N° 1: Agradación Aguas Arriba de Una Presa Cerrada 42

6.5 Caso N° 2: Agradación Aguas Arriba de Una Presa Abierta 43

6.6 Caso N° 3: Comparación con Resultados de Laboratorio 46

7. CONCLUSIONES 49

8. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 51

3

RESUMEN

Las presas de retención de sedimentos se construyen en el cauce de los ríos de montaña para interceptar

y filtrar los arrastres sólidos, reduciendo la concentración de sedimentos y el caudal pico de las

crecientes en los tramos aguas abajo. En nuestro país, debido al aumento en la frecuencia de ocurrencia

de deslaves y aludes torrenciales durante los últimos años, se ha incrementado la construcción de estas

obras para darle una protección adecuada a las poblaciones asentadas en las faldas y valles de las

montañas. En el estado Vargas, entre los años 2000 y 2008, fueron construidas 63 presas de retención

de sedimentos, de diferentes tipos (cerradas y abiertas) y materiales. Algunas de estas obras han estado

sujetas a procesos marcados de erosión y sedimentación del cauce, que pueden poner en peligro la

estabilidad de dichas estructuras.

En este trabajo se analiza la respuesta morfodinámica de un río de montaña a la construcción de presas

de retención de sedimentos. En primer lugar se describen los procesos físicos que ocurren en el lecho

del cauce y se ilustran con ejemplos y observaciones de campo efectuadas en algunas de las presas

construidas en el estado Vargas. Posteriormente se presentan modelos matemáticos desarrollados por el

autor, en conjunto con otros investigadores del Instituto de Mecánica de Fluidos, para simular en el

espacio y en el tiempo los procesos morfodinámicos. Se hace énfasis en el análisis del proceso de

acorazamiento del lecho que ocurre aguas abajo de las presas, y en la interacción del delta de

sedimentos con el resalto hidráulico, que ocurre en el tramo aguas arriba. Se presentan aplicaciones y

algunos casos prácticos en ríos de Venezuela, y los resultados de los modelos se validan con

observaciones de campo y ensayos de laboratorio.

El trabajo resume las investigaciones y experiencias del autor durante los últimos 20 años en el estudio

de los fenómenos de erosión y sedimentación en ríos de montaña y su interacción con la construcción

de presas de retención de sedimentos.

Palabras Clave: Ríos de montaña, sedimentos, presas de retención, respuesta morfodinámica, modelos

de simulación, Vargas.

4

1. INTRODUCCIÓN

1.1 Planteamiento del Problema

La respuesta fluvial o respuesta morfodinámica a la construcción de presas para el control de

sedimentos en ríos es un problema bastante estudiado (Mahmood, 1987; Morris y Fan, 1998). Aguas

arriba de la presa, el dique transversal que intercepta los flujos aumenta las profundidades del agua y se

genera un lago o embalse. Los efectos de remanso creados por el embalse se extienden aguas arriba e

inducen a una reducción en la velocidad del flujo y por ende en su capacidad para transportar el

sedimento, lo cual se traduce en la deposición del material arrastrado. La sedimentación se inicia en el

sitio donde el perfil de remanso intercepta el flujo normal aguas arriba, y ocurre en la forma de una

pequeña onda, denominada delta, de forma triangular, que crece verticalmente y viaja hacia aguas

abajo en un proceso de colmatación progresiva del vaso de la presa hasta alcanzar el cuerpo del dique.

A este fenómeno de sedimentación se le conoce también como agradación del lecho, en donde los

niveles del fondo del cauce aumentan progresivamente en el tiempo.

La Figura 1 muestra tres vistas de un delta de sedimentos producido por la deposición del material

grueso aguas arriba de una presa de retención en un río de montaña. Un depósito típico de un delta

puede dividirse en tres partes: tope, frente y fondo (Figura 1a). Los cantos rodados y peñones se

depositan en la cola del embalse. Los depósitos del tope están constituidos por sedimentos gruesos

(gravas y arenas gruesas) que son emplazados por deposición fluvial. Los depósitos del frente son

también materiales gruesos que se forman por avalanchas de los sedimentos del tope. Los sedimentos

de fondo son materiales finos (barros) conformados por limos y arcillas, y son emplazados por

corrientes de turbidez o de densidades. En ríos de montaña, como es el caso del río Santo Domingo en

el estado Mérida (Figura 1c), los depósitos del tope y el frente están compuestos de cantos rodados,

gravas y arenas gruesas, y los del fondo por arenas finas y barro (limos). La Figura 1b presenta una

vista lateral de un delta generado en un canal de flujo torrencial en el laboratorio del Instituto de

Mecánica de Fluidos de la UCV.

Por otro lado, la retención de los sedimentos en el vaso o embalse, produce, durante las crecientes,

flujos con menores concentraciones de sedimentos que se desplazan hacia los tramos aguas abajo del

dique o cuerpo de la presa. Estos flujos de aguas claras, hambrientos de sedimentos, tienden a saturarse

o satisfacer su capacidad de transporte tomando el sedimento del lecho y márgenes del río,

produciéndose entonces un fenómeno de degradación o erosión general del lecho en el tramo aguas

abajo del dique.

El problema se complica en los ríos de montaña, donde el análisis de los procesos de agradación y

degradación del cauce de ríos torrenciales, aguas arriba y aguas abajo del sitio de presa,

respectivamente, están fuertemente influenciados por el fenómeno de acorazamiento, debido a la gran

variedad en los tamaños de los sedimentos que se encuentran en el lecho del cauce, desde las arenas

finas de pocos milímetros de diámetro hasta peñones de varios metros de tamaño. Las partículas más

pequeñas pueden quedar escondidas entre las más grandes, y cuando estas últimas cubren una porción

significativa del lecho, se genera una coraza protectora que impide el avance del proceso erosivo o

degradación. Adicionalmente, la presencia de una topografía abrupta, con cambios bruscos en la

geometría (ancho) de las secciones, y con pendientes pronunciadas del lecho, que en el caso de los

torrentes pueden alcanzar valores en el orden de 10%, ocasiona que se puedan generar cambios en el

régimen de flujo, de supercrítico a subcrítico y viceversa, generando inestabilidades en la superficie del

agua (resaltos hidráulicos), y haciendo aún más complicado el análisis de la respuesta morfodinámica

del lecho a la construcción de presas de retención de sedimentos.

5

1.2 Objetivos

El objetivo del presente trabajo es analizar la respuesta morfodinámica de un río de montaña a la

construcción de presas de retención de sedimentos, a través de observaciones de campo y del uso de

modelos matemáticos para simulación del flujo y del transporte de sedimentos, e ilustrar su aplicación

en algunos casos prácticos en ríos de Venezuela.

Este trabajo refleja las investigaciones y experiencias del autor durante los últimos 20 años en el

estudio de los fenómenos de erosión y sedimentación en ríos de montaña y su interacción con la

construcción de presas de retención de sedimentos.

Se presentan dos modelos matemáticos desarrollado por el autor (y colaboradores) para simular la

respuesta morfodinámica del cauce fluvial a la construcción de presas en cursos torrenciales o ríos de

montaña. Los modelos permiten determinar las variaciones espaciales y temporales que suceden en el

lecho del río, tanto en su composición granulométrica como en sus elevaciones altimétricas. Especial

énfasis se hace en el análisis del proceso de acorazamiento que ocurre en el lecho durante el proceso de

degradación, y en la formación del resalto hidráulico en cauces de alta pendiente y su interacción con el

delta de sedimentos durante el proceso de agradación del lecho.

2. RÍOS DE MONTAÑA

Los ríos o corrientes de montaña se caracterizan por tener pendientes pronunciadas del lecho, una gran

variabilidad en los tamaños de los sedimentos que se encuentran en su cauce, y profundidades de flujo

que son del mismo orden de magnitud que los diámetros máximos de estos sedimentos.

No existe una definición precisa para identificar el límite que separa los ríos de montaña de los ríos de

llanura. Bathurst et al. (1987a) define un río de montaña como una corriente de agua en un área de

relieve topográfico pronunciado y pendientes de fondo variando entre 0,1 y 10% o mayores. Jarret

(1990) se refiere a ríos de montaña como corrientes de alto gradiente hidráulico con pendientes

mayores de 0,2%. Cuándo la pendiente del cauce se hace mayor a 5%, se usa el término de torrente o

curso torrencial.

Las configuraciones o formas de fondo son otra característica que sirve para identificar este tipo de

cauce fluvial. Montgomery y Buffington (1993) las clasifican, en orden ascendente de pendiente, en:

a) configuraciones de piscinas-rápidos (pools-riffles) con pendientes entre 0,1 y 1%; b) fondo plano

con pendientes entre 1 y 3%; c) conjunto de escalones-piscinas (step-pool) para pendientes entre 3 y

10%; y d) cascadas para pendientes mayores del 10%. La Figura 2, tomada del trabajo de Montgomery

y Buffington, presenta un esquema en planta donde se ilustra dicha clasificación. La Figura 3 muestra

ejemplos de esta clasificación con fotografías de algunos ríos en nuestro país.

El material de fondo de los ríos de montaña es una mezcla compuesta de arenas desde 0,06 mm, gravas,

cantos rodados y peñones de hasta 1 o 2 m de diámetro, lo cual implica un rango de tamaños en el

orden de 5 órdenes de magnitud. La resistencia al flujo es mucho más alta que en los ríos de llanura, y

las pérdidas de energía se incrementan debido a la turbulencia excesiva producida por los vórtices y

pequeños resaltos hidráulicos que se localizan aguas abajo de los peñones. Otra causa adicional que

contribuye a explicar los altos coeficientes de fricción observados en este tipo de cauce, es la gran

cantidad de aire atrapado por el flujo lo cual implica que éste debe efectuar una cierta cantidad de

6

trabajo contra las fuerzas boyantes, actuantes sobre las burbujas de aire, para mantenerlas incorporadas

en el cuerpo del fluido.

Cola Embalse (aguas tranquilas)

Flujo

Cantos y peñones

Flujo

Figura 1. Vistas de un delta de sedimentos producido por la deposición de las partículas aguas arriba

de una presa de retención en un río de montaña: a) Esquema en perfil longitudinal de la estructura

típica del delta; b) Vista lateral de un delta generado en un canal de flujo torrencial en el laboratorio del

IMF-UCV; c) Vista frontal del delta desde el sitio de presa del embalse Santo Domingo, en el estado

Mérida, cuando el nivel del embalse estaba muy bajo (26/03/2014).

7

Pozos-Rápidos

Escalones-Pozos

Cascada

Figura 2. Diferentes configuraciones del fondo en ríos de montaña (vista en planta).

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Figura 3. Configuraciones del lecho de ríos de montaña mostrando la gran variedad de tamaños de

sedimentos que pueden encontrarse en el cauce: a) Río Santo Domingo en Mérida (foto superior)

mostrando configuración del tipo de escalones y pozos; b) Río San José de Galipán (foto inferior) en el

estado Vargas, mostrando configuración del tipo de cascada.

9

3. PRESAS DE RETENCIÓN DE SEDIMENTOS

Las presas de retención de sedimentos pueden ser del tipo cerrado o abierto, también llamadas

impermeables o permeables, respectivamente. Ambas cumplen la función de retener toda o una parte

importante de la carga sólida, reduciendo la concentración de sedimentos y la descarga pico de las

crecientes. Las presas cerradas interceptan la mayor proporción del material arrastrado, excepto las

partículas más finas que pasan cuando las crecientes desbordan la presa. Las presas abiertas se

construyen con aberturas en el cuerpo de la estructura. En esta forma se interceptan los materiales

gruesos y se permite que parte del sedimento pase a través de las aberturas. Estas estructuras pueden

mantener intacta su capacidad de almacenamiento por periodos más largos de tiempo, además de

reducir el impacto erosivo sobre los tramos aguas abajo ya que el caudal sólido no es interrumpido

bruscamente. Si las aberturas son lo suficientemente grandes, los eventos ordinarios (crecientes

anuales) no deberían reducir su capacidad de almacenamiento, dejándola intacta para las grandes

crecientes.

