repensar la reforma_reformar_el_pensamiento-morin

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¿Se puede reformar la educación sin reformar la sociedad? Hasta cierto punto, sí. La reforma de la educación se ha de abordar fundamen- talmente desde la Universidad, que es el espacio de formación de todos los ense- ñantes, cualquiera que sea su especiali- dad. Pero creo que si hay que empezar la reforma en etapas anteriores será más fácil hacerlo en Primaria que en Secundaria. En Primaria los niños no están totalmente domesticados ni creti- nizados, y el maestro posee una cierta polivalencia. El problema es que el maestro está muy desmoralizado. ¿A qué se debe esa desmoralización? Tiene unas raíces históricas. A mediados del siglo XIX, en Francia había dos figu- ras claves en todos los pueblos, el maes- tro y el cura. El maestro tenía un gran prestigio entre las familias porque era el portavoz de las luces, la verdad, la razón, el progreso, el bien. En cambio, el cura era el portavoz de las cosas más oscuras, del pasado y la reacción. Con el tiempo, esa dualidad del cura y el maes- tro fue desapareciendo porque muchos curas se hicieron itinerantes. El enemigo de las luces desapareció de los pueblos, lo que también permitió que mucha gente dependiente de la Iglesia evolu- cionara y se hiciera republicana. La tra- gedia llegó, paradójicamente, cuando esos valores de razón y de progreso, que habían avanzado en estos entornos, se pervirtieron y los valores iluminantes se problematizaron. El proceso de desru- ralización fue fatal para aquella escuela que resultaba muy próxima a las familias y en la que se mantenían unas relaciones humanas maravillosas. ¿Qué se puede hacer ahora para com- batir el llamado malestar docente? Es cierto que existe un malestar muy grande y deberíamos empezar por entender el porqué de ese malestar. Antes, el trabajo del maestro tenía un sentido claro de misión, pero se ha pro- ducido una degradación. ¿Qué quiere decir? El oficio de enseñante está degradado. Antes, las familias admiraban mucho a los profesores, pero ahora han perdido el prestigio social. Los padres acuden al instituto para que el profesor les dé explicaciones de por qué su hijo no ha sacado buenas notas. Es una presión de las familias hasta cierto punto insoporta- ble, y el profesorado se siente aislado. ¿Cuáles pueden ser las claves para, por utilizar sus propios términos, un “bien- vivir” del profesorado? Para vivir bien su profesión el profesor ha de reencontrar la pasión y el eros en la misión de enseñar. Dicho esto, es difí- cil encontrar esa pasión en el marco de una enseñanza burocratizada, pero si se pierde el sentido de la misión, que no es una misión para consigo mismo sino para toda la sociedad, no se puede hacer gran cosa. ¿Cómo ve a los estudiantes? Los jóvenes acceden ahora a otras fuentes de saber, como los medios de comunica- ción. Además, desde los años sesenta se ha desarrollado una cultura adolescente y los jóvenes han ganado en autonomía y autoridad. Hoy en día, cuando en la clase se producen incidentes de convi- vencia, muchos profesores no saben cómo abordarlos porque los jóvenes se resisten a aceptar su autoridad. ¿Cuál es entonces la responsabilidad del profesorado? “Los pedazos de conocimiento que enseña la escuela ocultan los auténticos problemas de todos los seres humanos. Hace falta reformar la educación para que la educación transforme las mentalidades”. Edgar Morin es un pensador libre y apasionado, autor de una profunda y vasta obra traducida a distin- tos idiomas, que no se limita a exponer su pensamiento, sino que también se atreve a ponerlo en prác- tica. Sus trabajos están guiados por un conocimiento en el que el todo es mucho más que la suma de las partes. Él lo llama pensamiento complejo. 42 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº342 ENERO 2005 } Nº IDENTIFICADOR: 342.011 Repensar la reforma, reformar el pensamiento RAFAEL MIRALLES LUCENA Profesor y periodista. Universitat de València. Correo-e: [email protected]

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¿Se puede reformar la educación sinreformar la sociedad?Hasta cierto punto, sí. La reforma de laeducación se ha de abordar fundamen-talmente desde la Universidad, que es elespacio de formación de todos los ense-ñantes, cualquiera que sea su especiali-dad. Pero creo que si hay que empezarla reforma en etapas anteriores será másfácil hacerlo en Primaria que enSecundaria. En Primaria los niños noestán totalmente domesticados ni creti-nizados, y el maestro posee una ciertapolivalencia. El problema es que elmaestro está muy desmoralizado.

