reseña bibliográfica sobre el libro de cristina escofet

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Instituto de Profesores Artigas. Seminario de Sexualidad PALABRAS PARA PENSARSE DISCURSO PARA SABERSE EN LIBERTAD (RESEÑA BIBLIOGRÁFICA)

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Instituto de Profesores Artigas. Seminario de Sexualidad

PALABRAS PARA PENSARSE

DISCURSO PARA SABERSE EN LIBERTAD(RESEA BIBLIOGRFICA)Donar Manuel Garca Martnez. Prof: Leonor de los Santos.4.533.370-3 INTRODUCCIN

Risueos estn los mozos,

gozosos estn los viejos,

porque dicen, compaeras,

que hay libertad para el pueblo.

Todo es la turba cantares;

los campanarios, estruendo;

los balcones, luminarias;

y las plazuelas, festejos.

Gran novedad en las leyes

-que os juro que no comprendo-

ocurre, cuando a los hombres

en tal regocijo vemos.

Muchos bienes se preparan

-dicen los doctos- al reino.

Si en ello los hombres ganan,

yo por los hombres me alegro;

mas por nosotras, las hembras,

ni lo aplaudo ni lo siento,

pues aunque las leyes se muden,

para nosotras no hay fueros.

Libertad! Qu nos importa?

Qu ganamos? Qu tendremos?

Un encierro por tribuna

y una aguja por derecho?

Libertad! Pues no es sarcasmo

el que nos hacen sangriento

con repetir ese grito

delante de nuestros hierros?

Libertad! Ay!, para el llanto

tuvmosla en todos tiempos:

con los dspotas lloramos;

con tribunos, lloraremos;

que humanos y generosos

estos hombres como aquellos,

a sancionar nuestras penas

en todo siglo estn prestos.

Los mozos estn ufanos,

gozosos estn los viejos:

igualdad hay en la patria,

libertad hay en el reino.

Pero os digo, compaeras,

que la ley es sola de ellos;

que las hembras no se cuentan

ni hay nacin para su sexo.

Por eso, aunque lo escucho,

ni lo aplaudo ni lo siento.

Si pierden, Dios se lo pague!;

y si ganan, buen provecho!

Carolina Coronado, Libertad.Este poema fue encontrado en un sitio web acompaado por una de las pinturas parte de la cartula de este trabajo- de Rafal Olbinski, artista contemporneo nacido en el ao 1945 en Kielce, Polonia. Olbinski se form en el Departamento de Arquitectura del Colegio Politcnico de Varsovia para luego, en 1982, emigrar a Estados Unidos y erigirse como un pintor prometedor. Sus obras resultan ser muy sugestivas y hablan lenguajes extraos y distintos, pudiendo ser aplicadas a temticas diversas como en este caso.

La pintura de la Mujer jaula es utilizada en este trabajo como obra que nos invita a reflexionar sobre el lugar que ha ocupado la mujer a lo largo de la historia y sobre el lugar que ocupar en el futuro. El cuadro es ledo a partir de lo que Cristina Escofet denomina modelos para desarmar. Presenta entonces a una mujer modelo supuestamente libre, cuyo rostro aparente funciona como mscara que oculta la soledad, la represin y la jaula a las que ha estado destinado el gnero femenino.

Conjuntamente, tanto el poema como la pintura reflejan lo que Escofet trata a lo largo de su libro; una mujer que comienza a pensarse desde los barrotes que la han mantenido apresada en una crcel que s tiene gnero y que s tiene sexo: el hombre con su mirada, su lenguaje y sus definiciones para el animal que domestica y del cual se sirve.

[] Libertad! Qu nos importa?

Qu ganamos? Qu tendremos?

Un encierro por tribuna

y una aguja por derecho? []

Pero os digo, compaeras,

que la ley es sola de ellos;

que las hembras no se cuentan

ni hay nacin para su sexo. []

De esta manera y tal como lo menciona Escofet- puede decirse que el hecho de que la mujer se repiense constituye una especie de destruccin y reconstruccin que funcionan como un viaje de ida y vuelta en busca de un lugar comn y propio para un yo, pero tambin para un nosotras. Para conseguirlo, es necesario que se destruyan viejos modelos y que se desarmen los arquetipos.

La presente resea bibliogrfica est basada en el libro Arquetipos, modelos para desarmar. (Palabras desde el gnero) de la autora argentina Cristina Escofet, quien se ha dedicado a escribir dramaturgia y a incursionar en los estudios de gnero particularmente desde el feminismo- desde hace ya largo tiempo.