Diferentes tipos de presas se encuentran reportadas en la literatura (IILA, 1983; Suárez, 1993), las

cuales se construyen usualmente en gaviones, concreto ciclópeo o concreto armado, o con perfiles de

hierro y tubos de acero. Las presas abiertas pueden agruparse en cuatro grandes grupos: las presas de

ranuras, las presas de ventanas, las presas de rastrillo, y las presas de enrejado. La Figura 4 presenta

esquemas en planta y sección transversal de estas obras. Las fotografías de la Figura 5 ilustran algunos

ejemplos de las presas construidas en nuestro país para retención de sedimentos y control de los aludes

torrenciales en el estado Vargas.

Las presas de ranura pueden tener una o varias aberturas que alcanzan la cresta del vertedero y pueden

extenderse hasta el lecho. Las presas de ventana están provistas de aberturas rectangulares o circulares

en el cuerpo del dique, debajo de vertedero. Las presas de rastrillo consisten en una serie de elementos

verticales, perfiles de acero, tubos o columnas de concreto, encajados en una zapata de concreto. Las

presas de enrejado están formadas por una retícula de perfiles de hierro, concreto armado o tubos de

acero, anclados en el fondo y lateralmente (Figuras 4 y 5).

Dependiendo del tamaño de las aberturas, las presas abiertas cumplen la función de filtrar los

sedimentos, ramas y troncos de árboles, o de dosificar el transporte de sedimentos aguas arriba. Si la

abertura es estrecha, la dosificación del transporte ocurre por medio del remanso hidráulico que se

genera arriba de la presa. Si las aberturas son grandes, o si la presa es del tipo mallado, la retención se

produce por la acción mecánica de filtro que ejerce la malla. La selección del tipo de presa a usar para

el control de los sedimentos depende en buena medida del tipo de flujo o alud torrencial que se pueda

generar en la cuenca. Por ejemplo, los flujos de detritos exigen la construcción de presas abiertas

ranuradas en el cañón del torrente para remover los grandes clastos de la matriz del flujo. Los flujos de

barros, donde predomina el material fino (arenas, limos y arcillas), por otro lado requieren de la

construcción de presas cerradas, abiertas con ventanas o de lagunas de sedimentación para almacenar

los arrastres sólidos y reducir las concentraciones del flujo.

10

a) Presa cerrada

b) Presa de ranura simple

c) Presa de ventanas

Figura 4. Detalles (vista frontal y corte longitudinal) de diferentes tipos de presas usadas para retener

y seleccionar el material sedimentario arrastrado por los aludes torrenciales (modificado de IILA,

1983).

11

d) Presa de rastrillo

e) Presa de enrejado simple

f) Presa de enrejado reticular

Figura 4 (Cont.). Detalles (vista frontal y corte longitudinal) de diferentes tipos de presas usadas para

retener y seleccionar el material sedimentario (modificado de IILA, 1983).

12

a) Presa abierta de ranura en la quebrada Curucutí,

Maiquetía

b) Presa abierta de ventana en el río Camurí Chico.

c) Presa cerrada en Qda. San José de Galipán, Macuto.

d) Presa tipo rastrillo en quebrada Tacagua, Catia La Mar.

Figura 5. Fotografías (vistas desde aguas abajo) de diferentes tipos de presas de retención de

sedimentos construidas en (a) concreto ciclópeo, (b) y (c) gaviones, y (d) tubos de acero, en el estado

Vargas.

4. RESPUESTA MORFODINÁMICA A LA CONSTRUCCIÓN DE PRESAS

En este capítulo se describen los procesos físicos que ocurren en el lecho del cauce causados por la

construcción de una presa en el curso del río. Aunque estos procesos son similares en el caso de ríos de

llanura o ríos de montaña, se hace énfasis en la respuesta morfodinámica en los ríos de montaña, que

tienen características muy particulares que los diferencia de los ríos de llanura.

4.1 Agradación del Cauce Aguas Arriba

Cualquier tipo de presa, abierta o cerrada, construida en un curso fluvial genera, en mayor o menor

grado, un remanso aguas arriba que induce a la deposición del material arrastrado produciéndose la

agradación del lecho, a través de una onda de sedimentos denominada “delta”, que viaja aguas abajo

interactuando con el flujo durante su desplazamiento. La agradación del lecho se produce por que los

niveles del fondo aumentan progresivamente debido a la sedimentación.

13

El delta se inicia en el punto donde el flujo normal del río se encuentra con el lago del embalse y

continúa su movimiento aguas abajo hasta que los sedimentos llenan el vaso de la presa produciéndose

la colmatación de la misma. Debido a que la sección transversal tiene ahora una mayor anchura, el

lecho adopta una pendiente final, en el tramo aguas arriba de la presa, llamada pendiente de equilibrio o

pendiente de compensación, que siempre es menor que la pendiente original del cauce. Existen una

gran cantidad de fórmulas y métodos desarrollados para determinar la pendiente de equilibrio aguas

arriba de presas construidas en ríos de montaña (Suárez, 1993; Mora y Aguirre, 1992; Mora et al,

1996). Las experiencias japonesas estiman que la pendiente de equilibrio se establece en un valor que

oscila entre 2/3 y 1/2 de la pendiente original del tramo. Es decir, si S es la pendiente inicial del lecho

antes de la construcción de la presa, la pendiente de equilibrio Se es aproximadamente:

1/2 S ≤ Se ≤ 2/3 S

La Figura 6 presenta el perfil de un tramo del lecho aguas arriba de una presa cerrada construida en un

cauce torrencial. Los sedimentos se acumulan progresivamente aguas arriba hasta llenar totalmente el

vaso de la presa. La sedimentación restringe el movimiento de los materiales gruesos (arenas, gravas,

cantos rodados y peñones) del lecho. Una vez sedimentada la presa, si ocurre una creciente

extraordinaria, los sedimentos gruesos se acumulan en un área extensa aguas arriba adoptando una

pendiente cercana a 2/3 de la pendiente original. Subsecuentes flujos menores, tales como las crecientes

anuales, erosionan el material fino y reducen la pendiente la cual se estabiliza en un valor cercano a 1/2

de la pendiente original. El proceso se repite con la pendiente variando entre esos dos valores extremos.

La Figura 7 muestra los vasos sedimentados de dos presas cerradas de retención de sedimentos

construidas en el estado Vargas después de los deslaves de 1999. La presa en la quebrada Curucutí, en

Maiquetía, es una presa de gaviones de 5 m de altura construida el año 2002 y que fue totalmente

sedimentada por la vaguada de Febrero del año 2005. La presa en la quebrada San José de Galipán, en

Macuto, es también de gaviones con una altura de 7 m (ver también Figura 5c).

La Figura 8 muestra diferentes perfiles del lecho durante el proceso de sedimentación de la Presa

Macuto, obtenidos mediante levantamiento topográfico (López et al., 2010). La construcción de la

presa fue culminada en Marzo del 2003 y para Noviembre del 2004 estaba casi totalmente llena de

sedimentos a pesar de no haber ocurrido crecientes extraordinarias en ese periodo. El rápido proceso de

sedimentación se asocia a la ausencia de ventanas o aberturas en el cuerpo de la presa, que permitan el

paso de los flujos normales de agua y sedimentos. La creciente de Febrero del 2005 terminó de rellenar

el vaso de la presa con sedimentos gruesos disminuyendo la pendiente del lecho aguas arriba. La

pendiente original de 4,5% fue reducida a 2,9% para Marzo de 2005. Los flujos posteriores (crecientes

ordinarias) que ocurrieron entre 2005 y 2007 erosionaron los sedimentos finos y abrieron un nuevo

cauce, reduciendo ligeramente la pendiente del lecho a un valor de 2,7%, tal como se observa en el

perfil levantado en 2007 (Figura 7). El perfil medido en Mayo 2008 muestra una pendiente similar a la

del 2007 con ligeros incrementos en la deposición de sedimentos en algunos tramos del vaso de la

presa.

El funcionamiento hidráulico de las presas abiertas difiere del de las presas cerradas, influyendo en el

movimiento del resalto hidráulico y en la dinámica de formación y desplazamiento del delta de

sedimentos. Las figuras 9 y 10 presentan la evolución de los perfiles de la superficie libre y del fondo

para el caso de una presa cerrada y una presa ranurada.

Considérese el caso de una presa cerrada construida en un canal de pendiente fuerte (flujo supercrítico)

sujeto a incrementos del caudal, tales como los producidos por una creciente fluvial. Se supone que el

14

perfil del fondo se encuentra en equilibrio con el caudal sólido de entrada, y que para t = 0 se eleva

bruscamente el nivel de agua, generándose un remanso aguas arriba de la presa que se traduce en un

perfil S1 que finaliza donde se forma el resalto hidráulico (Figura 9a). La agradación del lecho

comienza con la formación de una pequeña onda de sedimentos (delta) donde se ubica el resalto

hidráulico, porque es allí donde comienza a aumentar la profundidad y a reducirse la capacidad de

transporte. A medida que transcurre el tiempo y el caudal aumenta, la pequeña onda se transforma en

un delta de sedimentos que crece en altura y viaja hacia aguas abajo, modificando en su avance la

pendiente del lecho (Figura 9b). El perfil de la superficie libre se va adaptando a las nuevas cotas del

lecho y a la nueva pendiente que adopta progresivamente el canal. El resalto viaja también hacia aguas

abajo y los remansos se incrementan generando adicionalmente una onda regresiva de sedimentos que

incrementa progresivamente las cotas del lecho en su avance aguas arriba. En su condición última, el

delta ha avanzado hasta ocupar totalmente los espacios creados por el remanso y los sedimentos llenan

el vaso de la presa produciéndose la colmatación de la misma.

Pendiente original del lecho

Pendiente final del lecho o pendiente de equilibrio

Figura 6. Perfil longitudinal del lecho mostrando las variaciones de la pendiente de equilibrio aguas

arriba de una presa construida en un cauce torrencial.

Figura 7. Vista de los vasos de las presas sedimentadas en la quebrada Curucutí (izquierda) y la

quebrada San José de Galipán (derecha). Fotos tomadas inmediatamente después de la creciente de

febrero del 2005.

15

Las figuras 10a y 10b ilustran la respuesta hidráulica y morfodinámica del cauce cuando se construye

una presa abierta de tipo ranurada. En este caso, el resalto hidráulico se mueve aguas arriba a medida

que se incremente el caudal del río. Esto es debido al efecto que ejerce la contracción de la ranura,

donde se supone que se verifica la profundidad crítica, la cual produce un efecto de remanso mayor

que en el caso de la presa cerrada (Figura 10a). La respuesta del lecho es la sedimentación del cauce,

pero en este caso el delta crece verticalmente y el frente del delta se mueve también lentamente hacia

aguas arriba (Figura 10b). Cuando el caudal comienza a descender, el resalto inicia su desplazamiento

hacia aguas abajo.

36

38

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42

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52

54

050100150200250300350

Ele

va

ció

n (m

)

Distancia (m)

mar-03

Mar-05

Nov-04

May-04

Oct-03

Abr-07

Mayo-08

cresta vertedero

Figura 8. Cambios temporales en los perfiles del lecho de la quebrada San José de Galipán aguas

arriba de la presa Macuto, en el estado Vargas.

4.2 Degradación del Cauce Aguas Abajo

La retención y atrape de los sedimentos en el embalse, reduce el aporte del material de fondo (arenas

y gravas) en los tramos aguas abajo de la presa causando un déficit en el transporte sólido del río. En

consecuencia los flujos de aguas claras, con bajas concentraciones de sedimentos, son flujos

hambrientos de sedimentos que tienden a erosionar el material del lecho generando un proceso de

degradación en el cauce aguas abajo. La degradación se refiere a un proceso general de descenso del

lecho debido a erosión. Este puede ser acompañado con un proceso de erosión local debido al chorro

que sale de la presa que produce un socavón al pié de la misma. La Figura 11 ilustra estos procesos en

el perfil longitudinal esquemático del proceso de erosión local y degradación que ocurre aguas abajo de

una presa.