¿A qué se debe esa desmoralización?Tiene unas raíces históricas. A mediadosdel siglo XIX, en Francia había dos figu-ras claves en todos los pueblos, el maes-tro y el cura. El maestro tenía un granprestigio entre las familias porque era elportavoz de las luces, la verdad, larazón, el progreso, el bien. En cambio,el cura era el portavoz de las cosas másoscuras, del pasado y la reacción. Con eltiempo, esa dualidad del cura y el maes-tro fue desapareciendo porque muchoscuras se hicieron itinerantes. El enemigode las luces desapareció de los pueblos,lo que también permitió que muchagente dependiente de la Iglesia evolu-cionara y se hiciera republicana. La tra-gedia llegó, paradójicamente, cuandoesos valores de razón y de progreso,que habían avanzado en estos entornos,se pervirtieron y los valores iluminantesse problematizaron. El proceso de desru-ralización fue fatal para aquella escuelaque resultaba muy próxima a las familiasy en la que se mantenían unas relacioneshumanas maravillosas.

¿Qué se puede hacer ahora para com-batir el llamado malestar docente? Es cierto que existe un malestar muy

grande y deberíamos empezar porentender el porqué de ese malestar.Antes, el trabajo del maestro tenía unsentido claro de misión, pero se ha pro-ducido una degradación.

¿Qué quiere decir?El oficio de enseñante está degradado.Antes, las familias admiraban mucho alos profesores, pero ahora han perdidoel prestigio social. Los padres acuden alinstituto para que el profesor les déexplicaciones de por qué su hijo no hasacado buenas notas. Es una presión delas familias hasta cierto punto insoporta-ble, y el profesorado se siente aislado.

¿Cuáles pueden ser las claves para, porutilizar sus propios términos, un “bien-vivir” del profesorado? Para vivir bien su profesión el profesorha de reencontrar la pasión y el eros enla misión de enseñar. Dicho esto, es difí-cil encontrar esa pasión en el marco deuna enseñanza burocratizada, pero si sepierde el sentido de la misión, que no esuna misión para consigo mismo sinopara toda la sociedad, no se puedehacer gran cosa.

¿Cómo ve a los estudiantes?Los jóvenes acceden ahora a otras fuentesde saber, como los medios de comunica-ción. Además, desde los años sesenta seha desarrollado una cultura adolescentey los jóvenes han ganado en autonomíay autoridad. Hoy en día, cuando en laclase se producen incidentes de convi-vencia, muchos profesores no sabencómo abordarlos porque los jóvenes seresisten a aceptar su autoridad.

¿Cuál es entonces la responsabilidad delprofesorado?

“Los pedazos de conocimiento que enseña la escuela ocultan los auténticos problemas de todos losseres humanos. Hace falta reformar la educación para que la educación transforme las mentalidades”.Edgar Morin es un pensador libre y apasionado, autor de una profunda y vasta obra traducida a distin-tos idiomas, que no se limita a exponer su pensamiento, sino que también se atreve a ponerlo en prác-tica. Sus trabajos están guiados por un conocimiento en el que el todo es mucho más que la suma delas partes. Él lo llama pensamiento complejo.

4422 CCUUAADDEERRNNOOSS DDEE PPEEDDAAGGOOGGÍÍAA.. NNºº334422 EENNEERROO 22000055 } Nº IDENTIFICADOR: 342.011

Repensar la reforma, reformar el pensamiento

RAFAEL MIRALLES LUCENA

Profesor y periodista. Universitat de València.

Correo-e: rraaffaaeell..mmiirraalllleess@@uuvv..eess

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{ NNºº334422 CCUUAADDEERRNNOOSS DDEE PPEEDDAAGGOOGGÍÍAA.. 4433

Edgar Morin

e n t r e v i s t a . . .

