reporte pablo

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Antonio Pérez Rodríguez. Historia general de América. 201308870. Mundos Indígenas. El encuentro de dos mundos (España y América) deja un rastro de fusiones y entre estas se encuentra las instituciones y las formas de organización social para mantener un equilibrio entre ambas partes. La propuesta de este capítulo se centra en hacer una diferenciación de las zonas habitadas de América, además de las diferentes organizaciones sociales para hacer un contraste con las Ibéricas. Una de las preguntas que se busca responder ademas es la concerniente al concepto de “indio” utilizado en numerosas ocasiones por los españoles tal vez por el parentesco de cada grupo, puesto que ademas de las relaciones de carácter comercial tenían más de un factor en común los hacían ser un grupo en mayor o menor mediad homogéneo; lengua, arte, religión y organización social. Esto permite al autor hacer una división en tres grandes grupos de asentamientos humanos sobre la tesis de que en cada una de ellas se ha de fundar una sociedad distinta con la llegada de la colonización. Bajo la premisa de la similitud de los pueblos americanos-andinos y el sobreentendido aislamiento que tienen de la civilización Occidental. La división que se hace de los asentamientos humanos en territorio americano no es al azar sino que obedece a los conceptos que se tienen de ciudad en el viejo continente, ya que para fundar grandes ciudades hay que contar con una población estable, como lo ocurrido en las grandes urbes (pueblos sedentarios), Imperio México y el Inca en México y Perú respectivamente, que durante toda la época colonial

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Page 1: Reporte Pablo

Antonio Pérez Rodríguez. Historia general de América. 201308870.

Mundos Indígenas.

El encuentro de dos mundos (España y América) deja un rastro de fusiones y entre estas se

encuentra las instituciones y las formas de organización social para mantener un equilibrio

entre ambas partes. La propuesta de este capítulo se centra en hacer una diferenciación de

las zonas habitadas de América, además de las diferentes organizaciones sociales para

hacer un contraste con las Ibéricas. Una de las preguntas que se busca responder ademas

es la concerniente al concepto de “indio” utilizado en numerosas ocasiones por los españoles

tal vez por el parentesco de cada grupo, puesto que ademas de las relaciones de carácter

comercial tenían más de un factor en común los hacían ser un grupo en mayor o menor

mediad homogéneo; lengua, arte, religión y organización social. Esto permite al autor hacer

una división en tres grandes grupos de asentamientos humanos sobre la tesis de que en

cada una de ellas se ha de fundar una sociedad distinta con la llegada de la colonización.

Bajo la premisa de la similitud de los pueblos americanos-andinos y el sobreentendido

aislamiento que tienen de la civilización Occidental.

La división que se hace de los asentamientos humanos en territorio americano no es al azar

sino que obedece a los conceptos que se tienen de ciudad en el viejo continente, ya que para

fundar grandes ciudades hay que contar con una población estable, como lo ocurrido en las

grandes urbes (pueblos sedentarios), Imperio México y el Inca en México y Perú

respectivamente, que durante toda la época colonial serán las más importantes centros de

concentración político y económico,por razones como practicas tributarias aunado a la

producción agrícola suficiente como para satisfacer las necesidades lo que habrán de ser las

ciudades imperiales . En segundo término los pueblos semi-sedentarios los cuales ya habían

desarrollado practicas similares a las de las ciudades imperiales pero el hecho de ser grupos

que se encontraban en constante movimiento no son considerados aptos por los españoles

para poder hacer un movimiento civilizador.

Por último esta los pueblos no sedentarios quienes al momento de la conquista aún siguen

un estilo de vida nómada, dependen casi exclusivamente de la caza y la recolección y

contrario a lo que se cree de ninguna forma son grupos aislados, si no que comparten rasgos

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culturales con los pueblos mas cercano, y por supuesto representaron un reto a la conquista

Europea. Tal como lo maneja el autor estas son las bases sobre las cuales se da un

seguimiento a las prácticas de los habitantes originarios con un toque de lo Europeo.

La conquista española y las colonias de América.

Las condiciones de España durante la mayor parte del siglo XV gira en torno a la salida del

mundo feudal y las luchas por la reconquista de los territorios perdidos y que para ese

momento se encuentran en manos de los musulmanes, todo esto acompañada por una re

afirmación como reino fuerte ante las restantes potencias Europeas hacen que dicho país

tenga que lidiar con un fuerte destino manifiesto que dicta que deben conquistar territorio en

nombre de la verdadera religión para poder así cumplir su misión dentro del mundo Ibérico y

más allá de el. Una de las posturas que sostiene el autor es que si bien la conquista de los

mundo indígenas se llevo a cabo bajo esta premisa, los intereses de cada grupo

(económicos, políticos y demográficos).

La llegada de Cortes al Nuevo Mundo supone un gran desafío para las integración ahora de

dos sociedades que a legua se nota tienen un nivel diferente de desarrollo social, pero que

ahora deben hacer un punto de inicio para la nueva sociedad colonial. Se enmarcan

diferentes instituciones como la encomienda y los Cortes que en algún momento deben

mantener el control de las nuevos territorios. La postura del autor aborda los deslices que

hay para mantener un control en los primeros años de la conquista, con la incursión de la

nueva religión sobre los infieles que han sido encontrados y que por supuesto deben ser

bautizados para salvar sus almas. Ahora las nuevas formas de convivencia marcaran un

nuevo inicio de las cultura originarias.

Referencias .

Lockhart, J. Schwartz, S. “América Latina en la Edad Moderna”. México, Ediciones Akal.

1992. 37-123 pp.

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