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Aristas de la novela grfica en MxicoPor Christian Gmez

La novela grfica ha recibido el inters de las editoriales y el pblico mexicanos. A ello se suma el trabajo de creadores que proyectan historias estimulantes a travs de sus pginas. Podemos hablar de una escena alrededor de este medio de expresin artstico? Esta investigacin ofrece algunas claves para averiguarlo.

En diciembre de 2011 el escritor y dibujante Bernardo Fernndez (Bef) organiz en el muno no-museo de arte contemporneo, de Zacatecas la exposicin arte/cmic. Adems de su propio trabajo mostr el de Rius, Edgar Clement, Patricio Betteo, Santiago Cohen, Adrin Prez Acosta, Jis, Luis Fernando y Peter Kuper, bajo un hilo conductor: expandir las fronteras de su confort visual.

Un aspecto trascendente de la narrativa grfica contempornea estaba encerrado en el subttulo de la muestra: Moneros que pintan. Cruces entre la alta y la baja cultura. Igualmente se destacaban las batallas que el cmic ha sostenido para ser reconocido en el mbito acadmico y los esfuerzos de sus autores por alcanzar el estatus de creadores artsticos. (Un prestigio que esta figura ha adquirido en Japn, Europa y Estados Unidos, en este ltimo territorio hace un par de dcadas cuando tom relevancia la novela grfica.)

Arte/cmic seal una discusin que permanece abierta: frente a la tradicin de la historieta popular mexicana, qu lugar ocupa la novela grfica en nuestro pas? Algunas caractersticas que impulsan esta pregunta son las propuestas formales, la perspectiva de los contenidos y la transformacin del papel del creador de este medio. Otros datos a tomar en cuenta son la

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01Camilo Seyer, La Gran Tempestad (2013)

02Edgar Clement, Los perros salvajes (2012)

En los aos cuarenta se vendieron hasta 4 millones y medio de ejemplares semanales de todas las casas editoras. As, germinaba una industria que en los ochenta alcanz 2 mil millones de lecturas anuales.

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invencin de la categora narrativa grfica en el Fondo Nacional de Creacin Artstica, los concursos nacionales que premian estas obras y el creciente nmero de lectores y editoriales interesados en ellas.

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Son viejas conocidas las discusio-nes sobre el rol que desempea la historieta popular mexicana en la sociedad: tuvo grandes tirajes y estuvo al alcance de un amplio pblico proveniente de distintos sectores sociales. Por lo dems, algunos ttulos incluso fueron reconocidos por su funcin edu-cativa. Sus temticas de la poca posrevolucionaria al melodrama, la vida moderna y la crtica social ofrecen distintas representaciones del Mxico del siglo xx.

En la presentacin del Catlogo de historietas. Pepn y Chamaco en la Hemeroteca Nacional (disponible en pepines.unam.mx) el investigador y curador Juan Manuel Aurrecoechea expone algunos datos inquietantes: entre las dcadas de 1930 y 1950, aos fructferos para el cine y la msica popular mexicana, Pepn y Chamaco de las cadenas Garca Valseca y Publicaciones Herreras, respectivamente conformaron el canon de la historieta popular mexicana. En ellas aparecieron Los superlocos, La familia Burrn y obras de Yolanda Vargas Dulch.

En los aos cuarenta se vendie-ron hasta 4 millones y medio de ejemplares semanales de todas las casas editoras. As, germinaba una industria que en los ochenta alcanz 2 mil millones de lecturas anuales.

El lector mexicano, afirma el inves-tigador, era el mayor consumidor de historietas del mundo. Frente a datos como estos y la relacin que diversas generaciones establecieron con dichas publicaciones, la aca-demia ha vuelto su mirada sobre el asunto.

No obstante, la escena expe-rimenta un giro peculiar. Los exponentes de la narrativa grfica actual guardan distancia de este legado. Probablemente su desarrollo provenga de una fusin con esa tradicin y con otras de mbitos internacionales, como la del cmic underground.

Bef no ve en la historieta popular mexicana una genealoga. La grfica actual, seala, est ms vinculada con una tradicin iniciada por Jos Guadalupe Posada

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que con El libro vaquero. No tengo nexos creativos ni emotivos con la historieta popular mexicana, exceptuando Los supersabios, de Germn Butze, una obra maestra. Me interesa la historieta como un medio narrativo complejo en el cual se pueden articular historias con una estructura literaria integrando recursos grficos, explica el autor de Espiral, un cmic recursivo (2010).

Lector de novelas grficas de Estados Unidos, Europa y Sudamrica, en su rastreo de materiales descubri que en Mxico no se publicaban este tipo de trabajos. Nos ha tocado picar piedra para lograr que ahora, 20 aos despus, se establezca una escena.