A los enseñantes de Secundaria lo quemás les preocupa es su asignatura, a laque consideran como algo sagrado.Piensan que los planteamientos interdis-ciplinares les harán perder poder y pres-tigio, porque muchos no creen en suvocación. El malestar está muy metidoen las conciencias y sólo se saldrá deese círculo con una renovación de lasideas.

¿Qué propone?Los cambios siempre empiezan por unaminoría de enseñantes convencida deque es preciso instaurar un nuevo tipode saber. El estudio del cosmos, lahumanidad o la Tierra, por ejemplo,interesarán a todos. Se trata de integrarla propia disciplina en un todo más

atractivo para los alumnos y que puederesultarles incluso mucho más concretoque lo que estudian en una asignaturacompartimentada. Pero para avanzar enese camino los profesores necesitan unarenovación de ideas que cuente, también,con el apoyo de otros sectores ciudada-nos e intelectuales.

Volvamos al principio. ¿Ve factible unareforma educativa sin que la sociedadavance en la misma dirección?

Para vivir bien su profesión, el profesor

ha de reencontrar la pasión y el eros

en la misión de enseñar.

EEMMPPAARR BBAADDIIAA

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Existe la posibilidad de que la educaciónse adelante a la reforma de la sociedad,si entre los intelectuales enseñantes sedan abundantes dosis de vitalidad,curiosidad y búsqueda. Es en ciertamedida lo que ocurre en América Latina,en donde muchos intelectuales de laenseñanza no están aislados de los gra-ves problemas de sus países y socieda-des. Distintas corrientes albergaron en elpasado las esperanzas de estas gentes,el marxismo, la teología de la liberación,incluso en cierto modo el liberalismoeconómico, pero todas estas esperanzashan desaparecido y algunos buscanahora otra salida. La solución es necesa-riamente compleja. Y esta complejidadproblemática necesita reformar el pensa-miento e implica también una reformade la enseñanza.

Pero, ¿cómo cambiar la institución esco-lar sin cambiar las mentes?¿Y cómo cambiar las mentes, si no secambia la institución? Se trata de unaparadoja más, como tantas que la vidanos muestra: ¿cómo nadar sin aprendera nadar? En la vida muchas veces hayque transgredir las imposibilidades lógi-cas, hace falta empezar con experienciasdesviantes que fecunden y que abrannuevos horizontes. De este modo, sientre los enseñantes y los pensadoresexiste una base, es posible avanzar por-que se pueden hacer reformas sin partirde una decisión política del Ministerio.Se puede empezar una reforma en unsector de la sociedad sin reformarlotodo y una reforma educativa puedeestimular también una reforma másamplia de la sociedad.

Precisamente usted dirigió la reformaeducativa por encargo del gobiernofrancés. ¿Cómo empezó todo?Cuando el ministro de Educación mepropuso presidir una comisión científicapara reformar los contenidos de laEnseñanza Secundaria, él ya había elegi-do a varios miembros de ese comité,personas especialistas en diversas disci-plinas, pero que carecían de una claraintención reformadora. Era un grupomuy heterogéneo.

¿Cómo se desarrollaron los debates?Había quien defendía que en primero sedebía enseñar Ciencias Físicas, otrosdecían que Biológicas..., había una granconfusión. Yo sólo propuse organizarunas jornadas para demostrar la profun-didad de religar las disciplinas alrededorde unos grandes temas: el cosmos, la

Tierra, la vida, la humanidad, la literatu-ra, el arte y la filosofía, la cultura adoles-cente y la complejidad.

¿En qué consistió exactamente su inter-vención?Traté de coordinar a los investigadoresque participaron, pero no intervine ensus planteamientos, mi objetivo era másbien organizarlo todo, establecer un hiloconductor que los conectara. Pero aque-llos trabajos tuvieron una escasa inciden-cia en el sistema educativo.

¿Participó la comunidad educativa?El proceso estuvo abierto a todos losenseñantes de Secundaria, aunque fueronpocos los que participaron. Con todo, losque asistieron se mostraron muy interesa-dos en darle continuidad y por eso sóloplanteé, al final, una serie de propuestaspara promover la colaboración interdisci-plinar entre los profesores.