El proceso de degradación del lecho se detiene cuando el río alcanza una nueva pendiente de

equilibrio. En los ríos de montaña, donde abunda el material grueso, el proceso de degradación general

del cauce puede también detenerse debido al acorazamiento del lecho. El proceso de acorazamiento se

refiere a un engrosamiento del material del lecho a medida que las partículas más finas son erosionadas

y arrastradas por el flujo. El proceso continúa hasta que la fuerza tractiva del flujo no puede arrastrar a

las partículas más gruesas, que cubren más del 90% de la superficie del fondo, quedando una capa

16

acorazada representativa de una condición estable del lecho que puede ser modificada solo con la

ocurrencia de crecientes extraordinarias.

a) Respuesta de la superficie del agua

a) Respuesta del lecho del cauce

Figura 9. Respuesta morfodinámica del río torrencial al aumento del caudal aguas arriba de una presa

cerrada.

b) Respuesta de la superficie del agua

c) Respuesta del lecho del cauce

Figura 10. Respuesta morfodinámica del río torrencial al aumento del caudal aguas arriba de una

presa abierta.

17

Socavación y degradación

del lecho

Socavación local

en pilas de puente

Pendiente final del

lecho

Pendiente original

del lecho

Flujo de aguas claras

Figura 11. Degradación del lecho del cauce aguas abajo de una presa de retención de sedimentos.

Las fotografías de las figuras 12 y 13 ilustran los procesos de degradación que ocurren aguas abajo de

las presas. En la primera se muestra el vaso sedimentado de la presa cerrada de gaviones de 4 m de

altura construida sobre el cauce de la quebrada Piedra Azul en Maiquetía. Al lado de ella se presenta

una vista frontal del contradique de protección construido a unos 15 m aguas abajo de la presa, donde

se observa un descenso del lecho en el orden de 3 m. El proceso de degradación se extiende por unos

250 m hacia aguas abajo del cauce.

En las fotos de la Figura 13 se presentan varias imágenes del tramo aguas abajo de la presa abierta de

ventanas, construida sobre el cauce de la quebrada Camurí Chico, en el estado Vargas. Todas las fotos

son tomadas desde aguas abajo. La foto superior (13a) muestra la presa en proceso de construcción el

año 2003. Observe la estructura en forma de una malla de vigas de concreto armado, rellena con

peñones, para evitar la erosión y darle protección al cuerpo de la presa. La foto siguiente (13b) presenta

la presa después de la creciente de febrero del 2005. Para ese momento no se había terminado de

construir la ventana central de la presa y no existía la estructura metálica (tubos de acero) que la

conforman. La foto 13c muestra la estructura metálica ya colocada en la ventana central de la presa

para el año 2006.

Las fotos de la Figura 14 muestran una vista de la presa de Camurí Chico después de las crecientes de

diciembre del año 2010. Se observa una erosión generalizada (degradación) del cauce con un descenso

del lecho cercano a los 3 m en el pié de la presa, y que dejó al descubierto, y prácticamente en el vacío,

las vigas de riostra de la estructura de protección construida aguas abajo. La foto derecha muestra el

descenso del lecho por debajo de las vigas de protección, cuya construcción no fue culminada en el

tercio central de la estructura (ver foto en Figura 13a).

18

Figura 12. Vista desde aguas abajo de la presa de

gaviones sobre el río Piedra Azul, en el estado

Vargas (foto superior). Observe crecimiento de la

vegetación en el vaso colmatado por los

sedimentos. El lecho del cauce ha descendido

unos 3 m aguas abajo (foto inferior) debido a la

degradación por efecto de las aguas claras

fluyendo sobre la presa durante el proceso de

sedimentación. La foto de la derecha muestra la

magnitud de la erosión del cauce que se

manifiesta al pié de la estructura del contradique

construido a pocos metros aguas abajo del dique

principal de la presa.

Fondo original del lecho

3 m

19

a) Presa en proceso de construcción el año

2003. Observe la estructura en forma de

una malla de vigas de concreto armado,

rellena con peñones, para evitar la erosión

y darle protección al cuerpo de la presa.

b) Presa después de la creciente de

febrero del 2005, cuando no se había

terminado de construir la presa y no

existía la estructura metálica en la ventana

central de dique.

c) Vista parcial de la presa para el año

2006, cuando ya se había completado la

ventana central de la presa y la estructura

metálica estaba colocada

Figura 13. Vista frontal de la presa Camurí Chico en tres épocas diferentes.

20

3 m

Figura 14. Vista de la presa de Camurí Chico después de las crecientes de diciembre del año 2010. La

foto izquierda muestra la magnitud de la degradación del lecho, cercana a los 3 m, en el sitio donde se

ubica la ventana central. La foto derecha muestra el descenso del lecho por debajo de las vigas de

protección, cuya construcción no fue culminada en el tercio central de la estructura.

La degradación o descenso del lecho en el cauce principal, ocasiona también procesos de erosión

regresiva y degradación en los tributarios. La erosión se propaga aguas arriba desde el punto de

confluencia del tributario con el cauce principal, y puede causar problemas de estabilidad en las

estructuras que tengan fundaciones poco profundas, tales como puentes o estructuras de control del

lecho (traviesas).

El caso de la presa Camare sobre el río Pedregal, en el estado Falcón, ilustra este fenómeno. La presa

de 40 m de altura fue culminada en 1978 con el propósito de proveer agua para riego. Tan solo 15 años

después la presa estaba completamente sedimentada, debido a la alta producción de sedimentos de la

cuenca (Figura 15) y la falta de operación de las estructuras de descarga de fondo. Las evidencias de

los procesos erosivos generados aguas abajo se muestran en la Figura 17. La degradación, o descenso

general del lecho, que se produjo en el cauce aguas abajo generó un proceso de erosión regresiva que se

trasladó por un pequeño afluente, ubicado a unos 500 m aguas abajo de la presa, hasta la carretera

adyacente que se muestra en el esquema de la Figura 16. La erosión regresiva se detuvo en la carretera

que actuó como un punto de control. El descenso de lecho se midió en 3 m aproximadamente, dejando

un escalón entre el cauce original y el cauce erosionado (Figura 17).

21

Vaso sedimentadoPresa de tierra y enrocado

Figura 15. Vista hacia aguas arriba del vaso totalmente sedimentado de la presa Camare, en el

estado Falcón.

Figura 16. Esquema en planta del embalse Camare, el río Pedregal y la confluencia de este con un

pequeño tributario aguas abajo que cruza la carretera que lleva al embalse.

Figura 17. Vista de la batea de la carretera en el cruce con la quebrada afluente del río Pedregal. La

flecha indica la dirección del flujo. La carretera sirvió como un punto de control para detener la

propagación del proceso erosivo que produjo un escalón de aproximadamente 3 m en el lecho del

cauce.

22

5. SIMULACIÓN DE CAMBIOS ALTIMÉTRICOS Y GRANULOMÉTRICOS DEL LECHO

DE RÍOS DE MONTAÑA

Tradicionalmente se ha hecho un mayor esfuerzo en el desarrollo de modelos numéricos para ríos de

llanura que para ríos de montaña. Son conocidos los trabajos de Chen y Simons (1975), Thomas and

Prasuhn (1977), Chang (1982), Karim-Kennedy (1982), Bhallamudi y Chaudhry (1991), Cui et al.

(1996). El Cuerpo de Ingenieros de la Armada de USA ha venido desarrollando desde los años 70

modelos matemáticos para simulación de procesos hidrológicos e hidráulico-fluviales en cuencas. El

más reciente es el HEC-RAS para análisis de ríos y embalses, que se actualiza frecuentemente con

versiones que mejoran su capacidad de pre y post-procesamiento de datos mediante inter-fases gráficas

para mejorar la comunicación con el usuario (U.S. Army, 1997).

En este capítulo se describe la formulación de un modelo matemático desarrollado por el autor de este

trabajo en conjunto con el Prof. Marco Falcón (López y Falcón, 1999; López y Falcón, 2000; López et

al, 2010) para calcular cambios altimétricos y granulométricos del lecho de ríos montañosos. Se ilustra

su aplicación en ríos de Venezuela.

5.1 Modelo de Flujo

Una de las características de los ríos de montaña que hace más complejo el cálculo del flujo, es la

existencia de flujos cercanos al régimen crítico debido a las altas pendientes, variaciones geométricas, y

gradientes topográficos existentes. La cercanía a la condición crítica, y los posibles cambios en el

régimen de flujo de un estado subcrítico a supercrítico y viceversa, hace difícil la aplicación de los

esquemas numéricos tradicionales para resolver las ecuaciones diferenciales parciales que gobiernan el

movimiento del agua y del sedimento. En este trabajo, apoyándose en las observaciones de campo de

Jarret (1984), Trieste (1992) y Grant (1997), que indican que el régimen supercrítico en ríos de

montaña solo puede desarrollarse en pequeños tramos, o en cortos intervalos de tiempo, se formula un

modelo simple para calcular la hidráulica del flujo de cauces torrenciales. Para ello se desprecia el

término de aceleración local en la ecuación de cantidad de movimiento y se supone que el flujo

supercrítico nunca se verifica. Es decir, se calcula el perfil del agua bajo la hipótesis de régimen

subcrítico en flujo permanente gradualmente variado, y se impone la condición de que el régimen

crítico se produce cada vez que los cálculos indiquen una transición al régimen supercritico.

Entonces, las ecuaciones de conservación de la masa y de la cantidad de movimiento se reducen a las

expresiones siguientes:

Q= U Af (1)

xU gd gZ gS f( )

1

2

2 (2)

donde d = profundidad del flujo; Z= elevación del fondo; Q = caudal; Af = área de flujo; U = velocidad

media del flujo; x = distancia longitudinal; g = aceleración de gravedad; y la pendiente de fricción, Sf ,

viene dada por:

23

S fQ

gRAf b

f

2

28 (3)

donde fb = coeficiente de Darcy’s ; y R = radio hidráulico.

5.2 Resistencia al Flujo

La resistencia al flujo en ríos de curso torrencial es mucho más alta que en los ríos de llanura, ya que

las pérdidas de energía se incrementan debido a la turbulencia excesiva producida por los vórtices y

pequeños resaltos hidráulicos que se localizan aguas abajo de los peñones. Otra causa adicional que

contribuye a explicar los altos coeficientes de fricción es la gran cantidad de aire atrapado por el flujo

lo cual implica que este debe efectuar una cierta cantidad de trabajo contra las fuerzas boyantes,

actuantes sobre las burbujas de aire, para mantenerlas incorporadas en el cuerpo del fluido, aparte del

calor generado por la compresion-descompresion turbulenta de las burbujas.

La resistencia al flujo en ríos de montaña depende en una gran parte de los elementos de rugosidad que

usualmente tienen el mismo orden de tamaño que las profundidades del agua. Los valores típicos del

coeficiente de Manning en estos cauces oscilan entre 0.04 y 0.20 (Bathurst, 1982). Las ecuaciones

presentadas por Bathurst permiten la estimación del coeficiente de Darcy-Weisbach como una función

del parámetro d/D84 para flujos uniformes en ríos con pendientes comprendidas entre 0.4 y 4%, y

sumergencia relativa d/D84 entre 0.3 y 50. Aguirre-Pe y Fuentes (1990) desarrollaron una teoría de

resistencia al flujo en ríos de alta pendiente que toma en cuenta la existencia de una zona de vorticidad

y alta turbulencia cerca del fondo de un contorno extremadamente rugoso (d/D<10). El campo de flujo

se identifica con dos zonas. La primera, cercana al tope del lecho de sedimentos, contiene los vórtices

generados por los elementos rugosos del fondo, y la velocidad se supone que es constante. En la

segunda zona, localizada sobre la primera, la distribución de velocidades se aproxima con un perfil

logarítmico. Después de calibrar el modelo con datos de canales de laboratorio, los autores propusieron

la siguiente expresión para calcular el factor de fricción:

82 5 309 17550 50f

d D D db

. ln( / ) . . ( / ) (4)

luego, el coeficiente de Manning se obtiene directamente de:

nR f

gR

b2 3 1 2

8

/ /

(5)

5.3 Condiciones Críticas para el Movimiento del Sedimento

El método de cálculo tradicional para determinar las condiciones críticas para el movimiento de las

partículas del lecho en cauces aluviales es el método de Shields. En canales de alta pendiente con

presencia de peñones, investigaciones más recientes han demostrado que esta ecuación, basada en el

esfuerzo de corte, es inapropiada por la gran variabilidad en los tamaños de los sedimentos y porque

24

estos contienen clastos que son comparables, en su dimensión, a la altura del agua (Bathurst, 1987b;

Wiberg y Smith, 1987).

