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Reseña “Fin de la Modernidad. Nihilismo y Hermenéutica en la cultura Posmoderna” Ysmenia M. González* Gianni Vattimo, filósofo italiano, nace en Turín en 1936 y vive de cerca del desmoronamiento de la metafísica. Se centra especialmente en la filosofía alemana. Su reflexión en esta obra se orienta hacia las ideas de Nietzsche y Heidegger para sustentar el fin de la modernidad y advenimiento de la prostmoderidad. El tópico central está basado en el nihilismo, cuya acepción nietzscheanoheideggeriana, es la transformación del valor de uso en valor de cambio se enfoca en la exaltación del ser y el declinar de la autoridad que lo domina. Cada sujeto se apropia de sus experiencias y el resultado interpretativo se traduce en su verdad como una perspectiva hermenéutica. En cuanto a la estructura del libro, consta de tres secciones: Nihilismo Como Destino, La Verdad Del Arte y El Fin De La Modernidad. A continuación se sintetizan cada una de ellas. Vattimo asume distancia del pensamiento occidental y se atreve a proponer una apología del nihilismo fundada en las ideas de Nietzschet (el hombre abandona el centro para dirigirse a la X) y de Heidegger (al final del ser ya no queda nada) como respuesta a la crisis de la modernidad, basadas en la caducidad de los valores predeterminados por las sociedades y los valores supremos religiosos. Estos últimos interpretados como la muerte de Dios, lo cual será especificado en párrafos posteriores. En otras palabras, propone la negación de instaurar valores fijos; sino de narrar el debilitamiento de *Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Experimental de Guayana.

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Reseña“Fin de la Modernidad. Nihilismo y Hermenéutica en la cultura Posmoderna”

Ysmenia M. González*

Gianni Vattimo, filósofo italiano, nace en Turín en 1936 y vive de cerca del desmoronamiento de la metafísica. Se centra especialmente en la filosofía alemana. Su reflexión en esta obra se orienta hacia las ideas de Nietzsche y Heidegger para sustentar el fin de la modernidad y advenimiento de la prostmoderidad.

El tópico central está basado en el nihilismo, cuya acepción nietzscheanoheideggeriana, es la transformación del valor de uso en valor de cambio se enfoca en la exaltación del ser y el declinar de la autoridad que lo domina. Cada sujeto se apropia de sus experiencias y el resultado interpretativo se traduce en su verdad como una perspectiva hermenéutica. En cuanto a la estructura del libro, consta de tres secciones: Nihilismo Como Destino, La Verdad Del Arte y El Fin De La Modernidad. A continuación se sintetizan cada una de ellas.

Vattimo asume distancia del pensamiento occidental y se atreve a proponer una apología del nihilismo fundada en las ideas de Nietzschet (el hombre abandona el centro para dirigirse a la X) y de Heidegger (al final del ser ya no queda nada) como respuesta a la crisis de la modernidad, basadas en la caducidad de los valores predeterminados por las sociedades y los valores supremos religiosos. Estos últimos interpretados como la muerte de

Dios, lo cual será especificado en párrafos posteriores.

En otras palabras, propone la negación de instaurar valores fijos; sino de narrar el debilitamiento de todos ellos. Esto implica un levantamiento del ser a través del cambio, del uso de sus experiencias e interpretaciones para juzgar su vida sin seguir un patrón determinado.

Tal premisa, constituye para Vattimo “la nada”, circunscrita como la ausencia de normas y de leyes que dominen el ser. Sin embargo, el término “nada” no es indicio de un vacío absoluto. Los valores serían reemplazados por la revelación de esquemas simbólicos, experiencias, mensajes, eventos y acontecimientos del presente de cada individuo, él que a su vez interactúa con el otro bajo el principio de alteridad.

Otro aspecto importante que desarrolla el autor es el humanismo moderno, el cual ha orientando al hombre a conservar su posición de centro y mantener una reapropiación de su esencia adjudicada en la idea de lo divino.

No obstante, Nietzsche visualiza la crisis del humanismo con la idea de “la muerte de Dios”; por lo tanto, ya no es necesaria creer en Dios para encauzar el sobrevenir cotidiano. Tal situación constituye para Vattimo otro síntoma del fin de la modernidad.

*Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Experimental de Guayana.

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Por ende, la correspondencia entre el humanismo y la muerte de Dios, simboliza un escepticismo sin el requerimiento de lo divino. El hombre ya no es el centro: se dirige hacia una incógnita o X, o más bien no se dirige a nada (nihilismo).

Por ello, comparto la posición del autor en que no se trata de acudir a valores de cualquier índole, se trata de vivir a plenitud la experiencia del error en esa incognita (X) y de coexistir con el equivocarse asumiendo una actitud diferente y abierta a los cambios, porque no hay fundamentos estables para la vida.

Sobre la base de estas ideas, se da la oportunidad de la reflexión en la vida del hombre basada en sus experiencias y en su verdad no impuesta.