¿Me está diciendo que fue un fracaso?No exactamente, porque aunque las jor-nadas no trascendieron, yo sí tuve laoportunidad de aprovechar sus resulta-dos y escribí La tête bien faite, un librocuyo título fue mal traducido en España(La mente bien ordenada). Más tarde, laUNESCO me propuso escribir un textocon una perspectiva más general, unencargo que se tradujo en Los sietesaberes necesarios para la educación delfuturo. Estos libros han tenido másrepercusión en otros países.

¿Cuáles son esos saberes?El primero se refiere a las cegueras delconocimiento propio de cada persona, yque no se puede confiar a una elite desabios o filósofos. Todo conocimiento esun proceso que comienza con una per-

Perfil biográfico

Edgar Morin (París, 1921) es uno de los pensado-

res universales más influyentes. De familia sefar-

dita, posee una formación pluridisciplinar –sociolo-

gía, filosofía, antropología, historia, economía,

derecho, literatura, cine…–, ha escrito más de

cuarenta libros y cuenta con numerosos premios

y reconocimientos. En la actualidad es director

emérito de investigación del prestigioso Centro

Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS)

y preside la Agencia Europea de la Cultura, así

como la Cátedra Itinerante de la UNESCO sobre

el pensamiento complejo, que lleva su nombre.

Durante la Guerra Civil española, Edgar Morin

apoyó las posiciones libertarias y trotskistas, y en

la Segunda Guerra Mundial fue combatiente volun-

tario contra el nazismo. Se afilió al Partido

Comunista Francés, del que fue apartado por su

rechazo frontal al estalinismo. Estudioso del mar-

xismo y el psicoanálisis, en su compromiso intelec-

tual siempre está presente su solidaridad con la

causa palestina.

El 12 de marzo de 2004 Edgar Morin fue investido

doctor honoris causa por la Universitat de València

–lo es también por otras universidades de Italia,

Portugal, Dinamarca, Grecia, México, Bolivia y

Brasil–, en un acto académico marcado por su dis-

curso de condena a los trágicos atentados del 11-M,

en Madrid: “Lo peor desde el punto de vista huma-

no, ético y político es negar la identidad humana

del otro, que puede ser torturado o asesinado. Lo

peor es contemplar el regreso de la idea bárbara

de responsabilidad colectiva, que castiga a una

familia o a una población del crimen o del supues-

to crimen de una persona o un estado”.

Algunos libros

> El Método (5 volúmenes: La naturaleza de lanaturaleza; La vida de la vida; El conocimientodel conocimiento; Las ideas; La humanidad dela humanidad: la identidad humana). Cátedra,

Madrid, 1981, 1983, 1988, 1992, 2003.

> Introducción al pensamiento complejo.

Gedisa, Barcelona, 1995.

> Mis demonios. Kairós, Barcelona, 1995.

> La mente bien ordenada, Seix Barral,

Barcelona, 2002 (Versión mal traducida al

español, según el propio Edgar Morin. Existe

otra edición publicada en Argentina:

La cabeza bien puesta. Nueva Visión,

Buenos Aires, 1999).

> Los siete saberes necesarios para la educacióndel futuro. Paidós, Barcelona, 2001.

> El hombre y la muerte. Kairós, Barcelona, 2003.

El conocimiento supone navegar por

un océano de incertidumbres a través

de archipiélagos de certeza.

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cepción y que sigue con una traduccióny una reconstrucción, pasos en los queestán muy presentes las ilusiones y loserrores. La memoria traiciona nuestropasado, olvidamos lo que no nos convie-ne y nos mentimos a nosotros mismos.En este sentido, es importante ser cons-ciente de ello y saber resistir a la pose-sión de las ideas.

Sigamos..El segundo saber plantea el conocimien-to pertinente, que no se encuentra en lacantidad de información que maneja-mos, sino más bien en saber poner elobjeto de conocimiento en su contexto,sin el cual es imposible entenderlo. La condición humana entiende que elser humano es a la vez físico, biológico,psíquico, cultural, social e histórico, perola división en disciplinas del sistemaeducativo impide aprender qué significaser humano. También hay que enseñar la identidadplanetaria, mostrar que toda la historiadel cosmos está en nosotros mismos. Enel siglo XXI todas las partes de mundonecesitan ser solidarias entre sí, porquese enfrentan a idénticos problemas devida o muerte.

