resiliencia

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Cochabamba Bolivia UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACION CARRERA DE PSICOLOGIA DINAMICAS DE GRUPOS Resiliencia “Fortaleza después de la adversidad” Estudiantes: Villarroel Castellón Fabricio Y Colaboradores

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Breve documento que aborda de manera general el tema de resiliencia como alternativa para el trabajo en situaciones de crisis.

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Cochabamba – Bolivia

UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACION

CARRERA DE PSICOLOGIA

DINAMICAS DE GRUPOS

Resiliencia “Fortaleza después de la adversidad”

Estudiantes:

Villarroel Castellón Fabricio

Y Colaboradores

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Contenido

Introducción ............................................................................................................ 5

Origen de la resiliencia ........................................................................................... 6

¿En el origen de la resiliencia era la adversidad? ................................................... 6

Definición de resiliencia .......................................................................................... 9

Categorización ..................................................................................................... 12

De la resiliencia .................................................................................................... 12

Características ..................................................................................................... 12

Los 3 pilares ......................................................................................................... 12

Pensamiento constructivo..................................................................................... 13

Las 7 resiliencias .................................................................................................. 14

10 Formas de construir resiliencia ........................................................................ 15

Fuentes interactivas de la resiliencia .................................................................... 17

Perfil de la persona resiliente ............................................................................... 18

Características de personas resilientes: infancia, adolescencia y adultez. ........... 19

Resiliencia en lo académico: Docentes y alumnos ............................................... 21

Competencias sociales ......................................................................................... 24

Resolución de problemas ..................................................................................... 26

Autonomía ............................................................................................................ 29

Sentido de propósito y de futuro ........................................................................... 29

Desarrollo de la resiliencia .................................................................................... 32

La resiliencia como un proceso ............................................................................ 32

Antes: Fortalezas intra-psíquicas y factores ambientales ..................................... 33

3

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Durante: La adversidad ..................................................................................... 35

Después: El crecimiento postraumático ............................................................ 37

Campos de aplicación .......................................................................................... 41

Alternativas que ofrece la perspectiva de la resiliencia ..................................... 41

Resiliencia familiar y su rol en la promoción de conductas resilientes ............... 42

Resiliencia comunitaria ..................................................................................... 44

Ambiente laboral resilientes .............................................................................. 47

Resiliencia empresarial ..................................................................................... 47

Resiliencia y educación..................................................................................... 49

La construcción de la resiliencia en la escuela .............................................. 49

Resiliencia y Logoterapia .................................................................................. 50

Modelos para la práctica ................................................................................... 51

Modelo trágico de Grotberg ........................................................................... 51

Modelo Ecológico de Bronfenbrener .............................................................. 55

Modelo de la Casita de Vanistandael ............................................................ 56

Modelo de Resiliencia en la Escuela ............................................................. 57

Paradigma de Educación Holista ................................................................. 59

Conclusión ........................................................................................................... 62

Bibliografía ........................................................................................................... 63

Trabajos citados ............................................................................................... 63

Anexos ................................................................................................................. 65

Personajes resilientes ....................................................................................... 65

Rigoberta Menchú ......................................................................................... 65

Kim Phuc ....................................................................................................... 66

Frida Kalho .................................................................................................... 67

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Tony Meléndez ..................................................................................................... 68

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Introducción

Las experiencias que se dan en el cotidiano vivir del ser humano, tanto a nivel

personal como en la relación con la sociedad, muy a menudo exigen respuestas adecuadas

a la situación, contexto y realidad de cada uno; los ámbitos en los que se relaciona y

situaciones que atraviesa son diversas, como diversa es la persona unas respecto de otras,

pero todas pasan por experiencias no agradables, dificultosas, obstaculizantes o dolorosas,

sin excepción, desde el más pequeño hasta el mayor de todos; ante estas situaciones caben

la preguntas ¿Qué hacer ante ellas? ¿Cómo responder? ¿Cómo enfrentarlas? ¿Qué

postura tomar?

Cada persona asumirá posturas distintas ante las dificultades, sin embargo una de

entre varias se presenta como la más acertada y mejor para continuar satisfactoriamente y

con denuedo en la vida, que como fuerza interna impulsa a la persona sobresalir ante las

adversidades y conseguir sus objetivos, se trata de la cualidad de la Resiliencia.

En el presente trabajo, exponemos aspectos sobresalientes de la Resiliencia, el

origen, definición, características, como también el perfil de la persona resiliente y su

construcción, las alternativas que ofrece en sus diferentes ámbitos y modelos para la

práctica. Ofrecemos esta postura y perspectiva de la resiliencia como una respuesta

alternativa y mejor opción, ante situaciones inevitables que acontecen a todo ser humano,

ella será imprescindible para la superación del mismo y una característica favorable de

encontrar oportunidades en las dificultades para un bienestar consigo mismo y con los

demás.

6

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Origen de la resiliencia

El primero que utilizo este término fue Bowlby (1992) insistiendo en el papel

del apego en la génesis de la resiliencia y la definió como “resorte moral, cualidad

de una persona que no se desanima, que no se deja abatir”. La resiliencia ha

suscitado el interés de investigadores y prácticos redefiniendo incesantemente el

concepto de unos a otros, lo que ha enriquecido y ha dado origen a cada vez más

estudios y más conocimiento sobre el mismo.

La resiliencia es un término que proviene de la física y designa la capacidad

de un material para recobrar su forma original después de haber estado sometido a

altas presiones. Por analogía, las ciencias humanas comenzaron a utilizar esta

palabra para indicar la capacidad humana que permite a las personas, pese a haber

atravesado situaciones adversas, lograr salir no solamente a salvo si no

transformadas por esa experiencia.

Aunque la resiliencia es una capacidad intrínseca al ser humano, el interés

científico que ha despertado es reciente. Los estudios en parte, surgen de las

observaciones que realizaron algunos científicos asombrados de cómo unos niños

expuestos a duras condiciones de vida se sobreponían, mientras otros no las

superaban y terminaban siendo adultos dañados.

La resiliencia designa la capacidad humana de superar traumas, heridas y

no quedar encadenados a los traumas toda la vida, no es una receta de felicidad,

sino una actividad vital positiva que estimula a reparar daños sufridos.

¿En el origen de la resiliencia era la adversidad?

Esto parece decir Cyrulnik (2001) con cada uno de los ejemplos que pone de

seres humanos que viven dolor y luego sanación, adversidad y posteriormente

restauración.

Citando a Moscovici incluso parece proclamar la necesidad del sufrimiento

para vivir apropiadamente: “Aquellos que han tenido una infancia feliz me dan

lástima, no han tenido nada a lo cual sobreponerse” (Moscovici, 1997, citado por

Cyrulnik, 2001, p. 83). Pero también advierte: “En el momento del traumatismo no

se ve sino la herida, claro.” (Cyrulnik, 2001, p. 15). Y más adelante subraya: “En

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

cada etapa de la historia del niño existe una posibilidad de recuperación o de agravamiento”

(Cyrulnik, 2001, p. 87).

Es a posteriori que podemos reflexionar acerca del proceso resiliente pues en el

momento mismo de la adversidad solo alcanzamos a sufrirla. El autor nos induce, sin

explicitarlo, es decir con la magia literaria de lo implícito, hasta la sabiduría oriental del Ying

y el Yang, gracias a la cual podemos vislumbrar, asombrados, las interacciones entre el

caos y el cosmos, entre lo inmundo y el mundo, entre el diábolo y el símbolo. Del caos

emerge el cosmos, del desorden el orden, de la oscuridad la luz, de lo feo lo hermoso, y

solo podemos reconocer las virtudes de lo bello sobre el trasfondo de lo que nos resulta

feo; aquello que nos parece agraciado por encima de lo que nos resulta desgraciado. Lo

roto, fracturado y escindido puede notarse gracias al contraste con lo integrado, lo

vinculado, lo unido.

Manciaux (2003) ponía ya de relieve que la resiliencia se confirma en las trayectorias

existenciales de muchísimas personas cuyas historias permiten presenciar la superación

de dificultades, destacando la confluencia del mito y de las narraciones mitológicas con la

realidad humana. Al preguntarse si la resiliencia es mito o realidad, responde:

¿Acaso no son los mitos, etimológicamente, relatos fabulosos, muy simbólicos, que

hablan de la condición humana frente a fuerzas externas y acontecimientos?

Construcciones del espíritu ilustradas por la mitología, la Biblia, la fábula, la historia o la

novela a partir de la observación de la realidad de la vida. Si la resiliencia es un mito, ¿no

es un mito fundacional, utopía quizá, pero utopía de alcances prometedores, movilizadora,

capaz de cambiar nuestra forma de ver muchas cosas y muchas personas? Y si es una

realidad, siempre será algo por suceder, por concretarse” (Manciaux, 2003, pp. 13-14).

Presenciamos, gracias a Cyrulnik (2001) el proceso de tejido, la convergencia

sinérgica de fuerzas que confluyen y que puede llegar a ser proceso de escritura de un

texto con sentido, para dar cuenta de modo complejo – complexus (Morin, 2006) – del motor

de la vida que podría devenir en motor de la existencia. Así, el proceso de tejido recompone

los hilos de la red que han sido rotos y podría decirse que uno de los orígenes de la

resiliencia es, precisamente, el comienzo del ejercicio del arte de tejer, quizás de tejerse a

sí mismo, como corresponde a un ser humano que se constituye en sujeto de su propia

historia. Pero, para iniciar el tejido se necesita contar ya previamente con los hilos, incluso

8

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

quizás con la trama y con la urdimbre, así, al origen de la resiliencia en el inmediato

presente o en el cercano pasado, podemos encontrarle lejanos orígenes en remotos

tiempos.

La emoción representada por sus figuras de enlace sirve entonces de punto

de referencia en sus imágenes. Es lo que fija los sucesos bajo forma de recuerdos

y les da coherencia con la condición de que el niño encuentre a alguien para quien

hacer con esto un relato… Pero lo que fijará las imágenes y les dará un sentido es

el relato (Cyrulnik, 2001, pp. 30-31).

La vida continúa manifestándose en los seres que han sido golpeados, pero

que aún siguen vivos, y se manifiesta

Como sabe hacerlo, casi sin ser notada. Por ello la esperanza no es

consciente como propósito sino como intuición de algo mejor, como deseo. Para

Manciaux (2003), cuando cita al Bureau Internacional Catholique de l’enfance, BICE,

la resiliencia es el realismo de la esperanza (Manciaux, 2003, p. 14).

Cuando profundiza en el sistema de creencias asumiéndolo como “cuerpo y

alma de la resiliencia”,

Walsh (2004) evoca la frase del líder pacifista Martin Luther King, cuyo

ejemplo de vida coherente nos ilumina y cuyo discernimiento moral nos permite

distinguir las leyes justas de las leyes injustas. Desde el fondo de las injusticias que

sufrió y aun llevando las de perder, este líder mundial clamaba su esperanza: “En lo

profundo de mi corazón tengo esta certeza: ¡algún día venceremos!” (Martin Luther

King citado por Walsh, 2004, p. 81).

La resiliencia no es solamente un acto de la consciencia sino un tejido que

se va haciendo a lo largo de la existencia, que requiere diversos grados de pro

positividad, desde los reflejos y los automatismos hasta los actos de la

determinación voluntaria más deliberados, en los cuales tanto los medios como los

fines son delicadamente discernidos (McDougall, 1923, citado por Gondra,1990) y

necesita de diferentes universos simbólicos. Pero sin duda un origen de la resiliencia

se encuentra en el afecto. “La implicación afectiva es vital…” afirma Cyrulnik (2001,

p. 96).

El origen de la resiliencia es el anhelo, es el deseo, es la intuición, es la

ilusión vislumbrada de algo bello, distinto, algo mejor, es el ensueño. Una vez

9

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

cargado de afecto un acontecimiento, hará parte de la memoria y podrá hacer parte del

relato de alguien que se narra a sí mismo, constituyéndose también en el hilo conductor de

su identidad, de su mismidad histórica (Erikson,1981). Cyrulnik (2001) tiene unos aportes

sobre esto: “…un acontecimiento solo puede constituir un recuerdo si está cargado de

emoción” (p. 114). “…el sentimiento es una emoción provocada por una representación que

depende de lo que en nuestra memoria haya quedado historiado” (118) y “El sentimiento

de sí se vuelve una especie de primicia de identidad, como una imagen de sí que la mirada

del otro pone en el niño” (p. 64).

El origen de la resiliencia es el apego. Quizá el primero en utilizar el término

resiliencia en ciencias humanas y sociales fue Bowlby (1998) fundador de la teoría del

apego, de la teoría vincular, quien junto con su amigo Spitz (1974) fueron pioneros en el

campo de la psicopatología infantil. Aunque entre ellos hubo diferencias teóricas, ambos

participaron en la Escuela Londinense de Relaciones Objetales, a partir de cuyos principios

cada uno tomó diferentes caminos y propuso en sus propios términos la psicopatología que

se deriva del abandono temprano.

René Spitz y John Bowlby fueron los primeros en señalar los efectos lejanos de una

carencia precoz. Este género de reflexión, habitual en los psicoanalistas, no siempre es

aceptada por nuestra cultura, que piensa a menudo que “todo esto pertenece al pasado”,

como si no tuviéramos memoria, y como si nuestra historia no actuara sobre nuestra

identidad y nuestras decisiones (Cyrulnik, 2001, p. 92).

Al revisar el libro de Spitz (1974), en especial la segunda parte, aun cuando no utiliza

el término resiliencia ni alude a los factores resilientes o a los tutores de resiliencia, pueden

encontrarse descripciones clínicas muy vívidas del efecto que tienen en el bebé el

abandono y el regreso de su madre, así como también del papel que juegan diferentes

personas y circunstancias en la conformación apropiada del aparato psíquico del bebé a

pesar del abandono temprano.

Definición de resiliencia

El término resiliencia, del latín resilire, que podría traducirse como “rebotar”, viene

utilizándose desde hace tiempo en el campo de la física para indicar la capacidad de un

material para recobrar su forma original tras ser sometido a altas presiones. También en

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

ingeniería tiene su aplicación, en este caso por la cantidad de energía que es capaz

de absorber un material antes de su deformación irreversible.