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Entre abril y junio pasados el Museo Universitario del Chopo present Comix-arte. Irreverencias, angustias y fantasas, una retrospectiva del trabajo de Zalathiel Vargas, artista clave en Mxico con una obra orientada en el cmic alternativo de Francia, Italia y Estados Unidos. Psicodelia, sexualidad, crtica a la sociedad de consumo o modernidad tecnolgica son algunos de los temas que tienen lugar en su trabajo. A travs de secuencias no lineales, sus cmics exponen una lgica narrativa poco habitual para el lector. As, en cierto modo, su produc-cin artstica permite entender la lgica de la ruptura.

Daniel Garza Usabiaga, responsable de artes visuales del Chopo, explica: Este tipo de trabajos, surgidos a finales de los sesenta y principios de los setenta, son resultado de una suma de factores, entre ellos la motivacin de producir un arte de acceso pblico. Zalathiel probablemente vio en el cmic un medio para difundir historias masivamente. Junto a un equipo de investigadores, Garza Usabiaga examin el entorno editorial de Vargas: cmics comerciales, publicaciones sobre la vida de los santos, cuentos clsicos e historietas que el gobierno difunda sobre la historia nacional.

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Infografa:Augusto Gutirrez Mora

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El panorama era muchsimo ms complejo que ahora. Y Zalathiel trat, sin xito, de ofrecer un trabajo de acceso generalizado.

Pero su propuesta es un referente para los integrantes de una generacin que hoy se encuentra activa en ese mbito. Vargas estaba informado de la escena del cmic alternativo internacional. Conoca de cerca la revista francesa Heavy Metal, de Robert Crumb, que hizo del comix underground protagonista del movimiento contracultural. Vargas buscaba encontrar una correspondencia con los intereses de historietas de otros lugares que efectuaron la renovacin narrativa. As, abri un espacio para otro tipo de referencias artsticas, funda-mentalmente crticas, explica Daniel Garza. Y agrega: frente a las historietas de frmulas, con narra-tivas poco arriesgadas, la novela grfica brinda propuestas complejas y atrevidas que incluso se basan en investigaciones histricas o analizan el contexto social.

El lenguaje dela novela grficaEntender las cualidades de la novela grfica contempornea supone un reto. Para Bef se trata de un medio narrativo en el que se pueden articular historias con la estructura literaria de una novela, pero con los recursos propios del

03Augusto Gutirrez Mora, Grito de victo-

ria, (2013). Cortesa del autor

04Patricio Betteo, Mundo

invisible (2010). Corte-sa de Editorial Jus

cmic. Sin embargo posee cuali-dades estticas propias?, la novela grfica se diferencia del cmic en algn aspecto?

Por lo pronto, la novela grfica ha dado espacio a los relatos autobiogrficos, los tratamientos documentales y la experimentacin autorreferencial: se ha ocupado de reflexionar sobre su lenguaje con sus propias herramientas. Es, lite-ralmente, una zona de riesgo.

Investigador del tema y profesor de la unam, Andrs Alba comenta: Hay una diferencia entre un texto ilustrado y una narrativa grfica. En la primera, una ilustracin es un pasaje que complementa un punto de vista literario; en la segunda la imagen y la voz literaria deben estar integrados. Texto e imagen se resignifican mutuamente.

Mientras al cmic se lo ha rela-cionado, bajo un criterio limitado, con adolescentes y nios o, en todo caso, con un staff de produccin creativo integrado por un equipo numeroso, a la novela grfica se la atribuyen lectores adultos o un guionista y un dibujante, que fre-cuentemente son la misma persona, como realizadores. Tambin se la ve como un espacio con historias cortas y cerradas. Pero la verdad es que una diferencia fundamental entre ambos gneros no existe.

Cuando los escritores de cmics perdieron libertad en los aos se-senta, en Estados Unidos, inici el movimiento Underground American Comic, liderado por Robert Crumb, que comenz un movimiento que buscaba valores estticos y narrati-vos propios y abri la puerta a temas

Para Bef la novela grfica contempornea es un medio narrativo en el que se pueden articular historias con la estructura literaria de una novela, pero con los recursos propios del cmic.

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como el sexo o la poltica. A partir de ello surgieron muchas piezas interesantes. En Mxico no se puede identificar una exploracin pareci-da, comenta.

En La esttica del cmic no ficcional, artculo incluido en El mbito esttico y artstico de la produccin periodstica audiovisual (2013), Alba reflexiona sobre la ten-sin entre lo documental y la ficcin en el medio. A travs del anlisis de Maus (1988), de Art Spiegelman, Perspolis (2000), de Marjane Satrapi,y Pyongyang (2004), de Guy Delisle, cuestiona sus estrategias de repre-sentacin de la realidad. Pueden encontrarse cualidades periodsticas en estos trabajos? Basado en una in-vestigacin histrica de los campos de concentracin nazis, Maus recibi en 1992 un premio especial del

comit del Pulitzer, pero ese mismo ao fue catalogado por el New York Times como uno de los mejores libros de ficcin, lo que provoc la protesta inmediata de su autor.