Aguirre-Pe y Fuentes (1993) demostraron que el criterio de Shields no es aplicable cuando la razón de

la profundidad del flujo al diámetro del sedimento es menor que 10. En su lugar propusieron un número

de Froude crítico, densimetrico, para la partícula, basado en un criterio de velocidad critica para el

cálculo del movimiento incipiente. Esta formulación es usada en este trabajo para calcular, dadas unas

condiciones de flujo, el diámetro critico, Dcr del sedimento:

FU

g D

d

D

D

dc

cr

cr

cr

0 9 05 13. . ln . (6)

donde = s-, ; s y son las densidades del sedimento y del agua, respectivamente.

5.4 Transporte de Sedimentos de Fondo

Bathurst et al. (1987a) se basaron en una gran cantidad de datos de campo y de laboratorio para

identificar las ecuaciones más apropiadas para calcular el arrastre de sedimentos en ríos de montaña.

Las comparaciones efectuadas entre las fórmulas de Schoklitsch, Ackers y White, Meyer-Peter y

Muller, Smart, Mizuyama, y Bagnold, demostraron que la ecuación de Schoklitsch, modificada para

incluir el efecto de la distribución no uniforme de los tamaños de las partículas, era el predictor mas

preciso para calcular la carga o arrastre de fondo. Esto es debido en parte al hecho de que esta fórmula

no contiene explícitamente a la profundidad del flujo, variable esta que es difícil de medir con precisión

en flujos muy rugosos de alta pendiente. La ecuación de Schoklitsch se usa en el modelo para calcular

el transporte de sedimentos:

q S q qs

s

f c 2 5 3 2.

(7)

donde qs es la carga de fondo en unidades volumétricas por unidad de ancho de canal; q es el caudal

unitario de flujo; y el caudal critico viene dado en términos del tamaño de partícula para la cual el 16%

del sedimento es mas fino (D16):

q S gDc f 0 21 1 12

16

3. . (8)

5.5 Distribución Granulométrica Inicial

La forma como se distribuyen los tamaños de los sedimentos en el cauce fluvial, es una información

vital para poder estimar apropiadamente los factores de fricción y el arrastre de sedimentos del flujo.

En ríos de montaña, donde el lecho está compuesto de innumerables tamaños de sedimentos, el

ingeniero hidráulico se encuentra con la dificultad de tener que muestrear partículas cuyo diámetro

máximo esta en el orden de 1 metro o mayores. El método de Wolmann (1954), usado extensivamente

en geomorfología y en la hidráulica fluvial para el muestreo de los sedimentos gruesos del material del

lecho, es difícil de aplicar en cauces montañosos donde una gran proporción del material fino del lecho

25

queda escondido entre los intersticios del material grueso (cantos y peñones). Ante estas dificultades es

conveniente mencionar las observaciones de campo referidas por Sardi (1973) mostrando que la

distribución de los clastos de montaña sigue una distribución circular. Suponiendo la validez de esta ley

circular, las características principales de la distribución granulometrica son las siguientes (Falcón y

López, 1996):

F DD D D D

D Di ( )

' '

min

'

min

'

min

'

min

'

2 2

1 2

2 2

2 (9)

f DdF D

dD D

D

D D

D Di

i

i

( )( )

max,

'

' '

min

'

min

'

1

1

2

1 2

2

2 (10)

D

D

DD D D

D D

m i

i

,

max,

min

'

min

'

min

'

min

'

min

'

min

'

sin ( )

11

22

1

21

1 2

2 1

2 (11)

donde D’ = D/Dmax ; F(D) es la fracción en peso del material de fondo compuesto por granos mas

pequeños que D y cuyo tamaño máximo es Dmax; Dmin es el diámetro mínimo supuesto constante en

todas las secciones del tramo; Dmax,i se refiere al diámetro máximo presente en una sección

computacional i; Dm,i es el diámetro medio, y fi(D) es la función de densidad probabilística.

Solamente se deben especificar los diámetros mínimos y máximos de la granulometria para definir la

distribución granulometrica inicial. Para cualquier valor de Fi(D) la ecuación (9) puede utilizarse para

obtener el valor del diámetro correspondiente a esa fracción de sedimentos, y la ecuación (11) para

obtener su correspondiente diámetro medio. Si el rango total de partículas de sedimentos se divide en N

fracciones, la ecuación recursiva para definir el diámetro representativo de cada fracción es (donde j

es el subíndice para la fracción de sedimentos):

D D D Dj

Nj i

min max, min( )( )1

, para j=1, N+1 (12)

5.6 Variaciones Temporales del Lecho

Una vez calculado el diámetro crítico con la ecuación (6), la fracción en peso arrastrable de la capa

superficial de sedimentos en cualquier sección i puede calcularse por la ecuación:

p f D dDi i

D

Dcr i

max,

min

,

( ) (13)

El tiempo mínimo requerido para erosionar una capa de sedimentos de espesor igual al diámetro medio

viene dada por:

26

t t pA D

q bk k

k m k

s k k

min max,

,

,

( )

1 (14)

donde se ha supuesto que el espesor de la capa superficial del lecho es Dm,i ; bi es el ancho del lecho

activo; es la porosidad del material supuesta constante en todo el tramo; Ai es el área en planta del

lecho activo entre las secciones i e i-1; y el subíndice k se refiere a una sección computacional i=k

donde se verifica el valor mínimo del t.

La fracción real (en peso) arrastrable (pi ) en cada sección del cauce puede encontrarse entonces de la

relación:

pq b t

A Di

s i i

i m i

, min

, ( )

1 (15)

donde tmin se calcula de la ecuación anterior y su aplicación en todos los sub-tramos garantiza que no

más de una capa de espesor igual a un diámetro medio sea erosionada en cualquier sector del tramo.

El cambio en las elevaciones del fondo se cuantifica a partir de la ecuación de continuidad del

sedimento, donde se supone que el volumen neto de sedimentos depositados en el sub-tramo i,i-1 es

igual al volumen erosionado del sub-tramo aguas arribas (suponiendo que se deposita en el sub-tramo

aguas abajo) menos el volumen erosionado en el sub-tramo i,i-1,:

Zq b t q b t

Ai i

s i i s i i

i

,

, min , min

( )

1

1 1

1 (16)

donde el área en planta del sedimento del lecho puede calcularse mediante:

Ax

b bi

i i

i i

,( )

1

12

(17)

5.7 Variaciones Temporales de la Granulometría

Para contabilizar los cambios en la granulometría del material del lecho, se propone un modelo de dos

capas el cual considera un lecho estratificado para simular el intercambio de sedimentos entre el flujo y

el fondo del cauce (Figura 18). La capa superior se llama el estrato de mezcla, siendo esta la capa

donde se produce el intercambio de sedimentos entre el flujo y el lecho. El espesor inicial de la misma

se supone igual a 2Dmax. La segunda capa se extiende por debajo de la anterior y se llama el sustrato

inferior, el cual provee material para reemplazar el sedimento del estrato de mezcla. Para calcular la

evolución temporal de la granulometría es conveniente separar el material superficial en dos fracciones:

la fracción arrastrable y la fracción no arrastrable.

La función de densidad probabilistica del material arrastrable y su correspondiente distribución

acumulada vienen dadas por:

f Df D

pe i

i

i

,

max,

( )( )

, D D Dcr imin , (18)

27

F DF D

pe i

i

i

,

max,

( )( )

, D D Dcr imin , (19)

Similarmente, la función de densidad probabilistica y la distribución acumulada para la fracción no

arrastrable se escriben como:

f Df D

pr i

i

i

,

max,

( )( )

1

, D D Dcr i i, max, (20)

F DF D F D

p

F D p

pr i

i i cr i

i

i i

i

,

,

max,

max,

max,

( )( ) ( ) ( )

1 1 , D D Dcr i i, max, (21)

Los valores discretos de la granulometría en cualquier instante de tiempo, para una fracción Dj

contenida en el estrato de mezcla, se pueden determinar de (López y Falcón, 1999):

F D

F D F D pD

eF D p

A

A

D

e

pD

ep

A

A

D

e

i

t t

j

i

t

j e i

t

j i

m i

m i

t e i

t

j i

i

i

m i

m i

t

i

m i

m i

t i

i

i

m i

m i

t

( )

( ) ( ) ( ),

,

,

,

,

,

,

,

,

,

1 1

1 1

1

1 11

(22)

donde las siguientes condiciones deben cumplirse: F Di

t

i( )max, 1 y F De i

t

cr i, ,( ) 1 .

Dm,i

Dms,i

Estrato de mezcla

Sustrato inferiorZs,i

em,i

Zi

Superficie del lecho

Datum

Figura 18. Diagrama de definición de capas del lecho en el modelo matemático.

28

5.8 Procedimiento de Cálculo

Las condiciones iniciales requeridas por el modelo de simulación son la geometría de las secciones

transversales, las cotas del lecho y la distribución granulométrica del material superficial y sub-

superficial. Las condiciones de contorno para el modelo de flujo son el hidrograma de caudales aguas

arriba, y un hidrograma de elevaciones del agua o una curva de altura contra gastos en el extremo aguas

abajo. Para el modelo de sedimentos, la variación temporal de la carga de sedimentos debe

especificarse en el contorno aguas arriba.

El procedimiento de cálculo es el siguiente. Para cada caudal entrando al sistema, se determina el

perfil de la superficie del agua (velocidades y profundidades) y el diámetro critico de las partículas del

lecho. A continuación se calcula la distribución granulométrica de la fracción de sedimentos en

movimiento para Dmin<D<Dcr y se aplica la formula de arrastre de Shoklitsch en cada sección

computacional del tramo de estudio. Luego se determina para cada una de las secciones el tiempo

requerido para erosionar una capa de sedimentos de espesor igual a un diámetro medio. Después de

calcularse el tiempo mínimo de estos intervalos, tmin, la ecuación de continuidad se aplica para

determinar los cambios en las elevaciones del lecho. Si se supone que el material sólido en movimiento

mantiene su granulometría, es posible entonces calcular la distribución granulométrica resultante del

estrato de mezcla al final del periodo tmin, para un sub-tramo dado, a partir del conocimiento de su

distribución granulométrica inicial y de las distribuciones del sedimento entrando y saliendo del sub-

tramo.

Este método puede considerarse como una aproximación “integral” en el sentido de que no utiliza la

aproximación tradicional que consiste en dividir el sedimento en un cierto número de fracciones y

efectuar el tránsito de sedimentos por fracciones de tamaños. El modelo considera dos capas por que

generalmente una capa de grava se encuentra debajo de la capa o estrato de mezcla. El espesor de esta

última es usualmente dos veces el máximo diámetro de la granulometría. El modelo lleva un control de

la posición de la interface entre estas capas (Figura 18). Si el estrato de mezcla se hace muy pequeño, el

material restante se mezcla con la capa de grava (estrato inferior) y el proceso continua. El modelo

detecta en cada paso de tiempo si el valor del espesor del estrato de mezcla (em) es negativo. En este

caso, el valor de tmin se reduce a la mitad, sucesivamente, incorporando material del substrato inferior

al estrato de mezcla, creando de esta forma una nueva capa de mezcla de magnitud positiva.