Pero de un tiempo a esta parte la resiliencia ha empezado a abrirse camino

en el ámbito de la psicología. Aún sin ser un concepto plenamente instaurado y

conocido, sí tiene una característica que la hace interesante: la de reflejar y aunar

con fidelidad y precisión los hechos anteriormente descritos.

Ya entrando al campo de la psicología empezaremos por citar a varios

autores y su concepto de resiliencia.

La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente

a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis

de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que

permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas. (Yturralde

& Chávez, 2006)

La resiliencia es un proceso dinámico que tiene por

resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad.

(Luthar, 2000)

La resiliencia distingue dos componentes: la resistencia

frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia

integridad, bajo presión y, por otra parte, más allá de la resistencia,

la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a las

circunstancias difíciles. (Vanistendael, 1994)

La resiliencia se ha caracterizado como un conjunto de

procesos sociales e intra-psíquicos que posibilitan tener una vida

«sana» en un medio insano. Estos procesos se realizan a través

del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre los atributos

del niño y su ambiente social y cultural. (Rutter, 1992)

Habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse,

recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva.

Concepto genérico que se refiere a una amplia gama de

factores de riesgo y su relación con los resultados de la

competencia. Puede ser producto de una conjunción entre los

factores ambientales y el temperamento, y un tipo de habilidad

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

cognitiva que tienen algunos niños aun cuando sean muy pequeños.

(Osborn, 1996)

Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades

de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas. (Grotberg,

1995)

La resiliencia significa una combinación de factores que permiten

a un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y

adversidades de la vida, y construir sobre ellos.

La resiliencia es una respuesta global en la que se ponen en juego

los mecanismos de protección, entendiendo por estos no la valencia

contraria a los factores de riesgo, sino aquella dinámica que permite al

individuo salir fortalecido de la adversidad, en cada situación específica y

respetando las características personales. (Infante, 1997)

La resiliencia es la capacidad que tiene un individuo de generar

factores biológicos, psicológicos y sociales para resistir, adaptarse y

fortalecerse, ante un medio de riesgo, generando éxito individual, social y

moral. (Chapital, 2011)

Concluyendo la resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para

sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. Cuando un sujeto o grupo (animal

o humano) es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada, y puede

sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por éstos.

Desde la Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor

equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión. Esto

les permite una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para

afrontar retos

La Resiliencia, es el convencimiento que tiene un individuo o equipo en superar los

obstáculos de manera exitosa sin pensar en la derrota a pesar que los resultados estén en

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

contra, al final surge un comportamiento ejemplar a destacar en situaciones de

incertidumbre con resultados altamente positivos.

Esa capacidad de resistencia se prueba en situaciones de fuerte y

prolongado estrés, como por ejemplo el debido a la pérdida inesperada de un ser

querido, al maltrato o abuso psíquico o físico, a prolongadas enfermedades

temporales, al abandono afectivo, al fracaso, a las catástrofes naturales y a las

pobrezas extremas. Podría decirse que la resiliencia es la entereza más allá de la resistencia. Es

la capacidad de sobreponerse a un estímulo adverso.

Es también un proceso dinámico, constructivo, de origen interactivo,

sociocultural que conduce a la optimización de los recursos humanos y permite

sobreponerse a las situaciones adversas

Categorización

Los sujetos se clasifican en pro-resilientes y no-resilientes, teniendo un papel

importante la neuroquímica de cada uno.

Aunque no absoluta, es muy frecuente establecer la siguiente relación: “A

mayor actividad cognitiva y mayor capacidad intelectual, la resiliencia aumenta”. Los

sujetos que presenten estos requisitos, o sea pro-resilientes, tienden a poder

procesar y elaborar de manera más eficaz los traumas y factores distresantes.

Los no-resilientes o poco resilientes, expresan fenómenos llamados “call

memory”, que se define de acuerdo a la frecuencia e intensidad en que se reactiva

en la memoria consciente el trauma o momento distresor. Estos recuerdos se

presentan como los conocidos “flashbacks”, pensamientos intrusivos incontrolables.

De la resiliencia

Características

Los 3 pilares

Sostienen la capacidad de resiliencia:

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

a. La capacidad de juego. No tomarse las cosas tan a pecho que el temor impida

hallar las salidas. Y en esto el sentido del humor, el “mirar las cosas como desde el

revés de un larga vista permite tomar distancia de los conflictos. La creatividad, la

multiplicación de los intereses personales, los juegos de la imaginación relegan esas

causas de alarma a su justo lugar, relativizarlas para no deprimirse.

b. La capacidad de encarar las situaciones con un sentimiento de esperanza. Y

para ello es fundamental tener al menos a alguien en quien depositar los afectos,

admiración, qué sirven como guías y estimulo. Es lo que en el lenguaje común de

los grupos de resiliencia se conoce como “engancharse”. Esto que viene a veces

naturalmente con el modo de ser de La persona, puede ser estimulado por

educadores y terapeutas. Son esenciales asimismo las llamadas redes de sostén o

de contención, vínculos que enriquecen e impiden que la persona se sienta en una

intemperie vital. Amigos, un maestro, una comunidad barrial, los grupos de

resiliencia obran con apoyo y estímulo permanentes.

c. El auto sostén. Se puede resumir como un mensaje que la persona elabora para

sí misma. “Yo sé que esto me va a pasar”, se dice ante un mal trance. O sea: “Me

quiero, confío en mí, me puedo sostener en la vida

Pensamiento constructivo

No podemos evitar que ocurran eventos amenazantes, o que produzcan mucha

tensión, pero sí podemos cambiar nuestra manera de interpretarlos y reaccionar ante ellos.

Piensa de forma realista, es decir, no veas los problemas o las crisis como

catástrofes terribles e insoportables, sino como retos que has de superar. Procura tener una

perspectiva amplia y pensar que esos problemas no van a durar para siempre, sino que

acabarán pasando. Piensa que tienes la capacidad suficiente como para afrontarlos y

encontrar soluciones. No cometas errores de pensamiento. Mira las situaciones desde un

contexto alto, profundo, analítico, buscando siempre la relación causa/efecto que te permita

en el futuro no volver a tropezar con la misma piedra.

14

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Las 7 resiliencias

Es uno de los esquemas más interesantes está planteado por wolin y wolin

(1992 en puerta de klinkert, 2002) consideran que no existe la resiliencia como algo

singular, sino resiliencias, en plural de 7 resiliencias las cuales evolucionan

progresivamente a través de cada una de las etapas de desarrollo.

Para explicar su teoría se apoyan de una figura que llaman “mandala de las

resiliencias”.

La imagen consiste en una sucesión de círculos que rodean un núcleo

correspondiente al ser que se quiere asimilar. Contiene triángulos que tienen su

vértice en el núcleo de los círculos ensanchándose hacia la parte externa con lo cual

se quiere representar que la mente humana siempre actúa basándose en datos

previamente almacenados y los relaciona entre si, de tal manera que, cuando actúa

con su mente activada puede percibir información, detalles, sensaciones y

sentimientos que de otra manera le serían imposible de conocer (Holística 1999

citado en Puerta de Klinkert, 2002).

En el núcleo del mandala se encuentra el yo de cada persona, en el cual se

concentra todo aquello que debe asimilar, sobre la cual debe tomar conciencia y

aprovechar en beneficio de sí misma y de los demás. Los círculos que rodean el

núcleo son las etapas a través de las que evolucionan no solo la persona sino

también su resiliencia.

El termino mandala significa paz y orden interno y es una expresión

empleada por los indios navajos del suroeste de los estados unidos, para dejar a la

fuerza interior que hace el individuo enfermo encuentre su resistencia interna para

sobreponerse a la enfermedad.

a. Capacidad de relacionarse. Es decir, la habilidad para establecer lazos e intimidad

con otras personas, para balancear la propia necesidad de afecto con la actitud de

brindarse a otros. Una autoestima baja o exageradamente alta producen

aislamiento: si es baja por autoexclusión vergonzante y si es demasiado alta puede

generar rechazo por la actitud prepotente que supone.

b. Independencia. Se definió como el saber fijar límites entre uno mismo y el medio

exterior; la capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el

15

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

aislamiento. Depende del principio de realidad que permite juzgar una situación

prescindiendo de los deseos del sujeto. Los casos de abusos ponen en juego esta

capacidad.

c. Iniciativa. El gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más

exigentes

d. Humor. Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Permite ahorrarse sentimientos

negativos aunque sea transitoriamente y soportar situaciones adversas.)

e. Creatividad. La capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el

desorden. Fruto de la capacidad de reflexión, se desarrolla a partir del juego en la

infancia.

f. Autoestima consistente. Es el fundamento de los demás pilares y es el fruto del

cuidado afectivo consecuente del niño o adolescente por un adulto significativo,

“suficientemente” bueno y capaz de dar una respuesta sensible.

g. Introspección. Es el arte de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta.

Depende de la solidez de la autoestima que se desarrolla a partir del reconocimiento

del otro. De allí la posibilidad de captación de los jóvenes por grupos de adictos o

delincuentes, con el fin de obtener ese reconocimiento.

10 Formas de construir resiliencia

1. Establecer relaciones. Es importante establecer buenas relaciones con familiares

cercanos, amistades y otras personas. Aceptar ayuda y sostén de personas que le

quieren y le escuchan fortalece la resiliencia. Alguna gente encuentra que estar

activo en grupos de la comunidad, organizaciones basadas en la fe, u otros grupos

locales le provee sostén social y le ayuda a reclamar la esperanza. Ayudar a otros

que le necesitan también puede ser de beneficio para usted.

2. Evitar ver las crisis como obstáculos insuperables. Usted no puede evitar que

ocurran eventos que producen mucha tensión, pero si puedes cambiar cómo los

interpreta y reacciona a ellos. Trate de mirar más allá del presente y piense que en

el futuro las cosas mejorarán. Observe si hay alguna forma sutil en que se sienta

mejor mientras se enfrenta a las situaciones difíciles.

3. Acepta que el cambio es parte de la vida. Es posible que como resultado de una

situación adversa no le sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las

16

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

circunstancias que no puede cambiar le puede ayudar a enfocar en las

circunstancias que puede alterar.

4. Muévase hacia sus metas. Desarrolle algunas metas realistas. Haga algo

regularmente—aunque le parezca que es un logro pequeño—que le permita

moverse hacia sus metas. En vez de enfocarse en tareas que parecen que no puede

lograr, pregúntese. “Qué cosa sé que pudo lograr hoy que me ayuda a caminar en

la dirección hacia la cual quiero ir?”

5. Lleve a cabo acciones decisivas. Actúe en situaciones adversas lo mejor que

pueda. Lleve a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las

tensiones y desear que desaparezcan.

6. Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo/a. La gente a veces aprende

algo sobre su persona y puede que se den cuenta de que han crecido en alguna

forma como resultado de su lucha con la adversidad. Muchas personas que han

experimentado tragedias y situaciones difíciles han informado mejoría en sus

relaciones, la sensación de mayor fuerza personal aun cuando se sienten

vulnerables, la sensación de que su auto-valía ha mejorado, una espiritualidad más

desarrollada y una aumentada apreciación de la vida.

7. Cultive una visión positiva de su persona. El desarrollar confianza en sus

habilidades para resolver problemas y confiar en sus instintos ayuda a construir la

resiliencia.

8. Mantenga las cosas en perspectiva. Aun cuando se enfrente a eventos bien

dolorosos, trate de considerar la situación que le causa tensión en un contexto más

amplio y mantenga una visión a largo plazo. Evite agrandar el evento fuera de

proporción.

9. Nunca pierda la esperanza. Una visión optimista le permite esperar que ocurran

cosas buenas en su vida. Trate de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse

por lo que teme.

10. Cuide su persona. Preste atención a sus propias necesidades y deseos. Interésese

en actividades que disfrute y encuentra relajantes. Ejercítese regularmente. El

cuidar de su persona le ayuda a mantener su mente y su cuerpo listos para

enfrentarse a las situaciones que requieren resiliencia.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Fuentes interactivas de la resiliencia

Las fuentes interactivas de la resiliencia de acuerdo con Edith Grotberg (1997), para

hacer frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso

transformado, los niños toman factores de resiliencia de cuatro fuentes que se visualizan

en las expresiones verbales de los sujetos (niños, adolescentes o adultos) con

características resilientes:

“yo tengo” (apoyo);”yo soy” y “yo estoy” (atañe al desarrollo de fortaleza

intrapsíquica);”yo puedo” (remite a la adquisición de habilidades interpersonales y de

resolución de conflictos).

En el trabajo original (en inglés) se consigna tres categorías dado que los verbos

“ser” y “estar” se subsumen en uno el verbo “to be” bajo estos factores trabajan las personas

resilientes ya que son cuatro categorías fundamentales :

“Yo tengo”. En mi entorno social.

• Personas alrededor en quienes confío y que me quieren

incondicionalmente.

• Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros.

• Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta

de proceder.

• Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo.

• Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o cuando

necesito aprender

“Yo soy” y “yo estoy”. Hablan de las fortalezas intrapsíquica y condiciones

personales.

• Alguien por quien los otros sienten aprecio y cariño.

• Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.

• Respetuoso de mí mismo y del prójimo.

“Yo puedo”. Concierne a las habilidades en las relaciones con los otros

• Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan.

18

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

• Buscar la manera de resolver mis problemas.

• Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está

bien.

• Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o actuar.

• Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.

“Yo Estoy”.

• Dispuesto a responsabilizarme de mis actos.

• Seguro de que todo saldrá bien.

Perfil de la persona resiliente

Hawes examina cómo la espiritualidad, es efectivamente un factor protector,

según él existe tres grupos de factores que inducen conductas resilientes. El primero

se refiere a la aceptación incondicional de otro. Esta condición viene dada en cuanto

para Dios no hay excepción de personas, relacionándose directamente con el

acrecentamiento de la autoestima y el incremento del sentido de su propia dignidad,

al ser una relación fundamentalmente amorosa cargada de respeto, cuidado, y

responsabilidad por el otro. El segundo grupo de factores, vendría a ser la

conciencia de que existen normas básicas, positivas y orientadoras dentro de las

cuales pueda ejercer una apertura hacia conductas constructivas, así en la tradición

judeo-cristiana existe un decálogo o diez mandamientos que son efectivamente la

esencia de la ley, estas reglas son básicas, positivas y orientadoras en cuanto dan

claras señales para vivir la vida en clave de espiritualidad. Finalmente, se encuentra

el experimentar un sentido para la vida, dotada de significado y de asumir la propia

importancia como personas, no solamente para nosotros mismos sino para una

construcción trascendente.