El quinto saber…Hay que aprender a enfrentarse a lasincertidumbres, tanto las que nos mues-tran los avances de las ciencias físicas,biológicas e históricas, como los riesgos,lo inesperado y lo incierto, tan presentesen nuestras vidas. Suelo decir que elconocimiento supone navegar por unocéano de incertidumbres a través dearchipiélagos de certeza.

Nos faltan dos.La comprensión humana es una relaciónde empatía que trata de ver en la subje-

tividad del otro. Estamos inmersos en unproceso egocéntrico de autoprotecciónque provoca odio y violencia. Por esonecesitamos educar para la comprensiónde las otras personas, culturas y civiliza-ciones. Las relaciones humanas no pue-den progresar sin un progreso de lacomprensión. El último de los saberes es la ética, quedebe contemplarse en la triple conside-ración del ser humano como individuo,sociedad y especie. La ética ha de abor-dar, por tanto, las responsabilidades per-sonales, la conciencia cívica con la socie-dad y la democracia, y la comunidad dedestino universal de todos los humanos.Cada cual ha de resolver esta aparentecontradicción con una apuesta.

¿Cómo y cuándo habría que enseñar,por ejemplo, la comprensión?La comprensión humana es una cosacompleja que debe hacer entender lasrazones del individuo, el porqué de susactos. Es algo muy difícil y necesita unalarga enseñanza a partir de los primerosniveles, pero es una necesidad funda-mental para las relaciones humanas, enla ética entre nosotros, entre hermanos,

padres, hijos y extranjeros, es indispen-sable para entender lo que significa lasolidaridad hacia los otros.Paradójicamente, es más fácil que unsolo maestro enseñe bien la compren-sión en Primaria, antes de la catástrofeque supone la domesticación y el excesode especialización que arranca enSecundaria y que acaba en laUniversidad.

¿Qué repercusiones han tenido sus plan-teamientos en las políticas educativas?La UNESCO creó la Cátedra EdgarMorin sobre la complejidad, que tieneuna presencia importante en distintasuniversidades de América Latina, en lasque se han generado algunas innovacio-nes. Por ejemplo, en la Universidad deRío Grande del Norte, en Brasil, existedesde 1990 una sección de estudiossobre la complejidad en la que tambiénintervienen algunos pedagogos.

¿Qué es exactamente el pensamientocomplejo? Complexus significa lo que está tejidojunto. Hay complejidad cuando son inse-

Tengo motivos para la esperanza,

porque estamos en la prehistoria

del espíritu humano.

EEMMPPAARR BBAADDIIAA

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parables los distintos elementos queconstituyen un todo y existe un tejidointerdependiente entre el objeto deconocimiento y su contexto, entre laspartes y el todo. No se puede entenderel todo a partir de la suma de las partesporque la organización impone restric-ciones. La complejidad es precisamentela unión entre la unidad y la multiplici-dad. El desafío de la complejidad esaplicar ese modo de pensar a todasnuestras acciones cotidianas.

¿Cómo se traduce este planteamiento ala educación?La educación debe promover una inteli-gencia general capaz de referirse a locomplejo, un conocimiento susceptiblede abordar los problemas globales yfundamentales, de modo que puedaninscribirse en ellos conocimientos parcia-les y locales. Un conocimiento fragmen-tado en disciplinas impide realizar el vín-culo entre las partes y las totalidades. Lamente humana necesita ubicar todas susinformaciones en un conjunto y en uncontexto.

¿Se han llevado sus propuestas teóricasa alguna acción concreta?Creo que lo más interesante es lo queestá sucediendo en México, en laUniversidad de Veracruz, en donde ungrupo importante de profesores hapuesto en marcha un doctorado interdis-ciplinar de Ciencias Humanas. Además,un colectivo de profesores, con la ayudamaterial de un empresario, tiene avanza-da una iniciativa singular: el diseño yconstrucción de una nueva universidaden Hermosillo, la capital del estadomexicano de Sonora. Viajaré prontohacia allí para comprobar cómo avanzanlas obras.

¿Puede explicarnos esta experiencia conmás detalle?La propia concepción de la arquitecturade esta universidad trata de ser coheren-te con nuestro pensamiento. Las salasson circulares para impedir que en suseno se den relaciones jerárquicas. Estánpensadas para favorecer la participaciónde los ciudadanos, con una buena dota-ción de recursos, biblioteca y mediateca.