5.9 Caso N° 1: Degradación Aguas Abajo de una Presa

Se analiza un caso hipotético para investigar la capacidad del modelo para reproducir los cambios

altimétricos y granulométricos en el lecho de un cauce torrencial afectado por la construcción de una

presa. Se supone un canal prismático rectangular de 25 m de ancho y 2000 m de longitud con una

pendiente de fondo igual a 4%. El material de fondo, compuesto por tamaños entre arenas y peñones,

tiene un Dmin = 0.074 mm, Dmax = 0.85 m, D50 = 0.117 m y D16 = 0.012 m, correspondientes a una

granulometría inicial de distribución circular. La porosidad es constante igual a 0.3. La condición de

contorno aguas arriba viene dada por un caudal líquido constante de 200 m3/s y un caudal sólido nulo.

La condición de contorno aguas abajo es representada por una profundidad constante correspondiente a

un régimen uniforme de flujo. El fondo se considera fijo en esta última sección.

Los cambios resultantes en las elevaciones del lecho se presentan en la Figura 19.Se observa como el

proceso de degradación avanza desde aguas arriba hacia aguas abajo, obteniéndose una máxima

degradación de 1,4 m en la sección al pié de la presa, permaneciendo estable después de 6 horas. La

29

degradación se extiende por unos 1300 m aguas abajo modificando la pendiente del lecho hasta un

valor de 3,9%.

En la Figura 20 se muestran los cambios temporales de la distribución granulométrica en una sección

ubicada a 200 m aguas abajo de la presa (X=1800m). En ella se observa, hasta las 0,20 horas, un

proceso inicial de refinamiento del material del lecho debido a que todavía la onda erosiva no ha

alcanzado esta sección. Posteriormente, después del inicio del descenso de lecho, se genera un proceso

de engrosamiento del material a medida que las fracciones más finas son arrastradas por el flujo. El

modelo indica una tendencia al acorazamiento. La remoción del material fino incrementa el D50 desde

0,12 hasta 0,57 m en 0,57 horas. A continuación, debido al agotamiento de la capa de mezcla, se

produce la incorporación de nuevo material del sustrato, lo cual de nuevo induce a un proceso de

refinamiento del material de lecho. Este proceso se observa en el tiempo 1,11 horas el cual es seguido

de un nuevo proceso de engrosamiento causado por la consiguiente remoción de las partículas (t = 2,26

horas). A partir de aquí, el lecho permanece estable no observándose cambios significativos en la

distribución granulométrica de dicho material.

Figura 19. Variación temporal de los perfiles calculados del lecho hasta 200 m aguas abajo de la

presa.

En la Figura. 21 se presenta la evolución temporal del D50 en la misma sección anterior (X=1800 m).

En ella se observa que el lecho se estabiliza con una granulometría cuyo D50 es 0.49 m, valor este

mayor que el D50 inicial del lecho. En la Figura 21 se muestra también la variación del transporte sólido

en la sección X=1800 m, observándose la tendencia general de reducción del transporte a medida que

se va engrosando el material de la capa superficial del lecho, hasta alcanzar un valor muy pequeño a las

1,11 horas. La Figura 22 presenta la variación temporal del coeficiente de rugosidad de Manning,

apreciándose el aumento en la resistencia a medida que progresa la degradación, debido al

engrosamiento del lecho, hasta estabilizarse en un valor cercano a 0,10. Los resultados anteriores

1290,5

1291,5

1292,5

1293,5

1294,5

1295,5

1296,5

1297,5

1298,5

1299,5

1300,5

18001850190019502000

Distance (m)

Ele

va

tio

n (

m)

T=0,00 Hr

T=0,11 Hr

T=0,29 Hr

T=0,52 Hr

T=1,06 Hr

T=2,09 Hr

30

demuestran la capacidad del modelo para reproducir periodos alternados de refinamiento y

engrosamiento del material de lecho, como respuesta a los procesos de agradación y degradación

inducidos por el desequilibrio en el arrastre sólido. La respuesta del coeficiente de Manning a los

cambios en el flujo y en el fondo del cauce, demuestra la importancia de representar adecuadamente

este parámetro en los cálculos de erosión y sedimentación.

0.0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8

Diámetro (m)

Fra

cció

n m

as f

ina

(%

)

T=0.00 Hr

T=0.11 Hr

T=0.20 Hr

T=0.39 Hr

T=0.48 Hr

T=0.57 Hr

T=1.11 Hr

T=2.26 Hr

Figura 20. Variación temporal de la distribución granulométrica en la sección X=1800 m.

0.0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.0 1.0 2.0 3.0 4.0Tiempo (Hr)

D50 (

m)

D50 inicial

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

0.0 1.0 2.0 3.0 4.0

Tiempo (Hr)

Tra

nsport

e s

ólid

o (

Kg/s

)

Figura 21. Variaciones temporales del D50 y del transporte sólido a 200 m aguas abajo de la presa

(X=1800 m).

31

5.10 Caso N° 2: Agradación Aguas Arriba de una Presa

Se utiliza el mismo canal hipotético del caso anterior para analizar la respuesta del cauce a la

construcción de una presa de retención de sedimentos. Como condición de contorno aguas arriba se

establece en la entrada un caudal líquido constante de 200 m3/s y una carga de sedimento constante de

2000 kg/s; en el extremo aguas abajo el transporte sólido es nulo hasta que la presa se colmate

completamente y el nivel del agua se mantiene constante a 16.83 m sobre el lecho, correspondiente a la

altura de presa mas la altura crítica del flujo.

0.00

0.02

0.04

0.06

0.08

0.10

0.12

0.0 1.0 2.0 3.0 4.0Tiempo (Hr)

Coeficie

nte

de r

ugosid

ad d

e M

annin

g

Figura. 22. Variación en el tiempo del coeficiente de rugosidad de Manning en X=1800 m.

En la Figura 23 se presentan los perfiles calculados del lecho para diferentes instantes de tiempo. La

evolución de fondo muestra el movimiento de la onda de sedimentos, delta, hasta alcanzar el pié de la

presa. A las 51 horas de simulación, la presa se encuentra totalmente colmatada con los sedimentos. La

pendiente del lecho en la zona de almacenamiento en el instante de la colmatación se ubica en 1.9 %

alcanzando ésta una longitud aproximada de 700 m hacia aguas arriba.

32

1218

1223

1228

1233

1238

1243

1248

1253

1258

1263

1268

1273

020040060080010001200

Progresiva (m)

Ele

va

ció

n (

m)

T=0.00 Hr T=1.02 HrT=3.07 Hr T=10.20 HrT=20.47 Hr T=35.29 HrT=43.50 Hr T=47.58 HrT=51.16 Hr T=60.36 HrT=100.85 Hr

Figura 23. Evolución temporal de los perfiles calculados del lecho aguas arriba de la presa.

En la Figura 24 se muestra las variaciones temporales en la distribución granulométrica para una

sección de cálculo ubicada justo aguas arriba de la presa. Se observa el refinamiento del material a

medida que los sedimentos se acumulan al pié de la presa. Después que los sedimentos alcanzan el tope

de la presa, las fracciones finas del material del lecho comienzan a ser erosionadas y se inicia un

proceso de engrosamiento del fondo hasta estabilizarse a las 100 horas aproximadamente.

0.0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1.0

0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8

Diámetro (m)

Fra

cció

n m

as f

ina

(%

)

T=0.00 Hr

T=35.29 Hr

T=43.50 Hr

T=51.16 Hr

T=60.36 Hr

T=100.85 Hr

Figura 24. Variación temporal de la distribución granulométrica en la sección X = 0 m.

33

5.11 Caso N° 3: Aplicación en Quebrada La Honda, Estado Lara

En esta sección se presenta un intento de calibración preliminar del modelo a partir de mediciones de

sedimentación efectuadas aguas arriba de una presa. El objetivo de la calibración es tratar de reproducir

con el modelo matemático el proceso de sedimentación de la presa y los cambios en la distribución del

material del lecho.

Descripción del Problema y Area de Estudio

La presa la Honda es una pequeña presa de retención de sedimentos, construida en concreto ciclópeo,

de 12 m de altura, localizada en el Estado Lara. La quebrada es uno de los afluentes principales del Río

Yacambú, y forma conjuntamente con este río y la Quebrada La Negra, el embalse de la presa

Yacambú. Esta presa, actualmente en construcción, tiene como objetivo aprovechar las aguas del Rio

Yacambú para regar el Valle de Quibor y abastecer a la ciudad de Barquisimeto. La presa La Honda

fue construida con el propósito de recabar información sobre la producción de sedimentos de la cuenca,

con el fin de mejorar las estimaciones sobre el potencial de sedimentación del embalse hechas por el

Sistema Hidráulico Yacambú-Quibor (López y Falcón, 1996).

Información Básica Disponible

La pendiente media del cauce de la quebrada es de 2% y el material del fondo esta compuesto por

arenas, gravas, cantos y peñones de hasta 0,60 m de diámetro. La presa fue construida durante el

periodo Marzo-Abril 1992, y para Junio del mismo año ya estaba completamente sedimentada. Se

dispone de dos levantamientos topográficos realizados antes de la construcción de la presa y después de

la sedimentación del vaso. Igualmente se dispone de muestras del material del lecho captadas en la

quebrada aguas arriba de la presa en el vaso de sedimentación. El tramo de estudio se extiende por unos

800 m aguas arriba del sitio de la presa La Honda. Los caudales del río en el periodo de análisis

(Marzo-Junio, 1992) fueron generados a partir de datos de precipitación disponibles en varias

estaciones de la cuenca y mediante el uso de un modelo de lluvia-escorrentía. El modelo numérico

utiliza 17 secciones transversales, levantadas en Febrero de 1992, para simular el proceso de transporte

y deposición de sedimentos en el tramo de estudio. El diámetro medio del material del lecho es de 3,2

cm.

Resultados de la Simulación

La secuencia de 16 tormentas que ocurrieron durante el periodo Marzo-Junio de 1992, con una

duración total de 267 horas, fue utilizada para transitar el sedimento a lo largo del tramo de estudio. La

Figura 25 muestra la creciente más grande del período, la cual ocurrió el día 7 de Junio, con un caudal

pico de 270 m3/s, correspondiendo a un periodo de retorno de 10 años. El modelo utiliza como

condición de contorno aguas abajo una curva de altura contra gastos correspondiente al vertedero de

cresta ancha de la presa. Aguas arriba, se supone que el caudal sólido entrando el tramo de estudio es

igual a la capacidad de transporte de sedimentos del flujo. El factor de fricción se calcula en cada

sección usando la ecuación (4) multiplicada por un factor de ½, siguiendo las recomendaciones de

Thompson (1987) y Jarrett (1990) de que el coeficiente de Manning en ríos de montaña es

aproximadamente el doble del valor calculado en el laboratorio.

34

Figura 25. Creciente en Quebrada La Honda el 6/7/92.

Los primeros resultados obtenidos con el modelo no pudieron predecir la sedimentación total del

embalse después de las 16 tormentas. Fue entonces necesario multiplicar el valor del transporte sólido,

dado por la ecuación de Schoklitsch, por un factor de 4 a fin de reproducir la tasa de sedimentación.

Este resultado se muestra en la Figura 26 donde se observan los perfiles del lecho, calculados para

diferentes instantes de tiempo, y el perfil medido aguas arriba de la presa al final del periodo de

simulación (t=267 horas).

Figura 26. Evolución de los perfiles del lecho de Quebrada

35

La Figura 27 presenta la variación temporal del diámetro D50 calculado en las secciones

computacionales x = 550 m y x = 750 m. El proceso de sedimentación origina una reducción

progresiva en el tamaño del sedimento del lecho. El D50 inicial de 3,2 cm se reduce a 1 cm en x = 550

y a 0,3 cm en x = 750 m. Las distribuciones granulométricas inicial y final del material del lecho en

una sección ubicada en x = 750 m, se presentan en la Figura 28, observándose la tendencia del material

del lecho a hacerse más fino con el tiempo, debido al proceso de sedimentación. La comparación de la

distribución calculada y medida al final del periodo de simulación, que se muestra en esta misma

figura, indica que los diámetros calculados con la simulación son más finos que los valores

observados. Esta diferencia puede deberse al hecho de que los valores observados fueron muestreados

mucho después que el vaso de la presa se había sedimentado. Para ese momento, es posible que ya la

corriente hubiese recuperado su capacidad de transporte y las fracciones mas gruesas del material del

fondo hayan sido transportadas hacia la parte mas profunda del embalse.