Según Loesel (1992) los niños resilientes suelen vivir en un clima

educacional abierto y con límites claros; cuentan con modelos sociales que motivan

el enfrentamiento constructivo, comparten responsabilidades sociales y se ven

estimulados por la existencia de expectativas de logros realistas por parte de los

adultos.

19

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Si bien la resiliencia comprende una serie de características y habilidades de ajuste

propias del individuo o sistema, por lo general se evidencia en situaciones adversas o de

riesgo.

La resiliencia no es solamente entendida como un concepto o como un ejemplo para

todas las personas ya que se tiene características de personas y por edades es decir por

etapas de la vida que se explicara a continuación:

Características de personas resilientes: infancia, adolescencia y adultez.

• Ambiente facilitador: incluye acceso a la salud, educación, bienestar, apoyo

emocional, reglas y límites familiares, estabilidad escolar y del hogar, entre otros.

• Fuerza intrapsíquica: incluye la autonomía, el control de impulsos, el sentirse

querido, la empatía.

• Habilidades interpersonales: incluye el manejo de situaciones, la solución de

problemas, la capacidad de planeamiento.

Una persona puede ser resiliente, puede tener la fortaleza intrapsíquica

suficiente y las habilidades sociales necesarias, pero si carece de oportunidades

para educarse o trabajar, sus recursos se verán limitados.

Así mismo, Wolin y Wolin se proponen una explicación para el fenómeno de

la resiliencia en niños y adolescentes, para lo cual desarrollan un esquema basado

en las etapas del ciclo vital. El primer círculo de la resiliencia se centra en la infancia

o niñez; el segundo, en la adolescencia y el tercero, en la adultez.

Estos autores desarrollan la noción de “siete resiliencias”: introspección,

independencia, interacción, iniciativa, creatividad, ideología personal y sentido del humor

que a continuación se cada resiliencia pero vista desde la perspectiva de las etapas de la

vida solo se explicara este punto como anteriormente ya se mencionó.

1. Introspección.

a. Durante la niñez.- la introspección se manifestará como la capacidad de

intuir que alguien o algo no están bien en su familia, los niños resilientes son

capaces de contrarrestar la reflexión distorsionada de la familia, situar el

problema donde corresponde, reduciendo la ansiedad y la culpa.

20

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

b. Durante la adolescencia, la introspección corresponde a la capacidad de

conocer, de saber lo que pasa a su alrededor y es fundamental para

comprender las situaciones y adaptarse a ellas.

c. En la adultez.- la introspección se manifiesta como la sabiduría, la

comprensión de sí mismo y de otras personas, con aceptación de las

dificultades, sin culpar a los demás.

2. Independencia.

a. En la niñez.-esta capacidad se expresa manteniéndose alejado de las

situaciones conflictivas.

b. En la adolescencia, la independencia se manifiesta en conductas como no

involucrarse en situaciones conflictivas.

c. En la adultez.-esta capacidad se expresa en la aptitud para vivir en forma

autónoma y de tomar decisiones por sí mismo.

3. Capacidad de interacción.

a. En los niños.- se expresa como una facilidad para conectarse, ser querido o

adorado.

b. En los adolescentes.-se manifiesta en la habilidad para reclutar pares y de

establecer redes sociales de apoyo.

c. En los adultos.- esta capacidad se manifiesta en la valoración hacia las

relaciones interpersonales, la intimidad y los rituales.

4. Capacidad de iniciativa.

a. En los niños.- esto se refleja en las conductas de exploración y actividades

constructivas.

b. En la adolescencia.-aparece la inclinación al estudio, práctica de deportes y

actividades extraescolares como obvies y trabajos voluntarios.

c. En los adultos.-se habla de generatividad, que alude a la participación de

proyectos comunitarios, sentimientos de autorrealización, capacidad de

liderazgo y enfrentamiento a desafíos.

5. Creatividad.

a. Durante la niñez.-esa capacidad se expresa en la creación y los juegos que

permiten revertir la soledad, el miedo, la rabia y la desesperanza.

21

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

b. En la adolescencia.-se refleja un desarrollo de habilidades artísticas como

escribir, pintar, bailar, producir artes.

c. Los adultos.- creativos son aquellos capaces de componer y reconstruir.

6. Ideología personal.

a. En los niños.- esto se manifiesta en que son capaces de hacer juicios

morales desde muy temprana edad, de discriminar entre lo bueno y lo malo.

b. En la adolescencia.-se caracteriza por el desarrollo de valores propios y

establecer juicios en forma independiente de los padres. Además se

desarrolla el sentido de la lealtad y la compasión.

c. En la adultez.-se manifiesta como la capacidad de servicio y de entrega

hacia los demás.

7. Sentido del humor.

a. En la niñez.-se desarrolla a través del juego.

b. En la adolescencia.-se desarrolla por su capacidad de reír, de moldearse y

de jugar.

c. En el adulto.- reconoce el aspecto divertido, alegre y juega.

Resiliencia en lo académico: Docentes y alumnos

Poder reconocer en nosotros mismos y en los demás capacidades resilientes-

también darnos cuenta cuando están faltando-es de vital importancia.

Un docente con capacidad de Resiliencia tiene desarrollados 6 factores llamados

"constructores" de Resiliencia.

1. Enriquece los vínculos pro-sociales: Mejora la comunicación entre pares,

directivos y alumnos. Habla de "mi escuela”, lo cual denota el sentimiento de

pertenencia con la institución. Sus principios se basan en la solidaridad y en la

tolerancia. Se adapta positivamente a las situaciones y no se queda inmerso en el

conflicto sino que busca la resolución del mismo de manera positiva: mediante el

acuerdo y la negociación, entendiendo por" acuerdo". No le interesa ser infalible ya

que tiene su propio permiso para equivocarse y apostar a nuevos enfoques.

2. Fija límites claros y consensuados: Considera valiosa la opinión de los demás,

no "acata" si no está de acuerdo, es democrático, no es contradictorio entre su

22

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

manera de pensar y su accionar, no se rinde hasta lograr su propio aprendizaje y el

de sus alumnos, es abierto ante el surgimiento de nuevas y diferentes situaciones.

3. Enseña habilidades para la vida: Tiene capacidad de asombro, es curioso,

contagia interés y estímulo, no se detiene ante la duda, busca aprender y

capacitarse por propia satisfacción.

4. Brinda apoyo y afecto: Se siente valioso, quiere a su trabajo, estimula y busca

recibir estímulos, se contacta con gente positiva-esperanzada y realista a la vez-,

siempre está sumando y no restando cualidades en sí mismo y en los que lo rodean-

sobre todo en sus alumnos-, confía en su propio potencial y en el de los demás. No

usa la lástima ni la descalificación porque entiende que ambas actitudes marginan.

5. Establece y transmite expectativas elevadas: No espera resultados en cantidad

sino en calidad, apunta al desarrollo del aprendizaje significativo, tiene en cuenta

los procesos centrados en el esfuerzo, proyecta con avidez y no por cumplimiento

burocrático, promueve y pone en ejercicio constantemente el pensamiento crítico y

creativo, rescata los aportes que construyen, desecha los que invalidan o paralizan

al otro.

6. Brinda oportunidades de participación significativa: Participa con alegría

porque sabe que su aporte es valioso, es tolerante ante el disenso, se involucra,

nivela para "arriba”, no toma al alumno como un ser pasivo, no interpreta el

desacuerdo del otro como algo personal, sino simplemente como otra "mirada “de

la misma situación, hace uso de su participación porque guarda una relación de

compromiso con su rol.

Otro autor nos indica que:

“Una persona con características resilientes es aquella que

es capaz de establecer relaciones sociales constructivas, tiene un

sentido de sí mismo positivo, dimensiona los problemas, tiene

sentido de esperanza frente a las dificultades, extrae significado

de las situaciones de estrés, desarrolla iniciativa y se fija metas

posibles de alcanzar” (Saavedra, 2004)

23

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Estas personas presentan una serie de factores internos que actúan como

protectores, a saber:

1. Presta servicio a los otros o a una causa. Considera que el valor del servicio es

una oportunidad de ejercer un poder que nace en ti mismo y que puede aplicarse

en los diversos ámbitos ya mencionados. Este puede ser depositado de una manera

directa o indirecta y su presencia puede ser transitoria o permanente, esto irá de

acuerdo a las características y necesidades de los demás. “

2. Emplea estrategias de convivencia, es asertivo, controla sus impulsos.

Predominancia de lo racional, buena capacidad de auto-control y autonomía, se

relacionan con el propio desarrollo personal.

3. Es sociable. Tienen gran capacidad para relacionarse y poseen habilidades

sociales. Poseen un gran sentido de la amistad. Estableciendo amistades duraderas

basadas en el cuidado y apoyo mutuo.

4. Tiene sentido del humor. Poseen gran sentido del humor Los niños que crecen en

un entorno familiar difícil, rodeados de pobreza, alcoholismo, drogas, familias

desestructuradas, etc. y logran un desarrollo emocional sano y positivo, podemos

definirlos como resilientes. Predisposición del espíritu a la alegría, permite alejarse

del foco de tensión, relativizar y positividad

5. Tiene un fuerte control interno frente a los problemas. Son personas capaces

de superar sus miedos, temores y problemas. No se achican ante las dificultades,

sino que son resolutivos. Identifican los problemas con rapidez y analizan las

posibles soluciones. Poseen una mente activa y ágil en ese sentido. Se asocian

directamente con la capacidad de afrontar adecuadamente los problemas

cotidianos.

6. Manifiesta autonomía. Los seres humanos nacen con la capacidad de hacer frente

a las demandas del ajuste de su medio, de desarrollar habilidades sociales y

comunicativas, una conciencia crítica, autonomía y propósitos para el futuro. El

desarrollo y el reforzamiento de la misma requieren de la estimulación contextual,

familiar y de los pares.

7. Ve positivamente el futuro. orientada al futuro, Optimismo y tendencia a manifestar

sentimientos de esperanza. Frente a las dificultades, extrae significado de las

situaciones de estrés, desarrolla iniciativa y se fija metas posibles de alcanzar

24

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

8. Es flexible. Habilidad para enfrentar eficaz y adecuadamente situaciones adversas

y eventos traumáticos, además del desarrollo el potencial de ajuste individual o del

sistema.

9. Tiene capacidad para aprender y conectar los aprendizajes. Para mejorar la

calidad del aprendizaje académico, la formación personal en valores, la participación

ciudadana responsable y la resiliencia

10. Capacidad para auto motivarse. Adecuado control de emociones en situaciones

difíciles o de riesgo, demostrando optimismo y persistencia ante el fracaso. Es

necesaria cuando el entorno se torna amenazante, cuando uno no sabe cómo

afrontar los desafíos u ordenar la forma de pensar.

11. Percibe competencias personales. Capacidad de enfrentar constructivamente la

competencia y aprender de los propios errores. Mejores y más eficaces estilos de

afrontamiento. Competencia en el área social, escolar y cognitiva; lo cual les permite

resolver creativamente los problemas

12. Hay confianza en sí mismo. Gran confianza en una vida futura significativa y

positiva, con capacidad de resistir y liberarse de estigmas negativos

Competencias sociales

Definición. Las competencias sociales hacen referencia a las habilidades y

estrategias socio-cognitivas con las que el sujeto cuente en la interacción social,

dentro de las competencias sociales se incluyen las habilidades sociales, el

autocontrol, la autorregulación emocional, el reforzamiento social y las habilidades

de resolución de problemas, puesto que permiten al individuo hacer frente con éxito

a las demandas de la vida diaria. (Ps. Tatiana Rojas)

Podemos definir como aquellos procesos que se configuran en el marco de

los contextos donde tiene lugar la actividad humana y están mediados por la

comunicación.

Relaciones Interpersonales

Todas las personas establecemos numerosas relaciones a lo largo de

nuestra vida, como las que se dan con nuestros padres, nuestros hijos e hijas, con

25

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

amistades o con compañeros y compañeras de trabajo y estudio. A través de ellas,

intercambiamos formas de sentir y de ver la vida; también compartimos necesidades,

necesidades, intereses y afectos.

Ya que al ponernos en contacto intercambiamos y construimos nuevas experiencias

y conocimientos; pero en esa diferencia está también la dificultad para relacionarnos, pues

tenemos que hacer un esfuerzo para lograr comprendernos y llegar a acuerdos.

En ocasiones, nuestras diferentes formas de pensar y actuar nos pueden llevar a

relacionarnos con desconfianza o a vivir conflictos, pero valorar a los demás, aceptar que

hay diferencias entre una y otra persona y tratar de comprendernos, puede ayudarnos a

superar estos obstáculos.

Relaciones Interpersonales en el Trabajo Las relaciones interpersonales, dentro y

fuera del trabajo, tienen un lugar importante en las organizaciones. A través de este taller

intentaremos entender las relaciones tanto entre compañeros de trabajo y aquellos que

están en diferentes niveles administrativos dentro de una organización.

Muchas veces, el hecho de mantener un puesto de trabajo, depende directamente

de conocer y llevar a la práctica las habilidades sociales necesarias para establecer y

mantener unas relaciones adecuadas, que nos permitan desenvolvernos con eficacia en el

ámbito laboral, y no exclusivamente del desempeño de la tarea meramente productiva.

En el ámbito laboral se establecen una serie de relaciones personales que, en

ocasiones, están condicionadas por el puesto de trabajo que ocupamos dentro de la

empresa. Estas relaciones se dan entre compañeros y compañeras, jefes y jefas, clientes…

El tipo de convivencia que mantenemos con los demás, puede tener un resultado

reconfortante o por el contrario puede constituirse en un verdadero infierno para los

implicados;

La unidad más básica de una sana interacción humana es la caricia psicológica. Por

medio de ésta le hacemos saber a otra persona que nos hemos percatado de su presencia.

En el trabajo, la mayoría de las caricias psicológicas ocurren por medio de la

comunicación verbal o el lenguaje corporal. Ejemplos pueden incluir ademanes, sonrisas,

miradas de comprensión, apretones de manos, saludos verbales (tal como hola, cómo

estás), o incluso un envío de flores.