Ser mujer. Cmo serlo. Desde dnde serlo. Los imperativos, los cdigos y por qu no, hasta las recetas han llenado las estanteras de tratados sobre el tema. Nos han inventado de tantas formas! De costilla ajena, frgidas, ingenuas, asexuadas, histricas inestables o lunticas, santas o vrgenes, y nos siguen inventando, y se nos sigue adecuando a la necesidad de lo que la cultura de la neutralidad necesita como modelo de lo femenino []. (Escofet, Cristina. Arquetipos, modelos para desarmar. (Palabras desde el gnero). 13)

La cita introducida es un extracto perteneciente a la introduccin de la obra, en la cual su autora deja ver su postura fuertemente militante y lanza crticas muy duras en contra de La Biblia, la psicologa y la religin. El libro puede ser considerado como una forma de trascender esos inventos por los cuales ha sido y continua siendo forjado el modelo de lo femenino; un viaje tal como lo define la escritora- cuya meta o destino es pensarse en y desde el pasado para saberse en el presente: [] Un viaje al que como heronas, las mujeres nos lanzamos cuando comprendemos aquello de no sabernos []. (11) Desde esta perspectiva, saberse implica romper con lo que Escofet denomina cultura de la neutralidad, dejando de ser [] un gnero que naci como el otro del varn []. (14)

La obra se torna sugestiva desde su propio ttulo, el cual refiere a todos esos modelos estructurados (preconceptos) a partir de los cuales se cre una criatura domesticable denominada mujer. La tapa presenta un grupo de mujeres con el rostro totalmente blanco, haciendo alusin al silencio y a la falta de identidad a los que se encuentra sometido el gnero femenino: [] Mi trabajo pretende sintetizar reflexiones, preguntas y propuestas de anlisis en torno a lo que sucede cuando nuestra mirada atraviesa el marco arquetpico (modlico) desde el cual hemos sido conformadas. De all: Arquetipos, modelos para desarmar. []. (13)MIRARSE DESDE EL SILENCIO. DEFINIRSE CON OTROS OJOSEscofet refiere al carcter de falta de mirada propia que caracterizaba a la mujer de los aos 70, haciendo alusin a su vez al hecho de que en aquella poca lo femenino era definido y categorizado desde la mirada masculina. As, la mujer era configurada por el hombre hacindose cmplice de esa configuracin al resignarse a verse, actuar, pensar y definirse por medio de los modelos que fueron creados para ella.

Puede notarse la influencia de Simone de Beuvoir sobre el pensamiento de la autora: [] Ya haca muchos aos que Simone, la vieja sabia, haba definido a la mujer como el otro del varn. Pero las mujeres caminbamos, completamente perdidas, en un mundo que miraba por nosotras. []. (46)

An hoy en da se sigue utilizando el sustantivo Hombre para referir a toda la raza humana. Pareciera ser que, desde este punto de vista, hablar de gnero y de raza constituye un problema lingstico. Por qu no hablar de hombres y mujeres? Por qu no hablar de raza humana para designar a nuestra especie? Por qu englobar bajo la denominacin de Hombre a dos gneros netamente diferentes? El libro de Cristina Escofet parece estar invitando tanto a hombres como a mujeres, tanto a mujeres como a hombres, a repensarnos y definirnos desde otro lugar: un lugar comn que haga invisibles o que elimine las diferencias.

La autora menciona que an despus de las revueltas sociales, donde hombres y mujeres lucharon por un nuevo orden poltico y social que eliminase las diferencias de clases, las mujeres continuaron siendo ignorantes en relacin a su realidad. Esto es lo que critica Escofet; el hecho de que las mujeres hayan luchado por la igualdad de clases, olvidndose de la lucha que las conformara como sujetos. Las mujeres continuaban pensndose y construyndose desde el silencio.

[] Seguamos definiendo nuestros lugares sin intuir que slo renegocibamos nuestras ataduras a un sistema que nos segua necesitando como el otro excluido. Ignorbamos el modo en como habamos sido construidas [] nos seguamos construyendo sobre nuestro silencio. [] las mujeres, an en nuestra investidura de rebelda, nos seguamos definiendo por la mirada del afuera. Imposibilitadas de decir nosotras y de mirar a travs de nuestra propia subjetividad. Estbamos atrapadas en la mirada del cazador. Las mujeres estbamos tan colonizadas como Amrica Latina []. (47. El subrayado es mo)