¿Qué tipo de estudios impartirán?En principio, habrá que crear las sieteCátedras correspondientes a los sietesaberes, junto a otras sobre el porvenir ysobre civilización y consumo. Se explica-rá en qué consiste el conocimiento, laracionalidad, la cientificidad y la comple-

jidad, temas fundamentales que sirvanpara todos. Además, existirá una ense-ñanza básica que ocupará una décimaparte del tiempo epistemológico.

Paradójicamente, parece que sus traba-jos sobre la reforma educativa francesahan tenido efectos muy lejos de allí.Eso ratificaría uno de los ejes de supensamiento…Así es, todo empieza con una desvia-ción. Lo mismo que la reforma de laUniversidad se inició en su momento enBerlín, un lugar periférico en el occiden-te europeo, las cosas surgen donde exis-te más posibilidad de juego. En Franciano existen hoy perspectivas de acuerdo.Por eso veo con más optimismo que lareforma que propongo fructifique enotros sitios.

¿Cuál es para usted la finalidad de laenseñanza?Enseñar la cultura en un sentido muyamplio, la ciencia, la literatura, la historia…Es esa cultura la que permitirá que cadapersona reflexione sobre su propio desti-no. No se trata únicamente de acceder alconocimiento, sino de vivir la vida. Yoquiero enseñar a vivir, ayudar a enfrentar-se a los problemas de la vida.

¿Qué puede hacer la escuela ante lasobreabundancia de información que lacultura mediática pone al alcance de losjóvenes? ¿Cómo transformar las infor-maciones en conocimiento, y los conoci-mientos en sabiduría? En la escuela se debe enseñar no sólo lacultura mediática, los aspectos técnicosque hoy hacen posible fabricar una falsarealidad. El alumno puede saber cómose eligen, se redactan y se montan lasnoticias de un telediario, y no permane-cer parado en una posición defensivaante tantas manipulaciones. Pero esindispensable, además, dar otro paso ypromover comentarios reflexivos sobrelo que pasa en las series televisivas, losprogramas de telerrealidad, los realityshows. Esta última enseñanza es sinduda la que me parece más interesante.

Francia ha heredado una tradiciónmodélica de integración de los extran-jeros a través de la escuela republi-cana. Sin embargo, la prohibición deusar el velo musulmán ha impactado enla opinión pública. ¿Cuál es su visióndel problema?Las niñas musulmanas llevan el velo porvarios motivos: por tradición familiar o

para defenderse del acoso de los chicos,entre otros. A estas jóvenes les atrae lalibertad del modo de vida francés, y almismo tiempo quieren ser fieles a susraíces. Hasta que alcancen la mayoría deedad y puedan emanciparse, ellas nohacen más que obedecer a sus padres.

Entonces, ¿cómo resolver ese conflicto? Desde luego no con un rechazo radicalque les impida avanzar en su procesoeducativo y en su integración social.Prohibirles entrar en la escuela por llevarel velo es un error grave que está provo-cando muchos más problemas de losque había antes. Están matando moscasa cañonazos.

¿Es optimista de cara al futuro? Existe incertidumbre y miedo y lo quehace falta es esperanza. La gente no veuna esperanza en el porvenir, sólo ve unaidea de progreso mecánico, automático.Pero si somos capaces de ver el caminoen el sentido machadiano, de “se hacecamino al andar”, puede producirse unaesperanza colectiva que generará muchasolidaridad. Personalmente tengo moti-vos para la esperanza, porque estamosen la prehistoria del espíritu humano ylas capacidades humanas están aúnsubexplotadas, sobre todo en las relacio-nes con los demás, nos falta mucha com-prensión. Por otra parte la historia nosenseña que hay que apostar por loimprobable. Yo viví la derrota del nazis-mo en 1945, cuando la victoria alemanaera probable en 1941, y algo parecidosucedió en 1989 con la caída del sistemacomunista. El peligro puede contribuir asalvarnos, siempre que tomemos con-ciencia de ello.

La división del sistema educativo

en disciplinas impide aprender

qué significa ser humano.