26

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Competencia social” es una expresión que engloba dimensiones cognitivas

y afectivas positivas que se traducen en conductas valoradas por la comunidad. En

ocasiones sé que utilizan indistintamente “competencia social” y “habilidades

sociales”. Conviene matizar que las habilidades sociales, están incluidas en la

competencia social.

Componentes de la competencia social.

• Habilidad. La habilidad es la capacidad y la destreza para realizar algo. En la

habilidad hay una vertiente cognitiva y otra conductual...

• Objetivo. Es la meta a la que se dirigen las personas en sus interacciones sociales.

• Estrategia. Son los planes de acción que se encaminan a alcanzar los objetivos.

Las estrategias son reguladas por el propio sujeto y pueden modificarse a través de

la educación

• Situación. La realidad social condiciona las relaciones de los niños/as. Tanto la

situación objetiva como la subjetiva influyen en los objetivos y estrategias.

• Mejora de la competencia social. La intervención educativa encaminada a

potenciar la competencia social

• Interacción social. La interacción social se puede definir como “el fenómeno básico

mediante el cual se establece la posterior influencia social que recibe todo

individuo”. La interacción social produce patrones visuales que nos ayudan a

situarnos en nuestro entorno. Los adultos proporcionan a los niños/as oportunidades

para que desarróllenla interacción social.

Resolución de problemas

El modelo propuesto de Resiliencia basado en las soluciones se fundamenta

en la psicología positiva y en modelos multi-dimensionales de fomento y promoción

de la salud mental (Seligman, 2002; Snyder y López, 2000, Inbar, 2004).

El desarrollo de la Resiliencia basada en la resolución de problemas (y

enfocada en las soluciones) es una intervención clínica efectiva que puede prevenir

y disminuir psicopatologías, ansiedad y estrés provenientes de situaciones críticas

27

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

como ser pérdidas, duelos, desastres masivos, terrorismo, desocupación, pobreza y otros

eventos que la sociedad moderna nos impone cotidianamente.

Basados en la experiencia clínica y algunos trabajos empíricos sistemáticos

podríamos hipotetizar una relación recíproca entre resiliencia y la capacidad de resolución

de problemas.

Una efectiva resolución de problemas puede derivar en un comportamiento

disfuncional y des adaptativo, como altos niveles de ansiedad, conductas de evitación

frecuentes, afecto depresivo, etc. Al mismo tiempo, cogniciones, emociones y conductas

disfuncionales influyen en la capacidad de resolución de problemas y por lo tanto, en la

resiliencia psicológica necesaria para afrontar de manera efectiva la situación crítica

surgiendo por lo tanto un proceso circular inefectivo que se retroalimenta y auto-refuerza.

La Resiliencia puede ser conceptualizada, desde una perspectiva enfocada en las

soluciones, como un conjunto de habilidades conductuales (estilo de afrontamiento

comporta mental), motivacionales (búsqueda de soluciones y de reducción de la evitación

y cognitivos (esquemas, creencias centrales y procesamiento de la información) (Inbar,

2004)

Relacionado con la Resiliencia. este proceso cognitivo conductual – la resolución

de problemas – significa una conducta intencionada no casual; dirigida a unos objetivos, en

lo posible consientes: subsistir, resistir, continuar el Proyecto de vida, crecer a pesar de la

adversidad; un proceso cognitivo racional: reflexivo, analizando los beneficios y costos de

cada alternativa, a término inmediato, y en lo posible mediato y largo plazo

Además, la resolución de problemas, requiere esfuerzos emocionales, cognitivos y

conductuales: motivación para el afrontamiento, la importancia y valores que tiene el

afrontamiento efectivo,

Además, como proceso de aprendizaje efectivo, la resiliencia, en estos términos,

será caracterizada por la posibilidad de transferencia y generalización a otras situaciones

vitales y críticas y frente a adversidades de otra índole (Inbar, 2004)

La resiliencia y la "solución" frente a la adversidad.

Desde esta perspectiva, entonces, el problema no está en el entorno o en la

persona, sino en la interacción individuo-situación, y por lo tanto la solución es mantener

esas continuidades mencionadas en el párrafo anterior.

28

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Continuar con el Proyecto personal, familiar, de pareja y/o profesional es la

solución efectiva que aumenta las probabilidades de conseguir los objetivos

minimizando los "costos" (efectos des adaptativos) y maximizando los "beneficios"

(resultados adaptativos, funcionales, efectivos) en distintos niveles y como fue

mencionado anteriormente, a inmediato, mediato y largo plazo.

Podríamos hipotetizar una relación recíproca entre resiliencia y la capacidad

de resolución de problemas.

Una situación crítica que requiere la identificación de recursos internos y

externos y una efectiva implementación, en otros términos, una efectiva resolución

de problemas puede derivar en un comportamiento disfuncional y des adaptativo,

como altos niveles de ansiedad, conductas de habitación frecuentes, afecto

depresivo.

Al mismo tiempo, cogniciones, emociones y conductas disfuncionales

influyen en la capacidad de resolución de problemas y por lo tanto, en la resiliencia

psicológica necesaria para afrontar de manera efectiva la situación crítica.

El acercamiento enfocado en las soluciones cuenta con ciertas

características:

• Breve y limitado en el tiempo posibilitando un aprendizaje efectivo

• Estimula una involucración activa y comprometida por parte del receptor de la

actividad

• Una relación costo/efectividad razonable

• Costos: tiempo, recursos de entrenamiento, organizacionales, etc. Efectividad:

• Permite ver los logros obtenidos a corto plazo aumentando de esta manera la

motivación, el optimismo y la “Esperancidad”.

• Posibilita la transferencia y la generalización en distintas áreas que requieren la

resiliencia como estrategia de prevención y afrontamiento.

• Se basa entre otras en la adquisición de habilidades cognitivas, conductuales,

emocionales, sociales y físicas de fácil asimilación.

Desde nuestra perspectiva, y en el área del desarrollo de la resiliencia como

estrategia dentro de la función motivacional, sirve como fortalecedor de expectativas

de logros y como amplificador de la auto-eficacia percibida de afrontamiento.

29

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Autonomía

Tiene la fuerza de aquello que no logra ser nunca del todo, de lo que siempre se

mueve y jamás termina (proceso continuo), jamás diremos "hasta aquí". La autonomía es

algo indefinible y sin embargo existe y la vivimos, la olemos, la encarcelan, la reprimen.

Sentido de propósito y de futuro

Se relaciona con la intencionalidad que siguen las personas para alcanzar sus

objetivos, la forma como se motivan y evitan sentimientos de desesperanza .como una

variable relacionada a la resiliencia, ya que la resiliencia consiste en reconstruirse,

comprometerse en una nueva dinámica de vida, así la noción de sentido tiene tanta

importancia, hasta el punto de constituir, para muchas personas, una necesidad casi vital.

El ser humano necesita que sus experiencias tengan un sentido, un porqué y un para qué,

refiriéndose al hecho de tener metas, las que alimentan el sentido de vida y que las

personas se sientan útiles y necesarias. Lo contrario, según afirma, es el aburrimiento y el

vacío existencial.

Algunos autores que hablan sobre este punto:

Werner. Encuentra entre las características de los niños resilientes, la presencia de

la fe que favorece una visión positiva de la vida y un sentido de trascendencia

Fiorentini. Encuentra entre las áreas de desarrollo de la resiliencia la ideología

personal la cual permite dar un sentido al dolor, disminuyendo la connotación negativa de

una situación conflictiva, posibilitando el surgimiento de alternativas de solución frente a lo

adverso.

Ravazzola. Entre otras de las capacidades detectadas en las personas y familias

que han logrado salir airosas de grandes crisis se citan capacidad para proyectarse en el

tiempo y anticipar otro momento en que la situación haya cambiado, es decir de

experimentar sensaciones de esperanza

Bernard. Quien caracteriza a los niños resilientes como individuos firmes en sus

propósitos, con una visión positiva de su propio futuro, que tienen intereses especiales,

metas y motivación para salir adelante en la escuela y en la vida.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Higgins citado por Henderson. Los adultos resilientes, por lo general,

poseen un sentido de fe, es decir se consideran espirituales o religiosos, mostrando

capacidad de extraer algún significado y provecho del estrés, trauma y la tragedia

que han sufrido.

Resumiendo, dentro de lo que se puede llamar el sentido de propósito y de

futuro, equiparado al sentido de vida entran varias cualidades repetidamente

identificadas como factores protectores: expectativas saludables, dirección hacia

objetivos, fe en un futuro mejor, y sentido de anticipación y coherencia. Este factor

parece ser uno de los más poderosos predictores de resultados positivos en cuanto

a resiliencia

Orientado a un propósito

De cómo se construye el futuro. El intento de controlar el futuro es

propósito común que realizamos continuamente, todos los seres, todos los días y a

todas horas. En las cosas más pequeñas y triviales, como cuando procuramos que

la comida no se queme, hasta en las cosas más grandes y complejas, como cuando

un grupo de países lazan conjuntamente un gran laboratorio hacia el espacio

exterior.

Se podría decir que hay tres formas básicas de construir el futuro.

1. La construcción causada de nueva realidad. Lo característico de estos futuros es

que están producidos por intervenciones externas. Son esos factores externos los

que determinan lo que le va a ocurrir Este sería el ámbito de los futuros

determinados por mecanismos causales.

2. Nuevos estados que acontecen fortuitamente. Comparten con los futuros

causados la idea de que el pasado determina el futuro. No se espera que nada

ocurra que no haya sido originado por el pasado que le precede, es común a los

futuros causados y a los futuros fortuitos considerar que nada realmente nuevo

acontece.

3. Los estados futuros que surgen de la nada. Los futuros que no son fortuitos y

que acontecen sin conexión causal plena con los estados precedentes. Surgen

siempre de la acción de sistemas que se auto-organizan. Lo más importante es

darse cuenta de que el futuro no está totalmente determinado ni por circunstancias

31

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

externas ni por circunstancias anteriores. Emergen "desde dentro" y pueden

producir cosas que no habían existido nunca antes.

Aquellos que poseen menos capacidad para producir novedad suelen dedicar su

capacidad de auto-organización para preservar el estado de orden que han alcanzado.

Fundamentalmente, se trata de organismos cuyos estados futuros tienden a ser una mera

réplica homeostática de sus estados anteriores.

Pero hay igualmente otros organismos y sistemas que pueden producir

transformaciones substanciales que implican cambios de naturaleza, lo que podría ser

entendido como una especie de capacidad de creación metafísica. En estos casos, la

resiliencia y la homeostasis acaban doblegadas por un cambio de naturaleza.

De otro lado, el futuro de los sistemas que se auto-organizan no depende ya

exclusivamente de lo que ha ocurrido en el pasado. Puede estar influido también por ideas,

impulsos o intuiciones que toman la forma de propósitos, visiones, predisposiciones u

objetivos. Cuando esos propósitos son nuevos y difieren substancialmente de los propósitos

perseguidos en el pasado, se diría que el futuro ya no está completamente gestado en el

pasado, sino más bien que se deriva de una cierta conciencia o premonición procedente

del propio futuro.

Estos futuros que surgen de los avatares anexos a los procesos de auto-

organización son futuros que se desencadenan a partir de lo que podríamos llamar

plataformas espirituales porque su caldo de cultivo son ambientes inmateriales que surgen

a partir de lo que, para entendernos, son sucesos psíquicos "avanzados".

Propósito de vida. No hay un propósito definido en la vida. La gran mayoría de las

personas se dedica a sobrevivir, en vez de vivir. Esa es la razón por la que hay tantas

frustraciones y vicios para callar dichas frustraciones.: “Yo decidí ser feliz” parte de la

felicidad consiste en tener un sueño, un propósito de vida, algo que me de esperanza y

fortaleza para vivir y disfrutar la vida.

En conclusiones sobre este punto al hablar de sentido de vida y su relación con la

resiliencia nos referimos a las formas en que una persona llega a proyectarse de manera

optimista hacia un futuro productivo, valioso y gratificante, el cual sirve como director de sus

acciones y establece los límites de su conducta, pudiendo tener ésta una connotación

religiosa o no.

32

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Desarrollo de la resiliencia

La resiliencia como un proceso

Es a mediados de los 90 cuando algunos investigadores comienzan a

introducir el término de proceso, incorporado el dinamismo propio de una interacción

compleja en la que intervienen factores intra-psíquicos, ambientales y adversidades.

Al hablar de dinamismo, entendemos la realidad que nos circunda como algo

cambiante y complejo, por lo que una respuesta exitosa no tiene porqué ser siempre

eficaz para la resolución de nuevos problemas. Así pues, el hecho de haber tenido

un enfrentamiento resiliente ante una dificultad no nos garantiza la resolución de un

próximo conflicto con la misma solvencia. No existe pues el “Ya soy resiliente”. Si

bien es cierto, que no existe esa garantía de la que hablábamos, bien cierto es

también que todo lo aprendido puede tener tarde o temprano su utilidad.

Estos procesos pueden tener una duración variable en el tiempo.

Inmersos en ese tránsito nos encontramos con personas que pese a estar

sometidas a grandes adversidades tienen un gran sentido del compromiso, una

fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están más abiertos a los

cambios de la vida, a la vez tienden a interpretar las experiencias estresantes y

dolorosas como una parte más de la existencia. (Maddi & Kobasa)

Para poder hablar de resiliencia es necesario mantener una línea base

durante todo el proceso de afrontamiento, sin grandes repercusiones en lo cognitivo,

conductual y lo emocional. Hablar de recuperación es simplemente el retorno a esa

línea base, hablar de Resiliencia es un peldaño más en el crecimiento vital, en el

que más tarde ahondaremos al hablar del DESPUÉS.

Tomaremos una línea de tiempo para explicar detenidamente los

componentes del proceso de resiliencia.

33

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Antes: Fortalezas intra-psíquicas y factores ambientales

Al hablar del antes nos situamos en el periodo que antecede a la aparición de la

adversidad. Este periodo en buena parte está muy ligado a las primeras etapas del

desarrollo evolutivo, lo cual no quiere decir que sea imposible su aprendizaje y desarrollo a

posteriori.

De acuerdo a Löesel, entre los recursos más importantes con los que cuentan los

niños que han vivido procesos de resiliencia, se encuentran:

• Una relación emocional estable con al menos uno de sus padres, o bien alguna

otra persona significativa.

• Apoyo social desde fuera del grupo familiar.

• Un clima educacional abierto, contenedor y con límites claros.