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Diario de Oaxaca (2011) es el testi-monio que Peter Kuper cre durante la huelga de los maestros de Oaxaca en 2006. En desacuerdo con el tra-tamiento informativo de los medios de comunicacin mexicanos, el artista estadounidense, que visitaba el pas para tomar un ao sabtico, realiz una narracin grfica a contracorriente.

En su trabajo hay vietas secuenciales, s. Pero tambin abstracciones narrativas, dibujos, ilustraciones, collages y fotografas intervenidas. La perspectiva, en

primera persona, fusiona emociones personales con investigaciones documentales. Entonces, cmo catalogar este ejercicio de una libertad creativa extraordinaria que a su vez utiliza herramientas del documental y la ficcin?

Camilo Cadena Reyes (Camilo Seyer), becario del fonca en narra-tiva grfica, se ocupa de historias poco comunes: Me gusta abordar temticas inditas en el gnero: los movimientos estudiantiles de los sesenta, los primeros aos del ezln. La novela grfica debe ofrecer algo ms que entretenimiento.

Ganador del primer lugar (en un empate con Patricio Betteo) de la primera edicin del Premio Nacional de Novela Grfica 2010 de Editorial Jus, Augusto Gutirrez Mora mira con sospecha el giro temtico de la novela grfica. Colaborador habitual de Chamuco, Milenio Diario, Nexos y Emeequis y autor de El Maizo, la maldicin del vstago (2010), Tiempos muertos (2012) y Muerte querida (2012), seala que, al igual que el cine, la televisin o la literatura, la novela grfica es un medio que per-mite abordar cualquier tema.

Mi obra ms reciente, Grito de victoria, comprende dos movi-mientos estudiantiles en Mxico. La primera parte relata la vida de per-sonajes involucrados en las marchas del 10 de junio de 1971, el Halconazo, y en la del 1 de diciembre de 2012,

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a cargo del #yosoy132, en contra de la toma de posesin como presidente de Enrique Pea Nieto. La segunda explica el proceso de documentacin que sustenta su trabajo, donde se incluyen entrevistas, ancdotas autobiogrficas y documentos que circularon en la prensa y en redes sociales. El hilo conductor es la realidad del pas.

Un panorama actualEn Despus del cmic , introduc-cin de Supercmic. Mutaciones de la novela grfica contempornea (2013), Santiago Garca seala que la novela grfica o cmic de autor, que deriva del underground de los ochenta, ha avanzado lenta pero constantemen-te. Como industria es cada vez ms viable y autnoma. Para el gran pblico este cambio se ha manifes-tado en la aparente explosin de la novela grfica durante el siglo xxi. Aunque a los observadores menos atentos les parece un fenmeno espontneo, la novela grfica es, sencillamente, la formalizacin del cmic de autor, que se gest desde hace treinta aos.

El crtico espaol expresa asi-mismo que hay un nuevo fenmeno iniciado en Internet que ha conse-guido ganar la atencin de lectores no aficionados para el gnero. Hoy incluso en libreras no especiali-zadas pueden encontrarse obras grficas. Y la situacin en Mxico

05Bernardo Fernndez (Bef), Uncle Bill (de prxima aparicin)

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grfica en Mxico sucede ahora mismo. Basta con darse una vuelta por la librera para constatarlo.

Editoriales como Resistencia, Caligrama, Sexto Piso o Jus juegan un papel importante para incenti-var la produccin local, a partir de premios (como el Nacional de No-vela Grfica de Jus, ahora en vilo), traducciones, difusin o el dilogo creativo, como el que foment Sexto Piso entre Bef y Juan Villoro en La calavera de cristal (2011).

Soy optimista, concluye Bef, existe un grupo compacto de autores creativos, editoriales, efer-vescencia en la web, becas institu-cionales, concursos... y, sobre todo, un pblico interesado. Por primera vez desde que empec a dibujar profesionalmente, en 1990,veo la luz al final del tnel.

responde de alguna manera a estas apreciaciones.

No obstante, qu sucede con la escena local? Ha crecido desde hace dos dcadas, responde Bef, tuvimos que hacer en la mitad de tiempo un recorrido que en Estados Unidos o Francia tom 50 aos. Ahora hay inters entre editores y lectores. Como autores debemos es-tar a la altura de las circunstancias. Para el responsable de la antologa de ciencia ficcin Pulpo cmics (2003) si bien hay un grupo de personas especializado, cada vez ms hay un inters del pblico general.

Estamos en una etapa tem-prana, afirma Camilo Seyer, pero vamos por buen camino. Internet permite que autores sin presupuesto difundan su trabajo. Parece que el boom de la novela