El fragmento resaltado en la cita anterior representa la metfora perfecta para pintar el panorama de aquel tiempo (los 70), teniendo como pincel la sugestividad del lenguaje. En efecto, la mujer (Amrica) era vista como un tesoro, un pedazo de tierra esperando a ser conquistado y colonizado por el hombre (la metrpolis). Con la mujer colonizada y silenciada, se garantiz la expansin del pensamiento patriarcal y de sus modelos de estructuracin, donde lo femenino funcionaba como un complemento, un ingrediente que haca del hombre justamente eso: un hombre. [] Somos entonces, la valenta de nombrarnos desde el dolor o la carencia. Somos el cuerpo de lo diferente. Las otras del otro, que a su vez nos reproducimos en una cadena infinita de otredades. []. (60)

Fuera de esos modelos, la mujer ya no es, ya no sirve, ya no existe; es una otredad indefinible o indecible, pues, muchas veces, el lado que ve a lo otro siente miedo al no poder categorizar y definir esa otredad por medio de los modelos pre-establecidos.

CON LOS OJOS DE UN YO PROPIO DESDE UN SUJETO PLURAL

[] Me senta como una de esos cuadernos a los que uno va poniendo un forro, y luego otro. Senta que haba ido superponiendo envoltorio tras envoltorio. Mi yo verdadero estaba forrado. Cmo alcanzarle una flor? []. (48)

La autora confiesa que para lograr armarse tuvo que recurrir a discursos nuevos que implicaban una mirada hacia adentro, un caminar hacia el interior, un caminarse. De este modo, comienza a mencionar nombres de escritoras reconocidas mundialmente, dentro de los cuales se encuentra el de Virginia Woolf con su ensayo El cuarto propio.

Segn Escofet, tras la lectura de las escritoras que menciona comprende que la condicin en la que se encontraba y la lucha que intentaba librar eran comunes a todas las mujeres: [] Mi yo tena su singularidad quebrada y era por primera vez plural. Yo era decir nosotras []. (49)

A este respecto, se vuelve muy oportuno el nombre de Virginia Woolf, escritora y editora britnica nacida en 1882 y muerta en 1941, considerada una de las figuras ms importantes del modernismo literario del siglo XX.

Woolf, en su ensayo El cuarto propio, cuenta la historia de una mujer Mara- que a su vez puede ser la historia de muchas mujeres. Su obra hace referencia a que cada historia y cada experiencia son nicas e individuales, pero que tienen -en algn punto- cierto contacto con la experiencia y con la historia individual de otros sujetos (mujeres para este caso), de tal forma que la historia de cada yo dialoga con otras y se transforma en experiencia de voces plurales. De aqu El cuarto propio, pues se trata de un lugar un cuarto- para la propia Virginia, pero tambin para todas las mujeres. Woolf aspira a un sentido de comunidad.

Tambin en Escofet se puede apreciar ese sentido de comunidad que apunta a levantar una bandera para recuperar el lugar que quizs nunca se tuvo.

Como aspecto negativo sobre el libro, puede sealarse que a veces, por el hecho de estar escrito desde la propia experiencia, se torna muy subjetivo. Pero este aspecto se puede contrarrestar si se piensa que el feminismo, y con ello los estudios de gnero, nace desde la subjetividad de mujeres que deseaban saberse en un lugar que les perteneciera.

En resumen, Arquetipos, modelos para desarmar. (Palabras desde el gnero) es un libro que va ms all de la simple teora. Es una obra que, desde una mirada nica, trata de establecer un dilogo en el que participen miradas y voces plurales. Se erige como un discurso que apuesta a la bsqueda de una mirada que parta de un yo verdadero y a la obtencin de un cuarto propio:

[] Comenc a comprender que para conformar una mirada propia, tena que aprender la mirada desde adentro, conectarme con pluralidad de voces, de sentimientos internos. [] mirar sera percibir de manera mltiple: con los ojos, con el corazn, con el sexo, con el miedo, con la angustia, desde la vida y la muerte, desde la muerte a la resurreccin. []. (49-50) BIBLIOGRAFA

Coronado, Carolina. Libertad. (http://sujetoausente.blogspot.com/2009/04/la-mujer-sigue-enjaulada.html [Cosulta 13 de julio de 2011])Escofet, Cristina. Arquetipos, modelos para desarmar. (Palabras desde el gnero). Buenos Aires: Nueva Generacin, 2000. Impreso.

Olbinski, Rafal. Mujer jaula. (http://www.ricci-art.net/es/fr/Rafal-Olbinski.htm [Consulta 13 de julio de 2011)Woolf, Virginia. Una habitacin propia. Barcelona: Seix Barral, 2008. Impreso.