• Contar con modelos sociales que motiven el enfrentamiento constructivo.

• Tener responsabilidades sociales dosificadas, a la vez, que exigencias de logro.

• Competencias cognitivas y, al menos, un nivel intelectual promedio.

• Características temperamentales que favorezcan un enfrentamiento efectivo

(por ejemplo: flexibilidad).

• Haber vivido experiencias de autoeficacia, autoconfianza y contar con una

autoimagen positiva.

• Tener un enfrentamiento activo como respuesta a las situaciones o factores

estresantes.

• Asignar significación subjetiva y positiva al estrés y al enfrentamiento, a la vez

que, contextualizarlo de acuerdo a las características propias del desarrollo.

34

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

El autor señala que pueden existir además otros factores protectores.

Destaca que éstos no son igualmente efectivos, y que en el plano individual algunos

logran efectos solamente moderados. Sin embargo, agrega que cuando varios de

estos factores actúan combinadamente, son capaces de promover un desarrollo

mental relativamente sano y positivo; esto, independientemente de las dificultades

presentes en las condiciones de vida.

Los análisis de los estudios de Werner sobre niños en Kauai clasifican en

tres clases los factores relacionados que caracterizan a estos niños o niñas con

procesos resilientes:

1. atributos de disposición del individuo, tales como el nivel de actividades sociales,

inteligencia promedio, competencia en la capacidad comunicativa y locus de

control interno.

2. lazos afectivos dentro de la familia que brindan apoyo emocional en tiempos de

estrés

3. Sistemas de apoyo externos, como el colegio, el trabajo o la iglesia que

fortalecen las competencias individuales y la determinación, y brindan un

sistema de creencias que da la razón a la vida.

Basándonos en los distintos estudios, proponemos este esquema como

intento de organizar los distintos elementos o factores que están presentes en los

procesos de resiliencia:

FACTORES QUE FAVORECEN EL PROCESO DE RESILIENCIA

FACTORES PERSONALES APOYOS EXTERNOS (Yo

tengo)

Fortaleza interior

(yo soy)

Capacidades

interpersonales

(yo puedo)

Factores

afectivos

(el andamiaje del

vínculo)

Factores

comunitarios

(el discurso social)

35

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Sentido de vida

Pilares de resiliencia, ladrillos.

Vínculo

Tutores de

resiliencia

Empoderamiento

Dosis de

exposición a la

adversidad

Durante: La adversidad

Consideraremos el DURANTE como el momento que va desde el comienzo de la

adversidad hasta su resolución o re significación que conduce al proceso de crecimiento.

Adversidad y algunos otros sinónimos como trauma, dificultad, prueba o problema,

aparecen prácticamente en todas las definiciones de Resiliencia.

Cyrulnik señala una significativa diferencia entre trauma y prueba. “No es posible

hablar de proceso de resiliencia sin haber padecido un trauma”, "Hay que distinguir entre

trauma y prueba. Para hablar de trauma, es necesario haber muerto. No crean que es una

imagen, es real. La gente traumatizada dice: 'No estoy segura de estar viva. He regresado

del infierno y vuelto a la vida'. Algunos incluso dicen: 'La salida de los campos de la muerte

no es el retorno a la vida. No soy un sobreviviente sino un retornado, un fantasma', lo que

implica el curioso pensamiento de 'mientras más envejezco, más me alejo de la muerte".

Estudios epidemiológicos llevados a cabo por la OMS, aseguran que una persona

de cada dos ha sufrido o sufrirá un grave trauma durante su vida (guerra, violencia,

violación, maltrato, incesto, etc.) y que una de cada cuatro personas experimentará al

menos dos traumas graves a lo largo de su vida. Por lo que revelan estos estudios, la

condición de trauma no es algo tan ajeno a nuestra realidad, aunque pareciera haber una

tendencia social hacia la ocultación del dolor, que entorpece la perspectiva del sufrimiento

ajeno y dificulta su expresión. Esta negación social de la expresión de la víctima podría

compararse con la ofuscación con la que se niega cualquier alternativa a la víctima que no

sea la expresión de su dolor -victimización-.

Resulta simplista pensar que ante tanta variedad, interacción y frecuencia con la que

nos ocurren estos acontecimientos, los seres humanos respondamos todos de la misma

manera, con igual intensidad y duración.

36

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Una clasificación de acontecimientos vitales estresantes desde una

perspectiva dialéctica puede ayudarnos a desentrañar la cuestión, al margen de la

interpretación personal que cada uno hace de los acontecimientos, en este caso

adversos:

1. Acontecimientos normativos de edad. Determinantes biológicos y ambientales

que muestran una alta correlación con la edad cronológica. Sería todos aquellos

relacionados con la maduración biológica y la socialización cuando es considerada

como la adquisición de una serie de roles o competencias normativas relacionadas

con la edad.

2. Acontecimientos normativos históricos. Acontecimientos o normas

completamente generales experimentadas por una unidad cultural dada en conexión

con el cambio bio-social. Las influencias de tipo histórico pueden implicar tanto

características ambientales como biológicas. Dichos efectos de cambio bio-social

varían con el tiempo histórico y pueden producir constelaciones únicas de

influencias relacionadas con una generación. (Conflictos bélicos, catástrofes

naturales, etc.)

3. Acontecimientos no normativos. Determinantes ambientales y biológicos que,

aunque significativos en su efecto sobre historias vitales individuales, no son

generales. No ocurren a todo el mundo ni ocurren siguiendo un patrón o secuencia

invariable. Ejemplos de esto son los acontecimientos y patrones de acontecimiento

relacionados con actividades profesionales (desempleo), vida familiar (divorcio,

muerte un ser querido) o salud (enfermedades serias).

Queda claro que en la interpretación de la adversidad juegan un papel crucial

factores individuales y sociales. No hablamos del mismo tipo de adversidad cuando

nos referimos a sociedades subdesarrolladas que cuando tratamos de identificar los

traumas o dificultades propios de las sociedades occidentales. El modelo de la

Casita (Vanistendael, 1997) reconoce que la construcción de la Resiliencia debe

empezarse por la consecución de cosas tan básicas como Salud, Nutrición, Reposo

y Recreación. Cientos de millones de personas luchan a diario por alcanzar estas

metas, sin embargo estas preocupaciones resultan ajenas en las sociedades del

bienestar.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Es frecuente en la literatura sobre Resiliencia encontrar referencias a grandes

catástrofes, situaciones de extrema pobreza o desigualdad social. Pareciera como que no

se puede hablar de Resiliencia si no median estos grandes desastres. Nada más lejos de

la realidad. Cubiertas las necesidades básicas y sin más camino que el propio ciclo vital,

nos iremos exponiendo a una serie de acontecimientos (responsabilidades, pérdidas

afectivas, conflictos relacionales, enfermedades, muerte de seres queridos, etc.), que

tendremos que negociar con habilidad para seguir adelante.

Sabemos gracias a los estudios psicosomáticos que la manera en

la que nos enfrentamos a estos acontecimientos cotidianos tiene una gran

repercusión sobre nuestra salud. (Pelechado, 1997)

Es aquí donde nuestra forma de interpretar el acontecimiento juega un papel vital a

la hora de calibrar el grado de una adversidad y el estilo con el que lo afrontaremos.

Entendemos pues que:

Las adversidades son una parte inherente al propio proceso vital.

Que en su interpretación y afrontamiento interaccionan factores ambientales

e individuales.

Después: El crecimiento postraumático

En una revisión de unos cuarenta estudios científicos recientes sobre los cambios

positivos que experimentan algunas personas después de vivir una situación traumática,

los psicólogos de la Universidad de Warwick (Reino Unido), Alex Linley y Stephen Joseph,

llegaron a la conclusión de que existe un “crecimiento postraumático”. Igualmente, las

investigaciones de Susan Nolen-Hoeksema, profesora de Psicología de la Universidad

estadounidense de Michigan y otros colegas, sobre los efectos de la muerte de seres

queridos, demuestran consistentemente que alrededor del 75 por ciento de los familiares

del difunto saca algo positivo de su dolorosa pérdida.

Todos conocemos personas para quienes el proceso de duelo da lugar a algún

cambio saludable en su personalidad. Entre los beneficios más frecuentes se encuentran

el fortalecimiento de las relaciones con los demás y la capacidad de ponerse en las

circunstancias de otros. Algunos descubren en ellos mismos facetas creativas o altruistas

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

que desconocían. Otros afirman que disfrutan más que antes de las pequeñas

cosas que ofrece el día a día.

En este sentido consideramos que, avanzando en el concepto que se

barajaba inicialmente de la “invulnerabilidad”, lo que podemos afirmar es que haber

superado un obstáculo en la forma y manera que hemos expuesto no implica quedar

libre de estrés, presión o conflictos, puesto que hoy por hoy no es posible predecir

acontecimientos a los que uno va a tener que enfrentarse en su devenir aunque sí

lo es definir algunos momentos de crisis completamente relacionados con el proceso

vital en cada cultura.

Definir este “después” como adaptación positiva en un intento por resaltar

que las condiciones que el individuo alcanza tras superar esa adversidad hacen que

no se encuentre en el mismo punto, sino que considere en él mismo una evolución

personal. Es aquí cuando comienzan a surgir las dudas respecto al sentido de esta

afirmación: ¿Cómo se sabe si realmente hubo adaptación positiva? ¿Cómo se

constata ese crecimiento? Incluso algunos se arriesgan a preguntar: ¿cómo puede

medirse? ¿Realmente es una percepción subjetiva o es posible constatarlo

mediante la observación de un agente externo? ¿Uno solo es consciente de que

realmente ha llegado a ese punto cuando analiza al cabo del tiempo lo que le

sucedió? ¿Dónde está el añadido? Siempre hay un antes y un después de un suceso

traumático. Pero no es menos cierto que sólo una minoría de las personas que se

exponen diariamente a las pruebas más penosas de la vida claudican o enferman.

Después de todo, la esperanza y el espíritu de superación forman parte del instinto

de conservación y de supervivencia del ser humano. Si se trata de una nueva etapa

de vida, y observando algunos ejemplos que se repiten en la historia de la

Humanidad, podríamos hacer referencia a asuntos como:

a. Mejora en la posición social: entendida ésta no como el estatus económico, sino

como el aumento del reconocimiento social. En este punto incluiríamos tener

relaciones positivas con los demás, considerando por supuesto las diferencias

culturales. Un ejemplo que ilustra esta mejora sería la historia de Rigoberta Menchú,

nacida en una pequeña aldea guatemalteca, que como cualquier niña maya conoció

de pequeña el trabajo duro en los grandes latifundios. A los 19 años entró a militar

en el Comité de Unidad Campesina, mientras el Ejército Nacional llevaba a cabo su

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

campaña de tierra arrasada. El 9 de septiembre de 1979 su hermano menor fue

secuestrado y asesinado por el Ejército; en 1980 su padre fue quemado vivo junto

con otros veintinueve ocupantes de la Embajada de España, y pocos meses

después también su madre moría torturada. Rigoberta salió del país y se refugió en

México a los 21 años, donde fue acogida por el obispo de Chiapas. Allí continuó

aprendiendo el español, así como a leer y escribir. Desde allí inició una serie de

viajes, cuyo epicentro era Ginebra, donde participaba dentro del Grupo de Trabajo

de la ONU sobre Poblaciones Indígenas. Desde que en 1992 recibiera el premio

Nobel de la Paz, sigue trabajando, ya en Guatemala, por la defensa de los derechos

humanos, particularmente en las áreas de desarrollo y educación a través de la

fundación que lleva su nombre.

b. Una satisfacción personal: En el trabajo y en otros papeles que desempeñe,

ligado a un sentimiento de optimismo. Como ejemplo el relato de Kim Phuc, la niña

que sale en la fotografía de la guerra de Vietnam, retratada por Nick Ut y por la que

recibió el premio Pulitzer. Reproducimos su testimonio al respecto de la foto:

“Soy una persona tímida. Durante mucho tiempo quería olvidar

esa fotografía. Pero no conseguí librarme de ella. Después pasó algo

maravilloso. Me hice amiga de Nancy Pocock, activista por la paz. Tuvo

un fuerte impacto en mi vida y la echo mucho de menos. Me enseñó que

si no podía huir de esa fotografía podía trabajar con ella por la paz.

Finalmente la acepté como un regalo poderoso. Parte del plan de Dios

para mi vida. Gracias a la fotografía me han pedido que intervenga en el

movimiento por la paz. En 1997 me nombraron embajadora de buena

voluntad de la UNESCO y estoy trabajando por una cultura de la paz.

(…)” (Phuc).

c. Un sentimiento de utilidad, de trascender al otro. Sentirse capaz de enfrentarse

de nuevo. Utilizamos el ejemplo de Frida Kahlo, mujer de arrolladora personalidad

y de gran belleza, pintora y esposa del mayor pintor mexicano de la época, Diego

Rivera, cuya vida estuvo marcada por el sufrimiento. Inválida, postrada en una cama

de por vida, utilizó su pintura para expresar su dolor, sus angustias y su pena. Un

terrible accidente, a los 16 años, le destrozó la columna vertebral, obligándola a

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

llevar durante toda su vida unos dolorosos corsés de yeso que la torturaban. Frida

utilizaba la pintura para exorcizar su dolor y el talento trasformaba el exorcismo en

obras de arte. Este es un fragmento de su historia:

“(…) El doctor Farill me salvó. Me volvió a dar alegría de

vivir. Todavía estoy en la silla de ruedas y no sé si pronto volveré

a andar. Tengo el corsé de yeso que a pesar de ser una lata

pavorosa me ayuda a sentirme mejor de la espina. No tengo

dolores. Solamente un cansancio… y como es natural muchas

veces desesperación. Una desesperación que ninguna palabra

puede describir. Sin embargo tengo ganas de vivir. Ya comencé a

pintar el cuadrito que voy a regalarle al doctor Farill y que estoy

haciendo con todo el cariño para él.” (Kahlo).

d. Darle significado al sufrimiento. Darle un sentido a una experiencia a priori

negativa puede transformarse en un elemento clave de la Resiliencia. Es aceptar

que la tragedia es parte inevitable de la vida. Muchos de los supervivientes de un

trauma siguen amando y trabajando, como decía Freíd que debía hacerse para

lograr la felicidad. Lo que hacen es trasformar su tragedia en energía creadora y

enriquecer su vida con actividades sociales útiles y gratificantes. No siempre es

malo curtirse en la adversidad. Aceptar el sufrimiento y sobreponerse a él es algo

muy positivo. De hecho, un trauma puede enseñar a una persona lo que es sufrir,

pero también lo que es vivir. Continuando con Echeburúa, se pregunta este autor

¿cuál es el significado profundo de la superación del trauma?