Figura 27. Variación temporal del D50 en algunas secciones de Quebrada La Honda.

Figura 28. Valores calculados y medidos de la distribución granulométrica en la sección x=750

m de Quebrada La Honda.

36

5.12 Caso N° 4: Aplicación en el Río Cocorotico, Estado Yaracuy

Descripción del Problema y Área de Estudio

El Río Cocorotico es un pequeño cauce de montaña que atraviesa la población de San Felipe en el

estado Yaracuy, y cuyo material del lecho ha sido utilizado por el Ministerio del Transporte y

Comunicaciones (MTC) como fuente de material granular para la construcción de la Autopista

Regional del Centro.

La explotación de un sector de unos 1000 m de longitud localizado en el tramo medio del Río

Cocorotico, removió toda la fracción gruesa del material del cauce (cantos y peñones) dejando el lecho

cubierto con gravas y cantos pequeños, con un diámetro medio de 1 cm. Se desea analizar el impacto

que esta extracción tiene en la morfología del cauce y si este es capaz de reponer en un tiempo

prudente el material grueso extraído anteriormente en ese sector.

Información Básica Disponible

En el tramo de estudio, de unos 4 km. de longitud, la pendiente del lecho oscila entre 3 y 6% en la parte

alta, decreciendo gradualmente hasta alcanzar 1% en el tramo inferior. El ancho del cauce varía entre 8

y 56 m, con taludes laterales de pendiente pronunciada entre 0.1 y 1.25 (horizontal a 1 en la vertical).

El material del lecho está conformado por gravas, cantos y peñones. En el tramo superior, se

encuentran peñones de más de 1 m de diámetro, y el diámetro medio es de unos 0.30 m. Un hidrograma

típico de una creciente puede elevar el caudal a más de 100 m3/s en menos de dos horas. El tramo de

estudio finaliza en un conjunto de pequeñas presas de control de erosión, construidas por el MTC para

la protección de un puente aguas abajo. Se dispone de secciones transversales levantadas cada 25 a 50

m en el tramo de estudio, y de un estudio hidrológico que permitió generar las crecientes típicas del río

Cocorotico con intervalos de 15 minutos (Falcón y López, 1993).

Resultados de la Simulación

El modelo matemático se usa en esta aplicación al Río Cocorotico para analizar la respuesta del cauce a

una secuencia de flujos previamente generados por un modelo de lluvia-escorrentía. Tres años de

lluvias intensas fueron seleccionados para este análisis. La Figura 29 muestra los cambios obtenidos en

las elevaciones del fondo de una sección ubicada en el tramo de extracción (x =1475 m). La mayoría de

los cambios ocurren durante el primer año, mayormente con los picos de las crecientes, que es cuando

el río se está adaptando a las nuevas condiciones. La erosión neta alcanza un total de 0.70 m al final del

periodo de tres años.

La variación temporal de la distribución granulométrica del sedimento del lecho se presenta en la

Figura 30. Las partes más finas del material del lecho han sido removidas y el diámetro medio se ha

incrementado de 0.01 m hasta 0.07 m. Los cambios mayores en la granulometría ocurren en el primer

año, observándose cambios insignificantes en los años subsiguientes, indicando esto que el lecho se ha

acorazado impidiendo el avance de la erosión.

37

La aplicación del modelo de flujo permanente al Río Cocorotico ha demostrado la capacidad del

modelo para cuantificar los cambios granulométricos del sedimento del lecho, y para describir

apropiadamente la tendencia al acorazamiento.

Año 1 Año 2 Año 3

Figura 29. Cambio en las elevaciones del lecho del río Cocorotico en x = 1475 m.

Final Año 1Final Año 3

Figura 30. Variación temporal de la granulometría del río Cocorotico en x = 1475 m.

38

6. SIMULACIÓN DEL FLUJO TORRENCIAL AGUAS ARRIBA DE UNA PRESA

Como se ha explicado anteriormente, las presas elevan el nivel de la superficie del agua, reducen la

velocidad del flujo y generan remansos en los tramos inmediatos aguas arriba del dique induciendo a

la sedimentación del material grueso arrastrado. En el embalse el flujo de aguas tranquilas corresponde

a un régimen subcrítico. Si el régimen de flujo de aproximación a una presa de retención de sedimentos

es supercrítico, como en el caso de los torrentes de alta pendiente, se produce un cambio de régimen

acompañado de un resalto hidráulico aguas arriba de la presa que puede oscilar o desplazarse aguas

abajo con el paso de las crecientes. Las inestabilidades superficiales características del régimen crítico,

y el resalto hidráulico que ocurre en las transiciones del flujo supercrítico a subcrítico, son difíciles de

tratar numéricamente y requieren de un tratamiento particular a fin de que no afecten el cálculo de los

perfiles de la superficie libre y de las deformaciones del lecho.

García y Kahawita (1986) desarrollaron un modelo matemático que resuelve las ecuaciones del

movimiento en dos dimensiones utilizando una versión del esquema explícito de MacCormack y

mostraron su aplicabilidad para tratar diversos problemas en flujo rápidamente variado. Bhallamudi y

Chaudhry (1991) presentaron un modelo unidimensional del flujo no-permanente, gradualmente

variado, de agua y sedimentos, para evaluar problemas de agradación y degradación del lecho de

cauces aluviales, utilizando el esquema explícito de MacCormack, y fue aplicado para diferentes

condiciones de contorno en régimen subcrítico. García-Navarro et al. (1992) utilizan el esquema TVD-

MacCormack para resolver las ecuaciones de Saint Venant en canales con presencia de frentes de

ondas y resaltos hidráulicos, mostrando comparaciones con soluciones analíticas que dieron resultados

satisfactorios. Kusakabe et al. (1995) desarrollan un modelo para determinar las variaciones del lecho

en canales de pendiente fuerte en presencia de transiciones en el régimen de flujo, usando el esquema

de MacCormack con un término de viscosidad artificial. Busnelli et al. (2001) aplican un modelo

morfológico para simular el flujo de agua y sedimentos aguas arriba de una presa abierta. El modelo se

basa en una solución implícita a las ecuaciones del movimiento y es verificado con datos obtenidos

mediante ensayos experimentales en laboratorio. Papanicolau et al. (2004) desarrollan un modelo

hidrodinámico de flujo no-permanente para ríos de montaña que considera el transporte multifraccional

de sedimentos y emplea nuevos criterios para el movimiento incipiente y la resistencia al flujo. El

modelo es utilizado para predecir cambios granulométricos del lecho y cambios morfológicos de

cauces conformados por secuencias de pozos y rápidos.

Pocos modelos se encuentran en la literatura para calcular los cambios morfológicos que ocurren aguas

arriba de presas de retención de sedimentos considerando las transiciones en el régimen de flujo que

ocurren en ríos de montaña. En este trabajo se desarrolla un modelo numérico de fondo móvil basado

en el uso del esquema de MacCormack-TVD para simular el flujo torrencial en canales de alta

pendiente en presencia de presas abiertas o cerradas. El modelo resuelve simultáneamente las

ecuaciones de continuidad y cantidad de movimiento para la fase líquida y la fase sólida de un flujo no

permanente en un canal unidimensional. El modelo se aplica para evaluar la respuesta morfodinámica a

problemas de agradación y degradación del lecho causada por variaciones en las condiciones de

contorno en casos donde se producen cambios en el régimen de flujo, y los resultados se validan con

soluciones analíticas y experimentales en el laboratorio (Rincón, López y García, 2010 y 2013).

6.1 Ecuaciones Básicas

Las ecuaciones diferenciales parciales para un flujo unidimensional, no permanente, en un canal con

fondo deformable son las siguientes.

39

La ecuación de continuidad del agua:

lqx

Q

t

A

(23)

donde A representa al área del flujo, Q es el caudal total, ql es el caudal lateral, t es el tiempo y x es la

distancia.

La ecuación de cantidad de movimiento:

fo SSgA

x

ygAQV

xt

Q

(24)

donde V es la velocidad media del flujo, g es la gravedad, So es la pendiente de fondo del canal y Sf es

la pendiente de la línea de energía.

La ecuación de continuidad del sedimento:

01

1

t

z

x

qs

p (25)

donde sq es el transporte sólido por unidad de ancho calculado con alguna de las fórmulas de arrastre

(en unidades de volumen), z representa la cota de fondo del cauce y p la porosidad del sedimento.

La fricción puede ser estimada según la ecuación propuesta por Aguirre-Pe (1990) para calcular el

coeficiente de Darcy-Weisbach fb:

d

D

D

d

fb

50

50

75.109.3ln5.28

(26)

donde d representa la profundidad del flujo y D50 es el diámetro representativo del sedimento del lecho.

El coeficiente de rugosidad de Manning puede ser obtenido directamente de la expresión:

gR

fRn b

8

2132 (27)

donde R es el radio hidráulico.

La descarga de sedimentos es estimada mediante la ecuación de Schoklitsch:

3

50

12.12315.0

5.2DgSqSq ff

s

b

(28)

donde qb es el caudal sólido volumétrico, q es el caudal líquido por unidad de ancho, s es la densidad

de las partículas de sedimentos, y es la densidad del agua.

40

6.2 Esquema Numérico

El esquema de MacCormack es un esquema explícito de dos pasos predictor–corrector (Kahawita y

García, 1986) de segundo orden de precisión tanto en tiempo como en espacio y es capaz de capturar

choques o discontinuidades sin aislarse. El esquema puede ser aplicado para el análisis de flujos no

permanentes en canales abiertos que involucren transiciones del régimen y discontinuidades como los

resaltos hidráulicos. En el modelo se incluye un tercer paso que es el esquema de variación total

decreciente (TVD) que introduce una disipación adicional a fin de controlar las oscilaciones espurias

que se producen en flujos con discontinuidades hidráulicas.

Las ecuaciones gobernantes en la forma conservativa pueden ser escritas en forma matricial como:

0 SFU xt (29)

donde,

z

VA

A

U ;

b

p

q

ygAAV

VA

1

1

2F ;

0

0

0 fSSgAS (30)

y se desprecia el aporte lateral del caudal.

El método de MacCormack se usa para resolver simultáneamente, en cada paso de tiempo, las

ecuaciones gobernantes (8) en un modelo tipo acoplado. Las ecuaciones diferenciales se transforman en

ecuaciones algebraicas usando el esquema de tres pasos de MacCormack-TVD.

Paso Predictor

tx

t k

i

k

i

k

i

k

ii

SFFUU 1

* (31)

en donde el superíndice k se refiere a un paso de tiempo k donde las variables son conocidas.

Al calcular *

iU se obtienen los valores de A* y Q

*, y su vez se pueden determinar los valores de V

* y y

*.

El mismo procedimiento se sigue para todos los nodos computacionales. Estos valores son usados en la

parte corrector para calcular F* y S

*.

Paso Corrector

tx

tiii

k

ii

***

1

**SFFUU (32)

en el cual el superíndice ** se refiere a los valores de las variables después del paso corrector. El valor

de Ui en el nivel de tiempo desconocido k+1 es:

***1

2

1ii

k

i UUU (33)

Al calcular 1k

iU se obtienen los valores de 1k

iA y 1k

iQ .

41

Paso TVD

Como es sabido, los esquemas de segundo o mayor orden, como el caso del esquema de MacCormack,

producen oscilaciones espurias de la solución en zonas cercanas a grandes gradientes, y en particular en

zonas cercanas a discontinuidades de la solución. Las oscilaciones pueden ir aumentando al transcurrir

el tiempo y provocar que el esquema numérico sea inestable, producir valores de profundidad negativos

o simplemente malas aproximaciones a la realidad. Este fenómeno se conoce con el nombre de

dispersión numérica.