En el segundo capítulo, Vattimo pretende interpretar la muerte del arte como indicativo del fin de la modernidad, para especificar tal declinar toma el concepto de Heidegger denominado “Verwindung” aludiendo a varios significados. Tales como: “…, reponerse o remitirse de una enfermedad, remitirse a alguien, remitir una carta o mensaje”1.

Dicho de otro modo, implica recuperarse de la enfermedad representada por la modernidad, la cual inicia con la explosión estética, basada en la superación de los límites espaciales utilizados tradicionalmente para exhibir el arte (museos, galerías, teatros, entre otros). Donde las obras han estado limitadas y destinadas a un pequeño sector social y el menor intento de reproducción en masa de las obras era impensable.

1 Vattimo, (1997). (p. 40)

A pesar de todo, Vattimo considera esta idea de reproducción y la consolida al sugerir que la multiplicación del arte en masa es un préstamo que la cultura selecta le otorga a la cultura popular, confiriendo a la copia artística cierta validez de existencia plena al ser reproducida para el deleite general.

Esta consumación del arte es lo que el autor denomina “Kitsch”, cuyo término se refiere a “…la apropiación vulgarizada de las verdaderas creaciones, como una interpretación barata del verdadero objeto de diseño o de arte.”2 No obstante, Vattimo intenta dotar de un significado positivo al relacionarlo con la experiencia compartida del arte.

En este sentido la Posmodernidad conlleva a vislumbrar el arte como un hecho estético integral que supera sus confines y ya no es valorada solo por lo estético, Vattimo asevera que el éxito de una obra dependerá de la capacidad que tenga la misma de poner en discusión su propia condición, es decir, poner en tela de juicio sus cualidades.

En otro orden de ideas, el autor hace alusión al quebrantamiento de la palabra poética. En oportunidades cultivamos que donde falta la palabra es sinónimo de ausencia, por el simple de hecho de no articular un código lingüístico o como plantea Heidegger “Un es se da donde la palabra se quebranta"3. Por lo tanto, La palabra poética se quebranta no por su pronunciación sino en la ejecución, cuando es llevada a cabo y se hace presente. La palabra da el ser y se vuelve mortal, esto no quiero decir que el mundo creado por el poeta  sucumba

2 Pini, (2001). ( p. 108)

3 Vattimo, (1997). (p. 61)

*Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Experimental de Guayana.

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y se deje a un lado, sigue su esencia viva.

Con respecto a la poesía "se puede definir como ese lenguaje en el cual, junto con la apertura de un mundo (de significaciones desplegadas), resuena nuestra condición terrestre como mortalidad”4. Dicho lenguaje poético traduce un evento tiempo y contexto determinado, respondiendo así, a la permanencia del ser como acontecer a través de la palabra.

Igualmente, Vattimo apunta a la manifestación ornamental en el arte, donde Heidegger trata de definir el arte decorativo no sólo como un tipo de arte, sino de reconocer el carácter decorativo de todo arte. De ahí que este aspecto decorativo en la modernidad se haya proyectado en la producción artística convirtiendo el arte sólo en un artículo de consumo pasando a segundo plano la propia autenticidad artística y la función crítica de la distinción entre decoración como adorno y lo "propio" de la obra, que es lo que se aspira en la postmodernidad. En el caso de las bellas artes se situaron en un escenario de “desarraigo”, por el aspecto utilitario que la modernidad instauró, ya que “el ser” moderno se transformó en un valor, en el valor fundamental, sin dejar de lado la secularización (debilitamiento religioso), ubicando la fe en el avance, en el valor de lo nuevo. Por ende, la conjugación de estos elementos: la secularización, la fe vista como progreso, dejando atrás los dogmas religiosos y el valor de lo nuevo, conllevó de forma progresiva a que las artes vivieran ya "sin enmascaramiento metafísico alguno"5. Es decir sin

4 Vattimo, (1997). (p. 67)5 Vattimo, (1997). (p. 97)

búsqueda de un fundamento universal que les concedieran validación.

En el último apartado, Vattimo  reconoce a Heidegger como el filósofo que sentó las bases de la ontología hermenéutica la conexión entre Ser y Lenguaje. 

Pero, más allá de esta tesis, Heidegger legó dos aspectos que tienen una importancia básica para la hermenéutica. Estos son: el Dasein representa “a estar en el mundo” familiarizado con un conjunto de significados dentro de un contexto determinado y Andenken referido a rememoración.

El estar en el mundo es sinónimo de comprender, por los diferentes significados desplegados en él y que permiten la conformación del sentido de la verdad.  A esta composición hermenéutica del Dasein se le otorga la marca de nihilismo bajo los siguientes criterios: primero, desde la posición Nietzsche, el nihilismo es aquella situación en la cual el individuo se retira del centro hacia la X. Por lo tanto, distingue la ausencia de fundamento que domine su propia condición (en otros palabras, Nietzsche lo denomina la muerte de Dios).

De esta manera, Vattimo profundiza la configuración de la verdad, vinculándola con la retórica, partiendo de la concepción de Gadamer sobre retórica, entendida “como el arte de persuasión mediantes discursos.”6 Es evidente que el uso de la lengua materna es un aspecto clave para combinar todas aquellas palabras que conduzcan a la construcción de evidencias sólidas. Gadamer denomina tales evidencias 6 Vattimo, (1997). (p. 119)

*Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Experimental de Guayana.