Recuperarse significa ser capaz de haber integrado la

experiencia traumática en la vida cotidiana y de haber

transformado las vivencias pasadas en recuerdos, sin que éstos

sobrepasen la capacidad de control de la víctima ni interfieran

negativamente en su vida futura. Y recuperarse significa sobre

todo volver a tener conciencia de que se ocupa un nuevo asiento

del conductor de la vida (Wetmore & Herbert, 1999)

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Convendría por tanto invertir el dicho popular de “mientras hay vida hay esperanza”

por lo contrario, “mientras hay esperanza, hay vida”. Lo que es cierto es que hay víctimas

de situaciones traumáticas que, por mostrar un aprecio más profundo del valor de la vida o

por quedarse con una sensibilidad más acentuada, han recuperado e incluso aumentado

su fortaleza moral y han encontrado beneficios inesperados a su sufrimiento, no por

masoquismo, sino por la aceptación de que la tragedia es parte inevitable de la vida. En

cualquier caso, la respuesta comunitaria es fundamental para lograr la cicatrización de las

heridas psicológicas de la víctima, la recuperación de su identidad moral y su plena

reintegración social. El dolor puede ser aliviado por el potente bálsamo de la solidaridad y

del dolor compartido.

Campos de aplicación

Alternativas que ofrece la perspectiva de la resiliencia

Lo novedoso del tema de la resiliencia radica en que es un enfoque multidisciplinario

que busca integrar orientaciones y aportes de diferentes ciencias para establecer modelos

de análisis, interpretación e intervención para lograr mejores resultados individuales y

grupales en los diferentes contextos. De otra parte, el enfoque se hace desde la dinámica

de los procesos que abordan los individuos o los grupos humanos para enfrentar las crisis.

Recientemente, la resiliencia ha despertado interés científico, y se ha caracterizado

como un conjunto de procesos sociales e intra-psíquicos que posibilitan tener una vida

sana, viviendo en un medio insano. Estos procesos tendrían lugar a través del tiempo,

dando afortunadas combinaciones entre atributos del niño y su ambiente familiar, social y

cultural. De este modo, la resiliencia no puede ser pensada como un atributo con los que

los niños nacen, ni que los niños adquieren durante su desarrollo, sino que se trataría de

un proceso interactivo entre éstos y su medio.

El concepto y los procesos de intervención desde esta perspectiva, en la medida en

que se desarrollen de manera seria, concreta, investigada y adaptada a los diferentes

escenarios y grupos humanos, pueden convertirse en una poderosa herramienta de análisis

y construcción en el ámbito de grupos ya sean familiares, comunitarios o empresariales,

favoreciendo en la autoestima colectiva, identidad cultural, liderazgos, honestidad, etc.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Las tres propuestas presentadas, las cuales son: las fuentes interactivas de

la resiliencia, el trabajar las fuerzas del individuo, y los pilares de la resiliencia,

coinciden en la centralidad y libertad de la persona, en el proceso de desarrollo de

conductas resilientes. Enfrentar, aceptar, asumir son términos atribuidos a Freud

como indicativos de madurez psicológica, son en el campo social, tres pasos

sucesivos y coordenados con que científicamente se sitúa el análisis de la realidad

social; que es una mediación científica necesaria que pretende investigar,

interrelacionar e interpretar los diferentes elementos que conforman una comunidad

o grupo social, en la que resulta de importancia relevante los comportamientos y la

psicología de los individuos y personas concretas para un análisis coyuntural, que

alertan sobre la libertad del hombre y de los grupos humanos.

Así la resiliencia se presentara en la diversidad de sus facetas:

Resiliencia familiar y su rol en la promoción de conductas resilientes

Si decimos que un pilar de la resiliencia es la autoestima y sabemos que ésta

se desarrolla a partir del amor y el reconocimiento del bebé por parte de su madre y

su padre, es en ese vínculo que empieza a generarse un espacio constructor de

resiliencia en el sujeto.

La que educa es la familia y lo que ella no hace la institución que intenta

hacerlo nunca llega a alcanzar los logros que ella puede alcanzar. Lo que educa es

el ambiente que la familia crea culturalmente, no lo que sus miembros dicen que hay

que hacer.

Froma Walsh propone una concepción sistémica de la resiliencia, enmarcada

en un contexto ecológico y evolutivo, y presenta el concepto de resiliencia familiar

atendiendo a los procesos interactivos que fortalecen con el transcurso del tiempo

tanto al individuo como a la familia. La resiliencia relacional puede seguir muchos

caminos, variando a fin de amoldarse a las diversas formas, recursos y limitaciones

de las familias y a los desafíos psicosociales que se les plantean.

Froma Walsh explica el concepto de resiliencia familiar considerándolo un

marco de referencia útil para orientar las investigaciones, intervenciones e intentos

de prevención. Las intervenciones destinadas a robustecer la resiliencia familiar

tienen particular relevancia para sortear los rápidos cambios sociales y la

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

incertidumbre que enfrentan las familias, al consolidar la resiliencia familiar, robustecemos

a la familia como unidad funcional y posibilitamos que inculque esa capacidad en todos sus

miembros.

En las comunidades pobres los desafíos que enfrenta la familia no se relacionan

únicamente con la comida o los recursos básicos sino también con lo espiritual: la

edificación de un sentimiento de dignidad y de futuro en grupos familiares que, debido a su

desesperación, han renunciado a su sentido de la vida y a su autovaloración. En estos

casos, el optimismo y la esperanza - factores claves de la resiliencia- exigen sensibilidad

social para poder mejorar la situación y las perspectivas de la familia. Los recursos de apoyo

de la familia extendida y los de la comunidad requieren por parte del individuo o de la familia

la decisión de utilizarlos.

En esta perspectiva el rol de los padres en la resiliencia en los niños, cumple un

papel vital, ellos requieren de redes de apoyo social, que tienen que ver con la aceptación

incondicional del niño como persona, la capacidad para averiguar el sentido de la vida,

aptitudes y sentimientos de tener algún tipo de control sobre la propia vida y valores

inculcados satisfactoriamente.

Condiciones familiares que favorecen la resiliencia entre los niños y jóvenes:

· Estructura y reglas claras dentro del hogar.

· Apoyo entre los cónyuges.

· Estrategias familiares de afrontamiento eficaces.

· Prácticas de cuidado y crianza efectivas.

· Interacción y apego entre padres e hijos (la presencia de una relación cálida,

nutricia y de apoyo al menos con uno de los padres, protege o mitiga los

efectos nocivos de un medio adverso)

· Expectativas positivas de los padres sobre el futuro de sus hijos

· Responsabilidades compartidas en el hogar

· Apoyo de los padres en las actividades escolares de los hijos

· Redes familiares fuertemente extendidas y redes de apoyo externas

(amigos, vecinos, etc.)

· Participación de la familia en actividades extra familiares (iglesia, clubes,

entre otros.)

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

· Oportunidades de desarrollo y responsabilidades extra-familiares

(voluntariado, estudios, trabajo, etc.).

La construcción de la resiliencia se ha resumido en un esquema que nació

en Chile, denominado internacionalmente "la casita" y fue divulgado por Stefan

Vanistandael. Sintetiza todos los elementos básicos para edificar esta resiliencia. En ella

cada habitación o piso representa un campo de posible intervención para la

construcción o el mantenimiento de la misma.

El esquema siguiente es aplicable al niño y al adolescente. (Desde una

perspectiva de atención a la salud integral, se puede construir para un adulto, una

familia y una comunidad).

Los comportamientos que los padres adoptan frente a sus hijos/as y

especialmente aquellos que muestran comportamientos conducentes a la

superación y resolución acertada, influyen en las conductas que tendrán sus hijos,

los padres que muestran conductas resolutorias eficientes tienden a dejar un sello

o una impronta en los comportamientos que con posterioridad tendrán sus hijos.

Resiliencia comunitaria

Se trata de una concepción latinoamericana desarrollada teóricamente por

E. Néstor Suárez Ojeda a partir de observar que cada desastre o calamidad que

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

sufre una comunidad, que produce dolor y pérdida de vidas y recursos, muchas veces

genera un efecto movilizador de las capacidades solidarias que permiten reparar los daños

y seguir adelante.

Eso permitió establecer los pilares que recrean la resiliencia comunitaria tienen que

ver con la identidad cultural, la jerarquización de la historia, tradiciones, valores

antropológicos, producción científica, valorización de lo deportivo, autoestima colectiva

(actitud de orgullo de la gente del lugar), vida cultural (eventos artísticos, literarios, de

formación ciudadana), ejercicio de una democracia activa en lo cotidiano (con participación

genuina), valores éticos en todas las áreas ciudadanas, prácticas religiosas de distintos

tipos, accesibilidad y calidad de los servicios de salud y la distribución equitativa de bienes

y servicios.

Factores de resiliencia comunitaria

POSITIVOS NEGATIVOS

altruismo

educación general

solidaridad

participación

capacitación

líderes del cambio

trabajo

diversidad económica

servicios sociales

paternalismo

fatalismo

burocracia

corrupción

racismo

violencia

egoísmo

manipulación

La prevención primaria en drogodependencias, a través de la promoción de la salud,

se beneficia enormemente con la aplicación del concepto de resiliencia comunitaria, que

abre una luz de esperanza para nuestras poblaciones en la lucha contra la pobreza, la

inseguridad, el desempleo y la injusticia, caldos de cultivo y de proliferación de las

problemáticas y patologías psicosociales (adicciones, Alcoholismo juvenil, violencia, sida,

etc.)

El siguiente esquema de "la casita" ha sido modificado adaptándolo a la

construcción de la resiliencia comunitaria

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

En este sentido la resiliencia comunitaria en su desarrollo teórico y aplicativo,

se ha ido acercando a la concepción de comunidades saludables y al tema

estratégico de capital social, y es una nueva herramienta para obtener equidad

social y una nueva arma para luchar contra la pobreza.

En la comunidad, los individuos comparten cosas en común y actúan

recíprocamente, lo cual propicia la oportunidad de adquirir atributos propios de la

resiliencia. Las comunidades son resilientes cuando al responder a situaciones

adversas como la delincuencia, las crisis económicas y medioambientales, entre

otras, cuentan con recursos y capacidades que las fortalecen. Entre los factores de

resiliencia comunitaria figuran el apoyo mutuo, las expectativas colectivas de éxito

ante los desafíos y una actitud predominantemente optimista, el trabajo voluntario,

así como un alto nivel de participación.

El apoyo mutuo y la conformación de redes sociales solidarias son algunos

de los principales factores promotores de la resiliencia. Su utilidad resulta de

particular importancia cuando se trata de ofrecer apoyo social a niños y

adolescentes enfermos, en condiciones de pobreza o marginación y en otras

situaciones extremas, como la prevalencia de enfermedades graves entre sus

familiares.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Ambiente laboral resilientes

Hoy día son numerosos los estudios que hacen referencia a situaciones laborales

laborales que afectan la salud de los trabajadores. Los conceptos tradicionales de estrés

estrés psicológico, el burnout, y más recientemente el mobbing o acoso psicológico laboral,

laboral, nos interpelan a mirar el lugar de trabajo como un potencial ambiente de riesgo

para las personas, que de no mediar un interés por el cuidado que quienes laboral,

convertiremos dichos lugares en espacio nocivos para el desarrollo de los sujetos.

Al respecto podemos aventurar una posible definición: un ambiente laboral

resiliente, es aquel que en momentos de cambios provocados por circunstancias

económicas o sociales y/o producto de las tensiones propias del fenómeno de la

globalización o el mercado, son capaces presentar un desempeño superior a otras y

obtienen beneficios adicionales a partir de situaciones adversas o imprevistas.

Instituciones que, si bien no son impermeables a las tensiones externas e internas,

saben sobreponerse en situaciones de crisis, buscando en sus propios trabajadores los

recursos y potencialidades que le permitan seguir adelante. Son instituciones que estarán

atentas a los cambios ambientales y por tanto reaccionarán oportunamente frente a las

exigencias del entorno, siendo capaces de renovarse y ajustarse a las nuevas demandas,

instituciones innovadoras y creativas, que valorarán las capacidades de sus trabajadores y

tomarán en cuenta sus aportes, democráticas, que valoran lo colectivo, la transparencia en

el proceso comunicacional, la participación en la toma de decisiones y creen en sus

trabajadores.

Son ambientes laborales que al tener al centro a la persona, acercarán el proyecto

institucional al proyecto propio de desarrollo de cada trabajador. Así las metas de la

Institución no podrán estar ajenas a las metas de cada sujeto.

Resiliencia empresarial

Una empresa que haya definido en función de la estrategia y de forma clara cuál es

su sistema de valores y su cultura, y si estos han sido divulgados, compartidos e

introyectados a toda la organización, tendrá una plataforma de comportamientos orientados

a fortalecer los resultados y sobre todo a sortear las dificultades. La cultura y los valores

tienen una prueba de fuego en cada crisis de la empresa, no tanto cuando las cosas andan

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

bien. Es claro que una empresa que privilegie marcos de comportamiento basados

en la confianza, la cooperación y la transparencia tendrá un mayor repertorio de

posibilidades de éxito.

Las respuestas, ante las crisis que atraviese, harán referencia a la alineación

y sincronización organizacionales, al liderazgo, al trabajo en equipo, la comunicación

y otros factores relacionados con los procesos organizacionales que son igualmente

factores determinantes para que una empresa sea exitosa. Otras respuestas harán

referencia al clima organizacional como el resultante de una serie de decisiones,

hechos, políticas que facilitan que en un ambiente de trabajo basado en la

participación, la solidaridad y el compromiso, se puedan sortear las crisis con mayor

facilidad.

La resiliencia provee una nueva fuente de conocimiento y práctica para

entender y enfrentar ciertos procesos o eventos particulares de la vida empresarial,

tales como:

Procesos de cambio organizacional y cultural, en los cuales se pone a prueba la

capacidad tanto individual como grupal para enfrentar estos retos.