Una condición menos estricta es el concepto de variación total decreciente (Total Variation

Diminishing o TVD) que es un método racional para la determinación de los términos de disipación

artificial y que asegura la convergencia de la solución numérica. El esquema TVD lo que realiza es

una nueva corrección a los valores obtenidos a través del esquema explicito de segundo orden, en este

caso, el método de MacCormack, en otras palabras, una vez aplicado el paso predictor y corrector a

todos los nodos de la malla se aplica el esquema TVD.

11

1

11

k

i

k

i

k

i

k

iTVD DCMDCMx

tQQ (34)

11

1

11

k

i

k

i

k

i

k

iTVD DCDCx

tAA (35)

donde DCM y DC son los factores de corrección por TVD (ver Anexo I).

Para la estabilidad del esquema, es necesario que el número de Courant, Cn, sea menor o igual a uno,

donde:

tx

cVCn

(36)

Por tanto, el intervalo de tiempo computacional depende del intervalo espacial entre las secciones, de

la velocidad del flujo y de la celeridad la cual es función de la profundidad del flujo. Si la profundidad

y la velocidad del flujo cambian significativamente durante la simulación, es necesario reducir el

tamaño del intervalo de tiempo computacional para mantener la estabilidad. El intervalo de tiempo

debe ser tal que Cn sea lo más cercano a 1 como sea posible.

6.3 Procedimiento de Cálculo

El modelo requiere de los siguientes datos a ser definidos en un archivo de entrada de extensión .dat:

número de nodos computacionales o secciones de cálculo, tipo de canal, características geométricas de

cada nodo, coeficiente de rugosidad de cada nodo, diámetro promedio de las partículas de fondo,

condiciones de contorno aguas arriba y aguas abajo del canal, condiciones iniciales, fórmula de

transporte de sedimentos, intervalo de tiempo para la simulación, intervalo de impresión y tiempo total

de simulación.

Las condiciones de contorno aguas arriba pueden ser un hidrograma de caudales o un hidrograma de

niveles, mientras que las condiciones de contorno aguas abajo se establecen con las ecuaciones que

regulan el flujo sobre una presa cerrada, una presa abierta ranurada o una presa abierta de ventana.

Si la presa es cerrada el modelo requiere la siguiente información: altura de la presa y el ancho del

aliviadero. La profundidad en el extremo aguas abajo de la presa es calculada asumiendo descarga a

través de un vertedero de cresta delgada, a través de la ecuación:

42

2323

2hBgCQ g (37)

donde h es la carga por encima del vertedero y Cg el coeficiente de descarga.

El coeficiente de descarga puede ser calculado con suficiente aproximación según las siguientes

ecuaciones obtenidas de análisis experimentales:

P

hCd 075.0611.0 si 10

P

h (38)

2

3

106.1

h

PCd si 20

P

h (39)

donde P es la altura del vertedero.

De la ecuación anterior, conocido el caudal de aproximación se calcula h y al sumarle la altura de la

presa se obtiene la profundidad en el contorno aguas abajo.

Si la presa es abierta ranurada el modelo requiere la siguiente información: Ancho de la ranura y

coeficiente de pérdidas por contracción. La ranura se asume como una contracción y la profundidad en

el extremo aguas abajo se obtiene aplicando energía y conservación de la masa entre el último nodo y

una sección en la ranura suponiendo en esta última condiciones críticas.

3/1

2

2

2

2

)1

(5.12 gB

Q

gA

Qh

c

(40)

donde Bc es el ancho de la ranura. De esta ecuación se despeja h y se obtiene la profundidad en el

extremo aguas abajo.

Si la presa es abierta de ventana el modelo requiere los siguientes datos: altura de la ventana, ancho de

la ventana, altura de la presa, ancho del vertedero y el coeficiente de pérdidas por contracción. En esta

condición se pueden presentar tres casos: el primer caso es cuando el nivel del agua es menor que la

altura de la ventana, en esta situación la descarga se comporta como una presa abierta de tipo ranurada

y el cálculo se hace como en el ítem anterior. El siguiente caso es cuando el nivel del agua es mayor

que la altura de la ventana pero menor que la cresta del vertedero; en este escenario la profundidad en

el extremo aguas abajo de la presa es calculada asumiendo descarga de fondo. El último caso es cuando

el nivel del agua sobrepasa la cresta del vertedero y se produce descarga simultánea de fondo y por

vertedero. La ecuación a emplear para la descarga de fondo es la siguiente:

hgACQ og 2 (41)

donde Ao es el área de la ventana.

Si la descarga es simultánea, la profundidad en el extremo aguas abajo se calcula sumando las

ecuaciones (15) y (19).

43

El cálculo de Cg se hace según la siguiente ecuación obtenida mediante correlación:

0.6107381 +h

b 0.2217857 -

h

b0.1226190

2

gC (42)

El procedimiento de cálculo del modelo se puede resumir como sigue: el modelo lee los datos y

parámetros iniciales que constituyen los valores para el tiempo igual a cero. Luego incrementa el

tiempo en un intervalo t y calcula los pasos predictor MacCormack, corrector MacCormack y TVD

para cada uno de los nodos en el que fue dividido el canal, tomando en cuenta para el primer y último

nodo las condiciones de contorno establecidas por el usuario tanto aguas arriba como aguas abajo.

Luego, si el intervalo de salida coincide con el intervalo de resultados, guarda los resultados para ese

intervalo de tiempo en un archivo de salida e incrementa el tiempo un intervalo más. Se repite el

mismo procedimiento descrito hasta alcanzar el tiempo total de simulación.

6.4. Caso N° 1: Agradación Aguas Arriba de Una Presa Cerrada

En este caso se desea analizar la respuesta morfológica del cauce al paso de una creciente (flujo no-

permanente) por un tramo aguas arriba de una presa cerrada. Se suponen los siguientes datos para la

aplicación del modelo. Canal rectangular de ancho B = 20 m, n = 0,03, So = 3%, L= 750 m. Se usa la

fórmula de Schoklitsch para calcular el transporte de sedimentos (ecuación 6). Las condiciones

iniciales vienen dadas por un caudal de 5 m3/s y las profundidades correspondientes al perfil calculado

por flujo permanente gradualmente variado para ese caudal. La altura normal es 0,15 m y el Número de

Froude es de 1,37, por lo que el flujo de aproximación es supercrítico. La condición de contorno aguas

arriba es un hidrograma de flujo tal que Q = 5 m3/s para t = 0, aumenta a Q = 60 m

3/s entre las 0 h y

1.5 h, y luego desciende a Q = 10 m3/s entre las 1,5 h y las 3 h (Figura 31). La condición de contorno

aguas abajo es la fórmula que gobierna el flujo a través de una presa cerrada, suponiendo vertedero de

pared delgada (ecuaciones 15, 16 y 17). La altura de la presa es de 2,7 m y el ancho del vertedero es

de 20 m. Se supone una porosidad del sedimento igual a 0,5 y un peso específico de 2650 Kg/m3 para

las partículas de sedimento con un diámetro D50 = 0,009 m. El intervalo espacial x es variable con la

distancia, igual a 50 m para progresivas menores a 500 m y a 1,5 m para progresivas mayores a 500

m. El intervalo t = 0,1 seg.

Hidrograma de Caudales

0

20

40

60

0 1 2 3Tiempo (Hrs)

Caudal (m

3/s

)

Figura 31. Hidrograma de caudales (condición de contorno aguas arriba) para el caso de flujo no-

permanente aguas arriba de una presa cerrada.

En la Figura 32 se muestran los resultados arrojados por el modelo tanto para el flujo como para el

sedimento. En t = 0, la presa cerrada genera un remanso aguas arriba que se traduce en un perfil S1 que

finaliza donde se forma el resalto hidráulico en las cercanías de la progresiva 650 (Figura 32c). La

agradación comienza con la formación de una pequeña onda de sedimentos (delta) donde se ubica el

44

resalto hidráulico, porque es allí donde comienza a aumentar la profundidad y a reducirse la capacidad

de transporte. A medida que transcurre el tiempo y el caudal aumenta, la pequeña onda se transforma

en un delta de sedimentos que crece en altura y viaja hacia aguas abajo, modificando en su avance la

pendiente del lecho. El perfil de la superficie libre se va adaptando a las nuevas cotas del lecho y a la

nueva pendiente que adopta progresivamente el canal, observándose pequeñas inestabilidades

numéricas en zonas cercanas al frente del delta. El resalto viaja también hacia aguas abajo y los

remansos se incrementan generando adicionalmente una onda regresiva de sedimentos que incrementa

progresivamente las cotas del lecho en su avance aguas arriba (Figura 32a y 32c). Luego, cuando el

caudal comienza a descender (Figura 32b y 32d), el avance del delta se hace más lento debido a que las

profundidades en el contorno aguas abajo cambian muy poco. Finalizada la creciente, en el tiempo t =

160 min, el delta no ha alcanzado a llegar hasta la presa quedando a unos 40 m del pié de la misma.

6.5 Caso N° 2: Agradación Aguas Arriba de Una Presa Ranurada

En este caso se desea investigar el proceso de agradación aguas arriba de una presa abierta del tipo

ranurada, sometida al paso de una creciente, es decir considerando un flujo no-permanente. Los datos

de canal son los mismos que en el caso anterior. La presa tiene una ranura de 4 m de ancho y se

supone un coeficiente local de pérdida de energía igual a 0,1. El hidrograma de caudales a transitar por

el sistema se describe en la Figura 33. Se usa la fórmula de Engelund-Hansen para calcular el arrastre

de sedimentos.

Los resultados se presentan en la Figura 34. Al igual que en la presa cerrada, la presa ranurada genera

un remanso aguas arriba que induce a la formación de un resalto hidráulico. En este caso, el remanso

es producido por la contracción del flujo y las pérdidas de energía que se producen en la ranura. El

flujo incrementa su energía específica para pasar con mínima energía a través de la ranura donde se ha

supuesto que se verifica el flujo crítico (ecuación 18). El proceso de sedimentación se inicia en forma

muy similar al caso de la presa cerrada, es decir, se genera un delta de sedimentos a partir del sitio

donde se ubica el resalto. Sin embargo, al incrementarse el caudal, la profundidad en el extremo aguas

abajo también aumenta para poder pasar por la ranura con energía mínima ocasionando que la onda del

flujo se desplace hacia aguas arriba (Figura 34a). Esto hace que el delta crezca solo verticalmente, sin

avanzar mucho hacia aguas abajo, manteniéndose prácticamente estacionario (Figura 34c). El

crecimiento vertical del delta, durante el período de ascenso del hidrograma, va acompañado de una

onda regresiva de sedimentos que agrada progresivamente los tramos superiores del canal reduciendo

la pendiente del lecho. Cuando el caudal comienza a descender (t = 210 minutos), el frente del delta de

sedimentos comienza a desplazarse hacia aguas abajo hasta alcanzar el pié de la presa en t = 380 min

(Figura 34b). Sin embargo, la presa no se sedimenta totalmente, ya que el fluido pasa por la ranura con

profundidad crítica, y por lo tanto, hay un aumento de velocidad que permite el arrastre de los

sedimentos que se aproximan a la presa. El avance del delta en la etapa de descenso del caudal, va

acompañada de un proceso erosivo de los sedimentos en el tope del delta, en un tramo de unos 30 m

aproximadamente aguas arriba de la presa (Figura 34b). La pendiente final de los depósitos en el tope

del delta es de 1,57 %. Oscilaciones numéricas se observaron en la superficie del flujo en las cercanías

del delta (Figura 34a y 34b), las cuales sin embargo no parecen afectar los perfiles de agradación del

lecho.

45

Figura 32. Evolución espacial y temporal de los perfiles del lecho y de la superficie del agua para el

caso de agradación aguas arriba de una presa cerrada sujeta al paso de una creciente: a) y c)

corresponden al ascenso del hidrograma; b) y d) al descenso.