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como “El Eikos”, las cuales forman parte de una serie de nociones que reivindica una legitimidad ajustada a la verdad y a la convicción de lo que está demostrado y es conocido, sin alegar a pruebas. El empleo de pruebas para demostrar un hecho es propio del método científico en la modernidad.

En conclusión, la verdad hermenéutica es retórica. Condición sine qua non para la comprensión e interpretación del Dasein.

Esta verdad es relacionada en la obra con la antropología, la cual se identifica plenamente con la inclinación hermenéutica porque procura extraer sentido de discursos de otras culturas . Y este discurso muestra que la descripción los prejuicios del antropólogo es una ilusión, pues la descripción de otra cultura es una interpretación a través de las proyecciones de nuestras propias culturas. De esta manera, la hermenéutica tiene disposición para disolverse en la antropología y no quedar anclada en el pensamiento metafísico.

En los últimos párrafos, Vattimo se concentra en analizar las formas de superación de la modernidad y acoge el término Verwindug propuesto por Heidegger para denominar tal superación. Por un lado, las propias fuerzas de la modernidad y por el otro la expansión de la fuerza suprahistórica de la religión. Parece que la expansión de la racionalidad en un progreso continuo, ha sido capaz de refutar los valores de la modernidad y por tanto a sí misma, constituyendo una objeción en la actualidad.

Y por otro lado, el análisis “químico” de los valores planteado por Nietzsche. Revela que la búsqueda de la verdad se diluye. El valor de la verdad o sobre el error es solo una creencia producto de las situaciones vitales establecidas. Para culminar, el aporte de Vattimo basado en un nihilismo con las siguientes características posmodernas:

A) El pensamiento débil, entendido como fruición es revivir en sentido estético las formas del pasado, sin preparar ninguna transformación práctica de la realidad.

B) El pensamiento de la contaminación, esto es, de la interpretación distorsionada (anunciar una verdad débil cuya debilidad podría referirse a la ambigüedad de velar y develar)

C) Una ontología débil cuyo objeto es la interpretación débil de los eventos. En lugar de los conceptos fuertes surgen los eventos y el acaecer. La filosofía narra el sentido de esta transformación de la del ser que se ha producido en nuestro mundo. Concluyo que para Vattimo, la muerte de Dios o el fin de los fundamentos estarían la salida de la modernidad, liberada por el pensamiento nihilista.

Reflexiones Finales

A partir de la “realidad” actual resumida en una crisis planetaria (la destrucción de la medio ambiente, la dominación del hombre por el hombre y el uso irracional de los recursos naturales, entre otros). Es un escenario que nos afecta a todos por igual y es factible permitirse ser reticente con respecto al advenimiento o no de la postmodernidad.

*Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Experimental de Guayana.

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La perspectiva de Vattimo pone el énfasis, siguiendo a Heidegger, que el problema ya no es el hombre sino el ser. Heidegger nos habla más que de un estilo, de una “forma de estar en el mundo” (Dasein). 

Partiendo del Dasein, en el mundo de hoy donde toma posición el hombre, olvidando o no el ser. Se han evidenciado las siguientes situaciones que permito mencionar: La problema climático, las crisis alimentaria, energética, ecológica y económica. Además, la desnutrición, la pobreza, el analfabetismo y la situación sanitaria incluso se han deteriorado. Un caso evidente de ello es África, país que se encuentra en medio de una crisis humanitaria sin precedentes. “…Alrededor de 14 millones de personas, la mitad de ellas niños y niñas, se encuentran en peligro de morir de hambre en los seis países afectados: Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe”7

Esta situación es una evidencia del término de la modernidad, porque no se ha logrado el progreso, por ende se ha agotado como forma de pensamiento.

Desde la perspectiva de Vattimo el contexto de la posmodernidad se traduce como una especie de secuela de todo lo que la modernidad se propuso, es decir, es una expresión de la caída de la modernidad.

Por ello, la posmodernidad se vislumbra como un proyecto a futuro, una alternativa que se opone al pensamiento moderno

Depende de la forma de pensamiento posmoderno soslayar la amenaza de la autodestrucción del medio ecológico, la

7 Unicef (s/f).

crisis económica, la inseguridad social, la amenaza nuclear, la tecnología es de hecho una de las principales brechas entre los hombres y la incertidumbre en el mundo de hoy.

Referencia Bibliográfica

Pini, I. (2001). Fragmento de Memoria: Los Artistas Latinoamericanos Piensan el Pasado. Bogotá: Ediciones: Uniandes.

Unicef (s/f). África Meridional. Países en Crisis. Artículo en línea. Disponible en: http://www.unicef.org/spanish/emerg/southernafrica/. Consultado [Marzo, 2014]

Vattimo, G. (1997). El Fin de la Modernidad. Nihilismo y Hermenéutica en la Cultura Posmoderna. Barcelona: Gedisa

*Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Experimental de Guayana.

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