Procesos de compra, venta, fusión, en los cuales la confluencia, contradicción y

dispersión de intereses personales y grupales se ponen a prueba.

Procesos de adaptación a demandas del mercado, que conlleven cambios en las

prácticas tradicionales.

Procesos de reducción o de reasignación de personal. Aquí es importante destacar

cómo algunas empresas de alguna manera han utilizado el concepto de resiliencia

y sus atributos como marco de referencia, tanto en las intervenciones individuales

como grupales.

Es importante destacar que cuando se ha hablado de la adaptación al

cambio, en la mayoría de los casos se ha visto desde la óptica exclusivamente de

la empresa en cuanto al resultado que se busca. Desde la óptica del grupo o del

individuo se han estudiado las consecuencias de la adaptación o no adaptación al

cambio. La resiliencia y sus atributos pueden ser un insumo importante para hacer

estos procesos menos traumáticos, más productivos y sobre todo para lograr

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

respuestas y comportamientos que potencien y enriquezcan dichos procesos y terminar

fortaleciendo tanto a la empresa como a sus colaboradores.

Resiliencia y educación

La cuestión de la educación se vuelve central en cuanto a la posibilidad de fomentar

la resiliencia de los niños y los adolescentes, para que puedan enfrentar su crecimiento e

inserción social del modo más favorable.

Lamentablemente, en las escuelas (como ocurre también en salud) habitualmente

se pone el mayor empeño en detectar los problemas, déficit, falencias, en fin, patología, en

lugar de buscar y desarrollar virtudes y fortalezas. Por eso y para empezar, una actitud

constructora de resiliencia en la escuela implica buscar todo indicio previo de resiliencia,

rastreando las ocasiones en las que tanto maestros como alumnos sortearon, superaron,

sobrellevaron o vencieron la adversidad que enfrentaban y con qué medios lo hicieron.

El Informe Delors de la UNESCO de 1996 especificó como elementos

imprescindibles de una política educativa de calidad, la necesidad de que ésta abarque

cuatro aspectos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir con los demás

y aprender a ser. Los dos primeros aspectos son los que se enfatizan tradicionalmente y se

trata de medir para justificar resultados. Los dos últimos son los que hacen a la integración

social y a la construcción de ciudadanía. Para el desarrollo de los últimos (y también de los

primeros) sirven los programas que promueven la resiliencia en las escuelas.

La construcción de la resiliencia en la escuela

Implica trabajar para introducir los siguientes seis factores constructores de

resiliencia:

1. Brindar afecto y apoyo proporcionando respaldo y aliento incondicionales, como

base y sostén del éxito académico. Siempre debe haber un "adulto significativo" en

la escuela dispuesto a "dar la mano" que necesitan los alumnos para su desarrollo

educativo y su contención afectiva.

2. Establecer y transmitir expectativas elevadas y realistas para que actúen como

motivadores eficaces, adoptando la filosofía de que "todos los alumnos pueden tener

éxito".

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

3. Brindar oportunidades de participación significativa en la resolución de problemas,

fijación de metas, planificación, toma de decisiones (esto vale para los docentes, los

alumnos y, eventualmente, para los padres). Que el aprendizaje se vuelva más

"práctico", el currículo sea más "pertinente" y "atento al mundo real" y las decisiones

se tomen entre todos los integrantes de la comunidad educativa. Deben poder

aparecer las "fortalezas" o destrezas de cada uno.

4. Enriquecer los vínculos pro-sociales con un sentido de comunidad

educativa. Buscar una conexión familia-escuela positiva.

5. Es necesario brindar capacitación al personal sobre estrategias y políticas de aula

que trasciendan la idea de la disciplina como un fin en sí mismo. Hay que dar

participación al personal, los alumnos y, en lo posible, a los padres, en la fijación de

dichas políticas. Así se lograrán fijar normas y límites claros y consensuados.

6. Enseñar "habilidades para la vida": cooperación, resolución de conflictos, destrezas

comunicativas, habilidad para resolver problemas y tomar decisiones, etcétera. Esto

sólo ocurre cuando el proceso de aprendizaje está fundado en la actividad conjunta

y cooperativa de los estudiantes y los docentes.

Resiliencia y Logoterapia

Una psicoterapia en estrecha relación que favorece a la construcción de la

resiliencia

La Logoterapia se propone acompañar al hombre en búsqueda de

sentido y ayudarlo a que viva de acuerdo a una escala de valores propia que

le seguridad, coherencia, autoestima y un proyecto de vida auto

trascendente.

La Logoterapia y la resiliencia tienen en común el reconocimiento de los

factores protectores, y la transformación de los comportamientos negativos en

nuevas posibilidades. La resiliencia requiere un "marco moral o de valores" que la

Logoterapia promueve y favorece al acompañar a la persona a descubrir los valores

espirituales más allá de lo biológico y de lo psicológico.

El nuevo paradigma de la salud es el mejoramiento de la calidad de

vida a través de los sistemas preventivos resilientes y logo terapéuticos.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Desde este enfoque la familia y la comunidad asumen un rol protagónico. La familia

es la que educa en primer lugar y en este sentido la familia crea un ambiente cultural

interno en donde se puede "educar" a los hijos cada vez que hay una dificultad y

transmitir que todo sufrimiento implica crecimiento o transmitir, tragedia, dolor y

sinsentido. Promover conductas resilientes en lugar de la resignación.

Lo que se busca restituir corazones heridos y darles la posibilidad de emprender un

proceso de rehumanización a los niños de la calle, a los refugiados, a las mujeres mal

tratadas, a los grupos que han vivido situaciones traumáticas y dolorosas, para la formación

de familias resilientes impulsadas por promotores sociales, de salud, voluntarios, expertos

en educación y en desarrollo.

Según Gerónimo Acevedo "la salud es la capacidad de poder caer enfermo y

defenderse, en tanto que la enfermedad, por el contrario, es la reducción del poder de

superar las dificultades". La salud no es la ausencia de enfermedad sino la capacidad de

forjar un proyecto de vida que incluye la realización de dicho proyecto en la sociedad.

Incluye la posibilidad de: escribir la propia historia vital en la propia familia, el trabajo y la

comunidad, expresar lo "no dicho" en el diálogo y la reflexión, sentirse querido y querer

privilegiando el encuentro con el otro, comprometerse, participar, establecer vínculos

afectivos solidarios. La Logoterapia une el concepto de salud a la posibilidad de buscar y

encontrar el sentido de la vida, si bien no es la causa de la salud, es el motivo para estar

sano.

La resiliencia y la Logoterapia coinciden también en que el hombre es un ser en el

mundo, y como tal el individuo no vive aislado sino que su sentido de vida se compone junto

al de sus próximos prójimos.

Modelos para la práctica

Modelo trágico de Grotberg

Uno de los aportes trascendentes al concepto de resiliencia ha sido el realizado por

Edith Grotberg quien fue pionera en la noción dinámica de la resiliencia considerando que

ésta es, más un estar que un ser, puesto que puede variar a través del tiempo o de las

circunstancias y es un proceso dinámico. Define que la resiliencia requiere la interacción de

factores resilientes de tres niveles diferentes:

52

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Ambiente facilitador (Yo Tengo) (apoyo) factores de soporte externo o

social: incluye acceso a la salud, educación, bienestar, apoyo emocional, reglas y

límites familiares, estabilidad escolar y del hogar, entre otros.

Fortaleza interna (Yo Soy) (desarrollo de fortaleza intrapsíquica o fuerzas

internas personales); incluye la autonomía, el control de impulsos, la empatía, el

sentirse querido, (es muy relevante el vínculo afectivo con una persona significativa,

con la cual pueda relacionarse de manera cálida y estable)

Habilidades (Yo puedo) (adquirir habilidades interpersonales o sociales, de

resolución de conflictos) incluye el manejo de situaciones, la solución de problemas,

la capacidad de planeamiento.

Las acciones resilientes contienen declaraciones que Grotberg denomina

verbalizaciones y que se expresan diciendo “yo soy”, “yo tengo”, “yo puedo”, “yo

estoy”. En todas estas verbalizaciones aparecen los distintos factores de resiliencia,

y a su vez, la posesión de estas atribuciones verbales puede considerarse como una

fuente generadora de resiliencia.

Por ejemplo, así sucede al recurrir a las características de ‘tengo’ personas

a mi alrededor en quienes confío y quienes me quieren incondicionalmente, y

personas que me ayudan cuando estoy en peligro, éstas pueden tratar al niño o

adolescente en una forma que fortalezca las características de ‘soy’ una persona

digna de aprecio y cariño y de ‘estoy’ seguro de que todo saldrá bien, las

características de ‘puedo’ hablar de cosas que me asustan o me inquietan y también

encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.

Como educadores podemos promover la resiliencia si procuramos que la

educación formal y no formal aumenten las situaciones que producen estas

verbalizaciones en cada niño que crece.

Además organiza los factores de resiliencia en un modelo tríadico e incorpora

como elemento esencial la dinámica e interacción entre los factores. Las

características genéticas están a la base sobre la cual actúan los factores

ambientales y sociales. Sobre esa base la educación puede promover los siguientes

factores:

53

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Continuando con Edith Grotberg, encontramos que la autora propuso un modelo

mediante el cual es posible caracterizar a un niño o una niña resiliente: Estos niños para

hacer frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecidos o incluso

trasformados, toman factores de resiliencia de cuatro fuentes. En su lenguaje se expresan

mediante las siguientes verbalizaciones: “yo tengo”, “yo soy”, “yo estoy”, “yo puedo”. Todas

ellas reflejan la existencia de los diferentes pilares de resiliencia, y a su vez, la posesión de

dichas verbalizaciones puede considerarse como una fuente generadora de resiliencia.

Así, la autora explica el sentido de dichas expresiones como sigue:

Características genéticas y temperamentales

Adquisición de habilidades orientadas a la acción

• Enfoque de la atención

•Habilidades sociales

•Apreciaciones de la realidad

•Mantenimiento de la concentración

•Anticipación del futuro

• Expresión social

•Atención emocional

•Uso adaptado de la fantasía

•Conducta pro-social

•Resolución de problemas

•Revisión positiva

•Manejo del estrés

• Expresión creativa

•Recolección de información

•Creación de opciones

• Soluciones alternativas

Ambiente Favorable

•Respuestas a las caracteristicas propias del niño

•Realciones cariñosas

•Comunicacion pre-verbal

• Sensibilidad simbólica

•Aliento y entusiasmo

• Exposición controlada a la adversidad

•Ayudas requeridas

•Dar oportunidades

•Aceptación de los pares

•Rituales y tradiciones

•Diciplina

•Contacto parental con la escuela

Fuerzas intrapsiquicas

•Confianza

•Autocontrol

•Autonomia

•Control de impulsos

•Autoestima

• Ser querible

• Empatía

•Altruismo

•Control internalizado

• Flexibilidad

• Esperanza / optimismo

•Decissión ante riesgos

• Iniciativa

• Energía

•Valentía

54

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

La resiliencia es el resultado de una combinación de estos rasgos. Estos

parecen obvios y fáciles de adquirir, pero no lo son. De hecho, muchos niños no los

presentan y sus educadores, los padres o las personas que los cuidan no colaboran

para que los desarrollen.

Para que un niño esté resiliente, no es necesario que aparezcan todos estos

rasgos, pero uno solo no basta. Un niño puede ser amado (Yo Tengo) pero si no

tiene fortaleza interna (Yo Soy) o las habilidades interpersonales (Yo Puedo) ese

niño no podrá ser resiliente. Un niño puede tener una alta autoestima (Yo Soy) pero

si no sabe cómo comunicarse con los demás o como resolver problemas (Yo Puedo)

y no tiene a nadie con quien contar (Yo Tengo) ese niño no está resiliente. Un niño

puede tener gran habilidad verbal y hablar correctamente (Yo Puedo) pero si no

siente empatía (Yo Soy) o no posee buenos modelos de los cuales aprender (Yo

Tengo) no hay resiliencia.

Lo que aporta el concepto de resiliencia es, entonces, una mayor

comprensión y conocimiento empírico de los factores que protegen al niño o

adolescente de los efectos destructores de las malas condiciones del ambiente

humano y social que lo rodean, y permite el diseño de métodos prácticos de

promoción de dicho factores, para asegurar un desarrollo favorable que prevenga la

aparición de enfermedades físicas o mentales.

• Personas alrededor en quienes confío y quienes me quieren incondicionalmente

• Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar peligros o problemas

• Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder

• Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo

• Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o cuando necesito aprender

YO TENGO

•Una persona por la que los otros sienten aprecio y cariño

• Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto

•Respetuoso de mí mismo y del prójimo

•Capaz de aprender lo que mis maestros me enseñan

•Agradable y comunicativo con mis familiares y vecinos

YO SOY

•Dispuesto a responsabilizarme de mis actos

• Seguro de que todo saldrá bien

• Triste, lo reconozco y lo expreso con la seguridad de encontrar apoyo

•Rodeado de compañeros que me aprecian

YO ESTOY

• Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan

• Buscar la manera de resolver mis problemas

• Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien

• Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o para actuar

• Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito

• Equivocarme y hacer travesuras sin perder el afecto de mis padres

• Sentir afecto y expresarlo.

YO PUEDO

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Modelo Ecológico de Bronfenbrener

El postulado básico de Bronfenbrener es que los ambientes naturales son la

principal fuente de influencia de la conducta humana. Este modelo entiende la Resiliencia

como un proceso dinámico donde las influencias del ambiente y del individuo interactúan

en una ecológica relación recíproca, que permite a la persona adaptarse a pesar de la

adversidad.

La perspectiva que guía el modelo ecológico-transaccional de la Resiliencia es que

el individuo se halla inmerso en una ecología determinada por diferentes niveles que

interactúan entre sí, teniendo la influencia directa en su desarrollo humano como una

progresiva acomodación entre un ser humano activo y sus entornos inmediatos (también

cambiantes) Pero este proceso además se ve influenciado por las relaciones que se

establecen entre estos entornos y por contextos de mayor alcance en los que están

incluidos esos entornos

Los niveles que conforman el marco ecológico son:

Nivel individual

Nivel de familia

La comunidad y servicios sociales

La cultura y valores sociales

Al descifrar estos procesos dinámicos de interacción entre los diferentes niveles del

modelo ecológico se puede entender mejor el proceso inmerso en Resiliencia.