EVOLUCION DEL PERFIL DEL LECHO (Ascenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750

Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 20 min. 40 min.

60 min. 80 min.

EVOLUCION DEL PERFIL DEL LECHO (Descenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750

Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 100 min. 120 min.

140 min. 160 min.

EVOLUCION DEL PERFIL DEL FLUJO (Ascenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750

Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 20 min. 40 min.

60 min. 80 min. Perfil de agua inicial

EVOLUCION DEL PERFIL DEL FLUJO (Descenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750

Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 100 min. 120 min.

140 min. 160 min.

t=0

a) b)

c)

d)

46

Figura 33. a) Hidrograma de caudales para el caso de flujo no-permanente aguas arriba de una presa

abierta ranurada; b) Sección transversal de presa ranurada.

6.6 Caso N° 3: Comparación con Resultados de Laboratorio

El modelo numérico se compara con resultados de experiencias realizadas en el Laboratorio de

Hidráulica del Instituto de Mecánica de Fluidos de la UCV. El ensayo experimental se realiza en un

canal de flujo torrencial de 12 m de largo, 0,30 m de ancho y 0,30 m de altura, de pendiente variable y

sección rectangular, en donde se coloca una presa cerrada de 0,15 m de altura en el extremo aguas

abajo (Figura 35). Las paredes son de madera y vidrio, y en el fondo se ha fijado un material gravoso

de 1,7 cm de tamaño medio. El caudal de agua es recirculado y el sedimento (arena fina de D50 = 0,75

mm) se alimenta a una tasa constante con una tolva ubicada en el extremo aguas arriba. Los perfiles del

agua y del fondo se monitorean con una cámara de video y un sistema de adquisición de datos.

El ensayo se efectúa para un caudal constante de 2,9 lt/s y un aporte sólido constante de 12,6 gr/s, en

un canal de pendiente fuerte igual a 7,5%. La condición inicial se establece con un flujo de agua sin

sedimentos, hasta alcanzar rápidamente el estado permanente, con un resalto hidráulico muy suave

(ondulado) en el sitio donde el perfil S1 intercepta al perfil en régimen uniforme. Se miden los niveles

del agua y se verifica la presencia de un régimen ligeramente supercrítico (Froude = 1,28) en el flujo de

aproximación a la presa. La condición de contorno aguas abajo para el modelo numérico consiste en los

niveles medidos de la superficie libre en el sitio de presa.

0

10

20

30

40

50

0 2 4 6

Tiempo (Hrs)

Cau

da

l (m

3/s

)

a) b)

47

EVOLUCION DEL PERFIL DEL LECHO (Ascenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750

Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 40 min. 80 min.

120 min. 160 min. 200 min.

EVOLUCION DEL PERFIL DEL LECHO (Descenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750

Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 240 min. 280 min.

320 min. 400 min.

EVOLUCION DEL PERFIL DEL FLUJO (Ascenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 40 min. 120 min.

200 min. Perfil de agua inicial

EVOLUCION DEL PERFIL DEL FLUJO (Descenso del hidrograma).

627

628

629

630

631

632

633

634

635

500 550 600 650 700 750

Progresiva (m)

Co

ta (

m)

Fondo del canal 240 min. 320 min. 400 min.

Figura 34. Evolución espacial y temporal de los perfiles del lecho y de la superficie del agua para el

caso de agradación aguas arriba de una presa abierta ranurada sujeta al paso de una creciente.

a) b)

c) d)

48

Figura 35. Canal de flujo torrencial donde se efectuaron los ensayos en el laboratorio del IMF-UCV.

El coeficiente de fricción del lecho de grava se calcula a partir de las mediciones de profundidad en el

tramo donde el régimen es uniforme. A partir de la formula de Manning el coeficiente resulta ser n =

0,0325. Tomando en cuenta que el material arenoso suministrado aguas arriba del canal era diferente al

material (grava) que fue colocado como fondo del canal, se hizo necesario estimar el coeficiente de

fricción para las secciones en donde ocurra la sedimentación de la arena. Suponiendo válida la fórmula

de Strickler, el coeficiente “n” de Manning para el lecho arenoso se calcula con la relación:

n4 = n1/n2*n3 (43)

en donde n4 es el coeficiente para el lecho arenoso; n1 es el coeficiente medido para la grava; n2 es el

coeficiente calculado para la grava con la fórmula de Strickler; y n3 es el coeficiente para la arena

calculado por Strickler. El valor obtenido para la arena es de n4 = 0,0196.

En el tiempo t = 0, se deja entrar el sedimento en una sección ubicada a 8 m aguas arriba de la presa.

La capacidad de transporte del canal es superior al aporte de sedimentos aguas arriba, por lo que el

sedimento viaja como carga suspendida y de fondo hasta que se encuentra con el remanso de la presa,

donde se inicia la deposición del sedimento. Los intervalos de cálculo x y t fueron fijados en 0,05

m y 0,02 sg, respectivamente. Se utilizaron tres ecuaciones de transporte para comparar con los

resultados experimentales: las ecuaciones de Schoklitsch, Engelund-Hansen y Meyer-Peter y Muller.

Los resultados se presentan en la Figura 36 donde se comparan los perfiles medidos y calculados del

lecho en diferentes tiempos. La ecuación de transporte de Schoklitsch es la que mejor se ajusta a los

resultados experimentales, reproduciendo con bastante precisión el crecimiento y avance del delta de

sedimentos. La ecuación de Engelund-Hansen produce un avance del delta de sedimentos más lento en

relación al experimental mientras que la de Meyer-Peter y Muller sobrestima la velocidad de

propagación. Las mayores diferencias entre el perfil calculado por Schoklitsch y el perfil medido se

observan en la cola de delta, debido principalmente a los cambios de rugosidad que se presentan en el

fondo por la diferencia de los materiales de arrastre y de fondo, que el modelo numérico no puede

representar con exactitud.

49

Figura 36. Comparación entre perfiles del lecho medidos y calculados para diferentes fórmulas de

transporte de sedimentos y en diferentes instantes de tiempo.

(03:27 min)

0

5

10

15

20

25

30

1 1.5 2 2.5 3

Progresiva (m)

Niv

el (c

m)

Fondo canal Mediciones

Schoklitsch Engelund-Hansen

Meyer-Peter y Muller

(05:27 min)

0

5

10

15

20

25

30

1 1.5 2 2.5 3 3.5

Progresiva (m)

Niv

el (c

m)

(09:27 min)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

0 1 2 3 4 5

Progresiva (m)

Niv

el (c

m)

(14:27 min)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

0 1 2 3 4 5

Progresiva (m)

Niv

el (c

m)

(18:34 min)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

0 1 2 3 4 5

Progresiva (m)

Niv

el (c

m)

(22:30 min)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

0 1 2 3 4 5Progresiva (m)

Niv

el (c

m)

Comparación entre los resultados experimentales y los del modelo

numérico para las diferentes ecuaciones de transporte (03:27 min)

0

5

10

15

20

25

30

1 1.5 2 2.5 3

Progresiva (m)

Niv

el (c

m)

Fondo canal Mediciones

Schoklitsch Engelund-Hansen

Meyer-Peter y Muller

50

7. CONCLUSIONES

Las principales conclusiones de este trabajo se describen a continuación.

1) Se ha discutido y analizado la respuesta morfodinámica de los ríos de montaña a la construcción

de presas de retención de sedimentos, y se han presentado evidencias de campo que muestran

los procesos erosivos que están ocurriendo en el cauce aguas abajo de algunas presas del estado

Vargas, construidas a raíz de los deslaves de 1999. De continuarse estos procesos erosivos,

pudiera ponerse en peligro la estabilidad de dichas estructuras.

2) Se han presentado dos (2) modelos matemáticos, desarrollado por el autor y co-investigadores,

para simular los procesos de erosión y sedimentación que ocurren en el lecho de los ríos de

montaña, y que permiten evaluar el impacto morfodinámico de la construcción de presas de

retención de sedimentos. Los modelos han sido validados con datos de campo y de laboratorio.

3) El primer modelo simula los cambios altimétricos y granulométricos del lecho de ríos de

montaña. El modelo permite calcular las velocidades y profundidades del flujo, el transporte de

sedimentos, y los cambios en las elevaciones del fondo y en la granulometría del material del

lecho. Los resultados numéricos de las simulaciones efectuadas demuestran la capacidad del

modelo para reproducir periodos alternados de refinamiento y engrosamiento del material de

lecho, como respuesta a los procesos de agradación y degradación generados en los tramos

aguas arriba y aguas abajo de presas de retención de sedimentos. Las respuestas del coeficiente

de Manning y del transporte sólido a los cambios en la granulometría de lecho, demuestran la

importancia de considerar estos adecuadamente en los cálculos de erosión y sedimentación del

lecho de cauces torrenciales.

4) La aplicación de este modelo en el Río Cocorotico ha demostrado la capacidad del mismo para

simular adecuadamente el proceso de acorazamiento que tiene lugar en el lecho del cauce de un

río de montaña, con amplia presencia de material grueso (gravas, cantos rodados y peñones).

Una posterior aplicación con los datos disponibles en la Quebrada La Honda permitió efectuar

una calibración de la ecuación de transporte. Una vez calibrada la ecuación, se obtuvieron

resultados satisfactorios en la reproducción de los perfiles observados del lecho y en los

cambios granulométricos.

5) Un segundo modelo ha sido formulado para reproducir los cambios en las elevaciones del lecho

en cauces torrenciales, donde el régimen de flujo es supercrítico. Las experiencias numéricas

realizadas muestran que el modelo permite calcular transiciones del flujo subcrítico a

supercrítico y viceversa, ubicando automáticamente la localización del resalto hidráulico. El

modelo ha sido aplicado también para generar las condiciones fínales de equilibrio

morfodinámico en cauces sujetos a procesos de agradación y degradación del lecho con

cambios en el régimen de flujo, y los resultados han sido validados mediante comparación con

soluciones analíticas.

6) Las simulaciones numéricas efectuadas en dos casos hipotéticos para analizar la agradación que

se produce aguas arriba de una presa cerrada y de una presa abierta, durante una creciente,

muestran que este modelo reproduce razonablemente los procesos de formación, crecimiento y

avance del delta de sedimentos, y su interacción con el resalto hidráulico y con las condiciones

de contorno impuestas por las estructuras de control (presas). Los desplazamientos del resalto,

hacia aguas arriba o abajo dependiendo de las variaciones del caudal, son simulados

51

adecuadamente por el modelo, presentándose en algunos casos pequeñas oscilaciones

numéricas en la superficie del agua, en las inmediaciones del frente del delta. A medida que

avanza el proceso de sedimentación, el resalto hidráulico se va atenuando y el flujo aguas arriba

del frente del delta se va haciendo menos supercrítico o incluso cambia de régimen, debido al

descenso de la pendiente original del lecho.

7) Se presentan los resultados de ensayos experimentales realizados en un canal de flujo torrencial

en el laboratorio, para monitorear el desplazamiento de un delta de sedimentos generado aguas

arriba de una presa cerrada. Los resultados numéricos se comparan satisfactoriamente con las

mediciones de laboratorio. La comparación con los ensayos experimentales refuerza la

importancia de seleccionar adecuadamente la fórmula de transporte de sedimentos para evaluar

la respuesta del cauce fluvial a la construcción de obras hidráulicas. La ecuación de Schoklitsch

es la que mejor se ajusta a los resultados experimentales, reproduciendo con bastante precisión

la evolución del delta de sedimentos, mientras que la ecuación de Engelund-Hansen y la de

Meyer-Peter y Muller subestiman y sobrestiman, respectivamente, su velocidad de propagación.

8) Los modelos desarrollados pueden ser usados para evaluar el funcionamiento de presas

existentes, abiertas o cerradas, de retención de sedimentos, y el impacto morfodinámico en los

tramos aguas arriba y aguas abajo del sitio de presa. Esta información es de gran utilidad para

apoyar al ingeniero en el diseño de futuras presas.

8. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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