Carlos Alberto Olivares Benítez grupo 21

Reporte: mesaA decir verdad, siendo crucial en estos momentos un juego de libre albedrio a lo largo de la escuela a partir de una inconformidad con los métodos de manejo de la universidad y por ende de sus órganos superiores hacia la escuela, se me hace arbitrario que una mesa de este tipo pueda ser presentada y alabada con gran ahínco, es decir, solo dos de las ponencias que fueron presentadas, y que por ende pude poner especial atención por la preocupación expresada en sus líneas, la primera de ellas, preocupada por una fuerte represión de situaciones externas de diversos compañeros, a los cuales nos hemos visto enfrentados muchos de nosotros a lo largo de la carrera, presenta una temática preocupante a partir de los recursos económicos que nosotros mismos necesitamos, claro está, que muchos de nosotros a partir de una forma de ser incluso como ente comunal dentro de la escuela, puede incluso presentar cierta apatía por estos medios; la segunda ponencia enfocada a la ambigüedad con que se maneja incluso la necesidad de ahondar en la educación de un país, y la instauración de leyes que permitan el ejercicio de este tipo de actividades, por ende, educacionales, cabe destacar la diferencia entre derecho y obligación que hace este compañero, puesto que a vistas claras, es una obligación estudiar hasta el nivel preparatorio, y por ende, es completamente sabido por toda la comunidad mexicana, la otra, el derecho por seguir con los estudios, por lo cual, se concibe el derecho no como una obligación, sino como un privilegio para los pudientes.

La ultima ponencia, me atrevo a decir que da una vergüenza sin igual, e incluso afecta a la perspectiva de la escuela y al alumnado en general, puesto que no hubo ni intento por poder dar una expresión clara de las ideas que esta misma compañera expresaba, tanto parloteo que solo alababa y exaltaba a la comunidad a una postura inconclusa a una parcialidad; no es necesario hacer expreso hacia esta “ponencia” mi total desaprobación y desprecio, puesto que las ideas que abundaban eran ideas de una índole “revolucionaria-reaccionaria” que no tiene nada que ver con el ejercicio del alumno, si bien, no son muchas las ideas que pueden ser rescatadas de tal mesa, puesto que no todos comparten las ideas que se presentaron ahí, lo claro es que hay una problemática, pero no solo de la institución hacia el alumnado, sino también del alumnado hacia la institución, y del alumnado hacia el mismo alumnado.

Otra de las ideas que se expresaron ahí, es la necesidad de un marco abierto hacia la realización de investigaciones para una exposición necesariamente objetiva de las tesis que se presentan y desarrollan, puesto que es bien sabido de profesores que no permiten una apertura hacia ideas de investigación que resultan necesarias para el desarrollo profesional del titular, como decía el compañero: “en un agrado del tema para la realización de ésta”, si bien, no es posible pensar que todos los profesores sean de la misma madera, tampoco es posible pensar que los alumnos son del mismo tipo en todas las ramas de CU, me resulta imposible pensar en la cantidad de gente que puede inscribirse en las matriculas que brinda la UAEM para que siendo publica, este saturada, sabemos que esta cantidad de matrículas es limitada, y no hay gran competencia como el ingreso a otras instituciones, puesto que también muchos de nosotros lo hemos intentado en otras

escuelas, mayormente en la UNAM, politécnico, UAM, etc. Pero también parecería aberrante que no se haga uso de este tipo de instrumentos para una selección más óptima de las personas que nos representan a diario, tanto en la medida que cada día hay más población, así como también en el precario nivel cultural de las masas que pueblan el territorio mexicano.

Si bien, es cierto que estas “masas” por así decirlo tienen el mismo derecho que aquellos que han ingresado a una institución, pero resulta imperdonable que precisamente no se desarrollen como tal dentro de las escuelas, dejando ver su precaria formación con que llegan a estas instituciones, ya sea desde la poca atención con que se desenvuelven en el salón de clases, así como también la poca exigencia de parte del alumno hacia el maestro, pero que más se puede hacer, es México y como tal tenemos una cultura que arrastramos desde hace tiempo atrás, los cambios ideológicos a los que nos enfrentamos son varios, creándose subculturas del que su aporte es nulo o casi nada, desde las clásicas subculturas de moda, hasta los pseudo intelectuales que día con día se presentan en todas partes, niños revolucionarios que solo piensan que la revolución consta de un movimiento armado para “quitar” del poder a los agresores y las autoridades, sin ver nuevas perspectivas de nuevas revoluciones, sin pensar en opciones de cambio que, aunque no sean tan radicales como ellos quieren, pueden dar mejores resultados que hacer una guerrilla de escuela.

Por último, y como pequeña despedida, no debemos hacer nada más que ponernos a estudiar y no hacernos pendejos como en la misma mesa se había hecho expresa la compañera licenciada que también presento su ponencia; basta, creo yo, de mediocridades entre alumnos y profesores, de ambigüedades entre los mismos, así también, basta de temáticas sin sentido que resultan ambiguas para el sentir del alumno, así como también de los trabajos absurdos con que se pretende dar un conocimiento a los alumnos, lo único que necesitamos, es un saber que sea integral para el alumno, y que pueda utilizar si es necesario para él; para nosotros como filósofos, es necesario practicar filosofía, hacer filosofía fuera del contexto occidental y que precisamente sea aplicativa para refrenar la decadencia en que estamos cayendo tanto como parte de una institución, así como también, como parte de una comunidad y sociedad.