Consecuentemente, el desafío que se plantea es que la identificación de los procesos que

están a la base de la adaptación resiliente permitirá avanzar en la teoría e investigación en

Resiliencia, además de permitir el diseño de estrategias programáticas dirigidas a promover

resiliencia y calidad de vida.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Modelo de la Casita de Vanistandael

Para mostrar la complementariedad de los elementos de la resiliencia y la

idea de ésta como un proceso de construcción, Stefan Vanistandael ha desarrollado

la imagen de la «casita» de la resiliencia, una pequeña casa compuesta de varios

pisos y con varias habitaciones. En la "casita" cada habitación refiere un campo de

intervención posible para la construcción o el mantenimiento de la resiliencia. Los

cimientos son las necesidades materiales de base, como la comida, los cuidados de

salud. La planta baja está constituida por los vínculos, las redes de contactos,

formales e informales. Se trata a menudo de un vínculo fuerte y constructivo con al

menos una persona, que puede ser un pariente, un conocido, uno de los abuelos,

un vecino, un profesional. Es, en todos casos, una persona que cree

verdaderamente en el potencial real del niño y que lo acepta fundamentalmente

como persona.

En el primer piso se encuentra la capacidad de descubrirle un sentido a la

vida. Esto puede estar vinculado, por ejemplo, con una fe religiosa, con un

compromiso político o humanitario. En el segundo piso, se encuentran varias

habitaciones: la autoestima; las aptitudes personales y sociales; y el sentido del

Políticas

Comunidad

•Nutrición

• Participación comunitaria

•Redes de apoyo

Família

• Juego y recreación

• Participación Parental

• Apoyo afectivo

Nivel Ontológico

•Autoestima

•Creatividad

•Autonomia

•Humor

PARTICIPACIÓN

CIUDADANA

Protagonismo Infantil

ABOGACIA

JUEGOS Y

ADAPTACION

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

humor. En el desván, una gran habitación es dejada abierta para las nuevas experiencias

a descubrir. Esto es, una capacidad de creer que la vida no se detiene en el sufrimiento o

en el traumatismo y que ella puede aún dar sorpresas… De todo esto, hay que subrayar la

importancia vital de dos elementos: el vínculo y la palabra.

Los contextos, los problemas, las culturas son demasiadas diferentes y variadas, de

ahí que no se puede indicar qué acciones realizar en cada habitación de la "casita". El suelo

de las necesidades materiales variara de un país a otro. La cultura local representara en

cierta manera el material de construcción de la "casita".

Modelo de Resiliencia en la Escuela

Estrategia de seis pasos para promover la resiliencia en el colegio

La bibliografía sobre el riesgo y la resiliencia recalca que los colegios son ambientes

claves para que los individuos desarrollen la capacidad de sobreponerse a la adversidad,

se adapten a las presiones y problemas que enfrentan y adquieran las competencias-

social, académica y vocacional- necesarias para salir adelante en la vida. De estas

investigaciones surgen seis puntos relevantes que muestran de que modos los colegios así

como las familias y comunidades, pueden aportar los factores protectores ambientales y las

condiciones que fomentan los factores protectores individuales.

Desvan

Tercer Piso

Segundo Piso

Primer Piso

Planta Baja

Cimientos

Otras experiancias por descubrir

Aptitudes Personales y Sociales

Autoestima Humor Competencias

Capacidad de describir un sentido, una coherencia en la vida

Redes deContacto informales:

La Familia primero, luego los amigos, vecinos, etc.

Aceptacion Fundamental de la persona

(y no del comportamiento)

Necesidades basicas

Comida, salud, etc.

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Técnicas para Mitigar el efecto del riesgo en el ambiente

1. Enriquecer los vínculos: fortalecer conexiones con persona o actividad pro-social.

Los niños con fuertes vínculos positivos incurren menos en conductas de riesgo. Se

hace hincapié en la necesidad de vincular a los alumnos con el rendimiento escolar

conectándolos con su estilo de aprendizaje particular.

2. Fijar límites claros y firmes: elaborar e implementar procedimientos escolares

coherentes, encarar las conductas de riesgo y explicitar las expectativas de

conducta claramente, indicando los objetivos que se espera cumplir.

3. Enseñar habilidades para la vida: éstas incluyen cooperación, resolución de

conflictos, estrategia de resistencia y asertividad, destrezas comunicacionales,

habilidad para resolver problemas y adoptar decisiones, y un manejo sano del

estrés.

Técnicas para Construir resiliencia en el ambiente:

4. Brindar afecto y apoyo: proporcionar respaldo y aliento incondicionales, es el más

crucial de todos los elementos que promueven la resiliencia, parece casi imposible

superar la adversidad sin la presencia de afecto. Este afecto no tiene que provenir

necesariamente de los miembros de la familia, a menudo lo brindan los docentes,

vecinos y trabajadores sociales. Los pares y hasta las mascotas pueden funcionar

como constructores de resiliencia.

5. Establecer y transmitir expectativas elevadas: es importante que las expectativas

sean cada vez más elevadas y realistas para que obren como motivadores eficaces,

pues lo que habitualmente ocurre es que muchos escolares son objeto de

expectativas poco realistas y asumen bajas expectativas para ellos mismos. Lo

mismo sucede con los educadores, que critican el hecho de que sus habilidades y

su potencial a menudo no se reconocen o se subestiman.

6. Brindar oportunidades de participación significativa: esta técnica significa otorgar a

los alumnos y sus familias y al personal escolar una alta cuota de responsabilidad

por lo que ocurre en el colegio, dándoles oportunidades de resolver problemas,

tomar decisiones, planificar, fijar metas y ayudar a otros. Este medio de construir

resiliencia está apareciendo cada vez con más frecuencia en la bibliografía sobre el

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

cambio escolar dirigido a que la enseñanza se vuelva más práctica, el currículum

más pertinente y atento al mundo real, y las decisiones se tomen con la participación

activa de todos los miembros de la comunidad escolar.

Aplicados en combinación, estos seis pasos han dado como resultado en los

alumnos una concepción más positiva de sí mismos, un mayor apego al colegio, un mayor

compromiso con las reglas y mejores puntuaciones en los test estandarizados, así como

significativos descensos en actividades delictivas, consumo de drogas y suspensiones.

(Hawkins, 1992) se ha constatado que estos pasos son factores cruciales para fortalecer la

resiliencia en niños y adultos.

Paradigma de Educación Holista

Educar o promover la educación resulta en verdad toda una odisea; sin embargo,

pensar en un mecanismo que favorezca al proceso educativo no resulta tan difícil si lo

hacemos con una visión holística u holista. Ese tipo de educación no es una «estructura

curricular», ni una «metodología determinada»; es un conjunto de proposiciones que incluye

lo siguiente:

• La educación es una relación humana dinámica, abierta.

• La educación cultiva una conciencia crítica de los muchos contextos en la vida de

los educandos: moral, cultural, ecológico, económico, tecnológico, político, etc.

• Todas las personas poseen vastos potenciales múltiples que solamente ahora

estamos empezando a comprender.

• La inteligencia humana se expresa por medio de diversos estilos y capacidades.

• El pensamiento holístico incluye modos de conocer intuitivos, creativos, físicos y en

contexto.

• El aprendizaje es un proceso que dura toda la vida. Todas las situaciones de vida

pueden facilitar el aprendizaje.

• El aprendizaje es tanto un proceso interno de descubrimiento propio como una

actividad cooperativa.

• El aprendizaje es activo, con motivación propia, que presta apoyo y estímulo al

espíritu humano.

60

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Desde una perspectiva multinivel, la educación puede ser considerada en

cinco niveles de totalidades/partes. Los cinco niveles de totalidad educativa ligan

educación con evolución de la conciencia, una conciencia planetaria es más

completa que una conciencia exclusivamente comunitaria o etno-céntrica. Cada

nivel educativo está orientado al desarrollo de un nivel de conciencia

correspondiente, cada nivel superior de conciencia incluye a los inferiores, el nivel

educativo superior incluye el nivel educativo inferior, es un modelo incluyente.

1. El primer nivel de totalidad con el

que trabaja el educador holista es la

conciencia individual. El énfasis en este nivel

de totalidad es puesto en lo personal, en el

ser humano en tanto ser individual.

2. El segundo nivel es de la conciencia

comunitaria. Se pone el énfasis en la calidad

de las relaciones humanas, en la conciencia

de pertenencia a la comunidad.

3. El tercer nivel es la conciencia

social. El educador holista trabaja por una

conciencia de justicia social, democracia y paz. Nivel donde se relaciona la

educación con las metas nacionales.

4. El cuarto nivel es la conciencia planetaria. educar en términos de pensar

globalmente y actuar localmente, nuestro objetivo es la ciudadanía global, un

sentido de pertenencia y amor a la familia humana y una gratitud profunda por el

planeta tierra.

5. El quinto nivel es la conciencia espiritual o conciencia cósmica que incluye y

trasciende a todas las anteriores. La conciencia espiritual es la esencia de nuestra

genuina naturaleza, lo que realmente somos, es la última fuente de nuestra

identidad, nuestro absoluto último que nos convierte en seres universales, la

compasión y el amor hacia todos los seres florece naturalmente.

La educación holista complementa e integra esta perspectiva multinivel con

una perspectiva multidimensional, conformada por seis dimensiones siempre

Nivel Kosmico

Nivel Planetario

Nivel Social

Nivel Comunitario

Nivel Personal

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

presentes en todo proceso de aprendizaje. El educando es visto como un ser humano

integral, multidimensional y el aprendizaje no es sólo un acto solo cognitivo/racional sino

algo que ocurre en múltiples dimensiones de la conciencia humana. Estas dimensiones en

el ser humano deben ser tomadas en

cuenta en todo proceso educativo y están

presentes, lo queramos o no, en todo

aprendizaje y experiencia humana:

1. Dimensión cognitiva: se refiere a los

procesos del pensamiento, a la capacidad

de razonamiento lógico/matemático. Los

aspectos intelectuales deben ser cultivados

con amor y respeto para que el educando

haga un uso responsable de ellos. La

educación convencional se centra casi exclusivamente en esta dimensión porque

considera que el aprendizaje es solo un hecho cognitivo, que son muy importantes

pero solo son una parte del proceso global de aprendizaje.

2. Dimensión social: todo aprendizaje sucede en un contexto social, el contexto cultural

es uno de los elementos que influyen en el aprendizaje significativo, el educando es

un ser orientado a la comunidad y a la justicia social, pero la educación convencional

provoca que pierda esta virtud. El aprendizaje está relacionado con pautas

culturales y el lenguaje.

3. Dimensión emocional: todo aprendizaje va acompañado de un estado emocional

con gran poder de determinación. No es posible separar la emoción de la razón,

todo proceso cognitivo tiene una contraparte emocional muchas veces dominante.

El genuino aprendizaje requiere seguridad emocional. La inteligencia emocional es

clave en educación holista.

4. Dimensión corporal: todo aprendizaje se realiza en el cuerpo físico, la armonía

mente-cuerpo es un elemento importante para definir la calidad del aprendizaje.

Especialmente en los niños el movimiento corporal está ligado al buen aprendizaje.

5. Dimensión estética: la práctica de la educación holista es más un arte que una

tecnología, porque aprender es antes que nada un acto hermoso que llena de

sentido a la existencia humana. Aquí el arte es estimulado, el despertar de la

Espiritu

Social

Estetica

Espiritual

Corporal

Cognitivo

Emocional

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Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

sensibilidad lleva al florecimiento de la bondad. El arte es la expresión de nuestra

vida interior, es fundamental para una vida feliz.

6. Dimensión espiritual: La espiritualidad es fundamental porque no se puede llegar a

ser un ser humano pleno con puro desarrollo cognitivo y procesos analíticos. La

espiritualidad no debe confundirse con creencias religiosas. La espiritualidad es la

vivencia total y directa del amor universal que establece un orden interno en nuestra

conciencia, es un sentido de compasión, fraternidad y paz hacia todos los seres. Es

amor incondicional. La espiritualidad es el corazón de la educación holista que lleva

al educador a establecer una relación de amor con los educandos y a considerar al

amor como la realidad educativa más importante.

Las seis dimensiones están presentes en cada nivel. Hablamos de una

educación para la vida que no se reduce solo a la formación profesional o al

desarrollo de la racionalidad instrumental, necesitamos integrar el modelo holista en

el proceso educativo, para educar al ser humano en una manera correcta de vivir,

con responsabilidad, inteligencia y amor a todos los seres del planeta. Todo está

conectado con todo lo demás, todo es interdependiente, el educando debe

reconocer, mediante experiencia directa, que él no es un ser aislado, sino que forma

parte de la gran familia humana.

Conclusión

El termino resiliencia proviene del latín “resiliere” que podría traducirse

como “rebotar” desde hace tiempo en el campo de la física para indicar la capacidad

de un material para recobrar su forma original tras ser sometido altas presiones

entonces nos referimos a este término rescatando que es el “resorte moral”, ya

que esto es una cualidad de una persona que no se desanima que no se deja abatir

, que es una capacidad humana que permite a las personas que pese de haber

atravesado situaciones adversas logran salir no solamente a salvo sino

transformadas e incluso resultan fortalecidos.

En cuanto a eventos amenazantes los mismos que van a producir mucha

tensión, las personas resilientes pueden cambiar e interpretar las manera de ver los

problemas, pensar de forma realistas lo cual no pensar que esos problemas no van

63

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

a durar para siempre y pensar que tienen la capacidad suficiente para enfrentarlos y

encontrar soluciones.

Se puede mencionar que hay cuatro fuentes interactivas de la resiliencia ya que

las personas resilientes trabajan bajo esta categorías que son el “yo tengo”,” yo soy”, “yo

estoy” “yo puedo”.

La resiliencia y sus atributos que tiene pueden ser un insumo importante para

poder hacer estos procesos menos traumáticos, más productivos y sobre todo para lograr

respuestas y comportamientos que potencien y enriquezcan dichos procesos

Bibliografía

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Familiares, Asociación Sistémica de Buenos Aires. 1 marzo 1998, Pág.11

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Yturralde, E., & Chávez, E. (2006).

65

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Anexos

Personajes resilientes

Rigoberta Menchú

66

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Kim Phuc

67

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Frida Kalho

68

Resiliencia: Fortaleza después de la adversidad

Tony Meléndez